#papel pintado infantil
Explore tagged Tumblr posts
fotomuralesdc · 2 months ago
Text
Catalogo Murales Infantiles FDC
Catalogo Murales Infantiles FDC Nueva colección Murales Infantiles 2024-2027 Colaboracion Kiki Belle & Oliver Robins
0 notes
papelpintadoinfantil · 10 months ago
Text
Papel Pintado Infantil Happy by Parato
Hoy, en nuestro blog dedicado al fascinante mundo del papel pintado infantil, nos complace presentarles una cautivadora colección proveniente directamente de Italia. Diseñada por la talentosa Cristiana Masi y fabricada por Parato, esta colección ha demostrado ser la más exitosa del año 2023, y es por esta razón que deseamos rendirle un merecido homenaje en nuestro blog. papel pintado infantil…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
fotomuralesbaratos · 11 months ago
Text
Papel Pintado Infantil Vinilart Colombia
Explora el fascinante universo de los Murales Infantiles Vinilart Colombia de Claudia Posada a través de nuestra exclusiva colaboración con https://www.papelpintadoonline.com/es/, dedicada especialmente a España y Portugal. Esta conexión nos permite ofrecer a nuestros clientes una oportunidad única de sumergirse en los extraordinarios diseños de la talentosa artista colombiana. El catálogo de…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
papelpintadobarcelona · 2 months ago
Text
Papel pintado de Rayas Finas, ideas para Decorar todos los Espacios de la Casa
El papel pintado de rayas posee una versatilidad asombrosa, es un comodín perfecto para dar estilo y llenar de esencia todas las habitaciones del hogar. Se integra a las mil maravillas en todo tipo de ambientes sean modernos, contemporáneos, nórdicos, incluso minimalistas, vistiendo sin abrumar en absoluto. Elige el color más acorde ¡Conseguirás una decoración de impacto! 2. Un Salón en Color…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
iuberlove · 1 year ago
Photo
Tumblr media
Madrid Farmhouse Kids An illustration of a sizable cottage with gender-neutral children's furniture and colorful walls.
0 notes
papeldeparedeonline · 1 year ago
Text
Tumblr media Tumblr media
Mural infantil bob o construtor para decoração infantil. Tamanho: 304 cm (largo) x 243 cm (alto). Compre online com prazo de entrega em 24-48 horas. Acesse o link abaixo:
7 notes · View notes
capsulas · 2 years ago
Text
¿Te gustaría leer más libros pero no tienes mucho tiempo?
¿Te aburren las novelas largas y densas que te hacen perder el interés? Si es así, te tengo una buena noticia: hay muchos libros de menos de 100 páginas que son fáciles de leer y que te pueden aportar mucho valor.
En este post te voy a recomendar 10 libros cortos pero intensos que puedes leer en una tarde o en un viaje. Son libros de diferentes géneros y temáticas, pero todos tienen algo en común: son obras maestras de la literatura que te harán reflexionar, emocionarte y disfrutar.
Estos son los 10 libros que te propongo:
El Arte de la Guerra, Sun Tzu: El libro más antiguo y famoso sobre estrategia militar, escrito hace más de 2000 años por un general chino. Sus enseñanzas son aplicables tanto al ámbito bélico como al empresarial, político o personal.
Rebelión en la granja, George Orwell: Una novela satírica que narra cómo los animales de una granja se rebelan contra sus dueños humanos y establecen una sociedad igualitaria. Sin embargo, pronto surgen las diferencias y las traiciones entre los líderes, que corrompen los ideales del socialismo.
El principito, Antoine de Saint-Exupéry: Una fábula mítica que cuenta las aventuras de un niño que vive en un pequeño planeta y que viaja por el universo conociendo a diferentes personajes. Una historia llena de poesía, humor y sabiduría sobre la amistad, el amor y el sentido de la vida.
El árbol generoso, Shel Silverstein: Un cuento infantil que relata la relación entre un niño y un árbol del bosque. El árbol le da al niño todo lo que necesita a lo largo de su vida, desde frutos hasta madera, pero el niño nunca se muestra agradecido ni feliz. Una lección sobre el altruismo y el egoísmo.
La guillotina de Simone van der Vlugt: Un libro histórico que cuenta la vida de una joven francesa durante la revolución francesa y su encuentro con el temible instrumento de ejecución.
Otros libros que también puedes contemplar son:
La Biblioteca Secreta, Haruki Murakami: Una historia fantástica sobre un niño que se pierde en una biblioteca misteriosa y tiene que enfrentarse a sus propios miedos y recuerdos.
Y cada mañana, el camino a casa se vuelve más y más largo, Fredrik Backman: Un relato conmovedor sobre un anciano que sufre alzhéimer y su nieto, que intentan conservar sus recuerdos compartidos antes de que se borren para siempre.
El Tapiz Amarillo, Charlotte Perkins Gilman: Un relato psicológico que describe la angustia de una mujer que sufre una depresión postparto y que es confinada en una habitación con un papel pintado amarillo que le provoca alucinaciones.
Memorias del subsuelo, Fiódor Dostoyevski: Una obra maestra del existencialismo que presenta el monólogo de un hombre solitario, amargado y contradictorio que reflexiona sobre su vida y su visión del mundo.
El viejo y el mar, Ernest Hemingway: Una novela corta pero intensa que narra la lucha épica de un viejo pescador contra un pez gigantesco en las aguas del golfo.
Espero que te haya gustado esta selección de libros cortos y fáciles de leer. Te animo a que los leas y me cuentes qué te han parecido en los comentarios. Y si tienes alguna otra recomendación, no dudes en compartirla conmigo.
¡Hasta la próxima!
3 notes · View notes
flash56-chase05 · 2 years ago
Text
Conviviendo con la muerte
«El cianuro de hidrógeno (HCN) es un compuesto altamente tóxico, capaz de matar a una persona en simples minutos cuando se encuentra en una concentración mayor a 300 partes por millón.
El arsénico (As), por otro lado, empieza a ser mortal en una concentración de 250 partes por millón.
La base molecular de dicha mortalidad se encuentra en que el ion cianuro y el arsénico interrumpen la respiración mitocondrial en diferentes puntos, ocasionando un grave daño.»
El azul de Prusia, o azul de Berlín o París, recibe su nombre debido a su uso en los uniformes del ejército prusiano entre 1709 y principios del siglo XX, cuando fue sustituido por el felgrau.
Su descubrimiento fue accidental. En 1704, el alquimista Johann Dippel creó una sustancia denominada «aceite de Dippel» en uno de sus intentos de transmutar a oro, y se la cedió a su compañero, el productor de colorantes Heinrich Diesbach. Este lo utilizó en uno de sus intentos de crear un tinte rojo, aunque, sin darse cuenta, lo mezcló con sal de potasio contaminada por sangre de animal y dio lugar a un pigmento de un azul muy intenso.
Tumblr media
[De hecho, en el canon de Hetalia, Prusia aparece vestido con un uniforme de dicho color, a pesar de que el tinte en la Segunda Guerra Mundial, por lo que he podido encontrar, estaba reservado al espionaje, más concretamente al bordado de palabras en calcetines y botones que más tarde eran remarcados por un tratamiento con ferrocianuro. Pero supongo que es más algo simbólico que otra cosa].
No sería hasta 1724 que la composición para fabricarlo, altamente heterogénea, sería puesta a disposición del público y abriría el camino a que se popularizase, sobre todo en el mundo del arte debido a su estabilidad y resistencia a la luz, y en los uniformes del ejército francés, motivo de uno de sus nombres.
Aunque este tinte no había demostrado ningún efecto perjudicial, tanto el químico francés Pierre Macquer en 1752 como el sueco Carl Wilhelm Scheele en 1785 aislaron el cianuro en una forma gaseosa al mezclarlo con ácido sulfhídrico diluido.
Gracias a su unión con el hierro, el cianuro permanece inactivado en el tinte, sin ocasionar ningún daño en el individuo que portase las ropas en contacto directo con su piel.
Gaseoso ya era otra historia.
En 1775, el mismo químico sueco había descubierto un nuevo pigmento con arsénico en su composición, al que le puso su nombre; verde de Scheele —químicamente parecido al verde de París—, con un bajo costo, aunque no sería comercializado hasta 1814 por un fabricante alemán.
Su intenso color, que imitaba el verde natural, atrajo de inmediato la atención de los interioristas ingleses, quienes empaparon de ese calor las paredes de multitud de hogares victorianos, vestidos, las tapas de los libros, etc.
Tumblr media Tumblr media
Desgraciadamente, el clima húmedo de Gran Bretaña —entre otros—, y la poca ventilación de los hogares hacían posible la proliferación de hongo sobre el papel pintado, que transformaba el arsénico inorgánico del pigmento en una especie de humo tóxico al que el médico italiano Bartolomeo Gosio denominó «gas de Gosio».
Al mismo tiempo que una epidemia de muertes infantiles repentinas se abría paso por la sociedad victoriana, se producía también una oleada de fallecimientos de costureras, que presentaban daños irreversibles en su piel, ojos, mucosas y pulmones.
Las damas que se vestían de verde sufrían consecuencias fatales; el contacto del pigmento con la piel durante horas provocaba problemas en piel, ojos e incluso dificultades al respirar.
Y, en menor medida, todos los asistentes a un baile que se aproximasen a la mujer con el vestido tenían el riesgo de sufrir un envenenamiento con arsénico.
Aunque era una situación que se llevaba dando durante varias décadas, el primer caso documentado de muerte por arsénico fue el de Ann Amelia, una niña de 3 años que se encontraba en estado grave el jueves 3 de abril de 1862. Tres de sus hermanos habían fallecido ya semanas antes por una misteriosa enfermedad, aunque al principio se asumió que había sido por difteria.
[Porque estamos en la época victoriana, y si no te morías por una cosa había otra preparada para acabar contigo. Y nada te ayudaba.]
La niña murió al cabo de un mes, y la autopsia señaló a un claro culpable; el arsénico.
Esto resultó en que la doctora Letheby relacionase las pinturas con el fallecimiento de los niños, y en poco tiempo muchos expertos comenzaron a señalar lo mismo. Sin embargo, se siguieron calificando como «muertes naturales» y el color continuó siendo vendido a pesar de que periódicos como The Times avisaban de que los niños dormían en una habitación «empapelada con la muerte».
No se dejó de producir hasta mediados del siglo XX.
3 notes · View notes
naran-blr · 2 months ago
Text
Salomé Trei (1905-1995) pintora estonia.
Fue una de las primeras artistas gráficas profesionales de Estonia y tuvo una vida sacrificada al arte.
Tumblr media
Nació en Kuressaare, Saaremaa, Estonia. Hija de Mihkel Trei, maestro de escuela y de Maria Trei.
De 1919 a 1924 estudió en la clase humanitaria del Saaremaa Ühisgymnaasium.
Tumblr media
En 1929 ingresó en la Escuela Estatal de Arte e Industria de Tallin, donde adquirió durante cinco años la profesión de artista aplicado en el campo de las artes gráficas bajo la dirección de Günther Reindorff. Después de graduarse con honores de la escuela, ingresó ese mismo año en la Escuela Superior de Arte de Pallas, donde estudió gráfica. En la exposición de posgrado de Pallas de 1939 en Tartu y el mismo año en la exposición del Gobierno de la Fundación de Bellas Artes en Tallin, Salome ya recibió un reconocimiento considerable.
Tumblr media
Después de terminar en Pallas, desarrolló su característico estilo lírico y conmovedor.
