#pero no lo va decir en voz alta porque es tonto
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@astrvia : comisuras se elevan de forma inmediata, voz alcanzando canales auditivos resulta suficiente para saber de quién se trata y, aunque no necesita verle directamente, mirada se desliza de forma inevitable a facciones opuestas. negativa de cabeza es sutil, pero única respuesta que puede ofrecer, siendo quizá personalidad la que se manifiesta como un obstáculo al aceptar que echa de menos al resto de draco. ' solo me dejé llevar un poco por la obra. ' por esa facilidad que tiene de perderse entre detalles de arte o, tal vez fuese a causa de esa necesidad de analizar a fondo cada pintura. ' he estado bien, un poco aburrido. ' confiesa. ' ¿qué hay de ti? ¿me extrañaste? ' interrogantes adoptan un tono más sugestivo y divertido, pero lejos de buscar una respuesta directa, solo intenta molestarle un poco. ' me gusta mucho. ' respuesta es automática. ' todas las pinturas de esta sala tienen su carga histórica, eso las hace más llamativas. ' opina. ' ¿encontraste algo que te gustara? '
' que como has estado, mile. era un saludo. ' reitera, con algo de gracia. ' creo que no nos vemos desde hace días... ¿ya nos olvidaste?' bromea, dejando escapar un bufido divertido. luego, mira en dirección a la pintura, ladeando el rostro. esta al menos la ha visto antes, de eso está seguro. ' ¿te gusta este cuadro, o solo estabas mirando?' y mientras cuestiona, las manos se resguardan dentro de sus bolsillos. @milvvs
#* / 𝗺𝗲𝗻𝗮𝗴𝗲𝗿𝗶𝗲 : interacción.#astra.#mi chiquito precioso#mile está contento de verlo ok#pero no lo va decir en voz alta porque es tonto#BASKFAS#cómo estás; reinis?
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04: El Aprendizaje
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Jr. estaba en su habitación acomodando un poco su cama para hacer espacio. En ese momento siente la puerta tocar y va a abrir.
Jr.: ¡ah! ¡Mykey! Pasa. Bienvenido
Mykey: permiso…
Al entrar, el Koopa mayor divisa la habitación, notando los juguetes de Jr., así como también sus dibujos en la pared, causándole ternura al ver todo eso
Mykey: son tuyos? (señalando los dibujos)
Jr.: s-sí…
Bowsy decía eso apenado, pensando que su amigo lo encontraría algo infantil y tonto.
Mykey: son lindos, me gustan mucho
El pequeño da una pequeña sonrisa y le mira tiernamente
Jr.: gracias…
Luego de decir eso, Jr. camina a su cama, que es de tamaño mediano con imágenes de llamas con sabanas de color verde brillante, ordenando algunas hojas que ahí tenía
Jr.: a mis hermanos no parece gustarles mis dibujos, tampoco a papá.
Mientras Bowsy decía eso, Mykey se sentaba en la cama y le ponía atención a las palabras del pequeño, mirándolo atentamente.
Jr.: una vez le mostré un dibujito de mí y de papá, pero él no pareció prestarle mucho la atención (dejando las hojas a un lado y se sienta al lado de Mykey) y mis hermanos sólo se reían de mi dibujo
Mykey: bueno… yo sí creo que son geniales.
Jr.: ¿de veras?
Mykey: sí. Ya me gustaría saber algo de dibujo, pero no es que sea particularmente bueno. Te daré un ejemplo, ¿tienes un papel y un lápiz?
Jr.: claro (le da lo que le pide) ten
En eso, Mykey se pone a dibujar algo para luego mostrarle a Jr.
Mykey: dime, ¿qué ves aquí?
Jr.: (entrecerrando los ojos y ladeando la cabeza) ah… es… ¿un mosquito?
Mykey: es un gato, o eso se supone
Jr.: oh… p-perdón… (agacha la mirada)
Mykey: (risas) no pidas perdón. Lo que trato de decir es que todos tenemos algo en lo que somos buenos y algo en lo que nos cuesta. Tus dibujos son mejores que los míos porque se plasmas tu energía y cariño en ellos, y eso está muy bien, Jr.
Con esas palabras, Jr. vuelve a alzar la mirada hacia el Koopa peli-morado
Mykey: cuando nos demos un descanso del estudio, podemos tener un pequeño taller de dibujo de vez en cuando para relajarse, ¿no te parece?
Jr., con eso dicho, se motiva más, lo cual hace que se le dibuje una sonrisa en su rostro y se le nota un brillo en sus ojos.
Jr.: ¡me encantaría! (sonriendo más)
Ante esa sonrisa, Mykey le sonríe tiernamente.
Mykey: bueno, es hora de dormir. Mañana empezaremos y querremos estar con toda la energía.
Luego de poner las hojas en una mesita cercana, ambos van a la cama, la cual es lo suficientemente grande como para que ambos quepan. Jr. le da espacio a Mykey para que se acomode, para luego ponerse a su lado, acomodándose junto a él, no sin antes apagar las luces y estar a la luz de la luna. Bowsy cerraba sus ojos lentamente mientras quedaba abrazado y arropado con las sábanas, a su vez, Mykey lo miraba y le acariciaba su carita lentamente a medida que le susurra cariñosamente.
Mykey: (voz suave) no te angusties, pequeño. Todo saldrá bien
Con esas palabras, Mykey va quedándose dormido paulatinamente sin dejar de abrazar a Bowsy, quien parecía estar sonriendo mientras dormía.
Por otro lado, en la habitación de Ludwig, éste también se preparaba para ir a dormir. A medida que lo hace no deja de pensar en voz alta y hablando consigo mismo.
Ludwig: bien, bien, bien… así termina otro día
El joven Koopa se acurruca en su cama, la cual es azul oscuro, grande y circular, con dos grandes almohadas, con sábanas de color plateado con notas musicales en ellas. Al poner su cabeza en su almohada continúa pensando en voz alta mientras miraba al techo de su habitación, la cual estaba adornada por estrellas color celeste que se iluminaban en la oscuridad.
Ludwig: (suspira) bueno, espero que mañana sea un día más normal y que Larry no se comporte como un niño, aunque me siento mal por el otro pequeño… no recuerdo su nombre, que tuvo que ver nuestro pleito…
El Koopa se acomoda de un lado para otro mientras sigue pensando y adormilándose poco a poco.
- y el mayor… estoy seguro de haberlo visto en algún lado… como sea… se ve… simpático… pero aún no confío en él… espero que no pierda la paciencia con Bowsy… aunque ese ya no es mi problema… -
Se acomoda por última vez acostándose hacia su costado derecho cerrando los ojos.
- aunque… (recordando la pequeña sonrisa que le dio antes de ir a dormir) no puedo dejar de pensar en lo lindo que se ve… sonriendo… -
Al pensar en eso, esboza una pequeña sonrisa. Después de un momento de silencio, Ludwig abre los ojos como plato al darse cuenta de sus pensamientos.
Ludwig: no, no! ¿Qué estoy pensando?
En eso se sienta y se lleva las manos a la cabeza, haciendo un gesto de negación
Ludwig: vaya, definitivamente estoy tan cansado que ni mis pensamientos me dejan en paz
Sin darse cuenta, Ludwig se toca cierta parte de la cabeza para tranquilizarse, y siente una fuerte punzada ahí, haciéndole gemir un poco de dolor. El joven Koopa no entiende por qué sintió eso, y trata de tocarse esa parte con mucho cuidado, siendo la parte lateral izquierda por sobre su oído.
- ¿Qué es esto? ¿Por qué me duele? -piensa mientras respira algo agitado-
Ludwig trata de calmarse y después de un rato acostarse con cuidado y lentamente, ladeándose a la derecha para apoyar bien su cabeza y tratando de dormir. Le cuesta, pero finalmente se queda dormido al cabo de un rato.
Al día siguiente, Mykey, en la habitación de Jr., se despertaba lentamente mientras veía al más pequeño dormir profundamente. Luego de eso se levanta y deja dormir a Bowsy, para al instante dirigirse al exterior y respirar aire fresco y terminando de despertarse. En eso, es encontrado por el Rey Bowser
Bowser: buenos días, hijo (le acaricia el pelo al joven)
Mykey: ah, buenos días, señor Bowser
Bowser: ¿qué haces tan temprano por aquí?
Mykey: nada, sólo iniciaba el día
Bowser: ¡qué bien! Vamos a desayunar. Ve a despertar a los demás, ¿sí?
Mykey: claro, ahora voy
Al dirigirse hacia las habitaciones, se encuentra con Ludwig, quien parece estar un poco distraído y casi dormido.
Mykey: buenos días, Ludwig.
El joven peli-azul apenas si escucha lo que el peli-morado le dice, por lo que levanta su mirada hacia él con una cara de sueño, a lo que Mykey lo mira algo preocupado
Mykey: ¿te encuentras bien? Parece que no tuviste una buena noche.
Ludwig: (restregándose los ojos) estoy bien, no tienes de qué preocuparte
Mykey: ¿seguro? Pareces…
Ante eso, Ludwig interrumpe con un tono algo irritado
Ludwig: mira, mira, agradezco tu atención, pero es muy temprano para empezar a discutir. Ya verás que se me pasará, ¿bien?
Mykey nota que la mirada de Ludwig está un poco perdida, casi cerrando sus ojos del sueño
Mykey: claro… (moviendo los ojos lentamente a otro lado) en fin, el señor Bowser dice que vayamos todos a desayunar.
Ludwig no dice nada y levanta su pulgar en señal de haber entendido y camina hacia el comedor, chocando con una pared en el proceso. Mykey no puede evitar mirarlo algo extrañado, pero luego camina a la habitación más cercana, la de Larry.
En ello toca la puerta pero nadie contesta, a lo que vuelve a tocar y a la segunda negativa por parte de Larry y Bobby, Mykey decide entrar para despertarlos. Al estar un poco oscura, el Koopa mayor abre un poco las cortinas, dejando entrar la luz del sol. Al ir a despertar a los chicos, nota que Larry está en el suelo durmiendo con los pies apoyados en la cama y su cabeza en la alfombra, mientras que Bobby está acostado en la cama.
Mykey se queda unos instantes viendo a Larry para luego levantarlo y depositarlo en la cama y poder despertarlo, como también a su pequeño hermano. Larry se despierta y se endereza lentamente, algo confundido.
Larry: ¿ah? (ladeando su cabeza de un lado para otro)
Mykey: veo que ya despertaste, dormilón
Bobby también se despierta, pero con menos sueño
Bobby: buenos días
Mykey: buenos días, chicos. ¿me pueden decir por qué Larry estaba en el suelo?
Bobby: no lo sé, nos fuimos a dormir a la vez y él estaba bien en la cama
Larry: ¿estaba en el suelo? Ni cuenta me di, entonces, ¿Cómo es que llegue aquí arriba?
Mykey: yo te puse ahí arriba, me sorprende que no te duela el cuello, ¿o sí?
Larry: nop
Bobby: ahora que lo pienso, a media noche escuché un golpe fuerte, pero pensé que era mi imaginación.
Mykey: al menos ya sabemos lo que pasó. Vengan, vamos a desayunar
Bobby: enseguida vamos
Después de que todos desayunaran, Mykey y Jr. se reunieron para poder estudiar, yendo al mismo despacho de Kamek donde Ludwig le había tomado el examen a Jr.
Mykey: bien, veamos…
Mientras Mykey leía los apuntes, Jr. sacaba sus materiales. El Koopa peli-morado estaba notando que los apuntes eran algo avanzados, incluso para el propio Mykey.
Mykey: bien, no parece cosa fácil, pero lo intentaremos
Jr.: estoy listo (poniendo expresión de entusiasmo)
Mykey toma el marcador de pizarra y comienza a explicar lo básico mientras Jr. trata de poner atención, pero se distraía fácilmente, a lo cual trataba de no hacer, sin embargo le era difícil, por lo que trataba de morderse un poco el labio inferior para reaccionar. Mientras eso pasaba, Mykey terminaba de explicar algunas cosas y le preguntaba algo a Jr., éste por accidente se mordió un poco más fuerte, lo cual lo hace gemir.
Mykey: ¿estás bien?
Jr.: s-sí, sólo me mordí, pero estaré bien
Mykey: ¿Por qué?
El pequeño suspiraba y apoyaba su cara con sus manos en el pupitre
Jr.: es que me distraigo, no me puedo concentrar muy bien, quizás por eso es que Ludwig se enoja conmigo y pierde la paciencia
Mykey: eso es porque no eres como él, pero tranquilo, eso mejorará con el tiempo. Dime, ¿lograste entender algo de lo que te dije?
Jr. miraba algo nervioso a los lados mientras titubeaba un poco, a lo que Mykey pone su mano en el hombro del pequeño, quien lo mira y nota su cálida sonrisa y sus ojos grises.
Mykey: descuida, si no entendiste no te culpo. Después de todo es fácil perderse con esto. Espérame un poco, ya regreso.
Ante eso, Mykey se retira a la habitación de al lado en busca de algo. A los pocos minutos regresa con unos recipientes de plástico, arena y unas hojas en blanco.
Mykey: bien, aplicaremos esto en forma gráfica (dejando los materiales en el escritorio principal) lo veremos desde otro punto de vista.
Jr.: ¿para qué es eso?
Mykey: verás, las matemáticas son una sola, pero se pueden aplicar de diferentes maneras, también se puede entender de diferentes maneras (le pasa las hojas en blanco a Jr.) aquí irás dibujando lo mismo que te iré poniendo como ejemplo, ¿entendido?
Jr.: creo que sí
Mykey llena un recipiente de arena hasta la mitad mientras repite el proceso con otro recipiente, explicándole a Jr. el concepto de mitad y entero, mientras el pequeño va dibujando y coloreando lo que ve. Más adelante Mykey procede a llenar en tercios y cuartos los recipientes, a su vez explicando y Jr. dibujando, así con varios ejemplos, mezclando tanto mitades como tercios como cuartos.
Mykey: …y así se obtiene el resultado, ¿entiendes eso?
Jr.: ¡s-sí! Ahora me queda más claro
Mykey: recuerda ver el pizarrón para aprender cómo se expresa en número estas cantidades. Ve dibujándolas, coloreándolas y escribiendo su valor numérico.
Ante los ejemplos, Jr. va poniendo en práctica lo que fue entendiendo. Al principio le seguía costando, pero poco a poco va dándose cuenta de ciertos patrones numéricos, aunque igual continuaba cometiendo pequeños errores
Cuando termina le avisa a Mykey para que vea si está bien, a lo que él le corrige aquellos detalles pero nota que va por buen camino, siempre apoyándose de sus hojas de dibujo. Así pasan durante toda la clase, la cual avanzó rápido, según la percepción de Jr., quien parecía disfrutar de todo eso.
Jr.: ¡vaya! No sabía que podía ser tan divertido
Mykey: me alegra que le estés tomando el ritmo a esto. Eso sería todo por hoy, es hora de descansar un poco de tantos números.
Jr.: (asintiendo) quiero ir por un helado. La última vez no pude porque tuve este tonto examen y…
En ese momento se tapa la boca con ambas manos poniendo una expresión de sorpresa por lo que dijo, mirando de reojo a Mykey, quien se acercaba a Jr. y éste, con una expresión de temor y cerrando los ojos, espera un regaño, pero en vez de eso recibe una caricia en su cabeza, lo cual hace que se sorprenda. Mykey deja de acariciar al pequeño Koopa y eventualmente le extiende la mano en señal de invitación.
Mykey: ¿vamos?
Jr., aún anonadado por la acción de su tutor, asiente suavemente y se le ilumina la mirada y nuevamente sonríe. Luego de eso Bowsy le toma la mano y juntos salen del salón de clases, no sin antes que el joven pelirrojo tome su mochila. A medida que caminan hacia la salida del castillo, Jr iba casi corriendo de la alegría. Hacía un día soleado muy precioso, sin ninguna nube y con una suave brisa. Al llegar a un puesto de helados, ambos se compran uno. Bowsy escoge uno de chocolate y Mykey uno de frambuesa.
Mykey: ¿lo estás disfrutando?
Jr.: (sonriente) ¡sí! ¡Y mucho!
Mykey: te lo mereces.
Vuelve a acariciarle la cabeza a Bowsy, quien disfruta mucho del tiempo que está pasando con Mykey y, sin darse cuenta, mueve un poco su pequeña colita.
Ambos chicos estuvieron paseando durante una hora más o menos para luego regresar al castillo
Mykey: recuerda ir practicando lo que ejercitamos hoy para que no lo olvides. Te di una pequeña tarea
Jr.: aww… ¿tengo que hacerla? ¡N-No contestes! Ya no cometeré ese error de nuevo
Mykey: descuida. Ya tendrás tiempo para disfrutar, vamos de a poco, ¿sí?
Bowsy asiente y luego Mykey le da un abrazo y un pequeño beso en la frente, haciendo que éste se ruborice muchísimo, tapándose los ojos
Jr.: ¿y eso como por qué?
Mykey: lo siento (risas) es que eres tan adorable que es irresistible no mimarte. Tómalo como un cariño fraternal. A Bobby le hago lo mismo, espero no te moleste
Jr.: (risa nerviosa) b-bueno… no me molesta… sólo que no estoy acostumbrado mucho… al cariño
Mykey: me imagino. En fin, iré a preparar unas cosas, ¿qué harás tú?
Jr.: no lo sé, pero supongo que primero haré mis tareas y luego veré
Mykey: bien dicho, ternurito. Nos veremos mañana a la misma hora para seguir estudiando
Jr.: ¡sí! Allí te esperaré
Mykey se retira de ahí, dejando solo a Jr., el cual va a su habitación y deja la mochila en la cama y saca su cuaderno de apuntes. Se acomoda en su escritorio y se queda pensando unos instantes, recordando lo bien que pasó su tiempo con Mykey.
- así que esto es disfrutar de la compañía de alguien… creo que todo hubiese sido mejor si yo hubiese puesto atención a lo que Ludwig me decía, tal vez me hubiese llevado mejor con él y tal vez hubiésemos sido más unidos…-suspira mientras continúa- ¡cómo me gustaría que mis hermanos pasaran más tiempo conmigo… se sintió bien que alguien confiara en mí y que me diera apoyo… definitivamente Mykey es muy diferente a Ludwig… es todo un hermano mayor… realmente envidio a Bobby… se llevan tan bien que quisiera… que Mykey fuese mi hermano mayor y no Ludwig… -
Ante ese pensamiento, Bowsy se sorprende e interrumpe lo que pasaba por su mente y luego de estar en silencio se da cuenta de lo que estaba pensando.
- ¡n-no! ¿Qué cosas estoy pensando? - pensaba mientras agitaba su cabeza- m-mejor me pondré a hacer mi tarea, no quiero decepcionar a los demás -decía eso mientras abría su cuaderno y comenzaba a resolver los ejercicios mientras tenía su hoja de dibujo-
Al día siguiente, Jr. y Mykey se encuentran de nuevo en el salón para seguir ejercitando fracciones
Jr.: buenos días, maestro
Mykey: buenos días, querido alumno
Luego de decir eso, ambos se ríen entre sí
Mykey: ¿listo para empezar?
Jr. asiente y enseguida saca su cuaderno. Ambos continúan con su rutina. Así pasan varios días a la semana, dedicando una hora y media por día. Poco a poco, Jr. va mejorando sus habilidades numéricas. Tanto es así que paulatinamente está dejando de apoyarse en sus hojas de dibujo sino en su mente. Él imagina elementos de su alrededor y escribe el resultado de forma más óptima. Así van pasando los días. Mykey continúa apoyándole en los detalles y sin darse cuenta están en fracciones más avanzadas.
Un día, después de una jornada de estudio, deciden tomar un pequeño descanso.
Mykey: bien, eso sería todo por hoy
Jr.: sí, eso fue algo agotador, pero me está gustando
Mykey: eso es genial
En ese instante, Ludwig, acompañado de Roy, pasa a buscar algo al salón de clase, pero antes de entrar y a punto de agarrar la perilla de la puerta escucha la pequeña conversación que ambos Koopas tienen ahí dentro.
Mykey: ¿cómo te sientes para el examen del lunes?
Jr.: eh… no lo sé…
Mykey: ¿Qué sucede?
Jr.: (pokeando sus garras) es que… me siento algo nervioso… ¿y si vuelvo a fallar? Seré la decepción y la burla de todos… de nuevo…
Ludwig pone una expresión de fastidio y voltea sus ojos. Mykey se acerca y mira atentamente a Jr.
Mykey: escúchame, Bowsy: no tienes de qué sentirte mal. Tú no te preparas tan solo para aprobar un examen, sino para aprender y aplicar eso en tu vida. Quizás no de una manera literal, pero sí de una forma práctica, y eso es todo lo que debiese importar
Ludwig escucha atentamente cada palabra
Ludwig: (pensando) ¡vaya! No me esperaba eso, de verdad pareciera tomarse esto en serio…
Jr.: es verdad, pero… aún me preocupa
Mykey: (sonríe) sea cual sea el resultado, tendrás mi apoyo. Recuerda cuando empezaste y cómo vas ahora
Jr. tímidamente mira a Mykey y luego mira sus apuntes, para luego volver a mirar a Mykey
Jr.: es verdad. Daré lo mejor de mí. Muchas gracias, Mykey, por todo
Mykey: cuando gustes (le guiña)
El pequeño guarda sus cosas y se dirige a la salida. Al abrir la puerta, nota que Ludwig está ahí, lo cual sorprende a Jr., quien a su vez se asusta un poco.
Ludwig: hola, Bowsy
Jr.: h-hola… (desviando un poco su mirada)
Roy: ¡hola, Mykey!
Mykey: ¿qué tal, Roy? ¿en qué andan?
Roy: nada, sólo acompaño a Ludwig a llevar unas cosas
Ludwig: y… ¿cómo van los estudios? ¿ya perdiste la paciencia con este chico, Mykey?
Mykey: (sonriendo) no, para nada. Todo va bien, está aprendiendo
Jr.: así es, con él aprendo mejor y más rápido. Le estoy poniendo todo mi empeño.
Luego de lo dicho por Jr., Ludwig frunce el ceño un poco, pero trata de desviar la atención
Ludwig: se ve que ahora sí tienes confianza. Supongo que no te importará apostar, ¿o sí?
Mykey: (con expresión dudosa) ¿qué tienes en mente?
Ludwig: si Bowsy dice que le pondrá todo su empeño, entonces no será problema si hacemos esto más interesante, ¿no crees?
Roy: ya sólo escúpelo, cabeza de ñoqui
Ludwig: si repruebas el siguiente examen, Bowsy, te lo tendrás que comer
Jr. se sorprende con lo dicho por su hermano pero sigue atento
Jr.: ¿y si apruebo?
Ludwig: si sacas un 80 o más, reconoceré que no eres un tonto
Mykey: ¿y qué pasa si saca un 100?
Ludwig levanta una ceja y se echa a reír un poco, lo que provoca que Mykey y Jr. se miren entre sí extrañados
Ludwig: si ocurre el extremo e improbable caso en que eso ocurra, que no creo, entonces yo me comeré el anterior examen que reprobaste
Roy: esto se pone interesante (sonriendo pícaramente)
Mykey: (suspira) no es necesario tener que llegar a eso
Ludwig: ¿Qué pasa? ¿No se supone que le estás enseñando bien? Es hora de probarlo
Mykey: no se trata de eso.
Ludwig: sí, ya decía yo que Jr. es un bobo que no sabe ni dónde está parado.
Con esas palabras, Bowsy reacciona y pone una expresión seria y determinada
Jr.: ¡acepto la apuesta!
Eso sorprende a Mykey y a Roy
Ludwig: bien, es un acuerdo de caballeros
Jr. y Ludwig estrechan sus manos en señal de acuerdo
Ludwig: entonces el lunes sabremos el resultado. Que tengas suerte, Bowsy
Luego de decir eso, Ludwig y Roy toman unas cajas y las llevan a otra habitación. Mykey le comenta a Jr. su preocupación
Mykey: Jr., no tenías que hacer eso
Jr.: es que me estaba cansando que se burlara de mí, pero esta vez le demostraré que se equivoca. Por una vez quiero que cierre la boca
Mykey: (suspira) está bien, pero recuerda ir con cuidado y que no te salga mal la estrategia.
Jr.: Mykey… te doy gracias por el apoyo. Te lo prometo, no fallaré
Mykey nota la mirada de esperanza de Jr. y eso lo conforta un poco, a lo cual le sonríe y le acaricia el pelo nuevamente y le da un beso en la frente, a lo que Jr. se sonroja
Jr.: eso me está empezando a gustar… (risas)
- FIN DEL CAPÍTULO -
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A Iwaizumi le gustaba muy poco la música alta, así que cuando tuvo oportunidad se excuso diciendo que iría a fumar, saliendo al jardín que estaba despejado y no había nadie allí, se alejó lo suficiente hasta que llegó a uno de los enormes robles viejos y altos que se encontraban más alejados del complejo.
Oikawa al verlo desde afuera se apresuró detrás de él para hacerle compañía.
— ¡Hey Iwa, espérame! ¿Pasó algo?— Corrió un poco para alcanzarlo, sentándose a su lado en la hierba.
— ¿Eh, que no estabas con Atsumu?— Preguntó el contrario, levantando una ceja con evidente curiosidad.
— Oh si, pero también quería hacerte un poco de compañía, además que no quería bailar esa canción.— Ríe un poco para aliviar la tensión.
Iwa solo lo empuja con el codo suavemente, asintiendo. Emergió un silencio entre ambos, pero no era incómodo sino como un espacio de tranquilidad para Iwaizumi, así que solo se limitaron a observar el cielo nocturno.
— Y bueno, ¿te gusta?— Iwa rompió el hielo. No sabía por qué lo preguntaba, las palabras solo salieron disparadas de su boca, quizás muy por dentro necesitaba saberlo.
Hubo un corto y gélido silencio, hasta que Oikawa se digno a responder.
— ¿Quién?— Pregunta confundido añadiendo luego una risa nerviosa.
"¿Quién..?" Esa cuestión le generó un hueco en el estómago al contrario, como si existieran varias personas, ¿sentía lo mismo por varios..? muchas preguntas y pocas respuestas, quizás porque le daba miedo preguntar demás.
— Ya sabes, Atsumu. Creo que todos ya lo hemos notado, no tienes que hacerte el tonto, amigo.— Lo mira y le dedica una sonrisa amistosa, queriendo hacerlo sentir un poco más en confianza.
— ¿Como podría gustarme ese miserable, Iwa? Solo existe para fastidiarme. — Intenta evitar la respuesta, negando con la cabeza.
Iwa ríe como pocas veces suele hacerlo. —Eres pésimo mintiendo, Oikawa— Comenta aún entre hilos de risa. — Y aún así, esa no es una respuesta exacta. — Agrega.
— ¡Hey!— Exclama, para luego detenerse a pensar.
Después de un par de minutos de gruñidos y refunfuños de parte de Oikawa, decide que ya tiene una respuesta.
— Creo... ¿Que si..?— No parecía seguro, pero Iwa solo se limitó a observarlo —Es un insoportable, siempre está peleando conmigo en cada ocasión en la que coincidimos con los chicos, pero...—
Oikawa duda en seguir hablando, siente que ya dijo mucho más de lo que quería, Iwaizumi por su parte le da pequeñas palmaditas en la espalda y le sonríe.
