#no sabía que poner de lugar :c
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Kino Chaos Lineage Capítulo 1
[Prólogo Scarlet]
Lugar: Mansión Scarlet, Habitación disponible
Yui: Entonces elijo a Kino-san…
Kino: Hm, así que yo. Dime, ¿por qué me elegiste?
Yui: Pues, por una corazonada…
Kino: ¿Qué demonios? ¿Eliges a la persona que estará a tu lado por una mera corazonada? Eva ha de tener nervios de acero.
Yui: (Por más que reclame no tengo cómo rebatirle, de verdad que no ha sido más que por mera intuición.)
Kino: Fufu, bueno, no importa. Ahora que me elegiste… las cosas se pondrán divertidas.
Yui: (¿Qué será? Acabo de sentir un escalofrío recorrer mi espalda… Es solo mi imaginación, ¿no?)
Yui: (Todos se retiraron tras la elección de mi vigilante.)
Yui: (Aunque me pregunto si Kino-san tendrá razón, tal vez no debí elegir a mi acompañante tan al azar.)
Yui: (Más importante, la historia que me contaron ayer…)
Yui: (Dijeron que por más que me tuvieran en su poder desconocían cómo convertirse en el rey supremo.)
Yui: No parece que vayan a matarme, pero ¿qué sucederá de ahora en adelante…?
*knock knock*
Yui: ¡Ah…! ¡Pase!
Yui: (¿Quién será?)
Kino: Veo que despertaste. ¿Cómo te sientes?
Yui: Igual que siempre…
Kino: ¿Ah sí? Pues que bueno. Avísame si te pasa algo. No me causes problemas.
Yui: Entendido…
Yui: (Problemas eh. Desde la perspectiva de Kino-san no soy más que trabajo extra.)
Kino: Por cierto, debes de haberla pasado mal ayer, ya que todos intentaban capturarte.
Yui: Pues sí. Apenas había abierto los ojos y ya me encontraba en medio de un campo de batalla.
Yui: (Ese ambiente arrebatadoramente tenso… Me pregunto qué clase de batallas ocurrirán de ahora en adelante. Solo pensar en ello me abruma.)
Kino: Pareces estar hundida en tus pensamientos. Eso no será bueno para tu salud… Ya sé, ¿quieres salir un momento?
Yui: ¿Eh…? ¿Salir?
Kino: Estar todo el tiempo encerrada ha de ser asfixiante, por eso es mejor cambiar de aires.
Yui: (Tras todo lo que dijeron ayer pensé que no me dejarían poner ni un solo pie afuera… ¿Me equivoqué?)
Yui: ¿De verdad puedo salir? Reiji-san podría enojarse…
Kino: Solo caminaremos por los terrenos de la mansión. No pasará nada si no nos descubren.
Kino: Además, las palabras de ese cabeza dura tampoco son ley.
Yui: Pero…
Kino: Te digo que no pasa nada. ¡Vamos, andando!
Yui: ¡Ah…! ¡Espere, Kino-san!
Yui: (A juzgar por lo sucedido ayer creo firmemente que desobedecer a Reiji-san desembocará en un gran problema.)
Yui: (¿De verdad estará bien hacer lo que nos plazca?)
Lugar Afueras de la mansión
Yui: Wow, que brisa tan agradable…
Yui: (Estaba nerviosa, pero me alegro de haber salido. El viento nocturno es reconfortante…)
Yui: (Además, cuando llegué no pude darme el lujo de apreciarlo… pero el exterior de la mansión es realmente precioso.)
Yui: (Más adelante hay un bosque. Este lugar está rodeado por la naturaleza, es precioso… Si tan solo no estuviéramos en medio de un conflicto.)
Yui: Muchas gracias Kino-san. Ya me siento un poco mejor.
Kino. …Es hasta lamentable lo mucho que bajas la guardia.
Yui: ¿Eh…?
Kino: Mira que agradecerme por hacer algo tan ínfimo como esto, que tonta eres.
Kino: Pero… ahora finalmente podré succionar tu sangre.
Yui: ¡¿Kya…?!
Yui: (Duele… ¡Es demasiado fuerte…!)
Kino: Vamos, quédate quieto. Si te mueves ni yo sabré en dónde terminaré clavándote mis colmillos.
Yui: ¡¿C-colmillos?! ¿Acaso… desde un principio planeabas succionar mi sangre…?
Kino: Por supuesto. No puedo succionar con calma tu sangre en la mansión, pero aquí nadie nos interrumpirá.
Kino: Siempre me interesó saber cómo sabía la sangre de Eva.
Yui: ¡N-no! ¡Si haces eso moriré!
Kino: No morirás por perder un poco de sangre. Aunque no sé si terminaré bebiéndola toda.
Yui: ¡…!
Kino: Fufu, linda expresión. Ya veo… así que esta será la primera vez que succionen tu sangre.
Yui: ¡…! Mi brazo… me duele… Kino-san…
Yui: (Pensé que era una buena persona… Sabía que no debía relajarme con un vampiro.)
Kino: Escucha, voy a perforar tu cuello con mis colmillos. ¿Qué tan doloroso crees que será?
Yui: …No… lo hagas…
Kino: Que reacción tan inocente, me alegro de haberla visto. Vamos, saborea por primera vez la sensación de los colmillos. Nn… Nn…
Yui: Aah…
Yui: (¡…Duele…! Mi cuello me arde…)
Yui: (Mi sangre sale de mi cuello… No me gusta… esto…)
Kino: Wow… que potente… Es mucho más dulce de lo que imaginé. Es como un higo, podría volverme adicto.
Yui: Por favor… ya suélteme…
Kino: ¿Cómo podría soltar una delicia como esta? Ahora será desde aquí.
Yui: No, basta…
Kino: No me detendré. ¡Nn… Nn…!
Yui: Uuh… Aah…
Yui: (¡No, duele…! Que alguien me ayude…)
Yui: (Un vampiro succiona mi sangre… ¿Así es como moriré…?)
Yui: ¿Uh? ¿Qué…?
Yui: (Ese lugar…)
Yui: (Sí… es verdad… Esto no basta para matarme.)
Yui: (Porque ya han bebido mi sangre una cantidad incontable de veces.)
Yui: (En la mansión Sakamaki, todos han—)
Yui: ¡Uuh! ¡AAAAAAAAAH!
*sonido de algo rompiéndose*
Yui: …Aah… Aah…
Yui: (Lo recordé… Yo—)
Yui: (Yo soy Yui Komori.)
Yui: (¿En dónde estoy? ¡¿Qué fue lo que sucedió?!)
Kino: …Oye, no me digas que ya te rompiste. La diversión recién ha empezado.
Yui: Usted… ¿Quién es?
Kino: ¿Ah? ¿A qué viene eso ahora? Me presenté junto a mis hermanos, ¿recuerdas?
Yui: ¿Hermanos…?
Yui: (¡Es verdad! ¡Reiji-san y los demás! Cuando me desperté estaba en una iglesia y luego me trajeron hasta acá—)
Yui: (¿Por qué ahora Yuma-san es hermano de Reiji-san y Shu-san? Además, ¡¿qué es todo eso del “rey supremo”?!)
Yui: (¿Qué está pasando? No entiendo absolutamente nada…)
Yui: No estamos en Kaminashi… ¿Es el mundo demonio? ¿O acaso es otro lugar?
Yui: ¿Esa mansión le pertenece a la familia Sakamaki? Pero entonces, ¿qué hay de esa iglesia?
Kino: Sakamaki… ¿Acaso has recuperado la memoria?
Yui: ¿Mi memoria…?
Kino: Te diste cuenta de lo descabellada que es esta situación, ¿me equivoco?
Yui: Sí, así es.
Kino: …Aah, supongo que ya no tengo motivos para guardar secretos.
Kino: No imaginé que tus recuerdos volverían al succionar tu sangre. Esto estaba fuera de mis cálculos.
Yui: ¿Quién es usted…?
Kino: No tienes que ser tan precavida. Volveré a presentarme, mi nombre es Kino.
Kino: Soy el príncipe cero de Karl Heinz.
Yui: ¿De Karl Heinz…?
Yui: ¿…eh? ¡¿Eeeh?! ¡¿Entonces eres hermano de Ayato-kun y los demás?!
Creerle♙
Dudar♟
Creerle:
Yui: ¡Jamás pensé que tendrían otro hermano…!
Kino: Bueno, soy un hijo ilegítimo, es normal que no lo supieras.
Kino: Debido a ciertos motivos no me criaron para heredar la corona, soy a lo que llaman “un bastardo”.
Yui: Ya veo…
Yui: (Toda la situación familiar de los Sakamaki es complicada, no es extraño imaginar que haya un hijo ilegítimo de por medio…)
Kino: Lo aceptaste más rápido de lo que imaginé, bueno, eso acelera las cosas.
Dudar:
Yui: (¿Realmente es hijo de Karl Heinz…? Nunca antes había escuchado algo sobre él…)
Kino: Se nota que no me crees. Aunque es normal, a fin de cuentas soy un hijo no reconocido.
Kino: Soy un bastardo que no fue criado para heredar la corona.
Kino: Si quieres puedo mandar a volar algo usando mis poderes para que me creas.
Yui: ¡¿Eh?! ¡No necesitas llegar a tal extremo, te creo…!
Kino: Ya veo, que bueno que me creas.
Fin de las opciones
Yui: ¿Pero qué hace usted aquí…?
Yui: Para empezar, ¡¿en dónde estamos?!
Kino: Cálmate. Además, no seas tan formal conmigo, quiero que seamos amigos.
Yui: Ah… Entendido. ¿Entonces qué tal si te llamo Kino-kun?
Yui: Oh, permítame presentarme otra vez. Me llamo Yui Komori. Hasta ahora he estado viviendo en la mansión Sakamaki—
Kino: Ya lo sé. Vives junto a los hermanos Sakamaki y eres la única e inigualable Eva, ¿verdad?
Yui: ¿Eh? ¿Cómo sabes eso?
Kino: Bueno, eso no importa ahora. La situación actual es el verdadero problema.
Kino: Creo que ya lo sabes, estamos en una ubicación desconocida y todos están actuando extraño.
Yui: S-sí… Aunque hasta hace nada no me lo planteaba.
Yui: Parece que mis recuerdos fueron modificados. Me había olvidado por completo de todos.
Yui: Solo pensaba en que durante mucho tiempo estuve dormida en la iglesia y que yo era Eva, a quien los demás debían robar para determinar quién se ganaría esta batalla y se convertiría en el rey supremo.
Kino: Hm, también alteraron mis recuerdos. Imagino que pasó lo mismo con los demás.
Kino: Me implantaron la idea de que en este lugar… hay que pelear para convertirse en el rey supremo.
Yui: La batalla para convertirse en el rey supremo…
Kino: Bueno, afortunadamente pude recuperarme gracias a esto.
Yui: ¿Un celular?
Kino: Sí, mientras jugaba con él terminé abriendo mi e-mail y gracias a eso logré recordar varias cosas.
Kino: Aun así, no tengo ni idea de en dónde estamos y como no hay internet no puedo usar mi celular.
Yui: Ya veo… Eso significa que no podemos contactar con el mundo exterior…
Kino Exacto, por eso no me hubiera servido intentar trabajar solo. Y por eso mismo me adapté y examiné la situación.
Yui: Entiendo… ¿Eh?
Yui: ¿Entonces por qué succionaste mi sangre?
Kino: Porque quise darme un gusto. Olías tan dulce que no pude controlarme.
Kino: Nunca había bebido una sangre tan especial, quise darle una probadita.
Yui: ¡¿Solo por eso?!
Yui: (Aunque no puedo culparlo, sé que mi sangre es especial para los vampiros.)
Yui: (Todos los hermanos Sakamaki han succionado mi sangre por la misma razón, así que no tiene sentido enojarme con él…)
Kino: Tu sangre es de primera clase. Es bueno que no se la tengas que dar a cualquier vampiro.
Kino: Sabía mejor de lo que esperaba. Creo que nos llevaremos de maravilla.
Yui: S-supongo.
Kino: Dicho esto, unamos fuerzas. En estos momentos somos los únicos que han recuperado sus recuerdos.
Kino: ¿No crees que deberíamos ayudarnos?
Yui: (Es cierto que me siento desolada ahora que todos han enloquecido.)
Yui: (¿Pero realmente puedo confiar en Kino-kun…)
Yui: (…No, actualmente no estoy en posición de dudar.)
Yui: Está bien… Unamos fuerzas y superemos esta situación.
Kino: Fufu, pues decidido. Cuento contigo.
Monólogo:
"Sostuve la fría mano que Kino-kun me tendió.
Una tierra desconocida en donde los recuerdos de todos han sido alterados.
Mi ansiedad aumenta al no saber qué es lo que está sucediendo.
Kino-kun parece haber entrecerrado sus ojos y esbozado una sonrisa al notar mi estado.
Sus ojos parecían un par de lunas crecientes y solo lograban despertar mi preocupación—"
[Capítulo 2]
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Entrenamiento extra
Pareja: Brock Rumlow X Lectora X Jack Rollins.
Palabras: 378 palabras.
Clasificación: C.
Sinopsis: Tal vez necesitabas entrenamiento extra.
Advertencias: Smut.
N/A: Esta es regalo para Hild. ¡FELICIDADES HILD!
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou @black23 @unnuevosoltransformalarealidad @azulatodoryuga
Volteaste, no sabías exactamente como sentirte cuando notaste que tus superiores Brock y Jack no dejaban de observarte, habiendo tantos reclutas, porqué te veían a ti.
Contuviste el aliento cuando sentiste que Brock tomaba tus brazos.
—Debes de mantenerlos más firmes, sino te lastimarás —él indicó mientras te guiaba para hacer el ejercicio de la forma correcta, asentiste.
Ni siquiera tenías un motivo por el cual sentirte nerviosa.
Desde entonces comenzaste a notar que ellos te ponían demasiada atención en los entrenamientos.
Una noche, después terminar la sesión de entrenamiento, te quedaste, era tu turno de acomodar lo que se había usado durante la sesión, maldecías en la bodega debido a que tus compañeros no se habían quedado a recoger lo que les correspondía y ahora tú debías hacerlo, acababas de poner las pesas, cuando de pronto sentiste una mirada y que la puerta de la bodega se cerraba. Brock tomó tu mano, mientras Jack se quedaba parado frente a la puerta, dejaste la pesa que tenías en la mano y tragaste salida, no estabas del todo segura de lo que eso significaba.
—No podemos negar lo que está sucediendo, ¿verdad? —Jack dijo con una sonrisa.
Brock sonrió, podía sentir el nerviosismo en ti o tu corazón agitado, o tal vez que tus pantis comenzaban a humederse.
Brock tomó tu rostro entre sus manos, acercando sus labios a los tuyos a la vez que Jack se acercó por detrás, envolviéndote en un abrazo.
El tiempo se detuvo en ese instante, y te dejaste llevar por el momento, ya no te importaba si estaban rompiendo las reglas o no, esto era algo que habías estado deseando por mucho tiempo, solo esperabas que no fuese un sueño como los otros que habías tenido.
Sentiste la mano de Jack bajar por tu cadera, a la vez que Brock comenzaba a desnudarte.
Daba igual si alguien los escuchaba, si estaban rompiendo las reglas, simplemente se estaban dejando llevar por sus deseos más íntimos.
—Creo que después de cada entrenamiento necesitaras una sesión extra de reforzamiento —Brock comentó juguetonamente.
—Por supuesto nadie puede saber de esto —Jack sentenció.
—Todo está claro —aseguraste.
Tú siempre habías seguido todas las reglas y ahora por primera vez en tu vida estabas haciendo lo que realmente querías.
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Sombras del Ayer - Dennis II
Los votos fueron expresados; las caricias a modo de consuelo fueron hechas. ¿Estaba a salvo ya? Su estómago revuelto como un tormentoso mar; sus manos gélidas, iguales a un témpano de hielo. ¿Cuándo terminaría todo? Mordió su lengua con firmeza hasta que el malestar en su cuerpo se redirigió a la boca. Observó de reojo a sus padres y su hermano, acompañado por su cuñada quien mecía suavemente a su sobrino más pequeño. Su madre lloraba, su padre luchaba por contener la emoción; Devin parecía feliz de ver a su hermano menor convertirse en un hombre. Todos felices y contentos: lo que siempre quiso. Detrás de ellos sus tíos, sus abuelos y sus primos; todos admiraron la bella pareja. Dos jóvenes en la curva ascendente de su vida; “enamorados” hasta las pestañas y deseando finalmente poder llamarse “marido y mujer”. Necesitó un respiro antes de dar sus votos. Mientras su pareja recitó entre lágrimas, giró la mirada por unos segundos. Encontró su amiga acariciando su estómago. La imagen quedó grabada a fuego en su mente. ¡Que belleza despampanante! Quiso correr a abrazarla, mencionarle todos los cumplidos del universo y llevársela al fin del mundo. Lo unico que le quitó la ensoñación fue ver al marido de la mujer. «Ethan, maldito tipo suertudo. ¿No quieres robarme el lugar por dos segundos? Siempre fuiste bueno con la zalamería, por eso Chelsea te escogió.» Ella ya no era suya. Nunca lo fue. La dejó ir como un imbécil inmaduro. El mismo la abandonó cuando más lo necesitó; quien le espetó las palabras más hirientes del universo solo porque se sintió dolido por sus acciones. Por sus hijos. Por su elección de vida. Porque escogió a alguien diez años mayor que sí sabía ser un caballero. Su casi esposa finalizó las dulces palabras al borde del llanto. Apretó sus cálidas manos con fingida dulzura. Se percató que no recordaba ni una sola, menos mal que contrataron a un gran fotógrafo y equipo de vídeo. —Lo hiciste bien, cielo —murmuró cómplice—. Gracias, te amo. Tocó su turno; su mente funcionó en piloto automático. Al finalizar, vio que la novia lució aún más conmovida. Celebró su éxito por pocos segundos hasta que no le quedó más alternativa que proseguir. El Pastor prosiguió con palabras solemnes hasta que mencionó el “hablar en ese instante o callar para siempre”. ¿Quién se animaría a interrumpir su matrimonio? ¿Su farsa? ¿Podría ser él quien diera marcha atrás y pidiese detenerlo? ¿Acaso Chelsea llamaría la atención y pediría que no siguieran? «Vamos C, hazlo. Confiesa que tienes ojos para mí y vives una farsa como yo». Nada. Chelsea no habló, no se levantó. ¿Por qué lo haría? Ella amaba al otro tipo. Él tampoco tuvo los cojones suficientes para detener todo, evitando lastimar aún más la confianza y orgullo de Kelly «Cobarde, cretino y también hijo de puta. Eso soy» —Y en este silencio podemos encontrar la paz y la seguridad de este amor que hoy se consagra. —Contuvo el aliento; sus rodillas temblaron—. Sin más dilación, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia. Así lo hizo. Procuró poner empeño para lucir extasiado, romántico y casi desesperado por sellar su unión. Convincente para los ojos curiosos e igual que su esposa. El silencio del ambiente se cortó para dar paso a los vítores y aplausos de los presentes; explotó el confeti plateado a los costados, envolviéndolos en una lluvia de espejitos frágiles y livianos. Kelly miró hacia arriba, colmada de felicidad a un cielo sin nubes. La boda soñada para ella, la pesadilla perfecta para él. —¡Lo hicimos, Dex! ¡Lo hicimos! —¡Si! —exclamó—. ¡Al fin terminó! Caminaron de la mano por el pasillo cubierto de pétalos rojos; al pasar por entre los invitados vio rostros exultantes, felices por otra exitosa unión. Buscó el rostro de su amiga, quien aplaudió con calma y una sonrisa burlona, ojos analíticos. Pudo haber engañado a doscientos cuarenta y nueve invitados, pero al número doscientos cincuenta no. Un escalofrío recorrió su cuerpo al dejarla detrás.
#residentevil#amor no correspondido#chelsea vickers#dennis atkins#escritos#escrituras#ethan winters#ethanwinters#fanfiction#resident evil#headcanon#amigos a enemigos
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— (sin título #2)
• drabble
• angst
⊹ 𐚁̸. . .
Todo se volvió oscuro.
El ambiente luego del tiroteo era semejante al final de una guerra, una en la que no habían buenos, ni malos, y mucho menos santos.
Desesperado, con la frialdad de la noche corrió lo más veloz posible hasta llegar junto a él. Agachándose rápidamente frente al herido cuerpo del pálido, intenta ayudarlo a sentarse mientras preocupado le habla:
—¡Volkov! ¡Volkov, resiste!— logra apoyar su brazo en la espalda del contrario, notando como el sangrado era constante y sin intenciones de parar. —Te vas a poner bien, ¿de acuerdo?, t-te voy a curar...
