#piernas lindas
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avrsangi · 6 months ago
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vekemvns · 2 years ago
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⠀ ⠀   ⠀ ⠀ ⠀  ⠀ cléo vekemans en la prueba : ⠀ ⠀   ⠀ ⠀⠀ ⠀    acampada de supervivencia.
⠀ ⠀   @lacupulaedits.
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mujerfittotal · 27 days ago
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https://mujerfitotal.blogspot.com/2024/08/alexa-rodriguez.html
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deepinsideyourbeing · 3 months ago
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hermanaa, cómo sería Enzo x inexperienced!reader donde Enzo le enseña como hacer una blowjob
+18!
Cuando te posicionás entre las piernas de Enzo, con los labios hinchados por la intensidad de los besos que compartieron hasta hace un minuto, sus ojos cálidos encuentran los tuyos y sus nudillos acarician tu mejilla. Con su pulgar roza tu labio inferior, tirando con suavidad mientras intenta recuperar el habla.
-¿Estás segura?- pregunta luego de unos segundos de silencio.
-Sí.
Te permite despojarlo de sus prendas y no hace comentarios cuando permanecés inmóvil, con tu mirada fija en su miembro duro que clama por un poco de atención y tu lengua asomándose para humedecer tus labios secos. Toma un cojín del sofá y con un exagerado gesto de caballerosidad lo coloca sobre la alfombra para evitar que la posición provoque dolor en tus rodillas.
Tu mano recorre la distancia que los separa con timidez y cuando preguntás silenciosamente por su permiso para tocarlo, coloca su mano sobre la tuya para guiarla hacia su erección. Tus dedos se cierran sobre su extensión con cuidado, sin poder tocarse por su generoso tamaño, y la sensación hasta ahora desconocida te resulta fascinante. Es pesado y está caliente. Muy caliente.
Sonreís. Tus ojos brillan y lo tomás con ambas manos. Él se pregunta cómo podés verte tan tierna en una situación como esta, sosteniéndole la mirada cuando tus labios entreabiertos dejan pequeños besos húmedos sobre su punta brillante, robándole incontables suspiros con tan simple gesto.
-¿Así?- preguntás con un ligero temblor en la voz.
-Sí, así- acaricia tu pómulo-. También podés...
Tu lengua recorriéndolo lo obliga a interrumpirse y un gemido escapa de su boca cuando cerrás tus labios sobre él, tomando poco más que su punta. Arqueás ambas cejas, tu mirada invadida por la inseguridad que te provoca tu falta de experiencia, y cuando Enzo sonríe para tranquilizarte podés apreciar que lucha por no cerrar los ojos.
El sabor de su esencia invade tu lengua y suspirás. El calor entre tus piernas es todavía más intenso de lo que era durante la larga sesión de besos y estás segura de que tu humedad mancha mucho más que tu ropa interior. ¿Es normal que esto te parezca tan placentero? Necesitás preguntarle a Enzo una vez que terminen.
Tus primeros movimientos son lentos y medidos, en parte intentando replicar lo que tantas veces viste en videos porno y con la intención de provocarlo, pero comenzás a desesperarte y tomás más y más de su miembro en tu boca. Cada vez que retrocedés Enzo puede apreciar tu saliva corriendo en su piel y tiene que contenerse para no tomarte por el cabello y utilizarte sin piedad.
Con el correr de los minutos tu mandíbula comienza a doler. Te esforzás para ignorar el dolor, motivada por todos los sonidos de placer que tu novio te permite escuchar, pero la fuerza con que cerrás tus ojos junto con tu respiración agitada llaman su atención y te detiene rápidamente.
Estás por disculparte pero te silencia y toma tu mano, todavía cerrada firmemente sobre su erección. Rápidamente comprendés cómo le gusta ser tocado y te esforzás por seguir el ritmo establecido, regando besos en su punta, trazando una vena con tu lengua (es tan tentadora como las venas que adornan sus manos y brazos) y eventualmente volviendo a tomarlo en la calidez de tu boca.
Con voz ronca, Enzo susurra:
-Sos muy linda, ¿sabías?- tus mejillas arden tanto por la vergüenza como por la excitación y cuando negás el movimiento lo hace jadear-. Ahora...
Succionás y luego de un fuerte gemido arroja la cabeza hacia atrás.
-¿Así está bien?- preguntás luego de repetir la acción.
-Así está perfecto, princesa- acomoda tu cabello.
Todavía no se atreve a confesar cuánto desea terminar en tu boca y verte batallar para tragarlo todo, no, pero teme que llegado el momento cualquier remanente de control lo abandone. Está seguro de que disfrutaría tomar tus mejillas entre sus dedos, ejercer presión hasta que abras la boca y ver cómo su semen escapa, marcándote manchando tus labios y tu mentón.
Ojalá lo disfrutes tanto como él.
Buenas noches :)
taglist: @chiquititamia @creative-heart @llorented @recaltiente @lastflowrr @madame-fear @delusionalgirlplace ♡
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koishhiteru · 7 months ago
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hola linda! podes hacer algo de orgasm denial con enzo? 😵‍💫💗
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౨ৎ AGUANTA un poco MÁS
warnings: smut. +18. orgasm denial. unprotected p in v. dacryphilia.
n/a: lo siento por la inactividad, es que el último post tuvo poco apoyo y me desanimé haksbjs😓
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Enzo no paraba de juguetear con tú clitoris mientras te embestía lentamente. Llevabais así varias horas, con una de tus piernas en su hombro y sin dejar que te corrieras.
“Enzo… por favor” lloriqueaste mientras intentabas apartar su mano de tu clitoris.
“Shh, ya está chiquita. Solo un poco más, respira hondo y aguanta” dijo con una gran sonrisa, viendo como te corrompías debajo suya.
Gimoteabas mientras arañabas sus fuertes brazos en busca de alivio, sus embestidas te brindaban placer pero el se las apañaba para hacer que no te vinieras.
Lágrimas caían por tus mejillas y eso solo le prendía más. Sus caderas empezaron a moverse más rápido haciendo que ambos gimieran alto.
Enzo bajó tu pierna de su hombro y se recostó encima tuya para besarte apasionadamente. Sus caderas chocaban frenéticamente con las tuyas, volvías a estar al borde del orgasmo y ya te estabas exasperando, arañabas la espalda de tu novio mientras enrollabas tus piernas en su cintura.
“Enzo, te lo suplico, déjame correrme” suplicaste en su oído mientras tus ojos rodaban detrás de tu cabeza por el placer.
“Lo sé bebé, estás siendo una buena chica, aguanta, ¿si?” contestó con una pequeña sonrisa de lado mientras apartaba algunos mechones de tu pelo fuera de tu cara.
Ahora fuiste tú la que juntó sus labios con los tuyos, os besabais sin cesar mientras la mano que masajeaba tu clitoris fue a apretar uno de tus pechos, haciendo que jadearas. Enzo aprovechó que tu boca estaba abierta para meter su lengua en tu boca y así explorar el interior de esta.
