#nosotros nos salimos con la suya
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[ID: screenshot of a poll in a groupchat.
The poll question reads "Quieren entregar la tarea".
0 people have voted for Si [sic].
7 people have voted for No.
A button at the bottom reads "Ver votos".
A follow-up text reads "Voten todos por favor."
/end ID]
a great (but dangerous) introduction to collective bargaining in the classroom is when all the students are late on an assignment so the professor just voids it
#mi clase de español hizo eso una vez#tenemos un maestro sustitito la fecha de vencimiento#y todos decidimos para no entregar la tarea#cuando la maestra volvió dijimos que no entendimos que la tarea venció#las otras horas habían entregado la fecha de vencimiento#por eso ella estaba desconfiada#pero todos continuimos a hacer como que no entendimos#y al final ella creyó a nosotros#nosotros nos salimos con la suya#*sustituto (hace mucho etiquetas)#cualquiera que habla español mejor que yo hablo me corrija si yo hize un error por favor
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Ayer por la tarde, a una hora en que en España aún hay gente comiendo, voy con David y una amiga suya a cenar al Musafir de Jmelnitski. Ella es también americana, pero de padres mexicanos, y habla perfectamente español. Conoció a David en Sudáfrica, en un año de voluntariado, o de estudio, quizá, para jóvenes americanos en el Cabo. Dice que trabajó en su momento para alguien del ANC, para el tesorero, creo, un blanco descendiente de activistas anti-apartheid que es sobrino del que fuera ministro de Turismo, Hanekom. No conozco al que fue su jefe pero sí me acuerdo de Hanekom. Durante sus dos años en Sudáfrica Verónica (como se llama la amiga de David, que llama a David Shoup, Shup, por su apellido, como ya se lo había oído a sus dos amigos rebeldes de Sloviansk) también conoció a Julius Malema. Dice que le pareció una persona horrible, y me pareció natural: cualquier cosa distinta habría sido una gran sorpresa. Yo comparo entonces al siniestro Malema con el carismático, simpático y entrañable Zuma, igual de tóxico políticamente que el que fue su ahijado político pero mucho más humano, inteligente y sensible en lo personal. Y cito, por supuesto, la biografía llena de empatía, anécdotas divertidas y deliciosas y buena voluntad que le escribió (a Zuma) el que fue mi casero y amigo Jeremy Gordin. Recuerdo que una vez en un café de Linden nos decíamos con Jeremy a propósito de nuestra tendencia a disculpar a Zuma que nosotros no odiábamos la corrupción. Quizá por ser yo católico y él judío la veíamos como un pecado venial, a diferencia de los protestantes, que podrían quemar a alguien por llevarse un boli. He escrito 'veíamos' porque a Jeremy le mataron hace algo más de un año los ladrones que entraron a su casa para llevarse el coche. También de ellos habría escrito si aún pudiera con indulgencia, como ya había hecho de los que antes ya le habían entrado a robar.
Del Musafir fuimos caminando a la plaza de San Miguel. Querían en un principio ir al Buenavista, el bar de salsa en el que se juntan los soldados de fortuna colombianos (a diferencia de mercenario, la expresión carece de carga negativa y da a esta gente un aura romántico que en mi opinión se merecen). Pero a Verónica la han invitado a una fiesta en el bar del último piso del Intercontinental, que está al lado, y aunque el código de vestimenta es Smart Casual y yo voy con pantalón corto lo intentamos y logramos entrar sin problemas. El bar y la terraza en forma rectangular de pasillo que lo rodea están llenos de corrillos de ucranianos y extranjeros hablando y bebiendo champán y cócteles. A lo largo de la barra y hasta una de las salidas a la terraza hay un cola bastante larga que apenas se mueve, para pedir copas pagándolas o con el ticket que te dan al comprar la entrada. La mitad de la noche la pasamos en la cola, pero ni a David ni a mí nos importa mucho: ninguno de los dos nos sentimos cómodos en este ambiente. Tiene esa agresividad revestida de falsa amabilidad de las reuniones de extranjeros influyentes en países inferiores al suyo. El mejor momento de la noche es cuando salimos a la calle, los tres aliviados, y vamos caminando a una tienda de bebidas y alimentos que huele a la gasolina del generador que acaban de guardar dentro porque van a cerrar para que yo me compre antes del toque de queda dos botellas de agua.
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¿Decidimos amar o solo es casualidad? ¿Tú decidiste que me ibas a amar o solo pasó? ¿Yo decidí que te iba a amar o solo pasó? ¿Fue planeado o inesperado? ¿Sabíamos lo que era amar? ¿Estuvimos tristes por amar?
—Es que, Migue, usted también en esas relaciones, esos muchachos… —Eso no tiene nada que ver, ni siquiera son relaciones. Pero ese no es el problema. —¿Entonces? —Pues nada, nada me motiva, no sé.
Ambos miramos por el parabrisas; los rayos de sol hacen que el interior del carro sea sofocante. La tensión entre los pensamientos de mi papá y los míos hace que el calor del auto sea aún más asfixiante.
—Jaja, mire a esa niña, la llevan como un perro, llevan al perro con la correa y a la niña también.
Volteo a mirar; una familia cruza la calle, la niña tiene una correa en mano y su madre la lleva de esta, el padre lleva un perrito.
—Jajaja, sí.
Bajo la ventana y el aire me deja respirar.
—¿Y Felipe cómo está? —No sé, bien, supongo. —¿Y por qué siguen? —Costumbre. —Pues, Migue, hay momentos en que las cosas ya se acaban. —Sí, yo sé.
Estoy acostado, mirando Instagram como de costumbre.
—¿Sabes que compartes luna con Lana del Rey? —No, pero era de esperarse. —Sí.
Estoy acostado, mirando Tumblr como de costumbre.
—Hola. —Hola. —¿Cómo estás? —Todo bien. ¿Y tú?
Corrimos, nuestros pasos retumbaban entre las cuadras donde se alzaban altos edificios y la basura inundaba los asfaltos. La soledad y el silencio del centro de Bogotá eran tan envolventes y fríos, la luz amarilla llenaba los espacios más oscuros de cada rincón de la carrera 7ma. Yo corría por delante, él me perseguía. Llegamos al parque y me tiré en el pasto. Sabía que estaba vivo porque mi respiración inundaba el silencio de la noche y se unía con la suya. Él se acercaba y la luz de la ciudad dibujaba la silueta de su cuerpo acercándose a mí. Se sentó a mi lado.
—¿Qué te pasa? —¿De qué? —Pues, ¿por qué corrías? —¿Por qué no? Jaja. —¿Quieres agua? —Sí.
Me pasó su termo y bebí casi toda el agua.
—Ay, perdón. —Tranquilo.
Él terminó de tomar el agua, yo saqué el vino de mi maleta y seguimos tomando. Puse mi cabeza sobre sus piernas y miré la Torre Colpatria que había frente a nosotros; las luces azules se movían de arriba abajo. Sus dedos se movían entre mi cabello, apenas rozando el cuero cabelludo, se sentía como un respiro suavecito sobre mi cabeza. La estela de la luz azul que emanaba la torre nos alumbraba, no nos dejaba ver en medio de los árboles y la oscuridad.
Caminando entre la montaña, intenté no resbalar del camino de piedra que marcaba el destino. El frío no era lo suficientemente fuerte para hacernos temblar más por el calor que nuestros cuerpos ya tenían de la caminata que llevábamos. El silencio dejaba sonar el más mínimo movimiento. Seguimos caminando, escuchamos a lo lejos el agua descender desde lo alto de la roca y caer con fuerza al precipicio.
—Ya estamos cerca.
El agua diluida que flota en el aire llega hasta nuestras caras. Estamos de frente mirando la cascada. Nomás esa brisa se siente helada. Ambos nos vemos y nos reímos.
—¿Sí o no? —Pues sí, obvio… pero qué frío, jaja.
Nos desnudamos. Empezamos a caminar uno al lado del otro, temblamos. Siento que mis pies se van a congelar, me duelen.
—No sé. —Vamos.
Me adelanté.
—Eso, toca de una y ya el frío se va, el frío es mental.
Llegué al frente del agua cayendo, creando la bruma blanca. Respiré hondo. El agua cayó con fuerza sobre mi espalda, no pude abrir bien mis ojos, el frío invadió mi cabeza, no pude pensar en más que en la sensación del agua helada cayendo sobre todo mi cuerpo. Intenté controlar mi respiración. Él me cogió de la mano, ambos estábamos debajo del agua que caía con fuerza sobre nuestros cuerpos desnudos.
—Bueno, ya.
Nos alejamos un poco de la cascada, nos sentamos en el agua helada.
—¿Ves? Ya casi no se siente.
Él torció los ojos. Yo me reí. Me sumergí en el agua; el frío me permitió estar unos pocos segundos sumergido.
—¿Salimos? —Sí.
Nos sentamos sobre una piedra enorme que hay cerca de la cascada; ambos temblamos. Yo intenté controlar mi respiración pero parecía imposible, no pude evitar temblar y me generó un poco de estrés. Miré la cascada, el agua caía infinitamente y llegaba hasta la piedra, con calma, la atravesaba y continuaba. Él me miró, yo lo volteé a mirar. Se acercó, nos besamos. Sus labios estaban fríos, como una paleta; nuestra saliva era como un bálsamo labial calentito que hacía que la piel de nuestros labios se deslizara con suavidad, nuestra respiración se mezclaba y el temblor me hizo apartarme de él.
—Tengo mucho frío. —Yo también.
Nos pusimos de pie, nos vestimos. Mi cuerpo empezó a recuperar su calor, por fin pude respirar con normalidad. Suspiré. Me acerqué a él y lo besé, deslicé mis labios sobre los suyos, no diría que lo estaba besando, diría que intentaba acariciarlo. Comenzamos a caminar de regreso. Vimos un camino que se abría entre unos arbustos, caminamos entre ellos, llegamos a un pequeño valle, lleno de hierba bastante alta. En una parte del valle hay un árbol en una pequeña montaña; caminamos hacia el árbol, nos sentamos debajo de él, uno al lado del otro. Hay completo silencio, apenas se escucha cuando alguna mínima ráfaga de viento mueve las ramas de los árboles y la hierba. Puedo oír su respiración, no la había notado antes, parece ser que sí está vivo. Saqué un bocadillo de mi maleta, lo partí en dos; cada uno comió un pedazo. Nos besamos, sus labios eran un dulce de guayaba y el calor de su alma se mezclaba con el mío a través de nuestros labios. Saqué mi lengua con suavidad y él hizo lo mismo; se encontraron y la fuerza de una hizo mover la otra, pero era una fuerza delicada como el caer de una pequeña hoja. Pasé mi mano sobre su cachete, intentando entender cada poro que componía la totalidad de su rostro. En mis ojos cerrados se pintaba el brillo del sol y del universo, llenos de rojos y azules que se mezclaban entre rosados pálidos y morados de un chupón tímido. Su mano se movía entre mi cabello y la mía se movía entre el suyo; sentí que quería que el beso fuera transparente para poder fundirme con su piel y ser. Nuestra respiración precipitada era lo único que se escuchaba en la inmensidad del páramo. Deslicé mis labios por su mentón y bajé a su cuello; lamí y pasé muy suavemente mi labio por su piel, yendo hacia su nuca, con la punta de mi lengua rocé la parte baja de su oreja. Sentí su respiración en mi oreja; el pequeño calorcito de su respiración invadía cada centímetro de mi cuerpo. Puse mi mano sobre su cintura y apreté apenas un poco, me comencé a poner sobre él, y él se acostó sobre el pasto. Le besé el cuello, lo lamí, con mis labios agarré una pequeña parte de su piel al tiempo que succionaba apenas con fuerza la zona. Solté su piel; se llenó de rojo donde estuvieron mis labios sosteniéndolo.
El amor es fugaz pero claramente es lento y puedo precipitarme al sentir.
Me acostaste sobre la yerba y empezaste a besarme el cuello. Sentía tu lengua cálida recorrer cada poro de mi piel, dejando un rastro de saliva tras cada acción. Mi respiración estaba agitada. Me besas, y tu lengua acaricia mis labios, creando hilos de saliva cada vez que te separas. La dulzura del bocadillo parece permanecer en la retina de mi mente. Nos besamos, intercambiando posiciones sobre quién está arriba. El pasto y la tierra impregnaban nuestra ropa. Nuestra respiración se hacía más fuerte, y nuestros corazones estaban a punto de estallar.
Estás encima de mí, y tu mano roza mi pantalón, sintiendo mi erección. Agarro tus nalgas y te siento sobre mí. Nos movemos y dejamos de besarnos. Mi mentón se apoya en tu hombro, y tu mejilla en el mío. Escucho tu respiración en mi oreja, y los pequeños gemidos que salen de nuestras bocas se mezclan con nuestra respiración. Me siento y tú permaneces sobre mí. Te quito el buzo que llevas puesto, subo tu camiseta y comienzo a besar tu pecho. Lamo tus tetillas, paso mi lengua lentamente por tu pecho, doy picos por todo tu pecho, bajo a tu abdomen y regreso a besarte. Te quito la camiseta, tú me quitas el buzo y la camiseta. Nos besamos. Agarro tu espalda con fuerza mientras nuestras caderas se mueven danzando entre sí. Me agarras fuerte de la espalda, me arañas. El calor de nuestros torsos disipa el frío del ambiente. Nos separamos, y nos quedamos mirando. Nuestros ojos se pierden entre sí. Tus ojos son más claros que los míos, y los míos más pequeños. Nuestras frentes se unen y nuestra respiración disminuye. Bajas, me quitas el pantalón y quedo desnudo. Te quito tu ropa y ambos estamos desnudos. Nuestra ropa es la cama que queda sobre la yerba, que nos sirve de escenario para nuestros cuerpos desnudos. Nos besamos mientras cada centímetro de nuestros cuerpos se roza. Te beso por todo el cuerpo. Te sientas sobre mí y llenas de saliva tu mano, me masturbas. También lleno de saliva mis dedos y los paso por tu culo. Nos miramos mientras continuamos jugando con nuestras manos.
Estoy dentro de ti. Intento moverme, pero claramente tienes el control. Te beso, rasguño tu espalda. Tengo mi cabeza recostada sobre tu pecho, el sudor baja por mi frente y escurre por tu pecho. El sudor de tu espalda hace que mis dedos se resbalen con facilidad. Estás acostado sobre nuestra ropa, boca abajo. Estoy sobre ti mientras me muevo. Nos besamos. Nuestras manos se entrelazan y aprietan con fuerza. El sudor de nuestros cuerpos es lubricante natural para nuestros cuerpos que se rozan y se mezclan.
Vamos en la moto. Mis manos están heladas y casi ni puedo apretar bien el freno. Tiemblo. Te acercas a mí y me abrazas. El calor de tu abrazo me da confianza para saber que el frío es mental.
Estamos en mi cuarto. Estás sobre mí, moviendo tus caderas sobre las mías. Te miro moverte. Me besas. Sudamos. Te masturbo hasta que te vienes sobre mi abdomen.
- No la saques.
- Me haces caso.
Te acuestas sobre mí, descansamos. Ya me empieza a incomodar la sensación del fluido entre nuestros abdómenes. Te levanto. Me limpio. Nos acostamos. Me quedo dormido. Me despiertas. No sé qué hora es. Me preguntas algo y me besas. Me vuelvo a quedar dormido. De nuevo, me vuelves a despertar:
- Abrázame.
Mis ojos apenas se abren, te abrazo. Me despierto, saco mi brazo de debajo de tu cuerpo y me doy vuelta, dándote la espalda. Estás dormido, así que no te das cuenta. Es de madrugada. Me empiezas a besar y te pones sobre mí. Tengo demasiado sueño y no me despierto. Sigues besándome.
- Cógeme.
- Ahorita, tengo sueño.
Te quitas y sigo durmiendo. A los minutos te vuelves a poner sobre mí. Me besas, me agarras la verga, me bajas el pantalón y comienzas a mamármela. Yo sigo entre dormido y despierto. Te subo la cara.
- ¿Por qué estás tan arrecho?
