#perdiendo la cabeza :3
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miku miku said VOTA AL TIPO NORMAL
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
Capítulo 1: https://www.tumblr.com/analisword/742694471701037056/high-infidelity-enzo-vogrinc-x-fem-reader?source=share
Capítulo 2: https://www.tumblr.com/analisword/742809931904925697/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 3: https://www.tumblr.com/analisword/742966287515402240/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 4: https://www.tumblr.com/analisword/743085967194390530/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 5: https://www.tumblr.com/analisword/743445192395423744/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
—No quiero interrumpirte, pero me pregunto si ya comiste algo—Alana fue sacada de su concentración de golpe, giró la cabeza tan bruscamente hacia la puerta que su cuello dolió, Enzo estaba apoyado sobre el marco de la puerta con las manos dentro de los bolsillos.
Alana tuvo que respirar profundamente al verlo, nunca se acostumbraría a verlo y a su implacable belleza.
Llevaba una simple camisa interior blanca y unos jogging grises, aún así, lucía jodidamente bien.
—Hola—saludó Alana felizmente, miró la hora en su celular y quedó perpleja, eran ya las 9 de la noche y efectivamente, no había ingerido bocado en todo el día—. Mierda, se me fue el día.
—Entonces fue un día bastante productivo, ¿eh?—sonrió Enzo.
—Sí, es mágico este lugar—exclamó Alana cerrando su computadora, ahora que se había dado cuenta que no había comido nada en todo el día, moría de hambre.
—Sos mágica—la corrigió—. Vení a comer, traje pizza—dijo moviendo la cabeza, su estómago rugió al escucharlo y lo siguió hasta la sala.
��Soy vegano—explicó él mientras abría la pizza—. Pero están deliciosas.
—Tengo tanta hambre que así sea pizza hecha de cartón, la comería—dijo Alana tomando una rebanada.
—Te dije que eras libre de abrir el freezer—dijo Enzo con tono apelativo.
—Honestamente me olvidé de comer algo—respondió ella para después darle una mordida a la pizza, tal como Enzo había dicho, estaba deliciosa.
—Tengo que alimentarte para que ese cerebro tuyo siga funcionando—dijo él.
—¿Cómo te la pasaste tú?
—Ehh, tuvimos que repetir la misma escena unas treinta veces porque al director no le parecía nada, pero al final terminó saliendo.
—Debe ser agotador—exclamó Alana arrugando la nariz.
—Lo es—dijo él riendo—. Aún no me acostumbro, en teatro lo hacés una vez y ya está.
—¿Te gustaría volver a hacer teatro?—preguntó Alana con genuina curiosidad.
—Acá no, en Uruguay sí—dijo—. Es más underground allá, nadie te termina viendo y a veces hasta terminas perdiendo plata, pero es auténtico.
—Eres Enzo, gente irá a verte—dijo Alana rodando los ojos.
—Sí, supongo—dijo él riendo y bajando la mirada, Alana inclinó la cabeza.
—No te gusta mucho la fama, ¿no?
—Es complicado, claro que me gusta que mi trabajo sea reconocido, lo que no me gusta es tener a gente hinchándome las pelotas cada que salgo.
—Auges del oficio—exclamó Alana elevado los hombros.
Al parecer Enzo tampoco había omado bocado en todo el día porque comía con un poco de desesperación, Alana sintió lindo que el chico hubiera esperado hasta tarde para comer con ella, terminaron la pizza en silencio y cuando lo hicieron estaban tan llenos que se tiraron en el suelo con las manos sobre las barrigas.
—¿Cómo se tomó Sebastián cuando le dijiste que estás escribiendo de nuevo? ¿o pensa que vas por ahí vendiendo drogas?—preguntó Enzo después de que estuvieron varios minutos tirados viendo el techo, Alana se giró para observarlo mejor, sus ojos la miraban detalladamente y la luz cálida que emanaban las lámparas de la sala hacían que estos se vieran más claros de lo normal.
—Creo que lo de las drogas le hubiera resultado mejor—dijo ella negando con la cabeza—. Dijo que estaba decepcionado de mí—confesó tímidamente.
Enzo la miró como si le hubieran crecido dos cabezas del cuello y dobló el codo para apoyarse sobre su mano, estaban acostados sobre una alfombra bastante esponjosa, aún así la posición del chico parecía bastante incómoda.
—¿Vos estás jodiéndome?—preguntó él con tono de incredulidad—. ¿Quién en su santo juicio estaría decepcionado con vos por escribir? Es lo que más te gusta.
—Pues él—respondió Alana—. Vaya—dijo ella un poco más tranquila—. No es por el mero hecho que esté escribiendo, es porque lo estoy haciendo al mismo tiempo que él, él quiere que esté completamente entregada a su libro.
Enzo arrugó la nariz al escucharla, ella regresó la mirada al techo, ahora que contaba la situación en voz alta, se daba cuenta de lo patética que era.
—Alana…
—Sé lo que vas a decir—lo interrumpió—. Sé que no está bien y creéme que odio esta situación, detesto que Sebastián sea así de inseguro…
—Pero…—la interrumpió ahora él a ella.
—Pero, supongo que tendremos que solucionarlo eventualmente, no sólo es mi novio, es la única persona que tengo aquí—dijo ella volviendo a mirarlo, Enzo la miraba a ella con una expresión que no pudo descifrar.
—Vos sabés que eso es mentira—respondió Enzo apretando la mandíbula, Alana tragó saliva en seco, definitivamente sabía que podía contar con el actor, podría decir que era su único amigo en la ciudad, pero sabía a ciencia cierta que Enzo no se quedaría para siempre en Sevilla, probablemente volvería a Uruguay apenas terminara de filmar la película, o se mudaría ahora a otro país durante meses, probablemente Estados Unidos o Inglaterra, para después repetir la rutina una y otra vez, Alana apretó los labios ante la idea, ¿seguirían frecuentándose una vez él se fuera?
¿Al menos seguirían conversando ante la distancia?
La idea la puso nostálgica, de pronto todo el desorden que había en su mente después de intentar construir un nuevo mundo para la historia que comenzaba a escribir había desaparecido, así como el pensamiento de tener que volver a casa más tarde donde lo más probable es que Sebastián volvería a estar de insufrible.
—Eh…perdona si dije algo que no debo—carraspeó Enzo al notar que ella no decía nada.
Alana rodeó su cintura con sus brazos y hundió su cara en el hueco de su cuello aspirando su olor, no tenía idea lo mucho que había necesitado abrazarlo hasta que lo hizo, el cuerpo de Enzo se tensó al principio por el acto afectivo tan repentino, pero en seguida suspiró y entrelazó ahora sus brazos contra el cuerpo de Alana.
—Gracias por estar aquí—murmuró ella—. Gracias por alentarme a volver a escribir y por prestarme tu casa—hundió más su cara en el cuello del chico y él apretó más su agarre.
—Hey, no tenés nada que agradecer—dijo él—. Yo sólo quiero que vos seas feliz—acarició su cabello suavemente, Alana cerró los ojos, le apetecía tanto quedarse ahí durante horas, dormir con él, el suelo nunca se había sentido tan cómodo nunca, de pronto los brazos de Enzo eran la cama más cómoda que podía existir.
¿Pero qué mierda estaba pensando?
Alana alejó el rostro lentamente, Enzo lo tomó entre sus manos, ella suspiró y volvió a cerrar los ojos, podía sentir su aliento y el de Enzo mezclándose deliciosamente, no podía abrir los ojos, no podía hacerlo porque sabía que si lo hacía se encontraría con los labios de Enzo tan cerca a los de ella que no podría resistirse, de pronto los dedos de Enzo comenzaron a bajar por su cuello, tan largos y firmes pero suaves al mismo tiempo, no sabía qué se escuchaba más fuerte, si su propia respiración o la de Enzo, no podía salir del trance, sabía que haría una estupidez si se quedaba en esa posición un segundo más, de pronto sintió algo húmedo en su cuello.
Enzo había depositado un beso ahí, y aunque había sido suficiente para que ella mordiera su labio inferior patéticamente, también fue suficiente para que saliera del hechizo que él había aplicado sobre ella, Alana puso ahora sus manos sobre el pecho de Enzo y lo apartó un poco.
—Alana…
—Nuevamente gracias por todo—respondió ella—. Pero tengo que irme—Enzo la miró apenado y asintió levemente, Alana depositó un beso en su mejilla y salió prácticamente corriendo del departamento, Enzo no tuvo la intención de seguirla, Alana sabía perfectamente el por qué.
No tardó mucho en llegar a su departamento, se quitó los zapatos y sus pies tocaron el frío suelo de la sala, a comparación del departamento de Enzo, el que ella compartía con su novio estaba casi siempre frío porque el chico adoraba las temperaturas bajas, no había alfombras en el lugar, no lámparas cálidas, no muebles que impedían que el frío aire que se colaba de las calles por la ventana le rozaran peligrosamente la nuca.
Alana se tocó el cuello, aún podía sentir los labios de Enzo sobre su piel, podía sentir sus manos y si se concentraba mucho, aún podía olerlo.
—Hola—la voz de Sebastián la sacó de sus pensamientos bruscamente, ella apartó la mano de su cuello rápidamente, cruzó los brazos sobre su pecho, como intentando borrar las huellas invisibles de Enzo sobre ella.
—Hola.
—Te preparé algo de cenar—informó—. Tu platillo favorito.
Una ola de culpabilidad la invadió, su platillo favorito no se podía conseguir fácilmente, sabía que para prepararlo Sebastián había tenido que recorrer al menos tres mercados diferentes para conseguir los ingredientes traídos desde México.
—He cenado ya y estoy llenísima—respondió, era verdad, el botón de su pantalón de mezclilla estaba haciendo lo posible para no romperse, su vientre estaba pesado e hinchado por las cuatro rebanadas de pizza vegana que había comido—. Pero gracias, mañana me lo desayuno.
Sebastián asintió y parpadeó varias veces, Alana lo conocía tan bien, lo conocía de tanto que sabía que él hacía eso cuando tenía ganas de llorar.
—Quiero pedirte disculpas por el dolor de cabeza que te he estado dando últimamente—dijo él acercándose a ella—. Soy un idiota, y si estamos aquí es gracias a ti.
Alana sabía que se refería a cuestiones de dinero, pues aunque Sebastián haya sido el que recibió el trabajo, no hubieran podido sustentarse para mudarse a España sin el dinero que Alana ganaba.
—Y lamento que hayas llegado al extremo de tener que alquilar una oficina para sentirte cómoda para escribir.
Las imágenes de ella y Enzo en la supuesta oficina invadieron su mente.
—Le diré a Maricia que consiga a alguien para que revise lo que yo vaya escribiendo—informó.
—No tienes que hacer eso—replicó Alana.
—Los dos sabemos que no quieres seguir leyéndome, Alana—dijo él—. Y eso está bien, sé lo agotador que es, yo mismo no quise volverte a leer después de tu primer libro y nunca me diste un mal rato por ello, incluso cuando sí era mi trabajo hacerlo.
—Lamento que leernos nos incomode tanto—dijo ella, lo decía en serio.
—Esas cosas pasan—dijo.
¿Pero por qué ella sí quería que Enzo la leyera?
¿Por qué se había sentido tan triste cuando Enzo no indagó o pidió leer lo que ella había escrito hoy?
—Sí—mintió—. Esas cosas siempre pasan.
—Quiero que esto siga funcionando—dijo él tomándole las manos.
Alana asintió, no podía echar su relación a la basura.
Sin embargo, cuando Sebastián la besó, Alana no pudo evitar imaginarse que era Enzo el que lo hacía.
Y se odió a sí misma por no sentirse ni un poco culpable al respecto.
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Familia Tokita Parte 1
Ohma Tokita x OC
Para los fanáticos de Kengan Ashura en español!
Sinopsis: Ohma y Satomi se reencuentran después de tres años de lo que Satomi pensó que era la muerte de Ohma. Sin embargo, regresa con tres Ohmas de aspecto diminuto. Ohta, Ooka y Ooga Tokita (del mayor al menor en ese orden de los trillizos) son sus hijos trillizos y se sorprende al saber que es padre. Pero poco después de regresar a su cabaña en el bosque, tienen otro miembro en la familia... ¿quién podría ser?
recuento de palabras: 2,479
Habían pasado 3 años cuando Ohma y Satomi se volvieron a ver. Por supuesto, ella estaba enojada por el hecho de que él no se comunicara con ella ni le dijera que todavía estaba vivo.
Aunque fue un acto de imbécil de su parte, realmente no quería darle esperanzas en caso de que realmente no lo lograra. Tenía que hacerse un trasplante de corazón y fortalecerse.
Pero lo que Erioh y los demás olvidaron decirle a Ohma fue que también es padre de trillizos. Ohta, Ooka y Oga eran sus nombres y nacieron en ese mismo orden.
