#*no hace nada* *dice de hacer lo que queda del trabajo entre clases*
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#*no hace nada* *dice de hacer lo que queda del trabajo entre clases*#algunos dais vergüenza ajena 😂#hacer trabajos con algunas personas es súper incomodo por el simple hecho de que no hacen nada y quieren hacer todo a ultima hora retrasando#al resto del grupo#🤡#en las expos solo somos dos o yo las que sobresalimos porque claro#si no hacen nada del trabajo que preguntas van a responder del profe#en plan 😂😂😂😂😂#encima las expos quedan súper pobres porque dos no leemos powers y dos si#el contenido del curso queda SÚPER pobre y poco enriquecedor por gente así#las cosas se hacen bien coño!#por eso sudo de la gente y se preguntan porque 🤡#también luego no hacen más que copiar en exámenes#así todos sacamos 9s sabes? 😂😭#yo soy bastante franca con la gente y los profes y obvio se les transmite la percepción que uno tiene de todo#así cualquiera se saca el curso 😊😉#algunos profes otros que tales 😂 en las unis te dan 3 páginas de instrucciones de lo que debe incluir un trabajo para ser imparcial y#que los alumnos entiendan lo que deben presentar#si no os aclaráis ni vosotros no pidáis cosas que no habéis dejado por escrito#🤡 si se plasma todo en un enunciado es fácil sacar matrícula#lo digo porque yo lo he hecho :))))))#las chicas con las que voy al patio lo hicieron genial y siempre que hago grupo con ellas ha salido un 9 de nota#no es tan difícil no leer un puto power y aprenderse 3 líneas#que yo sepa más del tema guay pero hacer algo para no quedar mal macho 😂
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Maniac Cop. Los Zombies recuerdan
Marzo de 2024.
Los viejos VHS con su estuche plástico de películas de terror, en esos estantes como laberintos de un local de barrio. Mirabas la tapa y recordabas el avance que habías visto hace unos meses en otro alquiler. Me lo llevo te pensabas de inmediato.
Recordando esos buenos momentos de videoclub, me tropiezo un día con el trailer de Maniac cop. Esos avances con intriga y la voz en off que me apabulla los oídos hicieron que quisiera ver de nuevo la película de William Lustig. Un asesino de policías vestido de policía que usa un bastón con cuchilla. Rememora su muerte buscando sed de venganza por las calles neoyorkinas. Parecería una trama de clase B pero lo distinto a otras pelis del género es que trata de un asesino policial que busca a todo aquel que lleve una placa. La búsqueda de justicia por parte del maniático policía, tiene un cómplice que es su novia del pasado quien lo acompaña en su camino de muerte.
La historia de Maniac cop tiene zonas interesantes porque vamos conociendo la vida del ex policía Matt Cordell a través del detective Frank McRae, el detective con un pasado tormentoso que va descubriendo las pistas que están bastante sobre la mesa.
Algo que me pareció para destacar de la cinta es la paleta de colores que se usa en los asesinatos nocturnos. Es como un azul metalizado que atraviesa la noche en cada una de las apariciones del asesino en las calles de Nueva York de los ‘80. La noche me gustó como está trabajado, así como se esconde el rostro de Maniac Cop hasta las escenas finales.
En cuanto al trabajo actoral me pareció que linda con el estilo de película de terror que maneja cierto estilo de humor. Siendo esto así el humor está lejos de clásicos como Pesadilla. Tal vez la actuación del alcalde de la ciudad puede ser que es quien mantiene ese código cómico sumamente exagerado dónde dice todo lo que le pasa. Justamente dije “todo lo que le pasa”, y no puedo no mencionar que los personajes están por momentos en un lugar de roles que no pueden dejar de obedecer. Entiendo que es parte del género pero les juega en contra. El detective McrRae no sale nunca de su posición de “todo lo averiguo y estoy en lo cierto”, y la novia del protagonista la oficial Forrest tiene un lugar de mujer policía que viste como una mujer de la noche que está sublevada en todo momento por los hombres. Cuando los personajes intentan tomar una decisión ante el deseo, no lo pueden hacer porque su rol no lo permite. La actuación de Bruce Campbell en las críticas que he leído se quedan en algunos casos con ciertos rasgos de humor del actor que viene de su trabajo en Evil dead, en cambio en este trabajo queda a mitad de camino. Por ejemplo, en las escenas que el policía Forrest trata de tranquilizar a su mujer que está perseguida porque el asesino es un policía, Campbell está continuamente asombrado sin saber qué hacer. Quiero decir que el personaje de Forrest no toma hasta el final de la película las riendas del conflicto. Los personajes en algunos pasajes están en el grotesco de las situaciones que viven. Forrest cuando es descubierto que engaña a su esposa prácticamente no se sorprende y luego que esta es asesinada, el policía de la noche a la mañana supera la muerte de la mujer. Al siguiente mantiene su noviazgo con su compañera de trabajo como si nada. Este tipo de acontecimientos abundan en la cinta. Los buenos momentos como dije están en las apariciones de Cordell que va arremetiendo con todo lo que se le interpone en su camino.
También es interesante la mirada de Cohen que tiene sobre las fuerzas policiales porque la película hace una crítica al accionar de la policía corrupta de aquellos años en EEUU. Eso es un acierto, y que sea un policía asesino lo vuelve interesante. Pero ojo, que no es más que eso. No se ahonda mucho más sobre los caminos erróneos de los policías y quién mató a Cordell. Hubiese sido atractivo como entre medio de asesinatos a cuchillos se devela toda la mafia policial, pero como dije queda en una intención floja.
Me queda entre nubarrones las escenas filmadas con alcalde, ¿por qué está en otro formato de calidad? Me confundía. Pensé que era un flashback pero no es así. ¿Habrá sido por una cuestión de presupuesto?
En Maniac Cop las me parecieron a lo conocido, querido diario, pero aún así es divertida para pasar el rato.
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La marabunta
Tengo el pie hinchado por culpa de esa escalera, que es del mismo color que el pasillo. Y el problema comenzó cuando le perdía agua a la vecina de abajo, la que tiene el piso de damero; entonces, el consorcio cambiaron los escalones que eran de mármol blanco por ese color. La justificación que dieron es que no había suficiente dinero en la administración y me preguntaron si aceptaba que me pusieran esas, baratas. Yo accedí, siempre pensando en el otro, cuando a ellos les importo un rábano. En una palabra, por culpa de los vecinos, me caí una vez por culpa de esa escalera y ayer me doblé el pie. Me dije que algo debo hacer. Pensé en pintarle una línea o usar una linterna. Es que ahí queda a oscuras y no se ve dónde termina el último escalón. Otra cosa que debo agradecerle a esta gente, que son como marabuntas que me rodean.
Estoy pensando cómo llamar a esa mayoría corrupta que se une, tal cual las pirañas en el río y me gusta "marabunta", porque de alguna manera esa palabra designa una connotación negativa, como lo es esta gente. Lo busqué en el diccionario de la Rae (Real Academia Española) y en su segunda acepción, dice que se trata de gente alborotada. Tal cual el ejemplo.
Ayer me puse a mirar en mi Guasap la foto de un musulmán, rodeado de mujeres musulmanas. Eso no es bien visto en el Islam. Tal vez, tú lo desconoces, pero dentro de nuestra religión, el trato íntimo entre ambos sexos, cuando no son familia, se ve de una forma poco decente. Siempre ese musulmán entre mujeres. Y también, siempre una muy jovencita al lado. Hace muchos años, dos musulmanas distintas me dijeron que hay un conjunto de prostitutas que van a esa mezquita, y cuando hay prostitutas, también hay clientes que pagan. ¡Una vergüenza!, han deformado al Islam y lo han occidentalizado. Hoy parece cualquier cosa, menos Islam.
Y yo sigo pensando que la mejor gente es una minoría mundial. Una vez estudié dentro de la escuela chiita, que es una minoría dentro del Islam, que varios musulmanes habían sido envenenados, pero de eso nada habla la mayoría sunnita, que serían los musulmanes que ves en Arabia Saudita o Emiratos Árabes, por ejemplo. Y yo creo que en el Islam también existe una minoría buena y que la gran mayoría está perdida, disfrazada de santa. Aquella foto del musulmán entre las mujeres, varias de ellas —según declaraciones de dos musulmanas— prostitutas, da a entender la clase de mundo en el cual vivimos. ¡Lamentable! Y por eso no tengo ganas de ir a la mezquita, porque no me gusta la hipocresía.
Hoy sufrimos por una mayoría, que yo pienso que se encuentra bien unida y conspirada. Ahora, una de las cosas que utilizan son los grupos de "WhatsApp" (Guasap) para planificar sus travesuras. En los colegios en donde trabajo se manejan de esa forma. Ayer fui a un colegio en donde por Guasap nos informaron que por temas de construcción, debíamos ir a firmar e irnos, pero al llegar hubo otra directiva, de dar clases. Unidos estaban el jefe de preceptores, un personaje, junto con la regente, otra que va montada al caballo y que te mira desde arriba. En fin, esa es la marabunta.
Y en el Islam pasa lo mismo, también sufrimos de la marabunta. Un hombre entre mujeres, encima algunas prostitutas, eso no es Islam.
La marabunta ha dominado toda la Tierra y ha infectado la salud, la educación, el Islam, los clubes, las fábricas, todo. También tengo a la marabunta de vecinos. Ayer, gracias a ella me torcí el pie, porque eso no me hubiera pasado si me hubieran colocado el mármol blanco que antes tenía. Y encima lo horrible que quedó mi escalera.
Y es difícil descubrir dentro de esa marabunta quiénes son de nosotros. Yo pienso que estamos todos dispersados. Y yo me pongo a pensar en que si la marabunta está tan unida y conspirada, entonces, nos tienen a nosotros bien identificados. ¡Sí! No creo que haya sido casualidad que nos informaran mal en el colegio, de que no había clases, para después decirme que sí, que había. La marabunta es burlona, le gusta jugar con nosotros; sucia y vulgar, de bajo nivel.
¡No! No es Islam esa mayoría que ves. En nuestra religión no existe un trato íntimo entre hombres y mujeres que no son familia. ¡Un musulmán rodeado de mujeres, eso no es Islam! Otra festejando los cumpleaños en la mezquita. ¡Un disparate!
Hoy quiero dedicarle mi redacción a la marabunta, puesto que ese nombre lo pensé recién y le viene como anillo al dedo. Ahora se les da por decir "chiques" o "chiquis". La verdad es que son de terror.
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Clases de Seducción, parte 30: Contención
Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4, Parte 5, Parte 6, Parte 7, Parte 8, Parte 9, Parte 10, Parte 11, Parte 12, Parte 13, Parte 14, Parte 15, Parte 16, Parte 17, Parte 18, Parte 19, Parte 20, Parte 21, Parte 22, Parte 23, Parte 24, Parte 25, Parte 26; Parte 27, Parte 28, Parte 29.
Rubén y Sebastian se separaron y tomaron asiento nuevamente en la banca cuando notaron que las gaviotas del puerto se acercaban peligrosamente a sus papitas fritas.
—Ese abrazo me dio más tranquilidad que cualquier palabra que pudiste haber dicho —admitió Sebastian, avergonzado, secándose las lágrimas disimuladamente.
Rubén efectivamente no sabía qué decir.
—No soy muy bueno con las palabras —bromeó Rubén, y Sebastian soltó una risita.
Rubén sabía que había dejado de lado a su amigo últimamente, enfocándose en su relación con Felipe, y se sentía pésimo por eso.
—A veces me siento como ahogado, ¿sabes? —dijo de repente Sebastian—. Siento como un dolor en el pecho, como si tuviera algo aquí que necesita salir —puso su mano en su pecho—. Me dan ganas de gritar, pero simplemente no puedo.
—¿Por qué no puedes? —quiso saber Rubén, confundido.
—Porque parecería un loco —Sebastian miró a Rubén y se rió por lo obvio de la respuesta—. Imagínate estoy en mi pieza y de la nada me pongo a gritar. Mis viejos en vez de mandarme al servicio me van a mandar al psiquiátrico.
—No sé, no creo que tus viejos tengan como prioridad tu salud mental, así que podrías intentarlo —comentó con sarcasmo Rubén.
Sebastian soltó nuevamente una risita al mirar a Rubén tras su comentario.
—¿Hace mucho tiempo que te sientes así, ahogado? —le preguntó Rubén, poniéndose más serio.
—No hace mucho, unos meses nomas —Sebastian bajó la mirada.
—¿Desde cuándo? —insistió Rubén.
Sebastian miró a Rubén a los ojos, luego a sus labios y luego nuevamente a los ojos, antes de responder.
—Desde que vi mi puntaje en la PSU y me di cuenta que estaba perdido —respondió Sebastian, bajando la mirada nuevamente—. Creo que eso me hizo darme cuenta que no voy a poder vivir mi vida como quisiera.
Rubén igual bajó la vista, sin saber qué decir.
—¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte a sentirte menos ahogado? —le preguntó Rubén, con cierta timidez.
Sebastian lo miró, y Rubén tuvo la impresión de que algo iba a decir, pero simplemente negó con la cabeza.
—No puedes hacer nada, es una hueá mía nomas —Sebastian le dio una palmadita en el hombro.
Rubén apoyó su cabeza en el hombro de Sebastian, para darle cierta contención.
—Igual puedes gritar para desahogarte si quieres —le dijo Rubén de repente.
Sebastian soltó una risita.
—¿Cómo voy a gritar? —preguntó con incredulidad.
—No sé, grita —Rubén no sabía cómo explicarlo, y le dio risa la situación—, ¿qué tan difícil puede ser?
A modo de ejemplo, Rubén tomó aire y gritó lo más fuerte que pudo, provocando la risa incrédula de Sebastian, que intentó hacerlo callar, tapándole la boca con la mano.
—¿Qué haces? —le preguntó a Rubén, quedando ambos demasiado cerca el uno del otro.
—Grito —respondió Rubén, como si fuera obvio—. Inténtalo.
Sebastian se quedó en silencio, serio por unos segundos, considerando la idea de Rubén.
Tomó aire y gritó por un par de segundos. Luego soltó una risita ante la mirada orgullosa de Rubén.
—¡Más fuerte! —le ordenó Rubén, seguido de otro grito a modo de ejemplo.
Sebastian obedeció, pero esta vez gritó tan fuerte por tanto tiempo que Rubén pensó que sus pulmones saldrían expulsados por su boca.
Cuando la intensidad del grito comenzó a bajar, Rubén notó que Sebastian estaba llorando nuevamente, liberando por completo la tensión y el miedo que llevaba acumulando desde que supo su puntaje en la PSU.
Rubén lo abrazó, y Sebastian volvió a tomar aire para volver a gritar, pero esta vez no duró tanto como el primero, ya que el llanto no se lo permitió.
Sebastian se aferró a Rubén, como temiendo que si lo soltaba caería al vacío.
Al cabo de un minuto, cuando Sebastian pudo terminar de llorar, Rubén se separó de él y lo miró a los ojos.
—¿Sirvió de algo? —le preguntó, a escasos diez centímetros del rostro de su amigo.
Sebastian bajó la vista avergonzado, y después de dar un largo suspiro, asintió.
Rubén pasó sus dedos por el rostro de Sebastian, para secarle las lágrimas, y sin pensarlo, sintió la necesidad de acercarse y darle un beso en la mejilla.
No sabía por qué, pero simplemente lo hizo. Se sentó nuevamente al lado de Sebastian, y notó cómo su amigo se ruborizó.
—He sido un pésimo amigo —admitió Rubén, después de pensarlo unos segundos—. Perdón por no haberte acompañado como debería en todo este tiempo.
—No te preocupes por eso, Rube —lo tranquilizó Sebastian, con la voz aún algo afectada por el llanto—. Tú también tienes tus cosas. Yo debo encargarme de lo mío.
—Pero no tienes que hacerlo solo —insistió Rubén—. A pesar de todo lo mío, tú has estado ahí conmigo. Yo debería haber hecho lo mismo contigo.
—No importa, Rube —Sebastian insistió en bajarle el perfil—. Al menos estás aquí, ahora.
El par de amigos terminaron de comer las hamburguesas con la bebida, y luego de varios minutos de conversación, se fueron a la casa de Rubén, a terminar el día jugando videojuegos.
Rubén desde ese día comenzó a pasar más tiempo con Sebastian. Cuando no salía con Felipe o estaba entrenando con él en la casa de Roberto, iba a buscar a Sebastian para salir a dar una vuelta, o simplemente ver la televisión juntos en su casa.
A pesar de la inminente partida de su amigo, Rubén notó un cambio en su personalidad, sintiendo que estaba volviendo a ser como era antes, recuperando su confianza, seguridad y alegría.
Rubén con sus ex compañeros del liceo organizaron un pequeño carrete en la casa de Marco para la semana siguiente, para conmemorar sus últimos días previo al inicio de clases en la universidad, esto, luego que Rubén le recordara a Daniela a través de un comentario en Facebook lo que supuestamente habían conversado en Hornitos.
Durante esos días, Rubén acompañó a Felipe a entregar currículos a distintos locales del centro comercial, para asegurar un ingreso económico propio nuevamente.
—¿Dónde trabajaste por última vez? —le preguntó Rubén a Felipe, mientras ambos bajaban caminando por calle Maipú, tomados de la mano.
—En una tienda de ropa que está en el caracol —respondió Felipe, deteniéndose en la esquina ante el semáforo en rojo.
—¿Y por qué te fuiste de ahí?
—Porque el jefe se puso hueón —Felipe se paró frente a Rubén para mirarlo a los ojos—. Se demoraba en pagarme, y cuando lo hacía me pagaba menos de lo que me correspondía. Me la hizo como tres o cuatro meses seguidos, así que me aburrí y me fui.
—¿Y te debía mucha plata? —quiso saber Rubén.
—No era tanta plata lo que me debía, pero lo que ganaba yo igual era poco, así que se notaba. Aparte era lo que habíamos acordado. Era poca plata pero me la ganaba trabajando honestamente —la voz de Felipe demostraba que le daba lata recordar eso—. Así que por eso renuncié el año pasado, en noviembre, y desde entonces que estoy sin nada.
—¿Y estuviste mucho tiempo trabajando ahí?
—Un año y medio.
—¿Y no tenías problemas para compatibilizar con las clases en el liceo? —Quiso saber Rubén, y sintió como si lo estuviera interrogando.
Felipe soltó una sonrisa, y Rubén pensó que podía leer su mente.
—Me acomodaba —Felipe volvió a tomar de la mano a Rubén y comenzó a cruzar la calle al ver el semáforo en verde—. Trabajaba de cinco a ocho de la tarde por lo general, de lunes a viernes y los sábados de dos a ocho.
Rubén se quedó pensando, dando vueltas en su mente en lo difícil que debería ser conjugar el trabajo con los estudios.
—Deberías entregar tú también —le dijo Felipe después de un par de segundos sin obtener respuestas—, quizás podríamos trabajar juntos.
—No sé, me da miedo que no me la pueda —admitió Rubén
—¿Y por qué no te la vas a poder? —Felipe no entendía a qué se refería.
—No sé, me tinca que me va a complicar mucho los tiempos con la universidad.
—Ya, pero aún te queda cuánto, ¿un mes para entrar a clases?
—Si, un poco menos.
—Ya po, ¿entonces?, yo creo que deberías aprovechar al menos este tiempo, de juntar plata, y después cuando empieces las clases, verás si se te hace muy pesado o no.
—¿Y renuncio así nomas?
—Si po, o sea tienes que hablar con quién sea tu jefe y decirle que te vas, no es muy complicado.
—No me gustaría tener que renunciar porque no me la puedo —admitió Rubén—, me sentiría fracasado.
—Nada que ver, Rubén —Felipe se puso serio—. No hay nada de malo dejar de lado algunas cosas para priorizar otras, siempre y cuando lo hagas pensando con claridad. Si renuncias será para enfocarte en tus estudios, y eso está súper bien.
Rubén meditó un par de segundos la propuesta de su pololo, y finalmente accedió. Decidieron que ese día entregarían los currículos de Felipe, para no desperdiciar el viaje, y al día siguiente harían lo mismo con los de Rubén (después de confeccionar un currículo en casa al volver esa tarde).
—Mañana vendré yo a entregar —le contó Rubén a Catalina, cuando pasaron al cine a dejar el currículo de Felipe, mientras ella y Jonathan, su compañero, tomaban un breve descanso entre funciones.
—¡Genial! —exclamó con entusiasmo Catalina—, le diré a Martina, mi jefa, para que los tenga considerados. Hace unas semanas renunció el Davie, y no ha llegado nadie nuevo, está un poco lenta la parte de recursos humanos parece.
—Eso es porque ven que funcionamos bien con uno menos —comentó Jonathan, como que no quiere la cosa.
—¿Y por qué no ha llegado nadie nuevo? —quiso saber Felipe.
—Porque Jona pretende ilusamente que Davie vuelva —les contó Catalina—, así que cada vez que llega alguien a dejar currículo les dice que estamos bien como estamos.
—¡No es cierto! —negó Jonathan, pero su rubor lo delató—, es solo que lo extraño.
—Jona, lo ves todos los días después del trabajo —le dijo Catalina.
—Si, pero es distinto. Trabajar con él era bacán —respondió el muchacho—. Rube, si los llaman a los dos juntos verás que es genial trabajar con tu pareja.
—¿No se supone que siempre dicen que no hay que pololear con un compañero de curso o de trabajo? —preguntó Rubén.
—Si, pero los que dicen eso no tienen idea de nada —respondió Jonathan—, aparte con el Davie pololeamos desde antes de entrar acá, así que supongo que eso no aplica.
—Supongo que aplicaría lo mismo con nosotros —Rubén se refería a él con Felipe.
—Bueno, ojalá nos llamen luego —comentó Felipe, aunque Rubén no lo notó muy convencido.
—Si, igual sería bacán trabajar acá —dijo Rubén.
—¿Bacán?, ¡sería lo máximo! —el entusiasmo de Catalina era evidente.
Catalina se quedó un rato más conversando, mientras que Jonathan volvió a sus labores.
—He estado súper ocupada últimamente —le comentó Catalina a su amigo después de que Rubén le preguntó cómo había estado—. Como te decía, como Davie se fue, he estado tomando sus turnos, así junto más plata —le explicó—. Lo malo es que no he tenido mucho tiempo para salir a distraerme. Ni siquiera con Marco he hablado mucho.
—¿Tanto así?
—Si, me ha invitado a salir, pero justo quiere salir cuando tengo turno acá —se notaba que a Catalina le daba lata no poder salir con Marco—. Igual puede que lo tome como que no quiero salir con él, ¿o no?
—No sé —se rió Rubén—. ¿y no pueden juntarse después de tus turnos?
—Termino pasado las doce de la noche casi todos los días —aclaró ella, desganada—, si Davie tenía asegurados esos turnos por todo el mes porque tenía otra pega más temprano.
—¿Y le has explicado eso, que es por trabajo?
—Si, pero igual me preocupa que piense mal.
Rubén miró a su amiga, y puso una expresión muy evidente.
—¡Te gusta el Marco! —la molestó.
—¡No! —negó Catalina, pero su rubor la delataba—. Solamente no quiero que piense que estoy jugando con él.
—Si, claro —insistió Rubén.
—Ay, mira la hora, tengo que volver —dijo Catalina de repente, cambiando de tema, provocando la risa de Rubén, e incluso la de Felipe, que había estado en silencio casi toda la conversación—. Veré si puedo hablar con Martina, mi jefa, para que los llame de forma preferencial.
—Gracias Cata —Rubén le dio un abrazo apretado.
—Gracias —Felipe le dio un beso en la mejilla.
Cuando llegaron a la casa de Roberto, después de entregar los currículos de Felipe, se pusieron a preparar el currículo de Rubén, que simplemente consistía en cambiar los datos personales, ya que Rubén no tenía experiencia laboral anterior.
—¿Quién era ese Jonathan? —le preguntó Felipe a Rubén mientras esperaban que se imprimieran las copias, intentando sonar casual (no lo logró).
—Es un amigo de la Cata, creo que es su mejor amigo —respondió Rubén, sin darse cuenta de la intención en la pregunta de Felipe.
—¿Y tú de cuándo que lo conoces?
—No lo conozco, lo he visto un par de veces nomas —aclaró Rubén—. Creo que podríamos decir que es la razón de mi amistad con la Cata.
—¿Por qué? —Felipe frunció el ceño, confundido.
—Porque cuando la conocí en la PSU, ella estaba haciendo un dibujo de Jonathan con su pololo Davie. Me quedé pegado mirando el dibujo, y por eso empezamos a hablar.
—Ah —reaccionó sucintamente Felipe—. Me dio la impresión que se conocían, como te decía “Rube” —explicó su suposición, haciendo una mueca algo infantil al decir el apodo de su pololo.
—Pero si todos me dicen Rube —se rió Rubén—. Eres el único que no me dice así.
—¿Y quieres que te diga “Rube”? —preguntó Felipe, sin entender.
—No, prefiero que me llames como nadie más lo hace, aunque sea simplemente mi nombre.
—¿Te puedo decir “bebé”? —Felipe se acercó y le dio un beso en el cuello a Rubén—, ¿”mi gordo”?, ¿”mi sol”? —Felipe se detuvo un segundo frente a Rubén, tras darle un último beso en el cuello, y lo miró fijamente a los ojos—. ¿”Mi Amor”?
Rubén sintió como un vacío en el estómago por la elección de palabras de su pololo. Nunca le había dicho algo remotamente parecido a “Amor”, y si bien, sabía la razón de esto, no pudo evitar sentirse halagado.
—Dime como tú quieras —respondió finalmente, tartamudeando levemente.
Felipe sonrió por la reacción de Rubén.
—Necesitaré algo de tiempo para decidirme —Felipe le dio un beso en los labios y luego se dirigió a la impresora a buscar las copias del currículo de Rubén.
—Solo te pido que no te pongas celoso —dijo Rubén, recuperando la compostura y acercándose a su pololo—. No quiero que volvamos a pelear como el otro día.
—Lo sé, Rubén, lo siento —se disculpó Felipe, mirándolo a los ojos—. Creo que me descolocó un poco ver que tuvieras tanta confianza con ese chico del que nunca había escuchado ni visto.
—Pero ahora ya sabes quién es.
—Si, ahora lo sé. No volverá a pasar.
—Me alegro —Rubén abrazó a Felipe, contento de haber solucionado ese problema antes de que estallara en algo más grande.
—Aunque igual no me da confianza su insistencia en pololear con sus compañeros de trabajo.
—¡Felipe! —Rubén lo miró casi regañándolo.
—Ya, si era broma —corrigió Felipe de inmediato, y levantó a Rubén abrazándolo, y caminó hasta el sillón del living—. Confío en ti.
