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ZELDA RAVENSMITH (gryffindor)
A playlist.
Glory and Gore - Lorde
7 Rings - Ariana Grande
Walls Could Talk - Halsey and Nico Collins
Emperor's new clothes - Panic! At the Disco
Do it - Chloe X Halle
I Want It - Two Feet
I'm a ruler - Tommee Profitt (Feat, Ruby Amanfu)
Don't sit down 'cause i've moved your chair - Arctic Monkeys
The Weekend - SZA
Power and Control - Marina & The Diamonds
The way we are - Kate Boy
Villain - K/DA feat. Madison Beer and Kim Petras
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Donde se crea una revolución (y un nuevo periodico escolar) PARTE I
Eran mediados de septiembre y el campo de Quiddicth estaba abarrotado. Carolyn detestaba la idea de ir a un partido de Quiddicth pero sus amigos habian insistido. El juego mas interesante de todos estaba en marcha. Gryffindor vs Slytherin.
«¡Wow! Archie ha tenido una increíble temporada jugando para Slytherin, pero aun no estamos muy seguros de si eso sea suficiente para el increíble guardián de Gryffindor» La voz del comentador se podía escuchar claramente en todo el estadio. Los jugadores iban tan rápido que apenas parecían un borrón en el aire. Desde hace algun tiempo su pequeño grupo de dos personas había crecido y ahora Carolyn, Gillian, Clover y Gabrielle compartían la mayoría de sus actividades juntos. Por supuesto, compartir tiempo juntos implica pasar el tiempo en actividades que le gustaban a alguien en especifico. Y eso incluía el quidditch. Gillian era un fanático empedernido del quidditch. El mismo había sido buscador de Ravenclaw durante algún tiempo. Antes de caerse de la escoba. Aun asi, amaba volar y nunca perdía una oportunidad. Había insistido en que las chicas lo acompañaran a ver el juego y para sorpresa de Carolyn, Clover habia terminado siendo una fanática del quidditch también, e incluso Gabrielle había aceptado diciendo que "seria interesante pasar el tiempo de manera distinta". «¡Archie Thomas se acerca al aro! Ninguna budgler puede tocarlo, ¡Es increíble! ¡Esquiva todas sin ningun problema! .... ¡Esta tan cerca! ... ¡Thomas se posiciona, apunta y ..... RAVENSMITH DETIENE EL ATAQUE! ¡KLAUS RAVENSMITH LO HACE DE NUEVO!» Las gradas estallan en jubilo y los colores rojo y dorado sobresalen, con gritos de "Klaus" rebotando de lado a lado. A su lado, Gillian grita tan alto como sus pulmones se lo permiten. "¡VAMOS GRYFFINDOR!" "¡¿Estas apoyando a gryffindor?!" Le pregunto Carolyn indignada y con los oídos zumbando. "¡Si! Ravenclaw ni siquiera esta jugando. ¿A quien se supone que apoye?" Gabrielle le azotó la cabeza con su bufanda. "¡Podrías apoyar a Slytherin tonto!" "Auch" dijo sobándose la cabeza. "Ademas es mas que todo por Klaus. ¿No es increíble?" "¿Y desde cuando ustedes son tan amigos?" le pregunta Clover. "No lo se, últimamente estudia mucho conmigo, no es tan idiota como parece. A veces me dice idiota a mi, pero en general es bastante decente." Carolyn no pudo evitar recordar la conversación entre Klaus y Zelda luego de la obra de teatro, aun la hacia sentirse un poco enferma. Y Gillian ni siquiera parecía notar que había doble intención en todo el asunto. «Gryffindor lleva la delantera, ahora queda de parte de los buscadores terminar esto de una vez por todas.» "¿Alguien puede verlos?" Pregunto Clover poniéndose de puntillas tratando de encontrarlos. Gab le ofreció sus binoculares y le señalo donde estaban. «Como todos sabemos, la capitana de Gryffindor nunca escatima en esfuerzos cuando se trata de la victoria de su equipo, y hoy tampoco parece ser la excepción. Ahora mismo esta tan cerca de su rival buscador que no le deja espacio a nada. ¡Esta acorralado!» El publico aguanto la respiración en conjunto al oir esas palabras. Si la buscadora y capitana de Gryffindor te tenia acorralado, no debía ser bueno. Todos los gryffindor podían llegar a ser un poco agresivos por naturaleza, pero Zelda Ravensmith era otra cosa. Zelda había estado avanzado justo al lado del buscador de slytherin pero iban a tal velocidad que con una sola inclinación de su escoba hacia la de el, le hizo perder el equilibrio. La escoba del chico empezó a dar vueltas en el aire, casi golpeándose contra las gradas y haciendo que todos empezaran a gritar. Recupero el equilibrio justo a tiempo en que una budgler lo alcanzaba. La chica ni siquiera había tenido que tocarlo. «Vaya, eso debió doler.» No era que Zelda fuera mala. Es decir, casi podía jurar que esa vez que una budgler la golpeo en las gradas había sido ella e incluso si no, se había burlado de eso durante todo un mes. También había sido quien tumbo a Gillian accidentalmente de su escoba en un partido. Entonces, no era mala, solo un poco
macabra. «Gryffindor acaba de ganarse cinco minutos para conseguir la snitch antes de que su jugador se recupere... ¡Oh, pero quien necesita cinco minutos cuando eres Zelda Ravensmith! ¡Parece que ella ya la consiguió y va directamente hacia ella!» En pocos segundos, el juego había terminado y Gryffindor había ganado, de nuevo. La nueva profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, Katicha Selvens, era algo increíble de ver. Una alta rubia con cuerpo robusto y una postura impecable, que en sus tiempos como estudiante había sido una muy orgullosa miembro de la casa Gryffindor. Aun lo estaba. Lo decía todo el tiempo. A sus ojos, Gryffindor tenia las mejores cualidades para cualquier héroe que este mundo actual necesitaba. Si tan solo la mayoría no fueran tan idiotas. "¿Que acaso no son lo mismo?" Dijo un chico al aire. Katicha evito rodar los ojos. Antes, los estudiantes sabían estar callados. Seguro era culpa de Dumbledore. "Las criaturas mitológicas son seres que nacen de esa manera, los animagos usan un hechizo para convertirse en animales." Aunque Katicha tenia que admitir, los Ravenclaw la estaban sacando de quicio con sus respuestas tan acertadas. "Bastante obvio, señor Barnabe. Aunque agradezco que al menos alguno de ustedes lea sus libros." La profesora Selvens avanzo por el pasillo, el sonido de sus pesadas botas retumbando. "Hay diferencias mas importantes que los magos deberían saber." "El peso de la ley no recae en uno al igual que el otro." "Explíquese, Ravensmith." Klaus parecía incómodo de que le pidieran eso, pero igualmente lo hizo. "Los magos que pueden transformarse en animales no tienen nada malo, es solo que en la historia, la mayoría parece querer usar ese poder para hacer actividad criminal. Así que el Ministerio obliga a todos los animagos a registrarse y de esa manera poder monitorearlos." "Y el registro es muy importante, por supuesto. Cualquier persona que no cumpla la ley, tendrá consecuencias fatales." "Yo se lo que pasaría: Azkaban." Le susurro Cole a sus amigos, luego se puso a imitar a lo que parecía ser un dementor, ganándose un libretazo de parte de Zelda. La profesora Selvens por supuesto los ignoro. Klaus parecía querer golpearse a si mismo por hablar en voz alta. "Buena respuesta, joven. Le ha ganado cincuenta puntos a Gryffindor." los chicos de Gryffindor festejaron silenciosamente. Un bufido se escucho en el silencio de la clase. "¿Algo que añadir, señorita Levski?" Gillian miro a su amiga con un poco de pena, mientras esta se acomodaba torpemente las gafas. "Solo se me cayeron las gafas, discúlpeme profesora Selvens." Unas pequeñas risitas se le escaparon a la clase. La profesora solo la ignoro. Las grandes campanas sonaron, indicando el final de la clase y el tormento de los pobres estudiantes. "Bien. Hoy ha sido una clase... Aceptable. Espero obtener mejores intervenciones la próxima vez. Ahora, largo." Los chicos recogieron sus cosas rápidamente. Gillian ni siquiera noto que había dejado atrás su trabajo de criaturas mágicas, no antes de que alguien mas lo hiciera. Gillian llego a la taberna de Hogdsmade con un aspecto de no haber dormido en mucho tiempo. "Dios mio. ¿Que te paso?" Le pregunto Klaus apenas se acerco. Su amigo se dejo caer pesadamente en un asiento. "Tuve que rehacer todo el trabajo de defensa. Es la primera vez que lo hago a tiempo y lo pierdo." Termino con un gran suspiro. Klaus se rió y le ofreció una cerveza de mantequilla, la cual casi se tomo de un solo trago. Se limpio los labios con la manga de la túnica y dijo: "Bien, creo que podemos empezar a repasar." Klaus abrió mucho los ojos. Este chico. Cerro el libro de Aritmancia de un golpe. "Sabes que, en realidad no quiero estudiar. Quiero ir a practicar." "¿Para que? Ya eres bueno en Quidditch, en Aritmancia en cambio, eres un asco." "Vamos, escuche que eras muy bueno, te reto a un juego uno a uno." Klaus vio que seguía dudando y añadió: "Me pediste que te llevara algún día, hoy es el día." Gillian le volvió a recordar sobre su terrible rendimiento en Aritmancia,
Klaus casi le lanza el libro. "Bien. Solo algo mas." Dijo Gillian. "��Seguro que a tu... capitana de equipo no le molesta?" Gillian evidentemente no era la persona favorita de Zelda. "Zelda no estará hoy." Gillian suspiro de alivio. "En ese caso, estamos perdiendo tiempo. ¡Vamos!" En la siguiente clase después de haber entregado sus trabajos de defensa, la profesora Selvens le pidió a Gillian que se quedara al finalizar la clase. El chico parecía horrorizado así que Carolyn le deseo suerte y lo tuvo que dejar, aunque no sin un poco de preocupación. Era de lo mas extraño. No supo nada de el hasta bien entrada la tarde, cuando por fin apareció en la sala común de Ravenclaw donde lo estaba esperando junto a Clover y Gabrielle. Al ver su aspecto cansado, las chicas le pidieron que se sentara inmediatamente junto a una explicación. "La profesora Selvens me acuso de copiarme el trabajo." "¿Que?" "¿Como?" "¡Gillian! Obviamente no lo hiciste." Las palabras de Gillian no terminaban de hacer click en su cerebro. ¿Copiarse un trabajo de defensa? ¿El chico que, de hecho, de verdad, disfrutaba las practicas con Boggarts? Solo la profesora Selvens creería eso. "¡No! Bueno... Es muy extraño." el chico tomo aire y les contó los sucesos que venían ocurriendo: Hace una semana había terminado de hacer el trabajo sobre Especies Mágicas, había estado investigando en la biblioteca, así que siempre lo llevaba en su mochila. De alguna manera, el día antes de la entrega, lo perdió. Quizás lo había dejado en alguna parte, pero luego de buscar exhaustivamente y muchos encantamientos Accio, se dio cuenta que la única manera era volverlo a empezar. Por suerte, era información que se sabia de memoria, gracias a muchos años de lectura sobre el tema, así que no fue tan difícil. Sin embargo esta mañana la profesora Selvens lo llamo para decirle exactamente eso. Gillian tenia muchas maneras de probarlo pero ella solo hizo oídos sordos. "Entonces... ¿Quien se supone hizo el original?" Pregunto Gabrielle. "Eso es lo peor. Se niega a decirlo." "Seguro fue un gryffindor." meditó Carolyn, a lo que Gab le recordó que podría haber sido cualquier persona. Carolyn rodo los ojos. "Por favor, quien mas puede ser tan flojo y descarado." "Ademas, Katicha adora a Gryffindor." Añadió Clover. "No es que se moleste mucho en ocultarlo." "No importa quien sea, Selvens parece no tener dudas de sus habilidades." Bufó Gillian y como si tuviera la necesidad de moverse, se levantó y fue hasta la ventana más cercana. "¿El profesor Flitwick no podría intervenir? Es su guía de casa" Volvió a intentar Gab. "Ya lo hizo. Y también el Prefecto. Selvens solo les dijo que tenían que aceptar que no todos los Ravenclaw iban a ser brillantes, y que de vez en cuando alguno los decepcionaría... Nada le hizo cambiar de opinión." Suspiró. "Me dio dos opciones: debido a mis calificaciones podía darme esta, pero quedaría en mi historial que había cometido plagio. O, podía ser benevolente y no colocar nada en mi historial, si aceptaba que me colocaran cero." "¿Y que escogiste?" Pregunto Clover después de una pausa. "Ser recordado como alguien que saca una mala nota o como alguien que ha hecho trampa. Que podría escoger." Finalizó Gabrielle. Un largo silencio siguió a sus palabras. "Todos saben que soy el mejor de defensa." Dijo Gillian derrotado. Gabrielle estuvo a punto de levantar la mano en protesta pero se lo pensó mejor. Era la primera vez que lo veían tan decepcionado. Estuvo un rato mirando por la ventana pero unos segundos después, la misma sonrisa despreocupada de siempre volvió a su rostro y se encogió de hombros. "Supongo que tendré que trabajar mas duro, ¿Cierto? " Se alejo de la ventana y les asintió como despedida. "Nos vemos chicas." "Ya lo he aceptado, saben?" Dijo la minúscula voz de Clover en cuanto se había ido. "A los Hufflepuff nunca nos van a tratar como a un Gryffindor o Slytherin, ni siquiera como un Ravenclaw. Los estereotipos de Hogwarts son mas viejos que nosotros. Nadie pensaría que yo soy mejor en defensa que uno de ustedes." "¿Crees
que se trata de eso? ¿Estereotipos?" pregunto Carolyn. "¿Que otra cosa podría ser?" siguió Clover. "¿Un chico de Ravenclaw siendo mas valiente que todos los Gryffindor reunidos? Si su bufanda fuera roja, Katicha estaría encantada de pelear por su honor. No son solo los estereotipos es esta... jerarquía invisible que parece estar implícita en el colegio. Todos parecen tener un lugar asignado y jamás puedes salirte de el." "Somos una nueva generación. Esto no debería pasar." Carolyn estaba harta del asunto. "Tampoco hay nada que podamos hacer" le dijo Clover. ¿Realmente no lo había? Sus amigas le aconsejaron que dejara el asunto tranquilo. Pero ella de por si era intranquila. Solo le tomo una noche de meditación para que se le ocurriera una idea tonta. "Sabes que solo le diría mis ideas realmente locas a alguien. Confió en ti." Empezó al día siguiente mientras caminaba por los pasillos junto a su mejor amiga. "Por favor, habla. Has andado de un animo muy extraño toda la mañana." Le dijo Gabrielle. Carolyn espero hasta que el pasillo quedara solo y continuó. "Esta es la cuestión. Si las autoridades no pueden hacer nada por Gillian, nosotros debemos hacerlo." "No se si me gusta a donde va esto." "Si no podemos hacer nada por el cero de Gillian, al menos podemos hacer publica la verdad." "¿Y como piensas hacerlo? ¿Mandando lechuzas a todos con la historia?" pregunto Gabrielle con la idea mas tonta que se le ocurrió. "Exacto. Me encanta que siempre estemos en sintonía." "Okay. Bien." Dijo su amiga exasperada. "Solo hay un pequeño fallo en tu plan. No puedes planear algo como eso y no esperar consecuencias." "Y de seguro tu tienes la solución, ¿No es asi?" Dijo con una sonrisa conocedora. "Yo..." Gabrielle de hecho se paro a pensarlo. "... Si, supongo que si. Necesitarías un poco de... Anonimato."