Satomi estaba sentada en una mesa todavía luciendo un poco molesta mientras Fusui y uno de sus parientes llevaban a los trillizos a otra habitación para cuidarlos mientras Ogm y Satomi resolvían sus diferencias.
“Omi… tienes derecho a estar molesta… pero… estaba pensando en ti… tomé esta decisión porque no podía soportar la idea de que perdieras tu felicidad si yo terminaba perdiendo mi vida”. Habló Ohma suavemente mientras acariciaba la parte superior de su mano con su pulgar.
“¿Cómo puedes pensar realmente que era una buena idea, Ohma? ¿Sabes lo doloroso que fue para mí? ¿Sabes cuánto lloré? Sufrí...
“Lo sé… lo sé”. Habló Ohma con voz suave y ronca mientras limpiaba suavemente las lágrimas de Satomi con su pulgar mientras le acariciaba la mejilla.
Satomi miró la cicatriz en su pecho y la tocó suavemente. “Está latiendo normalmente… otra vez… ¿puedes sentirla?”, respondió Ohma con voz baja y ronca mientras se inclinaba hacia ella y le daba un beso suave en sus labios rojos y carnosos.
Él apoyó su frente en la de ella mirándola con tanto anhelo y deseo. Satomi se levantó lentamente y suspiró suavemente, secándose algunas lágrimas.
Él suspiró profundamente y luego la abrazó con fuerza. Ella sollozó silenciosamente en su pecho. Él hizo todo lo posible por consolarla, acariciando suavemente la parte posterior de su cabeza mientras sus labios descansaban en su frente. Inhaló su dulce aroma.
"No vuelvas a hacer eso nunca más", respondió Satomi entre sollozos mientras lo abrazaba con fuerza.
"No lo haré. Lo prometo", le susurró Ohma suavemente mientras se besaban una vez más.
"Entonces... ¿me vas a decir... cómo me convertí en padre de trillizos?", dijo Ohma con una pequeña risa.
“En la última pelea que tuviste con Kiryu… me desmayé porque pensé que era porque no había comido… y por supuesto no sabía que tú y Kiryu estaban peleando… así que el Dr. Hanafusa comenzó a revisarme y… di positivo para embarazo. Pero cuando intenté buscarte… nadie quería decirme nada de lo que había sucedido”. Respondió Satomi en voz baja.
“Ya veo… por eso todos me miraron con lágrimas en los ojos… y por eso escuché a Kazuo Yamashita decir un par de cosas raras”. Habló Ohma con calma.
“¿Cómo se llaman? ¿Cuántos años tienen…?” Preguntó Ohma con una sonrisa en su rostro.
“El mayor es Ohta, el segundo mayor es Ooka y el tercero es Ooga. Los tres tienen apenas 2 años y apenas están aprendiendo a gatear y hablar”. Respondió con una pequeña sonrisa en su rostro.
Ohma se ríe mientras besa su frente. “Yo solo… no puedo creer que soy padre. Nunca vi eso en mi vida… soy feliz”, respondió con un suave suspiro abrazándola con fuerza.
“Se parecen a ti… exactamente a ti”. Ella le sonríe.
Él se ríe y besa sus labios una y otra vez. Después de una semana, el Dr. Hanafusa le da a Ohma el visto bueno para irse con Satomi y sus tres hijos. Los chicos se escondieron tímidamente detrás de Satomi, su madre y luego fue Ohta quien miró a su padre y sonrió.
—¡Papá! —Habló Ohta mientras abrazaba con fuerza la pierna de su padre. Ohma se rió entre dientes y llevó a sus tres hijos en brazos.
—Ohma... cariño, ten cuidado —dice un poco preocupada.
—Estarán bien, nena. Yo los tengo, no te preocupes —respondió Ohma con una risita mientras llevaba a dos en el frente con el portabebés y uno en la parte de atrás. Los trillizos se durmieron. Ohma sostuvo la mano de Satomi mientras salían del territorio Kure hacia la estación de tren.
Tan pronto como llegaron a su casa en el bosque, Ohma fue y puso a los trillizos en sus cunas. Los arropó y luego apagó la luz y cerró la puerta. Pronto bajó a la cocina donde abrazó a Satomi con fuerza mientras la veía llorar nuevamente.
—Soy real... realmente estoy aquí... soy yo —habló Ohma suavemente para calmarla.
“Te extrañé tanto Ohma… no tienes idea de cuánto…” su voz se apagó por su abrazo. A la mañana siguiente se despertó con los trillizos riéndose mientras él los hacía reír. Pronto se levantó y se estiró.
“¿Hm? Estás despierto… Voy a salir a cazar carne de jabalí”. Habló Ohma con una sonrisa en su rostro.
El chico estaba tan feliz de estar en casa y de cazar su comida como siempre. “Son las 7 am… Bastante temprano, ¿no crees?” Respondió Satomi con una ceja levantada.
“Los más grandes siempre salen tan temprano en la mañana y además… quiero hacer algo de entrenamiento”. Respondió con calma, estirando sus brazos. Luego hizo crujir su cuello y espalda.
Satomi solo bosteza y se vuelve a acostar. Los trillizos también se volvieron a dormir. “Para cuando regreses… estaré despierta”. Respondió bostezando.
Él solo asintió con la cabeza y bajó las escaleras y salió al patio trasero. Tan pronto como escuchó el crujido de una ramita, corrió hacia allí a toda velocidad. Y allí vio al jabalí más grande de su manada.
Y como si fuera un humano primitivo, luchó contra el animal y lo derribó con sus propias manos. Estaba cubierto de sangre mientras lo arrastraba de regreso a la casa.
Tomó la manguera de afuera y se enjuagó la sangre. Pronto escuchó los chirridos de los neumáticos de un automóvil. Caminó rápidamente hacia el patio delantero y vio un automóvil negro estacionado frente a la casa.
Cuando vio quién era, se puso de pie. “Es bueno verte de nuevo, sano y animado, mi querido muchacho”. Respondió Metsudo con una pequeña risa.
De repente, un niño pequeño con cabello negro y ojos de la familia Kure sale del auto y mira a Ohma.
“¿Kotaro? ¿Qué estás haciendo aquí?” Le preguntó al niño confundido sobre por qué estaba aquí con Metsudo.
“¿Puedo hablar contigo y tu esposa, la Sra. Tokita? Me temo que es urgente”. Habló Katahara con una mirada seria.
Ohma asiente con la cabeza y abre la puerta para que entren. Afortunadamente, Satomi está despierta y en la cocina preparando unas tostadas con mermelada de fresa para los trillizos.
“Maestro Katahara… y trajo compañía… ¿qué puedo hacer por usted, señor?” Habló Satomi en su estado de calma.
“Lamento mucho haberlos molestado tan repentinamente… Sé que ambos están tratando de disfrutar de su reunión, su familia y su amor, pero me temo que�� Necesito su ayuda… Este chico… Su nombre es Kotaro Kure… Sus padres lo abandonaron… Ya estaba mostrando signos de ser la oveja negra de la familia como Raian… He visto al chico pelear… Es muy observador y un genio… Sin embargo, si sigue yendo a un lugar oscuro…”
“Solo di que ya quieres dejar al chico aquí.” Habló Ohma con un profundo suspiro y despreocupado.
“Ohma.” Respondió Satomi con firmeza.
“Mientras estaba en la casa de los Kure vi cómo todos lo expulsaban. Incluido Raian. No estoy seguro de su historia… Pero recuerdo ver a todos menospreciándolo. Sin embargo, creo que lo empeoré cuando defendí a Kotaro de su padre y vencí a su padre en un partido.”
"Oh, Dios mío... pobre muchacho", dijo Satomi en voz baja, en estado de shock.
En la casa del Clan Kure, Kotaro siempre tenía la guardia alta y, mientras Ohma estaba cerca, siempre intentaba estar cerca de él. Porque, aunque Ohma no hablaba mucho y era indiferente con Kotaro, Ohma era como un dios para él, como un pilar fuerte, un muro de hierro de protección.
"Es mudo... y bueno, por razones obvias no habla... o eso me dijo Erioh, cuando Kotaro nació, su padre lo golpeó en la garganta. Y desde entonces el niño no ha hablado, pero nunca lo llevaron al médico", dijo Metsudo en un tono serio.
Los trillizos gateaban por el suelo jugando con sus juguetes. Era Ohta, el mayor de los trillizos, quien miró a Kotaro y sonrió alegremente mientras reía. Los trillizos se levantaron temblorosos y lentamente tropezaron y caminaron hacia Kotaro.
“Está caminando… ¡Cariño, está caminando! Y no hacia… mí”. Habló Ohma emocionado primero, pero luego un poco desanimado al ver que su hijo no daba sus primeros pasos hacia él.
Kotaro negó con la cabeza a Ohta y señaló hacia Ohma. Kotaro se puso aún más nervioso e inseguro cuando vio a Ohma enfurruñarse.
“Deja de enfurruñarte, querido, lo estás asustando. Ohta caminará hacia ti en otro momento. No te desanimes demasiado”. Respondió Satomi con una pequeña sonrisa mientras besaba la mejilla de Ohma.
“Sí… lo sé”. Dijo todavía desanimado, pero más sereno.
Aunque Ohma no era de mostrar afecto, sabía cómo reconocer algunos sentimientos y emociones. Metsudo comienza a reírse de buena gana mientras observa a uno de sus colmillos más preciados convertirse en madre y esposa. Se casa con Ohma Tokita, su verdadero amor y tiene trillizos con él.
Metsudo vio de primera mano los instintos paternales de Ohma y Satomi. Estaba impresionado porque no creía que Ohma tuviera ningún instinto paternal en absoluto, pero al ver lo protector y cariñoso que era con sus hijos. Los trillizos se metían en líos y Ohma los miraba con firmeza y los trillizos se detenían y se arrastraban hacia sus juguetes.
"Estoy impresionado de que ustedes dos se conviertan en padres. Creo que... si Kotaro recibiera la guía del amor maternal de Satomi y la guía y la fuerza paternal de Ohma, ya sabes, dándole consejos como lo haría un padre... creo que Kotaro estará bien". Habló Metsudo con una cálida sonrisa.
—Entonces, ¿qué es lo que quieres? ¿Quieres convertirlo en otro de tus colmillos? —preguntó Ohma con indiferencia y sin rodeos.
—Ohma —Satomi le habló con firmeza de nuevo—. ¿Qué? Solo pregunto. No es nada malo —respondió un poco molesto.
—Lo sé, pero... ¿por qué tienes que ser tan directo al respecto? —dice con calma.
—No puedo evitarlo, nena, así soy yo —respondió Ohma con un bostezo.
—No, no tengo la intención de tomarlo como un colmillo... solo pensé en ayudar al pobre tipo. Erioh puede ser un amigo cercano mío, pero no siempre estoy de acuerdo con sus decisiones, sus métodos ni su forma de pensar. Hay límites —respondió Metsudo con una mirada seria.
Satomi se levanta y camina hacia Kotaro. Kotaro la mira y se sonroja. Satomi se arrodilla al nivel del niño.
“Hola Kotaro… sé que no puedes hablar, pero ¿puedes decirme a tu manera cuántos años tienes?”. Ella le responde con una sonrisa amable a Kotaro.
Kotaro asiente lentamente con la cabeza y usa lenguaje de señas para hablar con Satomi. Le dice que tiene 9 años.
“Ya veo. Eres bastante valiente para un niño de 9 años… así que ya conoces a mi esposo Ohma”. Ella le responde en lenguaje de señas siendo amable.
Kotaro asiente con la cabeza. Pero mira hacia abajo a sus pies. “¿Puedo preguntarte qué te pasó en el ojo?”, pregunta Satomi un poco preocupada.
Le habla nuevamente en lenguaje de señas. “Después de que el Sr. Tokita se fue contigo, mi padre perdió su dinero en el juego y se desquitó conmigo y me dejó un ojo morado. Mi madre no hizo nada, simplemente se fue y luego se fue y nunca regreso y también lo hizo mi padre”. Kotaro hace señas con tristeza mientras las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas.
Satomi acaricia suavemente la cabeza de Kotaro. "Está bien... no, no". Habla suavemente mientras toma algunos pañuelos y le limpia las lágrimas y la nariz.
"Sopla". Dice mientras Kotaro se suena la nariz con el pañuelo y ella le limpia la nariz.
"¿Mejor?", pregunta con una sonrisa en su rostro. Kotaro asiente con la cabeza lentamente.
"Dime... ¿le pediste al Sr. Katahara que te trajera aquí?", pregunta Satomi amable y suavemente.
Kotaro asiente con la cabeza. "¿Fue por Ohma?", pregunta una vez más.
