#vendré cuando estés triste
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I’ll come when thou art saddest,
Laid alone in the darkened room;
When the mad day’s mirth has vanished,
And the smile of joy is banished
From evening’s chilly gloom.
I’ll come when the heart’s real feeling
Has entire, unbiassed sway,
And my influence o’er thee stealing,
Grief deepening, joy congealing,
Shall bear thy soul away.
Listen, ‘tis just the hour,
The awful time for thee;
Dost thou not feel upon thy soul
A flood of strange sensations roll,
Forerunners of a sterner power,
Heralds of me?
"I'll come when thou art saddest", Emily Brontë.
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Black Wolves Saga Last Hope Memory 182: El motivo de la soledad [Ruta humana]
Con tal de convertirse en un hombre adecuado para la protagonista, Pearl decide ofrecerse como voluntario para trabajar con Nesso.
Lugar: Living de la torre de Scharlmessen
Tras eso esperamos a que Pearl se recuperara para volver a Scharlmessen.
Zara estaba preocupado por mi salud, así que decidió continuar sus investigaciones del zodiva en Scharlmessen.
Volví a vivir los pacíficos días en la torre junto a Zara, Pearl y Richie. Se sentía como si hubiera regresado a los viejos tiempos.
Aunque tengo la sensación de que Pearl ha cambiado un poco.
Fiona: Pearl, ¿quieres que corte tu cabello?
Pearl: ¡Sí…! Digo no. ¡Lo haré yo mismo!
Fiona: ¿De verdad?
Pearl: ¡Ya soy un adulto!
Fiona: (Antes habría venido alegremente…)
Fiona: (Tengo la sensación de que últimamente no me deja consentirlo.)
Fiona: (Me da algo de tristeza…)
Pearl: Fiona-chan, Nesso-sama regresaba hoy, ¿no?
Fiona: Sí, así es. Puede que llegue pronto.
Fiona: …Ya veo.
Fiona: ¿Por qué preguntas? ¿Necesitas hablar de algo con Nesso?
Pearl: Sí. Quiero pedirle un favor a Nesso-sama.
Fiona: ¿Qué tipo de favor?
Pearl: Es un secreto hasta que se lo pida a Nesso-sama.
Fiona: Ya veo…
Fiona: (Como pensé, me da tristeza.)
Ahora Pearl me guarda secretos.
Me pone tan triste que no puedo evitar que mis labios se tuerzan.
Pearl: …Perdón.
Fiona: Tranquilo. Es algo importante, ¿no?
Pearl: …Sí. Siento que si te lo digo mi determinación podría derrumbarse…
Fiona: ¿Tu determinación…?
Fiona: (¿Qué clase de favor será…?)
*luego*
Nesso: ¿Has estado bien Fiona?
Fiona: ¡Bienvenido Nesso!
Richie: Bienvenido Nesso-sama.
Nesso: Estoy en casa. Cuando los veo juntos realmente siento que he regresado.
Nesso: ¿Cómo estás de salud, Fiona?
Fiona: Estoy bien. Últimamente no me he enfermado.
Nesso: Me alegro de oír eso.
Mientras hablaba con Nesso, Pearl lo miró seriamente y alzó su voz.
Pearl: ¡Nesso-sama!
Fiona: ¿Pearl?
Nesso: ¿Qué sucede Pearl?
Pearl: ¡¡Tengo un favor que pedirle!!
Tras eso Pearl se arrodilló y bajó su cabeza frente a Nesso.
Era la primera vez que se comportaba de esa forma—
Así que no pude evitar abrir mis ojos como platos.
Nesso: ¿Qué sucede?
Pearl: ¡Por favor permítame trabajar con usted, Nesso-sama!
Fiona: ¡¿Eh?! ¡¿Pearl?!
Nesso: ¿A ti?
Richie: ¿Pearl? ¿Qué sucede?
Pearl: Lo he estado pensando desde que volvimos del fuerte.
Pearl: Nesso-sama, quiero volverme más fuerte. Por el bien de Fiona-chan.
Pearl: Quiero volverme más fuerte para poder protegerla.
Nesso: Tendrás que alejarte de Scharlmessen, no podrás estar cerca de Fiona. ¿Aun así quieres hacerlo?
Nesso: Antes te habrías negado.
Pearl: —…Sí. Estoy decidido.
Pearl: Quiero mejorar y volverme un hombre digno de Fiona-chan.
Fiona: Pearl…
Nesso: Entendido. En tal caso te recomendaré para que puedas servirnos. Quiero que sepas que el entrenamiento es duro.
Pearl: ¡Me esforzaré!
Nesso: Bien. Si estás así de motivado, entonces te recibiré con gusto.
Nesso: Levanta tu cabeza. He recibido tus sentimientos.
Pearl: ¡¡Sí!!
Richie: Aah, te me adelantaste.
Pearl: Perdóname Richie.
Richie: Sabía que estabas pensando en algo, aunque no imaginé que lo decidirías por tu cuenta.
Richie: No queda de otra. Después de todo tú fuiste quien salvó a Fiona-chan.
Fiona: …Me sentiré triste cuando ya no estés, Pearl.
Fiona: (Me pone triste ver como se ha vuelto un adulto en un abrir y cerrar de ojos.)
Pearl: Espérame Fiona-chan. ¡Me convertiré en un adulto lo antes posible y cuando lo haga vendré por ti!
Fiona: Sí…
Pearl: Me esforzaré para convertirte en mi esposa. Me enojaré si no me esperas.
Fiona: Sí… te esperaré.
Pearl: ¡¿De verdad?!
Fiona: Sí. Así que asegúrate de volver.
Pearl: ¡Por supuesto! Ya que mi hogar está en el lugar en donde tú estés, Fiona-chan.
Pearl: Por favor, por favor espérame. ¡¡Ya que me casaré contigo!!
Ese mismo día Pearl armó sus maletas y se fue con Nesso.
La torre se volvió más silenciosa luego de que Pearl se fue, ya que él siempre animaba el lugar.
La sonrisa y los gestos mimados de Pearl.
Su adorable voz y su risa.
Extrañaba todo eso.
Incluso si había prometido regresar durante sus vacaciones y para las celebraciones.
Cuando Nesso regresaba, Pearl no volvía con él.
Según Nesso, Pearl trabaja incluso durante sus días libres, así que pasa las festividades durmiendo.
Quiero ver su rostro cuanto antes.
Y entonces, mis motivos para sentirme desolada aumentaron.
Un año tras la partida de Pearl, Richie decidió seguirlo e irse también.
La torre que solía ser ruidosa todos los días ahora es completamente silenciosa.
Ahora puedo salir, así que no es como que me la pase perdiendo el tiempo.
Pero sigo sintiéndome sola.
Y entonces, 3 años después—
Lugar: Jardín de la torre de Scharlmessen.
Fiona: ¡Suficiente! ¡Al final nunca vinieron a verme! ¡¿Qué es lo que pretenden…?!
Fiona: Me enviaban cartas… pero yo quería verlos…
Sí, no poder verlos me hacía sentir triste.
Fiona: ¡¡Y eso que Pearl dijo: “por favor, por favor espérame. ¡¡Ya que me casaré contigo!!”!!
???: Fufu. Fiona-chan.
Escuché una voz familiar a mis espaldas y por reflejo me volteé.
Fiona: ¡¡¡—!!!
Pearl estaba allí.
Pearl: ¡¡Fiona-chan!! ¡¡¡He regresado!!!
Fiona: ¿Eh…? ¿Eh? H-has crecido…
Sí, quién estaba allí no era el pequeño Pearl—
Sino un Pearl adolescente.
Pearl: Sí, tras ir allí crecí bastante.
Pearl: Incluso ahora el cuerpo me duele por haber crecido tanto.
Fiona: Aaah… ya veo…
Pearl: ¡¡Oye, Fiona-chan!!
Pearl: Alégrate más. ¡Todo este tiempo he querido verte!
Fiona: Es que… es como si no fueras tú, Pearl… Mi corazón está agitado.
Sí, estaba agitado, a causa del joven que se encontraba frente a mí.
Pearl: Jeje, eso me hace feliz. Quería volver a decírtelo una vez que me volviera más alto que tú.
Tras decir eso, Pearl me dio un ramo de flores—
Pearl: Por favor déjame escuchar tu respuesta.
Fiona: ¿Eh?
Pearl: Por favor cásate conmigo.
Fiona: ¡…!
Richie: Oye Pearl, no permitiré que te me adelantes ~.
Fiona: ¡¿Richie?!
No pude evitar sorprenderme al ver al joven que apareció detrás de Pearl.
Había una joven tan hermosa que hasta podría decir que era una chica atractiva… No, Richie es un chico atractivo.
Pearl: No Richie, no te la daré. Fiona-chan es mía.
Richie: Tú no eres quien decide eso, Pearl.
Fiona: Oh vamos. Acaban de volver, así que no peleen.
Fiona: Ha pasado mucho tiempo, así que cuéntenme sus historias. Quiero hablar de muchas cosas con ustedes.
Pearl: ¡¡Sí!! Oh, pero luego dime tu respuesta.
Fiona: Uh… Entendido.
Fiona: Bueno chicos. ¡¡¡Bienvenidos!!!
Pearl y Richie: ¡¡¡Estamos en casa!!!!
~Fin~
Anterior: [180 Cuando nos conocimos]
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#black wolves saga last hope#black wolves saga#fiona galland#nesso galland#pearl & richie#pearl#memory 182#GOOD END#traducción al español#mi traducción
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- ̗̀♘CARLA’S STORY O2: ESPAÑOL
•️ੈ۪۫✦• • • ━━━━━
【♕Lugar: Mansión Violet - Mazmorra】
Yui: (¿Cuántos días he estado atrapada en esta mazmorra subterránea...?)
Yui: (Intenté decirle tanto a Carla-san como a los demás lo extraña que es esta situación——)
Yui: (Solo hacen una mueca que da a entender que no saben de lo que hablo).
Yui: (... De ahora en adelante, ¿qué es lo que debería hacer?)
—Pasos acercándose—.
Yui: ...
Yui: (Parece que alguien viene. Tal vez sea el guardia de hoy, o quizás...)
—Carla entra—.
Carla: Hm... Esa cara, es como si hubieras estado esperándome. Qué admirable.
Yui: Carla-san...
—Carla entra a la mazmorra—.
Carla: Vamos, Eva. Cumple con tu rol.
—Carla desarregla la camiseta de Yui—.
Yui: P-Por favor. No chupes mi sangre hoy... No tengo suficiente y chupar más que esto sería...
Carla: ¿Crees que voy a escuchar tu opinión? Ya te lo dije. Solo eres una herramienta.
Carla: Conoce tu posición.
Yui: ¡...!
Yui: (Carla-san olvidó que yo era su amante).
Yui: (Entonces, no puede evitar mantener su corazón cerrado...)
Yui: (Pero, es triste que sea tan frío conmigo...)
Carla: Atenderte es una pérdida de tiempo, pero tu sangre es realmente deliciosa. Cuanto más bebo, más profundo es el sabor.
Carla: Si continúo chupando tu sangre de esta manera, podría abrirse el camino al gobernante supremo.
Yui: Eso es imposible... No tengo tal poder.
Carla: Pero, de esta manera, cuanto más perforan tu piel mis colmillos, más dulce se vuelve el sabor de la sangre.
Yui: (... La punta de su dedo está apoyada en la marca que dejó ayer cuando chupaba mi sangre...)
Yui: ... Nn...
Carla: ¿Tu cuerpo tiembla solo con esto? Es una reacción interesante.
Carla: Mientras el tiempo me lo permita, vendré aquí todo lo que pueda. Con un doble objetivo, jugar contigo.
Yui: ...
Yui: (Carla-san ahora me ha olvidado por completo).
Yui: (Es por eso que solo me ve como una herramienta para convertirme en el gobernante supremo...)
➜ ELECCIONES:
♟ Ser paciente (camino malo/pieza negra).
♙ Quiero que recuerde (camino bueno/pieza blanca).
[♟]Ser paciente:
Yui: (Sé que es un deseo irracional querer que me trate como su amante ahora que Carla-san no tiene sus recuerdos).
Yui: (Entonces, seré paciente. Creeré en que sus recuerdos regresen algún día...)
[♙]Quiero que recuerde:
Yui: (Quiero que Carla-san recupere sus recuerdos).
Yui: (Para eso, haría hasta lo imposible).
Yui: (¿Qué debería hacer? No lo sé...)
—Fin de las opciones—.
Carla: ¿Qué sucede? Tienes una mirada que expresa querer decirme algo desde hace un rato.
Yui: Eh...
Carla: Voy a permitirte hablar, como consideración por haberme cedido tu sangre de forma obediente. ¿En qué estabas pensando?
Yui: (Estoy segura de que no me va a creer. Pero solo me queda decirlo honestamente...)
Yui: Uh... Estaba pensando en tus recuerdos.
Yui: En qué es lo que debe hacer para que regresen...
Carla: ¿Esa historia otra vez? Realmente no te cansas de decir esa historia tonta...
Carla: Sobre que yo he perdido mis recuerdos y que este no es el lugar al que pertenecemos——
Carla: Tu historia no vale la pena como para que la crea.
Yui: Lo sé. Incluso yo, hasta que recuperé mis recuerdos lo había llegado a olvidar...
