#un desalmado
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velvets-stuff · 1 year ago
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OYE OYE OYE
hola por cierto
OYE, andaba viendo la ref de Dominik y me preguntaba, es de esas farmacéuticas que cobran caro? Ya ves como por ejemplo la insulina es carísima cuando en realidad no cuesta nada de hacer, el Dominik es igual? o vende barato? me intriga mucho saber 👀👀👀👀👀
Oye pues mira, esa es una buena pregunta y no mea había pensado 😅
Pues la respuesta sería algo así: depende.
En la ref de Dominik dice que tiene instalaciones en lugares como Tokyo, Monaco, Berlin, Miami y Madrid, en esas zonas sus medicinas son vendidas a precios “buenos”, osea, que para la economía de esa zona son precios accesibles, Dominik sabe que si las vende caras la gente no se la va a comprar, por lo que le parece mejor no exagerar con los precios, incluso si sus medicamentos son de la más alta calidad.
PEEEEROOOOO, la cosa cambia para los envíos extranjeros, porque ahí si, el envío y el medicamento ya se vuelven más caros, especialmente para Latinoamérica (principalmente por la inflación y como está la moneda por aquí ಠ⁠︵⁠ಠ)
De todas formas, Dominik también suele vender medicamentos de forma clandestina a gente rica (¿Que hacen con los medicamentos?, ni idea, a Dominik no le suele interesar), a los ricos si les cobra, y les cobra bastante, aunque claro, fuera de esas ventas, Dominik siempre intenta ser “justo” en los precios, pues debe encontrar el balance entre su reputación con los medios y las ganancias.
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kwontaeil · 1 year ago
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‘ nah, tampoco es para tanto ’ hace ahí un ademán con su mano para restarle importancia al asunto. no era un súper modelo, ni mucho menos participaba en campañas que le dieran demasiada visibilidad. ‘ mi sire es quien se encarga de esas cosas, lo tiene bajo control ’ podían llamarlo credibilidad ciega, pero es cierto que no hay nadie a quien le tuviese más confianza que a su propio hermano. ‘ sí ’ dice, sin más, ofreciéndole una sonrisa sardónica. ‘ supongo que por algo dirán que los de mi clan somos musas ’ probablemente la explicación sobre su simpatía con la atención ajena era bastante más profunda que ello, y se remontaba a su vida humana. sin embargo, no cree tener motivos para explicárselo. ‘ ¡aburrido! ’ dice, rodando sus ojos ante el regaño de aren, desplomándose nuevamente en su asiento, como si aquello le hubiese resultado devastador. ahí, simplemente le mira con esa seriedad que no suele formar parte de su semblante. ‘ me da completamente igual ’ admite, mientras que su tono de voz se percibe frío. lo cierto es que siente poca empatía con respecto a aquellas pérdidas. ‘ sí, es desafortunado lo que ocurrió, ¿pero por qué es mi problema que un montón de inútiles que no supieron defenderse se hayan muerto? ’  @leearen
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"Riesgoso." es lo que concluye, cuando explica sobre su trabajo. "Supongo que es una suerte que no hayas roto la Mascarada hasta ahora." exponerse ante los humanos así sonaba como una verdadera locura. Pero cada uno a lo suyo, supone. "¿Lo disfrutas? la atención ajena," cuestiona, más por curiosidad. Decide responderle después de un rato de silencio. "Taeil, no estoy de humor para juegos. ¿Cómo es que tú estás tan campante después de todo lo que sucedió? ¿Nadie corrió con mala suerte en tu clan?" @kwontaeil
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fragmentosadolescentes · 1 month ago
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La dejaste en pedazos, hecha un desastre, cuestionándose su personalidad o si alguna vez será capaz de sanar su corazón. A veces hay personas que solo entran en relaciones para llenar algún vac��o o cumplir algún requisito ridículo de sus vidas pero se olvidan de que están jugando con el corazón de alguien que buscaba algo sincero.
Desalmados.
Sorata Ayumi
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Sal con una chica que no lee.
 Algunas razones para tener en mente al momento de escoger entre la chica del bar o la de la biblioteca, la del maquillaje corrido o la del morral repleto de libros.
Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta.
Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe.
Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.
Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato.
Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida.
Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero, sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza.
No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio. (Sal con una chica que no lee- Charles Warnke)
Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.
Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.
Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.
Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.
Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.
Por lo menos tiene que intentarlo.
Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.
Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.
¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.
Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas, pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.
Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.
Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.
Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.
