Tumgik
#no esforzarse
a-hopelesslife · 2 years
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Me arrepiento por no haber sido más valiente y no luchar contra los demonios dentro de mí que me impedían estar en algo estable contigo. Por no haber intentado amarme a mí primero antes de amarte a ti. Tal vez si me hubiera esforzado un poco más ahora tendría en brazos al amor de mi vida y la única razón de mi felicidad. Si tan sólo hubiera... Pero todos sabemos que por desgracia, el hubiera no existe.
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b-l-u-e-l-u-n-g-s · 1 year
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En realidad si me duele demasiado que nunca luchen, ni se esfuercen en mantener el vínculo conmigo.
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dana--07 · 6 months
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Siempre trato de ser mejor persona, de intentar ser lo que se espera de mi, de sacar buenas notas, de lo que como para tener buen cuerpo, de mostrar felicidad.
Pero realmente haga lo haga jamas va a ser suficiente, porque siempre va a ver alguien que critique, alguien que no valore el esfuerzo.
E intentando ser perfecta para los demás me olvide de quien era yo, me olvide de mi, la única persona que realmente siempre va a estar conmigo, y en vez de quererme intente ser perfecta para una sociedad que es incapaz de valorar.
Ahora cada vez que me miro al espejo intento averiguar quien soy, y donde esta la persona que era, ahora cada vez que me miro al espejo me quiero un poco mas, por todo lo que hecho y nadie quiso valorar
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maigawa · 1 year
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mai at the going underground event
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leearen · 1 year
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LEE AREN en los rituales de el sabbat
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dagus-lau28-06 · 10 months
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¿Merezco estar aquí?
Una vez me contaste que en el libro del destino no estaba escrito mi nacimiento. Después me dijiste que eso era un error, que mi vida era un regalo precioso, pero... No importa cuántas veces me esfuerce o luche por vivir, cada día encuentras una manera diferente para hacerme sentir que realmente no debería estar aquí.
Nani owl
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armatofu · 1 year
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mikrokosmcs · 2 years
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🎅 - Decorating the house, inside and out!     /     @grccve
Chaerin  exhala  un  bufido  de  frustración,  soltando  la  serie  de  luces  para  luego  de  eso  tirarse  de  espaldas  contra  la  alfombra  de  la  inmensa  sala  de  estar  de  su  casa.  Era  una  estancia  enorme,  tan  alta  que  no  se  podía  tocar  el  techo  y  donde  cabía  un  árbol  inmenso  que  comúnmente  eran  las  personas  del  servicio  las  que  tenían  que  adornarlo,  inclusive  en  ese  momento,  había  varías  personas  paradas  en  una  escalera  colocando  las  luces  mientras  ella  se  encargaba  de  desenredarlas.  -  —Me  rindo,  este  trabajo  será  tuyo,  después  de  todo  a  ti  se  te  ocurrió  la  idea  —  -su  futura  cuñada  había  dicho  que  deseaba  hacer  la  acción  ella,  y  le  encantaba  lo  enorme  que  era  el  árbol  de  los  Bang,  así  que  ahí  estaba  la  modelo,  accediendo  a  sus  peticiones  inclusive  si  sus  habilidades  más  mundanas,  dejaban  mucho  que  desear.  Chaerin  no  tenía  especial  aprecio  por  la  fiesta,  no  era  algo  que  su  familia  celebrara  en  unión  filiar,  sino  como  una  fiesta  de  negocios  donde  se  reunían  diferentes  CEO’s  en  su  hogar,  presumían  sus  vestidos  y  los  logros  de  sus  exitosos  hijos.  Pero  Seulbi  parecía  venir  a  ellos  para  cambiar  algunas  costumbres.  -  —Quiero  chocolate  caliente  y  galletas,  no  desenredar  luces.
