Tumgik
#pruebame
54prowl · 1 year
Text
Tumblr media
pruebame // no me muerdas
2 of 3
twt | ig | ko-fi | more hardy | join the new commission event!
33 notes · View notes
fabio369 · 1 year
Text
Pruebame y verás
7 notes · View notes
santini1963 · 2 years
Text
Tumblr media
PRUEBAME PAPI
4 notes · View notes
nanaena · 3 months
Text
pruebame, saboreame, disfrutame
1 note · View note
un-mono-enamorado · 3 months
Text
#SalsaLoving 🐵 🎶
0 notes
yourmorenna · 7 months
Note
Porqué estás tan rica 😍?
pruebame
1 note · View note
1963ecgk · 1 year
Text
Tumblr media
PRUEBAME MANDA FITOS
1 note · View note
abzurdah03 · 1 year
Text
ven, pruebame, tengo el sabor de tu malteada favorita
1 note · View note
leregirenga · 3 years
Text
Tumblr media
Percibir que tengo tus ojos en mí, que tu mirada se clava más allá de mí piel, que devoras mis instintos desnudándome... haciéndome tuya en la distancia que nos separa... probándome... provocándome esa impaciencia que debo calmar hasta la tormenta perfecta...
Intuyes mis más secretos deseos, me lees, me sabes y te concretas a hacer posible todo aquello que pasa por mi mente, desde el más apasionado beso, hasta la caricias más intensa y prohibida...
¡Amarte es todo un placer!
Leregi Renga
12 notes · View notes
sofiaughtheego · 6 years
Text
Pruebame, tengo el sabor de tu malteada Favorita
Sofiajdr
17 notes · View notes
beshakarenice · 6 years
Text
14. Lay Your Hands On Me
Bruno me sacó de mis pensamientos preguntando si anteriormente había practicado algo de “ Yoga y/o Pilates”. Me extrañó mucho la pregunta y respondí un poco apenada reconociendo que  esas disciplinas nunca me han interesado.
- Nosotros las tomamos muy enserio, dijo él, el día de hoy lo dedicaremos a dichas actividades, tienes mucha suerte de que yo sea un total maestro en esas disciplinas, las cuales te ayudarán a encontrar el equilibrio perfecto entre mente y cuerpo- Pensé que la yoga al menos les gustaba a las chicas – dijo dirigiéndose a nadie en específico.
- No se ofendan pero… todos ustedes son casi como una mujer hormonal, cambian su modo “tío – amigo a instructor - guardián” de un segundo a otro, realmente todos los días son una constante sorpresa para mí, haré una matriz que me permita al menos tratar de adivinar el impacto de sus reacciones, por ejemplo ayer, no esperé, anticipé o adiviné la reacción de Jason, pero aun así acepté el castigo y no es que me quedara mucha opción realmente, entonces no sé si sea una suerte o no. Casi al instante me arrepentí de mis palabras.
- Sabías de antemano que nuestras evaluaciones serían duras e imparciales, tenemos que aplicar las reglas incluso más estrictamente contigo para evitar cualquier inconformidad por favoritismo – dijo Jason, incluso te interesará saber que Atlas en su condición, quiso negociar con migo para evitar tu castigo, él se ofreció voluntariamente a tomarlo por ti, solo que no podía permitirlo. Es cierto que todos nosotros nos estamos tomando nuestro papel muy enserio solo porque de ésta manera minimizaremos las quejas que Eileen pudiese tener de ti. Y solo para que dimensiones un poco más lo  que te estoy comentando, debes saber que de haber estado Eileen presente el castigo hubiese sido quizás 10 veces mayor.
Palidecí unos momentos… ¡10 veces!, solo que mi  sensata mente me llevó de la mano hacia el comentario donde decía que  Atlas quería cubrir mis espaldas, con ese pensamiento mi corazón se iluminó un poco concluyendo que esa fue la razón por la cual Jason se negó a si petición.
Pensé que sería un día relativamente descansado, al fin y al cabo el yoga en mi mente equivalía a  “relajación”.
Durante su discurso de introducción, enfatizó que se requería afinar el equilibro para poder levitar, además de trabajar en fuerza y voluntad internas, siendo  justamente él quien nos guie por el proceso que nos ayudará a lograrlo.
Mi mente no cesaba de repetir con cierto aire de triunfo, que sería una clase sencilla, finalmente podrías tener algo de descanso me dije a mi misma.
- Por la mañana entrenaremos en suelo firme y por la tarde trabajaremos dentro de la alberca – concluyó Bruno. De inmediato voltee a ver a Atlas, pues quería que me diera más detalles, el me hizo una señal con sus dedo junto a  sus labios para que guardara silencio.
