#historiasenmimente
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22. "Born to Be My Baby"
Llegamos a casa.
En mi habitación encontré en mi mesita de noche, una Orquídea color morado acompañada de una pequeña tarjeta que decía “Bienvenida”. Recordó mi flor favorita la cual evidentemente ayudó a que también floreciera un sentimiento más fuerte por él.
Por la hora de nuestra llegada solo alcancé a tomar un baño y recostarme para estar descansada al día siguiente el examen, mi sorpresa llegó cuando apagué las luces. Atlas había escalado la ventana como en muchas ocasiones anteriores, nos refugiamos en el baño para no ser descubiertos. Mi piyama era de franela y parecía yo una venerable anciana de 90 años.
- Puedo mantenerte más caliente que esa prenda tuya –afirmó con una gran sonrisa.
- ¿Es acaso una invitación?
Extendió ampliamente sus brazos para que me refugiara en ellos y me lancé sin dudarlo.
- Me abandonaste sin despedirte.
- Quedaste en excelentes manos.
- Eso no me hace extrañarte menos.
- No negaré que me complace el hecho de que me extrañes. Así como tampoco negaré el hecho de que estoy aquí con un objetivo simplemente.
Le miré a los ojos sabiendo lo que diría a continuación.
- Estoy impaciente por tu respuesta – dijo.
Reí, lo haría esperar en una secreta venganza por las veces que le me ha tenido en espera de tantas y tantas cosas pidiéndome que sea paciente.
- ¿Entonces no es que tú me extrañaras a mí?
- ¡Vamos Patea Traseros! tengo más de un mes de no estar a tu lado, claro que ansío tu respuesta para saber si puedo comerte a besos con plena libertad…
- Antes no te detuvo esto…
- Antes, era diferente.
- No quiero arruinar este momento perfecto, y menos aun estando entre tus brazos, pero ya es tarde y tengo que estar fresca y con la mente clara para el día de mañana- reconozco que sonreí maliciosamente a sabiendas que lo dejaría con la duda.
- ¿Mañana entonces?
- Si mal no recuerdo, me habías dicho que tu paciencia era infinita, pero hoy no lo estas demostrando. Mañana después del examen me gustaría pasar con mis papás.
- ¡Lo olvidé por completo! Tus papás organizaron una fiesta en honor a tu titulación, obviamente el resto de tu familia no conoce los detalles de tu ausencia en los últimos meses, por lo que también será una bienvenida secreta. Te esperan a las 4PM. Los trillizos, los muchachos y yo estamos incluidos.
- ¿Los trillizos?
- Aparentemente tu mamá vio la ventana para agradecerles por los servicios prestados durante aquel día…
Casi había olvidado por completo que ellos nos proporcionaron varias cosas indispensables para ese día.
- Bien pues entonces con mayor razón no tendremos mucho tiempo libre para atender “ese asunto”, ¿cierto?
- ¿Sabes que me matas, cierto?
- Lo sé y lo estoy disfrutando – respondí con la mejor de mis sonrisas. Ahora puedes quedarte o irte pero a mi déjame dormir, adivino que mañana irás conmigo.
- No podría estar en otro lado.
Dormí excelente, ahora ésta era la cama que yo extrañaba incluso en los días que pasaba en casa con mis papás. Desayuné temprano y elegí lo que me permitiera lucir profesional pero casual para mi examen, un vestido azul marino, de esos que se cruzan al frente destacando lo mejor de ti y ocultando lo peor, unas zapatillas promedio que combinaran con el vestido y un chongo en el cabello, maquillaje ligero y estaba lista,con mi conciencia tranquila y mi mente despejada, no había margen a que pudiese fallar aquel día. Los muchachos lucían muy guapos en ropa formal casi elegante, todos perfumados, bañados e impecables, así fue que nos dirigimos a nuestro destino.
En esa ocasión tenía todo de mi lado para salir triunfal y aun cuando me sentí nuevamente como en la santa inquisición las respuestas salieron precisas, directas y fluidas de mis labios a un ritmo particularmente acompasado, sonreía y acompañaba aquello con un movimiento suave de manos, y fue así, sintiéndome plena y toda una ganadora que finalmente pasé ese maldito examen. Lo demás fue mera formalidad, toma de protesta y cosas así.
Salí con la frente en alto corriendo a abrazar… si, lo adivinaron… a Atlas.
Los muchachos me felicitaron acto seguido.
Llegamos a celebrar un poco en privado en casa, en su casa que comenzaba a sentir como MI hogar.
- Sabemos que antes de una buena comida amas los postres y es justo así que celebraremos hoy, dijo Mario.
Llegando al comedor había una serie de deliciosos postres todos en medida “mini” o “Pettitte” a fin de que pudiésemos comer más de uno o mitades, la verdad que disfruté mucho aquella sorpresa y apapacho. Todo parecía estar tomando un nuevo ritmo armónico en mi nueva vida.
- Deben saber ustedes, todos ustedes que las fiestas de mi familia son algo caótico, todos hablarán, todos querrán interrogarlos al respecto de lo que hacen, de lo que son para mí, etc. Lo más sensato es que no asistan, pero sé también que no hay mucha alternativa de que no lo hagan por lo que los invitaré a mantenernos en la historia original, ustedes son conocidos de mi trabajo, recuerden que trabajamos en una oficina, todos somos gente seria y respetable – solté una carcajada.
- Estaremos a la altura no te preocupes, dijo César.
- Temo por todos ustedes, después de hoy me darán la razón, no diré nada más y esperaré a que todos ustedes sean sometidos a la intensidad de mi familia, la familia “XXXXXXXXXX”. Para Atlas quien es Un pretendiente le espera el peor de los interrogatorios –reí.
- Si tu familia se parece a ti…
- ¡Yo soy la más tranquila de la familia! Además espero que lleven mucha hambre pues en mi casa es de mala educación no repetir el plato o lo que es lo mismo pedir que le sirvan a uno más comida. Lamento que tengan que ser incluidos en estas festividades, pero supongo que es parte del show.
- Tranquila BB.
- Nos iremos en media hora, quizás quieras cambiarte de ropa, dijo Atlas. Los trillizos pasaran por nosotros, ellos nos llevarán por mi auto.
- No te molestes, puedo ir y venir con ellos, dije.
- Ya pasaste suficiente tiempo con ellos, ahora es mi turno. Media hora como dije.
Los muchachos rieron ante aquellas declaraciones.
En el trayecto hacia casa de Atlas, los trillizos se mostraron intrigados por la invitación.
- Dos cosas influyeron- declaré- pero manténganse tranquilos muchachos, la primera es que en mi familia hacen falta pretextos para hacer fiesta, y segundo agradecemos a todos y por todo, ustedes se mostraron de lo más encantador el día de... Bueno, ustedes saben, ellos quieren agradecerles, y permítanme una pequeña advertencia, si alguno de ustedes toca de manera inapropiada a alguna de mis primas o primos en tu caso, señale al moreno, van a perder los dedos. No espero que se comporten como santos, pero al menos si con la decencia suficiente.
- ¡Nos ofendes! – nos comportaremos a la altura dijo el Rubio.
- ¿Tienes planes este fin de semana? Preguntó el Moreno, aun nos debes algunos favores que nos interesa cobrar.
- ¿Favores? – Preguntó Atlas, solo que lo ignoré por completo.
- Mmmm Es cumpleaños de un primo, vamos a ir a bailar, sonreí.
- No lo habías mencionado, ¿A dónde iremos? – Preguntó Atlas.
- Atlas –respondí en un tono más que natural - éstas celebraciones son solo para familia, no llevamos a nuestras parejas, y dado de que tu yo no somos pareja formal, pues realmente no estas incluido, pero tranquilo, como dije solo seremos familia.
- ¿Les interesa celebrar en un lugar llamado “XXX”? - preguntó el Rubio.
- Alguna vez lo intentamos, pero ustedes saben nosotros somos simples mortales y para entrar a ese lugar debes pagar cierta cantidad que no estamos dispuestos a desembolsar, aun no decidimos el lugar, pero sin duda iremos a “XXXXXXX”.
- ¿Botas y sombreros? No parece tu estilo – Exclamó el moreno casi horrorizado.
- Sonreí - somos adaptables, confirmé, nuestro principal objetivo siempre ha sido divertirnos simplemente.
- Es peligroso que andes tú sola en las madrugadas – Insistió Atlas.
- No andaré sola, mis primos andarán con migo, somos una pequeña manada.
- Retomando mi pregunta - mencionó el Rubio – estiró la mano hacia mí, me estaba dando una tarjeta, - con esto te dejarán pasar a la entrada, si tuvieses algún problema pídeles que me busquen.
- Lo dudé, pero la tomé, ellos estarán encantados, dije. ¡¡¡Muchas Gracias!!!! Sinceramente.
Evidentemente Atlas mostraba una seriedad nada propia de él. Subimos a su coche y sin dar tiempo a nada más comenzó la conversación que evité intencionalmente, con la total intención de hacerle rabiar solo por el simple gusto.
- ¿No soy tu novio formal?
- No Atlas no lo eres, sin duda me he dado muchas libertades en ésta relación que tenemos, pero sin duda alguna no eres mi pareja formal.
- Hieres mis sentimientos.
- Atlas, esto nos funciona muy bien, no lo cambiemos ¿sí?
- ¿Es acaso esa tu respuesta?
- Honestamente esperaba más de ti – dije – algo así como una cena en uno de esos lugares a los que te encanta llevarme para escuchar mi respuesta, pero si hemos de iniciar ésta conversación en este momento tan incómodo, comencemos entonces.
– Dime Atlas, ¿Solo me has besado a mí? Me refiero a éste tiempo que hemos estado juntos y en éste tiempo que estuve lejos, sin mencionar otras actividades que pudiste hacer con otras mujeres…
- Respondió con un seguro y enfático: Solo a ti, y para tu información no he visto ni he tenido actividad con otras mujeres, me gusta la fidelidad en ambas direcciones, aunque tengamos solo ésta extraña relación.
- No te creo, respondí, yo también he vivido este tiempo aceptando que vayas a las reuniones que tienes con los trillizos, los historias que cuentan y de las cuales te muestras claramente incómodo. Acepté que no puedes ser solo mío, no estas hecho para ser fiel, no es algo a lo que cederás por el simple hecho de que yo lo pida, durante este tiempo me he permitido tener esta relación en la cual ni yo misma creo, pero sé que te irás de mi lado a la primera oportunidad que tengas, sé que lo has hecho, no puedo permitirme creer que tenemos algo más, para que luego me dejes abandonada y destrozada.
- No me has permitido siquiera demostrarte lo equivocada que estás, te has metido en tu caparazón sin concederme la mínima oportunidad, yo también he aceptado tus limitantes y condiciones, he aceptado y vivido con ellas.
- ¡Al menos yo no me he besuqueado con nadie más!.
- ¡¡¡¡ Yo tampoco!!!! Son negocios, simples y llanos, te he invitado en más de una ocasión a que seas mi acompañante, ¿acaso crees que te invitaría si tuviera algo que ocultar?
Fiel a su costumbre ahora ��bamos a una velocidad inmoderada. – Altas si no comienzas a bajar la velocidad, no hablaré más contigo. – Creo que hasta ese momento fue consciente de ello.
- Te he concedido ser celoso y posesivo con migo dentro de estas paredes, pero fuera… no cuentas con esos privilegios.
- No te he autorizado salir de fiesta – dijo seguro de sí mismo.
- Tampoco tendrías por que hacerlo, pues no se encuentra dentro de tus actividades. Pero si tuvieras alguna objeción siempre puedo llamar a los muchachos, ellos sin duda te pondrán en tu lugar.
- ¡Aun llevas tu correa! Y mientras la lleves continúas siendo mía.
Fui consciente de ella, y para ser honestos no quería que la retirara, ahora formaba parte de mí.
- Aun así esto no forma para nada parte de tus actividades como mi guardián, te recuerdo que solo yo soy dueña de mí.
Para mi fortuna, no dijo nada más y llegamos a casa de mi abuela donde sería la fiesta. Pensé que ya lo había hecho rabiar suficiente, conocía a un Atlas moderadamente enojado y no quería enojarlo más.
Mi Atlas (Si dije: “Mi Atlas” y no me molestes le grité a la loca de la casa) no me decepcionó ni un solo momento, pues desde que llegamos cambió su modo de: Me tienes encabronado a un modo: Perfecto príncipe encantador salido de un cuento de hadas.
Las fiestas en mi familia son toda una estampa, usualmente se realizan en casa de mi abuela, que es una casa grande de esas antiguas que fueron construyendo de acuerdo a como las necesidades lo requerían, sin armonía o estética pero se cubría el principio básico de tener a todos bajo techo, cuenta con un patio o zaguán muy amplio que usualmente es el lugar donde colocamos mesas ( nada de renta ) si no mesas que hay distribuidas por la casa y utilizadas para la ocasión, sillas también sacadas de todos los rincones del lugar, por lo que existe una variedad de alturas en las mismas bien puedes quedar muy alto o muy bajo en relación a la altura de la mesa, que sin duda estará desnivelada.
Los blancos o manteles pueden ser desde lo que bordamos en alguna actividad escolar o simplemente no existir. Todas mis tías que son seis más mi mamá llevarán un platillo en cantidad suficiente (nada de dieta ni ensaladas para conejos) en una cazuela hecha de barro, haciendo así honor al tema dela comida: cazuelada.
Efectivamente no faltará quien lleve a dicha reunión bebidas embriagantes y refrescos. Comeremos con utilizando las tortillas como cubiertos o bien haremos tacos y en la medida de lo posible no utilizaremos desechables para proteger el planeta. Al final entre todos pondremos orden, algunos lavaran la loza, otros comenzarán a guardar mesas y sillas para ponernos a bailar en un singular baile donde nadie sabe quién es la pareja de quien, y todos andaremos bailando.
A nuestra llegada, todas las miradas se posaron sobre nosotros pues llegamos como un batallón en formación dispuesta a iniciar un ataque, Atlas me acompañaba a mi lado izquierdo y distribuidos uniformemente de cada lado tenia a mis tíos y a los trillizos, recordando que mido 1.80 y todos ellos me sacan por al menos 15 cms, serios y bien vestidos, parecíamos una guardia personal.
Mi mamá se adelantó a recibirnos, indicándome una mesa que colocaron para nosotros. Ellos se adaptaron a la perfección, aplicaron aquel sabio dicho que reza: al pueblo donde fueres. Ayudé a servir o al menos a mostrarles cómo es que yo tomaba a los alimentos una vez y una segunda vez, para que ellos hicieran lo propio y fue ahí donde mis primas se lanzaron contra los pobres trillizos que siendo honesta no se en que momento pude pensar que ellas eran quienes corrían peligro, debo confiar más en las personas.
Mis tíos, lucen mucho mayores para ser material para mis primas por lo que fueron respetados. Evidentemente tenían mucha curiosidad en torno a Atlas, hasta que uno de mis tíos (sanguíneos) lanzó la primera pregunta incómoda.
- ¿Son novios?
Me adelanté a responder antes de que Atlas siquiera tuviera la oportunidad de hacerlo. – No, nada de eso, dije.
- ¿Qué pasó morena? Cierra ese negocio ya.
Atlas carraspeó. – Vamos Morena tu tío tiene razón, cerremos éste negocio.
Olvidé que Atlas juega mejor éste juego que yo y solita me metí en camisa de once varas como diría mi recién fallecida abuela.
- No eres el único pretendiente que tengo, ¿Sabes? Tengo que evaluar muy bien mis opciones antes de decidir, pero si quieres ganarte unos puntos extras ¿porque no me rellenas mi vaso para comenzar?
El simplemente sonrió.
Cuando la hora de bailar llegó en contra de cualquier pronóstico Atlas me tomó por la cintura y me mostró el excelente bailarín que era sin importar el tipo de música que tocara. El guiaba por supuesto con gracia, elegancia y completo dominio de ello. Estando ahí me sacó de mi zona de disfrute para llevarme a mi zona de incomodidad.
- ¿Qué y por qué les debes favores a los trillizos?
- Eso es entre ellos y yo.
- Preferiría ser yo quien salde esa cuenta.
Respiré profundamente.
-Ellos fueron quienes me ayudaron a arreglar los detalles de la noche de tu cumpleaños yo no puedo pagar sus honorarios por lo que accedí a deberles algunos favores, ello querían una cita, sus ojos se ennegrecieron.
- Yo arreglaré esa cuenta.
- Puedo con eso dije, no eres mi guardaespaldas.
Me acercó aún más hacia él. –No lo soy pero me gusta mantenerte a salvo y los conozco.
- Altas ellos no harán nada que yo no autorice, y si no quieres que te excluya de mis planes cuando ellos exijan su pago, entonces confía en que puedo con esto yo sola.
La noche comenzaba a caer y mi familia comenzaba hacer trabajos de limpieza todos nosotros, porque estábamos unidos en todo, incluso en dejar la casa lo más limpia posible y todo en orden, sin permitir que los muchachos o los trillizos ayudaran pues ellos eran invitados de honor, me dispuse a hacer lo propio.
Evidentemente comenzaron las despedidas siendo únicamente Atlas quién quedó atrás para acompañarme y continuar sumando puntos. Una vez que verifiqué que no había nada más en lo que pudiese ayudar, me despedí de mis papás comprometiéndome a irme con ellos el viernes temprano para pasar ese día con ellos dado que el sábado me iría de fiesta con mis primos.
Atlas me llevó a dar un tour por la ciudad, me pareció evidente que no sabía cómo comenzar a empujar el tema que teníamos pendiente.
- ¿Morena?
- Mi piel es más oscura que el resto de mi familia cómo pudiste observar, adivino que por los genes de Ramsés. Por ello me llaman así entre otros apodos.
- Todos pueden darse cuenta de mis intenciones por ti, incluso tu familia, pero tu…
- Bien, bien - dije, no te haré sufrir más, esperaba hacer la declaración del ultimátum recibido en medio de velas y una cena pacífica, pero puedo hacerlo aquí. Acepto, comencemos a tener una relación de verdad… Pruébame tú a mí que estoy equivocada, muéstrame y demuéstrame que tus palabras son ciertas con acciones que me quiten el aliento, debes saber sin embargo que soy una persona celosa y posesiva, casi al mismo nivel en que lo eres tú, quizás por ello te he permitido todas tus descabelladas reacciones, aun quisiera tener esa cena que imaginé en mi mente para hablar de nosotros y como es que cada uno espera llevar ésta relación si queremos que sea duradera, anticipo que ambos tendremos que ceder en muchas cosas.
Evidentemente mi declaración lo dejó helado pero satisfecho. Detuvo el automóvil tan pronto como nos fue posible sin poner en riesgo a nadie más y me dedicó uno de sus ricos besos que quitan el aliento inundando completamente mi boca, permitiéndome saborearle al tiempo que me saboreaba. Tras un buen rato de besos sin tregua, unió su frente con la mía sosteniendo mi rostro entre sus manos.
- Soy infinitamente dichoso.
Sonreí, sabía que me estaba metiendo en la boca del lobo por voluntad propia, pero aun así me sentía extrañamente feliz.
- Tendrás la cena que pides, pero la haremos comida, pasaré por ti a casa de tus papás y comenzaremos por degustar los alimentos y posteriormente nos degustaremos el uno al otro sin limitaciones, te mostraré en más de una manera que soy tu pareja perfecta, pero antes... En un movimiento hábilmente ejecutado, deslizó mi blusa dejando uno de mis hombros descubierto, me besó tiernamente para dar paso a un beso más intenso, que tenía por objeto dejar una marca - A ti te gustan las marcas de salvajes y a mí me gusta marcar lo que es mío, seremos una excelente pareja.
- ¿Sin limitaciones?
- De ningún tipo.
- Deberá ser una celebración que valga la pena para que yo pueda acceder a tales acciones, dije con cara de inocencia, ¿Qué clase de persona crees que soy?.
Estaba eufórica y llena de energía, era día de peleas, y ese día descubrí el gran avance que obtuve después de entrenar intensamente e insanamente con los muchachos, ahora era yo un contrincante digno, no caía al primer o segundo golpe, ¡ahora realmente presentaba pelea! Logré coordinar mente y cuerpo, dando golpes certeros y efectivos, quizás es que mis contrincantes estaban acostumbrados a que fuera la persona más débil, pero me encantó ver sus caras de sorpresa, cuando se percataron de mis nuevas habilidades. Claro, pero claro que me encontraba muy feliz.
No salí sin golpes, pero terminé saltando y aplaudiendo mientras caminaba en dirección a los muchachos, celebrando mi pequeño triunfo, quizá para ellos no fuera nada más que un leve avance pues se mostraron apenas complacidos y sin ninguna muestra evidente de festejo por esa causa. En mi mente se recrearon las múltiples palizas literales que recibí durante mi tiempo con ellos, ahora todas esas horas en las que pasé adolorida, golpeada y en el suelo, cobraban un nuevo significado, ellos son exigentes solo para ayudarme a avanzar, al menos ese significado le di yo.
Corrí a abrazar a Atlas en medio de mi euforia, me abrazó aunque un poco distante. Aprovechó ese momento enfrente de todos para retirar mi correa. Levantando la mano y declarando en voz alta que sus labores como guardián habían terminado.
Sentí como si hubiese arrancado un pedazo de mi piel borrándome en un solo movimiento mi sonrisa, me faltaba el aire, quería mi correa de regreso. Me tomó fuertemente por la cintura.
- Deben saber todos que ahora que ya no soy su guardián ella es mi novia, por lo que continua siendo mía.
Pasé de la tristeza profunda al asombro total, mi rostro se ruborizó ya que los muchachos estaban presentes y guardaron un silencio sepulcral ante aquella declaración, solo sus ojos mostraban algo de furia y enfado por ello.
- Nadie en su pleno juicio pensaría en ella como material para pareja – gritó Aaron.
Evidentemente Atlas y el llevaban una historia conflictiva, sin embargo Atlas ignoró este comentario.
Todos nos dispersamos como dictaba la costumbre yo esperé a que Atlas me llevará a casa de mis papás.
- Quisiera conservar mi correa.
- Fuiste un verdadero dolor de cabeza cuando intenté colocarla.
- Los tiempos cambian y las personas también – me encogí de hombros.
- En esta ocasión la conservaré.
- Podemos comenzar con la negociación.
Me besó, literalmente me hizo guardar silencio con un beso.
- Es tan gratificante hacer esto, dijo, sin restricciones.
- Hazlo de nuevo, pedí.
Ésta vez lo hizo duradero, con sabor a felicidad.
Caminamos abrazados, justo al salir estaba ELLA.
- Atlas, atlas, tan rebelde como ella. ¿Retiraste la correa sin estar yo presente?
Siempre arruinando mis mejores escenas, pensé y le odié. Él se detuvo y se cuadró. Al final ella llevaba la razón, ella insistía en estar presente cuando las marcas se retirarán y ella buscaría el mínimo pretexto para molestarme.
- No me estoy escondiendo Eileen ¿quieres ejecutar el castigo ahora?
- Tengo algo mejor en mente, ambos recibirán el castigo –sonrió diabólicamente (algo natural en ella)
- Fui yo quien se rebeló.
- Eso no importa, dijo al tiempo que mostraba una vara.
- No – dije – yo regresaré hoy con mis papás no puedo llegar así.
- ¿Acaso crees que eso me importa?
- Aceptaré el castigo por ambos si me permites tomarlo a mi regreso.
Levantó una ceja y aceptó de inmediato girando en sus talones y marchándose de ahí.
- ¿Por qué hiciste eso? Jamás aceptaré que lo hagas.
- Atlas no puedo irme así con mis papás, además no me mostraré débil ante ella, puedes pensar la manera en cómo me compensarás después de ello, dije. Le besé y le forcé a olvidar el hecho con el mejor de mis besos.
Ésta relación no sería fácil.
- Referente a salir de fiesta con tus primos… No me parece la mejor idea.
- No veo que tenga algo de malo, somos familia.
- Te prohíbo que vayas.
- ¿No me digas? ¿Y que más me prohibirás? Soy tu novia, no tu esclava.
- Interesante.
- Iré porque es nuestra costumbre y porque me da la gana, considérate avisado, además ya has marcado tu propiedad.
- ¿Te reconoces de mi propiedad?
- Difícilmente ahora que no tengo correa, reí fuertemente.
- Eso puedo resolverlo.
Voltee los ojos. – Atlas mi independencia y libertad es algo que valoro y que apreciaré que respetes si quieres llevar ésta relación por buenos términos, encontremos nuestro punto de equilibrio. Guardó un silencio que inundó el ambiente de tensión.
- Tienes un celular, recordó, infórmame de tus movimientos. Es una orden.
- Voltee los ojos hacia arriba - No te haré una promesa que no tengo la mínima intención de cumplir ¡Voy solo con mi familia!
- Es una orden Patea traseros, si la incumples tendrás que pagar el precio.
- Pues entonces prepara el castigo, que sea ejemplar ésta vez pues comienzo a fastidiarme de los mismos castigos siempre.
- Bajó y abrió la puerta, jalándome bruscamente de un brazo, ubicando hábilmente sus labios en los míos – Eres mía.
- Soy tuya Atlas no lo estoy negando, pero también soy libre, piensa en ello, le miré a los ojos, le di un rápido beso, entré a casa de mis papás y abracé fuertemente a mi pequeña hermana, necesitaba perderme en su mundo de juegos infantiles, para olvidarme un momento del mundo que ahora era mi mundo.
La noche del sábado mis primos, como era su costumbre pasaron por mí a casa de mi mamá listos para divertimos, había recibido una serie de mensajes que no me digné a responder.
* Recuerda no desvelarte demasiado *
* No ingieras bebidas alcohólicas*
* Aun es tiempo de que decidas que sea yo quien te transporte *
* Responde *
Hicimos la ronda usual, de casa en casa, e íbamos acumulando una caravana de carros, todos se emocionaron cuando les di la noticia de que iríamos al lugar a donde el trillizo me dio el pase.
- Desde que tienes tu nuevo trabajo, no has estado mucho en casa- dijo uno de mis primos.
Mi familia aún cree que vivo con mis papás, lo dejamos de ésta manera, la menor cantidad de mentiras que tuviésemos que decir, era lo mejor y eso incluía dar la menor cantidad de información posible – Siempre puedes enviarme un mensaje si me necesitas y sabes que estaré ahí.
- Necesitas pasar más tiempo con nosotros, me abrazó, reconozco que es el primo que más quiero, prácticamente crecimos juntos, somos de la misma edad y cuando la situación lo ha requerido ha hecho las veces de “mi novio”.
Llegamos al lugar donde entramos sin ningún problema al presentar la tarjeta que me dio el trillizo, automáticamente nos abrieron el paso con una sonrisa de oreja a oreja conduciéndonos a un reservado algo que era nuevo para nosotros, pero lo agradecimos de buen modo.
Llevaron una serie de botellas de alcohol, otras tantas botellas de cerveza y nos preguntaron si queríamos alguna otra bebida “Cortesía de “XXX” – El Rubio.
- Debes tener ahora muy buenos contactos y un admirador – expresó el cumpleañero.
- Sonreí - Beneficios de mi trabajo actual.
Todos brindamos, reímos y nos dispusimos a bailar, en bola, juntos, revueltos como hasta ahora lo veníamos haciendo. Atlas conoce mi postura respecto a las bebidas alcohólicas, por lo que me ofendí enormemente cuando me mando el mensaje mencionando el tema. . Entrada la noche tenía que hacer una parada técnica, me alejé un poco de mi grupo para localizar los sanitarios.
Ahí dentro me tomé unos minutos para olvidarme del intenso ruido, no quería reconocerlo pero le extrañaba, y quería comenzar explorar esto de ser su novia lo antes posible, es cierto que hemos tenido nuestras diferencias, pero también me intrigaba como iba a ser ahora nuestra relación, me sorprendí llenando mi mente de pensamientos respecto a él. Un par de mujeres que bien podrían considerarse “promedio”, delgadas, rubias de salón usando diminutos vestidos y tacones altísimos, entraron al baño, riendo escandalosamente pero de manera en la que una era la cómplice de la otra en lo que fuera que habían hecho, dando así por terminado mi carril de pensamientos.
- Es una suerte haberlo encontrado aquí, dijo una de ellas. Hace meses que le he llamado y no me ha devuelto las llamadas. Necesito hablar con él a solas, lo mejor será que consigas como irte por tu cuenta, ya lo he convencido de que necesito que me lleve a mi casa y ambas sabemos que Atlas y yo terminaremos en la cama, nunca ha podido resistirse ante mis encantos, se ufanó, estoy segura que después de esta noche, volverá a ser mío nuevamente.
La vida me jugó nuevamente una mala pasada, sentí como si me hubieran sacado todo el aire de mi ser, la visión se me puso borrosa, mis odios se llenaron de sangre y palpitaban fuertemente. Salí de ahí preguntándome si habría algún otro Atlas en este mundo. Seguí despistadamente a las chicas quienes llegaron hasta un rincón donde estaba él sentado, se puso de pie cuando ella se acercó. Ella se sentó a su lado deslizando su mano sobre la pierna de él, acto seguido se abalanzó sobre él y lo besó.
¡Lo sabía, Diablos, lo sabía, Atlas no podía ser para mí, es demasiado bueno para ser verdad!
Me acerque a ellos, agarrando alguna bebida de un pobre individuo por el camino, ¡Había visto suficiente! Cuando llegué ante él se sorprendió enormemente al verme y de inmediato arrojó a su compañía a un lado, justo para evitar que le derramara la bebida encima a ella también. Me di la vuelta y me dirigí a buscar a mi manada pero antes de dar dos paso él me agarró por el brazo y me giró tan fuerte que casi pierdo el equilibrio, cuando estuve frente a él, le propiné una gran bofetada, la mano me quedó ardiendo después de eso.
- ¡Te creí! Después de todo te creí y confié en ti. Aleja tus asquerosas manos de mí – le grité. Ve y revuélcate con tu zorra como lo tienen ya planeado.
- Abrió los ojos enormemente al escucharme decir aquellas palabras, Los trillizos habían salido de-no-sé-donde y estaban rodeándonos.
- Merezco la oportunidad de explicarlo todo.
- ¡No mereces nada! Y me lancé nuevamente sobre él a intentar golpearlo, pero el Moreno me sostuvo para evitar hacer un escándalo mayor, suavemente y casi sin forzarlo me condujo hacia una oficina.
- Recupérate – dijo – no puedes regresar así con los tuyos.
- No me permití llorar aunque estaba muy enfadada, no podría permitir que me vieran en ese estado, respiré intentando tranquilizarme, me llevaron un vaso de agua. Inmediatamente llegó el Rubio a aquel lugar.
- ¿Qué hacen ustedes aquí? Creí que no querrían fraternizar más con migo o los míos.
- Somos dueños del lugar reconoció el Rubio, los cuatro. Atlas quiere verte, no es de mi incumbencia después de todo, pero deberías dejarle contar su parte de la historia.
- No, yo no quiero verle y no lo permitiré.
Salí rápidamente de ahí sin darle la mínima oportunidad a que Atlas me tocara, él se encontraba de pie, afuera de aquel lugar.
- Uno de mis primos estaba ya buscándome, tras de él estaba el ambiente propio del lugar, luces centelleantes, penumbra, humo, y música a un volumen inmoderado.
- BB, gritó al inicio del pasillo y agitó su mano para hacerse notar.
Le hice una señal con la mano en respuesta y caminé hacia él.
- ¿Dónde te habías metido?
- Solo vine a agradecerle al gerente por las atenciones que tuvo con nosotros.
- ¡Excelente trabajo! pero te estás perdiendo la diversión, me rodeó con su brazo por mi cuello y me dio un beso en la mejilla. Sonreí ampliamente ocultando los pedazos de mi corazón debajo de aquella mascara de felicidad. Afortunadamente no notó la presencia de Atlas o los trillizos en aquel lugar.
Continuamos por un par de horas más el festejo y después de eso nos repartimos en nuestras casas. ¡Dioses y Demonios!, estaba deshecha, decepcionada y dolida. No puedo decir que no lo hubiera imaginado, lo que no imaginé es que pasara en tan poco tiempo, recree en mi mente cada uno de los pasos, cada una de las palabras de aquella persona, como la seguí para encontrar la escena que imaginé en mi mente miles de veces, pero ahora era una realidad: Altas, mi novio, besándose con alguien más.
Al día siguiente permanecí en cama más por el hecho de no querer enfrentar la realidad que realmente por el hecho de estar cansada o agotada. Mi celular estaba apagado y no quería encenderlo, mi estado anímico no me dio fuerza para hacerlo.
Alrededor de medio día mi mamá tocó a mi puerta, avisándome que mi transporte estaba ahí por mí. Diablos, era mucho antes de la hora acordada.
Me vestí rápidamente y me disculpé con mis papás por lo temprano de mi partida. Intentaré compensarlos dije besándoles y despidiéndome de manera rápida. Evité a toda costa cruzar la mirada con Atlas, y salí rápidamente de ahí. Hice mi mejor esfuerzo por guardar las apariencias y la compostura.
- ¿Accederás a hablar o fiel a tu costumbre te encerrarás en tu burbuja y evadirás el tema?
- Diablos Atlas ¿De verdad tienes pantalones para realizar siquiera esa pregunta? Es claro que esto únicamente materializa mis principales temores, que cabe mencionar, te los externé abiertamente, no quiero formalizar nada contigo porque sé que personas como tú, no son ni fieles ni gustan de chicas como yo, lo único que quieres es diversión y por Dios que mi corazón estaba protegido, estaba preparada para éstas situaciones y justo el día que decido darme una oportunidad, para esto, el destino me muestra nuevamente lo desgraciado que puede ser - exclamé.
- ¡Merezco al menos el beneficio de la duda! ¡Merezco al menos que escuches lo que tengo que decir! – golpeó el volante evidenciando su clara molestia.
- ¡No quiero y no lo haré! quédate con tu versión de los hechos, se lo yo vi, no fue algo que me contaran o algún chisme, decidí seguir a tu pequeña zorra cuando escuche que le decía a su compañera que finalmente habías accedido a ir con ella a su casa y que terminarían en la cama que siempre había sido de esa manera.
- Me decepcionas profundamente - dijo él- Esperaría que al menos me proporcionaras el beneficio de la duda.
- ¿Después de aquella escena? ¡Qué buena broma! No tienes palabras para justificarlo.
Ante mi sorpresa llegamos a su “salón de clase”, abrió la puerta del coche para bajar. - Acompáñame.
- ¿Cuál es el objeto de que estemos aquí? – pregunté.
No respondió mi pregunta, sin embargo se quitó parte de la ropa que traía, hasta ese momento fui consciente de que portaba los pantalones que usaba para las peleas.
- No estás pensando claramente, dijo, el odio te está cegando, por lo pelearemos hasta que te encuentres tan agotada físicamente que no te quede otra opción que sentarte a escuchar mi explicación.
- ¿Y por qué he de acceder a tal estupidez?
- Sabes en el fondo que quieres desquitarte de alguna manera, huir no es una solución, tienes que enfrentar tus problemas, huyes por que no puedes controlar tu explosivo carácter, bueno, yo te voy a dar la opción de golpearme, adelante, dijo.
- No caeré ante tu provocación, si te golpeo puedes argumentar insubordinación, o algo parecido. Comencé a caminar de manera decidida hacia la puerta.
Su rostro demostraba impaciencia, lo estaba llevando al límite de la poca paciencia que parecía tener, se acercó a grandes pasos hasta quedar frente a mí, al tiempo que de su boca salía la frase “ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas”. Me giró en mi propio eje y comenzó a darme unas fuertes nalgadas, lo cual únicamente ocasionó que yo intentara defenderme y de ahí de desencadenó una pelea…. Solo me hacía falta un pretexto, como esas veces que sabes que no debes comer un “pedacito” de chocolate porque te acabaras la barra entera y querrás más y más, al primer golpe, quise dar otro y otro para descargar por medio de la violencia toda mi frustración e ira, como si realmente mi dolor o su dolor pudiesen reparar mi destrozado corazón, él pocas veces se defendió e incluso me sostuvo las veces que lancé golpes que me sacaron de mi centro de equilibrio y sin su oportuna intervención hubiesen derivado en una caída de mi parte, me permitió descargar mi furia, al final tenía razón, me sentía relajada después de haber canalizado mi “stress post traumático” de esa manera. Terminé sin aliento y de rodillas en el suelo, intentando llenar mis pulmones de aire y mantener respiración acompasada.
Inesperadamente me empujó hacia atrás de manera que quedé recostada sobre el suelo, él se colocó encima de mí sosteniendo su peso en sus rodillas, sosteniendo mis manos contra el suelo, levemente sentado sobre mí de manera que evitara con el peso de su cuerpo que pudiera levantarme y huir.
- Bien dijo, ahora me escucharás lo quieras o no.
Escaparon unas lágrimas de mis ojos, no pude evitarlo, eran lágrimas de furia.
-Patea traseros esperaba tener ésta conversación en otros términos y honestamente espero contar con tu apoyo y aprobación. Laura ha sido la única pareja con quien he estado por un tiempo mayor a un mes, no tengo ningún sentimiento por ella, para mí es solo alguien más. Me buscó hace meses de una manera muy insistente y tú eres la razón del por qué no respondí ninguno de sus mensajes, anoche sin que yo la buscara coincidimos en aquel lugar, al cual fui única y exclusivamente ya que de improvisto llegaron unos amigos a visitarnos y los llevamos a divertirse, no había manera de que pudiera zafarme de aquello de una manera educada, no estaba ahí por que quisiera vigilarte o por que estuviera preparando la escena, después de encontrarnos de manera muy insistente pidió hablar conmigo, le dediqué apenas unos momentos durante los cuales me contó el por qué me está buscando… mencionaré como dato cultural que ella es huérfana igual que yo, como puedes entender su situación me invita a solidarizarme con ella. Me buscó para pedirme ayuda, se someterá a una operación de rodilla próximamente, me pidió ser yo quien le brinde cuidados post - operatorios, no quise negarme, solo pienso asegurarme de que salga bien de la operación y posteriormente le ayudaré a cubrir los honorarios de una enfermera que la cuide, estábamos hablando de las fechas y le pedí que la operación fuera lo más pronto posible ya que será durante los primeros días de Julio en los que yo me vaya a entrenar a otra parte del mundo.
- ¿Te irás?
- Estaba por darte la noticia, y platicar contigo de ésta situación, de la cual honestamente espero que me acompañes, me iré debido a que éste año ingresaré al torneo anual, considero que tengo enormes posibilidades de ganar, ambos lo sabemos, por lo que al resultar ganador me iré durante un año a entrenar, no tengo intención alguna de cambiar mis planes con la promesa de que cuando la situación sea al revés yo te apoyaré y esperaré durante ese año que te ausentes.
- Se estaban besando – Las palabras salieron de mi boca en casi un susurro
- Ella me besó a mí y de haberme dado un poco más de tiempo, hubieses contemplado que me encontraba quitándomela de encima cuando tú ibas directo a bañarnos con aquella bebida.
- La ibas a llevar a su casa – dije.
- No, tú le escuchaste a ella decir que yo la llevaría pero lo cierto es que ya se lo había solicitado al moreno, puedes preguntárselo.
- Ya no valdrá de nada en este momento. ¡Yo también soy una persona celosa y posesiva!
- Esto solo fue una serie de eventos desafortunados, dijo, me gustaría que confiaras más en mí, ella no es nada para mí. Tú eres mi novia y como tal te estoy dando todo el respeto que mereces. Si prometes que te comportarás te liberaré ahora
Asentí con la cabeza. - No quiero que vayas que la atiendas -dije
- Creo que entiendo tu sentimiento – recorrió el costado de mi rostro con su pulgar – me gustaría que entendieras que ella no tiene a nadie más.
- Tiene a la estúpida de su amiga con quien platicó en el baño, ¿Por qué tú? ¿Por qué ahora?
- Su amiga efectivamente es estúpida, ¿Pondrías tú, tu seguridad en manos de alguien así?, no lo entenderás fácilmente preciosa, porque tú tienes un batallón como familia, puedes elegir a cualquiera de ellos pero lo más importante es que tienes a tus papás y rezo porque nunca te encuentres en la situación en la que nos encontramos los que somos huérfanos y no tenemos a nadie más que a nosotros mismos.
Era la primera vez que me llamaba preciosa y eso no era jugar limpio ¡Diablos! el llevaba un punto y un punto muy fuerte, me puse en su situación por unos breves momentos y debe ser de lo más deprimente.
- ¿Por qué tú?
- Diablos preciosa, deja de analizar de esa manera las cosas, ella me lo pidió porque soy una persona confiable, es su problema si aún tiene sentimientos por mí, yo no tengo sentimientos por ella, nuestra relación fue simplemente sexo, nunca busque nada con nadie más, hasta conocerte a ti, te lo he dejado saber en más de una ocasión.
- ¿Irás aun cuando me disguste y termine nuestra relación por ello?
- Espero tenerte a mi lado cuando vaya, dame la oportunidad preciosa
- ¿Cuál es el objeto Atlas si te irás finalmente? Quieres jugar a un noviazgo de unas semanas y luego irte, no, lo mejor será que terminemos aquí todo rápidamente así como comenzó.
- ¿Entonces, no me esperarás?
- No sería lo más sano después de ver lo que sucedió cuando solo teníamos un día juntos… imagina un año alejados.
- Esto es solo un bache, que debemos superar juntos como pareja.
- Tengo mucho que procesar en mi mente déjame sola por favor, caminaré a casa.
Se quedó ahí en el suelo y me puse de pie dispuesta a alejarme de ahí, de él, con un agujero en el pecho, como si me hubiesen arrancado el corazón y me hubiesen puesto el corazón nuevamente en su lugar, pero yo aun conservaba una herida.
Llegando a la salida estaba ella esperando por mí.
¡Genial! Pensé ahora tengo que pasar por esto.
#amorincondicional#atlas#atlasyyo#beshakarenice#aventuradevida#besos#borntobemybaby#historiasenmimente#novelaencurso
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Cuando mi demonio mayor y yo nos conocimos, todo fué tan sencillo como respirar, cero complicaciones.
Eso sí, cuando estamos en desacuerdo, es como si Ares y Zeus salieran de sus respectivos lugares y se enfrentaran cara a cara. Así de grandes son nuestras batallas, así de grandes nuestras reconciliaciones.
Algo de lo que mas he disfrutado es la libertad que tengo para el sexo, pues si bien las cosas me aburren fácilmente, he de buscar lo que no me aburre constantemente y ello nos lleva a experimentar una y mil cosas en este plano.
Uno de los primeros recuerdos que tengo de haberlo "tentado" es el haberle hecho sexo oral en el estacionamiento de un supermercado.
¡El estaba excitadisimo!
Eso sacó a pasear a mi Diosa interna, pues hacer Sexo Oral, además de ser una práctica que me encanta (Gracias Sr. Aries por haberme introducido a éste mundo), disfruto el sabor salado, el palpitar del pene cuando esta vaciándose en mi boca, sentir la textura con mi lengua, amo el control que me proporcionar el chupar, lamer, presionar y succionar, así como los gemidos que obtengo de ello, son música para mis oídos.
Si además me toman por el cabello y marcan el ritmo, buenooooo, descubrirán que no deben excitarme mas, si no que estoy lista para lo que sigue...
En fin, aquel día todo se acomodó pues encontramos un espacio en un estacionamiento semi poblado ¡El lugar perfecto! en penumbras, con poca vigilancia y con todo lo necesario para que él disfrutara al máximo de ésta experiencia.
Si mi vocho hablara... jamás habría permitido que lo vendieramos.
Sí, me gusta mas brindar Sexo Oral y a mi Demonio le gusta recibirlo, combinación perfecta !
Mis Dioses me felicitan y yo me regodeo.
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14. Lay Your Hands On Me
Bruno me sacó de mis pensamientos preguntando si anteriormente había practicado algo de “ Yoga y/o Pilates”. Me extrañó mucho la pregunta y respondí un poco apenada reconociendo que esas disciplinas nunca me han interesado.
- Nosotros las tomamos muy enserio, dijo él, el día de hoy lo dedicaremos a dichas actividades, tienes mucha suerte de que yo sea un total maestro en esas disciplinas, las cuales te ayudarán a encontrar el equilibrio perfecto entre mente y cuerpo- Pensé que la yoga al menos les gustaba a las chicas – dijo dirigiéndose a nadie en específico.
- No se ofendan pero… todos ustedes son casi como una mujer hormonal, cambian su modo “tío – amigo a instructor - guardián” de un segundo a otro, realmente todos los días son una constante sorpresa para mí, haré una matriz que me permita al menos tratar de adivinar el impacto de sus reacciones, por ejemplo ayer, no esperé, anticipé o adiviné la reacción de Jason, pero aun así acepté el castigo y no es que me quedara mucha opción realmente, entonces no sé si sea una suerte o no. Casi al instante me arrepentí de mis palabras.
- Sabías de antemano que nuestras evaluaciones serían duras e imparciales, tenemos que aplicar las reglas incluso más estrictamente contigo para evitar cualquier inconformidad por favoritismo – dijo Jason, incluso te interesará saber que Atlas en su condición, quiso negociar con migo para evitar tu castigo, él se ofreció voluntariamente a tomarlo por ti, solo que no podía permitirlo. Es cierto que todos nosotros nos estamos tomando nuestro papel muy enserio solo porque de ésta manera minimizaremos las quejas que Eileen pudiese tener de ti. Y solo para que dimensiones un poco más lo que te estoy comentando, debes saber que de haber estado Eileen presente el castigo hubiese sido quizás 10 veces mayor.
Palidecí unos momentos… ¡10 veces!, solo que mi sensata mente me llevó de la mano hacia el comentario donde decía que Atlas quería cubrir mis espaldas, con ese pensamiento mi corazón se iluminó un poco concluyendo que esa fue la razón por la cual Jason se negó a si petición.
Pensé que sería un día relativamente descansado, al fin y al cabo el yoga en mi mente equivalía a “relajación”.
Durante su discurso de introducción, enfatizó que se requería afinar el equilibro para poder levitar, además de trabajar en fuerza y voluntad internas, siendo justamente él quien nos guie por el proceso que nos ayudará a lograrlo.
Mi mente no cesaba de repetir con cierto aire de triunfo, que sería una clase sencilla, finalmente podrías tener algo de descanso me dije a mi misma.
- Por la mañana entrenaremos en suelo firme y por la tarde trabajaremos dentro de la alberca – concluyó Bruno. De inmediato voltee a ver a Atlas, pues quería que me diera más detalles, el me hizo una señal con sus dedo junto a sus labios para que guardara silencio.
Cierto era que Bruno era un maestro del Yoga, descubrí que mi flexibilidad estaba entre los índices de poca a nula, y resulta impresionante ver a aquellas masas de músculos definidos, sosteniendo en perfecto equilibro su cuerpo sobre una pie, o bien, doblándose hasta parecer que su cabeza toca sus pies… Era sin duda un espectáculo digno de observar, adicionado al hecho de que para aquella actividad, la mayoría se desnudó el torso y utilizaban ajustadas lickras para dar libertad de movimiento a sus cuerpos.
Estimado Dios: ¡¿Conociendo lo débil que soy? porque me pones esas tentaciones en el camino!, así una no puede concentrarse como es debido.
Bástese decir que caí en innumerables ocasiones, sin ser nada grave pues solo descomponía un poco la postura y plantaba ambos pies en el suelo o bien me sostenía con las manos, nada de lo cual preocuparme, nada del otro mundo, ¿El resto? Bueno, ellos parecían nadadores sincronizados cuando armónicamente cambiaban de una postura a otra, todos absolutamente concentrados mientras yo contaba con la gracia de “un rinoceronte en una cristalería” ( no recuerdo la película / libro donde leí esta línea, pero sé que me describe perfecto).
Así seguimos por un laaaargo tiempo, donde amablemente Bruno describía cada una de las posturas y donde deberíamos tener especial cuidado para no lastimarnos, (al fin alguien con cordura). Nos describía minuciosamente cada postura, “ ésta postura les ayudará a equilibrar y fortalecer su zona lumbar” ó “ Esta postura fortalecerá su voluntad”. Recuerden que el Yoga no se trata de ser flexible, si no lo que aprendes durante el proceso.
Desháganse de pensamientos negativos, fortalezcan su amor propio – decía. Armonicen sus movimientos con su respiración.
Reconozco que mi batalla fue titánica, por un lado debía tener calma en mis pensamientos, pero al mismo tiempo estaba luchando contra mi peor enemigo: “ Yo”. Llegué a un punto, sin buscarlo realmente donde me convencí a mí misma que yo no podría lograr aquello, cero flexibilidad, cero equilibrio, cero fuerza interna o externa, casi logro aterrizar de cara al intentar sostenerme en la postura del “cuervo”. Mi cuerpo sudó a raudales, lo que nunca hubiese imaginado de una clase de Yoga.
- Te encuentras eliminando toxinas, afirmó Bruno cuando me descubrió sorprendiéndome por la cantidad de sudor que recorría mi cuerpo.
Mis músculos temblaban, ahora los yoguis del mundo contaban con todo mi respeto, el Yoga no es fácil, se requiere fuerza física, pero aún más interna para lograrlo y acallar tus pensamientos negativos que te invitan claramente a desistir. Concluí que necesitaba con urgencia fortalecer mi abdomen, no solo para que sea estéticamente hermoso, sino porque todas las rutinas que aquí ejecuto requieren mucha fuerza en esa área.
Toda ésta armonía se rompió ante el comentario de un novato: “ Esto es para maricas, no acepté todo esto para aprender puterías, ¡Quiero destrozar cabezas!”.
Claramente todo se tensó y quedamos en silencio, su guardián lo derribó en un solo y magnífico movimiento, le tomó por el cuello y lo empujó hacia el suelo, la fuerza de todos ellos es descomunal, el individuo sometido no tendría oportunidad de levantarse.
- Esa clase de pensamientos son lo que hacen a la humanidad débil, es una pena que tengas esa mente tan pequeña, cuando todo tú tienes un gran potencial, contamos con cero tolerancia hacía este tipo de situaciones – le dijo.
- Quedas expulsado. – Bruno se acercó a él y lo tomó de un brazo, vimos cómo se alejaron del grupo y fue lo último que supimos de él.
De ésta manera quedamos únicamente el 50% de los “novatos”, nada mal, me dije, pero dirige tus pasos cautelosamente.
Los trillizos aplaudieron para llamar la atención de todos los ahí presentes:
- Aprovechemos este espacio para realizar un anuncio – dijo el moreno. Éste fin de semana organizaremos una fiesta para celebrar y dar la bienvenida a nuestras manera a los “novatos sobrevivientes”, el evento se llevará a cabo en “XXX” desde la tarde del viernes y por todo el fin de semana. Por supuesto esperamos contar con la presencia de los novatos y su discreción, éstas fiestas no son del conocimiento de nuestros líderes y nos gustaría continuar en anonimato.
- ¿Iremos? – pregunté. Este fin de semana celebraremos tu cumple, si recuerdo correctamente.
- Es ahí donde tendremos nuestra celebración de cumpleaños – me rodeó con su brazo, su torso desnudo se sentía tan bien cerca de mí, que le permití hacerlo.
- ¿Y los muchachos estarán de acuerdo? – digo, acaban de mencionar que sus celebraciones son “an��nimas” y no creo que ellos accedan fácilmente a dejarme deambular por ahí a mi libre antojo.
- ¡Déjalo en mis manos! – Sonrió al tiempo que lo decía y caminaba en dirección se iba a platicar con “Hugo, paco y Luis”.
Cerré los ojos por unos momentos hasta que Atlas regresó, - tenemos las próximas horas libres, hasta que regresemos a la clase de la tarde, ¿Qué deseas hacer?
- ¿Podemos comer fuera?
- Siempre y cuando sea algo ligero pues por la tarde tenemos entrenamiento en alberca.
- ¿ Puedo invitarte?
- ¿Cuándo aceptaras que se haga a mi manera, sin quejas?
- Quizás el día que seas mi prometido, aunque dudo que ese día llegue.
- ¿Entonces lo has contemplado?
- No comencemos esa discusión nuevamente – pedí – no nos llevará a ningún lado.
Subimos al coche, sin ningún rumbo definido.
- ¿Cero tolerancia hacia cierto tipo de cuestiones? – dije.
- Debes reconocer patea traseros, que sus comentarios estuvieron totalmente fuera de lugar, nuestro grupo se enfoca a crear mejores seres humanos, que puedan aportar algo a ésta sociedad en decadencia en la cual vivimos. Si no puede hacer eso, sin importar el enorme potencial que tenga, será eliminado sin ninguna contemplación de nuestras filas cómo pudiste observar.
- ¿No crees que ellos están permitiéndome muchas libertades? No tengo bien claro sus límites, tengo miedo que si algo no les agrade descargarán su furia sobre mí.
