#psicología Cartagena
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La loable facultad de Ciencias Humanas y Sociales
La facultad se posa hoy en un terreno sólido, se vanagloria por los miles de profesionales que se han formado y crecido en sus aulas. En manos de la decana Lorena Martínez Correa, el futuro de esta facultad promete grandes cambios ligados a la vanguardia. Se han convertido en un gran equipo que se mueve en pro de la educación, pues saben que allí se encuentra la mejor herramienta para la transformación social, esta facultad ha conseguido consagrarse gracias a la extraordinaria esencia que los caracteriza “La labor social”.
La Fundación Universitaria Los Libertadores dio a luz hace 40 años a lo que serían sus primeras dos facultades, Ciencias de la Comunicación y por supuesto a La Facultad de Ciencias de la Educación, hoy mejor conocida como La Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Esta facultad dio sus primeros pasos en el año 1982 bajo la dirección de Nelly Mendoza, la apuesta de la universidad por la formación de educadores se originó allí, cuando empezó ofertando la Licenciatura en Educación Preescolar. Pocos años más tarde consiguió ser el primer programa de la universidad en obtener acreditación en alta calidad, posicionándose también como uno de los primeros programas impartidos en la sede Cartagena
La Facultad de Ciencias Humanas y Sociales se ha dedicado a dar respuesta a las necesidades de formación de la sociedad colombiana, es por esto por lo que años más tarde ofertarían una alta variedad de programas, que han garantizado una formación integral que responde a altos estándares, entre estos nuevos programas se encuentran: La Licenciatura en Educación Especial, su Especialización en Pedagogía de la Lúdica, su Maestría en Educación – Virtual, entre otros.
Han ocurrido grandes cambios, eso está claro, la Facultad que hoy en día conocemos existe gracias a una fusión entre la Facultad de Ciencias de la Educación y la Facultad de Psicología, que se realizó en el año 2017. El deseo de la Institución con esta unión es y ha sido brindar una educación interdisciplinar, en campos del saber complementarios. Asimismo, lograr una mayor efectividad en todos los procesos que actúa a favor de los estudiantes. Desde ese momento, la apuesta Institucional por un programa comprometido socialmente y que ayude al desarrollo de las personas ha sido constante.
La facultad se ha esforzado por crear una cadena de formación fuerte, desde sus pregrados hasta sus especializaciones y maestrías, como lo menciona el director de los programas de licenciaturas, Winston Castellanos, “la facultad trabaja continuamente para forjar licenciados íntegros, que sean capaces de impartir enseñanzas ligadas al desarrollo mental y social de sus estudiantes”. Cuentan con diez programas académicos, entre ellos se encuentran tres de pregrado acreditados en alta calidad por parte del Ministerio de Educación Nacional, Adicionalmente cuenta con cuatro especializaciones y tres maestrías que enfatizan en el diseño de estrategias de aprendizaje para formar docentes con las mejores competencias para enseñar.
Sin duda su labor es distinguida, han conseguido reconocimiento nacional gracias a sus especializaciones impartidas virtualmente, han impactado significativamente a ciertas regiones y ciudades. Han alcanzado su meta de innovar las dinámicas de la educación temprana y de la mano de la investigación podida generar mayores conocimientos y mejorar las prácticas pedagógicas. Las buenas acciones y enseñanzas jamás se olvidan, esta facultad ha sabido pervivir.
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Los celos en pareja
En nuestro modelo de sociedad y amor los celos, son algo común. Podríamos decir que incluso algunas personas lo consideran como romanticismo. El pensamiento se traduce en: “Sí me quiere tendrá que ser celoso, así demostrará que me desea”.
Por desgracia este pensamiento ha olvidado la reflexión tan famosa que buda pronunció una vez:
Cuando queremos una flor, la arrancamos para llevarla con nosotros, nos sentimos con el derecho de poseerla; en cambio, cuando realmente sientes amor por aquella planta, te preocupas por mantenerla en buen estado, la riegas y cuidas todos los días con el fin de hacer de su vida algo más duradero a partir de tus buenas acciones hacia ella.
Sin embargo psicológicamente los celos producen este efecto de poseer a toda costa. Y cuanto más poseemos a alguien a su vez más nos confirmamos nuestro propio miedo a perderlo. El miedo al final se volverá una profecía autocumplida.
Cuanto más intentamos poseer, más lo alejamos de nosotros. Se produce esta curiosa paradoja. Cuanto más te encierro para mí en mi castillo de celos, más ganas produzco en ti de querer escapar. Esto suele ser un círculo vicioso que se muerde la cola.
Teniendo en cuenta todo esto surge la gran pregunta: ¿Cómo nacen los celos? Los celos en sí nacen de la incapacidad de confiar en el otro, y por el miedo excesivo de perder a la pareja.
Entre diversos estudios se ha llegado a la conclusión que los celos se producen por:
Tener ideas irracionales sobre el amor o sobre las personas; la típica frase de todos y todas son iguales.
Haber vivido situaciones de traición.
Tener una mala autoestima que nos lleva a sentirnos inferiores al resto.
Tener una idea del amor demasiado tradicional; donde la mujer es la pertenencia del hombre.
Ser una persona emocionalmente dependiente
Haber vivido traumas relacionados con la perdida y el abandono.
Haber tenido un modelo familiar basado en los celos y la dependencia.
En general la desconfianza es la columna clave que aguanta y sostiene todas las conductas celosas. Sí no conseguimos derribar esta columna probablemente todas nuestras relaciones acaben siendo asfixiantes.
Ahora bien se puede producir la gran pregunta: ¿Que son celos “normales” y “patológicos”?
Los celos normales son aquellos que se producen en situaciones limitadas. Aparecen en momentos que pueden estar justificados y no acaban arruinando el día, ni generando un patrón obsesivo. Son celos más internos, no aparecen las típicas conductas de preguntar en exceso o investigar sobre la pareja. No le crean a la persona inestabilidad psicológica, ni ansiedad, ni rabia. Por lo general se solucionan con una simple conversación o abrazo.
Los celos patológicos son aquellos que crean una fuerte inestabilidad psicológica en la persona. Esta inestabilidad los lleva a descargar sentimientos de rabia contra su pareja. Suelen ser reiterados y aparecer conductas continuas de comprobación, espionaje o interrogaciones a la pareja. Cuando estos aparecen hacen que la persona deje de disfrutar del momento presente. Además este tipo de celos se suelen generalizar al día a día.
Al final estos celos se vuelven una terrible tortura para la propia persona que los ejerce y para su pareja, entonces…. ¿Cómo superar los celos?
Se debe poner a régimen los celos: Cada vez que la persona celosa pregunte algo no se debe contestar; cada contestación es alimentar sus celos.
Desviar la rabia y la frustración: En un primer momento habrá que desviar esas emociones hacia un objeto, hacia una situación u la escritura; seguir haciéndolo hacia la pareja fomenta el malestar.
Hacer comprobaciones únicamente puntuales y metódicas: Estas comprobaciones de forma voluntaria van dando seguridad (No cuando el celoso lo decida). Por ejemplo: Todos los martes, hacer el día de los celos y preguntar todo sobre ese tema hasta el agotamiento (efecto paradójico).
Trabajo personal: Indagar con un experto de donde vienen esos celos, cómo funcionan y empezar a trabajarlos.
Todos los celos que se siguen manteniendo acaban en un patrón mayor, por lo tanto cuanto antes se empiecen a erradicarse será mejor. Al principio puede costar realizar estas indicaciones, pero todo camino a la cima es duro.
Al final todo esfuerzo tiene su recompensa, y sí no ponemos a régimen los celos, los mismos nos acabaran devorando a nosotros y a nuestra vida.
Psicología, Terapia en Cartagena, psicología Cartagena, terapia de pareja, psicólogo infantil
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Inicio AC Psicologia
AC Psicología es una clínica de psicología en Cartagena (Murcia) donde se trabaja con la terapia breve estratégica. Tratamos todo tipo de problemas con las técnicas más avanzadas en psicología. Ofrecemos desde terapia individual, terapia de pareja, psicología infantil, terapia familiar e informes forenses. Tenemos un máximo compromiso en ayudar a nuestros pacientes, obteniendo los mejores resultados en el menor tiempo posible. En nuestra metodología vemos a cada cliente cada 15 días. Esto se debe a que se ha demostrado científicamente que: 1) Es el tiempo óptimo para producir cambios psicológicos sanos y 2) Es mucho más flexible y económico para nuestros clientes. El psicólogo principal es Javier Aparicio que cuenta con una amplia formación en los distintos ámbitos de la psicología. En Cartagena (Murcia) somos una de las clínicas de referencia. Además comprometidos con nuestra ciudad y otras asociaciones de la misma, realizamos charlas didácticas sobre temas de interés. Tenemos la ventaja de ofrecer una primera sesión a un precio más reducido, para que si te has sentido cómodo continúes con nosotros. Recuerda Ac Piscología tú clínica de elección para solucionar todo tipo de problemas en Cartagena (Murcia). Máximos resultados en mínimo tiempo. English. AC Psychology is a psychology clinic in Cartagena (Murcia) where you work with strategic brief therapy. We treat all kinds of problems with the most advanced techniques in psychology. We offer from individual therapy, couples therapy, child psychology, family therapy and forensic reports. We have a maximum commitment in helping our patients, obtaining the best results in the shortest possible time. In our methodology we see each client every 15 days. This is because it has been scientifically proven that: 1) It is the optimal time to produce healthy psychological changes and 2) It is much more flexible and economical for our clients. The main psychologist is Javier Aparicio who has extensive training in different areas of psychology. In Cartagena (Murcia) we are one of the reference clinics. In addition committed to our city and other associations of the same, we conducted educational talks on topics of interest. We have the advantage of offering a first session at a lower price, so if you have felt comfortable continue with us. Remember Ac Piscología your clinic of choice to solve all kinds of problems in Cartagena (Murcia). Maximum results in minimum time.