Sus besos hacían que te distrajeras del hecho de que aún después de tantas horas que Enzo se había pasado dándote placer, todavía no te habías podido venir.
“Ya casi estoy pequeña, solo un poco más y te podrás correr” susurra sobre tus labios mientras cierra los ojos echa la cabeza hacia atrás, acto seguido suelta un sonido gutural gracias al placer y empieza a moverse lento de nuevo, pero de manera en la que su pene toque todos los lugares correctos.
Poco tiempo después el hombre pellizca uno de tus pezones, dándote vía libre a que te corras ya que él iba a hacer lo mismo.
Con un grito tuyo y un gruñido de parte de Enzo ambos se corren. Tus paredes vaginales se tintaban de blanco mientras la masculinidad del pelinegro se manchaba con tus jugos.
Enzo disminuyó progresivamente sus estocadas y apoyó su cabeza en tu hombro, intentando recuperar su respiración. Tus manos fueron instintivamente a su cabello y lo acariciaste mientras cerrabas los ojos, dispuesta a dormir después de tanto esfuerzo.
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unicornio12am · 20 days ago
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Estaba pensando en que te verías muy linda con tus piernas alrededor de mi cintura y tus manos sujetándose fuerte de mi espalda, mientras te beso lentito y apasionadamente. 地狱
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suzukis-posts · 7 months ago
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𝗜'𝗺 𝘆𝗼𝘂𝗿𝘀...
𝗠𝗔𝗡𝗝𝗜𝗥𝗢 𝗦𝗔𝗡𝗢 - 𝗕𝗢𝗡𝗧𝗘𝗡
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Bonten!Manjiro sano x Male!Reader
𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔: Dom!Male!Reader, degradación, estimulación, híbridos, NSFW en general.
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── ¿Sabes, lo que estamos haciendo es ilegal de varias maneras? ── Dijiste observando a tu jefe mientras te bajaba los pantalones junto con tu ropa interior.
── ¿Crees que me importa? Quiero que tengamos sexo y lo quiero ahora. ── Mikey exigió, empujándote en la cama antes de sentarse encima de ti, frotando tu erección semi dura entre su trasero.
Su pequeña y linda nariz se rascaba en el sentimiento, sus orejas de conejo flotando hacia arriba y hacia abajo, su pequeña cola meneando de emoción.
── Por lo menos consigue algo de lubricante. ── Su propia cola esponjosa se movía, el hormigueo que irradiaba de ustedes dos era inmenso.
── No lo necesito, ya me preparé antes. ── Antes de poder hablar sus palabras quedaron atrapadas en su garganta por como Manjiro se hundió en tu enorme miembro.
── Tienes que ser más paciente, Manjiro espera... ── La diferencia de tamaño entre ustedes dos fue humillante para el conejito más pequeño, que apenas podía bajar y ya se sentía tan lleno.
Tus manos se asentaron en la cadera del híbrido, manteniéndolo en su lugar y admirando su pequeño cuerpo en la parte superior del tuyo.
── ¡V-Vamos M-Muévete! ── El más pequeño soltaba gemidos, moviendo su cadera en círculos con la esperanza de conseguir que tu te muevas.
El chico agarró tus orejas de zorro, tirando y frotándolas. Gemidos vinieron de tu boca, la estimulación en sus oídos, las estocadas y el tocar tus orejas lo aún encendió aún mas. Tomas a Manjiro y lo das la vuelta, agarrando sus piernas y empujándolas hasta las orejas.
── He dicho paciencia. ── Bonitos gemidos brotaron de Manjiro, no siendo capaz de manejar tu brusco movimiento. Tomaste sus piernas, obligándolos a permanecer allí mismo antes de empezar a empujar en su pequeño agujero apretado.
── ¡A-ah~! ¡E-espera~! ── No estando preparado para tus duros golpes, Manjiro se quejó, queriendo que disminuyeras la velocidad.
Una sonrisa danzó en tus labios antes de que se incliné y besó al pobre conejito, el sonido de la piel golpeando contra la piel y los ruidos húmedos de tus besos llenaron toda la habitación.
Empujas tu lengua en su boca, inmediatamente tomando el control de la dominación, sin dejar siquiera un poco de espacio para la resistencia.
Las manos de Mikey apretaron tu espalda, aplastando las uñas en tu espalda en el proceso y apretando su miembro.
Sueltas varios gemidos, dejando ir su boca en el proceso. ── Siempre tan ansioso conejito, siempre tomando lo que te doy. ── Una de tus manos exploró su pecho, jugando con sus pezones.
── S-Siempre estoy ansioso por ti... ── Él gaseó, la sensación de tu mano en su pecho lo hizo débil.
── Hmh... creo que sólo debo mantenerte como mi pequeño conejo. ¿Qué piensas de eso, eh? ── Las embestidas se hacían aún más rápidas, dejando a Manjiro con la mente en blanco.
── ¡A-Ah~! ¡Sí! ── Él se quejó, arrojando la cabeza hacia atrás. Aprovechas esta oportunidad, marcando su bonita piel con todo tipo de besos húmedos.
── Más, por favor. ── Aceptas a sus súplicas, empezando a mover tus caderas más rápido y más duro que antes, cada vez que empujas adentro Manjiro temblaba con cada empuje, siendo empujado hacia arriba cada vez.
── ¡S-se siente tan bien! ¡Ni siquiera pienses en p-parar! ── Su mente solo pensaba en como lo penetrabas, estaba en las nubes en este momento por el placer que recibía por tu parte.
── Mmm.. p-por supuesto, Manjiro... ── El nombre se deslizó tan fácilmente de tus labios, con Manjiro buscando aire.
Lo observabas de cerca, mirando cada reacción que venía del muchacho y mirando la protuberancia prominente de tu miembro dentro de él. ── Mira eso, eres tan pequeño, ni siquiera puedo tomar mi polla bien. ── Tu mano dejó su pecho, presionando fuertemente sobre la protuberancia de su estómago.
── ¡A-Ah! ¡No puedo soportarlo! ── Ríes de sus patéticos gritos, sus ojos fueron a rodar por la parte posterior de la cabeza, él puede tomar todo, es un buen conejito, dispuesto a hacer cualquier cosa por ti.
Fue muy divertido ver al jefe de Bonten deshacerse bajo tus órdenes.
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silvertice · 19 days ago
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HANGOVER
PAIRING: logan howlett x female reader (18+)
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RATING: explicit smut | WORD COUNT: 4.1 K
Summary: Cuando Logan es enviado al pasado para evitar el apocalíptico futuro de los Centinelas, despierta en una habitación desconocida con una chica atractiva a su lado. Sin saber quién es al principio, los recuerdos de la noche anterior comienzan a llegar lentamente, recordándole los detalles de una intensa y memorable noche. A medida que las piezas encajan, Logan revive los momentos de pasión que compartió con ella, aceptando su naturaleza impulsiva y sin remordimientos, mientras enfrenta las consecuencias de la nueva realidad en la que se encuentra.