- Solo quiero que me cojas y no quieres.
- Sí quiero, pero ni me dejas dormir, siempre me despiertas a decirme no sé qué mamadas jajaj.
- No lo vuelvo a hacer.
- Por favor.
Te quitas y te acuestas al lado, dejando un espacio entre nosotros. Yo te veo la espalda y sonrío. Me quedo dormido unos minutos, mi mente se queda en ese momento. Me acerco a ti, te beso la oreja.
- Es que no me dejas dormir, en serio jajaja eres mamón.
- Bueno.
- ¿De quién es ese culo?
- Tuyo.
Te agarro el culo.
- Pero no, en serio tengo mucho sueño, más tarde.
Te beso, te arruncho y me quedo dormido.
- Ya me voy.
Abro los ojos.
- Bueno.
- Ush, qué estrés.
- ¿Ahora qué hice? Jaja.
Nos acostamos mirando hacia el techo.
- No sé si volver.
- ¿Por qué? La pasamos bien, ¿no?
- Sí, pero no sé, tú no quieres nada.
- Y tú tampoco. ¿Cuál es el problema?
- Y si sí quiero.
Me miras.
- Mmm no sé la verdad. Ya te he dicho, es mejor así.
Te sientas en el borde de la cama.
- Culié con un man en la fiesta del trabajo.
- ¿Te cuidaste?
- Estaba muy borracho.
- O sea no… chico, protégente. ¿Qué tal estuvo?
- No sé, no me acuerdo bien… solo me la metió.
- Ah, ya.
El sigue sentado en el borde de la cama mientras mira su celular. Yo acostado mientras miro el mío. Se voltea y me dice.
- Te odio.
- Jaja quieres pero no puedes.
Tuerces los ojos.
- Ush, bueno ya me voy.
- Está bien.
Te comienzas a vestir, tus movimientos son fuertes. Caminas de un lado a otro por el cuarto buscando tu ropa. No encuentras tus bóxers, comienzo a ayudarte a buscar. Te los pones. Te agarro del brazo y te acerco a mí.
- ¿De quién es ese culo?
Me miras tan mal, tus ojos quieren ahogarme. Me río. Te beso. Te agarro de las caderas con fuerza y te siento sobre mí.
- Ya pedí. Me voy.
- Mmm.
Te separas y te terminas de vestir. Te sientas en la esquina de la cama, miras el suelo.
- No, no creo que vuelva.
- ¿Pero por qué?
- A ti solo te importa eso y yo no sé.
- No solo me importa eso, es nice parchar contigo.
- Bueno, chao.
Te cojo del brazo.
- Espera.
- ¿Qué quieres?
Agarro mi celular y pongo “Yo no nací para amar”. Jalas tu brazo para que te suelte. Te vas mientras yo me quedo en la cama cantando la canción.
Miro mi WhatsApp.
- No puedo volver, tú no quieres nada y yo estoy confundido y no sé si puedo ser solo tu culito.
- ¿Ya no quieres ser solo mi culito?
- No.
- Ay, ¿pero por qué?
- Porque eres un perro.
- Sí, pero ¿por qué?
- Porque no, porque me siento mal y a ti no te importa.
- Mmm está bien.
- Te odio.
- Quisieras.
- Sí, no te odio.
Me quedo mirando la pantalla de mi celular, mis ojos se pierden en la luz blanca. El amor es muy extenso, no se describe, de pronto se compara por su ausencia, situaciones, personas. El amor a veces está y otras, aunque se quiera, no puede arder. Es un incendio que parece prenderse sin aviso, no hay tiempo, el tiempo se diluye y el espacio no existe. No puedo escribir el amor. Este no es el amor, solo es el punto donde se empieza a escribir la palabra.
#amar#citas de amor#frases de amor#notas de amor#historia gay#history#historia#cosas que duelen#cosas que siento#cosas que escribo#relatos#odio#amor y odio#amor y deseo#gay boys#la vida#cosas de la vida#escrituras#escritos#lo que escribo#a veces escribo
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Yesca 👽
Ella asistía a la vocacional, solo que nunca hablamos así bien, solo nos ubicábamos de vista, básicamente. Fue hasta apenas mayo que nos volvimos a ver en Zacatenco, gracias a Smiley, otro compañero de la voca y amigo de Yessica. Yo la había eliminado en una de las tantas purgas, pero debido a ese encuentro accidental y al intercambio de breves diálogos gracias a nuestro intermediario Smiley, volvimos a estar en la mira. Quizá yo un poco más en la suya porque me mandó solicitud días después y fue que empezamos a hablar ya bien, nos quedamos de ver y demás. Nunca pasó nada más que besos, durante las primeras salidas. Fue hasta septiembre que pasó lo que tenía que pasar, y justo en esa ocasión se dio en mi casa, y adivinen quién la grabó. Exacto. Salimos otras veces y pasó lo mismo, yo sabía que le gustaba pero la verdad ella a mí no, creo que disfrutaba más platicar con ella y salir que incluso el sexo, la verdad estaba super disperso en esa época en el ámbito sexual. Al final la boté para poder andar "bien" con Alex. Valió berga de todos modos, como sabrán. Nuevamente volvimos a platicar a finales de enero, salimos unas ocasiones en febrero, nuevamente pasó aquello unas veces. Le conté un poco sobre mi situación durante 2022, pero no le había platicado bien bien sobre lo que le hice durante nuestros primeros encuentros.
Un buen día la cité, fue terminando el semestre que pasó. Nos vimos algo noche en plaza Lindavista, iba saliendo de un extraordinario que afortunadamente acreditó. Caminamos un rato por la zona habitacional, entre pláticas y demás fuimos por algo de tomar y terminamos cogiendo en un parque de por ahí. Luego de eso le siguió una plática aún más larga sobre varias cosas, ya empezaba a sondear la forma de decirle. Estaba aún más tenso y nervioso que las otras veces, no sabía exactamente por qué en ese momento pero había un presagió que podía percibir, y eso que soy malo para esas cosas. Ya por la hora nos debíamos mover, así que nos encaminamos hacia Av. Politécnico y cuando pidió el uber decidí que era el momento. El speach que ya medio había preparado otras veces no lo ocupé como tal, medio me guié conforme a lo que pensaba y a lo que ya había dicho en otras ocasiones a otras chicas, pero le dije la mera neta de todos modos. Mientras le explicaba la parte medular del asunto, pude notar su cara de decepción y desilusión, vi frente a mis ojos nuevamente como se difuminaba su sonrisa y su mirada se opacaba, como si el mundo se comiese a sí mismo. Fue que pasó lo que más temía, soltó lágrimas y ligeros gemidos de llanto. Obviamente me preguntó cuál fue el fin, el uso que le di y si eso salió de mí. Le dije claramente que nunca lo vi, no lo divulgué y todo quedaba entre nosotros. Cuando le dije sobre poner un "hasta aquí" si era su deseo, ella me contrarrestó con una pregunta: "¿Puedo volver a confiar en ti?" Le contesté que sí, que jamás la volvería a traicionar por nada del mundo. A pesar de que le dije que no merecía su perdón y que estaba de más, sus palabras me tumbaron de golpe. Ella dijo con la nariz roja y lágrimas en los ojos todavía pero de forma firme y decidida. ¡Te perdono! Neta que eso me mató. Era lo último que yo esperaba escuchar, de hecho fue la única que lo dijo, y lo sentí venir desde lo más hondo de su corazón. Sé que fue de forma pura y sincera. Luego de eso llegó su uber, nos despedimos y se fue.
Yessica es una persona muy muy inteligente. Es divertida, amigable, carismática, hace muchísimas cosas deportivas, culturales, escolares, laborales y demás, es una persona muy muy activa, cariñosa, simpática, de linda personalidad y guapa físicamente, pero de todas esas cualidades, su fuerte es definitivamente su gran corazón e inocencia. Ella tiene TDA, razón de su hiperactividad y quizá el que sea algo distraída, también podría explicar su ingenuidad, pero la verdad es algo que está de menos por todo lo positivo que suma y lo que es como persona, ha luchado constantemente para salir adelante, ha pasado por muchísimas cosas difíciles como depresiones y demás, pero ha surgido como ave feniz una y otra vez gracias a su resiliencia. No dudo que pueda lograr sus objetivos de vida y sea la persona que ella quiere ser. Es un amor en todo sentido.
Los días siguientes me hacía bromas al respecto, me remarcaba el hecho de que estaba enfermo y que no dejara el psicólogo, incluso me puso de apodo "el dañado" xD. Hasta llegó a contarme que aparecí en algunos sueños suyos pero que quería envenenarla con una rana, jaja. Ahorita la frecuencia de nuestros mensajes siguen igual que antes, las salidas claramente son más escasas pero no importa porque sabemos que contamos con el otro. Además aclaré bien el punto de que estoy saliendo con una o dos personas más de forma casual, aunque la verdad no tenía casi nada de sexo en ese lapso de semanas. Estoy muy agradecido por conocer a una persona así y tenerla en mi vida de forma relativamente cerca. Aprovecharé ahora sí bien esa nueva oportunidad que me brindó, corresponderé a su confianza y neta que no le fallaré nunca en el tiempo que nos quede, sea cual sea el vínculo afectivo que tengamos.
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A la vista...
Lea: Efesios 2:7-10
Pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. Efesios 2:10
Fíjese el lector lo bien colocadas que están las “obras” en el lugar donde deben estar. Usted no puede obtener nada de Dios esforzándose por lograrlo. Usted no merece jamás otra cosa que no sea ser juzgado por la mano de Dios. Si Él nos diese lo que nos merecemos, acabaríamos todos en el infierno. No, nosotros recibimos Su gracia, Su misericordia y Su amor. Pero estos dan como resultado las buenas obras; eso es el propósito. Han sido diseñados para producir buenas obras, y es una manifestación maravillosa de la habilidad de Dios.
La palabra hechura es en realidad la palabra poema. “Nosotros somos Su poema”. Tal vez la mejor manera de expresarlo sería diciendo: “Nosotros somos Su obra maestra”. Dios está preparando y obrando en nosotros para que seamos una gran exhibición de Su sabiduría, de Su poder, de Su amor, de Su vida, de Su carácter, de Su paz, de Su gozo. Él nos está enseñando, nos está capacitando, nos está alentando, aplicando la pintura en los lugares apropiados, produciendo una maravillosa obra de arte para poder exhibirla. Esto debe dar como resultado las buenas obras: la amabilidad, el amor, la misericordia, la compasión, la ayuda mutua y el suplir las necesidades mutuas.
Pablo dice que Dios ha preparado estas obras de antemano. Yo experiment�� una ilustración interesante al respecto. Uno de nuestros pastores internos viajó conmigo en avión a Albuquerque. Al ir a aterrizar el avión decidimos orar juntos. Yo no le había mencionado para nada este pasaje, pero me sentí impresionado por su manera de orar. Él dijo: “Padre, te doy gracias por las buenas obras que tienes ya preparadas para nosotros, esperándonos en Albuquerque, para que las podamos aprovechar y para que las podamos experimentar”. Y así fue: al llegarnos a Albuquerque comenzaron a manifestarse.
Había allí un misionero de la región del Amazonas en América del Sur que se sentía desanimado y profundamente turbado, hasta el punto de estar dispuesto a abandonar el ministerio. Por medio del ministerio que tuvimos allí, empezó a animarse de verdad y comenzó a ver de nuevo lo que podía hacer Dios. Vino a hablar con nosotros con su semblante iluminado y nos dijo: ―Voy a volver a mi actividad completamente revolucionado en lo que se refiere a mi enfoque, ya que ahora he aprendido cómo Dios obra.
Había un pastor joven que se estaba enfrentando con discordias en su iglesia y quería que alguien le aconsejase sobre cómo resolverlas. Dios hizo posible que las Escrituras se refiriesen a esa situación, dándole sabiduría y dirección para enfrentarse con el problema. Todas estas buenas obras habían sido preparadas de antemano, y lo único que nosotros tuvimos que hacer fue aprovecharlas.
¿Tiene usted alguna idea sobre cuántas buenas obras tiene Dios preparadas para usted? Están esperando que usted participe en ellas al caminar por la fe, dependiendo de Cristo. Las situaciones están ahí, listas y esperando que se meta usted en ellas. Es para ello que Dios le ha llamado a usted, y al hacerlo se convierte usted en una manifestación viva de la grandeza y gloria de Dios.
Padre, te doy gracias porque has preparado de antemano buenas obras para que las realice. Concédeme que pueda descubrir estas oportunidades y aprovecharlas al máximo en el poder de Tu Espíritu.
Aplicación a la vida:
Antes de que salimos de nuestra casa, normalmente pensamos en el aspecto que tenemos. ¿Pensamos también en el plan que tiene Dios para nosotros hoy y cómo va a manifestarse por medio de nosotros hoy?
(Ray Stedman).
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Pacto de Almas
Este apartado es para mí el más complejo. Es el único que he decidido reescribir. Lo he hecho para ser justa conmigo misma y empezar así una nueva etapa de mi vida. A veces es necesario girarse para asegurarse que la puerta está bien cerrada. Para que aquello que dejamos atrás no se cuele y podamos ser libres de ello. Lo que fue está en mi, forma parte de mi historia. Lo honro y lo acepto. He aprendido muchísimo y en mi propia evolución es indispensable esta experiencia y lo agradezco aun y su dificultad tan grande.
Un Pacto de Almas es cuando dos almas antes de encarnarse deciden encontrarse en esta vida, sea para acompañarse en el camino, sea para sanar la relación entre ambas, sea para ayudarse a evolucionar,… sea por muchos motivos distintos, el hecho es que ambas pactan el encuentro, tenga la durabilidad que tenga en función de lo pactado. El pacto puede venir de muy lejos…de muchas vidas atrás.
Por mi experiencia personal y profesional, venimos a la vida con muchos pactos con muchas almas, con mayor o menor importancia o relevancia del pacto. También a veces venimos con promesas, juramentos, lealtades, etc. que no deseamos, y también están ahí.
Voy a contaros mi experiencia personal con este tema. El recorrido por la experiencia, el cierre y el aprendizaje que llevo en mí.
Actualmente, el Pacto de Almas tan grande con el que he venido a esta vida está cerrado y sellado en Luz Pura, y solo puede reabrirse una vez hayamos abandonado el cuerpo de esta vida. Así lo hemos pactado. Pero durante la gran parte de mi vida que llevo vivida no ha sido así, ha estado abierto a la espera de ser encarnado.
Como os he anunciado antes en El Camino, en aquella época, volviendo de mi aventura en el extranjero, además de lo que ya estaba viviendo, un alma me había encontrado y habíamos empezado a vincularnos desde el plano Astral (el plano Astral puede abrirse durante el sueño, porque el alma se mueve libremente sin el cuerpo como también durante la vigilia si la unión es fuerte y hay consciencia de ello). En aquel entonces, esto era totalmente inconsciente para mí y lo vivía durante las noches. Durante muchos años continuó siendo así. Era un alma con la que habíamos venido a la vida con un Pacto de Almas muy fuerte. Como un imán nos fuimos acercando una alma con la otra y viviendo experiencias en los primeros tiempos más densas y poco a poco se fueron llenando de luz y de Amor extraordinario. Poco a poco además el vínculo fue inundando mi vida, ya no solo era por las noches que lo percibía sino que también a lo largo del día. Esta alma entraba en mi campo energético, habitaba en mí y yo no sabía distinguir que las emociones que sentía no eran mías. Se mezclaba con mi propio sentir y mi propio vivir. Y a menudo no eran emociones y sensaciones agradables, estaba todo ahí, incluido su dolor.
Como yo no podía identificar lo que me ocurría y que era otra alma que me venía a visitar, no tenía el poder para manejarme desde ahí, des del plano Astral. Porque es que en mi ignorancia, yo desconocía completamente que esas realidades pudieran existir…No entraba en mi mente, ¡ni me lo podía imaginar! Yo pensaba que todo era mío, porque quedaban sus emociones y sus vivencias mezcladas con las mías, fueran placenteras y/o dolorosas. Hace pocos años que empecé a tomar conciencia de que había más Realidad de la que yo conocía y empecé a identificarla en mí; pero son pocos años respecto a los que llevábamos relacionándonos des del plano Astral.