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◆︎ bot wikipedia ◆︎ francisco vicente ◆︎
@botwikipedia1 es un proyecto de escritura no creativa de internet, para internet, desde internet. en esta cuenta de twitter en constante desarrollo se postearán citas literales de wikipedia relacionadas con ciencias biológicas, matemática, psicología, física y filosofía, para generar un poema infinito no creativo. hoy nos disfrazamos de piero manzoni. nuestra obra de arte es: LA CIENCIA.
❍︎❍︎ francisco vicente, de cartagena, españa, en camino a ser doctor en psicología, canta en la banda ayoho. publicó el mundo sin usted y pronto neurobiología de la memoria
puedes leer el poema aquí
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Seguimos con el seminario en estrategias de atención a estudiantes con necesidades educativas diferenciales, mañana estará la especialista en psicología clínica María Margarita Molina desde la ciudad de Cartagena con el tema detección de dificultades de aprendizaje en el aula de clases. Únete al reto Corporación Apolíneos hacia la construcción de una educación inclusiva, una educación para todos. (en Monteria, Tierra De Ensueño) https://www.instagram.com/p/CFLp5ZWF_6z/?igshid=v08jmk927a5a
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Yo tiendo a sobre analizar las cosas. Por mucho tiempo, no entendí porqué el francés nunca me pegó tanto, porqué nunca lo preferí. Pero ahora que ya lo sé, también entiendo porqué simplemente ADORO a Armando. Y es que en lo personal, los personajes perfectos pocas veces me gustan más que un personaje humano, que no es malo, pero tiene defectos:
1. Es el mejor personaje de toda la novela, seguido de Betty y Marcela respectivamente, yes el que tiene mejor desarrollo, no forzado y creíble
2. Es el más emocionalmente complejo, es que hasta puedes hacer una tesis con el si estudias psicología
3. Aunque algo superficial al principio, no es ningún bruto, cuando habla, lo hace con propiedad, tiene cultura. Sabe encontrar buenos socios y compradores, aunque eso se nota con el avance de la novela. El principal problema de Armando es su soberbia, y eso es lo que le lleva a hacer tantas tonterías cuando empieza la historia
4. Es carismático, tiene sentido que sea popular entre las modelos y las mujeres en general. Hasta enojado te saca una risa
5. Aunque es algo neurótico, es justo, o trata de serlo, y eso se nota. También es la razón por la que los empleados lo prefieren a el antes que a Daniel, desde el cuartel hasta Freddy
6. A pesar de que hizo muchas cosas moralmente incorrectas, como Marcela y Betty, a ninguno se puede catalogar de ser un villano. El villano propiamente tal, para serlo, debe ejecutar sus actos con mala fe, o sea, con la intención de dañar, y Armando nunca hizo nada por maldad. Estos tres personajes, en el fondo, fueron sus propios antagonistas. No solo es una historia de amor, además es la historia de cómo tres personas tuvieron que dejar atrás sus prejuicios y temores para crecer, mejorar, perdonarse a sí mismos y a los demás, y para ser felices
7. ¿Tuvo comportamientos tóxicos? ¡Claro que si, como Betty y Marcela! Uno de los peores fue cuando golpeó a Nicolás y acosaba a Betty, como Marcela lo hacia con el, y ninguno está bien. Y no lo justifico, pero puedo entender porqué a Armando le pasó eso; el cambio de Betty para con el fue de un día para otro, no le daba explicaciones, no sabía qué estaba pasando con ella, encima la situación de Eco Moda, el matrimonio respirándole en la nuca, sus propias confusiones emocionales, todo eso lo llevó a un estado cúlmine en que la desesperación se adueñó de el (no lo hizo por machismo). Además, el no es frio y racional como Daniel o Mario, no puede hacer cara de póker, cuando algo no le gusta, basta con verle la cara para saberlo; el es intenso, se deja guiar por las emociones, y de no haber explotado en ese momento, creo que habría terminado en un psiquiátrico.
8. A pesar de ello, no lo volvió a repetir. Cuando Betty regresa de Cartagena, y aunque la persigue un par de veces, no vuelve a forzarla para un beso como antes, no alza la voz nunca, y en todo caso, intenta disculparse.
9. Es el ÚNICO hombre en la novela que siempre le coqueteaba a Betty, casi desde que llegó (ese coqueteo era hasta descarado, por Dios). Betty le generaba algo muy especial. A veces la miraba como con ganas de volverla muy pequeñita, guardarla en una caja y llevarla consigo en un lugar donde nadie pudiera hacerle daño o insultarla. Siempre la defendía, de todo y de todos; creo que Marcela por eso seguía con el a pesar de la infidelidad, ella sabía que tenía supremacía sobre las modelos para Armando; era la reina. Pero Betty llegó pisando como la emperatriz (es más que una reina),luego como un ángel, y finalmente como una Diosa para Armando.
10. Si Betty dio el puntapié inicial para la evolución de Armando como persona, pues el también hizo lo mismo en ella; crecieron juntos. Ella al llegar, era muy tímida, su voz temblorosa y fragilidad eran extremos. Pero Armando le dio seguridad en sí misma, básicamente le dijo “Creo en ti, yo sé que tu puedes”, y así fue adquiriendo seguridad en sí misma, a “creerse el cuento”, y hasta a mejorar su autoestima. Además, en un lugar tan hostil como Eco Moda, donde no está Nicolás, Armando era su pilar, un lugar en que ella podía buscar refugio, protección, y hasta consuelo, porque además, el realmente no le tenía lástima, la veía como a una persona capaz, creía en ella. Y para el, Betty era la Mujer Maravilla, la única capaz de salvarlo, el sabía que si ella estaba con el, todo saldría bien al final. Eran amigos.
11. El cambio de Armando no fue solo por Betty; también fue por el mismo. Cuando el ya no quería casarse, no lo hacía solo por ella, sino porque se daba cuenta que no quería casarse con Marcela. Cuando Betty se va, el cae en un abismo oscuro, donde no sabe qué hacer. Vuelve con Marcela por agradecimiento, y también porque ya todo está arruinado con Betty, así que tal vez pueda hacer feliz a Marcela. Pero cuando ella vuelve, se da cuenta de que es inútil; ama a Betty. Lo mismo con Alejandra, creo que pensaba que, junto a ella, podría dejar atrás lo de Betty, que no quiere nada con el. Error. Finalmente termina con Marcela, lo hace por sí mismo, y también por Marce; no quiere seguir siendo egoísta, dañando a personas que quiere con su actuar. Eso significa que no depende emocionalmente de Betty, el es perfectamente capaz de estar solo, y no recaerá en sus viejos hábitos. Una persona así es confiable, cambió por las razones correctas, es un crecimiento sano.
12. Y porque es muy chulo, obviamente
A pesar de que durante los primeros episodios mencionan constantemente que Armando es extremadamente superficial y únicamente mira a “lo mejor de lo mejor” y que las mujeres que no cabían en esta categoría eran “relleno poblacional” a sus ojos, me parece que la mayoría de los altos ejecutivos de Ecomoda eran aún más superficiales que Armando. Él simplemente era selectivo con sus parejas, pero no discriminaba a las mujeres como profesionales en base a su físico, a diferencia de Hugo, Marcela, Calderón o incluso Margarita y Roberto.
A pesar que en cierta parte Armando le dio el trabajo a Betty por no querer a Patricia, también hay que tener en cuenta que había muchas otras candidatas, y aún así decidió escoger a Betty por ser la más preparada. Él fue el único que estuvo dispuesto a darle una oportunidad como profesonal a Betty sin importarle lo fea que fuera.
Siempre siento lástima porque Betty se enamorara de Armando cuando él la ignoraba y la trataba meramente como otra empleada más, pero creo que esto último es exactamente lo que hizo que Betty se fijara en él en un principio: Armando no la trataba como menos por ser fea. La trataba como la profesional que era y tenía en cuenta su opinión porque respetaba sus conocimientos. Después de toda la vida siendo ignorada y tratada de menos sólo por tu físico, tener a alguien que finalmente valore tus tu trabajo y confíe en tu criterio, debió ser la cosa más bella que le pasó a Betty. Es triste que sus estándares fueran tan bajos, pero es entendible cuando se considera el tipo de vida que ha llevado Betty hasta ese punto.
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"Somos menos felices y menos productivos que nunca porque somos adictos"
"Somos menos felices y menos productivos que nunca porque somos adictos" https://ift.tt/37OOsqU
Derechos de autor de la imagen Alvaro Manguito
Image caption La periodista Marta Peirano se especializa en tecnologías de vigilancia y manipulación masiva.
"Te ha llegado un correo, un mensaje, un hechizo, un paquete. Hay un usuario nuevo, una noticia nueva, una herramienta nueva. Alguien ha hecho algo, ha publicado algo, ha subido una foto de algo, ha etiquetado algo. Tienes cinco mensajes, veinte likes, doce comentarios, ocho retuits. Hay tres personas mirando tu perfil, cuatro empresas leyendo tu currículum, dos altavoces inalámbricos rebajados, tres facturas sin pagar. Las personas a las que sigues están siguiendo esta cuenta, hablando de este tema, leyendo este libro, mirando este vídeo, llevando esta gorra, desayunando este bol de yogur con arándanos, bebiendo este cóctel, cantando esta canción."
Así rapta tu cerebro, tu voluntad, tus horas de sueño, de amor y de paseo "la economía de la atención" de la que habla la periodista española Marta Peirano en su último libro revelador: El enemigo conoce el sistema.
Así también sus dueños se enriquecen, como cuenta en sus páginas. Y tienen trabajando a los mejores cerebros del mundo para aumentar las ganancias mientras les entregamos todo. "El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que ofreces a cambio.", dice.
Desde los noventa, en que descubrió la escena Hacker en Madrid, hasta hoy, no ha dejado de mirar la tecnología con ojo agudo, crítico y pensante. Su libro relata desde los inicios libertarios de la revolución digital hasta su temible y potencial dictadura, que avanza a pasos agigantados, sin que nos demos mucha cuenta.
Marta Peirano es una de las protagonistas de los diálogos del Hay Festival Cartagena.
Dices que la economía de la atención nos roba horas de sueño, de descanso, de vida social, ¿cómo la explicarías?