—Horacio...— dice en tono débil, presionando su herida, y con un arduo esfuerzo por mantener los ojos abiertos.
—Espera, no te muevas mucho, te llevaré al hospital.
—No, Horacio, no...
—Volkov, te llevaré, no te preocupes, estarás bien. Estarás bien...— trata de levantarle, más la mano que el ruso posó en su pecho lo detuvo.
—Horacio, de verdad... no.
El mayor apenas podía respirar, las balas impactaron gravemente por todo su cuerpo, perdiendo mucha sangre en minutos.
Sus miradas se conectaron. Con la misma mano, la posó lentamente en la mejilla de Horacio. Fue un tonto al pensar que ese sería el momento, pero tampoco le quedaban más opciones.
Sonriendo levemente le dijo por lo bajo:
—Eres... la persona más hermosa que conocí en mi vida...— empezó. —No sé que fue exactamente pero... siempre estaré agradecido de haber tenido la oportunidad de conocerte...
—Volkov...
—Eres una gran persona, Horacio.— le interrumpe. —No dejes que... nada ni nadie te haga pensar lo contrario.
Las lágrimas empezaron a salir con las palabras del ruso. No quería aceptar este final, no lo hará.
—Cuídate, ¿de acuerdo?, vales mucho, Horacio.
—No digas eso, Viktor, te llevaré al hospital y estarás bien.— insiste, mientras coloca la mano sobre la del contrario, sin dejar de verle a los ojos.
El nombrado solo suspiró, sintiendo su corazón más débil decidió hablar:
—Lamento... no haberte dicho esto desde hace tiempo, se que aveces puedo ser lento en algunas cosas, tampoco te mereces tanto tiempo de espera...
—¿De qué hablas?— y tomando aire le contestó con sinceridad.
—Tú... tú me gustas, Horacio, me gustas mucho...— con su pulgar le da suaves caricias. Intentando que no se cerrara su garganta continúa. —Quería decírtelo desde hace tiempo, pero... con todo lo que estaba ocurriendo... era complicado.
La humedad en el rostro del menor se hacía más notable, mientras se rompía en lo más profundo de su ser.
—Creo que... este tampoco era el momento, ni el lugar, pero no quería irme sin que lo supieras.
—No me digas esto, Viktor...— sollozante espeta con la voz quebrada.
—Lamento si me he tardado, o si no fui lo suficiente para ti, tú te mereces mucho, Horacio.
—No es cierto,— habla por lo bajo, pero su tono aún es audible. —yo no te merezco a ti. Te llevo al hospital, Vik, no te dejaré...
Con las pocas fuerzas que le quedaban el ruso tomó la mano de Horacio, quien, en silencio y entendiendo aquella señal, se encargó de entrelazar sus dedos en esta.
—Tenías razón, al final... si estaba oxidado.— ríe a pocas penas, haciendo que el menor sonriera levemente aunque no duró demasiado. —Hice lo mejor que pude, no fue mucho pero lo intenté.
—Volkov, no... no me dejes, no quiero sentirme solo...
—No estarás solo, Horacio, yo... yo siempre estaré contigo.— pronunció con lentitud, y con la ultima fuerza que en su voz le quedaba, finalizó. —T-Te amo.
El de cresta aún tomaba la mano del ruso con fuerza, mostrando una ligera sonrisa. Con los ojos desbordados de lágrimas, sabía perfectamente que era la primera y la última vez que se lo diría.
—Y-Yo... yo también te amo, Viktor.
El contrario le regaló una pequeña sonrisa, junto a una última mirada antes de cerrar sus párpados. La frialdad se apoderó del cuerpo, volviéndolo pesado en sus brazos mientras que su sistema deja de funcionar. La sonrisa desapareció.
Su amado lo había abandonado de este mundo.
Dejándole con un dolor nunca antes experimentado en su pecho, apoyando el cuerpo delicadamente en el suelo, sollozando. Su alma se había roto, sabiendo que su otra mitad, la persona que le complementaba, se había ido.
Fin<\3
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Son hojas de allí (C salió un momento a la calle y las cogió porque yo quería dibujar una hoja 🍁), y las plastificamos allí (tú estabas al lado de nosotras). Fue C la que me dio la idea de ponerlas en un marco ☺️, y pensé en hacer esto para ella. Quería añadir algo que hubiéramos trabajado allí, y se me ocurrió trenzar lana (C me ayudó a conseguir trenzarme el pelo y para practicar utilizamos lana). Iba a poner dos bolitas más de lana trenzada, pero quedaba muy recargado y al final lo he dejado así.
Hará dos o tres semanas C me propuso tocar juntas una canción de Navidad (ella con la guitarra y yo con el piano), le dije que eligiera ella la canción que le resultara más fácil de tocar en la guitarra y yo me haría un arreglo para el piano. Pasaron los días y me dijo que aún no sabía qué canción elegir, y yo me acordé de Country Roads...
youtube
No es una canción de Navidad ☺️, pero es la canción que C estaba practicando hace justo dos años... Recordé que ella me ponía la música de John Denver por esta canción, y recordé también todas las cosas que yo ya sent��a por ti en aquel entonces (yo te he querido desde el principio, aunque no entendía nada). Esta canción dice: "Country roads, take me home, to the place I belong"... (lágrimas)... Quise decirle a C que tocáramos esta canción... a modo de oración para que me devolviera a ti, porque tú eres el lugar al que pertenezco y del que nunca debí querer alejarme... Pero me dije a mí misma "Fabiola, no quieras interferir en el destino, deja que C elija la canción", así que me callé y lloré un rato cuando pude para desahogarme. Pues esta tarde estaba yo terminando el marquito con las hojas, cuando me suena el móvil y veo que es C que me escribe diciéndome que si me parece bien que toquemos Country Roads aunque no sea de Navidad, de momento solo el estribillo 🥹🥹
Y es que con esta canción también tuve una sincronicidad hace dos años: vi una peli de anime (yo nunca veo pelis) que se llamaba "Susurros del corazón" y Country Roads era su canción, me guardé esto:
En aquel entonces tú aún no cogías la bici, pero la empezaste a coger poco después...
Me ha hecho gracia escuchar de nuevo la canción de John Denver porque al principio de la misma parece que se escuchan chasquidos con los dedos y me han venido tus chasquidos, pero los tuyos son mucho mejores 🥰🥰
Ay, no te imaginas cómo te quiero y las ganas que tengo ahora mismo de abrazarte y de más cosas contigo ❤️🔥❤️🔥
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Renuncié a un mes de cumplir 9 años en aquella institución de gobierno, y por fin llega el ánimo de escribir (ya saben, entre mi niebla mental estos son mis registros)
A estás alturas pienso que llegué a ese lugar a fin de llenar un vacío y un compromiso, como si fuese un "tengo está vacante, y tengo este compromiso pendiente".
Recuerdo la emoción del primer día, le escribí a mamá -Pensé que venía a una entrevista, y me dijeron que ya tengo trabajo-.
La verdad es que aún me siento agradecida por esa oportunidad.
Pasaron algunos meses y no me asignaban muchas actividades, sentía que quizás hacía algo mal, hasta que por circunstancias curiosas terminé apoyando en la unidad de transparencia, y ahí me quedé.
En ese tiempo estaba arrancando la plataforma nacional de transparencia, así que me parecía perfecto avanzar con algo nuevo.
La emoción por aprender me hizo leer todo lo que fuese posible para hacer bien las cosas, aunque claro, eso llevo a la desilusión con el sistema. Había mucha información por compartir, y aún muchas negativas por una apertura total.
Aprendí a lidiar con huequitos para cumplir con el deber, y supongo que uno de mis errores en este sistema fue querer hacer las cosas a como debe ser.
Con los años no dejé de aprender, de la transparencia brinque a la protección de datos personales, fue ahí que encontré realmente una rama de la que me enamoré... y como si fuese relación sentimental, permití dejarme de lado por darle mucho a ello.
El tema salarial también fue un problema constante, mientras que veía a mis amigos avanzar en sus carreras, aquí no había crecimiento, todo se movía a base de favores, y hasta en los contactos que se tienen hay niveles.
Al final, esa fue la chispa que inició mi partida (si llegaron a este punto, viene lo más personal).
Cuando mi jefe se fue a otro puesto, creímos que se me designaría como su relevo, y a pesar de eso, sentí que algo no estaba bien.
Las cosas estaban fluyendo, hicimos entrevistas para el personal que estaría conmigo como mi equipo; entre mis pensamientos invasivos de que algo iba mal, traté de emocionarme, jajaja aún recuerdo comprarme una libreta linda porque "iba a ser jefa y las jefas deben tener accesorios lindos".
Me moví, hablé con otras personas, realmente quería el puesto, revisé la ley de transparencia, la de datos personales, cumplía con los requisitos para ser la jefa de la Unidad... y al final, como escribí, hay categorías entre quien te recomienda, y designaron a alguien más.
Entre todo este proceso, debo decir que en mi fé yo pedía una señal, algo que me dijera que ahí debía continuar, y fue en esa designación que la señal fue una gran bandera roja para mi retirada.
El nuevo jefe, ¡toda una joya!, su título y cédula se encuentran en trámite, y entonces el ego herido se movió. Esa nueva persona se acercó con el argumento de que todos le recomendaron apoyarse en mí, y que yo podía pedir, mientras no lo soltará.
Me sentía en un mal sueño, ya hace dos años había sido todo un drama el tener un aumento salarial que se dio a raíz de que me habían contratado en otro sitio, ya no iba a permitir más situaciones así.
Creo que quienes manejan la institución pensaban que solo era una secretaria sin aspiraciones y que haría sin problema todo lo que mi nuevo jefe quisiese.
Decidí irme, las palabras de mi abuelo resonaron "nunca vendas tus ideales".
Me parece chistoso como al presentar mi renuncia por fin me ofrecían un salario acorde a mis funciones, solo que ya era tarde. En este proceso estaba perdiendo mucho y no eran para poner en balanza qué estaba motivando mi salida.
Esa persona que designaron todavía se acercó a pedirme que no los dejara ayudar, y cuando dije que no sabía si después tendría tiempo de apoyarlos, fue con un amenazante apretón de manos que me dijo que al parecer no entendía que los tenía que apoyar.
Entre todo esto, la mayoría de mi equipo renunció, solo quedó una persona, por suerte ellos tenían ya una propuesta con mi jefe anterior.
Me cuesta creer aún muchas cosas, algunas personas en todo esto proceso llegaron a decirme que estaban contentos al saber que me habían designado como encargada (fui encargada de despacho casi 2 semanas), pues veían que habían dejado a alguien preparada para el puesto, y al final no pasó.
El común denominador es que algo contarlo todos me dicen "así es gobierno", y es cierto, solo que sentía que desde mi trinchera hacía una pequeña diferencia.
Y bueno, no sé con certeza que hacer, pero la tranquilidad emocional que tengo ahora es mi mayor ganancia en todo esto.
As~
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Entre el otoño y el invierno - Capítulo 4
🍂¡A quemarropa!❄️
✨🍂✨
Nota: Ustedes saben que este fic contiene lenguaje vulgar, insinuaciones sobre sexo y seguro que habrá escenas así porque es la finalidad. Por ello dudaba si poner esta advertencia pero igual lo haré por si están en un lugar público se retiren a sus habitaciones a leer cochinadas. Ustedes saben que esto debe leerlo alguien mayor de edad… VERDAD! (como si fueran a respetar eso, de todas formas lo advertí) Entonces…
ADVERTENCIA: este es un capítulo con contenido +18. Se recomienda discreción al leer... PECADORES
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Iniciando la semana y Satoru ya había metido nuevamente la pata. Para comenzar estaba lidiando con dos frentes de batalla al mismo tiempo. Primero: Sukuna, quien lo odiaba y quería demeritar el club deportivo; el segundo frente, y el que más le dolía,: Kento Nanami. Después de su discusión Nanami había dejado de contestarle los buenos días o las buenas tardes o las lindas tardes o lo que fuera… ni siquiera lo miraba. Eso desde luego había mellado el ego de Satoru y reducido las probabilidades de "comerse" al profesor de matemáticas a: -0
Suguru por su parte estaba harto de escucharlo quejarse y se lo hizo saber:
—Es tu culpa por enojarte y decirle todo eso… si hay alguien con compromiso por su labor de maestro es Kento, y si hay alguien considerado y flexible es él.
—¿Considerado? ¡Me mandó por un tubo! Me odia, yo lo sé. Lo percibo porque ya ni siquiera me ve.
—Te odia con motivo, idiota.
—¿Tú de qué lado estás? Eres más su amigo que mío.
—Sólo digo que vayas y te disculpes. Si se lo explicas a Kento seguro entenderá.
Satoru levantó su dedo índice una clara pose de advertencia.
—¡Nunca!
Pero… el martes ya parecía una planta marchita tan triste por no haber logrado su cometido… Era un poco extraño para Satoru no conseguir lo que quería y se veía forzado a… querer cambiar la situación. Desde luego que no lo saludó nunca más… y Nanami ni siquiera se percató de ello, aunque claro que externó su descontento a Suguru cuando le preguntó.
—Un pajarito me dijo que te hizo enojar Gojo.
—¿Hmm? ¿Por qué?
—¿No estás enojado?
—Sinceramente ni siquiera hemos platicado.
—Ah… ¿y no platicarás con él?
—¿Por qué lo haría?
—No lo sé, tal vez sea tu tipo.
—¿Yu te dijo que me dijeras eso?
Suguru levantó los hombros, Yu no había dicho nada pero no era un secreto que quisiera que Nanami tuviera una relación estable.
—No tengo interés por ahora en quedar con alguien, Suguru.
—Entiendo…
—Pero si hubo una discusión… Gojo es tu amigo ¿verdad?
—Así es…
—¿Él vino a lloriquear contigo?
¡Oh boom! Allí estaba el enojo. Suguru tuvo que aguantar la risa y pensó: "vaya que Satoru la ha cagado monumentalmente, a este paso terminarán odiándose".
—¿Lloriquear? Bueno no como tal —mintió, claro que había lloriqueado, es más había hecho una tremenda pataleta que Suguru quería darle dos, sí dos, golpes en la cabeza—. Es sólo que está estresado por todo, por lo del anterior entrenador que hace que Higuruma lo tenga en la mira, por lo de Sukuna…
—¿Qué pasa con Sukuna?
Vaya que olvidaba cosas o prefería hacer que no sabía.
—Satoru propuso un nuevo club de deporte pero no le está yendo nada bien. Para comenzar le faltan integrantes, uno en realidad para fundar el equipo. He escuchado a los chicos del equipo preguntar a mis alumnos si se quieren unir y además tiene que compartir gimnasio con Sukuna.
—Entiendo… ¿y?
—“¿Y?” Tus clases chocan con su club… eres la cereza del pastel.
—Es una pena… —dijo con pereza y Suguru se rió.
—Satoru no es una mala persona…
Nanami lo detuvo.
—Yo no dije eso… pero ha comenzado a desagradarme. Su forma de proceder fue grosera… si hubiera sido más amable…
—¿Qué querías? ¿Que se hincara y te suplicara? Kento a veces eres…
—No… yo sólo pedía que fuera más respetuoso hacía mí y mi clase. Dijo que yo no comprendía la importancia… ¿y él la entiende? —desdeñó era claro su enfado— En fin, ya está hecho. Si viene a llorarte de nuevo dile que sí… consideraré lo de cambiar el club sólo sí… se arrodilla y pide perdón.
Suguru sabía que era un juego parte del enojo de Nanami y que no lo decía realmente en serio. Y quiso seguirle el juego, aventar un galón de gasolina al fuego y levantar los brazos mientras reía como un maníaco.
—Tal vez considere decirle que cambiarás de opinión si te da un oral… —Nanami frunció su nariz como respuesta— sí, eso es un precio justo, se arrodillará pero no será tan humillante más bien gratificante para los dos.
—Me voy…
Suguru se rió, había conseguido crear más caos. Y es que a veces Nanami solía ser terco. Y como un tejido que ya comienza a deshilarse Suguru continuó molestando a Satoru.
—Tal vez lo considere si se la chupas.
Como Satoru estaba disgustado desde luego que no se lo tomó a bien.
—¿Que no es eso lo que pedías, Satoru? ¿No dijiste que el gran Satoru haría que él cayera?
—¡Eso fue antes de que me ignorara y lastimara mi orgullo!
—Ah que pena… yo quería escuchar al día siguiente: Suguru hice lo que dijiste, le di un oral y hemos cambiado los días de sus clases. Tenías razón qué sabio eres.
—¡Se serio!
—No puedo, es estúpido y algo tan estúpido podría ser resuelto así… de una forma estúpida. Mira, Kento no es un santo, seguro que te dice que sí.
—¡Si alguien va a hincarse y a chupar será él!
Satoru se fue furioso de su almacén.
El miércoles pudo entrenar con su equipo a media cancha y se sentía cada vez más frustrado. Sus alumnos no encontraban aún a otros dos miembros, a ese paso tendrían que cancelar el club y proponer voleibol. Aunque… los veía practicando como si de verdad fueran un equipo y… se veían felices. Por esa felicidad es que Satoru se convencía de hacer un pequeño esfuerzo al siguiente día y convencer a Nanami de cambiar las clases. Suguru tenía razón, quizás procediendo de otra forma él aceptaría… ¡desde luego que no tomaría su sugerencia! Se refería a hablar… de verdad sólo a hablar.
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El salón de clases estaba en silencio… la puerta cerrada. Por la puesta del sol se podía intuir que era después de las clases vespertinas, lo más seguro era que la mayoría de los alumnos ya se había ido a casa; por ello, Satoru había aprovechado y había ido al salón de clases para hablar con Nanami. Él… lucía aquel traje blanco que le gustara tanto a Satoru y pronto, al verlo, todo enojo por su trato había desaparecido.
—Nanami-sensei…
El mencionado que acomodaba una pila de papeles rodó sus ojos hasta Satoru, siempre con la misma indiferencia que logró que Satoru sintiera un escalofrío.
—Diga… qué es lo que quiere —desde luego que le contestó con molestia. Pero Satoru… con sólo haber recibido su mirada ya se había convencido de que tenía que ser quien cediera para llevar una buena relación con su colega y conseguir lo que quería… al menos lo que quería en ese momento que era cambiar las horas de sus clases.
—Quisiera robar un poco de su tiempo… sé que está ocupado, una disculpa por ello pero de verdad quisiera hablar con usted, es importante… al menos para mí.
Tardó en contestar. Satoru ya estaba casi seguro de que lo ignoraría y se iría pero… Nanami se había dado la vuelta, se cruzó de brazos y se recargó en el escritorio. Sus ojos miraron fijamente a Satoru con esa eterna expresión de seriedad absoluta, como si él fuera un dios y Satoru un pequeño monje que venía a rezarle. Por un momento hubo rubor en las mejillas de Satoru mientras pensaba "es que es perfecto, todo él es una escultura, tremenda obra de arte. Saber que tengo su atención… hace que pierda toda razón".
—Dígame entonces de qué quiere hablar —le dijo Nanami con aspereza.
Satoru desvío su mirada para alejar pensamientos impuros… “¡fuera fuera! Pensamientos indecentes de imaginarme su trasero redondito”.
—Sé que es probable que éste tema no le agrade, sensei, pero ¿puede permitirme… hablar hasta el final?
—Lo escucho.
—Es sobre sus clases de regularización… y mi club deportivo. Verá… de verdad que he intentado negociar con Sukuna para que cambiemos los días… pero él… no aceptó. Sé que tiene un poco de dificultad para mover sus clases pero de verdad… quisiera que me ayudara con eso… por… por favor.
Finalizó con una sonrisa, pero eso parecía ser inútil. Nanami aun lo miraba con recelo… recelo que a Satoru lo hacía sonrojar. Tardó en hablar y esos minutos se tornaban incómodos… más cuando Nanami acomodó los lentes, Satoru de inmediato sintió escalofríos y tuvo pensamientos sucios… pensamientos sucios de él acercándose para que su respiración empañara aquellos lentes, de él paseando sus manos por sus pectorales y de él hundiendo su boca y nariz en medio de sus redondas nal…
—Mi respuesta nuevamente es no. Lo siento no puedo.
—¿De verdad no puede? —volvió de sus fantasías de un golpe—. Se lo estoy pidiendo de favor… seguro que si lo habla con su grupo de estudio de lunes y martes ellos entenderán…
—Es que en éste punto no es eso lo que lo impide… sino usted mismo. ¿Ha olvidado todo lo que dijo el otro día? ¿Cree que yo ya lo he olvidado? Es por su grosería que me niego a cambiar los días —tomó su portafolio— ¿Era todo? Debo irme.
—¿Lo hace por terquedad?
—Justamente ¿y?
—Me disculpo entonces… discúlpeme por ser tan impulsivo y grosero con su respuesta… he estado estresado por todo.