Y tanto y tanto vivido sin saber, perdida en mi propio mundo…internamente yo era como una coctelera y eso me conllevaba más aislamiento. Aislamiento e incomprensión.
Ha sido un tema muy difícil y a menudo muy doloroso para mí y con el que he tenido que lidiar. Incluso llegué a pensar que estaba enloqueciendo. La psicoterapia no me pudo ayudar con esto, des de ahí todo lo que me ocurría se entendía como neurótico y yo sentía mucha carga de culpa. He sentido mucha soledad y mucha incomprensión. Tuve que abrir otros caminos para abrir mi conciencia y ver lo que me estaba ocurriendo.
En este andar con otra alma en este plano, fue importante aprender a separar mi experiencia de la suya, a pedir que respetara mi espacio, a poner límites, a cerrar portales en planos distintos de realidad… a decidir cuándo quería tener una experiencia con ella y cuándo no. Ha sido muy difícil este aprendizaje, he abierto conciencia a planos de realidad que no sabía que existían. Y he conocido parte de la historia de mi alma en el recorrido de vidas que desconocía. He necesitado de mucha ayuda para romper mis propias fronteras de conciencia.
Mientras, en el plano físico aquí en la Tierra, me buscó y me encontró, muchos años después que todo esto empezara. Con un pacto tan fuerte, buscarnos forma parte del pacto y esta alma me buscó como ya lo había hecho en tantas y tantas vidas que llevamos recorriendo juntas. Después de encontrarnos aquí en esta vida desde el plano físico terrenal, tardamos un tiempo en reconocernos, lo Astral fue aterrizando poco a poco y empezamos a ser conscientes.
Hemos vivido en muchas épocas distintas, siendo hombre o mujer y viceversa, también siendo homosexuales en tiempos lejanos. El Amor entre nuestras almas depasa fronteras de vidas y nos da la oportunidad en cada vida para encarnarlo.
Pero de allí de donde venimos, nuestro camino, también reside entre nosotros un inmenso dolor que aun no hemos podido superar. Un dolor que arrastramos de muchas vidas. Nos sucedieron experiencias muy dolorosas y no hemos sido capaces de recuperarnos de ello. En esta vida, el pacto pasaba por llegar a encarnar este amor y salir de la experiencia únicamente desde el alma. Porque si bien es muy intenso, si tan solo es desde ahí, nos deja viviendo aislados en esta vida que hemos venido a encarnar. Esto es muy doloroso porque va contra la vida misma. Y encarnarlo no ha sido posible. A esta persona no le es posible. En vidas anteriores es a mí a quien no le ha sido posible.
Hoy nuestra relación desde el alma está cerrada como nunca antes había sido posible cerrar, porque está cerrada en todos sus planos y realidades. Nos hemos bendecido el camino mutuamente y cada uno ha entomado el propio en solitario. La confianza nos permite soltarnos y continuar, allí por donde cada uno siga con su propio camino. Hicimos este pacto en otros tiempos, con su sentido de ser y ha tenido mucha fuerza. Sin embargo, es una fuerza que poco a poco ha ido calmando su furia y ha dejado paso a la vida aquí, así como es. Y si aquí en esta vida no es posible encarnarlo es mejor soltarnos y vivir plenamente cada uno su propia vida.
Mi camino no se puede comprender sin esta vivencia.
Durante mucho tiempo, des de mi inconsciencia he vivido sintiéndome atrapada, sin comprender lo que estaba viviendo. La experiencia era que solo podía entregarme a un pacto que ni sabía que existía en mí. Tenía una fuerza que me superaba y una magnitud que no me llegaba a imaginar ni mi conciencia a percibir. Ha dirigido mi vida. Como un muro, se ha puesto delante y ha frenado cualquier camino o posibilidad diferente que estar en él. Ser consciente de ello me ha permitido retomar el poder de mi alma y de mi vida, independientemente de que el Pacto haya podido ser o no encarnado.
Hoy abrazo esta realidad que un día escogí hace mucho tiempo y tiene su sentido de ser. Respeto una decisión que hace muchas vidas tomé, ahora ya des de mi libertad aquí en esta vida. Aquí hoy, decido yo. Y decido cerrar.
He aprendido muchísimo, sin lugar a duda. Hoy además puedo acompañar a otras personas en estas experiencias.
Deseo además, compartir de lo vivido, el haber tomado conciencia del potencial tan grande que tenemos todas las almas cuando somos capaces de entrar en un espacio des del corazón, sin miedos a ser dañadas, a sentirnos vulnerables, a vivir desprotegidas, sin prejuicios, etc…cuando somos capaces de despojarnos de todo los que nos contamos que nos encierra en nuestras “parcelas de protección”. Entonces se crea un espacio de confianza, limpio, amplio y abierto donde nos encontrarnos las almas, dispuestas a ser la Luz que ya somos, el Amor que ya somos, la Vida que ya somos…la intensidad de Ser y de Vida que está a la espera de que le hagamos espacio para ser lo que ya Es. Cuando soltamos el miedo, lejos de morir nos encontramos con el Éxtasis de Vida. Lejos de debilitarnos, salimos llenos de fuerza vital. Y la belleza de traerlo a la vida, hacerlo vida. Es la Creación en su máxima potencia aquí en la Tierra.
El corazón tiene la capacidad de engrandarse infinitamente, en él pueden caber muchas almas y amarlas profundamente a todas y cada una de ellas…porque el corazón no se agota.
Todas las almas tenemos la capacidad para conectar y crear vínculos sinceros, verdaderos, profundos, honestos y limpios. Vínculos con los que compartir la vida des de un lugar más lleno, más rico y profundo. La Unión encarnada. El encuentro des de la Luz.
También me llevo la capacidad de percibir más Realidad, planos que desconocía y que existen…y lo más importante, el aprendizaje de saber que puedo seguir abriendo a conocer más y más planos que aun no se ni que existen.
Me llevo descubrir un poquito más la amplitud que tiene la Vida y la necesidad de andar de la mano de la confianza para poder atravesar espacios donde no vemos lo que está ocurriendo.
Y me llevo por supuesto el Gran aprendizaje que ha supuesto para mi esta experiencia. Ha sido tremendo. Me agradezco profundamente mi acompañarme, el profundo amor por mí que ha sacado la tenacidad y la perseverancia que ni podía llegar a saber que tenía y que me ha permitido no decaer en este gran reto. El poder que tengo cuando voy a una conmigo misma. El poder de la confianza en mí.
El gran aprendizaje de que no ando sola, mis Guías y mis Maestros allí en el plano donde están me han acompañado y me acompañan una y otra vez. Sin ellos no hubiese podido. Miles y miles de gracias infinitas.
Agradezco a Bea y a Anna su increíble labor, sin ellas y su acompañamiento no hubiese podido abrir mi conciencia hasta donde ha sido posible y atravesar toda esta experiencia hasta llegar donde me encuentro hoy.
Agradezco el Amor y la misericordia de Dios, que me ha dado todas la oportunidades que he necesitado para aprender a amarme tanto como para poder con Todo y Todo lo que he vivido en esta aventura que ha durado tantísimos años aquí en esta vida y en vidas anteriores.
Hoy hay silencio y orden en mi interior.
AUTORA - Sílvia Lendínez Martí
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Cumpleaños
El ambiente en casa se hacía insoportable, las paredes me ahogaban y el ruido del tránsito llenaba el silencio entre nosotros, como una vez lo hizo la conversación y la risa. Pero ahora no quería conversar, no quería arreglar nuestros problemas ni agachar el moño. Había explicado mi caso, di mis razones y expliqué mis actos y emociones, pero fue como hablar con una pared. Me había agotado, necesitaba respirar, me subí al auto y raudo manejé al parque más cercano.
Era un día soleado de septiembre, los árboles comenzaban a llenarse de verde, las mantas de picnic abundaban y las marcas de incontables bicicletas surcaban los senderos, mientras que la risa de familias y amigos, las arengas de grupos de personas haciendo deporte y el beat de algún parlante lejano, le daban música al aire primaveral.
Me senté bajo la sombra de un árbol, esperando que la frustración se disipara con el humo de mi caño, el cual se colaban entre las ramas del jaracandá que me servía de refugio. Me recosté apoyando la cabeza en su base, expulsé otra bocanada de humo, vi las olas grises surfeando en cámara lenta por el aire, tosí ligeramente. Me acompañé de mis audífonos y ritmos en lo-fi para serenar mis pensamientos.
Treinta minutos después de haber meditado acerca de mis problemas bajo el meloso sopor del cannabis: luego de deconstruir los discursos de ambos lados, armar la escena, desarmarla, armarla de otra forma, el resultado era el mismo. Sólo quedaba volver y tratar nuevamente de solucionar las cosas. Miré mi celular, tenía mensajes de él:
Tengo que ir a trabajar Lo más probable es que esté hasta tarde No quiero que estemos enojados Tal vez hay cosas que debo cambiar Hablémoslo a la noche, besitos Tqm
Parece que mis palabras llegaron a sus oídos y había luz en el túnel. Cuando iba a responderle en el mismo tono cariñoso, entró otro mensaje. Esta vez era de mi amigo Pedro:
Hola amiguita, buen día Esto es de súper última hora Le celebraré el cumpleaños al gordo Un asado, así que trae a tu gordo Lleguen a partir de las 14 horas, porfa Te quiero!
Eran las 12.30, tendría que ir sólo a un cumpleaños donde suelen ir muchos osos, algunos conocidos y otros por conocer. El universo me estaba dando las señales: pelea con resultado favorable para mí, libertad por el resto del día, coincidentemente me había duchado, perfumado y vestido bonito; era cosa de pasar por una caja de chocolates a una gasolinera y estaba listo para un cumpleaños. Pero tenía que resolver mi cabo suelto. Le respondí a mi gordo:
Hablemos tranquilos a la noche Yo también tqm Pedro me invitó al cumpleaños de Miguel Estaré allá Besos
Súper Páselo bien y me saluda a los chiquillos Tqm
Dos horas después, me estacionaba frente a la casa de mi amigo. Me bajé, chocolates en una mano y botella de vino en la otra. Pedro me esperaba afuera. Me abrazó y besó ligeramente en los labios, podía sentir el olor a humo de carbón en su delantal parrillero y el aroma de humo de mariguana en su bigote. Entramos a su casa de dos pisos, sus muebles la mayoría restaurados de la casa de sus abuelos, con colores caoba, esmeralda, terracota, vainilla, aguamarina, burdeos, cuadros antiguos, papel tapiz con diseños rococó y grandes fotografías de retratos en blanco y negro. Siempre me sentido dentro de una película de Almodóvar cuando estoy ahí y me encanta.
Salimos al jardín trasero y en el quincho estaba el cumpleañero con su acostumbrada sonrisa picarona al verme (hemos hecho travesuras en el pasado); a su lado un par de amigos los que reconocía de carretes previos, todos me resultaban bastante simpáticos; y un gordo, que estaba sentado dándome la espalda, pero que al escuchar el “¡Miren quién llegó!” de Pedro, se puso de pie. El gordo, un oso venezolano de mi altura (178), grande, moreno, panzón, con amplia espalda y pechos que se apegaban a su polera; piernas y culo gordos, propios de los caribeños, que casi hacían reventar la tela de sus shorts azules. Me saludó con familiaridad, me abrazó y apegó a su tremenda y cálida anatomía. Intenté disimular el hecho que no recordaba quién era. Su voz sí se me hacía conocida, las palabras al salir de sus gruesos labios tenían una melodía que antes había escuchado. Me apartó de él, pero sujetándome de los brazos, muy servilmente me dijo “¿Le traigo algo, gordito: cerveza, vino, champán, bebida, agua?” ¡ya sabía quién era! Alejandro. Había engordado desde “la cita” en que nos conocimos. Nos ubicamos por Growlr y, una hora después, había llegado a mi departamento. Aquella vez fácilmente pudo habernos interrumpido mi conserje pensando que estaban matando a alguien, y la verdad es que casi lo hace. Por cerca de tres horas Alejandro me recorrió el cuerpo con su boca, me comió el culo en 5 posiciones diferentes, me folló con la fuerza de un gorila del Congo y su verga gigante me dejó inhabilitado por toda una semana. Días después, me compré un dildo y lo bauticé con su nombre. Aunque siempre he pensado que no le hace honor.
Estático en los brazos del Alejandro de carne y hueso, en presencia de mis amigos, me congelé por cinco segundos y dije efusivo “¡Shampán!”. “Sale una champán heladita, con hielo”, le dio unas palmadas a mis brazos, frotándolos ligeramente con sus pulgares y me guiñó el ojo. Al retirarse, Pedro puso su brazo en mis hombros y dijo “Yo sé cómo va a terminar esto…” y rió picaronamente mientras nos sentábamos en uno de los sillones del quincho. Alejandro llegó con una copa grande se espumante con hielo.
Los invitados comenzaron a llegar: parejas, amigos que llegaban solos como yo, otros conocidos recurrentes en los almuerzos y carretes de Pedro y Miguel, y el heterosexual de todo carrete gay, en este caso un compañero de colegio del cumpleañero y la hija de 14 años de su pareja, Isidora. Hermosa y sociable con todos sus tíos gais. Educada, conversadora y sonriente, de esa clase de niñas que eran amigas de todos en el colegio. La conversación se amenizaba en la medida que la comida y los caños aparecían. Ceviche y cannabis son una excelente combinación para esperar un asado. Todos fumaban salvo Isidora que se reía de las conversaciones de sus tíos volados.
Dos copas más de SHAMPÁN con hielo después y no podía quitar los ojos del bulto en entre las piernas regordetas de Alejandro. Su panza descansaba sobre ellas, a veces se la acariciaba sabiendo que lo estaba mirando. Me tenía hipnotizado la viruta de vello negro que se asomaba por sobre el escote y su cuello grueso y moreno. De repente me lo topaba con los ojos y me guiñaba, me ruborizaba y no sabía si era por mi deseo al oso caribeño o por el alcohol, que de a poco nublaba mi juicio. Sentía la risa de los invitados difusa entre nubes de espumante y cannabis. De pronto Alejandro refregó su cara con ambas manos, movió la cabeza expulsando aire por sus labios como si saliera bajo el agua y dijo “Estos muy ebrio y vola’o… iré a estacionarme un ratico”, sin que nadie le diera atención. Se puso de pie y enfiló hacia la casa. Refugiado en mis lentes de sol, lo seguí con la mirada hasta que entró por la puerta de la cocina. Conté hasta diez y me puse de pie, queriendo ser invisible, fuera de la atención del cumpleaños. Nadie dejó de conversar y me alejé de la algarabía logrando pasar desapercibido.
Al entrar por la cocina escuché la puerta del estudio de Pedro abrirse. Crucé la cocina, el cuarto de estar y comedor, en una vorágine de candelabros de lágrimas, papel tapiz con diseños tripofóbicos y muebles con manillas de bronce dorado, un túnel por la decoración almodovariana de mi amigo; hasta llegar al estudio, decorado con papel tapiz azul con patrón de flores de elís doradas; un espejo gigante de marco de roble oscuro con tallados a mano en los bordes que cubría gran parte de la pared del fondo, en la cual también descansaba un seccional marrón. En el pequeño corredor desde la puerta al estudio, estaba la puerta a un baño privado, con ducha incluida. El estudio también tiene acceso al exterior a través de una ventana que da a un pequeño jardín aislado, con una fuente de piedra de un niño gordo que orinaba el agua. Desde ese jardín, por un camino de piedras y un pequeño parrón se llega al jardín principal, donde está el quincho y al cumpleaños. El jardín pequeño era un refugio cubierto de enredaderas, mosnteras, mantos de Eva y flores de buganvilias.