WARNINGS/TAGS: logan´s pov, pure smut - mdni 18+ slight dom/sub, drinking, reader has red hair dirty talk, anger!logan x sarcastic!reader, cigar smoking, age gap (27 vs 200), oral sex, fingering, finger sucking, unprotected piv, creampie, spanking
...
1973, New York.
No debería estar aquí. No se donde estoy.
El dolor en mi cabeza me lo confirma. Mi cuerpo, entumecido, me recuerda cada copa que algo paso anoche, pero el verdadero problema no es la mi dolor. Es ella. Está a mi lado, aún dormida, quien carajos es aquella linda chica que está conmigo.
Hasta que el dolor de mi cabeza comienza a bombardearme de una manera constante.
Lo recuerdo. Recuerdo cómo comenzó la noche anterior. Todo estaba bajo control. Las luces del bar parpadeaban mientras ella se reía, relajada, ignorando la preocupación en mi cabeza. No era la primera vez que me pedían que cuidara de alguien, pero esta vez se sentía diferente. El jefe confía en mí. Eso debería ser suficiente para mantenerme alejado de situaciones como esta.
Pero entonces vino la segunda copa. Y la tercera.
"Estás tenso, Logan" me dijo ella, con una sonrisa tan inocente que me hizo dudar por un segundo. Pero solo por un segundo. El alcohol no hizo más que borrar las líneas que había jurado no cruzar.
No soy el tipo de hombre que se deja llevar fácilmente. Sabes lo que haces, sabes lo que quieres, y anoche no fue distinto. Necesitaba despejarme, desconectar de toda la mierda que traigo encima. Lo último que esperaba era que termináramos aquí, pero... ella estaba tan malditamente hermosa. No me lo voy a negar ni a mí mismo. La vi, con esos shorts vaqueros que se ceñían a su cuerpo de una forma casi insultante, el cabello despeinado y esa sonrisa ladeada, y todo en mí gritaba que no me metiera en problemas.
Pero a veces, los problemas son lo único que parece real.
Habíamos tenido nuestros roces antes. Miradas que duraban demasiado, palabras que se quedaban en el aire. No había que ser un genio para notar la tensión. Una vez me tomó del brazo en la cocina del jefe, solo para hablarme de cualquier tontería, pero la forma en que me miraba me decía otra cosa. Siempre había algo, pero por una razón u otra, nunca llegaba a nada. Algún amigo de su padre entraba a la habitación, una llamada urgente, cualquier excusa del destino para interrumpirnos.
Anoche, no hubo interrupciones. No esta vez.
"Vamos, log ¿No puedes relajarte ni por una noche?" su tono era juguetón, pero había algo más detrás de esas palabras. Me desafiaba. Sabía lo que hacía.
El whisky ayudó a bajar las defensas, y no necesité mucho más para saber lo que venía después. Lo necesitaba. No solo la bebida, no solo un escape temporal. Necesitaba sentirme vivo, aunque fuera por unas horas. Y ella... joder, ella lo sabía. Sus ojos oscuros me atrapaban y, en ese momento.
Ya no se trataba de control. Se trataba de perderlo.
La música del bar es fuerte, el lugar está abarrotado, pero entre toda esa gente, ella es lo único que veo. Está sentada frente a mí, jugando con el vaso en sus manos. Esa sonrisa traviesa no se ha ido desde que nos sentamos. Intento concentrarme en cualquier otra cosa, pero esos shorts de jean y la forma en que su pierna roza la mía cada vez que se inclina hacia adelante no ayudan.
"¿Qué pasa, Logan?" pregunta, alzando una ceja mientras bebe otro sorbo. Sus ojos se clavan en los míos, desafiantes. Juega conmigo, pero ya no sé si quiere ganar o perder.
"Nada que no pueda manejar" respondo con una media sonrisa, llevándome el vaso a los labios. El whisky baja como fuego, quemando lo poco que quedaba de autocontrol. No debería estar aquí. No con ella. Y menos así, cuando ni siquiera tengo claro cómo acabamos en este lugar.
"¿Seguro?" se inclina un poco más, y la distancia entre nosotros se acorta peligrosamente. Su perfume me golpea, dulce pero con ese toque embriagador que me deja más perdido de lo que ya estoy.
No contesto. No hace falta. La forma en que la miro lo dice todo, y ella lo sabe. La tensión ha estado ahí desde hace tiempo. En cada maldito encuentro, en cada vez que su mano rozaba la mía o su mirada se quedaba un segundo de más. Siempre había algo, pero las reglas nunca nos dejaban pasar del límite. Hasta ahora.
"Siempre tan en control..." dice, casi burlándose. Se muerde el labio mientras me mira, y eso es todo. Pierdo la batalla.
"¿Es eso lo que piensas?" mi tono es más bajo, y sé que estoy cruzando una línea de la que no voy a volver.
"Creo que debajo de toda esa actitud fría... necesitas un respiro." Su sonrisa se ensancha, y por un segundo, todo parece demasiado claro.
La tomo de la muñeca suavemente, apenas un roce, pero suficiente para que sepa que estoy cayendo. Ella no se aparta, al contrario, se inclina un poco más hacia mí. Cada palabra, cada gesto, cada maldita mirada nos ha llevado hasta aquí.
"Tal vez tienes razón" murmuro, casi para mí mismo.
La noche sigue, pero los detalles comienzan a difuminarse. Copas vacías se apilan en la mesa, las luces del bar se vuelven más tenues, y antes de darme cuenta, estamos saliendo. Su risa se mezcla con el ruido de la ciudad, y mis pensamientos son un caos. Solo sé una cosa con certeza: la distancia que solíamos mantener se ha evaporado.
Llegamos a la habitación sin decir una palabra. Ninguno de los dos necesita hablar. Mi mente me grita que me detenga, que piense en lo que esto significa, pero su cuerpo, su piel contra la mía, lo borra todo.
La noche avanza, y en ese momento, no pienso en las responsabilidades. Solo nosotros dos, y lo que siempre había estado a punto de suceder.
La puerta se cierra detrás de nosotros, y la habitación queda bañada en un suave resplandor. Su risa se convierte en un eco lejano mientras me acerco, la adrenalina y el alcohol corriendo por mis venas. La miro, y en ese instante, el mundo se reduce a su figura: el contorno de su cuerpo, la forma en que se marcan sus curvas, y la manera en que su cabello cae desordenadamente sobre su rostro.
"No puedes seguir así, Logan." Su voz es un susurro desafiante, pero su mirada arde con deseo.
"¿Así? ¿Cómo?" la desafío, acercándome un poco más, disfrutando del pequeño titubeo en su voz. El juego que hemos estado haciendo toda la noche ha llevado esto a un nivel que ni yo esperaba, pero aquí estamos. Ambos jugando al borde.
"Mirandome como si fuera un maldito trofeo, lo haces muy obvio, cariñi" Su tono es juguetón, pero hay una seriedad en su mirada que me hace querer más.
"Es la verdad, eres un maldito trofeo, nena" respondo, sin quitarle los ojos de encima.