Kotaro asiente con la cabeza. Luego le hace señas nuevamente. "Él fue el único que fue amable conmigo a su manera y también me reconoció... no todos en el Clan Kure fueron malos conmigo, pero fue tenso". Kotaro hizo señas con una sonrisa triste.
“En otras palabras, para ti, Ohma es como una especie de protección”, respondió Satomi con una sonrisa. Kotaro asintió con la cabeza.
“Omi… está bien… simplemente tomémoslo y adoptémoslo”, respondió Ohma con calma.
“¿En serio?”, le pregunta sorprendida y Ohma solo sonríe suavemente y asiente con la cabeza.
Satomi mira a Metsudo y sonríe. “… mi esposo y yo lo adoptaremos”, respondió con una sonrisa feliz.
Metsudo sonríe porque estaba feliz de escuchar eso. Asiente con la cabeza y se va. Satomi limpia a Kotaro y le pone ropa nueva.
“Cambiemos su apellido por el mío”, dijo Ohma con calma. Satomi asiente con la cabeza. Satomi comienza a preparar el desayuno con la carne de jabalí del bote que Ohma cazó esta mañana. Ohma ayudó a Kotaro con su ojo morado poniéndole un poco de hielo.
Kotaro abraza a Ohma con fuerza como lo haría con un padre que llora un poco. Ohma se congeló por un momento y luego acarició suavemente la cabeza de Kotaro. Ohma suspira profundamente y simplemente deja que el niño lo abrace. Pronto Kotaro se aleja y sonríe. Le hace señas a Ohma con las palabras "Gracias papá". Ohma no dice nada mientras acaricia suavemente la cabeza de Kotaro. Luego va a la cocina para ayudar a su esposa Satomi.
Kotaro se sienta en el sofá con calma y paciencia, los trillizos se arrastran hacia Kotaro e intentan subirse al sofá con él. Kotaro los ve pero no sabe qué hacer.
Los trillizos le extienden sus pequeñas manos y de alguna manera terminan sentados en el sofá con Kotaro mirando Bob Esponja con él. Satomi y Ohma sonríen ante la escena mientras continúan cocinando juntos.
Continuará.......
#kengan ashura#kengan ashura fandom#my writing#fandom writing#ohma tokita#tokita ohma#tokita ohma x oc#ohma tokita x original character#in spanish#for spanish readers#en español
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Detrás del depredador -König Híbrido!Oso x Lectora [Medieval AU] Cap. 3
Eres una plebeya de familia numerosa, tu vida es de lo más tranquila como lo puede ser para alguien de tu estatus. Hasta que una de las tantas mañanas en las que sales de tu hogar para recolectar frutos de los arbustos en lo más profundo del bosque una flecha atraviesa tu brazo. Tu no lo sabes, pero el dueño es el príncipe König , un híbrido bestia/oso, quien te tomara como su esposa, aunque no lo quieras así.
Lista maestra
Capitulo 4! << Siguiente aquí
Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de tamaño, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, pelusa, violencia típica del canon, dime si me olvide de alguno. Este capitulo en particular contiene somnofilia!
Si este tipo de contenido no es de tu agrado ignóralo y sigue con tu camino
Pasaron los días, días tortuosos en los que König no podía decirte ni una sola palabra desde que llegaste a ese lugar. Estaba perdiendo la cabeza, no era capaz de mirarte a la cara sin sentir la necesidad de llevarte.
Pensó que sólo serías un interés pasajero, que se aburriría y te repugnaría como a todos los demás. Pero no fue así.
Todas las noches visitaba la habitación donde dormías, no decía nada, solo escuchaba cómo te quedabas profundamente dormido, entraba a verte y se quedaba allí hasta antes del amanecer y volvía a sus aposentos privados.
La culpa era de su cabeza. Sus necesidades.
Seguía repitiendo la misma imagen en su cabeza una y otra vez, tú, tan pequeño, aferrado a su mano de esa manera como lo hiciste el primer día, no pudo evitar calentarse aún más de lo que ya estaba mientras cabalgaba hacia el palacio, Si hubiera sido alguien más quién lo hubiera tocado, se habría arrancado el brazo, Pero no eras cualquiera, eras tú, una chica enigmática y curiosa ante sus ojos depredadores. Sus instintos le pedían a gritos que te reclamara en ese mismo momento en el que detectaba tu toque, te acariciaba y te rompía (solo un poco... tal vez). Era solo un instinto primario que venía de las profundidades del ser, por eso te atacó tan repentinamente cuando te alejaste. No estaba acostumbrado a actuar tan impulsivamente, sólo en el campo de batalla, y por lo general estaba en su forma animal cuando eso sucedía.
König se abalanzó sobre ti principalmente porque retrocediste, deberías haberte quedado como estabas, sentado en la cama, sin soltar su mano en ningún momento, tirando de él hacia ti, rogándole que no te dejará sola en esa habitación. Arrodíllate para llamar su atención. Era tu deber. Seducirlo para que te llene de bebés de sangre noble, príncipes.
Eso es lo que tenías que hacer.
En cambio, estabas aterrorizado cuando viste su forma híbrida salir a la luz, te inclinaste hacia atrás con un miedo notable en tus ojos. Era de esperar que reaccionaras así, los híbridos no abundaban, existían muy pocos ejemplares estrictamente en la nobleza, como era el caso de él, sus hermanos y compañeros de armas. Los usaban en su mayoría como máquinas de guerra, todas sus capacidades se vieron incrementadas con el cambio que su condición les permitía hacer.
Algo de lo que presumir, si supieras vivir para contarlo, la mayoría de los híbridos no vivían más allá de los 30, debido a las constantes guerras, enfermedades e intentos de asesinato.
Normalmente la intimidación que generaba en la gente lo alimentaba enormemente, incluso la tuya, tu miedo en pequeña medida le divertía, incluso lo endurecía, verte tan temblorosa y nerviosa debajo de él era una delicia. Tus labios se entreabrieron, temblores recorrieron todo tu cuerpo mientras tratabas de separarlo de ti con una confusión bien marcada en tus facciones. König quería verte tratar de tomarlo por completo cuando tu herida sanara y hicieran sus votos matrimoniales para tomarte como su reina, no serías una concubina, serías una diosa, el sudor correría por tu piel, dejando escapar jadeos y gemidos que él provocaría, admirando tu rostro enrojecido. ¿Serías tímido en la cama o más atrevido? Le encantaría averiguarlo. Lo haría.
Planeaba jugar un poco contigo y tu pequeño coño.
König iría tan despacio como le preguntaste, es un príncipe, o eso dice un papel escondido en los archivos de la Biblioteca Imperial, también es plenamente consciente de lo grande que es su miembro, tu cuerpo no lo soportaría de inmediato sin que se te salten las lágrimas internamente, si se lo pides, lo hará, para que pueda cuidarte más tarde sin ningún resentimiento. Pero sobre todo sería amable en sus propios términos, solo por un tiempo, muy poco en realidad, y lo sabe, especialmente la bestia dentro de él, es un depredador por naturaleza, quiere conquistarte, mantenerte y criarte. Explora contigo sus deseos más profundos. Comerte y arruinarte la cabeza, donde solo él iba a existir, aunque lo negaras te obligaría a hacerlo tarde o temprano, preparando tu coño con sus dedos y su boca. Tendrían todo el tiempo del mundo para prepararte para él, su libido alta y la bestia hambrienta dentro de él.
Su edad le permitía presumir de la experiencia que llevaba consigo, haría un excelente uso de esa información sobre su cuerpo inexperto. Te hacía visitar a los dioses y te traía de vuelta a su lado, una forma de mostrarles su eterna gratitud por recibir a una reina tan bonita y adorable. Él te merecía, se merecía algo tan divino como tú después de haber sido castigado con ser rechazado por todos, y el contacto físico.
Su repentina aversión por otras personas le hizo excluirse a sí mismo, aquellos que no eran camaradas que probablemente estaban menos o igual de trastornados que él eran completamente evitados. Por esa misma razón nunca frecuentó el castillo de su padre y permaneció en su provincia. En su provincia, gobernaba allí, decidía a qué reuniones asistir, era dueño de todo.
Aquí no, su padre es el que manda y la serpiente de su hermano Alejandro susurrándole cosas al oído era una situación irritante, le ordenaron asistir a reuniones molestas para negociar con comerciantes hipócritas. Con solo mirarles la cara le daban ganas de degollarlos.
¿Podría hacerlo? Por supuesto.
¿Se mancharía las manos con una sangre tan repugnante? No.
Su energía ya estaba bastante reducida. Simplemente estar en el castillo de su padre lo estaba agotando, sumado a su frustración (sobre todo sexual) y la falta de adrenalina realmente lo estaba matando.
En el castillo de su padre tenía dos habitaciones propias, la principal, de la que nunca salió durante su estancia, y la segunda, donde fue criado por su madre y las enfermeras. En esa segunda habitación estabas. Ese sitio fue abandonado con el tiempo, hasta ahora. Tu sola presencia le dio un toque diferente, lo completó aunque no pertenecías a ese lugar, no permanentemente, ese lugar era para madres de príncipes, y tú no lo eras. Aún.
Te verías mejor en sus aposentos personales, atada a la cama con el vientre hinchado por su carga, aún no era el momento, a menos que quisieras que te sostuviera en sus brazos y no te soltará hasta quedar completamente inconsciente y él se quedara. sin capacidad de empujar dentro de tu coño. Cosa casi imposible, era cierto que su edad le impedía ser tan resistente como antes, pero aún tenía sus dedos y su lengua para hacerte llorar y satisfacerse con tu placer.
El primer día que se escapó de ti (más precisamente de su tentación de copular contigo), no fue precisamente por arrepentimiento por abrir aún más tu herida en un trance de excitación, fue por la frustración de ser consciente de que si no saliera de esa habitación inmediatamente te llenaría ahí mismo con el riesgo de romperte permanentemente y en consecuencia provocar tu muerte inminente.
Salió corriendo de la habitación, directo hacia la primera doncella que su sistema detectó, gritando de forma incoherente que ni siquiera él mismo entendía en su prisa por alejarse de la tentación de profanarte.
Krueger estaba presente, conocía bien al líder, son lo más parecido a amigos de la infancia, por lo que Krueger sabía que Konig estaría allí, los gritos también lo ayudaron a localizarlo. Vino a informarle de que le esperaba una reunión del consejo a la vuelta de la esquina, por orden del rey. Trató de acercarse, pero no pudo decir nada porque König le gruñó de manera amenazante, pasando junto a su compañero, König sabía qué tipo de noticias le traía Krueger y no quería que su estado de ánimo empeorara. Ya no más.
Afortunadamente para la criada, Krueger repitió las órdenes que König había gritado unos segundos antes. "Cuídala, si empeora morirás y si ella se va, tú también morirás", incluso para Krueger eran incoherencias, pero todo por el bien de los demás. El pobre hombre siguió a König a una distancia considerable, estar demasiado cerca era una invitación a la muerte. Y apreció sus extremidades pegadas a su cuerpo.
Justo antes de que llegaran a la habitación, Krueger finalmente habló.
—La próxima campaña será pronto, tu padre, el rey, quiere tu presencia tan pronto como termines tus deberes.
—¿Qué tenemos esta vez?
preguntó König con un tono notablemente más neutro como de costumbre, pero aún a la defensiva.
— Lo mismo de siempre, comerciantes de pieles y tejidos. Afirman estar hechos de materiales exóticos e innovadores.
— Tejidos.
— Sí señor. Para la ropa en su mayoría.
— Bueno, vamos a ver qué pueden ofrecer que valga la pena.
König finalmente estaba de mejor humor, antes no trataba tan profundamente con las mujeres, por lo que no sabía cómo disculparse contigo por dejarte así. Pero en su infancia se dio cuenta de lo felices que se volvían las mujeres cuando recibían regalos, eso te lo daba por supuesto. No te conocía lo suficiente, pero su primer intento serían los vestidos, compraba todas las telas, ordenaba que te las enviaran a tu habitación para que eligieras tus favoritas y enviaba las elegidas a las costureras.
Un plan perfecto.
El resto del día de König consistió en atender demandas de papeleo, reuniones aleatorias en las que no podía concentrarse demasiado porque no paraba de pensar en ti, en cómo estarías, si encontrarías la forma en que se fue grosero y te dejaría sin una explicación, incluso estoy preocupado porque estás tratando de escapar. Algo bastante estúpido, porque te encontraría dondequiera que corrieran.
Tal vez estarías triste y asustado, no deberías estarlo, tan pronto como terminara su tarea y su bestia interior se calmara, volvería a ti. A tus brazos. Los obligaría a abrirse para recibirlo de cualquier manera.
