#pero era algo que siempre tenía presente
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‘ no, seguro debe ser agotador ’ tampoco le había tocado verlo de cerca, suponía que eran las desventajas de crecer en una ciudad, aunque luego se mudara a un pueblo que parecía ya tener todo en su lugar. hasta ahora, que todo se volvió un verdadero desastre. ¿sentía alivio porque su madre no estuvo presente para verlo? sí. ‘ tienes que cuidarlo igual que a un hijo, el clima no siempre es el mejor para cada árbol ’ aunque estaba atento a ella, su mirada se encontraba en esa frondosa superficie al otro lado de los rieles, árboles lo suficientemente tupidos para crear una oscuridad parcial entre ellos. ‘ ¿no es un poco como las personas? a veces — no estamos bien donde estamos y necesitamos cuidarnos, sólo que nosotros si podemos irnos de donde nos hacen daño ’ pensaba en su familia, en esa madre que decidió quedarse al lado de un hombre que no la amaba. en ese hermano que lo siguió hasta el fin del mundo. en ese caos que parecía seguirlo desde su nacimiento, ya se demoraba por volver. ‘ escribir un libro es más simple ’ bajó la voz e inclinó un poco su cuerpo, como si se tratase de una confesión. lo era, en parte. ‘ no puedo comerme ambos y dejarte mirando ’ se rió, el escenario no tenía forma de ser. arien jamás sería de las personas que disfrutan de algo, mientras otro era un mero espectador; pero sí sobreviviría a la situación inversa. ‘ ¿ah? ’ se había ganado toda su atención, hasta se volteó un poco para posar todos sus sentidos sobre ella y rió con el juego. ‘ me gustan las sorpresas ’ confesó, con una sonrisa apareciendo en su semblante, de esas que van de lado a lado. ‘ la derecha ’ que era su mano sana, también parecía ser la de la suerte. le enseñó su palma, esperando que se lo diera. ‘ también podríamos haberlos partido por la mitad ’ se le ocurrió de pronto. ‘ pero esta solución me gustó mucho más, gracias, theia ’ y no tenía por qué hacerlo, jamás la ayudó para recibir algo a cambio. ‘ ¿cómo estás? ’ aunque sabía no podía rogar por un bien, a estas alturas, esperaba que estuviera mejor.
por alguna razón las palabras de arien le hacen pensar en sus seres queridos. ahí está, la imagen de su madre colándose entre sus recuerdos, con las mismas facciones que recordaba de niña pero ahora son algunas marcas, cerca de sus ojos y su boca lo que indica el tiempo ha pasado. lo mismo pasa con rory, con ella incluso. la nostalgia le hace soltar un corto suspiro, asintiendo al escucharle. no le ha ignorado, la voz masculina se ha colado por el panel auditivo como un eco. ' ¿alguna vez has plantado un árbol? ' la duda es genuina, desviando la mirada de la maleza bajo sus pies hasta encontrarse con el muchacho. ' ha de ser una sensación extraña, ¿no? porque vas a dejar algo en este mundo que durará por más tiempo que tú ... pero quizás es más sencillo que tener un hijo o escribir un libro. ' se encoge de hombros, bostezando. quizás la falta de sueño comienza a afectarle. ' pero no son suministros. los tomé con la esperanza de encontrarte. son tuyos. los dos. ' ella tampoco tenía preferencia alguna y si había tomado ambas barras antes de partir era por esa misma duda de no saber cuál preferiría. le mira con las cejas arriba, soltando una risita. ¿así es como se sentía rory cada vez que mencionaba que theia siempre se acoplaba a la situación? ' yo también como lo que sea ... ah, tengo una idea, ' entonces, coloca una barra en su mano derecha y la otra en la izquierda antes de esconderlas detrás de su espalda. ' elige uno. '
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Esto es quizás medio oscuro, pero con los headcanons que tengo de la familia de Owynn, me preguntó que tipo de ideas él habría tenido para la crianza de Raymond (principalmente cuando se trata de castigos corporales).
#spanish#myocs#abuse#👈🏻 advertencia#ósea: tengo el headcanon de que owynn definitivamente recibió algunas palizas de parte de su familia#no era algo necesariamente común pero la amenaza de eso siempre estaba presente#y tbh no creo que en ningún momento se lo haya pensado mucho. lo veía como algo normal#empezó a considerarlo un poco más cuando ray todavía estaba chiquito (como por los 5 años)#ver la forma en la cual eak interactuaba con ray y como ray siempre estaba pegado a él le pareció muy curioso#era obvio que rayray no le tenía nada de miedo a eak- algo muy diferente de su relación con su propio padre#imagino que en algún momento habrá hecho algo como levantar rápido la mano como para simular que iba a golpearlo#sólo para ver como reaccionaba ray. y le sorprendió que ray no pareciera entender el gesto#así que le pregunto a eak si alguna vez le pegaba al nene#eak se sintió un poco ofendido de que le preguntará eso y le explicó que no + el porqué#y en algún momento imagino que owynn habrá hecho la típica de ''ah pero mis papás me pegaban y yo salí bien''#eak sabiendo todos los problemas que tiene owynn: -doubt-#but anyway. owynn habla un poco más de su infancia y eak queda como ''wey tus papás están mal de la cabeza''#(imaginó que eak también habrá recibido ese tipo de castigos de chico? algunos azotes por menos#sus papás eran de la vieja escuela. pero en el caso de los papás de owynn me imagino que simplemente eran...#uh- exageradamente crueles con él. mucho más haya de lo que se considera normal)#so yeah. owynn descubre que tiene traumas de la infancia. bien por el supongo (?
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(Countless) Good Occasions - Enzo Vogrincic
+18! SoftDom!Enzo. Age Gap (implícito), creampie, dirty talk, edging, fingering, hiperespermia, marking, masturbación, (breve) orgasm denial, (menciones de) sexo oral, sexo sin protección, virgin!reader, (breve) aftercare. Uso de español rioplatense.
El café de los viernes comenzaba a volverse una costumbre.
Sin importar dónde se encontraran o qué estuvieran haciendo, cada vez que pasaban juntos la tarde de un viernes tu novio sugería beber café. Compartiendo algún libro o disfrutando una película, caminando por el centro de la ciudad, en el parque, siempre surgía la propuesta.
-¿Por qué siempre café?- preguntaste mientras esperaban en la mesa más alejada de la cafetería que frecuentaban cada vez más.
El sol cayendo del otro lado de la ventana te cegaba y por ese motivo Enzo había ofrecido intercambiar asientos, pero te negaste porque te gustaba ver cómo se iluminaba su cabello.
-El café magnifica cualquier experiencia- explicó-. Así que cuando pienses en mí inconscientemente vas a querer verme porque ahora tu cerebro está convencido de que tenés unos recuerdos espectaculares conmigo.
Soltaste una carcajada y él sonrió ampliamente, complacido.
-Mis recuerdos con vos no necesitan de un café para ser hermosos.
-Mejor asegurarme, ¿no?- tomó tu mano por sobre la mesa-. ¿De qué querías hablar?
Tu nerviosismo era evidente y soltaste su mano para poder acomodar tu ropa. Los interrumpieron con la llegada de sus pedidos y aprovechaste los segundos extra para reunir todo el valor que encontraste en tu cuerpo, ordenando en tu mente las palabras que utilizarías para expresarle tus deseos. No podía salir mal, ¿no? Era algo simple.
Tomaste tu taza con dedos temblorosos y él te imitó.
-Quiero tener sexo.
Se ahogó con su bebida y rápidamente cubrió su rostro con la servilleta que le ofreciste.
-¿Estás segura?- preguntó aún tosiendo-. ¿Conmigo?
Llevaban dos meses juntos y en todo ese tiempo él jamás había intentado y mucho menos insinuado más que lo que permitiste. Alguna sesión de besos apasionada en la que terminaste sobre su regazo, roces sutiles mientras estaban recostados o en el sofá, pero siempre dejando en claro que los límites que no pronunciaste estaban más que presentes y que los respetaba.
Lógico. Era Enzo, después de todo.
-Y sí, ¿con quién más?
Deslizó sus dedos por su cabello y tomó una profunda respiración antes de volver a beber de su taza. Su comportamiento te resultó extraño y no comprendiste por qué no contestaba, por qué de pronto parecía incómodo, ¿era tu culpa? ¿Le molestó el lugar que escogiste para hablar del tema? ¿Y si no quería tener sexo con vos y ese era el motivo de su paciencia?
-Me vas a matar- dijo con una repentina y estúpida sonrisa.
-¿Por qué?
-Porque no voy a pensar en nada más hasta que...
Tu rostro comenzó a tomar temperatura y dejaste escapar una risa temblorosa.
-Bueno, nada, eso- intentaste restar importancia a tu confesión.
Entrelazó sus dedos con los tuyos y tiró de tu mano para besar tus nudillos de manera cariñosa.
-No tiene que ser ya mismo sólo porque me lo dijiste- comentó-. Vamos lento, ¿querés?
-Sí.
De verdad pretendían ir lento.
-¿Te quedás a dormir?- preguntó esa misma noche-. Ya es tarde.
Sus intenciones eran completamente inocentes y no tenías motivo alguno para rechazar la invitación. No era la primera vez que pasarías la noche en su casa y mentirías si dijeras que no era extremadamente relajante dormir con él, escuchando el latido de su corazón mientras reposabas tu mejilla en su pecho y disfrutando de sus caricias constantes sobre tu piel.
Pero…
Horás más tarde te encontraste nuevamente sobre su regazo, sus manos en tu cadera guiando tus movimientos y presionándote todavía más contra su notoria erección, haciéndote temblar por las nuevas y placenteras sensaciones. Tus gemidos, tímidos pero desesperados y constantes, no tardaron en llenar la habitación y provocar que Enzo repitiera sus acciones para oír más.
Sus besos comenzaron a descender por tu mentón, húmedos y sonoros, bañando tu piel. Te abrazaste a él y mientras atacaba tu sensible cuello con sus labios tus dedos se deslizaron por su cabello hasta prácticamente enredarse entre las hebras; sin ser consciente tiraste y sentiste sus dientes rozándote la piel, como si se tratara de una promesa de venganza.
Tus pezones estaban duros por la excitación y el roce con su pecho tonificado, más alla de las capas de tela que aún los separaban, comenzó a ser demasiado. Lo mismo ocurría en tu centro en constante fricción con su bulto, pero cuando te separaste para advertirle ya era tarde y él continuó moviéndote sobre su cuerpo para llevarte hacia la cima de tu orgasmo.
Sólo podías describir el placer como insufrible y en la desesperación del momento tu cerebro te obligó a luchar. Intentando huir de la sensación golpeaste el pecho de Enzo y sin mucha fuerza lo arañaste, pero él sólo sonrió y te sujetó para guiarte a través de las oleadas de placer que te arrastraban. Tus gemidos sonaban débiles y de tus ojos cayeron unas pocas lágrimas.
Besó tu mejilla y te ayudó a calmar tu respiración.
-¿Te gustó?
-¿No es obvio?- preguntaste con la voz quebrada. Todavía podías sentirlo, duro y muy caliente, suplicando por atención-. Vos no…
-No importa.
-Sí importa- insististe-. ¿Puedo?
-¿Estás segura?
-Me vas a tener que ayudar un poco- reíste nerviosa-. Quiero ver, por favor.
Abandonaste tu lugar para permitirle deshacerse de su pantalón y cuando regresó a la cama ver el contorno de su miembro te robó el aliento. Una mancha de su excitación oscurecía la tela gris de su ropa interior y cuando hizo un gesto afirmativo tus dedos se posaron sobre ella de inmediato: estaba caliente y tus yemas se mojaron en un parpadeo. Suspiraste.
Masajeaste su erección por sobre la tela, todavía nerviosa, mientras sus ojos seguían todos tus movimientos y las hermosas expresiones en tu rostro. Estabas segura de que de corresponder su mirada todo tu valor se esfumaría, pero resultó todo lo contrario: cuando tus ojos encontraron los suyos te sentiste más segura, más tranquila, más valiente.
-¿Puedo?
-Sí, mi amor.
Tiraste de la cintura elástica de la prenda y reprimiste un sonido de sorpresa cuando por fin viste lo que ocultaba. Tus dedos se deslizaron sobre su extensión caliente, desde su punta brillante y trazando la vena que lo recorría, hasta llegar a la base donde encontraste un poco de vello. Lo tomaste en tu palma y con la primer caricia experimental Enzo gimió, sensible.
-¿Así?
-Podés…- se aclaró la garganta-. Podés agarrar más fuerte si querés.
-¿No duele?
Arrojó la cabeza contra el respaldo de la cama y negó. Tu inocencia era tentadora y se sentía culpable cada vez que por su mente cruzaba el pensamiento de corromperte, de tocarte donde nadie más te había tocado, enseñarte un sinfín de posibilidades para que descubrieras con él todo lo que te gustaba. Intentó calmarse con respiraciones profundas.
Tu mano masturbándolo fue su fracaso.
-Mirá, así- envolvió tu mano con la suya, mucho más grande y cubierta de venas que te encantaban, y comenzó a guiar tus movimientos justo como lo había hecho cuando estabas sobre él. El ritmo que estableció era más rápido que el que llevabas y te desconcertó, pero más lo hicieron los giros de su muñeca y los gruñidos que arrancaron de su garganta.
Entre tus piernas otra vez quemaba la necesidad y rogaste porque él no lo notara.
Observaste hipnotizada las gotas de líquido traslúcido brotando en su punta y el sonido de su humedad llenó tus oídos rápidamente. Continuaste tocándolo de la misma manera cuando retiró su mano –sólo para sujetar tu muslo, su pulgar acariciándote sin saber cuánto te afectaba- y luego de unos minutos te sorprendió ver el movimiento rebelde de sus caderas alzándose.
Pronto sentiste su abundante excitación recorriendo su miembro, dificultando tu agarre allí donde humedecía tu palma, y unos minutos más tarde unas gotas se deslizaron sobre tus dedos. Buscaste la mirada de Enzo, entre sorprendida y excitada por la imagen ante tus ojos.
-Perdón- dijo en voz baja-. Es que se siente bien.
Él no tenía idea de cuánto te motivó con su confesión y vos no tenías idea de cómo la dulce expresión en tu rostro lo estaba orillando hacia un orgasmo vergonzosamente temprano. Llevó una mano a tu rostro y con el mismo pulgar que había estado peligrosamente cerca de tu centro, acarició y tiró de tu labio inferior.
Jamás supiste qué te llevó a abrir la boca para succionar el dígito entre tus labios. Sólo supiste que se sintió bien, sobre todo cuando pensaste en cómo se sentiría reemplazarlo con su pesado y duro miembro, y que eso fue todo lo que Enzo necesitaba para derramarse.
Con un gemido grave y ronco se dejó ir, salpicando con su liberación su cuerpo y también el tuyo. Manchó de blanco la mano con la que continuabas acariciándolo, prolongando su orgasmo con la más dulce tortura que jamás había experimentado, tus piernas desnudas y la camiseta que te había prestado para ir a la cama. Una vez que su respiración volvió a ser normal te sonrió.
Te llevaste los dedos a la boca, curiosa, para probar su esencia. Juraste ver su erección palpitar.
Con una mano en tu nuca rompió la distancia y te besó.
-Qué linda que sos- dijo contra tus labios.
El café de los viernes pronto estuvo acompañado por otras costumbres.
