#no tenía fe pero tampoco esperaba esto
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[Fanfic! Newcob]
Omegacember.
Omega Jacob Kowalski/Alfa Newt Scamander.
Fluff.
Romance.
Rule 63. AU!Fem. Femslash.
Lindo y tierno, pero con resultados sexuales.
Los resultados sexuales ocurren luego de la narración.
Inspirado en fanart.
¡Y ese fanart es este! Que no pudo haber sido dibujado por nadie más que por mi amada y siempre dulce @drunkenelevator 🥰, a quien yo espero no le moleste mi atrevimiento de escribirle una historia a su arte uwu, ¡pero juro que no lo pude evitar! Así como tampoco pude evitar que esta historia fuera ridícula y asquerosamente dulce. Estaba pasando por un mal momento y NECESITABA con mucha urgencia algo todo bonito-todo lindo, y así nació esta cosa; que es, además, el día 23 del reto Omegacember. No sé si seguir enfatizando en que esto es realmente cursi, porque no puedo hablar lo suficiente de eso jajaa, entonces, solo te desearé suerte, cariño, si decides leerlo uwu
* * *
Artemis salió de la tienda sin arrepentimientos luego de lo sucedido. Su buena señora, que seguramente la esperaba en casa con una comida caliente y una hermosa sonrisa en sus labios perfectos, nunca dio una señal que alentara la reciente acción de Artemis. Cierto es que, tal vez, le pedía hacer lo contrario.
A sabiendas, Artemis no se detuvo, permitió que el anhelo y su imaginación enamorada tomaran las riendas. Entró en esa tienda lujosa, hizo alarde de su apellido y, manejándose como las buenas Alfas solían hacer, sin dedicarle una mirada extra al hombre que le preguntó si debía esperar a su Omega, fue directo al hermoso vestido que se exhibía detrás de las cortinas espesas. Ella entregó los galeones, tomó la caja y salió de la tienda conservando los altivos gestos de quienes por mero deporte gastan su tiempo oliendo flatulencias.
Su rostro cambió unas calles después, conforme las dudas hacia su estado mental iban en acenso. No por completo arrepentida, —en realidad no se arrepentía en absoluto—, las dudas eran dirigidas a la reacción de su querida Omega. Mucho le había costado a Artemis el que le permitiera mantener las luces medio encendidas cada vez que hacían el amor, lo que ahora llevaba en esa ostentosa caja exigiría de la amada esposa un salto de fe muy lejos de sus límites.
Paciente como lo sería nunca con nadie más, Artemis jamás haría nada para evocar sentimientos negativos a su venerada mujer, no obstante, la simple idea de verla usando la prenda que resguardaba la caja, casi hizo desmayar a la Alfa. Jackie Scamander, de soltera Kowalski, a pesar de Artemis y el amor descarado que nunca tuvo la intención de esconder una vez resultó demasiado obvio, guardaba complejos irracionales, cuya fuerza, presencia temprana y escasa voluntad para luchar contra ellos una vez perdió a su familia, la volvieron susceptible, desconfiada, no merecedora.
Siendo en realidad preciosa, dulce y valiente; Artemis mucho tardó en comprender los motivos por la que su adorable Omega pretendía ocultarse bajo ropas indignas de su hermosura o porqué se removía incómoda entre los amorosos abrazos de Artemis. Jackie, sin saber explicarlo, y Artemis sin tener la menor idea, llevó antes a que la ignorante Alfa buscara prendas y otros obsequios para adornar, como lo merecía, de pies a cabeza a la hermosa diosa que aceptó su marca de unión. Apunto del llanto, la diosa le preguntó cuál era el objetivo de su burla.
Artemis lo entendió entonces, y desde entonces, dio inicio la cruzada de la Alfa para colocar en las alturas esa cabeza de suaves risos castaños, justo en el lugar a donde pertenecía. Hacía tan solo un año de eso, recordarlo disminuía de las peores formas la fuerza en la decisión de su última compra. La imagen de la forma en que se podría ver su Omega, no obstante, aún retenía cualquier señal de arrepentimiento.
La Alfa tenía un plan, por supuesto.
Difícilmente la Omega aceptaría su obsequio si llegara a entregárselo directamente, Artemis lo sabía. Evitándolo y habiendo aprendido de los errores, previo a la inevitable compra, hizo un par de adquisiciones extra y luego una reservación para el día siguiente en el restaurante favorito de su buena señora. Lugar en donde servían exquisitos postres y que carecía de la tendencia a darle los peores lugares a Omegas Sangre Impura, siempre que sus Alfas pagaran adecuadamente o tuvieran tras sus nombres el apellido correcto, detalle que Artemis seguiría feliz de ocultarle a Jackie.
Dicho el anuncio sobre el lugar de la cena de mañana, y tras el incansable trabajo de Artemis para convencer a su Omega de que bajo ninguna circunstancia la haría repetir un vestido en cada visita, dejaría a la linda esposa sin opciones. Ella lo comprendería de inmediato, reconocería que su Alfa ya guardaba en algún lugar un nuevo vestido, la besaría y, con suerte, harían el amor antes de revelar el contenido de la caja. Los nervios provocarían que Artemis le entregara primero los complementos que, esperaba, reforzaran el ánimo de su Omega, suavizando el impacto del protagonista y dándole mayores oportunidades de un visto bueno.
Suspirando, Artemis se detuvo en un callejón, mirando hacia los lados procuró que nadie la observara y, caminando al fondo, abrió la maleta marrón, con un suave movimiento de la varita guardó en él la caja, justo a un lado de las otras. Se acomodó los cortos risos, se alisó el abrigo azul y tomó un respiro profundo, con todos los pensamientos positivos en la mente, se Apareció justo frente a la puerta de su piso.
No abría la puerta y ya los encantadores aromas de la comida y su amada esposa colmaron sus sentidos, erizándole la piel. Pequeños tacones, que resonaban paseándose en la cocina, la recibieron nada más entrar; se detuvieron al escuchar la cerradura y poco tardaron en caminar hacia ella. La señora Scamander recibió a su Alfa con una sonrisa de delicados labios rojos. Artemis se abrazó a su cintura, inclinándose a su altura la besó tiernamente, aunque sin el cuidado necesario para no mancharse con el labial.
—Lamento haber tardado tanto, bonita, los clabberts sí estaban en época de apareamiento y capturarlos fue doblemente complicado —se excusó al ver a la Omega usando su bata por encima de los hombros, lo que hacía de extrañar el aroma de su Alfa si llegaban a separarse un lapso mayor a lo planeado.
—Esta bien, cariño, lo supuse después de que lo mencionaste —dijo Jackie, sosteniendo la mano de su Alfa y llevándola a la cocina—. Casi nunca te equivocas con los cálculos de las épocas reproductivas, así que comencé con la cena un poco más tarde.
Artemis la siguió tras colocar en su lugar la maleta, les dio suficiente comida a los recién llegados, así que los dejaría descansar esa noche, pues si se mostrara de nuevo ante ellos, luego del estrés de la captura, provocaría reacciones que mucho le costaría tranquilizar. De camino a su propia cena, Artemis se maravilló con el vestido midi de Jackie al haberse deshecho de la bata. Los sueltos pliegues, que si bien lograban esconder las generosas nalgas de su señora y a su vez casi el total de sus piernas hasta los tobillos, aún podía apreciar debidamente el vaivén de sus caderas, lo perfeto que andaba en sus tacones y, arriba, el cómo la tela suave arropaba esa cintura. Inevitablemente le provocó un suspiro.
Sin poder resistirlo, Artemis se abrazó a su Omega, lo que dificultó el avance de las dos a la cocina. Jackie sonrió cantarina, acariciándole la nuca al sentir la punta de una ávida nariz olisqueándole el cuello. Artemis repartió pequeños besos en cada centímetro de piel descubierta por el amplio escote, maravillándose a su vez de la vista en el interior que le entregaba su favorable altura.
—Te extrañé.
—¿Demasiado público? —preguntó Jackie con sabiduría.
—Demasiado ruidosos también, y todos tenían un consejo experto sobre lo que debía hacerse con los clabberts.
—Ya veo, ¿debería quitarme los zapatos? —Artemis aumentó la fuerza de su abrazo.
—No, eres adorable en ellos, además, hacen un sonido reconfortante.
Ellas tenían un comedor, por supuesto, aun así, siendo únicamente dos, solían comer siempre en la mesita de la cocina, en donde al ser uno de los lugares predilectos de la Omega, su aroma resaltaba incluso en su ausencia. Ocupando su respectiva silla, Artemis se preguntó cuánta influencia tuvo el estresante día en su decisión de comprar aquella prenda para su esposa, lo que regresaba una parte de las dudas. Es decir, pese a que el vestido llamó su atención desde un par de semanas atrás, consideró que resultaba en exceso atrevido para el nivel en que su diosa era consciente de su divinidad. Quizá, si bien no se arrepintiera de la osadía, aún nada la disculparía por tomar esa decisión impulsada por el estrés.
La comida y la charla afable, espléndida como siempre, llenó el estómago y el corazón de Artemis, colmando los pensamientos inquietos de paz; de nuevo agradecía en silencio la oportunidad de compartir un momento tranquilo con su Omega. Al terminar, usó un hechizo simple para lavar los utensilios y platos sucios.
—¿Vamos al sofá? —Jackie le sonrió, asintiendo al reconocer la petición indirecta para abrazarse y hablar un poco más.
La ayudó a descalzarse los zapatitos y a que el vestido no se arruinara al acostarla contra el respaldo del sofá, donde fue tras ella al deshacerse de sus zapatos y calcetas. La acorraló con su cuerpo y el brazo derecho alrededor de su cintura, ofreció el brazo izquierdo como almohada y acercó su rostro para besarla lenta y tiernamente. La hermosa Omega suspiró, correspondiendo, sintiéndose segura en el apretado abrazo de su Alfa; que como cada noche le recordaba el lugar a donde pertenecía, que la cuidaría y besaría y que cumpliría sin dudar su responsabilidad para con su Omega.
—Hay algo que no me has dicho —aseguró Jackie, leyendo una travesura en los ojos de su Alfa.
—Es… Yo… Creí que… —tartamudeó Artemis, evitando la mirada inteligente de su esposa. Ella la besó un par de veces, apaciguando su nerviosismo de la manera más efectiva—. Lo adivinaste en cuanto llegué, ¿verdad? —Su Omega le sonrió tímidamente, aceptando la acusación.
—Lo siento, quería esperar hasta que estuviéramos en la cama. —Artemis frunció los labios, suspirando derrotada.
—Esta bien, dulce, es mejor hacerlo ahora. Pensé en invitarte a cenar, como celebración por una captura sin víctimas. Mañana, en… —no completó la frase a propósito, dedicándole a su Omega los gestos suficientes para que ella lo adivinara, y naturalmente, su preciosa esposa lo comprendió al instante, agitándose alegremente entre sus brazos.
—¡Claro que sí, amor! —Jackie hizo llover una ráfaga de pequeños besos en el rostro de su esposa, deteniéndose no mucho después, su rostro cambiando a un gesto de duda—. Oh, pero no tengo nada que… —Nuevamente, Artemis respondió sin decir nada, obteniendo el mismo resultado de ojitos brillantes y una sonrisa que podría detenerle el corazón—. Tú… Alfa maravillosa…
Los besos se renovaron con especial ternura y agradecimiento. Jackie le acariciaba las mejillas, los hombros y la espalda, suspirando y susurrando su nombre como si Artemis fuera digna de sus mimos o de siquiera encontrarse bajo la atención de sus ojos enamorados. Una vez los exquisitos labios de su esposa lograron hincharse y casi todo su color rojo terciopelo se debía a las atenciones recibidas, Artemis le preguntó:
—¿Quieres verlo? —Jackie asintió, riendo.
—¿Qué clase de pregunta es esa, cariño?
Con piernas temblorosas, Artemis bajó del sofá y caminó hacia la maleta, conforme se alejaba de su esposa las dudas regresaban. Extrajo los obsequios cuidadosamente, colocando la caja principal en la base de la pila, así, aún si se trataba de lo que llamaba toda la atención, la buena señora Scamander examinaría primero las demás. Inhaló cuanto pudo y regresó a la sala, casi conteniendo la respiración, gritos internos advirtiéndole que su Omega leería de inmediato si algo iba mal a menos que controlara su rostro y el probable aroma a estrés que comenzaría a dispersar. Al final, ya que su esposa no lo mencionó, supuso que lo había conseguido.
—¿Bebé, por qué hay tantas cajas? —Le cuestionó la Omega, sin fingir que la cantidad de obsequios no le agradaba.
—Puede que me haya emocionado un poco... —Tras una amorosa mirada de reproche, Jackie esperó impacientemente a que las cajas fueran instaladas en la mesita para café—. Aunque no es mi culpa en absoluto, solo pensé en ti y..., cuando me di cuenta, ya estaba hecho. —Eso último le ganó un beso y una dulce promesa contenida dentro del abanico de espesas pestañas.
Sentándose a su lado, Artemis le entregó a su esposa la primera caja, antes de ceder a sus impulsos. Pequeño y rectangular, de color dorado, no precisaba de un pensamiento complejo para saber lo que contenía, ello no redujo la sorpresa en el adorable rostro de Jackie. El collar, de apariencia simple, fue acariciado de manera reverente. La Omega sostuvo la banda recubierta de oro que abrazaba en el centro una brillante piedra roja como el fuego. No era un collar creado para ensalzar la marca de unión, sin embargo, desde que lo vio, Artemis supo que nadie sino a su Omega sería capaz de lucirlo.
—A-Artemis, esto es…
—Hermoso, como tú, y serás feliz de usarlo mañana —completó Artemis, acariciando la cintura y la cadera de Jackie. Ella, sonrojada, devolvió el collar a su caja, asintiendo sin decir palabra.
Los siguientes obsequios, para fortuna de Artemis, tuvieron reacciones similares. Lo que advertía a su vez el positivo avance en la confianza de su esposa y la aceptación del innegable lugar que merecía como la Omega y la esposa de Artemis Scamander. No es que importara, al fin y al cabo, si decidía no vestir con la ropa lujosa que la Alfa adquiría para ella, siempre que la hermosa mujer fuera consciente de su belleza, cualquier prenda con la que deseara cubrir su cuerpo sensual, Artemis estaría feliz de complacerla hasta el final de sus días.
En tanto alguna decisión ocurriera, la señora esposa continuaría, como ahora, abriendo pequeñas cajas de pendientes, brazaletes y anillos; o cajas medianas, con medias de ceda, atrevidas bragas y sostenes, zapatos, guantes y sombreros. Cada pieza seleccionada para hacer resaltar lo que resguardaba el último obsequio. Llegado el momento, pese a que el rostro de Artemis ya había sido limpiado cuidadosamente por el sedoso pañuelo de Jackie luego de cubrirlo con marcas de besos, tal parecía, las muestras de afecto apenas resultaron suficientes para ayudarle a controlar cualquier señal de estrés que pudiera reflejarse en su aroma, su rostro o en el lazo que unía su alma a la de su esposa.
La caja grande, admirada por ojitos de dulce chocolate derretido, hizo latir el corazón de Artemis, dándole la fuerza necesaria para no arrepentirse. Lentamente, esas manos que nunca se cansaría de adorar, retiraron la pesada tapa. Artemis tragó con fuerza ante el inusitado silencio que ahogó la habitación. Intentó leer alguna emoción que la alcanzara a través del aroma o el lazo de unión, y al igual que mirar el dulce rostro o el movimiento de su cuerpo: nada obtuvo. Cierta sensación desagradable comenzó a nacer en el fondo de su cráneo al verla levantarse, despacio y sin apartar su atención del vestido.
Vestido rojo como sangre fresca, de seda tersa y falda que permitiría un arrastre distinguido, de tirantes y pronunciado escote, que fue sostenido por las cuidadosas manos de Jackie. Paralizada en su lugar, Artemis comenzó un silencioso golpecito de su pulgar contra el asiento vacío a su lado, sin notarlo, mordió su labio y agitó un pie. Pronto, el corazón se le saldría por la garganta.
—Yo…yo. Oh, Artemis.
—Puedo devolverlo, si lo odias, no tienes que… —Silenció al instante lo que pretendía ser una disculpa, advirtiendo cómo sus primeras palabras hicieron que la Omega abrazara su vestido. Ella, sonrojada y estudiando la repentinamente interesante alfombra, tardó un largo minuto en hablar.
—Me encanta, cariño, es hermoso, y no quiero que te lo lleves, pero… —Artemis supo enseguida lo que debía hacer. Siempre que a su esposa le gustara, tenía las herramientas para detener los malos pensamientos y que lo aceptara al cien por ciento. Una de ellas serviría muy bien para la ocasión.
Renovado su ánimo por su buena compra, Artemis atrajo a su hermosa Omega abrazándose a sus amplias caderas. Le dejó en el estómago un tierno beso y, restregando ahí su mejilla, miró hacía arriba con los ojos más grandes y brillantes que una Alfa podía lograr. La respuesta, casi inmediata, resonó en la habitación en la forma de una risa maravillosa y cálida. El feliz aroma de espeso caramelo se expandió como una nube, aturdiendo los sentidos Alfa de Artemis, que reaccionó a lo feliz que hacía a su Omega, cumpliendo su papel de Alfa; se esforzó en mantener los gestos y no devorarla como lo merecía.
—Esos ojos de cachorro deberían ser ilegales —susurró Jackie antes de sellar sus labios contra los de su Alfa. Artemis, una clara ganadora en todos los sentidos habidos y por haber, no pudo contenerlo otro segundo, dirigió el beso a una dirección que su linda esposa comprendió y que no dudó en aumentar.
—Pruébatelo —gruñó Artemis, ahora de pie, masajeando la espalda de Jackie, obligándose a no ir hacia abajo—. Por favor, Omega, pruébatelo… —Jackie, que no estaba mejor, deteniendo todo intento de guiar sus manos a esa zona que declaraba con firmeza cuánto la deseaba, negó la orden de su Alfa.
—Así es como has arruinado la mitad de mis vestidos… —Artemis comenzó a lamer la piel de su cuello—… ¡Mmh! No…, no te dejaré hacerlo… No con este… Oh, Alfa…
Aquellas últimas palabras suspiradas derrumbaron el poco autocontrol de Artemis.
El vestido salió ileso…
Al menos esa noche.
* * *
Amor, sabes que soy una puerca, una puerca romántica, pero una puerca al fin y al cabo, por lo que no pude y nunca podría haber evitado darle a esta pequeña historia un final ligeramente sexi 😏... Además, ese smut con una Alfa femenina esta cada día más cercano y, creo, debo tener más experiencia escribiendo Alfas femeninas antes de lanzarme a una tentación como esa 🥴 Entonces, por mucho que me haya costado, terminé aquí esta historia y solo dejaré lo que sucede luego a tu imaginación 🌈 Me voy, gracias por leer, ¡te amo muchooooo! ❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥
#omegaverse#newcob#fantastic beats and where to find them#newt/jacob#newt scamander#jacob kowalski#alpha newt scamander#omega jacob kowalski
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Una rosa para el hijo
Salí y suavemente cerré la puerta detrás de mi. Ella me esperaba afuera. Juntos, nos sentamos sobre el banco. Frente a nosotros veíamos la habitación. Detrás de la puerta de cristal, la figura reposaba sobre la cama; hacía más frío fuera que dentro; la luz bañaba el cuarto y lo renovaba, como cuando caminas siempre por el mismo lado de la calle, y al cambiar de acera ves todo desde una nueva perspectiva.
La valija donde había traído la ropa estaba en un rincón, cubierta de una sábana como un mueble viejo y encima colocada la vasija ahora llena de flores. La ropa estaba en un rincón y pensé que dentro de poco tendría que lavarla. La comida todavía estaba en la mesa y la mesa estaba a medio recoger. Tenía ganas de volver y sentirme seguro. Afuera, el suelo estaba frío y recién mojado y gente desconocida iba y venía. De vez en cuando alguno de los ancianos que pasaban mucho tiempo ahí nos saludaba y le devolvíamos el saludo.
Ella me miraba mientras yo ojeaba la habitación tras el cristal. Preguntó si quería algo, que ella iría y volvería pero sólo si me quedaba ahí sentado. Que no me moviera, ni volviera adentro. No quería volver a entrar conmigo en la habitación. Se lo prometí y a mi pesar cumplí. Me quedé, tarareando una canción de dibujos animados que se me había pegado. Volvió al rato con dos zumos. Sentí cómo se preparaba para sentarse, como se acomodaba provocando vibraciones en el metal, como me sorprendía sentir su cuerpo a través de la dureza del asiento.
Tienes que volver a casa, dijo.
Por el pasillo vino una enfermera que no evitó preocuparse y me preguntó si había comido bien, si me sentía con fuerzas. Asentí tranquilo y cordial, agradeciendo su corta presencia. A mi lado el asiento volvía a estar libre, ella se había levantado y caminaba pensativa. Seguí mirando el cuarto mientras tomaba sorbos del zumo. No me disgustó.
Del otro lado del cristal se le distinguía apenas bajo las sábanas pero lo suficiente para saber que estaba ahí. Le había traído flores nuevas en la mañana y habían impregnado la habitación de un olor aterciopelado, como de melocotón; algo de ese olor se había quedado conmigo en el pasillo.
Háblame, dijo. Por favor, háblame.
—Lo estoy intentando.
No tuve una infancia fácil. Mi madre, a pesar de todos sus esfuerzos, no supo darnos el cariño y la atención que nos faltaba de nuestro padre. Mi hermana y yo... Dios sabe cuántas veces hemos intentado perdonarlo en nuestros corazones, sin éxito. Pero cualquiera que haya pasado por esto sabrá que es imposible dejar de intentarlo. Siempre queda una esperanza. Algún día habrá una oportunidad para que todo se arregle. No lo sabes, pero ansías que llegue el día. Puedes perder la fe en dios, en tu patria, en la vida ; pero no pierdes la fe en tu padre. La gente no lo entiende, y yo tampoco lo comprendía al principio. Pero es fácil. Sólo quiero que se arrepienta porque quiero sentirme querido.
Comprender estas y otras cosas me ha hecho ser una persona con los pies en la tierra. Tengo una visión realista del mundo de la cual me enorgullezco. Intento averiguar la realidad y aceptarla. Sé que voy a contracorriente. A veces asusto a las personas porque hablo de rupturas, de vejez, de muerte. Dicen que tengo una visión de la vida muy negra, y creen que en mi mundo no existe la esperanza. Pero hablan así porque depositan toda su esperanza en evitar cosas que son inevitables, como las rupturas, la vejez y la muerte.
Durante toda mi vida yo he tenido una sola e inquebrantable esperanza : ver el arrepentimiento de mi padre en su lecho de muerte. Con esa tenue, muy tenue esperanza me levanto todos los días. Me preparo, le dejo el desayuno hecho a mi esposa y salgo. Veo las nubes, su lento movimiento sobre mi cabeza. Y después, sólo después de asegurarme que las nubes se mueven, cuando ya puedo ir a trabajar, imagino que recibo la llamada. Me llaman del hospital para comunicarme que mi padre está enfermo y debo ir a verlo.
Eso fue hace unos días. Cuando entré de nuevo en casa, estaba llorando desesperado. Mi esposa no consiguió consolarme; tuvo que irse a trabajar, pero no sin decir que saldría antes. De camino al hospital las nubes se movían todavía más rápido, como ansiosas.
Un tiempo después ella había venido y se había ido varias veces y luego había vuelto a venir.
—Ven, tenemos que hablar.
Las sábanas lo cubrían sólo hasta la cintura. Varias bolsas de suero colgaban de un soporte metálico casi tan delgado como él: lo mantenían con vida. Ella recorrió la habitación cabizbaja, con el paso quebrado pero anhelante. Salió y cerró la puerta sin ver donde ponía las manos; aunque tardó un rato, eso le permitió no volver la vista.
Pensé que me hablaría de mi trabajo, de mi ausencia. En vez de eso, me dijo:
—Tiene ojos moribundos… Lo siento mucho.
Incluso sin mirarla, supe cual era la respuesta.
—La vida de fantasma pasa factura —lancé desacomplejado.
Silencio. Mi respuesta era un recuerdo de cómo me inventaba una vida pasada absurda, unas leyendas que no eran más que bromas sobre mi padre, abandonado en un bosque cuando era pequeño o recogido por una tribu de lobos, su educación en una simpática escuela de dictadores y su vocación de dictador fallido que había provocado un carácter autoritario pero ineficaz del que me reía para escaparme y sin embargo tan sofocante.
Espero que pronto dejes de hacer chistes, dijo.
Pasaron varios minutos sin que le dirigiera la palabra.
Ella parecía bastante seria, pero de vez en cuando de sus manos se escapaba un leve y preciso tamborileo. En esos momentos en que sus dedos iban y venían, se contraían y se expandían, subían y bajaban, y de ellos salían ligeros toques, también me distraían, me irritaban. Permanecí en silencio mientras resonaba en mi cabeza la canción que estaba sonando en la suya, una canción débil e inexistente como un eco sin origen, pero que salía de su cabeza, y martilleaba mi silencio.
No entiendo cómo puedes adorarlo así.
—¿Por qué quieres saber? ¿Estás celosa? —le espeté.
Y se levantó y se fue.
Quise volver a entrar enseguida pero algo me retuvo pegado a la silla sin vibraciones, muerta. No quería sentirme frágil delante de mi padre. Pensé: al ver a su hijo impasible ante un moribundo, se entristecerá todavía más, y al fin se arrepentirá. Un sentimiento de rencor pasó a duras penas por mi corazón, tan poderoso e inconsecuente como el fondo de una ola. No: quería que se sintiera orgulloso de mí por ser el pilar de hormigón autónomo y obediente que tanto él había deseado que fuera, y que yo había rechazado ser. Ella no podía entenderlo, ni mi hermana ni mi madre, que no habían querido venir.
Yo siempre me lo había imaginado más joven. En realidad, en todas mis escenarios mi padre estaba en su lecho de muerte, pero jamás moría. Siempre tenía que ser capaz de arrepentirse, y eso le otorgaba la fuerza de vivir durante unos meses más, quizá años. Pero ahora su rostro inmóvil, cubierto de placas y de valles profundos, sus manos, rígidas de tanto trabajar los materiales y manejarlos a su gusto, ahora sin vitalidad. Tal vez yo fui su creación más resistente y aceleré su ruina. Quiso poder conmigo, hasta que me escapé de casa y me gritó que ya no era su hijo.
Entré en la habitación. La posición del sol había cambiado. La oblicua luz transformaba los muros blancos en paredes rojizas, y el aire se calentaba, se volvía más líquido. El espacio parecía estrecharse pero al mismo tiempo se volvía acogedor. Me senté y fue como si estuviera flotando. Me puse cómodo, el cuerpo relajado, o casi. Mis brazos, mis piernas, habían dejado de ser mías desde hace tiempo.
Estaba frente a mi padre. Él respiraba apaciblemente, conectado a los tubos que le salían de las venas y llevaban suero y sangre, y que parecían salir mágicamente de los muros. Parecía tan a gusto que quise ponerme en su lugar todas las vías. Respirar tranquilo como si nada pudiera hacerme daño. Yo había traído almohadas y cojines al cuarto, y volvía a estar al lado de la valija que ahora era un mueble y las flores que estaban encima. Mi padre estaba caliente y eso me calentaba a mí.
Ahora era yo quien veía por la ventana y miraba el banco donde había hablado con mi esposa. No la necesitaba porque estaba seguro en la habitación. Tenía todo lo que necesitaba y el calor de la luz y de mi padre me reconfortaban. Él todavía seguía vivo. El banco de metal, negro, frío, me devolvía una mirada inexistente.
Mi padre se movió; comenzaba a despertarse de su larga siesta. No pude reprimir la tranquilidad de ver que todavía seguía vivo. Le pregunté si había dormido bien y asintió débil. Me miraba con sus grandes ojos tristes, socavados por el sufrimiento. Sin fuerzas para mostrarme satisfecho, solo podía compadecerme. Se le escaparon algunas lágrimas, señal para mí de que el momento esperado se iba acercando. Él seguía mirando el cuarto con un aire beato, y parecía perdido. Volvió a fijarse en mí.
—¿Quién es usted?
Desde entonces sentí muchas cosas. Primero, fue como una detonación: todo el calor que había acumulado explotó y salió de mí. Todo desapareció, la habitación se congeló, se vació.
Casi sin voz, le expliqué que era su hijo. Sus ojos mostraron más pánico que alivio, intentando comprender todo, quién era yo, quién es su hijo. Sentí entonces cómo se disolvían barreras entre el frío espacio exterior y mi interior, cómo desaparecía el presente y se volvía inactual.
Tardé en comprender. Sin su memoria, mi padre ya no existía, y yo tampoco. Me veía aniquilado por la desaparición de la estatua de toque de mi vida, que acababa de caerse de su pedestal. Me había convertido en nada, mis anhelos en nada, todo mi nada ser había vuelto en nada polvo y ahora nada flotaba perdido nada solo nada. Flotando en aquél espacio descarnado, ennadecido, alguien dijo (no sé cuando) que él había fallecido.
Seguí asistiéndolo. Limpiándolo. Acompañándolo.
Ahora el sol raspaba agradablemente mi piel. El olor a melocotón me envolvía. Cuando mi esposa se reclinaba sobre su asiento el mío temblaba. Todas esas sensaciones me aliviaban. Un entusiasmo tenue aparecía entre las puñaladas de dolor. Tal vez, cuando comencé a llorar por la inexistencia de mi padre, tal vez, por momentos, lloré de alivio. Ahora podía mover mis manos y eran mis manos, podía coger cosas, tocarlas y sentirlas. Hacía como tres semanas que estaba viviendo en aquella habitación de hospital.
Miré el vaso de zumo, mi esposa, la habitación. Meneé la cabeza.
—Todo está mal —murmuré sin comprender.
Tuve la impresión lejana de que tenía que entrar y recoger la ropa; antes, tenía que deshacer la maleta, y antes aún, quitar la vasija.
¿Y las flores? ¿Qué hago con las flores?
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EL CAOS DEL SABDO Y MIS SENTIMIENTOS CONMIGO MISMA Y CON ALDO
Yo se que casi todo lo que me pasó el sábado fue totalmente mi culpa, estaba equivocada, si, tenia miedo de ir pero por las razones equivocadas, nunca pensé que me sorprendería a sí, que eme sintiera tan mal y mucho menos que sobrepasaría mis propios límites sin darme cuenta, yo pensé que era un latigazo o dos y eso esta interesante, pero no que me agarraran a putazos de esa manera y tampoco pensé que las personas no fueran a parar cuando dije que no, fue una experiencia horrible, tomada totalmente por mis malas decisiones, pero tenía fe en algo, una fe gigante, yo esperaba tener una solución, según yo tenía un plan de rescate por que le dije a Aldo que si cualquier cosa que pasara en el evento podría pasar por mi o ayudarme en algo, darme asilo, no se lo que se pudiera mientras yo me sentía a salvo, es lo que yo le pedí con mucho ahínco las únicas 3 veces que lo hice, pero parece que no puedo confiar en él para que sea uno de mis rescates, yo recuerdo perfectamente que me dijo que se había ido con su primo y por eso y por mi 1% de batería ya no le insistí, pero en verdad creí que iba a estar para mi, yo lo esperaba con todo mi corazón, pero no fue así, y ya que ha dicho hoy que no ha visto a su primo por problemas con el auto de él, todo esto me lleva a la concusión de que probablemente esta chica, su novia y aparente amor de su vida fue la que pudo tener un bello fin de semana con él y la verdad esta bien, yo desde hace mucho he sabido que tiene novia, pero lo que me dolió un poco fue que me prometiera rescate y no pudiera cumplirlo, yo si lo habría hecho por él, pero parece que jamás va a poder alcanzar el camino o lealtad que yo le tengo, lo cual tampoco esta mal pero me hace sentir un poco mal, me gustaría que estuviera dispuesto a hacer ciertas cosas por mi, como pasar después de la 1 am y pudiera dejar que estuviera más segura o que por lo menos me sintiera para poder calmarme y volver a casa por mis propios medios, pero no fue así, tuve que aguantarme y tratar lo más que se pudiera que no me viera afectada por el asunto, pero cuando colapse fue malo y nadie en esta casa me consoló y Aldo tampoco, me dijo que no debería haber ido, casi culpándome un poco como todos los demás, se que no es su fuerte consolar personas pero creo que eso no fue lo adecuado está vez.