Rubén aceptó con gusto las palabras de confianza de Felipe. Tomó el control remoto y encendió el televisor.
Al día siguiente, fueron a entregar los currículos de Rubén a los mismos locales donde entregaron los de Felipe, y luego esperaron pacientemente a que los llamaran con ofertas laborales.
La semana siguiente Rubén y Sebastian se fueron juntos a la casa de Marco, donde se reunirían con sus compañeros del liceo para conmemorar el fin de las vacaciones y el pronto inicio de su vida universitaria.
Cuando llegaron, ya estaban al menos una docena de ex compañeros, entre los que se encontraba a Daniela, Macarena, Liliana y Rafael.
Al saludarlos, Rubén se enteró que Liliana y Rafael ya estaban oficialmente pololeando.
—¿Ahora sí que sí? —le preguntó Rubén a Liliana, para confirmar—, ¿no lo vas a negar como la otra vez?
—Esa vez no lo negué —aclaró Liliana, refiriéndose a cuando se juntaron en un pub después de las postulaciones a las universidades—, efectivamente no estábamos pololeando entonces.
Rubén notó que Liliana se veía plena en su nueva relación formal, al igual que Rafael, que siempre se le notó que le gustaba Liliana.
—Se ven lindos juntos —comentó Rubén, dándole un abrazo a la pareja.
—Ustedes igual se ven lindos juntos —le dijo Rafael, dándole un golpecito en el brazo, e impostando la voz para sonar más ronco, como para dejar claro que él era heterosexual.
Rafael se refería a Rubén con Sebastian, quien en ese momento saludaba a Marco animadamente. Liliana le dio un golpecito a Rafael en las costillas, tratando de ser disimulada. No lo logró.
—Con el Seba no estamos pololeando —aclaró Rubén, un tanto avergonzado.
—Pensé que ustedes… después de… estarían… —Rafael se enredó mucho para poder explicarse.
—No lo pesques, Rube —intervino Liliana—. De repente ni yo lo entiendo cuando quiere decir algo. Sobre todo, cuando se mete en lo que no le incumbe.
—Disculpa Rubén, no quise incomodarte —se disculpó Rafael, dándose cuenta de su error.
—No te preocupes, Rafa, es un error común —lo tranquilizó Rubén.
—¿Al final qué pasó con el chico que nos contaste que estabas conociendo la otra vez? —quiso saber Liliana.
—Estoy pololeando con él, Felipe se llama —respondió Rubén, sonriendo con cierto orgullo.
Rubén se sentía cómodo hablando sobre su vida amorosa con Liliana, ya que sabía que ella no lo rechazaría. Sin embargo, no estaba seguro de compartir dicha información con todos los demás presentes. Si bien, no le importaba lo que sus ex compañeros pudieran opinar sobre él, ya que creía que difícilmente los volvería a ver de forma frecuente, aún sentía esa tendencia de proteger su orientación como un secreto.
—¡Felicidades Rube! —le dijo Liliana dándole un abrazo.
—¿Y qué opina Sebastian de tu pololeo? —preguntó Rafael, sin discreción.
—¡Rafa! —Liliana le llamó la atención.
—¿Qué? —Rafael le contestó desafiante—. No te hagas como si no te interesara. Tú igual piensas que deberían estar juntos.
—Eso no viene al caso, Rafa —Liliana se mantuvo firme.
Rubén estaba un poco incómodo con la conversación.
—Perdón Rubén, no nos pesques —Liliana se disculpó, avergonzada—. Me alegro mucho por ti —volvió a abrazar a Rubén.
Después de ese incómodo momento, Rubén se fue hacia donde estaba Marco conversando con Sebastian, aunque no pudo dejar de pensar en las palabras de Rafael mientras veía a su amigo conversando con Marco sobre algún tema que no estaba realmente escuchando.
“¿De verdad pensaban que haríamos buena pareja?”, pensó con escepticismo, mientras miraba atentamente los labios de su amigo.
—¡Rubencio! —el grito de Marco, junto con el chasquido de sus dedos trajo a Rubén de vuelta al mundo real.
—¿Qué? —Rubén estaba completamente desorientado.
—Te pregunté si habías invitado a la Cata —respondió Marco.
—Ah, no —respondió Rubén aún algo desorientado—. Se suponía que era una junta del curso, y la Cata no era nuestra compañera.
—Ya, pero igual pudiste haberle dicho que viniera —insistió Marco.
Sebastian simplemente se reía ante la insistencia del muchacho.
—Si querías que viniera pudiste haberla invitado tu. Estamos en tu casa, eres el anfitrión —le dijo Rubén.
—Ya, pero es que no quiero parecer cargante —admitió Marco—. La invité a salir durante la semana, pero no me pescó, me dijo que estaba ocupada. Quizás la estoy espantando con mi insistencia —Marco se notaba cabizbajo.
—Ya, pero ¿no consideraste que quizás estaba efectivamente ocupada? —le preguntó Rubén, sabiendo efectivamente que su amiga estaba ocupada—. La Cata si no te quisiera ver más te lo diría, por muy duro que sea, así que no te preocupes.
—¿Estás seguro?
—Si —Rubén le dio un golpecito en el brazo a Marco—. Le agradas mucho, así que no te preocupes. Solo no lo eches a perder.
—¿En serio le agrado mucho? —Marco se animó visiblemente—, ¿ella te lo dijo?
—Si, Marco —Rubén se puso serio—, así que pobre de ti que juegues con ella —Rubén le apuntó con el dedo de forma amenazante.
—Obvio que no, Rubencio —Marco le dio un abrazo, como agradeciéndole, ante la risa de Sebastian que observaba la situación en silencio.
Marco se fue a hablar con otros compañeros, y Sebastian y Rubén quedaron solos.
—Eres todo un Doctor Amor —bromeó Sebastian.
—Cállate —Rubén le dio un empujón en el hombro, aguantándose la risa.
—Podrías ayudarme a mí a encontrar el amor.
—No seas ridículo.
Sebastian se quedó mirándolo, aguantándose la risa, y Rubén se ruborizó, aunque no supo descifrar por qué tuvo ese efecto en él.
—Si, creo que no tiene sentido —admitió finalmente Sebastian—. Ya tendré tiempo para eso cuando termine el servicio.
Rubén notó que Sebastian se veía tranquilo, ya no estaba tenso o contenido, o incluso con miedo en sus ojos, como lo estaba hasta hace un par de días.
—¿Vas a hacer algo antes de irte? —le preguntó Liliana a Sebastian, en una ocasión cuando estaban todos conversando animadamente.
—¿Algo como qué? —Sebastian no entendió en primera instancia la pregunta.
—No sé, un carrete de despedida, me refiero.
—Ah, no sé. No creo que mi viejo me deje —respondió Sebastian después de pensarlo unos segundos.
—Pero eso se soluciona muy fácil —intervino Marco—, puedes hacerla acá. La casa es chica, pero el corazón es grande.
—También puedes ocupar la mía —ofreció Daniela—, es un poco más grande, así que puedes invitar a más amigos.
—¿En serio me prestarían sus casas? —preguntó Sebastian incrédulo.
—No es que te prestemos nuestras casas —lo corrigió Daniela—. Mientras haya copete, lo veo como un beneficio mutuo.
—Lo mismo digo —coincidió Marco—, o sea, te queremos, pero no más que al copete, no te pases.
Todo el grupo se rió del comentario de Marco.
Rubén no dijo nada durante la conversación. Solo buscó la mirada de Sebastian, en silencio, y cuando se miraron a los ojos, pretendió hacerle saber telepáticamente que su casa igual estaba disponible.
—Bueno, donde sea, va a ser épica, así que todos tienen que ir —dijo finalmente Sebastian—. Gracias chicos por ofrecer sus casas, voy a tenerlas en cuenta.
Siguieron conversando por largo rato durante la noche, sobre las razones de cada uno para elegir la carrera que estudiarían, y cuándo comenzarían sus clases. Para Rubén, Marco y Rafael, que estarían todos en la misma universidad, sus clases comenzaban el miércoles 2 de marzo, mientras que Daniela, Macarena y Liliana, iniciaban sus clases una semana después, el día 10.
—Sabes que igual puedes usar mi casa para tu carrete de despedida, ¿cierto? —le dijo Rubén a Sebastian, bastante borracho, cuando iban en el colectivo de vuelta a sus casas.
Estaba completamente apoyado en el respaldo del asiento, con la cabeza descansando en el espacio que estaba entre el cabezal del asiento del medio y el de la derecha. Como casi siempre cuando bebía alcohol, lo invadía una sensación de sueño.
—Lo sé, Rube —respondió Sebastian, que lo miraba sonriente, totalmente sobrio—, eso no lo dudé en ningún momento.
—Más te vale. Entonces en mi casa será —concluyó Rubén satisfecho.
—No, o sea, no sé si ocupe tu casa —Rubén enderezó de inmediato la cabeza por la sorpresiva decisión.
—¿Por qué? —quiso saber.
—Porque nuestras casas igual son re chicas —explicó Sebastian—, la casa de la Dani al menos es un poco más grande, como dijo ella, quizás pueda ir más gente si la hacemos allá.
—Ya, pero ¿cuánta gente piensas invitar? —preguntó Rubén un tanto molesto.
—No sé, pero mientras más gente mejor, ¿o no?
—No sé —Rubén volvió a apoyar la cabeza en el respaldo—. Bueno igual es tu fiesta. Puedes hacer lo que quieras
Rubén lo miró con el ceño fruncido, algo molesto por la decisión, aunque sabía que tenía sentido.
—Aparte, si algún jugoso rompe algo, no me gustaría quedar mal con tu viejo —bromeó Sebastian, provocando una risita débil en Rubén.
Cuando se bajaron del colectivo, Sebastian se despidió de Rubén, y se quedó esperando que entrara a su casa de forma segura.
Al no poder meter la llave en la cerradura, Rubén sintió la mano de su amigo tomar la suya y ayudarlo en el proceso.
—Jugosín —le dijo Sebastian en voz baja, entretenido por la situación.
Sebastian tomó el brazo de Rubén y lo puso sobre sus hombros para guiarlo hacia el interior de la casa.
Entraron sigilosamente, y Rubén sintió que estaba flotando.
Sebastian sentó con cuidado a Rubén en su cama, y éste quedó ahí inmóvil, sin voluntad de hacer algo más.
—No puedo creer que te vayas a ir —balbuceó Rubén, mirando fijamente donde estaba el reloj despertador del velador.
—Yo tampoco, Rube —coincidió Sebastian, agachándose a quitarle las zapatillas a Rubén para evitar el riesgo de que lo hiciera él mismo y cayera de bruces al suelo—. Pero ya está —Sebastian le sonrió a Rubén, pero su mirada se notaba triste.
Sebastian le pasó los dedos entre el cabello a Rubén y luego le dio unas palmaditas en el hombro a modo de despedida, indicándole que se recostara, a lo que Rubén obedeció como si se lo hubiera ordenado.
—Descansa Rube —le dijo Sebastian antes de dar media vuelta.
—No te vayas —balbuceó Rubén, tomando la mano de Sebastian para evitar que se marchara.
—Rube, ya hablamos de esto, no hay nada que hacer —Sebastian se notó triste, pero intentó mantener la compostura por su amigo.
—No. Quédate. Aquí.
Rubén lo miró fijamente, como si con su mirada pudiera convencerlo.
—¿Seguro? —quiso confirmar Sebastian, y Rubén simplemente asintió.
Sebastian sonrió levemente y comenzó a quitarse las zapatillas, mientras Rubén se corrió hacia el rincón para darle espacio a su amigo.
Los muchachos quedaron acostados, frente a frente, mirándose a los ojos.
—No sé qué voy a hacer sin ti —dijo en voz baja Rubén, casi como si no quisiera que Sebastian lo oyera.
—Estarás bien, Rube —Sebastian le acarició el rostro con sus dedos, y Rubén notó que se quedó pegado mirando sus labios.
—¿Estarás bien tú? —Rubén mantuvo el volumen bajo.
—Lo estaré —declaró Sebastian, y Rubén quiso creerle—. Para eso sólo te voy a pedir que no faltes a mi despedida.
—¿Sólo eso? —quiso confirmar Rubén, y Sebastian asintió—. Obvio que voy a estar ahí.
Rubén soltó una risita desganada.
Sebastian se acomodó en la cama y lo abrazó con fuerza.
Rubén dejó que el perfume de su amigo invadiera sus sentidos, y se quedó dormido a los pocos segundos mientras pensaba en la petición de Sebastian.
No se perdería su despedida por nada en el mundo.
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| harringrove | n s f w | español | suit kink |
~
Es una putada enorme, la verdad.
Lo de los jodidos trajes.
Empieza con Steve haciendo de tripas corazón y con Robert Harrington poniendo de su parte y sigue con Billy haciendo el esfuerzo sobrehumano y sin precedentes de asentir y morderse la lengua y termina con su padre consiguiéndole a su marido un trabajo de oficina y con Billy casi haciéndose sangre al apretar porque “Soy un puto enchufado, Harrington. Uno que encima ahora tiene que llevar traje” el cuerpo entero tenso mas no poder mientras espera con cara de circunstancias a que regrese el sastre, y Steve disimula que lleva sudando la gota gorda una semana seguida y rezando todo lo que no sabe para que Billy no se eche para atrás en el último momento y rechace el trabajo.
Empieza con el señor Brady estirando la cinta métrica muslo arriba y hasta la curva de la ingle y Billy poniendo a Steve la clase de cara que siempre consigue que se le llenen de risa los carrillos y de sangre otras partes del cuerpo cuando Billy no abre la boca pero Steve casi le escucha decir ‘Vaya. Si llego a saber que esto es lo que pasa en el sastre, Stevie. Habría dejado que me trajeras muchísimo antes”, cejas arqueadas y labios fruncidos y rojos y la cabeza algo ladeada, pasándose la lengua sobre los dientes, haciendo que todo parezca irresistiblemente obsceno aunque el señor Brady tenga ya como― siete mil años, y Steve sabe que tiene un marido que es un impresentable pero tiene la mala, malísima suerte de que sea exactamente así, como le gusta.
De manera que empieza con Billy aceptando un trabajo (“De pijos”) en la firma (“De pijos”) del padre de Steve un domingo al mediodía (“Por ti, cara bonita, como si tengo que trabajar sirviendo Cosmopolitans en el Ritz”) y tomándose medidas para llenarse el armario (“Con ropa de pijos”) el Martes a las cuatro de la tarde y se sale de madre una semana y media después, Jueves por la mañana y a solo cuatro días de empezar, tres desde que Billy se despidió a gritos del taller mecánico de su propio padre y Steve se pasó la tarde entera dejando que le abrazara fuerte y besándole el alivio de los labios (“Sé que fuiste tú el que se lo pidió y te prometo que no voy a cagarla. Te prometo que me lo voy a ganar, Stevie”). Billy entra por la puerta, una montaña semi-humana coronada de bolsas y perchas y cajas de zapatos. Entra y ve la cara que se le pone Steve y sonríe y llevan más de siete años juntos así que Steve debería estar acostumbrado pero es que lleva el pelo corto, corto, cortísimo. La barba rala y arreglada después de casi un año entero de llevarla larga. A Steve le roba el aliento. Piensa Joder, dice “Hostia” y Billy―
Billy le mira de arriba abajo, saca la lengua y esa puta sonrisa, pestañas pesadas y caninos blancos y no le hace ninguna falta preguntar pero,
“¿Qué me dices, cielo? ¿Te gusta el cambio?”
Y Joder. Jo-der. Vaya si a Steve le gusta el cambio.
xxx
El azul. El azul es el peor.
El peor y el primero de todos y Billy se lo pone, para él, como quince minutos después de que a Steve se le derrita el cerebro besándole y hundiendo las puntas de los dedos en ese pelo suave y “Tan claro, por dios, Billy. Así parece todavía más claro” que le sube rapado desde la nuca. Billy le aparta con cuidado, dejándole en la oreja un mordisco, una risa ronca y un “Paciencia, cara bonita, que ahora estás casado con un hombre de negocios. Vas a tener que cultivar algunas virtudes” precisamente porque sabe que ‘Paciencia’ es la única virtud que Steve nunca va a ser capaz de cultivar, al menos en todo lo que tenga que ver con tocar a Billy Hargrove.
(Y Steve se lo dice y Billy le corrige. Le dice “Es William ahora, cariño. Puede que hasta Señor” le guiña un ojo que hace que a Steve le entren ganas de soltar un bufido y volver a encontrarle el cuello, a partes iguales “Me vendría bien que me lo llames. Para empezar a acostumbrarme”)
Quince minutos que parecen horas y que Steve se pasa apoyado contra la encimera de la cocina. Sudando los calzoncillos. Caliente como el puto infierno.
Hasta que Billy le llama desde la habitación.
Todavía está ajustándose la corbata en frente del espejo y está guapísimo, joder, cuando se gira. Quita el aliento. Solapas amplias y corte cruzado y botones en oro y un poco demasiado porque es Billy, y Billy siempre será un poco demasiado. Guapísimo,y sofisticado y con la mirada de un sinvergüenza impoluto y Steve nunca pensó que tuviera un tipo pero entonces le pasó Billy Hargrove, con sus pinta sucias y su boca todavía más sucia y pensó Vaya, pues igual sí y ahora Billy se atrapa el labio inferior entre los dientes, y lo suelta despacio, muy despacio, absorto en la forma en que nota que Steve le mira. Dice,
“Y yo que pensaba que no te gustaban los pijos”
Y a Steve la poca sangre que le queda en el cerebro se le baja hasta las mejillas, jadea,
“Pues resulta que igual sí”
Y le late la polla entre las piernas cuando Billy se acerca, azul marino a rayas y tragando saliva contra el nudo ceñido de la corbata. Nota como se le humedece el algodón y como le escuecen en la punta, las ganas, cuando Billy sonríe con toda la boca, le besa en el ángulo de la mandíbula, le coge la cara de esa forma que tiene, dedos extendidos, con toda la palma.
Hace un ruido como de hum, bajobajobajo.
“¿Lo comprobamos?”
Jueves. Billy empieza el Lunes. Pero ahora mismo está duro y caliente contra esa humedad que ya le mancha el pijama y Steve ni se da cuenta hasta que lo dejan para la tintorería, al puto traje.
Porque Billy se arrodilla. Mejillas encendidas y por alguna razón parece todavía más rubio así, el pelo brillante de gomina y las pestañas negrísimas, en contraste, cuando tira hacia abajo del pantalón de Steve y hace que la polla le salte hacia afuera, pesada y húmeda y caliente de ganas,
“Cariño” dice, le besa la punta, se empapa los labios “Dime cuanto te gusta que te la chupe un pijo” le lame desde abajo. Lento. Resbala la lengua. Ojos cerrados. Billy nunca va a ser un pijo. Es un lobo con piel de cordero. Abre la boca cuando llega arriba, brillante de saliva y de la humedad viscosa de Steve y Steve no puede más que,
“Joder” gemir. Casi llorar “Billy” apretar los dedos contra su nuca. Dársela de comer hasta notar la suavidad al fondo de su garganta.
Billy suelta una risa. Le hunde las yemas de los dedos por debajo de las nalgas y tira hasta que Steve le folla la boca en embestidas largas, hasta que le falta tanto el aire que termina boqueando y se le llenan los ojos de lágrimas y Steve tiene que apretar el culo y tragar aire lento para no mancharle toda la cara.
“Mucho” balbucea Steve. Le tiemblan los pulmones en el pecho. Le tiemblan los muslos. Las manos “Me gusta mucho. Todo―ah” se le corta la voz en un gemido cuando Billy se restriega la punta contra la mejilla, los labios en entreabiertos. Salivasalivasaliva. “El pelo y el―” y adentro. Caliente. Lengua acariciando en círculos donde sabe que se le hace la polla agua y “JoderJoder. El traje”
Jadea la palabra. Al salir, se le hace miel contra la paredes de la garganta. Y Billy le suelta con un pop, saliva en la barbilla y pestañas húmedas, entrecerradas. Dentadura blanca y perfecta cuando sonríe y la lengua se le va ahí, a la punta de ese colmillo que rompe con la consonancia. Saborea el filo. Es un lobo con piel de lobo que sabe que ha encontrado a su presa. Que sabe cómo hacer que salga.
Steve le da dos meses máximo hasta que sea Robert Harrington el que tenga que agachar un poco la cabeza cuando venga a darle a Steve las gracias.
Porque se le va a dar de putísima madre, este trabajo.
“¿El traje?” pregunta Billy. Finge inocencia y la verdad es que colaría si Steve no llevara los últimos siete años inspirando su olor cuando duermen y enamorado hasta las trancas. Si Steve no le conociera mejor que nadie y, cuando agachó un poco la cabeza delante de su padre y le dio las gracias, no supiera ya de sobra lo que puede llegar a conseguir esa cara y cualquier palabra que salga de entre sus labios.
Steve le pone de pié tirándole de la corbata.
“Si, cielo” Le mete la mano entre las piernas. Le aprieta la polla por encima de la tela, fuerte, y cuando a Billy se le abre sola la boca aprovecha porque le gusta ese sabor. Un poco de Steve en un poco de Billy. Le besa profundo porque le gustan también los lobos disfrazados de pijos y le gustan mucho, muchísimo, Billy Hargrove “El jodido traje”
Terminan sentados en el borde de la cama. Steve desnudo y encima de Billy. Rodillas contra su cadera y dedos enredados en su corbata. Se frota contra el azul satinado de la tela de fondo y el marino profundo y de un gusto sublime de las rayas. Aguanta hasta que Billy se corre en los pantalones, agarrándole tan fuerte que le quedan marcas en el culo y gimiendo ronco, caninos arañándole la oreja justo antes de separarse un poco, frente contra su frente, bajando la mirada entre sus cuerpos y “Vamos, cariño, vamos. Córrete para mí. Quiero ver cómo me lo manchas”
Le cuesta treinta pavos y que se le suba el rojo a las mejillas y rogar un poco en la lavandería por las prisas, que le quiten la mancha.
Llega un punto en que deja de ponerse rojo, y que pierde la cuenta.
Porque el azul es el peor, pero es solo el primero de todos.
Es una verdadera putada.
~
no. yo tampoco sé. es todo culpa de este traje 🤦♂️🤦♂️ con el que tengo una obsesión, nada, ligerísima.
#harringrove#sh+t i gotta take out of my system but isn't worth the translation#hope somebody can enjoy it#harringrove en español#harringrove español#billy hargrove#steve harrington#xwspaharringrove
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Brooklyn 99 x Cobra Kai
Johnny y los chicos de Cobra Kai se encuentran en el Aeropuerto de Brooklyn, toman un gran respiro después de su no tan largo viaje. Johnny pregunta a la gente del aeropuerto que si conocen el hotel WinterWind, hotel donde todos los dojos que participarian en el torneo se quedarían. Un personal de servicio le dice que está situado a un lado de la comisaría número 99, Johnny ríe diciendo “¿Me estás bromeando? ¿Es el único hotel que hay aquí? Mejor voy a ligarme a una chica a ver si me deja quedarme en su departamento. Miguel estaba ya calmando a Johnny, diciéndole que iba a estar bien, cuando se escucha una voz familiar diciendo:
“¡Solo conozco a una persona que diría algo así!” Johnny voltea para encontrar a su viejo amigo Dutch, quien en sus años adolescentes formaba parte de la pandilla Cobra Kai.
“¡Mis ojos me traicionan o ese es Dutch! ¿Qué haces aquí?” Exclamó johnny
“Después de mudarme de los Angeles abrí mi propio Dojo y estoy aquí por el torneo.”
“¿Quién lo diría?Dos viejos Cobra kais con Dojos. Esto merece un par de Coors Banquets.”
Y sin pensarlo los dos amigos fueron al bar más cercano a ponerse al día sobre las aventuras que habían vivido durante el tiempo que no se había visto. Sin embargo los dos amigos empezaron a revivir recuerdos amargos de su amistad.
“¿Sabes que no olvido, Johnny?” Empezó Dutch con un tono ambiguo “Como tu fuiste el único que tenía oportunidad con Alli” Esta pregunta tomó a Johnny por sorpresa, estando no muy sobrios la verdad estaba saliendo a luz, es ahí donde Johnny le respondió “Por qué fui el único con las suficientes agallas”. Johnny no tuvo tiempo de siquiera pensar lo que había dicho pues un puñetazo en la cara por parte de Dutch interrumpió su tren de pensamiento. Se escucha un silencio total en el Bar, Johnny voltea a ver a Dutch y pregunta “¿Qué demonios te sucede viejo?” y se aventó hacia dutch, aterrizando un rodillazo en el estómago de Dutch.
Al mismo tiempo que la pelea estallaba en el bar, todo en la comisaría se veía como una noche relativamente tranquila. Hasta el momento no les había llegado ninguna queja sobre la pandilla de karatecas que había llegado a la ciudad, hasta que el teléfono sonó.
Al parecer una pelea había ocurrido en el bar al final de la calle donde se encontraba la comisaría. Pensando que no sería algo tan peligroso deciden que Boyle podría calmar a los karatecas ebrios sin que nadie salga aún más lastimado.
En el bar, ambos hombres continúan peleando por lo que parecían horas, cuando en un momento la puerta del bar se cae de una patada, es aquí donde entra Boyle pensando que esto sería sólo otra noche de su trabajo. “Caballero es suficiente ambos han tomado demasiado y tiene que salir del establecimiento” comenta Boyle mientras ambos hombres siguen peleando sin haber escuchado al policía. Boyle repitió un poco más fuerte “¡Por favor salgan del establecimiento o tendré que usar fuerza contra ustedes!” de nuevo los hombres lo ignoran , por lo que Boyle decide tratar de separarlos, pero en lugar de parar la pelea, él ahora estaba en medio de ella, recibiendo golpes de Johnny y de Dutch por ambos lados.
En la comisaría los demás detectives y policías se preguntaban por qué Boyle tardaba tanto en sacar a un par de borrachos de un bar, no debería ser algo tan complicado, era algo a lo que todos ellos se habían acostumbrado después de tantos años en la ciudad. A pesar de esto Jake decide ir a ver que pasaba en el bar. Al entrar se encontró con una escena que no se imaginaba, todo el bar presenciaba la pelea entre lo que originalmente eran dos, pero ahora tres hombres. Al ver la capacidad de pelea de los dos borrachos Jake decide llamar respaldos o también conocido como Terry, alguien para intimidar a los habilidosos karatecas.
Una vez Terry ahí logran separar a los dos karatecas intoxicados y los llevan a la comisaría. Después de un largo recuento de los eventos sucedidos deciden que se quedarán la noche en la comisaría por los daños que le habían causado a Boyle en la pelea.