Ahora los dedos de Enzo torturan expertamente tu clítoris, dibujando círculos y aplicando la presión justa para hacerte delirar como sólo él logra hacerlo. Tus uñas están enterradas en su brazo musculoso, el ardor de las marcas que dejás sobre su piel haciéndolo suspirar constantemente y frotarse de manera descarada en tu muslo desnudo.
Antes de permitirte llegar a tu orgasmo y sin importarle tus protestas, sus dedos bajan más allá de tu clítoris, deslizándose entre tus pliegues húmedos, para luego tantear tu pequeña entrada con cuidado. Gemís mirándolo a los ojos y él te sonríe, mostrándose sereno para no ponerte todavía más nerviosa, pero su corazón está latiendo descontrolado en sintonía con el tuyo.
Besa tu frente y suspira contra tu piel.
-Estás muy mojada, ¿sabías?- negás avergonzada-. ¿Estás segura de que querés hacerlo?
-Segura.
Llevan semanas preparándose para este preciso momento y explorando el cuerpo del otro para conocerse aún mejor. Recordás el momento en que sus labios hambrientos besaron tus muslos y la forma de las marcas que sus dientes dejaron en tu piel, el tiempo indefinido que pasó con su rostro entre tus piernas y su lengua jugando con tu clítoris de mil maneras, robándote incontables orgasmos y haciéndote llorar.
También recordás vívidamente el gemido que cayó de sus labios la primera vez que lo tuviste en tu boca. Tu mandíbula comenzó a doler luego de unos minutos –con sólo un tercio de Enzo más allá de tus labios- y tus pulmones dolían por la deficiente oxigenación, detalles que ignoraste junto con todas sus sugerencias cargadas de preocupación por las lágrimas en tus ojos.
Todavía sentís sus manos en tu nuca y su semen escapando de tu boca.
-Si en algún momento querés parar…- te recuerda-. Rojo, ¿sí?
-Sí.
Besa tu mejilla y sus labios permanecen en contacto con tu piel. Sus largas pestañas rozándote te hacen cosquillas. Cuando presiona suavemente contra tu entrada tu humedad permite que la primera falange de su dedo se deslice en tu interior: no es la primera vez que se encuentran en esta posición, lejos de eso, pero la intrusión todavía resulta un poco extraña y sorpresiva.
-¿Bien?- pregunta.
-Bien- asegurás-. ¿Más?
Otro beso en tu mejilla y pequeños movimientos del dígito en tu interior para entretenerte mientras te prepara. Suspirás cuando lo introduce por completo, rozando inmediatamente y concentrándose en ese lugar que te hace temblar en cada ocasión, siempre atento a cualquier reacción en tu rostro o tu cuerpo.
Pronto son gemidos los únicos sonidos que emitís y él intenta contenerse besando tu mejilla, tus labios, tu cuello y cada centímetro de piel que encuentra en su camino. Continúa empujándose contra tu costado, desesperado por sentirte, encantando con los sonidos de tu cuerpo y tu voz que no deja de provocarlo más y más. La humedad en su ropa interior comienza a mojar tu pierna y él intenta no pensar en cómo eso es una manera de marcarte.
-Más, Enzo.
Acaricia tus pliegues con dos dedos extremadamente húmedos, tentándote antes de conducirlos a tu entrada pulsante y tu interior ansioso por más. Esta vez duele y te mordés la lengua para contener el quejido que lucha por hacerse oír, repitiéndote mentalmente que sólo durará un momento y que Enzo se va a asegurar de que el dolor sea mínimo, como siempre.
Con el correr de los segundos el escozor se desvanece y retoma el ritmo previo luego de ver tu cuerpo relajarse. Tu expresión de reposo se interrumpe cuando vuelve a curvar sus dedos en busca de tu punto dulce y tu mano vuela hacia su cabello, tus ojos vidriosos mirándolo con lágrimas de placer y rogándole por más. Obedece, obvio, ¿cómo podría no hacerlo?
-Ahí- repetís sin ser dueña de tu voz y tus acciones. Rasguñás su pecho y él muerde tu mejilla sin demasiada fuerza, perdiéndose en la adictiva sensación de tus paredes contrayéndose sobre sus dedos e imaginando no por primera vez cómo se sentirá estar dentro tuyo-. Voy a…
-No.
Retira sus dedos rápidamente y el sentirte vacía es angustiante.
Se deshace de su ropa interior y separa tus piernas con manos temblorosas que te hacen sonreír. Es extrañamente reconfortante saber que él también está nervioso por la situación y ese simple pensamiento te permite relajarte mientras se posiciona sobre tu cuerpo, sus brazos a ambos lados de tu cabeza antes de que tome su erección y la guíe hacia tu entrada.
-¿Querés que te la meta?
El consentimiento es importante y sorprendentemente excitante, pensás mientras se desliza por tus pliegues una y otra vez, pero en esta ocasión todo es diferente. Preguntó lo mismo hace unos días, mientras te rozabas con él sin ninguna prenda que los separara, pero entonces sólo intentaba provocarte así como lo hizo cuando utilizaba tus muslos para estimularse.
-Sí- contestás con voz entrecortada-. Toda.
Busca tus labios pero no te besa y sus ojos permanecen fijos en los tuyos cuando se introduce. Comparten un gemido, él suyo grave y el tuyo agudo, quebradizo y desesperado, cuando su punta desaparece en tu interior.
Los lentos movimientos milimétricos de su cadera te roban el aliento y permiten que tomes más y más de su miembro sin provocarte molestia alguna… hasta que un punzante dolor provoca que intentes cerrar tus piernas. Él se detiene para permitirte acostumbrarte, preguntándote silenciosamente si eso es suficiente o si preferís detenerte toda actividad.
-Estoy bien- asegurás-. Arde un poco.
-¿Paramos?
-No. Quiero seguir.
Se estira para tomar el lubricante olvidado sobre las almohadas y con tu ayuda coloca un poco sobre sus dedos. Intentás ignorar el rastro de sangre que los adorna como un anillo, imposible, y cuando bajás la mirada para contemplar cómo cubre su miembro y tu entrada con el producto frío, encontrás en su base el mismo rojo intenso. Temblás.
-¿Estás bien?
-Hay sangre.
-No pasa nada- besa tu mejilla y borra el rastro de lágrimas de tus mejillas-. Es normal, tranquila, no pasa nada.
-Pensé que no iba a sangrar.
-¿Te molesta la sangre? ¿Querés parar?
-No- insistís-. Perdón. Por las sábanas.
-No pasa nada, tonta- te sonríe-. Se lavan y listo.
Entrelazás tus dedos en su nuca, jugando con su cabello, y abrazás su cadera con tus piernas. Comprende cuáles son tus intenciones y continúa moviéndose delicadamente hasta que se hunde por completo en tu interior cálido, su punta besando tu cérvix deliciosamente y su tamaño haciéndote sentir plena, imposiblemente llena.
Te regala unos segundos e imitás el ritmo de su respiración.
-Más.
En pocos segundos un placer que no podés describir recorre tu cuerpo y te hace gemir con fuerza, nublando tu mirada y también tu juicio. Los sonidos que surgen cada vez que golpea tu cuerpo inundan tu audición y se entremezclan con los sonidos de placer que brotan de tus labios, tus palabras entrecortadas cuando suplicás por más, más, más y su respiración trabajada.
Enzo busca refugio en el espacio entre tu cuello y tu clavícula y sus dientes rozan tu piel una decena de veces antes de hundirse allí, marcándote. Gritás su nombre y eso sólo desata el deseo de hacerte suya en todos los sentidos: marcando tu piel, abusando de tu interior hasta que lo único que recuerdes sea su persona, llenándote en cuerpo y alma, entregándose a vos.
Su mano recorre tu cuerpo hasta llegar a tu centro y presionar sobre tu clítoris, sensible y aún desesperado por cualquier mínima atención. Jadeás. La combinación de la penetración y sus dedos es exquisita, te hace temblar bajo su cuerpo mientras él continúa arruinándote con embestidas profundas que se roban tu cordura.
-Se siente muy bien- confesás entre gemidos-. Me encanta.
Abandona su escondite luego de morderte una última vez y observa tu rostro.
-Vos me encantás- remarca sus palabras con una dura estocada-. Y esta conchita tan linda que tenés…
Lloriqueás por lo obsceno de sus palabras y arañás sus hombros cuando una particular sensación se instala en tu abdomen bajo. Los dedos sobre tu clítoris no te dejan respirar y mucho menos lo hace su miembro, deslizándose con mayor facilidad gracias a la excitación de ambos, la cual hace brillar tus pliegues y se extiende hasta tus muslos.
-Enzo, ¿puedo?
Besa la comisura de tus labios.
-Si, bebé, podés.
Te dejás ir bajo su atenta y arrolladora mirada.
Tus músculos se contraen sobre su miembro palpitante y pronunciás un hilo de incoherentes palabras entre las cuales sólo es entendible Enzo. Captura tus labios y silencia tus gritos cuando la velocidad de sus caderas aumenta, entre frenética y errática, para encontrar su propio orgasmo: la sobre estimulación se roba el último pensamiento lógico en tu mente.
Permitís que te utilice como él quiera.
Tu cuerpo se sacude por la fuerza que emplea y él se pierde en el movimiento de tus pechos cubiertos por tu camiseta, tus labios brillando con su saliva y la tuya, las lágrimas que hacen brillar tus pestañas y el ángulo que adoptan tus cejas. Entre gemidos te oye suplicándole, pidiéndole que te llene, y eso lo arroja hacia el precipicio.
Sentís los incontables hilos de semen salpicando tu interior, pintando tus paredes de blanco y llenándote justo como querías. Sus movimientos se apagan gradualmente y cuando se desliza fuera de tu cuerpo todavía está derramándose, de su punta brotan gotas y más gotas calientes que caen directamente sobre tu piel y se deslizan por tus pliegues hasta unirse con los restos escapando de tu interior.
Intentás regular tu respiración y todavía asombrada, comentás:
-Es mucho.
-Perdón, es que…
-No- lo interrumpís-. Me encanta.
Un beso es su única respuesta antes de recorrer con su boca tu mandíbula, tu mejilla, tus párpados pesados que amenazan con cerrarse, tu frente y tu nariz, donde deposita otro tierno y corto beso. Acaricia tu pómulo con sus nudillos y luego masajea tu cuello y tu clavícula, disimulando cuánto disfruta ver sus marcas allí.
-¿Querés ir al baño?
-Estoy bien.
-¿Querés agua?
-No.
-¿Qué querés entonces?- pregunta con una risa.
-A vos. Nada más.
-Me tenés- te sonríe-. Pensé que lo sabías.
Jugás con un mechón de su cabello que cae sobre tu rostro y te hace cosquillas.
-Te quiero, Enzo.
-Yo te quiero más, hermosa… Pero me están matando los brazos- agrega con una carcajada-. Vení que te quiero abrazar un ratito.
Un ratito, por vos, podría ser toda la eternidad.
Notas de Lu: No sean como yo, que estaba convencida de que dejé bien programada la publicación pero fue todo lo contrario y sólo lo descubrí cuando estaba preparando la publicación de un drabble. Sean inteligentes. Espero que hayan disfrutado la lectura ♡ taglist: @creative-heart @madame-fear @delusionalgirlplace @recaltiente @llorented @lastflowrr @chiquititamia ♡
#deep inside - love letters#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#lsdln smut#lsdln x reader
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Make you feel better
Enzo vogrincic x reader Primera parte de mi segundo fanfic 💕Enzo es tu mejor amigo y entiende que necesitas sentirte mejor con la regla ❤️🔥warnings: de momento el smut es leve, pero la segunda parte será explícita. 💬Agradecería mucho vuestras opiniones. Os leo!
Make you feel better
Nunca te había dado tan fuerte. Es decir, sí, la regla normalmente te daba más hambre de lo normal o náuseas, según el mes. Algunas veces también experimentabas dolores de cabeza muy profundos, que te tenían en la cama durante tardes o días enteros.
Otros meses sin embargo…los síntomas eran otros.
Una especie de celo, de heat, se apoderaba de tu cuerpo; a menudo te despertabas con una sobreestimulación que había transcendido de un sueño y te había hecho meter tu mano entre tus piernas. Después de trabajar, a veces incluso antes de prepararte la cena te tumbabas en tu cama para aliviar la calentura que habías arrastrado durante el día.
Aquel día habías tenido que cumplir con varios mandados desde por la mañana: que fuera tu día libre en el trabajo no quería decir que pudieras descansar, al fin y al cabo, vivías sola y tú eras la única que se iba a encargar de las tareas de la casa como limpiar, cocinar e ir a la compra.
Muy para tu desgracia tu healthy you era quien había ido al supermercado, comprando todo tipo de comida sana, que, además, implicaba una elaboración, la cual no estabas dispuesta a realizar en ese momento. Matarías por un poco de tu chocolate favorito.
Te apresuraste a meterte a la ducha, debías estar algo presentable: tu mejor amigo, Enzo, vendría a pasar el rato contigo y quizá ver una película.
Ya tenías puesta ropa cómoda para andar por casa: una camiseta que te quedaba gigante y unos shorts. Te habías puesto un sostén al salir de la ducha, pero tus pechos se notaban tan hinchados que decidiste quitártelo, dolorida.
Te estabas peinando tu largo cabello mojado hacia atrás cuando el ruido del timbre te sobresaltó.
-Cómo vas, chiquita? -Enzo te saludó con dos besos.
- Podría estar mejor… - te lamentaste.
- Y eso? – Enzo pasó a tu lado y colgó su chaqueta en el colgador de detrás de la puerta.
-No es nada…
-Ah, bueno, mira lo que te traje – Enzo sacó del bolsillo un par de kit-kats de fresa-tus favoritos-y los agitó delante de ti.
Si fueras un dibujo animado se verían estrellas brillantes sobresaliendo de tus ojos.
Sin mediar palabra se los arrebataste de las manos y le abrazaste.
- ¿Che, qué bicho te picó? - dijo Enzo divertido.
Ignorándole corriste hasta tu cuarto con la chocolatina en la mano dispuesta a sentarte en tu cama. Estaba anocheciendo, así que iluminaste la habitación con la guirnalda de lucecitas que colgaba en el cabecero de tu cama, en adición con la lámpara de lava que casi siempre estaba encendida.
Era viernes de películas: el mejor día de la semana. Desde hacía un tiempo, os habíais propuesto ver una película de terror cada fin de semana. A veces de horror clásico, como El exorcista o La Matanza de Texas, y otras, sobre todo cuando las eligías tú, de terror ‘elevado’, como Hereditary o Babadook. Enzo era, como siempre le decías para molestarle “un viejito en cuerpo joven”, y tenía debilidad por el cine del siglo pasado. Ambos cedíais en vuestros gustos con el fin de pasar un buen rato. Aunque os gustase joder, en realidad erais muy buenos amigos.
¿Amigos? “Sí, amigos”- te tenías que recordar a ti misma de vez en cuando, cuando te despertabas totalmente excitada por haber soñado que hacíais todas esas cosas que no hacen los amigos. Enzo era innegablemente atractivo, sobre todo cuando le mirabas con esa sopa de hormonas que era tu cuerpo en esos días. Pero atractivo o no era tu amigo, y eso se respetaba. Además, ¿qué pasaría si un día hicieras un comentario o un movimiento fuera de tono? Toda vuestra amistad se vería arruinada por algo tan mundano. Ni hablar.
Enzo no era el único que había traído un detalle. Esa misma mañana, en la universidad habías ido a hablar con el “proveedor” oficial de vuestro grupo de amigos y te había dado hierba de la mejor calidad.