Fue versátil en cuanto a géneros: paisajes, naturalezas muertas , desnudos, composiciones y retratos.
Pasó los veranos durante la guerra en el pueblo de Haiba en el condado de Harju, donde hizo muchos dibujos de niños. Junto con los paisajes urbanos invernales, son los retratos infantiles los que hacen que el arte de Salome Trei sea atemporal.
Tumblr media
En los años 1941-1942 participó junto con Jaan Grünberg y Eduard Wiiralt en una exposición conjunta en Tartu.  Mientras se encontraba en un campo de refugiados en Alemania, Trei expuso sus obras en 1949 en la exposición del Museo Stedelijk en Ámsterdam y en 1950 en el Castillo de Charlottenborg en Copenhague .
En 1943, fue hospitalizada y evacuada a Alemania en el verano de 1944 sin su consentimiento.
Tumblr media
En 1950, emigró a los Estados Unidos, donde abordar la creación resultó difícil por razones tanto materiales como espirituales. Allí intentó dibujar tarjetas navideñas y diseñar papeles pintados, pero no resultó rentable económicamente. En los últimos años de su vida se dedicó a la fotografía y a la elaboración de tarjetas a partir de plantas herbáceas.
Tumblr media
Tiene obras en la colección del Museo de Arte de Estonia.
Murió en Geneseo, Condado de Livingston, Nueva York, Estados Unidos. Sus cenizas cremadas fueron llevadas a su tierra natal y enterradas en el cementerio de Kudjape en Saaremaa .
Le ponemos cara.
Tumblr media
0 notes
tamsans01 · 2 years ago
Text
Papel Pared Infantil | Agamaimpresion.es
Explora nuestra variedad de papel de pared personalizado en Agama Impresión.Papel Pared, Papel Pintado Pared, Papel Para Decorar, Papel Decorativo Pared, Papeles Pintados, Papel Pared Habitación
Papel Pared Infantil
0 notes
nathiusplus · 9 months ago
Text
Reign of the Nathius · Chapter II
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟏
"Algunos de nuestros demonios saldrán para ponernos a prueba"
En el esplendoroso palacio de St. James, resonaba en el aire la risa y los juegos de los jóvenes herederos reales. En el año 1629, la llegada de Carlos Jacobo, duque de Cornualles y Rothesay, iluminó los pasillos con la promesa de una nueva generación. Aunque aún en la cuna, el pequeño príncipe se erigía como el epicentro de la atención y el cariño de la corte.
En el siguiente año, 1630, vio la luz el príncipe Carlos, un infante inquieto que llenaba los salones con su risa contagiosa. Sus travesuras infantiles constituían la delicia de la reina y el rey, quienes observaban con orgullo a su vástago menor mientras exploraba los jardines del palacio.
María, la encantadora princesa nacida en 1631, demostró desde temprana edad una elegancia y gracia que dejaba boquiabiertos a todos los presentes. Su risa resonaba en los salones, y sus juegos con sus hermanos crearon recuerdos indelebles de una infancia en la realeza.
Finalmente, en 1633, Jacobo, el benjamín de la familia, hizo su entrada al mundo. Con ojos curiosos y una risa traviesa, el pequeño duque de York y Albany exploraba su entorno con asombro. Sus hermanos mayores lo rodeaban, forjando un vínculo que perduraría a lo largo de los años.
Los primeros años de estos vástagos reales estuvieron marcados por la inocencia y la alegría propia de la infancia. Jugaron en los exuberantes jardines, aprendieron las primeras letras con preceptores reales y compartieron momentos de complicidad bajo la mirada amorosa de sus progenitores.
Así, hasta 1634, los herederos del trono británico tejieron los hilos de su destino en los pasillos del palacio, sin sospechar aún las complejidades que la historia les tenía reservadas.
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · England. 1634. { Actualidad }
El Salón del Trono de Carlos I, también conocido como la Sala de Banquetes, se hallaba emplazado en el extremo oriental del Palacio de Whitehall en Londres. Diseñado con maestría por el arquitecto Inigo Jones en el año de 1629.
El magnífico salón, con sus ciento veinte pies de longitud, sesenta pies de anchura y una altitud de cuarenta y cinco pies, ostentaba una rica ornamentación compuesta por columnas corintias, techos pintados de exquisita elaboración y amplios ventanales. El trono del monarca se encontraba situado en la pared norte de la estancia, enmarcado por un arco de piedra meticulosamente elaborado. Tras el trono, se desplegaba una galería donde la orquesta se ubicaba durante las ceremonias y los suntuosos banquetes.
El suelo de tan distinguido salón estaba embellecido con mosaicos de mármol dispuestos en patrones geométricos, mientras que la sala se veía iluminada por majestuosos candelabros de cristal que pendían del techo. El Salón del Trono, una de las estancias más preeminentes del Palacio de Whitehall, se reservaba para llevar a cabo ceremonias oficiales y espléndidos banquetes reales.
Durante el reinado de Su Majestad, el Rey Carlos I, la Iglesia de Inglaterra mantenía su carácter reformado, aunque se experimentaba cierta tensión entre las facciones más conservadoras y los puritanos, quienes anhelaban una purificación más profunda de la iglesia. La liturgia se fundamentaba en el Libro de Oración Común, el cual fue sometido a revisión por la autoridad real en el año 1629, con el propósito de adecuarlo a las tradiciones anglicanas.
Aunque la iglesia no alcanzaba la rigidez observada en algunos países católicos de la época, la herejía constituía una inquietud de considerable magnitud. La pena por herejía en Inglaterra consistía en la ejecución mediante la hoguera, aunque, en la práctica, esto acontecía raras veces. Los días dominicales y festivos veían llenas las iglesias con devotos que participaban en los servicios religiosos y atendían a los sermones pronunciados por el clero. Además de su función espiritual, la iglesia desempeñaba un papel destacado en la vida social, siendo las ceremonias de bodas, bautizos y funerales momentos en los que toda la comunidad se congregaba en el recinto sagrado.
Inglaterra comenzaba a trazar un nuevo rumbo, experimentando ciertos cambios significativos en el reinado del monarca Carlos I y su consorte, Enriqueta María de Francia. Los rumores se difundían como pólvora, "La verdadera gobernanta de Inglaterra es la mano". Al Rey mismo no le preocupaban esos murmullos, verídicos por cierto, y se enorgullecía de que la nación estuviera en manos competentes, las de un padre. Mientras el monarca recorría castillo tras castillo, llevando una vida apacible y disfrutando de las ventajas de su cargo, no se detenía por mucho tiempo en un mismo lugar, aprovechando a sus súbditos.
Con el aumento de la familia real, el futuro se presentaba prometedor, asegurando la continuidad de otro Rey del mismo linaje. Sin embargo, otros rumores menos agradables llegaron a oídos de la mano. Se gestaba un nuevo reinado dentro de Inglaterra, ¿acaso otro aspirante al trono? La estirpe de los Ravenscroft, olvidada con el paso del tiempo desde 1425, había resurgido en las sombras con un descendiente lejano dispuesto a seguir su legado.
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · England: Northampton. 1634.
Bajo el recién reinado de un tirano en busca del trono de Inglaterra, la idílica Northampton se veía envuelta en un aura de opresión y temor. Ávido de poder, había extendido su influencia sobre la ciudad y sus habitantes, imponiendo su autoridad de manera despiadada. Las calles antes bulliciosas de Northampton ahora estaban sumidas en un silencio forzado. Las casas de entramado de madera se veían oscurecidas, la población caminaba con cautela, sus miradas temerosas evitando cualquier indicio de desobediencia. El mercado local, una vez lleno de vida, ahora estaba controlado por agentes que supervisaban cada transacción.
La iglesia parroquial, antes un símbolo de unidad, ahora era utilizada para difundir la propaganda del Lord Mortimer Ravenscroft, y las celebraciones religiosas se realizaban bajo la mirada vigilante de sus secuaces. La educación estaba restringida, con la información cuidadosamente filtrada para servir a los intereses del Lord y mantener a la población en un estado de sumisión.
En las afueras de la ciudad, los campos agrícolas eran explotados para financiar la maquinaria de guerra del tirano. Los campesinos vivían bajo el yugo de tributos excesivos, mientras que la sombra se cernía sobre ellos constantemente. La resistencia, aunque susurrada en voz baja, era castigada con severidad. Northampton, en este oscuro reinado, se encontraba bajo el control tiránico, con sus habitantes luchando por preservar la esperanza en medio de la opresión.
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · England: 1634.
Northampton se estaba transformando en una tercera Inglaterra bajo el gobierno de Mortimer Ravenscroft. Incluso se programó como nuevo Rey, lo cual plantearía un gran problema, ya que había muchos conflictos y la posibilidad de uno más grave. Mientras tanto, en el majestuoso salón del palacio real, el Rey Carlos I se sentó en su trono con gesto preocupado, mientras Lord Nathius se acercaba con reverencia.
— Lord Nathius, estoy inquieto por los acontecimientos en Northampton. Mortimer Ravenscroft parece estar llevando las cosas demasiado lejos al proclamarse como el nuevo Rey. Esto podría desencadenar un conflicto que no podemos permitirnos. —
— Mi Rey, comparto sus preocupaciones. La lealtad del pueblo es frágil, y un cambio tan drástico podría sumirnos en la anarquía. Pero también sabemos que las tensiones existentes no pueden ser ignoradas. — Dijo Padre, sabiendo que la situación empeoraría pero intentando calmar al Rey.
— Entiendo la tensión, pero permitir que Northampton se convierta en una tercera Inglaterra bajo el mando de Ravenscroft solo traerá más caos. ¿Qué sugieres que hagamos para resolver esta situación? —
— Podríamos enviar emisarios para negociar con Ravenscroft, tratar de encontrar un terreno común. Además, podríamos fortalecer nuestras alianzas con otras regiones para asegurarnos de tener apoyo si la situación empeora. —
— Buena sugerencia, Lord Nathius. La diplomacia es crucial en estos tiempos difíciles. Envía a nuestros emisarios con la oferta de diálogo y, al mismo tiempo, refuerza nuestras alianzas estratégicas. No podemos permitir que Northampton se deslice hacia la rebelión sin explorar todas las posibilidades de resolución pacífica. —
— Entendido, mi Rey. Haré que se pongan en marcha de inmediato. —
Se despacharon varios emisarios a caballo en búsqueda de alguna tregua por el bien del país. Mas a aquellos mensajeros se les cercenó la cabeza, con ello augurando una nueva contienda. La cual no se buscó; el linaje Ravenscroft resurgió para gobernar. La inquietud del Rey Carlos I se intensificó al llegar los corceles sin jinete alguno.
— En tales circunstancias, llamaría de inmediato a Lady Nathius; lamentablemente, no se encuentra aquí en estos precisos momentos. ¿Me recomendáis a alguien para solucionarlo? — Inquirió el Rey al Padre en una estancia privada para asuntos importantes, sin que nadie los escuchara.
— He de ser honesto con vos, majestad. No tengo a nadie disponible, pero… me dispongo a poner fin a esta pre-guerra personalmente. — Aquellas palabras alertaron al Rey.
— No puedo permitir que vaya mi mano y se arriesgue. — Padre reflexionó sobre cómo resolver la situación sin ponerse a sí mismo en peligro. — Tengo en mente algo, pero tendrán una condición. Le dije que no tengo a nadie disponible, pero no es cierto. Sí hay alguien para ayudar: mi cuñada Akrattma. . . Ya sabe que ella gobierna "La otra Inglaterra", ¿Cierto? Si aceptara colaborar en estos asuntos, buscará independizar su reino. —
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟐
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · The Other England: Essex. 1634.