"Si. Igual habría que cuidarnos los pasos. Pero de seguro hallaremos la manera. Así que... ¿Que dices?" Carolyn trato de sonar lo más dulce posible.
Gabrielle siguió andando un poco, pensando.
"Bueno, nunca he sido el tipo de persona que pone en marcha planes para cambiar el mundo... Pero me gusta hacer sentir bien a los demás. Y se que esto lo hará. Es una hermosa idea, Carolyn." Le respondió con una pequeña sonrisa. "Solo tu dirias que algo que nos va a meter en problemas es hermoso. Como sea. Lo importante es esto: ¿Te lo imaginas? Ravenclaw y Slytherin unidos para cambiar el mundo? Es algo que nadie pidió pero tampoco sabíamos que necesitábamos." "¡NO LO PUEDO CREER!" el grito las hizo saltar del susto. La pequeña figura, camino furiosa por todo el pasillo hasta ellas. "¡Pensabas organizar una revolución y no me dijiste!" Clover señalaba furiosa a su amiga. La chica había estado tratando de alcanzarlas desde hace rato, pero sus cortas piernas apenas la dejaban, sin embargo pudo escuchar perfectamente lo que decían. "¡SHH!" las chicas le taparon la boca a su amiga rápidamente, vigilando que nadie la hubiera escuchado. "No es una revolución. Solo es un poco de justicia divina." dijo Carolyn. "No es justicia divina si tu la provocas." La corrigió Gabrielle. Luego se giro hacia la recién llegada. "Lo siento Clove, pero apenas estamos hablando del asunto. Ni siquiera Gillian lo sabe. Carolyn planea vengar la virtud de Gillian y así poder satisfacer su necesidad de acabar con algún Gryffindor." "Oh." Respondio ella, luego solo sonrio dando unas palmadas. "Me parece perfecto. Katicha acaba de quitarnos puntos por ser «muy sosos», asi que estoy dentro. Pero deberíamos al menos decirle a Gillian, después de todo es la razón por la que estamos empezando esto, ¿No?" Sin embargo, el chico no estaba muy de acuerdo. "La verdad no creo que sea buena idea." A las chicas casi se les cae la mandíbula al suelo. Si alguien tenia las agallas para hacer algo así era Gillian. Era evidente que su humor sombrío seguía predominando esos dias. "Vamos Barnabe, tu amas los retos." Le dijo Carolyn. "No puedes ser gallina ahora, tienes mas razones que nunca." "Lo que digo es que no creo que valga la pena." le respondió en el mismo tono serio. Clover se acerco a él y le puso una mano en el hombro. "Gillian, tu vales la pena. No tengas miedo a demostrar lo que eres." El chico la miro sorprendido, sin saber que decir. Al final solo pestañeo un poco y acepto, aun no parecía del todo convencido. "Supongo que al final sera para beneficio de mas personas." dijo. Con su aprobación, Carolyn empezó a repartir puestos y explicar todo su plan: "Primero que nada, investigación: Necesitamos averiguar quien copio el trabajo." Señalo a Gillian. "Para eso te necesitamos Barnabe, no solo para ser nuestro mártir, eres el mejor detective que tenemos." "Siguiente, redactor." "Obviamente yo." "Claro. Clover será la redactora." Continuo. "Gab se encargara de ver que no metamos la pata. Esto es lo que haremos." La idea, en linea generales, era conseguir toda la evidencia que se podía sobre el asunto y hacerlas llegar a la mayor cantidad de estudiantes posibles. Para eso tendrían que valerse de algunos cuantos encantamientos. Durante la charla se les ocurrió una mejor idea que "lechuzas mensajeras" (Hogwarts tiene muchas lechuzas pero no estoy segura que tengamos tantos peniques.) Los chicos sabían que los rumores eran poderosos y ellos, con suerte, conseguirían evidencia, así que no seria tan descabellado. Las noticias crearían tanta sorpresa que con suerte lograrían... Algo. Aunque fuera quitarle un poco de pesadez al pecho de su amigo. "!Y es una... ANOTACION!!" Gillian dio un giro en el aire, saltando sobre su escoba. Las practicas de Gryffindor habían terminado antes y Klaus y Gillian decidieron quedarse a jugar un uno-a-uno. El juego era un soplo de aire fresco para Gillian que llevaba mas de dos semanas pensando en una manera de probar su inocencia. Además obtener un cero en su materia preferida lo había dejado terriblemente desanimado. Por mas que la idea de Carolyn era muy generosa, no tenia los mismos ánimos que ella. "Eres el mejor detective que tenemos." Si. Donde había quedado el mini Sherlock Holmes del que su madre
tanto se burlaba. Tampoco le había dicho nada a Klaus, porque le avergonzaba. ¿Que pensaría sobre él si se enteraba? ¿Querría seguir siendo su amigo? Una media hora después, bajaron para recoger sus cosas. Algunos miembros del equipo seguían abajo charlando y mientras se quitaba el equipo de quidditch no pudo evitar escuchar. "Claro, claro. Solo un idiota se comería eso." "Ya no me puedes llamar idiota, me he sacado un sobresaliente en el ultimo trabajo de defensa." Incluso Cole salia mejor que el. Perfecto. Los otros chicos vitorearon tras el. "No puedo creer que hace un día estuvieras llorando por una araña y ahora eres un buen estudiante." "Oye viejo, era una araña gigante." "Esos boggart son terribles." Se escucho un golpe sordo y un «auch». Gillian supuso que le había dado una palmada demasiado fuerte. "Pero ya no tienes que preocuparte por eso, ¡Eres el mejor en Defensa!" ¿Que? Por primera vez en días sentía que su instinto estaba volviendo. Gillian se acerco sigilosamente al circulo para escuchar mejor. "Lo que no comprendo es porque alguien haría un trabajo sobre Hipogrifos cuando podrías hablar de algo mas cool como hombres lobos." "¿D-De de que hablas?" Cole sonaba nervioso. "Los hipogrifos son cool."
Por supuesto que lo eran. Eran tan cool que Gillian había decidido hacer un trabajo de diez páginas sobre ellos. "Y escribir diez paginas." Dijo otro chico e inmediatamente empezó a reír como loco. "Porque alguien perdería tanta tinta en eso, Cole."
Un fuerte estrépito se escucho cuando varios equipamentos de quidditch cayeron al suelo. Los chicos del equipo observaban atónitos como Gillian salia del montón riendo nerviosamente. "Eh, jeje, vaya lo siento mucho." Levanto una codera y la inspecciono maravillado. "¡Vaya que estas cosas relucen! Seguro se la pasan aquí todo el tiempo limpiando." Un chico rubio y alto fue el primero en salir de su desconcierto. "Si, Zelda se molesto mucho por el aspecto y nos hizo limpiar hasta los equipos que no se usan. Cole y yo pasamos toda la semana en eso." Interesante. De repente el chico se dio cuenta de con quien estaba hablando y puso una cara de asco. "¿Y a ti que te importa cara de asno? ¡Este lugar es solo para el equipo! ¡Sal de aquí!" los otros chicos lo secundaron y se fueron como toda una manada a la salida. La fachada de Gillian cayó y solo pudo mirar atónito al grupo que se dirigía al comedor.
No podía creerlo. El idiota mas grande le había copiado su trabajo. Una palmada en el hombro lo sacudió de su estado de shock. "Vamos, quiero llegar al gran comedor antes que se coman todo el pollo." Le dijo Klaus, que no notaba el shock de su amigo. "Hoy me sentare en tu mesa, los chicos de primer año me estuvieron persiguiendo después del ultimo juego, les daremos una sorpresa." "Aja, si." Le respondió distraído. En ese momento lo único que podía pensar era: Carolyn iba a amar esta información. "El idiota mas idiota de los idiotas me copio el trabajo. Ni siquiera pensé que tendría suficiente cerebro para eso." dijo Gillian en medio de una crisis. "Es obvio que lo hemos subestimado. Pero conseguimos lo que queríamos." Carolyn se bajo las gafas como un gesto de seriedad. "Buen trabajo, Gillian. Ahora necesitamos la evidencia. La manera de conseguirla es obvia." Estampó sus manos contra el escritorio. "Debemos entrar al despacho de Selvens." "¡No! ¡Carolyn, es demasiado!" Le pidió Gab. "¡No tenemos otra opción! La única forma de probarlo es con ese trabajo." "Estoy de acuerdo." la apoyo Gillian, que ya estaba volviendo a ganar su confianza habitual. "Selvens o Cole pudieron haber cometido un error, no importa lo pequeño que sea, nos funciona." "¡Gillian! Ya estas en problemas, ¿Que a caso quieres mas?" "¡Estoy en problemas por su culpa!" Exclamo Gillian. "Gab, entiendo tu preocupación pero necesito hacer esto. En realidad, no deben hacerlo si no quieren. No están obligadas." "¿Una nueva oportunidad para avergonzar un gryffindor? Estoy dentro." dijo Carolyn, coloco su mano al frente y tamborileo sus dedos, esperando que los demás se unieran. Gillian le sonrió y coloco su palma sobre la de ella. "Bueno." Clover se levanto. "Incluso si sale mal, tendré buen material para mi autobiografía en algún momento." dijo y unió su mano a las de ellos. Los tres se volvieron expectantes hacia su amiga. Gabrielle se quedo mirándolos muy seriamente. "aaaghh." exclamo con fastidio. "Bien. Supongo que alguien los tiene que sacar del embrollo en que se metan." Su mano se termino uniendo al grupo. Carolyn no entraba en su emoción. "Perfecto. Ahora si podremos derrocar a los farsantes Corazón de León" "Oye. Oye. Pensé que esto era para eliminar los estereotipos no para derrocar a Gryffindor." "Que en tu caso termina siendo lo mismo, Barnabe." El chico iba a decir algo pero solo termino encogiendo los hombros, dándole la razón. "Comencemos por lo importante. "Dijo Clover muy seria. "... ¿Como rayos vamos a entrar?"
CONTINUARÁ.