También hay otra cosa que me preocupa de muchas formas y es que últimamente ha estado más distante de lo usual conmigo y me pone a pensar que si mi tiempo cercana a él esta terminando. Hace rato le pregunté si me dejaría visitarlo algunas veces y cuando lo escuchó me dijo un tajante y sin dudar no y cuando le pregunté por que, me dijo que que prefería no hablar de eso ahora. Eso me hizo pensar en muchas cosas, el sugirió que me fuera del estado a hacer mi maestría y si, puede pensar en mi bienestar pero también me hace creer que no me quiere cerca y que quiere hablar conmigo sobre algo que tenga que ver con no más sexo y eso de cierta manera me preocupa, yo quiero seguir intimando con él, pero ya se...tiene novia y la quiere y chance se quiere casar con ella e irse a vivir con ella ya que si se quedo en la maestría y ahora tal vez tenga la solvencia para solo irse con ella y yo quedaría 1000% apartada de su vida, eso debo decir que me preocupa bastante y la verdad es que justo ahora, por muchas situaciones me dieron muchas ganas de morir pronto otra vez, seguro yo no me voy a quedar en la maestría por mi probable autosabotaje y la UAM que es una opción relativamente viable y más fácil, ya no puedo aspirar a ella por que Aldo no me quiere cerca, ya se me acaban las pocas ilusiones que había estado generando durante estos meses donde empecé a considerar que vivir por algo de tiempo no es tan malo, pero creo que ya me estoy arrepintiendo un poco, quiero morir otra vez y quiero que sea pronto, no quiero esperar a que me manden todas mis ilusiones a la verga. Creo que ya esta dejando de quererme otra vez, a veces siento que el sexo que me daba era como mi pago por ayudarle, aunque trato de no pensar en qu efue por eso, si no por que se dio cuenta que podemos ser mejores amigos y coger a veces, pero ya no se que pensar, su relativo desinteres de los ultimos días me preocupan y me duelen un pco, solo se que quisiera más. algo más de sexo, algo más dde tiempo con él, ser feliz un poco más....
De todas maneras ya no soy tan útil para el ahora, o eso siento a veces, le serví para practicar y estudiar y mejorar, pero justo ahora no me necesita para eso, aún así hace muy feliz haber logrado que se quedara en la maestría, haberlo presionado y ver que puede seguir sus sueños, me alegra mucho el corazón y oficialmente se cumplió el primero de mis propósitos antes de morir o matarme, ya vamos avanzando, si se puede, quedan 6 más para que sea libre y pueda morir en paz, estoy un paso más cerca y si me siento orgullosa de mi y de él por lograrlo, voy a tratar de no interferir en su vida social o académica o por lo que sea que no me quiere cerca de la UAM mientras él este tranquilamente haciendo maestría, ya se que no soy realmente nada, aunque me gusta pensar que soy su mejor amiga, pero de todos modos ojalá me deje verlo de vez en cuándo, solo para invitarlo a comer o por una chela, o solo verlo desde lejos.
Soy muy estúpida, por eso cumpliré mi promesa a mi misma y que también le hice a él en la carta que seguro no leyó, de no encularme de nadie mas que de el, solo puedo estar estúpida por una persona a la vez y ya es suficiente para mi existencia, aún así, con todo y todo lo que llegue a pasar, mientras viva, siempre voy a estar para él, haga lo que haga.
10/09/2024
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I cant stop thinking about Luzu having flashbacks from karmaland 4 and trying so hard to protect Quackity from being taken advantage because of the power he may get if he won the elections and Quackity just so heartbroken when he gets betrayed like Luzu was, he did exactly what Auron did, he hurt Quackity like they hurt him while trying to protect him
And Quackity is so hurt, he doesn't trust him anymore and he wanted to know why and he was so mad he went to threaten him with killing him and everything he loves, even if that is himself
So was it worth it? was it worth the person he loves the most hating him and losing his trust?
#karmaland#karmaland v#karmaland 5#quackity#luzuvlogs#no manchen gente uno no puede ser feliz#todo se fue al diablo en como 10 minutos#no tenía fe pero tampoco esperaba esto
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Obscuridad
Hola, antes de empezar con lo importante vamos a recordar los principios de este conflicto.
Soy una "adolescente" de 22 años que sufre episodios depresivos a lo largo de los últimos 7 años de su vida, pero ahora mismo eso no es relevante, remontemos esto hace unos 3 años cuando mis padres se divorciaron a causa de una infidelidad.
Mi mundo por ese entonces seguía sólido, algo magullado pero sólido, lo peor vino después cuando mi madre tratando de remontar, realizando papeleos, compras del hogar, etc... no podía pasar tiempo en casa por lo cual yo siempre estaba sola, un día al despertar vi a mi padre en mi habitación mirándome de pie desde una esquina. Había entrado a hurtadillas a mi casa a pedirme que me fuera con él, que me podía explicar todo lo que había hecho y por qué mantuvo una vida paralela todos esos años, a lo cual me negué rotundamente y esa fue la peor decisión que he tomado, se volvió una pesadilla incesante.
Desde ese momento, empezó un bucle sin fin... Entré en depresión, no sabía manifestar mis emociones y tampoco tenía con quien ya que mis mejores amigas de la infancia me habían dejado a un lado por rumores que desconocía, una relación amorosa que terminó en fiasco y resultaba que el hombre que siempre me trato de "su bebé" y que siempre me decía que no podía estar con un hombre que me valorase menos que el, era un fraude y rozaba la psicopatía.
Ese fue el principio del fin, no encontraba motivos para seguir y era consciente de que me encontraba en una fosa sin fondo de la que nadie más que yo misma me podía sacar, así estuve durante 5 meses hasta que conocí a alguien que me devolvió la fe en el mundo, me enseñó que no puedo vivir una vida de desconfianza, que tengo que permitirme sentir, llorar, reír, gozar y que en esta vida hay que luchar y mostrarle al mundo que somos fuertes, me dio el amor y la atención que esperaba conseguir de aquel hombre que me decepcionó, me devolvió la alegría. Por desgracia lo bueno dura poco y lo perdí 1 año después debido a una enfermedad.
Mi hermana (que había enviudado hace poco) para ese entonces tuvo que venirse a vivir con nosotras para cuidar de mi y de la casa mientras mi madre no estaba, hasta que un día tomamos una decisión. Nos fuimos del país a duras penas y con lo puesto a empezar de nuevo en otro lugar, fue muy duro y no lo voy a negar pero todo fue paz durante un tiempo, pero como era costumbre, él volvió a aparecer y esta vez empezó a meterse en nuestras cuentas y robarnos información, acosándonos e intimidándonos aún a la distancia. Se preguntarán, pero eso en que les afecta si se fueron del país? pues déjenme les explico, uno de los hijos de su amante es un informático de mucha pasta que casualmente averiguó en que país estábamos y se mudó a el, nos hizo la vida imposible. Soportamos por meses llamadas anónimas, hackeos de e-mails, cambiar líneas de teléfono, cambiar claves de redes sociales o tener que borrarlas y crear nuevas con otros nombres... En fin, nos llevaron a un pozo de estrés y agotamiento mental del que pocos pueden salir cuerdos.
Y ahora si, volvemos al comienzo de este texto... Siempre fui una persona muy espiritual por lo que habiendo vivido tanto calvario, quise buscar algo de paz en una diosa, le pedí paz, amor y protección a mi gente pero en la búsqueda de información sobre ella, encontré una comunidad muy grande y amorosa que estuvo muy atenta a mis dudas y consultas. A lo que me encuentro con una mujer que sin conocerme de nada, pudo interpretar una simple señal que yo no había visto antes y su mensaje fue "Tu camino es la izquierda, pero no la izquierda de la mano del inframundo, sino TU izquierda, TUS demonios" y no veas que susto me llevé, pero estuve mucho tiempo analizando sus palabras y tratando de interpretar lo que quiso decirme esa amable señora.
HOY por fin lo entendí, porque por un momento perdí el control sobre mi obscuridad al ver a mi familia acorralada emocionalmente y estuve cerca de romper las barreras de la sensatez que fueron plantadas en mi cabeza en algún momento de mi existencia, por ello pude ver que esa mujer se refería a la oscuridad que existe en todos y cada uno de nosotros, que aunque no queramos aceptarla, siempre está ahí... esa obscuridad que sale a la luz cuando alguien quiere hacer daño a la gente que amamos y nos vemos capaces de cualquier locura por ellos, esa obscuridad que anhela el deseo desmedido hacia otra persona, esa obscuridad que alberga nuestra alma hacia nuestros "enemigos", las personas que nos dañaron o decepcionaron alguna vez. Podemos predicar de que "nunca le desearía el mal a nadie" "Odiar esta mal" y todo lo que podamos pensar, pero no se dejen engañar y empecemos a preguntarnos ¿realmente pienso así o es el pensamiento impuesto por una sociedad creyente el que habita en mi?
Por eso creo que debemos abrazar nuestra obscuridad y meditar al respecto, no lo hagamos tabú ni lo escondamos de nuestra conciencia, porque así no hacemos más que alimentar ese lobo feroz que tenemos dentro hasta que ya no quepa y explote y para ese entonces las consecuencias podrían ser terribles y podríamos no tener el control ni siquiera de nuestro propio cuerpo.
Es necesario de vez en cuando pararse y analizar esos mensajes, entender nuestro subconsciente, nuestra obscuridad y canalizarla en algo sano, que nos libere de todo ese daño que llevamos dentro para poder ser un poco más felices
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Cristo
Cuando al ñañito le empezó a subir la fiebre fue cuando empezó todo esto.
Dejé de ir a la escuela tantos días que empecé a sentir que nunca había ido, que desde que nací lo único que había hecho era cuidar al ñañito. Yo me quedaba en la casa mientras ella se iba a trabajar y le daba las cucharaditas del jarabe rosado cada hora y del jarabe transparente cada cuatro.
Ella me había regalado un reloj de números grandes por mi cumpleaños.
El bebé era livianito, livianito. Era como cargar papel de regalo arrugado en los brazos. No reía. Casi nunca abría los ojos.
Una noche uno de los amigos de mi mamá le hizo un hueco a la puerta del baño cansado de oírlo llorar.
—Cállalo —le decía a mi mamá—. Que se calle esa criatura de mierda. Calla a ese monstruo, por puta te salió monstruo, mátalo.
Repetía las malas palabras y daba con el puño.
Era mejor que le diera a la puerta del baño y no al ñañito. Y no a ella. Pero un poco le daba a ella también.
No volvimos a ver a ese amigo de mi mamá y se hizo más difícil comprar el jarabe rosado y el jarabe transparente y ella lo hacía durar con un poco de agua hervida.
Ella se apretaba las manos mientras esperaba para sacarle el termómetro a mi ñañito. Le quedaban blancas después. Y hacía un ruidito después de sacudirlo en el aire y mirarlo debajo de la lámpara. Un ruidito de lengua y dientes. Cuando no lo hacía era un día mejor del ñañito.
Algunos fines de semana me mandaba donde los abuelitos.
Mi abuelito Fernando me llevaba primero al cementerio a visitar a su mamá muerta, Rosita. Después nos íbamos a La Palma a tomar Coca-Cola con helado de vainilla. Una niña con su abuelo. Con vestido. Sin hermanos. Hija única. Consentida. Todo eso se acababa muy rápido y enseguida era lunes.
Una tarde, mientras yo veía El Pájaro Loco, el ñañito empezó a llorar. No fui. Tocaba el jarabe rosado. No fui. Quería ver El Pájaro Loco. Entero. Por una vez entero sin mirar el reloj de números grandes, sin medir el jarabe en esa cucharota de plástico blanco, sin luchar para que se lo trague y ensuciarme la ropa y apestar, como siempre, a medicina. Quería oler a niña que ve El Pájaro Loco y nada más. Me reía hasta en las partes que no daban chiste. Muy alto, muy alto, como el Pájaro, para tapar el lloro del ñañito.
Al rato se acabó el programa y empezaron Los Picapiedras. También me lo vi enterito.
Cuando fui, el ñañito ya había dejado de chillar. Lo toqué. Fue como meter los dedos en candela vivita.
Llamé a la vecina y la vecina llamó a mi mamá.
—¿Le diste el jarabe rosado?
Hice que sí con la cabeza.
El médico le mandó un jarabe verde y supositorios.
Mi mamá me enseñó a ponerle los supositorios. Yo no quería. El ñañito gritaba como ese perro cafecito al que atropelló un taxi una vez frente a la casa y se quedó ahí tirado, con las tripas afuera, pero vivo. Gritaba igualito, igualito.
Rosado, transparente, verde y supositorio.
Al día siguiente dejamos al ñaño con mis abuelitos y nos fuimos al Cristo del Consuelo. Ese era el barrio negro, el barrio prohibido. Mi mamá y yo éramos ahí como las bolitas de helado de vainilla flotando en la Coca-Cola.
Una señora negra, gordísima, con un pañuelo rojo en la cabeza le dijo a mi mami que tuviera fe.
—Tenga fe, doñita. Este Cristo es milagroso.
Después le pidió plata, unas monedas. ¿Por qué no se la pedía al Cristo? Si era tan milagroso debía estar llenito de monedas, no como nosotras que a veces caminábamos porque no había para el bus.
La señora negra del pañuelo rojo le vendió a mi mamá un niñito como de juguete para que lo colgara del vestido morado del Cristo. Cuando entramos a la iglesia ¡había tantos niñitos de esos! Y corazoncitos y piernitas y bracitos y cabecitas y otras partes que no reconocí. Y fotos y cartas y billetes y dibujos. Una de esas cartas decía «alluda señor, solo tengo nuebe años y cancer».
—¿Mami? —pregunté—. ¿Cómo va a saber el Cristo cuál de todos es mi ñañito?
—Porque Él es muy inteligente.
Olía raro ahí dentro. A viejo, a polvo, a como cuando no me lavo el pelo muchos días, a caliente, a cuando se va la luz.
Antes de irnos, mi mami sacó una botella de salsa de tomate Los Andes y la llenó del agua de un grifo.
—Agua buena —dijo—. Agua del Cristito, agüita santa.
Me dio un trago, pero no sabía a santa, sino a salsa de tomate y un poco a oxidado y pensé que una agua de salsa de tomate, como la que echamos al arroz blanco a fin de mes, cuando ya se está acabando la botella, no podía ser milagrosa. Tenía que saber a dulce de leche, a hamburguesa doble. No saber a pobre. Con esa porquería en la boca, sentí ganas de gritarle a todo el mundo que estaba equivocado, que aquí no había más milagro que la señora del pañuelo rojo recibiendo monedas por vender trocitos de cuerpo y cuerpitos enteros para pegar a la falda de un Cristo que sabe a salsa de tomate chirle. Ahí se quedó mi hermanito, o sea, un muñequito tan deforme como él, rodeado de cientos de otros muñequitos igual de horrorosos y cabezas y brazos y piernas y corazones, como si hubiera habido una explosión.
—Él se tiene que quedar ahí —se puso furiosa mi mamá.
Y yo lloré todo el camino a la casa porque me di cuenta de que ella tampoco sabía lo que hacía.
En la casa, mi mami le dio un poco de esa agua al ñañito y se la echó por la cabeza. Él abrió los ojos y enseñó su boca, sus dientes. Por fin. Nos sonreía.
Así, con esa sonrisa, lo pusimos la semana siguiente en una caja blanca, pequeñita, que pagó el barrio con una colecta.
He vuelto a la escuela. Otra vez a cuarto grado, donde soy enorme y no tengo amigos.
Cuando me preguntan si tengo hermanas o hermanos pienso en el niñito que está colgado del manto del Cristo del Consuelo y digo que no.
Ellos no lo entenderían.
María Fernanda Ampuero, Pelea de Gallos, 2018
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Diario de un ex adicto a...
LUN 22 de mar 21, 2 16 am
Cuando escribo estas notas pero de diario, siempre me gusta poner la hora para saber si había luz o no, o qué tipo de oscuridad. Estoy muy agradecido de haber podido salir de la ciudad, una noche más y todo iba a ser peor para mí. No puedo hacerme responsable de mi vida estando en casa, en esa casa para ser más específicos. Ahora todos saben que tengo un problema con cristal y estoy avergonzado de mí. No quiero abordar esta adicción desde la culpa, el victimismo y el rencor, estas tres emociones están destruyendo mi salud. Hoy todavía consumí a escondidas, compré 100 pesos anoche, necesito ese dinero ahora, me da un poco de miedo en lo que me he convertido. Por suerte estoy en Cuernavaca, Ángel fue por mi a la ciudad ayer, un día después de que mi mamá y (. ) se enterarán. Mi hermano le marco a Ángel, se suponía que solo vendría por un fin de semana, pero me propuso tomarme un descanso, alejarme. En una película de Almodovar, es de las últimas, aparece un personaje adicto a la heroina? Creo que la película es un poco autobiográfica, dice: la ciudad se ha convertido en un campo minado para mí. Es mi caso, estoy muy asustado. Haré todo lo posible por salir de esto, iré a terapia con Edith, también al centro de integración juvenil, con esfuerzo haré ejercicio diario y trataré de dejar eso en el pasado. Quiero escribir una novela sobre todo eso, se llamará los templos de la lujuria, pero solo llevo dos vagas paginas que tiene potencial pero me desbalancean emocionalmente, tengo que curar ya, la noche oscura de mi alma ha durado ya 5 años. Antes el titulo se iba a llamar templlos de (nombre del demonio). Pero eso solo sería invocarlo. Ayer fue el día del poeta, Monse me envío un poema de Sylvia Plath, lo compartí en mis redes sociales con la carta del espejo de sakura, es una carta que siempre me ha escogido, en ese momento me llego un mensaje del cielo, creo que fue la virgen de fatima. Entendí cómo el victimismo ha permeado mi vida, no me juzgo, he tenido una vida complicada y a ultimas fechas he estado en momentos que me acolarran, con mucha gravedad.
Me sentía un poco así: “En ese terrible enero escribe intensamente, con destreza y disciplina, sus poemas fluían sin esfuerzo junto al desequilibrio mental de sus últimas semanas. El tema constante de sus poemas es entonces la vida y la muerte, sus versos jugaban a la ruleta rusa con seis balas en el tambor dejando entrever una sensación de catástrofe inminente…” El invierno fue muy dificil, por la muerta de mi abuela y la pandemia. Una pandemia es como una guerra, los militares se drogaban justamente con metanfetamina para poder sobrevivir, para poder seguir luchando. Supongo en las ciudades había fiestas clandestinas, ya que no era epoca de celebrar nada y de estar escurriendose por las sombras, como una rata sucia. Es lo mismo ahora pero sin edificios destruidos o bombardeos, México desde la revolucion no tenía un conflicto social palpable para todos los estratos sociales. Han relucido rostros de la gente que no esperabas, de sensibilidad más notable o de egoismo. Mucha gente se ha estado muriendo de hambre, estoy seguro aunque como la guerra nadie notifique eso. Menos oportunidades, menos empatia, locura, miseria en la calle: he visto gente de la tercera edad totalemnte sola con el cabello gris pidiendo ayuda en los puentes y el metro. Pensaba en mi abuela que recien habia fallecido como si viera a ella en esos ancianos abandonados. Me destruía la idea. Pero yo tampoco podía hacer nada, aunque tuviera el privilegio de vivir en una casa que habían comprado mis papas. Era extraño no poder hacer nada. Casi toda la pandemia estuve trabajando, con dos personas que me causaron muchos vortices emocionales. Tan revuelto estaba todo que recaí un 15 de septiembre hasta ayer, o sea llevo así 6 meses,claro, no diario, y los primeros deslices fueron muy separados ente sí. Al final cuando me salí del trabajo pude ver en materia la realidad. Dicen o decían que ya habría una nueva realidad por simpre, era tan radical que no lograbas enteder si todos los locales iban a quebrar y cerrar, supongo millones de negocios quebraron en el mundo, una perdida colectiva, jamás se había visto esto en la historia. La era acuario entrando a grandes zancadas desapareciendo el espacio publico y transformando todo a una tecnologia que con el capitalismo voraz solo va sin dirección, espero que no pero todavía faltan otros tipos de impactos. Estabamos muriendo, seguiriamos muriendo, por variadas razones. Decidi meterme cristal, la priimera vez que reinsidi pensé que lo podría controlar y aquí me tienes sufriendo con ese maldito vacio en el estomago, lejos de casa, conun tiempo limitado para tener un siguiente plan. Tengo mucho miedo… ni lo quiero decir, prefiro suicidarme que terminar como drogadicto, como elllos. Son esqueletos vivos que se van quedando sun emociones. Esta droga está muy relacionada con la paranoia, el deseo desbordado sexual y el descuidar las necesidades basicas que son comer y dormir. El que conozco que más años ha durado es Samuel, 10 años creo inyectandose. Alguna vez estuvimos hablando de eso acostados en la cama de un motel, en un templo de la lujuria. Me cuestionaba muy preocupado qué que pasaba con su organismo, en realidad no lo sé, cuando lo inyectas no mueres pero te va destruyendo hasta dejarte como un zombie. No sé por qué en ese momento no me preocupo verlo de esa forma y pensar que yo tmb podría acabar así. Por otras razones me alejé de eso, por la herida que aun no ha sanado en mi ano. Samuel me la causo, con el tiempo supe que disfrutaba de ver sangre en el acto sexual. Entonces fui violado? Cuántas veces he sido abusado sexualmente en la vida? No lo sé, tal vez solo dos, esa y cuando tenía 12 años, tal vez lo de (. ) lo exagero como todos me dijeron en el pasado. Tal vez la sociedad esta tan enferma que no quiere reconocer su violencia aunque nos dicen en las escuela que venimos de un chango y que todavía somos de un control bélico. Un rencor se acrecentó tan grande en mí desde los 12 años aunado a la infancia complicada que ahora a mis 22 años siento que estoy en lo último caminado hacia la muerte. Lo único que me queda es apegarme a la fe de dios, como dicen los programas para rehabilitarse. Encontraré y reestructuraré a mi dios, a mi mesias, a mis ideales que he tenido hasta ahora. Ya no me trataré mal, es lo que menos debo hacer. Ayer todo el día me obligue a respirar, a dejar de fumar cigarro, a curarme la boca para siempre. Y pues “haré lo que tenga que hacer para estar bien”, voy a extrañar muchas muchas cosas, pero es eso o quedarme en la misma mierda y ni siquiera pasarla bien. Lo que me tranquiliza es que con amor, empatia y compasión todo es posible. Aun no sé de qué trata amar y comprender pero quiero saber, con paciencia.
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Steven universe x BNHA
Steven pasa todo el día en el departamento de Aizawa mientras él va a dar sus clases.
Luego de pedirle que descanse y trate de organizar sus pensamientos, y practique los ejercicios de respiración que le enseñó ayer, y se lo tome con calma.
Steven seriamente no quiere que Aizawa lo odie o lo intente asesinar… No, espera, Aizawa dijo que nadie en este lugar intentaría matarlo, él tampoco, todo en este sitio está bien.
Pero… Si le contara alguna de las cosas que hizo… Si le dijera de lo que puso dentro de la melena de su león…
Aizawa, él… Todos… Ellos, ellos…
¿¡Por qué lo están acogiendo si es un monstruo!?
¿¡Qué es lo que sucede!? ¿¡Por qué lo tienen cerca si es peligroso!?
Aprieta los ojos conteniendo un grito y sintiendo su cabeza palpitando de dolor.
Suspira entrecortado e intenta respirar de nuevo, pausado.
Abre sus ojos lentamente y lleva sus manos a su rostro, ¿Por qué está haciendo esto..?
Siente la humedad en sus mejillas y parpadea. Seca sus lágrimas con su brazo y parpadea de nuevo.
Y ¿Por qué no se detienen...?
¿...Por qué siguen bajando...?
Observa sus manos y las lágrimas siguen cayendo y ahora sobre ellas, mis manos brillan rosadas y las lágrimas también. Estoy haciendo un desastre.
Pero.. pero brillan rosadas.. Y, y podría usarlas, ellas sirven para algo.
_&_%_&_%_&_
- Estoy en casa, Steven. - Aizawa está algo cansado por todo lo que tuvo que hacer hoy, todo el asunto de los dormitorios y los niños que se mudaron, y algunos de los docentes que también tienen que mudarse. Suspira porque esto, más el retiro de All Might (Pudo mantenerse en el tiempo, es una realidad muy distinta al canon), es suficiente por ahora.
Dejó sus llaves y su carpeta sobre la pequeña mesa en el comedor-cocina, y fue a dejar su bufanda en la lavadora junto con su traje.
Él tiene que mudarse a los dormitorios de profesores en el campus, y se llevará a Steven con él, porque el niño viene con él.
Fue derecho a su habitación a ponerse otra ropa mientras se lavaba su traje de héroe y su bufanda.
Se puso su playera suelta y su pantalón holgado largo antes de volver al comedor y a la mesa.
Cuando se sentó fue que se dio cuenta de que aún no veía al niño, algo raro teniendo en cuenta que no se encerraba a su habitación, sino que le gustaba estar más tiempo en la sala, lugar más grande.
Tenía en mente el pensamiento de que quizás el niño tenía pánico de estar encerrado mucho tiempo en un lugar solo.
El niño no estaba listo para hablar de dónde había vivido y con quiénes, aún era inestable para tocar ese tema, algo demasiado malo se temía.
Estaba por llamarlo cuando lo vio salir del baño dándole la espalda, esperó un instante y se dio la vuelta, se sintió muy confundido por lo que vio, y uh Steven también.
- ¿Qué es eso, Steven? - Lo pregunto con curiosidad, verdaderamente, era la primera vez que veía al niño con algo así en brazos, habían cuatro frascos de vidrio diferentes, que aún tenían las etiquetas puesto que aún no los había tirado por estar apunto de terminarse y no era alguien de desperdiciar, ahora llenos de un líquido rosado apenas opaco que obviamente no era lo que había estado llenandolos cuando se había ido está mañana.
El niño lo observaba a los ojos y muy pronto su rostro comenzó a brillar rosado en toda la sección debajo de los ojos y sobre la nariz.
- No...no te.. escuche llegar.. - El niño no avanzó, pero tampoco desvío sus ojos, quizás por el susto de no haber estado prestando atención a los sonidos externos por estar tan ensimismado en.. ¿Qué?
- Tranquilo, no hiciste nada malo, no me importa que hayas tomados los frascos, si es lo que te asusta, porque se estaban por terminar de todas formas. - Aizawa hubiera suspirado por la pérdida de lo que quedaba de los contenidos de los frascos, pero no importaba, no importaba demasiado.
Shouta lo vio suspirar mientras el brillo en su piel bajaba, ¿El niño realmente estaba muy asustado de eso..?
El silencio continuó en dos, tres y cuatro latidos necesarios antes de que el niño comenzará a acercarse a la mesa y se sentará en el piso y dejará los frascos frente a la mesa, ahora podía ver más de cerca el nuevo contenido de los frascos, fue sorprendente notar pequeños destellos de un segundo cada vez de lo que podrían ser pequeñas figuras de diamantes blancos.
Casi volvía a hacer mi pregunta sin poder apartar mis ojos de los frascos aún, uno era de un litro y medio de aceite, otro de un litro de yogur, uno de mermelada y otro de medio kilo de café. Pero el niño habló primero.
- S..son mis.. lágrimas… - Mi cabeza giró de tal forma que me dio un latigazo, Dios, estoy demasiado viejo para esto, sople un siseo y lleve mi mano para masacrar mi cuello.
Fingí demencia y observe a Steven, pensando en lo que dijo, sus lágrimas y de ese color… ¿Habrá hecho algo con ellas?
¿Algo así como artesanías o locuras de Internet? Los adolescentes hacían esas cosas.
- Se ven bien, Steven. - Realmente llamaban la atención, después podría enseñarle a limpiar los frascos para sacarles las calcomanías para que se vieran bien, era un espectáculo para la vista. Observe al niño mientras acercaba pausadamente uno hacia mí, Steven se veía nervioso mientras pellizcaba sus dedos entre sí sin mirarme. - ¿Pasa algo?
Estuvo llorando.
Lo vi suspirar lentamente lo que parecían ser varios segundos, como la respiración tranquila que le había enseñado, bastante bien que lo aprendiera muy rápido.
Luego me miró con determinación en sus ojos, y los pude ver brillar, y una sonrisa sincera, pequeña pero allí.
Eso tiró de las esquinas de mis labios con una sonrisa pequeña, pero tan rápido como llegó se fue, por las palabras del niño.
- Mis lágrimas pueden sanar.
_&_%_&_%_&_
Entre hoy y mañana tendríamos que terminar la mudanza, puesto que aún no habíamos comenzado, pero tampoco teníamos muchas cosas, especialmente al (haber sido sólo yo antes) no necesitar demasiado y Steven recientemente mudado conmigo sin nada más que lo que llevaba puesto y su teléfono.
Bueno, llevaba las primeras cajas con los electrodomésticos y las mantas con todo lo que había en la alacena, más tarde llegaría la televisión junto con la mesa y el resto de cosas que no eran demasiado, técnicamente nos mudaremos en medio día.
Ya había dejado todo lo que traje en el complejo antes de ir con una mochila a la enfermería, Steven había sugerido la idea de esto y realmente era de ayuda, más aún en estos momentos con mis niños problemáticos.
En el siguiente pasillo estaba la enfermería vacía, puesto que los niños no saldrían de los dormitorios hasta pasado mañana, lunes.
Steven esperaba en el complejo mientras Aizawa hacía este pequeño 'recado'.
Se detuvo frente a la puerta y tocó dos veces antes de abrir, Recovery Girl le devolvió la mirada girando en su silla giratoria.
- ¿Qué sucede Eraser?
Aizawa se adentro, cerró la puerta detrás suyo y caminó hacia ella levantando su bolso.
Dejó el bolso sobre el escritorio y lo abrió revelando seis frascos de diferentes tamaños, de diferentes cosas pero con el mismo contenido, un líquido rosado opaco con brillos.
Recovery observó aquello y luego lo observó elevando una ceja, cuestionando.
- El niño llora lágrimas sanadoras.
Observó el instante en que la anciana mujer desfiguró su rostro por sus simples palabras.
_______________
Entonces Steven abrió los ojos hace no más de diez minutos y ya está en la sala grande del complejo de la Academia donde Aizawa enseña clases, allí mismo también está el hombre sentado con sus papeles en una de las mesas de pequeñas patas entre un par de sillones.
Se le acercó a Aizawa y le quedo mirando sintiendo su rostro mojado y sus dientes apretados por el odio en su cabeza y su descontrol a un solo paso demostrado en el rosa de sus dedos.
Son apenas las cinco de la mañana, pero Aizawa voltea a verlo muy rápido, siempre muy rápido, su rostro cambia en cuanto lo ve.
- ¿Qué sucede, niño? - Su voz siempre suena plana, pero Steven es bastante empatíco por lo que no es difícil saber qué Aizawa es alguien muy demostrativo de sus sentimientos pero de una forma amortiguada. - ¿Te sientes mal?
Steven sabe que lo está preocupando, y sabe que es malo, no está bien, no le gusta, pero…
- Perdí mi camino y perdí el hilo, perdí la calma y pronto perderé la cabeza ¡Cada pérdida es más difícil de perdonar, porque no deberían suceder, no debería dejarlas suceder! - La expresión de Aizawa cambió y no entendí muy bien a qué. - Entonces perderé tu fe en mí y perderé mi alma… hasta que pierda el control total y me de cuenta de que no me queda nada más que perder… - Una cortina de calor me envolvió completamente, volviendo de la chatarra en mí mente me di cuenta de que me estaban abrazando, no sabía cuánto lo necesitaba hasta que estaba allí.
- Estamos aquí, kiddo, todos estamos aquí para ti. - La voz de otra persona sonó desde mi cabeza y no me importó realmente no saber a quién pertenecía, pero sus palabras hicieron una pequeña palanca para que las grietas en mis ojos cedieran del todo y dejaran bajar más lágrimas, los brazos me apretaron un poco más en el abrazo y los míos se aferraron con fuerza a la tela más cercana. - No estás solo en todo esto, aquí estamos si nos necesitas.
Steven no sabía que ahora tenía más ojos sobre su persona que solo los de Aizawa.
______________
Steven ayudó a todos cuando lo necesitaban, así que solo tenía que esperar a que volvieran para que siguiera ayudándoles, pero…
Ya nadie volvió.