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deepinsideyourbeing · 19 days
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Esto m da un pco de vergüenza. Pero te puedo pedir algo en el que uno de los dos masturbe al otro mientras este dormido, hasta llegar al orgasmo y eso. (Con Enzo xfa)
Thxx
+18!
El calor de tu novio es lo primero que sentís cada mañana, sin falta. Emanando de su pecho -contra tu espalda o funcionando como tu almohada-, de su brazo en tu cintura o de una mano adherida a tu cadera, es una constante que te encanta y brinda confort.
Él siempre se queja de tus pies fríos cuando no llevás calcetines y tiembla cuando siente tus manos heladas colándose bajo su ropa -siempre aprovechás para explorar un poco- con la excusa de que necesitás ayuda para calentarte. Y es que Enzo irradia calor.
Su miembro erecto también.
Cuando movés tu cadera en busca de más contacto él suspira y su respiración cálida golpea tu cuello. Sus dedos se contraen por un instante, un indicador de que continúa profundamente dormido, así que con cuidado te desprendés de su abrazo y volteás para poder observarlo.
El cabello oscuro cayendo sobre su rostro y sus largas pestañas te hacen preguntarte cómo puede ser tan hermoso sin esforzarse, sin ser consciente de ello. Tus dedos recorren con delicadeza la piel suave de sus mejillas y sus labios, siempre tan tentadores, antes de que decidas llevártelos a la boca para cubrirlos con tu saliva.
Deslizás tu mano bajo su ropa interior, sin perder tiempo con sutilezas, y recorrés su extensión lentamente. Cuando te permitís tocar su punta te encontrás con una generosa cantidad de líquido preseminal y con tu pulgar te encargás de mezclar su excitación con tu saliva. Hacés brillar su piel ardiente.
Comenzás a masturbarlo con ese ritmo que él tanto disfruta, reservando siempre lo mejor para el final, provocando que de sus labios broten incontables suspiros y gemidos. El ángulo de sus cejas y sus párpados apretados sólo te motivan a continuar, desesperándote por ver más de sus reacciones.
Las mañanas siempre lo encuentran más sumiso, tal vez un poco más sensible, así que no te sorprende cuando lloriquea, todavía perdido en un sueño, y mueve sus caderas involuntariamente. Querés contenerte, prolongar más este momento, pero sentís cómo comienza a afectarte el sonido de su humedad y la sensación de su miembro pesado en tu mano.
Bajás la mirada y la escasa luz de la habitación te permite contemplar la obra maestra entre su cuerpo y el tuyo. El tamaño de tu mano es insignificante en comparación con su erección, que te parece imponente y divina, goteando ahora de una manera exagerada y patética, desesperada.
Enzo abre los ojos.
-Buenos días- lo saludás en voz baja-. ¿Cómo dormiste?
Intenta contestar y de su boca sólo sale un sonido tembloroso, una mezcla de tu nombre y una orden o una súplica. El ángulo con el que lo tocás y la firmeza de tu agarre, en combinación con la repentina rapidez de tus movimientos, pronto lo llevan hacia el borde del orgasmo.
Te sujeta por la nuca y tu rostro cerca del tuyo te permite ver la promesa que contiene su mirada... Pero cuando captura tus labios, en un beso que se torna más y más salvaje con el correr de los segundos, sabés que ya está completamente perdido.
Palpita entre tus dedos y se deja ir con un gemido grave. Su semen caliente salpica la piel de su abdomen que quedó expuesta, así como su ropa interior, las sábanas y tu cuerpo.
-No...- se queja cuando ve cómo te chupás los dedos para limpiar cualquier rastro de su liberación. Cubre su rostro con su brazo, avergonzado y excitado, pero aún así podés ver su sonrisa.
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caostalgia · 7 months
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No dejaría de pelear; por lo que sé que vale la pena esforzarse. Pero continuar haciéndolo por ti; sería imponerme un castigo interminable...