La economía de la atención o el capitalismo de vigilancia gana dinero consiguiendo nuestra atención. Es un modelo de negocio que depende de que instalemos sus aplicaciones, para tener un puesto de vigilancia en nuestras vidas. Puede ser una smart tv, un móvil en el bolsillo, un altavoz inteligente, una suscripción a Netflix, a Apple.
Y quiere que las uses el mayor tiempo posible, porque así estás generando datos que los hacen ganar dinero. Mientras más generas, más valioso es su banco de datos.
Derechos de autor de la imagen Getty Images
¿Qué datos se generan mientras veo una serie, por ejemplo?
Netflix tiene muchos recursos para lograr que en vez de ver un capítulo a la semana, como hacíamos antes, veas toda la temporada en una maratón. Su propio sistema de vigilancia sabe cuánto tiempo pasamos viéndola, dónde la paramos para irnos al baño o hacernos la cena, cuántos episodios somos capaces de ver antes de quedarnos dormidos. Eso les ayuda a refinar su interfaz.
Si llegamos al capítulo cuatro y nos vamos a la cama, saben que es el punto de desconexión, entonces llaman a 50 genios para que lo resuelvan y en la siguiente serie nos quedemos hasta el capítulo siete.
¿Los mayores cerebros del mundo trabajan para lograr que perdamos la voluntad?
Todas las aplicaciones que existen se basan en lo que hasta ahora era el diseño más adictivo, el de las tragaperras (tragamonedas) que hace que un sistema produzca la mayor cantidad de pequeños acontecimientos inesperados en el menor tiempo posible. En la industria del juego se llama event frequency. Cuanto más alta es la frecuencia, más rápido te enganchas, pues es un loop de dopamina.
Cada vez que hay un evento, te da un chute de dopamina, cuantos más acontecimientos encajas en una hora, más chutes, que es lo que te genera adicción.
Derechos de autor de la imagen Marta Peirano
Image caption "El enemigo conoce el sistema" es el libro sobre el que hablará Marta Peirano durante el Hay Festival en Cartagena.
¿Cada tweet que leo, cada posteo de Facebook que llama mi atención, cada persona de Tinder a la que doy like, es un evento?
Son eventos, y en la psicología del condicionamiento existe el condicionamiento de intervalo variable, en el que no sabes lo que va a pasar. Abres Twitter y no sabes si vas a retwittear y te vas a convertir en la reina de tu pandilla durante los próximos 20 minutos.
El que no sepas si vas a tener premio, castigo o nada, hace que te enganches más deprisa.
La lógica del mecanismo provoca que sigas intentando, para entender el patrón. Y cuanto menos patrón hay, más se atasca tu cerebro y sigue, como las ratitas de las cajas de Skinner, que fue quien inventó el condicionamiento de intervalo variable. La rata le da a la palanca de manera obsesiva, tanto si sale comida como si no.
Los adultos pueden entenderlo, pero ¿qué pasa con los niños que llegan a tener síndrome de abstinencia cuando no están enganchados a Instagram, YouTube, Snapchat, Tik Tok?
Las redes sociales son como máquinas tragaperras, que están cuantificadas en forma de likes, de corazones, de cuánta gente ha visto tu post y genera una adicción especial, porque es lo que dice tu comunidad, si te acepta, si te valora. Cuando esa aceptación, que es completamente ilusoria, entra en tu vida, te vuelves adicta, porque estamos condicionados para querer encajar en el grupo, nuestra vida depende de que se nos acepte y se nos valore.
Han conseguido cuantificar esa valoración y convertirla en un chute de dopamina. ¿Se enganchan los niños? Más rápido que nadie y no es que no tengan fuerza de voluntad, es que ni siquiera entienden por qué puede ser malo para ellos.
No dejamos que nuestros hijos beban Coca Cola y coman gominolas, porque sabemos que el azúcar es dañino, pero les damos pantallas para que se entretengan, porque así no tenemos que interactuar con ellos.
¿Y qué podemos hacer?
Interactuar con ellos. Un niño que no tiene una pantalla se aburre. Y un niño aburrido, molesta, si tú no estás dispuesto a interactuar con tu hijo, porque a lo mejor prefieres estar haciendo otras cosas.
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Image caption "Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando".
¿Mirando tu propia pantalla, por ejemplo?
Vemos familias enteras pegadas al móvil y lo que está pasando es que cada uno está gestionando su propia adicción. Todo el mundo sabe que las tragaperras son malas, que la heroína es mala, pero con Twitter, con Slack, con Facebook, no lo saben, entre otras cosas, porque también se han convertido en herramientas de productividad.
Entonces yo, que soy periodista, cuando veo el Twitter es porque necesito estar informada. La peluquera en el Instagram estará mirando cómo se lleva el pelo, hay una excusa para todos.
La adicción es la misma, pero cada uno juega distinto y nos decimos que no es una adicción, sino que estás al día y que eso aumenta tu productividad.
¿Nos podríamos calificar como adictos tecnológicos?
No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas. Esto no es un accidente, es deliberado.
Hay un señor que da clases en Stanford a quienes montan startups para generar ese tipo de adicción.
Hay consultores en el mundo que van a las empresas para explicar cómo provocarla. La economía de la atención utiliza la adicción para optimizar el tiempo que pasamos delante de las pantallas.
Esto también ocurre con la comida, como cuentas en el libro, nos manipulan con los olores, los ingredientes y nos culpamos por carentes de voluntad y de auto control…
Es casi un ciclo de maltrato, porque la empresa contrata a 150 genios para crear un producto que te produce adicción instantánea.
Te hackean el cerebro para que la combinación exacta de grasa, azúcar y sal le genere bienestar, pero como no aporta nutrición a cuerpo, nunca se te pasa el hambre y tienes una especie de cortocircuito: tu cerebro te está diciendo dame mas, esto es bueno, pero el resto de tu cuerpo dice tengo hambre.
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Image caption "Tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones.
Como el anuncio de Pringles, "Once you pop you can't stop", (Cuando haces pop, ya no hay stop) lo cual es absolutamente cierto, porque abro un frasco y hasta que no me lo he comido entero, no puedo pensar en otra cosa.
Luego ellos te dicen, bueno, esto es porque tú eres un gocho, tienes gula. ¡El pecado de la gula!. Como no sabes controlar, te voy a vender un producto que puedes comer y comer y no te va a engordar, los yogures cero, la Coca-Cola zero. Ganan por todos lados y la culpa es parte de ese proceso. Ahora mismo en Silicon Valley hay un montón de gente que hace aplicaciones para que pases menos tiempo usando las otras aplicaciones. Ése es el yogur.
Esta toma de conciencia, de comprender cómo funciona, ¿ayuda?, ¿es el primer paso?
Pienso que sí y también darte cuenta de que tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones.
No eres adicto a las noticias, eres adicto al Twitter, no eres adicto a la decoración de interiores, eres adicto al Pinterest, no eres adicto a tus amigos ni a sus maravillosos hijos cuyas fotos postean, eres adicto al Instagram.
La adicción la genera la aplicación y cuando lo entiendes, empiezas a verlo de otra manera. No es falta de voluntad, están diseñadas ofrecerte loops de dopamina, que te dan una satisfacción inmediata y te arrastran de cualquier otra cosa que no te la da, como por ejemplo jugar con tu hijo, pasar un rato con tu pareja, irte al campo o terminar un trabajo, que requieren una curva, porque hay satisfacción, pero no es inmediata.
De todo lo que cuentas, manipulaciones, vigilancia, adicciones, ¿Qué es lo que más te atemoriza?
Lo que más me preocupa es la facilidad con la que se convence a la gente de que renuncie a sus derechos más fundamentales y que llegue a decir ¿a quién le importan mis datos?, ¿a quién le importa dónde he estado? cuando hace 40 años había gente muriendo por el derecho a reunirse con otros, sin que el gobierno supiera quiénes eran, por el derecho a tener conversaciones privadas en la intimidad, o el derecho de que tu empresa no sepa si en tu familia hay un enfermo de cáncer.
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Image caption "No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas".
Nos ha costado mucha sangre conseguirlo y ahora lo estamos abandonando con una ligereza que no es natural, es implantada y alimentada por un ecosistema que se beneficia de esa ligereza.
Cuando uno manda un correo sabe que lo pueden a leer, pero es verdad que pensamos ¿a quién le va a importar lo que escribo? ¿Importa de verdad?
Realmente no le importa a nadie, hasta que le importa, porque todo ese material queda almacenado y si está disponible para el gobierno, éste tendrá herramientas para contar cualquier historia sobre ti, sin que lo puedas rebatir.
Puede decir que tales días estuviste con cierta persona y tú no sabes ni dónde estabas, ni quién es esa persona, pero los datos lo cuentan y probablemente son ciertos, pero la historia no lo es.
Si el gobierno te quiere meter presa porque haces un fanzine que no le gusta, puede buscar la manera de vincularte a un terrorista. ¿Cómo? pues a lo mejor vuestros hijos fueron juntos al colegio durante un tiempo y puede demostrar que las matrículas de vuestros coches coincidieron una y otra vez en la misma carretera durante tres años. En ese sentido tus datos son peligrosos.
Dices en el libros que "Cada día se generan 2,5 quintillones de datos, en parte enviando colectivamente 187 millones de correos y medio millón de tuits, viendo266.000 horas de Netflix, haciendo 3,7 millones de búsquedas en Google o descartando 1,1 millones de caras en Tinder", ¿qué pasa con todo eso?
Estamos obsesionados con nuestro dato personal, mis fotos, mis mensajes, pero el valor real es estadístico, porque tus mensajes más los de3.000 millones de personas más, le dicen a una empresa o a un gobierno quiénes somos colectivamente.
Ellos los utilizan, primero, para poner personas susceptibles a disposición de los publicistas. Y segundo, para crear predicciones, porque este es un mercado de futuros.
Saben que cuando en un país de ciertas características sube el precio de la electricidad entre un 12 y un 15%, pasa tal cosa, pero si sube entre un 17 y un 30% pasa otra. Las predicciones sirven para manipular e ir ajustando tus actividades, para saber, por ejemplo, cuánto puedes putear a la población con el precio de las cosas antes de que se te revelen o se te empiecen a suicidar en masa.
