#nunca he sabido qué hacer en esos caso
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¿Es de mal gusto pedirle su número a una mesera? ¿O es mejor regresar otro día y hacerlo directamente? Pregunto por un amigo.
#obvio no lo hice. estaba cenando con mi familia. pero estuve tentado#nunca he sabido qué hacer en esos caso#obvio es peor para ella porque está ahí trabajando. y lo que menos quiero es hacerla pasar un mal rato#pero la pregunta permanece
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Hola!. Soy muy fan de tu blog, es dificil encontrar contenido de eldarya que aun siga publicando ;).
¿Podrias hacer headcanons de los chicos de eldarya en la primera cita y que tipo de cosas les gustan hacer a estos en esos momentos?. Gracias!
ELDARYA; primera cita
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𝐂𝐨𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭: fluff, sfw, primera cita y confession (en algunos casos) ↝ 𝐂𝐫𝐞𝐚𝐭𝐨𝐫'𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐞: ��Buenas! Buah, volví por el simple hecho de que echaba de menos escribir acerca de Eldarya, así que cualquier cosa me puedes solicitar algún pedido cuando tenga las reqs abiertas :). No he sabido hacerlo en formato de headcanons así que he hecho un poco hc y un poco scenario, un poquito raro pero nose. ¡Disfruta!
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EZAREL
Un caos.
Ezarel nunca ha tenido una cita con nadie puesto a que no llegó a sentir la necesidad de tenerlas anteriormente a ti. Tuvo aquella relación con Eweleïn, sí… pero no dejó de ser una relación de encuentros puntuales en la cama y nada más allá que una amistad. Por consecuencia, Ezarel nunca pensó en las maneras que podría llevar a alguien de cita.
Fue la mismísima Eweleïn quien le dio la idea de llevarte a una cita más seria para ir directo al tema (declararse), la idea de una cita romántica. La cosa es que Ezarel tampoco sabía cómo declararse, así que siguió las pautas de Eweleïn para planificar la cita… pero decidió que la declaración tendría un gran toque de su esencia. Iba a hacerlo de manera impulsiva, según la cita se daba.
Ya te resultó extraño que Ezarel te invitara a cenar una noche, ya que él siempre bromeaba con que tu tendrías que invitarle a cenar a él. Pero ahí estaba, dispuesto a gastar de más solo por ti.
El día anterior a la ‘cita’ no pudo conciliar el sueño. El pensamiento de tener que abrirse a ti al día siguiente lo mantenía inquieto. Ni siquiera tú sabías que era una cita.
Pero llegó el día y él, por primera vez en mucho tiempo, fue el primero en llegar al lugar acordado para luego ir hacia el restaurante. Raro, ¿no?
En cuanto el silencio incómodo se formó entre vosotros dos, podías sentir como el tiempo avanzaba incluso más lento de lo normal. Estabais esperando a que el camarero os trajera las bebidas y ni siquiera habías escuchado a Ezarel formar una frase bien estructurada que no fuera “un agua” para hacer su pedido. Le mirabas fijamente y veías que tenía la barbilla apoyada sobre su mano, mirando a través de la ventana como si simulara estar pensando. Pero la verdad es que su cabeza no era capaz de formular un pensamiento coherente debido a la adrenalina en su estómago. Podrías apreciar un leve ceño fruncido y un rubor bastante extenso en sus mejillas, incluso la punta de sus afiladas orejas estaban rojas.
–Ez… –Tu voz irrumpió aquel tenso silencio, cosa que paralizó a Ezarel; aunque tu no dejabas de pensar que te estaba ignorando–. ¡Ezarel! Con un pequeño salto plantó su atención en ti. Sus pupilas estaban bastante dilatadas y parecía un poco sorprendido por la manera en la que alzaste la voz, musitando; – ¿Qué?
–Hombre, por fin hablas. ¿Me vas a decir qué te pasa? Llevamos veinte minutos juntos y ni siquiera me has mirado–. Tu frustración fue delatada por tus palabras, haciendo que Ezarel respondiera con un tembloroso suspiro, como si hubiera estado conteniendo la respiración por mucho tiempo. Apartó su mirada nuevamente, mirando la mesa que os separaba y buscando una respuesta en su nublada mente. Había un gran dilema en su mente, si decirtelo ya o esperarse a cuando estuvierais fuera del restaurante. ¿Sería muy lanzado besarte ya? ¿Tendría que mirarte fijamente?
Tomando una gran bocanada de aire, finalmente decidió actuar. Sin importar que su mano estuviera algo sudada de los nervios, agarró la tuya. Podías notar la calidez de su tacto y un leve temblor en su mano. Inconscientemente formó un agarre firme, aunque no era su intención en lo más mínimo. Conociendo a Ezarel, te sorprendió que iniciara ese contacto tan espontáneo contigo; pero fue algo que aceleró los latidos de tu corazón.
–Perdón, no sabía que había pasado tanto tiempo. A ver… es difícil… –Se murmuró así mismo. Intentaba mentalizarse de que si se sacaba este sentimiento de encima, la ansiedad se le pasaría, aunque la posibilidad de tu rechazo era algo que lo echaba hacia atrás. Sabía que al ser rechazado las cosas serían incómodas entre vosotros. Pero la vida es solo una–. Me encantas. Me pareces absolutamente fascinante y te quiero, te quiero en mi vida y no simplemente como una amistad.
Lo último que te esperabas en tu vida era ver a Ezarel tomando la iniciativa para declararse. Aunque tu corazón fuera tan rápido que lo sentías en tu garganta, no podías evitar pensar lo adorable que era verlo tan nervioso y serio acerca de un tema como este. Una sonrisa apareció en tu cara, en un principio era tímida pero comenzó a extenderse poco a poco hasta que soltaste una abierta y cálida carcajada, causando confusión y vergüenza al pobre elfo.
–¿Has estado tanto tiempo callado pensando en decir eso? –Le hiciste burla sin malicia, provocando que ese rubor se intensificara.
–Vale, no te voy a hablar nunca más…
–¡Es broma! Yo también te quiero, y afortunadamente no como un amigo.
Después de esto le contaste lo sucedido a Nevra y se pasó un par de semanas molestando a Ezarel con su terrible confesión. Y cada vez que se acuerde, también.
Realmente Ezarel se quedó muy satisfecho con su acto. Es genuinamente lo más bonito que ha hecho por alguien jamás. Y sí, él pagó la cena. Aunque iba a marcarse un sinpa.
Cuando era el momento de despedirse de ti, no se contuvo. Acurrucó tus mejillas para poder darte un pequeño beso en la frente. Ya fue cosa tuya si dejarlo en un simple beso en la frente o darle vuestro primer beso :^.
NEVRA
Después de años con rollos de solo una noche, conocerte a ti hizo que se cansara de estar metido en todo ese lío. Mientras mantenía una amistad contigo, también mantuvo contacto con esas chicas a las que solo llevaba a la cama por ciertos temas y luego chao pescao. Pero dejaba de resultar algo placentero contra más cercano se hacía a ti.
Se sentía mal cuando tu aparecías en su cabeza cuando él estaba en mitad del acto, tanto por ti, por él y por la chavala. Esos encuentros cesaron por completo y se enfocó en ti. Tenías algo que hacía que su atracción por otra gente fuera nula. En su cabeza solo estabas tú y no de manera sexual.
Antes de ir a una cita propiamente dicha, ya hubo cierto ligoteo entre vosotros.
Cuando te pidió la cita, no fue sutil con ello; fue directo al tema y te preguntó si te gustaría tener una cita con él, si es que no te molestaba.
Cómo decirle que no a este hombre.
El vampiro esperaba aquella cálida mañana en la zona del cerezo centenario, su cabeza recurriendo a pensamientos donde se planteaba el riesgo de tu ausencia a la cita. Sabía la fama que tenía de mujeriego, y temía que pensaras que hacía esto para jugar contigo. En un principio habría sido probable que hubiera tenido contacto contigo por el mero hecho de tener sexo, pero no era así. Una marca rojiza apareció en sus dedos debido al firme agarre con el que sujetaba una pequeña bolsa de papel, donde miraba fijamente. Cuando llegaste, te hizo gracia ver que estaba tan desconectado de la realidad que ni sus agudos sentidos vampíricos detectaron tu presencia.
–¿Nevra? –Intentaste llamar su atención, e inmediatamente lo conseguiste. Sus ojos recorrieron tu silueta, una sonrisa apareciendo en su rostro al ver que verdaderamente te habías preparado para esa cita junto a él.
–Ah… te ves increíble… –Murmuró, cogiendo tu mano con delicadeza y guiándola a sus gélidos labios para asentar un pequeño beso–. Gracias por venir.
–¿Por qué no iba a hacerlo? Es un detalle bonito que me invites a una cita –Te sentías feliz de saber que te había escogido a ti sobre otras personas.
–Bueno… cuando veo algo muy bonito, no puedo evitar quererlo todo para mí. Lo mismo con las personas, sobre todo a ti. Te quiero para mi–. Te sorprendió lo directo que fue con sus palabras, y es que Nevra es honesto con estas cosas, no es algo que le dé vergüenza. Se le hacía raro sentir este afecto, pero le gustaba lo genuino, lo inocente y lo sencillo que era. Era natural.
Algo que te encantaba de Nevra era la facilidad que tenía para expresar lo que pensaba, para hacerte reír y generar una atracción hacia su carisma que simplemente complementaba con su belleza natural. El tiempo con él se te pasaba volando, y la conversación surgía con tanta sencillez que cada vez sentías más comodidad. Y lo mismo le ocurría a él. Era una cita tranquila, sentados en aquel pequeño banco de la plaza donde tan solo los pájaros os hacían compañía mientras estos cantaban entre ellos. Sus ojos no se apartaban de ti, toda su atención era hecha para ti y no había nada que pudiera distraerlo en aquel momento. Sentías que alguien te escuchaba con su presencia, y realmente lo hacía ya que estaba muy interesado en ti. La cercanía te permitía oler la colonia tan agradable que Nevra se había echado para la ocasión, y realmente no se cortaba ni un pelo en estar cerca de ti. Mientras estabais sentados en aquel banco, su brazo estaba justo alrededor de tus hombros. Contra más cómodo estaba, más cerca estaba, hasta que tu cabeza descansaba en su hombro. Entonces se formó el silencio.
–Esta es la parte en la que te beso, ¿no?
Durante la cita se muestra atento y juguetón, aunque llegando a hacer preguntas significativas para tener conocimiento de tus gustos románticos. Combina muy bien el tonteo para avergonzarte con preguntas casuales pero profundas.
Por más que sea directo con su atracción hacia ti, tomaría las cosas ‘lentamente’ porque tampoco quiere que sea una decisión apurada para ti. Así que la primera cita llevaría a una secuencia de dos o tres citas hasta que finalmente tomó el pasó de declararse. No puede resistir las ganas de besarte cada vez que te ve (lo quiere muchomuchomucho).
Cuando te acompañó hasta el punto de despedida, no se fue sin antes entregarte la bolsa que había traído a la cita. Se trataba de una pequeña caja que contenía un collar, la cadena dorada sujetando un pequeño rubí en su extremo. Era un collar elegante y bonito a la misma vez.
El día que se declaró a ti te explicó que decidió regalarte aquel collar ya que la joya estaría cerca de tu corazón, que era justo lo que él quería conquistar (y lo logró).
Tal y como se estaba despidiendo preguntó “entonces… ¿para cuándo una próxima cita?”.
VALKYON
Años de amistad junto a Valkyon pasaron hasta llegar a tener una cita. Por más que la atracción fuera física, Valkyon necesita una conexión emocional más profunda para llegar a sentir interés por alguien. Y se le había pasado por la cabeza el preguntarte si te gustaría ser su amigo/a con derechos.
Pero sabía con certeza que una noche contigo no le llenaría física y mentalmente. A ti no te quería por mera satisfacción física.
Un día, mientras él forjaba una de las tantas armas que tenía pendientes, te preguntó si aquella misma noche te apetecía ir con él al bosque. No hay nada más relajante que caminar por el bosque bajo el estrellado cielo nocturno.
Era una costumbre ir a pasear con Valkyon por el bosque y hablar de aquello que os perturbaba, o incluso de los cotilleos del cuartel. Con estas conversaciones habías conseguido quitarte muchos pesos de encima e irte a dormir con calma. Vuestros pasos generaban un agradable sonido entre la tierra y las hojas crujientes bajo los pies, la brisa nocturna siendo tan ligera que acariciaba vuestra piel con una suavidad tranquilizadora.
–Siento que cuando estoy contigo puedo bajar la guardia completamente. –Valkyon continuó la conversación, resultando en una sonrisa satisfactoria por tu parte–. Eres la primera y única persona que me hace sentir tan… cómodo en mucho tiempo.
–Me halagas. –Tus palabras sonaban agradecidas, cierto orgullo despertó hacia tu propio ser por conseguir que Valkyon pudiera sentirse de dicha forma contigo–. Puedo decir lo mismo, haces que todos los problemas desaparezcan.
–Eres muy fuerte. –Dijo con cierta admiración, su mano aterrizando en tu espalda mientras seguíais caminando, dejando atrás los árboles y vislumbrando la cima, que os dejaba una gran visión al nocturno cielo estrellado–. Espero que nunca dejes de luchar por tus sueños, no desperdicies tus talentos.
–Gracias. –Susurraste esta vez, mirando hacia el cielo. No había ni rastro de ansiedad en ti, al menos ahora. Y mientras admirabas los pequeños astros brillantes, sentiste un pequeño toque en tu cabeza. No te tocó con sus dedos, sino con sus labios. La calidez de saber que se había tratado de un pequeño beso hizo que la sangre se subiera a tu cabeza de la vergüenza–. ¿Y eso…? ¿Otro halago? –Una pequeña y profunda risa escapó de sus labios ante tu tímida pregunta.
–Si saber que estoy enamorado de ti te halaga también, pues sí, definitivamente te estoy halagando. –Tu sangre se congeló al escuchar esto, mirando hacia él para ver si había algún rastro de ser una broma o estaba siendo honesto. Su cara era neutra, pero sus ojos expresaban sin duda la honestidad de sus palabras.
–¿Me estás diciendo que estás enamorado de mi?
–¿Acaso te sorprende?
Pues sí, era sorprendente ver a alguien como Valkyon tan coladito por alguien. Pero como era difícil percibir sus sentimientos, no te habías dado cuenta hasta el momento.
Realmente eras la única persona a la cual Valkyon trataba con tanta cercanía, paciencia y afecto. Difícilmente miente, y no tendría motivo alguno para mentir respecto a un tema tan delicado como los sentimientos.
LEIFTAN
Este cielito de criatura es definitivamente quien mejor organiza las citas. Ya llevaba tiempo teniendo la idea de llevarte a una cita, pero quería que fuera una sorpresa para ti.
Con antelación te preguntó si aquel mismo viernes tenías algo que hacer, puesto a que quería reservar una parte de tu día con él.
Y procuró que aquel día todas las cosas estuvieran preparadas para cuando tu llegaras. Quedó contigo en la entrada del bosque, y te guió de la mano hasta llegar a un extenso lago. Justo al lado de este pudiste admirar lo que parecía ser una manta beige en el suelo, la cual contenía un par de pequeñas y cómodas almohadas y una cesta.
–Esto es increíble, Leiftan. –Expresaste con sorpresa e ilusión, acercándote a la manta para admirar lo bien preparado que estaba. Las almohadas colocadas de manera que el sentarse ahí fuera cómodo. La cesta contenía frutas, algunos dulces y bebidas; era media tarde así que tampoco era una comida muy pesada. Además, había varios lienzos bien colocados junto a pinceles. Como siempre, Leiftan haciendo todo muy bonito.
–¿Te gusta? –Su suave y melódica voz sonó a tus espaldas, mientras miraba por encima de tu hombro al propio picnic que él había preparado. Tomaste asiento al lado izquierdo, mirando la cesta y luego el lago; era un lugar precioso y sereno.
–Me encanta. –Respondiste con simpleza, pero sin esconder tu emoción. Leiftan se sentó al otro lado y miró alrededor al igual que tu.
A medida que comenzaba a pasar el tiempo, hablabais mientras picoteabais de la fruta y algunos dulces que Leiftan preparó en la cesta. Si eres una persona que se divierte creando arte, los lienzos serían utilizados para dibujaros el uno al otro o el propio paisaje. Pero sin duda el paisaje más bonito para él eras tú. Tras hacer un precioso retrato de ti, te lo regaló.
Tu cabeza llevaba varios minutos descansando en su regazo, recibiendo las caricias de sus dedos por tu cuero cabelludo mientras hablabais de cualquier cosa que se os viniera a la cabeza. El sonido del agua del lago moviéndose hacía la situación más íntima y bonita entre vosotros.
–Leiftan, ¿por qué has decidido hacer este picnic? –Preguntaste tan repentinamente que Leiftan se atragantó en el zumo de naranja que estaba bebiendo. Tenía las mejillas algo rojizas por el rubor que adquirió por timidez.
–Bueno… me apetecía traerte a un pequeño rincón cómodo en el mundo. Sé que necesitabas distraerte de estos días tan estresantes. –Explico de una forma genuinamente adorable. Leiftan era un buen amigo, y siempre procuraba tu bienestar frente al suyo. Pero su nerviosismo no te convencía del todo. Su mano libre seguía jugando con tu pelo, haciendo minúsculas trenzas para relajar la ansiedad creciente en él.
Ya previno que no sería capaz de declararse en la primera cita, pero viendo que te había gustado la primera cita en aquel formato de picnic, decidió hacerlo de costumbre una vez por semana.
Cada vez te quedaba más claro que realmente estabas yendo a citas con él, hasta que finalmente, un día que se despedía te dio una carta. En aquella carta expresaba honestamente sus sentimientos por ti; proponiendote que él te esperaría enfrente de aquel lago por la noche en caso de que aceptaras sus sentimientos.
El verte llegar allí aquella noche le hizo el hombre más feliz del mundo, acercándose a ti sin miedo alguno para abrazarte y repetir en suaves murmullos “Gracias. Muchas gracias…”
LANCE
Es un hombre simple y práctico, por lo que sus citas serían igual de simples. No esperabas que Lance fuera a pedirte una cita, y más después de pasar algunos días distante frente a ti. Pero no te odiaba, no era capaz de sentir nada negativo hacia ti. Simplemente era extraño para él sentir tanto cuando estaba contigo, por eso se distanció.
El día que ibas a enfrentarte a él, porque ya comenzabas a cansarte del silencio entre vosotros, fue el día que él te pidió la cita. Fue tan de repente, tan de golpe que te dejó sin palabras. Aunque querías decirle que no por haberte ignorado, era una oportunidad que no podías dejar pasar.