Mabel
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saturnoblog · 5 months
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Qué difícil es esforzarse a olvidar a alguien que no queres olvidar
(ni quiere ser olvidado)
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anon-402 · 7 months
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Para los pocos hispanos fans del Pissa que andan por aqui, ahi les va un WIP de un fic que ando haciendo:
Dear Dopamine
Tags: No RPF, Fluff, Mutual Pining, Awkward Flirting, Humor, Dialogue Heavy, Dirty Jokes, Letters
La vida de Philza era el tipo de comedia romántica barata que los críticos bombardearían con bajos ratings bajo el pretexto de ‘sobre-esforzarse’ y ser ‘demasiado cínica’. Es el mimos tipo de comedia que sería vendida como un romance pero era todo menos eso, e incluso cuando lo intentaba ser, el protagonista siempre era reacio con sus sentimientos; vacilando entre caminar esta línea firme de rechazo perpetuo y aceptación ambigua, y odiosamente ocasionando en más de un espectador confusión.
Lamentablemente para Philza, esa no era la única paralela existente que se podía inferir entre su vida y los romances de bajo presupuesto, pues había notado que las personas en su vecindad parecían moverse más en números pares estos últimos días. Claro, aun con las miradas calurosas y caricias asquerosamente cursis que otros intercambiaban en público, esto no presentaría un problema sino fuera porque también tenían un deseo descomunal en entrometerse en su vida personal.
Algunos optarían por señalar que la razón detrás de sus intromisiones eran bien intencionadas y se debía al hecho de que irónicamente, aun teniendo un esposo encantador que lo amaba y precedentes de varios otros pretendientes, el hombre no reconocería el amor aunque le golpeara directo en las bolas. Pero por supuesto, al no tener el concepto universal de la afinidad en un pequeño recipiente físico capaz de golpearlo, con Foolish bastaría.
Fue una suerte para él el seguir durmiendo en el templo de Rose mientras Foolish merodeaba por el centro de la ciudad. Después de todo, ¿Qué era mejor que dejarle el destino de tus relaciones interpersonales a un policía?
Si Philza tuviera la conciencia para contestar probablemente diría que cualquier otra cosa. Sin embargo, con la situación actual, fue inconscientemente forzado a otorgarle control sobre la escena del crimen que se estaba produciendo en la cima de la muralla. Los instintos policiacos de Foolish captaron en seguida al hombre encapuchado de negro que se escabulló en el elevador que llevaba a la casa de Philza, y Foolish no dudó en usar su gancho para subir y enfrentarlo.
“¡Alto ahí!” Gritó detrás del hombre que le daba la espalda, arma en mano apuntando su cabeza.
Foolish no le había ordenado levantar las manos, pero el hombre lo hizo de todas formas con un pequeño salto. Después, como si se hubiera percatado de quien provenía la advertencia, su comportamiento cambió en un instante. Sus hombros tensos cayeron en un suspiro junto con sus manos, y el hombre se dio la vuelta despreocupado. “Pendejo, casi me cago del susto.”
“Oh. Roier.” Bajó el arma, vergüenza curiosamente surgiendo dentro de él al haber apuntado a su hijo con ella. “¿Qué haces aquí?”
“Nada, nada. Solo visitaba.” Contestó demasiado rápido. Sospechosamente rápido, diría Foolish. Sus ojos se dirigieron a las ventanas de la casa de madera, “Hace mucho que no veo al Missa y quería ver si estaba en casa.”
“Missa no viene muy seguido.” Dijo Foolish, explicando lo obvio, tal vez solo para llenar la conversación y hacer sentir a Roier menos nervioso. No obstante, cuando regresó su mirada a él, se sorprendió de verlo considerando saltar de la muralla y huir. “¿Tenías algo que hacer aquí o…?”
