#tatuajes de pensamientos
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broken-lifes-blog · 1 year ago
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"Que feo es sentir que no encajas en ninguna parte."
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jogosposts · 6 months ago
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🥀 Los padres tienen que aprender a diferenciar que una cosa es preocuparse por sus hijos y otra cosa es meterse en la vida de sus hijos 🥀.
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s-boy-world · 7 months ago
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Hace mucho no se me pasaba por la cabeza hacerme daño, nisiquiera por casualidad y una inoportuna noche depresiva mis pensamientos me torturaban... No he hecho nada, pero me hizo preguntarme sí en un nuevo intento funcionaria; asumo que el dolor esporadico de los tatuajes es mí alivio ante la aparente necesidad.
Sad_Boy_World
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coolpizzazonkplaid · 8 months ago
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La heredera del Infierno
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El pueblo y el restaurante
La niña de cuatro años vio dos cuerpos en el suelo y la sangre cubriendo todo el suelo manchándole las pantuflas. No supo cómo después llegó a la comisaría e intentaban sacarle respuestas a algo que ella no sabía. Luego la llevaron a un edificio donde un señor la dejó en una habitación repleta de otros niños.
Todos ellos la miraban con ojos curiosos a la nueva del hogar, pero al darse cuenta que era un horario muy tarde prefirieron volver a sus pacíficos sueños. La pequeña lloró toda la noche preguntando por sus padres, pero ningún adulto le dio respuestas. Después de tanto llorar durmió, creyendo que fue solo una pesadilla, esperando a que sus padres estuvieran entre los vivos… no fue un sueño, sino una realidad.
Paso un tiempo y la niña creció apartándose de los demás pequeños que eran crueles con ella por tener los ojos de diferentes color. Se ocultó en las sombras, sumergiéndose en los libros y pocos peluches que conservaba como consuelo tras la pérdida de sus padres.
Fue un día cualquiera, cuando una niña pelirroja de ojos cafés comenzó a hablarle y la pequeña de ojos heterocromáticos le siguió la conversación desconfiada. Quizás era una trampa para que los demás niños se burlaran de sus gustos o sus penas, pero la pequeña de cabello rojo pareció no ser de los que menospreciaban el aspecto físico de las personas.
–Sos muy divertida y agradable ¿Cómo te llamas? –la niña pelirroja se acercó al rostro de la otra– ¡Que ojos tan fantásticos! ¿Uno puede descifrar la verdad o tiene algún superpoder?
–Me llamo Adelina Acosta –dijo con cierta desconfianza y la cara de la pequeña se ocultó detrás del libro– y ninguno de mis ojos tiene poderes, simplemente son así por nacimiento.
–Oh... que mal –el tono de la niña pelirroja de desilusión cambió drásticamente– Soy Daniela Ramoter ¿Qué estas leyendo? Amo leer.
Adelina despertó con el suave sonido del agua, la cabeza dándole vueltas y el lado derecho de su cuerpo agonizando. El río por el que había caído, la arrastró hacia una pequeña orilla repleta pasto y rocas molestas. Se arrastró hacia la orilla con el peso de su mochila repleta de agua y objetos como si fueran rocas y por el cansancio la quitó de su espalda.
El alivio y el mareo la inundaron. Las náuseas no tardaron en aparecer y Adelina buscó un árbol donde vomitó todo lo que su estómago no pudo digerir. No se había percatado de que su pierna y vientre le dolían hasta después de sacar todo.
Volvió con paso adolorido hacia donde estaba la mochila y tomó los primeros auxilios. Se despojó de todo el equipo de invierno, el calor la estaba asfixiando. Observó el lado derecho de su cuerpo percatándose de la sangre que emanaba y recordó lo que la daga le había hecho. Tatuajes. Todo su brazo y una parte de su abdomen estaba tatuado con la anatomía del esqueleto. Luego miró su pierna y vientre malheridos, el líquido carmesí comenzaba a generarle costras en la piel. Con delicadeza limpió la sangre seca para después ponerles alcohol y cubrió con gazas tanto las heridas de su combate como las del tatuaje. Las heridas necesitaban ser tratadas rápidamente.
De pronto, otro pensamiento la invadió. La investigación. Con pánico buscó la grabadora y la cámara. Los objetos se encontraron en un buen estado por las bolsas de plástico que Adelina siempre llevaba para proteger sus pertenencias. Buscó el mapa que había hallado en las ruinas y para su alivio no mostraba signos de daño. Por último y con temor, buscó la daga nórdica, pero esta vez usó los guantes de invierno para evitar alguna herida por culpa del arma. Al sentir que sus dedos tocaron el objeto maldito, el alivio y el terror la invadieron. Miedo a esa arma extraña y lo que le había hecho.
Necesitaba cuanto antes llegar a un poblado y contactar con Mariano. El mareo por las alucinaciones y las heridas comenzaban a cobrarle factura a Adelina, al igual que el cansancio por la lucha con el tal Smoke y su caída por la cascada.
Rápidamente tomo sus pertenencias y avanzó río abajo con la esperanza de encontrar un poblado en medio de bosques y colina. La caminata fue lenta, su pierna y vientre apuñalados hicieron que la chica rengueara y le dificulpaba aún más las rocas esparcidas y camufladas en la hierba. Sus extremidades comenzaron a pesarle después de tanto caminar y era casi de noche cuando vio humo a lo lejos.
Adelina siguió avanzando esperanzada y al poco tiempo llegó a una aldea pequeña y pacífica. Campesinos preparándose para descansar y otros dirigiéndose a un restaurante, algunos animales parados en la puerta expectantes en la puerta del local. El barullo del lugar y el olor a comida atrajo a Adelina. No comió nada durante mucho tiempo y su estómago rugió ante el olor de la carne y las especias.
Al lado del establecimiento había una posadera en la que se acercó. Hubo algunos curiosos que la miraron, otros ni se percataron de una chica extrajera, desaliñada, golpeada, mojada de pies a cabeza y rengueando. Entró a la posadera y esperó a que alguien la atendiera. Apareció el dueño y la miró con mala cara.
–No aceptamos vagabundos.
–No lo soy –dijo Adelina y puso una buena cara–. Me perdí de mi grupo de escalada y acabé aquí por accidente.
El hombre siguió juzgándola con su mirada. Parecía no creerle por todos los vendajes que tenía en su cuerpo y su rostro con moretones.
– ¿Y las heridas?
–Caí por una colina de los alrededores, fue como caer de una cascada en medio de una montaña.
Adelina sacó su mejor sonrisa inocente y buscó en su mochila algo de efectivo para darle al hombre. Le dio a la chica una llave con el número de su habitación y la muchacha pidió amablemente si podría darle algunas gazas y medicamentos para las heridas. El hombre prometió entregárselo en cuanto estuviera en sus aposentos.
Adelina caminó a la habitación y cerró la puerta. Una vez dentro, toda la adrenalina se esfumó y sus piernas se convirtieron en plomo, pero antes tenía que tratar con mayor cuidado todo su lado derecho, pierna y vientre. El tatuaje le dolía a horrores y sentía que su brazo dejó de funcionar.
Soltó la mochila con un sonido sordo en el suelo, tuvo el impulso de tirarse al colchón para no despertar jamás y olvidar a los Lin Kuei y los sueños macabros. Pasaron unos minutos en los que Adelina desempacó todas sus pertenencias cuando tocaron la puerta, el posadero le había traído los materiales. Tras un gracias y otra mirada juzgona del hombre, la muchacha se dirigió al baño para quitarse la suciedad.
El agua caliente hizo que los músculos adoloridos de la joven se relajaran y a la vez le provocaron molestias en las heridas abiertas. Se mojó el cabello negro sucio de tierra y pasó jabón por todo su cuerpo, masajeándose las áreas que más le dolían. Luego quitó las costras de las heridas y los tatuajes y salió de la ducha más relajada. El cabello de Adelina comenzó a ondularse tras cepillarlo, mientras sus ojos heterocromáticos reflejaban su cuerpo magullado en el pequeño espejo. Se puso ropa limpia para ocultar los vendajes nuevos, lamentándose no poder cubrir los raspones y moretones hechos en el rostro y salió a comer.
El olor a comida le invadió las fosas nasales y se le hizo agua a la boca ante diversos platos humeantes de carne, fideos y verduras. Gente sentada en todos lados hablando y riendo sin parar, también bebían como si no hubiera un mañana. La chica se sentó en una mesa para uno y tuvo algunas miradas entre la multitud. Esperó a que una camarera la atendiera y en ese instante apareció una anciana con un rodete en su cabello canoso entregándole el menú con una mirada curiosa al ver los golpes del rostro de la joven. Lo aceptó con gusto e intentó leer la carta, le costó un poco ya que todavía le dificultaba el chino. Acabó pidiendo costillas agridulces y arroz tres delicias.
En un momento, la anciana recibió a dos muchachos con sombreros y por el modo en el que les hablaba quizás fuera su madre o tía, les preparó una mesa y el dúo se acomodó. La señora se alejó, Adelina esperó pacientemente y para matar el tiempo divagó sobre la daga nórdica y el por qué había runas nórdicas en un monasterio chino. No se había percatado de que la anciana llegó con su cena y luego de disculparse y sacar el cuaderno, Adelina devoró la comida.
El sabor a carne de cerdo y el arroz se apropiaron de su paladar y no pudo haberse sentido más feliz. El hambre la estaba volviendo loca, no había comido desde que se fue de Buenos Aires ni cuando llegó a las montañas y su estómago había estado rugiendo desde su caída de las cataratas. Después de dejar limpio los platos quiso pedirse una segunda ronda, pero prefirió cuidar lo poco del dinero que tenía. Adelina pidió la cuenta y tras pagarle a la señora y darle las gracias regresó a la posada, ocultándose en su habitación.
En las cuatro paredes, quitó de las bolsas de plástico ya casi secas a la radio. Se hallaba seca y sin ningún tipo de problemas y eso alivió bastante a Adelina. Tenía más posibilidades de comunicarse con Mariano y que la pudiera buscar lo antes posible.
Buscó la frecuencia correcta para ver si su amigo recibía la señal y tras varios minutos parecía que había encontrado la indicada. Hubo un poco de interferencia, pero esperaba que no le fuera problema para su llamada.
–¿Mariano? ¿Estás ahí? –se escuchó interferencia–. ¿Mariano? Soy Adelina, necesito que me pases a buscar.
Una vez más los ruidos de la radio se apropiaron del cuarto de la joven. Siguió probando varias veces más hasta frustarse. No sabía en que parte de China se encontraba concretamente y necesitaba volver cuanto antes a Buenos Aires.
–¿Adelina? –La voz de Mariano adormilada se escuchó en la radio.
La alegría se apoderó de la joven y con una sonrisa le contestó.
–Mariano, soy yo. Ade. –la chica no supo cuántas emociones la invadieron–. ¿Cuántos días hace que me fui? ¿Podes ubicarme?
–¿Tenes idea de la hora que es?
–Sinceramente no.
–Las ocho de la mañana de un domingo.
La risa de la muchacha salió repentinamente. Mariano odiaba que lo despertaran temprano a menos que él lo quisiera.
–Aquí es de noche deben ser las nueve o diez creo.
–¿Qué querés de mí a las ocho de la mañana de un domingo? Un puto domingo me tenías que despertar.
–Quiero que me pases a buscar lo más rápido que puedas.
–¿Me estas jodiendo verdad? –dijo el chico indignado.
–Nop. –Adelina tomó una pequeña exhalación–. Descubrí cosas bastantes fuertes en Arctika y casi me mata un boludo con barbijo.
–¿Barbijo?
–No miento.
–Está bien, pero no me voy a levantar ahora mismo –Mariano comenzó a bostezar mientras hablaba–. Tengo sueño así que calcúlate que en unas horitas me voy a despertar y prepararme para ir al hangar.
–Me sirve para que yo duerma.
–Pásame tus coordenadas que ya veo que puedo hacer por vos.
La chica buscó entre sus cosas un pequeño GPS que compartía con Mariano en caso de emergencias como la que estaba ahora. Activó el aparato y esperó una respuesta.
–Perfecto, ya lo recibí. Anda para el sur que ahí tengo un conocido que te puede hospedar hasta que yo vaya para China. –Volvió a soltar otro bostezo– Es como media hora en caminata.
–No hay problema. Después de que haya dormido voy para ver a tu amigo. Quiero que también traigas primeros auxilios y todo lo que tengas de medicina.
–¿Para qué necesitas eso?
–Porque me pelee con el boludo del barbijo y me lastimó. Por eso. –antes de cortar recordó a su amiga–. Ah, quiero que también le avises a Dan-Dan de cómo me encuentro.
–Está bien ¿Algo más?
–No, nada más por el momento.
Se despidieron y apagó la radio. El cansancio tomó su cuerpo y los párpados se volvieron peso muerto, tratando de llevarla al mundo de los sueños. Una vez que Adelina sacó sus pertenencias de la cama, se dejó absorber por el colchón y envolverse en las cálidas sábanas. Se durmió sin dar demasiadas vueltas.
–¡DESPIERTA CARAJO! –La voz estruendosa de Mariano en la radio azotó los oídos de Adelina.
La chica con un gemido angustioso sacó la mano de las profundidades de las sábanas. Buscó a ciegas en la mesita hasta dar con la radio. Con dificultad intentó buscar el botón para iniciar la conversación hasta que pudo dar con este.
–¿Qué? –Su voz quedó amortiguada por el sueño.
–Ya estoy despierto y acá son cerca de las doce del mediodía –hubo un poco de interferencia–. Entre terminar el almuerzo e ir al hangar sería una hora. Agrégale las once o doce horas que tengo que hacer de viaje.
–Está bien ¿qué hay con eso?
–Era venganza por despertarme a las ocho y media de la mañana de un domingo.