—¿Y eso a mí qué? —Nanami se acercó para estar cara a cara, había metido sus manos en los bolsillos y lo miraba fijamente a los ojos.
—Tiene razón. ¿Puedo hacer algo para que vea que mis disculpas son sinceras? Quiero estar en buenos términos con usted como colega.
—Hmm —acomodó nuevamente los lentes— ¿está dispuesto a negociar?
—Sí… así es.
—Bien. Estoy esperando sus disculpas.
—Me disculpo ¡nuevamente! por mi comportamiento… no es personal y ya no estoy de acuerdo con lo que dije…
—Bien. Pero eso no logra que cambie de opinión.
—¡¿Qué hago para que lo considere?! ¿Qué acaso quiere que lo suplique de rodillas?
No parecía hacerle gracia.
—Vamos a negociar, Nanami sensei… usted pida lo que quiera a cambio de los días… lo que quiera de verdad. Es más si quiere algún tipo de favor…
Nanami dio dos pasos hacia atrás ofendido.
—¡¿Qué cree que soy?!
—¡Ehh no, no era de ese tipo de favores! No me refería a favores sexuales sólo favores como ir por café, traerle comida… etc…
Satoru se detuvo al ver el sonrojo en el rostro de Nanami, oh eso se veía encantador.
—A menos que… bueno usted.
—¡No diga estupideces! Está en un salón de clases y somos profesores…
—Exacto… somos profesores solamente, no habría nada de ilegal en eso… ¿Se ha sonrojado porque lo ha pensado?
—¡Váyase al diablo!
—Si es así sólo pídalo… estoy dispuesto también a brindarle favores sexuales si así cambiamos las clases.
Nanami lo observaba incrédulo y ¿enfadado quizás?… estaba muy sonrojado y era su sonrojo lo que hacía que Satoru perdiera la cabeza.
—Si quiere, a cambio de que intercambiemos los días de las clases yo puedo darle un oral ahora, me parece muy buen acuerdo.
Aunque había sido él quien había tomado la iniciativa sintió su rostro calentarse por el rubor. Nanami se había alejado hasta topar con el pizarrón, allí, se quedó callado. Satoru gritaba en su cabeza: "¡¿no estará considerándolo verdad?!” Nah era imposible que alguien tan pulcro como él siquiera lo pensara, no podía…
—¿Está dispuesto a hacerlo? —volvió a cruzarse de brazos.
—¿Ah? ¡¿Di-disculpe?!
—Su propuesta, ¿está dispuesto a ello? Si lo hace yo cambiaré mis clases… sólo si hace lo que dijo.
Bien, Satoru no esperaba eso… se dio la media vuelta, puso seguro a la puerta del salón y volvió para estar frente a él con una gran sonrisa en su rostro.
—Lo cumpliría… y créame que no sería una molestia…
Mordió su labio al verlo apuntar al suelo, atendió, se puso de rodillas y levantó su rostro que estaba coloreado por el sonrojo y tan caliente, pero tan caliente que creía tener fiebre. Sintió un hormigueo cuando lo vio desabrochar aquel pantalón blanco tan inmaculado. Satoru no podía moverse, esperaba obedientemente y tan feliz pero también se daba cuenta de que… flotaba, sí, flotaba como si estuviera drogado… estaba tan a su merced.
El escalofrío volvió a recorrer su cuerpo y se aprisionó en su propia entrepierna cuando Nanami bajó el cierre y con su mano derecha bajó la ropa interior revelándole su miembro. Había incomodidad por parte de Satoru… bueno, no sabía si describirla como tal, la sensación era extraña, quizás un poco de vergüenza pero también el inicio de su propia excitación. Era raro porque él era más un sinvergüenza, verga que veía verga que metía a su boca sin dudar, pero… en esos momentos se sentía tímido, como si fuera la primera vez… y como tal seguro que sería memorable. Nanami ladeó su cadera, su trasero pegó con el pizarrón, un movimiento tan sutil había hecho que sus pantalones se deslizaran ligeramente y revelaran la piel y el hueso de su pelvis. Parecía estar completamente despreocupado. Sacó de uno de sus bolsillos una cajetilla de cigarros y un encendedor. Satoru lo vio encender con facilidad el cigarro, sus ojos ligeramente entrecerrados aún fijos en él y el humo que saliera delicadamente de sus labios antes de que alejara con sus dedos el cigarro.
—Entonces tenemos un trato —le dijo con voz ronca.
Satoru atendió, sin meter sus manos abrió su boca y esperó a que el propio Nanami condujera su glande a sus labios con suavidad.
Esto excedía toda expectativa, incluso hizo sonreír a Satoru. Sus labios se expandían más para abarcar aquel grosor que… en realidad era difícil de describir. Sólo podía sentirlo aplastando su lengua y su suave intrusión. Tampoco podía describir el sabor pero al menos no era desagradable pero sí sentía el ligero calor y el momento en que comenzó a ponerse cada vez más duro a pesar de sólo tener la punta en su interior.
Esto hizo a Satoru… flotar y después de haber permanecido un rato ligeramente embelesado se permitió succionar delicadamente y mover sus labios, desde allí no pudo poner un límite. Incluso él se sentía tan caliente. Pronto aquella aula se llenó de los delicados chasquidos de su boca que ahora había expulsado el glande y estaba contra el cuerpo del miembro, también se escuchaban los jadeos de Nanami quien masajeaba su propio miembro para mantener la erección aunque el simple paso de los labios de Satoru y los chasquidos y ligeros jadeos de su boca eran suficientes para ponerlo duro.
Satoru se atrevió a abrir los ojos para creerlo, depositó un par de besos en el miembro. Sacó su lengua y la deslizó por el cuerpo, chocó incluso con los dedos de Nanami que subían y bajaban. Pronto él condujo su glande a la boca de Satoru pedía que lo metiera con lentitud y él aceptó. Abrió su boca para abarcar el contorno ahora un tanto más grande.
—Quieres el cambio de las clases entonces… ganatelo.
Le dijo Nanami en un tono ronco y Satoru atendió, dejó que introdujera su miembro a su boca. El glande hizo que su lengua bajara nuevamente con suavidad. Sólo metió la mitad del miembro al escuchar uno de sus gemidos. Satoru comenzó a expulsarlo aunque Nanami siguiera dirigiéndolo al interior de su boca. Sí, tenían razón… no, Nanami no era ningún santo, se notaba que le gustaba ese tipo de atención y Satoru estaba dispuesto a darle lo que quisiera.
Lo correcto era que Satoru hiciera toda esa tarea así que llevó sus largos dedos al miembro al sacarlo de su boca y apartó la mano de Nanami. Era él ahora quien deslizaba los dedos de su mano derecha por el cuerpo del miembro apretando ligeramente mientras esparcía la saliva y las burbujas de esta. Con cada pequeña succión en el miembro percibía el contoneo ligero de las caderas de Nanami, lo estaba obligando a olvidar toda dignidad.
—Dime Nanami-sensei ¿cómo te gustan los orales? ¿Lo hago bien o prefiere que sea más… agresivo?
Puso un poco de presión en su mano que hizo que él gruñera.
—¿Lo disfruta sensei?
Nanami no contestó, en lugar de ello lo tomó de la nuca y lo hizo tragarse su miembro de golpe, era claro lo que pedía. Satoru dejó salir su risa apagada por la irrupción, no le molestó, era tan feliz más ahora que sentía su mano sobre su cabeza acariciándolo para indicarle lo que le agradaba. Ahora había caricias de por medio "¡Pero que gran atención, excelente servicio" pensó Satoru porque las caricias de ese tipo lo ponían en un estado, ¿cómo decirlo?, lo excitaban demasiado.
Pero es que también necesitaba decir y escuchar cosas sucias porque eso a él le gustaba a la hora de tener sexo… le gustaba que fueran sinceros y en ese momento no le parecía que Nanami lo fuera.
—No seguiré hasta que no me diga si le gusta o no.
Y tuvo el atrevimiento de parar. Nanami lo miró con recelo y con el mismo tono jadeante y ronco le contestó:
—A ese ritmo no va a conseguir lo que quiere… trabaje. No me diga que usted prefiere los mimos y el romance… no va a encontrar algo así en sexo casual.
Satoru se rió y volvió a lo suyo, porque a pesar de lo que Nanami había dicho él aún deslizaba gentilmente sus dedos por su cabello. Esta vez Satoru puso sus manos en las piernas de Nanami para tenerlo como punto de apoyo mientras metía su miembro y lo sacaba de su boca sin expulsarlo por completo. A la vez juntó sus piernas porque ya tenía una erección en sus pantalones que pedía atención y sólo podía ser contenida frotando sus piernas entre sí. Y venía la cereza del pastel: los espasmos en su entrepierna fueron un tanto bruscos que lo obligaron a gimotear. Nanami había puesto ambas manos en su nuca y comenzaba a mover sus caderas ligeramente para pedir un poco más de velocidad.
—Lo hace bien, entrenador… pero parece un poco tímido… ¿tiene miedo de que nos descubran?
Satoru expulsó su miembro para hablar.
—¿Y qué hay de usted? ¿No teme que sepan que un profesor tan disciplinado ha caído bajo?
—Yo no soy quien está dándole un oral sabe…
Tenía un punto pero eso a Satoru no le importaba. Le prestó más atención, incluso cuando sus propios gemidos se intensificaron al igual que los suyos. Puso más velocidad al succionar y al meter a su boca los chasquidos y sonidos de placer provenientes del propio Satoru se intensificaban al momento en que Nanami movía sus caderas y jadeaba. Satoru podía sentir su miembro palpitar sobre su lengua y sus mejillas, era tan suave y tan caliente.
Esperó un poco más y cuando los espasmos fueron incontrolables y a Nanami no le importó maldecir con fuerza, entonces sacó su miembro de su boca y lo masturbó, cubrió con su mano a tiempo para que eyaculara en ella y no hiciera un desastre. El semen se esparció sobre su palma y algunas gotas rebotaron y cayeron sobre el miembro. El líquido viscoso estaba tan caliente y Satoru seguía masturbando incluso cuando había dejado de eyacular… Poco a poco fue bajando la velocidad hasta sólo ser su mano acariciando lentamente su miembro aun palpitante y erecto.
—¿Le agradó? Me gustaría tener una crítica constructiva. Sea consciente de que es la primera vez que lo hago con usted, no sé sus gustos… las próximas veces podrían ser mejor. Tal vez un poco más de lengua no estaría mal…
Tras quitar el semen de la punta pasó su lengua por el orificio de la uretra haciendo que Nanami respingara, parecía que aún estaba recuperándose del orgasmo. Sus jadeos roncos eran casi como ronroneos para Satoru.
Nanami bajó su mirada para ver a Satoru limpiando los rastros de semen de su mano con total indiferencia. Él notó que lo veía y le sonrió.
—Tal vez, Nanami sensei, podamos cambiar papeles… yo también necesito un poco de atención allí abajo.
—¿Y qué hace conteniéndose? —se apartó por un momento para notar aquella erección— sólo déjelo ser… sientase libre.
Como si Satoru estuviera esperando su aprobación se puso de pie, desabrochó su pantalón y sacó su miembro, saber que Nanami lo estaba viendo lo ponía más sensible al tacto. También notó que su miembro seguía erecto. Nanami apenas deslizó sus dedos por el cuerpo del miembro, sin timidez a diferencia de Satoru, y ya había una gota de presemen en la punta. Sí, claro que estaba impaciente, quería… que Nanami lo metiera a su boca, aunque lo que pasó enseguida no estuvo tan mal.
El propio e inmaculado profesor de matemáticas se despojó de su saco y después desabrochó su camisa, hizo una pausa a la mitad para atreverse a tocar a Satoru, sus manos tomaron las caderas de éste y acercaron su pelvis a la suya. Satoru resopló ante el ligero toque de sus miembros y entonces no le importó más. Se fue contra Nanami buscando sus labios que nunca encontró pues él se resistía a ser besado. Sus cuerpos se deslizaron de aquel pizarrón a una esquina del salón donde la espalda de Nanami se deslizó al suelo y se llevó a Satoru con él mientras se despojaba impaciente de la ropa. Los jadeos de ambos se escuchaban por todo el salón y tal vez salían a los pasillos, escalaban a gemidos sucios y una que otra maldición.
Allí en el suelo, a pesar de que Satoru no podía besarlo, si le seguía la corriente y terminaba hincado junto a él sacudiendo sus caderas impaciente, frotando una y otra vez su miembro contra el suyo. De pronto olvidó dónde estaba…
—Bien sensei… permítame cogerlo, le prometo que se divertirá, sólo déjeme tenerlo… le prometo que será el hombre más feliz de todo el planeta tanto como lo soy yo ahora obteniendo por fin su atención…
Sintió las manos de Nanami despegarse de sus caderas, se había despojado de los pantalones y entre jadeos y mientras Satoru observaba su rostro sonrojado y con una expresión de deseo, lo escuchó.
—Cójame ahora, entrenador…
La puerta del salón intentó ser abierta y cuando Satoru giró comenzó a sentir que flotaba… sí, flotaba. No realmente… sólo era la sensación y se desprendió totalmente.
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Ahora estaba incorporado en su cama tallando sus ojos con una expresión completamente estúpida en su rostro. No era del todo consciente, es más, apenas y podía moverse. Lo único que podía pensar era que ya no podría volver a dormirse pues ya sólo faltaban 10 minutos para que sonara el despertador. Oh Satoru odiaba eso, no había sensación más desagradable, además de los calcetines mojados, que despertar antes de que el despertador sonara. Sí se quería sentir absoluta desesperación… esa era una forma de conseguirla. Cuando Satoru ya estaba un 10% cargado y podía hacer algunas cosas como razonar comenzó a hacer berrinche porque no quería ir a trabajar y cuando logró hacer su rutina diaria para prepararse para el trabajo bueno… tenía la extraña sensación de que olvidaba algo.
Con un 50% de funcionalidad después de su desayuno pudo mantener una conversación no tan coherente con Botitas, su gato de color gris y peludo con, en efecto, botitas blancas, quien estaba sentado en la silla enfrente de él… juzgándolo.
—Lamento el desorden ¿de acuerdo? No he podido terminar de desempacar… ¡qué exigente eres! ¿Para qué quieres tu cama si nunca la usas…? Eh, eh bájate de la mesa gato maleducado. Escucha he estado partiéndome el lomo…
El gato le gritó. Con eso comprobaba Satoru una vez más que el gato lo odiaba, más de lo que era común que un gato normal odiara a su padre. Botitas lo odiaba tanto que podría planear su asesinato. Pero… al gato le gustaban las pláticas matutinas con su esclavo humano. Así que Satoru se imaginaba que… mantenía una conversación con la criatura.
"¿Y qué tal te va en tu trabajo de esclavo de medio tiempo para traerme comida?"
—¡Mal! Bueno no del todo mal… aun no parece que confíen del todo en mí. El supervisor cree que soy poco profesional.
"Lo eres, eres un holgazán…"
—¡No puedes decirme holgazán cuando eres un gato flojo y gordo! Sabes qué ¡me largo! Voy a trabajar…
Botitas lo miró con desprecio.
Una vez en la escuela Satoru ya era un 80% funcional, y sus clases iban bastante bien a pesar de todo. Tuvo una de las clases con los de primero y se encontró a sus integrantes de su nuevo club. Vaya… cómo podría mirarlos a los ojos, esa felicidad y esa confianza que le tenían le estaban apretando el corazón. Les había fallado una y otra vez, no había conseguido tener a los miembros actuales en los entrenamientos eso le estaba generando dolor de cabeza, sólo le quedaba… conversar con Higuruma nuevamente. Fue hasta su oficina sólo para pedir su intervención a pesar de que sabía que él… no parecía tenerle confianza.
—¿Hablaste con Kento entonces?
—Dos veces y parece muy decidido a mantener su postura. Yo… es la primera vez que hablo con él. Sinceramente, supervisor, yo esperaba que el profesor Nanami fuera diferente, ya sabe un hombre profesional y serio que no se dejaría llevar por su orgullo.
Higuruma frunció el entrecejo, le parecía muy extraño todo, incluso el tono que usaba Satoru… ¡no podía creer que ya hubiera problemas y con nada más y nada menos que Nanami! Él no solía ser problemático, sí era orgulloso y por su seriedad no solía convivir con otros profesores… y era cierto había tenido problemas con Sukuna pero nada que no se pudiera resolver.
—¿De verdad habló con el profesor Nanami? —Satoru asintió— Es extraño porque él es el profesor más profesional que conozco, no se deja llevar por emociones a la hora de su trabajo. ¿Está seguro, entrenador, de que habló adecuadamente con él?
—Dos veces como ya se lo he dicho. Yo sé, por parte de otros profesores, que él es muy objetivo pero se ha negado… por eso estoy recurriendo a usted como mediador y espero que no dé preferencias
—Hmm comprendo… pero primero creo que hay otros asuntos con respecto al taller que impartirá que a mí parecer son más importantes que la interferencia. Tengo el formulario de inscripción pero aún no cumple con los requisitos mínimos de miembros para el club. Usted dijo que debía tener cuando mínimo 6 miembros pero también necesita algunos refuerzos ¿no cree? Ahora sólo cuenta con 5 alumnos que han venido a inscribirse… pero si no cumple con el mínimo creo que tendrá que cambiar el curso del taller. El voleibol me parece una idea más llamativa para los alumnos que el dodgeball y con ello podría competir con los otros dos deportes de la institución… viéndolo desde ese punto le trae muchas más satisfacciones a la escuela y a usted desde luego…
—No puedo cambiar el deporte —lo dijo determinado.
—Bueno, aún tiene una semana más para que encuentre unos dos miembros más pero no se limite, entre más alumnos mejor. Ah y… no olvide que necesita a un profesor auxiliar. Un colega podría facilitarle muchas cosas, por ejemplo… sería mediador en una negociación con Nanami o con Sukuna. Es… necesario. Tenga, ésta es una lista de profesores que no están adjuntos a un club, podría hablar con ellos… y todos tienen una buena relación con Nanami.
Cuando Satoru salió de la oficina y se encerró en los vestidores de los profesores ya se sentía cansado y frustrado… ¿de verdad iba a perder la batalla? No quería cambiar de deporte, más que nada por sus alumnos que estaban muy entusiasmados por jugar. Debía solucionar el problema de las clases ¡ya!
—Ah… pero qué cara tan triste, ¿qué le ha pasado al supuesto mejor entrenador? —Sukuna había llegado y no había perdido tiempo para burlarse de él. Satoru no estaba de humor así que le dedicó una mirada de recelo—. Qué pena… yo que aposté con Fushiguro y aseguré que tu club de mierda tardaría una semana más… pero parece que ya has cavado tu propia tumba. —volvió a reír.
—Negociemos… —se puso de pie, en ese punto no podía darse el lujo de ser orgulloso.
—¿Eh, conmigo? Nah, no lo creo. Escuché que tienes problemas para tener a varios de tus alumnos entrenando… y que es porque están en clases de regularización con Kento Nanami —volvió a burlarse a carcajadas—. ¡De verdad que has metido la pata tan pronto! De todos te has ganado a Nanami como tu enemigo. ¿Acaso quieres morir? Que le desagrades te traerá sólo más desgracia. Si lo hiciste enojar lo más seguro es que lo hayas ofendido.
—Eso no es de tu incumbencia. Quiero pedirte de favor cambiar los días, tú entrenas los jueves y viernes y yo los lunes y martes…
—Hmm no —dejó de reír— no estoy interesado en ceder… Escucha, no me importa tu club ni tus alumnos, aquí quien mantiene la grandeza de esta escuela es el equipo de baloncesto… no voy a negociar con alguien que me está quitando días de entrenamiento. Ya he puesto sobre aviso a Higuruma de que si el rendimiento de los chicos baja en esta temporada será por tu culpa. Ve a rogarle de rodillas a Nanami… él suele ser muy piadoso… aunque no sé si le agrades si lo has hecho enojar ya.
Tomó sus cosas y se fue a impartir sus clases. Satoru refunfuñó. Tal vez si de verdad cambiaba de deporte eso atraería a más alumnos y le daría mayor importancia así dejarían de darle la espalda.
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Sukuna tenía razón si había un profesor que podía ser más accesible era Nanami, era cierto que tenía un carácter raro pero si se pedía de buena forma accedería… de hecho ahora se lo planteaba más que nada porque las clases podrían extenderse un poco y no quería interferir con el club que habían elegido algunos de sus alumnos… y quizás lo que lo hizo reflexionar fue su conversación con Higuruma. Él lo había mandado a traer y aunque Nanami ahora detestaba un poco más a Satoru por bocón entendía que estaba en todo su derecho. Le parecía gracioso que fuera llamado a la dirección como si fuera un alumno que se metió en problemas.