Terminó todo a la hora de la cena, rápidamente se fue a su habitación, listo para bañarse, cuando se quitó la ropa de su cuerpo y su armadura de caza, detectó un leve rastro de tu olor que aún estaba impregnado en la tela, no pudo evitarlo, no podrías culparlo; Tomó la ropa en sus manos y se la pegó a la nariz, oliéndote, también había algunas pequeñas manchas secas de tu sangre en su armadura, las lamió hasta que quedaron limpias y no quedó nada, sabías tan bien como olías, König no podía esperar para saborear todas las formas existentes y por existir.
Su bulto que trató de reprimir todo el día volvió a mostrarse de una manera más insistente y dolorosa, se sentó en su cama y se masturbó oliendo tu esencia en su ropa, imaginando tu cuerpo alrededor de su pene, apretando, gimiendo y gimiendo porque es demasiado. para tu coño, pero a pesar del dolor quieres más de él al mismo tiempo.
Se aseguraba de que no pudieras vivir sin su polla entre tus piernas.
Su cuerpo comenzó a cambiar de nuevo, su mano se convirtió en una pata, las orejas crecieron en la parte superior de su cabeza y el cabello castaño comenzó a abundar en sus brazos, piernas, pecho y espalda. Contuvo la respiración durante unos segundos, acariciándose a sí mismo con pensamientos lascivos sobre ti y su noche de bodas. Pronto.
Después de duros y erráticos estiramientos de su polla con la de ella, se corrió con un gruñido bajo y gutural, hilos de su espeso semen manchando el suelo, lo odiaba, ese líquido no pertenecía a ningún otro lugar que no fuera tu útero Su hocico temblaba de tanto tensar su mandíbula, le picaban los colmillos con la necesidad de morderte y marcarte, enterrarse en tu piel. Estaba casi desesperado.
Limpió ligeramente el piso y finalmente se metió en la bañera con agua tibia, no podía esperar para casarse contigo y sentir tus manos lavando su monstruoso cuerpo, sería divertido. Cuando terminó se vistió de nuevo, ahora con ropa más informal, salió de su habitación tan rápido como se arregló y caminó hacia su habitación.
Su corazón latía frenéticamente, el otro lado de él suplicaba volver a verte, sentirte a su lado, llenarte de su calor corporal.
Llegó a la puerta de la habitación más temprano que tarde, te escuchó deambular por la habitación, no debiste haber salido de la cama, pensó, estaba a punto de entrar cuando detectó tu olor, ahora emanabas una fragancia floral, era luz a través de la puerta. Sus sentidos estaban aturdidos, cerró los ojos con fuerza, formando puños duros con las manos, su boca comenzó a salivar ligeramente, dios, quería enterrar su nariz en tu cuello y lamerla todo el día.
No fue capaz de interrumpirte, te escuchó tararear durante unos minutos, el roce de las sábanas moviéndose y finalmente tu respiración tranquila y profunda.
Ya estabas dormido.
�� Hab Mitleid mit uns.
König susurró contra la puerta, tratando de mantenerse cuerdo, escuchando tu respiración tranquila a través de la puerta.
Pasaron unos minutos, no parecía que estuvieras fingiendo estar dormido, negó con la cabeza, tratando de volver a todos sus sentidos y te escuchó gemir levemente.
Permaneció inmóvil durante lo que pareció una eternidad, luchando internamente sin saber qué hacer. Si entraba perdía el control, si no lo hacía pasaba exactamente lo mismo. La dureza entre sus piernas volvió y se volvió más firme.
— Hab Mitleid mit uns.
—repitió—.
Ahora era una letanía. No funcionó.
Tomó la manija de la puerta con sus enormes manos y abrió la puerta lentamente, el latido de su polla era tan doloroso como el latido de su corazón.
La puerta estaba ahora abierta de par en par, mostrando su sombra en el suelo gracias a la luz de las antorchas que había en los pasillos.
Sin estar plenamente consciente (o tal vez lo estaba) caminó a grandes zancadas hasta que estuvo al lado de la cama. Te miró de arriba abajo, las sábanas pegadas a tu cuerpo, tus labios entreabiertos y un pequeño hilo de saliva deslizándose desde tu boca por tu mandíbula hasta la almohada.
Sus pupilas se dilataron y sus fosas nasales se ensancharon, inhalando bruscamente. Rápidamente se tapó la nariz con la mano de ella queriendo dejar de olerte, sus uñas se alargan, formando las garras de un oso, se estaba transformando involuntariamente por tercera vez ese día. Te haría pagar.
Te moviste ligeramente de nuevo, dejando escapar otro gemido, en su trance notó el motivo de tus gemidos, cuando intentaste cambiar de posición tu brazo herido se frotó contra la cama y te dolió.
Encontró tu ceño fruncido adorable, probablemente estabas maldiciendo en tus sueños el dolor que te causabas a ti mismo.
König retiró las sábanas que cubrían tu cuerpo bruscamente, haciendo que te estremecieras por el cambio brusco de temperatura. Se subió a la cama, maniobrando sus piernas para que rodearan su cintura. Era un hombre ancho, más aún ahora que su transformación estaba a mitad de camino; Te quejaste por la separación de tus piernas, dejando escapar ligeros jadeos moviéndose en tu lugar en un débil intento de volver a juntar tus piernas.
En respuesta, König se inclinó sobre ti, más cerca de él, presionando su bulto contra tu pelvis, separando aún más las piernas en el proceso. Esta vez gemiste más fuerte, pero él no se detuvo, sino que levantó tu túnica hasta el ombligo, deleitando la vista de él con tus piernas desnudas y una fina capa de tela cubriendo tu feminidad.
Tragó saliva con dificultad la saliva que se estaba formando en su boca por la necesidad de saborearte allí también.
Tu piel se erizó y tus pezones se endurecieron, una reacción natural del cuerpo al frío. Eso solo lo excitó más, sacando su polla palpitante de ella con una mano, dejándola descansar sobre tu estómago, goteando gotas de líquido preseminal, esparciéndose por todo tu vientre.
Volviste a jadear ante la sensación, moviste la mano en busca de las sábanas para cubrirte de nuevo, él te cogió la mano rápidamente y la sostuvo por encima de tu cabeza.
— Deine Hände aus meinem Weg, Süße
—murmuró König antes de continuar con su juego, moviendo las caderas hacia atrás y sentándose sobre sus rodillas. El simple hecho de ver tu cuerpo tan indefenso frente a él lo volvía loco.
Movió su enorme mano sobre su erección, masturbándose por segunda vez ese día por ti, por ti. Sentir tu aliento en su pecho debajo de él lo hacía aún más interesante, la idea de que descubrieran lo repugnante que podía ser con una chica de pueblo que acababa de conocer.
Vergonzosamente se acercó más rápido de lo que esperaba, enterró su cara en tu cuello inhalando tembloroso mientras expulsaba su semen caliente sobre tus pechos, tu vientre y finalmente sobre tu ropa interior, volviéndose transparente la tela.
— So süß zu mir.
Dejó escapar suaves gruñidos que calmaron tu cuello, deseando que te despertaras, vieras el desastre que estabas haciendo de su persona solo por dormir frente a él.
Para su sorpresa no te despertaste en ningún momento, se separó de ti a regañadientes, te bajó la bata para cubrirte de nuevo, sin limpiar su semen de tu cuerpo y te volvió a cubrir con las sábanas, no quería que te resfriaras.
A la mañana siguiente te despertaste con malestar y la gran sorpresa de costras de un líquido desconocido cubriendo la mayor parte de tu cuerpo, asumiste que eso fue lo que sucedió mientras dormías, el colchón rasgado sobre tu cabeza con signos de las garras de un enorme animal ya te dieron una idea.
No dijiste nada, no protestaste ni te quejaste. Al menos no en voz alta. Tenías miedo de que te hiciera algo peor y te gustaría...
Tampoco te sorprendió cuando se negó a dejarte ir a casa ese mismo día y los que siguieron.
Después de esa primera noche en el palacio, por mucho que te esforzaras por mantenerte despierto, el sueño te inundaba en el momento en que tocabas la cama y a la mañana siguiente volvían esas costras.
Querías ponerte en contacto con könig, para que te dejara ir a casa, pero al mismo tiempo no lo querías y los sirvientes tampoco lo permitían. Te estabas volviendo loco, la falta de contacto con la gente era una tortura. El único contacto con otro ser humano que experimentaste fue la sola presencia de la sirvienta que parecía no tener alma, durante un rato por la mañana, a la hora del almuerzo, en la cena y por la noche... El propietario de esos fluidos.
Ya no podías soportar la situación, no comías un solo bocado, independientemente de tus sospechas de hierbas para dormir en tu comida, solo querías que ese hombre mostrara su rostro o te dejara ir. Te enfrentarás a él.
Eso es lo que harías.
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𝙉𝙊 𝙎𝙊𝙔 𝙔𝙊 (3) - FINAL
» Temática: SKZ Han x Lectora (Uso de la segunda persona "tú") » Género: Angst con final feliz. » Warning: Hurt/Confort. Han es idiota y echa a perder su relación. Menciones a vestir mal. Inseguridades. Mención a la ansiedad. NO PROOFREAD. » Tipo: Mini serie. | 3.136 palabras
» Masterlist «
PARTE 1 | PARTE 2 | PARTE 3 - FINAL
Lo primero que vio Han dos días después, en un día libre cargado de tensión casi le hace perder la cabeza. Primero de todo, porque no estuviste ni siquiera cuando se despertó esa mañana. Llevabas un mes esquivándolo a más no poder, yendo a dormir casa de “amigas”, o metiéndote en la cama cuando Jisung se encontraba ya en el séptimo cielo y por supuesto, al despertar no había ni rastro de ti. Los textos que os escribíais eran escuetos y puramente informativos.
Y Jisung sabía qué estaba ocurriendo.
Te estaba perdiendo.
El chico despegó la vista de la Nintendo Switch en cuanto escuchó la puerta abrirse, y tu risa y la de Chan llenaron el comedor.
— Sí, la dependienta no se lo creía, ¿se pensaba que lo quería para mí? ¿Es que parezco una chica? —iba diciendo Chan.
— No, pero vas con esa sudadera que te tapa y la mascarilla y a lo mejor por los ojos ha visto… —hiciste un gesto mono con la nariz al mismo tiempo que le señalabas la cara, y Han soltó una exclamación ahogada. Solo hacías eso con él. SOLO con él, cuando el cariño de sobrepasaba los sentimientos y tenías que demostrarlo de manera física con ese gesto adorable que derretía el corazón del rapero.
Pero ahora, viéndotelo hacérselo a otra persona que no era él… Fue como una puñalada en el corazón. El sonido llamó la atención de ambos. Un silencio incómodo se instauró en la estancia, al mismo tiempo que Han recorría con la vista vuestras manos, que portaban varias bolsas de diferentes tiendas, incluida la de un famoso Bubble Tea al que solías llevarlo. Vuestro Bubble Tea.
Se le agolparon las lágrimas en los ojos, pero no se derramaron sobre sus mejillas. No ahí. No les iba a dar el gusto de verlo destrozado. Soltó la Switch sobre el sofá y se sorbió la nariz, que empezaba a sentírsela congestionada.
— Así que… ¿Chan? —dijo, procurando que no le temblara la voz.
Lo que más le dolió fue ver que no lo negabas. El chico soltó una carcajada que nada tenía de divertida.
— Era de esperar. Debí imaginar que buscarías a alguien… —hizo un aspaviento con las manos, sin preocuparle parecer un loco—…menos tóxico que yo. Más hombre. Más grande.
— Hannie… —susurraste, insegura.
El apodo cariñoso se le clavó en lo más profundo de su ser como dagas envenenadas. Levantó las manos, en señal de derrota.
— Sé que lo que hice no puede deshacerse. Te traté como si fueras inferior a mí. No tuve tacto y fui egoísta, y esto es lo que merezco.
Diste un paso hacia adelante, y él un paso hacia el lado, buscando la salida inconscientemente.
— Espero que seas feliz con Chan. Es el mejor de nosotros. Te tratará bien. Sí, lo hará. —fingió una sonrisa que no le llegó a los ojos—. Pero no esperes que me quede aquí y vea cómo el amor de mi vida se va con otro. Necesitaré tiempo. Lo siento.
— Jisung. —lo llamó Chris, inquieto. Al pasar por su lado intentó agarrarlo del brazo, sin embargo, Han se sacudió de su agarre y lo miró con los ojos encendidos.
— Creía que eras mi amigo. —le espetó, enseñándole los dientes. Ahora sí que se permitió llorar, de rabia—. Confié en ti, te confié a mi chica cientos de veces… Y te la acabaste quedando. ¿Cuántas cosas más quieres de mí? Ya tienes mi música, mis versos… Y, claro está, a lo único que era capaz de subirme a la superficie cuando no podía levantarme. Siempre te lo quedas todo.