Nadie tenía por qué volver.
Nadie lo necesitaba.
¿Por qué seguía aquí?
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Aizawa se despertó muy temprano en la mañana, porque aunque le gustará poder dormir todo lo que pudiera, tenía un horario, además de su costumbre de levantarse temprano y dormir ligero.
Algo se le retorcía en el estómago, así que solo pudo levantarse.
Pensó en tomar un café, no le importaba específicamente, Hizashi se despertaba más tarde y no lo detendría, y ninguno de los otros para el caso, pero su idea quedó en pausa y se desintegró de su mente cuando cruzaba aún el pasillo de las habitaciones y pasó frente a la del niño.
Hablar un poco con el niño había sido bueno, era suficiente como un progreso, teniendo en mente que es la primera vez que Steven buscaba ayuda, y no puede evitar fruncir su ceño al pensar que sólo sucedió cuando todo lo mando al borde.
Y el rosa debajo de la puerta fue suficiente para que se olvidara de porqué se levantó en primer lugar.
Tocó la puerta un par de veces.
- ¿Steven..? - Quizás llamar a un niño por su primer nombre aún picaba en su paladar, pero era lo que él niño necesitaba, no parecía gustarle su apellido. - ¿Puedo entrar?
Realmente no le gustaba recibir silencio de respuesta, aunque sonara hipócrita de su parte, el silencio en este niño significaba algo malo.
- No te asustes, solo soy yo, Aizawa, voy a entrar ¿Bien? - Abrió la puerta, sin traba, y comenzó a empujar hacia dentro, oh, la vista no era buena.
El niño estaba rosa y seguía dormido.
Corrió hacia la cama.
___________
Oh, y si realmente todo hubiera sucedido más rápido de lo que le había parecido en un instante…
Un día soleado, una calle medio vacía, pocos automóviles, uno fuera de control-
Y Steven siendo atrapado frente a las luces de un camión fuera de control, de la misma forma que lo sería un alce frente a los faros.
Congelado, helado, en shock-
Oh-
Más espirales violetas subieron por el rostro del niño.
Santa Madre-
(Corrupción)
___________
Steven estaba sentado en una silla de metal en un largo y algo bullicioso pasillo de espera, y eso hacía "esperar".
Sólo era un chequeo para asegurar su salud y formar un archivo acerca de su cuerpo para saber tratarlo por si algo llegara a sucederle, ya que no tenía a las gemas o a su padre para que lograrán pensar en una solución de acuerdo con lo que sabían, porque no sabían lo que necesitaba porque nunca había existido algo como Steven y eso era un problema.
Y este era el primer intento de llevar a Steven al hospital, porque tuvieron muchas conversaciones antes de que él estuviera medianamente seguro de aceptar ir, aún estaba aterrado porque era la segunda vez en su vida yendo al doctor.
Sacudió su cabeza dispersando todos esos pensamientos porque no debía pensar en eso, por lo que debería distraerse y no pensar en esos recuerdos.
Su mirada se removió desde sus manos hacia el pasillo a su izquierda, donde había más personas esperando en silencio como él, algunos niños junto a sus padres, un par más de adolescentes, una madre con un bebé en brazos.
Shouta había ido a buscar café, su nuevo apego, para ambos mientras esperaban, Hizashi llegaría más tarde por su trabajo en la radio, si es que podía ya que también estaba la probabilidad de que lo llamaran para cubrir más tiempo o algo parecido, por lo que sólo eran Shouta y él.
Entrelazo sus dedos e intentó buscar al adulto de cabello negro por el otro pasillo, sólo por la ansiedad de la espera, pero aún no lo veía.
- Señor Universe. - Steven se congeló, se atragantó con su saliva, sintió el frío subir y bajar por toda su columna hasta los dedos de sus pies, estaba aterrado. El hombre que llamaba hizo contacto con sus ojos. - El doctor lo atenderá ahora, Señor Universe.
Steven apretó su muñeca izquierda y sintió toda su piel ponerse de gallina, estaba nuevamente frente a la oficina de la doctora Meheswaran, la madre de Connie, ante la cual pasaría todos sus nervios, su estrés y sus miedos, vergüenza por tener que usar las batas transparentes de los hospitales.
No tiene miedo, por supuesto.
No, no, está aterrado.
_________________
Steven recuerda la primera visita al médico, y recuerda muy bien la mayor parte de las cosas que intentaron en él, pero aún más recuerda las agujas.
- Espera, déjame aclarar esto ... ¿vas a poner esta aguja en mi brazo que libera químicos en mi cuerpo que me ayudarán?
A lo que la Dr. maheswaren respondió; Por quinta vez, Steven, sí, estarás bien, solo sentirás un pequeño pellizco
Con lo que Steven recuerda muy bien que se volvió rosa de todos modos.
Diablos.
#Steven universe future#BNHA#Boku no hero academia#Sad#Steven inestable#Dadzawa#Present Mic x Eraserhead#Idea de fanfic#Parte 3#Final
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Un poco Desvergonzado
19/22
Armie nunca había estado tan impaciente por llegar a casa, Siempre había vivido solo y nunca nadie había estado esperándolo cuando regresaba de sus viajes de trabajo, de modo que la impaciencia que le inunda la piel mientras se encuentra sentado en el taxi es una sensación más que extraña, sintió que su piel se arrastra en ella y se sorprendió tamborileando los dedos sobre el asiento de la cabina, finalmente, llegó el taxi.
Después de pagarle al conductor y sacar su equipaje, salió del coche, su corazón se tambaleó dentro de su pecho cuando vio a Timmy corriendo hacia él.
- ¡Armz!
Se quitó las gafas de sol y sonrió ampliamente, abriendo sus brazos justo cuando Timmy chocó contra su pecho, lo rodeo con los brazos abrazándolo con fuerza, inclino su rostro enterrándolo en el cuello del niño… Mierda, fue consciente de todo el número que montaron al percibir un movimiento en su visión periférica, Thomas Holland se encuentra de pie en la entrada de su casa observándolos fijamente, su cuerpo se tensó en el acto, momentáneamente molesto y enojado porque no puede ser él mismo ni en su propia casa.
Se pregunta como fue posible que no notará el automóvil de Thomas estacionado frente a su entrada, o al chico parado en sus escalones de entrada, pero es muy consciente de que tiene una relación estrecha cuando Timmy se encuentra cerca; no observo hacia Thomas, fingiendo no verlo, tomo una bocanada profunda de aire, adentrándose al papel del Armand Hammer que el chico conoce, El de un hombre amable que le había brindado un hogar a un niño sin techo por la bondad de su corazón.
- Bien, déjame mirarte - Dijo retrocediendo para mirar a Timmy de la manera más paternal posible - ¿Has crecido otra pulgada en una semana? A este ritmo, serás más alto que yo muy pronto – Para su suerte, Tim no pareció darse cuenta de que se suponía que debía desempeñar un papel de hermandad, y sus ojos de cierva verdes lo miran ávidamente.
- Te he extrañado mucho – Declaró el niño apretando nuevamente los largos brazos alrededor de su pecho, susurrando apenas de manera audible, aferrándose a él como si pensara que desaparecería en cualquier momento - Llévame contigo la próxima vez, por favor – Como pudo trago la repentina opresión en su garganta, forzándose a sonreír volvió abrazarlo de manera más suave, depositando un beso en la parte superior de la cabeza del niño.
- Yo también te extrañe, ricitos – Respondió tratando de mantener su voz ligera y divertida para el beneficio de Thomas, aunque tiene la sensación de que no tuvo un éxito total… el chico le dedicó una débil sonrisa.
- Hola - A regañadientes se vio obligado a soltar a Timmy de sus brazos, para encaminarse hacia Thomas.
- Hey dulce, tenía planeando llamarte, no esperaba que me encontraras aquí, no es que no esté contento de verte - Completamente consciente de la mirada de Timmy en su espalda, se inclinó para acariciar los labios de Thomas con los suyos, pero el chico volvió la cabeza para que su beso aterrizara en la mejilla, retrocedió enseguida, estudiando al chico con el ceño fruncido- ¿Todo está bien? - Thomas cruzó los brazos sobre su pecho.
- Yo... no creo que quiera ser tu novio – Puede contar con sus dedos la cantidad de veces que había estado tan sorprendido y esta sin duda, se agregaría a esa corta lista.
- ¿Puedo preguntar por qué? – Thomas se encogió de hombros con algo incómodo en su expresión.
- Yo solo... He tenido una racha de malas relaciones, mi primer novio resultó estar casado y con niños, mi segundo novio me abandonó por alguien más pervertido cuando me negué a hacer algunas de las cosas que quiso practicar, el tercero se asustó y me abandonó cuando le dije que en realidad no quería nada casual y deseaba una familia en algún momento; el cuarto se asustó cuando se enteró quién era mi padre – le dedicó una sonrisa torcida - y mi padre siempre tenía cosas mucho más importantes que hacer que ser un padre para mí, seguramente ya sabes el camino hacia dónde voy.
Lo miró fijamente; a pesar de que había investigado extensamente el pasado de Thomas Holland, no se había dado cuenta de cuán profundamente era ese deseo de compromiso - Quieres a un hombre completamente comprometido contigo.
- Quiero un hombre que escuche mis pensamientos, un hombre que me ponga en primer lugar en su vida y me cuide – Respondió el chico en voz baja - Realmente me gustas, Armie, pero parece que tú tampoco eres ese hombre – Joder; por instinto su mirada se dirigió a Timmy.
- ¿Esto es por Tim? No es lo que parece, solo es un niño.
– Él ya no es un niño, Armie - Replicó Thomas con una sonrisa - Abre los ojos, sólo tiene un par de años menos que yo, y realmente no importa, de todos modos, incluso si realmente no es lo que parece, es extremadamente importante para ti, y tal vez sea egoísta de mi parte, pero estoy cansado de recibir migajas de la atención y los afectos de los demás, he estado en eso, he hecho eso; creo que merezco algo mejor… Todos lo merecen… Tú también.
Tuvo que reprimir el impulso de maldecir… Nunca había fallado en una misión tan estrepitosamente, o puesto en peligro tanto, ya podría comenzar a imaginar la reacción de Greta cuando descubriera por qué Thomas Holland rompió los lazos con él; pero no hay nada que pueda hacer al respecto, tiene que jugar su papel hasta el final, se inclinó y se besó al chico en la mejilla.
- Realmente me gustas, hoyuelos, si cambias de opinión, sabes dónde encontrarme - Asintiendo, Thomas se alejó.
- Gracias por todo, Armie – Le dijo en voz baja - Realmente lo siento si te hice ilusiones, no pretendía hacerlo, tenía fe en que podríamos funcionar, que podría enamorarme de ti – El chico le dio una sonrisa torcida - Eres todo lo que he buscado en un hombre, pero estoy empezando a ver que no es suficiente, así que, sí, lo siento si involuntariamente te ilusioné – Resoplo en un intento por parecer una reacción genuina e involuntaria.
- Tener a un chico lindo y dulce en mis brazos no fue exactamente un problema para mí.
- Siempre halagador – Thomas soltó una risita, mientras se estiraba para besar su mejilla - Tengo que irme antes de que tu Timmy me mate por tratar de robarle a su “Papito”.
– Ja Ja, hilarante – Respondió inexpresivo; el chico solo sonrió, se despidió de Tim con la mano y subió al coche - Esperó a que el automóvil desapareciera de su vista antes de permitirse maldecir en voz alta, aunque no le sirvió de nada para librarlo de la frustración que empapo su cuerpo.
- ¿Qué sucedió? �� Se rió entre dientes al escuchar la voz de Tim a su lado.
- Acabo de fallar asquerosamente en la misión, eso es lo que ha sucede Bambi… - Levantando su maleta de la acera y se dirigió hacia la casa, tratando de contener su ira, en su mayoría, siente ira consigo mismo, pero también tiene ira irracional hacia Timmy.
- ¡¿Qué?! – El niño lo siguió dentro pisándole los talones -… ¿Por qué? – Dejo caer su maleta sobre el sofá, giro sobre sus talones y caminó hacia él delgado cuerpo del niño, en su lenguaje corporal debe representar mas salvajismo del que piensa de la que piensa, ya que los ojos de Timmy se volvieron cautelosos y sus rasgos rebelaron algo más que preocupación, lo vio dar un paso atrás, luego otro, y otro, hasta la pequeña espalda se golpeó contra la puerta principal - ¿Armie? - Inquirió el niño con incertidumbre en lo que apenas es un susurro.
- ¿Por qué crees? – Contra preguntó colocando la palma de su mano contra la puerta, justo sobre la cabeza del niño, inclinándose sobre él, observo el rostro confundido de Timmy, él quiere... Los dedos de su mano libre se flexionaron, con ganas de tocar, acariciar y marcar - Él me dejó, porque aparentemente piensa que estoy demasiado apegado a ti como para ser un buen novio para él - La manzana de Adán de Tim se movió y las cejas pobladas de alzaron con sorpresa.
- ¿Quieres decir que fallaste en la misión por mi culpa? - Sus labios se torcieron en una mueca.
- Fallé la misión porque Greta pensó que era una gran idea asignarme a una misión de Sugar Daddy y comprometer mi cubierta, luego fallé en hacer creer a Thomas que te di un hogar porque sentí lástima por ti, que simplemente eres un niño por el que siento pena - Se rió entre dientes con amargura - Thomas quiere ser la prioridad de su pareja, quiere un hombre que lo ponga en primer lugar, y en vez de convencerlo de poder ser ese hombre para él, le dije que tu presencia en mi casa no se encuentra disponible para discusión - Soltó una carcajada, incapaz de creer que realmente hubiera dicho eso - Es como si yo no pudiese pensar cuando... no tengo idea de cómo voy a explicar esto a los altos mandos - Y para empeorar las cosas, no tiene ganas de ir a la sede y dar el informe, como debería haber hecho desde el principio, tendría que alejarse de Timmy por eso; presionó su nariz contra el costado del rostro del niño, tomando una profunda y codiciosa respiración - ¿Qué has hecho conmigo bambi?
No puede creer lo que les ha sucedido a sus prioridades, todo lo que quiere en ese momento es absorber a Timmy por completo, tocarlo en todas partes, presionar sus cuerpos más cerca y enterrarse en él, está inhalando el aroma del niño como un hombre obsesionado, su barba dejando rastros rojizos en la lechosa mejilla de Timmy.
- Armie… - Puede sentir como la respiración del niño se vuelve irregular.
- ¿Qué ricitos? – Quiere arrastrar su boca por el largo cuello de Tim, chupar esa piel perfecta y suave, marcarlo para que todos puedan ver que el niño le pertenece y no se atrevan a tocarlo.
- Me estás confundiendo - Declaró Timmy, apretando y soltando los dedos enganchados a sus cabellos; él se río sobre la cálida piel.
- Ya somos dos -Había pensado mucho desde su llamada mientras estaba en Francia, pero todavía no tiene idea de qué es lo que realmente siente, innegablemente tiene una vena posesiva en todo lo referente al niño, apenas puede negarlo cuando odia la mera idea de que hombres que no sean él, toquen a Timmy; y ahí está la otra cuestión, ya no puede pretender que su necesidad de tocar a Tim es platónica, no es así, parece que se aferró tan emocionalmente al niño que quiere estar físicamente pegado a él, su sexualidad está condenada - Joder - Exclamó contra la suave mejilla - ¿Tienes alguna idea de cuánto me has arruinado?... Lo arruinaste todo - Sus prioridades, su sexualidad, sus emociones, Timmy lo a cambiado todo, el niño se metió tan profundamente bajo su piel que ni siquiera le importa que recibirá la reprimenda de su vida por no controlar su mierda.
Timmy no dijo nada, pero lo sintió muy quieto contra él, cuando levantó su cabeza, vio que el rostro de Tim se encuentra más pálido que de costumbre y en totalmente en blanco, antes de que pudiera preguntarle qué pasa por su mente, su teléfono comenzó a sonar; haciendo una mueca, se alejó y respondió la llamada
- 011 – Saludó teniendo en cuenta de qué se trata, el automóvil de Thomas se encuentra intervenido y hay cámaras de vigilancia fuera de su casa, no existe probabilidad de que el IC no se encuentre enterado sobre lo que ha sucedido.
- En mi oficina, diez minutos - Imperó la voz helada de Greta antes de que la línea se cortara.
Suspirando se volvió para informarle a Tim que tendría que irse, pero no lo encontró, en cambio obtuvo la vista de la puerta abierta de par en par, con las cejas fruncidas, consideró primordialmente seguirlo, pero no tiene tiempo de averiguar de qué se trata su malestar, Greta ya se encuentra lo suficientemente furiosa, no necesita llegar tarde y darle más motivos para joderlo.
_______________________
Caminó… Ni siquiera sabe hacía donde se dirige, solo sabe que tiene que alejarse de los acusadores ojos azules, aunque Armie no lo culpó directamente por el fracaso de la misión, ese sentimiento se encuentra implícito, puede sentir el resentimiento, la agresión en el lenguaje corporal del Agente, tal vez Armie no lo había dicho abiertamente, pero claramente lo culpa por aún mantener su estúpido apego hacía él, que básicamente es lo mismo que tener la culpa del fracaso de la misión.
Y tiene toda la razón al culparlo, el hombre aún no sabe que Thomas había hablado con él varias veces mientras Armie estuvo de viaje, está tan jodido, sabe que no había logrado contener por completo sus celos, había sido grosero y agresivo con el chico, solo queriendo que se fuera de su hogar, probablemente le había dejado claro que no es un simple chico heterosexual sin hogar que se preocupa por la persona que lo dejó vivir en su casa.
El Agente seguramente lo descubriría pronto, y luego lo culparía de nuevo, si no lo hace, probablemente lo resentiría por crearle problemas con en el trabajo; sin duda, Greta aprovecharía esta oportunidad para hacer que Armie se viera muy mal y poco profesional, después de fracasar en una misión tan importante, no hay manera de que 011 sea nombrado como jefe del IC… Y todo es por su culpa.
Parpadeó rápidamente para alejar la humedad de sus ojos, tragar el doloroso nudo que se formó en su garganta fue más difícil; se sentó en un banco cerca del parque, enterrando las manos en su cabello mirando fijamente las bonitas botas negras nuevas que Armie le había comprado, el hombre lo había cuidado, facilito su educación y sobre todo, le dio un hogar cálido, mientras él le había traído a Armie nada más que problemas desde que se aferró a él como una especie de parásito… un jodido parásito… Eso es lo que es, no otra cosa.
El Agente había gastado una ridícula cantidad de dinero en él y todo lo que recibió a cambio fue una misión fallida, cortesía suya, por supuesto, y no se trata de cualquier misión menor, se trataba de una misión de alto perfil para la que Armie había pasado años construyendo la cubierta perfecta, y el fracaso de esa misión retrasaría al IC por varios años más.
¿Cuántas personas morirían por eso? ¿Cuántas personas morirían por su culpa? ¿Cuántas personas morirían antes de que Armie se diera cuenta de que él nunca valdría la pena por las vidas perdidas? todavía puede recordar con perfecta claridad la mirada en los ojos del hombre cuando le contó sobre la misión en que había fracasado porque comenzó a ponerse sentimental y se negó a matar a una mujer embarazada.
- Me llevó once meses infiltrarme en esa red de tráfico sexual; después de que mi cubierta falló, le tomó al IC otros dos años para conseguir otro agente que lo lograra - La voz de Armie era hueca - Había niños entre las trabajadoras sexuales, el más joven tenía ocho años, el niño superviviente más joven – recuerda como lo miro y sonrió, una sonrisa que no resultaba agradable - ¿Todavía crees que hice lo correcto?
Incluso si el Agente no lo culpa ahora, a la larga, cuando las consecuencias de su misión fallida sean más claras, lo terminaría haciendo, así como aun lamenta claramente elegir la vida de esa mujer embarazada en lugar de la de esos pobres niños; la corporación comercial de Dominic Holland también es sospechosa de trata de personas entre otras cosas
Claro, Armie le tiene cariño, pero a los ojos del hombre, el apego que desarrollo hacía él fue lo que comprometió su misión… ¿Cuántos días le llevarían antes de que el Agente comenzara a arrepentirse de darle un hogar? … Con los ojos escocidos, apretó sus temblorosos labios con fuerza… Quizás deba irse, no sería capaz de soportar ver el arrepentimiento y resentimiento en la mirada del hombre, no quiere seguir siendo un parásito pegajoso, y tampoco es como si tenga la opción de significar algo más para el hombre.
011 le había dejado en claro un millón de veces que no lo quiere de esa manera, realmente no, desde luego, él es posesivo, protector y le tiene cariño, pero esas emociones no son amor, alguien puede ser cariñoso y protector con un niño; alguien puede ser posesivo con un juguete comprado.
La posesión no tiene nada que ver con el amor, Armie tiene una mujer a la que ama esperándolo para formar su propia vida, lo que sea que 011 sienta por él claramente no es lo suficientemente serio como para evitar que se reuniera con su chica francesa.
Thomas Holland lo había interpretado terriblemente mal, definitivamente él no es la prioridad en la vida de Armie, y nunca lo sería, si se queda, sería él quien rogaría por las migajas del afecto del hombre, como un cachorro estúpido y enfermo de amor que constantemente se interpondría en su camino, del cual el Agente no se deshacía por lástima y cariño erróneo, debe irse antes de volverse más patético de lo que ya es, antes de que el poco cariño que 011 le tiene, sea reemplazado por arrepentimiento y resentimiento, antes de que se convirtiera en una carga mayor.
- ¿Tienes alguna idea de cuánto me has arruinado? Lo has arruinado todo- Limpiándose los ojos con la maga de su sudadera, se levantó y continúo caminando, alejándose de la casa del Agente, sabe que bien puede regresar para recoger sus cosas, está casi seguro que 011 ya se ha marchado para conseguir la venganza de Greta, pero se siente demasiado asustado para hacerlo, tiene miedo de no ser lo suficientemente fuerte como para irse si se encuentra rodeado de todo lo que le recuerda a Armie, tener su aroma rodeándolo, tentado a vestirse con una de las enormes camisas y esperarlo acurrucado en el mullido sofá, no, no, no, tiro de los borde de las mangas de la sudadera y continuo caminando.
Él no quiere ni necesita posesiones materiales, de todos modos, sus labios se torcieron en una sonrisa amarga, siempre puede robar lo que necesita, después de todo, es para lo único que parecer ser bueno.
A medida que crece la distancia entre él y la casa del agente, el dolor en su garganta se vuelve casi insoportable, nunca más volvería a ver a Armie, la idea se siente como un golpe en el estómago, haciéndolo tambalear y detenerse abruptamente en busca de un apoyo, con los ojos muy abiertos y sin aliento… Él no puede hacerlo… Simplemente no puede - Puedes, maldita sea Chalamet -Se susurró, clavando sus uñas en las palmas de sus manos.
Apretó los dientes, mientras se obliga a seguir caminando, se siente como si caminará contra un viento fuerte, cada paso y esfuerzo debilitando más su cuerpo, haciéndolo temblar e incrementando las ganas de rendirse y volver, ignoró a la pequeña y necesitada voz en el fondo de su mente susurrando que no puede simplemente marcharse sin decirle nada al hombre, no puede permitir que lo influya, no puede hablar con el Agente, una mirada del hombre y provocaría que su resolución se desmorone, además, no necesita ver a Armie para informarle que se va.
Sacó su teléfono, el único vínculo que hay entre él y Armie, escribió un mensaje rápido, le debe mucho al hombre, n o se iría sin agradecerle.
Lo siento mucho. Gracias por todo. Por favor no me busques.
Observo el texto, dudando un momento, quiere decirle de una manera tan fuerte al hombre que lo ama, puede ser que nunca tenga el amor de Armie, pero no quiere que lo recuerde como el estúpido niño gay enamorado, un enamoramiento es algo emocionante, divertido, juvenil y fugaz, la sensación que aprieta su pecho cuando mira fijamente la fotografía que había establecido como fondo de la pantalla no es ninguna de esas cosas.
Había tomado esa foto hace unas semanas, 011 había estado hilarantemente gruñón ese domingo por la mañana, negándose a levantarse de la cama y mirándolo adormilado por haberlo despertado temprano, él le había dicho al hombre que la imagen era demasiado graciosa como para no ser su fondo pantalla, lo que no le había dicho, es que lo hace sonreír cada vez que la ve.
Mordiéndose con tanta fuerza su labio inferior que puede saborear el óxido de su sangre, envió el mensaje sin agregar nada más de lo que pueda lamentarse más tarde, apagó el teléfono y lo arrojó al cubo de basura más cercano.
___________________
No volvió a la pandilla de Ansel, incluso si así lo hubiese querido, lo cual no es el caso, no puede volver allí, Armie lo podría encontrar fácilmente si lo hace, se entregó a la idea de ser independiente solo por un par de días, no importa cuánto le gustase ir por su cuenta, no sería inteligente de su parte, tarde o temprano, Ansel lo encontraría, necesita protección de otra pandilla.
La pandilla de Saoirse Ronan opera en el extremo opuesto de la ciudad, en el que opera Ansel, lo que le sienta perfectamente, Saoirse no hizo muchas preguntas y lo aceptó en su pandilla con el entusiasmo suficiente, él aún tiene una reputación respetable, como uno de los mejores ladrones., el trato es simple, le debe dar el setenta por ciento de sus "ganancias" a Saoirse a cambio de protección y un techo sobre su cabeza, estuvo de acuerdo sin pedir más, conoce lo suficiente de la reputación de la rubia, como para tener en cuenta que no es una buena idea intentar regatear el porcentaje de “cuota”.
Esa primera noche, permaneció despierto durante mucho tiempo, sin poder dormir, no se trata de la dureza de la cama o el desagradable olor de la habitación que le habían otorgado, ha dormido en peores lugares que aquel, es la ansiedad y la incapacidad para relajarse con los sonidos de las idas y venidas de las personas desconocidas dentro del edificio.
No, la puerta no tiene ningún tipo de cerrojo, no cuenta con alguna clase de restricción para acceder al interior de la habitación, y es dolorosamente consciente de eso, las paredes son muy delgadas, haciéndole estremecer cada vez que alguien se ríe o grita.
Cuando la gente comenzó a tener sexo en la habitación a su izquierda, escondió su rostro debajo de la almohada, tratando de no escuchar o preguntarse si el sexo es consensual o no, no es como si pudiera hacer algo si no fuera así, aún no tiene amigos ni aliados en esta pandilla y no tiene ilusiones sobre su destreza física.
Cuando la mujer gimió de placer, él suspiró con alivio quitándose la almohada de la cara, observo el techo oscuro, deseando poder relajarse y tener algunas horas de sueño, pero no puede hacerlo… No se siente lo suficientemente seguro como para dormir… Él quiere a su Armz.
Asqueado de su dependencia, se situó bocabajo, pero su nueva postura le pareció demasiado expuesta por lo que al acto volvió rodar sobre su espalda, su piel arde con inquietud mientras preguntándose qué hace Armie en estos momentos ¿Aun estaría en la oficina central tratando de resolver el desastre en que se convirtió la misión Holland? ¿O quizás lo esté buscando?
Suprimiendo su deseo traidor de ser encontrado por el hombre, comenzó a pensar en lo que debe hacer para evitar ser encontrado, tal vez deba cortar su cabello y teñirlo no suena como una mala idea; también tiene que evitar las cámaras CCTV por un tiempo, seguramente el Agente dejaría de buscarlo después de unas semanas.
Ignoro la patética esperanza que aun vibra en su pecho, de ser más importante para el hombre que simplemente buscarlo por un par de semanas, se volvió hacia un lado y abrazó su delgada almohada, no se siente solo, no se siente acongojado, no tiene miedo, él solo quiere a su Armz, no puede imaginar no volver a verlo nunca más, no volver a sentir sus brazos alrededor de él, nunca más sentir el rastro de barba sobre sus mejillas cuando es besado, no tener más de esas ardientes caricias mientras…
- Cállate, cállate, cállate - Susurró con voz ronca, sus respiraciones ahogadas y húmedas se convirtieron en lágrimas, su cuerpo se estremeció mientras intenta desesperadamente respirar profundamente, con los ojos apretados, él es fuerte, no iría corriendo hacia Armie él es fuerte.
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Resplandor entre Tinieblas - Capítulo 101. Gran Huida
Resplandor entre Tinieblas
Por WingzemonX
Capítulo 101. Gran Huida
Las cosas se habían puesto bastante locas, mucho más rápido de lo que Verónica podía digerirlas. Primero la visita de esos dos extraños individuos que Damien había mandado a llamar; luego ese policía, pasando por el ataque repentino de un ejército de fantasmas, y rematando con la entrada forzada de esa mujer que había “casi literalmente” arrojado a Damien por la ventana. De por sí la joven de diecinueve años aún no comprendía muchos de los asuntos que concernían a la Hermandad y su propósito, como para ahora tener que digerir todas esas cosas que hasta hace poco habrían sido simplemente imposibles de imaginar para ella, y la hacían cuestionarse si acaso su madre era consciente de en qué la había metido con exactitud; lo más probable era que no.
Sin embargo, en el momento en el que vio al supuesto Anticristo atravesar las puertas de vidrio de esa forma, no se pudo dar el lujo de paralizarse en pensar en todo ello. Para bien o para mal, ella estaba ahí con un propósito, y por su fe en algo más grande que su pequeña e insignificante existencia. Así que inspirada casi por la mera inercia, salió despavorida en busca del paradero de Damien.
Al salir a la terraza, por una de las puertas no rotas, Verónica vio al joven de cabellos oscuros flotando boca abajo en el centro de la piscina; al parecer había caído ahí tras su vuelo. Pero lo que horrorizó a la joven mujer fue el hecho de que no se movía en lo absoluto. ¿Acaso estaba inconsciente…? No lo sabía, pero tampoco se iba a detener a averiguarlo. Rápidamente y sin vacilación, se quitó sus zapatos, los dejó atrás, y se lanzó de lleno a la piscina. Se aproximó al principio caminando por el agua, pero el último tramo lo recorrió nadando lo más rápido que su traje empapado le permitió.
—Damien, ¿me escuchas? —Exclamó agitada, mientras lo zarandeaba un poco, pero no recibió respuesta; en efecto, parecía haberse desmayado. Pensó en seguir insistiendo, pero no podía tomarse demasiado tiempo, así que en su lugar lo jaló lo más rápido que pudo a la orilla.
Llevarlo flotando resultó no ser tan complicado. Sin embargo, sacarlo del agua fue un reto mucho más difícil para los brazos flacuchos de Verónica, además de que las ropas empapadas del chico lo hacían parecer mucho más pesado. Hubo incluso un par de veces en las que su intento fue fallido y el cuerpo del muchacho volvió a caer, casi hundiéndola a ella también. Ansiaba que en cualquier momento alguno de los guardaespaldas se dignara a aparecer para echarle una mano, pero nadie vino. Esperaba que al menos fuera porque se estaban encargando de esos malditos intrusos de una buena vez.
Al final logró sacar las fuerzas suficientes para sacarlo y hacer que quedara boca arriba en la orilla. El rostro del chico se inclinó sin resistencia hacia un lado, y su pie izquierdo quedó aún colgado, sumergido en el agua de la piscina. Verónica se tomó unos segundos para intentar recuperar el aliento tras el esfuerzo que aquello le había exigido, y una vez lista ella también salió de la piscina apoyándose en sus manos.
Se colocó de rodillas a su lado; seguía sin reaccionar. Verónica aproximó su oído hacia su rostro para intentar identificar si respiraba, pero le pareció que no. Eso la alarmó incluso más de lo que ya estaba. Nunca había hecho respiración de boca a boca, pero la situación no pintaba para que se pusiera a buscar en YouTube cómo hacerlo. Así que sólo tomó el rostro de Damien, le abrió la boca con sus manos, tomó una larga bocanada de aire y se inclinó hacia él. Sin embargo, para el alivio y la vez sorpresa de la joven, antes de pudiera unir su boca a la suya, la mano de Damien se interpuso abruptamente entre ellos, tomándola fuerte de su rostro con sus dedos.
—Ya quisieras… —escuchó como mascullaba la voz de Damien con molestia, y entonces sus ojos se abrieron en ese momento, volteándola a ver con cierto desdén. Al instante siguiente, Damien la empujó con la mano que tenía en su cara, haciendo que se alejara de él y cayera de sentón al suelo. En cuanto tuvo espacio, el chico giró su cuerpo hacia un lado, acostándose sobre su costado y comenzando a toser con fuerza y a soltar algo de agua por la boca.