Johnny explica que solo fue una pelea, no sabía que iban a ir policías, tiene que irse lo antes posible pues el torneo empieza en una semana. Jake mira a Terry y se ríe, “¿En serio? ¿un torneo de tomar cerveza? Tenemos uno de esos cada semana en Shaw's entonces solo esperen a que salgan de la detención en dos semanas”. Johnny menciona con voz sarcástica que tienen suerte que estaba borracho esa noche ya que él es el sensei del Dojo Cobra kai, famoso por ganar el All Valley Tournament este mismo año. Terry entonces recuerda haber escuchado de un tal Johnny Lawrence en una noticia tiempo atrás. “Tu eres el chico que hizo trampa y aún así fue destrozado por una pata de grulla, ¿Verdad?”. “Fue una pata ilegal” menciona Johnny. Terry y Jake se ríen aún más y entonces Johnny grita “!QUIET!”. Toda la comisaría se queda callada y entonces Johnny empieza a contar toda su historia, lo miserable y triste que fue, menciona que él está cambiando la vida de los jóvenes para que no acaben como él.
En un momento llega corriendo el sobrino adolescente de Rosa, Raúl, y grita “Oh mi dios, acaso es Johnny Lawrence?! Rosa ! dejame entrenar con el anda!” Rosa se ríe y le pregunta a su sobrino que por qué querría ser entrenado por un viejo borracho, Raúl responde que ha estado siguiendo la escena de Karate en Los Ángeles y ese señor pelea genial, cree que si es entrenado por él podría ser tan genial como Rosa cuando crezca.
Los policías hablan entre susurras y regresan. Peralta se acerca a Johnny y dice “Okay Johnny aquí te va el trato de tu vida, te dejamos salir de aquí y te escoltamos al torneo en dos semanas solo si se compromete a entrenar y llevar al torneo a Raúl” Johnny dice que están locos y que es imposible entrenar a alguien en tan solo dos semanas, pero entonces recuerda el progreso que hizo con Miguel y, acepta.
Un par de horas después Johnny regresa al hotel y le dice a sus alumnos que tienen un integrante nuevo, Raúl, dice que estas van a ser las dos semanas más duras de toda su vida, y con eso se pone su bandana “Que comiencen los juegos”. Día tras día los Cobra Kai entrenaban, cada vez con más dolor pero también con mayor fuerza, Raúl se acoplaba perfectamente con el estilo Cobra Kai y se sentía empoderado. Un día antes una tragedia ocurrió, Miguel se lastimó la pierna después de ir con un médico le mencionan que no hay manera de que peleé en un día, Miguel no lo puede creer pero habla con Raúl y le dice que por un lado está feliz que no tendrán que pelear en la final, “Es tu casa, representa a Cobra Kai Raúl”
Llega el día del torneo y la oposición se ve poderosa pero no hay nada que intimide a un Cobra Kai. Las primeras rondas son duras, pero el entrenamiento ha servido. Llegan los cuartos de final y Johnny observa a un chico rudo que está peleando sucio, golpes ilegales y comportamiento detestable “¿Ven a ese chico? Tengan cuidado, algo anda mal” Llegan a las semifinales, Hawk de un lado y Raúl del otro esperan a sus oponentes. Raúl se sorprende ya que su oponente va a ser el anterior campeón del torneo de Brooklyn, pero esto no es nada comparado con lo que Hawk iba a enfrentar. El chico rudo de antes llega enfrente de Hawk haciendo señas de que está muerto, entonces llega nadie más que El Buitre acompañado de Dutch. Jake y Johnny hablan. “¡Mi enemigo!” y al mismo tiempo dicen “¡Dutch!” “¡Buitre!”. Johnny y Jake se voltean a ver y entienden perfectamente que está pasando, sus peores enemigos se han juntado para entrenar a un estudiante,no, a un monstruo. Hawk le dice a Sensei Lawrence que no se preocupe, que si es estudiante de un tal Vulture no tendrá problemas, el Halcón es más poderoso que el Buitre. Una gran pelea se da entre los dos Karatecas, parece que Hawk tiene la ventaja pero entonces el estudiante del Buitre voltea a ver a sus dos maestros y sonríe, una patada ilegal acaba con Hawk y lo deja en el piso, Johnny y Jake van corriendo gritando que eso fue ilegal, pero ven al árbitro riendo con el Buitre, saben que cualquier intento de justicia social es inútil, El Buitre es más poderoso que ellos.
Raúl gana su pelea por poco, regresa con Jake y Johnny para hablar de estrategia y ambos le dicen la situación con el referí y el tal alumno del Buitre. Jake y Johnny le dicen que use todo lo que ha aprendido tanto en la comisaría como en el Dojo. El alumno del Buitre se ríe al ver a Raúl y le dice que está a punto de entrar a un mundo de dolor, entonces antes de que suene la campana el alumno ataca a Raúl, Raúl responde y esto parece ya una pelea callejera pero el referí decide que ha tenido demasiada diversión y les ordena a ambos que regresan a sus posiciones. “Esta pelea va a ser un total espectáculo, por lo cual haremos esto al estilo Brooklyn, ¡La primera persona en anotar un punto gana el torneo!” Raúl está en shock, es su primer torneo ¿Como demonios va a ganar en muerte súbita? Aparte que está cansado de su Última pelea, entonces recuerda las palabras de Johnny “¡En este Dojo no existe la debilidad! ¡Eres un Cobra Kai! ¡Nada derrota a un cobra Kai!! y también recuerda lo que le dijo Jake “La vida no siempre va a ser justa, es más, la vida tiende a ser más dura para aquellos que son buenos, pero debes salir siempre con tu frente en alto y aguantar.” Rául voltea a ver a Johnny y a Jake, asientan con su cabeza y Raúl asiente con ellos. El alumno se prepara malévolamente y Raúl toma la pose de grulla “¡Ja! Dutch me advirtió que ibas a intentar algo similar, pero tus trucos antiguos no te servirán ahora” Pero antes de que pueda seguir leyendo la pose de raúl cambia;la pierna no está tan arriba, sus manos empiezan a hacer una clase de círculo y su cara está de perfil, viendo a Jake y a Johnny. Se escucha la cuenta atrás “3, 2, 1” silencio. Un silencio total consume la arena por lo que parece una eternidad, y entonces… ¡Gritos! ¡De celebración! El alumno del Buitre y Dutch se ve derrotado en las colchonetas, y Raúl triunfante enfrente de él. Todos los espectadores se reúnen y cargan a Raúl, sus dos Senseis le entregan el trofeo y se van al Hotel.
Llegando al Hotel Raúl va con Miguel. Miguel saca un par de Dr. Peppers y prende el xbox. “Solo hay una cosa que no entiendo Raúl, ¿Cómo demonios anotaste el punto?” “Un día que me quedé tarde con Johnny me explicó la técnica de la pantalla de Grulla y como usarla en cualquier torneo moderno sería ilegal pues es un golpe a la cara, entonces me enseñó una variante para confundir al oponente. La variante consiste en lanzar una patada corta, haciendo creer al oponente que tu ataque principal es esa patada, pero justo cuando el oponente intente bloquear la patada, dar un golpe con ambas manos al pecho opuesto del oponente”. Miguel se queda impresionado y solo dice “Meh, yo solo lo hubiera golpeado, no hay porque complicarse” Ambos Cobra Kais se ríen mientras toman los controles del xbox mientras comienzan a tomar de sus Dr. Peppers. Fin.
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Donde se crea una revolución (y un nuevo periodico escolar) PARTE I
Eran mediados de septiembre y el campo de Quiddicth estaba abarrotado. Carolyn detestaba la idea de ir a un partido de Quiddicth pero sus amigos habian insistido. El juego mas interesante de todos estaba en marcha. Gryffindor vs Slytherin.
«¡Wow! Archie ha tenido una increíble temporada jugando para Slytherin, pero aun no estamos muy seguros de si eso sea suficiente para el increíble guardián de Gryffindor» La voz del comentador se podía escuchar claramente en todo el estadio. Los jugadores iban tan rápido que apenas parecían un borrón en el aire. Desde hace algun tiempo su pequeño grupo de dos personas había crecido y ahora Carolyn, Gillian, Clover y Gabrielle compartían la mayoría de sus actividades juntos. Por supuesto, compartir tiempo juntos implica pasar el tiempo en actividades que le gustaban a alguien en especifico. Y eso incluía el quidditch. Gillian era un fanático empedernido del quidditch. El mismo había sido buscador de Ravenclaw durante algún tiempo. Antes de caerse de la escoba. Aun asi, amaba volar y nunca perdía una oportunidad. Había insistido en que las chicas lo acompañaran a ver el juego y para sorpresa de Carolyn, Clover habia terminado siendo una fanática del quidditch también, e incluso Gabrielle había aceptado diciendo que "seria interesante pasar el tiempo de manera distinta". «¡Archie Thomas se acerca al aro! Ninguna budgler puede tocarlo, ¡Es increíble! ¡Esquiva todas sin ningun problema! .... ¡Esta tan cerca! ... ¡Thomas se posiciona, apunta y ..... RAVENSMITH DETIENE EL ATAQUE! ¡KLAUS RAVENSMITH LO HACE DE NUEVO!» Las gradas estallan en jubilo y los colores rojo y dorado sobresalen, con gritos de "Klaus" rebotando de lado a lado. A su lado, Gillian grita tan alto como sus pulmones se lo permiten. "¡VAMOS GRYFFINDOR!" "¡¿Estas apoyando a gryffindor?!" Le pregunto Carolyn indignada y con los oídos zumbando. "¡Si! Ravenclaw ni siquiera esta jugando. ¿A quien se supone que apoye?" Gabrielle le azotó la cabeza con su bufanda. "¡Podrías apoyar a Slytherin tonto!" "Auch" dijo sobándose la cabeza. "Ademas es mas que todo por Klaus. ¿No es increíble?" "¿Y desde cuando ustedes son tan amigos?" le pregunta Clover. "No lo se, últimamente estudia mucho conmigo, no es tan idiota como parece. A veces me dice idiota a mi, pero en general es bastante decente." Carolyn no pudo evitar recordar la conversación entre Klaus y Zelda luego de la obra de teatro, aun la hacia sentirse un poco enferma. Y Gillian ni siquiera parecía notar que había doble intención en todo el asunto. «Gryffindor lleva la delantera, ahora queda de parte de los buscadores terminar esto de una vez por todas.» "¿Alguien puede verlos?" Pregunto Clover poniéndose de puntillas tratando de encontrarlos. Gab le ofreció sus binoculares y le señalo donde estaban. «Como todos sabemos, la capitana de Gryffindor nunca escatima en esfuerzos cuando se trata de la victoria de su equipo, y hoy tampoco parece ser la excepción. Ahora mismo esta tan cerca de su rival buscador que no le deja espacio a nada. ¡Esta acorralado!» El publico aguanto la respiración en conjunto al oir esas palabras. Si la buscadora y capitana de Gryffindor te tenia acorralado, no debía ser bueno. Todos los gryffindor podían llegar a ser un poco agresivos por naturaleza, pero Zelda Ravensmith era otra cosa. Zelda había estado avanzado justo al lado del buscador de slytherin pero iban a tal velocidad que con una sola inclinación de su escoba hacia la de el, le hizo perder el equilibrio. La escoba del chico empezó a dar vueltas en el aire, casi golpeándose contra las gradas y haciendo que todos empezaran a gritar. Recupero el equilibrio justo a tiempo en que una budgler lo alcanzaba. La chica ni siquiera había tenido que tocarlo. «Vaya, eso debió doler.» No era que Zelda fuera mala. Es decir, casi podía jurar que esa vez que una budgler la golpeo en las gradas había sido ella e incluso si no, se había burlado de eso durante todo un mes. También había sido quien tumbo a Gillian accidentalmente de su escoba en un partido. Entonces, no era mala, solo un poco
macabra. «Gryffindor acaba de ganarse cinco minutos para conseguir la snitch antes de que su jugador se recupere... ¡Oh, pero quien necesita cinco minutos cuando eres Zelda Ravensmith! ¡Parece que ella ya la consiguió y va directamente hacia ella!» En pocos segundos, el juego había terminado y Gryffindor había ganado, de nuevo. La nueva profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, Katicha Selvens, era algo increíble de ver. Una alta rubia con cuerpo robusto y una postura impecable, que en sus tiempos como estudiante había sido una muy orgullosa miembro de la casa Gryffindor. Aun lo estaba. Lo decía todo el tiempo. A sus ojos, Gryffindor tenia las mejores cualidades para cualquier héroe que este mundo actual necesitaba. Si tan solo la mayoría no fueran tan idiotas. "¿Que acaso no son lo mismo?" Dijo un chico al aire. Katicha evito rodar los ojos. Antes, los estudiantes sabían estar callados. Seguro era culpa de Dumbledore. "Las criaturas mitológicas son seres que nacen de esa manera, los animagos usan un hechizo para convertirse en animales." Aunque Katicha tenia que admitir, los Ravenclaw la estaban sacando de quicio con sus respuestas tan acertadas. "Bastante obvio, señor Barnabe. Aunque agradezco que al menos alguno de ustedes lea sus libros." La profesora Selvens avanzo por el pasillo, el sonido de sus pesadas botas retumbando. "Hay diferencias mas importantes que los magos deberían saber." "El peso de la ley no recae en uno al igual que el otro." "Explíquese, Ravensmith." Klaus parecía incómodo de que le pidieran eso, pero igualmente lo hizo. "Los magos que pueden transformarse en animales no tienen nada malo, es solo que en la historia, la mayoría parece querer usar ese poder para hacer actividad criminal. Así que el Ministerio obliga a todos los animagos a registrarse y de esa manera poder monitorearlos." "Y el registro es muy importante, por supuesto. Cualquier persona que no cumpla la ley, tendrá consecuencias fatales." "Yo se lo que pasaría: Azkaban." Le susurro Cole a sus amigos, luego se puso a imitar a lo que parecía ser un dementor, ganándose un libretazo de parte de Zelda. La profesora Selvens por supuesto los ignoro. Klaus parecía querer golpearse a si mismo por hablar en voz alta. "Buena respuesta, joven. Le ha ganado cincuenta puntos a Gryffindor." los chicos de Gryffindor festejaron silenciosamente. Un bufido se escucho en el silencio de la clase. "¿Algo que añadir, señorita Levski?" Gillian miro a su amiga con un poco de pena, mientras esta se acomodaba torpemente las gafas. "Solo se me cayeron las gafas, discúlpeme profesora Selvens." Unas pequeñas risitas se le escaparon a la clase. La profesora solo la ignoro. Las grandes campanas sonaron, indicando el final de la clase y el tormento de los pobres estudiantes. "Bien. Hoy ha sido una clase... Aceptable. Espero obtener mejores intervenciones la próxima vez. Ahora, largo." Los chicos recogieron sus cosas rápidamente. Gillian ni siquiera noto que había dejado atrás su trabajo de criaturas mágicas, no antes de que alguien mas lo hiciera. Gillian llego a la taberna de Hogdsmade con un aspecto de no haber dormido en mucho tiempo. "Dios mio. ¿Que te paso?" Le pregunto Klaus apenas se acerco. Su amigo se dejo caer pesadamente en un asiento. "Tuve que rehacer todo el trabajo de defensa. Es la primera vez que lo hago a tiempo y lo pierdo." Termino con un gran suspiro. Klaus se rió y le ofreció una cerveza de mantequilla, la cual casi se tomo de un solo trago. Se limpio los labios con la manga de la túnica y dijo: "Bien, creo que podemos empezar a repasar." Klaus abrió mucho los ojos. Este chico. Cerro el libro de Aritmancia de un golpe. "Sabes que, en realidad no quiero estudiar. Quiero ir a practicar." "¿Para que? Ya eres bueno en Quidditch, en Aritmancia en cambio, eres un asco." "Vamos, escuche que eras muy bueno, te reto a un juego uno a uno." Klaus vio que seguía dudando y añadió: "Me pediste que te llevara algún día, hoy es el día." Gillian le volvió a recordar sobre su terrible rendimiento en Aritmancia,
Klaus casi le lanza el libro. "Bien. Solo algo mas." Dijo Gillian. "¿Seguro que a tu... capitana de equipo no le molesta?" Gillian evidentemente no era la persona favorita de Zelda. "Zelda no estará hoy." Gillian suspiro de alivio. "En ese caso, estamos perdiendo tiempo. ¡Vamos!" En la siguiente clase después de haber entregado sus trabajos de defensa, la profesora Selvens le pidió a Gillian que se quedara al finalizar la clase. El chico parecía horrorizado así que Carolyn le deseo suerte y lo tuvo que dejar, aunque no sin un poco de preocupación. Era de lo mas extraño. No supo nada de el hasta bien entrada la tarde, cuando por fin apareció en la sala común de Ravenclaw donde lo estaba esperando junto a Clover y Gabrielle. Al ver su aspecto cansado, las chicas le pidieron que se sentara inmediatamente junto a una explicación. "La profesora Selvens me acuso de copiarme el trabajo." "¿Que?" "¿Como?" "¡Gillian! Obviamente no lo hiciste." Las palabras de Gillian no terminaban de hacer click en su cerebro. ¿Copiarse un trabajo de defensa? ¿El chico que, de hecho, de verdad, disfrutaba las practicas con Boggarts? Solo la profesora Selvens creería eso. "¡No! Bueno... Es muy extraño." el chico tomo aire y les contó los sucesos que venían ocurriendo: Hace una semana había terminado de hacer el trabajo sobre Especies Mágicas, había estado investigando en la biblioteca, así que siempre lo llevaba en su mochila. De alguna manera, el día antes de la entrega, lo perdió. Quizás lo había dejado en alguna parte, pero luego de buscar exhaustivamente y muchos encantamientos Accio, se dio cuenta que la única manera era volverlo a empezar. Por suerte, era información que se sabia de memoria, gracias a muchos años de lectura sobre el tema, as�� que no fue tan difícil. Sin embargo esta mañana la profesora Selvens lo llamo para decirle exactamente eso. Gillian tenia muchas maneras de probarlo pero ella solo hizo oídos sordos. "Entonces... ¿Quien se supone hizo el original?" Pregunto Gabrielle. "Eso es lo peor. Se niega a decirlo." "Seguro fue un gryffindor." meditó Carolyn, a lo que Gab le recordó que podría haber sido cualquier persona. Carolyn rodo los ojos. "Por favor, quien mas puede ser tan flojo y descarado." "Ademas, Katicha adora a Gryffindor." Añadió Clover. "No es que se moleste mucho en ocultarlo." "No importa quien sea, Selvens parece no tener dudas de sus habilidades." Bufó Gillian y como si tuviera la necesidad de moverse, se levantó y fue hasta la ventana más cercana. "¿El profesor Flitwick no podría intervenir? Es su guía de casa" Volvió a intentar Gab. "Ya lo hizo. Y también el Prefecto. Selvens solo les dijo que tenían que aceptar que no todos los Ravenclaw iban a ser brillantes, y que de vez en cuando alguno los decepcionaría... Nada le hizo cambiar de opinión." Suspiró. "Me dio dos opciones: debido a mis calificaciones podía darme esta, pero quedaría en mi historial que había cometido plagio. O, podía ser benevolente y no colocar nada en mi historial, si aceptaba que me colocaran cero." "¿Y que escogiste?" Pregunto Clover después de una pausa. "Ser recordado como alguien que saca una mala nota o como alguien que ha hecho trampa. Que podría escoger." Finalizó Gabrielle. Un largo silencio siguió a sus palabras. "Todos saben que soy el mejor de defensa." Dijo Gillian derrotado. Gabrielle estuvo a punto de levantar la mano en protesta pero se lo pensó mejor. Era la primera vez que lo veían tan decepcionado. Estuvo un rato mirando por la ventana pero unos segundos después, la misma sonrisa despreocupada de siempre volvió a su rostro y se encogió de hombros. "Supongo que tendré que trabajar mas duro, ¿Cierto? " Se alejo de la ventana y les asintió como despedida. "Nos vemos chicas." "Ya lo he aceptado, saben?" Dijo la minúscula voz de Clover en cuanto se había ido. "A los Hufflepuff nunca nos van a tratar como a un Gryffindor o Slytherin, ni siquiera como un Ravenclaw. Los estereotipos de Hogwarts son mas viejos que nosotros. Nadie pensaría que yo soy mejor en defensa que uno de ustedes." "¿Crees
que se trata de eso? ¿Estereotipos?" pregunto Carolyn. "¿Que otra cosa podría ser?" siguió Clover. "��Un chico de Ravenclaw siendo mas valiente que todos los Gryffindor reunidos? Si su bufanda fuera roja, Katicha estaría encantada de pelear por su honor. No son solo los estereotipos es esta... jerarquía invisible que parece estar implícita en el colegio. Todos parecen tener un lugar asignado y jamás puedes salirte de el." "Somos una nueva generación. Esto no debería pasar." Carolyn estaba harta del asunto. "Tampoco hay nada que podamos hacer" le dijo Clover. ¿Realmente no lo había? Sus amigas le aconsejaron que dejara el asunto tranquilo. Pero ella de por si era intranquila. Solo le tomo una noche de meditación para que se le ocurriera una idea tonta. "Sabes que solo le diría mis ideas realmente locas a alguien. Confió en ti." Empezó al día siguiente mientras caminaba por los pasillos junto a su mejor amiga. "Por favor, habla. Has andado de un animo muy extraño toda la mañana." Le dijo Gabrielle. Carolyn espero hasta que el pasillo quedara solo y continuó. "Esta es la cuestión. Si las autoridades no pueden hacer nada por Gillian, nosotros debemos hacerlo." "No se si me gusta a donde va esto." "Si no podemos hacer nada por el cero de Gillian, al menos podemos hacer publica la verdad." "¿Y como piensas hacerlo? ¿Mandando lechuzas a todos con la historia?" pregunto Gabrielle con la idea mas tonta que se le ocurrió. "Exacto. Me encanta que siempre estemos en sintonía." "Okay. Bien." Dijo su amiga exasperada. "Solo hay un pequeño fallo en tu plan. No puedes planear algo como eso y no esperar consecuencias." "Y de seguro tu tienes la solución, ¿No es asi?" Dijo con una sonrisa conocedora. "Yo..." Gabrielle de hecho se paro a pensarlo. "... Si, supongo que si. Necesitarías un poco de... Anonimato."
"Si. Igual habría que cuidarnos los pasos. Pero de seguro hallaremos la manera. Así que... ¿Que dices?" Carolyn trato de sonar lo más dulce posible.
Gabrielle siguió andando un poco, pensando.
"Bueno, nunca he sido el tipo de persona que pone en marcha planes para cambiar el mundo... Pero me gusta hacer sentir bien a los demás. Y se que esto lo hará. Es una hermosa idea, Carolyn." Le respondió con una pequeña sonrisa. "Solo tu dirias que algo que nos va a meter en problemas es hermoso. Como sea. Lo importante es esto: ¿Te lo imaginas? Ravenclaw y Slytherin unidos para cambiar el mundo? Es algo que nadie pidió pero tampoco sabíamos que necesitábamos." "¡NO LO PUEDO CREER!" el grito las hizo saltar del susto. La pequeña figura, camino furiosa por todo el pasillo hasta ellas. "¡Pensabas organizar una revolución y no me dijiste!" Clover señalaba furiosa a su amiga. La chica había estado tratando de alcanzarlas desde hace rato, pero sus cortas piernas apenas la dejaban, sin embargo pudo escuchar perfectamente lo que decían. "¡SHH!" las chicas le taparon la boca a su amiga rápidamente, vigilando que nadie la hubiera escuchado. "No es una revolución. Solo es un poco de justicia divina." dijo Carolyn. "No es justicia divina si tu la provocas." La corrigió Gabrielle. Luego se giro hacia la recién llegada. "Lo siento Clove, pero apenas estamos hablando del asunto. Ni siquiera Gillian lo sabe. Carolyn planea vengar la virtud de Gillian y así poder satisfacer su necesidad de acabar con algún Gryffindor." "Oh." Respondio ella, luego solo sonrio dando unas palmadas. "Me parece perfecto. Katicha acaba de quitarnos puntos por ser «muy sosos», asi que estoy dentro. Pero deberíamos al menos decirle a Gillian, después de todo es la razón por la que estamos empezando esto, ¿No?" Sin embargo, el chico no estaba muy de acuerdo. "La verdad no creo que sea buena idea." A las chicas casi se les cae la mandíbula al suelo. Si alguien tenia las agallas para hacer algo así era Gillian. Era evidente que su humor sombrío seguía predominando esos dias. "Vamos Barnabe, tu amas los retos." Le dijo Carolyn. "No puedes ser gallina ahora, tienes mas razones que nunca." "Lo que digo es que no creo que valga la pena." le respondió en el mismo tono serio. Clover se acerco a él y le puso una mano en el hombro. "Gillian, tu vales la pena. No tengas miedo a demostrar lo que eres." El chico la miro sorprendido, sin saber que decir. Al final solo pestañeo un poco y acepto, aun no parecía del todo convencido. "Supongo que al final sera para beneficio de mas personas." dijo. Con su aprobación, Carolyn empezó a repartir puestos y explicar todo su plan: "Primero que nada, investigación: Necesitamos averiguar quien copio el trabajo." Señalo a Gillian. "Para eso te necesitamos Barnabe, no solo para ser nuestro mártir, eres el mejor detective que tenemos." "Siguiente, redactor." "Obviamente yo." "Claro. Clover será la redactora." Continuo. "Gab se encargara de ver que no metamos la pata. Esto es lo que haremos." La idea, en linea generales, era conseguir toda la evidencia que se podía sobre el asunto y hacerlas llegar a la mayor cantidad de estudiantes posibles. Para eso tendrían que valerse de algunos cuantos encantamientos. Durante la charla se les ocurrió una mejor idea que "lechuzas mensajeras" (Hogwarts tiene muchas lechuzas pero no estoy segura que tengamos tantos peniques.) Los chicos sabían que los rumores eran poderosos y ellos, con suerte, conseguirían evidencia, así que no seria tan descabellado. Las noticias crearían tanta sorpresa que con suerte lograrían... Algo. Aunque fuera quitarle un poco de pesadez al pecho de su amigo. "!Y es una... ANOTACION!!" Gillian dio un giro en el aire, saltando sobre su escoba. Las practicas de Gryffindor habían terminado antes y Klaus y Gillian decidieron quedarse a jugar un uno-a-uno. El juego era un soplo de aire fresco para Gillian que llevaba mas de dos semanas pensando en una manera de probar su inocencia. Además obtener un cero en su materia preferida lo había dejado terriblemente desanimado. Por mas que la idea de Carolyn era muy generosa, no tenia los mismos ánimos que ella. "Eres el mejor detective que tenemos." Si. Donde había quedado el mini Sherlock Holmes del que su madre
tanto se burlaba. Tampoco le había dicho nada a Klaus, porque le avergonzaba. ¿Que pensaría sobre él si se enteraba? ¿Querría seguir siendo su amigo? Una media hora después, bajaron para recoger sus cosas. Algunos miembros del equipo seguían abajo charlando y mientras se quitaba el equipo de quidditch no pudo evitar escuchar. "Claro, claro. Solo un idiota se comería eso." "Ya no me puedes llamar idiota, me he sacado un sobresaliente en el ultimo trabajo de defensa." Incluso Cole salia mejor que el. Perfecto. Los otros chicos vitorearon tras el. "No puedo creer que hace un día estuvieras llorando por una araña y ahora eres un buen estudiante." "Oye viejo, era una araña gigante." "Esos boggart son terribles." Se escucho un golpe sordo y un «auch». Gillian supuso que le había dado una palmada demasiado fuerte. "Pero ya no tienes que preocuparte por eso, ¡Eres el mejor en Defensa!" ¿Que? Por primera vez en días sentía que su instinto estaba volviendo. Gillian se acerco sigilosamente al circulo para escuchar mejor. "Lo que no comprendo es porque alguien haría un trabajo sobre Hipogrifos cuando podrías hablar de algo mas cool como hombres lobos." "¿D-De de que hablas?" Cole sonaba nervioso. "Los hipogrifos son cool."
