#sobre o adonis
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// OOC: Usando essa palhaçada como uma oportunidade pra postar um pouco das diferenças de Jason e Adonis.
Adonis sempre foi um cara sociável, festeiro, mulherengo, rato de academia e alguém que sempre falou o que vinha à mente. Tinha um jeito com as palavras, e muitas mulheres da Grécia sonhavam em um dia se casar com o príncipe. Era também um cara de muitos amigos e inimigos, mas que no fim do dia nunca se sentiu livre o suficiente pra fazer o que queria por conta da realeza da Grécia e de sua cultura de que deveria sempre mirar alto. E isso incluía sua escolha para se casar: queriam que fosse uma mulher rica ou com algum título de nobreza. Por ter uma imagem a zelar, o homem sempre teve problemas em se expressar, e por isso recorria à poesia de vez em quando, que se tornou muito popular entre seus fãs. No fim, quando se apaixonou por uma plebeia, achou que não poderia confiar nem nos próprios amigos da realeza sobre desejar uma vida simples, até porque ele já não queria ter a imagem de algo que esperavam dele. Por isso, decidiu partir e começar uma vida nova sem contar pra ninguém além de seu guarda real.
Jason, por outro lado, é um homem mais recluso. Sempre teve poucos amigos em quem confiava com sua vida, encontrando paz em dias que podia só preparar doces e confeitar bolos, além de sempre se desafiar com receitas novas. Também não teve muitos relacionamentos duradouros, mas sempre gostava de sonhar alto com os livros de romance que conseguia ler no tempo livre. Por muito tempo sonhou em ter um negócio de sucesso com a padaria da sua família, e estava indo por um bom caminho até que seu pai colocou-os numa dívida absurda. Foi compreensivo com a situação do mais velho, mas sua natureza ansiosa o fez cair de cabeça na farsa que o príncipe Adonis planejou.
Na aparência, Adonis é um homem mais forte e um pouco mais alto que Jason. A cor dos seus olhos também não são iguais; Adonis tem olhos castanhos e os de Jason são mais claros. O cabelo de Jason também é um loiro mais claro, mas não é muita gente que nota porque Adonis sempre manteve o cabelo curto. As marcas de nascença também são diferentes.
Nas imagens, usei o FC do Adonis em "Purple Hearts" como base.
Ninguém vai acreditar na pobre da garota da thread.
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Conversación 2.0
No es un regalo en la exactitud de la palabra, pero sigue siendo un día especial y, ciertamente, sigue siendo alguien que me sigue inspirando bastante.
Así que @spinergy-69, nuevamente, le agradezco que escuche e incremente mi obsesión por este fandom. Y, otra vez, también espero que este haya sido un día maravilloso para usted.
Así que le dedico especialmente esta nueva versión inspirada en el drabble que hice de Cindy.
-ˋˏ ༻✿༺ ˎˊ-
Fue como una señal del destino.
No había esperado encontrar más belleza lejos del oleaje, una suavidad mayor al de la arena debajo de sus pies, ni siquiera esperó encontrar un calor mucho más abrasador y tierno que el mismo proporcionado por el sol; pero, otra vez, algo la empujó a caminar hacia el magnetismo de la figura que se realza como un sentimiento conocido, predestinado.
Su mente, aún incapaz de traducir ese sentimiento, ignora a la entidad que comienza a difuminarse junto con el paisaje, hasta que este mismo llama su atención.
Es perfecto, peligrosamente perfecto, no necesita tocar su piel para saber que el algodón apenas es una comparación paupérrima, no necesita preguntarle si tiene una rutina de belleza para una tez tan maravillosa. Cindy ni siquiera necesita preguntarle quién es para saber que es, quizás, el destino presentándose como un hombre. Su hombre ideal.
Pero, se recordó, que la cautela incluso en las almas gemelas siempre será la elección correcta. No importa cuánto brille algo, podría ser simplemente oro para tontos. Aunque, piensa casi de inmediato, sus ojos ámbar no parecen piritas sin valor.
Se mantiene fuerte, orgullosa; los hilos rojos son una posibilidad mínima de encontrar. Y su corazón no necesita falsos lazos para subsistir.
Es fuerte, inteligente, en su alma arde determinación y superación.
Más las llamas danzan inestables cuando lo ven intentar acercarse, a veces torpe, a veces galante. Y ni siquiera puede comenzar a cuestionarse si se está riendo por adoración o porque, de cierta forma, ese hombre está comenzando a derribar cada muralla que alza con una inexplicable facilidad.
Tulio, como según se presentó, no dejó ningún espacio para dudar en su declaración inocente: estaba interesado. Nunca mencionó el romance, ni una estabilidad en esa confesión, únicamente pura atracción y curiosidad. Lo que Cindy respetaba, especialmente ante la identificación sobre esos pensamientos iniciales; también creía que Tulio era atractivo, un adonis, demasiado perfecto para considerarse verdadero, lo que, por ende, avivaba su curiosidad. Más no permitiría que esta última reinase sobre su lógica, sin importar que tan cómodo y familiar se sintiera estar con él.
Pero el hombre no se rinde, tampoco presiona, es tan solo un explorador que busca, con una atención dulce, un mapa para explorar el alrededor. Cosa de la que no puede negarse durante más tiempo ya que la hace sentir tan cómoda, como si ya hubiesen caminado ese camino, como si ya hubiesen tenido esa conversación.
El mar fue especialmente hermoso ese día, e incluso si una pizca de tristeza la inundó en la despedida, sabe que sus huellas no se borraran en la arena.
Y fue el destino quien murmuró, una vez sus contactos se intercambiaban, que estaban hechos para el otro.
No obstante, se limitó a seguir a su razón, sin importar cuánto su corazón comenzara a latir por el desconocido. Era una mujer cautelosa, precavida, no podía dar su alma sin estar segura de las cosas.
Entonces la venda fue cayendo lentamente sobre sus ojos.
La frecuencia con la que hablaban o se veían aumentaba con cada día, al grado que el sol comenzó a broncear la unión de sus manos, sus mejillas, daba un tono caramelo en esas delicadas mejillas, lo que provocaba un pulso desenfrenado debajo de su pecho, el cual trató de contener antes de un ataque; lo que se volvía complicado con los días. E incluso por más esfuerzo que colocara, sus barreras flaqueaban ante las caricias que le brindaba.
Suave, delicado, íntimo y seguro.
Tulio Triviño era un helado de fresa en pleno verano: refrescante y dulce.
Entonces el destino gritó con más fuerza, anunciando que no existen almas tan perfectas como las de ellos ahora.
Más lo niega, o trata de hacerlo.
Cindy Miraflores no es una mujer inocente, mucho menos ingenua. Sabe que el verano tiene un principio como un fin.
Pero queda ciega prontamente a mitad de verano.
Había comenzado como una pequeña duda, inspirada en su propia curiosidad, hasta ir aumentando en una serie de cuestiones en las que el contrario poseía la libertad de negarse a contestar; lo que no pasó. Triviño, sin ningún tipo de vergüenza o timidez, respondió cada una de sus dudas, confesando sus propios sentimientos, expresando ideas tan privadas que le hacen sentir como un confidente importante, narrando expectativas, sueños, placeres y miedos. Ninguna de sus palabras se intimidaba ante cada enfrentamiento amistoso, al grado que suena como poesía. Cada verso está tan bien formulado que es incapaz de sostener por más tiempo un suspiro.
La vida, compartida en una tarde que se vuelve anochecer, hace que todo se sienta relativamente fantástico.
No conocía a Tulio Triviño de antes, y de alguna forma, se sentía como si llevara toda su vida haciéndolo.
El mundo ya no necesitaba decirle que estaba, completa, y perdidamente, enamorada. Lo supo cuando lo besó, cuando la besó, cuando danzaron bajo la luna y Tulio compartió tanta sensibilidad, mostrando una diferencia ante el mundo que había conocido.
Es único, especial. Tulio era un hombre que no encontraba tragedia en ser frágil y delicado.
Cegada ante el amor, ignora las imperfecciones iniciales de un romance fugaz, lanzándose a sus brazos, creándose un espacio en su pecho, buscando un sitio en su corazón. En el cual cree estar cuando habla sobre él, sobre los dos, cuando sus palabras se vuelven discursos que compiten contra Zhang Jiuling. No era de sorprender que fuera un conductor de noticias de renombre, era un orador sorprendente; conocía como hablar, cuando ser tan vibrante o una brisa; sabía exactamente cómo hacer que sus palabras coincidieran con sus demostraciones físicas.
Se sentía amada, adorada, podía sentir el verano insertarse en su cuerpo como una segunda piel; con un amor cálido, fresco, que se siente misteriosamente joven y etéreo.
Entonces quedó sorda, incluso cuando se profesaba como la mejor oyente que alguna vez podría existir en la vida de su amado. Pasó por alto todas aquellas lagunas verbales.
Y era demasiado tarde para darse cuenta, el verano había concluido, y con ello, la despedida de la que nunca estuvo preparada.
Varias promesas se hicieron, palabras se marcaron al fuego, y su corazón se coló entre las maletas que él se llevó.
Y se fue, quedando solo el “adiós” que murmuró en sus labios.
Solo que Cindy había pérdido sus ojos y oídos, incapaz de recuperarlos, por lo que cada día sus sentimientos se fueron escribiendo en cartas, mensajes, cualquier señal que mantuviera viva la flama.
Entonces pasó: el reencuentro, el rechazo, las mentiras, las negaciones. Señales que debieron devolverle la cordura, el raciocinio. Lamentablemente no pasó, Tulio confesó saber su número, llevándola prácticamente en sus memorias, declarando frente a los testigos que sigue siendo el hombre que conoció en un día de playa.