La tarde transcurría entre el humo del porro que os estabais pasando mientras veíais la película Déjame salir de Jordan Peele.
-Ese chabón está muerto- comentó Enzo intentando adivinar el destino del pobre protagonista.
Tú apenas le estabas prestando atención a lo que dijo, ni a la película, tu mente se estaba perdiendo por unos lugares absurdos de los que nada bueno podía salir. Te sorprendiste a ti misma saboreando la boquilla del pucho, por el simple motivo de que se encontraba mojado con su saliva. De repente estabas visualizando su boca, sus labios. Despierta, pendeja, ¿qué te pasa?. Te pateaste a ti misma mentalmente por si quiera atreverte a explorar esos terrenos.
Tal y como si fuera un castigo divino por tus pensamientos impuros una tremenda punzada te atravesó el bajo vientre haciendo que contrajeses la expresión de tu rostro y gimieras de dolor por lo bajo. Aunque trataste de disimularlo, tu amigo se dio cuenta mirando un par de veces para cerciorarse de que te había visto retorcerte por el rabillo del ojo. Rápidamente alcanzó el control remoto de la televisión y paró la película.
-Bo, qué tenés? -su expresión contenía más gravedad que la que el asunto requería, por la cara que su amiga ponía podría estar sufriendo un ataque al corazón- Habláme!
Hiciste un gesto con la mano y negaste con la cabeza, dándole a entender que no sucedía nada y que ibas a estar bien, pero su cara decía todo lo contrario, a juzgar por sus ojos aún fuertemente cerrados.
-Contáme qué tenés, boluda, me estás asustando!
-Es solo un…calambre- gruñiste tú luchando por mantener la compostura. Si no lograbas recomponerte le tendría que explicar en detalle lo que le pasaba y, además de la pena que te daba, no tenías ningunas ganas de hablar con aquel dolor apuñalándote.
-¿Comiste algo malo? -se alarmó- ¿fueron mis chocolates?- Sus ojos se habían encendido como dos alarmas de incendio, era hasta adorable el repentino miedo que su amigo estaba sintiendo por ella.
¿Qué te pasa, tarada? ¿Cómo puedes estar disfrutando que tu mejor amigo se preocupe por ti y la pase mal? - te mortificaste.
-Che, Enzo, tranquilízate, sólo es mi periodo … - trataste de sonreír.
Él pegó un resoplido digno de un caballo de carreras, aliviado. Sólo era eso.
-Dale, mirá que sos dramática nena, por un poco de sangre de nada El moreno se rio sin ser consciente de la mirada asesina con la que le estabas fulminando. Si tuvieras poderes ahora mismo tu amigo habría estallado en llamas y estaría corriendo en círculos por tu pieza.
-No…voy a opinar. Seguí con la peli- trataste de respirar profundo como te había enseñado tu terapeuta, no había caso de comenzar una pelea con tu amigo, y menos en esa situación. Tu apartamento podría convertirse en La casa de las dagas voladoras.
-No, dale, chiquita, no podemos seguir viendo la peli como si no pasase nada, no soy tan así, te estaba jodiendo.
Buscaste un atisbo de diversión en su mirada, anticipando que se fuese a burlar de ti una vez más. Algo que en realidad te hubiera dolido. Pero no lo encontraste, parecía hablar en serio.
-Lo que te duele es la panza, ¿no?
Bajaste la mirada y asentiste.
-Mirá, no tienes que avergonzarte ni preocuparte, me he criado con mi madre y mi hermana, y también he tenido novia, sé de qué va
-No me digas -respondes sarcástica. Como si haberlo contemplado le pudiera hacer entender qué era lo que carajo sentías.
-Bueno, a ver, nunca lo podré saber, soy un varón, pero si que puedo intentar ayudarte. – al decirle esto le puso una mano en su bajo vientre, el cual notaba arder por dentro. Al notar su mano grande y cálida te estremeciste, cosa que pareció asombrarle. No le había sonado exactamente a un sonido de dolor por tu parte – ¿qué más te duele, chiquita?
Estaba claro que Enzo no era consciente del impacto que un solo roce y un solo nombre podía significar para ti viniendo de él, especialmente en ese momento tan hormonal del mes. Sentías que tu aliento era tan cálido que te quemaría la garganta y qué él notaría esa temperatura saliendo de tu interior si llegabas a exhalar cerca de él.
-Y bueno, los senos – dijiste en un tono bajo, aunque intentabas sonar confiada. Con lo que no habías contado es con que ese comentario habías dirigido su mirada directa hacia Tus pechos, que, para más inri estaban desprotegidos de una capa protectora extra de un sostén. ¿Se adivinarían demasiado tus pezones a través de la gastada camiseta que estaba vistiendo?
-E-eso es normal- Enzo tampoco estaba haciendo un gran trabajo sonando casual- ¿querés que te traiga una infusión o algo?
-No, eres muy dulce, pero eso no me ayudaría. ¿¿Qué?? Ahora le llamás dulce a tu mejor amigo. No, nena, estás perdida. Además, ¿para que le dijiste que te dolían las tetas?
-Está bien, pues no se me ocurren más ideas, nena.
-Sigamos viendo la peli, de veras que estoy… casi bien.
-Si vos decís…
Pasaron unos minutos, quizá una media hora y continuaste viendo la película, que estaba llegando a su punto más álgido de tensión, aunque eso poco te importaba.
Otra oleada de dolor inevitable te inundó nuevamente, y, aunque trataste de disimular, esta vez había sido un pinchazo aún más fuerte que el anterior. Sentiste como si alguien hubiera logrado meter la mano en tu vientre y estuviera estrujando tu útero con el puño como quien escurre una esponja. Además, podías jurar que notabas tus pechos como dos globos a punto de estallar, y, a la vez como si la superficie de estos se encontrase cubierto de hematomas, como si realmente te hubieran dado una paliza.
Enzo, sin apartar demasiado la mirada de la pantalla – al menos que tú hubieras visto- pasó uno de sus brazos por tus hombros, acercándose más a ti, para después empezar a acariciar tu panza con una mano y tu hombro derecho con la otra. Tras un par de caricias de tanteo, su diestra comenzó su arriesgado viaje hacia tu pecho. No podías creerlo, te habías congelado y no querías hacer ningún movimiento, por leve que fuera, que pudiera ser malinterpretado, no querías parecer ofendida y que parase. Lo que más deseabas que sucediera estaba ocurriendo. Un deseo nublado por las hormonas revolucionadas que parecían salir de tus poros y por el dolor, sí, puede ser, pero en ese momento no se te ocurría ninguna buena razón para pedirle que parase.
Sin mayores miramientos, su manó abarcó tu pecho con cuidado, su pulgar y su índice rozaban tu pezón con delicadeza, mientras que el resto de sus dedos masajeaban el resto de tu seno.
-Enzo… -comenzaste por lo bajo
-Shh…- te mandó callar como si la película fuera lo más importante de ese momento.
De alguna forma que no supiste explicar, el calor de tu entrepierna estaba sustituyendo más pronto que tarde al dolor que hasta hace unos minutos estabas sintiendo, lo cual te avergonzó, ¿no era que te dolía tanto?
Continuó ejerciendo la presión necesaria para que tu sufrimiento se suavizara. Estabas usando todas tus fuerzas para no gemir de placer, el volumen de la televisión no sería la suficiente para tapar el sonido que luchaba por salir de tu garganta.
La película termina.
Enzo se aparta de ti suavemente para volver a alcanzar el control remoto y parar la reproducción automática de Netflix.
-Y, ¿qué querés hacer ahora? – preguntó como si nada.
-La puta madre, Enzo, ¿¿cómo que qué quiero hacer ahora?? – estabas entre divertida e indignada
-Sí, ¿querés ver otra peli? Nos queda pendiente Midsommar, eh.
-Enzo, ¿vos me estás jodiendo? ¿Hace dos segundos me estabas tocando una teta y ahora me decís que quiero hacer? – intentabas que no te temblase la voz.
-Y, sólo quería ayudarte, vi que te estaba doliendo.
Eso te desarmó parcialmente, ¿qué podías responder a eso? Guardaste silencio.
-Nena, yo no quiero que estés mal, y si te puedo ayudar, ¿qué tiene?
-…
-Yo sé que hay ciertas cosas que pueden ayudar a las mujeres cuando se sienten así – dijo mirándote a la cara, clavando sus ojos negros en los tuyos. Ahora, por fin, podías notas un ligero tinte en sus mejillas, al menos un atisbo de igualdad de condiciones.
-¿Ciertas cosas? -Sí, bo, seguro que tus ex noviecitos te intentaban hacer sentir mejor, ¿no?
Ouch. Eso había escocido. No, ni mucho menos tus anteriores parejas habían movido nunca un dedo por hacerte sentir mejor acerca de eso (ni acerca de nada en general). ¿Y por qué ese tonito burlesco y eso de decir “ex noviecitos”?
Enzo pudo adivinar por tu expresión que no había sido así, pero decidió no hurgar más en la herida.
-¿Querés que te haga sentir mejor?
Notabas tus mejillas y todo tu cuerpo arder, notabas tu pulsación tan fuerte que creíste que se podía advertir a simple vista en tu piel, que todo tu calor y excitación era visible, pero no se lo querías dejar ver.
-¿Y qué pasa con nuestra amistad? Se arruinará todo y yo no quie-
Enzo te calló posando su dedo índice estirado en tus labios.
-A mí no me vas a perder nunca.
Suficiente. Eso fue suficiente para romperte y que se formaran lágrimas en tus ojos. Bastante sensible estabas ya como para que se le ocurriese ser así de lindo. A Enzo siempre le había gustado molestarte. En honor a la verdad, tú también le molestabas a él, pero siempre habías sabido que te quería a su manera, después de todo, eran muchos años los que habías compartido juntos.
Él se dio cuenta de que tus ojos estaban vidriosos y se acercó para abrazarte en la cama.
-Hey, no… no llores
En ese momento te liberaste de su abrazo para besarle. No en la boca, aún no tenías el coraje, si no en su perfecta mandíbula, entre otras cosas, para hacerle saber que aceptabas su oferta.
Él entendió el mensaje y acarició tu cara, limpiando tus lágrimas con delicadeza.
-Te voy a hacer sentir bien, chiquita.
Entonces, te dio un beso en la frente y separándose levemente puso sus manos en tus hombros y te presionó hacia atrás, para indicarte que te recostaras.
Tú obedeciste y miraste al techo que estaba iluminado por tus luces azules de ambiente, era vuestro cielo particular.
Díganme si tienen ganas de que suceda!!
Parte 2
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El fin de semana conocí a Mónica, era un día normal en el colegio... Teníamos un evento musical y todo se estaba preparando en el patio, sabía que vendría una universidad a hacer una presentación y a cubrir toda la logística pero nunca me imaginé toparme con ella, ahí estaba, armando el escenario, tomando fotografías, haciendo lo suyo, creyendo que nadie la reconocería, pero ahí estaba yo, sin saber si hablarle o no, decirle que la conozco por su Tumblr o Twitter sería muy incómodo para mí y para ella, supongo. Me armé de valor y la saludé, no fue nada incómodo, ella aunque estaba ocupada siempre me prestó atención, aunque sorprendida y algo apenada de que alguien la reconociera y sobre todo un fracasado como yo jaja ella siempre me trató bien, dejó de hacer lo que hacía para mirarme a los ojos y prestarme atención, lo admito no pude sostenerle la mirada por mas de dos segundos, ella de alguna forma te hace sentir feliz, me hizo sentir que valia algo y que a alguien le importaba lo que decía aunque a pesar de los nervios que tenia seguro hable puras estupideces jaja me preguntaba que si me queria sentar mientras ella preparaba todo, que si estaba bien, que donde estaban mis amigos, se preopupaba por mí, SI SI se muy bien que no es porque le guste se que Monica es así con todo el mundo pero nunca lo había sentido en persona, logré congelar este recuerdo en una foto que ella con todo el amor del mundo se tomó, me dejó tomarle la cintura, tomaron la foto, le agradecí y la dejé seguir en su trabajo... Al final del evento ella se despidió de mi a la distancia, moviendo su pequeña mano con entusiasmo, diciendo "Bye rarito" con cariño. Es el texto más SIMP que haya escrito en mi vida, solo tengo 16 años y aquí nadie me conoce pero AMO a Monica y le agradezco mucho por tratarme con humildad y sinceridad.
PD: te dije que haría una FanPage tuya y no me creíste! jajaja bueno, aqui esta
Oh por dios! Que es esta carta haha oww que lindo de tu parte!! No tenías que hacerlo (En serio no tenias que hacerlo, mira donde tengo los pantalones, estoy super mal vestida!!!) hahaha Y no hice nada, solo hable con alquien que me saludó y te traté bien 😅 Amm y en cuanto a la fanpage espero que no te pongas triste si nadie te sigue hahahaha 🤣🤣 Gracias por este lindo ask, pero repito, no hice nada especial me gusta tratar bien a las personas. 💜
English: The weekend I met Monica, it was a normal day at school…. We had a musical event and everything was being prepared in the courtyard, I knew that a university was coming to make a presentation and cover all the logistics but I never imagined running into her, there she was, setting up the stage, taking pictures, doing her thing, thinking that no one would recognize her, but there I was, not knowing whether to talk to her or not, telling her that I know her from her Tumblr or Twitter would be very uncomfortable for me and for her, I guess. I got up the courage and greeted her, it wasn't awkward at all, she even though she was busy always paid attention to me, although surprised and somewhat embarrassed that someone would recognize her and especially a loser like me haha she always treated me well, she stopped what she was doing to look me in the eyes and pay attention to me, I admit I couldn't hold her gaze for more than two seconds, she somehow makes you feel happy, she made me feel that I was worth something and that someone cared about what I said even though I was so nervous I was sure I was talking stupid shit haha she asked me if I wanted to sit down while she prepared everything, if I was ok, where were my friends, she worried about me, YES YES I know very well that it is not because she likes me, I know Monica is like that with everyone but I had never felt it in person, I managed to freeze this memory in a photo that she with all the love in the world took, she let me take her waist, they took the picture, I thanked her and let her continue in her work …. At the end of the event she said goodbye to me from a distance, waving her little hand enthusiastically, saying “Bye weirdo” with affection. This is the most SIMP text I have ever written in my life, I am only 16 years old and nobody knows me here but I LOVE Monica and I thank her very much for treating me with humility and sincerity.
PS: I told you I would make a FanPage of yours and you didn't believe me! hahaha well, here it is!
Oh my goodness! What is this letter haha oww how nice of you!!!! You didn't have to (Seriously you didn't have to, look where my pants are, I'm super underdressed!!!) hahaha And I didn't do anything, I just talked to someone who said hi and treated you nice 😅 Amm and as for the fanpage I hope you don't get sad if no one follows you hahahaha 🤣🤣 Thanks for this nice ask, but I repeat, I didn't do anything special I like to treat people nice. 💜
#monicacitrus#monicalestrange#ask#pregunta#preguntas#pensamientos#colombia#colombian marin kitagawa#colombiana#marin kitagawa#colombian#ask blog#ask me anything
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Hay muchas cosas que quiero decirte y no sé por donde comenzar, una disculpa puede ser un buen principio.
Te pido perdón desde lo más profundo de mi corazón, sé que te herí y que no te lo merecías, sinceramente nunca vi lo que realmente estaba pasando y obviamente no tenía claro lo que estaba sintiendo, sé que nada de lo que escriba estas noches puede compensarte por el dolor que te causé, pero dentro de todo este huracán que vivimos no solo hubo desastre, también hubo momentos especiales, que de ninguna forma desaprovechamos.