"Está bien, estoy aquí" quiso decir.
— Pero... precisamente por eso me gusta, él no deja que yo me burle de él, siempre está refutando lo que digo, me hace a veces cambiar de parecer o ver otras perspectivas aunque me moriría antes de decirlo en voz alta, nuestra rivalidad genera que nunca nos quedemos sin tema de conversación, supongo que me gusta Atsumu.— era la primera vez que aceptaba sus sentimientos en voz alta, su cara casi igualando el color rojo de los tomates parecía que en cualquier momento estallaría de lo avergonzado que se sentía.
"Es lo que llevo haciendo desde que te conozco." Quiso gritar, pero sabía que no era correcto, esto no se trataba de él ni de sus sentimientos.
—¿Y entonces qué esperas?— Dijo sin más queriendo resolver los problemas amorosos de su amigo, o quizás intentando que pudiera terminar este tema, suspiró con dificultad y agregó. — Finalmente sabes qué sientes, no dejes que tu orgullo lo arruine, tonto. — le golpea suavemente en la espalda mientras sonríe para motivarlo.
Sus palabras fueron un aliento para Oikawa, quién sin pensarlo mucho asintió enérgicamente, se levantó y se dirigió a declararse a su amor. Pero entonces cuando estaba a punto de desaparecer por la puerta corrediza, se dió la vuelta para mirar por última vez a Iwaizumi, ajeno a la tormenta que está desatada en su interior.
—¡Gracias Iwa, amigo! ¡solo necesitaba este empujón!— Le dedica la sonrisa más dulce que Iwa pudo haber visto de Oikawa, quién se va rápidamente, adentrándose al salón.
Del otro lado nuestro otro joven dejó caer su espalda en el pasto, sus ojos todavía podían ver esa sonrisa petrificada como una imagen en su mente, se quedó recostado, observando a la luna que estaba totalmente llena esa noche y que subía hasta su punto más alto, solo pensando.
El recuerdo de la reciente charla lo inunda de repente como una bofetada, Oikawa amaba a alguien más ¿Qué importaba aquella sonrisa? Solo eran amigos y solo eso iban a ser.
La vista hermosa de la luna se empieza a tornar borrosa.
— ¿Eh?— Confundido. Lleva su mano a su rostro buscando una respuesta; eran lágrimas, que descendían sin cesar y se deslizaban por sus mejillas como dos cascadas, no importa lo mucho que se limpiará el rostro porque solo seguían brotando, casi como si de un río desbordado se tratase.
"¿Por qué tengo que sentirme así?" Se preguntó internamente, pero no sabía si la pregunta era exactamente por no poder sentirse feliz por su mejor amigo que finalmente iba a estar con quién amaba o si, en cambio, era porque estaba enojado de sentirse perdidamente enamorado de alguien que no podría tener jamás.
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Olvidarse de todo
Zora suspiro, le dolían mucho las cosillas, le habían dado una golpiza en su última misión, lo malo de cruzarte con un mago con magia explosiva, esperaba que Finral lo fuera a recoger al hospital, pero no lo encontraba, llenaría su cama de chinches hediondos si se había olvidado de él, camino por un pasillo cuando de repente pasos apresurados se dirigieron a su persona, se quejó en voz alta cuando un cuerpo golpeo el suyo por la espalda, estaba confundido hasta que noto los cabellos plateados.
- ¡Nebra! – Se quejo enojado por el dolor que recorrió su cuerpo.
- ¡Estaba tan preocupada! – Dijo cuando pudo hablar, había pasado sus brazos por debajo de sus axilas para abrazarlo desde atrás, enterrando su rostro en su espalda. – ¡Eres un estúpido!
- Oye, baja la voz, vas a llamar la atención. – Aguanto la respiración para no angustiarla más de lo que ya estaba, ella manejaba mal sus emociones, uso sus manos para liberarse del abrazo y girarse para enfrentarla, ella tenía el rostro lleno de lágrimas, la mirada aterrorizada en sus ojos le asusto – Estoy bien ¿de acuerdo? Pero si me abrazas tan fuerte me duele. Tengo unas costillas lastimadas y no estoy para el amor rudo ahora mismo.
- ¿Qué paso? – Cuestiono con curiosidad.
- Magia explosiva, incluso cuando la reflejo hay una pequeña explosión, no fue nada más que eso. – Contesto con tranquilidad usando su pulgar para recorrer su mejilla quitando los restos de humedad – Además pensé que no te preocuparías por un…
- ¡Claro que me preocupo por ti! Idiota. – Su grito lo sorprendió, ella se alejó de su toque con una expresión dolida que lo hizo sentir mal, solo quería bromear con ella para aligerar el ambiente – No debería, la mala hierba no muere así que…
- Lo siento. – Se disculpo tomándola de su muñeca para evitar que se fuera, la atrajo suavemente para que volviera a sus brazos, debía ser genuina su preocupación si lo vino a buscar en medio del hospital a pesar de que alguien podía verlos – Lo siento, no quería hacerte sentir mal.
- Realmente estaba preocupada, escuche a Noelle contarle a Mimosa en el Palacio de que estabas herido, no podía creerlo, es decir, aunque tu magia sea patética sabes defenderte.
- Pasare por alto tu insulto a mi magia. – Resoplo acariciando su rostro con una sonrisa – Como compensación creo que puedes darme un beso.
- ¿Por qué te besaría? Además, estas herido.
- Mis labios no están heridos, Princesa. – Ella sonrió suavemente antes de cerrar los ojos, sus manos se posaron con más suavidad sobre su cintura, quería abrazarlo, pero tenía miedo de lastimarlo.
- Que conveniente. – Le dedico una mirada divertida, Zora se inclinó para unir sus labios en un beso tierno, fueron lento al principio más que nada porque Nebra se sentía insegura, en cambio él estaba extasiado de que ella lo buscara, así que tomo su rostro para profundizar el beso olvidándose por completo del sitio donde se encontraban cuando un grito los asusto rompiendo su beso, los dos se giraron para ver al final del pasillo a Solid Silva y a Kirsch Vermillion.
Oh, oh.
- ¿Qué haces con mi hermana? – Pregunto señalándolo mientras creaba su serpiente marina totalmente ofuscado.
- Espera, Solid… – Nebra convoco su grimorio para crear niebla que rodaba a su alrededor preparada para defenderlos.
- Querida prima, tu belleza es un desperdicio en esta situación. – Dijo el pelirrojo dramáticamente – No debes ensuciar tu hermosa apariencia con…
- ¡Cállate, Kirsch! – Gritaron los Silvas al mismo tiempo.
- Libera tu hechizo, Solid. – Ordeno Nebra con seriedad, Kirsch era molesto, sin embargo no atacaría a diferencia de Solid que perdía los estribos fácilmente – Para que podamos hablar, Zora está herido así que sería injusto que lo ataques.
- ¿En verdad lo estás defendiendo? ¡Es un campesino! ¡Eres de la realeza! – El chico estaba tan enojado que Zora de cierta forma estaba agradecido de que su ira iba dirigida a él y no hacia ella.
- Eso es algo obvio, tonto. – Declaró con una sonrisa nerviosa – ¿Además que hacen ustedes dos aquí?
- ¿Nosotros? – Solid retrocedió incómodo sin dar una respuesta.
- Ninguno de los dos está herido, y creo que nadie de nuestro escuadrón está aquí. – Nebra ladeó el rostro guardando su grimorio, los dos balbucearon algo incomprensible mientras desviaban la mirada.
- Solo es casualidad que nos reuniéramos. – Hablo Kirsch sacudiendo su mano exageradamente – Las cosas hermosas se juntan con facilidad. – Zora arqueo una ceja mientras pasaba su brazo por los hombros femeninos, ella se ruborizo levemente para su diversión, pero lo que le pareció interesante fue que el pelirrojo lo miraba a él, no a su prima.
- ¡No toques a mi hermana! – Gruño Solid al ver el gesto, luego suspiro apretando los puños dirigiéndose a ella– Has estado actuado extraño, así que te seguí, no pensé que te estabas enrollando con un campesino ¿qué pasa por tu mente? Primero Noelle y luego tú, algo está mal con las chicas.
- ¿Me estabas espiando, Solid? – Cuestionó enojada.
- No quisiste decirme que hacías.
- Porque te ibas a poner de este modo, escucha, sé lo que estás pensando porque también lo hago yo, lo hacía, pero realmente me gusta Zora. – Confesó con un rubor muy acentuado, tuvo que contener el impulso de girarse para esconderse en el pecho de Zora, quien además estaba muy sorprendido.
Tenían algún tiempo en esto, fuera lo que fuera eso, por supuesto podía ver su interés en sus gestos, en su preocupación, pero nunca le había dicho que le gustaba, al menos no con palabras, los otros dos estaban igualmente asombrados, Kirsch tomo una expresión seria mientras que Solid parecía sonrojarse de la ira, obviamente los Silvas tenían una tendencia a estar rojos.
- Entiendo. – Habló Kirsch con una sonrisa suave tomando una postura más seria – Creo que ambos hemos perdido, Solid.
- ¿Qué? – El aludido se ruborizo más acentuadamente bastante nervioso.
- ¿De qué están hablando? – Pregunto Zora confundido rascándose la parte posterior del cuello mientras apoyaba algo de su peso en su pareja.
- ¿Estás cansado? – Nebra lo miro con preocupación pasando su brazo por su cintura.
- Estoy bien. – Realmente quería escapar de esta situación incómoda.
- Viendo lo preocupada que esta Nebra por Zora me parece que es bastante honesta en sus palabras ¿no lo crees, Solid? – Kirsch les dedico una sonrisa triste, el chico parecía contrariado.
- ¿Me explican que sucede?
- Realmente vinimos a ver a Zora. – Respondió Kirsch son un leve sonrojo en su rostro y luciendo extrañamente avergonzado – Escuchamos por Mimosa que estabas herido, bueno yo escuché y le dije a Solid cuando venía en camino y decidió unirse a mí.
- ¿Por qué? – Nebra no entendía nada.
- Es vergonzoso.
- ¿Qué? ¿Vas a decirme que estas enamorado de mí? – Inquirió Zora con sarcasmo quedándose sin palabras cuando el rostro del hombre se puso todavia más rojo – No puede ser ¿Y tú? – Se giro para ver a los ojos al otro chico que solo negó efusivamente que luego bajo la mirada.
- No puede gustarles Zora. – Declaró Nebra extrañada.
- ¿Por qué no? Te gusto. – Le dedico una sonrisa descarada, en parte halagado, en parte asombrado – Es muy irónico que, dado que no me gustan los nobles, mi pareja sea una y al parecer atraigo a los nobles, es mi actitud de chico malo ¿verdad?
- Eres extrañamente atractivo, si podría ser todo eso del chico malo y el cuero – Señalo Kirsch con soltura recuperando algo de audacia, su comentario resulto vergonzoso para el hombre que no esperaba tanta sinceridad – Incluso podría decir que hay algo de belleza, especialmente en tus ojos azules, parecen mágicos, al menos esa es mi opinión, no sé qué es lo que más le gustara a Solid.
- ¡No me gusta él!
- Kirsch está siendo más honesto que tú, mira ha dicho que le gustan mis ojos, para escuchar un cumplido de tu parte tienes que estar de buen humor, tienen que caer cerdos del aire y tengo que estar herido, quizás me equivoque de noble. – Quito su brazo de sus hombros con burla.
- ¡A mí también me gustan tus ojos y tu cabello! – Habló ruborizándose intensamente con una mirada de angustia en sus ojos – Solo me cuesta más decirlo, pero…
- Solo me estoy burlando de ti, tranquila. – Apoyo su mano en su cabeza para despeinarla con afecto, debía estar afectada por su burla ya que no se quejó como hacia habitualmente – ¿Y qué hay de ti, chico?
- ¡No te confundas! No tengo nada que ver con eso, ni parecido, como si pudiera importarme un miserable campesino. – Grito demasiado acalorado como para creer que sus palabras eran verdaderas, Zora levanto una ceja extremadamente divertido.
- Eres igual de deshonesto que Nebra, parece algo de familia. – Puntualizo con una sonrisa divertida pensando en Noelle – No te preocupes no tengo ningún interés en ti, así que relájate.
- ¿Por qué? – La pregunta contrario a los presentes que le dedicaron miradas intensas lo que lo hizo ruborizarse avergonzado.
- Se nota que eres el menor de todos, eres tan infantil, pero para ser franco y dejar todo en claro, la única realeza que estoy dispuesto a tolerar es esta, y Noelle, de los Silvas al menos, tu hermana me agrada. – Nebra frunció el ceño ante su forma de referirse a ella, sin embargo, se guardó su reclamo para procesar el hecho de que su hermano menor y su primo se sentían atraídos por su pareja.
- ¿No tienen problemas con mi relación con Zora? – Tanteo con cuidado.
- No, por lo menos yo no, sería tonto de mi parte reclamarte por algo que también quería, mis padres probablemente estén fuertemente en contra, no sé qué pensara Nozel, pero yo no tengo nada que decir. – Kirsch tomo la mano de Nebra entre la suya – Te deseo la mayor felicidad, Nebra. No me siento mal de perder contra ti, porque eres absolutamente hermosa.
- No soy un premio. – Murmuro suavemente, aunque feliz de que Nebra estuviera recibiendo la aceptación que necesitaba – ¿Qué hay de ti?
- Yo no estoy de acuerdo, para nada, le diré a Hermano Mayor Nozel de inmediato. – Solid retrocedió cuando Zora se acercó más rápido de lo que esperaba quedando a poco centímetros de su rostro, con una mirada intensa, no pudo evitar cerrar los ojos ¿quizás esperando un beso?
- No seas crío. Diciendo que la acusaras con tu hermano, piensa en la felicidad de tu hermana, no siento nada por ti, ni por ti. – Los señalo a ambos con su dedo acusador, finalmente se giró para tomar a Nebra por las mejillas plantando un beso en sus labios – Estoy herido y cansado, quisiera simplemente irme a mi casa a descansar o pasar un buen rato con mi pareja ¿Te parece bien?
- Sí. – Asintió efusivamente con una expresión apenada por la muestra de afecto pública.
- ¡No! – Solid avanzo para tomarla por el brazo – No puedes hacer esto, Hermana Mayor.
- Ni siquiera sé si estas siendo celoso de ella o de mí. – Comento Zora con una sonrisa divertida sujetando su mano con la suya para que liberara a su hermana – Ahora suelta a Nebra, no seas un llorón.
- ¿Zora? – Noelle se acercaba por el pasillo en compañía de Finral, la escena era de lo más desconcertante para ella, por una parte, Solid sujetaba el brazo de Nebra y a su vez Zora tenía su mano en la de Solid, mientras Kirsch los veía a un lado – Vinimos a buscarte ¿Qué sucede?
- Llegan tarde, los perdono porque me he divertido mucho y me he enterado de muchas cosas. – Comento apretando con fuerza la muñeca del chico que soltó su agarre – Noelle, tengo que decirte algo: Eres mi cuñada favorita.
- ¿Cuñada? – Ladeo el rostro sin saber que sucedía.
- Nebra es mi pareja. – Informo con simpleza entrelazando su dedos con los de ella.
- ¿Qué? – Preguntaron al unísono los dos toros negros.
- Eso es imposible, es imposible que tengas novia antes que yo. – Grito Finral conmocionado y con un aura deprimente, sobre todo porque la novia de Zora era una princesa.
- ¿Qué pasa con Finesse? – Le recordó ofendida Noelle, dándole un golpe ligero en la espalda.
- Tienes razón, Noe. – Lloriqueo, girándose para castigarse por su debilidad.
- ¿Finesse Calmerich? ¿No es la prometida de Langris? – Cuestiono Kirsch.
- Sí, ella misma, pero eso no importa. – Sacudió la cabeza para no distraerse y centrarse en lo importante, Nebra estaba parcialmente escondida detrás de Zora, sus manos seguían entrelazadas – ¿Quieres decir que están juntos?
- Si, eso significa ser pareja. – Hizo un gesto como si estuviera pensando – Dime por favor que no te atraigo de ninguna manera.
- ¿Por qué lo estaría?
- Resulta que al parecer soy increíblemente atractivo para tu familia.
- ¡Zora! – Nebra le pellizco en el costado, logrando que saltara por el dolor – Lo siento, lo siento.
- No era necesario que me maltratarás. – Hizo un gesto dramático.
- Lo siento.
- No entiendo que está sucediendo.
- Te diré después, ahora estoy cansado. – Se inclino para besar la mejilla de Nebra – Nos vemos mañana ¿está bien? Me encantaría pasar un rato contigo, pero ya que me has agredido y mi transporte ha llegado, me voy. – Se detuvo cuando su mano apretó con fuerza la suya mientras le dedicaba una mirada de cachorro, la que solía usar para tratar de conmoverlo – No estoy molesto, tranquila.
- Ten cuidado.
- Sí, sí. – La beso suavemente con una sonrisa divertida por su vergüenza, luego se unió a sus compañeros para marcharse – Tengo que contarte algo muy interesante. – Noelle no sabía que más podía decirle después de la bomba que acababa de soltarle – Acabo de descubrir que le gusto a tu hermano idiota y a tu insoportable primo.
- ¿Qué?
Zora se rio extremadamente divertido por la conmoción en su rostro al mismo tiempo que Finral lo observaba con envidia, no solo una princesa, sino otros dos miembros de la realeza estaban interesados en él.
- Creo que es porque soy un chico malo.
- Estoy muy confundida en este momento.
- Yo estoy extremadamente alegre a pesar de que me duelen horrible las costillas.
- ¿Ibas a salir con Hermana Mayor Nebra?
- No tenía nada planeado, no esperaba que viniera a verme, pero he descubierto muchas cosas interesantes hoy, me encantaría poder molestarla con esta información, pero estoy cansado y me duelen bastante las costillas.
- ¿Cómo has logrado que esa belleza se interese en ti?
- ¿Kirsch?
- Hablaba de Lady Nebra.
- Oh, no puedo hablar de eso, le prometí a Nebra que mantendría en silencio esa información.
- Por favor, necesito trucos.
Noelle se mantuvo en silencio escuchando la conversación de los hombres, con la mirada fija al frente con su mente corriendo a toda marcha.
- Lo más extraño es gustarle a la pequeña rata…
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bufa bajito producto de una risita atropellándose por salir. era inevitable reaccionar así si le escuchaba decir un disparate cuando su eterna comparación se ajustaba mucho mejor a la imagen del ravnos. ‘ si eres un ser de tanta oscuridad y no te gusta la manera en que te veo, supongo que no querrás escuchar el resto de cumplidos que tenía para ti. ’ ¿los tenía a la mano? no exactamente, apenas minutos atrás le había costado ensamblarlos en un discurso coherente y no sabía si era porque todavía sentía uno que otro efecto del vitae consumido o porque explicar lo que pensaba de daeul no le resultaba tan sencillo o espontáneo como le gustaría. de todos modos, se los negaría… por ahora, como un castigo tonto. ‘ creo que te he contado más cosas de mí de las que tenía planeadas compartir con otro vástago, eso es decir mucho. ’ vocaliza los pensamientos en voz alta mientras evoca las veces en las que se abrió a él con la única intención de hacerle sentir tan cómodo como para que pudiera hacer lo mismo con ella. lo que quizá no se había cuestionado era el cómo siempre resultaba terriblemente fácil soltar información que su sire le insistió mil y un veces proteger con ahínco. quizá aquel assamita no había tenido la oportunidad de tropezarse con vástagos que le transmitieran la misma comodidad que el contrario… o quizá ella estaba haciendo todo mal. ‘ ¿ahora sí quieres el beso? ’ enarca las cejas tan alto como le es posible en una mueca que transforma su rostro en una máscara cómica. ‘ veamos qué piensa ese destino en el que crees tan ciegamente, y espero que luego no te arrepientas si la media noche te agarra a mi lado, ’ le mira con una petulancia completamente intencional, sólo por fastidiarle o llevarle la contraria de algún modo. pudo prometer que soltaría el tema, pero decirlo y hacerlo no era tan fácil cuando una curiosidad divertida, hinchada en expectativas, seguía latente allí. ‘ ¡ah! ¡qué alivio! nunca se me habría ocurrido que no están perdidamente enamorados del otro, ’ al reírse tiene que esconder sus labios detrás de algunos dedos. el comentario había caído en el momento perfecto. ‘ pues… la versión corta es que soy una chismosa. ’ simple, directo al grano, ni siquiera le mentiría inventándose algo que le hiciera quedar bien. ‘ la versión larga es que desde que nos conocemos, difícilmente me responde preguntas sobre su vida privada. llegué a pensar que era una característica de ustedes hasta que te conocí. pero ese no es el punto, lo que quiero decir es que he intentado de mil y un maneras darle la vuelta y siempre consigue cómo evadirme. ’ expresa en medio de un lamento genuino. ¿por qué no se había rendido antes? quién sabe, quizá en ella vivía la inherente necesidad humana de perseguir algo mientras más difícil fuera. ‘ si me dices que debo respetar su privacidad, te haré caso. ’ no solía hacerlo, pero lo que quería decir era que viniendo del vástago indicado siempre podía reconsiderar sus elecciones dos veces. kirino no era de las que demeritaban las perspectivas de otros. ‘ no me arruinarás la sorpresa, ¡lo prometo! cuando llegue a casa practicaré mi cara de asombro, aunque es bastante buena de por sí. ¿quieres verla? es como— ’ entonces, en efecto, finge una mueca de perplejidad que viene y va tan rápido como un pestañeo. ‘¿quieres felicidad? Tengo varias de esas— ’ claramente está dispuesta a hacer el ridículo otro rato porque está grabada en su naturaleza rebuscar las sonrisas del más alto, excepto que hay un detalle que le toma con genuina sorpresa y le hace cambiar de planes.
‘ espera, ¿estás hablando en serio? ¿es un suéter? ’ su energía va mermando en la manera que sus hombros se relajan y no hay ninguna emoción tiñéndole el rostro. sí, había querido un regalo, pero no esperaba algo realmente trabajado. ‘ no, no, me estás tomando el pelo. un suéter gigante requiere mucho tiempo y te lo pedí hace poco… ’ le mira con desconfianza, incluso renuncia al agarre en el que había secuestrado la palma. por un momento y casi se creía la existencia de una pieza tan particular. (que, de existir, seguramente usaría con más regularidad de la que admitiría.) ‘ ¿y para qué es la d? ¿para que me encuentres con facilidad si me pierdo en un mar de vástagos? embustero, dime algo más creíble, ’ retrocede entonces hasta por fin darle la espalda, aunque por otro lado termine cuestionándose en dónde guardarse tal curiosidad sabiendo que no obtendría la respuesta antes que el obsequio llegase a sus manos. ‘ no te traje explícitamente porque quería contarte algo… ’ mira la dirección que señala, misma que accede a visitar en lo que asiente y deja que sus pasos la lleven hasta allá. ‘ una cosa son las reuniones informales. otra cosa muy diferente es… esto. ’ una invitación casi hecha a puño y letra del príncipe a la que prácticamente no tenían permitido negarse y que indirectamente les sometía al escrutinio de aquella sociedad tan sesgada por sus ideales políticos. ‘ al final del día es como si fuésemos los bufones de una corte a la fuerza. así que pensé que alguien sin secta también querría alejarse de todo eso... ’ se aprovecha del momento que camina detrás de unos arbustos para hacer uso de la ofuscación y desaparecer de la vista. de ese modo puede movilizarse en el jardín con dedos invisibles curioseando a su paso, sólo dejando que el otro escuche su voz. ‘ además, aquí se está mucho más cómodo. fresco. también tenemos el cielo para nosotros, no tenemos nada que envidiarles a los que siguen en el salón. ’ un par de minutos más tarde, al hacerse visible otra vez, se encuentre frente al otro acomodando una flor delicada de pétalos rojos entre la solapa del traje ajeno. ‘ estaba pensando… te insistí en que me regalaras algo, pero no tengo ningún regalo para ti, ’ confiesa bajando la voz. su poca familiaridad con la víspera le había llevado a no sólo no recibir ningún obsequio, también a no haberlos preparado. ese año no había sido la excepción. ‘ sé que me dirás que no importa, ¿cierto? pues no quiero escucharlo. ’ hace un pequeño mohín mientras tira de la tela hacia abajo, como alisando algo que de por sí ya luce impecable. ‘ creo es muy tarde para preparar uno, tampoco quiero que pienses que te estoy dando algo por compromiso porque, claro, tampoco es el caso.. así que... pienso... ' prácticamente empieza un monólogo mientras comparte pensamientos sin filtro, no contemplando (aún) respuestas de él. ' pienso que deberías decirme tu fecha de cumpleaños. y si no lo celebras, cualquier otra que pueda tomar como reemplazo estaría bien. bueno, pensándolo bien no sé si te gusta ese tipo de cosas... ' frunce el ceño, más que todo para sí misma. ella misma había decidido obviar el suyo por décadas. ' en fin, lo que quiero decir es que me gustaría sorprenderte a ti en otro momento del año. ¿tienes algún mes que sea importante para ti? '
@skirino — ‘ sh~ eres más joven que yo en espíritu, ya tuvimos esta conversación ’ quizá al final fuese su culpa eso de despertar un costado... ¿protector? ¿o de guía? en kirino. terquedad volvía difícil la posibilidad de que existiera algún cambio en actitudes, o modo de atravesar la no-vida, de cualquier manera. pero apreciaba tener a alguien que se preocupara. ‘ no es una descripción por la que me sienta fielmente representado ’ hombros se rectifican, y cabeza se endereza, como si su orgullo estuviese en juego. ‘ soy un ser de la oscuridad ’ quizá de manera literal lo fuera, pero nada más. ‘ todavía hay mucho que quiero saber sobre ti ’ confiesa, mientras niega con la cabeza, con la intención de rechazar ideas contrarias al respecto. ‘ a tu tiempo, igualmente, que nos queda una eternidad por delante ’ curva levemente los labios ahí, para asegurarle que no existe ningún tipo de prisa al respecto, ni deben sentarse una noche a intercambiar historias sobre el pasado. así como hasta ahora, pueden dejar que todo fluya a su ritmo. ‘ no, quiero mi beso ’ le dice, de nuevo negando con la cabeza, para rechazar también la decisión de adaptarse a sus costumbres, cuando bien podía ser él quien cediera por aquella ocasión. ‘ quizá me pruebes equivocado y acabes siendo la jovencita más afortunada del dos mil veinticuatro ’ fuese por su repartición de besos en la mejilla, o por cualquier otro motivo, en verdad esperaba que recibiera un año con todo lo que esperaba de él. chisme inesperado le tiene con una expresión pensativa en el rostro, reflejando esfuerzo mental por recordar algunos de los nombres de compañeres de clan. ¿había visto a alguno de ellos compartiendo cualquier gesto de pareja con otra persona del clan, o con otra persona en general? ‘ no está liado conmigo, si eso te sirve ’ le dice, asumiendo de antemano que dato no sería de utilidad. ‘ por lo demás, no podría confirmar o negar nada... tengo un pacto secreto con los de mi clan para no difundir intimidades ’ juega ahí, la verdadera razón recae en que no se considera cercano a ninguno de los miembros de su clan. lo que hacen con sus vidas privadas, a decir verdad, escapa de su conocimiento. ‘ ¿por qué quieres saber, de todos modos? ’ interroga ahí, encontrando curiosa su curiosidad. ‘ si quieres que sea tu espía, tendrás que pagarme — un buen precio, además, o de lo contrario confesaré que tú me enviaste si alguna vez me descubre ’ algo bastante posible teniendo en cuenta que compañeres de clan suelen ser bastante desconfiades, lo suficiente como para que guardia estuviese rara vez baja. eso sumado, por supuesto, a su falta de discreción. reacción a la mención del regalo lo tiene observándola con una sonrisa, ahí estaba de nuevo esa actitud que lo llevaba a considerarla alguien más llena de vitalidad. ¿cómo podía un regalo entusiasmarle tanto? ‘ no te puedo arruinar la sorpresa, sólo quería que sepas que no lo he olvidado ’ porque imaginó que el aparecerse sin su regalo, probablemente, la llevaría a sacar esa conclusión. ‘ bien, entonces espero que ensayes tu rostro de felicidad frente al espejo, hasta que estés segura de que me convencerá ’ juega ahí, porque en realidad ha confiado en aquello que le ha dicho kirino, sobre cómo cualquier cosa que le regalara le tendría contenta. no significa, sin embargo, que no haya dedicado tiempo a pensar en algo. ‘ espero que hayas solucionado el tema de tu sillón para personas pequeñas, nada más ’ le dice, sólo por rememorar conversación anterior en la que mencionó que no cabría bien en él. ‘ cerca, te tejí un suéter con una k gigante adelante, y un d enorme atrás... no sabía tu talle, así que lo hice del mío ’ le cuenta, inventando tantos detalles como podrían ser necesarios para empeorar el panorama.