Por supuesto que lo eran. Eran tan cool que Gillian había decidido hacer un trabajo de diez páginas sobre ellos. "Y escribir diez paginas." Dijo otro chico e inmediatamente empezó a reír como loco. "Porque alguien perdería tanta tinta en eso, Cole."
Un fuerte estrépito se escucho cuando varios equipamentos de quidditch cayeron al suelo. Los chicos del equipo observaban atónitos como Gillian salia del montón riendo nerviosamente. "Eh, jeje, vaya lo siento mucho." Levanto una codera y la inspecciono maravillado. "¡Vaya que estas cosas relucen! Seguro se la pasan aquí todo el tiempo limpiando." Un chico rubio y alto fue el primero en salir de su desconcierto. "Si, Zelda se molesto mucho por el aspecto y nos hizo limpiar hasta los equipos que no se usan. Cole y yo pasamos toda la semana en eso." Interesante. De repente el chico se dio cuenta de con quien estaba hablando y puso una cara de asco. "¿Y a ti que te importa cara de asno? ¡Este lugar es solo para el equipo! ¡Sal de aquí!" los otros chicos lo secundaron y se fueron como toda una manada a la salida. La fachada de Gillian cayó y solo pudo mirar atónito al grupo que se dirigía al comedor.
No podía creerlo. El idiota mas grande le había copiado su trabajo. Una palmada en el hombro lo sacudió de su estado de shock. "Vamos, quiero llegar al gran comedor antes que se coman todo el pollo." Le dijo Klaus, que no notaba el shock de su amigo. "Hoy me sentare en tu mesa, los chicos de primer año me estuvieron persiguiendo después del ultimo juego, les daremos una sorpresa." "Aja, si." Le respondió distraído. En ese momento lo único que podía pensar era: Carolyn iba a amar esta información. "El idiota mas idiota de los idiotas me copio el trabajo. Ni siquiera pensé que tendría suficiente cerebro para eso." dijo Gillian en medio de una crisis. "Es obvio que lo hemos subestimado. Pero conseguimos lo que queríamos." Carolyn se bajo las gafas como un gesto de seriedad. "Buen trabajo, Gillian. Ahora necesitamos la evidencia. La manera de conseguirla es obvia." Estampó sus manos contra el escritorio. "Debemos entrar al despacho de Selvens." "¡No! ¡Carolyn, es demasiado!" Le pidió Gab. "¡No tenemos otra opción! La única forma de probarlo es con ese trabajo." "Estoy de acuerdo." la apoyo Gillian, que ya estaba volviendo a ganar su confianza habitual. "Selvens o Cole pudieron haber cometido un error, no importa lo pequeño que sea, nos funciona." "¡Gillian! Ya estas en problemas, ¿Que a caso quieres mas?" "¡Estoy en problemas por su culpa!" Exclamo Gillian. "Gab, entiendo tu preocupación pero necesito hacer esto. En realidad, no deben hacerlo si no quieren. No están obligadas." "¿Una nueva oportunidad para avergonzar un gryffindor? Estoy dentro." dijo Carolyn, coloco su mano al frente y tamborileo sus dedos, esperando que los demás se unieran. Gillian le sonrió y coloco su palma sobre la de ella. "Bueno." Clover se levanto. "Incluso si sale mal, tendré buen material para mi autobiografía en algún momento." dijo y unió su mano a las de ellos. Los tres se volvieron expectantes hacia su amiga. Gabrielle se quedo mirándolos muy seriamente. "aaaghh." exclamo con fastidio. "Bien. Supongo que alguien los tiene que sacar del embrollo en que se metan." Su mano se termino uniendo al grupo. Carolyn no entraba en su emoción. "Perfecto. Ahora si podremos derrocar a los farsantes Corazón de León" "Oye. Oye. Pensé que esto era para eliminar los estereotipos no para derrocar a Gryffindor." "Que en tu caso termina siendo lo mismo, Barnabe." El chico iba a decir algo pero solo termino encogiendo los hombros, dándole la razón. "Comencemos por lo importante. "Dijo Clover muy seria. "... ¿Como rayos vamos a entrar?"
CONTINUARÁ.
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Análisis: Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)
La película Birdman (2014) dirigida por Alejandro González Iñárritu y ganadora de cuatro Oscars en 2015, nos presenta a Riggan Thomson, un actor de avanzada edad, cuya carrera después de hacerse famoso interpretando a un superhéroe llamado Birdman, va en decadencia. En un intento por darle un giro a su vida y ganar verdadero reconocimiento como actor, pone sus esfuerzos y esperanzas en la adaptación teatral de un cuento en Broadway.
La trama comienza con la imagen de Riggan Thomson en una posición de flor de loto frente a la ventana, levitando, conflictuando al espectador de inmediato. Es la antesala a un conflicto con la realidad, la identidad desde la confrontación: “Una cosa es una cosa y no lo que dice de esa cosa”, la realidad, así como la identidad, no puede entenderse sin un medio de representación social que le otorgue significado, lo que intentaremos descifrar en el influjo de actitudes y sesgos que conforman la escena teatral así como la propia subjetividad del actor.
Para poder generar un entendimiento entorno a lo que se mencionaba anteriormente, es importante comprender a qué nos referimos cuando hablamos de la representación social, la cual, según Castillo (2021), puede entenderse como una “Modalidad particular de conocimiento cuya función es la elaboración de comportamientos y la comunicación entre los individuos”, es decir que, “La relación que tenemos de la realidad está elaborada sobre las representaciones de lo social” (Castillo, J. Clase virtual, 19 de julio del 2021), respecto a esto, una obra de teatro como la que es desarrollada a lo largo de la película, constituye una representación social pues en esta misma se elaboran comportamientos que no se entienden por sí mismos dentro de un contexto aislado cuando son actuados, sino que, se entienden por un significado previo que le da sentido a la experiencia que se está representando. En la película, la narrativa se centra en una obra teatral de Broadway, cuyas escenas difuminan los límites de la representación social de la realidad, tanto en el sentido de actuar dentro y fuera de una representación, como de identificarse con la realidad misma.
Pero ¿qué nos hace actuar dentro y fuera de la representación social? Para Castillo (2021), una función de la representación social es “Construir un mini-modelo o teoría implícita, explicativa y evaluativa del entorno a partir del discurso ideológico que impregna al sujeto” (Castillo, J. Clase virtual, 19 de julio del 2021). De este modo, Thomas Riggan constituye su visión de aquello que es importante en la vida a través de la fama y la validación social, dejar de ser un anónimo conlleva una representación social en la que otros deben reconocerle como alguien relevante y memorable.
Asimismo, la representación social, también implica comportamientos inteligibles de la realidad cotidiana, es decir: cómo ser importante o exitoso, como hacer o no hacer arte. Siguiendo esta línea, es importante destacar que esta visión explicativa y evaluativa es compartida, es decir que el entorno donde se desenvuelve un individuo, también acompaña a todos aquellos que interactúan en el medio en el que se encuentran inmersos. Así, en el mundo de la actuación, este entorno se representa en una interacción de egos disparados, áridos de fama, lo cual se ve expresado en actitudes y/o estigmas que desarrollaremos más adelante.
En definitiva, la representación social puede ser tan frágil como potente para la constitución de la subjetividad de una persona, así como para el mantenimiento de la propia representación. Esto se expresa en el diálogo de confrontación de Thomson y su hija Sam que veremos a continuación:
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Como dijimos anteriormente, en este contexto que se genera dentro de una representación social, las actitudes según Castillo, son una “predisposición a actuar hacia un objeto de una determinada manera” (Castillo, J. Clase virtual, 7 de junio del 2021), asumiendo que estas son el correlato de la interacción entre lo individual y lo social, debemos considerar que de esta misma forma la representación social puede desvanecerse o quebrarse en la actitud. Por ejemplo, cuando Thomson debe actuar con Mike, quien es su nuevo compañero, y del cual se esperaba una excelente actuación, Thomson reemplaza la Ginebra por un recipiente idéntico al anterior, sin embargo este en su interior contenía agua (para evitar errores), no obstante, Mike al darse cuenta se molesta y encara a Thomson por no hacer de la actuación realidad, deteniendo la representación teatral, dando a conocer que todo lo que les rodea no aparenta ser real. Los invitamos a observar la actitud de Mike en el siguiente gif:
Con esta escena se da a entender de forma metafórica cómo la actitud mostrada por Mike frente a la representación teatral que él considera como falsa, puede romper con esta representación social. Según Castillo “Sólo podemos hablar de actitud cuando el objeto sobre el cual opinamos, sentimos o reaccionamos nos afecta, cuando hay un compromiso o implicación personal” (Castillo, J. Clase virtual, 7 de junio del 2021). Así, en el film, Riggan no es sólo un actor, sino también padre y esposo, factores que se actúan bajo aspiraciones y comparaciones de un rol social, cuando se le involucra directamente. Por una parte su hija Sam, le recrimina no estar presente y su ex esposa el ser violento. Dichos comportamiento entran en conflicto con su ánimo de perfección en la vida laboral, en un ambiente que exige coherencia entre pensar, actuar y decir, lo que en palabras de Festinger se denomina “disonancia cognitiva” “Si queremos saber si somos coherentes, compararemos qué decimos, qué pensamos y qué hacemos, con lo que dicen, hacen y piensan los demás para ver si hay coincidencia. Y si las comparaciones muestran discrepancias (disonancia cognitiva), el estado psicológico de malestar que se origina llevará a la persona a hacer cambios en su sistema cognitivo, a fin de corregir la discrepancia”. (C.Monguilod y L. Martínez, p. 2004). Así la ex esposa de Thomson le expresa que él siempre ha confundido el amor por admiración, .cuestionando las razones que lo llevan a querer actuar como un actor dedicado y comprometido, pero no como un “buen padre”.
Adentrándonos en la dedicación de Thomson por su trabajo, se puede decir que a pesar de que la representación social comprende el mundo de la actuación en comportamientos y actitudes, pues, desde la estructura de significados, los prejuicios según Castillo (2021) son una actitud negativa hacia una persona, que se concibe dentro de un conjunto de creencias sociales y que por lo mismo, predisponen a cierta actuación, en la medida que el prejuicio debe personificarse. En otras palabras, dentro de la representación social como una forma de entender la realidad, se generan creencias sociales que predisponen nuevas representaciones o actitudes que bien pueden ser negativas, esto lo podemos notar dentro de la película, cuando Thomson tiene una actitud de superioridad frente a sus colegas, al iniciar el film, la mala actuación de uno de sus compañeros le produce un sentimiento de incomodidad, sin tomar en cuenta el daño que este ha sufrido al haber sido golpeado por un foco de luz, consiguiendo un reemplazo. Esto, sin embargo, se explica más allá de las actitudes negativas, desde una visión rígida para mantener el rol social dominante, de los cuales se conforman los estigmas, los cuales explicaremos a continuación.
Un estigma es para Goffman (2006) un atributo que produce un descrédito en un sistema de relaciones, respecto a la normalidad. Es decir, los atributos de las personas son caracterizados en un análisis de lo que es aceptable o no socialmente, para luego discriminar a las personas que no se consideran aceptables. En la película, el mundo de las representaciones en la actuación, supone formas de alcanzar la trascendencia, pero esta lleva de por sí una impronta para mantener la fama como éxito, que se entiende en un sistema de relaciones de crédito y descrédito o quién es exitoso mientras quién no lo es.
La noche antes del estreno, Thomson, luego de recibir una dura crítica por parte de Tabitha Dickinson (la crítica más importante de Hollywood), recorre las calles de la ciudad embriagado con alcohol y se encuentra a un actor desempleado interpretando una obra clásica de Shakespeare, que le grita la misma frase del actor que había despedido y despreciado anteriormente “¿así está bien?, no, lo vi en tus ojos, ¡demasiado sobreactuado!”. Riggan, queda impactado con algo que ya presentía, la imagen del fracaso, la personificación de lo que quiere evitar a toda costa, el estigma del fracaso actoral. Nada más nítido que la personificación de la desesperación y la miseria de sentirse abandonado por el mundo.
Terminamos por ver entonces, que la actitud de Riggan hacia una mala actuación, no es simplemente una actitud negativa hacia alguien, sino que, también es un estigma del mundo actoral. Parafraseando a Castillo (04-08) no son las características que simplemente se tienen, sino aquellas que incluso no se tienen, pero que les atribuimos a los demás porque esperamos encontrarlas de acuerdo a la estereotipación y cognición social. Así, de modo que el éxito y el fracaso deben personificarse o actuarse, no puedo sino atribuirle las características del fracaso a alguien más, si yo quiero ocupar el lugar del éxito. De este modo, la actuación negativa hacia los demás actores, no es sólo cuestión de actitud individual, sino del lugar social que ocupan las personas dentro de una representación social, como lo expresa Goffman (2006) la sociedad establece los mecanismos necesarios para anticiparnos a los otros. Tal y como Riggan se anticipa e intenta desesperadamente evitar el fracaso.
Así como el actor es constreñido por su ego a ocupar un lugar “superior”, la sociedad o las personas en general permiten que este lugar se genere. Los estereotipos, según Castillo (2021), cumplen la función de mantener los valores sociales dominantes, percibiendo selectivamente aquello que lo confirma. Esto se aprecia en la escena del pre-estreno final, donde el protagonista, al encontrarse con su hija relacionándose amorosamente con el nuevo actor Mike Shiner, sale a fumar un cigarro en bata, la cual queda atorada con la puerta dejando a Riggan en calzoncillos. Las personas al reconocerlo así en la calle, casi como ordenados por una voz invisible, se burlan de su cuerpo envejecido, en la piel de un hombre común. El actor de “Birdman”, ahora no es representativo del valor social de la masculinidad. Según Goffman (2006), los medios de anticipación, niegan la complejidad de los atributos humanos. Por eso, no es difícil concebir que un cuerpo que ha visto el paso del tiempo sea un estigma y que Riggan no sólo esté “constreñido” por su ego a ocupar un lugar superior, sino también porque es un lugar que otorga la sociedad.
Recapitulando, apreciamos cómo las diferentes dimensiones de la identidad del protagonista, conformadas por los contextos y las circunstancias sociales en las que este se encuentra inmerso, sus atributos individuales, así como también la categoría grupal a la que pertenece como actor, pueden finalmente generar una lucha constante consigo mismo, una crisis de identidad interna que se refleja en las visiones de Birdman, que le sigue a todas partes, criticándolo y recordándole sus años de gloria como actor y la fama que abandonó.
El personaje de Riggan está lleno de dudas y frustraciones que se muestran en paralelo con sus intentos fallidos por llevar a cabo la puesta en escena en Broadway, mientras que lidia con sus propios dilemas internos. El deseo por lograr sobresalir y conseguir la aprobación externa se ve profundamente enlazada con la categorización social. Esta noción de rol que determina la posición que ocupa la persona dentro de un conjunto interaccional, permiten generar un entendimiento en relación a cómo la estructura social y el estatus inciden en la construcción de la identidad. Esto es tal y como hemos mencionado anteriormente en la representación social, que conforma una parte importante en la determinación de paradigmas y comportamientos, aunque Margot Pujal agrega: “La identidad constituye la parte del autoconcepto que está ligada al conocimiento que tenemos de pertenecer a ciertos grupos sociales y a la significación emocional y evaluativa resultante” (2004. p.96). En síntesis, el mismo deseo de Thomson por lograr sobresalir y conseguir la aprobación externa, lo une tanto a la estructura de significado, como a su identidad.
En el caso de la película Birdman vemos claramente como el sentido de nuestro yo, determinado por la estructura social en la que estamos inmersos y el rol en que nos vemos encasillados, generan un corte en la identidad del protagonista y una disociación con la realidad. Pues, como actor su carrera dependía del estrellato y reconocimiento que obtenía de parte del público, el cual deseaba verlo como su personaje “Birdman” que había interpretado durante 20 años y que había acabado por dejarlo bajo su sombra, cosa que Riggan deseaba trascender. Por otro lado, vivía su realidad siendo “Birdman”, a través de la ilusión del personaje, usando sus poderes e incluso su personalidad. En base a esto postulamos que, esta escisión con la realidad, así como con su propia identidad, puede ser provocada por el deseo de querer trascender o separarse de lo común, así como también las presiones sociales que le niegan esta separación.
Margot Pujal declara:
“Por un lado, pues, nos sentimos cercanos a otras personas, con un grado de semejanza importante, por medio de una diversidad de aspectos y sabemos que compartimos con ellas un montón de cosas, pero, por el otro, queremos ser nosotros mismos con un yo diferenciado, único y separado de los otros” (2004. p.99)
Si estamos tan intrínsecamente relacionados con la sociedad, al querer separarnos de ella ¿Podemos separarnos incluso de nuestra propia identidad? Thomson, no sólo intenta desesperadamente encontrar su “verdadera” o “propia” identidad, sino que también lo que es efectivamente la existencia o la realidad en la que vive. De este modo, se podría decir que, al intentar asociar su identidad con un “yo diferenciado”, repercute en lo que entiende como realidad, desde la realidad social. A su vez, la personalidad de “Riggan Thomson” es anclada a la materialidad existencial por su esposa, su hija y sus colegas que le significan el rol que debe cumplir como padre, esposo y colega. Estos factores son los mismos que le impiden encontrar su identidad separándose de la realidad en la que vive. Recordemos lo que intenta decirle su hija -Sam Thomson-, cuando le cuestiona su ánimo de trascendencia: “están pasando cosas en un espacio que tu ignoras, un espacio que prácticamente no sabe quién eres y te ha olvidado [...] eres el único que no existe” (Gonzales, 2014).
Su anhelo por lograr que se le reconozca por lo que vale él mismo y no como “Birdman”, nos sumerge en el mundo del narcisismo. El narcisismo primario en palabras de Serra (2016), consiste para Freud en una desvinculación de la relación con el mundo externo. Ahora bien, según Margot Pujal (2004), Freud presenta la idea de que la identidad (personalidad en su época) se forma en relación a dos factores fundamentales: la historia personal y una disociación o desconexión entre lo que nos pasa y lo que pensamos. Analizando estos conceptos, podemos decir que, la desconexión con la realidad de Thomson a través de la personificación de “Birdman“, le proporcionan la ambición y deseo suficiente para llevarlo por un camino de creatividad, que a su vez se transforma en un arma de doble filo debido a la gran capacidad de autodestrucción que genera, sin permitirle avanzar, manteniéndolo siempre mirando hacia atrás, contemplando aquello que alguna vez le brindó seguridad y una imagen de grandiosidad de sí mismo, imagen que ahora se encuentra distorsionada, dominando sus deseos por sentirse exitoso nuevamente.
Finalmente, en la última escena de la película vemos como Riggan despierta en el hospital luego de dispararse fallidamente en la cabeza durante la actuación en el estreno de su obra. Su ex esposa y su hija están ahí, incluso Sam lo abraza y su abogado le muestra que ha tenido una buena crítica, más adelante lo vemos quitándose la venda como si se quitara una máscara, mostrando así a un nuevo Riggan, con un rostro diferente, aquí vemos a Birdman nuevamente a su lado, sin embargo, podemos notar como este se ve más pequeño que Riggan, dando a entender que lo ha superado. Por último vemos a Riggan subirse a la ventana y cuando su hija vuelve y ve que este ya no está en la cama, se asoma por la ventana y alza su vista hacia el cielo, como si su padre estuviese ahí, siendo esto una representación de que Riggan finalmente ha trascendido, reconoce su potencial y siente que después de todo lo que ha pasado alguien puede verlo y valorarlo.
Luego de un recorrido por las significaciones y comportamientos dentro del entramado social, podemos advertir la importancia de este en la conformación de la identidad. Esto nos hace reflexionar en torno a las situaciones en común en las cuales nos podemos ver reflejados, tener una visión egocéntrica, mirar hacia el pasado y cuestionarnos si nos sentimos realizados, la presión de desarrollarse de cierta forma en la vida y preguntarnos ¿qué nos hace pensar que debe ser así? ¿a qué punto nos puede llevar?. Pensamos también en la identidad y autoestima deteriorada, la forma en que la complejidad humana comprende más allá de insinuaciones y expectativas sociales, por ejemplo en la película el hecho de que padre e hija no lograron comprenderse mutuamente, poniendo en la palestra lo que priorizamos y como justificamos aquello. Desde nuestra apreciación personal, como grupo consideramos que, probablemente dentro de la sociedad que compartimos, estas cuestiones podrían pasarnos la cuenta, sintiéndonos endeudados con nuestras relaciones interpersonales y la comprensión de la vida, construimos nuestra identidad en un círculo vicioso de la idealización, en el cual jamás podríamos llegar a ser “uno mismo”, pues en la carrera por obtener logros, podemos olvidar nuestros fundamentos de vida. La inesperada virtud de la ignorancia, puede significar entonces, que no saber las intrincadas presiones y cuestionamientos de la vida, puede ser un beneficio.
Referencias
Castillo,J.(2021).Psicología Social Clásica[clase virtual],Universidad de Santiago de Chile, Chile.
C.Monguilod y L.Martínez (2004).Capítulo IV. Naturaleza y organización de las actitudes. En T. Ibáñez (coord.), Introducción a la psicología social. Barcelona: Editorial UOC
Goffman, E. (2006). Estigma e identidad social. En Estigma. La identidad deteriorada (pp. 11-55).
Gonzales, A. (director). (2014). Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia) [Pelicula]. Regency Enterprises, New Regency Pictures,M Productions, Le Grisbi Productions, TSG Entertainment,Worldview Entertainment.
Pujal i Llombart, M. (2004). La identidad (el self). En T. Ibáñez (coord.), Introducción a la psicología social (pp. 93-138). Barcelona: Editorial UOC.
Análisis por Javiera Carreño, Valeska Bravo, Camila Henríquez y Cynthia Banda.
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Daniel Cassany y la educación virtual. Entrevista
“El mejor docente no es el que habla más o mejor, sino el que sabe organizar la clase para que hablen los alumnos con interés del contenido del programa. (…) Dar clase hoy no significa dar lecciones magistrales, sino planificar actividades”, se lee en el nuevo ejemplar editado por el sello Anagrama.
A menos de un mes del inicio del año escolar, hablamos con el académico español y doctor en Ciencias de la Educación, quien acaba de publicar el libro El arte de dar clase, en el que se refiere a los cambios de las aulas a las pantallas y apuesta por una enseñanza cooperativa y de sistemas híbridos. “La educación es una institución conservadora, que evoluciona mucho más lentamente que la tecnología, por lo que le iría bien ponerse al día”, asegura.
Han ocurrido chascarros, anécdotas, videos convertidos en virales, pero también testimonios de profesores frustrados por la poca o nula atención de sus alumnos ante las clases online. Pantallas en negro y micrófonos apagados. También hemos visto noticias de estudiantes sobre los techos de sus casas, buscando mejor señal de Internet, y profesores haciendo cosplay para capturar la atención de sus alumnos.
Hace ya casi un año, producto de la pandemia del coronavirus, se aceleró la educación digital, lo que produjo una serie de inconvenientes y algunas ventajas. Quizás las familias compartieron más en sus hogares. Pero el confinamiento también dio paso al estrés. Y ahora, a menos de un mes, el Mineduc dará inicio al nuevo año escolar en Chile. Pero ¿Los padres y apoderados enviarán a sus hijos al colegio?
Hace algunas semanas, la Fundación Educación 2020 reunió a 40 directores de escuelas y liceos del país, quienes compartieron sus experiencias y plantearon sus desafíos para el 2021, en relación con el año pasado. Los principales problemas que abordaron fueron la falta de acceso a tecnología y conectividad, el desgaste emocional y el desafío de reestructurar el currículum pedagógico para desarrollarlo a distancia.
Ante estos temas y problemáticas, entrevistamos a Daniel Cassany (1961), en The Clinic, académico español y lingüista, doctor en Ciencias de la Educación de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, autor de títulos como Describir el escribir, La cocina de la escritura, Taller de textos, quien ahora publica el libro El arte de dar clase.
Debido a la pandemia llevamos casi un año viviendo una dinámica de clases online. A parte de las reflexiones, que parecen obvias, la pérdida del contacto directo profesor-alumno, la falta de experiencia social… ¿Qué otras ventajas y desventajas ve en estos meses?
-Para empezar, mucha gente está descubriendo las ventajas o posibilidades de la interacción digital o en línea. Aunque ya existieran, muchos estaban adheridos o acostumbrados al cara a cara y no habían descubierto las ventajas de lo digital. Estamos viviendo una aceleración o incremento de la comunicación y de la educación digital. Pero también es cierto que es un cambio forzado, obligado, no voluntario… Y eso se nota en las formas de adaptarse. La educación a distancia, remota, ya sea por correo, teléfono, televisión y ahora Internet, siempre fue asíncrona, sin coincidencia en el tiempo, pero el salto a la educación digital que hemos vivido en la mayoría de los países ha sido síncrona: dar clases con los mismos horarios y roles de docente y alumno, pero desde casa por Zoom, Meet, Collaborate o lo que sea. Y claro, tantas horas en línea seguidas no las aguanta nadie, hay que reconsiderar esta adaptación y diversificar las opciones de enseñanza.
¿Y qué ventajas podrían ayudar a futuro?
