#tatuaje simple

[got-to-go-my-own-way]

[miskhalie]

Virus - Agustín Pardella x Reader.

Pairing: Agus Pardella x Reader Adevrtencias: Fluff Notas: Experiencia propia, estoy resfriada. Ojala Agus me hiciera sopita. Es una prueba por si os gusta los fics con Agus.

Te habías levantado como el tiempo, afuera llovía y tronaba. Y tu no parabas de toser y sonarte los mocos. Te encontrabas fatal, cansada y derrotada. Bajaste las escaleras y viste en la sala de estar a tu novio Agustín tumbado en el sofá, sin remera exponiendo sus músculos y sus tatuajes. Fuiste con tu manta en los hombros hacia él. Estaba mirando la televisión, por lo que no te miró cuando notó que te acomodabas a su lado. Hablaban de su película. Por lo que te dejo sitio y te acurrucaste.

Viste como pestañeó como si se acordara de algo y se giró a mirarte.

-Tenes fiebre. - colocó una mano sobre tu frente y te derretiste sobre su tacto. Siempre estaba caliente, su piel siempre emanaba ese calor corporal que por verano hacía que sudaras tanto en la cama. - ¿Por qué no me lo decís, boluda?

Tu no respondiste, solo lo miraste con los ojos de perrito abandonado. Resopló y miró la hora. Era hora de cenar. Se levantó, quitándote el calor que tanto necesitabas y te quejaste. Te besó suavemente y se fue a la cocina. Desde el sofá podías ver como se colocaba un delantal sobre su piel expuesta y encendía los fogones. Te tumbaste sobre el sofá y te pusiste a mirar la televisión en busca de una distracción. Pronto la sala se llenó de un olorcito muy bueno, a sopa de pollo casera. Si sabía tan bien como olía, ibas a quitarle el plato de las manos. Llegó con dos boles a la sala, uno para ti y otro para él.

Sabía como el cielo, el caldo era sabroso y el pollo se deshacía en la boca. La sensación de el liquido caliente bajándote por el cuello al cuerpo hacía que te sintieras mucho mejor. Por lo que después de tragar, miraste a Agustín con amor en los ojos. Él sonrió un poco preocupado y entrelazó vuestras manos sobre la mesa. No le merecías.

-Te amo, Agus- le dijiste.

-Yo también te amo, mi amor. - te respondió.

Te fijaste que su sopa era mucho más triste que la tuya. Se había echado los trozos feos del pollo y no eran precisamente muchos. En cambio, los tuyos era los más bonitos, jugosos y tiernos. Tú cara se trasformó en un puchero mientras veías como se comía esa sopa. Era siempre tan dulce contigo. Detallista hasta en las cosas más simples.

Al terminar la sopa, Agustín fue a buscar una manta polar que guardabais cerca de la sala para cuando hacia frío. Era la ocasión perfecta para utilizarla. Era muy grande, por lo que ambos podíais estar bajo la manta, pero aún así te ofreció más manta. Se puso su remera y te pegó a su cuerpo. Poniendo tus pies sobre sus piernas y dándote un beso en la frente con cariño.

Entre el calor corporal y el calor de la manta estabas de lujo. Te acurrucaste más a él, colocando tu cabeza en el hueco de su cuello y le besaste allí. Tocaste una de sus cosquillas y rió, con esa voz de hombre que te tenía enamorada.

[danielaochoa44]

Malos hábitos, tatuajes por doquier, los cuales me llevaron hacia ti en un arranque de predilección. Gracias a ti, he llegado a la conclusión de que me enloquecen los tatuajes, gracias a ti, me he convertido en una fiel y necia creyente de que a través de esas huellas que se encuentran en ti, se cruza una persona cuyas razones tiene para hacerse un recuerdo el cual lo tatué para siempre, las cuales quiero descifrar, quiero descifrarte a ti, ¿se puede?

Quizá he llegado a pensar en que tu corazón puede llegar a ser un poco afín al mío, un corazón sabio e inteligente, el cual sabemos que debemos cuidar ¿quién diría lo contrario si puedo ver todas las señales?

Podrías llegar a ser tan detallista como yo, de tal manera que yo podría dejar huella en tu corazón, y podrías tatuar mi nombre en ti, para siempre, si así lo quieres, incluso aunque nuestra historia llegara a ser pasajera, piénsalo por tan solo un momento.

Malos hábitos, el humo sobre mi como si fuera un destello de luz el cual brinda ternura y calor en tan solo un parpadeo, y todo esto, mientras fumas nicotina que sale de tu cigarro, la cual se ha vuelto mi adicción, una de la cual no quisiera salir nunca, y con tan solo decirte que ni siquiera me atrevería a fumar cigarro, puedo decirte todo; pero se que puedo usarlo como metáfora mientras escribo este pequeño relato sobre ti.

Conozco tu pasado, y sé que te aferras tanto a él que ni siquiera quieres recordarlo, pero ¿y que si lo recordamos juntos? Yo créeme y estoy dispuesta a conocer tus lados más oscuros, así como los más brillantes, que estoy segura y puedo contar con la certeza de que tienes más luz en tu vida que incluso puedo decir que brillas, tú personalidad irradia paz y tranquilidad, y quiero conocerte, quiero saber todo de ti, y no me importa lo que haya pasado en tu anterior vida, porque sé que un largo camino te trajo hasta mi, y se que lo descubriré, pero a la vez mi corazón me dice que no estoy sola en el, tú estás ahí para acompañarme en ese camino, solo sé que ese día, pude sentir una sensación extraña en mi, la cual ya había sentido antes, pero esta vez pude ver algo mas allá, y logré ver un futuro incierto pero no imposible, de manera que tú me acompañabas de la mano, y si tan solo supieras que lo único que quería hacer ese día era tomar tu mano, entrelazadas, la tuya, la mía, el uno con el otro porque cuando estás cerca de mi, no puedo evitarlo, solo espero el momento de verte, o estar cerca de ti y tan solo sentir tu roce. Y si… puede que esto sea pronto, pero ¿y que si lo es? El tiempo es inválido para mi, no me importa, solo sé que podríamos detener el tiempo con el simple hecho de sentir tu mano en la mía, mi mano fría, tú mano tibia, la cual me brinda ternura y calma… tal cual como tu y tus malos hábitos,¿O no es así? ¿Lo has pensado alguna vez?

-Dani

[spidersinmysoup]

Vino una de mis primas de visita y con mí vieja están re jede con que les haga un tatuaje

Encima no es uno simple de hacer quieren hacerce uno de línea fina y yo hace un montón que no práctico y estoy segura que si les hago lo que me están pidiendo va a quedar para el orto

y ahora quedó yo como la hija de puta que tiene máquina de tatuar y no quiere tatuarlas

[avazans]

Yamato suspiro aliviado, eso quería decir que estaba haciendo las cosas bien. Yamato continuaba besando a la castaña bajando sus manos a su cintura, pasando sus manos por sus hombros, rosando ligeramente con su pulgar los pechos de Mimi, pero cuando se dio cuenta la castaña no le habia molestado más bien parecía sonrojada por aquel roce involuntario. De alguna manera Yamato quería más, y parecía que el rostro de Mimi también le pedía lo mismo.

El rubio comenzó a bajar los tirantes de la jardinera de Mimi para comenzar a subir su camiseta, y ahí pudo ver aquel bonito sostén blanco con pequeños corazones rosados, Yamato se sonrojo por lo que estaba viendo, pero era demasiado hermoso para no verlo. Su vista recayó en su cadera donde se encontraba su tatuaje, su curiosidad podía más, se veía linda con ese tatuaje aquel día que se lo mostro le dio más vergüenza que curiosidad, así que delicadamente paso sus dedos por aquella marca en la piel poniendo nerviosa ahora a la castaña. Impulsivamente intento tapar con sus manos aquel tatuaje.