Fuisteis al festival del mercado que se realizó una noche en la ciudad de Eldarya. Ver a Lance tan bien vestido aquella noche te hizo perder todo el enfado de días anteriores. Con aquella camisa negra, ajustada adecuadamente a sus músculos, y esos tejanos que sin duda dejaban el apetito despierto a cualquiera… Bof.
Había más puestos de los que acostumbrabas a ver en tus días. Puestos de libros, de joyas, de comida, de pociones, de manualidades… y todo era visualmente satisfactorio. Además el puesto de incienso ayudaba a que el ambiente tuviera un aroma agradable. La cantidad de gente era lo único molesto, pero lo ignorabais. Os parasteis frente al puesto de libros, y comenzaste a observar los libros en venta con cierto interés.
–¿Hay alguno que te llame la atención? –Preguntó Lance, mirando por encima de tu hombro a los libros que estabas mirando. Hiciste una mueca, intentando decidirte por cuál libro comprar.
–Creo que me voy a decantar por fantasía. –Musitaste con una pequeña sonrisa, como si fueras un niño pequeño haciendo una travesura. Lance soltó una pequeña risa, asintiendo con la cabeza y sacando su monedero.
–Lo que tu quieras. ¿No quieres alguno más?
–Es mucho dinero, Lance. No voy a dejar que gastes tanto por mi. –Miraste hacia arriba para encontrarte aquellos azulados iris enfocados en ti. Alzó ambos los hombros con indiferencia.
–Creo que te lo debo. –La manera tan casual de hablar te hizo rodar los ojos. Pero tardaste en darte cuenta de que él ya estaba entregando las monedas al vendedor y recibiendo una bolsa con aquellos libros que él mismo vio que te interesaban. Estaba un poco loco. Para seguir vuestra ruta por el mercado, agarró tu mano y te guió entre la gente por tal de no perderte. Cuando estabais más lejos de la multitud, mirasteis los puestos de comida. Lance era demasiado generoso, invitándote a literalmente todo.
–Lance, Lance… creo que te estás pasando un poco. –Suspiraste, tomando asiento sobre una roca que descansaba en el suelo. Lance te miró confundido, negando con la cabeza.
–¿Eso por qué?
–¿Qué se supone que me debes? ¿El tiempo que has estado ignorándome? –Alzaste una ceja para poner en duda sus intenciones, cosa que sorprendió un poco a Lance–. Me gustaría saber por qué hiciste eso.
–Por qué… el porqué es… algo que aún no sé. –Murmuró, claramente nervioso acerca de esa pregunta–. Actué mal, ignora eso. Tonterías mías, probablemente.
–No. Si te pasa algo conmigo, prefiero que me lo digas en vez de quedarme con la sensación de que te has enfadado conmigo. –Dijiste en cierto tono defensivo. Lance se temía esto, y más en la primera cita que él quería tener contigo. Vaya cliché.
–No estoy enfadado. Lo único de lo que te puedo culpar es de que hayas robado mi corazón, pero sé que no es tu culpa. –Se cruzó de brazos, mirándote fijamente para ver si captabas lo que intentaba decir.
Y tanto que lo captaste. Lance vio que te quedabas en silencio, nuevamente sin palabras ante su confesión. Ni siquiera él esperaba que fuera a confesarse tan pronto, pero lo vio necesario si quería una segunda cita contigo.
En silencio te levantaste y le diste un abrazo. A pesar de que los sentimientos fueran mutuos, Lance no quería apresurar nada para ninguno de los dos; ambos necesitabais tiempo para poder asentar vuestra relación.
Pero de las citas a las que ibas con él siempre conseguías algún detalle de su parte. Y nada de culpabilidades, él se siente bien dándote regalos; más cuando puede ver lo feliz que te hacen.
Es todo un caballero. Paciente, servicial y respetuoso con tus preferencias.
MATHIEU
Para él las mejores citas son aquellas dinámicas. En el mundo humano él hubiera propuesto ir a hacer cosas que den adrenalina, una tarde de videojuegos, una mañana de escalada…
Pero tuvo que adaptar dichos deseos en Eldarya, y quería llevarte a una cita en bote a través de un gran río. Su manera de llamar tu atención era mediante hacer cosas únicas que creará grandes recuerdos entre vosotros; ya no solo por el hecho de que era junto a ti, si no porque mediante esas experiencias tendríais un montón de bromas internas que nadie más podría entender.
–¡No te muevas tanto! –Gritaste, escuchando como respuesta una fuerte carcajada mientras el bote se tambaleaba por culpa de Mathieu, quien había decidido hacer tonterías (como siempre) por tal de ver tu molestia. Sentías tus pies mojados ya que el agua entraba por culpa del tambaleo, cosa que te hizo gritar por la desagradable frialdad que emanaba.
–¡Venga, déjate llevar! –Eso es lo que siempre decía antes de que algo saliera mal… Y salió mal. El bote se estaba tambaleando tanto que en cuestión de segundos este se volcó y el frío agua que antes empapaba tus pies, finalmente te empapó por completo. Mathieu se encargó de empujarte a la superficie, y tosiste ante la cantidad de agua que sin querer habías tragado. Estabais completamente empapados, y veías a Mathieu reírse a carcajadas sin cesar–. ¡Dios mío, ha sido increíble!
–Increíble el resfriado que vamos a pillar… –Tus palabras le hicieron seguir riendo, aunque intentaba calmarse. Abrió sus ojos y secó algunas pequeñas lágrimas de la risa, mirándote mientras flotabais en el agua.
–Bueno, algo que no olvidaremos, sin duda. –Dijo más tranquilo, pero aún divertido por la situación. Tenía la cara colorada de tanto reír, hecho que te sacó una sonrisa. Su mano peinó un poco tu cabello, el cual estaba ciertamente desordenado al haberse mojado–. Hasta así te ves genial, es increíble.
–Venga ya, Math… Me ves con muy buenos ojos. –Miraste a tu alrededor y luego al bote, el cual estaba completamente girado–. Vamos a tener que girar esto si queremos volver a tierra…
–Si tu lo dices… yo creo que podríamos nadar. –Sugirió en un tono juguetón, comenzando a nadar lentamente de espaldas. Era incitador seguir su inmadurez, pero te querías resistir.
–¡Math! No podemos dejar el bote aquí. –Aunque querías mantener un tono serio, su expresión tan feliz y relajada era contagiosa.
–Déjate de broncas. Ya volverá solo. –De repente sentiste una mano agarrando tu muñeca y atrayéndote con facilidad hacia él, sujetándote en sus brazos mientras nadaba hacia atrás. Estabas prácticamente descansando sobre su torso mientras te guiaba hacia el exterior, aunque sería un largo camino…– Admite que te lo estás pasando bien.
–Tienes suerte de que sí. –Confesaste, dejando que tu cabeza se apoyara sobre su pecho, mientras sentías el agua pasar con cada movimiento.
–Pero mira que eres adorable. –El brazo que sujetaba tu cintura te agarró con un poco más de firmeza, mirando a su alrededor antes que a ti. Sus ojos observaron cada pequeño detalle de tu cara, y sentías que realmente no era una mirada que normalmente los amigos se darían entre ellos, puesto a que los segundos con los que analizó tus labios no fueron cortos. No pudiste evitar hacer lo mismo–. Me dan ganas de besarte y todo.
Ya era tu decisión si en la primera cita habría el primer beso, pero sin duda no sería la última cita. Mathieu tenía claro que estas experiencias contigo eran las mejores, y tenía muchas ganas de pasar tiempo contigo.
No fue muy reservado con sus sentimientos, pues los habló sin ni siquiera pensarlo bien. Tampoco se arrepintió de haberlos soltado con naturalidad.
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Quisiera hacer una pregunta, y prometo que no tengo ninguna mala intención sino el profundo deseo de mejorar y aprender. Acabo de leer sobre una persona que fue manipulada y abusada en este tumblr y estoy de acuerdo en que eso fue abuso. No hay discusión. ¿Pero... por qué la gente se deja manipular? Sé que no "se deja", sé que no escoges eso, pero me cuesta muchísimo trabajo comprender (y lo intento) cómo puedes no negarte a algo que te desagrada o te hace daño. Yo soy una persona que nunca sabe decir que no y constantemente estoy incómoda por eso y nunca lo he sabido cambiar, pero siempre intento consolarme con que no llegaré a ese punto, y me da miedo que pueda ocurrir si es algo tan frecuente. ¿De verdad es tan difícil salir del abuso? ¿Por qué no podemos simplemente huir de esto? Me inquieta mucho cuando yo misma y amigas caemos en situaciones así porque parece "tonto" desde fuera, pero es incontrolable.
¡Hola, personita rolera! 🖤
Primero, quiero agradecerte por tu pregunta y por abrirte con tanta honestidad. Entender las dinámicas detrás de la manipulación y el abuso emocional puede ser muy complicado, y es normal que cueste trabajo verlo desde fuera.
Cuando hablamos de manipulación o abuso, estamos lidiando con algo que no siempre es obvio. A menudo, todo comienza de forma muy sutil. Por ejemplo, una persona puede empezar a hacer pequeños comentarios que te hacen dudar de ti misma o te hacen sentir culpable por no hacer lo que esa persona espera. Tal vez te hagan sentir que tu bienestar depende de ellos, o que tu valor como persona está en cumplir sus expectativas. Con el tiempo, esto puede hacer que tu autoestima disminuya, y que decir “no” a cosas que no te gustan o te lastiman se sienta mucho más difícil.
Un ejemplo concreto puede ser alguien que te pide favores constantemente y te hace sentir que, si no accedes, estás fallando como amiga, pareja, hija, trabajadora, etc. Tal vez al principio los favores sean pequeños, pero poco a poco empiezan a aumentar en intensidad o frecuencia. Cuando intentas poner un límite, esa persona podría reaccionar haciéndote sentir culpable, diciéndote cosas como: "Después de todo lo que he hecho por ti, ¿cómo puedes decirme que no?". En estos casos, el miedo a perder a la persona, perder algún puesto o estatus, miedo al rechazo o incluso a generar un conflicto puede ser tan grande que sigues cediendo, aunque ya te estés sintiendo incómoda o incluso herida.
Otro ejemplo puede ocurrir en una relación de pareja. Puede comenzar con comentarios como "me gustaría que cambiaras la forma en la que te vistes, me pone nervioso cuando otros te miran" o "quiero que me cuentes todo lo que haces para que confíe más en ti". Lo que parece preocupación o amor, en realidad se convierte en control. Esto genera dependencia emocional, donde la persona siente que tiene que hacer todo lo posible para mantener la relación, aunque eso implique ceder su propia libertad.
Es normal que, desde fuera, parezca obvio y/o fácil decir que no, pero una vez que te encuentras en la situación, el abuso suele venir acompañado de una manipulación emocional muy potente, que hace que sientas que no tienes salida o que las consecuencias de negarte serán peores que aguantar la incomodidad.
En cuanto a lo que mencionas sobre el miedo de caer en algo así, es importante que sepas que el autoconocimiento y la práctica de establecer límites saludables pueden ayudarte mucho. Nadie es inmune a las relaciones abusivas, pero tener herramientas para identificar comportamientos dañinos y contar con una red de apoyo puede marcar la diferencia.
Si esto te inquieta tanto, no dudes en buscar ayuda profesional, o apoyo emocional donde puedas hablar más sobre cómo fortalecer tus límites, incluso seguir mandando todas tus dudas aquí, que yo haré lo mejor para responder. El miedo que sientes puede transformarse en acción para aprender a cuidarte mejor a ti misma y a los demás.
¡Cuídate mucho! Y si tienes más inquietudes, mi bandeja de entrada siempre estará abierta. 🖤
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"ME ODIO"
Me odio... odio decirlo, pero me odio, y aunque es estúpido, odio a quienes me rodean, recordándome "lo grande y fuerte que soy", o bien, que no entienden ni tratan de empatizar con lo que me pasa y siento.
No busco consuelo, ni comprensión, sólo un poco de apoyo sin qué me echen en cara que siempre puedo superar las cosas, que me han pasado cosas peores, solo quiero que me digan, que me demuestren que no está mal sentirme así, que no me digan "ya pasará"...
Sé lo que soy, sé cómo soy, sé que tarde o temprano pasará, sé que he podido con cosas peores... ¡Maldita sea, todo eso lo sé! Ya me lo recuerdo y recrimino yo misma, no necesito que lo hagan los demás.
Y ése es el problema, sé que ésta no soy yo; yo misma no me reconozo, sé que me he perdido y que yo sola debo encontrar el camino de regreso, todo eso ya lo sé, no quiero ni necesito que me lo recuerden.
Me odio por dejar que ésta situación me sobrepase como lo hace, me odio por sentirme como lo hago, y al mismo tiempo tengo miedo y terror...
Es cierto que ya en otras ocasiones me he caído y me he levantado, es cierto que ya he sabido cómo salir sola, cómo lidiar y solucionar las cosas, es cierto que nunca me he perdido y que, si lo he hecho, también he sabido encontrar el camino de regreso, pero, ¿y si ésta vez no lo hago?
¿Qué pasa si ésta vez estoy tan perdida que no puedo encontrar el camino de regreso? ¿Qué pasa si no vuelvo a ser yo? No la chica que todos admiran y ven como ejemplo a seguir, no, ¿qué pasa si no vuelvo a ser aquella chica que tuvo que aprender a pelear y defenderse sola? Aquella niña qué se obligó a hacerse fuerte, y salía siempre airosa de todo, la verdadera yo que tira golpes a diestra y siniestra cuando nadie la ve, y sólo muestra las medallas de la victoria...
Quiero seguir siendo esa yo, a la que nadie ve con buenos ojos, la que no necesita de otros para seguir, la qué toma pocos y cortos descansos; la yo que todos piensan que es engreída, maleducada, malagradecida, grosera, insoportable, pero de la qué presumen cuando logra la victoria.
Me odio, tengo miedo de odiarme y me odio por eso...
¿Debería hacer caso? Sólo dejar que pase, sumergirme en lo que siento, permitirme vivirlo y, hasta entonces luchar, ¿debería hacerlo? Pero asusta, me aterra, la última vez que me permití vivir y sentir lo que pasaba, los pensamientos y deseos de morir fueron muy fuertes, si no fuera por mi hermana, probablemente no estaría ya aquí, ¿y si ésta vez ni siquiera ella consigue salvarme? ¿Qué pasa si ésta vez no hay nada ni nadie que me detenga?
Me odio, porque ésta no soy yo, no quiero serlo, pero estoy parada en el desierto, no hay caminos y las huellas, de la arena se fueron. Tengo miedo, ésta vez parece no haber retorno, y estoy tan cerca de rendirme, en medio de la nada, pareciera que a nadie le importa, y no tienen por qué hacerlo, pero sí van a ignorarlo, sólo ignórenlo, no traten de aconsejarme, y si en verdad les importo, sólo permanezcan donde están, gritando mi nombre, en algún momento los escucharé, y podré volver mientras sigo avanzando.
Me odio y tengo miedo, me odio y me aterra, solo quiero un respiro, sin consejos, sin "consuelo", sin lástima ni reclamos.
Me odio y tengo miedo, quiero volver, pero primero quiero descansar, tomar un poco de aire, tener un poco de paz, recuperar fuerzas y volver a andar.
Paulina Vásquez
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Vuelvo a casa me gustaría mandarles a cada una una carta explicando qué parte de mi corazón rompieron....
Yo no tengo alguien de inspiración lo mío nace de mí soy egocéntrico, soy importante, lo que yo digo es la única verdad y no quiero escuchar qué dice esa señora no puedo leer todo eso sin pensar que lo que yo digo es mejor.
Lo mío siempre ha sido lo tuyo.... a mi me empiezan a gustar las personas por las letras de su nombre o por la largura de su pelo a mi me empiezan a gustar las personas porque me llevan la contraria o porque no me hacen caso.
Siempre me ha movido la rabia la rabia era lo único que me sostenía si pasaba hambre la rabia era lo único que me mantenía en pie cuando quería darte un puñetazo( porque he querido hacerlo tantas veces pero tantas que ya ni me acuerdo)
Contar los días, contar las horas, contar los segundos, contar los años que me quedan para llegar a ser, para llegar a sentir, para llegar a vivir.
El camino de vuelta se me da volteretas y pienso: con todas las cosas que te podría haber hecho y no hice nada.
Siempre he sido un cobarde con clase siempre he sabido hacerlo fácil, siempre he sabido hacer que mi problema no fuera tan grave tan hasta abajo como el tuyo.
Me sacrifico para que no te asustes, me sacrifico porque no voy a conseguir que mi problema nunca sea tan importante como para que alguien lo escuche me sacrifico porque no sé querer sin sacrificarme.
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24/04/24 12:01 a.m.
Vengo a Tumblr a escribir lo que no fui capaz de escribir en mi libreta.
Me gustaría que las cosas fueran diferentes, me gustaría poder ser perfecta y no lastimar a nadie. Me gustaria poder compartir mis emociones sin problema y sin sentirme rechazada o atrapada en un hoyo al que sóla me metí y del que sola tengo que salir.
Desafortunadamente nada siempre es como uno quiere. Y hoy quiero decirme a mí misma que estoy haciendo lo que puedo con lo que tengo, que mi intención nunca ha sido lastimar a nadie, que mi intencion nunca ha sido ser un peso para los demás y menos alguien que merme la existencia de los que me rodean.
Amo a mi familia con todo y sus defectos, me amo a mí con todo y mi necesidad de buscar un cambio constante, de hablar las cosas e intentar buscar una solución.
Me angustia la idea de que este vínculo o lazo familiar se quiebre, pero al mismo tiempo me da la sensación de libertad sí llega a ser el caso. ¿Libertad o libertinaje?
Quisiera poder hacer más, quisiera poder tener una resuesta sabia y que beneficie a todos, quisiera dejar de autoexigirme perfección, quisiera sentirme comprendida o escuchada, no siempre tiene que haber una respuesta. Quisiera que me respondieran como creo que yo respondería: "tranquila, todo está bien y agradezco que estemos teniendo este dialogo". Que mis peticiones o mis inquietudes sean bienvenidas como parte de lo que soy, un ser humano que comete errores, un ser humano que lastima y es lastimado, un ser humano que siente y empatiza, que a veces ignora y otras da por sentado.
Quiero soltar esa parte de mi que intenta sanar todo y a todos, quiero soltar esa parte de mí que busca siempre el equilibrio, la lógica y el racionalismo, quisiera a veces dejar de ser tan consciente de lo que los demás sienten.