- Simplemente te están dando tu espacio. Lo de ayer fue un error, nunca creí que fueras a mi rescate y simplemente no te instruí como era debido, me siento apenado, si cometes un error soy en parte solidario por no haberlo previsto.
- ¿ Por ello solicitaste recibir el castigo por mí?
- No debías enterarte de eso… Lo haré las veces que considere que es lo justo.
- Puedo librar mis batallas sola, no necesito que te sacrifiques por mí.
- Y comenzamos nuevamente – dijo. Sé que eres una mujer fuerte e independiente y esto no te hará menos independiente o valiente.
- ¿Qué haremos por la tarde? – pregunté intentando cambiar el rumbo en el cual yo misma puse la conversación.
- Espera y te sorprenderá.
- ¿Cuál es la razón por la cual no me has anticipado o siquiera platicado como serán las clases?
- Ninguna clase es igual, no quiero predisponerte a nada.
- ¡Vamos!, al menos podías haberme dado una pista o algo que esperar.
- De la nada y exhibiendo su vena masoquista lanzó un: Siempre es más divertido observarte expectante, reaccionas bien ante nuevas situaciones, te deleitas ante lo nuevo que el mundo tiene por mostrarte, ¡¡son esos momentos que amo el observarte!!.
Caminamos del lugar donde dejamos el auto estacionado hacia el restaurante, me tomó de la mano al verme un poco distraída, mi mente se había llenado de un solo un solo pensamiento: una idea que me venía rondando la cabeza los últimos días… dudando a cada momento decirla en voz alta, pero como dicen el “no” ya lo tienes, así que busqué las mejores palabras y el resultado fue tan … aburrido como siempre:
- Atlas, si te pido un favor, ¿Cuál es el precio que tendré que pagar?- Esperaba alguna respuesta del tipo : Dependiendo del tamaño del favor…
- Por un momento se tensó – Tu pregunta me ofende un poco, es cierto que disfruto haciendo negociaciones contigo, pero no todo lo que hago o haré por ti conlleva un costo, patea traseros. ¿ Que necesitas?
- Bueno, la cuestión es la siguiente. Veo que soy bastante torpe, débil, poco coordinada y lo que le sigue, quiero mejorar Atlas ¡realmente lo deseo! ¿ Qué puedo hacer para lograrlo?, ¡ayúdame, por favor!, dame consejos, estoy segura que algo podré hacer.
- Me empujó hacia la pared más cercana, tomándome por sorpresa, mirándome a los ojos directamente con ese gesto que me hacía derretir, colocándose frente a mí para que con su enorme físico impidiera mis movimientos - ¿Es lo que realmente deseas?, el precio será muy elevado ¿Estas dispuesta a pagarlo?.
- Si, realmente lo deseo, dije acercando mi cadera hacia su cuerpo, adentrándome en su juego, he preguntado el precio, para saber si puedo y quiero pagarlo.
- Se acercó un poco más a mí, rosando sus labios con los míos, te puedo ofrecer que entrenemos cada momento que tengamos libre, por las noches en tu recámara, incluso los fines de semana, los momentos que quieras, a cambio de…
A éste punto esperaba que solicitara algo muy íntimo, me había mentalizado a ello.
- ¿ Que te puedo ofrecer Atlas? ¿ Que puedo ofrecerle a la persona que tiene mi promesa de intentar aceptar hacer las cosas a su manera bajo sus reglas? ¿ A la persona que le he ofrecido mis besos a cambio aminorar mis castigos? ¿ Que tiene esta simple mortal que aún pueda ofrecerte?.
Por un breve pero intenso momento, donde aceptó de buena gana mis caderas que se acercaron a él, donde me tomó por la cintura y me acercó a un más y con la punta de su lengua recorrió suavemente y deliciosamente mis labios, probándome y dejándome su sabor, donde sus pestañas rozaron mis pómulos y provocaron una descarga electrizante sobre mi piel, traicionándome y dejando visible mi deseo carnal por él.
- Tus manos sobre mi cuerpo – respondió.
Esa fue su sencilla petición, descabellada, quizás y algo simple, pero fue su petición.
- Deseo que me toques, que por las mañanas me saludes de beso y me dediques un abrazo rodeando con tus brazos, deseo que cuando entrenemos no mantengas tu distancia, que me tomes del brazo para caminar a mi lado, deseo sentir tus caricias, tu calor, quiero sentir deslizarse tus manos sobre mi espalda cuando te tengo de esta manera, quiero que provoques descargas en mi ser, te deseo cerca de mí.
El problema no es tocarte, si no dejar de hacerlo – pensé enfadada, una cosa llevará a la otra, bien jugado Atlas, de esa manera tu podrás tocarme también, provocando y tentando a mi deseo y buena cordura, obligándome a adentrarme aún más en tu terreno, en arenas movedizas…
- Si ese es el costo, lo acepto dije deslizando mi mano sobre su rostro, pero tienes que convertirme en alguien extremadamente bueno – exigí.
- Lo lograrás, pero debes tener paciencia.
Éste tipo de situaciones en las que me colocaba frecuentemente, tenían siempre el mismo efecto en mí, me dejaban con la respiración entrecortada, intenté disimularlo, creo sin embargo que sin éxito.
Llegamos a un restaurante de esos a los que solo van los de su grupo cerrado y personas “encopetadas”, así como vestíamos, con ropas holgadas para ejercicio, con apenas los cabellos en moderado orden, me llevaba tomada de la mano, realmente lucíamos como una pareja real, entró como dueño, amo y señor del lugar, esperando a que la recepcionista fuese por nosotros, por alguna razón demoraron unos minutos en llegar, pensé quiere que lo toque… eso no representa ningún problema para mí, le solté la mano y la deslicé por su cintura, deslizando deliberadamente mi brazo por debajo de su playera para tocar su piel e introduje apenas mi dedo pulgar en el elástico de su pantalón. Éste acto lo dejó totalmente sorprendido.
Volteo a mirarme con cara de asombro y deleite, una gran sonrisa se estampó automáticamente en su rostro, me rodeó con su brazo y me acercó aún más a él. Nos asignaron una mesa y antes de que el pudiese decir nada
- Quiero elegir mi comida, si no te molesta.
La mesera esbozó una leve sonrisa apenas perceptible, lo que era más que evidente es que se devoraba a Atlas con la mirada, nunca me acostumbraré a ello, y será un problema si decido salir con él enserio. ¿ Por qué pienso eso? Él no es material para ti, me recordé a mí misma. La mesera se retiró anunciando que regresaría cuando estuviésemos listos para ordenar.
- Hacía días que tu rebeldía no se había manifestado, comenzaba a preocuparme – dijo.
- ¡ja, ja! – y tú siempre tan gracioso.
La variedad de ensaladas que se sería ahí era impresionante, veganas, crudi - veganas, solo verde, frutales, de todo.
- He decidido que no pediré nada hasta que no garantices que yo pagaré la cuenta – dije.
- Entonces palidece de hambre, mientras yo disfruto de mi comida, respondió, y al tiempo levantó la mano para indicarle a la mesera que se acercarse. Le señaló con el dedo lo que deseaba pedir, y ella se marchó enseguida.
- Eres cruel.
- Le llamé a señorita e hice mi pedido también sabiendo que Atlas no se andaba con juegos y para ser honestos yo moría de hambre.
Me entristecí un poco por lo sucedido pero finalmente yo lo había provocado. No quería verle ya que de lo contrario lloraría, por lo que voltee la mirada para mirar por la ventana, descubrí en el reflejo que él me observaba. Un claro e incómodo silencio perduró hasta que nos llevaron la comida, descubrí que él había ordenado suficiente comida para un ejército.
- Evidentemente pensaste que te dejaría sin comer Patea Traseros, y con eso heriste profundamente mi corazón, ¡Merezco algún tipo de compensación!.
- Merecía sin duda aquellas palabras llenas de claro chantaje.
- ¡Y dejaste que ordenara más comida!.
- Siempre podemos pedir para llevar – confirmó.
- Me rindo Atlas, siempre estás un paso adelante – dije.
- Debería darte unas nalgadas por insolente - dijo, jamás, jamás deberías siquiera haber dudado de mí, estoy seguro que he probado mi valía.
- Lo siento, dije – aunque no entendía por qué me disculpaba. – Pero si quieres nalguearme, adelante.
- ¿Lo permitirías? - dijo en un tono que evidentemente ya no era de enojo.
- Si es lo que merezco por un acto rebelde, sí. Si es únicamente por un capricho, entonces no. Te propongo algo, éste fin de semana durante tu celebración podemos encontrar algo con lo cual dejarte complacido, ¿me concederás al menos eso?.
- No. Será bajo mis reglas como me gusta.
- Esta bien, accedí, lo haremos a su modo señor “haré las cosas a mi manera”.
No terminamos la comida, pero no se desperdició, como dijo pidió para llevar diciendo, tu y yo comenzamos esto, tu y yo terminaremos esto.
Caminamos juntos al coche, así, sin tomarnos de la mano.
- ¿Traes tu traje de baño contigo? – preguntó de repente.
- No, dije un tanto asustada.
- Pasamos a tu casa para que te cambies, en la tarde practicaremos en la alberca y lo necesitarás.
- ¡ No tengo llave de la casa! – Exclamé.
- Yo tengo la llave, no te preocupes – me guiñó un ojo.
Llegamos justo antes de que comenzara la clase, recibimos instrucciones sencillas, ahora realizaríamos las exactas posturas que realizamos por la mañana, solo que montados en una tabla similar a las utilizan los surfistas, luchando contra el equilibro y por sostener la postura.
- En caso de que alguien logre evitar caerse, podrá elegir no asistir a mi clase la siguiente semana – exclamó.
Debo reconocer que me divertí de lo lindo intentando y sin lograr el objetivo, extremadamente agotador y divertido. Atlas y uno de los trillizos lograron no caer en ninguna ocasión, pero los otros dos, se encargaron de hacerlos caer al final.
No tuve ninguna revelación extrasensorial en esta clase, no hubo ningún ataque doloroso ni algo extraordinario, todo fue sencillamente “normal”.
Después de eso nos fuimos a bañar. Estaba exhausta, el esfuerzo había sido mínimo pero efectivo. Le di unos pequeños golpecitos a Atlas y por lo bajo le pedí que repitiéramos la experiencia del lunes y durmiéramos un poco antes de comenzar su clase.
- Tu duermes mientras yo velo tu sueño ¿Puedo atacarte de la manera en que tú lo hiciste?
- Estoy tan cansada que no me importaría lo que hicieras mientras me dejaras dormir.
- Sonrió.
Lo cierto es que me acomodé perfectamente recostada en su brazo temiendo que pudiese babear, pero aun así disfruté de un sueño reparador.
Su clase fue la cereza del día. Pelea cuerpo a cuerpo, ese día aprendí como dar patadas efectivas en el costado de mi oponente y al mismo tiempo aprendí a bloquearlas con mis manos. Sí, la teoría era muy bonita, como siempre lo es, realmente mi oponente ( Atlas) jamás pateó con fuerza letal, sin embargo soportó mis golpes muy bien con toda la fuerza que pude imprimirles, sin que él bloqueara uno solo de ellos – tienes que saber cómo es que se comportará un cuerpo golpeado, él lanzaba sus golpes lentamente para darme tiempo a estudiarlos y reaccionar, parecían como si él se estuviese ejercitando, obviamente no recibí ningún golpe, lo cual agradecí, ese día sería como lo planee al inicio: relajado.
Para mi sorpresa el universo me envió la prueba de que me encontraba total y completamente equivocada, canté victoria demasiado pronto, los muchachos llegaron como los 4 jinetes del apocalipsis, imponentes y caminando en línea, impresionaron incluso a los presentes pues se abrieron paso entre todos nosotros.
Detuvieron la clase y se llevaron a Atlas hacía un lado para hablar con él. Los trillizos se acercaron a donde yo me encontraba.
- Antes de tu llegada gozábamos de total privacidad. – Comentó el Rubio. Ellos no rondaban nuestros entrenamientos.
Hice total caso omiso a su comentario. Me odian, lo sé.
Observé como Atlas asentía mientras todos ellos hablaban con él. Cuando regresaron a donde estábamos nosotros, se dirigieron al grupo en general.
- ¿Tres voluntarios para pelear con mis hermanos? – Preguntó Mario – BB tu pelearás con migo, ve con Atlas para que te prepare.
Caminamos en dirección a los pequeños vestidores.
-¿De qué va todo esto? Ellos claramente saben mis capacidades, solo tengo entrenamiento para defensa personal y en contra de ustedes ¡Es inútil!.
- El punto que expuso ayer Jason ¿Recuerdas? – Creemos que el lleva la razón, reconoció al tiempo que me ponía algo parecido a un chaleco salvavidas pero un poco más delgado para reducir el impacto de los golpes, vendó mis puños con suma meticulosidad verificando que no estuviesen demasiado apretados, y me colocó protección en la cabeza como la que utilizan los boxeadores.
- Con esto quiere decir que no darán tegua a sus golpes ¿ cierto? ¿Cuál es la señalética que me permitirá rendirme y parar la pelea?
- Me abrazó. - Aquí no existe tal cosa, no puedes rendirte.
- ¡Demonios!.
Salimos de ahí sintiéndome como Iron Man, por lo voluminoso de mi atuendo, solo por eso ya que sabía que sin importar que aun cuando trajera el mismísimo traje de Iron Man sucumbiría antes sus golpes.
Dos de los trillizos pelearían con Cesar y Bruno respectivamente, y Mario pelearía con Jason. Observé atentamente las peleas, brutales en mi opinión, pero sin duda mostraban un patrón, el cual registré en mi mente para poder comprobar que así fuera la siguiente vez que los viera pelear, sin duda puedo usar eso a mi favor.
¡Mis tíos son buenísimos! Casi no se ve que hagan ningún esfuerzo en derrotarlos. Cuando el turno de Atlas llegó, se posicionó enfrente de Jason, comenzaron a lanzarse golpes a una veolocidad inusual, yo había visto anteriormente pelear a Atlas, pero esto era simplemente otro nivel, golpes iban y venían pero todos eran bloqueados por el oponente.
- Has mejorado – lo felicitó Jason en una pausa que hicieron para examinarse mutuamente. Pero no lo suficiente. Exclamó.
De repente la velocidad de los golpes de Jason aumentaron, de manera que pudo golpear a Atlas por todo el cuerpo, llegando a un punto en el que le fue imposible bloquear sus golpes y quedó tirado. Jason dio por terminado el combate.
- ¡Mejor suerte a la próxima! - Exclamó.
Era mi turno y era la primera vez que no quería continuar ahí.
- Lanza tu mejor golpe pidió Mario.
Estaba temerosa, enredada en aquella capa protectora, no veía bien con aquel casco y el resto me producía sudor en exceso. En casa mis primos solían decir que el que pega primero pega dos veces, permítanme corregir ese dicho… El que pega primero, desata la furia de la contraparte.
Cierto es que Mario daba espacio entre golpe y golpe pero no le faltaba fuerza, nuevamente perdí la cuenta de las caídas y realmente no se puede decir que le haya dado un golpe certero salvo el inicial.
Detuvo la pelea cuando tuvo que ayudarme a ponerme en pie y una cosa era cierta. Ahora ya sabía realmente lo que era un golpe, sabía a lo que me enfrentaría al día siguiente y si no mejoraba pronto, iba a ser el saco de golpear de todos ahí.
Estaba enfadada.
- ¡No! – Grité. Esto aún no se termina. Caminé hasta donde estaba Atlas y le pedí que me quitara aquellos artefactos. Así no soy efectiva, dije. Él no quería hacerlo.
- Bien –dije, encontraré quien si pueda hacerlo. Por supuesto me detuvo y comenzó a quitarme las protecciones.
Regresé a mi puesto enfrente de Mario. Y comencé nuevamente la pelea, no gané pero si tenía más movilidad, esto me permitiría adaptarme, a sopesar el impacto de los golpes, a resistir, a curtir mi cuerpo, quedé tirada, mallugada y casi aplastada por el golpe final, para el cual intenté cubrirme haciendo un ovillo en el piso, momentos después se detuvo y me dio la mano para incorporarme.
Ellos se retiraron de ahí.
Muchos de los chicos se acercaron a rodearme.
- En serio que tienes cojones – dijo el pelirrojo, nadie en nuestra primera semana se hubiese quitado esas protecciones. Me palmearon la espalda. Atlas sonreía aunque no tan complacido.
Yo sin embargo me había anotado 10 puntos por valentía y me había felicitado a mí misma, sé que mi cara estará hinchada al día siguiente donde quizás me espere una paliza similar, pero internamente estaba muy feliz.
Durante la cena donde ciertamente Atlas sacó la comida que había pedido para llevar en nuestra hora de comida y casi terminando el postre Atlas soltó lo siguiente:
Muchachos, éste fin de semana todos los chicos están planeando ir a “XXX” para relajarse por la pesada semana vivida, si no tienen inconveniente en que BB asista, sería una buena oportunidad para que socializara y nos conociera más a fondo.
- Mario preguntó directamente - ¿Quieres ir?
- Solo si ustedes están de acuerdo – respondí.
- Se miraron entre ellos, detestaba que lo hicieran, pues parecían entenderse con tan solo hacer unos leves gestos entre ellos, y no me gustaba no saber que sucedía. Nos invitaron a pasar al estudio.
- Atlas, sus fiestas son algo salvajes, mismas que tenemos pleno conocimiento que organizan los trillizos y tú, que además osan creer que son “secretas” - mencionó César, nunca nos opusimos a ellas, pues nadie de ustedes está bajo nuestra tutela, salvo tú y no mostraste signos de ningún efecto negativo en tu comportamiento como consecuencia de éstas fiestas.
- BB, no te negaremos ir a dicha fiesta, confiamos en que Atlas desempeñará bien su papel y te mantendrá bajo estricta vigilancia, en esa fiesta habrá alcohol sin embargo.. dijo un tanto pensativo…
- Chicos, relájense, no estoy a favor de consumir bebidas alcohólicas, no porque no me gusten, ¡ Me encantan! Y es precisamente eso lo que me ha llevado a evitarlas, me gustan demasiado y sé que puedo llegar a tener algún problema de adicción, la vida ya de por sí es complicada, para entregarme voluntariamente a las garras del alcohol, no les mentiré son fanática de acompañar un buen corte de carne con una copa de clericó, pero quizás es lo más que permitiré tomar en mi vida.
Nuevamente se miraron entre ellos.
- ¿ Cuál sería el itinerario? – Preguntó Bruno.
- Partiremos mañana después de nuestras actividades y regresar el domingo temprano –
- Los queremos aquí en sábado por la tarde y más vale que nuestra pequeña regrese en las mismas condiciones en las que se fue, te hacemos responsable de ella.
- Ya soy responsable de ella – confirmó.
- Ho Atlas, así te has mostrado al resto de nosotros, pero revelaste tus verdaderas intenciones el pasado Lunes, márchate antes de que pierda nuevamente la poca paciencia que tengo.
Una vez que Atlas se marchó, ellos aún tenían más que decir.
Nunca discutiremos en la mesa, pues para nosotros es una actividad donde todo debería ser cordialidad y alegría, pero tenemos que tocar algunos temas contigo en vista de cómo se ha desarrollado todo los últimos días- dijo Mario.
Les observé esperando alguna, reacción que me diera siquiera un norte de que es lo que íbamos a discutir.
Atlas y tú, dijo finalmente César, al principio parecieron ser como Agua y Aceite, de acuerdo a la propia definición de Atlas, ustedes son hombre y mujer finalmente, quizás ustedes, al final de todo…
Pude ver que no eran expertos en el tema pero aun así decidí dejarles hablar.
Lo que quiere decir mi hermano, señaló Bruno es que si Atlas y tu deciden tener una relación deberían analizar muchas cosas antes , solo queremos estar seguros que pueden manejarlo debido a todas las circunstancias que los rodean.
- Wow, wow, un momento, dije, ¿Atlas y yo en una relación?, no lo había considerado – (era una total mentira, en mi mente nuestros hijos imaginarios ya tenían nombre.)
- No quieras engañarnos pequeña, soltó un risita Jason. Tampoco es que vayamos a tener un problema por ello, no estamos seguros siquiera como es que son las relaciones de hoy día, nosotros somos liberales y tú, bueno, digamos que Ramsés y tu Madre no perdonarían que bajáramos la guardia, si algo se sale de nuestro control.
- Aun cuando no me quedaba claro hacia dónde íbamos pensé en ayudarles un poco - Les sugiero comenzar por lo que tengo permitido y lo que tengo prohibido y partamos de ahí.
- Realmente no podemos prohibirte nada. Lo que vaya a pasar pasará e intentaremos respetar en la medida de lo posible su relación. Atlas conoce nuestras reglas y sabe lo que puede y no puede hacer, quizás sea momento de recordárselo, dijo un tanto para sí mismo.
Aproveché ese momento de esclareciendo para preguntar lo que hacía días me carcomía.
- ¿Puede estar aquí en la ausencia de todos ustedes? – pregunté.
- Sí, siempre y cuando tú te sientas cómoda con ello.
- Bien- dije. Con esto me curaba en salud, pensé para mí misma.
- Ve y diviértete, socializa y adéntrate en nuestro mundo.
- Finalmente Atlas, cuidará de mi ¿ cierto? Y en todo caso puedo llamarles a ustedes si algo sucediera.
- A cualquier hora- confirmó Jason levantando solo una ceja
- Finalmente y solo para tranquilizarlos, dije - Atlas me ha producido muchos dolores de cabeza, él ha sido encantador y al mismo tiempo me ha sacado de mis casillas, he tenido la fortuna de ver las chicas que le interesan, y no creo ser su tipo, no estoy en mi mejor momento para tener una relación, pero tampoco negaré que me gusta sentirme amada y protegida, yo sé que Atlas, bueno, en sus propias palabras, es su mejor soldado, pero honestamente no creo que tenga serias intenciones conmigo, soy una novedad, reconozcámoslo, para él y todos los chicos que estamos aquí, solo necesitaré ser paciente y esperar que cese su interés y regresen a sus viejos hábitos.
- Casi estoy seguro de que subestimas a Atlas, me comentó Mario.
- Quizás – respondí, pero esto apenas comienza. Mi papá – dije – y al tiempo me arrepentí de mis palabras . Bueno la persona que considero mi papá, me disculpo si los ofendí, encogí mis hombros esperando alguna reacción negativa o descontrolada
- No te disculpes, hablo por todos incluso por Ramsés, él siempre será tu papá y si algún día reconoces como tal a Ramsés, seguro que podrá morir tranquilo.
- Sonreí – Bueno, como dije mi papá me hizo ya estas preguntas, él lo notó incluso desde el primer día que vio a Atlas, lo que le dije a él se los diré a ustedes también, si algún día cambio de opinión referente a Atlas, se los dejaré saber.
- Entonces por ahora son Amigos solamente, ¿amigos con derechos? – preguntó atrevidamente Jason.
- No tantos derechos como ustedes o él creen, y amigos no lo creo, él es mi guardián y lo estoy aceptando como tal, amigo, no lo sé, un amigo no te coloca una correa en el cuello y te reclama como suya enfrente de todos reglas o no, pero continuo acostumbrándome a ello.
- Ó quizás tiene un objeto que lo haya hecho de esa manera ¿ lo has pensado?.
- Si, pero lo dudo, solo testosterona se respira aquí, reí un poco.
Pequeña, mañana seremos espectadores en las peleas, esperamos que no te vaya tan mal incluso Atlas podrá sanar tus golpes en caso de que alguno sea muy grave, de no ser así mi sugerencia es que de esos golpes leves le permitas a tu cuerpo recuperarse a sí mismo. Ahora ve a descansar, mañana será un gran día.
#beshakarenice#layyourhandsonme#pateatraseros#promesasenergeticas#pruebame#tocame#atlasyyo#historiasenmimente#novelaencurso
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20.1 - Inside both minds
Yo:
Esa noche un pensamiento y solo un pensamiento ocupa mi mente, Atlas diciéndome:
" Quieres que sea tuyo pero no quieres ser mía completamente, y no hablo de sexo, porque seamos honestos y yo jamás te lo he pedido siendo que estar junto a ti sin tocarte es la peor tortura de todas TE DESEO ...Dios sabe que no te hubiera permitido salir de ahí sin haber saciado todos mis más oscuros deseos, pero ahora no me bastará , quiero que tú también lo desees"
No puedo dormir analizando cada palabra y me encuentro intentando darle un nuevo significado e imaginando la definición de "oscuros deseos" sin quererlo mis pensamientos me llevan a recordar cada una de las ocasiones que hemos intimado el no se ha mostrado tímido por el contrario ¡sabe lo quiere y lo toma! eso me gusta, debo reconocerlo. Me encantan sus apasionados besos y la manera en como recorre mi cuerpo provocando descargas eléctricas en mi.
La frase Oscuros Deseos conduce a mi mente a verme atada a una cama mientras él me observa con esa sonrisa que me encanta, desnudo y listo para entrar en mi cuerpo, extrañamente el pensamiento me excita, mi mente se transportó a cierto cuarto rojo, ¿Es lo que él desea? Por unos momentos me niego a aceptarlo pero sé que le daría todo lo que me pidiera ese simple pensamiento no me disgusta si no que me tiene excitada, expectante y muy húmeda.
Después de todo el es lo que deseo, y lo decido: a mi regreso aceptaré su propuesta.
Atlas:
¿Realmente darle un ultimátum fue lo mejor? No reaccionó de la manera en como lo esperaba pero nunca lo hace. Ahora los muchacho lo saben: ella es mi objetivo, ella será mi esposa. A causa de ello mi cuerpo está golpeado y mañana no podré moverme sin sentir dolor, el precio lo vale, sabía que llegaríamos a esto tarde o temprano el precio que tuve que pagar por sus celos no me importa en lo más mínimo, lo único que me importa es poder estar con ella a mí libre antojo teniendo su bendición, sonrio solo de pensar que obtener su bendición significó tremenda golpiza, si tan solo esa pequeña patea traseros hubiese obedecido no hubiese tenido observar a sus tíos golpeándome. Me duelen los huesos como hacía años no sentía. Dormir a su lado hubiera minimizado el dolor.
Ya no lleva su correa, debo idear un castigo original por ello, no es que me importe pero disfruto esas pequeñas batallas con ella, anhelando algún día poder llevar la pelea a la cama, recuerdo su boca en mi miembro y aparentemente el también lo está recordando. Desde los primeros días que la he visto terminar sus entrenamientos he deseado tomarla ahí mismo, disfrutar de su sabor mezclado con sudor, introducir mis dedos en su sexo, quiero tenerla solo para mí.
Desecho todos esos pensamientos, pronto me iré y ella quedará libre nuevamente.
Me enfurezco.
Aunque después de todo se colocó entre ellos y yo para defenderme, quizás después de todo él ultimátum la ha despertado al fin.
Buenas noches MI hermosa patea traseros.
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20. Something for the Pain
Me pregunté ¿En qué momento había cambiado todo? Ahora todo va de peor a fin del mundo...
Lo cierto es que en mi mente un escenario completamente distinto se había formado, llegaríamos a casa los muchachos me explicarían como mis aros de energía se habían manifestado y trazaríamos un plan que me ayudarían a controlarlos y manipularlos a voluntad, al menos eso creí.
Mi mente y cabeza estaban totalmente erróneas y no tardaría mucho en descubrirlo. Yo me encontraba descansando en mi recámara, de acuerdo a Mario mi energía se agotó completamente y me tomaría quizás un par de días reponerme. Yo tenía mi examen de titulación en dos días más por lo que consideraron prudente quedarme en casa reposando y descansando ya que tenía apenas el tiempo justo para lograrlo.
Ciertamente la soledad y mis tendencias autodestructivas me llevaron en una espiral descendente hacia una depresión más profunda. Sin energía y con mi cuerpo golpeado y lastimado, ligado a que me quede en cama con las cortinas cerradas, no abrí mis libros y simplemente esperé a que el tiempo pasara. Comí lo mínimo requerido solo para no dar pie a que los muchachos hicieran preguntas incómodas, pasé el tiempo mirando hacia ningún lugar en específico, generando preguntas y afirmaciones del tipo de ¿Por qué? Es tan injusta la vida, si hubiera, soy de lo peor. A éste punto los muchachos respetaron ese espacio, dijeron que analizaríamos todo a detalle y a fondo pasado mi examen, esperarían a que me recuperara físicamente y nos enfocaríamos.
Llego sin desearlo o solicitarlo el día del examen y sin tanto rodeo sucedió lo peor: los sinodales lo tuvieron que suspender el examen pues parecía que las respuestas se habían borrado de mi mente, sabía que en algún momento había visto ese tema pero no lograba poner en orden mis ideas, ellos se encontraban ahí por una razón y una razón simplemente, la cual no se estaba cumpliendo, internamente quería ahorcarme a mí misma, no estaba poniendo nada de mi parte, quizás di un paso dentro de aquel cuarto derrotada antes de comenzar la batalla, yo sabía todo aquello que me preguntaron, pero ni siquiera me tomé la molestia en hacer el mínimo esfuerzo, y eso lo sabía yo y me mataba.
Salí de ahí con alguna expresión en mi rostro la cual no estudié ni practiqué frente a ningún espejo, era una expresión totalmente real y natural: la expresión de la derrota, aunada claro a mi postura corporal no necesité decir nada más, ellos concluyeron todo. Llegando a la casa nos sentamos en la sala para que les platicara lo sucedido, solo que no comencé a hablar de inmediato, me quedé mirando al infinito de cierta manera yo también estaba digiriendo todo lo sucedido.
Sin anticiparlo y sin darme tiempo a nada Atlas dio un fuerte golpe a la pared, provocando así que nuestras miradas se dirigieran hacía él.
- BB no me dejas más remedio que declararme incompetente para ayudarte – argumentó alzando los brazos al cielo y dejándolos caer a su costado - si he de recibir un castigo, lo aceptaré, he intentado ayudarte con tus problemas internos pero no me has permitido llegar más allá, y estas enganchándote tu sola en una cadena autodestructiva, yo no continuaré observando tu caída siendo incapaz de hacer nada para resolverlo – dijo respirando profundamente.
Le miré expectante respecto su siguiente paso con los ojos muy abiertos por la sorpresa ante aquellas palabras, mi corazón se había desbocado sentía mis latidos semejante a los sonidos que haría una estampida corriendo ante algún estímulo.
- BB no ha estado bien desde el día en que falleció su abuela – comenzó a hablar caminando alrededor de aquel cuarto con los brazos cruzados al pecho y la mirada clavada en el suelo, yo lo seguía con la mirada - eso es una realidad, nada nuevo ni nada que no sea completamente natural ante una pérdida, el problema que yo detecto y en el cual me declaro incapaz de ayudarla es que su conciencia la ha estado castigando por no haber llegado a tiempo para despedirse de ella cuando aún estaba viva. Es por ello que eligió estar en el equipo contrario en los juegos y ha dejado de alimentarse como es debido, tiene tendencias autodestructivas y se ha dejado arrastrar hacia una depresión autoimpuesta e injustificada. No creí que esto afectará su examen, y es por ello que me declaro incompetente para ayudarle, ella estaba conmigo cuando sucedió lo de su abuela, y concluyo que el solo verme es un doloroso recordatorio para ella. Lo siento dijo mirando en mi dirección.
Al menos no dio detalles de nuestra situación íntima, no tenía fuerza para discutir. Los cuatro me miraron con rostros cálidos, no parecían estar enfadados por la situación en general.
- Nos decepcionas enormemente Atlas – permitiste que esto se convirtiese en una bola de nieve antes de informarnos oportunamente, ciertamente merece algo peor que un castigo – Habló Atlas.
- No estoy huyendo – respondió Atlas, abriendo los brazos.
- BB, también estamos decepcionados de ti – habló Bruno, nos acercamos a ti cuando sucedió lo de tu abuelita diciendo abiertamente que estábamos aquí para ti, ofreciendo nuestra ayuda, tristemente estamos fallando como tutores, tíos y personas de confianza, de alguna manera en todo este tiempo que llevas aquí no ha sido suficiente para que seamos personas de tu completa y total confianza, eso destroza nuestro corazón y termina de romperlo tu actitud ante ésta situación, existen maneras más efectivas de destrozarte a ti misma, si eso es lo que deseas.
No es posible continuar de ésta manera. ¿Estamos todos de acuerdo? – Preguntó al resto.
Todos ellos afirmaron.
Ve arriba y empaca las cosas de BB – indicaron a Atlas.
De inmediato el único pensamiento fatalista que pude tener fue que me echarían de ahí. Se retiraron de ahí dejándome sola con mis pensamientos.
Ahora sí que la supiste hacer, arruinaste lo bueno que tenías aquí – Dijo la loca de la casa.
Calla, le ordene, no has sido de mucha ayuda últimamente y ciertamente no lo eres ahora.
¿Con qué cara te presentaras ante tus papás? Además les debes dar la noticia de tu examen.
Ya pensaré en algo, al fin y al cabo ellos dijeron que podía regresar cuando quisiera.
Atlas tuvo que tomar medidas desesperadas, lo has hartado, ya no quiere lidiar contigo.
En ese momento comencé a llorar a llorar por todo lo sucedido, quería pedir perdón pero no lo iba a hacer, pagaría las consecuencias de mis actos, mis decisiones. Espere a que ellos llegasen para agradecer todo y despedirme, también retiré la correa de mi cuello, la entregaría a mi partida.
Entraron nuevamente todos ellos, situándose frente a mí.
- Es momento de decidir BB – Comenzó hablando César. Comienzas a confiar en nosotros y aceptar que podemos y queremos ayudarte o asumes las consecuencias de esto por el camino difícil, cualquier manera nos viene bien, pero debes decidir. Debido a las circunstancias esto será el único aviso que tendrás al respecto.
- ¿Entonces no me echarán del programa? – Pregunté.
- ¿Qué? ¿Acaso crees que somos de los que se rinden a la primera? – Rezongó Mario - Evidentemente no confiaste en nosotros y por esta vez pensaremos que es la razón es que aún no nos conoces suficiente, permíteme instruirte al respecto: a menos que tu decidas retirarte del programa, nosotros continuaremos en pie de lucha, por ti.
- Sonreí y respiré aliviada – Pensé que me echarían cuando le solicitaron a Atlas hacer mi maleta.
- Nos iremos de aquí – indicó Jason, nos alejaremos de todo esto e iniciaremos un trabajo exhaustivo para superar esto, juntos.
- Mis papás… – dije – casi es navidad.
- Hemos hablado con ellos, y entienden la situación, te extrañarán pero confían en nosotros más de lo que lo haces tú – enfatizó César señalándome con su dedo índice.
Atlas se acercó a mí tomando mi mano con la que sostenía mi correa, retirándola cuidadosamente de mi mano y colocándola en su lugar original. Le miré a los ojos mientras lo hacía.
- ¿Irás con nosotros? - Pregunté
- No – se apresuró a decir Mario – ese será su castigo además tienen prohibido comunicarse durante éste tiempo, si lo hacen lo sabremos. Después de todo fue incapaz de evitar que te sumergieras en esta situación. A nuestro regreso definiremos si continúas siendo su guardián o te relevaremos de esas obligaciones y sobre todo si podrás continuar viéndola.
Atlas apretó la quijada y asintió. Entonces esto será una despedida formal – dijo él a nadie en específico pero al mismo tiempo a todos los que estábamos en aquel lugar. A continuación tomó mi barbilla levantó mi rostro hasta que nuestros ojos se encontraron y sin dudarlo demasiado me dio tremendo beso enfrente de ellos.
- Que tengan un buen viaje. –Salió dando grandes pasos y dejándonos boquiabiertos a todos ahí.
- ¿Puedo saber hacia dónde nos dirigimos? – Pregunté pasada la media noche, había dormido parte del camino (¡Y se atreven a decir que no confío en ellos!). Era una gran ventaja que se turnaran al manejar de ésta manera únicamente tendríamos que hacer únicamente las paradas indispensables.
- Vamos a “XXXX”. Tenemos una propiedad ahí con todo lo necesario para las actividades que realizaremos en las próximas semanas – indicó Mario.
- Playa, me gusta la playa, nunca he estado en una en éstos meses, ¿hará frío? – Esta última pregunta la formulé más para mí misma que para ellos en general, sin embargo al hacerla en voz alta, respondieron.
- Ya lo averiguarás – dijo César. Y ahora que te has despertado comenzaremos a hablar. A éste viaje le llamaremos El viaje de la sanación. Pero además exigimos que seas completamente abierta con nosotros, tu entrada al programa se inició de una manera muy rápida sin darte tiempo a nada, entendemos que te has concentrado completamente en él y que aun tienes muchas incógnitas, nos preguntamos si Atlas hizo un buen trabajo, quizás no era el guardián para ti. Pero eso lo determinaremos más adelante. Ahora nos centraremos en la honestidad y para ello te propongo lo siguiente, adoptemos aquel dicho famoso de Las Vegas Lo que pasa en Las vegas, se queda en Las vegas, de la misma manera, lo que pase aquí o lo que digamos aquí, se quedará entre nosotros, sin máscaras sin limitaciones, como si fuésemos amigos en lugar de ser tus tutores, nos dará la oportunidad de conocernos más a fondo. ¿Estas dispuesta?
Siempre tienen la forma de obtener lo que quieren, estudian a su oponente, supongo que aquello lo adquirieron después de años de su entrenamiento. Si no aceptaba lo harían de cualquier manera, quizás con otros métodos, pero lo terminarían haciendo.
- ¿Sin limitaciones ni consecuencias en ambas direcciones? – Acepto.
- Excelente, sonrió César. - Ahora como una prueba de fe hacia nuestro pequeño acuerdo – Yo iniciaré con la primera pregunta – Acláranos cuál es tu situación con Atlas realmente, ese beso de antes de su partida no fue precisamente de una relación únicamente de Guardián, no fue un beso casto de despedida.
- ¡Uf! Qué más da –Exclamé- Lo que diga aquí, aquí se quedará cierto. No puedo siquiera definir nuestra situación, le quiero, me quiere. Él sabe las razones por las cuales no puedo aceptar estar en una relación con él, y lo cierto es que no me ha dado ninguna razón para desconfiar de él, y eso es justamente lo que me detiene, me niego a pensar que alguien tan perfecto puede siquiera poner sus ojos en alguien, como yo.
- Entonces ¿En qué situación los deja eso? ¿Es tu amigo con derechos?- Porque si es así, le romperé todos los dientes – dijo Bruno- justo en este momento en el que solo necesito una razón para hacerlo al tiempo que chocaba uno de sus puños contra la palma de su otra mano.
- Calma hermano – dijo César – recuerda que prometimos no usar ni a favor ni en contra la información de éste viaje.
Titubeé un poco al continuar- no con muchos derechos dije, pero veo que él tenía razón, ustedes son más celosos que él.
Por unos incómodos momentos ellos guardaron silencio, creo que toqué una fibra sensible después de todo, y vi la ventana perfecta para probarlos a ellos ahora. - ¿Es cierto, son celosos?
- Hablaré por todos aquí BB- Dijo Jason, Lo único que impidió que uno de nosotros le arrancara la cabeza a Atlas en el momento en que te besó fue el hecho de que queríamos iniciar éste viaje a la brevedad. Atlas nos conoce bien y sabe que si ustedes deciden salir juntos, tener una cita fugaz o un romance duradero, deberá enfrentarse a nosotros como seres humanos posesivos, nunca antes tuvimos a ninguna mujer que pudiésemos llamar nuestra familia y más aún que esa mujer fuera nuestra responsabilidad, así, que respondiendo a tu pregunta, los celosos están varios niveles debajo de donde estamos nosotros.
- Wow, fuertes declaraciones.
- Mi turno – dijo Mario. ¿Con el tiempo que llevas de conocernos, cuáles son tus impresiones?
- Que son implacables, lo he comprobado durante el tiempo que hemos estado conviviendo, aún les tengo un poco de temor, si debo reconocerlo.
- Antes que tu temor quisiéramos tener tu respeto.
- Y lo tienen, no me malinterpreten, antes de aceptar su propuesta estudié a fondo todos los datos que mi mamá me compartió, de lo poco o mucho que los conoció y de lo que Ramsés habló de ustedes con ella, posiblemente no hubiera accedido a mudarme si no existiese una historia detrás. Una chica mudándose a un mundo donde solo habitan hombres, ¿Se imaginan eso ante los ojos de una mamá? Ciertamente hubiese estado descartado antes de tener siquiera una simple oportunidad.
Ahora era mi turno de hacerlos sudar un poco.
- ¿Ustedes tienen novias, esposas? O algo que se le parezca – Pregunté.
- No somos santos BB – Expresó sin ningún reparo César- Todos tenemos una pareja estable a quienes tratamos como unas verdaderas damas, como quisiéramos que te trataran a ti, ellas saben lo que podemos y no podemos dar, nuestra vida está en la asociación y de querer hacerlas nuestras esposas tendríamos que dejar la asociación atrás, nosotros tenemos nuestro esqueleto personal en el closet, dijo con cierta añoranza, resulta difícil para nosotros iniciar una familia, porque si algo pasa entre los adultos no queremos traer niños que sufran a éste mundo, todos hemos decidido eso, fue una gran sorpresa para Ramsés saber de ti.
- Y sus temores se hicieron realidad cuando mi mamá le negó su derecho – afirmé.
- Ahora todo es diferente, el pasado se quedó atrás - dijo Jason – intentando cambiar el tema.
- ¿Algún día conoceré a sus parejas?
- Quizás.
No fui más allá y me quedé con esa última respuesta.
- BB – Dijo Bruno e hizo una pausa – Todos tenemos diferentes maneras de enfrentar un duelo y situaciones dolorosas, y hay algo que no termino de aceptar, Atlas se ha mostrado como un guardián muy eficiente, pero en esta ocasión hay algo que no me cuadra.
- No entiendo – dije ocultando la verdad y tratando de que fuera él quien hiciera una pregunta directa.
- No importa – respondió, estoy seguro de que durante las próximas semanas todo se aclarará y lograremos ayudarte de raíz.
- ¿Cuánto tiempo estaremos fuera?
- El tiempo que sea necesario – respondió Mario – Por si no lo notaste, tú eres nuestra prioridad, hemos dejado todo atrás por ti y tu bienestar, nada es más importante para nosotros BB.
Comenzaba a esclarecer el día, dimos vuelta en un camino de esos que ves al borde de la carreta y te preguntas a ¿Dónde te llevan?, bueno pues en este caso nos condujeron a una casa color blanco totalmente, sacada de un libro de literatura romántica, rodeada de árboles frutales y florecillas silvestres, hacia el lado derecho en diagonal, se podía escuchar y ver el mar, los primero rayos del sol golpearon directamente en mi rostro cuando bajé del carro para admirar el paisaje completamente, el aire era frío propio de la época. Debían ser terratenientes estas personas. Ojalá algún día pueda yo contar con un patrimonio similar.
Comencé a caminar siguiendo los pasos de ellos, algo golpeó suavemente en mi estómago, era Bruno entregándome nuevamente el libro que me había dado con anterioridad – Espero que lo leas, no es una petición, no tienes nada mejor que hacer, por lo que espero te dediques a la lectura completamente. Tomé el libro y me introduje en aquella casa.
Techos altos, muy altos, la sala era un círculo a desnivel que estaba al centro de aquella primera vista, la totalidad de la casa era blanca, puertas y decoraciones en madera, así como los pisos. Pesadas cortinas colgaban frente a las ventanas.
Durante nuestra estadía aquí nosotros nos encargaremos de la limpieza, ya que por las fechas no habrá quien lo haga por nosotros, dijo Jason, nos dividiremos las actividades por partes iguales.
Bruno y yo saldremos a buscar algo para el desayuno – nos indicó Mario. La recámara de allá será la tuya, es la recámara de Ramsés, puedes ocuparla en su ausencia, instálate y baja a desayunar cuando nos escuches llegar.
-BB – comienza a leer el libro – Lo digo en serio.
Asentí, tomé mi maleta y me dirigí a la habitación que me indicaron. Abrí la puerta y encontré para mi sorpresa una habitación amplísima, de igual manera los colores blanco y madera predominaban en aquel lugar, me encantó un sencillo detalle, una tina de baño en forma de medio huevo, colocada frente a una ventana que de paso está mencionar, tiene vista al mar, sin separaciones entre la habitación y ella, un toque muy romántico, una pena que no tuviera compañía para disfrutar aquello.
Retiré algunas de las telas que cubrían la decoración del lugar, no tenía mucho polvo por lo que asumo que no era mucho el tiempo que tenían colocadas ahí. Bajé en busca de utensilios de limpieza para ponerme a limpiar antes de deshacer mi maleta. No vi a los muchachos por ningún lado, así que exploré cerca de la cocina donde debería estar todo.
Subí y comencé a sacudir y limpiar, bajé algunas cosas a la lavadora la puse en marcha, en mi camino descubrí que los muchachos ya se encontraban preparando todo para desayunar y me les uní.
Tomamos el desayuno en la barra principal de la cocina, la ventana de aquel lugar nos daba el panorama parcial del patio trasero, había ahí una pequeña construcción de algo que simulaba un iglú, Bruno se percató de la atención que le prestaba a aquel lugar, por lo que intervino.
- Eso es un temazcal, en caso de que te lo preguntes.
- Oh – respondí, no sé lo que es de cualquier manera.
- Sonrió – Ya lo descubrirás.
- Por el resto del día descansaremos indicó Mario, te sugiero hacer lo mismo, no puedes salir de la propiedad sin nuestro permiso, no estamos de vacaciones – recuérdalo.
- Sí, yo también quiero descansar un poco.
Saqué la ropa de la lavadora y aun cuando la casa contaba con secadora, decidí hacer algo por nuestra dañada naturaleza y colgué la ropa para que se secara al sol. Busque un closet de blancos y tomé un cambio de sábanas para mi cama, después de ponerla decente, rebusqué en mi maleta para averiguar qué era lo que Atlas había empacado para mí. Descubrí una carta entre mis cosas.
Posiblemente estés enojada y molesta conmigo, te conozco bien y estarás pensando que fui injusto y que no tenía derecho de hacer lo que hice, yo estoy dispuesto a confesar el más mínimo detalle de nuestra vida íntima si con eso garantizo tu bienestar, no resulté incapaz de cuidarte, simplemente te estoy cuidando incluso de ti misma y lo haré cada ocasión que sea necesario. Por ahora soy yo el objeto le impide a tu conciencia estar tranquila, aunque no lo termines de entender aún, lo harás, confío en ello.
Dentro de la maleta incluí un celular adicional, si me necesitas márcame, mantenlo escondido quizás decomisen tu celular, recuerda que tenemos prohibida la comunicación.
Yo te extrañaré cada segundo que pase. ¡Regresa pronto!
¡Dios! no había pensado en él desde que llegamos ahí, ¿Cuidarme incluso de mi misma? No lo creo, no tenía derecho a hacer aquello, en eso tenía razón, hice bolas el papel, formando una pequeña pelota intentando tirarlo, pero no pude. Así que lo guardé. Rebusqué el celular que había dicho y lo encontré escondido en uno de mis tennis, lo dejé ahí. Tomé el libro que debía leer: Kryon 5 – El Viaje a Casa de Lee Carrol una frase llamó mi atención:
“Dedicado a todas las personas que han comprendido que un ser humano tiene el poder de cambiar su vida, y que ¡Las cosas no son siempre lo que parecen!”.
Comencé a leer al Sr. Carrol preguntándome ¿Por qué la insistencia de Bruno? ¿Cuál era el objeto de sentarme a leer cuando podía salir a correr y desfogar un poco de mi energía contenida simulando por fuera una sonrisa, mientras que por dentro era un Hulk a punto de estallar?
Tomé una botella de agua, una frazada y busqué un lugar en el jardín trasero para recostarme a leer, estando tan cerca del mar, sería un verdadero desperdicio no dejarse envolver por el sonido del oleaje.
Casi una hora después, comenzaba a encontrar por mí misma las respuestas que me formulé antes de leer aquel libro. Bruno sí que había dado en el clavo y me había dejado sorprendida. Después de casi tres horas y llevar casi la mitad del libro (soy una lector lenta, muy lenta cabe aclarar) César me llamó a comer y no es que tuviese mucha hambre ya que no había pasado mucho tiempo desde que tomamos el desayuno, pero por la paz mundial decidí atender a su llamado.
- Es una casa muy hermosa – dije para romper el silencio que reinaba.
- Gracias – respondió Mario.
- Necesito saber si están enojados conmigo, un silencio es más doloroso que una tanda de golpes completa.
Se miraron entre ellos y Dios sabía cómo odiaba aquello, pues ellos parecen comunicarse muy efectivamente de ésta manera, sus cabezas se encontraban en perfecta sincronía y un solo movimiento de pestañas de uno bastaba para que el otro hiciera lo que estaba pensando exactamente.
- Enojados, quizás un poco – Respondió Jason, hemos estado exprimiendo nuestro cerebro en busca de la respuesta a la pregunta ¿Por qué nuestra pequeña no recurrió a nuestra ayuda para lograr sanar su alma, para superar ésta pérdida?
- Hemos estado pensando en un punto de partida. ¿Qué es lo que realmente te ayudará? – Dijo Mario.
- ¿Cuál es la terapia adecuada? –Dijo Bruno.
- Y sobre todo cual es el punto justo, la acción adecuada para que podamos construir una confianza mutua, duradera, permanente e incondicional. Eres nuestra responsabilidad BB, pero antes que eso eres nuestra familia y nos duele hasta los huesos ésta situación en general, queremos ayudarte a sanar, y quizás nosotros necesitemos sanarnos a la par debido a la situación en general, somos seres humanos y tenemos sentimientos. Te hemos traído a que estés en contacto con tu elemento: el Agua.
- Por lo pronto mañana nos iremos a correr a la playa, temprano, entendemos que tienes ganas de llevar tu cuerpo al límite y eso sí que lo podemos hacer – sonrió de lado César.
- ¿Por qué no han dejado venir a Atlas? – solté la pregunta sin siquiera pensarlo.
- ¿Le extrañas?
- Responder con una pregunta no es educado.
- Puedo responder en más de una manera tu pregunta –señaló Bruno, sin embargo esa respuesta la encontrarás tu sola, estoy ansioso por que así sea, y hablando de eso ¿Cómo vas con el libro?
- Hiciste una selección muy acertada, me está brindando un panorama que no tenía contemplado siquiera, si es verdad todo lo que ahí dice…
- Es verdad en la medida que lo aceptes, todos, todos, absolutamente todos tenemos un contrato en esta vida, un acuerdo, tal cosa como yo no pedí nacer no existe, cada uno de nosotros eligió la manera de cómo nacer y rodeados de las personas que necesitamos y deseamos para hacer de este viaje llamado VIDA toda una experiencia, no en balde se necesita preparación en otro plano para poder llegar a éste. El ser humano sin embargo al nacer, pierde todo recuerdo de ello y es por ello que en esta vida se necesitan, terapias y trabajos energéticos, nosotros al trabajar directamente con energía necesitamos tener una compresión más profunda de ello.
- Ustedes parecen saber tanto de todo.
- Lo sabemos por qué estamos abiertos permanentemente al nuevo conocimiento, lo estudiamos y lo practicamos, nos ayuda a tener un mejor manejo y control de nuestra energía.
- Hemos entendido que un detonante importante para la manifestación de tu energía fue el fallecimiento de tu abuelita, y no es que esperemos que tengas otro acontecimiento igual en tu vida para que tu energía, ahora despierta se manifieste, esperamos poder a la par de sanar tu alma, ayudarte a controlar tus emisiones de energía.
- Como dije antes – habló César- nos encargaremos de agotar todas tus reservas de energía para evitar que puedas utilizar esa energía negativamente, y así lo haré hasta que puedas canalizar esa energía de una manera más eficiente, contrario a las tendencias autodestructivas que ahora abrazas.
- Si vamos a ir por ese camino – dije – quizás deberían comprobarlo por ustedes mismos, no depender del reporte de Atlas.
Jason rio fuertemente, mientras aplaudía en un gesto divertido – En verdad creo que tienes una idea errónea del papel que desempeña Atlas y el papel que desempeñamos nosotros. Permítenos aclarar el punto.
Esto era una pequeña pelea, puede anticiparlo, ellos merecen mi respeto, pero tenía poca paciencia en aquellos momentos. – Quizás si me lo explican más a detalle, pueda entenderlo.
- Nosotros conocemos cada uno de tus pasos pequeña – comentó Jason – es sencillo, tu eres energía, nosotros ahora conocemos tu energía a la perfección (recordé lo que dijo Atlas referente a cómo veía mi energía dentro de mí) sabemos cada pequeño cambio en ella, es cuestión de conocimiento y práctica, sí, pero el hecho es que sabemos cuándo estas nerviosa, cuando estas furiosa, cuando tienes miedo. Eso aunado a preguntas específicas, aquí o allá nos permite saber y conocer tus actividades. No pienses ni por un momento que dependemos de Atlas para saber de ti, él es tu guardián y aparentemente algo más, lo cual estamos intentando ignorar. Por ejemplo en estos momentos ni tu misma sabes que es lo que estas sintiendo ¿Me equivoco?