—Lo lamento...no fue mi intención...—Yamato se puso algo incomodo por que se dio cuenta que con el simple rose de la piel de Mimi lo hizo reaccionar y de una manera bastante brusca que le molestaba un poco—Si...quieres aquí...aquí podemos parar...—Yamato no quería incomodar más a Mimi, pero el necesitaba urgentemente ser tocado también.

Fanfic: Acoso by Toboe_M0nd

Porque lo mejor se hace esperar y siempre vale la pena💅

Actualización de no sólo un cap del fic Acoso que estamos haciendo junto a mi amora si no que viene con dos y además con un frutifantastico totalmente diferente a lo que últimamente se vio y no solo mostrar como escena porno que solo se la mete y ya como si fuera una muñeca hinchable🙄

En fin, disfruten los cap porque están uff😏🔥

[pearlsinmyhair]

༄ breath of venus ༄

chapter six ~ eye of the storm

summary: venus bullies lopez a little. she and mansk have another moment. quaritch and venus find a little bit of calm. quaritch and lyle start to coparent. venus speaks spanish.

word count: 5.4k

warnings: cursing en español

authors note: ok guys, i’m so sorry if this spanish is not up to par. i cross referenced so many different sources, especially about the use of ‘chocha.’ remember how venus patted lyle’s head when she was a baby?

glossary

¿hablás español? - (do) you speak spanish?

Sí, lo estudié durante muchos años. Sin embargo, mi acento está fuera de práctica. - yes, i studied it for many years. however, my accent is out of practice.

Tu acento está bien. Sólo un poco rígido. - your accent is fine. just a little stiff.

Tus tatuajes son un farol, ¿verdad? - your tattoos are a bluff, right?

¿Qúe? - what?

chocha - pussy

eres terrible, niña - you are terrible, girl

Y eres crédulo. - and you are gullible

“all sins are attempts to fill voids.” - simone weil

“I don’t believe you.” said Ja from the bank of the spring they had stopped at. Venus was knee deep in said spring cooling off, and she laughed softly at his words.

“You can refuse to believe it. That doesn’t mean that it is not true.” she replied as she waded to the sand. “I swear to you, on all that I hold dear, that they are like my siblings.”

They had been traveling non-stop for nearly two weeks now, and their bodies ached with cramps and knots that never seemed to ease. It was Venus’s suggestion that they stop.

She knew the area by description, not experience. The Omatikaya had close connections with the Tawkami due to the latter clan’s trading outposts and routes. As tsakarem, Venus was given the responsibility of diplomacy and hospitality and was charged with greeting the visitors. Neteyam occasionally accompanied her, but his age made him quick to annoyance and uneasy with the tentative nature of alliance. She had not seen a trader since before the war, and she personally believed that they had hidden, at least from the Omatikaya and other clans of close proximity to Bridgehead.

Many of the marines had taken the opportunity to empty their packs and wash clothes. Venus even showed them some plants they could use to clean, not wanting to pollute the stream with the harsh soap they carried.

Quaritch notably did not participate, instead keeping watch whilst leaning against a nearby tree. He seemed determined to disassociate from anything Venus involved herself in, and it was beginning to irk her.

“What are their names, then?” Zdog butt in, and Venus waved a dismissive hand at her.

“It’s my turn now. You’ll have to save your question.”

It took three days for someone to break the silence of the group as they traveled. Quaritch had given Venus a throat comm and ear piece, but there hadn’t been much talking besides orders and directions. It was Lopez who had snapped whatever invisible tension that rested between her and the recombinants when he suggested a game.

It was simple: Venus and the squad would each have five questions that they would ask a day. Ten questions total over the span of twenty-four hours. He called it ‘trade’. Quaritch called it a waste of time. But they had tried it anyway, and it was working so far.

The squad had already asked her two questions: the one at which Ja showed disbelief of was if she had animal mounts besides her ikran. She had explained Pali, and then added that she had a close familial bond with a few thanators.

Venus pulled her songcord from beside her ear as she asked her question.

“Can I see your tattoos?”

She figured that it wasn’t too much to ask.

That was another rule: no deep questions. None that would entail revealing secrets, at least, both personal and war related. Said rule had been instilled by none other than the grumpy Colonel not twenty feet from where she stood.

Most of the squad had removed their tops to rinse off, so she got a pretty good view of most of their tattoos. The few that hadn’t stripped were Ja, Mansk, and Quaritch.

Zdog went first. The female recombinant hadn’t exactly minded taking off her shirt and standing in a sports bra. Next to Venus you look like a nun, Brown had joked. Venus whacked him with her tail and Z whipped his shoulder with her rolled up tank.

Unlike most of the others, Zdog’s tattoos were colored, and she even allowed the girl to trace the honeycomb-like structures across her arm. When her finger wandered to the snake with the inscription of ‘deathless’ on its scales, she met Z’s eyes and raised a brow.

The woman just chuckled, and Venus moved to the others. She deliberately saved Quaritch and Wainfleet for last. She lingered at Mansk, whose tattoo was covered by his shirt. He had flipped his sunglasses atop his head, showing his different colored irises.

“Eventually.” she said to him, referring to his covered tattoo. He nodded. “Eventually.”

When she moved on to Lopez, she had to bite back a grin. She had been waiting for this moment for some time now.

There was a human woman that had stayed after the war. She was beautiful, with dark curly hair and bronze skin, and her voice tilted with an accent that sounded delightful to young Venus’s ears.

The woman’s name was Lilliana, and she was one of the first avatars who interacted with her without fearing Neytiri’s wrath. Venus grew attracted to her and often went with her to the avatar tent, something that Neytiri greatly appreciated when she had Neteyam and Kiri, with Lo’ak on the way.

It was there that she got introduced to Reggaeton. She could still remember the moment that she heard the strings of a guitar and the bump of electronic bass when she was seven.

Long story short, she demanded that Lilliana teach her spanish, mostly so she could sing it, and partially so she could understand. Norm was able to procure language books and work pages while Lilliana helped instruct her and fill the gaps.

And it was for that reason that she easily translated the tattoo inked across Lopez’s chest.

Sepulturero.

She had nearly curled her lip in disgust when she first saw it, but then she decided that the irony of it was amusing.

“Gravedigger.” she uttered as she stood in front of Lopez, studying the way the word arched under his collarbones.

He raised a brow, eyes widening in slight shock. “¿Hablas español?” he asked softly.

“Sí, lo estudié durante muchos años. Sin embargo, mi acento está fuera de práctica.” she said as she shifted her attention to the tatted brass knuckles on his hand.

“Tu acento está bien. Sólo un poco rígido.”

She nodded at his words. As much as she’d love to sit and talk with him, she had much more pressing matters to attend to.

“Tus tatuajes son un farol, ¿verdad?” she said, allowing her voice to rise slightly in volume. The marines conversations had died down, now attuned to the way that Lopez’s expression shifted from surprise to anger at her words.

“¿Qué?” he questioned, his eyes hardening as her face shifted towards amusement.

“Your tattoos, they must be a bluff. There is a saying from a human book: any man who says ‘I am king’ is no king. I believe it to be the same with these markings. Why would you need to write it on your skin if your actions did not already prove them true?”

Lopez practically snarled at her, but this was not the first time that a man taller and older than her had shown such hubris. Having brothers honed her skills at humbling others, and she applied them when needed.

She smiled up at Lopez mockingly, cocking her head to the side in a silent challenge.

This was a common occurance between them. Lopez was the only one who truly entertained her antics, so she pestered him when she needed to let off steam. Be that through ikran chases or arm wrestling or death diving.

She knew she had touched a nerve, but she had learned Lopez’s emotions well. He was pissed, yes, but he wouldnt hurt her. He frequently insulted her back, so this verbal repertoire was relatively tame.

It was Quaritch’s insistence upon her stopping that angered her. And now was no different.