Claro que me doy cuenta de cuando alguien esta triste, frustrado, enfadado o disgustado conmigo o mi forma de actuar, claro que percibo cuando tienen pensamientos negativos hacia mí y claro que me duele. Pero nada me duele tanto como el hecho de querer cambiar las cosas y ser yo quien busque ese dialogo, esa apertura, ese momento indicado para sacar los sentimientos con fluidez y de la manera más respetuosa posible.
Quisiera que se abrieran conmigo, que me validen y validen mis emociones como siento que valido las de los otros, como siento que debería ser la interacción humana. Quisiera poder hacer eso y mucho más, pero en este punto no sé hacia donde dirigirme, cómo actuar, qué hacer o cómo cambiar el rumbo de mi actitudes. Cuando quedarme callada y cuando alzar la voz. Cuando y cómo soltar o aceptar que las ideas preconcebidas que las personas tienen de mí son eso, ideas en su cabeza que no soy yo quien está creando.
No me he ido porque no me han corrido, pero tampoco me he ido porque no he sabido hacerlo. Entonces me encuentro en ese proceso, en esa parte de prácticar el perdón y no sólo irme por irme, porque eso lo he hecho muchas veces. Lo que no he hecho es irme porque tengo todo listo para emprender el viaje, pero es ahí cuando me pregunto... ¿Es a caso tan necesario planearlo? Quizá con experiencia adquirida con los años la respuesta puede ser que si. Pero no me quiero ir con ese sentimiento de huir, de correr de aquello que me incomoda, de sólo deshacerme de lo que no me gusta y enfocarme en lo que aparentemente me llena.
Pensamientos desbordados qe agradezco y benero, que escribo como gritos que no doy y golpes que no lanzo. Sólo quiero estar tranquila, en paz y ser prudente y coherente con lo que digo y con lo que hago, sin dejarme llevar por el entorno o las circunstancias. Mi deseo más profundo es sentirme dichosa de ser yo misma y utilizar estas oportunidades como una forma de potencializar mi calidad de vida. Entiendo que será difícil pero no imposible, y eso me mantiene en pie.
Quisiera dejar de depender y de dejar todo en manos de lo que me pueda brindar mi familia, siento que no hay nada que me haya atado más en la vida, a pesar de estar obteniendo mejores resultados de los que pude haber obtenido estando sóla. Quizá con el tiempo logre entenderlo a mi favor y al de los que me rodean. Espero pacientemente y pongo eseta energía de autoayuda, autoaceptación, fuerza y trabajo que nadie ni nada hará por mí. Me agradezco por seguir intentandolo y me perdono por cometer errores, por no ser perfecta, por querer tener todo bajo control, por creerme que puedo darle solución a todo, cuando no.
"Me encanta la fuerza que tu cuerpo tiene para conseguir lo que tuvo y que quiere"
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Nunca lo llamé diario...
siempre fue una recopilación de pensamientos. Nunca lo escondí o lo consideré privado, solo avisaba que no me hacía responsable del resultado tras la lectura de mis entrelazados y desviados pensamientos.
Pensaba que hacía lo mejor que podía para la supervivencia. No me equivocaba en ello, lo que no calculé correctamente era quién era el verdadero agresor, o mejor dicho, el peor de ellos.
Vivo atrapada en mi cabeza, con mi mente. La llamo "amo". A pesar de que no la diferencio como un ente ajeno a mí, sí que siento que tenemos dos personalidades algo diferentes. Y hay un claro papel de quién manda y quién no.
Hay días que le tengo miedo porque sé qué no tiene límites, ni moral, ni escrúpulos, pero esto solo en casos en los que se da una concreta circunstancia: tiene un objetivo. Pero no un objetivo cualquiera, como por ejemplo ahorrar 200 euros al mes, ni siquiera un objetivo algo más ambicioso cómo se podrían imaginar algunos al leer esto, tipo: acabar X carrera, conseguir X trabajo o comprarme X coches. No, suelen ser objetivos estrafalarios, incoherentes para la mayoría de las mentes, objetivos que se convierten en obsesión y que se van a conseguir bajo cualquier circunstancias. ¿Te suena lo de: "el fin justifica los medios"? Pues eso. Para ti, en estos casos, los medios no estarán justificados de ninguna manera. Pero al "amo" le da igual. El amo es perverso, egocéntrico, se cree dios, superior y va a ir a por aquello que quiere, indiferentemente de lo que tenga que hacer para ello o el cadáver de quién va a tener que pisar por el camino.
Hay días que me absorbe. Hay días que me anula. No somos dos personas diferentes, ni mucho menos. Su voz, es mi voz, no soy esquizofrénica. Por ser, no soy ni bipolar. Y ando muy segura de este hecho. Pero mi mente es un lugar oscuro, enrevesado, y en ocasiones, demasiado retorcido e indescifrable hasta para mí.
Llevo toda mi vida siendo consciente de ello. Al igual que llevo toda mi vida siendo consciente de que no es normal, y como tal, jamás manifesté nada de esto en voz alta. Como mucho alguno de los síntomas derivados de la ansiedad y ocasional depresión que me haya podido originar esta condición. Jamás manifesté que tengo miedo a mi propia cabeza, pero sí que me tengo miedo a mí misma. Jamás manifesté mil horrores más porque sé que no solo que no son normales, sino que probablemente escandalizarían hasta al más curtido en el campo de la salud mental. No sé cuáles podrían llegar a ser las consecuencias si lo hiciese, pero me dan miedo, así que probablemente no llegue a cambiar nada nunca.
Pensé que mi diagnóstico de TEA me iba a ayudar y que acabaría viendo la luz al final del túnel. Y me ha ayudado, mucho, en muchos aspectos, pero en este sentido, esta sensación no se ha ido. la guerra continua, la guerra de las dos mentes y una sola cabeza.
Soy incapaz de verbalizar lo que pasa allí dentro, es difícil ya que no se resume solo a una línea de pensamiento verbal que podría coger y reproducir en voz alta. Son imágenes, sensaciones, sonidos, impulsos, cosas tan abstractas que hacen que esté segura de que jamás podré explicarle a nadie, ni por asomo, lo que es... lo que es estar dentro de mi cabeza en compañía de mi propia mente. Yo lo vivo y lo entiendo, pero tengo la certeza de que los demás seres humanos, al menos los que yo he conocido hasta ahora, no experimentan cosas a este nivel o de este tipo. Solo hace falta ver ciertas caras o reacciones cuando algunas veces manifiesto alguna cosa que por pura casualidad ha sido más fácil de sintetizar y por lo tanto expresar y sacar de mi cabeza hacía el mundo externo: risas, sorpresas, preocupación. La escala de reacciones es tan variada que creo que se podría hacer una tesis completa e incluso se la podría elevar a categoría de espectro. ¿Es esto cosa del TEA o hay algo más? Algo que va mucho más allá, que hace falta ser muy bueno y sabido en la materia para poder detectarlo, algo tan raro, que quizás por mucho que controles, por el simple hecho de que pienses que la probabilidad es mínima, lo vas a descartar. Difícil en el campo de las cosas de la cabeza, y más cuando LA CABEZA, no es una cualquiera. Es una cabeza astuta, inteligente, manipuladora, obsesiva, controladora, con una necesidad de ir muchos pasos por delante de ti. Está en su naturaleza, no lo hace a malas, al menos no siempre. A mí me lo hace constantemente, siendo esta una de las grandes razones por la cual le tengo miedo.
Le estoy perdiendo la batalla, haga lo que haga, mis posibilidades son mínimas e inexistentes. Me cuesta convivir con ella, me atormenta y me bloquea. Sé que jamás me permitirá hacer vida normal, sé qué jamás seré un adulto funcional, de hecho, lo soy cada vez menos. Siempre estaré acorralada, por qué no sé lo qué es, y por lo tanto, no lo puedo enfrentar. Me horripila pensar que el resto de mi vida será así. Me aterra pensar que la única posible solución para separarnos, sea apagarnos.
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Chas, y aparezco otra vez.
Desde luego que cuando estoy en una mala racha, mi instinto busca una salida para desahogarme. En este caso, se dirige a cuentas antiguas que sabe que son un cubo de basura para poder vomitar todo lo que guardo. No está mal, al menos leo lo que escribía hace 10 años y qué quieres que te diga, pero ojalá tener los problemas que tenía en esos momentos. Aún así, ningún problema es bueno, tengas la edad que tengas. Aunque... elegir cuál era tu playmobil favorito en las revistas de juguetes para que te lo regalaran en reyes, era un buen problema. Este sí que me gustaría tenerlo.
Esta mala racha añade algo que nunca antes había tocado: el trabajo. Salí del máster mucho mejor de lo que empecé. Hice un grupo de amigos. Peculiar, eso sin lugar a dudas pero un grupo de amigos con los que puedo quedar de vez en cuando y organizar algún viaje. Y si te digo la verdad, me han sacado de muchos ratos malos que he tenido. No les considero unos amigos de verdad, ni de lejos pero me lo paso muy bien con ellos. Digamos que he sabido ponerle etiquetas a las clases de amigos que tengo, supongo que es una forma para no engañarme a mí misma o para saber en qué posición se encuentra cada uno. No quiero llamar amigo de verdad, al que es colega. Sí, me ha costado durante muchos años pero nunca es tarde para aprender.
Pero gracias a este grupo del máster, que por cierto, iban conmigo al grado, me hicieron acabar el curso mucho mejor de lo que empecé. Esto es curioso, la cantidad de caminos que hay en el mundo, y a veces estamos cerca de personas que luego serán inseparables. Bueno, inseparables tampoco pero personas con las que compartiré buenos momentos sin duda.
Se fueron personas tóxicas de mi vida. La verdad que esto no pilla siendo una novedad pero puedo decir, que en estos momentos solo me rodeo de la gente que quiero y menudo alivio. Jamás me había sentido tan completa en mi círculo de amigos. Somos pocos, nunca he sido de tener muchos amigos pero al final, siempre alguno de ellos acababa saliendo rana. Ahora, quizás no sean ranas y sean una especie rara que no conozca, pero me alegro que sea así. Total, nunca he tenido amigos "normales". Aún así, qué es la normalidad? Tampoco ha sido un concepto que me preocupara.
Lo que sí me preocupa ahora es el barco en el que estoy subida sin rumbo ninguno. Acabé el máster, y ahora qué? Conseguí algún trabajo temporal pero viendo cómo están las cosas, no puedo estar así toda la vida. Me dan envidia esas personas que tienen una estabilidad con 24 años, y joder, cómo es posible? Ahora me encuentro entre muchas dudas y nuevos caminos que se e están poniendo delante. Una oposición? definitivamente, sí. Algo que mis padres me llevan diciendo desde que entré en el instituto, y jamás con maldad, simplemente para que tenga esa estabilidad que tanto ansío y que ellos nunca han tenido.
También te digo, qué mierda. Tantos años estudiando y para seguir con ello. El problema viene que yo quiero tener un trabajo que me dure mínimo 5 meses de seguido pero joder, se ve que es más difícil esto que derrotar a la puta del Príncipe de Persia.
Cuando las cosas no me van bien, pienso mucho en el pasado. Aquella niña tan risueña que no paraba de ser feliz. Pero al final, también pensarlo es reconfortante. Te agarras a un episodio de felicidad del que no estás teniendo ahora. Es bonito, en cierta manera.
Preguntas de mi futuro que me llegan: dónde viviré? si vivo en otro lugar, no podré estar cerca de mis amigos ni de mi novio. Pero y si es algo que me viniera bien? Pero Lucía, a ti te cuesta hacer amigos aunque sepas convivir sola, necesitas siempre a tu gente cerca. Y si me vuelvo al pueblo? Y ahí qué haces... En fin, sí, una retahíla de preguntas constantes en mi cabeza. El peor enemigo del ser humano es él mismo y su lucha interna. No sé si alguien se murió de pensar demasiado pero voy en camino a la colisión de Oppenhaimer.
Preguntas y preguntas diarias... Lo mejor será vivir el día a día y aprovechar de ello. Todo llega, siempre.
Supongo que es la vez que más he escrito o no. Tampoco me he parado a ver cada uno de mis posts, aunque son verdaderas reliquias. Problemas distintos y a veces, se repiten por muchos años que pasen. Curiosa la vida y su manera de que las personas nunca estemos tranquilas, aunque quizás sea la forma de mantenernos despiertos.
Dentro de unas semanas cumplo 25. No, no he puesto un número de más, 25. Y antes, he visto un post debajo que ponía que cumplía 15. Bendita inocencia pero tampoco quiero volver a esa época, demasiado mal lo pasé. Tantas inseguridades, autoestima por los suelos, y una personalidad poco desarrollada... Pero, tampoco me quejo de mi inocencia de cuando tenía 8 años. Otro tipo de locura e inocencia que daba luz a mi vida.
Bueno, tampoco quiero que este post quede deprimente, para eso ya estoy yo. Lo dicho, disfrutar de cada día y sacar algo de ello. No todos los días volverán a ser 22 de enero de 2024. Aunque ojalá tener un trabajo pronto, necesito ahorrar para irme a un lugar de Madrid para mí sola para hacer mi vida. Y si no es Madrid, que sea cerca. Algo que me sirva como luz en mi vida y que no me la quite, como la maldita ansiedad.
Espero que en el próximo post, me esté quejando de otra cosa. Aunque, sobre el tema del trabajo era algo nuevo. Como se nota que cuando eres más adulta, te llegan nuevas responsabilidades y ninguna apetecible.
También te digo, no me tengo por qué quejar. Estaría bien contar algo bonito o algún logro. Pero al final, siempre vamos al mismo sitio de siempre para poder desahogarnos y tener una salvación de nuestras heridas. No es tan malo estar aquí, o eso creo.
Hasta la próxima, que en esta me acompaña Robe y su "Nada que perder".
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No entiendo como el no tomar las decisiones adecuadas en su momento repercuten TANTO en tu presente, la mayoría de ocasiones se pasan por alto pero no en este caso. Creo que el amar a alguien debería venir con una advertencia, para que tanta gente deje de sufrir y llorar por desamor, nunca nunca en serio jamás amen más de lo que se aman ustedes mismos, piensen en ustedes como si fueran sus propios hijos,te gustaría que tú hijo o hija sintiera tanta ansiedad, tanta tristeza solo por haber dado ese poder a alguien más?. Si alguna vez llegara a tener hijos me encargaría de hacer que conozcan el amor más bonito y que por eso mismo NUNCA permitan menos, nunca se aferren a un lugar en el cual se sienten mal, y menos tanto tiempo como lo hice yo. Te ame tanto tanto que me olvidé de mí, mi mundo giraba a tu alrededor, podías hacer y deshacer en mí tan fácil como soplar. Siempre tuve esperanza de que me quisieras de manera más inocente, más dulce pero en tantos años realmente no siento que haya sido así, me siento muy ridícula por rogar cariño, por pedir que me trates con cuidado con amor, con el tiempo me he puesto más débil más desconfianda por tantas mentiras, tantas cosas ocultas, nunca entendí esa manera de querer a decir verdad, lo mío sería vivir sin miedo a nada, con entera confianza, comunicación, pero solo yo te di eso, no coincidimos en esa manera de pensar y es por eso que tanto tiempo estuve reprimiendo lo que yo considero cómodo para mí, tantas cosas, tú sabes, por ti porque te amaba demasiado, he perdonado tanto sin merecer, solo has causado que mi incertidumbre en la relación crezca y con eso me has hecho débil, y ahora después de todo qué? Después de todo lo que he pasado por ti solo te apartas, me da tanta pena sentirme así porque no lo merezco. No poder dormir, no poder comer, vomitar, solo por la ansiedad que me causas, no es justo, me duele, no te preocupa? No te preocupo? Sabiendo que me has abandonado todo mientras yo estaba en una situación tan difícil emocional y físicamente, no sientes nada?, no entiendo, no te entiendo, por eso tantas veces te pregunte que era el amor para ti, y nunca escuché algo parecido a lo que yo siento que es. Tú sabes que es en lo que estás, que decision estás tomando, por qué y por quién, y a mi no me queda otra que aceptarlo, aceptar que nunca me has sabido querer, que no te importa que pase conmigo, lo que sienta o pueda pensar, hace mucho tiempo tenía que haberme alejado de ti por mi bien, pero me cegue por la esperanza por estar tan profundamente enamorada, como no te imaginas y creo que nadie te amara así, por eso mismo me niego a doblegarme por la abstinencia que me causa el despegarme de ti, así me muera de tristeza, y me duela el pecho de tanto llorar, no voy a regresar ni perdonar todo esto por lo que me estás haciendo pasar. Eres una mala persona, para mí lo eres, eres malo y no me mereces. Día a día a partir de ahora voy a quitar el poder que puse en ti para poder destruirme y me voy a asegurar de saber amar esta vez, con preocupación y no a cualquiera, me merezco un amor bonito, que me cuide se preocupe por mí, que quiera verme feliz y lo más importante sana y tranquila psicologicamente, la etapa de ahora solo alargará mi tratamiento, pero estaré mejor y más fuerte para cuando me recupere y para ese entonces te darás cuenta que no vas a encontrar a nadie como yo, que te adore tanto, sé feliz con los envoltorios con cara de personas, gente vacía, eso es lo que mereces y espero que así aprendas y abras los ojos y no seas un chico más en este cochino mundo, como me hiciste creer. Te amo pero tú eres un ente sin sentimientos. Me ayudaré y amaré sola.
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Carta sin entregar I
"Amor solo o solo amor"
Quiero que entiendas que no sé que me paso, tan solo sucedió y yo no sé ¿Por que no? pero tranqui, ya lloré, no contigo, nunca frente de ti, pero te llore y sufrí y te llore y morí y te llore y reviví y te llore y ya no supe que hacer, ¿Qué por que me gusta? ¿Qué pregunta es esa? debo salir corriendo o pensar que es lo que debo pensar en esa simpleza, complicada, en esa facilidad acelerada en esos abrazos que no valieron nada. Abrázame más fuerte, escríbeme un texto lindo, solo para lanzarme tu indiferencia como un himno.
Entiendo, la vida es así, desde cuando yo he creído que me iba ir bien a mi? jamás, yo soy de los que no ama, quiero pero no pasa nada, me rompo las estrofas, me rompo las palabras, me rompo a mi mismo porque cuando te tuve que decir todo, no pude decir nada.