Entonces lo perdonó, lo sostuvo, volvieron a fundirse entre caricias y sentimientos que solo ellos entenderían, como si hubieran repetido esa historia una tras otra vez. Lo que justificó cada uno de los tropiezos que el hombre egoísta cometió. Lo que la hizo apretar más la venda y tapar sus oídos.
Porque el destino había exclamado, con furia y esmero, que es algo que todos pasan. Opacando su voz que trataba de advertirle que esto quizás solo era ese terrible proverbio: yǒu yuán wú fèn.
Y ellos estaban hechos para estar juntos, él se lo había dicho, ella lo había sentido. Debía ser verdad.
Entonces los años pasan, ellos siguen, a veces en un período longevo sin verse, otros tanto parecen ser solo uno. Están llenos de altibajos, de malos ratos, de chispas electrizantes: son una relación real. O eso es en lo que se trata de convencer para esas alturas.
No importaba cuántas veces sostuviera su mano, no importaba cuántas veces lo besara, no importaba cuántas veces recorrieron el cuerpo ajeno con adoración. No importó. Ni siquiera todas esas veces en que le dijo que la quería; era una conversación vacía, un monólogo aprendido.
Eran palabras maravillosas, pero no son más que un guion en el que ambos quieren creer.
Solo que no pueden, al menos, él no puede.
Cindy lo había visto con los años, incluso si no desease admitirlo, Tulio era otro. Más no sabe cuál Tulio es el verdadero o el desconocido, ya que cuando él habla, cuando verdaderamente habla, sus ojos se iluminan, sus mejillas se tensan; la luna menguante incluso se posa en su rostro, dibujando la sonrisa que haría sonrojar a cualquier estrella. Es un cielo claro, radiante, una noche estrellada. Y es tan apasionado, tan ligero, tan libre.
El problema es que no recuerda haberlo visto nunca con ella.
Quizás al inicio lo hizo, quizás cuando hicieron formal su relación.
El problema es que los “quizás” nunca son una certeza. Mucho menos, cuando está segura de haber descubierto esas características cuando su pareja era quien no se percataba que se había deshecho de su propia fachada cuando su mejor amigo estaba cerca.
Había escuchado sobre él, tantas anécdotas del pasado que sería imposible de enumerar, había visto el orgullo que siente al presentarlo como una de sus relaciones más longevas, presumiendo de la genialidad contraria, yendo en contra del todo el egoísmo que lo caracteriza. Un desconocido, o quizás, la versión pura del mismo. No ha dejado de debatir en eso desde que le carcome la cabeza, especialmente, cuando no es el único en reflejar tales microexpresiones.
Juan Carlos Bodoque a su consideración era ruin, un mentiroso, indigno y sin una pizca de orgullo; no merecía su atención, más la obtuvo, porque conseguía lo que ella no hizo durante todo ese tiempo: a Tulio Triviño. No solamente a ese hombre encantador que sabe recitar las más dulces poesías, o hacer las más terribles humillaciones en algo dulce, sino al hombre que habla sin usar palabras, al que toca y te deja tatuada la piel con su roce, al hombre que no le importa dejar de lado, por un efímero segundo, su existencia para brindarle al otro todo lo que desea. Lo que sería injusto, si no fuera porque, de hecho, el apostador parece poner todo el juego sobre la mesa y él se abalanza, a su vez, en darle lo poco que tiene.
Y duele, duele increíblemente cuando escuchas y ves todo lo que no has deseado en la vida, ver que los intentos son solo eso, fracasos.
Porque sin importar cuánto se esfuerce, nunca tienen esas pequeñas conversaciones tan profundas. Nunca conversan con la mirada. Nunca hablan. No como quisiera. Y desearía tanto poder estar en su lugar, desearía poder tener el privilegio que la entidad arrogante desprecia por el miedo natural a ser iluminado por un astro tan intenso, a ser amado, querido de verdad.
Y tuvo que admitir que comprendía ese miedo, porque ella también estaba horrorizada de lo mucho que estuvo, y está, enamorada. Porque se siente como una vitalidad que en esos instantes la está matando.
Deseaba gritar, gritarles, reclamar a todo pulmón a Juan Carlos qué le daba derecho a ser la persona que Tulio escogió, a pesar de que este mismo no era consciente de ello. Qué le daba derecho de ser acreedor de sentimientos que no parece querer consigo.
Anhelaba tanto poder exigir que dejara ir a Tulio si él no podía quererlo como ella lo hacía.
Más no puede y acalla, escuchando con mayor cuidado, desenredando los mensajes inconscientes; sobreviviendo a sus pequeñas conversaciones en las que suplica, en el fondo, ser la razón por la que existen.
Lamentablemente nunca lo será. Ya lo aceptó. O al menos eso trata de hacer.
Sigue siendo doloroso, una atrocidad tener que verles, especialmente ahora que su amor es libre de ella pero encadenado a esa bestia que se suaviza con el toque de la margarita. Y desearía odiar a Tulio, desearía poder incriminarlo por darle esperanzas…lo que, definitivamente, no es enteramente su culpa. Ella inició con esa idea, él había rehuido de eso apenas tuvo la oportunidad. Luego cuando ambos se encontraron, creyeron, más ingenuamente de su parte, que lo suyo tendría salvación.
Solo que es imposible salvar algo que estaba extinguido.
Es cruel, insensible y un antagonista completo. Más no puede manchar su imagen por más que quiera.
Sigue enamorada de sus pláticas, de sus palabras, de la pasión que hay tras cada oración; ama a Tulio, incluso si todo lo que dice nunca será para sí. Lo ama aún cuando duela; porque su corazón quebradizo aún palpita fuertemente por él.
¿Pero qué más quedaba?
El Tulio que ama no existe, no existió, ni existirá.
Solo es un recuerdo de ese verano del que nunca se va a recuperar en totalidad.
-ˋˏ ༻✿༺ ˎˊ-
Datos:
Zhang Jiuling: fue un ministro destacado, destacado poeta y erudito de la dinastía Tang Yǒu yuán wú fèn: significa 'Tener destino sin destino', es utilizado a veces para describir a las parejas que se encuentran, pero no pueden permanecer juntos.
#fanfic#one shot#31 minutos#tulio triviño#juan carlos bodoque#cindy miraflores#light angst#tudoque#redtie#unrequited romance#new version
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Victor Perrault acompanha a Princesa Tony em uma caminhada pelos jardins ensolarados de Versailles para uma entrevista exclusiva. A queridinha do público responde tudo o que você precisa saber sobre a Seleção que escolherá a sua futura consorte, prevista para começar em Novembro, e deixa um recado no final... Quem será a garota sortuda que já tem a atenção da nossa princesa?
VP: As pessoas conheciam você pela sua fama e ela a precedia, porém isso nunca pareceu lhe incomodar. No entanto, agora é a mais desejada, com dezesseis meninas disputando a sua mão. Como é pra você essa mudança?
T: Espera, agora eu sou a mais desejada? Eu já não era? (Ri) Se a minha fama me precedia, então a resposta é óbvia, Victor. Nenhuma mudança tão significativa assim. (Pisca)
VP: No seu ponto de vista, quando a Seleção começar, você acha que vai conseguir lidar bem?
T: Não me parece nenhum desafio extraordinário. Quero dizer, ela tem que acontecer, certo? Assim como a coroa tem que estar na minha cabeça. São responsabilidades que estou acostumada a lidar.
VP: Vimos que tem bastante realezas convidadas, o que é ótimo. A pergunta que temos é: que imagem você quer passar sobre a França, e a família real, para os outros países?
T: É ótimo, sim. Fico feliz de estar rodeada por rostos conhecidos... Mais do que isso, amigos que vieram me apoiar. Acredito que a França possua um bom relacionamento com todos os países que vieram à Versailles e, é claro, a família real pretende manter isso. Vou deixar essa entrevista chata se eu começar a falar sobre política, então vamos ao que interessa. Quero que saiam da França sabendo que as nossas festas são as melhores porque aí eles vão querer voltar mais vezes... E, bom, os melhores acordos são feitos com uma taça de vinho na mão. Meu pai que dizia (Sorri afetuosa, fazendo Victor sorrir também).
VP: Agora, para quebrar o clima: sobre seus convidados, quem você gostaria de dar moradia permanente no palácio e quem você mandaria embora?
T: Você está tentando iniciar um confronto político, Victor? E ainda por cima colocar isso minha conta? Que absurdo. Não vou dar moradia permanente para ninguém, eles não precisam! (Ri). Mas vou mandar embora o Adonis. Vocês sabiam que ele me bloqueou no Whatsapp? Eu só mandei uma figurinha! Tirem esse traidor do meu país.
VP: Acredita que irá mudar, seja de pensamento ou opinião, quando a seleção começar, a respeito de todo esse processo?
T: Eu gosto de viver o hoje. Quem sabe o que vai acontecer quando a Seleção começar? Eu não sei e não fico pensando muito nisso. No momento, a minha prioridade é que as selecionadas estejam confortáveis no palácio, se divertindo e sobrevivendo ao tédio que foram submetidas durante essas semanas de pausa. Isso independe da minha opinião sobre o processo.
VP: Qual, na sua opinião, vai ser a parte mais difícil de namorar dezesseis meninas de uma vez só?
T: Não tenho gifs de bom dia o suficiente para mandar todas as manhãs para todas elas.
VP: Está mais empolgada para a coroação ou para o casamento?
T: Para as festas que vocês vão dar por todo o país para comemorar os eventos. Me convidem.
VP: Qual é a primeira coisa que deseja fazer quando a Seleção acabar?
T: Viajar com o meu irmão. Só nós dois. Não sei o destino ainda, mas não precisamos saber até o dia.
VP: E por último, a pergunta mais esperada do país, seus olhos já estão em alguma das meninas?