Cuando sus labios se curvan en una sonrisa, siento que mi autocontrol se desmorona. No hay más espacio para las dudas, no cuando ella da un paso hacia mí, el roce de su cuerpo contra el mío me deja sin aliento. La quiero. Y eso es un hecho que he ignorado un tiempo.
La atracción es eléctrica, y antes de que pueda pensar en las consecuencias, la empujo suavemente contra la pared. Ella ríe, pero es un sonido lleno de seducción, un eco que me invita a seguir adelante.
"Siempre quise ver cómo eras en realidad "dice, sus ojos brillando con un desafío. Se acerca, su pecho tocando el mío y sus manos bajando lentamente por mi nuca hasta llegar a mis claviculas queriendo provocarme.
"¿Y cómo es eso?" le pregunto, inclinándome hacia ella, haciendo que nuestras respiraciones se mezclen, envolviendonos como si fuéramos uno. La tensión entre nosotros es mas que palpable.
"Despiadado." La forma en que pronuncia la palabra me hace estremecer. Es un reto y un deseo envuelto en una sola frase.
Y entonces, sin pensar más, la beso. La conexión es instantánea, una explosión de sensaciones. Sus labios son suaves y ardientes, y el sabor del whisky aún está en su boca. Se aferra de vuelta a mi cuello, y la forma en que responde a cada toque, cada caricia, me hace perderme en ella.
Ambos sabemos lo que estamos haciendo, y no hay lugar para la culpa. Nos estamos entregando a algo que hemos estado evitando durante demasiado tiempo. El roce de su piel contra la mía me quema, y no puedo evitar explorar cada rincón, cada curva. Ella se mueve, provocando, dejando que mis manos recorran su cuerpo.
"Así que... ¿ahora somos solo diversión?" pregunta, con un tono que desafía cualquier intento de que esto sea solo un momento pasajero.
"Divertido sería un eufemismo"
La besé con intensidad, y mientras nuestros labios se encontraban, el mundo exterior se desvanecía. Pero cuando finalmente me separé de ella, su risa ligera y traviesa rompió la tensión.
"¿Divertido sería un eufemismo?" me repitió, sus ojos brillando con picardía.
"Uhm, si, princesa." Había algo en su energía que me atrapaba.
"Vaya, entonces, ¿soy solo tu diversión por esta noche?" dijo, con un toque de desafío en su voz.
"Podemos hacer que no sea solo esta noche ¿no?" respondí, con tono juguetón, alzando una ceja mientras me acercaba más.
Ella se rió, un sonido que llenó la habitación. La forma en que se reía y me lanzaba esa mirada provocativa me hacía sentir una mezcla de admiración y deseo. Ella estaba aquí, tan cerca, con una confianza que me derritía.
"Te sorprenderías de lo que puedo manejar" le dije, acercándome de nuevo, sintiendo la chispa entre nosotros encenderse otra vez.
"Entonces, ¿qué esperas?" preguntó, con esa voz seductora mientras se inclinaba hacia mí, invitándome a cruzar la línea una vez más.
Sin decir una palabra más mis manos fueron por su espalda llegando hasta su cintura y atrayéndola hacia mí, sintiendo su cuerpo responder a cada uno de mis movimientos. No había más palabras. El murmullo de la noche nos envolvía mientras nos entregábamos el uno al otro.
Tomé su cintura con firmeza y la empujé, empotrándola contra la pared. La sorpresa en sus ojos fue reemplazada rápidamente por un deseo ardiente que reflejaba el mío. Estaba tan cerca de ella, podía sentir su respiración acelerada, y eso solo encendió la chispa dentro de mí.
"Eres tan deseable" le susurré, mi voz baja y áspera, mientras la miraba de cerca.
Sin darle tiempo a responder, empecé a recorrer su piel con mis manos, sintiendo la suavidad de su cuerpo bajo mis dedos. Gruñí suavemente, un sonido primal que resonó en la habitación, y me incliné para besar su cuello, sintiendo su pulso latir más rápido.
Ella arqueó su espalda, presionándose contra mí, provocando cada vez más ese fuego dentro de mí. Sin darle tiempo a responder, le quité la camiseta con un movimiento decidido, dejando su piel expuesta ante mí. Mis manos encontraron su piel, deslizando mis dedos sobre sus senos, sintiéndolos entre mis manos. Ella se arqueó hacia adelante, empujando su pecho contra mí, como si estuviera pidiéndome más.
"¿Te gusta esto?" pregunté, sintiendo su cuerpo temblar bajo mi toque. "Más de lo que te imaginas," respondió, su voz un susurro lleno de deseo.
Aumenté la presión de mis manos, acorralándola contra la pared mientras me acercaba más, asegurándome de que no hubiera espacio entre nosotros. La miré a los ojos, sintiendo la intensidad del momento, y ella me devolvió la mirada con una mezcla de desafío y anhelo.
"Voy a mostrarte exactamente lo que quiero," Ella cerró los ojos, disfrutando de cada caricia, y eso solo avivó el fuego dentro de mí. Bese su cuello con intensidad, dejando un rastro de besos y mordiscos que hacían que su cuerpo temblara. Gruñidos de placer escapaban de mis labios mientras la sentía responder a cada movimiento mío.
Mis manos descendieron lentamente hacia su trasero, ese que resaltaba de manera perfecta en los shorts ajustados que llevaba. No pude resistirme; lo agarré con fuerza, sintiendo su suavidad y la firmeza de su cuerpo. Ella soltó un jadeo, la reacción que tanto deseaba escuchar.
Sin pensarlo dos veces, la levanté, y sus piernas se enroscaron alrededor de mi cintura. El contacto era electrizante. Me froté contra ella, buscando ese roce que tanto ansiaba. Su cuerpo se movía al ritmo de mis movimientos, y cada roce provocaba un nuevo suspiro de su parte.
Mientras mis caderas se movían contra las suyas, el sonido de su respiración se hacía más intenso, más ansioso. Cada presión, cada fricción era un recordatorio de lo que ambos queríamos, lo que hab��amos esperado tanto tiempo.
La habitación estaba llena de un deseo palpable, y me dejé llevar por la necesidad, dejando que cada caricia, cada roce hablara por sí mismo. Ella se aferraba a mí, y su respuesta me decía que estábamos en la misma sintonía, ansiosos por explorar lo que esta noche aún tenía reservado.
Cada movimiento era una danza entre la urgencia y el deseo. La habitación, iluminada solo por la tenue luz de la calle, se llenaba con nuestros susurros y los suaves golpes de nuestros cuerpos entrelazados. Mis manos seguían explorando, sintiendo la curva de su espalda, el contorno de su trasero, mientras ella se aferraba a mi cuello, sus dedos enredándose en mi cabello.
El ritmo de nuestras respiraciones se sincronizaba, cada jadeo y suspiro se convertía en un lenguaje propio, uno que hablaba de anhelos y promesas no dichas. La presión de su cuerpo contra el mío era intoxicante. Podía sentir su calor, su piel suave, y eso solo intensificaba la necesidad de tenerla más cerca, de perderme en ella.