Porque a partir de ese momento, sentía que se ahogaría hasta tocar fondo, aunque intentara bracear con todas sus fuerzas. Ignoró la expresión dolida del líder al pasar por su lado y golpearle el hombro. La puerta se cerró con más suavidad de la que creísteis posible.
Chan se echó las manos a la cabeza y tú te sentaste en el respaldo del sofá, compungida. Estabas cansada, demasiado cansada para pasar por otra discusión. Miraste a Chris.
— Debería decírselo ya. Lo estoy… matando. —a falta de mejor definición.
Chan tenía las fosas nasales abiertas y un ceño fruncido que daba miedo. Se había tomado a lo personal las palabras de su amigo.
— No. —negó—. Es tarde para parar la “broma”. Ahora soy yo quien quiere que sigas con esto. Un poco más. Hasta mañana por la noche.
— Oye… Sabes que dice cosas que no siente en momentos de tensión, ¿verdad? —intentaste calmarlo—. Es como lo que me dijo a mí. En realidad, sé que no lo siente y se ha disculpado millones de veces. —te masajeaste el puente de la nariz, tratando de calmar el dolor incipiente de cabeza—. No obstante, esto creo que hará nuestra relación más sencilla.
— Si no la destruye para cuando se lo digas.
Tragaste saliva.
— Yo también creo que me he excedido en mi “broma”. —te encogiste de hombros—. Como bien dices, ya es tarde para arrepentirse. He tardado un mes entero en llegar adonde estoy. Quiero que sea una sorpresa.
Bangchan chasqueó la lengua. Respiró hondo antes de meter la mano en una de las bolsas y pasar el contenido de esta en otra.
— ¿Cómo se enteró Hyunjin antes que yo? Te lo tuve que sacar a la fuerza y casi a gritos. —parecía algo ofendido.
— Porque fue Hyunjin el que me ofreció esa oportunidad, y casi me delata aquel día en el comedor. Créeme, no se lo hubiera dicho el primero. Es tan cotilla como Changbin.
— Me sorprende que haya guardado el secreto.
— Está al tanto de la situación, y le parece una brillante idea hacer rabiar a Hannie. Según él para… “Hacerle probar de su propia medicina.”
Chan emitió una risita.
— Típico de Hyune. —su mirada se perdió en las bolsas—. Espero que lo de mañana funcione.
— Han nunca ha declinado una cena con Minho, ni cuando estaba en su punto más bajo. No lo hará por esto. Entretanto… ¿Me ayudas a llevar las bolsas a mi habitación?
Chris puso los ojos en blanco, pero accedió.
¿” Espero que seas feliz con Chan”? Y. Una. Mierda.
No, no, no. Solo había pasado un mes desde que las cosas se empezaron a torcer. Era imposible que te hubieras enamorado de él en tan poco tiempo… Bueno, contando con que no lo estuvieras desde hace un año y medio. Se llevó la uña del dedo pulgar a la boca, mordiéndosela en un tic nervioso que llevaba consumiéndolo ya veinticuatro horas. Primero empezaron los movimientos involuntarios de los párpados, luego fueron los constantes cambios de ritmo en su corazón a causa de la ansiedad. Y hoy, esto.
Resopló, cansado, triste, roto. No supo por qué había accedido a quedar con Minho en uno de los restaurantes más caros de la ciudad —y el menos concurrido a ojos de curiosos—, pero lo cierto es que agradecía que fuera en Gangnam y no en el centro, donde habría tenido que ir en coche.
“Recuerda vestirte para la ocasión, nada de sudaderas y pantalones cortos. Es un día importante.”
Resopló una segunda vez. Bajando por la avenida principal con mascarilla, nadie se percataba de quién era, por suerte. Los pocos que se giraban lo hacían al ver a un hombre bien vestido y con la mejor colonia del mercado. Hasta había estrenado sus zapatos nuevos, aunque creía que el motivo era absurdo. ¿Qué tenía de significativo que a Dori se le hubiera caído por fin el último diente de leche que seguía pegado a su encía?
<<Menuda estupidez, Lee Minho. Si querías hacerte el importante, habérmelo dicho directamente. No es la primera vez que jugamos a ser esnobs.>>
Y no sería la última.
Cruzó el último paso de cebra que se extendía al lado del restaurante. La luz del interior reflejaba la oscuridad de la noche, y se alivió al ver que, en efecto, el local estaba casi vacío salvo por algunas parejas que aún seguían disfrutando de la velada. No veía a Minho por ningún lado, así que supuso que se había colocado en una de las mesas del fondo, lejos de miradas indiscretas en el sector privado.
¿Serían capaz algún día de sentarse frente a los ventanales sin peligro de ser descubiertos? ¿Podría hacer eso mismo contigo? Sacudió la cabeza por enésima vez esa noche. El problema de vuestra relación correspondía al Jisung de mañana. Convencería a Minho de hablar contigo y arreglar las cosas, sé que podría hacerlo si…
— Buenas noches. —dijo uno de los camareros—. ¿Tiene reserva?
— ¿Re-Reserva? Ah, sí. Lee Minho es el nombre.
El camarero miró la lista y negó con la cabeza.
— No hay ningún Lee Minho en la lista, señor. ¿Cómo se llama, por casualidad?
— Han Jisung.
El hombre volvió a poner la vista en la lista y sonrió.
— Ah, sí. La han puesto a su nombre. Sígame.
<<¿Minho ha puesto la reserva a mi nombre? ¿Por qué?>>
Pronto encontró la respuesta a su pregunta silenciosa.
Frente a él, sentada en la mesa en la que se suponía que debería estar su amigo, vestida con un exquisito vestido de satén rojo oscuroyuna copa de vino de Montes Taita de 2018 te encontrabas tú. Lo mirabas con esa sonrisa que lo embelesó desde el primer momento. Jisung pronunció tu nombre en un suspiro, inseguro de que estuvieras allí de verdad.
— Hannie. —contestó, y supo que sí que lo estabas.
Encontró la silla frente a la tuya, aunque tropezó y casi se lija la cara contra la pared. Al intentar recolocarse, el pantalón negro se le enganchó en una de las astillas de la pata de la mesa y un crujido le dijo que la tela estaba rasgada. Han emitió un grito ahogado ante la cantidad de cosas que podrían estar saliendo mal en ese instante y… estaban saliendo mal.
Sin embargo, el sonido de tus carcajadas opacó cualquier sentimiento de frustración que estuviera teniendo. Te estabas riendo, y no sonaba a burla.
— Echaba de menos lo divertido que eras. —dijiste con sinceridad.
<<Y yo tu risa.>>, pensó, pero no lo dijo. Por el contrario, se sentó bien y fijó la vista en el menú desplegado que tenía delante, serio. El camarero vino, tomó nota de lo que querían y se marchó con la misma rapidez. Ahora no había ninguna carta a la que mirar, pero sí un plato perfecto y redondo que le llamó la atención. ¿Iba a tener que pagar por una cena que no estaba seguro de que saliera bien?
Como si le leyeras el pensamiento, te inclinaste hacia adelante con ojos brillantes.
— Esta vez pago yo, por cierto. —le dijiste—. Podrías haberte pedido ese bulgogi que tanto te gusta.
— ¿Pagar… tú?
— Sí, yo. Puedo permitírmelo. Puedo permitirme muchas cosas que antes no. Si quisieras venir aquí una vez en semana, podríamos hacerlo, aunque sin tanto vestido elegante y tanta parafernalia.
Han se encogió más sobre sí mismo. ¿De qué estabas hablando?
— No tienes ningún motivo para invitarme a mí. —dijo, bajito, desviando la mirada—. Tienes a Chan.
Pusiste los ojos en blanco y soltaste un bufido exasperado.
— Sabía que sacabas conclusiones antes de saber la historia completa, pero que lo hicieras tan rápido. —te quitaste un mechón de pelo y le sonreíste—. No estoy con Chan. Solo me ayudó a encontrar el vestido adecuado para este día. Entre otras prendas de ropa, la verdad. I.N no podía quedar, que es el que sabe mucho acerca de moda, así que tu amigo se ofreció a hacerlo por él. ¿De verdad piensas que podría gustarme Chan?
Buen punto.
— ¿Por qué no? —replicó él, inflando los mofletes—. Es un tipo genial, con un sentido de la responsabilidad muy grande y nunca te… Nunca te haría sentir de menos… Como hice yo.
— Hannie… —le pusiste la mano en el dorso de la suya estirada sobre la mesa—. Amor mío, sí que es verdad que el primer día estuve un poco descolocada y los pensamientos negativos me inundaron la cabeza… Pero debo decirte que te perdoné en el instante en el que te disculpaste.
— Entonces… ¿por qué me ignorabas tanto? Los mensajes, las palabras secas…
— Porque a pesar de haberte perdonado, sabía que habías actuado como un idiota y quería castigarte un poco. Al principio pensé en una semana, y estuve a punto de romper el papel en varias ocasiones… Hasta que Hyunjin me pasó una llamada con su mánager personal.
Han inclinó la cabeza de lado, confuso.
— Me comentó que tenía un posible trabajo para mí en la empresa. —seguiste, después de beber un poco más de vino—. Ganaría el triple, un mes de prueba. Claro está, no podía desvincularme de mi antiguo trabajo tan rápido sin causar una mala impresión, así que les di quince días. Quince en los que combiné ambos trabajos. Fue duro, mas la recompensa ha valido la pena.
“El caso es… que no podía detenerme a explicártelo. Más bien, no quería. Deseaba sorprenderte antes de decírtelo, sin darme cuenta del daño que te estaba haciendo en el proceso. Chan me enfrentó hace unos días, pidiéndome explicaciones, y se lo tuve que contar.
— Os escuché. —comentó él. Le temblaba el labio inferior. Aún no podía ilusionarse, era muy pronto—. Ese día os oí hablar en la cocina. Planeabas dejarme. Dijiste: “Por ese motivo debería dejarlo ir cuanto antes.”
— ¿Qué? ¡No! —negaste efusivamente, tratando de recordar—. ¿Cuánto escuchaste? No, lo que dije fue que tendría que dejarte ir… Pero que no lo iba a hacer a menos que tú quisieras. Y estaba haciendo todo esto para poder estar a tu altura ni que fuera un poco. Ahora s�� que, aunque de diferente forma, lo estoy.
Rebuscaste en el bolso y sacaste una tarjeta que Han recogió a duras penas con dedos temblorosos. En ella se leía “Staff”, tu nombre completo y…
— ¿Directora de márquetin? —leyó en voz alta, sorprendido.
— Directora de márquetin y relaciones internacionales. —completaste, orgullosa—. A partir de hoy soy la encargada de que la publicidad de vuestro grupo sea lo suficientemente buena como para llamar la atención del público, y también me encargaré de contactar con las empresas de todo el mundo para que anuncien vuestros tours en sus ciudades. No quería decírtelo hasta que el período de prueba se hubiera completado… Y esta mañana firmé el contrato indefinido. Trabajaré con vuestros mánagers, incluso.
Jisung dejó escapar el aire de sus pulmones y por primera vez en un mes, te miró a los ojos. Estabas preciosa. Quizá con un poco de ojeras, ya que combinar dos trabajos es difícil, pero hermosa igualmente. Tanto que sentía ganas de llorar.
— Si no fuera por mí, no tendrías que haber buscado otro… Te llamé vagabunda sin pensar… Dios, soy tan estúpido…
— Eh, Ji, mírame. —le agarraste la mano entre las tuyas—. No dejes que la ansiedad te carcoma. No lo hice por ti. Hubiera aceptado ese trabajo igualmente, cualquier día de cualquier mes. La diferencia es que se me ofreció en el mejor y peor momento. Y si no hubiera empezado la broma, te lo habría dicho en cuanto corté la llamada con el mánager de Hyunjin.
“Créeme cuando te digo que, aunque no hubiera conseguido pasar el período de prueba, habría vuelto a la normalidad contigo. Sé que no te importa cómo vista, ni qué haga con mi vida mientras siga luchando, como tú. Sé que nunca te ha importado nuestra diferencia salarial. Como sé que tampoco piensas que Chan se queda con “todo”.
Jisung echó la cabeza hacia atrás.
— Mierda… Chan. Tengo que…
— No, ahora no. Ahora tienes que comer esa deliciosa comida que viene por allí. —señalaste a lo lejos al camarero que traía una bandeja a rebosar—. Chris no te guarda rencor. Se molestó, sí, pero nada ha cambiado entre vosotros, estoy segura.
Jisung asintió, más tranquilo.
La cena transcurrió… ¿tímida? Le explicaste muchas de las cosas que hacías en la empresa, desde la corrección de diseños hasta las incontables llamadas y reuniones con los mánagers a fin de que los próximos conciertos pudieran transcurrir con normalidad. Te habías puesto en contacto con algunas compañías en Japón y habías asegurado buena publicidad para los próximos meses.