Essex se había convertido en el blanco de atención debido a los movimientos recientes. La tía Akrattma anhelaba recobrar el poder del pasado en cuestión de meses. Tomó con serenidad sus órdenes: reclutar una nueva Guardia Real a su disposición y cambiar la bandera con un nuevo símbolo en lo alto. "Renacer de nuestras propias cenizas como el ave fénix" se respetaría a toda costa, incluso la bandera del Reino Unido.
— Esta vez debo formar mi propio ejército sin depender de los mortales — hablé con mi otra tía Aiidara, quien estaba de paso por un asunto importante. Mientras tanto, escuchaba desde la recámara a los primos Asvion y Akrenor, junto a Akratta. Pasamos de tener el castillo en absoluto silencio a numerosos movimientos: pisadas fuertes, alborotos, y fiestas nocturnas de celebración por el retorno al reino.
— Dado que estáis reviviendo los dominios como antaño, tengo una propuesta: traer a Synthan aquí y ayudaros a repoblar, mejorando los ejércitos con mis hombres. —
Los cambios radicales que se llevarían a cabo eran principalmente los siguientes: recrear una réplica exacta del Castillo Bloodstone, o mejor dicho, elevar lo que una vez fue a la creación de algo más colosal, integrando así parte de la ciudad Synthan en un solo emplazamiento. La fusión de ambos elementos daría vida a una fortaleza imponente a simple vista. La reconstrucción completa tendría como objetivo erigir una nueva ciudad próspera y poderosa, respaldada por un nuevo gobierno que ostentaría un triple trono. Akratta, Aiidara, y Madre liderarían, mientras Athyrom, tras su regreso de tantos años en alta mar, se encargaría del ejército y la protección.
Los primos y la prima serían oficialmente investidos como príncipes y princesa, estableciendo así una jerarquía real. A pesar de que Padre ya tenía suficiente trabajo siendo la mano del Rey en Inglaterra, a mí no me interesaba obtener títulos. Sin embargo, debido a mi mal humor, me designarían como otra princesa.
Viajar a caballo desde Chelmsford hasta Londres podría llevar entre 6 y 8 horas, dependiendo de las condiciones del camino, el clima y la velocidad del caballo. Los viajes eran desafiantes, y la duración podía variar considerablemente, pero estábamos más cerca en caso de necesitar cambiar nuestro rumbo de un lugar a otro.
El recién construido castillo, de dimensiones colosales, rivalizaba con la magnitud de una montaña y se erigía a una altura que proporcionaba un escenario majestuoso para la ciudad circundante. Imponentes murallas de cincuenta metros de altura se incorporaron, alzándose para crear en su centro una plaza principal. Desde esta plaza, una serie de escaleras de piedra, elegantes y alargadas, conducían directamente a una puerta colosal. En el corazón de la plaza, se erigió una majestuosa fuente.
En cuanto al castillo en sí, ostentaba alrededor de quince torres, con la más alta destacando majestuosamente y vinculada a dos en cada flanco. La imponente arquitectura del castillo tenía el poder de erizar los cabellos de cualquier observador que contemplara su diseño.
Detrás de las robustas murallas, surgían partes de importancia vital. Una esbelta iglesia, coronada por una torre alargada, se alzaba con elegancia. Numerosos hogares ocupaban su lugar, otorgando privilegios a la guardia Real y estableciéndose en cercanía al imponente castillo. Una vez dentro de sus muros, la arquitectura del castillo recordaba a una catedral gótica, imbuida de majestuosidad y esplendor.
Establecernos aquí equivaldría a iniciar el Reino, otorgándonos un lugar destacado, como si fuéramos otra realeza. La tía Akrattma se empeñó en que nuestro apellido, al ser pronunciado por mortales, resonara con imponencia. Permanecer aquí también implicaba prolongar nuestra estancia para llevar a cabo acciones trascendentales en el país y forjar alianzas imprescindibles. Los inconvenientes surgieron seis meses después de culminar las construcciones del nuevo muro, con extensiones de tierra adicionales destinadas a albergar nuevos hogares para aquellos que optaron por quedarse y repoblar el condado de Essex.
En el majestuoso salón del castillo, celebróse la crucial reunión entre el Rey Carlos I y la tía Akrattma. Los candelabros alumbraban la estancia, proyectando sombras danzantes en las paredes engalanadas con tapices antiguos. La atmósfera se saturaba de tensión y conspiración.
Sentados cara a cara en una mesa de roble tallado, el Rey Carlos I, con su corona reluciente, Akrattma, ataviada con un traje oscuro que reflejaba su poder, intercambiaban miradas que comunicaban más que las palabras venideras.
— Akrattma, noble soberana de "La otra Inglaterra", agradezco su disposición a recibirme en estos tiempos tumultuosos. Como bien sabéis, Mortimer Ravenscroft ha proclamado un tercer reinado en Northampton, sembrando la discordia y la tiranía. Busco su apoyo para deshacernos de esta amenaza y restaurar la paz en nuestra tierra — Pronunció el Rey Carlos I con un tono serio.
Mi tía asintió con calma, evaluando la propuesta con astucia. — Comprendo la gravedad de la situación, Rey Carlos I. Sin embargo, para que mi reino se involucre en este conflicto, necesitaré garantías de que, una vez restaurado el orden, "La otra Inglaterra" obtendrá la independencia que buscamos. —
Padre, el estratega en la sombra, intervino sutil. — Mi cuñada tiene razón, majestad. La colaboración con "La otra Inglaterra" requiere un pacto claro. Estamos dispuestos a ayudar, pero necesitamos asegurarnos de que nuestros esfuerzos no sean en vano. —
El Rey Carlos I reflexionó unos instantes y luego, con decisión, dijo: — Acepto vuestro pedido. Si juntos logramos derrocar al linaje Ravenscroft y restablecer la paz, garantizo la independencia de "La otra Inglaterra". Además, mi reino estará en deuda con vos, Reina Akrattma, y siempre se recordará esta alianza. —
Ella sonrió, aceptando el trato. — Entonces, unamos nuestras fuerzas. La tiranía de la "Tercera Inglaterra" será rechazada, y en su lugar, florecerá un nuevo capítulo para ambas naciones. —
Con un gesto ceremonioso, sellaron la alianza con un apretón de manos, marcando el inicio de una colaboración estratégica entre Inglaterra y "La otra Inglaterra" para enfrentar la amenaza común que representaba Mortimer Ravenscroft y su régimen tiránico.
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟑
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · The Other England: Near Essex. 1634.
Los tambores de guerra resonaban en el horizonte mientras los ejércitos de Tercera Inglaterra y "La Otra Inglaterra" se alineaban en campos de batalla sangrientos. La tensión en el aire era palpable, y el sonido de las espadas desenvainándose se mezclaba con los gritos de los soldados ansiosos por la contienda. Bajo el estandarte de Mortimer Ravenscroft, avanzaba con ferocidad, liderada por comandantes sedientos de poder. Enfrente, Akrattma dirigía las tropas con determinación, su mirada fría reflejando la serenidad calculada de quien enfrenta la guerra con estrategia milimétrica.
La batalla empezó con el rugido de cañones y el choque de acero contra acero. Los gritos desgarradores de los soldados heridos resonaban en el campo de batalla, creando una sinfonía de horror. La sangre teñía la tierra y las banderas de ambas Inglaterras, mientras la guerra se desataba con una furia despiadada. Las escenas gore eran tan impactantes como crueles. Espadas cortaban carne y hueso, flechas perforaban el aire y cuerpos se desplomaban en un ballet macabro. La artillería dejaba cráteres en el suelo, esparciendo fragmentos de cuerpos y tierra por doquier.
La tía Akrattma, aunque desprovista de emociones propias, dirigía estratégicamente sus fuerzas, aprovechando cada ventaja táctica. La brutalidad de la guerra no afectaba su lógica impecable. En contraste, Mortimer Ravenscroft, obsesionado con el poder, enviaba oleadas tras oleadas de sus tropas sin considerar las pérdidas humanas. El campo de batalla se transformó en un escenario infernal, donde la vida y la muerte bailaban en una danza siniestra. Los ríos se tornaron rojos y el cielo se oscureció con humo y cenizas. La guerra no conocía límites, y cada bando luchaba con una ferocidad que eclipsaba cualquier atisbo de humanidad.
La ventaja del ejército de nuestro bando radicaría en que, sin percatarse, el otro bando se vería enfrentado con los mismos soldados, acompañados por la Guardia Real. Estos soldados, inmortales, tenían una única función: eliminar al objetivo. La guerra perduró durante varias noches consecutivas. A Mortimer Ravenscroft no le importaba perder soldados, siempre y cuando su reino siguiera en pie. Aunque el resto de los mortales no deseaba rendirse, no se percataban de la inmortalidad del enemigo, ya que seguían órdenes.
Esta vez, me sumergí plenamente en la batalla. Vestí un gris oscuro, guantes oscuros, escamas grises en las hombreras, y me apliqué pintura negra entre los ojos blancos antes de dirigirme hacia la zona de guerra. Sujeté con firmeza mi tridente, y nadie se atrevió a cuestionar mi salida hacia la zona. La estrategia era fácil de entender: el bando Ravenscroft lucharía hasta la muerte, sin descanso alguno. A pesar de su gran resistencia, perderían fuerzas con el paso de las horas y caerían debido al cansancio.
Aiidara también se unió con su parte del ejército, compuesto por vikingos y soldados bien entrenados por ella misma, una combinación perfecta para diferentes campos en circunstancias particulares. Mi madre llegó al día siguiente, contribuyendo con más soldados y miembros de la Guardia Real. Mortimer Ravenscroft no dejaba de dar órdenes para que hubiera más fuerzas de su parte. Obsesionado con obtener su propia Inglaterra a su semejanza, no estaba dispuesto a rendirse.
Tres Inglaterras convergían en un solo campo de batalla. Incluso el Rey Carlos I envió refuerzos al tomar un rumbo diferente y sorprender a los enemigos desde la retaguardia, en el momento en que menos esperaban su presencia. Mientras utilizaba velocidad instantánea para dirigirme hacia la zona, observé cómo los Inmortales desempeñaban su papel al simular sus propias muertes, engañando a los rivales para sorprenderlos cuando se levantaran de nuevo.
En el instante en que detuve mi avance, me vi obligada a esquivar de manera hábil al girar mi cabeza hacia un costado, enfrentando el embate de un soldado que blandía con vigor una imponente espada en dirección a mi cuello. Con mi tridente, intercepté con destreza la hoja, y en cuestión de segundos, ejecuté un giro letal, separando con la lanza la cabeza de mi agresor. Mi mirada buscó insistentemente a Mortimer Ravenscroft, sin embargo, su presencia brillaba por su ausencia. Supuse que se hallaba cómodamente resguardado en algún rincón, lejos de los peligros mortales que yo enfrentaba, dictando órdenes imperturbable. Mi objetivo primordial no residía en aniquilar a sus hombres, de ahí que optara por esquivar con maestría los ataques, valiéndome de giros y evasiones ágiles, combinadas con volteretas que desafiaban la gravedad.
Un nuevo oponente me busca en cuanto se pone delante, sujetando otra espada de gran tamaño. Nuestros ojos se encuentran, y el silencio tenso predice la tormenta que se avecina. En un destello, la espada se alza en un arco feroz, buscando cortar el aire y dividir mi defensa. Mi tridente responde con elegancia, desviando con destreza el ataque entrante. El metal choca, vibrando con la energía de dos fuerzas igualmente decididas.