—Kento ¿de verdad no puedes cambiar tus clases? Creo que harías bien en colaborar. Gojo ya tiene suficientes problemas con Sukuna como para tenerte de enemigo…
—No me agrada —dijo por fin—. Él no me agrada, creo que es un tipo… hmmm… pedante, grosero y un completo estúpido…
Higuruma cerró los ojos y suspiró, vaya que lo odiaba eso le hizo pensar ¿qué había hecho Satoru para ganarse su odio?
—Pero —continuó Nanami— no me parece profesional interferir con el trabajo de mis compañeros. Sukuna no cederá… tendré que ceder yo. Ya he hablado con los grupos de lunes y martes, no les parece mal cambiar de día.
Higuruma suspiró menos mal se quitaba un peso de encima. No pudo evitar preguntarle a Nanami.
—¿Qué fue lo que te dijo Gojo? ¿Te ofendió? Yo sé que si hubiera hablado contigo hubieras cedido.
Nanami se cruzó de brazos.
—No fue realmente tan grave. Tal vez yo me pasé un poco de orgulloso. En fin… no te preocupes yo sé que tienes problemas que solucionar yo se lo haré saber al entrenador.
Se puso de pie decidido a reunirse con él después de sus clases. Y vaya casualidad Satoru también lo iba a buscar, ya se convencía de que lo mejor era no pelear y ceder, ah y desde luego, que en este punto estaba dispuesto a negociar con él… por el bien del taller. Satoru estaba motivado, dejó de lado su orgullo y se concentró en un 96%, estaba preparado para la batalla… caminó por el pasillo en el cambio de clases al aula de profesores, en dicho pasillo vio a Nanami, se detuvo… y murmuró:
"Vamos, todo se puede hablando ¿no? Seguro que encontraré la manera… oh pero que veo… ¡está usando el traje blanco! Pero qué entallado se le ve… ¡concéntrate Gojo! Esto es de vida o muerte, los sueños de los cachorritos son lo más importante”.
Y se imaginó a sus pequeños alumnos como si fueran bebés haciendo ojitos de gatitos tan tristes porque sus sueños estaban rotos.
Nanami curiosamente se acercaba a Satoru.
"¡Todo sea por mis criaturas! Si es necesario voy a hincarme y le rogaré”.
Y oh oh… en ese momento, en el bendito momento en que Kento Nanami se había parado enfrente de él, Satoru dejó de funcionar con la frase mágica y con el traje blanco de Nanami las imágenes antes olvidadas habían sido evocadas y se vaciaron en su cabeza ¡con brutalidad! En cuestión de milisegundos Satoru había recordado vagamente ese sueño erótico donde acordaba con Nanami cambiar las clases a cambio de que le diera un oral…
¡Boom! Se quedó completamente quieto incluso cuando Nanami lo miró fijamente para saludarlo… No, Satoru no podía pensarlo bien, no podía darse cuenta de que era un momento de vida o muerte tanto para el club como ¡para lo que fuera que quería con Nanami! Sólo podía ver el rostro de el Nanami de su sueño, tan sonrojado por su obscenidad, sólo podía recordar sin parar sus gimoteos y su nariz frunciéndose tras el orgasmo… y venía con remate pues al momento en que Nanami había dicho:
—Buenas tardes, entrenador…
Satoru había escuchado:
—Cójame duro, entrenador.
Satoru apretó sus dientes en una mueca muy extraña y graciosa y… se dio la vuelta y se fue dejando a Nanami con la palabra en la boca. Desde el punto de vista de Nanami eso había sido desconcertante en un inicio y luego… se ofendió porque Satoru lo había ignorado sin ningún tipo de vergüenza… eso sí jamás lo perdonaría ¡jamás! Todas las ganas que tenía de apoyarlo las había triturado en ese momento tras su vergüenza.
Satoru… después de desaparecer por el pasillo había corrido por toda la escuela en busca de un baño, entró a uno de los cubículos dónde se encerró. Seguía siendo bombardeado por todas las imágenes del sueño. Lo agradecería, sí, de verdad lo agradecería, ¡si tan sólo estuviera en su casa solo! No en plena escuela. En este momento sólo lo podía tomar como tortura. Era una tras otra imagen y él tenía que esquivarlas pero no podía, el hormigueo por todo su cuerpo al recordar el ficticio miembro de Nanami le impedía moverse y esquivar las balas. ¡Maldita sea! Tuvo que abrazarse a sí mismo y tratar de calmarse y pensar en cosas nada cochinas como gatitos y perritos o arcoíris o comida… ¡lo que fuera menos él teniendo sexo o él y Nanami con orejas de gato cogiendo! ¡Qué horror! No, no… ahora lo consideraba mejor, esa última imagen no estaba tan mal… ¡pero no era el punto!
Tomó aire y pensó en problemas de física… eso… eso quizás le ayudaría a calmarse ¡antes de que fuera demasiado tarde!
✨🍂✨
Nota que está en ao3: *se aguanta la risa nerviosa* ok... debo ser profesional. Esta no es la primer escena +18 que escribo, no sé que número sea pero es la segunda que publico y es la primera que tiene que ver directamente con el Nanago/Gonana, por ello estoy nerviosa me tomó bastante decidirme a publicarla incluso tuve que retrasar los capítulos de este fic porque no estaba lista por así decirlo... Por ser la segunda cochinada que publico yo requiero de su opinión. Díganme qué tal estuvo, ¿entendieron lo que ha pasado? me interesa saber eso porque yo lo entiendo, en mi cabeza las imágenes son claras (hmm delicioso) pero ustedes puede que no lo entiendan. Lo difícil para mí a la hora de escribir este tipo de capítulos es que se entiendan las posiciones y quien hace cada cosa, espero que eso se haya entendido. Ahora, tal vez se enojen porque fue un sueño húmedo y no pasó de verdad... pero por favor! de que hubo nopor hubo, y estamos calentando motores, hay otro capítulo nopor mucho más fuerte que este ya escrito (de hecho aun hace que me persigne) que saldrá mucho más adelante pero por ahora creo que esto está bien para comenzar. A mí me gusta este capítulo, me encanta mi Gojo puta y Nanami dominante <3 y amo la imagen de Nanami y Gojo michis cogiendo que viene de una referencia a un fanart que vi una vez que si pudiera pegaría en mi pared y le rezaría. En fin! Me retiro porque sigo nerviosa y la única que forma en que puedo lidiar con estos capítulos es riéndome. Muchas gracias por leer <3
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© 2022 ZAnka— queda prohibido modificar, plagiar, robar o repostear sin autorización este trabajo.
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🌾 ❛❛ 🐺���🌚Asintió fielmente a ello, la verdad les esperaba un regreso divertido a casa y desde luego ya iba mentalizada para los problemas que pudieran atraer en aquella cena.
—Por supuesto, siempre—Afirmó encantada de como sonaba aquello, le gustaba cuando Kendall reafirmaba que era suya. —Lo ves—Evidenció lo que su novia había dicho, ella conocía bien a Danette, lo sabía. —¿Por qué siento que con ustedes las sorpresas no acaban bien?—replicó Nicholette mirando a Tahirah. No se sorprendió de ver tan admirada a Kendall, sabía cuanto le gustaba y en especial cuando tenía que ver con su clan mágico. Le gustaba verla así de feliz pero, tenía la impresión de que esa felicidad solo sería momentánea. Esperaba equivocarse no quería que la lastimaran. Tuvo que dejar, asintiendo para traerle lo que le gustaba. Intentó no mirar a Tahirah porque sabía el efecto que podía tener en ella y era llorar, así que no quería lucir patética. Como acto reflejo sonrió al escuchar la frase y en especial al verla sonreír de esa forma tan linda.—Aún lo recuerdas—murmuro para si misma recordando cuando se lo había dicho, fue un bonito recuerdo que así como la lleno de alegría, la envolvió en una súbita amargura que le hizo un nudo en la garganta y le dio una punzada en el corazón, fue el golpe de realidad más horrible que pudo experimentar. Guardó silencio un instante mientras controlaba las lagrimas que no dejo salir. —Cuando leí la nota pensé que era una broma tuya, cuando no regresaste en la noche ni al día siguiente supe que era verdad que te habías ido pero, te di el beneficio de la duda y pensé que a lo mejor te había ocurrido algo y por ello no volvías, me preocupe y me angustie ¿sabes que fue lo gracioso? que nadie te había visto o sabían de ti, era como si no hubieras existido, pero no me fui, me quedé en ese lugar esperándote con la tonta ilusión de que a lo mejor te darías cuenta que me extrañabas y regresarías conmigo, después de 3 semanas me convencí de que te habías ido definitivamente pero, una parte de mi quería seguir esperándote y así lo hice por 63 días hasta que ya no pude llorar más, me la pase pensando que había hecho mal, sin respuesta alguna, luego hoy que te vi junto a Danette lo entendí todo, jamás sería suficiente para ti, Danette es todo lo que yo no soy y supe que entonces yo solo había sido algo de un momento y que yo me había creado toda una fantasía que no era cierta —Contó con voz apagada, estaba aguantándose las lágrimas.—Solo por eso acepte venir a esta cena, quería decirte de frente como me sentí cuando te fuiste y no dejándote una nota. ¿Te han abandonado alguna vez, Tahirah? Bueno creó que es más fácil lidiar con la audiencia de alguien cuando muere que cuando aún sigue vivo, yo ya sé como se siente estar de ambos lados, espero que tú no tengas que pasar por eso Tahirah—Replicó atreviéndose a mirarla.—Voy a ser clara. Ya sé que no soy nadie para pedirte algo, pero solo te pido una cosa, habla con Danette y dile que no se le ocurra lastimar o aprovecharse del cariño de Kendall porque si sale herida, no me va a importar que sea tu novia, me voy a convertir en un verdadero problema para ambas—Agregó sintiendo como el corazón le golpeaba con fuerza el pecho ¿Cómo era que estaba enojada con Tahirah pero, al mismo tiempo se sentía feliz de verla?
🌾 ❛❛ 🧛🏻♂️❤️👑Enarcó una ceja sonriendo gustosa por ello. Respondiendo a ello con un beso lleno de todo el amor que podía sentir por Tahirah.
Las muestras de cariño de Kendall hacía Nicholette le hacían poner los ojos en blanco, algo en ella quería que esa atención fuera para si misma pero, lo tolero porque esto aún no estaba perdido. Además estaba descubriendo que envolvía toda la situación a Kendall. Agradeció internamente a Tahirah con una mirada cuando se ofreció ir por las bebidas, supo que también llevaba implícito el hablar con Nicholette pero, también ayudarle a quedarse con Kendall. —A ti—refirmó. Luego la escuchó con atención, como siempre solía hacerlo porque le encantaba oírla hablar. —Bueno, no es mi lugar favorito pero, no está mal que me vean esos que no creyeron en mi y vean hasta donde he llegado. Además estás aquí tú y como no volviste a Nueva York entonces no creo que este mal que yo venga a verte—Le ofreció una sonrisa amigable, aunque al parecer Kendall estaba ignorándola intencionalmente ¿por qué estaba molesta con ella? ¿Era porque le había pegado a Nicholette? Volvió a sonreír cuando la miro asombrada con los objetos. Parecía una niña pequeña en una juguetería. —Lo es ¿Te acuerdas cuando me lo mostraste en el grimorio que encontraste en la tumba de uno de los ancestros? en cuanto lo vi, supe que deberías tenerlo—sonrió encantada de darle lo que le gustaba.—¿Nosotras dos? Tahirah no practica magia, tiene articulos magicos de sobra—Explicó y tardó un segundo en comprender la confusión —¡Oh! No, no me estás entendiendo, esos objetos son tuyos, puedes llevártelos, los conseguí para ti.—Explicó para que supiera que ese es el regalo de ella para Kendall. —Es mi forma de disculparme por no haberte contactado en estos últimos años pero, es que pensé que estarías ocupada perfeccionando tu magia y no quería distraerte—Se encogió de hombros.—Sabes que no soy la mejor amiga pero, no quiere decir que no piense en ti, no puedo ser de esa forma con la persona que siempr eha estado a mi lado—Agregó esperando que Kendall cambiará ese semblante.
💖🧙♀️✨. —Ya quedamos —le volvió a sisear, para luego soltar una risita divertida—. Estoy de acuerdo, nos portamos bien... en la medida de lo que cabe —agregó eso último en un susurro.
—Sí, exclusivamente para mí —añadió la bruja, sabiendo que Tahirah las veía con atención. Quería saber si provocaba algo en ella o todo era un juego, pero era indescifrable, sus grandes ojos claros y sus labios tintados, volviéndola incluso más guapa, ¿pero qué pensaba ella? Quisiera saberlo—. Lo dudo —respondió a su novia nuevamente. Danette no era una persona que compartiera, así que lo dudaba. Decidió callar al respecto y moverse por el antiguo museo. ¿Cuántas veces había pensado en robar el museo? ¡Infinitas! Solía ir ahí cada que podía, admirando los objetos con recelo. Y ahora aquí estaba, sin un grandulón vampiro zopenco como seguridad—. ¿A mí? —Arqueó una ceja, sin entender el punto. ¿Qué tenían que ver sus propios gustos? —Está bien, ya sabes que traerme —le dedicó una sonrisa a su novia y la dejó ir. Ojalá pudiera escuchar, pero se tendría que conformar por el relato de más adelante. La mano de Danette le llamó como un imán, por fortuna la intervención la hizo desistir y caminar a su lado, sin tocarla—. Mmmm, si te soy sincera, no pensé que Nueva Orlens fuera uno de tus sitios para pasar el rato —expuso—, creía que nunca te volvería a ver por aquí —dijo todo eso sin mirarla, pretendiendo observar la atmósfera. Adentrarse en ese sitio era como visitar Disneyland, no pudo evitar que sus ojos se iluminaran y su boca se abriera por la sorpresa—. Esto es... Esto debe ser... ¡No lo había visto antes! Pero, se supone que estuvo guardado por siglos, está maldito —repuso, fascinada aunque era un dato macabro, a ella le encantaba—. Y este objeto es poderoso en cuanto a seguridad —señaló—, protegerá todo el perímetro... Si quieres proteger el edificio, por cierto —informó, fascinada. ¿Se suponía que estaba enfadada y lo único que hacía era sonreír? Ussshhhh—. De saber que me regalarías un museo te habría buscado hace años —rió, siendo para ella una broma—. Supongo que les encontrarán un uso ustedes dos —agregó, pretendiendo sonar indiferente.
🧑🏼🎤💖🎵. —Es muy posible, corazón —susurró, dejando un tierno beso en sus labios—. Y tú para mí —viviría una eternidad si era a su lado.
Se hallaba atenta a la bruja y a Nicholette, en sus expresiones y voz. Tal vez no podía escuchar su corazón, pero sí podía observarlas de una manera distinta. —Se podrían sorprender —externó una risa discreta, sin sentirse atacada por sus perspectivas. Ella tampoco sabía lo que le deparaba el futuro, hacia tanto que había dejado de pensarlo, pero sí ayudaría a su amada a averiguar lo que aún quería con Kendall. La interacción entre Danette y Nicholette aún era hostil y atiborrada de desconfianza, mas no le preocupaba. Esperó por la lobita para continuar con su andar a la sala siguiente. De nuevo, observó sus facciones, eran tensas y, podría asegurar, eran intencionales—. ¿Qué te gustaría tomar, Nicholette? —Preguntó, volviendo su vista para sonreírle—. ¿Aún te agrada la" cerveza enbotellada ni muy fría ni al tiempo"? —Cuestionó, siendo esas palabras exactas las que había utilizado en aquellos días en los que habían estado juntas.
#si tarika tomate todas las libertades que quieras ;) ¬u¬ jajajajajajajaa#ya exploto la olla llamada Nicholette Mowgli xD jajajaja#✨- tahirah wayne#✨- kendall ahearn#✨-danette bane#✨-nicholette nardell
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Cafetería Mikasa x lectormasc (Version Espanhol)
¡¡Hola!! Cómo están ustedes? este texto fue traducido en el traductor de google, no hablo con fluidez en ese idioma, pero sé algunas cosas, aunque sé un poco, no tengo confianza para traducirme
tendrá cosas +18
-Mi día de hoy estuvo muy ocupado, además de la universidad tenía infinidad de tareas por hacer, solo quería tener un tiempo para respirar un poco, ya ni siquiera salía con mis amigos y ligues. Tuve una hora libre para poner un poco en orden las cosas, por suerte había una cafetería cerca de la universidad para poder quedarme un rato y no preocuparme por llegar tarde en ese infierno, digo, la universidad.
—Cuando entro suena una campanita sobre mi cabeza, la cafetería estaba vacía y el silencio era grande, imprimo una sonrisa de alivio y me dirijo a la silla para sentarme, dejo mi mochila sobre la mesa, abriéndola y tomando saqué mi cuaderno, mientras lo encendía a una persona a mi lado, la persona vestía un uniforme y deduje que es una camarera tomando mi pedido, cuando mis ojos se encuentran con los tuyos siento una ligera conexión, parece que la mujer siente lo mismo porque sus pupilas se dilatan - ¡Buenos días, señor! ¿Te gustaría algo de comer o beber?- pregunta con voz dulce la mujer -Tomaré un pastel de chocolate- pregunto, la mujer lo anotó rápidamente -¿Quiere algo más?- pregunta esperando mi respuesta -Es todo por ahora, gracias- la mujer asiente con una sonrisa y vuelve al mostrador. A los pocos minutos vuelve con mi trozo de tarta en un plato acompañado de una cuchara -¡Buen provecho, cualquier cosa llama!- mientras como la tarta y tecleo unas cosas en la libreta siento que alguien me mira, en ese momento ya lo sabía quién era ya que solo estábamos ella y yo en el lugar, desvío la mirada de la pantalla a la chica que ya me estaba mirando, nos miramos fijamente por unos segundos pero estos fueron los segundos más largos que tuve, la chica Tenía el cabello negro y corto, su mirada era muy penetrante y le daba escalofríos a cualquiera, una cosa que me llamó la atención fue su cicatriz en la mejilla derecha, que la hacía más atractiva. Faltaban 10 minutos para que comenzaran mis clases, ni me di cuenta del tiempo que pasaba porque estaba concentrada en mirar el cuaderno y a la mujer, rápidamente guardo mis cosas y pongo mi mochila en mi espalda, voy a el mostrador -Quería quedarme más tiempo y comer otras cosas, pero necesito irme urgentemente - digo sacando mi billetera del bolsillo -Está bien, le di reales - Le entrego mi dinero a la chica y me doy la vuelta para correr, pero vuelvo y tomo un bolígrafo -este de aquí es mi número, mándame un mensaje que en cinco minutos contesto- escribo mi número en un papel y antes de salir corriendo le doy un guiño a la chica y sale corriendo.
— Han pasado algunas semanas desde que le di mi número a la chica de cabello negro, quien llamó a Mikasa, en tan poco tiempo nos intimamos, nuestras conversaciones siempre fueron intensas y largas, casi no nos quedamos sin temas, en uno de esos temas nos enteramos que teníamos un amigo en común que era Armin, Mikasa ha sido su amigo desde la infancia mientras lo conocí en la universidad. En cuanto la universidad nos dio un buen rato, Armin aprovecho de la mejor manera posible y cada fin de semana me invitaba a salir con el, su novio Eren y Mikasa, claro siempre acepto, y en medio de estas salidas Mikasa y yo nos quedamos varias veces, como mucho eran besos y un apretón en la cintura o en el culo, al principio tomé la iniciativa pero al poco tiempo fue Mikasa quien tomó el control de la situación, no pensé que fuera malo, eso me emocionó bastante pero no quería admitirlo.
— En la pantalla de mi celular eran las 02:34 de un domingo, estábamos en una fiesta que tenían los amigos de Mikasa y Armin, solo que solo había gente que yo conocía, excepto yo que nadie conocía y yo no conocía a casi nadie, a excepción de Hange y Erwin -Escuché que te estás quedando con la hermana del enano, ¿es eso cierto?- preguntó Hange, estábamos yo, ella y Erwin en una esquina pero no tan lejos de la gente -¿Quiénes?- Erwin la señala novio, Levi, que estaba recogiendo bebida -¿Por qué preguntas?- Siento mis mejillas sonrojarse -Los chismes por aquí viajan rápido, cuando menos te das cuenta ya todos lo saben- dice pasando su brazo alrededor de mi cuello tomando su bebida energética - Me gusta ella- digo de la nada, Hange y Erwin luego abren una sonrisa -Menos mal que sabemos eso, incluso serían una gran pareja, si yo aún no lo soy- comentó Erwin. solo nos manteníamos en contacto por el celular, en un momento de la conversación apareció Mikasa de la nada interrumpiéndonos para que fuéramos a la sala porque todos se habían reunido ahí, Annie se adelantó dejándonos a mí y a Mikasa, la chica me pone contra la pared y me mira fijamente a los ojos, siento su mano meterse en mi camiseta y enganchar mi abdomen donde me araña con fuerza -Te estoy mirando- me susurra al oído y luego se aleja, tomando su mano, mi cuerpo se estremece por todas partes, levanto mi blusa mirando el tamaño del rasguño -Si quieres más, sigue adelante- me advierte, mi cabeza pronto se ilumina y una sonrisa aparece en mi rostro, Esta broma va a ser interesante.