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Zelda Ravensmith
Los Ravensmith son una familia conocida por tener a los mejores jugadores de Quidditch por generaciones, pero Zelda no quiere ser buena en un deporte, quiere ser buena en todo. Hábil y ambiciosa, nunca tiene miedo de hacer lo necesario para ganar. Su equipo es una prioridad, pero su codicia parece hacerla ciega ante las necesidades de los demás. Hater #1 de La Lechuza Informativa.
The Ravensmith family has been know for having the best Quidditch players for generations, but Zelda doesn’t want to be good at a sport, she wants to be good at everything. Skilled and ambitious, she’s never afraid to do the necessary to win. Her team is a priority, but her greed seems to make her blind of other peoples necessities. #1 hater of The Informative Owl.
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(OC by Chris and me)
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Zelda Ravensmith
Casa: Gryffindor
Status: Sangre Pura
Patronus: Guepardo
Boggart: Pasar vergüenza en publico.
En 10 años se ve: como Directora del Ministerio de Magia.
Asignatura favorita: Defensa contra las Artes Oscuras
Asignatura menos favorita: Herbología
Prefecta
Capitana y Buscadora del equipo de Quidditch de Gryffindor.
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Conoce a los compañeros de Zelda
Índice de Capítulos
(OC by Chris and me)
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Donde Carolyn dirige su primera obra de teatro.
Índice de capitulos
Desde que se había unido al club, Lucien el actual presidente del club de arte de Hogwarts, había dirigido la obra teatral de otoño.
La verdad era que ya estaba un poco cansado. Las personas empezaban a encontrarlas cada vez mas aburridas. Era momento de innovar. Pero Lucien no creía tener la creatividad suficiente para hacerlo.
Se hallaba en su escritorio haciendo sus tareas habituales del club, perdido en sus pensamientos, cuando de pronto algo voló frente a sus narices.
La pequeña mancha azul lo golpeo en la nariz y termino haciendo un mal aterrizaje sobre sus papeles y todos acabaron en el suelo. "¡Oh, dios mío! ¡Lo siento mucho, no se suponía que hiciera eso!" Una chica de pelo oscuro con túnica de Ravenclaw se apresuró a recoger los papeles. Detrás de ella, Lucien pudo reconocer a Clover, una de las nuevas integrantes del club que pertenencia a su misma casa, Hufflepuff. Se tapaba la boca tratando de no reírse de la otra chica. Clover había sido una increíble adición al grupo, era creativa, con un gran talento para la escritura. Se volvió hacia la chica de Ravenclaw, "¿Eres Carolyn, cierto?" La chica se levanto y Lucien pudo ver un búho azul de origami en su hombro. Una idea se empezaba a formar en su cabeza.
“Si.” Mientras le respondía, el búho se deslizo lentamente por su túnica tratando de volar otra vez pero fue detenido por un rápido movimiento de la chica que lo coloco en uno de sus bolsillos y dejo la mano allí, evitando que saliera.
A estas alturas Carolyn ya era conocida por hacer un desastre de todo en el club. Sería muy tonto dejar en manos de alguien tan novato algo como una obra de teatro.
Pero si quería poner de cabeza una obra de teatro, necesitaba a alguien que se arriesgara.
Lucien le sonrió: “Tengo una tarea para ustedes, si están dispuestas.”
Estaba aterrada. Sin embargo su miedo pronto se convirtió en emoción. Por primera vez, le tocaba dirigir una obra de teatro.
Clover se ofreció a ser su asistente y por supuesto ayudaría con el guión. En ese momento estaban reunidas, todos los guiones que Lucien les había dado esparcidos en una mesa frente a ellas.
“¿Que te parece…? ¿Hamlet?” empezó Clover.
“¿No la han hecho como, mil veces?”
“¿Romeo y Julieta?”
“Me niego a seguir fomentando amor adolescente e irresponsable.”
“Bien. ¿Cómo gustéis?” trató de nuevo.
“Nah. No es mi estilo.”
Siguieron revisando, considerando diferentes opciones y distintas maneras de hacerlo.
“Oye, ¿Qué tal este?” Clover le ofreció uno. “Es viejo, tendrías que usar tu ingenio. Pero estoy segura que esa fue la razón por la que te escogieron.”
Carolyn lo reviso. Sus ojos abriéndose cada vez ante la expectativa de lo que podría crear: “Es perfecto.”
Ya tenían la obra. Ahora faltaba el reparto.
“Absolutamente no.”
Gabrielle estaba limpiando su set de pociones por quinta vez. Carolyn se preguntaba si su amiga se había dado cuenta.
Su amiga se giró hacia ella, con un dedo enguantado levantado hacia ella, como señalando el engaño que le había hecho.
“Cuando me pediste que te ayudara pensé que te referías a ser tu asistente o algo así, no a ser parte del elenco. Además, ¿no se supone que solo deben ser miembros del club de arte?”
“Si, pero no veo a nadie mejor para el papel. Y la parte divertida de ser la directora es que puedo hacer lo que se me venga en gana. Por favor, Gab.”
“Jamás he actuado. Y todos dicen que un Grindylow tiene más encanto que yo.”
“Ay Gab, por favor, ¡pero si eres encantadora!” se acerco a ella y coloco sus manos en los hombros de ella. “Lo único que necesitas es practica y en unos pocos días estarás perfecta. “ Dos palmadas en cada hombro. “Esta oportunidad es un sueño, y no sería lo mismo si no tengo a mi mejor amiga acompañándome.”
Gabrielle se cruzó de brazos y suspiró, resignada: “Me voy a arrepentir de esto.”
Klaus no esperaba terminar aquí. Se había dejado influenciar por Cole. Estaban jugando a espantar palomas con unos detonantes y entonces lo había retado. "¿Cuantas palomas puedes espantar con uno solo?" Klaus lo hizo. "¿Cuantos Hufflepuff puedes espantar con uno solo?" Klaus lo hizo. La bomba había sido solo un prototipo y sin embargo había funcionado. Snape habría estado orgulloso. O eso creía. Aun así las cosas no habían ido como el esperaba. "Estoy muy decepcionada de ti. ¿No te preocupa a caso lo que pensaran tus padres? Todo el esfuerzo que hacen para que estés aquí." le reprendió su profesora. Había sido enviado al despacho de la profesora Mcgonagall luego de que el uniforme de un chico de Hufflepuff de primer año prendiera fuego. Y para sorpresa de nadie solo lo habían enviado a él. "Lo siento mucho, profesora." le dijo con honestidad. Mcgonagall suspiró y se calmo un poco. Sentía un poco de lastima por el chico. Era buen estudiante y de los mejores jugadores de Quidditch. Si tan solo no malgastara su talento en cosas tan tontas. "Bien." Mcgonagall se apoyo en su escritorio y se quito los lentes. "No puedo dejarte pasar sin castigo pero la semana que viene es el juego, y necesitamos que estés. Hable con la directora de la obra de teatro que se estrena esa misma semana y estarás ayudando a armar la escenografía." "Pero las prácticas..." "¡Ni una palabra mas!" exclamó mientras agitaba su túnica. "He sido bastante indulgente contigo, Ravensmith. Es hora de que pases tiempo en otro ambiente que te abra los ojos. Pasar el tiempo junto a otro tipo de personas te ayudara a reflexionar."
Carolyn se debía presentar.
Hasta ese momento no había caído del todo en que ella era quien debía guiar a ese grupo.
Se hallaban en uno de los anexos del auditorio, que contaba con espacio suficiente para trabajar en lo que quisieran. Carolyn se subió a la pequeña tarima que había en el frente del salón.
Utilizó su varita como amplificador y cuando habló su voz retumbó por el recinto un poco más alto de lo que pretendía. "ehh... ¿Hola?" todos se giraron hacia ella. Sintió que se encogía un poco. Se recordó que este era su sueño y que la habían seleccionado a ella porque confiaban en ella. Podía hacerlo. Observo al equipo que había reunido: habían sobretodo chicos de Ravenclaw y Hufflepuff pero podía observar algunas corbatas rojas y verdes. Reconoció a algunos miembros del club de teatro y a Gillian, uno de sus compañeros de casa. Clover y ella se sorprendieron mucho al verlo entrar en las audiciones, pero el chico tenia talento para lo dramático. Todos sabían eso. Por fin vio a Clover y Gabrielle, estaban sentadas en el suelo, ambas con sonrisas de oreja a oreja como diciendo "¡Vas muy bien!" Se aclaro la garganta y comenzó de nuevo. Esta vez con más seguridad. "Gracias por venir el día de hoy. Mi nombre es Carolyn Levski y seré su directora. La obra que vamos a presentar será 'Sueño de una noche de verano'. Para los muggles quizás sea mucha fantasía, pero creo que a nosotros nos queda perfecto." el resto del grupo soltó risas y Carolyn termino de armarse de valor. "Lo que quiero hacer es cambiar por completo la manera que se vienen haciendo las obras. Esta es una obra de hadas y magia, creo que si implementamos nuestras habilidades, haremos algo único que atraerá a mas gente." hizo un pausa. "Por supuesto, podré lograr todo eso, si cuento con su ayuda." Una ronda de aplausos recorrió el salón. Gabrielle estaba dando saltitos en su asiento. El resto del día lo pasaron organizando el lugar. Dividieron el salón en varias áreas con distintos propósitos: el grupo de escenografía y reparto estaban cerca de la tarima. También había grupos de vestuario y música. La semana paso increíblemente rápido. En la mañana salía a ver sus clases y luego de un almuerzo rápido, Clover y ella iban al salón donde ya algunas personas estaban trabajando. Daban una vuelta por el salón, inspeccionando el trabajo que se hacia. Carolyn sentía que el salón era demasiado pequeño para contener la felicidad que sentía cada vez que alguien se acercaba a preguntarle su opinión sobre algo. Antes de reclutar al grupo hablan pasado noches en vela haciendo bocetos y escribiendo su propio guión para tener una visión clara de lo que querían presentar. Siempre había ruido. Cuando no había ensayos de reparto, había ensayos de la orquesta. Bueno, no era una orquesta. Era mas bien un pequeño grupo de músicos que Gab conocía del Coro del Sapo. Cuando escucho algunas piezas que habían escrito, le entraron ganas de llorar. "¡Carolyn! ¡Carolyn!" Unos chicos de Hufflepuff colocaron unos objetos inmensos tapados por telas cerca de ella. "¡¿Los consiguieron?!" "La profesora Sprout les pidió que nos ayudaran, manda a decir que buena suerte." Dicho eso, levanto la tela. "¡Bowtruckles!" Carolyn tomo uno delicadamente y lo examinó. La criatura en forma de rama era casi del tamaño de su mano. "Ese es pequeño. Debemos devolverlos, así no estarán tanto tiempo encerrados. El día de la función los buscaremos a primera hora." "Oh, son preciosos. Muchísimas gracias chicos. Los colocaremos junto a Gillian para que sean las hadas. Sera increíble." Su emoción se vio interrumpido por el estruendo de un objeto al caerse. Uno de los chicos soltó un gran suspiro. "Ese chico acabara con nuestra escenografía antes de que tengamos tiempo de estrenarla." La chica se giro hacia la fuente del ruido. Aun no podía entender como era que el Guardián estrella de su año, portador del apellido que mas odiaba en el mundo, había terminado trabajando en su obra. Al principio cuando Mcgonagall le había dicho que era a manera de castigo, pensó que era su oportunidad de tomar venganza por todas las cosas que ese grupo le había hecho, era la mejor opción después de la mismísima Zelda, pero Klaus Ravensmith parecía mas bien un cachorro perdido. Su oscura figura alta y de hombros anchos destacaba totalmente en el salón. Esta era probablemente la tercera vez que se le caía algo. Algo definitivamente ocupaba la mente del chico. Y resultaba que Carolyn tenia debilidad por los animalitos perdidos. "Klaus."
Casi esperó que soltara un respingo pero claro, era un Guardián. Sería extraño si las cosas lo tomaran desprevenido. Apenas levantó la vista cuando la escucho. “Hey, Levski.” Estaba sacando clavos con un martillo de alguna parte de la escenografía.
“¿Cómo te va? ¿Todo en orden?” Le pregunto, los ojos entrecerrados ante la fuerza que estaba utilizando para sacar un simple clavo.
“Si. Como una Quaffle en el aro. ” Al pronunciar la ultima palabra jaló tan fuerte del martillo que el clavo salió disparado hasta la mesa de vestuario, cayendo sobre un vestido. La chica que estaba trabajando el vestido gritó del susto
“BIEN” Carolyn le arrebato el martillo de las manos. “Klaus, hemos decido asignarte otra tarea de ahora en adelante.”
“¿y esa sería…?”