Han asistía a lo que decías lleno de admiración y respeto hacia ti. ¿Cómo podía estar ante una de las mujeres más capaces del planeta? ¿Qué tenía él que ofrecer? No es que no lo hubiera pensado antes, al conocerte, pero en ese instante era como una bofetada de realidad. Se pasaría la vida entera compensándote la falta.
Al salir después de pagar —no lo dejaste pese a insistir sin parar—, emprendisteis el camino de vuelta cogidos de la mano. Dios… habías echado tanto de menos su tacto…
— Siento mucho haberte hecho sufrir así, Hannie. —te disculpaste, ya cerca de la casa—. Tendría que habértelo contado.
Jisung sacudió la cabeza.
— Aunque sí que ha sido un infierno estar alejado de ti, me lo merecía. Solo… me alegro de poder estar contigo otra vez.
Entrelazó los dedos con los tuyos y los observó, encandilado. Luego se inclinó y te besó los nudillos con tanta ternura que un suspiro murió en tus labios. Había tanto dolor y alivio entremezclado en su expresión que te sobrevino una necesidad imperiosa de abrazarlo.
— Hannie… —tenías la garganta seca aun habiendo bebido—. Amar es poco comparado con lo que siento al estar contigo. Te quiero tanto que podría volverme loca, y este último mes ha sido también duro para mí. Lo siento—
Sentiste unos labios húmedos sobre los tuyos, y el cerebro dejó de pensar. El ritmo del beso fue lento y había tanto sentimiento en él que no sabías si las lágrimas eran tuyas o de Jisung. No había necesidad de que fuera intenso, simplemente… Os explorasteis como la primera vez en movimientos tranquilos, desordenados y torpes. Al separaros, ambos jadeabais con fuerza en busca de aire.
— Da igual lo que haya pasado. —susurró, su frente contra la tuya y los ojos cerrados—. Da igual. Estoy contigo, estamos juntos. Y voy a poder verte más seguido. —sonrió—. ¿Cómo es que no te he visto antes en la JYP?
— He hecho malabares para no coincidir contigo, créeme. —le aseguraste, divertida—. Pero sí, ya no importa. Dejemos las disculpas de lado.
— Será lo mejor.
— Te quiero. Muchísimo.
— Y yo a ti. —te abrazó con urgencia—. Te quiero. Te quiero tanto… No puedo parar de decirlo.
— Pues no lo hagas. —le acariciaste la mejilla y le miraste a los ojos cristalinos—. Dímelo cada día de nuestras vidas.
— Lo haré, si tú haces lo mismo. Y no más secretos entre nosotros.
— No más secretos —te reíste, besándolo una vez más
No los abría nunca más.
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© LUNEARTA, 2024. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘭𝘢𝘵𝘢𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢.
#skz#stray kids#stray kids x reader#fanfic#bang chan#hyunjin#han jisung#han jisung x reader#skz han#han x reader#han jisung x you#skz jisung#bangchan#stray kids jisung
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* carta a su padre , escrita por 𝐉𝐈𝐍𝐓𝐀𝐎 𝐋𝐈𝐔 .
habilidad: combate cuerpo a cuerpo ( 2 / 3 ).
fecha: 10/junio/2024.
lugar: francia.
querido tú, ni siquiera sé como comenzar esto. palabras que quiero expresarte en este papel debería poder decírtelas en persona pero... ya no puedo. hace mucho tiempo que ya no puedo. daría lo que fuera por poder contarte como me está yendo en estos días, pero si siguieras aquí, ni siquiera me encontraría en este momento justo donde estoy ahora. es infantil el querer aferrarte a la creencia que cuando alguien cercano muere, ¿nos observa desde el cielo? porque joder, ojalá fuera así. si creencia fuera cierta, entonces pudiste ver cada efímero milisegundo de mi día a día. eh, ¿viste como me enamoré por primera vez? ¿de enamorarme de ella luego de que estuviera allí para mi después de tu partida? ¿y también fuiste testigo de como arruiné lo más lindo que he tenido al poco tiempo? y gracioso que, al final de todo, también el motivo fueras tú, ¿no lo crees?. pero no era fácil, no era sencillo, no era nada simple el seguir con mi vida, el ver como todos pasaban página, en que te estaban dejando en el olvido menos yo. ¿qué no querían respuestas de la extraña manera en que te perdimos? ¿de querer justicia? ¿al menos venganza? algo que por lo menos pudiera disminuir mi dolor de que ya no estuvieras con nosotros. después de todo, supongo que los demás tenían razón en lo que me decían, de lo que ella me dijo, de los que mis amigos me dijeron, de lo que mi propia madre me dijo: estoy perdiendo la cabeza. perdí el sentido del tiempo, de mi entorno. ¿paranoico? ¿obsesionado? posiblemente adjetivos si me describen a la perfección. así que aquí me tienes, en este lugar, que aunque tenga otras intenciones de por medio, todo se resume a ti. estoy atascado en esto por ti. ¿si quiera me has visto estos últimos meses? ¿de haberme visto viajar a lugares en los que jamás creí estar? ¿de cómo me ha ido en esas misiones? ¿de como me fue aquel día persiguiendo a un tonto perro bajo nuestro clima preferido? ¿de cómo sigo sintiéndome tan bien al usar un saco de box por horas? eso último nada extraño, todo lo relacionado a ese mundo que dejé atrás es lo que más me hace sentir más cerca de ti, pero al mismo tiempo le detesto. ¿sabes? es incluso algo injusto que me hayas hecho solo conocer ese mundo, de conocerlo juntos, de hasta el punto de ser lo único que hago bien, pero ahora también odiarlo porque... eso fue lo que te llevó a tener ese falat destino. de que conocieras a las personas incorrectas. ¿pero cómo sabrías, no? ¿qué ibas a saber que personas tan cercanas a ti te harían algo así? ¿cómo alguien lo sabría que alguien es capaz de algo así?. aunque estarías aliviado, ¿no? tantos debates internos, tantas cosas en mi mente, tanto caos en mi cabeza, tantas dudas de mi mismo, que es bueno que no tengas que lidiar con ella. que nadie tenga que hacerlo. si estuvieras aquí te pediría respuestas, respuestas a preguntas que ni siquiera sabría como formular porque son demasiadas. demasiadas que no basta con un: ¿qué debo hacer? ¿qué se supone que debo sentir? o, ¿qué harías tú en mi lugar?. ¿será por eso las jaquecas constantes?. no lo sé, pero creo que eso es lo que me ha llevado a escribirte esta carta, de la que por supuesto jamás leerás. porque ya no estás aquí, ni lo volverás a estar. nunca más volverás a estar a mi lado. hasta me estoy riendo de mi mismo en este preciso momento, ¿qué esperaba al escribir esto? solo provocarme la estúpida sensación de soledad que últimamente me persigue, pero que al final del día me recuerdo que así debe ser. porque es el mensaje que aprendí por ti, una vez más todo es por ti. todo ha sido por ti. sin embargo, aquí estoy, buscando más de ti al hablar con un un fantasma, un vacío en la tierra o dirigiéndome a simplemente polvo. o lo que sea en lo que eres ahora, pero que sigo echándote de menos cómo si apenas te hubieras ido ayer... te ama por siempre, jintao.
#ni idea como taggear esto#◟🫧 𝐬𝐚𝐯𝐞𝐝 𝐚𝐬: edit.#¿?#anyway; si alguien percibe esto#prd0nen lo incoherente
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Un hombre se sentó en una estación de metro de Washington DC y comenzó a tocar violín, una fría mañana de enero; tocó seis piezas de Bach durante aproximadamente 45 minutos. Durante ese tiempo, ya que era hora de pico, se calcula que alrededor de 1,100 personas cruzaron la estación, su mayoría, en camino al trabajo.
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Tres minutos se pasaron cuando un hombre de mediana edad notó al músico, ralentizado el paso y se detuvo por unos segundos, pero siguió después su recorrido para no llegar tarde.
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Un minuto después, el violinista recibió su primer dólar, una señora tiró el dinero sin siquiera parar y siguió su camino.
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Unos minutos después, alguien se detuvo a la pared para escucharlo, pero mirando el reloj reanudó la marcha. Estaba claramente atrasado para el trabajo
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Quien prestó mayor atención fue un niño de 3 años. Mamá lo traía por la mano, apurada, pero el niño se detuvo para mirar al violinista. Por fin, mamá lo sacó con más fuerza y el niño siguió caminando, girando la cabeza varias veces para ver al violinista. Esta acción fue repetida por varios otros niños. Todos los padres, sin excepción, obligaron a los niños a continuar.
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En los 45 minutos en que el músico tocó, sólo 6 personas pararon por un tiempo. Alrededor de 20 le dieron dinero pero continuaron en su paso normal. Tomó unos 32 dólares. Cuando dejó de tocar y el silencio se ocupó del lugar, nadie se dio cuenta. Nadie aplaudió, ni hubo ningún tipo de reconocimiento.
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Nadie sabía que este violinista era Joshua Bell, uno de los músicos más talentosos del mundo. Tocó algunas de las piezas más elaboradas una vez escritas en un violín de 3,5 millones de dólares.
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Dos días antes de tocar el metro, Joshua Bell agotó un teatro en Boston, donde cada lugar costó un promedio de 100 dólares.
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Esta es una historia real, Joshua Bell tocó incógnito en la estación de metro en un evento organizado por el Washington Post que formaba parte de una experiencia social sobre percepción, gustos y prioridades.
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La pregunta era: ¿En un lugar común, en una hora inapropiada somos capaces de percibir la belleza? ¿Paramos para disfrutar? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?
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Una de las posibles conclusiones que se pueden sacar de esta experiencia puede ser: “¿Si no tenemos un momento para parar y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo tocar hermosa música, cuántas otras cosas estaremos perdiendo?"
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Hand Holding
Wednesday Addams esperó alguna reacción de su compañera de habitación después de las 5 cartas que escribió y Thing se encargó de dejarlas en la mochila de Enid siempre a la misma hora de manera exitosa. No recibió ningún comentario y ella tampoco se delataría, solo tenía que seguir con el segundo paso de su plan que se llevaría a cabo en dos semanas más.
Ese sábado se levantó una hora más tarde de lo usual. La noche anterior le costó conciliar el sueño, tenía preocupaciones acerca de que Enid pensara que uno de los estudiantes de Nevermore, unos simples adolescentes que escribían mensajes con abreviaciones o con emojis, sería capaz de componer alabanzas hacia ella con prosa elegante o tener el suficiente intelecto para crear un poema con un mensaje escondido.
Su humor de esa mañana era espantoso y no de la forma acostumbrada de ser de Wednesday, sus vibras asesinas estaban al máximo, ni siquiera pensar en las horas que pasó junto a Enid la noche anterior mientras veían películas mejoró su estado de ánimo.
Se levantó rápidamente y fue hasta la sala de entrenamiento de esgrima, si tenía suerte podría descargar su ira con algunos integrantes del equipo, al cual no pertenecía.
Enid que fingió estar dormida cuando vio que Wednesday salía de la habitación, conociéndola, sabía que algo andaba mal con ella.
—¿Sabes algo Thing? — Salió desde debajo de la cama de Wednesday y fue hasta donde estaba Enid.
Thing le respondió que No.
—Ayer también estaba extraña, incluso en nuestro viernes de película estuvo más callada de lo normal y sus comentarios hacia la película fueron más crueles que nunca.
Enid que todavía no había mencionado el asunto de las cartas a Wednesday porque seguía pensando en una forma igual de romántica, pero original para decirle lo mucho que le encantaron.
—Quizás solo bastaba con decirles que las amé — Enid vio la hora, todavía era temprano para levantarse, pero como ya no tenía sueño, se quedó un rato más en la cama, perdiendo el tiempo con su teléfono.
Enid incluso esas horas de la mañana buscó en internet acerca de cómo confesarte a tu “crush” o ideas para una cita, las desechó todas, porque Wednesday era una persona que no podía ser comparada con el común de la gente.
—Le pediré ayuda a Yoko — Enid se levantó para bajar a tomar desayuno a la cafetería, después buscaría a su amiga y confidente.
Wednesday tuvo 3 duelos con estudiantes de diferentes años, ninguno había sido un digno rival para ella, sin embargo, había logrado aligerar su mal humor. Ahora se dirigía a las duchas, ya era hora del almuerzo y quería encontrarse con Enid, la extrañaba.
Yoko estaba sentada en una de las mesas de patio pentagonal, nadie podía nombrarlo como antes, después de las insistencias de Wednesday. Frente a ella estaba Enid que llevaba varios minutos hablando con una pronunciación dificultosa, porque estaba nerviosa e imaginándose lo peor con respecto a la persona que amaba.
— Enid — Yoko la llamó una segunda vez y espero que la mirara, porque se sostenía la cabeza con ambas manos mientras miraba directamente a la mesa de madera.
