#puño elevado
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Carl Gustaf Hellqvist
Carl Gustaf Hellqvist - Valdemar Atterdag Holding Visby to Ransom 1361 (1882) "Valdemar Atterdag brandskattar Visby den 27 juli 1361" Óleo sobre lienzo, 200 cm × 330 cm Pintura histórica
Esta pintura muestra cómo el rey danés Valdemar IV (también conocido como Valdemar Atterdag) recolecta tesoros de la gente en la ciudad medieval de Gotlandic de Visby en el verano de 1361 después de la Batalla de Visby . Si la gente del pueblo no llena las tres grandes tinajas de cerveza con oro, plata y otras riquezas, Valdemar se encargará de que todo el pueblo sea quemado hasta los cimientos. Este tipo de tributación se conoce como fire taxation ( en sueco: brandkattning ).
El rey Valdemar Atterdag se sienta a la derecha, en un trono rojo elevado frente a la gran iglesia de Santa Catalina, y observa a los habitantes del pueblo mientras corren para llenar las tinas. En el centro del cuadro se ven los personajes principales, es decir, el alcalde y su familia. El alcalde aprieta el puño con ira y mira al rey danés, mientras su esposa mira hacia el cielo, hacia Dios. La esposa hace el papel de la Virgen María , y tiene una lágrima en el rabillo del ojo
"Valdemar Atterdag retiene a Visby como rescate, 1361" o "Valdemar Atterdag impone un impuesto a Visby, 1361" recibió una medalla de oro en Viena, Austria, en 1882 y ahora forma parte de las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes de Estocolmo , Suecia .
📍Nationalmuseum Stockholm, Sweden
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LA PRIMA K
Por Israel Ahumada
Yasmina Khadra, autor de origen argelino, nace en 1989 de la estoica pluma del general Mohamed Moulessehoul, quien tras seis novelas publicadas se ve obligado a morir para dar paso al grito sordo del inconformismo. En la Argelia indispuesta de 1989, amenazada por los combates ideológicos, en los que el general Moulessehoul levanta su arma ardiendo de descontento, decide abandonar su literatura vituperada, censurada y reprobada por los islamistas radicales. Moulessehoul tira la pluma y levanta en los aires la escopeta.
Ese mismo año, Yasmina Khadra comienza su primera gran novela: El loco del bisturí. Fue en el 2000 cuando se reveló el gran secreto: Moulessehoul ha escrito tras el nombre de Khadra (seudónimo formado por los nombres de su esposa) ¡Aquel que peleó por los intereses que él mismo apostataba! ¡Aquel pobre hombre que tuvo que asesinar a sangre fría para mantener a salvo su pescuezo! ¡Aquel individuo que jamás calló, sólo se ocultó, bajo la sombra del miedo!
Exiliado en Francia, lejos del peligro, Khadra decide incrustar su puño hasta el fondo de las entrañas de Argelia, sin pudor ni remilgo. Acusa a una sociedad corrupta, intransigente, hermética, absurdamente radical; finalmente el fue perseguido por su obra. Cuando queda desvelada la identidad de Khadra la conmoción en Argelia es inaudita. El éxito está a la vuelta de la esquina. Primero pasa una corta temporada en México, después viaja y se instala en Aix en Provence, Francia, allí escribe El escritor, donde narra su vida como escritor dentro del ejército, pronto su literatura será elogiada unánimemente por la crítica internacional.
Entre sus grandes obras hallamos La prima K, una novela bajo el esquema de la nouvelle romain francesa, caracterizada, al igual que el relato o cuento, por el tratado de un suceso único, con un solo efecto y tensión desde la primera línea a la última. La novela, en su concepción convencional, se construye a través de disquisiciones, sucesos que rebasan la tangente, momentos de anticlímax. La nouvelle romain, por el contrario, obedece a una máxima de Chéjov sobre el cuento, según la cual sí en la primera línea del texto aparece un clavo, en la última el protagonista debe ahorcarse de ese clavo.
En esta gran obra Khadra nos entrega una prosa cargada de poesía. El personaje dicta sus pensamientos convirtiendo, a su vez, y sin premeditación, al relato en un frasco de aforismos brutales:
...¿porqué perdonar? Desde que el mundo es mundo, el perdón no ha elevado a nadie al rango de sabio, sólo se concede por cobardía o por cálculo…
Es a partir de aquí que la pequeña novela se va abriendo como brotes en primavera, sutil y delicadamente. Pero a su vez tan cargada de rencor. En este texto nos encontramos con un personaje abatido, negado a la fraternidad, frustrado y abandonado hasta por los rayos del sol. En una mansión de Aduar Atim, nuestro personaje recuerda su infancia, rememora el momento en que halla a su padre brutalmente asesinado en el establo y retrata a su madre, una mujer ortodoxa de la clase alta, que soslaya su presencia, lo trata como si fuese un objeto más de la casa, y él, ¡tan solo, tan pequeño, tan frágil! Sólo puede sufrir esa soledad. Quisiera saber, al menos, que a ella le incomoda, que le molesta en lo más mínimo, pero su gran dolor es saber que para su madre no existe…
Ignoro porqué he venido al mundo y porqué debo irme. No he pedido nada ni nada tengo para dar. Me limito a ir a la deriva hacia algo que siempre se me escapará���
Yasmina Khadra construye a un personaje inquieto, derrotado, al filo del abismo, abrumado por su soledad. Puede ser una novela filosófica, con una prosa poética, con un personaje planteado desde su psicología y que pone de manifiesto las ignominias de una sociedad retrógrada. En suma, un texto completo, lo maravilloso es el tratamiento y la mezcla diáfana de cada una de estas formas narrativas. Ítalo Calvino alguna vez dijo:
El milenio que está por terminar vio nacer y expandirse las lenguas modernas de Occidente y las literaturas que han explorado las posibilidades expresivas, cognoscitivas e imaginativas de esas lenguas […] el futuro de la literatura consiste en saber que hay cosas que sólo la literatura, con sus medios específicos, puede dar.
Khadra es, quizá, uno de los autores del siglo XXI que han sabido retomar las mejores enseñanzas de aquellas literaturas, mezclarlas, revolverlas como si se tratara de una quiniela, y sacar del sombrero, uno por uno, aquellos papelitos: el romanticismo de los franceses, la psicología de los rusos, el desencanto de los norteamericanos, la belleza oriental…
Esta novela, construida a través del recuerdo, parece avanzar sin rumbo fijo, como la vida misma, como el tiempo que no espera. Parece ser una confesión patética de un hombre que no se explica nada, que ve las luces apagadas sin deseo de encenderlas, pero de pronto todo parece tener una explicación, una razón de ser… El libro lo escribe para expiar su alma asesina, para comprender él mismo el impulso irreversible que lo lleva a asesinar. Por que, por cierto, el relato va de un crimen. Yasmina Khadra, con esta novela, nos coloca frente a un espejo y nos enseña que las esperanzas se revelan como un sofisma.
Vivimos una era de control dominada por los medios masivos y la tecnología, aparatos ideológicos del sistema actual, el resultado es un vacío existencial extendido. Un nihilismo colectivo que se explica por la ausencia de algo en que creer, el hombre se ha convertido en un ser consciente de su abandono, de su calidad de títere, mortal y sin nada que hacer al respecto.
El ser humano se ha degradado a producto mercantil, sólo hace falta traer un código de barras, una etiqueta que diga dos por uno. La literatura, y el arte en general, intenta encontrar una liberación a estas incertidumbres, no ya una respuesta, pues es consciente de no hallarla, buscarla es perder el tiempo, o la vida, como se quiera entender.
Comienzan a surgir hombres cardinales que representan, en sus obras, esta nueva visión del mundo: en cine, por ejemplo, Amat Escalante y Carlos Reygadas han creado una narrativa inquietantemente desolada, un tanto influidos por el neorrealismo italiano, presentan a una sociedad lamentable, deprimente, apática. Este es el común denominador del hombre contemporáneo, el desdén por encontrar lo que de principio se sabe inasequible.
Pamplona, España. 2007
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No se puede ocultar, el 24 de febrero de 2022 cambió la historia... Intervino como un puño para romper un muro ideal que se había levantado durante al menos tres décadas... Ese día es la señal del comienzo de la guerra contra la hegemonía omnipresente de Estados Unidos en el mundo. El momento en que los Estados que se sentían bajo el peso de Washington empezaron a idear estrategias para deshacerse de él, incluso por la fuerza... En la larga ola del 24 de febrero de 2022, también hay que incluir la situación actual en Oriente Próximo, donde varios actores han empezado de forma desordenada, desde Arabia Saudí hasta Irán, a exigir algo más de autonomía, algo de completa libertad de acción en relación con Estados Unidos... La propia China ha elevado sus miras, ampliando su influencia en zonas alejadas de ella y concediendo apoyo y ayuda a quienes desean cambiar de bando. Pero también amenazando, no demasiado veladamente, con la conquista militar de Taiwán... No podemos estar seguros de que Putin el día que dio la orden de invadir los territorios ucranianos de las zonas autónomas y prorrusas del Donbass tuviera exactamente eso en mente, pero ese fue esencialmente el efecto... deberíamos empezar por admitir que haber sido corresponsables -como cobeligerantes- del enorme desastre que es la guerra ruso-ucraniana fue un error. Miles de vidas rotas y un país completamente destruido ¿Para conseguir qué? Relaciones destruidas con una parte del mundo con la que hasta anteayer comerciábamos con gran ventaja, crisis económica y muy pocas perspectivas de futuro, ya que los países que ahora emergen nos ven como enemigos (Paolo Cornetti)
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Los guantes de boxeo Everlast Elite 2 son la mejor opción para luchadores y entrenadores que buscan el máximo abecedario y protección. Con una correa de velcro en forma de cuña para un encaje seguro, y una sección de espuma de palma integrada para una mayor protección, estos guantes están diseñados para transportar tu aprendizaje al siguiente nivel. La combinación de espuma de triple capa proporciona filtración de impactos de nivel medio, mientras que la palma de malla EverCool aumenta la aeración para mantener tus manos frescas y secas. La combinación de espuma estilo férula ofrece un pedestal de muñeca de élite para evitar lesiones, y el afiche elevado del puño desvía los golpes durante el bloqueo. Con una barra de agarre de espuma ergonómica correcta y pulgar adjunto, y un forro de poliéster suave al descubrimiento para mayor comodidad, los guantes de boxeo Everlast Elite 2 son el mejor acompañante de aprendizaje. Con una correa de velcro en forma de cuña para un encaje seguro, y una sección de espuma de palma integrada para una mayor protección, estos guantes están diseñados para transportar tu aprendizaje al siguiente nivel. [amz_corss_sell asin="B0CKSRZ75S"]
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Cómo elegir el mejor manillar: Tips y recomendaciones