Cierto era que Bruno era un maestro del Yoga, descubrí que mi flexibilidad estaba entre los índices de poca a nula, y resulta impresionante ver a aquellas masas de músculos definidos, sosteniendo en perfecto equilibro su cuerpo sobre una pie, o bien, doblándose hasta parecer que su cabeza toca sus pies… Era sin duda un espectáculo digno de observar, adicionado al hecho de que para aquella actividad, la mayoría se desnudó el torso y utilizaban ajustadas lickras para dar libertad de movimiento a sus cuerpos.
Estimado Dios: ¡¿Conociendo lo débil que soy? porque me pones esas tentaciones en el camino!, así una no puede concentrarse como es debido.
Bástese decir que caí en innumerables ocasiones, sin ser nada grave pues solo descomponía un poco la postura y plantaba ambos pies en el suelo o bien me sostenía con las manos, nada de lo cual preocuparme, nada del otro mundo, ¿El resto? Bueno, ellos parecían nadadores sincronizados cuando armónicamente cambiaban de una postura a otra, todos absolutamente concentrados mientras yo contaba con la gracia de “un rinoceronte en una cristalería” ( no recuerdo la película / libro donde leí esta línea, pero  sé que me describe perfecto).
Así seguimos por un laaaargo tiempo, donde amablemente Bruno describía cada una de las posturas y donde deberíamos tener especial cuidado para no lastimarnos, (al fin alguien con cordura). Nos describía minuciosamente cada postura, “ ésta postura les ayudará a equilibrar y fortalecer su zona lumbar” ó “ Esta postura fortalecerá su voluntad”. Recuerden que el Yoga no se trata de ser flexible, si no lo que aprendes durante el proceso.
Desháganse de pensamientos negativos, fortalezcan su amor propio – decía. Armonicen sus movimientos con su respiración.
Reconozco que mi batalla fue titánica, por un lado debía tener calma en mis pensamientos, pero al mismo tiempo estaba luchando contra mi peor enemigo: “ Yo”. Llegué a un punto, sin buscarlo realmente donde me convencí a mí misma que yo no podría lograr aquello, cero flexibilidad, cero equilibrio, cero fuerza interna o externa, casi logro aterrizar de cara al intentar sostenerme en la postura del “cuervo”. Mi cuerpo sudó a raudales, lo que nunca hubiese imaginado de una clase de Yoga.
- Te encuentras eliminando toxinas, afirmó Bruno cuando me descubrió sorprendiéndome por la cantidad de sudor que recorría mi cuerpo.
Mis músculos temblaban, ahora los yoguis del mundo contaban con todo mi respeto, el Yoga no es fácil, se requiere fuerza física, pero aún más interna para lograrlo y acallar tus pensamientos negativos que te invitan claramente a desistir. Concluí que necesitaba con urgencia fortalecer mi abdomen, no solo para que sea estéticamente hermoso, sino porque todas las rutinas que aquí ejecuto requieren mucha fuerza en esa área.
Toda ésta armonía se rompió ante el comentario de un novato: “ Esto es para maricas, no acepté todo esto para aprender puterías, ¡Quiero destrozar cabezas!”.
Claramente todo se tensó y quedamos en silencio, su guardián lo derribó en un solo y magnífico movimiento, le tomó por el cuello y lo empujó hacia el suelo, la fuerza de todos ellos es descomunal, el individuo sometido no tendría oportunidad de levantarse.
- Esa clase de pensamientos son lo que hacen a la humanidad débil, es una pena que tengas esa mente tan pequeña, cuando todo tú tienes un gran potencial, contamos con cero tolerancia hacía este tipo de situaciones – le dijo.
- Quedas expulsado. – Bruno se acercó a él y lo tomó de un brazo, vimos cómo se alejaron del grupo y fue lo último que supimos de él.
De ésta manera quedamos únicamente el 50% de los “novatos”, nada mal, me dije, pero dirige tus pasos cautelosamente.
Los trillizos aplaudieron para llamar la atención de todos los ahí presentes:
- Aprovechemos este espacio para realizar un anuncio – dijo el moreno. Éste fin de semana organizaremos una fiesta para celebrar y dar la bienvenida a nuestras manera  a los “novatos sobrevivientes”, el evento se llevará a cabo en “XXX” desde la tarde del viernes y por todo  el fin de semana. Por supuesto esperamos contar con la presencia de los novatos y su discreción, éstas fiestas no son del conocimiento de nuestros líderes y nos gustaría continuar en anonimato.