Será que tengo una condena? que estoy atrapado en el limbo, que tal si morí hace años en el mismo, lugar donde te juro que me salve de morir ahogado. Si hubiera sabido esto quizás ni hubiera nadado, ¿pero quien lo hubiera pensado? ¿a caso mi oscuridad de siempre no te lo dejo claro? quien soy yo? un pedazo de bruma, en el aliento de un alce, soy el aliento de todas las veces que nos juntamos a volar bien, volar lejos, volar sentados, volar solitos y no mal acompañados. Lo entiendo y es innecesario, el color de uno a veces el dolor de varios, quizás me faltaron los ovarios. Que pena que no tengo.
De todos tus alcances yo soy el que esta más muerto, pero no muerto de hambre, si no muerto de adentro, enserio como no lo vi antes, yo creyendo en el resto, si tan solo no hubiera sido tan cobarde como para arrancar con mis dientes el enamoramiento.
Gracias por la lluvia, es como que me hubiese lavado, gracias por los cientos de segundos malgastados, gracias por que no guarda rencor un enamorado, gracias por romper lo poco que yo había armado, hoy solo tengo mi teclado, algunas letras vacías que se disfrazan de poesía insensata, si te guardas el amor, el amor te mata.
No me arrepiento soy libre, fui valiente y no temí el derretirme mis alas de cera, mis pasos adelantados. devolvería el tiempo, para estar ahí sentado, contigo por siempre congelados. Pero eso no es posible y muchos menos sano, todavía es tuyo mi corazón congelado.
#amorql#escribosolo#escritos#escribir#escrituras#solo#escribo triste#escritores#lejos#nose#lectura#escritor#sad
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El mundo
Qué le voy a decir al mundo sobre mí y sobre mi temporal estancia en él, porque el mundo es ese ente en el que medité toda la vida. No recuerdo cuándo fue la primera vez que fui consciente de él, de dónde lo escuché o cómo se me presentó.
Sé que muchos son quienes al verse de frente con él prefieren ignorarlo y dedicarse a algo más práctico, yo me dediqué a estudiar su ser y razón y sigo sin poder definir qué es exactamente, tal vez el cúmulo de malas experiencias en la vida de una persona, siendo lo que se puede deducir al escuchar a otro cuando afirma que <<el mundo es un lugar peligroso>>
Pero creo que va más allá de eso al tratarse el mundo de todo aquello que no está sometido bajo nuestro control, incluyendo a uno mismo en muchos casos, es algo que va más allá de lo benévolo o de ser malvado; es el flujo de avatares y hechos entretejido por las decisiones individuales y que forman una red de la que, fácilmente, no podemos escapar.
Esta trana entretejido de fuertes sentimientos y emociones, de decisiones, es el mundo.
¿Sobrevive a la muerte?
La muerte es el producto de una serie de consecuencias en la que perdemos todos, es algo que naturalmente, también escapa del control. Y por supuesto que de mil maneras se puede prolongar una vida, dirigirla de la mejor forma posible, manejar la salud, prolongar o acelerar voluntariamente el deceso, vivir el momento, amar , reír, llorar, continuar, y nunca sabremos qué sucederá luego.
Yo ansío emprender ese viaje, no por decepción o dolor, el mundo que es su sombra siempre me ha llamado al haberlo admirado tan de cerca y haber intuido su ser y fin, que no lo tiene pero que en las limitadas expresiones humanas, no encuentro otras palabras. He decidido continuar de esta forma el viaje, porque intuyo y sé que ni hay partida y no hay llegada, y no quiero referirme a teorías, doctrinas o estudios, he escrito ya suficiente de aquello y por esta vez, no deseo que sea el caso.
Si pretendo disertar contra las escuelas de pensamiento en estas líneas, estaré siendo ingenuo, cayendo en la misma trampa del mundo, porque también es esto y hacemos al mundo al punto de que puedo argumentar en contra de él en estas líneas, mientras empuño un lápiz o un dispositivo electrónico hechos en alguna fábrica.
¡El templo, la fábrica y el cuerpo!
En todos ellos se fragua y se trasmuta algo.
Y por sobre mi decisión, pasaré a ser una estadística para el mundo, un número con fines de mantenimiento para él mismo. No me he ido por depresión, por alguna situación laboral, por algún problema sentimental, de hecho guardo a mi amada como el espíritu que mejor ha sabido guiarme hacia la luz; no hay una razón social, económica o medible que pueda figurar en estudios periódicos sobre causas que han llevado a los hijos de Dios a esto.
Este es el gran viaje que todos emprendemos y al cuál me adelanté por empresa propia, quiero ver tras la puerta, más allá del pasillo hasta donde solo llegan las sombras de una cara del umbral. Avanzar hacia su dirección, esa es mi decisión y aseguro que no me hace único, que si esta abstracta motivación fuese cuantificable se sabría de muchos que siguieron esta senda. Y sin embargo, al no ser medible el sentir, cualquier causa se le inventa a quien ha decidido recorrer este camino, cualquier razón con la que se pueda hasta tecnificar esto. No caigamos en esta ilusión.
Y pues el mundo, esa red formada por decisiones interconectadas y consecuentrs, experimenta la resaca de toda una era de avances exponenciales por los que sacrificó el sentir en su devenir. Sí, es verdad que a nivel global la calidad de vida ha subido como nunca, que la esperanza de vida es más alta que en otras épocas, y tan solo se trata de un mito sustentado en la más perversa, boba y vulgar sobreproducción que también es replicada en la vida cotidiana, llena de tareas que deben ser premiadas por ser concluidas en el menor tiempo posible
¡Nada de espíritu sobrevive o hay en esto!
Y en absoluto quisiera hacer apologías de revoluciones, de banderas, de retorno a lo tradicional o cualesquiera sean aquellos históricos programas de sometimiento al espíritu.
Menos mal, el mundo está cambiando ¿No? No, la historia de la humanidad es el mundo en su ser mismo, es aquella red de decisiones que desencadena en otras y que en un punto se forman para formar este tejido. El mundo es la misma saturnina ilusión del tiempo, es lo más antagonista al aquí y al ahora, planea establecer un centro común y omnipresente, inmedible, en el tan mentado entramado de decisiones, y termina dependiendo únicamente del presente y del pasado para poner en marcha su maquinaria.
Su maquinaria que es un sistema de funcionamiento primitivísimo, pero inalcanzable, aún, para el razonamiento y accionar humano; no dispone de engranajes, cableado, definitivamente sí de un núcleo central cual motor que consume energía; quizás funciona con puntos de control wireless, una serie de antenas con potencias impensables que sin un mecanismo, al menos visible, se encuentran conectadas a años luz en el plano físico; definitivamente su núcleo consume energía y genera entropía, y <<el mundo>> es la proyección terrestre que tenemos de aquella maquinaria.
De nuevo, no digo que sea malévolos o benévolo, digo que simplemente es, ha sido contruido así y en definitiva para estar más tranquilo, tan solo quisiera creer que estoy hecho para sus fines, pero me alivia saber que no. El mundo fue nanométricamente y más por debajo aún del femto como unidad de medida, diseñado para que sea así, no se ha visto algo que ponga en cuestión a este diseño intergaláctico, tal vez la inteligencia artificial sí, mucha atención con este avance, del cual muchos, incluido yo hemos ya escrito de cómo se postra frente a este orden maquinario universal. Recomiendo leerlo, he planteado un estudio de religones comparadas para abordar este tema del cuál también he producido y he grabado un programa de radio o podcast.
¡Simplemente me gusta soñar!
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Ya, déjalo así…
Primer linotipo
Escrito el domingo, 29 de enero de 2023, 1:45 de la mañana.
Estaré bien… Mira… estaré. Así a secas. No sé si bien o mal: estaré…
O no… quién sabe.
Lo que te traiga más tranqulidad. Es más, para ti, desde agosto, te he respondido a tus «¿Cómo estás?» que me encuentro bien.
Ya basta de ▇▇▇▇. Basta de mí de depender de ti. Tú sabes lo que has dicho a mis espaldas y con quién. No esperaba que lo dejaras de hacer después de la primera vez. El tirano siempre conserva su calaña. ¿Por qué te creíste tan especial?
Obvio que la gente cambia. Obvio que las personas cambian.
Pero hay excepciones. «Hay decepciones», como me gusta decir.
¿Qué clase de hipocresía es esta que tenemos, sabes?
Vaya, yo teniendo huevos y pantalones por los dos.
Déjalo así. Siempre fue así.
Y míranos. Aquí estoy. Teniendo yo los huevos que tú no tuviste para tener esta última conversación.
Por eso es que no me aguanté los «Te lo dije». Porque me conozco más grande que tú. ¿Tú qué? Tú sólo tienes tu triste edad.
Ambos lo sabemos porque, cuando te pregunté lo que no tuviste huevos para decirme en meses, te quedaste callado cuando mi valentía exigió una respuesta.
Se lo pregunté a mi psiquiatra esperando encontrar una respuesta a la pregunta de: «¿Por qué tenía que ser yo la voz de la razón, de la sensatez, de lo evidente?».
Sí, por supuesto. Me recordaron hasta el hartazgo la jerarquía. Pero tu jerarquía es triste. Lo menos que esperaba era que hicieras honor a tu jerarquía y a tu edad.
Imagínate tú cómo voy a verme poniéndome al mismo nivel que un niño de ▇▇ años. Di lo que quieras porque… lo poco que dije de ti me lo reclamaste como si de verdad hubieras tenido huevos para ello en tanto creíste, ingenuamente, que yo no sabía lo que decías de mí.
Sé que no tienes huevos para afrontar esta realidad. No me esperaba menos, la verdad.
Yo no tengo tiempo para tratar con niños que se las dan de adultos responsables… espero que puedas apreciar qué tan grande es el concepto de responsabilidad. ¿Lo dimensionas siquiera? ¿Tú, que no sabes que la B va antes de la T?
Tus preguntas llegan tarde. Para cuando lo preguntas, yo ya fui y vine tres veces.
Tenías razón en que yo le daba ▇ ▇▇▇ a muchas personas, pero te dio miedo que te diera ▇ ▇▇▇ a ti. Como si no lo hubiera sabido desde un principio, te importa más el concepto de edad y de jerarquía; por eso es que tu jerarquía da entre pena y lástima… de tu edad ya ni hablemos.
No te engañes, si algún día reconociste que estábamos a la par era para guardar las apariencias porque de respeto hubo muy poco.
La jerarquía es cómoda, pero recuerda que también se ejerce.
Si de verdad hubieras creído en algo tan elemental como lo es el respeto, no te hubieras encargado de revertir sin preguntar.
¿Y te acuerdas quién se obsesionó enfermizamente por revertir sin preguntar? ¿Te suena a alguien? Enojarte por la conclusión es no haber aprendido nada. Lo mejor de toda esta situación es que no soy, ni de chiste, el primero en habértelo dicho.
No reconocer que alguien más pudiera tener la razón puede resultar muy peligroso. No reconocer que muchos álguienes pueden tener la razón explican tu lastimero caso.
Imagina qué tan horrible estaba la situación que hubo gente que fingió irse a ▇▇▇▇ sólo para no discutirse las cosas con semejante infante.
Como último consejo de ▇ ▇▇▇▇, te recomiendo escuchar de vez en cuando. Mira, incluso si sólo haces las cosas a cambio de dinero, escucha aunque sea sólo por negocio. Facundo Cabral se quedó corto. Ten huevos sólo por negocio.
Imagina que sólo usas tus huevos para ser como ▇▇. Y, aún así, matemáticamente ella tendría más huevos que tú, ¿sabes por qué? Porque el peor tirano es aquel que ha sufrido la tiranía. Quédate con tu monopolio. ¿No ves que nunca me ha interesado? Tu miedo como el de un niño: irracional.
O quizá no tanto, puesto que nunca has dejado de pensar que puedo darte ▇ ▇▇▇. O quizás sí es racional: no me interesa perder el tiempo en ser más grande que quien es del tamaño de una hormiga.
Día libre Viernes, 16 de ▇▇▇ de 20▇. 3:40 de la tarde.
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Entrevista a Fernando Fernán-Gómez (y 3)
Hay películas como El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973), como Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1980), como El amor del capitán Brando, que sin tu presencia física y tu actuación no serían las mismas, y en las que aportas una fisicidad como la que a nosotros nos gusta tanto del cine americano. Es lo que le pasaba a Bertolucci cuando rodaba El último tango en París (Last Tango in Paris, 1972), que cuando miraba el físico de Marlon Brando no tenía nada que ver con el de otro actor como Trintignant, que es bueno pero no tiene esa presencia. Eso pasa desde hace años con tu aportación como actor a las películas, algo que quizá ya estaba claro en Balarrasa, pero quizá en otra dimensión. En estos casi sesenta últimos años, has representado al español en todas sus facetas, con tus presencias en las pantallas de cine y de televisión se podría hacer un estudio del hombre español en esas seis décadas. Has sido cura, obrero, campesino, clase media baja, sereno, buhonero, sirviente, chulo, profesor, malvado, héroe, pícaro, Quijote, alcalde, hasta Dios... Todo. Y siempre dando hondura y verdad a los personajes.
Lo malo en todos esos años no han sido los personajes, sino los textos de los guiones. Y hay una diferencia enorme con las ofertas que tengo ahora. Estoy haciendo El abuelo, de Benito Pérez Galdós, con Garci; la oferta que tengo para mayo es un libro de Juan Marsé que va a dirigir Víctor Erice, y lo que haré después es un guión espléndido de Azcona, dirigido por José Luis Cuerda.
Entonces, de la categoría literaria de estos proyectos a la de muchas de las películas de mi filmografía, entre las cuales hay cosas escritas por mí, hay un abismo. He tenido la gran suerte de que en la época en que eran más opacos los proyectos que me ofrecían, hubiera este cambio radical a un salto de calidad ya en el proyecto de lo que te proponen.
¿No crees que muchos de estos proyectos que te llegan desde 1972 nacen ya contigo en la mente de los directores, de forma que no se puede separar esa película de tu interpretación?
En muchos casos, de estas películas que comentamos, las de la fase en que se remonta ya el problema de la baja calidad, el director o la primera persona que me ha hablado del proyecto sí me ha dicho eso: que el personaje estaba escrito pensando en mí. Y luego he visto que, en algunos de estos guiones, sí que era posible. Luego hay otros casos en que creo que he sabido identificarme con el personaje y puede dar esa impresión, como es el caso de Pim, pam, pum... ¡fuego!, aunque mi género no fuera hacer malos. Pero esta película, por mi parte, era una sustitución, yo no era el actor que la iba a hacer. Sin embargo, cuando la veo me da la impresión de que el personaje estaba escrito para mí. Otra circunstancia a favor de cómo me va a mí actualmente en mi carrera es que estos últimos papeles que me han ofrecido, el de El abuelo, el anterior y los dos que me esperan, da la casualidad de que me van muy bien físicamente. Hago en todas de anciano, de alto, de delgado. Mientras que, a lo largo de la otra etapa de mi carrera, había muchas películas en que yo tenía que hacer de guapo; y no era guapo. Esto limita mucho a un actor. Recuerdo una película en la que yo era un médico y recorría un pasillo largo donde había unas enfermeras que, mientras andaba, decían: "¡Ahí está! ¡Mírale! ¡Ya ha llegado!". Me daba mucha vergüenza hacer esto, así que, como sabía que en aquella película estaba sustituyendo a Conrado Sanmartín, les sugerí que cambiasen el guión. Porque yo nunca he visto una película de Gary Cooper que en el diálogo se diga: "¡Mira qué bajito es!". Pues no me hacían ni caso. Y en estas últimas películas tengo la suerte de que todos los papeles que me ofrecen, aunque no sea más que físicamente, sí están muy adecuados a mí.
[José Luis Garci] Como espectador de tantas películas suyas, creo que lo mejor de Fernando no es que pueda transmitir todo tipo de personajes, sino que, gracias al perfeccionamiento de su oficio a lo largo de los años, se ha ido convirtiendo en una especie de elipsis continua. Cuando está trabajando en una película, ya sea en plano medio o en primer plano, o caminando en un plano general, Fernando es una elipsis, ya digo, móvil o fija, y te resuelve la escena. Es decir, que ofrece más posibilidades de montaje o de puesta en escena. A otro nivel, eso
también lo he sentido con Alfredo Landa. Con el resto de los actores —y hablo de los buenos— es muy complicado, pero con Fernando puedes pasar tranquilamente de una escena a otra escena. Eso lo tenían Spencer Tracy y unos cuantos más, como Cooper, Bogart, Tracy, ahora De Niro y Pacino, y es que saben poner cara de nada; pero una cara de nada que es cara de todo. Esas caras llenan los huecos que necesitas como espectador, y, más aún, llenan tu alma de emoción porque consiguen que te pongas en su lugar, que tú realmente seas ellos.
Eso que dices, considerado profesionalmente, es dificilísimo de hacer. Yo no sé si lo puedo hacer, pero eso de tener cara de nada, estar inexpresivo, es muy difícil. Lo más.
Fernando Rey, por ejemplo, pese a su grandeza, tenía un radio de acción, y ciertas cosas no le pegaban nada. Los directores que trabajan en este país, si te pueden contratar a ti a falta de la persona idónea, tú consigues que el papel funcione. Por cierto, ¿cómo te dirigen estos realizadores de esta segunda etapa de tu carrera?
Por lo que observo, de la misma manera que dirigen a los demás. Cuando el director le pide algo especial a un actor —a mí o a cualquier otro—, es un problema grave para el director, porque ya puede estar casi absolutamente seguro de que el actor no se lo va a dar. Es muy difícil que un director contratase a James Stewart para hacer algo especial que no supiera hacer James Stewart. Es muy raro. Si un director llama aquí a Alfredo Landa, sería curioso que luego le pidiera algo especial, entiendo por especial algo que no haga nunca Alfredo Landa. Y si pretende esto con una primera figura o con un actor secundario, el director lo puede pasar muy mal, porque los actores, por lo general, igual que todos los demás que están allí, no saben hacer de su oficio más que lo que saben hacer. Si hay un actor que tiene permanentemente un gesto agrio, y al director se le ocurre decir bruscamente en este momento: "Pon una gran expresión de dulzura", se expone a que el del gesto agrio le mande a la mierda automáticamente, y con el gesto agrio. Creo que primero hay una fase de enseñar el oficio de actor. Luego hay otra fase de ensayos previos al rodaje, en los que sí se pueden pedir cosas especiales, o enseñar cosas especiales. Ya en el puro rodaje, a mí me parece muy difícil, a menos que sea un trabajo que se hace con un niño, o un trabajo con un perro. Pero si no, me parece muy difícil que, dentro de la mecánica de una película, un director pueda estar tratando de conseguir algo especial. Por ejemplo, conseguir que una mujer bellísima pero muy fría de pronto tenga un gesto ardoroso. Creo que, más que difícil, es imposible. Como espectador, he admirado a muchos actores, por ejemplo a Leslie Howard, a Cantinflas, a Laurence Olivier, a Buster Keaton. Y también querría mencionar a Michel Serrault, a Alberto Sordi.