“No, no, como crees.” Agitó una mano en desconsideración. “Bueno, a lo mejor. Pero no le digas a nadie.” Cualquier pizca de incertidumbre fue borrada de su voz, dando paso a un raro entusiasmo. Foolish asintió a su pregunta, y ambos se acercaron para susurrar a pesar de no necesitarlo. “Voy a ayudar a Missa con Philza.”
Tomado por sorpresa, retrocedió con una risita, “¿Qué?”
“Missa anda chinge y chinge con el Felipe y que no se merece su amor y no sé qué tanta verga– así que lo voy a ayudar a ver si así se calla.”
“Okay,” Digirió sus palabras con lentitud, “¿Pero no Phil y Missa ya eran… algo?” Finalizó estúpidamente, confuso de la posible relación de ambos. Estaba seguro de haber escuchado por ahí que estaban casados los primeros días de conocerse, pero considerando el tiempo que había pasado y la falta de presencia de Missa, bien podría haber sido solo un rumor.
Viendo la cara de Roier, él también parecía estar igual de confundido. “No. Creo. La neta no sé.”
“¿Entonces qué? ¿Tienes planeado irrumpir en su casa y buscar, como, evidencia de ellos siendo pareja?”
“¿Qué? No. Ni que estuviera pendejo.” Como si fuera por arte de magia – y distrayendo a Foolish al preguntarse si las había sacado del culo – produjo una pluma y varias hojas de papel, todas de un color amarillo suave con un estampado floral. “Voy a escribir una carta a Philza en nombre de Missa para empezar un intercambio de letras entre los dos. De esta manera, aun si fueran algo, seguiría ayudando a Missa con su crush.”
Dejando de lado la posibilidad de que los otros dos hombres fueran tan emocionalmente constipados como para estar casados pero no al tanto de sus respectivos sentimientos, Foolish comentó sobre algo que le interesaba más. “Eso no explica porque estás aquí.”
Roier sonrió. Era la clase de sonrisa de alguien que no sabía de lo que estaba hablando. “¿Dónde más las voy a entregar? Esta es la casa de Philza, ¿No?”
“Uhm, ¿En la biblioteca? Tenemos un sistema de correo y todo.”
“¡¿Tenemos una biblioteca?!”
“¡¿Dónde más pondríamos las cartas?! ¿En el buzón donde nadie pudiera encontrarlas?”
“Bueno, me vale madre. Ya estoy aquí.” Resopló tomando asiento al lado del trampolín y recostándose bocabajo al igual que una niña con su diario.
“Podrías simplemente dejarle una nota a Missa con tu idea y que él lo hiciera.”
“Missa nunca va a dar el primer paso. Es demasiado pussy para hacerlo.”
Instinto policiaco o no, cualquiera hubiera notado el tono inusual en su voz. Aun si Foolish no podía captar del todo qué era. ¿Anhelo? ¿Arrepentimiento? Fuera lo que fuese, era mejor no insistir. La pérdida de Cellbit era muy reciente todavía.
“¿Y si te atrapan?” Preguntó después de un minuto, llamando la atención del perpetrador.
“Pos culpamos al pinche Badboyhalo y que le haga como pueda.”
Foolish parpadeó, asimilando lo que acababa de decir su hijo. Honestamente, no era la peor idea que se había concebido en la Isla Quesadilla. Se encogió de hombros y tomó lugar a su lado. “¿Cómo piensas empezar?”
“No sé, con algo que diga que lo extraña o una mamada así. ¿Tú qué piensas?”
“Podría funcionar; algo que diga que tanto lo extraña. O, qué, no importa que tanto tiempo pase, él tendrá, ya sabes,” Foolish soltó una risa entrecortada, de repente cohibido ante el uso de la pareja como un reflejo de su propia relación. Quizás aquello podría servirle como un incentivo para armarse de valor e intentar reconectar con Vegetta a través de cartas. O Quizás debería prestar más atención y notar que Roier seguía escribiendo y diciendo en voz alta “Algo así como ‘Oh, Philza, estás bien pinche guapo vamos a coger–” al mismo tiempo que Foolish terminó con un “Seguirá regresando a su lado– Oh.” 