Me gusta creer que la gente que conocemos nos marca de manera importante, para de esta forma crecer, que aunque muchas veces salgamos lastimados, todo pasa por algo y de todo podemos aprender.
Las personas cometen errores y yo no soy la excepción, a lo largo o corto de mi vida he sabido que soy un ser humano acostumbrado a equivocarse pero que sepas que trato de corregirlo, soy consciente que no todo se puede reparar pero trato de aprender de todas las veces que la cago.
Perdóname por no poder ser la persona que necesitabas, por dejar que idealizaras una personalidad diferente a la mía, por no poder expresar lo que verdaderamente sentía, por no poder ocupar el lugar de la persona que merece estar a tu lado, por ilusionar y alimentar un amor , por ser tan mediocre y no hablar de frente, por ser cobarde y no controlar la situación, por confundir todos mis sentimientos, y sobre todo por haberte hecho llorar; te puedo jurar y aunque puedes no creerlo, nunca nada de lo que hice fue mi intención, en su momento traté de hacer lo mejor para los dos y en la mayoría de las veces quise priorizar y evitar que sintieras dolor, ahora sé en todo lo que me equivoqué y, NO, te prometo que no miento, no espero que lo creas, por lo menos quiero que lo leas. (Tranquilo que tampoco espero que me perdones y mucho menos olvides.)
Siendo sinceros, siempre nos llevamos muy bien en la relación no podria explicar lo bien que se sentía estar en la relación, es una sensación que no eh vuelto a tener, era una paz y tranquilidad y ansiedad por verte al otro día para abrazarte y besarte.
Mi postura en la vida siempre ha sido no juzgar a nadie, no puedo hacerlo porque no conozco las experiencias ajenas, así que nada de esto es reproche, al contrario me gusta ser clara y estar disponible cada que alguien me necesite, como lo dije desde un principio.
Es importante para mi decirte que no mentí cuando dije que te amaba porque así fue y así es, no mentí cuando dije que me gustabas en serio, no mentí cuando dije que contigo viví momentos especiales, no mentí cuando dije que me encantaba estar contigo... Como lo dije siempre, contigo hice cosas que no había hecho con nadie, conocí lo que es una relación desde otra perspectiva, me sentí en paz por largos periodos, viví tranquila. Atesoro muchos recuerdos de nuestra historia, porque como lo dije antes, todas las personas nos marcan y yo trato de siempre sacar lo mejor que podemos vivir.
El tiempo que pasamos juntos he de confesar lo mucho que te admiré y me sentí tan orgullosa de ti, pues te cumpliste tantas cosas que sé que en el presente o en el futuro te iban a hacer feliz e independiente, creciste como persona de una forma exponencial, me fascinó estar para ti y poder ver tan maravillosa parte de tu vida. Conocerte fue una de las mejores cosas que me pudo haber pasado, aprendí mucho y quise ser mejor persona, me inspiraste y aun lo haces, porque como dije cuando nos conocimos yo siempre voy a estar cuando me necesites, te agradezco por todo lo que me permitiste vivir y me dejaste conocer.
Claro que con este texto no pretendo que olvides, ni que regreses, simplemente quiero que conozcas por primera vez la única forma que conozco de expresar lo que siento, sé que siempre quisiste hacerlo y yo no pude brindártelo. En estos días oscuros que vivo escribirte esto me deja un poco de paz, pues ahora sé que conociste un pedacito de mi y aunque no compense nada es algo que quería expresar.
Al final y como siempre te deseo una vida increíble y llena de aprendizajes, que día a día puedas mejorar y conocer la verdadera felicidad, que te superes como solo tu sabes hacerlo, que aprendan a amarte y que tú también aprendas a amar. Que sigas siendo ese chico lleno de arte y sentimientos que eres pero con una perspectiva de vida diferente, y aunque no sé si lo desees aquí siempre tendrás a alguien que te escuche y si quieres que te aconseje, no soy sabia mi mucho menos pero me conoces y me esforzaré para que tú puedas sonreír y ser feliz, siempre lo haré. Te amo.
🫀✨️
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Bark crying!!
It's based on a fanfic I wrote the other day for some friends where Fang and Bean die!!
I'm too lazy to translate the fanfic so if you want to read it translate it or I don't know, it's in Spanish, SPANISH!! Please don't confuse it with Portuguese.
Todo estaba yendo bien, todo iba realmente bien, iba a ser otro de sus atracos, el team Sonic se habían metido en ello, Bark e había bajado del vehículo para poder ir contra ellos y ganar algo de tiempo, en eso, otra de las típicas discusiones tonta entre Fang y Bean.
Fang iba manejando huyendo de Sonic mientras Bean tiraba bombas y reía.
Bark se estaba ocupando de Knuckles, mientras Tails y Sonic iban contra los otros dos.
En un punto Bean distrajo a Fang, haciendo que pierda el control, Fang termino chocando, no fue muy grave... Pero ambos quedaron aturdidos y pudo tirar las bombas que tenía en manos y
¡¡KABOM!!
Los 4 presentes voltearon a ver, la bomba explotó haciendo que también el vehículo explotara y con ellos se llevó a ellos dos.
Bark dejo de inmediato a Knuckles y se fue corriendo a la explosión, el árbol estaba ardiendo en llamas junto a todo su alrededor, lo que quedaba del cuerpo de sus compañeros estaba siendo calcinado, el oso quería meterse a intentar salvar algo.
Pero los otros al ver sus intenciones se pusieron a pararlo, saben que es malo, pero tampoco se merece eso.
¡¡Bark!! — Grito Sonic mientras jala al oso de uno de sus brazos con ayuda de Sonic — ¡¡Ya no se puede hacer nada!!
El oso sollozaba en silencio mientras seguía intentando acercarse al fuego, solo podía ver las figuras de sus amigos desaparecer en el fuego.
Paso un buen rato de forcejeo, hasta que el oso solo cae al suelo mientras llora.
Sonic, Tails y Knuckles no saben muy bien que hacer, solo podían ver la figura del oso mientras las llamas se iban mermando, solo se quedaron junto al oso intentando consolarlo como podían... Pero Bark era inconsolable.
Cuando el fuego al fin ceso, Bark se acercó a ver si quedaba algo, unos pequeños pedazos de pelaje morado y plumas verdes era de lo poco que quedó, el oso solo los tomo en sus manos y se fue sin mirar a los otros.
Los 3 vieron con lástima a Bark, siempre supieron que en si no era malo, que solo estaba ahí por qué eran sus amigos y nunca lo habían visto llorar o triste, simplemente fue demasiado para ellos...
Por los siguientes días no supieron nada del oso, la más preocupada era la erizo rosa, a quien le había contado sobre lo sucedido ese día, ella tenía una buena relación con el oso y quería intentar ayudarlo.
Por parte de Bark esos días fueron los peores de su vida, no comía, no salía de la base en el Mirage saloon que comparte con ellos, se la pasaba viendo los cuartos de sus compañeros, a veces acostándose en la cama de cada uno de ellos mientras mira los mechones de pelaje y plumaje. Sus ojos le dolían por llorar, apenas y tenía fuerzas para levantarse, tampoco quería dormir por qué cada vez que cerraba sus ojos pensaba en esa escena de ellos muriendo frente suyo... Hasta que algo le saco de sus pensamientos, alguien tocando la puerta, el oso, con esfuerzo fue a abrir la puerta, viendo a Amy en la puerta sosteniendo una cajita de regalo.
Se que no es mucho y que lo que pasó no se va a poder arreglar... Pero toma — Pone la cajita en las manos de Bark — Te las hice especialmente para ti.
El oso sin muchos ánimos abre la caja, viendo unas galletitas color verde y morado, los ojos de Bark se vuelven a llenar de lágrimas al ver el regalo de Amy.
Amy al ver cómo se iba a poner llorar, se acercó a él para poder abrazarlo — Lamento tu pérdida...
Bark se agachó para estar a la altura de Amy y le devolvió el abrazo mientras solloza contra el cuerpo de Amy.
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Capítulo 2
Pretty liars (toxic best friend) - Matías Recalt
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Estuviste callada durante varios segundos, hasta que vagos recuerdos comenzaron a invadir tu mente, estabas demasiado borracha para tu gusto, y lo último que recordabas con claridad fue estar discutiendo con Matías fuera de los baños del boliche. Finalmente te resignaste y le contaste la verdad a tus dos amigos presentes.
Sinceramente es una larga historia —Suspiraste pesadamente. Pero supongo que tengo tiempo de sobra para contarles todo. —Enunciaste invitándolos a sentarse en tu sala.
Partiste contándoles sobre la noche en la que te declaraste por primera vez en tu cumpleaños, donde evidentemente te rechazó de una manera bastante alejada a lo que pensabas que ocurriría. Pero sin importar eso, a las horas después en esa misma noche Mati te interrumpió en el baño de tu habitación, habías subido ya que no te encontrabas en el mejor estado, y fue en ese entonces cuando a él no se le ocurrió nada mejor que besarte sabiendo que no pondrías resistencia. Cediste el paso completamente mientras posicionabas tus manos alrededor de su cuello agarrándole pequeños mechones de cabello entre tus dedos, él exploraba con fascinación las curvas de tu cintura y cadera, metiendo una de sus manos por debajo de tu vestido subiéndolo casi por completo para tener acceso a ti. Y así fue como terminaste cogiendo con tu mejor amigo en tu baño, y claramente ese fue solo el comienzo de lo que había pasado entre ustedes. Eso siguió ocurriendo hasta el día de la fiesta, habían mantenido una "relación" netamente sexual, cada vez que él tenía ganas venía a ti, y esto al principio no fue un problema, te hacía sentir bien el saber que te quería a ti para saciar esa necesidad, aparte se la pasaban extremadamente bien disfrutando de la compañia ajena. Él te dijo varias veces de grabarse cuando estén en el acto con la excusa de poder guardar un recuerdo, pero siempre te negaste, no te gustaba la idea. Hasta que un día él lo hizo sin que te dieras cuenta, o al menos eso pensó, fue muy evidente al posicionar su cámara oculta, de todas formas no le dijiste nada, aunque sin que él se diera cuenta te los enviaste directamente a tu celular, por si acaso.
Todo estuvo relativamente bien, tenían su rutina, eran amigos para toda la gente a su alrededor, pero en privado eran mucho más que eso (según tu), sin embargo, nada puede durar para siempre. Matias consiguió novia a los inicios de sus 19, y eso para ti fue como un balde de agua fría, dejó de pasar tiempo contigo para dedicárselo a ella, ya no recurría a ti y eso te destrozaba. Por un tiempo dejaron de hablarse con frecuencia, y era evidente el porqué, no querías estorbar, y él nunca te presentó a su pareja formalmente, así que solo cortaron contacto. Y eso fue así hasta que comenzaste a salir con un chico, era un amigo en común que tenían, jamás lo habías visto con otros ojos pero no estabas cerrada a darle una oportunidad, mínimo para distraerte. Salían bastante seguido, pero nunca fueron más allá de un par de besos y caricias, y eso bastaba para ti. Una tarde luego de salir con Fran, estabas tirada en tu sofá hasta que un golpe en tu puerta te saca de tus pensamientos, te diriges a ver quién es, quedando perpleja al ver de quién se trataba, era Matías. No pidió permiso para pasar, solo pasó y cerró la puerta detrás de ti mientras tomaba de tu muñeca para arrastrarte devuelta a la sala.
¿Me querés contar algo, nena? —Soltó sentándose con los brazos detrás de la cabeza.
Tú con evidente confusión y bastante incomodidad por la situación, no sabías qué decir.
¿Cuándo pensabas contarme que andas con Fran? ¿Qué, creíste qué no me iba a enterar? —Habló en un tono burlesco mientras mantenía una sonrisa en su rostro.
No estoy saliendo con Fran, y si así fuera, ¿qué tiene de malo? ¿acaso no puedo salir con nadie? ¿tú me contaste cuando comenzaste a salir con esa chica? —Lo miraste con claro enojo.
No metas mi asunto aquí, no tiene nada que ver contigo. —Expresó con desdén. Y no, no podes, yo pensé que lo tenías claro. Sos mía.
No pudiste evitar sentir un escalofrío al oír sus palabras, seguía poniéndote igual de nerviosa, pero no querías caer en su jueguito.
¿Qué carajo estas diciendo, tarado? ¿Me estás jodiendo? —Le preguntaste con algo de ironía en tus palabras.
No te vengas a hacer la desentendida, sabés bien de lo que hablo, bien que te gustaba cuando te decía que eras mía en la cama. —Se rió sarcásticamente y eso para ti fue la gota que revalsó el vaso, te acercaste rápidamente a él y sin pensar en las consecuencias de tus actos estampaste tu mano contra su mejilla. Sintió como tomabas control en la situación y claramente no le gustó nada. Se paró del sofá, posicionó su mano alrededor de tu cuello ejerciendo un poco de presión en la zona(no la suficiente para lastimarte) mientras que con la otra sujetaba tu cabello en una coleta.
Mira vos, no sabía que tenías esas actitudes. Y no tenés idea de lo mucho que me calentás, pendeja de mierda. —Decía mientras sostenía fuertemente tu cuello, acercándose peligrosamente a tu boca, sentías su respiración chocar contra la tuya.
Sos mía. Decílo. —Enunció con el ceño fruncido esperando a que contestaras su petición.
A estas alturas ya estabas extasiada con este hombre, por más que te resistiera sabías que no puedes decirle qué no, y por más mal que estuviera, te encantaba.
Soy tuya. —Dijiste en un hilo de respiración esperando por su aprobación. Éste al escucharte no aguantó más y te besó, era un beso desesperado, como si ambos lo hubiesen esperado por mucho tiempo.
Y así comenzaron nuevamente, mantenían relaciones cada vez que Mati se peleaba con su pareja o cada vez que tenía ganas. Para ti no era lo mejor, y aún sabiendo que estaba terriblemente mal lo aceptabas.
No habían tenido conflictos hasta el día del boliche, estaban sentados en la barra mientras conversaban, Matías te platicaba lo difícil que se había puesto su relación, que ya no la aguantaba, y que supuestamente le terminaría pronto, pero esta historia ya la conocías, era la que siempre te contaba cuando quería coger, las primeras veces sí le creíste, creíste que el terminaría su relación y tú por fin tendrías oportunidad de ser la oficial, pero evidentemente eso nunca ocurría. Estabas realmente harta de eso así que se lo dijiste directamente.
¿Quieres coger? No tienes porqué poner esa excusa Matías, ya sé lo que quieres. —Dijiste intentando no sonar molesta.
¿Qué te pasa, boluda? Decíme que no querés y ya está. —Dijo siendo él el molesto.
Bueno Mati, yo hoy paso, tampoco quiero discutir contigo. —Soltaste parandote de la silla para dirigirte hasta tus amigos.
Sin darte cuenta comenzaste a beber y a beber, no sabías cuanto habías tomado, pero tenias la suficiente valentía para enfrentar a lo que más te aterraba, hablar sinceramente con tu mejor amigo. Comenzaste a buscarlo en medio del boliche, querías hablar y explicarle que no quisiste hablarle así, que no quieres estar con él, pero cuando lo encontraste estaba en la pista de baile con su novia, bailando pegados al ritmo de la canción. Querías ir y revelarle toda la verdad a su novia, después de todo sabías que ella no merecía eso, pero solo te limitaste a ir a preguntarle si podían hablar en un lugar más privado, generandole una notoria molesta a su novia, pero estabas tan borracha para percatarte de eso.
