#mediación crítica
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Invocaciones #1 Insurrectes

Entre diciembre de 2023 y febrero del 2024, del calendario gregoriano, iniciamos una serie de encuentros, “ollas de sueños”, para salir a la calle e invocar todo aquello que resta al margen de la normalidad colonial y capacitista.
🐏 Un viaje paralelo a la llamada abierta para recibir textos, gestos, voces, sonidos, “la guüevada que querai” y ruidos de insurrección en lo que está siendo la primera versión del ‘Buzón de invocaciones’ impulsado por el gremio de participación de Les Mòniques 23-24 (Tatiana Antoni Conesa + Violeta Ospina D).
🌨 En este viaje coincidimos, de forma física y virtual, integrantes del grupo de morenada “Morenada periférica”(la Jorja, Camila, Víctor, la Bichx, Fran, Nati), la colectiva “Radia Cava-ret” (Samu y Viole) y las artistas anticapacitistas: T. y Silvia Limiñana.

<3 De este sueño surgieron una performance y un hermoso fanzine donde habitamos: Patri Vizcaino, Frank Trobok, Pati del Razo, La inmunda, La copy-toe, Tatiana Antoni Conesa, Ángela Palacios i Nadia Jabir. Crédits de totes les persones de la comparsa: la Jorja (Jorge Lucero), Beatriz Ignacia, Vicho (David Coñoman), Nat, Deinar Ramírez, Camila Opazo Sepúlveda, Samu Céspedes, Vio Ospina, Silvia Maestre Limiñana, Tatiana Antoni Conesa, Víctor, Nicho (Ignacio), Fran Rodríguez, Tasio Rodrigo, Claudia Pool, Charles Onana, Fanny Mackern, Frank Trobok (La Machona), Nadia Jabir, Patricia Del Razo, Daniela Figueroa, Diego Posada Gómez.

Agradecemos mucho a: Yazel Parra Nahmens i Laura Torres del Gremi de Gastronomia de Les Mòniques (Xocolatada Insurrecta), equip tècnic del Santa Mònica (Julia Gutierrez, Marta García, Ginebra Vall, Francesc Grau), equip audiovisual de Click Sound i d'accés de TYS.
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El gesto de Gernsback
No se trata de ver mejor. Ni de acceder a una nueva dimensión. Hugo Gernsback, con su aparato clavado en la frente como un insecto de cobre, no simula transparencia: expone la prótesis. No pretende naturalidad, sino que la denuncia.
En este blog, Hugo Gernsback no es una figura del futurismo ingenuo, sino un emblema de lucidez mediada. No es el usuario feliz del dispositivo; es el que lo lleva con una mezcla de descuidada ironía y precisión quirúrgica. El que hace visible la mediación en lugar de disimularla.
Podríamos elegir mirar el mundo con distancia filosófica, mentón en mano y gesto griego. Pero este espacio no trata de eso. Aquí, la mirada filosófica no se oculta tras la pose contemplativa: se incrusta en el aparato. Se deja atravesar por los cables. Aquí no se piensa a pesar de la tecnología, sino a través de ella.
El dispositivo en la cara no es un accesorio. Es una declaración: pensar exige diseño. Y diseñar exige pensar con todo el cuerpo, incluso con el que ya ha sido transformado por los sistemas que pretendemos comprender.