“¿Qué?”
“Tal vez– Tal vez no deberías de ser tan directo. No creo que Phil aprecie un trato tan directo…”
Rodó los ojos, “Le va a gustar cualquier cosa que venga de Missa.”
Pero pese a su comentario, Roier frotó su pulgar sobre la frase, tratando de borrarla con su sudor. Pensó en usar su saliva para dispersar la tinta, más pareció olvidarlo cuando Foolish volvió a hablar, y dio vuelta a la hoja como si nada hubiera sucedido.
“¿Qué tal si mejor comienzas con un saludo?” Roier asintió y se encaminó para escribir ‘Mi amor’ solo para ser interrumpido otra vez. “Creo que ‘Mi amor’ sigue siendo muy directo para ambos, o sea, si fueran solo amigos creo–” Roier chasqueó su lengua, tachando el escrito  y colocando ‘Pendejo’ como saludo, “No, no me refería a eso–”
“¡Cabrón, decídete! ¡No soy pinche documento de Word para darle control zeta cada que se te ocurra algo nuevo!”
“¡Solo estaba intentado ayudar!” Tratando de bajar su voz, suspiró, “‘Mi amor’ está bien.”
Roier entrecerró sus ojos con sospecha, pero regresó al papel para tachar el saludo una última vez y volver al apodo cariñoso. Jugueteó con la pluma paseándola entre cada valle de sus nudillos, no quitando los ojos de las palabras recién redactadas y esperando la luz verde de Foolish. “¿Y ahora?”
Hizo una pausa, considerándolo. “Supongo que podríamos irnos por algo más poético. Eso nunca fallaba con Vegetta.”
“A Vegetta solo le gusta lo poético porque es un viejo–” El movimiento de la pluma paró. “¿Qué tan viejo es Philza?”
“No lo sé, pero probablemente muy viejo.”
“Muy, muy viejo.”
Para ser dos personas excepcionalmente ruidosas, ambos se sumieron en un silencio.
“¿Entonces poético?” Foolish fue el primero en hablar.
“Nos van a llamar el mismísimo Paulo Coelho después de esto.” Roier contestó con una sonrisa, sumergiéndose dentro del rol de escritor fantasma.
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yuzuyom · 1 month
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AU! universitario jjk.
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La primera idea que le pasó a Satoru cuando la llevo a la pista de baile fue "solo una canción" puede tolerar el contacto fisico de alguien ajeno por una canción. Después, simplemente la entregaría a Shoko y volvería a sentarse junto a Suguru.
El problema es que no había pensado en un plan si ella simplemente se quedaba quieta incómodamente mirando a todos lados menos a él.
Realmente no quería regresar, porque podía ver a la otra chica mirándolos de forma insistente, vigilando cuando él volviera al sillón para volver a preguntar.
Sus ojos azules volvieron a mirar a la chica frente a él, la cuál lo miraba con ojos expresando tensión. O sea, si. No habían hablado más de tres veces y las veces que convivieron podía contarlas con los dedos de las manos. PERO con nada de humildad él sabía que muchas personas estarían totalmente contentas de que él les brindara atención.
Tal vez la amiga de Shojo era de ese grupito que lo odiaban por el simple hecho de que fuera tan popular sin siquiera esforzarse.
El caso, si quería librarse de una larga hora bailando con la misma chica mientras era manoseado debía ponerse a trabajar un poco.
Cómo era habitual, para ser todo más ameno con las personas tímidas comenzó a hacerse el bobo. Una pequeña bromita, un pequeño bailecito ridículo y la promesa de no reírse de la chica frente a él. Cuando vio una pequeña sonrisa y los hombros más relajados sabía que se había salido con la suya.