La miré a los ojos, viéndolos brillar con una mezcla de deseo y desafío, y me incliné para capturar sus labios de nuevo. Este beso era diferente, más profundo, cargado de la urgencia que ambos sentíamos. Sus piernas se aferraban a mí con más fuerza, y mis manos no se detenían, explorando su cuerpo con una desesperación que no podía contener.
Pero entonces, el momento se volvió más borroso. La siguiente imagen que aparece es la cama, nuestras ropas dispersas por el suelo, y yo inclinado sobre ella. Mis manos recorren sus piernas, separándolas lentamente mientras me posiciono entre ellas. Sus labios entreabiertos dejaban escapar un suave suspiro, su cuerpo entregándose completamente. Mis dedos la tomaban con firmeza, y el calor entre nosotros era casi insoportable. Estaba perdido, completamente rendido a ella.
No esperé más. El deseo me consumía, y la necesidad de sentirla completamente era innegable. Mi lengua comenzó a recorrer su vulva con un movimiento lento, explorando cada centímetro de sus labios mayores, y luego deslizando hasta los menores. Podía sentir cómo su cuerpo respondía a cada roce, sus caderas levantándose ligeramente, buscando más contacto.
Me detuve un segundo, solo para escuchar su jadeo entrecortado antes de que mi lengua encontrara su clítoris. Lo rodeé con suavidad, aumentando la presión poco a poco. Su respiración se volvió más rápida, más pesada, mientras sus dedos se aferraban a las sábanas. La sensación de control y de saber que estaba llevándola al límite me encendía aún más. Mi músculo jugaba con su órgano placentero, alternando entre caricias suaves y presiones más intensas, disfrutando de cada respuesta de su cuerpo.
Ella jadeaba mi nombre entre susurros, y cada sonido que hacía me incitaba a continuar, a no detenerme hasta que su cuerpo se rindiera por completo.
Mis manos se deslizaron hacia sus muslos, acariciando su piel caliente antes de apretarlos con fuerza, provocando un leve temblor en su cuerpo. No me detuve ahí; mis dedos alternaban entre suaves caricias y pequeños golpes, justo lo suficiente para hacerla gemir un poco más fuerte. Levanté la vista un instante, viendo su expresión, completamente perdida en la sensación.
"¿Te gusta, nena?", le pregunté con voz ronca, sin dejar de mover mi lengua sobre su clítoris, sintiendo cómo su cuerpo reaccionaba aún más a cada palabra, a cada roce.
Ella respondió con un jadeo entrecortado, apenas capaz de formar palabras, lo que me arrancó una sonrisa. "Así me gusta..." murmuré, mientras seguía estimulándola, disfrutando de cómo sus caderas se movían al ritmo de mi lengua, de cómo se rendía al placer.
Mis manos seguían recorriendo sus muslos, apretándolos con más fuerza cada vez que sus gemidos se hacían más intensos. Estaba completamente entregada, y yo, perdido en el deseo de hacerla llegar al límite. Pero no iba a dejar que eso pase.
Dejé de estimularla justo cuando sus gemidos alcanzaban su punto más alto, sacando mi lengua de su clítoris de manera repentina. El sonido de su respiración agitada llenaba la habitación mientras me deslizaba sobre ella, inclinándome hacia su rostro sin darle tiempo para recuperar el aliento. Sin aviso, capturé sus labios en un beso profundo, posesivo, sintiendo cómo me respondía de inmediato.
En medio de ese beso, mi mano bajó entre sus piernas, y sin previo aviso, metí dos dedos dentro de ella, profundizando el contacto. Su cuerpo se arqueó bajo el mío, y sus uñas se clavaron en mi espalda. El calor de su interior, el sonido de su jadeo atrapado entre nuestros labios, me volvía loco. No le di tregua, mis dedos entrando y saliendo de ella con firmeza, al mismo ritmo que mi lengua exploraba su boca, como si ambos movimientos fueran una sola cosa.
La escuché gemir contra mis labios, y eso solo aumentaba mi deseo de seguir llevándola más allá, de sentir cómo su cuerpo respondía con cada embestida de mis dedos.
Mis dedos se movían con más rapidez dentro de ella, sintiendo cómo sus paredes se cerraban alrededor, completamente entregada. Cada vez que arqueaba su espalda, cada vez que sus jadeos se hacían más intensos, solo me impulsaba a ir más fuerte. Su cuerpo reaccionaba a cada embestida de mis dedos, y el sonido de su respiración desesperada llenaba el cuarto.
"Por favor…" jadeó, apenas siendo capaz de formar las palabras.
Me detuve un segundo, mis dedos aún dentro de ella, pero sin moverme, provocando que soltara un gemido frustrado. La miré a los ojos con una sonrisa burlona. "¿Por favor qué, pequeña?" murmuré, mi voz ronca y desafiante. "Pídelo… vamos."
Su respuesta fue inmediata, sin dudar ni un segundo. "Fóllame de una vez."
Esa súplica me arrancó una sonrisa satisfecha. "Eso quería oír…" Le di un beso rápido y profundo antes de retirar mis dedos, y sin darle más tiempo, me coloqué entre sus piernas y tomando mi extensión, la penetréme adentre a ella con una sola estocada y lo que salió de sus labios fue todo lo que necesitaba para saber que no había nada que ambos deseáramos más en ese momento.
Mi cuerpo se movía con fuerza, rítmico y firme, mis manos aferrándose a sus caderas mientras la embestía con todo lo que tenía. El cuarto se llenaba con el sonido de nuestras respiraciones mezcladas, su piel contra la mía, cada movimiento una promesa de que esa noche estaba hecha para perderse el uno en el otro.
Follarla se sentía como un maldito vicio, uno del que no quería ni podía escapar. Cada vez que me enterraba más en ella, sentía cómo su cuerpo me recibía con una mezcla de desesperación y deseo. Era adictivo, la manera en que se arqueaba contra mí, cómo sus uñas se clavaban en mi piel mientras me pedía más sin palabras. Su calor, su suavidad… joder, todo en ella me volvía loco.
Era como si cada embestida me conectara más con algo primitivo, algo que hacía que cada parte de mí gritara por tomarla, por perderme completamente en su cuerpo. Cada vez que me hundía en ella, más fuerte, más rápido, sentía esa satisfacción visceral, el placer de hacerla mía, de sentir sus piernas apretarse alrededor de mi cintura mientras se aferraba a mí como si yo fuera lo único que la mantenía en el maldito planeta.
No había nada más en ese momento. Solo el sonido de su respiración entrecortada, el latido frenético de mi corazón y el placer de estar dentro de ella.
Todo era puro instinto, cada movimiento guiado por la urgencia de sentir más. Sin embargo, antes de que pudiera procesarlo, ella me empujó hacia atrás, haciéndome girar hasta quedar de espaldas en la cama. No le di resistencia; al contrario, me encantaba verla tomar el control. Se colocó encima de mí con una sonrisa desafiante, esos malditos ojos llenos de deseo mientras sus manos recorrían mi pecho.