Has descrito un panorama de una variedad absoluta, lo cual es revelador. No te gusta gente de una línea concreta, sino un panorama...
Es una cosa rara esto del trabajo de los actores. Hay algo que no tiene influencia alguna en el trabajo del pintor o del escritor, pero que es determinante en la labor del actor, y es su físico. Su físico como ser humano, no su físico como actor. Si a una señora el físico del actor Depardieu le cae mal —porque le cae mal humanamente, por mucho que ese actor haga películas muy bien—, esa señora seguirá diciendo que a ella no le gusta Depardieu.
Cuando ha muerto Robert Mitchum, hemos visto que hay gentes a las que les caía muy bien, y otras a las que su mera presencia en una película les molestaba, nunca les parecerá que Mitchum está bien en un film. Otro problema en el trabajo del actor es que te lo creas o no te lo creas. Y eso no depende en realidad de cómo está el actor, sino de lo que a ti te parezca.
Hay una frase de un manager americano que dice que el público acude a las salas a ver a los actores, no a verlos actuar. Acude a estar con ellos. Acudía a estar con Carole Lombard, en la época dorada, con Wallace Beery, con Jackie Cooper. Pero no acude al juego ese de verlos actuar. Si el niño Jackie Cooper, a sus catorce años, de pronto hace una película de avariento tartamudo, el espectador dice:
"¡Vaya, me han jodido la tarde!". A mí me pareció una observación agudísima de este hombre, sobre todo en la época del star system. El público va al teatro a ver a los actores, no a verlos actuar. Que era distinto de lo que el público iba a ver en el teatro en la época anterior, que iba a ver actuar a los actores. Incluso se iba a ver la misma obra a dos teatros distintos, para ver cómo lo hacía cada actor, porque ahí sí iban a ver los disparates o bellezas que hacían.
[José Luis Garci] Billy Wilder cuenta una anécdota sobre aquella película de Stanley Kramer, Fugitivos (The Defiant Ones, 1958), que era la huida de una cárcel de un blanco y un negro (Tony Curtis y Sidney Poitier) encadenados. Según Wilder, el papel se lo habían ofrecido a Bob Mitchum, y había contestado que él no trabajaba con un negro. Se lo ofrecieron a Marlon Brando, y contestó que sólo aceptaría si hacía de negro. Y cuando llegaron a Kirk Douglas, dijo que sólo ponía una condición: hacer los dos papeles.
[Risas] Es muy bonito ese cuento.
¿Cómo preparas tus papeles de actor? Se dice que llegas al comienzo del rodaje con todos tus diálogos aprendidos y un estudio muy profundo del personaje y de sus circunstancias...
En El abuelo, no.
Ya sabemos que Garci te ha dado mucho que estudiar.
[José Luis Garci] Me dijo que su personaje en El abuelo tiene más letra que La vida es sueño, que El alcalde de Zalamea...
El alcalde de Zalamea es engañoso. No tiene tanto texto. Esa preparación que decís puede darse en algunas de las películas que hago, y en otras no. No tengo una norma fija. En las que digo que no es así, no es porque no se me ocurra nada que hacer y porque no sepa por qué sitio emprender el estudio, sino porque me parece que no es necesario. Uno de estos casos puede ser el de El abuelo, en el que al darse tanto conmigo la coincidencia de la edad y también de la debilidad que tiene el personaje, me pareció desde el primer momento que lo entendía perfectamente; y no he tenido, antes de los ensayos, más que dos conversaciones, más bien breves, con Garci, y luego he leído muy por encima la obra de Galdós. Y digo muy por encima, porque cuando hay una adaptación de una obra, prefiero guiarme siempre por la adaptación y no por la obra original, para no crear una divergencia con el pensamiento del autor. Esta reflexión se ve más claramente si nos referimos a un personaje histórico. A un actor le encomiendan el papel de Napoleón. Bernard Shaw escribió Regreso a Matusalén, una obra en que aparece el personaje de Napoleón. Si yo tuviera que hacer esa obra, no leería más que la obra de Bernard Shaw sobre Napoleón. Porque si me leo el diez por ciento de la literatura que hay sobre Napoleón, lo más probable es que llegue a unas consecuencias muy distintas de las de Bernard Shaw, y que, cuando esté yo haciendo la interpretación, el director o el señor Bernard Shaw, si existiera, me dijera: "Pero ¿por qué hace usted esto de esta manera?". Y tendríamos una discusión espantosa. Creo que cuando se me encomienda un texto, se me encomienda ese texto.
En el caso de El abuelo, me he creído desde el principio muy identificado con el personaje. No en lo que le sucede, sino en cómo es, en su carácter, en su temperamento. Y no he hecho unos estudios más profundos de él, sino simplemente seguir esta escuela que sigo siempre, aunque comprendo que en la mayoría de los casos no lo parezca, que es la de someterme desde por la mañana, desde que me levanto, a una especie de estado de trance que se relacione con lo que le está sucediendo al personaje. No por buscar una situación parecida, sino si está triste, estar triste; y si me ocurre que alguien viene contando una chirigota, no mirar al de la chirigota. He procurado hacer esto en el cine —en el teatro es más difícil—, porque de esta manera se ahorra uno tener que trabajar en el momento de actuar. En El abuelo me ha ayudado bastante que el texto es muy largo, es muy difícil. Luego, yo ya estaba en una situación con un gran problema de siempre, desde el principio; no importaba, por lo tanto, nada que tuviera cara de problema. Me he limitado, exagerando un poco, a no tratar de disimular esta horrible preocupación que tenía de si me sabría este texto o no me lo sabría. Si hubiera tenido que hacer de hombre que estaba muy alegre y muy divertido y que iba a vender unas neveras, habría sido para mí un problema espantoso estar alegre, vivaz, y la preocupación de saberme o no saberme el texto. Pero en El abuelo, lo mismo en lo accesorio que en lo fundamental, me he encontrado muy adecuado al personaje.
En otros casos he hecho un estudio más minucioso, basado casi siempre en repetir el texto, repetirlo sin sabérmelo. En una época, cuando La sonata a Kreutzer y Mi querido embustero, lo que hacía era poner música por las tardes estando solo, poner música muy alta y decir muchas veces el texto; pero el texto aproximado, para poder expresar más bien los sentimientos del personaje que la letra de ese personaje.
[José Luis Garci] Lo que sucede es que, por tu experiencia acumulada, tienes, insisto, un conocimiento absoluto de tu oficio. Lo que acabas de explicar, si lo aplicamos a cuatro o cinco actores funciona; pero no con el resto. Es como cuando tienes unos violines extraordinarios y dices: "Aquí voy a sacarle partido a la cuerda". Lo que Fernando tiene es un dominio total del tiempo. Con que tú le hagas la más pequeña sugerencia, alarga el tiempo o lo comprime de una manera asombrosa. Luego, está su voz como fuerza creativa, no su voz sino cómo utiliza ese instrumento que es su voz. A Fernando le pasa un poco lo que a Sinatra, que consigue que hasta los que no sabemos inglés le entendamos; bueno, pues transmite un estado de excepción hasta a los que no saben bien qué rayos es eso de la interpretación. Y luego está ese titubeo, a veces, para buscar el color exacto de la frase, y que está en las antípodas del que utilizan en el Actors Studio. En El espíritu de la colmena, sólo con ver pasear a Fernando, iluminado por una luz de esas que ponía el pobre Luis Cuadrado, de color miel, los pasos en la tarima... Uno dice: "¿Qué ha pasado aquí?". Y ahí, precisamente en ese hombre paseando, en su cara, en el ritmo de sus pasos, está el Misterio de la película, su esencia.
Tienes razón, pero Víctor Erice no sólo no nos dijo casi nada, sino que ya nos advirtió al principio, lo mismo a Teresa Gimpera que a mí, que no nos diría nada. Le pregunté: "Pero ¿incluso en algún momento en que yo no entienda de qué trata esto, tampoco me dirás nada?". Y me contestó: "No. Si no lo entiendes y te limitas a andar, queda mejor".
Lo que pasa es que en esa película se producía una magia especial. ¿Qué había pasado en aquel matrimonio? ¿Realmente él sabe que ella tiene un amante al que le manda una carta? En un tiempo oscuro como el de la posguerra, quedaba mágico todo aquello. Ésa es la química que te tiene que producir el cine.
Yo no lo sabía. Es una película que me gusta extraordinariamente y que no la entiendo. Pero al decir que no la entiendo es porque como la vida, la vida real, no se entiende, no veo que sea obligatorio que la película se entienda. A Berlanga le divierte mucho contar que cuando me propusieron El espíritu de la colmena, me dio el guión Elías Querejeta, lo leí, no lo entendí y le dije: "Mira, antes de seguir hablando de esto, pregúntale sinceramente a este muchacho, a Víctor Erice, si cree necesario que yo entienda el argumento de esta película para que interprete este personaje". Al día siguiente, me llamó Querejeta y me dijo que ya se lo había preguntado a Erice y que éste le había contestado que no, que no hacía falta que yo lo entendiera. Le respondí que en ese caso podíamos llegar a un acuerdo, porque yo ya sabía que se habían hecho películas como las de Alain Resnais, en que el director no quería que los actores entendieran lo que pasaba. Y hasta cierto punto, que los actores no entiendan lo que les pasa a ellos, a su personaje, se parece mucho a la vida real. Pero, desde luego, lo que se parece del todo a la vida real es que no sepan lo que les está ocurriendo a los demás ni cuál va a ser el desenlace. En una película policíaca, únicamente el asesino debe estar enterado de aquello. Los demás no saben nada, ni siquiera que el sacerdote es un criminal que por las noches mata criadas. Si lo saben, ya han agotado el proceso ese de misterio. Curiosamente, yo diría ahora que mis mejores personajes en cine han sido Balarrasa y El abuelo, y digo curiosamente, porque uno está al comienzo de mi carrera y otro en la parte final. Pero sí, son los dos que me han ofrecido más posibilidades de eso que llamamos actuación.
En esos años en que empiezas a rodar con estos nuevos directores, ¿te da la impresión de que son distintos de los que habías conocido años antes?
Se notaba, y además lo hemos comentado algunos otros actores y yo, que —en términos generales, nunca singularizando— eran mejor educados, más correctos, más simpáticos, más agradables. Empezaba a desaparecer un tipo de director que era muy chillón, muy agresivo, muy ordeno y mando. Pero en cuanto a sutilezas de su estilo, de su técnica, los actores, que son los que podían haber hablado conmigo, en realidad han permanecido siempre bastante alejados de esto, y es muy difícil diferenciar el trabajo del director. Podemos hablar de la escuela suiza de dirección, pero luego dices: "¿Cómo explico yo de verdad esto en un encerado?".
Al ser reconocido como un director con obras fundamentales y teniendo a tus espaldas cerca de sesenta años de cine, ¿notas que a algunos de esos directores más jóvenes se les plantea un problema al tener que dirigirte en una película suya?
Sí, pero por eso no hace falta magnificarme a mí de ninguna manera. A todos los directores jóvenes —los que tienen veintiséis o veintisiete años, las chicas que están saliendo— les tiene que ocurrir eso con cualquiera de los actores que llevan años en este oficio. "¿Cómo le voy a decir yo ahora a Juan Luis Galiardo que no esté tan alegre? A lo mejor me da una hostia...". No sé si en otras profesiones se dará este problema de que lleguen los jóvenes y tengan que mandar sobre gente madura...
Es que en otras profesiones no suelen mandar los jóvenes.
En el cine ahora sí ocurre.
Hay una película tuya, El anacoreta (Juan Estelrich, 1976), que nos da la impresión de que es un proyecto donde te implicas de una forma muy personal.
Es verdad que hay una mayor complicidad por mi parte porque, aunque la idea parte de Estelrich y de Azcona, recogieron, en sucesivas vueltas al guión, conversaciones que habíamos tenido los tres, que nos veíamos casi a diario en esa época. Y hay mucho en el espíritu de la obra que se debe, no digo a mí, sino a cualquiera de los tres. Es cierto.
En Stico (Jaime de Armiñán, 1984), el personaje puede que sí; pero la idea es de Armiñán. Es cierto que, de las ciento ochenta películas en que he trabajado, Stico es una de las diez o doce en que me he sentido más identificado con el personaje. De una manera superficial, no porque en el fondo a mí me gustara ser un esclavo. Y trabajé en el guión con Armiñán. Pero, como digo, la idea es muy, muy suya.
¿Qué recuerdos tienes de una película de encargo que tenía algunas escenas que ahondaban con fuerza en el melodrama, como es La querida (1976)?
No tengo buen recuerdo de esa película. Lo primero es que no comprendí por qué querían hacer una película folclórica, pero intelectualizada y al servicio de Rocío Jurado. Me parecía que ahí había una incongruencia. Yo era un gran admirador de Rocío Jurado desde mucho tiempo antes, desde que ella era muy joven; pero esto no quiere decir que ella me pareciera adecuada en un papel de mujer comprometida intelectualmente, tal como era la película en la primera versión. Y luego, yo no entendía los ambientes en los que se desenvolvía la película, esas casas ricas. Tampoco creo que fuera muy rico el reparto en esa película. Una de las cosas que menos me gustaba era yo en el personaje que tenía que hacer, me parecía totalmente inadecuado. Se hizo así por conveniencias de producción.
Entonces, quizá todo esto hizo que no me encontrara muy a gusto y que si la película tiene algún trozo bueno, yo no lo recuerde.
La querida es posiblemente el primer culebrón del cine español, antes de todas esas teleseries iberoamericanas que hemos estado viendo con personajes, ambientes y muebles de ese tipo. Es como una película piloto de todo lo que vino luego.
Pero eso sería un mérito de José María Fernández y Romualdo Molina, los guionistas que inventaron esta historia, aunque tampoco sé si la inventaron ellos o fue por encargo.
Pero tiene el aroma sublimado del melodrama, con música muy potente de Manuel Alejandro. ¿Quién la produjo?
El productor fue Andrés Vicente Gómez.
¿Y Yo la vi primero (1974) y ¡Bruja, más que bruja! (1976)?
Me parecía muy bien el tema de Yo la vi primero, pero es un trabajo de encargo; y la idea es más bien de Manolo Summers y de Chumy Chúmez. La idea, aunque era muy divertida, creo que no se desarrolló lo suficiente. Tiene la circunstancia curiosa de que gustó tan sólo un día, pero ese día gustó extraordinariamente, una cosa asombrosa. Ese día fue en Nueva Delhi, donde se pasó en un festival de cine y los aplausos no acababan. A la salida, todos los indios rodeaban a Summers para pedirle autógrafos, y el que iba con nosotros de delegado político del grupo —estábamos en 1974—, Guillermo de la Dehesa, hizo una apuesta de que la película estaría por lo menos dos meses en el Cine Coliseum, de Madrid, y se jugaba una cena. Bien, la película no gustó de verdad más que ese día. Nos filtraron que no tendría premio en Nueva Delhi, y decidimos tomar un coche e irnos a ver el Taj Mahal. Pero a la vuelta nos enteramos de que Yo la vi primero había tenido el accésit especial del jurado. Esto es verdaderamente sorprendente, porque la otra película que había, y que no lo ganó, era El padrino II (The Godfather, Part II, Francis Ford Coppola, 1974). Y al decir desde el escenario: "Accésit del jurado, la película española Yo la vi primero. Director, Fernando Fernán-Gómez", allí no había nadie para recoger el premio. Nosotros andábamos perdidos por una carretera, y entonces Jaime Camino, que pasaba por allí, que no había ido a nada, pero que es hombre que le gusta ir a festivales internacionales, salvó la dignidad del pabellón español, porque se levantó y recogió el pergamino que daban y estrechó la mano a un ministro y se volvió a su butaca.
Bueno, pues Yo la vi primero, con esa apuesta de De la Dehesa, se estrenó unos quince días más tarde en el Cine Conde Duque, de Madrid. Fui a la función de noche, y no le gustaba nada a nadie. Nadie se reía en los momentos cómicos ni atendía en las escenas serias. Le pregunté al acomodador cómo había ido la sesión de la tarde: "Don Fernando, Yo la vi primero, Manuel Summers. Ni un alma". Y volví a pensar, como siempre, que si hay alguien que lo ve tan claro que poniendo: "Manolo Summers, Yo la vi primero" no va a entrar ni un alma, ¿cómo se consigue financiar y rodar la película? Nunca más acudió nadie a ver esa película. Sólo tuvo su noche de esplendor de Nueva Delhi. A mí me parece una película menor, pero honesta y que está bien.
¡Bruja más que bruja! parte de un error mío en el que ya he incurrido varias veces. La hice porque era el momento del éxito, del éxito subterráneo, de El extraño viaje. Había tenido el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos y todas esas cosas, y los amigos me decían: "¡Claro, como no tienes ningún proyecto!". Y me dije: "Voy a tener un proyecto, para que los amigos no me den el coñazo". Hacía tiempo que tenía la idea de hacer una película cualquiera, neorrealista, neorrealista italiana, que ocurriera en un pueblo; pero que la gente cantara, como en las zarzuelas. No que cantara para que fuera muy bonito aquello, con grandes decorados, sino que fuera realista. Que todo el desarrollo fuera realista, sólo que, de pronto, la gente cantara. Pensaba que era graciosísimo, porque la zarzuela me parecía un género horroroso. A mí y a casi toda la gente que conocía de mi generación. Creíamos que era una cosa burda, chabacana, que tenía gracia ya en sí, y nos matábamos de risa imaginando la entrada de un tipo en el estanco que pide tabaco cantando, y el estanquero le contesta de la misma forma. Y leí en un periódico un suceso real que había ocurrido, tiene cojones el suceso, que un chico y una chica habían querido matar al marido de ella recurriendo a una bruja. La bruja les dio unas pastillas, y el marido no moría. Les mandó unos licores, y el tipo aquel seguía vivo, y al final la bruja les dijo: "Lo que tenéis que hacer es traerme un hacha, yo al hacha le hago unos conjuros y con esa hacha le cortáis la cabeza. Y ya está". Pero el chico decía que entonces les iban a descubrir. "Nada de eso. No os van a descubrir, porque yo soy bruja y porque al hacha le he hecho unos conjuros." Estos dos gilipollas se lo creyeron, cogieron el hacha, mataron al marido, llegó la guardia civil y se los llevó, seguramente para darles garrote vil.