“Venus, Lopez, knock it off.” he called from the shade. Venus’s tail lashed as she glared over her shoulder at the Colonel. Every time she had any semblance of relaxation or fun, he was breathing down the back of her neck, treating her like she was some spoiled brat that he’d been stuck with.

Lopez followed his orders, though he shoulder checked Venus as he passed. It was that action that made her realize that she may have bruised his ego a bit more than intended, but she couldn’t find it in herself to care.

These were her captors, after all. She had no need to feel sorry for them.

At least, not about immature insults about tattoos.

She carefully removed the woven jewelry from around her waist as she stepped to the water once more. She set the strands and her armbands down on her bag before she reached up and untied her chocker from her neck.

She passed the piece to Ja, explaining how each little dark point was a claw or a tooth from one of her siblings when they were babies, and his eyebrows shifted up as he handled it with care, studying the necklace.

Venus walked over to a ledge that wasn’t far from where Lopez and Brown were now conversing good naturedly. Lopez’s shoulders still knit from her insults, and she smiled to herself. She checked to make sure that the water was deep enough as she stood on the edge of the rock.

She turned to them and took a deep breathe, recalling what Lilliana had always said.

‘If a boy or a man every gets a big head, you set him right. you plant your feet in the ground, turn to him, and call him una-‘

“chocha.”

Lopez turned to her so quick that she barely had time to squeak before he leapt at her, tackling her right into the water below.

For a moment there was nothing but splashing and churning white, and the recombinants watched in amusement as a blue foot appeared before slipping below the surface. When the water calmed and neither Venus nor Lopez rose to the surface, that amusement turned to slight panic.

“They’re gonna drown each other.” said Brown, who leaned over the edge to gaze into the deep water below. Due to their blue skin, he couldn’t pick out any figures. “They won’t drown each other. Venus will drown Lopez.” said Z confidently.

The soldiers turned to the woman, and she simply raised an eyebrow. “She’s really very strong, and she’s lived here for longer than we have. I’m just saying that you shouldn’t underestimate her.”

Quaritch walked up to look over the ledge, standing next to Brown.

“Ten seconds and we’re going in to get them.” he said, brow knitting as he too searched to no avail.

“We? Who’s we?” called Lyle, who stepped towards the bank of the river. “I’m not going to get Lopez’s sorry ass if he drowns. He tackled her, so he’s going to face the consequences.”

“Since when is everyone so confident in the kids skills at drowning people?” Quaritch asked, smirking at Lyle. His corporal looked to him with his head cocked to the side.

“If you paid attention to her, you’d not-“

Before he could finish his sentence, Lopez burst from the water, coughing and sputtering like a drowned cat. He looked like one, too, wet and pissed off. For a moment, the squad waited with baited breath for Venus to emerge.

“Im right here.” came a voice from one of the pools behind them.

And there she was, squeezing water from her hair like she had gone for a nice swim rather than wrestling a marine a foot taller than her.

Zdog was the first to break the silence.

“Who won?”

Venus flashed her canines in a quirked smile.

“Who do you think?”

Zdog fist bumped her, and Quaritch scowled. Z’s ears folded back, backing down, but Venus seemed to rise under his glower.

“He tackled me.” she said as she walked past him, making sure to sling some water from her hair onto his back.

She stepped to Lopez, who was catching his breath on his back on the sand. She reached out a hand.

“Eres terrible, niña.” he said as he took it. Venus pulled him up with a smile. “Y eres crédulo.” she replied.

As he walked away to his pack to get a clean shirt, Venus turned back to the Colonel and Wainfleet.

She wasn’t surprised by Quaritch’s tight jaw or tense posture, no. It was Wainfleet’s look of disappointment that seemed to cool her blood, but she became irritated just as quickly. What right did he have to be disappointed at her?

She simply scoffed and moved to a patch of sun to dry off and comb through her hair, refusing to acknowledge anyone for the rest of their time at the spring.

༄

Venus shifted against the bark of the tree, thinking that when she got the chance, she was going to hibernate on her mat at home.

While she never had qualms about sleeping in trees, constantly doing so was taking a toll on her spine. She practically had to wring herself out every morning to stretch, and the cracking that ensued made her cringe.

But being a hostage wasn’t a luxury, so she took it in stride. There were worse things.

Mansk had taken first watch, sitting a few feet from where she was. His sunglasses sat in his lap, so she was able to study his face. The way that his ears flicked told her that he knew she was looking.

“What are their names?” he asked, voice quiet as to not disturb some of the sleeping soldiers.

Of course he had remembered. Mansk paid close attention to things around him, and he must have mentally saved Z-dog’s question for later.

His eyes shifted to meet hers, and this time she didn’t shy away. He had grown comfortable with her over the past days, peeling back the layers that he concealed himself with as a defense mechanism.

Under all the stoicism was uncertainty and some insecurity. While they hid it well, the recombinants were not happy with their body switch. Venus could empathize: if she woke up in a human body tomorrow, she’d be devastated. So she didn’t push them to talk too much about the change.

She tilted her chin in question, and he gestured for her to come closer. She did, scooting her butt until she sat beside him, listening to his breathing as she thought of her answer.

She registered that Quaritch was awake and listening, though he tried to pretend otherwise. His ears pricked up, swerving to listen to their conversation as his eyes remained closed.

“There were five in the litter.” she said softly. “But only three live. A boy, Armua, died when the sky people returned, burned up in the fire of the ships thrusters. And a girl, Wa’su, died giving birth to her first litter.”

Mansk hummed, looking down at her without fully turning. She was thankful for it. While the wound of Wa’sus death had healed, Armua was still fresh. She remembered searching for him for weeks. He had been the one that was closest to her, having territory not far from the villiage.

She had found nothing but ash.

Some of the marines had risen now, woken by their voices. Lyle yawned widely as he shifted to look at them. Quaritch had given up his little ruse and took a sip of water before handing the flask to Lyle.

“The three are Tamar, Salínu, and Ke’muntxa.” she said, turning to address them as well.

Brown’s ears pricked up. “No mate.” he translated, and Venus’s brows raised in surprise. So they had been listening to her language lessons.

“Yes. She’s a female thanator who lives not too far from here. We flew over part of her territory. She’s the eldest of the group, though not by much. She is my favorite.”

“And she has no mate?” asked Mansk.

“Nope. She rejects every male that tries, fighting them and chasing them off her territory.” Venus answered, smiling fondly at the memory of her sister chasing her brothers away from her, viciously protective from a young age.

Lyle smirked. “Remind you of yourself?”

Venus’s smile sharpened. “Piss off.”

He raised his hands in a ‘I surrender’ gesture, laughing softly. “Just saying. I don’t see you with a mate either, V.”

Something about him smiling made her soften, like the grip around her chest loosened slightly. Lyle had all but ignored her this whole time, outright refusing to talk about the first three years of her life and the last three of his.

She couldn’t exactly blame him. It wasn’t the conversation to have lightly over their comms, but still. The way he looked at her, with his brow furrowed and words behind his eyes, hadn’t exactly helped the tension.

This was the first time that he really spoke to her, looking directly at her and smiling. He joked easily with the others, even the Colonel. But with her, he was distant and cold, only acknowledging her when necessary.

But just as quickly as the mask slipped off, he put it back on, and the warmth of his eyes vanished. Her smiled dropped as well, and she retreated back to lean against the tree. She settled back, and Mansk’s arm brushed hers softly.

She looked to Quaritch, meeting eyes with him. “I meant to tell you earlier, but we’ll be traveling straight through Tamar’s territory. He’s highly aggressive and very protective, so we may want to remain above ground for as long as we can.”

Quaritch nodded, laying back down on his back, stiff as a board. He didn’t like taking advice from Venus, but he was learning that her knowledge was useful when it came to protecting his squad. It was a silent truce of giving him morsels of information and him taking it like a child forced to swallow medicine herbs.

She watched him for a while, and after a few moments his eyes turned to meet hers. The shift in his face was barely visible, but his ears dropped, jaw relaxing as his eyes softened. It was odd to see his inner turmoil, and if Venus had been any less aware of others emotions she would have missed it entirely.