T: (Ela hesita antes de responder essa pergunta. Esperamos um comentário evasivo ou brincalhão como nas suas últimas respostas, mas não é o que ela entrega) Se ela estiver vendo isso, vai saber que eu falo dela quando digo que sim.
#inventei um nome de jornal#respondi bem básico mesmo achei melhor manter segredo sobre como/no que a tony tava pensando#deixando um clima de mistério na última pergunta unicamente pra CAUSAR e fazer CLIMAS acontecerem#mas ela não tem preferencia das selecionadas tá gente!#elysian: task
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send me 🍹 for a short fanfic/headcanon of our muses // @notprinceadonis
i don't belong, and my beloved, neither do you.
— no archive warnings apply, jason hatzis/nicolás amadeu borbón y grecia, bisexual disaster nicolás amadeu borbón y grecia, violence, period typical violence, blood, angst with a happy ending, getting together, and they were medieval roommates, adonis mentioned, not actually medieval, like early 1800s, no beta we die like men.
DIA 1.
jason foi carregado para casa por dois homens desconhecidos. seu rosto e corpo tinham múltiplos machucados e aqueles eram certamente o motivo pelo qual ele estava desacordado. na sua mesa de trabalho nico cortou a roupa que ele estava usando, encharcada de sangue e obstruindo a visão do que era o maior corte de facada que nico já tinha visto. limpando com mais cuidado ele pode ver, sem tanto sangue no local, que não foi uma facada e sim um corte de uma ponta a outra, profundo no músculo e feito com lentidão. quem quer que tenha feito aquilo com jason queria que aquilo fosse lento e doloroso.
— o que foi que aconteceu com ele? — seu sotaque espanhol atrapalhou suas palavras enquanto ele gritava olhando sobre o ombro, mas os homens apenas deram de ombros. um deles estava claramente bêbado e o outro não parecia estar em completa posse de suas faculdades mentais. inúteis.
nicolás fez questão de expulsá-los antes de seguir cuidando do seu amigo. limpou tudo com cuidado e por mais que torcesse para que ele seguisse dormindo ao suturar seu braço, jason acordou com gritos de dor no segundo ponto. ele havia servido ao exército britânico na guerra, trabalhou como médico e ajudou incontáveis homens a não morrer com a perda de sangue: estava acostumado com os gritos e com a luta que pessoas travam quando sentem dor. era claro que jason ia tentar sair de perto dele. ele estava pronto para a luta, mas não para ver o amigo em dor.
— jason, sou eu! — ele tentou segurar os braços do outro contra a mesa, mas jason já estava delirando de dor a ponto de não conseguir ver que estava seguro. nico podia ser um curandeiro, mas ele não tinha tudo em mãos. precisou desmaiar o outro com uma mistura de ervas que nem deveria ter dentro de casa. ver o outro de olhos fechados e saber que ele não acordaria tão cedo ajudou nicolás a fazer o seu trabalho.
duas horas depois, nicolás havia terminado. quatro horas depois, jason acordou.
— o que aconteceu? — nicolás não estava ao lado de jason quando ele acordou. a voz grave dele fez seu caminho até a cozinha, onde o espanhol estava limpando toda a sujeira que ele havia feito. quando percebeu de quem se tratava, nicolás largou tudo e foi correndo até o quarto, assustado com algo que não sabia o que era.
— você está bem. — ele sentou-se nos pés da cama, cenho franzido e deixando bem claro que não estava nem um pouco feliz com toda aquela situação. em que confusão jason havia se metido? — em que confusão você se meteu dessa vez? — sua voz não saiu tão controlada quanto ele imaginava.
— eu… não foi culpa minha. — sua voz estava fraca, rouca. — eu não lembro direito. eu estava voltando da padaria e… eles me cercaram. — enquanto tentava de forma desesperada lembrar dos fatos, jason levou a mão a cabeça e sua expressão se transformou numa de susto. — meu cabelo…
— está horrível, eles cortaram quase tudo. — jason não tinha cabelo longo, mas com certeza não estava tão ralo quanto estava agora.
— por que… por que eles fariam isso? — jason tentou se arrastar na cama em busca do pequeno pedaço de espelho que guardava numa mesa de cabeceira, mas foi impedido por nicolás.
— não! nada de se mexer! ordens médicas… — ele mesmo pegou o pedaço de espelho e ofereceu a ele, mas jason apenas ficou olhando para o mais velho. alguns segundos se passaram antes que nico tentasse indicar o espelho novamente, mas ao invés de pegar o objeto, jason deu um tapa na mão do amigo e se retraiu. nico estava pronto para começar uma briga ao ver que o único espelho que eles tinham agora era lixo, mas foi impedido ao ver que jason estava com medo genuíno. — eu acho que… eu acho que é melhor eu ir.
acima de tudo, nico não queria forçar respostas de jason. o que quer que tenham feito com ele foi o suficiente para fazer ele ter medo de uma aproximação de quem conhecia tão bem. ele jogou o peso do seu corpo com força sob a cadeira da cozinha. encarou a cadeira do lado oposto, onde nessa hora jason estaria dividindo os detalhes do seu dia após voltar do trabalho e nicolás estaria escutando tudo religiosamente. trabalhar de casa o fazia entrar em um tédio típico, mas estaria mentindo se dissesse que esperava jason só porque sentia-se entediado.
aos poucos, ele terminou a limpeza do local, intercalando em ficar com ódio daquela situação toda e com medo. medo das reações futuras de jason. ele já havia visto aquilo, é claro. homens que iam para a guerra tinham seus traumas. mas aquilo não era guerra, aquilo era diferente.
— jason? — nicolás bateu na porta do quarto uma hora depois, carregando consigo um prato de sopa. era tudo que eles comiam, normalmente. o dinheiro era apertado e eles faziam questão de dividir tudo que tinham, comida principalmente. a cabeça loira, agora meio raspada, levantou levemente. — eu trouxe comida, você deve estar com fome.
aquilo foi suficiente para que jason tentasse, da melhor forma, levantar seu tronco. nicolás ajudou ele, com movimentos lentos para não piorar a situação, tanto do emocional quanto do físico dele. levou o prato na direção do colo do dele ainda com movimentos lentos, mas conseguia ver que seu olhar estava distante. apático as coisas que aconteciam ali.
— você consegue comer sozinho?
— sim, consigo.
— eu vou te deixar sozinho. mais tarde eu busco o prato. — mas não era aquilo que ele queria dizer e sentiu-se estúpido por dizer. queria ficar ali, do lado de jason como o outro havia feito tantas vezes por ele. queria ser burro e teimoso e insistir naquilo, insistir em mostrar que era seguro confiar nele. porém, o lado de nicolás que sabia que aquilo não ajudaria em nada falou mais alto.
quando ele mesmo havia terminado de jantar, na cozinha, ele retornou ao quarto para recolher o prato e viu que jason não só havia comido bem, como já estava dormindo novamente. contra todos os seus instintos, ele se permitiu olhar o outro dormir por um instante. um pé já fora do quarto, mas suas costas encostadas no batente da porta. o peito dele subia e descia no seu ritmo normal, estava sem camisa ainda, seu peito coberto por ataduras que provavelmente ainda doíam mais do que nico podia imaginar. havia botado um pouco de sonífero na sopa, é verdade, pois não sabia se jason iria receber bem remédios vindo dele depois do episódio de mais cedo.
ele conseguiu se arrastar até a cozinha ainda mais uma vez e jogou os pratos usados na pia, jogou com um pouco mais de força do que o necessário. sabia que ia voltar para o quarto dali alguns segundos para dividir sua noite ao lado de alguém que amava tanto, que estava tão machucado e ele nem ao menos sabia o que tinha acontecido. não sabia se ainda corriam risco ou se jason ficaria bem. talvez fosse esse o momento em que sua sabedoria falharia com ele, talvez não tivesse dado remédio suficiente ou o remédio errado e seu prezado amigo nem acordaria na manhã seguinte. talvez não tivesse percebido algum detalhe sobre a saúde de jason que o fosse levar no meio da noite. os talvez o acompanharam ao tirar a roupa, o acompanharam ao entrar debaixo do lençol da sua cama e o acompanhariam em seus sonhos.
ele deitou-se virado para a cama de jason, mas não o conseguia enxergar, de qualquer jeito. logo quando começaram a dividir a casa, que por via das dúvidas, era minúscula, ele foi o primeiro a dar a ideia de usar um armário velho e um lençol para fazer algum tipo de divisão no quarto e há um bom tempo ele já se arrependia. com certeza aquela não foi sua escolha mais sábia e agora ele talvez não fosse mais ter a oportunidade de mudar de ideia.
DIA 2.
nicolás sempre acordou cedo, era natural para ele. escutou o sino da igreja próxima tocar e ele, com seu sono leve, se pôs de pé. observou enquanto se vestia que jason ainda estava dormindo. bom. a dose ainda não havia passado e pelo que parecia, a noite havia sido tranquila.
ele largou todos os seus afazeres, botou uma placa de fechado na frente de casa, onde normalmente atendia enfermos tão pobres quanto eles e correu para o outro lado da praça principal onde a padaria que jason trabalha fica. tratou de avisar o chefe, que não ficou muito gostoso, mas que aceitou ao nicolás dizer que o homem poderia ir ver o empregado a hora que quisesse. felizmente, o homem barbudo preferia aceitar do que se locomover algumas quadras.
nicolás voltou para casa de mãos cheias, tendo usado suas últimas moedas para comprar um pedaço de pão, uma garrafa de leite e um pote de mel. o mel era para os machucados, mas dependendo de quanto jason pedisse, nico deixaria que ele usasse no pão. ele nunca foi um homem extremamente rígido e jason tinha o dom de amolecer ainda mais o coração e as supostas regras impostas por ele.
a casa ainda estava silenciosa quando ele chegou, mas meros segundos após ele chegar, um estrondo seguido de um baque surdo fizeram nico largar tudo correndo na mesa da cozinha e seguir pelo corredor até o quarto.