- ¿Iremos? – pregunté. Este fin de semana celebraremos tu cumple, si recuerdo correctamente.
- Es ahí donde tendremos nuestra celebración de cumpleaños – me rodeó con su brazo, su torso desnudo se sentía tan bien cerca de mí, que le permití hacerlo.
- ¿Y los muchachos estarán de acuerdo? – digo, acaban de mencionar que sus celebraciones son “anónimas” y no creo que ellos accedan fácilmente a dejarme deambular por ahí a mi libre antojo.
- ¡Déjalo en mis manos! – Sonrió al tiempo que lo decía y caminaba en dirección  se iba a platicar con “Hugo, paco y Luis”.
Cerré los ojos por unos momentos hasta que Atlas regresó, - tenemos las próximas horas libres, hasta que regresemos a la clase de la tarde, ¿Qué deseas hacer?
- ¿Podemos comer fuera?
- Siempre y cuando sea algo ligero pues por la tarde tenemos entrenamiento en alberca.
- ¿ Puedo invitarte?
- ¿Cuándo aceptaras que se haga a mi manera, sin quejas?
- Quizás el día que seas mi prometido, aunque dudo que ese día llegue.
- ¿Entonces lo has contemplado?
- No comencemos esa discusión nuevamente – pedí – no nos llevará a ningún lado.
Subimos al coche, sin ningún rumbo definido.
- ¿Cero tolerancia hacia cierto tipo de cuestiones? – dije.
- Debes reconocer patea traseros, que sus comentarios estuvieron totalmente fuera de lugar, nuestro grupo se enfoca a crear mejores seres humanos, que puedan aportar algo a ésta sociedad en decadencia en la cual vivimos. Si no puede hacer eso, sin importar el enorme potencial que tenga, será eliminado sin ninguna contemplación de nuestras filas cómo pudiste observar.
- ¿No crees que ellos están permitiéndome muchas libertades? No tengo bien claro sus límites, tengo miedo que si algo no les agrade descargarán su furia sobre mí.
- Simplemente te están dando tu espacio. Lo de ayer fue un error, nunca creí que fueras a mi rescate y simplemente no te instruí como era debido, me siento apenado, si cometes un error soy en parte solidario por no haberlo previsto.
- ¿ Por ello solicitaste recibir el castigo por mí?
- No debías enterarte de eso… Lo haré las veces que considere que es lo justo.
- Puedo librar mis batallas sola, no necesito que te sacrifiques por mí.
- Y comenzamos nuevamente – dijo. Sé que eres una mujer fuerte e independiente y esto no te hará menos independiente o valiente.
- ¿Qué haremos por la tarde? – pregunté intentando cambiar el rumbo en el cual yo misma puse la conversación.
- Espera y te sorprenderá.
- ¿Cuál es la razón por la cual no me has anticipado o siquiera platicado como serán las clases?
- Ninguna clase es igual, no quiero predisponerte a nada.
- ¡Vamos!, al menos podías haberme dado una pista o algo que esperar.
- De la nada y exhibiendo su vena masoquista lanzó un: Siempre es más divertido observarte expectante, reaccionas bien ante nuevas situaciones, te deleitas ante lo nuevo que el mundo tiene por mostrarte, ¡¡son esos momentos que amo el observarte!!.
Caminamos del lugar donde dejamos el auto estacionado hacia el restaurante, me tomó de la mano al verme un poco distraída, mi mente se había llenado de un solo un solo pensamiento: una idea que me venía rondando la cabeza los últimos días… dudando a cada momento decirla en voz alta, pero como dicen el “no” ya lo tienes, así que busqué las mejores palabras y el resultado fue tan … aburrido como siempre:
- Atlas, si te pido un favor, ¿Cuál es el precio que tendré que pagar?- Esperaba alguna respuesta del tipo : Dependiendo del tamaño del favor…
- Por un momento se tensó – Tu pregunta me ofende un poco, es cierto que disfruto haciendo negociaciones contigo, pero no todo lo que hago o haré por ti conlleva un costo, patea traseros. ¿ Que necesitas?
- Bueno, la cuestión es la siguiente. Veo que soy bastante torpe, débil, poco coordinada y lo que le sigue, quiero mejorar Atlas ¡realmente lo deseo! ¿ Qué puedo hacer para lograrlo?, ¡ayúdame, por favor!, dame consejos, estoy segura que algo podré hacer.