— ¡Arruiné todo! — Enid pegó su frente a la mesa con un ruido estruendoso.
Yoko le dio unos golpecitos en la cabeza, Enid al fin volvió a mirarla — No arruinaste nada. Las cartas no pedían respuesta, ni encuentros, ni nada, así que debes calmarte.
Enid se tocó la frente, todavía no sentía ninguna hinchazón. —No pensé en eso.
—Para eso estoy— Yoko le sonrío.
—Qué hago ahora, o sea ¿debería solo declararme? — Enid mientras más lo pensaba, más se sonrojaba.
— Te diría que sí, pero eres una idiota enamorada y cobarde, sé que no lo harás, deja que Addams sea la que mencione las cartas, de seguro tiene todo un plan “maquiavélico” — La última palabra la remarcó con sus dedos en el aire haciendo el signo entre comillas.
Enid olvidó ese detalle de la personalidad de Wednesday, sabia que le gustaba trazar planes para casi todo, quizás Yoko estaba en lo cierto.
—No sé que haría sin ti — Enid apoyó su mentón en su palma derecha.
— ¿Hundirte en tu miseria? — Volvió a beber la bolsa de sangre que Enid le regaló por robarle minutos con su novia.
Wednesday que tuvo la mala suerte de no encontrar a Enid durante el almuerzo, volvió a la habitación porque necesitaba revisarse la mano. Después de salir del camerino y recoger sus cosas, sintió una molestia en su muñeca.
Entró a la habitación y no encontró ni a Enid ni a Thing, dejó su bolso encima de su cama y buscó el botiquín, no iría por una leve molestia hasta la enfermería. Estaba buscando un ungüento y una venda cuando escuchó el clic de la puerta y su característico ruido cuando se abría.
—Hola Wends… — Enid la vio sentada en la cama junto al botiquín y se preocupó, fue rápidamente hasta ese lugar. —¿Qué te pasó? — Preguntó con ansias.
—Nada, al parecer me torcí la muñeca — Wednesday le restó importancia, porque con toda la adrenalina y mal humor del momento, no sintió ningún dolor, hasta ahora.
—¿Qué estabas haciendo? — Enid permaneció de pie cerca de Wednesday.
—Esgrima — Respondió con simpleza.
—Pero si has rechazado todas las invitaciones del entrenador para unirte al equipo — Enid finalmente se sentó en la cama, porque la causa de la herida de Wednesday no fue por estar haciendo nada peligroso.
—Y seguiré rechazándolas, necesitaba hacer algo de ejercicio esta mañana — Wednesday intentó abrir el ungüento, pero no pudo.
—Deja que te ayude — Enid no esperó la respuesta, abrió el ungüento sin devolvérselo, ella misma se lo aplicaría en la zona inflamada.
Wednesday no respondió verbalmente, solo extendió su brazo para que Enid alcanzara su mano. Durante ese momento no se hablaron. Enid que tuvo el privilegio de compartir tantas semanas con Wednesday durante las vacaciones nunca tuvo la oportunidad de sujetar sus manos. Enid estaba luchando por no sonrojarse.
— Gracias Enid — Wednesday había disfrutado de ese momento.
—Cuando lo necesites — Volvió a tapar el ungüento.
Wednesday se vio la mano pensó que sí necesitaba de una venda.
—Espera, yo lo hago — Enid detuvo el movimiento de la mano sana de Wednesday. Por sus prácticas de baile aprendió primeros auxilios.
Wednesday volvió a entregarse a los cuidados de Enid y estuvo satisfecha con el resultado, para agradecerle hizo algo que llevaba pensando demasiado tiempo.
Su mano izquierda estrechó la mano de Enid delicadamente y se permitió acariciar los nudillos por unos segundos. Enid que dejó a un lado su cobardía aprisionó la mano de Wednesday entre las suyas mientras sonreía.
@choicesprompts
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nunca se puede saber como va el partido solo por el dash porque hay 3 post seguidos de que lindo el futbol me voy a volar la cabeza!!!! y puede que vayas perdiendo o ganando
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Un nuevo habitante llega al pueblo con el nombre de TAVENA IMEH. Sus datos confirman que su profesión es ENFERMERA, tiene 29 AÑOS y es originario de SAFE HAVEN, MAINE. Algunas personas lo confunden con AYO EDEBIRI.
¡Bienvenido a Safe Haven, PETUNIA! Tienes 48 horas para enviar la cuenta de tu personaje. Esperamos que tu estadía en el pueblo sea de tu agrado.
Información del usuario:
Apodo: petunia
Pronombres: femeninos
País/Zona horaria: cst
Trigger warnings: ninguno
Rostro reservado: ayo edebiri
Cupo reservado: empleos, 4.4
Información del personaje:
Nombre: tavena imeh
Pronombres: femeninos
Fecha de nacimiento: 17/06/1995 + ( 29 ).
Lugar de nacimiento: safe haven, maine.
Grupo al que pertenece: locales
Profesión: enfermera
Perfil
Habilidades: conocimientos en medicina humana , cirugía cardiotorácica . intuición y memoria fotográfica .
Enfermedades: una simple alergia al gengibre
Puntos de habilidad:
Velocidad: 1 Agilidad: 4 Resistencia: 1 Ingenio: 3 Sigilo: 3 Ataque: 2 Defensa: 1 Fuerza: 0
Residencia:
los horizontes verdosos & oscuros de safe haven cobijaron a tavena desde su nacimiento . allí vive su familia materna , provenientes del caribe , encontrando ese pedacito de tranquilidad para formar su familia luego de un golpe de suerte . sin embargo , luego de la tragedia en el pueblo , y sus perdidas con una pequeña tavena , debe apartarse desde sus cuatro años . eso sí , desde que pudo iba a visitar cada vacaciones a su abuela . ahora con la oportunidad y motivos personales , se inscribe al proyecto phoenix sin dudarlo .
Curiosidades:
001. hija unica de la familia imeh st. rose , padre de origen nigeriano conoce a su madre en la universidad de washington , mujer de familia oriunda del caribe y criada en un pueblo que parecía inventado . safe haven . él estudiaba veterinaria , & su madre abogada , aceptaron mudarse a maine para criar a su primera hija . & única , por el terrible suceso de 1999 en el pueblo , que se llevó la vida de su padre . una madre destrozada , se lleva a su hija de allí , maldiciendo a todos & todo .
002. su historia iba mas atrás . abuelos maternos habian llegado a cumplir el sueño americano , idilio se esfuma al par de años & a punto de volver a su país , un golpe de suerte sucede . ganan la lotería , & mucha . su situación floreció pero aun con cabeza fría , eligen el lugar mas tranquilo & alejado , aun en américa , fundando su familia sin preocupaciones en el futuro . aun en el pueblo & al pasar de los años , mantienen un perfil bajo & modesto , siendo las donaciones & ayuda que dan , anónimas . ambos trabajaron como otro ciudadano más . en la actualidad , solo la sra. st. rose sigue con vida en safe haven , perdiendo la audición poco a poco a causa de la explosión .
003. el camino de tavena por estados unidos , el único que país que conoce por ahora , fue todo lo contrario a lo que sus abuelos planearon . la tragedia en sus primeros años , luego los problemas económicos con ambas al huir a portland al su madre negarse a la ayuda de su abuela , la llevo a esforzarse el doble para cumplir su sueño : ser cirujana . se adhirio a becas que su desempeño , intuición & talento heredado de su padre , la ayudaron a conseguir . sin embargo , fue otra decepción . por cortes del gobierno , casi al fin de su camino a ser cirujana cardiotorácica , su beca se esfuma frente a sus ojos . esto cambia a tavena , su desidia al gobierno , a la burocracia , figuras de poder , crepitaría en su pecho hasta que , de su ultimo respiro probablemente . terminó por convalidar sus cursos en la carrera de enfermería , más cómoda & cercana . era incapaz de preocupar a su madre o abuelos , sintiendose adulta desde hace mucho ya . pero ahora , quiere volver a ser esa pequeña con su abuela , por lo que el proyecto phoenix le parece un respiro de la ciudad & todo lo que se le esfumó de las manos & pudo ser , para empezar de nuevo . su madre , aun se rehusa a volver .
Personas de interés
ernesta st. rose , 59 años, su madre . reside en portland , pero es natal de safe haven también . la quiere mucho , pero no puede ayudarla a superar la perdida de su padre & su consiguiente odio al pueblo & la explosión .
naara st. rose, 83 años, abuela materna . mujer con quien gustaba pasar tiempo en el restaurante del pueblo haciendo tareas o demás , en el lugar donde mujer cocinaba y trabajaba . era querida por los demás por sus ricos platillos y encantador trato . luego de la mujer retirarse , tavena la visita cada que podía, encariñada con ella y el pueblo .
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Un clásico del terror: CHUCKY
Uno de los clásicos del terror es estrenado el 9 de noviembre de 1988 bajo el nombre de ‘Child’s Play’ o más conocido como ‘Chucky: El muñeco diabólico’. Este peculiar muñeco ha logrado un gran éxito, teniendo así una larga lista de películas incluyendo una serie.
CHILD’S PLAY
Película estrenada en Estados Unidos en el año 1988 nos cuenta la historia de Andy quien al ser fanático de los muñecos Good Guys insiste a su madre para que le compre uno de estos simpáticos muñecos lo que no saben es que esto desencadenaría una serie de sucesos terroríficos en la familia, ya que el muñeco Chucky contiene el alma de Charles Lee Ray quien busca vengar su muerte, en la película se cuentan diversas situaciones en las que Chucky termina quemado y descuartizado por la madre de Andy.
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CHILD’S PLAY 2
Estrenada en 1990 esta película narra la reconstrucción de Chucky y con esto como el alma de Charles Lee Ray vuelve al cuerpo, pero esta vez más cínico que antes. Chucky no solo busca su forma humana sino también vengarse de Andy quien ahora se encuentra con sus padres adoptivos, pero esto no dudaría mucho ya que Chucky mata no solo a los padres de Andy sino también a su maestra. Andy y su hermanastra Kyle atacan a Chucky cortando sus piernas y bañándolo en plástico, pero el final del muñeco llega cuando Kyle pone una manguera con oxigeno en su boca haciendo así que la cabeza de Chucky explote.
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CHILD’S PLAY 3
Es estrenada en 1991 y nos cuenta que han pasado 8 años desde que Andy tuvo su última interacción con Chucky, Andy ha sido enviado a una escuela militar esperando empezar una nueva vida, pero no esperaba que Chucky volviera a la vida, sin embargo, esta vez teniendo en mira a una nueva víctima, Tyler. La película narra como Andy intenta detener diversos acontecimientos del muñeco en contra de Tyler, finalmente Chucky es atacado con una bala en el corazón, al querer atacar a Andy termina perdiendo su mano y cayendo a un ventilador gigante que lo corta en pedazos de esta forma matándolo.
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LA NOVIA DE CHUCKY
Estrenada en 1998, narra la historia de como Tiffany Valentine, novia de Charles Lee Ray, rescata los restos de Chucky para reconstruirlo y traerlo devuelta a la vida utilizando el mismo hechizo vudú que utilizo Charles para meter su alma en el muñeco, pero este ritual falla, inesperadamente Chucky cobra vida y mata al novio actual de Tiffany. Ella emocionada con continuar su relación le muestra al muñeco un anillo que creía era de compromiso, Chucky aclara que solo fue un anillo que robo a una de sus victimas lo que inicia una pelea ya que Tiffany pensaba que él quería casarse con ella, así que decide encerrarlo y darle una muñeca vestida de novia, mientras ella tomaba una ducha, Chucky escapa y la mata, metiendo su alma en la muñeca de novia. Al final de la película Tiffany queda embarazada y da a luz a un bebe-muñeco.
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EL HIJO DE CHUCKY
La quinta película estrenada en 2004 nos cuenta la historia de Glen, hijo de Chucky y Tiffany, quien al enterarse que se sacará al aire una producción basada en su padre y madre decide resucitarlos sin imaginar que esto desencadenaría diversos sucesos. A diferencia de sus padres Glen no quiere ser un asesino, sin embargo, después de varias situaciones Glen mata a su padre despertando así su lado malvado. Con Chucky muerto, Tiffany cambia de cuerpo con la actriz Jennifer Tilly quien estaba embarazada de gemelos, entonces deciden dividir el alma de Glen en los dos niños dando como resultado una niña con el lado malvado y un niño con el lado bueno. Cinco años después en el cumpleaños de los gemelos, reciben un paquete con el brazo de Chucky.