Yui: Pero, esa la verdad. No debes recordarlo todavía, ¡solo tienes que confiar en mí, por favor...!
Carla: ¿Eso era lo único que tenías que decir?
Yui: ¡...!
Yui: (Sus ojos son tan fríos... No creerá lo que le digo).
Yui: (Pero, si yo lo recuerdo...)
Yui: (Eres duro contigo mismo, eres orgulloso y—— Amable...)
Yui: (Y pese a que lo recuerdo, no puedo hacer nada...)
Carla: No tengo tanto tiempo libre para hablar tan ociosamente contigo.
Carla: Sé obediente hasta que regrese nuevamente para chupar tu sangre.
—Carla se va—.
Yui: Ah... ¡Carla-san!
Yui: (... Se fue sin mirar atrás).
Yui: (Ninguna de mis palabras son capaces de alcanzarlo. ¿Va ser así... Por el resto de la eternidad?)
—Pasa un tiempo—.
Yui: ... —tose—. Hace frío...
Yui: (Desde que me desperté esta mañana, me siento un poco mal... Aunque no sé qué hora es).
Yui: (Hace frío y no puedo dejar de temblar, mi cabeza se siente pesada y muy cálida. Me pregunto si me resfrié...)
Yui: (Al menos sería bueno tener una manta... Pero no hay tal cosa en esta mazmorra).
—Pasos acercándose—.
Carla: ¿Por qué estás sentada sosteniendo tus piernas?
Yui: Ah... Carla-san...
Carla: Bien, vas a darme tu sangre hoy también.
Yui: ¿Hoy... También?
Carla: Por supuesto. Tu sangre cambia de sabor cuando la chupo. Aunque no sé cuál es el significado de eso...
Carla: Lo seguiré haciendo hasta que aparezcan señales de que me esté convirtiendo en el gobernante supremo. Vamos, ven aquí——
—Carla se acerca a Yui—.
Yui: (Pese a que me atraiga hacia él, mi cuerpo se siente tan pesado que no se mueve a mi voluntad...)
Carla: ¿Qué pasa? Hoy estás siendo más obediente de lo habitual.
Carla: ¿Eso quiere decir que finalmente estás lista para entregarte a mí?
Yui: (Quiero decirle que es diferente, pero... Siento a mi cabeza dar vueltas y es difícil alzar la voz...)
Carla: Tendré en cuenta tu grato comportamiento, mordiéndote de forma profunda con mis colmillos... Nn... Nn... —Carla muerde a Yui—.
Yui: Ah...
Yui: (Mi cabeza se siente cada vez más perdida a medida que chupa... Mi sangre...)
Carla: ...El sabor de la sangre se siente distinto de lo normal. En cambio, se siente hirviendo.
Yui: (¿Caliente...? Lo sabía, debo tener fiebre...)
Carla: ¿Este cambio se debe a algo importante? De ser así, no puedo pasarlo por alto.
Carla: Si realmente te despertaste como la legendaria Eva, di algo.
Yui: (Uh... No, esto es solo un simple resfriado... No soy capaz de hablar...)
Si tocas...
🌹La boca de Carla: Con esto, el camino hacia el gobernante supremo debería abrirse, y mi deseo se hará realidad. Hasta que eso suceda, no puedo dejarte ir.
🌹El ojo derecho de Yui: ¿Por qué estás derramando lágrimas?
Carla: No respondes, bueno. En ese caso, seguiré chupando tu sangre.
Carla: Nn... Nn... Nn... —Carla muerde a Yui—.
Yui: Uh...
Yui: (Se percató de que mi condición es diferente a la habitual... Pero, aún así él no se preocupó...)
Yui: (El Carla-san de siempre, me hubiera cuidado... Ya que Carla-san es una persona amable...)
Yui: (Aunque sé que no sirve de nada compararlos... Es inevitable para mí).
Yui: (Ese Carla-san tan amable, ¿no va a regresar...?)
Carla: ...La sangre hoy no tiene un buen sabor. No puedo beberla.
Carla: La próxima vez que venga, vas a darme una sangre más exquisita.
—Carla sale de la mazmorra y se va—.
Yui: (Carla-san... Se marchó sin preocuparse por mí).
Yui: (Una herramienta... Actualmente, para todos solo soy una herramienta).
Yui: (Incluso si es tan doloroso... Nadie vendrá a salvarme——)
—Pasa un tiempo—.
Yui: ... Ah... Ah, ah...
Yui: Ah... Siento mi cuerpo demasiado cálido... Quiero agua...
Yui: (¿Qué debo hacer? Mi condición física está empeorando aún más...)
Yui: (Pero, nadie va... A ayudarme).
Yui: (No tengo a nadie a quien pueda pedir ayuda...)
—Pasos acercándose—.
???: Eva, lo siento por llegar tarde... Traje... Tu comida.
Yui: (¿Quién es...? Escucho una voz...)
Azusa: ...¿Q-Qué sucede? ¿Estás bien?
Yui: (El guardia hoy era Azusa-kun...)
Azusa: Ten, es agua...
Yui: ¡...! Nn... Ah, ah...
Yui: (El agua empapa toda mi garganta... Al parecer mi cuerpo estaba sediento).
Yui: (Siento que el dolor de mi cabeza... Se alivió un poco).
Yui: Gracias... Azusa-kun.
Azusa: ¿Te sientes mal...? ¿Vas a comer?
Yui: ...No es nada. Pero, lo siento. No tengo apetito ahora...
Azusa: Ya veo...
—Pasos acercándose—.
Azusa: ...¿Oh? Alguien viene.
Yui: (Eh...)
Carla: Ya veo. Así que es la hora de tu comida.
Yui: ¡...!
Azusa: Carla... ¿Por qué estás aquí? Siempre nos dejas el tema de la comida a nosotros...
Carla: Mientras estaba chupando su sangre hoy, Eva tuvo algunos cambios. Vine a comprobar el progreso.
Carla: Hmm... Tu expresión está muy afiebrada.
Yui: Ah... Es porque tengo fiebre...
Carla: Hmph, No hablaste hace un rato, pero ahora lo estás haciendo.
Carla: Azusa, ¿qué le has hecho a Eva?
Azusa: Ah... Eh...
Yui: (Azusa-kun está alarmándose. Aunque Carla-san sea su hermano mayor, lo está presionando...)
Yui: Solo... Me dio agua...
Carla: ¿Agua?
Yui: S-Sí... La preparó para mi cena...
Carla: Ya veo. Y de esa forma enfriaste tu cuerpo.
Carla: Si el cuerpo de Eva quiere agua, eso también puede ser necesario para el despertar de Eva.
Carla: Si ese es el caso, vamos a acelerar el proceso.
—Carla toma la jarra de agua—.
Azusa: Carla, ¿sabes... Que eso es la jarra de agua?
Carla: Lo sé con solo observarla. Si tu hidratación no está bien voy a darte todo el agua que sea necesario.
Carla: Abre tu boca. Llenaré tu cuerpo con esto directamente.
Yui: Eh... Espera, no hace falta tanta agua...
Azusa: Carla, detente...
Carla: Tu cállate y observa en silencio.
Azusa: ¡...!
Carla: Los barrotes de la mazmorra están resultando ser un obstáculo.
—Carla entra a la mazmorra—.
Yui: (De ninguna manera... Si me da el agua directamente desde esa jarra... ¡No podré respirar!)
—Carla se acerca a Yui—.
Carla: Abre la boca. Es una orden.
Yui: E-Eso es imposible...
Carla: ...Estás desobedeciéndome. En ese caso, la abriré a la fuerza.
Yui: ¡Ugh...!
Yui: (Está sosteniendo mi barbilla... No puedo resistirme porque está usando mucha fuerza).
Yui: No... Por favor... Beberé del vaso...
Carla: No puedo confiar en tales palabras. Podrías llegar a escupir el agua sin beberla.
Yui: (¡N-No voy a hacer eso...!)
Carla: Estoy diciendo que te voy a dar agua. Deberías estar agradecida y aceptarlo.
Carla: Podrías despertar como Eva si tu condición continúa. Enfría tu fiebre ahora mismo.
Yui: ¡...!
Yui: (Después de todo... Solo lo está haciendo porque quiere convertirse en el gobernante supremo...)
Yui: No quiero beber desde la jarra... Al menos... Con otra cosa...
Carla: ...Eres una herramienta que pide demasiado. Son embargo, no tengo intenciones de confundirme y cometer el error de darte una proporción de agua errónea.
Carla: Si el problema es que sea directamente de esto, entonces podría estar bien hacerlo así... Nn...
Yui: (¿Eh? ¿Por qué está poniendo la jarra en su boca?)
—Carla le pasa el agua a Yui de su boca a la de Yui—.
Carla: Nn... Nn... Ah.
Yui: ¿¡Nn... Nn...!?
Yui: (¿¡Está haciéndome beber el agua desde su boca...!?)
Yui: Ah, ah... ¿Por... Qué...?
Carla: Por el bien de tu despertar, voy a darte la cantidad de agua necesaria.
Carla: Parece que la fiebre todavía no ha bajado. Lo haré de nuevo——
Yui: Ah, espera—— Nn...
Yui: (Por lo general, lo hubiera sentido como un dulce beso... Pero ahora lo está haciendo de una forma tan fría...)
[Monólogo]:
❝ Tragando desesperadamente el agua que se vertió muchas veces en mi boca, mis lágrimas se derrumbaban por el dolor de no poder respirar bien.
Solo soy una herramienta para que él alcance su objetivo.
Hundiéndose de una forma profunda en mi mente, solo recé para que este momento doloroso terminase—— ❞
O1 | O2 | O3
Masterlist Scarlet
Masterlist Violet
Masterlist Orange
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Rin, te has acostumbrado a la vida en el pueblo? nadie te intimida ni nada? hiciste un kimono con la tela que te di el otro día? cuando tengas problemas, estés ansiosa, triste, o en cualquier otro momento siéntete libre de llamarme. vendré a ti de inmediato. incluso si estamos muy separados si dices mi nombre, definitivamente voy a venir volando hacia ti. si no puedes hablar, puedes silbar silba entre tus dedos si quieres. la distancia no es un obstáculo nuestros corazones están unidos con el poder de la confianza no hay nada que temer simplemente teniendo esa sensación debería ser suficiente para llenar tu corazón por eso está bien que las cosas permanezcan como están por ahora. tenemos un montón de tiempo, puedes examinar tu corazón a tu propio ritmo. hasta entonces, cuídate.
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Glee «My Valentine's surprise»
Febrero de 2012
-¿Blaine?... ¿puedo pasar?... —preguntó la Señora Anderson dirigiendo su voz hacia el agujero de la cerradura. -Pasa Mamá… —respondió su hijo mientras se probaba diferentes sombreros frente al espejo. -¿Y esto?... ¿me perdí de algo?.... —pregunto con las manos en la cadera al verlo tan arreglado. -¿Como?... —dijo Blaine cambiando un sombrero negro estilo «fedora» por otro color burdeo más pequeño y redondeado, se miro al espejo y sonrió sintiendo que le quedaba a la perfección. -¡Estas todo arreglado!… -Lo mismo digo… —dijo su hijo señalando el vestido corto y negro que tenía puesto su madre. -Tu Papá… ya sabes… —respondió blanqueando los ojos, Blaine se se le quedo viendo un instante pensado si lo que él sabía, era lo mismo que su Mamá pensaba que sabía. -¿No se supone y el doctor MIller dijo que debías seguir guardando reposo?… ¡y seguir con el parche! —agrego Pam apuntando el ojo descubierto. -La verdad Mamá, es que te mentí… —respondió Blaine guardando las cosas que no iba a utilizar de vuelta en su closet. -¿Como? -Lo que oyes… —agregó continuando con el orden -¿De que estas hablando Blaine Devon Anderson?... por muy grande que estés si un doctor te dice que hagas una cosa… yo no voy a permitir que hagas lo contrario… ¿Blaine?...