He broke the staring contest first, and she looked away.

The rest of the soldiers settled down, burying themselves in their packs to try and get some sleep before their own watch shift came.

She turned back to Mansk, opening her mouth when-

“Lights out, Venus.” came Quaritch’s low but stern voice, and her tail flicked irritatedly as she turned to look at him.

“You’re not my father.” she uttered, so low that only he and Mansk heard. Mansk inhaled sharply, pointedly turning his face away from whatever father-daughter confrontation was happening.

Quaritch leaned up once more to look squarely at her. “Fine, kid. I’m not, but I am the person in charge of keeping you in line. So get in your pack before I make you.” he practically hissed. Venus barred her teeth, ready to bite back when Lyle’s sleepy voice interrupted.

“Quaritch, let her do her thing. She’ll be fine.”

Venus turned to him, surprised at the casual ignorance of authority. Lyle was feircely loyal to Quaritch, following and respecting his orders always. But now he interviened on her bahalf?

Lyle’s eyes shifted to meet hers before glancing at Mansk, then back once more.

He winked.

Oh, Great Mother.

Her ears burned viciously and heat prickled the back of her neck.

Quaritch glared at the corporal before sighing and rolling over so that his back faced them.

She glanced around to see if anyone else had witnessed what just transpired, but everyone seemed asleep.

Seemed.

She leaned back against the truck of the tree, giving Mansk a disbeliving look. His shoulders shifted in a silent laugh, and she bumped her elbow against his in mock annoyance.

Mansk was…easy. Quiet. Now that she knew him, she hesitated to call him shy. He was more contemplative, not as brazen or cocky as the others. He could be when he got loose enough, but most of the time he was wound tighter than a bow string.

And she had made it her mission to loosen it. She didn’t know why.

Well, maybe she did.

“Your turn.” came his opening.

She reached up and rolled the beads of her song cord thoughtfully as she debated. She had two more questions to ask per Lopez’s rules.

“How old are you, really?”

Mansk leaned his head back to look up at the stars just peaking through the leaves. The stretch moved his shirt slightly, and Venus took a moment to admire the peek of his chest tattoo that poked through.

“Well, I was sent to Pandora when I was sixteen.”

Her eyes snapped up to look at his face. “That hardly sounds ethical.” she replied tentatively.

He hummed thoughtfully, putting the memories together in his mind. “I had an aunt who was pretty high up in the RDA, and she personally recommended me to the Colonel. I needed the money, so I took the offer. When I got to Hellsgate, I was technically twenty-one, but no one ages in cryo sleep. I was on there for four years before I died.”

“Twenty.” she murmured, thinking it over. How it would feel to have lost all that time but at the same time having no repercussions for it.

“Is it the same feeling now, having been gone for sixteen years?” she asked.

Mansk’s ears lowered, and she immediately regretted asking. But as soon as she opened her mouth to apologize, Mansk lifted a hand, silencing her.

“Kind of. I know that it should feel like a gap, but it feels like i was asleep. But then…that man isn’t me. I just house his memories.” he replied, and Venus had to fight the urge again to reach to him.

So that was how they felt? Like corpses, carrying on someone else’s lives.

She supposed that was what an avatar was. A vessel.

But they were not avatars. There was no body in the distance piloting them.

Words sat on the tip of her tongue, begging to fill the quiet between them. But she clenched her jaw and held them in.

Instead, she gently took Mansk’s raised hand.

He flinched, the touch unexpected, but she just cradled his hand in the palms of hers, spreading the fingers and studying them.

A beat of silence, only filled by the soft breathing of the soldiers around them, all asleep.

Mansk’s question filled the air without him having to say it.

What are you doing?

She didn’t answer it, instead tracing the lines that flowed down to his wrist. He shivered as her fingertips traced his veins. She pressed her thumb against the center of his hand, and his fingers curled reflexively.

“You are not him.” was all she said before she let the hand go. He retracted it slowly to his lap. Only then did she notice that he had fully turned to her and that their knees were brushing.

“I used my last two questions. You have two to ask.”

She didn’t look up into his eyes, she was afraid of what she might see in them.

It is much harder to kill something when you see it, granddaughter.

But sometimes it needs to be killed, regardless of its thoughts.

You have much to learn.

“How do you know english so well?”

Ah.

“My father always suspected, at least a little, that the war was not over. It was for that reason that he kept his english sharp. And as the eldest, I learned it as well. I understood it could be useful diplomatically.” she murmured, gesturing between them as if to say ‘see?’.

“And my vocabulary comes from reading and speaking to the scientists that stayed back. I love books, but I had to use a magnifying glass to see the letters without holding the pages up to my face.” she chuckled, swallowing awkwardly as silence filled the space between them again.

The thing about Mansk was that when he thought, you could feel it. Like a cloud of static enveloping you if you were close enough. And with his breath teasing the hairs on her forehead, she was easily close enough.

She studied the camo of his pants, tracing the designs with her eyes as he put the words together in his head.

“Why are you doing this?”

She looked up at that, only to be met with Mansk’s heterochromic irises.

The intensity of the stare made her swallow, and she was once again hit with the same feeling of being seen that she had tried to ignore weeks before.

“Doing what?” she asked, trying to play innocent.

“Talking to us, teaching us, warning us.” he asked, voice barely above a whisper.

It was a question that had haunted her many sleepless nights. A fight of her heart and her morals. They are the enemy, they are people. They are redeemable, they will never be uncorrupt. She had not yet solved it.

So she answered honestly.

“I don’t know.”

His eyebrows knit at her response, and she could tell that he was unsatisfied with that answer. But he didn’t push it. Instead, he reached forward and gently traced his thumb along the veins at her wrist.

“Let me know when you do.” he said, with a note of finality that let her know that the conversation was over.

She let out a breath of air as she stood, unsettled with it. But she went to Quaritch’s bag, where he kept a spare bed roll for her.

“No complaining, you hear me?” he had said as he handed it to her.

She was grateful for it, but she decided to mess with him a bit. “Does Ardmore know that you took an additional roll for the savage girl?”

His eyes hardened, and he clicked his tongue against the roof of his mouth, mumbling something about “taking the high ground” as he stalked away.

The only available space around was next to Wainfleet. Otherwise, she’d have to climb, but the her head swam with exhaustion in a way that suggested certain death if she even tried to get higher up.

So she unrolled her pack along one of the intertwined branches and laid down, determined to get as much shut eye before sunrise.

As she stared up at the sky, Lyle rolled over, wide awake and bright eyed.

“That was a fucking train wreck.” he said, and she had to fight the urge to slap him. “You talk to everyone you’re interested like that?”

“Oh and i’m sure you were a real lady killer back in your day, huh. It’s not like that, anyway.” she responded, voice low as she turned to face him.

His smile was sharp. “Oh sure. And i’m still spry enough to kick you off that branch.”

“You won’t. You like me too much.” she said, chuckling.

The weight of her words thudded in her chest, too late to take them back.

He looked…frozen. Like he had been caught by a predator in the forest, deciding if he should run or fight.

She didn’t know exactly how long they stared at each other, but it was long enough for her stress to turn into frustration.

Now or never.

She reached her hand forward and set it on top of his head.

It was ludicrous, borderline comical as she sat up on her elbow with her hand on top of a killer marines bald head.

When he didn’t slap her palm away, or bite an insult, or kick her off the branch, she opened her mouth to speak.

“I’m her, Lyle. She’s still here.” she murmured, watching his expression carefully.

The moisture pooling in his eyes must have been a trick of her eyesight and the light of the bioluminescence around them.

She swallowed, pulled her hand away, and rolled so that her back faced him, begging the Great Mother to give her the sweet mercy of sleep.

༄

She awoke to the soft cooing of an ikran.

Her eyes fluttered as she took in her surroundings, checking each bed roll to see who was here.