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LA MALDICIÓN DE CHUCKY
Estrenada en 2013 nos narra la historia de Nica, una chica discapacitada que después de la muerte de su madre invita a la familia de su hermana para el funeral. Nica recibe un paquete que contiene un muñeco ‘Good Guy’ que claramente es Chucky. Alice, hija de la hermana de Nica, encuentra a Chucky y rápidamente le agarra cariño. Dentro de la familia comienzan a ocurrir muertes repentinas y Nica sospecha que el culpable es Chucky comenzando así una pelea entre ambos finalizando con policías en la casa, Nica declarada demente y Chucky siendo enviado nuevamente por correo hacia la casa de Alice, seis meses después, es enviado a la casa de un joven que reconoció, Andy Barclay, quien lo espera con una escopeta en la mano y le dispara en la cabeza.
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CULTO A CHUCKY
La séptima película es estrenada en 2017 y gira entorno a Nica quien al ser declarada demente se encuentra en un psiquiátrico pensando que ha sido la culpable de las muertes ocurridas en ‘la maldición de Chucky’ pero cuando su psiquiatra utiliza un muñeco Chucky como método de recuperación se desata una nueva serie de homicidios. Andy se interna en el psiquiátrico y envía un muñeco ‘Good Guy’ con un arma por dentro, pero se entera que Chucky puede transferir su alma ha varios muñecos, todo en el psiquiátrico se descontrola y uno de los muñecos posee a Nica quien mata al doctor y huye del hospital junto a Tiffany.
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CHUCKY: LA SERIE
La serie estrenada en 2021 gira en torno a los orígenes más oscuros de Chucky quien tiene el alma de Charles Lee Ray que busca venganza cobrando la vida de varias personas. En esta serie el dueño de Chucky es un chico llamado Jake, en la noche de Halloween Chucky decide ir por uno de los enemigos de Jake, obligando al mismo a tratar de detener al muñeco a toda costa.
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| INFORMACIÓN DE LA PÁGINA Un clásico del terror: CHUCKY Dirección: Av. Primero de Mayo y Lope de Vega Contacto: Para más información puedes contactarte al 0988678208 o escribir a [email protected] Este blog es dirigido por Sofia Pintado, se busca ayudar a los fanáticos y no fanáticos con datos resumidos acerca de la saga de Chucky.
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Me estoy destruyendo desde lo mas profundo de mi , noto como esas piezas se van separando y partiendo en pedasos, .quizas sea hora..... de decir adiós .quizas ya sea el momento de dejarla ir y cambiar todo . Que viva y disfrute de su vida , y yo hare la mia. renunciando de una maldita vez a la historia de mi vida , a ese sentimiento tan profundo y a la vez tan complicado. Espero que puedas ser feliz aunque no sea conmigo......</3
Es un puto mar de emociones , es una puta ruleta que gira sin parar , es una situacion en la que ya no puedo estar , por mas que lo intento , por mas que peleo todos los dias ,por mas que te de todo de mi , "no se puede" . Siempre he luchado por ella pero "y tu has perdido esos 2 años " fue esa frase , la senti en mi corazon , removió todo mi ser , pude sentir ese nudo en la garganta pude sentir como podria haber brotado una y mil lagrimas en ese momento , pero he aprendido a sufrir , no se lo deseo a nadie , y ahora que ya no estas, me siento vacio , me doy cuenta de lo tan jodidamente estupido y tonto que soy , como no puedo parar de ilusionarme por ti , como no puedo simplemente sacarte de mi corazón , de mi cabeza , de mis pensamientos... , con cualquier puto mensaje hace que vibre todo mi interior, ¡¿como se puede lograr eso??! .En realidad me estoy perdiendo en un camino del cual nose como regresar.
Me encuentro en la mayor droga que existe para cualquier ser humano ,que es otro ser humano , por mas que la quiera dejar no puedo , por mas que sepa que no es sana aun la tomo.
nose ni como paso todo , simplemente fue chas , y te quedaste ,nunca te pude arrancar de ahi , eras como esa puta mancha de ropa que no se quita , como ese recuerdo que nunca se te va , eras jodidamente eso ☆
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🌊, ola, ola como las olas del mar
Aún no se como empezar quizá debería presentarme no lo sé, ¿quizá debería?
Mientras doy mil una vueltas por mi cabeza y mi imaginación; solo escribiré, escribiré como constancia de fidelidad a mis sueños, a mis fantasías y a mi realidad.
Donde sea que estes leyendo esto, espero que te guste.
Y si necesitas ser escuchado cuentas con una alma que yace en un mundo el cual está aprendiendo a descubrir
-Chir
Dame un minuto. Te daré 3 y el poder a dejar de sentir. Miedo a lo que hay más allá, a la soledad fría.
Aguarda. Esperanza, tú mi nueva esperanza
Seguro vuelas o reencarnas, perdiendo el temor a querer a querernos.
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Contar hasta diez ya no me sirve
Actualmente los monstruos aparecen en el 3
Pierdo el control y se apoderan de mi
Estoy perdiendo otra vez
Ya no me relaciono con la misma gente
Me cuesta socializar
Me cuesta respirar
Me cuesta dormir
Me cuesta vivir
Contar hasta diez me servía para no perder los estribos
Ahora solo me sirve para mantenerlos adentro
Me estoy perdiendo día con día
Y nadie parece notarlo
Solo estoy existiendo
Mi luz se está extinguiendo, quisiera decir que extendiendo pero es mentira
1. Tengo personas que me aman
Eso no es cierto
2.Soy importante para mi
Tampoco es cierto
3. Solo me hace falta tiempo para mejorar
Ya no tienes tiempo
4. Voy a morir
Lo único bien que tienes en este conteo
Quisiera controlar esas voces en mi cabeza
Pero no puedo
Solo escucho gritar a todas y me canso
Me canso de no poder hacer que se queden adentro
Necesito ayuda
Solía estar bien
Solía dormir bien
Solía comer bien
Solia vivir ¿bien?
#fuck you#self damage#shit self#shit had me crying#shit happens#morire dentro#fuck it#escritos#a veces escribo
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primera cirugía
hace un par de semanas, fui al hospital por un malestar, al salir de consulta me dijeron que tendrían que operarme algunas partes del cuerpo para poder vivir al menos 3 años más.
ayer llegué a internarme al hospital, al llegar, las enfermeras de turno me dieron una bata de hospital, me recostaron en la camilla, abrieron mis piernas y colocaron un pañal pues ya no podria ponerme de pie, me pusieron una cánula nasal para que mis débiles pulmones recibiera oxígeno y después me pusieron una epidural para comenzar a preparar mis piernas para ser amputadas.
hoy es mi primer cirugía, tienen que amputarme ambas piernas, las enfermeras me quitan la bata de hospital, dejando mis senos al aire, me colocan un gorro quirúrgico, unas paletas de desfibrilacion desechables y retiran mi pañal para insertar un tubo urinario en mi vagina, me acomodan en una nueva camilla, esta es una camilla ginecólogica, con las piernas levantadas y abiertas, para después llevar mi camilla directo al quirófano.
en los pasillos, hay miles de personas viendome, observandome de pies a cabeza, algunos se centran en mis grandes senos y otros en mi vagina al aire, comienzo a sentirme nerviosa y de repente mi frágil corazón se detiene enmedio de todas ellas las enfermeras se apresuran a activar las paletas, mi cuerpo brinca en la camilla, mi pelvis se alza demasiado en el aire contrayendo mi vagina, al caer mis senos brincan, mi cabeza se mueve de un lado a otro, mis ojos se abren de golpe y mi corazón vuelve a latir para después seguir con el camino hacia el quirófano.
una vez ahí, los médicos me anestesian, tapan mis ojos con cinta y me intuban, casi toda mi cara está llena de esa cinta, mi boca se deforma llendo hacia un lado por lo jalada que está gracias a la cinta.
mientras preparan mis piernas para ser amputadas la anestesia falla y mi cuerpo comienza a contraerse una y otra vez debido a las convulsiones, los médicos deben parar, una vez que termino de convulsionar, mi corazón falla de nuevo y se detiene, un doctor quita la sabana dejándo mi desnudes a la vista de los que están en el quirófano y comienza a presionar mi pecho una y otra vez al centro de mis senos, haciendolos brincar y que la camilla se mueva un poco, mientras otro doctor quita la máquina de oxigeno del tubo para poder colocar una bomba de aire, después de una ronda de RCP el médico bombea aire tres veces y después otro médico carga las paletas para después descargarlas contra mi pecho, mis senos brincan, mi pelvis se levanta y mi vagina se contrae por la electricidad, mi tronco se eleva por unos segundos y al caer mi cabeza brinca un poco sobre la almohada, el mismo bucle se repite durante 15 minutos hasta que mi corazón vuelve a latir, finalmente logran concluir con la cirugía y me regresan a mi habitación, intubada, inconciente y sin mis piernas.
las enfermeras entran para volver a prepararme, me quitan la sabana, retiran el tubo de mi vagina y colocan el pañal bajo mi cuerpo, lo ajustan a mi cintura y mis piernas, mis muñones apenas sobresalen del resorte del pañal con una vendas cortas, me vuelven a tapar, me desintuban y colocan sobre mi cara una mascarilla de oxígeno.
al siguiente día despierto en la tarde, las enfermeras vienen a sentar el colchón para que pueda desayunar, mientras mi esposa me alimenta, sufro de un repentino paro cardíaco, los médicos regresan, quitan la mesa de mi camilla y empiezan a comprimir mi pecho, al instante se dan cuenta que mi corazón está completamente detenido por lo que pasan directamente a los choques "3,2,1 ¡despejen! ¡vamos carguen! ¡la estamos perdiendo!" es todo lo que mi pareja escucha del otro lado, mientras mi cuerpo sentado brinca de atrás hacia adelante con los choques, finalmente mi corazón vuelve a bombear y mi esposa puede regresar a la habitación.
#female resus#medfet#defibrillation#cpr resus#defib#resus community#self defib#cpr#female patient#resus#desfibrilador#desfibrilacion#cirugía#hospital#pañales#convulsiones#amputee character#amputación#ataque al corazón#infarto#paro cardíaco
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Después de días de desmotivación y desorientación, sintiendo un "enredo mental" escondido muy recónditamente, creo que puedo decir que descifré tal "incomprensión".
Todo empieza, obviamente como siempre, después de una traumática ruptura amorosa. La vida empieza a sentirse rara y vacía, como si uno dejara de ser sí mismo por un largo tiempo, y luego, de la nada, despertara habiendo pasado ese largo tiempo; como un estado de coma, por ejemplo. Todo sigue y avanza, menos uno mismo. Como que vivimos dormidos un lapso de nuestras vidas, hasta que un día despertamos, vemos a nuestro alrededor, y nos encontramos con que el tiempo, las personas, nuestro entorno, todo en total, avanzó y vivió la vida, excepto nosotros. Y al despertar, estamos desorientados, desmotivados. ¿Por dónde empiezo?¿Qué hago ahora?
Mi pregunta constante que empieza a ocupar un espacio cada vez más y más grande en mi cabeza, diariamente, es la siguiente: ¿Por qué me siento así?
Muchas personas me decían que estaba repitiendo un patrón en mi vida amorosa. Obviamente, yo negada, respondía lo mismo "Imposible. Salí con toda clase de personas diferentes. El problema es que tengo mala suerte y hago mala elección de personas". Si, puede ser en parte cierto. Pero acabo de descubrir tal obviedad que me hace sentir inmensamente ilusa y bruta por no haberlo visto antes. El patrón que repito soy yo, mierda. Estamos hablando de un patrón de comportamiento, el cual llamaremos más apropiadamente, patrón de apego ansioso, que según Google, podemos asociar con las relaciones dependientes, así caracterizándose por la necesidad continua de que la pareja confirme su amor. Y según yo, voy a agregar que esta idea va ligada al hecho de convertir la relación actual en el centro del universo propio. Atentos a la idea, no hablamos de priorizar a una persona como el centro de nuestro universo y vivir únicamente por y para esa persona. Hablamos de priorizar un vínculo social sexo-afectivo y/o amoroso a tal nivel en el que se vive y existe en función del bienestar del mismo. Es muy parecida la idea, pero si se piensa bien, no es lo mismo. De igual manera ambas ideas perjudican la salud mental.
En fin, a veces, nuestros patrones repetitivos podemos ser nosotros, nuestros comportamientos. La idea es descubrirlos y actuar al respecto. Son las 3 am y acabo de descubrir que el patrón que vengo repitiendo desde el principio de mis relaciones amorosas, el cual, post-ruptura, me hace experimentar desorientadoras y angustiantes ideas sobre quién soy en realidad y a qué aspiro, es aquel apego ansioso que de a poco me va sometiendo a la necesidad de transformar esa relación actual en el centro de mi universo, perdiendo así el sentido de mi propia vida, para cuando aquel vínculo se dé por finalizado al fracasar en el intento de funcionar sanamente, volver a ahogarme en la desorientación y la amarga pregunta de "¿Quién o qué soy?¿Por qué me levanto cada mañana?".
No sean como yo.
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