-¡Revisa unos papeles que hay sobre la cama!... —exclamó desde dentro del closet. -¿Papeles?.. .—repitió mirando. -Si… allí, mira, cerca de los almohadones… —dijo asomando la cabeza y apuntando hacia su cama, Pam dio un chasquido con su lengua y negando con la cabeza se acercó a donde su hijo le dijera, tomo un par de papeles doblados a lo ancho y leyó lo que parecía ser el alta médica de su hijo. -¿Qué es esto? -Es lo que ves… —dijo Blaine poniéndose una chaqueta del mismo color del sombrero. -¿Cuando paso esto?... —insistió Pam releyendo el documento. -El día que fuimos a la consulta… ¿te acuerdas que te encontraste con una amiga tuya?... —Pam lo miro bien ceñuda— que es mamá de una compañera mía de Mckinley… —añadió Blaine en tono de pregunta, su madre arrugó más el entrecejo sin caer aún en la cuenta de lo que le estaban hablando— su nombre es Sugar… -¡La hija de Leslie Motta!... ¡por supuesto!… ¡que cabeza la mía!… —exclamó dándose un golpe en la frente con los papeles doblados. -Pues bien, allí Sugar me contó lo de la fiesta en el «Breadsticks» por San Valentin… y me pidió que cantara… -¿De verdad?... ¿y Kurt sabe eso?... —preguntó Pam tomándose la cara con las dos manos. -No... -¡Pues llámalo y dile!... —dijo tomando el teléfono desde una de las mesas de noche— cuando vino el otro día y a ti se te… «salio» eso de que no podrías llevar a cabo el plan que tenías para este fin de semana en el “Murphin Ridge Inn”, se puso super triste... -A mi no me salio nada… tu fuiste la que contó todo… —interrumpió Blaine arqueando una ceja. -¡Ay cariño!, «patata», «papa», ¡da igual!… en fin… —dijo estirando su mano con el teléfono— llámalo y dile… ¡se pondrá extra feliz! -No haré eso… -¿Por qué no? -Porque... como estaba contando, Sugar me ofreció ser la estrella de su fiesta, y también se le ocurrió que podía ser sorpresa para todos, en especial para Kurt… —respondió sonriendo cuando mencionaba a su novio— por eso mentí cuando salí del último control diciendo que debía seguir usando el parche y mantener lo del reposo... -Vaya plan… —dijo Pam frunciendo la boca en señal positiva, Blaine abrió sus manos como indicando que todo había sido idea suya y se sentía orgulloso de ello— no puedo creer que mintieras a todos, pero… ¡vaya plan!... —repitió haciendo el mismo gesto con su cara.. -Gracias… solo espero y salga todo bien… —agregó mirándose el atuendo en el espejo de cuerpo entero. -Así saldrá… ¡ay!... te ves tan guapo, creo que podría tomarte una foto… ¡y es lo que haré! -¡Mamá! —dijo Blaine queriendo reír al verla manipular su teléfono móvil en busca de la cámara. -Ese es mi nombre cariño… —agregó enfocándolo— ahora sonríe… —dijo sonriendo ella también, Blaine hizo lo que su Madre le pidiera y posó para ella poniéndose de medio lado— perfecto… ¡super guapo!, creo y se la enviaré a… ¿quién podrá ser? —dijo al sentir el timbre de la entrada. -No lo se… es muy temprano para que sea Kurt… —respondió su hijo mirando la hora en su reloj pulsera. -¿Kurt?... ¿por qué? -Porque dijo que vendría antes de irse a la fiesta para despedirse o algo…pero insisto que es muy tempra… no importa, es él… —dijo enseñando su teléfono y el mensaje de texto que decía «estoy en la puerta» seguido de un par de corazones y un «emoji» de gorila, Blaine soltó una risa pensando que a su novio se le habían ido los dedos con el teclado digital. -¿Voy yo?... -Si, por favor... —pidió Blaine mientras se quitaba la chaqueta y el sombrero— pero no le cuentes nada de lo que acabo de decirte...—añadió mientras se metía a la cama y se tapaba hasta la cabeza. -¡Ay cariño!, por supuesto que no… ¿por quién me tomas? -¿Tengo que responder a eso? -No… —dijo Pam alargando la «o»— pero si no quieres que sospeche, sugiero que te pongas una bata sobre la camisa, si Kurt te pilla así todo arropado, creerá que además de una cirugía ocular, ahora tienes pulmonía o algo… —aseguro de lo más divertida mientras entraba al baño de su hijo, tomaba la bata desde el gancho de detrás de la puerta y se la arrojaba a Blaine casi sobre la cara.
-¡Kurt!... hola… alguien se ve muy guapo... —dijo la Señora Anderson en cuanto abrió la puerta de su casa y vio al novio de su hijo parado en el umbral. -Gracias Señora Anderson… usted también se ve muy bien… —respondió Kurt mirándola mientras entraba. -¡Ay Cariño!... eres un un dulce, y la verdad es que ni siquiera he terminado de alistarme… lo que pondrá al papá de Blaine más que furioso… —agrego Pam como cantando sus últimas palabras. -¿Grandes planes para esta noche? -Bueno… —comenzó a contar Pam mientras caminaba hacia la sala, Kurt echo un ojo hacia el armario entreabierto del recibidor por si veía el disfraz de gorila que según él, Blaine había usado para enviarle mensajes secretos toda la semana— en realidad hacemos casi siempre lo mismo cada año, pero siempre terminamos pasando un buen rato… ¿que hay de ti y mi hijo?... ¿celebraran aquí de manera privada?… —añadió moviendo sus cejas. -No… bueno sí… un poco… -¿Un poco?, ¡pero si estas muy elegante!… —exclamó Pam tomando una de las manos de su yerno para hacerlo girar sobre sí mismo, Kurt soltó una risa media infantil y luego de dar casi una vuelta y media logró zafarse y se arregló la corbata y los puños de la camisa. -Si, bueno… lo que pasa es que habrá una fiesta en el «Breadsticks» y Blaine insistió en que debía ir, yo no quería porque él estará aquí solo, pero insistió lo suficiente para convencerme, así es que iré… luego vendré y le contaré todo,.. y por supuesto podremos celebrar —agrego mirando hacia la sala. -Una lastima que mi hijo esté convaleciente… sino, estoy segurísima y serían la mejor pareja y la super atracción de la fiesta… y algo me dice que lo serán… —dijo Pam sonriendo con travesura. -¿Como? -¿Que?... -¿Por que dijo eso? -¿Quien dijo que?... -Usted, acaba de decir... -¿Quieres algo?... —interrumpió queriendo cambiar de tema. -No, estoy bien… Señora Anderson, ¿por qué dijo… ? -¡Te traeré una soda!... ¡además debo alistarme!... Blaine esta en su cuarto… ¡sube si quieres!... —dijo de corrido mientras hacía ademán de ir a la cocina pero terminaba subiendo en dirección de los dormitorios. -Eso fue raro… incluso viniendo de la Mamá de Blaine… —murmuró Kurt mirándola con los ojos empequeñecidos— pero bueno… —agrego echando un vistazo a su alrededor— mejor voy a ver a Blaine antes que me den ganas de revisar todo aquí en busca de ese bendito traje de gorila… —terminó por decir subiendo los peldaños de dos en dos.
-¿Blaine?... —dijo golpeando y abriendo la puerta al mismo tiempo. -Pasa… —respondió desde adentro. -Hola… ¿como estas?... ¡con un demonio Blaine Anderson!, ¿acaso estás leyendo?... —dijo al descubrirlo con una revista entre sus manos. -No… no estoy leyendo… solo estaba buscando algo entre las páginas de esta revista deportiva… —respondió hojeando la publicación de manera rápida. -Eres super malo para mentir, ya deberías saberlo… —dijo sentándose a su lado en la cama. -Lo se… pero quise darle una oportunidad a mis habilidades para engañarte… —Kurt sonrió medio chueco al pensar que nunca podría engañarlo con nada porque desde el día uno ya sabía que detrás del traje de simio estaba él, pero decidió seguirle el juego— ¿que?...— dijo Blaine advirtiendo aquella mirada. -Nada… es solo que esta semana has puesto a prueba esas habilidades que mencionas… pero no diré nada para no arruinar mi sorpresa de San Valentín… -No estoy seguro de saber a qué te refieres… —agregó su novio sintiendo un poco de nervios al pensar que su Mamá se había ido de la lengua… otra vez. -Por supuesto que no sabes... —dijo Kurt sonriendo como si manejara información que nadie más conocía, le quitó la revista de las manos y la tiró encima del sillón rojo, Blaine miró de reojo la punta del sombrero que se asomaba debajo— ¿que?... —preguntó él esta vez mirando en la misma dirección. -Nada… oye… ¿y mi beso de saludo?... —pregunto tomándole las manos. -Pues te lo doy enseguida… —contestó Kurt dándole uno bien apasionado— hola… —agrego juntando su frente con la de él. -Hola… —dijo Blaine soltando un suspiro. -Gracias por enviar a tu Mamá abrir la puerta… ¿recibiste mi mensaje? -Lo recibí… aunque creo y lo escribiste muy rapido, se te «paso» un gorila después de los corazones… —Kurt lo miró de medio lado sin saber si debía continuar haciendo como que no sabía nada o ya era tiempo de decir «lo se todo Blaine, basta de juegos» -Es que lo escribí con los guantes puestos...— dijo optando por lo primero— ¿te has sentido ben? —pregunto mientras ordenaba un poco los cobertores. -Pues ahora estoy mejor que nunca… —añadió sonriendo y echándose hacia atrás en las almohadas. -Me alegro… -¿Y tú?, ya estás listo para la «Sugar shack» -Así es… —respondió Kurt poniéndose de pie y mirando la hora en el reloj de la mesita de noche— ¿como me veo? —pregunto arreglándose la chaqueta a la altura de los puños. -Guapo como siempre… te juro y me muero de ganas de acompañarte… —dijo Blaine mirándolo. -Lo se… —contestó Kurt sentándose a su lado nuevamente— y yo me muero de ganas de quedarme aquí, escabullirme entre tus cobertores y usar mi cuerpo para cosas que no tienen nada que ver con la santidad del señor «Valentín de Roma»… —dijo moviendo sus cejas. -Como decir que no a eso… —dijo su novio señalando el lado vacío de la cama. -Buen intento Blaine Anderson… estás convaleciente… y si tú no lo recuerdas… yo sí… —contestó Kurt mirando la hora en su teléfono. -¿Tienes algo que hacer? -¿Por qué? -Porque has visto la hora un par de veces y aún es temprano para la fiesta… -¿Vas a seguir con esto? -¿Con que? -¡Blaine! -¿Que?... Kurt, te juro y no tengo idea de lo que estas hablando… -Ok, no tienes idea… entonces, ya que quieres seguir con el misterio… me voy… -¿Donde? -Si claro… como si no lo supieras… —dijo Kurt hablando entre dientes y como un enfermo mental lo haría. -Hoy estás muy raro… -No más que un gorila… —dijo moviendo sus cejas y mirando a su novio como si esperara una respuesta de su parte, Blaine lo miró de vuelta con cara de confusión máxima— ¡bien!, te seguiré la corriente y actuaré sorprendido, te lo juro… —terminó por decir dándole un beso de despedida, camino hacia la puerta diciendo adiós nuevamente y se quedó del otro lado sonriendo, después de todo tenía la sensación que «su gorila», le daría una sorpresa de San Valentín inolvidable.
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Hola a todos, sí, aún sigo vivo :P Hoy vengo a traerles una pequeña historia que nació apenas hace un par de horas. Espero la disfruten tanto como yo lo hice al escribirla. Les dejaré por aquí el enlace a wattpad para que puedan leerla ahí también y si ustedes quieren pasarse por mis otras historias. WATTPAD: https://www.wattpad.com/593723512-el-%C3%A1ngel-del-sue%C3%B1o
El Ángel del Sueño
Una oscuridad densa y profunda fue lo primero que me recibió al llegar… pero no importaba. Nunca ha importado que tan oscuro o iluminado esté, puedo ver cada detalle a la perfección. Veo al chico que está dormido en una pequeña y mullida cama cubierto con una gruesa manta tratando de protegerse del frío invernal que aqueja la ciudad.
Entiendo que es él por quien he venido. Lo reconozco a la perfección. Ese ligero latido en mi interior me indica que es la persona a quien le ha llegado su hora.
Me sorprende un poco haber venido por alguien tan joven. Lo examino durante un momento y compruebo su buen estado de salud y eso me sorprende todavía más. Empiezo a dudar si me han asignado al sujeto correcto. Decido posponer su partida y espero a que despierte. Parpadeo una, dos veces y tal vez han pasado dos minutos, dos horas o dos años. Para mí el tiempo humano dejó de importar hace muchos siglos.
El sol ha aparecido en el cielo y sus rayos dorados atraviesan la ventana e iluminan toda habitación. Observo detenidamente como se levanta y una vez más me deja sorprendido: su labio inferior está reventado y un pequeño corte divide su ceja derecha. El golpe que dejó tal marca debió ser tan fuerte que seguro le hizo ver las estrellas. Pero no puedo preguntar nada porque él no puede verme ni oírme. Lo sigo hasta una pequeña habitación y al traspasar la puerta descubro que es el baño. Después de ver sus ojos reflejados en el espejo entiendo porque me han designado a este chico: piensa en suicidarse. Sus ojos tristes y vidriosos anhelan una muerte piadosa que termine con todo de una vez.
Momentos después estoy caminando detrás de él, si va a suicidarse no puedo ser yo quien le quite la vida después de todo. Debo esperar a que él lo haga y si es necesario alentarlo un poco, para así poder recoger su alma y llevarla a la Luz y Oscuridad Eterna, según sea el designio de los Supremos Jueces.
Caminos a través de las húmedas calles de la ciudad, lleva a la mirada en el suelo y en los oídos una música ensordecedora que lo aísla del mundo que poco a poco lo está matando. Música ruidosa para una mente ruidosa, pienso al verlo en ese estado.
Se detiene frente un descolorido y descuidado edificio de hormigón, en la parte de enfrente de la reja que lo bordea puede leerse “Universidad del estado”, y creo poder entender el poco entusiasmo que tiene al llegar aquí: el edificio parece más bien una prisión.
Se queda de pie unos minutos junto a la puerta y comprendo que espera a alguien. No le importa el agua que cae del cielo y humedece su ropa. No le importa que los chicos y chicas pasen a su lado y no reparen en su presencia, como si él no existiera. Ese es el desinterés de alguien que perdió la esperanza en la vida desde hace mucho tiempo.
Espera.
Y espera.