Carolyn miro a su alrededor y sus ojos pararon en el equipo de pintura. "Toma." le ofreció una brocha. "Serás parte del equipo de pintura por un tiempo, ¿Vale? No hay porque esforzarse tanto." Klaus hizo lo que le dijo, aunque era obvio que no entendía el propósito. Pero ella si. Los trabajos toscos no te permiten pensar, pero Carolyn sabia el efecto relajante que unas pinceladas podía tener. El simple hecho de estar pintando algo completamente de un color permitía a uno poner sus ideas al margen. O dejar volar la imaginación si era lo que se quería. "¿Que es lo peor que puede pasar?" "Quedarte con una cabeza de asno, supongo." le respondió Gabrielle indiferente. "Ah, solo eso." Le respondió Gillian con el mismo tono. Incluso en Hogwarts, a los alumnos no les encantaban las obras de teatro. Así que tenían que ingeniárselas para hacer algo distinto. Y ahí era donde entraba la magia. Carolyn era bastante segura sobre sus transformaciones pero aun así debían practicar. Respiro profundo y conjuro las palabras necesarias junto a un movimiento de su varita. Delante de sus propios ojos las facciones de Gillian cambiaron. Su barbilla se volvió mas larga al igual que sus orejas. Sus ojos se hundieron y se volvieron negros. "Oigan no se queden allí con cara de tontos, ¿Que tal me veo?" Alguien soltó un grito de susto. "Bastante bien amigo, ¿No se te antoja un saco de avena?" le respondió Klaus. Carolyn había notado que el pasaba mas tiempo junto al resto de los chicos. "¿Seguro que no te molesta?" Le pregunto Clover aun insegura. "Pues esta un poco pesada" dijo tocándose su rostro peludo. "Igual que la lengua." Ahora se estaba tocando el hocico y tratando de acomodarse la... "Bien, basta, eso es sencillamente asqueroso." lo detuvo Carolyn cuando Gillian terminaba de abrir el hocico. La lengua le cayó hacia un lado. "¿Gue?" pregunto él sin verle lo extraño.
Los demás solo sacudieron la cabeza. Tres días antes del estreno, Lucien, que había ido a supervisar como iba la obra, se acerco a ella al final de uno de los ensayos. "Estoy muy impresionado, te queda muy bien este puesto." Evito sonrojarse y le respondió con modestia: "Oh, no ha sido tan sencillo, pero la verdad he tenido mucho menos problemas de los que esperaba." "Oh tranquila, ya se te presentaran los problemas." se despidió de ella con una sonrisa y la dejo plantada preguntándose que habría querido decir con eso. Pero no le quedo mucho tiempo para preguntarse. "Tenemos un problema." Esa mañana Clover y Gabrielle se acercaron acompañadas de Raymond, el chico elegido para interpretar a Oberón. Tenía la cara pálida y una expresión que indicaba que quería vomitar. "Lo siento mucho, Carolyn. Realmente quería participar." "Probablemente sea gripe estacional." le dijo Gabrielle. "Es imposible pedirle que participe así." Le dijo Clover en voz baja. "Podría ayudarlas en cualquier otra cosa." Se sorbió la nariz. "Si eso quieren." "No, Ray. Creo que será mejor que descanses. Quizás así alcances a venir al estreno." Le dijo Carolyn con voz calmada y amable. Se atrevió a colocar una mano sobre su hombro. El asintió y se fue acompañado por Gabrielle quien le empezó a hablar sobre una increíble infusión que ayudaba en estos casos.
Cuando salieron, Carolyn se llevó las manos a la cabeza. "Estamos fritos. ¿Donde voy a conseguir a alguien a estas alturas?” su voz desesperada. “No podemos hacer audiciones otra vez, tendrá que ser alguien del grupo que ya tenemos." No había nadie mejor que Raymond para interpretar al rey hada. Tenía la apariencia y la experiencia. "Bueno, ahora que lo dices, hay un chico que a pesar de lo imposible que te parezca, ha estado prestando atención a los ensayos." Carolyn siguió la mirada de su amiga. Klaus estaba sentado con el resto del elenco riéndose de alguna tontería que Gillian estaba haciendo. "Nunca aceptará." "Piénsalo" Clover se acerco para que solo ella la pudiera escuchar y en tono conspirador le dijo: "Un chico popular de Gryffindor como protagonista de tu obra. ¿Sabes cuantas personas vendrán a verlo? No solo serás la primera directora que utiliza efectos mágicos en vivo, también lograras subir el numero de audiencia. ¡Será inolvidable!" Carolyn suspiro. "¿Por que no escogimos a un elenco de reemplazo en primer lugar?" Su amiga se encogió de hombros "Somos principiantes, algo se nos tenia que pasar por alto." Para la buena fortuna del club de arte, los problemas que llegaban rápido también tenían soluciones rápidas. Por supuesto que Klaus se negó. "Entiendo que lo que tratan de hacer es importante para ustedes, pero debo volver a practicas lo mas pronto posible." A Carolyn solo le basto con recordarle sobre Quidditch para sacar su arma secreta. "Veras, esta es la cuestión. Mcgonagall fue bastante firme, debes hacer lo que el director de la obra te pida. Y en caso de que yo, directora de la obra, decida informarle que no has hecho lo que se te asignó, no podrás volver a jugar hasta que ella lo decida." Se cruza de brazos. Él tambien se cruzo de brazos. "Mcgonagall no me dejara fuera del juego tanto tiempo, todos saben cual es su prioridad." "Si bueno, la profesora no tiene mucha opción, ha dejado pasar muchas de las travesuras de TU equipo. Como dije, fue bastante firme." No pudo evitar la sonrisa. La sorpresa de Klaus se transformo en una mirada asesina, nunca había esperado que Carolyn fuera tan mala. Aunque debió haber pensado que podía ser astuta. En cambio ella solo sonreía, sabia que había ganado. Ahora se hallaba sonriente supervisando uno de los últimos ensayos. Klaus y Gabrielle estaban en escena.
Gabrielle como Titania era algo que nunca dudó. No había nadie que se pareciera más a una reina de las hadas. Aunque ella si que lo dudaba, mientras más tiempo pasaba en los ensayos se le veía mas cómoda. O eso le parecía. "Vamos, mi Reina, entrelaza tus manos con las mías." Klaus le ofreció sus manos. Gabrielle que lo había estado observando atentamente esperando su turno, parpadeo un par de veces de esa manera que siempre hacia cuando algo realmente la sorprendía. "Mmm. Creo que necesito ir al baño." Con eso bajo corriendo del escenario.
"Gab." Carolyn tocaba insistente la puerta del baño. "Vamos, Gabrielle. ¿Estás bien? Nos estas preocupando." "Sera mejor que esperemos." Le dijo suavemente Clover. Se alejaron del cubículo y esperaron. Luego de unos minutos, Clover decidió volver para seguir con los ensayos. Carolyn solo tuvo que esperar unos minutos más para ver a su amiga finalmente salir. Gabrielle salió sin levantar el rostro, aunque era obvio que estaba avergonzada de lo que acababa de hacer. "No voy a poder hacerlo. Lo lamento. En serio. Creí que podría pero..." "Oye, no te preocupes. Es solo una falla técnica de la que encontraremos una solución. Es normal tener nervios antes de algo así." Gabrielle clavó los ojos en los de ella. "Lo digo en serio, Carolyn, no puedo." Era obvio que había estado llorando. "Gab, sabes que necesito tu ayuda." "Lo único que conseguirás es que arruine tu obra. Haré lo mismo mañana." "No tenemos tiempo. No voy a poder solucionar esto. Solo quedan dos días." "Mis líneas son cortas, las podría aprender cualquier persona. Incluso tu o Clover." suspiro. "No puedo estar en un escenario, en serio no..." "No puedo creer que me hagas esto." Dijo después de un tiempo, indignada. "¿De verdad estas molesta?" Si, si lo estaba. Había podido arreglar tantas cosas, ¿ahora que haría? "No me molesta que te pongas nerviosa, es solo que… ¡Quería que mis amigos me ayudaran! También me costo aceptar esto, fue una prueba para mi. Solo esperaba que mis amigos pudieran hacer esto por mí. Que me acompañaran." "¡Acepte por ti!" Dijo Gabrielle sorprendida de lo que escuchaba. "Es obvio que no puedo pedirles que se arriesguen a hacer cosas por mi. Pero esto no es hacer trampa en un examen, es solo una obra. Es por diversión." "No es diversión para mi." Gabrille volvió a secarse los ojos. "Lo siento mucho." luego se fue. Sin querer, Carolyn también empezó a llorar. El día del estreno, Carolyn se vistió para la ocasión. Cambio su túnica por un abrigo largo y se coloco una boina verde. Después de su discusión con Gabrielle, se arrepintió mucho. La había hecho sentir mal por una inseguridad. Se sentía como una mala persona porque ella misma había pasado por eso. Pasaba por eso todo el tiempo. Muy tarde se dio cuenta que solo lo había hecho por el estrés que organizar la obra le había causado. "Esta cosa parece que me trago." Dijo Clover alzando las mangas. El vestido de Titanía era precioso, estaba hecho de tela brillante donde sea que lo vieras. Según el equipo de vestuario se supone que debía deslizarse grácilmente sobre el suelo. Pero en el caso de Clover más bien se arrastraba.
“Si no lo miras muy de cerca, casi parece que solo te sobra una talla.” Dijo Gillian, vestido con una camisa y pantalones regulares. Se encontraban detrás de escena a solo una hora de que empezará la función.
Klaus le echo un ojo y soltó un tisk. Al menos podías contar con el para honestidad. Su traje era totalmente negro con brillos y tiras que salían de sus mangas para arrastrarse por el suelo. Había refunfuñado un par de veces mientras lo maquillaban y casi soltaba un grito cuando vio la corona que debía llevar. Carolyn se había arremangado las mangas lista para darle su merecido cuando escucho sus comentarios pero se reconfortó con la idea de que tendría fotos exclusivas de el con su traje que podrían servirle de chantaje si la situación lo a meritaba.
Una débil voz se escuchó. "¿Creen que aun hay tiempo para arreglarme?" Apenas la escucho, Carolyn salió corriendo a abrazarla. "¡Oh gracias a Dios, Gabrielle!" "Lo lamento, no volveré a dejarte sola en nada. Lo prometo." dijo respondiendo al abrazo. "Yo lo siento, no debí haberte tratado así. Debí haberlo entendido." se separo un poco de ella y dijo: "En realidad, no tienes que hacerlo si no quieres." "Si quiero. " Le dijo sonriendo y tomándole las manos. “Pase todo el día practicando, prometo que lo haré bien.” Carolyn imito su sonrisa y con un apretón de mano dijo: "Estoy segura. No hay mucho tiempo para esto, vamos Clover quítate eso." "Gracias a las barbas de Merlín y Dumbledore." Dijo mientras iba a quitárselo felizmente "Si sirve de algo," Klaus se había acercado a Gabrielle mientras los demás no observaban. "la mayoría de las personas van a estar pendiente de mi, no creo que te presten tanta atención." Gabrielle que ya volvía a tener la garganta seca solo asintió y dijo: "Si, gracias, quizás sirva de algo." Carolyn reviso por última vez el programa:
REPARTO Oberón (Klaus Ravensmith) Puck (Yuri Gao) Titania (Gabrielle Foxglove) Hermia (Lavender Staniv) Helena (Georgia Smith) Lisandro (Julian Carr) Nick Bottom (Gillian Barnabe) Hipólita (Margaret Strancy) Demetrio (Jamie Harvest) Acto I Acto II
Acto III
Interludio
Acto IV
Acto V
A las 8:50pm el auditorio se había llenado casi por completo y a las 7:00pm, la música que indicaba el comienzo de la obra comenzó. El rumor había corrido que la obra de esta temporada iba a ser una locura, tendría efectos especiales y todo. Y por supuesto, todos querían ver como el guardián estrella de Gryffindor hacia su estrellato. La primera escena inicio con cuatro personajes entrando, con trajes y vestidos de otra época.
“No está lejos, hermosa Hipólita, la hora de nuestras nupcias, y dentro de cuatro felices días principará la luna nueva; pero ¡ah!, ¡con cuánta lentitud se desvanece la anterior! Provoca mi impaciencia como una suegra o una tía que no acaba de morirse nunca y va consumiendo las rentas del heredero.” Dijo Teseo.
Hipólita le respondió: “Pronto declinarán cuatro días en cuatro noches, y cuatro noches harán pasar rápidamente en sueños el tiempo; y entonces la luna, que parece en el cielo un arco encorvado, verá la noche de nuestras solemnidades…”
Carolyn seguía el libreto, lista para reaccionar ante cualquier eventualidad. Pero no fue necesario, su equipo estaba muy bien preparado.
La escena continúo y entraron y salieron nuevos personajes. Llegaron los campesinos que debían fingir interpretar una obra como en esos tiempos e hicieron reír a todos colocándose trajes, barbas y fingiendo hacer voces de mujer.