A la hora de seleccionar el mejor manillar para tu bicicleta, hay varios factores a tener en cuenta. El diámetro del manillar, ya sea en bicicletas de montaña o de carretera, es uno de ellos. Existen diferentes tipos de diámetros comunes, así como nuevos formatos para disciplinas más exigentes como el enduro y DH. Otro aspecto importante es el material del manillar, que puede ser de aluminio, escandio o carbono. En el siguiente artículo, exploraremos estos temas y responderemos algunas preguntas frecuentes sobre cómo elegir el mejor manillar. El diámetro del manillar Cuando se trata de seleccionar el mejor manillar para tu bicicleta, uno de los factores más importantes a considerar es el diámetro. El diámetro del manillar se refiere al grosor del tubo central del manillar, donde se suelen montar los puños o las palancas de freno. Tipos de diámetros comunes en MTB y bicicletas de carretera En general, los manillares de bicicletas de montaña (MTB) y bicicletas de carretera tienen un diámetro de 31,8 mm en la parte central. Este tamaño se ha vuelto bastante estándar y es ampliamente utilizado. Es importante tener en cuenta que existe cierta variabilidad en cuanto al diámetro, por lo que es recomendable verificar las especificaciones del fabricante de tu bicicleta antes de realizar cualquier cambio. Nuevos formatos de diámetro para enduro y DH En los últimos años, han surgido nuevos formatos de diámetro para manillares de bicicletas de enduro y descenso (DH). Estos nuevos formatos, como el diámetro de 35 mm, se han vuelto populares debido a su mayor rigidez y resistencia, que son especialmente ventajosos en terrenos accidentados y exigentes. Sin embargo, antes de optar por un diámetro diferente, debes asegurarte de que tu bicicleta y el resto de los componentes sean compatibles con este tamaño. El diámetro del manillar es una consideración crucial al seleccionar el mejor manillar para tu bicicleta. Tanto los diámetros comunes de 31,8 mm como los nuevos formatos de 35 mm tienen sus propias ventajas y es importante elegir el que mejor se adapte a tu estilo de ciclismo y terreno preferido. Los materiales del manillar Seleccionar el material adecuado para el manillar de tu bicicleta es crucial para garantizar un rendimiento óptimo y una experiencia de conducción placentera. En esta sección, exploraremos los diferentes materiales comunes utilizados en la fabricación de los manillares: aluminio, escandio y carbono. Comparativa de materiales: aluminio, escandio y carbono Aluminio: El aluminio es ampliamente utilizado en la fabricación de manillares debido a su ligereza y durabilidad. Es una opción popular para aquellos ciclistas que buscan una relación calidad-precio equilibrada. Los manillares de aluminio ofrecen una buena resistencia a las vibraciones y son ideales para ciclistas de montaña y carretera que buscan un manejo estable y sólido. Escandio: El escandio es un material menos común pero altamente apreciado por su rigidez y resistencia a la fatiga. Los manillares de escandio ofrecen una mayor capacidad de amortiguación de impactos y una mayor rigidez lateral, lo que resulta en una sensación de conducción más precisa. Este material es especialmente popular entre los ciclistas de MTB que buscan una mayor resistencia a los terrenos accidentados. Carbono: El carbono es el material elegido por muchos ciclistas de élite debido a su increíble relación entre ligereza y resistencia. Los manillares de carbono son extremadamente ligeros y proporcionan una mayor absorción de vibraciones, lo que los convierte en la elección perfecta para ciclistas que buscan una conducción suave y confortable. Además, ofrecen una mayor rigidez torsional que mejora la precisión del manejo en curvas y descensos. Es importante tener en cuenta que los manillares de carbono generalmente tienen un precio más elevado en comparación con los de aluminio y escandio, pero si buscas el máximo rendimiento y comodidad, el carbono es una excelente opción. ¿Cuánto dura realmente un cuadro de carbono? Uno de los aspectos importantes a considerar al seleccionar el mejor manillar es la durabilidad del cuadro de carbono. Los cuadros de carbono, conocidos por su ligereza y resistencia, son cada vez más populares en el mundo del ciclismo. Sin embargo, es natural que surjan preguntas sobre su durabilidad a largo plazo. Factores que influyen en la durabilidad del cuadro de carbono Varios factores pueden influir en la durabilidad de un cuadro de carbono. Es importante tener en cuenta los siguientes aspectos: - Calidad del carbono:La calidad del carbono utilizado en la fabricación del cuadro juega un papel fundamental en su durabilidad. Los cuadros de carbono de alta gama suelen utilizar carbono de mayor calidad, lo que les brinda una mayor resistencia y longevidad. - Proceso de fabricación:El proceso de fabricación del cuadro también puede influir en su durabilidad. Un cuadro bien fabricado, con capas de carbono bien colocadas y adecuadamente curado, tendrá una mayor resistencia y resistirá mejor el desgaste a lo largo del tiempo. - Uso y mantenimiento:El cuidado y mantenimiento adecuado del cuadro de carbono es esencial para maximizar su durabilidad. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a limpieza, almacenamiento y revisión periódica del cuadro. Evitar impactos fuertes y caídas también contribuirá a preservar su estructura. - Estilo de conducción:El estilo de conducción también puede afectar la durabilidad del cuadro de carbono. Un estilo de conducción agresivo, con saltos y descensos extremos, puede someter el cuadro a mayores tensiones y desgaste. Preguntas frecuentes sobre la selección del mejor manillar A continuación, responderemos algunas preguntas comunes que surgen al momento de seleccionar el mejor manillar para tu bicicleta: - ¿Cuál es el diámetro adecuado para mi manillar? - ¿Cuáles son los tipos de diámetros más comunes en bicicletas de montaña (MTB) y bicicletas de carretera? - ¿Qué ventajas ofrecen los nuevos formatos de diámetro para enduro y DH? - ¿Cuál es la diferencia entre los materiales de los manillares (aluminio, escandio y carbono)? - ¿Cuál es el material más recomendado según mis necesidades y preferencias? - ¿Cuánto dura realmente un cuadro de carbono y qué factores influyen en su durabilidad? Al responder a estas preguntas, podremos tomar decisiones más informadas y acertadas al seleccionar el mejor manillar para nuestra bicicleta. A continuación, profundizaremos en cada una de estas consultas: ¿Cuál es el diámetro adecuado para mi manillar? El diámetro adecuado del manillar dependerá del tipo de bicicleta y del estilo de conducción que prefieras. Para bicicletas de montaña (MTB) o de carretera, el diámetro comúnmente utilizado en la parte central del manillar es de 31,8 mm. Sin embargo, en la modalidad de enduro y DH, han surgido nuevos formatos de diámetro de 35 mm que ofrecen ventajas específicas para estas disciplinas. ¿Cuáles son los tipos de diámetros más comunes en bicicletas de montaña (MTB) y bicicletas de carretera? Los diámetros más comunes en bicicletas de montaña (MTB) y carretera suelen ser de 31,8 mm en la parte central del manillar. Este diámetro es ampliamente utilizado debido a su rigidez y compatibilidad con diversos componentes y accesorios. Es importante verificar las especificaciones de tu bicicleta antes de seleccionar un manillar, ya que algunos modelos pueden requerir diámetros diferentes. ¿Qué ventajas ofrecen los nuevos formatos de diámetro para enduro y DH? Los nuevos formatos de diámetro de 35 mm para enduro y DH ofrecen mayor rigidez y resistencia, lo que resulta beneficioso en terrenos más agresivos y técnicos. Estos diámetros más amplios brindan mayor estabilidad y control en descensos a alta velocidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos formatos pueden no ser compatibles con todas las bicicletas y componentes, por lo que es recomendable verificar la compatibilidad antes de realizar la elección. ¿Cuál es la diferencia entre los materiales de los manillares (aluminio, escandio y carbono)? Los materiales más comunes en la fabricación de manillares son el aluminio, el escandio y el carbono. Cada material tiene sus propias características y ventajas. El aluminio es conocido por ser resistente, ligero y económico. Los manillares de aluminio ofrecen una buena relación calidad-precio y son adecuados para la mayoría de los ciclistas. El escandio es un material que combina características del aluminio y el titanio, brindando una mayor resistencia y rigidez sin aumentar significativamente el peso del manillar. El carbono es un material de alto rendimiento que ofrece una excelente absorción de vibraciones, ligereza y resistencia. Los manillares de carbono suelen ser la elección de los ciclistas más exigentes en busca de rendimiento y comodidad. ¿Cuál es el material más recomendado según mis necesidades y preferencias? La elección del material del manillar dependerá de tus necesidades, preferencias, estilo de conducción y presupuesto. Si buscas una opción duradera y económica, el aluminio puede ser una buena elección. Si valoras un mayor rendimiento y estás dispuesto a invertir más, el carbono puede ser la opción ideal. El escandio puede ser una interesante alternativa si buscas una combinación de resistencia y ligereza. ¿Cuánto dura realmente un cuadro de carbono y qué factores influyen en su durabilidad? La durabilidad de un cuadro de carbono puede variar dependiendo de diversos factores, como la calidad del carbono utilizado, el diseño del cuadro, el mantenimiento adecuado y el uso dado. En general, un cuadro de carbono bien construido y cuidado puede durar muchos años de uso intensivo. Sin embargo, es importante seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a revisiones y mantenimiento periódico, así como evitar impactos fuertes que puedan comprometer la integridad del cuadro. Read the full article
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...y anduvo.
Un pedalo abandonado en la playa, un par de metros metido en al arena húmeda a causa de la bajada de marea. El islote se encuentra a medio kilómetro de la isla principal, apenas una plataforma de roca y arena, flotando en un mar caliente como un caldo.
Siguiendo el reguero de huellas, presionadas contra la arena, aparece hecho un burruño, un poncho negro de lino.
El viento cálido del Mediterraneo levanta algo de arena y mece las plantas, pequeñas, acostumbradas a sobrevivir del poco agua que es filtrada por la arena, de la isla.
Unos metros más adelante, unos shorts también negros. El contenido de sus bolsillos, unas llaves, una cartera y un reloj de dial negro, amontonados a un lado.
Al final de la isla hay un acantilado. No es particularmente alto, no es particularmente escarpado, pero la caída hasta el agua es considerable. Y justo en su extremo más elevado, a apenas un palmo de la llamada al vacío, amontonadas a un lado hay tres cadenas, un Ankh, símbolo de la vida eterna, el Ojo de Ra, un símbolo de protección ante el mal, y los anillos de Zacian y Zamacenta, símbolos del poder de la corona galariana, reposan sobre la roca.
Una caída.
Un zambullido.
Nada.
Eddie había pasado la noche anterior en la cabaña. Había sido una velada divertida, cree, los cuatro solos. Se había ido a dormir tarde, después de que ni las pastillas ni los aceites le mantuvieran despierto. En cierto punto de la noche había notado a alguien meterse en su cama, puede recordar el movimiento del colchón, el rozar de las sábanas, pero a partir de ahí está en blanco hasta algunos minutos antes del amanecer.
Antes de que los primeros rayos de sol de la mañana entraran por su ventana pudo ver a su propio cuerpo, tumbado en la cama, desnudo y sudoroso, hecho una mojama. También miró al cuerpo que dormitaba a su lado, completamente incapaz de reconocerlo o recordarlo.
Su cuerpo, aún cercenado de su consciencia, se levanta y sale de la cama. Coge su ropa, sus cosas, y se arrastra hasta la puerta. Eddie no tiene más remedio que seguirle, como atado a él por un cabo de barco.
Ve como vagabundea por la playa, aullando a la luna antes de que se desvanezca, como un perro abandonado por sus dueños en una gasolinera. Como arrastra los pies por la arena de la playa. Saluda a unos chicos, lo reconocen de la comuna, bien ignorantes de su estado, bien en un estado similar ellos mismos.
Es capaz de reunirse consigo mismo en alta mar, subido a un pedalo arrastrado por las corrientes, que naufraga en un islote cercano. Pero aunque puede ver a través de sus ojos, su cuerpo parece moverse en piloto automatico, escalando por la colina, quitandose la ropa, dejando caer sus cosas.
Apoya todo su peso en el borde del acantilado. Agarra con fuerza la alianza de Amèlia, la sostiene con fuerza en su mano. Adelanta el pie derecho. El viento acaricia su pelo, las olas rompen contra la pared de roca. Y se deja llevar.
La llamada al vacío.
Un zambullido.
Y luego, nada.
Su cuerpo golpea el agua de espaldas, repartiendo un latigazo por toda la longitud de su espina dorsal. La oscuridad y el frío no tardan en envolverle. Parece que la caída no termina nunca, no hay un fondo que encontrar. Se hunde, se hunde, se hunde y se hunde.
En ningún momento suelta la alianza, la tiene bien cogida con la mano por si la corriente se la arranca del cuello. La miraría, pero la luz del Sol no llega tan abajo, no lo suficiente para distinguir el oro y las amatistas.
Y cuando cree que no puede más, que finalmente lo ha hecho, sucede. Una luz, justo delante de él. Y su cuerpo está yendo hacia ella, propulsado por el mismo agua que le sostenía y le empujaba hacia el fondo.
El oxigeno burbujea en la superficie y una cabeza teñida emerge, cogiendo una enorme bocanada de aire.
Estoy vivo... Se murmura. Se toca el cuerpo. Mira al cielo, el Sol tosta su piel quemada. ¡ESTOY VIVO!
¡ESTOY VIVO, HIJO DE PUTA! Agita el puño al cielo. ESTOY VIVO Y NO VOY A MORIR.
Nada hasta la playa y se arrastra por la arena. Se queda echo una bolita en la arena, dando besos a la alianza.
¿Lo has visto, Amèlia? Sus ojos llenos de lágrimas, el agua salada aún en su boca. Ni siquiera dios todopoderoso... ha podido conmigo.
Estoy vivo, joder. Se solloza una vez más, porque resulta aparente que sigue condenado a vagar por este valle de lágrimas. Y no puedo seguir fingiendo que no lo estoy, Amèlia.
Tenemos dos hijos que crecieron sin un padre, y que nunca van a tener una madre. Tengo amigos que me quieren y me aprecian. Lo entiendes, ¿Verdad? Mira el anillo, la luz del sol baila entre destellos dorados y púrpuras. Tengo que seguir viviendo. Y tengo que hacerlo por los dos.
Eddie se queda tumbado, mirando al cielo, y tiene que admitir que, pese a todo, con la alegría, el miedo, la tristeza, la melancolia, el extasis, el horror, que pese a todo ha vivido más en estas vacaciones que en los últimos treinta años.
Y ahora entiende que debe seguir así.