Y espera más pero nadie aparece. Una vieja chicharra suena en el interior del edificio dando inicio a una larga jornada de clases. Si es posible, sus ojos se apagan aún más y creo que ha llegado el momento en que se quitará la vida. Pero no lo hace. Con pasos lentos y desanimados se interna en un largo pasillo rodeado de aulas. Lo veo tomar asiento y casi puedo sentir sus deseos por desaparecer y abandonar a todo lo que lo rodea. Nunca antes había sido asignado a un suicidio y la verdad es que no entiendo cómo es posible que quiera terminar con su vida. La vida humana es tan sencilla y compleja a la vez. Dedican horas y horas a actividades tontas y sin sentido que muchas veces reducen sus años de vida. Sus tontos y frágiles corazones albergan más sentimientos negativos de los que pueden soportar y terminan rotos e inservibles. Y lo irónico de todo esto es que comienzan a valorar lo importante cuando ya es demasiado tarde, cuando sus cuerpos son frágiles y enfermizos, cuando ya es imposible empezar a vivir porque tiene los días contados. Los humanos no han entendido que el tiempo nunca es suficiente para ser feliz. ¿Y por qué digo que no lo saben? Porque cada día, generación tras generación, veo como sus vidas se apagan sin que ellos encuentren un sentido a su existencia.
Un chico de piel morena y cabello alborotado aparece en el marco de la puerta, agitado y muy nervioso. Puedo ver como los ojos de mi sujeto se iluminan un poco. Un destello de felicidad en una oscura depresión.
-¿Me permite pasar? –pregunta, tratando de recuperar el aliento.
El profesor, un anciano malhumorado y al que no le quedan muchos días en este mundo, lo observa por unos segundos más de lo necesario y finalmente decide ignorarlo. El chico se mantiene en pie en el mismo sitio, un poco incómodo y con todas las miradas indiscretas de sus compañeros encima de él. No puedo evitar sentir una ira abrazadora en mi interior y deseo con todas mis fuerzas ser el encargado de arrebatarle la vida a ese anciano que cree tener autoridad sobre otras vidas.
El chico sigue de pie durante unos minutos hasta que el gordinflón le indica que pase a tomar asiento con un vago ademán. Sin pensarlo dos veces entra y se sienta en el pupitre que está a un lado de mi sujeto. La arrastra hasta ponerla de frente a él, como todos los equipos que se formaron con anterioridad. Soy consciente de que algo ha cambiado en los dos, algo se ha encendido en su interior. Es algo muy de humanos y que he visto en incontables ocasiones: esperanza.
-¿Qué tenemos que hacer…? ¡Mierda! ¿Qué te pasó?
Su tono de voz se ha alzado tanto que atrajo la mirada de sus compañeros y hasta del profesor.
-Lo siento –se disculpa sin sentirlo de verdad. Algo que también es tan humano como la esperanza. He visto miles y miles de humanos disculparse sin sentirlo si quiera. Y he visto a otros miles y miles de humanos tontos que creen esas disculpas y salen gravemente lastimados al darse cuenta de la verdad.
Ese chico mantiene la vista en su rostro mal herido y en sus ojos puede verse (sentirse, en realidad) un dolor infinito. Un dolor que solo las personas que aman son capaces de sentir. Esa clase de dolor que te desgarra el alma cuando ves a alguien amado ser destruido y no puedes hacer nada. O aún peor. Cuando ese alguien que amas te desgarra el alma porque no te ama de la misma manera.
-¿Quién te hizo esto, Ernesto?
El chico se encoje ante la dureza de la voz con la que se ha hecho esa pregunta.
-Erne, mírame por favor.
Lleno de curiosidad me acerco más a ellos, tratando de sentir, de adueñarme de esas emociones tan contradictorias que bullen en su interior. Se miran por unos instantes, miradas profundas que parecen decir tanto y nada a la vez.
-Fue él ¿verdad?
Ernesto asiente, cabizbajo.
Ernesto. Sé que no tiene caso que me aprenda su nombre. Sé que no debo hacerlo pero aun así lo hago. Para ser la primera vez que me asignan en un suicidio podría decir que me está yendo bastante mal. Estoy tardando más de lo necesario. Pude haberlo alentado a cortarse las venas en el baño durante la mañana. Pude haberlo alentado a que se lanzara contra un auto mientras caminaba. Pude haber hecho tantas cosas para que se quitara la vida pero no lo hice. Porque no pude hacerlo.
-Ese maldito hijo de puta me va a conocer, te juro que le partiré las piernas…
-Baja la voz, Gabriel –susurra Ernesto-. Ni siquiera es tan grave.
-¿Qué no es tan grave? ¡Te ha partido la cara! Probablemente ese golpe necesite unas suturas para que pueda cicatrizar.
Ernesto baja la mirada a su cuaderno manchado por pequeñas gotas de sangre. Sorprendido arranca la hoja, la arruga y la mete en su mochila. Puedo ver su cara de frustración, puedo sentir su desesperación. Puedo sentir las ganas que tiene de gritar y llorar como un niño pequeño. Pero no lo hace. Y tampoco puede evitar que las lágrimas se desborden de sus ojos.
-Profesor, ¿puedo llevar a mi compañero a la enfermería? No se siente muy bien –anuncia Gabriel levantándose de la silla.
El profesor ni siquiera voltea a verlos y les indica que se vayan con el mismo ademán que hizo hace apenas unos minutos. Los chicos salen del salón evitando las miradas poco educadas de sus compañeros.
Antes de ir tras ellos me acerco al profesor y susurró en su oído:
-Vendré por ti en unos días y más vale que estés preparado para el mayor sufrimiento que jamás hayas sentido.
A pesar de que no puede escucharme, siento como se eriza cada bello de su cuerpo. Detiene su explicación y gira en dirección a donde me encuentro y le dedico una sonrisa que jamás verá. Al menos no mientras esté vivo.
Encuentro a Ernesto y a Gabriel en la enfermería. Una mujer joven de piel morena y cabello castaño está frente a Ernesto inspeccionando las heridas. Espero junto a la puerta mientras ella cura con apósitos y gasas las heridas. Ernesto ni siquiera hace muecas de dolor.
-¿Quieres regresar a clase? –pregunta Gabriel una vez que han salido de la enfermería. Ambos están sentados debajo de una marquesina protegiéndose de la fuerte lluvia que ha empezado a caer.
-Sí –responde, cuando en realidad quiere decir que no. ¿Por qué los humanos hacen cosas que realmente no desean hacer?
-Bien, iré por nuestras cosas para irnos.
Él también notó la mentira. A pesar de todo el tiempo que llevo en este mundo no puedo evitar sentirme amenazado (y triste) por la facilidad con la que mentían.
Sonríe sin ganas y asiente mientras el otro chico se levanta y camina en dirección al salón pare recoger las cosas de ambos. Cuando se queda solo, su desolación y tristeza se vuelven infinitas, por su cabeza rondan preguntas que no puede responder. Trata de encontrarle un sentido a todo lo que le está pasando, trata de convencerse que todo mejorará, trata de creer que mientras su amigo esté con él tendrá las fuerzas para seguir adelante.
Puedo ver como el pasado lo lastima y como el futuro lo aterra, otra cosa que es muy común en los humanos. Siempre dejando el presente de lado para preocuparse por cosas que ya han pasado y que no pueden cambiar, o lo que es peor, cosas que aún no han pasado y que no tienen la certeza de que pasen en realidad.
Le teme a la vida y todas sus consecuencias.
A lo lejos siento una presencia extraña, la clase de presencia que tienen las personas que se regodean en el sufrimiento de otros. A lo largo de la historia han existido personas con esta misma esencia y la destrucción que han dejado quedó marcada en los libros de historia y en la memoria de miles de personas. Puedo sentirla y veo que pertenece al chico que aparece al girar en el pasillo. Se dirige hacia Ernesto, que no se ha dado cuenta por estar sumergido en sus pensamientos. En su mirada puedo ver el brillo causado por la ira, por el enojo y el odio hacia todo. La intensión de lastimar a mi sujeto es palpable en el aire y me pregunto si él será quien lo orille a tomar la decisión de suicidarse.
Decido que no quiero averiguarlo. Me planto frente al brabucón y se detiene de inmediato, no puede verme pero su subconsciente entiende que hay algo que se interpone en su camino. Me infiltro en sus pensamientos y veo sus planes: lanzar a Ernesto hacia la lluvia. Golpearlo, quizá, hasta que pida perdón por el solo hecho de haber existido. Sé que sólo basta con un pensamiento para quitarle la vida, está a un solo pensamiento mío de que su corazón se detenga o sus pulmones colapsen.
Pero es mejor que se quede en este mundo sufriendo las consecuencias de sus propios actos. Saco hasta el último suspiro de sus pulmones y cae inconsciente al suelo, no sin antes dejarle claro que si vuelve a molestar a una persona más vendré por él.
Gabriel ha llevado a Ernesto a su casa. Es un poco más grande que la de Ernesto y más ordenada. Son los únicos que están en casa, es lo primero que siento al entrar detrás de ellos.
-Prepararé una ducha caliente así que ve quitándote toda esa ropa mojada –dice Gabriel, desapareciendo detrás de varias puertas de madera.
Veo que se siente cómodo estando ahí, en una casa que le es más familiar que su mismo hogar. Se quita la sudadera que ha quedado empapada y la dobla, camina hasta la cocina y atraviesa un pasillo que lo lleva al cuarto de lavado. Estando ahí, se quita los zapatos, los calcetines y una playera de manga larga que lleva debajo, quedando solo en camiseta y pantaloncillos.
-La ducha está lista, entra tu primero en lo que busco algo que te quede.
La diferencia de tamaño entre ambos es significativa y sé que cualquier ropa que encuentre le quedará enorme. Gabriel lo acompaña hasta el baño que está en su habitación, lo observa desvestirse y noto como un nudo se forma en su estómago al ver los hematomas que surcan la piel de sus costillas y abdomen. El mismo dolor que apareció en el salón de clases se manifiesta. Quiere decir algo. Quiere hacer algo. Pero no sabe qué. Otra cosa que hay que agregar a la lista interminable que solo los humanos hacen.
-No te termines el agua caliente –es lo único que dice cuando Ernesto se da cuenta que lo está viendo. Se acerca hasta él y con suma delicadeza envuelve su rostro entre sus enromes manos. Veo como deja un suave beso en la frente del otro y se aleja para seguir buscando la ropa.
Ernesto entra en el chorro de agua caliente, el vapor es tan denso que solo distingo la silueta de su cuerpo. Sus músculos se relajan y me gustaría que sus pensamientos también lo hicieran. Me pregunto porque mi Padre habrá dado una mente tan poderosa a cuerpos tan frágiles, si me pusiera a contar cuantos cuerpos han sido destruidos por sus propios pensamientos la lista tardaría eones en ser escrita.
Presto atención a las lágrimas que han aparecido en sus ojos, a los pensamientos que han surgido desde lo más oscuro de su mente: “quítate te la vida, suicídate” se repite a sí mismo una y otra vez. Me infiltro en su cabeza y no puedo hacer que desaparezcan esos pensamientos. Lo veo tomar la navaja de afeitar que tiene Gabriel junto al espejo y en cuestión de segundos ya he salido del cuarto de baño. Infiltro ese miedo y deseo de muerte en la mente de Gabriel y con la misma velocidad con la que yo he llegado hasta él, corre hasta el baño y toca la puerta.
-¿Está todo bien ahí dentro, Erne?
Parece salir de un trance que ni yo soy capaz de entender y suelta la navaja, que cae con un sonido metálico contra las baldosas de cerámica del suelo.
No responde. Cierra la regadera y el agua se detiene. Se observa durante unos segundos en el espejo y trata de colocarse esa mascara de falsa tranquilidad que ha llevado durante tanto tiempo, pero sé que esos ojos rojos lo delataran ante su amigo. En cuanto abre la puerta Gabriel se lanza sobre él y lo abraza con excesiva fuerza, tanta que lastima magulladuras que tiene en las costillas. Entiendo que fue un error haber transmitido esos sentimientos suicidas a Gabriel pero en el momento no se me ocurrió otra forma de hacer que lo ayudara. Y ese no es el único error que estoy cometiendo. Yo he llegado con la intensión de recoger un alma suicida y lo único que estoy haciendo es postergar su partida. Estoy alterando un orden que ni siquiera yo soy capaz de comprender.
-¿Qué fue eso?
-¿El qué? –pregunta Ernesto sin entender. Él no sabe que hice que Gabriel sintiera su dolor, su miedo y su deseo de muerte. No sabe que hice Gabriel entendiera por lo que estaba pasando.
-¿Qué ibas a hacer?
-Yo… no iba a hacer nada –responde aún más confundido.
Veo como se abrazan y no puedo evitar extrañar mi humanidad. Mi vida en una época tan antigua que ha comenzado a desdibujarse en mi memoria. Lo que veo ahí es amor, amor del verdadero y que sólo una vez se encuentra en la vida. Lo que veo ahí es un amor que no todos encuentran y que cuando lo pierden pasan el resto de sus vidas buscando algo que se le parezca. Un amor que te haría hacer cualquier cosa por mantenerlo así, intacto y mágico.