#filosofía de la tecnología#mirada mediada#Hugo Gernsback#crítica materialista#ontología operativa#pensar con tecnología#ironía filosófica#prótesis cognitiva#tecnofilosofía#artefactos del pensamiento#teoría crítica#estética de la mediación
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La gestión de Raúl Jorge en San Salvador de Jujuy: logros cuestionables y promesas incumplidas La gestión de Raúl Jorge en San Salvador de Jujuy enfrenta críticas por promesas de obras que no se concretan y una falta de transparencia en su gestión
#Boleto Estudiantil Gratuito#Centro Cultural Éxodo Jujeño#Ciudadanía#Concejo Deliberante#Conectividad#críticas#críticas al intendente#Cultura#cumplimiento normativo#Desarrollo Humano#descontento#gestión de residuos#gestión municipal#iluminación#inclusión#Infraestructura#infraestructura urbana#Lisandro Aguiar#mediación#modernización tributaria#multiespacios urbanos#obras#Obras Públicas#oposición#Participación Ciudadana#pavimentación#promesas#promesas incumplidas#Proyectos#Raúl Chuli Jorge
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La gestión de Raúl Jorge en San Salvador de Jujuy: logros cuestionables y promesas incumplidas La gestión de Raúl Jorge en San Salvador de Jujuy enfrenta críticas por promesas de obras que no se concretan y una falta de transparencia en su gestión
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Memorias del Árbol: Manifiesto
[info]
Introducción
En un presente caracterizado por la fragmentación epistémica y la disociación experiencial —donde el sujeto navega entre datos descontextualizados, marcos interpretativos empobrecidos y una tecnificación acelerada de la existencia—, emerge una necesidad de reevaluar los fundamentos de nuestro conocer y actuar.
Propongo poner en valor una capacidad humana fundamental: la de ser no meros receptores pasivos o nodos en una red predefinida, sino agentes conscientes capaces de participar activamente en la configuración de la realidad mediante el sentido y una actitud responsable y reflexiva.
Contexto
Observo una tendencia histórica, agudizada en la modernidad tardía, hacia la compartimentalización del saber y la experiencia humana. Paradigmas herederos de un cierto positivismo han tendido a privilegiar modelos exclusivamente analítico-racionales, relegando o desvalorizando otras formas de aprehensión del mundo. Esto puede dar lugar a una separación entre el rigor conceptual (propio de la Razón analítica), la potencia creadora de la Imaginación, y la aprehensión de la Intuición (ya sea como modo de conocimiento supra-racional según autores tradicionalistas como René Guenón o como función psicológica desde una perspectiva jungiana).
Simultáneamente, el desarrollo tecnológico, si bien ofrece herramientas potentes, avanza frecuentemente bajo una lógica instrumentalista, desvinculada de una dimensión ética equilibrada. Esto plantea interrogantes profundos sobre su impacto en la subjetividad, la autonomía y el propio sentido de lo humano, riesgos surgidos cuando la tecnificación se desconecta del sentido.
La proliferación de sucedáneos espirituales mercantilizados, especialmente desde el siglo XIX, constituye otro síntoma de la crisis de integración y profundidad que atraviesa la cultura contemporánea. Movimientos como el de la llamada "Nueva Era" (New Age), al carecer muchas veces de un enraizamiento riguroso en las tradiciones que intentan amalgamar, tienden a generar sincretismos superficiales, reduccionismos simbólicos y confusión conceptual. Esto no solo debilita la potencia transformadora del saber iniciático, sino que además puede desviar a los buscadores hacia discursos desprovistos de verdadero pensamiento crítico y fundamento simbólico.
Propuesta
Mi propuesta se orienta hacia el desarrollo de una epistemología y una praxis genuinamente integradoras. No se busca una fusión sincrética ingenua que ignore las tensiones y diferencias metodológicas fundamentales, sino fomentar un diálogo crítico y una mediación dinámica entre distintas facultades y modos de conocer.
Se trata de cultivar la capacidad de transitar reflexivamente entre el análisis riguroso (Razón), la visión simbólica y creativa (Imaginación) y la comprensión integradora (Intuición), reconociéndolas como dimensiones complementarias y necesarias para una aprehensión más completa de la realidad.
Este proceso de mediación activa —como el mercurio filosófico de los alquimistas— es esencial para evitar tanto el reduccionismo como la fragmentación.