O mejor aún, a una que escriba. (Sal con una chica que lee Rosemary Urquico)
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inest6ables · 22 days ago
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No va a valer la pena;
me voy sin más, sabiendo que dí todo de mí y que vos te vas a sentir igual de vacío cuando te des cuenta que no vas a volver tener a nadie, de nuevo, que esté ahí para vos, que se haya quedado a pesar de todo lo que pasabas y que también se fue porque ya no podía más.
te vas a acordar de todas las veces que te escuché, que estuve ahí cuando nunca había nadie, que intenté ayudarte a sanar todo lo que me contabas y que, a pesar de que fuí la única que hizo todo por vos, te vas y te llevas todo de mí, todo lo que un día te entregué.
te vas y yo también me voy
al final, comprendí que eso no fue más que una enseñanza para los dos, yo fuí la que te iba a salvar y vos fuiste el que me dejó en el vacío, igual que como yo te encontré la primera vez, para sanarte.
me duele, me duele haber dado tanto y que no haya valido la pena, que no hayas valorado todo lo que hice por vos, que no te duela verme así como estoy ahora por tu culpa, que te hayas llevado todo de mí y sobre todo, que para vos no haya sido más que una temporal compañía.
espero que después de todo lo que hice, te acuerdes y te sientas igual de desalmado que la primera vez, cuando veas alrededor y esta vez no haya nadie que te escuche, nada habrá valido la pena.
— M.
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zackdumb · 2 months ago
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Y se que algún dia el miedo me consumirá
Las raíces de este árbol dejarán de brotar
Porque se quien soy, se quien fui
Solo no se quién seré
Pues mi cuerpo desalmado solo puede gritar
Que lo intentará sin parar
Que correrá sin parar
Que aunque caiga se volverá a levantar
...
Inquieto en un instante solo todo acaba
Todo queda y todo se va
Se que si, algún día el miedo me consumirá
Y no seré más que solo un cuerpo vacío
No seré más que solo lo que fui
Pidiendo solo revivir en tu recuerdo
Revivir en tu pensar
Revivir ... En ti
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esuemmanuel · 7 months ago
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Haz todo lo posible por ser bueno.
Qué triste es la vida del que no puede evitar ser un desgraciado, pues no satisfecho con su falta de amor por el mundo, se dedica a contagiar de su infelicidad a quienes fueron buenos con él, siendo un descarado. La gente mala es gente podrida. No merecen ser llamados seres humanos, ya que no tienen alma. Un ser desalmado es un rufián que busca aniquilar toda la inocencia que hay en los que sí la…
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jartita-me-teneis · 5 months ago
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LLANTO POR UN POETA
(Un relato sobre el asesinato de García Lorca)
“Esto no es para mí”, murmuré mientras me alejaba de la fosa recién excavada. El fusil apuntaba al suelo y la mano palpitaba levemente. Hacia las tres de la madrugada, el calor de julio se hace tolerable, incluso en Granada. Nunca pensé que ser el mejor tirador de mi compañía me convertiría en un matarife. Siempre he sido un hombre de orden. Cuando cayó la Monarquía, pronostiqué que las calamidades comenzarían enseguida. No me equivoqué. Cataluña intentó romper la unidad de España, turbas de criminales incendiaron iglesias y conventos, los mineros se sublevaron en Asturias, unos desalmados asesinaron Calvo Sotelo. Cuando se alzaron los militares, experimenté una mezcla de alivio y euforia. Sin pensarlo dos veces, me uní a los rebeldes. Participé en los combates del Albaicín, peleando calle por calle. Un teniente observó mi puntería y consideró que se aprovecharía mejor en un pelotón de fusilamiento. “No lo entiendo, mi teniente”, dije. “No hace falta mucha puntería para fusilar a un hombre”. “Es cierto, pero algunos intentan huir y entonces sí que hace falta puntería. Un pelotón de fusilamiento siempre necesita un buen tirador”. He perdido la cuenta de los hombres a los que he matado. Ninguno intentó huir. Casi todos eran obreros o campesinos, pero a veces han caído maestros, alcaldes, oficiales leales a la República. Jamás pasó por mi mente que fusilaría a un poeta.
Las ejecuciones se realizan en la tapia del cementerio de Granada, un muro de algo más de dos metros. A veces, se llevan a cabo al amanecer, pero si se acumula el trabajo, se continúa por la noche, alumbrando con los faros de los coches. Casi todos los reos parecen resignados. Algunos lanzan vivas a la República, el socialismo o a la CNT. Otros mueren en silencio, cabizbajos, conscientes de su derrota, intentando no exteriorizar su miedo. Entre los condenados, hay mujeres, muchachos de dieciséis años, ancianos con problemas para mantenerse de pie. A menudo enlazan sus brazos, con un gesto que mezcla la fraternidad y la desesperación. Nadie ofrece resistencia, pero algunos no logran contener las lágrimas o los gemidos. Los anarquistas se muestran muy enteros. Nadie encara la muerte sin temor, pero las ideas ayudan a vencer el pánico. No puedo olvidar el rostro de una mujer embarazada, que nos miró a la cara y gritó: “¡Sois los verdugos del pueblo! ¡Vivan los pobres del mundo!”. El piquete respondió con rabia. Había doce personas esperando la descarga, pero sólo se desplomaron tres o cuatro. Casi todas las balas se cebaron con el vientre de la embarazada. Yo apunté al hombre que había a su lado, un campesino de unos sesenta años, que cayó limpiamente hacia atrás. Mis compañeros soltaron maldiciones. Algunos escupieron con desdén, mientras se preparaban para una segunda descarga. El oficial ordenó que hiciéramos fuego de nuevo y esta vez cayeron todos. Calculé que la embarazada estaba casi al final de la gestación, probablemente de siete u ocho meses.