The only one missing was Quaritch.

Go figure. He had taken the last watch, pressured by the others to get some rest. Now, as the sun began to rise over the horizon, she found herself searching for the man she was so determined to avoid.

The cooing sound rose through the branches again, and Venus stood to follow it to one of the branches on the opposite side of the tree.

She had instructed the recombinants on what branches to sleep on, and she had deliberately made sure that they slept on the side opposite the rising sun.

She rounded the tree trunk to find Quaritch trying to give Cupcake a tumpasuk.

She let out a soft whistle to alert them of her presence, and their heads both snapped to her. Cupcake let out a low hiss as she took a step forward, and Quaritch turned to the ikran and tutted her.

She watched as his ears suddenly shot forward, and he reached a hand to her.

Ah, so he had been paying attention to her and Mansk at Bridgehead.

She carefully grabbed his forearm, allowing him to pull her to Cupcake. The ikran hissed again before sniffing at her. She let out a snort of approval, and Venus raised her hand.

Cupcake snapped at her halfheartedly, but Venus had dealt with temperamental banshees all her life. She carefully slid her hand past the orange comb at the base of her jaw, finding the dip of skin along the underside of her head and itching.

Cupcake’s head dropped against her chest with a soft squeal, nudging her in a silent demand for more. She looked at Quaritch to find him staring at her wide eyed.

“How come she acts like a hardass to me, but shes all sweet with you?” he said softly, the question mostly rhetorical.

“Because i’m listening to her.” she responded anyway, rubbing her hands along the various divots that were hard for the ikran to scratch. She carefully grabbed the banshee by her chin and turned her to Quaritch, gesturing for him to continue her actions. When he did so, the banshee cooed gratefully.

“I was trying to feed her.” he told her as she settled down next to him, and she studied the fruit that he showed her.

She smiled. “Ikran do not eat tumpasuk. They prefer meat, always.” The colonel rolled his eyes.

She watched him try to bond with Cupcake, but there was something wrong.

“You’re hesitating to fully become one with her. It is why you struggle when you fly.” she said, resting a hand to his bicep to get him to stop. He turned to her in surprise at the touch, but she was already sliding under Cupcake’s neck to stand by her side.

She gestured for Quaritch to follow, pressing her ear to the banshee’s ribs. “Feel her breath, and then breathe with her. Start to become one with her before you even make tsaheylu.”

Quaritch did as she instructed hesitantly, pressing his own cheek to Cupcakes skin, feeling the pattern of her breath before trying to match it.

In and out.

She felt the coils of the ikran’s muscles loosen, and she gradually relaxed against her rider. Quaritch himself seemed less tense. Or, as less tense as he could possibly get.

“When you are ready, make the bond gently. Allow yourself to really feel her thoughts, her lungs, her strength.” she whispered as Cupcake lowered her queue to Quaritch.

The colonel brought his braid over his shoulder and carefully made tsaheylu. The ikran shuddered, and he whispered little reassurances. Venus watched as Quaritch slowly unfurled, allowing his mind to fuse with his ikran’s.

She had instructed many before him, but the change in him was the most drastic of all. His shoulders dipped, and she watched as the pairs breathing became simultaneous and connected.

She wasn’t sure how long they sat like that, but after what seemed like a century Quaritch opened his eyes.

“I’m still not letting you indoctrinate me into your little insurgency, kid.” he grunted, still pressing his face against Cupcake.

She sighed in mock disappointment. “I know.” she said, taking a step around the ikran back to the trunk. “But it was worth a shot.”

As she began to round the corner, Quaritch called out to her.

She turned, wondering if he was going to insult her.

“Thank you.” was all he said, and Venus nodded, retreating to the rest of the squad to wake them up.

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[cinemaslife]

#164 Romper el círculo (2024)

Lily Bloom (Blake Lively) está en Boston para abrir el negocio de sus sueños, una floristería, pero antes de eso tiene que volver a casa para el entierro de su padre, al que no se sentía muy unida, pero su madre necesita su apoyo. Lily se da cuenta de que ni siquiera puede decir 5 cosas buenas de su padre en el velatorio y decide marcharse de vuelta a Boston para no seguir mintiendo.

Una noche está en una azotea de un edificio cualquiera de la ciudad, se encuentra mirando al infinito pensando que está en una ciudad nueva y está sola, cuando entra un hombre bastante cabreado y frustrado golpeando una silla de la azotea. Ambos se quedan petrificados al verse, pero cuando él la ve se relaja, e intenta ligar con ella desde el primer momento. Le dice que es neurocirujano y que acaba de ver a un niño de 6 años morir. Parecen encajar perfectamente, e intenta besarla desde el primer momento, pero Lily se muestra muy precavida, él se presenta como Ryle Kincaid (Justin Baldoni) y ella como Lily, pero se va con la intención de no volver a verle.

Mientras está montando su floristería entra una chica llamada Alyssa (Jenny Slate) parece una chica con dinero que se siente atraída por ese bajo que ha estado tanto tiempo vacía que siempre tuvo curiosidad por ver que abrirían, se presenta y le pregunta a Lily si va a contratar a alguien, pese a que Lily se sorprende, le dice que sí, que la contratará en cuanto abra, también parece encajar perfectamente.

La inauguración de la floristería es un sueño hecho realidad para Lily, y junto Alyssa se preparan para atender a su primer cliente, que no es otro que Ryle y el marido de Alyssa, Marshall (Hasan Minhaj), ya que Ryle es el hermano de Alyssa, y la conexión entre los dos vuelve a activarse.

Pese a intentar quedar como amigos, salen varias veces con Alyssa y Marshall, pero es imposible, ante la insistencia de Ryle y el loveboombing que le hace a Lily totalmente prendado de ella, al final la joven accede a un simple beso, intentando ser precavida de nuevo. Ella ya ha tenido suficientes experiencias vitales para caer así como así delante de un hombre, por muy seguro y atractivo que sea.

Desde que ha llegado a Boston, Lily piensa en su amor de adolescencia, Atlas Corrigan (Brandon Sklenar), un joven que se coló en una casa abandonada de su vecindario y que buscaba comida en la basura, cuando ambos tenían apenas 16 años. Ella le dio víveres para que pasara los meses y acabaron haciéndose amigos, compartiendo intimidad y confesiones, donde Atlas le dijo que su madre lo hecho de casa porque tienda a estar con hombres que la maltratan y que al meterse en medio le quedó una cicatriz en la mano. Lily le cuenta que su padre maltrata a su madre con asiduidad y que ni ella ni su madre hacen nada.

Ambos se enamoran locamente, y comparten la creencia de que es mejor ser como un roble que no necesita de nadie ni nada para subsistir, como detalle él le regala un corazón tallado con la rama de un roble y ella acaba haciéndose un pequeño tatuaje en la clavícula con esa forma.

Esa historia enseñó a Lily a ser prudente en el amor y ella también entra en el juego de seducción que Ryle tiene con ella y acaban enamorándose profundamente. Todo es perfecto, todo encaja, están hechos el uno para el otro, y todo lo que ocurre es un refuerzo de que deben estar juntos.

Alyssa y Marshall esperan un bebé, y cuando se lo cuentan a Ryle y Lily, la conversación deriva en que ellos en realidad son tres hermanos, pero que su hermano mayor, Emmerson falleció cuando era muy pequeño en un accidente.

Pese a que Alyssa advierte a Lily de que su hermano es un poco pica flor y que no tiende a comprometerse, pese a que Riley se muestra totalmente enamorado de ella.

La madre de Lily viene a la ciudad y quiere ir a un restaurante muy famoso llamado raíz, Ryle quiere ir a la cena y demostrarle a Lily que está totalmente entregado a la relación. En la cena, el dueño se pasea preguntado en las mesas si está todo bien y que van a tomar, Lily ve la cicatriz en su mano y sabe que es Atlas, ambos se miran profundamente, y él da una breve disculpa para irse.