Se hundió en mi polla de golpe, y ambos dejamos escapar un gemido. Su ritmo era frenético, sus caderas moviéndose contra mí con una fuerza que me volvía loco. Podía sentir cada centímetro de ella apretándome, y mis manos volaron a sus caderas, guiándola, mientras mis ojos no podían apartarse de su cuerpo moviéndose sobre mí.
"Joder, Logan…" gemía ella, su voz entrecortada por el placer. "Oh, sí… así…"
Sus manos se aferraban a mi pecho, buscando apoyo mientras cabalgaba sobre mí, y cada vez que soltaba un "oh, sí" o un "joder", sentía cómo la tensión dentro de mí se apretaba más. El sonido de nuestros cuerpos chocando, de sus jadeos, de sus gemidos, hacía que todo el cuarto pareciera temblar. Verla perderse en el placer, cabalgándome sin freno, hacía que cualquier control que me quedara se desvaneciera.
Cada vez que sus caderas se movían sobre mí, no podía apartar la vista de su pecho rebotando con cada movimiento. Era una imagen que me quemaba la mente, imposible de ignorar. No pude evitarlo. Mis manos volaron hasta sus pechos, tomándolos con fuerza, apretando sin lastimarla, simplemente disfrutando de la sensación de tenerla completamente en mis manos mientras seguía cabalgando sobre mí.
Ella dejó escapar un gemido más alto cuando mis dedos apretaron sus pezones, y ese sonido fue suficiente para marcarlo todo en mi memoria. Verla así, tan entregada, con su cabello desordenado, sus labios entreabiertos y su mirada llena de deseo… era una imagen que sabía que no iba a olvidar jamás.
Sus gemidos se hicieron más intensos, sus movimientos más frenéticos. "Logan… estoy cerca," jadeó entre respiraciones entrecortadas, sus ojos brillando con una mezcla de placer y desesperación. El ritmo de sus caderas era caótico, imparable, y yo también sentía esa tensión acumulándose en mí, apretando cada músculo como una maldita tormenta a punto de explotar.
Mis manos seguían aferradas a sus pechos, pero la necesidad de perderme en ella me hizo llevarlas de nuevo a sus caderas, guiándola, empujándola más fuerte contra mí. "Joder… yo también," gruñí entre dientes, sintiendo cómo el control se me escapaba, cómo cada embestida me llevaba más cerca del borde.
Un último gemido escapó de sus labios cuando se arqueó sobre mí, su cuerpo temblando mientras el orgasmo la sacudía. La sensación de tenerla apretándome, su calor rodeándome por completo, fue lo que me empujó al límite. Solté un gruñido bajo mientras me liberaba dentro de ella, sintiendo cómo mi cuerpo se rendía al placer.
La llené por completo, cada segundo prolongándose en un torbellino de sensaciones. Ambos nos quedamos jadeando, con nuestros cuerpos entrelazados, disfrutando del caos que habíamos creado juntos.
Cuando finalmente el placer se desvaneció, ella cayó sobre mi pecho, agotada. La abracé, moviendo su cuerpo a mi lado para envolverla con la manta, sintiendo su calor contra mi piel. La habitación, aún impregnada de nuestro encuentro, parecía más tranquila ahora, como si el mundo exterior hubiera desaparecido.
Podía ver lo exhausta que estaba, con el cabello desordenado cayendo sobre su frente. Era un desorden hermoso, una mezcla de cansancio y satisfacción que me hizo sonreír. La acurruqué más cerca, disfrutando de la suavidad de su piel contra la mía. En ese momento, con ella en mis brazos, todo lo demás parecía irrelevante.
Pero el golpe de la realidad llegó como una patada en el estómago. Sintiendo un dolor punzante en la cabeza, y todo lo que había pasado la noche anterior regresó a mi mente en un torrente. Me incorporé rápidamente, sosteniéndome la cabeza con una mano mientras trataba de recordar cada detalle. La habitación seguía en penumbra, pero el eco de sus gemidos resonaba en mis oídos, la imagen de ella cayendo sobre mí aún fresca.
Me dirigí al espejo. Observando mi rostro cansado y despeinado, pero joven, mucho mas joven. Mirando mi reflejo, una sonrisa sardónica se dibujó en mis labios. Después de todo, había algo liberador en la locura de la noche anterior. Claro, era un enredo, y la realidad de la situación pesaba en mi mente, pero el recuerdo de su risa, su piel contra la mía y la forma en que me miraba.
Dejé de lado mis pensamientos, sintiendo la adrenalina de la noche recorrerme. Así que me vestí y salí de la habitación, dejando atrás el eco de su risa y el sabor de su piel. No sin antes dejar un papel en su mesa de noche con mi número de telefono, aunque probablemente sea el incorrecto.
Con un último vistazo al espejo, me obligué a dejar atrás el pasado reciente. No podía cambiar lo que había sucedido, pero podía decidir cómo seguir adelante. Y, por ahora, todo lo que quería era recordar cómo se sentía vivir sin preocupaciones, aunque fuera solo por un instante. La vida seguía, y yo tenía que hacer algo para salvarla.
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reverieact · 3 months ago
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* SENTENCES STARTERS
¡Atención! Si gustan pueden especificar al inicio de cada uno de los starters en qué locación se encuentran, para ayudar a sus compañeres ubicarse. Sin embargo, esta vez no será obligatorio.
"¿Qué impresión te dieron esos nuevos profesores?"
"Marcel parece estar analizando cada movimiento que hacemos, ¿no te sientes observado?"
"Tengo la sensación de que estas evaluaciones no serán tan simples como dicen."
"Espero que Adrian esté soltero."
"¿Crees que CENFI realmente mejorará nuestras habilidades o solo están aquí para juzgarnos?"
"Hay algo en esos tres que no termina de encajar."
"¡Ay! ¡Por fin gente competente dándonos clases!"
"¿No te parece raro que ninguno de nuestros profesores nos advirtiera sobre esta visita?"
"¿Crees que nos estén comparando con otras academias de Europa?"
"Bueno, si fallamos en las evaluaciones, siempre podemos decir que estábamos practicando el arte del despiste."
"Celeste me da la misma calidez que un iceberg… ¡pero qué iceberg tan elegante!"
"Si Marcel me sigue mirando así, le voy a preguntar qué somos."
"¿Crees que podamos sobornar a la CENFI con galletas? Solo para ver si tienen sentido del humor."
"¿Has notado que el café de la máquina es cada día peor o soy solo yo?"
"Hoy en el gimnasio encontré una nota anónima en mi casillero."
"La nueva máquina expendedora tiene un sistema más complicado que algunos de nuestros casos."
"Creo que mis ánimos se quedaron en las vacaciones."
"Parece que alguien ha decidido reorganizar la biblioteca otra vez; nunca encuentro lo que busco."
"Me crucé con un gato negro en los jardines esta mañana; quizás sea un presagio."
"¿No te hace sentir extrañe la ausencia de Piers en todo esto?"
"Me pregunto qué caso nos pondrán el viernes, ¿o serán casos?"
"Primera vez que no tenemos que levantarnos a las 4 de la mañana para empezar a trabajar."
"Tengo más sueño que ganas de vivir."