-Esa zorra no estaba ni casada –exclamó un miembro del piquete-. Era la barragana de un maestro. El cura se ha negado a concederle la absolución.
-¿Y el maestro? –preguntó otro.
-Ya le hemos dado café. Hay que limpiar las escuelas de esa chusma. Envenenan la mente de los niños.
A veces, si los ánimos están exaltados, se remata a los fusilados a bayonetazos, pero no es lo habitual. Los legionarios y los regulares son muy aficionados a esa clase de barbaridades. Si no hay testigos, violan a las mujeres antes de fusilarlas, pero las ejecuciones casi siempre convocan a una multitud de curiosos, niños incluidos. Cada vez es más frecuente que se instale un puesto de churros y nunca falta un chico vendiendo gaseosas o periódicos. Los oficiales hablan animadamente, calculando cuántos ��clientes” habrá la próxima vez. Los “clientes” son los condenados a muerte, casi siempre sin juicio previo, pues es suficiente la denuncia de una persona de orden. Los legionarios bromean sobre las violaciones. Les gusta repetir los chascarrillos radiofónicos de Queipo de Llano. “Son unas afortunadas. Por fin, saben lo que es un hombre de verdad. Los rojos son todos maricas”. Yo siento ganas de vomitar y unos vértigos que me provocan temblores. Gracias a que nos dan una copa de coñac antes de cada ejecución, puedo alegar que es por el alcohol. “Esto no es para mí”, me repito una y otra vez, fantaseando con un nuevo destino, pero mi costumbre de obedecer sin objetar nada me impide plantear a mis superiores que preferiría luchar en el frente.
Esta noche hemos fusilado a cuatro hombres: dos banderilleros anarquistas, un maestro ateo y un poeta. Los banderilleros estaban destrozados por los golpes que habían recibido en los calabozos. Se habían significado mucho y se la tenían jurada. El maestro era muy conocido por sus ideas socialistas. Le faltaba una pierna y se movía con una muleta. No estaba demasiado magullado. Le habían pegado con menos saña. Al igual que los banderilleros, sobrellevaba su desgracia con estoicismo. El poeta tenía el rostro blanco. Le habían detenido en pijama y no le habían permitido cambiarse de ropa. Parecía ausente, con la mente perdida en un lugar lejano. Estaba asustado, con los ojos hacia dentro, ensimismado. Antonio Benavides está loco. Disfruta con esto. No le conocía hasta que se incorporó voluntariamente a mi pelotón. Es primo lejano de García Lorca. Hay un viejo encono entre sus familias. No dejó de insultarlo durante todo el trayecto. Le llamaba maricón, rojo, escritorzuelo. De vez en cuando, le ponía el cañón de la pistola en la cara. “¡Pim, pam, pum, fuego!”, exclamaba Benavides y se reía como una hiena. El cabo Ajenjo sonreía, pero sin alterarse. Es un hombre muy frío. No le afectan las ejecuciones. No le han enviado al frente por su edad. Tiene algo más de 50 años. Alguna vez ha comentado que le gustaría batirse en la sierra o en campo abierto, pero le gusta repetir que las guerras también se ganan en la retaguardia. Es el jefe del pelotón y nunca ha titubeado. Hace su trabajo con enorme seguridad en sí mismo, sin plantearse menudencias.
El Buick rojo de color cereza que solemos utilizar en estos casos llevaba la capota abatida y el aire nos refrescaba mientras buscábamos la planicie de Fuente Grande. La acequia mantiene la tierra húmeda y facilita el trabajo de los enterradores. Suelen enviarlos al día siguiente, aunque a veces se demoran un poco más para dejar los cadáveres expuestos y que sirvan de ejemplo. Imagino que esta vez acudirán en seguida. En “La Colonia”, escuché algún comentario que cuestionaba la oportunidad de matar a un poeta tan conocido. No pude seguir la conversación. Sólo escuché palabras sueltas. El retumbar del molino enterraba las voces. Mientras circulaba el Buick, no cesaba de preguntarme en qué piensa un poeta cuando se aproxima a la muerte. No he leído sus libros y no creo que lo haga en un futuro. Imagino que los prohibirán. Ya se han quemado muchas bibliotecas. No me interesa la poesía, pero me gustan las coplas: “Ay, madre mía / ay, quién pudiera / ser luz del día / y al rayar la amanecida / sobre España renacer”. ¿Por qué no estoy con la columna que avanza hacia Madrid? Ahí también se fusila, pero hay combates, asaltos, tiroteos. Yo sólo empuño las armas para fusilar. Todas las noches. A veces pienso que voy a volverme loco. No me acostumbro a apuntar a la nuca y disparar. Es terrible acabar con la vida de un hombre de ese modo. Mis compañeros se familiarizaron enseguida con esta rutina. Algunos actúan con sadismo, pero la mayoría se comportan como si trabajara en un matadero. Tal vez no resulte agradable, pero entienden que es necesario. Estamos limpiando España de rojos y masones. Alguien tiene que hacerlo y nos ha tocado a nosotros. No faltan voluntarios, pero hay muchos guardias de Asalto a los que se nos ha impuesto la tarea sin ofrecernos la posibilidad de elegir.