-Entre las ventajas de la educación en línea hay el acceso a todos los recursos de la red, el ahorro en tiempo, movilidad, papel, etc. Hemos escuchado varias veces lo de: “Esto ha venido para quedarse, después del virus” o “Nunca habíamos tenido tanta participación en estas reuniones, cuando las hacíamos cara a cara”. En fin, y entre las desventajas, la pérdida de empatía, contacto o emoción y calidad, por supuesto, porque, aunque también se pueda aprender en la red, y mucho y muy bien, creo que podemos aprender mucho más cara a cara. Todos los docentes estamos agotados del número de horas que pasamos pegados a la pantalla. En resumen, necesitamos que se “normalice” la situación para empezar a valorar qué deseamos hacer voluntariamente cara a cara y qué en línea, y si debe ser síncrono o no.
Pareciera que niños y jóvenes se adaptan más rápido al sistema de clases online. Sin embargo, disfrutan con la virtualidad cuando hay entretención y menos cuando hay exigencias. ¿Sigue siendo, en este punto, labor del profesor el saber mantener la atención o son las bases de un sistema de educación que debe replantearse cómo proceder ante el alumnado?
-Por ahora, el mito de los nativos digitales, nacidos después de la llegada de Internet y familiarizados por nacimiento con el entorno, ya se ha sustituido por el de los residentes digitales, los que han aprendido y viven también en la red, como una parte integrada de su día a día. Por otra parte, en la vida privada y en el ocio todos hacemos lo que nos gusta, de la manera que nos gusta y con quién nos apetece. En el entorno escolar, hay que aprender lo que dice el currículum con los compañeros de clase y el docente, que tampoco se elige… También creo que la educación a distancia que hemos tenido hasta ahora es esencialmente asincrónica… y los docentes podemos quizá estar más acostumbrados a esto. Pero que las actividades de ocio de los adolescentes (redes sociales, videojuegos) son mucho más síncronas. En cualquier caso, es cierto que la escuela, y toda la educación, es una institución conservadora, enraizada en la tradición que evoluciona mucho más lentamente que la tecnología y otros aspectos de la sociedad, por lo que le iría bien ponerse al día y refundarse para poder conectar de manera más natural con la comunidad.
¿Qué consejos daría a padres o apoderados, muchas veces estresados que, debido a la crisis sanitaria, se encuentran haciendo teletrabajo, mientras en el mismo hogar, sus hijos estudian e intentan comprender materias y resolver tareas frente a la pantalla?
-Es una situación terrible. Y no es un problema didáctico o educativo, sino de que no tenemos las casas pensadas para trabajar, despachos para usar como estudios de grabación, ni un ordenador equipado con la iluminación, el plano o el fondo preparados para transmitir en vivo… Creo que los docentes y los centros educativos deberían incorporar este punto en su currículum y propuestas y avanzar en flexibilizar la educación síncrona, en combinar espacios asíncronos, con material y tareas que se puedan resolver en cualquier momento, con tutorías y sesiones breves síncronas. Seamos niños o adultos, no se aguantan muchas horas seguidas pegado a una pantalla dando clases.
En El arte de dar clase valora la educación cooperativa. “La cooperación ha conquistado espacios nuevos. En la red cooperamos con desconocidos, al compartir intereses y propósitos”, escribe. También se pregunta: “¿Funcionan igual las tareas entre pantallas?”. ¿Quizás habría que perfeccionar esas dinámicas remotas para un mejor funcionamiento?
-Estoy de acuerdo. Las plataformas para dar clase todavía no han alcanzado su cenit; tienen todavía bastantes limitaciones, al margen de que la conectividad, los portátiles y los espacios para trabajar de los alumnos también tienen muchas limitaciones. De todos modos, todavía no he conocido a ningún docente, en mi entorno, que haya agotado todas las posibilidades que ofrecen estas plataformas; más bien estamos usando solo un porcentaje pequeño de su potencialidad.
¿Qué más ayudaría a esa educación cooperativa?
-La evaluación, sin duda. En primer lugar. ¿Cómo vamos a transformar la educación si los exámenes más importantes como acceso a las universidades, a determinados estudios (Medicina) son individuales? También necesitamos los docentes mucha formación en trabajo cooperativo. Muchos creen que ya lo practican, cuando en realidad solo hacen trabajo en grupo, desestructurado, sin preparación previa de tareas ni formación del equipo. Los equipos son organismos muy organizados, con sus miembros compenetrados, con entrenamiento, autoconocimiento, compromiso… Poner a resolver una tarea a un grupo de cuatro alumnos al azar en 20 minutos tiene muy poco de cooperativo. Creo que la cooperación es uno de los grandes cambios de las últimas décadas en la escuela. Poco a poco vamos asumiendo que los humanos somos más parecidos a las hormigas que a los tigres… y que necesitamos negociar, colaborar y trabajar en equipo.
Ante el uso masivo de la tecnología, que precipitó la pandemia, se habla de un nuevo paradigma que cambiará también el modelo educacional. ¿Cómo ve estos cambios y qué es lo que más le preocupa y más le ilusiona?
-La tecnología de comunicación y cooperación entre científicos ha facilitado el récord de desarrollar vacunas en menos de un año. La tecnología no es ni buena ni mala; todo depende de cómo se use. Soy optimista y lo que me preocupa es que vamos a tardar mucho más de lo previsto en recuperar la “normalidad” nueva o previa. Creo que, por ahora, hemos podido elegir poco si queremos usar o no la tecnología para comunicarnos y para educar, porque ha sido “o lo haces confinado por Zoom o Meet o no haces nada”. Me gustaría poder elegir si quiero hacerlo cara a cara o en línea, y pienso que muchos ya han empezado a ver las ventajas de una opción y de otra. Pero queda claro que cara a cara la interacción es más intensa y completa y se puede aprender más.
En su nuevo libro alude a la importancia de “crear sistemas de enseñanza híbridos”. ¿Cómo los valora y cómo aplicarlos?
-Los sistemas híbridos o duales son las clases en que una parte de los alumnos están físicamente en el aula y otra parte en su casa o en otro lugar. Hace años impartí un seminario de formación para docentes de español desde Madrid: el 50% de los alumnos estaba allí conmigo; el resto estaba en Varsovia. Tenía en el aula una cámara y un control para moverla y, además de dar la clase, con las exposiciones e instrucciones de las tareas, tenía que atender a este equipo de enfoque y grabación. También tuve que escribir un guion detallado de la clase y enviarlo al coordinador en Varsovia. Hoy tenemos esto algo más desarrollado, con una cámara que sigue al docente que se mueve por el aula, dentro de un espacio fijado en el suelo con indicaciones, y algunos alumnos trabajan desde casa, porque pueden estar en cuarentena o vivir lejos, mientras otros siguen en clase. También es una locura, aunque hay más recursos (Zoom, Collaborate Ultra) que permiten gestionar mejor la situación, pero sigue siendo difícil integrar a los dos grupos en dinámicas participativas.
La pandemia también dejó al descubierto la brecha digital. Por lo menos en Latinoamérica esta desigualdad ha sido evidente. ¿Cómo evalúa este problema y qué otras alternativas podrían ayudar a combatir la desigualdad digital?
-También en España la desigualdad tecnológica es relevante y afecta a los más vulnerables. El confinamiento ha mostrado la gravedad de este problema. Algunos centros, los que aquí se denominan “de alta complejidad”, que significa con alumnado vulnerable, de bajos recursos económicos, con índices importantes de recién llegados o de migrantes y refugiados, casi no han podido hacer nada durante el confinamiento, por lo que se habla de un curso perdido… Pero debemos ser conscientes que este es solo un primer problema epidérmico, y que debajo hay otros incluso más graves. Cuando se dispone de portátil, de buen wifi y de espacios para trabajar, entonces descubrimos que muchos chicos no saben usar estas herramientas para aprender sobre temas del currículum. Se trata de brechas cognitivas, competenciales o socioculturales. Quizá sepan usar WhatsApp o una red social para divertirse, pero no saben buscar información fiable u obtener las ideas básicas de varias webs afines y contrastar sus diferencias.
“El arte de dar clase” Daniel Cassany. Editorial Anagrama. 192 páginas.
The Clinic 15 de Febrero, 2021 Entrevista hecha por Javier García Bustos
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Cobra Kai / Brooklyn 99
Johnny y los chicos de Cobra Kai se encuentran en el Aeropuerto de Brooklyn, toman un gran respiro después de su no tan largo viaje. Johnny pregunta a la gente del aeropuerto que si conocen el hotel WinterWind, hotel donde todos los dojos que participarian en el torneo se quedarían. Un personal de servicio le dice que está situado a un lado de la comisaría número 99, Johnny ríe diciendo “¿Me estás bromeando? ¿Es el único hotel que hay aquí? Mejor voy a ligarme a una chica a ver si me deja quedarme en su departamento. Miguel estaba ya calmando a Johnny, diciéndole que iba a estar bien, cuando se escucha una voz familiar diciendo:
“¡Solo conozco a una persona que diría algo así!” Johnny voltea para encontrar a su viejo amigo Dutch, quien en sus años adolescentes formaba parte de la pandilla Cobra Kai.
“¡Mis ojos me traicionan o ese es Dutch! ¿Qué haces aquí?” Exclamó johnny
“Después de mudarme de los Angeles abrí mi propio Dojo y estoy aquí por el torneo.”
“¿Quién lo diría?Dos viejos Cobra kais con Dojos. Esto merece un par de Coors Banquets.”
Y sin pensarlo los dos amigos fueron al bar más cercano a ponerse al día sobre las aventuras que habían vivido durante el tiempo que no se había visto. Sin embargo los dos amigos empezaron a revivir recuerdos amargos de su amistad.
“¿Sabes que no olvido, Johnny?” Empezó Dutch con un tono ambiguo “Como tu fuiste el único que tenía oportunidad con Alli” Esta pregunta tomó a Johnny por sorpresa, estando no muy sobrios la verdad estaba saliendo a luz, es ahí donde Johnny le respondió “Por qué fui el único con las suficientes agallas”. Johnny no tuvo tiempo de siquiera pensar lo que había dicho pues un puñetazo en la cara por parte de Dutch interrumpió su tren de pensamiento. Se escucha un silencio total en el Bar, Johnny voltea a ver a Dutch y pregunta “¿Qué demonios te sucede viejo?” y se aventó hacia dutch, aterrizando un rodillazo en el estómago de Dutch.
Al mismo tiempo que la pelea estallaba en el bar, todo en la comisaría se veía como una noche relativamente tranquila. Hasta el momento no les había llegado ninguna queja sobre la pandilla de karatecas que había llegado a la ciudad, hasta que el teléfono sonó.
Al parecer una pelea había ocurrido en el bar al final de la calle donde se encontraba la comisaría. Pensando que no sería algo tan peligroso deciden que Boyle podría calmar a los karatecas ebrios sin que nadie salga aún más lastimado.
En el bar, ambos hombres continúan peleando por lo que parecían horas, cuando en un momento la puerta del bar se cae de una patada, es aquí donde entra Boyle pensando que esto sería sólo otra noche de su trabajo. “Caballero es suficiente ambos han tomado demasiado y tiene que salir del establecimiento” comenta Boyle mientras ambos hombres siguen peleando sin haber escuchado al policía. Boyle repitió un poco más fuerte “¡Por favor salgan del establecimiento o tendré que usar fuerza contra ustedes!” de nuevo los hombres lo ignoran , por lo que Boyle decide tratar de separarlos, pero en lugar de parar la pelea, él ahora estaba en medio de ella, recibiendo golpes de Johnny y de Dutch por ambos lados.
En la comisaría los demás detectives y policías se preguntaban por qué Boyle tardaba tanto en sacar a un par de borrachos de un bar, no debería ser algo tan complicado, era algo a lo que todos ellos se habían acostumbrado después de tantos años en la ciudad. A pesar de esto Jake decide ir a ver que pasaba en el bar. Al entrar se encontró con una escena que no se imaginaba, todo el bar presenciaba la pelea entre lo que originalmente eran dos, pero ahora tres hombres. Al ver la capacidad de pelea de los dos borrachos Jake decide llamar respaldos o también conocido como Terry, alguien para intimidar a los habilidosos karatecas.
Una vez Terry ahí logran separar a los dos karatecas intoxicados y los llevan a la comisaría. Después de un largo recuento de los eventos sucedidos deciden que se quedarán la noche en la comisaría por los daños que le habían causado a Boyle en la pelea.
Johnny explica que solo fue una pelea, no sabía que iban a ir policías, tiene que irse lo antes posible pues el torneo empieza en una semana. Jake mira a Terry y se ríe, “¿En serio? ¿un torneo de tomar cerveza? Tenemos uno de esos cada semana en Shaw's entonces solo esperen a que salgan de la detención en dos semanas”. Johnny menciona con voz sarcástica que tienen suerte que estaba borracho esa noche ya que él es el sensei del Dojo Cobra kai, famoso por ganar el All Valley Tournament este mismo año. Terry entonces recuerda haber escuchado de un tal Johnny Lawrence en una noticia tiempo atrás. “Tu eres el chico que hizo trampa y aún así fue destrozado por una pata de grulla, ¿Verdad?”. “Fue una pata ilegal” menciona Johnny. Terry y Jake se ríen aún más y entonces Johnny grita “!QUIET!”. Toda la comisaría se queda callada y entonces Johnny empieza a contar toda su historia, lo miserable y triste que fue, menciona que él está cambiando la vida de los jóvenes para que no acaben como él.
En un momento llega corriendo el sobrino adolescente de Rosa, Raúl, y grita “Oh mi dios, acaso es Johnny Lawrence?! Rosa ! dejame entrenar con el anda!” Rosa se ríe y le pregunta a su sobrino que por qué querría ser entrenado por un viejo borracho, Raúl responde que ha estado siguiendo la escena de Karate en Los Ángeles y ese señor pelea genial, cree que si es entrenado por él podría ser tan genial como Rosa cuando crezca.
Los policías hablan entre susurras y regresan. Peralta se acerca a Johnny y dice “Okay Johnny aquí te va el trato de tu vida, te dejamos salir de aquí y te escoltamos al torneo en dos semanas solo si se compromete a entrenar y llevar al torneo a Raúl” Johnny dice que están locos y que es imposible entrenar a alguien en tan solo dos semanas, pero entonces recuerda el progreso que hizo con Miguel y, acepta.
Un par de horas después Johnny regresa al hotel y le dice a sus alumnos que tienen un integrante nuevo, Raúl, dice que estas van a ser las dos semanas más duras de toda su vida, y con eso se pone su bandana “Que comiencen los juegos”. Día tras día los Cobra Kai entrenaban, cada vez con más dolor pero también con mayor fuerza, Raúl se acoplaba perfectamente con el estilo Cobra Kai y se sentía empoderado. Un día antes una tragedia ocurrió, Miguel se lastimó la pierna después de ir con un médico le mencionan que no hay manera de que peleé en un día, Miguel no lo puede creer pero habla con Raúl y le dice que por un lado está feliz que no tendrán que pelear en la final, “Es tu casa, representa a Cobra Kai Raúl”
Llega el día del torneo y la oposición se ve poderosa pero no hay nada que intimide a un Cobra Kai. Las primeras rondas son duras, pero el entrenamiento ha servido. Llegan los cuartos de final y Johnny observa a un chico rudo que está peleando sucio, golpes ilegales y comportamiento detestable “¿Ven a ese chico? Tengan cuidado, algo anda mal” Llegan a las semifinales, Hawk de un lado y Raúl del otro esperan a sus oponentes. Raúl se sorprende ya que su oponente va a ser el anterior campeón del torneo de Brooklyn, pero esto no es nada comparado con lo que Hawk iba a enfrentar. El chico rudo de antes llega enfrente de Hawk haciendo señas de que está muerto, entonces llega nadie más que El Buitre acompañado de Dutch. Jake y Johnny hablan. “¡Mi enemigo!” y al mismo tiempo dicen “¡Dutch!” “¡Buitre!”. Johnny y Jake se voltean a ver y entienden perfectamente que está pasando, sus peores enemigos se han juntado para entrenar a un estudiante,no, a un monstruo. Hawk le dice a Sensei Lawrence que no se preocupe, que si es estudiante de un tal Vulture no tendrá problemas, el Halcón es más poderoso que el Buitre. Una gran pelea se da entre los dos Karatecas, parece que Hawk tiene la ventaja pero entonces el estudiante del Buitre voltea a ver a sus dos maestros y sonríe, una patada ilegal acaba con Hawk y lo deja en el piso, Johnny y Jake van corriendo gritando que eso fue ilegal, pero ven al árbitro riendo con el Buitre, saben que cualquier intento de justicia social es inútil, El Buitre es más poderoso que ellos.
Raúl gana su pelea por poco, regresa con Jake y Johnny para hablar de estrategia y ambos le dicen la situación con el referí y el tal alumno del Buitre. Jake y Johnny le dicen que use todo lo que ha aprendido tanto en la comisaría como en el Dojo. El alumno del Buitre se ríe al ver a Raúl y le dice que está a punto de entrar a un mundo de dolor, entonces antes de que suene la campana el alumno ataca a Raúl, Raúl responde y esto parece ya una pelea callejera pero el referí decide que ha tenido demasiada diversión y les ordena a ambos que regresan a sus posiciones. “Esta pelea va a ser un total espectáculo, por lo cual haremos esto al estilo Brooklyn, ¡La primera persona en anotar un punto gana el torneo!” Raúl está en shock, es su primer torneo ¿Como demonios va a ganar en muerte súbita? Aparte que está cansado de su Última pelea, entonces recuerda las palabras de Johnny “¡En este Dojo no existe la debilidad! ¡Eres un Cobra Kai! ¡Nada derrota a un cobra Kai!! y también recuerda lo que le dijo Jake “La vida no siempre va a ser justa, es más, la vida tiende a ser más dura para aquellos que son buenos, pero debes salir siempre con tu frente en alto y aguantar.” Rául voltea a ver a Johnny y a Jake, asientan con su cabeza y Raúl asiente con ellos. El alumno se prepara malévolamente y Raúl toma la pose de grulla “¡Ja! Dutch me advirtió que ibas a intentar algo similar, pero tus trucos antiguos no te servirán ahora” Pero antes de que pueda seguir leyendo la pose de raúl cambia;la pierna no está tan arriba, sus manos empiezan a hacer una clase de círculo y su cara está de perfil, viendo a Jake y a Johnny. Se escucha la cuenta atrás “3, 2, 1” silencio. Un silencio total consume la arena por lo que parece una eternidad, y entonces… ¡Gritos! ¡De celebración! El alumno del Buitre y Dutch se ve derrotado en las colchonetas, y Raúl triunfante enfrente de él. Todos los espectadores se reúnen y cargan a Raúl, sus dos Senseis le entregan el trofeo y se van al Hotel.
Llegando al Hotel Raúl va con Miguel. Miguel saca un par de Dr. Peppers y prende el xbox. “Solo hay una cosa que no entiendo Raúl, ¿Cómo demonios anotaste el punto?” “Un día que me quedé tarde con Johnny me explicó la técnica de la pantalla de Grulla y como usarla en cualquier torneo moderno sería ilegal pues es un golpe a la cara, entonces me enseñó una variante para confundir al oponente. La variante consiste en lanzar una patada corta, haciendo creer al oponente que tu ataque principal es esa patada, pero justo cuando el oponente intente bloquear la patada, dar un golpe con ambas manos al pecho opuesto del oponente”. Miguel se queda impresionado y solo dice “Meh, yo solo lo hubiera golpeado, no hay porque complicarse” Ambos Cobra Kais se ríen mientras toman los controles del xbox mientras comienzan a tomar de sus Dr. Peppers. Fin.
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LA MADRUGADA TE ENCONTRARÁ Y, SI TIENES SUERTE, SERÁ VIVO. Invitación firmada por Stella y Julian Favre ha llegado a tus manos susurrando promesa de níveo paraíso, no te toma más que un par de segundos deslizando tus dígitos por aquella carta para dejar correr el entusiasmo que enfrasca aquella aventura, ¿Qué dices River Drysdale? ¿Aceptas dejarte envolver por la madrugada?
MADDIE, bienvenide a demadrugada, esperamos que disfrutes de la experiencia del grupal. A partir de este momento cuentas con 24 horas para enviarnos la cuenta de tu personaje, de necesitar más tiempo no dudes en enviarnos un mensaje.
DATA OOC
i. Seudónimo: maddie
ii. Zona horaria: gmt-4
iii. Triggers: incesto, abusos, non-con
iv. ¿Leíste las reglas? REMOVIDO.
v. Tu disponibilidad para el rol: un seis de diez
vi. ¿Algo que quieras decirnos o advertirnos? todo está bellísimo, amo aquí ♡
DATA DEL PERSONAJE.
i. Completa el siguiente párrafo con información básica:
La víctima ha sido bautizada como river drysdale, lleva hasta la fecha veinticuatro años respirando y ha sido un desafortunado elegido de la universidad bernavich por ser estudiante de letras. Su acento delata sus raíces, es estadounidense y nos llama la atención su parecido con freddy carter.
ii. Datos biográficos y curiosidades:
𝒖𝒏𝒐. padre huye de sus responsabilidades parentales apenas la oportunidad se le presenta, dejándole solo junto a progenitora, y un sinfín de promesas vacías de que les enviaría dinero cuando encontrase profesión estable, o que no desaparecería por completo de la vida del niño. madre soltera es quién le cría de la mejor manera que encuentra posible a un hijo que no ha planeado y se atreve a llegar de manera repentina a interrumpir planes de viajar por lo largo y ancho de los estados unidos junto a su novio de la secundaria, antes de sentar cabeza y pensar en un futuro, pero es terca en extremo y no permite que llegada de la criatura le haga abandonar su sueño, al menos no al comienzo. primeros años de river son en extremo inestables, viajando de ciudad en ciudad en la búsqueda de trabajos que su progenitora no logra mantener más allá de un par de semanas, al igual que las parejas que trae hasta casa pensando que más de alguno podría convertirse en una figura paterna para el menor. luego de unos años el dinero escasea en demasía, teniendo que finalmente establecerse en orlando, lugar que les trae un poco de estabilidad al igual que el trabajo en que se desempeña, teniendo que mantenerse fuera de casa todo el día.
𝒅𝒐𝒔. al llegar a orlando escuela le resulta bastante difícil, y no porque no sea inteligente o no tenga capacidad de aprender, siendo que tiene un enorme interés en la literatura y las artes, pero el problema es que no está motivado académicamente, prefiere aprender por cuenta propia entre sus libros o en una biblioteca, que pasar jornadas extensas encerrado en un salón de clases. es manera a la que se ha acostumbrado a vivir, viajar de un lugar a otro, nunca permitiéndose sentir lo suficientemente cómodo porque sabe que tendrá que mudarse pronto, pero esta vez es diferente, aunque debería ser verlo de manera positiva, no lo llega a sentir así, porque se siente atrapado en una ciudad que no le logra entender. pero logra hacer de las suyas siendo que la única figura parental es su madre y apenas le ve durante la semana, además que puede percibir el poco interés de su parte en lo que él hace mientras se enfoca en el novio que no durará más allá de un mes, por lo que comienza a tomar ventaja.
𝒕𝒓𝒆𝒔. falta de apoyo por parte de su madre mientras se convierte en un adolescente y la clara ausencia de una figura paternal fija, provocan que river se sienta en extremo solo y asustado del mundo en ciertos ámbitos, como resultado, cada vez que alguien se le acerca lo suficiente para que se convierta en persona de importancia en su vida, se distancia de inmediato sin explicación alguna, situación en la que se ha visto envuelto más veces de las que logra recordar. se salta la escuela, se queda afuera hasta tarde, siendo su progenitora la que termina por perder el control por completo del joven, son constantes amenazas de que lo enviará a vivir con su padre ( quién no estaba dispuesto a recibirlo sin si quiera dar a conocer su paradero ) las que abandonan sus labios. es ahí cuando como último recurso surge la idea de enviarlo hasta europa, exactamente a la casa de su tío materno con la esperanza de que le ayude a enderezarlo. a river no le agrada la idea, porque puede sentir la poca fuerza de voluntad y esfuerzo que ella logra colocar en hacerse cargo de él.
𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐. llega a suiza hasta la casa del hermano de su madre, a quién vio solamente un par de veces de niño, quién es el dueño de una pastelería a la que le va bastante bien. sus únicos requerimientos para mantenerse en su hogar es: que asista a la escuela para graduarse de la secundaria y trabaje con él a medio tiempo, a lo que river tiene mucho para protestar y no duda en hacerlo, tal vez es el cambio de ambiente justo lo que necesitaba, siendo proceso de adaptación para nada fácil. al comienzo es una relación bastante complicada, siendo que su tío nunca tuvo hijos, no sabe muy bien como lidiar con alguien a quién le han dado tantas libertades, porque conoce a su hermana, y deduce que existieron otras preocupaciones para no enfocarse en el adolescente, pero ambos se terminan dando la oportunidad de convivir con el otro. con el tiempo el mayor termina por convertirse en la figura paternal que tanto llegó a necesitar, y se convierte en su más grande apoyo en el momento que llega la noticia de que su madre se ha casado y ha tenido otro hijo, siendo su odio incrementado por la mujer, ¿cómo es capaz de traer otro niño al mundo cuando no ha sido capaz de cuidar del primero? ¿y casarse? sí ha cambiado de novio tan rápido como de ropa.
𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐. se niega en regresar a estados unidos una vez que se gradúa de la secundaria, tampoco es que tenga un hogar al que volver para rodearse de desconocidos, cinismos de la mujer que le ha dado la vida y no se ha esforzado para cuidarle siendo ese su trabajo más importante, pero llega alguien nuevo a su vida, y de repente si está apta para hacerlo. ignora las llamadas, los mensajes de texto de su parte, todo, las tarjetas que llegan en su cumpleaños… o unas semanas más tarde, tendría que apreciar el esfuerzo, pero no lo hace. logra entrar a la universidad de bernavich con una beca que no le ha resultado para nada fácil conseguir, lo que fue una gran sorpresa para su tío, pero se enorgullece al recordar a aquel adolescente desesperanzado y desmotivado para continuar con sus estudios de a poco a encontrado un enfoque en su vida.
iii. Datos psicológicos:
(+) positivos: inteligente, perspicaz, ingenioso, audaz.
(-) negativos: irascible, rencoroso, desconfiado, imprudente.
iv. De no ser ningún skeleton, por favor detallar en breves líneas su relación con alguno de los mellizos Favre.
en diversas ocaciones se topa con stella en la pastelería de su tío cuando se encuentra trabajando tras la caja, han intercambiado un par de palabras y una vez le regaló un pastel que estaban por desechar.
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Danganronpa 3. Talent runs in the blood (versión española). Episodio 1. Hermanos de sangre
(Aunque comenté anteriormente que subiría los episodios en febrero, me he aventurado y prefiero comenzar por hoy y subir un episodio cada domingo sucesivo hasta terminar con todos. ¡Gracias por leer! Espero que, aunque son episodios un poco largos, resulte entretenido y genere una profunda desesperación en vuestras almas. ¡Que dé comienzo el espectáculo!)