- Me empujó hacia la pared más cercana, tomándome por sorpresa, mirándome a los ojos directamente con ese gesto que me hacía derretir, colocándose frente a mí para que con su enorme físico impidiera mis movimientos - ¿Es lo que realmente deseas?, el precio será muy elevado ¿Estas dispuesta a pagarlo?.
- Si, realmente lo deseo, dije acercando mi cadera hacia su cuerpo, adentrándome en su juego, he preguntado el precio, para saber si puedo y quiero pagarlo.
- Se acercó un poco más a mí, rosando sus labios con los míos, te puedo ofrecer que entrenemos cada momento que tengamos libre, por las noches en tu recámara, incluso los fines de semana, los momentos que quieras, a cambio de…
A éste punto esperaba que solicitara algo muy íntimo, me había mentalizado a ello.
- ¿ Que te puedo ofrecer Atlas? ¿ Que puedo ofrecerle a la persona que tiene mi promesa de intentar aceptar hacer las cosas a su manera bajo sus reglas? ¿ A la persona que le he ofrecido mis besos a cambio aminorar mis castigos? ¿ Que tiene esta simple mortal que aún pueda ofrecerte?.
Por un breve pero intenso momento, donde aceptó de buena gana mis caderas que se acercaron a él, donde me tomó por la cintura y me acercó a un más y con la punta de su lengua recorrió suavemente y deliciosamente mis labios, probándome y dejándome su sabor, donde sus pestañas rozaron mis pómulos y provocaron una descarga electrizante sobre mi piel, traicionándome y dejando visible mi deseo carnal por él.
- Tus manos sobre mi cuerpo – respondió.
Esa fue su sencilla petición, descabellada, quizás y algo simple, pero fue su petición.
- Deseo que me toques, que por las mañanas me saludes de beso y me dediques un abrazo rodeando con tus brazos, deseo que cuando entrenemos no mantengas tu distancia, que me tomes del brazo para caminar a mi lado, deseo sentir tus caricias, tu calor, quiero sentir deslizarse tus manos sobre mi espalda cuando te tengo de esta manera, quiero que provoques descargas en mi ser, te deseo cerca de mí.
El problema no es tocarte, si no dejar de hacerlo – pensé enfadada, una cosa llevará a la otra, bien jugado Atlas, de esa manera tu podrás tocarme también, provocando y tentando a mi deseo y buena cordura, obligándome a adentrarme aún más en tu terreno, en arenas movedizas…
- Si ese es el costo, lo acepto dije deslizando mi mano sobre su rostro, pero tienes que convertirme en alguien extremadamente bueno – exigí.
- Lo lograrás, pero debes tener paciencia.
Éste tipo de situaciones en las que me colocaba frecuentemente, tenían siempre el mismo efecto en mí, me dejaban con la respiración entrecortada, intenté disimularlo, creo sin embargo que sin éxito.
Llegamos a un restaurante de esos a los que solo van los de su grupo cerrado y personas “encopetadas”, así como vestíamos, con ropas holgadas para ejercicio, con apenas los cabellos en moderado orden, me llevaba tomada de la mano, realmente lucíamos como una pareja real, entró como dueño, amo y señor del lugar, esperando a que la recepcionista fuese por nosotros, por alguna razón demoraron unos minutos en llegar, pensé quiere que lo toque… eso no representa ningún problema para mí, le solté la mano y la deslicé por su cintura, deslizando deliberadamente mi brazo por debajo de su playera para tocar su piel e introduje apenas mi dedo pulgar en el elástico de su pantalón. Éste acto lo dejó totalmente sorprendido.
Volteo a mirarme con cara de asombro y deleite, una gran sonrisa se estampó automáticamente en su rostro, me rodeó con su brazo y me acercó aún más a él. Nos asignaron una mesa y antes de que el pudiese decir nada
- Quiero elegir mi comida, si no te molesta.
La mesera esbozó una leve sonrisa apenas perceptible, lo que era más que evidente es que se devoraba a Atlas con la mirada, nunca me acostumbraré a ello, y será un problema si decido salir con él enserio. ¿ Por qué pienso eso? Él no es material para ti, me recordé a mí misma. La mesera se retiró anunciando que regresaría cuando estuviésemos listos para ordenar.
- Hacía días que tu rebeldía no se había manifestado, comenzaba a preocuparme – dijo.
- ¡ja, ja! – y tú siempre tan gracioso.
La variedad de ensaladas que se sería ahí era impresionante, veganas, crudi - veganas, solo verde, frutales, de todo.
- He decidido que no pediré nada hasta que no garantices que yo pagaré la cuenta – dije.