Gabriel esconde su rostro en el cuello de Ernesto y se queda ahí durante varios segundos; los deseos de muerte de su amigo (¿o amante?) han sido tan intensos que no encuentra la manera de sobreponerse a ellos. Puedo leer sus pensamientos, son tan claros e intensos que por un momento creo que son los míos: ¿cómo puedo ayudarte? Dame una pista, por favor, y te juro que haré todo lo que esté a mi alcance para que puedas estar bien.
-Tu ropa está sobre mi cama, abrígate en lo que yo me baño. Después prepararemos algo para comer.
Ernesto asiente y se aleja de su abrazo. Se viste a toda prisa con la ropa que Gabriel le ha dejado y se encamina a la cocina. De la alacena saca un par de huevos y harina para preparar hotcakes, algo que sabe de sobra le encanta a Gabriel. Se mueve con soltura en la cocina y sabe a la perfección donde está cada uno de los ingredientes que necesita.
-¿Hotcakes para comer? –pregunta Gabriel al entrar. Él solo lleva los pantaloncillos de un pijama azul marino y unos calcetines de diferentes colores. Puedo ver que el suéter que trae puesto Ernesto es la parte de arriba que le falta.
-Nunca es mal momento para hotcakes.
-Tienes razón.
Lo veo tomar asiento y esperar a que Ernesto termine de prepararlos. Me siento sobre la barra y los observo con detenimiento: los ojos de ternura que tiene Gabriel al mirarle la espalda, una mirada llena de amor y compasión de la que nadie con un poco de sentido común podría pasar desapercibida.
Vuelvo a preguntarme si es lo correcto llevar al suicidio a este chico. Sí, tiene ese pensamiento de quitarse la vida, sí, ya fui asignado porque hoy va a hacerlo. Y sí. Es mi deber llevarme su alma. Pero no quiero hacerlo. Ahora soy consciente que sí se quita la vida se llevará consigo la vida de su amigo (o amante). Se llevará consigo la esperanza de todos aquellos que lo quieren.
Pasan toda la tarde juntos. Gabriel no se despega de él ni un segundo porque aún no puede deshacerse de ese sentimiento que yo le infiltré dentro de su cabeza. Lo acompaña a la cocina cuando va a tomar agua. Lo acompaña a sacar la ropa de la secadora. Lo acompaña prácticamente a cualquier habitación de su casa.
Al menos es así hasta que llega la hora de dormir.
-Sé que tenemos toda la vida conociéndonos –dice Gabriel mientras ambos se cepillan los dientes frente al espejo-. Pero necesito unos minutos a solas en el baño.
Ernesto lo mira sonriendo, con una pregunta implícita en esa diminuta sonrisa.
-¿Para qué? ¿Qué vas a hacer?
-Es privado, así que fuera del baño.
Ernesto ríe por primera vez en todo el día y decido que no seré yo quien le quite la vida. No quiero ser yo quien se lleve un alma que todavía no descubre la felicidad. No quiero ser yo quien rompa el amor que se tienen esas dos almas que apenas acabo de conocer.
Se dirige a la habitación y acomoda las mantas y almohadas sobre un pequeño sofá cama que está a los pies de la cama de su amigo (o amante). Se acuesta y se acurruca como un cachorrito y abraza una almohada enorme, dispuesto a esperar todo el tiempo necesario a su hijo. Sus ojos han comenzado a cerrarse cuando su amigo cruza la puerta.
-¿Qué estás haciendo?
-¿Durmiendo? –responde Ernesto sin molestarse en abrir los ojos.
-Te quiero en mi cama. Ahora.
-¿Qué?
-Dormirás conmigo.
-Siempre duermo aquí.
Lo observa confundido durante unos segundos que bien podrían prolongarse durante varios minutos o incluso horas. Siento en su interior una mezcla de miedo y deseo. Ese deseo ferviente de dormir con su amigo (o amante) y el temor abrazador de echar todo a perder. No quiere perder a Gabriel. No cuando es lo único bueno que le queda en la vida.
Gabriel se adelanta y le arrebata las mantas de un tirón y forcejean durante varios minutos. Me gustaría que fueran completamente conscientes de lo felices que son en este momento, que pudieran grabar a fuego toda esta alegría que sienten en sus corazones. En todos mis siglos de existencia no he encontrado a un individuo que sea verdaderamente consciente de lo afortunado que es por poder disfrutar de cosas tan banales y a la vez tan importantes. No se dan cuenta de que estos pequeños momentos son los que construyen una vida memorable. Porque eso es la vida: la suma de pequeños y memorables recuerdos.
Se detiene cuando sus pulmones piden clemencia, cuando es necesario parar un momento para respirar. Ernesto sigue tumbado sobre el sofá cama y Gabriel yace a su lado, muy cerca de él.
-¿Tengo que pedírtelo por favor?
-Sería un lindo detalle de tu parte –responder Ernesto entre jadeos y con una enrome sonrisa en el rostro.
Quiero que recuerde esto cuando sienta que la vida no vale nada. Quiero que piense en el amor que ahora late con ferocidad en su interior. Pero sé que no lo hará. Los humanos tienen esa curiosa costumbre de concentrarte en todo lo malo que ensombrece su existencia.
Gabriel se acerca tanto a Ernesto que por un momento creo que lo besará, pero no lo hace. Pasa los dedos suavemente por su rostro, contorneando lentamente su mentón. Ambos se resisten a la atracción que sus cuerpos ejercen y quiero reír por eso.
-¿Me harías el favor de dormir esta noche conmigo? –pregunta entre susurros, muy cerca de los labios.
Ernesto asiente y de un momento a otro están los dos en la misma cama. Aunque la cama no es tan grande, ambos mantienen una distancia considerable del otro. La habitación ha quedado completamente a oscuras y aunque ellos no pueden verse entre sí, yo logro captar cada detalle. Están de frente a al otro, con las manos a punto de tocarse.
-Erne, creo que ha llegado el momento de que lo denuncies.
El cuerpo del chico se crispa al escuchar esas palabras.
-No puedo hacerlo.
-¿Por qué no? ¿No ves el daño que te hace?
-Es que… no puedo.
-¿Por qué no? ¿Qué es lo que esperas? ¿Qué te mande al hospital? ¿Qué te mate a golpes?
El tono de voz de Gabriel se ha elevado considerablemente, no es necesario hacer uso de mis sentidos sobrehumanos para saber que le está gritando en el rostro a su amigo. Pero es comprensible, él lo ama y alguien más lo está lastimando. No sabe de qué otra forma reaccionar y yo no ayudé mucho en este día.
-¡Es mi padre, Gabriel! –responde y la voz se fragmenta-. Sé que no puedo seguir viviendo así, pero… tengo miedo. Mucho miedo. Tú no lo conoces… yo… sólo… no sé qué hacer.
Al responder entre hipidos es difícil entender lo que trata de decir. Gabriel sabe que ha hecho mal en gritarle y en presionarlo a hacer algo para lo que todavía no está listo. Se acerca hasta él y lo abraza, sus brazos rodean el cuerpo de su amigo (o amante) con fuerza, sin importarle que pueda lastimarlo.
-Lo siento, no quise gritarte –se disculpa. Empieza a dejar pequeños besos a lo largo de todo su rostro, en las mejillas, en la punta de la nariz, en la frente, pero no en los labios. No entiendo por qué-. Es sólo que no resisto ver como muelen a golpes a mi amigo.
-¿Amigo? –Pregunta cuando ha recuperado la voz-. No creo que todos los amigos besen como tú lo haces.
Gabriel ríe por lo bajo y aprieta más su cuerpo contra el de Ernesto. Las cosas vuelven a ser como antes, otra vez toda está tranquilo.
-Si por mí fuera, ya hasta mi esposo serías –dice entre diminutos y cortos besos-. Pero tú no quieres.
Ahora ambos sonríen pero no pueden saberlo por la oscuridad que los rodea. Se van entregando poco a poco el deseo de estar juntos y al agotamiento que aqueja sus cuerpos.
>>Hay que dormir por hoy. Ya veremos cómo arreglamos esto mañana.
Por primera vez en todo lo que llevo siguiéndolos, Ernesto es quien besa a Gabriel. Y sé que no es común que lo haga porque puedo ver la sorpresa de este al sentir sus labios.
El día ha terminado y no sé cómo sentirme al respecto. Ernesto sigue vivo y aunque eso sea bueno sé que he fracasado.
Y ese fracaso tiene consecuencias.
Lo sé.
Y lo compruebo cuando la temperatura en la habitación comienza a descender aún más. Puedo ver como el aliento de los chicos que ahora están dormidos se condensa frente sus rostros.
-Belaam, Belaam, Belaam. Mi pequeño hermano. El día se ha terminado. Y tú sigues en este mundo sin ninguna alma en tus manos.
-¿Y a ti qué te importa si tengo o no un alma en mis manos, Haniel?
Mantengo mi voz inexpresiva, Haniel es el enviado directo de los Supremos Jueces. Un Ángel Castigador y de los más temidos en la jerarquía de los Ángeles. Un ser de piel pálida, rostro andrógino y cuerpo delgado que discrepa con la verdadera amenaza que representa. El recordar como despojaba de sus alas con crueldad a tantos como yo, me hastía. Era desgarrador escuchar los lamentos de tantos que habían fallado, apreciar su cara de horror al ser lanzados a la Oscuridad Eterna era mucho peor.
-Sabes que no me importa en absoluto. Pero es mi deber que lo haga.
No respondo nada. No debería hacerlo aunque tenga ganas de gritarle que podía irse al infierno.
-Hoy me siento indulgente con los de tu clase. Si para mañana al anochecer no tienes un alma, ya sabes que lo que te espera en la Oscuridad eterna.
Y aunque no lo sé, no lo admito. El calor ha vuelto a la habitación como señal de que él se ha marchado. El cielo está se está aclarando en el exterior y debo tomar la decisión de si debo sacrificar mi vida por la de un humano que apenas comienza a vivir.
La mañana transcurre y ellos siguen dormidos, como si el mundo en el exterior hubiera dejado de existir. Sólo quedan ellos dos. En su pequeña burbuja de realidad. De felicidad.
Pero esa tranquilidad no perdura.
Alguien golpea la puerta principal con brusquedad, con mucha más fuerza de la necesaria. Ambos se remueven en la cama pero tardan unos segundos en abrir los ojos. No saben lo que está pasando, no saben quién toca con tanta urgencia.
-¿Tus padres? –pregunta Ernesto con voz cansina.
-No lo creo. Ellos tienen llaves. Además, aún es muy temprano para que ellos están aquí –asegura al ver el pequeño despertador que está sobre el buró.
Puedo sentir que la tensión aumenta en el cuerpo de Ernesto. Él sabe quién es pero no quiero creerlo. No quiere aceptarlo. Trato de acceder a sus pensamientos para averiguarlo pero hay tanta confusión dentro de su cabeza que no logro deducirlo. Ambos se levantan y caminan lentamente hacia la puerta que sigue resistiendo los fuertes golpes.
Gabriel abre la puerta y al instante se interpone en el camino del hombre que ha aparecido. Son necesarias unas milésimas de segundos para que pueda entender que se trata del padre de Ernesto. Del hombre que tanto daño le ha hecho.
-¡Sabía que estabas en casa de este maricón! –grita encolerizado.
Es un hombre viejo y con un corazón lleno de odio. Su rostro está cubierto de arrugas, claras marcas de la vida infeliz que ha llevado. En sus ojos no puede verse otra cosa que no sea desagrado, ira y repulsión. Es la clase de persona que no deberían ser padres pero que aun así lo son. El mundo de los humanos está lleno de personas así.
-¡Lárguese de aquí o llamo a la policía! –advierte Gabriel.
Forcejea con el hombre para no dejarlo entrar. Tiene la intención de llegar hasta Ernesto y llevarlo devuelta a casa. Este se ha quedado en blanco, su rostro ha sido desfigurado por el pánico, es el rostro de una víctima que ha sido aterrorizada durante años.
-¡Lárguese de aquí, pedazo de mierda!
Gabriel empuja con fuerza al hombre y este retrocede unos pasos, trastabillando. Después de eso, todo ocurre en cámara lenta. El hombre hace un intento más por entrar, sus movimientos son tan lentos que podría decir que han pasado varios minutos y él apenas ha levantado un pie del suelo. “Si no tienes un alma en tus manos…”, fueron las palabras de Haniel. Un alma. No EL alma. Fue un error suyo no especificar que quería el alma de Ernesto y aprovecharía ese pequeño descuido para salvarlo.
Miro al padre de Ernesto, un hombre viejo de alma oscura. Sé que debo pensar en las consecuencias que traerá lo que voy a hacer tanto en el mundo humano como en el mío pero no cuento con el tiempo suficiente para hacerlo. No quiero hacerlo.
Me detengo frente a ese hombre de intensiones no puras y alma oscura. Pienso en su corazón, en el dolor y desesperación que sentirá al detenerse. Y segundos después lo hace. En esos pocos segundos que aún le quedan de vida puede verme y escucharme pero no es necesario decir nada para que él tema. Sabe lo que le está pasando y no puede evitarlo.
Su cuerpo cae al suelo sin vida y una profunda oscuridad nos engulle a ambos. A mí a y a su alma.
Ernesto sigue vivo.
He retardado el momento de su partida.
Aunque no puedo cuidarlo sólo me queda confiar en que aprovechará los días que le he regalado. Sólo me queda confiar en que algún día me perdonará el haber asesinado a su padre con tal de salvarlo a él (y egoístamente a mí).