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25.11.22
Estoy en desacuerdo con que por el hecho de que haya que ponerle camisa de fuerza a la naturaleza, se concluya que avanzar en ese sentido es la mejor solución al problema de la convivencia. Al darle siquiera una leída por encimita a la constitución política, me inspiro genuinamente y percibo los elevados ideales que a su vez a ésta inspiraron, una conclusión a lo mejor ingenua, pero que prefiero acoger como punto de partida para no volar tan alto y centrarme en que un actuar constitucional es más que suficiente revolución y que no hay que reinventar la rueda ni ningún otro artefacto, sólo convenir en que, si esta es la norma de normas y sistemáticamente se contraviene, bien haríamos en empezar siquiera acatándola. En la facultad, me pateaba leer esa vaina porque me parecía demasiado hippie y porque sentía que se estaban como burlando de mí con toda esa parla que obviamente nadie que conociera compraba y los que decían hacerlo eran militantes de izquierda que, en su mayoría, aparte de las consignas y la fogosa rebeldía que tan atractiva resulta en los años universitarios, eran más o menos iguales a los demás. Si no me pongo en la misión del ataque frontal es porque no estoy en la arena política y no es mi tarea señalar enemigos y autoproclamarme solución, pero si la escogencia de bando es tan light como la de equipo de fútbol o artista musical favoritos, entonces no puedo tomar eso en serio porque lo único que queda claro es el gusto por lo público, tal como el gusto por el fútbol y la música en los ejemplos dados, pero de las convicciones reales, muy poco se sabe a ciencia cierta. Como parece que mostrar las cartas es un No rotundo en esta materia por los intereses en juego, sólo puedo jugármela por la ilusión que más me gusta: libertad. Como entiendo que su contraparte es necesaria para que se lleve a cabo con éxito, no me lanzo contra las entidades que la restringen para mantenerse, pues a ellas les debo todo, por molesto que sea reconocerlo, y esta es la paradoja que no me permito ya olvidar porque me parece la clave de la cuestión. Que en últimas se trata de escoger lados y luchar sin piedad, ya lo creo, por lo que, sin perjuicio de lo inmaduro de mi pensamiento, sólo puedo seguir puliéndolo y compartiéndolo, pues soy de palabras ante todo, no de puños y balas, así que si corono o me crucifico por hacerlo, habrá valido completamente la pena. Siempre en mi mente el tao.
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[Fanfic! Victorianlock]
Omegaverse.
Declaración de amor implícita.
Sherlock Holmes posesivo.
Omega John Watson/Alfa Sherlock Holmes.
Amor correspondido.
Quizá esta historia sea innecesariamente larga :3, lo siento amor mío, no puedo arrepentirme del todo...
* * *
Watson realmente hacía un esfuerzo en contener su enojo, manteniendo detrás de la espalda sus manos hechas puño y mordiéndose internamente el labio inferior. Casi temblaba de la vasta cantidad de emociones reprimidas, su fuerza de voluntad pocas veces, al tratarse como se trataba ahora de Holmes, se veía tan debilitada ante los sentimientos negativos. Aun conociendo al hombre desde hace poco menos de un año, sabía Watson que no debería tomarse tan a pecho las acciones del detective… Sin embargo…
Sin embargo esta situación lo rebasaba, puso al límite su voluntad y rasgó sus nervios desde el principio. Ofendía a su olfato, a su territorialidad como Omega y, pese a no admitirlo ni para sus adentros dado el dolor que conllevaría, crecía en él tan elevados niveles de celos que Watson mismo se sorprendía. ¿A dónde tendría que buscar, luego de esto, su preciado autocontrol? Estaba perfectamente al tanto del rechazo absoluto que tenía Holmes para con el trato que se le daba a los de su clase, los Alfas. Desde la manera en que todavía se les consideraba todo el tiempo simios esclavos de sus instintos, hasta simples trofeos para que un Omega los presuma y los use como escudo o para su propio placer.
En muchas de las quejas, si no en todas, Watson concordaba con él. A pesar de que esa fuera la perspectiva con la que fue criado y no se esperara nada diferente de él, un Omega Sangre Pura, su experiencia y conocimientos lo llevaron a conclusiones similares a las de Holmes. Watson no obligaría a ningún Alfa a estar con él, tampoco se impondría al Alfa que hubiera elegido ni lo marcaría con su aroma para que ningún otro Omega se acercara. Al tanto de la monumental inteligencia del detective, no quedaba ya duda del error en la antigua creencia que le enseñó a pensarlos como seres apegados enteramente a su instinto Alfa.
… Sin embargo, por la forma en que Watson comenzó a sentirse en el primer momento en que llegó a su nariz el nuevo aroma de Holmes, la mitad de sus convicciones se derrumbó con un simple golpe. De no ser por su entrenado autocontrol, el anhelo de arrancarle la ropa y frotarse contra él hasta eliminar el último rastro de un Omega extraño, nada le habría impedido hacerlo. No se salvó, naturalmente, de no mostrar su desagrado.
—Cálmese, Watson, es solo un perfume, nadie ha invadido su territorio. —Había dicho el detective antes de colocarse su abrigo y salir ambos a la calle, burlándose de los graciosos gestos del Omega, a quien no le causó una pizca de gracia.
Watson haría un mejor uso de sus instintos si un Omega desconocido de repente se hubiera plantado a la mitad de su sala anunciando a gritos que se alojaría ahí de inmediato. Nada se comparaba con el perfume, soberanamente ilegal, que Holmes tuvo la osadía de ponerse para conseguir ‘la pieza clave’ de su caso. Al doctor dejaron de importarle las malditas razones, quien sea que estuviera involucrado en el caso o cuantas cosas sucedieron hasta entonces. Secuestrada su mente en aquel aroma invasivo nada logró mantenerlo lejos del asunto.
Entonces, ahí, de nuevo, su irritación volvía a crecer descontrolada y en cualquier dirección. ¡Por supuesto que invadían su territorio! Y nada menos que una persona inexistente que combinaba con el aroma de Holmes de la manera más nefasta y aberrante. O así le parecía a Watson, que sin haber marcado o impuesto su atracción al detective para obligarlo a corresponderle por ser simplemente un Omega, guardaba muy en sus adentros un pequeño e inútil amor.
Inútil, si la forma en la que Holmes denigraba el cortejo de Alfas a Omegas servía de ejemplo si alguien —Watson— tenía la desafortunada suerte de comenzar a imaginarse estar con él. De nada serviría, aunque lo criaron de ese modo y genuinamente deseaba el cortejo, pese a que Watson lo haría a un lado con tal que un Alfa como Holmes lo hiciera suyo; quedó desde un inicio descartado que el detective lo volviera su Omega.
Considerando las buenas razones en su haber para contrarrestar su ansiedad y ayudar a su autocontrol, Watson aún se esforzaba en la quietud de sus manos, el dominio de su aroma y los celos carcomiendo uno a uno de sus órganos. Holmes lo despreciaría si cediera, si le imponía sus feromonas con el propósito de marcar su territorio, alejar al Omega extraño e inexistente. El Alfa no le pertenecía, él era muy capaz tomar sus decisiones, llevándolo estas a no querer ser el guardián de un Omega, ni su escudo ni un objeto para el placer, y desde luego no para ser presumido como un trofeo delante de otros Omegas.
Incluso si Holmes aprovechaba el aroma de Watson a la hora de rechazar avances indeseados o con el único propósito de quitarse de encima el recelo de quienes aún dudaban de un Alfa tomando el control en asuntos complejos, el doctor entendía que ese era el límite. El uso que el detective le daba no lo rebasaría, y por cuanto le gustara ayudar a la profesión detectivesca de Holmes, los sentimientos de Watson se negaban a retroceder. Bebiendo a agotas lo que le daban, no hubo minuto desde que conoció a Holmes en donde no tuviera sed.
Ese día prometía durar cien años. Watson miraba la escena sin prestar atención, funcionando apenas lo suficiente en la única ocasión en que se le necesitó. Entrando el anochecer, mientras Watson esperaba sentado a un lado de Holmes a que éste actualizara su avance en el caso a Lestrade, el Omega advertía a lo lejos un punto de ruptura. Se recordó en base a los gritos desgarrados de su alma que faltaba poco, en menos de una hora Holmes se daría un baño y con él se iría el repelente aroma: a su lado Omega, doctor y exmilitar, le importó un bledo. Odiaba ese aroma en Holmes, lo odiaba al punto en que se perdió el notable progreso en el caso. Lo odiaba al punto en que su ejercitado autocontrol comenzaba a desvanecerse como lo hizo en su niñez, ante el olor repelente de su padre que cargaba a su alrededor una nube de alcohol rancio, tristeza y enojo eternos.
Lo odiaba al punto en que la sangre extraída de su labio parecía ser lo único que lo anclaba a la silla.
Miró atento a Lestrade, sentado al otro lado del escritorio. Cuánto habría preferido Watson que Holmes se perfumara con el aroma Omega del detective inspector, alguien que conocía y respetaba, en lugar de aquella esencia nauseabunda. Nada podía decir sin que sonara como la orden de un Omega celoso cuyo territorio se verá invadido lo acepte o no, claro, lo controló bien al principio. A partir de la hora tres y las que siguieron es que comenzó a derrumbarse.
Llegado a ese lamentable estado de corrosivos celos, Watson esperaba simplemente llegar a casa, correr a su habitación, cubrir los huecos en la puerta, la cerradura, la ventilación y las ventanas, para dejar que su aroma estalle en una ola que, se supone, volvería a marcar su territorio. Se ataría a la cama, de ser necesario, antes de que su cuerpo le exija perfumar a su Alfa. En ese estado, ¿sobreviviría viajar en el mismo coche que Holmes, al regresar a casa? Sus bajos niveles de autocontrol lo ponían en duda, su mente laxa nada agregaría.
—Antes de que se vayan —dijo Lestrade. Watson advirtió que Holmes comenzaba a levantarse, concentrado en su diatriba no se detuvo a pensar en la conversación perdida sobre el caso—. ¿Me permitiría unas palabras, doctor Watson? A solas, señor Holmes, si no es molestia. —Holmes respondió al tiempo en que extraía su cigarrera.
—En absoluto. Watson, buscaré un coche. —Watson le agradeció con un asentimiento y media sonrisa. Lestrade se apresuró a cerrar la puerta.
—Respira, hombre, respira, deja de contenerlo.
El doctor no pretendió esconder el problema, dando una profunda exhalación liberó una pequeña parte de su aroma dominante, soltó su labio herido y liberó los puños de sus manos. La oficina, pese a ser del inspector, se cubrió con el aroma de Watson inmediatamente. Lestrade le palmeó la espalda, acariciándolo un par de veces a modo de consuelo. Watson respiró de nuevo, las cortas bocanadas regresarían, aunque no antes de entrar a su habitación… quizá. Lestrade se sentó y le ofreció un cigarro que él rechazó.
—¿En qué estabas pensado acompañándolo cuando él apesta de esa forma? Lo juro, John, no te habría culpado si estallaras aquí mismo. —Watson se tocó la sien izquierda, con la tensión reducida comenzaba a aparecer un dolor de cabeza.
—Él entrevistó a un par de Omegas, debía ir con él en caso de que utilizaran sus voces. Y creo que tengo el suficiente autocontrol…
—¿Eso es cierto?
—Puede que no esté dando el mejor ejemplo.
—Lo repetiré. —Watson entró en alerta de inmediato, conocía el tono amenazante de su amigo.
—Por favor, no…
—Él te aceptará.
—Greg, por favor.
—Él estaría encantado. —El doctor golpeó su espalda en el respaldo de la silla, hastiado colocó la palma izquierda sobre sus ojos—. Lo conozco desde hace quince años, John, acepto que no somos unidos y que si no fuera por las niñas aún estaría en contra de que me haya unido con su hermano. Dios, él aún se niega a llamarme por mi nombre. Eso no quiere decir que lo crea un extraño, tú sabes cuánto lo aprecio.
—¿Te refieres a las advertencias que me diste al conocernos? —Preguntó Watson medio sarcástico, aquella entrevista luego del primer caso al que Holmes lo llevó le hizo también conocer al líder de la familia Holmes.
El agradable aunque gruñón —y peligroso, en el peor de los casos— detective inspector Greg Holmes-Lestrade, que tomó el mando de la pequeña manada Holmes al convertirse en el Omega del hijo mayor, le pidió a Watson asistir a una pequeña reunión en su oficina al ser el nuevo compañero de habitaciones del Holmes menor. La charla, como Lestrade, fue corta, concisa y directa al punto. Watson se sorprendió por eso: la manera en que aquella entrevista contrastó las claras amenazas de los Omegas a cargo de las familias con cuyos Alfas tuvo algo antes de encontrarse a Holmes, difirió de tal forma entre ellas que no evitó acercarse a él. La amistad que floreció a partir de ese momento en absoluto les sorprendió a ambos.
Cierto es que al inicio el punto de conversación no se alejaba demasiado del detective. Conforme más se conocían, sin embargo, Watson descubrió al inspector como un hombre lleno de experiencias y conocimiento que nunca dudaba en compartir. Solo a quien podía ganárselo, dijo una vez, haciendo sentir al doctor como un verdadero miembro de la pequeña manada. Del inspector provenía una parte considerable del manejo en el autocontrol de Watson al tratarse del Holmes menor. También de él obtuvo la sabiduría Omega para contrarrestar el feroz instinto posesivo cuando alguien se acercara a su Alfa elegido.
Y Lestrade tenía un Alfa que se entrevistaba al menos tres veces al año con una Gamma. Si el hombre sobrevivía al hecho de que su esposo estuviera en un lugar cerrado donde una persona emitía un aroma que elimina cualquier rastro de un Omega Sangre Pura en un parpadeo, Watson comprendía que debía saber algo. Se le recompensó favorablemente por su confianza.