Coinciden en el baño y se reconocen, se alegran de verse y Atlas le pregunta si esa es su pareja, ella le dice que sí, y todo se queda ahí, pese a que ninguno de los dos parece que quiera que se quede ahí.

Todo es perfecto entre Ryle y Lily, tanto que cuando ocurre el primer percance ella se muestra muy desorientada e incrédula, y es que haciendo la comida, se distraen besándose, lo que hay en el horno se quema y Ryle va a sacarlo sin un paño, ella le acerca uno, pero como él ha sacado el recipiente sin la manopla, se quema en la mano y se cae rompiéndose, no queda muy claro como Lily tiene un traspié y se cae contra el banco de la cocina.

Cuando Ryle se acerca, Lily se aparta en seguida, no tiene muy claro que ha pasado, pero no se ha tropezado porque sí, empuja a Ryle cuando insiste y este se clava algunos cristales en la mano. Ella tiene un golpe feo en la frente, con un moratón que le cubre el ojo, y él la mano vendada.

Van a una cena con la hermana y el cuñado, que quieren ir al restaurante Raíz, al que ya fueron con la madre de Lily, ninguno sabe que es el restaurante de Atlas (pese a que Lily le contó hace tiempo a Ryle quien era Atlas y que había perdido la virginidad con él).

Van a la cena y la explican a la hermana y el cuñado que han tenido un accidente doméstico, todos les creen, menos Atlas que cuando se acerca y lo ve todo comprende perfectamente que ha ocurrido. Se va dejándoles con la palabra en la boca, y Lily se acerca al baño para hacer pis.

Allí entra Atlas y le pregunta que está haciendo, ella dice que es un accidente, pero él sabe que no es verdad, y en el fondo ella también lo sabe. Le pide que no sea ni como su propia madre ni como la de ella. Y cuando salen del baño está fuera Ryle, que celoso pregunta que está pasando. Atlas y Ryle se pelean al descubrir quién es cada uno, y Atlas le pide que salga de su restaurante.

Ryle sale del local y Lily lo persigue, aunque a intentando separarlos no ha podido, Ryle se muestra vulnerable y con los ojos llorosos le pide a su pareja que con cualquiera menos con Atlas. Lily le promete que no hay nada entre ellos y que no lo volverá a ver, que ha malinterpretado lo ocurrido, y que todo está perfecto entre ellos.

Cuando Alyssa da a luz, Lily y Ryle están tan eufóricos que él le pide matrimonio, y se casan en seguida, tanto que la madre de Lily se ofende por no ir. Están tan enamorados y el amor lo puede todo, que solo existen ellos.

Un día cualquiera, antes de la boda, Atlas va a la floristería y le deja su número en un papel detrás de su móvil, por si alguna vez necesita algo.

Este hecho se vuelve en su contra, porque un día Ryle lo descubre y ella se justifica, pero el herido sale del piso por las escaleras del edificio, ella lo sigue y en algún momento se cae por la escalera. Ryle la cura en casa, cosiéndole la frente que se la ha abierto, y le dice que se ha tropezado, que él la está ayudando.

Lily empieza a sospechar de su situación, pero le ha prometido a su marido que no volverá a ocurrir nada de esto, que Atlas es pasado.

Aquí, recuerda cuando tuvo su primera vez con Atlas y su padre le descubrió y le dio una paliza a Atlas hasta llevarlo al hospital, y esa fue la última vez que se vieron.

Un día cualquiera, Alyssa llega con buenas noticias, la floristería sale en los 10 mejores negocios de Boston, todos están contentos y Lily, la primera, al abrir el artículo descubre que en el primer puesto está el restaurante de Atlas, pero decide no leerlo. Alyssa le dice a su hermano que compre una copia y eso es el principio del final.

Cuando Ryle llega a casa, Lily está haciendo la cena, la besa apasionadamente y se queda muy cerca de ella, pidiéndole que le lea el artículo, ella lee su parte, pero él le dice que no, que lea lo del restaurante. Ella lo hace y en el Atlas cuenta la historia del tatuaje en forma de corazón, eso cabrea muchísimo a Ryle que la lleva hasta el sofá donde abusa sexualmente de ella y le muerde el tatuaje intentando arrancárselo.

Lily huye de casa y va a buscar al restaurante a Atlas, que la acompaña al hospital, Lily se niega a que le hagan un test de abuso y la doctora le dice que deberían de hacerle una radiografía de la clavícula, pero que no pueden debido a que está embarazada.

Lily se queda en casa de Atlas unos días hasta que consigue su propio sitio, pese a que Ryle insiste en que vuelva a casa, Lily piensa que todos los percances que él le dice que son accidentes no son más que agresiones, todas las veces él le pegó o la empujó.

Cuando Lily le cuenta todo a Alyssa, esta se apena, y le cuenta que cuando eran pequeños, Emmerson y Ryle estaban jugando a los vaqueros, encontraron el arma de su padre y Ryle disparo a Emmerson sin querer, matándolo en el acto.

Pese a que no quiere volver, deja que Ryle la acompañe en la etapa final del embarazo, montando la cuna y notando a su hija moverse en su barriga, pero diciéndole que no va a volver a casa, aquello no puede seguir pasando.

Cuando Lily da a luz, Ryle está allí y cuando sostiene a su hija, le dice que podrían llamarla Emerson como a su hermano, cosa que hace muy feliz a Ryle, y después le pide el divorcio, porque todo aquello acaba con su hija y con ella, no van a seguir el patrón de sus padres.

Cuando su hija ya está más mayor, vuelve a coincidir con Atlas, y dejan abierta la posibilidad de tener una relación.

[thloveeed]

10 de septiembre, 2024.

Recuerdo haberte enviado ese mensaje con la esperanza de conocer un nuevo amigo pero obtuve mucho más que eso, atraje a mi vida un compañero de vida, mi complemento en mis rutinas diarias y el chat del que siempre espero un lindo mensaje.

Salvatore, para mi eres más que un simple chico de roleplay, eres mucho más que eso para mí, tienes un significado tan grande en mi vida y me llena de ilusión saber que te tengo conmigo, que puedo estar entre tus brazos en confianza y saber que puedo contar contigo para cualquier cosa, por más estúpida que sea.

Recuerdo haberme desahogado contigo y ver aquel mensaje en donde decías que querías estar encima mía cuidandome, desde ese día me sentí tan protegida por ti, me causa tanta seguridad saber que si pasa algo tú serás el primero en saltar y defenderme aún este equivocada. A tu lado se qué ningún chico sería capaz de faltarme el respeto porque tú estarás frente a mi con la intención de protegerme. Me siento tan pequeña a tu lado y como una princesita indefensa, quiero estar metida entre tus brazos y no salir de ellos nunca.

A tu lado, me siento tan completa, no me falta nada y estoy tan contenta de que puedas formar parte de mi estadía en Fakeland.

Mi 2024 hasta ahora ha estado bastante tranquilo, considero sinceramente que estoy viviendo mi mejor etapa y me encanta saber que puedes formar parte de ella, me siento tan feliz que a pesar del tiempo que no estás activo aún así tendré un mensajito tuyo, uno de buenos días o de buenas noches.

Hemos tenido unos pequeños malentendidos pero eso no me ciega y me prohíbe ver el respetable hombre que eres, eres un chico demasiado bueno, amable, dulce, amoroso y bastante caballero conmigo, eres diferente al resto porque tú tuviste respeto hacia mí y en vez de halagarme de manera vulgar y obscena espérate a que estuviéramos juntos y mi consentimiento para poder decir todas tus palabras. (Lindas o sucias, me encantan ambas)

Me pone tan mal cuando estás triste, me dan tantas ganas de tenerte en mi pecho y llenarte de mimos y besos, limpiarte las lágrimas y darte un beso para que sepas que todo estará bien, guardas mucho dolor y yo quiero que tengas la confianza de destruirte llorando, mi pechito estará disponible para tus lloriqueos y mis labios calmaran tus sollozos.