- Entonces palidece de hambre, mientras yo disfruto de mi comida, respondió, y al tiempo levantó la mano para indicarle a la mesera que se acercarse. Le señaló con el dedo lo que deseaba pedir, y ella se marchó enseguida.
- Eres cruel.
- Le llamé a señorita e hice mi pedido también sabiendo que Atlas no se andaba con juegos y para ser honestos yo moría de hambre.
Me entristecí un poco por lo sucedido pero finalmente yo lo había provocado. No quería verle ya que de lo contrario lloraría, por lo que voltee la mirada para mirar por la ventana, descubrí en el reflejo que él me observaba. Un claro e incómodo silencio perduró hasta que nos llevaron la comida, descubrí que él había ordenado suficiente comida para un ejército.
- Evidentemente pensaste que te dejaría sin comer Patea Traseros, y con eso heriste profundamente mi corazón, ¡Merezco algún tipo de compensación!.
- Merecía sin duda aquellas palabras llenas de claro chantaje.
- ¡Y dejaste que ordenara más comida!.
- Siempre podemos pedir para llevar – confirmó.
- Me rindo Atlas, siempre estás un paso adelante – dije.
- Debería darte unas nalgadas por insolente - dijo, jamás, jamás deberías siquiera haber dudado de mí, estoy seguro que he probado mi valía.
- Lo siento, dije – aunque no entendía por qué me disculpaba. – Pero si quieres nalguearme, adelante.
- ¿Lo permitirías? - dijo en un tono que evidentemente ya no era de enojo.
- Si es lo que merezco por un acto rebelde, sí. Si es únicamente por un capricho, entonces no. Te propongo algo, éste fin de semana durante tu celebración podemos encontrar algo con lo cual dejarte complacido, ¿me concederás al menos eso?.
- No. Será bajo mis reglas como me gusta.
- Esta bien, accedí, lo haremos a su modo señor “haré las cosas a mi manera”.
No terminamos la comida, pero no se desperdició, como dijo pidió para llevar diciendo, tu y yo comenzamos esto, tu y yo terminaremos esto.
Caminamos juntos al coche, así, sin tomarnos de la mano.
- ¿Traes tu traje de baño contigo? – preguntó de repente.
- No, dije un tanto asustada.
- Pasamos a tu casa para que te cambies, en la tarde practicaremos en la alberca y lo necesitarás.
- ¡ No tengo llave de la casa! – Exclamé.
- Yo tengo la llave, no te preocupes – me guiñó un ojo.
Llegamos justo antes de que comenzara la clase, recibimos instrucciones sencillas, ahora realizaríamos las exactas posturas que realizamos por la mañana, solo que montados en una tabla similar a las utilizan los surfistas, luchando contra el equilibro y por sostener la postura.
- En caso de que alguien logre evitar caerse, podrá elegir no  asistir a mi clase la siguiente semana – exclamó.
Debo reconocer que me divertí de lo lindo intentando y sin lograr el objetivo, extremadamente agotador y divertido. Atlas y uno de los trillizos lograron no caer en ninguna ocasión, pero los otros dos, se encargaron de hacerlos caer al final.
No tuve ninguna revelación extrasensorial en esta clase, no hubo ningún ataque doloroso ni algo extraordinario, todo fue sencillamente “normal”.
Después de eso nos fuimos a bañar. Estaba exhausta, el esfuerzo había sido mínimo pero efectivo. Le di unos pequeños golpecitos a Atlas y por lo bajo le pedí que repitiéramos la experiencia del lunes y durmiéramos un poco antes de comenzar su clase.
- Tu duermes mientras yo velo tu sueño ¿Puedo atacarte de la manera en que tú lo hiciste?
- Estoy tan cansada que no me importaría lo que hicieras mientras me dejaras dormir.
- Sonrió.
Lo cierto es que me acomodé perfectamente recostada en su brazo temiendo que pudiese babear, pero aun así disfruté de un sueño reparador.
Su clase fue la cereza del día. Pelea cuerpo a cuerpo, ese día aprendí como dar patadas efectivas en el costado de mi oponente y  al mismo tiempo aprendí a bloquearlas con mis manos. Sí, la teoría era muy bonita, como siempre lo es, realmente mi oponente ( Atlas) jamás pateó con fuerza letal, sin embargo soportó mis golpes muy bien con toda la fuerza que pude imprimirles, sin que él bloqueara uno solo de ellos – tienes que saber cómo es que se comportará un cuerpo golpeado, él lanzaba sus golpes lentamente para darme tiempo a estudiarlos y reaccionar, parecían como si él se estuviese ejercitando, obviamente no recibí ningún golpe, lo cual agradecí, ese día sería como lo planee al inicio: relajado.