Respiré – No te equivocas, no comprendo mis sentimientos, están hechos maraña, me siento triste quiero llorar, quiero gritar, quiero correr, quiero huir, quiero…. Quiero sentirme bien.
- Y es por ello que estamos aquí – dijo Bruno. Habrá un cambio, ya lo verás, dejo de llamarme Bruno si no es así. Descansa ésta noche nos esperan días más intensos que los vividos en aquella primera semana en nuestro programa.
Esa noche terminé el libro que Bruno puso en mis manos, y aun cuando lo entendí no lo comprendí en su totalidad.
Al siguiente día salimos a correr a la orilla del mar, por supuesto el terreno era mil veces diferente a aquel pasto en el que solía correr, y el aire puro que brota de la orilla del mar, atacó directamente a mis pulmones que no estaban acostumbrados a tal pureza. Me exigieron mantener el ritmo que ellos marcaban, sin permitirme rendirme, ¿Buscabas agotar tu cuerpo cierto? Agotémoslo entonces – Gritaba César quien me seguía muy de cerca casi pisándome los talones para evitar que me detuviese, corrimos cerca de dos horas y ya no podía más por lo que en contra de cualquier comentario me dejé caer de rodillas en la arena.
- ¿Por qué te detienes? ¿Te has rendido?
- No puedo más, mis piernas ya no pueden más. ¿Cuál es la diferencia? – Pregunté- Yo me forzaba ustedes me forzan.
- Tu convenciste a tu cuerpo de que merecía un castigo, nosotros te ayudamos a mostrarle a tu cuerpo sus límites, consciente de que puede dar un plus, siempre un plus –Respondió César, no es lo mismo quebrantar tu cuerpo que entrenarlo.
- Me preparé para el regreso, que tomó casi la misma cantidad de tiempo.
Ellos continúan mostrando una frescura tal como si se prepararan para posar en un comercial de Nike! En su cuerpo no había carne extra, recuerdo la primera vez que lo vi y pensé en sus atléticos y bien formados cuerpos (no me culpen no sabía que teníamos una relación de familia, aunque si lo pienso no somos parientes de sangre. Dios mi cabeza no sabe ni lo que piensa mientras que mi cuerpo intentaba por todos los medios lograr que el aire entrara en mis pulmones) pero ahora sabía que sus cuerpos eran atléticos y bien definidos, pero no solo eso, si no que tenían una resistencia que parecía infinita.
- No lo has hecho nada mal pequeña, sonrió César. Cuanto tengas tendencias autodestructivas búscame y te llevaré más allá del límite para que las deseches de inmediato. ¡Es una promesa!
Sonreí forzadamente, al tiempo que me tumbaba en el jardín trasero.
Se metieron a la casa y comenzaron a remover cosas en la cocina, unos minutos después mi estómago respondió de inmediato al olor que emanaba de aquel lugar. Me incorporé y los acompañé ayudando, moviendo y removiendo. Comimos en abundancia y hasta el punto de la glotonería. Desee no haberlo hecho pues Morfeo hizo de las suyas sin que yo lo deseara.
- Vamos pequeña, necesitas descansar, ve a tu recámara y reúnete con nosotros cuando hayas despertado. Obedecí sin decir nada más, tumbándome boca abajo en mi cama y perdiéndome en el mundo de los sueños.
Desperté cuando el sol comenzaba a descender y aunque aún tendríamos luz de día por quizás un par de horas más, la tarde comenzaba a manifestarse.
Es hora de meditar.
Me condujeron nuevamente hasta la orilla de la playa donde me indicaron sentarme y ellos se colocaron en forma de cruz rodeándome, César al frente, Bruno detrás con su espalda frente a mi espalda, y Jason y Mario a mis costados de igual manera de espalda.
Meditaremos con un solo objeto, el perdón. Cuando meditábamos la voz de césar sonaba en un solo tono, como lo hemos hecho con anterioridad no dejes de escuchar el sonido de mi voz, nosotros estamos aquí para sostenerte, no te sueltes. Recordé aquel episodio donde me fui por horas y ellos estaban preocupados.
Para perdonarte BB no es necesario que conozcas la causa, simplemente reconoce el sentimiento acéptalo y fluye con él, suéltalo y libérate, reconoce también que cada paso en esta vida, es una lección una lección que elegiste cuidadosamente antes de llegar a éste plano, tú la decidiste de esa manera para tu crecimiento personal y solo por esa causa es PERFECTA. Tus elecciones no son malas o buenas, no juzgues, todo en tu vida es perfecto.
En cierto momento dejé de escuchar a César para adentrarme en mis propios pensamientos ¿Si todo es tan perfecto, cual es la razón por la que me siento tan mal?, sin buscarlo o desearlo nuevamente me encontré en el sitio al cual llegué en mi primera meditación, nuevamente me encontraba recostada y me rodeaba un espejo de agua. Comencé a respirar aceleradamente, sin saber con exactitud el motivo de mi agitación. Tranquila BB, me decía a mí misma. Tú tienes el poder de controlar esto, Cuando me incline para observar el espejo de agua, me asusté un poco pues no pude ver mi reflejo, por lo cual evidentemente me panique. Antes de poder emitir cualquier sonido de asombro o grito abrí los ojos en evidente sobresalto y observé a César sentado frente a mí, apacible y con los ojos abiertos.
- Lograste regresar por ti misma. ¡Felicidades!
- No sé si llevarme el crédito de todo esto, dije, no supe cómo me fui o como es que regresé.
- Confía más en tu subconsciente, sabe lo que es mejor para ti.
Caminamos de regreso a casa, me sentía más tranquila aún después de aquella escena sacada de una película de Fredy Kruger.
- No tengo hambre dije ¿Creen que por hoy podamos obviar la cena?
- Solo por hoy – respondió César, recuerda hidratarte.
- Asentí y me llevé un gran vaso de agua a mi recámara.
Mis intenciones eran las de hablar con Atlas, por alguna extraña razón le extrañaba, quizás solo era el hecho de que ahora no le tenía a mi disposición, ahora se había convertido en algo prohibido, quizás solo por ello le necesitaba, además que le podía decir, lo cierto es que medité muy poco mis palabras.
*¿Cuidarme de mi misma? No te equivocaste, lo considero una traición.*
No tardó mucho en responder
*Incluso aunque creas lo contrario, pequeña patea traseros autodestructiva, te estoy cuidando de ti misma*
De inmediato llegó otro mensaje
*Úsalo solo en caso de emergencia. Si te descubren, te castigarán*
*Deseo creer que el riesgo lo vale. Estando con ellos no creo que ninguna emergencia se presente, tú lo sabías, entonces ¿Cuál es el objeto de éste celular? O es acaso que estas enredado entre las piernas de una de tus esculturales novias que no puedes contestar?*
Ok, lo reconozco fue una respuesta de una mujer dolida
*No dignificaré con una respuesta esa insolente pregunta*
No hubo más mensajes, nuevamente lo estropee
Él no tiene paciencia infinita.
¡Justo lo que necesitaba, la loca de la casa!
Una escultural rubia lo tiene enredado entre sus piernas, besándolo y dándole lo que tú no quieres y ahora no puedes darle, tu abue murió mientras tú tenías a ese Dios griego encima de ti, besuqueándote, al ritmo de tus contoneos.
Sin pensarlo tomé lo primero que tenía a mano y lo arroje al infinito. Fue una mala elección pues el artículo se estrelló en la pared más cercana ocasionando que los muchachos subieran a toda prisa, apenas tuve tiempo de esconder el celular extra. Abrieron la puerta de la habitación sin previo aviso preguntando qué sucedió y no me quedó más remedio que decir parte de la verdad, así al menos no sería una mentira completa.
- Mi mente se dirigió a lugares oscuros, lugares de culpabilidad, me enojé conmigo misma. – reconocí.
- ¿Qué demonios BB, pensé que ya no tenías energía para continuar el día? ¡Vayamos abajo! – Indicó molesto Mario.
Encendieron las luces del patio trasero y comenzamos a pelear, los cuatro contra mi parecía ser una pelea injusta, pero se pusieron a mi nivel en habilidades.
- ¡Comienza a defenderte y a atacar enserio, libera tu mente, enfócate en el resultado de lo contrario perderás!
No contuvieron sus puños, y de igual manera desquité en ellos mi furia contenida hasta el momento en que sin pensarlo golpee con mi puño el rostro de César, reaccioné cuando él se tambaleó tras aquel golpe.
- ¡Excelente golpe BB! Estando enojada no contienes tus puños, ahora enfócate a canalizarla. Aquello parecía un baile salvaje, un baile agresivo. Terminé en el suelo llena de golpes que me hicieron olvidar, mi conciencia, a la loca de la casa y a Atlas y sus horribles respuestas.
Los días pasaron para convertirse en semanas, y estábamos aun día de navidad, festividad que en mi casa lleva preparación de días, pero aquí estaba yo llena de moretones, pues los muchachos se empeñaron en hacer de esto un entrenamiento muy personalizado, del cual no me quejo pues he avanzado considerablemente mucho en mis habilidades de pelea y mis acondicionamiento físico, encontramos también el equilibro perfecto para todo, entrenamiento, práctica de terapias para sanar el dolor de mi alma, limpieza de la casa y descansar.
Si he de reconocerlo, han logrado mantenerme enfocada en más cosas y casi no he tenido pensamientos que me regañen, repriman o culpen y lo que es mejor comienzo a entender mejor esa filosofía de Todo sucede por alguna razón, Tú elegiste tus lecciones de vida, etc. Comienzo a aceptar que el haber estado ahí en lugar de estar con mi abue, fue algo que pactamos las dos, y que así debía ser, pero aún me costaba aceptarlo completamente.
Durante la comida de ese día, pedí permiso para llamarles a mis papás al día siguiente, son fiestas que siempre pasamos juntos y me gustaría escucharles.
- Pequeña – Dijo Mario, no pienses que queremos alejarte de tu familia, puedes llamarles las ocasiones que así lo desees, confiscamos tu celular para evitarte tentaciones con Atlas, él ha tomado un papel importante en tu vida aunque no lo quieras aceptar y necesitábamos que pasaras éste proceso alejada de él.
Salió por unos momentos y regresó con mi celular para entregármelo.
- Sonreí – Al final de todo, quizás sea él quién necesite estar lejos de mí, lo digo mirando la pantalla de mi celular para descubrir que ningún mensaje de Atlas había llegado, así como tampoco había ningún mensaje en aquel celular extra que me entregó, no pude evitar entristecerme al respecto.
- Mañana descansaremos de nuestra rutina y tendremos una cena propia de una celebración navideña.
Sonreí pensando que hasta el año anterior, mis celebraciones incluían ropa formal o al menos lo que yo conocía como tal, aquí solo tengo ropa deportiva, pensé que era mejor a no tener nada, y moví un poco mi cabeza para deshacerme de aquel pensamiento, al mismo tiempo recordé algo irónicamente divertido que le dio un nuevo significado a la frase cuidado con lo que deseas, el año pasado en la cena de fin de año, uno de mis deseos de las 12 Uvas fue pasar Navidad en la playa, y heme aquí.
Escuchamos el timbre sonar y nos volteamos a ver, Jason miró su reloj al tiempo que se ponía de pie para ir a abrir la puerta, en el tiempo que llevamos ahí, no recuerdo que alguien anteriormente hubiese tocado el timbre.
- No tuvimos mucho tiempo de comprarte un regalo de navidad, por lo que fue necesario improvisar – Señaló Mario.
Dicho esto veo a Jason entrar en compañía de … ¿Atlas? No pude reprimir mis emociones, y me lancé corriendo directo a sus brazos.
- ¿Me extrañaste? – dijo complacido.
Solo pude colgarme de su cuello y abrazarle fuertemente, lucía terriblemente sexy o quizás solo era el hecho de que había permanecido en encierro sin que tuviese contacto con nadie fuera de los muchachos lo que lo convertía en algo atractivo y deseable. Se había dejado la barba y lucía como indigente, ignoré es parte.
- ¡Feliz Navidad! - dijeron los muchachos - con un día de anticipación.
Voltee a verles y exclamé un gran ¡Gracias! Sin saber por qué algunas lágrimas recorrieron mi rostro, quizás de felicidad o quizás porque realmente pensé que no le volvería a ver hasta que regresáramos a casa. Le abracé nuevamente sin importarme nada para embriagarme en su aroma y sentirme rodeada por sus brazos, olvidé por completo su traición. El me rodeó con sus brazos, y besó mi cabeza.
Los dejaremos por el resto de la tarde – indicó Mario – saldremos a hacer las compras para la cena de mañana. Los invitaríamos a acompañarnos, pero les daremos privacidad.
- Gracias Mario – Atlas bajo un poco la cabeza, en señal de agradecimiento.
Todos salieron dejándonos ahí.
Le abracé aún más enterrando mi cara completamente en su pecho, el respondió mi abrazo sin decir nada más, permaneció en silencio hasta que fui yo quien comenzó a hablar.
- De verdad pensé que no te vería hasta mi regreso.
- Son fechas importantes, negocié el estar aquí, pero solo será hasta mañana, pasado mañana deberé partir y entonces nos veremos hasta tu regreso. Me retiró un poco de él para poder verme a los ojos ¿Ya no estas enfadada conmigo?
- Bueno no es para tanto, pero puedo olvidarlo por las siguientes horas.
Me condujo hasta la sala tomándome por la cintura y mirándome a los ojos ocasionando que mis pasos fueran en reversa, sonreía ampliamente y sus ojos reflejaban un deseo ardiente.
- No me gustan tus barbas, luces como indigente – dije en un gesto, no hay como un hombre bien rasurado, bien vestido y oliendo delicioso.
- Solo pídelo, dijo, sabes que por ti me rasuraría las cejas. Me dio un casto beso, nada propio de él. Por ahora conservaré mi look hasta tu regreso.
- ¿Ahora te contienes después de no verme por semanas? ¿Es el único beso que me darás? Esperaba algo más propio de ti. Uhmmmm…. Nada propio del Atlas que conozco. Me inclino a pensar que, realmente tienes a alguien más en tu vida.
Me dio la espalda al tiempo que cruzaba los brazos – si recuerdo bien, señorita puedo patearte el trasero, usted está aquí, con 4 caballeros de dudosa reputación debido a que su conciencia le pasó una factura muy elevada por ciertas actividades que tuvimos el día de mi cumpleaños, te besaré como Dios manda, como solo yo sé hacerlo de una manera tan obscena que me podrían excomulgar por ello, cuando regreses a casa, considéralo como tú “premio”.
- ¿Ahora me has convertido en un perro?
- No sé, dijo, ya tienes la correa…
Le golpeé en el brazo.
- Auch, golpeas más fuerte de lo que recuerdo.
- Soy mejor en muchos aspectos ahora, reconocí un poco apenada, he estado en un campamento militar donde no he tenido oportunidad de tener algo de tiempo para mí. Además dije subiendo un poco mi sudadera y bajando un poco el resorte de mi pantalón, he comenzado a marcar mi abdomen como efecto colateral ¿Recuerdas tu promesa? “Cuando ésta parte este delineada la recorreré con la lengua”, dije aquello en un claro intento de provocación, en mi mente él se lanzaría a mis brazos con apetito feroz, pero a cambio solo recibí una mirada llena de fuego, un suspiro y que me tomara de la mano para llevarme afuera.
Entrelazó sus dedos detrás de la nuca.
- ¿Has hecho las paces con tu conciencia?
- Estoy trabajando en ello, dije. De acuerdo a los muchachos llevo un avance pero no hemos completado el proceso.
- Provócame entonces cuando lo hayas logrado, ahora no habrá marcha atrás, te necesito completa y entregada, y sobre todo con la conciencia tranquila. Me matas patea traseros, casi muero contigo y tus tendencias suicidas, Dios sabe que no podré soportarlo nuevamente. Yo dije que te esperaría por siempre, pero no en estas condiciones, la próxima vez que comencemos algo así, será porque habrás decidido ser mi novia y tener una relación seria y exclusiva con migo.
Le miraba a los ojos ¡No podía creer que estaba recibiendo un ultimátum!
- ¿Acaso me estas poniendo una fecha límite para aceptar tu propuesta?
- Tómalo como desees, solo digo que no avanzaremos más hasta no haber definido esto.
- Si ese fue el objeto de tu visita, hubiese sido mejor que te ahorraras el viaje.
Hui hacia mi recámara cerrando la puerta tras de mí, dejé que mis lágrimas fluyeran libremente. De una manera u otra siempre era yo quién salía lastimada.
Jugaste con fuego
Calla.
Él juega mejor este juego que tú.
Era evidente y eso ya lo sabía no necesitaba que la loca de la casa me lo recordara. Llevé las manos hasta mi cuello para tocar aquella correa, la cual si era honesta no necesitaba llevarla, la retiré sin pensarlo y la dejé sobre mi mesita de noche. Era mejor que los muchachos no hubiesen sido testigos de aquella escena. Quería correr y huir de ahí, pero en un momento de lucidez, la loca de la casa que ahora ya no estaba tan loca me recordó:
¿Saldrás huyendo como siempre? O ¿Finalmente te enfocarás y pondrás en práctica todo lo que has aprendido en los últimos días?
Tenía razón, siempre huía en lugar de enfrentar mis problemas o sus consecuencias. Me lavé la cara esperé a que el color rojo de mis ojos desapareciera y salí de ahí. Atlas esperaba por mi recargado en la pared justo a un lado de la puerta.
- Comenzaba a preguntarme si debía derribar la puerta.
- ¿Quieres caminar con migo? Tengo prohibido salir de la propiedad pero el patio delantero es extenso.
Tras mirarme un poco sorprendido, accedió a hacerlo.
- ¿A qué has venido realmente Atlas? – Pregunté.
Quería verte.
- ¿Con que objeto? Soy la persona que evidentemente te trae más dolores de cabeza que placeres en esta vida. Tienes un mundo de posibilidades ante ti, puedes tener a cualquier persona ¿Por qué a mí? Se honesto ¿Soy un simple capricho?
- Siempre menospreciándote patea traseros. Pero tienes razón ¿Por qué tú sí puedo tener a cualquiera? Si recuerdas esa respuesta ya te la di.
- Y si recuerdo correctamente dijiste también Reto aceptado pero pareciera que he ganado ¿es así?.
- La pregunta sin embargo es ¿Nunca me darás una oportunidad? Decide patea traseros.
- Atlas, después de lo de aquella noche…
- Oh no señorita, no iremos por aquel rumbo, yo accedí erróneamente a jugar un juego para el que no estabas lista, tu conciencia no está lista para ponerle un traje de niña mala a la niña buena que eres. Te hice daño y estoy pagando el precio, Te Amo y si lo que debo hacer es alejarme de ti, lo haré.
Me detuve en seco.
- Si patea traseros, asústate todo lo que quieras porque Te Amo, y si no comienzas a amarte a ti misma, veo muy poco probable que pueda existir un tu y yo, clara y evidentemente puedo amarte por los dos, pero no es lo que quiero y no es lo que busco, estoy para hacerte una mejor persona y no lo estoy logrando. ¿Me necesitas fuera de tu vida?
No podía creer que aquello estaba sucediendo justo el día antes de Navidad, no salía de una cuando ya estaba entrando a otra complicación.
- Quieres que sea tuyo pero no quieres ser mía completamente, y no hablo de sexo, porque seamos honestos y yo jamás te lo he pedido siendo que estar junto a ti sin tocarte es la peor tortura de todas TE DESEO gritó a los 4 vientos, alzando los brazos y. Aquel día de mi cumpleaños… lo mejor fue lo que sucedió, salir de ahí sin hacer nada, me hubiera odiado a mí mismo por la batalla que librarías con tu conciencia. Dios sabe que no te hubiera permitido salir de ahí sin haber saciado todos mis más oscuros deseos, pero ahora no me bastará con ello, ahora quiero que tú también lo desees, no solo un deseo físico, quiero que te duela desearlo tanto como a mí.
Se acercó a mí. Me miró a los ojos. ¿Entiendes?
- No soy estúpida.
- Y no dije que lo fueras.
- ¿Ese día si no hubiese sido yo…?
- ¿Aceptarás mi respuesta?
- Sí.
- Solo te deseo a ti.
- Bésame.
- No.
- Entonces ¿Es mentira que me deseas?
- No cederé a tu juego.
Entonces sin pensarlo brinqué a sus brazos, evidentemente como reacción automática me tomó en sus brazos y coloqué mis labios junto a los de él. Solo se resistió unos momentos e inevitablemente sucumbió a mi beso, respondió apasionadamente como lo deseaba. Le besé por un largo rato deleitándome en su sabor.
Sentí como intentaba retirarme de aquella posición, pero me aferré aún más a él, hasta que escuché como alguien se aclaraba la garganta.
- ¿Para esto insististe tanto en venir a verla? – Gritó César en clara furia y molestia.
En un hábil movimiento Atlas me puso tras de él.
- No es lo que creen – dijo él.
- ¿Negaras que la estabas besando en una posición no muy recatada? – Gritó Mario al tiempo que ponía las bolsas con las compras en el suelo.
Intenté salir a colocarme entre ellos, pero las manos de Atlas lo impidieron.
- Yo le brinque encima, grité brincando sobre el hombro de Atlas, ellos parecieron no escucharme.
- ¿Te atreves a besarla sin haber solicitado nuestra autorización?
- ¡No somos nada! – Grité nuevamente.
- Pensamos haber educado a un caballero – Dijo Jason.
- Basta gritó Atlas, ¡Aquí estoy! Descarguen su furia.
En ese momento la loca de la casa me susurró lo que pareció ser algo verdaderamente útil en mucho tiempo Él no ha pedido su permiso por que tú no te has decidido a ser su novia ¿Qué les pedirá, permiso para besarte simplemente?
Cuando ellos lo atacaron, sin pensarlo brinqué sobre de él literalmente y cuando aterricé quedando entre él y los muchachos mis aros se habían desplegado y de alguna manera repelieron eficientemente el ataque de ellos sin hacerme siquiera tambalear.
-¿Pero qué? – Balbuceó Mario.
Cuando fui consciente vi sus dulces expresiones de asombro, después de todo, el viaje no había sido una completa pérdida.
Atlas estaba igualmente asombrado, ahora mis aros no permanecieron infinitamente desplegados, habían desaparecido tras repeler aquel ataque.
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19. Last Man Standing
Finalmente llegó el día del evento organizado por César nombrado: “Elemento Clave” el cual contrario a lo que pensé, no se trataba de encontrar el elemento que te ayudaría a desarrollar tus habilidades, más bien se trataba de peleas, no sé honestamente porque pensé que no se relacionaba con peleas…
César comenzó a hablar teniéndonos a todos reunidos frente a él.
1. Hemos formado dos equipos, distribuyendo equitativamente fortalezas y debilidades de acuerdo a los resultados y desempeño en la última pelea trimestral, desde este momento y hasta que el juego termine, nadie podrá regresar a casa, todos los integrantes de los equipos deberán permanecer juntos, un equipo se encontrará supervisado por Mario y el otro por Bruno.
2. El objetivo de ésta práctica es, además de fortalecer el trabajo en equipo, explotar sus habilidades recordando que son evaluados a cada momento. Las reglas son pocas, entre ellas:
3. Cada equipo puede tomar como prisioneros a cada uno de los integrantes del equipo contrario y el juego únicamente se dará por terminado cuando el miembro clave del otro equipo sea capturado, el elemento clave no puede entregarse voluntariamente al otro equipo, así como tampoco puede ser entregado por los miembros del otro equipo.
4. El equipo perdedor, se dedicará a pintar nuestras instalaciones durante los próximos fines de semana, el equipo ganador, de sobra esta decir, podrá excluirse de ésta actividad.
Acto seguido fueron anunciados lo líderes de cada uno de los equipos, así como sus integrantes, Atlas lideraba uno, lo cual no era sorpresa, además de que yo estaba en ese equipo (¿Acaso era novedad?).
Para mi des fortuna, escuchamos decir a uno de los integrantes más fuertes del otro equipo quien además era su líder: Aarón (la única persona con quién tenía prohibido relacionarme, si recuerdo con exactitud las palabras de Bruno fueron “No tienes permitido asistir a las fiestas que él organiza” sin proporcionarme mayores explicaciones esa fue la instrucción). Pues bien, le escuchamos decir que decir que no le sorprendía la división de los equipos, era predecible que yo estuviera en el equipo de Atlas, pues él siempre me está protegiendo realizando actividades que claramente no son de un guardián, si no que se atienden más a las de un novio sobreprotector.
- Hace semanas que debieron romper ese vínculo de guardián que tienen, ustedes son los últimos, ¿ella es retardada acaso? ¿No ha sido tiempo suficiente ya para que la dejes caminar sola? – esas fueron las declaraciones de Aarón entre otras cosas.
Yo vi en esas palabras la ventana perfecta, yo quería enfrascarme en las peleas sin estar siendo protegida por Atlas, quién evitaría que lo hiciera aún más cuando de acuerdo a él tengo tendencia autodestructiva debido al reciente fallecimiento de mi abue. El subidón de adrenalina que me genera la emoción y las sustancias que mi cuerpo segregan debido a la emoción y miedo de estar en medio de esa actividad me hacen sentirme relajada después, las necesitaba, no era que las deseara, las necesitaba, punto.
El rostro de Atlas se veía endurecido, se giró hacia él con los hombros cuadrados y las manos convertidas en un puño -¿tienes algo que decirme? – ven y dímelo a la cara le gritó dando grandes pasos hacia donde su grupo se encontraba reunido, hasta finalmente quedar cara a cara.
- No me estoy ocultando – se irguió frente a Atlas. De tenerla yo entre mis líneas…. – guardó silencio. Pruébame que estoy equivocado, envíala a mis filas, teniéndola de tu lado y asegurándote que ella será la ganadora, eso es claramente manipular los resultados ¿no te parece?
La verdad no peca pero incomoda, decía mi abuelita con bastante regularidad. Honestamente me sorprendió que César no detuviese aquel inicio de trifulca, lo que hice fue tomarlo por un brazo y alejarlo del resto, quería la privacidad que pudiese obtener para discutir esto con él.
- ¿Sabes? Me inclino a pensar que él tiene razón – dije por lo bajo - te la has pasado por la vida, cubriendo mis espaldas y ayudándome en la medida de lo posible rayando en la desobediencia de las reglas, y eso se nota. No esperes que ellos lo pasen por alto, cuando eres tu quien exige respeto apegado a las reglas en su clase.
- Yo no le veo nada de malo el querer hacerte más sencilla la existencia, después de todo ese es mi trabajo.
- Tu trabajo, si no me equivoco es guiarme y adentrarme en este mundo, no hacer las cosas por mí, le puse la mano en el pecho y le vi directamente a los ojos los cuales, suplicantes, le pedían que me dejara ir al otro equipo. -Entrégame a sus filas - . Le pedí. Por supuesto me miró con cara de estarle solicitando que cometiera un asesinato.
- No lo haré, se negó rotundamente.
César intervino a éste punto.
- Atlas, debes tomar una decisión. Le miré nuevamente e hice algo que no medité profundamente como casi todas las cosas que hago últimamente.
Me crucé de brazos, planté un pie en el suelo y le miré a los ojos con mi mejor mirada de enojo – Me estas convirtiendo en alguien dependiente en contra de mi voluntad - ¿Acaso tanto anhelas que caiga rendida a tus brazos, que al no encontrar la manera de entrar a mi corazón me estas manipulando para que seas la única persona de quien mi existencia dependa y entonces no me quede más remedio? ¿Son esas tus intenciones?
Quedamos en silencio por unos momentos, me miró sin ninguna expresión en los ojos, su postura era relajada pero sus mandíbulas estaban fuertemente apretadas, entonces rio al tiempo que colocó sus manos en mis hombros presionando como si quisiera romperlos.– No es que hubieses encontrado la panacea del mundo ¿ cierto?, tampoco es que te moleste que vaya por la vida protegiéndote o lo que es peor, no es que consideres siquiera que te estás haciendo dependiente, tú lo que deseas es continuar con esa actitud autodestructiva en la que te has envuelto las últimas semanas. ¡Diablos, debí anticiparlo! retiró sus manos dejando que cayeran violentamente a sus costados.
La manera en cómo me dijo aquellas palabras, lenta y pausadamente, evidenciaban su molestia y quizás algo de desilusión.
- ¿Es lo que deseas? – Preguntó finalmente mirándome directo a los ojos y clavando sus dedos en mis brazos.
- Si, eso es lo que deseo – Respondí, aunque lo que realmente deseaba responder con toda la sinceridad del universo que aquello era lo que esta humilde servidora necesitaba para intentar sanar un poco su conciencia.
Asintió tomándome de un brazo con nada de delicadeza y conduciéndome con el que sería mi nuevo equipo. - Si esos son tus deseos -dijo, debes saber que no detendré mi fuerza, mis puños o equipo, solo por ti, ésta vez estas por tu cuenta.
- Adelante Aaron- llévatela, pero tendrás que darme a 2 miembros de tu equipo, esa es mi condición, éste se mostró desconcertado y tras unos momentos de vacilación, asintió.
- Los elijo a ellos – dijo Atlas señalando a 2 de los miembros más débiles de su equipo un par de novatos como yo.
- Un cambio extraño - señaló Aaron – ¿buscas a quien culpar tras de tu aplastante derrota?
- Atlas permaneció sin decir nada tras éstas acciones viéndome avanzar hacia el otro grupo. Señaló después a Aaron directamente y frente a todos. Convertiste esto en algo personal - dijo y se dio la vuelta dándonos las espaldas.
Me sentía muy feliz y ansiosa por comenzar, ésta vez podría ir sin refrenarme intentando sacar ese enojo interno, esas ganas de…. ¿Morir?
- Una cosa más – habló César. Debido a los recientes cambios Atlas y BB serán los elementos clave – anunció.
¡Que comience el juego!
No había reparado en el hecho de que los muchachos no hicieron nada especial al observar aquella escena entre Atlas y yo, quizás todo era parte del juego, quizás y solo quizás pensaron que sería una pelea de novios como lo han pensado otras veces, no me queda claro pero el hecho es que nos dejaron tener aquella conversación en completa libertad y privacidad.
Aarón nos condujo quizás unos tres metros de donde nos encontrábamos a fin de comenzar a diseñar la estrategia, no tenía ni pies ni cabeza, todos intentaban hablar al mismo tiempo, intenté hablar una vez, pero fui olímpicamente ignorada, entre las principales estrategias se encontraba derribar al miembro más fuerte y miembro clave, con esto se darían por terminados los juegos. Después de que todos expusieron sus estrategias las cuales incluían atacar entre todos a Atlas... No pude más que reírme pues ¿acaso no lo habían visto antes? El solo podría con todos nosotros quizás con algo de esfuerzo, pero el saldría victorioso.
-Calla – ordenó Aarón, con el nuevo giro del juego, tendremos que protegerte, ¡vaya movimiento de tus tíos! aún estoy definiendo como es que tenerte entre mis filas puede ser una ventaja, si es que tuviese alguna, cuando no eras el miembro clave, podría haberte enviado a batalla pero ahora todo ha cambiado.
Voltee los ojos hacia arriba, claro estaba que él consideraba que yo tenía un trato especial, que era débil (lo cual era más que cierto)… tendría que esforzarme en demostrar lo contrario…
- El objetivo después de todo es aprisionar al elemento clave – dije. Es cierto que ellos tienen al elemento más fuerte, pero nosotros tenemos una ventaja… Ustedes me tienen a mí, me situé al centro de todos ellos en un intento por obtener su atención.
Nadie pareció comprender lo que decía.
-Pueden utilizarme de carnada yo pelearé con Atlas mientras ustedes se encargan del resto, una vez que el resto esté derrotado podrán unirse a mí y someter entre todos a Atlas, quizás el plan necesite pulirse, pero estoy segura de que funcionará.
- El sabrá que es una trampa.
- No necesariamente – dije – Atlas es nuestro rival más poderoso, necesitamos desviar su atención para que puedan someter al resto del grupo, porque, podrán con ellos ¿cierto? – dije esto último apelando a su orgullo.
Mario me miró asombrado, pero no emitió palabra o juicio alguno.
De cualquier manera desecharon mi idea al instante.
- Es un plan medianamente decente, debo reconocerlo – expresó Aaron pero aquí nadie negará que varios días de pelea ¡es para lo que nos hemos entrenado y además lo esperamos con ansia! Definitivamente no terminaremos la diversión en solo unos minutos cuando podemos extenderla durante días.
- ¡Días! – exclamé horrorizada, claramente la testosterona de todos ellos había salido a flote. No había nada en este mundo que los pudiera hacer cambiar de opinión, lo mejor que pude hacer es quitarme de su camino y permitiéndoles continuar con su estrategia. Mario se acercó hasta quedar a un lado mío, se cruzó de brazos y me miró un poco por el rabillo del ojo.
-Interesante tu plan el de utilizar la debilidad de tu contrincante – dijo – aun cuando eso lo destrozaría y lo sabes.
- Él es fuerte, además ¿Todo se vale en la guerra y en el amor, cierto?
Se retiró de ahí sin decir más. Tenía razón eso lo destrozaría y comenzaba a sentirme culpable pero... yo en ese momento era el eslabón más débil, tenía que salir de aquella zanja, no quería que continuaran viéndome como alguien que necesita ser protegida y mucho menos que lo tuvieran a él en aquel concepto. Perdóname Atlas.
Comenzaron las batallas sin sentido, no sé por qué me desgasté siquiera en planear algo asumiendo que por una vez en su vida dejarían de pelear. Resultó interesante ver que aun en equipos contrarios e incluso bajo sus advertencias de lo contrario, Atlas no cesó de cuidarme, cada uno de ellos eligió para pelear a un miembro de mi equipo, nadie estaba ahí para pelear conmigo ¡yo era el elemento clave y no fueron por mí! Aaron tenía razón después de todo ¿Por qué hacerlo sencillo si pueden enfrascarse en una pelea sin sentido por días solo para sacar sus más primitivos instintos? Me sentí decepcionada por unos momentos por lo que me alejé para ser testigo de aquella batalla.
El grupo de Atlas, tomó un prisionero, uno solo… y anunciaron su retirada dejando a mi equipo casi totalmente fuera de combate ¿Cómo fue aquello posible? Yo que me encontraba de testigo vi claramente lo que sucedió.
Atlas tiene en su equipo miembros “débiles” pero cada uno sabía con exactitud a quién atacar haciendo uso de su mejor arma: el conocimiento de los poderes de cada utilizados estratégicamente contra cada uno de los miembros de mi equipo, a sabiendas quien le había ganado a quien con anterioridad, y cuando alguien “débil” iba perdiendo algún otro se apresuraba a terminar con su contrincante y le ayudaba. Eso es trabajo en equipo, Atlas es un excelente líder, pensé y yo una excelente observadora.
Aaron, nos reagrupó, molesto como estaba evidentemente no pensaba con claridad. Atlas lo había golpeado y en menos de 10 golpes estuvo en el suelo.
Antes de que siquiera pudiésemos reaccionar para el Round 2, el equipo de Atlas nos tenía rodeados, ¡ellos sí que utilizaron el elemento sorpresa! Sin permitir que el pánico se apoderara de mi me prepare física y mentalmente, sabía que había mejorado, he de reconocerlo ya no caía al segundo golpe si no al tercero, y fue uno de los trillizos quién me tomó por asalto, casi puedo afirmar que se debió a instrucciones bien giradas por Atlas, eso era evidente, ya que no me atacó en ningún momento, solo bloqueó cada uno de mis ataques, sin importar cuanto lo provocara yo, él permaneció sin cambio en su actitud, limitándose únicamente de bloquear. Resultó bastante frustrante, Nuevamente anunciaron la retirada con uno de nuestros miembros como prisionero.
El rosto de Aaron mostraba daños considerables, y me alegré internamente. Aaron nos hizo alejarnos de ahí, dejando unos cuantos guardias en lugares estratégicos por si nuevamente utilizaban ésta táctica.
¿Por qué solo un rehén? Me pregunté sin encontrar una respuesta lógica, en ésta incursión Atlas pudo llevarse al menos 3 o 4, pero solo decidió llevarse uno, además, si lo que deseaba era mantenerme a salvo, ¿por qué no me llevaba a mí?
Aaron quiso ir tras de ellos en esta ocasión, por lo que nos reunió a todos y cual caballos desbocados nos lanzamos en contra de ellos, Atlas había formado una muralla humana evidentemente esperaba por nosotros, dentro de mi batalla personal con otro de los trillizos, pude ver que Atlas nuevamente se enfocó a Aaron, la batalla fue equitativa, dejaron a uno de sus miembros más débiles fuera de la batalla, y repitieron la acción nuevamente, tomaron únicamente un rehén. Pero ahora fue un poco más clara su estrategia, los prisioneros que tomaron atendían a los miembros más fuertes de nuestro lado, debilitando así, lenta y pausadamente a nuestro equipo.
Pudimos ver que el equipo de Atlas se aceró para sembrar terror psicológico ya que nos rodearon y simplemente se quedaron ahí, mirándonos a todos
Aaron siendo víctima de la desesperación y la furia por su evidente bajo desempeño - ¿Cuál es tu estrategia otra vez? – Me preguntó.
¡No podía creer que lo considerase siquiera ¡
- Olvídalo. No te permitiría quedarte con el crédito, respondió casi al instante.
Me molestaron sus palabras.
- ¡Trabajo en equipo! Le grité, sería el triunfo de todos, pero eres demasiado obstinado para aceptarlo.
En un acto totalmente impulsivo, volteó y me golpeó con el dorso de su mano.
- Calla, el que da las ordenes aquí ¡Soy yo!
Me quedé fría por unos momentos conteniendo mis lágrimas. Bien pensé entonces que así sean las cosas, me hice a un lado esperé instrucciones. Atlas había sido testigo de todo, solo que no movió un dedo, de la misma manera que los muchachos. Estas en un ejercicio, juego o no, existen reglas y nadie se las ha saltado, me recordé
- ¡AARON!- Gritó Atlas desde el otro lado. Te doy la oportunidad de recuperar a tus caídos, peleemos los dos, si me ganas, habrás ganado el juego, pero si yo gano me entregaras a 10 de los tuyos.
Era una oferta muy tentadora, a la cual no se pudo negar Aaron.
Atlas esperó pacientemente a que él diera el primer golpe, el segundo, el tercero… Atlas no se estaba defendiendo ¿Tenía un plan? ¿Dejarse vencer? Me negaba a creerlo. Aaron comenzó a mostrarse confiado ante aquello. El grupo de Atlas no se movió ni un solo centímetro. Aaron sonreía, era claro que se veía ganador, hasta el punto en el que Atlas comenzó a defenderse, aquello fue una masacre, ya que lo golpeó en una sucesión de golpes que impidió a su víctima el defenderse, movimientos rápidos y precisos intercalando golpes físicos y energéticos en una sincronía perfecta. Aaron quedó nuevamente en el suelo sin poder pararse.
Atlas no volteó y caminó directo a elegir su premio… nuevamente no me eligió a mí, pasó a mi lado ignorándome por completo, y debo decir que después de aquel espectáculo nadie opuso resistencia lo que nos sorprendió a todos fue el hecho de que eligió Aaron entre sus prisioneros dejándonos sin líder.
Quedamos únicamente 8 integrantes en mi equipo. A estas horas y dado que ya era tarde, Mario y Bruno anunciaron que se detendrían las batallas y nos dirigiríamos a dormir, teníamos casas de campaña a nuestra disposición ya que nadie regresaría a sus casas, nos llevaron también paquetes de comida para que pudiésemos alimentarnos como es debido. Los “prisioneros” estaban sentados en círculo con las manos atadas detrás y me pregunté si a ellos también les asignarían un techo para pasar la noche, por el mes en el cual nos encontrábamos, las noches comenzaban a ser frías.
- Mario nos reunió antes de comenzar la cena - sería prudente que trazaran nuevos planes – señaló – pero lo que es necesario es que alguien tome el lugar del líder.
Nos mirábamos entre sí – Yo creo que tu plan no suena descabellado – dijo uno de ellos, yo apostaría por ese plan, todos sabemos que eres la única persona por la que Atlas detendría sus puños.
- Atlas no es tonto, a ésta alturas debe saber que intentaremos algo así, a como yo lo veo – dije – hemos perdido el elemento sorpresa.
- A estas alturas no veo que tengamos mucho que perder – dijo algún otro.
- Atlas ha podido llevarte como prisionera en cada ocasión, pero no lo ha hecho, debe tener alguna otra intención, quizás tu plan después de todo no rindan frutos, igual intentémoslo y veamos que sucede.
Al menos no era la única que lo había notado. Atlas no me ha llevado por alguna razón.
- Como sea, dije, debemos trabajar en equipo de aquí en adelante, no le veía mucho futuro a nuestro antiguo plan por lo que nos devanamos los sesos hasta encontrar un plan decente, un plan que nos brindase la más mínima ventaja.
- Nuevo plan – dije- Hoy, liberaremos algún prisionero, pero únicamente le liberaremos las ataduras, si Atlas y tu tribu, continúan con la misma tendencia de hoy, estarán tomando prisioneros de uno a uno, dejándome al final. Por lo que cuando ya solo quede yo, me presentaré ante él, pero huiré para provocar que vayan tras de mí, dejo en sus manos el decidir si se liberan conforme vayan llegando con el grupo de prisioneros o bien esperar hasta el punto de mi huida donde si hacen lo que espero, todo el equipo contrario irá tras de mi… deben saber que la ventana de tiempo que podré darles es poca, por lo que tendrán que actuar de inmediato y comunicar el plan a los demás en el mismo tiempo, nadie esperará que vayan tras de ellos, y ese será el momento en que podemos darnos algo de ventaja o bien la victoria final. Tendremos que liberar a uno de nosotros, ustedes se conocen mejor, ¿alguna sugerencia de quien será nuestro agente encubierto?
Mario se puso de pie recordándonos que las batallas se habían suspendido hasta nuevo aviso.
- Solo las batallas, confirmé – nadie dijo nada de rescates o toma de prisioneros.
Afortunadamente todos estuvieron a mi favor.
Mario se limitó a sonreír, si los atrapan – dijo – serán castigados por infringir las reglas, yo soy simple espectador, dijo y mi labor la he realizado, les he advertido de las consecuencias de sus actos, metió las manos en sus bolsillos y se giró en sus talones para alejarse de ahí.
- Pero si tenemos éxito seremos todos unos campeones – dije animadamente y sonriendo.
-La cuestión es averiguar donde colocaron a nuestro equipo. ¿Alguna idea?
Uno de ellos se ofreció como voluntario para salir a explorar a riesgo de ser atrapado. Todos accedimos, nuestras opciones eran limitadas y esperamos deseando lo mejor. Después de minutos que parecieron interminables, regresó informando que estaban en el mismo lugar.
- Bien dije, lo primero será liberar a uno de los nuestros, para poder continuar con nuestro plan, afortunadamente todo salió a pedir de boca. Y nos dispusimos a dormir al menos unas horas. Me encontraba muy nerviosa y honestamente esperaba que Atlas me visitara por la noche al menos para asegurarse de que todo estaba bien pero eso no sucedió, sus palabras se colaron en mis pensamientos “Estas sola en esto”.
Al día siguiente comenzaron temprano las batallas y tal como predijimos Atlas tomó prisioneros únicamente al resto de mis compañeros, solo podía rezar por que nuestro plan funcionara.
Me armé de valor y me puse de pie, colocándome a una prudente distancia de ellos y ocasionando que se acercaran un poco.
- ¿Y Bien? Me cansé de esperar ¿Será que debo de comenzar la batalla?.
Atlas caminó un poco y mi corazón se desbocó, permanecí en mi lugar, a nuestros costados estaban César, Mario y Bruno. En ese momento me entró el pánico, si nuestro plan había sido descubierto o bien si Mario hubiese dicho algo, esto no funcionaría.
Espera, le dije, no des un paso más, es evidente que me encuentro en desventaja, pero no quiero un trato distinto, antes, todo tu batallón fue en contra de los míos, ahora, solo vienes tú ¿Acaso es que realmente me estás dando un trato distinto? O Crees que no podré dar al menos 5 minutos de batalla, sonreía socarronamente.
Atlas le pidió al resto de su batallón formar una barra tras de él.
Aguanté estoicamente, mientras daban pasos en perfecta sincronía, al tiempo por que esperaba y rogaba internamente porque nuestro plan funcionase.
Me di la vuelta y comencé a correr como despavorida, al tiempo que gritaba ¡YA LO PENSÉ MEJOR! ¡ATRAPENME SI PUEDEN!
Evidentemente tuve 3 segundos de ventaja antes de que sus cerebros comenzaran a registrar el correr tras de mí. Éste tiempo entrenando me había dado una mejor condición física lo sé, pero al igual que yo, ellos habían mejorado. A este punto no sabía cuántos estaban tras de mí y cuando es me atraparían, pero sabía que lo harían. Al cabo de quizás un par de minutos escuche que gritaban algo acerca de que los prisioneros se escaparon y algunos de ellos regresaron, ¡todo iba de acuerdo al plan! Entonces yo rodearía y regresaría hasta ese punto, si es que podía, me escondí tras de un árbol y esperé escuchar sonidos. ¡Dios! es tan estresante andar escabulléndote por que tu cazador quizás te esté observando pero tú no sabes si lo hace o no. Rogué porque Atlas hubiese sido de los que se regresó. Si no me tenían a mí, no podrían dar por terminado el juego.
Lentamente y con cautela llegué al punto de partida, para descubrir con asombro que estábamos en el punto de inicio: mi grupo nuevamente había sido capturado por el equipo de Atlas. ¡Dioses y Demonios! No había manera de salir bien librados de aquello. Aun tras los árboles, grité que saldría a rendirme.
- No queremos tu rendición - Recibí como respuesta. Además las rendiciones están prohibidas. ¡Todos debemos caer peleando y antes pediste equidad, ¡ Ven y enfrenta tus consecuencias! Escuche un voz de un Atlas determinado, un Atlas que dejó de ser mi aliado para convertirse en mi rival, un Atlas que se estaba apegando a mi solicitud y ante cualquier pronóstico y a sabiendas que era el escenario totalmente equivocado ¡Un Atlas que me resultó totalmente deseable!
Eso significaría que todos ellos me atacarían.
De la nada y dándome un susto de muerte, Mario apareció tras de mí.
- ¿Por qué no funcionó mi plan? – Pregunté – Era casi perfecto.
- Técnicamente, porque Atlas regresó a ayudar a su equipo, no es que haya sido sencillo, pero lograron someterlos a todos. Atlas está herido por que te fuiste de su lado y de su equipo, otorgándole poder a las palabras de Aaron, cuenta con la motivación, simplemente te está proporcionando lo que solicitaste. – sonrió burlonamente levantando una ceja.
- Si entro ahí me destrozarán – dije por lo bajo, casi solo para mí y mis pensamientos.
- Lo están esperando, tú los provocaste. Si no querías salir herida no debiste hacerlo al carecer de la capacidad para al menos defenderte.
- Suspiré – creo que llevas la razón.
Me preparé para enfrentarles y a esperar mi destino, no me hicieron esperar, como todos unos caballeros actuaron de inmediato, yo sentí como instintivamente intenté cubrirme, honestamente esperé lo peor, respiré profundamente e imaginé lo práctico que sería tener unos aros de energía protectora que les impidieran el paso hacia mí, respiré profundamente nuevamente y abrí los ojos esperando ver a alguno de ellos lanzar algún golpe en mi contra o alguna emisión, me sorprendí y quedé boquiabierta cuando lo único que pude ver eran aros de energía rodearme. Miré en todas direcciones intentando adivinar el origen de ellos y a juzgar por las miradas de sorpresa de todos, era yo quién los estaba emitiendo. Levanté las manos y miré por debajo de mis brazos como buscando la fuente de energía y mi sorpresa fue mayor al darme cuenta de que no solo los aros eran suficientes y me rodeaban en varias posiciones, sino que también se movían al tiempo que yo me movía ajustándose a mí. Observé mis manos y aunque no lo veía sentía como si unas cuerdas me ataran a ellos y lo mismo el resto de mi cuerpo, no sabía qué hacer, era la primera vez que lograba aquello y no sabía tampoco como manipularlos, caminé un poco hacia el frente y los aros se movieron junto con migo.
Estaba embelesada, la cara de asombro y deleite de los muchachos fue mucha, después de unos momentos de asombro el equipo contrario se lanzó al ataque, al desconocer el origen de ésta energía, no sabía tampoco como manipularla, mantenerla o apagarla. Cada uno de los integrantes fueron cayendo conforme atacaban, físicamente no podían atravesar mis aros y energéticamente, bueno, nada traspasaba aquella defensa pero además de alguna manera su energía los golpeaba a ellos dejándolos tirados, derrotados. Me sentí feliz y orgullosa. Quedaron únicamente Atlas y los muchachos.
Aquello es energético y uno no cuenta con una batería infinita, por lo que comenzaba a sentir que se desvanecían mis bellos aros multicolores - tornasol. Intenté manipularla dirigiéndola hacia donde estaba Atlas, finalmente si lo derribaba, seríamos los ganadores, pero aquello solo era energía defensiva. Atlas me atacó, finalmente mis aros se rompieron ante su ataque y yo simplemente me desplomé. Les miré por unos instantes y dije – no puedo más.
Los juegos se dieron por terminados ante el asombro de todos ellos, cerré los ojos y no escuche nada en un largo rato.
- Atlas es el último hombre de pie, por lo que el equipo de Atlas es el ganador – anunció César.
- Mario corrió a mi lado.
- Estoy bien, dije, solo estoy exhausta.
- Te llevaremos a casa, tu manifestación repentina te agotó, te explicaremos más a detalle todo.
Sonreí y descansé en sus brazos.
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9. "Get Ready"
Estaba nerviosa, planeamos la visita temprano pues no sabríamos cuanto tiempo tardaríamos en llegar a un acuerdo.
Puntuales tocaron el timbre y mi hermana pequeña corrió a abrir la puerta, ella no comprendía del todo mi partida, pero estaba emocionada por que tendríamos visitas.
Mi papá abrió la puerta y los recibió junto a mi hermana, ella con la inocencia propia de un niño pequeño, los recibió con un comentario honesto :
¡¡¡Ustedes son muy altos!!!
No me había percatado antes, pero efectivamente yo era significativamente más alta que mis hermanos y aunque ellos aún están en desarrollo, difícilmente llegaran a ser tan altos como yo.
Ellos le sonrieron y le dieron una respuesta muy apropiada :
Nosotros no tomamos refresco, por eso es que crecimos tanto, - le guiñaron un ojo y comenzaron desfilar hacia dentro de la casa.
Una vez que ellos se situaron en la sala, llegué a saludarles, y unos momentos después llegó mi mamá. Todos ellos se levantaron al momento de verle, mi papá observaba pacientemente desde su sillón.
María - , dijeron, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.
Ella se limitó a decirle "Bienvenidos".
Mario, rompió el silencio incómodo que reinaba en ese momento, señores agradezco en lo personal y en nombre de mis hermanos la oportunidad y confianza que han depositado en nosotros les garantizamos que BB estará en las mejores manos.
Mario, eliminemos las formalidades- le dijo mi mamá - al tiempo que se le quebró la voz. Sin importar el origen de mi hija, sus genes y lo que ustedes ven en ella, siempre será mi bebé y aun cuando yo no soy poderosa como ustedes, si algo le sucede, corran y escóndanse lo más que puedan porque yo iré a cazarlos a cada uno de ustedes y los quebraré pieza por pieza hasta quedar satisfecha. Era sin duda la primera vez que escuchaba salir tales palabras de boca de mi mamá. No esperaba que Ramsés tuviera ganas de verme nuevamente después de lo sucedido, pero al menos esperé que tuviera la cortesía de venir por ella el día de hoy.
Mi mamá estaba dolida y pude observar que medía sus palabras desde que mis hermanos estaban presentes, adiviné que ellos no sabían la verdad.
Referente a eso- habló César – No es que él no quisiera venir, es que por el momento se encuentra fuera del país en actividades propias de la asociación. Él envía sus disculpas.
Mi mamá le miró y guardó silencio, mi papá le abrazó, si hay alguien que merezca el cielo es él, ha amado a mi mamá sabiendo la verdad de las cosas, me ama a mí como su hija sanguínea e incluso cuando acudió a mí a darme su bendición lo único que hizo fue desearme lo mejor, tu mamá nunca ha sido buena con las palabras dijo, pero te extrañaremos.