Sólo me queda confiar en que él será feliz.
FIN
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If u need me, let me know
Léeme cuando estés triste
Hola, chiquitita, tell me what’s wrong?
No sé que puede estar causándote tristeza, tampoco sé si pueda solucionarlo, pero te aseguro que jamás te voy a dejar sola, es la única promesa que puedo darte, que estaré ahí en cada una de las cosas significativas e insignificantes que pueda tener esta montaña rusa llamada vida. Nos vamos a nuestra playita.
Léeme si alguna vez nos enojamos
Primero que todo, te me vas calmando, pulgosa, energúmeno de cuatro patas.
Segundo, es normal estar enojada con alguien, tal vez ahora mismo yo esté con la muralla y ni te dirija la palabra, o tú tal vez lo estés, pero que el enojo no sea mayor a nosotras, no quiero que olvides las cosas buenas, que la balanza pese más para el lado donde hemos tenido una amistad increíble, y que no olvides, yo me iré cuando tú me pidas que lo haga, lamentablemente me tendrás como garrapata aquí.
Léeme cuando te apagues a ti misma
Lo sé, ya lo entendí ¿La apagaste verdad? Pues venga, vamos a tirar pa’ lante, prendida o no, no me importa las veces que la apagues porque vendré una y otra vez y aunque te vayas a la esquina más remota te voy a ir a buscar, no te obligaré a prenderla si realmente no puedes hacerlo, pero te daré una razón al día para que vuelvas a ser tú, y ni siquiera quien eras ayer, sino quien serás en el futuro.
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Olvidé venir a escribir mi reporte xd resulta que hoy lloré porque la cague en clase pero no fue lo suficientemente grande para escribirlo, aunque se lo conté a bestie y pensé,
si no soy capaz de contárselo a ella yo misma me ayudaré y vendré aquí a escribir tres párrafos con muuucha subjetividad, quizás no venga todos los días, eso se lo aseguro pero si puedo decir con seguridad que lo haré cuando esté triste.
No pasó nada muy malo para llorar aparte de lo del colegio, fue un buen día, ocupado pero un gran día. Si no lo fuera no me sentiría tan bien, no estoy de lo mejor pero sí estoy bien.
Hoy bestie me hizo recuperar su confianza, amo que me demuestre su amor día a día, soy segura y felíz así, ojalá dure mucho todo esto y no vuelva a pensar que soy menos que Hans porque no, nunca, soy el triple de buena y sí, soy un poco narcisista y ególatra pero no puedo verme de otra forma. Volviendo al tema xd todo mejoro y supe repartir el tiempo mas que antes, no totalmente pero todo es un proceso ¿No? Quizás mañana lo sepa repartir mejor mañana.
Bueno, chau que bla, bla, 11:19 de la noche
19 de abril de 2021
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Te has acostumbrado a vivir sin mí, ¿no te has sentido intimidada o sola? Cuando estés en problemas, cuando te sientas ansiosa o triste, cualquier otro sentimiento... No dudes en llamarme, vendré a ti inmediatamente incluso si estamos separados, si tú me llamas vendré absolutamente hasta ti, si no puedes hablar, puedes escribir, escribe entre dedos si gustas, la distancia no es un obstáculo, nuestros corazones están unidosñ, no hay nada que temer, basta con tener esté sentimiento, debería ser suficiente... Para llenar tu corazón es por eso que está bien que las cosas sigan como están, por ahora... Tenemos mucho tiempo puedes examinar tu corazón a su propio ritmo, hasta entonces, cuídate por ti misma...
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Cuando estés en problemas, ansiosa, triste o lo que sea... No dudes en llamarme, vendré hacia a ti inmediatamente aunque estemos separados si tú pronuncias mi nombre llegaré rápidamente hasta donde te encuentres, si no puedes hablar solo silva. La distancia no es un obstáculo nuestros corazones están unidos por el poder de la confianza, no hay nada que temer basta con tener ese sentimiento. Debería de ser suficiente para llenar tu corazón es por eso que está bien que las cosas sigan como están... por ahora. Tenemos mucho tiempo puedes examinar tu corazón a su propio ritmo. Hasta entonces cuídate por ti misma.
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3.7.3: Nosotros, los incompletos
Banri: Creo que fue cinco años después que formaramos Re:vale... Un día, un hombre llamado Kujou nos dio su tarjeta de negocios. Riku: Kujou… Banri: Dijo que le interesamos luego de ver uno de nuestros conciertos. Aunque, desde el principio me di cuenta que solo quería a Yuki. Banri: Dijo que quería hablar con él, y me di cuenta que podía ser nuestra oportunidad de debutar, así que le dije que fuera. Banri: Cuando Yuki volvió, dijo una sola palabra...
Yukito: Asco. Banri: ¿…O sea…? Yukito: Imposible. Banri: Oye, ¡creí decirte que fueras respetuoso y cortés con él! Banri: ¡Yo puedo volverme un corporativo si es necesario, pero tú estás entre ser dependiente financiero o una sanguijuela! ¡No tienes paciencia, urbanidad, ni sentido común y sé que eres consciente de eso! Yukito: Pero ese tipo se adelantó y ya hizo planes sobre cómo volverme un idol ideal que supere a Zero... Yukito: No soy un robot... ¿Querías que debutáramos en su agencia, Ban? Yukito: Si es así, podría pensarlo... Banri: … Banri: Jaja... ¿Ahora lo dices? Ya debe haber pasado al próximo candidato. Esperemos hasta encontrar a alguien que esté de acuerdo con nosotros. Banri: Sin embargo, no les digas "asco" o "imposible" en la cara. ¿Entendido? Apuesto a que se lo dijiste a Kujou-san. Yukito: Supongo. Banri: ¿Cómo reaccionó? Yukito: Solo sonrió... Todo el tiempo.
Banri: …Pero cuando empecé a olvidar esa dura experiencia, Kujou me contactó y me pidió reunirnos en privado. Riku: ¿Te contactó a ti, Banri-san? ¿Con qué propósito...? Banri: Supongo que intentaba convencerme de persuadirlo. Me dijo cosas como "Eres de segunda. No arruines a Yuki" Riku: ¡¿También te dijo eso, Banri-san!? Banri: Sí... Estaba sorprendido, pero entendí. Banri: En ese momento, sentía más interés en organizar eventos que cariño hacia nuestras canciones. Banri: Apreciaba mucho a Re:vale, pero no podía decir que estaba cantando tan seriamente como Yuki. Era distinto. Banri: Aún así, no quería dejar a Yuki en manos de Kujou. Tenía un mal presentimiento... Banri: Entonces, alguien de la agencia Okazaki nos contactó.
Rinto: Un gusto conocerlos, soy Okazaki Rinto de la Agencia Okazaki. Rinto: Mi hermano mayor es el presidente. Somos una pequeña agencia que empezó recientemente pero ¿Qué les parece lanzar un CD con nosotros? Yukito: Aah… Tú. ¿Cuántos años tienes? Rinto: V-veintidós. Acabo de graduarme. Banri: ¡Oye, Yuki! Bien, tenemos más o menos la misma edad. ¿Viste nuestro concierto? Rinto: ¡Vine a verlos incontables veces! ¡Re:vale cambiará la industria musical de Japón! Por supuesto, nos encantaría que fueran las primeras estrellas de nuestra agencia– Banri: ¿Primeras…? Rinto: ¡Ah, ah! ¡Nos falta mucho en términos de capital, pero tenemos mucho entusiasmo! Rinto: Si están interesados, por favor... ¡Contacten a nuestra agencia! Momose: Ban-san, ¿está bien si dejo el equipo aquí? Momose: ¡Ah! ¡Disculpen, no quería interrumpir! Banri: Está bien. Y gracias. Cuando termines deberías venir a la afterparty. Momose: ¡Oh no, no podría! ¡Nos vemos...! Yukito: ¿Quieres escuchar nuestra nueva canción? Momose: ¡¿Eh?! Yukito: Si vienes a la afterparty, te dejaremos escucharla. Momose: ¡¿Eh?! ¡¡¿¿Eehhh??!! Ah... ¡Lamento tener que rechazarlo! ¡Esperaré a oírla como parte de la audiencia! Momose: ¡Nos vemos! Yukito: …Momo-kun es nuestro fan, pero siempre se escapa. Banri: Es muy reservado. Yukito: ¿A pesar de que enloqueció así en el escenario? Qué tipo raro. Rinto: ¿Ese chico es miembro de otro grupo? Banri: Es un universitario. Le pedimos ayuda a veces cuando nos falta personal. Banri: Okazaki-san. Gracias por hablarnos sobre un CD debut. Danos tiempo para pensarlo. Rinto: ¡Sí, por supuesto! ¡Muchas gracias! Yukito: Jajaja... Me agradas. Rinto: ¿Eh? Yukito: Okazaki-san, eres pequeño, gordito y lind– ¡mmph! Banri: ¡Lo que intenta decir es que pareces una persona confiable! Rinto: ¡M-me alegra! ¡Lamento no poder quedarme hasta el final por ciertos negocios, pero vendré a ver su concierto en otra oportunidad!
Yukito: Empecemos con "Mikansei na Bokura" Banri: ¿Por Okazaki-san? Yukito: Sí. Esa es la canción que más querría escuchar, si es fan de Re:vale.
Banri: Esa sería la última vez que "Mikansei na Bokura" sería cantada sobre un escenario. Yuki y Momo-kun no la han cantado tampoco, hasta el día de hoy. Sougo: ¿Por qué? Es una canción muy buena... Banri: Por el trauma. Banri: El dispositivo de iluminación cayó sobre mí mientras cantábamos "Mikansei na Bokura". Me llevó una ambulancia.
Audiencia: Kyaaaaa… Audiencia: ¡Re:vale…! Audiencia: ¡…Re:vale es lo mejor! Momose: ¡Yuki-san! ¡Ban-san…! ¡Son super duper geniales! *estruendo* Momose: ¡¿…!? Momose: ¡...No puede ser...!
Momo: …Las ovaciones se volvieron gritos. Momo: Nadie sabía qué estaba pasando. Ban-san había colapsado en el escenario. Yuki-san estaba gritando el nombre de Ban-san, una y otra vez. Momo: La gente empezó a amontonarse, y las luces empezaron a bajar... Toda la audiencia estaba en pánico, era un completo caos. Momo: Todos lloraban y rezaban. "Espero que no sea una herida grave"... "Espero que estén ilesos"... Ryou: ¿Esas oraciones se volvieron realidad? Momo: No sé... No hubieron más noticias luego de eso, porque Ban-san era el que se encargaba de las relaciones públicas. Momo: Se expandieron rumores, de los miembros del personal que eran cercanos a ellos, de que Ban-san estaba muerto... O que solo había sido una herida superficial... Nadie podía diferenciar las mentiras de las verdades... Momo: Muchas semanas después, un conocido finalmente me lo dijo. Me contó que Ban-san se había lastimado la cara... Y que había desaparecido... Momo: Yuki-san iba a abandonar la música... Re:vale iba a terminar. Era un hecho.
Banri: Y así fue como el Re:vale de Yuki y yo llegó a su fin.
Momo: Y entonces, fui a ver a Yuki-san.
Momose: Yuki-san… Yukito: … Momose: U-um… …Escuché lo de Ban-san... Yukito: …Ya veo. Momose: ¿Es cierto que vas a dejar de cantar...? Yukito: …No tiene sentido que siga. Momose: … Momose: Por favor, no dejes que se acabe. Momose: Te lo ruego, por favor, no dejes que se acabe... Yukito: …
Tamaki: …Así que, Ban-chan. Te callaste y desapareciste para que Yukirin no tuviera que escuchar a Kujou, ¿cierto? Banri: Sí. En ese entonces era joven, y no sabía qué más hacer. No quería que Yuki terminara encadenado por mi culpa. Riku: ¿Nunca pensaste que Yuki-san dejaría de cantar...? Banri: No. De eso era lo único que estaba seguro. Banri: Él no puede vivir sin cantar. Seguro le dolió que desapareciera, pero incluso con esas heridas, no habría podido vivir sin cantar. Banri: Eso, y también me di cuenta de que las personas cercanas a él no podrían abandonarlo. Banri: Aunque me sorprendió enterarme de que Momo-kun había sido quien hizo que Yuki volviera a tomar un micrófono.
Momose: ¡Yuki-san…! ¡Te lo ruego, no abandones! ¡Por favor, no dejes que Re:vale acabe! Yukito: Qué insistente... Dilo la cantidad de veces que quieras, pero ya me decidí, Momo-kun. Momose: ¡…No diría nada si fuera algo que ambos decidieron juntos! Pero esto... ¡Esto es demasiado! Yukito: Díselo a Ban... No a mí, por favor. Momose: ¡Lo siento! ¡Lo siento...! Yukito: Renuncio... No importa lo que digas, Re:vale se terminó. Momose: ¡Aún no se terminó! ¡Por favor! ¡Piénsalo de nuevo! ¡Haré lo que sea, por favor...! Yukito: No. No quiero cantar solo... Momose: Si... Si ese es el caso... ¡Si ese es el caso, cantaré contigo! Yukito: ¡…Qué descaro! ¡Como si alguien como tú pudiera reemplazar a Ban! Momose: …Lo sé, ¡pero si esto continúa, será muy triste! ¡Así no es Re:vale! Momose: ¡Yuki-san y Ban-san siempre siguieron cantando, no importa qué tan triste o doloroso fuera! ¿No es así? Yukito: ¡…Vete! Momose: ¡No! ¡Por favor...! Yukito: ¡Por favor! ¡Déjame rendirme...! Momose: ¡Te lo ruego, por favor, no te rindas...!