Para mi sorpresa el universo me envió la prueba de que me encontraba total y completamente equivocada, canté victoria demasiado pronto, los muchachos llegaron como los 4 jinetes del apocalipsis, imponentes y caminando en línea, impresionaron incluso a los presentes pues se abrieron paso entre todos nosotros.
           Detuvieron la clase y se llevaron a Atlas hacía un lado para hablar con él. Los trillizos se acercaron a donde yo me encontraba.
           - Antes de tu llegada gozábamos de total privacidad. – Comentó el Rubio. Ellos no rondaban nuestros entrenamientos.
           Hice total caso omiso a su comentario. Me odian, lo sé.    
Observé como Atlas asentía mientras todos ellos hablaban con él. Cuando regresaron a donde estábamos nosotros, se dirigieron al grupo en general.
- ¿Tres voluntarios para pelear con mis hermanos? – Preguntó Mario – BB tu pelearás con migo, ve con Atlas para que te prepare.
Caminamos en dirección a los pequeños vestidores.
-¿De qué va todo esto? Ellos claramente saben mis capacidades, solo tengo entrenamiento para defensa personal y en contra de ustedes ¡Es inútil!.
- El punto que expuso ayer Jason ¿Recuerdas? – Creemos que el lleva la razón, reconoció al tiempo que me ponía algo parecido a un chaleco salvavidas pero un poco más delgado para reducir el impacto de los golpes, vendó mis puños con suma meticulosidad verificando que no estuviesen demasiado apretados, y me colocó protección en la cabeza como la que utilizan los boxeadores.
- Con esto quiere decir que no darán tegua a sus golpes ¿ cierto? ¿Cuál es la señalética que me permitirá rendirme y parar la pelea?
- Me abrazó. -  Aquí no existe tal cosa, no puedes rendirte.
- ¡Demonios!.
Salimos de ahí sintiéndome como Iron Man, por lo voluminoso de mi atuendo, solo por eso ya que sabía que sin importar que aun cuando trajera el mismísimo traje de Iron Man sucumbiría antes sus golpes.
Dos de los trillizos pelearían con Cesar y Bruno respectivamente, y Mario pelearía con Jason. Observé atentamente las peleas, brutales en mi opinión, pero sin duda mostraban un patrón, el cual registré en mi mente para poder comprobar que así fuera la siguiente vez que los viera pelear, sin duda puedo usar eso a mi favor.
¡Mis tíos son buenísimos! Casi no se ve que hagan ningún esfuerzo en derrotarlos. Cuando el turno de Atlas llegó, se posicionó enfrente de Jason, comenzaron a lanzarse golpes a una veolocidad inusual, yo había visto anteriormente pelear a Atlas, pero esto era simplemente otro nivel, golpes iban y venían pero todos eran bloqueados por el oponente.
- Has mejorado – lo felicitó Jason en una pausa que hicieron para examinarse mutuamente. Pero no lo suficiente. Exclamó.
De repente la velocidad de los golpes de Jason aumentaron, de manera que pudo golpear a Atlas por todo el cuerpo, llegando a un punto en el que le fue imposible bloquear sus golpes y quedó tirado. Jason dio por terminado el combate.
- ¡Mejor suerte a la próxima! -  Exclamó.
Era mi turno y era la primera vez que no quería continuar ahí.
- Lanza tu mejor golpe pidió Mario.
Estaba temerosa, enredada en aquella capa protectora, no veía bien con aquel casco y el resto me producía sudor en exceso. En casa mis primos solían decir que el que pega primero pega dos veces, permítanme corregir ese dicho… El que pega primero, desata la furia de la contraparte.
Cierto es que Mario daba espacio entre golpe y golpe pero no le faltaba fuerza, nuevamente perdí la cuenta de las caídas y realmente no se puede decir que le haya dado un golpe certero salvo el inicial.
Detuvo la pelea cuando tuvo que ayudarme a ponerme en pie y una cosa era cierta. Ahora ya sabía realmente lo que era un golpe, sabía a lo que me enfrentaría al día siguiente y si no mejoraba pronto, iba a ser el saco de golpear de todos ahí.
Estaba enfadada.
- ¡No! – Grité. Esto aún no se termina. Caminé hasta donde estaba Atlas y le pedí que me quitara aquellos artefactos. Así no soy efectiva, dije. Él no quería hacerlo.
- Bien –dije, encontraré quien si pueda hacerlo. Por supuesto me detuvo y comenzó a quitarme las protecciones.