Ella aún tiene pendiente su titulación dijo mi papá, su mamá y yo estaríamos agradecidos ella pudiera completar éste trámite, se dirigió a Atlas recordándole aquella conversación que tuvimos hacía unos días.
Cuenten con ello - dijo Jason – Atlas nos puso al tanto de la situación y de la promesa que él les realizó, nosotros les garantizamos que ella les traerá su título antes de que pase un año y nuestras promesas…
.. Se cumplen, complementó mi mamá.
Me despedí de mi familia, me encontraba con la adrenalina al 100% por comenzar ésta nueva aventura, mi hermana me dijo adiós y me entregó un dibujo que ella hizo de nosotras - no te olvides de mí –.
Jamás podría hacerlo, te traeré un regalo la próxima vez que nos veamos – le aseguré y me despedí con un beso.
Así fue como sin haber desatado una pelea que hubiera palidecer la batalla de Troya, me marche dejando una parte de mi vida “en pausa”, ansiosa por vivir nuevas aventuras, nuevas experiencias y sobre todo el desarrollo de un poder que solo pude haber tenido en sueños, algo que aun ahora si lo pienso me parece extraído de in mundo de fantasía. Una aventura de vida se me presentó, y sé que lo mejor, los mejor estoy por vivirlo.
Llegamos a lo que sería mi nuevo hogar por los próximos años. Los muchachos, decidí llamarlos así desde que Atlas se refiere a ellos de ésta manera, la casa es bastante amplia vista desde afuera con aspecto moderno y minimalista, me dieron una visita guiada por el interior de ésta, pude adivinar al primer vistazo que aquello era obra de un decorador con experiencia, de otra manera no explico como 5 hombres viviendo solos en aquella casa, pudiesen tener siquiera el gusto de combinar colores.
La fachada de la casa es blanca casi en su totalidad, contrastante con su colorido interior, Flores, arboles y un bien delimitado tapete de césped, delimitaba el frente. . Todo en orden y extremadamente limpio.
Me llevaron al estudio, donde lo primero que saltó a mi vista fue que todas las paredes estaban cubiertas por libros, toda una vida de lectura, pensé, este espacio se encontraba inundado con aroma a Madera, había sillones suficientes para todos, puedo adivinar que ellos son visitantes frecuentes de éste espacio, me encantaron los sillones, de piel con tachuelas negras, un estilo muy vintage, me invitaron a sentarme en uno de los tantos sillones que quedaban de frente al escritorio, la silla que se ubicaba detrás del mismo fue ocupada por Mario. Observé a mi alrededor muchos objetos se encontraban en aquel lugar, adornos, cuadros, todo a juego, bellas ( y costosas) alfombras pisaban mis pies.
BB, Bienvenida a tu hogar, las reglas aquí son sencillas, todo comienza y termina por el respeto, descubrirás que cada uno de nosotros cuenta con su particular estilo y carácter, llegaste a nuestra vida de una manera inesperada y hubiésemos querido haber podido ser parte de tu vida antes de esto, ahora tenemos una tarea que hacer, todos nosotros seremos tus instructores, sin embargo adicionalmente entrenaremos contigo en tus tiempos libres.
Quizás tengas que hacer algunos cambios en tu alimentación y en tus hábitos en general, esperamos que los primeros meses te sirvan de adaptación.
Creo que ya es muy tarde para ésta pregunta – dije - sin embargo me gustaría saber, ¿por qué debo tener una “guardián” cuando los tengo a todos ustedes para que me orienten y guíen? Y sobre todo ¿ por qué él?, puedo anticipar que él les habrá comentado algunas cosas de mí y si él aun no lo ha comentado resultamos ser como Agua y Aceite.
Se miraron entre ellos, lo cual solo me hace pensar que son personas que guardan muchos secretos o al menos ahora teniéndome en su hogar, tendrán que hacerlo.
Tener un guardián es un requisito dentro de nuestro programa – respondió Jason –. Nosotros lo elegimos para ti y algo que debes saber de nosotros es que no dejamos nada al azar. Llegarás a amarlo antes de lo que te imaginas. Además que debo recordarte que nuestras instrucciones no son cuestionables.
Simple curiosidad – me limité a decir -.
BB, como tus tutores seremos implacables e imparciales, tus entrenamientos exhaustivos, sin embargo esperamos que tengas la confianza de acercarte con nosotros en cualquier lugar y en cualquier momento.
Asentí - Deben saber que accedí a venir con ustedes sabiendo que se encargarán de mis gastos … por algún tiempo complementé, quiero saber cuáles son mis actividades dentro del hogar
Nuevamente se miraron entre ellos con mirada de incredulidad.
Cesar rio – Excelente argumento, quiero ver que después del primer día de entrenamiento a mi lado puedas siquiera arreglar tu cama, aplaudió al tiempo que continuaba con su risa.
Pequeña, -hablaba Mario - nosotros tenemos quien atienda las labores en el hogar y no está de más mencionar que a esas personas les debes todo tu respeto. Yo estoy encargado de los desayunos diariamente, las comidas las realizamos en el restaurant comunitario casi diariamente, las cenas las realiza Bruno, los fines de semana – hizo una pausa – bueno supongo que ahora nuestra dinámica cambiará, les señaló a sus hermanos. Nosotros no pasamos aquí el fin de semana, y después de las intensas semanas que pasaremos juntos, quizás quieras relajarte y tener tu propio espacio ¿ qué hacen las personas de tu edad hoy día?.
Les alegrará saber que soy una persona más bien hogareña, disfruto enormemente de los placeres sencillos de la vida, leer un libro, estar con mi familia, nunca he sido amante de la vida nocturna y desde que no tengo pareja o novio, no tengo con quien salir al cine aunque nunca ha sido un impedimento para salir sola. Salir de éstas instalaciones sería algo muy tardado pues no cuento con transporte propio, y me tomaría una vida salir y regresar. Si necesito de algo aprovecharé los fines de semana que pase con mi familia para adquirirlo, traerlo o visitarlo.
¿Sabes manejar? ¿Tienes licencia de conducir? Preguntó Jason.
Si, mis documentos están en regla también.
Puedes utilizar cualquiera de nuestros coches si llegaras a necesitarlo, se prudente.
Reí – Gracias, dije, aunque no creo que sea lo más oportuno.
Siempre puedes echar mano de tu chofer particular – Señaló Bruno, él debe estar disponible para ti y lo hará gustoso puedo anticipar. Lo más prudente será sin embargo, ver cómo se desarrollan las cosas, tal y como dijo César hace unos momentos, quizás no puedas o quieras moverte después de la primera semana de entrenamiento.
Comienzan a asustarme – dije, existe alguna regla más que deba atender.
De hecho tenemos una larga lista de ellas, creemos sin duda que las iras aprendiendo conforme el tiempo vaya transcurriendo y surgirán conforme se vaya necesitando.
No esperamos que te ausentes mucho de nuestro lado, pero deberás atender el celular cada que llamemos, sin importar con quien o donde te encuentres.
Pasemos a ver tu habitación.
Como todos unos caballeros, me indicaron salir primero de aquel estudio, sin embargo tuve que seguirlos, a fin de encontrar el camino a mi habitación.
Como dijeron antes tenía lo requerido. Tienes toda la privacidad que requieres –señalaron. Revisa tu ropa, si acaso necesitaras algo más mañana iremos de compras para que puedas tener todos los artículos personales que quisieras comprar.
Mi habitación se encontraba al final del pasillo, quizás para que puedan escucharme en caso de que quisiera huir.
La hora de la cena estaba cerca, toma unos momentos para explorar tu habitación y baja en media hora para cenar.
Se fueron dejándome ahí, suspiré y emocionada vagando dentro de mi amplia habitación : escritorio, closet, cama tamaño matrimonial, un par de mesitas de noche… abrí la puerta que conducía al baño y me encontré con la agradable sorpresa de que tenía una tina de baño, ¡ un baño para mi sola!, eso era lo mejor!!!
Iría reacomodando y re-decorando de acuerdo a como se presentaran los siguientes días, bajé puntualmente recordando las instrucciones de Atlas “sé puntual”.
La única que faltaba en aquella mesa era yo, me apené por que no ayudé en nada y me prometí a mí misma que lo haría mejor, fue una sorpresa para mi descubrir que Atlas estaba sentado ahí justo a un lado del único lugar que se encontraba vacío, el cual adiviné estaba asignado para mí. Atlas de inmediato se puso de pie para acomodar mi silla, bienvenida, dijo él.
La cena fue algo muy simple pero sano y delicioso. Anticipo también que así serán mis cenas de aquí en adelante.
Intercambiaron un par de comentarios, referentes a autos, libros, y poco a poco me fueron incluyendo en la misma, descubriendo mis gustos, mis preferencias, deseos, etc.
¿Tienen algún plan para mañana? – preguntó Atlas.
Saldremos de compras con BB, eres bienvenido.
Pasamos por ti cuando vayamos de salida.
Me di cuenta en ese momento que no tenía idea de donde vivía Atlas, supongo que eventualmente lo descubriría.
Cuando la cena terminó algunos de ellos comenzaron a levantar los platos de la mesa, yo hice lo propio, ellos me indicaron que ellos se encargarían quitándome los platos de las manos. Atlas me hizo una señal pidiéndome que me acercara a él.
Si no les molesta pasaremos a la sala a conversar un poco – Dijo Atlas
Adelante – nos confirmó Bruno.
Es raro – dije, todo esto…
¿Te hace falta algo? ¿Tienes todo lo necesario?
Realmente no he revisado mi recámara en su totalidad, confío en que tendré todo, dije.
Un momento- dijo. Se puso de pie asomando la cabeza hacia la cocina.
BB aún no tiene la lista de lo que le hace falta, subiré y le ayudaré con ésta labor – dijo.
Honestamente no pensé que se lo permitieran ya que él es un hombre después de todo en mi habitación…. ¿soy acaso una puritana?.
Adelante, gritó Mario, asegúrense de tener esa lista completa, nosotros saldremos unas horas.
¿Qué? ¿Nos dejaran solos? ¿Podré manejarlo?
Me guiñó un ojo, subamos.
Creo que es una labor que puedo hacer sola – señalé.
Sí, estoy seguro de ello, pero no quiero privarte del placer de mi presencia.
Se inclinó un poco para hacer un gesto dramático donde me indicó que me cedía el paso. Entrando a mi habitación, prudentemente dejé la puerta abierta, él se posicionó al centro y miró alrededor, unos instantes después escuchamos a Mario gritar desde la planta baja, avisando que salían. Por la ventana que daba hacia el frente de la casa, pude ver que desfilaban los carros de todos ellos, supongo que cada uno tendría un destino distinto.
Atlas se aventó a la cama. – Cómoda y amplia – resumió.
Se puso de pie y frotándose las manos me pidió poner manos a la obra.
Me negué rotundamente. Tengo suficiente de todo – afirmé.
Bien – dijo, comenzaré yo solo.
De mala gana accedí a jugar aquel juego,- te hace falta más ropa deportiva, créeme – señaló.
La ropa se lava – señalé – y se vuelve a usar. No sé a cuánto asciende el monto de éste guardarropa, pero como dije ya es suficiente.
Realmente tienes un serio problema con ese tema, lo incluiré dentro del programa para que lo superes.
No, no lo harás, ni tampoco le dirás nada al respecto a los muchachos.
¿Tú lo impedirás? O ¿Quieres negociarlo?
Ninguna de las dos, simplemente lo harás porque te lo estoy solicitando y tú eres un muy buen guardián, le dije al tiempo que agitaba mis pestañas, me acerqué lentamente hacia él y le rodee con mis brazos el cuello, le miré nuevamente a los ojos, bajando un poco la mirada, el de inmediato me rodeo con sus brazos también, le di un pequeño beso en la mejilla y me acerque a sus labios, ¿Puedes hacerme ese pequeño favor? –dije.
Me miró nuevamente a los ojos y antes de que él reaccionara, comencé a reír, - juego este juego casi igual que tú,
Estaba asombrado sin duda, y algo molesto, me cargó literalmente en vuelo y me arrojó sobre la cama,
Patea traseros – yo inventé el juego – comenzó a besarme el cuello,
No ¡Atlas! – grité, sin éxito alguno. Primero sentí cosquillas, luego otro tipo de cosquillas y no precisamente en mi cuello.
Pídeme que les comparta la información o no te dejaré ir.
¡Nunca!
Aprisionó mis manos en las suyas y comenzó a besarme nuevamente provocándome aún más cosquillas, luego sus manos se dedicaros a hacerme cosquillas.
Repitió nuevamente – pídelo.
No tuve más remedio que pedirlo entre un mar de carcajadas, para que me liberara de aquella tortura.
Cuando al fin pude recuperarme, le dije que no era justo
Siempre me saldré con la mía – recuérdalo.
Algún día Atlas, Algún día… ¿Qué hubiera sucedido si los muchachos nos hubiesen encontrado en medio de aquella escena.
Lo meditó un momento – probablemente se hubiesen unido al juego, dijo.
¿Regresarán pronto?
Regresarán hasta la madrugada, dijo, quizás un par de horas antes de la hora del desayuno.
Sabes a donde fueron?
Sí - respondió.
Si, pero no me lo dirás.
Esa información, patea traseros ellos te la deben compartir.
Está bien dije, entonces me quedaré sola toda la noche, nunca antes lo hice – pensé en voz alta.
Puedo quedarme a tu lado, si me lo pides amablemente.
¿Te quedarías?
Soy tu guardián.
Y donde dormirías?
Me gustaría hacerlo mientras te abrazo, pero estoy seguro que me enviarás a la sala a dormir – guiñó el ojo.
Y piensas bien – confirmé.
Eso anticipé – concentrémonos en el listado de las cosas que tienes pendiente.
Me asombré cuando revisó a detalle el guardarropa agregando cada vez más prendas a la lista.
Únicamente faltaría agregar cosas personales, esas cosas que solo utilizan las mujeres.
Me sonrojé.
Eso lo dejo en tus manos.
¿Quieres ver una película?
Pasaban las 12 de la noche.
¿No tienes algún lugar en donde estar, quizás con alguna chica, o con tus amigos parrandeando?
¿Me estas echando?
Quizás.
¿Quieres o no?
Honestamente quería dormir, pero la idea de estar sola en aquella casa no me encantaba particularmente.
Si, me parece buena idea – respondí.
Me adelantaré a hacer unas palomitas, dijo.
Comenzamos a ver la peli y me abrazó, no se lo impedí, y no me di cuenta en que momento me quedé perdidamente dormida, despertando hasta el día siguiente en que escuché sonido en la cocina, ni siquiera recuerdo haber comenzado a ver la película.
Me asusté, al sentirme desorientada, intenté recordar porque me encontraba ahí. Lentamente las memorias llegaron a mi mente, miré a mi alrededor y tenía una pequeña frazada encima de mí, alguien la había colocado ahí.
Me asomé a mí cabeza a la cocina y se encontraban los muchachos ahí, algunos preparando la comida, otros poniendo la mesa, y otros más leyendo el periódico, ninguna señal de Atlas…
Saludé a todos los presentes.
Buen día pequeña – dijo Mario - ¿Qué tal dormiste?
Bien.
Es una pena que no hayas tenido oportunidad de probar tu cama – señaló César.
Me tapé los ojos con las manos en señal de profunda pena. Me quedé dormida en el sofá dije, hubiese deseado despertar antes.
Cuando llegamos te encontramos ahí, únicamente pusimos una frazada sobre ti.
Quise pensar que Atlas se había marchado, pero guardé silencio. ¿Qué pensarían si supieran la verdad.?
Yo mismo me he quedado dormido en ese sofá, y es muy cómodo – replicó Bruno,
Lo es dije.
Desayunemos, aún tenemos un largo día por delante.
Compras y más compras, uff estos señores no conocen los límites, ellos me quieren malcriar, aceptaron toda la lista de Atlas e incluso añadieron algunas cosas más.
Hicimos parada en un restaurant para comer. Clientes frecuentes sin duda.
Después de ordenar los platillos, y del cual Atlas tomó la iniciativa de elegir por mí, comenzaron nuevamente a platicar de esto de aquello.
Levantaron su bebida e hicieron un pequeño brindis “ Por nuestra pequeña “ que esta aventura sea de vida para ti y para nosotros. No será sencillo y correrán sangre sudor y lágrimas, pero al final de todo llegará una recompensa más allá de lo imaginable” Somos una familia y como tal permaneceremos unida sin importar lo que suceda.
Todos chocamos nuestras bebidas y procedimos a comer.
¿Ya tienes la prenda que le colocarás y que la distinguirá como su guardián? – preguntó Mario a Atlas.
Casi me atraganto al escuchar salir de su boca aquellas palabras de manera tan casual.
Si, introdujo su mano en el bolsillo trasero del pantalón y sacó una pequeña bolsa de terciopelo, en ella estaba aquel objeto, que tanto dolor de cabeza causó.
Se los mostró: una pequeña piedra de color por cada uno de ustedes, la piedra más grande situada al centro es ella.
Asintieron en señal de aprobación, pensé que sería mi ventana de oportunidad donde solicitar algo más modesto.
Yo tengo sin embargo una petición – dije atrayendo la atención de todos. Entiendo que usar algo así es parte de las reglas que debo obedecer y seguir. Lo acepto. Pero el precio de esa joya es simplemente escandaloso, y en caso de que yo la llegase a extraviar, no veo cuando pudiera terminar de pagarla.
¡¿Acaso Atlas está pidiendo que la pagues en caso de que algo así sucediera?! – Dijo Bruno.
No – me apresuré a responder – pero de ninguna manera podría dejarlo así.
Entonces no le veo ningún problema.
Sin duda, insistí, creo que algo más modesto pudiera hacer la misma función.
Atlas es tu guardián y él puede elegir la prenda que quiera, a ti te corresponde aceptarla, me sorprende que haya elegido algo tan poco llamativo, siendo el… - se limitó a decir Mario.
No, no están siendo de mucha ayuda, y ciertamente no nos estamos entendiendo, inhalé profundamente.
Ayúdanos a entender el problema – pidió César.
Ellos estaban de lo más divertido, pude adivinar y Atlas simplemente sonreía mientras pedía que le sirvieran más bebida en su vaso.
El problema dije, es que no usaré algo con un costo tan elevado, es una compra innecesaria, dije, además de que pasaré la mitad del tiempo cuidando de no perderla. Necesito que ustedes le indiquen comprar algo de al menos 1% de su valor.
¿Por qué te cuesta tanto aceptarla? – preguntó Jason.
Sin contar el hecho de que me sentiré cual animal con correa. El precio es algo que me incomoda, es mucho dinero para traerlo colgando tan casualmente, yo no estoy generando ningún ingreso y sin embargo estoy generando gastos. Adicional viene él y me quiere dar un regalo con el que podría comprar muchas cosas más, no soy alguien en quien deba gastar esa cantidad de dinero. Soy una mujer independiente.
Atlas ¿ Cómo llegamos a éste punto? – preguntó Mario , “Cual Animal con correa” – parafraseo.
Éste se reacomodó en su silla, siendo honesto señores, desconozco totalmente la razón de su resistencia, por mi parte simplemente la llevé a que ella eligiera lo que deseaba usar, solo que salió de ahí diciendo que los precios eran escandalosos, definitivamente le pedí elegir o yo elegirá por ella, pero no escucho razones y salió huyendo de ahí no quiso volver a tocar el tema, tuve que elegir por ella. Me fulminó con la mirada.
Si a esto se reduce todo, podemos utilizar esto como parte de tu desarrollo.
Los miré con asombro.
Atlas – le dijo Mario – ayúdanos a malcriarla un poco, muéstrale lo encantador que un caballero puede ser, y hasta el momento que comience a aceptar tus regalos y encantos de buena gana y manera, haremos una evaluación para ver si ha superado sus problemas internos.
Se están arriesgando demasiado dije, nunca dije que no me gustara recibir este tipo de trato, pero sé que si me acostumbro no habrá manera de regresar.
Y es donde debes encontrar el equilibrio, además creo que te costará mucho tiempo y trabajo poder aceptar algo sin oponer resistencia, dado que finalmente el punto por lo que no recibes de buen agrado los regalos es por qué crees que una mujer independiente puede comprarse todo ella misma y no debe ser consentida por nadie más?
Será interesante ver el desarrollo de esto.
Levanté las manos e hice un gesto dramático, ¡No es posible! Se suponía que ustedes estuvieran de mi lado.
BB, si algo no está dentro de nuestras manos, no te lo daremos, es así de sencillo – señaló Mario.
Perdí esta batalla, por ahora.
Eres graciosa – dijo Bruno.
Ahora revisemos tus actividades de mañana, César sacó una hoja de papel, esperamos que sobrevivas – me asustó César.
No pudimos discutir tus horarios previamente puesto que aun estábamos en negociaciones y ajustes, por lo que quedarán de la siguiente manera, me mostro una hoja escrita a mano:
Lunes - Mario
Martes – César
Miércoles – Jason
Jueves - Bruno
Viernes – Peleas semanales
La comida la harás en el comedor comunitario , nosotros estaremos ahí también, tienes un par de horas libres antes de que asistas con Atlas diariamente a tu entrenamiento en pelea cuerpo a cuerpo en un horario de 5 a 7, después de eso te esperaremos en casa para cenar y descansar para tu siguiente día.
Es extraño dije, todos ustedes son mis tutores y maestros. Atlas, bueno él dejará de ser eventualmente mi guardián, pero no se podrá interpretar como “Favoritismo”.
Ellos rieron y se miraron entre ellos. Posiblemente pueda juzgarse de esa manera, no nos habíamos detenido a pensarlo de esa manera, quizás poco probable después de descubrir que las reglas las aplicamos ciega e imparcialmente, y no veo por qué tendrías que ser la excepción – Confirmó Mario
Atlas, es nuestro mejor espécimen en lucha cuerpo a cuerpo, por ello el lidera ésta actividad hasta que aparezca alguien mejor. - comentó Jason, como tú lo has dicho, eventualmente dejará de ser tu guardián.
¿Peleas semanales?
Te permitirá ir adquiriendo práctica y experiencia, honestamente no esperamos una victoria en tus primeras peleas, pero confiamos en que mejores con el paso del tiempo – Afirmó Bruno.
Además somos parte de tu desarrollo integral, debes realizar trabajo comunitario, esperamos que puedas encontrar algo que te agrade y te integres a los grupos que ya existen para esos fines – comentó Jason.
¿Cómo me transportaré hasta allá? ¿Existe algún camioncito que me lleve?.
Alguno de nosotros te llevará o bien, Atlas pasará por ti, de regreso y dado que tu última actividad la tienes con él, será el quien te lleve a casa.
Genial – Pensé.
Y si algún día pierdo el transporte o digamos que Atlas no quiere transportarme a casa.
Si ese día llega – habló Atlas – Por favor Mario, patéame hasta morir, nunca, escúchame dijo señalándome con su dedo índice – nunca haría algo tan poco educado y me ofende que lo hayas pensado siquiera.
Siempre puedes llamarnos - Altas, encárgate de que tenga todos nuestros números, todos, hizo énfasis Bruno.
Toqué una fibra sensible sin duda – Lo lamento – dije, pero siempre es una posibilidad.
Mañana te espera un gran día, será mejor que vayas a la cama temprano , pidieron la cuenta, muy al estilo de Atlas y partimos de ahí.
Atlas – Lleva a nuestra pequeña a nuestro hogar, nosotros tenemos que hacer una escala antes.
El asintió.
Estando dentro del coche comenzó a reír.
-Pequeña patea traseros rebelde, ¿creíste que ellos te ayudarían en esto?
- Atlas no tientes a tu destino, que aún puedo patear tu bello trasero.
- ¿Crees que tengo un bello trasero?
No respondí.
Eres todo menos aburrida, debo reconocer. Pero mañana las cosas cambiarán, bienvenida al ruedo.
Honestamente no entiendo tu resistencia y el que debería estar molesto debería ser yo, sabes los muchachos tienen ocupaciones mejores que estar limando asperezas entre tú y yo. Me pregunto ¿debo castigarte?
Adelante – le desafié.
¡Esa es mi chica! – haremos lo siguiente, no pondré esta pieza en tu cuello hasta que no me lo ruegues, y me lo pidas con un beso apasionado.
Éstas de broma – ¿Acaso ese es tu castigo? exclamé. No dijo nada más después de eso.
No había tenido la oportunidad de disculparme por anoche – dije – lamento haberme quedado dormida al inicio de la película y sobre todo en tus brazos, adivino que te marchaste enseguida, no fui una compañía muy animada.
Hablas dormida.
¿Qué dije?
Para mi sorpresa dijiste mi nombre.
No había manera de que aquello fuera verdad – si – confirmé, eso suelo hacer cuando tengo pesadillas.
Rio profundamente.
Mañana los muchachos te llevarán a nuestras instalaciones, tus clases comienzan 8AM, recuerda que debes ser puntual.
Al llegar a mi nuevo hogar, estacionó al frente y esperé pacientemente a que abriera mi puerta para poder bajar de su auto.
Me acompañó hasta la puerta de la casa y cuando abrí para mi sorpresa cruzó el umbral, a lo cual le detuve casi por instinto.
Señor usted no puede pasar – dije – colocándole la mano en el pecho para detenerle. Por supuesto me miró con extrañeza.
Realmente estas muy chapada a la antigua, exclamó.
Entenderás sin embargo que los muchachos no han dicho nada al respecto de quien puede entrar o salir de su casa en su ausencia, sin su aclaración no puedo permitirte la entrada.
Supongo que entonces que prefieres estar sola a disfrutar de mi compañía.
No quiero meterme en líos dije.
Bien, entonces aquí me despido, pero antes… - sacó “la correa” de la bolsa de su pantalón, recuerda que tendrás que pedirlo amablemente con un beso apasionado.
¡Ni lo sueñes! – exclamé.
Lo harás, la harás, soy paciente.– dio la vuelta y se marchó de ahí.
Subí a mi habitación, me preguntaba a donde irían los muchachos tan “misteriosamente”. Anduve, sin embargo vagando por la casa, familiarizándome, y honestamente soy muy curiosa, quiero conocer cada rincón y su contenido. Algo que me llamó mucho la atención es que no había ninguna foto de ellos o de nadie más por toda la casa, cada quién tiene sus fijaciones, pensé.
Descubrí sus habitaciones, cada una muy diferente de la otra, pero todas en completo orden. Averigüé que teníamos cuarto de lavado y un sótano que no pude abrir, eventualmente encontraré la llave pensé. Después de dar una rápida leída a los títulos que tenían en el estudio, decidí tomar un buen baño reparado y aclarador de ideas mentales, para prepararme al día siguiente.
#beshakarenice#aventuradevida#chapadaalaantigua#fantasías#getready#historiasenmimente#nuevavida#novelaencurso
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7. Everything but "Complicated"
Llegó a nuestra mesa un delicioso y bien servido pedazo de pastel de chocolate acompañado de 2 cucharas para compartir además de un café irlandés, el pastel, él tomó con una de ellas un gran pedazo de pastel, lo saboreó, le dio un trago a mi café y sonrió.
Que atrevimiento - pensé, ahora tendré que comer de sus babas - internamente el pensamiento me llevó por caminos pecaminosos.
- Bien patea traseros, revisemos las reglas.
- Primero y antes que todo, debo enfatizar que deberías sentirte sumamente orgullosa ya que es un privilegio para ti que yo sea tu guardián, posiblemente no pudiste tener a nadie mejor.
- ¡Como si hubiese tenido alguna opción !, le sonreí.
- Descubrirás que debido a mi antigüedad dentro de la asociación esto te traerá múltiples beneficios. Prosigamos,
Las reglas básicas:
· Discreción: Debes recordar que nuestra asociación y lo que sucede en ella pertenece a un círculo cerrado, solo algunas pocas personas fuera de ella saben realmente lo que aquí sucede.
· Puntualidad, no eres dueño del tiempo de nadie, si alguien te cita, sé puntual.
· Obediencia, una vez que hagan las presentaciones pertinentes, comprenderás nuestro organigrama, si alguien tiene un status mayor que tú, obedece a ojos cerrados, no cuestiones, es más sencillo si imaginas que estas en el ejército. En tu caso como tienes espíritu rebelde, lucha en contra de él, lucha como si tu vida dependiera de ello.
· Respeto: Dirígete de manera educada a cada una de las personas con quienes tengas contacto, el respeto es muy apreciado dentro de nuestras instalaciones, sobre todo con las personas de menor rango que tú. Eileen no tolera falta de respeto de ninguna manera, memorízalo.
· Tus tutores: Ellos son los responsables de ti en todos los aspectos, ellos determinarán el mejor entrenamiento para ti y en caso de ser necesario ellos serán disciplinados por ti.
· Tus horarios serán determinados por tus tutores, te sugiero que de igual manera seas puntual.
· Cuando tu energía comience a manifestarse, debes recordar que no puedes usarla con personas que no pertenezcan a ésta asociación, de hacerlo resultarías exiliada de manera inmediata.
· Alimentación - una sencilla regla, no pongas en el plato lo que no te comerás.
Castigos:
Serán determinados de acuerdo a la gravedad de la falta y serán ejecutados por la persona ofendida, el tutor o el guardián a cargo, básicamente atienden a que no cumplas con las reglas. Me inclino a pensar que por tu naturaleza rebelde tendremos que disciplinarte constantemente….
Eileen pedirá tu cabeza en cada ocasión, recuérdalo.
A éste punto estaba al borde de la perplejidad, toda causa tiene una consecuencia, y en apariencia todo aquí es llevado al extremo.
- ¿Qué tipo de castigos? –pregunté
- Lo usual dijo el, una vara, un cinturón, una fusta, lo que tengan a mano, y si me permites una recomendación… no huyas, únicamente lo harás peor.
Asistirás a clases donde comenzarás a desarrollar el manejo de tu energía, son clases como las que hasta ahora has tomado, con instructor y todo, para tu fortuna tus tutores son instructores, ellos tienen un poder que todos nosotros anhelamos alcanzar, estas anotada en todas sus clases y permíteme desearte buena suerte ya que también estas anotada en mis clases.
Físicamente espero que estés preparada para recibir la paliza de tu vida , ( apuesto a que estas palabras las tomó de la primera vez que hablamos) pues además de recibir entrenamientos exhaustivos, nadie detendrá sus puños solo porque eres mujer.
En tu caso cuentas con la fortuna de que Mario es doctor, y el estará encargado del cuidado de tu salud, lo que me recuerda que tenemos que llevarte a tu examen médico ésta semana, necesitan evaluarte antes de comenzar ¿qué día te parece mejor? Necesitarás toda la tarde.
- Mi trabajo… - balbuceé en voz alta.
- Renunciarás mañana.
- Sí, pero aun así necesitan tiempo en encontrarme un reemplazo pues esto es repentino, y no planeo dejar todo tirado tras de mí, mi reputación está de por medio.
- Debes comenzar a replantear tus prioridades, me indicó, por esta semana podré darte algunas concesiones, pero una vez dentro de nuestras instalaciones, debes obedecer mis instrucciones, me recordó.
- ¿Nada de negociar?
- No.
- Diablos, ¿entonces si no obedezco me castigaras?
- Si.
- Y si obedezco ¿Tendré alguna recompensa?
- Solo el placer de no ser castigada – respondió.
- ¿Me golpearás tan fuerte como la primera vez que me conociste?
- Sonrió, eso es algo injusto si lo piensas – respondió- , yo solo seguía ordenes, descubrirás que en ciertas ocasiones no tendrás otra alternativa. Pero respondiendo tu pregunta, no, no te golpearé así de fuerte.
- Uf - respiré aliviada.
- Yo golpeo más fuerte patea traseros, de verdad no quieres hacerme enfurecer.
Sabía que decía la verdad, pero también sabía que me su intención de asustarme, fue clara.
Pequeña patea traseros ahora que comprendiste tu posición, debo recordarte algo��� sacó el sobre que honestamente comenzaba a ponerme los pelos de punta.
- ¿Lo llevas a todos lados? – pregunté.
- Lo haré por un tiempo hasta que encuentre el castigo perfecto por tu falta de obediencia.
- Eso fue antes de que supiera todo lo que ahora sé - dije.
- No hace ninguna diferencia, te lo advertí, me divertiré enormemente, pero verás que soy un guardián justo, tienes hasta antes de que dejes tu antigua vida atrás para proponerme alguna actividad que pueda compensar esto y lo dejemos en el olvido, en caso de obtener alguna propuesta interesante, pues podemos olvidar lo sucedido, debes saber que de cualquier manera recibirás este dinero de regreso.
- ¡Tanta injusticia!. Debes darme alguna una pista de lo que pueda sugerir para que lo consideres un castigo justo.
- Eso sería sencillo, sin embargo quiero poner a prueba tu creatividad y hasta dónde puede llegar, dio unos pequeños golpecitos en la mesa con su dedo índice
- Si estas esperando algo de sexo de mi parte, olvídalo, aun soy virgen y no planeo perder mi virginidad de esa manera. Para cuando me di cuenta de la tremenda confesión que había hecho, me cubrí el rostro, - no sé por qué dije algo así. Me puse rojo tomate, necesito aire, me puse de pie.
- Tranquila dijo, soy un caballero no necesito tocar el tema si tú no te sientes cómoda con ello, se puso de pie y se retiró unos momentos de ahí, supongo que querría darme mi espacio, respiré calmadamente, me odie a mí misma porque estaba revelando mucha información para él.
Regresó a la mesa pasado algún tiempo, aunque creo que así hubiese sido una eternidad, no me hubiera sentido mejor, se sentó mirando mi rostro efectivamente no volvió a tocar el tema.
- Y Bien preguntó, quisieras hacer algo de sobremesa o quisieras que nos retiráramos?
- Tengo una pregunta para ti, dije, más bien es una petición
- Adelante.
- Cuéntame de ti y de tu vida, hasta ahora sabes demasiado de la mía, y yo no sé nada de la tuya.
- Rio un poco y suspiró mirando al techo, mi vida dijo, no es tan interesante como la tuya, nací, crecí, me reclutaron y ahora soy niñero.
- Obviamente la respuesta me dejó más que inconforme.
- Esa historia patea traseros la dejaremos para otra ocasión. ¿Quieres hacer algo de sobremesa o quisieras quizás acompañarme y caminar un poco por lo que será tu nuevo hogar?
- ¿Podemos hacer eso? es decir aun no soy formalmente integrante de si equipo de elite. La curiosidad me mataba sin duda, pero aun quiero disfrutar de los momentos de mi "Antigua vida", si quieres regresar por mi está bien, dije, me vendría bien caminar de regreso a casa.
Se tomó la cabeza entre las manos, ¿cuándo entenderás? Ellos me encargaron tu seguridad, y debo estar seguro de que llegas a cada uno de tus destinos sana y salva, como dije, todo será más sencillo cuando estés dentro de nuestras filas.
- Suenas como Edward Cullen - dije - realmente eres posesivo. Pareció no reconocer el nombre.
- Es lo natural para mí, se encogió de hombros.
- No quiero imaginar por lo que tienen que pasar tus pobres novias.
- Cada una sabe lo que puedo dar y lo que no les daré. Y solo para aclarar, quien tenga el privilegio de llamarse mi novia, será quien decida unir su vida a la mía, bajo la religión, ritual o lo que ella decida, eso es lo de menos.
- Eres un romántico, le dije, detrás de toda esa fachada de chico malo eres un romántico empedernido.
Antes de abandonar el lugar y debido a que estamos con el asunto de reglas y negociaciones, referente al punto de elegir algo que nos una y dado que prácticamente me estoy convirtiendo en tu esclava sugiero unas esposas… dije en tono de broma. Inmediatamente lancé una carcajada pero el pareció no entender la broma
- Tu sugerencia me parece la adecuada, haré los arreglos necesarios.
- Atlas, dije solo es una broma no andaré portando unas esposas por ahi, solo falta que sean de oro y piedras preciosas dije…
- Buena idea
- Atlaaaas, le grite no puedes hacer eso
- Solo observa
- De verdad no aguantas ni una broma.
- Sonrió, sé que era una broma, pero me parece algo creativo y lo aplicaré, y del punto dos, pregunto.
- Me puse rojo tomate, debido a mis recientes declaraciones. Atlas dije, tú quieres intimidad pero yo no podré dártela, me interesa el punto de cambiar algunos castigos pero no así.
- Te propongo un trato –dije - acepto si esto lo tomas también a cambio del castigo por el sobre que cargas a todos lados.
- Te propongo un nuevo trato, acepto si y solo si el cambio es porque accedas a tener una cita con migo por cada castigo que te perdone, sin límites ni quejas por tu parte, una cita donde te prepares con anticipación solo para mí en toda la extensión de la palabra, y sobre todo ese día podré besarte a mi antojo, ¿qué opinas?, con la plena certeza de que nunca haría nada que tu no quieras.
Ese es el punto pensé para mí ( y si realmente es lo que yo quiero?) necesito protegerme.
Le miré de re-ojo con cierta cautela, en ese momento mis hormonas se antepusieron a mi razón, - Atlas dije - , sé que me arrepentiré por esto y muy seguramente quien terminará llorando seré yo (pero es algo que deseo y lo disfrutaré mientras pueda) acepto, dije.
- ¿Lo sellamos con un beso? Preguntó
- ¿Solo uno? - reí. Al tiempo que le extendía la mano dando a entender que selláramos con un apretón de manos.
- Entonces si no quieres ir a visitar tu nuevo hogar, ¿qué quieres hacer?
Cosas pecaminosas pasaron por mi mente con aquel chico a mi disposición, ya está comenzando a anochecer, quizás lo mejor sea regresar a casa ¿Puedo manejar tu coche?
- No, no puedes. Respondió, rápida y directamente.
- Pero antes dijiste que lo pensarías.
- Ya lo pensé, y la respuesta es NO.
- Continúan las injusticias… pero te lo advierto dije empuñando mi mano al aire, algún día ganaré una apuesta y entonces me deleitaré manejando ese coche tuyo a mi antojo.
- Jajajaja ese día nunca llegará
- Nunca digas "de esa agua no beberé porque te puede dar sed"…
Abrió la puerta del coche para que me introdujera en él. Se ha portado de lo más lindo ese día.
- Atlas, te prometo que algún día te pagaré todo lo que estas pagando por mí.
- No debes preocuparte los muchachos pagaron todo, se sienten particularmente emocionados por haberles permitido ser parte de ésta celebración en tu vida.
- Es algo que me está costando mucho dije, no he sido educada para tener este tipo de vida.
- Tú, déjate querer, espero que descubras con agrado que a partir de ahora tu vida estará rodeada de unos perfectos caballeros en toda la extensión de la palabra.
- Eso me queda muy claro, ustedes son todos unos caballeros, medievales, pero caballeros al fin, le sonreí ampliamente.
Le pedí me llevara a comprar algo de pan dulce para llevar para algo de postre a la cena de mi familia.
- ¿Me invitarás a cenar con ustedes? – pidió- Puedes presentarme como tu amigo.
Ya no tenía caso seguir ocultándolo, pensé. - Nuestras cenas son simples Atlas, Nosotros tomamos el pan con los dedos, leche caliente, reímos, bromeamos , nos rifamos el quien lavará los trastes sucios y después nos vamos a dormir, nadie pone la mesa por nosotros ni la levanta por nosotros, no creo que sea algo con lo que puedas lidiar.
- ¿Por qué no me permites ser la persona que decida eso?
- Accederé con la condición de que seas tú quien lave los platos, y si no lo cumples, sea cual sea la causa, tendrás que permitirme conducir tu coche.
- Hecho, no se diga más.
Llegamos a la panadería que estaba cerca de mi casa, ahí ya éramos clientes frecuentes, me gustaba un pan en particular hecho de pan de hojaldre. El panadero ya me conocía bien, de inmediato notó que estaba acompañada, hice mi compra rápidamente, al momento de pagar la cuenta, Atlas estiró la mano con un billete, ni siquiera hice berrinche.
- Era innecesario que tu pagaras también por esto, pero gracias.
Al llegar a casa estaba nerviosa, si bien solo había llevado solo a un "novio" me sentía un poco incomoda al presentarlo.
- Déjalo en mis manos, me susurró al oído, tomó la batuta en las presentaciones y el mismo se presentó como “Mi guardián”.
- Me preguntaba cuando te conocería - dijo mi mamá.
- A sus órdenes señora, he venido a presentarme formalmente, como usted sabe soy el encargado de la seguridad y bienestar de su hija. Si tuviera alguna petición para mí, la escucho atentamente, dijo al tiempo que ayudaba a poner la mesa, realmente era todo un caballero.
- Únicamente te pediré que te encargues de que termine formalmente su carrera, ella necesita un título, nadie sabe lo que el futuro le deparará y me preocupa que deje éste trámite sin concluir.
- Señora, no tiene nada más que decir, antes de un año, usted tendrá colgado en su pared el título que pide.
Le miré un tanto enfadad, estaba prometiendo algo que no sabía si podría cumplir.
- Bueno dije, aún tengo que encajar muchas cosas en mi vida, no sé si lo adecuado será hacer tal promesa.
Antes de que mi mamá comenzara a regañarme y a discutir, Atlas la interrumpió.
- Usted conoce nuestro mundo, no es necesario hacer ninguna aclaración adicional, es una promesa.
- Ella asintió.
Mi papá hizo un pequeño gesto donde me preguntaba cuál era el interés de aquel joven por mí. Le dije que ninguno. Atlas esperó a ver cómo es que nosotros cenábamos y el hizo lo propio, lo vi cenar con las manos, chuparse los dedos, hablar un poco de esto y aquello con cada uno de los integrantes en la familia y justo cuando pensé que había superado la prueba mi papá le lanza una pregunta fría.
- Atlas, apostaré mucho con mi pregunta, sin embargo es de mi hija de quien hablamos aquí, puedo ver que tu interés con mi hija va más allá de ser únicamente su guardián ¿cierto?
Si algo tenía que reconocerle a mi papá es que el analiza a las personas incluso más allá de lo que nos gustaría a cualquiera, detesté y al mismo tiempo aprecié que hubiese detectado eso solo con verle, sin mencionar que muero atragantada con aquella declaración.
Atlas por su parte se tomó su tiempo para responder mientras mi papá lo observaba fijamente, afortunadamente mis hermanos a estas alturas ya se habían retirado a ver televisión a la salita de estar evitando así que fueran testigos de ésta vergonzosa escena.
- Señor, no puedo ser más que completamente honesto con usted, mi interés por su hija va en aumento cada segundo que pasa, como debe saberlo su hija es excepcional, sin embargo por alguna razón que aun no comprendo y que ella no ha querido compartir conmigo, no cree que mi interés sea algo real por ella, pero estoy trabajando en ello. El día de hoy he venido a presentarme como su guardián y le he revelado mis intenciones, si en algún momento usted cree que he ofendido a su hija o si acaso cree que no merece el trato que recibe de mi parte, lo único que tiene que hacer es llamarme y con todo gusto le daré la cara para que usted pueda tomar la acción que crea necesaria en contra mía, no me esconderé en ningún momento y con gusto aceptaré la acción que usted desee tomar en mi contra.
Fulminé con la mirada a Atlas, y por respeto a mis papás no comenté nada más, arreglaría esto fuera de aquel terreno. Esperé el tiempo suficiente y dije algo como " Es tarde, creo que deberías retirarte ya".
- Antes permíteme lavar los platos.
Sonreí de manera malévola, pues sabría que mi mamá no le permitiría hacerlo.
- Señora usted conoce nuestras reglas y nuestra forma de vida, permítame comportarme como me han educado y lavar los trastes.
- Ella se negó, tu vida no es la vida que se vive aquí, comienza a entenderlo, dijo mi mama.
Él se levantó de la mesa, agradeciendo los alimentos y la amble compañía. Le entregó una tarjeta con sus datos a mi papá, - señor, como dije en el momento que lo necesite le daré la cara, si usted considera que he ofendido en alguna manera a su hija, obviamente esto dejo sin palabras a mi papá y puedo aventurarme a decir que lo dejó más que complacido.
Lo acompañé a la puerta de salida no sin antes asegurarme de que estuviera bien cerrada tras de mí. Le tomé por los hombros para que pudiera verme a los ojos, por supuesto lo puse un escalón abajo para poder quedar a la misma altura.
- Escúchame bien, dije, eso que acabas de hacer, mover tus pestañas para conquistar a mis papás era completamente innecesario, si tú crees que puedes venir a tomarte esas libertades, debes estar de broma, no quiero, necesito o deseo que estés enamorando a mi familia para que yo caiga rendida a tus pies, posiblemente eso jamás sucederá, y después de lo que hiciste que de sobra esta decir fue en contra de mis deseos Estas en deuda con migo, creo que lo justo es que tú te sientas como me estás haciendo sentir, ahora tu deberás buscar un castigo ejemplar para que me deje complacida y así poder perdonarte por todo esto.
- Patea traseros, continuas sorprendiéndome, dime ¿qué castigo consideras justo?
- Necesito saber que tan creativo eres, le dije, utilizando con toda la intención las palabras que el utilizó antes conmigo.
- Me gusta tu actitud, aunque debo de mencionar que tú no puedes tomar ninguna acción correctiva en mi contra, dame 24 horas y encontraré algo que te complazca.
- Referente a los platos dije, ¿Cuándo podré manejar tu coche? Después de todo perdiste esa pequeña apuesta, le sonreí ampliamente al tiempo que crucé mis brazos.
- Me rodeo con sus brazos, pequeña, aun te gano en ese terreno, es cierto que ganaste el derecho de conducir mi coche, sin embargo no especificaste cuando, así que, no será en un futuro próximo.
Me removí de entre sus brazos intentando liberarme, sin ningún éxito.
- Algún día Atlas seré más fuerte que tú y lograré liberarme a placer.
- El río, hasta que ese día llegue disfrutaré de tenerte entre mis brazos de esta manera. Inclinó su cabeza para quedar recostado sobre mi hombro, momentos después se despidi��.
Nos vemos mañana patea traseros, misma hora mismo lugar.
Al entrar no pude evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en mi cara, mi papá que estaba en su estudio me llamó para hablar con él unos momentos.
- Hija, me dijo, parece un buen muchacho, ¿ Quieres que hablemos de él?.
- Dudé unos momentos - Papá ya no soy una niña y agradezco que te preocupes por mí, definitivamente el no tenía derecho a decir lo que dijo hace unos momentos, pero esta gente no conoce los límites, ¿me gusta?, la respuesta es sí, pero sé que no soy su tipo, lo que te digo es verdad, no le he dado entrada a mi corazón porque sé que solo yo saldré lastimada de esto, me encanta tenerle a mi lado, pero sé que algún día alguien más le llamara la atención y se irá corriendo tras sus faldas, no puedo darme ese lujo dije, especialmente después de la última ocasión.
- Él, sin embargo parece honesto en cuanto a sus intenciones.
- Parecer no es lo mismo que ser – recuerda- lo mismo sucedió la última vez – suspiré - y créeme que en más de una ocasión he querido rendirme a sus encantos, pero he resistido y sé que resistiré, solo soy una novedad, desde que a donde voy seré la única mujer y quizás ese sea su mayor motivante… El me agrada más de lo que me agrada cualquier otro de los chicos que han tenido alguna intención con migo, me trata como una verdadera dama y él se comporta como un caballero. Si algún día algo cambia, seguro serás el primero en saberlo, le dije.
- Ya que estamos solos dediquemos éste tiempo para hablar de tu partida…
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6. "I'll Never Find Someone Like You"
Continuo pensando y volviendo a pensar en la razón del por qué accedí a ser transportada por Atlas para mi cita con Erick, sé que lleva una muy buena razón detrás de todo, solo que me cuesta confiar en que Atlas tiene únicamente "buenas intenciones" con migo o un interés genuino. Pensaba en eso cuando me sorprendió con un comentario propio de él:
Me alegra saber que no elegiste un vestido para el día de hoy.
No es que sea algo especial - dije, es un día como cualquier otro, sonreí y subí un poco más el volumen del radio, la canción que sonaba era movida y pegajosa.
Cuando llegamos al lugar en donde me encontraría con Erick, no cruzó por mi mente el hecho de que me acompañaría hasta mi destino, eso me perturbó un poco. Sin duda, él lo notó con su habilidad que tiene para leerme como si yo fuese un libro abierto.
Juega a mi lado, patea traseros, te aseguro que si tienes el estómago para hacerlo y si realmente quieres poner a éste tipo en su lugar, lo disfrutarás enormemente.
Es tan difícil ver a través de tus ojos - confesé - es difícil creer que harás esto a mi lado por la única razón de complacerme, le tomé el brazo y camine a su lado.
La propuesta continua Patea traseros "Pruébame y no querrás dejarme ir".
Y la respuesta continúa siendo la misma, no jugaré un juego en el solo resultaré lastimada yo, el recuerdo de la rubia besucona que nos encontramos aquel día que escapé de ti (reí un poco), me ayuda a regresar mis pies sobre el suelo dejando claro que no soy tu tipo, y por sobre todas las cosas no quiero salir herida, aunque al final de todo, sé que la única herida seré yo.
Casi llegábamos a nuestro destino, el no hizo ningún otro comentario. Erick puso cara de pocos amigos al verme llegar con Atlas, quién por su parte caminó mirándole directamente a los ojos, actitud que cuadraba perfectamente a una pelea de poder, sin duda alguna, me quedó más que claro que Atlas es del tipo que le agrada marcar su territorio y dejar en claro su superioridad, me alegré un poco de que Erick al fin hubiese encontrado alguien que lo pusiera en su lugar.
Erick sonrió de manera forzada -Puedo encargarme desde aquí, le indicó a Atlas al tiempo que me tomaba de la mano y me acercaba hacia él.
Márcame cuando te desocupes, me dió un beso en la mejilla, me abrazó y sonrió, se fue alejando sin soltar mi mano y cuando mi brazo estaba totalmente extendido besó el dorso de mi mano en un acto totalmente medieval. ¡¡Erick‼ - Le gritó Atlas, esfuérzate un poco más, me lo estas dejando muy sencillo, se retiró de ahí dejando con cara de perplejidad a éste.
¿De qué va esto? - demandó saber mi ahora enfurecido acompañante. Explícame como teniendo una cita con migo, es que él te viene a dejar.
¿Qué tiene de malo eso? - le dije con cara de total ingenuidad. Es un amigo que se ofreció a darme un aventón, le dije con voz y cara de niña buena, además Erick seamos honestos, tú fuiste sincero con migo cuando te confesé el contenido de mi corazón, esto no debería molestarte, solo eres mi amigo, ¿cierto?
Cierto… respondió un tanto dubitativo, siendo consciente de su injustificado arranque de furia.
Ahora si no te molesta vayamos a comprar los boletos para la función, se nos está haciendo tarde , y realmente me gusta ver completa la peli.
De antemano sabía que tendría que pagar mi boleto de entrada, por lo que rebusqué dentro de mi bolso para estar lista en el momento en el que pasáramos a la taquilla, Erick pidió los boletos y tal y como lo adiviné me pidió mi parte del boleto. La sorpresa llegó cuando el chico que estaba en la taquilla, le indicó que mi boleto ya se encontraba pagado, procedió a entregármelo únicamente. Sonreí al no poder hacer nada más, Atlas sí que tenía todos los puntos cubiertos y sabía cómo sorprender a alguien.
Erick me miró con algo de desagrado, ¿continuas diciendo que solo es alguien a quien conociste un fin de semana?
Vamos - dije, hay personas esperando, caminemos.
No tiene ningún objeto continuar negándolo - acepté - no te mentí, es verdad que solo es alguien a quien conocí el fin de semana, pero éstos últimos días se ha convertido en algo más que eso, me ha mostrado lo que en su definición es cuidar de la otra persona, y eso no me desagrada ¿ sabes?.
No debiste acceder entonces a venir con migo entonces - refunfuñó.
Erick, tu dejaste bien claro que solo seríamos amigos, no le veo nada de malo al venir al cine a tu lado, pero si eso quieres entonces nos podemos despedir dije, me di la vuelta y comencé a caminar.
En un arrebato de algo que aún no sé cómo definir, él me tomó por el brazo me giró hacía él y comenzó a besarme, me retiré de inmediato y le empujé, no lo hagas dije, le di una bofetada y en franca molestia me retiré de ahí. Momentos después me alcanzó.
Aléjate, le pedí, ya no deseo más tu compañía.
Discúlpame - dijo, e intentó abrazarme, Atlas salió de la nada y le impidió hacerlo.
Ella ha dicho que no quiere tu compañía, ¿acaso eres sordo?
¡¡Tú‼ le gritó ¿cuáles son tus intenciones con ella? En una plaza llena de gente y ellos levantando la voz, buena idea chicos, pensé.
Mis intenciones con ella, solo nos incumben a ella y a mí, solo sé que si ella no desea tu compañía debes retirarte, me invitó a seguirle extendiendo su mano para que la tomara, yo accedí sabiendo que era lo mejor.