‘ te lo iba a traer hoy, pero no sabía si el naranja combinaría con tu atuendo ’ comprueba vestuario contrario mientras habla, y llega a la conclusión de que cualquier cosa que él pudiera tejer, asumiendo que tendría todo en donde debía estar para poder ser vestido por alguien, sólo conseguiría arruinar impoluta estética contraria. ‘ me desvié del tema, de todos modos, ¿no me traías aquí para contarme algo? ’ recuerda, y mirada que inicialmente se aparta para buscar por vástagos alrededor, acaba dando con fuente de piedra que, aparentemente, sirve de decoración para la entrada del enorme jardín. ‘ ¿vamos ahí? ’
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Un día para nada común de Hiro Hamada.
Ya habían terminado las clases y dentro del próximo mes iba a tener receso, y más encantado no puede estar. No es que no le guste trabajar en el laboratorio especial que el padre de Fred les construyó, pero piensa mejor cuando está en la habitación del campus. Puede ser la enorme ventana en círculo que alimenta al cuarto de completa luz solar, la tranquilidad que brindan las paredes al tener aislamiento contra el sonido, no es perfecto pero es aceptable para pensar, o los árboles que se mueven con el viento.
Sea lo que sea, en esa habitación ha creado sus mejores proyectos, no solo para la escuela sino para Big6. Cómo siempre Baymax está ahí para hacer le compañía y recordarle que necesita levantarse para estirar las piernas, los horarios para el buffet que tiene su comida favorita y cuando debe de dejar el campus por la noche que reina ahora en el cielo infinito.
Un programa que no tendría de no ser que Tadashi se lo agrego a su memoria madre, por supuesto que hizo un berrinche pero ya no había más que hacer. Después de todo fue su hermano quien creó a Baymax.
– Hiro – hablando del rey de Roma.
El chico de dos nacionalidades adora a Baymax como a su familia, porque lo es, pero ahora no puede ni escuchar su voz robótica sin querer apagarlo.
El mencionado trato de ignorarlo, pero un regalito para agregar a su desgracia es que si Baymax es ignorado está programado para hacerlo levantarse de la silla, no importa el método lo importante es sacarlo de su habitación y llevarlo a rastras a la cafetería si es necesario; y no puede utilizar su código de apagado porque está desactivado durante esta función y no va a funcionar hasta que su tarea esté cumplida. Incluso apagado Baymax se va a despertar y cumplir con la misión.
En este punto aprendió a ondear su bandera blanca cuando Baymax lo llevó cargando como saco de papas hasta la cafetería, y a su paso lento y adorable Hiro estaba rojo de vergüenza y ira de querer matar a su hermano en cuanto lo viera. En cuanto escuchó al robot caminar hacia su dirección alarmado se levantó y de un brinco salió de su silla.
– solo quería dar unos toques finales – sonríe con nerviosismo y terror absoluto, soltando varias risitas por los mismos nervios – vamos por algo para comer, tengo hambre, ¿Tu no?
Agarró su chamarra y acompañado del robot Hiro se dirigió a la cafetería. Fastidiado por su inspiración ser cortada de manera tan abrupta, aún que no pueda seguir trabajando en el proyecto y tampoco pueda bocetar, al menos avanza un poco con sus notas que escribe con increíble velocidad en su teléfono. Lo que es un parpadeo para él, fueron varios metros de caminata y varias veces el robot tuvo que regresar lo en la ruta correcta: está en la cafetería y ahora hay que formar se.
– hola, Hiro ¿No terminaron tus clases el martes?
Hiro no es de socializar mucho, pero es inevitable tener una relación con una persona que ha visto casi todos los días por varios años. Además de que la señora Aneko es una mujer de cuarenta años muy agradable, gentil y la única cocinera decente en la universidad, la razón para que ponga un pie en la cafetería es la exquisita comida de esta preciosa mujer.
– hola Aneko – además de ser la única persona, además de sus amigos, que llama por su nombre y con tanta informalidad – si, pero me concentro más en la habitación.
– si va hacer así puedo enviarte tu comida – ofreció la mujer.
Cómo uno de sus mejores clientes y un chico muy lindo, cuando puede manda la comida a su habitación y así no tiene que desconcentrarse tanto en sus proyectos.
– Tadashi ya no me deja – soltó molesto – dice que la hora de la comida es lo único que me saca de la habitación y que al menos tengo que respirar otros aires más a menudo – resoplo y continuo – que tontería.
La mujer soltó varias risitas, aunque le agradaba mucho Hiro esta vez tenía que darle la razón a Tadashi. Sirvió su favorito: albóndigas, puré de papas, y como postre especial una bolsa de ositos de gomitas.
– aún me quedan algunos. Si vas a seguir viniendo debería de comprar la caja de siempre.
– no se preocupe – agarró su plato y con una enorme sonrisa dedicada únicamente para ella – me seguirá viendo aquí todo este mes.
– hay muchacho. No todo en la vida es estudiar – dijo Aneko con mucha preocupación hacia el chico joven.
– solo serán unos proyectos, terminó y vendrán más nuevos – inconforme con la respuesta la mujer puso una mueca e Hiro contestó directamente a la inconformidad de la señora – prometo que no me verá aquí al menos varios días, ¿Pero es mi culpa?
Las quejas de los alumnos ya no se hicieron esperar, por eso soltó rápido hacia la cocinera.
– mis amigos están muy ocupados con sus trabajos. Y no hay nada mejor que utilizar el tiempo libre en proyectos de provecho.
Pensó que era el fin de la conversación, pero la señora Hiroko agregó.
– pues haz nuevos amigos – dijo con una enorme sonrisa hacia el chico dos nacionalidades
La cocinera llamó al siguiente alumno y así siguieron hasta que la fila disconforme ahora está devorando su comida en sus mesas. Todos con sus amigos.
Pero vaya novedad, Hiro Hamada estaba comiendo solo, absorto del mundo y enfocando sé por completo en sus notas.
– hola fan número uno.
La comida se fue de lado y estuvo a nada de morir ahogado, pero esto no hace más que darle gracia al cantante de la Cruz. Helado y desconcertado, parece que es una reacción común cada vez que el cantante mexicano se encuentra respirando el mismo oxígeno, y sin ningún tacto, Tadashi y Honey no estaban para golpearlo, escupe una pregunta.
– ¿Qué haces tú aquí?
– ayudando a mi mejor amigo.
"Cómo me trates, voy a tratarte" un lema clásico y uno que usa Marco como un mantra, y ahora más que nunca. Hiro rodó los ojos, se regañó mentalmente por haber tan siquiera preguntando y se concentró en comer. Pero el cantante no iba a dejarlo así nada más.
– Miguel anda comprando nuestro almuerzo – el genio lo miro, su semblante demuestra su desinterés ante ambos mexicanos y lo que hacen con sus vidas. Pero aún así Marco continúo – este jueves y viernes va hacer únicamente para conocer el campus y lo que har��. Después de almorzar nos vamos de regreso al hotel.
"Es ciego o tonto, o mucho del segundo, piensa el genio con la vena inflada por el parlachin mexicano que no entiende la obvia indirecta de: "vete a otro lado y deja de molestar aquí".
– ¡Marco! – lo llama Miguel, quien lo busca con la mirada.
Hiro trago, su cara se puso pálido y en su mente solo corre un pensamiento a gran velocidad, y está dispuesto a escuchar esa voz que grita que corra por su vida y espacio personal. Suficiente cantante mexicano para él en toda su vida.
Como nunca lo había hecho, y como aborrece que la gente haga esto, pero tan desesperado está que no le importaba. Come con tanta velocidad que lágrimas involuntarias salían después de tragar esa cantidad exagerada que se mete en cucharadas atascadas y solo se daba un segundo para cada bocado antes de meterse uno nuevo. Al menos un poco de suerte para él, aunque está situación de suerte no tiene ni una pizca para el genio, llevaba ya medio plato antes de toparse con el cantante y un poco más antes de escuchar la voz del "sonriente".
– quisiera decir que fue un honor, pero no lo fue – dijo con rapidez.
Agarró su charola, ya había dado la media vuelta, escapó de una situación incómoda y muy molesta, sentía ya el aire chocando con su rostro en cuanto corriera una vez que colocará la charola en su lugar en la cafetería. Ya la había acomodado.
– ¡Hiro!
Pego momentáneamente la frente en la pared enfrente de él, suspiro desde lo más profundo del diafragma, en su mente ahora hay una guerra desatada pero aún así trata de mantener la compostura. Volteó temeroso y trató de dar la mejor sonrisa que pudo dar.
– vaya – atrás del chico sonriente, demasiado para el gusto del asiático, la alimaña rastrera que tiene de mejor amigo lo mira con una enorme sonrisa burlona, sarcástica y malévola.
Era injusto, se supone que él solo da esas sonrisas, no debe recibirlas. Jura que ese idiota está a nada de soltar una carcajada
– pensé que ya te habías ido niño genio.
"¡¡Niño!! La vena explotó finalmente, se atrevió llamarlo niño este cavernícola que el único punto positivo que tiene es la excelente voz.
– que bueno verte por aquí, Hiro ¿Pensé que había terminado tus clases el martes?
Cómo traductor textual, Marco tradujo para el chico dos nacionalidades que no tiene noción alguna del idioma. En el exterior está serio y tranquilo, responde con cordialidad y mucha calma; en el interior es un dragón que ahora escupe fuego. No entiende qué le molesta más: el hecho de haber sido un tema de conversación, que Honey le dijera a este total extraño sobre algo importante, puede ser un famoso de alta talla y seguirá sin querer que información de él se le sea proporcionada, que le pregunté sobre algo que no debería de saber y ni importarle, o su simple ser.
Por Honey, sabe que este chico es dos años menor a él, con veinte años este chico tiene cara de idiota, su boba sonrisa que es un ebembla muy molesto en sus canciones y incluso en persona, una persona no puede ser tan feliz todo el tiempo, cachetes de ardilla que lo hacen ver ridículo, su misma voz es molesta, y no por el timbre o el volumen natural que tiene, sino porque el mexicano no sabe cuando debe de parar de hablar.
– si, termine y no creo que deba importarle, Rivera – tanta cordialidad y frialdad que puso al mexicano que si lo entiende el cuero de gallina – y si me disculpan, me voy de aquí porque no quiero estar aquí. Permiso.
De la Cruz alzó una ceja, pero el efecto no era como imagino. En realidad solo tuvo una sonrisa de oreja a oreja del cantante y entonces ahora habla en su lengua madre.
– Hiro te está dando la bienvenida al campus, pero ¿Sabes algo, Miguel?
Como curioso ser que es el chico de canela sonrió y acercó su oído a la boca de su mejor amigo: mientras tanto Hiro ve todo con una pronunciada ceja levantada y una mueca de confusión total, aparte por el idioma, es principalmente por la acción tan repentina en ambos cantantes. Y sus facciones solo se agravaron más.
Un brillo en la mirada hizo que los ojos de Miguel fueran dos grandes lámparas, su sonrisa, como si fuera posible, es más ancha que de costumbre, trato de disimular y casi lo logra, en su lugar da brinquitos y el shock eléctrico no lo deja estar quieto en su lugar.
"¿Qué le ocurre?, ¿Las dos únicas neuronas finalmente perecieron?
– Miguel quiere, aunque ahora la inmensa felicidad no lo deja encontrar las palabras, expresar lo feliz que es que te haya encantado la colección gold.
Sus ojos se abrieron a la par, su quijada terminó en el piso y su vena volvió a explotar; se terminó el Hiro cordial y tranquilo. Iba a explotar su ira en la cara de ambos cabeza huecas, y era una tremenda lástima que no lo entendiera porque era quien más le tiene que decir al cachetes de hamster.
– aún no acabo, Einstein – y las ganas solo se intensifican con ese insulto – también quiere decir lo encantado que está que tú estés dispuesto a enseñarle el campus y además de ser su amigo aquí en la escuela – concluyó con una enorme sonrisa
"¿SER SU QUÉ?! Una bomba atómica es ahora Hamada.
Y más que dispuesto en explotar en la cara de ambos chicos de tez canela.
– bueno, ya vamos a comer. Cómo tú ya terminaste – se dirigió a Miguel y él se adelantó hacia la mesa. No sin antes decir una palabras más al furioso Hamada que quiere ahorcarlo a él y a la rata de dos patas que tiene enfrente – Miguel quiere decir: "Nos vemos el viernes, Hiro".
Y antes de tan siquiera gritarle o reclamarle un poco, Marco se fue a alcanzar a su mejor amigo. Y ahí se quedó.
Solo, con la cara roja por la ira, reflujo biliar que cerró su boca del estómago, dientes apretados y rechinantes, labios temblando por el coraje y los puños apretados hasta que se durmieron.
– Hiro tienes un aumento alarmante en tu presión sanguínea, tu pulso cardíaco está elevado y tu adrenalina está llegando a niveles muy elevados. Estás enojado
Hasta ahora Baymax solo lo había seguido y como testigo vio como estaba ahora comprometido hacia algo que nunca pidió y mucho menos quería.
– la palabra es incorrecta, Baymax. Estoy furioso – rugió para dentro y para el robot.
Y con pasos muy marcados se fue de la cafetería. Ni para volver a su habitación, ahora quería su consola y matar a muchos zombies o San Fransokyo en peligro y poder patear traseros de malvados. Lo que pase primero.
Por supuesto que algo pasaba y Tadashi lo supo en cuanto vio a Hiro en su sillón de espuma y matando con demasiada crueldad a los zombies de su juego: eran npc's pero llegó a sentir pena por los pobres cadáveres andantes. Y que sean ellos ahora el saco de boxeo del joven asiático.
Aunque no son los únicos que ahora enfrentan la ira del joven Hamada.
Los botones del control son apretados con brusquedad, el piso es golpeado cuando un zombie, suertudo, se escapa de su pistola, además de las papas que se lleva a la boca y come con la misma ferocidad. En su interior y desde lo más profundo agradece que no haya habido trabajo para Big6.
– ¿Qué pasó? – pregunto sin rodeos. Entre más rápido arregle el problema más fácil será dormir sin tener que escuchar el muñeco antiestrés varias veces hasta que finalmente su hermano se duerma.
No está dispuesto a pasar una noche más así, y solo porque no sabe dónde metió ese muñeco, lo encuentra y termina en una bolsa de basura.
– nada – era obvio, no va admitirlo fácil.
Pero Tadashi tiene sus métodos.
– Hiro, ¿Qué pasó? – le da una oportunidad más.
Y esa oportunidad es desperdiciada con la misma respuesta. De inmediato va a su parte del cuarto y desconecta la consola de videojuegos.
– ¡Ey! – grito su hermano.
Tadashi jugando con el cable, volvió a dar una nueva oportunidad a su hermano y esta era la última.
– ¡¿Por qué demonios crees que me pasa algo?! – rugió como un dragón molesto.
Ahora una ceja pronunciada decora el rostro del chico doble nacionalidades y aún más alto que su hermano, más fuerte y quién puede aplastarlo por varios minutos hasta que consiga lo que quiere. Y dicho y hecho.
– ¡¡Bajate!! – vuelve pedir a Hiro quien ruega por un poco de aire y la libertad de su cuerpo.
– solo tienes que decirme que te pasa – aún sometiendo a su hermano habla con calma y mucha naturalidad.
– ¡¡Si te digo!!, ¡¡¿¿Te bajas??!!
Justo lo que sus oídos querían oír. Se bajó de su hermano, quien aliviado volvió a saborear el dulce aroma del oxígeno y su cuerpo suspiró en alivio.
– entonces… – sonríe hacia su hermano.
Ahora le está dando oportunidad de dos opciones, contar lo que lo tiene como dragón escupe fuego o volver a ser aplastado y esta vez no importará cuánto lo pida, va estar boca abajo mínimo unos 5 minutos. Consciente por completo de esta decisión, sin dudar saca la bandera blanca.
– se trata del “amigo nuevo” de Honey.
Sin más explicación entendió de quién se trataba. Resignado tuvo que contarle, incluso de volver a vivirlo su sangre hierve con la misma intensidad que en esa cafetería, y sin omitir ningún detalle. Y lo único que consigue de su hermano.
– ¿Y ese es el problema? – con una sonrisa amplia y una ceja levantada.
Abrió sus ojos, torció su boca y la abrió mucho, levantó sus brazos y con sus palmas extendidas explica el enorme problema real que es.
– soy obligado a ser algo que no me ofrecí y mucho menos quiero hacer; de ningún modo voy hacer su amigo, el infierno, si existe, va a congelarse antes de eso; y él idiota no habla inglés, ¿Voy hablar como si estuvieran con un bebé? Paso.
Y como broche de oro.
– la alimaña va estar ahí y en cuanto lo vuelva a ver voy a quebrantar la programación y cometeré un homicidio en primer grado.
Esto hizo sonreír aún más a su hermano, lo que ocasiono que un Hiro molesto le lanzará la almohada directo en su cara de tonto que no quiere tomarlo en serio.
– es imposible ahora, Hiro – el mencionado estaba por defenderse y lanzar lo primero que tuviera a sus costados. Pero Tadashi no le dió oportunidad de interrumpir lo – solo tienes que hacerlo, tampoco es el fin del mundo y además estás de vacaciones. Nada de cuesta ser amable de vez en cuando.
– además si sigues en tu posición van a pasarte dos cosas.
– ¿Van a derretir me con agua y lanzarme la casa encima? – terminó la frase con una ceja levantada, para al final poner los ojos en blanco.
– aparte – se acomodo en la silla y ahora sí dijo la segunda opción – vas a enfrentarte a una furiosa Honey Lemon que va a matarte en cuanto se entere que rechazaste a su cantante favorito y asesinaste al segundo favorito.
La sonrisa fanfarrona se convirtió en una mueca de auténtico terror, incluso Tadashi se quedó corto de todo lo que Honey le haría y se trata de Miguel Rivera.
– carajo – cerebro y mente se unieron para soltarlo en un suspiro. Colocó su mano en toda su cara y acaricia lentamente sus sienes.
La sonrisa de su hermano se volvió de oreja a oreja y entonces soltó en gran burla.
– eso es un: "Lo haré".
– pero sigo en mi posición – tenía que al menos quedarse con las últimas palabras de esta conversación.
HOLA MIS SOMBRERITOS BELLOS 👒 MooV al habla 📣
Hoy vengo, y vaya novedad no desaparecí tanto x'D, con un nuevo capítulo de estos dos grandes polos opuestos. Y para ya no tener tan abandonado el blog, voy a tratar de meterme más aquí, publicar escritos directos aquí, trabajar en los cortos qup ( si no cerebro ya está dispuesto x'D ) y también pueden preguntar sobre nuestros queridos personajes
¿Pero como MooV? Sencillo
Damas 👒 y caballeros 🧢 presento la "Entrevista" 📑
Yo en una forma de darle más V I D A a mis queridos hijos, hago una entrevista con lo cual yo los conozco. Ahora, yo voy a pasar estás preguntas en una publicación, para que ustedes puedan preguntar lo que quieran sobre cualquiera de mis amados hijos ( incluso de FanStorys, pero eso es más mi forma de verlos y como yo los represento en mis historias. Mejores detalles y 100% canon solo será con los míos propios )
Lean la próxima publicación y verán 🍃
Ya no tengo nada más que decir que
Muchas gracias por leer 💙
Nos leemos muy pronto 👀🎩 BYE, BYE 💖
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TERAPIA CAPÍTULO 8
-¡HOOOOO…SIIIII! Saltillo, Coahuila, aquí es donde yo quería llegar, jajajaja- Norte y Sur bajaban del avión.
-jejeje relájate, no queremos causar un caos aquí, ya vimos lo que nos paso en cuanto subimos al avión.
*flashback*
-Te dije que llegaríamos a tiempo usando mis poderes, ahora, me debes una soda.-Caminaba Sur alegremente mientras le daba los boletos a la azafata.
-No apostamos nada, no te debo nada- Norte hacia una sonrisa mientras hacia una mueca con la cara.
-Venga, por lo menos déjame pedir unos cacahuates aquí en el avión…-Sur se detuvo cuando vieron a las personas que no dejaban de verlo a él y a su hermana.
-¿Que sucede?- norte levanto la mirada y de un momento vio a un montón de gente levantarse sacando sus celulares.
En ese momento ambos estaban rodeados de personas pidiéndoles autógrafos, fotos, dándoles información de cualquier cosa, pidiéndoles cosas, causando un caos y lastimándose entre sí, por el espacio reducido en donde se encontraban.
-Wow, tranquilos, no nos jalonen así, que no es el momento- decía sur mientras hacia una risa incomoda.- Porque no saben esperar a que lleguemos a nuestro destino.
Y como si fuera poco, la gente no escuchaba la peticiones ni de él y ni de Norte, había gente sentada que solamente movían la cabeza en señal de negación, susurrándose entre sí, haciendo que Sur agarraba las maletas y cargaba a su hermana, desapareciendo en el momento.
-Por amor a dios, y a la virgen, porque la gente anda tan conmocionada, antes ni nos prestaban atención, ahora pareciera que somos el centro del mundo, o que somos súper estrellas de la televisión. Antes no me molestaba, ahora pareciera que no mantienen su distancia. –Decía norte mientras Sur caía afuera del avión.
-Desde que Centro volvió, la gente parece más atenta a nuestras acciones – analizaba Sur- y a las acciones de los demás países, antes su ignorancia a nosotros, era buena porque nos trataban como personas, ahora que saben que somos más que personas, pareciera que o somos monstruos, o súper héroes vestidos de moda y súper estrellas, o lo que sea.-Sur dirige su mirada al avión viendo a la gente que gritaban sus nombres y otros que solamente miraban por la ventana.
-Por favor damas, caballeros del vuelo, a saltillo Coahuila, les pido que tomen sus asientos y se pongan el cinturón para dar inicio a su vuelo.-Hablaba el capitán del avión, que hablaba por el micrófono del avión.
-¿Y ahora? Nuestra gente no conoce el riesgo que pueden hacer si no obedecen las reglas del vuelo.-Sur bajada a su hermana mientras que norte pensaba en alguna idea.
-*suspiro* Damas y caballeros, si dejan que el vuelo llegue en paz a su destino, les prometo atender a sus preocupaciones y dudas y agendar un día de fotos y autógrafos para ustedes. Así que por favor, vayan a sus asientos y tome el vuelo tranquilamente.-a regañadientes la gente empezó a sentarse, y Norte y Sur pudieron ir a sus asientos y guardar sus maletas.
-Wow, me pregunto ¿Porque no sufrimos esto cuando llegamos a Monterey?-Sur se sentaba al lado de la ventana.
-mmm…creo que Centro manejo a la gente de nuestro vuelo…-norte tomaba su asiento y se ponía el cinturón.
-Como sobornarlos, extorsionarlo, engañarlos, manipular el vuelo… y otras cosas que podrían no sonar bien, pero que son buenísimas cuando él las hace – Sur aventaba una enorme sonrisa cuando termino su dialogo, haciendo que su hermana lo viera seriamente.
-O pudo simplemente hacer lo mismo que yo, y por eso la gente estaba tranquila- Norte le daba palmaditas en la cabeza de su hermano.
-Naaaa… eso no suena muy de él, jajajajajaja, cuando la gente lo saca de quicio el haría cualquier cosa por controlarlas, si de por si perdió sus poderes de controlar a la gente, ya verás como esta de desesperado jajajajajaja.-Sur acomodaba su cinturón y ponía los brazos detrás de su cabeza.
-bueno… podría ser…
*fin del flashback*
-jejeje ahora tienes cosas que hacer con esta gente.-Sur cargaba su pequeña maleta, mientras que su hermana recogía la suyas.-vaya día sin trabajo no crees.
-si… pero ya organice las cosas, la gente que necesita contarme las problemáticas les otorgue mi número, y las fotos será para dentro de dos semanas. – Norte le contaba a Sur lo que haría, y en eso, escuchan una voz gritando su nombre.
-Mamá, tío Alejandro, por aquí- Con un cartel en la mano, estaba Coahuila, alzando la otra mano de un lado a otro.
-Hay mi bebe – Norte fue directa con Coahuila y ambas se abrazaron- Sur se acercaba a ellas con una sonrisa enorme.
-Chamaca, como esta mi sobrina favorita- Sur extendía los brazos esperando a ser abrazado por Coahuila, ella sin pensarlo lo abraza también, diciéndole lo feliz que esta de verlo después de tanto tiempo.
En su camino, al auto los esperaban un hombre alto, casi viejo, con una nariz un poco larga, bien arreglado, el pelo canoso y barbudo.
-Ricardo, mi viejo amigo, como te trata la vida.-Sur lo saluda chocando las manos
-Está bastante bien, sin contar con los terribles cambios de clima que pasa en el norte del país.-su voz ronca y grabe hizo que sur le diera escalofríos.
-ala verga, no recordaba que tu voz tuviera ese tono, si no te conocieras te juro que si alguien con tu voz me habla así, por la espalda me voy corriendo hasta la comisaria jajajaja- Ricardo tomaba las maletas del sureño y las colocaba cuidadosamente en la cajuela del auto.
-A sí, eso no suena muy de usted con todo respeto, joven señor- Ricardo arcaba la ceja, en señal de duda.
-jejeje, bueno es una forma dulce de decir, que le romperé la madre al wey que se acerque a mí con tú voz- ambos hombres rieron, Sur se subía al carro, mientras que Ricardo, ayudaba a norte con sus maletas.
Norte subía junto a su hermano, en la parte trasera del auto, mientras que Coahuila y Ricardo en la delantera. Ricardo encendía el auto y comenzaba a salir del aeropuerto, Sur veía la ventana los campos abiertos que tenía la ciudad, las casas rusticas, los enormes puentes, las curvas de la ciudad, los puestos de comida, los enormes árboles.