Con una suave neblina el escenario cambió. Arboles y flores que brotaron del suelo, con pequeñas luces flotando por el aire. La música se hizo más lenta. De pronto, el techo sobre el público se lleno de luces. Una por una fue encendiéndose hasta formar un cielo estrellado. Aplausos salieron de todos los asientos del auditorio. Titania salió a escena. El vestido de Titania había sido diseñado como una ilusión. No podías realmente ver una forma, solo habian muchas tiras delgadas y brillantes colgando del cuerpo. Las de sus brazos casi llegaban al suelo. Su cabello rubio estaba suelto solo apartado de un lado de su cara, que permitía ver las flores colgando de su oreja y otras mas en una corona. Un séquito de pequeñas hadas la seguía. Klaus se había equivocado, aquel vestido que le había quedado a Clover como una alfombra había sido diseñado perfectamente para Gabrielle y con unas cuantas flores en el pelo, parecía que la reina de las hadas había sido sacada del libro. La gente difícilmente noto a Klaus.
La otra persona que destacaba en la obra era Gillian, sus escenas eran en su mayoría cómicas y tenía al público ganado.
“Si yo fuera hermoso, Tisbe, sólo sería tuyo” Dijo dramáticamente. Justo a tiempo para la transformación. Desde su lugar, Carolyn recitó las palabras mágicas y el rostro de Gillian cambio. Del cuello para abajo seguía su vestimenta teatral y del cuello para arriba, una cabeza de asno. El público se lleno de exclamaciones de sorpresa y otra vez escucho el grito de terror. Carolyn suspiró de alivio de que había salido tan bien. Debía agradecer a la profesora Mcgonagall por no solo haberle dado permiso, también la ayudo con el hechizo.
“…no he de moverme de aquí. Me pasearé de arriba abajo y cantaré para que me oigan y sepan que no tengo miedo.” Siguió Gillian sin ninguna alteración a su actuación debido a la transformación, luego empezó a vociferar una canción tonta. "¡Suelten a los bowtruckles!" Le susurro a los chicos detrás de escena. Las jaulas se abrieron y en vez de moverse lentamente por el escenario, las criaturas salieron volando de sus jaulas. "¿Eso son…?". Empezó a decir. "¡DUENDECILLOS DE CORNUALLES!" alguien grito. El público se volvió loco. Carolyn sintió que se iba a desmayar. "¡Busquen las jaulas!" le ordeno a su equipo. "¡Carolyn!" Gabrielle la tomo del brazo. "¿Recuerdas cual es el hechizo para detenerlos?" Le pregunto desesperada "Ehm.. No en este momento. Tendremos que intentar algún otro para atraparlos." Un duendecillo salió disparado a los ojos de alguien del público. Otros dos estaban sujetando los cuernos falsos del chico que interpretaba a Puck, claramente interesados en una criatura con sus mismas características. Clover salió corriendo a ayudarlo. Carolyn mando a cerrar las puertas mientras Gabrielle a su lado trataba con todos los hechizos que podía con su varita que no tenía ni idea de donde había sacado. Los duendecillos detectaron la amenaza y salieron en su dirección, gustosos de causar mas desastre. Se movieron como un enjambre de abejas en la dirección de las chicas. Gabrielle ya se hallaba con los brazos cruzados sobre la cabeza esperando lo inevitable pero Klaus detuvo el ataque al lanzarles su corona de rey hada. Era un caos total. Estaban acabados. Fue entonces, en medio del revuelo, que una voz sonó fuerte y clara sobre las demás. "¡PETRIFICUS TOTALUS!"
Inmediatamente, los duendecillos quedaron paralizados en el aire, atrapados en burbujas de hielo. Como si se hubiera parado el tiempo, pero tan solo eran ellos los que estaban congelados. El mundo miro sorprendido como lo duendecillos volvían chillando a sus jaulas. Luego, con otras palabras las jaulas se sellaron. Los ojos de las criaturas eran los únicos que se movían. Al buscar la fuente de su salvación, el grupo solo encontró una cabeza de asno. "¿Gillian?" Gab parecia bastante confundida. "¡Oh por dios, Gillian!" Clover lo abrazo dramáticamente y fingió expresión de estar apunto de llorar "Eres mi héroe." "¿Por que todos se ven tan sorprendidos?" pregunto el, claramente ofendido de que no lo vieran capaz. El resto solo se rió. Estaban a salvo, bien. ¿Y ahora que?
El publico que se había ocultado tras los asientos empezó a asomar la cabeza con lentitud, asegurándose de que ya no había peligro. Una figura alta se levanto desde la última hilera. Clover se llevo una mano a la boca. "No puede ser." murmuró. Carolyn recordó entonces que Lucien hacia comentado algo sobre lo fanático que era el Profesor Dumbledore por las obras de teatro. El profesor miro a su alrededor, como buscando alguna razón por la cual asustarse y dijo: "¿Y bien? ¿Podemos seguir? La obra estaba apunto de ponerse interesante." Carolyn casi juraba que le había guiñado un ojo, pero estaba demasiado lejos. Tan solo asintió y apresuró a los chicos a bajar el telón para organizarse. Al momento en que el elenco salió a dar su última reverencia al público, hubo una ovación de pie. Sin darse cuenta, sus amigas se habían acercado a ella y la llevaron al escenario, a pesar de sus protestas. Sin saber muy bien que hacer, solo hizo una reverencia. Los aplausos crecieron. Cuando Dumbledore volvió a levantarse se hizo el silencio nuevamente, se dirigió a ellos: "Ha sido una obra magnifica, debo decir que es mi adaptación favorita de una de mis obras favoritas. Sin embargo,” dejo su tono complacido por uno más serio. “por haber soltado irresponsablemente criaturas mágicas que podrían haber ocasionado grandes daños a la institución, me temo que debo quitarle cien puntos a Ravenclaw" "Dicho esto, debo añadir que gracias a la acción de uno de sus compañeros que demostró valentía y también que ha prestado atención a sus clases, ha sido capaz de salvarnos de un inminente peligro, así que debo otorgarles ciento cincuenta puntos a Ravenclaw." El salón se lleno de vítores y aclamaciones. El grupo que estaba en el escenario empezó a saltar y gritar de emoción, unos chicos rodearon a Gillian y lo alzaron en el aire. Él parecía bastante atónito por la noticia pero luego solo se dejo llevar por su nueva popularidad.
Era un final perfecto para algo que pudo haber salido terriblemente mal. Los chicos del grupo de arte decidieron reunirse en la sala común de Hufflepuff para celebrar, con tiempo suficiente para volver antes de lo prohibido, por supuesto. A los cocineros les gustó tanto la obra que prometieron llevarles pastel. Carolyn no podía perderse eso.
Recordó que dejo su bolso en el teatro así que les dijo a sus amigos que se adelantaran. Una voz la detuvo antes de salir. "¡Ciento cincuenta puntos! ¡Ellos soltaron los Duendecillos en primer lugar!" Carolyn se oculto y siguió escuchando. Su obra a pesar de los desastres, había ido increíble. No iba a dejar que Zelda se lo arruinara con alguno de sus comentarios. "Tienes que admitir que fue divertido." Zelda echo los hombros hacia atrás y se relajo un poco. "Tienes razón, siempre es divertido ver a un grupo de tontos hacer el ridículo. Por suerte, ciento cincuenta puntos son fáciles de ganar."
“Lo que aún no entiendo es como esos chicos de Hufflepuff pudieron confundir las jaulas. Parecen bastante dedicados a lo que hacen como para dejar pasar eso por alto.” Se preguntó Klaus.
“Pues obvio que no lo hicieron. Fuimos nosotros.”
“Ah.” No sonaba para nada sorprendido y no añadió ningún otro comentario. "Lo que yo no puedo creer es que Gillian no sea un bueno para nada. Tal parece que no eres tan malo buscando nuevos amigos." Casi podía escuchar su sonrisa de suficiencia.
Definitivamente somos mejores que tú. Ugh "Oye, no son mis amigos ni siquiera pensaba pasar mas tiempo con ellos. Tranquilízate." Hubo un pequeño silencio mientras la chica pensaba. "Sabes, Cuidado de Criaturas Mágicas no es nuestro fuerte. Podrías sacar algo de allí." La risa de Klaus llego hasta donde estaba "¿Lo dices en serio?" "Solo trato de sacar lo bueno de cada situación. Estaba casi segura de que no saldría nada de esto pero," Carolyn pudo acomodarse lo suficiente y esta vez si observó la sonrisa de Zelda. "parece que si es posible." "Bien." Klaus se había despojado de su vestimenta teatral y volvía a utilizar su típica chaqueta de capucha "No voy a preguntar quien lo tiene que hacer, si dejo que tu lo hagas, lo ahuyentaras con tu encanto." dicho eso se subió la capucha y salió. "¿A donde vas ahora? ¡¿Y a que te refieres con eso?!" La pregunta de Zelda no tuvo respuesta porque ya el chico se había ido. Se fue detrás de el refunfuñando sobre como siempre desaparecía. Carolyn salió y se quedo pensando un rato. Realmente no se terminaba de conocer a las personas.
FIN
N/A: Para las descripciones de la obra me base en la adaptación de A midsummer night’s dream de 1935, les dejo algunas imágenes.
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Donde se crea una revolución (y un nuevo periódico escolar) PARTE II
Carolyn y Gabrielle estaban en la biblioteca. La primera de pie con su varita afuera y la otra sentada, expectante. Un rollo de pergamino entre ellas.
"Gemino." Carolyn apuntó su varita al rollo de pergamino. Este dio una sacudida y se multiplicó en diez rollos más.
Gabrielle los examinó de cerca y sonrió.
"Son exactamente iguales. ¡Funciona!"
"Espero que no estés tratando de crear un ejército Levski. Necesitas más que eso para si quiera lograr alcanzar la mínima cantidad de votos que necesitas para ser Prefecta."
"¿Si sabes que necesitas a más que los monos de tu equipo para crear un circo, ¿verdad Zelda?"
Zelda entrecerró los ojos y con un rápido movimiento de muñeca sacó su varita. Luego, pronunció un par de palabras con aburrimiento.
Carolyn apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que todos los pergaminos volarán por el aire.
"Ese fue un patético intento de burla, Levski."
Carolyn estuvo a punto de lanzarle un maleficio pero Gab la detuvo. Sin embargo, su amiga no pudo detener el flujo de ideas que su enojo había creado.
Solo le tomó unos días, pero en poco tiempo puso las suficientes redes en movimiento hasta encontrar el más oscuro y sucio secreto que se pudiera encontrar sobre Zelda Ravensmith. Al principio solo quería pruebas sobre las maldades de la chica, y vaya que consiguió pero, ¿iba eso realmente a satisfacer las necesidades de venganza de Carolyn? Todos sabían que Zelda era malvada. Carolyn estaba esperando alguna información que realmente hiciera saltar sus engranajes. Y lo consiguió.
Carolyn se reunió inmediatamente con sus amigas para contarles la noticia.
"... Y esta es la cuestión: Al parecer, un miembro de la familia Ravensmith está en Azkaban. Las malas lenguas dicen que es un familiar cercano de nuestra capitana de Quidditch favorita."
"¿Que? ¿Un miembro de la familia de Zelda está en Azkaban?"
"Debemos usarlo."
"Carolyn."
"¿Que? ¿Creen que eso no le bajaría los humos?"
"Ni siquiera sabemos qué tan cierto sea." dijo Clover un poco nerviosa.
"Es una fuente de confianza. Ese chico solo sabe de negocios."
"¿Y con qué negociaste? ¿Más secretos?" Preguntó Gabrielle molesta.
"Estoy harta de Zelda, ¿Si? Esa chica anda por ahí haciendo lo que le venga en gana, tratando de arruinar a todos los demás para sus beneficios. ¡Alguien debe pararla! ¡Trató de arruinar mi obra sin ningún motivo más que su propia diversión y ahora utiliza a Gillian para que su equipo obtenga buenos puntos! ¡Es despreciable! Les aseguró que tuvo algo que ver con todo este asunto. Es el tipo de cosas que ella haría. Sabe que los chicos de su equipo son unos idiotas pero los necesita jugando."
Sus amigas se pusieron muy tiesas de repente.
"E-Espera." Empezó Clover. "sabíamos lo de la obra pero... ¿Gillian? ¿Por qué no lo habías mencionado antes?"
Carolyn se tiró en el sofá más cercano. Ahora estaba triste.
"¿Ni siquiera a Gillian?"
"Yo... No sabía qué hacer. Se que debí haberlo hecho, lo siento. Pero mirenlo, anda tan feliz a todos lados con Klaus. Incluso volvió a jugar Quidditch... Tiene al chico en un pedestal. No pensé que me creería."
"Incluso así, Carolyn, no podemos utilizar esa información. Es indignante." Dijo Gabrielle severamente.
"¿Incluso después de lo que dije?" Carolyn salto. "¿Sabes que se la pasa llamándote serpiente y crea rumores sobre cómo tus notas son gracias a tu posición? ¿O que Snape te regala las notas? ¡Eso es indignante! No voy a dejar que se sigan metiendo con mis amigos."