Tengo tantas ganas de marcar mis labios sobre tu linda piel, dejar que mis labios se vuelvan parte de tus tatuajes y aunque quieras quitarlos no puedas, quiero ser la primera mujer que te haga volver locos los pensamientos y que si ya no estamos aún me sigas recordando.

Salvatore, tú a mí me tienes vuelta loca, espero cada día tus mensajitos, espero cada día una parte de ti y espero una parte de tu afecto. Si digo que no me gustas estaría siendo una mentirosa, me gustas tanto y en tan poco tiempo te has apoderado de mi pequeño corazón, tienes una partecita muy especial dentro mío y quiero que ahí se quede para siempre, amor.

Quiero que me enseñes a quererte, que me enseñes que te hace sentir como un pequeño bebé y te hace entrar en confianza, quiero que indiques en qué lugares quieres que te bese, en que lugares de tu cuerpo puedo marcar mis labios y que todos vean la marca de mi labial.

Quiero besar esa pequeña conspiración que forman tus lunarcitos, quiero dejarte tan marcado que el día que beses otros labios solamente te hagan falta los míos.

Quiero que me hagas vivir cada una de esas películas de princesitas que tanto me gustan, quiero que seas capaz de montar una librería como la bestia hizo por bella por el simple hecho de que le gustaba leer, quiero que seas tú quien me beses para romper el hechizo como en la bella durmiente, quiero que tú tengas el atrevimiento de hacerme descubrir el mundo como Flynn Rider hizo con Rapunzel, quiero ser tu princesita.

FINALMENTE...

Solo me queda agradecerte infinitamente por dejarme entrar a tu vida y poner toda tu confianza sobre mí, por dejarme ser tu amiga, compañera, o como quieras llamarlo, el título no importa. Tú me haces sentir especial con unas pocas palabras, me brindas felicidad y me brindas seguridad: Me encanta saber que no tuve que competir con nadie para tenerte, que tú solo viniste hacía mi y te quedaste aferrado tanto como yo lo estoy contigo. Soy tu mujer y tú eres mi hombre, no es necesario hablar todos los días para que mi corazón siga latiendo por ti como lo ha hecho siempre.

Este primero mesecito es el primero de muchos, por más indiferencias que tengamos siempre te querré como lo hice el primer día, te llevas una parte de mi corazón contigo a donde sea que vayas.

Te quiero mucho, Salvatore, demasiado. Muah, muah, muah.

[aypelotuda]

que tan cabeza de termo tenés que ser para querer echar a alguien por el simple hecho de tener tatuajes?

[ymir-su-hehong]

Hace rato vi un post sobre que el tatuaje de Mo es la estrella de David judía, y como que no me cuadró mucho, digo se parece pero la estrella de David es un símbolo dibujado de forma específica. Ahora el triángulo simple ha sido por años considerado un símbolo de los gais para identificar a otro sin tener que preguntar, regularmente se usan en lugares discretos y pequeños como el tobillo, detrás de la oreja, el cuello o las muñecas. Otro dato sobre este símbolo de dos triángulos es que en la época nazi se usaba toda una simbología para identificar el tipo de presos judíos, entre ellos los homosexuales. Aquí una imagen sobre esto. Old Xian definitivamente sabe la simbología que usa y como la usa. 💗

[star-in-the-dark-sky-blog]

Él ve un universo atraves de mis ojos mirándolo hacia arriba mientras me sujeta con sus brazos, sonríe y se le hacen hoyuelos cada que nota que mi mirada se pierde en sus dulces labios, se cubre el rostro cuando le susurro algo que siento o adoro de él, sus manos sudan cuando sostiene mi mano, sus manos siguen temblando cuando está por conocer a más miembros importantes de mi vida, él se refugia en mis abrazos como un pequeño niño aún teniendo 24 años, sé que le debe parecer un acto de ternura cuando me quiero perder en él ante el inherente caos o nerviosismo trazando caminos con mis dedos en las venas de sus grandes y sexys manos o en los tatuajes de sus brazos belludos que no dejan de encantarme.

Yo veo el futuro cuando veo su rostro; cuando veo la forma en que me mira, esa manera en que siempre quise que me miraran, su mirada tierna, esa sonrisa que quiero seguir viendo y solo desaparecerla por comérmela a besos intensos y cálidos. Tocar esa barba que me causa paz al hacerlo, recorrer la piel de tus mejillas y nariz perfecta, ver tus cejas gruesas que añoro que nuestro(s) hijo(s) tengan.

Quiero seguir apreciándote, cuando me platicas algo que te interesa, algo que te gusta, tu pasado, tus logros, o cuando crees que nadie te observa por hacer algo simple como voltear a ver la bandera, mirar desde lo alto de la rueda de la fortuna, tú manejando o mirando el menú del irish.

Sí, estoy enamorada de ti, no hay vuelta atrás.

~P

[imponderablemind]

Diarios, 25 de Diciembre.

Déjate caer en mis brazos y no te salves, como cuando te rendiste ante el incendio en tu coche y la playa en llamas. Yo no quiero ser sólo un momento, te dije, pero ¿qué puedo pedir yo? Una simple mortal, justo como Pizarnik describe en "31 de Mayo 1962" (Ref. 1). Yo no sé sólo eramos unos ojos hambrientos sin hablar, y tus manos hambrientas se sintieron como ramos de rosas rosas en mis piernas, y nuevamente la arena caliente de tus yemas en llamas queriéndome invadir toda y esta vez tus labios y tu saliva, como miel hirviendo en piel, sellando un tatuaje invisible en la eternidad de mi memoria. ¿Qué más daba romperme el corazón? Al fin y al cabo, morir es lo de menos y vivir es lo de más.

Ref. 1

Diarios de Alejandra Pizarnik, 31 de Mayo 1962

Las dunas, el mar, las gaviotas. Un cuerpo desnudo dejándose por las alas, loco de desposesión.

            Aún entonces te buscaba. Miríadas de ojos barridos por el viento que los hinca en las arenas y en las cabezas de los peces. Morir era lo de menos. Hubiera querido estar preparada para tu venida, tener tiempo de disfrazarme de lo que más amabas: un pequeño trovado de ojos verdes qui joue le luth. Aunque te esperaba no te esperé. Era como si me esperara a mí. Pero yo no llegué. Ni tu tampoco.

            En el medio de la noche, camino hacia el frío, el viento, lo desconocido. La playa sola ruge, deshaciéndome. A veces, desnuda, montaba un caballo negro y avanzaba por las orillas. Entre mis piernas sentía el roce de seda del animal. Y era como entrar de tu mano en una casa de rosas.

Yo no digo que vengas, que estés ya aquí, que has venido. Pero me niego a negar la espera de tu venida. Déjame esperarte. He nacido para esto. Déjame delirarme sin ti, asistir a la deformación de mis huesos que sólo aman una sombra. He caído en la trampa de esta espera y sin duda soy feliz.

Que has venido. Que tu presencia estremece el cálido color de las hojas muertas. Milagros de la que espera y ve y siente. Y yo te seguiría bajo cualquier forma, como polvo o humo o viento. Entraría por tu respiración, por tu sonrisa, por tus tristes deseos de evadirte hacia donde no hay lenguaje sino solamente ojos devorándose, ojos amándose en el peligro de una desnudez absoluta.

La que miraba el mar en noches viejas. Recuerdos de infancia: muros, detonaciones, gritos. El aire es un campo de concentración para una niña minúscula que baila sobre el filo de un cuchillo. Las risas ajenas son un obstáculo. Los veranos también. Queda como solución rodar por las escaleras de mármol hasta que el dolor de los huesos obligue a reconocer la realidad de los fenómenos físicos.