El inspector no se burló de él al descubrir su enamoramiento por el Holmes menor, ni siquiera luego de todas las negativas de Watson acerca de estar junto a él solo por el techo seguro, que al conseguir un buen trabajo y ahorrar un par de libras buscaría otro lugar. Lestrade le palmeó la espalda y, como primer sabio consejo, le recomendó empezar a hacerse a la idea de que probablemente Holmes lo alejaría de él primero. Tras un par de meses observando sus interacciones, el lapso de convivencia que se extendía semana tras semana sin verse alguna señal de que terminaría pronto y los favorables cambios del joven Holmes: Lestrade concluyó en un resultado que no dudó en señalarle a Watson.
Watson evadió el tema desde entonces, y desde entonces, Lestrade intentaba hacérselo ver en cada oportunidad. Parecía, en aquella inusitada escena, el estado actual del doctor podría hacerlo ceder bajo la insistencia del inspector. Ambos lo sabían: uno lo temía, el otro aguardaba su esperanza. Los dos, incluso si no se notaba a simple vista, luchaban por lo que creían mejor para el mismo hombre.
—Conoces las reglas, soy el Omega Mayor, aunque la dulce madre de Mycroft sufra en la eternidad por la idea. Debía darte, lo hayamos querido o no, un par de advertencias sobre no lastimar a mi manada… Nuestra, si continuas en este encantador camino.
—No voy a hacerlo, Greg, me enseñaste muy bien —replicó Watson, pretendiendo usar un tono de sentencia, que, para su desafortunada suerte, terminó revelando cansancio y frustración. Lestrade resopló, cayendo contra el respaldo de su silla.
—De verdad, John, no sé por qué…
—¡Porque él no me ama! —Estalló Watson, levantándose de golpe, sus puños cerrados fuertemente se estrellaron contra el escritorio—. ¡¿Cómo puedo hacer algo?! ¡Si él prefiere arriesgarse a comprar un maldito perfume de feromonas Omega, en lugar de venir a mí y pedir un poco de mi aroma! No tengo nada más que tu palabra, Greg, te confío una variedad de asuntos, esto es… Incluso perdiendo el control sé que no obtendré nada de él. Y si lo hago, si pierdo… si lo pierdo...
A Watson le resultó imposible continuar. Le dolía el corazón, respiraba a bocanadas cortas, el escozor en sus ojos dificultaba su visión. Recogió la poca dignidad que aún pudiera conservar y, sin darle una última mirada a Lestrade ni agradecerle por el desahogo, se marchó. El detective se molestaría si no lo alcanzaba pronto. Arreglándose el saco y tragándose las lágrimas, Watson abrió la puerta.
Holmes estaba frente a él, pálido. El doctor observó la forma en que esa palidez se completaba con un marcado ceño fruncido.
—No importa la clase de ideas que pretenda superar, ¿cierto? —murmuró el Alfa con los dientes apretados—. Es difícil, en especial para usted, mi querido Watson, superar tan fácilmente las creencias que le implantaron desde la cuna. Ególatras Omegas, usted y Lestrade, peleándose por decidir lo que sería mejor para mí.
—Holmes… —Watson intentó hablar.
—No, no aquí. —Dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la salida. El Omega, sin mirar a ninguno de los ojos curiosos de las personas alrededor, lo siguió, un par de pasos detrás.
Pese a la ola de perfume anteriormente liberada por Watson, su aroma retrocedía ante la feroz emoción del detective. Atravesando los pasillos y abriéndose paso entre la gente, todos, incluso los Betas, retrocedían al percibir el aroma de Holmes. Aferrándose al último gramo de su autocontrol, Watson tuvo la fuerza para no desmayarse al observar el poder y el enojo irradiando de su Alfa elegido, sin arrepentirse lo suficiente sobre que tal negativo sentimiento se debía en parte a él. Confiaba en el hombre, sabía que no planeaba hacerle daño y, si bien no esperaba impaciente lo que estuviera por decirle, aún podía disfrutar aquella muestra de dominio frente a otros Alfa y Beta.
Porque Holmes decía la verdad, quizá Watson haya rechazado a cada pretendiente Alfa en su búsqueda por un compañero que rebasara las expectativas aprendidas. Un compañero que no sea un simple escudo, más una mascota para protegerlo y decirle lo perfecto que era, que halagara cuanto hiciera y mostrara agradecimiento por haber sido elegido para procrear con él la siguiente generación. Pero Holmes, el hombre inteligente, tenaz e incansable del que se enamoró, acertaba en su acusación.
Watson mentiría si negara el querer al menos un poco de aquella posesividad Alfa al sentir amenazado el territorio del Omega que debía proteger. Quería halagos, quería ser el Orgullo de Holmes al haber sido aceptado por un Omega como él. Quería ser presumido en sociedad y ser deleitado en la cama, así como ser quien pueda presumir de un Alfa como Holmes y recompensar su esfuerzo, demostrar físicamente su amor a él. Si con ello un par de errores respecto a la autonomía de Holmes, su capacidad de tomar decisiones propias, se imponían, Watson estaba dispuesto a pedir disculpas. Tras veinte años de imposiciones, no se desharía fácilmente si se contaba la casi década en un camino que él mismo denominaba el correcto. Esperado es que cometiera errores, en especial tratándose del primer Alfa que lo hacía desear tener un ápice de aquello para “lo que nació”.
—¿Doctor Watson, necesita usted ayuda? —La voz interrumpió la diatriba interna de Watson a la vez que detuvo el avance de Holmes.
El doctor miró asustado al oficial Kenneth: un joven Alfa Sangre Ligera, que gustaba de charlar con la primera persona que se cruzara en su camino y que, en un par de ocasiones, habló con él mientras esperaba a que Holmes revisara la escena del crimen. Ese momento no debía ser una de ellas, el joven fallaba por completo en leer la situación. Algo que el resto de oficiales e inspectores lograron perfectamente.
Conociendo el campo de juego, Watson se acercó a Holmes sin decir palabra. Asintió hacia el oficial y le hizo una señal con la mano para que retrocediera. Holmes gruñó, sosteniendo la mano extendida del Omega retomó su camino. Bajo esa clase intensiva sobre la positividad Alfa frente a medio Scotland Yard, Watson cayó irremediablemente. No le importaban ya los reclamos que Holmes quisiera hacerle respecto a lo que pudo o no haber dicho en su diatriba con Lestrade, el detective podría morderlo en la nuca justo en ese momento y Watson se lo permitiría. Caería débil en sus brazos sin ninguna duda. Vio fácilmente ahora lo que Holmes exigía de él. ¿El autocontrol se perdió no solo para Watson? La muestra de dominio lo dejaba claro.
Watson se apresuró a entrar en el coche que los esperaba, yendo tan al fondo del growler como resultará posible. Tampoco es que entendiera la razón de ello, sus instintos clamaban por que hiciera lo posible en calmar a su Alfa. Aumentaba en niveles inconcebibles el afán de borrar la esencia del Omega extraño y sobre todo eso, dejar en claro a quién pertenecía, mostrar su cuello límpido y permitirse marcar. Al sentarse Holmes en el asiento del extremo contrario, cerrando la puerta de golpe, el silencio dominante detuvo sus agitados pensamientos. Una vez el coche inició el camino, el aroma detestable comenzó a filtrarse entre el amenazante perfume de Holmes y las receptivas feromonas de Watson.
—Vas a soportarlo hasta que lleguemos a casa, ese será el pago a cambio de olvidarme que intentaste decidir por mí en un asunto que me involucra tan directamente, ¿lo entiendes? —cuestionó el Alfa con voz firme, evitando darle la cara al doctor, quien tembló al escucharlo. Su lado Omega susurrándole correr hacia el detective y eliminar aquel tufo de una vez y para siempre. Pese a ello, respetó la decisión de su Alfa.
—Sí.
—Al llegar, puedes ceder a lo que anhelas desde que me atreví a usar este maldito perfume de feromonas Omega.
Watson casi saltó en su lugar, sabía ahora que Holmes estuvo presente en la parte más importante de su patético discurso, ganarse enseguida el permiso de soltar los restos de su autocontrol superó el problema demasiado rápido. No aprendería nada esta vez, ridículo sería hacerlo, y maldito sea Watson si su mente lograra pensamientos de tamaña complejidad como para estudiar el tema a ese nivel. El Omega no encontraba en sus adentros ideas que superaran la ansiedad de soltar su aroma y marcar al detective. La emoción ya se filtraba de su piel, podía notar el comienzo de una erección y la calidez en su interior comenzando la lubricación.
El viaje a casa fue eterno, silencioso de tal modo que el interés gritaba libremente entre los dos. Yendo y viniendo, creciendo cual bola de nieve bajo la promesa ya inminente por deshacerse en posesividad líquida una vez alcanzaran el 221B.
Watson no esperó a que el coche se estabilizara, salió corriendo al detenerse el caballo. Abrió la puerta en un segundo, subió las escaleras mientras se deshacía de la corbata, desabrochados cada botón se despojó de cada prenda conforme alcanzaba el baño. Tras una rápida limpieza, ya desnudo, asegurado de que no olía a nadie más que a sí mismo y con la sensación de lubricante descendiendo por sus muslos, esperó en la cama de Holmes. Él aún estaría abajo, dándoles un tiempo para respirar, la inteligencia del Alfa sobreponiéndose al lado salvaje que liberarían al encontrarse de nuevo.
Recostado sobre las sábanas, con las piernas casi por completo extendidas y usando un brazo para sostener su peso, inhalando el perfume de Holmes, Watson escuchó los primeros pasos en las escaleras. Tragó la saliva acumulada, en absoluto nervioso, sobradamente necesitado de marcar su territorio y ser parte del territorio de Holmes… ser su Omega, hacerlo su Alfa. Dispuesto a dejar a un lado el cortejo, las creencias y cada regla imperiosa que aún tuviera implantada. Abandonaría todo si con ello pudiera tener a Holmes, si Holmes lo aceptaba.
Cerró así los ojos, inclinó la cabeza hacia el hombro derecho, colocando los brazos sueltos a los lados continuó liberando su aroma, reclamando el lugar, marcándolo. Al oír la puerta de la habitación abrirse, sonrió, esperando el momento sin abrir los ojos. Pasos resonaron contra la madera vieja, una prenda cayó al suelo, una mano de largos dedos y piel marcada acarició tiernamente su mejilla. Un susurro de voz ronca hizo morir al pesado silencio.
—He despreciado toda mi vida la forma en que los Omegas, creyéndose superiores, han sobajado a Betas y Alfas. ¿Sabes entonces la contradicción que significas para mí, John?, ¿serás alguna vez consciente de cada ocasión en que resistí el impulso de marcarte, alejarte de todos, imponer mi aroma en ti para que jamás nadie se sintiera con el derecho de estar cerca tuyo?
El doctor perdió entonces la capacidad de pensar, de razonar, de sentir por el hombre frente a él emoción alejada del amor, admiración y pasión absoluta que, al fin, luego de tanto tiempo, se le permitía soltar. Una de las rodillas de Holmes cayó al suelo, sus brazos de engañoso brío se ciñeron a la cintura del Omega.
Watson, con el permiso dado, no esperó a que el Alfa subiera a la cama con él, abrió los ojos al tiempo en que se lazaba hacia Holmes. Su ceño fruncido y el corazón destrozado dentro de su pecho, carentes ya de paciencia. Acorralaron sus muslos las caderas delgadas de Holmes, de inmediato comenzó a arrancarle la camisa, cualquier intención de detenerlo fallaría en ese punto.
—¿Vas a perfumarme, Omega? —preguntó el detective, burlándose: al doctor no podría importarle menos.
Al quitarle la camisa emprendió el camino hacia los pantalones, Watson olvidó el protocolo, su orgullo, su gracia, su dignidad de Omega, el actuar delicado que nunca tuvo y la maldita prudencia cultivada. El hedor desaparecería en ese momento.
—¡Mío! —gritó.
Y nada habría de ser más evidentemente cierto.
* * *
¡Aaah!, es la primera vez que utilizo la palabra "manada" y estoy nerviosa porque no puedo imaginarme cómo lo tomarás ><, espero que no me dejes con la duda y, como siempre, deseo que esta historia te haya gustado :3
Si todo sale bien, nos leeremos pronto.
¡Te amo! Gracias por leer :D <3 <3 <3
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Eleuterio Ramirez, nieto del comandante Lucas Ambrosio Molina
Autor: DiariodeOsorno.cl , 27 de noviembre de 2020
El osornino que se convirtió en el “León de Tarapacá”
Eleuterio Ramírez Molina era hijo de valdivianos y estudió en Calbuco antes de convertirse en militar y héroe chileno en la Batalla de Tarapacá en la Guerra del Pacífico.
Es el héroe osornino por excelencia y claramente lo fue en el tiempo que le tocó vivir y por las decisiones que tomó al verse entre la encrucijada de vivir o morir consecuente a sus ideales. En 1879 Chile vivió una guerra terrible en el norte contra los ejércitos de Perú y Bolivia, la conocida Guerra del Pacífico, pero a diferencia de lo que muchos creen, el inicio del conflicto fue difícil para el ejército chileno por las dificultades que tenia el territorio que se iba a invadir, por la escasez de agua y por las enfermedades de las que los chilenos no estaban muy familiarizados. Ese era el escenario que vivió el soldado de origen osornino Eleuterio Ramírez Molina.