Lo llevaste hasta los baños, no era el mejor lugar para hablar pero había más silencio. Aún no pronunciabas una sola palabra y ya estabas al borde de las lágrimas.
¿Tan difícil es quererme? —preguntaste con algo de dificultad.
Decíme, te gusto lo suficiente para coger día por medio pero no lo suficiente como para que me pidas ser tu novia. Estoy muy cansada de esto, pero no me puedo despegar de ti. —Hablaste tanto que ni siquiera parecía que estuvieses borracha.
¿En serio me sacaste del lado de mi novia para ésto? Ya te lo dije una vez Maya, lo de nosotros nunca va a pasar más allá de lo que ya tenemos, y estamos bien así. —Se cruzo de brazos evidentemente molesto.
Listo, hasta aquí llegó entonces. —Estabas al borde de las lágrimas, cuando estás borracha eres mucho más sensible de lo normal, así que no te preocupaba llorar.
Solo te digo que si esto llega hasta aquí, te caes conmigo. —Eso fue lo último que dijiste antes de salir. No tienes idea de cómo llegaste a tu casa, pero estás tirada sobre la cama con la ropa puesta, y en tu mente sigue divagando esa idea. Cegada por el enojo y el alcohol, publicaste en tus storys aquellos vídeos que te habías mandado desde su celular donde salían evidentemente envueltos. Y junto al vídeo pusiste un pequeño texto:
"Quién diría que el muchacho tan bien portado haría cosas así. Buenas noches. ❤️"
Y ahora estás donde estás, fueron alrededor de 45 minutos que estuviste explicándoles todo y ellos estaban boquiabiertos.
escribí demasiado y siento que lo hice más largo de lo que debía ser JAJAJAJS se me secó el cerebro, no más.
#matias recalt#la sociedad de la nieve#society of the snow#juani caruso#x reader#agustin lain#blas polidori#enzo vogrincic
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Soñar con tu ex y darte cuenta que tú inconsciente aún no le supera.
-Diario abierto-
Qué sensación tan horrible tengo en este momento. He soñado tan poco con ella, pero cuando lo hago, siempre se cuela en momentos indebidos. El último sueño que tuve sobre ella lo manejé bastante bien; le dije a mi inconsciente: "caso cerrado". Pero anoche fue diferente. En mi sueño, la vi en cama, enferma, y me acerqué con preocupación, preguntándole si se sentía mal. No recuerdo exactamente lo que hablamos, pero me preocupé por ella y la cuidaba.
Eso no es lo peor, lo más cabrón fue cuando, al esperar que volviera del baño, tomé mi celular y vi fotos y videos de nosotras, de parejas enamoradas. En ese momento, me perdí por completo; me comenzó a dar un sentimiento intenso y me sentí conectada con aquellos recuerdos. Cuando volvió, le pregunté, "¿cuándo ocurrió esto? No lo recuerdo". Me respondió que fue hace una semana, y fue una locura, porque, en ese sueño, estábamos juntas en otra vida paralela, pero yo no tenía idea de eso, solo ubicaba mi tiempo presente.
La conversación fluyó, me dejé llevar y, de pronto, estábamos mirándonos con ternura. La situación se volvió amorosa y genuina. Luego, vinieron recuerdos de escenas donde vivíamos juntas, y ella era exactamente lo que anhelaba. No sentía esa conexión tan profunda desde hace meses, fue abrumador. Desperté con una ansiedad tal que me preguntaba: ¿por qué? ¿Fue por la luna llena o algo así?
Me regañé a mí misma al despertar: "¿Olvidaste algo tan importante? Solo cuida a quien te cuida y ama a quien te ama. No caigas fácil, menos con alguien que te dañó y que no le importas". Fue un "¿tienes algún síndrome de Estocolmo?" porque, sinceramente, no encuentro lógica en estas emociones.
Es un drama, y entiendo que mi mente trata de procesar emociones no resueltas, reviviendo experiencias. ¿Qué tan oculto me lo tenía? No es secreto que realmente la amé mucho, me daba tanta ternura y me preocupaba por su bienestar. Con ella, sentí todo ese amor, la ternura, la protección que podía ofrecerle a otra persona. Antes de conocerla, estaba bloqueada, fría, como unas barreras enormes. Pero eso no quita que hoy me he pasado el día sacudiéndome esa sensación de preocupación, ternura y amor romántico.
Espero entender lo que estoy sintiendo y a afrontar las emociones que a veces parecen desbordarme.
By Yls.
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CUANDO VUELVA (FIC) (AGNES/AGATHA X LECTORA) Una historia de Agnes of Westview PARTE 2
Algo pasó contigo y a Agnes no le va a gustar nada.
Angst, drama!
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La puerta sonó tres veces y Agnes dio un suspiro para después dirigirse a abrir la puerta. Se le había erizado la piel de los brazos, sabía que eras tú. Sabía que llegarías con tu característica sonrisa a tratar de subirle el ánimo, tal vez con otro vaso de café traído de quién sabe dónde (no habían cafeterías cerca pero siempre llegabas con una), pero después de los cinco primeros días de trabajar contigo se estaba empezando a acostumbrar a tí. A verte llegar en las frías mañanas envuelta en un abrigo que te cubría hasta las rodillas, el cabello ligeramente despeinado por el viento que corría afuera y con la punta de la nariz algo enrojecida. Le sonreías, la saludabas con dulzura y te disculpabas por haber llegado tarde aún sin haber llegado realmente tarde, haciendo que, sin darse cuenta, te devuelva la sonrisa. De un modo u otro, tu comportamiento había dejado de significar una molestia para ella. En esos días empezó a llevarte a casa en las noches después de trabajar largas horas y a veces la descubrías volteando a ver en su dirección antes de entrar por su puerta.
Trabajar contigo resultaba más satisfactorio de lo que pensaba y en esos cinco días la comunicación entre ustedes fluía de una forma que Agnes jamás había logrado con ningún asistente u oficial de policía. El anterior auxiliar fue violentamente echado a patadas por la misma Agnes por no recordar datos clave de otro caso anterior, y otro sujeto que trabajó para ella se fue maldiciendo y quejándose fuertemente con el jefe, esas cosas hacían que se agote su paciencia, algo que contigo no sucedía. En ocasiones, Agnes se oía a sí misma decirte "Gracias" e incluso modular su tono de voz para hablar contigo. Sonreía y se aseguraba de que nadie la vea, excepto tú.
La detective pensaba mucho en ello, y a veces notaba que tal vez lo hacía demasiado. Muchos detalles sobre ti llegaban a su mente en los momentos menos oportunos, como cuando intentaba leer algo importante, o cuando estaba conduciendo, o cuando estaba preparando el mismo sándwich de queso para cenar, ahí estabas tú en sus pensamientos hablándole con la misma sutileza y la misma tierna mirada, al punto de que ella misma tenía que ponerse un alto.
"Bueno, basta" Se decía firmemente a sí misma en voz alta en medio de su sala, o la oficina cuando tú no estabas presente, como en aquel momento antes de abrirle la puerta.
"Detective, buenos días, lamento la demora..."
Agnes abrió la puerta y te encontró algo inclinada tratando de arreglar algo en uno de tus zapatos, aún sin verla a la cara.
En aquella ocasión no llegaste con el café y tampoco con el abrigo, cosa que la sorprendió. Llegaste con la respiración agitada, el cabello muy alborotado y una expresión de incomodidad, cuando terminaste de colocarte de nuevo el zapato te levantaste a verla, aclarar tu garganta y a frotarte las manos. Agnes frunció el ceño, notó que sólo llevabas un suéter y una falda, no comprendía qué hacías vestida así con ese clima.
"¿Qué sucedió, T/N?" Preguntó Agnes, aún parada frente a tí y bloqueando sutilmente tu camino, deseaba que respondas y saber si tuviste algún inconveniente, no era común que llegues en esas condiciones y si había un responsable de aquello, el jefe la echaría de nuevo por las cosas que haría.
"¿Dónde está tu abrigo?" Continuó. "¿T/N...?"
Desviaste la mirada hacia el piso e intentaste seguir caminando para sacar algo de tu portafolio con las manos temblorosas, estando éste también deteriorado. Agnes empezaba a desesperarse.
"¿Quieres decirme qué carajo ha pasado? ¿Te robaron?" Preguntó levantando la voz y tú sólo volteaste a mirarla algo sobresaltada. "Si fue así ¿Fue alguien de por aquí? Ohh...¡mierda!..." Comenzó a murmurar Agnes dándose cuenta de que existía la posibilidad de que sí hayas sido asaltada y te encuentres en shock o algo así, se cubrió los ojos con una mano y tomó aire lentamente, dando pasos lentos hacia ti.
"Alguien me atacó" Dijiste después de una corta pausa, haciendo que Agnes continúe dando pasos hacia ti, esta vez más rápidamente y tomando tu hombro con una mano.
"¿QUÉ? ¿Quién? quién...digo...¿Viste su cara?" Te preguntaba Agnes, muy alterada, esta vez tomando tus dos hombros. "¿Te robaron?¿Te golpearon?"
Agnes revisaba cada centímetro de tu cabeza, cara, y parte del cuello, todas las áreas descubiertas. "¿Te has roto algo? ¡Responde!"
"Fue una mujer" Respondiste, aterrorizada, y la mirada de Agnes se quedó puesta en la tuya, pudiste ver cómo sus pupilas se hicieron pequeñas. "Yo venía hacia la oficina y...Ella parecía esperarme en una esquina, me empujó y el café cayó al piso, sé que era una mujer, tenía el cabello recogido"
Tu voz empezaba a quebrarse y tu mirada a bajar, pero Agnes se iba acercando a tratar de oírte con más claridad.
"¡Me dio una patada, detective!...y no sé cómo pero cuando me dí cuenta había caído en medio de la calle y un auto casi me aplasta, me pude levantar antes de que suceda"
"No..." Repetía Agnes, llenándose de ira. "No puede ser...Tienes que decirme que recuerdas cómo era...¿recuerdas algo?"
"Me amenazó, detective" Respondiste. "Me dijo que me mataría si le decía algo, creo que lo hará, ¡No sé cómo sabía mi nombre! ¡Ni el suyo!" Exclamaste, Agnes seguía sosteniendo tus hombros, bajó un poco hasta tus brazos.
"Te amenazó..."
"Tenía...cabello largo, oscuro, estaba enojada, me llamó cosas ofensivas, la palabra con "P"" Dijiste y Agnes frunció más el ceño, haciendo que la línea que se había marcado en su rostro vuelva a acentuarse. "Y me dijo algo en otro idioma...creo que era español, detective...No sé qué hacer..." De tus ojos acuosos empezaron a brotar lágrimas, y Agnes quedó en shock. Te envolvió fuertemente en sus brazos por un acto instintivo y pudo sentir tus palpitaciones. Empezaste a sollozar pero te contuviste lo más rápido que pudiste. Una mano de Agnes pasó lentamente sobre tu cabello antes de separarse y darse cuenta de que la distancia tal vez no era la más apropiada, podían oír sus respiraciones agitadas. Tus sollozos podían oírse en la oficina principal pero no parecía llamar la atención de ningún oficial. Algo no andaba bien.
"Cabello oscuro...Habló en español" Agnes pensó en alguien en específico pero no lo creía posible. Sin embargo, algo dentro de ella le indicaba que sí podría tratarse de esa persona.
"¡Va a matarme, detective!" Agnes notó que entraste en pánico, así que te tomó de nuevo de los hombros y te hizo verla de nuevo de un movimiento.
"ESCUCHA. Te quedas aquí, ¿Entendido?" Te ordenó Agnes, mirándote detenidamente como si siguiese buscando algo en tus ojos. "No salgas hasta que yo te diga y te llevo a tu casa hoy. Voy a informar lo que pasó, pero tienes que calmarte para que hagas la denuncia. Espérame aquí" Te decía Agnes pasándote un pañuelo para secar tus mejillas.
"¿La conoce, detective?" Preguntaste en voz baja, tratando de calmar tu llanto, Agnes te hizo sentarte en su asiento y te colocó su propio abrigo en tus hombros. No supo qué contestar, no estaba segura. "Ella mencionó su nombre...Y algo de que era su trabajo ocuparse de este caso, y que me aleje de usted"
Agnes caminó hacia la puerta a paso firme y se burló al escuchar lo último que dijiste.
"Entonces no me conoce" Dijo Agnes apretando los dientes, para después tirar la puerta haciendo que se produzca un pequeño movimiento en los cuadros colgados y el pizarrón.
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El jefe Phil Jones se interpuso en su camino y abrió la boca para hablar, detrás de él se podía ver a alguien sentado.
"¡Dese prisa Jefe, maldición! La agente T/A ha sufrido un asalto" Exclamó Agnes antes de que la expresión de ira se le borre de la cara al ver a la persona detrás. El hombre empezó a decir algo sobre un cambio, sobre alguien nuevo en el caso. La detective sintió una mirada que le hirvió la sangre de ira y en instantes pudo conectar los puntos con todo lo que había pasado.
Una mujer joven de cabello oscuro recogido con una hebilla, camisa blanca y mirada penetrante se puso de pie, dando pasos hacia ustedes y sonriendo maliciosamente.
"La agente Vidal será de gran ayuda, de hecho, ¿en estos cinco días hubo algún progreso?- Preguntó el jefe y Agnes contestó de inmediato, con lo que parecía ser un ladrido en su cara.
"¡T/A se queda!" Exclamó Agnes. "Me la asignaron a mí, y yo digo que se queda, ¿me oyó?" El jefe y el oficial herb miraron a Agnes confundidos.
Rio Vidal. La mujer que te atacó era Rio Vidal. Una supuesta detective, una supuesta asistente, con quien Agnes tuvo un largo y tormentoso pasado fue capaz de atacar a alguien de ese modo. Definitivamente fue ella, Agnes lo confirmó. Había un motivo por el cual ella te haya investigado y Agnes estaba segura de que tenía que ver con el vínculo que se formaba entre ustedes. No quería admitirlo pero su intuición se lo decía, a Rio no le hacia gracia que Agnes esté conociendo a alguien más.
La mujer arqueó las cejas. Su sonrisa se había borrado, dejando una expresión de disgusto mirando hacia todos lados.
"Y tú, ¿Qué haces aquí?" Le preguntó secamente Agnes a la mujer.
"Mi trabajo" Contestó. "Al parecer soy la única que puede ser de ayuda aquí, ¿Qué hiciste en cinco días?"
"¡¿Y tienes el maldito descaro de decir eso cuando TÚ atacaste a T/A?! ¡Tú la empujaste a la calle!" Exclamó Agnes y el jefe se quedó pasmado al oirla.
"¿Es cierto eso, Agente Vidal?" Preguntó el jefe, muy confundido. Agnes lo ignoró y volvió a dirigirse a Rio.
"No te quiero aquí"
"Me necesitas para ayudarte con el caso, a menos que tu otra asistente te haya servido de algo en estos días más que el café y mostrar sus piernas" Respondió Rio de forma altanera, de nuevo con la sonrisa. "Es más...¿Dónde está ella?" Rio caminó hacia la puerta de tu oficina y a través del vidrio ambas pudieron ver que ya no estabas. Agnes se sobresaltó y abrió la puerta de golpe.
"¿T/N?¡T/N!"
Exclamaba Agnes, pero no había rastro de tí, se llevó una mano a la boca. El abrigo de Agnes estaba colgado en su asiento y Rio fue a sentarse al otro asiento, fingiendo tristeza.
