Los golpes sobre la superficie de la puerta la arrebataron de su estado de ensueño, derivando mal y pronto en movimientos erráticos y vanos intentos de lucir como una persona normal en la menor cantidad de tiempo posible. Inmediatamente después de pedir un momento a voz en grito, corrió al baño, en pos del espejo. Fue, de forma clara y concisa, la peor decisión de su vida. El mal sueño la había llevado a notarse a sí misma como una extranjera en su propia piel, esas ojeras y el cabello en estado deplorable no eran suyos. El agua fría le relajó las facciones y disipó un tanto las mejillas enrojecidas, mejorando un poco el aspecto general de su rostro. Mientras tanto... ah, el pelo, eso era un caso perdido. Lo alzó brevemente en un recogido ágil al tiempo en que se dirigía hacia la puerta “Hola” musitó, un momento después de abrir. No saber qué decir se volvía un problema recurrente para la alemana los últimos días y, cuando de Santhiago se trataba, el asunto parecía resolverse a medias “, estuve acomodando los apuntes de latín y... lo lamento, la habitación es un desastre” advirtió, jugueteando nerviosamente con un mechón de cabello que había logrado escapar a la presa de sus manos. Tampoco, pensó, era tan grave; sólo pilas de libros y a hojas mal acomodadas en su escritorio. Haciendo caso omiso de ello, una breve sonrisa se instaló sobre sus facciones cuando se aparta de la apertura para que castaño pudiese adentrarse. Mientras, finalizó: “¿cómo estás? ¿te está tratando bien este nuevo semestre?” antes de dejarlo pasar no pierde tiempo en robarle un beso rápido, su mente últimamente se estaba escabullendo en él y la concentración en clases se había vuelto un problema, uno que quedaría interno. “¿cuánto sabes de latín? creo que es lo mejor para empezar” había recopilado información de sus clases, resúmenes y libros lo esperaban, también la intención de estudiar y no perderse en tentaciones pero si lo hacían tampoco le molestaría.
Aún no aprendo a negociar con mi nostalgia. Soy todo lo que trajo, la memoria del recorrido. Soy también lo que dejé atrás, lo que prometí nunca volver a abrazar.
Me sinto como uma observadora solitária em um mundo que nunca para. As luzes da cidade cintilam acima de mim, os passos ecoam nas calçadas de concreto, um ritmo constante que parece marcar o tempo de todos, menos o meu. Aqui estou eu, entre multidões que nunca saberão meu nome. Uma alma solitária em busca de significado, navegando pelas correntes tumultuadas da vida, sentada em um banco de praça, observando as pessoas passarem por mim como sombras rápidas. É como se eu fosse uma nota dissonante em uma sinfonia perfeita, uma estranha em uma cidade que nunca dorme.
As noites são as piores. Quando as ruas se esvaziam e o silêncio se instala, minha solidão se torna palpável. Olho para cima, para o céu pontilhado de estrelas, e me pergunto se há alguém olhando de volta, sentindo o mesmo vazio que eu. É nessas horas que as lembranças mais dolorosas emergem. Memórias de conexões perdidas, de amizades que se desvaneceram e amores que se foram. São cicatrizes invisíveis que marcaram meu coração, me deixando mais distante de mim mesma e dos outros.
Mas não é de todo ruim, há uma beleza melancólica na solidão também. Nas horas de quietude, encontro espaço para refletir, para me conhecer melhor. Aprendo a apreciar os pequenos momentos de tranquilidade que a agitação diária rouba de nós.
Fico esperando respostas que nunca chegam, olho o relógio, procuro respostas próprias, faço terapia, tento entender, no meio do caminho faço amigos, viagens, converso com outros que também buscam outras respostas, pego o celular, reorganizo rotas, tento sentir-me suficiente, aprendo outra música pra tocar, tenho medo de tentar ainda que já esteja tentando, desde que sai de casa não tive outra opção, trato de validar-me, me sentir suficiente pra mim mesma, por mim mesma, olho o relógio e entendo que a resposta nunca vai chegar, ninguém vai me salvar dos meus próprios medos, talvez me acompanhem, me digam que estão, mas eu tô na minha pele o suficiente pra dar-me as respostas das perguntas que tenho e ter as respostas de situações que sei que mereço, essa trajetória é minha, esse valor é meu.
Deixei você guardado no fundo da minha memória como um porta retrato velho ou um álbum de fotos antigos jogados dentro de um baú empoeirado dentro do sótão. Sei que eles existem e quando quero reviver algumas lembranças sempre vou pegá-los e observo em silêncio, assim como tenho feito com os nossos momentos, revivo alguns deles e quando quero matar um pouco da saudade. Hoje não tinha o que escrever, não passou nada na minha cabeça, mas só em ouvir seu nome deu vontade de colocar você nas entrelinhas e a dor apareceu junto com esse pensamento sobre nós, me machuco no processo e é como fazer cortes superficiais para amenizar a dor da saudade. Tenho consciência que você não faz essa bobagem de ficar lembrando de uma vida entre duas pessoas que chegou ao fim e quer saber? Está tudo bem, escrevo essas palavras com lágrimas nos olhos e o soluço contido e ninguém precisa ouvir a minha dor saindo pela boca em um grito além de mim até porque meus olhos cansados, tristes e vermelhos me entregam, coloco meu personagem para atuar e digo "caiu um cisco nos meus olhos", mas internamente estou gritando e estou em posição fetal. Aquela história de que temos que lidar com a nossa própria dor e deixar doer é como viver o mesmo dia cem vezes, porque é muito difícil quando a dor vem de uma vez só, sem dor e piedade. Não há mais nada a ser escrito sobre reviver essa história acabada, irei parar de digitar palavras que não será lidas por você até porque corro o risco de ficar sentada e digitar eternamente sobre álbuns velhos e portas retratos jogados no baú, mas perante, contudo e, todavia, irei fazer melhor descerei ao porão e me machucar mais um pouquinho ou me jogar da escada para ver se aprendo a superar isso de vez, Ah! Que droga de oração idiota, nunca aprende.