— eu disse que você não podia levantar ainda! — ele quis gritar, quis ser rígido, mas não conseguiu. jason havia tentado se apoiar no armário que separava as camas de ambos e acabou derrubando um vaso de flores que tentava, falhamente, decorar o quarto sem vida.
— eu lembrei de algumas coisas, acordei assustado e… — sua voz ainda estava fraca, mas agora ele tinha um pouco mais de certeza nas palavras. — foi uma briga de bar, eu acho…
— o que? te torturaram por causa de uma briga de bar? — aquilo não fazia sentido para nicolás e ele não fazia questão de esconder. seu olhar incentivava o loiro a seguir falando, mas sua prioridade era ajudar ele a voltar para a cama.
— não! não foi exatamente assim, eu não estava no bar. o senhor walton pediu para eu ficar até mais tarde trabalhando, eu acabei saindo muito tarde, já tinha passado da meia noite quando eu resolvi voltar. — nicolás não se orgulha disso, mas quando jason não voltou naquela noite, uma pequena parte dele sentiu ciúmes. agora ele se arrepende de ter pensado o que pensou. — eu só vi quando eles me cercaram e…
— você não precisa continuar… — ele começou, mas foi interrompido antes de terminar.
— eles acharam que eu era o príncipe adonis.
o silêncio tomou conta do quarto. nico ficou encarando o amigo, procurando qualquer sinal de que ele esteja brincando, mas era óbvio que não. ele jamais brincaria com algo assim. o fato de que jason carregava uma semelhança absurda com o príncipe já havia sido muito discutida, o próprio príncipe já havia conhecido sua cópia plebeia, apesar de que havia ficado bem claro que aquele não era um fato apreciado.
— por que eles fariam isso? — nico perguntou, não mais alto do que um sussurro.
— eu não sei. — jason sibilou ao tentar dar de ombros, a dor com certeza tomando conta de si. — eles acharam que tinham conseguido sequestrar o príncipe, estavam bêbados e queriam dinheiro.
— isso não um simples… sequestro. eles quase te mataram. — sabia que havia levantado o tom e sido ríspido demais quando viu que o outro se deixou ser fraco e começou a chorar. de todas as situações possíveis que nicolás havia imaginado durante a noite, enquanto tentava desenhar a sombra de jason dormindo do outro lado do lençol, nenhuma delas chegou nem perto disso.
ele deixou que jason chorasse por alguns minutos antes de se levantar e ir até a cozinha. da pata direita da pia, dando cinco passos para a frente e um à direita, havia um alçapão escondido. era um buraco pequeno, mas lá estava o bem mais caro de nico: um rifle. ele sabia que não podia esconder a arma de jason se pretendia levá-la para o quarto, então não tentou.
— eu sei que você está com medo, mas você confia em mim, não confia? — ele saiu falando antes que o outro pudesse pular para conclusões. o medo de ver uma arma poderia cegar ele, mas ainda era nicolás ali. ainda era o homem que havia gasto todo a sua energia em cuidar dele nas últimas vinte e quatro horas, que teve todas as chances de machucá-lo e não o fez. jason apenas concordou e deixou seu olhar fugir enquanto nico largava a arma em cima do armário.
— eu preciso trocar o seu curativo. — nico já tinha pegado o mel, as ervas e as ataduras limpas. sabia que o processo de limpar os curativos seria longo e doloroso, então optou por fazer as coisas ao contrário do que normalmente fazia. — mas antes você precisa de um banho. eu tentei te limpar o máximo que consegui, mas ainda tem sangue seco no seu pescoço e no seu cabelo. falando no seu cabelo… — ele aos poucos se aproximou, levando a mão com todo o carinho do mundo a cabeça de jason, tocou algumas partes e tentou olhar onde ele estava encostado no travesseiro. estava claramente mal cortado, mas aquilo era o de menos, considerando que eles haviam cortado a pele de jason em vários locais. — a gente precisa fazer algo sobre o seu cabelo.
jason apenas concordou e nico percebeu que ele havia voltado ao seu estado apático. essas coisas iam e vinham, era normal. nicolás guiou o amigo pela próxima hora, ambos sem falar uma palavra. o espanhol havia esquentado água do lado de fora da casa e a princípio pensou em lavar o cabelo do outro nos fundos da casa, onde tinha mais luz, mas não achou que seria uma boa ideia. acendeu uma lamparina perto da bacia e lavou com calma a cabeça dele. às vezes jason se esquivava, considerando a posição vulnerável que estava: sentado num banco, de costas para nicolás, mas nico era insistente. quando isso acontecia, ele segurava o rosto de jason com calma, olhava nos olhos dele por alguns segundos, esperando que o homem voltasse a si. que as memórias parassem um pouco. nesse ritmo, lento e preciso, nico conseguiu lavar o cabelo dele e depois tentar alinhá-lo com uma tesoura. algumas partes doíam, por causa dos machucados e nessa questão ele não insistiu muito.
— obrigado. — foi tudo que jason disse quando nico terminou de secar sua cabeça. o mais velho ainda estava sentado atrás dele e portanto eles não estavam se olhando diretamente. — obrigado por cuidar de mim, sei que estou tomando seu tempo e…
— não. — nico o cortou. tudo que ele menos precisava agora é que o loiro se culpasse. — você não toma meu tempo. você faria o mesmo por mim, não é?
— sim, mas…
— mas?
jason apenas negou com a cabeça e nico o deixou. o que quer que eles tivessem para conversar poderia esperar, como estava sendo adiada há muito tempo.
de novo deitado, jason não falou uma palavra enquanto nicolás trocava suas ataduras. era óbvio que doía, o tecido grudando nos machucados e nos pontos, precisando ser retirados com toda a calma do mundo por nicolás, que observava cada mínima reação para tentar evitar que aquilo tudo piorasse. voltou os mesmos remédios de antes e o mel.
— eu trouxe pão e leite. está com fome? — e em resposta, o estômago de jason roncou em alto e bom som.
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mais tarde naquela noite, ambos já estavam deitados em suas camas e quase dormindo, mas algo ainda incomodava nicolás.
— você não devia ter aceitado ficar até mais tarde naquele lugar. o seu chefe é um ser humano horrível.
o silêncio se prolongou por um tempo a ponto de nicolás achar que o outro já havia dormido, mas jason não dormia tão fácil e ele não havia posto sonífero dessa vez.
— eu perderia o emprego se dissesse não. você sabe disso. — jason pareceu irritado com o comentário do outro, mas ele sabia que nico carregava uma teimosia imensa e aquilo não era suficiente para ele.
— talvez você não devesse trabalhar lá. — nico já pensava nisso há muito tempo, mas tinha receio de comentar. — peça demissão.
uma risada veio antes da resposta de jason: — e o que você sugere que eu faça da minha vida?
— é óbvio, não é? abra uma padaria aqui em casa.
— nicolás…
nico soube automaticamente que havia tocado com toda a sua força em um machucado ainda aberto. jason já tinha tido uma padaria antes e foi assim que eles se conheceram. ele ainda morava com a sua família e trabalhava com seu pai, dedicando seus dias a fazer o que amava e fazendo do seu jeito. e é claro, nicolás lembra com a maior clareza do mundo do dia em que eles se conheceram. ele tinha acabado de voltar da guerra, estava descontente com tudo e com todos e desejava imensamente voltar para o seu país de origem um dia. trabalhava igual um cavalo, dia e noite, como ferreiro na esperança de juntar dinheiro o suficiente para embarcar de volta para a espanha. esse plano desandou quando conheceu jason. era o homem mais lindo do mundo inteiro e de repente sua vontade de ir embora sumiu e sumia toda vez que ele gastava libra atrás de libra comprando tudo e qualquer coisa que jason produzia. eles viraram amigos rapidamente e ainda eram amigos quando a padaria fechou.
as vezes que nicolás deixou claro para jason que a culpa em nenhum momento foi dele ou de sua capacidade foram incontáveis. era importante que o outro soubesse disso.
— eu não estou brincando. tente novamente.
— eu já falhei uma vez. — foi tudo que jason respondeu, mas nico não estava feliz.
ele se levantou rápido e impulsivamente, sentindo sua visão ficar preta por um segundo. a determinação sumiu do seu corpo antes mesmo que ele pudesse puxar o lençol da sua frente. alguns segundos se passaram antes que ele se sentisse estúpido. o que faria se passasse dali? tomaria, finalmente, a coragem de dizer tudo que pensa para jason? tiraria todo aquele peso de seu peito que insistia em lhe incomodar?
— nico…? — sua voz foi um sussurro, puxando o espanhol de volta para a realidade. claro que jason podia ver ele ali, ponderando entre o que fazer. — eu nunca gostei desse lençol.
— nem eu. — confessou também, tirando o tecido do seu caminho, podendo finalmente ver o outro. aquilo não o ajudou muito, sentindo o afeto que nutria pelo outro queimar no seu peito ao vê-lo ali. quando tudo isso passasse, nicolás se perguntaria como que conseguiu cuidar dele sem sofrer junto.
— pense sobre isso. eu vou te ajudar quando puder.
— não quero falar sobre isso, não mais. por favor.
e nico acatou, como sempre fazia. se fosse daquela maneira, tudo bem, mas aquela resposta não acalmava seu coração. as implicações de como jason ficaria quando ele fosse embora haviam mudado. aquele era para ser seu melhor amigo. nas peças e livros que nico havia lido, um homem como nicolás deveria descrever jason como um irmão. alexandre dumas, charles dickens, ernest hemingway e muitos outros já haviam escrevido amizades como a deles, mas nunca terminaram como nico queria que terminassem. será que esses homens sabiam da existência do amor que nicolás nutria por jason? será que eles sabiam que homens como nicolás jamais descreveriam jason como a outra metade de sua alma e o chamariam de irmão logo em seguida? que se o destino reservasse para nicolás uma vida sem jason, isso simplesmente não lhe bastaria?