–Morite.
–Y que cuando esté pasando por Europa te voy avisando que vayas a lo de mi conocido.
–Está bien –un bostezó la invadió momentáneamente–. ¿Ya puedo irme a dormir?
–Sip.
Adelina tiró su cabeza hacia la almohada con la radio aún en su pecho. El sueño volvió a tomar su cuerpo y continuó durmiendo hasta que la luz del sol invadió las ventanas y el barullo de la calle se hizo fuerte. Levantarse le fue una tortura, los músculos le dolían con cada movimiento que hacía.
Una vez fuera de la cama, sin pensar en lo que hacía, sus dedos hallaron la daga nórdica. El arma estaba envuelta en un trapo atado a una goma de plástico. Los tatuajes aún le dolían cuando recordaba lo que el arma le hizo.
La desenvolvió con cuidado y pánico a que esa cosa volviera hacerle un daño, pero tras sacarle el trapo y el arma tocara sus dedos nada ocurrió. Era un hermoso artefacto a ojos de la muchacha, pero peligroso. El mango repleto de pequeñas costillas y el cráneo en la punta. Sacó la daga de la funda usando el trapo y observó la hoja afilada. No había perdido filo con el pasar de los años, y podía verse el reflejo de la joven como si fuera un espejo. Mientras estudiaba la hoja con cuidado, su ojo derecho destelló de un verde como su iris y detrás suyo los muertos miraron fijamente a Adelina. Todos acercándose, rugiendo y lamentándose. Sus gritos los pudo escuchar como si estuviera en la cueva de la montaña otra vez.
Se dio la vuelta. Nada. Ningún muerto agonizante ni colérico.
Pero sí que escuchó los gritos y aún los escuchaba pasado los minutos como una melodía estruendosa que se negaba a marcharse de los oídos de Adelina.
Asustada y confundida, guardó todo y salió de la posada caminando hacia el restaurante. Vio a muchos clientes marchar hacia sus trabajos en el campo, supuso Adelina y había pocos todavía desayunando. La joven se sentó en el mismo lugar de la noche anterior y esperó a que alguien la atendiera.
Mesas esparcidas por los dos pisos, en las que algunas todavía había tazas de té a medio terminar. Algunos carteles desperdigados en las columnas. Pilas de tazas, platos y cubiertos sin usar. Linternas apagadas y colgadas por todo el local. Un establecimiento encantador y pacífico.
La anciana de anoche una vez más atendió a Adelina y le entregó la carta. Acabó pidiéndose un té Oolong con galletitas de almendra y mientras esperaba su bebida caliente, vio a los dos supuestos hijos de la señora acercándose a ella. Adelina pudo escuchar un poco de su conversación, no había mucho que hacer por el sitio así que ser una chismosa no estaba descartado.
–Vamos Kung Lao. Deja de comer tenemos que ir a cosechar –el rechinar de la silla chocando con la madera–. Podrás seguir comiendo en la noche con la cena que hace la señora Bo.
–Dame un segundo Raiden –habló el chico mientras masticaba–. Tengo hambre.
–Siempre tienes hambre y eso nos impide hacer más trabajo.
Adelina apenas vio a esos dos jóvenes de casi su misma edad marchándose a las corridas, sin antes mirar a la muchacha con curiosidad y perdiéndose en la multitud del pueblo. La anciana, por lo que escuchó llamada Bo, le dio su pedido y con una sonrisa empezó a beber. El agua caliente pasó por su garganta y la satisfacción de un buen desayuno hizo feliz a la joven. Después del primer sorbo tomó una galletita y la masticó. La sensación de las almendras abrazó su paladar, pero ese pequeño placer se esfumó.
–Adelina.
La voz de Mariano interrumpió la paz de la joven.
–¿Qué?
–Estoy pasando Europa. Te recomendaría que vayas preparándote para irte a lo de mi conocido.
En la radio se escuchaba el estruendoso motor de la avioneta y las interferencias, pero a pesar de eso pudo entender el mensaje de su amigo.
–Perfecto, ya termino mi té.
–¿Me compras uno? –La voz del muchacho se tornó expectante.
–No.
Cortó la llamada de la radio y se apresuró a beber el té. Guardó las galletitas en su bolsillo y después le pagó a la anciana. Antes de marcharse del restaurante, le preguntó la dirección del sur y tras indicarle la joven salió del sitio.
Ya era casi media mañana cuando salió del pueblo. Atravesando los campos de cultivo con la luz del sol en su punto más alto, no hizo un calor tan agobiante para sorpresa de Adelina, mientras veía cómo el pueblo se volvía más diminuto hasta desaparecer. La caminata duró hasta que fue pasada la hora del almuerzo y pudo dar con una pequeña cabaña en la que un hombre observaba en la dirección de la joven.
–¿Adelina Acosta?
–Depende de quién la busca.
–Soy el amigo de Mariano –el hombre mostró una sonrisa amistosa–. Me dijo que te esperara y hasta me contó de que te enfrentaste a alguien con barbijo y que por eso aparecerías con varios golpes. Ese imbécil no se equivocó en lo que decía.
Eso sorprendió mucho a la joven.
–Que encantador que Mariano haya contado eso.
–Sí, parece un niño en el cuerpo de un adulto.
–Lo sé.
El hombre le permitió entrar a la residencia para esperar a Mariano. Un ambiente pequeño y humilde. Una mesa de madera en la que había un plato, vaso y un par de cubiertos. En frente, un cuarto con una cama desarreglada. Algunas sillas desperdigadas fuera de su sitio.
La muchacha se sentó y soltó un suspiro de alivio. La camina la cansó bastante y necesitaba cuánto antes un gran vaso de agua. El hombre le otorgó la bebida y la tomó tan rápido como se la dio.
Después de entablar una buena conversación con el amigo de Mariano, la muchacha comenzó a escuchar el sonido de un motor a lo lejos. Sintió que estaba más cerca de casa.
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feeltfreedom · 5 days ago
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Lu
No puedo sacarte de mi cabeza, te apareces en el azul, en el cartel del final del camino, junto al puente. En un acento y en la música. Me pregunto si tú seguirás acordándote de mí, pienso que no, y al mismo tiempo pienso que sigo apareciendo en tus días, porque a todos nos gusta sentir que somos especiales, que formamos parte de la vida del resto. Aunque probablemente sea mentira.
En la ducha, entre las sábanas, en el empedrado, en el chiringuito de paninos, en tus compatriotas, en la orilla del río, en el dibujo, en cualquier parte te busco. Incluso y con el imposible entre los dedos, siento (fantaseo con) que cualquier día te presentarás de forma socarrona, y jugando con mi deseo. Como si un océano no fuera distancia suficiente, como si la realidad no existiera, como si la vida no continuara, como si no estuviera prohibido.
Tuve que hacerlo, erigir este muro entre nosotros no podía contenerlo; tampoco nosotros. He regresado a aquel banco de piedra para contar en cuántos días el corazón azul se borra y marchita. Deseo que no lo haga, que no se vaya que guarde tus labios tu tacto caliente un muro de piedra.
Momento erróneo persona incorpórea Supe que ibas a ser para mí aquella tarde, desde el primer momento en que te vi y sonreías. Lo que no sabía es que sería tuya, que ataría mi cabeza a tu cuerpo y pensamiento los siguientes meses.
Me encantaría poder saber de ti, cómo se siente el olor de la primavera tornándose veraniega. De si sigues escribiendo, de si planeas acampar en la montaña y tomar fotos de las margaritas, las praderas deben estar llenas por allí; de si retomar tus proyectos de antaño siguen siendo tu cebo, de si la crisis se pasa, de si vuelves a querer, de si te encuentras o te pierdes en las conversaciones con tu madre, de si se te ha ocurrido alguna nueva idea de tatuaje, de si sigues siendo tan mentalmente inquieto, de si abrazas a tus amigos, de si te abrazan otros brazos y te tumbas sobre otro ombligo, de si esas manos recorren otro torso desnudo, de si sigues dibujando todo aquello que ves.
No tengo derecho a preguntarte, no tengo derecho a marearte, no tengo derecho a compartirme contigo mientras escondo y miento que en realidad mi fantasía se enamoró un poco de la tuya. Una brisa de verano en una rutina desgastada.
Estoy tratando de recomponerme, cuánto menos te pienso, mejor, pero también más me engaño, creo.
Echo de menos tu voz, echo de menos hacerme la dura como dices, echo de menos ser dulce de leche.
Maldita conexión.
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goldenfurevamp · 6 days ago
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Daniel
5 de noviembre de 1979.
Nueve minutos para que sea el sexto día. Llevó contados los días que dormimos juntos desde el retorno de Italia, y anoto en estricta bitácora tus despertares con horarios detallados.
Me gusta anotar todo, Daniel. He comprado carpetas para organizar y documentar tus acciones, asi puedo estudiarte incluso cuando duermes después de besarte por horas.
Me gusta besarte.
Eres tan delicado, tan Pompeya de hormonas en estallido que se desatan a veces solo por un beso, uno que procuro sea casto aunque jamás he podido lograr detenerme. Nunca es un “solo beso” o “un solo abrazo”. Siempre es paredes de  la terraza, el jacuzzi , la alfombra marroquí o los ascensores de 4 minutos que siempre esquivamos como si yo no tuviera poder sobre la memoria o el recuerdo de cualquier intruso que nos descubriera.
Como si pudieran descubrirnos si no quisiera.
No me gusta cómo te mira el barman del hotel. Ese japonés de mirada felina que se rie de lado cuando le pides un Jack Daniels en vez de un escocés. A los ingleses no les va bien el alcohol americano y a mi tampoco esa maldita sonrisa mal hecha del adefesio ese que me dan unas ganas de….
No, no lo mataré.
Debes sentirte orgulloso de mí, Daniel, no ha desaparecido nadie que pertenezca al grupo de “agradables” o “amables” sujetos que se desviven por servirte o saludarte tras una larga mirada que les costaría la vida si no les leyera en el pensamiento que no se atreverían por mí. Si, por mí. El don vampirico a veces es caricia o garra y sé perfectamente cómo inspirar terror o seducción con tal de apartar cualquier mirada infame de ti. Eres mío, recuerda que cada tatuaje en la memoria que estoy trazando en tu pensamiento es para siempre, como los trazos de Italia y nuestro viaje por el sur sobre ese abdomen que descansa boca abajo dormido mientras te escribo.
Escribir siempre ha tenido un fin, el del registrar o informar. Pero no se me ocurre otra cosa que describirte, que sucumbir profundo a cada línea que en este momento se desnuda ante ti y se posa en tu garganta como si tuviera mi sabor. Lo tiene, tiene mi aliento. Si te escribo, te hablo. Si te hablo.. te hago el amor. Recuerda, Daniel, que no tengo mucha paciencia para tus seductoras caminatas de tarzán intelectual abriendo de un tajo la cordura de Londres, recuerda que no quiero Fabrizzios ni caras anónimas alrededor tuyo y que todo lo que llevas encima y por debajo es mío.
Sobre todo lo de abajo, Daniel. Siempre abajo….
Armand.
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staaaardusts · 11 months ago
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Cartas en el baúl polvoriento: de mariposas y cicatrices.
En un rinconcito de nuestro ser, donde apenas la luz alcanza a filtrarse, se esconden las sombras de nuestras emociones, como criaturas misteriosas que susurran en la penumbra. Nos resistimos a escuchar, como si las voces de nuestro mundo interior fueran secretos cuidadosamente guardados, censurados. Pero, ¿de dónde surgen estas emociones que, como fantasmas, emergen sin previo aviso?
Nuestro universo emocional es como un laberinto de pasadizos secretos, poco explorado y aceptémoslo, algo abandonado. Nuestras emociones nos invaden como una marea imparable, dejándonos en la orilla de nuestra propia vulnerabilidad. En su núcleo yacen las huellas de antiguos amores y desamores. Como mariposas que revolotean alrededor de una llama, las emociones se ven atraídas por el resplandor de experiencias pasadas, enterradas en los pliegues de nuestra memoria. No son impulsos irracionales, sino más bien las huellas de amores que dejaron sus cicatrices como tatuajes en el alma.
Cada detonante, actúa como un cómplice incondicional de las emociones, despierta fantasmas dormidos. Pero, ¿por qué algunos encuentran las puertas más profundas de nuestro ser, mientras que otros solo rozan la superficie? La respuesta reside en las capas invisibles de nuestra psique, en los recuerdos enterrados y en esas promesas no cumplidas. 
Es claro, los recuerdos se han entrelazado con las emociones y, detrás de cada emoción, se esconde una historia encriptada, como un mensaje codificado en el tejido mismo de nuestro ser, como una mariposa atrapada en una red de pensamientos, aguarda la tan esperada herida ancestral. Estas heridas, tan antiguas como el tiempo, son las cicatrices de nuestras batallas internas. Tal vez, somos protagonistas de un cuento donde las heridas, como cicatrices invisibles, modelan el contorno de nuestra experiencia emocional.
En mi universo, cada emoción es un fragmento de un rompecabezas cósmico, una pieza que encaja en el tapiz de mi propia existencia. Mis emociones, lejos de ser impulsos sin sentido, se convierten en el lenguaje que conoce mi alma, un dialecto silente que solo aquellos dispuestos a explorar los rincones más oscuros de mi ser pueden comprender.
¿Alguna vez has explorado los rincones más oscuros de tu ser, donde las emociones son como cartas de amor guardadas en un baúl descuidado y polvoriento?. Solo ahí, en el eco de esas emociones, descubrimos que somos seres tejidos con hilos de encuentros y despedidas, una historia de amor constante entre nosotros mismos y el mundo que llevamos dentro.
-S.
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thloveeed · 1 month ago
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10 de septiembre, 2024.