Pensé que esta historia estaba bien y ésta fue la razón de que se hiciera la película, que a mí me parecía una parodia del género llamado zarzuela, género que yo creía que a todo el mundo le parecía ridículo. Pero me equivoqué totalmente, porque ese género no le parece a la gente ridículo, sino que le gusta muchísimo. A los espectadores les parecía que habíamos hecho una zarzuela pero muy mal, con muy poco dinero y en un pueblo feísimo. Hubo algún sitio de provincias en que rompieron las butacas del cine. Era como Siete novias para siete hermanos (Seven Brides for Seven Brothers, Stanley Donen, 1954), pero donde el guapo era Paco Algora.
Fue un gran error y no tuve en cuenta que El Quijote se escribió cuando la gente ya no leía los libros de caballería, cuando ya todos estaban de acuerdo con que aquel género era una soplapollez. Pero esto de la zarzuela no era así.
¿Fue una propuesta tuya Mi hija Hildegart (1977)?
No, la idea fue de Alfredo Matas, que había leído los reportajes de Eduardo de Guzmán sobre aquella chica. Desde el principio fue un proyecto de Matas para que Amparo Soler Leal hiciera el papel de la madre. A mí me gustaba mucho la idea, y más que el guión lo hiciera Rafael Azcona, pero luego ni Azcona ni yo supimos llevar esto por el buen camino. Sin embargo, me llevé una sorpresa que parece extraño que siendo hechos reales, no siendo ficción, pueda darse, y es que ya había una película igual que ésta hecha años antes, porque había ocurrido un caso igual en Francia. Una madre había educado así a su hija, la hija había traicionado sus ideas, y la madre la había matado. Pues este caso había ocurrido en Francia, y hay una película dirigida por uno de los directores importantes —no sé si Chabrol—, que yo la he visto, pero diez años después de haber hecho Mi hija Hildegart. De haber sabido que ya había una película, no la habríamos hecho.
Es una película de una gran narrativa —en eso se emparenta con El mundo sigue— que se sigue muy bien.
A mí me parece, ahora que lo acabáis de decir, y no se me había ocurrido antes, qué es lo que le debía haber ocurrido a Mi hija Hildegart. Debía haber sido como El mundo sigue en cuanto al ambiente, en cuanto a la crudeza, en cuanto a la dureza. Debía haber estado en esa línea, porque sí se prestaba para ello. No sé si le habría parecido mal a Matas; pero da igual, porque tampoco fue un gran éxito. Por qué perdí yo la línea esa en esta película, es algo que no sé.
Quizá la época y el color ablandaban algo a esa película... Y eso que eran colores fríos.
Sí, estaba hecho del azul para abajo. Era un proyecto que me gustaba, pero nunca conseguimos Azcona y yo estar satisfechos de cómo nos había quedado el guión. Habíamos hecho una versión anterior de ese guión que creo que nos gustaba más, y no sé por qué razones hubo que hacer esta otra.
En los siguientes nueve años, hasta que diriges Mambrú se fue a la guerra (1986), sólo haces otra película de encargo, que es Cinco tenedores (1979). Pero como intérprete se produce tu colaboración con Manuel Gutiérrez Aragón, con el que haces unas películas muy interesantes, como Maravillas, Feroz (1984) y La noche más hermosa (1984).
Con Feroz me equivoque completamente. Me citó Querejeta para contarme el proyecto, y cuando lo escuché me dije: "Qué envidia, qué cosas se le ocurren a Gutiérrez Aragón, así se pueden hacer películas". Pasado el tiempo, recibo el guión y me vuelvo a repetir el mismo rollo: "Estoy asombrado, ¿cómo puede tener este talento? ¡Hay que ver, qué guión!". Rodamos, y como este hombre da la impresión, no sé si equivocada, de ser de los más inteligentes que existen —Manolo da esa impresión en la mirada—, un día y otro yo me decía: "Lo que estamos haciendo, lo que hemos rodado hoy, y hay que ver lo que era la proyección de ayer... Se acabó la película, y se hizo al fin una proyección. Estábamos Emma Cohen, Paco Umbral, Blanca Andreu, Eduardo Haro Tecglen, Concha Barral y yo. Empieza la película, pasan diez minutos, un cuarto de hora, y yo diciendo: "¡Qué maravilla!". Termina la película, le pregunto a Emma, y me dice que está muy emocionada. Se encienden las luces, y no están Umbral ni su acompañante. Salimos, y en la puerta de la calle estaba Umbral. Le dije: "¿Cómo te marchas tan corriendo?". Y me contesta: "¡Vaya plasta, hijo!". "¿No te ha gustado?". Y me da la puntilla: "Fernando, Fernando, tú eres inteligente, ¿no?". Se marchó, y al día siguiente publicó un artículo en el periódico diciendo que le habían llevado a ver una proyección de la película Feroz y que era horrorosa. Lo curioso es que esta opinión de Umbral fue la de todo el mundo. A casi nadie le gustó esa película.
Estoy de acuerdo ahora, ante la unanimidad de criterios, en que era una película que no estaba lograda. Pero nunca me había dado cuenta de que era tan floja. Se estrenó en Alicante el mismo día del artículo de Umbral, y la noticia fue que no había entrado nadie en la sala.
En 1986 diriges dos películas, Mambrú se fue a la guerra y El viaje a ninguna parte.
Una tuvo mucho éxito, una excelente acogida, y la otra, no. Pero son dos películas de una línea bastante similar. La primera es una idea de Pedro Beltrán, y la de los cómicos es una idea mía, pero son dos películas que tienen un cierto aire familiar.
Mambrú se fue a la guerra tiene un Goya al mejor actor, y Pedro Beltrán fue candidato como guionista. El viaje a ninguna parte tiene los premios a la mejor película, el mejor director y el mejor guión. Además, con Mambrú se fue a la guerra ganaste el gran premio en Cartagena de Indias (Colombia), y el premio Glauber Rocha en el Festival de Figueira da Foz.
Pero eso no se corresponde con el éxito. El mar y el tiempo tuvo el premio especial del jurado en el Festival de San Sebastián. Entonces, como se estaba proyectando en el Cine Avenida, de Madrid, y no iba nadie, dijeron que al tener el premio especial del jurado era buen momento de aumentar un poco la publicidad y pasarla en un cine adecuado, porque esta película no era para el Cine Avenida, era para un cine pequeño, intelectual, y la pasaron al Cine Azul, donde ya no entró nadie nunca.
¿Qué te interesó de Mambrú se fue a la guerra?
Ante todo, el seguir haciendo el oficio este de director. Y luego, que me sentía muy identificado con el tema ideado por Pedro Beltrán, digamos, en su vertiente política, por ser una película muy claramente política y muy claramente antifranquista. También me interesaba el que esto estuviera metido en una peripecia humana, la del hombre encerrado, la del hombre aislado.
Curiosamente lo del hombre encerrado, aislado, aparece en varias películas dispersas de tu carrera que, además, la mayoría no las has dirigido tú, porque El anacoreta incide en eso, Stico también, y hay alguna más. Es una tendencia que se ha dado en algunos de los personajes que has hecho en cine.
Ya sabéis que estas cosas, desde que se inventó eso del subconsciente, siempre están justificadas. En Mambrú se fue a la guerra yo intentaba mantenerme dentro del costumbrismo, de la tragedia dentro de lo cotidiano. Aunque, por pasar la acción en un pueblo pequeño, había en este terreno menos elementos utilizables que cuando es en la ciudad, como en La vida por delante o en El mundo sigue. Aquí, claro, los elementos eran muy escasos. Pero es una película de la que estoy muy satisfecho.
Incluso se percibe un parentesco con El extraño viaje, con ese mundo encerrado, con esas historias subterráneas.
En ambas está patente el estilo de Pedro Beltrán. Mambrú se fue a la guerra está basada en muchos hechos reales, porque tras la muerte de Franco empezaron a proliferar los topos.
El viaje a ninguna parte, La vida por delante, El mundo sigue y El extraño viaje forman el gran póquer tuyo como director. Además, El viaje a ninguna parte reúne la unanimidad de la crítica, el favor del público, el reconocimiento de la Academia de Cine... Además, aparece el color, ese color que querías para tus películas. Y es un caso único en tu carrera, ya que primero escribes una serie para Radio Nacional, luego lo publicas como novela, después haces la película y luego has grabado un disco.
Como dice Manolo Gutiérrez Aragón, El viaje a ninguna parte es una vaca bien ordeñada.
Los actores están espléndidos. José Sacristán y Gabino Diego lo bordan.
La escena de la cama es un momento extraordinario de Pepe Sacristán. Y contra lo que pueda pensarse, el rodaje no fue duro. Fueron días muy agradables. El núcleo más extenso de la película nos posibilitaba vivir en el parador de Sigüenza, que es un sitio estupendo. El rodaje estaba calculado largo, unas nueve semanas, y no hubo estrecheces. La hicimos en unas condiciones muy agradables.
Es una película estilísticamente muy diferente de las anteriores. Antes decías que en tu concepto de neorrealismo incluías a Visconti y a Germi, a De Sica y a Monicelli. El viaje a ninguna parte me parece que tiene un lado Visconti, un lado de perspectiva histórica amplia que las demás no tienen, incluso las que son de época, como Mi hija Hildegart. Ésta tiene una evolución histórica, se habla de que el cine va a hundir al teatro, en un momento en que la televisión, junto a otras cosas, estaba hundiendo al cine. Eso, quieras que no, te hace efecto. Y, de repente, es una de las pocas películas dentro del cine español que resumen un período amplio de tiempo y tienen una visión histórica y más amplia narrativamente. Hay un lado épico, quizá la épica de la miseria, que normalmente no tienen tus otras películas. Como la espléndida panorámica del Café Gijón cuando el anuncio de una muerte.
A veces, en sesiones especiales, has escuchado opiniones sobre tus películas. ¿Te han hecho reflexionar?
Eslava Galán me explicó que Mambrú se fue a la guerra no le gusta al público porque el espectador se siente identificado con los malos y esto le produce una gran sensación de desagrado, y además no tiene tendencia a recomendar a nadie que no deje de ver esa película. Me dijo que es una película en la que se ve claramente que todos hemos encerrado a los perdedores, a los que tenían la razón, debajo del pilón, y los que estamos arriba somos los que estamos en el cine, los espectadores de la película. Y esto es desagradabilísimo, uno se tiene que identificar con alguien en la película; pero si se identifica con el malo, el asunto se ha frustrado. Yo me quedé admirado, ¡qué señor más inteligente!
En cuanto a El mar y el tiempo, fue un señor quien me explicó, en un coloquio, las razones por las que no había gustado. Todos los elementos estaban muy bien, y Rafaela Aparicio hacía una interpretación espléndida. Se veía que eso era la realidad. Los que venían a España tras un largo exilio se encontraban con que ya eran más argentinos o más mexicanos que españoles, y esto también quedaba muy bien explicado en la película. Pero estos problemas a nadie le importaban nada y no tenían nada que ver con lo que era la preocupación de la gente corriente. Y como además —esto ya lo sé porque lo sacó el señor de aquel coloquio— todos los personajes que salían en la película parecían estúpidos, pues esto no resultaba. Lo que sí reconocía, porque era un coloquio con estudiantes, era esa otra cosa que yo no sé en qué consiste y es que estaba muy bien hecha. Esto me lo explicó un catedrático en presencia de sus alumnos.
Es interesante que ese coloquio fuese ante estudiantes ya que, justamente, El mar y el tiempo es una película a la que una de las críticas que se le hicieron es que ponía mal a los jóvenes. Y una de las explicaciones de la ausencia de público fue que como los jóvenes son los que más acuden al cine y en esta película se les pone mal, no habían ido a verla.
Efectivamente, en la presentación de la película en San Sebastián ya salió el tema de los jóvenes, y les dije: "Los jóvenes tienen cuarenta años". Me miraron sorprendidos, y añadí que estábamos en 1989 y la película transcurría veintitantos años atrás. Así que los jóvenes que estaban viendo en El mar y el tiempo ya tenían, en ese 1989, cuarenta años. Y a ésos es a los que digo que no han hecho nada más que charlar en unas reuniones sentados en el suelo. Yo no ponía mal a los jóvenes, me limitaba a reproducir las conversaciones que tenían conmigo los jóvenes que venían a mi casa. Entonces me encontré con uno de esos jóvenes, ya con cincuenta años, que me dijo: "Ahí tienes un error. Nos has
puesto en ridículo a todos". Le contesté que podía haberle puesto en ridículo a él cuando tenía veinte años, pero yo qué culpa tenía de que hablaran siempre de Jean Monod y de esas cosas. Pero era así. De todas formas, ésta es una película que hubo múltiples razones para que no gustara.
¿Estás satisfecho de esas dos películas, El mar y el tiempo y El viaje a ninguna parte, o sea, que lo que tú querías contar está ahí?
Sí, lo único de lo que no estoy satisfecho, y es cosa bastante natural, es que lo que quería contar en El mar y el tiempo me parece que no lo supe contar de manera que se entendiera. Lo que quise contar en la película no es sólo que a la gente actualmente eso no le preocupa nada, sino que creo que no se entiende lo que hablan los personajes. Por ejemplo, no se entiende que aquellos señores son una familia de anarquistas. No se entiende bien qué son los anarquistas. Hoy, para hacer una película con tales personajes, habría que haber dado con un sistema para explicar qué eran los anarquistas.
Pero si no se entiende bien, no es porque El mar y el tiempo no lo explique, que además el título explica ya muchísimo, para empezar, sino porque la gente no sabe lo suficiente como para enterarse sin que les entreguen un folleto explicativo.
Por eso digo que hoy habría que explicar eso. Luego, no se entiende que estos anarquistas que aparecen han traicionado todos sus principios, han traicionado su ideal. Pero según la gente, lo que han hecho es lo normal, que es uno de ellos poner un bar y otro dedicarse a los seguros, pues son una gente muy normal; y no se entiende qué se cuenta en esta historia.
De lo que hemos hablado hasta ahora en este repaso a tu filmografía como director se deduce que muy pocas veces has conectado con los gustos del público de cada momento.
No, eso es evidente. He hecho veintisiete o veintiocho películas, y de ellas sólo en unas tres he estado en sintonía con el público. Lo que no entiendo es que cuando se pretende hacer una película conmigo de director o de guionista, los distribuidores no se nieguen. Lo que sucede es que como aquí, como ya hemos dicho en este seminario, no tiene nada que ver el que vaya o no vaya el público para que puedas o no puedas hacer la película, ni que tengas mérito o no lo tengas... Da igual, eso es lo raro. Si fuera una cosa de taquilla, entendería que no se hiciesen porque la gente no las comprende. Además, al público le parece muy bien no entender las películas de Ingmar Bergman, porque esa gente tan rara que sale allí, en aquella isla desierta y todos medio de perfil... A los espectadores les parece cojonudo no comprender aquello, pero no entender estas otras películas en que se dice: "¿Has traído los sellos para el correo? ¿Que ponía la carta para Purita?"... Se desmoralizan mucho. Pero no es sólo en las películas que dirijo. En 1995 hice Así en el cielo como en la tierra, de José Luis Cuerda, donde hago de Dios, que no sé si ha ido bien o mal, si ha gustado o no ha gustado. No le he oído hablar a nadie de ella. Creo que no ha ido bien, pero en vista de lo cual Cuerda va a hacer ahora otra conmigo de protagonista, con un gran guión de Azcona sobre un cuento de Manuel Rivas.
Hay compañeros tuyos que no tienen éxito y hacen película tras película, y otros que hacen una que va bien y quedan años en el paro. ¿Por qué suena un día el teléfono y alguien te llama para hacer una película? En fin, tras una experiencia tan larga, y centrándonos en tu faceta de director, ¿has aprendido ya la técnica, que es algo que en una etapa te preocupó?
Sí. Pero el otro día me decía Manolo Gutiérrez Aragón que nosotros dominamos la técnica del cine, hacemos las películas muy correctamente y nos preocupa el acabado final, y nada de eso hace falta ahora. "Ya ves qué mal hechas están todas las que van bien en todos los cines y todas las que elogian. ¡Mira que es mala suerte la nuestra!". Yo no me había dado cuenta de si están bien hechas o mal hechas, pero Manolo había hecho esta observación. Menos mal que a mí lo que menos me preocupa ahora es mi porvenir. Eso me preocupaba cuando estaba a punto de acabar el bachillerato.
Por los resultados es un bodrio, no se entiende nada; pero por mi parte sí existe esa coherencia, teniendo en cuenta lo que Paco Llinás habla de mis películas alimenticias.(3) Si se eliminan ésas, queda muy coherente todo esto. Ahora la literatura ocupa cada vez más tiempo en mi actividad. Confieso que me gusta más el tiempo que dedico a escribir que el otro. Pero es muy difícil, muy difícil.
La verdad es que asombra tu actividad, porque no dejas de hacer películas. También has escrito mucho en estos últimos años, y eso que tienes fama de perezoso.
Es que soy un perezoso fracasado y además no trasnocho nada. Antes, durante mucho tiempo, era noctámbulo, solía retirarme a las cinco o las seis de la madrugada. Pero ahora no trasnocho y cuando no ruedo, suelo escribir por la mañana.
Además de una actividad muy intensa como actor, en los años noventa has dirigido Fuera de juego (1991), Siete mil días juntos (1994) y Pesadilla para un rico (1996). ¿Cómo te sientes con respecto a estas tres películas?
Ninguna de las tres parte de una idea mía. Las tres son guiones de los productores, y a mí me ha costado bastante trabajo el arreglar estos guiones, no digo ya para que funcionaran bien, sino para que estuvieran a mi gusto. Y tengo mis dudas de que este trabajo haya sido recompensado por el resultado total. A mí me parece que no. Además, de las tres no hay ninguna cuyo espíritu, la idea de la película, me permita sentirme identificado. A lo largo de esta conversación, hemos hallado otras películas a las que sí me siento próximo. En estas tres, los argumentos y los guiones no me parecen despreciables, creo que están correctamente elaborados, correctamente realizados. Pero no me identifico con ellas.
Tu próximo proyecto como director es llevar al cine tu novela La Puerta del Sol. ¿Vas a intervenir como actor? ¿Cómo has vivido lo de adaptar tú mismo la novela para el cine?