De repente, y sin saber que estaba caminando en medio de una muy incómoda conversación, Gillian entró muy emocionado a la habitación y dijo:
"¡Ya se cuando podemos entrar al despacho!"
Carolyn estaba segura. No iba a seguir permitiendo que se metieran con sus amigos. Incluso así, tenía esta extraña sensación de incomodidad en el estómago.
Dos días después, fue momento de ponerse en movimiento.
Se dividieron en dos grupos: Gillian y Carolyn entrarían al despacho; Carolyn llevaba una cámara para capturar la evidencia. Clover y Gabrielle se encargarían de vigilar.
Gillian descubrió que Selvens siempre dejaba su despacho solo de 3:30 a 4:00. Exactamente media hora para encontrar algo. El chico prácticamente había acampado fuera de la habitación para averiguarlo. Pero ese día, no fue exactamente lo que ocurrió.
"¿Por qué no sale?" Gillian se estaba empezando a desesperar. Los chicos estaban a tan solo unos metros del despacho, ocultos a la vuelta de la esquina.
Hace veinte minutos debería haber salido.
"Es hora." Dijo Carolyn. Su lechuza, Sahi, se encontraba dormitando en su hombro. "Hay que utilizar el plan B."
Gillian asintió y fue hasta la puerta con sigilo. Saco una bola de color verde de su bolsillo y la encendió con un mechero. La bola empezó a echar humo de inmediato y el chico se devolvió corriendo a su esquina.
Unos segundos después, Carolyn y Gillian escucharon el glorioso sonido de la puerta abriendo y cerrándose.
"Niños insolentes." Le escucharon murmurar a la profesora desde el pasillo.
Esperaron a que las sonoras botas de la profesora se dejarán de escuchar y luego de esperar un rato más, se levantaron, haciendo el debido detenimiento para asegurarse que nadie los veía.
Carolyn le dio unas palmadas a la cabeza de Sahi. La lechuza se desperezó y salió volando por el pasillo.
En la puerta aún había un humo verde saliendo. Carolyn se tapó la nariz con la túnica.
"Por Merlín, esa cosa es fuerte." Dijo ella.
Gillian sacó su varita y conjuro un Alohomora. La puerta se abrió con un suave chasquido.
"¿De verdad?" Preguntó Gillian. "Realmente esperarias que alguien como Selvens tendría algún otro tipo de seguri..." Gillian dejó de hablar cuando una bola gigante de pelo le saltó a la cara.
Carolyn lo empujó dentro y cerró la puerta.
El chico había logrado quitarse la bola de pelos que resultó ser un enorme gato. La bestia se erizo, preparada para soltar un maullido.
"¡Petrificus Totalus!"
El gato se puso rígido y cayó al suelo de medio lado. Carolyn guardo su varita y ayudó a Gillian a ponerse de pie.
"¿Crees que hicimos mucho ruido?" Preguntó él. Tenía arañazos en la cara.
"No lo se, pero hay que movernos."
Mientras tanto, Sahi avanzó hasta divisar su objetivo. Abrió sus alas y descendió hasta posarse cómodamente sobre la cabeza de Gabrielle, que estaba sentada hojeando un libro de Sylvia Plath, creía que memorizar un poema la ayudaría a no pensar en la realidad de lo que estaban haciendo. En unos pocos segundos, la lechuza estaba durmiendo otra vez. Una cinta había sido amarrada a una de sus patas al pasar por el puesto de vigilancia de Clover.
Esa era la señal. Significaba que los chicos ya debían estar dentro. O al menos eso esperaba.
En unos pocos segundos vio pasar a Katicha, directo al otro lado del castillo. Gabrielle se recostó en la pared, aliviada. Acarició las plumas de Sahi, pensativamente.
La chica entendía los motivos de sus amigos para llevar a cabo la misión. Prácticamente toda su familia era de Slytherin y desde que había nacido, jamás había escuchado una sola palabra negativa sobre su casa. Cuando había llegado a Hogwarts y escucho toda la verdad, nada parecía tener sentido. Su familia no era como nada de lo que
describían. Aunque hay que admitir, que si es algo nefasto pertenecer a la casa fundada por el loco que encerró un basilisco en una cámara secreta. Aun así creía que no había ninguna excusa para algunos comportamientos.
Gabrielle siguió acariciando a Sahi mientras veía pasar a unos cuantos chicos en uniforme de quidditch.
Mmm. ¿No se suponía que el equipo de Gryffindor estaba en prácticas a esta hora?
El despacho que se le otorgaba a los profesores de Defensa era bastante grande. Al principio se quedaron paralizados sin saber muy bien dónde empezar.
Revisaron todas las estanterías, hasta dar con las evaluaciones. Carolyn estuvo a punto de colocarle un cero a Zelda. y Gillian la detuvo. Luego él consiguió la nota perfecta de Cole y casi lo despedaza. Carolyn tuvo que realmente convencerlo de que colocarle un cero no era mejor que usarlo como evidencia. Luego de calmarse un poco, el chico examinó con cuidado el trabajo.
“Es la información que utilice pero… No es mi trabajo. Está transcrito.”
“Bueno, al menos no fue tan cabeza hueca.” Dijo Carolyn, aunque ahora tenían un gran fallo en el plan.
“¿Cómo probamos que realmente yo lo hice?”
“¿Tu lo volviste a entregar, no? Katicha debe tenerlo aquí”
Carolyn volvió a revisar los estantes. Hizo un sonido de sorpresa.
“¿Lo tienes?” Preguntó el chico.
“No. Me coloco un seis. ¡Un seis, Gillian!”
Gillian trató de no rodar los ojos y solo hizo un ademán de que siguiera buscando. La chica lo dudo un poco, pero devolvió su trabajo de mala gana al montón y siguió buscando.
“No está.” Gillian también busco y en efecto, no estaba.
“Sería increíble que también lo perdiera. Tendremos que seguir buscando.”
Los dos voltearon a ver el resto de la oficina y suspiraron. Al menos tenían tiempo.
La voz de la profesora Selvens sacó a Gabrielle de su concentración.
No puede ser, ya está volviendo.
Era demasiado pronto.
Gabrielle se levantó rápidamente, sacando a Sahi de su sueño. Pudo escuchar su breve ulular y sintió una suave brisa cuando salió volando por el mismo camino por el que había llegado.
La chica corrió por el pasillo hasta alcanzar a la profesora. Pensó en la actitud más fastidiosa que su mejor amiga tenía y la utilizó.
"¡Profesora, profesora!" Unas cuantas cabezas se voltearon. Había hablado más fuerte de lo que pretendía pero Selvens la había escuchado y ahora se volteaba con cara de molestia. "Disculpe profesora, pero... Me gustaría saber si podría responder algunas de mis preguntas. Verá es que he tenido unas cuantas dudas con respecto a las selkies. Es que, se supone que son mitad Sirena, o mitad foca?. Es que sus características son tan confusas, ¿Sabe?"
Gabrielle había hablado tanto y tan rápido. La profesora apenas parecía soportar verla.
"Puede preguntar esas cosas en la clase, señorita Foxglove. Además ya les he respondido esa pregunta en clase."
La profesora siguió avanzando por el pasillo. Gabrielle se apresuró a estar por delante de ella y cerrarle el paso.
"Si, usted dijo que eran mitad foca, pero eso no puede ser cierto, ¿O si?"
Katicha explotó.
"Señorita Foxglove he tenido suficiente de usted. No solo se la pasa en clases pretendiendo ser la mejor en cada aspecto de ella si no que además viene a molestarme en los pasillos con preguntas ineptas. Será mejor que vuelva
"Pero profesora..."
"¡Estoy harta de todas las serpientes de este colegio! ¡Vaya al fondo
del lago donde pertenece!"
Gabrielle asintió lentamente con la cabeza y murmuró un casi ininteligible "Disculpe, profesora" con las mejillas sonrosadas. Katicha se acomodo un poco el cabello y el cuello de la camisa, mirando alrededor. Habían subestimado un poco la cantidad de personas
que habría en el pasillo. Ellos habían visto eso.
Selvens se volteo para irse pero se volteo cuando escucho otro murmullo ininteligible de parte de la chica.
"¿Qué fue eso señorita?"
"Nada, profesora."
Selvens volvió a avanzar solo para ser detenida por otra chica chocando con ella.
La profesora parecía lista para soltar otra maldición pero fue silenciada por el grito de terror de la nueva chica.
"¡Profesora! ¡Su rostro!" Exclamó ella llevándose las manos al rostro de puro terror.
Katicha se llevó las manos al rostro pero no sentía nada.
"¡Está rojo!" Exclamó otro chico.
Selvens se apresuró a encontrar un lugar donde ver su propio reflejo. Al verse en él profirió un grito estrangulado de pura rabia.
Clover se volteo hacia su amiga y le guiño el ojo, luego siguió a la profesora por el pasillo.
Gabrielle se giró con una sonrisa de satisfacción, sólo para chocar de frente con Klaus Ravensmith.
“Esto es demasiado. Jamás lo vamos a encontrar. Quizás de verdad lo perdió.” Carolyn se resignó.
“Vamos, Levski. No seas gallina. Ya estamos aquí.” Dijo Gillian, utilizando palabras parecidas a las que ella utilizó para animarlo antes.
La chica sonrió un poco, pero estaba muy cansada. La verdad Gillian también lo estaba.
“Bien. Hemos perdido demasiado tiempo.” Decidió Gillian. Necesitaba pensar. Estaba muy desesperado.
Tomó el asiento del escritorio y se sentó. Se reclinó sobre el escritorio con la barbilla sobre sus manos y cerró los ojos durante unos segundos.
Carolyn lo miraba con ojos como platos. ¿De verdad estaba tratando de descansar o...?
Los ojos de Gillian se abrieron de golpe.
“Somos unos idiotas.” Dijo sin poder creérselo.
Su amiga solo espero, suponiendo que se iba a explicar.
“Si tuvieras que esconder algo, lo tendrías a la mano.” El chico colocó las palmas sobre la madera. “En tu escritorio.”
“Oh.” fue lo único que pudo decir ella, finalmente entendiendo. “Si somos tontos.”
Gillian trató de abrir las gavetas sin ningún éxito.
“¡Alohomora!” Las gavetas seguían sin ceder. “¿Crees que la seguridad de Selvens incluya protección contra técnica tontas de muggles?” Dijo él sonriendo.
“¿Te refieres a ganchos en cerraduras?” Preguntó Carolyn adivinando lo que su amigo quería decir. Buscaron en el escritorio hasta encontrar algo que les funcionara.
“No, Carolyn. Este es el original. Este fue el que perdí.”
Unos rasguños en la puerta los puso alerta.
"Es Sahi."
"No puede ser."
"Selvens viene en camino."
"¿Que... Rayos fue eso?" Pregunto Klaus viendo como Selvens se alejaba
pisoteando con fuerza, enojada.
Gabrielle seguía mirándolo sin saber que decir, buscando una manera de huir.
Klaus volvió a fijar su mirada en ella, con el ceño fruncido.
La chica le sonrió de la nada, una sonrisa demasiado grande y rara en ella: "A ver, realmente los uniformes de Quidditch son bonitos, ¿No?" Hizo ademán de tocarlo pero luego se lo pensó mejor. Seguía sonriendo.
"¿Tu hiciste eso?" Le preguntó Klaus finalmente entendiendo.
"¿Que? Por supuesto que no. ¿Por qué creerías eso?"
"Todos acabamos de ver lo que hizo."
Gabrielle sintió como si una piedra se hundiera en su estómago. De verdad todos la habían visto humillarse en público.
"No me considero una persona vengativa." Quizás eran los nervios, o quizás era que lo acababa de pasar le había afectado más de lo que esperaba, pero Gabrielle se sintió a sí misma ponerse a la defensiva. "¿Tu crees que lo soy o alguna cualidad de mi lo es?"
"¿Es una pregunta con trampa?"
"Depende de que tan influenciado estés." Gabrielle sabía que estaba siendo demasiado dura con alguien que no tenía nada que ver.
Klaus se estaba empezando a molestar. "¿Y tu no crees que ayudas a fundamentar lo que otros dicen con tus acciones?"
"Es un hechizo de Colovaria, no hace ningún daño. En cambio, llamarme cosas si afecta." la chica se detuvo, sintiendo que hablaba de más.
"Por favor, todos pasamos por esas cosas. ¿Crees que a nosotros no nos pasa solo por ser Gryffindor? Soy tan bueno como tu en pociones, lo sabes. Y aún así Snape decide hacerme la vida imposible y burlarse de mi posición en el equipo. Porque no soy Slytherin. Porque no soy como tu."
"¿Crees que no merezco mis notas? ¿O acaso crees que merezco que me acusen de ser malvada o que hago trampa? Por lo que se, cualquier Slytherin ha hecho mucho menos daño que tu o cualquiera de tus amigos.” Se estaba poniendo demasiado emocional. Incluso sintió un par de lágrimas asomarse. “Obvio que debo ser buena en defensa, soy de la casa más malvada. Siento que estoy compitiendo todo el tiempo para probar que soy digna de mis notas no solo por venir de una familia privilegiada." Ahora definitivamente había hablado de más.