Ramírez fue parte de los más de 21 mil muertos que dejó la Guerra del Pacífico entre ambos bandos y hasta hoy se le recuerda como héroe tras caer en la Batalla de Tarapacá, peleando con heridas de bala, revolver en mano, hasta morir con un tiro a quemarropa un 27 de noviembre de 1879. Esa actitud le valió el apodo post morten de “El león de Tarapacá”.
CORAZÓN SUREÑO
Aunque es osornino de nacimiento, Eleuterio Ramírez también comparte raíces valdivianas. Nació en Osorno el 18 de abril de 1837 y sus padres fueron valdivianos, José Francisco Ramírez Carvallo y Marcelina Molina Asenjo. Venia de una familia de militares, pues su padre era sargento mayor del Batallón Valdivia en los primeros años de la República y su abuelo materno, Lucas Ambrosio Molina, fue comandante del batallón Valdivia en los años de la Guerra de Independencia, quien al igual que su nieto, también cayó en batalla de manera fiera.
Molina, quien había nacido en Valdivia, murió el 5 de agosto de 1813 en los combates del sitio de Chillán, cuando el Batallón Valdivia era parte del ejército realista. Según el libro “Intrépido, temerario y audaz” de Andrés Ruggieri, Lucas Molina fue requerido para que se rinda por las fuerzas patriotas que asediaban la ciudad, pero el oficial les habría contestado: “Dos hijos he traído al ejército, uno ha sido prisionero y quizás muerto, el otro está ahí con dos heridas, mi vida me es una carga y opino por antes morir que capitular”. Sin duda el abuelo de Ramírez también era un león y murió como tal, pues el texto histórico relata que un testigo que peleó al lado de Molina vio que su frente fue atravesada por una bala y cayó enterrando hasta el puño su espada con la que se apoyaba en medio de un lodazal y rodeado de enemigos.
Su padre José Francisco Ramírez también fue hijo del rigor. Bautizado el 7 de julio de 1765 en Valdivia, se integró al ejército y se adhirió a la causa patriota, pues fue arrestado el 21 de marzo de 1812 en el contexto de la contrarrevolución realista y en contra de los patriotas valdivianos que antes dieron el “Golpe de Todos los Santos” del 1 de noviembre de 1811. Ramírez padre fue enviado a la prisión del Fuerte San Luis de Alba del Río Cruces por patriota, pero posteriormente fue liberado y reintegrado al Batallón Valdivia y en 1825 se casó con Marcelina Molina.
En su niñez Eleuterio Ramírez estudió en una escuela de Calbuco para después ingresar al Ejército, el 2 de abril de 1855, cuando aún no cumplía los 18 años.
MILITAR
En el ejército se incorporó como subteniente de Gendarmes de línea y el 28 de diciembre de 1857 fue ascendido a teniente. Hasta que llegó el difícil año de 1859 cuando estalla de Guerra Civil que enfrentó a los partidarios del presidente Manuel Montt, apoyados por el Partido Conservador, contra rebeldes del Partido Liberal cuyo líder era Pedro León Gallo.
El militar osornino apoyó a Montt y tuvo su bautismo de fuego en la Batalla de Cerro Grande el 29 de abril de 1859 donde las tropas gobiernistas superaron a las revolucionarias. Ramírez, ya como capitán, estuvo en las campañas de la Araucanía entre 1860 y 1868 y entre medio, en 1866, fue parte de las tropas chilenas que combatieron contra los infantes de marina españoles en Caldera, en el contexto de la Guerra Hispano Americana.
En 1871 creó el periódico “El Foro Militar”, destinado a entregar información relacionada con el ejército.
RUMBO AL NORTE
Cuando comenzó la Guerra del Pacífico, Eleuterio Ramírez era comandante del Regimiento de Infantería Segundo de Línea. Se embarcó el 20 de febrero de 1879 y el día 23 de marzo estuvo en las acciones de la toma de Calama donde el ejército chileno derrotó a los bolivianos comandados por Ladislao Cabrera. Fue el primer encuentro de la Guerra del Pacífico.
Tras asegurar el dominio de los mares con la captura del acorazado peruano Huascar, se emprendió la Campaña de Tarapacá que se inició el 2 de noviembre de 1879 con el desembarco de las fuerzas chilenas en Pisagua. Después estuvo en la Batalla de Dolores el 19 de noviembre que provocó que las tropas peruano-bolivianas que se concentraban en la quebrada de Tarapacá se dispersaran.
Los chilenos fueron al encuentro de los aliados y el jefe del Estado Mayor, coronel Luis Arteaga, asumió la misión y dividió a sus fuerzas en tres columnas. Una al mando del teniente coronel Ricardo Santa Cruz; otra, a cargo del teniente coronel Eleuterio Ramírez, con 900 hombres; y la tercera, dirigida por el mismo Arteaga. El problema fue que los chilenos calcularon mal la real fuerza de los peruanos y los 2.278 chilenos terminaron enfrentando a casi 6 mil enemigos, con pocos víveres, agua y municiones.
La Batalla de Tarapacá fue el 27 de noviembre de 1879 y duró todo un día, aunque con una improvisada tregua. La columna de Ramírez debió atacar de frente y fue la más perjudicada por el fuego enemigo. Se dice que el osornino Ramírez exclamó “¡me mandan al matadero!”.
Las fuerzas chilenas, pese a las bajas, lograron desplazar al enemigo hacia la Cuesta Visagra, donde se produjo otra serie de enfrentamientos. Cerca de la 1 de la tarde hubo una tregua improvisada porque ambos bandos se dedicaron a reagruparse, pues el primer choque había sido toda una confusión para los dos bandos.
Con el fragor de la batalla y con un calor infernal los militares chilenos se refugiaron en un caserío y después Ramírez ordenó avanzar a descarga cerrada contra los enemigos. Cuando Ramírez señaló el área de ataque una bala le dio en plena muñeca.
¡A LA CARGA ROTOS M…!
A las 4:30 horas Eleuterio Ramírez dio la última orden de ataque con bayoneta a las fuerzas que comandaba. Gritó con fuerza: ¡A la carga rotos maricones!, según aseguran algunos cronistas. Eran algo más de 200 hombres hambrientos y exhaustos, que pese a todo se lanzaron contra el enemigo, logrando abrirse paso. Ramírez ordenó la retirada después de ser herido por dos balas, una le dio en el pecho y otra en el muslo derecho.
Estaba herido de muerte y tenía 14 balas y abrió fuego, sólo falló en dos ocasiones. Los peruanos entraron a los caseríos con ímpetu y un teniente le quitó el arma a Ramírez y le disparó a quemarropa matándolo. Junto a él murieron sus últimos 25 soldados. Los enemigos prendieron fuego a las casas. La batalla se había perdido, pero los peruanos y bolivianos no pudieron tomar posesión del lugar porque no tenían pertrechos y optaron replegarse hacia Arica, por lo que la victoria de los aliados no sirvió de nada y a los chilenos les dio tiempo para reagruparse.
La hazaña de los oficiales chilenos en Tarapacá, permitió una victoria impensada. Chile se adueñó de la región, mientras las fuerzas enemigas partieron rumbo a Pachica, con 66 prisioneros y el estandarte del Segundo de Línea que había comandado Ramírez, capturado en la refriega.
El cuerpo de Ramírez fue recuperado, pese al incendio en el caserío, pero le faltaban sus piernas y un brazo. Desde entonces el osornino fue bautizado por los soldados chilenos como “El león de Tarapacá” porque había muerto peleando hasta el final y herido de muerte con la misma entereza que lo había hecho su abuelo valdiviano en 1813 en la Guerra de la Independencia.
El teniente coronel Ramírez fue el oficial chileno de más alto rango fallecido en la Guerra del Pacífico y pronto fue elevado a la categoría de héroe nacional, casi a la altura de Arturo Prat.
Años después, en Osorno, el 11 de diciembre de 1927, se inauguró el monumento a Eleuterio Ramírez en un acto que contó con la presencia de los descendientes del héroe y con la asistencia del Presidente de la República Carlos Ibáñez del Campo.
El nombre del oficial también es recordado en una de las calles principales de Osorno y en un liceo de la ciudad.
https://www.diariodepuertomontt.cl/noticia/historiasdiariosur/2020/11/el-osornino-que-se-convirtio-en-el-leon-de-tarapaca
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Crescendo - Capítulo 17
Comenzó a llover, por lo que la fiesta había sido arruinada.
Desde donde me encontraba, podía escuchar los abucheos de lamento de las personas, pero casi inmediatamente después, se escuchó un grito de júbilo. Pagué las bebidas y caminé lentamente hasta el Jeep, dónde se encontraba una enfurruñada Marcie.
—Se te ha arruinado el cabello—Le dije, entregándole la bebida.
Poco a poco las personas de la playa comenzaban a desaparecer.
—Ya lo sé, Sherlock—Refunfuñó, tomándola—Quiero que me lleves a casa.
Busqué a Nora con la mirada mientras encendía el Jeep, pero no la veía.
—No está. El chico rubio-súper-bueno los ha invitado a todos a su departamento. Ella se fue con él.
Apreté el volante con fuerza.
— ¿Ha dicho su dirección?
Marcie me miró enarcando una ceja.
—Tal vez la ha dicho… Tal vez.
Suspiré, pasando mis manos por mi cara con frustración.
— ¿Qué quieres a cambio, Marcie?
Se cruzó de brazos y piernas.
—Sorpréndeme, Patch.
Rodé mis ojos.
—De acuerdo, te prometo que pensaré en algo.
—Eso no es suficiente.
—Pero es algo—Le advertí—Bien puedo bajarme del coche y preguntarle a cualquiera.
Sus ojos brillaron en reconocimiento, sabía que fácilmente podría hacerlo. Bufó.
—Es el número 72 de la calle Deacon, apartamento 32.
Aceleré sin pensar en nada.
***
Justo en el momento en que pisé la alfombra del salón, tuve unas inmensas ganas de largarme de allí. Pero quería asegurarme que Nora estuviese bien. Maldición, más que eso, quería asegurarme que ese imbécil no le ponía las manos encima. Inmediatamente luego de entrar, la busqué en todas partes, pero no estaba.
—Voy al baño a tratar de arreglar este desastre—Avisó mientras se marchaba.
Muchas chicas me miraban de arriba abajo, así que saqué mi gorra del bolsillo trasero de mi pantalón y me la calé, en una clara señal de que no quería entablar conversación con nadie.
Me sentía asquerosamente impaciente en este lugar. Quería marcharme, detestaba la música y este tipo de personas. Esperé alrededor de diez minutos a Nora, pero como no la vi, decidí marcharme en lo que Marcie saliera del baño.
Me alejé del tumulto, encerrándome en la cocina. Me apoyé en los armarios que estaban frente a la nevera mientras observaba con desesperación mi reloj. En serio, ¿Cuánto tiempo puede tardar una chica en arreglar cuatro mechones de cabello? Dios. Alguien entró a la cocina por el otro lado, pero la ignoré. Vi por segunda vez el reloj.
— ¿Te lo estás pasando bien?
En lugar de sorprenderme su voz, sonreí. De pronto las personas y la música me parecieron insignificantes.
—Se me ocurre por lo menos una cosa que preferiría estar haciendo.
Si notó que era una insinuación de que, demonios, quería besarla ahora mismo, la ignoró.
— ¿Te vas a quedar toda la noche?
—Si tengo que quedarme toda la noche, dispárame ahora.
Me enseñó sus manos.
—Lo siento, no llevo pistola.
Sonreí con ferocidad.
— ¿Eso es lo único que te impide matarme?
—Si te dispara no te mataría—Parecía realmente decepcionada por ello—Es una de las desventajas de ser inmortal.
Asentí, sonriendo de oreja a oreja. Llevábamos aproximadamente treinta segundos de conversación, y nadie intentaba huir aún.
Y, más curioso todavía, no podía escuchar a los arcángeles.
—Pero ¿Lo harías si pudieras?
Dudó un poco antes de responder.
—No te odio, Patch. No todavía.
— ¿No me odias lo bastante? —Conjeturé— ¿Sientes algo más profundo?
Sonrió débilmente.
No sabría decir si ella percibía lo mismo que yo, pero nada bueno saldría de esta conversación, sobre todo aquí, un poco retirados. Así que nos hice un favor a los dos señalando hacia el tumulto de personas desagradables. No quería que ella saliera corriendo de nuevo mientras yo gritaba lo mucho que la extrañaba, y las ganas inmensas que tenía de besarla, y tocarla. O, más seguramente posible, que me la echara al hombro y la sacara arrastras de aquí, ya que tenía noche libre de vigilantes.
— ¿Y tú? ¿Vas a quedarte mucho rato? —Le pregunté mientras caminábamos.
—No. Le llevaré el agua a Scott y haré que se refresque la boca, si puedo, y luego me iré.
Instintivamente la agarré del codo, sintiendo los celos comenzar a florecer.
—No me disparas, pero vas a aliviarle la resaca a Scott.
En términos prácticos, preferiría que me disparara en la cabeza. Una y otra vez. Podría recuperarme fácilmente de eso.
—Scott no me ha roto el corazón.
<<Y tú si lo hiciste, imbécil. Con rudeza>> Me gritó mi subconsciente. O sea lo que sea, ni siquiera sabía si tenía conciencia.