"No entiendo por qué todes debemos hacer el general físico, me duelen las piernas."
"¡Casi perdí el bus de acercamientos!"
"No sé qué comeré hoy, hay tantas opciones."
"Creo que me fue fatal en el examen."
"Creo que me fue bien en el examen."
"Estudié hasta tarde, ¿se me nota mucho?"
"Me perdí en la biblioteca hace un rato, no encontraba la salida, los de las cámaras de seguridad debieron reírse un montón."
"Me cansé sólo mirando desde las gradas a los que estaban en la zona de entrenamiento."
"Me acabo de pegar una siesta que ¡Dios!"
"¿Quiere jugar una partida?"
"¿Y si practicamos algunos tiros? ¿Qué puede salir mal?"
"¿Juguemos una partida de futbolito?"
"Siento que los profesores me estaban juzgando mientras me evaluaban."
"Algo me huele mal aquí y no creo que sea la gente del gimnasio."
"¿No te parece extraño todo esto?"
"¿Cómo te ha ido en las evaluaciones?"
"Me están empezando a persuadir de no evaluarme nada, ¡son buenos en esto!"
"Me duelen músculos que no sabía que tenía."
"Me cohibe más Olivier que los nuevos profesores."
"¿Crees que Celeste quiera darme su número?"
"Crystal está más linda, severa y malvada que nunca."
"¿Te enteraste que Seoyeon con Samuel tuvieron algo? Ahora no puedo dejar de pensarlo cuando los veos."
"¿Hasta que hora podemos quedarnos aquí?"
"Ay, lo que necesitaba, un poco de pasto y aire fresco."
"¿No estás cansade?"
"Siento que 100% fue peor el entrenamiento en la granja, ¿te acuerdas?"
"¿Cuánto tiempo queda para volver a la Academia?"
"Quiero comer algo, ¿vamos?"
"Estaban deliciosas las hamburguesas, me pediría cinco más, pero aún quedan clases."
"Podría dormir toda la vida aquí."
"Mira, ahí hay un lugar vacío, vamos."
"Adrian tiene cara de que me va a destruir en cualquier momento."
"¿No extrañas las vacaciones?"
"¿Qué hiciste en tu tiempo libre?"
"Dormí en el camino y no estoy segure si babee el asiento."
"¡Mira, qué lindo pajarito!"
"Tengo curiosidad de ir a la habitación con luces, ¿qué pasa si una me da?"
"¿Viste los sacos con peso? Qué pesadilla."
"Levanté varios sacos con peso, me siento renovade."
"Estuve practicando equilibrio y me caí, ¿se ve muy mal?"
"Se me pasó el día en la biblioteca, casi llegué tarde a un examen."
"¿Crees que nos suban o nos bajen los puntajes?"
"¿Qué pasa si fallo en el examen?"
"Por ahora no ha sido nada del otro mundo, ¿qué tal te ha ido a ti?"
"Escucho una queja más y mataré a alguien."
"¿No es raro que puedan seguir todo como siempre con lo de Piers?"
"Genevieve estaba como molesta hoy en clases, ¿o fue idea mía?"
"Max estaba extraño en clases."
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quequito-sabor-a-limon · 2 years ago
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Bien lindas se verían mis piernas en tus hombros
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evahousewife · 1 year ago
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Que bella y lindas piernas! A que hora abren?? Quiero comerme lo que esconden entre medio 😋😋
Se pueden abrir en video exclusivo para ti en Onlyfans.
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zoeeelink · 2 months ago
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Hoy fue un día interesante, solo un examen, leí 70 páginas de un libro bellísimo de como superar el fracaso escolar y estoy poniéndolo a prueba con mi novio. Intenté buscar una guía de palabras en sueco o algo en tal idioma en la biblioteca pero no hay. Fui a gimnasio a hacer pierna el día de hoy y ya vamos bien con el entrenamiento mi novio y yo, nos organizamos en base al libro tanto de la escuela y del gimnasio. También jugamos un muy bien ajedrez. La vida es linda hoy.
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deepinsideyourbeing · 2 months ago
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Necesito un smut con Enzo porque tengo el siguiente problema y nunca los suelo ver reflejado y no romatizado:
Tender Enzo x reader donde la lectora es virgen y bastante sensible después y durante el orgasmo (solo se los ha dado ella misma), ella le comenta todo esto a Enzo ya que le da vergüenza ser tan sensible y Enzo le propone hacerla acabar estimulando únicamente el clitoris con sus dedos dejandola llorando y con necesidad de mimos 🥹 (puntos extras si ambos son muy verbales)
CLARAMENTE ESTOY OVULANDO
+18!
Ser el primero en tocarte es un motivo de orgullo para Enzo.
Mientras te coloca entre sus piernas no puede ocultar su sonrisa de satisfacción, el brillo de adoración en sus ojos y la erección que tensa su ropa. Cuando te dejás caer sobre su pecho, todavía tímida y nerviosa, el contacto con tu espalda baja lo hace gemir. "Perdón" susurra antes de besar tu cuello y hacerte suspirar.
-Está bien- asegurás y él sonríe contra tu piel-, me gusta.
-Ya sé que ya me dijiste que sí, pero ¿estás segura de esto?
-Sí.
-Cuando quieras parar...
-Sí- contestás con un tono y mueca de fastidio, impaciente. Intenta controlarse, hace un esfuerzo sobre humano para evitar su siguiente acción, pero aún así pellizca tu muslo desnudo a modo de advertencia. Tu gemido hace palpitar su miembro.
Desliza sus dedos por el interior de tus piernas -podrías jurar que es en cámara lenta- hasta que se encuentran rozando tu centro por sobre tu ropa interior. Memoriza cada centímetro que toca y también la forma de tus pliegues, evidente por la tela húmeda.
Observás la manera en que sus yemas te recorren de arriba abajo. En cuestión de segundos te hace desear más y más, presionando más y luego menos sólo para ver cómo reaccionás, pero entonces decide ignorar el poco sutil movimiento de tus caderas y rodea tu cintura con un brazo para inmovilizarte.
-Más- suplicás-. Por favor, Enzo.
Te ayuda a deshacerte de tu ropa interior y procura no perderse en cómo brilla con tu excitación. Es mucho, dice la voz en su cabeza, no puede creer que él sea el responsable de tu estado y también está desesperado por mostrarte el efecto que tenés en su ser... Sospecha que ya podés sentirlo.
-Mirá cómo estás- dice en un suspiro, su respiración golpeando tu cuello-. Qué linda que sos.
Tu rostro toma temperatura y mordés tus labios cuando por fin toca tu clítoris, sus dedos localizándolo como si se tratara de imán y de acero. El placer es inmediato y los círculos que dibuja son para vos la perdición, así como para él lo son tus constantes gemidos, agudos y descontrolados.
-¿Sí...? ¿Así te gusta?
Cerrás los ojos con fuerza.
-Sí, sí, sí.
-¿Y acá?- ignora tus protestas cuando se detiene, guiando un único dígito hacia tu entrada goteante y presionando sin mucha fuerza-. ¿Acá también me vas a dejar...?