Regresé a mi puesto enfrente de Mario. Y comencé nuevamente la pelea, no gané pero si tenía más movilidad, esto me permitiría adaptarme, a sopesar el impacto de los golpes, a resistir, a curtir mi cuerpo, quedé tirada, mallugada y casi aplastada por el golpe final, para el cual intenté cubrirme  haciendo un ovillo en el piso, momentos después se detuvo y me dio la mano para incorporarme.
Ellos se retiraron de ahí.
Muchos de los chicos se acercaron a rodearme.
- En serio que tienes cojones – dijo el pelirrojo,  nadie en nuestra primera semana se hubiese quitado esas protecciones. Me palmearon la espalda. Atlas sonreía aunque no tan complacido.
Yo sin embargo me había anotado 10 puntos por valentía y me había felicitado a mí misma, sé que mi cara estará hinchada al día siguiente donde quizás me espere una paliza similar, pero internamente estaba muy feliz.
Durante la cena donde ciertamente Atlas sacó la comida que había pedido para llevar en nuestra hora de comida y  casi terminando el postre Atlas soltó lo siguiente:
Muchachos, éste fin de semana todos los chicos están planeando ir a “XXX” para relajarse por la pesada semana vivida, si no tienen inconveniente en que BB asista, sería una buena oportunidad para que socializara y nos conociera más a fondo.
- Mario preguntó directamente - ¿Quieres ir?
- Solo si ustedes están de acuerdo – respondí.
- Se miraron entre ellos, detestaba que lo hicieran, pues parecían entenderse con tan solo hacer unos leves gestos entre ellos, y no me gustaba no saber que sucedía. Nos invitaron a pasar al estudio.
- Atlas, sus fiestas son algo salvajes, mismas que tenemos pleno conocimiento que organizan los trillizos y tú, que además  osan creer que son “secretas” - mencionó César, nunca nos opusimos a ellas, pues nadie de ustedes está bajo nuestra tutela, salvo tú y no mostraste signos de ningún efecto negativo en tu comportamiento  como consecuencia de éstas fiestas.
- BB, no te negaremos ir a dicha fiesta, confiamos en que Atlas desempeñará bien su papel y te mantendrá bajo estricta vigilancia, en esa fiesta habrá alcohol sin embargo.. dijo un tanto pensativo…
- Chicos, relájense, no estoy a favor de consumir bebidas alcohólicas, no porque no me gusten, ¡ Me encantan! Y es precisamente eso lo que me ha llevado a evitarlas, me gustan demasiado y sé que puedo llegar a tener algún problema de adicción, la vida ya de por sí es complicada, para entregarme voluntariamente a las garras del alcohol, no les mentiré son fanática de acompañar un buen corte de carne con una copa de clericó, pero quizás es lo más que permitiré tomar en mi vida.            
Nuevamente se miraron entre ellos.
- ¿ Cuál sería el itinerario? – Preguntó Bruno.
- Partiremos mañana después de nuestras actividades y regresar el domingo temprano –
- Los queremos aquí en sábado  por la tarde y más vale que nuestra pequeña regrese en las mismas condiciones en las que se fue, te hacemos responsable de ella.
- Ya soy responsable de ella – confirmó.
- Ho Atlas, así te has mostrado al resto de nosotros, pero revelaste tus verdaderas intenciones el pasado Lunes, márchate antes de que pierda nuevamente la poca paciencia que tengo.
Una vez que Atlas se marchó, ellos aún tenían más que decir.
Nunca discutiremos en la mesa, pues para nosotros es una actividad donde todo debería ser cordialidad y alegría, pero tenemos que tocar algunos temas contigo en vista de cómo se ha desarrollado todo los últimos días- dijo Mario.
           Les observé esperando alguna, reacción que me diera siquiera un norte de que es lo que íbamos a discutir.
           Atlas y tú, dijo finalmente César, al principio parecieron ser como Agua y Aceite, de acuerdo a la propia definición de Atlas, ustedes son hombre y mujer finalmente, quizás ustedes, al final de todo…
           Pude ver que no eran expertos en el tema pero aun así decidí dejarles hablar.
           Lo que quiere decir mi hermano, señaló Bruno es que si Atlas y tu deciden tener una relación deberían analizar muchas cosas antes , solo queremos estar seguros que pueden manejarlo debido a todas las circunstancias que los rodean.
- Wow, wow, un momento, dije, ¿Atlas y yo en una relación?, no lo había considerado – (era una total mentira, en mi mente nuestros hijos imaginarios ya tenían nombre.)