Recuerdo haberte enviado ese mensaje con la esperanza de conocer un nuevo amigo pero obtuve mucho más que eso, atraje a mi vida un compañero de vida, mi complemento en mis rutinas diarias y el chat del que siempre espero un lindo mensaje.
Salvatore, para mi eres más que un simple chico de roleplay, eres mucho más que eso para mí, tienes un significado tan grande en mi vida y me llena de ilusión saber que te tengo conmigo, que puedo estar entre tus brazos en confianza y saber que puedo contar contigo para cualquier cosa, por más estúpida que sea.
Recuerdo haberme desahogado contigo y ver aquel mensaje en donde decías que querías estar encima mía cuidandome, desde ese día me sentí tan protegida por ti, me causa tanta seguridad saber que si pasa algo tú serás el primero en saltar y defenderme aún este equivocada. A tu lado se qué ningún chico sería capaz de faltarme el respeto porque tú estarás frente a mi con la intención de protegerme. Me siento tan pequeña a tu lado y como una princesita indefensa, quiero estar metida entre tus brazos y no salir de ellos nunca.
A tu lado, me siento tan completa, no me falta nada y estoy tan contenta de que puedas formar parte de mi estadía en Fakeland.
Mi 2024 hasta ahora ha estado bastante tranquilo, considero sinceramente que estoy viviendo mi mejor etapa y me encanta saber que puedes formar parte de ella, me siento tan feliz que a pesar del tiempo que no estás activo aún así tendré un mensajito tuyo, uno de buenos días o de buenas noches.
Hemos tenido unos pequeños malentendidos pero eso no me ciega y me prohíbe ver el respetable hombre que eres, eres un chico demasiado bueno, amable, dulce, amoroso y bastante caballero conmigo, eres diferente al resto porque tú tuviste respeto hacia mí y en vez de halagarme de manera vulgar y obscena espérate a que estuviéramos juntos y mi consentimiento para poder decir todas tus palabras. (Lindas o sucias, me encantan ambas)
Me pone tan mal cuando estás triste, me dan tantas ganas de tenerte en mi pecho y llenarte de mimos y besos, limpiarte las lágrimas y darte un beso para que sepas que todo estará bien, guardas mucho dolor y yo quiero que tengas la confianza de destruirte llorando, mi pechito estará disponible para tus lloriqueos y mis labios calmaran tus sollozos.
Tengo tantas ganas de marcar mis labios sobre tu linda piel, dejar que mis labios se vuelvan parte de tus tatuajes y aunque quieras quitarlos no puedas, quiero ser la primera mujer que te haga volver locos los pensamientos y que si ya no estamos aún me sigas recordando.
Salvatore, tú a mí me tienes vuelta loca, espero cada día tus mensajitos, espero cada día una parte de ti y espero una parte de tu afecto. Si digo que no me gustas estaría siendo una mentirosa, me gustas tanto y en tan poco tiempo te has apoderado de mi pequeño corazón, tienes una partecita muy especial dentro mío y quiero que ahí se quede para siempre, amor.
Quiero que me enseñes a quererte, que me enseñes que te hace sentir como un pequeño bebé y te hace entrar en confianza, quiero que indiques en qué lugares quieres que te bese, en que lugares de tu cuerpo puedo marcar mis labios y que todos vean la marca de mi labial.
Quiero besar esa pequeña conspiración que forman tus lunarcitos, quiero dejarte tan marcado que el día que beses otros labios solamente te hagan falta los míos.
Quiero que me hagas vivir cada una de esas películas de princesitas que tanto me gustan, quiero que seas capaz de montar una librería como la bestia hizo por bella por el simple hecho de que le gustaba leer, quiero que seas tú quien me beses para romper el hechizo como en la bella durmiente, quiero que tú tengas el atrevimiento de hacerme descubrir el mundo como Flynn Rider hizo con Rapunzel, quiero ser tu princesita.
FINALMENTE...
Solo me queda agradecerte infinitamente por dejarme entrar a tu vida y poner toda tu confianza sobre mí, por dejarme ser tu amiga, compañera, o como quieras llamarlo, el título no importa. Tú me haces sentir especial con unas pocas palabras, me brindas felicidad y me brindas seguridad: Me encanta saber que no tuve que competir con nadie para tenerte, que tú solo viniste hacía mi y te quedaste aferrado tanto como yo lo estoy contigo. Soy tu mujer y tú eres mi hombre, no es necesario hablar todos los días para que mi corazón siga latiendo por ti como lo ha hecho siempre.
Este primero mesecito es el primero de muchos, por más indiferencias que tengamos siempre te querré como lo hice el primer día, te llevas una parte de mi corazón contigo a donde sea que vayas.
Te quiero mucho, Salvatore, demasiado. Muah, muah, muah.
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maeda-ai · 3 months ago
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Vendetta --C1--
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Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Ichigo saboreó el momento, como un depredador acosando a su presa; aquí empezaba su venganza contra aquella familia… y Rukia sería el medio para llevarla a cabo.
Advertencia: Lemon (NFSW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 1 ::.
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------- ADVERTENCIA -------
Este fic contiene "relaciones NO APROPIADAS". Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que no debe pasar más allá de la lectura.
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Una gran sonrisa adornaba el lindo rostro de la pelinegra, quien llevaba al menos cuatro bolsas llenas de artículos del conejo Chappy. Además, Renji también tenía las manos llenas con, según él, "ese montón de basura". Sin mencionar el pesado estuche rígido de guitarra que llevaba en la espalda.
Pero un minuto después de salir de la tienda, la felicidad se borró del rostro de Rukia, siendo reemplazada por la preocupación y la seriedad.
Muchas miradas los seguían atentamente, vigilándolos y esperando el momento idóneo para lanzarse sobre ellos.
* ¿Ya lo notaste?. *
* Sí. Sigue caminando y finge que no te has dado cuenta. *
Fingir era sencillo para Kuchiki, mostrar emociones que en ese momento no sentía era lo más fácil, lo complicado era calmar las palpitaciones de su corazón. Estaba asustada al saberse en peligro, pero no lo aceptaría aunque así fuere.
""Tampoco quiero complicarle las cosas a Renji.""
Pensaba, sin poder evitar fruncir el ceño.
El pelirrojo era su mejor amigo, pero también era su guardián y él se tomaba su trabajo muy en serio.
Siguieron caminando unos minutos por el centro comercial, mientras el pelirrojo analizaba la situación. La sola idea de contactar a Kuchiki sama y solicitar ayuda estaba descartada, ya que significaría que no era capaz de hacer bien su trabajo; sería muy humillante. Tampoco quería involucrar a personas inocentes en una confrontación de la que ni siquiera sabía el motivo. Solo le quedaba una opción. . .
* ¡ Vamos al estacionamiento !. *
* Pero !. . . *
* Conducirás el auto sin detenerte por nada del mundo hasta que llegues a casa... me encargaré de esto !!. *
* Ni siquiera tengo licencia de manejo. *
* Tonta. *
A Renji se le escapó una pequeña sonrisa, pero ésta se desvaneció casi al instante; la situación era muy grave.
* ¡ No te dejaré solo, Renji !. *
Le dijo Rukia con voz llena de seguridad y coraje; su amigo no respondió. Habían llegado al estacionamiento. . . se les acabó el tiempo.
* ¡ Ahora !. *
Susurró el pelirrojo, sin esperar a que la ojivioleta se quejase o lo contradijera otra vez. Renji soltó las bolsas y sacó una katana con el filo dentado, como una extraña sierra, del que se suponía era un estuche de guitarra, para luego lanzar este a su compañera. Todo en un par de segundos.
* Vete !. *
* Pero. . . *
* ¡¡ Que te largues !!. . . *
Gritó el joven de tatuajes, ya varias zancadas lejos de Rukia, quien ya había soltado sus bolsas de compras y solo abrazaba el estuche de guitarra; con los ojos desteñidos y aun con los pies clavados al piso.
Su mirada se llenó de coraje para luego emprender la huida, corriendo a toda velocidad; no tanto por hacer caso a las indicaciones de su amigo, sino más bien porque estaba segura de que era a ella a quien buscaban, así que la seguirían. . . y así fue.
En su mente, se amontonaban ideas de las posibles formas de salir de aquella situación.
Iría por el auto y regresaría por Renji, pero las cosas eran más difíciles de lo que había considerado, pues varios hombres le dieron alcance e intentaron atacarla blandiendo sus katanas.
* No estorben !!. *
Gritó la pelinegra al tiempo en que esquivaba los ataques de los extraños y los golpeaba con el pesado estuche, derribando a varios de ellos, pero estaba en desventaja.
""No tengo opción !.""
Tras este pensamiento, Kuchiki abrió el estuche y sacó una fina y delgada espada blanca. Segundos después le hizo frente a sus atacantes, dejando fuera de combate a algunos al asestarles un golpe con la espada, pero nunca en puntos vitales.
""Gomen nasai !.""
Decía ella en su interior, cada vez que atravesaba a alguien con su katana, en su intento por llegar al auto.
Mientras tanto, de entre las sombras, un par de ojos miel seguían cada movimiento de la chica, reflejando una mezcla de admiración y sorpresa.
Kurosaki Ichigo no esperaba que la joven supiese defenderse, mucho menos que fuera tan buena como para deshacerse de varios de sus hombres y sin necesidad de herirlos gravemente. No lo admitiría, pero en ese instante, el pelinaranja estaba hipnotizado por los movimientos de la pelinegra.
Esa chiquilla saltaba y atacaba de forma grácil. Incluso al bloquear los ataques lo hacía de forma. . . elegante, por así decirlo.
Pero las cosas cambiaron en un par de segundos; un grito de dolor se escuchó no muy lejos de allí.
* Renji !! *
Susurró la chica; sus pupilas descoloradas por la sorpresa y el temor de que sus sospechas se volvieran reales. Rukia corrió de regreso donde su amigo pelirrojo.
Ichigo la siguió. No le gustaba nada la reacción de la jovencita, quien se volvió más agresiva cada vez que alguien la atacaba, deshaciéndose de todo aquel que trataba de impedirle reunirse con Abarai.
Rukia llegó a su amigo justo cuando uno de esos tipos lo había alcanzado a herir y lo desarmaba, arrojando lejos a Zabimaru.
La mente de la chica trabaja a mil y no se detuvo a analizar la situación. Se abrió paso entre algunos de los hombres, que por cierto vestían ropajes blancos, tocándolos apenas con su espada hasta llegar donde el pelirrojo y bloquear el ataque de su oponente. Si hubiera demorado unos segundos, Renji habría sido cortado con la espalada de aquel desconocido.
A lo lejos, Kurosaki observó cómo, con destreza, la jovencita desarmaba y se deshacía de Di Roy Rinker para luego postrarse frente a su compañero, quien yacía en el suelo, y lo protegía de cualquiera que intentase acercarse.
El pelinaranja no sabía qué pensar; la mirada de la mujer brillaba llena de determinación. . . ella estaba dispuesta a matar. . . y a morir.
La situación llegó a una tensión tal, que todos los involucrados se quedaron inmóviles, la pelinegra incluida, como tratando de anticipar el próximo movimiento de su enemigo.
Rukia estaba en una especie de trance, en su mente solo estaba la idea de defenderse y atacar. . . matar o morir. Todo aquel frente suyo era su enemigo, tenía que deshacerse de ellos, tenía que proteger a Renji; podía hacerlo, había sido entrenada. . .
""Nadie va a tocarle un solo tatuaje !.""
Pensaba Kuchiki, dispuesta a proteger a su amigo con su propia vida.
Entonces, a la distancia, el pelinaranja dio la instrucción de no atacarla. Ella estaba en desventaja, así que no haría nada mientras los hombres mantuvieran la distancia.
Los planes de Ichigo habían cambiado. . .
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
No es fácil describir batallas ¬¬'. Pero me gustó mostrar a Rukia involucrada en una.
Sé que esto va lento, pero quiero que conozcan la historia antes de lanzar a estos dos a la cama ^0^ .
También estoy ansiosa, pero ya falta poco.
—I LOVE ICHIRUKI—
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Diciembre de 2022.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
|| Capítulo 2 ||
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esallaum1995 · 5 months ago
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Me preguntó cómo sería verte de nuevo? Que sentiría al estar contigo una vez más... Me besarías tal vez?
Y quizá yo te abrace fuerte como solía hacerlo, te miraría a los ojos y tal vez sentiría esa ternura de tu mirar de nuevo, tal vez sentiría tú cariño no lo sé...
Te extraño tanto y tú dices que me extrañas también! Pero dime amor si me extrañas que te detiene de estar conmigo de nuevo? Si me amas estarás conmigo sin importar nada más, porque sabes que conmigo lo tienes todo, porque si volviste a buscarme es por una razón!!
Sabes que soy tuya y tú eres mío... Tú y yo estamos destinados a ser, trate tantas veces de olvidarme de ti y dejarte atrás, pero nunca pude hacerlo y es que todos los caminos me llevan a tí.
Y tú volviste a mi... Regresaste a poner todo de cabeza, después de casi dos años volviste y dices que me amas y que quieres que estemos juntos. Entonces dime amor cuando estarás aquí conmigo? Si en serio te mueres de ganas por verme y estar conmigo como dijiste.
Sabes dónde encontrarme sabes todo sobre mi... Sabes bien que no deje de amarte a pesar del tiempo y la distancia a pesar de todo lo que paso.
No te vuelvas fugaz... Tan solo quiero que está vez sea diferente!! Es todo o nada amor.
Me preguntó si tú y yo somos almas gemelas si el destino te puso en mi camino de nuevo. Y si vuelves amor no lo pienses tanto porque tal vez luego sea demasiado tarde.
Tal vez yo me vaya muy lejos de aquí y quién sabe nunca volverás a verme...