Los banderilleros han ayudado al maestro a bajar del coche. García Lorca le ha acercado la muleta. Los hemos empujado con violencia. Nunca hablamos con los reos. Es más fácil matar cuando el otro solo es un desconocido. Antonio Benavides no dejaba de martirizar a García Lorca. “Te voy a pegar un tiro en el culo. O dos, so maricón”. El poeta no se atrevía a levantar la cabeza. Creo que lloraba, pero he preferido no saberlo con certeza. Era una zona escarpada, casi sin árboles, con una fuente y una acequia. He pensado en mi casa, siempre con alegría y bullicio, con su patio lleno de flores. De pequeño, insistía en preguntarle a mi madre qué era la muerte, si morir significaba dejar de existir del todo o si había algo más. “Vas al cielo o al infierno, hijo mío. Todo depende de lo que hayas hecho en este mundo. Hay que ser bueno para conocer el rostro de Dios”. Yo no creo que me condene por esto. Los rojos queman iglesias, matan a los curas, ocupan las tierras. En la guerra, se gana o se pierde y la victoria no se consigue sin derramar sangre. A veces mueren inocentes, pero esos hombres no eran inocentes. Los banderilleros lucharon en el Albaicín, el maestro no creía en Dios y García Lorca era partidario de la República.
Nuestra consigna es no malgastar balas. Normalmente, los condenados excavan su tumba, pero esta vez hemos desechado la idea. Los banderilleros no estaban en condiciones de manejar una pala. Los habían machacado a conciencia y respiraban con dificultad. El maestro sólo tenía una pierna y García Lorca era un señorito, poco aficionado al esfuerzo físico. Le hemos exigido que cavara un poco, pero enseguida ha comenzado a jadear. Benavides, de pequeña estatura, corpulento y con cara de paleto, le ha cogido las manos y nos las ha enseñado con aire de burla: “Este no ha trabajado nunca. Ni siquiera sabe coger la pala”. Benavides le ha empujado con desdén y ha comenzado a cavar con furia. El cabo Ajenjo nos ha indicado que le ayudáramos. No hemos profundizado mucho, apenas un metro. “Es suficiente. Los enterradores harán el resto mañana. Acabemos de una vez”. Los reos bajaron al hoyo mientras les apuntábamos. Algo rezagado, el maestro perdió el equilibrio y rodó por el suelo, dejando la muleta atrás. Benavides lo levantó de mala manera y lo arrojó a la fosa, propinándole una patada en un costado. Cayó de bruces, hundiendo la cara en la tierra. García Lorca le ayudó a incorporarse, con los ojos llenos de lágrimas. “¿Por qué hacéis esto?” –gritó con desgarro-. ¿Por qué nos tratáis así?”. Benavides fue el primero en disparar. Todos le imitamos. Los cuerpos se desplomaron como monigotes, amontonándose unos sobre otros. El cabo Ajenjo hizo una señal con la mano e interrumpimos el fuego. Benavides sacó su pistola Astra y solicitó dar los tiros de gracia. “Adelante”, dijo el cabo. Benavides saltó al hoyo y disparó dos tiros a García Lorca, reventándole el cráneo. A los demás, sólo les disparó una vez. Después, salió del hoyo, recogió la muleta y la arrojó sobre los cadáveres.
“Esto no es para mí, no”, pensé una vez más, cuando el Buick inició el camino de vuelta. Benavides estaba eufórico. “Os invito a un par de rondas. Luego, buscamos unas putas y las destrozamos”. “O nos destrozan ellas a nosotros”, replicó un compañero. Las risas histéricas de Benavides se mezclaron con risas fatigadas, pero sin una pizca de mala conciencia. Al llegar a Granada, nos separamos, pero antes el cabo Ajenjo se dirigió a mí: “No te gusta mucho esto, ¿verdad?”, “No, señor. No voy a mentir. Preferiría estar en el frente”. “¡Estamos en el frente! –atajó el cabo, encolerizado, pero sin perder los nervios-. No lo olvides. Tu actitud puede desmoralizar al grupo o interpretarse como traición. Yo también quisiera estar en primera línea, pero sé cuál es mi deber y mi deber es estar aquí. Además no sé de qué te quejas. Nos pagan 300 pesetas. No está mal por hacer un trabajo de limpieza. Estamos librando a España de gentuza. Los intelectuales a veces hacen más daño que las pistolas”. Asentí, prometiéndole que me corregiría.