Sos incapaz de detener el patético y desesperado sonido que deja tus labios, tu voz quebrándose cuando nuevamente repetís que sí. Enzo besa tu mejilla, todavía jugando descaradamente con tu entrada, separando su dedo unos pocos milímetros para enseñarte el hilo traslúcido que los mantiene unidos.
-Esta conchita es mía, ¿entendiste?
Los músculos de tu abdomen se tensan.
-Sí.
-Decilo, dale.
-Es tuya, Enzo, de nadie más.
Vuelve a centrar toda su atención en tu clítoris y, cuando cubrís tu boca en un inútil intento de silenciar tus gemidos y tus súplicas (la desesperación en tu voz lo hace delirar), captura tu muñeca para impedir que continúes privándolo de oírte plenamente.
-Es mucho, no puedo...
El temblor en tus piernas y tus uñas clavándose en su brazo lo hacen comprender: no querés que se detenga, sabe que recordás la palabra de seguridad, pero el placer te resulta insoportable. Se muerde los labios para evitar la sonrisa arrogante que amenaza con formarse y continúa con el incesante ataque a tu punto sensible.
-Sí, sí podés.
El orgasmo te golpea con fuerza y los espasmos de tu cuerpo son violentos, pero hipnóticos ante sus ojos hambrientos. Tus caderas buscan provocar más contacto y evitarlo simultáneamente, como un reflejo de tu mente abrumada por el placer que él te otorga.
-Ya está, ya está- intenta consolarte cuando lloriqueás, todavía tocándote para prolongar tu orgasmo. Presiona tu abdomen bajo con su otra mano y te roba un pequeño y débil grito.
Tu respiración irregular te impide hablar con normalidad pero el brillo en tus ojos es suficiente para él. Su palma caliente se dirige hacia tu muslo y luego repta hasta tu pecho para masajearlo.
Besa tu mejilla mientras espera que te recuperes.
-Gracias...
-No me tenés que agradecer- te envuelve con sus brazos y cuando arrojás la cabeza hacia atrás, recostándote en su hombro, besa tu sien-. ¿Estuvo bien...?
-Perfecto.
Hay algo más, piensa.
-¿Qué pasa?- pregunta.
-¿Te puedo tocar yo a vos? ¿Ahora...?
-Obvio.
Espera poder contenerse.
*No sé si le hice justicia a este request, creo que (como diría la juventud) en vez de devorar ayuné 😔
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leukiel · 1 year ago
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¿Así es como han experimentado todos los solitarios la soledad?
Es linda... Pero también sabe castigar. Nos inunda y nos asfixia en la agridulce melancolía de las memorias impresas del pasado. ¿A dónde iremos a parar con el desasosiego del alma que no haya su lugar, a veces, en el infortunio de las circunstancias? Oh, en ocasiones se me quiebran las piernas a tal grado de ya no poder caminar. Se me quiebra el ánimo y el sentido. Mis alas se rompen y me quedo sin plumas para escribir. ¿De esto se trata vivir? ¿De esto se trata respirar? De sentir el dolor a flor de piel. De no poder alcanzar lo que se soñó alguna vez. De ver morir lo que se ama y de esperar la propia muerte. Qué desánimo me embarga hoy. El día está nublado y gélido como lo estoy yo.
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—Leukiel.
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unicornio12am · 9 months ago
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A veces pienso en cosas muy lindas y luego termino imaginando lo rico que sería que me pidas que te use a mi antojo porque eso te genera placer, darte como si te odiara, llenarte de marcas y que no pares de gemir, de retorcerte, que hagas lo que yo diga y como yo diga, a veces pienso en cosas muy lindas como tomarte de la mano y otras veces imagino mis manos en tu cuello, entre tus piernas, nalgueandote, apretandote, haciéndote saber que eres mía. 地狱
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waltfrasescazadordepalabras · 3 months ago
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CARTA DE UN HOMBRE: Queridas amigas: Nos importa muy poco cuanto pesan. Es fascinante tocar, abrazar y acariciar el cuerpo de una mujer. Pesarla, no nos proporciona ningún efecto!! No tenemos la menor idea de lo que es un talle. Nuestra evaluación es visual. Es decir, si tiene forma de guitarra, está buena. No nos importa cuánto mide en centímetros. Es una cuestión de proporción, no de medida. Las proporciones ideales del cuerpo de una mujer son: Curvilíneas, pulposas, femeninas… Esa clase de cuerpo que de un solo golpe de vista uno identifica sin duda alguna y en una fracción de segundo. Las flaquitas que desfilan en las pasarelas, siguen la tendencia diseñada por modistos, que dicho sea de paso, odian a las mujeres y compiten con ellas. Sus modas son, lisa y llanamente, agresiones al cuerpo que odian porque no pueden tener. No hay belleza más irresistible en la mujer que la feminidad y la dulzura. La elegancia y el buen trato, son equivalentes a mil Viagras. El maquillaje se inventó para que las mujeres lo usen. Úsenlo. Para andar a cara lavada, estamos nosotros. Las faldas se inventaron para que luzcan sus magníficas piernas. ¿Para qué carajo se las tapan con pantalones anchos? ¿Para que las confundan con nosotros? Una ola es una ola, las caderas son caderas y punto. Si la naturaleza les dio ese aspecto curvilíneo, es por algo y reitero: a nosotros nos gustan así. Ocultar esas curvas, es equivalente a tener tu mejor sillón embalado en el sótano. Entendámoslo de una vez, traten de gustarnos a nosotros, no a ustedes, porque nunca van a tener una referencia objetiva de cuán lindas son de mujer a mujer. Ninguna mujer va a reconocer jamás delante de un tipo que otra mujer está linda. Las jovencitas son lindas… Pero las de 40 para arriba, son el verdadero plato fuerte. El cuerpo cambia. Crece. Una mujer de 40 o de 50 años, a la que le entra la ropa de cuando tenía 20 o 25 años, o tiene problemas de desarrollo, o se está autodestruyendo. Nos gustan las mujeres que saben manejar su vida con equilibrio y saben manejar su natural tendencia a la culpa. O sea: la que cuando hay que comer, come con ganas (la dieta vendrá en setiembre, no antes); cuando hay que hacer dieta, hace dieta con ganas (no se sabotea ni sufre); cuando hay que tener intimidad de pareja, la tiene con ganas; cuando hay que comprar algo que le gusta, lo compra; cuando hay que ahorrar, ahorra. Algunas líneas en la cara, algunos puntos de sutura en el vientre, algunas marcas de estrías, no les quitan su belleza. Son heridas de guerra, testimonio de que han hecho algo con sus vidas, no han estado años en formol ni en un spa. ¡Han vivido! El cuerpo de la mujer Es el sagrado recinto donde nos gestaron a todos, donde nos alimentaron, nos acunaron, que nosotros sin querer las llenamos de estrías, y demás cosas que tuvieron que ocurrir para que estemos vivos. Cuídenlo. Cuídense. Quiéranse. La belleza es todo eso, Todo junto. Firma = los hombres
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