Salgamos de aquí, dijo, me rodeó con su brazo, vayamos en busca del vestido para "Cinderella".
Dentro del carro, limpié unas cuantas lágrimas que salieron de mis ojos por el enojo que me provocó el ser besada sin mi consentimiento, me sentía internamente derrotada.
Ey - dijo - ¿Cuál es la razón de esas lágrimas?
Que me besó - dije- ni siquiera fue un buen beso, pero me besó sin mi autorización. No importa cuántos cursos de defensa personal haya tomado o lo buena que considere ser, me tomó desprevenida, bajé la guardia y no estuve lista para hacerle frente.
Si quisieras puedo besarte hasta hacerte olvidar ese beso - ofreció-.
Sé que me arrepentiré de esto, sé que debí ser más cauta al tomar ésta decisión, debí de pensar con la mente y no con mi corazón, pero hoy es uno de esos dias en los que necesito simplemente sentirme querida…
Si - dije bésame, y borra el recuerdo de ese beso horrible, le sonreí.
Acto seguido, detuvo el coche, afortunadamente aun estábamos en el estacionamiento de la plaza, y sin importar que una fila de coches estuviese detrás de nosotros, comenzó a besarme sin tregua y con pasión, invadiendo con su lengua mi boca, difícilmente pude seguir su paso, me besó con fuerza y él marcó el estilo y el ritmo del beso, se tomó su tiempo y se encargó de que fuera algo memorable, tuve que hacer fuerza para separarme y poder respirar, en ese momento mordió un poco mi labio inferior, tenía los ojos cerrados mismos que abrió lentamente para regalarme una tierna mirada que me derritió por completo.
Sin palabras, así quedé después de aquel contacto piel a piel, además de un poco acalorada, simplemente le miré un poco nerviosa y extasiada, sin duda deseosa de más.
Tenía tu autorización- dijo, no iba a desperdiciar la oportunidad, tu boca es dulce y suave, pídemelo cuando quieras y volveré a repetir la experiencia con gusto, honestamente espero que llegue el día en que no deba solicitar tu autorización para hacerlo.
Dios, tuve que reunir todos mis pedazos que estaban esparcidos por ahí para poder articular palabra, obviamente no iba a reconocer que casi se me caen los calzones con tremendo beso - No estuvo mal - dije, quizás en alguna otra ocasión te permita mostrarme que puedes hacerlo mejor.
¡Oh! Pequeña patea tarseros insolente e insaciable, puedo intentarlo ahora mismo…
¡Dios! no podría resistirlo, no sé lo que haría o peor aún… lo que le permitiría hacer… No - dije - lo mejor será llegar a nuestro destino.
Sonrió de una manera en la que puedo decir que estaba complacido y arrancó el coche para dirigirnos a nuestro destino, pude comprobar nuevamente que esta gente no se anda con rodeos en las cosas que promete o se compromete a realizar. Casi pude adivinar nuestro destino al ver el camino que tomó mientras conducía, llegaos a una tienda exclusiva, no quería ni siquiera entrar.
Atlas sé que accedí a recibir regalos, pero no regalos tan costosos, cada vestido que compras aquí pagaría …
Antes de que terminara la frase él me interrumpió olímpicamente. - Lo que sea que pague no deberá importar, lo importante aquí es que tendrás un evento muy importante y debes lucir aún más bella, además si estos precios te escandalizan, no quiero saber que pensarás cuando te acompañe a elegir tu vestido de novia.
Para ese magno evento - le respondí - quien me estará acompañando y pagando todos los gastos será mi futuro esposo y no sé si continuarás siendo mi guardián para cuando esto suceda, pero no te veo siendo mi "damo" de compañía para ese entonces.
Precisamente - dijo - para cuando ese magno evento suceda yo seré quien esté pagando tu vestido de novia.
¡Ésto es demasiado! - Es tiempo de aclarar algo señor "Me gustan las cosas a mi manera", usé mi voz seria y solemne, ser mi esposo será un privilegio pues yo no quiero un esposo por unos meses, yo busco un esposo para el resto de mi vida, para comenzar será un honor que alguien pueda llamarse "mi novio" será un privilegio que no le permitiré a cualquiera ¿sabes?, y para ello se habrá tenido que ganar mi corazón, debe ser alguien en quien pueda confiar con los ojos cerrados y sin dudarlo , será alguien de quien me sienta orgullosa, por sus logros y porque sin importar lo que tenga en la vida yo seré su prioridad, antes de cualquier persona y ante cualquier situación , debe inspirarme en más de un sentido, será alguien que me enamore cada día de una manera diferente con pequeñas acciones o detalles y que por sobre todas las cosas me ame más que el día anterior, me deberá haber conocido en pijama, sin maquillaje y en mis peores días y aun así seguiré siendo la persona más formidablemente guapa para él, será quien quiera todos mis besos sin excepción y sin importar que me encuentre enferma, será quien logre derribar todas las barreras que he puesto para no resultar lastimada, será quien aguante cada una de mis rabietas, me abrace fuertemente y me diga lo bella que luzco enojada, me enojaré aún más, pero él sabrá que un beso borrará toda mi furia, y de no ser así, permanecerá abrazándome hasta que nos perdamos en un profundo sueño o se me pase la rabieta, lo que suceda primero, será quien me permita elegir lo que comeré en un restaurant cuando me invite a comer, y quiera compartir un postre con migo, invitándome a tomar otro, que me ame cuando este vieja y gorda, no seré fea por supuesto, será un perfecto caballero no solo con migo si no con toda mi familia, conocerá cada parte de mi cuerpo pero sobre todo de mi alma, no sé si se me está escapando algún punto, pero definitivamente es lo mínimo que espero de alguien a quien pueda llamar mi novio, como puedes ver, no cubres el perfil, lo lamento.
Es una larga lista patea traseros, exiges demasiado - dijo - ¿tu estas dispuesta a brindar lo mismo?.
Precisamente, cuando la persona adecuada llegue, encajará como guante en mi mano, para él no serán exigencias, será simplemente su comportamiento normal, dije, así como será también el comportamiento natural para mí, será perfecto, lo verás - dije - . Ahora deja todas esa bromas referentes a ser mi novio, pareja o amante, continuemos eligiendo el vestido.
Rodeó mi cintura con sus brazos en un acto que me tomó realmente desprevenida, él estaba a mi espalda, me susurró una sencillas palabras al oído " Reto aceptado". Se retiró de ahí dejándome con el corazón agitado y sin palabras en mi boca. Esa era la segunda vez en el día en que me sorprendía de tal manera que las palabras no alcanzaban a describir mis sentimientos.
Nos llevaron una serie de vestidos largos, Negro, le indiqué que era el color que quería para mi vestido, largo y con escotes poco reveladores, quiero usar tacones (desde que el sería mi pareja podría darme ese lujo).
Salí del probador, con una sonrisa de oreja a oreja, luciendo un espectacular vestido que cubría todos los requisitos, se ajustaba perfecto a mi figura, la mujer que nos ayudaba con esto me dijo que mi cabello luciría muy bien recogido en mi nuca, ella lo peinó de manera rápida demostrando su idea, Atlas simplemente aplaudió. Tráenos unas zapatillas que complementen el atuendo, le ordenó, ella asintió.
¿Ya tienes la cita en el lugar donde te maquillarán?.
Uhmmmm supongo que eso lo hare yo, dije.
El sacó su celular y al igual que la ocasión anterior donde busco la muñeca, dio instrucciones para que hicieran una cita en algún salón, necesitaré que arregles el transporte también - ordenó.
Listo creo que todo está resuelto.
Puedo ver que dar órdenes es algo que disfrutas, y que además sean acatadas sin ninguna objeción - le señalé.
Solo exijo el servicio por el cual estoy pagando - repuso.
Deberás presentarme a tus contactos, es genial que puedan solucionarte la vida con una llamada.
Él sonrió, ya los conocerás, dijo sonriendo, ellos también están ansiando conocerte.
Cuando quedamos complacidos con el atuendo, más él que yo, hizo unos arreglos más para que le hicieran algunos ajustes al vestido y salimos de ahí.
Atlas, dije, ¿podemos hacer una parada para comer?, realmente muero de hambre.
¿No has comido?, inaceptable, patea traseros, inaceptable.
Dado que iba a ir al cine e iba a comer palomitas y chucherías no comí apropiadamente, de haber sabido que las cosas tomarían otro rumbo, hubiese comido algo.
Inadmisible dijo, la comida es muy importante, vamos.
Esta ocasión no opuse ningún tipo de resistencia en cuanto al lugar o que el ordenara, en cuanto llegó el primer plato comencé a degustarlo sin esperarlo siquiera a que el comenzara.
Esa es solo una parte de ti que me encanta dijo, le miré con la cuchara aun en la boca con cierta incredulidad. ¿he?.
No te limitas en comer, es muy aburrido tener que escuchar a las chicas decir que deben cuidarse, que no comerán esto o aquello, o simplemente dejan toda la comida en el plato sin siquiera tocarla pero deseando poder terminarla por completo, tu por el contrario no desperdicias comida e incluso buscas el postre.
Y es por eso que no tengo figura de Barbie, bajé un poco la cabeza.
Eres perfecta, pero aún no lo reconoces jajaja
Altas, tu llevas algun tiempo con ellos de acuerdo a lo que dijeron y entendí…
Si, llevo aproximadamente 4 años,
¿Que has logrado? ¿Que avances llevas?
Te los mostraré una vez que te mudes con nosotros, me sonrió y referente a eso necesitamos definir algunas cosas más , comenzaré por dos puntos
Como tu guardián necesito que portes algo que te distinga como mi protegida, aunque dudo mucho que alguien no sepa ya la noticia, sin embargo reglas son reglas y créeme no querrás romper ninguna, lo que sea que elijas, tendré que colocarlo enfrente de todos, por lo que mi sugerencia es que sea un collar, pulsera o algo por el estilo, hay quienes han elegido tatuajes y hay quienes no han tenido opción. Todo depende del guardián pero como tú me caes bien y eres buena besadora he decidido dejar que tú seas quien decida.
Quiero hacer un trato, digamos fuera de los registros contigo, como tu guardián es mi responsabilidad castigarte cuando cometas alguna falta, y aun cuando declaraste que te gustaban las nalgadas, créeme que no te gustará ser azotada enfrente a una multitud, eso prefiero hacerlo en privado, habrá algunas ocasiones que debamos hacerlo, y lo lamentaré más que tú, para las ocasiones que necesite disciplinarte y que no sea necesario mostrar evidencia de ello pienso que podría cambiar la disciplina por una sesión de besos, masajes, cosas que nos permitan una mayor intimidad.
Abrí los ojos como platos ante tales confesiones, tragué lo que tenía en la boca, él quiere intimidad, pero yo nunca he intimado con nadie antes.
Creo que no estás haciendo un buen trabajo como mi guardián, realmente asumes que conozco todas las reglas y lo que debemos hacer, me gustaría que me explicaras a fondo el proceso si no te molesta. Y entonces después de todo eso pienso que estaré en la posición de llegar a un acuerdo contigo.
Muy inteligente de tu parte. Puedo comenzar a detallarte todo aquí mientras pedimos que nos sirvan otro postre.
Uf realmente estaba satisfecha, pero los postres de ese lugar son realmente deliciosos.
Si, acepto, brinque un poco en la silla.
Esa es mi chica dijo al tiempo que llamaba al mesero.
#amorincondiconal#pateatraseros#beshakarenice#buenasintenciones#nuncaquerrasdejarmeir#novelaencurso#historiasenmimente
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2. "Who says you can't go home"
¡Jamás mencioné mi segundo nombre!, grité al momento en que me puse de pie, para ser una persona a quién no estaban esperando, saben demasiado, ahora o me permiten salir o comenzaré a gritar fuertemente. Introduje la mano en mi mochila rebuscando por mi celular al tiempo que me preguntaba una y otra vez, donde había quedado mi prudencia, debiste haber tomado mejores decisiones y prestado más atención a los peligros, para ser una persona que ha estado tomando cursos de defensa personal, bajaste la guardia muy fácilmente, me repetía mi traicionera mente en su modo "regañón".
En un movimiento impresionantemente rápido Mario me arrebató mi bolso, y César me tomó por el brazo con la fuerza suficiente para sentarme nuevamente.
Escucha lo que tenemos por decirte, no crees que si realmente hubiéramos querido hacerte algún daño lo hubiésemos hecho ya. Utiliza tus sentidos, ¿en algún momento te has sentido incómoda?.
Relájate, insistieron….
Justo en ese momento entró una mujer, pequeña, delgada, facciones finas, con un cabello larguísimo el cual llevaba sin ningún adorno suelto a su espalda, ojos color gris.
Todos ustedes, expliquen de inmediato que hace ella aquí, demandó en un grito.
Mario se acercó a ella y le dijo algo al oído, ella fijó sus ojos en mí sin decir una palabra más.
Beshakarenice, es todo por hoy, nos pondremos en contacto contigo, por favor permítenos proporcionarte transporte seguro. Tomó su celular e hizo una llamada, " encuéntranos en mi oficina" fueron las únicas palabras que dijo para despues colgar. Nadie dijo nada más, ella debía ser la persona que mencionaron momentos antes: su líder.
Momentos después entró el muchacho con quien había peleado.
Señorita " puedo patearte el trasero", inclinó la cabeza a manera de saludo, ahora vestía jeans y una playera tipo polo, recogió su cabello detrás de su nuca, había retirado los vendajes de sus manos y el aroma que desprendía era simplemente delicioso, nuevamente no pude ocultar en mi mirada la delicia que era verle.
Encárgate de levarla a su hogar, su seguridad está a tu cargo a partir de ahora. - Le dijo Mario.
Él realizó un movimiento de aceptación, con su cabeza, me miró y dibujó una leve sonrisa en su rostro.
Supuse que ya no había nada mas que decir cuando me tomó con un leve toque de su mano en mi codo, empujando un poco hacia la salida y con rumbo a donde estaba su coche, abrió la puerta para mi al estar dentro del mismo, me pidió ponerme el cinturón de seguridad.
En un momento - dije, pero al ver que no me lo ponía, detuvo inmediatamente la marcha del coche, - no saldremos hasta que no te lo hayas puesto, dijo y de mala gana lo hice.
Rebelde, dijo, sin duda eres 100% Rebelde. Si hubiese sabido que nunca antes habías peleado, no hubiese accedido bajo ninguna circunstancia a hacerlo, acepta mis disculpas por haberte golpeado, aún no me queda claro porque te dejaron participar, hizo una breve pausa.
¿Y por qué no habrían de permitirlo?
Este es un torneo que solo está enfocado para hombres, dijo apesumbrado y un poco apenado por sus palabras, puedo ver que curaron tus heridas.
Lo sé, exclamé, es genial ¿no crees?, simplemente levató sus hombros, supongo y me aventuro a decir que eso era algo que él veía rutinariamente y ya no le causaba asombro.
Continuó concentrado en su misión, manejar, y bien - me dijo nuevamente ¿ a donde debo llevarte?
Si no te importa, quisiera que me llevaras a la plaza XXXX.
Señorita patea traseros, necesito una dirección a la cual dejarte, escuchaste a Mario su indicación fue clara, "llévala a su hogar", tu seguridad está en mis manos.
La plaza esta perfecta, además si tu no dices nada, yo no diré nada, nadie se enterara donde me dejaste.
Resopló por la nariz y movió la cabeza de un lado a otro.
Ya veo- dije, eres del tipo que le gusta hacer y voluntad y no está acostumbrado a que le lleven la contraria, es muy interesante.
Tu eres una rebelde, dijo.
Mira, tu propuesta de llevarme a casa resulta bastante atractiva, desde que la mitad de mi capital se fue pagando el taxi para llegar a las pruebas, (aun no sé por qué compartí ese tipo de información con aquel atractivo chico) pero aún tengo que bajar un poco la emoción de todo lo sucedido, así que pasaré por la plaza, me compraré un helado con mucho chocolate, meditaré lo sucedido y regresaré a casa, si llego en este estado eufórico, mis padres comenzarán a tener sospechas.
¿Chocolate?
Si, obscenas cantidades de chocolate dije, además de que necesito re-buscar el regalo de cumpleaños de mi hermana.
Se rió sonoramente al tiempo que decía - te juzgué mal, patea traseros, pensé que serías de las chicas que se alimenta a base de ensaladas.
¿Acaso me viste cara de conejo? - pregunte, Soy de las chicas que repite el plato de comida hasta quedar satisfecha, se va directo al postre, y no deja nada en el plato.
Muy interesante descripción afirmó, entonces pasemos por la plaza para que compres tu helado y de ahí directo a tu casa, escuchaste la instrucción de Mario, y la instrucción es dejarte en tu casa- enfatizó.
¿Por qué la insistencia de llevarme a casa? Definitivamente no es una opción, dije en tono determinante, quizás esperando que él desistiera de sus intenciones y aceptara eso como respuesta final.
Ellos me dieron una instrucción, la cual debo cumplir, puedo llevarte a la plaza y después a tu casa, no tengo problema en hacer eso.
Mi mente estaba trabajando a mil por hora planeando un plan de escape, ciertamente mi intención nunca fue la de permitir que éste atractivo, apuesto y poco a poco más irresistible chico, conozca mi lugar de residencia.
Antes dijiste que habías gastado la mitad de tu presupuesto pagándole al taxi que te llevara a las pruebas, ¿acaso tu novio no puede encargarse de tu transporte?
Si, dije, lamento haber dicho esas palabras, no hagas caso, no es la primera vez que me veo en aprietos financieros, y seguramente saldré adelante como en cada ocasión, y por el momento no me encuentro en ninguna relación, que yo sepa.
Sonrío y por primera vez pude ver lo bello que luce su rostro al hacer aquel movimiento, Si lo pides amablemente puedo ser tu transporte hasta que tus situación financiera se regularice, dijo con una sonrisa en los labios y soñando de una manera impresionantemente casual - ya que no tienes compromiso.
No lo creo dije riendo, sabes que mi primer clase en la universidad es a las 7AM, y no veo que seas el tipo de Romeo que se tome el tiempo de estar por mí en mi casa con antelación para llegar a tiempo a mi Universidad, sin contar que tu tendrías que ajustar tus horarios, ( sigo sin comprender por qué continuo dándole información). Sin contar que todo en esta vida tiene un precio, y no sé siquiera si quiero saber que está pasando por esa mente tuya. Además dije, tu novia puede posiblemente molestarse y no estoy lista para lidiar con novias celosas en este momento.
Señorita Patea traseros, me complace informarle que soy una persona que no cuenta con algún compromiso, no existe ninguna persona que pueda requerir de mi atención en estos momentos, por lo cual te diré: "Pruébame... y nunca querrás dejarme ir".
Diablos, por qué tenía que decir aquellas palabras... - Tentadora tu invitación, músculos, dije al tiempo que puse mi mano en sobre su brazo, tratando de lucir despreocupada al hacerlo, incluso miré hacia otro lado mientras lo hacía, pero … Oh Dios!! Lo hice con toda la clara intención de disfrutar de aquellos músculos, solo que tendré que rechazarla, puedo valerme por mi misma, - afirmé.
Una vez en la plaza, y tan pronto como estacionó el automóvil bajé de inmediato del coche, aunque por un momento me pareció que él hubiese querido abrir mi puerta.
Bien dijo, vamos por tu helado.
Desde aquí puedo encargarme por mi misma dije, me gusta disfrutar mi helado con total calma, mientras deambulo por ahí sin rumbo o dirección, y a juzgar por la limpieza de tu coche, no me subirás a él si traigo comida encima ¿cierto?, por lo que no te haré esperar mas, fue un gusto conocerte, nos vemos, dije, le di la mano y me despedí.
El tomó mi mano, sin soltarla comenzó a caminar jalándome un poco para hacer lo mismo, - Toma tu tiempo dijo.
Por simple cortesía, le pregunté si quería un helado al llegar a la heladería, él negó con la cabeza, al tiempo que rebuscó entre su pantalón le entregó un billete al chico que nos atendió indicándole que se quedara con el cambio.
No quise pelear por ello pues bajé la guardia al darle yo un bocado a mi helado antes de pagarlo, y él aprovecho ese momento ¿para quedar bien? No lo sé con certeza, quizás solo es un caballero después de todo.
Busqué una banca cercana para descansar y poder disfrutar mi delicioso manjar, ¿quieres un poco? dije tratando de ser educada.
Si quiero dijo al tiempo que sostenía mi mano con la que sostenía el helado, quiero el pedazo de chocolate que se quedó en la comisura de tus labios ¿ puedo tomarlo con mis labios?
Le retire de inmediato.
¡Claro que no! Exclamé! no juegues con migo, me puse de pie en franca molestia.
Era solo una broma, dijo él al tiempo que también se incorporaba, tranquilízate.
Caminé por ahí y el simplemente caminó a mi lado en silencio, se sentía rígido pero aun así caminó con seguridad y aplomo, la espalda recta y atrapando miradas a su paso, volteó a verme cuando se percató de que le miraba por el rabillo del ojo- si terminó señorita patea traseros, ¿podemos irnos ya?
No - dije.
Me da lo mismo dijo, si cooperas o no, de cualquier manera te subirás al coche.
Anticipé una batalla por su respuesta y mi poca tolerancia ante tal respuesta, solo que antes de que pudiera responder a eso como Dios manda, una guapa rubia delgada, estilizada e impecablemente arreglada, se le lanzó encima:
Atlas, ¡Que sorpresa verte!
Por supuesto el respondió de inmediato el saludo, con un beso en la mejilla de ella, mientras se la quitaba de encima.
Era todo lo que necesitaba ver, mi mente reaccionó en ese momento, ésta era justo la ventana de tiempo que estaba esperando, sin dar ningún tipo de aviso y aprovechando la ocasión, moví mi trasero de ahí para no verle más.
Dios eso estuvo cerca, caminé lo más rápido que pude hacia la salida más cercana y de ahí me perdí entre las calles donde troté lo más casualmente posible para no llamar mucho la atención, me detuve unas calles antes de llegar a casa para recobrar el aliento y repasar un poco lo sucedido, sonreí por el recuerdo de haber estado tan cerca de tremendo tipo, aunque por otro lado pensé en la rubia que lo abordó, seguramente ese tipo de chicas son lo de él, rubias bien arregladas y muy femeninas, damiselas en peligro, revisé un poco mi atuendo antes de llegar a casa, no vi nada raro me revisé en el espejo de un coche antes de entrar para ver que no estuviera nada fuera de lugar. Entré a mi casa y me propuse a olvidarme de lo sucedido.
Dos días después, cuando llegué a mi salón de clases, me sorprendí a ver al musculoso-atractivo-guapo muchacho del que escape hacía algunos días, obviamente me sorprendí al verle, y más aún a esas horas en la mañana perfectamente arreglado. Me detuve en seco y supongo que mi rostro reflejó de la misma manera la sorpresa de verle, mi corazón se puso a latir a mil por hora, ésta gente sí que no se andaba por las ramas, mil imagines pasaron por mi mente, ya que él claramente estaría molesto por lo sucedido, grandiosa idea la tuya de escapar, me dije mentalmente.
¿Qué es lo que estaba buscando? ¿Qué quería? ¿Cómo diablos me había localizado? Estaba segura que nunca dije donde estudiaba, vivía o algo por el estilo, sin embargo siempre estaba la posibilidad de que solo fuera una coincidencia y que no fuera yo la persona que estaba buscando, me decidí a caminar hacia mi salón de clases, a lo cual el hizo lo propio para alcanzarme antes, me miraba directamente a los ojos mientras lo hacía, Dios, eso me resulta tan intimidante y excitante al mismo tiempo, debo confesar que requerí de todo mi autocontrol para no dejar de caminar, me recordaba a mí misma : Pie izquierdo, pie derecho, vamos tu puedes...
Al tenerle frente a a frente mi mis rodillas temblaban inevitablemente.
Buenos días señorita, "Puedo patearte el trasero".
Buen día respondí, mi nombre es Besakarenice dije firmemente, puede llamarme así o BB como lo hace todo el mundo.
"Patea traseros" suena bien para mi - dijo.
No quería ser la primera en preguntar ¿Qué haces aquí?.
Me miro a los ojos en lo que supuse era un acto en el cual buscaba algún gesto en mí que le descifrara mi sentir actual, como dije antes, requerí de todo mi autocontrol para no revelar que me derretía tanto por él como por su actitud, aunque los colores de mi rostro sin duda le dieron alguna pista, acercó lentamente su rostro hacia mi rostro lo que ocasionó que diera unos pequeños pasos hacia atrás, él no se detuvo hasta el momento en el que mi espalda tocó la pared.
El día que te conocí la por primera vez algo en tí me resultó desconcertante, cuando nos enfrentamos en aquella pelea tu energía me desconcertó y sin duda alguna ahora has logrado interesarme, ninguna mujer había escapado de mí con anterioridad, así que tienes toda mi atención.
Atención que no deseo, dije en una clara mentira, al tiempo que con mi dedo índice sobre su pecho le empujaba hacia atrás, además me ofende que me pongas a la altura de cualquier mujer, yo no soy igual a nadie más ni cumplo con el estereotipo que la sociedad tiene respecto a lo que debe ser la "mujer perfecta" yo he formado mi propia definición de perfección, la cual además luce excelente sobre mí. Pude observar sobre su hombro que mi profesor estaba llegando a clase.
Si me disculpas, algunos tenemos clases que tomar.
Se retiró un poco para darme espacio, estiró la mano y me dio una pequeña bolsa de papel, diciéndome que me encontraría termino de mis clases, y que esperaba que lo disfrutara, señalando la pequeña bolsa.
Ingresé a mi salón claramente sonrojada.
Hurgué dentro de la bolsa y su contenido era un vaso térmico de café de una reconocida marca de Café y un sándwich calientito.
Volteé a ver hacia afuera del salón y él bajaba por las escaleras, muy en mi interior deseo que se vaya pero otro lado de mí, un lado mucho más oscuro y con ganas de tomar ésta aventura quería que se quedara a mi lado, solo para mí.
Tienes un admirador, dijo mi compañero de banca, Erick, a lo cual le respondí con una sencilla sonrisa, él sabía que me gustaba y mucho, solo que cuando le hice ésta declaración tiempo atrás, él aclaró que estaba interesado en alguien más y sus ojos no me han visto como una pareja o prospecto de, sin contar que el destino quiso jugarme una mala pasada y terminamos trabajando en el mismo lugar, es un doloroso recordatorio diario de que no puedo tenerle, fuera de disfrutar simplemente viéndole, al paso de tiempo incluso mi vena masoquista detesta la situación, por lo que he decidido simplemente ignorarle un poco para ocultar mi decepción.
Aun cuando mi estómago pedía a gritos que le diera a probar esos manjares, mi conciencia me dictó tener prudencia, "nunca comas nada que te de un extraño" mi familia se había empeñado en aterrarme con esas palabras e historias de robo de órganos, que dejé la bolsa de lado y me concentré en la clase.
El tiempo pasó más rápido de lo que esperaba y resultó que mi siguiente clase se vio cancelada debido a la repentina ausencia de nuestro profesor... lo que casualmente me daba una hora libre antes de tener que llegar a mi trabajo.
Al salir de ahí, tal y como lo había prometido, estaba de pie esperando por mí, al verme salir con la bolsa, preguntó si no me había gustado su elección.
Él llamaba mucho la atención para mi gusto, por lo que lo invite a platicar en un lugar más privado, siguió mis pasos. Por mi seguridad me mantuve dentro de las instalaciones de la Universidad.
Bien, dije, señor me gusta hacer las cosas a mi modo, ¿qué te ha traído por aquí? Y lo más importante, como es que lograste encontrarme.
Vine a mostrarte que mi ofrecimiento de ser tu transporte iba enserio, también intenté sorprenderte con el desayuno, pero puedo ver que no lo tocaste, pensé que eras de las mujeres que no dejaba nada en el plato. Encontrarte fue sencillo, soy un hombre que cuenta con los recursos y los medios para hacerlo, el cómo lo hice, quizás algún día te lo revele.
A fin de evitar decir la verdad, opté por no decir una mentira, Lo que sucede es que esperé para compartir, ¿Quieres?
Sonrió, bien dijo, compartamos.
Al menos si quiere envenenarme, compartiremos también el veneno, pensé.
Me entregó un sobre blanco sin decir más, he venido también a traerte esto dijo, lo envían las personas con las que estuviste hablando en la asociación:
" Apreciable Beshakarenice,
Tenemos una propuesta para ti, te esperamos en el lugar donde nos conocimos, este sábado a mediodía, Atlas pasará por ti en el lugar y hora que indiques."
Mario, Jason, Cesar y Bruno.
Bien dije, si es todo lo que viniste a hacer, puedes retirarte dije en tono desafiante.
Rebelde, eres una rebelde dijo al tiempo que movía la cabeza de lado a lado. Antes de retirarme necesito una respuesta, como puedes ver, su instrucción es clara: "Atlas pasará por ti"
Como dije antes, puedo valerme por mi misma, no necesito que seas mi transporte, no necesito que te encargues de mi seguridad, y ciertamente no necesito que me andes persiguiendo.
Claramente tu no cederás con facilidad a que yo me convierta en tu transporte, y ya que soy el encargado de garantizar tu seguridad como escuchaste antes, no aceptaré una negativa como respuesta, lo que nos puede llevar a una batalla eterna, por lo que te propongo algo, arreglemos este asunto de una vez y por todas, hagamos una pequeña apuesta que ponga fin a este asunto , ¿Qué opinas?
Mis mente y la dosis de locura que en ella habita, se pusieron a procesar a mil por hora sus palabras, ¿Sabrá él que si existe algo en este mundo a lo cual no puedo resistirme es a una buena apuesta?, es una de las pocas cosas a las que no puedo resistirme en este mundo por más que lo intente, Dios ¿ por qué pones éstas tentaciones en mi camino a sabiendas de que no podré resistirme?
Le mire a los ojos tratando de anticipar su siguiente movimiento o al menos sus pensamientos, intenciones… ¿Que era lo que realmente escondía dentro de él, sus sentimientos y deseos ocultos?
Mi parte pensante , lógica, cauta y prudente, me pedía a gritos que respondiera en una negativa, sin embargo mi parte, aventurera, imprudente, ansiosa de aventura y la cual ardía en deseo por aquel chico, respondió por todas nosotras: Escucho tu propuesta.
Pídeme lo que sea, me invitó, aclarando que lo que pidas será algo humanamente posible, dijo, y si no puedo cumplirlo entonces tú ganas, pero si yo gano, haremos las cosas a mi manera, lo que quiere decir que seré tu transporte y no escucharé ninguna negativa de tu parte para ésto, y no podrás negarte a ninguna invitación, propuesta o regalo que decida hacerte.
¿Y si yo gano?
¿Qué es lo que tú, pequeña patea traseros realmente quieres ganar? Preguntó inteligentemente.
Mmmm, dediqué escasos 5 segundos a ese pensamiento, si yo gano, entonces las cosas se harán a mi manera, además de que serás mi pareja en mi fiesta de graduación. Esto último fue una jugada muy osada de mi parte, debo reconocerlo, era mi oportunidad para sacar provecho de la situación actual.
Entonces, es un ¿sí?
Estas jugando con fuego, me recordó mi sensata mente...
Sí respondí, es un sí.
Se frotó las manos, dibujó una maléfica sonrisa en sus labios y solicitó que le indicara mi petición.
Saqué un folleto de entre mis libros, verás dije, hoy es el cumpleaños de mi hermana, estuve ahorrando por meses para su regalo y cuando finalmente tuve la cifra para comprarlo, se agotó, estoy en lista de espera sin embargo llegará en al menos 2 meses, es ésta muñeca, dije señalando el catálogo; si logras conseguirlo para el día de hoy a la hora en que salgo de trabajar, consideraré que has ganado la apuesta.
¿Eso es todo dijo? , honestamente pensé que me pedirías algo que representara un reto mayor y por el contrario me sorprendiste con una petición de algo que ni siquiera es para ti.
Tomó su celular, marcó un número, una vez que alguien le tomó la llamada y le pidió a la persona del otro lado de la línea que le consiguiera el artículo que le solicité, lo pidió envuelto para regalo, concluyó con una frase inquietante, " conozco el precio de tus honorarios y sabes que no tendré problema en pagarlos", me sorprendí por supuesto
No lo creeré hasta no verlo dije, intentando sonar lo menos sorprendida posible.
Te acompaño a tu trabajo, indicó, solo para saber a dónde debo pasar por ti para entregarte el objeto que me hará ganador de ésta apuesta.
Asentí y me puse de pie para comenzar a caminar, ofreció ayudarme con mis cosas a lo cual me negué con un simple gesto.
¿Me darás ahora tu número de celular ?
No.
Así podré enviarte evidencia de tu derrota absoluta, rio entre dientes.
Y bien, dije, ¿cuánto dinero debo darte? la muñeca en si es costosa y el conseguirla por estar agotada supongo que lleva un precio de por sí, para saber si debo vender alguno de mis órganos para poder pagarte.
Metió ambas manos a sus bolsillos traseros del pantalón.
Señorita puedo patearle el trasero, en caso de que yo gane la apuesta, las cosas se harán a mi modo, tu accediste, y entonces no habrá deuda que debas pagar, al menos no en dinero.
No, no de ninguna manera, esto es aparte, escuché cuando dijiste que sabías el costo de los honorarios y honestamente no sé si quiero saberlos, pero lo que sí sé es que debo pagar mis deudas, es como he sido educada y dentro de las reglas nunca establecimos nada referente a pagos en especie.
Patea traseros, soy una persona que siempre busca ventaja, debo reconocerlo, él miraba al cielo, tú aceptaste una apuesta sin establecer reglas, por lo que encontraré y aprovecharé cada espacio en blanco en ésta pequeña apuesta y la usaré a mi favor, recuerdas que pregunté "Esos es todo", tengo tu confirmación y acepté tu palabra ¿ahora me dirás que no cumplirás?.
Patee el piso, no estás jugando limpio.
Nunca dije que iba a jugar limpio, detesto perder.
Bueno, dije en un arrebato por conservar la calma, siempre está el hecho de que no puedas conseguirla.
Si, dijo, siempre esta ese hecho, aunque yo cuento con los contactos y los recursos, no miento.
Finalmente llegamos al edificio donde trabajo. Bien, gracias por todo, puedes pasar aquí a tales horas por mí, sí y solo sí logras conseguir esa muñeca, ya veremos en que termina todo, en caso de que no puedas conseguirla entonces comunícate con migo para detallarte cómo es que te quiero bien vestido y presentable para mi fiesta de graduación comenzando por un corte de cabello que no te caería nada mal, sonreí ufanándome de mis palabras, le anoté mi correo electrónico en un pedazo de papel, aquí puedes enviarme la evidencia de mi derrota.
Bien dijo, ¿seré invitado a la fiesta de tu Hermana?
No, ese es un privilegio que aún no te has ganado. Además de que será algo pequeño solo en familia, ya sabes...
De acuerdo, dijo, te veo a la hora pactada, no me hagas esperar. Me giré sobre mis talones y caminé hacia la entrada a mi trabajo.
Veo que tu admirador te trajo a la puerta de la oficina, señaló Erick en un tono un tanto serio.
No es mi admirador, dije en tono frio, es simplemente alguien que conocí el pasado fin de semana.
Tú no eres del tipo de las que disfruta salir por las noches a bailar o a algún bar, ¿dónde lo conociste?
Su repentino interés es algo raro en él. Eso no es de tu incumbencia dije
Ten cuidado dijo, alguien como él quizás solo quiera jugar contigo, además de que tu no eres de ese tipo, sonreí de una manera cortes pero con ganas avasalladoras de sacarle los ojos, ¿acaso cree él que no puedo ser tan atractiva como para que alguien como Atlas se fije en mí? estaba muy equivocado, ¿De cuál tipo pregunte?
De las que pasea por ahí con extraños que acaba de conocer y pone en riesgo su vida, recuerda lo que pasó hace algunas semanas, él se refería al asalto que me dejo destrozada anímica y físicamente.
No creo que deba aclarar que aquel desafortunado incidente no fue remotamente ocasionado por mí o por el tipo de mujer que soy, no te preocupes dije, se cuidarme sola, metí los ojos en mi computadora y me concentré en mis actividades.
Pasé las primeras horas de la mañana pegada a mi celular, esperando que llegara el correo electrónico, nada llegó, me sentía un tanto aliviada por éste hecho, decidí guardar mi celular en un cajón para no tener la tentación de revisarlo a cada instante en busca de ese correo.
Honestamente no pude casi concentrarme pensando ¿en qué momento había yo accedido a tal locura?, pasada la hora de la comida, revisé mi celular y efectivamente ahí estaba el tan deseado pero al mismo tiempo temido correo:
"Evidencia de mi victoria" decía el título del mismo.
#beshakarenice#historiasenmimente#whosaysyoucantgohome#nuevavida#novelaencurso#graciasporleerme#atlasyyo
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1." What doesn't kill you makes you stronger"
¿Qué haces aquí? Resonaba dentro de mi cabeza mi voz interna, solo quiero hacerte entrar en razón, decía. Ya no te encuentras en tu etapa rebelde, me recordé a mí misma a tus poco más 20 años es necesario que tomes decisiones más inteligentes basadas preferentemente en hechos y no por un simple instinto o por alguna "señal" que creíste que llego únicamente para ti.
Al mismo tiempo recordé como es que unos meses después de haber sido víctima de los escandalosos índices de robo con violencia en esta ciudad, viví algunas semanas en total encierro, sin el valor o la voluntad de salir a ningún lado, mi papá me invitó a tomar las riendas del asunto pues me encontraba llena de miedos, inseguridades y con inicios de una crisis de paranoia, toma las riendas de tu vida nuevamente e inscríbete a clases de defensa personal o algo que te haga sentir segura me dijo, no puedes vivir el resto de tu vida recluida en tu casa sin salir a ningún lado, sabía de antemano que él tenía razón, no criaron a una hija débil o sin voluntad para afrontar los desafíos de ésta vida, así que elegí la opción de Defensa Personal (aunque yo hubiese deseado algo más letal como Krav Maga), afortunadamente encontré un lugar ubicado entre el trayecto que debo tomar del trabajo a mi casa el cual se acomodaba a mi presupuesto y horarios, de esas situaciones que simplemente se acomodan como por arte de magia en tu vida y aquí estoy, meses después con mi nivel de confianza al 200% y las capacidades de derribar a mi oponente desarrolladas casi en su totalidad, me entregué apasionadamente a mi entrenamiento, mi instructor al igual que mi papá están satisfechos con mi desarrollo, sin embargo hicieron hincapié en algo, si te topas con un arma de fuego, es mil veces mejor entregar tus pertenencias a entregar tu vida.
Y así fue como a base de golpes literalmente, recobré mi autoconfianza de andar por las calles nuevamente, evitar pensar que cada transeúnte era un malvado asaltante que me atacaría a cada instante y lo cambié por la confianza de saber que podía neutralizarlos en caso de ser necesario. Nuevamente podía salir a la calle sintiéndome libre, por lo que era momento de celebrar.
Contrario a lo que cualquiera pudiera pensar mi manera de celebrar dista mucho de una noche de copas, pues no estoy a favor del consumo de alcohol y mi postura en contra del tabaco es aún más estricta, mi manera de celebrar es con una taza gigante de buen café licuado con una cucharadita de aceite de coco orgánico, crema batida encima, trocitos de chocolate y un trozo gigante de pastel Alemán, así que un sábado cualquiera, una tarde cualquiera, salí a celebrar conmigo misma, en mi cafetería local favorita de donde ya soy una cliente regular y de gustos predecibles, por lo que al verme entrar al lugar, de inmediato comienzan a preparar mi orden, tomé asiento en mi lugar favorito, muchas cosas me gustan de ese pequeño local: Su aire familiar, la amabilidad de las personas que lo atienden, los ingredientes que utilizan son enteramente locales además de promover el consumo local, el lugar es privado en sí, sus pasteles caseros y frescos, algo de lo que más amo es que todas sus tazas son diferentes, pareciera que asisten a mercados de pulgas a comprarlas, las tienen exhibidas tras el mostrador y puedes elegir cual usarás en cada ocasión, como dije antes, soy cliente frecuente, conocen a la perfección cuál es la taza de mi gusto ( una taza enooorme color blanco con pequeños corazones rojos en el exterior, por dentro es color rojo completamente y el asa forma un corazón) desafortunadamente no tienen el plato que le hace juego, pero aun así la adoro, mi lugar favorito es algo sencillo, un pequeño rincón en la parte trasera del local, junto a la puerta, el cual proporciona visibilidad total a su pequeño jardín, me detengo a pensar cada vez, cuanto tiempo le dedicarán a aquel pequeño paraíso, y sobre todo quien será la mano que lo cuida, nunca lo he preguntado, algo de lo que admiro son las hortensias en uno de los lados del jardín y la lavanda que queda justo enfrente, quizás sea el color lo que me atrapa , pues es mi color favorito, no lo sé. Disfruto imaginando lo que sería pasar el día ahí leyendo y aspirando ese delicioso aroma, y justo me encontraba con ese pensamiento cuando observé un pedazo de papel tirado en aquel jardín, no es algo usual pues lo mantienen impecable, por lo que me levanté a retirarlo de ahí, era una hoja de papel en blanco, lo puse encima de mi mesa, ya habían dejado ahí mi orden, cuando di el primer sorbo pude observar en el papel que aparecían letras , al principio se veían tenuemente pintadas como si estuvieran escritas con lápiz muy suavemente, creí que mi mente me estaba jugando una broma, vamos pensé, quizás ya las tenía ahí y no las pude distinguir porque vi muy rápido el papel, sin embargo entre más lo veía y atención le prestaba, más nítidamente podía apreciar las letras y un pequeño mapa se comenzaba a dibujar debajo de ellas, le di un gran bocado a mi pastel mientras lo disfrutaba, me concentré en ver lo que ese papel señalaba, pareciera como algún tipo de papel mágico, quizás un "mapa del merodeador" como Harry Potter, pero eso sería imposible, en mi mundo tal cosa se remite a simple fantasía. Reconozco que la curiosidad me llamó a prestarle más atención a cada momento hasta que me fue posible distinguir completamente el mensaje: " Gran Torneo de selección, se llevará a cabo el día XX del mes XXX, si estás dispuesto a tomar el reto de llevar tus habilidades físicas y energéticas al máximo, asiste a tomar ésta prueba, solo los más aptos podrán quedarse con nosotros", se mostraba un mapa que trazaba la ruta hacia ninguna parte a las afueras de la ciudad, y junto al mapa decía "entrégame a la entrada". No le di mucha importancia al inicio y me concentré en mi celebración de ese día, solo que ese pensamiento no abandonó mi mente.
Es una buena oportunidad, me dijo mi ego, para probarte a ti misma y ver realmente tu verdadero límite físico, pero energético ¿a qué se refería?, suena tentador en cualquiera de sus formas. La prueba es el día de mañana me dije, no es una casualidad haberla encontrado en este lugar, éste día, pagué la cuenta y me retiré de ahí, camine inmersa en mis pensamientos con el papel dentro de mi bolso del pantalón, Quizás solo lo imaginé, me dije a mi misma, me detuve a comprobarlo, pero toda la información continuaba ahí, incluso me inclinaba a pensar en que estaba más intenso que anteriormente. Antes de irme a dormir ese día había tomado mi decisión, acudiría a esa prueba, finalmente lo peor que podría pasar es que simplemente no lograra "superar" la prueba y no ser seleccionada, mi mente imaginó muchas cosas.
Como siempre mi carril de pensamientos me había desviado de mi pregunta inicial ¿Qué diablos haces aquí?.
Probablemente tengo una crisis de inicio de los 20´s, creo que me puedo comer el mundo dado mis nuevas habilidades de pelea adquiridas, me pareció que éste torneo es la ventana adecuada para ponerme a prueba y adquirir un poco más de autoconfianza, había encontrado la propuesta adecuada a mis necesidades, un "Torneo de selección" donde se pondrían a prueba mis capacidades físicas estilo un triatlón, según pude entender, además de una prueba "energética", de esto último no tenía aun mucha claridad sin embargo aquí estaba yo.
Lo que no te mata te hace más fuerte, me dije a mi misma, lo que buscaba era algo nuevo, algo interesante, algo de adrenalina tal vez, es mi tendencia auto-suicida que me ataca de vez en vez cuando me encuentro deprimida.
Me decidí abrir la puerta de aquel lugar, por fuera no mostraba nada fuera de lo común, las puertas eran enormes, del tipo de la entrada de Jurassic Park, y justo cuando entré un par de hombres altos, fornidos y serios posaron sus ojos en mí. Busqué en la bolsa trasera de mi pantalón y saqué el folleto que me encontré el día de ayer y se lo entregué a uno de los sujetos que custodiaban la puerta atendiendo la instrucción escrita ahí, al mismo tiempo le cuestioné donde podría anotarme, ninguno de los dos respondió nada y se miraron por unos instantes. Uno de ellos me arrebató el papel, preguntando no de muy buena manera de donde lo había obtenido. Le respondí de una manera más calmada de lo que esperé, limitándome a comentar que lo encontré en una cafetería.
Esta convocatoria no es para ti dijo el otro, será mejor que regreses ese trasero tuyo por el lugar por donde llegaste.
Quiero hablar con el encargado, exigí y ciertamente necesito argumentos más convincentes referentes al por que no puedo hacerlo, una simple negativa no es suficiente, estoy segura de que cubro los requisitos.
Ellos soltaron una carcajada e hicieron una llamada. Preguntaron por mi nombre para proporcionarlo a la persona que estaba en la línea, esperaron, aparentemente los canalizaron con alguien más, esperaron nuevamente…. Y lo mismo se repitió al menos un par de veces más, hasta que finalmente colgó. Casi al instante atravesaron la puerta 4 señores que de acuerdo a mis cálculos estarían entre los 35 y 40 años, su apariencia es la de esas personas que te hacen creer que los mejor de ti viene con los años, todos ellos imponentes de por sí, con una seguridad avasalladora, físicamente cada uno poseía rasgos únicos sin embargo, todos se veían atléticos, los músculos se les marcaban bajo la ropa. Uno de ellos se acercó a dar instrucciones de que anotaran mi nombre y me dejasen pasar, nosotros nos encargaremos desde aquí, señalaron.
Mi nombre es Mario, se presentó uno de ellos, él tiene la piel trigueña y ojos negros, las pruebas están por terminar, espero que no te importe tomarlas sola, pues el último contingente, ya se encuentra avanzado. Me encogí de hombros, respondiendo que estaba bien para mí de esa manera, honestamente me sentí un poco intimidada pero al mismo tiempo me sentí como en casa. No dijeron nada más, y me condujeron por el lugar para comenzar a tomar mi prueba. Nada parecía diferente, pero sin duda alguna lo era, comenzaremos validando tu resistencia, la prueba consistía en correr por un camino que me señalaron, parecía un parque, registraremos el tiempo en que lo haces y la condición a tu llegada, sonó bastante simple cuando escuché la instrucción, finalmente parte del entrenamiento de defensa personal, incluía correr sobre una banda en el GYM, después de 10 minutos maldije en todas las lenguas conocidas a mi entrenador, pues esto no era nada parecido, correr al aire libre es muy diferente, el camino además de que no es plano tiene elevaciones que requieren que me esfuerce al máximo, cuando ya llevaba 40 minutos y mi alma quería desprenderse de mi cuerpo la idea de desistir comenzaba a rondar mi mente, pero decidí que no era una opción, por lo que opté por bloquear mi mente y concentrarme en mis pasos, uno a la vez me dije, esto tendría que terminar en algún momento, y sí, efectivamente terminó casi 2 horas después, cabe mencionar que llegué en un deplorable y penoso estado, pero llegué. Ellos me recibieron con una botella de una bebida deportiva, la cual agradecí infinitamente.
Una parte de mí se sentía realmente devastada por que mi desempeño fue muy pobre lo sabía incluso yo, no esperé honestamente que me dejasen continuar con la prueba debido a esto e inclusive me mentalicé a recibir la noticia para no deprimirme innecesariamente, al fin y al cabo solo era un gusto personal el hacerlo, me dije.
Me pidieron que les indicara cuando estuviera lista para continuar con la prueba, mi corazón se emocionó, pues aún estaba en la jugada, reamente no tenía la claridad suficiente de hacia donde realmente me dirigía, pero es la naturaleza del ser humano el querer ganar, ¿cierto?.
La prueba continuó con una serie de series de abdominales, lagartijas, sentadillas, saltos, etc. al igual que la prueba anterior, puedo decir que llegué al final solo con mi orgullo como motor, pero las fuerzas de mi cuerpo las dejé probablemente al minuto 15 de ésta prueba. Abandoné cualquier esperanza que tenía de ser seleccionada, haz lo mejor me dije, es una suerte que estés tomando la prueba tu sola, así ellos serán los únicos testigos. Al final de la prueba no podía mover un pelo de mi cuerpo, ¡una carretilla por favor! ¡que alguien me cargue y me lleve a mi cama!, necesito un mes de descanso, esos fueron los pensamientos que mi mente gritaba sin cesar.
Se acercaron a mí formando un círculo a mi alrededor, uno de ellos de quién hasta este punto desconocía su nombre, era poseedor de unos ojos color verde, un tono que nunca antes había visto, me pregunté si sería extranjero, solo que su español era perfecto, difícil decir si provenía de algún lugar fuera de aquí, me indicó que teníamos aún una prueba pendiente, preguntando de una manera amable si quería continuar. ¡Claro! Exclamé sin dudarlo, había llegado hasta aquí haciendo el mejor de mis esfuerzos para desistir en este punto. Me dio la mano para poderme poner de pie, los seguí lo mejor que pude, pude percatarme que ellos son altos, calculo quizás entre el 1.80 y 2 mts, todos ellos anduvieron a toda prisa, como dije, hice mi mejor esfuerzo para seguirlos.
Bienvenida a la puebla final me indicó el más alto, su voz era gruesa, al tiempo abrió una puerta la cual daba acceso hacia un salón, que tenía más apariencia de bodega, ahí había lo que parecía ser una especie de peleas callejeras.
Al tiempo que caminábamos entre la multitud observé pequeños grupos de gente rodeando un par de muchachos peleando, a primera vista vi que algunos de ellos les salía luz de las manos, derribando a sus contrincantes por completo en algunos casos, a mi mente llegaron las palabras " Prueba Energética". En ese momento me dije a mi misma, que no había pensado bien esto, digo, era muy buena en defensa personal, sin embargo esto, no era precisamente ejercicio aeróbico, estos chicos se estaban dando con todo, y fue justo en ese momento cuando me di cuenta de que no había otra mujer ahí. Mi abuela siempre ha dicho " A rajarse a su pueblo" y yo había llegado muy lejos para echarme hacia atrás, lo peor sería que me dieran las gracias y me largara de ahí. Uno de los personajes que hasta ese momento me habían escoltado durante todo el trayecto, el que tenía el look de motociclista empedernido, no podía decirlo que lo fuera solo que su look de chamarra de cuero me hizo pensar eso, se acercó a uno de los chicos ahí presentes, comentando con él algunas cosas, el chico movió la cabeza de lado a lado un par de veces y levantó los brazos en otras ocasiones más, él por su parte comenzó a hablarle en un tono más fuerte, podía adivinarlo por su lenguaje corporal, con su dedo índice le dio varios golpes en el pecho y después caminaron juntos hacia donde yo estaba, mi corazón comenzó a latir rápidamente desde ese momento comprendí que el sería la persona con quien yo tendría que pelear.
El atractivo visual de mi contrincante es simplemente una delicia, para una mujer que mide 1.80 mts no es fácil que alguien la rebase en estatura, él fácilmente me rebasaba por al menos 20 cms. Mi descripción de él sería simplemente: sexy, musculoso, moreno, de cabello largo y rizado, ojos azul profundo, ¿mencioné ya lo sexy que luce? además de que se presentó ante mí con un pantalón negro holgado, que únicamente ceñía su cintura con el elástico, damn fucking hot!, su parte superior completamente descubierta, quise con todas mis fuerzas esconder mi cara de delicia, pero simplemente le miré como niña tonta y sin duda alguna todos los ahí presentes los notaron.
Debes estar bromeando dijo él, no esperarás que yo peleé con ella, simplemente no golpeo mujeres.
Antes de que nadie pudiera decir nada, di un paso al frente y le dije mirándole directamente a los ojos:" Quizás realmente lo que tienes es miedo de que una mujer te de la paliza de tu vida". Crucé mis brazos y esperé su respuesta. Una serie de abucheos se escucharon al rededor. Quizás no medí bien mis palabras y como era mi costumbre, respondí anteponiendo mi corazón a mi cerebro. Los peculiares personajes que me escoltaban, no pudieron evitar el reírse sonoramente.