Como lo que estalló en Chile con una pequeña alza en el metro, pero la gente siguió protestandoe…
A lo mejor el gobierno chileno no lo está procesando de esa manera, pero Facebook lo está haciendo, Google lo está haciendo, porque toda la gente que está en la calle tiene el móvil en el bolsillo. Y lo han llevado durante los últimos años de su vida.
Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa, cuá
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Image caption "Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa".
Todos los móviles hablando a la vez permiten saber cómo puedo hacer lo que quiero sin que se levante de la población. Y después predecir lo que pasa, para acallarla lo antes posible.
Pero ¿quién está dispuesto a prescindir del móvil, de internet? ¿cuál es el camino del ciudadano normal?
El problema no es el móvil, no es Internet. Todas las tecnologías de las que somos dependientes son las herramientas de la vida contemporánea, voluntariamente las ponemos en nuestros móviles, pero no requieren de la vigilancia para funcionar, ni necesitan vigilarte para darte un servicio. No tienen por qué, lo que pasa es que la economía de los datos es muy golosa.
¿Es tan jugoso el negocio que lo van a hacer igual aunque intentemos poner límites?
Es muy difícil que un gobierno pare los pies a tecnologías que le facilitan un control tan interesante de la población. Pero la idea es exigir que eso pase, porque no debería ser así.
Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando, solo que tú no vas a saber dónde estás, lo único que haces es desactivarlos para ti.
Igual que cuando en Facebook o en Twitter y bloqueas a alguien para que no vea lo que posteas, o lo bloqueas para todos, entonces solo lo ves tú... y Facebook. Lo que pasa en sus centros de datos, pasa para ti y para ellos. No puedes bloquear a Facebook, porque estás en Facebook.
¿Estás planteando que tenemos que rebelarnos y exigir la privacidad?
Pero no contra las empresas. Es natural que aprovechen una fuente de financiación tan barata y gloriosamente efectiva.
Lo que no es natural es que un gobierno que está diseñado para proteger los derechos de sus ciudadanos lo permita. Y es que cada vez más gobiernos han llegado al poder gracias a ese tipo de herramientas, por eso no van a controlarlas, salvo que teman que les quiten el poder con los mismos trucos sucios que usaron ellos.
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Image caption Los gobiernos discuten sobre si es necesario limitar el poder de las empresas que manejan grandes cantidades de datos, como Facebook.
Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer? Pienso que empezar a convertir ese tema crucial en un tema político a nivel local y general, es decir, acción colectiva, acción política.
¿Está ocurriendo este debate en alguna parte del mundo?
En las primarias demócratas de la campaña presidencial 2020 de Estados Unidos, está siendo uno de los temas cruciales. Se debate si estas empresas deben ser gestionadas de otra manera o ser divididas, porque además son monopolio.
Sin embargo, en Europa y en Latinoamérica nos hemos hartado de hablar de las fake news, de su efecto, de las campañas tóxicas. En España ha habido tres elecciones generales en tres años y ningún político habla de esto.
¿El sistema es nuestro enemigo entonces?
Estamos integrados y dependemos de sistemas que no sabemos cómo funcionan ni lo que quieren de nosotros. Facebook, Google y otros, dicen querer que nuestra vida sea más fácil, que nos pongamos en contacto con nuestras personas queridas, que seamos más eficientes y trabajemos mejor, pero su objetivo no es ese, no están diseñados para eso, sino para chuparnos datos, manipularnos y vendernos cosas.
Nos explotan, y encima, estamos menos conectados, somos menos felices y menos productivos que nunca, porque somos adictos.
*Esta entrevista es parte de la versión digital del Hay Festival Cartagena 2020, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad colombiana entre el 30 de enero y el 2 de febrero.
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Somos menos felices y menos productivos que nunca porque somos adictos
"Te ha llegado un correo, un mensaje, un hechizo, un paquete. Hay un usuario nuevo, una noticia nueva, una herramienta nueva. Alguien ha hecho algo, ha publicado algo, ha subido una foto de algo, ha etiquetado algo. Tienes cinco mensajes, veinte likes, doce comentarios, ocho retuits. Hay tres personas mirando tu perfil, cuatro empresas leyendo tu currículum, dos altavoces inalámbricos rebajados, tres facturas sin pagar. Las personas a las que sigues están siguiendo esta cuenta, hablando de este tema, leyendo este libro, mirando este vídeo, llevando esta gorra, desayunando este bol de yogur con arándanos, bebiendo este cóctel, cantando esta canción." Así rapta tu cerebro, tu voluntad, tus horas de sueño, de amor y de paseo "la economía de la atención" de la que habla la periodista española Marta Peirano en su último libro revelador: El enemigo conoce el sistema. Así también sus dueños se enriquecen, como cuenta en sus páginas. Y tienen trabajando a los mejores cerebros del mundo para aumentar las ganancias mientras les entregamos todo. "El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que ofreces a cambio.", dice. Desde los noventa, en que descubrió la escena Hacker en Madrid, hasta hoy, no ha dejado de mirar la tecnología con ojo agudo, crítico y pensante. Su libro relata desde los inicios libertarios de la revolución digital hasta su temible y potencial dictadura, que avanza a pasos agigantados, sin que nos demos mucha cuenta. Marta Peirano es una de las protagonistas de los diálogos del Hay Festival Cartagena. Dices que la economía de la atención nos roba horas de sueño, de descanso, de vida social, ¿cómo la explicarías? La economía de la atención o el capitalismo de vigilancia gana dinero consiguiendo nuestra atención. Es un modelo de negocio que depende de que instalemos sus aplicaciones, para tener un puesto de vigilancia en nuestras vidas. Puede ser una smart tv, un móvil en el bolsillo, un altavoz inteligente, una suscripción a Netflix, a Apple. Y quiere que las uses el mayor tiempo posible, porque así estás generando datos que los hacen ganar dinero. Mientras más generas, más valioso es su banco de datos.
¿Qué datos se generan mientras veo una serie, por ejemplo? Netflix tiene muchos recursos para lograr que en vez de ver un capítulo a la semana, como hacíamos antes, veas toda la temporada en una maratón. Su propio sistema de vigilancia sabe cuánto tiempo pasamos viéndola, dónde la paramos para irnos al baño o hacernos la cena, cuántos episodios somos capaces de ver antes de quedarnos dormidos. Eso les ayuda a refinar su interfaz. Si llegamos al capítulo cuatro y nos vamos a la cama, saben que es el punto de desconexión, entonces llaman a 50 genios para que lo resuelvan y en la siguiente serie nos quedemos hasta el capítulo siete. ¿Los mayores cerebros del mundo trabajan para lograr que perdamos la voluntad? Todas las aplicaciones que existen se basan en lo que hasta ahora era el diseño más adictivo, el de las tragaperras (tragamonedas) que hace que un sistema produzca la mayor cantidad de pequeños acontecimientos inesperados en el menor tiempo posible. En la industria del juego se llama event frequency. Cuanto más alta es la frecuencia, más rápido te enganchas, pues es un loop de dopamina. Cada vez que hay un evento, te da un chute de dopamina, cuantos más acontecimientos encajas en una hora, más chutes, que es lo que te genera adicción.
"El enemigo conoce el sistema" es el libro sobre el que hablará Marta Peirano durante el Hay Festival en Cartagena. ¿Cada tweet que leo, cada posteo de Facebook que llama mi atención, cada persona de Tinder a la que doy like, es un evento? Son eventos, y en la psicología del condicionamiento existe el condicionamiento de intervalo variable, en el que no sabes lo que va a pasar. Abres Twitter y no sabes si vas a retwittear y te vas a convertir en la reina de tu pandilla durante los próximos 20 minutos. El que no sepas si vas a tener premio, castigo o nada, hace que te enganches más deprisa. La lógica del mecanismo provoca que sigas intentando, para entender el patrón. Y cuanto menos patrón hay, más se atasca tu cerebro y sigue, como las ratitas de las cajas de Skinner, que fue quien inventó el condicionamiento de intervalo variable. La rata le da a la palanca de manera obsesiva, tanto si sale comida como si no. Los adultos pueden entenderlo, pero ¿qué pasa con los niños que llegan a tener síndrome de abstinencia cuando no están enganchados a Instagram, YouTube, Snapchat, Tik Tok? Las redes sociales son como máquinas tragaperras, que están cuantificadas en forma de likes, de corazones, de cuánta gente ha visto tu post y genera una adicción especial, porque es lo que dice tu comunidad, si te acepta, si te valora. Cuando esa aceptación, que es completamente ilusoria, entra en tu vida, te vuelves adicta, porque estamos condicionados para querer encajar en el grupo, nuestra vida depende de que se nos acepte y se nos valore. Han conseguido cuantificar esa valoración y convertirla en un chute de dopamina. ¿Se enganchan los niños? Más rápido que nadie y no es que no tengan fuerza de voluntad, es que ni siquiera entienden por qué puede ser malo para ellos. No dejamos que nuestros hijos beban Coca Cola y coman gominolas, porque sabemos que el azúcar es dañino, pero les damos pantallas para que se entretengan, porque así no tenemos que interactuar con ellos. ¿Y qué podemos hacer? Interactuar con ellos. Un niño que no tiene una pantalla se aburre. Y un niño aburrido, molesta, si tú no estás dispuesto a interactuar con tu hijo, porque a lo mejor prefieres estar haciendo otras cosas.
"Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando". ¿Mirando tu propia pantalla, por ejemplo? Vemos familias enteras pegadas al móvil y lo que está pasando es que cada uno está gestionando su propia adicción. Todo el mundo sabe que las tragaperras son malas, que la heroína es mala, pero con Twitter, con Slack, con Facebook, no lo saben, entre otras cosas, porque también se han convertido en herramientas de productividad. Entonces yo, que soy periodista, cuando veo el Twitter es porque necesito estar informada. La peluquera en el Instagram estará mirando cómo se lleva el pelo, hay una excusa para todos. La adicción es la misma, pero cada uno juega distinto y nos decimos que no es una adicción, sino que estás al día y que eso aumenta tu productividad. ¿Nos podríamos calificar como adictos tecnológicos? No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas. Esto no es un accidente, es deliberado. Hay un señor que da clases en Stanford a quienes montan startups para generar ese tipo de adicción. Hay consultores en el mundo que van a las empresas para explicar cómo provocarla. La economía de la atención utiliza la adicción para optimizar el tiempo que pasamos delante de las pantallas. Esto también ocurre con la comida, como cuentas en el libro, nos manipulan con los olores, los ingredientes y nos culpamos por carentes de voluntad y de auto control… Es casi un ciclo de maltrato, porque la empresa contrata a 150 genios para crear un producto que te produce adicción instantánea. Te hackean el cerebro para que la combinación exacta de grasa, azúcar y sal le genere bienestar, pero como no aporta nutrición a cuerpo, nunca se te pasa el hambre y tienes una especie de cortocircuito: tu cerebro te está diciendo dame mas, esto es bueno, pero el resto de tu cuerpo dice tengo hambre.
"Tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones. Como el anuncio de Pringles, "Once you pop you can't stop", (Cuando haces pop, ya no hay stop) lo cual es absolutamente cierto, porque abro un frasco y hasta que no me lo he comido entero, no puedo pensar en otra cosa. Luego ellos te dicen, bueno, esto es porque tú eres un gocho, tienes gula. ¡El pecado de la gula!. Como no sabes controlar, te voy a vender un producto que puedes comer y comer y no te va a engordar, los yogures cero, la Coca-Cola zero. Ganan por todos lados y la culpa es parte de ese proceso. Ahora mismo en Silicon Valley hay un montón de gente que hace aplicaciones para que pases menos tiempo usando las otras aplicaciones. Ése es el yogur. Esta toma de conciencia, de comprender cómo funciona, ¿ayuda?, ¿es el primer paso? Pienso que sí y también darte cuenta de que tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones. No eres adicto a las noticias, eres adicto al Twitter, no eres adicto a la decoración de interiores, eres adicto al Pinterest, no eres adicto a tus amigos ni a sus maravillosos hijos cuyas fotos postean, eres adicto al Instagram. La adicción la genera la aplicación y cuando lo entiendes, empiezas a verlo de otra manera. No es falta de voluntad, están diseñadas ofrecerte loops de dopamina, que te dan una satisfacción inmediata y te arrastran de cualquier otra cosa que no te la da, como por ejemplo jugar con tu hijo, pasar un rato con tu pareja, irte al campo o terminar un trabajo, que requieren una curva, porque hay satisfacción, pero no es inmediata. De todo lo que cuentas, manipulaciones, vigilancia, adicciones, ¿Qué es lo que más te atemoriza? Lo que más me preocupa es la facilidad con la que se convence a la gente de que renuncie a sus derechos más fundamentales y que llegue a decir ¿a quién le importan mis datos?, ¿a quién le importa dónde he estado? cuando hace 40 años había gente muriendo por el derecho a reunirse con otros, sin que el gobierno supiera quiénes eran, por el derecho a tener conversaciones privadas en la intimidad, o el derecho de que tu empresa no sepa si en tu familia hay un enfermo de cáncer.
"No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas". Nos ha costado mucha sangre conseguirlo y ahora lo estamos abandonando con una ligereza que no es natural, es implantada y alimentada por un ecosistema que se beneficia de esa ligereza. Cuando uno manda un correo sabe que lo pueden a leer, pero es verdad que pensamos ¿a quién le va a importar lo que escribo? ¿Importa de verdad? Realmente no le importa a nadie, hasta que le importa, porque todo ese material queda almacenado y si está disponible para el gobierno, éste tendrá herramientas para contar cualquier historia sobre ti, sin que lo puedas rebatir. Puede decir que tales días estuviste con cierta persona y tú no sabes ni dónde estabas, ni quién es esa persona, pero los datos lo cuentan y probablemente son ciertos, pero la historia no lo es. Si el gobierno te quiere meter presa porque haces un fanzine que no le gusta, puede buscar la manera de vincularte a un terrorista. ¿Cómo? pues a lo mejor vuestros hijos fueron juntos al colegio durante un tiempo y puede demostrar que las matrículas de vuestros coches coincidieron una y otra vez en la misma carretera durante tres años. En ese sentido tus datos son peligrosos. Dices en el libros que "Cada día se generan 2,5 quintillones de datos, en parte enviando colectivamente 187 millones de correos y medio millón de tuits, viendo266.000 horas de Netflix, haciendo 3,7 millones de búsquedas en Google o descartando 1,1 millones de caras en Tinder", ¿qué pasa con todo eso? Estamos obsesionados con nuestro dato personal, mis fotos, mis mensajes, pero el valor real es estadístico, porque tus mensajes más los de3.000 millones de personas más, le dicen a una empresa o a un gobierno quiénes somos colectivamente. Ellos los utilizan, primero, para poner personas susceptibles a disposición de los publicistas. Y segundo, para crear predicciones, porque este es un mercado de futuros. Saben que cuando en un país de ciertas características sube el precio de la electricidad entre un 12 y un 15%, pasa tal cosa, pero si sube entre un 17 y un 30% pasa otra. Las predicciones sirven para manipular e ir ajustando tus actividades, para saber, por ejemplo, cuánto puedes putear a la población con el precio de las cosas antes de que se te revelen o se te empiecen a suicidar en masa. Como lo que estalló en Chile con una pequeña alza en el metro, pero la gente siguió protestandoe… A lo mejor el gobierno chileno no lo está procesando de esa manera, pero Facebook lo está haciendo, Google lo está haciendo, porque toda la gente que está en la calle tiene el móvil en el bolsillo. Y lo han llevado durante los últimos años de su vida. Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa, cuántos policías tienen que llegar para que la manifestación se disuelva sin que haya muertos.
"Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa". Todos los móviles hablando a la vez permiten saber cómo puedo hacer lo que quiero sin que se levante de la población. Y después predecir lo que pasa, para acallarla lo antes posible. Pero ¿quién está dispuesto a prescindir del móvil, de internet? ¿cuál es el camino del ciudadano normal? El problema no es el móvil, no es Internet. Todas las tecnologías de las que somos dependientes son las herramientas de la vida contemporánea, voluntariamente las ponemos en nuestros móviles, pero no requieren de la vigilancia para funcionar, ni necesitan vigilarte para darte un servicio. No tienen por qué, lo que pasa es que la economía de los datos es muy golosa. ¿Es tan jugoso el negocio que lo van a hacer igual aunque intentemos poner límites? Es muy difícil que un gobierno pare los pies a tecnologías que le facilitan un control tan interesante de la población. Pero la idea es exigir que eso pase, porque no debería ser así. Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando, solo que tú no vas a saber dónde estás, lo único que haces es desactivarlos para ti. Igual que cuando en Facebook o en Twitter y bloqueas a alguien para que no vea lo que posteas, o lo bloqueas para todos, entonces solo lo ves tú... y Facebook. Lo que pasa en sus centros de datos, pasa para ti y para ellos. No puedes bloquear a Facebook, porque estás en Facebook. ¿Estás planteando que tenemos que rebelarnos y exigir la privacidad? Pero no contra las empresas. Es natural que aprovechen una fuente de financiación tan barata y gloriosamente efectiva. Lo que no es natural es que un gobierno que está diseñado para proteger los derechos de sus ciudadanos lo permita. Y es que cada vez más gobiernos han llegado al poder gracias a ese tipo de herramientas, por eso no van a controlarlas, salvo que teman que les quiten el poder con los mismos trucos sucios que usaron ellos.
Los gobiernos discuten sobre si es necesario limitar el poder de las empresas que manejan grandes cantidades de datos, como Facebook. Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer? Pienso que empezar a convertir ese tema crucial en un tema político a nivel local y general, es decir, acción colectiva, acción política. ¿Está ocurriendo este debate en alguna parte del mundo? En las primarias demócratas de la campaña presidencial 2020 de Estados Unidos, está siendo uno de los temas cruciales. Se debate si estas empresas deben ser gestionadas de otra manera o ser divididas, porque además son monopolio. Sin embargo, en Europa y en Latinoamérica nos hemos hartado de hablar de las fake news, de su efecto, de las campañas tóxicas. En España ha habido tres elecciones generales en tres años y ningún político habla de esto. ¿El sistema es nuestro enemigo entonces? Estamos integrados y dependemos de sistemas que no sabemos cómo funcionan ni lo que quieren de nosotros. Facebook, Google y otros, dicen querer que nuestra vida sea más fácil, que nos pongamos en contacto con nuestras personas queridas, que seamos más eficientes y trabajemos mejor, pero su objetivo no es ese, no están diseñados para eso, sino para chuparnos datos, manipularnos y vendernos cosas. Nos explotan, y encima, estamos menos conectados, somos menos felices y menos productivos que nunca, porque somos adictos. Read the full article
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▪️PROSPECTUS & CONTRAST▫️ No te aferres al pasado para que no te amargue el presente ni arruine tu futuro, hay que tratar de vivir el presente sin malos recuerdos del pasado y sin miedos de cara al futuro para ser más felices en la vida. - JHeiter ✍🏻♓ . Etiqueta a es@ amig@ a el/la que le haría bien esta frase😉👍🏻 . . . #jheiter #jheiterdice #psicología #love #terapia #amor #coach #colombia #love #wordgasm #poetryislife #autoestima #saludmental #motivación #cognitivoconductual #psychology #instagram #españa #spain #desarrollopersonal #psicologos #frases #escritor #inspiración #superación #libros #therapy #escritos #instapic (en Cartagena, Colombia) https://www.instagram.com/p/BymBxJCgkff/?igshid=oyyuvdzkeyrz
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Específicamente, en psicología del consumidor, el naranja, así como el rojo y el amarillo, se han asociado a la estimulación del apetito y de los sabores, por lo que se han utilizado para anunciar distintos alimentos y cadenas de restaurantes. . . . . . . . Diretta ❤ Charms, Accesorios que resaltan tus encantos. Info wtp +57 3004372696 y +57 3127080891. #DirettaCharmsAccesorios #DirettaAccesorios #DiseñosDiretta #MadeInColombia #HandMadeJewelry #Jewelry #Beautiful #HandMade #Bijoux #Accessories #resin #resinart #orange #naranja #cornalina #agata #accesory #sisters👭 (en Cartagena, Colombia) https://www.instagram.com/p/BytBxd5gMa-/?igshid=1d6dwebzezktc
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AC Psicología es una clínica de psicología en Cartagena (Murcia) donde se trabaja con la terapia breve estratégica. Tratamos todo tipo de problemas con las técnicas más avanzadas en psicología. Ofrecemos desde terapia individual, terapia de pareja, psicología infantil, terapia familiar e informes forenses. Tenemos un máximo compromiso en ayudar a nuestros pacientes, obteniendo los mejores resultados en el menor tiempo posible. En nuestra metodología vemos a cada cliente cada 15 días. Esto se debe a que se ha demostrado científicamente que: 1) Es el tiempo óptimo para producir cambios psicológicos sanos y 2) Es mucho más flexible y económico para nuestros clientes. El psicólogo principal es Javier Aparicio que cuenta con una amplia formación en los distintos ámbitos de la psicología. En Cartagena (Murcia) somos una de las clínicas de referencia. Además comprometidos con nuestra ciudad y otras asociaciones de la misma, realizamos charlas didácticas sobre temas de interés. Tenemos la ventaja de ofrecer una primera sesión a un precio más reducido, para que si te has sentido cómodo continúes con nosotros. Recuerda Ac Piscología tú clínica de elección para solucionar todo tipo de problemas en Cartagena (Murcia). Máximos resultados en mínimo tiempo.