—Vamos—Le propuse en voz baja.
Y aquí estaba, mi intento desesperado de recuperarla una vez más. Llámenme masoquista, tenía que intentarlo una vez más. Sus ojos se nublaron en el transcurso de un pensamiento, mi esperanza se elevó en el deseo feroz de que aceptara salir de allí conmigo, pero su mirada se mantuvo firme en el salón.
—Le he prometido a Scott un vaso de agua.
Mis sentimientos cayeron en picada.
—Estás dedicándole un montón de tiempo a un chico que considero siniestro, y para que yo diga que alguien es siniestro es que tiene que serlo mucho.
— ¿Hay que ser un príncipe de la oscuridad para reconocer a alguien así?
—Celebro que tengas sentido del humor, pero lo digo en serio. Ten cuidado.
Asintió.
—Te agradezco que te preocupes por mí, pero sé lo que hago.
Me rodeó y pasó entre las personas que se agrupaban a nuestro alrededor. Estaba todavía luchando entre el hecho de seguirla, o de marcharme de allí ya mismo cuando apareció el rubio. La agarró por la espalda, como si fuese común entre ellos ese contacto, cosa que me revolvió el estómago. Nora se giró, y sus ojos cambiaron cuando se percató que era Scott. ¿Su cara era de agrado o desagrado? No sabría decirlo, y tampoco tuve tiempo de hacerlo, ya que él le apartó el pelo de la cara y la besó.
Oh, chico. Acababa de firmar su acta de muerte.
Llevé una mano a mi cuello por un intento de mantenerme inmóvil, esperando a que Nora diera el primer paso, lo abofeteara, y allí entraría yo, con todas las de matar.
Pero maldita sea si no me dolía como el infierno el que no lo hubiese hecho.
En su lugar, le pasó las manos por el pecho al imbécil y las entrelazó detrás de su cuello. Él siguió su ejemplo y la abrazó más fuerte. Mordí mi lengua con fuerza; con tanta que podría asegurar que estaba sangrando. Apreté mis puños, el que estaba en mi cuello era el que ejercía más presión. Y por un momento, las palabras de Nora me llegaron a la cabeza.
“—Besaste a Marcie —Su voz anunciando que estaba a punto de llorar.
—Dime que es un juego mental. Dime que es un truco. Dime que ella tiene algún tipo de poder sobre ti, que no tienes opción cuando se trata de estar con ella.
—Es complicado.
—No —Voz débil—. No me digas que es complicado. Ya nada es complicado; no después de todo por lo que hemos pasado...
Ahora podía entender perfectamente cómo se sentía.
Cómo poco a poco el suelo comienza a perder firmeza para ti.
Ella me miró mientras Scott la arrastraba por el pasillo, luego dentro de su cuarto.
Cerró la puerta.
—Vaya, no sabía que Nora era de las que tomaba decisiones estúpidas y precipitadas—Dijo Marcie, deteniéndose a mi lado.
Inhalé y exhalé tres veces antes de contestarle, no sea que la asesine a ella.
— ¿Por qué lo dices?
Señaló la puerta por la que se acababan de perder estos dos.
—Es demasiado obvio. Ella sabe que todavía la amas, o, al menos, que todavía te duele. Por lo que va y se acuesta con el rubio cachondo para hacerte sentir mal.
—Ella no es de esas, Marcie.
Se encogió de hombros.
—Entonces se sentirá peor ella luego de hacerlo. Porque déjame decirte, cariño, que ahí dentro ya no hay marcha atrás. —Me palmeó el hombro mientras pasaba por mi lado—Te espero en el Jeep, quiero irme a casa. Mi cabello sigue siendo un desastre.
Ni siquiera pasaron tres segundos después de esa plática cuando ya me encontraba tirando abajo la puerta de la habitación. Seguía con ganas de matar al chico, y el hecho de ver su camiseta tirada en el suelo no ayudaba mucho a su situación.
Me incliné, la cogí y se la tiré por la cabeza.
— ¿Qué…?—Empezó a preguntar el imbécil, pasándosela por la cabeza y cubriéndose.
—Se te va a salir el pajarito—Le dije, con la voz calmada y serena.
Se subió rápidamente la cremallera.
— ¿Qué haces? ¡No puedes entrar aquí! Estoy ocupado. ¡Ésta es mi habitación!
— ¿Estás mal de la cabeza? —Me preguntó Nora, colorada como un tomate.
Oh, mi preciosa chica…
—Tú no quieres estar aquí. No con él.
— ¡A ti nadie te ha dado vela en este entierro! —El rubio se puso delante de ella—Deja que me ocupe de él.
Apenas y dejé que diera dos pasos, cuando le atiné un puñetazo en la mandíbula. Desee desesperadamente poder sentir. Estoy seguro de que me habría encantado el dolor de mis nudillos ante semejante golpe. Inmediatamente quise ir por más, pero Nora comenzó a gritar.
— ¿Qué demonios haces? ¿Quieres romperle la mandíbula?
— ¡Ay! —Se quejó Scott, sosteniéndosela.
Blandengue de mierda. ¡Levántate, imbécil!
—No le he roto la mandíbula—Desafortunadamente. El desgraciado era bastante fuerte, ya que era Nephil—Pero si te pone la mano encima será sólo la primera cosa que le romperé.
— ¡Fuera! —Me gritó ella, señalando la puerta.
—Voy a matarte—Rugió Scott.
Oh, vaya, eso sería divertido. Me acerqué a él en tres zancadas y lo puse de cara a la pared. Intentó volverse, pero volví a empujarlo. Esperaba que con esto se diera cuenta que mi nivel era mucho más elevado que el suyo. Quería que me temiera.
—Tócala—Rugí en su oído—Y te arrepentirás toda tu vida.
Ya imaginaba las miles de maneras en que rompería todos y cada uno de sus huesos.
Lo solté y me giré, pero antes de marcharme le dije a Nora:
—Él no lo vale—Recordé los besos. El de ella y el mío, sentí lo que sintió, probé su dolor—Y yo tampoco.
Dicho eso, salí por la puerta sin cerrarla y me dirige al Jeep, sin mirar atrás.
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"Un capricho por...no sé, por atención, quién sabe." Realiza segundos después que probablemente no había sido la mejor respuesta. "Nunca he actuado como si no me importaras. ¿Qué te hace creer eso?" Inundado en un mar de confusión y miedo, siente cómo el corazón se le arruga ante los reclamos de la rubia y no hace más que escuchar, pues la situación no le permitiría tomarse un minuto para sacar cuentas de todos los acontecimientos y descifrar realmente en dónde había fallado. Ya no había tiempo para eso. "Me conoces bien, Savannah, sabes que no pierdo el tiempo. Si realmente no me importaras te hubiese dejado hace años y por algún motivo sigo aquí creyendo que este matrimonio tiene remedio." Su tono era más elevado, un resultado de pánico, confusión y rabia. "Pues claro, si te vas a divorciar de mí, al menos necesito que seas sincera y tengas el coraje de decirme que te estás cogiendo a otro." Para este punto William ya no mide sus palabras, y probablementne nunca lo hizo, puesto que estaba tan seguro de sí mismo y de que aquella discusión jamás se tornaría en su contra. "Claro que es ridículo, es incluso inmaduro el querer señalarme como el responsable de que nuestro matrimonio se fuera a la mierda cuando lo único que quieres es correr a los brazos de otro. " Reprochó una vez más, pero pronto se encontró discutiendo solo en cuanto la rubia volvió al auto. Bufó de rabia, estrelló su puño contra el coche y dejó su cuerpo reposando sobre el mismo unos segundos. Eleva la mirada al cielo, tratando de encontrar una explicación a todo y a la vez permitir que el aire fresco llenara sus pulmones y secara cualquier indicio de lágrimas en sus ojos. Por supuesto que le dolía, pero no parecía haber salida del agujero en el que estaban metidos. Regresó al auto unos minutos después de ella y cerró la puerta. "Andando. Vamos con el abogado." Murmuró al chofer con un tono de voz quebrado y se limitó a ver por la ventana el resto del camino, sin dirigirle la palabra a su acompañante.
“¿por qué sería un capricho divorciarme de ti, william?” cuestiona manteniendo la mirada firme en irises contrarias. “¿me amas tanto que nunca objetaste? ¿cómo voy a saber que pertenecemos juntos si actúas como si no te importara? eso sí es una estupidez.” se queja, y no se da cuenta que tono dejó de ser calmo ante la contradicción. nunca había sido una niña tonta, enamoradiza sí, pero no tonta, y no podía dejar de pensar que william creía que lo era. aunque siente se siente flaquear un instante cuando le pregunta si realmente quiere dejarlo, porque sí, quiere alejarse pero también sabe que lo sigue amando y que realmente le duele abandonar todo lo que han construido durante aquel tiempo. sin embargo última cuestión la hace fruncir el ceño y casi reír, pero no lo hace. “¿te escuchas, verdad?” pregunta también dando un paso hacia atrás. “te olvidas completamente de que tienes una esposa, dejas de pensar en nosotros o en nuestra relación, ni siquiera te enteras de las cosas que pasan en mi vida o te interesas en si estoy bien, ¿pero la conversación ahora gira en si estuve con alguien más o no?” cuestiona ya abandonando cualquier intento de permanecer calmada. “esto es ridículo...te veo en la oficina para firmar los papeles.” dice entonces comenzando a caminar para alegarse de él, ni siquiera desea volver al auto con él.
#c: william#nos gusta enojar gente; lo disfrutamos porque sé que después mis hijos sufren adhkajsa#ahorita abre la boca y luego ya veremos al perro arrepentido
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Nuevas tecnologías que nos facilitan la conducción, otras que nos conectan a nuestra moto, y seis nuevos modelos, incluyendo la tan deseada eléctrica Live Wire, de un total de treinta y seis… Todo esto y más es lo que nos propone Harley-Davidson con su gama 2020.
Nuevas tecnologías H-D Connect y RDRS para algunos modelos Harley-Davidson
El servicio H-D
Connect introduce la conectividad celular por suscripción en una serie de motocicletas Harley-Davidson® para mantener a los conductores conectados a su motocicleta a través de su teléfono inteligente, utilizando la última versión de la aplicación Harley-Davidson
App*. El servicio H-D Connect permite a los propietarios conectarse de forma remota a su moto y ver información clave sobre el estado del vehículo. También proporciona al propietario la tranquilidad de poder controlar de forma remota la seguridad de su moto al incluir alertas de manipulación en la app Harley-Davidson® y un servicio de seguimiento del vehículo en caso de robo del mismo. Estará disponible a partir de otoño 2019 y vendrá de serie en los modelos Touring (exceptuando Road King 7 Road King S y Electra Glide Standard ), Tri Glide Ultra, los modelos CVO y en la Live Wire.
Reflex
Defensive Rider Systems (RDRS) es una nueva colección de tecnologías diseñadas para adaptar las prestaciones de la motocicleta con la tracción disponible durante las fases de aceleración, deceleración y frenado, utilizando las últimas tecnologías de control de parte ciclo, control electrónico de frenos y control de motor. El paquete RDRS forma parte del equipo de serie de los modelos LiveWire, Trike y CVO 2020, al igual que en los modelos Special y Limited de la familia Touring. Más comodiad, confianza y control!
Nuevos modelos: Live Wire, Low Rider S, Road Glide Limited, CVO Street Glide, CVO Limited y CVO Tri Glide.
El modelo Eléctrico de Harley-Davidson, la Live Wire
El modelo LiveWire es una motocicleta totalmente nueva, totalmente eléctrica; un nuevo modelo estimulante y evocador diseñado para ofrecer al piloto una experiencia de motociclismo de alto rendimiento, infundida con un nuevo nivel de tecnología y el aspecto y la sensación de alta calidad de un producto Harley-Davidson. Propulsada por el motor de par inmediato totalmente eléctrico H-D
Revelation
, la LiveWire es capaz de acelerar muy rápidamente con sólo girar el acelerador, sin necesidad de embragar ni de cambiar de marcha. Con una autonomía a partir de 158 km**, el rendimiento está optimizado para el conductor urbano. El modelo LiveWire es el primero de una amplia gama de vehículos eléctricos de dos ruedas diseñados para situar a Harley-Davidson como líder en la electrificación de motocicletas.
Harley-Davidson Live Wire 2020
Harley-Davidson Live Wire 2020 versión Rock
Harley-Davidson Live Wire 2020 versión música electrónica
Nueva Low Rider S con chasis Softail y motor de 114 ci.
La nueva motocicleta Low Rider S adopta un enfoque basado en el rendimiento que hace hincapié en la potencia, la agilidad de conducción y el control mejorado del piloto, combinado con el carácter tradicional de Harley-Davidson. El comportamiento del chasis Softail se ve mejorado con unos componentes de suspensión de primera calidad ajustados para una conducción agresiva, impulsados por la potencia de un motor Milwaukee-Eight® 114 de gran potencia. El estilo estético inspirado en las preparaciones de la costa de California incluye un manillar elevado, un mini carenado, un asiento monoplaza y acabados oscurecidos.