La familia salía de la ciudad de saltillo, un lugar oculto debajo de un puente, entre unos enormes arboles de sauce.
-Wow, hermana tu sí que sabes esconder tu casa, yo entraba por donde me daba la gana, pero no sabía que la habías ocultado.- Sur veía a su hermana, mientras pasaban en el oscuro túnel.
-Bueno, esta casa es la que más se tardó en construir, por el hecho de que papá quería un lugar donde yo pudiera vivir tranquila lejos de los demás…- norte se rascaba la mejilla.
-Eso y que así mantenemos la tranquilidad que queda de esta familia – Coahuila fruncía el ceño, recordando las tonterías de sus demás hermanos.- esta ya es la única casa de mamá que queda, las demás que estaban en los otros estados, fueron vendidas a los narcos, y a gente de mucho poder, para pagar las deudas de mis tontos hermanos.
-Sí, eso había escuchado- Sur le tomaba la mano a su hermana, sonriéndole levemente.
Norte entendía su indirecta y solo continúo la conversación.
-Nuestro padre España había elegido un lugar exacto, donde nadie pudiera molestarme, si algo malo pasaba, podía ocultarme allí, vivir tranquila y hacer mis cosas tranquilamente, es por eso que es la más grande de todas, y tengo que decir, que es la casa más grande en Latinoamérica, tarde años en terminarla, pues este lugar es enorme y lo aproveche muy bien, para mis campos y, mi granja.-en cuanto norte termino de hablar, podían ver una casa de tres pisos, de color café, enorme, con una enorme puerta, piedra en el suelo simulando un camino.
Una casa enorme y hermosa, adornada por dibujos representativo de la época nueva España, decorada con sementó y pintado para que pareciera de otro materiales, arboles por todos lados, flores y hierva que alimentaba el ambiente de paz y tranquilidad, podías oír los animales, como cerdos, vacas y gallinas.
Ricardo estacionaba el auto en frente de la fuerte, que tenía unas escaleras de mármol, Sur sentía la presión en su pecho, recuerdos antiguos venían a su mente, tomo aire y fue junto a su sobrina y hermana por las maletas.
En cuanto entraron fueron recibidos por los demás servidores del hogar, gritando a los tres presentes ´´Bienvenido a casa Sur´’.
-jejejeje, muchas gracias,- Sur se le notaba un pequeño sonrojo, mientras se rascaba la nuca.
Tras el recibimiento Sur fue y saludar a todos los sirvientes de la casa de su hermana.
-Marcos, viejo amigo, que tal vas, se nota que estás haciendo ejercicio, te recordaba todo enclenque antes jajaja- Sur saludaba a un chico de piel bronceada, con un cabello castaño claro y unos ojos cafés.
-pues que te digo Alejandrito, si esta fuerte trabajar aquí, la casa es enorme y hay mucho de que trabajar, uno tiene que hacerlas y requieren de mucha fuerza.
-déjate de mamadas Marcos, que luego Ricardo o juan te deben de ayudar- aparecía una mujer de cabello negro y largo, de piel oscura y ojos verdes marino, dándole un mini empujón a marcos en el hombro y dándole un abrazo a Sur, y un bezo en la frente- hay mi Sureñito, cuanto tiempo sin verte, me hace una gran felicidad poder abrazarte sin que salgas disparado para otro lugar.
-jejejeje igualmente me hace feliz verte Miranda – Sur era estrujado por el abrazo de la señorita, quien era más alta que él.-pero me asfixias.
-Hay mi sur, dime por favor, que usaste la prenda que te di, porque luego te hondas muriendo de frio en las épocas de invierno, mas con esas ropas rotas que llevas.- Miranda le jalaba del cachete a Sur, mientras este se reía, y marcos se sobaba el hombro y veía la escenita de su amiga hacia el sureño.
-Si lo use, deja mi cachete.
Los demás sirvientes abrazaron a sur dándole una enrome bienvenida. Pero de repente se escucharon ladridos, acercándose a la parte de frente, sur al voltearse recibió una tacleada de un perro enorme, que empezó a lamerle la cara en cuanto sur callo hacia el piso.
-jajaja…no basta…jajajaja me haces cosquillas- cuando sur agarra los cachetes del enorme Gran danés – ¡hooo mi chiquito hermoso!- Sur abraza del cuello del enorme perro, quien no paraba de restregarse en él, y mover la cola de un lado a otro.
En eso llegaron otros dos perros, un pastor alemán y un spitz japonés, el perro alemán, se sentó al lado de sur y le ponía la cabeza para que este empezara a acariciarlo, y el spitz japonés le robo la bufanda a Sur.
-¡Hey! bola de pelos devuélveme eso- el spitz se envolvió con la bufanda, y se acomoda en ella mientras aun la mantenía mordida, Sur al acercarse solo recibía gruñidos de la pequeña bola de pelos.- me la vas a devolver, bicho raro, esta bufanda no es tuya- Y en ese momento solo sonó un ladrido chillante, haciendo que sur reaccionara. –… ¡TU!
Sur mueve la cabeza y dirige su mirada en donde provenía el ladrido, y en el pasillo con una enorme sobra, allí estaba. El líder de esta manada de perros, una feroz bestia, con una mordedura letal y un carácter que da miedo a cualquier otro perro y su nombre es, Pankey el chihuahua.
Con los ojos en diferentes orbitas de color amarillo, de pelaje café claro, con una mancha en el ojo, y unas cicatrices en la patas. Gruñía y gruñía mientras miraba a Sur.
-Tu maldito perro de mierda, no creas que me das miedo perrucho, yo de una patada te mato, ¡escuchaste!- al terminar esa frase el perro corre hacia Sur, haciendo que este huyera al patio, mientras gritaba auxilio repetidas veces.
Sur salvo su trasero subiendo a un árbol que estaba allí, mientras el chihuahua, saltaba lo más alto que podía, rodeaba el árbol y labraba en el árbol donde estaba Sur.
-jajajaja ¡hay hermanito, aun le temes a pankey!- Norte gritaba desde la puerta del patio.
-¡Ya te dije que este perro es el mismísimo demonio, un perro como este no es normal! – Sur gritaba desde arriba del árbol, mientras miraba abajo, observando como el perro cavaba alrededor del árbol- ¡por la virgen quiere tirar el árbol abajo!
-¡PANKEY! Ven aquí mi amor, y deja a Sur en paz – el chihuahua seguía cavando, ignorando a Norte – Julieth- una de las sirvientas de Norte saco un jamoncito, haciendo que el chihuahua dejase de cavar y corriera hasta norte y Julieth.
Norte agarra al chihuahua, y en eso sur bajaba del árbol.
-Hay pankey, ya te dije que no le hagas eso a los invitados.- el chihuahua temblaba y masticaba el jamoncito que le dio Julieth.
-Te digo que España hizo pacto con el diablo para encontrar tal bestia, esa cosa no es normal.-llegaba Sur al lado de ambas chicas.- Sé que eres el mismísimo satán, te estaré vigilando perrucho – Sur realizo una señal con su mano, y el perro solamente le sacaba los dientes y gruñía, teniendo la lengua afuera.
En ese momento, sur dirigió su mirada a un lugar en particular, en una silla mecedora, había un hombre con sombrero ranchero, maceándose.
-Hermana… ¿ese es?
Continuara.
_______________________________________________________________
Por fin he vuelto, y aunque este capitulo sea corto, espero y les guste mucho, desde aquí hago mención de que hayan pasado bonitas fiestas y que hayan comido hasta reventar XD
Gracias a @remedysix por su ayuda VwV
Espero y les guste.
#Terapia Alemex#terapia#alemex#alesur#GermaSouth#countryhumansgermany#countryhumans alemania#Countryhuamns México Sur
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Eres un problema 1/?
La primera parte de una miniserie, que publique el prologo hace más de mil años, iba a ser un one short pero terminara siendo una miniserie para @ladyshineht6446
ewewewewewe, disfrute señorita <3
....
“Con la mañana... llega tu hermana,la que te la deja plana,l a que no te da la lana, ana la juana que fuma marihuana...ya no se me ocurre nada más, que chanda”, así eran las mañanas para Colombia, pensar en literalmente cualquier cosa por media hora antes de levantarse y recién empezar a ser productivo
—Agh, que mamera levantarme, ¿si le grito a Vene me hará el desayuno?...espera. —Le costó recordar que le había gritado a su hermano la noche anterior, gritarle para que le hiciera el desayuno ya no sonaba a una buena idea—¿Que maricada hice?.— Y ahora estaba arrepentido el muy tonto Ese era uno de los problemas de los enfados de Colombia, no medía la consecuencia de sus acciones, no era capaz de hablar en el momento y prefería desaparecer hasta que se calmara, sin pensar en lo que su enojo provoca en otra persona cuando él se va. No era que no reconociera que tenía problemas, pero cuando se los reclaman también se enoja, tienes que ser delicado al hablarle para que no se enfade y aún así puede hacerlo, no hay forma segura de salvarse
Una de las personas que lo enfrentaban era Ecuador, a quien no se le movía ni un pelo cuando Colombia se enojaba, es mas, si le levantaba mucho el tono él lo levantaba aún mas, no tenía miedo al enfrentamiento. Argentina era otro,alguien también conocido por enfadarse por nada, uno pensaría que cuando Colombia se enfada con él, Argentina se enfada mas, sorprendentemente actúa como un padre acostumbrado a oír a su hijo hacer berrinches,quitando la parte paternal, realmente parece que no le importa, le habla con gran calma,bastante parecido a como Venezuela lo hacía en los tiempos en los que no estaba ni tan demacrado como en la actualidad
Le costó levantarse, pero a sabiendas de que tendría que hacerlo en algún momento, respiro profundo y se levantó de una, pobre idiota que no recuerda que la noche anterior estuvo inhalando cocaína,sus piernas no le funcionaron muy bien por la falta de sangre corriendo por su cuerpo, no es que le faltara realmente, es que no le llegaba bien,sus vasos sanguíneos no le respondían correctamente, tuvo que sentarse en su cama un rato. Inevitablemente se quedó pensando en lo que había hecho, algo le pinchaba al recordar lo idiota que había sido con su hermano, no lo diría en alto pero la vergüenza lo comía por dentro al pensar en como se había estado comportando con Venezuela desde que este dejo de ser tan estricto debido a su enfermedad, en vez de ayudarle aprovechaba para enojarse con él como si realmente tuviera un motivo para hacerlo, nunca, JAMAS lo admitiría, más sabía perfectamente que no estaba en lo correcto Sintiéndose mal por sus acciones pero no pensando en como compensarlas, bravo Colombia
Bueno, por mas vergüenza que tuviera no podía quedarse en cama todo el día, se suponía que había ido al territorio de su hermano el caga petroleo para cuidarlo, e incluso si ni iba a cumplir con esa tarea como mínimo debía de estar con él. Volvió a intentar levantarse, esta vez con mas cuidado, dando pasos algo descoordinados logro salir de la habitacion, habitacion que ahora que lo recordaba, era de su hermano Vene, pero la otra cama que había estaba intacta cuando despertó. Volviendo a sentir como le pinchaban el corazón al pensar en lo mas probable era que hubiese dormido con Ecuador en su cuarto, su hermanito no dejaría a Venezuela dormir en el sofá, era muy bueno para eso
—Ya mijo, que no estoy achatado, solo fue una pequeña pelea, no hay que hablar de esa vaina— escucho Colombia que dijo Venezuela, venía de la cocina— tengo filo Ecu, así que o cocinas tu o cocino yo, pero alguno de los dos tiene que hacer de comer
—Puedo hacer mi delicioso trigillo, seguro que te llena la pipa mas que tus arepas—se escuchó una “gasp”, presumiblemente del país con las estrellas,no aceptaba ninguna critica a sus preciosas arepas
—¡Eh!, eso si que no, con mis arepas no se mete chino maleducado, ahora si que no cocinas, hasta puede que ni te deje comer, a ver si aprendes a apreciar la buena comida
Parte de los nervios del colombiano se fueron al escucharlos hablar con normalidad, al menos la voz de Venezuela no sonaba como si estuviera de malas,hasta se le escuchaba mejor que ayer. Quizás estaba de suerte y su vergüenza interna seria su único castigo por haber sido un mal hermano la noche anterior
Bajó las escaleras intentando no hacer mucho ruido (no confiaba de todo en su “suerte”), al llegar a la planta baja, respiro profundo, tenía que estar preparado para cualquier reacción que tuvieran, quien le ponía mas nervioso por eso era Ecuador, su hermanito que tan lindo era cuando estaba en paz y tan temerario cuando estaba de malas
—Tengo que ser berraco, vamos Colombia—se murmuro a si mismo, y tras esas palabras se dirigió con paso firme a la cocina, en donde sus hermanos aún discutían sobre quien haría el desayuno
El primero en notar al tercero en la habitación fue Ecuador, quien a diferencia de Venezuela estaba de frente a la entrada a la cocina, digamos que su cara no era tan mala como podría ser porque no quería bajar el animo de su hermano el de la crisis, pero eso no significaba que estuviera menos enojado con Colombia. Al ver que su hermanito dejaba de hablar, Venezuela se voltea para ver que había captado la atención del menor, notando al instante a Colombia, quedando su cara con una expresión... curiosa, ¿estaba enojado,feliz o sorprendido?, si el amante del café no encontraba rápido una respuesta no sabría como empezar la conversación y entrarían inevitablemente en un silencio incomodo que hacia que sintiera, bueno, incomodo claro. Por suerte uno de ellos decidió acabar con el silencio
—Por fin te levantas marico, pensamos que te tendríamos que llevar el desayuno a la cama como la reina que eres. —Soltó de forma burlona Venezuela, volviéndose a dar vuelta para ver al menor—. Ya Ecu, aléjese de mi cocina chino marico, este es mi territorio así que yo mando aquí, ¡yo llevo el delantal en esta cocina!
Estaba algo sorprendido del buen humor del veneco, y no era el único, en la cara de Ecuador también se notaba su sorpresa, aunque pudiera ser confundida por su reacción al ser echado de la cocina,quien sabe, quizás es un poco de ambas. Sea como hubiese sido, el menor solo suspiro y camino para salir de la cocina mientras le decía al de estrellas:
—Lo que tu digas, usted es la madre así que usted ordena
—¡Así mismo!—dijo de forma orgullosa y autoritaria el veneco,tardando en realmente analizar lo que le habían dicho—...¿espera que me dijo el carajito ese?
Soltó una pequeña risa disimulada al verlo confundido, era bueno verlo de buen humor después del ataque que tuvo el día anterior (y de como quedo tras que Colombia se enojara con él, pero no lo mencionaría si Venezuela no lo hacía), y sobre todo era bueno verlo con ganas de cocinar,le gustaba las comidas que preparaba su hermano, aunque no se lo decía de forma que entendiera realmente lo mucho que le gustaban
—Puede que me este dando guayabo (resaca)—“aunque haya inhalado más cocaína que tomado pola (cerveza)”— pero me parece que el pelao chico básicamente te llamo mami, no lo culpo, el delantal te queda bacano
Venezuela sonrío, parecía hasta un poco avergonzado, y ese pensamiento hizo que Colombia también sonriera, dejando ambos de sentir la incomodidad silenciosa la cual el veneco había intentado hacer como si no existiera, pero ahora que ambos se notaban felices con el otro, genuinamente podían estarlo. Colombia no pudo evitar sentir como si hubiesen pasado siglos desde que tuvieron un momento tan genuino como aquel, no es que no le gustara cuando se reían e insultaban al mismo tiempo, es solo que esta situación en especial tenía otra energía...
Se avergonzó de tan solo intentar pensar en ello, así que desvío un poco su mirada para ser capaz de hablar como si nada hubiera pasado
—¿Entonces tu prepararas el desayuno?
—Pfff, ¿cuando no lo hago yo?, ustedes son mucho “deja mano que yo hago esto” o “relájese mi pana que yo me encargo” pero son unos flojos para hace cualquier comida, que Ecuador se ofreciera hoy fue una verdadera rareza de la naturaleza—Se da la vuelta para sacar la sartén y una espátula— Ahora se de ayuda y saca la harina de maíz por mi
No negaría que Venezuela agachando parecía tener algo de silueta de mujer, con un trasero algo recto, pero no toda mujer puede ser redonda, ¿verdad?. “¿En que mierda estoy pensando?”, sacudió levemente su cabeza, la cocaína seguro le seguía afectando, claro que si, tenía que quitarse esos pensamientos, no mejoraría su complicada relación con Venezuela fijándose en su figura, “es bonita claro, pero me confunde bastante esta maricada, ugh, ¡Colombia no!, solo consigue esa harina”
Venezuela por fin consigue llegar al sartén, tras lo cual se recuerda a si mismo que debería de tomar algo de tiempo para limpiar esa parte abajo de la mesada, olía a humedad y falta de atención según él. Ahora faltaba la espátula, por lo que se endereza, deja la sartén sobre la mesada y abre uno de los cajones que allí había para encontrar una espátula, pero se molesta al ver el desorden que había allí, hasta tenía un cuchillo afilador, ¿cuando compro eso?, ni recordaba que lo tenía
—Oh, aquí está esta vaina. —Tomo la espátula y se da media vuelta ver a su hermano, listo para decir algún comentario sobre el desorden que tenía en el cajón de cubiertos, pero por alguna razón cortó su voz por un segundo al ver a Colombia parándose de puntitas para alcanzar la parte alta del mueble en el que estaba la harina—. Pfff
No lo ayudo, no por maldad, simplemente era algo lindo y divertido de ver (así que si, era un poco por maldad), tan divertido y tonto que era aquello le hizo soltar una risa que su hermano escucho, y molesto volteo su cabeza para verle
—No es divertido marico
—No sabía que eras el dios del humor que todo lo sabe. —Rodó levemente sus ojos, aunque aún mantenía su sonrisa—. Es divertido porque el gran machito Colombia no llega a la parte de arriba, ahí está la gracia
El de estrellas se volvió a reír, y Colombia frunció su ceño para reafirmar su enojo, no se tomó bien la burla, pero era muy temprano como para empezar a enojarse, así que solo resoplo como ultima muestra de su enojo e hizo un esfuerzo por agarrar la harina de maíz
—Listo, hice mi parte. —Le entrega la harina, empujándola de forma algo brusca contra el pecho del contrario—. ¿Dejaras de reírte ahora?, es una guevonada
—Jajaja, si si—dice de forma sarcástica y burlona, toma el paquete de harina entre sus manos y va a dejarlo en la mesada, y sigue hablándole a su hermano mientras saca la agua y unos huevos del refrigerador—. Lo que diga el rey de los jajas
Colombia respiro profundo, Venezuela realmente no se había burlado tan fuerte de él pero eso al fiestero nunca le importaba mucho, cualquier ocasión era perfecta para hacerse el ofendido como si hubieran meado sobre su bandera. Por suerte su hermano no parecía notarlo, estaba muy feliz con lo que hacía tras jugar con Colombia y su estatura, ¿quien era tan bajo que le costaba llegar a la parte de arriba de la alacena?. “Enano gafo”, era lo que pensaba mientras se entretenía preparando la mezcla para las arepas, pero en verdad si sabía que Colombia estaba parado tras de él, con el ceño aún fruncido y probablemente intentando averiguar si debía de decir algo para iniciar una discusión o debía irse a su habitacion para dejar pasar aquello, ¿debería de intentar calmarlo?
—...Oye, el resto de la banda pensaban en aprovechar que pueden visitarme para venir a armar un fieston, no se si leíste el whatsapp del grupo, yo me entere por Ecu por eso de que tuve que cambiar de celular, los mamahuevos han sido demasiados vagos como para agregarme con mi nuevo número
Dejó de fruncir tanto el ceño al escuchar aquello, ignoraba bastante los mensajes del grupo, por lo que no se enteró mucho de aquellos planes, leyó los mensajes por arriba y creyó que a Bolivia le una harían cirugía o algo así, pero ahora que sabía lo de la fiesta definitivamente estaba interesado, lo primero que pensó fue en que por fin obtendría su revancha contra México, el país metía tequila a su cuerpo como si fuera su gasolina, ¡pero estaba seguro de que podría haberle ganado!, es solo que se atraganto con el tercer vaso y eso definitivamente lo ralentizo
—¿Harán joda aquí?, ¡que bacano!
Vene suspiro en silencio con algo de alivio y volvo a sonreír
—¿Dijeron una fecha?. —Se acerca a su hermano y se mantiene a su lado mientras este hace lo suyo
—Pasado mañana dicen que pueden llegar para la joda, aunque Uruguay no puede venir y Bolivia tampoco
—¿Es por la cirugía?
—...—Deja lo que estaba haciendo y voltea su rostro para ver a Colombia—. ¿Que?
—¿Que?
...
—Y ahí quedó la cosa—dijo finalmente Ecuador, le hablaba a Uruguay el día siguiente de aquella mañana particular, había esperado a que tuviera la casa para si solo para poder hablar cómodo, y la oportunidad por fin se había presentado cuando ambos salieron a comprar cosas para la joda de mañana—. ¿Seguro que no podrás venir para mañana?, me gustaría tenerte para quejarme de más cosas contigo en persona “—Perdoname loco, pero no puedo ir, tengo mierdas políticas que hacer, ya sabes, trabajos de un país, es una pena que tampoco puedas quejarte con Bolivia mañana” —Ah si, oí lo de su cirugía
“—¿Que?, ¿que cirugía?” Preguntó con un tono de inquietud, pero se olvido de su pregunta cuando Ecuador volvió al tema anterior —Bueno como te decía, ya no jalo con Colombia, se enoja por cualquier cosa, he notado que lo hace más con Vene, se pasa de mudo (idiota) con él porque sabé que puede salirse con la suya
“—Entonces haceselo saber a Vene, te le paras en frente y le decís algo como” Carraspeo para para cambiar a un tono tierno pero pasivo agresivo “. Querido hermanito amoroso de mi vida, Colombia es un imbécil y se está aprovechando de ti, eso es todo, despertate, adiós”
—Ojala fuera tan simple, es que cuando está feliz me da cosa sacar el tema y arruinar su calma, y cuando está triste tengo que consolarlo no atormentarlo con sus problemas, era más fácil discutir cosas cuando solía enojarse...
No le gustaba ver a su hermano enojado, pero al menos cuando se enojaba era como si se pusiera firme y le dijera a los demás “yo tengo un valor y de ninguna manera dejare que simplemente camines sobre mi”, aunque no siempre fuera por las razones correctas era alguien que defendía su valor, nadie necesitaba pararse firme por él, él se paraba firme por los demás
—Es como si Venito hubiese pasado de ser un padre fuerte y vigoroso que cuida de pequeños chinos a un viejo triste olvidado en un asilo
“—Wow, es una comparación muy fuerte, pero extrañamente si que tiene sentido, aunque sería más como si--”
—Y como todos los ancianos que dejan en asilos su familia al principio lo visitara seguido pero a medida que pasa el tiempo se van olvidando de él, todos sus amigos habrán muerto y su única compañía será soledad, su autoestima estará por los suelos
“—Uhhh... Ok, creo que ya entendí el punto, puedes parar ahora”
—¡Y morira solo, empastillado por la enfermeras del asilo sin que nadie vaya a verlo en los ultimos días de su miserable existencia--
“—¡Ecuador!, ¡ya entendí!, dios mio, tenes que calmarte boludo, entiendo lo que decís pero te preocupas demasiado, por lo que me has contado creo todo lo que necesita tu hermano es tener otra onda cerca de él” —¿Que quieres decir con “otra onda” exactamente?
“—Que a tu hermano le vendría bien rodearse con otras personas, no solo contigo y con Colombia, deberías de aprovechar que por ahora las fronteras del país bajaron sus restricciones, ¡sacálo de ahí pibe!, podría estar una temporada con Brasil, o Chile, hasta estoy seguro de que Argentina lo querría en casa, podrías venir con él así no se siente tan fuera de lugar”
Como si fuera una luz de esperanza, aquella idea puso algo contento a Ecuador, viajar era su pasión, le encantaba y estaba seguro de que cambiaría el humor de su hermano, ¡sería genial!
—Me gusta tu idea, te la robo, quizás te caiga en la casa y seamos nosotros dos contra nuestros hermanos mayores. —Ambos soltaron una risa, extrañaba salir con Uruguay, ya no lo hacían tan seguido desde que empezó a mantenerse más cerca de su hermano para cuidarlo (porque sabía que Colombia no sería de mucha ayuda), y había tantas cosas de las que quería hablarle pero simplemente no era lo mismo hacerlo por el celular—. Te extraño pana
“—Awww, yo también te extraño loco, espero que puedas venir para salir a romper las bolas a un pub, o jugar un partidito, cualquier cosa básicamente pero que lo podamos hacer juntos, eso es lo que importa” —Tienes razón—dijo justo un segundo antes de escuchar la puerta principal abrirse, y escuchar las voces de sus hermanos quejándose del calor—. Tengo que cortar, te llamo otro día Uru, chau
“—Oki doki, ¡nos vemos Ecu!” tras esas palabras terminó la llamada, y Ecuador dejó su celular y la comodidad de la cama para ir a ayudar a sus hermanos con las bolsas
...
Por fin era el día de la fiesta, ¡era el día en que por fin chuparían!, ¿lo mejor de todo?, no tenían que comprar prácticamente nada porque los invitados los que traerían cosas para la fiesta (más que nada alcohol), solo necesitaban arreglar un poco la casa y ocultar todo aquello que pueda ser roto por algún tonto en medio de su borrachera, como un reloj, algunas fotos enmarcadas, algunos floreros pero no todos porque aún había que dejar lindo el lugar
—¿Tenemos suficientes platos para las comidas?
—Uhhh.—Ecuador abrió la parte media de la alacena y se fijo en la cantidad de platos que había allí, a él le parecían suficientes—. Si, tenemos suficientes platos para la farra Vene, y parece que vasos también
—¿Vasos?—dijo con un tono de burla Colombia, quien recién había entrado con una caja de cervezas—. Los verdaderos manes toman del pico, o los brutos, igualmente entramos en ambas categorías, por cierto estas cervezas estaban sospechosamente baratas, espero que no sean chanda
—Mientras no de ganas de vomitar estaremos bien, no tienen que ser de la mejor calidad. —Venezuela se acerco a la caja cuando Colombia la dejó en la mesada y vio las cervezas que allí había—. Y si no están muy buenas simplemente las tomaremos cuando ya estemos más--
Justo el timbre tocó, y pudo escuchar las voces de sus compañeros de continente afuera
—¡Llegaron los mamaguevos!, Ecuador atiende a los salvajes
—¡Oki!.—Y fue feliz a abrirle la puerta a los invitados
—Vinieron antes de que pudiéramos poner todo bien—dijo Vene y suspiro, pero Colombia estaba de buen humor, y se lo compartió con una risa y un leve palmada en su espalda, que sacó a su hermano de su lugar
—¡Vene!, vinieron a mamar y a ser locos, dudo que les importe que los platos y los “vasos”—Remarca de forma algo burlona— no estén puestos, trata de relajarte mano
Hizo que el de estrellas sonriera levemente, y es que su hermano tenía razón, sus amigos habían venido a pasarla bien, incluso antes de que entraran a la casa ya se les oía reír y discutir como lo hacían cada vez que pasaban un buen rato, y ademas de una fiesta aquello era una visita, no tenía que preocuparse tanto, seguro sería una tarde/noche divertida, ya sea por los comentarios sin sentido de Brasil, las burlas de Chile, el enojo de Argentina e incluso alguna de las frases de Paraguay. Sería una buena fiesta...