Cerré la puerta del estudio y avancé entre los tambaleos del espumante, Alejandro orinaba en el baño, pero notó mi presencial. Me dejé caer en sofá, entre los cojines y mantas que lo decoraban. Alejandro salió del baño refregando sus manos por la barba, sonrió mientras caminaba y dijo “Hola gordito”, con la ternura de su acento caribeño y desplomó a mi lado. Acercó sus labios carnosos con los ojos cerrados y devoró mi boca. Sus manos estrecharon mi cuerpo, apegándolo a su torso, enterrando sus enormes dedos en mi espalda y mi culo. Bajó sus fauces a mi cuello, mordiéndolo suavemente, enterrando sus colmillos en mi garganta, succionando mi piel. Se puso sobre mí y con sus ojos entrecerrados me volvió a besar, intensamente, quitándome la respiración, abriendo mis piernas con las suyas; rodeé su cintura con mis piernas y enganché mis pies para no soltarlo. Tomó mi polera, la sacó de golpe y quitó la suya. Su cuerpo enorme cubierto en pelo me cubría por completo, la gravedad de su peso me cortaba la respiración, su piel cálida, firme, dura y áspera era la de un macho que buscaba alimentarse de mí. Mis manos buscaban ansiosas por su verga que pujaba dura por sobre su short. Metí la mano bajo su slip para sentirla, larga y gruesa como la recordaba, pero me la sacó y susurró “No, yo lo llevo”. Con su fuerza de gorila me hizo girar y me dejó boca abajo, enterrado en los cojines. De un solo tirón bajó pantalón, bóxer y zapatillas, me vi completamente desnudo y a su merced. Tomó mi culo con ambas manos, lo levantó, hizo temblar mis nalgas y con dos fuertes palmadas lo abrió y enterró su cara en él. Una descargar eléctrica sacudió todo mi cuerpo mientras su lengua alcanzaba los más profundo de mí, golpeando mis cavidades, humedeciendo y dilatando mi interior. Sus manos gigantes desgarraban mi culo, su lengua mojaba mi carne, sus dientes se enterraban en mis glúteos peludos, sus labios succionaban mi ano como si quisiera absorber el aire en mi interior, mientras que mis gritos los ahogaba en los cojines del seccional.
Sin dejar de devorar mi culo, sus manos se deslizaron bajo mi cuerpo, apretó mis tetillas y agarró con sus palmas mis pechos, su estimulación aumentaba mi deseo porque me invadiera. Levanté el culo para su lengua su lengua completa dentro mío, pero con un impulso se levantó a mi altura, puso su panza sobre mi espalda y deslizó el tronco de verga entre mis nalgas. Comenzó a embestirme suavemente jugando con su verga en mi culo mojado con su saliva. El morbo me consumía mientras pensaba en que había un cumpleaños afuera, por más que las puertas y ventanas estuvieran cerradas.
Se puso de pie y dejó caer su ropa. Caminó al otro lado del sofá, donde estaba mi cabeza y acarició mi nuca. Levanté la vista, su verga me miraba, erecta, enorme, mojada. Me tomó del cabello, me empujó el mentón hacia abajo con un pulgar y metió lentamente su carne en mi boca. Sentí cada centímetro de piel, cada vena sobre mi lengua y entre mis dientes, hasta que su glande tocó el fondo de mi garganta. Me ahogué y con una arcada quise expulsarla, pero dijo “No, entera” y la metió nuevamente hasta que mi nariz se enterró en su pubis y mi frente en su panza. Sentí golpeaba mis amígdalas mientras una lágrima caía con orgullo por mi mejilla. Me volví a ahogar, más sonoro, como si fuera a vomitar, pero sólo me la alejé un poco, para volvérmela a tragar. Repetí varias veces ese movimiento entre sus gemidos. Estaba deliciosa. Me la saqué entera de la boca y vi como un hilo de baba mantenía conectada mi lengua con su verga morena. Lo miré hacia arriba con los ojos llenos de agua, él tenía sus ojos entrecerrados y los labios estirados, “Muy bien gordito”, me felicitó. Chupe su cabeza sin dejar de mirarlo, eso lo hizo gemir y gruñir con más furor. Una vez más me tomó del cabello y me abrió la boca sosteniendo el mentón, rápidamente movió su pelvis y me cogió la boca, yo se la recibí sin oponerme, disfrutando que usara mi cabeza como objeto masturbatorio. Cada vez metía más profunda su verga en mi garganta, sentía el olor de su pubis invadiendo mi nariz y su bolas chocando con mi mentón. Alejandro movía la cabeza de un lado a otro,maravillado con mis habilidades orales, gimiendo con los labios estirados, extasiado por el placer que le daba mi boca.
Se volvió a poner detrás mío, esta vez arrodillado en el sofá y con la verga en 90 grados. Levantó mi torso y lo apegó al suyo, me estrujó los pechos y mordió mi cuello; yo le movía el culo jugando con su verga, le acariciaba el cabello con una mano y con la otra apretaba el grueso brazo con el que me abrazaba. Presionó su carne en mi ano mojado de su saliva, ansioso por entrar en mí. De un golpe me empujó y me tiró en cuatro de vuelta al sofá. Me tomó de la cintura con ambas manos y empezó a penetrarme acercando mi cuerpo hacia él; no era que él estaba entrando en mí, era que él estaba usando mi cuerpo como funda para su pene. La presión era abrumadora y exquisita, Mi carne se abría a su paso sin que pudiera detenerlo, sentía que la cadera se me iba a separar, que se me iban a salir los ojos. Llegó hasta el fondo, su pelvis estaba pegada a mis nalgas, aguanté quejidos y gritos, con ojos y dientes apretados, el dolor y el placer se conjugaban en forma exquisita, todos los vellos de mi cuerpo estaban erizados. Me había abierto a su voluntad y sin que pudiera oponerme. Traté de separarme, pero no me dejó, me jaló más hacía él y caí sentado en sus piernas sin despegarme, era suyo y no podía escapar. Me abrazó la panza, besó mis hombros mientras sostenía mi cuello con su otra mano, como si en cualquier momento pudiese estrangularme, pero manteniéndome muy cerca al calor de su cuerpo. Ya no me dolía, mi anillo abrazaba su verga y mi culo gozaba al sentirse relleno por el gorila.
De pronto me embistió con fuerza y volví a caer en cuatro en el sofá. Su cuerpo comenzó a arremeterse contra el mío: sus piernas gruesas chocaban contra mí, sus bolas golpeteaban mi pirineo, me sujetaba de los hombros con fuerza y me decía con la respiración agitada “Gordo ricoooo…”. El placer se incrementaba, mi ano lo recibía sin oponer resistencia, dejándolo entrar con toda su fuerza. Me aferré al sofá, presionando mis rodillas en él para aumentar mi resistencia, eso provocó al macho que impulsaba su cadera como si quisiera dividirme. Agarró mi cabello, empujó mi columna hacia abajo con una mano para que mi culo estuviera aún más levantado y me dio con un ritmo distinto, más rápido, más duro y sacando casi toda su verga para volverla a meter ¡que delicia! Mi cuerpo se estremcía cada vez que chocaba con él, yo sentía como bombardeaba mi próstata, le apretaba el culo y él gozaba, me daba más duro y yo me estremecía.
Me miraba en el reflejo del espejo: mi cuerpo peludo y acalorado, la espalda doblada y el culo levantado para soportar a la bestia que me follaba, 130 kilos de macho caliente, peludo, carnoso, tetón, que se saboreaba cada vez enterraba su verga en mi culo. Yo me ponía duro, firme, y más duro me follaba, le pedía que alimentara mi culo con su carne, que le diera fuerte a mi próstata para electrocutar mi cuerpo.
Cegado por el morbo del momento, me volví a admirar en el espejo, recibiendo el placer que el macho me daba y en el reflejo, parado junto a la puerta del estudio estaba Miguel, el cumpleañero, pantalones abajo masturbándose con el espectáculo que tenía para el solo. Se acercó con su verga erecta y no dudé en comérmela ¡estaba en la gloria! Tenía una verga en la boca mientras otra me rompía el culo. Miguel sacó su miembro, se lo frotó duro mientras yo le mordía y chupaba las tetillas, aumentó la velocidad hasta ahogar un grito y tirar su leche directo en mi barba y pecho. Le lamí el semen de la verga mientras el gorila me seguía cogiendo. Miguel se retiró al baño para limpiarse y el macho nunca se detuvo. Ya limpio, Miguel siguió viendo como Alejandro me daba, pero de pronto entró de golpe al baño. Alejandro se detuvo sin sacar su verga. Voces se escucharon por la ventana al jardín, hasta que la figura de Isidora y su padrastro aparecieron en el estudio. Entraron mirando la puerta del estudio hacia la casa, por lo que por un segundo no nos vieron, hasta que Isidora da vuelta su cara para vernos como dos perros montados en el jardín de su casa y gritó ¡tomé una de las mantas del sofá y grité PERDÓN! su padrastro le tapó los ojos y de un tirón, salieron del estudio.
¡Era la vergüenza más grande que había tenido en mi vida! Alejandro trataba de calmarme, sin salir de mí y Miguel, que trataba de aguantar el ataque de risa, decía “no se preocupen, iré a ver”. Me tomaba la frente con las manos, avergonzado de haber montado tal show en la casa de mi amigo. Eso no pareció afectarle a Alejandro que de a poco siguió embistiéndome. “No se preocupe gordito, no se preocupe” me decía mientras acariciaba con su verga mis interiores. La vergüenza pasaba, el placer volvía. Las manos de Alejandro agarraban mis pechos mientras su verga me pegaba fuerte por dentro. Se separó de mí, me volvió a dar vuelta, esta vez boca arriba, y sujetó mis piernas en el aire para penetrarme. Su panza masiva chocaba entre mis muslos y mi cuerpo rebotaba con cada ola que su empuje daba. Algunos eran suaves, otros eran duros y me hacían morder los labios para no gritar.
Erguí mi torso y lo empujé contra el sofá. Tomé su verga con una mano y me senté en ella. Alejandro agarró mis pechos mientras yo lo cabalgaba. Movía mi cadera rápido y corto, sintiendo el placer de su carne llenando mi culo. Miguel volvió a aparecer por la puerta “Sigan no más, todo está controlado”. Le guiñé uno ojo y se retiró. Giré dándole la espalda sin separarme del macho, apoyé mis piernas en el piso y le di sentones en su cuerpo gigante. De un golde se puso de pie conmigo, mis manos se apoyaron en la pared que tenía en frente y Alejandro se tomó de mis caderas para follarme duro, más duro que en toda nuestra deliciosa sesión. Mis gemidos se intensificaban, sus gemidos se convertían en un alarido, enterró sus dedos en mi culo, su verga se sentía gruesa y caliente, yo mantenía resistencia sin ceder, su verga penetraba duro y con fuerza, sentía que me iba a desgarrar, empezó a gritar y yo a sentir su leche llenando mi culo, su verga engrosada botaba semen, el sudor de su frente me caía en la espalda, su embiste se detuvo pero su cuerpo convulsionaba, su verga no se rendía y buscaba ir profundo dentro de mí.
Me erguí sin separarme de él, me abrazó y nos caímos al sofá. Se despegó y se acostó a mi lado. Llevó su boca a una tetilla y una mano a mi culo, metió sus dedos en mi ano para sentir su leche. “Gordito rico, rico, rico” decía mientras mordía mis tetillas. Yo tenía mi verga erecta y mojada. Me corrí mientras sentía sus dedos jugaban con la viscosidad en mi ano, sus dientes mordiendo mi pecho, su cuerpo sudado pegado al mío. La leche saltó al cojín en el que tenía la cabeza y cayó a la altura de mi ojo, otro disparo llegó a mi barba, pecho y panza, donde cayó la mayoría del semen.
Ambos respirábamos profundo, tirados en un mar de pelos, sudor y semen. Lo besé entre respiros. El sonido del cumpleaños se hacía cada vez más presente en la medida que el momento de calentura pasaba. Me acordé ¡tengo que verle la cara a esa gente nuevamente!
Luego de ducharse Alejandro se vestía en silencio y sonriente. Yo aún cubierto en vergüenza y fluidos corporales, me flagelaba mentalmente e ideaba la forma de salir a mi auto y volver a mi casa sin que nadie me escuchara, pero era imposible. “Gordito dúchese y nos vemos arriba” dijo el gorila antes de besarme rápidamente y desaparecer por la ventana del estudio.
Agradecí el que mi amigo tuviese una ducha a mano y con toallas a limpias a disposición. Quise imaginar cuántos más se habrán duchado aquí en la misma situación, pero el morbo del follón con un oso vergón, la cara de Isidora gritando, la cara de Miguel mirando caliente, la dulce leche de Alejandro escurriendo de mi cuerpo, la cara que pondrán los demás invitados cuando me vean llegar ¿estará enojado mi amigo? Dejé que la ducha fría enjuagara esos pensamientos y refrescaran mi piel. Me vestí con calma, ordené el seccionar, respiré hondo y salí al jardín.
Todos seguían en el quincho. El asado ya estaba servido y varios platos vacíos o con restos se apilaban en la mesa central. La conversación nunca se detuvo, con copas de vino fueron incontables, caras de satisfechos, ebrios y drogados en los comensales dara como resultado un triunfo del asado. Alejandro se acercó, plato con trozos de carne y ensalada de papas en mano, me lo entregó con cubiertos y me guiñó el ojo. Nadie salía de su conversación, nadie parecía notar mi ausencia. Isidora y su padrastro me miraban sonrientes como si no me hubiesen visto recibiendo verga hace 30 minutos atrás. Miguel puso su brazo en mi hombro y me susurró al oído “No te preocupes, no alcanzaron a ver nada”, me dio un beso en la mejilla y se sentó junto a ellos. Pedro, de pie junto a la parilla, con los ojos fatigados, rojos y un dejo violeta oscuro en sus labios, me miraba con las manos en la cintura meneando su cabeza de un lado a otro, pero sin dejar de sonreír. Me acerqué y le dije “hola amiguita”, mientras comía un poco de ensalada de papas y fingía casualidad. “¿Qué te digo poh amiguita?”, rió con ganas y me abrazó “No sé si te conté, pero una vez tuve a travestis que se prostituyen en Valparaíso de visita ¡y ellos se portaron mejor que tu!”.
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RESTAURANTE LA TAGLIATELLA VILANOVA I LA GELTRÚ
📍Plaça Soler i Carbonell, 28, 08800 Vilanova i la Geltrú, Barcelona
Debo decir que este es uno de nuestros restaurantes FAVORITOS 🤩, siempre que podemos o salimos de fin de semana o de viaje buscamos uno, ya que nos encanta la comida italiana. Aquí pedimos pasta a los 4 Formaggi y una pizza Pepperoni picante. ¡DELICIOSO TODO! 🤤 Nosotros cómo entrante pedimos siempre el pan de la casa que viene en 6 o en 9 trozos y está riquísimo. Super bien de precio y la verdad que acabas lleno y si no te lo acabas te lo ponen en un tupper con una bolsa suya que es ideal.
Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐ 5/5
Más info
Ig: @latagliatella
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Les voy a contar cómo fue mi relación con Santiago Lorences, más conocido como srvelcro o mrvelcro, velcrosoyyo acá en tumblr. Hago esto porque estoy agotada de ver cómo se proclama feminista, buen tipo, un «sad guy» incapaz de hacer daño.
Santiago me seguía en redes ya mucho antes de entablar una relación, y era bastante insistente con los mensajes. Me preguntaba mucho por mi —en ese momento—pareja, pero yo no era muy de responderle. Después de dos años de mensajes sin respuesta, accedí a salir con él. En octubre de 2017 nos vimos por primera vez, tuvimos una buena primera cita y quedamos en volver a salir. Salimos otra vez, después otra y otra más hasta que se hizo una especie de rutina. Mi primer inconveniente con él fue en una noche de verano. Eran las cinco de la mañana cuando yo llegaba de trabajar y él me esperaba en su departamento con chocolates y John Wick para ver, algo que yo asumí era un gesto cariñoso. Entré al baño y me encontré con un preservativo usado. Ya estábamos saliendo, por lo que, encontrarme con un profiláctico que usó con otra persona previo a verme, me pareció de muy mal gusto. Lo dejé pasar.