En mis noches de soledad y nostalgia siempre vuelves a mis pensamientos y hay tantas cosas que tengo tan presentes en mi mente sobre nosotros dos.
Recuerdo tú mirada, tú sonrisa, tú voz... Tus caricias tus besos, tus manos entrelazadas con las mías y tú haciéndome el amor. Y lo hacíamos con tanta pasión y deseo que nos teníamos tú y yo.
Quiero ser inolvidable en tus recuerdos y en tu corazón, seré un tatuaje que llevarás en tu piel para siempre. Seré única para ti amor... Haz que nuestro amor sea eterno.
Tú y yo juntos para siempre porque te amo con todo mi corazón tú siempre serás mío y yo seré tuya porque nos pertenecemos el uno al otro. Jw27.
Y el destino volverá a juntarnos de nuevo... Está vez seré tuya para siempre amor.
_Esallaum.📝🥀✨
@flowersofmypalace
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coolpizzazonkplaid · 4 months ago
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La heredera del Infierno
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Aviso: En este capítulo, también tuve que usar diálogos del videojuego doblado al español latino, pero cuando haga la versión de ingles (en algún momento) usaré los diálogos originales. También, varios lugares que describo son verídicos.
El local La Casa del Chocolate y se encuentra en la Av. Corrientes 1479. Por otro lado, Mercedes es un pueblo de Provincia de Buenos Aires y una de sus festividades populares es la "Fiesta del Salame".
El Mundo Exterior.
–¿Qué debería ponerme para ir al Mundo Exterior? –preguntó Daniela, mientras sostenía su mejor ropa– Eh, Ade, despertate.
La chica salió de sus pensamientos y volvió a la realidad.
–Perdón ¿qué estabas diciendo?
–¿Qué me pongo para ir el Mundo Exterior? –volvió a preguntar–. Estoy entre el vestido azul, el top con la pollera blanca o jean y remera blanca.
–Vamos a ver a una emperatriz y a sus hijas, creo que el top o el vestido no va a estar bien para presenciar a la familia real. Te van a tachar de algo peor, quizás en la fiesta podés usarlo. –respondió Adelina, mientras observaba los conjuntos de ropa–. Podrías usar la remera rosa claro, el jean negro y sandalias, seguramente nos va a tocar caminar.
–Ay me gusta, pero me voy a poner otro par de sandalias que combinen.
–Como quieras.
–¿Qué estabas pensando? –cuestionó Daniela con una sonrisa mientras se arreglaba.
–Nada.
Había pasado una semana desde el sueño, y lo recordaba como si lo hubiera tenido la noche anterior. Despertó sudando, sintiendo las manos de los muertos por todo el cuerpo y tuvo que hacer un esfuerzo titánico para no gritar en plena madrugada. Necesitaba respuestas sobre Hela.
Después de darse una ducha, Adelina observó su mejor ropa. Optó por un vestido negro con decoraciones de enredaderas, mangas caídas, suelto en la falda por arriba de las rodillas y sandalias de taco bajo. Cepilló su larga cabellera negra haciéndose una media colita y se aplicó un poco de su mejor perfume.
Luego, tomó la paleta de sombras y al abrirla, sus ojos heterocromáticos se reflejaron en el pequeño espejo. Puso en sus párpados sombras de color negro y se pasó lapis labial rojo. Tras terminar, admiró momentáneamente su rostro pecoso y guardó todos los elementos en su bolso pequeño.
Al salir de su habitación, vio a Mariano con una remera de One Piece. un traje negro y pantalones elegantes del mismo color. La muchacha intentaba tener autocontrol de no matarlo a la primera oportunidad que tuviera.
–¿Cuántas veces te dije que te pusieras camisa y no una remera? –preguntó Adelina.
–Agradece que no me puse una de Megadeth –defendió el chico, ajustando su saco–. Es elegante y moderno.
–Hace lo que quieras, si nos miran mal te mato.
–Le vamos a sobornar con comida. Vamos a estar medianamente bien.
En esos siete días, el trío quiso buscar unos regalos a la emperatriz Sindel. Fueron a Argentina a comprar comidas típicas de su patria. Liu Kang les había dicho que no era necesario, pero aun así Adelina, Mariano y Daniela hicieron los regalos.
La chica suspiró aceptando la derrota y salió del complejo con Mariano, Raiden, Kung Lao y Kenshi. Raiden llevaba un atuendo formal chino de color blanco con un cinturón de tela, pantalones azul oscuro y botas del color de la nieve. En cambio, Kung Lao vestía con una camisa china de manga corta negra y roja, en su cabeza, tenía su sombrero con cuchillas, pantalones negros y botas del mismo color. Por último, Kenshi llevaba una camisa roja, un saco gris, pantalones del mismo color y zapatos de color negro.
Mientras esperaban a Johnny y Daniela, Adelina se dio cuenta de que los tres hombres miraban curiosamente el tatuaje de la muchacha.
–¿Qué te ocurrió en el brazo? –preguntó Kung Lao analizando el brazo derecho de la chica.
–Una estupidez –dijo Adelina tratando de no explicar demás, pero ante las miradas curiosas de Raiden, Kung Lao y Kenshi siguió–. Aposté a que aguantaría un tatuaje completo, pero solamente soporté el brazo.
–No te veo haciendo eso –dijo Kenshi.
–Lo hice cuando tuve 18 –mintió Adelina–. En ese tiempo, hice cosas tontas.
Pasaron varios minutos mientras esperaban a los otros luchadores. Kung Lao no podía contener su emoción en conseguir la victoria en el Mundo Exterior y presumir al campeón de la Tierra.
–Por favor Raiden, cuídalo. Ya veo que nos va a dar problemas y nos hará quedar mal –dijo la muchacha.
–Haré mi mejor esfuerzo –dijo Raiden con una risa.
–Tenemos que presumir a nuestro campeón, Adelina, sino qué imagen va a tener el Mundo Exterior de nosotros –dijo Kung Lao palmeando ambos hombros de Raiden.
–Vamos a tener la imagen de unos imbéciles, por eso no tenemos que presumir de más –dijo Adelina y Mariano rio.
–Adelina tiene razón, presumir nos haría quedar mal –dijo Kenshi–. Hablando de presumir ¿dónde están Johnny y Daniela?
–Dame un segundo –dijo Adelina acercándose a los pasillos–. ¡Che, ustedes dos! ¡Agilicen el trámite ya tenemos que irnos!
–¡Ya va! –gritó Daniela.
La muchacha fue la primera en salir, llevando una remera rosa claro decorada con alitas de ángel doradas, jean negro y sandalias. En sus manos, tenía las bolsas de regalos y Adelina tomó una. Detrás suyo, Johnny apareció con una camisa negra sedosa, pantalones del mismo color y zapatos.
–¿Qué es lo llevan en esas bolsas de regalo? –preguntó Kung Lao viendo las bolsas detrás del trío.
–Liu Kang nos dejó ir a Argentina a comprar regalos para la emperatriz Sindel –dijo Daniela con una sonrisa alzando las bolsas con orgullo.
–Trajimos los mejores chocolates de La Casa del Chocolate –dijo Mariano.
–Salame quintero de Mercedes. El mejor de todos –dijo Adelina–. También, vino.
–No era necesario hacer eso –dijo Johnny riendo ante las cosas que mostraron.
–La mejor forma de caerle bien a desconocidos es con comida –contrarrestó Daniela–, y estas son de las más exquisitas de nuestra patria. Además de las más caras, tuvimos que poner plata y dolió como el carajo a nuestras billeteras.
Los demás luchadores se miraron entre ellos y dejaron que el trío hiciera sus cosas. Se encaminaron al gran jardín donde Liu Kang los esperaba y lo siguieron hacia unas columnas chinas rojas con decoraciones moviéndose con el viento y algunos dragones orientales como relieves.
–El Mundo Exterior puede ser extraño y embriagante para los habitantes de la Tierra –de las manos del dios emergieron flamas naranjas y azules formando un portal–. Que no les afecte. Enfóquense en la tarea que tienen.
Adelina vislumbró que Johnny grababa las acciones de Liu Kang para su futura película. Los demás revolearon los ojos, resignándose a las actitudes del actor. Luego de formar el portal de fuego, el dios pasó a través de las llamas naranjas, siguiéndolo Raiden, Kung Lao y detrás, los otros luchadores.
Antes de atravesar, Adelina aspiró hondo y pasó por las flamas ocasionándole cosquilleos y mareos como cuando las atravesó para llegar a la Academia Wu Shi. Las flamas naranjas y azules se transformaron en oleajes violetas y lilas. Sin darse cuenta, la chica pudo tomar aire y abrió los ojos para encontrar un paisaje soleado.
Enfrente del portal, había dos estatuas de criaturas a los costados. Alrededor de la arquitectura de mármol blanco, había diferentes tipos de árboles, flores y banderas. Bajando las escaleras blancas, había una alfombra violeta que llevaban a otras escaleras de mármol blanco, con columnas decorativas y detrás árboles con flores rosas.
–Toto, creo que ya no estamos en Kansas –exclamó Johnny mientras seguía grabando todo el paisaje.
En las escaleras había un grupo de mujeres paradas en fila. Dos de ellas eran muy distintivas, llevaban ropas rosas y azul claro. Las demás vestían de uniforme amarillo, pantalones ajustados grises y zapatos del mismo color. También, estaban armadas con escudo y lanza.
–Vaya –exclamó Johnny al ver que las dos jóvenes de rosa y azul claro–. ¿Esas son…?
–Las hijas de la emperatriz Sindel, sí –dijo Liu Kang y el actor apagó su celular.
–No decepcionan.
Le dio la razón al dios sobre la belleza que poseía el Mundo Exterior. En esa hipnosis, tuvo que tener el control de evitar caerse y a la vez vigilar que Mariano y Daniela no les pasara lo mismo. El calor abrazador del lugar la agobió y agradeció llevar vestido.
–Somos los embajadores de la Tierra, Johnny. Les mostraremos respeto…–dijo Raiden solemnemente– no una atención indeseada.
–Tené por sentado que va a ser lo mismo que estuvo haciendo con nosotras todo el tiempo –habló Daniela sonriente–. Solo que, en vez de recibir una mala contestación, va a ser la cabeza empalada y su cuerpo dado de comer a los animales.
–Una linda imagen –dijo Adelina.
El grupo se acercaba a las hijas de la emperatriz, unieron el puño con su palma y se inclinaron.
–Lord Liu Kang, bienvenido –habló la hija vestida de rosa.
–Gracias, princesa Mileena.
–¿Recuerdas a mi hermana? –preguntó la noble haciéndose a un lado.
–Claro que sí –respondió Liu Kang–. Princesa Kitana.
Ambos se hicieron un pequeño gesto de saludo. El dios prosiguió a presentar a los luchadores y al campeón. Las princesas miraron apenas al resto de luchadores y Kitana enfocó su mirada sobre el granjero.
–Espero que estés preparado, Raiden –dijo orgullosamente–. Nuestros campeones están decididos a ganar.
–Nadie más que yo. Llevamos mucho tiempo sin conseguir la victoria –espetó la princesa Mileena.
–Princesa Mileena… –habló una de las chicas vestida de amarillo. Una morena con un peinado de rastas–, hay que ponernos en marcha. La emperatriz Sindel nos espera.
–Gracias, Tanya –dijo Mileena–. Síganme, por favor.
Las princesas llevaron a los luchadores por las escaleras hacia un pasillo externo de mármol blanco y dorado, donde más guardias estaban en postura recta y en fila. Al final, había carruajes llevados por criaturas extrañas, cubiertos en la cima con telas exquisitas de colores violetas y lilas, sus ruedas tenían partes doradas y dentro se hallaban cómodos almohadones.
Luego de que los invitados subieran, los carruajes empezaron avanzar hacia el palacio. Poco a poco, el paisaje verde fue convirtiéndose en pequeñas casas que mostraban detrás suyos edificios arquitectónicos orientales más grandes. Había faroles encendidos y se escuchaba el sonido de la música. Aparecían lentamente todas las civilizaciones del Mundo Exterior, celebrando la llegada de los habitantes de la Tierra.
Adelina, Mariano y Daniela estuvieron sorprendidos por la belleza del sitio y cada vez que surgía algo nuevo, sus rostros se volvían como el de unos niños. Adelina esperaba que los demás estuvieran igual de impactados que ella.
–¿Soy yo, o creo que los del Mundo Exterior están más competitivos que nosotros en el mundial? –cuestionó Mariano.
–Al parecer, sí –contestó Daniela volviendo en sí para luego cambar de tema–. Si la entrada del Mundo Exterior está re linda, imagínense lo que será el palacio y habrá más ropa linda.
–Fiesta y comida –unió Mariano soñadoramente.
–También podré entrevistar a la emperatriz o a sus hijas. –divagó Daniela–. Me encantó el top de la princesa Kitana y esta noche, voy a usar el mío.
–No creo que eso ocurra, Dan-Dan –dijo Adelina con una sonrisa–. Y sí, la ropa es muy linda.
–Valdrá la pena el intento.
Los habitantes aplaudían sin cesar y saludaban a todos los luchadores. La música se escuchaba por toda la calle, los tambores invadían los oídos de Adelina que le fascinaba. Vio diversos puestos de comida repletos de personas sonrientes compartiendo con sus compañeros, niños corrían de un lado al otro con risas alrededor.
–Las descripciones que tuvimos sobre los seres no tienen comparación en la vida real –dijo Adelina sorprendida–. Me siento, por primera vez, una verdadera turista.
–Es la mejor decisión que tomamos en venir a acompañarte al torneo –dijo Daniela.