Esta noche el sueño se demora. No es la primera vez. Estoy rodeado de quietud y silencio, pero no logro dormirme. Mi imaginación ha aprendido a repudiar las escenas de muerte, las caras de angustia, el sonido de los cuerpos al ser troceados por las balas. Estoy tumbado en la cama, con los brazos cruzados detrás de la cabeza y solo noto el duro aire estragando mis párpados. A veces creo que una rueda de molino gira lentamente sobre mis ojos, convirtiéndolos en polvo. No tengo remordimientos, pero sin duda esto no es para mí.
Rafael Narbona
Relato incluido en mi libro de cuentos El sueño de Ares, publicado en 2015 por @minobitia
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numberonethingcreator · 3 months ago
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Se ha escrito mucho para criticarme, menospreciarme y descartarme en muchos blogs femeninos latinos y particularmente en @nomasacosadores-en-tumbler y eso me ha frustrado completamente. Aprovecho esta oportunidad para escribir un largo ensayo a aquellas mujeres que se han apegado obstinadamente a sus puntos de vista limitados para dejarme en paz de una vez por todas. La mayoría de nosotros no nos referimos a nosotros mismos como mujeriegos/jugadores, etc. vivimos una vida normal como tú. Simplemente tenemos un mayor impulso sexual que la mayoría de los hombres desde una edad muy temprana, lo que nos obliga a evolucionar más rápido y ser más carismáticos. Generalmente estamos de buen humor y no somos agresivos (somos asertivos). Creemos firmemente en el principio de "muchos peces en el tanque". Representación de TV/película: Los mujeriego son mostrados como seres desalmados, malvados, manipuladores y engañosos. Lo cual es cierto en muy pocos casos y la víctima tiene que ser bastante tonta para caer en la trampa. La mayoría de estas personas son mentalmente inestables y tienen problemas emocionales más profundos. Cosas de la vida cotidiana que son especiales para un mujeriego: 1. Hay tantas chicas hermosas que son tan amigables que es difícil elegir una para que sea tu novia. 2. Te acusan habitualmente de coquetear con mujeres aunque no lo seas. 3. Algunos chicos pretenden ser tus amigos sólo para llegar a una chica en particular con la que eres cercano. 4. Acosadores 5. Extraños en el campus que actúan como si te conocieran. 6. Amigas posesivas y sobreprotectoras En lo que a mí respecta, nada de lo anterior fue consistente con mi comportamiento, y mucho menos todas esas críticas de que yo fuera acosador en alguno de los casos pasados. Por ahora no molesto a nadie, al contrario, esos blogs siguen persiguiendome como venganza en una campaña tipo caza de brujas. Por favor dame el debido apoyo.
Johnny
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triste-pensante · 9 days ago
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Tan patéticos son, que sólo tienen dinero del cuál presumir. Para impresionar a gente igual de vacía y superficial que ellos. No son más que un círculo de personas estúpidas. Desalmados que sólo buscan el dinero. Da igual joderse a varios. Da igual porque según ellos, el dinero lo puede todo. El dinero lo es todo. El dinero lo compra todo. El dinero, dinero, dinero. Realmente aborrezco a esta clase de transtornados mentales.
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2as2gs · 1 year ago
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El último sueño
4 de Enero 2024
Buenas nuevas es que no haya noticias, recuerdo me decías cuando te llamaba por teléfono después de bastante tiempo sin hablar.
Recordaba esa frase esta tarde, cuando tu hija adoptada ha llamado para decirnos que te ibas, otra vez, la definitiva.
No quisiste que te acompañáramos en tu olvido de la vida, quizás protegiéndonos, de nuevo sin preguntar si lo quería, o merecía.
De niños, nos alabaste al guardarnos una pieza cada uno sabiendo que ganaba el último en ponerla, sintiendo la vida dura y competitiva.
Podía haber aprendido otras cosas de ti, dibujo y pintura, diseño y estilo, fotografía y experiencias, más no recuerdo que así fuera.
Recuerdo sin embargo dos veces que me pareció estabas orgulloso de mi.
Cuando me llevaste a visitar a un importante cliente industrial, yo aspirante a ingeniero, tú afamado diseñador local, para que viera la fábrica y sus máquinas.
Te agradó que no te avergonzara, creo, pues dijiste que actué con entereza.
La segunda vez me visitaste en mi trabajo de verano en la librería. Me dijiste que podían hacer mucho peor que emplearme a mi.
No te recuerdo ayudándome con los deberes, ni besándonos buenas noches, pero recuerdo que algunas veces, los domingos, nos cocinabas espagueti al horno con tomate.
Sí que me enseñaste a pescar, y a volar cometas, y conduje por vez primera en tu regazo.
También di la mano a mi primer bello ensoñamiento en el asiento trasero de tu coche, mientras conducías sin manos; y me gustaba acompañarte al Pirata a tomar café de sobremesa y ver el coche fantástico en aquellos veranos cántabros de inundaciones y tienda de campaña.