"tal vez se fue a su casa, Agnes...yo no le prestaría tanta atención" Dijo Rio cruzándose de piernas. "¿Cómo una agente no podría defenderse sola?"
Agnes la interrumpió y salió corriendo de la oficina, el caso de la mujer fallecida ni siquiera cruzó por su mente.
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Titulo: ¿Quien es la presa?
Sinopsis:Rocma odia el olor a cigarrillo de idate,él usa un perfume para remediarlo.
El resultado es mejor de lo que esperaba.
/rocmate coqueteando mientras están cachondos(o algo asi)/ idate es domado por un pequeño oso polar,rianse/ satanick es un tramposo,pero por eso él y idate son amigos/ rocma es un poco salvaje aqui/¿Obscenidad? Quizás.
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"Odio el olor a cigarrillo."
Idate lo sabía.
Maldita sea si lo sabía.
La forma adorable en la que rocma fruncía el ceño con desagrado cada que estuvo demasiado cerca fue evidente.
Idate mentiria si dijera que no golpeo un poco su ego el hecho de que ella pensará que olia tan mal.
Después de todo era un hombre aseado que siempre trató de verse presentable.
Demonios...
Presentable Sobretodo frente a ella.
Pero él arreglaría eso,incluso aunque tuviera que hacer tratos con el mismo diablo para gustarle mas.
Que...de hecho fue lo que hizo.
Satanick un conocido cercano le proporcionó una especie de perfume que en sus palabras "Lo haría irresistible frente al sensible olfato de un oso polar".
Idate era algo reacio a usar algún tipo de trucos de magia para llamar su atención
...obviamente él considero ser suficiente sin la necesidad de hacer trampa...
Pero...
Aun así...el frasco de líquido brillante magenta llamó poderosamente su atención.
-"es solo perfume ¿no?"- preguntó idate con algo de sospecha,exhalando un poco del humo del cigarrillo por su nariz.
-"¡asi es! Y de la mejor calidad~"- canturreo el demonio de alto rango de forma amistosa.
-"¿a ella.....realmente le vá a gustar?"- cuestiono la orca con su tono ligeramente esperanzado,pero Aún se mantenía escéptico.
Satanick se rio un poco,encontrando adorable como la desconfianza de su amigo parecía solaparse con su deseo de llamar la atención de su amor platónico.
-" ¡no te preocupes!,Ella va a amarlo.es efectivo con mamíferos terrestres en general...¡Esa mujer oso no será la excepción! "- aseguró él demonio a su amigo orca mientras exponía la botella de perfume de forma triunfante como un lujoso articulo en exhibición.
Idate miro el frasco entre sus dedos,tentado...
solo mejoraría un poco su olor ¿no?
Despues de unos momentos de silencio el depredador pelinegro suspiro-"...¿cuanto quieres por esa cosa? "- finalmente pregunto con su tono resignado,un poco molesto de estar interesado en el articulo sospechoso.
La sonrisa de satanick se elevó de forma jugetona y a idate no le dio muy buena espina pero, por gustarle mas a su shirokuma cualquier cosa parecía un precio justo.
.
.
.
.
La próxima vez que idate salió a caminar en la playa rocosa y helada de la isla,planeo usar su nuevo perfume esa misma fría mañana.
Tal como le instruyo satanick luego de obtener el perfume,se aseguro de echar una cantidad moderada del líquido magenta sobre su piel desnuda debajo de vestimenta usual.
Según su demoniaco amigo,el articulo era más efectivo en una superfie corporal.
También le aviso sobre que el efecto seria nulo debajo del agua, así que tenía que usárlo exclusivamente en la superficie.
La orca siguió sus instruciones un poco incomodo,pues mientras se volvía a poner su traje seguia sin notar ningún cambio real en él.
¿Había realmente mejorado su aroma ahora?
El olfato de idate era casi inexistente pero si te acercabas lo suficiente podía oler el rastro fantasmal de algo.
Pero él seguía sin oler nada.
(Debido a su desconfianza se termino echando un poco más de lo aconsejado, pero al ser solo perfume no debía de ser un gran problema ¿..cierto?)
Idate salió abruptamente de su estado pensativo cuando escuchó los pasos familiares de las botas de rocma detrás de él.
El cigarrillo entre sus dedos cayo olvidado en la superficie helada,y lo piso sobre la nieve con su zapato mientras alisaba su traje y cabello rebelde.
Inclusos si sus encuentros resultaban en violentos combates,idate sintio la necesidad natural de usar esos momentos para demostrarle realmente lo mejor de si como depredador, rival y amante,siempre con la esperanza de que ella fuera seducida por su demostracion de poder y cediera antes sus encantos.
Para idate era el camino seguro si queria tenerla.
Él quería mostrar su valia frente a rocma,demostrar que su poder someteria a cualquiera que lo desafiará(incluso la someteria a ella),al mismo tiempo queria que la osa entendiera que podía protegerla y que si lo aceptaba, él usaría todo lo que estuviese en su mano para complacerla.(en el sentido metafórico y literal)
Por ello incluso si debía lastimarla en el proceso,no dudo en dejarle claro su poder y dominancia en cada enfrentamiento.
Así era el mundo salvaje,siempre ganaban los mas fuertes.
Idate sonrió con humor
en su caso,"fuerte y guapo"
Ahora con su apariencia pulcra de siempre,puso su mejor sonrisa mientras se girába para confrontarla con su galantería de siempre.
Los ojos del depredador se estrecharon con evidente felicidad cuando sólo a unos metros vio su adorable figura acercarse hacia él.
Acercándose con bastante prisa.
Demasiada prisa...
Idate por supuesto,incluso dio un paso en su direcion para acortar las distancias-"wow,Shirokuma-chan♥︎~ !Que agradable sorpresa-"-el coqueto saludo fue interrumpido de un momento a otro cuando la mujer a la que idate se dirigió con tono cálido de pronto se lanzó sobre él como una bestia sobre su presa.
La espalda de idate golpeó contra la firme nieve de la playa mientras él soltó un "oww ".
Los brazos del hombre se mantuvieron a los lados de rocma,como protegiendo su figura de la caída.En un acto inconsciente, idate la había atrapado en sus brazos cuando se lanzó sobre él.
Si esta fuese una cacería seria la presa mas tonta sin duda.
Él se rio de su propia estupidez.
¿Quien diablos recibe a su cazador con los brazos abiertos?
-"umh,shirokuma-chan,si tanto querias un abrazo solo bastaba con pedirlo...."- musito la orca con algo de perplejidad,mientras miraba con atención como la osa recostada sobre su torso depronto se incorporaba encima de él.
Rocma no respondió,solo lo miro,y aunque su rostro seguía igual de frío hermoso,idate detectó que ella parecía estar en conflicto por algo.
"Sus ojos ..... " penso la orca con asombro,encontrando las pupilas blanca dilatadas de los ojos de la osa muy encantadoras pero inusuales.
-"...ah,hoy pareces mas cariñosa de lo usual,¿quiere que juguemos algo distinto?"- propuso él de forma sugestiva y ebozando una sonrisa maliciosa.
En vez de responder ella enterro su cara contra su hombro para su desconcierto.
El extraño ataque sorpresa lo dejó lo suficiente aturdido como para que su velocidad de reacción se redujera significativamente.
Lo estaba poniendo nervioso.
Rocma no era precisamente alguien actuara de forma 'impredecible' ,idate como su mas ferviente admirador en la isla estudio pacientemente su comportamiento y rutinas con una atención enfermiza.
Para empezar,Incluso aunque él odiara admitirlo,rocma sólo tenía motivos ir a ese sitio cuando sus patéticos amigos estaban jugando con él.
El hombre no recordó haber comido ningún bocadillo esa mañana(Tampoco jugeteo con ninguno de sus pequeños sacos de boxeo de la isla)
¿Entonces a que se debía su extraño ataque? ,Idate no supo de inmediato, pero se mantuvo alerta con sus manos sujetándola por los hombros en caso de necesitar empujarla lejos si se volvía violenta.
Al mismo tiempo....
La orca estaba demasiado encantado al tenerla encima de él como para simplemente alejarla de inmediato.
incluso si esa íntima distancia entre ellos podía resultar en heridas mortales,prefirio correr el riesgo si eso le dejaba saborear esa cálida felicidad que solo ella le proveía con su cercania.
Aun con ese pensamiento idate no pudo evitar tensarse debajo de ella cuando la nariz de la osa se movió por encima de la chaqueta de su traje como si estuviera olfateando algo.
La orca sintió cada resoplido y aspirada caliente contra la tela de su ropa con maravillosa perplejidad.
Incluso si no entendió lo que sucedió al momento, había algo morbosamente excitante en la idea de que ella estuviera aspirando tan profundamente su esencia.
Idate gimió entre dientes-"querida,¿estas intentando seducirme o comerme?,francamente no se si deberia resistirme en esta situación..."-él admitio con su tono burlon temblando un poco por la tension acumulada.
por primera vez se sintio perdido,aunque tampoco era fácil pensar correctamente mientras sentía el cuerpo femenino de la chica que amaba tan pegado de él.
Cada roce sumado a la escasa distancia entre ellos comenzó a general un calor que comenzó volver el ambiente insoportablemente cálido pese a estar ante la fría intempérie del ártico.
también estaba el hecho de que ella se estaba poniendo mas entusiastas con sus toques...
Pronto los movimiento de rocma se volvieron casi frenéticos mientras trataba de encontrar el origen del delicioso aroma que levantó la brisa de esa mañana.
casi con desespero,la osa usa sus garras sobre la camisa gris de idate.
Los botones negros junto con los restos de su camisa caen destruídos en el suelo al lado del cuerpo de la orca.
Y antes de siquiera asimilarlo, pronto su pecho estuvo expuesto a ella.
Está situación estaba lejos de lo que había pensando que seria...
El cofre de idate sube y baja a un ritmo acelerado junto con cada bocanada de aire caliente.
Si rocma no hubiese estado tan encima de él cubriéndolo con su calidez, tal vez la brisa hubiese enfriado las gotas de sudor que corria sobre su abdomen.
Esos ojos agudos lo miraron con atención desvergonzada,como si estuviera buscando algo intangible en su torso desnudo.
Idate se sintio profundamente complacido por la repentina atención,pero Aún asi se puso rígido cuando sintió la nariz fria de femina artica deslizarse sobre la piel blanda de su cuello.casi por instinto hizo el amago de mover sus brazos debajo de ella para empujarla lejos,ya que por mucho que disfrutara sentir su cuerpo presionarse contra él,su intuición le advirtió de lo mortal que serían esos dientes si hicieran contacto con su garganta.
Casi como si sintiera la inquietud de su presa y su intención de resistirse, las zarpas de oso se movieron implacables para contener los brazos de idate contra la nieve y al lado de su cuerpo.
-"ah...shirokuma-chan ¿q-que piensas hacer-?"- idate se atraganto con sus palabras cuando sintió la lengua húmeda de rocma deslizarse un poco sobre su cuello.
Ella lo lamio.
Su shirokuma-chan...
Debajo de su lamida,el pulso de idate se aceleró fruto del rápido palpitar de su corazón.
La sangre tiño el rostro del depredador sin poder evitarlo.
Si fue miedo o emoción lo que la orca sintió ahogarlo en ese momento,no lo supo diferenciar al instante.Su mente se quedó en blanco tan pronto sintio nuevamente el roce húmedo de la lengua de la mujer está vez más cerca de su mandíbula.
Estaba tan muerto
Un mordisco y era su final.
Quizás si su mano no estuviese apretada entre los dedos del oso polar se habría resistido mas al mordaz agarre.
Pero no lo hizo.
Estaba mas interesado en observar como esa bella mujer que tanto había deseado estaba saboreandolo lenta y dolorosamente.
Idate trago pesado,su garganta se sentía tan apretada que cualquier palabra que amenazaban con salir de ahí se convertia en un gemido ronco.
Por mucho que su cerebro lo alertó de su peligrosa situación,el hombre se sentía adormecido debajo de ella.
Los muslos cálidos que se separan al sentarse sobre sus caderas se sentía demasiado cómodo como para removerse.
Mas bien queria frotarse contra ellos y el cálido centro debajo del pomposo vestido beige.
Idate soltó un quejido grave cuando finalmente sintió el pinchazo filoso de la hilera de dientes contra la piel delicada de su garganta.
Sorprendentemente en vez del frio que se debería sentir trás perder litros de sangre, lo que sintió mas fue el calor espeso de su excitacion bombear con mas fuerza a su zonas inferiores.
Fue un pequeño mordisco.
Ni siquiera tan profundo como para sacar su sangre.
Rocma lo había marcado,donde pudo acabar con su vida, ella solo dejo una marca amorosa sobre él.
El rostro de idate ardió con fuerza,y su cola se agito detras de él fruto de la emoción del pequeño mordisco.
"Te amo tanto..." Quiso confesar en ese momento pero sus palabras murieron en un gemido cuando la sintió moverse de su cuello
Pronto su rostro estuvo frente a él
Detrás de las largas pestañas pudo ver sus ojos nublados con frustración y lujuria,sus pupilas blanca dilatadas hicieron sentir a idate como un hombre favorecido por la luna llena.
-"tu...¿por que hoy hueles tan bien?"- ella le preguntó de forma tensa,idate le devolvió la mirada a la par que sus dedos enguantados se entrecruzaban con los de ella.
Los ojos del depredador se estrecharon con afecto,una mirada astuta que rocma conocía bien -"....no tengo idea~" -aseguró de forma fervientemente en un murmullo ronco y juguetón que fallo en transmitir algún tipo de inocencia.
Ella gruño con desaprobación,insatisfecha con la respuesta.
Si su nariz no la engañaba,el dulce aroma definitivamente emanaba de su piel.
Pero¿por que?...
Rocma trató de ser racional,pero sintió que algo primitivo se movió dentro de ella con una hambre desconocída.
Su parte mas furiosa queria rebuscar y cabar entre sus costillas en busca de la embriagadora escencia.
Sin embargo su instinto crudo y descontrolado parecía mas interesado en descubrir si el sudor que corria de su clavícula enrojecida sabía tan dulce como olía.
Entonces ella lo hizo,arrastro su lengua por la piel de su clavícula de forma lenta,ignorando el jadeo que soltó su presa cautiva.
La manzana de adan de idate se movió cuando trago con dificultad.
-".argh...joder.."-Idate trató de mantener la cordura pero la tensión se acúmulo en sus músculos con cada pequeño roce de sus labios sobre su piel desnuda.
Su corazón se agitaba con su estuviese teniendo un paro cardíaco y ella nisiquiera parecía interesado como tal en él.
Era ese estúpido aroma.
Eso le irritaba ,pero no había forma humana de que la orca se quejara mientras la lengua húmeda del oso polar se deslizaba sobre su pecho.
El perdió el aliento cuando sintió los dientes incarse en el músculo flexible y lamer la sangre que se desbordan.
Rocma hizo un ruido de desaprobatorio. Murmurando maldiciones porque "el origen del olor tampoco era su sangre"
Ella libero sus manos,aparentemente mas centrada en ocuparlas al sujetar el torso fornido del depredador mientras seguía obsesionada por el misterioso aroma.
Idate inmediatamente quiso apoyar sus manos sobre los muslos pálidos que se cernían sobre su pelvis.
La osa emitio un gruñido pero no se resistió,Estaba mas interesada probando suerte mientras deslizaba su toque por su costados hasta su espalda.