Ya se había preparado mentalmente para el baile incómodo, para que le restregaran el trasero o los besos en el cuello. Pero, ella mantuvo distancia. Por más que Satoru la mirara fijamente vigilando que no fuera un contacto sorpresa no pasó, ahí es cuando sintió cómo su cuerpo se relajaba poco a poco, sonriendo ante los pasos de baile de la persona frente a ella, de repente ya estaba haciendo pasos bobos y riendo ante las muecas de ella, por más que él se acercara ella no lo tomaba como una invitación y seguía manteniendo su espacio personal.
Satoru no supo cuántas canciones pasaron o cuánto tiempo se la pasó en la pista bailando, ni siquiera recordaba si en algún momento de su vida había disfrutado bailar. Hasta ahora él realmente podía decir que era lo más divertido que había hecho en esa fiesta universitaria.
Bailar sin preocuparse de lo que hará la otra persona.
(Conocidos)
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Wolaaaaaaas, volvieron la Mono y el Sato.
LO ADMITO, ME VI LA ESCENA DE MAX NO SE QUE DONDE BAILAN Y SE ME HICIERON BIEN LINDOS.
Fue como, no hay nada incómodo y miradas raras, solo ellos disfrutando bailar y dije YO QUIERO ALGO ASI.
Y pues si.
Esto es como una segunda parte? De lo de la Monis mirando a las estrellas juegar. De lo de abajito :9
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sinfonia-relativa · 6 months
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No quiero perderte...
Frase que ultilizan aquellos que quieren seguir siendo amados, pero no cuidar ese amor. Frase egoísta cuando no se demuestra con hechos que es real. Frase que dicen aquellos que les gusta ser venerados por aquel ser que tanto les perdona, a cambio de efímeros momentos que simulan amor. Frase que da esperanza y termina regalando la miseria de no sentirse valorado nunca. Frase vacía que se la lleva el viento cuando te han convencido con palabras sin valor que no quieren perderte.
No quiero perderte...
Frase que es usada por manipuladores que únicamente quieren seguir obteniendo su beneficio de ti, sin esforzarse para merecer. Frase que da una falsa ilusión de que corresponden tus sentimientos. Frase utilizada para hacerte sentir especial solo un momento para después demostrar que no lo eres para ellos. Frase que significa una mentira para tenerte sin cuidarte, sin valorarte. Frase utilizada para hacerse víctimas en su propio juego y provocar que sientas compasión y así elijas quedarte una vez más, perdonar una vez más, esperar un poco más creyendo que ahora si es verdad.
Moongirl
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stjaen24 · 3 months
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Entonces sucedió, todo terminó.
Se fueron los días, las tardes y las noches, todo en un instante.
De un momento a otro pasé de tenerlo todo (o casi todo) contigo a no tener nada, solo vacío.
Queda en mí la sensación de "tal vez esforzarse más", me siento en ocasiones insuficiente.
Pero son engaños de mi mente, no "pude haber dado más" porque di lo suficiente, porque fui yo mismo.
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flan-tasma · 11 months
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Bugambilia (Neuvillette x Fem!Reader) pt. 2
💖~ I really like it and I wanted to do something else.
If I'm honest while I was doing this I couldn't help but remember that my grandmother had bougainvilleas in her garden and I always paid more attention to the colorful part than to the flower itself.
Part 1 here
Warning: angst | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
Neuvillette era un amante sensato, siempre pensaba en lo mejor para ti y te permitía tus caprichos cuando eran justos, si deseabas retenerlo un poco más en la mañana, si alargabas los besos de despedida o cuando llegabas con el almuerzo para comer juntos, él apartaría lo que tuviera en el camino para que seas feliz.
Siempre deseaba verte feliz, y aunque al inicio fue algo normal de parte de cualquier amor, él notó que muchas veces lo mirabas confusa. Había algo detrás de tus ojos, una especie de sospecha que te nublaban la mirada y revestía tu alma con una falsa tranquilidad. Pero Neuvillette te conoce, más de lo que deseabas, menos de lo que esperabas. En un intento de apaciguar tu extraño sentimiento, decidió ofrecerte una caja de dulces, sonriendo cuando los compró, pensando en tu rostro feliz cuando tu comías unos parecidos antes.