Fuiste padre hasta que nos dejaste, supongo, y te encontré al pasear por el puerto viejo de la mano con tu amante, mientras mi madre cubría tu plato de comida caliente y esperaba en casa.
No hay que cerrarse a las posibilidades, nos convencías en las pocas horas de custodia compartida.
Luego tuve que escapar, pues no podía ya soportar más mentiras, y en los diez años en que pasé de asustado fantasma a persona, no visitaste mi piso nuevo en el extranjero, ni llamaste más de una vez.
Me sentí segundo plato, insignificante carga; no me enseñaste a ser padre y tuve que malaprender sobre la marcha.
La última vez que hablamos me diste el pésame por mi madre, y añadiste que ya no la recordabas.
Hoy podía haber dejado todo, haber hecho todas las horas de carretera, para estar ahí y darte la mano, como hice con tu padre, no hace tanto.
Pero me sentí hipócrita, cínico y desalmado; pues no me quisiste a tu lado y no voy a aprovechar tu hora más baja para forzarte a ser amado.
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tulips-moon · 9 months ago
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¡Yan! Gojo y Geto x fem lector
Au: escuela secundaria
Advertencias: acoso sexual, forzar a tener intimidad, secuestro, violencia física, sexual y psicológica y tortura
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Tú siempre fuiste muy amable con todos, talvez demasiado, pero no importaba cuanto te lastimaran o se aprovecharan de ti, tú siempre cuidarías a la gente como si fueras una madre.
Eras hermosa, sabia, comprensiva y amable; Todo lo que quería Satoru en una chica, pero solo Suguru conocía ese lado inmaduro tullo en el que te comportabas como un niño pequeño que necesitaba ayuda y compañía, en cierto modo Suguru pensaba que debía protegerte hasta de ti misma, pues eras muy dejada y él te amaba y no dejaría que te hicieran daño nunca.
Satoru y Suguru eran los chicos perfectos, guapos, poderosos, con mucho dinero e inteligentes, pero no eran tan perfectos como parecía, eran crueles, psicópatas, sádicos, desalmados e incluso llegaron a pensar que eran sociopatías, pero luego... Te vieron a ti cada uno obsesionándose de ti por motivos distintos, pero a sus ojos eras simplemente perfecta.
Ibas rumbo a la secundaria corriendo apurada, llegabas muy tarde y talvez no te dejarían entrar, pero tú corriste preocupada. Un carro lindo, un Ford Mustang negro con los vidrios polarizados, el conductor bajo la ventanilla y lo reconociste, era el conductor personal de Satoru, Jacob. Él te dijo con una voz nerviosa y llena de culpa que te hizo sospechar un poco
Jacob: "Suba... Señorita"
Te subiste sin discutir mucho, te sentaste en medio de Satoru y Suguru con una sonrisa
Satoru: "Sabes... Esto será por tu bien cariño" Suguru: "Lo lamento, pero... es que me emociona mucho tenerte solo para nosotros" Y/N: "¿D-de que hablan chicos? M-me están asustando..."
Miraste con el rabillo del ojo al conductor que parecía preocupado y sintiéndose muy culpable, pero no tenía opción, nadie la tenía contra Satoru y Suguru. Ellos decidían y tenían todo lo que querían, como a ti.
Sentiste como te dieron un golpe en la cabeza que te noqueo, poco después te levantaste en shock en un cuarto oscuro, pero bonito, decorado con tus cosas favoritas. Estabas encadenada a la pared, tus cadenas a lo mucho te permitirían ir hasta tu tocador y de regreso.
{parte 1/3]
Quiero hacer esto en 3 cortas partes para ver si les gusta la idea y entonces ponerla en marcha con todo su potencial. Gracias por leer <3, si te gusta da me gusta pliss
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hizavella · 2 months ago
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“prefiero que piensen que soy un capitalista desalmado.”
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asambleaeru · 7 months ago
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Hey hoy al habla Daniel Molloy.
Tengo el gusto de presentar al príncipe de los vampiros al más excéntrico y egocéntrico de los vampiros pero también el pilar de todos. Amado por muchos odiados por otros pocos les presentamos este lado curioso del príncipe para aquellos que no han tenido el gusto de leer mis libros o de ir a uno de sus conciertos. Cinco preguntas para Lestat el vampiro.
Benji : ¡Si, señores! ¿Que pensaban? Que no íbamos a entrevistar al pilar de nuestro clan. Claro que sí, tenemos cinco minutos con Lestat le dejamos acá la entrevista.
1 —¿Que siento por Magnus?
Ah es complicado, al inicio lo deteste porque el me dió el Don oscuro sin darme la oportunidad de negarme, simplemente me rapto una noche llamándome matalobos y realizó el ritual de conversión que ya todos conocemos.