— nicolás? — jason chamou e pela expressão em seu rosto, ficou claro que não era a primeira vez que o chamava. — você pode… pode me dar remédio para dormir? eu estou sentindo muita dor.
a resposta certa seria não, mas a clareza de que nunca poderia dizer não a jason já havia tomado conta dele.
— claro.
nicolás deitou ao lado de jason após dar o remédio eles dormiram juntos, o sono tomando conta de nico bem depois do que o normal.
DIA 3.
nicolás acordou com o barulho da porta dos fundos batendo. ele saltou da cama apenas quando viu que jason já não estava ao seu lado. pavor tomou conta do seu corpo, automaticamente se culpando: se haviam entrado aqui e pegado jason novamente, como que ele não havia acordado? saiu correndo da maneira que pôde, sem sapatos e com rifle em mãos, pronto para atirar em quem aparecesse na sua frente.
os fundos da casa deles era um chão de terra, molhada pela chuva constante, um banco velho embaixo da janela e um cocho que há muito não via comida pela ausência de um cavalo, pois o último que nicolás tinha foi vendido no último aniversário de jason.
esperava tudo, menos ver jason sentado no banco, como se não estivesse completamente remendado, chorando enquanto olhava para um pedaço de papel que ele conhecia muito bem e achava estar guardado muito bem.
— onde você achou isso? — com certeza não foi o seu momento mais inteligente, escolhendo mal suas palavras.
— você vai embora?
não havia hora certa para contar para o seu amigo machucado e traumatizado que você tinha comprado as passagens para a espanha. não havia momento certo para contar ao homem que você ama que você o ama e apesar disso o vai deixar sozinho.
— eu… — jogou seu corpo no banco ao lado de jason, encostando o rifle do seu lado no banco. — eu vou. — automaticamente a expressão de dor e traição tomou conta do rosto de jason, seus olhos com claras lágrimas. — são muitos motivos, não é apenas porque eu quero. eu recebi uma carta da coroa, eles estão me expulsando do país, eles não querem que eu siga praticando… meus trabalhos aqui.
— e você não pensou em me contar isso antes? nicolás eu…
— você o que, jason? — agora nicolás estava com um pouco de raiva. ele não devia nada ao outro, na verdade não devia nada a ninguém e tinha feito questão disso. — o que mudaria se eu tivesse lhe contado antes? seria só mais tempo para você ficar me olhando com essa cara. — nicolás arrancou o papel das mãos do amigo, botando o rifle no seu ombro novamente e estendendo a mão livre para que o outro pegasse. — e eu achei que tinha deixado bem claro que você não pode se mexer, muito menos se arrastar até aqui fora. está frio! você quer pegar uma gripe e morrer? — a bravura na sua voz era inexistente, deixando bem claro que estava preocupado apenas.
DIA 6.
três dias haviam se passado e nada havia melhorado, como nico sabia que ia acontecer. jason é bom demais para fingir que a notícia da partida de nicolás não havia o afetado. nada daquilo melhoraria até que ele estivesse em um navio para o outro país. ou talvez isso só fosse piorar tudo. talvez jason iria o atormentar eternamente. de qualquer modo, ele precisava tentar e descobrir.
— voltei! — jason já estava um pouco melhor, já conseguia caminhar normalmente e já conseguia limpar seus machucados sozinho, então nico voltou a anunciar quando estava em casa.
— de onde você tirou esses livros? — foi a primeira coisa que jason perguntou quando nico pisou no quarto deles, segurando dois dos quinze livros que o espanhol tinha guardado.
nicolás havia começado a fazer as malas dois dias antes, não era muita coisa como sempre, mas agora ele estava juntando toda a sua vida para levar para outro país. precisava de mais organização.
— eu roubei. — ele deu de ombros, sorrindo ao ver jason deixar seu queixo cair, surpreso com esse lado secreto de quem conhecia tão bem. — antes de trabalhar como ferreiro eu trabalhei como jardineiro. pessoas ricas tem muitas coisas que dão valor e vão perceber imediatamente quando forem roubadas, mas livros normalmente não faz parte dessa lista. e você tem que saber quais roubar e tudo… mas é, roubados.
— você nunca me disse que tinha livros. — jason pareceu um pouco chateado com isso, mas não era nada muito profundo.
— você nunca perguntou. — ele deu de ombros, tentando ignorar a leve melancolia que tomou conta dele. — fique com eles… os livros. — nico separou a pilha de livro de suas coisas e botou do lado de jason do quarto. — será meu presente de despedida. vou arranjar livros na minha língua materna quando chegar lá. — a dor que sentia em dizer tais coisas com certeza não tinha nada a ver com seu apego aos livros — agora chega disso, vamos jantar. eu comprei batatas novas.
foi durante a janta, ambos a mesa, que jason falou:
— eu… eu posso ir com você.
não foi uma pergunta, mas mesmo assim nicolás respondeu com rispidez e certeza.
— não. — ele negou com a cabeça e seguiu comendo, como se dizer aquela palavra de três letras não fosse contra tudo que ele queria dizer naquele momento.
— nicolás, aqui não é seguro-
— não. você não vai comigo. se mude para o país de seus pais, vá para a frança. você se daria muito bem na frança, sabia? — nico seguia comendo, observando seu prato com a maior atenção do mundo. — mas não para a espanha.
— olhe para mim. — o pedido veio com uma voz calma, diferente do rumo que a voz do espanhol estava tomando.
— você não pode fazer isso comigo, jason… — foi quase uma súplica. apenas de olhar nos olhos azuis do outro, nico soube que não poderia ir embora sem deixar as coisas claras. — eu vou tomar isso como uma chance de recomeçar, de esquecer você. não peça para ir comigo.
— você quer me esquecer?
— sim.
— por que? — agora sim jason estava machucado, no escuro e sem entender o que havia feito para o amigo para receber uma reação tão drástica. por mais óbvios que seus sentimentos por nicolás fosse, ele jamais imaginou que o outro iria correr dele daquela maneira. ele nunca imaginou um final feliz para eles, mas sempre esteve longe daquilo.
— amar você é a coisa mais fácil e desesperadora que eu já fiz. eu me pergunto se você sabe o que significa quando eu tento de todas as maneiras afastar você de mim. você sabe? — jason apenas negou, tentando processar as palavras que tinha acabado de ouvir. — não é porque eu te quero menos. é porque eu te quero tanto que acho que o mínimo passo em falso vai fazer você fugir de mim.
— então você vai fugir?
— você sabe que eu não estou apenas fugindo.
— está sim! — jason não havia gritado com nico há tanto tempo que o ato fez com que ele encolhesse os ombros. a comida estava na mesa, há muito esquecida. — você pode usar qualquer desculpa que você quiser, mas você está indo embora por um motivo muito claro! e é por minha causa. você quer olhar nos meus olhos e me dizer que está fazendo isso para me esquecer? como você ousa dizer isso se nunca ao menos teve a coragem de me beijar?
aquilo quebrou nicolás e qualquer fachada que ele tentou manter. foi o suficiente para ele se sentir a pior pessoa do mundo. ele quis beijar jason desde o primeiro momento em que se conheceram e não o fez por medo. medo das implicações de um beijo correspondido acima de qualquer medo de rejeição. nunca houve medo de rejeição pois nico sabia que o que quer que sentia, jason sentia o mesmo. então quando ele tomou o rosto do loiro e o beijou, nico sabia que seria correspondido. sabia que não poderia voltar atrás, que não importa o quão longe ele fosse, ele jamais esqueceria jason.
DIA 44.
— eu sinto que você ama mais essa cavalo do que eu. — jason observava nico escovando o animal de pelagem castanha da porta da casa deles. o sol da espanha batia forte na cabeça de nicolás ele sabia que já deveria ter entrado há uns bons minutos.
— não me peça para escolher entre você e strawberry. não temos dinheiro para mandar você de volta para a inglaterra. — nico tirou suas compras das costas do animal, entrando em casa e sentindo o alívio ao estar na sombra novamente.
— como estão as coisas na cidade?
— a senhora martinez pediu que você faça mais dois pães de nozes, o senhor e a senhora gomez querem aqueles negocinhos pequenos… os…
— croissants? – a voz de jason vinha da dispensa, já separando algumas das compras para começar a produção de pedidos na primeira hora da tarde, para que desse tempo de nico voltar na cidade com tudo pronto e fresquinho.
— isso mesmo, croissants! eles querem trinta desses para um chá da tarde amanhã, então esses eu levo amanhã de manhã… a esposa do barbeiro -
— marta?
— isso, marta! ela quer uma torta de maça com conhaque. tem também pedido de cinquenta pães para a padaria do centro da cidade, eles disseram que pagam mais dessa vez e eu disse que falaria com você primeiro.
— cinquenta é muito, eles vão ter que pagar bem. — jason parou para comentar, antes de voltar para a dispensa com ainda mais coisas. strawberry era um cavalo forte.
— quinze por cento a mais do que da última vez foi a oferta deles.
— diga para eles que pode ser, mas você vai ter que me ajudar! - o grito de aviso veio antes de jason voltar para a cozinha. nicolás odiava cozinhar, mas ele fazia o melhor quando o assunto era ajudar o outro nas encomendas que tinha.
ele estava morto de cansado, o caminho entre a casa deles e a cidade levava mais que quarenta minutos e ele o fazia de manhã e de tarde, fazendo o máximo para manter os clientes felizes. seu corpo doía por inteiro, mas nico era um homem forte o suficiente para não se ver cansado, pelo contrário. toda vez que via jason na porta de casa o esperando sabia que precisava repor as energias o mais rápido possível para que toda vez ele pudesse puxar o outro pela cintura para mais um beijo para a lista de tantos outros. para poder sentir o corpo dele grudado ao seu, justificando todo o resto.
