⠀⠀⠀⠀⠀⠀IN THE BEGINNING
Esta historia comienza con un asesinato.
Cuando el mundo empezaba a ser mundo, los dos primeros descendientes de los habitantes primigenios de este mundo pelearon, y uno de ellos mató al otro. Caín el hermano mayor, mató a Abel, el hermano menor. Y Dios castigó a Caín por su pecado.
Lo obligó a vivir con la marca de la vergüenza y lo maldijo a él y a toda su descendencia:
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"Generación tras generación vivirán y serán prósperos, pero cada 100 años un descendiente tuyo hombre o mujer tendrá tu marca.
Ésta maldición yo te doy para que nunca tu descendencia olvide el pecado que cometiste
Cada persona que descienda de ti, cada persona que obtenga tu marca tendrá dos destinos en su vida: gran desdicha y felicidad.
No importará el orden. Un descendiente tuyo sufrirá y será inmensamente feliz en su vida. Será una abominación para los suyos pues tendrá poder sobre la sangre, un recordatorio eterno de aquella que derramaste en este día. Ahora ve, multiplícate y carga con la vergüenza del pecado que has cometido".
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Obligado vivir en la oscuridad bajo la sombra de su vergüenza sus descendientes tomaron muchos nombres a lo largo de la historia, lastimosamente, la maldición solo siguió a una línea de sangre en específico.
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀CHAPTER I
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En el 516 D.C., durante la mítica Batalla de Badon, el ejército personal de una familia sin nombre apareció en el campo de batalla como inesperada ayuda al que siglos después atribuirían el nombre de Rey Arturo.
Emrys Noir, que desde hace mucho tiempo había querido conocer al hombre que había estado ganándose un nombre desde la pequeña Camelot, escuchó los rumores de que Arthur con su ejército estaba marchando en contra de otro considerablemente mayor y tomó la oportunidad que se le daba.
Morgana, la hermana mayor de Emrys, a quien la maldición había salteado, y quien parecía poder ver el futuro; positivamente aconsejó a su hermano, diciéndole que este Arthur podría ser el que lo ayude a cumplir su destino.
Así que, en contra de su buen juicio los caballeros de Noir acudieron al llamado de su señor y se unieron en aquella batalla, donde aunque hubieron pérdidas, salieron vencedores.
La amistad entre los dos hombres y hermanos en batalla solo creció con el tiempo.
Sin embargo, la ruina de los dos hombres llegaría en forma de una hermosa doncella, hija de otro reino y mujer que no le importaba ensuciarse las manos para conseguir lo que quería.
Tanto así fue, que tras casarse con Arthur por el bien de la alianza entre reinos, y ver que su esposo buscaba más a su íntimo amigo que a ella, decidió separarlos.
Buscó durante años hasta dar con un nimio indicio, pequeño pero suficiente para arruinar a Emrys a los ojos de Arthur.
Con las pruebas en manos y sintiéndose traicionado por la persona en la que más confiaba, en un ataque de ira fue a enfrentarlo exigiéndole la verdad.
Arthur hubiera querido que Ginebra le mintiera por celos, no era ciego. Pero todo lo que ella le había metido a la cabeza, a ojos de Arthur, era cierto. Emrys no lo negó.
Emrys era un brujo, uno que controlaba la sangre misma. Un peligro para su reino, para su hijo no nato. Y por mucho que le doliera, por el amor que había nacido entre ellos con los años, le dio la opción de huir, de no volver nunca más a Britania.
Pero Noir se negó, todo lo que había querido desde que se unió al rey era estar a su lado hasta que este se volviera canoso; no pensaba renunciar a Arthur.
"Pelearé contigo por el derecho a quedarme. No me puedes pedir que renuncie a mi vida sin luchar", fueron las palabras de Emrys.
Y lucharon. La batalla fue feroz, ambos conocían demasiado bien al otro como para que esa lucha fuese corta. Pero no fue hasta que estuvieron agotados que Emrys utilizó su último recurso.
No había querido llegar a aquello, más sin espada, daga o yelmo, se había quedado sin opción. Estaba atrapado entre el piso y Excalibur con Arthur irguiéndose sobre él. Se hallaba indefenso, más no del todo.
Solo había querido apartarlo, controlarlo como lo había hecho con los animalillos del bosque. Pero no contó con el hecho de que Arthur se rebelase y con ello ocurriese un descontrol.
Lo siguiente que Emrys vio fue a un Arthur Pendragón, El Rey de La Mesa Redonda, escupir un bocado de sangre y desplomarse sobre él.
Arthur había muerto por su mano, y Emrys en la desesperación de no poder devolverlo a la vida, se quitó la propia.
Ginebra había quedado viuda y con un niño en su vientre. Reina de Camelot y madre del futuro Rey, se dedicó a borrar de todo registro el nombre de Emrys. En sus propias palabras,"Ni Dios recordará que él existió".
Demonizó su nombre y el de su familia llamándolos, “Brujos y brujas oscuras que arruinaron Camelot”; cosa que indignó a muchos miembros de la casa Noir que había crecido en poder desde que se asentaron en Camelot y que ayudaron a volverla poderosa.
Después de todo, la historia la escribían los que quedaban, los vencedores.
En toda la familia Noir, fue Mordred, el nieto de Emrys el que más rencor guardó a la familia de Arthur por lo ocurrido.
Los Noir habían huido del reino por la persecución de la Iglesia. Irónico.
Más un lustro después, el muy normal y sin "habilidades mágicas" nieto del "malvado brujo" Merlin, apareció en Camelot queriendo llevarse la cabeza del príncipe heredero.
Mordred fue atrapado sin poder llevar a cabo su cometido y fue ejecutado por aquellos a los que un día llamó amigos, Los Caballeros de La Mesa Redonda.
Dos siglos después, una familia se asentó en Britania. Elegantes, sobrios, distantes de todo y con un ejército personal encomiable, se pusieron al servicio de la familia real. Los Black decidieron no mezclarse más de lo estrictamente necesario con la gente y mantener su secreto familiar como exactamente eso, un secreto.
Sabia decisión que les permitió, de cara al público, permanecer "neutrales" en la época de la Santa Inquisición; mientras que secretamente ayudaban tanto a las mujeres como a los hombres acusados de brujería a escapar de la hoguera.
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀THE ROAD SO FAR
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Con la aparición de los primeros mutantes en el mundo y tras ver que una segunda cacería de brujas no se realizaba con ello, los Black fueron mezclándose por primera vez con la sociedad y dando a conocer tanto su relación con la realeza —que al final terminaron uniéndose— como sus poderes de a poco.
La Más Noble y Ancestral Casa Black: vio la luz tras siglos de oscuridad y se volvió aun más prominente.
O eso fue, hasta la tragedia que la manchó.
Pero esa es historia para otro momento.
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