Ryou: ¿…Denigrarte funcionó? Momo: Lo visité todo un mes. Para ser honesto, creí que tomaría más tiempo. Ryou: ¿Por qué te esforzaste tanto? Momo: Jaja... Yuki-san me preguntó lo mismo.
Yukito: ¿…Por qué te esfuerzas tanto? Momose: ¿Por qué...? Porque no quería que pasara... Yukito: Eres bastante egoísta, ¿sabes? Momose: Es demasiado triste... Nunca volver a escucharlo... No podía ni quería creerlo... Momose: Mi deseo de toda la vida tuvo un final abrupto... No quería que Re:vale terminara así también.
Continuará...
-Todos los créditos a la traducción en inglés-
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Triste
¿Por qué siempre vendré aquí cuando esté triste?
¿Qué hace la gente común y corriente cuando está triste?
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LAS QUINCE ORACIONES DE SANTA BRÍGIDA
*LAS QUINCE ORACIONES DE SANTA BRÍGIDA*
ORACIONES REVELADAS POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A SANTA BRIGIDA CON APROBACION, PERMISO Y RECOMENDACION PAPALES, DADAS EL 31 DE MAYO DE 1862. PARA SER REZADAS DELANTE DE UN CRUCIFIJO O LA SANTA FAZ DEL SEÑOR. CONTIENE DIVINAS PROMESAS ENTRE ELLAS LA DE PROTECCION PARA LOS HIJOS
Para que se cumplan las promesas, se deben rezar las 15 oraciones durante un año completo. Así se recibirán las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Por mucho tiempo, Santa Brígida había deseado saber cuántos latigazos había recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciéndole: “Recibí en Mi Cuerpo cinco mil, cuatrocientos ochenta latigazos; son 5.480 azotes. Si queréis honrarlos en verdad, con alguna veneración, decid 15 veces el Padre Nuestro; también 15 veces el Ave María, con las siguientes oraciones, durante un año completo. Al terminar el año, habréis venerado cada una de Mis Llagas”. (Nuestro Señor mismo le dictó las oraciones a la santa.)
Nota: Posteriormente se le agregó el Gloria (a la Santísima Trinidad)
LAS PROMESAS
El Crucificado prometió a Santa Brígida los siguientes privilegios, con la condición de que ella fuera fiel a la diaria recitación del santo oficio. Y se garantizaban también a todo aquel que diga las oraciones devotamente cada día por el espacio de un año, las siguientes promesas:
1.- Cualquiera que recite estas oraciones, obtendrá el grado máximo de perfección.
2.- Quince días antes de su muerte, tendrá un conocimiento perfecto de todos sus pecados y una contrición profunda de ellos.
3.- Quince días antes de su muerte le daré mi precioso cuerpo a fin de que escape del hambre eterna; le daré a beber de mi preciosa sangre para que no permanezca sediento eternamente.
4.- Libraré del purgatorio a 15 miembros de su familia.
5.- Quince miembros de su familia serán confirmados y preservados en gracia.
6.- Quince miembros de su familia se convertirán.
7.- Cualquiera que haya vivido en estado de pecado mortal por 30 años, pero si recita o tiene la intención de recitar estas oraciones devotamente, Yo, el Señor le perdonaré todos sus pecados.
8.- Si ha vivido haciendo su propia voluntad durante toda su vida y está por morir, prolongaré su existencia
9.- Obtendrá todo lo que pida a Dios y a la Santísima Virgen.
10.- En cualquier parte donde esté diciendo las oraciones, o donde se digan, Dios estará presente con su gracia.
11.- Todo aquel que enseñe estas oraciones a los demás, ganará incalculables méritos y su gloria será mayor en el cielo.
12.- Por cada vez que se reciten estas oraciones, se ganarán 100 días de indulgencia.
13.- Será liberado de la muerte eterna.
14.- Goza de la promesa de que será contado entre los bienaventurados del cielo.
15.- Lo defenderé contra las tentaciones del mal.
16.- Preservaré y guardaré sus cinco sentidos.
17.- Lo preservaré de una muerte repentina.
18.- Yo colocaré mi cruz victoriosa ante él para que venza a sus enemigos.
19.- Antes de su muerte vendré con mi amada Madre, la Santísima Virgen Inmaculada.
20.- Lo recibiré muy complacido y lo conduciré a los gozos eternos. Y habiéndolo llevado allí, le daré de beber de la fuente de mi divinidad.
ORACIONES
Para empezar, invoquemos al Dulce Huésped de nuestras almas.
Señal de la Cruz.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego eterno de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.
Oremos:
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre y gocemos de la dulzura del bien de sus divinos consuelos. Por Cristo nuestro Señor. Así sea.
Un Credo al Sagrado Corazón de Jesús, haciendo un acto de Fe.
PRIMERA ORACIÓN
¡Oh Jesús mío! ¡Oh eterna dulzura para los que te amamos! ¡Oh gozo supremo que supera todo gozo y deseo! ¡Oh salvación y esperanza nuestra! Infinitas pruebas nos has dado de que tu mayor deseo es estar siempre con nosotros; y fue este sublime deseo, ¡Oh bendito amor! El que te llevó a asumir la naturaleza humana. ¡Oh Verbo Encarnado!, recuerda aquella Santa Pasión que abrazaste por nosotros, para cumplir con el divino plan de reconciliación de Dios con su criatura. Recuerda Señor tu última cena, cuando rodeado de tus discípulos, y después de haberles lavado los pies, les diste tu precioso cuerpo y sangre. Recuerda también cuando tuviste que consolarlos al anunciarles tu ya próxima Pasión.
Fue en el huerto de los Olivos, ¡Oh Señor!, donde se escenificaron los peores momentos de tu Sagrada Pasión: porque fuiste invadido por la más infinita de las tristezas y por la más dolorosa de las amarguras, y que te llevaron a exclamar todo lleno de horror y de angustia: "¡Mi alma está triste hasta la muerte!"... Tres horas duró tu agonía en aquel jardín; y todo el miedo, angustia y dolor que padeciste allí, ¡fueron tan grandes!, que te causó sudar sangre copiosamente. Aquello escapaba a toda descripción, hasta tal punto que sufriste más allí que en el resto de tu Pasión, porque ante tus divinos ojos desfilaron aquellas terribles visiones de los pecados que se cometieron desde Adán y Eva hasta aquellos mismos instantes, y los pecados que se estaban cometiendo en aquellos momentos por toda la faz de la tierra, y los que se cometerían en el futuro, ¡siglos enteros!, ¡hasta la consumación de los tiempos!
Pero, ¡Oh amor que todo lo vence! A pesar de tu temor humano, así contestaste a tu Padre: "¡No se haga mi voluntad, sino la tuya!" E inmediatamente, tu Padre envió aquel precioso Ángel para confortarte... Tres veces oraste, y al final llegó tu discípulo traidor, Judas. ¡Cuánto te dolió aquello!
Fuiste arrestado por el pueblo de aquella nación que Tú mismo habías escogido y exaltado. Tres jueces te juzgaron, falsos testigos te acusaron, cometiendo el acto más injusto de la historia de la humanidad, ¡condenando a muerte a su Autor y Redentor! ¡A aquél que venía a regalarnos la vida eterna!
Y te despojaron de tus vestiduras y te cubrieron los ojos... e inmediatamente aquellos soldados romanos comenzaron a abofetearte, y llenarte de salivazos, y golpes llovieron contra tu delicado cuerpo. Y te retaban a que les dijeras quién era el que te lo hacía. De repente, aquella corona de espinas te la incrustaron mutilando tu cabeza de mala manera; ¡rompiendo carne, venas y nervios! Para contemplar la mofa a tu condición de Rey, te dieron un cetro: una vulgar caña que colocaron en tus sagradas manos.
¡Oh sublime enamorado de nuestras almas!, recuerda también cuando te ataron a la columna. ¡Cómo te flageló aquella gente!... No quedó lugar alguno en tu maravilloso cuerpo que no quedara destrozado bajo los golpes de los látigos. Otro cuerpo humano hubiese muerto con menos golpes... La escena era terrible: ¡huesos y costillas podían verse! ¡Cuánta furia desatada contra el Hombre-Dios!
Oh Jesús mío, en memoria de aquellos crueles tormentos que padeciste por nosotros antes de la crucifixión, concédenos antes de morir un verdadero arrepentimiento de nuestros pecados, que podamos satisfacer por ellos, que hagamos una santa confesión, te recibamos en la Santísima Eucaristía, y así, alimentada nuestra alma, podamos volar hacia Ti.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
SEGUNDA ORACIÓN
¡Oh salud y alimento de mi alma, libertad verdadera de ángeles y santos!, ¡Paraíso de delicias! Recuerda el horror y la tristeza que sufriste camino al lugar donde te aguardaba una cruz, cuatro clavos y los verdugos cuando toda aquella turba se apretujaba a tu paso, y te golpeaba e insultaba impunemente, haciéndote víctima de las más espantosas crueldades. Pero más te dolía la ingratitud de ellos, que los golpes que te infligían, pues era precisamente por ellos y por todo el género humano, que llevabas aquella Cruz sobre tus hombros destrozados.
Por todos aquellos tormentos y ultrajes, y por las blasfemias proferidas en contra Ti, te rogamos, ¡Oh dueño de nuestra alma! que nos libres de nuestros enemigos, visibles e invisibles, y que bajo tu protección logremos tal perfección y santidad, que merezcamos entrar contigo en tu Reino.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
TERCERA ORACIÓN
¡Oh dueño de nuestra existencia! Tú que siendo el Creador del Universo, del Cielo y de la Tierra, de ángeles y hombres, a quien nada puede abarcar ni limitar y que todo lo envuelves y sostienes con tu amoroso poder, sin embargo, te dejaste matar por tu obra maestra, el hombre, para justificarlo ante Ti mismo.
Recuerda cada dolor sufrido, cada tormento soportado por nuestro amor, cuando los judíos con enormes clavos taladraron tus sagradas manos y pies. ¡Que espantosa escena se produjo cuando con indescriptible crueldad, tu cuerpo tuvo que ser estirado sobre la Cruz para que tus manos y pies llegaran hasta los agujeros previamente abiertos en el madero! ¡Con cuánta furia agrandaron aquellas heridas! ¡Cómo agregaron dolor al dolor, cuando tuvieron que estirar tus sagrados miembros violentamente en todas direcciones! ¡Oh Varón de dolores!
Recuerda cuando tus músculos y tendones eran estirados sin misericordia, y tus venas se rompían, y tu piel virginal se desgarraba horriblemente, y tus huesos eran dislocados.
¡Oh Cordero Divino! en memoria de todo lo ocurrido en la colina del Gólgota, te rogamos nos concedas la gracia de amarte y honrarte cada día más y más.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
CUARTA ORACIÓN
¡Oh divino mártir de amor! ¡Oh médico celestial que te dejaste suspender en la Cruz para que por tus heridas las nuestras fueron curadas! Recuerda cada una de aquellas heridas y la tremenda debilidad de tus miembros, que fueron distendidos hasta tal punto que jamás ha habido dolor semejante al tuyo. Desde la cabeza a los pies eras todo llaga, todo dolor, todo sufrías; eras una masa rota y sanguinolenta, y aún así llegaste, para sorpresa de tus verdugos, a suplicar a tu Padre, eterno perdón para ellos diciéndole: ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!
¡Oh Cristo bendito! En memoria de esta gran misericordia que tuviste, que muy bien pudiste lanzar a todo aquel mundo malvado a los abismos infernales con un solo acto de tu poderosa voluntad, por aquella tan grande misericordia que superó a tu justicia divina, concédenos una contrición perfecta y la remisión total de nuestros pecados, desde el primero hasta el último, y que jamás volvamos a ofenderte.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
QUINTA ORACIÓN
¡Oh Jesús, Oh esplendor de la eternidad! Recuerda cuando contemplaste en la Luz de tu Divinidad, las almas de los predestinados que serían rescatados por los méritos de tu Sagrada Pasión, también viste aquella tremenda multitud que sería condenada por sus pecados. ¡Cuánto te quejaste por ellos! Te compadeciste, oh buen Jesús, hasta de aquellos réprobos, de aquellos desafortunados pecadores que no se lavarían con tu sangre, ni se alimentarían con tu Carne Eucarística.
Por tu infinita compasión y piedad, y acordándote de tu promesa al buen ladrón arrepentido, al decirle que aquel mismo día que estaría contigo en el Paraíso, ¡Oh salud y alimento de nuestra alma! muéstranos esta misma misericordia en la hora de nuestra muerte.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
SEXTA ORACIÓN
¡Oh Rey muy amado y deseado por mi corazón ¡acordaos del dolor que sufriste, cuando desnudo y como un criminal común y corriente, fuiste clavado y elevado en la Cruz. Cómo te dolió el ver que tus familiares y amigos desertaran. Pero allí estaba tu muy amada Madre y tu discípulo Juan, que permanecieron contigo hasta tu último suspiro. No importando que su naturaleza humana, desmayando estaba, y para colmo de tu inmenso amor por nosotros, nos hiciste aquel precioso regalo: ¡nos diste a María como Madre! ¡Cuánto te debo Amado mío, por este sublime regalo! Sólo tuviste que decir a María: “¡Mujer, he aquí a tu hijo!” y a Juan: “!He aquí a tu Madre!”