Nuestras citas siguieron, y me sorprendió su planteo ante una foto que quise subir a Instagram. No la subas, hay una chica que puede sentirse mal si la ve— dijo. Le respondí que ya somos todos grandes para esas cosas, y su respuesta fue «no, ella no lo es». No me sorprendió porque él es unos años mayor que yo, así que lo dejé pasar.
El tiempo pasó y él decidió que lo mejor era tener una relación abierta, pero abierta de su lado pues si yo tenía algún tipo de charla con otro hombre, su reacción siempre era «uf, estoy celoso». No me importó porque ya le tenía cierto cariño y disfrutaba mucho de su compañía. Con el tiempo empecé a notar que, desde que salía con él, una misma persona en particular se encargaba de insultarme todos los días a toda hora en todas mis redes sociales. Que soy una negra villera, que soy horrible, que sólo sirvo para que me cojan. Le pregunto si podría ser alguien de su entorno y me comentó que sí, dos personas particularmente que no me querían porque gustaban de él, o algo así. Le pedí por favor que les diga que paren, pero no hizo nada al respecto.
Una de ellas, Milagros, se hacía cuentas falsas haciéndose pasar por un hombre y me pedía incansablemente que me vea con él para tener sexo a cambio de dinero. Cuando descubro quién es, le vuelvo a pedir a Santiago que la calme y nuevamente: no hizo nada al respecto.
La otra no era más que una adolescente obsesionada conmigo y con él.
Le pregunto quién es esta tal Patricia, y me dice que la chica le habla desde sus catorce o quince años, que tuvieron algo. Le pregunto su edad, me responde que tiene dieciocho. No hice comentarios al respecto porque no quería decepcionarme.
Tiempo después, mientras teníamos sexo, le pareció buena idea intentar darme celos nombrando a esta chica. ¿Sabés cuántos años tenía cuando me la cogí? Diecisiete. Fui su primera vez. Estaba orgulloso. Me puse a llorar de la bronca. Me explicó que no habían sido nada, que sólo se vieron un par de veces.
Poco tiempo después ella me cuenta que estuvieron juntos un año y medio. A los dieciocho años. Haciendo cuentas, estuvieron juntos desde que ella tenía dieciséis y él treinta y cinco. Le pregunté qué carajos era eso, pero lo desmintió. Traté de creerle, tremendo error mío.
En un momento, ella le hizo una denuncia por abuso y no sé bien qué más; él me repetía que en realidad trataba de dañarlo porque estaba loca y celosa, y le rogó que por favor que «cancele» (o como se diga) la denuncia. Ella lo hizo y él siguió con su vida como si nada.
El tiempo pasó y seguimos saliendo, ahí ocurrió el primer engaño. Lo dejé, me lloró volver.
Volvimos y quiso cerrar del todo la relación, pero me insistía hasta el cansancio que hagamos un trío, porque total yo soy bisexual y eso implica que voy a acceder. Creó una cuenta de Tinder donde había fotos mías y suyas, y le hablaba a las chicas como si fuese yo. Una de ellas cayó al departamento justo para el día de festejo de mi cumpleaños, una piba tranquila y súper amigable, que noté me tenía cierto cariño. No sabía su edad. Dieciocho años. Lo miré casi enojada, dándole a entender que no iba a pasar absolutamente nada. Me quedé con un amigo que vivía con nosotros dos en el departamento, fumando y charlando. Cuando entro a la habitación para irme a dormir, los encuentro teniendo sexo. Me enfurecí, pero traté de no accionar de manera violenta. Me invitaron, la pasé mal y durmieron tranquilos mientras yo trataba de pegar un ojo en el piso, porque ni siquiera tuvieron la decencia de dejarme dormir en la cama que también era mía. Al día siguiente hubo caos. Lo perdoné, pero le pedí que nunca más me ponga en una situación similar.
No olvidé su accionar y se lo recordé todas las veces que pude a medida que pasaba el tiempo, y él siempre lo tomó a la ligera.
Una noche, ya acostados, tuvo la excelentísima idea de comentarme que la primera vez que tuvo sexo con Patricia, la adolescente, ella estaba usando el uniforme del colegio y que eso había sido lo mejor. Lo peor es que se había excitado contándomelo. Me di vuelta y me dormí.
En ese momento supe que no quería estar más con él, pero la mitad de mis pertenencias estaban en ese departamento de Villa Urquiza que tanto me gustaba.
Conseguí trabajo y ya no lo veía tanto, y cuando iba al departamento sus quejas eran incesantes. Porque usaba el celular o hablaba con amigos, porque no hablaba o me dormía muy rápido o temprano. Todo era para discusión.
Una noche, decidí no ir al departamento y salir con unos amigos. Al día siguiente me llamó para dejarme, porque era una irresponsable, inmadura hija de puta, una egoísta. Porque no había ido al departamento. Le contó a sus amigos que yo lo había dejado, que lo estaba engañando, que era una basura. Los tuve durante muchísimo tiempo chusmeando mis redes sociales para ver si realmente iba a trabajar, quiénes aparecían en mis fotos y toda esa estupidez que no tendría que tener lugar en gente de más de treinta años. Después de eso, intentamos volver.
Nos veíamos cada tanto, y él me reprochaba que esa noche preferí irme con amigos, y siempre era para discusión.
Una mañana de franco me despierto, me doy un baño y me vuelvo a acostar. Él me dice que quiere tocarme pero que no vamos a tener sexo, le respondí que no, que no quería. Se arrodilló apoyando sus rodillas en mis brazos, inmovilizándome, y empezó a tocarme. Le pedí que pare una, dos, tres veces y no paró. Me penetró con los dedos y paró cuando se percató de que me encontraba llorando. Yo le había comentado que ya había sufrido abusos sexuales en el pasado, y no le importó. Lloró, me pidió perdón y me dijo que jamás tuvo la intención de hacerme daño. Agarré mis cosas y me volví a casa. No hablamos durante un tiempo.
Me pidió de vernos para hablar, y todas las veces insistió con tener sexo pero tenía que repetirle que no quería, que todavía seguía un poco mal por lo que había sucedido.
No recuerdo cuánto tiempo pasó —era pleno febrero de este año—, pero lo que sí recuerdo es un evatest positivo. Seguro es de alguien más— dijo. Lloré. Un poco de bronca y otro de tristeza. Tuve un ataque de pánico, me metió un clonazepam sublingual en la boca. Al día siguiente fuimos a hacer un análisis de sangre y una ecografía. Lloré de nuevo hasta dormirme. Me dijo que podía hablar con algún médico, que tenía amigas que habían abortado. Yo lloraba débil y él golpeaba las puertas, las paredes, me decía que no le podía hacer eso. Otro clonazepam más.
Fuimos a la consulta con el ginecólogo, lo único que recuerdo es que no podía caminar por mi cuenta y sentía que me caía todo el tiempo. Al día siguiente estábamos ahí nuevamente, el único recuerdo que tengo de ese día es la sangre, otro ataque de pánico y otro clonazepam. La semana siguiente me acompañó a una consulta para chequear que mi cuerpo esté bien. Cuando llegamos al departamento me había armado un bolso con todas las cosas que no me había llevado y las cartas que le había hecho. Otro ataque de pánico, otro clonazepam en la boca y cogerme estando casi dormida.
Ahora siento que sí puedo usar el pañuelo verde— me dijo. Nunca sentí tanta ira.
El tiempo pasó y el trauma lo arrastré como pude. Mal. Pensé en matarme, me sentía culpable, vacía, me sentía una basura. Empecé a ir a terapia y, por suerte, me puse mejor. Me preguntaba cómo estaba, pero siempre llevaba la conversación a sextear. Yo le comentaba que estaba mejor y me pedía fotos, me pedía que le diga que me iba a dejar coger, me usaba para hacerse la paja.
Me llamaba y me contaba que había estado con otras chicas, chicas que recién entraban en los veinte años, casi haciéndome sentir mal por tener veinticinco, como si fuese vieja. Me preguntaba si estaba celosa, si había estado con alguien más. Yo no quería contarle, pero me pedía detalles para después enojarse y repetir que soy mala, que no pienso en él.
Le pedí que deje de hablarme, que me hacía más mal que bien.
Mayo y junio estuvieron llenos de pedidos de vernos, me decía que quería que intentemos volver, y accedí a verlo pero tuve una mala sensación y lo dejé plantado. Sabía que era para mal.
No volvimos a hablar hasta que me puse de novia. Me hizo llamados larguísimos contándome que nadie es tan hermosa y especial que yo, que siempre fui el ser humano con más luz donde sea que estemos, que tenía ojos sólo para mí, que mi novio no me va a querer como me quiere él. Y qué suerte, porque mi novio me quiere con respeto. Me pidió que nos veamos aunque sea para tomar algo, me negué. Volvió a llamarme varias veces más para decirme que era el amor de su vida y que lamentaba mucho saber que no vamos a tener un hijo juntos, porque le encantaría que sea la madre de sus posibles hijos. Imaginate ser tan cínico.
Le recordé que me obligó a abortar y que lo que sufrí fue indescriptible, me respondió que él lo había sufrido tanto o más que yo. Corté el teléfono y le pedí por mensaje que no me llame más.
Volví a hablarle hace unas semanas para que me devuelva cosas mías —ropa e incluso juguetes sexuales— que tenía guardados hace un año y se negaba a devolverme. Le puse fin, pero no era suficiente.
Soy consciente de que intenté justificar o ignoré todo el daño que me hizo directa o indirectamente, desde hacerme sentir mal con preservativos usados con otras personas hasta dejar que gente de su entorno me agreda constantemente hasta violentarme directamente. Creí que iba a mejorar, porque si me quería como decía iba a intentar ser mejor. No se pudo.
También soy consciente de que a veces es difícil estar conmigo porque las discusiones se tornan densas y me cuesta parar, y es lo que él me reprochaba todo el tiempo.
Disfrutaba de recordarme que era la mujer número cuarenta y algo con la que había tenido sexo e incluso me hablaba mal de sus anteriores parejas sexuales. Me repetía que sería más linda si tuviera tetas, o que mi culo era chiquito. Como si no tuviera suficientes problemas de autoestima.
Tiene en su computadora carpetas llenas de nudes que le han mandado a lo largo de los años, categorizadas con el nombre de cada chica. Si vos le mandaste algún desnudo hace tiempo él todavía los tiene y los «usa». Se niega a borrarlos, seguramente tenga míos a pesar de haberle pedido que se deshaga de ellos.
Hoy cuento esto —y probablemente haya mucho recuerdo bloqueado, la verdad— porque si no me lo saco de encima no voy a poder darle punto final para siempre.
No me considero víctima, pero sí una estúpida. Me comentaba que había engañado a cada una de sus novias con orgullo, y me decía que lamentablemente conmigo no había dado el tiempo, y yo creía que me quería.
Edit: me decía que para él yo era borderline, porque le decía que pasaba por el departamento y terminaba eligiendo irme a mi casa o salir con amigos (ya separados). Hasta hace poco estaba en pareja con una chica a la cual le decía que me odiaba y le parecía una loca de mierda, pero cuando ella se iba del departamento me decía que pensaba seguir soltero mucho tiempo más porque no hay nadie como yo, y a nadie amaría como a mí. Me lloraba horas seguidas para que volvamos mientras a la otra pobre chica le hacía creer que estaba enamorada de ella. Gustaba de hacerme llegar tarde a trabajar, me desactivaba las alarmas o me retenía en el departamento y obviamente las consecuencias las pagaba yo. Estando ya separados me pedía que le lleve a alguna «pibita», me pedía que esté con alguna y le cuente con detalles, me pedía por favor que saque fotos o filme (obviamente jamás sucedió).
Me ha llegado a pedir que compre ropa interior de «nena» porque le calienta (!) todo lo que de una sensación de niñez. Me gustaría creer que es un kink, pero teniendo en cuenta que ha estado con una adolescente, creo que es mucho más profundo que eso y me asusta, ya que está haciendo un profesorado para ejercer en colegios secundarios.
Luego de separarnos, cuando yo empecé a tener citas, me llamaba para reprocharme que no le podía hacer eso (¿hacer qué?) porque él me había apoyado y acompañado durante nuestra relación, como si le debiera algo.
Me ha llegado a preguntar cómo tenemos sexo con mi novio, lo cual me pareció desagradable y desubicado. También me llamaba para que le repita dónde había estado y qué había hecho ciertos días que no dormí con él, porque creía que lo engañaba (el tupé del infiel) siendo que trabajaba diez horas diarias y pasaba varias horas viajando. Me preguntaba por compañeros de trabajo, si había tenido sexo con ellos o querían tener sexo conmigo, a lo que respondía que no y que no sabía. Después de un tiempo me volvía a preguntar dónde había estado tales días y por esos mismos compañeros para ver si mis respuestas coincidían con las anteriores, totalmente obsesivo y controlador.
Hay muchas cosas que voy recordando de a poco y, honestamente, hacen que cada día le tenga más asco.
Al principio dije que no buscaba dañarlo y lamentaba hacer esto, pero la verdad es que no se merece nada bueno.
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CAMINA UNA MILLA EN MIS ZAPATOS Y ENSEÑA A CAMINAR UNA MILLA A OTROS
Para este nuevo tema me inspiré con este título, porque es una invitación a ustedes que si quieren realizar cosas diferentes, nuevas o menos rutinarias, sus vidas van a cambiar de miedos a personas seguras, personas dudosas a personas con mayor confianzas, de fracasados (as) a personas exitosas. Que quiero decir con esto “si no hacen no pasa nada” de lo que se propongan hacer; aunque sea una meta o submeta personal.
No obstante si pensamos distintos a los demás podemos marcar pautas sobre el mundo, y podemos tener pensamientos divergentes y no pensamientos convergentes o lineales que todos conocemos. Pero si hallamos alguna persona, dos personas o tres personas por ejemplo que tenga una afinidad de salir de lo rutinario, pueden formar una comunidad que les ayude en beneficio colectivo; “caminar una milla en mis zapatos” es algo más profundo que hacer dinero (aunque es indispensable esta herramienta) sino que el cambio de actitud de esa persona como autocrecimiento personal y apartando “el saboteador mental”, “el procrastinador mental”, puedes influir a otros que puedan ver el cambio en ti, y que entienda ese caminar más allá de lo esperado pueda influir en el caminar a otros. Podemos ejemplificar con un extracto de la Biblia en donde Enoc caminó con Dios dos veces, en esta versión llamada La Palabra de Dios 2.005 Génesis 5: 24 dice así: “Enoc vivió conforme a la voluntad de Dios y luego desapareció porque Dios se lo llevó”. Según el parafraseo bíblico podemos ver que este descendiente de Adán no vio muerte físicamente pero obedeció los preceptos del Altísimo y entendió lo que es cambiar y andar en lo natural para pasar a lo sobrenatural. Ahora bien si lo trasladamos del contexto bíblico espiritual a lo secular. ¿Por qué no nos rodeamos con gente que tenga esa afinidad para andar para un mismo propósito? Si quieres y tienes el deseo de ser un escritor o alguien te dijo que tienes una habilidad (porque tú no has podido descubrirlo). ¿Qué puedes perder en realizar un emprendimiento nuevo que es desconocido y un reto para ti?. ¿Qué pasa si lo haces es tu nuevo caminar de lo que tú buscas?.
Recuerdo un extracto de una letra de Elvis Presley “antes de criticar a tu hermano, ofenderlo, ser egoísta con tu prójimo y lanzarle una piedra; camina una milla en mis zapatos”. Es cierto nos convertimos en deportistas para dañar a la gente con críticas negativas, chismes, difamaciones para llamar la atención; y lo que hacemos realmente es perder tiempo, cuando debemos comprar más tiempo, invertir tiempo en hacer cosas productivas como por ejemplo: como construir una plataforma de marketing, realizar una plataforma de libros digitales como autoría propia, aprender de expertos en criptomonedas a nivel mundial; documentarse en el área de criptomonedas y como debatir este tipo de temas con otros escépticos, diseñar un tutorial instruccional de repostería en you tube, exponer una clase de pasivos contingente o auditoría ambiental en una comunidad you tube. Tantos ejemplos constructivos que podemos reflejar en nuestras vidas desde lo presencial hasta en una comunidad virtual. Otro pasaje de la biblia que me inspiró de una decisión que tomaron los que intentaban construir la Torre de Babel. En Génesis 11:4 según la versión La Palabra de Dios Para Todos dice así: Luego dijeron: “Venga, construyamos una ciudad para nosotros y hagamos una torre que llegue hasta el cielo. De esta manera nos volveremos famosos. No nos dejaremos separar por todo el mundo.” Fíjense todos tenían un propósito, concordancia de pensamiento e inclusive equipo de trabajo, ninguno pensaba distinto al proyecto en la cual estuvieron de acuerdo. Es allí la reprogramación mental de donde provienes y para donde vas.¿Que quieres planificar? ¿Qué quieres colocar como prioridad en tu lista de planes?. ¿Cuál (es) son los objetivos más complejos que quieres enfocarte para concretar tus metas?.