En un momento, se escuchó un silbato y el carruaje del trío se detuvo. Los chicos estaban confudidos y miraron afuera. Personas con las manos atadas a la espalda en fila avanzaban y una figura femenina los escoltaba. Del primer carruaje salió la princesa Mileena, comenzó a gritarle algo que Adelina no pudo entender y por los gestos que hacían, las dos mujeres parecían contenerse bastante. Después de la pequeña discusión, la princesa volvió a su carruaje y siguieron su curso.
–¿Escucharon algo de lo que decían? No entendí ni tres hectáreas –habló Adelina.
–Lo único que escuché fue que debían despejar la ruta o algo así –dijo Mariano.
–Pueden pasar esas cosas –dijo Daniela.
Tras pasar por la festiva Sun Do y su muchedumbre, los carruajes llegaron lentamente a un área decorada por la realeza. Poco a poco, Adelina y sus amigos pudieron ver el palacio delante de grandes montañas. Estaba decorado por diversos arbustos de los cuales tenían flores violetas y rosas, telas adornaban parte de las escaleras y balcones y cascadas se encontraban al costado de las escaleras principales. En las cimas del palacio, había banderines violetas moviéndose por el constante viento.
El grupo bajó de los carruajes y las princesas los guiaron entre los confusos y largos pasillos del palacio. Llegaron a un gran salón donde abundaba la luz solar y el suelo formaba figuras con los azulejos. Candelabros de diferentes diseños colgados en telas de seda y puertas dirigiéndose a los bastos jardines o a los pasillos más recónditos del palacio. Enfrente de donde estaban, había tres tronos de almohadones violetas y decoraciones onduladas detrás de estos. También, en una de las paredes del salón, un gran mural de un retrato de la emperatriz y su esposo se extendía, decorado con diversas ofrendas y velas encendidas.
Miembros de la realeza charlaban en diversos grupos, mientras que los representantes de la Tierra se encontraban en el centro del salón. Adelina vio a Raiden nervioso, incluso la propia chica lo estaba. Notó algunos nobles miraban su brazo tatuado con la anatomía del esqueleto y la incomodaba cada par de minutos.
–Preocuparse es una pérdida de energía sin sentido, Raiden –habló el dios dándose cuenta del estado de Raiden.
–Pero el torneo… Si perdiera –espetó el chico ansioso y angustiado.
–Enfócate en tus acciones, no en el resultado –afirmó Liu Kang–. Solo eso está en tus manos.
–Si te sirve de consuelo Raiden –se acercó Daniela y apoyó su brazo en el hombro del hombre–, Ade, Mariano y yo también estamos nerviosos.
–¿De enserio? –cuestionó el chico.
–Sí, los tres tenemos que entregar los regalos a la emperatriz –dijo Mariano con una sonrisa–. Si las hijas mostraron su amabilidad y competencia al mismo tiempo, ¿cómo va a ser la emperatriz?
–Mieeeeerda –soltó Adelina en voz baja y con los dientes apretados–. ¿Quién es el primero de nosotros en ir?
Mariano y Daniela se quedaron asustados ante esa duda, entonces los tres hicieron una ronda intentando decidir. En su conversación, Johnny habló:
–Alerta roja. Se aproxima un villano típico.
Era una figura casi humana, pero no tenía cabello, solamente unos cuernos gigantescos y peculiares. Poseía orejas puntiagudas, uñas afiladas, ojos rojos como la sangre y piel bronceada con algunas escamas. Estaba armada con un equipo diferente al de las mujeres de amarillo, tenía una armadura roja y plateada. El peto plateado, mostraba en su centro la silueta de un toro y en su cinturón había un cuchillo de caza.
–No dejes que…–susurró Liu Kang cerca del campeón y que también lo pudieran escuchar los otros luchadores– el general Shao te provoque.
–¿El campeón de la Tierra está más flacucho de lo habitual o es mi impresión? –cuestionó el general con una risa y superioridad en su tono.
–¡¿Quieres poner a prueba su fuerza?! –estalló Kung Lao–. Raiden va…
Adelina se tapó los ojos con una mano por la vergüenza y las ganas de abofetear a su compañero.
–Va a probar pronto su valía –dijo Liu Kang salvando la situación y con un gesto de su mano calló al guerrero, poniéndose frente a frente con el general.
–¿Aún no les contaste a los habitantes de la Tierra que el Mundo Exterior existe?
–Es más seguro así, general –argumentó el dios.
–Supongo que sí –dijo el general acercando su rostro amenazador al dios–. Las mentes frágiles de tu gente no podrían lidiar con la verdad.
–¿Crees que son débiles, general? –preguntó Liu Kang con un sarcasmo apenas visible–. ¿En serio? ¿Tras tantas veces que han ganado este torneo?
–Destruiremos a tu campeón, Liu Kang –espetó el general–. No saboreará la victoria.
Se marchó en ese instante dejando a todos en un silencio mortal, luego Adelina se puso frente a Kung Lao y lo miró con una sonrisa asesina.
–Kung Lao, ¿recordás que te dije algo específicamente antes de venir acá? –cuestionó la joven y su sonrisa se convirtió en una mueca de enojo–. Que no hicieras nada estúpido o vergonzoso.
Con cada palabra, la chica le dio un golpe con el pequeño bolso negro que tenía colgando en su hombro. Después, Adelina se reunió con Mariano y Daniela para poder volver a ver quién se acercaría primero a la emperatriz.
Decidieron usar piedra, papel o tijera y la primera en ganar fue Daniela. Sonrió al ser la última en dar su regalo y observó cómo sus amigos continuaban con el pequeño juego. Mariano y Adelina sacaron varias veces los mismos movimientos hasta que pudieron desempatar con la chica ganando. El muchacho casi iba alzarle el dedo medio, pero se contuvo al escuchar las trompetas.
El sonido anunció la llegada de la emperatriz y sus hijas. La gobernante avanzaba en un entero violeta y plateado, sandalias con taco, el cabello blanco y negro en una media colita. Sus ojos eran el color del chocolate y sus manos poseía diferentes anillos y pulseras. Todos los presentes las dejaron pasar para que se acercaran a sus respectivos tronos.
–Saludos, miembros de la casa real –dijo la emperatriz viendo los presentes–. Saludos, visitantes de la Tierra. Nos reunimos una vez más para honrar el legado de mi difunto esposo y dar continuidad al torneo que creó junto a Lord Liu Kang con el objetivo de fomentar la paz entre los reinos. Que el alma de Jerrod nos proteja con orgullo desde el Bosque Viviente, donde descansa. Lord Liu Kang.
–Emperatriz Sindel –saludó el dios mientras se acercaba–. Me complace ser tu invitado una vez más. Antes de dar el inicio el torneo majestad, tres habitantes de la Tierra decidieron darle unos obsequios en señal de buena voluntad.
El chico volteó un poco la cabeza y sus amigas le sonrieron, su rostro reflejó sus nervios, pero retomó su camino hacia el trono de la emperatriz.
–Majestad, estos regalos son de nuestra bella y amada patria, Argentina –habló Mariano solemnemente–. Mi regalo es uno de los mejores vinos, Trapiche.
El joven se inclinó ante la gobernante y volvió con los demás luchadores. Adelina escuchó como Mariano soltaba el aire contenido, mientras se acercaba al trono
–Emperatriz Sindel, mi regalo son bombones y chocolates –la chica se inclinó alzando las cajas y exhibiendo su interior–. Provienen de uno de nuestros mejores locales, La Casa del Chocolate. Tiene diversas variedades con las que compartir y disfrutar.
La chica se retiró y se posicionó al lado de Mariano. Daniela se aproximó con su regalo y sacó su mejor sonrisa.
–Emperatriz, mi regalo proviene de Provincia de Buenos Aires y es su salame, los mejores de nuetro país. El lugar hace una festividad llamada la “Fiesta del Salame” –dijo Danela mostrando el alimento–. También entrego nuestros mejores quesos para que pueda disfrutar. Le advierto que el salame es picante y tiene aroma fuerte, pero no le quita que es una delicia.
La chica se retiró de los ojos de la emperatriz dirigiéndose hacia donde estaban Adelina y Mariano.
–Agradezco su generoso gesto. Liu Kang, aquí siempre serás bienvenido –respondió la gobernante, mientras extendía sus manos en forma de bienvenida y cruzó sus piernas–. Ahora. Conozcamos a tu campeón.
–El campeón de la Tierra es Raiden, majestad –presentó la deidad–. Se ganó su lugar por encarnar las mejores cualidades de los habitantes de la Tierra.
–Pareces que estás nervioso, joven.
–Soy un extraño en una tierra desconocida. Vine a competir contra tus mejores hombres –habló Raiden con valor y un rojo en el rostro–. Sí, estoy nervioso.
–Haces bien. Te espera un duro camino –la emperatriz se puso de pie–. ¡Ya comenzó!
Entre los miembros de la corte hubo ligeros tonos de sorpresa, Adelina y los demás luchadores miraron curiosos cuando apareció de entre los pasillos una chica pelinegra. Portaba un uniforme gris con fucsia oscuro, sus manos estaban envueltas en antebrazos de los mismos colores. Llevaba una cola de caballo, pero tenía algunos mechones sueltos y sus tacones repiqueteaban en el suelo de piedra.
–Como exige la tradición, la primera competidora del Mundo Exterior será la primera oficial de Sun Do, Li Mei –prosiguió la emperatriz���. Que defienda la gloria de nuestro reino como preserva el orden de nuestra capital.
La primera oficial se acercó al trono de la emperatriz quedándose enfrente de esta y su puño se pegó hacia donde estaba su corazón.
–Majestad. Con mi combate, honraré tanto a la casa real como al Mundo Exterior.
–Si eso ocurre, superarás mis expectativas. –la emperatriz Sindel posó su mano en el hombro de la primera oficial–. Recuerda… que no estarías aquí si no fuera por la tradición de Jerrod.
La gobernante volvió a su trono, Li Mei se dio la vuelta y caminó hacia el centro del salón donde estaban Raiden y Liu Kang. El dios apoyó una mano en el hombro de su campeón y habló:
–Solo debes dar lo mejor de ti. El resto ocurrirá por inercia.
–Sí, Lord Liu Kang.
–Veamos qué puedes hacer –dijo Li Mei con desdén.
–Ojalá que esta sea la primera de muchas victorias.
–Triunfaré, habitante de la Tierra –afirmó Li Mei furiosamente–. Para mí, esta pelea es más importante de lo que podrías imaginarte.
Li Mei atacó con una patada giratoria y de esta emergieron chispas violetas, Raiden esquivó el ataque y usó su medallón. Los rayos aparecieron y desintegraron las chispas. Luego, la primera oficial usó sus puños y el granjero no se pudo defender haciendo que cayera al suelo. Se puso de pie y contratacó con un rayo, pero Li Mei saltó sobre este y le dio un rodillazo en las costillas.
Luego, de las manos de la primera oficial salió un halo violeta con chispas y formaron la cabeza de lo que parecía un tigre. Cuando iba a lanzar a Raiden a la boca de la criatura, invocó rayos sobre Li Mei haciendo que gritara por el cortocircuito y cayera. Al levantarse, Raiden volvió a emplear sus rayos y la alejó dándole un golpe en el pecho haciendo que concluyera el combate.
–Gracias por la pelea, primera oficial –dijo Raiden.
Li Mei se puso de pie y Adelina pudo ver en su rostro, decepción. A pesar de eso, se inclinó respetuosamente ante Raiden y marchó lentamente entre los murmullos de los nobles hasta desaparecer de la vista de Adelina.
–Te felicito, Raiden. Diste una buena pelea. Veremos cómo te va en la próxima –dijo Sindel solemnemente y luego alzó la voz–. General Shao ¿A quién elegiste para que compita a continuación?
–Majestad, elegí a Reiko, mi segundo al mando –exclamó el general con orgullo y malicia. En ese instante, apareció un joven–. Reiko quedó huérfano de niño, durante la Guerra de Kafallah. Aunque fue capturado, su espíritu permaneció intacto. A pura garra, sobrevivió. Después de la guerra, lo acogí y lo convertí en el soldado perfecto. Pocos están tan versados en el arte de la guerra como él.
Tenía los ojos pintados con hombreras rojas y plateadas con púas pequeñas unidas en su pecho y antebrazos. En su cinturón colgaba un cuchillo de cazador, su pantalón era gris oscuro y botas rojas. Usaba una pequeña cola de caballo y la cabeza rapada a los costados. Su mirada era de enojo y destilaba guerra.
Reiko se acercó y mostró sus destrezas mediante un combo de ataques sin tocar al campeón. Raiden permaneció pacífico ante la demostración y Reiko lo enfrentó:
–¿En qué ejército serviste? ¿En qué guerras luchaste?
–Sobrevivimos en Argentina, pibe. Es un campo de batalla sin igual –susurró Mariano y Daniela se rio silenciosamente, mientras que Adelina mostró una sonrisa cómplice.
–Yo no hice nada –espetó Raiden.
–Entonces, te falta preparación, habitante de la Tierra –espetó Reiko señalándolo con el dedo–. Este será tu último campo de batalla.
Un halo rojo se apropió de Reiko, le asestó a Raiden un rodillazo en las costillas y rápidamente le dio una patada frontal. El campeón se abalanzó como un tigre con rayos haciendo que Reiko retrocediera y volviera a su postura defensiva. El guerrero volvió atacar al granjero usando su halo desde su posición y Raiden lo esquivó.
Reiko corrió empleando su aura roja y tacleó a Raiden, pero antes de que el habitante del Mundo Exterior rematara al campeón de la Tierra, este se alejó de la zona de ataque. Luego, Raiden desestabilizó a Reiko para usar sus rayos en sus manos, las estampó en las orejas y saltó para darle una patada área. Al pisar fuertemente el suelo, rayos aparecieron en el suelo que llegaron a Reiko dándole electrocución. El soldado cayó al suelo terminando el combate.