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Dicen que “el hogar es donde está el corazón” y Zach Morris pudo comprobar esto luego de vivir por más de 6 años en Colombia. Un país en el que no nació, pero sí en el que creció como persona y recibió mucho cariño.
En La Neta te contaremos toda la historia de este youtuber que, luego de compartir toda su experiencia viviendo en este país, se ganó el título de “el gringo más colombiano”. Porque no hay nadie más orgulloso y con más amor por Colombia, que él mismo.
¡Conócelo!
Zach Morris nació el 26 de enero de 1990 en Columbia, Estados Unidos. Mucho antes de ser conocido en Latinoamérica como el ‘gringo más colombiano’, vivía su vida normal como un norteamericano graduado de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Carolina del Sur.
Pero desde que empezó a documentar sus viajes y, en especial, toda su experiencia viviendo en Colombia, se volvió bastante popular como youtuber. No solo causó sensación por estar en este país, sino porque realmente demostraba mucho amor y entusiasmo por la gente y su cultura.
Así fue como su canal de YouTube se llenó de vídeos probando comida típica, interactuando con colombianos y hasta dando razones por las cuales prefiere vivir ahí, logrando conseguir más de 955 mil suscriptores.
También fundó Adventure Better, una empresa que ofrece diferentes tours por toda Colombia. Con ella, espera poder brindarles opciones económicas de turismo a las personas para que conozcan este país y, justo como él, puedan enamorarse.
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¿Cómo llegó a Colombia?
Ya Zach Morris había viajado por muchos sitios. Estuvo en Australia, Canadá y Perú, donde conoció a una chica llamada Mariel, con la que empezó una relación. Ella tuvo que irse a Colombia por un intercambio con la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja, en Boyacá. Lo invitó y él se animó a irse con ella. Así fue como en noviembre del 2013 llegó a este nuevo destino, del que no sabía absolutamente nada, pero que, sin pensarlo, terminó adorando.
En esta pequeña ciudad, empezó a trabajar como profesor de inglés. Pero, al mismo tiempo, estaba compartiendo su nueva vida en YouTube.
Mostró para los pocos seguidores que tenía al principio todo su recorrido por Bogotá, Cartagena, Cali, Santa Marta, Barranquilla, Pereira, Ibagué, Bucaramanga y Medellín. Pero poco a poco dejaron de ser unos cuantos los que veían sus vídeos para empezar a ser miles de ellos. Con el tiempo vio tanto potencial en YouTube, que dejó su trabajo como profesor de inglés.
Pero a principios del 2020, compartió en su canal un vídeo en el que contó su decisión de dejar Colombia para regresar nuevamente a Estados Unidos, pues sentía que había estado muy lejos de su familia, de su cultura y que los constantes viajes estaban afectando su salud.
¡Un nuevo colombiano!
Y aunque decidió dejar Colombia, este país siempre será una parte de él. En septiembre del 2019, tras seis años viviendo allí, pudo obtener la nacionalidad.
via La Neta – La comunidad más grande de influencers emergentes y creadores en español
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Mi nombre es Valeria Gómez y tengo 28 años. Soy de Cartagena. Vivo en Barranquilla hace 8 años. Acá estudié Filosofía. Trabajo como editora de textos académicos para profesores y correctora de estilo para jóvenes escritores. Hace 5 meses que vivo con Juan Carlos, un antiguo compañero de Universidad. Hoy se encuentra tirado acá a mis pies en medio de un charco de sangre.
Yo lo maté. Me debato entre el suicidio y la cárcel. Creo que prefiero la primera. Entiendo que mi vida está acabada, después de esto ante los ojos del mundo solo soy una vil asesina y acaso un monstruo. Si me suicidio me voy a ahorrar la cárcel, me voy a ahorrar la humillación, el maltrato, me voy a ahorrar la frustración latente y en carne viva de cuando salga de la cárcel y me dé cuenta de que me vida es igual a nada, que mis sueños y ambiciones no se me cumplieron y que mi paso por la vida por fue el paso de una asesina y de una ex convicta.
¿Para quién escribo esta nota? Quizás para la posteridad si decido matarme o para el futuro si entro en la cárcel. Con este desesperado intento por realzar mi nombre quiero que se me reconozca la inocencia de mis instintos. Si maté fue movida por la defensa de mi integridad física, si maté fue por defenderme del ataque de un hombre al que sin proponérmelo le descubrí su zona más oscura, su zona encubierta y que trajo como resultado su muerte y la mía también. Así me siento. Veo muros que me privan de mi libertad. Hoy veo la muerte de un hombre y acaricio la mía. Después de esto supongo que ya habré tomado una decisión.
Cuando vine a Barranquilla lo hice con el fin de comenzar mi vida de nuevo. En Cartagena había hecho un intento por terminar una carrera que después abandoné por desanimo. Creo que eso pasa cuando no hay una fuerte vocación o por lo menos una convicción de lo que se escoge. Yo escogí Psicología pero me di cuenta que era algo un poco más formal para mi gusto, así que me incliné por Filosofía. Mi mamá en esos momentos pasaba por una buena situación económica y me pudo pagar una pensión muy cerca de la Universidad.
En el primer semestre conocí a Juan Carlos pero fue hasta el segundo semestre en el que nos hicimos amigos. Nos reunimos como pareja a hacer un trabajo de Introducción a la lógica, para ese entonces él tenía 19 y yo veinte. Él era algo tímido pero cuando nos hicimos amigos me di cuenta de que era un poco más abierto de lo que aparenta. Eso sí, le gustaba el silencio. A veces nos íbamos al mirador que está detrás del Buenavista por las noches y ahí nos quedamos viendo las estrellas hasta la noche. Ahí me enseñó a fumar y hacer trucos con las cartas que después yo iba y se los hacía a mi familia en Cartagena. También le gustaba hablar mucho de Filosofía. Recuerdo que en esa época era admirador de Kant. De los conceptos solidarios y compasivos de Kant. Me decía que Kant era el filósofo que más le servía a la Humanidad porque pensaba más en el colectivismo, lo que de verdad me sorprendía porque Juan Carlos daba la impresión de ser el tipo más solitario e individualista de este mundo.
En el cuarto semestre Juan Carlos se tuvo que ir para Bogotá. En la capital vivía su papá a quién acudió luego de una fuerte discusión con su mamá. Según lo que me contó haría el examen en la Universidad Nacional. Los primeros meses seguimos comunicándonos por Internet pero luego, como ocurre cuando los intereses de dos personas distan mucho y cada uno enfoca su cabeza en sus cosas, las cosas fueron menguando poco a poco. Yo me sumergí en mi carrera porque al pasar el semestre se hacía más dificultosa. Una vez me escribió para contarme que había quedado en la Universidad Nacional en Filosofía. Me alegré mucho por él. También pensé que me lo esperaba, él era un tipo muy inteligente. Pero francamente en ese tiempo estaba tan atareada por los trabajos de la Universidad, que no me di cuenta de que lo dejé en visto. No le respondí el mensaje y creo que él pensó que tenía mi cabeza en otra parte porque no volvió a escribirme por un tiempo. El mensaje no se lo respondí ni tampoco le volví a escribir. Para resumir, no tuvimos comunicación por un buen tiempo.
Finalmente pude terminar mi Universidad y encontrar trabajo en un Colegio de la ciudad. Trabajé durante un año dando clases a niños de séptimo año. Los presocráticos, Sócrates, Platón, Aristóteles, los filósofos griegos que sentaron las bases de la filosofía. Me divertía. Era un trabajo enriquecedor. Iba a clase a las 6:30 de la mañana y salía a medio día. Las tardes normalmente las empleaba en ir al Gimnasio o en descansar de día y por las noches preparaba la clase del día siguiente. Los fines de semana hacia un viaje a Cartagena a visitar a mi familia o viajaba a otras partes de la Costa.
Luego conseguí un trabajo en una fundación para niños que viajaba por todo el Atlántico con el fin de incentivar el gusto por la lectura. Ese trabajo me apasionaba aún más. Me parecía muy satisfactorio aportar mi grano de arena a la educación de la sociedad y además tenía mayores posibilidades de crecer en el ámbito laboral. También conseguí un novio con el que duré todo ese año pero luego terminamos porque nos dimos cuenta de que ninguno de los dos era lo que esperaba de sí; el veía en mí algo que no era y yo veía en él algo que no era, cuando nos dimos cuenta decidimos que lo mejor era alejarnos. A la fundación también le cancelaron el contrato en la gobernación y yo me quedé sin trabajo.