Su humor se congeló al ver que no eran de tu gusto, aunque los aceptaste como un gesto amable, no eran de tu gusto y tu mueca disimulada te delató. En un inicio no lo entendió y prometió hacerlo mejor, quería esforzarse por mantener tu sonrisa y eso fue lo que te llenó de insertidumbre.
"No me estás mirando a mí." Llegaste a una conclusión, Neuvillette alzó una ceja en desconcierto, sin entender del todo la intensión detrás de tus palabras. "Eres nostálgico y melancólico, sonríes pero parece que quieres llorar, esperas pacientemente por mi cuando caminamos, me ayudas a bajar las escaleras y me sostienes tan dulcemente pero..." Él esperó a que terminaras, seguía viendo tu rostro angustiado, asustado en algún punto, casi enojado, y eso lo destrozó. "Tu no haces esas cosas por mi, ¿no es así?"
"Claro que las hago por ti, esta eres tu, querida. ¿A quién más amaría tanto como para servirle de esta manera?" Esa pregunta tenía una trampa y Neuvillette lo sabía, en su cabeza pasaron las mismas imágenes que lo atormentaban cuando no dormías a su lado, el baile de una flor morada que lo hacía llorar y anhelar el antaño, y cuando volvía al presente te veía a ti, sentada y analizando su rostro. Entrando en razón por fin, suspirando y haciendo lo único que podría matarlo con tanta facilidad, fruncir el ceño.
"Lo haces por alguien más que no soy yo." Ante sus ojos los colores monocromáticos no deseaban irse, se incrustaban en sus ojos como una bugambilia, con sus púas negras partiendo su corazón y sin permitirle ver los matices de morado que vestían ambas personas amadas. No quería aceptar que tu mirada era distinta, su color y la forma de tus ojos cristalinos, tus labios bonitos no sabían como antes, ahora sentía el sabor salado de un mal amor y tu cuerpo, que era cubierto por sus brazos para consolarte, se sentía distinto bajo su tacto. Eras distinta, y tus pétalos caían por culpa de ello. Por culpa suya.
Su corazón golpeó violentamente contra su pecho cuando te abriste paso y las espinas le perforaron la conciencia. El morado y el magenta peleaban por un espacio en su corazón y eso lo destruía mientras te abrazaba, disculpándose y llorando. La lluvia de flores no había vuelto, solo había sido reemplazada por pétalos distintos de un color parecido, cuyas flores arañaban su corazón en una súplica por ser favorecidas. Las pequeñas flores que crecían marchitas en un jardín, esperando a que acabe el turno de la otra, con gustos contrarios y apariencia saludable que camuflaba que las raíces estaban muertas y jugaban contra la lluvia y el viento con sus flores claras en busca de un corto rayo de sol asustó a Neuvillette.
"Me recuerdas tanto a ella..." Los susurros de Neuvillette eran tan bajos a comparación de la lluvia torrencial que golpeaba los techos y las ventanas, se escondía entre tu hombro de la mirada monocromática que lo mantenía cuerdo y que ahora deseaba castigarlo con los miles de tonos que existían en el jardín. Lloraba en tu ropa y se disculpaba, deseando que entiendas que su corazón estaba herido y no caía sangre sino el amargo alquitrán que manchó su visión. "Estaría tan enojada por lo que te estoy haciendo. Ella jamás me perdonaría."