Planificar es traer el futuro al presente para poder hacer ahora algo al respecto (ALAN LALEIN). Escriba 10 objetivos para el próximo año o este que está comenzando y llévelo al tiempo presente como si lo está ejecutando, haga un plan y emprenda una acción y después cada día haga algo que le acerque ese objetivo.
Haga una lista de los proyectos que quiere hacer en el futuro, pero que sean medibles, realistas si lo está haciendo solo o en grupo de trabajo, ordene cada objetivo de acuerdo a su prioridad, es decir, las más complejas cúmplelas y las de menos prioridad las hace luego. En un post anterior que publiqué yo escribí que si no avanzas te estancas, por lo tanto el paso lo vas a dar tú y nadie más; de acuerdo a las emociones nos empuja a avanzar o atrasarnos en cada proyecto que nos proponemos. El punto está si nuestros esquemas mentales tradicionales nos condiciona o nosotros condicionamos o controlamos nuestra mente tradicional. Lo complejo radica en el caminar del día a día porque nuestra mente es el timón para navegar hacia el frente o adelante. Aquí dejo unas frases interesantes:
“Observo mis pensamientos y tomo únicamente en consideración aquellos que me infundan poder.”
“Mi meta es convertirme en millonario ¡y más!.”
“No hay nada malo en obtener un sueldo fijo, a menos que interfiera en tú capacidad de ganar lo que mereces. El problema es que, generalmente interfiere”.
Existen personas que tienen miedo arriesgarse al éxito más que el fracaso, en otras personas cuando logran apuntalar al éxito y se expanden rápidamente, también tienen miedo a la expansión; ya que lo desconocido o lo sobrenatural no es costumbre en nosotros como es costumbre no hacer nada o estar en el confort del hogar o incluso desde el punto de vista laboral, que nos estancamos en un sueldo rutinario que no nos dejan avanzar financieramente y mentalmente. Porque cuando salimos de la comodidad viene el reto de la incomodidad de trabajar doble y desde cero y como independiente en ese momento. Por supuesto esto toma tiempo tomar decisiones a lo desconocido o nos dejamos influenciar por el esposo, esposa, padres o vecinos que nunca jamás lograron hacer cambios en su vida. Y peor recibimos consejos “para nuestro bien” cuando ya decidimos lanzarnos a una nueva ventura. Les propongo a ustedes lectores y rétense asimismo y pregúnteles a un amigo, madre, padre, hermano, esposo o esposo. ¿Qué habilidades me ves tú a mi?. ¿Por qué tú dices que este negocio de criptomoneda es una mentira al yo invertir desde el área virtual?. ¿Cúal es tú experiencia en el mercado bursátil si has experimentado alguna vez en un negocio como este?, pregúnteles a ellos y anoten sus puntos de vistas las razones porque te dicen lo contrario. Es interesante como se dan los puntos de vista de ambas personas y como se reprograman con el mismo discurso tradicional. Repito hagan este ejercicio en sus casas, trabajo o en la universidad. Se darán cuenta el porcentaje de respuestas contraria con respecto a la suya. Es cuestión de probar una oportunidad enlazarlo con el tiempo de lo que planifiques y ejecutes.
Haga una lista de todos los objetivos, actividades, proyectos y responsabilidades clave de su vida actual. ¿Cuál de ellos podría estar en el 20 por ciento superior de tareas que representan o podrían representar el 80 o 90 por ciento de sus resultados? Decida hoy mismo que va a ocupar más tiempo trabajando en esas pocas áreas que verdaderamente pueden constituir una positiva en su vida y en su carrera y que ocupará menos tiempo en actividades de menor valor. Así evitará perder tiempo en lo que quiere hacer.
Recuerde que usted es responsable de lo bien o mal que haya planificado en sus actividades a corto, mediano y largo plazo. Puede que no termine en la fecha indicada en la cual se trazó la meta por fuerzas mayores (es inevitable y nos ocurre a todo), pero la disciplina es importante, así como en las escuelas y universidades nos exigían para entregar las asignaciones académicas; así deben ser igual en el aspecto de emprendedor financiero, busque a alguien que lo presione o le controle el cumplimiento de las metas y si no lo tiene copie una frase que esté cerca de su cuarto o habitación que le permita recordar para que lo termine. El sapo de sus vidas deben comérselo poco a poco, metafóricamente hablando pero accionando sin posponer lo que están haciendo.
En ninguna Universidad por más prestigiosa que sea le han enseñado como puede iniciarse un emprendedor financiero, ni aún sus padres, solo se limitan en formar académicamente y para ser buenos ciudadanos en su país solamente. De igual manera usted debe ser autodidacta financieramente y más allá de ser buen ciudadano poder ayudar a otros que están en el pozo del estancamiento de la vida; pero debe empezar por usted en el camino nuevo de emprendimiento. No obstante la procrastinación, las dudas, obstáculos les vendrá cada vez que cumpla con algunos objetivos, y surgirán otros objetivos para luego enfocarse en la solución de los problemas y no concentrarse en el problema.
Destáquense en lo que son buenos independientemente si son ingenieros, abogados, amas de casa, contadores, administradores, obreros e incluso estudiantes. Los más jóvenes de hoy en día son más aguerridos que en los de mi generación en años anteriores, su mentalidad además de ser abstracta dominan ciertos temas complejos como política, áreas científicas y en las herramientas tecnológicas de las redes sociales. Es de admiración para ellos y les aconsejarían que aprovechen los recursos tecnológicos y las oportunidades que se les presenten en la vida. Como dice el conferencista Gran Cardone “dile si a las oportunidades luego las analiza cada una después”.
“La primera ley del éxito es la concentración, dirigir todas las energías hacia un único punto e ir directamente a ese punto sin mirar a la derecha ni a la izquierda.” (WILLIAM MATHEWS). Revise ahora su lista de trabajo y escriba una A, B, C, D o E delante de cada tarea o actividad. Seleccione su trabajo o proyecto A-1 y empiece a trabajar en él de inmediato. Disciplínese para no hacer nada más mientras este trabajo no esté completo. Esto quiere decir que aquellas tareas más complejas o difíciles debe hacerlas lo más pronto posible ya que el tiempo avanza, vivimos tiempos líquidos donde las horas y minutos se desvanecen, ya sea porque queremos hacer varias cosas o si no nos gusta esta tarea o actividad tan compleja nos frustramos y comenzamos a posponer y de allí el fracaso.
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Otro post más del “Coronas”
Se avecina tocho. Si hay algo que creo que ha servido este virus, aparte de haber hecho un bajón a la contaminación y darle un respiro al planeta, ha sido para que nos pusieran a todos en nuestro sitio, y parece ser que así ha sido y que nos ha igualado a todos en casi todos los rincones del planeta donde ha llegado este virus (creo que ya no se ha librado ningún país casi). Tan solo ha hecho falta un virus mortal para que nos pongamos de acuerdo y que empecemos a darle la importancia, como sociedad en general hablo, que se merece a cosas que antes dábamos por sentado. El cambio de paradigma al que nos enfrentaremos tras el “después” si que va a ser algo digno de recordar y nos vamos a sorprender sobre todo a nosotros mismos con este día despues. Algunas de las cosas que si que van a ser redefinidas totalmente tras todo este acontecimiento, y las que me olvidaré y me daré cuenta más tarde, me gustaría detallarlas a continuación:1º.- ¿NOS HA VALIDO DE ALGO PERTENECER A EUROPA? Viendo cómo se desarrollaban los acontecimientos y cómo se ha ido desarrollando, está claro que ha habido una gran cantidad de fallos. Evidentemente, a agua pasada, es más fácil ver estos errores una vez ya este tema se va dejando atrás. Esa especie de “sálvese quien pueda” que cada país ha hecho lo que le ha dado la gana y/o se establecieron los protocolos que entiendo que cada gobierno ha hecho lo mejor que sabía hacer acorde a la información que tenían y la capacidad de la clase dirigente, y que no siempre han sido los mejores protocolos de actuación. Y desde Bruselas parecía como que no iba la cosa con ellos, hasta que llegó el virus y los puso en su sitio. La negación de las ayudas desde el principio, la falta de protocolos, la falta de información, la no facilitación a los medios sanitarios de los medios necesarios de detección, … un etcétera tan largo que vosotros mismos podéis hacer la enumeración y seguís mirando los medios que soléis informaros, y montar la historia como la queráis recordar, porque esta historia la están escribiendo varios medios y no todo el mundo lo va a recordar igual.2º.- ¿NOS HA VALIDO DE ALGO LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS? Aquí pincharé en hueso seguramente, pero lo mismo que ha pasado con Europa, aquí en España tres cuartos de los mismo. Que si uno no quiere que entre el ejército, pero luego al final pidieron ayuda para entrar a desinfectar, otros comprando material que luego no vale, otros que pillan tests que no son válidos, otros, que aprovechan que no va nadie al ayuntamiento y hacen una toma de la alcaldía por sorpresa, y otro largo etcétera que cada día se escribe otra nueva historia para cuando a lo mejor estéis leyendo esto. Tanto las comunidades que quieren sacar pecho ante situaciones tal que así, aunque se esconda en la buena fe de querer lo mejor para los suyos, como desde el gobierno central a la hora de intentar coordinar la ayuda desde el epicentro de la expansión, todo tiene pinta que los trámites burocráticos para sacar adelante todo esto han tenido que ser infernales y que aun así no creo que realmente lleguemos a conocer el alcance de los trasiegos que se han tenido que realizar para poder mover todo este berenjenal, y que unas comunidades si, y otras menos a pesar de tener más casos, y tantas otras situaciones. Muy jodido todo. Está claro que hace falta un protocolo de actuación y si se presenta otra situación tal que ésta, se sepa qué hacer y quienes han de hacer de una manera clara, concisa y precisa. Saber qué ha de cerrar, saber qué fábricas empiezan a fabricar qué, y tantas otras reglas básicas para la no propagación y tratamiento de lo que venga. Si este virus hubiera sido un poco más “cabrón”, ya digo que el desastre hubiera sido inimaginable.3º.- LA IMPORTANCIA DEL SISTEMA SANITARIO. Ni qué decir que la falta de material ha hecho que la tasa de sanitarios infectados haya sido de las más elevadas del mundo, con el riesgo que eso ha conllevado. Ya me diréis para qué se ha estado recortando tanto en el sistema sanitario en los últimos tiempos, si luego llega una situación como ésta y nos pilla con los pantalones bajados y en postura. Se ha visto claramente que no se puede depender de China, la supuesta fábrica del mundo, y que a la mínima, por burocracia se agarran a un clavo ardiendo y nos hacen el lio como pasó con Turquía y se quedan el material secuestrado con la falta que bien hacía; que las empresas que puedan “transformarse”, en este tipo de situaciones, han de hacerlo y empezar a producir el material que nos hace falta y que desde el gobierno central se den las ayudas y facilidades para que esto suceda. Ha quedado en evidencia que cuando pasen este tipo de cosas, al final estamos solos y que al final cada uno por su lado “se ha tenido que buscar las habichuelas”. Esto ha sido así, aunque llegara el material que se solicitara. Esa sensación de desamparo ha quedado ahí y los sanitarios lo han notado.4º.- LA CLASE POLITICA DE ESPAÑA DA MUCHA COSICA (por no decir asco). En serio. Gente reprochando que el 8M fuera lo que “desencadenara” el virus en España. Como si ese día no hubiera habido más eventos durante ese fin de semana. Justo el día antes hubo un partido político que llenó un pabellón con 9000 personas y luego uno de los integrantes resulta que estaba infectado. Y en el 8M también. Pero también ese día abrieron centros comerciales, tiendas, eventos deportivos, gimnasios, teatros, … politizar movimientos sociales al final sale caro. La verdad es que tras esta situación, no puedo tener una valoración tan baja de la clase política actual en general. Como los 132 diputados que han seguido cobrando unas dietas entre 700 y 1500 € por asistir al congreso cuando desde que empezó la crisis no han ido ni uno, literalmente. Me parece lamentable.5º.- LOS CAMBIOS EN EL TRABAJO. Supongo que ahora veremos qué reuniones podían haber sido un email y no hacernos perder tanto el tiempo, así como valorar qué tantos otros viajes de los jefazos realmente hacían falta y se pasaban a cargo de las empresas. Ni qué decir que los ERTES han hecho ver cuan realmente prescindible somos para la gente que nos tiene contratada. Si no fuera tan sacrificado emprender en España, fijo que más de uno tras este tramo decidiría montar algo por su cuenta y no depender de los que ahora han aprovechado y te han dejado aparte porque realmente no haces tanta falta, o no han sabido valorarlo y verán después, haciendo que te valores más tu mismo. Todos los negocios que han tenido que cerrar este mes para siempre y aun asi el gobierno exigió su tajada por la cuota de autónomos draconiana que tenemos en España. Tela con el tema. No entiendo como todavía estamos permitiendo un chantaje tal. Salimos a la calle a reventar escaparates porque un equipo de fútbol gana una de las 20 copas que se juegan al año y por estas cosas no se moviliza ni el perro. 6º.- CONOCEMOS A NUESTROS VECINOS. Para bien y para mal. Ya todos sabemos qué vecinos son lo que se saltan la cuarentena sacando 4 veces al perro, se ponen a hablar con el resto de vecinos en las zonas comunes durante horas, o directamente todos los días salen y hacen su vida normal de ir a comprar su pan, su tabaco y resto de recados. A esta gente ya se le dio el toque por fin y creo que algún multazo cayó por mi zona, aunque pocas multas han caído, sinceramente. Siento destacar lo feo al principio, pero es que sobre todo, el haber visto ciertas actitudes por parte de algun amigo que me ha dicho “¿no vas a ver a tus padres? Pues yo cojo, meto 4 cosas en una bolsa como que me voy a comprar y voy a verlos”, y decírmelo como si yo fuera el único tonto que no realiza esta práctica, no es plato de buen comer. Echo de menos a mucha gente, el salir a socializar y estar con gente, pero no si ello implica una posible exposición que pueda fastidiar a alguien, me quedo, por mucha pena que me de.7º.- NOS SABEMOS ADAPTAR. Lo que nos ha pasado a todos alguna vez y que nos ha hecho iguales. Esa extraña sensación la primera vez que fuimos al supermercado, los que no fuimos lo suficientemente estúpidos como para comprar 18 paquetes de papel higiénico el día 1, y se nos hizo extrañisimo, y nos empezamos a creer que esto del coronavirus era al final cierto. El viernes antes que declararan el estado de emergencia ya se desató la locura y fue cuando la gente arrasó con todo el papel higiénico y toallitas y pañales (al final pude comprar en la gasolinera un paquete de 6 y porque al final paré porque tenía que echar gasolina), y miraba a los cajeros del supermercado con la cara desencajada por la locura que habían tenido que pasar las horas anteriores. Esa histeria por mucho que haya leído sobre ella no he logrado darme una explicación razonable. ¿A que al final ya se hace uno a estas nuevas costumbres? Me sigo asombrando en cómo somos capaces de adaptarnos a las nuevas situaciones y hacerlas nuestras. Ante ésto me quito el sombrero y me seguiré sorprendiendo. Lo de llegar, ponerte guantes y gel, la distancia con los otros,… tantas cosas que al final hemos hecho nuestras y que apuesto que más de uno hará suyas estas costumbres.8º.- EL CONTACTO HUMANO. ¿Cómo creéis que será la sociedad del después? Yo soy de esos pesados que da la mano, abrazos, besos y si puede ser, todo lo anterior a la vez. Echo de menos este tipo de contacto, pero también entiendo que mucha gente a partir de ahora se vayan a limitar a saludar a la japonesa o adaptar nuevos saludos como el golpe de mentón, el guiño, el codazo, el choque de pies y tantas otras variantes que he visto. La precaución ante el germen nos ha enseñado y bien es sabido que si no fuéramos tan “intensitos” el tema hubiera tenido menos impacto en parte. Yo soy de los que lo va a pasar mal, porque la verdad es que tengo a tela de gente que me gustaría achuchar entre mis carnes, no lo voy a negar, y alguno se va a tener que joder, hablando claro. 9º.- LA MALICIA. Qué pesados con pasar información porque si, sin tener ni idea. Los falsos audios. Los medios poniendo artículos con titulares tipo “clickbait”. El típico cuentaverdades que grita a la cámara de su móvil. El nefario ciberataque a las redes de los hospitales en estos momentos de crisis por parte de hackers. La escalada de timos a través de correos y SMS. Las funerarias que subieron sus precios ante esta situación. El que compra mascarillas y luego las vende infladas de precio. La gente que dice que está enferma y luego sube videos a redes sociales paseando al perro. Los que no pueden “evitar” salir a surfear o correr. Recordad a todos y cada uno de éstos, porque espero que los saquéis de vuestro círculo cuando volvamos. No quiero ese tipo de gente cerca de mí al menos. Deshechos humanos zafios y rastreros.10.- LO GENIAL. Cómo se están dejando el pellejo los sanitarios para lidiar con esta situación. La cantidad de gente que están ofreciendo sus artes a través de las redes, aunque algunos hayan descubierto que el problema no era la piratería. Los directos. Cómo se está reinventando el ocio y de lo poco que está sirviendo ese invento asustaviejas que es la televisión estándar. La increíble oferta de material audiovisual que hay y haber descubierto pequeñas joyas entre tanto producto mediocre y poder compartirlo con los tuyos. Saber que cuando pase esto, hay gente con la que has podido contar a pesar de todo y que se ha interesado por ti y los tuyos. Que mis gatos estén ya de mi hasta el culo y se extrañen que pase tanto tiempo en casa que ni saben donde se van a meter ya. Es lo que tiene el confinamiento. Que me pongo delante del PC y es que me gusta darle a las teclas en vez de ponerme con cosas a las que saco más provecho. A ver si edito un video de una vez y pongo algunas recomendaciones para la prórroga del confinamiento. Gracias por haber llegado hasta aquí.P.D: No. No salgo a aplaudir y el famoso tema del Dúo Dinámico me parece terrible. No me la vais a colar. Siempre ha sido una mierda y siempre lo será. Me parece una copia barata hacendader. Mis excelentísimos vecinos alargan el aplauso desde las 19.50 hasta las 20.20 y cada día deseo… no su muerte, pero si un susto de cojones.