Verónica se sentó, y con sus dedos se apartó sus mechones húmedos de la cara, mientras contemplaba como Damien poco a poco parecía irse recuperando. Suponía que era bastante ingenuo de su parte esperar que le diera las gracias por querer salvarlo, pero al menos al parecer estaba bien.
«Aunque claro, eso era lógico» pensó, lamentándose un poco por haberse exasperado tanto. No estaba hablando de un chico cualquiera, después de todo. Ni siquiera tenía en su rostro rasguño alguno, a pesar de haber atravesado directamente de esa forma el grueso vidrio. Aun así, algo dentro de ella la empujó a preguntarle:
—¿Te encuentras bien?
—¿Tú qué crees? —Contestó Damien con brusquedad. Tosió un par de veces más, y luego su respiración se fue calmando lo suficiente para poder hablar con más normalidad—. Esa mujer… ¿Sigue aquí?
—No lo sé, yo salí a ayudarte. De seguro Kurt y los otros ya se encargaron de ella.
—Yo no apostaría por eso.
Damien se giró en ese momento lo que le faltaba para quedar boca abajo. Inhaló y exhaló profundamente dos veces, y luego se apoyó en sus dos manos para comenzar a levantarse. Le sorprendió sentir que sus brazos le temblaban un poco, y en general todo su cuerpo lo sentía pesado y aletargado, como si tuviera much��simo sueño. Pero aquello era diferente; era como…
—Damien… —escuchó que Verónica mascullaba a su lado con pasmo—. Tu nariz…
Antes de que pudiera cuestionarle de qué estaba hablando, él mismo logró darse cuenta. Su mirada estaba fija en el suelo empapado por el agua de la alberca, y pudo ver como una pequeña gota rojiza caía desde su rostro hacia el charco de agua justo debajo de él, mezclándose sutilmente con éste.
Los ojos de Damien se abrieron llenos de asombro, y de inmediato dirigió su mano a su nariz, tallándola con su dorso. Al echarle un vistazo a ésta, logró confirmar lo que había supuesto: sangre, su propia sangre manchando su propia mano; estaba sangrando de su nariz. No era mucha, pero en su caso sólo un poco podía ser demasiado… considerando que era la primera vez en su vida que ocurría.
—Esto sí que es una sorpresa… —masculló despacio para sí mismo, mientras seguía contemplando en silencio la sangre en su mano. Más que preocupado o asustado como Verónica, él se veía hasta cierto punto fascinado.
—¿Cómo es posible? —Masculló Verónica aturdida—. Se supone que nada puede dañarte…
—Nada puede matarme —corrigió Damien con seriedad—, o eso es al menos lo que dicen Ann y los otros viejos de la Hermandad. Lo de poder dañarme… eso al parecer sólo ocupa mucho esfuerzo… Pero estaré bien pronto.
Comenzó entonces a levantarse. Verónica hizo el ademán de querer ayudarlo, pero él no se lo permitió.
¿Qué había provocado eso con exactitud? ¿El ser azotado contra la pared? ¿El golpe contra la puerta de vidrio? ¿Quizás el choque contra el agua?
No, no había sido algo como eso, o no por sí solo al menos. Había llegado a recibir golpes similares en el pasado, pero su cuerpo nunca salió lastimado de esa forma. Pero sí había algo más que no había recibido antes, más que una sola vez recientemente: el ataque de Abra.
Había sentido como la chica desbordó todo su ser en su cabeza, como se la había taladrado por dentro, y como había revuelto todo como si de una licuadora se tratase. Y aún en esos momentos podía sentir el dolor, el mareo, incluso sus extremidades entumecidas… y esa pequeña hemorragia nasal. Cuando su tío Dan le hizo algo parecido hace días, había terminado también en un estado similar; como una fuerte resaca, recordaba. Pero esta vez al parecer era incluso un poco más intenso. Y encima de todo, su pequeño encuentro con la joven de New Hampshire lo había dejado en un estado tan vulnerable y débil, que fue pan comido para esa mujer entrar y sacudirlo como un saco de basura. Y en combinación todo aquello lo había lastimado de verdad por primera vez.
Pero aun así, a pesar de que Abra, su amado tío Dan, o la madre de Terry habían dado todo de sí para destruirlo, los tres sólo habían logrado rozar la superficie. A pesar de todo, él seguía ahí; débil de momento, pero se recuperaría como en cada ocasión pasada. Así que incluso los más poderosos de esos sujetos seguían siendo sólo pequeñas molestias para él. Y eso sólo le confirmaba lo que ya le habían dicho en tantas ocasiones antes: ¡él era en verdad invencible!
Aunque… Había alguien más que no había comenzado a considerar hasta recién…
* * * *
Los ojos de Samara se abrieron con alerta al ver esto, y todos sus sentidos se tensaron.
—¡Dije que no! —Gritó la niña con intensidad, resonando como un fuerte trueno.
Y de la nada, Damien sintió como su brazo era jalado fuertemente hacia un lado, jalando a su vez también a Milton lejos del vacío, de la oscuridad y del barandal. El cuerpo del chico salió volando hacia atrás, cayendo al piso y rodando hasta casi quedar a los pies de los espectadores.
* * * *
Samara…
Esa niña representaba un misterio incluso para él. ¿Qué era lo que ocultaba? ¿Qué era realmente y por qué tenía esa extraña influencia en él? No tenía aún alguna idea clara, pero lo averiguaría sin importar que.
Una vez de pie, e intentando disimular un poco la debilidad que lo invadía, comenzó a andar de regreso al interior del departamento, para encargarse de lo que fuera que siguiera sucediendo ahí dentro.
— — — —
En la sala, Samara, o la criatura que estaba dentro de ella en esos momentos, seguía de pie justo delante de Matilda en el suelo, contemplándola fijamente a través de sus cabellos, con esos profundos y apagados ojos oscuros. Matilda estaba inmovilizada, temerosa de siquiera mover un dedo ante la presencia de tan horrible ser; como si se tratara de un tigre o un lobo a la espera del mejor momento para saltarle encima y rajarle el cuello con sus fauces.
—He conocido a muchas personas como tú —declaró la Otra Samara, inclinando su rostro sutilmente hacia un lado—, gente que decía amarme, y que querían ayudarme y protegerme. Mi padre, mi madre, la Dra. Grasnik, el Dr. Scott… Rachel… Pero todos eran iguales. No les importaba, y no tenían ningún interés en ayudarme. Sólo se preocupaban por sí mismos, en obtener lo que querían, en llenar lo que les hacía falta; en dormirme, ocultarme y alejarse para protegerse a ellos mismos. Intenté ser una buena niña y una buena hija; Dios sabe que lo intenté. Pero nada fue suficiente. Y ahora lo único que me mueve, lo único que me mantiene aquí… ¡es mi ira!
Alzó su voz de forma estridente en las últimas palabras, y el sitio volvió a temblar, y el suelo de madera bajo los pies de la niña se resquebrajó un poco.
—No, no puedo creer esto —susurró Matilda, como un pensamiento fugaz que se le escapaba—. No es cierto… Esto no puede ser cierto…
—¿Aún no crees lo que tus propios ojos ya han visto por sí solos? —Gruñó Samara con enojo—. ¿Aún tu inocente mente no ha conseguido concebir lo realmente cruel que este mundo puede ser? Quizás te falta ver más… —Alzó en ese momento su mano derecha, aproximando sus delgados dedos hacia el rostro de la psiquiatra—. Quizás deba hacer que sientas lo que es pasar siete días en ese maldito pozo. Y quizás entonces comprendas a diferenciar qué es real y que no…
Aquella pequeña mano se fue aproximando poco a poco a su rostro, y por un momento para Matilda se convirtió en una mano huesuda, pálida y arrugada, con uñas largas, oscuras y sucias, e incluso algunas faltantes. El agua estancada escurría por su piel, y su olor a humedad y suciedad le impregnó la nariz. Y antes de que esas pálidas yemas la tocaran, la mano se detuvo justo a unos milímetros, suspendida en el aire.
De un parpadeo a otro, la mano volvió a ser la de Samara; la mano normal de una niña. Y comenzó entonces temblar y a retroceder lentamente. Matilda fue entonces capaz de mirar más allá, hacia el rostro de la pequeña. Éste había perdido casi por completo su expresión de ira y agresividad, y ahora parecía de alguna forma estar… sufriendo.
—No… no… —Masculló Samara despacio, casi como si le doliera hacerlo—. No lo hagas… ¡No!
Retrocedió rápidamente hasta alejarse de Matilda varios metros. Luego sus piernas cedieron y cayó al suelo de rodillas. Gritos desgarrados comenzaron a surgir de su garganta. Se sujetó su cabeza fuertemente con ambas manos, hasta apretársela como una prensa, y agachó la cabeza hasta pegar su frente contra el piso.
Ese momento en el que Matilda y aquel ser se habían perdido en el recuerdo, la había distraído y debilitado lo suficiente para que la Samara real intentará resurgir a la superficie. Pero aun así el último tramo era casi como intentar atravesar una gruesa capa de hielo que se lo impedía.
—¿Samara? —Masculló Matilda despacio, forzándose a salir de su impresión—. Samara, ¿eres tú…?
Recuperando apenas un poco el control de su cuerpo, la psiquiatra comenzó a gatear hacia la niña.
—Matilda, no te acerques —exclamó Cole con preocupación, pero su primer intento por aproximarse a ella fue detenido por el dolor de su pierna herida al querer moverla.
La castaña intentó tomar la niña en sus brazos, pero Samara rápidamente retrocedió para alejarse de ella.
—Vete Matilda, por favor… —masculló apenas con un hilo de voz—. ¡Vete!
—No —respondió Matilda con firmeza—. No te abandonaré de nuevo, Samara. ¡Tienes que luchar contra ella!
—¡No puedo! —Gritó la pequeña con intensidad—. ¡No puedo controlarla…! Es demasiado fuerte… ¡Por favor…! ¡¡NO!!
Su gritó sacudió todo como un fuerte temblor, y en ese instante las puertas de vidrio que quedaban en pie se rompieron en una explosión de vidrios. Gruesas grietas se abrieron en las paredes, y algo de polvo y pedazos de techo se desprendieron de éste. Y lo más resaltante fue ver como el suelo debajo de Samara comenzó a corroerse, como devorado por ácido, y a extenderse en todas direcciones como una mancha voraz, convirtiendo ese impecable y brillante suelo en madera vieja, roída y húmeda.
Lily y Esther retrocedieron por instinto ante esa mancha que se extendía; no sabían si les provocaría algo tocarla, pero tampoco tenían muchos deseos de descubrirlo. Matilda igualmente hizo lo mismo, hasta quedar a un lado a Cole, que la tomó de los hombros y la pegó contra él de forma protectora. Por un instante pareció que aquello se extendería a todo el cuarto, y quizás terminarían viendo una repetición de lo que había ocurrido en su habitación en Eola. Sin embargo, aquello se detuvo abruptamente, apenas a unos centímetros de los pies de Matilda. Y al instante siguiente, el delgado cuerpo de la niña se desplomó de lleno al frente, cayendo con su mejilla presionada contra un charco de agua estancada que había comenzado también a formarse debajo de ella.
El esfuerzo de liberarse había sido demasiado…
—¡Samara! —espetó Matilda, y de inmediato se libró de las manos de Cole y se aproximó a la niña, sin importarle pisar la madera gastada que crujió bajo sus pies o chapotear en el agua del charco. Se agachó a su lado y la tomó en sus brazos, recostándola en su regazo—. Samara, ¿me escuchas pequeña?
La cabeza y los brazos de la niña colgaban sin oposición igual que sus cabellos, y no hubo reacción alguna en ella. Matilda le tomó el pulso y revisó su respiración; por fortuna ambos estaban presentes.
—¡No se mueva! —Escuchó entonces una voz amenazante a sus espaldas. Al girarse, vio que uno de los guardaespaldas que había inhabilitado anteriormente ya se había puesto de pie y se dirigía apresurado hacia ella; a falta de su pistola, posiblemente pensara someterla.
A medio camino, Cole logró lanzarse a los pies del hombre, tomándolo con fuerza de sus tobillos para jalarlo. El guardaespaldas cayó de narices al suelo, golpeándose con fuerza. Matilda de inmediato lo alzó con su telequinesis, y lo aventó con violencia hacia la cocina, haciéndolo estrellarse contra otro de ellos que igualmente se había puesto de pie y se dirigía de regreso a la sala. Por el impacto ambos terminaron de nuevo en el suelo, uno sobre el otro.
—Vete con ella, Matilda —le indicó Cole a su compañera, mientras intentaba cómo podía ponerse de pie sin apoyarse en su pierna herida—. No hay nada más que puedas hacer aquí, ¡ya!
Matilda asintió, y rápidamente tomó a Samara, y con sus manos, y algo de apoyo de su telequinesis, logró acomodarla en su espalda. La niña quedó contra ella, flácida como una simple mochila.
—Tú vienes conmigo —indicó la psiquiatra, y de inmediato tomó a Cole de su brazo para ayudarlo a pararse.
—No puedo caminar bien con esta herida. Vete tú, sólo las retrasaré…
—No seas ridículo —le interrumpió Matilda con brusquedad, y una vez que lo tuvo parado y apoyado contra ella, Cole sintió casi como sus pies comenzaron a flotar a unos centímetros del suelo. La sensación fue rara, y tuvo que sostenerse firme del hombro de Matilda pues sentía que se iba a caer, pero no; en realidad estaba bastante estable, sostenido por la telequinesis de su acompañante.
—Oh, claro… —murmuró el detective un poco apenado.
Los tres comenzaron a avanzar lo más rápido posible hacia la salida. Matilda miró de reojo hacia un lado en dirección a Esther y Lily, después al otro hacia James y Mabel. Ninguno de los cuatro parecía en lo absoluto interesado en detenerla. Hasta ese punto se habían mantenido como meros espectadores de todo aquello. Matilda no entendía de qué se trataba en realidad todo eso, o qué hacían esas personas ahí con exactitud. Pero mientras no intentaran detenerla, no tendría por qué quejarse.
Pero no todos compartían la indiferencia de esos cuatro.
—¿Van a algún lado, ustedes dos? —Escucharon pronunciar con fuerza la amenazante voz de Damien Thorn a un lado. Matilda se detuvo un momento y se viró en su dirección. El chico, al igual que la mujer que había salido a la terraza en su auxilio, se encontraba de pie en el marco de unas puertas rotas. Estaba empapado, pero a simple vista ileso.
—Maldición… —masculló Matilda despacio, y por el rabillo del ojo notó que también el guardaespaldas que había arrojado por el pasillo de las habitaciones se aproximaba cojeando, y poco después le siguieron los dos de la cocina.
Sin espera Matilda siguió avanzando, pero ahora con más apuro.
—¡Atrápenlos! —Gritó Damien con fuerza, y su sola voz fue suficiente para que los tres hombres de negro se sobrepusieran a su dolor y mareo, y apresuraran el paso detrás de los intrusos.
A medio camino del pasillo a la salida, Matilda arrojó con su poder la puerta que había derribado hacia atrás, sin fijarse mucho pero esperando pudiera ser algún obstáculo para sus perseguidores. Siguió de largo sin mirar atrás, y se fue directo al ascensor. Presionó el botón para bajar de inmediato, y por un segundo se viró sobre su hombro. Los tres hombres estaban pasando la puerta y se aproximaban.
La puerta del elevador se abrió al instante siguiente, y Matilda prácticamente saltó hacia adentro, haciendo que los tres se estrellaran contra la pared del fondo. Miró de nuevo a afuera, y vio a los tres hombres atravesando la puerta del departamento. Consideró empujarlos, pero en su lugar se enfocó en el botón de la planta baja en el tablero, y lo presionó con su mente, seguido por el botón para cerrar las puertas. Éstas se cerraron lentamente, tanto que Matilda creyó que casi lo hacían apropósito. Y dos segundos antes de que el primero de los hombres lograra extender su brazo lo suficiente para interponerse, las puertas se cerraron, y el elevador comenzó a bajar piso por piso.
Kurt presionó insistentemente el botón para mandar a llamar de nuevo el elevador, pero ya era tarde; ya se había ido, y en su lugar sólo llamó a otro más. Sin embargo, éste iba subiendo desde el sótano, y para cuando llegara los intrusos ya estarían en la planta baja.
—¡Por las escaleras! —Gritó Kurt, y rápidamente los tres se dirigieron a las escaleras de emergencia.
— — — —
Cuando el elevador comenzó a bajar de nuevo, Matilda soltó todo el aire en sus pulmones de golpe; ni siquiera se había dado cuenta de que había estado reteniendo el aliento. Con cuidado bajó a Cole para que se sentara en el suelo, y colocó también a Samara, aún inconsciente, a su lado. El cuerpo de Samara se dejó caer hacia un lado, apoyando su cabeza contra el policía, y ahí se quedó.
—Gran huida —musitó Cole realmente impresionado. Con una mano se sujetaba su muslo adolorido. El vendaje improvisado que Matilda le había puesto ya estaba empapado, pero no creía que fuera el momento apropiado para mencionarlo.
Al mirar de nuevo a su compañera de fuga, vio cómo Matilda tenía su frente y sus manos contra la pared del ascensor, y pudo escuchar cómo respiraba agitada.
—¿Estás bien?
—Mejor mírate en un espejo antes de preguntarme eso a mí —musitó Mtatilda un tanto a la defensiva—. Sólo estoy un poco cansada. Hacía tiempo que no usaba mis habilidades a este nivel y por tanto tiempo.
Mínimo cuatro años, desde esa horrible noche en Chamberlain. Incluso sus dos encuentros pasados con Leena Klammer en Portland y Eola no habían resultado tan extenuantes, aunque en ambos casos había terminado gravemente herida.
Tras tomarse un par de pisos para respirar y recobrar un poco la serenidad, se paró derecha de nuevo, se pasó sus manos por su cara para quitarse los cabellos de la cara, y luego se dio un par de palmadas en sus mejillas como si intentara despertarse. Cole sonrió al notar eso último. Ya la había visto antes hacerlo, y pese a la situación no podía evitar que le pareciera “adorable”de cierto modo.
«Amigo, te estás enamorando» pensó con una mezcla de humor, y un poco de preocupación. Pero ya habría tiempo para pensar en eso después (si tenían suerte). De momento era mejor sólo agradecer que seguía con vida.
—Pero tenemos otra preocupación más grave —indicó Matilda de pronto, mientras miraba la pantalla con los números digitales sobre la puerta. Ya iban en el piso ocho—. No me metí aquí del todo discreta, así que es probable que la policía nos esté esperando abajo. ¿Crees poder hacer algo para quitárnoslos de encima?
Cole meditó un segundo antes de responder.
—Tal vez si hago un par de llamadas. Pero mientras tanto, sea como sea nos pondrán en custodia, y eso no nos ayudará a hacer distancia entre nuestros nuevos amigos de allá arriba y nosotros. Y tengo el presentimiento de que la policía no será del todo confiable para estar a salvo, considerando el tipo de enemigo con el que estamos lidiando.
Matilda chistó con frustración. Cuando se metió de esa forma tan brusca, no había pensado ni un poco en cómo saldría. Pero al parecer no había demasiadas opciones.
Ya estaban en el piso cuatro, y seguían bajando.
—Entonces nos tocará salir como entramos: por la fuerza —declaró la psiquiatra, y de inmediato se paró firme delante de la puerta, y alzó sus manos al frente, lista para lo que tuviera que pasar en cuanto esas puertas se abrieran.
—¿Usarás tu telequinesis contra la policía? —Exclamó Cole, inquieto por la sola idea—. Te expondrás…
—Prefiero eso a dejar que te desangres, o dejar a Samara de nuevo con ese sujeto —declaró Matilda con firmeza—. No perderé a ninguno de los dos hoy.
Cole guardó silencio. En lo personal él nunca había tratado sus habilidades del todo como un secreto ante sus compañeros, pero la mayoría solía sólo verlo como mera excentricidad o como otro de los tantos médiums que suelen ayudar a la policía y uno no se cuestiona demasiado el cómo lo hacen mientras funcione. Pero si Matilda salía por esa puerta deteniendo balas y empujando policías por aires para abrirse paso… eso sería muy difícil de ocultar, y no podría volver a ser simplemente la psiquiatra de Boston que atendía niños con problemas especiales. ¿Estaba realmente lista para hacer tal cosa?
Y en ese momento más que nunca, ambos se preguntaban: ¿qué les diría Eleven que hicieran en un momento así? Realmente les hacía falta su consejo; quizás de haberlo tenido no hubieran terminado en esa situación tan desastrosa en un inicio.
El ascensor se aproximó peligrosamente a la planta baja; ya no había tiempo para vacilaciones.
—¿Listo? —inquirió Matilda despacio, plantando sus dos pies en el suelo y colocando sus manos firmes al frente.
—Mejor que nunca… —musitó Cole, intentando pararse apoyándose en los barandales del ascensor. Samara se quedó sentada en el piso, con su mentón cayendo sobre su pecho.
Llegaron a su destino acompañados del pitido de aviso. Ambos miraron atentos y expectantes a las puertas, hasta que éstas comenzaron a abrirse lentamente, una a cada lado, dejando a la vista el exterior. Matilda se tensó y puso en alerta todos sus sentidos. Sintió como los vellos de su nuca se erizaban y su boca se secó.
Del otro lado de las puertas apareció un policía uniformado, cabeza cuadrada, cabello corto, sujetando su arma al frente apuntando al interior de la cabina. Detrás de él había dos más con sus manos listas en sus fundas, y detrás de estos vio a más personas; algunas con uniforme, otras no.
Matilda aguardó esperando alguna orden o advertencia, algo que fuera su banderazo para soltar sus habilidades y derribar a todos esos hombres como pinos de bolos. Pero eso no vino. De hecho, al segundo después de que las puertas se abrieran, el oficial que estaba hasta el frente dio un paso adentro, su arma entrando primero que él, y echó un vistazo hacia un lado y hacia el otro, recorriendo su vista por ese espacio pequeño, e incluso alzando su vista y su pistola hacia el techo. Y, sin embargo, nunca posó sus ojos directamente ni en Matilda, ni en Cole, ni en Samara.
—Está vacío —informó el oficial girándose a sus compañeros.
«¿Qué?» pensó Matilda estupefacta, compartiendo la misma sensación con Cole.
No tuvieron mucha oportunidad de meditar al respecto pues en ese momento un pequeño estruendo sacudió el lobby, y desde su posición Matilda logró ver una pequeña llamarada brotar de un bote de basura cerca de la puerta.
—¡¿Qué fue eso?! —Exclamó alarmado otro de los policías, y la atención de todos se dirigió en esa dirección.
Un instante después hubo un segundo estruendo similar, ahora desde el fondo, y la pintura del ángel colgada en la pared se prendió en llamas, comenzando a consumirse rápidamente. El fuego no tardó en encender los aspersores, y el agua comenzó a caer como llovizna por todo el recibidor. Los oficiales, confundidos, comenzaron a moverse y algunos a refugiarse creyendo que les estaban lanzando granadas.
—¿Y ahora qué? —exclamó Matilda, ya para ese punto algo fastidiada. Instintivamente retrocedió más adentro en el elevador, un poco asustada, pero más que nada preocupada por la seguridad de los dos que iban con ella.
Las puertas del elevador comenzaron a cerrarse, y Matilda se debatía entre si debían salir o no. Sin embargo, antes de que se cerraran del todo, una mano se interpuso y prácticamente empujó una de las puertas para que se volviera a abrir. El primer pensamiento de Matilda fue que había sido la misma mujer de hace rato, la que le había ayudado a subir. Pero cuando la persona al otro lado se reveló, no fue la que había pensado.
Era una mujer, en efecto. Pero ésta era alta, de cabello rubio y quebrado que caía sobre sus hombros, y unos intensos ojos azules que por un instante a Matilda le parecieron que brillaban como llamas. Usaba una chaqueta de cuero, pantalones ajustados y botas altas. La extraña los observó un segundo, como analizando la situación, y luego pronunció con rudeza:
—Matilda y Cole, ¿no? Si quieren salir de aquí con vida, vengan conmigo.
—¿Quién eres? —cuestionó Matilda confundida.
—En estos momentos su única alternativa. No hay tiempo, vamos —indicó con apuro, y se giró entonces sobre sus pies en dirección a la salida—. Y quédense cerca de mí.
Matilda volteó hacia Cole esperando que él tuviera una compresión mayor de la situación, pero éste únicamente se encogió de hombros; al parecer estaba tan confundido como ella. Pero en efecto, no era como si tuvieran muchas otras opciones de las cuales elegir.
Rápidamente volvió a colocarse a Samara en su espalda, e hizo que Cole se apoyara en ella y avanzara ayudado por su telequinesis. En cuanto salieron, el agua de los aspersores los mojó, el piso a sus pies comenzaba a encharcarse. Aquella sensación el produjo cierta incomodidad a Matilda; en su mente seguía bastante latente en el recuerdo de ese pozo, y la sensación de sofoco que le causó. Pero por encima de aquello, hubo algo más que captó su atención: los policías se movían de un lado a otro, intentaban apagar el fuego y encontrar la ubicación del posible atacante. Sin embargo, ninguno intentaba detenerlos. Pasaban delante de ellos y ninguno parecía reparar siquiera en ellos.
«No pueden vernos…» concluyó Matilda con asombro. ¿Era gracias a algún tipo de ilusión? ¿Acaso era obra de esa mujer?
Al virarse de nuevo a buscar a su misteriosa salvadora, la pudo ver saliendo apresurada por la puerta, empujando ésta con algo de fuerza. Y sólo hasta entonces le resultó un poco familiar. ¿No estaba ella en la entrada justo cuando entró al edificio? No había puesto mucha atención, pero le parecía que sí era ella.
Una vez en el exterior, la mujer cruzó apresurada la calle, pasando como si nada entre las patrullas estacionadas afuera.
—¡Síganme!, ¡no se separen! —les gritó la mujer rubia, sonando más como una orden.
Matilda se preguntó si sería prudente seguirla. Ya estaban afuera, podían simplemente buscar otra ruta de escape. Pero ese “manto de invisibilidad” que les estaba ofreciendo ciertamente era difícil de despreciar. Y además, ella sola cargando a Samara y a Cole; incluso con su telequinesis terminaría cansándose tarde o temprano; ya había comenzado a sentir sus fuerzas menguar. Así que, al menos de momento tendría que seguir a la extraña.
Su guía se dirigió a una camioneta azul al otro lado de la calle. Se dirigió a la parte trasera, abrió la puerta y se metió de un salto al vehículo.
—¡Suban! —Les gritó desde adentro, de nuevo sonando como una orden.
Meterse a la camioneta de una completa extraña; a su madre le fascinaría enterarse de eso…
Matilda ayudó a Cole a sentarse en la orilla y así pudiera subirse por su cuenta, mientras ella cargaba a Samara. Adentro, ambos se sorprendieron un poco a ver a otras dos personas: una chica joven recostada en el suelo, totalmente inconsciente, y una mujer de piel oscura y cabello mitad negro mitad morado sentada en una silla de ruedas, y con su cuerpo inclinado al frente sobre el teclado de una computadora. La mujer no estaba inconsciente como la joven, pero ciertamente parecía estar cerca de estarlo.
Cole se sentó en el piso a un lado de la chica, y pudo contemplar de más cerca su rostro. Le resultó conocido prácticamente de inmediato.
—Es Abra… —indicó con asombro.
—¿Abra? —Inquirió Matilda sin entender; ella igual tomó asiento, sujetando a Samara en sus brazos muy cerca de ella.
Cole tendría que explicarle todo lo que había ocurrido antes de que entrara de esa forma tan espectacular al departamento. Pero de momento al menos él se sentía más seguro de saber que la joven estaba ahí, y que al parecer seguía con vida. Así que desde ahí se había proyectado para salvarle la vida; le debía una, sin lugar a duda. Pero, ¿quiénes eran las otras dos mujeres?
—Listo, Kali —Indicó la mujer rubia con optimismo, dándole un par de palmadas a su amiga en la silla de ruedas—. Lo hiciste bien, colega.
La mujer morena se incorporó, jalando su cabeza hacia atrás hasta que su rostro miró al techo. Con las palmas de sus manos intentó limpiarse la nariz, pues ésta al parecer le había sangrado intensamente.
—Aún tengo el toque —murmuró con bastante debilidad en su voz, aunque intentaba disimularlo con una pequeña risilla despreocupada—. Ahora sácanos de aquí, rápido.
—No tienes que decirlo dos veces —respondió la mujer de la chaqueta de cuero, mientras se colocaba al volante.
Matilda escuchó en silencio todo ese pequeño diálogo, jalando su atención principalmente como su aparente salvadora había llamado a la mujer en la silla de ruedas.
—¿Kali? —Susurró despacio, y al escuchar su nombre la mujer morena inclinó sólo un poco su rostro hacia ella, pegando su mejilla contra su propio hombro.
Ese nombre.
Su apariencia.
La hemorragia en su nariz.
Y la ilusión que los había sacado a salvo de ese edificio…
Los ojos de Matilda se abrieron ampliamente cuando aquel revelador pensamiento le cruzó por su mente.
—Tú… —murmuró despacio con incredulidad—. Tú eres Kali Prasad. Eres Eight…
Aquella mujer se limitó a sonreírle, y volvió de inmediato a poner su nariz en alto para prevenir que siguiera sangrando.
—¿Eight? —Murmuró Cole, ahora siendo él quien no comprendía, aunque la realidad era que la propia Matilda tampoco lo hacía del todo.
Kali Prasad, otro más de los sujetos derivados de los experimentos que el gobierno había realizado en los 70’s y 80’s; los mismos experimentos de los que provenía la propia Eleven. Su antigua mentora le había hablado al respecto, al igual que de otros individuos que salieron de ahí; incluyendo a aquella a la que llamaba “Eight.”
Para cuando logró reaccionar, la camioneta ya había arrancado y se incorporó a la avenida, comenzando su silenciosa huida lejos del Edificio Monarch.
—¿Qué está ocurriendo? —Masculló Matilda sobresaltada—. ¿Qué hacen ustedes aquí?
—Esperemos a estar lo más lejos posible de ese maldito edificio —indicó la conductora con seriedad, mientras aceleraba un poco más—. Tenemos mucho de qué hablar, chicos…
Matilda y Cole se miraron el uno al otro, estando cada uno a un costado contrario de la camioneta. Ninguno tenía la historia completa, y en realidad ni entre los dos juntaban la mitad. Pero con sus solas miradas se dijeron mutuamente que, al menos de momento, estaban a salvo. Así que podían darse el lujo de respirar y descansar, sólo un segundo…
— — — —
Mientras abajo se suscitaba el cao, en el pent-house poco a poco se había recuperado la tranquilidad, o al menos algo parecido a ello. El sillón de la sala había sido puesto de nuevo en su sitio, y Damien había tomado asiento, cerrado los ojos y tomado un segundo para calmar el dolor de su cabeza. Esto resultó un poco difícil, considerando que estaba rodeado por todos los destrozos ocasionados, en especial los de Samara. Entre tanta revoltura de pensamientos, uno un tanto más divertido se le vino a la mente al pensar en lo molesta que estaría Ann al ver ese sitio. No sería barato repararlo, si acaso valía la pena hacerlo.
Abrió tras unos momentos los ojos y recorrió la sala para contemplar a los que seguían ahí con él. Kurt y los otros dos guardaespaldas habían bajado en su persecución por los dos intrusos, y aún no se habían reportado. Sólo habían pasado un par de minutos, pero la impaciencia de Damien lo hacía sentir que habían sido más.
Por su parte, delante de él, Verónica se había autoimpuesto la tarea de barrer los vidrios rotos de la mesa y de las puertas corredizas.
«Siempre tan servicial» pensó con ironía el muchacho. De momento, sin embargo, no tenía muchos deseos de decirle algo. Dudaba que se hubiera ahogado de verdad de haber permanecido más tiempo en el agua, pero si no fuera por ella quizás aún seguiría ahí flotando. Así que de momento no le desagradaba tanto tenerla cerca.