Me lanzo hacia adelante, aprovechando la ventaja de mi alcance. El tridente danza en el aire, trazando líneas de defensa y ataque con movimientos calculados. La espada, sin embargo, es un torrente de golpes poderosos. Esquivo con agilidad, sintiendo el viento de los cortes cercanos, la sangre salió disparada con aquellos roces sin importarme.
En un giro rápido, mi tridente se enreda con la hoja de la espada, buscando desarmar a mi oponente. La fuerza equilibrada entre ambos crea una coreografía caótica de destellos metálicos. La espada intenta liberarse, pero mi tridente sostiene su posición con tenacidad. Aprovechando el momento, con un rápido movimiento, deslizo el tridente hacia abajo, desarmándolo con un giro preciso. La espada cae a la arena, y con un giro con el tridente le atravieso el estomago dejando caer su cuerpo en cuanto intento parar el grueso corte.
— Ya me hartaron — Expresé en voz baja para mí misma, mientras comenzaba a dar giros con el tridente, levantando tierra y utilizando mi velocidad instantánea para dirigirme hacia la posición de Mortimer Ravenscroft. Donde estuviese oculto ahora sería mi único objetivo, sin más distracción. Me desplacé por toda la zona y los terrenos cercanos, percatándome de que un gran número de soldados provenían por parte del Rey Carlos I. Frené en seco a unos metros en mitad de un camino de tierra, observando cómo llegaban a caballo y otro grupo a pie.
— Lady Nathius. . . — Dijo uno de los generales, deteniéndose mientras el resto continuaba hacia adelante. — Un honor volverla a ver. Tenemos órdenes de ayudar a la otra Inglaterra. — Asentí levemente. — Mi tía os espera, general. Me encargaré personalmente de la cabeza del Rey Ravenscroft. — Sus ojos se abrieron por mis palabras, pero se formó una sonrisa en sus labios sin decir nada más, mientras tomaba de nuevo rumbo hacia otra dirección.
Mortimer Ravenscroft estaba escondido como una maldita rata en una pequeña fortaleza en Harlow. Los habitantes de Harlow llevaban un estilo de vida típico de la época, con casas de arquitectura tradicional y una comunidad estrechamente ligada a las actividades rurales. La vida cotidiana se desarrollaba en un entorno que reflejaba la simplicidad y las costumbres arraigadas. La influencia de la monarquía y la iglesia se manifestaba en la vida de la población, con eventos sociales y festividades, junto al comercio local que se centraba en productos agrícolas y artesanales, contribuyendo al sustento de la comunidad. Parecía otro lugar condenado a seguir los mismos pasos de Northampton, y no iba a permitir semejante acto.
La fortaleza no era de gran tamaño, sino más bien un castillo abandonado y semidestruido por alguna guerra pasada. En ese momento, tales detalles resultaban irrelevantes; los soldados resguardaban los alrededores, mientras que un considerable número ocupaba el interior para asegurar que nadie ingresara sin ser detectado. Mi única tarea consistía en eliminar a los dos individuos clave que custodiaban el portón. En esta ocasión, no era necesario causar bajas mortales; bastaba con dejarlos inconscientes en el suelo. Mis siguientes movimientos implicaban correr a gran velocidad y golpear sus nuca con la lanza del tridente.
Desaté una gigantesca onda hacia el portón, provocando un estruendo desagradable que distraería a aquellos más cercanos. Aprovechando mi velocidad instantánea, me dirigí directamente hacia Mortimer Ravenscroft, quien, ante la situación, se sobresaltó en cuestión de segundos, sin esperar enfrentarse a nadie en su propia fortaleza. Con hábiles giros de la lanza, arrojé a varios de sus secuaces contra las paredes de piedra, dejando el camino libre sin ninguna interferencia.
— Le pido clemencia por mi vida. . . — Inclinó la cabeza, concediéndole unos segundos adicionales.
— Por supuesto. . . — Utilicé el tridente como lanza apuntando directamente a su tráquea. Acto seguido, me dirigí velozmente para arrancarle la cabeza de cuajo con mis garras. Salí de la fortaleza, exhibiendo su cabeza, logrando así paralizar los movimientos de la guardia. Al menos en esa zona, no habría más enfrentamientos. Retomé mi camino de regreso hacia Essex.
No me contuve al presentarme como un trueno, rompiendo el sonido a mi alrededor en el preciso instante en que aterricé de un largo salto, deteniendo la guerra al alzar la cabeza ante el Rey Ravenscroft. Con una mirada fulminante, observé a aquellos que habían detenido sus ataques al bando contrario; la noticia de la muerte del último del linaje Ravenscroft se extendió como la pólvora. La contienda se detuvo al cabo de varios minutos, aunque parecían eternos, pero finalmente se logró. Para evitar futuros conflictos, mi tía Akrattma les ofreció la posibilidad de unirse al nuevo Reino, aprovechando sus habilidades como escuderos, parte de la guardia real y un ejército bien entrenado. Trabajo, nuevos hogares y un propósito noble sin tiranía de por medio.
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟒
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · England: 1634.
En los suntuosos salones del palacio de St. James, el Rey Carlos I y mi tía Akrattma se hallaban inmersos en una conversación trascendental. Los murmullos de la corte reverberaban en las paredes mientras los dos monarcas debatían los términos de la independencia de la Segunda Inglaterra.
Con un aire de resolución, ella expresó con elegancia y firmeza — Con el ocaso del linaje Ravenscroft, espero que el pacto previamente acordado se materialice. A cambio y en aras del beneficio mutuo para Inglaterra, forjaremos una Alianza que propicie mayor unidad, más allá de la mera independencia —
El Rey Carlos I, hábil en diplomacia, prosiguió — He de cumplir con mi parte del acuerdo, como dictan los lazos que ya se forjaron entre nosotros en años pasados. Sé que la creación de esta Alianza redundará en el bienestar de ambas Inglaterras, tanto en nuestro presente como en nuestro futuro — Ambos soberanos se encaminaron hacia los balcones del palacio, donde la multitud se congregaba ansiosa. Ante la imponente audiencia, el Rey Carlos I proclamó con voz resonante — Hoy, en presencia de los dioses y del pueblo, sois testigos de este momento histórico. Concedemos la independencia a la Segunda Inglaterra, pero establecemos una vital Alianza entre naciones hermanas. Que este pacto sea eterno y fructífero —.
La multitud estalló en vítores y celebraciones mientras la Segunda Inglaterra se liberaba de las ataduras de "La tercera Inglaterra". El linaje Nathius y la familia real del Rey Carlos I sellaban un destino conjunto, marcando así un capítulo significativo en la historia de ambas tierras.
Sin conflictos bélicos, excepto los Conflictos Religiosos: Las tensiones de índole religiosa resultaban prominentes entre anglicanos y puritanos. Cada Inglaterra se concentraría en sus propios asuntos. Ahora, la segunda Inglaterra, oficialmente nombrada y proclamada con su independencia, atrajo la atención debido a su pasado y a la manera en que se erigió. Aun así, el foco de atención permanecería en Inglaterra, siempre vigilante ante otras potencias europeas que podrían intentar conquistarla en cualquier momento, lo que requeriría activar su Alianza, la cual estaría disponible según lo dispuesto en el tratado.
Por otro lado, me ofrecieron regresar para continuar con la protección del Rey; me extrañaban allá, aunque mi mera presencia resultara intimidante. Aún no tenía muy clara mi decisión, ya que no me importaba dónde estaría esta vez. Ahora, con ambas Inglaterras como hermanas, podría moverme por todas partes sin problemas. Con tres reinas en el poder, el pequeño país prosperaba a un nivel superior. Se mejoraron las murallas que rodeaban el anterior condado de Essex, se restauraron los antiguos castillos abandonados para otros gobernantes, y la jerarquía se asemejaba mucho a la mortal.
Tras la independencia de la segunda Inglaterra y ahora hermana de Inglaterra, el Rey Carlos I nos invitó a celebrar como una sola realeza, honrando nuestros lazos de años anteriores. Aunque aún me proponían quedarme, no lo tenía decidido por ahora en dónde establecerme.
Fui distinguida con la invitación del Rey Carlos I para participar en una majestuosa caza real, una celebración de la realeza destinada a estrechar los lazos entre las naciones. Mientras la brisa fresca agitaba las hojas de los altos robles, me encaminé hacia el lugar de encuentro, ondeando estandartes reales que anunciaban la grandiosidad del evento. La corte real bullía con actividad febril. Caballeros y damas lucían trajes exquisitos, con bordados y detalles que resaltaban la opulencia y el refinado gusto de la época. Mis botas resonaban en el empedrado mientras avanzaba hacia el rey, quien con un gesto amistoso me dio la bienvenida a esta empresa real.
La ceremonia de inicio fue un espectáculo en sí misma. Un capellán bendijo la caza, invocando la protección divina para los participantes y la prosperidad del reino. Las trompetas resonaron en el aire, marcando el comienzo de nuestra jornada de caza. Los preparativos para la caza fueron meticulosos. Los perros de caza, vigorosos y bien entrenados, aguardaban ansiosos a que se les soltara. Los halconeros preparaban majestuosos halcones, emblemas de la nobleza y la destreza en la caza de aves.
El territorio de caza elegido abarcaba un extenso bosque, donde la diversidad de presas auguraba una jornada emocionante. A la zaga del monarca y los demás nobles, avanzamos con arcos y ballestas en mano, listos para desafiar a la naturaleza y demostrar nuestra destreza en el arte de la caza. La cacería se desenvolvía como una danza armoniosa entre la naturaleza y la nobleza. Los canes rastreaban, los halcones se lanzaban a los cielos, y nosotros, a lomos de corceles, nos desplazábamos con gracia por el bosque.
La emoción al divisar una presa y la precisión de nuestras flechas creaban un vórtice de adrenalina y satisfacción. Sin embargo, yo necesitaba cazar a mi manera. Descendí del corcel de inmediato y me dirigí hacia la profundidad del bosque, buscando alguna presa. Percibí la presencia de jabalíes, ciervos, liebres, conejos y zorros. Los lobos eran cazados para proteger al ganado y a las comunidades. En este bosque, solo había un gigantesco oso de pelaje oscuro, al cual muy pocos cazadores se atrevían a enfrentar debido a su extrema agilidad.
Quiso atacarme en cuanto se colocó a mis espaldas, pero en un rápido giro, clavé las garras desde su estómago hasta la mandíbula. La sangre me salpicó gran parte del rostro cuando cayó al suelo con fuerza. Me limpié en una cascada cercana. Al concluir el día, el éxito de la cacería se conmemoraba con un banquete exquisito. Las mesas estaban colmadas de manjares, la música impregnaba el aire mientras brindábamos por la camaradería y la grandeza de la realeza.
— ¿Ya ha decidido la Dama del Rey dónde permanecerá? — Inquirió el Rey, curioso por mis pensamientos tras los recientes cambios. Temía que me retirara de la corte, pero la verdad es que aún no lo tenía decidido. Pues con la independencia buscaba una alianza formada, pocos conflictos; no tenía una misión concreta para quedarme. No dije nada, solo negué levemente. El Rey comprendió por qué no lo tenía tan claro, no me presionó más, pero sí le interesaba que me mantuviera a su lado. — Solo tengo en mente permanecer por un largo tiempo en el viejo castillo. En caso de alguna guerra, no debe preocuparse, Majestad; regresaría de inmediato. — Aquellas palabras le agradaron mucho, en reconocimiento de que me quedaría allí todo el tiempo que quisiera.