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“Me alegra que se anuncien medidas, pero todo es muy precario aún”
[Josetxu Obregón con la tapa de su violonchelo, un Sebastian Klotz de 1740. La foto es de Michal Novák]
El violonchelista Josetxu Obregón presenta en Glossa su último disco al frente de La Ritirata, un acercamiento a la música vocal e instrumental de Caldara para su instrumento
Posa orgulloso con la tapa de su instrumento, un violonchelo fabricado por Sebastian Klotz en 1740. "En uno de los viajes se le abrió una grietecita que obligaba a abrirlo para repararla, y cuando el lutier lo abrió tocaba hacer las fotos para el disco, así que aprovechamos esa oportunidad única para fotografiarme con la tapa. No es atrezzo. Es mi Sebastian Klotz de 1740. Felizmente, el lutier volvió a poner todo en su sitio, y el cello está perfecto." Muchas vueltas ha dado ese instrumento en las manos de Josetxu Obregón (Bilbao, 1979) fundador del conjunto La Ritirata, con el que acaba de publicar un álbum dedicado a Antonio Caldara (Venecia, 1670 – Viena, 1736), un compositor cuyo nacimiento tuvo lugar hace justo 350 años y, que a pesar de ser uno de los más prolíficos de la historia, no deja de ser un secundario en las programaciones barrocas de nuestros días.
–No era la primera vez que La Ritirata se acercaba a la figura de Caldara. –Hace cuatro años publicamos un disco dedicado a un par de sus óperas basadas en el Quijote. Y antes hicimos aquel disco dedicado al violonchelo en España en que tuve la duda de incluir algunas obras suyas, por eso de que Caldara había estado en Barcelona, en la corte del archiduque Carlos. Aunque finalmente opté por dejarlo para más adelante y plantearlo como un monográfico. Pensé que el 350 aniversario de su nacimiento era una buena ocasión para afrontar finalmente este trabajo. Caldara era violonchelista. En su obra vocal concede al violonchelo mucha importancia, y entre la instrumental también hay obras muy notables para el instrumento que no son conocidas. La idea era esa, tanto en la música vocal como en la instrumental dejar a Caldara en el mejor lugar posible, mostrando algunas de sus mejores páginas.
–La producción vocal de Caldara es inmensa: centenares de óperas, oratorios, cantatas y obras de todo tipo. ¿Cómo hizo esta selección? –Fue un trabajo largo. Entre otras cosas, porque no existe un catálogo al que recurrir. Poco a poco me fui haciendo un archivo en el que iba anotando todo aquello en lo que aparecía una parte de violonchelo solista. Fue un trabajo exhaustivo de recopilación, que luego fui probando para coger aquello que merecía la pena. Tenía además un especial interés por recuperar algo nuevo. Encontrar algo que no estuviera grabado, para así poder aportar alguna cosa. Y entonces di con Porgete per pietà, una cantata que estaba en la biblioteca del Royal College de Londres, y que además no sólo tenía un violonchelo obligado, sino también un violín, algo muy infrecuente en la obra de Caldara. Cuando lo vi ya me pareció muy interesante, y cuando empezamos a leerla nos dimos cuenta de que encima era preciosa.
–A esa cantata completa añade arias de otras tres obras... –Opté por arias que conocía de trabajar con mi grupo y con otros grupos. “Pompe inutili” es una de las arias más famosas de Caldara, extraída de su oratorio más famoso, Maddalena ai piedi di Cristo. Es casi un dúo entre la voz y el violonchelo. Conocía “Aimè sento il mio core”, porque de ella existe una grabación mítica con Anner Bylsma, que fue mi maestro y René Jacobs. No es un registro especialmente bueno, porque tiene muchos años, pero yo lo recordaba de mis tiempos en Holanda. Y Luciana Mancini, que estudió conmigo en Holanda, también la recordaba. Buscaba algo que pudiera ser monumental para el cello, y esta es un aria muy larga, de mucha entidad.
–Ha eludido en este caso las óperas... –Sí, y por dos razones. Primero, porque ya hicimos ese disco con óperas cervantinas. Pero también por el carácter. Pensé que centrándonos en cantatas y un oratorio el conjunto quedaba más homogéneo; el hilo conductor resultaba más coherente. Abrir la selección a la ópera lo habría complicado todo mucho más.
–Reconozco que no conocía ese concierto para violonchelo con el que abre el CD. –Es un concierto muy desconocido, y no sé por qué, porque es muy bonito. Y por una vez la música de Caldara suena a música veneciana. Aunque lo escribe con acompañamiento de dos violines y bajo, sin parte de viola, lo que era más habitual en compositores napolitanos que en venecianos, suena al tipo de concierto virtuosístico que escribían otros compositores venecianos. Está muy bien escrito para el instrumento, y resulta muy brillante. Quería mostrar un abanico de obras lo más diversas posibles, así que quise meter este concierto. Tuve más lío con las Sonatas, porque las conozco mucho. Y no es de lo mejor de Caldara. Son irregulares. Hay algunas preciosas pero otras no son demasiado inspiradas. Por eso escogí sólo una completa y luego algunos movimientos que me parecen especialmente buenos. Llegué a contemplar la posibilidad de grabar la integral de las dieciséis sonatas, pero luego pensé que es una integral que ya está hecha y además no son todas igual de buenas, y algunas no le hacen justicia al compositor, que escribió estas obras el último año de su vida, a saber en qué condiciones.
–La Sinfonia a violoncello solo es algo más conocida, pero las Lecciones son también obras por completo inéditas. –Totalmente. Encontré esta colección de Lecciones por sorpresa en una biblioteca de Viena, sin editar ni nada. Un libro de ejercicios. Curioso, una cosa más pedagógica, pensé en principio. Así y todo conseguí una copia, y mirándolas en casa, me di cuenta de que había algunas extraordinarias, y ahí se reflejaba lo buen compositor que era Caldara, que aunque hiciera algo pedagógico para el violonchelo podía lograr resultados musicalmente maravillosos. Merecía la pena sacar al menos tres de ellas. Algunas de las Lecciones estaban sin cifrar y otras, cifradas. Así que escogí una sin cifrar para tocarla con dos cellos, como si fueran el profesor y el alumno en clase, y dos con cifrado, que hicimos ya con más instrumentos como bajo continuo.
[La Ritirata durante la grabación del CD. La foto es de Tamar Lalo]
–En algunas obras utiliza un salterio en el bajo, lo cual es muy infrecuente. –Me gusta tener un continuo lo más amplio posible para conseguir una gran variedad tímbrica, y por eso, como en el otro disco que dedicamos a Caldara, he querido meter el salterio, porque en la corte de Viena era popular y habitual, muy típico de allí (quizás en Italia también se usaba). Caldara tiene arias con salterio obligado, lo que sí resulta absolutamente excepcional. Hay algún otro compositor poco conocido que también tiene alguna, pero es muy raro. En las obras que hemos grabado no hay partes obligadas, pero tenemos investigaciones sobre el uso del salterio en el continuo. De hecho, Franziska Fleischanderl, que ya colaboró con nosotros en el disco de las óperas cervantinas, aparte de ser una gran intérprete de salterio barroco (tiene uno original, precioso), está justo acabando su doctorado sobre el uso del salterio en Austria e Italia; sabe muchísimo sobre el uso apropiado del instrumento en esta música, y todos aprendemos mucho de ella. El resto del continuo es el habitual. Pero es cierto que allí donde está el salterio le da un color diferente. Por eso en los dos movimientos centrales de la Sonata III le di mucho protagonismo.
–Eugenia Boix y Luciana Mancini cantan por primera vez en un disco de La Ritirata. –Sí. Con las dos he trabajado mucho. Y teníamos la espinita del disco. Me he alegrado mucho de haber podido contar con Eugenia y que sea ella la que haya grabado esa cantata inédita. Con Luciana estudié en La Haya, y coincidí luego con ella muchas veces en L’Arpeggiata. Hemos hecho algunas cosa juntos, pero nunca un disco, por lo que también me ha hecho mucha ilusión. De nuestros tiempos de estudiantes, yo recordaba que le encantaba Caldara. Muy contento con las dos.
–¿Cómo ha afectado la pandemia al lanzamiento del disco? –En principio iba a salir en abril. Se retrasó hasta mayo la salida en su versión digital; el CD físico no saldrá hasta principios de junio. Teníamos una gira muy importante entre abril y mayo por el Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid, la Filarmónica de Lugo, un ciclo de música sacra que hay en Las Rozas, el Teatro de la Zarzuela y alguna cosa en Alemania… Lógicamente, se ha cancelado todo. La idea es intentar recuperar la mayoría a finales de año.
–Cómo salimos de esta situación. –Yo tengo la suerte de tener un ritmo de conciertos muy alto, y eso es un colchón, no estoy viviendo una situación personal terrorífica, pero si veo a compañeros que trabajan con contratos de día, y de repente se han visto sin conciertos, sin cobrar nada, en una situación dificilísima. Aquí se cobra siempre a concierto hecho. Nadie valora los meses que has tardado en producir el concierto, la búsqueda de los manuscritos, el hacer las ediciones… Horas de trabajo que nadie te paga si el concierto se cancela. Y para mucha gente está siendo muy duro. La comparación con otros países es cruel. Por ejemplo, en la Elbphilharmonie de Hamburgo crearon una fundación y dieron opción a la gente que ya tenía entradas de contribuir a la fundación sin pedir la devolución del dinero para así poder pagar a los artistas. A nosotros nos han pagado íntegramente. En Dresde, donde hay otros festival importante, han decidido mantener una iniciativa de conciertos online, pero a los músicos les pagan.
–¿Y qué me dice de las medidas anunciadas? –Me alegra que se anuncien medidas, pero todo es muy precario aún. Nos está costando un poco arrancar. Pero así y todo lo veo mejor que hace un mes o dos. Al menos, ya se anuncian algunas medidas, y ya hay festivales que van a poder operar este verano. De hecho, tenemos la confirmación de tres de los festivales en los que íbamos a tocar en agosto: Santander, la Quincena Donostiarra y los Jardines del Alcázar de Sevilla. Todos tienen la idea de ajustar espacios y aforos para poder seguir adelante. Es una gran noticia. Además como habrá muchos artistas extranjeros que no podrán o no querrán viajar, van a rellenar la programación con músicos españoles. Me parece una gran idea. Si nos comparamos con Alemania o con Holanda, está claro que tenemos que ponernos un poco más las pilas, pero soy más optimista que hace unas semanas.
[Diario de Sevilla. 25-05-2020]
EL CD EN SPOTIFY
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N°6, Encuentros Casuales 2: En el bus.
-Estado: Caliente por la vida.
-Track: Hace calor - Andrés Calamaro.
Yo creo que hacerlo con alguien en un bus es una fantasía que todos hemos tenido y más morbo produce la idea si es con un desconocido.
Esto ocurrió entre navidad y año nuevo de 2015. Estaba en mi pueblo y ya debía volver a Valpo porque aún estaba en clases. Como nunca, nadie de mi familia me acompañó a tomar el bus… y menos mal que así pasó.
Cuando llegué, había un mino moreno muy alto (1,90m app.), buen físico, apretadito, con shorts, polera y lentes de sol. El tipo hablaba por celular y cuando me acerqué al paradero donde estaba, se fue al otro que estaba aledaño. “Medio desprecio”, pensé. El tipo era gay, se notaba, mi radar no falla.
Llega mi bus y para mi sorpresa, él sube primero. Pero más fue la sorpresa al ver cuando subí que él sería mi compañero de asiento. “Permiso”, le dije, pues necesitaba pasar al asiento que daba a la ventana y él, siendo tan grande, casi no dejaba espacio. Mientras pasaba, sentí su mirada que me recorría completo, había onda, se notaba.
Pasada cerca de media hora, el compañerote se queda dormido con sus piernas tocando las mías (ambos estábamos con shorts, el contacto era directo) y con su mano apoyada en su pierna izquierda. Ni tonto, me hice el dormido, no moví las piernas, pero aprovechaba cada movimiento brusco del bus para mover mi mano cerca de la suya. Centímetro a centímetro, hasta que estaba tan cerca que podía sentir su calor.
Todo bien hasta que aparece el auxiliar, rápidamente alejé mi mano hasta una distancia prudente. Pasó, nos pidió los boletos y al compañero despertó, hizo lo suyo y volvió a “dormir”. Yo por mi parte me dispuse a volver también a lo que estaba haciendo.
Cuando mi mano volvió a estar cerca de la suya, pasó algo inesperado. El tipo levantó su gran mano y tomó la mía.
-Hola, dijo con una sonrisa perversa.
-Hola, respondí nervioso.
-Mira lo que encuentro, mientras dormía mi compañerito me tocaba, quizás qué más hiciste cuando no me di cuenta.
-Jaja, no, nada - respondí aún más nervioso.
Ahí se dio una conversación típica, a dónde íbamos, a qué, de dónde éramos, blablabla, hasta que…
-Oye, te puedo dar un beso?
-jaja bueno -le dije sin terminar de creerme lo que estaba pasando.
Y cuando nadie miraba, nos besamos de una forma muy caliente. No tardó en bajar sus manos y agarrarme el pico.