- HIROYUKI. Toda mi vida he sido normal. No es algo de lo que me enorgullezca, ya que a lo largo de ella he conocido a mucha gente igual que yo: con unos sueños, unas aspiraciones, unas preocupaciones y unas ganas de vivir. Todo marchaba bien, normal, hasta que llegué a la academia más famosa de Japón; su nombre es: Pico de Esperanza, ¿o debería decir “era”?
Dicen que nada más llegar allí tu vida cambia por completo, y eso te lo puedo asegurar. Pero en mi caso no cambió del mismo modo que la de los estudiantes con talento: ellos eran los que conseguirían alcanzar el éxito y la fama algún día. Por desgracia para mí, la vida cambió a peor desde el principio.
Ahora ser normal no era lo “normal”… ¿Irónico, no? El talento, que se suponía esencial para arreglar este mundo, lo estaba destrozando poco a poco. Hmmm… ¿Y si no era el talento la causa del caos que estaba por venir? ¿Y si eran en verdad la prepotencia, el despotismo y la arrogancia los responsables del Suceso Más Trágico, Más Grotesco y Más Terrible en la Historia de la Humanidad?
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- HIROYUKI. Mi familia y yo vivíamos lejos de Pico de Esperanza; la única manera de llegar allí con tiempo era en coche o en tren. Cuando tenía 15 años conseguí acabar los estudios previos al Bachillerato con buenas notas, fruto del esfuerzo y de mi pasión por el estudio, por aprender cosas nuevas.
(En la clase de Hiroyuki acaba de sonar el timbre que indica el fin de la clase. Todos los alumnos se levantan de sus asientos y van abandonando el aula)
- PROFESOR. Hiroyuki, ¿puedo hablar contigo antes de que te marches?
- HIROYUKI. Claro. (Se acerca a su profesor)
- PROFESOR. Enhorabuena, Hiroyuki. He estado revisando tus resultados académicos y he de decir que son excelentes en comparación con la media, te felicito.
- HIROYUKI. (Con gran felicidad) ¡Muchas gracias, profe!
- PROFESOR. ¿Ya sabes en qué centro estudiarás Bachillerato? (Hiroyuki asiente)
˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜
- HIROYUKI. En el momento en que mis padres se enteraron de que la Academia Pico de Esperanza había abierto un Curso de Reserva para estudiantes sin talento, empezaron a ahorrar dinero para intentar que me admitieran allí. Los cursos de reserva duraban lo mismo que los de preparatoria, pero había tantas solicitudes que cada medio año comenzaba un nuevo curso para poder admitir más alumnos.
(En la casa de Hiroyuki, su padre le está enseñando imágenes de la Academia a través de un ordenador)
- TADASHI. “La Academia también cuenta con un gran campus en el que los estudiantes podrán estar en contacto con la naturaleza y descansar tras las clases”. ¿Te gusta, hijo?
- HIROYUKI. Me parece muy bien.
- TADASHI. Pues con un poco de suerte seguro que entrarás en el próximo curso. Todo gracias a tu esfuerzo y trabajo, ¿eh?
- HIROYUKI. (Sonríe) Muchas gracias.
- TADASHI. Ojalá te admitan. Así podrás llegar a ser tan exitoso como tu hermano.
- HIROYUKI. (Traga saliva) S-sí…
- HIROYUKI. Sentí en ese momento cómo se clavaba un puñal en mi corazón… El puñal del talento. Por aquel entonces no me llevaba especialmente bien con mi hermano Kichiro; el talento nos diferenciaba como el día y la noche. Mientras él lo tenía prácticamente todo resuelto en la vida, yo era el luchador, el que tenía que hacer milagros para poder alcanzar un futuro cuando menos estable.
˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜
- HIROYUKI. Mi hermano era dos años mayor que yo y ya estaba en su último curso de Bachillerato en aquella Academia. Para graduarse, tenía que superar varios exámenes prácticos antes de que empezara la primavera. Él tenía el título de Guionista Definitivo.
(Dentro de un tren de ida a la Academia se encuentran Kichiro Kobayashi, Takumi Murakami (Jugador de yo-yó Definitivo) y Hari Bachchan (Estudiante Vudú Definitivo), conversando y riendo)
- MONITOR. Atención, la próxima estación es la última de este trayecto: Academia Pico de Esperanza. Tengan cuidado al bajar del tren.
(El tren se detiene y todos los estudiantes van bajando de él)
- HIROYUKI. No sólo iba allí para estudiar. Para aprovechar al máximo sus habilidades y ganar experiencia para el futuro llevaba año y medio trabajando en una sección de noticias de Pico de Esperanza. Al parecer, la Academia les permitía a un pequeño equipo de dirección y a él difundir avisos, noticias y frases motivadoras a primera hora de la mañana antes de empezar las clases para todos aquellos estudiantes que llegaran pronto a clase. Eso se suponía que “proporcionaba esperanza”.
(Por todos los pasillos y aulas del recinto se encienden altavoces colocados entre las paredes y el techo)
- KICHIRO (VOZ). (Su voz se escucha a través de los altavoces) ¡Muy buenos días, alumnos de Pico de Esperanza! Son las ocho y veintitrés minutos. Desde esta humilde sección os agradecemos que seáis tan puntuales como siempre y que sigáis escuchándonos día tras día. Hoy tenemos una nueva frase que mantendrá altos vuestros ánimos: la motivación no nace de la inspiración, sino del trabajo duro y de los eventuales fracasos. Que tengáis un estupendo día de escuela.
- HIROYUKI. ¿”Trabajo duro”? ¿”Fracasos”? Me resultaba bastante extraño escuchar esas palabras saliendo de la boca de personas como él. Mientras Kichiro iba a la Academia entre semana, yo me pasaba las mañanas y tardes estudiando como loco para poder superar el examen de entrada que exigía el centro para todos aquellos alumnos que no poseían un talento reconocido.
(En la habitación de Hiroyuki, mientras él mira a través del ordenador modelos de examen de la Academia Pico de Esperanza aparece su madre, Natsuki Nishimura)
- NATSUKI. Hijo, ¿no crees que deberías descansar un poco? Voy a preparar la comida.
- HIROYUKI. Gracias, mamá. Ahora voy. (Sigue mirando el ordenador y su madre sale de la habitación. Hiroyuki se lleva las manos a la cabeza, nervioso) Ay… Estos ejercicios de matemáticas son imposibles de resolver. (Mira a través de la ventana) Si no me aceptan será mi final… No puedo permitirlo.
˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜
(En la clase 76, donde se encuentran Kichiro, Takumi y Hari, tan solo quedan unos minutos para que finalice el día lectivo. Algunos alumnos están agotados y dejan de hacer caso a las explicaciones del profesor Koichi Kizakura)
- KOICHI. (Escribiendo en la pizarra) …y es por esto que todo el resto de la oración es el sujeto. ¿Alguien sabría decir qué tipo de oración subordinada es esta? (Seiko Kimura levanta la mano) ¿Sí, Seiko?
- SEIKO. ¿Podría ser una subordinada sustantiva?
- KOICHI. ¿Es una pregunta o una afirmación?
- SEIKO. N-no estoy segura… (sus compañeros se ríen y Seiko baja la mirada arrepentida)
- KOICHI. (Se apoya en la mesa de Seiko) ¿Sabes qué? En esta vida lo más importante es tener seguridad y determinación en lo que uno hace o dice. Si crees que algo es de una manera, tan solo dilo. No importa si fallas; equivocarse es lo más común que puede pasar y es la única manera de aprender de los errores. Te lo volveré a preguntar: ¿es una pregunta o una afirmación?
- SEIKO. (Traga saliva) Es una oración subordinada sustantiva.
- KOICHI. ¡Correcto! El sujeto no podía ser otro que ese. (Levanta su pulgar derecho mirando alegre a Seiko y suena el timbre) Mañana quiero que traigáis analizado el resto de esa oración, ¿vale? Hasta mañana.
(Todos los alumnos van saliendo de clase y a Seiko se acercan Ruruka Ando y Sonosuke Izayoi. Este último está sujetando dos mochilas: la suya y la de Ruruka)
- RURUKA. ¡Has estado fantástica, Seiko!
- SEIKO. (Se sonroja) Gracias, pero no es nada.
- RURUKA. Oye, Seiko, ¿podría pedirte otro favor?
- SEIKO. (Asiente) ¿De qué se trata?
- RURUKA. ¿Podrías preparar alguna pastilla que me ayudara a dormir? Llevo varios días sin pegar ojo…
- SEIKO. Claro que sí. Pásate en una hora más o menos por el laboratorio de química y la tendré lista.
- RURUKA. ¡Gracias! Ya no sabía cómo disimular mis ojeras…
- SONOSUKE. Tú jamás tienes ojeras, Ruruka. (Ruruka le mira y sonríe)
(Los tres últimos alumnos abandonan el aula y se queda Koichi solo, recogiendo su material. Entra alguien en el aula de repente)
- ???. (Tocando la puerta) ¿Se puede entrar?
- KOICHI. Adelante. (Ve la cara de quien quiere entrar. Se trata de Celestia Ludenberg) ¡Celestia! ¿Qué tal estás? Pasa, pasa.
- CELESTIA. Muy bien, gracias.
- KOICHI. ¿Al final tomaste una decisión con lo que te dije?
- CELESTIA. (Se acerca a una ventana y mira a través de ella) Lo he estado pensando… Y creo que sí voy a comenzar el Bachillerato en esta Academia, ji, ji…
- KOICHI. Eso es magnífico. Vas a ser la Estudiante Apostadora Definitiva de este centro.
- CELESTIA. (Sonríe) Seguro que los dos cursos que tengo por delante serán de lo más interesantes, lo presiento…
- KOICHI. (Sonríe también) No lo dudes. En cuanto envíe tu solicitud de admisión a la Academia por escrito te llamaré y ya podrás rellenar la matrícula del nuevo curso. ¿De acuerdo? (Celestia asiente) Pues ha sido un placer conocerte, Celestia. Espero poder darte clase el año que viene si sigue habiendo escasez de profesores.
˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜
(Por uno de los grandes jardines del campus caminan Kichiro, Takumi y Hari)
- KICHIRO. (Estirándose) Cada vez salgo más cansado de las clases. ¿A vosotros no os ocurre lo mismo?
- TAKUMI. (Jugando con un yo-yó mientras camina) A mí me pasa algo parecido, pero no tengo cansancio físico en realidad. Lo que pasa es que algunas clases ya empiezan a aburrir a estas alturas. La ejecución de los profesores es generalmente correcta, pero creo que falta algo de originalidad en los temas que tratan, la verdad…
- KICHIRO. (Se ríe un poco) Siempre tan profundo, Takumi.
- HARI. Pues yo la verdad es que no me encuentro muy cansado.
- TAKUMI. Claro, porque te pasas todo el día pensando en otras cosas que no sean el estudio, vago…
- HARI. ¿A quién llamas “vago”? (Se golpea a sí mismo en la cara, pero el daño lo recibe Takumi en su propia piel. Hari apenas siente daño gracias a su talento de Vudú Humano Definitivo)
- TAKUMI. (Se toca su cara, algo enrojecida por el golpe) Era una broma, Hari…
- HARI. Ya lo sé, tranquilo. Por eso no me golpeé fuertemente, jajaja.
- KICHIRO. (Cambiando de tema de conversación) ¿Queréis ir a comer algo?
- HARI. Sí, porque yo ya empiezo a tener hambre.
- KICHIRO. ¿Y si vamos a la cafetería de la Academia?
- TAKUMI. Mientras no vuelvan a pasarse usando las especias en los platos, me parece buena opción.
(Todos se dirigen al lugar mencionado)
˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜
- HIROYUKI. Como ya dije antes, no me llevaba bien con mi hermano por todas las diferencias que teníamos él y yo. Él, no obstante, no se rendía en la lucha por intentar reconciliarse conmigo, pero yo seguía obcecado en ignorarle y tratarle como si no fuera en realidad mi hermano.
(Por la noche, a la hora de la cena en la casa de Hiroyuki se encuentran comiendo todos juntos: él, su hermano Kichiro y sus padres, sentados frente a una mesa. Hay tanto silencio como tensión en el ambiente)
- NATSUKI. (Intentando romper la monotonía) ¿Qué tal hoy en la escuela, hijo?
- KICHIRO. Bien. Nada nuevo.
- NATSUKI. ¿Hay alguna noticia interesante que hayas leído en la Academia?
- KICHIRO. (Aguantando la risa) Al parecer un par de alumnos del Curso de Reserva cogieron un extintor de incendios y gastaron una broma a otro de su misma clase.
- TADASHI. Qué salvajes. ¿Y les amonestaron o algo?
- KICHIRO. Les amenazaron con expulsarles del centro si volvían a hacer alguna travesura como esa. (Niega con la cabeza) Y me parece bien; se creen que pueden hacer lo que quieran en la Academia y eso no es así…
- HIROYUKI. (Suelta la cuchara y mira fijamente a Kichiro) Porque son estudiantes de reserva, ¿no?
- KICHIRO. … ¿Perdón?
- HIROYUKI. Estoy seguro de que si hubieran sido alumnos con talento los que hubieran hecho eso, todo el mundo estaría contentísimo con ellos. Todos riéndoles la gracia porque… uh, destacan en algo.
- NATSUKI. Cariño, no creo que tu hermano quisiera decir eso.
- HIROYUKI. Nunca quiere decir eso, nunca insinúa nada, claro que no.
- TADASHI. Hiroyuki, ya basta. Si no sabes comportarte, no te sientes en esta mesa.
- HIROYUKI. (Se levanta de su silla enfadado) Perfecto, pues me voy a mi habitación. (Abandona el comedor)
- NATSUKI. (Intentando contener las lágrimas) Siempre estamos igual. Yo ya no sé qué hacer para que seamos una familia normal.
- KICHIRO. (Toca la espalda de su madre) Mamá, no te preocupes. Iré a hablar con Hiroyuki.
- TADASHI. No lo hagas. Déjale que se tome su tiempo para que reflexione.
- HIROYUKI. Estaba enfadado, pero lo peor de todo es que no sabía verdaderamente el por qué. No sabía si es que tenía envidia de mi hermano el “perfecto” o… si me odiaba a mí mismo por no tener ningún talento… Aquella noche, antes de dormir, me puse a hacer algunos modelos de examen de la Academia Pico de Esperanza para tranquilizarme después de lo que había ocurrido anteriormente durante la cena, y entre búsqueda y búsqueda me llamó la atención una noticia...
(Hiroyuki está mirando el ordenador de su habitación y leyendo el titular y contenido de una noticia reciente)
- HIROYUKI. “Desaparecida Natsumi Kuzuryu, estudiante de reserva de la Academia Pico de Esperanza y hermana de Fuyuhiko Kuzuryu, el estudiante Yakuza Definitivo” (Lee en su mente parte del cuerpo de la noticia y se queda pensativo) Otra familia en la que hay un hermano sin talento y otro con todo… “La última vez que fue vista habían acabado las clases del día de hoy. La familia, perteneciente al clan Kuzuryu, ha evitado hacer declaraciones a la policía, si bien se está buscando a la desaparecida estudiante tras un aviso anónimo”
(Hiroyuki apaga el ordenador y se acuesta en su cama cansado y somnoliento)
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(A la mañana siguiente, Hiroyuki, Kichiro y su madre están desayunando en la cocina)
- NATSUKI. Hiroyuki, ¿no crees que deberías decirle algo a tu hermano?
- HIROYUKI. Hmmm… No me acuerdo.
- NATSUKI. (Frunce el ceño) Hiroyuki Kobayashi…
- HIROYUKI. (Mirando hacia otro lado y hablando a regañadientes) Perdón…
- NATSUKI. ¿Podrías repetirlo? No te hemos oído bien.
- KICHIRO. No es necesario, gracias mamá.
- HIROYUKI. ¿Podríamos cambiar el tema de conversación, por favor? (Mirando a Kichiro) ¿Sabes algo sobre la estudiante que desapareció ayer sin dejar rastro en tu Academia?
- KICHIRO. (Sorprendido) ¿Perdón? ¿Una estudiante ha desaparecido?
- HIROYUKI. Sí. Lo leí ayer en las noticias por el ordenador; creo que se llamaba Natsumi Kuzuryu o algo así…
(El móvil de Kichiro suena de repente y él contesta la llamada)
- KICHIRO. ¿Hola?
- HOMBRE (VOZ). (A través del móvil) Kichiro, ven inmediatamente a Pico de Esperanza y mira las noticias por el camino, por favor. Necesitamos tu talento para hacer un aviso importante en todo el centro. Son órdenes del equipo del director Jin Kirigiri.
- KICHIRO. (Preocupado) Está bien, en media hora estoy allí.
(Kichiro cuelga y se levanta de la mesa para vestirse y partir hacia la Academia)
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(Una vez en la sala de informática, desde donde se retransmiten las noticias de Kichiro antes del comienzo de las clases…)
- KICHIRO. (Alterado) ¡¿Muerta?! ¿Cómo ha muerto esa estudiante?
- HOMBRE. La policía afirma que se trata de un pervertido que forzó a la chica y acabó matándola a sangre fría.
- KICHIRO. Madre mía, la familia tiene que estar destrozada con este incidente.
- SUMIYE. La víctima también tiene un hermano, Fuyuhiko Kuzuryu, de la clase 77-B. ¿Lo conoces?
- KICHIRO. Prácticamente nada. Solamente lo conozco de vista durante los intercambios de clase.
- HOMBRE. Necesito que prepares un discurso adecuado para antes de las ocho y media.
- KICHIRO. (Asiente firmemente) Me esforzaré al máximo.
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(Sobre las 8:32 se encienden todos los altavoces del centro. Algunas clases están en el campus haciendo gimnasia, otras clases están haciendo exámenes y otras dando clase normal, pero todas detienen su ritmo para escuchar el mensaje que Kichiro tiene que transmitir)
- KICHIRO (VOZ). (Desalentado) Buenos días, alumnos de Pico de Esperanza. Son las ocho y treinta y dos minutos de la mañana. Hoy es un día triste en la historia de esta Academia… Es duro decir esto, pero la alumna que desapareció ayer poco después de acabar las últimas clases del día ha sido encontrada muerta a primera hora de la mañana en la sala de música de este centro… Todo indica que el culpable ha sido un pervertido que se infiltró en las instalaciones justo cuando todo el profesorado se había ido, pero hay que dejar trabajar todavía a la policía para conocer con mayor precisión la información sobre el caso, así que sería recomendable que nadie se acercara al lugar del crimen durante esta mañana. Desde aquí también queremos dar nuestro más sincero apoyo a los familiares y conocidos de la víctima… A las diez y media de la mañana se cortarán las clases para guardar un minuto de silencio por la fallecida. Y hasta aquí el aviso, un saludo.
(La comunicación se corta)
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(Las 10:32. Casi todos los alumnos tanto de reserva como de preparatoria se encuentran fuera de las instalaciones y descansando en el campus esperando a que empiece el minuto de silencio. Los profesores se encuentran reunidos cerca de la entrada hablando unos con otros; entre las caras reconocidas destacan: Chisa Yukizome, Koichi Kizakura y la profesora de educación física. Juzo Sakakura se encuentra en los alrededores de la Academia junto con un gran grupo de guardias de seguridad)
- KICHIRO. (Busca a Fuyuhiko entre toda la multitud y se acerca a él) Fuyuhiko, soy Kichiro Kobayashi, el que da la sección de noticias por la mañana. (Coloca su mano derecha en el hombro de Fuyuhiko) Permíteme decirte que lo siento mucho, de verdad.
- FUYUHIKO. (Lleno de rabia e ira, le quita la mano del hombro) Apártate y piérdete de mi vista.
(Peko Pekoyama se interpone entre ellos dos y arrastra a Kichiro a un lugar alejado de Fuyuhiko)
- PEKO. El joven maestro está muy dolido por su pérdida. Deberías mantenerte alejado por un tiempo hasta que la situación se relaje.
- KICHIRO. Lo entiendo, lo siento.
(Kichiro vuelve con sus compañeros de clase y se encienden los micrófonos del campus)
- JIN (VOZ). Buenos días. Soy Jin Kirigiri, director del centro principal de Pico de Esperanza. Gracias a todos por asistir a esta reunión para guardar un minuto de silencio por la fallecida alumna Natsumi Kuzuryu, del curso de reserva. En cuanto suene una sirena comenzará el minuto, y de nuevo volverá a sonar cuando termine el tiempo.
(Suena la sirena y todo el mundo guarda silencio. Solamente se escuchan el gorjeo de los gorriones y el tambaleo de los árboles a causa del viento. Unas estudiantes llamadas Sato, Mahiru e Hiyoko se encuentran algo apartadas de la gran masa de alumnos concentrada en el centro)
- SATO. (En parte aliviada y con un gesto algo alegre) Ya ha pasado lo malo.
- MAHIRU. … No hablarás en serio, ¿no? Natsumi sigue muerta.
- HIYOKO. Que la den. Al menos esa imbécil ya no volverá a molestarte.
- SATO. Exacto. Ya no tienes que preocuparte de nada, Mahiru, nosotras estamos aquí contigo para apoyarte.
(Se acerca un profesor)
- PROFESOR. (En tono bajo) Por favor, manteneos en silencio, aunque solo sea por la pobre chica que ha muerto.
(Todas las chicas se callan y Sato ve a lo lejos, al lado de un árbol, a una Natsumi imaginaria con la cabeza ensangrentada, su cuello con moratones, los ojos bien abiertos y su mirada fija en ella)
- NATSUMI (IMAGINACIÓN). (Con suspiros algo distorsionados) Nunca te perdonaré por lo que me has hecho. Jamás…
(Sato traga saliva, suspira y cierra los ojos hasta que el minuto de silencio finaliza)
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- HIROYUKI. Las cosas no hicieron sino empeorar. Según lo que contó mi hermano en casa, al día siguiente muchas estudiantes mujeres se negaron a ir a clase por el asesinato ocurrido. En las redes sociales se calificaba este incidente como un acto machista y terrible, y Pico de Esperanza había pasado, por un día, de ser reconocido a nivel nacional por sus logros y metas a serlo por un acto tan trágico como este.
Pero la cosa no quedó ahí, lo que pasó al día siguiente marcó un antes y un después en la historia de esta Academia.
(Se puede ver a Hiroyuki mirando noticias en el ordenador de su habitación)
- HIROYUKI. … No puede ser. Seguramente se hayan equivocado… (Mira otra noticia y se sorprende) P-pues no es un error… “Una segunda alumna del Curso de Reserva ha sido encontrada muerta en las instalaciones de Pico de Esperanza”. ¡¡Kichiro!! ¡Kichiro!
(Aparece Kichiro a medio vestir)
- KICHIRO. ¿Qué ocurre?
- HIROYUKI. ¿Has visto las últimas noticias?
- KICHIRO. (Preocupado) Me temo que sí. Es terrible lo que ha ocurrido.
- HIROYUKI. ¿Es que nadie se preocupa por los alumnos de reserva o qué? La información de la Academia dice que siempre hay varios equipos que velan por la seguridad de los estudiantes.
- KICHIRO. La policía dice que se trata de un pervertido, y personalmente creo que tiene que ser alguien que pertenezca a la Academia y que pueda pasar desapercibido, porque si no no encuentro otra explicación posible.
- HIROYUKI. (Mira frustrado a su hermano) Es curioso que esto no pase con alumnos de preparatoria. Ellos siempre están protegidos hasta el último pelo porque son imprescindibles para esta asquerosa sociedad.
- KICHIRO. Eso no es así, no hables de lo que no sabes.
- HIROYUKI. (Se levanta de su asiento) ¿Cuántos alumnos sin talento más tienen que morir para que os déis cuenta? Solo os interesa nuestro dinero, ¡nada más! Nuestra vida os importa una mier- (Kichiro le da un bofetón)
- KICHIRO. ¡Cállate! ¿Cómo te atreves a decirme que no me importas nada? ¿Y tú qué sabes? ¡Eres mi hermano!
- HIROYUKI. (Con la cara enrojecida, se pone a llorar) Márchate. ¡Vete de mi habitación!
(Hiroyuki empuja a Kichiro hasta que le echa de su habitación y cierra con fuerza la puerta)
- KICHIRO. (Frustrado, apoyado en la puerta) Hiroyuki, perdóname.
- HIROYUKI. ¡Vete! No quiero saber nada de ti.
- KICHIRO. (Mira su reloj) Maldita sea, tengo que irme o llegaré tarde. (Se marcha rápidamente del lugar)
- HIROYUKI. Detesto que la mente tienda a recordar con mayor precisión los malos momentos. Todavía me arrepiento de lo que ocurrió aquella mañana, pero yo me sentía muy impotente y desprotegido entonces. De hecho, hasta me llegué a plantear a raíz de aquellas dos muertes el no presentarme a los exámenes de acceso a la Academia.
˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜
(En la redacción del edificio principal de la Academia aparece Kichiro en busca de sus compañeros. La primera persona que encuentra es la ex-estudiante Periodista Definitiva: Sumiye Miura, discutiendo con el jefe del equipo de redacción)
- SUMIYE. Vuelvo a repetir que esto no tiene pinta de haberlo hecho un acosador.
- HOMBRE. Da igual de lo que tenga pinta. Tanto la policía como la Academia han dictaminado que este asesinato también ha sido cometido por un pervertido y nosotros no podemos contradecir nada al respecto.
- KICHIRO. ¿Qué ocurre? ¿Habláis sobre la nueva chica asesinada?
- SUMIYE. Exacto, y me juego mi puesto a que esas muertes no son obra de un acosador como dice la policía.
- HOMBRE. ¿Y qué más dará lo que pensemos? Nuestro trabajo es recoger información y transmitirla en el centro y alrededores, punto.
- SUMIYE. ¡Pero no podemos ignorar esto que está pasando! Llevo años trabajando en el mundo del periodismo y sé distinguir entre los actos de un pervertido y un asesino en serie.
- KICHIRO. (Irónico, aunque algo asustado) Tampoco estamos buscando a un Genocider Sho o alguien por el estilo...
- SUMIYE. Genocider Sho seguro que no fue. Él tan solo tortura a hombres por lo que se sabe.
- HOMBRE. Repito que esto ya no entra dentro de nuestras competencias. Volved al trabajo de inmediato.
(Entra una mujer de repente)
- MUJER. ¡Atención todo el mundo! ¡Acaban de dar con el culpable de los asesinatos!
(Todos se sorprenden y empiezan a buscar en Internet o a mirar a través de las ventanas para conseguir información al respecto)
- KICHIRO. ¡¿En serio?! ¿Han atrapado al pervertido?