Ahora que ya han pasado un par de siglos desde aquella vez y que ya he sanado mis heridas siento admiración... Mi creador fue el único capaz de capturar a un vampiro antiguo y robarle su poder, dándose el Don oscuro el mismo ¿Quien más ha hecho tal osadía? Además ahora le estoy agradecido porque simplemente yo nací para ser vampiro —en ese momento suelta una de sus acostumbradas carcajadas—
2- ¿Que te llevo a alejarte de Louis ?
. En su libro el mismo Louis lo dice, él quiso alejarse de mi y lo logró con ayuda de Claudia. Ahora tenemos una relación donde estamos juntos por un momento Pero él siempre quiere recorrer el mundo y yo... Bueno cada quien toma su rumbo para de nuevo volver a encontrarse. ah, Pero nunca he querido alejarme de Louis simplemente que somos tan diferentes que al final terminamos alejándonos aunque siempre volvemos.
Daniel : Tus libros y los suyos son una versión diferente de cada parte de la historia y como tal no son demasiado claros. Siento que Claudia ayudó al quiebre de ese romance.
3- ¿Por qué ese empeño en darte a conocer con los humanos?
simplemente lo llevo en mi naturaleza. Desde que era mortal quise darme a conocer, primero siendo un artista de teatro, luego matando a unos lobos que tenían amenazados a mi gente. Siempre quise sobresalir y no ser simplemente uno más del montón. Así que cuando me volví vampiro, sabía que vivir en el anonimato iba a ser mi mayor condena. Además yo que nunca hubiera querido este Don oscuro porque amaba mi mortalidad... Siento cierta debilidad por los mortales y siempre he creído que ellos podrían darnos caza si así lo quisieran... Simplemente me doy a conocer por los mortales simplemente para no perder la mortalidad que aún trato de conservar, no quiero ser simplemente un vampiro desalmado... No, la mortalidad siempre ha Sido lo más bello que a pesar de todo conservamos.
4— ¿Que sientes por Armand ?
¿Por qué me preguntas precisamente eso? Amo a Armand claro que no amo, así como amo a Marius, a Louis, a ti mismo Benjamin, a Sybelle, a mi querida Rose y Viktor... Claro que le amo y jamás permitirá que nada ni nadie le lastimara
Benjamín: "Lo preguntamos porque la audiencia de los libros de Ambos tiene esta mentalidad que ustedes aunque jamas podrán estar juntos se aman pero se odian por esa misma razón.
5— ¿Que esperas de la asamblea?
La asamblea... Ah, simplemente quiero que cada uno de los vampiros antiguos y los jóvenes no volvamos a sentirnos solos, que cada uno de nosotros tengamos un lugar a dónde llegar en caso de necesidad, que dejemos de matarnos los unos con los otros, que todos podamos vivir bajo unas mismas normas y así mismo convivir con otros seres e incluso mortales en armonía. Esa es mi idea de la asamblea desde un inicio
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maisumpoetasobrio · 1 year ago
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Eu não sei bem como começar esse texto porque na real ele é só um desabafo e provavelmente irá ter alguns erros de ortografia mas eu sinceramente não estou ligando muito para isso no momento, então se alguém for ler isso saiba que é um texto longo...bem longo na verdade, enfim, eu estava ouvindo uma música e comecei a pensar em umas coisas, faz quase um ano que terminei um relacionamento de quase quatro anos e cara...como as coisas mudaram e continuam mudando. Sabe diferente de muitos que culpam o ex completamente por ter dado um fim a relação e fazer dessa pessoa um monstro desalmado e sem coração, o meu relacionamento por outro lado não foi isso, tivemos nossos altos e baixos mas nunca faltou apoio, carinho e compreensão de nenhum dos dois, sempre pensamos sobre o que queríamos, ou por um tempo pensamos o que queríamos como um casal, quase tivemos um filho e isso nos impactou muito, eu tinha recém começado um relacionamento com ela, na época tinha entorno de dezessete beirando os dezoito, ainda não tinha um trabalho e ambos moravam com os pais, ela não ganhava muito trabalhando no mercado e gastava o dobro, e nesse contexto caótico e sobre muita pressão ela teve um aborto espontâneo e isso foi algo que marcou tanto nós, mais ela do que eu, que sempre ela me recordava disso, foram praticamente três anos esse assunto vira e mexe ela tocava, eu tentava me distanciar disso porque sei o quanto é doloroso mas uma hora a gente precisava seguir em frente e recomeçar e esse foi um dos primeiros pontos que me fez querer terminar, não importa o tempo que passasse ou o que fazíamos fantasmas do passado sempre retornava e isso foi me cansando, além de ela sempre achar que tudo estava ruim, mesmo eu tentando animar ela e dizer que iam melhorar, mesmo eu tentando mostrar as pequenas coisas boas, os pequenos gestos, nada era suficiente e isso foi me cansando também, chegou um ponto que eu precisava desabafar com alguém mas não queria que fosse com ela, porque ela sempre tinha tantos problemas e tantas coisas a resolver que eu só queria ser o cara forte e inabalável para que ela pudesse se reconforta, mas uma hora só cansei, sei que não fui o namorado perfeito, longe disso, eu