–Te derrotó un simple granjero –Raiden volteó hacia la emperatriz–. Estoy listo para el siguiente oponente, majestad. ¿A quién me enfrentaré?
–Paciencia, joven. –dijo la emperatriz calmadamente y se puso de pie–. Haremos un receso hasta mañana a primera hora. Espero verlos a todos en el banquete de esta noche.
Todos los presentes se inclinaron ante la emperatriz y sus hijas, mientras se retiraban del salón. Poco a poco, los miembros de la realeza se retiraron y solamente quedaron los luchadores de la Tierra. Adelina pudo escuchar a los lejos la creciente música de la capital, Sun Do.
–Luchaste bien, Raiden –elogió Liu Kang.
–Gracias, Lord Liu Kang.
–No fue tan malo como creí que sería –dijo Mariano de forma alegre–. De enserio, pensé que la emperatriz nos iba a matar con su mirada. Da miedo.
–Peor es el general Shao –dijo Daniela.
–Lo importante es que logramos impresionar en el combate –dijo Kenshi.
–No intenten caer en sus provocaciones–dijo Liu Kang y juntó sus manos vendadas–. Así podremos tener una sana convivencia con el Mundo Exterior. Ahora, traten de disfrutar de la tarde y prepárense para el banquete.
En ese instante, sirvientes aparecieron para guiar a los habitantes de la Tierra a sus aposentos. Pasaron por diferentes pasillos con alfombras, antigüedades, armas y diversos retratos. La habitación de Adelina se encontraba enfrente de la de Kenshi, a la izquierda se encontraba la de Mariano y a la derecha la de Daniela.
La sirvienta le abrió las dos puertas de sus aposentos y se maravilló con su interior. Tenía un gran balcón del que se veían árboles, cascadas y la capital del imperio. Las cortinas de seda lila, se movían con el leve viento. Había diversas mesas por doquier y encima tenían velas aromatizadas y diferentes artículos. Enfrente de Adelina, vio la cama más grande que había visto, con decoraciones y sábanas más exquisitas y en sus extremos poseía dos mesitas de luz. En una puerta aparte, la sirvienta le mostró un baño realmente gigantesco con diferentes aromatizantes y sales de baño.
Tras agradecerle a la sirvienta, Adelina se recostó en la cómoda cama asimilando el inmenso espacio. Luego, fue hacia el gran balcón donde pudo ver el jardín y a lo lejos los edificios más altos de Sun Do. La chica volvió a entrar para mirar los diferentes muebles como si fuera una niña pequeña. El ropero estaba repleto de vestimenta del Mundo Exterior que la enamoró y vio todos los conjuntos.
–¡Esto es genial! –exclamó Daniela acercándose con grandes zancadas. Adelina no se había percatado de que su amiga abrió la puerta.
–Lo sé.
–Me siento como un político estando en estas habitaciones –siguió Daniela mirando todo su alrededor–. ¡También tengo balcón!
Las chicas no pararon de charlar hasta por los codos y en un momento, se quedaron dormidas en el espacioso colchón.
Las dos niñas, Adelina y Daniela, se volvieron inseparables tras ese breve momento de charla en el patio. La pasaban el tiempo juntas y lo soportaban todo. Pero la burla de los niños se volvía cada vez más frecuente hacia la pequeña Adelina por su peculiaridad en los ojos. Esas burlas llegaron a un límite.
La joven le había asestado una golpiza a uno de los tantos niños y este se la devolvió aún peor. La pequeña riña pasó a peores cuando Adelina lo empujó haciendo que el niño cayera rompiéndose varios dientes y la nariz. La niña lo golpeó repetidas veces en la cara y el pequeño no pudo defenderse.
Por el alboroto, los superiores separaron a los dos y los castigaron de una forma horrible, enviándolos a cuartos donde pasaron hambre por una semana. Pero en las noches, Daniela iba y le daba un poco de comida a Adelina.
Las burlas y defensas se repitieron de diferentes formas, haciendo que los castigos fueran diversos. Golpes en el cuerpo, días sin comer, maltrato verbal.
–No lo soporto más Dan-Dan –dijo Adelina y sus lágrimas caían por sus mejillas–. ¿Por qué no nací con un solo color en mis ojos?
–Tenemos que aguantar un poco más.
–Me quiero ir de aquí –hipó la niña–. Quiero ir a capital.
–Lo vamos hacer, Adelina –dijo Daniela seriamente.
–¿Cómo? –cuestionó Adelina sacándose los mocos–. Los superiores lo sabrán.
–No les importamos –espetó la chica–. Si lo hicieran, no nos tratarían mal. Busquemos boletos de colectivo y marchemos a CABA, Rosario no nos trajo nada bueno.
Pasaron varios meses tras esa propuesta tan descabellada, pero las chicas lograron comprar boletos de colectivo y falsificar permisos para viajar solas. Cuando se apagó la última luz del orfanato, las niñas de siete años tomaron sus pertenencias y salieron sigilosamente. Bajaron usando las sábanas de sus camas y corrieron hacia la verja evitando las luces de seguridad.
Luego de trepar dificultosamente, corrieron lo más rápido posible hasta llegar a la terminal de colectivos. Mostraron a los conductores sus boletos y permisos y les dejaron entrar.
Tras varias horas donde las chicas se durmieron y despertaron cuando el sol iluminaba su ventana. Se maravillaron ante los grandes edificios de la capital, las rutas con sus giros y embotellamientos, repletos de autos, camiones y motocicletas.
Las pequeñas caminaron bastante. Lo suficiente para que la elegancia de los edificios se transformara en casas pequeñas descoloridas o mostrando los ladrillos. En su gran caminata, Adelina y Daniela compartieron la comida que prepararon en el orfanato y solamente, quedaban unas sobras.
Llegó el atardecer, y las niñas no sabían dónde pasar la noche en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Veían miradas curiosas de algunos adultos y les dio incentivo para aumentar el paso. Adelina pudo escuchar pisadas fuertes y al voltearse, un hombre extraño las seguía. Las pequeñas se apresuraron hasta llegar a lo que parecía la entrada de un galpón. Se quedaron contra el portón de chapa, el extraño tiró del brazo de Daniela haciendo que gritara y Adelina jalaba de su brazo para evitar que se la llevara. De repente se escuchó un disparo.
–Flaco, ándate de mi casa –un anciano sacó el casquillo del rifle y recargó–. Dejá en paz a las nenas.
–Son mis sobrinas.
–Seguro, degenerado –el anciano apuntó nuevamente–. Andate de mi casa y deja en paz a las nenas o te lleno de balas la cabeza.
El extraño salió despavorido del portón y se perdió en las calles. Las niñas miraron al anciano que cargaba el rifle y temblaron ante la presencia el señor. Cuando intentaron correr del lugar el señor les habló:
–Nenas, ¿de dónde son?
Adelina y Daniela no contestaron y escucharon el portón abrirse con el rostro de un niño de su misma edad con un casco en su cabeza.
–¿Quiénes son Viejo Mario? –preguntó el niño.
–Adentro, Mariano.
El chico obedeció y el anciano se agachó a la altura de las pequeñas.
–Veo desde acá que tienen hambre –habló el anciano y colocó el rifle a su costado–. ¿Les parece si comen algo y me comentan que hacen por acá en Lugano?
Las niñas se miraron entre ellas y asintieron al anciano. Abrió el portón permitiéndoles entrar, mientras las ayudaba a cargar sus pertenencias. En la puerta de su casa, el niño con el casco, Mariano, las observaba con curiosidad.
Adelina despertó cuando el sol se ponía, dejando naranjas y rosas intensos en el cielo. Le costó reconocer que estaba en el Mundo Exterior. Vio a Daniela con la boca abierta emitiendo pequeños ronquidos y trató de despertarla, mientras se quitaba el sueño, Adelina vio el paisaje que le ofrecía el balcón. Se maravilló ante las flores que aparecieron tras los primeros pasos del atardecer y algunos sirvientes y guardias yendo de aquí y allá en el basto jardín.
Escuchó los golpes en la puerta y se aproximó para ver quien era. Al abrirla, una sirvienta se inclinó y le informó sobre el gran banquete que haría la emperatriz ocurriría dentro de un par de horas. Esta le ofreció sus servicios de limpieza e iluminar la habitación. Adelina la dejó entrar y Daniela se marchó a sus aposentos a prepararse para el banquete real.
Adelina fue hacia el baño y calentó el agua. Había pétalos que decoraban la superficie haciendo que desplegara diferentes aromas, acompañadas por las sales de baño. La chica se relajó ante esa comodidad, pasó el jabón por todos lados y se enjuagó el cabello. Disfrutó esa tranquilidad y al mismo tiempo, admiró el tatuaje de su brazo y abdomen. Necesitaba encontrar respuestas rápido acerca de Hela y su daga, esperaba tenerlas con la emperatriz Sindel está noche.
Adelina salió de la ducha, se puso ropa más cómoda y buscó entre sus pertenencias algo para el banquete. Eligió una pollera negra con cola hasta los tobillos, musculosa de mangas finas acompañada por una camisa blanca transparente con pequeñas cadenas doradas en sus hombros y muñecas y sandalias de taco negras. Se maquilló con sombras de color negro sobre los párpados y se pintó los labios con labial negro.
Al salir, en el pasillo vio salir a Kenshi, después Daniela y Mariano. Kenshi llevaba una camisa roja, arriba un saco de color negro, pantalones del mismo color y zapatos de vestir. En cambio, Daniela vestía con un top estilo corsé de color azul, jeans blancos y zapatos blancos con taco. Por último, Mariano tenía puesto una de color gris, saco azul oscuro, pantalones del mismo color y zapatillas de color blanco.
Tras ver que los demás salieron de sus cuartos, varios sirvientes los guiaron a un jardín pequeño. Estaba iluminado por velas y faroles de tantos colores y las diferentes plantas adornaban los alrededores. Luciérnagas destellaban de un color rosa sobre los alrededores. Guardias se ubicaban en las entradas y sirvientes corrían para arreglar los últimos detalles antes de la llegada de la emperatriz y sus hijas.
Poco a poco, llegaron miembros de la realeza agrupándose a un costado del jardín. Luego, llegaron el general Shao y Reiko mostrando hostilidad hacia los habitantes de la Tierra. Por último, ingresaron la emperatriz Sindel con sus hijas. La gobernante se quedó en una mesa aparte y las princesas acompañaron a los luchadores y miembros de la realeza.
Los presentes se inclinaron hacia la emperatriz y sus hijas y dio comienzo la velada. Aparecieron músicos alegrando la hermosa noche, mientras esperaban la comida. Adelina vio que Johnny se acercaba más y más a la princesa Kitana tratando de coquetear con ella. También, en varias ocasiones, vislumbró am general Shao y Reiko mirando con desdén a los invitados.
Tras esperar, varios sirvientes trajeron diferentes platillos. Carnes con un aroma exquisito, ensaladas de tantas peculiaridades, aderezos y vinos de los más extraños. Colocaron los alimentos en las mesas y el banquete dio inicio.
La chica eligió carne acompañada con ensalada y se permitió disfrutar esos manjares en su paladar. Los sirvientes corrían de un lado al otro en las mesas tratando de servir más vino y comida en las vastas mesas, mientras la música seguía su curso.
Durante la velada, Adelina observó como Kung Lao, Mariano y Daniela comían como unos dementes, bebiendo hasta el cansancio y tomar pedazos de carne cada vez más grande que el anterior. La chica se sintió avergonzada ante esa situación y más cuando Mariano emitió un pequeño eructo.
–¡Te dije miles de veces que no eructaras en la mesa, la concha de la lora! –reprendió la chica dándole un golpe detrás de la cabeza–. ¡Puerco!
–Está muy rico –dijo Mariano con una sonrisa y siguió en su maratón de comida.
–No me importa. No lo hagas enfrente de extraños.
Adelina vio que tanto Reiko como el general Shao los miraban con desagrado y odio. Resignados a compartir la mesa.
–Kenshi –dijo Adelina–. ¿Me prestas tu katana?
–¿Para qué?
–Para matarme. Estos tres me hacen que quiera tirarme de un barranco –dijo la muchacha y el asiático se rio–. Mira que se los dije. Les dije que no hicieran nada estúpido y lo hacen. Me quiero matar.
Hubo unas risas compartidas entre ellos y continuaron con el banquete. Adelina siguió comiendo un poco más. Observó que Raiden y Liu Kang estaban metidos en una conversación en la mesa de frente y cada tanto fijaban su mirada a un hombre encapuchado y de piel bronceada.
Vislumbró a la princesa Mileena retorciéndose de dolor y luego se acercó la misma guardia de las de piel morena y rastas en el cabello que estuvo en la llegada. Gracias a las explicaciones de Liu Kang, descubrió que se llamaban Umbgadi. Estuvieron susurrándose entre ellas, por un breve momento, y se separaron. Tras esto, el dios y el campeón continuaron hablando.
En un momento, la música se detuvo y todos voltearon hacia la gran mesa de la emperatriz Sindel. Se puso de pie sosteniendo su copa de vino.
–Mi marido Jerrod creía que nuestros reinos tenían un destino en común –habló mientras miraba a los invitados –. Comprometámonos a dialogar más y no permitamos que los secretos rompan nuestros lazos. Además, agradezco a los tres habitantes de la Tierra por sus bellos regalos. Las comidas de sus tierras son bastante exquisitas.
Ante esas palabras, Adelina, Mariano y Daniela se sonrieron entre sí. Todos se pusieron de pie alzando sus copas de vino y el general Shao fue el único que no lo hizo.
–Majestad, es un honor estar aquí y conocer a tu gente –dijo Raiden con amabilidad–. Me doy cuenta de que es más lo que nos une de lo que nos divide.