- PERIODISTA. (Sentado en su asiento de trabajo) ¿Entonces se trata de un acosador o no?
- MUJER. La policía dice que sí.
- HOMBRE. Kichiro, hoy no vayas a clase; enviaré a tu profesor una carta para que hoy te quedes aquí en la redacción trabajando. Te necesitamos más que nunca. (Kichiro asiente y el hombre mira a Sumiye) Y tú, quiero que vayas a donde esté la noticia y saques hasta el más mínimo dato sin importancia sobre este caso.
- SUMIYE. Entendido.
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(En las noticias de las principales cadenas japonesas no se habla de otro asunto que el de la Academia)
- PRESENTADORA 1. Y en las noticias de última hora sabemos que acaban de arrestar al presunto asesino de dos jóvenes estudiantes de la prestigiosa Academia Pico de Esperanza.
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- PRESENTADOR 2. Itaro Janure es el nombre del sospechoso acusado de asesinar a sangre fría a dos alumnas de la Academia Pico de Esperanza.
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- PRESENTADOR 3. Hace unos minutos la policía ha hecho pública la identidad del presunto asesino de las adolescentes de Pico de Esperanza, mayormente conocido en las redes sociales como el “Cráneo de las Sombras”. Su nombre es Itaro Janure y trabajaba como uno de los conserjes del centro.
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- REPORTERA 1. (En la escena del arresto, agolpada entre la multitud) Pues efectivamente, como comentabas, me encuentro en la entrada a la Academia Pico de Esperanza para que veáis en directo cómo se llevan a comisaría al actual ex-conserje del
centro, acusado de matar a dos alumnas.
(Se puede ver al ex-conserje gritando que no ha hecho nada, que ni siquiera conocía a las víctimas)
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(En el despacho del director Jin Kirigiri, poco tiempo después…)
- KOICHI. (Apoyado en la mesa del director) Así que han detenido al pervertido, ¿eh?
- JIN. (Meditando con los ojos cerrados) Eso parece.
- KOICHI. ¿Puedo preguntarte algo? (Jin asiente) ¿Tú crees que ese pobre hombre es culpable?
- JIN. (Suspira y gira su asiento para mirar por la ventana) En verdad no. Claro que no creo que haya sido culpa de un pervertido siquiera. En mi opinión, tiene pinta de haber sido más bien un ajuste de cuentas.
- KOICHI. ¿Y no te da remordimientos que un posible inocente vaya a ir a la cárcel?
- JIN. Por supuesto que los tengo, como el que más. Pero debo velar por la seguridad de esta Academia, y para ello el ambiente tiene que estar tranquilo. Si la gente cree que el culpable ya está entre rejas, nadie cuestionará nuestra credibilidad.
- KOICHI. (Saca una bebida alcohólica) Como quieras; aquí tú eres el jefe, compañero. (Deja de beber y mira la hora en su reloj de muñeca) Uh, tengo clase en diez minutos. Debo irme. (Se levanta de la mesa y se dirige hacia la salida)
- JIN. Kizakura…
- KOICHI. ¿Sí?
- JIN. Gracias por tu apoyo. Te prometí que no tendrías que dar clase este año, pero las cosas no han marchado tal como pensaba. De todos modos, ya estoy recibiendo solicitudes de profesores cualificados.
- KOICHI. (En broma) Ignoraré que has insinuado que no estoy cualificado para el puesto, ya me invitarás a unas copas algún día que nos vayamos de marcha. (Jin sonríe y Koichi sale de la sala)
- JIN. (Alegre y algo aliviado) Nunca cambiarás, Kizakura.
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- HIROYUKI. Asesinatos, celos, mentiras, odio, desconfianza… Eso es lo que realmente ofrecía la Academia aquellos días para atraer a más estudiantes. (Suspira) Y lo peor de todo es que consiguió atraerlos. Este fue el principio del fin de un mundo donde había muchos detonantes, pero la gente vivía en paz por estar estos ocultos, silenciados. Espero no haberme extendido demasiado.
- ???. Para nada, todavía tenemos tiempo de sobra. Quiero que me cuentes más historias como esa, necesito vivir en mi mente todo lo que te sucedió durante ese año y medio.
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(Por una oscura calle se escuchan pasos. Se trata de Nagito Komaeda, quien mira a ambos lados de la calle en busca de alguien, hasta que finalmente lo encuentra)
- NAGITO. (Sonriente) Hola, amigo, te estaba buscando.
- TED. (Escupe el chicle que estaba masticando) ¿Amigo? ¿Tú quién eres, escoria?
- NAGITO. Acabas de describirme perfectamente, jajaja. Soy alguien sin importancia aquí. Y tú tienes que ser el Artificiero Definitivo, ¿no es así?
- TED. (Asiente) Así es. ¿A qué has venido?
- NAGITO. (Su rostro se oscurece, sujeta los hombros de Ted Chikatilo con sus manos y le susurra al oído) Necesito preparar una bomba.
- TED. (Pone a Nagito frente a la pared y coloca un cuchillo bajo su cuello) ¿A qué juegas, renacuajo estúpido?
- NAGITO. (Vuelve a sonreir) Nada, solo quiero un poco de tu ayuda para hacer una buena obra.
(Por suerte, un gato callejero interviene en la situación y arrebata el cuchillo que sostiene Ted. Este se queda asombrado)
- TED. ¿Qué demonios?
- NAGITO. (Su mirada se pierde entre sus delirios) Y bien, ¿me ayudarás?
Continuará el próximo 17 de enero... ¡No te lo pierdas!
#danganronpa#danganronpa 3#talento#estudiantes#esperanza#desesperacion#escritura#fanfic#suspenso#thriller#misterio#talent
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VIII
Love is a Batlefield de Pat Benatar suena en mis audífonos mientras paso otra madrugada de codiciado ocio de cuarentena en mi pieza, el noteboook sobre mi pelvis con varias pestañas abiertas; WhatsApp, YouTube, perdiendo el tiempo junto a otras redes sociales. Han pasado algunos otros varios días desde que salí de la pieza de mi primo luego de prácticamente, por feo y funable que suene, abusar de él. Hace algunas horas vi Call Me by Your Name, película que pensaba se sustentaba en el atractivo de sus actores, pero no. Recomendaciones de parte de una persona que no pensaba lo haría, me sacó de ese prejuicio, bastante ridículo para alguien que escribe este tipo de cosas. La cosa es que me identifiqué en un principio con el personaje de Elio, recordando mis pocas experiencias mientras llegaba a la veintena, pero hacia el final de la película me sentía mas cercano a Oliver en esta última etapa de mi vida, mientras que Fabián podría perfectamente protagonizar la última escena de esa película. Alguna vez vi a este actor que interpreta a Oliver, haciendo el -buen- ridículo en alguna versión de Blancanieves - quien te viera y quien te ve, pensaba al verlo revolcarse con su coprotagonista. Lo recuerdo bien, porque mi primera pareja, aquella que me marcó en varios sentidos, podría pasar como una versión mini y chascona de aquel actor.
Mi amiga y compañera Nicol me mensajeaba a estas horas en el WhatsApp. Logró quedar trabajando en la empresa en la cual realizó su memoria. Tiene muchas facilidades a la hora del transporte y del resguardo de ella como personal, pero aun así una leve angustia le llega algunos días. Justo ahora está de descanso y aprovecha de copuchar conmigo.
-No se como estai sin pega después de haberte comido a tu jefe en la práctica y yo, como nunca fui una santa y ahora trabajando weon
-Oye tramposa si tu estas pololeando! De la mina le pusieron cualquier color en contratar gente, igual se que tengo posibilidades de entrar pero ya tendría que ser a fin de año... o capaz que el próximo
-Te imaginai hasta el otro año con esto? Me mueroo
-Ni en broma jajajajaja
-Nooo jajajja recién pagá y entubá
-Tu trabajando y llorando por nada y uno aquí mascando lauchas
-Jajajjaj y te quejai mas encima mantenido ql
-Jeje... pucha, si igual no puedo quejarme. Oye... no te he contado que me habló el otro día mi jefe... osea mi ex jefe
-Noo weon y que te dijo
-Enloqueció, me ofreció irme a hacer cuarentena con él
-Que?? Oye pero lo dejaste loco.
-Loquísimo
-Ahí a ese depa que me mostraste?
-Si ahí mismo
-No se porque no estas allá
-Y como explico que me fui a vivir con mi ex jefe?
-Inventa que te salió pega, vas 4x4 a su depa
-Oye tu cada día mas loca
-Pero si técnicamente sería pega, él sería como tu sugar daddy
-Jajjajajjajajja pero como se te ocurre, aparte no es tan viejo, si el Alex tiene 34 nomas
-Tu sabes que yo en tu lugar lo haría amigo. Siempre tan bobo Maxi
-Pero yo no soy como tu
-Pero con los años te has vuelto todo un puto, y yo que te conocí prácticamente virgen
En ese momento me llega un mensaje de Fabián. "Primo podemos hablar?". Me quedo mirando en el costado izquierdo de la pantalla del notebook, mientras me siguen llegando mensajes de la Nico especulando lo que yo podría hacer en mi hipotético "trabajo". Su mensaje cambia a un "escribiendo..."
-(...) y en ese jacuzzi que tiene te luces, lo esperas ahí cuando le toque bajada
-Oye de verdad tu serías capaz, ya lo estai pensando mas que yo
-Aprovecha que eres joven amigo. No le rompas el corazón
-Asi como me lo han roto a mi dices tu?
-Tu siempre sufriendo por pendejos y haciéndote el loco cuando vale la pena. Madura!! Sin promesas y sin compromisos
-tu decí?
-Los dos sabemos. Oye y tu "primito" como está? Siguen peleados?
-Nose en verdad. Hablamos super poco, pero porque pasa en clases
-Como que ya no se publicita tanto en el Insta
-Jajajjaja, es que no tiene como, si está pa la cagá con la U
-Me imagino weon, menos mal salimos justo. Pero eso no me importa mucho, tu sabes a lo que me refiero
En ese momento me llega el mensaje de Fabián. Me quedo tratando de ver que dice sin tener que entrar en ese chat
-Creo que le rompí el corazón
Borro este último mensaje antes de enviarlo. Lo cambio por algo mas sutil, para pasar de largo con el tema de Fabián y seguir hablando sobre el inconcluso pseudo amorío con mi ex jefe, Alex. Sigo desentendiéndome del mensaje de mi primo. Seguimos comentando la reciente oferta que recibí, Nicol quería convencerme a toda costa. Conoció a su actual pololo en la mina, haciendo sus últimas actividades universitarias bajo la "suerte" de trabajar en minería, y actualmente coincidían con los turnos. Su vida, si no fuera por las condiciones actuales, podría decirse que sería la vida perfecta. Lo merece, después de bastantes sacrificios para conseguir su lugar.
Alex técnicamente no era mi jefe, pero podría serlo por organigrama. Es uno de los Ingenieros en minas que trabajaba en la misma planta de oficinas -de hecho, la de al lado- de la mina en la que realizaba mis actividades como entonces practicante y futuro memorista. De fotos tomadas la noche en que por primera vez llegué hasta su departamento ubicado en uno de los sectores exclusivos de la ciudad, la Nico se acuerda e intenta molestarme de vez en cuando. El sexo con él es exquisito. Me hacía falta sentir algo mas de experiencia, digamos mas natural, mas madurez, en mis encuentros, y con Alex lo había encontrado.
Recuerdo cuando lo vi por primera vez, luego de poco mas de dos semanas de haber iniciado mi práctica, en circunstancias bastante ridículas. Ese día en particular, algo que había comido en el casino no me había caído muy bien y la altura no ayudaba para nada. Era ya la tercera vez que me dirigía al baño esa mañana. Mientras luchaba sentado en el retrete intentando apurar la situación, siento los pasos de alguien que entra al baño y al parecer se queda en el lavamanos, sin dirigirse ni a los urinarios ni a alguna cabina. La paranoia propia de mi malestar me hacía imaginar las acciones de aquel individuo que me incomodaba, y seguía ahí sin hacer nada. Me daba vergüenza que alguien me viera saliendo luego de escuchar algunos ruidos provenientes de mi maltratado cuerpo. Ya estaba listo y pasaban algunos minutos en que este individuo parecía seguir ahí, yo estúpidamente sin querer salir, a pesar de tener que volver a la oficina a realizar mis tareas del día. Me decido y salgo decidido, cabizbajo y queriendo evitar algún tipo de contacto con quien fuera el tipo que perdía el tiempo mirándose al espejo y arreglándose el peinado, pero no pude. Era un tipo alto, guapo, tanto de cabello y grandes ojos castaños. Unas piernas y muslos que se notaban apretadas bajo su ordenado pantalón. Se volteó hacia mi, con su rostro afeitado recientemente y se sonrió al verme quizás en que condiciones.
-¿Estas bien?- la puna, si, era la puna, no me aseguraba las condiciones necesarias para responderle a su jovial voz como debería.
-Si, bien- le dije algo aturdido, directo a lavarme las manos, y mojarme la cara. Mirando al espejo noté que su relajo había cambiado a preocupación.
-Oye eres uno de los practicantes cierto? Tengo que llevarte al policlínico.
-¡¿Que?! ¡No!- desperté un poco mientras el se acerca a querer darme algún apoyo. Me habré visto muy mal aquella vez - tengo que ir a la oficina
-No, así no puedes ir, y yo no puedo dejarte así, mírate- la vergüenza que pretendía evitar ahora me invade por completo. Tanto que quizás eso fue lo que me hizo vomitar ahí mismo. Sin hacer algún asco, me ayuda a recomponerme, me indica como recuperar aire y me obliga a acompañarlo al poli, una vez que ya pude caminar por mi cuenta, aunque aún necesitaba orientación. Se encarga de hacerle saber a mi tutor de mi condición, me ayuda con el registro para la atención y espera junto a mi a que llegue mi turno. No soy el único estudiante, ni trabajador, esperando ser atendido.
-Viste, no tienes que preocuparte, esto es normal de todos los años- me dijo discretamente, mirando de reojo a algunos de los otros chicos, con los que cruzo miradas de empatía - a veces tienen que bajar a algunos porque no aguantan las primeras semanas. A todo esto, un gusto Maximiliano, Alex.- se presentó ofreciéndome su mano.
-Muchas gracias, don Alex- le respondí junto con el apretón, mirándome con una cara...
-Alex nomas, y eso que te ayudo me tratas asi- se rió sin soltarme. Me ruborizé de una manera...
-Disculpe don Alex, digo perdón Alex- le devolví la talla con la energía y risas que me había devuelto, soltándonos las manos.
-Tranquilo estudiante en práctica Maximiliano- me dieron unas ganas de responderle con un "ya seguiste", pero no pude. Al menos me devolvió la confianza que había perdido junto con casi mi consciencia hace unos momentos.
-Oiga, eh.. Alex, ¿por qué esta acá conmigo? ¿no tiene cosas mas importantes que hacer?-pregunté recordando que estaba al parecer haciendo tiempo en el baño cuando nos encontramos.
-Tranquilo, ando recién volviendo de vacaciones y puedo tomarme un tiempo para readaptarme, o sino voy a terminar igual que practicante. Aparte que las labores de verano incluyen rescatar niños como tú- me sonrió, entre burlesco y simpaticón.- en mi condición no podía decirle nada, a pesar de que tenía todas las ganas. Nació un silencio por unos segundos, pero mis preocupaciones me ayudan a derribarlo.
-Y... ¿qué le dijo a mi encargado?
-Que te encontré desfalleciendo, desmayado en el piso del baño.
-Nooo usted no dijo eso.
-¿Como que usted? Bájame el tonito- rió suavemente - le dije al Hernán que te encontré apunándote en el baño y que te traía al poli a que te dieran algo para recuperarte. No te preocupes, no es grave. Y si sientes que te va a pasar algo tienes que venir en ese momento para acá. Nadie te va a cuestionar eso.
-¿Y también se puede ir al baño a mirarse al espejo?- me atreví a decirle.
-También, porque puedes rescatar niñitos que no conocen su lugar- me respondió queriendo sonar serio, pero finalmente libera una sonrisa.- y tu Maximiliano, ¿dónde estudias?
-En Antofagasta- respondí, para luego enterarnos que estudiamos en la misma universidad, habiendo tenido profes en común incluso de algunos ramos. Sin duda empezó a fluir mejor nuestra conversación hasta que me llamaron. Unas pastillas, algunas indicaciones de dieta e hidratación, al final nada grave. Alex era amigo de mi encargado. De hecho parte de, podría decirse, su "grupo", además de trabajar en la oficina de al lado, por lo que su presencia era permanente, sobre todo en los momentos de distensión al compartir las comidas en el casino junto con todo el grupete que formamos el tiempo que duré en la mina; algo que no imaginé. Mientras que en la ciudad, terminamos teniendo, discretamente, una relación muchísimo mas "cercana".
Me quedé dormido sin haberme dado cuenta, recordando y recreando momentos en mi mente, de lugares que quizás nunca vuelva a pisar. Le dejé un mensaje a Alex, y si bien no acepté su descarada propuesta, si acepté el que quería verlo, que no aguantaba mas. No logré recordar mis sueños esta vez, ya que desperté rápidamente luego de sentir el celular sonando, ya era hora de almorzar. Reviso el teléfono para ver si es que me había respondido, y si, al parecer me lo hizo apenas despertó. Me va a pasar a buscar cuando tenga bajada en unos días, para aprovechar el tiempo que me dure un permiso individual, en una especie de juego furtivo.
Rápidamente me alisté para llegar atrasado a la mesa a compartir con la familia, con toda la energía que me dieron esos nuevos y "prohibidos" planes con mi minero favorito. Había otro ausente, que me hizo recordar mi indiferencia ante sus mensajes de la noche anterior. Se había excusado con que tenía clases reprogramadas y pruebas para las que estudiar. Lo mismo se repitió a la hora del té. Fabián había estado mas silente los últimos días, y ahora no se dignaba siquiera a aparecerse en la mesa. Mi hermana me sugirió, mas bien me obligó -y a la Fran si hay que hacerle caso- a ir a verlo y hablar con él para ver que le pasaba, ya que no le creían su rotunda inmersión en los estudios. En algún momento de la noche voy hacia su habitación a tocar su puerta, pero no me responden. Luego de insistir abro, pero no había nadie. Recorro los pasillos de la casa, hasta llegar donde mi tía Cami. Fabián está acurrucado durmiendo en sus brazos, como un niño.
-¿Que le pasó?
-El Fabito estaba desconsolado llorando, no está bien. Trata de ayudarle en lo que necesite, hijo, se siente muy solo- precisamente en eso no puedo ayudarlo. Ese vacío no puedo llenarlo. Ya no puedo llenarlo. Me siento sobre la cama a acariciar suavemente el brazo de Fabián que se asoma entre las sábanas. - yo trato de apoyarlo, pero tu sabes que desde que su papá no está, no es suficiente. Nunca va a ser suficiente.
Me voy hasta mi habitación, sintiendo, ahora si, algo de culpa. Ni siquiera había querido leer el mensaje.
Primo podemos hablar?
Maxi, necesito hablar de lo que pasó el otro día
Maxi, puedo entender que quizás quieras desquitarte conmigo, quizás estuviste como yo me siento ahora luego de lo que pasó, y ya te dije que me arrepiento. Pero ese día yo lloré contigo, lloré lo que no había podido llorar porque al fin te tenía a mi lado para poder hacerlo. Me acuerdo de todos los momentos que pasamos juntos en antofa, cuando estábamos tan bien. No lo puedo olvidar y no lo puedo superar. Nunca debí haberte dejado maxi. Toda esa pena que tenía la pude al fin botar porque estabas conmigo, ahí abrazándome wn, al fin. Me desahogué, te conté lo que me pasaba con todo esto, que me hacía aun mas mal, sentí que todo ya iba a estar bien, pero me humillaste Maxi, primito. Me da rabia que hayas sido así conmigo, pero me da mas rabia sentir que lo merezco. Me da rabia, y me da pena sentir que disfruté como hace mucho tiempo no lo hacía, el que estuvieras encima mío para después ahí dejarme tirao. Creo que no debería sentirlo, pero necesito decírtelo, ya no me lo puedo guardar. Necesito decirte que ya me da lo mismo que seamos primos. Me da lo mismo que seamos como hermanos y que estén todos acá mirándonos. Ya no soy fuerte, y ya no importa que estemos mal. Necesito decirte que te amo.
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“Las canciones de García Leoz recuerdan mucho a Turina”
[La soprano extremeña Mar Morán, con Aurelio Viribay al fondo. la foto es de Tommaso Tuzji]
Acompañada por el pianista Aurelio Viribay, la soprano extremeña Mar Morán ha registrado para el sello americano Odradek la integral de canciones de Jesús García Leoz
Empezó estudiando flauta dulce en su Badajoz natal, pero se fue a Madrid, donde el canto llamó a su puerta. "En el Conservatorio Profesional Victoria de los Ángeles de Madrid conocí a Elena Valdelomar, que fue mi profesora de canto y allí se me abrieron muchas puertas. Me cogieron de titular en el Coro del Teatro Real y compaginé ese trabajo con los cuatro años en la Escuela Superior de Canto." Ella no lo dice, pero en el último de esos años obtuvo el Premio Final de Carrera que lleva el nombre de la fundadora de la escuela, la histórica Lola Rodríguez Aragón. Se llama Mar Morán y acaba de presentar su primer disco, un álbum con la integral de canciones del compositor navarro Jesús García Leoz.
–¿Cómo conoció este repertorio? –A través de Aurelio Viribay. Él es un magnífico repertorista y un gran defensor de la música española, y yo tuve la suerte de tener clase con él en una optativa que impartía en la Escuela de Canto ("Canción de concierto española"). Estuve dos años trabajando con él y ya el primer día que me escuchó me dijo que le gustaba mi control de voz y que le gustaría probar conmigo las canciones de García Leoz, y allí mismo empezamos con la primera (Luna clara). Cada vez que nos poníamos a investigar en el repertorio de Leoz, que para mí era totalmente desconocido, yo me sentía muy cómoda y fue creciendo la curiosidad por conocer más y más. Así, a lo largo de esos dos años fuimos montando todos los ciclos. Ahora, cada vez que escucho alguna canción en Spotify, que ya está por fin ahí, me parece que es un repertorio con el que no se ha hecho justicia, porque me parece espectacular, brillante y sí, el Tríptico se ha hecho popular, porque es tan cortito, tan alegre, que muchos cantantes lo usan para comenzar a cantar y siempre cabe en cualquier recital, pero por las modas o por lo que sea el resto de canciones se quedó en un triste cajón.
–¿Qué destacaría de estas canciones? –Me gustan muchas cosas. Me gusta la habilidad del compositor para dibujar. Cada canción es como un cuadro en el que García Leoz va pintando paisajes, historias, y lo hace muy bien porque, aunque su lenguaje es el mismo, parece realmente muy diferente y muy diverso en cada una. Acaso sea por su importante faceta de músico de cine. Es capaz de dibujar diferentes paisajes y diferentes atmósferas en cada obra, un poco como si estuviera componiendo para diferentes películas. En cuanto a la parte vocal, me gusta que es muy cristalino. De tesitura están muy bien porque son muy centrales, algunas un poco más aguditas pero son abarcables totalmente. La Serranilla, que estaba compuesta en un principio para mezzo, es la más grave, y la más aguda, La canción de la Malibrán, que está sacada de la película La Malibrán.
–¿Qué ciclo le costó más interiorizar? –El de Machado. Son seis canciones, a cual más larga, y son historias eternas. Buscarles un sentido y una dirección vocal siempre es un poco más complicado que si son cortitas. Han sido las más complejas de montar, las más enrevesadas musicalmente, me costó encontrarles el sentido, pero ahora, una vez hecho el trabajo, las noto que son tan mías como las otras, no tiene nada que ver a cuando me enfrenté el primer día con este ciclo.
–Habla de un mismo lenguaje, pero a la vez de variedad, ¿qué caracteriza a su modo de ver el estilo de García Leoz? –Lo que lo hace especial a mis ojos es la variedad. Hay momentos muy impresionistas, sobre todo en los acompañamientos pianísticos de las dos canciones de Juan Ramón Jiménez. Pero García Leoz fue el alumno predilecto de Turina, y eso se nota. Estas canciones recuerdan en muchos momentos a Turina. A veces se pone un poco más español, con más garra, pero sin perder nunca lo más bonito para mí de su música, que es esa finura y esa elegancia, que apreciamos cuando hacemos un lied o una mélodie francesa. Siempre pensamos que la música española tiene mucha fuerza, mucha energía, pero estas canciones muestran también esa elegancia que vinculamos a otras tradiciones, nos enseñan el nivel de sutileza al que puede llegar la música española.
–García Leoz es muy conocido por su música de cine, pero menos por el resto de su producción. ¿Este disco puede servir para que otros cantantes se interesen también por esta música? –Creo que sí. El disco se presentó y se puso a la venta el 12 de febrero [esta entrevista tuvo lugar justo tres días después], y antes de eso, como había salido ya alguna reseña, algunos cantantes me habían pedido partituras. A excepción del Tríptico, no había forma de escuchar este repertorio. María José Montiel hizo un disco hace tiempo, pero está descatalogado. Nos dimos cuenta ya cuando hicimos estas canciones en algunos festivales, que a la gente le gusta. Yo ahora vivo en Bélgica. En la gran mayoría de conciertos que hago fuera me piden música española; es algo muy exótico todavía y gusta mucho. En cambio, aquí no se programa tanto o se suelen hacer las típicas canciones de zarzuela y dos o tres de compositores más famosos y se olvida, por ejemplo, que Leoz tiene estas maravillas.
–¿Cuál es su canción favorita entre las 21 del disco? –Luna clara es especial, porque fue la primera que trabajé con Aurelio, y en el título del CD quisimos reflejar ese primer contacto que tuvimos los dos, porque esta canción ha venido siempre con nosotros, a todos los recitales. Pero hay otras dos con las que tengo un vínculo singular. Una es La niña sola, del ciclo de Paredes, que me parece espectacular y cada vez que la canto es como si fuera la primera vez. Y otra es La canción de la Malibrán, porque es algo diferente a lo que yo he podido hacer. Es la primera vez que canto una canción que viene de una película, pero es que además es la más aguda, casi podría meterse en el pack de romanzas de zarzuela, y eso que normalmente las romanzas, a excepción de la de Doña Francisquita y un par más, son más liricotas, no tan ligeras.