Klaus estaba sorprendido, cualquiera lo estaría, porque no era algo común que ella se expresara tanto.
El chico parecía apunto de decir algo pero la llegada apresurada de Clover lo interrumpió.
"¡Gabrielle! ¡Selvens no va a la enfermería, va a su despacho! Gillian y Carolyn siguen ahí debemos hacer algo ahora." Dijo la chica con premura.
"¿Quiénes están donde?" El chico se sentía como si hubiera entrado en un lugar donde no debía. Muy incorrecto. Y muy extraño. Desde que los conocía sabía que estaban locos, pero esto era demasiado.
"Escucha, Klaus." Dijo Gabrielle con firmeza. "No es solo por nosotros, es por todos. Me has ayudado antes. Déjame ayudarte ahora."
Los ojos oscuros de Klaus se voltearon hacia ella, observándola por un
rato, luego solo asintió.
Carolyn terminó de tomar las fotos y se las metió apresuradamente en el bolsillo, sin tomarse el tiempo de asegurarlas.
Dejaron todo en su lugar, aunque no había forma de que el gato volviera a la normalidad antes de que su dueña volviera.
Justo cuando salían, escucharon los pasos de Selvens llegando al pasillo.
“¡Profesora! La enfermera insiste en que debe ir a verla.”
“¡Esto no es una erupción, niña tonta! ¡Es un conjuro! Ahora, ¡LARGO!”
Insistir haría sospechar aún más. Clover se alejó y solo rezó porque los chicos no estuvieran ahí.
Carolyn y Gillian terminaron de cerrar con cuidado y se alejaron con pasos ligeros del pasillo. Pensaban que ya estaban seguros pero entonces…
“¡Oigan, ustedes mocosos!” Era el señor Filch, siempre a tiempo para descubrir las travesuras de los estudiantes. “¿Que hacen por allí escabulléndose?” Incluso aunque no estuvieran haciendo nada malo, el señor Filch solía regañarlos, pero en este caso, si estaban haciendo algo malo.
“¡Corre!” Dijo Gillian tomándola del brazo.
Pasaron de largo al señor Filch que trató de voltearse y seguirlos pero solo consiguió trastabillar en el proceso.
"¡Necesitamos escapar!" Exclamó Carolyn desesperadamente.
Una puerta apareció en su campo de visión y sin dudarlo, Gillian fue hacia ella.
"¡Allí mira!" Gillian la arrastró hacia la puerta y se ocultaron.
Se quedaron muy quietos con el sonido de sus corazones martillando en sus oídos. Filch había seguido sus pasos pero se detuvo de un salto. Lo escucharon decir “¡Han desaparecido!” y luego, nada. Parecía que trataba de decidir qué hacer. Después de un rato solo siguió su camino murmurando para sus adentros.
Esperaron unos segundos más a que su respiración se estabilizara, y abrieron la puerta de a poco.
Queriendo escapar antes de que Filch o Katicha volvieran, salieron corriendo. Y entonces, se tropezaron de frente con alguien.
“Auch.”
“¡Chicos!”
“Oh Dios mío, están bien.”
“Si si, ahora muévanse o no vamos a estar nada bien.”
“No creo que a Katicha le de tiempo de volver todo el camino desde su despacho al patio.”
“¿Al que?” Gillian miró a su alrededor por primera vez. Su expresión pasó lentamente de confundida a sorprendida. “¿Dónde estamos? Aquí no fue donde entramos.” Dijo el chico tratando de ubicarse.
“¿Dónde estamos?” Pregunto Carolyn confundida y luego con un tono acusador al notar la presencia de Klaus. “¿Y qué hace él aquí?”
“Larga historia.” Le respondió Gab. “Pero por el momento, está de nuestro lado.”
“¡Genial! Ehh.. ¿Lamento no haberte dicho?” Le dijo Gillian indeciso a su amigo.
“Esta bien. Creo que… comprendo. No mucho, la verdad.” Le respondió él, aún confundido con todo lo que estaba pasando.
“Como sea. Estoy segura que no fue aquí donde...” Carolyn se detuvo al darse cuenta que la puerta por donde habían salido ya no estaba.
Gillian siguió su mirada y se llevó las manos a la boca. “¡No puede ser! ¿Era la Sala de los Menesteres?”
“¿Qué? Me dices que estuve en la Sala de los Menesteres y no me di cuenta?” Carolyn empezó a buscar en la pared, como si esa fuera devolverla. “Nooo. Vamos, vuelveee.”
“Oh, bueno, al menos nos ayudó. Gracias.” Gillian dijo la última con una mano en la pared, aunque no muy seguro de a quien estaba agradeciendo. Suponía que al castillo.
Hubo un momento de silencio mientras los dos terminaban de entender que no estaban para nada cerca del despacho ni de ser descubiertos. Que si habìan escapado.
“Entonces...” Comenzó Clover. “¿Ahora qué?”
“¿Consiguieron algo?” Preguntó Gabrielle.
“Oh sí, miren las...” Carolyn pretendía mostrarles las fotos, pero no las conseguía. Sabía que no podía reír tan pronto.
“¿Carolyn?” Preguntó Gab.
“No están.” Empezó a negar con la cabeza mirando a Gillian. “No puede ser… estaban justo aquí…”
“Carolyn, ¿de que…?” Gillian no pudo terminar su pregunta.
"¿Buscabas esto?"
No.
"Cuando vi a tus perritos falderos en una muy extraña situación con
Selvens, sólo había que adivinar."
Todo menos esto, por favor.
Zelda sostenía en su mano derecha las fotografías y las observaba con fingido interés.
"¿Perritos falderos? Estoy tratando de ayudar a mis amigos. Un término que no debes conocer ya que solo tienes gusanos que se arrastran a tus pies tratando de no ser pisoteados por ti."
Zelda la ignoro. “¿Qué se supone que pretendían, de todas maneras? ¿Entregar estas fotos y conseguir justicia para el pobre chico?“
“Bien. Es suficiente. ¿Qué está pasando?” Pregunto Klaus.
“Cole robó mi trabajo.” Le respondió Gillian.
“... ¿Por qué no dijiste nada?” Esta vez, Klaus si sonaba preocupado.
"No quería, ¿Está bien? No quiero ser recordado por esto. Ahora siempre seré la persona que mejoro sus calificaciones cuando en realidad siempre he sido bueno. Se que no debería importarme, pero lo hace. Es lo único en lo que realmente soy bueno."
Klaus y sus amigas no pudieron evitar sentirse mal, sabían que no merecía sentirse así. Pero su discurso no afectó en nada a Zelda quien simplemente rodó los ojos.
"Oh, pobre Gillian. Boo-boo. Si no tienen ninguna otra declaración, me voy a entregar estas cosas."
"Zelda." le dijo Klaus sonando severo. "Solo devuelvas."
Ella lo miró como si fuera una mosca en su cereal favorito. Era evidente que le irritaba la actitud de su primo.
"No me digas que hacer, primo."
En cualquier otro momento Carolyn habría estado más que encantada de ver a dos Gryffindor pelearse, pero ahora estaban en grandes aprietos.
"Si no las devuelves, dire tu secreto."
Zelda la miró como si estuviera loca y en serio se rió.
"¿Mi secreto? ¿Qué te pasa Levski, ya perdiste la cabeza? De todas maneras no hago trato con lunáticos."
Carolyn observó casi en cámara lenta como Zelda se iba con las fotografías en las manos y, aunque con un montón de remordimiento, no pudo evitarlo.
"Sabemos que tienes un familiar en Azkaban. Y se lo mucho que te importa tu reputación así que no te arriesgarías."
Nadie dijo nada mientras las palabras se asentaban en el aire.
"¿Me estás amenazando, Levski?" Al ver que Carolyn solo se quedaba observándola no hizo otra cosa que responder con un tono de desprecio y burla. "Whoah, Levski. Si que puedes caer bajo."
Las fotografías cayeron al suelo.
Le echó una mirada a Klaus y entonces, Zelda se alejó del lugar con su característico altivo caminar que parecía de la realeza. Klaus tenía una expresión ininteligible.
Después de sacar a Zelda del camino, nada podía contra ellos. Pero nada se sentía bien luego de hacer eso.
¿Que clase de persona era si se salía con la suya amenazando a los demás? ¿Utilizando sus secretos como armas?, ¿No la convertía eso en alguien como Zelda?
Antes de irse a sus dormitorios, le había dicho a sus amigos que no debían publicar nada sobre Zelda. Los demás estuvieron de acuerdo.
A media noche en la torre de Ravenclaw, aún no se podía dormir. Gabrielle se quedo con ella para cuidarla.
Nunca pensó que se sentiría tan mal.
Su amiga reconoció la expresión que tenía y la reconfortó.
"Tranquila, Carolyn. Se que nunca lo habrías publicado. Y te conozco mejor que nadie."
Carolyn tenía la garganta seca.
"Quizás no debamos continuar."
Gabrielle se quedó sin palabras por un momento. "No Caro, ya le prometimos a Gillian que lo haríamos. No podemos hacernos para atrás ahora." Su voz era dulce y sin reproche.
“No importa lo que haga, incluso aunque trato de ser la buena, Zelda sigue ganando.”
“Ella nunca será mejor que tú. Al menos no mientras siga siendo así. En tu situación, Zelda lo habría hecho. Incluso si lo hubieras hecho, te habrías arrepentido. Esa es la diferencia entre las dos.”
“No se trata de ganar, Carolyn. Es solo ser quien eres en realidad.”
Carolyn pensó que era bueno tener amigos como los suyos. Personas que aunque veían su peor lado aún se quedaban con ella. Que aunque eran testigos de una falla en su moral, aún le daban una segunda oportunidad, porque creían en ella. Y eso la hacía creer en sí misma.
Carolyn abrazo a su amiga, y en ese momento sintió como su fuerza y espíritu volvían.
La clase de Aritmancia comenzó como cualquier otra, pero Carolyn no estaba igual que cualquier otra mañana. Sus dedos tamborileaban nerviosamente el escritorio.
De pronto, una llama apareció en su escritorio para rápidamente convertirse en una hoja doblada.
Los ruidos de sorpresa de sus compañeros le dejaron saber que todos la habían recibido. Actuando de la manera más normal posible, desdobló su hoja y leyó:
Reportaje de último momento:
“El estudiante Cole Brown de tercer año es culpable de plagio.”
El acto en cuestión fue realizado durante la asignatura Defensa contra las Artes
Oscuras. El susodicho hizo trampa al entregar un trabajo que
originalmente había sido escrito por otro estudiante, Gillian Barnabe.
El estudiante había perdido su trabajo y de alguna manera este paro a
manos de Brown.
Más sospechoso aún es la posible intervención en este asunto de la
profesora encargada de la asignatura, Katicha Selvens, quien parecía
tener en su posesión el trabajo original supuestamente desaparecido.
Además esta profesora ha sido culpada de trato hostil por algunos
estudiantes: Hace poco los pasillos de Hogwarts fueron testigos de
un humillante trato a una estudiante por parte de esta, varios estudiantes
han hecho testimonio de sus palabras atroces.
“Parecía que algo la había poseído, tanto así que le salió un sarpullido.”
Nos cuenta C.T.
Abajo podrá encontrar las fotografías de los trabajos:
De izquierda a derecha: 1) Trabajo "Hipogrifos: Criaturas Extraordinarias." por Gillian Barnabe. 2) Trabajo "Hipogrifos." por Cole Brown.
-Anónimo.
Un murmullo silencioso recorrió la clase, algunos se hacían señas o no sabían exactamente a donde mirar. La clase se volvió un caos, y la profesora no podía hacer nada para detenerlos.
La puerta se abrió de par en par, la profesora Mcgonagall tenía una terrible expresión. Hizo un movimiento brusco con la varita y todas las notas desaparecieron.
"Vuelvan a sus clases. ¡Ahora!" con eso se devolvió, la puerta cerrándose tras ella, tratando de ir lo más rápido posible a controlar la situación en algún otro salón.
Carolyn se hundió en su asiento.
Realmente lo habían hecho.
Miro hacia el otro lado del salón y se encontró con la mirada de Gillian. El chico parecía loco de felicidad.
Si, lo habían hecho.
"¿Sabías que Cole lo había hecho?"
Después de la escena de las fotografías, Klaus apenas había hablado con su prima. Esta mañana después de leer la nota que había aparecido en su escritorio, Klaus espero al final de la clase y se dirigió al asiento de Zelda.
"No." Le respondió ella sin mirarlo, mientras guardaba sus cosas. "Pero Mcgonagall amenazó con sacarlo del equipo si no mejoraba sus notas. Así que le dije que
buscara la manera. Y supongo que fue lo único que se le ocurrió. Honestamente me sorprende que llegara tan lejos."