La verdad es que me hubiera gustado hacer un pequeño papel en la película, pero no lo he encontrado. En cuanto a la adaptación, me ha resultado sencillo. No habría tenido ningún inconveniente en que hubiera realizado ese trabajo otra persona, porque eso supondría un punto de vista más, puede haber un enriquecimiento en algunos casos. Pero me he encontrado muy cómodo haciéndolo yo solo.
No habrás dejado nada que te interese por metraje ni por nada...
Ahora sí tendré que defenderme, como se dice, como gato panza arriba, porque ya está el problema ese de si es larga y no entra en la programación y todas estas cosas. Tiene que durar como El viaje a ninguna parte, dos horas y cuarto. Lo que no sé todavía, porque no me llegan informes con la suficiente claridad, es si dos horas y cuarto es un metraje aceptado por televisión y por la distribuidora. Todavía no lo sé de una manera cierta.
¿Dónde te has sentido de verdad más cómodo a lo largo de estos cerca de sesenta años de profesión, haciendo teatro o haciendo cine?
La verdad es que a mí me molesta mucho que me miren cuando estoy trabajando. [Dirigiéndose a José Luis Garci] Yo recomiendo siempre a mis amigos directores que usen ese monitor de televisión, el Combo, porque con el Combo se va la gente de la cámara, se van a mirarlo todo en el monitor, y el que está trabajando de actor no tiene veintidós personas mirándole, vestidas con trajes de hoy, mientras él dice: "Soy el húsar de la reina Isabel".
Desde pequeño, por ser de familia de actores de teatro, me llevaban al teatro; pero la criada me llevaba al cine. Me parecía que no había comparación entre las obras que yo veía en el escenario, desde el patio de butacas o desde el lateral entre bastidores, y una obra como El circo (The Circus, 1927), de Charlie Chaplin, que la vi cuando tenía siete u ocho años. Luego, ya cuando iba con los chicos del barrio todos los domingos a la sesión de las cuatro y media, cuando alguna vez me llevaban al teatro, me parecía un disparate.
Hemos leído que entraste en el cine tras rechazar un papel en Los habitantes de la casa deshabitada, de Jardiel Poncela.
No se puede decir propiamente rechazar. Esa compañía se renovaba, digamos, todos los años en octubre. A finales de septiembre se empezaban a renovar los contratos por un año entero, y fue en esa época, en 1943, cuando me ofrecieron un papel en Cristina Guzmán, dirigida por Delgrás. Entre pasar al cine o seguir haciendo lo del teatro preferí el cine, y coincidió con que se iba a estrenar Los habitantes de la casa deshabitada. Yo tenía veinte años cuando conocí a Jardiel Poncela...
¿Controlaba Jardiel mucho los montajes?
En aquel tiempo, el director era el actor. En aquella compañía se llevó a un actor-director, con fama de ser el mejor director de actores, para que dirigiera a la primera actriz; y también porque a este actor, que se llamaba Manuel González, le estaba prohibido trabajar como actor, porque había sido masón. Entonces, en la España de Franco, a los masones y a otra gente les castigaron con el estilo más curioso que se ha inventado históricamente, que era no dejarles desempeñar su oficio, sino otro cualquiera. Manuel González no podía ser actor, pero sí podía ser director. Tirso Escudero le contrató para que dirigiese nuestra compañía, sobre todo para que dirigiese a Elvira Noriega. Y dirigían las obras Manuel González y el autor de turno. Jardiel era uno de los autores e intervenía tanto que, en realidad, hacía los decorados él. Las maquetas y los dibujos de los decorados los hacía él, y los realizaba un escenógrafo.
¿A qué se debía la animosidad de la crítica y parte del público de esos años contra Jardiel, después de haber tenido grandes éxitos?
No lo sé bien. Miguel Martín (4) toca ese tema en su libro sobre Jardiel, pero no está claro. Creo que ya antes de la guerra, incluso antes de sus grandes éxitos, había esta animosidad. Lo que no sé es por qué. Su primera obra pasó normalmente, y su segunda obra, El cadáver del señor Ortiz, fue ya un pateo indescriptible. Esto fue antes de la guerra civil, y siguió siendo siempre un autor muy rechazado por una parte de los espectadores. No sé si lo rechazaban por razones estéticas. Lo que sí sé es que hubo otro sector que lo rechazaba claramente por razones políticas. Jardiel se había declarado franquista, y como franquista, muy franquista, había hecho declaraciones en ese sentido, se había metido mucho con los exiliados españoles, autores y actores que andaban por América. Y yo creo que esto llevó a mucha gente a enconarse con él.
¿Te resulta fácil pasar del trabajo en el teatro a rodar una película?
En eso no veo ningún problema, en mi caso. Además, he conseguido —o no he sabido hacerlo de otra manera— actuar igual en el teatro que en el cine. Quizá a alguien le parezca mal porque crea que hay que hacerlo de manera distinta. Yo no he sabido hacer esa manera distinta. No digamos ya saber hacerlo de otra manera en televisión. Lo que sí creo es que puede haber actores o actrices que estén más adecuados en uno de los dos medios y que den más resultado, por la razón que sea, en uno de ellos. Pero no porque haya que actuar en uno de una determinada manera y en el otro de manera distinta. Si es así, yo no sabría.
Y la desaparición del teatro como fuente de origen de los actores, junto a la aparición de generaciones nuevas que vienen de escuelas sin hacerse día a día, mes tras mes en los escenarios, ¿qué te parece?
Pues no lo sé; pero es un problema, sobre todo porque no se advierte bien que estas escuelas tengan un mecanismo riguroso, no se advierte bien que sepan qué sistema, qué método utilizan. Yo, por lo menos, no lo sé. Es verdad que antes la fuente de los actores era el teatro, y que ahora a lo mejor se está sustituyendo por esto de las escuelas. Pero estas escuelas, que entre los actores argentinos dan muy buen resultado, yo todavía no sé si en España están dando este mismo buen resultado. Y no lo sé, sobre todo, por una razón: porque no voy nunca al teatro.
¿Y por qué no acudes nunca al teatro?
Porque no me gusta. Ya he dicho que de pequeño, en cuanto se podía ir al cine no me apetecía ir al teatro. Luego, el teatro español en la época de la penuria era penoso verlo, y no me gustaba ver teatro más que cuando salía al extranjero y veía mejores montajes. Y cuando llegó la época en que los montajes de aquí ya eran iguales que los del extranjero, pues se ve que ya estaba cansado de ver teatro. No, no me gusta ver teatro. Prefiero leerlo. La literatura teatral me gusta. De todas formas, el teatro me gusta más hacerlo que verlo. Pero yo hacía Un enemigo del pueblo en teatro porque no me dejaban hacerlo en cine. Para mí, hacer Un enemigo del pueblo en el teatro es mucho peor que hacer El abuelo en el cine. Y ya habría querido yo hacer Un enemigo del pueblo en el cine, dejándolo ahí hecho, entrando en situación y diciendo: "¡Corten!".
¿Y dirigir teatro?
Para dirigir teatro hay que trabajar con los obreros de los teatros, y es muy difícil tratar con ellos. Los obreros de las películas son un montón de gente simpática que va a su trabajo, que está allí hablando de las cosas del domingo. Y los obreros de los teatros son una gente dedicada a poner inconvenientes, para ver si entran en horas extraordinarias, porque viven sólo de las horas extraordinarias. Éste es un problema social muy importante que debía resolver don Carlos Marx o no sé quién; pero no el pobre director de la función, que pide que le pongan una cortina y la tercera vez que tiene que pedirlo se desanima. La penúltima vez que dirigí teatro me quedé absolutamente mudo de regañar a los obreros, y tenía que debutar al día siguiente. Fui —iba a decir al psiquiatra— al otorrino, que me dio unas píldoras, unas inyecciones, unos baños de pies. Se aplazó un día la representación, al fin la hice malamente... Dos años después dirigí otra obra y cuando llegué al Teatro Apolo, me crucé con un obrero que acababa de entrar en ese momento y me dijo: "¡Aquí también se va a quedar usted mudo!". En fin, dirigir teatro en estas condiciones...
¿Hay algún proyecto de cine que te hubiera gustado hacer que no hayas hecho?
¿Como actor?
No, como cineasta.
Como director, no me acuerdo. Como actor, sí. No ahora, sino cuando tenía treinta y tantos años, de todas las cosas que hubiera deseado hacer, excepto Un enemigo del pueblo, nunca he llegado a hacer ninguna.
Ya has dicho que te hubiera gustado hacer en cine Un enemigo del pueblo. De las otras cosas que has hecho en teatro, por ejemplo La sonata a Kreutzer, ¿intentaste en algún momento promover una versión cinematográfica?
Ya he explicado antes que hace muchísimo tiempo, cuando hice una película mía que quedó muy bien y no gané una gorda, decidí no promover más negocios. De mis proyectos, la verdad es que hay uno que conseguí hacer con Televisión Española, El pícaro. Ése es el único proyecto que tuve largo tiempo, el de hacer una película sobre los pícaros, y no era adecuado para el cine por la serie de episodios cortos que salían. Cuando salió esto de las series de la tele, vi que era el momento en que sí se podía, porque para una serie sí era muy adecuado este fraccionamiento. Ése es el único proyecto de literatura que a mí me hubiera gustado llevar al cine, y sí lo pude hacer.
¿Y guiones ya escritos que tengas en tu casa?
Los suelo tirar. Pero me parece que proyectos de guiones o de argumentos extensos, sólo míos o en colaboración, bien para cine o bien para televisión, que hayan sido rechazados, bien por televisión o bien por un productor de cine, deben de ser entre dieciséis y dieciocho.
Pedro Beltrán habla de uno que escribisteis sobre El Quijote...
Eso incluso lo pagó Televisión Española, pero no se hizo. Éste era un encargo muy curioso, que escribiéramos una especie de serie educativa para la sección de Cultura sobre El Quijote, pero que no saliera Don Quijote. Era un proyecto raro, y les dije que me resultaba muy difícil. Entonces me dijeron: "Bueno, pues que salga poco". Y lo hicimos Lola Salvador, Emma Cohen, Pedro Beltrán y yo. Luego quedé como un imbécil, porque me he enterado después de que hay gente de la tele que pulula por las oficinas y dicen: "Como lo que hizo Fernán-Gómez: presenta una adaptación de El Quijote, y no sale Don Quijote. Este hombre debe estar loco". Y la verdad es que yo había preguntado el motivo del extraño encargo, y me dijeron que si salía constantemente la figura de Don Quijote, esto entraba en el departamento que en Televisión Española se llamaba Ficción, mientras que los del encargo eran del departamento que se llamaba Cultura.
Ahora que lo pienso, la verdad es que en Televisión Española me han pasado cosas curiosas, porque me decían que presentase proyectos y yo trataba de saber qué es lo que querían. Una vez y otra decían: "Lo que tú quieras, Fernando. Siendo cosa tuya, lo que tú quieras". Os voy a contar cómo llegamos a eso de Don Quijote. En vista de la acogida a El pícaro, les dije que como la picaresca es muy abundante, no se acaba nunca, se podían hacer seis capítulos más de la serie. "No, Fernando, eso no, porque ya está tocado." Les dije: "Como no he incluido las pícaras, podemos hacer una cosa que se llame Pícaros y pícaras, y ponemos los textos que hay sobre personajes como la pícara Justina". "No, Fernando, eso es lo mismo." "Bueno, entonces lo dejamos." "Bueno, Fernando, pero aquí te producimos lo que tú quieras. Tú nos dices. Cualquier idea que tengas...". Y les adelanté lo próximo que iba a escribir, añadiendo que, por su longitud, iría mejor para televisión que para el teatro: "La historia de una familia normal y corriente en el Madrid de la guerra civil, en el Madrid cercado. Una familia normal. Algo que para televisión va muy bien, porque pueden ser seis, ocho, diez episodios". Y los que representaban a Televisión Española me dijeron: "La guerra civil, no. Eso, Fernando, no". A la vista de esto, dije que nos reuniríamos otro día porque ya no se me ocurrían más cosas por el momento. Fue entonces, en esa otra reunión, cuando me hicieron el encargo de un Quijote en el que no saliera Don Quijote.
O sea que Las bicicletas son para el verano pudo ser, y ahora mismo lo sería, una miniserie fenomenal para televisión.
La tuve que adaptar, porque había hecho los dos primeros capítulos de serie de televisión. En realidad, está adaptada al teatro. Por eso queda algo larga, porque es una función de teatro que dura casi tres horas. Lo absurdo es que les advertí que pronto habría varias obras sobre la guerra civil. Y acerté. Sin ir más lejos, se hizo La forja de un rebelde (Mario Camus, 1989), en televisión; y en cine, La vaquilla (Luis García Berlanga, 1985), ¡Ay, Carmela! (Carlos Saura, 1990), Libertarias (Vicente Aranda, 1996)... No sé quién decidió en aquel momento que no se podía hacer una serie sobre la guerra.
Los que trabajan contigo dicen que, además de ser económico en el día a día del rodaje, sueles trabajar deprisa...
Creo que como casi todos mis compañeros ahora. Lo normal es que ruede en cinco semanas, a veces seis. En El viaje a ninguna parte creo que llegué casi a las nueve semanas, pero duraba dos horas y cuarto, y los productores nos dijeron que trabajásemos sin el agobio de otras veces. Mi primer contrato de cine como actor fueron quince semanas seguidas para tres películas. Terminaba una el sábado y empezaba la siguiente el lunes.
En cuanto a economía, has hecho alguna película con Ignacio F. Iquino, que tenía fama de ahorrar al máximo en la producción...
Allí me contaban que en una coproducción había un actor extranjero que, cuando llegó la hora de comer, y como nadie hablaba del tema y vio que había unos obreros que comían unos bocatas, le preguntó a Iquino: "¿Aquí no se come?". Iquino, muy amable, le contestó: "¿Se ha traído usted el bocata?". Aquel actor, que vivía en el Ritz de Barcelona, se quedó de piedra.
Cuando trabajé con Iquino, yo cobraba dietas y me hospedaba en el Ritz, que entonces era un lujo. Lo normal es que si la película se rodaba en Barcelona, él hospedaba a los de fuera en unos chalets que tenía para alquilar en Castelldefels.
[Luis María Delgado] Iquino contrató a una pareja de actores que se habían escapado de Portugal y andaban desfallecidos, y les pagaba por película siete mil quinientas pesetas a los dos por todos los conceptos, incluidos los bocatas.
¿Cómo es que Pedro Lazaga, amigo de tus comienzos y del que hablas como un gran cinéfilo, un enamorado del cine, se pone a hacer comedias sin tregua con ese maldito invento llamado zoom y olvida sus años de formación?
Lazaga me contaba que un día un muchacho le dijo que había visto su película Cuerda de presos (1955): "Yo le admiraba, pero ¿cómo hace usted este cine de ahora, por qué no vuelve a aquello?". Y Lazaga le contestó: "¡Uy, qué hambre, qué hambre!". No le dijo nada más.
NOTAS
(3) Fernando Fernán-Gómez, el hombre que quiso ser Jackie Cooper, edición a cargo de Jesús Angulo y Francisco Llinás, Patronato Municipal de Cultura, San Sebastián, 1993.
(4) El hombre que mató a Jardiel Poncela, Miguel Martín, Planeta. Barcelona, 1997.
Una entrevista de Juan Cobos, Luis María Delgado, José Luis Garci, Miguel Marías y Eduardo Torres-Dulce
Estructura y revisión, Juan Cobos
Producción, Valentín Panero
Grabada en Madrid el 6 de diciembre de 1997
Publicada en el nº 9 de Nickel Odeon (invierno de 1997)
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Louis es LGBT+
Primero me gustaría decir que este es mi primer post, por lo que trataré de hacer lo mejor posible. Segundo, si no te agrada el post pasa de largo y listo.
A lo largo de los años Louis Tomlinson ha demostrado usar el queer coding.
¿Que es el queer coding?
Es el conjunto de características, comportamientos y elementos que sugieren que alguien pueda ser queer, aunque su orientación sexual permanezca ambigua.
Esto es algo que todas las personas lgbt+ hemos hecho a lo largo de nuestra vida. Esas pequeñas pistas e insinuaciones de que en realidad no somos heteros, pero sin querer salir del closet.
“Pero Louis ha dicho que es hetero”
Esto no es del todo cierto. Las únicas “confirmaciones” de el diciendo que es hetero ha sido a base de tweets, mismos que él a dicho que no siempre es él quien los escribe, y que nosotras las fans nos podemos dar cuenta de eso.
Louis_Tomlinson: El hecho de que trabajes para un periodico “creible” y hables de estas tonterias da risa, De hecho, soy heterosexual.
Primero, podemos ver que habla del ser gay como si de algo malo y ridiculo se tratara, cuando años antes había demostrado su apoyo a la comunidad (en realidad, lo sigue haciendo, pero eso irá más adelante). La segunda cosa que se puede rescatar de aquí es que vemos que fue tuiteado desde iPhone cuando en realidad, el jamás ha tenido uno.
Louis_Tomlinson: ¿Como es esto? Larry es la mayor mierda que he escuchado. Soy feliz, ¿por qué no puedes aceptar eso?
Esta no es una confirmación de el siendo heterosexual, pero si es un tweet que muchas antis usan de prueba. Pero nuevamente, fue tuiteado desde un iPhone. Y aun cuando se le ha preguntado en persona directamente sobre el tema, jamas se ha expresado de esa manera.
“I´m gay”
Ahora hablemos de esas dos veces que hemos escuchado decir que Louis en realidad es gay. La primera dicha por el y la segunda por Zayn.
Tenemos este video de Louis y Zayn compartiendo un porro de marihuana. Durante el video se les ve bromeando y jugando, pero llega una parte (minuto 2:04) donde Zayn le dice a Louis “I know you like dick”. El no parece muy ofendido por eso, en realidad no le disgustó en lo más mínimo, porque lo único que hace es reír y seguir bromeando como antes.
Zayn: Sabemos que te gusta el pene.
La segunda y personalmente mi favorita, es este video de Louis diciendo “im gay it’s pretty unfortunate isn’t it Eleanor”.
Louis: Soy gay, es demasiado desafortunado, ¿no lo es Eleanor?
Seguridad: Deberías callarte.
Muchas personas aseguran que el no dice eso, pero yo en realidad creo que si. En todo caso, ¿por qué el guardia lo mandaría a callar si no está diciendo nada malo? Aun despues de eso se puede escuchar a Liam decir “no puedo creer que hayas dicho eso”. Pero bueno, vean el video y juzguen ustedes.
Louis mostrando apoyo a la comunidad
Por allá del 2012 hubo una entrevista donde le preguntaron como se sentía acerca de sus fans gays. El básicamente dice que está feliz de tener ambos lados, y que todos su fans disfruten de las fotos (por el contexto de la entrevista).