-Tócame, lo tengo grande, más que el promedio - Dijo sonriendo.
Lo hice y sí, para no estar 100% erecto era grande, pero no para andar alardeando.
-Toca por abajo.
Obedientemente lo hice y agarré el pico de aquel casi-desconocido. Él hizo lo mismo, me agarró el pico y llenó sus dedos de mi líquido preseminal, para luego comenzar a lamerlos.
-Hazlo tu también.
Lo hice con algo de asco, la verdad.
-Oye y qué edad tienes? - pregunté cuando no podíamos hacer nada más.
-Cuánto crees?
-28?
-Jaja, no, 40.
-Qué? En serio?
-No, 35.
-Ah, me sorprendiste jaja. Y soltero imagino?
-La pregunta weón… no, pololeando.
“En qué me metí, weón”, me dije a mi mismo… pero bueno: Comerme a un desconocido en un bus - check, Ser patas negras - check.
Y así pasamos el viaje, tocándonos cuando nadie veía, besándonos en cada túnel.
Llegamos a Santiago y no podíamos más de lo calientes. No teníamos tiempo para ir a un motel, así que pasamos a los baños. Fuimos a los más concurridos, que eran los que más cerca estaban. Estaba lleno, tratamos de pasar piola buscando un cubículo pero eran muy chicos. Más encima había un viejo parado en un cubículo que nos miraba y se tocaba, todo muy freak. “Que asco ese viejo”, dijo el amigo.
Nos rendimos y salimos de ese baño para ir luego al otro que está en el terminal. Había poca gente, habían cubículos desocupados y eran lo suficientemente grandes para nosotros dos.
Nos metimos y no tardó en sacar su pico grande pero no tanto para que se lo mame… y como ya sabrán, me encanta hacerlo. Tenía un sabor raro, no malo, pero extraño. Se lo mamé y al poco rato me dio vuelta, bajó mi pantalón y comenzó a puntearme.
-Tienes rico culo weón, te lo quiero meter entero.
-Tienes condón?
-No…
-Entonces no podrás.
-Ya pero déjame puntearte.
-Bueno…
Y así lo hizo, tenía buena técnica el tipo, nunca me habían punteado tan rico… y como que de a poco iba entrando.
-Oye, qué haces?
-Una sola metida, por fa.
-Solo una -acepté de puro caliente.
Y así lo hizo. Entró toda y sin dolor, no sé cómo si hasta el momento siempre me había dolido mucho cuando hacía de pasivo.
Sentimos que iba llegando gente al baño y supimos que era tiempo de irnos. Salimos de a uno, nos limpiamos un poco y salimos del terminal.
Conversamos un rato mientras caminábamos a nuestros destinos, prometiendo volver a vernos, aunque hasta el momento no se ha podido. Pero se podrá eventualmente…
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Una dulce violación
UNA DULCE VIOLACIÓN...
"Tengo doce años y conocí a un hombre amable".
Con el sonido de monedas chasqueando en mis bolsillos, corro desde el auto de mi mamá hacia la mejor tienda de galletas del mundo entero.
Cada día, si me porto bien y hago todos mis quehaceres, mi papá me da una moneda de veinticinco centavos de dólar, y al fin de mes me llevan a la tienda de galletas en donde puedo pasar todo la tarde comiendo galletas y leyendo los libros que traigo conmigo. El dueño de la tienda sabe que vengo todos los meses, así que también me da limonada gratis a lo largo del día.
Mientras empiezo a introducirme en mi libro, un hombre se sienta a mi lado y me dice que soy un joven muy apuesto, así que recuerdo mis modales y le doy las gracias. Tengo doce años, pero muchas personas ya me han dicho que soy muy apuesto, y por eso los cumplidos ya no me hacen tan feliz como solían hacerlo.
Le pregunto al hombre cuál es su nombre, y me dice que su nombre es Jonah y que tiene un cuarto de videojuegos impresionante en su casa. Dice que tiene todas las consolas y videojuegos nuevos, con un televisor gigantesco y todas las golosinas que se me puedan antojar. ¡Vaya! Debe de ser rico para tener todo eso. Yo solo tengo un televisor pequeño en casa que recibe cinco canales. Por eso leo muchos libros.
A la mitad de mi segunda galleta, le ofrezco al hombre otra de las que tengo. Él la rechaza, diciendo que tiene suficientes botanas en su casa, y me propone que me llevará ahí para que pueda jugar videojuegos y comer tantas galletas con helado como guste.
No quiero desperdiciar ninguna de las galletas que ya tengo. Le pregunto al hombre si me puede dar cerca de una hora para terminar mi libro y el resto de mis galletas. Me dice que está bien y que me puede esperar.
Me continúa diciendo lo apuesto que soy mientras leo, y se vuelve un poco irritante. Le digo que estoy feliz de recibir cumplidos, pero que me gustaría tener un momento para leer mi libro y él me está distrayendo. Luego de pasar en silencio por más o menos veinte minutos, empieza a tratar de agarrarme la mano, pero cada vez que acerca la suya a la mía, hago como que si quiero voltear una página de mi libro.
Cuando se las ingenia para agarrarme la mano y comienza a sobarla con sus dedos, le digo que me deje de tocar o que no iré con él a su casa. Supongo que al fin entiende que quiero un poco de privacidad, porque se pone a hacer algo en su teléfono.
Una vez que he terminado, noto que son las cuatro de la tarde. Le digo al hombre que estoy listo para ir con él.
Salta de su silla, emocionado, y habla sobre lo mucho que nos vamos a divertir. El dueño de la tienda de galletas me echa una mirada de extrañeza, pero le sonrío y asiento con la cabeza.
Pienso en cómo nos divertiremos a medida que salimos del local. Me río al saber que hoy será un buen día mientras llegamos al estacionamiento. Grito de alegría cuando mi papá aparece detrás del hombre y lo mete a nuestra camioneta.
No nos toma mucho para estar en la carretera, pues mi mamá es muy buena conductora. En nuestro viaje por la carretera, ya hemos cubierto la boca del hombre con cinta adhesiva y desollado la piel de sus brazos. El resto de su piel se vuelve más fácil de arrancar, así que mi papá y yo utilizamos nuestros cuchillos para asegurarnos de quitarle toda la piel antes de llegar a casa.
Una vez ahí, le cortamos las manos y los pies porque no nos gusta comer esas partes, y solo las tiramos al fuego. Después tenemos que cortar justo en medio de cada codo y de cada hombro. Sacamos las entrañas y los órganos de su abdomen. Retiramos las costillas. Todo eso va en un estofado que hacemos. La carne que se encuentra en sus piernas, espalda y tórax (habiendo sacado el corazón y los órganos, por supuesto) sirve para hacer comidas fritas maravillosas.
Puedo tener doce años, pero sé reconocer a un maldito pervertido. Sé que él es malo por querer hacerme cosas innombrables. Es por eso que cada mes voy a la tienda de galletas. Es por eso que el dueño es un muy buen amigo nuestro. Tiene nuestros mismos gustos. Él encuentra a personas que pueden estar interesadas en niños apuestos como yo, y les dice que vengan a su tienda para que me puedan llevar con ellos.
¡Sí, a él como a nosotros nos gusta la carne humana!
Sé que estamos haciendo del mundo un lugar mejor.
Autor desconocido
Fotografía Natalia Ramírez/Portland, Lincoln
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Tu cuerpo mío
Publicado originalmente en Defunkt Magazine
Imagen: Defunkt Magazine
Por Mauricio Patrón Rivera
No soy más joven que ayer y desde entonces tengo dos cuerpos, el que quiero que sea y el que soy. Vivimos juntos desde pequeños. Nos vestían igual, vemos los mismos programas y siempre hemos ido juntos a la escuela.
Pero hubo una ocasión en que salimos a dar la vuelta, por la calle de Durango, un jueves por la tarde. Íbamos a la casa de nuestro mejor amigo, Luis, pero a la altura de la calle Sonora se soltó un enorme pastor alemán de la mano de su dueña, corrió directo hacia nosotros y cada uno escapó para un lado distinto. El perro alcanzó al que soy y me marcó los dientes en la nalga derecha. El que quiero ser resultó ileso, pero desde entonces se fue distanciando de mí.
Aunque en cada comida seguimos metiendo la cuchara a la boca exactamente al mismo tiempo, yo lo admiro por su escape y él me desprecia por haber sobrevivido.
Desde entonces, me miro al espejo cada día. Los pelos creciendo desordenados por todas partes, la panza indomable, las uñas mordidas y las cicatrices son todas mías. Las bromas frente al espejo, suyas. El parkourimaginario mientras nos vemos esa parte torneada del brazo es suyo; la pose con los lentes nuevos, suyos. Las sonrisas también.
Las mejores caminatas y los hombros alineados en postura de Dandi del Apocalipsis; sí, son suyas. Cuando nos arrojamos a bailar, la pista y la barra le pertenecen, yo me quedó con la camisa sudada, la cuenta y las filas en el baño.
En la geografía de mi cuerpo me pertenece la devastación, y esa protuberancia negra que me preocupa, pero nunca atiendo; tal vez un día estalle y será mi venganza contra el que quiero que sea. Y es que mi admiración por él se había terminado por completo. Pasé toda mi juventud dándole mis mejores recuerdos y teniendo que vivir lo peor del presente con los peores recuerdos. Ese cuerpo traidor que estaba atrapado en mi futuro me empezó a dar ansiedad, hasta que me di cuenta de que él también se estaba haciendo viejo.
Mi venganza no tenía que ser un estallido de sangre, ni una lesión escandalosa, solo la paciencia. El que quiero ser estaba tan ocupado viviendo en el futuro, intentando ser perfecto, que empecé a meter recuerdos de contrabando en su territorio. Le colé la vez que nos dieron una paliza en la escuela, en especial cuando nos sacaron el aire del estómago. La vez que no aguanté y me cagué en los pantalones, la vez que me gritaron "pinche putito" porque solo tenía un amigo y estábamos juntos cada recreo. La vez que nos masturbamos y me metí un dedo en el culo para ver que sentía. La vez que me emborraché y sus labios besaron los de su mejor amigo. El cuerpo que quiero que sea no pareció inmutase, creo que estaba muy ocupado estudiando y ganando dinero.
Lo empecé a sabotear llenándole el cuerpo de todas mis perversiones y exploraciones, incluso los recuerdos que más cariño les tenía, como la vez que me puse una tanga por primera vez o cuando robé mi primer vestido, porque supe que cuando él los descubriera le estallarían en la cara con la inminencia del no retorno. Así fue como me hice su pasado y el se hizo mi presente. Sé que aún me recuerda cuando se queda largo rato en el espejo y cuando al subir la media por su pierna derecha sus dedos rosan mi cicatriz de perro.
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25-08-19
Y sí, hoy también volveré a escribir de él, del amor de mi vida que desgraciadamente ya no está aquí por culpa de unos malditos sin corazón que le quitaron el derecho a seguir viviendo al darle un balazo en la cabeza....
Era un viernes veinticinco de agosto del dos mil diecisiete, como ya lo redacté en el texto anterior, un día antes me llevó a mi casa en su moto y todo fue tan perfecto. En esta ocasión, en la mañana empezamos a mensajearnos vía messenger donde él me decía que era un master manejando la motocicleta, y donde también le preguntaba si ya había echo la tarea y él decía que ya aunque estaba haciendo la equivocada y se quejaba por no saber dibujar pero haber que salía a la mera hora. Dieron la una de la tarde y ya nos estábamos arreglando para ir a la prepa, le escribí que en un rato más nos veíamos y que no se le hiciera tarde para llegar pero él no estaba seguro si llevaría su moto o se iría en transporte público. En fin, a las dos de la tarde lo ví en la escuela, realmente fue un día muy bonito, siempre platicábamos de muchas cosas, acerca de la escuela, las clases, los maestros, nuestros compañeros, sus anécdotas tan chistosas que le pasaron con la moto, en los jaripeos y a los lugares que iba. Lo ayudaba con sus trabajos, me gustaba hacerlo porque él me contagiaba las ganas que tenía para querer terminar la prepa y ser alguien como tanto lo anhelaba. Y su pago hacía mí (sin que él se diera cuenta) era tenerlo todos los días tan cerca de mí, ver su carita, esas pestañotas tan chulas, esos ojitos, esa sonrisa y escuchar el sonido de su voz y de su risa, realmente esa era mi verdadero pago a cambio de ayudarlo, no me interesaba subirme a la moto o la moto no era de mi interés, sino el estar con él, sentirlo y verlo, seguirlo amando cada día más. Salimos al receso,él como de costumbre se fue con sus amigos a las mesas blancas que estaban en la cafetería, el siempre era el del ambiente, a todos hacia reír y el ambiente cerca de él era tan ameno, tan chido. Yo bajaba a comprar mis galletas y a veces tacos o algo así y ahí nos veíamos de lejitos, riéndonos cada que chocaban nuestras miradas y dándonos cuenta uno del otro que estábamos sintiendo algo y más de uno también se percataba de lo que estábamos creando: AMOR, UN ROMANCE TAN ÚNICO. Entramos a clases, yo andaba bien triste porque mi teléfono ya no quería prender, entonces Ale me preguntó que tenía y le conté lo que había sucedido, también me dijo que ojalá se compusiera solo o me comprara otro jajaja. Así fue el resto de las clases lleno de risas, miradas, platicas, confianza, apoyo. Era como si todos los demás no importaran y solo fuéramos él y yo. Ese día no me dijo que me llevaría, así que le pedí de favor a Kevin (mi mejor amigo) que me acompañara a preguntar a cerca de la reparación y aceptó. En el portón, ya cuando nos dejaron ir a todos, me lo encontré, ya estaba arriba de su moto y Alexis (raegguetón) también estaba estacionado con su motoneta, entonces solo pasé a lado de él con mi amigo y sentí que se puso celoso porque volteó la mirada al otro lado y algo le dijo a su amigo, yo seguí caminando mientras Kevin me decía que al día siguiente Ale le iba a pegar porque se había encelado y le respondí que solo eran alucinaciones suyas. Fuimos a donde reparaban mi teléfono y casi al llegar, atrás venía Ale en su moto, nos volvió a ver y me sonrió, yo se la devolví y seguí caminando, Me fui a mi casa y como no tenía celular me conecté desde la lap, abrí en chinga mi facebook y ya tenía un mensaje de mi Ale donde me decía que por qué no lo había esperado porque me iba a llevar, a lo que le respondí que porque había llevado a componer mi celular. Me tuve que desconectar porque ya era noche y me sentía cansada por la ansiedad que en ese entonces tenía (hasta la fecha la sigo teniendo pero ya es menos), ya no me despedí de él ni nada, solo quería dormir pero como siempre, fue un día maravilloso porque a pesar de mi cansancio emocional, estaba agradecida de la vida por tenerlo a él en mis días buenos y malos.
-Esta noche también como hace dos años, me siento cansada física y emocionalmente y es que duele recordar como falleció, como le arrebataron la vida a una persona que estaba llena de ilusiones, de metas, de felicidad. Juro que lo amaba y lo amo con cada parte de mi ser, es el amor de mi vida a pesar de que ya no esté aquí en este mundo, a lado mío, y también reconozco que me hace tanta falta sus risas descontroladas, esa mirada cada tarde y seguir construyendo aventuras juntos pero en el fondo sé que ya no puede ser posible. Hoy dueles Alexis pero también hoy vuelves a hacerme sonreír al recordar cada momento a tu lado, cada recuerdo que lo hicimos de nosotros, esta noche quisiera un mensaje tuyo donde me escribieras cualquier cosa, donde te sintiera cerca de mí, no quiero llorar, no quiero lamentarme aunque me cuesta evitarlo. Como todas las noches antes de dormir, escucharé esas canciones de los tucanes que empezaron nuestra historia y dormiré con una enorme sonrisa por haber sido parte de tu vida en ese tiempo tan corto pero para mí fue eterno. Con una enorme tranquilidad te digo: Te amo Alexis, te amo mi burro, y este amor no morirá con los años, te amo, te amo hasta más allá del cielo.
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