Harley-Davidson Low Rider S 2020
El nuevo modelo Road Glide Limited sustituye al modelo Road Glide Ultra
El nuevo modelo Road Glide Limited sustituye al modelo Road Glide Ultra para 2020 y ofrece nuevas características de lujo de primera calidad, entre las que se incluye una pintura fileteada, un interior de carenado con acabado brillante, puños calefactados, llantas Slicer II Contrast Bright y nuevos medallones para el depósito y los guardabarros delantero y trasero. La Road Glide Limited es un modelo especializado en viajes de larga distancia en pareja, dotado del característico y aerodinámico carenado Road Glide de morro de tiburón con triple entrada de ventilación para evitar las turbulencias del viento en la cabeza del piloto. El motor Milwaukee-Eight 114 de serie ofrece un rendimiento suave y potente para viajar, mientras que la doble óptica delantera LED Daymaker® ofrece una visibilidad nocturna excepcional.
Harley-Davidson Road Glide Limited 2020
La suspensión Premium Touring incluye una precarga del amortiguador trasero de fácil ajuste para una conducción suave y segura. Los frenos Reflex
combinados electrónicamente y dotados de ABS ofrecen un rendimiento de frenado seguro. El sistema multimedia Boom
Box GTS con pantalla táctil en color ofrece opciones de navegación, comunicación y entretenimiento.
La nueva opción de acabado negro para los modelos 2020 Ultra Limited y Road Glide Limited ofrece a estos modelos un aspecto enigmático directamente de fábrica. El paquete Black Finish incluye: Ruedas Slicer II en fundición de aluminio acabadas en color Gloss Black, medallones del depósito y de los guardabarros delantero y trasero en Gloss Black rodeado Charcoal, motor, cárteres y escapes pintados al polvo en Gloss Black, además de bisagras, cierres y parrilla del sistema Tour-Pak®, consola, plataformas reposapiés, manillar, biseles de relojes, manetas, palancas, espejos, faro Daymaker LED, embellecedores, luces antiniebla LED (sólo en el modelo Ultra Limited), correderas y cubiertas de horquilla, guardabarros y protectores de motor y de maletas pintados en color negro.
Nuevo sistema antibloqueo de frenos (ABS) de serie: El sistema electrónico de frenos antibloqueo (ABS) Brembo®, que antes era opcional en algunos modelos Touring, ahora forma parte del equipo de serie en todas las motocicletas Touring 2020. El ABS está diseñado para evitar que las ruedas se bloqueen al frenar y ayuda al conductor a mantener el control al frenar en línea recta.
Nuevos modelos CVO, las niñas mimadas de la Company
El nuevo modelo CVO
Tri Glide® se une a las CVO
Limited y CVO
Street Glide® dentro de la oferta 2020 de motocicletas CVO de superlujo y producción limitada. Creados para clientes exigentes, los modelos CVO ofrecen acabados de alta calidad, tecnología avanzada, componentes exclusivos y una atención al detalle que bordea lo obsesivo, diseñados y ensamblados según los estándares de calidad de la fábrica y respaldados por la garantía Harley-Davidson®. El motor Milwaukee-Eight® 117 – el de mayor cilindrada y potencia ofrecido por la fábrica H-D – es exclusivo de los modelos CVO.
Nueva CVO Street Glide, el Hot Rod Bagger
La CVO Street Glide es una arrolladora hot rod bagger de primera calidad que combina un rendimiento muscular, una locura de detalles a medida y un espectacular sistema de audio.
Harley-Davidson CVO Street Glide 2020
Las nuevas características del modelo CVO Street Glide 2020 incluyen:
Llantas Fugitive de fundición de aluminio
Consola de depósito de perfil rebajado de dos piezas
Filtro de aire Heavy Breather con dos tratamientos de pintura
Deflectores de aire tintados en el centro del bastidor
Espejos de carenado mecanizados
Hay tres nuevas opciones de pintura/decoración disponibles para la CVO Street Glide 2020:
Black Stardust Fade degradado a Stormcloud con sutiles gráficos resaltados con acabados en Satin Chrome y Bright Chrome. Llantas Fugitive pintadas en Gloss Black/Satin. Filtro de aire Ventilator.
Smokey Gray y Black Hole con nuevos gráficos inspirados en los años 70 y en la competición, resaltados por los acabados en Gloss Black, Satin Black y Black Onyx. Llantas Fugitive en Denim Black/Gloss Black. Filtro de aire Heavy Breather en Gloss Black.
Premium Sand Dune monotono perlado y sutiles gráficos resaltados con acabados en Smoked Satin Chrome, Gloss Black y Black Onyx.. Llantas Fugitive pintadas en Gloss Black/Satin. Filtro de aire Heavy Breather en Gloss Black.
El PVP para el modelo 2020 CVO Street Glide es de € 45.100*.
La nueva CVO Limited 2020, dispuesta a comerse más kilómetros todavía
El modelo CVO Ultra Limited ofrece lo más avanzado en términos de confort, lujo y estilo para viajes de largo recorrido. Las nuevas características para el modelo 2020 incluyen la tecnología Reflex
Defensive Rider Systems (RDRS), nuevo material y costuras para el asiento y el respaldo del conductor y del pasajero, y nuevos deflectores de aire tintados en el centro del bastidor.
Harley-Davidson CVO Limited 2020
Hay tres nuevas opciones de pintura/decoración disponibles para la CVO Ultra Limited 2020:
Moonlight Blue con detalles en Deep Sea Blue realizados con un estilo moderno de pintura en dos tonos y panelado, resaltado con acabados en Satin Chrome y Bright Chrome y nuevos gráficos y medallones; llantas Tomahawk en Contrast Gloss Black/Satin.
Smokey Gray con detalles en Stormcloud realizados con un estilo moderno de pintura en dos tonos y panelado resaltado con acabados en Gloss Black, Satin Black y Black Onyx y nuevos gráficos y medallones; llantas Tomahawk acabadas en Contrast Denim Black/Gloss Black.
Premium Sand Dune monotono perlado y sutiles gráficos resaltados en Smoked Satin Chrome, Gloss Black y Black Onyx; llantas Tomahawk en Gloss Black/Smoked Satin.
El PVP del modelo CVO Ultra Limited 2020 es de € 48.100*.
Tri Glide 2020, el Trike definitivo
La CVO Tri-Glide es el “Trike Definitivo”, un trike de superlujo con un estilo distintivo, unas potentes prestaciones y una gran capacidad para viajes de larga distancia. Diseñado desde cero como una motocicleta de tres ruedas, el chasis Tri-Glide ofrece una estabilidad segura, una conducción cómoda y un manejo sencillo. Las suspensiones touring de alta gama incluyen una horquilla delantera con tecnología interna de doble válvula de flexión y una suspensión trasera con tecnología de emulsión y un ajuste de precarga mediante un mando único para ajustar el vehículo a la carga del equipaje y de los pasajeros. Un maletero integrado ofrece de 125 litros y 22,6 kg de capacidad de carga y está rematado por un portaequipajes Tour-Pak®. La CVO Tri-Glide está equipada con la tecnología Reflex
Defensive Rider Systems (RDRS) específica para trikes.
Harley-Davidson CVO Tri Glide 2020
Algunas de las características más destacadas del nuevo modelo CVO Tri-Glide:
Llantas en fundición de aluminio Tomahawk® Contrast Cut (delantera de 19” y traseras de 18”)
Accesorios Kahuna
Collection: puños calefactados, estriberas, plataformas reposapiés para el conductor y el acompañante y terminales de silenciador.
Iluminación full led: Óptica delantera Daymaker®, luces antiniebla, luces traseras/de freno e intermitentes
Conducto de entrada de aire de carenado pintado en color a juego
Parabrisas de perfil rebajado
Guardabarros delantero recortado para dejar más al descubierto la llanta personalizada.
Maletero con cierre eléctrico y luz interior
Asientos del conductor y del acompañante calefactados
Filtro de aire Ventilator con inserto
Piñas de mandos iluminadas
Luz superior en el portaequipajes Tour-Pak
Portaequipajes Tour-Pak
Sistema de equipaje y organizador de maletero específico CVO
Radio CB
El CVO Tri-Glide se ofrece en dos opciones de pintura:
Blizzard White con un patrón gráfico de tres franjas, llantas en Gray Contrast Cut y acabados en cromo brillante.
Stardust negro con un diseño gráfico de tres franjas, llantas Gloss Black Contrast Cut y acabados en cromo brillante.
El PVP del modelo CVO Tri-Glide 2020 es de € 60.500*.
www.harley-davidson.com
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El día que México ganó el Mundial antes de jugar su segundo partido.
[Sábado 23 de junio, 2018, 17:54 hrs., Rostov del Don, Rusia. Partido de la fase de grupos Corea vs México de la Copa Mundial de la FIFA]
Algo se veía venir cuando la cámara de televisión enfocó a los seleccionados mexicanos entonando su himno nacional, especialmente a Javier Hernández, el “Chicharito”, previo al encuentro contra Alemania, la todavía campeona del mundo. El exjugador de la Chivas del Guadalajara, del Manchester United, Real Madrid, Leverkusen y actualmente del Westham, sonreía, lloraba, respiraba hondo, reía, cantaba, imaginaba.
Se sentía desde entonces que este sería un mundial único para ellos y su gente…
Hoy, minutos antes de que comience el partido contra la selección de Corea del Sur, no es distinto, aunque sí diferente: justo cuando ha comenzado a sonar el himno de México, los once jugadores de jersey blanco con la fina bandera verde, blanca y roja atravesándoles en horizontal el pecho, se han arrodillado en el césped con el puño del brazo derecho en alto, ante la mirada atónita del árbitro, de sus contrincantes y de todos los aficionados presentes en el estadio Rostov Arena.
Pero los seguidores del Tri rápidamente han comprendido el mensaje: se trata de una protesta contra Donald Trump, un llamado a la humanidad luego de que el presidente más cruel de los Estados Unidos activó una política de tolerancia cero que separó a miles de niños de sus padres en la frontera sur del país de las barras y las estrellas, que centellean como nunca en señal de peligro.
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Esto es de escalofrío, comienzan a levantarse los puños en las gradas… Con toda razón.
Da igual si son niños mexicanos, guatemaltecos, de El Salvador, de Honduras, islandeses, japoneses, noruegos o de Filipinas, porque ahora todos y cada uno de estos niños se han convertido en hijos del mundo, sin una nacionalidad más que la del corazón. Por eso tenemos que ver por ellos y voltear con toda nuestra atención allí, a las jaulas donde han sido encerrados como si fueran animales peligrosos y no los seres más vulnerables sobre la faz de la tierra.
El daño está hecho. Las imágenes son desgarradoras, los audios estremecedores, un grito de desesperación. Chicharito probablemente los escuchó, por eso esta vez la composición de sus lágrimas es más bien amarga y no como la del domingo pasado. Luce conmovido, no tanto inspirado, de pronto un poco descompuesto a cuadro. A su derecha, Héctor Moreno tiende su brazo izquierdo sobre el hombro de su amigo Javier, quien enseguida replica el gesto a su izquierda con el otro Héctor, el HH. Éste, a su vez, con Oribe Peralta, y así, sucesivamente, uno a uno los vemos con el puño derecho arriba y la mano izquierda que abraza a su compañero de al lado.
Varios jugadores del combinado azteca tienen hijos y, como cualquiera que los tenemos, podemos suponer lo que debe sentirse que te separen de ellos, saberlos solos —o, peor aún, rodeados de inhumanos imbéciles, custodiados por autoridades amorales—, entre rejas, desprotegidos, a merced de un trastornado, el hombre más poderoso del mundo.
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La banca y el cuerpo técnico de los mexicanos, encabezados por el colombiano Osorio, hacen lo propio, él respira muy profundo en un intento por contener el llanto. Lo logra. La señal de televisión oficial muestra lo que sucede ahora en las tribunas a pesar de la sensación de que podrían interrumpir la transmisión en cualquier momento, como cuando algún espontáneo desnudo entra a un campo de juego y las cámaras enseguida cambian de dirección para no darle difusión y evitar así que sea emulado.
Las protestas están prohibidas en el reglamento de la FIFA, especialmente si son políticas o de repudio a gobiernos. Entre los directivos hay un desconcierto absoluto, se miran uno a otro sorprendidos en el palco de la organización al percatarse de que ya no son exclusivamente los futbolistas mexicanos quienes alzan el puño; el público, inesperadamente, se ha contagiado. El estadio completo levanta en alto la mano derecha y la aprieta con fuerza. Quién no va a despreciar algo tan abominable y ruin.
En la arena de Rostov hay por lo menos 45 mil almas que no van de acuerdo con el rumbo de las cosas, porque esta crisis migratoria en el continente americano es solamente uno de tantos focos rojos de este planeta que debería ser un refugio de niños, jóvenes, adultos y viejos de cualquier raza, color, sexo y filosofía, un lugar al que todos, sin excepción, pudiéramos llamar casa.
A muchos aficionados se les escurre alguna lágrima, y apuesto que afuera de este recinto de la pelota se cuentan por millones los tocados, es la magia del futbol, algo que no es capaz de lograr ni el líder más carismático de la orbe, ni un tratado de paz, ni un costal de dinero: unir a las personas.