— ouvi dizer que você criou confusão com o joalheiro. — jason comentou, entre um beijo e outro, fazendo nico se afastar levemente, com um sorriso culpado.
— isso foi ontem de tarde, como que essa fofoca chegou aqui tão rápido? — mas ele sabia, é óbvio que nicolás sabia da índole fofoqueira de vários vizinhos dali, de alguns em específico. — não foi uma confusão… — ele começou a se explicar, ignorando a expressão de desdém de jason. — ele só não para de insistir em saber para quem eu dei aquela aliança.
nico não precisava olhar para saber que a aliança estava no dedo de jason.
— e o que foi que você disse para ele?
— com certeza não que eu dei ela para o meu… parceiro de negócios.
#answered.#notprinceadonis.#não abram o read more vcs irão se arrepender#no beta we die like men da metade pro final#se tiver erro foi escolha artística#eu escrevi errado nas tags vsf
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Período - Park Jisung
n/a: o jisung pra mim é TÃO
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Revira-se agoniada sobre os lençóis. Deita-se de bruços outra vez, enterra o rosto no travesseiro, antes de grunhir dramática e dolorida.
A sensibilidade começava no pé da barriga e se estendia pela lombar, deixando as pernas fracas e cansadas. E você estava com a aparência horrível. Cabelo desgrenhado e seco, a aparência pálida.
Jisung vem entrando no quarto, despreocupado ao jogar o corpo ao seu lado. Os braços longos envolvem sua cintura, puxam para perto dele.
Você aperta mais seu corpo contra o dele, roça a bochecha, a ponta do nariz, no tecido moletom da camiseta e falta ronronar pelo calor que ele emana. Jisung ri com a sua manha, quando você arranha a garganta num "Ji, você chegou". A voz sai abafada e furtiva.
– Você quer tentar como daquela vez? Sabe? Quando eu ajudei você... – Ele propõe compadecido com seu estado.
– Você quer? – Indaga, levantando a cabeça, retraída, ao fitar o rosto masculino.
Ele assente, tímido. Não evita a lembrança do seu período passado em que ele gostou mais do que deveria de ajudar você com aquela dor inevitável.
"Vamos lá". Ele diz, beija o topo da sua cabeça. Você é quem vai primeiro para de baixo do chuveiro, deixa com que a água morna caía sobre os ombros, sobre os seios inchados e doloridos e relaxe mínimamente o tensão sobre a carne. Depois de alguns minutos Jisung junta-se a você. A pele pálida e nua é tão bonita e fria quando de baixo da água. Rodeia a cintura dele com os braços, ficando na ponta dos pés para pedir um beijo. Os lábios desenhados não demoram a cobrir os seus, suaves ao morder devagarzinho e provocá-la.
Jisung desliza os lábios pela sua mandíbula, aperta os dedos esguios na carne da sua bunda. Comprime seu corpo mais contra o dele, roça seu centro contra o próprio sexo, e pede baixinho:
– Você pode fazer isso pra mim, princesa?
Você assente. Uma das mãos desce pelo abdômen magro, dedilhando o cinturão de adonis antes de espalmar a mão sobre o pau semi-acordado. Jisung suspira com o toque, apoia a cabeça sobre seu ombro.
Sobe e desce a mão, circula a ponta com o dedão e espalha o líquido que baba. Até que a ereção esteja no ápice, pulsando excitada e tensa contra seus dedos. Porém, ele te detém quando se vê perto de do orgasmo.
Traz seus lábios para perto outra vez e suspende uma das suas pernas até a altura do quadril. A ponta inchada é pincelada contra seu sexo, mistura as lubrificações antes de forçar e deslizar devagar para dentro de você.
Soluça baixinho quando abriga todo o comprimento. O meio das pernas queima, lateja. É tão boa a sensação que você se sente paralizada por alguns segundos, cheia até o topo.
– Melhor?
– Uh... – Balbucia, extasiada. – Muito melhor, Ji.
Rebola devagarzinho sobre. O abarrotamento traz alívio a dor insistente, faz palpitar excitada e confortável. Espalma as mãos nos ombros, deita a bochecha em cima da clavícula saltada.
Jisung empurra o quadril, numa cadência lenta e profunda. A sensibilidade faz arder um pouquinho, mas não compara-se com o prazer latente. É colocada contra a parede, onde consegue ficar mais confortável. E é empalada ali até que ele te abarrote com a semente morninha.
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001: observatório — Apenas os convidados estavam proibidos de sair, caso esse que foi fácil de conseguir os caprichos de seu patrão, quer dizer, era preciso fingir que era Adonis ali, então certos hábitos muito bem conhecido entre os nobres deveriam ser mantidos, só por isso que saía pela cidade para buscar os elementos desse capricho que Adonis tinha. Estava curioso sobre o planetário e tinha sorte da pequena folga que aquele castigo poderia lhe dar, sem risco algum de vida, Jochem poderia apenas ter algumas horas para ele. E estava distraído sobre o lugar, a projeção no teto, os textos preso na parede, além dos livros espalhados pelo lugar, estava com os olhos focados na direção do céu que aparecia em uma pequena abertura, todas as estrelas daquele início de noite, iniciando o fim do dia, quando bateu em cheio na pessoa que estava ali na sua frente e nem percebeu que estava ali, sendo rápido em segura-la para não cair. "Por Zeus, peço desculpas por isso... eu estava com a mente em outro lugar"
002: lago e ala de treinamento — O cigarro queimava preso entre os seus lábios, pensativo sobre os últimos acontecimentos, sobre como estava exausto com tão pouca idade e como aquele serviço ainda ia matá-lo de tanto estresse, era o seu quarto cigarro em tão pouco tempo, mas sabia que o pouco tempo que teria ali deveria ser bem aproveitado, já que não teria outra oportunidade. A fumaça saía pela pequena fenda que abria entre seus lábios, um espaço minúsculo para que apenas ela fosse embora, mas que também coubesse todas as coisas que vinham a sua mente, mas que não podia ser expressadas devidamente. Os olhos acompanhavam o caminho do muro enorme, procurando algum sinal de preocupação, mas logo percebia que não fazia sentido, já que o perigo estava ali, misturado a eles. Os olhos voltaram para MUSE, ficando levemente intrigado sobre o que elu tentava fazer, caminhando tranquilamente até se aproximar um pouco mais, tempo o suficiente para que o seu cigarro ficasse minúsculo e já queimasse a ponta dos dedos, jogando-o no chão concretado e pisando nele antes de dizer. "Precisa de ajuda?"
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Resenha O Retrato de Dorian Gray
A história se passa na Inglaterra oitocentista, Era Vitoriana — como era conhecida —, uma época onde havia um alto estímulo e apreciação às artes, assim como a exaltação ao estético, à beleza. A sociedade consagrava o pensamento conservador para preservar a imagem de inglês cortês. Na literatura, essa sociedade hipócrita era criticada através de exposições de hábitos e gostos da burguesia(além de ficções-científicas), como na obra de Oscar Wilde.
Dorian Gray é um belo rapaz. Jovem, esbelto, lindo, o perfeito modelo para as obras de arte de Basil Howard, Dorian era praticamente um Adonis, e essa era sua única característica. Howard era um pintor e eternizava a beleza de seu muso inspirador nos seus quadros, nutrindo não apenas suas telas com a imagem, mas também uma paixão ardente pelo rapaz. Lorde Henry Wotton era amigo do pintor, que acabou se interessando por Dorian graças à exaltação constante de Howard ao Gray.
Basil havia criado sua obra prima, um perfeito e esplêndido retrato de Dorian Gray, sua maior inspiração. O pintor exaltava o jovem ao amigo, Lorde Henry Wotton, mas tinha receio de que o lorde fizesse com que a alma pura e inocente de Dorian se perdesse, ele também tinha ciúmes de Gray, afinal, alimentava uma paixão pelo rapaz que ia além de admiração. Howard não estava errado. Com a aproximação de lorde Henry e Dorian, o jovem se afastou cada vez mais do pintor, e em uma conversa com o novo amigo, Gray fica com ciúmes e inveja de seu retrato, pois sua imagem na pintura seria eternamente jovem, desejou inocentemente que o contrário acontecesse, que a obra envelhecesse e carregasse os seus fardos e pecados enquanto seu corpo humano se mantivesse inalterado.
Seu desejo se realizou. Após sua primeira vítima, Sybil Vane, Dorian se retrai e se arrepende desse pecado ao se assustar com o que viu no retrato. No entanto, aos poucos se acostuma com o pacto feito acidentalmente e se aproveita dele para viver sem medo de represálias. Se afasta completamente de Basil Howard, o criador da obra, e se aproxima de lorde Henry, que o instigava a aproveitar a vida. Então, ao se encontrar inesperadamente com Dorian, Hallward tenta conversar com Gray sobre os terríveis comentários que eram feitos sobre o eterno jovem, até mesmo confessa o seu amor por ele, mas para ambos, criador e criatura, o final foi o mesmo, apenas a morte os livrou daquela maldição.