Postura
Asumo una postura que valora la herencia de las tradiciones sapienciales sin caer en nostalgias anacrónicas, y que se aproxima a la ciencia y la tecnología con discernimiento crítico. Pretendo aplicar una mirada crítica tanto del fundamentalismo cientificista como del rechazo ludita de la tecnología. Busco explorar cómo las herramientas tecnológicas pueden ser empleadas éticamente al servicio del desarrollo humano, pero manteniendo una mirada epistémica sobre sus límites y sus potenciales efectos deshumanizadores, especialmente en aquellos dominios que requieren profundidad experiencial.
Objetivo
La meta es avanzar hacia una visión verdaderamente integradora, reconstruyendo y fortaleciendo los puentes entre nuestras facultades internas y entre nosotros y el entramado profundo de la existencia. Se trata de cartografiar las múltiples dimensiones del ser humano, no para simplificarlas, sino para habitarlas con mayor lucidez. Esta invitación no elude la complejidad: la reconoce como terreno fértil para una exploración consciente, que nos permita aprender a navegarla con sabiduría, integridad y sentido.
Martín Fuchinecco.
Memorias del Árbol | Una síntesis crítica entre la relectura viva de tradiciones antiguas y la exploración de paradigmas contemporáneos.
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Por qué y cómo la clase social sigue siendo importante
Reseña de The Class Matrix. Social Theory after the Cultural Turn, de Vivek Chibber (Harvard University Press, 2022)
Por Nick French
Fuentes: Jacobin
Está de moda declarar que el marxismo no tiene mucho que decir sobre las sociedades complejas y modernas. Pero la clase y los intereses materiales que genera siguen siendo los rasgos centrales del capitalismo.
Aunque Occupy Wall Street, las campañas presidenciales de Bernie Sanders y otros acontecimientos devolvieron el tema de la clase y la desigualdad económica a la conciencia pública de los Estados Unidos en los últimos años, este resurgimiento fue acompañado de denuncias sobre el marxismo como un marco anticuado para el análisis social y político. Los expertos y los políticos nos advierten de los peligros de centrarnos demasiado en la clase o de tratarla como algo «más importante» que otras identidades sociales o formas de jerarquía.
Estos estribillos populares se hacen eco de afirmaciones que dominaron la teoría social académica durante décadas. Mientras que Karl Marx y sus seguidores consideraban que las fuerzas económicas eran fundamentales para entender la estabilidad y los conflictos sociales, los partidarios del «giro cultural» en la teoría social conceden un lugar de honor a los factores no económicos. Si la clase es una cuestión de ubicación de una persona en una estructura económica —si, por ejemplo, posee medios de producción o debe vender su fuerza de trabajo para ganarse la vida—, entonces tiene poco poder predictivo para explicar por qué la gente hace lo que hace, argumentan los culturalistas. En su lugar, deberíamos fijarnos en factores culturales contingentes: normas sociales, valores y prácticas religiosas.
Es fácil ver el atractivo de estos argumentos. A pesar de la renovada preocupación por la desigualdad económica representada por Sanders y fenómenos afines en otros lugares (el corbynismo en Gran Bretaña, Podemos en España, La France Insoumise), las críticas basadas en la clase social no lograron captar el apoyo de las clases trabajadoras a gran escala. Los viejos partidos de izquierda están en declive y cada vez más trabajadores gravitan hacia la derecha. La política mundial sigue experimentando un reajuste de clases: en comparación con principios y mediados del siglo XX, la clase se está convirtiendo en una categoría cada vez menos destacada de identidad y conflicto políticos. Las divisiones partidistas se están endureciendo, pero ningún bando afirma de forma creíble que representa los intereses —o que puede ganarse la lealtad— de los trabajadores.

En su reciente libro The Class Matrix: Social Theory After the Cultural Turn, [La matriz de clase: la teoría social después del giro cultural] el sociólogo Vivek Chibber sostiene que desestimar la importancia del análisis de clase es un grave error. Una comprensión marxista adecuada de la clase, afirma, puede hacerle frente a los argumentos culturalistas de la teoría social. Pero, sobre todo, el marxismo puede darnos un marco para entender por qué bajo el capitalismo los trabajadores serán más propensos a consentir el sistema que a rebelarse contra él y puede arrojar luz sobre cómo hacer realidad el cambio revolucionario.