Se giró e intercambió una mirada con el personaje que habló antes con él, ambos abrieron un poco más los ojos como en señal de asombro y segundos después hicieron una mueca que interpreto como de interés. Nuevamente giró para quedar frente a mí, me miró fijamente por unos momentos, sentí como si estuviese buscando algo dentro de mis ojos, desconozco si lo encontró o no, lo único que sé es que respondió en un tono muy casual - Si esto es lo que buscas, adelante, me dijo, peleemos.
¡¡¡¡Vamos "Atlas" !!! gritó uno de los presentes, no le temas.
Me concentré al máximo, mis movimientos fueron imitados a la perfección de alguna película que recordé en mi mente referente de cómo se preparaban para una pelea, lograron impresionar a los presentes, incluso mi contrincante, levantó una ceja, él se tomó su tiempo para evaluar mis movimientos, me seguía con la mirada.
Intenté ponerle un golpe, él por supuesto respondió evadiendo exitosamente mi fallido intento de golpearle, y al mismo tiempo el lanzó un golpe con una velocidad que no había visto antes en ninguno de mis entrenamientos, me inclino a pensar solo utilizó el mínimo de fuerza pues lucía muy relajado y aun así me envió al suelo inmediatamente, por mi parte me puse de pie casi al instante, los ojos se me llenaron de lágrimas, el golpe había sido certero directo a mi rostro, nuevamente imité movimientos y posturas en mi mente sin ningún éxito, ya que en esta ocasión sus manos se encendieron y salieron algo que puedo definir como "aros de energía" mismos que impactaron en mi cuerpo derribándome de espaldas y sacando el aire de mi cuerpo completamente, quedé impactada por todo lo sucedido. Mi ego y orgullo estaban derrotados y por instinto sin mencionar orgullo personal intenté ponerme de pie para continuar con aquella masacre a la cual me entregué voluntariamente. En ese momento el señor de ojos verdes detuvo la pelea. Mi contrincante, me miró directo a los ojos, e intenté descifrar sus pensamientos pero no pude, me dedicó una mirada sin expresión, ahí tirada yo en el suelo, le mire hacia arriba, él estaba de perfil, acomodándose los vendajes que envolvían sus manos, no me dirigió ni una sola palabra.
No has peleado antes, ¿cierto?, preguntó el personaje que detuvo la pelea.
¿Tan obvio es? - Pregunté
Él me extendió la mano para ayudarme a ponerme en pie.
El chico musculoso, me miró con cierto recelo, ¿ sin experiencia en las peleas he?, es inaudito le dirigió estas palabras al tipo con la chamarra de cuero, se acercó a él intercambiaron algunas palabras que aparentemente lo enfurecieron y salió de ahí dando tumbos entre la gente. No miró atrás. Para mí aunque dolorosa la experiencia fue muy interesante.
Mis anfitriones me guiaron hasta a una pequeña oficina, en el trayecto mi pensamiento estaba enfocado a cómo es que explicaría mis moretones en casa, ahora sí que iba a tener que dar grandes explicaciones, aun cuando se habían habituado a ellos por mis entrenamientos, esa mañana había salido sin ninguna marca en mi rostro.
Comencé a ponerme nerviosa, pues era una habitación cerrada sin ventanas, como una sala de interrogación, sin embargo tenía la apariencia de una oficina.
Me ofrecieron un vaso de agua y me pidieron que tomara asiento. Mario me pidió que le detallara como es que tenía aquel volante.
Comienzo a pensar que estoy metida en un lío, le expresé
Todo dependerá de los próximos minutos, eso me preocupó.
Saben, dije al momento que me ponía de pie. Quisiera retirarme.
Ellos rieron, no temas, dijo el que tenía aspecto de motociclista, permíteme sanar al menos tus heridas, dijo al tiempo que señalaba el lugar donde mi rostro había sido impactado por el puño de Atlas… Pude ver que de su mano comenzaba a emanar una especie de luz, lo cual me por supuesto me aterró de inicio pero al mismo tiempo causó mucha curiosidad en mí.
Wow!, energía pura, dije casi sin pensarlo.
Observé como su mano se acercaba a mi rostro, y donde antes estaba dolorido, ahora la sensación era de placidez total.
Ya no tendrás que dar explicaciones de esto al menos, dijo.
Muéstrame nuevamente lo que hiciste, dije embelesada e hipnotizada.
Ellos rieron por lo bajo.
Señorita, antes que otra cosa nos interesa que nos detalles como es que llegó a tus manos ésta invitación, ahora él sostenía el papel en sus manos.
Les detalle la historia de lo que había sucedido el día anterior, el cómo las letras se revelaron después de que levanté el papel del suelo, quizás les parezca una locura, pero pensé que quizás sería una "señal".
Se miraron entre ellos.
Espero no haber roto ninguna regla y estar en serios problemas, dije.
Permíteme presentarme, dijo el caballero de ojos verdes, mi nombre es César, estas aquí porque eres un inusual caso que pensamos que jamás veríamos. Lo cierto es que no estás loca o algo por el estilo, para tus ojos el papel debió haber estado en blanco, sin embargo tu viste más allá de cualquier tipo de energía que ahí estuviera impresa. La selección de hoy, estaba enfocada a personas con energías diferentes, no fue una señal, es algo destinado a ser. Intencionalmente te solicitamos hacer la prueba a solas pues tuvimos tiempo de analizarte, ciertamente no cuentas con aptitudes físicas para seguirnos el paso, pero cuentas con la voluntad para llegar hasta el fin.
¿Es por eso que estuvieron junto a mi todo este tiempo? Interrumpí
Es correcto, comentó el tipo con la chamarra de cuero , puedes llamarme Jason.
Nos resultas intrigante al tiempo que quisiéramos poder ser quienes desarrollemos tu potencial, la cuestión es si tu quisieras entrenar con nosotros, quisiéramos saber que opines acerca de lo que has visto hasta ahora.
Que sería genial poder hacer lo que ustedes hacen, eso de la energía... dije señalado su mano.
Bien, entonces creo que vamos por buen camino, señaló Mario.
Seremos claros y directos.
Esa invitación no estaba destinada para ti, sin embargo no creemos en las coincidencias, la tienes por alguna razón, la invitación estaba destinada a probar algunas aptitudes físicas y mentales en personas que poseen la energía para manejarlas y tú aparentemente cuentas con esas aptitudes de manera natural.
Debes saber que todos aquí somos huérfanos, por lo que tenemos un 100% de dedicación al programa, y en tu caso tendrías que despedirte de tu familia si aceptas ingresar con nosotros. ¿Qué te ofrecemos? El dominio total y completo de tu energía. No te puedo garantizar lo que harás, pues la energía y capacidades varían de persona a persona. Eres especial sin duda y nos sentiríamos honrados de que aceptaras entrenar con nosotros. No es ni será sencillo, posiblemente sientas más dolor del que nunca has sentido, quizás llores más de lo que has llorado en tu vida, ciertamente serás golpeada y puesta a prueba, pero te aseguro que será una aventura de vida. Exigimos disciplina y obediencia, pero al mismo tiempo te ofrecemos nuestra protección y un mundo de posibilidades. Tenemos cero tolerancia hacia algunas cuestiones que definiremos una vez que aceptes. Te conduciremos a descubrir el máximo de tu potencial de tus capacidades físicas y mentales. Esto toma un promedio de 5 años, honestamente esperamos que en tu caso sea menor, algunos de nuestros voluntarios llevan aquí algún tiempo como Atlas por ejemplo y ellos ya comienzan a desarrollar éstas cualidades. Debes saber que puedes desertar en cualquier momento, pero todos tus recuerdos de esta vida se eliminarán de tu mente. Puedes continuar con tu vida, pero solo después de asegurarnos que cuentas con la capacidad para equilibrar ambas partes. Serás evaluada dura e imparcialmente, por cada uno de nosotros.
Solo que hay algo que debes saber, nunca antes se ha aceptado a una mujer aquí, serás la primera y nuestra líder se encuentra muy inconforme pues encontramos el espacio en blanco en la ley que nos permitirá ser tus tutores, pues en condiciones normales, solo puedes tener un tutor, pero en este caso seríamos 5 los que estaríamos encargados de ti.
Yo solo veo a 4 de ustedes, acaso es que el último de ustedes es invisible, no me sorprendería con todo lo que he visto ya.
Se miraron entre sí, antes de responder tu pregunta necesitamos saber si aceptas nuestra propuesta, queremos mantener todo lo más transparente para ti.
Sospechoso pensé.
Ustedes me han mostrado algo que no esperaba encontrar en esta prueba, resulta interesante e inquietante saber que todo esto es posible, Dios sabe que hubiese aceptado su propuesta con los ojos cerrados y sin pensarlo, solo que uno de sus requisitos no podré cumplirlo, no puedo dejar atrás a mi familia, ellos lo son todo para mí.
Excelente respuesta Bintanat, exclamó César dando un golpe en la mesa al tiempo.
Justo en ese momento se despertaron mis alarmas y me puse de pie con la clara intención de salir huyendo de ahí.
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3. Pruébame, bésame, pídeme que sea tuyo... Lo seré.
Abrí el correo, me había enviado una foto de él sosteniendo la caja de la muñeca, al pie de la mismo se leían las siguientes líneas :
" Detesto perder, poseo los medios y los recursos, soy el ganador absoluto, estoy , ansioso por cobrar mi recompensa, nos vemos a la hora pactada, sé puntual".
Sentí un vuelco en el estómago, ¿cómo podía ser aquello posible?, recorrí todas las tiendas de la ciudad en busca de aquel regalo, incluso busqué en la red y nada. ¿Cómo podía ser aquello posible?.
El tiempo pasó muy rápido y honestamente mi nivel de nerviosismo se encontraba proporcionalmente en aumento ¿Qué sucedería ahora?.
Bajé a la hora indicada y él estaba frente al edificio recargado en su coche, sostenía el regalo, el cual se encontraba dentro de una bolsa destinada para esos fines, me atrevo a asegurar que fue arreglado por un experto. Él, sencillamente esbozaba una sonrisa que derretiría a cualquiera solo de verla, o quizás solo me derretía a mi...
No sabía ni como comenzar la plática y él simplemente me estiró su brazo con el regalo.
Espero que sea real - dije.
Señorita patea traseros ¿está dispuesta asumir su parte en esta apuesta? ahora haremos esto a mi manera, dijo, ¿puede ahora subir al coche por favor? abrió la puerta para mí.
Es impresionante - dije, debo de reconocerlo, quiero saber ¿Cómo diablos lo lograste?
Es secreto de estado - dijo, cuento con los medios y los recursos, ¿recuerdas?
Sin duda hará muy feliz a mi Hermana, dije.
Y tú, ¿estas feliz? - Preguntó
Parcialmente feliz,- reconocí.
¿Sólo parcialmente?
Estoy feliz pues sé que mi hermana se volverá loca de alegría y al mismo tiempo estoy molesta pues no gané y a mí tampoco me gusta perder - Dije esto tratando de ocultar la desilusión de haber perdido, pero no era el hecho de lo que él ganó lo que me entristecía, lo que me tenía así era el hecho de que al perder se había esfumado la posibilidad de que fuera mi pareja en mi baile de graduación, llevar a alguien tan endemoniadamente guapo, sin enfatizar la presencia que tenía... hubiese sido genial. Pero esto es la VIDA y no me queda más que continuar viviendo con las decisiones tomadas.
El no pudo evitar su gran sonrisa al responder: yo siempre apuesto a ganar.
Soy una mujer de palabra - dije, instrúyeme ¿qué sigue?
Sigue que, te haré cumplir cada parte del trato pequeña señorita puedo patearte el trasero, y lo disfrutaré mucho será tu castigo por haber huido de mí, como dije tienes toda mi atención y ahora que no podrás cuestionar mis instrucciones todo será mucho más sencillo.
Podía notar solo con verle que esta situación lo complacía, era sin duda un hombre que disfrutaba este juego, perseguir, cazar, ganar, él cree que soy una indefensa presa, pero no lo soy ¿o sí?.
Eso quisieras - le dije, solo que debes recordar que en tu propia definición soy toda una rebelde, le sonreí.
Será interesante - dijo, no puedo esperar a que aceptes la propuesta de los muchachos para poder llevar esto a otro nivel.
Ahora él tenía mi atención, ¿Otro nivel? ¿A qué te refieres?
Lo entenderás todo a su debido momento, no desesperes.
La paciencia no es una de mis virtudes - reconocí algo apenada. Él simplemente sonrió, al ver que no revelaría nada mas de información deje el asunto de lado.
Dado que ahora algunas cosas han cambiado, supongo que continua en pie la propuesta de ser mi transporte el día sábado.
Hizo un movimiento afirmativo con su cabeza, pasaré por ti en punto de las 9AM para llevarte a desayunar y de ahí te llevaré con los muchachos, recuerda ser puntual.
Puntual, ¿estás obsesionado con ello? Haces mucho énfasis en ese punto cada vez.
Se limitó a hacer un pequeño gesto ante mi comentario.
Referente al desayuno, te confirmo que mi presupuesto es limitado, ¿será mucho pedir si podemos ir a un lugar al que pueda pagar?
¿Debo recordarte mis condiciones? -dijo.
Las recuerdo perfecto, dije en tono triunfal, no puedo rechazar ninguna invitación, propuesta o regalo que decidas hacerme, además de que las cosas se harán a tu manera, lo que no aclaramos fue el punto de pagar cuentas, reí un poco por lo bajo, así que eso aún queda libre y puedo ocupar ese espacio en blanco, dije haciendo el movimiento de comillas con mis manos.
Bueno, señorita puedo patearte el trasero, si de ocupar espacios en blanco se trata, señalemos un gran espacio en blanco que nunca discutiste, ¿ Cómo es que yo hago las cosas? Así es como yo hago las cosas: yo decido el lugar, yo pago.
No llegaremos ningún lado nuevamente - dije, dejémoslo por el momento.
Ahora es tu turno de darme indicaciones para llegar a tu destino - me solicitó.
Sabes, sé que es mucho pedir, no quiero que me vean llegar en tu coche, no aún, puedes por favor dejarme en la esquina de mi casa y poniendo ojos de cachorro lastimero de dije al tiempo que juntaba mis manos en señal de súplica, por favor, por favor, por favor…
Estacionó el coche en la esquina de mi casa, sin embargo no retiró el seguro de las puertas.
Bueno señorita puedo patearte el trasero, estaré violando la instrucción de Mario, sin embargo si me presentas alguna opción que me convenga puedo pasarla por alto, así que… ¿Estas dispuesta a negociar?
Estás loco exclamé, alguien puede reconocerme, apresúrate a abrir la puerta, miré fuera del carro a través de los cristales, y me deslicé un poco hacía abajo en el asiento.
¿Acaso te avergüenzo?, hizo la pregunta de manera repentina, sin embargo sonó muy sincera.
Le miré a los ojos diciendo no , no es eso, dije rápidamente, lo que sucede es que no quiero dar explicaciones.
Entonces apresúrate a negociar, que puedo obtener a cambio de que acceda a dejarte en este lugar y no en la puerta de tu casa como es mi deseo.
¿Qué quieres? le pregunté en un arrebato de poca cordura, al tiempo que miraba por la ventana hacia afuera vigilando en caso de que viniera algún conocido para esconderme lo más que pudiera en aquel deportivo, lo cual suena irrisorio para mi mente, pues para mi tamaño sería un acto de magia esconderme en aquel coche.
Un beso, quiero un beso - dijo al tiempo que me veía a los ojos, su rosto estaba tranquilo así como todo él, las palabras fluyeron tranquilamente a través de sus labios, no mostró alguna emoción por aquella frase.
Me dejó boquiabierta aquella petición. Al instante respondí con una negativa, un beso es un acto de amor puro, y no veo que salgan corazones entre tú y yo, pídeme otra cosa.
No quiero otra cosa, dijo, pero si es algo que no me puedes dar lo mejor será dejarte justo frente a tu casa, comenzó a reacomodarse en su asiento para encender el coche.
No, no, cielos, está bien, grité, pero cierra los ojos.
Cerró los ojos, y le di un pequeño beso en la mejilla, lo que provocó una gran carcajada de su parte.
No puedo decir que no cumpliste tu parte pequeña rebelde, sonrió.
Se bajó del coche y me abrió la puerta, nos vemos aquí mañana 6.30.
No estoy de acuerdo, pero aquí estaré -confirmé
Se puntual, me recordó.
Claro dije con una sonrisa de oreja a oreja, disfrutando en mi mente y en secreto lo que estaba por hacer, introduje la mano en mi bolso, me despido - dije, pero antes tengo algo para ti, le entregué un sobre con el dinero, desde que no quiso compartirme el total del regalo tuve que sacar mis mejores dotes de adivinación y hacer un cálculo aproximado de lo que sería el pago justo por la muñeca y los servicios de su "mistery Shopper", hice uso del dinero que tenía reservado para mi vestido de graduación y lo coloqué dentro de aquel sobre, adentro está el costo de la muñeca y lo que pienso que puede compensar el resto del costo por las molestias ocasionadas, sin embargo si hace falta únicamente dime y te lo entregaré.
No aceptaré ese dinero - respondió un tanto enfadado, ¿recuerdas que ahora nos encontramos en un acuerdo donde lo haremos a mi manera?
No- dije esto es diferente, el trato únicamente incluía que la consiguieras, no que la pagaras y es más no tienes por qué tomarlo, desde que la puerta del auto aún estaba cerrada, lo aventé dentro del coche.
Nos vemos mañana dije y hábilmente me escabullí de ahí.
Patea traseros, gritó. Aun no termino- me indicó que regresara, y su cara era de pocos amigos.
Sonreí por mi victoria al tiempo que le grité: yo ya he terminado y continúe mi camino, no voltee y honestamente esperaba que quizás en algún momento me detuviera o algo pero no fue así, me sentí extrañamente bien con aquella dosis de adrenalina. Llegué a casa y fui la más feliz viendo la cara de sorpresa de mi hermana al ver el regalo, no mintió, realmente la consiguió. Tenía muchas cosas que procesar aquella noche.
Tomé mi celular para enviarle un mensaje de agradecimiento, esperé un tiempo considerable esperando su respuesta, pero ésta nunca llegó, supongo que debe estar terriblemente molesto por lo de hace unos momentos, pero no podía dejar esto así.
Al día siguiente estuve puntual a la hora señalada, debo reconocer que al tener aquel ejemplar como compañía, me invitaba a cuidar un poco de mi aspecto exterior, me maquille y perfumé un poco y ya mi guardarropa era simple e intenté cuidar los pequeños detalles sin levantar sospechas innecesarias en mis padres. Estaba un poco serio, pero realmente no le conocía lo suficiente para decir si estaba molesto o no, un poco antes de llegar a la Universidad comenzó a hablar despreocupadamente.
A qué hora te parece mejor que hablemos seriamente al respecto de por qué no estas aceptando la pérdida de una apuesta a la que accediste, ¿a la hora de la comida? ¿ o por la tarde cuando hayas salido de tu trabajo?.
¿Tenemos algo que discutir? - pregunté.
Si Pequeña patea traseros rebelde tenemos mucho que discutir, su voz era seria y claramente molesta, puedo asumir sin lugar a dudas que estaba realmente enojado.
Me parece que estas tomando demasiado enserio una sencilla apuesta, sin embargo accederé a discutir esto contigo si eso te hace feliz, por la tarde después del trabajo. Es lo menos que puedo hacer después de que él me consiguió el regalo de mi Hermana, pensé.
Al salir del trabajo, Erick insistió en acompañarme, por su parte Atlas estaba ya esperando por mí, hice las presentaciones correspondientes, pude sentir la tensión en el ambiente, Erick se despidió de mi deseándome una Buena tarde. En un acto completamente innecesario, pero del cual puedo adivinar completamente sus intenciones Erick gritó en voz alta que esperaba con ansia el domingo, al tiempo que movía su mano en un movimiento de despedida. Él nunca antes me había contemplado ni siquiera para una cita, sin embargo él sabía que yo tenía cierto nivel de enamoramiento con él y al llegar Atlas a escena fue consciente que mi atención no era solo para él, alguien más tenía mi atención y ciertamente él no permitiría eso, por lo que me invitó a salir al cine como "amigos", nunca lo hemos hecho pero no veo por qué no podamos hacerlo ahora.
Le dirigí una sonrisa incómoda.
Atlas me miró. ¿Tienes planes con él este Domingo? Pensé que solo era tu compañero de trabajo.
Lo es, confirmé y mis planes no son de tu incumbencia.
Me rodeo con su brazo y me acercó hacia él, acto que le permití sin darme cuenta, caminamos en silencio hasta un restaurant que estaba en la misma acera del edificio en el que yo trabajaba, lo observaba en mi camino a casa, los aromas que se podían percibir, eran simplemente deliciosos, por su aspecto puedo decir que el precio de un café ahí seria escandalosamente elevado, y si en mis fantasías más locas yo entraba ahí cuando quería sin preocuparme por el precio, me sentaba a degustar cuanta cosa se me antojaba, sacaba una tarjeta dorada de mi cartera y realizaba el pago sin preocuparme por los fondos de la misma, solo que sabía que mi realidad era otra.
La señorita de la entrada, nos recibió con una gran sonrisa, sin embargo lo más sorprendente vino al momento de escucharle preguntar ¿Quisiera su lugar usual Sr. XXXX?, su voz era melosa, no solo por estar al servicio al cliente, si no por estar directamente dirigiéndose a mi acompañante, bajé la mirada en franca incomodidad, yo ahí con mi vestimenta regular, la cual incluso podría definirse como: casual llegando a lo informal, realmente ordinario, sin contar que mi apuesto acompañante iba vestido casual pero lucía sumamente guapo, eso me incomodaba, él podía lucir como modelo sacado de pasarela incluso aquel día de la pelea.
Llevaron el menú, y justo cuando estaba por analizar lo que ahí estaba listado para intentar elegir algo… El señor " me gusta hacer las cosas a mi manera" eligió y ordenó por los dos.
Retiraron las cartas.
Me hubiese gustado elegir por mi misa, le dije.
Me miraba fijamente y Dios sabe que eso es tan excitante, comienza a poner en duda seriamente mis deseos de un príncipe encantador que se rinda a mis pies, me conceda todos mis deseos, haga siempre mi total y completa voluntad, tampoco es que ahora desee al protagonista del libro 50 Sombras, pero ahí justo ahí teniéndole enfrente con esa mirada que taladra y su actitud dominante, fui completamente consciente que lo mío no era un príncipe condescendiente, ahora quería batalla, alguien que presentara batalla y un verdadero reto, pero quizás en mi interior, muy pero muy interior aun deseo alguien que me ame por sobre todas las cosas y de quién solo yo tenga toda su atención.
Después de quizás un par de minutos donde sus ojos no dejaron de mirarme y mis colores iban en aumento, finalmente me dirigió la palabra.
Y bien - dijo, parece que tienes una cita.
Como dije no es de tu incumbencia, estamos aquí porque quieres platicar de algo que, si me permites decir, considero estas exagerando.
No sé cómo lleves tu vida - respondió, para nosotros, y quiero decir el mundo a donde entrarás , una promesa es algo casi sagrado, es energía pura que, de no cumplirse queda en el aire, y esa energía se desperdicia, nosotros no nos tomamos algo así a la ligera, nosotros llevamos al límite nuestras promesas, y honestamente esperaba lo mismo de ti, no quiero pensar que me equivoque al evaluarte.
Levanté una ceja, ¿evaluarme? - pregunté.
Como dije, tienes toda mi atención, la tienes desde el momento que te vi preparándote para aquella pelea, pues sé que no eres como el resto de las personas, pero ésta actitud tuya deja mucho que desear.
Ok, aclaremos algo, dije parándolo en seco, he sido criada para ser una mujer fuerte e independiente, lo que estás haciendo en estos momentos, va en contra de todas mis creencias y claramente me incomoda, honestamente estaba segura de ganar y por ello es que accedí a apostar, no es sencillo para mi perder de esa manera, si accedí a apostar es debido a que sencillamente no creí que ganarías, nunca estuvo en mi mente ceder el control de mi vida, ya que claramente es lo que solicitaste, a un completo extraño, quien adicional resultó ser a un total y completo macho.
Más que interesante tu definición pequeña, nunca me he considerado a mí mismo como un macho, es cierto que me gusta hacer las cosas a mi manera, pero disto mucho de serlo, recuerda mi propuesta, "Pruébame y no querrás dejarme ir", he sido honesto en cuanto a ese punto, y nontienes ningún motivo para confiar en mí, eso lo respeto, pero nunca dudes de misnpalabras, nunca escucharás de mi algo que no se verdad . Y como sé que tampoco llegaremos a ningún lado discutiendo ésto, discutamos el tema que nos ha traído aquí.
¿Que? - Pensé ¿¡realmente quiere continuar con esto!?, resulta intrigante, excitante, interesante, pues también yo quiero continuar con esto, pero mi mente, mi parte sensata insistía en recordarme que no estaba midiendo los peligros, que debía ser más cauta.
No - dije, lo único que puedo hacer en este momento es prometer que intentaré cumplir mi palabra a pie juntillas.
Quiero la promesa de que cumplirás sin importar nada más - interrumpió.
No puedo prometer algo que no voy a cumplir.
Bien, movió su cabeza de arriba hacia abajo, aún cuando yo ya estaba con espíritu combativo, el por otro lado se encontraba tranquilo como el lago más apacible del mundo, realmente eres alguien a quien deseo, por lo que te daré un pequeño incentivo para cumplir tu palabra ya que hiciste el trato libremente y sin que nadie te obligará, de aquí en adelante si no cumples tu palabra, te castigaré - guardó silencio y me miró fijamente nuevamente.
Contra cualquier predicción, esas palabras me resultaron excitantes, me dejó sin palabras, con los ojos abiertos y mi quijada en el suelo.
Eché la cabeza hacia atrás, ahora me dirás que unas nalgadas satisfacerán tu enojo, le solté las palabras directo de mi mente y a través de mis labios, como siempre sin ningún tipo de filtro, mente - boca.
Levantó una ceja, se reacomodó en su asiento y junto sus palmas apoyando un poco los codos en la mesa para acercar su torso y rosto hacia mí diciendo - No es lo que tenía en mente, sin embargo me gusta tu manera de pensar -dijo en una clara sonrisa que impedía, lo que adivino sería un carcajada, me parece que tú y yo al final de todo tenemos los mismos intereses...
Me sacó de mi zona de confort y me sentí realmente apenada. No quise decir eso, dije torpemente.
En ese momento los meseros interrumpieron el incómodo ambiente y procedieron a colocar los platos sobre la mesa.
No te sientas apenada - dijo, yo me refiero a un beso simple y llanamente, dado que te cuesta mucho besar a la ligera aunado al hecho de que soy alguien a quien no deseas besar tan despreocupadamente, por cada promesa que no cumplas, el precio será un beso, el cual yo deseo y ansío, considéralo como una pequeña confesión sin embargo no puedo besarte y no lo haré si tu no lo permites, ya que contrario a cualquier pensamiento que fluya dentro de esa cabecita, no voy por el mundo ejerciendo mi voluntad, necesito tu consentimiento.
Tampoco accederé ahora - dije. Mis pensamientos registraron solo unas palabras " yo lo deseo y ansío", pero a estas alturas de mi vida no puedo bajar la guardia, para salir lastimada como años atrás, no soy su tipo, me recordé, los de su clase , te convencen, te enamoran y te desechan ...
¿Acaso tus besos están reservados para el idiota que te acompañaba antes? - dijo al tiempo que me sacaba de mis pensamientos.
Idiota o no, no tienes derecho a llamarle de esa manera, y mis besos, bueno yo decidiré a quien dárselos.
Al menos dime que te diste cuenta que el Idiota únicamente te pidió salir con él porque te vio con migo, dime que no eres tan tonta para pensar que se interesa por ti, dime que no crees que es el quien merece tus besos.
Yo apretaba el tenedor fuertemente en franca molestia, le dirigí una mirada fría, quizás mi enojo era simplemente porque sabía que él tenia razón, no entiendo la razón por la cual inició éste arrebato de celos, no soy de él en ninguna manera, y aunque yo lo desee , no lo seré, no soy su tipo. Me miraba fijamente.
Atlas, dije, aun no sé por qué estamos aquí, honestamente, no soy tu tipo, reconoce que únicamente te tengo intrigado por aquella huida, la cual digamos que fue simplemente la sincronía de los eventos justos en el momento adecuado, quizás de otra manera hubiéramos tenido una gran pelea simplemente, tú por el contrario estás acostumbrado a hacer tu voluntad, tu ego se vio afectado al toparte con alguien como yo, accedí a jugar un peligroso juego contigo para salir del aburrimiento, perdí y estoy tratando de asumir las consecuencias de la mejor manera posible, pero escúchame bien, no te lo pondré sencillo, desde que no dijiste cuanto tiempo estaremos así, honestamente espero que pronto te fastidies y terminemos con todo esto de una buena vez, probablemente tú también te encontrabas aburrido o simplemente querías salir de la rutina de salir con chicas bellas, guapas y refinadas a quienes claramente quieres impresionar trayéndolas a lugares como éste o haciendo tu voluntad para dejar en claro tu superioridad de macho Alfa que tienes pintada por toda la cara, pero te doy una noticia, te has topado con alguien quien no sucumbirá ante tus encantos, al menos no tan fácilmente, quizás ganes al final de todo, quizás yo quede con el corazón destrozado por no poder seguir el ritmo de tus juegos pero aquí estoy haciendo frente a mi parte de la apuesta, ahora si no te molesta quiero continuar degustando mis alimentos en santa paz.
Tomé un bocado y lo introduje en mi boca, aunque aquel discurso me había dejado un sabor amargo.
No dijo nada el resto de la cena, y cuando terminamos el postre sacó una cantidad de su cartea la cual dejó sobre la mesa sin siquiera pedir la cuenta, al ser un cliente regular supongo que ya sabía el costo por lo que consumimos.
Caminé a su lado sabiendo que debía subir a su coche, me tomó de la mano en un acto impulsivo quizás, pero retire de inmediato mi mano, estaba muy molesta para continuar su juego. Se detuvo y yo continúe mi camino, unos pasos después me detuve y voltee a verle. Me miró a los ojos y caminó directamente hacia mí. Ésta vez le enfrenté con la mirada, me arrinconó en la pared más cercana como era su costumbre.
Sus ojos arrojaban fuego y sus labios peligrosamente se acercaron a los míos, aunque cada fibra de mi ser me pedía que respondiera aquella insinuación, voltee la cabeza en claro rechazo reacomodó su cuerpo y puso ambas manos en la pared, cerca de mi cabeza.
¿Qué has hecho de mí? - preguntó, captando mi atención de inmediato. No eres un juego Patea traseros, pero no puedo pedirte que creas en mis palabras, finalmente no soy nadie para ti, bésame, pruébame, pídeme que sea tuyo, lo seré. Tienes mi total y absoluta atención desde que abriste esa boca tuya para amenazarme y decir que patearías mi trasero - acercó sus labios un poco más.
Esas palabras atravesaron mi mente.
Déjate de juegos Atlas, éstas aquí por órdenes de ellos, simple y llanamente, quieres matar el tiempo y jugar con alguien como yo, me retire de la posición en la que estábamos, ahora si me indicas el lugar donde está tu coche, podemos terminar esto por el día de hoy.
Él no se había movido aún, si te subes a mi coche el día de hoy, no podré resistirme, estoy muy enfadado y herido al mismo tiempo por tus palabras, aclararé mi mente mientras te acompaño a casa.
¿No podrás resistirte? Quiero ver siquiera que intentes cualquier cosa que tengas en mente, quizás no soy más fuerte que tú, pero mis pulmones son lo suficienteme fuertes para llamar la atención, y si estás molesto lo mejor será que nos separemos aquí, no me sigas.
Caminé esperando que de un momento a otro apareciera a mi lado, haciendo su voluntad como hasta ahora, pero no fue así, voltee a buscarle pero había desaparecido. ¿Que fue todo aquello? Preguntó mi sensata mente, parecíamos como unos novios en plena pelea, necesitaba enfriar mi mente y calmar mi corazón, tengo escasos días de conocerle y muchos sentimientos han aflorado, dicen que no hay amor sin odio, y aun que he tratado de evitarlo comienzo a odiarle , sentimientos que antes no tenía hacia el comienzan a abrirse paso en mi ser. Esto no augura nada bueno me dije a mi misma.
Al siguiente día no apareció para llevarme a la Universidad, y honestamente creo que es mejor de esa manera, comencé a caminar hacia mi destino, llevábamos poco días jugando así que no lo extrañaría, me sentí extrañamente libre, para no entristecerme por aquella situación me enfoque en la propuesta que recibiría, ellos quieren que me mude con ellos, sería interesante, una vida nueva, pero no podría darle la espalda a mi familia, me preguntaba que tendría su líder para decir al respecto de ésta situación. Casi sin pensarlo y dejando que mis pasos siguieran el flujo que mi cerebro les indicaba siguiendo aquel camino que teníamos tan bien practicado ya, llegué a la universidad, eran los últimos días quedaban dos semanas para terminar esa etapa de mi vida, comencé a subir por las escaleras y escuché murmullos y un poco más de ruido de lo usual, pensé que algo estaría pasando y apresuré el paso para poder tener vista de lo que sucedía, al llegar casi pierdo la compostura pues en mi lugar había una caja blanca rectangular decorada con un lazo rojo, como es mi costumbre no asumí que fueran mías, siempre puede existir la opción de que no sea para mí y pasar el oso de la vida, de aquella manera me protegía a mí misma. Me acerqué un poco y le di una mirada a la tarjeta : "Patea traseros" Decía el rótulo escrito en el sobre. Los colores subieron a mi rostro, enrojecí como nunca en la vida, ahora todas las miradas estaban sobre mí, esa dedicatoria solo podría venir de una persona, ¡¡que insolente!!... Pero no podía molestarme, sin duda es un bello detalle que me ha cautivado, ahora él tiene mi atención.
#beshakarenice historiasenmimente novelaencurso pidemequeseatuyo Atlasyyo#nuncaquerrasdejarmeir amorincondicional
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5. " Love lies"
Bintanat , dijeron en tono ceremonioso cuando me acerqué a ellos, - adelante por favor.
Caminé hacia la oficina, atravesando la muralla humana que habían creado, tomé asiento y ellos a mi alrededor, Atlas quedó de pie a un lado de la puerta.
Levanté una ceja y les miré con un poco de desconfianza, intenté estar lo más relajada posible, después de todo, interés por su parte existía, de lo contrario no hubiesen enviado a su mensajero a buscarme, sabía parcialmente a lo que me enfrentaría después de nuestro primer encuentro, y sin duda la curiosidad era el principal factor por lo que yo estaba hoy aqui. Intenté, sin embargo mantener a raya mis niveles de stress y nerviosismo, pero llegué un punto cuando crucé el umbral, donde pude haberme partido en dos con un solo golpecito, simplemente respiré lo más calmadamente possible, no ganaría nada sumergiendome en aquel nivel de tension yo sola, cuando fianlmente como ellos dijeron, si hubiesen querido hacerme daño, ya lo hubiesen hecho.
La última vez que estuviste con nosotros, César te reveló algo anticipadamente, nosotros te conocemos BB, no nos temas por favor, en un momento llegaremos a esa parte de la historia. Antes quisiéramos saber si aceptarás venir a vivir con nosotros - preguntó Mario, sus ojos y los ojos de todos ellos reflejaban genuino interés, algo de impaciencia quizás.
Mario - dije - No planeo dejar atrás a mi familia, mi decisión no ha cambiado desde la última vez que estuve aquí y ciertamente no cambiará en un futuro lejano o cercano, por lo que creo que, aunque yo deseo con todo mi corazón aprender lo que ustedes saben hacer o desarrollarlo como ustedes lo han llamado, no soy una candidata para su programa, ustedes requieren mi tiempo al 100%, fueron claros en ese punto y aun con todo en mi contra me encuentro hoy aqui para escuchar la propuesta que tengan para mi.
Muy bien - mencionó Jason - reconocemos que nos encontramos complacidos con tu respuesta "La familia lo es todo", honestamente no esperábamos menos de ti, podemos negociar, tú estas interesada y nosotros lo estamos aún más, nuestra propuesta es que visites a tu familia un fin de semana al mes, estar con ellos en tu hogar, y regresar con nosotros al término de éste tiempo.
Es una buena señal, me dije, que ellos quieran negociar, sin embargo anticipo que no es su mejor oferta, por lo que tentando a mi destino, hice una contra - propuesta.
Cada 15 días como máximo - señalé; así como en caso de alguna emergencia y en ocasiones especiales.
Quedaron en silencio por algunos instantes y se miraron entre ellos, quizás estoy pidiendo demasiado, pensé.
De acuerdo -afrimó Mario - pero si nosotros cedemos en este punto, tu a cambio deberás acceder a que nosotros nos encarguemos al 100% de tus gastos, sabemos que cuentas con cierta renuencia a aceptar que alguien más se encargue de ti y tus necesidades.
Fulminé a Atlas con la mirada, me sonrojé un poco y junte mis manos sobre mi regazo - Prometo que haré lo mejor para aceptarlo, pero no esperen que me duerma en mis laureles, no he sido educada para que alguien más cubra mis gastos, y más aún unos desconocidos, en algún punto dentro del programa por mas demandante que sea, encontraré mi punto de equilibro entre trabajo, el programa, mi vida diaria… y entonces podré generar ingresos nuevamente, hasta ese punto, solo puedo prometer que haré mi mejor esfuerzo.
Pude ver por el rabillo del ojo que Atlas, solo movía la cabeza de un lado a otro y colocaba una bella sonrisa sobre sus bellos, carnosos y apetecibles labios, ¡¡concéntrate!!, me gritaba mi mente, estas en medio de lo que quizás es la decisión más importante de tu vida.
Bruno, por su parte comenzó a hablar - Debido a tus nuevas ocupaciones nuestra instrucción será que renuncies a tu trabajo y a acualquier otra actividad en tu agenda, realmente exigiremos tu dedicación completa y total.
Voltee la cabeza mirando al cielo y pensando en voz alta, bueno en 15 días termino mis estudios, eso no será problema, sin embargo mi trabajo…
BB interrumpió Bruno, confía en que nosotros te proveeremos de todo lo que necesitas es parte de nuestro programa.
Ok, creo que puedo renunciar a mi trabajo - dije. Recordando que únicamente será por el periodo en lo que encuentro un punto de equilibro.
Después de mirarse entre ellos, acordaron en que les parecía lo adecuado. Necesitábamos la certeza de que aceptarías nuestra propuesta antes de contarte la historia completa de por qué y cómo te conocemos, si no la aceptabas no tenía ningún objeto que la supieras.
Sentada comódamene en aquél sillón me prepare para una historia, única, me había preaparado mentalmente , por ésta ocasión elegí no invertir tiempo sacando conjeturas, simplemente esperé hasta que el momento llegara y finalmente, el momento esta aquí.
Mario, comenzó a hablar nuevamente - Ciertamente la capacidad energética para ver lo que estaba escrito en aquel papel tiene su origen con tu papá, debiste heredarla de manera natural, nunca antes habíamos podido observar un caso así, sabíamos que era posible pero no pensamos que lo veríamos algún día.
¿Mi papá puede hacer eso? - hice una seña con la mano, imitando y señalando lo que vi aquel día.
Si - respondió, tu papá sanguíeo puede hacerlo, solo que la persona que hasta hoy conoces como tu papá, no posee ese poder.
Tardé unos momentos en comprender sus palabras completamente.
¡Eso no puede ser posible! - Exclamé algo indignada por aquella afirmación, afortunadamente estaba sentada, me comencé a sentir un poco mareada a causa de la falta de respiración, no me describo a mí misma como una persona con estómago débil, solo que esas noticias ciertamente no son algo que recibas diariamente y con tal naturalidad, me prepare para cualquier noticia, pero no anticipé ésta posibilidad.
Tranquila Bintanat - pidió Mario, permítenos continuar con la historia.
Nuestro hermano y tu mamá se conocieron casi un año antes de separarse, él fue en contra de todas nuestras reglas escritas y no escritas al confiarle los detalles de nuestro mundo a tu mamá, el amor los cegó a ambos, no podemos culparlos, al verles juntos comenzamos a creer que habían sido creados el uno para el otro desde el inicio de los tiempos, y era una fortuna que se hubiesen encontrado en este plano. Ambos vivieron su amor intensa y apasionadamente, le veíamos poco pues sus tiempos libres los pasaban juntos. Sin embargo nuestro mundo no se puede combinar con el mundo exterior tan fácilmente, llego el momento del Torneo Anual, es nuestro máximo evento, en donde se seleccionan a los 5 mejores y se envían a un lugar aislado del mundo exterior a continuar entrenando y potencializando sus poderes, eso es algo que conocerás más a detalle cuando estés aquí, es un honor ser campeón de ese evento, aquel año nosotros habíamos entrenado como nunca, y efectivamente fuimos los ganadores, creemos que tu mamá conocía de tu existencia antes del evento y no le contó a nuestro hermano pues sabía que él se quedaría a su lado al saberlo, ella tomó la decisión sola sin consultarlo una decisión egoísta si me permites juzgar. Nos marchamos ignorando tu existencia. A nuestro regreso, lo primero que él hizo fue buscarle, pero ya no estaba, desapareció por un tiempo y aunque nosotros tenemos los medios y los recursos para realizar la búsqueda, como ya debes saberlo, nuestro hermano eligió no hacerlo, él sabía que detrás de todo debía de existir una razón lo suficientemente buena y válida para que ella hubiese tomado la decisión de salir de su vida de esa manera, durante éste tiempo él pensó que ella no pudo lidiar con su partida y que simplemente continuó con su vida, nunca nos imaginamos que un pequeño hermoso ser Perfecto de Luz, como tú lo eres, se gestó en el vientre de tu madre y que ya estaba en este plano creciendo y desarrollándose tan maravillosamente como lo hiciste tú.
Años después paseando por un centro comercial, de repente y de la nada una hermosa niña de piel canela y cabello negro rizado corrió a los brazos de nuestro hermano, él la levantó casi al instante y se abrazaron, él lo describió como el "reconocimiento perfecto de una energía afín", la mamá de esa pequeña llegó corriendo tras de ella dos segundos después, la sorpresa de ambos fue mucha pues se reconocieron y todo cobró sentido en ese momento, instantes después llegó el esposo de ella con otros dos niños, pellirrojos como él, tus hermanos.
Por supuesto nuestro hermano cuestionó a tu mamá, él estaba encolerizado, y le exigió una explicación, ella le dijo que tomó la mejor decisión para ambos, que él estaba concentrado en su mundo y sabía de antemano que una hija le arrebataría todo aquello por lo que él se sentía tan orgulloso y por lo que había luchado con tanto esfuerzo.
Lo hubiera dejado todo por ustedes, - le dijo él, mientras te sostenia fuertemente entre sus brazos.
"Lo sé, respondió ella, y precisamente por ello no podía permitir que sucediera, tu mundo y mi mundo no se pueden unir ¿ Recuerdas?, además que no deseo que ella crezca en tu mundo. Las palabras de tu mamá fueron una daga para el corazón de nuestro hermano, " Si realmente me amas, no nos busques más". Tu madre te arrancó de sus brazos, tu lloraste cuando lo hizo y te alejó de él."
Fue el único día que te vimos, por un tiempo él se debatió respecto a lo que debía hacer, nosotros tenemos los medios y los recursos en caso de que el quisiera reclamarte como su hija, créeme que hubiésemos ganado, solo que él amó tanto a tu mamá que eligió respetar su decisión aun cuando esto lo destrozó por completo, decidió que lo mejor sería dejar todo como estaba, el esposo de tu mamá te trataba como su propia hija, eso le brindó cierto consuelo, sin embargo nuestro hermano les buscó una última vez y le pidió a tu mamá que si algún día lo necesitabas, lo buscara sin dudarlo, antes de despedirse para siempre, preguntó por tu nombre, al menos querría saber eso.
Su nombre es Beshakarenice Binanat.
Los años pasaron y nunca tuvimos noticias de ella o tuyas, y nuestro hermano dejó de sonreír. Hace ya un par de años que accedió a irse a vivir a Europa donde él entrena a los ganadores del torneo, no tiene mucho contacto con nosotros.
Debes saber que tu mamá no cederá fácilmente , pues cuando nos presentemos ante ella, nos reconocerá y sabrás nuestras intenciones, será una batalla dura, si realmente quieres venir a vivir con nosotros debes estar preparada para librar esa batalla, en ausencia de nuestro hermano y hasta el día que el regrese a vivir con nosotros te daremos el cuidado como si fueras nuestra hija.
¿ Y cuando será eso? Quiero conocerle - Exclamé emocionada.
BB, desafortunadamente él no podrá regresar, no por el momento.
Pude sentir en el ambiente que ellos estaban ocultando algo.
Nuestra líder a quien conocerás en su debido momento, mostró su inconformidad ante la noticia de tu llegada a nuestras filas, nuestro hermano no quiso reveler tu existencia y nunca antes una mujer fuera de ella había mostrado el potencial con el que tu cuentas, nuestro programa está enfocado a hombres solamente, nosotros creemos que harás historia, y llegamos a un acuerdo con ella, después de mucho debatir y discutir con el único objetivo de que te aceptara dentro de nuestro programa, una de las tantas condiciones es que tu papá deberá mantenerse en su puesto actual hasta el momento en que tu desarrollo esté completo a fin de probar que tu poder es heredado y no influenciado por él y solo hasta ese momento podrán conocerse. Debes saber que nuestro hermano confía ciegamente en que podrás igualar su poder y fue por ello que accedió.
¿Como sabré el momento en el que mi poder se haya desarrollado en su totalidad?
Ganarás el Torneo Annual - comentó Bruno.
Aun cuando la historia que me cuentan tiene mucho sentido, ¿Cómo sé que la historia que me han contado es verdad?, comprenderán que no puedo llegar a contar ésta historia fantástica sobre todo porque estaría cuestionando todo lo que hoy conozco como mi familia y la integridad de mi mamá.
Tus dudas son razonables, y debes saber que existe un vínculo que encontrarás si buscas a detalle dentro del significado de tu segundo nombre, el vínculo que te une al nombre de nuestro hermano, su nombre es: Ramsés.
Mi mente repasaba mentalmente el significado del nombre, y justo en el momento de que escuché el nombre de su hermano, encontré el vínculo que ellos me pidieron encontrar "Bintanat, hija de Ramsés"
Tu mamá no pudo evitar crear un vínculo, al menos en tu nombre.
Ahora comprendemos que solo era cuestión de tiempo que desarrollaras tu potencial, él es poseedor de un inmenso poder, y tu simplemente lo heredaste, en ti es algo natural. Nos atrevemos a pensar que has tenido manifestaciones de él, quizás sueños premonitorios, cuando alguien te da la mano puedes sentir su energía, esto pudo desconcertarte, incluso el día de tu nacimiento y el embarazo de tu mamá debió ser algo … Bueno, ella cuenta con nuestra admiración, sabemos que no debió ser sencillo llevarte en su vientre. Lo que no anticipamos es que tú serías quien nos encontraría a nosotros.
Su embarazo fue de 8 Meses siempre me lo ha comentado - pensé - y de acuerdo a los médicos la razón por la cual me anticipe es porque el cuerpo de mi mama ya no podía tenerme dentro de ella, mis medidas eran mas grandes de lo normal.
Me sentía desorientada, desconcertada y aturdida, cerré los ojos y me concentré en mi respiración, la historia que me cuentan ellos no tiene ningún cabo suelto, aun así debo darle el beneficio de la duda a mi mamá y preguntarle directamente, si es verdad, entonces la respuesta a mi constante incógnita estaría respondida, ¿por qué me sentía como una extraña en mi propia familia?, físicamente somos muy diferentes, sin embargo al ser una mezcla de genes, siempre puede salir alguien como yo: diferente.
Creo que ahora las cosas han cambiado, si es verdad lo que me han contado entonces debo aclarar muchas cosas en mi casa, no sé cuánto tiempo me tomará. - o cuanto me tomará agarrar valor -pensé.
Puedes tomarte el tiempo que necesites, dijo César, asegúrate de llamarnos cuando tengas claridad.
Asentí,
Debes saber que debido a que has aceptado nuestra propuesta y debido a que lo que tenemos pendiente son meras formalidades, hemos asignado a Atlas como tu guardián, él te podrá dar más detalles al respecto, básicamente él, al ser aun nuestro alumno, puede guiarte de una manera más rápida y sencilla dentro de las reglas escritas y no escritas dentro de nuestras instalaciones, al mismo tiempo es el encargado de tu seguridad en nuestra ausencia, espero que encuentren la manera de llevarse bien, pues pasaran juntos mucho tiempo, él debe estar disponible para ti 24/7, deberás seguir las reglas que el té indique y obedecerle, sobre todo obedecerle, es una parte importante de tu formación. Una vez que estés con nosotros el 100% de tu tiempo afinaremos los detalles que vienen después.
Les miré muy sorprendida, ahora todo me hacía más sentido.
Bien pues, entonces me retiro, me pondré en contacto con ustedes tan pronto como esté todo aclarado, dije. Me despedí de ellos abrazándolos.
Dentro del coche de "mi guardián". Pasamos unos momentos en silencio antes de que le lanzara un golpe a su brazo y le dijera " mi guardián he", ¿que otra sorpresa tienes para mí?.
El río, muchas, patea traseros, tengo muchas, por el momento y al estar encargado de tu seguridad tanto física como emocional, permíteme recordarte que tienes mi número celular, estaré antes de lo que esperas a tu lado si es que necesitas hablar con alguien, después de que tengas esa "charla" con tu mamá, recuerda que una de mis funciones es estar disponible para ti en 24/7.
¿Ya veo dije, es por ello que me llevarás a mi graduación?
No, te llevaré a tu graduación por qué deseo hacerlo, entenderás que como tu guardián debo encargarme de muchas cosas, pero algunas otras las haré por el simple placer de estar a tu lado, y referente a ese punto y debido a que los muchachos ya te anunciaron mi papel en tu vida te hare una petición: un buen detalle sería que los invitaras a ellos también, han esperado largo tiempo por ti, y los hará muy felices compartir esta etapa de tu vida. Y a partir de mañana comenzaremos a buscar el vestido que lucirás ese día, no tengo que recordarte que puedo hacerte todos los regalos que desee.
No, ¡ni lo sueñes! - Respondí.
Pequeña Patea traseros, ni siquiera está sujeto a discusión. Mañana es el día hoy tienes mucho que pensar, te dejaré en tu casa, y esperaré tu mensaje.
No, mañana tengo planes, ¿recuerdas? Pude ver como apretaba el volante.
Planes que no te agradan dije, te confiaré el contenido de mi corazón, solo para probar que realmente eres mi guardián como dijiste, también incluye el escucharme, ¿cierto? El asintió con la cabeza, verás hace quizás un año, le confesé mis sentimientos a Erick, le pedí que saliéramos, que me considerara como un prospecto de novia, pero el me rechazó rotundamente, mi físico era diferente en aquel entonces, eso afectó mi autoestima, aun así la vida me jugó una mala pasada poniéndonos a trabajar en el mismo lugar. Cuando decidí entrenar en defensa personal, mi físico cambió, y cuando tu entraste a escena de una manera mágica el volteó a verme y me atrevo a decir que a celarme, y aun que no me desagrada, sé que su interés no es genuino, Como verás no soy tan pura de corazón o una buena persona, acepté su invitación sabiendo todo esto, únicamente porque quiero vengarme, sé que ahora él quiere que esté a su lado, no como su novia, sino simplemente no quiere perder una "admiradora", yo lo subí en un pedestal y ahora quiero ponerlo en su lugar.
Lanzó una carcajada - ¿Quieres mi ayuda?
Creo que puedo sola, gracias.
Bien y ¿a qué hora tienes tu cita y en dónde?
Acordamos encontrarnos en el cine XXX a las HH:MM
¿Quieres decir que ni siquiera se tomará la molestia de pasar por ti?
Recuerda que puedo valerme por mi misma, dije.
Esa no es excusa, yo pasaré por ti y te llevaré, esperaré por ti e iremos en busca de ese vestido que te provocará que se caiga más de una quijada
¿No crees que eso será raro, que me lleves y esperes por mí?, serás casi como mi chofer
Patea traseros debes saber algo de mí, soy celoso, posesivo y no me gusta compartir, entiendo tus intenciones y lo que te motiva para tener esa reunión, no estoy en contra pero tampoco a favor, compláceme por esta ocasión te prometo no hacer un lío, verás que la cara que pondrá al vernos llegar juntos no tendrá precio.
Atlas, dije, diré una sola cosa: ¡¡¡ No eres mi novio !!!
Él respondió en el mismo tono : ¡¡Pero soy tu guardián!!, sonrió.
Intentando cambiar el tema le dije, ¿algún día podré conducir tu coche?. Noté cierto titubeo en su voz, y pude comprender que era algo valioso para el.