La orca gimo de felicidad,ella lo sujeto como si lo estuviera abrazando mientras sus garras filosas rasparon su espalda, dejando un rastro punzante y sangriento que tiño la nieve debajo en un rojo cobrizo.
Mientras ella parecia querer enterrarse mas en ese aroma,Idate por otro lado quiere enterrarse en ella.
Por lo que ya impaciente entre el calor del momento,se movió un poco contra el centro de sus piernas debajo de su pomposo vestido beige.
Una provocación que solo los hizo gemir ambos de frustración
Aunque,de entre los dos idate parecía quien más se estaba divirtiendo con la situación.
-"No hagas eso..."- Le advirtió ella en un gruñido,el depredador se estremeció en un poco al sentir cada oración contra su piel desnuda.
-"¿hnm~? ¿...hacer que?"-exhalo idate fingiendo inocencia- "¿Esto?"- se él movió de nuevo,esta vez presionando su erección de forma significativa entre sus muslos.
Rocma gimió,profundamente enojada,pero era un tipo de ira inusual para ella,idate la estaba molestando pero su cuerpo no sentía que quería alejarlo.
¿Mas bien empujarlo dentro?
Para la osa era absurdo,pero su mente al igual que su vista se sintió nublada por la escencia dulce que percibió su nariz.
Lo que sea que idate estaba haciendo con su olor la estaba volviendo loca.
"Su olor..." La mujer oso sintió un tirón de su cordura cuando su lado animal pareció protestar denuevo.
Los ojos de idate se abrieron sintió a rocma retirarse un poco de encima de él,sus dedos aun se apretaban en sus muslos pálidos para mantenerla en el sitio.
La orca penso en rogar por un encuentro mas intimo,¡maldita sea! Incluso estaba dispuesto aceder a algún trató injusto con tal de hacer que se quedara un rato mas.
Sin embargo se quedo mudo cuando en vez de levantarse y irse como temio,rocma simplemente se movió hacia atrás sobre sus muslos.
Ella baja su mirada hacia su pantalon donde la dureza su excitacion se hace más evidente.
Naturalmente los ojos de idate se dirigieron al rostro de rocma,como queriendo captar su reacion.
-"ah~..que atrevida shirokuma-chan,no es necesario que te conformes solo con mirar ¿sabes?" -comento burlonamente la orca apoyandose sobre sus codos y levantando un poco su torso de la nieve.
Ella solo gruño un-"callate"- en señal de réplica.
Oh,Idate daría cualquier cosa por saber lo que estaba pasando por su mente en ese momento.
Al juzgar por su semblante frustrado,Ella parecía estar mirando algún punto de su pantalon en busca de algo.
Al mismo tiempo quizás y solo quizás realmente estaba pensando en tomarlo en ese mismo instante sobre la fría nieve y a plena luz del día.
(Él no estaba en contra de ese escenario y de hecho estaba emociónado ante ese evento)
Hasta ahora la experiencia lo dejó espectante y deseoso de saber cuál sería su próximo movimiento
Aunque eso no evito que lo sorprendiera cuando sintió las manos de rocma deslizarse sobre la tela de su pantalon por los costados de su cadera hasta su trasero.
No había un motivo real por el que idate se sintiera tímido en ese momento,era más bien lo extraño que fue para él estar en un rol tan pasivo y simplemente dejar al otro tomar la iniciativa.
El hecho de que fuera su shirokuma quien lo estuviese manejando con tanta rudeza lo hizo sentir como un pez fuera del agua a la Merced de algún depredador.
Si no estuviese tan enamorado de la situación quizás habría echo mucho mas para escapar.
En cambio solo se inclino más cerca de ella,usando sus manos para acunar su rostro y besarla como siempre quiso hacerlo.
Ella hizo un ruido disconforme contra sus labios y pareció querer resistirse al beso,idate coloco una de sus manos en la nuca de la femina artica y la empujo con rudeza para unir sus bocas.
Mientras la intensidad de su beso aumentaba con cada toque descuidado y hambriento de sus lenguas,las manos de rocma siguieron tanteando el trasero de idate para su deleite.
La orca no estaba acostumbrado a que lo tocaran con tanto atrevimiento,de hecho la ultima vez que alguien intento tal cosa idate simplemente lo encontró desagradable y incomodo.
Él era quien tocaba a sus jugetes así,no alrevez,su natureza dominante no toleraba que lo manosearan como una especie de puta barata.
Estrañamente entre las manos de rocma no tenía problemas en actuar como una,Quizás por eso todos sus toques toscos lo emocionaban tanto.
El beso entre ambos se rompió,rocma jadeo con dificultad,para nada acostumbrada al ritmo prolongado del contacto.
Idate parecía demasiado entusiasmado con besarla de nuevo como para darle más tiempo para recuperar el aliento.
Él tampoco pudo dejar sus manos quietas y comenzó a quitar la bufanda del cuello de rocma para seguido probar suerte desabrochando la fila de botones grises sobre sus escote pronunciado.
Sin embargo el calor asfixiante se convirtió en frío cuando depronto rocma uso sus manos para empujarlo lejos.
Idate parpadeó aturdido,aun sonrojado en rojo y desaliñado¿ahora por que fue eso? ¿se había equivocado en algo?
Tenía muchas dudas pero tan pronto como vio a rocma ponerse se pie;con un frasco de liquido magenta brillante entre sus zarpas, tuvo un mal presentimiento.
Rocma miró con obsesiva atención el frasco en su palma derecha antes de lanzar una mirada furtiva al depredador que se encontraba sentando en la nieve mirandola con nerviosismo.
La osa tuvo la sospecha de que él origen del aroma debía ser un objeto en alguno de los bolsillos traseros de su pantalón.
Cuando finalmente dio con el articulo, presintio que el líquido de aspecto exuberante debía de ser la causante de las reacciones que estaba teniendo su cuerpo ante aquel dulce olor.
-"¿que esta cosa?"- interrogo rocma de mal humor,sus pupilas hostiles contrayendose sobre él con peligrosa desconfianza.
-"¿a-ah?...eso es..."- musito Idate de forma apagada,como pensando una buena escusa mientras hacia el amago de levantarse del suelo y fallando cuando rocma levanto su pierna izquierda y apoyo su bota en su torso desnudo para mantenerlo sentado en el suelo.
-"¿que es?"- presionó ella con impaciencia.
La frialdad en su mirada hizo a idate estremecer más que la brisa que azotó su piel desnuda.
La orca se encogió de hombros,suspirando con resignacion -"es solo...ya sabes..eh.. perfume?...un amigo me lo vendio y lo estaba probando..."- explico él vagamente mientras pasaba su mano por su rebelde cabello negro con nerviosismo.
rocma arqueo la ceja-"¿Por que?"- Le cuestiono.
La orca la mira desde abajo con una especie de adoración brillando en sus ojos antes de responder -"tú...dijiste que no te gustaba el olor a cigarrillos"- argumento idate como si fuese lo mas obvio.
Rocma apretó los labios en una línea fija,sin saber como debería reaccionar a eso,¿por que haría algo así por ella?
Idate miro las cejas de rocma fruncirse con consternación,el la encontró encantadora desde su posición en el suelo.
La bota beige seguía presionando su pecho desnudo y él aprovecho para deslizar su mano enguantada sobre su pierna extendida debajo de la tela de su falda.
Sus dedos acariciaron la tela de sus medias largas en su rodilla -"....Por lo que veo ese aroma te gusta más que yo ¿no~?"- comentó la orca en tono coqueto y con algo de pesar,estrechando sus ojos de forma astuta.-"¿debería usarlo mas seguido~?"-
Rocma gruño,sin apreciar la lujura y descaro con la que se atrevia a coquetearle en ese momento.
Ella en reproche deslizo su pisada en su pecho hacia abajo por su estómago descubierto.
Hasta allí abajo.
Idate de inmediato saco sus dedos de debajo de su vestido con nerviosismo y uso sus manos para sujetar su bota,como para impedir que pisara su entrepierna.
-"¡Todo menos eso!"- exclamó él depredador de forma ansiosa,mirando con desespero a la femina artica como para convencerla de no hacerlo.
Rocma hizo una mueca con su bota aun pisando algún punto sobre su ombligo.
Ella tampoco es que quisiera pisar esa cosa que sobresalía de su pantalon si era sincera consigo misma.
Además tenía otra cosa entre manos que le interesaba más que castigar a la estúpida orca por manipularla con su aroma.
Rocma chasqueo la léngua y su mirada fue atraída de nuevo por el perfume en su mano.
Definitivamente ese olor dulce se originaba de dentro de ese frasco.
A rocma le perturbó lo mucho que queria frotarse contra ese aroma,Algo así no debía tener cabída en su isla y menos en manos de su infame enemigo.
Decidida,hecho una mirada furtiva a su alrededor, y ya que estaban en la zona rocosa de la playa de la isla,rocma inmediatamente lanzó el frasco con fuerza a unas rocas de hielo que flotaban tranquilamente en el oceano.
La pequeña botella se rompio con un chasquido tosco,y Tan pronto como el contenido del frasco comenzó a diluirse en el mar,rocma sintió una especie alivio al estar lejos del asfixiante y dulce olor.
Por supuesto aun quedaban rastro de aquel aroma sobre el bastardo orca pero entre su sudor,la sangre y la saliva parecía estar desapareciendo de apoco.
Aunque no lo suficientemente rápido.
Rocma retrocedio,quitando su pie de encima de idate.
El hombre soltó un suspiro aliviado y la osa sintió que se le revolvió el estómago al ver la apariencia desaliñada de la orca en ese momento.
Todo su cuello,pecho y abdomen estaban ruborizados de lo mucho que ella misma había maltratado la piel tersa del hombre.
Su camisa estaba destrosada su lado y habían marcas de mordiscos,rasguños y moretones que rocma no recordaba haber hecho y se avergonzaba de ver.
(Era indiscutíble que eran marcas echas por ella)
Había requerido mucha fuerza de voluntad para resistirse a...
Rocma nego con la cabeza,como tratando de disipar esa idea y enterrarla en el fondo de su mente.
Esa orca tenía uno o dos trucos espeluznantes debajo de la manga,ella no quiso descubrir que más podia hacer.
La osa dio un par de pasos atras,recogio su bufanda y se giro con intención de irse,aprovechando su momento de cordura para alejarse de los restos de ese aroma lo más pronto posible.
Idate pareció entrar en panico cuando la vio darse la vuelta -"no,no,no. ¡Espera un maldito momento!"- protesto la orca extendiendo inútilmente su mano hacia la femina artica que se alejaba-"¡al menos termina lo que empezaste!"- se quejo idate con gravedad,sintiendo sus piernas demasiado débiles como para perseguirla.
(Aparte de que temía que si lo hacía ella no dudaría en patearle la entrepierna)
Ella lo ignoró y idate solo pudo ver como su figura desaparecía en la lejanía.
El brazo de idate que se extendía hacia ella cayó rendido,al igual que su espalda cuando él decidió recostarse en el suelo frio de la costa helada.
Llevo una de sus manos a su rostro con frustración y se quedo ahí recostado semidesnudo,excitado y muy confundido.
Pero sobre todo.
Excitado y sediento de venganza.
¿como se atrevia dejarlo así luego tocarlo de esa forma?
¡estaban llegando a la mejor parte!
Idate estaba molesto,se sentía humillado,usado y desechado como basura(pero extrañamente nada de eso era lo que lo hacia sentir tan indignado).
Lo que verdaderamente le molesto es que ella no hubiera terminado lo que empezo.
Momentos antes de alejarlo, idate realmente estába casi ronroneando de satisfacion al sentir su toque tosco sobre él.
Definitivamente la hubiera perdonado cuantas veces fuera necesario si lo hubiera tomado en ese momento.
Pero no lo hizo,y ahora idate esta molesto,caliente y decidido a hacerla terminar lo que empezo.
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Fin.(?
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Si te gusta como escribo aqui estan el resto de mis fanfic rocmate.
👇👇👇👇👇👇😔👌
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Bugambilia (Neuvillette x Fem!Reader) pt. 2
💖~ I really like it and I wanted to do something else.
If I'm honest while I was doing this I couldn't help but remember that my grandmother had bougainvilleas in her garden and I always paid more attention to the colorful part than to the flower itself.
Part 1 here
Warning: angst | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Spanish:
Neuvillette era un amante sensato, siempre pensaba en lo mejor para ti y te permitía tus caprichos cuando eran justos, si deseabas retenerlo un poco más en la mañana, si alargabas los besos de despedida o cuando llegabas con el almuerzo para comer juntos, él apartaría lo que tuviera en el camino para que seas feliz.
Siempre deseaba verte feliz, y aunque al inicio fue algo normal de parte de cualquier amor, él notó que muchas veces lo mirabas confusa. Había algo detrás de tus ojos, una especie de sospecha que te nublaban la mirada y revestía tu alma con una falsa tranquilidad. Pero Neuvillette te conoce, más de lo que deseabas, menos de lo que esperabas. En un intento de apaciguar tu extraño sentimiento, decidió ofrecerte una caja de dulces, sonriendo cuando los compró, pensando en tu rostro feliz cuando tu comías unos parecidos antes.
Su humor se congeló al ver que no eran de tu gusto, aunque los aceptaste como un gesto amable, no eran de tu gusto y tu mueca disimulada te delató. En un inicio no lo entendió y prometió hacerlo mejor, quería esforzarse por mantener tu sonrisa y eso fue lo que te llenó de insertidumbre.
"No me estás mirando a mí." Llegaste a una conclusión, Neuvillette alzó una ceja en desconcierto, sin entender del todo la intensión detrás de tus palabras. "Eres nostálgico y melancólico, sonríes pero parece que quieres llorar, esperas pacientemente por mi cuando caminamos, me ayudas a bajar las escaleras y me sostienes tan dulcemente pero..." Él esperó a que terminaras, seguía viendo tu rostro angustiado, asustado en algún punto, casi enojado, y eso lo destrozó. "Tu no haces esas cosas por mi, ¿no es así?"
"Claro que las hago por ti, esta eres tu, querida. ¿A quién más amaría tanto como para servirle de esta manera?" Esa pregunta tenía una trampa y Neuvillette lo sabía, en su cabeza pasaron las mismas imágenes que lo atormentaban cuando no dormías a su lado, el baile de una flor morada que lo hacía llorar y anhelar el antaño, y cuando volvía al presente te veía a ti, sentada y analizando su rostro. Entrando en razón por fin, suspirando y haciendo lo único que podría matarlo con tanta facilidad, fruncir el ceño.
"Lo haces por alguien más que no soy yo." Ante sus ojos los colores monocromáticos no deseaban irse, se incrustaban en sus ojos como una bugambilia, con sus púas negras partiendo su corazón y sin permitirle ver los matices de morado que vestían ambas personas amadas. No quería aceptar que tu mirada era distinta, su color y la forma de tus ojos cristalinos, tus labios bonitos no sabían como antes, ahora sentía el sabor salado de un mal amor y tu cuerpo, que era cubierto por sus brazos para consolarte, se sentía distinto bajo su tacto. Eras distinta, y tus pétalos caían por culpa de ello. Por culpa suya.
Su corazón golpeó violentamente contra su pecho cuando te abriste paso y las espinas le perforaron la conciencia. El morado y el magenta peleaban por un espacio en su corazón y eso lo destruía mientras te abrazaba, disculpándose y llorando. La lluvia de flores no había vuelto, solo había sido reemplazada por pétalos distintos de un color parecido, cuyas flores arañaban su corazón en una súplica por ser favorecidas. Las pequeñas flores que crecían marchitas en un jardín, esperando a que acabe el turno de la otra, con gustos contrarios y apariencia saludable que camuflaba que las raíces estaban muertas y jugaban contra la lluvia y el viento con sus flores claras en busca de un corto rayo de sol asustó a Neuvillette.