Como era una mujer independiente pues el vínculo financiero que me unía a mi mamá se había terminado, no podía permitirme el lujo de no tener trabajo. Así que hablé con algunos profesores y comencé a trabajar como editora de textos académicos y también como editora de estilo de escritores jóvenes. La verdad es que aunque tenía la tranquilidad de trabajar desde casa y en mis horarios, esos trabajos no me daban el suficiente dinero como para pagar el arriendo, la comida y mis cosas personales. Realmente me vi muy apurada y el futuro lo veía algo complicado. Por eso cuando Juan Carlos me escribió una noche a decirme que estaba en Barranquilla y al encontrarnos me propuso que nos mudáramos juntos, lo sentí como un golpe de buena suerte del destino.
Me escribió un jueves en la noche, me acuerdo porque ese jueves había hablado con mi mamá y ella sutilmente me había sugerido que pensara en la posibilidad de volver a Cartagena, de regresar a casa por lo menos durante un tiempo. Yo le dije que lo iba a pensar, pero sabía que eso sería un retroceso para mi independencia. En el mensaje Juan Carlos me avisaba que estaba aquí en Barranquilla, que había llegado hacía un par de días y que le gustaría encontrarse conmigo. Le respondí que claro, que en dónde y me respondió una hora después diciéndome que me esperaba en la Plaza de la paz a las 4 de la tarde. Lo encontré sentado en una de las escaleras de la catedral. Estaba mucho más blanco y grueso que cuando vivía acá en Barranquilla. La verdad es que estaba muy cambiado, si lo reconocí fue por sus gafas y un lunar algo grande en su cuello. Tenía Jeans, zapatillas negras y un suéter amarillo. Supongo que él también me encontró algo cambiada porque me miró con mucha extrañeza.
-Valeria- me dijo- Cuanto tiempo...
- Ocho años- le dije- ya eres todo un adulto.
-Sí- me respondió riéndose- tú sigues tan guapa como siempre. Pensé que ya me habías olvidado.
-Lo mismo digo- le respondí- creí que jamás volvería a verte.
Luego nos fuimos a una de las bancas que hay en la plaza, Juan Carlos compró dos raspados de esos que venden en un carro con una bicicleta como motor. El raspado lo venden por toda la ciudad. Es hielo triturado con la máquina que va incrustada en la parte de arriba del carro, luego le aplican uno de los tres sabores que normalmente llevan en un envase grande y que normalmente son de Cola, tamarindo y piña. El hielo molido se vierte en un vaso de plástico, luego le aplican por encima el líquido que escojas y por último le aplican leche condensada. Yo pedí de cola y Juan Carlos de Piña. Mientras comíamos nuestros raspados Juan Carlos me contó que había logrado terminar la Universidad pero que el ambiente en Bogotá no lo trataba bien, que pensaba que una buena temporada en el calor Caribeño le sentaría bien y que por lo tanto comenzó a buscar trabajo por estas zonas. Lo habían llamado de un colegio acá en Barranquilla, comenzaba la semana siguiente. Por ahora se quedaba en casa de su tío.
-Pero no te pedí que nos viéramos para contarte eso solamente- me dijo- quería saber si ya te casaste, si ya vives con alguien, mejor dicho, lo que quería saber era si estabas viviendo sola para ver si entre los dos buscábamos un apartamento y nos mudábamos. Los dos nos conocemos muy bien, hay confianza y creo que a esta edad cualquier peso que nos podamos ahorrar para darnos nuestros gustos no caería nada mal, ¿no crees?
Confieso que su ofrecimiento fue algo sorpresivo pero me lo tomé con mucha alegría. Realmente era el momento en el que mi bolsillo lo pedía, en el que momento por el que estaba pasando lo exigía. Así le dije, llegaste en un buen momento Juan Carlos, justo el compartir apartamento con alguien se me había cruzado por la cabeza.
Encontramos un apartamento en el barrio abajo. Es un barrio que relativamente es central y además de que no eran muy caros el arriendo, ni los servicios. Nos mudamos en un apartamento de dos habitaciones, con un pequeño patio y una sala pequeña. Su fachada es verde opacada por la lluvia y el polvo. Se notaba que había sido pintado desde hacía mucho tiempo. Tiene unos escalones debajo de la puerta, una ventana de barrotes pintada de blanco. Al entrar de frente te encuentras con un pequeño muro alto que separa la cocina con la sala. Doblas hacia la derecha y te encuentras con los dos cuartos ubicados uno en cada pared que se unían al final del pasillo dándole un aura oscura a esa parte. En ese final, al lado del cuarto que estaba en la pared derecha está un pequeño baño que era compartido por nosotros dos.
El primer mes fue tranquilo. Juan Carlos iba a las clases en las mañanas y yo me quedaba en la casa haciendo los trabajos que me encargaban. La verdad es que no eran muchos. Pero eran lo suficiente para el arriendo y los servicios. A veces no tenía para preparar el desayuno ni para el almuerzo. Pero por las noches había seguridad en mi comida. Juan Carlos salía todas las noches a la panadería y traía pan y avena. A veces yo me ganaba una buena plata por un trabajo y lo invitaba a comer o preparaba comida para los dos. Él a veces hacía compra y me informaba que podía hacer uso de ella. Qué todo eso estaba a mi disposición. Creo que nos fuimos acercando más hasta llegar hasta ese punto en el que lo consideraba como mi hermano o algo cercano a eso. A veces me contaba de sus noviazgos, con quién salía y yo a veces le contaba sobre los míos. Creo que fue una completa comunión.
Meses después me invitó a una excursión de su curso a un centro recreacional ubicado en una de las playa del atlántico. Partimos de Barranquilla a las 8 de la mañana y llegamos allá a las 8:40 de la mañana. Al llegar los chicos entraron a la piscina vigilada por dos padres de familia y yo me quede con Juan Carlos afuera en las sillas de playa. Creo que ahí percibí algo que me generó curiosidad sobre mi amigo. Juan Carlos miraba fijamente a las alumnas que salían en traje de baño. Fue algo muy extraño y creo que en algún momento llegué a pensar que estaba exagerando pero es que su mirada era fija, la mirada de un animal a la caza de su presa. Apelando a esa costumbre mía de jamás juzgar sin prueba algo sobre alguien, me concentré en la playa e incluso me dormí durante un buen tiempo. Cuando me desperté Juan Carlos le daba indicaciones a uno de sus alumnos. Me levanté y me fui para la playa. Tenía que pasar por las dos piscinas del centro recreacional para salir a una puerta que separaba al lugar y la playa. Salí y entré a la playa. El agua estaba tibia, hacía mucho que no entraba al mar. Tragué agua. Después salí y me acerqué a la sombra de una carpa que había en la playa. Me acosté en la arena y me quedé ahí hasta que Juan Carlos vino a buscarme para informarme de que ya era hora de almorzar. Después del almuerzo cada chico fue hasta la playa a caminar y después cuando se les había bajado la comida, se regresaron a la piscina. Yo me sentía con ganas de vomitar. No sabía si por el agua que tragu�� o por el sol al que me había expuesto. Me fui al bus e intenté dormir. No pude, así que saqué un libro que había llevado y me quedé leyéndolo y al final me quedé dormida. Cuando me desperté ya los niños se alistaban para subirse al bus que nos traería de vuelta a la ciudad.
A lo que vi de Juan Carlos traté de no darle mucha importancia. Supuse que había exagerado o que él simplemente tuvo uno de esos momentos en los que uno se queda viendo fijo hacia algo específico pero con la particularidad de que nuestra atención no está fija sobre eso que se está viendo sino que se está pensando en algo más. A eso creo que se le llama mirada perdida. Qué mira sin mirar. También para mi tranquilidad debí llegar a esa conclusión, Juan Carlos era mi amigo y la verdad es que la confianza que le había tomado era tanta, que me hubiese dolido tener que relegarla. Al llegar a casa cada uno se durmió y seguimos nuestras vidas normales.
Una noche mi computador se había descargado completamente y yo tenía que terminar un trabajo para enviarlo esa noche. Como era un portátil de esos no tan modernos y con varios años de uso, tenía la particularidad de que no podía dejarlo descargar completamente porque la batería ya había cumplido con su ciclo de vida lo que hacía dificultoso el arranque desde cero del computador. Aunque se pusiera a cargar no generaba la energía para prenderlo. Tenía que pasar un proceso en el que se dejaba el computador apagado durante un día para que la batería descansara completamente, al siguiente día se dejaba cargando todo el día hasta que el computador prendía y comenzaba a reanudar su marcha. Así que esa noche me encontraba en la oscuridad absoluta pues eran más de las 10 de las noche y yo tenía que mandar el trabajo esa madrugada sí o sí, ya que era un texto que iban a trabajar la mañana siguiente. Me encontraba en una situación complicada. Juan Carlos había salido esa noche y a esa hora aún no regresaba. Creo que la confianza que le tenía y la confianza que yo sentía que él me tenía me llevaron a tomar la decisión que tomé, entré hasta el cuarto de Juan Carlos, le saqué su computador de su morral y lo puse en la mesa. Realmente creí que él no iba a tener ningún problema con eso cuando le explicara la situación en la que me encontraba. Así que lo prendí, entré a mi correo y descargué el texto guardado. Para entrar al texto primero tenía que entrar a la carpeta de descarga que está en documentos. Al entrar a la carpeta de descarga para buscar el texto me llevé la sorpresa que desencadenaría todo esto, Juan Carlos tenía descargada una serie de fotos de varias niñas desnudas. La secuencia era bastante asquerosa. Eran niñas de 12 o 13 años haciendo poses eróticas pero todas con caras de extrañeza, cómo si no supieran lo que estaba pasando o como si las hubiesen obligado a hacer eso. Francamente no sabía de qué país podrían ser las niñas, eran blancas las dos y tenían aire de niñas latinoamericanas, pero para establecerle un país, se me hacían muy difícil.