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · Second England: Bloodstone Castle. 1634.
El antiguo Castillo de Bloodstone, desprovisto de vigilancia y con nadie que velara por su estado, lo reclamé para mi exclusivo uso, liberándome de las tareas cotidianas. En algunas ocasiones, la idea de emprender un extenso viaje a tierras extranjeras se cruzó por mi mente, ansiosa por explorar más allá de los confines de Inglaterra.
Dirigí los restos de la Hydra hacia las mazmorras, iniciando la tarea de restaurar secciones del castillo que habían sido descuidadas por mucho tiempo. Incrementé su tamaño, transformé los terrenos circundantes en exuberantes praderas libres de vestigios de guerras pasadas y mejoré la estética general. La soledad del lugar me brindaba el entorno propicio para la reflexión, lejos de las interrupciones triviales.
Días después, Avice me visitó. Como Doncella Real, tenía el privilegio de ausentarse para atender asuntos personales y retornar sin contratiempos. El acceso al castillo se había reconstruido con piedras oscuras, creando varios senderos que conectaban con lugares de importancia.
— Vengo como amiga para preguntaros. . . ¿Ha decidido quedarse o volver? — Inquirió Avice.
Al sostener mi tridente y envuelta en un oscuro abrigo con pelaje blanco alrededor del cuello, dejé claro mi respuesta.
— Me embarcaré en mi propio viaje, pero no os preocupéis, tengo la intención de regresar, aunque no en este preciso momento. —
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟓
"Skogen hvisker historier som vinden bærer med seg."
<< El bosque susurra historias que el viento lleva consigo. >>
Dinamarca se hallaba bajo el cetro de Cristián IV, monarca danés que ascendió al trono en el año 1588. Este soberano, ostentando la corona de Dinamarca y Noruega, desempeñó con maestría los roles de jefe de Estado y líder político y militar. Su legado resplandece por los esfuerzos desplegados en la modernización y fortalecimiento del reino, participando activamente en contiendas tales como la Guerra de los Treinta Años.
En lo que respecta a los mortales en Noruega, la sociedad se cimentaba mayormente en la actividad agrícola, hallando su sustento en la pesca y la labranza. Las comunidades se componían de granjas dispersas, y la cotidianidad se veía fuertemente influenciada por las estaciones y las condiciones climáticas.
Los habitantes se entregaban a la pesca y la caza en su búsqueda de sustento, complementando así la labor agrícola. Las urbes, de dimensiones reducidas, se centraban principalmente en el comercio. Las viviendas, construidas con madera y cubiertas por techos de paja, conferían a la vida un matiz de rigurosidad, moldeada por las inclemencias climáticas.
Sobre las ciudades de Noruega, eran como joyas esparcidas en el vasto tapiz de la historia. Oslo, que respondía al antiguo nombre de Christiania, se alzaba con modestia como la capital del Reino de Dinamarca y Noruega. Aunque no rivalizaba en magnificencia con las capitales europeas de la época, su presencia era vital, tejida con importancia estratégica y política que resonaba en los corredores del poder.
En las costas, Bergen desplegaba sus encantos como una ciudad portuaria, danzando al ritmo del comercio marítimo que fluía por sus muelles. Su puerto, un escenario de actividad ferviente, la destacaba como un importante centro comercial, donde las mercancías se entrelazaban como las olas en la bahía.
Entre colinas y leyendas, Trondheim se alzaba con una importancia impregnada de historia y espiritualidad. Albergando la venerada Catedral de Nidaros, la ciudad se convertía en un faro de devoción, atrayendo peregrinos en busca de significado en los pliegues de su arquitectura sagrada.
Estas ciudades, más modestas en tamaño en comparación con sus contrapartes europeas, no obstante, tejían un tapiz único. Eran los centros donde el comercio encontraba su hogar, donde la administración trazaba sus límites y donde la cultura se expresaba en callejones adoquinados y plazas empedradas. Aunque menos densamente pobladas que algunas de sus contrapartes continentales, estas ciudades noruegas resonaban con la vitalidad propia de un capítulo singular en la historia del norte europeo.
Kingdom of Denmark And Norway: Near the mountains of Galdhøpiggen · 1635.
— Me llamo Anmira, pertenezco al linaje Nathius y estas páginas son parte de mi historia — Me he criado entre la Inexistencia y países fríos, con constantes viajes junto a mi Padre y madre, los cuales les encantaba tomar rumbos a cualquier horizonte posible, buscaban un lugar apropiado para los tres y crear un futuro. Sabíamos que parte de la familia estaba prosperando en Inglaterra, aunque pasamos de largo de vez en cuando, la misión no era quedarnos, nuestro recién recorrido a caballo era cerca de las montañas de Galdhøpiggen.
Nos quedamos en Noruega por el ambiente, nos gustó no llamar la atención por varios años, y hablando de años, tendría en edad mortal quince años, sin tiempo en la Inexistencia no se añadiría en una edad fija. El abuelo Akritiom me enseñaba en varias ocasiones a ser una gran Creadora, una sin naturaleza por el momento, no lo tenía despertado, aún me quedaba aprendizaje, siendo hija del Apocalipsis y del Espacio-Tiempo, algo saldría de ahí. Construimos una cabaña no muy lejos del pueblo de Bøverkinnhalsen.
Padre tuvo una pequeña obsesión por alejarse de las ciudades grandes, y a madre no le disgustó la idea, quizás confiaba en sus instintos como de costumbre, pero a mí me asaltaban preguntas. "¿Por qué? ¿Sucedería algo en las ciudades que estamos evitando presenciar?" Lo más difícil era adaptarse a nuevos hogares, temporales, pero eran hogares recién encontrados, y justo cuando te acomodas, nuevamente hay que partir por alguna situación extraña.
En las remotas tierras noruegas, donde los imponentes fiordos se entrelazaban con densos bosques, existía un rincón donde el pasado pagano se resistía a desvanecerse completamente. En un pequeño valle apartado, lejos de las miradas escrutadoras de la Iglesia Luterana, se encontraba una comunidad que, en secreto, continuaba practicando las antiguas creencias nórdicas.
A la sombra de altos pinos, un círculo de hombres y mujeres se reunía alrededor de una antigua piedra rúnica. Vestían túnicas tejidas a mano, decoradas con símbolos ancestrales. A la luz tenue de las antorchas, sus rostros reflejaban un respeto reverencial hacia las tradiciones que sus antepasados les habían legado. En el centro del círculo, un anciano con barba plateada se alzó, sosteniendo un cuerno tallado. Con voz profunda, comenzó a entonar cantos antiguos dedicados a los dioses olvidados. Las llamas parpadeaban, iluminando un altar rudimentario adornado con ofrendas de frutas y hierbas.
Las figuras se movían con gracia, realizando danzas circulares que recordaban los rituales de antaño. Invocaban a los dioses de la naturaleza, agradeciéndoles por la fertilidad de la tierra y la prosperidad de su pequeña comunidad. La conexión con la tierra y los elementos fluía en cada gesto, como si estuvieran tejiendo un vínculo entre el pasado y el presente.
A medida que la ceremonia avanzaba, se percibía una mezcla única de temor y devoción en los rostros de los participantes. Era un acto clandestino, una resistencia contra la corriente del tiempo que amenazaba con borrar sus creencias. Sabían que debían proteger esta llama sagrada, incluso mientras las sombras de la Iglesia Luterana se extendían por el reino. Aunque el cristianismo se afianzaba, en ese rincón escondido de Noruega, los ecos de la antigua religión persistían en sus cantos, en el crujir de las ramas bajo los pies y en el latir del corazón de aquellos que, con valentía, abrazaban la esencia de sus raíces ancestrales.
El tío Askirom nos visitaba de cuando en cuando, mas no se demoraba largas estancias. Gustaba de desplazarse incansablemente, de aquí para allá, sin pausa alguna. En privado, sostenía extensas conversaciones con mi padre sobre algún tópico que, por precaución, nunca revelaban ante mí. Reuniendo valor, inquirí, — ¿Puedo conocer la razón de tan frecuentes travesías? ¿De qué o de quién nos distanciamos? — Mi padre giró su rostro con una mirada grave y respondió, — Es mejor no ahondar en el tema; lo hacemos por tu resguardo. Por ahora, solo debes saber eso —. No me satisfizo la respuesta; ocultaban algún asunto grave, y era menester que lo tuviera presente.
Aunque la era vikinga ya había concluido, existirian pequeños pueblos y grupos podían mantener ciertas tradiciones o mitos en forma de folklore o rituales locales. Desde finales del siglo VIII hasta principios del siglo XI. Durante este período, los Vikingos, procedentes principalmente de Dinamarca, Noruega y Suecia, realizaron incursiones y exploraciones en varias partes de Europa, Asia y África.
Hasta 1634, Dinamarca y Noruega ya habían experimentado un cambio significativo en sus actividades y enfoques, y la sociedad vikinga había evolucionado hacia estructuras más centralizadas y estables. Las incursiones Vikingas habían disminuido, y estas regiones estaban más enfocadas en otras actividades políticas y comerciales.
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟔
Kingdom of Denmark And Norway: Near the mountains of Galdhøpiggen · 1635.
— Tendremos que ocultarnos entre los mortales, como lo hace el resto del Linaje —
— ¿No deberíamos revelarle la verdad, para que tenga sentido el disfraz? — Madre y Padre conversaban en voz baja, pero sus palabras resonaban con claridad. Mientras permanecía fuera de la cabaña, observando el vacío, apenas había placer en el entorno. El lugar estaba sumido en un silencio abrumador y envuelto en un frío ambiente.
— Sabes que no debemos decirle nada. Si lo hacemos, solo se obsesionará. La estamos educando correctamente; revelarle la verdad solo desequilibraría su mente —
— Recoge tus pertenencias, nos marcharemos hoy de este lugar — Padre ya había tomado la decisión de abandonar la cabaña. La pregunta que surgía era: ¿Hacia dónde nos dirigiríamos esta vez?
Kingdom of Denmark And Norway: Oslo {Christiania} · 1635.
La ciudad, conocida como Christiania en honor al rey Christian IV de Dinamarca, fue renombrada en 1624. La elección de Christiania como capital reflejaba la importancia estratégica y política de la región, además de la conexión con la monarquía danesa, ya que Noruega y Dinamarca estaban en una unión personal bajo el reinado del Rey.
— ¿Está al tanto Alysur de nuestra llegada? — Preguntó padre a madre en mitad del camino, mientras nos dirigíamos hacia la capital de Oslo. ¿Alysur? ¿El tío Alysur estaba en estos lares?
— Está preparando un buen lugar mientras llegamos — Dijo madre, mostrando seguridad en sus palabras.
Las montañas verdes, con sus cimas nevadas, rodeaban el paisaje, formando una barrera natural que abrazaba a la ciudad. Sus picos se perdían en las nubes, testigos silentes de la grandeza de la naturaleza que envolvía la capital noruega. Al aproximarnos a las murallas, sus imponentes fortificaciones de piedra se alzaban como guardianes silenciosos de la ciudad. Las torres de los castillos se perfilaban contra el cielo, brindando seguridad en tiempos de incertidumbre.
Las calles empedradas conducían a plazas llenas de actividad, donde comerciantes y artesanos ofrecían sus mercancías. La arquitectura de la ciudad, con sus casas de madera adornadas con detalles tallados, contaba la historia de generaciones que habían dejado su huella en la capital noruega.