Achei um BL oitocentista bem interessante. Dorian parecia se aproveitar de sua beleza e da adoração que recebia dos outros, sua lealdade estava com aquele que lhe exaltasse mais, por conta dessa característica, que parecia ser a sua única, Gray sentia pavor de envelhecer, algo que era comum na época e até mesmo nos dias atuais: essa eterna vontade de ter o mesmo rosto jovem, dando rios de dinheiros para empresas de cosméticos e se entupindo de plásticas desnecessárias. Enfim. Dorian e Lorde Henry eram completamente sexistas e não havia sequer uma palavra boa sobre mulheres, na verdade, lorde Henry até “defendeu” Sybil Vane quando Dorian afirmou que o coração dele se partiu por conta de UMA apresentação ruim da noiva, uma defesa bem escrota, mas, né.
Bem, ao menos a crítica à hipocrisia da sociedade foi válida, especialmente quando Oscar Wilde recebeu diversas críticas — até mesmo teve sua obra utilizada contra ele no tribunal— após a publicação de “O Retrato de Dorian Gray” (caso queira saber mais sobre a resposta do público, indico a versão do livro feita pela Editora DarkSide, há diversas notas e excertos das críticas mais fervorosas negativamente e positivamente sobre a obra, além do julgamento do autor).
No entanto, apreciei ler sobre a descoberta de que seu desejo havia se tornado real, a desconfiança, o medo, a satisfação ao admirar a beleza exterior e feiura interior, uma cena que me marcou foi quando Dorian estava em frente ao espelho e o quadro ao lado do seu reflexo, então ele observou as diferenças entre as duas imagens com essa satisfação obscura de que ninguém está vendo a sua verdadeira forma. O insólito escalando até o ápice do sobrenatural foi muito bem construído.
Outro aspecto que marcou a obra foi a forma como a homoafetividade se inseriu em uma obra onde o foco era criticar as hipocrisias e mostrar os “venenos” e “doenças” mais grotescas da alma, a homoafetividade foi considerada demais, tanto que a obra teve que ser editada em alguns pontos para que as interações entre Dorian e Basil, ou Dorian e lorde Henry, não tivessem esse viés, mas há uma passagem onde o narrador, falando sobre a admiração de Hallward por Gray, comenta:
Havia venenos tão sutis que, para conhecer suas propriedades, era necessário permitir-se adoecer. Havia enfermidades tão estranhas que era necessário experimentá-las, na tentativa de compreender sua natureza. Porém, como era intensa a recompensa! Quão maravilhoso o mundo se tornava! Reparar a lógica cruel e curiosa da paixão e a vida emocional colorida do intelecto: observar onde se encontravam e onde se separaram, em momento tornavam-se um e em momento discordavam. Havia deleite nisso! Que importava o custo? Não havia preço alto demais para nenhuma sensação. (WILDE, p. 71)
Essa passagem, assim como outros excertos, confirmaram durante seus julgamentos, apesar de Wilde acreditar na separação de autor e obra, sua homoafetividade. Aliás, “O Retrato de Dorian Gray” tem muitos fatos que podem ser ligados a Oscar Wilde, por isso, é considerada uma obra quase autobiográfica. Há muito mais a se falar sobre o livro, a se pesquisar, acredito que mais ligações entre criador e obra poderão ser encontrados, mas deixo essa tarefa para os pesquisadores oscardianos do meio. E você? Já leu a obra? O que faria caso tivesse um retrato que envelhecesse em seu lugar e que guardasse, e revelasse, os seus maiores pecados?
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“So this is your opinion of me? Thank you for explaining so fully.“
Vivienne grunhiu para Adonis, quem estava emprestando seus ouvidos para uma loirinha muito irritada que havia acabado de ter mais um encontro extremamente desagradável com o príncipe da França. ─ Ele é tão... Arrogante!! Eu estudei arte minha vida inteira, mas parece que só de eu abrir a boca pra eu falar disso ele quer me humilhar! ─ sentados um ao lado do outro em um dos bancos de frente para o lado, Vivienne jogou uma pedrinha frustrada no lago, querendo fazê-la quicar soba superfície da água, mas ela afundou direto, o que contribuiu para a irritação. ─ Não conta pra ninguém, mas eu tenho quase certeza que a "selecionada folgada" que ele falou na internet era eu! Eu!! Você acredita nisso? Só porque eu tentei reconciliar com ele, já que a gente pode ser cunhado, né, e aí fui conversar um pouco sobre um dos bustos do corredor. Mas NÃOOO, ele tinha que me corrigir sobre Luis XIV! E me chamar de... De folgada!! ─ falou como se fosse a pior ofensa do mundo (e como se, novamente, ela própria não tivesse ido já com um pé atrás e desistido da grande reconciliação no primeiro atrito). ─ Vou te dizer o que ele é: Um metido, que se acha melhor do que todo mundo! É difícil dividir uma sala com ele, de tanto espaço que o ego dele ocupa. E ainda...! ─ um pigarro detrás dos dois fez com que Vivienne desse um pulo no banco. Virou-se para trás para encontrar ninguém menos que o próprio príncipe. Ai. A frase que ele soltou só indicava que havia escutado tudo e mais um pouco, e ela fechou os olhos como se tivesse acabado de tomar um tapa moral. ─ É... Olha! Você quem falou de mim pros seus milhões de seguidores primeiro! ─ nem havia tido seu nome citado, mas ela sabia. Aquela rixa parecia estar longe de acabar ainda.
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bark, a dog barks loudly, making sender jump and send their phone flying into receiver's face. // @notprinceadonis
Se sentia uma criança ao andar rodeado dos guardas e todos eles falando ao mesmo tempo, mas não com ele, apenas entre si. Como se ele não existisse ali, era um verdadeiro saco, mas também era mais fácil despistar eles ao ponto de se esquivar por entre dois e dar meia volta, andando livremente pela rua. Cantarolando por ai entre um passo e outro, admirando tudo que tinha ao redor, se estava na França e livre, de um jeito ou de outro, ia desejar conhecer de tudo um pouco até a menor arquitetura disposta. O latido do cachorro foi escutado de longe, porque os olhos estavam fixos em um dos prédios, só não esperava receber uma dor bem em seu nariz, encarando a direção que o objeto veio. — Por Buda. — Resmungou com as mãos sobre o nariz, fechando os olhos pela dor forte que se espalhou em sua pele. — Caramba, você me odeia? — Indagou sem olhar para a pessoa em si, a dor era tanto que não conseguia manter os olhos fechados, mas foi os abrindo aos poucos e acabou rindo, mesmo que surpreso. — Adonis... Você precisava me acertar? Eu nem julguei seus biscoitos! Caramba, essa doeu muito.
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@manurivr
"Manu! Olha isso." Jason ficou feliz de encontrar um rosto conhecido no meio da agitação de Paris naquela época do ano... apesar de ter se enfiado em uma enrascada com Manu tentando acampar nos bosques do castelo, sentia que às vezes deveria fugir da companhia alheia antes que ficassem sozinhos de novo e outra ideia ridícula aparecesse na cabeça de um deles. Só que, ao mesmo tempo, Jason não queria desistir de encontrar o espírito natalino e apreciava a nova amizade. Seguiu então para uma loja de antiguidades, e encontrou um DVD muito antigo com os dizeres Camp Rock na capa. Se tinha algo que também não conhecia e tinha vontade de conhecer, era filmes. Quando avistou Manu ali, Jason achou graça da coincidência, indo até o príncipe mexicano para chamar sua atenção e mostrar o que encontrou. "Isso é claramente um sinal de que devemos tentar acampar mais uma vez. E deve ter algo aqui que nos ensine um pouco mais sobre acampar." Ele disse, mas não estava falando tão sério assim. Não queria morrer congelado ali na França porque resolveu montar uma barraca nos bosques pela segunda vez naquele tempo frio e não soube usar o aquecedor; apesar de que seria hilário que descobrissem que ele não era o príncipe Adonis desse jeito. "Está fazendo compras de presentes também?"
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starter para @notprinceadonis
onde: acomodações dos convidados.
"Está diferente, Adonis." Não havia muito tempo que convidara a família real grega para o Festival de Nuwa, recebendo como convidado em seu palácio o príncipe que agora estava diante dela. "Quase não o reconheci." Os olhos deslizaram pela figura masculina, estudando-o com toda a sua meticulosidade e Suanzi deu um passo para mais perto do homem, as pontas dos saltos batendo contra o piso do corredor. "Parece que os meus saltos são mais altos do que imaginei." Aquela era uma situação interessante, para dizer o mínimo. Suanzi costumava ser assustadoramente observadora; lembrava-se com nitidez do porte físico do príncipe, especialmente quando uma de suas damas de companhia precisara ter a língua ameaçada para que parasse de tagarelar sobre a beleza dele. "Me acompanhe em uma caminhada. Eu gostaria de continuar a nossa última discussão sobre o acordo. A China está quase sorrindo para você."
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Creed: nascido para lutar (collab com Meia-Noite)
Diretor: Ryan Coogler Nota: ★★★★ Adonis Johnson, que é o filho ilegítimo do lendário boxeador Apollo Creed, está determinado a seguir os passos de seu pai no mundo do boxe.
No filme mostra a ascensão de um boxeador amador para profissional de uma maneira não tão rápida quanto ele gostaria. Lutando apenas em clubes clandestinos e com muita pouca fama, Adonis quer crescer na carreira profissional e então ele busca ajuda de Rocky Balboa, um lendário boxeador e amigo de seu falecido pai.
O boxe do filme é muito realista em quase todos os aspectos, os treinos intensos, as dificuldades no psicológico e no físico. Muitas das coisas mostradas no filme de fato acontecem na vida de um lutador da vida real.
Outra parte muito importante claro que são as lutas. Elas são muito bem coreografadas, não fogem da realidade no quesito violência e sangue, e não poupa drama nos momentos em que vemos nosso querido Michael B Jordan passando por turbulências durante as lutas.