Miró más detrás de Verónica hacia la cocina, en dónde notó a Lily sentada y comiendo… ya a esas alturas no lo sabía, y poco le importaba. ¿Helado?, ¿papas?, daba igual. Su indiferencia a lo ocurrido no le sorprendía. Y al girarse a su zurda, miró a Esther sentada en el suelo contra la pared. Estaba abrazada de sus piernas y tenía su mejilla pegada contra sus rodillas. Su vista estaba perdida en dirección a la terraza, y quizás en el cielo azul que se veía a lo lejos. ¿Qué tanto pensaba en esos momentos? Sólo ella lo sabía.
Damien se viró entonces hacia su lado derecho, y ahí vio a los otros dos: James y Mabel, parados un poco más alejados de todos cerca de la puerta del baño, murmurando entre ellos muy despacio para no ser oídos. Damien se sorprendió un poco al percatarse de que casi se había olvidado de la presencia de los dos verdaderos. Pero en cuanto o vio, y fue consciente de su simple existencia, un pensamiento, o quizás más bien un recuerdo, se le vino a la mente abruptamente. Y esa debilidad y dolor que sentía en esos momentos, fue mitigada por una ferviente furia que lo hizo casi ver todo en rojo.
Agachó su mirada a sus pies. Ahí reposaba una pistola, la cual Verónica había estado evitando en su barrida casi como si temiera tocarla. ¿Era del policía? ¿O quizás de alguno de los guardaespaldas? Daba igual, pues en esos momentos era suya. Así que rápidamente se estiró, tomó el arma firmemente con su mano y se paró de su asiento.
—¿Necesitas algo, Damien? —Le preguntó Verónica apresurada al ver que se paraba, pensando que quizás quería un vaso con agua o algo de comer. Pero no. La necesidad que invadía al chico en esos momentos era otra muy diferente.
James y Mabel en efecto hablaban entre ellos, volteados hacia la pared como niños regañados, pero en realidad querían sentirse de cierta forma aparte de todo lo demás. Ambos estaban realmente alterados por lo ocurrido, pero como siempre James lo exteriorizaba menos; su semblante se mantenía sereno y firme, al igual que su postura. Mabel, por su parte, casi temblaba, y abrazaba contra sí el cilindro con vapor que James le había traído para curarle su herida (ya para esos momentos complementa cerrada).
—¿Qué fue todo esto? —Exclamó Mabel, sonando casi como un reclamo a su pareja, aunque no era precisamente el caso—. ¿De dónde salieron estos vaporeros tan poderoso? ¿Cómo nunca supimos de ellos antes?
—A uno de ellos ya lo había visto —indicó James, recordando de nuevo su primer encuentro con Cole—. Y en esa ocasión también sentí a otra, una mujer. Pero al parecer hay más.
Mabel se mordió ligeramente su pulgar como señal con nerviosismo. Había una época en donde haberse cruzado con individuos como estos la hubiera emocionado tanto como le emocionaría a cualquier niño ver su platillo favorito servido en mantel blanco ante él, totalmente a su disposición. Pero en esos momentos era incapaz de sentir nada cercano a emoción. Aquellos que antes hubieran significado comida para ella, en esos momentos eran un peligro latente para su seguridad. Y eso, una vez más, la hizo rabiar de frustración.
—Hubo alguien más aquí aparte de ese hombre y la mujer, ¿cierto? —Le cuestionó James, incluso más despacio que antes—. La que lo atacó y lastimó. Tú la viste, ¿cierto?
Mabel guardó silencio, teniendo su mirada agachada y pensativa. Claro que la había visto; hubiera sido imposible no verla.
James interpretó su silencio de la mejor forma.
—¿Acaso era…?
Su pregunta quedó en el aire, pues antes de poder terminarla, sin que ninguno lo notara Damien se les había acercado por detrás, y lo siguiente que Mabel sintió fue como el chico la tomaba fuertemente de sus cabellos, y empujaba su cara hacia la pared, golpeando un costado de su frente contra ésta. Aturdida, lo siguiente que sintió fue que empujaba y presionaba su cabeza, haciendo que su mejilla se aplastara con el muro.
—¿Qué no habías sentido nada de nada al tocar su foto, dijiste? —Murmuró Damien con marcada molestia. Alzó el arma que sujetaba en su otra mano, y pegó el cañón directo contra su cráneo—. Al parecer crees que soy un idiota, ¿cierto?
Aquel giro tan repentino llamó de inmediato la atención de todos. Verónica y Esther miraron al mismo tiempo en su dirección, e incluso Lily salió de la cocina para chismosear. James, por su lado, se quedó unos segundos estupefacto al ver esto justo delante de sus ojos. Pero no se quedó en ese estado por mucho.
—¡Suéltala…! —Le gritó furioso la Sombra, y de inmediato estiró su mano hacia el chico, tomándolo firmemente de la muñeca que sujetaba la pistola para apartarla de ella.
—¿Enserio quieres intentarlo? —Exclamó Damien desafiante, volteando a ver al verdadero pero sin soltar ni su arma ni la cabellera de Mabel—. ¿Quieres intentar paralizarme y salvar a tu doncella en apuros? Anda, quiero que lo hagas; en estos momentos me fascinaría que lo hicieras. Pero más te vale lograrlo a la primera, porque si no le meteré esta arma por la nuca a “tu” Mabel, y luego seguirás tú. Así que piensa muy bien lo que harás, Sombra…
Y por unos instantes todo se sumió en un agobiante y tenso silencio, en el que ambos hombres se observaron el uno al otro, a la espera de que cualquiera diera un paso de más, o incluso un pestañeó indebido. James ciertamente vacilaba, pues pese a los fuertes deseos que tenía de salvar a su compañera, el temor que ese individuo le provocaba a ambos era innegable y humillante.
Sin embargo, aunque la amenaza de Damien no era para nada en vano, lo cierto era que una parte de su siempre inmutable seguridad era prácticamente bluff. Damien sabía muy bien que no estaba en las mejores condiciones; nunca antes se había sentido tan agotado y adolorido como en esos momentos, y la verdad dudaba un poco de qué pasaría si en verdad James intentaba paralizarlo con esa habilidad suya. Pero claro, no podía darse el lujo de que alguno de esos dos se diera cuenta de ello. Y quizás todo ese acto era una forma de quitarles de la cabeza cualquier idea que les hubiera quedado de que estaba débil tras lo que habían visto. ¿Funcionaría?, ¿o tomaría el riesgo sin importar qué?
Por suerte la Sombra no tuvo que tomar esa difícil decisión, pues Mabel intervino y la tomó por él.
—Por favor James, no lo hagas —murmuró Mabel con aprehensión, extendiendo una mano hacia él en señal de alto.
La Sombra titubeó unos instantes, pero al final soltó la mano de Damien y retrocedió un paso. Sin embargo, no le quitó los ojos de encima ni un poco. Lo apartaría de ella en cuanto lo viera necesario, aunque tuviera que teclearlo al viejo estilo.
Mabel comenzó entonces a hablarle fuerte y claro a Damien, a pesar que por su posición tan incómoda le era imposible mirarlo directamente:
—Te juro que no sentí su presencia en lo absoluto. Debió haberse ocultado. Que apareciera me sorprendió tanto como a ti…
—Pues eso resulta aún peor, ¿no te parece? —Musitó Damien con amenaza en su voz—. Si no fuiste capaz de percibir que estaba tan cerca de mí, ¿para qué me sirves exactamente? Y si la sentiste y no me lo dijiste, es obvio que puedo contar menos con tu lealtad de lo que pensé.
Alzó en ese momento el revólver y pegó la punta del cañón de nuevo contra su cabeza. James reaccionó de inmediato con la intención de volver a tomarlo, y esta vez dispuesto a hacer lo que tenía que hacer. Mabel se percató de inmediato de esto, y rápidamente alzó una mano hacia él para detenerlo, al tiempo que alzaba su voz en alto para poder ser oída sin duda:
—¡Puedo traértela! Está muy débil y vulnerable luego de su lucha, pude sentirlo. Ya no podrá ocultarse. La rastrearé y la mataré por ti; también a ese policía y a la mujer. Sólo tomaré un poco de vapor y podré encontrarlos a todos. Soy la única que te puede ayudar con eso, y lo sabes.
Damien no respondió nada, aunque tampoco quitó de inmediato la pistola de su cabeza, así que la amenaza latente de que se suscitara un disparo se mantuvo ahí entre ellos, flotando como un denso y penetrante hedor. Si acaso Damien tenía verdaderas intenciones de volarle la cabeza a la doncella en esos momentos, éstas se hicieron a un lado cuando se escucharon pasos aproximándose por el pasillo desde la entrada principal. Al virarse en esa dirección, más allá del hombro de James vio a dos de sus guardaespaldas ingresando a la sala.
Los dos hombres miraron al inicio un poco sorprendidos la escena, pero intentaron recuperar su compostura rápidamente. Aunque, en realidad no se veían del todo firmes y seguros en dichas posturas, lo que le indicó a Damien de inmediato que no tenían buenas noticias.
—Los perdimos, señor —le informó Kurt con abatimiento—. No sabemos qué pasó. La policía dice que no llegaron a la planta baja en el elevador.
—Debieron haber bajado en algún piso y salido por otro medio —informó el otro—, o quizás siguen aún en el edificio. Los están buscando en cada planta, y también en los alrededores.
—Pierden el tiempo —exclamó Lily en ese momento con sorna, jalando las miradas de todos hacia ella—. De seguro ya deben estar lejos de aquí. Al parecer tienen más trucos escondidos de los que parecían.
Una sonrisa astuta, casi burlona, se dibujó en los labios de la niña. ¿Qué sabía o qué creía saber? Daba igual; Damien de todas formas tenía el mismo presentimiento.
—Alguien debió haberlos ayudado —añadió Esther, parándose del suelo—. Con esa pierna herida, ese policía no llegará muy lejos sin atención.
Damien meditó unos segundos, y luego soltó a Mabel abruptamente y se alejó de ella. Ésta, a pesar de que estaba contra la pared, sus piernas casi cedieron y estuvo por caerse, pero James se apresuró a sostenerla.
—Señor —susurró Kurt con voz casi temblorosa, aproximándose a Damien. Éste se viró hacia él de reojo, y su sola mirada le daba a entender que más le valía que lo que iba a decir fuera importante. Y el hecho de que tuviera aún esa arma de fuego bien sujeta en su mano derecha, no le daba más confianza al hombre de seguridad—. La policía quiere subir a que les dé su declaración. William está abajo hablando con ellos para entretenerlos, pero subirán en cualquier momento. Y…
La mirada de Kurt se desvió sutilmente hacia otra dirección en la sala, y en realidad a otras dos personas: Esther y Lily. Éstas dos, y en realidad todos los presentes, comprendieron el predicamento.
—Y no te conviene tener a una prófuga y a una niña secuestrada aquí cuando suban, ¿eh? —ronroneó Esther con tono jocoso.
Por su puesto que no les convenía, y la más de acuerdo con dicha idea era Verónica.
—Hay que sacarlas de aquí de inmediato —espetó la mujer rubia alarmada.
—Gracias por señalarme lo obvio —respondió Damien con sequedad.
Se viró entonces a James y Mabel, apuntándolos con el arma aunque no precisamente con intención de dispararles.
—Llévenselas con ustedes y encárguense de esos sujetos como bien prometieron; luego póngalas a salvo —ordenó con firmeza, a lo que los verdaderos no respondieron nada; no era como si tuvieran de otra en esos momentos. Se giró justo después hacia Eshter y Lily, aunque con actitud menos agresiva—. Y ustedes asegúrense de traer a Samara con vida. Ella y yo aún tenemos cosas de qué hablar.
Y dadas sus instrucciones, se dispuso a caminar hacia su habitación con el fin de quitarse esas ropas húmedas que olían a cloro de alberca, y en general a arreglarse lo mejor posible antes de que la policía estuviera ahí. Pero antes de que pudiera retirarse, una inesperada queja lo retuvo.
—Yo no iré a ningún lado con nadie —exclamó Lily desafiante; Damien se detuvo en seco al oírla—. ¿No has entendido que yo no pienso hacer más lo que tú me digas? —Resopló con fastidio la niña de Portland, y entonces se dio media vuelta y caminó tranquilamente hacia la salida—. Yo me iré por mi cuenta de este circo, justo como lo…
Apenas había dado unos cinco pasos como máximo, cuando sintió abruptamente la presencia de Damien a sus espaldas, casi como si se hubiera materializado justo detrás en un segundo. Y antes de que pudiera voltearse hacia él, sintió como la mano del joven se movía hacia delante de ella y la tomaba fuertemente de su cuello, apretándolo con gran fuerza entre sus dedos. A su vez el chico la empujó contra él, haciendo que su espalda quedara contra su torso, quedando totalmente atrapada.
Los ojos de Lily se abrieron por completo, llenos de asombro pero también de… miedo, esa sensación que tanto había disfrutado en otros. Con su garganta aprisionada de esa forma le era imposible respirar con normalidad, y de su boca sólo salían pequeños gemidos sin sentido. Alzó sus manitas por reflejo, intentando apartar la mano que le apresaba el cuello, pero sus dedos no fueron capaces de moverla ni un poco. Incluso según ella lo arañaba, sin obtener tampoco ningún resultado.
—Tu actitud ya me tiene harto, y mi paciencia se agotó —escuchó como Damien le susurró cerca de su oído, sonando tan agresivo y gutural como si una bestia fuera quien le hablaba—. Así que dime, ¿por qué no resultaría más sencillo ocultar tu cuerpo que seguirte soportando? Si es que puedes decir algo…
Sus dedos se apretaron incluso más contra su garganta. Lily soltó un quejido de dolor, pero nada parecido a una palabra. El aire se le había casi acabado, y no fue capaz de concentrarse lo suficiente para contraatacar de alguna forma, crear alguna ilusión que inundara la mente de ese maldito y lo obligara a soltarla, por la combinación de dolor, asombro y terror. Y también, quizás de manera inconsciente, le daba mucho más miedo el tener que meterse a la cabeza de ese sujeto…
—Damien, espera… —musitó Verónica preocupada, aproximándose cautelosa al chico, aun a sabiendas de que en ese estado en el que se encontraba ella podría salir incluso peor parada. Pero antes de que pudiera decirle algo para calmarlo, alguien se le adelantó.
—No estás pensando con claridad, chico —murmuró Esther, parándose firme a un lado de Damien. Éste la miró de reojo, al igual que la propia Lily. Su rostro a simple vista parecía intentar parecer tranquilo, pero un atavismo de inquietud podía ser percibido si ponías la suficiente atención—. Ya tienes demasiados problemas y a los lobos rascando tu puerta, como para complicarte más las cosas con un homicidio por rabia. Créeme, yo sé de lo que te hablo, y entiendo mejor que nadie las ganas de romperle su cuello a esta pequeña rata de una vez por todas. Pero tú mismo lo dijiste hace rato, ¿recuerdas? Que la necesitabas y que la querías como parte de tu familia; ¿eh? Además, ¿quieres a Samara de regreso? Yo te la traeré, pero necesito a Lily conmigo para hacerlo, ¿entiendes? Sé un Anticristo razonable por una vez.
Esther habló rápido, pero clara, y no le quitó los ojos de encima a Damien ni un instante; posiblemente ni siquiera parpadeó. El chico la observo en silencio mientras le daba todo ese discurso, sin dar seña en su semblante de si surtía algún efecto o no. Al final algo debió funcionar, pues tras un rato soltó a Lily abruptamente, empujándola hacia el frente. La niña cayó al suelo de rodillas, y luego sobre su costado, comenzando a toser con fuerza y a respirar con dificultad.
Leena miró azorada a la niña en el suelo, y casi de inmediato se giró de nuevo hacia Damien, como si temiera que si le quitaba los ojos de encima un segundo ella sería la siguiente en recibir la ira de ese sujeto.
—Ninguno se atreva a volver sin Abra y sin Samara —soltó el chico en ese momento, siendo dicha amenaza tanto para las dos niñas como para Mabel y James—. Las quiero a ambas vivas…
Se dirigió entonces de nuevo hacia su cuarto, y todos se quedaron quietos esperando que se fuera (salvo Lily que seguía retorciéndose en el suelo intentando normalizar su respiración).
—Kurt —exclamó Damien con fuerza ya estando en el pasillo, y el guardia atendió de inmediato a su llamado, aproximándosele por un costado. Ambos caminaron lado a lado por el pasillo, y cuando estuvieron a la distancia apropiada Damien le susurró—: Acompáñalos.
—¿Señor? —Inquirió Kurt un poco confundido.
—No me fio de ninguno. Si te da la impresión de que alguno intenta algo indebido… bueno, lo dejo a tu criterio. ¿Entiendes?
Kurt guardó silencio un segundo, y luego añadió con fría firmeza:
—Sí, señor.
Sin más, Damien caminó hacia su habitación al fondo del pasillo con intención de encerrarse en ella y poder cambiarse. Se encontró sin embargo con la puerta derrumbada, a causa de que la mujer invasora había arrojado a uno de sus guardaespaldas contra ella hasta tumbarla. Aquello podría haberlo hecho rabiar aún más de lo que ya estaba, pero extrañamente pareció tomarlo con algo de humor; aunque eso no le impidió patear un poco la puerta, levantándola apenas unos centímetros del suelo.
Como fuera, igual tenía que quitarse esa ropa mojada.
Mientras tanto, en la sala, Lily había ya comenzado a calmarse. Dejó de toser, y ya respiraba con más normalidad, aunque de vez en cuando se percibían pequeños silbidos que no deberían estar ahí cuando inhalaba aire a sus pulmones. Estaba con su cara contra el suelo, y sus cabellos castaños se desparramaban sueltos por el suelo. Esther la contemplaba en silencio, de pie a un lado de ella. Cuando le pareció prudente, se agachó colocándose de cuclillas a su diestra.
—Oye, ¿estás…? —musitó Leena despacio, y aproximó con cuidado una de sus manos a su cabeza. Pero antes de poder tocarla, Lily se giró rápidamente, apartando bruscamente su mano lejos de ella.
—¡No me toques! —Le gritó furiosa la niña de Portland, incluso después llegando a empujarla con ambas manos hacia atrás. Esther cayó de sentón al suelo. Lily reveló en ese momento que tenía su rostro humedecido y sus ojos rojos; similar a cómo había estado la noche anterior, cuando le hizo aquella herida aún presente en su frente—. No necesitaba de tu ayuda… —musitó con una ferviente agresividad, que Esther notó se le dificultaba mantener.
—Pues bueno —exclamó la mujer de Estonia con indiferencia, parándose y arreglándose su vestido como si nada hubiera pasado—. Como sea, ahora estamos a mano por lo de hace un rato —sentenció casi como una amenaza, y se alejó de ella con profunda normalidad.
Lily se quedó ahí sentada en el suelo un rato más, como si temiera que si se paraba sus piernas la traicionarían y la harían caer de nuevo. Pero al final tuvo que ponerse de pie ella misma; como siempre lo había hecho antes.
FIN DEL CAPÍTULO 101
Notas del Autor:
Comienzo a sentir que Lily ha sido un personaje muy maltratado en esta historia. Aunque bueno, algunos dirían que se lo merece; ¿qué opinan ustedes?
Después de un pequeño receso, volvemos con un capítulo más de esta historia. Matilda y Cole no sólo lograron huir con vida (aunque no intactos) del pent-house de Damien, sino que además pudieron llevarse a Samara con ellos. Lo crean o no, algunas cosas no fueron de la forma en que esperaban que pasaran, pero bueno; hay que adaptarse a las situaciones.
Pero esto no se ha calmado todavía, pues nuestro Anticristo no los dejará escapar tan fácil. Y no hay que olvidar que el DIC está rondando muy cerca. Sin embargo, toca desviarnos un poco y en los siguientes capítulos iremos a recorrer algunos otros temas que habíamos dejando un poco pendiente. Pero no se preocupen, no será por mucho y volveremos más pronto de lo que creen con estos personajes.
¡Nos leemos pronto!
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Muy buenas chicos y bienvenidos al blog y post de hoy ;)
He traído una compilación de personajes ficticios que reúnen una serie de características un tanto similares, lo que me motivó a crear el post de hoy:
Elle Woods, Fa Mulan, Candice White y el coraje de ser tú misma.
Los grupos
“Solo sé quien eres” si todos hemos escuchado eso a lo largo de nuestras vidas, un consejo que suena tan simple que ni siquiera parece ser necesario de decir. Pero vamos que las historias más interesantes suelen ser de personas que realmente son solo quien ellos mismos son y no justamente quienes los demás esperan que sean.
Y se que muchos pensarán “¿A quien le importa quién seas o lo que hagas?”, yo también lo llegue a pensar, pero wow, si alguien actúa de cierta forma que sea inaceptable o lo suficientemente diferente a la del grupo para que sea excluido y marginado.
Es decir un grupo son tres o más personas que comparten un conjunto de intereses, valores, creencias y objetivos, y si alguien quiere ingresar pero no cumple con estos requerimientos los miembros del grupo lo apartan, si fuera el ejemplo de un grupo escolar aunque deban ocupar el mismo espacio por la clase, probablemente sea marginado a un lugar desagradable o como objeto de burlas.
Personaje por personaje:
Elle Woods: Elle es una chica de California, de clase acomodada y que era muy feliz con su vida tal cual estaba pues lo tenía todo, una familia que la amaba, amigas, dinero, belleza y un novio. En sus planes no estaba ir a la universidad, pues podría casarse después de la preparatoria con su novio y pasar una vida feliz (ven que en Estados Unidos se puede hacer eso :v) Sin embargo Warren su novio la termina al finalizar la preparatoria, ya que la tomó como una novia con quien divertirse en la prepa para después concentrarse en ser senador y tener una novia digna de un senador en sus propias palabras: Una Jackie no una Marilyn.
Cosa que hiere a Elle profundamente pero decide seguirlo hasta Harvard y entrar a la escuela de leyes, conoce a Vivian su rival amorosa, se da cuenta de que a pesar de que ella llegó con toda la intención de encajar en Harvard la gente no la acepta porque no es a lo que estan acostumbrados ver en una universidad, su alegría, vitalidad y su forma de confiar y buscar agradar a otros les parece antipático a todos, pues no la consideran seria.
Eso es un golpe duro para Elle, pues se siente marginada y prejuzgada por ser como es, (sin embargo, su video ensayo fue completamente auténtico y le agradó a los principales de Harvard ojo aquí)
En una noche después de que Vivian abusara de su buena fe y de que Warren la subestimara e insultara decide demostrarse a sí misma y a los demás lo valiosa que podía ser, compró los materiales necesarios para estudiar leyes de forma provechosa, ropa a su estilo pero mas adecuada para abogada y estudió por si misma y muy duro, llegando a superar a Vivian y Warren.
Siendo fiel a sus convicciones y a su propia forma de ser, llegó a una firma de abogados aunque fuera de práctica y se ganó la confianza del cliente. Sin embargo, duda cuando todo iba mejor (como suele ser de hecho), cuando su profesor decide acosarla y ella piensa que a pesar de sus esfuerzos nadie puede ver más allá de su físico.
Y justo cuando estaba a punto de renunciar la misma profesora que la trato de forma dura el primer día de clases le dijo que si se iba a ir por un cerdo idiota como el profesor que la había acosado, entonces no era la estudiante que ella pensaba. Lo que reconforta a Elle pues su profesora más dura había notado su lucha y progreso, por lo que se da cuenta que no fue en vano y que había avanzado mucho, no abandonó a su cliente y la defendió de manera exitosa. Warren la busca pero Elle lo rechaza y en cambio se queda con Emmet, quien la apoyó desde el primer día.
Elle a lo largo de toda la cinta luchó por ser quien era dentro de la escuela de leyes de Harvard, pasando por los prejuicios de todos, desde sus propios padres, sus amigas quienes pensaron que solo había ido a Harvard para traer de vuelta a Warren y los mismos estudiantes quienes la miraban hacia abajo pues no la veían de su mundo, y aunque se adaptara seguía resaltando, por ejemplo su cv era rosa y estaba perfumado, era su naturaleza. Y su naturaleza la hizo llegar tan lejos como para dar el discurso de graduación. Resaltando que “Deben tener fe en la gente y sobre todo en sí mismos....lo logré :3”
Fa Mulán: Es una joven proveniente de China, en la época de la guerra con los hunos, (por cierto que solo voy a abarcar la Mulán animada de Disney, no he visto la película del 2008 y si vi la del 2020 pero no me gustó y no va con lo que quiero mostrar aquí xD) que aspiraba a llevar honor a su familia siendo casada con un buen marido y siendo una mujer admirable. Lo que sucede es que era un poco descuidada, y distraída. Lo que preocupaba a sus padres, y a su abuela que le regalo un grillo de la suerte para que le ayudara en su misión. Lo que resulta un tanto contraproducente pues termina en un lío que hace enojar a la casamentera y a Mulán decepcionada por no poder haber hecho nada por llevar honor a su familia, y sintiéndose culpable por ser quien es
Después de que su familia la confortara y de escuchar los tambores anunciando la llegada de gente del emperador, después de verificar que la guerra ha crecido tanto que necesitan a civiles para entrenarlos y hacerlos soldados, ve que su padre es reclutado y el no quiere negarse a ello a pesar de su edad y su salud. Mulán no puede con la idea de dejarlo ir a la guerra pues sabe que moriría, entonces después de mucho meditarlo y de ver que su madre también sufre por la situación se determina a tomar su lugar e ir a la guerra. Toda la escena es muy simbólica, entra a pedirle protección a sus ancestros, toma el pergamino de su padre y en cambio deja su peineta, corta su cabello a pesar de que le costó dar ese paso, se pone el uniforme de su padre, alista su caballo y sale. Luego el gran dragón de piedra abre los ojos.
Esto lo interpreté como que el gran dragón de piedra no despertó cuando los ancestros le dijeron a Mushu que lo despertará pues el dragón ya había despertado en Mulán.
Después de un duro recibimiento que resultaba más difícil de lo que esperaba, se siente decepcionada de si misma una vez más, pues no tiene la fuerza que un hombre por su fisonomía y complexión tiene, y tampoco tiene la condición física que los entrenamientos necesitaban, la tropa tampoco ayuda pues al ser civiles reclutados, no tienen la disciplina y motivación de un soldado, lo que también baja la moral de todos, incluyendo al general Shang, quien empieza a rendirse poco a poco. Hasta que una noche Mulán decide que no importa cuanto le tomé superaría la primera prueba que nadie había podido pasar, lográndolo hasta el amanecer. Pero a tiempo para que todos vieran que su empeño dio frutos y reanimando los ánimos en general, para esforzarse de nuevo y con un mayor sentimiento de unión.
Descubriendo que el trabajo duro y sobre todo el trabajo inteligente es la clave para llevar un buen progreso confía más en si misma y le lleva a idear planes rápidos de emergencia pero estratégicamente eficientes para la guerra. Después aún de ser descubierta y abandonada en la montaña reconoce que tal vez nunca lo hizo por su padre sino por probarse a si misma a través de un ambiente tan hostil como la guerra. Lográndolo y habiendo logrado la confianza de su equipo tienen éxito en salvar a China. Otra escena simbólica es cuando las flores florecen, dando a entender que Mulán había florecido en la adversidad, sin temor nunca más a ser quien era, pues siendo solo ella pudo ser heroína de China.
Candice White A.: Candice o como le decían todos “Candy” es una vivaz y alegre joven de los años 1900′s, Estados Unidos, huérfana, criada sus primeros años en “El hogar de Pony” de la señorita Pony, quien cuidaba y acogía amorosamente a los niños hasta que alguien los adoptara, o hasta que fueran mayores para decidir que hacer con su vida. Candy creció siendo muy unida a su amiga Annie, quien fue adoptada por los Brighton una familia rica y muy pronto comenzó a avergonzarse de su origen y de sus viejos amigos por lo que dejó de escribirle a Candy, lo que la hirió y la hizo vagar sin rumbo un rato, siendo encontrada por un apuesto joven de 17 años vestido con el traje de gala escocés y tocando una gaita, la confortó y le dijo que era mucho más bonita cuando reía que cuando lloraba, palabras que Candy nunca olvidó, y aunque desapareció tan de pronto como apareció, Candy lo idealizó como su primer amor.
Poco tiempo después fueron a adoptar a Candy, quien deja un hueco en el corazón a todos en el hogar de Pony pues era una chica que llenaba de alegría los corazones de todos, al llegar a su casa adoptiva la marginan y maltratan pues tenían toda la intención de adoptarla como sirvienta. Siendo aún mas blanco de marginación porque no era dócil ni sumisa, y llamaba mucho la atención. En uno de sus paseos lejos de la mansión de los Leagan llegó a un río con una presa que llevaba el símbolo Andrew, y así conoció a Archiebald C y posteriormente a Alistair C, los cuales quedaron encantados con su personalidad extrovertida, vivaz y alegre, tratando de incluirla en sus vidas y de conquistarla ambos la invitan a un baile Andrew, dónde finalmente conoce a Anthony Brown quién también queda encantado con ella y un hombre misterioso pero amigable llamado Albert. Es una chica encantadora para ellos, pero no así para los demás que trataron de quitarle atención marginándola aún más, recordando su origen del cual Candy jamás se avergonzó, sino todo lo contrario, estaba orgullosa de haber crecido en un lugar dónde se inculcara amor, respeto y pensamiento independiente. Después de muchas travesías Candy fue adoptada por los Andrew y sigue sin ser bien vista por los miembros de la familia más que por los jóvenes Anthony, Archibald y Alistair, pues sigue cuestionando todas las reglas y no cumpliendo las que le parecen que la privan de su libertad, después de la desafortunada muerte de Anthony Brown ella va a Inglaterra dónde continúa desafiando las reglas del colegio, pero dónde se encuentra con otro rebelde que termina siendo uno de sus grandes amores, Terry Grandchester.
Candy sigue encantando a Archibald, Stear y ahora Terry, pues su actitud nada abnegada, valiente, decidida y auténtica les es un alivio, puede ser feliz por sí misma pero decide alegrar a otros, es bonita y es interesante para conocerla y convivir con ella. Annie Brighton se da cuenta de que Archibald se enamoró de Candy por ser ella misma mientras que ella que gusta de él, intentó cambiar lo más que pudo para gustarle a Archie. Se da cuenta de su error y lo rectifica.
Sin embargo, la travesía de Candy de solo ser quien es no termina en Londres pues entra de enfermera y en el hospital su actitud le sigue pareciendo extraña a las internas de enfermería, no así a los pacientes quienes agradecen una enfermera atenta y amorosa, el profesionalismo es indispensable, pero la actitud de cuidado y preocupación también es importante, por eso llegó a ser una buena enfermera. A pesar de todos, :3
Nunca tengas miedo de ser quien eres, te abrirás camino :3
https://www.youtube.com/watch?v=cwLRQn61oUY&list=PLGCs9FNpMtn-Tj3z8XnfdMibx-Wj3-fBJ
-Aonia de la Tour
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Hola Ruri! Espero estes bien. Quería saber si tienes teorias sobre lo que puede pasar en el ultimo capitulo de AOT? Especialmente con EM. En general veo mucha negatividad, la mayoria espera un final tragico, donde casi todos mueren... Pero despues de haber leido el capitulo yo me siento 100% positiva? Siempre creí que EM iba a ser canon (de alguna u otra forma), leia las teorias de varios en el fandom incluyendo las tuyas, tenia bastante espectativas para el 138 con EM. Pero lo que hizo Isayama sobrepasó TODO lo que creía jajsjs (siempre pense que veriamos una confesion, pero un beso y un universo alterno?). Tengo fe en que Eren no morirá y que va a vivir con Mikasa en algun lugar como en el UA, los titanes se revertirán, Armin se va a encargar de llevar la paz al mundo y shalalala. Sé que sueno demasiado optimista siendo que la mayoría piensa distinto (creo que los mas positivos son los EM shippers), pero me es imposible ver un final triste despues de los cap 137, 138 y en general como ha ido hilando la historia Isayama. Disculpa lo largo! Espero que estes disfrutando que finalmente EM sea canon 🥺
Hola!!!!
Estoy bien 😊 gracias! Espero que andes muy bien también!
Qué lindo recibir un ask en español! Me va a dar algo 😂💖
Bueno, a ver... No te preocupes creo que todos piensan distinto... Yo pienso distinto de un rato a otro. Pero no noté que a nadie siendo negativo salvo por la línea final del capítulo. Sí a los dudebros y a los EHs, pero era de esperarse. Algunos Eren stans hardcore también. En contraposición tenés al delulu gang (seguro sabrás que así se llaman a sí mismos) que piensan que terminará todo en un happy ending.