“Y aún así, ibas a entregar las fotografías.”
“Solo trataba de solucionar un problema. ¿Desde cuando es malo llevar la evidencia de un crimen a las autoridades?”
“Me parece que eso es lo que ellos hicieron.”
Zelda dejó caer sus libros con un sonoro golpe sobre el escritorio.
“¿Por qué no hablamos sobre el otro problema que evite?”
“Todas las acciones que tomas al final son solo para salvarte a ti misma. Si entregabas las fotografías, salvabas a Cole. Si no las entregabas, te salvas a ti misma.”
La chica hizo un sonido de indignación. “¿A mi misma?”
“¿Crees que me ayudabas a mi? ¿De verdad crees eso? Me importa muy poco mi reputación.”
“Eso es obvio. Por eso alguien más debe hacerlo por ti.”
“No digo nada sobre mi padre porque no me gusta hablar sobre ello, no porque me de miedo mi reputación. En cambio a ti, eso es lo único en lo que piensas. Lamento que tu Guardián y primo tengamos tan horrible historia, pero tendrás que aceptarlo.”
La noticia voló como pólvora.
Habían muchos rumores en los pasillos y las miradas caían sobre Gillian y Cole. Durante el día no se vio en ningún lado a la profesora Katicha, pero unos chicos de Hufflepuff dijeron que desde una de sus clases pudo escuchar lo que parecía un grito de indignación procedente de su despacho.
Todos comentaban lo increíble que había sido la aparición de la carta y hacían apuestas y teorías sobre quien la había escrito
Gillian, Carolyn, Clover y Gabrielle se sentían como si acabaran de vivir la aventura de su vida. Tenían que admitir que recorrer los pasillos luego de lo que habían hecho, era una experiencia increíble. De alguna manera, Hogwarts ya no se sentía tan inmenso, sus alumnos o profesores ya no se sentían tan intimidantes.
A la hora de la cena se encontraron con otra sorpresa. En la entrada del gran comedor, los esperaba Mcgonagall.
“Acompañenme.” Fue lo único que dijo.
La siguieron por los corredores que parecían más fríos que de costumbre. Observó de reojo a sus amigos y se fijó que estaban más pálidos de lo normal.
Su destino resultó ser la oficina del director.
Mcgonagall dijo la contraseña y una gárgola se movió para dar paso a una escalera. Ella subió y los chicos supusieron que debían seguirla.
La oficina de Dumbledore era un sueño. Habían paredes repletas de libros y retratos de antiguos directores. Fawkes, la famosa ave fénix, descansaba en su jaula. Gabrielle no paraba de mirar hacia arriba y Clover se pellizcaba disimuladamente.
El mismísimo Dumbledore se encontraba en su escritorio. Les hizo señas para que se acercaran. Mcgonagall ya estaba a su lado.
“Lamento haber interrumpido su cena, pero era importante resolver este asunto cuanto antes.” Dijo él.
Le hizo una seña a la profesora para que continuara. Esta parecía apunto de rodar los ojos. Siempre era ella quien debía hacer estas cosas.
“Ha llegado a nuestros oídos la terrible noticia sobre el plagio en el que estuvo involucrado el señor Barnabe. Creemos que es hora de resolver esto adecuadamente y necesitamos explicaciones de su parte.”
"Profesora, no lo hice. Deben creerme." Gillian los miraba a ambos con desesperación.
La profesora Mcgonagall hizo un gesto compasivo. "Si, lo sabemos. Estás libre de culpa, Barnabe. Hay evidencia, muy obvia al respecto. Sin embargo," Dijo volviendo al tono serio. "También encontramos evidencia que concuerda mucho con el relato de la profesora Katicha. Su gato Swikers se encontraba petrificado, la cerradura había sido abierta con un encantamiento y además en la entrada había restos de lo que solo podría ser polvo proveniente de una bomba fétida. Es evidente que alguien irrumpió en su despacho. Ilegalmente, si es que hace falta decirlo."
"¿Y se supone que nosotros...?"
"Si, señorita Therese. Katicha los señala a ustedes como sospechosos." dijo Mcgonagall respondiendo a la pregunta de Clover.
El profesor Dumbledore se mantenía en silencio, observando todo detrás de sus gafas de media luna.
“Fue bastante insistente en que la señorita Foxglove había sido la responsable del hechizo Colovaria que afectó su rostro y señaló la actitud sospechosa de una estudiante perteneciente a Hufflepuff. Y guiándonos por esa increíble nota informativa que estuvo rodando los salones durante toda la mañana, no hay que ser genios para juntar los puntos y saber que la señorita Therese fue una testigo de gran importancia.”
“Es obvio que las principales sospechas recaen sobre Barnabe, pero algunos alumnos parecen insistir en que usted no trabaja sin la ayuda de su compañera de casa, Carolyn Levski.” Continuó la profesora. “Y la verdad es que usted, señorita Levski, ya ha sido responsable de escándalos y travesuras en este colegio y no podemos más que sospechar.”
Ups.
Bueno, había que aceptar que el panorama no se veía nada bien. Pero Carolyn tenía que intentar. Por sus amigos.
"Con todo respeto, profesores." Respondió Carolyn apresuradamente. "Pero, ¿No creen que es un poco extraño? La profesora Selvens está acusando a los dos chicos que son los mejores de su clase junto a los Gryffindor, uno de los cuales sirve para quitárselo del camino ya que utilizó su trabajo para un plagio. Otra de las acusadas fue una Slytherin a la cual insultó públicamente y la otra es... Pues es Hufflepuff."
"Auch". Dijo Clover ofendida.
En ese momento Dumbledore se aclaró la garganta y los chicos volvieron inmediatamente a estar en silencio.
“Si me permiten dar mi opinión.” Dijo él. “En primer lugar, creo que se necesita de mucho valor para hacer estas cosas y creo que la profesora Katicha haría bien en reconocer esto, siendo esta una de las cualidades de su casa. Sin embargo, como director de este colegio, no puedo permitir que estas cosas sucedan sin ningún tipo de consecuencias. A pesar de todo, parece que la evidencia que hay no es suficiente para situar al señor Barnabe o a la señorita Levski en ese despacho. Me disculpo con la señorita Foxglove por el mal trato que sufrió, y la verdad es que no hay ningún crimen en actuar como testigo, señorita Therese.”
“Es muy debatible, por supuesto, si se deben esparcir rumores como esos. Mi mayor deseo es que el colegio sea un lugar seguro para todos sus habitantes. Los rumores tan solo crean incertidumbre e incomodidad entre los miembros de esta comunidad. No vamos a permitir por ninguna razón que esto vuelva a pasar. Y es por eso, que he decidido crear un periodico escolar.”
Los chicos no pudieron evitar colocar caras de total confusión. El profesor continuó.
“Este asunto me ha hecho reflexionar, y creo que se nos ha olvidado de escuchar a nuestros alumnos. Es obvio que quien sea que difundió esta nota también lo cree pero sobretodo a decidido hacerse responsable y brindar esa seguridad a sus compañeros.”
Dumbledore se levantó y los miró sobre sus gafas.
“Les doy permiso de crear el primer periódico escolar de Hogwarts. Podrán difundir toda la información que deseen, con su debida supervisión, por supuesto.” Señaló a la profesora a su lado. “La profesora Mcgonagall y yo nos encargaremos de eso.”
Mcgonagall que había estado asintiendo de acuerdo con todo lo que decía el profesor hizo una pausa brusca y lo miró con ojos como platos por la última frase. Siempre yo, pensó.
Los chicos sabían que al aceptar estaban admitiendo abiertamente todo lo que habían hecho, pero aún así, no pudieron negarse.
“Obviamente que sus actitudes les acaban de costar una cantidad innombrable de puntos a cada una de sus casas, además de un castigo limpiando diversas áreas del colegio por un mes. Pero su compañero de Gryffindor también se acaba de ganar todo eso y más.” Dijo Mcgonagall severamente. “El asunto de la profesora Katicha aún está por verse, pero por el momento, son libres de ir a cenar.”
Llegaron al gran comedor increíblemente tarde, se sentaron en la primera mesa que encontraron y comieron todo lo que pudieron y hablaron todo lo que pudieron.
Cuando apenas quedaban personas cenando, el grupo ya había organizado sus roles.
A Gabrielle le había tocado ser la editora en jefe ya que para ella era increíblemente emocionante ver que todo estuviera en perfecto orden.
Gillian y Clover unieron fuerzas para convertirse en los reporteros oficiales, se ganarían toda la fama y atención que desearan.
Y Carolyn por supuesto, sería la fotógrafa oficial.
El anuncio se hizo público y en poco tiempo fueron la comidilla del colegio. Nunca habían estado tan expuestos y sentía extraño, pero debían acostumbrarse. De ahora en adelante, no habría nada de anonimato.
“Debería felicitarte. Escuche sobre tu nuevo periódico.” Klaus se sentó al lado de Carolyn una tarde mientras pasaba el rato en el patio.
Carolyn solo asintió, “Gracias.” Dijo con una pequeña sonrisa.
“Y justo después de que una misteriosa nota aparece en todos los salones. Qué coincidencia.” Dijo Klaus sin ningún tono de sorpresa.
Carolyn no sabía muy bien a donde quería ir, así que no respondió más.
“Gracias.” Dijo Klaus después de una pausa. “Por no decir nada sobre nuestra familia.”
“Bueno no lo hice por ustedes exactamente.” Respondió Carolyn a quien el orgullo nunca le faltaba. “Es solo que… no era lo correcto.”
“No es el padre de Zelda. Es mi padre. Estuvo en Azkaban.” Confesó Klaus. “Estuvo, tiempo pasado. Esa parte también te la dieron mal. Salió hace unos años.”
Carolyn no sabía que decir, tan solo podía sentir el peso de lo que había estado apunto de hacer.
"Lo siento mucho Klaus."
El la ignoro y continuo. "Zelda y yo somos muy cercanos, a veces la gente confunde quién es el padre de quien. Ella fue quien me ayudó. También le afectó mucho, quiere mucho a mis padres. La sorprendiste mucho, nadie jamás había llegado tan cerca. Aunque me atrevo a decir que tu fuente no es tan buena, sobretodo si su apellido es Thomas."
“AGH. Ese imbécil.” Suspiró.
“Solo porque tu amiga es prácticamente un ángel no significa que debes fiarte de todos los Slytherin. Además, Archie me odia. No te sorprendas si él o cualquier otro trata de usar tu periódico para otros fines.”
Carolyn ignoró el hecho de que había llamado a Gabrielle un ángel y le respondió: "No es mi intención crear un periódico como ese. Quiero algo donde la gente pueda ser transparente y ver la verdad, no arruinarle la vida a alguien y hacerle sufrir. Aunque hay cosas que deben salir a la luz. Eso me recuerda: Deja a Gillian en paz."
Klaus quedó un poco atónito. “Oye, de verdad lamento lo que le pasó, pero no tuve nada que ver con eso. Me cae bien, trato de ser un buen amigo.”
La chica suspiró. Hasta el momento había sido sincero y había tratado de ayudarlos. “Al menos trata de mantenerlo alejado de las personas malas. Haz lo que yo debí.” Dijo cabizbaja.
“Bueno… Supongo que,” Klaus parecía haberse dado cuenta de algo. “aunque trato de ser buen amigo, sigo sin ser muy buena influencia.”
La chica lo miró un poco raro. ¿Y ahora qué le pasaba? “Si… bueno, no conozco a ningún Gryffindor que sea buena influencia.”
Klaus se río, un gesto raro en èl. “Oye... ¿No crees que tus ideas sobre los Gryffindor son un poco... radicales?"
"No. Ni lo había notado. Vale, ¡Bien!" Le dijo al ver su expresión. "Prometo tratar de dejar de odiar tanto a los Gryffindor. Me conformo con odiar solo a tu prima por el momento."
"Es un buen comienzo." Dijo con una sonrisa.
En ese momento Gillian llegó hasta donde estaban y exclamó felizmente:
“Oh, miren. Pero si son dos de mis personas favoritas pasando tiempo de calidad. Y Carolyn no está tratando de matar a un Gryffindor, es increíble.”
"¡BARNABE! ¡Tonto cabeza de asno! ¡VEN AQUÍ! ¡SE QUE FUISTE TÚ!" Cole venía hacia ellos como un toro furioso, listo para asesinar al responsable de todos sus castigos, incluido la suspensión hasta nuevo aviso del equipo de Quidditch.
"Bueno, fue lindo verlos.” Dijo Gillian dándoles unas palmadas en la espalda, luego salió volando en dirección opuesta.
Klaus se estiró disimuladamente justo cuando Cole pasaba, haciendo que se diera de bruces contra el suelo. El chico estaba tan furioso que ni siquiera lo notó y siguió su camino. Carolyn apenas pudo disimular su risa y sacó su cámara. Esto iba a ser muy divertido.
FIN
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