... Aunque Ecuador no pensaba lo mismo, mientras se dirigía a la puerta, había una pequeñita voz en su mente que le decía que quizás, y solo quizás, tener a Colombia borracho y a Venezuela (en el estado en que este estaba) en una misma casa no sería tan buena idea...
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la histeria lidera el corazón cuando percibe el calor foráneo sobre sí. es familiar, se siente familiar y el aroma lo envuelve con la certeza de que no tiene posibilidad de escape alguna. ni la quiere, es incapaz de huir. el revoloteo se centra en las entrañas y provoca desastres allá donde toca, una y otra vez, el remolino no deja descansar a ninguna esquina de su cuerpo y no sabe cómo algo tan tortuoso puede sentirse tan bien. le hace cosquillas, eriza la piel y agita la respiración. hacer una rabieta es lo mínimo a sus ojos, quizá porque no hay resquicio de sí que no haya caído rendido ante veera.
siente la palma foránea sostener el peso, la cercanía casi le hace rendirse antes de tiempo pero el susurro … hace vibrar el tímpano y … verdaderamente no hay nada que pueda salvarlo de la onda expansiva. las palmas que esconden el rostro no hacen un buen trabajo al evitar que se asome el elevar de la sonrisa más estúpida del mundo. pum-pum. pum-pum. ¿cómo es que alguien puede tener la habilidad de que se detenga el tiempo? es demasiado débil al escocés, lo sabe y reconoce a ese punto, pero siempre encuentra una nueva forma de destruirlo por completo, de callarlo y cautivarlo aún más. si tuviera que vivir toda la vida siendo alguien, sería justo esa versión de sí; embelesado, preso de la emoción y … tremendamente vivo. ¿es porque había estado esperándolo?
los pétalos toman la iniciativa de la palabra y, cuando al fin lo logra, lo único que sale es el coreano materno: ‘ me estoy volviendo loco por tu culpa ’ lo murmura, no se da cuenta de la elección de idioma. no importa. ¿siquiera era un pensamiento que había de ser escuchado?
la firmeza del contacto en las muñecas arde, le tiene encontrándose de lleno con la mirada foránea. allí, en el reflejo de dichos iris, se encuentra convertido en un auténtico desastre. las mejillas le queman más que nunca, siente el ruido blanco en la mente y la efervescencia crecer bajo la dermis cuando le mira. ‘ veera ’ apenas alcanza a decir entre los besos que él profesa. la risita se cuela entre tanto, amaina el pecho y …
‘ si me hablas y miras así, ¿qué esperas que suceda? ’ entona despacio, hasta aprieta los pétalos en un mohín para ser quien juegue ahora con la inocencia. no había forzado el escape, pero ahora lo hace, ejerce un poco de fuerza que le libere las palmas. las yemas pican por tocar lo terso de la tez del escocés, que comienza a recorrer por la nuca. los iris se fijan en él con devoción, no se despegan, destellan entre el afecto y el anhelo por borrar líneas. ‘ terminarás llevándote mi resfriado ’ el calor se vuelve insoportable cuando la respiración choca con impropia. acude al encuentro entre labios al besarle, la delicadeza va en los movimientos que pretenden servir de guía. el anhelo le sume en el contacto, la cabeza se inclina al lado contrario al sumar en vehemencia. las palmas han descendido a los costados del mayor, que acaricia y presiona con sutileza, sin percatarse. ¿o sí lo hacía?
al separarse, gira el mentón como quien busca esconder una repentina corriente vergonzosa.‘ dices que quieres cuidarme, pero estás más cerca de matarme ’ chasquea la lengua como si se lo estuviera echando en cara, pero ahí está de nuevo, la sonrisa traviesa dominándole. aún no puede creer que goce con la fortuna de poder besarle. ‘ cuidémonos ’ le corrige al fin, la visión vuelve a buscar de frente los ojos de veera. las caricias vienen y van, ascienden por la espalda o dibujan formas alrededor. no sabe cómo admitir en voz alta cuánto le gustan las atenciones y cuidados que él ya le brinda … ‘ ¿o no sabes todo lo que ya haces por mí? ’ habla bajito, incapaz de quebrar ese nimio espacio entre los dos. ‘ contigo me siento bien … ’ demasiado, ese es el problema. ‘ es muy tonto de explicar pero es como si estuviese sintiendo todo por primera vez, ¿sabes? ’ o como si hubiese acabado de nacer. pero, ¿hasta qué punto puede rehuir del pasado?
las palmas han avanzado hasta la mandíbula impropia, aprietan un poco las mejillas. no sabe si hablar, ni cómo decírselo. ‘ es sólo que … me da miedo que haya partes de mí que no te gusten ’
Al ingresar en la habitación ajena, se siente como en casa. O algo parecido. Sí, la decoración es idéntica, el color de las sábanas también. Quizá la ventana muestre un paisaje desde otro ángulo, quizá las fisuras de estas paredes estén orientadas de otro modo que en la suya. Sin embargo, ahí está Ivan, y asume que es en ese detalle donde radica toda la diferencia. Allí no se sienta tan... abrumadoramente solo. La cama se le antoja más mullida, la temperatura del ambiente ni siquiera se percibe tan baja. En definitiva, quería quedarse allí.
"¿Ahora eres rebelde?" Refuta suavecito, evadiendo la mirada ajena. No creía poder dejar de pensar en el menor ni siquiera este pidiéndoselo, pero ese era otro tema. "Quiero entender cuáles son los verdaderos planes del diablo..." Se refiere a la historia mientras toma asiento, palmas extendidas por delante, hacia arriba, a la espera de la atención que ya le habían proporcionado una vez. "Estoy condenado a hacer el ridículo frente a ti, caos es todo lo que traigo," se queja falsamente, mirándolo entre pestañas. No creía con exactitud en lo que estaba diciendo, y aún así le gustaba tanto verlo trabajar con aquel halo de concentración que ni siquiera se preocupó en desmentirse a sí mismo.
Sin percatarse, una exhalación separó sus labios. Era tan— lindo. Tan lindo, tan bueno, tan honesto y sensible, con abrazos que sólo sabían sembrar paz, y unos ojos redondos y brillantes que le perseguían como si fuese lo más valioso del mundo. Ivan, en completo, eran tan— tan— su piel se erizó antes de poder culminar el pensamiento. Lo había besado contados minutos atrás y la imperiosa necesidad de seguir haciéndolo le retorció con fuerza las entrañas.
Antes de poder responder, probablemente toda una verborrea de todas las cosas que le gustan de Ivan, porque eso era lo único en lo que pensaba cuando no estaban juntos, se encuentra con una pieza de información que le toma por completo desprevenido. Entonces sólo alcanza a mirarle con sorpresa, pestañeando varias veces y humedeciéndose los labios resecos. Cuando el contrario empieza a reír, se ve contagiado por un sentimiento cálido que, ¡está seguro!, es el culpable de que sus hombros apenas se agiten por su propia risa contenida.
"¿Estás seguro que son sueños normales? Te ves muy..." Achica los ojos, como buscando la palabra correcta. "¿Afectado?" Intenta tomarle el pelo acusándole sin fundamentos. Había algo encantador de presionar los botones del menor, como tentando la firmeza de un bonito globo. ¿Y si lo reventaba por fin? "Pero miremos el lado positivo: No me molesta que lo hagas. Todo lo contrario." Aunque pudo elegir forcejear para descubrirle el rostro, eligió algo diferente: inclinarse en su dirección, con una palma apoyándose en el colchón para hacer de equilibrio mientras descendía su peso lentamente. "De hecho..." Al encontrar el espacio necesario para trazar un camino hacia uno de sus oídos, dejó caer un inocente susurro: "Deberías soñar conmigo todas las noches. Haz cosas geniales, cosas que nos gusten. Luego me cuestas— y me encargo de hacerlas realidad." Con una sonrisa que gritaba travesuras paulatinamente tirando de sus comisuras, decidió quedarse allí, flotando por encima de él.
A veces se sentía jugando con fuego. A veces sólo se quería quemar. Lo supo cuando no encontró la paciencia para seguir jugando sino que le sostuvo de las muñecas con la mano libre, apenas ejerciendo presión, una forma de permiso que no quería hacerse imponente pero que tampoco se rendiría con facilidad. A continuación, pocas fracciones de segundo hicieron falta para buscarlo entre besos cayendo dispersos sobre su piel. Fuesen los labios, fuese las mejillas, fuese donde sea, la devoción que se le desbordaba entre las fisuras servían de analgésico para cada una de las dolencias que alteraban su alma. Te adoro, Jinhwan, te adoro tanto, cree decir en voz alta, pero es sólo el eco dentro de su mente, cárcel de mil y un sentimientos que no se atreve a decir en voz alta, jaula del revoloteo incesante de un corazón que moría por entregarse. O que quizá ya lo hacía.
"Oye... ¿Me dejarás cuidarte como siempre me cuidas a mí?"
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Lo notarías
Sumary: Simon teme ir a la casa de los padres de Baz, desde que son novios.
Simon no aceptó ir a la casa de los padres de Baz.
Eran las primeras vacaciones en su primer año en la universidad y llegado el momento, Baz invitó a su novio a la casa de sus padres. Iba a visitarlos luego de meses sin verlos y pensó que Simon aceptaría, básicamente porque no podía quedarse sólo en el piso que él y Penny compartían. La chica se iría con Micah y todos sabían que a pesar de la invitación para Simon, la pareja necesitaba estar a solas. Mientras que el nuevo Normal aún llevaba unas alas de dragón que requerían ser cubiertas con hechizos, si es que quería salir a la calle.
—¿Cómo que no? —preguntó Baz, levantando ambas cejas.
—No creo que sea buena idea —respondió el rubio. Se veía incómodo, revolviendo sus risos con una mano, sin siquiera sostenerle la mirada al otro—. Tu padre apenas se acostumbra a que tú tengas novio. No parece justo con él.
—Mi padre ni siquiera acepta en voz alta que soy un vampiro —le recordó, usando un tono que parecía llamarlo "idiota" tácitamente. Su argumento apestaba.
—Lo sé… es solo que…
—Si no quieres venir, solo dilo —lo cortó enfadado.
—No es eso… —dudó.
Baz no se molestó en seguir la discusión. Solo se puso de pie y salió del piso, ignorando que Simon lo llamaba a su espalda. No iba a aceptar que su novio hirió sus sentimientos al rechazar la invitación. Le gustaba tener al rubio cerca y pensarse lejos tanto tiempo era dolorosamente irreal para él.
Al día siguiente, Baz se marchó a la casa de sus padres, sólo.
—Creí que el señor Snow te acompañaría —comentó su madrastra, luego del abrazo de bienvenida.
—No pudo acompañarme —respondió neutro. Fingió que no le afectaba. Era tan bueno como su padre para no dejar entre ver lo que ocurría realmente en su cabeza.
Baz quería practicar violín antes de la cena. Necesitaba despejar su mente, antes de sentarse a la mesa y tener cara a cara a sus padres y hermanos pequeños, que querrían historias y plática sobre él.
Tocaría una de esas canciones que su madrastra detestaba, por ser demasiado taciturnas, y luego estaría mejor.
"Estúpido Snow" —pensó una sola vez, antes de comenzar.
Pero alguien llamó a la puerta de la biblioteca en la que se encontraba.
—Adelante.
—Basilton —susurró Vera. Ella lo llamaba así a solas, a pedido de Baz. Lo conocía desde niño, le era extraño que lo llamara "señor"—. Alguien lo busca —explicó nerviosa, sin siquiera disculparse por la interrupción.
—No espero a nadie —le aseguró, levantando las cejas extrañado.
—Es el muchacho rubio —soltó en un susurro más bajo, haciendo que Baz contuviera la respiración—. Es el señor Snow.
Baz se puso de pie y salió disparado con un agradecimiento a Vera, cuando pasó junto a ella. Corrió por las escaleras.
Cuando llegó al umbral de la puerta, se halló con una escena familiar: Simon, mojado, de pie en el centro de la alfombra de entrada. Tal y como la primera víspera de Navidad en que visitó su hogar, de improvisto.
Baz deseó burlarse de él. Porque era tan tierno y era tan inmensamente tonto por seguir intentando llegar a su casa en taxi, cuando sabía que (esta también) estaba embrujada y nadie quería entrar.
Al vampiro le hubiera gustado burlarse de él. Pero Simon temblaba. Simon lloraba.
—¿Simon? —masculló conmovido, aún inmóvil en el lugar.
—No atendías el teléfono —dijo el otro, con voz temblorosa. Luego sorbió su nariz.
Y algo hizo click en la mente de Baz: Simon no tenía magia que lo protegiera.
El moreno se abalanzó sobre su novio, para quitarle el morral que colgaba de su mano.
—Vas a enfermarte —lo regañó, sacando la varita para secarlo.
—Lo siento… —susurró lloroso—. No debí…
—Luego hablamos —le pidió, aún preocupado por las mejillas demasiado rojas y la nariz que seguía sorbiendo ¿Era el llanto o el frío?
—¿Basilton? —llamó la voz de su madrastra, cuando se acercaba a ver qué ocurría.
—Madre, Simon llegó ¿Podrías llevar un termómetro a mi recámara, por favor? Creo que está enfermando —se apresuró a decirle, antes de que ella hiciera preguntas que Baz no podría responder.
—De acuerdo —asintió la mujer, aún dubitativa. Luego salió.
—Lo siento —volvió a sollozar Simon. Lucía terrible.
—Cállate —le pidió con la preocupación tiñendo su voz. Si tan solo hubiera atendido al estúpido teléfono… pero no, él estaba ocupado siendo orgulloso—. Vamos. —Hizo que su novio pasara el brazo por encima de sus hombros para ayudarlo a subir las escaleras. Ya arriba, lo ayudó a ponerse uno de sus pijamas y lo metió en la cama. La piel estaba tomando temperatura, pero no sabía si era una buena.
—¿Baz? —preguntó con tono perdido.
—Aquí estoy, Snow —respondió más molesto que preocupado, esta vez. Ya estaba seco y bajo mantas, solo quedaba ver si lo que temía era cierto y Simon pescaba un resfriado, porque ya no era pura magia caminando por la nieve, sino solo un Normal.
—Lo siento...
—Ya lo dijiste, pero ¿por qué? —Se acomodó mejor, sentado junto a él en la cama.
—Por no venir contigo. Lo siento.
Baz sonrió desganado. No podía decirle que con llamar hubiera bastado y eso lo hacía sentir un poco culpable. Porque solo Simon Snow era tan tonto como para tomar un taxi y correr en medio de la nieve para hablar.
—Ok.
—¿Ok? —preguntó. Sus ojos tenían algo de inconsciente en ellos. Lucían algo perdidos bajo los párpados caídos. Iba a enfermarse, Baz tenía razón.
—Sí, está bien —le aseguró, tocando su frente con la palma de su mano. Necesitaría un termómetro para asegurarse, pero la piel estaba demasiado caliente y el contraste con su piel fría lo confundía un poco.
—De verdad, lo siento —repitió.
—Lo sé —le aseguró en un suspiro. Se inclinó cerca, recargándose sobre su codo, junto a la almohada de Simon, para mirarlo a los ojos—. ¿Me quieres contar por qué no querías venir? —susurró. Simon parecía tan frágil en ese momento, que no se sentía correcto elevar la voz.
—Tenía miedo.
—¿De los fantasmas?
—No —negó sin parecer percatarse de que su novio bromeaba con él—. De que lo notaras.
—¿Notara qué?
—De que notaras que soy menos que tú.
—¿De qué hablas? ¿Deliras? —Volvió a llevar la mano a la frente de su novio, comprobando su temperatura, pero Simon se removió, tomando la muñeca ajena para guiar la mano de Baz a su pecho.
—Aquí, en tu casa —explicó—, con toda la magia. Y el lujo. Y tu bonita familia —su voz tembló. Los ojos se rebalsaban en lágrimas—. Lo podrías notar fácilmente. Soy menos que tú. No soy nada en comparación…
—Detente —le ordenó—. No seas idiota.
—Siempre puedes cambiar de parecer —siguió, recordándole lo que dijo en el baile de graduación.
—No lo haré.
—Y si lo haces, yo voy a apartarme —continuó, pareciendo ignorarlo. Las lágrimas rodaban por sus mejillas ahora—. Tal vez me mate. Pero voy a apartarme, si eso quieres. Y aquí… aquí es tan fácil que lo entiendas…
—No voy a dejarte —lo cortó, apretando su mano—. Deja de decir eso. Yo no te dejaré. Te esperé demasiado, Simon —lo llamó por su primer nombre, intentando ser suave con el otro muchacho, a pesar de querer sacudirlo por la frustración—. Nunca, nunca creí que habría un final en el que tú tomaras mi mano y no me mataras. Pero lo tengo. Tengo este final contigo. —Besó el lunar de su mejilla, sintiendo la sal de las lágrimas en sus labios—. Y no voy a dejarlo. No me importa la magia. No, si te tengo a ti.
Simon aún lloraba, cuando sus dedos temblorosos se posaron en la nuca de Baz para atraerlo débilmente. Se besaron entre lágrimas y promesas.
Cuando llamaron a la puerta, debieron separarse. Baz secó las lágrimas de Simon con sus dedos. Un fugaz intercambio de sonrisas y Baz invitó a que pasaran. Era su madrastra con una bandeja con té y un termómetro.
—La próxima vez, podría solo venir con Basilton, señor Snow —comentó la mujer amablemente, dejando la bandeja.
—Lamento llegar así —se disculpó el rubio, mientras Daphne le entregaba el termómetro a Baz.
—No se preocupe. Es bienvenido cuando quiera. Pero parece que pescó un resfriado —señaló.
Baz puso el medidor en la boca de Simon, antes de que este hablara.
—Conoces las reglas, Basilton —le dijo la mujer, mirando hacia el sofá ubicado en un lateral de la habitación.
—Lo prepararé en un momento —murmuró, luciendo avergonzado—. Aún le teme a los fantasmas.
Ella acarició el hombro del chico, como si estuviera orgullosa o solo lo calmara. Simon no podría decidir cuál de las dos era.
—Fiebre —anunció Basil, cuando quitó el termómetro de la boca de Simon y lo examinó—. Felicidades, Snow. Pasarás unas horas en cama.
—¿Unas horas? —cuestionó extrañado. Los resfríos no tardaban horas en ser curados. Pero cuando Baz y su madrastra sacaron sus varitas, lo entendió—. No es… —no llegó a terminar la frase, cuando lo golpearon con hechizos de curación.
—Descanse, Simon. Nos veremos en el desayuno —se despidió Daphne, antes de irse.
Simon solo deseaba dormir. Se sentía extremadamente cansado. Tal vez por la fiebre. Tal vez por los hechizos.
—¿Duermes aquí? —le preguntó a Baz en un balbuceo adormilado.
—En el sofá —respondió—. Nuevas reglas de la casa, con esto de tener novio. Dicen que no es un motel, como para que traiga a alguien y duerma en mi cama. Iban a obligarte a tener otra habitación, pero les recordé que le temes a los fantasmas.
Simon apenas sonrió, embotado en sueño. Su último recuerdo fueron los fríos labios de Baz sobre los suyos.
Baz se levantó extremadamente temprano, a la mañana siguiente. Quería ensayar violín, antes de que Simon despertara para desayunar. Le dejó una nota, solo por si acaso despertaba antes de que regresara. Creyó que no era necesario, pero de cualquier forma lo hizo.
Se acomodó en la biblioteca, dispuesto a tocar algo que no fuera totalmente deprimente, ya que Simon le quitaba la inspiración para esas canciones; al menos cuando estaban bien. Pero nuevamente, alguien llamó a la puerta. Suspiró pesadamente, antes de invitar a que pasaran. Así fue que una cabellera rubia se asomó, con una sonrisa traviesa.
—¿Qué haces? —cuestionó en tono de regaño. Simon estaba descalzo, caminando hasta el sofá junto a él. Llevaba una manta sobre los hombros.
—Me asustan los fantasmas —bromeó, acomodándose con los pies sobre el mueble.
—Estás enfermo —lo regañó.
—Lo sé, por eso traigo la manta —replicó tranquilo—. Vera me atrapó cuando me escabullía por el pasillo, dijo que al menos debía traerla —confesó inocente.
—Voy a golpearte con otro hechizo de curación —le advirtió con enfado.
—¡Pero estoy mejor! —protestó con un puchero en los labios.
—Vuelve a la cama, Snow —le ordenó—. Te llevaré el desayuno —dijo, poniéndose de pie. Estaba claro que no podría ensayar.
—Pero ibas a tocar. —Señaló el violín.
—Lo haré luego —le aseguró—. Ve a la cama o te llevaré —advirtió. Simon sabía que estaba alardeando sobre su súper fuerza.
—¡Pero quiero oírte!
—¿Qué? —Arqueó una ceja.
—Nunca puedo oírte. Quiero hacerlo —le explicó.
Baz lo observó con sorpresa. No sabía que a su novio le interesaba lo que él pudiera o no tocar en el violín. Simon lo distraía, por eso no tocaba cuando él lo rondaba. Iba a decirle que lo haría más tarde, cuando estuviera seguro de que estaba recuperado, pero volvieron a llamar a la puerta. Parecía que las vacaciones estaban destinadas a interrumpirlo en su intento por ensayar. Esta vez, era Vera, quien traía una bandeja con té.
—Traté de convencerlo de dormir un poco más —Vera le comentó a Baz, dejando la bandeja en una mesilla—. Espero que usted lo convenza de comer y descansar, señor Pitch —casi fue un pedido. Les dedicó una suave sonrisa y luego salió.
—Gracias, Vera —dijo Baz. Suspiró, sirviendo el té y entregándole una taza a Simon—. Bebe esto y luego vuelve a dormir. Aún no estás recuperado, Snow.
—Solo si tocas para mí —negoció. Bebió un sorbo de té y sonrió ampliamente. Era ridículamente lindo cuando sonreía así.
—Debería mandarte a dormir con un hechizo —murmuró fingiendo que no había caído con esa treta. El esfuerzo fue en vano cuando su novio tomó su mano y lo miró a los ojos, casi suplicando en silencio.
—Por favor… —susurró—. Nunca tocas para mí.
—Me distraes —confesó de sopetón. Sentía sus mejillas ardiendo. Nunca se lo había dicho y aún le era extraño que Simon le dedicara esas miradas. No fue hace tanto que solo se insultaban y trataban de hacerse la vida imposible, en la escuela.
—Guardaré silencio —prometió.
Baz le sostuvo la mirada un momento. Porque nunca creyó que tendría un final en el que Simon Snow sostuviera su mano. Mucho menos, pidiendo que tocara, prometiendo guardar silencio.
—Desayuna. Yo tocaré —aceptó. Dejó un beso en su mejilla y se acomodó por enésima vez, para tocar. Fue un gran esfuerzo, pues su novio parecía entrometerse en cada uno de sus movimientos. Simon Snow era una constante distracción. Por eso falló las primeras notas, cambió de canción varias veces y se reacomodó en la silla como buscando una comodidad que no parecía capaz de conseguir. Suspiró, casi rendido.
—Te amo. —Baz dio un respingo, obligándose a mirar al muchacho a su lado—. Lo siento —dijo Simon, sacudiendo la cabeza de lado a lado, pareciendo volverse consciente de lo que había dicho. Agachó la mirada, pareciendo avergonzado de romper la promesa de guardar silencio.
—También te amo —replicó Basil, haciendo sonreír al rubio.
Baz quiso reírse. Era ridículamente gracioso que se hallara en un final feliz con el que fue El Elegido a su lado. Y con ese pensamiento; casi como si fuera magia empujándolo; cerró los ojos, digitó con los dedos sobre las cuerdas del violín, deslizando el arco, haciendo que una dulce melodía flotara en la habitación.
Simon dejó la taza de té, para acurrucarse en el sofá. Estaba sonriendo bobamente, disfrutando de uno de los muchos talentos que su novio tenía. A pesar de sus esfuerzos, se durmió arrullado en la magnífica interpretación.
Si debían ser sinceros, ninguno había creído posible un final en el que ambos fueran felices. Sin magia y con una melodía de violín, que no era triste, envolviéndolos.
Simon se enteraría, mucho más tarde, que esa canción no pertenecía a ningún violinista reconocido. Sino que era una composición propia de Baz. Después de todo, Simon Snow parecía interferir en todos sus movimientos.
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Deja que fluya.
Alerta este fanfic (aquí un one shot) pertenece a una novela llamada The True Life que estoy escribiendo y, en concreto, este escrito contiene consumo de sustancias ilegales y nocivas. No se pretende incentivar su consumo es un relato ficticio. Si eres sensible a este contenido no leas.
.
Cualquiera hubiero perdido la cabeza por él.
.
Se sienta a mi lado en el sofá, visiblemente incómodo, su posición corporal denota que algo no le ha gustado, se nota como se retrae e intenta iniciar un contacto, a pesar de que lo estoy mirando de reojo, no me ve prestándole atención, revolviéndose y mirando a todos lados para finalmente a mí.
Al principio te lo tomas como divertido, incluso quizás adorable viniendo de quien viene, pero al cabo de un rato... No mola.
Sin avances por su parte, tomo el timón de este barco que se hunde, para intentar salvarlo, y paro la serie que estaba viendo. Giro mi cabeza, hacia él, para enfrentarle.
- ¿Qué pasa? ¿Todo bien? ¿Quieres que pongamos otra cosa?
Pregunto.
En su silencio, aprovecho para seguir fumando, me había enganchado tanto a la serie que se me había olvidado que me había hecho un porro. Enciendo otra vez el porro dando una calada, sabiendo que le molestaba el humo, lo suelto hacia el lado evitando que le de en toda la cara.
Permanece mirándome pero aun titubea.
- Eh… ¿hay alguien ahí?- intento captar su atención, un poco preocupada por las posibilidades de su silencio. - He usado mi netflix, bueno, no es mío, pero tengo un perfil y lo uso. Así que tranqui, no te he robado netflix. Y no he encendido las luces como quedamos y bueno, las ventanas están abiertas y las cortinas echadas. No me han visto entrar.
Niega con la cabeza, soltando un suspiro.
- No es eso, pero vale.
- ¿Entonces? Tío, es que parece que vas a matarme, me estás dando mal rollo. ¿Qué pasa?
Un nuevo suspiro le sigue y sus gestos comienzan a ser nerviosos y llenos de duda, empieza a jugar con los piercings de sus orejas, evitando el contacto visual, alejándose pero acercándose.
- A ver… dímeeelooo- digo amistosa.
Me mira a los ojos, por fin, pero veo que aunque quiere arrancar aun le cuesta.
Le animo con una mirada tranquilizadora y por fin, lanza su pregunta.
- ¿Estamos… bien?
Debo reconocer que oir eso de repente, me descoloca.
Incapaz de enfrentarme a eso de inmediato, me dejo caer contra el sofá, incorporandome en el sofá para quedarme totalmente frente a frente mirándolo.
Sus ojos continuaban fijos en mí, atento a mis movimientos.