— Como ya amanecía, hoy invito a Mikasa a dormir a mi casa y ella acepta, le pido que me acompañe a mi habitación para mostrarle el baño y darle algo de ropa, cuando entramos a la habitación lo primero que hizo fue sentarme en la silla y sentarme en mi regazo con fuerza -Hoy estuviste hablando mucho con Annie- dice pasando sus dedos por mi barbilla mientras me mira -Mi plan sería quedarme contigo, pero no lo hiciste Pareces ocupado- continuó con su dedo subiendo a mi cuello -¿Y tú que esperas? Estoy aquí para ti- digo llevando mis manos a su cintura pero ella pronto las detiene -No te di permiso para tocarme- dice de inmediato levantándose de mi regazo -Estaba solo en ropa interior y acuéstate en la cama, eso es una orden- me ordena, sin pensarlo dos veces la obedezco, apenas me acuesto en la cama aparece con un trapo -Que grosero, ella no me haría eso- bromeo Ackerman , tenia una mirada de enojo y lujuria, agarra mis manos por las muñecas y las amarra fuertemente dejándolas por encima de mi cabeza -Tienes suerte de que no estemos en mi casa- se sube a la cama y se agacha acercándose a mi oído -Prepárate, te voy a hacer mi putita- dice con sus uñas arañando fuerte mi muslo y subiendo hasta mi abdomen, comienza a repartir varios besos en mi cuello hasta que comienza a chuparlo con fuerza provocando debilidad. gime, baja sus besos a mi pecho y me da un mordisco débil en mi pezón mientras el otro lo apretaba fuerte entre sus dedos, movía mi cuerpo sintiendo dolor pero a la vez placer, jugaba con mi pecho y vientre dando varias arañazos por todas partes. Bajó aún más hasta llegar a mi cintura para abajo, la chica se metió entre mis piernas y me golpeó fuerte en el muslo sin previo aviso -Eres una perversa perversa, ya estás toda mojada con tan poca cosa- una sonrisa crece en sus labios labios -¿No es así, pequeña perra?- otra palmada en mi muslo me transfiere, contuve mis gemidos y cerré los ojos con fuerza, mi cuerpo se estremeció con sus palmadas -Ahora la perra de mierda no habla, pero para seguir hablando con su amiguita tuviste boquita- clava sus uñas en mi otro muslo, con su otra mano la mete dentro de mi ropa interior -Joder, eres una completa sumisa en verdad, estás tan lubricada- tomando tu mano fuera de tu ropa interior, observa como sus dedos se pusieron pegajosos justo en la entrada, pasa sobre mi abdomen y regresa con sus dedos ahí nuevamente, se agacha acercándose a mí -Hasta ahora no he escuchado ni un gemido proveniente de su boca, ¿es difícil?- sin previo aviso mete sus dedos fuerte y profundo haciéndome gemir arrastrado -quiero que ruegues, ruega por mis dedos- su mirada contra la mía, sentí una dominación proveniente de la chica que yo haría cualquier cosa -Más rápido- Hablo en voz baja, pero Mikasa no quiere esto -Suplica, sumisa de mierda, ¿qué quieres?- levanta la voz y aprieta mi clítoris -¡Quiero que me folles!- -Di más- - Quiero que me metas tus dedos con fuerza- -Ruega más, perro- -¡Quiero que te folles a tu putita con los dedos, que tu putita gima tu nombre!- Mikasa sonríe más y acelera los movimientos de sus dedos, tres dedos yendo y viniendo profundo y rápido, no podía contener mis gemidos -F-joder, Mikasa- a la chica le gustaba como estaba frente a ella, le encanta como lograba dominarme, como gemía su nombre y su dedos en mi coño que se apretaba cada vez más -Vamos- susurra en mi oído ya sabiendo que estaba ahí.
— Me despierto sintiéndome calentita, cuando abro los ojos veo que estoy recostada encima de Mikasa, ella estaba acariciando los mechones de mi cabello -Buenos días cariño, ¿estás bien?- me pregunta dándome un beso en la la frente, sentí que todas esas bofetadas y rasguños me queman hasta ahora, no contesto y ella pronto se pone mal -Perdón por hacer todo eso ayer, no pude controlar- la abrazó besando su cuello -No te preocupes, Me gusto mucho- ackerman jala de mi para darme un beso apasionado y reconfortante -¿puedes caminar o necesitas ayuda?- me pregunta poniéndome a su lado y levantándose -necesito ayuda- la mujer me toma estilo novia, yo Estoy impresionado con su fuerza y lo fuertes que eran sus brazos. Ahora comamos un poco antes de que termine comiéndote de nuevo.
#aot mikasa#mikasa aot#aot#mikasa x you#mikasa x reader#male reader#attack on titan#shingeki no kyojin#mikasa x lector
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⊰ Excited, huh? ⊱
❥ yoongi se encuentra con algo excitantemente inesperado cuando vuelve a casa luego de haber lanzado el Mixtape.
「pareja」 ⇢ yoongi ⇿ lectora
「género」 ⇢ idol au, relación establecida | smut, fluff
「words」 ⇢ 2,4k
「warnings」 ⇢ manos atadas, súplicas y nada más c:
“Okay,” te dijiste a ti misma con el ordenador en tus piernas, “es hora, es hora.”
Tus manos temblaban de la emoción que por tu cuerpo recorría, llevaste el mouse hasta donde estaba el link que llevaba al paraíso, en cuanto la pantalla te mostró el inicio del video le diste pausa.
“Oh Dios mío,” tus ojos se quedaron pegados en su figura, Yoongi con el cabello rubio, largo y sentado de la manera más caliente sobre un trono se había convertido en tu imagen favorita de toda la vida a partir de ese momento.
Suspiraste sabiendo perfectamente que terminarías de lo más arruinada con cada escena, volviste a presionar el botón de reproducción siguiéndolo en cada ocasión.
Sus gruñidos y mirada fría te tenían lamiendo tus labios cada que estos se resecaban, la escena que te hizo perder la cordura fue cuando apareció con sus ojos vendados y con sus brazos atados a su cuerpo.
Ahí podías apostar a que tus bragas ya no tendrían solución.
Millones de pensamientos y nuevas cosas que te gustarían probar en el ámbito sexual te llenaron completamente, y para cuando el video había terminado tú ya habías emprendido tu camino a la cocina para tomar agua.
Mucha agua.
Necesitabas calmarte.
Yoongi planeó todo para que fuera una sorpresa para ti.
Le rogaste que te llevara al set, te lo negó.
Le rogaste que te dejara escuchar al menos una parte de alguna canción, te lo negó.
Y claro que te negó saber el color de su cabello, durante el conteo regresivo y la filmación del video permaneció en los dormitorios con los chicos, llamándote y mensajeándote todo lo que podía.
Una parte de ti estaba preocupada por él, solía tener momentos de ansiedad cuando iba a sacar música nueva y tú siempre estabas a su lado para recordarle que sus fans iban a enmarcar como obra maestra cualquier cosa que viniera de él, porque mentira no era.
Y es por esto que en cada llamada que habían tenido le habías recordado lo orgullosa que te sentías de él.
No estabas segura si él volvería hoy al fin, porque había una probabilidad de que decidiera salir a celebrar con los chicos.
Necesitabas buscar la manera de que tu cabeza dejara de reproducir el video una y otra vez, te sorprendía la imaginación que poseías.
Encendiste la televisión abriendo netflix para seguir viendo una de tus series favoritas que siempre decías que terminarías pero siempre encontrabas otras cosas que hacer dejando a mitad los episodios.
Poco a poco tu mente se concentró en la trama, permitiéndote dejar de apretar tus piernas para sentir algo de placer ya que te negabas a masturbarte, estabas tan necesitada que sabías que sin Yoongi no podrías correrte.
“¿Cariño?,” Yoongi entró por la puerta principal buscando por ti, dejó sus zapatos cambiándose a sus sandalias dejando su bolso a un lado. Por el momento lo único que le interesaba era verte.
Se sentía nervioso por tu reacción pero emocionado por haberle mostrado al mundo lo que llevaba trabajando, se sentía satisfecho porque lo había hecho por él.
Giraste tu cabeza para encontrarlo con una sonrisa nerviosa, “mi amor,” chillaste corriendo a sus brazos.
“Me ha encantado todo, cada canción, el video,” hablaste antes de que pudiera preguntarte, casi que leyendo su mente, “me encanta que te haya gustado.”
“Iré a cambiarme,” asentiste sonriendo en medio del beso que te dio antes de ir a la habitación.
Te acomodaste nuevamente en el sofá, esperando paciente a que él saliera y te contara un poco más de cómo habían sido estos pocos días.
Se sent�� muy pegado a ti, incluso poniendo una de tus piernas sobre las suyas.
“¿Qu-qué tal estuviste estos días?,” dijiste intentando crear un tema de conversación por el cual dejaras de pensar en lo increíblemente caliente que Yoongi se veía en shorts y lo bien que sus músculos comenzaban a resaltar.
“Estaba nervioso porque sentía que le faltaba-,” trataste de prestarle atención, pero te fue imposible, no con sus largos dedos trazando círculos en tu pierna de manera inconsciente.
Te apartaste un poco disimuladamente, creyendo que así tu corazón se calmaría.
Pero lo único que lograste fue que Yoongi posara su mirada cuestionadora sobre ti, con sus cejas levemente fruncidas, listo para preguntar que ocurría.
Pero te conocía como la palma de su mano y fue ahí cuando la manera en la que apretabas tus piernas y cuantas veces lamías tus labios le llamó la atención.
Una de sus manos encontró lugar en medio de tus piernas sobresaltándote de manera inmediata, logrando así que se le facilitara empujarte a su cuerpo.
“¿Vas a decirme qué te tiene tan caliente?,” susurró dejando un casto beso en tu cuello, causando un revuelo difícil de detener en ti interior.
Había dos cosas que lo encendían de la situación.
Que no habían estado juntos en una semana por lo que te extrañaba demasiado.
Y lo otro era que le encantaba ver cómo te deshacías en sus brazos haciendo peticiones mudas que él y tú sabían perfectamente que no cumpliría hasta que éstas salieran de tu boca.
“Sabes que la única manera de conseguir algo conmigo es usando las palabras,” gemiste cuando su mano bajó a tu área publica enviando corrientes a tu necesitado clítoris, “dime lo que quieres.”
“Te quiero a ti,” susurraste contra sus labios una vez tus manos estuvieron en su cuello y tu centro presionado al suyo, “quiero que me hagas tuya una y otra vez, que me ates, Yoongi,” pausaste levemente para rozar tus labios con los suyos susurrando en estos, “quiero que me destruyas y me arruines como solo tú sabes.”
Presionó sus labios con los tuyos desesperado por sentirte, gimieron cuando sus lenguas se encontraron y subió sus manos a tu cuerpo dejando que vagaran por cada rincón apenas dejándote pocos segundos para respirar entre beso y beso.
Se separó con un chasquido de labios en el proceso, dándote un momento para componerte y la imagen frente a ti te hizo querer devorarlo vivo.
“Vamos a la habitación, ¿te parece?,” te preguntó no dejándote tiempo para responder, pues ya se encontraba cargando tu cuerpo y cuando quisiste analizar todo, yacías en la comodidad de la cama, “desnúdate para mí.”
Asentiste aún no en todos tus sentidos, mientras te ocupabas de desnudar tu cuerpo él salió de la habitación en busca de algo desconocido para ti.
Tus ojos se quedaron fijados en lo que sus manos cargaban cuando volvió, era una soga, “¿de dónde has sacado eso?”
“No eres la única que pensaba en usarlo,” sonreíste por lo tímido y el color carmesí en sus majillas, “la conseguí en el set de grabación.”
Le ofreciste tus manos sin pensarlo dos veces, te sonrió a la vez que se encargaba de juntarlas y enrollar la soga en tus muñecas asegurándose de que no te resultara incómodo, pero para ser sinceros, con lo excitada que estabas hasta el dolor te resultaría placentero.
La respiración se te trabó cuando de sorpresa empujó tus brazos por encima de tu cabeza, añadiendo otro pedazo de soga al nudo pero esta vez asegurándolo al cabecero de la cama.
Entreabriste tu boca pero nada más que un suspiro entrecortado salió.
Poco tiempo después más suspiros salieron de ti, cuando bajó a tu cuello dejando un camino de besos, sus labios hacían quemar tu piel.
Sus ojos se posaron en los tuyos cuando con la punta de su lengua traveseó a tu pezón erecto, que suplicaba por un poco de atención. Yoongi sabía que para tenerte relajada y a su merced tus senos eran la clave.
Fue cuestión de unas cuantas lamidas, apretones y el haber succionado para que te empaparas tanto que él podía olerte, “por favor,” susurraste en las nubes.
Entendió tu comando palmeando una de tus piernas para que las abrieras y así él poder tener acceso, se bajó de la cama arrodillándose, de manera que se le facilitara el poner tus piernas en sus hombros.
“Uh, pero mira esto,” te sonrió con malicia, “¿es para mí?”
Asentiste incontables veces, lamiendo tus labios anhelando que ya pusiera los suyos en ti, sollozaste cuando su pulgar entró en contacto con tu clítoris de una manera no muy amable, “te he dicho que uses tus palabras,” gruñó.
Le encantaba molestarte, no solo por el hecho de verte toda frustrada, sino porque él sabía que te excitaba el que no fuera condescendiente, que te hacía perderte en el placer y disfrutar cada cosa que te diera.
“S-sí, señor.”
“Oh,” dos de sus dedos entraron con facilidad en ti, los dobló donde recordaba perfectamente se encontraba tu punto dulce, tiraste de tus manos desesperada cuando sus labios succionaron tu parte externa sin delicadez.
Trataste de mantener tus ojos abiertos, observar cómo te devoraba sin pausa y sin disgusto, disfrutando cada gota que salía de ti- Yoongi te disfrutaba.
“Ju-justo ahí,” gemiste moviendo tus caderas para encontrarlas con sus toques, el cosquilleo indescriptible se formó en tu vientre, tus piernas buscaban cerrarse y él te dejó ser a pesar de que el aire le faltara un poco.
“¿Te vas a correr?,” su tono burlón fue tu límite, tu cuerpo tembló y buscaste sostenerte de algo pero solo encontraste tus manos vacías y un poco adoloridas por el jaloneo.
Pero él no paró, sus dedos se movían sobre tu clítoris esta vez. Sollozaste por la sensibilidad y el ardor de ser tocada luego de un orgasmo tan intenso, “por favor, no.”
“Relájate y déjalo ir, sabes que no voy a parar,” tus protestas se volvieron gemidos un poco después, un orgasmo nuevo se construía en ti. Presionó una de tus piernas al colchón para que dejaras de moverte y él poder llevarte al límite.
Pronto tus dos piernas eran dominadas por sus manos mientras que con su boca jugaba contigo, “voy a…” las palabras se atoraron en ti y las reemplazó un gemido demasiado agudo para tu gusto, pero para ese entonces a tu cuerpo solo lo controlaba Yoongi.
Se mantuvo succionando para ayudarte a terminar dejándote sin aire, lo observaste por debajo de tus pestañas encontrándote con su sonrisa.
“Yoongi, por favor fóllame,” suplicaste entre suspiros, tus paredes se contraían al imaginarlo muy dentro de ti, su sonrisa se ensancho.
“¿Qué pasó con la chica codiciosa que me estaba pidiendo que la destruyera antes?”
Sabías que no debías responder, entre más te distrajera, más oportunidades le dabas para molestarte.
Su mirada lasciva lograba enloquecerte, el repentino deseo de arrodillarte y rogarle porque te follara taladraba tu pecho volviéndote impaciente. Se acariciaba a sí mismo provocándote, sabiendo que no soportarías sin su toque.
“Sobre tus manos y rodillas para mí.”
¿Cómo demonios ibas a lograrlo con tus manos atadas…?
“¿Me harás esperar?,” presionaste tus labios.
“No, señor.”
Insolente, con la poca fuerza que a tus piernas les quedaban, giraste tu cuerpo de manera que la soga se tensionara obligándote a presionar tu pecho y cara contra la cama. No ibas a negar que en las muñecas te incomodaba un poco, pero sin un poco de dolor no hay placer y lo que más te importaba era Yoongi.
“Te ves tan bien así,” murmuró delineando con su mano la figura de tu trasero, “estoy seguro de que duele mucho, ¿cierto?”
Querías gritarle a la puta cara que se apurase y aliviara el dolor, si no te tocaba pronto ibas a empezar a llorar, “por favor, te necesito tanto que no puedo más” susurraste como último recurso.
Te tomó por detrás, sosteniendo tu cadera temblorosa por la poca fuerza en tu cuerpo. Con una de sus manos apretó su pene alineándose para entrar en ti, para ese entonces ambos se encontraban sosteniendo la respiración, tú saltando por dentro con anticipación.
Tu entrada se contrajo alrededor suyo cuando te molestó con su punta, te sobresaltaste por la sensibilidad cuando recogió tus flujos para esparcirlos sobre él, te mantuvo firme abriendo tus paredes con gentileza cerraste tus ojos con tu boca abierta por lo delicioso que sentía tenerlo al fin en ti.
“Joder, me tomas tan bien,” gruñó moviéndose de manera circular, gemiste dejando caer tu cabeza sobre tus brazos estirados. Llevó una de sus manos a tu cabello, levantando tu cabeza y a la vez sosteniéndose de ahí, perdiéndose en el placer.
Supiste que perdió el control cuando sus embestidas llegaron más profundo, golpeando diferentes puntos logrando que de manera inmediata se formara un nudo dentro de ti.
“Mierda,” gemiste sin cesar sintiendo tus ojos humedecerse, soltó su agarre enfocándose en sostenerte notando que tus piernas estaban a punto de caer.
“¿Te gusta eso?,” sus palabras sonaban con eco en tu cabeza razón por la cual optaste por no responder, mejor dicho, no pudiste salir con ninguna respuesta, “tan apretado.”
Pegó su pecho a tu espalda dejando besos sonoros en ésta, probando lo salado de tu piel por la capa de sudor debido al cansancio, tus paredes lo oprimieron deliciosamente que no pudo evitar sentirse cerca.
Deslizó sus dedos vagamente por tu vientre hasta encontrarse con tu clítoris, sus caricias lograron que tus gemidos incrementaran y que tu espalda se arqueara dándole el completo control, como si no lo tuviera antes.
“Yoongi,” jadeaste en busca de aire, “no pu-edo.”
“Puedes y lo harás,” gruñó haciendo sus movimientos bruscos y fuertes, determinado a hacerte sentir bien, a volverte un desastre y que tu garganta termine doliendo de lo que mucho que ibas a gritar.
Tu garganta se cerró debido al bullicio que por tus venas pasaba, tus nervios perdiéndose y haciendo que todos tus sentidos se nublaran llegando a tu orgasmo. Yoongi te sostuvo cuando las convulsiones llegaron a ti, “justo así, preciosa.”
Tu mente estaba perdida en tus gemidos, sus gruñidos y el sonido de sus pieles chocando. Sonreíste bajando de tu nube, Yoongi te soltaba cumplidos que a tus padres no le gustarían oir, pero te encantaban.
Salió de ti, dejando que el líquido blanco cayera en tu espalda. Se quedaron así un tiempo, recuperando la respiración.
Buscó su bóxer y toallitas para limpiarte, desatando después el nudo en tus muñecas, riendo tiraste de él hasta acomodarlo débilmente sobre tu pecho, acariciando su cabello porque él era del tipo de dormir después del sexo.
“Si vamos a follar así cada que saque un mixtape, lo haré más seguido,” te sonrió coqueto y le golpeaste la espalda avergonzada.
“Estoy orgullosa de ti.”
“¿Por qué te hice venir como nadie más podrá?”
“Yooongiiiiii,” te quejaste haciéndole reír.
“Gracias por todo,” suspiró besando tu hombro.
“Solo es porque te amo demasiado,” susurraste viéndole a los ojos.
“Lo sé,” sonrió, “yo también te amo.”
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EL ULTIMO GUANARTEME
EDRA - Origen
TESTAMENTO DE FERNANDO GUANARTEME
En e[l] Nombre del muy alto y muy poderoso Dios, Nuestro Señor, y de la gloriosa Virgen Santa María, su madre. Amén.