El Castillo de Akershus, cerca de Christiania, era una fortaleza imponente de piedra gris con torres altas y murallas impenetrables sobre el fiordo de Oslo. En su interior, el palacio renacentista del rey Christian IV exhibía elegancia con ventanales de vidrio coloreado, salones decorados con tapices y muebles labrados. Los salones de audiencias eran escenarios de decisiones políticas, mientras que el aposento del rey en la torre ofrecía vistas panorámicas. Los jardines, cuidadosamente diseñados, eran oasis de serenidad. El castillo no solo era defensivo, sino el epicentro de la vida cortesana y política, donde resonaban risas, decisiones y las historias de la Noruega.
La realeza en Noruega continuaba siendo un faro de tradición y esplendor, donde las antiguas costumbres se entrelazaban con los desafíos de la época. La corte real de Christian IV en Christiania {Oslo} reflejaba la riqueza cultural y la influencia danesa, pero también mantenía arraigadas tradiciones noruegas. En las festividades reales, la nobleza se congregaba en el Castillo de Akershus para celebrar eventos ceremoniosos.
Los banquetes eran espléndidos, con mesas adornadas con manjares exquisitos que reflejaban la abundancia de la tierra y el mar. La música de la corte resonaba en los salones, interpretada por talentosos músicos que evocaban tanto canciones tradicionales como melodías contemporáneas. Las audiencias reales se llevaban a cabo con pompa y circunstancia. El rey, ataviado con ropajes suntuosos, recibía a nobles y consejeros en salones ricamente decorados.
Aquí, las tradiciones de la consulta real se mantenían, aunque también se abrían paso nuevas formas de gobierno y administración. La familia real, en particular la reina Ana Catalina de Brandeburgo, desempeñaba un papel esencial en la vida de la corte. La reina, apegada a las tradiciones culturales y a su propio linaje, influía en la vida social y en la educación de los hijos reales. Su presencia en ceremonias religiosas y actos caritativos otorgaba un toque de gracia y bondad a la corte.
Las festividades tradicionales noruegas, como el Sankthansaften {Noche de San Juan}, se celebraban con entusiasmo. Hogueras iluminaban la noche, y la población se unía en danzas y canciones que conectaban con las raíces culturales del pueblo noruego. Noruega también experimentaba cambios. Las alianzas matrimoniales estratégicas continuaban siendo una práctica común, pero la influencia de otras cortes europeas comenzaba a teñir la vida en la corte. Las antiguas costumbres aún mantenían su prominencia.
— Un placer en veros de nuevo; vuestras estancias están preparadas. En la noche nos reuniremos con el Rey, quien actualmente se encuentra indispuesto — El tío Alysur parecía bastante adaptado, nos acompañó hasta una parte del castillo destinada exclusivamente para nosotros. La vida en la realeza danesa era opulenta y compleja. Christian IV, un monarca enérgico, lideraba con autoridad y participaba en eventos cruciales como la Guerra de los Treinta Años. La familia real, encabezada por la consorte Ana Catalina de Brandeburgo, desempeñaba un papel clave en la sociedad y la política de la corte. La nobleza y los consejeros reales ocupaban posiciones fundamentales, asesorando al rey en asuntos gubernamentales.
La corte real era el epicentro de la vida social y cultural, con eventos sofisticados y protocolos rigurosos. Los sirvientes y criados formaban una red esencial que atendía las necesidades diarias. La vida en la realeza se veía afectada por tensiones internacionales, y las alianzas matrimoniales eran estratégicas para la posición de Dinamarca en Europa. A pesar de la influencia danesa, surgían tensiones debido a las diferencias culturales y a las demandas impuestas por la corona. La relación entre los dos reinos estaba en constante evolución, y las decisiones de Christian IV tenían un impacto directo en la política y el destino de Noruega.
— Te ves diferente, sobrina, más desconfiada de lo habitual — Me habló mi tío en cuanto se encontró a unos centímetros de mi espalda. — Padre y madre me ocultan algo. . . He empezado a no confiar en nadie cuando hay secretos de por medio. . . — Dio varias vueltas a mi alrededor durante un largo minuto y paro en seco. — Si me prometes no decirlo, te contaré el secreto —
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟕
Kingdom of Denmark And Norway: Oslo {Christiania} · 1635.
— ¿Y por qué no me lo comunicaron con antelación? ¿Acaso creen que logrará alcanzar su propósito? — Mi tío Alysur me reveló la verdad; Arher se encontraba en el mismo planeta, actualmente en tierras de Inglaterra. Sin embargo, omitieron decirme que, si no lograba persuadir a mi tía Athysis para que se uniera a él y así aumentar su poder, yo sería la siguiente en su lista para formar una alianza.
Mi padre está indeciso acerca de detener sus movimientos, ya que, si su objetivo actual era ubicarme, resultaba demasiado poderoso, y solo un uno por ciento de nuestro linaje podría detenerlo. — Dudo que tu padre permita que Arher se acerque a ti. Probablemente te lo hayan ocultado para no causarte preocupación y para que te enfoques en asuntos más apremiantes. Ellos saben cuidar de ti. Continúa avanzando sin pensar demasiado en este asunto antes de que te obsesiones, algo que han evitado desde tu nacimiento —
El Rey Christian IV celebraba con entusiasmo, alzando su copa en un gesto de bienvenida. Mis pensamientos resonaban con las historias que llegaban desde tiempos inmemorables sobre nuestro linaje, una reputación que había alcanzado incluso los oídos del monarca en Inglaterra.
Con su voz resonante que llenaba la sala, se aproximó con una sonrisa diplomática. — Bienvenida, Anmira Nathius. Es un honor recibirla en mi reino —. Sus palabras, aunque formales, destilaban un interés estratégico, consciente de la importancia de la alianza con mi linaje.
Los miembros de la corte observaban con curiosidad mientras el rey continuaba; sus gestos elegantes y su tono apasionado dejaban claro que buscaba no solo lazos familiares, sino también consolidar su poder y reputación. — La llegada de los Nathius es un suceso que trasciende fronteras. Su familia es conocida por su nobleza y sabiduría, y deseo que esta alianza fortalezca aún más nuestros lazos —.
En ese momento, la sala se llenó con el murmullo de los cortesanos, todos conscientes de la importancia de esta unión. Asentí con respeto, ocultando mis propias reflexiones tras una máscara de cortesía. Sabía que, aunque mi linaje era venerado, también era objeto de codicia.
Nuevamente, alzó su copa en un gesto ceremonial. — Por la unión de los Nathius y la corona danesa. Que esta alianza sea tan duradera como las leyendas que preceden a vuestra familia —. Sus palabras resonaron en la sala, marcando el inicio de una alianza que, aunque envuelta en formalidades y celebraciones, ocultaba las complejidades de la política y el juego de poder en la corte danesa.
Fuera de los salones majestuosos del Castillo de Akershus, donde su autoridad como rey resonaba con fuerza, Christian IV revelaba una personalidad fascinante, tejida con matices más allá de la corona que llevaba sobre su cabeza. En los jardines privados del palacio, lejos de las miradas curiosas de la corte, se mostraba como un hombre apasionado por las artes y la música. Bajo la sombra de antiguos árboles, se entregaba a la melancolía de las notas de un laúd, su espíritu sensible manifestándose en cada acorde.
La música, para él, era un refugio donde las tensiones de la realeza se disolvían en armonías suaves. Su fascinación por los relatos épicos y las leyendas danesas se revelaba en las horas silenciosas de la noche. Lejos de la rigidez de la corte, se convertía en un narrador apasionado, reviviendo con entusiasmo las gestas de héroes y las historias que tejían la identidad danesa. Sus ojos brillaban con la chispa de un cuentacuentos apasionado.
En el ámbito personal, su relación con la consorte real, Ana Catalina de Brandeburgo, iba más allá de la etiqueta protocolar. En la intimidad de sus aposentos, se revelaba un hombre que valoraba la conexión profunda y la complicidad con su compañera de vida. Juntos, compartían risas y secretos, navegando las complejidades del matrimonio real con una complicidad que solo los más cercanos podían atestiguar.
También mostraba un interés apasionado por las ciencias, especialmente la astronomía. Noches estrelladas eran testigos de sus reflexiones sobre los misterios del universo, alejándose de la pompa de la corte para sumergirse en la contemplación del cosmos.
Aunque su papel como rey imponía responsabilidades y desafíos, Christian IV llevaba consigo una humanidad palpable. Su personalidad vibrante trascendía las expectativas reales, revelando un hombre complejo que encontraba deleite en los placeres más simples y hallaba consuelo en los rincones más íntimos de su vida.
Kingdom of Denmark And Norway: Mountains of Galdhøpiggen: Høybjørn Castle · 1635. { Una semana después }
Entre las montañas de Galdhøpiggen, donde los vientos cortan como cuchillos y la nieve cubre los picos durante gran parte del año, se alza el imponente Castillo llamado Høybjørn. Se erige como un bastión de resistencia. Las altas torres de piedra gris se mezclan con la roca de las montañas, creando una apariencia imponente y natural. La disposición cuadrada del castillo se adapta a la topografía escarpada, con las cuatro torres principales en las esquinas, ofreciendo vistas panorámicas del intrincado paisaje montañoso.
El puente levadizo que cruza sobre un profundo abismo rocoso protege la entrada principal de Høybjørn. Las puertas macizas, talladas con símbolos rúnicos y reforzadas con hierro, dan la bienvenida a aquellos que han superado los desafíos naturales para llegar hasta allí. Al entrar, los visitantes son recibidos por un patio amplio y funcional, donde la resistencia y la practicidad se combinan con la belleza austera.
En el corazón del castillo se encuentra la Torre del Halcón, la estructura más alta y emblemática de Høybjørn. Aquí, los habitantes del castillo se reúnen para planificar estrategias, estudiar la cartografía de las tierras circundantes y, cuando la situación lo exige, defenderse de las amenazas que acechan en las alturas.
Las habitaciones interiores reflejan la dureza del entorno, con paredes de piedra y elementos esenciales para la supervivencia en las inhóspitas montañas. La biblioteca del castillo alberga conocimientos sobre la flora y fauna de la región, así como antiguas leyendas que han persistido a lo largo de los siglos. Se erige como una fortaleza que desafía las adversidades naturales y se convierte en un símbolo de grandeza de Galdhøpiggen; muy pocos afortunados han sido testigos de su arquitectura debido a la dificultad de lograr llegar con vida.
— ¿Temporal? — Inquirí a mi Padre en cuanto pisamos por primera vez el salón interior, el cual era gigantesco por dentro, similar a una catedral, con gruesas y alargadas columnas sosteniendo la parte superior de piedra. — Por el momento será permanente, Høybjørn será un buen comienzo; iremos también pronto a Oslo —. No solo estábamos los tres aquí; había varios grupos que se llamaban entre sí "La mano de Odin". Aún persistían grupos que resistían el paso del tiempo y se aferraban a las antiguas tradiciones vikingas.
En las regiones más remotas, clanes vikingos valerosos se negaban a abandonar sus costumbres ancestrales. Lejos de las miradas de las autoridades, estos grupos aislados mantenían viva la llama de la cultura vikinga, desafiando las expectativas de una sociedad que buscaba la uniformidad.
En las sombras, guardianes de antiguos artefactos protegían con celo los vestigios sagrados de los vikingos, considerándolos tesoros invaluables que conectaban el presente con un pasado glorioso.