Una queja de frustración salió de la boca del general y habló poniéndose de pie:
–Nuestros pueblos no podrían ser más distintas, campeón.
–Por favor, que no arruine la noche –susurró Mariano y las chicas lo callaron.
–¿Perdón? –preguntó Raiden.
–Ya me oíste. Los habitantes de la Tierra carecen de…
–Suficiente, general –espetó la gobernante cortante.
–Mis disculpas, majestad –dijo el general falsamente–. Creo que ya disfruté demasiado de este excelente vino. Si me lo permites…
–Puedes irte –dijo Sindel.
El general Shao se volteó y se perdió entre la oscuridad del pasillo junto a su segundo al mando. Tras el momento incómodo, la velada siguió unos minutos y la emperatriz le puso fin. Los miembros de la casa real marcharon por una dirección diferente a la de los luchadores de la Tierra.
–Arruinó la noche –dijo Mariano mientras caminaban a sus aposentos–. Quería bailar y quedarme hasta tarde, pero no.
–Yo quería una entrevista –suspiró Daniela.
–El general Shao tiene sus frustraciones –dijo Liu Kang calmadamente–. Posee una visión cerrada sobre la Tierra que la emperatriz Sindel, pero debe atenerse a sus órdenes.
–Tiene mucho ego –habló Johnny.
–Mira quién habla –dijo Daniela sarcásticamente–. El que no paró de presumir sobre hacer una película durante toda la academia.
–Coincido con ella –dijo Kenshi.
–El general, no sabrá lo que es capaz nuestro Raiden –exclamó Kung Lao y pasó el brazo por el cuello de su amigo–. Derrotará a todos sus oponentes.
–No hay que adelantarse y cantar victoria precipitadamente, Kung Lao –dijo Adelina con una sonrisa y los brazos cruzados–. Los del Mundo Exterior tienen diversos dones y, eso, facilita el ataque sorpresa. Peor, si te toca luchar con el general. Porque si es así, como decía el Viejo Mario…
–“Te van a meter los dedos en el orto” –dijeron Adelina, Mariano y Daniela al mismo tiempo.
Llegaron a sus habitaciones y se despidieron. El frescor en la habitación invadió a Adelina y apresuró a cerrar las grandes puertas que conducían al balcón. Luego, se preparó para dormir, con su remera holgada de Tomie y pantalones blancos cortos. Se dejó absorber por el cómodo colchón, sus lujosas sabanas y colchas.
Esa noche, soñó con Hela. Sus muertos, lobos y un recién nacido que lloraba sin cesar hasta desvanecerse.
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mikrokosmcs · 6 months ago
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El  sonido  del  agua  recorre  las  tuberías  de  aquel  laboratorio,  sus  ojos  ahora  muy  abiertos  y  funcionales,  se  fijan  en  el  reflejo  que  un  espejo  le  devuelve.  Lleva  pantalones  holgados  y  va  descalzo,  la  camisa  blanca  sobre  su  piel  lo  cubre  de  la  total  desnudes,  pero  los  orbes  que  antes  brillaban  como  dos  perlas  muy  negras,  ahora  se  pasean  por  una  cicatriz  que  parece  un  ciempiés  recorriendo  su  torso  entero  y  carecen  de  real  vida.  Su  color  nunca  ha  sido  el  blanco,  tampoco  el  rojo,  pero  al  parecer  ahora  en  el  mundo  al  revés  ha  adoptado  todas  las  manías  de  su  doctor.  Yohan  era  blanco  y  prístino,  propio  de  la  ciudad  luminosa,  era  rojo  como  la  advertencia  de  que  algo  muy  malo  iba  a  suceder,  como  las  luces  de  neón  de  un  pasillo  donde  la  única  salida  estaba  al  final  y  el  doctor  Frankenstein  de  prótesis  en  los  ojos  que  los  hacen  brillar  como  una  liebre,  le  esperaba. 
Su  color  era  el  verde,  pero  todos  sus  tatuajes  en  la  prótesis  izquierda  y  especialmente  la  serpiente  que  antes  administraba  su  medicamento  para  el  oído,  carece  de  vida.  No  hay  brillo,  ninguno  se  ilumina  porque  todo  el  color  y  el  brillo,  se  lo  lleva  el  órgano  que  descansaba  en  su  pecho.  El  corazón  sangrante,  rojo  y  potente,  cada  palpitación  destellaba  un  color  muy  fuerte  y  tan  luminoso  que  muchas  veces  no  le  dejaba  dormir  en  oscuridad.  La  izquierda  se  alza  para  tocarse  la  cicatriz,  acariciando  las  suturas  y  los  puntos  ya  cerrados  y  tiene  el  pensamiento  intrusivo  de  utilizar  su  única  parte  robótica,  para  arrancarse  el  órgano  y  que  todo  terminara. 
Pero  con  ello,  acabaría  con  todos  alrededor  de  él
Es  una  bomba,  es  un  corazón  diseñado  para  un  cuerpo  perfecto  que  no  podría  morir.  Si  se  lo  arrancaba,  terminaría  asesinando  a  la  humanidad,  a  todos  los  sujetos  alrededor  de  él,  sus  padres  y  sus  amigos.  Nunca  podría  hacer  eso,  ni  aunque  el  desespero  de  vivir  como  un  monstruo,  le  haga  frustrarse.  ¿Qué  fue  de  Saem?  ¿Qué  sucedió  con  Taekyung  y  su  muñeca  asesina?  ¿todos  habían  simplemente  dejado  la  revolución  y  desaparecido  para  seguir  viviendo  en  el  sistema  que  conocían?  ¿Qué  sucedió  con  Hyewon  y  Mei?  Se  cuestiona  que  hizo  Yohan  con  Genesis,  como  es  que  “detuvo”  el  cerebro  y  no  lo  volvió  un  arma  de  destrucción  masiva.  Pero  nada  de  eso  puede  externar,  porque  a  quien  le  hubiese  cuestionado  todo  aquello,  no  existía.
Aquel  no  era  su  Yohan,  el  mismo  doctor  que  fascinado  le  explicaba  como  funcionaba  conectar  nervios  con  prótesis,  aquel  que  salvaba  animales  porque  eran  criaturas  indefensas  y  tristes  en  un  mundo  podrido  y  en  decadencia,  el  hombre  que  soñaba  con  conservar  la  humanidad  tanto  como  él.  Suyeong  alza  los  orbes  que  brillan  por  unos  segundos  para  encontrarse  con  el  Doctor  Frankenstein  a  través  del  espejo,  justo  como  solía  soñarlo,  parado  en  su  única  salida  y  deteniendo  cualquiera  de  sus  escapatorias.  Hay  una  sonrisa  en  su  faz,  siniestra,  carente  de  vida.  Ese  no  era  su  amigo.  Aguarda,  porque  siempre  tienen  la  misma  rutina,  cerrando  los  parpados  cuando  percibe  su  presencia  más  alta  y  más  ancha  detrás  de  él,  manos  quirúrgicamente  amputadas  y  cambiadas  por  prótesis  perfectas  que  no  tiemblan,  lo  rodean  para  alcanzar  los  botones  de  su  camisa  blanca,  Suyeong  nunca  gustó  del  blanco.  ❝  Debes  volver  a  aprender  a  vestirte,  Sully.  Somos  tu  y  yo,  en  esta  casa  de  muñecas,  pero  no  debes  carecer  de  decoro  ❞
Siente  el  aliento  golpearle  la  nuca,  erizando  los  vellos  de  un  cabello  recortado  casi  a  rapa  en  la  zona,  Suyeong  vuelve  a  abrir  los  parpados  para  revelar  un  par  de  ojos  que  brillan  en  carmín  para  encontrarse  con  unos  iguales,  ya  devolviéndole  la  mirada  detrás  de  unas  gafas  de  montura.  ❝  ¿Sin  hablar  de  nuevo,  mi  querido  amigo,  el  único  que  he  tenido?  Está  bien,  yo  puedo  hacer  toda  la  charla  ❞  A  Suyeong  nunca  le  gustó  el  rojo,  aunque  siempre  pensó  que  le  lucía  bien  a  Yohan.  Inclusive  si  aprendió  a  odiarlo  ahora. 
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240214-sunflower · 9 months ago
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El día que comencé a diferenciar tus pasos del resto, fue cuando pude darme cuenta de que ese “nosotros” era diferente a cualquier otro. Es como si cada pisada tuviese un timbre distinto, más pesado por la contextura de tu cuerpo y hasta el doble de bullicioso. Te conozco, memorizo tus tonos de voz, tu tristeza, tu felicidad y tu agonía; sé cuando me necesitas, sé cómo me quieres y sé hasta los momentos donde me sientes parte de algo que ni tú entiendes qué es. Porque nos da pánico todo lo que conlleva el tenernos de una forma que no podemos manejar, pero que aún así sabemos que es muy nosotros. Probablemente seamos quienes menos comprenden nuestros accionares o pensamientos, necesitándonos el uno al otro para poder entrar en razón respecto a las cosas que nos pasan, que suceden y que son parte de lo que juntos fuimos formando. Me pierdo en estas palabras que no dejan de decir lo mismo una y otra vez, como un ciclo del cual no puedo ni quiero salir, porque hablan de ti.
Y que lindo es hablar de ti. Eres fuerte, eres sano. Dentro de ti fluyen todas las cosas del universo porque fueron escritas puras y exclusivamente para ti, siendo mi trabajo descifrar el significado oculto de cada escritura. Eres inmortal. Sé que la forma en la que escribo no puede medirse con el compás del latido de tu corazón y que no desaparecerás como el círculo de fuego que traza mi pecho cada vez que susurras un “te quiero”. Eres sagrado. Por la forma en la que no torturas tu espíritu para que te comprendan sino para protegerte del daño que pueden llegar a hacerte a causa de tu alma de bebé.
Existes, y de la forma más bonita de todas. Con sonrisas, gritos, lágrimas y carcajadas. Con ganas de nunca volver atrás porque ahora estoy aquí para empujarte. Porque es mejor vivir con la alegría de un nosotros que llorar ante un lugar vacío. Puede que a veces te sientas vacío, acorralado, donde algunos te dirán que la vida no tiene objeto, que es un asunto desgraciado. Ahí, cariño. Ahí es cuando debes recordar que hubo un día donde yo escribí para ti, pensando en como estoy pensándote ahora. Nunca te entregues ni te apartes del camino, nunca digas no puedo más y aquí me quedo. No bajes los brazos, no te rindas ante nada, y no dejes que las palabras envenenadas penetren tu fuerte coraza. Esa fuerza con la que me abrazas y sostienes, úsala para quitarte de encima todo aquello que hoy día te lastima. Esos fantasmas que no quieren abandonarte porque.. vamos, ¿quién quiere dejarte? ¿quién se atrevería a soltar tu mano?
Y ahora, déjame estar.
Déjame enseñarte un lugar donde sin saberlo entraste sin tocar la puerta. Como un ladrón de medianoche, pasaste a llevarte un pedacito de alma que ahora tiene nombre y apellido. Intentaré mostrarte cada rincón, como un tatuaje sin olvido o una mirada de fuego que graba cada detalle. Déjame ser dueño de una parte de ti, y te dejaré quedarte con ese pedazo de alma que me robaste. Contigo, todo es caos y locura. Sin ti, todo es monotonía y aburrimiento. Tenemos miedo a que nos hagan daño, y somos nosotros los que nos hacemos daño con tanto miedo. No me quites tu mano y yo no te quitaré la mía. Y recuerda.. Eres demasiado arte para alguien que carece de sensibilidad.
𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐫 𝐞𝐬𝐚 𝐟𝐢𝐧𝐚 𝐥𝐢́𝐧𝐞𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐫𝐚𝐭𝐨, 𝐲 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚.
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the1stranger · 7 months ago
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La muchacha ebria, poema de Efraín Huerta.
Este lánguido caer en brazos de una desconocida,
esta brutal tarea de pisotear mariposas y sombras y cadáveres;
este pensarse árbol, botella o chorro de alcohol,
huella de pie dormido, navaja verde o negra;
este instante durísimo en que una muchacha grita,
gesticula y sueña por una virtud que nunca fue la suya.
Todo esto no es sino la noche,
sino la noche grávida de sangre y leche,
de niños que se asfixian,
de mujeres carbonizadas
y varones morenos de soledad
y misterioso, sofocante desgaste.
Sino la noche de la muchacha ebria
cuyos gritos de rabia y melancolía
me hirieron como el llanto purísimo,
como las náuseas y el rencor,
como el abandono y la voz de las mendigas.
Lo triste es este llanto, amigos, hecho de vidrio molido
y fúnebres gardenias despedazadas en el umbral de las cantinas,
llanto y sudor molidos, en que hombres desnudos, con sólo negra barba
y feas manos de miel se bañan sin angustia, sin tristeza:
llanto ebrio, lágrimas de claveles, de tabernas enmohecidas,
de la muchacha que se embriaga sin tedio ni pesadumbre,
de la muchacha que una noche —y era una santa noche—
me entregara su corazón derretido,
sus manos de agua caliente, césped, seda,
sus pensamientos tan parecidos a pájaros muertos,
sus torpes arrebatos de ternura,
su boca que sabía a taza mordida por dientes de borrachos,
su pecho suave como una mejilla con fiebre,
y sus brazos y piernas con tatuajes,
y su naciente tuberculosis,
y su dormido sexo de orquídea martirizada.
Ah la muchacha ebria, la muchacha del sonreír estúpido
y la generosidad en la punta de los dedos,
la muchacha de la confiada, inefable ternura para un hombre,
como yo, escapado apenas de la violencia amorosa.
Este tierno recuerdo siempre será una lámpara frente a mis ojos,
una fecha sangrienta y abatida.
¡Por la muchacha ebria, amigos míos!
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haydence · 1 year ago
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⟡ hayden y @casiang levantan pesas en el gimnasio.