Sepan cuantos esta carta de testamento vieren cómo yo, Fernando Guadarteme, nat[ur]al de Gran Canaria y vecino que soy de esta isla de Tenerife, estando sano del cuerpo y de la voluntad, en mi libre juicio y entendimiento, tal cual Dios, Nuestro Señor, tuvo por bien de me lo querer dar. Creyendo bien, y firme y verdaderamente en la Santísima Trinidad: Padre, e Hijo y Espíritu Santo, tres personas y un solo dios verdadero.
Y te[mién]dome de la muerte, porque es cosa natural, de la cual ninguna criatu[ra] nacida puede huir ni se escapar. Y queriendo poner la mi áni[m]a en la más llana y segura carrera que pueda hallar para la llevar y llegar a la merced y piedad de mi Redentor y Salvador Jesucristo, por que Él, que la hizo, y la crió, y recibió muerte y pasión por la salvar la quiera perdonar y llevar a su santo reino del Paraíso para que la hizo y la crió.
Por ende, otorgo y conozco que hago y ordeno éste mi testamento, en que hago hecho de mi cuerpo y de mi ánima por mi cuerpo honrar, y mi ánima salvar y mis herederos en buena paz y concordia dejar.
En que mando mi ánima Dios todopoderoso, y a la gloriosísima Virgen y madre de Dios, y a todos los santos y las santas de la corte celestial, que ellos sean rogadores e intercesores a mi Señor Jesucristo que la quiera perdonar.
Y mando que por cuanto yo voy en el armada que el rey, nuestro señor, envió a hacer en estas islas contra el reino de Francia, que el día que supieren y fueren ciertos que soy fallecido de esta presente vida, que aquel día me hagan decir por mi ánima una misa de réquiem cantada, oficiada con todos oficios, ofrendada de pan, y vino y cera, con sus nueve días primeros siguientes, cada día una misa de réquiem rezada, ofrendada de pan, y vino y cera.
Y mando que se hagan decir por mi ánima en la iglesia y monasterio del señor San Francisco dos treintanarios: el uno abierto y el otro cerrado.
Item mando que den por mi ánima a todas las iglesias y monasterios que están en esta dicha isla de Tenerife, a cada una de ellas una dobla de oro.
Item mando que en tod[a]s [l]as dichas iglesias y monasterios de esta dicha isl[a] me hagan decir por mi ánima una misa de réquiem rezada. Y paguen por la decir lo acostumbrado.
Y mando a las obras forzosas lo acostu[m]brado.
Confieso, por decir ver[d]ad y descargo de mi conciencia, que recibí en dote y [c]asamiento con María Fernández, mi legítima mujer, dos esclavos guanches que pueden valer hasta treinta mil maravedís, poco más o menos; y unas casas que son en la villa de Santa Cruz, que han por linderos de la una parte casas que fueron de Juan Delgado, y de la o[tra parte (?)] casas que fueron de Juan Donate; y doscientas res[e]s y cabrunas, pocas más o menos.
Mando que ante todas cosas la dicha María Fernández, mi mujer, sea entregada en todo el dicho su dote.
Confieso, por decir verdad y descargo de mi conciencia, que debo a los herederos de Juan Delgado, difunto, que Dios haya, doscientas cabrillas de un año. Las cuales dichas doscientas cabrillas soy obligado a se las dar y pagar esta Navidad primera que viene. Mando que se le pague de mis bienes.
Confieso asimismo que debo a Juan de Frías, natural de Gran Canaria, doscientas cabrillas de un año. Las cuales soy obligado a se las dar y pagar de esta Navidad que viene en un año. De lo cual todo les tengo hecho escritura pública. Mando que se le pague.
Confieso asimismo que debo a Pedro Fernández, portugués, siete mil maravedís de esta moneda de Tenerife. Los cuales se le han de pagar en ropa de la tierra. Mando que se le pague.
Confieso que debo a Santa Gadea, vecino de la isla de La Palma, una dobla de oro. Mando que se le pague.
Confieso que debo a Fuentes, sobrino de Rafael Fonte, dos mil y quinientos maravedís. Los cuales le tengo de pagar en ropa de la tierra. Mando que se le pague.
Y porque al presente no me acuerdo ni tengo memoria de todas las deudas que debo, mando que cualquier persona que pareciere con albalaes, o escrituras públicas o con probanzas que yo les de quinientos maravedís ab[a]jo mando que se las paguen.
Confieso, por decir verdad y descargo de [m]i conciencia, que éstas son las deudas que me deben.
Primerame[nt]e, m[e] debe Alonso Sánchez, natural de Gran Canaria, noventa y cinco cabritos destetados. Los cuales me ha de dar y pagar esta Navidad primera que viene. Mando que se cobren de él.
Confieso, por decir y descarg[o] de mi conciencia, que dejo en mi caja ciertas albalaes de deudas que me deben. De
las cuales, por no tener memoria de ellas, no las especifico en éste mi testamento.
Mando que vean los dichos albalaes y cobren lo que pareciere por ellos [...] me debe, con tanto que si alguna persona viniere probando que me ha[y]a pagado que a este tal no le sea pedido ninguna cosa. Y que si al[g]uno me pagó sin testigo o testigos, que a este tal que le sea dejado [a (?)] su juramento si pagó o no. Y si dijere y confesare, habiendo jurado, que me ha pagado, que no le sea pedido ninguna cosa.
Dejo por mis albaceas para cumplir y pagar este dicho mi testamento, y las mandas en él contenidas, a mi hermana Constanza Fernández y a la dicha María Fernández, mi mujer, y a Alonso Velázquez y a Cristóbal Delgado, vecinos de esta dicha isla, y a Pedro Ángel, mi compadre. A los cuales, y a cada uno de ello, ruego y pido por merced
lo acepten.
Y por este dicho mi testamento les doy poder cumplido para que ellos, o cualquier de ellos, puedan entrar y entren en todos los dichos mis bienes, y tomar de ellos tantos cuantos cumplan y basten para cumplir y pagar este dicho mi testamento, y las mandas en él contenidas, sin licencia de alcalde, ni de juez ni de otra persona alguna; y sin fuero, y sin juicio, y sin pena y sin calumnia alguna. Y si pena o calumnia alguna que hubiere, que toda sea y corra contra mí y contra mis bienes, y no contra ellos ni contra los suyos.
Y cumplido y pagado este dicho mi testamento, y las mandas en él contenidas, los bienes que así quedaren, y fincaren y permanecieren mando que los haya herede Leonor, mi hija e hija de Inés, mi esclava, la cual instituyo y dejo por mi legítima y universal heredera en todos los dichos bienes por cuanto yo y la dicha María Fernández, mi mujer, no tenemos hijo ni hija legítima para que herede los dichos mis bienes.
Y mando que si de derecho no hubiere lugar que la dicha Leonor, mi hija, herede los dichos mis bienes le den cuarenta mil maravedís para su casamiento de la dicha mi hija. Los cuales tengan en tutela y administración, hasta que la dicha mi hija sea de edad para sacar, Pedro Ángel, y Cristóbal Delgado y la dicha mi hermana Constanza Fernández.
Y por éste mi testa[mento a]horro, y doy por libre y quita de todo cautiverio, y servidumbre y sujeción a Inés, natural guancha, mi esclava, madre de la dicha mi hij[a], y a dos hijos que tiene: el uno macho y el otro hem[b]ra, que han n[om]bre Juanico y Catalina, por muchos, y buenos y leales serv[icios] que me ha hecho.
Y que descumplido este dicho testamento y las mandas en él contenidas, no habiendo lugar, según dicho es, que la dicha mi hija Leonor herede los dichos mis bienes, m[an]do que los haya y herede la dicha Constanza Fernández, [m]i herman[a], cumpliendo y pagando a la dicha mi hija los [d]ichos cuarenta mil maravedís. La cual dicha mi hermana instituyo y dejo por mi legítima y universal heredera en todo el remanente de mis bienes.
Y por éste mi testamento revoco, caso, y anulo, y doy por ninguno, y de ningún efecto y valor todos y cualesquier testamentos, o codicilios, mandas o albalaes que yo antes de éste haya hecho y otorgado en días, y veces y tiempos de partidas. Los cuales quiero que no valgan, ni hagan fe ni prueba ellos ni las notas de ellos. Los cuales quiero, y es mi voluntad, que sean rotos y cancelados, y no valiosos en juicio ni fuera de él en tiempo alguno ni por alguna manera, salvo éste mi testamento que yo ahora hago, en que es mi cumplida y acabada mi postrimera y última voluntad.
Hecha la carta en la villa de San Cristóbal, que es en esta dicha isla de Tenerife, dentro del escritorio de mí, el escribano público yuso escrito, seis días del mes de agosto, año del Nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil y quinientos y doce años. Testigos que fueron presentes: Juan Navarro, y Diego Delgado, y Alº de Pedraza, y Pedro de Lebrija, y Fernando de Abrantes y Juan Vizcaíno, vecinos de esta dicha isla. Y porque dijo que no sabía escribir a su ruego lo firmó Juan Navarro.
Por testigo, Juan del Mojal (rúbrica).
Fernando Abrantes (señal).
Alonso Pedraza.
Pedro Lebrija (señal).
Juan Vizcaíno (señal).
Juan Navarro (rúbrica).
6 de agosto de 1512. San Cristóbal de La Laguna.
[AHPT: Sección histórica de Protocolos Notariales, 5 [escribanía de Antón de Vallejo], ff. 280r-281v.]
NOTA
Este Fernando Guanarteme no es Tenesor Semidán, sino un pariente homónimo. Probablemente un sobrino.
FUENTE
http://www.iecanvieravirtual.org/.../testamentos-de...
Foto: Estatua dedicada a Tenesor Semidán en la villa de Gáldar, de Juan Borges Linares.
http://www.iecanvieravirtual.org/.../testamentos-de
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Sonido es contagioso, le hace humedecer ligeramente sus labios antes de presionarlos entre sí un poco, para contener una sonrisa que delate que no está siendo tan misterioso como intenta aparentar en aquella pretensión inquieta. "La noche apenas comienza, no tengo prisa~" afirma en medio de animado tono que ya hace poco por ocultar, y un humor que se reinstaura con soltura en la compañía adecuada, de quien nunca ha sido mal interlocutor. Nueva posición parece ni siquiera sorprenderle, recibiéndola con una elevación sutil de comisuras y brillo fugaz en iris oscuros cuando su rostro se alza ligeramente en mano del Gangrel. Y broma o no, le gusta escucharlo, por supuesto, alimento para ego que nunca dejaría pasar así se trate de alguna piadosa mentirilla. "Ya lo suponía, ahora sólo lo confirmaste. Deberías decírmelo más seguido, o lo voy a olvidar," incita mientras deja que, por un segundo, mirada descienda a carmines opuestos, mera costumbre. Termina por volver a posición anterior, sonrisita entretenida de quien está a punto de hacer algo que disfruta (en este caso, uso de sus disciplinas), y reacomoda saco que porta aquella noche. "Creo que te podría gustar. Ya sabes, me acuerdo de que te gusta poner cosas en tu departamento," comenta, mientras se señala la sien, en referencia a una memoria privilegiada. O, al menos, era lo que recordaba de aquel mercado de artesanías una de las veces anteriores que había encontrado a River por la ciudad; prestaba atención a esas cosas, que a veces pretendiera que no lo hacía era una cuestión completamente distinta. Sonido divertido escapa de sus cuerdas vocales y mira al contrario como si le acabara de atrapar en alguna jugada, encogiéndose de hombros como excusa. "En mi defensa, tú niegas que yo siquiera tenga privilegios, así que me parece más que justo querer quitarte los tuyos~" devuelve antes de suspirar con intencionado dramatismo. "¿Quién sabe? Tal vez aún pueda darte cumplidos incluso si te quito tus privilegios, ¿hm?" sugiere al inclinarse ligeramente hacia el más alto, buscándole la mirada con amplios ojos pendientes de reacciones del Gangrel, breve movimiento, antes de volver a sitio contra el muro detrás de sí, y dedicando un rápido vistazo a mezcla de vestimentas que portan otros vástagos frente a ellos. "Y no querías que te llamara pretencioso..." recuerda con gracia, empujando un poco el brazo del otro con ademán juguetón, antes de mirarlo de soslayo. "Me gusta lo que traes tú. Pero tampoco sé mucho de moda," o de tendencias o como sea que le quieran llamar. River parecía saber más de eso, siempre impecable. Josun escoge lo que le gusta y lo que cree que se le verá bien, lo que pueda resaltar su cuerpo o, por el contrario, lo que lo haga pasar lo más desapercibido posible. La pregunta ajena le hace parpadear un par de veces, quizá por sinceridad explícita en ésta, inesperada no por venir de quien viene, sino por el lugar en el que están. O tal vez porque ya tenía la sensación que había cargado al contrario con una franqueza que podría convertirse en un peso que no le quería dar. "¿Con la Camarilla? No," niega con la cabeza a la par que mantiene la floja sonrisa. "Ya no me hubieras vuelto a ver si hubiera sido así," bromea, tal vez no de la manera en que debería con un tema tan delicado como lo fue estar tan cerca de la Bestia, pero seguía ahí, ¿no era así? Podía permitirse bromear con eso. "Mhm, mi sire sabe... Está por ahí," confirma al señalar con un movimiento de cabeza hacia el salón principal, "no sabía si podría necesitarme esta noche," comparte razón de estar allí, antes de sonreír suavemente, esta vez más sincero al dejar que diestra acune con un efímero movimiento el rostro del otro vástago. "No te preocupes por mí, todo suele resultar bien," asegura antes de devolver su mano a su lugar, y negar con la cabeza, dándole razón al interlocutor, separándose de pared de igual forma, contento por cambiar un poco la tensión anterior, siguiendo camino hasta donde sabe que está la custodiada sala de arte. "Especialmente si te quedas sin privilegios, eh."
[@irivcr]
risa es más sonora cuando le escucha hablar con tanta seguridad, de brazos cruzados y apoyado contra la pared, haciendo su cabeza a un lado para dejar que marrones caigan sobre el vástago, con comisuras tirando de carmines hasta que esa expresión tan propia de river llega a sus labios, risueño. ' ver es creer ' es lo único que ofrece por respuesta, modulándole con cuidado antes de volver su vista al frente, analizando un pasillo que no tiene mucho que ofrecer más que decoraciones y techos altos. es cuando llega la siguiente propuesta que cafés vuelven al assamita, el brillo en mirada haciendo más juguetón, amistad presentándole algo interesante que hacer justo cuando cree que noche no cumplirá con las expectativas. estira izquierda, entonces, sacándole de la posición en que descansa para ir al rostro del vástago y tomar su mentón. ' eres mi assamita favorito ¿lo sabías? ' no es una mentira, pero en contexto pareciera que está jodiendo con este, obsequiándole una sonrisa cuando endereza en su posición y suelta el agarre a su rostro. ' confúndelos un poco, entonces. quiero ver qué tanto ocultan ' y una parte de él está ansiosa por ver si se tienen alguna obra valiosa, sus intereses guiando al entusiasmo. izquierda vuelve a su lugar, cruzando ambos brazos en su frente, apoyados contra su propio estómago cuando le escucha recordar su costumbre a darle cumplidos. ' no lo sé, recuerdo un par de amenazas sobre quitarme privilegios ' excusa divertido, haciendo que la sonrisa en sus labios vuelva más amplia, aún sin girar a verle, más entretenido viendo los atuendos de las personas que pasan de un lado al otro del pasillo, cambiando de ambiente. ' viendo qué visten, la verdad ' admite, girando su cabeza a verle. y se queda ahí, observando perfil hasta que pelinegro vuelve a verlo con una sonrisita que no hace nada por llegar a mirada, demasiado floja, evidente en como es una impostora cuando conoce las que intenta reemplazar. ' ¿no tuviste más problemas, sunnie? ' es directo, con una preocupación real a cómo va la vida del otro. nota ahí que no le ha dado mucha atención a qué pasa en su vida, demasiado enfocado en la propia; un pequeño mal estar en su estómago le hace creer que no ha sido el mejor ejemplo de como comportaría un buen amigo. ' y tu sire sabe ¿no? ' cree recordar que sun le ha dicho algo de eso. es una mueca la que llega a sus labios, suprimiendo su opinión de tercere por no ofender a nadie. ' bueno, no hay nada que hacer a este punto ¿no? ' y se da un pequeño empujón para abandonar su pose contra la pared, indicando en dirección del salón de arte como por recordarle promesa. quizá con eso logra distraerle un poco. ' vamos, muéstrame de qué debería protegerme si alguna vez te fastidio ' bromea. ☙ @cjosvn
#irivcr#willoooow ;-;#ni me digas que voy a llorar ahr ajdfasf#sí tenía un montón que no hablaban :(
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Toca
Título: Toca.
Fandom: Marvel, Capitán América.
Pareja: Sub!Steve Rogers X Dom!Lectora.
Palabras: 509 palabras.
Cuadro: C3 “Libre.”
Clasificación: C.
Sinopsis: Steve no es el jefe en algunos lugares.
Advertencias: Smut, Sub!Steve, estimulación manual.
N/A: Esta es mi entrada para Captain Bottom Bingo round 2. CABB2024.
Links: Wattpad, Ao3, versión en inglés.
También es mi entrada para Multifandom Flash Round 2, Annie-3002, cuadro 10: Libre.
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Y mi entrada para Steve Rogers Bingo round 3. SB3090.
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
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No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
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Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
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—T/N, por favor… —Steve suplicó, rompiendo el silencio que reinaba en la habitación e intentando moverse un poco para tranquilizarse.
—¿Cómo me llamaste y qué dijiste? —volteaste a ver, él sabía las reglas, no debía de desafiarte.
—N-nada, lo siento, ama —Steve se disculpó y bajó un poco la vista, no podía hacer nada para que la sensación de querer más se fuera, dependía de ti.
Sonreíste, bajaste la mirada, sabías lo que él quería, lo que necesitaba, pero también te encantaba que suplicara. En las misiones él era el jefe y tenía el control de todo, pero en la cama, era al revés, así que él debía de hacer todo lo que tú dijeras.
Te pusiste encima de él y pasaste tu mano por su pecho desnudo, luego te acercaste a su oído.
—Te prohíbo que hagas algún ruido, sino, te tendré que castigar —le susurraste.
—Sí, ama —respondió, un poco apenado, pero muy excitado.
—Bien —sonreíste, tomaste su miembro y comenzaste a moverlo lentamente, encerrando y soltando tu mano varias veces.
—Aaaaaaahhh… aaaaaaaahhh… —Steve gemía cerrando los ojos.
—Quiero que te quedes tranquilo y te calles —le ordenaste, aunque estabas segura que volvería a hacer algún ruido—. Por cada ruido te voy a castigar —volviste a susurrarle, desde hace rato lo estabas haciendo, pero él no podía hacer nada si no querías que hiciera ruido, no podía hacer más que gemir, tampoco podía tocarte, en verdad lo estabas torturando.
—¡Sí, ama! —asintió de acuerdo, un poco apenado.
Steve cerró los ojos, como hiciera al principio, y respiró profundamente a pesar de que quería hacer algún ruido, no sabías si con eso se saldría de su trance, pero así debería quedarse por unos minutos.
Transcurrieron unos segundos y él comenzó a jadear muy fuerte, como si estuviera corriendo.
Tus manos comenzaron a moverse un poco más rápido, aunque no era mucho, pero lo suficiente para excitarlo al grado de que empezara a suplicar, sabías que tardaría poco en empezar a hacerlo.
—Mmmm… —Steve gruñó al poner una de sus manos en tu muslo.
—Hey, no te he dado permiso de tocarme —lo regañaste y le dio un pequeño empujón en el pecho.
—Lo siento, ama —se disculpó, otra vez.
—Bien, está bien —sonreíste, volvías a pasar tus manos por su pecho.
—Uhmmm… uhmmm —movió sus caderas.
—¿Qué te dije?
—Sí, ama, lo siento —volvió a responder, estaba agotado, estaba hiperventilando, estaba… necesitaba más, comenzaste a moverte encima de él—Por favor.
—Lo que tú digas —interrumpiste tus movimientos, dejaste caer un poco la cabeza y juntaste tu frente con la suya.
—Ama, yo… —comenzó a hablar, necesitaba estar adentro de ti, pero t�� le callaste.
—¡Eres mío y sólo mío! —exclamaste, pasaste una mano por su rostro y el otro la sujetaste, levantaste un poco tu cabeza y lo besaste. Querías sentirlo—. Dime que me amas y te daré lo que quieres, ¿lo harás? —preguntaste, casi suplicando.
—¡TE AMO! —Steve gritó, ya no podía soportar más.
Te acomodaste y finalmente los dos obtuvieron lo que querían.