Estructura económica y cultura
El núcleo del argumento de Chibber es una elegante explicación de la relación entre la estructura de clases del capitalismo y la cultura. Los culturalistas sostienen que todo comportamiento humano intencional está mediado por el «trabajo interpretativo de los actores humanos», como dice el teórico social William Sewell. Para que una estructura social —como, por ejemplo, la relación capital-trabajo asalariado— sea eficaz a la hora de motivar el comportamiento, los agentes que participan en esa estructura deben aprender e interiorizar los guiones culturales adecuados.
Este argumento, escribe Chibber, sugiere que «la existencia misma de la estructura parece depender de los caprichos de la mediación cultural». Si soy un trabajador, debo aprender e interiorizar el hecho de que tengo que encontrar y conservar un trabajo para poder mantenerme, y debo aprender e interiorizar las normas y hábitos necesarios para ello (normas de habla y vestimenta, ciertas habilidades, una «ética del trabajo», etc.). Si soy capitalista, tengo que aprender e interiorizar el hecho de que el éxito significa maximizar los beneficios, y debo aprender e interiorizar las normas y hábitos que me permiten hacerlo (un enfoque único en la ampliación de la cuota de mercado y la reducción de costos, por ejemplo, lo que requiere un trato despiadado para con mis empleados).
Así pues, puede parecer que la motivación humana se explica por la cultura «hasta el fondo». Pero no es así. Aunque los culturalistas tienen razón en que las personas deben adaptarse a determinados guiones culturales para participar en las estructuras sociales, admite Chibber, de ello no se deduce que esos guiones culturales tengan primacía causal a la hora de explicar la estructura. En cambio, la propia estructura económica explica por qué la gente necesita aprender e interiorizar los guiones pertinentes en primer lugar.
Pensemos en lo que ocurre si un trabajador no interioriza el guion cultural correspondiente a su función. Eso significa que no conseguirá un empleo; o, si lo consigue, no podrá conservarlo durante mucho tiempo. El resultado será la indigencia, el hambre y cosas peores. Del mismo modo, un capitalista que no interiorice el guion pertinente a su función pronto se encontrará con que sus empresas se van a pique y, si no se recompone, acabará encontrándose en la desesperada situación de un proletario sin propiedades.
Tanto para los capitalistas como para los trabajadores, la estructura económica genera poderosos intereses materiales que los obligan a interiorizar los guiones culturales correspondientes a sus posiciones de clase. Si no lo hacen, ponen en riesgo los fundamentos de su bienestar individual.
No se trata de negar la importancia de la cultura. Pero sí de decir que, si queremos entender por qué la gente en las sociedades capitalistas actúa como lo hace, la estructura económica debe tener un papel explicativo primordial. Esta afirmación se ve confirmada, según Chibber, por la expansión mundial del capitalismo en los siglos XX y XXI. Lejos de que determinadas concepciones culturales sean requisitos previos u obstáculos insuperables para el desarrollo de las estructuras de clase capitalistas, la imposición del capitalismo transformó a culturas de todo el mundo —incluidas las que antes se consideraban hostiles a las relaciones capitalistas— para adaptarlas a sus propósitos.
La falsa explicación de la falsa conciencia
Los marxistas sostienen que el capitalismo implica esencialmente la explotación y la dominación de la clase obrera por la clase capitalista. Al no tener acceso a los «medios de producción», los trabajadores deben vender su fuerza de trabajo a quienes sí los tienen: los capitalistas. Una vez que el trabajador consigue un empleo, está sometido a la tiranía del patrón, que intentará sacarle el máximo trabajo por el mínimo salario posible. Aunque los trabajadores son los que producen los bienes y servicios que vende el capitalista, éste se queda con la mayor parte del excedente social producido por sus empleados en forma de ganancias, mientras que los trabajadores reciben una miseria en forma de salarios.