En el 2014, después de que Tim Cook (sucesor del fundador de Apple) declarara que es gay, se vio a Louis usando esta playera en señal de apoyo al empresario.
Ahora a lo largo de su carrera como solista hemos visto más de el apoyando a la comunidad.
Incluso se sabe de una vez que quiso tomar la bandera lgbt, pero la fan no le entedio.
1: Derechos lésbicos. 3: Piérdete en tu orgullo. 4: Se orgulloso.
Louis haciendo queer coding
Ahora la parte que más me importa de este post. Comenzare con las canciones que Louis escribió durante One Direction y una vez que dejó la banda.
ALIVE
Probablemente uno de los primeros gay anthems que escribio.
“Le pregunte al doctor: ¿que es lo que esta mal conmigo?”, demasiado obvia esta parte en realida.
“Quitate el peso del mundo de tus hombros, no tenemos nada que provar”, habla sobre quitarte toda esa carga que te trae el estar escondiendote porque no tiene que esconderte, no tienes nada que desmotrarle a nadie, solo se tu.
“Le dije: Hey, esta bien, ¿no te hace sentir viva? No mires atras, vive tu vida aunque sea solo por esta noche” esta es la idea principal de la canción, vivir y disfrutar sin que te importe nada, solo ser tu.
Aunque algunos opinan que la canción puede hablar sobre la libertad sexual, creo que tambien va ligada a la comunidad lgbt.
STRONG
“Piensa en todo el amor que se ha desperdiciado, la gente huye tratando de evitarlo”, en mi opinión, habla de toda esa gente gay/lesbiana que se ha sentio enamorada pero por miedo al que pasara o a ese sentimeinto prefieren huir de ahí.
END OF THE DAY
Esta canción ha sido tomada como un “gay anthem” desde el primer día que se conoció. Principalmente por estas partes de la canción:
La primera dice “Todo lo que se al final del día es que amas a quien amas, no hay otra manera”. Esto es muy fácil de relacionar con la comunidad, puesto que uno de los principales eslogan es “amor es amor”.
Ahora la parte más interesante es cuando dice “El cura cree que es el diablo”. Durante años se creyó que la homosexualidad era una enfermedad traída por el diablo. “Pero chica, eres solo tu”, simplemente cambien el chica por chico y tienen un himno gay. Es sabido que todas sus canciones eran controladas por su manager, así que sería obvio que lo hagan usar pronombres femeninos. Esto es algo interesante porque sabemos que ahora el en su carrera como solista ni siquiera usa pronombres para sus canciones.
HOME
Creo que es muy importante mencionar que esta canción fue filtrada por el mismo Louis, y que ese día fue el único día que se canceló un concierto de One Direction.
Las teorías de porque la filtro es que si hubiera pasado por su producción, lo más probable es que le hicieran agregar pronombres innecesarios, así como lo muy larry que es la letra.
“Déjame ir y sentirme libre”, claramente el no se siente bien en el lugar en el que esta, y hay algo que no lo hace estar libre.
“Me dije que me gustaba”, ¿por que alguien se tendría que auto convencer de que una chica le gusta?
“Pero había algo que faltaba en sus ojos”, ah, entonces es por eso.
Recapitulemos, el esta con una chica que claramente no le gusta, pero le TIENE que gustar. Sin embargo hay otra persona que si lo hace sentir como en casa, que es a quien llama cada que se siente solo, y misteriosamente, nunca sabemos el género de esta otra persona. Cabe mencionar que es de las unicas canciones de 1D que no va dirigida a una chica.
ONLY THE BRAVE
Pregúntenle a cualquier persona de la comunidad que opina de esta canción, y sin dudarlo dirá que se siente identificado, o que hasta es su canción favorita. Sin querer (o tal vez si), Louis creo un himno gay.
“Estoy rompiendo mis propias reglas”, creo que esto es demasiado obvio. Se está dejando llevar por lo que siente y escribiéndolo (lo vemos en habit, always you y too young).
“Es una iglesia de romances quemados”, es sabido que en la antigüedad las personas homosexuales eran llevadas a las iglesias para ser torturados y quemados en la hogueras.
“Estoy muy lejos para rezarles”, el se quiere ir de ahí, pero no se va a ir.
“Vamos, cuando lo sabes lo sabes”. Esto me recuerda a un cantante mexicano, al cual los rumores sobre ser gay le persiguieron por años, y cuando finalmente se lo preguntaron directamente el respondió “Lo que se ve no se pregunta”. Y tampoco puedo evitar pensar en la frase que tiene tatuada Louis: “Es lo que es”. Llámenme loca, pero para mi, es exactamente lo mismo.
Muy bien, ahora que ya he hablado de las canciones, pasaré a hablar de otras señales.
TRIÁNGULO ROSA
El triángulo rosa ha sido un símbolo para varias identidades LGBTQ, inicialmente pensado como una insignia de vergüenza, pero luego reclamado como un símbolo positivo de identidad propia. En la década de 1970, resurgió como un símbolo de protesta contra la homofobia y del activismo gay, y desde entonces ha sido adoptado por la comunidad LGBTQ como un símbolo popular del orgullo y el movimiento de derechos LGBTQ.
¿Por qué esto es importante? Regresomos al 2017, cuando Miss You fue lanzada. El video comienza con Louis solo, pero después se reúne con sus amigos, se va de fiesta y nuevamente esta solo. Pero al final, se pueden ver estos triángulos en el fondo.
Un triángulo rosado y al revés, el mismo símbolo usado por los nazis para identificar a los hombres homosexuales, y tiempo después, tomado como un simbolo de orgullo.
También es bueno recordar como Louis tiene un triángulo tatuado en el tobillo, el cual por un tiempo mantuvo oculto, pero después le pidió a los paparazzis que se enfocaran en ese tatuaje. Recurden por palabras del mismo Niall Horan: "If you don't want to get papped, you don't get papped".
A pesar de tener este tatuaje desde el 2013, fue en el 2017 que el PIDIO que lo vieramos.
En Agosto del 2017 Louis pide especificamenete que fotografiaran su tatuaje.
Después de esas fotos mantuvo oculto su tobillo por un largo tiempo, y no fue hasta agosto de este año (2020) que volvimos a ver el tatuaje.
IDIOMA POLARI
En el 2017, una semana antes de que la canción Just Like You fuera lanzada, Louis se hizo un Photoshop con la marca Polari.
¿Que es el idioma Polari? Un lenguaje secreto convertido el siglo pasado en una especie de "guiño verbal" entre hombres gay en el Reino Unido, antes de que en 1967 se despenalizaran en Inglaterra y Gales los actos homosexuales entre mayores de 21 años.
Y cuando crees que todo esto no es más que una “coincidencia”, Louis sube una foto a su Instagram, mientras que en la descripción usa el idioma Polari (por si no quedo claro, un idioma conocido solo por hombres gays).
louist91: Estas bien bebé (idioma Polari)
Esta claro que el conoce el idioma y sabe lo que hace. Ahora ya esta confirmado que el se comunica a traves de su ropa.
JUST LIKE YOU
Esta canción tan personal para Louis, y que aparte salio el 11 de Octubre, día internacional del coming out (salir del closet). Es sabido que el lyrinc video de esta canción posee demasiados articulos y mensajes ocultos, pero el más relevante en este post es el siguiente:
George Michale fue un cantante britanico que tuvo que esconder su sexualidad durante años ya que la prensa lo tomaba como “sex symbol” y temia lo que se pudiera decir de el.
Como este tambien se pueden encontrar articulos que hablan de la comunidad lgbt y sus derechos, asi como de la minoria que son.
JAMES DEAN
James Dean fue un actor estadounidense, el cual su sexualidad siempre estuvo en la boca del publico. Fue hasta su muerte que varias biografias sobre él afirmaban que tuvo relaciones con hombres, y que en realidad era gay.
En el 2017 Louis decidio hacer un photoshoot impiradose en él.
EYES WIDE OPEN
En Halloween del 2018, cuando fue juez en TXF, tenia que ir disfrazado, ¿y que hizo el? Llevar una polera sobre la pelicula Eye Wide Open, que trata de un hombre judio que esta enamorado de otro hombre.
PAPILLON (2017)
Una pelicula sobre un hombre que fue condenado por un crimen que NO cometio, y con ayuda de otro prisioner tratan de ser LIBRES.
Si lo vemos de este modo en realidad no es nada relevante. Pero cuando nos enteramos que Rami Malek (quien actuo de LOUIS Dega), llega a la premier con esta camisa.
Y que Louis aparecio despues usando la misma... bueno, ¿ahora todo cambia, no?
Es demasiado obvio que el se comunica a traves de su ropa.
LOUIS RECOMENDANDO MUSICA
Todos sabemos que Louis ama recomendar musica por twitter.
Louis_Tomlinson: El nuevo album de Devlin es tan bueno !
Así que pudieras creer que es un album cualquiera, pero cuando escuchas la letra de la canción Cold Blooded te das cuenta que solo nos queria comunicar algo.
¿Asi que es cierto que xxxx es el padre del bebé? Realmente no lo creo, si me preguntan, a el no le gustan las mujeres. Podria haber sido Harry, si, apuesto a que fue Harry.
Dejando de lado la primer parte que esta relacionada con el bg. Creo que la segunda parte es demasiado obvia, ¿no? ¿Por que Louis recomendaria un album que contiene una canción sobre un hombre gay con un posible hijo falso, y que ademas menciona el nombre “Harry”? Louis nos conoce y sabe lo que especulariamos de ahí.
Como veran en realidad no mencione a Larry en todo el post, pero de ahí se pueden sacar aun más pruebas, solo que esta vez me quise enfocar solo en Louis.
Como una persona que es parte de la comunidad y que por AÑOS hizo cosas para que su familia lo notara sin decirlo, les puedo decir que es exactamente lo que Louis hace. No se trata de asumir sexualidades, se trata de abrir los ojos y entender lo que nuestro idolo nos quiere decir. Ignorar todo esto seria ignorar el closething que existe en la industria, y porque el que ha pasado todos estos años Louis.
Todas las imagenes que le han querido dar a lo largo de los años como “chico-fiestero-problematico-mujeriego-y-rudo” es solo una estrategia más para ocultar el hecho de que es gay.
Si regresamos al 2010/11 podemos ver las expresiones tan amaneradas que tenia, y como fueron hiciendo que esas acabaran con los años, y aun asi, en videos de el con fans o estando “distraido” podemos ver como todas esas expresiones siguen en el. El mismo nos ha dicho que no le gusta que lo vean como alguien rudo porque el es una BUENA persona.
Si tienen alguna duda mis preguntas estan abiertas y respondere todas. Gracias por leer mi primer post !
— A
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SENTENCE STARTERS.
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*generales.
“Si hubiera sabido que nos traerían aquí, no habría aceptado.”
“¡Agh! ¿Por qué tuve que elegir esta sala?”
“¿No te parece extraño que este ascensor no tenga botón para llamarlo?”
“¡Me doy por vencide!”
“Avísame cuando resuelvas el acertijo, yo dormiré por aquí.”
“No sé sobre el juego, pero los bocadillos están espectaculares.”
“Es increíble que todo se resolviera, ¿no crees?”
“¿Sólo yo no puedo dejar de pensar en les desaparecides?”
“¿No sientes como si hubiera algo extraño con todo esto?”
“Es hora de movernos hacia el futuro, dejemos de pensar en lo que pasó.”
“¿A qué hora nos vamos?”
“¡Yo no veo nada!”
“Ya me canse, ¿cuánto tiempo falta para que perdamos?.”
“Creo que esta llave es importante para algo.”
“¿Puedes apurarte? ¡Nos estamos quedando sin tiempo!”
* robo.
"No encuentro nada útil."
"¿Qué harías con el dinero si todo esto fuese cierto?"
“¿Hola? ¡Estoy encerrade en esta bóveda! ¿Alguien me escucha?”
“Pon las manos en donde pueda verlas.”
“Esta temática va perfecta con tu imagen”
“¿Estas armas son reales?”
“¿Y si sólo saltamos el láser supuestamente mortal?”
“Te estás tomando este juego demasiado en serio.”
“¡¿Quién me robó mi bocadillo?!”
“¿Qué? Somos ladrones, puedo robarme bebidas de las máquinas expendedoras.”
* muñecas.
"¡Esa muñeca acaba de moverse!"
"Elegí el número equivocado."
"¿Me tomarías de la mano?"
"Luces asustade. ¿Te sientes bien?"
"Los trucos de esta sala son patéticos."
“¡¿Quién apagó las luces?!”
“¡No tengo miedo!”
“Parece que hubieras visto a un fantasma.”
“Voy a tener pesadillas con estos maniquíes.”
“¡No te aparezcas así!”
* harry potter.
"¡Amo como me queda la capa y que nos dieran las varitas!"
"¿Cuál casa crees que te asignaría el sombrero seleccionador?"
"¿Deberíamos hacer algo con la varita que nos dieron?"
"¡Cuidado!"
"No abras esa puerta, está oscuro dentro."
“Creo que este es un buen momento para decir que nunca vi Harry Potter.”
“La verdad es que los dulces imitación de los de la saga son lo mejor de todo esto.”
“Ya probé con todos los hechizos que me sé, ¡nada funciona!”
“¿Puedo quedarme a vivir aquí? Este lugar es fantástico.”
“¡Cuidado, una bludger hechizada!”
* invasión zombie.
“¡Este es mi momento de brillar!”
“¿De dónde sacaste ese bate?”
“Por última vez, no hay zombies de verdad aquí.”
“¡Lo siento! Creí que eras un zombie.”
“¿Quieres gomitas de sesos con sabor a frutilla?”
“Ah, ¡me he infectado!”
“¿Puedes dejar de gritar? Los zombies nos van a comer vivos.”
“¿Sabes? Esta sala podría ser una alegoría perfecta de la vida.”
“¿Cómo pueden no gustarte los zombies?”
“No estoy mintiendo, alguien intentó morderme el brazo.”
* condena.
“¿Tienes alguna pista?”
“¡Vas a hacer que nos atrapen!”
“La introducción de este juego se me hizo demasiado real.”
“Te dejo el trabajo a ti, creo que ya tuve suficiente con eso de resolver misterios.”
“Hablando de misterios, ¿crees que la noticia que nos enviaron sea cierta?”
“La ropa de cárcel definitivamente no va conmigo.”
“Esa sangre parece demasiado real.”
“Olvidémonos de resolver el crimen, busquemos formas de hacer trampa.”
“Tienes rostro de que sabes resolver este caso.”
“Las galletas con forma de siluetas de tiza son bastante creativas.”
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Cosas que nunca te dije - 2021
Quisiera saber el motivo de que estés aquí. . . conmigo, no sé es extraño, llegaste a mi vida de manera tan imprevista y que digas que ya estaba ahí es como what?
Sabes. . . Tu forma de ser me envolvió, eres un ser brillante que se oculta en las tinieblas para no asustar con su audacia, o bueno es lo que yo conozco y lo digo por que he sabido cosas de ti que aunque sean solo comentarios me hacen pensar cosas. . . Las cuales no mencionaré ahorita porque no es el punto de está nota. . .
Llegaste te quedaste. . . En realidad no te buscaba el hecho que me dijeras que yo envié la solicitud fue extraña, extrañamente conveniente para ti, para mí, no lo sé es el destino? Yo no envie nada, que le daba me encanta a tus fotos, claro eres un ser encantador pero destino? really destino? . . . Realmente deje de creer en eso hace tiempo, las cosas pasan y tú decides hasta donde pasan, no es desear y buscar que pasen porque real no sucede así la vida, pero tú. . . tú eres un caso especial en esto, llegaste arrasando lo que conocía, llegaste impresionado cada uno de mis sentidos, eres la combinación perfecta de todo lo que siempre busque, con sus excepciones claro nadie es perfecto pero hasta que punto no lo es. . . Solo . . . sabes no sé que estoy haciendo y quizá duela que diga esto pero es la realidad para que ocultarte las cosas, realmente no funcionó así, pero tu cabeza es un reto mental para la mía, me atraes de una manera impresionante y quizá digas vaya es una mujer fácil de impresionar mira la tengo aquí sobre la palma, sabes no es tan sencillo, la gente no se impresiona por cualquier cosa, pudiste haberme dicho que fuiste misionero ordeñabas vacas y les dabas de comer a los damnificados y eso podría asombrarme y decir wow que hombre, pero no, sabes, comenzaste a contarme lo peor de ti, me expusiste tu persona, lo aprecie, aún lo hago, y al mismo tiempo es lo que hace que quiera alejarme cada vez más de ti, no te odió quizá lo he intentado para aborrecerte y darme una razón para irme pero no puedo se que hay más , es extraño, no comprendo mis sentimientos hacia ati, se que te quiero y que me encantaría vivir a tu lado tragando chocokrispis cada mañana pero al mismo tiempo no lo quiero . . Me da miedo pienso un montón de cosas que se que no me favorecen, que sentido tiene estar aquí , me siento menos y siempre intento probarte que puedo ser mejor y termino derrotada por ti, mi ego tal vez es el que me mantiene aquí? Cada noche es diferente, cada instante es distinto, me siento en el cielo y en el purgatorio al mismo tiempo porque para hablar de infiernos creo que ese solo existe cuando estoy lejos de ti. . . Estoy en el Baño escribiendo esto, que ridículo no? Pfff es que realmente no sé, no se que hacer no de que pensar mi cerebro deja de funcionar cuando estoy cerca, y no me subestimo se que eres mejor que yo intelectualmente, lo acepto quiero aprender de ti , pero que es lo que realmente busco? Además de sentirme cómoda como nunca? Tal vez, pero me sirve de algo si no te sientes tu así? No. . . Realmente no podré mantenerte a mi lado, se que no estás aquí para mí para siempre aunque lo digas, solo soy una estacion en tu vida lo sé, pero no quiero aceptarlo no quiero ayudarte para que te vayas, quiero que te quedes, pero es imposible. . . No puedo retenerte y debes continuar.. . Sinceramente no se a que grado sean tus sentímientos, te estoy juzgando antes de tiempo pero eso no es protegerme? Estoy desvariando, está nota quedará aquí y aunque nunca la llegues a leer es un poco de lo que siempre te quiero externar y no lo hago por qué siento que no tiene caso, quisiera encontrarás tu felicidad aunque implique ser tu amiga, te quiero ver fuerte, poderoso y astuto así como eres en verdad sin temor, sin 20 mil cosas ajenas a ti en tu cabeza. . . Te quiero
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