- No quieras engañarnos pequeña, soltó un risita Jason. Tampoco es que vayamos a tener un problema por ello, no estamos seguros siquiera como es que son las relaciones de hoy día, nosotros somos liberales y tú, bueno,  digamos que Ramsés y tu Madre no perdonarían que bajáramos la guardia, si algo se sale de nuestro control.
- Aun cuando no me quedaba claro hacia dónde íbamos pensé en ayudarles un poco - Les sugiero comenzar por lo que tengo permitido y lo que tengo prohibido y partamos de ahí.
- Realmente no podemos prohibirte nada. Lo que vaya  a pasar pasará e intentaremos respetar en la medida de lo posible su relación. Atlas conoce nuestras reglas y sabe lo que puede y no puede hacer, quizás sea momento de recordárselo, dijo un tanto para sí mismo.
Aproveché ese momento de esclareciendo para preguntar lo que hacía días me carcomía.
- ¿Puede estar aquí en la ausencia de todos ustedes? – pregunté.
- Sí, siempre y cuando tú te sientas cómoda con ello.
- Bien- dije. Con esto me curaba en salud, pensé para mí misma.
- Ve y diviértete, socializa y adéntrate en nuestro mundo.
- Finalmente Atlas, cuidará de mi ¿ cierto? Y en todo caso puedo llamarles a ustedes si algo sucediera.
- A cualquier hora- confirmó Jason levantando solo una ceja
- Finalmente y solo para tranquilizarlos, dije -  Atlas me ha producido muchos dolores de cabeza, él ha sido encantador y al mismo tiempo me ha sacado de mis casillas, he tenido la fortuna de ver las chicas que le interesan, y no creo ser su tipo, no estoy en mi mejor momento para tener una relación, pero tampoco negaré que me gusta sentirme amada y protegida, yo sé que Atlas, bueno, en sus propias palabras, es su mejor soldado, pero honestamente no creo que tenga serias intenciones conmigo, soy una novedad, reconozcámoslo, para él y todos los chicos que estamos aquí, solo necesitaré ser paciente y esperar que cese su interés y regresen a sus viejos hábitos.
- Casi estoy seguro de que subestimas a Atlas, me comentó Mario.
- Quizás – respondí, pero esto apenas comienza. Mi papá – dije – y al tiempo me arrepentí de mis palabras . Bueno la persona que considero mi papá, me disculpo si los ofendí, encogí mis hombros esperando alguna reacción negativa o descontrolada
- No te disculpes, hablo por todos incluso por Ramsés, él siempre será tu papá y si algún día reconoces como tal a Ramsés, seguro que podrá morir tranquilo.
- Sonreí –  Bueno, como dije mi papá me hizo ya estas preguntas, él lo notó incluso desde el primer día que vio a Atlas, lo que le dije a él se los diré a ustedes también, si algún día cambio de opinión referente a Atlas, se los dejaré saber.
- Entonces por ahora son Amigos solamente, ¿amigos con derechos? – preguntó atrevidamente Jason.
- No tantos derechos como ustedes o él creen, y amigos no lo creo, él es mi guardián y lo estoy aceptando como tal, amigo, no lo sé, un amigo no te coloca una correa en el cuello y te reclama como suya enfrente de todos reglas o no, pero continuo acostumbrándome a ello.
- Ó quizás tiene un objeto que lo haya hecho de esa manera ¿ lo has pensado?.
- Si, pero lo dudo, solo testosterona se respira aquí, reí un poco.
Pequeña, mañana seremos espectadores en las peleas, esperamos que no te vaya tan mal incluso Atlas podrá sanar tus golpes en caso de que alguno sea muy grave, de no ser así mi sugerencia es que de esos golpes leves le permitas a tu cuerpo recuperarse a sí mismo. Ahora ve a descansar, mañana será un gran día.
2 notes · View notes
sofispinkworld · 6 years
Quote
Me dejaste sola.
Chofi
6 notes · View notes
cielo-nocturno · 4 years
Text
Tumblr media
Pruébame a ti - Jósean Log
𝓙𝓸𝔂𝓪
1K notes · View notes
tem-plada · 4 years
Text
Quizás no sabes, pero me iluminaste los días, me llenaste de color y hasta incluso me atrevería a decir que encendiste algo en mi, algo que perdí hace mucho, y por eso gracias.
De: mi / Para: una canción.
845 notes · View notes
shigeko-nobufusa · 3 years
Text
Tumblr media Tumblr media
3 notes · View notes
gofloresgo · 8 years
Photo
Tumblr media
171 notes · View notes