Asqueada, sorprendida y decepcionada por lo que vi, me decidí a cerrar todo y preferir dejar el trabajo sin hacer. Ya no me importaba si perdía ese dinero, creo que lo que vi me apartó de todo sentimiento utilitario para sumergirme en un laberinto de asco moral, de indignación con la persona a la que mayor confianza le tenía en el mundo. Incluso las lágrimas se me salieron y la tristeza por Juan Carlos me invadió. Justo en esos momentos de turbación en los que esperaba que terminara de apagarse el computador para guárdalo entró Juan Carlos. Me encontró con su computador en la mano, y como era de esperarse siguiendo la lógica de que su mente inconscientemente guarda recelo por la intimidad y reserva que necesita un computador que contiene tales fotos comprometedoras, la primera reacción de Juan Carlos fue la de mirar su computador para después lanzarme una mirada intimidante. Le dije por qué me había tomado el atrevimiento de tomarlo como buscando aplacar cualquier molestia. Se acercó y me dijo que no me preocupara.
-¿Ya terminaste?- me preguntó.
-Sí- le respondí- muchas gracias.
Lo tomó y se fue para su cuarto. Cerró la puerta y no volvió a salir. Yo me encerré en el mío y casi que no pude pegar los ojos. Sufría por el dilema en el que estaba, no sabía si denunciarlo o pedirle que se fuera de la casa o mejor, yo irme de ella. Pensé en pedirle que me explicara qué significaba eso, qué buscara ayuda antes de que hiciera algo más allá de eso, antes de que violara a alguien. Yo lo quería como mi amigo o quizás lo veía como un hermano, pero no podía seguir cerca de una persona así. Ir a la policía era más complicado ya que necesitaba pruebas y no las tenía. Lo más probable era que él borrara cualquier rastro de las fotos o guardara en el computador en un sitio en el que yo no pudiera encontrarlo. Decidí que lo mejor era irme para Cartagena esa mañana y tomarme un tiempo para pensar en la decisión que iba a tomar. Me dormí casi en el alba y me desperté antes de las ocho. Salí y no vi rastro de él por la casa. Alisté todo, me cambié y salí en silencio. Me pasé el día con mi mamá pero no me atreví a contarle nada. No quería contaminarla a ella con mi problema. En Cartagena decidí hablar con Juan Carlos y pedirle que se fuera de la casa. Antes le iba a sugerir que fuera a algún psicólogo, que se tratara. Qué por mi parte no podía continuar junto a alguien con ese nivel de pudrición moral. Así lo pensé mientras iba en el bus de regreso a Barranquilla y con esa firme intención iba cuando entre a la casa. Lo extraño fue que no lo vi, la casa estaba oscura. Fui a prender el foco y cuando hubo luz sentí lo que venía corriendo hacia mí y que de un golpe me tiró al suelo. Después me volvió a golpear fuerte, me deba cachetadas mientras estaba en el suelo. Le grité que me dejara, que me soltara. Él me insultaba y seguía golpeándome. Después me agarró por el cuello y comenzó a asfixiarme. Me quedaba sin fuerzas, sentí que iba a morirme. Le pedía clemencia pero él seguía me apretándome e incluso lo hacía con más fuerza. Cuando entendí que la firme convicción de Juan Carlos era asesinarme, comencé a desesperarme, movía mis manos agitadamente alrededor como esperando encontrarme algo con lo que pudiera golpearlo. De repente toqué la piedra con la que aguantábamos la puerta de la calle y la tomé con mi mano con fuerza. Le asesté un golpe fuerte en la cabeza y cayó al suelo. Yo me levanté corriendo y lo observé tocarse la herida en el cráneo con las manos, me miró e intentó levantarse, pero antes de que se levantara le asesté un golpe aún más fuerte de nuevo en la cabeza y esta vez sí cayó inconsciente. Yo me sentía muy débil por los golpes que había recibido y me tiré a suelo. Lloré como nunca había llorado y me quedé dormida. Cuando me desperté vi a Juan Carlos en medio de un charco de sangre. Le tomé el pulso y entendí que estaba muerto. Lloré aún más y entre en desasosiego. Grité fuertemente y comencé a moverme por toda la casa esperando encontrar alguna solución. Cuando entendí que no había ninguna solución y lo que me esperaba era llamar a la policía o suicidio, me decidí a escribir esto.
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Las 7 mejores academias de refuerzo en Madrid
Si buscas centros de refuerzo escolar y vives en una ciudad grande, es posible que te cueste encontrar un lugar que ofrezca exactamente aquello que buscas o que te ofrezca proximidad. Por eso, en estas líneas nos centraremos en la capital de España y veremos varias recomendaciones acerca de a dónde acudir para darle una ayuda a un niño o joven que necesite apoyo para aprender siguiendo el ritmo de la escuela: **las mejores academias de refuerzo escolar en Madrid**, con descripciones de sus servicios y del tipo de cursos que ofrecen a los estudiantes. * Artículo relacionado: "[Psicología educativa: definición, conceptos y teorías](/desarrollo/psicologia-educativa)" ## Las mejores academias de refuerzo en Madrid **Aprovechar los años escolares es muy importante para el desarrollo psicológico de niños, niñas y adolescentes**. No solo sirve para aportarnos en nuestra infancia un conocimiento que nos servirá de mayores para adaptarnos a la sociedad, vivir de manera autónoma y acceder a los puestos de trabajo que queramos; además, incluso está relacionado con un aumento del nivel de inteligencia. Sin embargo, es muy frecuente que los jóvenes necesiten apoyo y ayuda a la hora de aprender lo que se espera de un curso escolar y estar al día con el temario impartido en clase. **Esto resulta especialmente cierto en el caso de los jóvenes con trastornos del aprendizaje**, alteraciones psicológicas que, si no son bien gestionadas, pueden desgastar la calidad de vida de los pequeños y dañar su futuro académico y profesional. Afortunadamente, hay centros que ofrecen el servicio de apoyo escolar a los niños y adolescentes que lo necesiten. Aquí veremos una selección de academias de refuerzo escolar en Madrid que son recomendables. ### 1. Centro TAP @image(16183, left) **Centro TAP, situado en la Avenida de Manoteras**, es una organización de asistencia psicológica con un potente departamento de atención a la infancia y a la adolescencia, y tiene su propia Área Pedagógica. Así, en su faceta de academia de refuerzo, Centro TAP **encaja perfectamente con las necesidades de los niños y adolescentes con problemas en la escuela** (en algunas asignaturas o en todas en general) o con dificultades del aprendizaje como la dislexia, el TDAH, la discalculia, etc. No solo se trabaja en los contenidos, sino en algo incluso más importante: el resto de factores psicológicos que influyen en cómo se percibe el acto de estudiar o de ir a la escuela. Además, en este centro de psicología y psicopedagogía también se realiza una exploración vocacional para comprender las motivaciones e intereses de cada niño y niña, y se les entrena en métodos para estudiar de una manera más eficiente teniendo en cuenta sus fortalezas y puntos vulnerables. Por otro lado, Centro TAP ofrece también propuestas de formación orientadas a los padres y madres, para mejorar la educación en casa y utilizar estrategias de crianza eficaces. Si te interesa saber más sobre Centro TAP y sus servicios, [haz clic aquí](/autores/centro-tap). ### 2. Cartagena 99 En la Calle Cartagena encontramos otra de las academias de refuerzo más recomendables: **Cartagena 99**. Este centro no se queda solo en la atención a la infancia o a la adolescencia, y **está dirigido a estudiantes de ESO, Bachillerato o Universidad**, y pone el foco en las asignaturas de carácter técnico, como las matemáticas y el cálculo, el dibujo técnico, la física y la química, la ofimática y la tecnología en general, etc. Sus profesionales, formados en ingenierías, también preparan para exámenes especiales, como la Selectividad. * Quizás te interese: "[Dificultades de aprendizaje: definición y señales de alerta](/desarrollo/dificultades-aprendizaje)" ### 3. La Casita de Inglés Esta academia de refuerzo está especialmente indicada para familias que busquen apoyo en **el aprendizaje del inglés a través de actividades lúdicas, para niños y niñas de 3 a 12 años**. Aquí se realizan juegos, manualidades, salidas al parque (con autorización), canciones, y todo tipo de ejercicios que ayudan a consolidar la comprensión y expresión del inglés. ### 4. Academia Nuevo Futuro En el distrito de Arganzuela encontramos otra de las mejores academias de refuerzo de Madrid: **Academia Nuevo Futuro**. Aquí se trabaja en cursos de apoyo escolar para ESO y Primaria, y refuerzo en Ciclos Formativos o carreras universitarias. Biología, Matemáticas, Lengua, Tecnología, Escritura, Historia… sea cual sea el tema o asignatura que cuesta aprender, aquí se ofrece ayuda para no solo aprobar, sino interiorizar la información o la habilidad técnica. Encontrarás esta academia de apoyo en la Calle Fernando Poo, Madrid. ### 5. Victoria Centro de Estudio **Victoria Centro de Estudio está ubicado en la Calle Alcalá**, en pleno centro de Madrid, y ofrece refuerzo escolar para alumnos de Primaria y de Eso, así como de Bachillerato y formación universitaria o de Ciclos Medios. Una de las características y puntos fuertes de esta academia es su versatilidad, pues ofrece clases particulares o grupales, y también tiene servicios in-company para empresas. ### 6. Centro de Estudios Luis Vives En el distrito de Centro de Madrid encontramos **el Centro de Estudios Luis Vives**, academia de refuerzo que incluye servicios de Logopedia y Psicopedagogía. Los cursos se realizan de 17 a 19:30 horas, y también se da la posibilidad de realizar preparación de exámenes concretos y recibir entrenamiento en técnicas de estudio. Las clases son tanto para estudiantes de Educación Obligatoria como de Bachiller, Ciclos Formativos y carreras de universidad. ### 7. Academia Chamberí Otra recomendable opción es **Academia Chamberí, centro de apoyo escolar ubicado en la Calle María de Guzmán** y que ofrece clases a alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato en materias como Inglés, Física o Matemáticas. Además, esta academia también da la opción de realizar clases a domicilio. Ver Fuente Ver Fuente
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