Algún día quizás… Puedo conservar esa promesa, algún día.
Quizás hoy hablé con mi mamá, los sábados por la tarde, mi papá lleva a mis hermanos comprar los víveres para la semana, afortunadamente yo ya no soy requerida para esas actividades, nunca me gustó y nunca me gustará, mi mamá aprovecha ese tiempo para disfrutar de un buen té, esa actividad usualmente la hacemos juntas. No quiero desatar una batalla campal, apenas logré superar mis crisis de adolescente y dejé de pelear con ella por todo, créeme, Troya se quedó corta.
Llegamos casi sin pensarlo a mi casa, esa vez no quería bajarme de su automóvil, le abracé, él acarició mi cabeza, patea traseros, todo estará bien, sigue tus instintos.
Atlas, antes de bajarme tengo curiosidad de algo, los muchachos dijeron que cada uno desarrolla diferentes habilidades, ¿cual es la tuya?.
Respiró profundamente y recostó su cabeza en el asiento.
Antes de responder patea traseros, te aclararé algo, mis palabras son 100% honestas y mi invitación continua siendo la misma, Pruébame y no querrás dejarme ir, aclaro esto pro que sé que armarás un lío de todo esto, solo que ahora y dado que soy tu guardián tengo más influencia sobre ti. Mi poder o el poder que estoy desarrollando con mi energía es la de generar e influenciar la energía de los demás para conocer sus pensamientos más escondidos, no he logrado tener esa influencia en ti de la manera que quisiera, como has podido darte cuenta, sin embargo tu misma habrás notado que te sientes cómoda compartiendo información que no le darías tan fácilmente a otra persona, eso es sin duda inquietante ya que no puedo usar mi poder fuera de la asociación, es parte de las reglas que te explicaré más a detalle.
Ya decía yo que no era tan normal que te contara tantas cosas así nada más, me crucé de brazos, es decir que llevas ventaja sobre mí.
Cuando tu desarrolles tu energía me ofrezco como voluntario para probarla, dijo.
Y lo hare, cuenta con la plena seguridad de que lo hare.
Estando ya en casa, esperé pacientemente a que estuviéramos solas. Me sirvió mi taza de té y la tomé con ambas manos, no sabía ni como comenzar, pero seguí mi instinto…
Mamá dije, hace una semana conocí a unas personas que quizás recuerdes, sus nombres son… César, Jason, Bruno y Mario. Ella abrió los ojos como platos.
Su respuesta fue calmada, honestamente me sorprendí, ¿Ellos te buscaron?
No, dije, yo llegué a sus instalaciones, fui a una prueba que vi anunciada en un volante… Me contaron una historia y quiero saber si es verdad.
Sus ojos se rasaron, todos mis esfuerzos fueron en vano, dijo, esperaba que no conocieras ese mundo, Ramsés me lo dijo, "Ella llegará sola a mi lado sin importar lo mucho que intentes alejarla, ella me encontrará". Debes entender que en ese momento yo elegí lo que pensé era mejor para ti, pero la vida, como siempre lo he dicho, te juega las bromas más brutales. Si BB la historia que te contaron es verdad, no perderé mi tiempo preguntándote referente a lo que ellos te dijeron, esa gente no miente.
Mamá, quiero ser comprensiva y tus razones tuviste acertadas o erróneas, lo hecho, hecho está, sin embargo necesito tu bendición para mudarme con ellos, he visto lo que pueden hacer y sé que yo también puedo lograrlo, ahora soy mayor de edad, pero no quiero irme en malos términos de éste que es mi hogar, deseo mudarme con ellos.
No volverás a vernos, dijo. Te perderé
No mamá, no será así, yo rechacé su propuesta cuando me pidieron olvidarme de ustedes, pero logré negociar venir a visitarlos cada 15 días, en emergencias y fechas especiales. Sin importar lo que pase siempre serás mi mamá y agradeceré la vida que me has dado, el papá que me conseguiste porque Dios sabe que le agradezco lo mucho que me ama y ahora que sé que no soy su hija sanguínea lo amo mucho más. Es una aventura que me gustaría vivir, ellos me han planteado ya una propuesta y estoy dispuesta a probar, al final de todo si decido que no es lo que estoy buscando siempre puedo comenzar de nuevo.
¿Lo has visto? Preguntó.
Asumo que te refieres a Ramsés, buena jugada lo del nombre mamá, pero no, no le he visto, no quise darle detalle de la historia, no le haría ningún bien, ni resolvería nada, Me dijeron que está de viaje, y que a su regreso le conoceré, estoy ansiosa pero he tratado de conservar la calma pero me gustaría conocerle.
Creo que se llevarán muy bien, dijo ella, ¿Cuándo planeas mudarte?
Le sonreí, con esas palabras sabía que contaba con su aprobación.
Apenas le digas a papá, supongo que es un tema que deben platicar en privado, dije, ella asintió.
Ellos vendrán a hablar con ustedes y ese día me marcharé con ellos.
Solo era cuestión de tiempo BB, mi corazón lo sabía, dame una semana para aceptar la idea, y contarás con mi bendición, aún tenemos que afinar los detalles de tu graduación.
Referente a ese tema dije, ¿te molestaría si los invito?
Adelante dijo ella, ya no tiene caso excluirlos de tu vida.
Esta noche hablaré con tu papá.
Gracias, dije y le abracé.
Quedamos unos minutos en silencio el cual se vio interrumpido cuando el resto de la familia llegó, nosotras simplemente sonreímos y tratamos de actuar de manera natural. Ayudé con los víveres y me recluí en mi recámara, le envié un mensaje de texto a Altas, resumiendo lo sucedido, todo está bien después de todo, puedes decirles que el próximo fin de semana mi mamá los recibirá y ese día podré irme con ustedes.
Inmediatamente después recibí una llamada de Mario:
BB, Fue todo más sencillo de lo esperado, estamos ansiosos en que llegue la fecha indicada, llegaremos puntuales, mientras tanto, planea todo para que renuncies a tu trabajo y no hagas maletas, aquí encontrarás todo lo que necesitas.
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18. Runaway
Eran finales de Octubre y dos eventos estaban próximos a suscitarse:
1. En poco más de quince días semana se llevaría a cabo un evento en la clase de César el cual se titula “ Elemento Clave “ (A juzgar por el título, me imaginé que sería algo así como el elemento que activa tu progreso, etc.) y,
2. Estaba a poco más de una semana del verdadero cumpleaños de Altas.
Para éste último evento había tenido que encontrar el momento de hablar a solas con los trillizos.
- A mí no me vengan con cuentos dije, sé que ustedes harán una celebración a lo grande para éste evento, me juego el apellido si no tienen reservado ya el lugar y todo lo demás.
- Negaremos todo hasta hablar con nuestro abogado – dijo uno de ellos.
- Lo que pido es simple, contraten a unas bailarinas casi exóticas y permítanme ser una de ellas, seguro que podrán organizarlo, quiero estar dentro de la coreografía, muy del tipo de “The pussy Cat Dolls”, es todo lo que pido.
- Atlas nos despellejaría vivos si accedemos a tal locura.
- No tiene que saber que ustedes estuvieron involucrados, pueden fingir demencia, incluso pueden organizar fiesta de máscaras o algo similar, así ni siquiera se dará cuenta que estoy ahí.
- ¿No puedes hacer ésta celebración en privado?
- Si puedo, dije, pero esto sería una gran sorpresa para él.
- ¿Me ayudarán o no?
- Se miraron entre ellos. Lo haremos con dos condiciones – dijo el Rubio – Después de todo no tienes otra manera para pagar nuestros honorarios.
- ¿Qué tienes en mente?
- Trabaja para nosotros, necesitamos ideas nuevas, una mujer que atienda a nuestros clientes, y un toque femenino, el mundo aún no está preparado para mi visión – dijo el “ Claramente Gay” de los trillizos - además te vendría bien algo de dinero.
- ¿ Creen que cuento con lo necesario? – La idea me entusiasmó sin dudarlo y ellos me pagarían por hacerlo.
- Creemos que con nuestra ayuda contarás con lo necesario en breve – afirmó el rubio.
- ¿Cuál es la otra condición?
- Una cita, con mi hermano y otra con migo. A él solo le deberías un favor – Señalaron al moreno. Recordé que ellos confesaron abiertamente ciertas intenciones para conmigo ….
Esas palabras me transportaron a las citas y los requisitos que demandaba Atlas.
- No, no acepto.
- Vamos BB, únicamente te mostraremos lo encantadores y caballerosos que podemos llegar a ser si acaso decidieras mandar a volar a Atlas.
- No, Gracias – Ustedes perderían todos los dientes y yo… bueno, me sentiría muy mal conmigo misma.
- Lo cambio por favores – Se miraron entre ellos. Me dieron la mano y se retiraron con cierta prisa de ahí. Comenzaremos este fin de semana los ensayos, asegúrate de estar disponible.
- Pensé que algo habría detrás de todo esto, pero llegado el momento lo enfrentaría, no me detuve a analizar detalles.
- ¿ De que hablaban, ellos huyeron cuando me vieron llegar? – dijo Atlas quien me abrazó por la espalda.
- De nada en particular, me decían que querían raptarte este fin de semana, y dado que me toca ir con mi familia, les dije que tenían mi permiso.
- ¿Tengo tu permiso? - rio de manera burlona.
- Claro, además de que ahora parezco ratón de biblioteca, no soy una compañía muy animada, sal y diviértete con ellos.
No dijo nada más.
Un par de días después, con el tiempo apenas justo para lograrlo los trillizos accedieron a ayudarme, solo que también tenían que cubrir sus espaldas por lo que diseñaron un plan para una celebración un poco más íntima.
- Si lo que quieres es un baile exótico, lo podemos arreglar, pero no te exhibirás ante un público con nuestra ayuda, valoramos nuestro pellejo, además de que eso sería traición directa para nuestro hermano a quién honestamente apreciamos más que a ti.
-De acuerdo, eso puedo aceptarlo - dije volteando los ojos hacia arriba, como si me quedara alguna otra alternativa.
- Tomarás clases de bailes sugerentes con una maestra que contrataremos para dicho propósito, que si me permites decirlo, lo único que necesitas es que despierte toda tu sensualidad y escuchar a tu instinto, tienes todo el equipo necesario. Dijo el pelirrojo – Y después quizás quieras mostrarme lo aprendido, guiñó un ojo.
Ese fue el trato que hice con ellos y cumplieron a pies juntillas.
Ahí estaba yo esperando por Atlas, el día indicado 11 de Noviembre, en una habitación de un Hotel cualquiera.. Bueno no, eso sonó a canción, el hotel no era cualquier Hotel, era por supuesto un hotel de categoría Grand Turismo ( el único en nuestra ciudad), me llevaron desde temprano hasta ahí.
- Nos gustaría que comiences a ver cómo es que trabajamos – me instruía el Rubio.
Dejé mis cosas en un sillón y presté atención haciendo anotaciones mentales, después de todo al final del día yo era una clienta más. Contamos con convenios con una serie de negocios que nos pueden brindar buen servicio, pero sobre todo discreción, ya que eso es un requisito indispensable para nosotros. El precio no es un factor importante, pero es necesario saber si el cliente cuenta con algún presupuesto, lo primordial es atender la necesidad del cliente en el tiempo requerido.
Utilizaremos ésta ocasión como ejemplo, nuestra clienta quiere darle una sorpresa a su novio, pero requiere que nosotros diseñemos completamente la estrategia, no cuestionamos, solo hacemos preguntas específicas.
¿Requieres algún tipo de transporte?, ¿Alguna habitación que tengas en mente?, ¿ Algunas horas o noche completa? ¿Alergias? ¿Alguna decoración o color específico? – Me sigues – preguntó.
En este caso es necesario que nosotros diseñemos completamente la estrategia, así como coordinar todo y además que ambos queden satisfechos, lo cual eleva muchísimo nuestros honorarios, pero las personas que nos contratan saben que lo valemos y lo pagan sin cuestionar.
Me guio hasta unas cajas que había dejado sobre la cama.
- Sabemos que el color favorito de Atlas es el negro en lencería femenina, encontrarás lo necesario en éstos paquetes, de tu talla y sobre todo que enfatice tus encantos.
- Aquí es donde entro yo, dijo el Moreno, soy magnífico para adivinar tallas y encontrar las prendas que te destacarán tus mejores puntos y ocultarán tus defectos – hizo una pausa – no es tu caso guiñó el ojo. Sacó delicadas prendas de los paquetes que señaló y me puse color rojo encendido, él lo notó y las guardó de inmediato.
- Quizás sea mejor que las inspecciones en privado. – Ese también es nuestro trabajo, detectar la incomodidad del cliente y hacer que se sienta tranquilo y seguro.
Continuó el Rubio – Nos aseguramos que la iluminación sea la adecuada – bajó un poco la intensidad de las luces, revisamos que todo funcione bien, dentro de la habitación, repasó todos los servicios… Confirmamos en la recepción que se encuentren disponible las fresas , champagne y alimentos…
- Dejamos además en el closet un equipo completo de artículos que pueden resultar de utilidad.. ( Bebidas energéticas, chocolates, preservativos…) Debes observar también que nuestros tiempos deben estar perfectamente coordinados y la comunicación es básica para nosotros.
Habiendo dicho esto, se colocaron los tres al pie de la puerta.
- Nuestros servicios están casi completos, iremos a buscar a Atlas para sacarlo de su fiesta y lo traeremos aquí para ti, asegúrate de estar lista en 30 minutos, no lo traeremos antes, si me permites sugerir, colócate el antifaz para que no pueda reconocerte con facilidad y ubícate sensualmente en la cama, el resto lo dejamos a tu criterio. Dicho esto se retiraron.
Contaba con el tiempo justo, saqué las prendas de las cajas que dejaron para mí, y quedé sin aliento por unos instantes, el encaje era muy suave y lleno de transparencias, rogué por entender como colocar todo aquello sin romper nada en el intento, todo me calzó como guante y honestamente el moreno sí que sabía cómo hacer su trabajo, lucía más que deseable en aquel atuendo. Entendí entonces la cita que concretaron para mí un día anterior, donde me llevaron a hacerme mantenimiento completo ( exfoliación, depilación, etc.). Miré el reloj, no tardaban mucho en llegar..
Horas antes había ido a comer con Atlas en una supuesta y única celebración de cumpleaños, él había argumentado que no deseaba separarse de mí, “ Ellos, tus hermanos tienen lista tu celebración, no te detengas por mí”. Fue una fuerte discusión muy equilibrada llena de argumentos muy válidos por ambas partes, pero al final accedió a ir.
Pude escuchar que se acercaban, reían fuertemente. Al menos estaba feliz. Yo me encontraba preparada.
Al entrar ellos a la recámara mi corazón se desbocó y derritió al mismo tiempo.
- ¿Qué es esto? – preguntó al ver la habitación claramente preparada, luz tenue, algunos pétalos aromáticos distribuidos por el piso y yo sobre la cama, tendida de costado con una de mis manos cayendo casualmente sobre mis caderas, antifaz de plumas y labios color carmín encendido sonriendo para él.
- Nuestro regalo de cumpleaños, dijo uno de ellos. Dado que BB y tú aun no formalizan nada y pensamos que quizás necesitaras un poco de diversión para olvidarte y pasar de ella, salieron de ahí y cerraron la puerta detrás de ellos.
- Él no dio un paso más allá, y respiró profundo. Titubeo en un gesto no muy propio de él. Claramente no me había reconocido pues me encontraba oculta en la semi penumbra con un antifaz que cubría la mayor parte de mi rostro.
- Señorita, comenzó a decir, agradezco los servicios para los que la hayan contratado mis hermanos, pero no podré quedarme, si acaso quedó algún pago pendiente con gusto cubriré el importe.
Me estaba rechazando porque no sabía quién era yo ¡El solo me quería a mí!. Ese es uno de los mejores afrodisiacos que puedo tener. Me incorporé y me senté en la orilla de la cama, con mi corset que hacía resaltar mis senos. Evidentemente no pudo dejar de echar un vistazo a lo que tenía enfrente, sin embargo desvió la mirada, al tiempo que yo me ponía de pie.
- ¿Seguro que no quieres ver más de cerca? Quizás algo de lo que tengo aquí te agrade – hice una pausa – y lo quieras tomar.
Su cerebro tardó apenas unos segundos en reconocer mi voz, y sus ojos se abrieron ampliamente ante aquella revelación, entonces no solo miró, si no que observó con deleite. Sonrió de lado y cruzó sus brazos, apoyando su quijada en una de sus manos, sus ojos ahora brillaban y observaban con deseo.
- Necesito que te gires para poder dar un nuevo vistazo de lo que tienes por ofrecer, soy exigente – dijo con desdén y adentrándose en el juego.
Entonces como toda una come hombres, comencé a girar, lentamente, deslizando mis manos sobre mi cuerpo y contoneando mis caderas, me detuve cuando estuve de espaldas a él, colocando mi barbilla sobre mi hombro para mirarle, me quedé unos momentos ahí, esperando alguna reacción de su parte, él disfrutaba de la vista, sin dudarlo.
Escuché que comenzó a caminar y vi como pasaba al lado mío, de paso ajustó la iluminación dejando al máximo la misma, ahora contaba con iluminación total, él se ubicó en el sillón más próximo, sin dejar de observarme.
- Confío en que estoy cubriendo sus exigentes expectativas – dije sonriendo.
- Aún estamos en etapa de evaluación – señaló tratando de esconder una sonrisa. Acércate, ordenó.
- Caminé con paso firme, me detuve cuando quedé frente él y me miraba hacia arriba, puse mis manos en mi cintura y tal como había aprendido de una gran maestra, elevé mi pie hasta apoyarlo en el asiento entre sus piernas. Emitió un gemido, suspiro, algo.. se inclinó para besar mi rodilla, y sus manos se colocaron en mi muslo al inicio de las medias de red que llevaba.
- ¿ Puedo? Preguntó haciendo ademán de retirarlas. Necesito inspeccionar más a detalle. Hice un gesto afirmativo con la cabeza sosteniendo mi respiración. Deslizó la media hasta la altura de mi tobillo, al tiempo que daba pequeños besos desde mi muslo y en dirección hacia mi tobillo, encendiendo todas mis sensaciones y emociones al máximo, nuestras respiraciones comenzaron a agitarse, me tomó por el tobillo y guio mi pie e hizo lo propio con la otra pierna.
Él se tomó su tiempo, sin prisas, la noche era nuestra, el tiempo carecía de significado en ese momento, tocando, disfrutando, se puso en pie y me retiró el antifaz, tomó mi rostro entre sus manos y acercó mis labios hacia él, fusionándolos en un beso con los míos, le abracé y lo atraje más hacia mi cuerpo, él no opuso resistencia, tampoco lo hice yo, ¿Cuál era el objeto, si después de todo el deseo era mutuo?.
Me cargó por la cintura de manera que mis piernas abrazaran su cintura, sin dejar de besarme y nos guio hasta la cama, para continuar saboreándonos por unos instantes más, introduje mis dedos en su cabello y al mismo tiempo lo acerque más a mí, su sabor, su aroma, todo en él era una invitación sumamente provocadora para mí.
Se incorporó en sus rodillas, sacando su camisa de adentro del pantalón, me incorporé.
- Por favor no me quites el placer de hacerlo yo.
Retiró sus manos dejándolas caer a sus costados mientras me observaba ejecutar aquella labor, me demoré tanto como pude, dando pequeños besos sobre la piel que descubría a cada paso, haciéndolo estremecer, pude ver por la cercanía que cierta parte de él reaccionaba a todo aquello. Retomamos el punto donde estábamos momentos antes sin demora, y sin presiones.
Escuché mi celular sonar a lo lejos osando interrumpir aquel momento, por lo que solo atiné a ignorarlo olímpicamente, lo que fuese podía esperar, ese momento solo quería que existiéramos él y yo, que ese momento solo fuese para nosotros.
Me retiró completamente las medias llenando de besos mis piernas, adoré aquella sensación, mi cuerpo estaba respondiendo también a aquella estimulación, con gran habilidad me quitó el corsé que llevaba, evité pensar que evidentemente no era la primera vez que lo hacía, y me concentré en disfrutar el como sostenía cada uno de mis senos en sus manos y succionaba mis pezones, llevándome a un punto sin retorno.
Nuevamente mi celular sonó – Diablos que inoportuno – pensé, quizás sean los promotores de los teléfonos ofreciéndome un nuevo plan… Él levantó la vista, pero lo regresé tomando su rostro entre mis manos y guiándolo a mi boca, deseaba que no se detuviera, lo quería nuevamente explorando mi cuerpo y sus rincones más ocultos.
Se incorporó para retirar sus zapatos y pantalones, me ofreció una magnifica vista de todo él, desnudo y listo.
- ¿Debo asumir que tenemos protección?
- Afirmé, aunque pensándolo bien, los dejé en mi bolsa en el baño – dame unos momentos y regreso, dije.
Escuché que su celular sonó y él respondió y mi corazón se apachurró un poco pues hubiese pensado que ignoraría cualquier llamada estando conmigo en aquellas circunstancias, tomé el envoltorio metálico y regresé, él estaba sentado en la cama, me miró y corrió a abrazarme
¿ Que sucedía? Mi corazón dio un salto, mil cosas pasaron por mi mente, mi familia, los muchachos, ¿qué había sucedido? Reparé entonces en las 2 llamadas perdidas que tenía, me liberé de sus brazos y cogí mi teléfono: “Mamá” decían las llamadas así como varios mensajes que también tenía, busqué sus ojos con mis ojos.
Me abrazó.
- Tenemos que irnos, es tu abuela, está muy grave en el hospital. Tu mamá intentó localizarte en tu celular entonces llamó a César cuando no contestaste.
El resto lo deduje por mí misma aunque reconozco que mi mente registró todo esto en cámara lenta, difícilmente entendía lo que sucedía.
- ¿BB? ¿Estás bien?
Solo asentí.
La mamá de mi papá había fallecido años antes por lo que era la mamá de mi mamá a quien se referían, ella y yo tenemos una relación cercana aunque sentí que la traicionaba cuando accedí a mudarme con los muchachos sin siquiera pedir su opinión y consentimiento. Atlas me ayudó a vestirme, yo estaba en estado de shock, al mismo tiempo llamó a uno de los trillizos explicando lo que había sucedido y pidiendo que subieran a arreglar todo a nuestra salida.
- ¿Eso también lo incluyen sus honorarios? – Sonreí.
Literalmente él me visitó, y nos apresuró a salir de ahí.
- ¿Sabes el hospital en el que está? – Preguntó
Saqué mi celular para ver si me había enviado algún mensaje al respecto, vi el resto de los mensajes que había enviado, avisó hacía más de una hora que diciendo que habían surgido problemas con mi abue, y que la llevarían al hospital XXX, revisé la hora y me sentí muy mal conmigo misma pues a esa hora debía haber estado yo haciendo los arreglos para aquella celebración ahora arruinada.
Mi sangre se heló, comencé a llorar a raudales, Atlas me decía que me calmara que todo estaría bien.
- No lo entiendes dije entre sollozos - si ella tuvo que llamarle a César para localizarme y además dijo “ Esta muy grave, date prisa porque es posible que ya no la encuentres viva”, entonces ya no está viva. Hablamos más de una vez de esto. ”Si algo sucede y alguno de nosotros no está aquí, simplemente diré “Date prisa, es posible que no lo encuentres vivo” de ésta manera no los pondré en riesgo a ustedes también.
- Siempre es posible que sea cierto, que ella aún esté con vida.
- Altas en mi conciencia siempre quedará que no estuve ahí el último momento de mi abuela, si no que por el contrario estaba satisfaciendo mis más primitivos instintos. No dijo nada, se limitó a manejar.
Cuando llegué, no necesité preguntar, vi sus rostros, no había nada por hacer. Me desplomé, Atlas me abrazó intentando consolarme, dejé que mis lágrimas recorrieran libremente mi rostro, lloré a grito y en silencio, no podía lavarme aquel cargo de consciencia.
Los muchachos no tardaron en llegar. Mi familia los veía asombrados. Ellos no sabían quiénes eran o porque estaban ahí consolándome y llorando a mi lado. César se acercó a mi mamá e intercambiaron algunas palabras. Los trillizos llegaron un tiempo después, yo ya me encontraba más calmada. Durante la noche hubo intensa movilización por parte de mi familia para hacer los preparativos necesarios….
Entrada la madrugada la llevaron al lugar donde su cuerpo sería velado y ese fue el momento para mí, donde me romí completamente, fui consciente de que jamás volvería a verle con vida, escuchar sus consejos, regaños o volvería a ver su sonrisa. Vi su cuerpo frío e inerte, ¡Quería golpear a alguien y quería hacerlo ya!
Atlas me abrazó y me llevo lejos de ahí, a un rincón para que pudiese reaccionar libremente en la manera en la que lo quisiera. Acariciaba mi cabeza mientras yo lo cubría de lágrimas y mocos – Llora para sanar tu alma, yo estoy aquí para sostenerte.
Los trillizos, llegaron con cobijas para los presentes, sabían que nos esperaba una larga noche, recuerdo que pensé cuan curioso era aquello, no sabía con exactitud si sentirme mal o bien por ellos, por un lado ellos jamás tendrían que vivir aquellas experiencias, la muerte de un papá, una mamá, un abuelo… por ese lado está muy bien, pero en el otro jamás vivirían las bonitas experiencias que éstos seres nos proporcionan.
No faltó quien preguntase por ellos, mi mamá les había dicho que eran compañeros de trabajo y para ahorrarse más explicaciones situó a Atlas como mi último pretendiente, casi mi novio.
Dentro de mi tristeza y destrozado corazón, había una cosa que me carcomía más que todo ¿Cómo podría superar aquel cargo de consciencia?
Muchos integrantes de mi familia pasamos la noche ahí, como dije, los trillizos se encargaron de alimentarnos, arroparnos y cubrir nuestras necesidades básicas y apremiantes.
Una de las peticiones de mi abuela, era de la ser sepultada casi inmediatamente después de su muerte y sus peticiones eran como una orden para todos nosotros. Se organizó para que fuera sepultada antes de las doce del día ya que, de acuerdo a nuestras creencias, es cuando la tierra se abre para recibir el cuerpo del fallecido.
Me sorprendí al ver a todos los integrantes de mi nueva familia, mi familia energética, presentes, brindando sus condolencias y respeto, incluso "ella", todos juntos como un contingente de alguna milicia, en la parte de atrás de la iglesia en donde se celebró la última misa de “ cuerpo presente” de mi abuelita. Nadie de ellos podía entender completamente mi sentimiento, ninguno conocía más familia fuera de nosotros mismos, quizás por ello es que estaban ahí.
El negro es un color funesto y hoy cobró un nuevo significado.
Cualquiera pudiera decir que era un día como cualquier otro, un día de Noviembre, un día común, solo que ese día, yo estaba enterrando a mi abuela.
Cuando la sepultamos nadie se quería mover de ahí, nadie en su sano juicio, quería aceptar que una vez que la dejásemos ahí, no había marcha atrás, se quedaría en aquel lugar frío y sola, sus hijas e hijos se encargaron de vestirla con triple capa de ropa, le colocaron uno de sus tantos gorros que ella misma tejió y no pudieron olvidar su singular bastón ( bordón como ella decía, esto había sido claramente especificado por ella en alguna de esas pláticas que sostuvo con ellos, ella no le temía a la muerte, para ella era parte de la vida, era cumplir con un ciclo, ella lo entendía perfecto e intentó transmitirnos ese conocimiento, solo que, en el fondo de nuestra consciencia, no cabía esa "resignación", no tan pronto.
A éste punto más de uno había preguntado por Atlas, por lo que realicé las presentaciones correspondientes de "mi compañero de trabajo", al igual que los muchachos y el resto de los presentes. Vaya manera de hacer aquella presentación, pensé, también recuerdo haber pensado que quizás mi abue había planeado todo esto finalmente ella siempre demostró tener más conocimiento que cualquiera de nosotros aun cuando ella ni siquiera al kínder asistió.
Llegaron días difíciles, días oscuros para mí, días donde tenía que ajustar cuentas con mi conciencia e iba perdiendo aquella batalla. Después de haberle dejado ahí en el cementerio, decidí que el mejor castigo para lo que acababa de hacer era alejarme de mi familia sanguínea, por lo que le aseguré a mi mamá que estaría bien y que cumpliría con mis compromisos tal como mi abue siempre había dicho “ el espectáculo debe continuar”. Llegué a mi recámara y no quería ver a nadie, me encerré ahí junto a mi dolor y tristeza, no era momento para estar sola, pero elegí estarlo y luchar contra mi conciencia, en contra de saber que mi abuela agonizaba mientras yo intentaba tener sexo ¡¡¡¡ Dios!!!, ¿Qué clase de persona soy?
Pasaron las horas y yo estaba ahí tumbada en el suelo, con una desesperación agonizante, no supe como canalizar todo aquello por lo que tomé mi ropa deportiva, mis tenis, me coloqué mis audífonos y salí a correr, los muchachos solo observaron la escena, corrí y corrí hasta que mis muslos ardían, hasta que mis pulmones casi estallan por aquel esfuerzo, corrí hasta que ya no podía más e incluso después de eso, fue hasta que tropecé pues mis pies fueron incapaces de sostenerme más que me derrumbé esperando que por fin mi agotado cuerpo durmiera un poco, pero no sucedió, dentro de mi ser estaba aquella emoción inflándose como globo y empujando por dentro mi piel, casi al punto de estallar, grité hasta quedarme sin aliento, grité hasta que mi cabeza casi estalla por el esfuerzo, hasta que quedé sin aire, hasta quedar sin voz, ¡Como me odiaba!. No sé cuánto tiempo pasó pero no había más luz del día, solo la luna alumbraba un poco aquella escena, intenté ponerme de pie, pero el cansancio me lo impidió. Me tumbé nuevamente y me rendí, cerré los ojos y desee desaparecer.
Abrí los ojos y por unos segundos, por unos felices segundos no recordé lo que había sucedido, mi Ipod se había quedado sin pila por lo que desconocía el tiempo que había trascurrido, me senté y abracé mis piernas contra mi pecho.
Me puse de pie incapaz de saber si podría encontrar el camino de regreso a casa entre aquella penumbra, pero no tuve que esperar a investigarlo, tan pronto me puse de pie, me di cuenta que Atlas se encontraba una prudente distancia de ahí
- No puedo verte en estos momentos Atlas, no con lo sucedido, lo lamento.
- Nada de lo que hubieses hecho o dejado de hacer, cambiaría el resultado.
- ¡EXPLICASELO ENTONCES A MI PUTA CONCIENCIA!.
- La única que puede perdonarse algo que sinceramente nadie te está cuestionando eres tú. Tu sola decidiste hacer de un acto simple una pesada carga, no estabas haciendo nada malo, no hiciste nada malo, es simple: así debía ser, solo debes entender cual es la enseñanza detrás de esta dura lección. Me tomó de la mano y me guió de regreso a casa, nos tomó una hora llegar hasta un coche que estaba ahí esperando por nosotros, hasta donde adivino fue el lugar que pudo accesar. Regresamos en silencio no dijo nada mas, me bajé del coche sin esperarle. El me vio desaparecer tras la puerta de entrada de mi casa. Ahí estaban los muchachos. Se pusieron de pie al verme llegar.
César me abrazó y honestamente no quería que lo hiciera, comenzaría a llorar inevitablemente de nuevo. Llora todo lo que necesites pequeña – Besó mi cabeza.
- Quiero estar sola, dije.
- Y respetaremos esa decisión dijo Jason, al menos por los siguientes días, lo mejor para éstos casos es estar en compañía de las personas que te aman y aquí estamos nosotros para esa labor.
- Haz las paces con tu alma – dijo Mario. Me pregunté si sabría la verdadera razón de mi estado actual.
- Me preguntaba si mañana … - hice una pausa – podría faltar al entrenamiento.
- Querrás decir hoy – respondió Mario – Puedes omitir el entrenamiento de esta semana para que te recuperes, dijo. Tómate tu tiempo, éstas situaciones nunca son fáciles.
Subí a mi recámara y tomé un baño rápido, no me importó meterme en mi cama con el cabello aun empapado.
Había una bandeja con algo de comer, pero la ignoré por completo, quería sumergirme en un sueño profundo y no despertar hasta que mi corazón hubiese sanado o al menos ya no sintiera dolor, desperté al siguiente día bastante entrada la mañana, me quedé mirando el techo mientras mis ojos se inundaban de lágrimas por el recuerdo de la partida de mi abue.
Había nuevamente comida en mi mesita de noche, misma que no toqué. Salí y tome las llaves de uno de los carros, después de todo había tenido su permiso para hacerlo. Fui con mis papás más que otra cosa para ver cómo estaba mi mamá, afortunadamente la encontré mucho mejor de lo que esperaba incluso mucho mejor que yo. Salí tarde de ahí y cuando llegue todos estaban ahí en la sala esperando.
- No desayunaste - indicó Mario
- No tenía mucho apetito, pero comí algo en casa de mis papás.
- ¿Cómo están ellos?
- Mi mamá se encuentra mucho mejor de lo que esperaba, debo reconocerlo, fue una muerte repentina, aunque mi abue ya tenía ciertos padecimientos, afortunadamente no estuvo en cama enferma, era algo a lo que ella le temía por así decirlo, creo que mi mamá está encontrando resignación en ello.
- ¿Y tú?, como te encuentras, preguntó César.
- Bajé la cabeza y me derrumbé ante aquella pregunta, ¿yo? Estoy luchando en contra de mi conciencia ¿saben?, después de todo no acudí cuando me llamaron, no acudí a verla en sus último momentos, no estuve ahí, ahora tendré que vivir el resto de mi vida con ello en mi conciencia. Me sorprendí ante aquella confesión, pero las palabras fluyeron fácilmente a través de mis labios, y honestamente sentí un gran alivio al decir aquello, no preguntaron detalles, no me hicieron sentir más miserable de lo que ya era.
- Siéntate un momento solicitó – Bruno. A estas alturas debes saber que todos nosotros conocemos disciplinas que pueden ayudarte a sanar ese dolor, pero no podemos hacer nada si tú no quieres sanarlo.
A este punto mis lágrimas habían pasado un punto de no retorno. Estaba nuevamente moqueando y llorando como loca.
- BB, no podemos solicitarte que confíes ciegamente en nosotros, y mucho menos a tan pocos meses de tu llegada a nuestra vida, tratamos de darte tu espacio y respetar tus decisiones, hoy tenemos que tomar cartas en el asunto pues éste desafortunado evento te está afectando más de lo que quieres reconocer, tu apetito disminuyó y eso no podemos pasarlo por alto, te estás autocastigando por algo que necesitas comenzar a aceptar como parte de un contrato que tenían tú y tu abuela, lee este libro, te ayudará – Bruno puso el libro sobre mi regazo.
No entendía como ellos podían siquiera pensar que yo tendría ánimos de leer, no me estaba autocastigando, era algo que merecía, ellos no lo entenderían.
Tomé el libro y les dije que subiría a descansar no sin antes agradecer por el coche y les dije que solo necesitaba tiempo, que los vería mañana. Entendí entonces que debía esforzarme por regresar a su normalidad mi rutina, debía encontrar la motivación y la fuerza. Atlas mes estaba dando mi espacio y lo agradecí infinitamente, pues era la última persona a quien podía ver en esos momentos. Dormí un poco mejor ese día, desafortunadamente en medio de la madrugada me desperté y no pude dormir más, elegí salir a correr nuevamente para agotar a mi cuerpo y que accediera a dormir para anestesiar mi dolor. Era muy temprano, intenté hacer el menor ruido posible intentando no despertar a nadie, sensatamente tomé mi celular una botella de agua y salí dispuesta a destrozar mi cuerpo. Troté por todo el perímetro de los dominios de la asociación, mi cabeza daba vueltas entre el dolor y la confusión de mi cuerpo al no entender por qué lo estaba esforzando de aquella manera. Recordé como ese día elegí estar con Atlas, y me reprimí una sonrisa. La loca de la casa había comenzado a hablar nuevamente.
Debes ser la peor persona del mundo.
La ignoré, pero ella luchó por hacerme saber que estaba ahí para ejecutar su papel de juez.
Tu abuela agonizaba, probablemente esperando por tu llegada, mientras tú te contoneabas en frente de alguien a quien difícilmente podrás hacer tuyo completamente, frente a alguien a quien jamás podrás llegarle a la altura. No olvides la chica que lo abordó en la fiesta de bienvenida…
No olvidemos tampoco lo que escuchamos esa noche, me rechazó porque pensó que no era yo, además los trillizos le habían dicho…
Tu sola quieres convencerte de lo contrario. Afronta tu realidad de una vez y por todas, él no es para ti.
¿Entonces por qué ha tenido tantas muestras de cariño y me atrevo a decir amor, para con migo?
Ves solo lo que quieres ver, él al igual que muchos más te mostrarán su lado bueno para obtener lo que quieren y después se convertirán en algo ruin y nefasto. ¿Dónde está ahorita?
No vayas por ahí BB…
Notaste que no está a tu lado, evidentemente él celebró su cumpleaños contigo o sin ti, ¿Te está dando tu espacio? Pobre Ilusa, esta encamado con alguien más, cogiendo y revolcándose, algo que tú no has querido darle.
Él me está dando mi espacio, es todo, yo se lo pedí.
Si realmente te quisiera estuviera a tu lado, después de todo estás viviendo momentos difíciles, si realmente te quisiera o amara como lo quieres creer, estaría aquí sin importar nada más…
Mi mente acalló y mi cuerpo colapsó… no pude más, me hinqué llorando desesperadamente, mi parte racional tenía razón estuve jugando un juego en el que no tenía la mínima oportunidad de ganar, él … él no está aquí, lo elegí a él sobre mi abue, y ahora ella tampoco está aquí, en ese justo momento, con ese pensamiento en mente y mi conciencia agonizando, mi cuerpo se inundó de ese sentimiento que no te deja respirar, que te cae en el pecho como una pesada piedra, que te infla de adentro hacia afuera sintiendo que te asfixias pero que no termina de desaparecer…. Grité con toda mi alma, fuerzas y aire para intentar sacar éste dolor, le grite a Dios, le grite al Demonio, me grité a mí misma y comencé a golpear el suelo con mis manos, con mis puños hasta que estuvieron sangrantes e incluso aun así continué golpeándolos, me odié, merecía cualquier castigo, lo merecía sin duda.
De la nada y sin pensarlo ahí estaba él.
- ¿Pero qué has hecho patea traseros?
- Déjame – le grité casi sin aliento y con la voz ronca producto de mis gritos anteriores.
Se hincó frente a mí y me abrazó impidiendo que continuara provocándome daño, a él también le golpeé un poco.
- Suéltame – le demandé. ¿Dónde has estado? ¿No se supone que deberías estar disponible para mí 24 x 7?
- Solo me alejé para darte espacio y que pudieras hacer las paces con tu conciencia, supuse que mi presencia sería un amargo recordatorio, de haber sabido que te pondrías así, jamás me hubiera alejado de tu lado…
- Déjame, ve con quien quiera que estuviste estos días… no quiero saber.
Vamos tenemos que curar tus heridas.
- No, no quiero curarlas. Me miró unos momentos, me alejó un poco y me estudió, entrecerró los ojos y literalmente sentí como veía a través de mí. Regresó a abrazarme, tienes que comenzar a hablar, con migo o con quien quieras, no es saludable para ti o para nadie guardarse esas emociones. Vamos dilo, dilo en voz alta, te sentirás mejor te lo garantizo.
- No. ¡Déjame!
Continuó abrazándome. Bien, como te plazca. Pasados unos minutos Comenzó a caminar con migo entre los brazos, me solté y caminé por mí misma a regañadientes. Nos tomaría un largo rato llegar a la casa. Caminó en silencio a mi lado. Llegamos a casa, de inmediato lavo mis manos con sumo cuidado, intentando no lastimarme pero honestamente no me importaba.
Nos sentamos en la mesa del comedor y colocó el desayuno que los muchachos habían dejado para mí.
- No tengo hambre – dije.
- Lo sé y lo entiendo pero necesitas comer, no has probado alimento en días y aun cuando crees que nos engañas, lo sabemos. Come, no es una petición.
Me puse de pie, ¡No!, Me di la vuelta con la intención de salir de ahí, él me atrapó al instante por la cintura, arrastrándome hacia la silla nuevamente.
- Puedes hacerlo de la manera fácil o difícil, pero comerás, dijo, tengo cero tolerancia hacia tus tendencias autodestructivas, pues no solo te destruyes a ti, nos estrás destruyendo a todos, ¿ Qué pasará si algo te sucede? Te has puesto a pensar en ello, ¿Qué dirá tu mamá? Seguro nos culpará a nosotros y eses sería la menor de nuestras preocupaciones. ¿Realmente no somos capaces de garantizar tu seguridad e incluso protegerte de ti misma?.
Él tenía un punto que ciertamente no había considerado. Comencé a comer poco a poco lo que habían dejado para mí y me di cuenta que tenía más hambre de la que realmente pensé, obviamente la comida me cayó pesada y me produjo pesadez, se lo dije y me retiré a dormir, me perdí en un profundo sueño lleno de pesadillas, y todo se reducía a un punto, mi sentido de culpabilidad.
Desperté entrada la tarde, abrí y cerré un par de veces los ojos, observé el libro que me había entregado Bruno en mi mesita de noche, ese día también me había negado a leerlo. Estaba más tranquila pero aun sentía esa furia interna…
¿Realmente ellos sabían todo referente a mis pasos? No suena tan descabellado.
Caí en una espiral de auto - destrucción. La siguiente semana regresé a los entrenamientos y buscaba golpear y ser golpeada, era mi castigo, me repetía constantemente en mi mente.
Atlas me observaba a la distancia, mantenía su distancia, observar mis pasos y podía afirmar que, se encontraba a la expectativa de mis pasos, realmente no era mucho lo que él podía hacer.
A ojos de los muchachos y Atlas, era simplemente que ahora tenía más empuje, mas motivación y decisión…
Me sentía conforme con aquella actitud, tenía lo que merecía. Solo podía pensr en la actividad de la siguiente semana, me presentaba una nueva oportunidad pesé al escuchar a muchos de los chicos decir que se encontraban muy ansiosos de que llegase el día, pues era como una batalla en chiquito, donde podían pelear incluso por días sin tregua…. Sin decir más, era justo lo que necesitaba...
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16. “Any other day”
Entré a una casa vacía, los muchacho aún no llegaban. Todo olía a limpio, seguramente habrían hecho el aseo recientemente, me sentía culpable sin saber exactamente el porqué, supongo que se remite al hecho de que mi madre siempre nos repartía las actividades de la casa, “ Si lo haces por ti mismo tendrá más valor y te lo pensarás 2 veces antes de hacer tiradero” – nos dice cada sábado y pensándolo bien, me parece que tiene bastante razón.
Subí a mi habitación y me dispuse a deshacer mi maleta, pude observar que toda la ropa que usé durante la semana ya se encontraba limpia y nuevamente colocada en el guardarropa, tuve un único pensamiento: ¡ Gracias a quién quiera que lo hubiese hecho! Estaba cansada, agotada, exhausta, sin pila, y cualquier otro adjetivo aplicable.
Llamé a mis padres para reportarme y que supieran que aún estaba con vida, platicamos un largo rato, mi hermana me platicó los avances en su clase de violín, y le confirmé a mi mamá que ahí estaría el viernes siguiente para comenzar el sábado temprano las actividades de mi graduación, ella estaba feliz y puedo decir un poco impaciente por verme. Entre las preguntas obligadas estuvieron: ¿Te han tratado bien?, ¿Estas bien?, etc… ella sabe los detalles de ésta vida, le aseguré más de una vez que me encontraba bien, aunque ella como mamá sabía que estaba siendo golpeada y no me imagino como se debe sentir, cuando voluntariamente su hija se dejó llevar al matadero.
Cuando colgué el teléfono me alegré no tenerles que ver después de mis recientes actividades, mismas que por cierto guardé en lo más recóndito de mi mente y me prometí a mí misma olvidarlas.
Sin saber muy bien que hacer, de pie frente a las escaleras me dirigí al estudio decidida a elegir un libro para leer, me enamoré de esa biblioteca desde el primer momento en que la vi, la cantidad de libros que contenía en perfecto orden, el aroma propio de los libros, libros nuevos y libros envejecidos, aroma embriagador; encontré autores variados así como temas y categorías, aun cuando me debatí entre si elegir alguno de mi autora favorita decidí que lo mejor era leer un tema nuevo inspirada en mi nueva vida : “ Vida nueva, libro nuevo”. Nunca he leído nada del Sr. King, por lo que tomé el primer libro de lo que parecía una Saga, el primer libro en esa fila llevaba pro nombre: " La Torre Oscura".
Fui a la cocina y tomé un gran vaso de agua con mucho, mucho hielo y me dirigí a la sala a buscar un lugar para disfrutar de mi lectura, pensando que con esto podría acallar cualquier pensamiento escandaloso y pecaminoso que llegara mi mente, a fin de evitar que se convirtiera en un auto reproche de mi mal –intencionada mente, la cual cuando no tiene nada más en que pensar, me recuerda a gritos todas las “malas” acciones que he realizado en mi vida… la muy intensa.
Así pues me encontraba preparada para adentrarme en el enigmático mundo del Sr. King, cuando escuché el timbrar del teléfono, no estaba segura si podía contestar, y si lo hacía, ¿Que debía decir?, “Esta usted hablando a la casa de…” ¿De quién? O soy Fulana de tal, ¿Es usted gustoso de gusta dejar un mensaje a una completa desconocida?, durante mis momentos de duda, la contestadora comenzó a hacer su trabajo. No había grabado un mensaje personalizado, estaba el que venía de fábrica, después del tono se escuchó:
* Soy yo, necesitamos hablar de los avances de mi hija, también quiero explorar acciones a tomar debido a lo sucedido en esta semana. Llámenme*
Mi corazón se aceleró, “Mi hija” solo se podía referir a una sola persona : Ramsés. No conocía su voz, era la primera vez que lo escuchaba, ¿Debía decirles a ellos que lo escuché? Me sentía como si hubiese cometido alguna infracción o como si me hubiese enterado de algún secreto, pero no fue así, reamente no fue nada nuevo, solo que ahora conocía su voz. Tenía el libro en las manos pero no estaba leyendo nada en sí, mi cuerpo se tensó llenándose a la vez de adrenalina y ansiedad.
Escuché movimiento en la cochera y después escuché como los muchachos comenzaban a entrar a la cocina desde la cochera, me puse de pie para ir a su encuentro y que pudiesen observar de primera mano que me encontraba sana y salva. Nos saludamos con un beso y un abrazo, comenzaron a preguntarme acerca de mi fin de semana, intenté responder con generalidades que los dejasen conformes, Mario rebuscaba dentro del refrigerador diseñando un menú decente para la cena, el resto de nosotros nos encontrábamos sentados en la mesa.
- Si gustan y deciden arriesgarse puedo cocinar, dije – después de todo son ustedes quienes casi siempre llevan esa tarea, hoy puedo hacerlo yo, uno de los menús que mejor me quedan son unas deliciosa hamburguesas dije. Pensaba en la deliciosa receta que mi mamá preparaba cuando quería consentirnos, les miré esperando su respuesta.
Teníamos todo lo necesario, pude ver mientras Mario rebuscaba dentro del refrigerador, únicamente nos hacían falta algunos ingredientes.
- Alguno de ustedes puede ir por lo faltante mientras yo preparo el resto, o bien si me prestan un coche puedo ir en menos de lo que imaginan – señalé sonriendo.
- Jason y yo iremos por lo que haga falta, asegúrate de elaborarnos una lista, indicó Bruno.
- Quizás puedan traer algo de postre dije sonriendo.
- Pídele a Atlas que lo traiga, ordenó Mario, querrás que el pruebe también tus hamburguesas ¿cierto?
Sonreí afirmando, después de todo ello no conocían lo que había sucedido unas horas antes…
- Te dejaremos sola en la cocina para que puedas trabajar con libertad, si requieres ayuda, solo tienes que pedirla – indicó amablemente Mario.
Subí a mi recámara a recogerme el cabello en una cola de caballo a fin de no contaminar los alimentos que me disponía a preparar, era la primera vez que preparaba alimentos para ellos, quería dejar una buena impresión…
Tomé mi celular un poco vacilante, no quería hablar con él pero si no lo hacía o le pedía a alguien más hacerlo, levantaría sospechas, opté por un inocente mensaje de texto:
* Aviso: Prepararé la cena. Serán hamburguesas. Los muchachos han dicho que te corresponde el postre, si no quieres probar mis delicias, lo entenderé. Confirma*.
Me instalé en la cocina buscando y rebuscando en los estantes, cajones y gavetas lo necesario, como toda una profesional me puse un mandil y saqué los ingredientes, Revisé el celular en busca de su respuesta, pero no llegó, evité ir por ese camino donde seguro pensaría puras tonterías.
Para cuando llegaron con el resto de los ingredientes, yo ya tenía todo picado y a mitad de proceso avanzado, preguntaron si necesitaba algo adicional a lo cual respondí que no y ellos pasaron de largo hacia adentro de la casa.
Revisé nuevamente mi celular… y nada. Sacudí un poco la cabeza para eliminar pensamientos relativos a ese tema… y continué con manos a la obra.
No podía faltar un poco de música en aquel lugar y en tan magno evento.. Red Hot Chili Peppers sonaban en mi cel. y comencé a ponerle un poco de ritmo a mi vida, la música movida usualmente me levanta el ánimo, sin mencionar que me sentía particularmente feliz por estar colaborando en aquella casa, y así despreocupadamente comencé a tararear mientras ponía, batía, quitaba, preparaba….
Di una vuelta a colocar algunas cosas en la mesa y sorpresivamente ahí estaba Atlas, sentado en un extremo, observando sin decir nada como un verdadero acosador. Di un salto por la impresión así un pequeño grito ahogado.
-No te detengas por mí, aquí está el postre, dijo señalando una bolsa que había depositado en la mesa con botes de helado, quizás debas colocarlos en el congelador para evitar que se derritan.
- Gracias – dije - y tomé lo que había traído.
- No sabía que supieras cocinar y que además te sintieras cómoda haciéndolo.
- Tampoco preguntaste.
Continué con mis labores puesto que no quería demorarme más tiempo del necesario.
- Puedes esperar en la sala.
- Para mi sorpresa, escuché su respuesta a milímetros de mi oído – esperaré aquí, quizás pueda ayudar en algo.
- Nuevamente sorprendida e incapacitada ante aquella acción, respondí que no era necesario que más bien apreciaría algo de espacio – no estas obedeciendo tus propios nuevos límites, me quejé.
- No te he tocado ni besado, afirmó mirándome a los ojos, levando esa sexy ceja “la ceja de diablo”.
- Pero esta peligrosa cercanía…
Se acercó hasta quedar sostenido en la barra de la cocina con sus manos dejándome entre la barra y él, sintiendo de ésta manera su calor y su aliento – Continúa sin ser contacto señaló estirando una mano hasta alcanzar “algo” ubicado detrás mío, ocasionando que quedáramos a escasos milímetros el uno del otro, utilizando esa encantadora sonrisa malévola que me derrite, se incorporó y salió de ahí dejándome tan desconcertada como siempre. Respiré profundo entendiendo su juego. Maldición Atlas, siempre estas a un paso adelante.
Terminé de preparar todo y los llamé a la mesa. Me ubiqué estratégicamente lejos de él, al otro extremo de la mesa para ser exactos.
Se sentaron a degustar mis fantásticas hamburguesas que, modestia aparte estuvieron como para limpiar el plato con los dedos…
- Realmente están deliciosas, si he de ser honesto, no esperaba tanta delicia – afirmó Bruno, comentario que tomé como un cumplido.
- Además de que son muy llenadoras, no pude comer más de dos –expresó Jason.
Misión Cumplida, pensé para mis adentros.
instagram: @beshakarenice
- Podemos hacer de esto toda una tradición dijo Atlas.
- Podríamos…. – pensó unos momentos Bruno mientras me miraba.
- O podemos pasar directo al postre dije al tiempo que me ponía de pie para sacar el postre que había traído Atlas, a lo cual éste se puso de pie y dijo que me ayudaría, tal como lo había concluido momentos antes, provocó estar a poca distancia, casi tocando mi piel pero no lo hacía, lo disfrutaba, podía verlo, estos juegos dementes que gusta jugar.
Haciendo un poco de sobremesa los temas tocados fueron diversos, desde la fiesta de hacía algunas horas, los eventos de la semana y los planes del día siguiente.
- Yo llevaré a BB a recoger su vestido para su graduación y afinar algunos detalles por la tarde, quizás tengas ganas de ir al cine, dijo Atlas.