Aprovecho la tensión del momento para ponerme cómoda para la conversación que llevaba.
Tome el mechero, el cenicero y acomode la postura, volviendo a encender el porro, doy una calada profunda, cuidando de soltar el humo lejos de él.
Cuando siento que he terminado, procedo.
- ¿Por qué no lo estaríamos?- pregunto, cautelosa. -¿Hay algo que deba saber? ¿Pasó algo que deba preocuparme?
- Bueno… nos… besamos…
Doy otra calada, como si me ayudase a meditar.
Vale, no quiero lanzarme cuando no estoy segura de mis posibilidades. Estoy dispuesta tanto a dejarme llevar como a frenar en seco, ahora mismo no tengo una preferencia sincera, me convenían ambas en distintos sentidos.
Además solo fueron unos besitos tontos que se dieron por el calor del momento...
Si era que no, me salvaría de las cosas malas que nos repercutirían a ambos de esta relación tan poco legal y si era que sí me lanzaría sin pensarlo.
Podíamos ser amigos de las dos, eso era lo minimo que aceptaría en estas condiciones.
Con otra calada, le devuelvo el golpe.
- ¿Y qué pasa?
- Bueno, nosotros pusimos límites y…
Oh, ya, los famosos límites de este nuestro chantaje.
Por mucho que creo que hay reglas que no pueden romperse, ciertos límites están hechos para ello y justo estos son los primeros que ya rompes antes de darte cuenta.
Doy otra calada y suelto el humo, casi podría reirme en estos momentos.
- ¿Pero eso supone algo que deberíamos hablar para ti, no?- pregunto, le veo tirarse de la misma forma en el sofá que yo, mostrándo con su postura lo abierto a la comunicación que estaba, relajado por primera vez desde que comenzamos a hablar. -Los límites se van poniendo conforme avanzan las cosas, de forma natural. Quiero decir establecer todo el rato reglas impide que se hagan relaciones “normales”. Y ten en cuenta que dijimos muchas cosas, Nathaniel, muchas-
Sonrio, pensando en la primera regla de involucrarnos en lo más mínimo, regla que rompimos un día después de ponerla.
De nuevo, las ganas de reirme me superan, pero solo niego con la cabeza, intentando refrenarlas dando otra calada.
- Pero creo que ya rompimos muchas, muchas como para preocuparnos por otra más de una forma más especial, ¿no? ¿O estás diciendo que algo implica que esto si tiene importancia?
- Pero fue un beso.
Replica y una sensación de un hormigueo comienza a picarme en el estómago.
- ¿Y eso supone algo para ti?- tengo la osadía de preguntar.
Se queda callado, pero la pregunta aun flota suspendida entre nosotros.
Duda, y me doy cuenta de que no puede responder en voz alta, de la misma forma que yo no puedo.
Intentando navegar en otra dirección, decido jugar un poco para amenizarlo.
Ninguno de los dos optamos por una probabilidad que esta en un cincuenta-cincuenta, no queremos arriesgar, no queremos perder.
Así que es mejor dejarse llevar.
- ¿Tú? ¿El seductor de las nenas estás temblando por un besito?
- ¿Besito? Eso no era para nada un besito, casi me devoras.
Siempre pica, a Nathaniel le encanta que le pique, que le desafíe, que no me contenga con él, el juego de pinchar que tan divertido es.
- ¿Ah?- con indignación fingida, replico, terminando con una sonrisa cargadita de prepotencia. -¿Lo dice el que saltó y me derribó en el sofá, completamente desesperado?- mi defensa es buena, ambos sabemos que eso fue lo que pasó aunque lo niegue. - Me adapté a tu ritmo, bebé.
Me sonríe, divertido, la tensión sigue presente, pero nos mantenemos firmes ante ella.
Dudando un poco, se desliza un poco más cerca de mí, tranquilo y sereno, acortando distancias.
Su tono de voz baja.
- Sabes en lo que estoy metido y aunque no has salido espantada es una realidad y…
- Bueno, tengo amigos peores también te lo digo. Y no creo que esto sea algo que tengas que asumir solo, sobre todo si tus intenciones son buenas, guardarte cosas solo te come por dentro. Puedo ayudar aunque solo sea escuchándote y dialogando.
El tinte oscuro que tiene nuestra conversación nos devuelve a la realidad del lado oscuro, todo iba tan bien que no pensé en la tormenta que destruía el barco siempre que navegábamos.
- ¿Por eso en lo que estás metida tú?
- Bueno, tengo lo mío- murmuro. - Te sorprenderías.
Doy una calada y me termino el porro, el terreno pantanoso en el que intenta meterse no va a salir hoy. No vamos a desviar el tema así, a él no le afectarían mis asuntos.
- Pero no hablemos de mí, yo no tengo un problema real con esa situación y sí, quiero escuchar lo que tienes que decir.
Le miro fijamente, intentando leerle, esta esperando algo, cualquier cosa que diga que solucione las condiciones climatológicas, algo que escapa a mi control.
Yo solo puedo intentar salvar el barco, nada más.
- No me importa que lleguemos a un punto y lo esclarezcamos, si soy sincera me parece bien. Así que, tú dirás. ¿Qué me quieres decir con todo esto?
Suspira.
Y para colmo, mientras dejo el cenicero en la mesita, el me rueda los ojos, con un deje de diversión y disconformidad.
Como si le frustrará todo en general.
- Tú tan directa.
- Prefiero que nos dejemos de vueltas, al final, es lo que es, ¿no?
- Tienes razón, ¿pero qué piensas tú?
Por desgracia, me hace la pregunta, cediendo el turno de nuevo.
No va a tomar una decisión sin escucharme decir lo que quiero, está de la misma forma que yo, y como quiere hablarlo, seguir retrasándolo hará que al final no lo hablemos, se malentiendan cosas o dejemos de llevarnos bien.
No quiero responder a esta pregunta.
Intentando hacer tiempo, intento ponerme lo más cómoda posible para ir de cara con esta pregunta.
Me descalzo, me recoloco para sentarme mirando hacia el en pose indio, me ato el pelo en un moño que queda bastante deshecho y dejo todo lo que tengo encima lejos.
Cuando termino de colocarme, le miro.
No he tardado mucho, pero en momentos como estes la tensión de la espera lo hacen mucho más dramático y lento.
Casi una tortura si te da miedo lo que puedan decirte, asi que, me lanzo a la piscina, sincera y clara. Abarcando las opciones que creo ver.
- Porque me obligas a decir lo que quiero…-
Pero primero las quejas.
Me encojo en el sofá doblando las piernas y rodeandolas en un abrazo, como si crease un muro de contención.
Un escudo que me protegiese, aun no sabía de qué, pero me cubría las espaldas ante cualquier respuesta.
- No lo sé, Nath, no lo sé, me parecen bien las dos, solo quiero saber si tengo que echar freno o puedo dejarme llevar, quiero saber cual es tu límite porque yo no tengo un límite marcado con esto ahora mismo.
Esta atento, esperando a que termine mi oratoria, pero ya que me ha condenado a hablar a mí, voy a soltarlo todo.
- Si me dices que lo ponga, puedo hacerlo. Sobre todo ahora, que es el principio. Lo único que pido es que podamos llevarnos bien pase lo que pase, como lo mínimo.
- ¿Me estás pidiendo salir?
Su sonrisa pícara y burlona inunda su rostro, el buen humor le ronda y ruedo los ojos un poco frustrada porque se burle cuando acabo de ser sincera.
Sin embargo, la respuesta positiva me pone los sentidos alerta ante la posibilidad que acababa de elegir con mi discurso.
Decido no pensar más y me centro en él, con una sonrisa.
- Te estoy diciendo que hay una tensión sexual entre nosotros que flipas y sería ridícula si te dijese que no me mola tu rollo, porque es mentira. Y también te estoy diciendo que puedo cortar sin ningún problema esa tensión para disolverla y anularla por completo.
Sonríe más.
Orgulloso, halagado y con ese retitín tan de ligoncete tonto y elocuente que te mueres por rechazar pero que te gusta demasiado.
Se acerca a mí, invadiendo un poco más mi espacio personal, pronto no existirá una separación entre nuestros cuerpos.
Se inclina, por encima de la barrera que construí con mis piernas, mientras el brillo seductor de sus ojos me deslumbra y me invita a probar un pecado esta noche.
Creo que estoy empezando a sensibilizarme ante esa mirada.
- Tensión sexual, ¿eh?- divertido, atrevido, seguro, sexy.
- Oh, vamos, ¡capullo! ¡Por eso no quería decírtelo!-
- No… no…
Mantengo el tipo como puedo, pero él siempre se las arregla para sorprenderme, acompañando sus no con una negación con la cabeza, nuestros cuerpos se separan y se incorpora para sentarse frente a mi, incitándome con esos ojos pícaros a bajar mis defensas.
Nuestros rostros están cerca, pero mantiene una distancia prudencial que, si dura mucho tiempo, va a ponerme nerviosa y ansiosa.
- Yo… me muero por besarte, así que… creo que lo he dicho todo.
Está vez, sin poder evitarlo, dejo que se me escape una sonrisa, casi por primera vez desde que iniciamos la conversación.
Él muy idiota.
Bajo las piernas instantáneamente y le doy un golpe amistoso, en el estómago, guiada por mis sentimientos.
La sorpresa se muestra en su rostro, pero conforme comienzo a hablar, su sonrisa va creciendo peligrosa en sus labios, todavía más llena de una sensación de victoria y recochineo.
- ¿Y lías todo esto para besarme? ¡Que rastrero eres!
Su risa aterciopelada inunda la habitación y se lanza a sujetar mis manos cuando intento darle más golpes.
Y nos quedamos ahí,
En silencio.
El uno frente al otrofrente, con los ojos clavados entre la penumbra de un salón iluminado por las ventanas y la televisión, siendo acariciados por la brisa de la noche mientras nos congelábamos en nuestro contacto.
El silencio era nuestro preludio.
El preludio que sucedía a lo que de verdad importaba...
Y como si el autocontrol desapareciese en medio de la calma, nos dejamos llevar sin siquiera pararnos a pensar.
Dedicados a habernos odiado pasamos a anhelarnos, sin pensar en lo que saldría mal...
Y joder...
Que beso.
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Hola extraña.
Hace días que no te escribo, hace días que no me escribes, duele mucho saber lo fácil que es para ti, no sé porque me sorprendo pues de sobra sé que a ti esto no te cuesta nada, que la palabra adiós duerme debajo de tu lengua, lista para salir cuando las cosas se tornan serias, pero no te preocupes, ya entendí que para ti todos somos fichas de cambio, que nadie es realmente importante, que solo necesitas quien te ayude a llenar los intermedios, los tiempos muertos, las madrugadas, que ya se te ha hecho costumbre ir por ahí repartiendo versos y leyendo poemas. Yo no voy fingir, no dire que no me duele o que no me desespero, no dire que no fuiste importante, no pienso mentirte, no pienso mentirme, sería absurdo y claramente no podría engañarte. Me está costando, me está costando demasiado mantenerme lejos, en silencio, solo leyendo, observando y escribiendo. A veces siento que estallo, que una furia desmedida me inunda, que me quema la rabia, la irá, pero en realidad es el amor el que me hierve por dentro, que me cocina las entrañas y no me deja dormir porque en todo momento grita tu nombre. No, no me malinterpretes, no te estoy pidiendo que vuelvas, sí, sí lo quiero, pero no lo merezco, sería más de lo mismo y seamos honestos, tú y yo sabemos de sobra que nunca me llenó tu amor, que siempre tuve vacíos que no logramos saciar. Probablemente sonrías si es que en algún momento llegas a leer esto, estarás contento de saber que tu récord de rompecorazones sigue intacto, probablemente intentes convencerte que tú también me amaste, solo para no saberte mal, aunque recordando sé que te gusta ser el villano de la historia, y a decir verdad, tenias razón, te sienta bien, muy bien. Aunque estoy seguro que te vas a repetir, tal vez no hoy, tampoco mañana y quizá cuando lo hagas no piensen en mí, tal vez te lo repitas mientras añoras a otra, pero estoy segura que te vas a repetir una y otra vez que la vida sigue, que a nadie le ruegas, que el que quiera estar que este y el que no que se vaya, ojalá logres convencerte. Es increíblemente estúpido que yo piense aún en ti, que entre a nuestra conversación y el simple hecho de verte en línea me tranquilice, como si me asomara a tu recámara y te viera en el escritorio trabajando pero no me atreviera a darte las buenas noches para no interrumpirte. Las personas enamoradas sacan consuelo de los hechos más tontos. Sí, aún estoy enamorado de ti ¿puedes creerlo? Soy un necio, lo sé, pero es que el amor no se esfuma por los aires como la bruma, a veces me paro frente al espejo y me reprendo, me obligo a leer en voz alta una y otra vez lo que le escribes a el, a es chico desconocida que llevas enraizado en el pecho y adherido a la piel. Sabes, deberías buscarlo e intentar ser feliz, el amor siempre encuentra la forma, al menos el mutuo y yo de verdad espero que el también te ame como tú la amas. Perdóname, nuevamente perdí el rumbo de mis pensamientos, ya me conoces, en fin, esta carta ya se alargó, discúlpame, es solo que hace días traigo atorado este sentimiento. Por favor tenme paciencia, sí, me está costando pero te voy a olvidar. Buenas noches mi amor, buenas noches.
Con cariño: M❣️
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Donde Carolyn dirige su primera obra de teatro.
Índice de capitulos
Desde que se había unido al club, Lucien el actual presidente del club de arte de Hogwarts, había dirigido la obra teatral de otoño.
La verdad era que ya estaba un poco cansado. Las personas empezaban a encontrarlas cada vez mas aburridas. Era momento de innovar. Pero Lucien no creía tener la creatividad suficiente para hacerlo.
Se hallaba en su escritorio haciendo sus tareas habituales del club, perdido en sus pensamientos, cuando de pronto algo voló frente a sus narices.
La pequeña mancha azul lo golpeo en la nariz y termino haciendo un mal aterrizaje sobre sus papeles y todos acabaron en el suelo. "¡Oh, dios mío! ¡Lo siento mucho, no se suponía que hiciera eso!" Una chica de pelo oscuro con túnica de Ravenclaw se apresuró a recoger los papeles. Detrás de ella, Lucien pudo reconocer a Clover, una de las nuevas integrantes del club que pertenencia a su misma casa, Hufflepuff. Se tapaba la boca tratando de no reírse de la otra chica. Clover había sido una increíble adición al grupo, era creativa, con un gran talento para la escritura. Se volvió hacia la chica de Ravenclaw, "¿Eres Carolyn, cierto?" La chica se levanto y Lucien pudo ver un búho azul de origami en su hombro. Una idea se empezaba a formar en su cabeza.
“Si.” Mientras le respondía, el búho se deslizo lentamente por su túnica tratando de volar otra vez pero fue detenido por un rápido movimiento de la chica que lo coloco en uno de sus bolsillos y dejo la mano allí, evitando que saliera.
A estas alturas Carolyn ya era conocida por hacer un desastre de todo en el club. Sería muy tonto dejar en manos de alguien tan novato algo como una obra de teatro.
Pero si quería poner de cabeza una obra de teatro, necesitaba a alguien que se arriesgara.
Lucien le sonrió: “Tengo una tarea para ustedes, si están dispuestas.”
Estaba aterrada. Sin embargo su miedo pronto se convirtió en emoción. Por primera vez, le tocaba dirigir una obra de teatro.
Clover se ofreció a ser su asistente y por supuesto ayudaría con el guión. En ese momento estaban reunidas, todos los guiones que Lucien les había dado esparcidos en una mesa frente a ellas.
“¿Que te parece…? ¿Hamlet?” empezó Clover.
“¿No la han hecho como, mil veces?”
“¿Romeo y Julieta?”
“Me niego a seguir fomentando amor adolescente e irresponsable.”
“Bien. ¿Cómo gustéis?” trató de nuevo.
“Nah. No es mi estilo.”
Siguieron revisando, considerando diferentes opciones y distintas maneras de hacerlo.
“Oye, ¿Qué tal este?” Clover le ofreció uno. “Es viejo, tendrías que usar tu ingenio. Pero estoy segura que esa fue la razón por la que te escogieron.”
Carolyn lo reviso. Sus ojos abriéndose cada vez ante la expectativa de lo que podría crear: “Es perfecto.”
Ya tenían la obra. Ahora faltaba el reparto.
“Absolutamente no.”
Gabrielle estaba limpiando su set de pociones por quinta vez. Carolyn se preguntaba si su amiga se había dado cuenta.
Su amiga se giró hacia ella, con un dedo enguantado levantado hacia ella, como señalando el engaño que le había hecho.
“Cuando me pediste que te ayudara pensé que te referías a ser tu asistente o algo así, no a ser parte del elenco. Además, ¿no se supone que solo deben ser miembros del club de arte?”
“Si, pero no veo a nadie mejor para el papel. Y la parte divertida de ser la directora es que puedo hacer lo que se me venga en gana. Por favor, Gab.”
“Jamás he actuado. Y todos dicen que un Grindylow tiene más encanto que yo.”
“Ay Gab, por favor, ¡pero si eres encantadora!” se acerco a ella y coloco sus manos en los hombros de ella. “Lo único que necesitas es practica y en unos pocos días estarás perfecta. “ Dos palmadas en cada hombro. “Esta oportunidad es un sueño, y no sería lo mismo si no tengo a mi mejor amiga acompañándome.”
Gabrielle se cruzó de brazos y suspiró, resignada: “Me voy a arrepentir de esto.”
Klaus no esperaba terminar aquí. Se había dejado influenciar por Cole. Estaban jugando a espantar palomas con unos detonantes y entonces lo había retado. "¿Cuantas palomas puedes espantar con uno solo?" Klaus lo hizo. "¿Cuantos Hufflepuff puedes espantar con uno solo?" Klaus lo hizo. La bomba había sido solo un prototipo y sin embargo había funcionado. Snape habría estado orgulloso. O eso creía. Aun así las cosas no habían ido como el esperaba. "Estoy muy decepcionada de ti. ¿No te preocupa a caso lo que pensaran tus padres? Todo el esfuerzo que hacen para que estés aquí." le reprendió su profesora. Había sido enviado al despacho de la profesora Mcgonagall luego de que el uniforme de un chico de Hufflepuff de primer año prendiera fuego. Y para sorpresa de nadie solo lo habían enviado a él. "Lo siento mucho, profesora." le dijo con honestidad. Mcgonagall suspiró y se calmo un poco. Sentía un poco de lastima por el chico. Era buen estudiante y de los mejores jugadores de Quidditch. Si tan solo no malgastara su talento en cosas tan tontas. "Bien." Mcgonagall se apoyo en su escritorio y se quito los lentes. "No puedo dejarte pasar sin castigo pero la semana que viene es el juego, y necesitamos que estés. Hable con la directora de la obra de teatro que se estrena esa misma semana y estarás ayudando a armar la escenografía." "Pero las prácticas..." "¡Ni una palabra mas!" exclamó mientras agitaba su túnica. "He sido bastante indulgente contigo, Ravensmith. Es hora de que pases tiempo en otro ambiente que te abra los ojos. Pasar el tiempo junto a otro tipo de personas te ayudara a reflexionar."
Carolyn se debía presentar.
Hasta ese momento no había caído del todo en que ella era quien debía guiar a ese grupo.
Se hallaban en uno de los anexos del auditorio, que contaba con espacio suficiente para trabajar en lo que quisieran. Carolyn se subió a la pequeña tarima que había en el frente del salón.
Utilizó su varita como amplificador y cuando habló su voz retumbó por el recinto un poco más alto de lo que pretendía. "ehh... ¿Hola?" todos se giraron hacia ella. Sintió que se encogía un poco. Se recordó que este era su sueño y que la habían seleccionado a ella porque confiaban en ella. Podía hacerlo. Observo al equipo que había reunido: habían sobretodo chicos de Ravenclaw y Hufflepuff pero podía observar algunas corbatas rojas y verdes. Reconoció a algunos miembros del club de teatro y a Gillian, uno de sus compañeros de casa. Clover y ella se sorprendieron mucho al verlo entrar en las audiciones, pero el chico tenia talento para lo dramático. Todos sabían eso. Por fin vio a Clover y Gabrielle, estaban sentadas en el suelo, ambas con sonrisas de oreja a oreja como diciendo "¡Vas muy bien!" Se aclaro la garganta y comenzó de nuevo. Esta vez con más seguridad. "Gracias por venir el día de hoy. Mi nombre es Carolyn Levski y seré su directora. La obra que vamos a presentar será 'Sueño de una noche de verano'. Para los muggles quizás sea mucha fantasía, pero creo que a nosotros nos queda perfecto." el resto del grupo soltó risas y Carolyn termino de armarse de valor. "Lo que quiero hacer es cambiar por completo la manera que se vienen haciendo las obras. Esta es una obra de hadas y magia, creo que si implementamos nuestras habilidades, haremos algo único que atraerá a mas gente." hizo un pausa. "Por supuesto, podré lograr todo eso, si cuento con su ayuda." Una ronda de aplausos recorrió el salón. Gabrielle estaba dando saltitos en su asiento. El resto del día lo pasaron organizando el lugar. Dividieron el salón en varias áreas con distintos propósitos: el grupo de escenografía y reparto estaban cerca de la tarima. También había grupos de vestuario y música. La semana paso increíblemente rápido. En la mañana salía a ver sus clases y luego de un almuerzo rápido, Clover y ella iban al salón donde ya algunas personas estaban trabajando. Daban una vuelta por el salón, inspeccionando el trabajo que se hacia. Carolyn sentía que el salón era demasiado pequeño para contener la felicidad que sentía cada vez que alguien se acercaba a preguntarle su opinión sobre algo. Antes de reclutar al grupo hablan pasado noches en vela haciendo bocetos y escribiendo su propio guión para tener una visión clara de lo que querían presentar. Siempre había ruido. Cuando no había ensayos de reparto, había ensayos de la orquesta. Bueno, no era una orquesta. Era mas bien un pequeño grupo de músicos que Gab conocía del Coro del Sapo. Cuando escucho algunas piezas que habían escrito, le entraron ganas de llorar. "¡Carolyn! ¡Carolyn!" Unos chicos de Hufflepuff colocaron unos objetos inmensos tapados por telas cerca de ella. "¡¿Los consiguieron?!" "La profesora Sprout les pidió que nos ayudaran, manda a decir que buena suerte." Dicho eso, levanto la tela. "¡Bowtruckles!" Carolyn tomo uno delicadamente y lo examinó. La criatura en forma de rama era casi del tamaño de su mano. "Ese es pequeño. Debemos devolverlos, así no estarán tanto tiempo encerrados. El día de la función los buscaremos a primera hora." "Oh, son preciosos. Muchísimas gracias chicos. Los colocaremos junto a Gillian para que sean las hadas. Sera increíble." Su emoción se vio interrumpido por el estruendo de un objeto al caerse. Uno de los chicos soltó un gran suspiro. "Ese chico acabara con nuestra escenografía antes de que tengamos tiempo de estrenarla." La chica se giro hacia la fuente del ruido. Aun no podía entender como era que el Guardián estrella de su año, portador del apellido que mas odiaba en el mundo, había terminado trabajando en su obra. Al principio cuando Mcgonagall le había dicho que era a manera de castigo, pensó que era su oportunidad de tomar venganza por todas las cosas que ese grupo le había hecho, era la mejor opción después de la mismísima Zelda, pero Klaus Ravensmith parecía mas bien un cachorro perdido. Su oscura figura alta y de hombros anchos destacaba totalmente en el salón. Esta era probablemente la tercera vez que se le caía algo. Algo definitivamente ocupaba la mente del chico. Y resultaba que Carolyn tenia debilidad por los animalitos perdidos. "Klaus."
Casi esperó que soltara un respingo pero claro, era un Guardián. Sería extraño si las cosas lo tomaran desprevenido. Apenas levantó la vista cuando la escucho. “Hey, Levski.” Estaba sacando clavos con un martillo de alguna parte de la escenografía.
“¿Cómo te va? ¿Todo en orden?” Le pregunto, los ojos entrecerrados ante la fuerza que estaba utilizando para sacar un simple clavo.
“Si. Como una Quaffle en el aro. ” Al pronunciar la ultima palabra jaló tan fuerte del martillo que el clavo salió disparado hasta la mesa de vestuario, cayendo sobre un vestido. La chica que estaba trabajando el vestido gritó del susto
“BIEN” Carolyn le arrebato el martillo de las manos. “Klaus, hemos decido asignarte otra tarea de ahora en adelante.”
“¿y esa sería…?”
Carolyn miro a su alrededor y sus ojos pararon en el equipo de pintura. "Toma." le ofreció una brocha. "Serás parte del equipo de pintura por un tiempo, ¿Vale? No hay porque esforzarse tanto." Klaus hizo lo que le dijo, aunque era obvio que no entendía el propósito. Pero ella si. Los trabajos toscos no te permiten pensar, pero Carolyn sabia el efecto relajante que unas pinceladas podía tener. El simple hecho de estar pintando algo completamente de un color permitía a uno poner sus ideas al margen. O dejar volar la imaginación si era lo que se quería. "¿Que es lo peor que puede pasar?" "Quedarte con una cabeza de asno, supongo." le respondió Gabrielle indiferente. "Ah, solo eso." Le respondió Gillian con el mismo tono. Incluso en Hogwarts, a los alumnos no les encantaban las obras de teatro. Así que tenían que ingeniárselas para hacer algo distinto. Y ahí era donde entraba la magia. Carolyn era bastante segura sobre sus transformaciones pero aun así debían practicar. Respiro profundo y conjuro las palabras necesarias junto a un movimiento de su varita. Delante de sus propios ojos las facciones de Gillian cambiaron. Su barbilla se volvió mas larga al igual que sus orejas. Sus ojos se hundieron y se volvieron negros. "Oigan no se queden allí con cara de tontos, ¿Que tal me veo?" Alguien soltó un grito de susto. "Bastante bien amigo, ¿No se te antoja un saco de avena?" le respondió Klaus. Carolyn había notado que el pasaba mas tiempo junto al resto de los chicos. "¿Seguro que no te molesta?" Le pregunto Clover aun insegura. "Pues esta un poco pesada" dijo tocándose su rostro peludo. "Igual que la lengua." Ahora se estaba tocando el hocico y tratando de acomodarse la... "Bien, basta, eso es sencillamente asqueroso." lo detuvo Carolyn cuando Gillian terminaba de abrir el hocico. La lengua le cayó hacia un lado. "¿Gue?" pregunto él sin verle lo extraño.
Los demás solo sacudieron la cabeza. Tres días antes del estreno, Lucien, que había ido a supervisar como iba la obra, se acerco a ella al final de uno de los ensayos. "Estoy muy impresionado, te queda muy bien este puesto." Evito sonrojarse y le respondió con modestia: "Oh, no ha sido tan sencillo, pero la verdad he tenido mucho menos problemas de los que esperaba." "Oh tranquila, ya se te presentaran los problemas." se despidió de ella con una sonrisa y la dejo plantada preguntándose que habría querido decir con eso. Pero no le quedo mucho tiempo para preguntarse. "Tenemos un problema." Esa mañana Clover y Gabrielle se acercaron acompañadas de Raymond, el chico elegido para interpretar a Oberón. Tenía la cara pálida y una expresión que indicaba que quería vomitar. "Lo siento mucho, Carolyn. Realmente quería participar." "Probablemente sea gripe estacional." le dijo Gabrielle. "Es imposible pedirle que participe así." Le dijo Clover en voz baja. "Podría ayudarlas en cualquier otra cosa." Se sorbió la nariz. "Si eso quieren." "No, Ray. Creo que será mejor que descanses. Quizás así alcances a venir al estreno." Le dijo Carolyn con voz calmada y amable. Se atrevió a colocar una mano sobre su hombro. El asintió y se fue acompañado por Gabrielle quien le empezó a hablar sobre una increíble infusión que ayudaba en estos casos.