En lo más profundo de los bosques y las colinas, sacerdotes paganos realizaban rituales clandestinos en honor a las deidades nórdicas, desafiando la ortodoxia de la Iglesia Luterana. Su devoción secreta era un testimonio de la resistencia de las viejas creencias frente al avance del cristianismo.
Entre exiliados vikingos que habían perdido sus tierras en incursiones infructuosas, surgieron comunidades marginadas que buscaban preservar las tradiciones vikingas en la periferia de la sociedad establecida.
Y en lugares remotos, místicos y videntes, considerados guardianes de la sabiduría vikinga, ofrecían sus servicios a aquellos que anhelaban conectar con las raíces culturales, incluso en un mundo que estaba cambiando rápidamente.
La resistencia cultural de las antiguas tradiciones vikingas perduraba, aunque fuera en los márgenes de la sociedad. En cuanto Christian IV tomó el trono, todos los grupos buscaron un nuevo lugar para seguir con las tradiciones antiguas; Høybjørn fue un imán. Durante largos días, sobrevivieron al intenso clima de las montañas y, al llegar casi al mismo tiempo, no hubo guerras, solo una nueva oportunidad para que su cultura no fuera olvidada.
— Sé perfectamente lo que me habéis ocultado durante años — Declaré en cuanto me harté de sus conversaciones a escondidas. — ¿Cómo lo sabes? ¿Quién te lo ha dicho? — Él giró su mirada hacia Madre y ella negó con la cabeza. — No importa eso ahora mismo, no quiero más secretos — Padre me miró fijamente en un largo silencio, intenso como de costumbre. — Si prometes no obsesionarte, no habrá más secretos — Asentí seguidamente para que no estuviera tenso por el asunto más. Durante las siguientes semanas me adapté lo mejor posible en Høybjørn, los grupos se organizaron para tener sus espacios personales sin molestar a los otros, pero aquí ya no importaba aquello, ya que compartían una cosa en común, lo cual tendrían como prioridad, su cultura no debía morir.
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟖
Kingdom of Denmark And Norway: Oslo {Christiania} · 1635.
En el seno de la realeza danesa, el palacio de Frederiksborg resonaba con la vitalidad y la pompa propias de la nobleza. En aquellos días, los descendientes del respetado Christian IV, el monarca que había dejado su huella en los anales de la historia, se hallaban en plena juventud, imbuidos de la herencia de su linaje.
Federico III de Dinamarca, el primogénito y heredero al trono, nacido bajo el auspicio de la primavera el 18 de marzo de 1609, irradiaba la majestuosidad propia de su posición. A sus 26 años, ya mostraba destellos de la sabiduría y la firmeza que lo caracterizarían como futuro monarca.
A su lado, Ulrico de Dinamarca, nacido en el cálido agosto del año 1611, destacaba por su temple sereno y su profundo sentido del deber. Con apenas 24 años, ya demostraba su valía como un noble digno de la confianza del reino.
León de Dinamarca, el tercer hijo del rey, llegó al mundo el 21 de febrero de 1612, con la fuerza del invierno danés impregnando su nacimiento. A sus 23 años, su espíritu inquieto y su afán por explorar los territorios más allá de las fronteras de su patria prometían grandes hazañas.
Finalmente, Ana Catalina de Brandeburgo, la benjamina del linaje, vio la luz el 26 de junio de 1612, en una unión de sangre danesa y germánica. Con 23 años, su gracia y su perspicacia encantaban a la corte, augurando un futuro marcado por la influencia y la diplomacia.
El Rey Christian IV meditaba sobre sus planes mientras le planteaba al Padre una propuesta — ¿Le interesaría permanecer en Oslo y formar parte de la realeza? Le propongo la unión de nuestras casas mediante el matrimonio de uno de mis tres hijos adultos con su primogénita, Anmira — Era evidente que su propósito era obtener más poder. — Es un honor que me haya ofrecido semejante compromiso para unir nuestras casas. Sin embargo, debo discutirlo con mi esposa antes de tomar una decisión —
¿Aceptaría? ¿No tenía voz ni voto en esta decisión? Después de una extensa conversación con Madre, llegamos a una conclusión y me la comunicaron una vez estuvieron seguros. — No aceptaremos su propuesta. Puedes estar tranquila. No permitiremos que se aproveche de nuestro apellido para aumentar su poder en su reinado —
— Antes de que contraigas matrimonio con alguien, deberías comenzar con los entrenamientos — Mi padre preparó una zona de entrenamiento extrema, cuerpo a cuerpo, espada y con habilidades al mismo tiempo. Quería poner a prueba mis capacidades a mi edad. Aunque me estuviera criando entre mortales, seguimos nuestras tradiciones; es decir, no me casaría con un humano si así no lo deseara, y mucho menos sería forzada a entablar una unión sentimental sin sentido. Mi padre, por ende, decidió enfocarse en los entrenamientos antes que en cualquier otro asunto irrelevante para mi desarrollo.
Kingdom of Denmark And Norway: Mountains of Galdhøpiggen: Høybjørn Castle · 1635.
El viento gélido cortaba mi piel mientras me adentraba en el campo de entrenamiento, envuelta en una densa capa de nieve. La espada reposaba en mi mano, lista para desafiar los elementos y mi propia resistencia. Con cada paso, la nieve crujía bajo mis botas, y el frío penetraba hasta los huesos. Ante mí se alzaba un campo de práctica, silencioso y majestuoso bajo el manto blanco.
Levantando la espada con determinación, dejé que mi mente se enfocara en canalizar los poderes destructivos que yacían dentro de mí. Una energía ancestral fluía a través de mis venas, lista para ser liberada en un estallido de fuerza incontrolable. Los primeros golpes resonaron en el aire helado, cada movimiento una danza mortal entre hombre y arma. Con cada tajo, la nieve se teñía de rojo, mientras mi destreza aumentaba con cada embate.
El viento azotaba mi rostro, pero yo permanecía concentrada en perfeccionar mi técnica. Cada bloqueo, cada estocada, era ejecutada con precisión milimétrica, como si el tiempo se hubiera detenido para mí. Pero no solo confiaba en mi habilidad con la espada. Invocando los poderes ocultos que yacían en mi interior, desaté una tormenta de fuego y relámpagos, envolviendo el campo de entrenamiento en una danza caótica de destrucción y poder.
La nieve se derretía bajo mis pies, pero yo seguía adelante, alimentada por la adrenalina y la determinación de superar mis límites. Cada movimiento era un desafío, cada golpe una demostración de mi fuerza y voluntad. Horas pasaron en ese campo nevado, pero yo no flaqueaba. En cada instante, me superaba a mí misma, alcanzando nuevas alturas de destreza y control sobre mis poderes. Padre para estos entrenamientos no solamente pedía centrarme en el manejo de la espada y canalizar mis poderes, cuales de ellos controlaría, y cuales no.
Cuando el sol se ponía en el horizonte y el frío se intensificaba, me retiré del campo de entrenamiento, exhausta pero triunfante. Sabía que aún quedaba mucho por aprender y dominar, pero en ese momento, en medio de la nieve y el hielo, me sentía invencible.
— No creo que perduremos mucho más tiempo en Høybjørn — Padre ya estaba considerando tomar otro rumbo. La pregunta que se plantea es: ¿A dónde nos dirigiríamos ahora? — ¿Esta vez, dónde? — Inquirió Madre, mirando fijamente sus pupilas rojizas. — Anmira, ¿Te agradaría estar rodeada de más Nathius? — Esta pregunta insinuaba que posiblemente nos trasladaríamos a la Segunda Inglaterra. — ¿Tengo voz en dónde vamos? — Después del entrenamiento, no deseaba inmiscuirme. La verdad es que no me importaba; de todas formas, harían lo que quisieran, como siempre. — Anmira, si no deseas partir, solo exprésalo, y nos quedaremos —
Me limpié la mejilla, donde la sangre se había secado. — Tan solo anhelo un lugar estable donde no tengamos que preocuparnos por nadie en particular. Nos hemos desplazado durante años; estoy fatigada de ello — No proseguimos discutiendo el asunto, pero era evidente que nos mudaríamos hacia la Segunda Inglaterra, donde parte de nuestro linaje ha permanecido durante siglos.
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · Near Second England. 1635. { Un mes después }
El viaje desde Fyrvej hasta las playas de Hook of Holland resultó demasiado largo y arduo, requiriendo paciencia y determinación para completar la primera fase del viaje, la cual aún no ha terminado. Nos queda tomar un barco, el cual pertenece al tío Athyrom, quien ya nos espera. Desde la lejanía, podemos divisarlo desde el carruaje. — ¡Cuánto tiempo sin veros, sobrina Aytha, hermano! Poneos cómodos dentro del barco. Hay varias cámaras libres construidas alrededor de la cabina del capitán. —
Se erguía majestuoso su galeón imponente. Un casco de madera oscura, adornado con elaboradas tallas que relataban historias de antiguas batallas y hazañas marítimas, se alzaba sobre las olas como un coloso de los mares. Las velas, tejidas con la más fina lona y tratadas con aceites aromáticos, ondeaban al viento, llevando consigo el estandarte del reino al que pertenecía.
Los cañones de bronce, dispuestos en cubierta con precisión militar, reflejaban el sol de la mañana con un brillo amenazante. Los marineros, vestidos con uniformes de tela áspera y sombreros de ala ancha, se movían con destreza por la cubierta, realizando las tareas necesarias para preparar el barco para su próxima travesía.
En el interior del galeón, la cabina del capitán destacaba por su opulencia. Las paredes estaban revestidas de madera finamente pulida y decoradas con mapas detallados que marcaban rutas comerciales y territorios lejanos. Una mesa de roble macizo ocupaba el centro de la habitación, rodeada de sillas tapizadas en terciopelo carmesí.
Los camarotes de la tripulación, aunque más modestos en comparación, ofrecían un refugio acogedor para los marineros durante las largas travesías por el océano. Literas apretadas contra las paredes, iluminadas por débiles lámparas de aceite, eran el hogar temporal de aquellos que se dedicaban a la vida en el mar. Con su aspecto imponente y su capacidad para surcar los mares con gracia y poderío, el galeón era mucho más que un simple barco.
Llegamos después de dos días en alta mar a varias millas de las costas de Southend-on-Sea, éstas estaban solitarias, pero no desprovistas de movimientos cercanos, protegidas por la guardia real para navegantes recientes; aún no se había arrojado el ancla al mar. Sin percatarnos de nuestra propia condena, una especie de onda gigantesca se aproximaba a gran velocidad hacia nuestra posición, rompiendo por la mitad el barco y lanzando por los aires a la tripulación. Padre y madre tomaron impulso para volar como el tío Athyrom, sin saber quién provocó esta catástrofe en menos de cinco minutos; aquel que lo hizo solo ansiaba destrucción a su paso. Lo observé como si el tiempo se detuviera y todo se volviera claro y detallado.
Tomé velocidad para dar un largo impulso, esquivando la onda sin siquiera percibir su presencia. Arher me agarró del cuello con sus garras, llevándome muy lejos, manteniendo sus pupilas purpúreas oscurecidas ante mis ojos azulados. Intenté apartar su mano de mí, pero su fuerza me superaba; cuanto más me movía, más apretaba. — Suelta. . . ¡Suelta. . . Suéltame! — Forcé mi voz hasta poder gritar, creando numerosas ondas hacia su rostro y lanzándonos mutuamente contra el mar. Comencé a golpearle con todas mis fuerzas; unas llamaradas oscuras me rodearon, otorgándome más fuerza contra él, aunque aún así no soltara mi cuello. Nos hundíamos cada vez más. . .
𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟗
En la mitología Nathius, se relata una profecía envuelta en misterio y temor: el Cronopocalipsis. Este término enigmático se refiere a un evento catastrófico que marcaría el fin de los tiempos tal como los conocemos.
La leyenda cuenta que Cronopocalipsis proviene de la unión de dos poderosas fuerzas: "Cronos", el dios del tiempo en la mitología griega, y "Apocalipsis", el término que denota el fin de una era o el juicio final en muchas tradiciones religiosas. Así, la conjunción de estos términos evoca una tormenta temporal que desataría el caos y la destrucción a lo largo y ancho del universo.
Según la profecía, el Cronopocalipsis se desencadenaría cuando el tejido mismo del tiempo y el espacio se desgarrara por algún motivo, provocando un desequilibrio cósmico de consecuencias apocalípticas. Antaño se advirtió que no sería solo un evento físico, sino también espiritual y metafísico, afectando el alma misma de los seres vivos y las dimensiones más allá de la comprensión.
Sin embargo, como ocurre con muchas profecías, la verdadera naturaleza y el momento exacto del Cronopocalipsis permanecen envueltos en el velo del misterio. Algunos creen que es solo una historia para asustar a los más jóvenes del linaje, mientras que otros consideran que es una realidad en cuanto nazca tal poder en otra generación.
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · Second England. 1635.
Al convivir tanto entre mortales y ser criada como una más, olvidaba que no era mortal, eso lo estaba olvidando, más aún ahora mismo hundiéndome bajo el mar. Había olvidado demasiado: mis poderes. Podría hacer cualquier cosa que necesitara hacer y cualquier cosa que pensara. O más bien, igual olvidaba aumentar mi poder cuando lo requería, como en este preciso momento. . .
Unas llamaradas en modo circular me rodearon; después de estas, aparecieron otras de hielo girando en las de fuego, combinando ambos elementos. Él, por su parte, por el empuje que le di con fuerza, hizo algo similar, pero con Anti-Materia y utilizando tierra cercana. Nos impulsamos en nuestra dirección para chocar, creando ondas gigantescas a nuestro alrededor sin frenar de chocarnos mutuamente.
Fue una danza de elementos bajo el mismo mar, aumentando nuestras fuerzas y viendo quién resistía más con tanta presión encima. Pero obviamente esto no era nada para los de nuestro linaje; era una lucha elemental básica. Arher se puso serio después de tanto juego, y la Anti-Materia se convirtió en algo monstruoso, rodeando todo su cuerpo. De aquello, una luz púrpura muy oscura comenzó a brillar. Pude captar cómo apretó ambos puños.
Por mi parte, quise concentrarme en sonsacar algún poder no despertado. Padre apareció delante de mí en milisegundos en una forma demoníaca, sujetando su tridente y provocando ondas gigantescas hacia Arher, lo cual no le causaba ningún efecto. Madre igual se presentó justo al lado de padre, alzando un brazo hacia su dirección, abriendo la mano derecha y creando en ella otras ondas, deteniendo el tiempo.
Aún debía desarrollar mis poderes, pero lo bueno de ser novata es poder aprender de mis padres, de sus poderes, y crear una combinación para mí misma. Así que alcé el brazo hacia Arher, canalizando energías negativas y positivas al mismo tiempo. Y hablando del tiempo, quise ralentizar su acumulación de poder, sin que pudiera avanzar en lo que estuviera haciéndose en su cuerpo.
Me vino una idea de inmediato al dar giros a las estrategias, el tiempo se frenó en toda la zona, dándome, en sí, más tranquilidad para poder pensar sin presión alguna. Tendría que ser más letal. ¿Qué haría mi padre en estas ocasiones? Bajo su posición, formé un círculo con varias runas Nathius, congelando sus movimientos como si estuviera dentro de una prisión dimensional, sin escapatoria.
No deseaba eso solo para él; sacando rabia desde dentro, le hice explotar ambos brazos en explosiones interiores. Al estar congelado, era sencillo jugar con su cuerpo a mi antojo, el cual iba a sufrir mucho más. Además de los brazos, provoqué otra gran explosión interior para romperle las costillas. Tomé prestado el tridente de Padre, lo cual me permitió.
Al sujetar su arma, me estaba costando utilizarla debido a las energías negativas. Empezaba a temblar con fuerza por no saber controlar tanto poder en mí. Forcé el brazo para lanzadlo a su pecho y, con ello, enviarlo a las profundidades del mar, atrapado en esa prisión dimensional. Esté poder despertado sería el Cronopocalipsis, o eso pensé.
El tío Athyrom estaba aguardándonos en las costas, reconstruyendo de nuevo su barco alzando una mano hacia los restos del mar. No quiso interferir en el enfrentamiento; pienso que sabía que yo iba a despertar parte de mi poder, como Padre y Madre al no hacer mucho por sus partes. Eso me ayudó a desarrollar lo necesario. Le devolví el tridente en cuanto pisamos la arena.
— Tendré que forjar un arma para ti — Dijo, formando una leve sonrisa, con orgullo de que pudiera hacer semejantes actos para deshacernos por el momento de Arher. . . Los gigantescos muros se contemplaban desde las orillas, imponentes en su magnificencia. Al acercarnos, percibimos movimientos, señal de que alguien vigilaba los territorios circundantes.
El tío alzó el brazo en un gesto de calma, evitando así despertar alertas innecesarias. Un miembro de la guardia real se presentó rápidamente, guiándonos hacia unas entradas secretas, un atajo que conducía directamente a una de las prósperas ciudades que florecían bajo el reinado de los Nathius.
The United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland · Second England: Maldon · 1635.
Mi propio destino ¿Cuál sería? Era una buena pregunta. Sabía que aún me quedaba demasiado camino por recorrer. El lado positivo residía en el conocimiento de mi poder principal: El Cronopocalipsis. Este término hace referencia a la idea de un evento o situación en la que el tiempo se convierte en un factor crucial o determinante en la ocurrencia de un desastre o cataclismo que amenaza la existencia. Había heredado otra parte oscura del linaje, y el control del Tiempo. Esta combinación de ambos poderes podría significar un nuevo equilibrio, pero debía desarrollarlo para no cometer errores.
Me percaté de que las islas Northey y Osea de las Aguas Negras del río estaban fortalecidas por muros; no dejaron ningún lugar sin protección mientras cruzábamos las tierras de Maldon.
Un próspero pueblo, regido por el influyente linaje Nathius, resplandece con un rico legado histórico y marítimo. Se sustenta con orgullo en la pesca, el comercio marítimo y la agricultura, pilares fundamentales que han cimentado su grandeza a lo largo de los siglos. Las antiguas calles, empedradas y estrechas, ahora reflejan la majestuosidad del linaje Nathius, bordeadas por imponentes mansiones de piedra y elaboradas construcciones que exhiben su poderío.
Algunas de estas residencias, aún preservan la esencia de su arquitectura ancestral, con techos de paja que evocan tiempos pasados. La vida transcurre con una cadencia solemne, marcada por las imponentes campanadas de la iglesia local, que ahora lleva el sello distintivo de la influencia Nathius, y el constante ir y venir de los navíos en el puerto, símbolo de la prosperidad y el dominio marítimo de la ciudad.
El aroma a salitre se mezcla con los exquisitos perfumes de las especias y las mercancías exóticas que llegan de tierras lejanas, en barcos mercantes que rinden tributo al linaje Nathius. La actividad en el puerto es un reflejo de la magnificencia de Maldon, con marineros que descargan sus valiosas cargas mientras los comerciantes, bajo la mirada vigilante de la torre del Castillo Nathius, negocian precios en la imponente plaza del mercado.
La iglesia de All Saints, ahora embellecida por la influencia de los Nathius, se erige como un coloso en el horizonte, sirviendo como centro espiritual y social de la comunidad. En sus muros, los habitantes de Maldon se reúnen no solo para asistir a los ritos religiosos, sino también para celebrar las grandiosas festividades auspiciadas por el linaje reinante.
Aunque los desafíos políticos y religiosos sacuden la segunda Inglaterra, Maldon, bajo la protectora sombra de los Nathius, se mantiene firme como un bastión de poder y tradición en un mundo siempre cambiante, enalteciendo así su posición como una joya de la Corona Nathius.
— Por ahora nos quedaremos en Maldon; en unos días tomaremos rumbo hacia Chelmsford — Nos recibieron de inmediato en el Maldon Hall. Este no era un castillo en el sentido tradicional, sino más bien una residencia señorial que servía como centro de poder local. Maldon Hall, al igual que muchas otras residencias señoriales, era un lugar importante para la administración local y la residencia de la nobleza. Se había mejorado después de que nuestro linaje tomara independencia de la segunda Inglaterra; en cada ciudad habría una residencia o un castillo principal.
El tío Athyrom se quedó igual para guiarnos hacia nuestras recámaras; la mía era muy cómoda y con vista hacia gran parte de la ciudad. Me gustó el ambiente, caí de espaldas en la cama, empezando a descansar, analizando en mi mente los poderes recientes. Quise desarrollarlos poco a poco y mantenerlos con fuerza si quisiera utilizarlos para enfrentar amenazas futuras.
Tumblr media
1 note · View note
papelpintadoinfantil · 10 months ago
Text
Papel Pintado Infantil en Terrassa
Renueva la Habitación de tus Pequeños en Terrassa con la Magia de Empapelador Barcelona ¡Hola a todos los amantes de la decoración infantil! En nuestro blog de Papel Pintado Infantil, queremos llevarte a una experiencia única en Terrassa de la mano de Empapelador Barcelona. mural infantil de papel pintado instalado por Empapelador Barcelona en Terrassa Descubre la Imaginación con Papel Pintado…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
fotomuralesbaratos · 3 years ago
Text
Murales Infantiles
Conoces ya los murales infantiles de vinilart colombia? si todavía no has descubierto esta marca este post te va a encantar, se tata de una colección de murales diseñados exclusivamente para decorar habitaciones infantiles, y han sido ilustrados manualmente para conseguir un resultado natural, original, divertido y exclusivo que tan solo se puede conseguir cuando algo se hace con el corazón y…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
papelpintadobarcelona · 4 months ago
Text
Murales Infantiles, 19 ideas Inspiradoras
Mural Arcoíris de Hadas Anim668 Todo proyecto decorativo destinado a crear un espacio para niños, además de funcionalidad debe poseer un elemento que aporte creatividad y fantasía. Para lograr el objetivo, aquí entra en juego el uso imprescindible del papel pintado y murales ilustrados para niños destinados a llenar de magia las habitaciones infantiles. En colaboración con la ilustradora…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
papelespintados · 3 years ago
Text
Vinilo Graffiti Nombre
A que no le gusta ver su nombre escrito en la pared? Yo creo que la gran mayoría de todos nosotros sobretodo cuando eres niño/a o un joven le gusta ver su nombre escrito y mejor aun si es grande, de esa idea surge nuestra colección de vinilos graffiti con nombres un producto ideal para decorar habitaciones infantiles y juveniles, sin tener que dibujar ni pintar la pared, una decoración moderna…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
papeldeparedeonline · 1 year ago
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Decoração interior infantil dos sonhos para meninas e meninos com murais animadeco infantis fabricados e vendidos para Portugal em papel pintado online. Link abaixo:
https://www.papelpintadoonline.com/pt/6698-murais-infantis-anima-deco
2 notes · View notes