Sobre el final, creo que lo único que podemos hacer es ver los lineamientos generales de la historia y atenernos a eso.
Tenemos el lema "cruel pero hermoso". El final mínimo tiene que ser bittersweet. Trágico trágico no, definitivamente. 100% happy, tampoco sería muy acorde a la serie quizás. Isayama, además, nunca fue de borrar las consecuencias de los actos de sus personajes sino más bien de hacerlos aceptar con dignidad aquello que hicieron siguiendo su voluntad y naturaleza. Descarto un poco cualquier idea de Isayama con un au donde nada malo pasa o Time loops corrigiendo la historia para que nunca pasen. Siento que va en contra del mensaje que apela más a la realidad y por ejemplo, a lo que hizo Mikasa con su "algo" (como dice en Lost Girls) que experimentó.
Después estoy pensando que sí o sí se va a tener que compensar toda la miseria. No se salvó ni falbi en este capítulo y ya es mucho. Absolutamente nadie es feliz, teniendo en cuenta la imagen general de las cosas. Es más, me sorprende que todos ya habían hecho las paces y zaz! Todos titanes. Fue muy despiadado.
Aún así, entiendo y es muy Isayama. Es igual que en el capítulo 131 que fue HORRIBLE y al final de la nada Aruannie. Es deliberado por supuesto. Isayama se maneja con contrastes bruscos de crueldad y belleza. Es una elección estética y de convicción por así decirlo.
Me siento un poco descalibrada con las predicciones en este capítulo porque esperaba poco para algunas cosas como el romance y poco para la crueldad. No esperaba que Jean, Connie y Falbi fueran sacrificados. Me sorprende que Levi se haya salvado y no me lo creo casi.
En cuando a EM... Apenas lo vi, chillé. Le mandé audios gritando como estúpida a dos amigas (una shipper y la otra no... Pobre de esta última que habrá pensado que soy una payasa terrible). A primera vista fue hermoso. Pero fue un cimbronazo. Demasiada información, demasiado contenido y me tuve que sentar a digerirlo por partes. Todavía tengo que releerlo para ver las peleas y los destrozos pero también estoy esperando la versión oficial por la traducción.
Ni por asomo esperé un beso. Esperaba su equivalente que es el tema de la bufanda, Eren dándosela nuevamente o algo así. Le pedí a todos los dioses y santos que habrá tenido la humanidad que por favor Mikasa no tuviera contacto con la cabeza decapitada de Eren porque tengo un trauma personal con la historia bíblica de Salomé y Juan Bautista, más un manga de Clamp que... Es muy crudo y no lo supero aún. Pero bueno...
El "algo" que experimentó Mikasa fue por un lado lindo, por el otro... Fue una reafirmación de que las cosas tampoco hubieran funcionado si ella daba otra respuesta. Como todos los au, esto implica que en la realidad a la que pertenece Mikasa, ella no expresó sus sentimientos en el momento justo y no se puede cambiar... Por lo menos es la idea que tengo del tipo de timeline que construye Isayama.
Toda esta escena la entiendo como una especie de mensaje que le armó Eren (o Ymir) en un acto de compasión para explicarle la verdad, que él no la odia y que le desea la libertad de todo sufrimiento alguno. Él, como es tonto, le pide que lo olvide para ser feliz... Cuando ella piensa que el mundo es hermoso justamente por su existencia.
En sí, sabía que esto iba a pasar entonces no me tomó por sorpresa. Que ella duela la que lo matara...... Sí pero a la vez no. Me acuerdo que el año pasado le planteé a momtaku que podría ser un mercy killing, después leí el manga que inspiró a Isayama y me llevó a pensar que ella no tendría que hacerlo.. pero Isa fue por el lado got a su modo. En todas mis consideraciones, si pensaba que ella lo mataría, siempre sostuve que iba a ser sin odio, porque eso no contribuiría al mensaje de la historia. Así fue.
Ymir mirándolos también era algo que esperaba. Me alegra la idea de que quizás Ymir este complotando todo para ayudar a que Eren comprenda el valor de su vida y su verdad.
Tema muerte: para mí está muerto. Ojo! No sé si va a ser permanente. Siempre supe que Eren tendría que atravesar/enfrentar la idea de la muerte. Siendo que es una parte de la vida y su nacimiento siempre fue un tópico, la muerte tenía que ser desarrollada también. Además, es un tema que apela a todos los seres humanos. Lo veo a Isayama y su trabajo filosófico (más aún después del 137) y no creo que se resista a tocar el tema del miedo a ser olvidado... porque Eren le pide eso a Mikasa pero significa mucho más que eso... Primero, significado que quiere borrar su existencia de la memoria de la persona que más lo ama en el mundo... Aquella para la cual su existencia es lo más preciado del mundo. Segundo, él personalmente y aunque no lo diga, le debe doler el espíritu pedirle eso, saber que le hace daño o que su recuerdo podría ser amargo para ella. La memoria es aquello que hace inmortal a lo mortal. Es aquello que supera el dolor y la inexorabilidad de la muerte. Él se está negando eso y eligiendo desvanecerse del mundo. Alguien como Eren que está hambriento de reconocimiento, validación y amor.... Bueno. Le debe doler bastante.
Disimuladamente quiero que Isayama haga pasar por eso a Eren. Quiero ese mensaje de dignidad y orgullo. No obstante, hay algunas huellas que apuntan a que de alguna manera Eren va a superar la muerte. Itterasshai tiene esa idea de retornar, de regreso y volver a verse. Si Mikasa le dijo eso, es porque ella cree en algo más fuerte que la muerte. Y más allá del angst, sería lindo que sus voluntades se sobrepusieran incluso a algo tan "tenebroso" como el fin de la existencia. Apunta a un amor más poderoso que uno terrenal. Uno que supera la calamidad y el tiempo.
Igual he visto que esta idea no cae tan bien. Todos quieren un final con Eren y Mikasa juntos en ese mundo. Yo me pregunto las circunstancias de un final así. Para que eso pase, Eren debe o huir, cosa que me parece que va en contra de ese au que vimos, o todo se debe revertir a cero, y como dije antes, no lo veo a Isayama haciendo eso. Que Mikasa o Ymir creen un mundo alterno para los dos podría ser algo posible. Creo que es la única forma en que lo veo como happy ending. De todas maneras, tómalo con pinzas 😂 puedo perfectamente estar equivocada. Pero en conclusión, no van a estar separados (para siempre).
Perdón por la longitud de la respuesta!
Gracias por la pregunta!
🌸
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[ESP] AFTER L!FE — Capítulo 4: Coliseo del Anhelo —
— 1: Día del Duelo —
*Silbido~~~*
— Louis: Finalmente... El momento a llegado... ¡El día que he estado esperando por tanto tiempo!!!! ¡La noble y grandiosa Espada de los Recuerdos!!!
*Brillar*
— Louis: ¡...Eso es... perfecto para un generoso príncipe como yo! ¡Mwahahaha!!!!
[Cyrille: Recolector del Tesoro, candidato número 3-D. Nombre: Louis. Nombre Completo: Louis Grace... Ah, ¿A quién le importa...? Solo lo llamaré Louis. Escuché que su trauma está relacionado a su trono... Hmmm, ¿Su trono fue robado? ¿O quizás él no estaba satisfecho con su compañera de matrimonio? Qué extraño. Él está tan calmado y sereno, a diferencia de los otros Segadores de Almas que parecen extremadamente nerviosos. Aunque él es el candidato menos preparado, mira sus incesantes bravatas... ¡Su músculo esternocleidomastoideo completamente relajado! Hmmm~ Él no debe ser tomado como una competencia fácil. Para calificarlo como un rival... Le daré un 6 de 10.]
— Ethan: Ese poco elegante idiota no parece cerrar su boca, tsk. Tendré que enseñarle una lesión así no se atreverá a abrir su boca de nuevo.
*Azotar*
[Cyrille: Recolector del Tesoro, candidato número 4-D. Nombre: Ethan. A juzgar por como su voz es más baja de lo usual, su sensibilidad ha disparado. Bueno, él era sensible y tenía mala personalidad, independientemente... Pero su nivel de concentración es incomparable. Hmmmm, él puede ser un rival poderoso. Le daré 7 puntos de 10.]
— June: ¡Ethan! ¡Louis! ¡Por favor, paren de pelear!!! Aunque venimos de diferentes familias, ¿No somos hermanos de corazón?!?!
— Ethan: Cállate. Sal de mi camino.
— Ghilley: .....
— June: ¡Somos hermanos! ¡No se puede negar!! ¡Pero por hoy, no retrocederé de este desafío tampoco!!! ¡Veremos quién dura más! ¡Justamente! ¡Como verdaderos hombres! ¡AHAHAHA!!!!
[Cyrille: June... él es... ni siquiera vale la pena darle una puntuación. Idiotas. Yo seré el que clame la Espada de los Recuerdos. Yo soy el que necesita más la Espada de los Recuerdos.]
[( — Cyrille: ¡Solo fui un sustituto de tu hermano menor de todos modos! ¡No soy tu hermano menor!! ¡No soy tu lunático hermano que saltó en frente de un tren!
— Scott: ¡Cyrille Toman! ¿Cómo te atreves de decir eso en mi cara...? Estoy tan decepcionado de ti.
— Cyrille: Bien... ¡Bien! ¡Vete! ¡Vete!!! ¿Piensas que consideraría a alguien como tú como mi familia?? )]
(Cyrille: Aunque han pasado muchos años desde ese incidente... No puedo olvidar la cara de decepción de Scott-san . Aunque es imposible retirar lo que has dicho, es posible borrar físicamente un doloroso recuerdo usando la Espada de los Recuerdos... La Espada de los Recuerdos es mía.)
— Louis: Eeeh~ ¿Estás escribiendo tu observación del físico de tu príncipe en tus notas?? ¡Vos sos, de hecho, el adorador oficial de Louis del 14º departamento!
— Cyrille: ¡!!!!
— Louis: Siento arruinar tu momento, pero... La Espada de la Memoria ya está mirando al Príncipe Louis~ Puedo sentirlo instintivamente sin ni siquiera mirar, ¡mwahahaha!!
*Arrebatar-*
— Cyrille: ¡Devuélveme mis notas!!!!
— Louis: ¡Mwahahaha!! Veamos, veamos. ¿Debería leer el análisis de los otros Segadores de Almas también~?? [Recolector del Tesoro, candidato 4-N. Nombre: Aitachi. Carga con la culpa de no haber podido proteger a su tribu de un espíritu vengativo. Físicamente pequeño, pero posee un mentalidad fuerte. Pero él es solo un niño, así que no durará un largo-]
— Aitachi: ¿QUÉ?!?! ¿Así es como piensas de mí, Cyrille???? ¡Soy un guerrero de la pradera y líder de cientos de soldados! ¿Cómo te atreves a despreciarme?! ¡Te haré pagar!!!
— Louis & Cyrille: ¡AHH!!!!
— Manager: ¡Cyirille, Aitachi!!! ¡Deténganse justo ahí!!!!
— Aitachi: ¡Ten una probada del poder de un guerrero!!!!
(Manager: ¡Ahh!!! ¡Me está ignorando completamente!!!)
*Ruido sordo*
— Cyrille, Aitachi & Louis: ¡!!!!
— Kirr: Somos hermanos. Los hermanos no se pelean. Guarden su energía para la competencia.
(Manager: Whoaaa, ¡Kirr!!! ¡Esto es increíble! ¡Su entrada en solitario está abrumadoramente intimidante...! Es como si un guerrero Espartano estuviese justo en frente de mí.)
— Cyrille: *Toser, toser* Todo lo que tiene es fuerza física. No hay mucho que ver aquí.
— Louis: Ahem, ¡Qué blasfemo! ¿Cómo te atreves a ordenar al Príncipe...!
— Kirr: No pelearemos. Y Louis devolverá las notas de Cyrille. ¿Tengo que repetirme?
— Louis & Cyrille: N-N-N-No. No estamos peleando~
— Louis: Aquí, tus notas. Tómalas.
(Manager: Kirr... Organizó la situación con su entrada en solitario...)
— Sei: Ahora que todo está bajo control... Creo que es momento para que la Manager entre. Aquí, toma este megáfono.
— Manager: Bien.
(Manager: *Suspiro*... Incluso me pone nerviosa hoy.)
— Manager: Ah, ah. Ah, ah- ¡Todos parecer listos! Como quizás sepan, es un día importante que solo viene una vez cada 1000 años SRE, donde un Segador de Almas será el 494º Recolector del Tesoro. Al campeón, Recolector del Tesoro, que pelee y derrote a los obstáculos dados, no solo se le dará la reliquia legendaria del Otro Mundo... sino que también se le dará el honor de grabar su nombre en las paredes del Coliseo. La reliquia de será dada esta vez al campeón es la Espada de la Memoria, que puede borrar cualquier recuerdo que deseen. ¡Así que los insto a dar lo mejor y mostrar las habilidades por las que han estado entrenando tanto!
— Segadores de Almas: ¡Si!!
(Manager: Realmente espero que todo termine sin ningún problema...)
— 2: Espada de los Recuerdos —
*Ruido----*
— Kati: ¡WHOA! ¡LAS PUERTAS SE ESTÁN ABRIENDO!! ¡A LA CARGA!!
— Quincy: ¡Este idiota! ¿Piensas que este es un juego de guerra o algo?
— Day: ¡Whoaaa!! ¡Es ENORME~!!! ¡Es exactamente como lo vi en las películas!!!
— Jamie: ¿De qué están tan emocionados~? Es solo del tamaño de mi granja... (Ya veo~ Es del mismo tamaño que mi granja...)
— Day: ¿...? ¿Tu granja es así de grande, Jamie??
— Manager: Ughh... ¿Pueden ser al menos un poco más serios que esto...? ¡!!! Whoaaa... ¡Esto es descomunal!!! ¡No esperaba que sea ASÍ de grande...! ¡Había oído del legendario Coliseo, pero ahora que lo veo con mis propios ojos... es como si estuviese en un mundo completamente diferente, Sei!!! ¡No puedo creer en mis propios ojos! ¿Estoy soñando???
— Sei: Pffft, dijo la que estaba molesta de que los Segadores de Almas no fuesen serios...
— Manager: ¿No estás sorprendido, Sei? ¿Incluso después de ver este majestuoso Coliseo???
— Sei: Este es solo el comienzo, Manager. Tienes que mirar por todas partes. Mira a lo alto de la plataforma central, por allá.
— Manager: ¿A lo alto... plataforma central... alto... dónde...? ¡AHH!!! ¡Wh...Whoaaa...!
— Segadores de Almas: Esa es... ¡Es la Espada de los Recuerdos!!!
— Louis: La Espada de los Recuerdos es mucho mas hermosa de lo que esperaba, ahora que puedo verla con mis propios ojos... ¡La larga espada luce intensamente frágil, pero sus resistentes hojas pueden resistir cualquier calor intenso...! Mira el sello grabado con los antigüos caracteres del Otro Mundo... ¡Está pintado en oro sagrado!! ¿Has vos sido testigo de cuan harmoniosa la Espada de los Recuerdos estará con el Noble Príncipe Louis?! ¡Mwahahaha!!!
— Aitachi: ¡Tales tonterías! ¡No hay duda que un valiente guerrero como yo va mejor con la espada!!
— Mori: Ehhhh~ ¡Me pondré de por vida si puedo poner mis manos en esa espada~!**
— Quincy: ¿Es todo sobre dinero para ti, Mori?
— Youssef: Bueno, bueno. Todos, relájense.
(Manager: Pffft, todos perdieron sus cabezas. Ni siquiera Noah, quien parecía desinteresado, puede quitar sus ojos de la espada. Y Ghilley está... ¿Uuuu?)
— Sei: ¿Dónde está Ghilley, por cierto, Sei? ¿A dónde ha ido?
— Sei: Él está en el muro donde los nombres de los campeones son grabados.
— Ghilley: ...
(Manager: ...Ghilley...)
— Ghilley: *Suspiro*...
(Manager: Puedo decir que él está preocupado desde atrás... Tal vez esta no es su primera vez viniendo aquí desde que él fue un Segador de Almas por un tiempo muy largo... ¿Mmmm? Espera, no puede ser posible. La última competencia fue hace 1000 años SRE atrás... No hay manera...)
— Manager: Ermm, ¿Sei?
— Sei: ¿?
— Manager: Leí los documentos de Ghilley hace un par de días y, fue extraño no hubiese alguna información acerca de él además de su carrera como Segador de Almas. El ambiente a su alrededor mientras trabajaba en el departamento... cómo fueron sus compañeros... cuánto tiempo ha estado trabajando como Segador de Almas... ¿Sabes algo sobre el pasado de Ghilley, Sei?
— Sei: Hmmm... Tampoco estoy seguro, pero... Estoy al tanto de que el Ghilley del pasado es muy diferente del Ghilley que conocemos ahora.
— Manager: ¿Diferente del que conocemos ahora...?
*Paso- paso-*
— Ghilley: ...
[( — Carl: Esas almas no sabían que eran sus últimos momentos. Deberías al menos haberles dado el tiempo de aceptar su destino.
— Ghilley: Incluso si les daba el tiempo, el hecho de que era su último momento no cambiaría. Es todo sin sentido. Nuestro deber es cazar almas. Si ellos se vuelven espíritus vengativos, solo tenemos que cazarlos de nuevo.
*BLAM- BLAM-*
— Ghilley: ¡!!! )]
(Ghilley: Los recuerdos que quiero borrar no son causados por alguien más. Quiero cortar todos esos recuerdos de inmediato. ...Los recuerdos del terrible, sin piedad Ghilley... los recuerdos de mi propio pasado. Tengo que ser yo. El que clame la Espada de los Recuerdos.)
— 3: Misión —
— Manager: Ahora que todos están aquí, explicaré la misión para la competición de hoy. La misión que tienen que cumplir para volverse el 494º Recolector del Tesoro es...
*Glup-*
— Manager: ¡Superar su Energía Oscura Interna! Es vital para un Segador de Almas vaciarse a sí mismo para poder enfrentar varias almas con sus propias circunstancias únicas. Una oscura energía negativa puede ocasionalmente causar que tomen decisiones ilógicas. Para proporcionar una guía imparcial a las almas, tendrán que enfrentar, perseverar y conquistar su oscuridad interna. Estoy bastante segura de que se han preparado para este momento, pero seguirá siendo un desafío para enfrentar al monstruo que hizo su oscuridad interna.
— Ghilley: ...
— Manager: Aunque puede ser difícil, serán capaces de clamar la Espada de los Recuerdos si soportan y superan el desafío. ¡Así que los insto a dar lo mejor de ustedes!! Sei los monitoreará a cada uno de ustedes y, presionará el botón de apagado forzoso en caso de emergencias. Así que no se preocupen demasiado. Entonces, ¡Buena suerte a todos!
— Segadores de Almas: ¡Si!
— Sei: Entonces, ¿deberíamos ir al área designada para los supervisores, Manager?
— Ghilley: *Suspiro*...
— Louis: ¿Estás vos nervioso ahora que ya casi es tiempo?
— Ghilley: ...
— Licht: De seguro que está nervioso~ estás mucho más callado de lo usual, querido~ ¿Quieres que te ayude a relajarte?
— Ghilley: ...No hay necesidad de preocuparse por mí. ¿Lo has olvidado? Esta competición es esencialmente un torneo de supervivencia... ¿Por qué no te enfocas en controlar tus propias emociones y no en mí?
— Licht: Pero aún, no puedes dar un hombro frío así, querido~ Estás actuando terriblemente diferente de lo usual~
— Ghilley: ...
*Tap-*
— Licht: ¿?
— Youssef: Sé que estás preocupado, pero dejémoslo solo hoy, así puede concentrarse.
— Licht: Hm...
*Crank- Boom*
— Licht & Youssef: ¡!!!!
(Kirr: Las puertas del Coliseo se están cerrando una a una. Solo espera, Deer. Te destruiré por lo que me hiciste y comenzaré una nueva vida.)
*Crank- Boom*
(Aitachi: Recuerdo vívidamente como si hubiese sido ayer cuando yo aturdido y sin esperanzas, fui incapaz de salvar a mi tribu... El dolor me mantuvo despierto por incontables noches sin dormir... Atormentándome con el dolor que mi tribu tuvo que sufrir... ¡Hoy es el día en el que finalmente derrotaré a ese maldito espíritu vengativo y me volveré un verdadero Segador de Almas!!!)
*Crank- Boom*
*Wooo~*
(Ghilley: La calma y el silencio, como si el tiempo se hubiese congelado... Un sentimiento familiar... Ha comenzado.)
— Sei: Cuando estés lista, Manager.
— Manager: *Suspiro*... Bien. Estoy lista. Solo estoy un poco nerviosa...
(Manager: Solo espero que nadie salga herido...!!)
[¡La competencia del 494º Recolector del Tesoro comenzará ahora!]
*Fiw- Blam*
*S-s-s-s-s*
— Theo: ¡AHHHH! Ese es un... ¿Un Monstruo de polvo??!?! Eso es... ¡Eso es desagradable!!! ¡No me toques!!!! ¡Aléjate de mí!! ¡No vengas! ¡No vengas te digo!!
*Bip-bip-bip-bip-bip---*
— Sei: ¿Mmmm? El pulso de Theo está escalando rápidamente. Que inesperado... Theo es usualmente calmado y compuesto...
— Manager: ¡!!! Por supuesto... ¡La suciedad es el miedo interno de Theo...!
*Bip-bip-biiip*
— Manager: ¿Esta vez es Louis?!? Pero solo pasaron 5 minutos...
— Louis: ¡AHHHH! ¡Lady! ¿Por qué mi cara en el espejo está llena de arrugas?!?!?! ¡Esto es horrible!!! ¡Shu, shu! ¡Vete de aquí, cara fea!!! ¡Es una orden!!! ¡AHHHH! ¿Se está poniendo más arrugada?!?!?!?! ¡AHHH! ¡Me retiro!! ¡Lady!!! ¡Manager!!! ¡Me rindo!!! ¡Ayúdame! ¡Detenlo!!!
— Theo: ¡Manager!!! ¡No puedo soportarlo más!!! ¡Rápido!!!
— Sei: Hmmm, eso fue más rápido de lo que imaginaba. Ellos son los primeros en rendirse.
[Louis. Theo. Eliminados.]
(Manager: ¿Qué?... Se rindieron sin ni siquiera intentar pelear?!)
[Quincy. Kati. Day. June. Eliminados.]
— Manager: ¿Esto no un poco MUY diferente de mis predicciones?!?!
— 4: Trauma —
— Manager: ... ¡Este no es el momento para tontear! ¡Entiendo que la competencia no es fácil, pero...! ¿Cómo pueden todos excepto tres ser eliminados en 30 minutos?!?!?!
— Louis: *Suspiro*... ¿Cómo puedo yo, el estándar dorado de la belleza, envejecer tan horriblemente? Enfrenté mi peor pesadilla. ¿Has vos contemplado cuán devastado debí haberme sentido cuando estaba absolutamente sin poder contra mi piel arrugada?
— Manager: ...¡Pero a diferencia de los otros Segadores de Almas, tu oponente era un Monstruo de Espejo que ni siquiera podía moverse, Louis!! ¿No puedes solo mirar algo que nunca pasará por más de cinco minutos?!?! ¿No estás enterado de que los Segadores de Almas nunca envejecen?!?!
— Louis: La clave de mi belleza es escuchar y ver solo cosas hermosas. Con tu cara promedio, posiblemente no podrías comprender que mi impecable belleza no fue conseguida tan fácilmente. Pero lo entiendo... ¡Mwahahaha!
*MOLESTA*
— Youssef: Bueno, bueno, cálmense, Manager-san, Louis.
— Manager: Nunca planeaste intentarlo duro en esta competencia, ¿no, Señor Youssef? El Señor Youssef que conozco probablemente pensó que la oscura energía interna debería ser conquistada sin la ayuda de la Espada de los Recuerdos. Ese es el por qué ni siquiera lo intentaste y decidiste solo rendirte, ¿cierto? Mira cuán sorprendido estás por mi acierto.
— Youssef: Haha... Imposible~
— Sian: ¡Hey! ¡Miren! Kirr y Aitachi sobrevivieron como se esperaba, pero... ¿Cómo en el mundo sobrevivió Ghilley? Es verdaderamente un misterio...
— Licht: Te lo dije. Ghilley es la definición de un signo de interrogación. ¡Él ni siquiera sabe cuánto tiempo ha estado vivo!
— Quincy: Nadie sabe algo sobre su pasado, ¿cierto?
— Segadores de Almas: ...Um... Mmmm...
— Quincy: Bueno, de todos modos, ¡de seguro él será el primero en ser eliminado de los tres!
— Manager: ¿Y si solo los animas, Quincy? Esos tres están peleando en una batalla en solitario por 7 horas seguidas. Imagina cuán desesperados deben estar.
— Quincy: ¡Ah, bien! No hay necesidad de regañar...tch.
— Manager: Sei, ¿Cómo lo están haciendo esos tres?
— Sei: Kirr parece estar cansado. Su pulso bajó dramáticamente después de 5 horas.
— Kirr: Huff... huff huff... argh...
— Ciervo: ...¿Todavía... piensas que Kisha se volvió mudo debido a mí?
— Kirr: Cállate. No te atrevas a hablar de Kisha con tu inmunda boca de nuevo. ¡Hoy es el día en el que te mataré y vengaré a mi hermano menor!!!
*Sssss- Thunk*
— Ciervo: Keke, supongo que incluso Kirr puede sentir miedo... Mira cuánto has perdido incluso si estoy en frente de ti. ¿Supongo que no te importa tu hermano menor siendo enmudecido por siempre? ¡HAHAHA!!!!
— Kirr: ¡CÁLLATE!
*Bip-bip-biiiip---*
— Sei: Aitachi usando su poder de voluntad para reprimir el pulso siempre que llega al clímax. ...Que impresionante.
(Aitachi: ¿Por qué no desaparece sin importar cuántas veces lo asesine?!?!¿CÓMO?!?!?! ...¡Necesitas mantenerte calmado, Aitachi! ¡Esto no es real! Es solo una ilusión de tu miedo interno.)
— Aitachi: Mi codicia y energía negativa de vengar la tragedia de mi tribu exterminada ha estado carcomiéndome... Pero no retrocederé como un cobarde. ¡Pondré un fin a este círculo vicioso de una vez por todas y, me volveré un verdadero guerrero con voluntad de acero!!! ¡Deja de tontear con mi cabeza y pelea apropiadamente conmigo!!! ¡Te destruiré absolutamente esta vez!!!! ¡HIYAAAA!!!!
*Bang, bang, bang*
*Shaaaa~*
(Aitachi: ...No puedo ver apropiadamente debido al polvo, pero definitivamente no hay movimiento. ¿Finalmente yo... lo destruí???)
— Bestia: Krrrr...
— Aitachi: ¡!!!!
— Bestia: ...Aitachi... ...Quisiera agradecerte por una cosa... ...¿Quieres saber por qué??
— Aitachi: ... No quiero.
— Bestia: Nuestra ira nunca terminó, últimamente caímos en un pantano de oscuridad, dejándonos luchando por el resto de nuestras vidas... Pero una vez, fuimos momentáneamente prósperos... ¿No tienes curiosidad de cuándo fue...?
— Aitachi: NO QUIERO... ESCUCHAR...
— Bestia: Fue cuando nos comimos a tu tribu, chupando toda su energía vital... Fue el momento más espléndido de nuestras vidas... Krrrrr.... Especialmente al jefe de la tribu Atiyah, tu padre... kekeke...
— Aitachi: ¡!!!! ¡MUERE!!!! (¡NO TE LO PERDONARÉ!!!)
*Bang, bang, bang*
— Arsaces: ...Aitachi... Deja ir a tu odio y deseo de venganza... Comienza una nueva vida...
— Aitachi: ¿?!? ¿PADRE?!
— Manager: ¿Cómo es esto posible...?! ¡La figura cambió de un Monstruo a un humano!!!
*Bip-bip-biiip*
— Sei: ¡No puede ser! ¡Manager!!! ¡Termínalo!!! ¡RÁPIDO!!!
— Manager: ¡Si!!!
[Aitachi. Eliminado.]
— Manager: Ahhhh...
— Sei: Puede cambiar de formas sin fin porque está hecho de su oscura energía interna... aunque es raro...
— Manager: ...Oh no... Aitachi debe estar soportando todo este tiempo...
— Aitachi: ¡AAAAAHHH!!!!
*CLANG-*
— Aitachi: ¿A dónde se fue?!?!?! ¡No puedo dejarlo así!!!
— 5: Ghilley errante —
— Manager: Ahora solo quedan Kirr y Ghilley...
*PISAR MUY FUERTE*
— Day: ¡Puedo sentir la rabia de las pisadas de Aitachi!!! Él se está acercando con una alarmante velocidad!!! ¡AHHH, parece que aquí viene!!! ¡Estoy asustado!!!
— Quincy: ¡Se supone que venimos aquí cuando somos eliminados, tú idiota!
*Caer*
— Aitachi: ¡Mane! ¡Esto es injusto!!! ¡No fallé! ¡No puede terminar así!!!
— Manager: Sé que no fallaste, pero lo terminamos por tu propio bien. Has peleado lo suficiente, Aitachi. Hiciste un buen trabajo.
— Aitachi: Pero... ¡!!!! ...Argh... ... ...Entiendo. Un guerrero debería saber cuando aceptar sus derrotas también...
— Manager: Awww~ Estoy orgullosa de ti, Aitachi.
*Golpecito*
— Aitachi: ...¡Urk! ¡Estoy... Estoy bien!! Oh, cierto. ¿Cómo está Ghilley?
— Manager: ¿Ghilley? Viendo como sobrevivió hasta ahora, creo que él lo está haciendo bien. ¿Por qué?
— Manager: He estado peleando con el Monstruo cerca de Ghilley todo el tiempo, pero me di cuenta de que nunca lo escuché hacer un solo sonido.
— Sei: Hmmm... Eso es cierto.
— Aitachi: ¿Si??
— Sei: Es extraño lo calmado que está Ghilley. Desde el comienzo de la competencia hasta ahora, no hubo ni un insignificante cambio en el pulso de Ghilley por casi 8 horas. Como si fuese un día ordinario.
— Manager: Sei, ¿Tal vez el seguidor del pulso está roto... o un error ocurrió?
— Sei: No. Yo también pensé en esa posibilidad y revisé el sistema, pero todo está funcionando correctamente.
— Aitachi: ...Eso es impresionante... Ghilley... Tengo otra pregunta que me gustaría hacer hacer. Kirr se enfrentó a un ciervo blanco y yo me enfrenté al Monstruo que abolió a mi tribu... Pero no pude averiguar para nada qué tipo de Monstruo estaba peleando con Ghilley.
— Manager: ... ...Eso es cierto... No puedo distinguir la figura de lo que está peleando con Ghilley... ...Si tuviese que describirlo de alguna manera... parece como incontables espíritus vengativos superpuestos... ...Es muy profundo y misterioso...
(Manager: Ghilley. ¿Cuál es la oscuridad que estás ocultando? Quiero saber más sobre ti.)
— Alma 1: Escúchame, por favor... esto es injusto... No puedo morir así...
*Cortar- Apuñalar-*
— Alma 1: Argghhhh... Deberías al menos dejarme decir mi...
(Ghilley: ...Nunca supe que había tantas almas que cacé sin piedad todo este tiempo... Ellos siguen viniendo sin importar cuántas veces los mate...)
— Alma 2: ¡Ese es... ese es... ese es el Segador de Almas...! El notable Segador de Almas conocido por ser un sin piedad...!
— Alma 3: ¡Eeee...Espera! ¡Por favor, fui asesinado imprudentemente..! ¡Tengo hijos...! ¡No puedo irme así...!
*CORTAR- Apuñalar- GIRAR*
(Ghilley: Los sonidos agudos haciendo eco sin fin. Y los implacables desesperados gritos de los espíritus vengativos... La parte más terrorífica soy yo... Quien por toda la eternidad, ignoró todos los gritos moribundos de los espíritus vengativos como si no fuesen nada... ¿Me he entumecido? ¿Cómo me volví tan sangre fría?)
— Alma 3: ¡Urk!!! ¡Tú, desgraciado, sin corazón ni sangre, te maldigo a una eternidad de soledad!!!
(Ghilley: ... Soledad... ...Tal vez esto es como se siente la soledad. El sentimiento de que soy el último vivo en el universo entero... Un sentimiento de vacío y soledad filtrándose en mi mente de repente... tal vez este es un tipo de castigo divino que el Mundo Celestial está dándome...)