Cuando salieron, Carolyn se llevó las manos a la cabeza. "Estamos fritos. ¿Donde voy a conseguir a alguien a estas alturas?” su voz desesperada. “No podemos hacer audiciones otra vez, tendrá que ser alguien del grupo que ya tenemos." No había nadie mejor que Raymond para interpretar al rey hada. Tenía la apariencia y la experiencia. "Bueno, ahora que lo dices, hay un chico que a pesar de lo imposible que te parezca, ha estado prestando atención a los ensayos." Carolyn siguió la mirada de su amiga. Klaus estaba sentado con el resto del elenco riéndose de alguna tontería que Gillian estaba haciendo. "Nunca aceptará." "Piénsalo" Clover se acerco para que solo ella la pudiera escuchar y en tono conspirador le dijo: "Un chico popular de Gryffindor como protagonista de tu obra. ¿Sabes cuantas personas vendrán a verlo? No solo serás la primera directora que utiliza efectos mágicos en vivo, también lograras subir el numero de audiencia. ¡Será inolvidable!" Carolyn suspiro. "¿Por que no escogimos a un elenco de reemplazo en primer lugar?" Su amiga se encogió de hombros "Somos principiantes, algo se nos tenia que pasar por alto." Para la buena fortuna del club de arte, los problemas que llegaban rápido también tenían soluciones rápidas. Por supuesto que Klaus se negó. "Entiendo que lo que tratan de hacer es importante para ustedes, pero debo volver a practicas lo mas pronto posible." A Carolyn solo le basto con recordarle sobre Quidditch para sacar su arma secreta. "Veras, esta es la cuestión. Mcgonagall fue bastante firme, debes hacer lo que el director de la obra te pida. Y en caso de que yo, directora de la obra, decida informarle que no has hecho lo que se te asignó, no podrás volver a jugar hasta que ella lo decida." Se cruza de brazos. Él tambien se cruzo de brazos. "Mcgonagall no me dejara fuera del juego tanto tiempo, todos saben cual es su prioridad." "Si bueno, la profesora no tiene mucha opción, ha dejado pasar muchas de las travesuras de TU equipo. Como dije, fue bastante firme." No pudo evitar la sonrisa. La sorpresa de Klaus se transformo en una mirada asesina, nunca había esperado que Carolyn fuera tan mala. Aunque debió haber pensado que podía ser astuta. En cambio ella solo sonreía, sabia que había ganado. Ahora se hallaba sonriente supervisando uno de los últimos ensayos. Klaus y Gabrielle estaban en escena.
Gabrielle como Titania era algo que nunca dudó. No había nadie que se pareciera más a una reina de las hadas. Aunque ella si que lo dudaba, mientras más tiempo pasaba en los ensayos se le veía mas cómoda. O eso le parecía. "Vamos, mi Reina, entrelaza tus manos con las mías." Klaus le ofreció sus manos. Gabrielle que lo había estado observando atentamente esperando su turno, parpadeo un par de veces de esa manera que siempre hacia cuando algo realmente la sorprendía. "Mmm. Creo que necesito ir al baño." Con eso bajo corriendo del escenario.
"Gab." Carolyn tocaba insistente la puerta del baño. "Vamos, Gabrielle. ¿Estás bien? Nos estas preocupando." "Sera mejor que esperemos." Le dijo suavemente Clover. Se alejaron del cubículo y esperaron. Luego de unos minutos, Clover decidió volver para seguir con los ensayos. Carolyn solo tuvo que esperar unos minutos más para ver a su amiga finalmente salir. Gabrielle salió sin levantar el rostro, aunque era obvio que estaba avergonzada de lo que acababa de hacer. "No voy a poder hacerlo. Lo lamento. En serio. Creí que podría pero..." "Oye, no te preocupes. Es solo una falla técnica de la que encontraremos una solución. Es normal tener nervios antes de algo así." Gabrielle clavó los ojos en los de ella. "Lo digo en serio, Carolyn, no puedo." Era obvio que había estado llorando. "Gab, sabes que necesito tu ayuda." "Lo único que conseguirás es que arruine tu obra. Haré lo mismo mañana." "No tenemos tiempo. No voy a poder solucionar esto. Solo quedan dos días." "Mis líneas son cortas, las podría aprender cualquier persona. Incluso tu o Clover." suspiro. "No puedo estar en un escenario, en serio no..." "No puedo creer que me hagas esto." Dijo después de un tiempo, indignada. "¿De verdad estas molesta?" Si, si lo estaba. Había podido arreglar tantas cosas, ¿ahora que haría? "No me molesta que te pongas nerviosa, es solo que… ¡Quería que mis amigos me ayudaran! También me costo aceptar esto, fue una prueba para mi. Solo esperaba que mis amigos pudieran hacer esto por mí. Que me acompañaran." "¡Acepte por ti!" Dijo Gabrielle sorprendida de lo que escuchaba. "Es obvio que no puedo pedirles que se arriesguen a hacer cosas por mi. Pero esto no es hacer trampa en un examen, es solo una obra. Es por diversión." "No es diversión para mi." Gabrille volvió a secarse los ojos. "Lo siento mucho." luego se fue. Sin querer, Carolyn también empezó a llorar. El día del estreno, Carolyn se vistió para la ocasión. Cambio su túnica por un abrigo largo y se coloco una boina verde. Después de su discusión con Gabrielle, se arrepintió mucho. La había hecho sentir mal por una inseguridad. Se sentía como una mala persona porque ella misma había pasado por eso. Pasaba por eso todo el tiempo. Muy tarde se dio cuenta que solo lo había hecho por el estrés que organizar la obra le había causado. "Esta cosa parece que me trago." Dijo Clover alzando las mangas. El vestido de Titanía era precioso, estaba hecho de tela brillante donde sea que lo vieras. Según el equipo de vestuario se supone que debía deslizarse grácilmente sobre el suelo. Pero en el caso de Clover más bien se arrastraba.
“Si no lo miras muy de cerca, casi parece que solo te sobra una talla.” Dijo Gillian, vestido con una camisa y pantalones regulares. Se encontraban detrás de escena a solo una hora de que empezará la función.
Klaus le echo un ojo y soltó un tisk. Al menos podías contar con el para honestidad. Su traje era totalmente negro con brillos y tiras que salían de sus mangas para arrastrarse por el suelo. Había refunfuñado un par de veces mientras lo maquillaban y casi soltaba un grito cuando vio la corona que debía llevar. Carolyn se había arremangado las mangas lista para darle su merecido cuando escucho sus comentarios pero se reconfortó con la idea de que tendría fotos exclusivas de el con su traje que podrían servirle de chantaje si la situación lo a meritaba.
Una débil voz se escuchó. "¿Creen que aun hay tiempo para arreglarme?" Apenas la escucho, Carolyn salió corriendo a abrazarla. "¡Oh gracias a Dios, Gabrielle!" "Lo lamento, no volveré a dejarte sola en nada. Lo prometo." dijo respondiendo al abrazo. "Yo lo siento, no debí haberte tratado así. Debí haberlo entendido." se separo un poco de ella y dijo: "En realidad, no tienes que hacerlo si no quieres." "Si quiero. " Le dijo sonriendo y tomándole las manos. “Pase todo el día practicando, prometo que lo haré bien.” Carolyn imito su sonrisa y con un apretón de mano dijo: "Estoy segura. No hay mucho tiempo para esto, vamos Clover quítate eso." "Gracias a las barbas de Merlín y Dumbledore." Dijo mientras iba a quitárselo felizmente "Si sirve de algo," Klaus se había acercado a Gabrielle mientras los demás no observaban. "la mayoría de las personas van a estar pendiente de mi, no creo que te presten tanta atención." Gabrielle que ya volvía a tener la garganta seca solo asintió y dijo: "Si, gracias, quizás sirva de algo." Carolyn reviso por última vez el programa:
REPARTO Oberón (Klaus Ravensmith) Puck (Yuri Gao) Titania (Gabrielle Foxglove) Hermia (Lavender Staniv) Helena (Georgia Smith) Lisandro (Julian Carr) Nick Bottom (Gillian Barnabe) Hipólita (Margaret Strancy) Demetrio (Jamie Harvest) Acto I Acto II
Acto III
Interludio
Acto IV
Acto V
A las 8:50pm el auditorio se había llenado casi por completo y a las 7:00pm, la música que indicaba el comienzo de la obra comenzó. El rumor había corrido que la obra de esta temporada iba a ser una locura, tendría efectos especiales y todo. Y por supuesto, todos querían ver como el guardián estrella de Gryffindor hacia su estrellato. La primera escena inicio con cuatro personajes entrando, con trajes y vestidos de otra época.
“No está lejos, hermosa Hipólita, la hora de nuestras nupcias, y dentro de cuatro felices días principará la luna nueva; pero ¡ah!, ¡con cuánta lentitud se desvanece la anterior! Provoca mi impaciencia como una suegra o una tía que no acaba de morirse nunca y va consumiendo las rentas del heredero.” Dijo Teseo.
Hipólita le respondió: “Pronto declinarán cuatro días en cuatro noches, y cuatro noches harán pasar rápidamente en sueños el tiempo; y entonces la luna, que parece en el cielo un arco encorvado, verá la noche de nuestras solemnidades…”
Carolyn seguía el libreto, lista para reaccionar ante cualquier eventualidad. Pero no fue necesario, su equipo estaba muy bien preparado.
La escena continúo y entraron y salieron nuevos personajes. Llegaron los campesinos que debían fingir interpretar una obra como en esos tiempos e hicieron reír a todos colocándose trajes, barbas y fingiendo hacer voces de mujer.
Con una suave neblina el escenario cambió. Arboles y flores que brotaron del suelo, con pequeñas luces flotando por el aire. La música se hizo más lenta. De pronto, el techo sobre el público se lleno de luces. Una por una fue encendiéndose hasta formar un cielo estrellado. Aplausos salieron de todos los asientos del auditorio. Titania salió a escena. El vestido de Titania había sido diseñado como una ilusión. No podías realmente ver una forma, solo habian muchas tiras delgadas y brillantes colgando del cuerpo. Las de sus brazos casi llegaban al suelo. Su cabello rubio estaba suelto solo apartado de un lado de su cara, que permitía ver las flores colgando de su oreja y otras mas en una corona. Un séquito de pequeñas hadas la seguía. Klaus se había equivocado, aquel vestido que le había quedado a Clover como una alfombra había sido diseñado perfectamente para Gabrielle y con unas cuantas flores en el pelo, parecía que la reina de las hadas había sido sacada del libro. La gente difícilmente noto a Klaus.
La otra persona que destacaba en la obra era Gillian, sus escenas eran en su mayoría cómicas y tenía al público ganado.
“Si yo fuera hermoso, Tisbe, sólo sería tuyo” Dijo dramáticamente. Justo a tiempo para la transformación. Desde su lugar, Carolyn recitó las palabras mágicas y el rostro de Gillian cambio. Del cuello para abajo seguía su vestimenta teatral y del cuello para arriba, una cabeza de asno. El público se lleno de exclamaciones de sorpresa y otra vez escucho el grito de terror. Carolyn suspiró de alivio de que había salido tan bien. Debía agradecer a la profesora Mcgonagall por no solo haberle dado permiso, también la ayudo con el hechizo.
“…no he de moverme de aquí. Me pasearé de arriba abajo y cantaré para que me oigan y sepan que no tengo miedo.” Siguió Gillian sin ninguna alteración a su actuación debido a la transformación, luego empezó a vociferar una canción tonta. "¡Suelten a los bowtruckles!" Le susurro a los chicos detrás de escena. Las jaulas se abrieron y en vez de moverse lentamente por el escenario, las criaturas salieron volando de sus jaulas. "¿Eso son…?". Empezó a decir. "¡DUENDECILLOS DE CORNUALLES!" alguien grito. El público se volvió loco. Carolyn sintió que se iba a desmayar. "¡Busquen las jaulas!" le ordeno a su equipo. "¡Carolyn!" Gabrielle la tomo del brazo. "¿Recuerdas cual es el hechizo para detenerlos?" Le pregunto desesperada "Ehm.. No en este momento. Tendremos que intentar algún otro para atraparlos." Un duendecillo salió disparado a los ojos de alguien del público. Otros dos estaban sujetando los cuernos falsos del chico que interpretaba a Puck, claramente interesados en una criatura con sus mismas características. Clover salió corriendo a ayudarlo. Carolyn mando a cerrar las puertas mientras Gabrielle a su lado trataba con todos los hechizos que podía con su varita que no tenía ni idea de donde había sacado. Los duendecillos detectaron la amenaza y salieron en su dirección, gustosos de causar mas desastre. Se movieron como un enjambre de abejas en la dirección de las chicas. Gabrielle ya se hallaba con los brazos cruzados sobre la cabeza esperando lo inevitable pero Klaus detuvo el ataque al lanzarles su corona de rey hada. Era un caos total. Estaban acabados. Fue entonces, en medio del revuelo, que una voz sonó fuerte y clara sobre las demás. "¡PETRIFICUS TOTALUS!"
Inmediatamente, los duendecillos quedaron paralizados en el aire, atrapados en burbujas de hielo. Como si se hubiera parado el tiempo, pero tan solo eran ellos los que estaban congelados. El mundo miro sorprendido como lo duendecillos volvían chillando a sus jaulas. Luego, con otras palabras las jaulas se sellaron. Los ojos de las criaturas eran los únicos que se movían. Al buscar la fuente de su salvación, el grupo solo encontró una cabeza de asno. "¿Gillian?" Gab parecia bastante confundida. "¡Oh por dios, Gillian!" Clover lo abrazo dramáticamente y fingió expresión de estar apunto de llorar "Eres mi héroe." "¿Por que todos se ven tan sorprendidos?" pregunto el, claramente ofendido de que no lo vieran capaz. El resto solo se rió. Estaban a salvo, bien. ¿Y ahora que?
El publico que se había ocultado tras los asientos empezó a asomar la cabeza con lentitud, asegurándose de que ya no había peligro. Una figura alta se levanto desde la última hilera. Clover se llevo una mano a la boca. "No puede ser." murmuró. Carolyn recordó entonces que Lucien hacia comentado algo sobre lo fanático que era el Profesor Dumbledore por las obras de teatro. El profesor miro a su alrededor, como buscando alguna razón por la cual asustarse y dijo: "¿Y bien? ¿Podemos seguir? La obra estaba apunto de ponerse interesante." Carolyn casi juraba que le había guiñado un ojo, pero estaba demasiado lejos. Tan solo asintió y apresuró a los chicos a bajar el telón para organizarse. Al momento en que el elenco salió a dar su última reverencia al público, hubo una ovación de pie. Sin darse cuenta, sus amigas se habían acercado a ella y la llevaron al escenario, a pesar de sus protestas. Sin saber muy bien que hacer, solo hizo una reverencia. Los aplausos crecieron. Cuando Dumbledore volvió a levantarse se hizo el silencio nuevamente, se dirigió a ellos: "Ha sido una obra magnifica, debo decir que es mi adaptación favorita de una de mis obras favoritas. Sin embargo,” dejo su tono complacido por uno más serio. “por haber soltado irresponsablemente criaturas mágicas que podrían haber ocasionado grandes daños a la institución, me temo que debo quitarle cien puntos a Ravenclaw" "Dicho esto, debo añadir que gracias a la acción de uno de sus compañeros que demostró valentía y también que ha prestado atención a sus clases, ha sido capaz de salvarnos de un inminente peligro, así que debo otorgarles ciento cincuenta puntos a Ravenclaw." El salón se lleno de vítores y aclamaciones. El grupo que estaba en el escenario empezó a saltar y gritar de emoción, unos chicos rodearon a Gillian y lo alzaron en el aire. Él parecía bastante atónito por la noticia pero luego solo se dejo llevar por su nueva popularidad.
Era un final perfecto para algo que pudo haber salido terriblemente mal. Los chicos del grupo de arte decidieron reunirse en la sala común de Hufflepuff para celebrar, con tiempo suficiente para volver antes de lo prohibido, por supuesto. A los cocineros les gustó tanto la obra que prometieron llevarles pastel. Carolyn no podía perderse eso.
Recordó que dejo su bolso en el teatro así que les dijo a sus amigos que se adelantaran. Una voz la detuvo antes de salir. "¡Ciento cincuenta puntos! ¡Ellos soltaron los Duendecillos en primer lugar!" Carolyn se oculto y siguió escuchando. Su obra a pesar de los desastres, había ido increíble. No iba a dejar que Zelda se lo arruinara con alguno de sus comentarios. "Tienes que admitir que fue divertido." Zelda echo los hombros hacia atrás y se relajo un poco. "Tienes razón, siempre es divertido ver a un grupo de tontos hacer el ridículo. Por suerte, ciento cincuenta puntos son fáciles de ganar."
“Lo que aún no entiendo es como esos chicos de Hufflepuff pudieron confundir las jaulas. Parecen bastante dedicados a lo que hacen como para dejar pasar eso por alto.” Se preguntó Klaus.
“Pues obvio que no lo hicieron. Fuimos nosotros.”
“Ah.” No sonaba para nada sorprendido y no añadió ningún otro comentario. "Lo que yo no puedo creer es que Gillian no sea un bueno para nada. Tal parece que no eres tan malo buscando nuevos amigos." Casi podía escuchar su sonrisa de suficiencia.
Definitivamente somos mejores que tú. Ugh "Oye, no son mis amigos ni siquiera pensaba pasar mas tiempo con ellos. Tranquilízate." Hubo un pequeño silencio mientras la chica pensaba. "Sabes, Cuidado de Criaturas Mágicas no es nuestro fuerte. Podrías sacar algo de allí." La risa de Klaus llego hasta donde estaba "¿Lo dices en serio?" "Solo trato de sacar lo bueno de cada situación. Estaba casi segura de que no saldría nada de esto pero," Carolyn pudo acomodarse lo suficiente y esta vez si observó la sonrisa de Zelda. "parece que si es posible." "Bien." Klaus se había despojado de su vestimenta teatral y volvía a utilizar su típica chaqueta de capucha "No voy a preguntar quien lo tiene que hacer, si dejo que tu lo hagas, lo ahuyentaras con tu encanto." dicho eso se subió la capucha y salió. "¿A donde vas ahora? ¡¿Y a que te refieres con eso?!" La pregunta de Zelda no tuvo respuesta porque ya el chico se había ido. Se fue detrás de el refunfuñando sobre como siempre desaparecía. Carolyn salió y se quedo pensando un rato. Realmente no se terminaba de conocer a las personas.
FIN
N/A: Para las descripciones de la obra me base en la adaptación de A midsummer night’s dream de 1935, les dejo algunas imágenes.
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Hola extraño, solo escribo para contarte que el día de hoy, obtuve el alta de terapia... No me había dado cuenta hasta el día de hoy que mi psicóloga lo mencionó que casi pasó un año, se cumplía en octubre, la última semana. Así que lo logre un mes antes, no sabes cuánta emoción siento en este momento. Y escribo esto con lágrimas (de felicidad, obviamente), sé que he cambiado mucho en este año, he crecido y he aprendido tanto, quiero que sepas que me siento más fuerte que nunca, y que sería la persona más feliz si pudieras estar aquí conmigo celebrando esto. No lo había querido decir en voz alta, pero te extraño como no tienes idea, estos meses sin ti han sido raros, pero también estoy consciente que tenía que darte tu tiempo y no insistir; ya sé que rompí tu corazón, y te quiero ofrecer una disculpa sincera por eso.
Me aleje porque no quise ser egoísta, creo que siempre anteponia mi sentir antes que el tuyo, y no me daba cuenta que eso te lastimaba. Quiero darte las gracias por haber estado, por haberme apoyado y haber entendido todo por lo que pasaba, quizá nunca lo supiste pero fuiste de gran ayuda innumerables veces. Te amo como no te imaginas, y estoy segura que siempre lo haré. Espero que en tu vida todo esté marchando de maravilla en estos momentos, espero también que estés reventando de felicidad y si no es así, te mando un abrazo enorme como los que solía darte aunque ahora sea a la distancia, quizá en algún momento nos volvamos a ver y quizá las cosas ya no vuelvan a ser igual, pero aquí en mi corazón y mi sentir todo se quedará de la misma manera que antes. Hay mucho que quisiera contarte, y también quisiera que pudieras ver todo lo que soy en estos momentos, aunque para ser honesta no sería una gran sorpresa para ti ya que fuiste uno de los primeros en notarlo, conocías cada gesto y movimiento, eso era algo que me encantaba de ti. Sigo pensando que eres de esas pocas personas que realmente se enamoro de mí, que me vio tal y como era, sin forjarse expectativas y aún así con todo y mis defectos seguías pensando que era lo máximo. Y yo también lo pienso de ti, por eso siempre hui, tuve tanto miedo a arruinarlo, y al final terminé haciéndolo, a veces somos muy tontos, pero hoy entiendo que muchas cosas que pasan son para poner todo en su lugar.
Siempre vas a ser una de las personas más importantes en mi vida, aunque ya no estés más.
Ojalá que en algún momento tenga el suficiente valor para decirte todo esto, mientras tanto te lo dejo aquí, es otro tipo de abrazo, uno más duradero.
Siempre tuya, Keny. I rawr you. 🦖
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Diabolik lovers Chaos Lineage Shin Tsukinami Capitulo 3
Muchas gracias a @kyouxa por dejarme traducir esto al español (thank you sweetheart <3) espero que disfruten este capitulo tanto como yo y sin más que decir a disfrutar y discúlpenme por los posibles errores. bye bye~~
Lugar: Mansión Orange - Exterior
Ayato: --- Bueno, parece que Ruki todavía esta ocupado.
Kanato: Entonces vámonos y dejemos este lugar.
Ayato: Si. De verdad, como si el gran yo hiciera lo que ese idiota de Ruki me dice que hacer. (es igual que yo cuando mi mamá me dice que hacer xD)
Kanato: Ruki realmente es un idiota. Ayato no sería más útil que un familiar de todos modos.
Ayato: ¡Oye, no digas algo tan innecesario!
Lo que sea, quedémonos en silencio y abandonemos finalmente este lugar.
Kanato: ¿Entonces nos vamos a vengar de él?
Ayato: Eso es cierto. Haremos que Ruki se arrepienta de su elección de ayer.
¡Me pregunto qué cara haría ese tipo con gafas!
Kanato: ¿Te refieres a la mansión de la que es dueño Reiji? Suena bastante divertido para mi. Estoy muy ansioso por eso.
----- Monólogo -----
La situación no se esta moviendo en una sola dirección y el tiempo esta siempre avanzando.
¿Cómo puedo hacer que los recuerdos de Shin-kun regresen a el, como podemos regresar de este lugar a nuestro mundo original?
Pienso en ello, pero no puedo encontrar ninguna solución. En una situación en la que no puedo encontrar ninguna pista, he comenzado a ser un poco impaciente.
----- Fin del Monólogo -----
Lugar: Mansión Orange - Sala de estar
Ruki: Tampoco están aquí...
Shin, Eva. ¿No vieron a Kanato o Ayato por aquí?
Yui: ¿Qué...?
Shin: No, no los he visto. ¿Qué sucede, hermano?
Ruki: … Es extraño. No los he visto a los dos por un tiempo ahora. Tampoco están en sus habitaciones, en ningún lugar del mundo...
Shin: *Suspiro* … Esos tipos. Espero que no se hayan encerrado en algún lugar otra vez.
Ruki: Pensé que al menos lo sabías, ya veo, tampoco sabes dónde están.
Les pedí que salieran a un reconocimiento hoy, pero así mis instrucciones son inútiles.
Shin: Estoy seguro de que no se escaparon tan lejos de todos modos. La batalla por el Gobernante Supremo ya ha comenzado, lo que debería asustarlos un poco.
Bueno, tal vez ese sea el caso. Además hermano, ¿Por qué no dejas que un familiar los cuide?
Ruki: Si. Ya lo preparé. Realmente tengo que usar magia para vigilar sus movimientos …
Parece que los familiares tampoco pueden ver su apariencia. No me digas, Ayato y Kanato, ¿Corrieron a otra mansión …?
Shin: Esa podría ser otra posibilidad. Sin embargo, sería bastante extraño que lo hicieran.
Ir a la mansión enemiga sin ningún permiso …
Ruki: Sí, eso sería un problema.
Yui: (Ayato-kun, Kanato-kun, ¿A dónde fueron?)
*Los Familiares Regresan*
Ruki: ¿Oh? Los familiares se unieron a ellos y regresaron con un informe.
Shin: Vamos a escucharlos entonces.
Yui: (¡Quizás los familiares realmente saben a dónde fueron los dos…!)
Ruki: … Ngh, ¿Qué hicieron …? ¿Estos dos van a atacar la mansión de Scarlet …?
Yui: (¿¡Eh !? ¿Qué …!?)
Shin: ¿Qué? Estás bromeando … ¿Qué están haciendo?
Ruki: No puedo creer que realmente fueron a atacar al enemigo. Cada vez que hacen algo egoísta, mi cabeza comienza a doler.
Yui: Pero, me pregunto por qué de repente decidieron ir a la mansión de Reiji-san …
Ruki: Según los informes de mis familiares, parece que han estado actuando de manera extraña desde ayer.
Probablemente, la limpieza de ayer fue el detonante de sus acciones.
Supongo que querían una venganza por mi acción y por eso fueron al enemigo.
Yui: Tal cosa …
(Parece que los recuerdos del actual Reiji-san también son extraños …)
(Si realmente fueron a un lugar así, Ayato-kun ni Kanato-kun saldrán de esa situación fácilmente …)
Ruki: Realmente son problemáticos. Iba a evitar una pelea hasta que entendiera completamente la situación actual …
De verdad, ¡siguen actuando sobre su propio comportamiento egoísta y no puedo soportar eso …!
Shin: ¿Qué vas a hacer, hermano? ¿Realmente los perseguirás y te meterás en problemas con otra mansión?
Ruki: … Sí, no puedo evitarlo. Los traeré de vuelta a nuestra mansión sin peligro.
Shin: bien. Entonces yo también iré.
Ruki: No, te quedarás aquí.
Shin: ¿Eh? ¿Porqué es eso?
Ruki: Permanecerás con Eva como su guardian, como fuiste elegido.
Shin: ¡Pero …!
Ruki: No puedo correr el riesgo de llevar a Eva afuera. Podría ser posible ponerse a nuestras espaldas y el enemigo se la llevaría.
Esa es la razón, Shin, entiendes eso, ¿Verdad?
Shin: … Lo hago, hermano. No se puede evitar si mi papel es protegerla.