#cabottombingo#cabottombingor2#multifandom flash#round 3#steve rogers x lectora#steve rogers smut#steve rogers bingo round 3#steverogersbingoround3
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✧ 𝙴𝚕 𝚊𝚜𝚎𝚜𝚒𝚗𝚘 y 𝚎𝚕 𝚜𝚊𝚙𝚘 ✧ || HxH || ❁ KɪʟʟᴜGᴏɴ ❁
Era una tarde en los alrededores del solitario territorio de la prestigiosa familia Zoldyck. Killua; Uno de los hijos de esta familia se encontraba caminando en silencio a pesar de caminar sobre las hojas secas del otoño.
. ✫
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✦ ·
Todos los días habían parecido comenzar a avanzar de la misma manera. Cada día siendo más monótono que el anterior a los ojos de aquel albino, quien aburrido se había dejado corromper su visión de su mundo. Dejándolo solo como algo destacablemente gris sin remedio, dado que parecía ser el color adecuado de la "aburrides".
Nada parecía funcionar. Incluso sus arduos entrenamientos no parecían ser útiles, ya que solo formaban parte de una rutina. Los videojuegos eran entretenidos un rato, pero al ser alguien con bastante agilidad para pensar y reaccionar le hacían comprender pronto y terminarlos de manera rápida. Modas y música eran tan banales que ni sentido les encontraba. Incluso había intentado darle una oportunidad a las colecciones de anime que tenía uno de sus hermanos, pero nada lo dejaba atrapado.
Era un chico que podría tener tantas trivialidades como desease, pero por alguna razón aquellas cosas importantes jamás las podía conseguir. Entre estas se encontraban el sentido y propósito de su existencia. Si bien aquello era un tema muy filosófico era algo que no había dejado de acosarlo por bastante tiempo. Había hecho de todo. Incluyendo métodos extremistas como la tortura, pero; ni externas ni propias parecían funcionar. Él estaba vacío...
"C R O A C K"
Algo lo alarmó. Era el sonido de una rana a la distancia. Casi como un eco en su mente, pero...
¿Era en serio eso?
Se encontraba en la cima de una montaña donde casi debía ser mortal para animales como esos habitar ahí. Debía haber otra explicación.
— Imposible — Mencionó en voz baja.
Su reconocimiento no había sido solo regalo de su familia, sino de su astucia y percepción. Si sabía que algo no encajaba debía encargarse de esos inconvenientes. Su supervivencia no dependía de dejar pasar detalles menores, por lo que ignoró sus pensamientos y de manera cautelosa camino entre los árboles, escondido entre ramas y hojas, reduciendo su presencia como el asesino que había sido criado. Esto siguiendo de dónde provenía aquel ruido.
"R I B B I T"
Nuevamente sonó, solo que parecía haber cambiado de dirección levemente. Quizá porque podía ser conducido a una trampa, pero si alguien era lo suficientemente fuerte como para entrar y poner trampas en su territorio seguro sería alguien interesante.
"C R O A C K"
Se encontraba cerca.
"R I B B I T"
Ni siquiera había hecho un movimiento, miro hacia abajo. El culpable de dicho ruido se encontraba abajo. Ya no sonaba con un eco retumbando en su cabeza. Ahora parecía solo un ruido más de ambiente.
Bajó del árbol cayendo a pasos de un estanque.
— ¿De dónde salió esto? — se preguntaba sin éxito de recibir respuesta.
No esperó a ver una acción o algo, se inclinó y deformó una de sus manos a algo filoso, atentando contra el agua del estanque. Tal vez sería tonta esa idea, pero podría ser bien una trampa escondida de la mejor manera, pero... Algo lo detuvo.
— Beroh Beroh
Nuevamente eran sonido de una rana, pero ya no parecían corresponder al eco de antes. Ahora era dulce. Parecía más bien ser el sonido de la voz de un infante.
— Ah~ Ya veo — Canturreo sarcásticamente — Entonces realmente hay una trampa. Que interesante.
Se levantó y camino a los alrededores. Llegando al otro extremo en fracción de segundos, pero sin éxito de sorprender al... Sapo que había ahí (?
— Byruh Bryh — Pareció saludar animado.
El albino miro confundido a la criatura. Si bien no era el experto en animales este le costaba un poco. Principalmente por aquel sobrero a su medida que llevaba. [Que aunque quisiera negarlo le parecía adorable verlo con un accesorio a su medida] No debía confiarse.
O al menos eso es lo que pensaba ya que mientras se encontraba en ese estado y aprovechando aquella guardia baja la criatura salto haciendo hasta ese momento reaccionar al chico.
Aquel ser salto incluso más allá de lo que podría ser considerado normal en su especie. Por lo que lo dejo boquiabierto ante el suceso... Esto por un momento, ya que la altura que tomo lo hizo estamparse directamente la cabeza con una rama. Perdiendo el control y cayendo en picado. Afortunadamente aterrizando en las manos del ojiazul albino quien soltó una muy leve mueca divertida al haber apreciado acto tan tonto de un animal.
— Byruhh~ — Pareció quejarse algo mareado — ¡Byruh! Byruh — recuperó la conciencia junto con su hiperactividad.
— Lamento decirte esto, pero no comprendo tu... — El conflicto para reconocerlo volvió — Idioma.
La criatura pareció por un momento resignada y deprimida, pero no duró demasiado ese efecto, pues sin mucho previsto obtuvo unas fuerzas repentinas lo suficientemente buenas para liberarse del agarre del albino, sorprendiéndolo y a penas dejándolo reaccionar una vez se encontraba en el rostro de este.
El chico retrocedió alarmado de tenerlo así. Por lo que intento apartarlo mientras intentaba gritar, pero al estar tan cerca en su cara no sirvió de mucho. ¿Qué tramaba esa cosa?
— By-Byriuh — Pareció cercano a una palabra.
ごめん
"Lo siento"
Parecía imposible, pero antes que nada sintió otro acto en su cara. Parecían ser los labios de la criatura. A quien no hubiera tenido piedad una vez la retirara de no ser que comenzó a brillar.
— ¿Q-Qué...? — Un peso inesperado se sintió en sus brazos provocando que cayera por el imprevisto.
La luz comenzó a tomar una forma.
— L-Lo — Ahí estaba de nuevo. Un intento por hablar, solo que está vez más claro. Como si el anterior solo hubiera tenido una papa hervida en la boca.— ¡ L-Lo siento ! — La figura tomó su forma total y las palabras eran claras.
Aquella luz previamente rana había tomado una forma humana. Más exactamente la de un chico parecido a su edad de cabello negro con destellos más claros denotando que en verdad era un color en tono verde. Su tez era un moreno claro. Al menos más viva que el pálido chico que hacía debajo de este extraño chico quien como únicas prendas solo llevaba un traje un tanto ajustado. Como si fuera un extraño bañador antiguo. De aquellos que tenían el largo cercano de un short, solo que negro.
—... Lo siento, lo siento, lo siento... — Aquel extraño chico se disculpaba repetidamente mientras hacía leves inclinaciones. Movimiento que no le era cómodo al que estaba abajo.
— E-espera — intentó calmar a este sin mucho éxito — ¿Q-Quién eres? — preguntó, pero al no recibir respuesta se molestó lo suficiente como para con un movimiento cambiar la posición. Estando él arriba. — Pregunté quien eres. Así que me responderás — Amenazó haciendo el anterior método de hacer una mano afilada. Logrando silenciar al de cabellos verdosos. Aunque no exactamente intimidar.
— L-Lo siento — Mencionó como último y se concentró en la mano ajena — Woah, eso es muy extraño. Nunca había visto alguien hacer algo así. Realmente es genial — Miró con asombro unos instantes y después soltó una sonrisa.
Aquel comportamiento confundió al contrario quien solo dejo la "amenaza" y divertido se bajó de este ofreciendo ayuda al desconocido. El cual aceptó gustoso con una sonrisa todavía más amplia.
— Aquí el único extraño eres tú. Así que dime quién eres y como lograste llegar aquí — Comentó más relajado.
El peliverde reaccionó y recordó porque se disculpaba. Haciendo nuevamente una inclinación.
— L-Lo siento. Te he usado. Mi nombre es Gon y te he comprometido — Habló apresurado.
— ¿Ah? — Soltó ante la respuesta que había caído de manera pesada. Por más inteligente que fuera aquel chico, aquella situación apenas tenía un comienzo y era muy confuso. Unir todos los cabos llevaría más tiempo — ¿A qué te refieres... — Se disponía a hablar, pero algo le interrumpió.
El sonido de unas hojas quebrándose se hizo presente. Era una distancia casi inhumana para ser escuchada, pero ambos reaccionaron.
—... Alguien debió escucharme — Estaba seguro de que la escena que había hecho antes había llamado la atención.
— Lo siento — El chico de las disculpas lo tomó de la mano sin mucho aviso y lo arrastro con él al estanque. Quien no puso resistencia por le imprevisto.
— ¿Qué demo... — Se auto censuró. Estaba percatándose de que estaba afirmativamente en el estanque, solo que este parecía ser más grande que lo que hubiera pensado. No, era profundo. Tanto que parecía que esto no estaba ni cerca de uno normal.
Se disponía a salir de ahí, pero entre el agua verdosa se topó con aquellos ojos grandes del contrario quien tenía sus mejillas cerradas de tal forma que parecía una ardilla... Una que cerró sus ojos con fuerza como si esa fuera una señal de sonrisa. Se veía tan inocente que dejó incapacitado al albino quien rendido se deshizo de la idea de escapar.
El lugar comenzó a llenarse de burbujas, algo estaba pasando, pero no importaba, parecía haberse drogado con la confianza que chico sapo-rana le regalaba.
Un fanfic más donde no sé que hacer con mi vida JAJAJA Pueden encontrar esta historia más completa [17 Capítulos al día de hoy] Espero que a alguien le llame la atención esta cosa ;w; El crédito del separador no me corresponde
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Vampiro 7
Notas del cap:
¡A huevo! En una sentada pude acabar de escribir desde el principio al fin este capítulo muajajajajajaj ¬u¬ ya saben… una disculpa si se ve medio mal corregido pero wey… estoy enletrada y ya estoy corrigiendo errores XP sorry XD pero lo hago de una aprovechado XD
¡A leer!
7 - ¡No Puedes/Puedo Salir!
La oscuridad reinaba en aquel pequeño pueblo, las farolas antiguas apenas entregaban energía al resto de las oscuras calles ahora vacías de gente; la comunidad se había reunido en su mayoría dentro del edificio municipal donde, después de estar discutiendo entre todos por casi una hora, por fin había llegado el encargado del pueblo, gruñendo, haciendo sonar su voz con ayuda de un megáfono que sorprende a todo el mundo
-¡Cálmense! Señoras y señores… tenemos todo controlado- trata de hablar un hombre de más de cincuenta años, con barba bajo la barbilla y canosos cabellos peinados hacia atrás como si aun fuera aquel pueblo, presa de las épocas antiguas, vistiendo de traje y tratando de controlar a la multitud que lo mira con enfado
-¡¿Cómo se supone que estemos tranquilos?! ¡El vampiro rechazo la ofrenda! ¡Alguien mas es su presa!- grita una mujer molesta. Después de los reclamos de la dama, vienen los de la comunidad reprochando con violencia; el hombre tras el megáfono suspira frustrado y molesto. La chica que debía de ser entregada se encuentra entre el grupo de personas, asustada, abrazándose con fuerza contra su madre quien busca ocultarla del resto, mirando de igual modo como las personas continúan discutiendo entre ellas
-¡Tu hija tiene la culpa mujer! ¡Debió de quedarse con el monstruo! ¡No regresar!- grito otro hombre molesto; la chica pega un brinco, aferrándose a su madre asustada. La mujer solo afila la mirada, sujetado con fuerza su única arma… una pala
-¡Mi hija fue salvada por otro sacrificio! ¡Ha sido el vampiro Alemania quien ha rechazado a mi hija! ¡Haberle obligado a quedarse ahí hubiera sido una ofensa ante el demonio!- grito la mujer en busca desesperada por poder liberar a su hija de las represalias, la chica solo se aferra con fuerza, hasta que es tomada violentamente por un brazo y empujada para que quede tirada en el centro de todo el mundo que le grita y reclama sin fin de cosas que difícilmente puede comprender
-¡Ahora por su culpa todos moriremos!- grita alguien
-¡Ahora el vampiro vendrá y nos matara!- grita otro más, la chica solo se encoje sobre su lugar, echa un pequeño ovillo y cubriendo su cabeza con sus manos
=¡SUFICIENTE!= se escucha un grito aterrador que hace temblar el edificio de madera; la gente grita asustada, las mujeres se aferran a sus hombres, la madre de la doncella corre a socorrerla y abrazarla… ahora, el silencio que se crea apenas se vuelve murmullos cuando, desde la puerta de salida, hombres y mujeres comienzan a hacer camino lentamente para dejar ver a un ser diferente a ellos
-S-Señor- susurra asustado el alcalde, tembloroso y corriendo para estar delante de todos y poder recibir al ser que, delante suyo, lo mira fríamente en silencio pesado
-¿Por qué hay tanto escándalo en el pueblo?- pregunta fríamente aquel hombre, de rostro diferente al de un humano; algunos lo llaman country, pero el mismo se denomina como el guardián y salvador de sus tierras. El alcalde traga nervioso moviéndose a un costado del country que mira a todos de un modo superior, finalmente dejando ver a la chica abrazada a su madre, siendo ahora, ambas mujeres las que tiemblen de miedo ante el country que hay delante viéndolas cual insectos insignificantes
-M-Mi señor… e-estamos en una terrible controversia- habla nerviosamente el alcalde obligándolo a ser el centro de atención del country que, con un mirar frio, solo espera a que se le sea explicada la situación actual
-V-Vera señor… esta niña fue elegida para ser la siguiente presa del vampiro atrapado en el palacio… c-c-como usted había ordenado… n-no hemos fallado ni una sola vez! ¡P-P-Pero! Pero… e-el vampiro señor…- tartamudea asustado el hombre, aquel country solo lo mira cada vez más molesto haciendo al alcalde perder el hilo de sus palabras; la multitud de personas que observan el hecho se congelan de miedo al ver su mirada enfadada
-A-Alguien me ha salvado señor- se arma de valor la dama asustada; el silencio se vuelve aun más pesado, aquel country baja la mirada afilada, la chica tiembla pero, tragando asustada, inclina su pecho hacia el frente, tratado de darse el valor suficiente y ver al country que la sigue viendo de un modo frio
-Era como usted… un rostro r-redondo… de colores verde, blanco y rojo… c-con un ave atrapando una serpiente… y-yo… yo no entendía que estaban hablando pero… pero el joven me salvo!- tartamudea asustada, notando que ahora, hay un pequeño brillo en la mirada del country que la mira fríamente
Hay un momento de caos cuando el country se mueve velozmente, atrapando a la chica por las ropas de su pecho y elevándola sin problemas por sobre los aires, sosteniéndola con fuerza. Tanto la chica como muchas mujeres y hombres comienzan a gritar asustados; el country solo mira fijamente a la aterrada dama que, sujetando la mano que la asfixia, comienza a forcejear sin mucha fuerza
-No debe existir alguien más con esas características… ¡Debes estar mintiendo!- gruñe el contrario. Haciendo apenas un leve movimiento, termina lanzando a la chica al otro extremo, siendo detenida al menos por el tumulto de personas que caen junto a ella; el country gruñe enfadado, la chica jadea asustada pero, en cuanto siente a su madre corriendo y ayudándola a ponerse de pie, esta también vuelve a ver al country que parece ahora ver con enfado al alcalde
-¡Yo no miento! ¡Ese joven me ayudo! ¡Se entrego a cambio de mi!...- esto detuvo al country de atacar ahora al alcalde, girando muy lentamente su mirada a la chica que, habiendo pasado su momento de valentía, ahora se sentía expuesta ante la mirada del country que, muy lentamente avanzaba hacia ella
-¿Se entrego?- pregunta únicamente al tiempo que avanza a pasos tranquilos a la aterrada mujer que solo asiente de un modo torpe
-Si… s-se quito la camiseta y miro desafiante al vampiro… el vampiro dijo algo de aceptar el trato y me liberó… solo entonces pude escapar y vi como el vampiro iba directamente a atrapar al muchacho y llevarlo al interior de su castillo- suelta lo último de su valor en esas líneas, aquel country mira molesto a la dama y finalmente, desvía la mirada al ventanal que da hacia el cielo nocturno y lluvioso… ahora su gesto molesto se afila aun mas en enfado
-Parece ser que tendré que volver a poner en su lugar a ese asqueroso monstruo- gruñe
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-Mmgg- gruñe el tricolor, abriendo sus ojos con pereza, encontrando un día nublado como de costumbre, aunque al menos, ya se ha comenzado a acostumbrar al frio del lugar; se sienta perezoso y estira su cuerpo; cantando victoria cuando despierta en su habitación sin dolor de caderas de por medio
Había pasado ya una semana, se dijo, mirando perezosamente por la ventana, avanzando hacia ella pero sin abrirla, mira por fuera el paisaje de siempre, lleno de neblina; suspira cansado cuando rememora no solo que lleva ya mes y medio atrapado en la mansión de Alemania, como este se ha negado a dejarle ir y como, al final de todo, termino acostándose con él con tal de salvar la vida de una pobre chica inocente
Su mirada se desvía hacia el suelo, avergonzando y culposo; camina lento volviendo a sentarse sin ganas en la cama, mirando sus manos sobre sus rodillas y recordando la imagen de Rusia riendo a su lado por algún chiste bobo o cuando Rusia trato de enseñarle a hablar en ruso y el, por pendejo, solo hablaba como pendejo sumándole a todas las palabras vsky “tranquilovsky” “comidovsky”… “putovsky”
Una sonrisa divertida aparece en su rostro unos segundos, siendo opacada casi al instante por la soledad de pensar que tal vez no podrá volver a ver a su familia otra vez… ni a sus amigos, ya hasta a la escuela la estaba extrañando un chingo poder volver. Subió la mirada, encontrándose con los grandes ventanales y el cielo lleno de grises nubes… ¿Alguna vez podría volver a su hogar?
Ya había logrado llegar hasta el techo del castillo; le había costado como nada en el mundo… pero no había conexión a internet y su teléfono seguía perdido… se pregunta si Alemania de verdad no sabía del significado del aparato porque, muy curiosamente, ese artefacto, de todo, es lo único que no puede encontrar. Suelta un suspiro frustrado al tiempo que mira hacia el suelo de maderas viejas rechinantes, se deja caer en la cama cansado, mirando al techo como si fuera lo más interesante del mundo… tenía que pensar en algo… no podía quedarse ahí atrapado para la eternidad… su padre, sus hermanos, sus amigos, todo el mundo iría a estar preocupado por el…
*Pero ya hice todo lo que pude… todo lo que se me ha ocurrido… no se que mas puedo hacer…* se dice, girando en la cama, encogido, mirando sus manos, tratando de hacer memoria… ¿Qué otra cosa puede hacer para ser encontrado? Debe de haber un modo “Siempre había un modo” siempre había un camino… no se iba a rendir tan fácilmente pero… pero México siente en su corazón, lentamente que las esperanzas por poder escapar de ese lugar se estaban agotando
*Quiero volver a mi hogar…* suplico en su mente antes de que sus ojos se cerraran lentamente en pos del sueño nuevamente
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Sus ojos se abrieron velozmente, su consciencia llego a él antes que sus ojos; se enderezo en su lugar, encontrando un atardecer ya oscuro debido a las nubes que amenazaban con una tormenta al anochecer nuevamente; se levanto de su lecho y salió de su habitación curioso; el sonido de algo pequeño pero repetitivo como la lluvia lo hizo dirigirse de nuevo hacia el gran comedor donde, lo único que encontró además de una luz prendida, fue a su invitado prisionero, tecleando con velocidad en lo que parecía un documento blanco, una hoja de papel dentro de la pantalla de aquel aparato llamado computadora
-¿Qué haces México?- pregunto interesado el vampiro, haciendo saltar al country que, luego de verse a los ojos unos segundos, sonrió nerviosamente desapareciendo la hoja en blanco y dejando ver la pantalla donde, solo se veía una imagen de dos countrys verdes (Brasil y Jamaica) lado a lado de un dormido mexicano y por arriba letras cual meme (aquí, a unos segundos de la tragedia) siendo, el country de playera de tirantes quien tuviera un globo de agua grande entre manos, colgado encima del mexicano dormido (Brasil) y el que portaba un gorro con rastras (Jamaica) el que tuviera en su mano un alfiler, siendo estos dos, los que rieran divertidos
-Wey… siempre me asustas- se rio nervioso el tricolor hasta poder calmar su asustado corazón, Alemania lo miro intrigado, sintiendo como siempre y finalmente sentándose a su lado para verlo interesado, volviendo a su mente, aquella dama que nunca le tuvo miedo y que, tan tranquila como hermosa, siempre estaba a su lado charlando amenamente y leyendo juntos libros de la enorme biblioteca que, estaba seguro el alemán, ya había terminado al menos dos veces. El silencio reinó un rato en Alemania, mientras escuchaba a México hablar sobre algo llamado programa y Word y Excel y point y otras tantas cosas que Alemania ni siquiera estaba tomando en cuenta en esos momentos… ¿La razón?