- Quizás lo más prudente es que descanse para el Lunes ya que ésta semana terminé frita, no quiero tentar más a mi destino, por éste fin de semanas, he cubierto mi cuota de fiestas – dije con una leve sonrisa en mis labios.
- ¿Estas emocionada? Preguntó Mario.¿ Por tu graduación?
- Ciertamente muy feliz, estoy terminando un ciclo muy importante y requerido en mi familia : mis estudios Universitarios, esto les trae felicidad y satisfacción a mis papás. Para mi representaba en cierta manera el comienzo de mi vida adulta, una vida en la que podría independizarme y poder aportar algo a mi hogar, por ello es que tenía un trabajo – dejé escapar cierto aire de anhelo en aquellas palabras…
- ¿ Acaso te estas arrepintiendo de la decisión que tomaste?.
- No – respondí sin ninguna duda, ahora lo veo como una pequeña pausa en mis planes. “Uno propone, Dios dispone … llega el diablo y todo se descompone” –cité.
- Frase muy apropiada – rieron.
- Para nosotros y nuestra vida – interrumpió Bruno – tu participación en el Torneo Anual es como una graduación, esperamos poder celebrarlo en pocos años.
Quedaron en silencio, no supe con certeza que decir o que comentar, vi sin embargo esto como la ventana perfecta para comentar lo de la llamada que escuché, pensé que con ellos era mejor dejar todo con la mayor claridad posible, por lo que les confesé que había escuchado la llamada. – Después de todo hasta hoy no le conozco no estaba segura si podía o debía contestar y si debía escuchar aquello, dije.
- Mario suspiró y se recargó hacia el respaldo de su silla – Ramsés, debes saber, está peleado con la tecnología, debía llamarnos a nuestros celulares pero se ha negado a hacerlo, no lo tomes a mal pequeña, tiene sus razones para no haber hablado aun contigo, como tú el también necesita tiempo para adaptarse a ciertas cosas, no hiciste nada malo ni rompiste ninguna regla no escrita, no temas, no vivas en constante pánico.
Respiré aliviada. Continuaron las pláticas diversas, temas diversos.
Comencé a levantar los platos de la mesa.
- Su tú cocinas, tú no limpias- dijo Bruno, deja esa tarea para nosotros. – Asentí y sonreí.
Vayamos a buscar una película para ver en la sala dijo Atlas a menos que prefieras otra cosa.
- De hecho elegiré dormir, si no les molesta me retiraré a mi recámara y no saldré hasta mañana – anuncié.
No necesitaba tentaciones cuando me tienen a dieta forzada.
- Aprovechemos eso - dijo Jason - vayamos mañana a caminar temprano a los terrenos que tenemos tras nuestra casa ¿Qué opinas?
- Sí- respondí.
- ¿ A qué hora debo estar aquí? Preguntó Atlas.
Es inevitable que se anote en todas nuestras actividades ¿ no tiene vida propia?
- 6AM.
- Me despedí de todos y me recluí en mi habitación tomando el libro que había dejado en la sala, leería un rato más y luego me dormiría.
Ciertamente mi mente se desbocó pensando en lo que había sucedido con Atlas, preparé la tina de baño y me sumergí, me relajé y analicé lo sucedido: Me estaba engañando a mí misma ¡ Lo deseaba y en apariencia, él a mí! Pero mi estúpida mente y sus tontas reglas, ¿estaba siendo intransigente? ¿Estaba siendo egoísta? ¿Estaba perdiendo la oportunidad de mi vida? ¿ Donde tengo el botón de apagado del cerebro? ¿Puede ser “eliminado de memorias a voluntad”?.
¡Dios! Esto de estar sola no me está funcionando muy bien. Más me valía dormir de lo contrario mañana no podría levantarme a la hora que me indicaron los muchachos….
Di varias vueltas en la cama y escuché que llegó un mensaje a mi celular:
* Subiré en 5 minutos, estés presentable o no*
Le vi entrar por la ventana como la vez anterior.
- ¿Qué quieres? – le dije groseramente.
Se acercó hasta mi para hablarme al oído – Lo que quiero es hacerte sufrir un poco, dijo.
Obviamente no fue algo que anticipara y me quedé un poco inmóvil sin saber que hacer o cómo actuar, nuevamente.
- Vamos a dormir juntos a sabiendas que nos pueden descubrir, dado que no quieres que te toque, te abrazaré con las sábanas de por medio y así pasaremos parte de la noche hasta que decida que es momento de marcharme.
Hablamos a susurros.
- No, no lo acepto dije, no sé qué harán los muchachos si nos descubren.
- Por eso debes guardar silencio dijo, ya que te estoy informando lo que voy a hacer, porque lo voy a hacer – afirmó asegurándose de enfatizar cada palabra - si gustas hacer un alboroto, adelante, no te detendré pero asume las consecuencias.
Se acomodó en mi cama, invitándome a recostarme en ella, al no tener mejor opción, lo hice, convenciéndome a mí misma que solo era porque él lo había pedido y no porque yo también lo desease.
- Quiero que entiendas como me siento, me llevaste a mi máximo placer haciéndome creer que tú y yo… - hizo una pausa – pero tomaste decisiones por ti misma. Sé que deseas mi cuerpo eso lo tengo claro, así que aquí está mi cuerpo, dijo al tiempo que saltaba fuera de la cama a desnudarse, y acto seguido volvió a tomar su lugar dentro de la cama, la delgada sabana propia de los meses calurosos y mi piyama igual de delgada, dejaban pasar incluso el calor de su cuerpo, así como la nitidez de la sensación de su desnudez.
No te tocaré, ni te besaré, dijo, pero te haré desearlo tanto, que terminarás rogando.
- Reí un poco – Así es como será – Hagamos una apuesta entonces. El que ceda primero…
- Se adelantó… Quien ceda primero le deberá al otro un gran, gran orgasmo.
- No, si tu cedes primero, entonces dejarás de andar rondando por ésta casa, dándome sustos y tentaciones como los de hoy. Si yo cedo, te puedo dar otro día con ciertas concesiones ¿Qué opinas?
- No acepto.
- Entonces no hay apuesta, dije.
- ¡Tu propusiste la apuesta!
- Me rindo – dije, déjame dormir de lo contrario mañana no podré descansar y mañana no estaré en las condiciones óptimas para seguirles el paso a todos ustedes.
- Inténtalo …. Su mano descaradamente recorrió mi espalda, haciéndome pequeñas cosquillas – Si gritas se enterarán – me recordó.
- No lo hagas por favor, me retorcí un poco debajo de sus brazos.
- ¿Qué haré contigo patea traseros? Eres toda una contradicción.
- Dejarme dormir para comenzar.
Esto comenzaba a gustarme…. Me reacomodé en sus brazos y dormí placenteramente. Al día siguiente él ya no estaba ahí, me molestaba perder el conocimiento cuando dormía y no darme cuenta de cuando él se iba pero sobre todo que me sintiera tan cómoda yo con él.
Me puse ropa apropiada para la ocasión, que ya se convertía en mi ropa habitual, ropa deportiva, tomé una gorra, lentes negros y baje a encontrarme con ellos.
De inmediato al verme, Atlas preguntó qué tal había pasado la noche, con cierta picardía en la voz pero modulando su tono para no levantar sospechas.
- Excelente – respondí, tuve un descanso incomparable. Gracias.
Comenzamos a buen ritmo y todos ellos parecen muy parlanchines, bromeaban entre ellos y de vez en cuando lanzaban preguntas curiosas hacia mí, las cuales me sentía con la obligación de contestar, y me hubiese gustado al mismo tiempo haber tenido el valor para yo hacerles unas cuantas.
- ¿ Nunca sospechaste que tu papá no es realmente tu papá sanguíneo? – preguntó (insolentemente) Jason.
- Nunca tuve motivos para sospecharlo, reconocí, quizás obvié demasiadas cosas como el color de piel o cabello, sin embargo mi mamá siempre dijo que la cuestión de los genes es como una ruleta rusa, pueden tocarte los genes de hace muchas generaciones lo cual en mi caso me beneficiaba puesto que me tocó ser alta y con el cabello negro, comprenderás que cuando tu mamá y tu papá te lo dicen tan convencidos no dudas de ellos. Al día de hoy desconozco cuantas personas en mi familia conocen la verdad y no planeo andar investigándolo, hasta ahora todos me han tratado como familia en la familia de mi papá.
- Tranquila BB nadie te solicita lo contrario. Me dijo Bruno.
- Hemos podido observar que eres más bien una persona que gusta de vida familiar, no sales mucho de fiesta ni con amigos, tal como comentaste anteriormente, ¿estas cómoda con ello? preguntó comentó Mario.
- Mi voz se entrecortaba por la agitación, no me sorprende que ellos sin embargo estuviesen frescos cual lechuga. – La vida nocturna nunca ha sido lo mío, ruido sin sentido en una discoteca, humo de cigarro, sin contar que la recuperación del día siguiente es algo que no merece la pena, quizás no tengo suficientes amigos, o ninguno, pero tengo una familia muy pachanguera, suelo confiar en ellos antes que en extraños, y nunca he necesitado depender de nadie, mi mamá siempre ha sido mi amiga así como mi papá, puedo platicarles casi cualquier tema, así que creo que eso básicamente me condujo a no necesitar a nadie externo, tengo conocidos por montones, pero hasta ahí. Me encanta pasar en casa mi tiempo descansando, me fascina el cine eso sí, en eso invertí el dinero que podía llevando a mi hermana conmigo, a mi hermano le agradan otros intereses.
- Aun podemos disfrutar de una buena película hoy por la tarde después de ir por tu atuendo – afirmó Atlas, quien había mantenido una prudente distancia hasta ahora.
- Será tu graduación y nos gustaría hacerte un regalo, dijo César, ¿Algo en particular que desees?.
- No es necesario, ustedes ya hacen demasiado. – dije.
- Esa no es la respuesta que esperábamos.
- Ok, ok, deja pienso…
Llevábamos poco más de 2 horas caminando y yo necesitaba un descanso, llegamos a un punto donde nos quedaba una cuesta hacia arriba y les dije que yo los esperaría ahí después de todo era un simple paseo ¿Cierto? – vayan sin mí, los veo a su regreso.
Ellos asintieron, indicando que Atlas se quedaría haciéndome compañía. Cosa que no me extrañó.
Apenas logré detectar que se alejaron lo suficiente para no verlos y que no me vieran, me tiré de espalda en el pasto a tratar de recuperarme.
-No te me acerques – le grité a Atlas, mostrándole la palma de mi mano para que no se acercara si tenía planes de hacerlo.
- ¿Por qué el rechazo?.
- Sabes de sobra el por qué.
- Con su pie me daba pequeños golpecitos en mi tenis, respiré y respiré intentando que no me molestara, pero llegado un punto analicé mi postura, su postura, bha… nada podía hacer. – Vamos al cine dijo nuevamente.
- Gracias, tengo planes ya. De hecho solo iremos por el vestido y me gustaría me dejases en algún lado para poder ir a pasear un rato, despejar mi mente y descansar de ti. La traducción de esto era : No me voy a arriesgar a meterme a un sitio oscuro deseando dos horas tocarte y besarte.
- Ven, dijo te llevaré a un lugar que te dejará sin aliento, me estiró su mano para que la agarrara.
- Gracia Atlas, pero ya estoy sin aliento - Le hice una mueca.
- No es una petición, se inclinó y me puso en pie, me tomó de la mano contra cualquier pronóstico.
- Esto no incluye contacto, dijo, solo contacto para fines “íntimos”.
Andamos por aproximadamente 20 minutos y llegamos a un lugar donde había una pequeño ojo de agua… con unas pequeñas piedras que te permitían adentrarte en el… ¡No puede ser! Me dijo mi mente, ¿estas consciente de ésta imagen?.
Atlas me sacó de mis pensamientos antes de que pudiese concluir la sumatoria… - encontré este lugar hace algunos años, nunca me he topado con nadie aquí supongo que nadie lo ha descubierto aun, algún día compraré este pedazo construiré aquí e instalaré aquí mi casa de campo - dijo. Realmente no se había quedado corto, era un paisaje para dejarte sin aliento, supongo que se vería fantástico durante el atardecer, cuando los rayos del sol acariciaran la superficie del agua.
- ¿Por qué me has traído aquí?
- No tengo una razón específica, dijo.
Me senté a admirar el paisaje, me imagine a mí misma leyendo un libro al pie de un árbol escuchando el sonido del viento música de fondo…
- Regresemos, los muchachos no tardan en llegar.
- Caminé unos centímetros detrás de él, se volteó sorpresivamente y se colocó frente a mí con los brazos cruzados. ¿ Dame una razón que pueda aceptar por la cual no quieres ir conmigo hoy al cine?.
- Mantuve mi postura – ya tengo planes -. Dio un paso hacia mí, mismo que yo retrocedí evadiéndole, caminando de esa manera hasta que me hizo caer y quedó hincado sobre mí a horcajadas sobre mi cadera, cuidando de no tocarme y sosteniendo el resto de su cuerpo sobre sus brazos.
- ¿ Te gustan las marcas de salvajes cierto? se acercó a mi rostro sin provocar ningún contacto.
Comencé a removerme y a sentir esas cosquillitas de miedo y excitación – No donde sean visibles dije – además eso solo es en ciertas circunstancias, no aquí, no ahora. ¡No estas respetando tus propios límites!
- Las reglas se hicieron para romperse, se acercó aún más a mi cuello apenas rozando mi mandíbula con su nariz, simplemente para sentir la cercanía de su aliento en mi cuello, sabiendo que no podría hacer nada ante esa deliciosa tortura.
- No, no… susurré, incapaz siquiera de creer en mis propias palabras.
Sentí su aliento tibio en mi piel, sus labios a flor de piel comenzaba a perderme, eso me mata y me derrite, me tiene a su merced y él lo sabe…. Acepta mi invitación – susurró, de lo contrario pasaremos aquí el resto del día…
- De acuerdo dije, con voz entre cortada y apenas con un poco de voluntad ( y dignidad).
- Sonrió.
- Es injusto – dije pateando el suelo, caminé dando grandes pasos hacia donde los muchachos nos habían dejado.
- Si no fueses tan rebelde, todo sería más sencillo, aunque si lo pienso bien, me satisface hacerte sufrir.
Los muchachos no tardaron en llegar, en apariencia no vieron nada inusual en nosotros, por lo que emprendimos el camino de regreso el cual fue más sencillo ya que las cuestas ahora se habían convertido en pendientes, llegamos de regreso, para mis sorpresa el desayuno fue algo sencillamente delicioso:, coctel de frutas y Hot Cakes a llenar!!!, puedo acostumbrarme a aquello, no me sorprende que no cuiden tanto sus dieta, dado que se ejercitan como locos…
Atlas y yo nos ofrecimos a limpiar la cocina aunque creo fervientemente que el solo lo hizo para continuar torturándome con su maestría en este juego: casi tocar, provocar sin inmutarse siquiera. Cuando terminaba de colocar los últimos trastes en su lugar, él estaba recargado en el marco de la puerta cruzado de brazos observando…
- ¿2 horas es suficiente para que te pongas decente?
- No tengo intención de mover ni un dedo para cambiar mi apariencia, dije, no tomaré un baño siquiera. Si no te gusta, pues entonces no me lleves – dije poniendo el punto final a la frase y cruzándome de brazos frente a él.
Movió la cabeza de un lado a otro – Rebelde -. Me hizo una señal con el dedo para que me acercara, la cual desobedecí por completo. Suspiró y se acercó él a mí. Estamos en casa de los muchachos ¿Que puede hacer después de todo?.
No es que me disgustes de esta manera, pero estoy decidido a hacerte sufrir, subes y te pones presentable o te pongo presentable yo, tú eliges, los muchachos no tardan en salir, y yo puedo hacer lo que me plazca contigo como tu guardián, eres consciente de ello. Además ahora que te estas revelando, te sugeriré usar una falda corta, quiero ver tus piernas, si no lo haces, bueno…. Veremos. – dijo esto y se retiró.
- Dioses y Demonios – él sí que sabe cómo dejarme toda mojada con solo sus palabras como afrodisiaco. Me tomé unos momentos para dirigirme a mi recámara y fue durante mi trayecto que me “interceptaron” los muchachos todos ellos perfumados y recién bañados.
- Nos vemos para la cena, diviértete con Atlas –señaló César.
Reí por lo bajo pensando que quizás ellos tuviesen una cita.
Los fines de semana en esa casa, significarán que ellos me dejaran sola la mayor parte del tiempo. En fin… Cuestión de acostumbrarse, pensé.
Me di un baño rejuvenecedor, decidiendo y dándole vueltas a las peticiones, actitudes y situaciones con Atlas.
- Estas jugando con fuego – Me dijo la loca de la casa ( ósea mi mente)
- ¡¡¡¡ Sí que lo sé!!!!.
- Pero además de todo ¡ Lo disfrutas ¡ Sí que eres una loca!
- ¿Lo soy?.
- ¡¿Aun lo dudas?!, te estas prestando deliberadamente a sus juegos, estas bajando todas tus guardias, vergonzosamente accedes a casi todas sus peticiones… y sobre todo estas sucumbiendo al sabor de la carne.
-Sabor delicioso, por cierto.
-¡Desvergonzada!
Limpié el espejo del vapor que le cubría. Me miré a los ojos, y me mostré a mí misma la lengua en un claro gesto de intentar dejarme a mí misma de estarme saboteando.
Me puse la falda corta que solicitó… pero me puse tennis en franca rebeldía, la playera más floja que conseguí, me puse mousse en el cabello consciente de que al secarse al aire libre mi cabello sería como el de medusa…, me puse sin embargo algo de gloss en los labios, y el resto de mi rostro permaneció al natural, tomé mi libro y esperé a que llegase mi “Príncipe Musculoso”.
Puntualmente llegó por mi sorprendiéndome con su llegada hasta mi habitación con mi vestido entre sus manos, cuidadosamente guardado en un porta – vestidos, en una bolsa aparte llevaba los zapatos.
- Pensé que iríamos juntos a recogerlo.
- Lo cierto es que lo he tenido con migo desde hace algunos días, dijo él. Ahora tenemos ese tiempo libre. Dijo sonriendo.
- Creo entonces que eso me da más tiempo para dormir, dije.
Me puse de pie y tomé el vestido entre mis brazos para colgarlo en mi closet, después de eso anuncié que estábamos listos para salir. Mi miró de reojo, puedo adivinar que él estaba esperando algo diferente en mi vestuario, ya que él vestía impecablemente un pantalón de gabardina y una camisa casual, pero que se ceñía en los lugares justos para convertirle en una delicia al verlo.
Me adelanté y lo pasé de largo bajando hacia su coche, intenté abrirlo por mi cuenta, pero estaba cerrado. Esperé a que abriera con el control a distancia, pero se tomó su tiempo hasta que llegó justo a colocarse tras de mí, deslizando su mano a mi costado para abrir la puerta, me moví un poco para darle su espacio.
- Hermosas piernas – Patea traseros.
- Lo sé – dije. Es una lástima que no vayas a poder disfrutarlas, dije al tiempo que le provocaba recorriendo mis dedos sobre mi pierna hasta llegar un poco más allá del borde de mi falda.
¡Uf! Emitió un fuerte respiro - ¿Quieres hacer una tregua?
- No veo cual sería el objeto de la tregua si al final de todo terminaríamos en el punto donde estamos.
- TU NOS ESTANCASTE EN EL PUNTO DONDE ESTAMOS.
- Si mal no recuerdo –respondí calmadamente, tú te ufanaste al decir que me quitarías cada una de mis capas, y que poseías mucha paciencia, acaso ya terminó esa dosis de paciencia, porque para ser alguien que decía poseer una paciencia infinita… se le ha agotado muy fácilmente.
- Llevas toda la razón – dijo- es cierto que esas fueron mis palabras, me entusiasmé con tus acciones aquel día, te pondré sobre aviso como cortesía, lo que me has observado hacer las últimas semanas, no es ni el mínimo encanto, poder de convencimiento y características acosadoras que poseo.
Le miré perpleja - adelante dije, estoy preparada para no sucumbir ante tus encantos, crucé los brazos, además sin ningún contacto, dudo mucho que puedas continuar derritiendome... Estúpidamente lo dije y lo reconocí al instante, le había confesado que me derretía completamente, aunque intenté restarle importancia a mis palabras, él sonrió descaradamente en señal de triunfo.
Cambió la velocidad de su automóvil con la palanca destinada para esos fines, y “descuidadamente” su mano rozó mi pierna, simplemente me reacomodé y las alejé un poco más de él.
Es mi primera experiencia en cines VIP, y ¡Vaya experiencia! Asientos reclinables, meseros que te llevan incluso unas palomitas hasta tu lugar. ¡Tengo que traer a mi hermana! Dije sin ninguna pena. A ella le encantará.
- El día que gustes las puedo traer.
- Gracias, lo consideraré – Pero lo haré por mi cuenta pensé, después de todo ahora tenía el dinero de la “muñeca” en mi bolsillo nuevamente.
Estiró su brazo para alcanzar el botón que estaba a un costado mío pasando prácticamente todo su torso frente a mí, - Puedes reclinar tu asiento con éste botón – señaló.
- Gracias, dije tragando saliva, si él no juega justo yo tampoco tengo por qué jugar limpio.
- Apenas apagaron las luces coloqué mi torso en el rincón más alejado de él con solo un objetivo en mente: estirar mis piernas y colocarlas encima de sus muslos, rozando deliberadamente con cierta parte de él que había degustado el día anterior, la falda por supuesto se me subió un poco más, pero estaba oscuro, no podía revelar nada inapropiado, me aseguré de que mis dedos estuvieran muy muy cerca de su mano, casi tocándola. Se reacomodó, se enderezó un poco como intentando quitarme las piernas de encima suyo, apoyó un codo en el soporte del descansabrazos y se frotó la barbilla.
¿Tentaciones? – aguanta ésta – pensé.
Se portó a la altura, no se movió, no intentó nada indebido, no jugó mejor éste juego por ésta vez, por lo que intenté tentarle nuevamente, me reacomodé en el asiento y me recosté en su hombro, abrazándole descaradamente el torso, él me pasó el brazo rodeándome la cabeza para que estuviese más cómoda, pero su brazo descansó sobre mi hombro, así disfrutamos el resto de la película, comportándose como un verdadero caballero, yo por el contrario, quería lanzármele encima ante su falta de interés por mis acciones.
Salimos de ahí y caminando uno al lado del otro guardando nuestra distancia, abrió la puerta del coche y me subí, emprendimos el camino de regreso, solo que antes de llegar siquiera a la desviación que nos conduce a casa, agarró una desviación que nos alejaba de casa.
- ¿A dónde vamos?.
- Tenemos tiempo de sobra dijo, ellos esperan que vayamos a recoger tu vestido ¿ Recuerdas?.
- Ahora me secuestrarás - dije burlándome un poco.
- Si – respondió escuetamente.
- No juegues, en serio ¿A dónde nos dirigimos?.
Se salió del camino nos ocultamos tras unos árboles, estacionando estratégicamente su coche, con la puerta de mi lado pegada a un árbol cuidadosamente a fin de impedir mi salida.
- Patea Traseros – ¿De qué va tu juego? A punto estuve de tomarte de la mano en aquella sala y arrastrarte hasta el escondite más cercano para poder tomarte por asalto lo quisieras o no, estas piernas tuyas, dijo al tiempo que ponía descaradamente su mano izquierda sobre uno de mis muslos recorriéndolo desde la rodilla hacia arriba, son mi kriptonita, me has tenido utilizando cada una de mis fibras de autocontrol peleando contra el impulso de saltarte encima, peleando en contra de tus restricciones.
Nuevamente mi estúpidamente solo registró las palabras “Piernas” y “Kriptonita”.
Se reacomodó en su asiento ahora miraba por la ventana, con una mano apoyada en el borde de la ventana. Me tenía desconcertada ¿Cuál era el objeto de haberme llevado hasta ahí y haber hecho tales declaraciones?
- ¿Qué es lo que realmente buscabas aquella noche? Me niego a creer que solo buscas diversión en mí. Comienza a hablar con total honestidad. - ¿Qué te impide darme una oportunidad? ¿Qué necesito hacer? Pídelo, sabes que lo haré
- Estas lleno de sorpresas, pero no creo que seas tú el problema. Soy yo y lo sabes.
- Sé que puedo lograrlo Patea Traseros, confío en que lograré entrar a tu corazón pero no me lo has permitido, cada vez que lo intento y creo estar más cerca de ti colocas una nueva pared de ladrillo en una fortaleza que te rodea.
¿Yo? - Atlas, si yo acepto que tienes un interés en mi más allá que una novedad en tu vida, estaré aceptando que uno de mis deseos de hizo realidad, eres más de lo que pedí en una vida, me matas y me derrites todo al mismo tiempo, eres tan bueno para ser verdad que temo que sí aceptó esa realidad desaparezca súbitamente, puedo lidiar con verte y no tenerte, quizás lidiar también con el hecho de que te gusta jugar conmigo, puedo lidiar con el hecho de intentar coquetear contigo, puedo lidiar con todas las consecuencias de esos actos, porque al final de todo estoy consciente de que, te irás de mi lado.
Me miró a los ojos, ahora casi negros y encolerizados, quizás un poco suplicantes - Soy tuyo patea traseros, ¿Cuál es el motivo de tu desconfianza? ¿Acaso no te he demostrado mi interés ya? Estoy aquí ante ti, pidiendo nuevamente una oportunidad, tratando de entender que necesitas, ¿Eso debe de contar en algo cierto?
Por unos momentos lo medité - Quizás necesito tiempo, Atlas, pero sé que te aburrirás antes de que siquiera pueda a comenzar a confiar en mí, a no dudar de ti, sería injusta si te pidiera esperar por qué al final quizás podré darte lo que quieres. Eres más maduro y más grande que yo, esperas más de mí y no te lo puedo dar, por eso tu regalo de cumpleaños incluyó sexo, sé que nada más podría complacerte.
Espera un segundo, ¿Crees que lo busco es sexo de ti? Eso solo es el un bono extra, yo busco hacerte el amor toda la noche. No debí haberlo permitido, yo también bajé la guardia pensando que podrías manejarlo, que estabas lista, no es así patea traseros, pero lo aclararé para ti: me encanta tu cuerpo, me encantas tú, me hubiese gustado estar dentro de ti, saborear cada parte de ti, pero no así, yo no necesito sexo para estar a tu lado, tampoco necesito buscarlo en otro lado solo por qué no tendremos contacto físico de esa manera, pruébame las veces que quieras, el resultado siempre será la mismo, yo solo te deseo a ti. Nunca, le des sexo a un hombre por qué crees que es lo único que desea de ti, aquel que lo desee de esa manera no valdrá la pena.
- ¿Necesitas tiempo? Tenemos una vida ¿Te será eso suficiente? . ¿Quieres besos?¿ deseas caricias? Te daré lo que quieras, prometo que responderé a tu ritmo, solo hazme un favor, eres poco descifrable por lo que tendrás que ayudarme comenzando tu y deteniéndome cuando o desees, es una promesa, haremos el amor cuando me entregues tu corazón y cuando estés lista, no volveré a bajar la guardia.
- Perdóname por no haberme dado cuenta antes de todo esto, se supone que soy tu guardián y el maduro de esta relación.
Nuevamente me dejó sin palabras e inmersa en su total encanto ¿ Me habrá dicho todo esto simplemente para lograr que me entregue a él y luego botarme?
¡ No tengo remedio!
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12. “Something to Believe In”
La ropa deportiva comenzaba a gustarme, dado que es lo que he estado vistiendo los últimos días ahora la obsesión de Atlas por tener más y más de lo mismo cobraba un nuevo significado, además de todo comenzaba a entender el concepto “Dri-Fit” “waterproof” “Thermal”, ( no es que antes no los hubiese entendido, simplemente es que ahora aplico el concepto para lo que fueron creadas), marcas como Nike, Under Armour, Addidas & Reebook entre otras formaban parte de mi vocabulario regular.
También fui consciente de que todos los chicos que me rodeaban llevaban vestimentas muy a doc’, podía incluso replicar ( o robar) un poco de su sentido de la moda, sobre todo de los trillizos quienes cada vez vestían como si no hubiese un mañana, listos para saltar a una pasarela en un desfile de modas, Atlas no se quedaba atrás, cada uno de sus conjuntos parecía estar coordinado a la perfección, me sentí un poco incómoda al ser consciente de que en mi vida la moda no era un prioridad, estar vestida, lucir medianamente bien y sentirme cómoda, era mi filosofía, utilizando mi “intuición femenina” lograba buen arreglo cuando la ocasión lo ameritaba y punto, pero todos ahí podrían desfilar por una pasarela sin problema, todos tenían cuerpos perfectos o lo cercano a la perfección que en su momento esculpió Miguel Ángel, aunado a su mejor accesorio: una seguridad avasalladora, si logro al menos la mitad de eso en mi estadía ahí, será ganancia.
Comenzaba ahora a cargar conmigo cosas básicas como botellas llenas de agua, bandas para el sudor, cosas que nunca antes representaron gran utilidad para mí, sin embargo ahora eran una necesidad, formaban parte de mis accesorios y carga diaria, incluso tomé una de las maletas deportivas que había en mi guardarropa, misma que pensé nunca utilizaría, y le coloqué permanentemente éstos artículos y un cambio de ropa, pues nunca está de más. Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro al pensar que hasta la semana anterior, actividades físicas eran complementarias en mi vida y ahora mi vida la pasaba haciendo actividades físicas extenuantes.
Justo con esos banales pensamientos en mi mente, la clase de Jason comenzó, al igual que la clase de César la tomábamos también al aire libre, pensé en que lo peor había sucedido ya, había sobrevivido ( a duras penas) la clase de César, lo demás no debería representar gran problema.
El espacio el él utilizaba para sus clases, se ubicaba a espaldas de donde Atlas impartía su clase, un terreno totalmente verde muy, muy amplio delimitado por grandes árboles que nos proporcionaban sombra en la mayor parte del terreno, nos ordenó sentarnos y comenzó a hablar:
- Me corresponde informarles a todos ustedes que 4 de nuestros novatos renunciaron el día de ayer.
En ese momento voltee a buscarles y en mi mente una señal de triunfo se encendió, ¡No fui la primera en renunciar! También fui consciente de que Atlas había acertado, el chico por el cual el apostó, ya no estaba ahí.
- No todos me han visto hasta el día de hoy mostrar mis habilidades, por lo que utilizaré a uno de ustedes para realizar mi demostración – dijo.
Todos los presentes nos miramos entre nosotros, yo recordé la descripción de su habilidad haciéndome desear no ser elegida para tal demostración : “Aros de energía que despliega de su cuerpo a voluntad, te aprisiona en ellos y te hace palidecer del dolor”.
Señaló a Atlas, sonriendo un poco - tú serás mi ayudante el día de hoy dado que ayer te mostraste muy energético después de la clase de César, veamos si hoy cuentas con el mismo nivel de energía… Voltee la mirada hacia Atlas, él simplemente se puso de pie y caminó hacia donde se encontraba Jason, aceptando su destino. ¡No olvidan ningún detalle! Me dije a mi misma.
Jason continuó hablando - Mario les ayudará a enfocar sus habilidades a fin de que logren liberar energía de su cuerpo, yo les enseñaré a usarla, quizás se pregunten ¿ No debería primero lograr liberar la energía y posteriormente manipularla? , la experiencia nos ha mostrado que la mejor manera en que todos desarrollemos nuestra energía es observando la experiencia de los demás, es la principal razón por la cual todos aprendemos juntos y no existen segregaciones entre los novatos y avanzados, al inicio les parecerá un poco duro para los que inician en nuestro mundo y será a medida en que cambien su manera de pensar en que observarán los beneficios. Aprendan a observar no solo vean, despierten todos sus sentidos es su subconsciente quien entiende mejor lo que necesitan, sin duda, confíen.
Dicho esto me percaté de que su cuerpo estaba rodeado por 2 ondas de energía color cobre brillante, giraban rápidamente a sus costados como grandes ruedas de carreta, era un espectáculo digno de observarse, reconozco que no fui consciente en identificar el momento en el que las había generado. Posé la mirada sobre Atlas, él estaba de frente con los brazos cruzados, a él lo cubría un espiral de energía azul, energía defensiva, adiviné, tampoco fui consciente del momento en el que él inició éstas emisiones. ¡Debo de comenzar a prestar atención a los detalle!.
Con un movimiento de brazos rítmico y algo teatral, Jason dirigió sus grandes aros hacia Atlas, los aros cobre y el espiral azul chocaron creando un espectáculo singular, saltaban chispas como si dos metales en movimiento hubiesen chocado en seco, el espectáculo era hipnotizador, Atlas colocó sus manos al frente como si estuviera sosteniendo un gran peso evitando que colapsara sobre él, Jason por el contrario no mostraba esfuerzo alguno, lentamente los aros cobre fueron colapsando el espiral de Atlas contrarrestándolo y minimizándolo, hasta sustituirlo por completo de manera que Atlas quedó atrapado al centro de éstos grandes Aros.
- Si él intentara salir, sentiría un dolor que lo hará caer de inmediato, señaló Jason. Lo primero que vio a mi mente es el nivel de maestría que mostraba, por un lado no mostraba esfuerzo alguno en manipular su energía, por otro lado tenía la concentración para hacerlo y al mismo tiempo hablar- algún día, pensé, algún día, yo podré hacer eso.
- ¿Entonces simplemente quedará prisionero ahí? – preguntó alguien.
- Puedo también, comenzar a reducir los aros señalo Jason – mostrando como lo hacía.
Observé la angustia ante lo inevitable en los ojos de Atlas, al ver que los aros se reducían peligrosamente hacia su cuerpo, aunque solo eran dos aros, supongo que nadie querría probar aquello. Sin realizar ningún movimiento los aros se redujeron hasta aprisionar a Atlas a la altura del pecho y a la Altura de las rodillas, produciendo que él lanzara un grito de dolor y con esto su inminente caída, Jason recogió sus aros, haciendo un movimiento con las manos y “reabsorbiendo” la energía liberada.
- De ésta manera – indicó - su oponente quedará derrotado sin poder incorporarse de inmediato, veamos ahora qué tan fuerte es Atlas y cuánto tiempo tarda en ponerse de pie, miró su reloj despreocupadamente.
Me puse de pie y corrí a un lado de Atlas, lo cual fue un grave error. Jason me interceptó antes de que pudiese llegar, y fue la primera vez que alguno de ellos ponía una mano sobre mí.
-Señorita, no autoricé que nadie lo ayudara.
- Pero….
- ¿Estas acaso cuestionando mi autoridad e instrucción? – Preguntó Jason.
Por respeto a tu guardián esperaré a que se recupere para que él mismo te discipline, ya que ha sido una falta menor. Abrí los ojos del asombro y cerré mi boca, tomada del brazo como me tenía me regresó a mi lugar con poca delicadeza, dando como resultado que aterrizara a sus pies de manera errática, sorprendida y desorientada.
Dios, todos cambian cuando están en su modo “instructor” o modo “ Guardián”. Me sorprendió un poco su reacción. Desde mi lugar pude ver como Atlas movía lentamente sus extremidades llevaba sus manos hasta su rostro, un par de minutos bastaron para que se encontrara en cuatro puntos mirando hacia la tierra, respiraba ahora con un poco más de normalidad. Finalmente en un solo brinco se colocó de pie, se pasó las manos por el cabello y se limpió un poco de sudor que había en su frente, caminó lentamente hasta donde se ubicaba Jason, supongo que le realizó alguna pregunta, pues Jason contestó con una negativa.
Se acercó a mí, mi corazón comenzó a latir rápidamente, sabía que tendría que disciplinarme, lo cual me remontó a aquel día en que me mostró como se ejecutaban los castigos públicos, palidecí un poco ante el recuerdo, me tomó del brazo y me condujo al frente de todo el contingente, Jason se colocó detrás de todos ellos a observar.
- Jason me indicará cuando detenerme, me dijo por lo bajo, por favor resiste. Tomó mi manos y las colocó entrelazadas en la nuca, Jason le lanzó una vara. El primer golpe que Atlas ejecutó impactó de lleno en mi espalda, el dolor, claro no se siente de inmediato, ese ardor que se intensifica hasta convertirse en dolor, mi mente pensaba en como las cosas cambiaron de un momento a otro, y yo que pensaba que la clase de César sería difícil. Para mi fortuna al quinto golpe Jason dio la instrucción de detenernos. Mi cara estaba roja de vergüenza más que de dolor. Me sorprendí al mismo tiempo al descubrir la naturalidad con la que ellos vivían aquello.
- Continuemos, señaló Jason. La mejor manera para que puedan desplegar sus aros, es que sean atacados hasta lograrlo.
- Dios, éste Jason sí que es rudo.
- Guardianes, sean firmes con sus custodios, que sea la primera vez que ejecutan la actividad no será impedimento para que utilicen sus habilidades al máximo.
Atlas sin embargo, me explicó cómo es que él lograba crear aquel espiral, - tu energía tiene alguna fuente, ubícala, y comienza a darle forma protectora, al ver que no comenzábamos Jason se acercó a nosotros.
- ¿Necesitan quizás algo de motivación adicional? – preguntó al tiempo que golpeaba la vara con la cual me habían azotado, en la palma de su mano, en señal amenazadora.
- Atlas negó con la cabeza, - estamos por comenzar.
Se retiró lo suficiente y lanzó su energía ofensiva hacia mí tenía forma de espiral también, solo que era color café oscuro, salía de su pecho y se dirigía de frente a mí, cuando su energía me impactó la sentí como si un fuerte viento me impactase, viento con fina arena que causaba fricción y dejaba mi piel dolorida al mismo tiempo, la fuerza de dicho “golpe”, me envió algunos pasos hacia atrás, me sacudí y me preparé para recibir un nuevo impacto.
Me sentí como su estuviera recibiendo pelotazos sin que hubiese nada por hacer, los impactos en mi cuerpo me dejaban la piel irritada y eso me molestaba, ya que no había manera de que me protegiera, necesitaba comenzar a contrarrestar aquello.
Aun cuando Jason se encontraba supervisando a todos en general, podía observar que nos vigilaba de cerca. Después de un millón de caídas, tropezones y más esfuerzo, detuvo la práctica. Nos dio un tiempo para descansar, desapareció por unos momentos.
Atlas se encontraba completamente sudado, lo cual no entendí ya que él parecía no moverse en lo absoluto al lanzar sus “ataques”.
- ¡¿Cómo es que te encuentras lleno de sudor si la que recibió la paliza fui yo?! – exclamé con cierta cara de asco e indignación, me dejé caer en el piso y me apoyé sobre mis brazos para tomar un respiro
- Casi desearía no haber descubierto eso, dijo al tiempo que avanzaba hacia con una amplia sonrisa y los brazos abiertos. Al darme cuenta de sus intenciones, intenté incorporarme rápidamente para huir de ahí, solo que al ser yo claramente más lenta, me agarró al vuelo y me abrazó fuertemente. Aun cuando la sensación de abrazar a alguien en extremo sudado, es muy desagradable, su aroma era exquisito, ni aun así olía mal, diablos, hace que resistirle sea cada día más difícil.
- Grité para que me soltase, y lo hizo, ¡ No vuelvas a hacerlo! Demandé.
- Emitir energía de tu cuerpo conlleva esfuerzo, empujarla desde su origen, requiere de un de esfuerzo también, lo entenderás cuando comiences a hacerlo dijo, tu energía está dormida, es momento de despertarla.
Jason regresó con nosotros, dando la instrucción de cambiar de parejas de trabajo, no me percaté antes de que formábamos un grupo de número impar, - Yo trabajaré con BB, señaló Jason.
Sabía que correr no era una opción y mis sentimientos se encontraron a tal punto contrariados que no sabía si reír o llorar a éste punto. Me puse de pie y acepté mi destino preguntándome ¿Por qué yo? Habiendo tantos veteranos, me elige a mí.
Le miré, y me ubiqué lo mejor que pude para recibir su ataque, finalmente aún no había nada que pudiese hacer.
- ¿Tienes miedo? – Preguntó.
- Sí- respondí sin duda.
- ¿ Tienes miedo de mí?
- No, solo de lo que puedes hacer y de lo que sentiré - dije un tanto nerviosa.
- ¿ Qué sería lo peor BB, cuál es tu peor temor?
- Quizás que quede yo tirada inconsciente, dije un poco dubitativa.
- Vamos a comenzar por atacar tus miedos – dijo él - rodeándome al tiempo que hablaba. Iniciaré atacándote con el mínimo de mi energía y lo iré incrementando poco a poco, de ésta manera tendrás oportunidad de despertar a tu energía para que te defienda, de lo contrario, tu temor se materializará.
Abrí la boca queriendo realizar una queja, pero nada salió de mi boca, finalmente fui prudente y acepté mi destino.
Su mínimo de energía me lanzó por los aires la primera vez, caí de espalda y me quedé sin aire, por unos momentos mi vista se nubló y mire al cielo, ésta clase se tornaba más y más complicada, tristemente nadie acudió a levantarme y mi corazón se apachurró un poco. Me puse en pie unos momentos después, sacudiéndome y colocándome nuevamente como diana ante el arquero. Estaba convirtiéndome en una experta cayendo, mi cuerpo estaba molido aun cuando Jason no había puesto un dedo encima de mi cuerpo, los golpes que recibí hacía unos momentos en mi espalda eran nada comparado con la cantidad de magulladuras que ahora tenía.
Cada ocasión me costaba aún más levantarme y tenía que forzarme a mí misma para hacerlo. Perdí la cuenta del número de ocasiones que caí.
- Bien, se acabó mi benevolencia - dijo, utilizaré ahora el total de mi energía.
- ¡Espera! – grité y él detuvo los aros a escasos centímetros de mí, ¿Esto no me matará cierto?.
- Lo descubriremos en unos momentos – sonrió y juro que los ojos se le convirtieron en algo demoníaco. Si no te mata te hace más fuerte, gritó y en el instante siguiente estuve al centro de los aros esperando mi destino, cerré los ojos y aspiré profundamente esperando algún milagro, quizás ante tal estrés mi energía se despertaría, pero tal milagro no sucedió, lo que si sucedió es que por un instante, me pareció poder ver una brecha en su energía, aparentemente su energía procedía del estómago, pude ver o quizás solo fue producto de mi imaginación ese punto donde su energía salía disparada de su cuerpo. Un instante después de ésta revelación los aros se cerraron en mi cuerpo, sentí como si me hubiesen arrancado la piel de un solo tirón, todo me dolía y ardía al mismo tiempo, me quemaba pero al mismo tiempo miles de alfileres se encajaban sobre mí, si grité, fui incapaz de escuchar mi propio grito.
Eso fue lo último que recuerdo. Desperté en brazos de Jason, me costó ubicarme, me sentía mareada y no quería moverme, estábamos en casa, aún no podía pasar del medio día, adiviné por la luz que entraba a raudales por las ventanas, me depositó con mucho cuidado en la cama y no pude más emitir un grito ahogado por el dolor general que sentía.
- ¿Cuánto tiempo pasé inconsciente?
- Poco más de una hora – sonrió.
- Te he traído a casa para que puedas descansar.
- ¿Por qué Jason? ¿Por qué me presionaste de esa manera? – salían lágrimas de mis ojos. Me permití aquel acto de debilidad pues estábamos solo él y yo.
- La mejor manera de vencer tus miedos es enfrentándolos pequeña, tú has vivido una vida sin golpes y evidentemente les tienes miedo, te he analizado éstos días, ahora sabes el dolor que produce ser aprisionada en mi energía y sabes que lo peor que te puede suceder ¡Ya sucedió!, ahora está en tus manos evitarlo o aprender a soportarlo.
Esto es lo que sucederá: te dolerá cada músculo cuando te muevas, posiblemente tu piel tenga una sensación de ardor, la cual podrás minimizar con agua fría, decide si tomas un baño o te aplico compresas, personalmente recomiendo el baño. Te sentirás posiblemente mareada y si no me equivoco tendrás mucha sed, bajaré por algo de agua y regresaré en unos momentos.
Escuché movimiento abajo, e instantes después los muchachos en compañía de Atlas atravesaban la puerta de mi recámara. Antes que nada Mario me revisó, por unos instantes pensé que no habría necesidad de todo eso si de inicio no hicieran nada que me pusiera en riesgo, pero acallé mis pensamientos, finalmente ponerme ahí fue simple y llanamente mi decisión. Una vez que Mario estuviese conforme con su revisión, se lanzó contra Jason, literalmente.
- ¿Estas demente o simplemente perdiste la razón? Tu poder y el de todos nosotros no puede ser utilizado de esa manera en un novato, ¿Acaso desconoces las implicaciones?.
César y Bruno de igual manera arremetieron en su contra, Dios, ésta gente arreglaba todo a golpes, aunque… quizás es la única manera en la que saben hacerlo.
Una vez que las masas acallaron, Jason tomó nuevamente la palabra.
- Es cierto, todo lo que dicen ustedes es cierto, si merezco algún castigo hermanos, ¡No estoy huyendo!, aquí estoy, pero he de enfatizar que todos nosotros perdimos de vista algo muy importante. Atlas – dime, ¿Cuántos años llevas entrenando con nosotros?
- Casi 5 respondió.
- ¿Te consideras avanzado?
- Miró a todos antes de responder – Si, he logrado grandes avances.
- ¿Cuánto tiempo te costó reponerte a mi ataque la primera vez que lo sentiste? Si mal no recuerdo ¿Tenías quizás 2 años con nosotros?
- Pasé 4 horas inconsciente.
- ¡Exacto! - Exclamó Jason, ¿Pueden ver ahora mi punto? Todos en este cuarto sentimos el impulso de hacerlo, de probar nuestro poder en ella, me señaló, pero nadie habíamos tenido el valor de hacerlo… hasta hoy, nos centramos en cuidarla y protegerla olvidando el punto primordial, ella está entrenando y no es cualquier persona ¡es hija de Ramsés señores!.
- Es hija de Ramsés, pero no ha recibido nada de entrenamiento y su energía aún no se manifiesta. – Le dijo Bruno.
- Si Ramsés quiere venir tras de mí ¡Que lo haga!.
- Observen sin embargo que a ella le tomó poco más de una hora recobrar la consciencia, sin entrenamiento y sin poder manejar su energía ¿Acaso le tomó menos tiempo a alguno de ustedes?. Con esto compruebo mi punto.
Hubo silencio. No quedaba muy claro para mí, el ambiente estaba lleno de tensión. Atlas se acercó y me ofreció agua para calamar mi sed, tomé agua cual radiador descompuesto sin sentir un verdadero alivio.
- Toma un baño, con agua fría – ordenó Jason.
Atlas me brindó ayuda para llegar al baño, cada movimiento que realizaba era una oda al dolor, ante mis torpes y lentos movimientos, Atlas me levantó en brazos, le pidió a César que dejara correr el agua de la regadera y nos metió a ambos bajo el chorro, ciertamente aliviaba el malestar, pero no completamente, me sostuvo ahí hasta sentí el alivio suficiente para que mis pies pudieran sostener mi propio peso, me colocó con sumo cuidado en el piso asegurándose de que pudiera sostenerme por mi misma antes de soltarme completamente.
- Me retiraré ahora para que puedas terminar tu baño, dijo. - Tomó una toalla, se cubrió y se retiró.
Me quedé bajo el chorro del agua un largo rato, la temperatura del agua me tenía sin cuidado, lo único que deseaba es sentir bienestar, me desnudé para sentirme mejor, con trabajos logré moverme a voluntad, sentía temblores en el cuerpo que no eran visibles ni tampoco se trataba de temblores por frío, conforme me movía mi cuerpo se iba adaptando al dolor residual a la sensación que ahora quedaba tras aquella experiencia, hice un breve recuento de los daños, todo mi cuerpo estaba marcado por moretones, supongo que de las caídas de las que fui objeto hacía unas horas. ¡Dioses y Demonios!.
Me bañé como pude, reconozco que no tallé mi cuerpo como suelo hacerlo, ésta vez únicamente deslicé mi mano jabonosa por mi piel y mi cabello… bueno, ya tendría oportunidad de asearlo como es debido. Tomé una bata de baño y me envolví en ella, salí caminando hacia mi habitación lentamente, las plantas de mis pies se sentían como si pisaran pequeñas piedritas, aun cuando el piso era completamente plano.
Al salir solo Jason se encontraba ahí, había instalado lo que parecía ser una cama destinada al uso de masajes.
- Utiliza ropa que te haga sentir cómoda y recuéstate en ésta mesa, eliminaré tus malestares, dijo – avísame cuando te encuentres lista para entrar. Salió de ahí.
Le avisé a Jason cuando pudiese entrar, y tras de él entró el resto.
- Parte de mi energía aún se alberga en tu cuerpo, esa es la razón por la cual aún te sientes mal, además como catalizador utilizaré el ungüento que mi maestro me dio para curar heridas, ayudará a sanar los golpes de tu cuerpo, y me ayudará a reabsorber mi energía, si en algún punto del proceso quisieras dormir hazlo, pero no dejes de escuchar mi voz, si sientes que te nuevamente saldrás de éste plano, llévate a alguien de nosotros junto a ti, no quiero que pases lo de la última vez. Relájate.
Sentí algo viscoso sobre mi cuerpo, adiviné que sería el ungüento que había mencionado, me imaginé que tendría que bañarme nuevamente, evité que mis pensamientos tomaran ese rumbo, me concentré en las sensaciones, ciertamente sentía sus manos deslizarse sobre mi piel, y unos leves piquetitos se sentían también como la sensación cuando alguna parte de tu cuerpo se “adormece” y tienes esa sensación rara en tu cuerpo, no dolía pero tampoco era agradable, puse mi mayor esfuerzo para no dormirme, eran muchas emociones en dos días, escuchaba la voz de Jason quien me decía constantemente que ahora masajearía mi brazo izquierdo, derecho, pierna, cabeza, gírate, etc… Tras la sensación tan extraña que dejaban sus manos en mi cuerpo, había una sensación de relajación total, al final no quería moverme me sentía en éxtasis total.
Suavemente me indicó que había terminado y que podía incorporarme. Para mi sorpresa nada viscoso había en mi cuerpo, pero si una pequeña capa de un brillo lindísimo, como si por mi piel hubiese sido depositado un aceite con brillitos. Me estiré nuevamente para hacer un nuevo recuento, mis extremidades ahora no eran pesadas, me sentía normal y ya nada dolía pero aún sentía que mi cuerpo vibraba, asumí que se remitía a la experiencia recién vivida. El mareo desapareció y la sed continuaba.
- Bajemos a preparar algo de comer, sonrió César.
Tomé una sudadera y bajé con ellos, pregunté en que podía ayudar, pero me dijeron que por esa ocasión ellos se encargarían de todo ( como en cada ocasión, pensé). Todos lucían cómodos y familiarizados en aquel ambiente, me senté en el extremo más alejado del comedor para dar espacio a los que iban y venían con utensilios, comida y otras cosas, Atlas me ofreció un gran vaso de agua con hielos lo cual agradecí y bebí de inmediato.
- No entiendo, le dije, tu pasaste por la misma experiencia, ¿Por qué tu estas fresco como una lechuga?, quizás no estoy hecha para esto.
- Sonrió – Te llevo 5 años de ventaja BB, no seas tan dura contigo misma.
Tomate el resto del día para descansar, indicó Jason, nosotros tenemos algunos asuntos por atender, Atlas te acompañará por algunas horas, seguramente no le importará que no asistas a su clase.
- Eso solo me retrasará, ya de por sí soy el último eslabón de la cadena, sin mencionar que soy el eslabón más débil.
- Un día no hará diferencia. – indicó Mario – Obedece a Jason y nos vemos en la cena.
Al terminar sus alimentos salieron de inmediato hacia sus labores, me dispuse a poner orden en el comedor y la cocina. Atlas me quitó los trastes que tenía en las manos y me pidió que subiera a descansar.
- ¿Puedo quedarme aquí a observar tu trasero mientras lavas los trastes?- pregunté en franco descaro
- Giró la parte superior de su cuerpo y la mueca de su rostro era de horror fingido - ¡Patea traseros! ¡Esa es una magnifica confesión para alguien en tu estado! Veo que ya estás casi recuperada. Puedes observar todo lo que gustes. Se giró retomó sus actividades
- Eres un excelente amo de casa, dije, quizás después de todo no seas tan mala alternativa – sonreí.
- Quizás entonces quieras probarme en otros aspectos, en un giro inesperado, me cargó nuevamente y me condujo a mi habitación, me depositó en mi cama y me hice a un lado para hacer espacio y que él pudiese ubicarse ahí también.
- Me acomodé entre sus brazos, no tengo sueño - afirmé.
- Eso es lo que tú crees, cierra los ojos.
- No quisiera que te fueras a dar clases, quisiera que te quedaras aquí, odio estar sola cuando me siento mal. Me dio un suave beso en la cabeza y …. Eso fue lo último que recuerdo.
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