[( — Ghilley: ¿Por qué... Por qué tengo que vivir así? Sin nadie por toda mi vida... ...Sin ser bienvenido sin importar a dónde vaya...
— Dios Celestial: Hasta que el día en el que conozcas a aquellos que estén destinados a ti. Te daré... una extensión. )]
(Ghilley: Si esto realmente fue un castigo... He sido lo suficientemente castigado.)
*Silbido-- Cortar-*
(Ghilley: Clamaré la Espada de los Recuerdos... Entonces, después borraré las pesadillas y volveré a la nada...)
*Silbido- Cortar- Cortar-*
— Alma 4: ¡Ghilley!!! Arrgghhhhh...
(Ghilley: Esta terrible soledad finalmente llegará a un final, y yo... Quizás yo... Seré capaz de alcanzar mi deseo como los demás...)
*CORTAR*
— Manager: ¡!!! ¡Ghilley! ¡Va a colapsar si continúa así!!!
*ESTRÉPITO-*
— Manager: ¿??? ¡Esto... esto es!!!
— Ghilley: ¡AHHH!! ¿Qu... Qué es esto? ¿Qué está pasando? ¿Por qué las puertas se abrieron de repente????
— Manager: ¡Es un espíritu vengativo!! ¡Un extremadamente poderoso espíritu vengativo ha aparecido!!!
— 6: Los Jinetes Aparecen —
— Sei: ¡Todos, invoquen sus armas de nuevo! ¡AHORA!!!
— Segadores de Almas: ¡!!!!
(Manager: El espíritu vengativo está definitivamente muy cerca. Pero no puede decir la dirección... ¿De dónde viene...? ¿El Este?? No, ¿Quizás el Oeste...?)
— Manager: ¡!!!! ¡Arriba!!! ¡Está viniendo por arriba!!!
— Quincy: ¿Qué?!?! ¡AHHHH! ¡Una sombre oscura arriba del Coliseo!!! ¡Pasó en un parpadeo!
— Day: ¡Ughhh, pero no me gusta la oscuridad...!!!!
— Day: ¡Eso no es importante ahora, perro tonto!!!
— Sei: ¡SILENCIO!!! Manager, deberíamos terminar la competencia inmediatamente.
— Manager: ¡Bien!!!
[Ahora forzaremos la finalización de la competencia del 494º Recolector del Tesoro.]
*Fssss---*
— Ghilley: ¡!!! ¡Todos los Monstruos desaparecieron instantáneamente...!
— Kirr: ¡Maldición Ciervo!!! ¡COBARDE! ¿Dónde está?
— Ghilley: No se está escondiendo, Kirr. ...Viendo como los Monstruos desaparecieron para ambos, alguien terminó la competencia.
— Kirr: ¿Qué dijiste? Mierda... ¿Por qué? ¡Pensé que finalmente lo tenía!! ¡AAAAGH!!!
— Ghilley: Kirr, cálmate y mira a la oscuridad cubriéndonos. Quizás... ¿Un espíritu vengativo apareció...?
— Kirr: Ack, si es un espíritu vengativo, no lo perdonaré. ¿Cómo se atreve a obstruirme?!!! ¿Es eso de ahí?!?! ¿La sombra oscura entre el humo?!
— Ghilley: ...Kirr, te lo dije, ahora-
— Kirr: ¡ES MÍO!!!
*Correr-*
— Ghilley: *Suspiro*... Que impaciente. Ya se ha ido...
*Shaaaa~*
— Kirr: ¡Ven y muéstrate!
*Paso. Paso.*
— Samael: Mmm~ Esta densa tormenta de arena... Ha sido un tiempo...
— Kirr: Cállate. La competencia ha terminado por tu culpa.
— Samael: El momento por el que he estado esperando día tras día... ¡Finalmente ha llegado!!! ¡AHAHAHAHA!!!!
— Kirr: ¿?!
— Samael: ¡Yo, Samaelle, ¡Anuncio a todos los Segadores de Almas aquí, no tengo intención de dañarlos, ni siquiera en lo más mínimo!
— Kirr: ¿Entonces por qué razón te muestras en este momento?
— Samael: Mi único propósito es esa la Espada de los Recuerdos, sentada en lo alto de la plataforma nada más. Estoy aquí para tomar eso. ¡Nadie saldrá lastimado a menos que elijan detenerme!
— Kirr: ¡Ladrón! ¿Piensas que te dejaré robar la espada solo así? Hemos estado entrenando día y noche por este momento. No te dejaremos llevártela de nosotros.
— Samael: ¿Día y noche???? ¡AHAHAHAHA!!!!
— Kirr: ¿Qué es lo gracioso?
— Samael: Lo siento. Lo que dijiste fue tan gracioso que no lo pude evitar. Su ética de trabajo es bastante admirable... sin embargo... No es que esté intentado menospreciar su trabajo duro o algo... pero no estoy seguro de si se compararán conmigo después de entrenar por unos “días”. He esperado casi 1000 años SRE por ese momento. Tuve que soportar milenios infernales, incapaz de desaparecer incluso si lo quería.
(Ghilley: Esa vos suena extrañamente familiar. ¿Por qué suena familiar? ¿Dónde escuché esa voz...?)
— Kirr: No podría importarme menos tu situación.
— Samael: Hmmm, entonces no tengo elección. Recuerda. Te lo advertí. Me desharé de una peste como tú con facilidad.
*Paso. Paso. Paso.*
(Ghilley: está viniendo... No puedo ver aún... Solo un poco más cerca...)
*Pasopasopaso-*
(Ghilley: Solo un poco más...)
*Wheeew~*
— Ghilley: ¡!!!!
*Bip, bip, biiiiip---*
— 7: Razón —
— Sei: ¡El pulso de Ghilley se disparó de repente, Manager! ¡Excederá el rango normal pronto!
— Manager: ¿Ehhhh? ¿Después de estar en calma por 8 horas...?
(Manager: ¿Solo quién es ese espíritu vengativo?)
(Ghilley: Lo recuerdo. Un viejo camarada. Karl. Su apariencia quizás ha cambiado de su antiguo yo, ahora que él es un espíritu vengativo, pero... puedo decir claramente que es él solo mirándolo. Esperaba poder verlo una última vez... Supongo que él no desapareció en ese momento, después de todo... Estoy agradecido de poder verlo al menos de esta manera... Estoy tan agradecido...)
— Ghilley: Karl... Eres tú.
— Samael: ¿Ah? ¿Karl? ¿Me estás hablando a mí?
*Asentir-*
— Samael: Creo que te equivocaste de persona.
— Ghilley: No, definitivamente eres tú. Aunque está escondida debajo de tu pelo, la cicatriz en tu cara que se ve cuando caminas. Conseguiste esa cicatriz antes, cuando fuiste a cazar almas conmigo.
— Kirr: Ghilley, ¿Conoces a este espíritu vengativo?
— Ghilley: Por supuesto... Lo conozco muy bien.
*Paso, paso-*
*Abrazar con fuerza*
— Ghilley: Karl, te extrañé.
¡!!!!
— Sian: ¿Qu... Qué? ¿Qué está haciendo?!?! ¿Está fuera de sí?!?!?! Y... ¿Él está llorando también...? ¿Es ese realmente el Ghilley que conocemos???
— Licht: ¿Mi querido Ghilley abrazando a alguien más además de mí?!? ¡No lo puedo ¡creer!!!
— Sian: ¡Eso no es importante ahora mismo!!!
— Louis: ¡Que momento más bizarro!
— Manager: ¡Todos, cállense!!! Le preguntaremos a Líder Manager Nyang por ayuda.
*Estática de radio-*
[ — Nyang Walkie Talkie: Oh, Manager. ¿Así que, qué pasó con el Recolector del Tesoro? ]
— Manager: ¡Líder Manager Nyang, tenemos un problema!!! ¡Un espíritu vengativo identificable apareció en el estadio!!!
[ — Nyang Walkie Talkie: ¿Qué?!?! ¿A qué te refieres con que un espíritu vengativo apareció en este día sagrado? ¿Cómo??? ¡Explícame en detalle cómo luce el espíritu vengativo nya! ]
— Manager: ¡Tiene piel marrón con alas oscuras... en uno de sus brazos lleva una armadura y el otro brazo está cubierto con vendajes!
[ — Nyang Walkie Talkie: Mmmm, mmm... eso no esos no son suficientes detalles- ] (¿No hay algo más?)
— Manager: Y parece que Ghilley lo conocía en el pasado. Ellos parecen muy íntimos también. Quizás era su compañero o...
[ — Nyang Walkie Talkie: ¡!!! ¡No me digas que es... ¿Karl? Si apareció en este día en particular... Hay una oportunidad de que sea el nya. ]
— Manager: ¿Karl?
[ — Nyang: Karl fue el 493 Recolector de Tesoro hace 1000 años atrás SRE nya. Se le otorgó el Espejo del Karma que muestra la vida pasada de uno. Él siempre fue un Segador de Almas brillante e inquisitivo. Pero su curiosidad no le trajo más que daño... Después de observar su vida pasada a través del Espejo del Karma, todo lo que alguna vez creyó se derrumbó nya. El siempre pensó que fue separado de sus padres por circunstancias imprevistas... pero eso no era cierto nya. Todo lo que él vio en el Espejo del Karma eran sus padres vendiéndolo por unos centavos... El único deseo de Karl desapareció ese día y su sonrisa también desapareció. Hubo una enorme explosión en el Otro Mundo poco después y, todos los Segadores de Almas en el departamento, incluido Karl, se Desvanecieron nya. Solo un Segador de Almas sobrevivió al mandato del Dios del Mundo Celestial... ...Y ese Segador de Almas es Ghilley. ]
— Manager: ¡!!!!
(Manager: Eso es horrible. Él fue dejado solo después de perder a sus compañeros... Eso es... Eso es demasiado cruel. Sabía que Ghilley fue un Segador de Almas por un largo tiempo, pero... Yo pensé que era simplemente porque él reprobaba todo el tiempo. Nunca pensé que él tenía este tipo de historia... ¿Ghilley soportó todas estas cosas solo...??)
— Manager: Pero según tu historia, ¿No significa que el espíritu vengativo podría no ser Karl? Él podría haberse Desvanecido debido a la explosión...
[ — Nyang Walkie Talkie: Esa es la conclusión general, pero las autoridades antiguas autoridades del Departamento de Segadores piensan de otra manera nya. Una reliquia legendaria del Otro Mundo vuelve al Departamento de Segadores una vez que su dueño se Desvanece o ya no está presente en el Otro Mundo después de cumplir su deseo. Pero el Espejo del Karma que Karl clamó nunca regresó nya. Así que las autoridades asumieron que Karl nunca se Desvaneció... Y él fue corrupto en algún lugar con el Espejo del Karma. Mis managers superiores también sabían sobre este incidente, pero todos se mantuvieron en silencio porque pasaría durante tiempos caóticos nya. ...Karl debe haber cambiado dramáticamente después de tantos años, nya. Si mis sentimientos son correctos, lo que están viendo es, en efecto, Karl nya. ]
— Sian: ¡Olvídese del espíritu vengativo o Karl o lo que esa cosa sea... ¡Deberíamos discutir por qué el gato no nos lo dijo por adelantado!!!
[ — Nyang Walkie Talkie: No deberías hablar acerca de terceros a menos que él hable de eso por sí mismo. Aunque la situación ahora es demasiado urgente para eso... ]
— Sian: Arghhh, no sabía acerca de esto... Me arrepiento de haber sido tan duro con él ahora...
— Licht: Todo esto me tiene preguntándome... ¿Por qué es que mi querido Ghilley ha estado aquí por tanto tiempo? Dudo que sea solo alguna cosa de él reprobando...
— Sian: Quién sabe...
[( — Sian: ¿Por qué sigues estando aquí? ¿Tanto te gusta este lugar?
— Ghilley: Mmmm...
— Sian: Nos hacen trabajar todo el tiempo... e ir alrededor purificando almas... ¿Por qué no solo cumples tu deseo y te vas?
— Ghilley: Debes estar muy feliz, Sian. Desde que definitivamente hay personas que te están esperando. También tendrás un lugar al que ir. Pero yo no. Ufufufu... Nunca tuve alguna elección... )]
— 8: Nada —
— Samael: ...Muévete, Ghilley Tengo cosas de las que encargarme.
— Ghilley: ¿Por qué quieres tanto a la Espada de los Recuerdos? Ya has clamado el Espejo del Karma que tan desesperadamente deseabas. ¿No crees que eso es suficiente?
— Samael: ¿El Espejo del Karma? Ugh, ganar eso fue un error. Nunca debería haber visto a través del Espejo a mi terrible vida pasada.
(Ghilley: ¿Es por eso que se veía tan sombrío después de ganar la competencia...?)
—Ghilley: ...Eso es, en efecto, terrible. Pero te sugiero que te retires hoy. Los otros Segadores de Almas no tolerarán que estés aquí.
— Samael: Me temo que no puedo hacer eso.
— Ghilley: ¿A qué te refieres?
*APUÑALAR*
— Ghilley: ¡ARGHH!
*Caer- Ruido sordo*
— Samael: Deberías haberme escuchado en primer lugar... Quería dejarte vivir por el bien de nuestra vieja amistad... pero tú no me dejaste otra opción si te mantenías en mi camino.
*Sostener firmemente*
— Samael: ¡!
— Ghilley: ...No. No vayas... saldrás herido...
— Samael: Hey, suéltame. ¿Quieres que te desintegre completamente-
*Ssss- Thunk*
— Samael: ¡!!!!
— Kirr: Te mataré.
— Samael: Casi fue atravesado por una flecha...
— Kirr: No te perdonaré si te atreves a tocar a mis hermanos.
— Samael: ¿Hermanos??? ¡AHAHAHA!!! ¿Qué “hermanos”??? Que ingenuo de tu parte. No es más que un juego de supervivencia, a fin de cuentas.
— Ghilley: ...Hahahaha...
(Ghilley: ...Qué tonto de mi parte... ...Pensar que era tu hermano... Siento como que... mis penas estás desvaneciéndose en el aire de una vez... ... Supongo que es mi karma, después de todo...)
[( — ???: ¿Quieres libertad después de todo lo que has hecho? Que desvergonzado. ¿Dónde está la crueldad que mostraste cuando nos asesinaste??? Nos quedaremos a tu lado y te torturaremos hasta el final.
— Ghilley: ...
— ???: Para siempre. )]
(Ghilley: ...Este sentimiento de ser acorralado por el mundo entero... Este debe ser mi castigo... ...Pensé que podría clamar la Espada de los Recuerdos y, finalmente, limpiar los errores de mi pasado... ...Pero al final... Supongo que así es como termina... Solo... Sin nadie a mi lado... ...No tengo... ...a nadie...)
[( — Licht: Ven aquí, déjame darte un abrazo.
— Sian: ¡Oye, oye! ¡Si me tocas no te ayudaré!!!
— Licht: ¡No puedes romper la promesa que ya hiciste!!
— Sian: Si estas cosas son las cosas que te molestan... o si solo son tus pensamientos internos... Déjanos usar esta oportunidad para destruirlos a todos.
— Ghilley: Ufufufu. )]
(Ghilley: ...¿Por qué será?... Los estoy viendo a ustedes chicos mientras me caigo en la inconsciencia... A pesar del hecho de que terminaremos separándonos al final...)
[( — Samael: ¿Hermanos??? ¡AHAHAHA!!! ¿Qué “hermanos”??? Que ingenuo de tu parte. No es más que un juego de supervivencia, a fin de cuentas. )]
— Sian: ¡Oye! ¡...Ghilley...!!
(Ghilley: ...Pero si siguen haciendo esa expresión... ...Como si quisieran que sobreviva...)
— Sian: ¡Resiste! ¡Ghilley!!
(Ghilley: Entonces no hay remedio... ...Tengo que vivir...)
— Ghilley: ... ...Sian... Aitachi...
— Aitachi: ¡Ghilley! ¿Estás bien?
— Ghilley: ...Ah...
— Sei: Ha recuperado la consciencia. Que suerte que las hierbas medicinales funcionaron.
*Abrazar con fuerza*
— Sian: ¡Maldito! ¿Qué te tomó tanto tiempo en despertar?! ¡Pensé que estabas muerto!!! *Sollozo*
— Aitachi: Ghilley, estoy tan agradecido... Tan agradecido...
— Ghilley: ...
(Ghilley: Esta es la primera vez que estoy sintiendo la calidez de alguien... Lágrimas del corazón empapando mis hombros... Tal vez es debido a su calidez... que las dagas perforando mi alma están cayendo. Una a una. Se siente como si alguien me estuviera diciendo, “Debes haber estado solo, pero todo estará bien ahora.”. Que soy capaz de ser feliz... ¿Me... merezco ser feliz ahora??)
— Ghilley: ...Gracias... ...Muchas gracias...
— Sian: ¡AH! No estaba llorando, ¿bien? ¡No te atrevas a esparcir rumores sobre esto...!!
— Ghilley: ...Los demás Segadores de Almas...
*Se levanta*
— Ghilley: ... ¿Dónde están los demás Segadores de Almas?
— Sian: Ellos están ocupados peleando con ese espíritu vengativo. Él es un alma poderosa...
— Ghilley: ...Oh no, si no voy ahora...
— Sian: ¿Eh? ... ¿Qué estás diciendo?!
— Aitachi: ¡Ghilley, con el cuerpo de esa manera, no deberías moverte!
— Ghilley: Sei-dono, le tomaré prestadas esas hierbas por un momento~
*CORRER-*
— Sian: Mierda... ¡Ese...
(Ghilley: ...Es el momento de devolver... Puedes esperar por ello... ¡Ufufufu!!!)
— 9: Al Final —
— Samael: Huff, huff, huff, huff. ¡Casi llego a la cima...! Si puedo deshacerme de esas pestes... La Espada de los Recuerdos finalmente estará en mis amos.
*BANG*
— Kirr: ¡Detente ahí! ¡A menos que quieras ser asesinado!!
— Samael: Ese es un bastardo persistente...
*Fsst. Fsst. Fsst*
— Louis: ¡Oh, espíritu vengativo de la oscuridad, maloliente con energía oscura...! ¿Debería el Príncipe Louis purificarte con su rosa divina? Así que solo ríndete e inclínate ante mi poder, mwahahaha.
(Samael: Tch, eso estuvo cerca... Caeré si no estoy alerta. Están resistiendo más de lo que esperaba... ¡Escalando todo el camino hasta aquí sin ningún poder...! Debería ser el tiempo de mostrarse...)
*Grrrrr*
— Samael: Keke, están aquí.
— Louis & Kirr: ¡!!! ¿Sabuesos?!?
— Samael: ¡Nillus, Skull! Se los encargo. ¡Entonces, adiós! ¡Ahora me voy!
*KRAAAAH*
— Kirr & Louis: ¡!!!!
— Samael: Finalmente... ¡La espada de los Recuerdos está en mis manos!
(Samael: ¡Es finalmente mía! ¡AHAHAHAHA!!!)
— Samael: Haha...ha... ...Este momento ha tardado mucho en llegar. Nadie puede comprender cuánto me arrepiento del día en que gané el Espejo del Karma. Pensaba que me volvería loco siempre que pensaba en mi vida pasada... Incontables veces tuve que intentar Desvanecerme, pero no pude debido a esa maldita Ley de los Segadores... ¡Pero ahora que tengo la Espada de los Recuerdos, mis pesadillas se han terminado!! Y ahora que todas esas pestes se han ido también...
— Ghilley: ¿Qué? No, aún queda uno.
— Samael: ¡!!!
(Samael: ¿No estaba inconsciente hace unos momentos atrás?)
— Ghilley: Esto es divertido. Parece que estás sorprendido de cómo me las arreglé para llegar hasta aquí después de que me dejaste al borde de la muerte... ¡Ufufufu!!! Si tienes curiosidad de cómo fui capaz de sobrellevar esto... Bueno, supongo que el por el poder del amor de hermanos... ¡UFUFUFU!!!
(Ghilley: Además del potenciador de energía de las hierbas que Sei-dono me dio.)
— Samael: Debe haber sido difícil venir hasta aquí, pero siento decírtelo... ¡La Espada de los Recuerdos ya está en mis manos!
— Ghilley: ...
— Samael: ¿No es la vista increíble? Puedes ver todo desde arriba. Echa un último vistazo alrededor. Porque Desvaneceré a todos los Segadores de Alamas antes de irme.
— Ghilley: ... Bien. Pero déjame hacerte una última pregunta. ¿Por qué no me has visitado, ni siquiera una vez... durante todos estos años?
— Samael: ¿Por qué? ¿Y por qué debería haberte visitado...? Solo éramos un grupo de individuos reunidos por nuestros intereses personales. Cualquier inversión emocional es un desperdicio, ¿no es así? ¿Has olvidado tu pasado, Ghilley? No estoy seguro de si eres ingenuo o solo estúpido. Despierta. Los llamados “hermanos” que estás buscando no existen aquí.
— Ghilley: ...Hermanos...
*Fwip- Thunk*
— Kirr: Huff, huff-huff- Casi llego tarde... ¿Estás bien, Ghilley?
*Twip. Twip. Fwip*
— Louis: ¡Vuelen~ Mis hermosas rosas, mwahahaha!
— Samael: ¡ARGHHHH! Arghh... *Toser* ¿Piensan que la Espada de los Recuerdos estará bien si siguen atacando?!? ¡Cuando me Desvanezcan, la Espada de los Recuerdos en mis brazos se Desvanecerá también, idiotas!! ¿Están bien con eso?!
— Ghilley: ... Si, no importa. Ya no necesitamos la Espada de los Recuerdos. Yo... no... nosotros seremos la Espada de los Recuerdos del otro y empujaremos nuestros traumas. Para eso están los hermanos.
*Swishh- Cortar-*
— Samael: ¡!!! ¡ARGHHH! ¡!!! ¡Ghilley... tú!!!!
(Ghilley: Adiós. A ti, quien solía ser mi hermano... Samael... No... Karl...)
— Samael: ¡ARRGHHHH!!!
— 10: Mis Disculpas —
— Ghilley: Todos, lo siento. La Espada de los Recuerdos se Desvaneció por mi culpa. Aunque le grité a Samaelle que no la necesitábamos... Yo entiendo cuánto todos, incluido yo, queríamos clamar la Espada de los Recuerdos.
— Kirr: ...
— Ghilley: Especialmente Kirr. Debes haber soportado momentos agotadores por eso...
— Kirr: No me importa. No hay nada más importante que nuestra seguridad. Si todos están a salvo, entonces es suficiente.
— Mori: Es una pena~ Hubiese tenido un buen precio... una verdadera lástima-
*Mirada penetrante*
— Mori: ¡!!! ¡Nada es más importante que el otro... haha~!
*Pasopasopasopaso-*
— Manager: ¿Están todos bien???
— Louis: No hay necesidad de preocuparse, Lady. Los rasguños en el cuerpo del Príncipe Louis es un digno sacrificio para alcanzar la belleza... como las espinas en una rosa. ¡Debería florecer de nuevo! ¡Mwahahaha!!!
— Manager: ...No parece estar bien para nada. ¡Ghilley!! ¡Estaba preocupada por ti! ¿Estás bien?
— Ghilley: Ah, Manager. Sei-dono. ¿Por qué parece como si hubiesen pasado años desde la última vez que los vi? ¡Tal vez es un signo de que tan encantado estoy de verlos, ufufufu! Y para responder su pregunta, estoy bien.
— Sei: Por supuesto que estás bien. Robaste y consumiste todas las hierbas que guardé para emergencias... ¿Cómo planeas compensar eso?
— Ghilley: Mmmm, ¿Cómo debería pagarle, Sei-dono? ¡Haré cualquier cosa, ufufufu!
— Sei: Ya hice una larga lista de cosas que necesitas hacer, Ghilley.
— Ghilley: Estoy emocionado... ¡ufufufufu!
— Manager: Haré un anuncio ahora que todos están aquí. Discutí sobre lo que pasó hoy con Líder Manager Nyang y... La competencia de hoy...
*Tragar*
— Manager: Será pospuesta para una fecha futura. ¡Anunciaré el calendario más adelante!
— Louis: ¡Mwahahahaha! ¡La suerte siempre está del lado del Príncipe Louis! Aunque desafortunadamente fui eliminado esta vez, definitivamente debería volverme el campeón la próxima vez. ¡Mwahahaha!!!
— Quincy: ¿Desafortunadamente eliminado? ¿No fuiste tú eliminado en 5 minutos, estúpido Príncipe??
— Kirr: Hmmm... No puedo creer que tengamos que repetir la competencia desde el principio.
(Kirr: Aunque era lo esperado, es... agotador...)
— Manager: ¡PERO! El próximo Recolector del Tesoro tendrá distintos métodos de puntuación que los de la competencia de hoy. Según los records pasados, hubo casos de efectos secundarios donde otros débiles recuerdos oscuros emergieron en el proceso de superar las energías oscuras. Por lo tanto, Líder Manager Nyang tomó la iniciativa de hacer una petición de emergencia a los Cuarteles por una misión sustituta para proteger a todos. Y, los puntos extra serán dados a Kirr y Ghilley, quienes sobrevivieron hasta el final.
— Kirr: ¡Oh!!
— Sian: Pensé que lo que ese gato hacía era comer... Supongo que en realidad trabaja...
— Manager: ¡Pensé que te había dicho que mantengas ese tipo de comentarios para ti mismo!!
*Whap*
— Sian: ¡Lo entiendo!
— Manager: ¿Deberíamos regresar al Departamento de Segadores ahora?
— Ghilley: Manager-dono... ¿Podría decir algo antes de que nos pongamos en marcha?
— Manager: Por supuesto~ El escenario es tuyo.
(Manager: ¿Mmmm? Espera, ¿Me acaba de llamar Manager? Él usualmente me llama “Señorita”... Y parece bastante serio también...)
— Ghilley: Me gustaría tomar este momento para explicar por qué he estado aquí, en el Departamento de Segadores por tanto tiempo, para quienes tenían curiosidad. Siempre, desde la Gran Explosión del Otro Mundo, donde perdí a todos mis colegas y fui el único sobreviviente, he estado en Departamento por al menos 1000 años SRE. Nadie se atrevió a acercarse a mí, tal vez porque era absolutamente despiadado contra los espíritus vengativos... Y lo acepté como el karma por mis pecados. Incluso en soledad, pensé que era lujuria para alguien de sangre fría como yo. Me di cuenta después de muchos años que, secretamente, anhelaba camaradas para pasar los buenos y malos momentos juntos. Pensé que les había dicho que me quedaba en el Departamento porque reprobaba... Estaba, en realidad, buscando amigos descaradamente... no... hermanos, que pudieran tratarme con sinceridad. Incluso aunque ustedes estaban justo a mi lado... ...Fallé en darme cuenta de ello... Y, pensé que estuve solo todo este tiempo... Como un idiota...
[( — Sian: ¡Maldito! ¿Qué te tomó tanto tiempo en despertar?! ¡Pensé que estabas muerto!!! *Sollozo*
— Aitachi: Ghilley, estoy tan agradecido... Tan agradecido... )]
— Ghilley: Si no fuese mucho pedir... Apreciaría con gratitud si todos pudiesen continuar siendo mis hermanos...
— Segadores de Almas: ...
— Ghilley: ¿Oh? ¿Manager?
— Manager: ¿...S...i?
— Ghilley: Supongo que no debería haber hablado... Supongo que no soy bueno hablando en público...
— Manager: ¡No! Todos están en silencio porque ellos están conmovidos por tus palabras, Ghilley. ¡Mira! Incluso los ojos de Quincy están llorosos.
— Quincy: ¿AAAHHH? ¿De qué estás hablando...? ¡Mis ojos están normales...! ¡Es solo la lluvia, eso es todo!! Un demonio del Inframundo no lloraría por estupideces como esta... *Sollozo*...
*Abrazar*
— Ell: Ghilley-san, siempre estaremos a tu lado, así no te sentirás más solo.
— Sian: ¡Si! ¡Dime si te sientes solo! ¡Si no es algo molesto, lo haré por ti!
— Aitachi: ¡Si! ¡Nuestra hermandad de Segadores de Almas es más fuerte que la sangre!
— Ghilley: ... ...Muchas gracias...
(Ghilley: ...Dios del Mundo Celestial, ¿Puedo ser feliz ahora...? ...Creo que finalmente he encontrado a aquellos que has destinado para mí... ...Estaré con mis hermanos mientras me redimo de mis errores del pasado... ...Hasta el día en que mi Deseo se vuelva realidad...)
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Carta de cumpleaños
No espero que alguien lea completamente esto, sólo que dentro de mí atesoro este recuerdo que no envié y no sé dónde dejarla, gracias.
‘’Hola, sinceramente no encuentro el adjetivo correcto para describir como me siento al escribirle a alguien que prácticamente no tiene interés en lo que pase con mi vida, probablemente ni si quiera desees recordarme en estos momentos o ya no lo haces, yo sé que no soy inolvidable y quizá no quieras mantenerme en tu memoria, sin embargo, por mi parte, estoy aquí escribiendo esto, es algo que quiero hacer y hasta me resulta necesario. Quisiera que de una u otra forma estas palabras lograran llegar a ti, pero me gana el evitar causarte molestias así que sólo será algo que no leerás y ya. Son palabras mías que como ya acostumbraron, se perderán con el paso del tiempo. No sé si lo entiendas, pero en fin, dejemos de hablar de mí, que esto se trata de ti.
Hoy cumples veintitrés años, pero qué rápido pasa el tiempo, ¿no es así? Seguramente es interesante esa etapa de la juventud, yo aún no la he vivido, obvio, porque soy menor que tú. Hay tantas cosas que quisiera decirte, recordarte, preguntarte y desearte, pero descuida, que yo soy consciente de que tú no quieres lo mismo, por esa misma razón esta carta no podrá llegar a ti.
Me pregunto de qué manera pasarás tu cumpleaños hoy, si estarás con tu familia, con tus amigos, solo o con alguien especial, quizá un poco de cada situación; sea como sea a pesar de que no sea mi incumbencia espero que la pases rodeado de personas que estimas y viceversa, que pases un bonito día celebrando que cumples un año más de vida, que probablemente das varias etapas de tu vida por culminadas, que te trazas nuevas metas, entre otras cosas más.
Estoy segura de que muchas personas de tu entorno te felicitarán y estarán felices de compartir momentos a tu lado hoy, como tus amigos y familia, en especial tu mamá, que espero que esté bien; ella debe estar muy feliz y orgullosa de ti por ver en la persona que te has convertido con el paso del tiempo, eres su mayor tesoro y no creo que puedas negarlo, siempre he creído que tienen una relación única con altibajos pero a pesar de todo se aman muchísimo y se tienen el uno al otro para apoyarse en la mayor parte de situaciones, algo que a mí me gustaría tener con mi mamá, pero creo que no te lo había dicho ¿o sí?
A tu lado hay muchas personas que te quieren por ser como eres, seguramente eres el ejemplo para muchos, sobre todo para primos menores tuyos. Eres muy gracioso, divertido, estudioso, centrado, amable, tierno, trabajador, y tienes más cualidades que no terminaría de enlistar en esta carta. Te has ganado el corazón de las personas que te conocen por tu forma de ser, yo misma me incluyo entre ellas. A pesar de todo lo que nos pasó, me resulta imposible tener sentimientos negativos hacia ti. Sí estuviera dentro de mis posibilidades, también estaría formada para darte mis más sinceras felicitaciones y buenos deseos, desde luego que me sería lindo poder hacerlo, pero dadas las circunstancias no podrá ser así... y me entristece pero me pone de pie saber que a pesar de eso seguramente tú la pasarás genial hoy y eso es lo único que importa.