Además de haber recordado a aquella dama hermosa y tranquila, también recuerda la imagen en gore, de aquella vez, que a los pies de la entrada principal de su hogar, yacía su sangre esparcida, su piel fría y su cuerpo carente de su corazón pues, en la zona, solo había un agujero enorme del que en algún momento broto la sangre ahora seca. Su rostro tenia rastros de lagrimas, su gesto reflejaba miedo y tristeza y finalmente, aferraba con fuerza en una de sus frías manos el único regalo que pudo haberle entregado Alemania a alguien de tal importancia para el…
Un pequeño y delicado catalejo con el que a veces, cuando las nubes permitían una vista despejada de la noche, Alemania miraba las estrellas disfrutando de su brillo suave
Un desagradable escalofrío le recorrió la columna entera desde abajo hasta la nuca, un gesto que no había pasado desapercibido por México quien, curioso lo observa, como no parece verlo a él, sino que Alemania lucia estar metido en sus recuerdos y su pasado, el tricolor no dijo nada, solo lo observo en silencio, también yéndose un rato a sus recuerdos, cuando estaba con su padre, cuando con sus hermanos y amigos solía jugar videojuegos de terror, competir, apostar… tantas y tantas cosas que el valora ahora como recuerdos pero que sabe, que hasta que sea liberado de esa prisión, no podrá volver a tener… México suspira derrotado, con la mirada baja y volviendo la mirada a su computadora… los extraña a todos
… … …
El silencio que se había instalado en la habitación había durado poco tiempo. Tanto Alemania como México se miraron curiosos cuando escucharon a lo lejos el relinchar de un caballo así como el sonido característico de una carroza; México pego un brinco, saltando ligeramente de su asiento y corriendo en dirección de la puerta, siendo detenido al instante al no poder tocar la perilla… su cuerpo se elevo sobre los aires lo suficiente para que no pudiera llegar a la puerta y se hizo varios metros hacia atrás, dando oportunidad a Alemania de pasar por la puerta dejando “colgado” a México en el aire
-¡Cabron!- grito en reclamo el country latino. Alemania, ignorando los gritos e insultos de parte de México, se encuentra por fin con sus invitados inesperados, su mirada se afila en enfado; ahora, hay un hombre amarrado de manos y pies, con una soga a la boca, temblando asustado y los mismos dos hombres llegando con miradas agachadas y agazapados, como si tuvieran miedo del vampiro delante suyo
-¿Qué hacen ustedes aquí?- pregunta molesto. Los hombres se encojen, el hombre de cabello blanco, el alcalde se para frente al vampiro, temblando y casi hecho una bolita de nervios; el otro, por su lado, arrastra al hombre amordazado para que baje de la carreta y llegar hasta estar delante del vampiro, arrodillado y amarrado para no escapar
-Mi señor… nos hemos enterado que su presa ha escapado y… en deseo de no hacerlo enfadar, hemos traído para usted otra presa- Alemania observa en silencio el hombre que tiembla asustado y que también derrama lagrimas, aunque al menos no grita como la otra chica… observa a los tres hombres en silencio, pensando que hacer
-¡No te atrevas hijo de la chingada!- se escucho el grito de alguien mas; los dos hombres vuelven la mirada hacia el castillo donde, se alcanza a ver sobre saliendo con trabajo de la puerta un country de verde blanco y rojo con un águila como escudo, arrastrándose con la ayuda de un palo para salir de la puerta puesto que no estaba tocando el piso. Se podía ver perfectamente una bruma oscura rodeando su cadera y elevándolo en el cielo imposibilitado a poder caminar. Alemania giro molesto la mirada hacia atrás encontrando al tricolor que mira directamente a los hombres que no había visto jamás en su vida
-¡No chingen cabrones! ¡Dejen de traerles victimas!- los regaña el tricolor, los hombres lucen asustados, Alemania por fin le da la espalda a los tres humanos y mira al mexicano
-Te recuerdo que ellos no te entienden México, deja de intentar algo estúpido- regaña cada vez más molesto, el tricolor solo le muestra el dedo de en medio igual de enfadado
-Pues bien, te jodes porque ellos podrán llevarme al pueblo… ya estoy suficientemente bien para poder caminar por mi cuenta, así que bájame cabron, que me largo ya… ¿Sabes qué? Es más, te dejo todo mi desmadre si quieres, no tengo pedos en dejarlo- gruñe enfadado el tricolor haciendo a Alemania abrir sus ojos en enfado… el cielo comienza a crujir en pos de una tormenta eléctrica, los hombres dan un paso atrás al ver como una bruma negra rodea a Alemania y como la broma que antes solo se encontraba rodeando la cintura del tricolor se envuelve atrapando sus brazos y piernas imposibilitándolo a moverse en completa libertad… hay silencio de muerte y sorpresivamente la voz de Alemania aparece cual voz demoniaca haciendo temblar al suelo mismo
=¿Cómo te atreves a desafiarme México?... te he dado una orden… Regresa al castillo!= gruñe, haciendo avanzar la bruma con el tricolor en ella de regreso al interior tal y como había ordenado el vampiro; sin embargo, México se negó, enterrando con todas sus fuerzas el palo en la tierra y aferrándose a ella con fuerza, cierra sus ojos molesto
-¡No me vas a tener aquí encerrado para siempre! ¡Me rehúso!- grito el tricolor, los hombres, que solo veían la escena suben asustados de suponer algo malo al notar el ambiente oscurecerse más rápido debido a la bruma negra que despide Alemania en esos momentos. El carruaje comienza a moverse con velocidad pues hasta el caballo se muestra aterrado; el hombre amarrado grita y solloza, el tricolor sigue mirando determinado a Alemania pero este, en su cólera, la bruma negra que lentamente lo envuelve cual remolino, termina envolviendo también al hombre que, luego de soltar alaridos desgarradores de dolor, calla de un modo abrupto
Para cuando el mexicano cree tener la fuerza para abrir los ojos, estos solo encuentran la escena del hombre sin cabeza, con su cuerpo tirado y su sangre lentamente esparciéndose. Esto merma la fuerza de México que simplemente se deja hacer entrando sin problemas al interior del castillo; una vez ahí, Alemania lo deja en el suelo con cuidado, solo para ser su mano lo que lo sostenga desde su brazo, cerca de la axila y lo obligue a que el tricolor lo mire a los ojos enfadado
-A partir de hoy… tienes prohibido salir del castillo- demanda molesto. Cuando México se ve reflejado en los ojos rubí de Alemania reacciona, encontrando un brillo de miedo en su propia mirada, el susto desaparece y cambia a un gesto molesto… ¿Le prohibida salir?
-¡Vete a la chingada cabron! ¡Ni tu ni nade me van a prohibir salir! ¡No eres mi dueño!- reclama tratando de liberarse del agarre del alemán que solo hace un poco mas de presión, lastimando el brazo del latino que, aunque muestra un gesto de dolor, se niega a soltar un gemido adolorido que lo pueda delatar; solo mira del mismo modo fiero a Alemania que, con sus ojos brillantes de ira y carmesí, parece cada vez ir perdiendo mas los estribos
-Parece ser que no entiendes tu posición aquí México… tu, me perteneces a mí, desde el preciso instante en que llegaste a estas tierras y te introduje en mi castillo. Tu libertad se vio cortada por mí; ahora yo soy tu dueño y quieras o no, me vas a obedecer- amenaza zarandeándolo levemente, México abre sus ojos, negando un instante y, con todas sus fuerzas, pisando uno de los pies del alemán, permitiéndose, con un movimiento brusco, librarse del agarre del contrario
-¡Yo no te pertenezco pinche animal! ¡Soy libre! ¡Jamás te obedeceré!- demanda, cortando su monologo cuando encuentra bruscamente a alemán delante de su cuerpo; sus ojos apenas colindando con su pecho y al subir la mirada, el gesto molesto del alemán viéndolo con enfado… aun así, solo es sorpresa y desconcierto. Alemania puede ver que en ningún momento México parece verlo con verdadero miedo y eso le parece aun ahora, en estos momentos, intrigante
-Estas atrapado aquí conmigo mexicano… no te dejare ir jamás… ¡No me importa cuánto quieras escapar! ¡Te quedaras aquí a mi lado! ¡Así te tenga que encadenar a mí!- es entonces, por único movimiento veloz de parte del tricolor en verde, que se escucha el sonido con eco de una fuerte bofetada. Alemania abre sus ojos sorprendido, México muestra su mano extendida y abierta a más no poder, del otro lado, clara muestra, de que había abofeteado al alemán con todas sus fuerzas…
El silencio, mortífero y pesado, se hizo presente durante varios minutos… ninguno dijo nada, simplemente estuvieron ahí, mirándose a los ojos fijamente; cada uno con un dilema interno lleno de gritos, dudas y confusiones que no podían ser respondidas tan fácilmente. La mirada molesta de México había desaparecido luego del golpe… ninguno se atrevía a decir lo que pensaba… en principio, tal vez porque ninguno sabia que decir exactamente después de lo que había pasado. México desvió su mirada hacia la puerta de entrada donde, aun a lo lejos, aun se podía ver el cadáver desangrándose… el tricolor enarco una ceja curioso y volvió la mirada a Alemania
… … …
La sorpresa y confusión de Alemania fue bastante cuando, delante de su mirada, una mano fue extendida en silencio de parte del latino. Ambos se miraron a los ojos, el latino aun se miraba serio y molesto, pero, por extraño que le pareciera, su mirada aun le seguía generando una calma bastante notoria
-Salgamos- fue todo lo que dijo luego del silencio por parte de ambos, Alemania lo miro, como si volvieran a hablar cada uno en su idioma y les fuera imposible el comprenderse, México solo trato de mostrar confianza en su mirada, aun cuando no se sentía a gusto de querer mostrar una sonrisa honesta… le sería imposible mostrarla de todos modos, aun estaba molesto con el vampiro por sus berrinches. Y aun así, creía en su interior, que podría llegar a entender el porqué de sus acciones; después de todo, el vampiro llevaba mucho tiempo en soledad, solo conviviendo cuando mucho, con una persona media semana cuando mucho a lo largo de todo un mes. Tal vez. Se dijo el latino. La razón de la posesividad de Alemania sea justamente porque ya habían podido tratarse un mes y medio juntos, sin matarse mutuamente, riendo, conociendo mas del otro
Tal vez hubo un momento en que México le tuvo miedo… tal vez hubo un momento en que México claramente desconfió de Alemania… pero lo había tratado y si el, que gustaba tanto de tratar con tantas personas diferentes, de pronto, era obligado a estar en cautiverio como había sido esta situación, era lógico que llegara a un punto donde se volvía dependiente de alguien y se negara a alejarse de el… además, Alemania había sido, “dentro de lo que cabía” amable con él, no el mejor anfitrión que la historia pudiera apreciar, pero no había sido tan desagradable con el…
No quería dejarlo solo… pero tampoco quería quedarse ahí por el resto de su existencia… ¿Qué podía hacer? Lo primero que le llego a la cabeza y lo que, hasta ahora, sonaba como la mejor de las ideas que pudiera tener en esos momentos…
-Si tu no me quieres dejar ir… ven conmigo entonces. Te llevare a mi hogar y podrás decirle adiós a esta estúpida soledad auto impuesta- si, sonaba bien en su mente y en palabras también… Alemania lo miro con la misma sorpresa a cada una de sus acciones. Al ser siempre tan diferentes, parecía que todas las acciones, todos los pensamientos, cada forma de razonar del mexicano era algo tan raro de entender y de ver, que siempre le miraba como un bicho extraño… pero ya estaba decidido… México se iría de ese lugar aun si para ello, debía de arrastrar a un vampiro que le chupaba la sangre y le jodia el culo… el volvería a su hogar… por las buenas o por las malas
El silencio se volvió a instalar, si bien, tenso; mucho más liviano a hace unos instantes atrás… México miro como, ahora, sorprendentemente era Alemania quien daba algunos pasos hacia atrás; como si ahora, fuera el tricolor el ser peligroso. México enarco una ceja confundido cundo la mirada molesta de Alemania desapareció para dar paso a un rostro cabizbajo y deprimido
-No puedo escapar de esta prisión- susurro por lo bajo. México, confundido como molesto, avanzo lo que Alemania retrocedió, tomándolo de una de sus manos, enredo sus dedos con la mano del contrario sin ser muy consciente de ello, ahora, era el tricolor el que estaba molesto, mirando a Alemania determinado como enfadado
-¡Eres un pendejo! ¡Eres libre de elegir si irte o quedarte en este maldito lugar a vivir recluido!- le reclamo; señalando con su mano libre la puerta
-Esa mamada es lo suficientemente grande para que tu enorme trasero de vampiro pueda entrar y salir sin pedos ¡Así que tu y yo vamos a salir de este deprimente bosque y quieras o no! ¡Te voy a llevar con mi familia! ¡Y quieras o no! ¡VAS A VIVIR!- Le reclamo, cada vez más y más molesto de ver su actitud temerosa hacia la salida. Alemania quiso negarse, pero, por escasos segundos… la idea de ver algo mas, la idea de volver a ver un amanecer mas allá que en las películas del mexicano… poder ver a otra gente, poder tratar con mas personas… poder vivir… la simple idea de vivir… le pareció un sueño de lo más apreciado que pudiera anhelar…
Tanto fue así su deseo, que permitió al mexicano sacarlo del castillo, pasando ambos del cadáver sin vida y poder llegar casi a punto de adentrarse en el bosque ahogado en penumbras que en ese momento nadie prestaba atención y que dirigía hacia el poblado más cercano. Fue ahí cuando Alemania reacciono mas por obligado que por placer. Frenándose de golpe y haciendo a México casi caer de espaldas de no ser que Alemania también lo había sujetado… ambos se miraron fijamente, siendo Alemania, con un gesto molesto, quien miro a México
-He dicho que no puedo salir…- dijo de nuevo, con un poco mas de enfado en su voz, el tricolor solo se molesto, sin comprender mas allá sus palabras, creyendo ciegamente que solo era una rabieta de parte del vampiro y no la verdad
-¡Puedes! ¡Y lo vas a hacer!- aseguro, avanzando de nuevo hacia el bosque; esta vez, sin poder mover a Alemania de su lugar pues, con un gesto aun más molesto, apretando la mano del tricolor inconscientemente lastimándolo de paso, sus ojos se llenaron de sangre y su mirada se ilumino en cólera, acentuado por un nuevo trueno que rezumbó grotesco y aterrador a los alrededores de aquel palacio abandonado de la mano de dios
-¡¿No lo entiendes?!- gruño, liberando el agarre de México y viéndose a los ojos, México, por fin abrió sus ojos temeroso de lo que vio delante suyo… a Alemania con tal odio, que le hizo temblar hasta el corazón, un miedo que nunca había experimentado hacia el contrario
=¡NO PUEDO SALIR DE AQUÍ! NI TU NI YO PODEMOS SALIR DE AQUÍ= amenazo, envolviendo con su bruma, nuevamente al tricolor que, sintiéndose atrapado, solo trata de hacerse hacia atrás. Alemania lo acerca, casi rosando alientos entre ambos, con ese odio en su ser entero ahogando su alma, ahogando su frustración y dolor
=No te iras de este castillo… y si te atreves, ten por seguro que yo mismo te matare= amenazo antes de que la misma bruma los envolviera en completa oscuridad; tirando poco después al latino a su cama. Alemania lo mira superior, con odio y finalmente, mientras México mira con miedo a quien por primera vez se ha salido de control, Alemania desaparece en la misma bruma oscura que lo envolvía
-No intentes nada México… tu vida me pertenece y no escapar de aquí jamás…- fueron sus últimas palabras cual maldición para México…
Y desapareció… dejándolo abandonado en su habitación, asustado, sin saber qué hacer después…
Notas finales:
Y bueno… si mis cálculos son correctos… de aquí, comenzamos ya con el climax para dar fin a esta historia XD… si… tal vez algo chiquita pero siento que va bien en cuanto a contexto… no? Es decir… no vamos adelantando mucho las cosas… ¿cierto? En fin…
Cosas chistosas que me pasan mientras escribo XD… andaba en realidad con ganas de escribir algo de terror, me busque y puse música de una tormenta fuerte (lluvia y truenos) y mas que inspirarme… me dio sueño hahahahahahahaha XD en fin… cosas que a nadie le interesa XD
Datos extras:
*Les recuerdo en principio que Alemania y su castillo están justamente en el punto céntrico y mediador de los tres lugares. La mansión está atrapada entre Rumania, Alemania y Rusia
*Después de los tres días que Alemania no dio descanso al culo de México, se calmo (permitiéndole regenerar la sangre perdida) lo que serian otros dos días (a calculo cronológico del momento en que vemos esto) XD
*El poblado más cercano a los limites (bueno, los poblados) (porque son varios), son del tipo clásico viejito… tipo… el poblado del jinete sin cabeza… así, apartados de la mano de dios y de las tecnologías modernas… si bien, buscan tener algo… errr… bueno, eso se explica más adelante, pero para que se den una idea, por eso los cabrones van a carreta
*México sigue perdiéndose en el castillo XD… pero en una de esas logro llegar al techo; por desgracia, estaba muy lejos de las hondas de internet… no puede contactarse aun con nadie y eso, también se explica más adelante
*¿Datos ocultos de Alemania? ¬u¬ ¿Los vieron todos??? ¬u¬
*A México le dio miedo la forma de actuar de Alemania… ahora sí, le tuvo miedo como nunca
Y ya no diré nada porque luego me dice mi hermana que digo spoilers de mas en estas notas XD así que nada… me callo y a finalizar esto XD
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
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#countryhuman#countryhumans#countryhumans México#countryhumans Alemania#Alemania x México#Vampiro#Mis Fanfics Yaoi#Romance#Comedia
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Noches difíciles, donde el corazón no late sino que rueda. Y se va, así en picada. Parece que no hay caminos ni luces de algún vehículo que pueda salvarme, llamele persona o verbo. En los lejos, puedo ver de cerca lo duro que es para mí lidiar con mi mente, se que está ahi, destruyendo mi paz, dañando mi estabilidad y llevándome de nuevo a ese vacío.
Te lo digo, sigo buscando la luz del vehículo, pongo la mano. Lo sabes, si, lo sabes, estoy poniendo la mano, para, que vi tu luz. Puedes salvarme, si que puedes. Literalmente, nadie más puede hacerlo ahora mismo.
Creo que vienes, va a parar esa luz frente a mi. Podría ser la salvación o una ingrata promesa de: "Aquí estoy" pero si sigues derecho, lo entenderé. Sigo, sigo en el camino.
Tengo esperanza, no la dejes ir. No me dejes ir. Pasa el vehículo, sales, por la ventanilla pero tu cara pasaba unos kilómetros por hora de mi tristeza.
Pasaste, pero no me recogiste.
Me dejaste ir.
No hay luces ni vehículos, no hay camino.
Ya no camino, vuelo, en el plano de mi tristeza, aquí todos podemos impulsarnos pero pocos volar.
Camino hacia el lugar del que podrías haberme sacado. Me pregunto que sucedió, ¿En serio eso era lo que creías que quería? ¿Dónde, donde estará esa luz que pudo haberme rescatado?
Mi mente me destruye pero no me construye, nisiquiera por una milésima de segundo me ayuda, me logra poner en el piso y llego al lugar, casi con las uñas, con la consciencia empañada y los ojos secos.
Voy a caer, lo sé, y tu no paraste, lo sabías, viste mis ojos, viste mi alma, viste mi ser pero tus luces no se fijaron en la tristeza que había en volver a este vacío.
Antes de caer, volteo. Estás lejos, ahí estás, tus luces y tu vehículo volvió por mi, pero estas tan lejos, se que quieres acercarte pero yo ya estoy más cerca que nunca de volar como angel caído.
Vienes a mi, desesperadamente.
No entiendo porqué vienes así, porque el tiempo se convirtió en una botella de arena en un océano lleno de olas cuando solo era un triste río lleno de piedras. No eras rápido, pero sí que pasaste rápido de mi.
Sigues corriendo, sabes que voy a caer, corres y corres pero sabes...
A veces, es tarde.
Es mi culpa, no debí ir al bosque, no debí decirte que me dieras un poco de un lugar inexplicable donde no quería estar, pero tú, le creíste a mis demonios y no a la chica ahogada, casi muerta que te decía: "No me dejes ir, es que no se volver y tengo miedo".
Caigo, no alcanzas a llegar.
Ellos ganaron,
tú y yo
perdimos.
~C.
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