Y tú me viste llegar, mendiga hedionda enamorada de su sombrerero con flores y plumas. Había un color lila que humeaba y yo estaba de verdad dentro de mis harapos. Dancé para que te rieras. Me pinté las uñas de azul. Toqué la guitarra y canté canciones que hablan de pequeños instantes en los que el dolor se aduerme y hay deseos sólo deseos de amar.

[aureliahillshqs]

todos conocen a HENDRICK XII DE VRIES, pero su reputación está por descubrirse.

toadette, ¡bienvenide a @aureliahillshqs! nos encanta tenerte con nosotres. a partir de ahora contás con 24 hs para enviarnos la cuenta, en caso de necesitar más tiempo, ¡no dudes en solicitarlo! pst! también queremos contarte que si todavía no rellenaste este form, nos serviría mucho que lo hicieras. ¡gracias!

OUT OF CHARACTER :

nombre/alias: toadette

¿tenés más de 21 años? sí

zona horaria o país: cst

nivel de actividad estimado: media

triggers: ninguno específico

¿aceptás que tu personaje se vea involucrado en las intervenciones realizadas por la administración del grupal? sí

¿algo que agregar?: 🌹🌹🌹

IN CHARACTER :

nombre: hendrick xii de vries

faceclaim: kofi siriboe

cupo: treinta & seis

edad y fecha de nacimiento: veintinueve, 30.01.94

descripción física:

fuerte figura de casi metro noventa es dueña de una postura impecable, siempre en traje para la ocasión o ropa comoda pero sin perder el tino de su posicion social. cabello rizado oscuro siempre presenta al ras & corte prolijo a los lados, dejando una barba sobre rostro bajo, a veces frondoso, para ocasiones especiales al ras. sonrisa blanca & amplia, mirada oscura hermética pero accesible. tatuaje de un ouroboro alrededor del bicep izquierdo, ninguna cicatriz.

descripción psicológica:

(+ ) cauteloso, intuitivo, encantador. ( - ) hermético, inflexible, realista.

historia o datos curiosos:

001. el primero hijo de vries supo, hasta ahora mantener el peso sobre hombros. peso ligero, con padre sumid en el trabajo con la idea de que nadie haría mejor el trabajo que él dejaba una faceta preocupada aunque poco presente en la familia. ocupaba su lugar de vez en vez, creyendo por instantes saber como su mente trabajaba. apoyo de su madre presente tambien le permitió ser un chico normal, jugar con sus hermanos, cuidarlos como hermano & no como padre, e incluso ser parte de sus circulos sociales, & en su busqueda de un lugar allí.

002. la busqueda encontró una parada en un pequeño rubro de la obsesión, digamos sana, de su padre. las cajas fuertes, un simple reto que fue dejarle adivinar la combinación se convirtió en su propia aficción apenas le fue enseñado toda la maquinaria detrás de estas cajas de seguridad. abrirlas, es su reto hasta ahora, aunque esa naturaleza mientras crecía comenzó a ser secreta.

003. en casa, sus estudios en ingenieras tanto mecatronica como de sistemas fueron como unico enfoque la empresa familiar, siendo parte del equipo de buscar fallas en el sistema & formas de vulnerarlo para fortalecerlo. su hobbie, con amigos que conocía desde niños, era meterse a casas de otros ricos & contra el tiempo & sus propios sistemas de seguridad, abrir sus cajas fuertes. no robaban nada de valor, sentimental o rastreable, mas que nada comían algo & luego se iban. dejo esas fechorías adolescentes ya, aunque a veces no se rinde ante la nostalgia, & la adrenalina.

[rocketnboobies]

Kaori

Al fin me animé y te conoci. Abriste la puerta roja y te acercaste a mi. Atravesaste la tenue luz que había en la habitación donde te estaba esperando y te vi. Belleza pura de rasgos asiáticos, esbelta y delicada. Una mirada sensual y penetrante me distrajo hasta que decidiste besarme.

Con las yemas de tus delicados dedos comenzaste a acariciar mi suave piel desde la rodilla hasta la pelvis.

Sentado en tu cama, sentia como mi cuerpo se entumecia con tus caricias y tus besos. Poco a poco, siento algo que va creciendo en el interior de mi pene. Es el placer de tus caricias.

Con convicción, decido sacarte la parte superior de tu conjunto rojo para deleitarme con tus hermosos senos pequeños. Tus pezones oscuros, que contrastan con tu piel, esperan erguidos al juego de mis labios.

Acostada sobre mí, le vas haciendo un preciado seguimiento al tamaño de mi pene que crece con cada caricia de tu piel. Asi, y como me gusta, te decidiste por besarme el cuello y de a poco ir bajando por mi pecho y mi abdomen hasta llegar a mi pene, que, con firmeza, y suavidad, chupaste mientras acariciabas mis testículos. Yo te observaba, sostenia tu pequeña cabeza que subia y bajaba con mis manos mientras me satisfacia con la frescura de tu saliva y tu lengua recorriendo mi pene.

Con la suavidad de una orquídea rosa, fuiste rozando con tu vagina mi cuerpo en un recorrido que iba dejando un rastro de seducción por mi pierna. Fue el aire fresco de tu habitación quien resaltó con su frescor el líquido que por mis piernas corría. Para observarte mejor, ergui mi espalda, y, con astucia, copiaste mi movimiento. Te penetré en una postura que me iba a recordar a "El último tango en Paris". En un movimiento basculante, unimos nuestras pelvis en un momento de placer divino. Vos ya sabías que se trataba de la postura de los dioses. Me iniciaste en el sexo tántrico al unir nuestros cuerpos bajo la figura del Yab Yum. Vos, mi Diosa, y, yo un simple mortal que buscaba acariciar el nirvana.

Bajo la influencia de los dioses, estamos enfrentados el uno al otro viendo y sintiendo cada una de nuestras sensaciones. Al vascular nuestras pelvis siento las contracciones de tu vagina. Siento, como tu clítoris recorre mi pelvis. Siento tu aliento y tu hermoso olor. En una lucha contra los dioses bajamos del cielo nos endiablamos en posturas mundanas. Vos apoyada solamente por tus rodillas y tus codos, mientras que yo, recorro con mi mirada y las yemas de mis dedos el hermoso tatuaje sobre el lienzo de tu espalda. Al deleitarme con tus paisajes, con tu mano te chupaste dos dedos y los cargaste de saliva para que yo pueda penetrar tu ano.

Como un simple ser terrenal, penetro tu ano mientras vos acomodas tus caderas para disfrutar de mi pene introducido entre tus glúteos con mayor placer. Gritabas y gemías, te preocupaba la posibilidad de que los vecinos o las personas que pasaban por la calle te escucharan gritar de placer a través de la ventana que estaba levemente abierta. Me pediste que parara, solamente para ver como el tamaño de mi pene crecía aún más con la excitación que transmitía tu mirada.

Me lo pediste, y te volvi a penetrar hasta que tus gritos me sedujeron de una forma tal que no pude contener todo el semen dentro de mi. Sin poderme contener tuve que depositar mi tibio semen dentro de tu ano abierto por el ancho de mi pene.

El tiempo se detuvo. Y, como dos amantes, nos quedamos abrazados en tu cama. Nos acariciamos, nos besamos y nos abrazamos mientras nos conocíamos con más profundidad deseando una segunda oportunidad para acariciar el cielo.

[vhsync]

MOD CC: Samurai Tattoo for The Sims 4

Samurai Tattoo available for full arm left or right arm in black color

Male & Female

Teen to Elder

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[cinemedios]

Reseña | 'Maravilloso Desastre'

'Maravilloso Desastre' es una película vulgar y deficiente, pero que satisfará a su público objetivo.

Travis Maddox, sexy, musculoso y cubierto de tatuajes, es justamente lo que la sobresaliente estudiante universitaria Abby quiere y necesita… evitar. Él dedica sus noches peleando en combates clandestinos de boxeo, y durante el día es el máximo galán del campus universitario. Intrigado por la resistencia de Abby a sus encantos, Travis le propone una simple apuesta: si pierde su próxima pelea,…