"Me recuerdas tanto a ella..." Los susurros de Neuvillette eran tan bajos a comparación de la lluvia torrencial que golpeaba los techos y las ventanas, se escondía entre tu hombro de la mirada monocromática que lo mantenía cuerdo y que ahora deseaba castigarlo con los miles de tonos que existían en el jardín. Lloraba en tu ropa y se disculpaba, deseando que entiendas que su corazón estaba herido y no caía sangre sino el amargo alquitrán que manchó su visión. "Estaría tan enojada por lo que te estoy haciendo. Ella jamás me perdonaría."
"Yo tampoco lo haría." Una amenaza que Neuvillette aceptó, dispuesto a cumplir con su destierro de tu corazón si así lo preferías. Te abrazó más fuerte, besando tus mejillas y tus lágrimas en un intento de consuelo, por fin viendo que tú color jamás fue el morado sino lo que él prefirió ver. Sollozó junto a ti y se disculpó por haber confundido el amor eterno, por jamás haber aprendido que una pequeña flor amarilla era lo que debía amar en vez de las coloridas brácteas que atraían y enamoraban.
English:
Neuvillette was a rational lover, he always thought of what was best for you and allowed you your whims when they were fair, if you wanted to keep him a little longer in the morning, if you extended the goodbye kisses or when you arrived with lunch to eat together, he would push aside whatever he have in the way for you to be happy.
He always wanted to see you happy, and although at first it was normal for any love, he noticed that you often looked at him confused. There was something behind your eyes, a kind of suspicion that clouded your gaze and clothed your soul with a false tranquility. But Neuvillette knows you, more than you wanted, less than you expected. In an attempt to appease your strange feeling, he decided to offer you a box of sweets, smiling when he bought them, thinking of your happy face when you ate similar ones before.
His mood froze when he saw that they were not to your taste, although you accepted them as a kind gesture, they were not to your taste and your hidden grimace gave you away. At first he didn't understand and promised to do better, he wanted to make an effort to keep your smile and that was what filled you with insertion.
"You're not looking at me." You came to a conclusion, Neuvillette raised an eyebrow in bewilderment, not quite understanding the intention behind your words. "You are nostalgic and melancholic, you smile but it seems like you want to cry, you wait patiently for me when we walk, you help me down the stairs and you hold me so sweetly but..." He waited for you to finish, he kept seeing your anguished face, scared in his heart at some point, almost angry, and that destroyed him. "You don't do those things for me, do you?"
"Of course I do them for you, this is you, my dear. Who else would I love so much to serve in this way?" That question had a trap and Neuvillette knew it, the same images that tormented him when you didn't sleep next to him passed through his head, the dance of a purple flower that made him cry and long for the past, and when he returned to the present he saw you, sitting and analyzing his face. Finally coming to his senses, he sighed and did the only thing that could kill him so easily, frowning.
"You're doing it for someone other than me." Before his eyes the monochromatic colors did not want to leave, they embedded themselves in his eyes like a bougainvillea, with their black spikes breaking his heart and not allowing him to see the shades of purple that both loved ones were wearing. He didn't want to accept that your look was different, the color and the shape of your crystalline eyes, your pretty lips didn't taste like before, now he felt the salty taste of a bad love and your body, which was covered by his arms to comfort you, felt different under his touch. You were different, and your petals fell because of it. Because of him.
His heart pounded violently against his chest as you pushed your way through, thorns piercing his consciousness. The purple and the magenta fought for a space in his heart and it destroyed him as he hugged you, apologizing and crying. The shower of flowers had not returned, it had only been replaced by different petals of a similar color, whose flowers scratched his heart in a plea to be favored. The small flowers that grew withered in a garden, waiting for the other's turn to end, with contrary tastes and healthy appearance that camouflaged that the roots were dead and played against the rain and the wind with their clear flowers in search of a short sunbeam frightened Neuvillette.
"You remind me so much of her..." Neuvillette's whispers were so low compared to the torrential rain that hit the roofs and windows, hiding between your shoulder from the monochrome gaze that kept him sane and that now wanted to punish him with the thousands of shades that existed in the garden. He cried into your clothes and apologized, wanting you to understand that his heart was wounded and not blood was falling but the bitter tar that stained his vision. "She would be so angry at what I'm doing to you. She would never forgive me."
"I wouldn't do it either." A threat that Neuvillette accepted, willing to fulfill his banishment from your heart if you preferred. He hugged you tighter, kissing your cheeks and your tears in an attempt at comfort, finally seeing that your color was never purple but rather what he preferred to see. He sobbed next to you and apologized for having confused eternal love, for never having learned that a small yellow flower was what he should love instead of the colorful bracts that attracted and made him fall in love.
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Estoy en un momento en el que me siento tan libre.
Siempre pensé que era una persona con tendencias depresivas y la verdad renegaba mucho de esa parte de mí.
Muchas veces me pregunté qué estaba mal conmigo, por qué no lograba encajar, por qué la gente hacía cosas que me hacían daño, por qué tenía que ser una persona tan sensible. Creo que hoy por fin encontré todas esas respuestas y es tan liberador.
La respuesta siempre estuvo en mí. En yo entender que no debía hacer cosas para que me validaran porque el simple hecho de existir ya te hace alguien válido y valioso. Viendo que habían cosas en mi que si no me gustaban, yo soy la única con el poder de hacer algo y no desde el renegar lo que soy, sino desde las ganas de ser mejor para mí, abrazándome porque nadie mejor que yo sabe las circunstancias de la vida que quizás me han hecho actuar de alguna manera determinada y no darle el poder a la vida de ser su víctima. Ocuparse más que preocuparse.
Mi valor no está en los errores ni en los aciertos, sino en las ganas que tengo de vivir tranquila, de estar bien y hacerle bien a la gente que YO elijo tener cerca. Cultivando y fortaleciendo mi alrededor y juro que jamás me había sentido tan afortunada, plena y agradecida con mi presente. Mejoré la relación con mis papás, saqué gente de mi vida que me drenaba mucha energía, aprendí a poner límites y todo eso gracias a la ✨terapia✨ y a mi compromiso con mi propio proceso.
Incluso los días malos ya no son tan malos porque sé que siempre estaré ahí yo misma para mí si es que necesito sostenerme o sentir cuidado y consuelo. Dejé de buscar afuera lo que siempre estuvo en mí interior (sin cerrarme a lo exterior obviamente, lo recibo con amor pero trato de siempre ser yo la primera en atenderme)💜��
Si leíste esta parte importante de mi, te lo agradezco mucho. Ojalá le llegue a la gente correcta que quizás necesita un poquito de esperanza. Se puede y desde mi punto de vista, la clave está en fortalecer la relación contigo misma/o desde el amor y el entendimiento.
Nadie mejor que tu sabe lo que necesita, no esperes a que alguien más te lo venga a entregar.
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Ya hice lo que tenia que hacer.
Abrí la puerta y me fuí.
Te deje una letras de despedida.
Fuí dulce contigo como una buena amiga lo haría.
Pero esta despedida es peor de lo que suponía.
Me dijiste que estarías allí si cambiaba de opinión.
Pero, ¿Debo cambiar de opinión?
Ya hice demasiado por quedarme cuando había tan poco.
Fuiste lento para responder hasta que supiste que me iba.
Te fue más urgente esto que cualquier otra cosa.
No quiero creer eso, quiero creer que fue casualidad.
Pero caemos en esa gran verdad.
No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Hubiera preferido que no respondieras.
Aun así parecías tranquilo, ni siquiera preguntaste por qué. Mejor así.
No sentías nada y así es mejor. Los que sienten pierden.
Y acá la que está amargada soy yo, la que siente soy yo y la que sufre soy yo.
Me hice creer en un amor, me hice fantasear, me hice divagar. Porque no fue tu culpa, toda fue mía.
Ahora vuelvo al camino de Salida, esperando a que mi verdadera de oportunidad de amar y ser amada aparezca. Porque esta historia se terminó y para siempre.
Ahora ya no sos presente, sos pasado y una anécdota quizá si logro mirar atrás y sonreír en el futuro.
Pero sé lo que valgo, y mi tiempo y alegría, mi escucha y predisposición no son moneda corriente. Quiero lo mismo que doy, porque antes no lo pedía, ni lo exigía. Ahora quiero eso, o nada.
Ahora tengo miedo, porque no sé cuánto durará este dolor. Cuanto tiempo estaré así?
Habré hecho bien en irme? No lo sé.
Pero tampoco era feliz estando allí, sintiéndome como una chica sentada en un café, esperando, mordiéndose los labios, ansiando una llegada que nunca ocurrió, una atención que nunca se concreto.
Ojalá no te hubiera conocido. Mis problemas serían otros, pero ya es tarde para arrepentirse.
Ojalá que me extrañes algo, ojalá pudiera saberlo. Pero no lo sé y no lo sabré nunca, porque nunca te miré ni te sentí realmente. Solo esa maldita muralla entre nosotros.
Ahora esa muralla se cerró sobre ti, yo me he liberado. Lastimada, angustiada, reprimiendo las ganas de llorar por alguien a quien realmente no conocí nunca. Espero poder superarlo.
Pero sabía que tenía que hacer esto. Ya no más esperas, ya no más suposición, ya no más ansiedad, ya no queda nada. Solo yo y como debe ser.
Quizá algún día encuentra a alguien que tenga ganas de perder el tiempo conmigo
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26 de octubre
No sé cómo explicar bien lo que estoy escribiendo, de tal manera quisiera expresar y abrir mi sentimientos a quizás personas que estén atravesando lo mismo o peores cosas en su vida.
Luchar con la depresión, ansiedad, es una batalla constante con tu mente, en un momento eres la persona más feliz y después tu mundo se te desploma como piezas de ajedrez, y sale uno al exterior con una sonrisa pero con una tristeza inmensa y súmale un corazón roto, que se reconstruye desde las cenizas y el polvo por un tornado que llego y desbarató los cimientos que tenía…
La sanacion y la aceptación, el vivir el momento presente no es tan fácil como todo el mundo dice, cómo: tú puedes, eres fuerte, siempre lo logras, es el ego, no seas tan dura contigo misma, es temporal ya pasará, dale tiempo al tiempo y demás… que si me pongo a enumerar una por una no se acabaría.
Antier tuve mi cita con mi psicóloga, es chilena, tiene un Aura tan hermosa que me da tranquilidad y paz cuando hablo con ella, me he llevado un mal sabor con mis anteriores Psicólogos, uno por que atacaba fuerte a mi ex, era rudo, el otro por que me hablaba feo de él y no me gustaba que nadie lo hiciera y nos ponía en contra sin darnos cuenta, pero yo si lo percibí, a él lo envolvía en el mundo espiritual y número logia y a mi me envolvía en mentiras, a la tercera por ser demasiado feminista, se pasaba, pero ahora razono locamente y digo: todos llegaban a una conclusión sanar, soltar, perdonar.
Mi psicóloga actual me dijo que era más fácil saber en qué trabajar cuando uno tiene pareja por que es ahí donde uno se da cuenta en qué hay que trabajar y y hay que reforzar y si tiene razón, por que con él descubrí que tengo mucho que sanar, él y yo… ambos, éramos dos almas heridas intentando sanarnos uno al otro, el con lo que podía ofrecerme al igual yo.
Nunca se me olvida algo que me abuelo me enseño y es que los niños y los borrachos dicen la verdad y me cuesta entender por que dijo lo que dijo, por que si no me amaba no me dijo, en que momento deje de ser todo para el y después odiarme como se lo vi en su mirada y sus palabras…. El alcohol haciendo caer las máscaras o sacando a flote los sentimientos reales de las personas.
Te ame y te solté sin querer hacerlo, por que en mi vida nunca estaba el hacer mi vida sin ti, era siempre juntos… aunque no tuviéramos los mismos proyectos, pero estaba lo que yo sentía y era amor, lealtad, un para siempre hasta que Dios nos separara…. Que horrible sensación y este vació en el estomago….
Se que vamos a sanar pero cada uno por su lado, a su tiempo y a su manera…
Pero no han sido dias fáciles. Cuando cae la noche te pienso mucho más, te extraño mucho más, y muero de ganas de hablarte, pero luego se que no puedo retroceder, ya se va a cumplir un mes desde que te fuiste y si, llorare, no sé hasta cuando pero sanare… eso también lo se❤️🩹
#amor propio#ansiedad#amor#desilusión#corazon roto#tristeza#fe en dios#amor de dios#desamor#desahogarse#depresion#angustia#miedo#aceptación#cosas que pasan#pasado#tu puedes
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Hace tiempo que no escribo pero hay algo que quiero sacar de mí. En preparatoria me enamoré profundamente de una chica, salimos un tiempo... Tuvimos un romance intenso pero fugaz. Incluso nos escribíamos cosas cursis aquí por Tumblr. Por cuestiones del destino cada quien siguió su camino. Pasaron los años; ella se casó, tuvo una hija preciosa y demás. Hace unos días me enteré de que había fallecido. Me pegó con todo el tiempo, estuve navegando por su facebook. Note que nunca borro aquel vídeo donde cantamos juntos con el karaoke, ni la foto donde escribí su nombre con velas. Se me hizo un nudo en la garganta. Podía sentir todo tan reciente, tan solo de recordar.
recordar .. viene del latín recordari formado de re (de nuevo) y cordis (corazón). Recordar quiere decir mucho más que tener algo presente en la memoria. Significa: volver a pasar por el corazón.
Justo así se sintió.
Indagando más me enteré de que la causa de su muerte fue suicidio.
Me invadió una profunda melancolía.
Hace unas noches me abrigo el insomnio y le envié un mensaje privado por aquí por Tumblr.
Le escribí lo siguiente:
"A menudo te extraño. Por ahí leí que para las personas nostalgicas no existe el olvido... Todo lo que nos toca el corazón permanece. Así tú permaneces en mí. De lejos siempre te desee lo mejor y te tuve en oraciones. Pensaba que estabas viviendo la mejor temporada de tu vida. Veía tus historias, tus viajes, comidas.. fotos con tu hija y demás.
Entonces yo pensaba en que todo pasa por algo, en qué evidentemente estabas en el camino correcto. Malditas redes sociales... Son una mentira.
Ojalá un día te hubiera invitado a un café de la nada... Solo para charlar
Solo para saber que no la pasabas bien. Me hubiera gustado que supieras que para mí eras y seras siempre importante, que no tenías que darme nada más... Que tú amistad bastaba
Que podías contar conmigo, que yo veía más en ti de lo que tú puedes ver.. y que me creyeras ... Que te enamorarás de la vida.
Y que te quedarás, porque había muchas razones para quedarte. Pero me siento culpable.. por no estar
Por no decirtelas
Te quiero, donde sea que estés.. te envío amor.
Gracias por ser tan significativa, en éste mundo lleno de banalidades."
Fue así, un vomito emocional de madrugada. Yo escribiendo a destiempo, a alguien que no podrá ya contestarme. Y vuelvo aquí a darle vueltas a contarle a ustedes que no me conocen. Pero así quiero cerrarlo. Cómo un cúmulo de versos mal escritos, colmados de sentimiento.. arrojados a este mar de gente que escribe de todo aquello que les quema a gente que no conoce.
-A mi amor de verano, a lo que nunca fue.
CR.
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