UNA CARTA PARA MI MISMA, CUANDO SIENTO QUE TODO VA MAL EN MI VIDA
Si alguna vez dudas acerca de lo que puedes lograr, por favor recuerda tu momento más difícil y bastará para que sientas que puedes con el mundo entero.
Ya hemos pasado por esto, recuerda tres cosas: tranquila, te amo y todo pasa, este momento también pasará. Has recorrido un largo camino, viviste cosas que jamás, ni en el sueño más remoto imaginaste, pasaste por los momentos más bonitos y complicados de tu vida, así que no hay razón para entrar en pánico, eres fuerte y cada día lo serás un poco más.
Te admiro mucho, tanto que eres mi orgullo más grande, sé lo que has pasado y que cada día, uno a uno intentas ser la mejor persona posible, todo lo demás es secundario; si alguna vez dudas acerca de lo que puedes lograr, por favor recuérdate en ese que fue tu momento más difícil y bastará para que de nuevo sientas que puedes con el mundo entero, porque hasta hoy no conozco persona más fuerte y decida que tú, cuando te lo propones.
Vive este momento, no como un castigo ni algo desafortunado sino como una oportunidad, tú más que nadie sabe que nada es eterno así que toma lo que necesites, aprende lo que pueda servirte para después y fluye con la vida, recuerda que el miedo, la tristeza, el dolor, la rabia y la desesperanza también son parte de ella y de ti, entre más resistas más duele así que dales oportunidad y las gracias por lo que vinieron a enseñarte, luego déjalos ir.
Eres humana, permítete equivocarte y caer, llora si lo necesitas y muéstrate frágil, que hoy estoy convencida que eso es fortaleza, y no es malo; recuerda ser humilde, que exigirte perfección es arrogancia.
No te reproches jamás el confiar en la gente, dales una oportunidad cuando lo creas prudente y confía en tu instinto cuando te diga que no; si alguien hace algo que te lastima recuerda dos cosas, son humanos igual que tú y si se equivocaron comprende, pero si lo hicieron con intención solo déjalo ir, entiende que no hay algo malo contigo y sus decisiones no te pertenecen ni tienen que ver con tu valor, no siempre eres la indicada para toda la gente y eso está bien, entonces suelta y continúa.
Agradece siempre, nada ni nadie pasa por tu vida sin tener una misión en ella, sé receptiva y mantente dispuesta a aceptar lo hay para ti, suelta aquello que ya no encaja más y mantén las manos abiertas para lo que viene, pero no te aferres a lo que duele o no funciona, que ocupa el espacio de cosas mejores.
Quiérete tanto que solo permitas para ti lo mejor, rodéate de todo lo bueno, personas, momentos, lugares.
Recuerda lo infinitamente feliz que has aprendido a ser en tu propia compañía, y si en algún momento alguien quiere entrar a tu vida, asegúrate que supere eso, porque para menos, ya no estás.
Recuerda de dónde vienes y ten claro a dónde vas, pero si en algún momento no lo sabes, disfruta entonces de explorar las posibilidades, a veces encuentras lo que no sabías que buscabas.
Ama tu pasado, abrázalo y agradécele, que tiene mucho que ver con quien eres hoy, pero céntrate especialmente en tu presente, que es mucho de lo que serás mañana.
Siente mucho, has mucho, da mucho, ama mucho, arriesga mucho y siempre, siempre, ganarás en mayor proporción.
Sé fiel a ti, no temas decir ‘no’ cuando así lo sientas, de cualquier forma nunca se acaba de complacer a los demás; pero sobre todo, apasiónate por lo que haces y llena tu vida de ‘sí’, sí voy, sí quiero, sí puedo, sí lo hago, sí aprendo, sí… ¡Vivo!
Ama a los demás, sean familia, amigos, conocidos o pareja, pero sobre todo ámate a ti, recuerda lo que aprendimos y es ‘no romperse en pedazos para mantener a los demás completos’, tal vez la lección más liberadora del mundo fue cuando nos quedó claro que cada persona es tan grande y completa que para ser feliz le basta con ella misma, entra a la vida de los otros para hacerla un poco mejor, vive con ellos, pero siempre para ti; estar rodeada de amor y personas mejora mucho la vida, pero tengo la certeza de que hasta el día de hoy tu más grande y bonito descubrimiento fue saber que eres una mujer completa, que aquello que necesitas está ahí, dentro de ti y que definitivamente, cada día tienes la posibilidad de ser la mujer más feliz de tu vida.
Te amo incondicional, sincera e infinitamente, estoy aquí contigo y solo quise recordarte que esta es nuestra aventura, hagamos que valga la pena el viaje.
Sonríe, que me encanta cuando lo haces, y recuerda qué bonita estás y debes ser feliz...💖🌹🌻🌷🙌
E não me entenda mal aqui nessa terra vivemos duas vidas, a primeira é por nós, a segunda por todos aqueles que amamos ou que decidimos deixar em nossas vidas, e quanto mais velho vou ficando mais percebo que o mundo não é tão grande quanto eu achava que era... Meus atos falhos nunca foram nada menos que aprendizado, aprender a voar com as próprias asas foi só mais uma etapa, viver é respeitar todas as leis do afeto, viver é melhor do que sonhar, viver a vida que eu vivo as vezes com emoção, outras vezes com perigo, até na contramão... É acreditar nos seus sonhos senão o castelo cai, procurando um sentido, e assim eu aprendo mais...