Yui: (Shin kun, se ve muy insatisfecho con sus instrucciones dadas …)
(¿Quieres ir con Ruki-kun porque quieres ser útil para él? O tal vez …)
Shin: Incluso si estoy solo aquí, no deberías actuar por ti misma y solo hacer lo que te digo.
Nunca se sabe lo que podría pasar si pasamos un tiempo a solas aquí, ¿Verdad?
Yui: S-Sí. Es verdad…
Lugar: Mansión Orange - Exterior
Ruki: Bueno, entonces, me iré.
Shin: Sí, ten cuidado hermano.
Ruki: No, eres tú quien debe tener cuidado.
Yui: ¿...?
Ruki: Puede haber algo mientras estoy fuera. También podría ser una alta probabilidad de que otro miembro de la familia pueda atacar.
Mantén tus ojos en Eva todo el tiempo para que no suceda nada. Esas son las condiciones, para dejarlos a los dos solos.
Shin: Lo se. Nunca me iré, nunca la dejaré sola y vigilaré a Eva todo el tiempo para que no pueda ser robada.
Ruki: Si. Nos vemos.
Yui: Ruki-kun, espero que los traiga de vuelta a salvo.
Shin: ¿Qué? Es obvio que volverá a salvo. Tú, ¿realmente crees que mi hermano se lastimaría tan fácilmente?
Yui: E-Eso no es lo que quise decir …
Pero en esta situación, pensé que sería mejor preocuparme un poco ya que no puedo hacer nada útil.
Shin: Si esa es la razón, no te preocupes. Literalmente, no hay nadie que pueda vencer a mi hermano.
El poder de mi hermano es fuerte. Sí, realmente no puede ser vencido …
Yui: (¿Eh? Su voz se hizo más baja …)
Shin: Aha, de verdad. Si no fuera por tu seguridad, podría haber seguido a mi hermano.
¿No puedes defenderte de alguna manera, por ejemplo con tus poderes especiales como Eva? (ósea como un super héroe??? )
Yui: … L-lo siento. No tengo tales poderes.
Lugar: Mansión Orange - Entrada Principal
Yui: (Ruki-kun se ha ido ahora, solo yo y Shin-kun estamos en esta mansión ahora …)
(Esta podría ser mi oportunidad. Él podría escuchar mi historia si hablo de eso ahora)
Lugar: Mansión Orange - Sala de Estar
Shin: Aha. Estar solo realmente es aburrido. No puedes ser útil para mí tampoco.
Oye, dijiste que puedes hacer un poco de té, ¿verdad?
Quizás una maravillosa y deliciosa taza de té mataría al menos un poco de mi aburrimiento.
Yui: Sí, lo entiendo. Vuelvo enseguida.
(Me alegra que me haya pedido que haga algo por él, tal vez su actitud fría se calme mientras estemos solos en esta mansión)
(Después de todo, Shin-kun no cambió en absoluto. Pero, todavía quiero que sus recuerdos vuelvan a él pronto …)
*Pasa el Tiempo*
Yui: Aquí tienes, Shin-kun.
Shin: Te tomó tiempo. Me preguntaba cuánto tiempo más querrías que esperara.
Yui: lo siento. Me llevó mucho tiempo prepararlo porque es una cocina con la que no estoy familiarizado.
Aquí tienes. Disfrútala.
(He estado haciendo fluir el té una y otra vez, y finalmente tuve confianza en la forma en que sabía el té, así que creo que …)
Shin: … Bueno, el olor no es tan malo.
Ngh … heh, realmente hiciste un buen trabajo al preparar el té.
Yui: ¿Es eso cierto? Me alegro.
(Shin-kun realmente parece estar de buen humor ahora, ¿tal vez ahora puedo hablar sobre sus recuerdos?)
(Si no actúo, nada cambiará. Intentaré dar lo mejor de mí para que pueda recordar todo sobre él …)
Oye Shin-kun. Después de todo, sigo pensando que los recuerdos de todos son falsos.
Puede ser difícil, ¡pero no seas tonto y cree en lo que estoy tratando de decir …!
Este lugar, no es el lugar habitual donde vivíamos Shin-kun y Carla-san …
En este momento, estamos viviendo y luchando como una familia falsa en un lugar que ni siquiera reconocemos …
No sé cuál es la causa de todo esto … ¡pero estoy segura de que esto no está sucediendo de forma natural!
Shin: ¿Ha? Tú, realmente sigue diciendo eso. Parece que no tienes disciplina.
Además, ¿Qué dijiste antes? Por lo general vivía con Carla y tú, jaja … que ridículo.
¿Podría ser que también quieres ir con Carla, el dueño de Violet? Realmente eres una mujer codiciosa.
Yui: ¡Eso no es cierto! No dije nada de eso …
Además, el verdadero hermano de Shin-kin no era Ruki-kun para empezar, ¡Siempre fue Carla-san!
Shin: Ja, Carla siendo mi hermano, ¿Realmente continúas diciendo eso? Deja de perder el tiempo ya.
En general, ¿Cómo se supone que debes saber que son falsos? ¿Sabes lo que estás diciendo? Bueno, entonces, ¿Qué hay de estos recuerdos?
Yui: ¡Es verdad! ¡Carla-san es realmente tu hermano!
Puede ser … que no puedes estar convencido tan repentinamente de tus recuerdos falsos actuales …
(Después de todo, todavía parece que es difícil creerme)
(Pero, solo puedo seguir diciendo la verdad …)
Shin: ¿No estabas durmiendo en la iglesia hasta hace poco?
Si es así, ¿no se confunde con los recuerdos porque podría ser un sueño que tenía en ese momento?
Yui: ¡Qué …! Eso no es…
Shin: Bueno, entonces, ¡Muéstrame pruebas si sigues diciéndolo!
*Shin se acerca*
Yui: Kya …!
(¡La cara de Shin-kun esta empezando a estar cerca …!)
Shin: Oye, sigues diciendo esto con tanto entusiasmo todo el tiempo, ¿No hay algo? ¿Algo que me convencería?
Yui: Incluso si quieres pruebas, realmente no tengo nada para convencerte … Ngh
Shin kun …! ¡Por favor no te acerques tanto …!
Shin: Jaja, ¿por qué eres tan tímida? Tú eres la que abrió la boca, y ahora, tu cara se está poniendo roja.
¿No me digas que ya estás realmente satisfecho con esto? Al menos lo parece.
Yui: … Ngh
(Porque …)
Shin: Ya veo. Tú y yo fuimos amantes en tu sueño. No se puede negar con tu reacción.
Yui: (Así es. Somos amantes … y me duele el corazón cuando actúas como si hubiera soñado con eso)
Shin: Tu olor se ha vuelto más dulce por un hace rato, ¿Podría ser que te emocionas diciendo que eres mi novia?
Yui: ¡Detente …!
Shin: Ya te lo dije, no sirve de nada resistirse. Ah, de verdad, el olor es completamente insoportable ...
Yui: ¿Vas a chuparme la sangre? Pero, si haces eso, ¡Ruki-kun definitivamente se enojará …!
Shin: Je, ¿Alguna vez mencioné que iba a chuparte la sangre? Después de todo, realmente estás excitada. (óigame no xD)
Yui: ... Ngh!
Shin: Como quieras, voy a chupar tu sangre especial. Mira, ¿Qué tal este lugar aquí?
Yui: Ah …
(¡Me está acariciando el cuello ... me hace cosquillas y mi voz puede salir ...!)
Shin: Jeje, estás muy emocionado. Tu cuerpo es bastante honesto.
Ahora, me dijiste que no tienes ninguna evidencia, pero eso no es cierto. Ah, ¿tal vez es tu sangre o algo así?
Yui: P-¡Por favor espera! ¡Realmente no tengo ninguna evidencia …!
*Shin retrocede*
Shin: ¿Heh? ¿Realmente no hay nada? Bueno, tampoco tengo una razón para creer en tu historia.
------ Opciones ------
❌ No puedo decir nada
Yui: …
( No puedo decir nada... )
Shin: Heh… Aparentemente la historia parece terminar aquí.
Yui: ¿Cómo puedo hacer que tu me creas ...? Literalmente, no hay nada que pueda hacer para probártelo. En ese caso...
Shin: ¿Qué? Yo tampoco lo sé. Piensa en algo tú misma.
Yui: Eso es … eso es correcto pero …
(Ah, no puedo hacer eso. Si solo hubiera una oportunidad para que los dos se conocieran)
Shin: ¿Ya terminaste? Si todavía quieres bromear sobre ese tema, no me uniré a el.
❤️ Sugerir conocer a Carla- san
Yui: Si tu conocieras a Carla-san, estoy segura de que podrías recordar todo...!
Shin: ¿... Carla? (ósea tu nii-san verdadero :v)
¿Por qué quería conocer a una persona como Carla?
Porque debería estimular al enemigo con esto, lo siento. incluso mi hermano no podría perdonarme.
Yui: Eso es cierto...
------ Fin de las opciones ------
Shin: No vuelvas a pensar en esas cosas tontas de nuevo, También debes tomar un poco de té para relajarte.
Yui: Si... Esta bien...
(Supongo que mi sugerencia no fue buena … ¿Qué puedo hacer exactamente para hacerle creer en mi historia …?)
(Incluso si lo dices, los recuerdos en tu cabeza, tienes un sentimiento hostil porque quizás creas que has conocido a Carla-san antes, ¿Verdad?)
(Estoy segura de que te sientes nostálgico al respecto, ¿Verdad?)
Oye Shin-kun. Dime, ¿Por qué no podemos encontrarnos con Carla-san …?
¿No sentiste nostalgia, no sientes que estás cerca de esta persona?
Shin: Woah, ahora solo estás hablando sin sentido … Parece que lo olvidaste.
Ese tipo es un enemigo, un enemigo. No puedo encontrarme con ellos así.
... Hmm? Espera. Como dijiste, por alguna razón … Me siento extraño pensando en Carla ahora.
Yui: ¿Qué …?
Shin: La sensación de no querer perder, que definitivamente querría superarlo … Pero, es un hombre que solo puedo admirar desde lejos …
Yui: (¡Sí, así es Shin-kun! Carla-san es el hermano mayor de Shin-kun, a quien Shin-kun respeta y admira)
(¡Un poco más! ¡Estoy segura de que puede recordar …!)
Shin: Bueno, es natural que no quiera perder porque es un enemigo. El hijo mayor de Violet, es un oponente decente.
Yui: (… Ya veo. Todavía no recuperó ninguno de sus recuerdos …)
(Pero sentí que podía ver un poco de esperanza, incluso si no hubiera ningún cambio hasta ahora)
(¡Incluso si tiene un falso recuerdo en su cabeza, en algún lugar de su mente puede recordar sus verdaderas memorias…!)
(Dijo que sería un oponente decente, tal vez podamos encontrarnos con él por eso. Vamos a preguntarle a Shin-kun nuevamente) (ten cuidado con lo que deseas yui xD)
Shin-kun, después de todo …
Shin: … ¡Ngh! Shh, escucho algo.
Yui: ¿Eh …?
Shin: Sentí la apariencia de algunas personas justo ahora. No sé si están afuera o adentro de la casa, tal vez estén cerca de aquí.
Yui: ¿E-es cierto? No escuché nada extraño …
(La expresión de Shin-kun es más seria que nunca … ¿Alguien realmente se acerca aquí …?)
*El cristal se rompe*
Yui: Kya!!
( ¡¿El cristal se rompió?! ¡¿Qué...?! )
Shin: Después de todo vinieron. Es un ataque del enemigo. Realmente eligen el mejor momento, parece que realmente voy a conocer a ese tipo.
Yui: Eso es …!
Shin: Además, parece que este ruido llamativo … significa que no vendrá solo.
Esta es realmente una situación desordenada. Eva, por aquí.
*Shin toma la mano de Yui*
Yui: Ah …! ¿¡Que estamos haciendo!?
Shin: Somos las únicas personas aquí. No sé cuántas personas nos están atacando tampoco.
Podría ser realmente peligroso si nos encontraran ahora. Nos esconderemos, una vez hasta que se hayan ido.
Yui: Sí …
Shin: Si supieran que eres la única persona además de mí en la casa, es obvio que atacarían, son bastante ágiles.
Sin embargo, ese es realmente un comportamiento audaz … Solo hay un tipo que podría hacer esto.
Yui: ¿Quién es …?
Shin: Carla, ¿Quién más?
Yui: (¿Carla-san? ¿Eso significa que él es el que nos está atacando …?)
Shin: Date prisa. Como era de esperar, Carla probablemente trajo a todos sus hermanos, tenemos que escaparnos - ¡Ngh!
Carla: Para.
Shin: Tch, nos vio de inmediato.
Yui: (Carla-san …!)
Laito: Eva, te atrapamos ♪
Kou: Ya no hay necesidad de huir ~ Todos nos unimos solo para recogerte Eva.
Subaru: Deberías rendirte. No tiene sentido resistirse de todos modos.
Azusa: Eva …
Yui: (Laito, Kou y Subaru-kun. También Azusa-kun está con ellos)
(Parece que la batalla comenzará …)
(OMGGGGGGG!!!!!)
#Diabolik Lovers#Diabolik Lovers Chaos Lineage#Yui Komori#Shin Tsukinami#Ruki Mukami#Ayato Sakamaki#Kanato Sakamaki#Subaru Sakamaki#Kou Mukami#Carla Tsukinami#Azusa Mukami#Laito Sakamaki#Traduccion
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¿Aún estoy a tiempo para pedir un escenario? Quiero uno Fluff de jungkook con los números,23"Solo finge que eres mi cita",63"¿A qué te refieres?¡Es emocionante!" Y 26"Creo que eh estado conteniendome de enamorarme de tí constantemente" La idea va así,la chica por x motivo le pide a jungkook que finja ser su cita,ambos están enamorados del otro y jungkook se lo dice ya al final de todo,no sé si se entiende. Pero si quién cambiar algo no me opongo!,sería bueno sorprenderme como siempre! Las amo 😘
ESCRIBO ESTO CUANDO AÚN NO LO HE TERMINADO; BITCH, SORRY, THIS HAS BECAME A WHOLE FICCCCC, ME EMOCIONÉ WEI. GET READY FOR THE FLUFF AND THE HUMOR SFJSKFHJSK POR QUÉ ESCRIBO EN INGLÉS, LO SIENTO D’: BTW, NO VOY A REVISAR FALTAS NI NA PORQ LA PERESA ES IMPORTANTE
"¡Al fin! Has tardado cuatro mil años. Pensaba que te habían secuestrado."
Nada más abrir la puerta de tu casa lo cogiste de la manga de su camiseta y lo arrastraste a dentro.
"Pero qué dices, si he tardado sólo cinco minutos, loca." –se defendió él, dejándose arrastrar hasta que lo empujaste y lo sentaste de golpe en el sofá. Él te miraba sorprendido mientras tú apoyabas el culo en la mesita que tenías atrás, para así poder mirarlo de frente.
"¿Qué pasa?" –Jungkook comenzaba a asustarte al ver tu semblante tan serio.
"¡Hay tal crisis!" –exclamaste, clavando tus dedos en sus rodillas.– "¡Mi prima se va a casar!"
"¡Oh! ¡Qué bien! ¡Me alegro mucho por e–"
"¡CALLA, NO HE TERMINADO." –cortaste bruscamente– "Ha invitado a mi ex... ¡y a su nueva novia!"
Te cubriste la cara con las manos mientras emitias sonidos de frustración.
"Wow... Eso es..."
"UNA MIERDA. ESO ES UNA PUTA MIERDA."
"A qué te refieres, ¡Es emocionante! ¡Huele a drama! " –dijo Jungkook de repente, para tu sorpresa, dando pequeñas palmadas emocionado.
Lo miraste con incredulidad.
"¿Emocionante? ¡Me va a ver aparecer sola y va sentir pena por mí!" –te quejaste– "O peor aún, puede pensar que aún no lo he superado, o a saber qué. Voy a parecer patética..."
Jungkook se quedó en silencio unos segundos para después acomodarse mejor en el sofá, preparándose para compartirte la idea que acababa de cruzarle por la mente.
"Pues no vayas sola." –dijo simplemente, consiguiendo toda tu atención.– "Ve con alguien que se haga pasar por tu pareja, y ya está."
Se rió ante la cara que pusiste, como si se te hubiese revelado la virgen María misma.
"¿A que no era tan complicado de solucionar? " –se echó en el sofá, apoyando la espalda en el blando respaldo, sintiéndose orgulloso. – "Qué harías sin mí, ___. Tu vida sería un sin sentido si no estuviese yo aquí para-"
"Vente conmigo a la boda." –Dijiste de repente, cortando una vez más a Jungkook, quien te miró sin entender.
"¿Eh?"
"¡Sí! Sólo finge que eres mi cita, así será más verosímil que si voy con alguien que nadie conoce, de la noche a la mañana. A ti te conocen ya todos."
"¡Por eso mismo! Todos me conocen. Saben que somos amigos de toda la vida. No se van a creer que te acompaño como pareja. "
"Podemos decir que comenzamos a gustarnos y probamos a intentarlo, o lo que sea."
Percibías que Jungkook se lo estaba pensando: mantenía su mirada perdida en el suelo mientras chocaba su talón contra el mismo en rápidos y constantes movimientos, mordisqueando al mismo tiempo su labio inferior.
" Por favor... " –Insististe, cogiendo sus manos entre las tuyas y empleando ese adorable mohín que le podía a Jungkook.
Y efectivamente, Jungkook acabó cediendo.
Así es como comenzasteis a planificar el "Proyecto I'M FINE", consistente simplemente en demostrar al ex que estabas bien, sin rencor alguno; y ayudando a ese cometido, como no, la compañía de Jk: básicamente lo único que haríais era acudir a la boda como si nada, y solo recurrir al contacto físico si la ocasión lo requiría, es decir, como recurso de emergencia. Sobre decir que érais pareja, habíais quedado en que lo daríais a entender, sin decirlo explícitamente. La gente suele entender eso cuando preguntan y se encuentran, como respuesta, una simple risa o miradas cómplices... En conclusión, ibais a ser unos actores de primera. ¿Leonardo DiCaprio? ¿Sandra Bullok? BULLSHIT.
Cuando Jungkook te recogió para ir juntos a la ceremonia, que se celebraba por la tarde, te sorprendió al verlo vestido con un elegante esmoquin y el pelo, usualmente al estilo seta, retirado sutilmente hacia los lados de manera que se le veía un poco la frente.
Estaba realmente guapo.
“Madre mía, si el que parece que se casa eres tú.” –comentaste en voz alta, consiguiendo una risa tímida por su parte.
“Tú no te quedas atrás, eh.” –dijo, mirándote de arriba a bajo, y provocando que te sonrojaras.
Dándole un ligero golpe en el hombro, te adelantaste para meterte en el coche,
“No me mires así, pervertido.” –bromeaste una vez sentada, viendo cómo Jungkook se había acercado para cerrar él mismo tu puerta.
Y así, llegasteis al lugar en donde se celebraba la boda. En esa primera parte antes del combate/cena, no hubo mucho de qué preocuparse –más que nada, porque llegasteis un pelín con la hora pegada al culo y estaban ya todos sentados para cuando entrasteis, sin daros tiempo a saludar a nadie–.
Luego, cuando ya todo los invitados fueron desplazados a la zona ajardinada en donde tendría lugar la cena y la fiesta, fue el momento de comenzar a saludarse entre todos.
Tus familiares más cercanos, que ya conocían a Jungkook de años, simplemente lo abrazaban efusivamente y le preguntaban qué tal todo, sin siquiera plantearse vuestra relación. Mientras tanto, tú todavía no habías divisado en ningún momento a tu ex y su pareja, y te daba miedo encontrártelos de golpe...
En un momento en el que al fin estabais descansando de socializar, Jungkook vio que servían para los niños bananamilk... Mirándolo mal, pero sin poder evitar sonreír, veías como se alejaba a coger una de esas bebidas que él tanto amaba.
Fue en ese momento justo cuando tu ex hizo su estelar aparición, con su flamante novia enganchada al brazo; y es que... madre mía... la tía era realmente preciosa –y encima tenía cara de maja, la muy asquerosa–.
Te pusiste nerviosa y no sabías ni dónde mirar, ni dónde meterte... No había mucha escapatoria, y Jungkook había desaparecido también de tu campo de visión.
Y al final, vuestras miradas se encontraron: tu ex te sonrió, y tú le devolviste la sonrisa también, aunque un poco forzada. Le susurró algo al oído a su novia, y enseguida la mirada de la chica también se chocó con la tuya, sonriéndote también. Y así, ambos comenzaron a caminar para ti.
«Mierda, mierda...» –pensabas, queriendo que la tierra te tragase en ese momento.
Y justo cuando pensabas que ya no había vuelta atrás y tendrías que mantener una conversación con esas personas, sentiste un brazo rodear sutilmente tu cintura, y la imponente presencia de quien quiera que fuese detrás tuya.
“Ya estoy aquí.” –oíste que decía cerca de tu oído, provocando que su aliento te hiciera cosquillas; y, seguidamente, dejó un dulce beso en tu mejilla.– “Toma.”
Con su otra mano, te ofreció el bananamilk que había cogido para él, haciendo como si te la hubiese traído a ti.
«Maldito...» –pensaste.
Y aunque lo odiabas en ese instante por haberte hecho parecer una infantil, cuando lo cierto era que ÉL LO ERA, agradecías que hubiese aparecido, ya que cuando volviste a mirar al frente, la pareja ya no estaba.
Te giraste de golpe hacia él, manteniendo la estúpida bebida en alto y mirándolo mal.
“Te voy a matar.”
Él solo se rió, la arrebató de tus manos y, mirándote a los ojos burlonamente, se bebió casi de un sorbo todo el botecito.
“De nada por salvarte.” –dijo, aún sonriendo como un tonto... y aún con su brazo rodeando tu cintura.
“...¿Estás borracho?” –le preguntaste, echando tu cabeza un poco para atrás para observar sus facciones mejor, pero sin escurrirte de su agarre.
“Me he tomado tres vasos de agua, uno de ponche, una copa de vino, y este bananamilk...” –enumeró, mirando hacia arriba.– “Así que puede ser. El bananamilk acelera mucho el proceso.”
Provocando una carcajada en ti, Jungkook te dirigió hacia la pequeña pista de baile que se habían montado los presentes.
Estuvisteis un buen rato bailando, sin preocuparos de nada ni de nadie; sólo disfrutando y divirtiéndoos a vuestra manera. Básicamente, os encontrabais en vuestro propio mundo, y no os enterabais ni de las miradas sospechosas que os lanzaban algunos, viéndoos tan cómplices.
Hasta que la primera canción lenta comenzó a sonar, siendo inaugurada por la pareja protagonista. Todos os habíais retirado para dejarlos bailar, mientras compartían risitas y miradas de amor. Tú los mirabas encandilada, deseando algún día poder vivir eso... era una escena demasiado tierna, a cualquiera le encantaría experimentar algo semejante.
Sin embargo, Jungkook se encontraba con sus ojos clavados en ti, tras haber rodeado tus hombros con su brazo: veía cómo tus ojitos brillaban a la vez que una sonrisa melancólica resplandecía en tu rostro. Sonriendo de lado, pensó en lo preciosa que te veías esa noche... Al darse cuenta de su pensamiento, quitó bruscamente el brazo que tenía sobre ti y carraspeó, moviéndose incómodo.
Tú lo miraste confundida, pero como tenías un poco de frío –porque la brisa ya comenzaba a correr–, por iniciativa propia volviste a buscar su contacto: cogiste de nuevo su brazo y lo colocaste sobre tus hombros, y además rodeaste con los tuyos propios su estrecha cintura.
Jungkook tuvo miedo de que escucharas lo rápido que latía su corazón, pero al final se dejó.
Después de que tu prima y su ahora marido terminasen la primera canción, otra segunda comenzó y el resto de parejas fueron uniéndose a la pista.
“¿Vamos?” –le preguntaste, elevando tu cabeza para poder mirarle.
Él sólo te sonrió y asintió y, ahora de la mano, os adelantasteis hasta colocaros en un huequito del lugar. Tierna y tímidamente Jungkook cogió tus manos y las colocó una en cada hombro, mientas él avanzaba unos pasos para acortar la distancia entre ambos y situaba sus manos en el bajo de tu espalda.
Aún la distancia para bailar ese tipo de canciones lentas era considerable y el moveros de lado a lado resultaba incómodo, por lo que fuiste tú quien acabó por juntar vuestros cuerpos, deslizando tus manos desde sus hombros hasta su cuello, y adelantarte para apoyar el lateral de tu cabeza en su fuerte pecho.
Así, al fin comenzasteis a meceros al compás de la dulce melodía que sonaba por el lugar, fundiéndoos en el calor del otro. Canción tras canción, así permanecisteis, instintivamente transformando lo que en principio había sido una postura de baile, por un abrazo amoroso: tus dedos habían comenzado a juguetear con el cabello que caía por la nuca de Jungkook, provocando que el roce de tus dedos le hiciese cosquillitas y le pusiera los vellos de punta; mientras, él se preocupaba de apegarte lo máximo posible a él.
Era inevitable que, teniéndote así, a Jungkook no le volviesen aquellos sentimientos que, incontables veces, había tratado de reprimir. Hasta hoy, había salido airoso del peligro, pero no creía que después de esta noche volver a la normalidad fuera posible.
“______” –escuchaste que Jungkook entonaba tu voz.
Tú, que te sentías la mar de a gusto con sus brazos y su calor envolviéndote, relajada con tu cabeza apoyada en su pecho, sólo tuviste fuerzas para emitir un sonido que daba a entender que lo estabas escuchando. Jungkook, aún sin continuar, elevó una de sus manos hasta tu cabeza y comenzó a acariciar tu pelo dulcemente, tomándose esos momentos para pensar bien en cómo decir lo que su corazón no podía guardar más tiempo.
“ Creo que He estado conteniéndome de enamorarme de ti constantemente...” –comenzó, sintiendo cómo tus caricias en su nuca iban ralentizándose.– “Pero no creo poder evitarlo más.”
Jungkook comenzó a sentirse nervioso cuando, definitivamente, tus dedos dejaron de moverse y tu figura, alrededor de sus brazos, parecía haberse tensado.
Te separaste un poco, y te encontraste con sus ojos desprendiendo un temor que hizo que tu corazón se encogiese un poco más de lo que ya lo tenías; sí, porque tenías el corazón encogido y la cabeza hecha un lío desde hace ya rato, cuando esos sentimientos que habías adormecido por tanto tiempo estaban volviendo a despertar.
Retiraste una de tus manos de su nuca para poder colocar un mechón de su flequillo que estaba fuera de lugar; pero eso solo había sido la excusa para, seguidamente, deslizar dulcemente el dorso de tu mano por su mejilla, amorosamente.
“Pues no lo evites.” –te atreviste a decir, con el corazón latiéndote a mil por hora.
Jungkook sonrió. Tú sonreíste.
PUES YA ESTÁ. FINAL ABIERTO PERO SE DA A ENTENDER LO QUE PASA. NO HAY BESO, IM SORRY, IMAGÍNATELO Y YA. AL MENOS EL FLUFF ESTÁ KDSFSKJFKJSNFKJNF ESPERO QUE TE HAYA GUSTADO BBY. A MI ME ENCANTA TODA ESTA SHIT DE FRIENDS TO LOVERS, SOY MUY BÁSICA EN LA VIDA KFKSAFKJSADNF
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