–¿Cuáles son sus principales intereses como cantante? –Después de mis estudios en la Escuela Superior de Canto de Madrid me fui a la Opera Academy de Gante, que es un poco como un postgrado, y aunque eran dos años, sólo he hecho uno, porque con el covid se paralizaron muchas cosas y el segundo año no he podido terminarlo, también porque me llegó la oportunidad de hacer la Reina de la Noche en Oviedo y empecé a trabajar con una agencia. Siempre me ha movido la ópera, pero mi faceta de instrumentista me ha hecho valorar también muchísimo la canción de concierto. Me encanta por ejemplo Strauss y me encantan los recitales de canciones. Nunca se sabe. Aunque esté ahora un poco más enfocada hacia la ópera no descarto poder dedicarme a otro tipo de repertorio.
–¿Se atreve a definirse como cantante? –Empecé siendo una soprano muy ligera, pero con mi maestra, y en la Escuela de Canto, empecé a tener un poco más de asentamiento vocal y un color en el centro que puedo utilizar para roles más líricos y ahora mismo me muevo en el repertorio de lírico-ligera. Es verdad que en principio la Reina de la Noche o la Olimpia de Los Cuentos de Hoffmann son para sopranos más ligeras que yo, pero como tengo facilidad en los sobreagudos y la coloratura... Ahora mismo tiendo todavía hacia ligera porque vengo de ahí, pero a medida que vaya avanzando, no se sabe. La voz va evolucionando contigo y hay que tener los pies en la tierra, ir poco a poco, sin hacer nunca algo demasiado grande que se salte los pasos que debes dar, hay que ir con paciencia, y con mi agente estamos viendo qué roles son aquellos con los que puedo destacar y ahora mismo son la Reina de la Noche, Gilda y algunos más lírico-ligeros, ya no tan agudos, como Lucia, Elvira de I Puritani, Manon de Massenet, en un futuro Violetta de Traviata. Un cantante no sólo estudia y ya está, en esto tienes que ir estudiando cada día, viendo repertorios nuevos, hacia dónde va tu voz, preparando ese repertorio que a lo mejor no puedes cantar ahora pero que cantarás dentro de un par de años, sobre todo cuando tienes una agencia con la que trabajas un poco de cara al futuro todo el tiempo.
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–¿Tiene algún papel icónico que le gustaría cantar en el futuro? –Uno de los roles que más me gustan es el de Madama Butterfly, sobre todo ahora que he tenido el lujo de poder participar en la Butterfly que han hecho en el Campoamor, y he estado al lado de dos cantantes, muy diferentes, cada una en su estilo, pero que han sido muy impactantes para mí, Ainhoa Arteta y Ermonela Jaho. Creo que en el futuro podría hacer ese papel. Y hay otro que también me encanta, el de Tosca. Me gustan mucho esos roles por la fuerza que transmiten, olvidando un poco lo que es la vocalidad, por lo que simboliza el rol, las mujeres que son, me atraen mucho. Traviata me queda también pendiente, pero ese ya está más cerca que el resto.
–¿Hay alguna cantante cuyos pasos le gustaría seguir? –Sí, le diría dos. Una, que fue desde el principio mi referente, Diana Damrau, y ahora recientemente, Lisette Oropesa, porque me parece que técnicamente es perfecta. Me gusta mucho la combinación que hace en el escenario de técnica e interpretación, siempre canta con el corazón y con el alma. Me gusta muchísimo ese tipo de personas y de cantantes, que no sólo son cantantes, sino que además de cantar divinamente, interpretan, que incluso si pusieras la imagen en mute te quedarías pegada al televisor viéndolas. Es un referente internacional y tiene una categoría tanto artística como vocal que es espectacular.
[Diario de Sevilla. 8-03-2021]
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¿Viene un segundo renacimiento?
La época medieval fue horrible. Al menos en Europa. Todos olían mal, la gente se moría de gripe y tu lugar en la sociedad estaba fijo para siempre. Si nacías como un peón y tenías una idea revolucionaria, mala suerte porque te ibas a quedar como un peón toda la vida. Le llamaban " La farsa cósmica". Shakespeare escribió "El mundo es un escenario y todos nosotros actores". Porque así se vivía. Si nacías para criar puercos, por ejemplo: Solo podías interpretar bien tu papel ( cuidar bien esos puercos ) y solo esperar el dulce alivio de la muerte. La gente de la época creyó que así funcionaba el mundo y nada cambiaría, hasta que todo cambió.
Primero la peste negra mató a la mitad de la población de Europa. De la noche a la mañana la mano de obra se hizo mucho más valiosa. Y con los bolsillos llenos de oro, los peones europeos comenzaron a preguntarse "¿Qué clase de Dios permitiría esto?" Por esas fechas los Turcos vieron Constantinopla y fue arrebatada. Todos los sabios y eruditos que habitaban la ultima ciudad de los Romanos huyeron a Italia con sus antiquísimas bibliotecas. Ahí descubrieron que el café estaba tomando el lugar de la cerveza en la vida de los europeos, que para entonces bebían más cerveza que agua. Poco a poco las calles se vaciaron de gente borracha y se llenaron de pensadores en busca de un baño. Todo esto ocasionó que muchos europeos abandonaran el pensamiento medieval y descubrieran las ideas que le dieron forma al primer RENACIMIENTO.
Primero perdimos nuestro lugar en el universo. La tierra ya no era el centro de una cúpula de cristal en el que flotaban los astros. Descubrimos que es un cuerpo diminuto que gira alrededor del sol a través de la bastedad del universo. También perdimos nuestro lugar en la sociedad. Los nobles más tontos y los plebeyos más listos aprendieron que cada quien decide la vida que quiere vivir. Algún curioso llevó la idea más allá y decidió que solo los animales siguen las leyes naturales. El hombre a través de la razón y la técnica, el ojo y la mano puede transformarse así mismo y al mundo a su alrededor. El alma pasó de ser sustancia a ser sujeto. Antes se la veía como una señal de radio que andaba por el universo hasta que un cuerpo humano la sintonizaba. Ahora creemos que es más como una canción que suena en un iPod, y si el reproductor es destruido esa canción en especifico deja de sonar. La magia se transformó en ciencia. Siglos de observaciones empíricas y deducciones sobre las animas y sensaciones que movían al mundo se hicieron pasar por el método científico y al final solo nos quedamos con aquello que pudiera ser descrito a través de las matemáticas o replicado en experimentos.
Los Ideales del renacimiento eran simples: Progreso, Emancipación humana, Libertad, Dominio de la naturaleza y Racionalidad. Hoy parecen evidentes, pero en aquel entonces fueron tan revolucionarios que transformaron la humanidad de un casco de guerrero a un casco de astronauta en tiempo récord. Y sí, parece un proceso larguísimo, de siglos, pero mira los miles de años que la humanidad pasó en su estado más primitivo, y mira los millones de años que pasamos en la tierra sin hacer nada más que cazar animales y caminar por ahí. Después de milenios de estancamiento desarrollamos nuevos lenguajes para hablar con la realidad y nuevos aparatos para observarla. Los descubrimientos de una generación se transformaban en los inventos de la siguiente y para cuando el siglo XlX estaba acabando teníamos el transporte más rápido que la humanidad hubiera visto, la producción más eficiente de la historia y comunicación casi instantánea a través del planeta. El futuro se veía brillante y Julio Verne describía las maravillas tecnológicas del mañana. ¿Qué sociedad perfecta iba a surgir de toda esta abundancia y sabiduría? ¿Con qué milagro nos recibiría el siglo XX? Pues en 1914 comenzó la guerra más terrible que hubiera visto la humanidad. Toda la ciencia y la ingeniería de Europa se ocuparon para desarrollar nuevos métodos para destruir la civilizaciones que le dieron forma, y en 1918 cuando la paz fue firmada 37 millones de personas habían muerto. Pero está bien, terminó la guerra... ¿Y? Llegó este nuevo experimento llamado "Capitalismo" que fracasó de forma catastrófica ( No sería la última) Los problemas económicos provocaron problemas sociales y por si a alguien aún le quedaba esperanza en el futuro en 1939 vino otra guerra mundial. El brillante progreso de la historia murió entre Auswith y el Gulag. Pero vinieron las revoluciones socialistas que supuestamente liberarían a todos los trabajadores del mundo de las injusticias del capital. Iban a construir una sociedad justa y moderna para todos. Al final solo se convirtieron en estados totalitarios y represores.
Las maravillas tecnológicas de Julio Verne Desaparecieron. La ciencia ficción se volvió pesimista, la amenaza de la aniquilación nuclear nos hizo abandonar la esperanza en el progreso y los ideales renacentistas de la verdad y la belleza fueron abandonados por lo único que quedaba... El individuo y el capital. Hoy nos toca lidiar con las consecuencias de este horrible siglo. Sí, sí. El progreso de la ciencia descubrió este material mágico que puede transformarse en la forma que quieras y es muy barato, pero ahora tenemos una isla de plástico del tamaño de Texas en medio del océano Pacifico... Pero miren! Inventamos un nuevo combustible que hizo todos los procesos más eficientes, pero provoca gases invernaderos que calientan la atmósfera, derriten los polos, alteran el clima del mundo entero y en 20 años ya no va a existir Acapulco. Pero mira! Los modelos económicos dieron paso a una era dorada del comercio... Sí, pero le dieron ahora un trabajo a otro niño Taiwanes. Con razón el dueño de mi compañía es uno de los 8 individuos que poseen tanta riqueza como el 50% de la población más pobre del mundo. Disculpen la palabra, pero la modernidad es una MIERDA! Los ideales de la modernidad se fueron. Mira, comenzamos como seres vivos. Para el pensamiento moderno un árbol ya no es un árbol con valor en sí mismo. Ahora es materia prima, recursos que podemos utilizar para nuestros fines, madera para nuestros importantes proyectos o papel para imprimir nuestra gloriosa cultura. Si el árbol tiene suerte, podemos utilizar el árbol como decoración en un parque. Pero la vida del árbol nunca es el fin en sí mismo. El fin último de la modernidad es la función que puede cumplir para el ser humano.
Luego, vimos para otro lado. Para nosotros mismo. Atreves del individualismo añejado por 4 siglos y 2 guerras mundiales vivos otros seres humanos como materia prima, sin valor en sí mismos, carne de cañón, fuerza laboral, capital político. Mierda! en cada oficina del mundo hay un departamento de RH (Recursos Humanos) ¿A nadie le parece denigrante? Nunca el ser humano valió tan poco y el individuo tanto. Pero aún con todas sus libertades el individuo se quedó solo ante la masa humana, frente a la diferencia del sistema abstracto que lo controla todo y para el cual solo es un punto estadístico sin rostro, un voto más, una cifra en un censo, 0 y 1 en la base de datos de FaceBook. Nos enteramos de todo sin poder hacer nada, opinamos de todas las decisiones publicas, pero no participamos en ninguna. Cada vez tenemos menos control de los sistemas a nuestro alrededor. Nos limitamos a votar en unas elecciones en las que no confiamos y a jugar nuestro papel como despreocupado consumidor. ¿No es este escenario muy parecido a la gran farsa cósmica?
¿Como podemos reparar la modernidad?
-NOSTALGIA Podríamos revivir los valores del pasado, volver a la tradición, a las creencias religiosas, adherirnos a la creencia cultural contra las corrosiones de la razón, a las convenciones colectivas contra la actitud critica. Bueno eso ya se está intentando en algunos países y no está funcionando ( ISIS en medio oriente) y los resultados no son muy alentadores. En el tercer mundo la nostalgia detiene el cambio que tanto necesita, y en Estados Unidos promueve un regreso a la barbarie, a una nueva época de oscuridad y confusión.
-Realismo Escéptico Tenemos el realismo escéptico. Podemos hacer como Fukuyama y decir que se acabó la historia. Pensábamos que el arte, la historia y la ciencia tenían un propósito, pero todo esto eran solo metanarrativas, historias que el ser humano se contaba sobre si mismo para explicarse al mundo pero que no tuvieron ninguna utilidad en el fin último de las cosas. El poder, la economía y la sociedad no requieren de justificación porque son lo único que nos han funcionado hasta ahora y cualquier cambio sería un retroceso. Bueno, esto dice este señor (Fukuyama). Yo entiendo a Fukuyama, pero no lo justifico. Es muy fácil ponerse de pie desde la clase medie de un país de primer mundo y decir "Okay, todos quietos. Que nada cambie nunca". Pero muchos necesitamos que las cosas cambien, necesitamos un nuevo horizonte, progreso, esperanza.
-POSMODERNISMO No propone nada, solo se queja y hace arte horrible. ( más horrible que el que yo trato de hacer).
Dicen que en Chino "Crisis" significa los mismo que "Oportunidad". Yo no hablo chino, pero le tengo grandes noticias a mis amigos Americanos. Los países del tercer mundo estamos en una situación PRIVILEGIADA. Porque entramos a la modernidad hasta que empezó la crisis del primer mundo. Nos tocó ver su principio y su fin. Por eso no hay mejor lugar para las nuevas ideas.
Comencemos por evaluar los valores de la modernidad para ver que funciona. ¿Qué se queda y qué se va?
-"PROGRESO" Se queda, la historia todavía me debe carros voladores
-"EMANCIPACIÓN HUMANA." Se queda. Hicimos una declaración de los derechos humanos, pero el problema fue que entendimos estos como los derechos del individuo y poco a poco este individuo se convirtió en un ente egoísta, ocupado por sus posesiones, su familia y temeroso de la sociedad
-"LIBERTAD" Se queda, y sirve que fortalecemos nuestro argumento por la solidaridad. Porque la libertad del individuo consiste en ser capaz de realizarse así mismo, pero nadie puede realizarse así mismo en aislamiento, fuera de la sociedad. Ningún hombre es una isla por lo que no puede existir libertad sin solidaridad. Esta se queda. Y quien no esté de acuerdo daré mi vida por su derecho a opinar que no.
-"DOMINIO DE LA NATURALEZA" Esta se va. ¿Qué tal si cambiamos " Dominio" por "Colaboración"? Hay que cuidar de la naturaleza para que la naturaleza cuide de nosotros. Si utilizamos sus propiedades para alimentarnos y combatir enfermedades, yo no creo que haya algún problema.
-"RACIONALIDAD" Se queda. Sin la razón no tenemos nada, no hay futuro ni esperanza, pero deberíamos agregar también la "Espiritualidad" como contrapeso a la lógica pura. Mira, se escucha raro, pero no estoy pidiendo que creas en un Dios o que te metas una vela en el culo. Te pido que miremos juntos al cielo, a nuestro lugar en este espacio infinito lleno de milagros y misterios. Contemplemos la fragilidad de esta canica azul que nos contiene, frente al vacío existencial podemos recordar que somos los únicos guardianes del breve, pero infinitamente precioso regalo de la vida, la vanguardia de la complejidad en un cosmos gobernado por la entropía, hijos de puta! Estamos hechos de la misma sustancia de eterna del universo que nos dio sentidos y razón para contemplarse así mismos. Ya lo digo Carl Sagan: " Estamos hechos de polvo de estrellas". Pero también Hitler y las pajillas que tiras al océano, entonces tengan respeto al cosmo, hijos de puta!
Mira, no me estoy quejando del renacimiento. Leonardo, Miguel Angel, Donatelo y Esplinter todos los artistas y pensadores de esa época eran muy sabios, pero no podían ver el futuro. Leonardo DaVinci dijo "El experimento es el traductor entre el hombre y la realidad." Ya experimentamos con sus ideas, ya tuvimos algunos aciertos y muchos, muchos errores. ¿Pero verdad que estamos en una situación muy similar a la suya? Ya comenzamos por revisar los valores que nos atan a la época que nos dio forma, ahora construyamos los que van a reemplazar esos valores, avancemos a un segundo renacimiento. El reto es dejar de correr con los ojos tapados hacia la extinción, construir una nueva sociedad global, unificada en la cima e infinitamente diversa en la base, donde cada individuo tenga derecho a su identidad personal, pero también a realizarse a través de la colectividad, donde cada sociedad y grupo pueda integrarse al todo de la humanidad sin sacrificar sus diferencias. En las tendencias actuales estás los signos que apuntan hacia una nueva manera de pensar La nueva forma del mundo puede leerse entre lineas de la situación presente, pero también hace falta un elemento fundamental "LA IMAGINACIÓN". Imaginemos, porque nunca hubo mejor época para hacerlo.
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Hush, Hush - Capítulo 6
La tarde transcurría de lo más brutal.
Si fuese humano, y estos fuesen capaces de morir de aburrimiento, oficialmente habría muerto en un par de horas.
La mañana con Nora en el instituto me había dejado algo pensativo.
¿Por qué pensaba que no éramos compatibles? Supuse que al mirarla y describir las cualidades que busco en una compañera, se habría dado cuenta que hablaba de ella. ¿Acaso lo ignoraba? ¿Me ignoraba ella a mí? ¿Por qué no podía yo ignorarla a ella?
Maldición.
¿Por qué no podía sacármela de la cabeza? Desde que coqueteamos en aquel restaurante, la primera vez que la vi… ¡Mierda! Me había atraído. Me atrae. Siempre lo ha hecho, pero ¿qué pasa con eso? Todas las mujeres me atraen, ¿Qué puede tener ella de especial?
Suspiré frustrado, mientras observaba el techo de mi habitación.
Mi teléfono sonó con una llamada entrante, y por una fracción de segundo, quise que fuera ella. Pero no, por supuesto. No era Nora.
― ¿Qué pasa, Frank? ―contesté.
― ¿Qué pasa? ¡Como me preguntas qué carajos pasa! ¿Por qué no has venido a trabajar? ¡Te he salvado el culo muchas veces! ¡Me debes un millón de favores! Más te vale presentarte hoy, porque no voy a volver a salvarte el culo, Cipriano―gruñó.
―Veré que puedo hacer―dije, y colgué.
Me revolví en mi cama, y continué con mi tranquila inspección al techo. ¿Trabajar? ¿Para qué seguir trabajando en el Borderline? Desde que había entrado a jugar en Bo., no me hacía falta ningún trabajo. En una noche en el billar ganaba lo que podría ganar en dos meses en el Borderline.
Pero ni siquiera apostando podía dejar de pensar en Nora, y la verdad es que necesitaba sacármela de la cabeza.
A la mierda todo, pensé.
Me saqué los pantalones de una patada, y arrojé la camisa al suelo. Entré a darme una ducha y despejé un poco mi mente.
Mientras el agua caía sobre mi cuerpo, sentí un torbellino explotar en mi cabeza. El momento en el que Nora me preguntó si la estaba siguiendo… Aquellos nervios… No se refería al hecho de que estaba en la biblioteca… O bueno, tal vez sí, pero no era solamente eso. Ella sabía, sentía que algo iba tras ella, algo peligroso. Me contuve de darle un golpe a la pared y me maldije por ser tan imbécil. Debería haber intuido lo que estaba pasando, debería haber entrado en su mente y descubrir sus pensamientos, ¡debería haber prestado más atención, joder! Tenía que descubrir quien la seguía, y que quería de ella. Y lo sabría, por supuesto que lo sabría.
Al salir, me coloqué una camiseta negra y un par de jeans ajustados, negros también. Me calcé mis botas negras de nuevo, y tomé las llaves de mi Ducati para ir a mi tan aborrecido trabajo.
Salí de mi casa pensando en Nora, por supuesto. Y entonces recordé lo que me había contado Rixon. ¿Quiénes podrían ser? Fue entonces cuando una revelación se abrió paso en mi cabeza. ¿Dónde estaba Chauncey? La última vez que lo vi, en el último Jeshván, estaba en Francia. ¿Sería posible que ya hubiese descubierto el paradero de su descendiente, y supiera el poder que tenía ella? Si no era Chauncey… ¿Quién más? Y si fuera Chauncey… Tenía que saber que por las venas de Nora corría el poder de hacerme humano, y acabar con él para siempre. A menos, claro, que la matara él primero. No. Si se atrevía a colocarle las manos encima a Nora… lo mataría. Me importaba una mierda quedarme sin Nefilim que poseer, fácilmente podría hacerme con otro. Pero no iba a dejar que la tocara, nadie puede tocarla.
Nadie toca lo que es mío.
Es mía.
Pero, ¿Qué mierdas estás pensando Jev? Esa chica no es tuya, así que deja de pensar en ella como si lo fuera.
Aunque tal vez lo era, ¿No? Después de todo, iba a volverme humano por un sacrificio que haría ella. Ya investigaría sobre Chauncey más adelante…
Llegué al Borderline justo cuando Frank me llamaba por centésima vez. ¿Qué no podía esperar?
―Maldita sea, Patch, contéstame―susurró, mientras marcaba el número de nuevo.
Bueno, no me había visto.
―No quiero―le dije.
Se sobresaltó, y se giró para encararme.
―Oh, te dignaste a trabajar. Genial. Ten―dijo, entregándome un delantal―Atiende las mesas. O haz lo que se te dé la gana, pero haz algo, por favor.
Y entró.
Yo lo seguí de mala gana, mientras me colocaba el delantal. Atendí un par de mesas que estaban ocupadas, y fui a la barra a entregar el pedido. Odiaba esto.
Entregué los pedidos, y fui a otra mesa desocupada que estaba asquerosamente sucia. Cogí un paño y comencé a limpiarla, enojado porque las personas pudieran causar tantos desastres.
Entonces la sentí.
Supe que era ella antes de verla, pero igual me sorprendí al girarme y verla sentada en una de las mesas del fondo.
Mi pulso se aceleró ridículamente.
Antes de saber lo que estaba haciendo, me encontré caminando en su dirección. Contuve la risa al ver que estaba en un apuro. Al parecer, no quería hablar conmigo. Lástima, porque yo si quería hablar con ella.
―Vaya, vaya. ¿No tienes bastante con verme cinco días a la semana? ¿También te apetece por la noche? ―pregunté, al llegar a su lado.
―Lamento esta desafortunada coincidencia.
Me senté en el sitio de Vee, Apoyé los brazos en la mesa y cogí su vaso, haciéndolo girar entre mis manos. Mierda, esperaba que no notara que estaba nervioso.
―Ese asiento está ocupado―dijo ella. La ignoré. ¿Cómo se lo pedía? ― ¿No deberías estar trabajando en lugar de confraternizar con los clientes?
Sonreí. Bueno, después de todo, siempre se me ocurría algo.
― ¿Qué haces el domingo por la noche? ―pregunté.
Resopló. ¿Por qué lo hacía?
― ¿Me estás invitando a salir?
―Te estás volviendo una engreída. Eso me gusta, Ángel.
Me encantaba, en realidad. Pero no llegaría a admitir eso.
―Lo que a ti te guste me trae sin cuidado. No pienso salir contigo. Ni una cita. Y menos a solas. ―Se ruborizó levemente, y quise saber qué pensaba. Pero no me atreví a preguntarlo― Un momento, ¿acabas de llamarme "Ángel"?
―Ajá.
―Pues no me gusta.
Sonreí con todas mis ganas. Definitivamente, ella tenía algo.
―Pues así se queda, ángel.
Mis ojos se desviaron a, como siempre, sus labios, y me di cuenta.
Esto tenía que ser obra de Vee, por supuesto. Nora casi nunca usaba maquillaje.
Me incliné sobre la mesa, frotando sus labios con mi pulgar para retirarle esa cosa pegajosa de los labios. Mucho mejor.
Noté la exquisita suavidad de sus labios, y por milésima vez, me imaginé besándola.
―Así está mejor. ―dije, con la voz entrecortada, supongo que no se dio cuenta.
Agitó su cabello, tratando de fingir indiferencia. Pero noté, que tal y como a mí, mi roce le había afectado.
―En cualquier caso, no me dejan salir por las noches si al día siguiente tengo clase―dijo.
―Qué pena. Hay una fiesta en la costa, pensé que podíamos ir. ―dije, aunque era mentira, por supuesto. Supuse que al imaginar estar rodeada de otras cientos de personas, aceptaría.
Bajó la mirada y tomó un poco de agua. Estaba nerviosa, lo sabía, porque bostezó, y jamás había visto un bostezo tan falso.
―Bueno, como te he dicho, tengo clase al día siguiente. Y si tanto te interesa esa fiesta, te aseguro que no iré―dijo. ―En cualquier caso, ¿Por qué me invitas a mí?
Bien, lo de la fiesta no había funcionado.
―Quiero estar a solas contigo―dije, y no podía ser más cierto.
Pude ver su sorpresa.
―Escucha, Patch, no quiero ser grosera pero…
―Sí, ya lo veo.
― ¡Bueno, tú empezaste! No puedo ir a esa fiesta. Fin de la historia.
― ¿Por qué tienes clase al día siguiente o porque te da miedo estar a solas conmigo?
―Las dos cosas.
¡Bingo! Había confesado.
― ¿Te dan miedo todos los chicos… o solo yo?
Me puso los ojos en blanco. Contuve una risa.
― ¿Te hago sentir incómoda?
Me miró fijamente unos segundos, y luego parpadeo ligeramente confundida.
―Lo siento, ¿De qué estábamos hablando?
―De ti.
― ¿De mi?
―De tu vida personal.
Rió, y me encantó ese sonido.
―Si esto tiene que ver conmigo… y el sexo opuesto… Vee ya me ha soltado ese rollo. No necesito oírlo dos veces.
― ¿Y qué dice la sabia Vee?
―No entiendo por qué estas tan interesado.
Bueno, yo tampoco lo entendía al fin y al cabo, pero contesté con la verdad:
― ¿Interesado? Estamos hablando de ti, estoy fascinado.
Sonreí.
Ella se puso aún más nerviosa, y su rubor se intensificó.
―Creo que deberías regresar al trabajo―dijo.
― ¿sabes? Me gusta pensar que no hay un solo chico en el instituto que esté a la altura de tus expectativas.
―Olvidaba que eres un experto en mis supuestas expectativas―se mofó.
La miré fijamente unos segundos.
―No eres muy reservada, Nora. Ni tímida. Solo necesitas una buena razón para esforzarte por conocer a alguien.
―No quiero hablar más sobre mí.
―Crees saber todo de todo el mundo.
―Eso no es cierto―se defendió. ―Por ejemplo, no sé mucho acerca de ti.
―Porque no estás dispuesta a conocerme.
Y de pronto eso me molestó. ¿Por qué ella era así? ¿Qué la hacía tan diferente a las demás?
―He husmeado en tu archivo de estudiante.
Mierda.
―Estoy seguro de que eso es ilegal―dije, ocultando mi irritación.
―Tu carpeta estaba vacía. No tenía nada, ni tarjeta de vacunación.
― ¿Me estás diciendo que temes que te contagie de algo?
―Te estoy diciendo que te veo venir y quiero que lo sepas. No has engañado a todo el mundo. Voy a averiguar que tramas y te dejaré al desnudo.
Sus palabras crearon imágenes en mi cabeza.
―Es lo que más deseo.
Volvió a ruborizarse.
―Hay viene Vee. Tienes que irte.
Me quede observándola fijamente, descifrándola.
― ¿Por qué me miras así?
―No eres para nada lo que esperaba.
―Ni tú―replicó. ―eres peor.
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