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el ejercicio concluye antes de lo previsto, demasiado distraído por las dudas sin responder que porta en cuanto a la clave. pensamientos en torno a su madre, a su carrera, al tiempo que pasará lejos de lo que conoce. como no está funcionando en calmarle, deja a un lado la pesa y se encamina hacia sus pertenencias. la toalla está limpiando el sudor cuando se fija en alguien más allí.’ oye, ’ apunta, colocándose el textil sobre el hombro luego. ‘ ¿tienes tatuajes? ¿consideraste uno? ’ cuestiona con naturalidad, quizá por el entorno en el que se envuelve por su profesión. ‘ te quedarían bien ’
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aricastmblr · 2 years ago
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Jimin FACE Live 1era parte
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jimin weverse
지민
BTS
03.29. 07:12
Jimin FACE Live
https://weverse.io/bts/live/2-116699212?hl=en
jm- Todos, es un placer conocerlos, soy Jimin
jm- Pensé que sería un live, pero nos encontramos en un nuevo lugar, ¿verdad? ¿dónde crees que es esto? Esta es una habitación hecha para mí. En este live nos vamos a centrar en la curación, como lo es el álbum
jm- Se siente un poco vacío hacer un live solo en esta cuarto, pero es bonito, ¿verdad?
jm- Vine a hablar con ustedes sobre el álbum y algunas historias detrás, ha pasado un poco desde que se lanzó el álbum pero, por supuesto, tenía muchas grabaciones y tal, así que hoy me gustaría hablar más profundamente con ustedes.
jm- *Nos muestra la versión Software* Esta es una introducción un poco tardía. y para un unboxing... Hay dos versiones, una de software y una de hardware. Primero, la versión del software.
jm- Las fotos salieron bien. Quiero mostrarles las fotos que más me gustan. Las fotos aquí fueron satisfactorias, me gustaron. y había una foto que me gustaba, déjame mostrarte. Todos ustedes también querían ver los tatuajes de la luna, pero desafortunada.mente quedó atrapado en el medio de la encuadernación, así que los ARMYs que quieran verlo bien rompan los papeles y júntenlos.
jm-Oh cierto, no puedo sonreír demasiado cuando estoy filmando. No puedo ver bien cuando sonrío. *y se ríe*
jm- Okay, ahora es la versión Hardware. Y La foto que más me gustó de este álbum es... esta,  de nuevo, lamentablemente se quedó atrapada en el medio, así que puedes arrancar esta página también.Trabajé duro y también perdí peso para mostrarme a mí mismo para que todos ustedes puedan entender cómo me sentí al hacer este álbum.
jm- Bien, pasaremos a las canciones ahora, con el altavoz bluetooth. Beberé un poco de agua ahora mientras escuchamos la primera canción.
jm- Esta es una canción llamada "Face-off" y pensé que muchos de ustedes podrían haberse sorprendido porque quizás no pensaron que yo habría hecho una canción como esta. Esta es una canción en la que incluye muchos de mis pensamientos, puede que sepas cuando la escuchas, en suchwita también con suga hyung, pero las relaciones con la gente son difíciles. Creo que traté de poner muchos de esos sentimientos en esta canción.*suga piensa igual,lo platica en suchwita*
jm- Esta es la segunda pista llamada "Interlude: dive". Esta es la canción entre "Face-off" y "Like crazy" y creo que necesitaba y hubiera sido bueno si hubiera una canción que conectara los dos y ayudara a seguir adelante, así que la hice.Intenté grabar para que fuera un sueño entrar a la canción. Al final, el sonido del agua y la taza también los grabé yo mismo.
jm-*"Habla de Like Crazy"* Esta es la primera vez que explico oficialmente el álbum, lo explicaré. Si soy honesto, quería poner mis pensamientos. Me quedé en casa, bebí un poco y esas cosas, y pensé que esos tiempos eran tiempos que todos disfrutan, así que quería poner eso en una canción. Estaba pensando que sería interesante si escucharas el audio de la película y luego comenzara la canción, así es como surgió.
jm- *Habla de "Alone".* Esta es la 4ta pista. Esta canción... Tenía mis dudas sobre esto, en caso de que pudieras preocuparte, así que me preocupé por esta canción. Escribir la letra de esta canción fue difícil. Puse los sentimientos que sentí cuando enfrento a los miembros y cuando llego a casa y estoy solo, me siento un poco melancólica y vacía, y hubo un tiempo en que me sentía así y bebía. Puse esos pensamientos en una canción, pero no soy así ahora, así que espero que no te preocupes.
jm- Y ahora, la quinta pista, "Set Me Free pt. 2" es una canción tan emotiva que llegó al Billboard Hot 100. También trabajé duro para hacer la interpretación de esta canción. También hablaré más sobre la coreografía más adelante.
jm- Esta canción ("Letter") es una pista oculta, por lo que no he preparado el audio, pero los que tienen el disco han escuchado esto. Ah, pero vi que la gente subió vídeos de esta canción, -*apunta con su dedito a la cámara*¡lo vi! 
jm- En realidad, originalmente se suponía que SMFPT.2 sería el final En ese momento, comenzamos nuestro trabajo en mayo del año pasado haciendo promociones de YTC y luego dijimos que íbamos a tomar un descanso de nuestras actividades grupales. Pensé en hablar de esto con todos ustedes entonces el PDnim dio una sugerencia Hice esta canción ese mismo día y al PDnim le gustó mucho así que creo que así salió tan bonito Para ser honesto, en realidad escribí una carta y luego la moví como letra tal como está. Es por eso que la letra puede parecer un poco infantil. Pero es una canción honesta y preciosa, así que espero que la disfruten
jm-Explicaré las cosas a las que presté especial atención o cualquier episodio detrás de los videos musicales mientras los vemos juntos
jm- *Hablando de SMF pt.2 mv* Todos, usé mucha fuerza. Si miras esta parte, con los bailarines actuando y todo, ¿aquí en esta parte? ¿los ves con la boca abierta? Pedí esto para hacer que el sentimiento apareciera, y practicaron mucho, gracias. Y esta parte de la introducción, quiero agradecer al bailarín que hizo esta coreografía por hacerla tan genial. Aprovecharé esta oportunidad para decir gracias, pero no sé si está mirando. Puede que no sea un ARMY, ¿sabes? jajaja
jm- Retrataron la confusión que sentí en una coreografía de caracol y creo que fue muy bueno. La coreografía en general me pareció muy satisfactoria.
jm- Esta parte donde estoy saltando, creo que es una coreografía que retrata la frase "set me free" bien. Ahora, todos ustedes saben lo que saldrá, ¿verdad? Estaba diciendo que me gustaría que esto sucediera con mis manos, ¿verdad?
jm- Y segundo, quería una coreografía lo suficientemente difícil en la que tendría dificultades para cantar, así que les pedí una coreografía difícil.
jm- La última parte, quería una parte en la que no estaba bailando, pero los bailarines están teniendo dificultades *se echa a reír* quería una parte en la que no estaba bailando pero los bailarines están teniendo dificultades. La solicitud que pedí realmente se entregó bien.
jm-Ah, cierto. Hay un vídeo extraño dando vueltas, ¿por qué ponen mi canción y se golpean la cabeza contra el suelo? ¿¿En la calle frente a otras personas?? ¡Esta canción no fue hecha por esa razón!  ¿Quién fue el que empezó eso, chicos? kkkk Lo vi y me sorprendió Hubo uno en el que estaban golpeando la cabeza en el camino kkk
jm-Y algunos hacían golpes de cabeza frente al árbol
jm-No es por eso que hice este baile jajaja *al ultimo lo acepto X)*
jm-P ara "Like Crazy" no hay coreografía, yo actué en su lugar. mucha gente me ayudó, veámosla todos juntos.
jm- Me gusta mucho la narración (susurros de introducción) creo que hice bien en incluirla.
jm-Y los actores que actuaron como si estuvieran en el club bailando, han trabajado duro, gracias.
jm- Esta escena fue tan difícil, actuando como si estuviera borracho y disfrutando el tiempo, pero como en realidad no estaba borracho, fue difícil actuar, pero recibí mucha ayuda de los actores. 
jm- Me gusta mucho este MV, creo que salió bien.
jm- Y ya que hay personas más jóvenes aquí, omitiremos las explicaciones más detalladas.
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Aquí ponen para ver el 
[Episode] 지민 Jimin ‘Like Crazy’ 뮤직비디오 촬영 현장 비하인드 공개! 
(https://youtu.be/ZL8rqmDNQWY)
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Aquí continua Weverse Live Jimin FACE Live 2da parte
jm- La habitación es muy bonita. Ah, bueno. Pensé en comenzar mostrándote la habitación. Aquí esta el osito con corazones que hice... Aquí están las flores que hice... como esta puesto así, se ve bonito.
jm-¡Aquí está Suga, Suga! ¡Ha crecido mucho ahora! Su tamaño no es broma en este momento. Es demasiado grande. Puede que tenga que perder algo de peso. Si lo saco del agua, ¿se hará más pequeño? Se hizo demasiado grande.
jm-He hecho muchas cosas porque es divertido hacer cosas mientras hablo con todos ustedes, así que quiero seguir haciendo más en el futuro. Si tengo la oportunidad, los volveré a hacer.
jm- Creo que probablemente has estado mirando, pero esta vez he estado trabajando duro para hacer desafíos.
jm- Oh sí, no debería sonreír demasiado.
jm- Hice muchos desafíos esta vez. *mira hacia arriba y trata de no reírse* Hay muchas que aún no se han emitido. Los hice por primera vez con otros artistas.
jm- Está bien, te enseñaré el baile (Like Crazy Challenge). Primero escuchemos la canción, luego les enseñaré a todos. Si no intentas esto conmigo, no será divertido. Ponte de pie. Siento que estás acostado en la cama o sentado en tu escritorio, date prisa y levántate. Y no digas simplemente: "¿Cómo lo supo?" y luego túmbate en tu almohada y ríete, ¡levántate ya! 5, 4, 3... ¡Levántate! Mira, voy a terminar bailando solo
jm-Mientras estoy haciendo esto, creo que no estás haciendo esto conmigo. ¡Creo que estoy haciendo esto solo! ¡Todos, tomen vídeos de ustedes mismos y publíquenlos en Weverse o donde sea! Por allá o TikTok o donde sea. ¡Creo que no lo estás haciendo!
jm- Publique esos vídeos ahora para que pueda verlos. Si hay partes que son difíciles, publicalas en línea y lo haré de nuevo por ti. Voy a ir a verlos. ¡Les dije a todos que bailaran y están escribiendo comentarios! *testea lindo jm X)*
jm- Los desafíos son solo algo que estamos haciendo entre nosotros. ¡Divertirse! jm- Así que no te sientas agobiado. Y grabe vídeos de lo que hizo hoy y publíquelos en línea. jm- No te sientas agobiado. ¿Quién dice que tienes que hacerlo bien? Solo hazlo.Dije que quería verte hacerlo, ¡no dije que tenías que hacerlo bien!
jm- Ayer fue el último día de filmación y después de terminar, fui a casa y vi muchos videos de nuestros conciertos. Lo vi solo y pensé que me gustaría hacer conciertos y hacer una gira pronto.
jm- Gracias por disfrutar y ver Suchwita. Honestamente, creo que somos los más cómodos cuando estamos juntos.
jm- y pixid... Recuerdo tu nombre. Espero que hayas regresado. Antes de revelar tu nombre, pon un comentario. Sé tu nombre, tu edad y dónde vives. Deja un comentario. No preguntaré sobre tus malas acciones pasadas, vuelve. La puerta está abierta, solo toca el timbre 3 veces.
jm- Estaba nervioso por pixid, y me preguntaba si podría hacerlo bien y tomar un descanso de estanear... Alguien me dio esa idea... Pero me atraparon por ello de inmediato con ellos preguntando quién hace eso.
jm--*de sus pre.grabaciones* Realmente sentí la ausencia de los miembros y estaba nervioso preguntándome si podría hacerlo bien, pero al escuchar todos sus vítores, todas esas emociones fueron suprimidas y sentí que volví a casa por primera vez en mucho tiempo.
jm- Y vi que muchos de ustedes esperaban con ansias la vídeo llamada. Necesito practicar lo que Suga hyung me contó, aún no he practicado pero vi el vídeo que Soobin lo hizo varias veces.
jm-  (lee el comentario) Jungkook-ie inició la tendencia de baile Set Me Free Ah, ¿así fue como empezó? ¿Jungkook-ie fue quien lo inició? ¿El baile de Summoning Park Jimin? ¿No? Jungkook-ie acaba de seguir? ¿Entonces tengo que presentarme (después de ser convocado)? Entonces, para hacer eso, tengo que viajar mucho por el mundo y el precio del boleto de avión será mucho.  Aun así, seguiré yendo.
*baile de SMFPT.2 en el piso con la cabeza moviendo también se llama 박지민 소환술= Invocar a Park Jimin*
jm- Tenemos alrededor de 4 millones de esposas aquí en vivo, a este ritmo, no sé si podré conocerlos a todos antes de morir. jm-Hay muchas esposas de Hobi hyung aquí hoy.
jm- Preparando el álbum, había muchas cosas que quería retratar y tomó un tiempo, alrededor de 10 meses.
jm- Estaría agradecido si animas y apoyas a nuestros miembros, nuestro team
jm- ¿Cómo fue el weverse live de 'face'?. Por lo mucho que lo he preparado, espero que (el álbum) haya entrado en sus corazones. Ahora es momento de dormir. Fue muy, muy divertido, y me iré a dormir *camina a la cama y se acuesta* : *se acuesta y se ríe* *el sigue el conceptoXD *  cr. miiniyoongs | tteokminnie | christa | lovemazejikook
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