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Los coreanos, que, por cierto, ayudaron a rescatar víctimas en en la Ciudad de México tras el terremoto del 19 de septiembre, ya también se arrodillan. Los recorre el sentimiento desde la coronilla y a través de la columna, a ellos y a la multitud. Qué mexicano hubiera pensado que este duelo iba a ser más emocionante que el primero contra los germanos, incluso antes de empezar. Este es el partido donde México realmente ha hecho historia. No hay antecedentes de un suceso así en el futbol, aunque la imagen evoca a Colin Kaepernick, el quarterback de los 49’s de San Francisco que originó las protestas rodilla en suelo durante el himno de los Estados Unidos al principio de cada juego, en rechazo a la opresión contra las personas de color por parte del mismo personaje que nos tiene con los puños levantados: sí, Donald Trump.
En represalia, Kaepernick fue marginado de cualquier franquicia de la NFL, y de ser una de sus máximas figuras y ocupar las primeras planas de los diarios, hoy simplemente es un recuerdo, pero de esos que no se olvidan, pues, a pesar de las multas, las amenazas y las advertencias, nadie consiguió acallar su voz ni desenterrar su rodilla de la tierra. “Ceder sería como si me arrancaran mis principios y certezas. Para mí, esto es más grande que el deporte y sería egoísta de mi parte mirar hacia otro lado”, dijo Kaepernick.
Es posible que la FIFA abra un expediente en contra de la Selección Mexicana, que la amoneste, que le quite tres puntos o hasta que la expulse o le quite el Mundial de 2026, pero, efectivamente, hay situaciones más importantes que gritar con vehemencia un gol, como el clamor de la muchedumbre ante las injusticias y abrirle los ojos al mundo para enfocar la atención a donde se atenta contra lo más preciado que tenemos: la inocencia.
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Ha terminado de sonar el himno de México y absolutamente todos los asistentes al estadio apuntan el puño arriba, es una escena sobrecogedora, más poderosa todavía que la ola del ’86 en el Azteca, con la fuerza suficiente para convertirse en una marea humana que inunde los demás estadios y que refresque el espíritu de mujeres y hombres por igual.
—Habría que revisar si no sucede lo mismo en la frontera mexicana con Centroamérica —comenta el único beliceño presente en el estadio a su esposa de Nicaragua. —Así es. Los niños, todos los niños, tendrían que estar jugando a la pelota.
Close your eyes Have no fear The monster’s gone He’s on the run and your daddy’s here Beautiful, beautiful, beautiful Beautiful boy Beautiful, beautiful, beautiful Beautiful boy
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[Cuento inspirando hechos reales]
Twitter: @FJKoloffon Facebook: /FJKoloffon
#Copa Mundial Fifa#el astronauta terrestre#El trompetista#FJ Koloffon#levantar el puño#México#México vs Corea#Mi Selección#Mundial de Futbol#puño arriba#puño cerrado#puño elevado#puño en el aire#Rusia 2018#Selección Mexicana
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INDIOS CAEN EN DUELO DE PODER A PODER ANTE ALGODONEROS
Ciudad Juárez, Chih., domingo 6 de agosto de 2023.-Desafortunadamente para los Indios esta viene a ser su octava derrota en casa dentro de la ronda de playoffs de la Liga Estatal de 2021 a la fecha, y la segunda en semifinales, además de quedar al borde de la eliminación por parte de los actuales monarcas estatales, con lo cual se extendería a 24 años la sequía de un título estatal para la "tribu", mientras que Delicias va por el tricampeonato
Ciudad Juárez, Chih., domingo 6 de agosto de 2023.-En un ‘agarrón del chongo’, con ánimos caldeados que incluyó un vaciado de bancas en la quinta entrada y que se mantuvo en el alambre hasta la novena entrada, los Indios de Ciudad Juárez sucumbieron la noche del sábado ante los Algodoneros de Delicias tres carreras por dos, en el Estadio Juárez.
Con el revés, la escuadra indígena está abajo ahora dos juegos a cero en las semifinales de la Liga Estatal MEXBET 2023, ante los actuales tricampeones Algodoneros.
Un jonrón solitario del receptor Alonso Mendoza en cuenta de tres bolas y dos strikes a lanzamiento del relevista José Ángel ‘Serafo’ Hernández marcó el rumbo del juego, definió el duelo y le dio a los delicienses su segunda victoria en la serie de semifinales sobre la escuadra indígena, ahora por la mínima ventaja.
Candente con el bat en esta serie, Mendoza -quien ayer dio triple, doble y cuadrangular- se dio por ponchado en su turno después que alcanzó a pellizcar una pelota para foul e incluso ya se iba al dugout cuando se percató que su conteo estaba en 2-2.
Después de una bola mala de Hernández y con la cuenta de ‘puños cerrados’, Mendoza la depositó del otro lado de la barda entre left y center para el éxito algodonero.
En el round dos de la batalla entre indígenas y delicienses, los visitantes le pusieron número a la pizarra en la parte alta del segundo rollo frente a los lanzamientos del abridor zurdo Rodolfo Aguilar, quien cumplió con una buena salida de cinco entradas completas y dos carreras admitidas.
Tras ponche de Aguilar Neri a Alexis ‘Oso’ Sáenz para el primer mate, el receptor Mendoza conectó batazo a la pradera derecha que el outfielder Yahir Gurrola perdió de vista.
La pelota picó en terreno bueno y Mendoza, pelotero con roce en las sucursales de la organización de los Dodgers de los Ángeles avanzó hasta la antesala y ya con dos outs entró a la registradora con sencillo al central del jardinero Ildefonso Amaya.
Abajo en el marcador electrónico del inmueble de Avenida Juárez y Reforma, los indígenas respondieron en el cierre del tercer capítulo y el juego empezó de nuevo.
El bateador designado Carlos ‘Hulk’ Díaz recibió golpe de parte del abridor Ricardo Hernández, Yahir Gurrola pegó sencillo a la pradera izquierda y Eudor García fue dominado con machucón al pitcher.
Con Díaz en la antesala y Gurrola en la intermedia, Víctor Ruiz conectó sencillo y empujó a ‘Hulk’ con la rayita del empate, 1-1.
En la jugada, Gurrola Rivera intentó anotar, pero fue puesto fuera en la goma para el segundo mate.
Miguel Rodríguez fue dominado con rola al cuadro y así cayó la entrada.
Los Algodoneros volvieron a ponerse arriba en el score en la apertura del cuarto rollo.
El propio Mendoza, quien ayer fue factor en la victoria deliciense al igual que el jardinero izquierdo Joel Flores, -quien en su guante tiene una aspiradora- abrió la entrada con limpio tubey.
Carlos Rubio tocó de sacrifico por la tercera base y Mendoza se colocó a 90 pies del pentágono.
De nuevo, Amaya produjo, esta vez con una elevado al prado derecho.
Tras un vistoso engarce de Gurrola Rivera, quien se quedó con la esférica, Mendoza timbró en pisa y corre la segunda carrera de los ‘Vencedores del Desierto’ quien movió el pizarrón, 2 a 1.
Los indígenas quienes dejaron en las bases a nueve jugadores a la espera del batazo oportuno, vinieron de atrás nuevamente y, por segunda vez en el duelo emparejaron el pizarrón en el cerrado juego de pelota.
Con un out, James Cubillos recibió golpe del abridor Ricardo Hernández, quien fue advertido por el ampayer, pues antes había propinado golpe a Díaz Chávez.
El pelotero menor Cristian Renova pegó hit al nueve (derecho) y Julio Pacheco envió a la registradora a Cubillos con sencillo al siete (jardín izquierdo).
Así, la pizarra indicó otra vez un empate, ahora a dos carreras y ‘Aquel Amor’, se escuchó en las gradas llenas del inmueble.
Con Renova y Pacheco en posición de anotar, ‘Hulk’ Díaz recibió ‘chocolate’, Gurrola fue pasado intencionalmente a la inicial y, con el cuarto repleto de penachos, Eudor García dio rola a la intermedia para el tercer out que ‘mató’ un posible rallie aborigen.
Dispuestos a terminar con la igualdad en la pizarra, en el cierre del quinto capítulo, los bats indígenas encontraron la pelota pero fueron víctimas del fildeo de altura de los outfielders delicienses.
Ruiz Ramírez conectó un sólido tablazo entre left y center al que Omar Jaramillo le corrió la milla y atrapó la esférica al pie de la barda.
Enseguida Rodríguez Méndez pegó doble y el bateador emergente Diego Mercado dio un palo al izquierdo que Flores atrapó en gran forma y consumó el doble play para el tercer out.
Heriberto ‘Talismán’ García reclamó la jugada y la decisión al ampayer de la tercera base Francisco Farías, el antesalista Carlos ‘Panda’ Rubió intervino en la discusión y se hizo de palabras con García Osuna.
De pronto, el timonel indígena se vio rodeado de camisolas negras, los jugadores y coaches de los Indios dejaron la caseta indígena, corrieron hacia el cajón de la tercera colchoneta en apoyo a García, afortunadamente, la sangre no llegó al río y el conato de bronca quedó sólo en eso.
Fue en ese momento que la afición coreó a una sola voz: “yo si le voy, le voy a los Indios”.
Por apoyo del pelotero número 10 no paró y con la desventaja en la semifinal por 0-2, los Indios viajarán a Delicias la semana próxima, donde a partir del jueves 10 del mes en curso están programados los juegos tres, cuatro y cinco de la serie semifinal.
TIRILLA Equipo 123 456 789 Algodoneros 010 100 001 Indios 001 100 000
Equipo C H E Algodoneros 3 8 1 Indios 2 9 1
PG: José Raúl Castro. 1.0 IP. 0 H. 0 C. 0 BB. 1 P PP: José Hernández. 3.0 IP. 3 H. 1 C. 1 P. 1 HR.
MEJORES BATS Indios Juárez: Julio Pacheco 5-1. 1 RBI Víctor Ruiz. 4-1. 1RBI
Algodoneros Delicias: Alonso Mendoza. 4-3. 1 HR. 1 RBI. 3 CA Ildefonso Amaya. 3-1. 2 RBI. 1 P Joel Flores. 3-1. 0 RBI
NÚMEROS INDÍGENAS EN CASA EN POSTEMPORADA Cuartos final 2021 0-2 vs Rojos de Jiménez (6-13 y 6-8)
Cuartos final 2022 0-3 vs Manzaneros Cuauhtémoc (1-2, 7-10 y 1-3)
Cuartos final 2023 1-1 vs Mazorqueros Camargo (13-6 y 3-7)
Semifinal 2023 0-2 vs Algodoneros de Delicias (3-15 y 2-3)
RESULTADOS QUE DUELEN Momios a partir de la postemporada de 2021 9 juegos disputados de playoffs en casa 1-8 en ganados y perdidos 6 derrotas en la ronda de cuartos de final 2 reveses en semifinales
(Crónica del partido y "numeritos" por Sergio Arturo Duarte Méndez)
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"Maybe it's not the right time for us" | @flowersandapril
Xiulan se queda petrificado, quedándose justamente en el mismo sitio donde estaba parado hace un par de segundos atrás. Cualquier atisbo de molestia parece borrarse por un momento, molestia nacida de una pelea con el contrario. No debería estar acostumbrado a ello, no cuando se suponía que las parejas no debían hablarse en tonos elevados, en gritarse verdades hirientes y en siempre posponer para otro día esas discusiones por falta de tiempo. Ryan nunca tenía tiempo para ellos ahora, siempre enfrascado en sus propios negocios, en la vida que quería tener y dejando la relación que habían construido para después. Xiulan vuelve a sentir la sangre hervirle por el torrente, pasando por sus orejas casi ensordeciéndolo en el proceso, sus puños se aprietan a cada costado de sus muslos y sus ojos se afilan, molestia entera parece poseer su cuerpo de pies a cabeza. - ---¿Qué quieres decir con eso? --- -cuestiona, apretando los dientes de una manera casi dolorosa, rechinando los mismos en cada vocablo que pronuncia. - ---¿Qué pretendes dar a entender con ello? ¿Estas terminando conmigo? --- -la sola idea de que el vaso haya rebalsado su capacidad y ellos no puedan seguir juntos incluso con todas las adversidades le hacía sentir sofocado, como si un puñetazo se le hubiese propinado al centro del estómago. Avanza un par de pasos, alzando la diestra para tomar el antebrazo contrario. - ---¡Mírame cuando estés hablando! No tienes el derecho de elegir por tu cuenta si es el final o no, no tienes derecho a robarme también la opinión sobre esto; sobre nosotros. No puedes controlar todo… ¡no puedes dejarme en la oscuridad y simplemente decir que se acabó porque “no es el momento para nosotros”! --- -
#ヾ✮*。 𝚃𝙷𝚁𝙴𝙰𝙳 ╱ mo xiulan#ヾ❥*。 𝙳𝚈𝙽𝙰𝙼𝙸𝙲 ╱ xiulan & ryan#flowersandapril#omg la frase era IDEAL#para el momento en que estos dos rompen#Xiulan lo quiere mucho :((#pero creo que Ryan siempre pone el trabajo por delante#y es cansado#y duele todo and im sad ok djsklsdñds#s*
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