No meio de toda essa história, ele acaba conhecendo Bianca, que é uma cantora que sofre de perda de audição progressiva. Os dois se apaixonam e vivem um romance intenso, repleto de confiança e desafios pessoais. A química do casal é absolutamente incrível! Conforme eles vão se envolvendo, você se apaixona e inveja eles por serem tão bonitos e ter uma relação tão linda e madura.
Os dois possuem seus próprios sonhos, e inclusive isso é um dos fatores principais do relacionamento deles, já que não importa qual seja o sonho, os dois vão se apoiar independente de tudo. Por mais que a perda de audição de Bianca complique sua carreira, ela não desiste e Adonis está sempre lá para apoiá-la nos momentos mais difíceis e assim também é nos momentos de dificuldades dele, já que por mais que ele tenha alguns problemas de confiança ao desenrolar da história, no fim é Bianca que o ajuda a superar isso.
O romance deles não apenas acrescenta um toque de humanidade à história, mas também enfatiza a importância de ter alguém que acredita em você, independentemente dos desafios que você enfrenta.
Se ficou interessado nesse romance ou quer ver mais sobre visite o blog Meia-Noite
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* 𝐢𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐜̧𝐨̃𝐞𝐬 𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚𝐬 sobre a princesa antoinette elizabeth de tudor bourbon.
sua cor favorita é verde.
ela tem 1,60cm de altura.
seu signo é touro.
data de nascimento: 28/04/2376.
sua comida favorita é steak frites e sua sobremesa favorita é simplesmente sorvete porque ela tem paladar infantil.
já ganhou diversas competições de esgrima por aí. e além de esgrimista, também pratica equitação.
o seu animal favorito é cachorro, mas ela gosta de todos os animais num geral. falando em animais, possui três de estimação: charlie (um golden retriever), grumpy (um gato persa) e angus (um cavalo branco).
tem três tatuagens, mas o público não sabe quais, porque não são visíveis, além da que ela fez recentemente para o pai no antebraço (uma espada enrolada na flor favorita do rei, o símbolo do reinado dele).
ela gosta muito de videogames de zumbis.
o filme clássico favorito dela (ou seja, filme da nossa época) não é ratatouille! é um que ninguém jamais imaginaria depois do item acima... zumbilândia. mas ela também gosta de filmes de animação.
talvez a mais importante de todas na concepção dela: não gosta de ser chamada de antoinette. por isso, os jornais e revistas e o povo francês sempre se referem à ela como princesa tony.
conhecidíssima como a noite de paris, tony é a princesa do povo. ou seja, mmesmo que haja as oposições espalhadas pelo reino, a tony ainda é uma queridinha das massas. é uma vibe do príncipe harry da realeza britânica no seu tempo de ouro com a internet: todo mundo acha a realeza britânica uma chacota? sim, mas amavam o harry porque ele era povão. é o caso da tony. ela é povão.
especula-se que a tony e a rainha anne não são próximas. isso é, em partes, verdade e provavelmente será percebido pelas selecionadas. ela e a mãe discordam bastante. não chegam a ter problemas de convívio, mas a tony era de fato muito mais próxima do pai.
oficialmente, ela se assumiu lésbica para o público francês no ano passado durante o evento de aniversário do rei, mas há muito tempo a mídia especulava e a tony nunca escondeu... aliás, já era de conhecimento público que ela era lgbtqia+ pelos seus relacionamentos, mas a confirmação de que era lésbica veio da boca dela mesmo.
já teve rumor de namoro com o príncipe adonis, da grécia. realidade: eram dois mulherengos festeiros juntos.
sua única namorada oficial foi a miss frança, a annelise. elas namoraram durante o período do final da adolescência (18/19) e início dos 20. terminaram por motivos desconhecidos ao público. após o término, a tony foi vista em muitos encontros com mulheres diferentes.
#aproveitei pra fazer antes de fazer as minhas replies... tentando ser útil pro país#* ⚔️ ◞ 𝟎𝟎𝟑 : musings.
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˛ ⠀ ⠀ * ⠀ ⠀for: @notprinceadonis . · pista de dança.
as músicas não foram o suficiente para fazer nicolás se soltar, mas um pouco de bebida e a animação contagiante dos seus amigos ajudaram um pouco. ele avistou adonis do outro lado da pista, vestido como se fosse o próprio apolo. estava lindo e é claro que aquilo era algo completamente normal de se pensar sobre um amigo. sempre exercitando a amizade saudável entre dois homens. nico se aproximou do loiro, deixando um braço sobre o ombro do outro. desde quando você dança? perguntou ao observar o simples fato de que adonis estava na pista de dança.
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CREED III (2023)
Creed sempre foi sobre legado e um chamado ao enfrentamento do passado. Se no primeiro filme, Adonis Creed enfrenta sua jornada com ajuda de Rocky Balboa para fugir da sombra do pai e no segundo o enfrentamento é de filho para filho, com Adonis lutando com Viktor Drago, cujo pai, Ivan, foi responsável pela morte de Apollo em Rocky IV (1985), ainda com ajuda de Rocky; no terceiro Creed, o chamamento continua, só que dessa vez sem Rocky e o passado que assombra Adonis vem na forma de Jonathan Majors, como Damian, um antigo amigo/irmão dos tempos de reformatório que a vida separou.
Creed III é dirigido dessa vez pelo próprio Michael B. Jordan, sua estreia em longas, aliás, e tem roteiro de Keenan Coogler e Zach Baylin a partir de uma história que eles co-escreveram com Ryan Coogler, diretor do primeiro Creed e do Pantera Negra. Após ser consagrado como grande campeão de boxe, Adonis se aposentou e prospera em sua carreira de sócio da academia com Duke (Wood Harris), seu antigo treinador e na vida familiar, com sua filha Amara (Mila Davis-Kent) e sua esposa Bianca (Tessa Thompson) que forçada pela condição da surdez gradativa, largou os palcos e agora tem um estúdio onde produz novos talentos da música.
Neste filme o drama emocional como background dos protagonistas continua e tudo o que Adonis tenta esquecer e apagar é trazido de volta, lhe obrigando a lutar uma luta que não se restringe aos ringues, fazendo com que ele se feche em silêncios e isso vai lhe consumindo ao mesmo tempo em que Bianca não sabe mais o que fazer para ajudá-lo.
Damian procura Adonis para entrar no mundo do boxe, que relutante aceita, mas ele não estava disposto a apenas reparar o passado, ele queria a vida que nunca teve, ou melhor, a vida que ele acha que seria dele se ao invés dele, quem tivesse sido preso fosse Adonis, pois enquanto Damian tinha sua liberdade e seus sonhos ceifados, Adonis seguiu sua vida cheia de privilégios, carregando um nome que, mesmo tentando esconder, lhe abriu portas sem muitos sacrifícios. É muito bem trabalhada a tensão entre eles nos momentos nostálgicos e amenos, dois barris de pólvora prestes a explodir.
A direção de Michael B. surpreende pelo domínio, assim como também todas as referências que traz. A opção por enquadramentos fechados focando nas expressões e olhares, muitas vezes emocionados, é comovente e apela de forma certeira para nossa empatia. Outro ponto positivo é a coreografia de luta que tá incrível, sem contar no som super realista.
Não posso terminar estas breves observações sem antes mencionar o monstro que é Jonathan Majors, seja na sua forma física, expressão corporal ou atuação, ele tá se garantindo muito, consegue transparecer magistralmente toda sua personalidade forjada na raiva e frustração de uma vida violenta e solitária e no momento da inevitável luta entre os dois, o filme ganha contornos quase oníricos, me lembrando Touro Indomável (1980, Martin Scorsese) e a estética de animes que Jordan já deixou claro ser fã.
Só nos resta confabular e ficar na expectativa do que a franquia nos reserva agora, já que se desvencilhou de vez de todo o legado Rocky e Sylvester Stallone só aparece aqui nos créditos finais como produtor. Aguardemos.
Creed III estreia nos cinemas em 02 de março de 2023 e esta resenha só foi possível pelo convite de cabine da Espaço Z + Warner Bros. Pictures. Ah, se você quiser rever os outros dois para não ir totalmente às cegas para a sessão, tanto Creed quanto Creed II estão disponíveis no Prime VIdeo.
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this is an closed starter.
@maodcfada says: my honest advice would be that if you’re that miserable, you should break up with them and be with me instead.
Alguns minutos reclamando da rotina na cozinha não foi o suficiente para todo o estresse que estava passando com o homem em questão, Adonis, como todos os outros chamavam naquele momento, apesar de não ser exatamente o mesmo de quem os outros funcionários falavam, Jochem de fato falava do príncipe grego que decidiu fugir para viver um amor. E era esse o assunto ali, histórias fantasiosas que envolviam amores impossíveis, alguém comentou sobre os rumores de namoro do príncipe em questão até o momento que falaram do príncipe e da princesa da França, foi esse o estopim para as reclamações entre funcionários frustrados, estava rindo e com uma garrafa de cerveja na mão quando se afastou, encostando-se contra a parede ao lado da porta da cozinha, tinha uma visão bonita do jardim naquela parte do castelo, o cigarro apagado estava preso entre os lábios enquanto brincava com a garrafa de cerveja, fazendo círculos sobre a mureta.
Ouviu a voz do rapaz com o tal conselho e isso lhe arrancou uma risada sincera, se era capaz de abandonar o príncipe para ficar com alguém como o estilista? Os olhos castanhos se desviaram até a figura e ponderou por alguns segundos antes de responder. “Está me sugerindo a ser um desertor só pra viver um amor proibido com você? Eu acho que é um risco e tanto, mas me parece uma ideia deliciosa correr esse risco por algumas noites insanas de amor com você” Disse, largando a garrafa de cerveja sobre a mureta apenas para procurar o seu isqueiro apalpando todos os bolsos, suspirando ao perceber que não estava com ele. “Acho que… esqueci o meu isqueiro…”
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