"Yo tampoco lo haría." Una amenaza que Neuvillette aceptó, dispuesto a cumplir con su destierro de tu corazón si así lo preferías. Te abrazó más fuerte, besando tus mejillas y tus lágrimas en un intento de consuelo, por fin viendo que tú color jamás fue el morado sino lo que él prefirió ver. Sollozó junto a ti y se disculpó por haber confundido el amor eterno, por jamás haber aprendido que una pequeña flor amarilla era lo que debía amar en vez de las coloridas brácteas que atraían y enamoraban.
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English:
Neuvillette was a rational lover, he always thought of what was best for you and allowed you your whims when they were fair, if you wanted to keep him a little longer in the morning, if you extended the goodbye kisses or when you arrived with lunch to eat together, he would push aside whatever he have in the way for you to be happy.
He always wanted to see you happy, and although at first it was normal for any love, he noticed that you often looked at him confused. There was something behind your eyes, a kind of suspicion that clouded your gaze and clothed your soul with a false tranquility. But Neuvillette knows you, more than you wanted, less than you expected. In an attempt to appease your strange feeling, he decided to offer you a box of sweets, smiling when he bought them, thinking of your happy face when you ate similar ones before.
His mood froze when he saw that they were not to your taste, although you accepted them as a kind gesture, they were not to your taste and your hidden grimace gave you away. At first he didn't understand and promised to do better, he wanted to make an effort to keep your smile and that was what filled you with insertion.
"You're not looking at me." You came to a conclusion, Neuvillette raised an eyebrow in bewilderment, not quite understanding the intention behind your words. "You are nostalgic and melancholic, you smile but it seems like you want to cry, you wait patiently for me when we walk, you help me down the stairs and you hold me so sweetly but..." He waited for you to finish, he kept seeing your anguished face, scared in his heart at some point, almost angry, and that destroyed him. "You don't do those things for me, do you?"
"Of course I do them for you, this is you, my dear. Who else would I love so much to serve in this way?" That question had a trap and Neuvillette knew it, the same images that tormented him when you didn't sleep next to him passed through his head, the dance of a purple flower that made him cry and long for the past, and when he returned to the present he saw you, sitting and analyzing his face. Finally coming to his senses, he sighed and did the only thing that could kill him so easily, frowning.
"You're doing it for someone other than me." Before his eyes the monochromatic colors did not want to leave, they embedded themselves in his eyes like a bougainvillea, with their black spikes breaking his heart and not allowing him to see the shades of purple that both loved ones were wearing. He didn't want to accept that your look was different, the color and the shape of your crystalline eyes, your pretty lips didn't taste like before, now he felt the salty taste of a bad love and your body, which was covered by his arms to comfort you, felt different under his touch. You were different, and your petals fell because of it. Because of him.
His heart pounded violently against his chest as you pushed your way through, thorns piercing his consciousness. The purple and the magenta fought for a space in his heart and it destroyed him as he hugged you, apologizing and crying. The shower of flowers had not returned, it had only been replaced by different petals of a similar color, whose flowers scratched his heart in a plea to be favored. The small flowers that grew withered in a garden, waiting for the other's turn to end, with contrary tastes and healthy appearance that camouflaged that the roots were dead and played against the rain and the wind with their clear flowers in search of a short sunbeam frightened Neuvillette.
"You remind me so much of her..." Neuvillette's whispers were so low compared to the torrential rain that hit the roofs and windows, hiding between your shoulder from the monochrome gaze that kept him sane and that now wanted to punish him with the thousands of shades that existed in the garden. He cried into your clothes and apologized, wanting you to understand that his heart was wounded and not blood was falling but the bitter tar that stained his vision. "She would be so angry at what I'm doing to you. She would never forgive me."
"I wouldn't do it either." A threat that Neuvillette accepted, willing to fulfill his banishment from your heart if you preferred. He hugged you tighter, kissing your cheeks and your tears in an attempt at comfort, finally seeing that your color was never purple but rather what he preferred to see. He sobbed next to you and apologized for having confused eternal love, for never having learned that a small yellow flower was what he should love instead of the colorful bracts that attracted and made him fall in love.
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