Realmente espero que disfrutes este día, puesto que es el inicio de un nuevo año en tu vida, como un año nuevo personal (no es un mal chiste), tengo que decirte que realmente fue un gusto haber conocido aquella versión tuya de veintiuno y veintidós años. Realmente fuiste el hombre de mi vida pero quizá, no sé, me equivoqué de vida, aunque eso ahora te sonará descabellado, pero en serio, por algo fue que me enamoré de ti como nunca antes lo había hecho. Ojalá que este tú de veintitrés, sea mejor, yo creo que lo será a pesar de que no pueda conocerlo. Sé que crearás una versión tuya más real, más humana, más sincera y con menos miedos. Al fin y al cabo has vivido más experiencias que te ayudan a crecer, muchas de ellas no han tenido un buen final y me disculpo por ser influyente de eso en algunas. Sé que no sirve de mucho (por no decir nada) disculparse ahora, pero quiero hacerlo, disculpa, por hacerte pensar que no me importas, por haberte hecho sentir celos, por no comportarme de manera madura cuando debí, por forzar a que nuestra relación siga cuando me dabas a entender que no daba para más, por no detenerte cuando dijiste adiós por última vez, pero sobretodo, discúlpame por ser inconsciente, por no pensar dos veces las cosas antes de hacerlas, y cometer errores que contribuyeron con el final de nuestra relación tanto de novios como de amigos, incluyo la palabra ‘’contribuyeron’’ porque sinceramente no me considero completamente la culpable de los acontecimientos; en muchas ocasiones esperé que actitudes tuyas cambiaran, fui paciente y tenía fe en que insistas un poco con que yo me quede, lo cual no hiciste… pero tú mismo me lo dijiste la última vez que hablamos el año pasado, nos la pasamos esperando de más y bueno es otra lección que rescato de lo que alguna vez fuimos, no debo esperar nada de nadie, así como seguramente tú no esperas que te envíe esto, yo tampoco espero que algo me haga cambiar de opinión. sí, admitámoslo, la cagamos, pero todo pasa por algo, no creas que te guardo rencor por decir eso, simplemente quería explicarte que cometer errores es normal, en especial cuando te enamoras, a veces estás tan ocupado en hacer que la persona que amas se quede que olvidas hacer que quiera quedarse.
Desearía decirte tanto, con un ‘’gracias’’ no basta pero no encuentro otra forma así que realmente desde el fondo de mi corazón te agradezco por el tiempo que compartimos, ya que dentro de este, en el día a día aprendíamos cosas nuevas el uno del otro, de nosotros mismos y hasta de la vida; reímos, cantamos, celebramos, lloramos, nos divertimos, nos apoyamos, nos enojamos y más que todo eso nos enamoramos… otra de las lecciones que me has enseñado es que el tiempo es lo más valioso del mundo y el mejor regalo que podemos entregarle a alguien, ya que una vez invertido no se recupera jamás así que me gustaría decirte que es el mejor regalo que me has podido dar… Sinceramente, tengo esperanza de que no te arrepientas de haber pasado una pequeña parte de tu vida conmigo, porque siempre vas a ser especial para mí, y a pesar de que crudamente tenga que decir que me mandaste a la mierda, te sigo llevando en mi corazón (wow, no creí que sonara tan triste), agradezco al destino habernos cruzado en el camino aunque no haya sido por mucho. Te amé tanto, como nunca había amado a nadie y bueno, quería finalmente agradecerte por eso, me gustaría detallarlo pero creo que generaría sentimientos que no serían buenos ni para ti ni para mí, aunque quizá en tu caso aquellos ya se fueron, y no hay problema con eso, quiero decir, nadie vale las lágrimas de una persona, por eso, volviendo a lo anterior gracias, gracias por haberme amado, gracias por permitirme amarte, gracias por demostrarme que el amor verdadero existe aunque no siempre tenga finales felices.
Estos meses pasaron rápido, (porque si te das cuenta, además de que sea tu cumpleaños hoy cumplimos tres meses de haber terminado) sigo lamentándome por haberme ausentado y saber que seguirá siendo así, lo bueno es que al parecer ya no te afecta mucho o probablemente nada. A pesar de que tampoco sirva de mucho sigo pensando que me hubiera gustado que las cosas sean diferentes, no quiero que sigas recordándome con rencor, en especial porque dices que te dije que no quería que fuéramos nada, ni amigos, por última vez te lo negaré, yo jamás dije que no quería que termináramos en buenos términos, pero como te repito, todo pasa por algo ¿no crees? Quien hubiera pensado que podríamos volvernos una historia en un lapso de menos de dos años, una historia que atesoraré por siempre, en mi biblioteca de recuerdos. Quisiera que nuestra ruptura no hubiera sido tan abrupta y dolorosa pero lamentablemente las cosas son así, sólo me quedan recuerdos nuestros que anhelar y ser consciente de que no los viviré (porque claramente no quiero) con nadie más, tanto positivos como negativos.
Sé que me excedí con los párrafos y lo peor, sé que incluí cosas que no deberían ir hacia un cumpleañero, pero no pude evitarlo, creo que en parte era necesario; dicen que uno vuelve a los lugares donde amó, y como ya no te tengo, acostumbro a escribirte, sólo que esta vez, no será una carta quemada, sino una que guardaré, para quizá, encontrarla algún día y en ese momento ser capaz de leerla con una sonrisa, porque en mi hoy por hoy, las lágrimas no dejan de caer por mis mejillas mientras escucho música ‘’hipócrita’’ que nunca fue dedicada para ti, sólo eran canciones que me hacían pensar o que los demás me recomendaban y al gustarme las publicaba, disculpa si el 21/02 no te lo aclaré, pero bueno, quizá tú le dabas una visión distinta y nos perjudicamos más. Y abriendo un poco ese momento en el que pude aclarártelo, me siento algo triste aún por como me trataste ese día, de una u otra manera lo hiciste así porque sentías que me lo merecía, me dejaste con muchas respuestas y a la vez muchas preguntas, como: ‘’¿Por qué no pudimos aclararnos las cosas antes?’’, ‘’Si dices que fue así ¿por qué unos días después de que Dayana te hable me tenías agregada al juego?’’ o ‘’¿Si me bloqueaste a inicios de Enero como esperabas que te buscara? Además sí lo hice el día que me lastimé’’ Bueno, al parecer son preguntas que a ti ya no te importan responder.
En fin, gracias por haberme leído, y sí, eso es sarcástico, porque esto no te llegará, no hay forma de que sea así al parecer, igual, quizá pienses que es otro de mis ‘’actos hipocritas’’ y no quiero que sigas teniendo ideas negativas al respecto, así que mis mejores deseos, en verdad, deseo que seas el mejor en todo lo que haces, ojalá cumplas cada meta que te traces y seas felices con las personas que te rodean, también aunque nuevamente quiero añadir que sé que no me incumbe, deseo que encuentres una persona que te haga muy feliz, más de lo que yo lo hice, quien sabe, quizá ya la encontraste pero bueno, yo siempre estaré deseando que estés con alguien que te ame, te sea fiel, te valore, sea comprensiva y desde muchos aspectos, mejor que yo.
Feliz cumpleaños, Eduardo, gracias por darme la oportunidad de conocerme, fuiste el mejor de todos y siempre serás parte de mí, aunque no quieras:). Adiós.’’
Atentamente. Ojos de sapo.
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14. Chris
Sumario.
Tom saltó a la fama internacional con su personaje de Loki en la película de Marvel, Thor. Ahora, pasada un poco la euforia por la película, es atacado por una enfermedad terrible con la que, en ocasiones, pierde el control sobre sí mismo, nadie sabe qué es, ningún médico puede ayudarlo, y se recluye para no dañar a la gente a su alrededor con esos episodios violentos ocasionados por esta extraña enfermedad. En su desesperación, y después de haber agotado todas las posibilidades médicas, se ve obligado a viajar a otro país, muy diferente al suyo para buscar a la ayuda de una bruja.
Nota de Autor: Los diálogos que están en cursiva, son diálogos en inglés.
El playlist en YouTube con las canciones del Fic es http://www.youtube.com/playlist?list=PLe1RQg1PRt4FaYvpCpq6raUbZwtpyLwbz
Chris
—Ok esto no va a ser sencillo,— dijo Ofelia sentada en el piso de la pequeña, pero lujosa, sala del departamento en Londres de Tom, ni siquiera había visto el departamento completo, mucho menos la ciudad. El actor le había ofrecido un pequeño tour para enseñarle ambos pero ella estaba muy concentrada en la nueva tarea que el actor le había asignado. Llamar a un Dios comúnmente no es tan complicado, pero invocar a Thor, el cual tenía su conexión con la tierra “desgastada” por la falta de fe, requería más energía de la que ella tenía y más suerte de la que ella creía tener, debería ser en una fecha muy específica para que funcionara, la mañana de "año nuevo" o Halloween para todos los demás.
Esa mañana, el 31 de Octubre, comienza la semana más mágica de la tierra y no termina hasta el 3 de noviembre, en esos días se abre el puente entre todos los mundos y la línea entre lo visible y lo invisible se adelgaza lo suficiente, Ofelia esperaba, para que los Dioses de Asgard, o “Æsir”, los escucharan. Pero antes de pensar en eso, Ofelia y Tom tenían cinco días para organizar todo.
El primer golpe de suerte fue que Chis estuviera en Londres con su familia y había aceptado reunirse con Tom, pero era solo el comienzo, debían hacer que el actor australiano, que había interpretado a Thor en la película, estuviera presente y prestara su cuerpo para el ritual y Ofelia sabía que nadie, en sus cinco sentidos se prestaría para eso. Solo si lograban tener al otro actor, Ofelia aun debía traer a sus hermanas aquí, las iba a necesitar, para hacer un ritual de esas dimensiones.
Luego estaba el problema de investigar el ritual mismo, a como estaban las cosas, básicamente iba a tener que diseñar ella misma el ritual, ya que la mitología nórdica no dejó muchos documentos y había que rellenar los huecos. Y por último, había que buscar un lugar amplio y discreto donde llevar a cabo el ritual. Pero como decía Tom, vamos por partes.
Lo primero, Chris Hemsworth.
♦
—Ya estoy lista, solo tengo que pasar a la tienda de herbolaria por belladona para el señor Hemsworth.— Dijo ella saliendo de la habitación que Tom le había asignado, ya habían desayunado y Ofelia se había arreglado, pensando en que debió comprar ropa más presentable.
—¿La belladona no es para dormir?
—Aja.— dijo ella distraída viéndose al espejo.
—¿Estás jugando verdad?
—No ¿Por qué? ¿Cómo le vamos a sacar sangre sin dormirlo? él es enorme.
—¿¡Sangre?! ¡No! No voy a drogar y desangrar a mi amigo.
—Son unas gotitas nomas.— dijo ella en español, haciendo la señal con los dedos índice y pulgar.
—¡No!
—¿Entonces?
—Se lo pedimos amablemente.
—¿Estás jugando verdad?— dijo la bruja imitándolo.
—Hay que tener fe en la gente y será genial compartir esto con él ¡Va a amar a Thor!— dijo todo emocionado.
—¡Diosa! — dijo ella exasperada— A ver niño, creo que tienes demasiada fe en tu amigo, cuando lo más probable es que te quiera encerrar en un manicomio en cuanto acabes tu explicación y no me mal intérpretes, quiero ver eso. Y honestamente Tom, ¡No conoces a Thor! ¿¡Cómo puedes tener fe en él?! ¿Cómo sabes que va a ser encantador? Conociste a su hermano ¿No?
—¡Hey! Di lo que quieras de Loki, pero él es bueno, lo sé y es encantador también, solo está pasando por un mal momento.
—Güey, no soy una de tus fans… bueno sí, pero no tienes que venderme el concepto de tu personaje Loki, yo conozco al hombre, digo al Dios ¡Incluso conozco aspectos de él que tu no!
— Y estoy seguro que lo siente mucho.— dijo el actor con una mano en el pecho, ella volteó los ojos pero terminó levantando las manos, rendida y dijo.
—Ok, vamos a hacerlo a tu manera.
Como siempre las cosas se resuelven a su ritmo, a Ofelia se le ocurrió que Marcos podría ayudarlos con lo del ritual y tenía razón, no solo les rentó el pent-house, que contaba con tres habitaciones de un hotel en Londres, sino que además consiguió los boletos de las brujas para la mañana siguiente y les rentó el café completo para que pudieran tener la reunión, ambos actores y la bruja y que Tom y ella pudieran hablar en privado con su amigo.
♦
Un sonido muy agudo de emoción salió de la garganta de la bruja cuando vio a Chris, ella pensó que la cámara no le hacía justicia a la belleza de este hombre. Ambos actores detuvieron su conversación para verla extrañados al escuchar el sonido y ella sintió como se le calentaba la cara de vergüenza.
—Lo siento— murmuró en español.
Después de verla durante unos segundos, ambos intercambiaron saludos y se sentaron, Tom ayudó a Ofelia con su silla antes de ir a la suya, Ella intentaba y fallaba, no verlos fijamente. Tom pidió un earl grey, Chris una cerveza y ella un café.
—¿Estas bien?— dijo Tom después de un momento cuando notó que ella no parpadeaba ni bajaba su taza.
—Sí, lo siento.
Tom la conocía lo suficiente como para saber que pasaba —Sácalo de tu sistema.— invitó él con media sonrisa, recargándose en su asiento y bebiendo té pacientemente.
—Ok,— dijo ella tratando de calmarse respiró profundo y volteó a Chris,—¡Me encantó “Rush”, me gustó mucho lo que hiciste con el personaje de James Hunt!
—¿En serió? Gracias— sonrío un poco incrédulo pero bellísimo.
—¿Por qué lo dudas?—dijo la bruja.
—Pensé que eras más fan de Marvel— dijo Tom
—De hecho Tom, me gusta, mas tu Príncipe Hal, que tu príncipe Loki, pero si me gustan. Ahora que ya lo saqué, podemos continuar.
Ambos rieron y por fin Tom tocó el tema, cuando terminó era de noche y el personal, lejos de querer cerrar, se quedaron el fondo al pendiente de que se les ofrecía, a esas alturas, Tom y Chris estaban tomando una Guinnes y ella un coctel de colores fuertes y muy dulce. Cuando terminó, Chris veía al británico con una mal escondida media sonrisa y Tom estaba rojo de la vergüenza.
—Es una broma…— dijo Chris y Ofelia casi se rió.
—Nop— dijo Tom casi con miedo
—Muy bien no es una broma, ¿Qué hay que hacer?— contestó claramente queriendo seguir la broma.
—Necesitamos un poco de tu sangre para el ritual de invocación de Thor— dijo Tom como si le estuviera pudiendo dinero para la propina, ella casi escupió el coctel y volteó a ver a Tom, porque por como lo dijo parecía que creía que Chris le había creído y Chris sonrió ya más preocupado.
—Tom, no te voy a dar sangre para una broma.
—No es broma, de verdad necesito tu ayuda.— Tom volteó a ver a Ofelia pidiendo ayuda.
—No, a mí ni me veas,— dijo levantando las manos divertida, —este es tu plan, yo quería drogarlo. — Tom le frunció el ceño y Chris lo vio más serio y más preocupado.
— ¿Drogarme?
—Sí, bueno lo siento, pero estoy más a favor de la eficiencia que de la amabilidad, pero Tom insiste en que son amigos y él no quería causarte ningún estrés, por más que le dije que no recordarías nada.— dijo Ofelia resuelta.
—¡Ofelia!— dijo Tom casi regañándola y Chris se puso de pie.
—No sé qué juego es este Tom, pensé que éramos amigos
— ¡Chris espera!— con una última mirada de reproche a la bruja Tom siguió al otro actor.
Ofelia se quedó sentada en la mesa y cuando estuvieron cerca de la puerta, chasqueó los dedos de los que salieron un par de chispas rojas, en ese momento la cerradura trabo. Chris trató de abrirlas asustado y Tom gritó.
—¡Ofelia, no! Déjalo ir.
—Claro que lo voy a dejar ir, pero primero quiero decirle algunas cosas y necesito que me crea— ella se paró y caminó hacia ellos, sintió el miedo que emanaba del enorme cuerpo de Chris, miedo al que estaba acostumbrada, pero también había algo más, un poco de emoción, tal vez lo que dicen de los australianos es cierto, que les gusta el peligro. —Bueno señor Hemsworth, permítame asegurarle que no le voy a hacer ningún daño a ningún nivel, principalmente, porque por el momento, Tom es mi jefe y él se preocupa mucho por usted, porque lo quiere (a usted y a todo el mundo aparentemente) tampoco lo voy a obligar a quedarse — volvió a chasquear los dedos y los seguros de las puertas se abrieron ante la mirada sorprendida de ambos, Chris levantó la mano dudoso y abrió la puerta, pero no salió. “ahí está” pensó ella “las ganas de aventura”. —Y finalmente...— dijo aprovechado la duda de Chris —... todo lo que dijo el señor Hiddleston es cierto.
Él se quedó muy quieto y ella pudo sentir la expectativa y esperanza de Tom, pero ya no quería presionar más, luego sin voltear a verlos el rubio dijo en casi un susurro, —¿Thor es real?— y volteó a ver a Tom, esperando una respuesta, —¿Y Loki?
—De Loki estamos seguros, hemos hablado con él, en cuanto a Thor, aunque suena lo más lógico, es una oportunidad lejana que podamos contactarlo, pero solo tú puedes ayudarnos.
—¿Y quién es ella?— le preguntó a su amigo, haciendo un claro esfuerzo por comprender.
— Es… mi consultora espiritual.— dijo con media sonrisa y ella devolvió la sonrisa, pero contestó.
—Soy bruja, Tom me contrató para este trabajo y soy muy buena en lo que hago, créeme que estás en manos competentes y no correrás ningún peligro, pero fuera de eso estoy casi tan sorprendida como tú de que esto esté pasando.
—Está bien, creo que se ganaron el derecho a escucharlos.
♦
Al día siguiente Ofelia tuvo la oportunidad de conocer mejor a Chris, a su esposa y sus bebes, todos hermosos, como él, por un momento pensó que su esposa odiaría a una fan como ella, pero al contrario, fueron muy amables y Ofelia sintió un respiro poder hablar en español con ella, la bruja llegó a la conclusión de que su esposa quería que ella conociera a su familia para asegurarse de que nada le pasara a Chris, pero Tom ya se había asegurado de preguntarle todo lo que iba a pasar y hacerle prometer que su amigo no iba a sufrir ningún daño.
El problema de conseguir a sus brujas no fue tan complicado. Tres mujeres jóvenes, boletos de avión pagados, hotel de lujo, conocer a dos actores famosos, e invocar a un Dios Nórdico, no es necesario decir que aceptaron enseguida, sin hacer muchas preguntas, Ofelia fue por ellas en la mañana del treinta de Octubre en el carro de Tom con el mismo chofer, se quedaron en el pent-house que Marcos había rentado, dejaron sus cosas se bañaron y durmieron un poco, mientras Ofelia terminada los últimos detalles del diseño del ritual.
Al dar las ocho todas se juntaron en la sala y después de ponerse al corriente con la historia, se sentaron todas en el piso y se concentraron cerrando los ojos para alinearse y conectarse entre ellas, básicamente necesitaban estar conectadas para la invocación, ya que la energía de un Dios siempre era enorme. Al terminar se relajaron y parecían un grupo de amigas normales, hasta estaban hablando de actores guapos.
—¡No puedo creer que vamos a conocer a Chris Hemsworth y a Tom Hiddleston!— dijo Darcy emocionada.
—Puedes dejar un momento el papel de “fangirl” tenemos un trabajo.— dijo Livier muy seria, Darcy escupió un poco el agua que bebía por la carcajada que soltó.
— Dice la que nos hizo ver Thor tres veces ayer— dijo Darcy todas rieron excepto Livier.
—¡Se llama hacer investigación, bruja ignorante!— dijo muy ofendida.
—Ay, por favor, tenemos libros de mitología nórdica y nunca los tocaste ¡Vimos la película tres veces!— dijo Luna, Ofelia y Darcy se rieron más fuerte.
—Te voy a dar tus “tres veces”— dijo infantilmente Livier amenazando con un cojín pero alguien tocó a la puerta— Yo voy.— dijo Livier extrañada porque no habían pedido nada aun, las otras dos brujas vieron como Ofelia se recargaba a ver el espectáculo. Y volvieron su atención a Livier, ella abrió la puerta y se encontró con Tom y Chris, ambos con las manos ocupadas con cajas de pizzas y cervezas.
—Su cena señoritas— dijo Tom con una sonrisa.
Livier abrió mucho los ojos y se cubrió la boca con una mano, Darcy no se quedó atrás con la expresión, Luna solo sonreía a Ofelia en complicidad. Y Ofelia le hizo caras infantiles, luego se paró, fue hacia la puerta y le dijo a Livier.
—Estas estorbando.
A lo que ella respondió en un murmuro —Lo siento— pero no se quitó, hasta que Ofelia la hizo a un lado delicadamente y dejó entrar a los actores. Los cuales sonrieron y entraron.
—Niñas, quiero presentarles a Chris Hemsworth y Tom Hiddleston, por favor no me avergüencen.— Dijo muy seria —caballeros, ellas son mis hermanas, Darcy— ella saludo con una sonrisita— Luna— que dijo un simple y amable –buenas noches —y la que sigue atontada es Livier.
Tom les agradeció por aceptar ayudarlos y todos se sentaron en el piso y aunque las brujas estaban nerviosas, aun Luna aunque nunca lo admitiría, se notaba que los actores sabían cómo manejarse con sus fans, ambos muy amables, cenaron todos juntos, durante la cena hablaron del ritual, cosa que calmó más y más a Chris, aparentemente, si había algún peligro, solo lo había para las brujas y esto era despertar la ira del Dios invocado, pero en ese caso solo hay que cerrar el rito y la comunicación se acaba, no muy diferente a colgar el teléfono, mencionó Livier sin verlos a los ojos, apenada.
Luego, mientras Luna y Ofelia hacían un círculo de protección para Tom. Las otras brujas más jóvenes aprovecharon para tomarse algunas fotos y firmar algunos autógrafos, Ofelia les aseguró a los actores que las brujas no hablarían de lo que pasaría ahí, pero esperar que fingieran que no los conocieron, era demasiado pedir.
Luego Darcy, la sanadora oficial del grupo, sacó un poco de sangre de Chris, todo parecía muy normal, algodón, alcohol, y jeringa, pero Chris notó que no sintió absolutamente nada.
Una vez listo todo, las brujas se retiraron a una de las habitaciones, dejando a los dos actores en el recibidor tomando una cerveza, Tom notó a Chris tenso.
—¿Estás bien amigo?
—¿Eh? sí, sí, es solo que todo esto es muy raro, parecen muchachas normales, nadie diría que son… bueno lo que son y lo que vamos a hacer ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
—Aún podemos no hacerlo, no quiero que te sientas incómodo.
—¡No! Quiero decir, quiero hacerlo— dijo con una sonrisa amplia. —pero hace un año estaba fingiendo ser este Dios y ¿Si está enojado? ¿Y si… yo no le gusto?— dijo un poco incómodo.
—Créeme, se lo que se siente, pero por lo que pude saber por Loki, Thor es de hecho un buen hombre, no te preocupes, no es tan raro…— dijo el británico tratando de quitarle importancia, pero como si hubiera sido su “pie de entrada”, las cuatro brujas entraron en vestidos negros, todas con velos de encaje, menos Ofelia que lo llevaba en la mano, las otras tres comenzaron a mover los muebles y a poner velas, Chris vio a Tom y él por un momento abrió la boca pero la cerró y encogió los hombros, pero Chris sonreía más, parecía que estaba de verdad disfrutando la aventura, Tom se dirigió a Ofelia.
—Pensé que dijiste que las brujas no se vestían de negro.— dijo con media sonrisa.
—No, dije que no siempre nos vestimos de negro, además, ustedes más que nadie deberían de saber que hay que vestirse para el trabajo que vas a hacer ¿Cierto?— Chris asintió entusiasmadamente. – ¿Listo para conocer a tu döbleganger?
—Sí, quiero decir no sé, ¿Lo estoy? –dijo dirigiéndose a Darcy que se acercaba él con un cuenco.
—Solo unos detallitos, si me permites— dijo mientras le untaba aceite en la frente, las muñecas y el pecho, mientras se acercó Luna con otro cuenco con pintura blanca y comenzó a pintarle símbolos rúnicos en las palmas de las manos, luego Livier comenzó a trenzarle el cabello corto del actor, que para sorpresa de Tom estaba bastante relajado.
—Es el aceite— dijo Ofelia en español en un susurro, viendo la mirada de extrañeza en Tom —ayuda que esté relajado…bien Señor Hemsworth— Ofelia llamó la atención del australiano. —Recuerde que no hay porque estar nervioso, mientras no ofendamos directamente a Thor, no hay que temer, generalmente los Dioses aman a los humanos y considerando que de hecho Thor es el Dios patrono de la humanidad creo estamos bastante seguros, pero no intente hablar, ya que él va a usar su cuerpo para hablar.
—¿Pero y si quiero hablar con él?
—Lo puede hacer, mientras él habla con nosotros, va estar conectado a su conciencia, quiero decir, que puede hablar con él lo que quiera mentalmente, al mismo tiempo que nosotros y si quiere un concejo, no se reprima, si tenemos razón y el ritual funciona, es decir, que Thor, sí sea usted en otra dimensión, esta invocación solo podemos hacerla una sola vez, cuando su cuerpo conozca la energía de su contraparte, nunca va a poder regresar a él, que es básicamente lo que les pasó a Tom y a Loki. A si que, pregunte lo que quiera. – Chris asintió con determinación en los ojos.— como sea, buena suerte.
—A ustedes también.— dijo mientras permitía que las otras brujas lo llevaran al centro de una mesa, él se subió a la mesa y se sentó con las piernas cruzadas. Y cerró los ojos, por instrucciones de una de ellas.
—¿Estás listo?— Ofelia preguntó a Tom y lo llevó a sentarse en una silla que pusieron encima de los símbolos, la silla estaba de frente a Chris. —recuerda solo tenemos esta oportunidad con Thor, pregúntale lo que necesites, pero trátalo con respeto, no solo es un Dios, es un príncipe, pero siendo británico supongo que sabes cómo se hace.
—Espera ¿No vas a hablar tú?
—Solo si es necesario, pero tú tienes un don con la gente que yo no tengo, creo que debemos aprovecharlo – dicho esto se puso el velo y se sentó con sus hermanas que rodeaban la mesa donde estaba Chris, las cuatro bajaron la cabeza y comenzaron a la invocación, que sonaba un poco como una canción, estaban cantando en nórdico antiguo los nombres del Dios.
Þórr heitir Atli
ok Ásabragr,
sá es Ennilangr
ok Eindriði,
Björn, Hlórriði
ok Harðvéorr,
Vingþórr, Sönnungr,
Véoðr ok Rymr.
Después de unos minutos, una brisa muy fresca comenzó a apagar las velas, luego la brisa se convirtió en viento dentro del cuarto, las cuatro brujas se callaron y levantaron la cabeza al mismo tiempo, sus velos se levantaban aleatoriamente y tenían los ojos completamente negros, Tom se asustó mucho de verlas así y no ayudó que las luces comenzaron a parpadear, hasta que se quedó completamente oscuro. Pasaron unos segundos que al actor se le hicieron eternos. Una luz fría lo iluminó todo por un segundo, seguido de un trueno, luego completo silencio, ni viento, ni canto, ni nada. Solo se podía sentir el aire cargado y los vellos de los brazos y nuca del británico comenzaron a levantarse por la estática, Tom se levantó de la silla, para buscar una lámpara o algo, pero dos luces pequeñas aparecieron enfrente de él, cerca de donde, él estaba seguro que estaba la cabeza de Chris y se quedó muy quieto de pie, las luces se iban haciendo más grandes lo primero que pudo ver fue que eran los ojos de Chris los que estaba irradiando luz azul.
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La mejor primera cita
Una vez salí con un chico que conocí en la calle.
Estaba con dos amigas una noche por Palermo y en una esquina nos topamos con 3 chicos. Uno de ellos se casaba, los otros dos eran sus damos de honor para una noche de muchísimo alcohol. Nos frenaron y nos pidieron que besaramos al novio. Y claro, siempre dispuesta a colaborar para la causa, besé fugazmente al chico y todos nos reímos y aplaudimos. No me esperaba que después uno de los damos me pidiera el teléfono. Se lo di, pensando que sería archivado como “chica calle” o tal vez “gdsjgsndjk” (estaban muy borrachos).
Al día siguiente recibí un mensaje del damo con resaca. Se llamaba Juan y, además de hacer algunos papelones en la calle por hobbie, era diseñador gráfico y vivía en Caballito. Hablamos mucho esa primer semana, me invitó a salir un par de veces, y aparentemente yo dudé bastante. Y finalmente me decidí. No estaba en las apps de citas, tampoco tenía mucha oferta face-to-face. Ya se me acababan las excusas para decirle que no. Así que quedamos en encontrarnos un viernes a la noche, en una esquina de Palermo.
Llegué primero y él no estaba. Pensé: qué desubicado que llega tarde. O tal vez me plantó. Boluda yo. Había un restaurante de fondue en la esquina. Me imaginé intentando comer queso caliente con pan y salchichas de una manera sensual. No existe.
Finalmente llegó. Se bajó del taxi y me pidió perdón por la demora. Y ahí lo vi. No era lo que recordaba, o tal vez no lo había mirado en detalle la noche que nos conocimos. Pero ya estaba ahí, me había vestido, maquillado y me dejé llevar por el impulso de la sorpresa.
Le pregunté si ibamos a comer fondue y sonrió. Me dijo que no, que tenía una reserva en un lugar a puertas cerradas. Nunca había ido a un lugar así, no conocía la metodología. Caminamos unos metros y tocó una puerta de una casa antigua. Nos abrió un hombre vestido de chef y nos invitó a pasar. Nos sentó en una de las 4 mesas que tenía preparadas. La casa tenía techos altos, la iluminación era perfecta. Los pisos de madera crujian con nuestro andar tímido.
Y así arrancó la primera parte de una noche que todavía recuerdo, con sus sabores y aromas. El chef había preparado un menú de varios pasos, con el detalle de que todo era sin gluten. Juan había pedido esto especialmente cuando llamó para reservar. Se acordó - pensé. Strike 1.
La memoria me falla para los detalles de esa comida, pero recuerdo con emoción cuando nos trajeron un plato lleno de pimientos de padrón. Me transportó a la niñez, cuando mi papá los compraba para comer en casa. Hacía mucho tiempo de eso, el recuerdo era como parte de un sueño. Pero en el sabor estaba mi casa de Echeverría, mi niñez, esa mesa redonda.
Hablamos mucho, pero de eso no me acuerdo. Estaba bastante nerviosa. Juan venía ganando el partido y yo no estaba pudiendo hacer nada. No veía la pelota. Cuando terminamos de comer, Juan fue al baño y volvió listo para partir. Le pregunté por la cuenta, pero ya la había saldado. Seguía dejándome atrás con sus gambetas de profesional. No me quedó más que agradecerle con una sonrisa.
Salimos a la calle y me dijo que había preparado una segunda parte de esta cita. Me imaginé el escenario trillado. Su casa, un trago y esperanzas de sexo. Me dijo que no me preocupara, que no era nada de eso, pero que era una sorpresa. Nos subimos a un taxi y partimos. No le dio la dirección al chofer, solamente le indicaba por donde doblar. Cuando llegamos, era una calle oscura, con sólo una entrada iluminada. Habíamos llegado al Matienzo. Sacó dos entradas del bolsillo. Esa noche tocaba Sonora Marta La Reina. Lo miré perpleja. No podía comprender la fe ciega que tenía en esa primera cita. Strike 2.
Una vez adentro, fuimos a la barra y nos pedimos unos tragos. El lugar estaba lleno de gente, era difícil circular. Mientras esperábamos que nos dieran nuestros vasos, una chica se acercó a saludarlo. Él fue cordial y amablemente la despachó. Mientras me explicaba que era una conocida del pasado, no me importaba su historia, sólo me importaba mirar su boca. De repente, como si en el Matienzo hubiera mejor luz, pude verlo de cerca y en detalle. Y en un instante sentí una vibración corporal. No es verso, no exagero. Seguía sin poder prestar atención a lo que me decía, pero ya no era por nervios, era por su boca. Estaba hipnotizada por esos labios. Y él se dio cuenta. Y porque es un sádico, se acercó más. Y así apretados contra la barra, se apagó el entorno. Como cuando uno está en shock, todos los sentidos se me apagaron. Sentía el corazón latiendo en todo el cuerpo. Y lo besé. Y me besó. Y descubrí una nueva droga. Ya estaba agarrada por sus efectos narcóticos, sentía la abstinencia si se alejaba por un segundo y la euforia de los besos en sintonía y sinergia. No había vuelva atrás. Strike 3.
No me acuerdo mucho de la banda pero dicen que es un buen plan para una primera cita.
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