¡Te suplicamos, oh Rey de la Gloria! por la espada de dolor que entonces atravesó el alma de tu Santísima e Inmaculada Madre, que te compadezcas de nosotros en todas nuestras aflicciones y tribulaciones tanto corporal como espiritual, y que nos asistas en cada prueba, especialmente en la hora de nuestra muerte.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
SÉPTIMA ORACIÓN
¡Oh Rey de Reyes! ¡Fuente de compasión que jamás se agota! Recuerda cuando sentiste aquella tremenda sed por las almas y que te llevó a exclamar desde la Cruz: "¡Tengo Sed!" Sí, no solamente tenías sed física, sino sed insaciable por la salvación de la raza humana.
Por este gesto de amor por nosotros, te rogamos, oh prisionero de nuestro amor, que inflames nuestros corazones con el deseo de tender siempre hacia la perfección en todos nuestros actos, que extingas en nosotros la concupiscencia de la carne y los deseos de placeres mundanos.
Así sea
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
OCTAVA ORACIÓN
¡Oh constante dulzura nuestra! ¡Oh deleite diario de nuestro espíritu! Por el sabor tan amargo de aquella hiel y vinagre que te dieron a probar en lugar de agua, para aplacar tu sed física, te suplicamos que aplaques nuestra sed por tu vivificadora sangre, y nuestra hambre por tu Redentora Carne, ahora y siempre, y que no nos falte en la hora de nuestra muerte.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
NOVENA ORACIÓN
¡Oh Jesús, Virtud Real y gozo del alma! Acuérdate del dolor que sentiste, sumergido en un océano de amargura, al acercarse la muerte. Insultado y ultrajado por tus verdugos, clamaste en alta voz que habías sido abandonado por Tu Padre Celestial, diciéndole: “Dios mío, Dios mío, ¿Porqué me has abandonado?” Por aquella angustia que padeciste en aquellos momentos finales de tu Pasión, te rogamos oh nuestro Salvador que no nos abandones en los terrores y dolores de nuestra muerte.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
DÉCIMA ORACIÓN
¡Oh Jesús, que eres principio y fin de todo lo creado , Virtud, Luz y Verdad! Acuérdate que por causa nuestra fuiste sumergido en un abismo de penas; sufriendo dolor en todo tu Santísimo Cuerpo: En consideración a la enormidad de tanta llaga que te hicimos los hombres; enséñanos a guardar por puro amor a Ti, todos tus Mandamientos; cuyo camino de Tu Ley Divina es amplio y agradable, para aquellos que te aman.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
UNDÉCIMA ORACIÓN
¡Oh Jesús mío!, abismo insondable de misericordia, te rogamos en memoria de tus heridas, las cuales penetraron hasta la médula de tus huesos y hasta lo más profundo de tu ser, ¡que nos apartes para siempre del pecado! ¡que no te ofendamos más! Reconocemos con bochorno que somos unos miserables pecadores y que te hemos ofendido ¡tantas veces! Que tememos que tu divina justicia nos condene.
No obstante, acudimos presurosos a tu misericordia infinita, para que nos escondas urgentemente en tus preciosas LLagas, y así, ocultados de tu indignado Rostro, pueda tu amante Corazón una vez más, lavar nuestras culpas con tu Sangre liberadora. De esa forma Redentor nuestro, tu enojo e indignación cesarán de inmediato. ¡Gracias Señor!
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
DUODÉCIMA ORACIÓN
¡Oh Jesús, eterna verdad, símbolo de la perfecta caridad y de la unidad! Te suplicamos que te acuerdes de aquella multitud de laceraciones, de aquellas horribles heridas que te hicimos la humanidad pecadora que querías salvar. Estabas hecho un guiñapo humano, enrojecido por tu propia sangre. ¡Que inmenso e intenso dolor padeciste en tu Carne Virginal por amor a nosotros! ¡Oh dulzura infinita!, ¿qué pudiste hacer, que ya no hayas hecho por nosotros? Nada falta. Todo lo has cumplido
Ayúdanos, Oh Señor, a tener siempre presente ante los ojos de nuestro espíritu, un fiel recuerdo de tu Pasión, para que el fruto de tus sufrimientos se vea continuamente renovados en nuestra alma, y para que tu amor se agrande en cada momento más y más en nuestro corazón, hasta que llegue aquel feliz día en que te veamos en el cielo, y ser uno contigo, que eres el tesoro y suma total de todo gozo y bondad.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
DÉCIMA TERCERA ORACIÓN
¡Oh dulce consuelo de nuestra alma, maravilloso liberador, Rey inmortal e invencible! Recuerda cuando inclinando tu adorable cabeza, toda desfigurada por los golpes, la sangre y el polvo del camino, exclamaste: "Todo está consumado"... Toda tu fuerza mental y física se agotaron completamente.
Por este Gran Sacrificio y por las angustias y tormentos que padeciste antes de morir, te rogamos, oh buen Jesús, que tengas misericordia de nosotros en la hora de nuestra muerte, cuando nuestra mente esté tremendamente perturbada; y nuestra alma sumergida en inquietudes y angustias. Que no temamos nada, que te tengamos a Ti a nuestro lado y dentro de nuestro ser.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
DÉCIMA CUARTA ORACIÓN
¡Oh doliente Jesús, oh incomprensible Segunda Persona de la Trinidad, esplendor y figura de su esencia! Recuerda cuando con gran voz entregaste tu alma a Tu Padre Celestial diciéndole: "¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!" Tu cuerpo estaba despedazado, y tu corazón destrozado, pero tus entrañas de misericordia quedaron abiertas para redimirlos! Así expiraste , oh amor infinito...
Por tu Dolorosa Muerte; te suplicamos, Oh Rey de Santos y Arcángeles, que nos confortes y nos ayudes a resistir al mundo con sus errores, a Satanás con sus pérfidas, y a la carne con sus vicios, para que así, muertos a los enemigos de nuestras almas, vivamos solamente para Ti. Por eso te rogamos, Oh Dulce Redentor y Salvador, que a la hora de nuestra muerte recibas nuestras pobres almas desterradas que regresan a Ti.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
DÉCIMA QUINTA ORACIÓN
¡Oh vencedor de la muerte! ¡Vid verdadera y fructífera! Recuerda a aquel torrente de sangre que brotó de cada parte de tu Bendito Cuerpo, igual que la uva exprimida en el lagar.
Desde el lugar de la flagelación y a través de las calles de Jerusalén, por toda aquella vía dolorosa, hasta la colina sagrada, tu Sangre derramada escribía las bellas páginas de la historia del Corazón que más nos ama...¡El tuyo! Recuerda como la tierra agradecida, pero a la vez espantada, recibía tu preciosa Sangre. toda la naturaleza; de horror temblaba y los Cielos se estremecían, los Ángeles y hasta los demonios se sorprendían ante ¡aquella increíble escena! ¡Todo un Dios moría! ¿Qué era aquello? ¿Qué sucedía? Aquel primer Viernes Santo, oh Jesús ¡Abrías el cielo para la humanidad pecadora!
Por tres largas horas tu Cuerpo colgó de la Cruz. Presentabas un aspecto doliente, triste, todo lleno de dolor, Tu Sangre aún manando, recorriendo aquella que ya se había secado, que ya había coagulado. Y a todo esto se adhirió el polvo y la tierra del camino....
Qué tristeza y dolor padecieron María y Juan al contemplar tus cabellos y barbas que ahora daban la impresión que estaban compuestos de alambres, llenos de Sangre y de tierra. Tus oídos y nariz tupidos estaban de sangre. ¡Hasta tus ojos y bocas sangraban! En verdad que todos tus sentidos fueron atrozmente atormentados.
Así inclinaste la cabeza y entregaste tu Espíritu.... Entonces vino Longinos y perforó Tu costado, con tanta violencia, que la punta de la lanza casi sale por el otro costado. Tu corazón te lo desgarraron, oh Jesús, ese Corazón que ¡tanto nos ama! Y de allí brotó Sangre y Agua, hasta no quedar en Tu Cuerpo Gota alguna. Tu cuerpo era cual bulto colgado, como un haz de mirra, elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y delicada Carne tuya fue destrozada; la Sustancia de tu Cuerpo fue marchitada, y disecada la Médula de tus huesos. Es entonces que el Sol y las estrellas negaron su luz, hubo terremotos y la naturaleza y los elementos dieron amplio testimonio de que Aquel que negaron ¡era el Hijo de Dios!
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gracias por pasar ese momento conmigo recuerden que siempre las ayudare a lo que pueda
“Cuando estés triste y preocupado Y necesites algo de cuidado amoroso Y nada, nada esté bien Cierra tus ojos y piensa en mí Y pronto estaré ahí Para iluminar incluso tu noche más obscura Tu solo grita mi nombre Y tu sabes que donde sea que esté Vendré corriendo a verte otra vez Invierno, primavera, verano o otoño Todo lo que tienes que hacer es llamar Y estaré ahí Tienes una amiga”
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Mañana irás a tu viaje y aunque debería estar triste estoy en realidad muy feliz, sin embargo sé que mañana empezaré a extrañarte y tal vez me ponga mal, pero eso no importa.
Esta noche ha sido magnífica, creo que jamás nos hemos dicho cosas tan bonitas a esta hora, normalmente es en las mañanas cuando el corazón se me sale del pecho del amor que siento por ti, pero esta vez fue en la madrugada y también hace unas horas. Juro que apenas te fuiste mi corazón empezó a latir de una manera descomunal, temí que fuera a explotar o a agrandar mi pecho porque iba desbocado, estaba tan feliz que todo mi cuerpo reaccionó a esa felicidad. Mañana te irás y estaremos separados por diez días, pero cada uno de esos días vendré aquí a escribirte lo mucho que te amo y extraño, no tendré nada mejor que hacer.
Si lees esto antes de irte quiero decirte que estoy muy feliz por ti, para mí los viajes significan algo mágico y el hecho de que tú tengas la oportunidad de viajar y conocer un nuevo país y tal vez una nueva cultura me emociona muchísimo, quiero que disfrutes todo lo que puedas de Bélgica y que absorbas lo que puedas de aquel país. Muchísima suerte y sabes que aquí te estaré esperando con los brazos abiertos y muy emocionada porque nos casaremos, ha sido mi sueño desde que te conocí. Recuerdo que cuando me dijiste que tendrías un viaje este mes, me dijiste algo como “Si todo sale bien y seguimos juntos tienes que saber que tendré un viaje de 10 días.” Afortunadamente todo ha salido de maravilla y hemos llegado juntos a un día que parecía demasiado lejano hace un mes. Adoro lo que tenemos, realmente lo hago, y me pone feliz que puedas irte. Te extrañaré, pero desde que tú estés feliz allá, yo también lo estaré.
Me diste la mejor despedida de todas, ha de ser la preocupación y la emoción de este día que me han hecho sentir tan bien con tus palabras, es increíble porque aún a esta hora que debería estar lamentándome porque te vas de mi lado por unos días, sigo feliz por todo lo que nos dijimos, y sobre todo por saber que esto es real de ambas partes. No soy yo la única enamorada aquí, tú también lo estás y no hay nada más bonito que saber eso.
Para cuando llegues tendré muchos planes, habré inventado miles de cosas que podríamos hacer una vez que vuelvas, de hecho ya tenemos algunas cosas en mente, sin embargo agregaré más. Estoy feliz porque sé que pronto seré tu esposa, no interesa el tiempo que llevemos juntos, lo que más deseo es ser tu mujer y poder pasear por las calles de París a tu lado siendo oficialmente casados. Imagina todas las cosas que construiremos a futuro. Con algo de esfuerzo tendremos nuestro apartamento, lo decoraremos a nuestro antojo y haremos de este nuestro hogar por un largo tiempo. Luego quién sabe si vendrá Gabriel a brindarnos más felicidad de la que ya tenemos, pero por ahora solo quiero fortalecer nuestra relación de la manera que sea.
Por cierto, le conté a Fran que posiblemente nos casaríamos y se alegró muchísimo por mí. Yo estoy bailando de la emoción de saber que pronto pasará y entonces todas esas noches de imaginarte siendo mi esposo se volverán realidad. Hasta aquí la carta de hoy porque mañana debo levantarme temprano, ojalá coincidamos y podamos hablar un rato antes de que te vayas al aeropuerto.
Te amo con el alma entera.
Siempre tuya, Mia.
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Cuando estés triste y preocupada Y necesites algo de cuidado amoroso Y nada, nada esté bien Cierra tus ojos y piensa en mí Y pronto estaré ahí Para iluminar incluso tu noche más obscura Tu solo grita mi nombre Y tu sabes que donde sea que esté Vendré corriendo a verte otra vez Invierno, primavera, verano u otoño Todo lo que tienes que hacer es llamar Y estaré ahí Tienes un amigo Celine Dion ..
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