por diversas vezes falei coisas que não deveria a ela e com o tempo muitas vezes sentia raiva de estar perto ou incômodo e isso acabava transparecendo, mas acho que nada mais me chateou do que quando eu pedi um tempo pela primeira vez e na primeira oportunidade ela ficou com alguém, e outras duas vezes que pedi um tempo aconteceu a mesma coisa, então só me passou na cabeça o quão fácil é me substituir pra ela, se eu terminar hoje amanhã ela já vai estar com alguém, sabe não acho errado a pessoa ficar com alguém depois de um término, mas não passar nem uma semana? Então ela já estava de rolo e eu era o trouxa? Pois pra mim é isso que pareceu. Enfim mesmo eu tendo meus defeitos e cometido erros, sempre tentei dar o máximo de mim, se precisasse virava noites em claro por ela, iria com ela em todos os lugares, o que ela queria eu comprava, se ela precisasse de ajuda para pagar uma conta eu ajudava, vivia exaltando ela e dizendo o quão linda e quanta sorte eu tinha por ter ela comigo, mas por alguns motivos, uns dos quais citei aqui eu terminei, e o que aprendi com esse último término é que não importa o quanto você se importa com alguém, o quanto exaltava essa pessoa, o quanto de vez falou e demonstrou que morreria por essa pessoa, o quanto que amava ela, no final, ela sempre vai lembrar de você como alguém ruim, como um monstro que estava do lado dela, que não ama ninguém e que não presta, então não se abale e não fique na neura se sua ex falar mal de você, só vocês dois sabiam de fato como era o relacionamento, cabe a vocês não se colocarem como vítimas porque no final ninguém é perfeito e todos erramos em algo, mas cabe a nós pensarmos se iremos ressaltar nosso lado bom somente ou se iremos admitir que algo não deu certo por ambas as partes.
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psicotaipan · 6 months ago
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Contra la falta de Autenticidad
Lo mio es una misión espiritual. No os lo vais a creer, pero he tenido y tengo constantes avisos y señales de arriba para que consagre buena parte de mi vida a la lucha contra los que mienten y se autoengañan.
Todos nos autoengañamos en alguna medida, pero algunos lo hacen aún más.
Se trata de gente dañina para si misma y para los otros. Gente ciega, arribista, interesada, que no ve al otro.
Se trata de los egoicos y los narcisistas.
Mi compromiso es con la Verdad y la Autenticidad en las personas y las relaciones y los trileros, fingidores y mentirosos no tienen cabida... Ya es casi una cruzada ésto mío de la persecución y el flagelo de la impostura, de los narcisistas, los mentirosos, de los egos desatados y de la gente falsa.
Como señala Claudio Naranjo en algunos de sus libros, el eneatipo 3 y la Vanidad son una de las formas más habituales de la falsedad en nuestro mundo. De hecho, la sociedad en occidente es cada vez más tres, más superficial, exitópata, mercantilista y falsa... Y el futuro que eso plantea para el mundo es aterrador.
Porque por ese camino nos estamos deshumanizando.
Del mismo modo que un tres trepa vive disociado de su ser real y, a no ser que se lo trabaje, tiene muy mal pronóstico como ser humano, la sociedad se va disociando y va perdiendo sus valores.
Hoy en día los vanidosos pueblan los programas de televisión. Gilipollas emocionales, vacíos por dentro, encantados de haberse conocido. Anorgásmicas huecas y operadísimas haciéndose pasar por mujeres de verdad.
Hombres de gimnasio y corchopán exhibiendo su mendacidad y su pobreza interior por los platós como si fueran representantes de algo.
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Grandes ombligos orientados al culto a la imagen, sin comprender que la imagen es sólo la cáscara, el envase... Y que el contenido, que en ellos suele ser pobre, deja mucho que desear.
Ya os he comentado que no veo televisión en abierto.
Se me mueren demasiadas neuronas cada vez que intento ver alguno de esos programas.
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Y sigo teniendo fe en el ser humano. Incluso en algunos de esos seres huecos y dormidos que un día se atreven a mirarse dentro y a cambiar. Porque el cambio es posible y la fe en todos los seres humanos no debemos perderla.
Ver envejecer a algunos de estos patéticos seres desalmados es terrible. Se acaban volviendo sombras, seres ridículos y acabados. Algunos aprovechan esa cura de humildad que es la vejez para crecer.
Otros se mueren porque no lo soportan.
Como os he comentado alguna vez, he visto a personas de este tipo abrir los ojos y despertar en algún momento de su vida, atravesar el dolor y llegar a convertirse finalmente en grandes personas, reconectando con el ser real que llevan dentro. A veces en los momentos finales de su vida.
Si eres alguien de este tipo ¿A qué estas esperando para empezar?
Por el camino que vas, no llegarás a ningún lado.
En cuanto al resto de lectores... Procurad identificar pronto a los narcisos porque os va la vida en ello. Os ahorraréis muchos problemas en la vida.
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