Este antagonismo de intereses implicado en la relación capitalista-trabajador asalariado, y los perjuicios que impone a los trabajadores, conduce al conflicto. Marx, observando las incipientes organizaciones obreras y movimientos políticos de su época, pensó que este conflicto adoptaría una forma cada vez más colectiva y revolucionaria: los trabajadores se unirían para resistir a su explotación y finalmente «expropiarían a los expropiadores», aboliendo la propiedad privada y acabando por completo con el capitalismo.
Esto no ocurrió. Hubo, por supuesto, revoluciones socialistas en países donde el capitalismo apenas empezaba a desarrollarse, empezando por Rusia en 1917, pero estas sociedades pronto degeneraron en regímenes autoritarios y a finales de siglo evolucionaban en dirección capitalista. En Occidente, los partidos socialistas se acomodaron gradualmente al sistema capitalista y acabaron por alejarse incluso de la promoción de reformas significativas del sistema y de la representación de sus bases obreras tradicionales. Incluso los sindicatos llevan décadas en declive a nivel mundial.
¿Por qué no se cumplieron las profecías revolucionarias del marxismo? Según los pensadores de la Nueva Izquierda, la respuesta está en la cultura. Los trabajadores tienen interés en organizarse colectivamente para defender su bienestar y, en última instancia, derrocar el sistema capitalista. Pero fueron completamente adoctrinados por la ideología burguesa para aceptar el sistema como moralmente legítimo, y anestesiados por los superficiales consuelos de «la industria cultural», la promesa de bienes de consumo y similares. La idea es que si los trabajadores pudieran atravesar el velo de la ilusión y reconocer sus verdaderos intereses, se rebelarían.
Chibber utiliza su concepción materialista de la clase para desmontar este argumento. El problema de esta explicación es que, como resultado de su posición de clase, los trabajadores experimentan a diario daños generalizados y pérdida de autonomía en el trabajo, sufren ansiedad por encontrar o conservar un empleo y llevan adelante una lucha continua para mantener un nivel de vida confortable. Decir que la clase trabajadora en general ha caído presa del adoctrinamiento ideológico equivale a afirmar que la ideología ha anulado estos aspectos destacados de la experiencia vivida de los trabajadores, que la influencia de la «cultura burguesa» es tan fuerte que provoca un «colapso cognitivo» sistemático, es decir, una falsa conciencia. Peor aún, esta explicación posiciona de manera extraña al teórico como alguien que tiene más comprensión de la experiencia de los trabajadores que ellos mismos.
Y, de hecho, los trabajadores suelen resistirse a su explotación. Eluden sus responsabilidades cuando están en el trabajo; llaman para reportarse enfermos cuando no lo están; y, ocasionalmente, cometen pequeños robos o actos de sabotaje contra su empleador. Estas formas generalizadas de resistencia individual demuestran que las personas trabajadoras no son simplemente víctimas ingenuas de los mitos procapitalistas.
Por qué los trabajadores (sólo a veces) se rebelan
Entonces, ¿por qué no se rebelan los trabajadores? La respuesta está en los costos y riesgos asociados a la acción colectiva. Los trabajadores dependen de sus empleos para mantenerse a sí mismos y a sus familias. No es cierto que los trabajadores «no tengan nada que perder salvo sus cadenas»: al organizarse o emprender acciones con sus compañeros de trabajo, podrían muy bien perder sus medios de vida. «La miseria de ser explotado por los capitalistas no es nada en comparación con la miseria de no ser explotado en absoluto», bromeaba la economista Joan Robinson.
Además de la vulnerabilidad al desempleo, hay muchos otros obstáculos para una estrategia de resistencia colectiva. Los trabajadores tienen intereses diversos que a veces se oponen a la acción colectiva. Por ejemplo, aunque a largo plazo la gran mayoría de los trabajadores se beneficiarían de la creación de poderosos sindicatos y organizaciones políticas, a corto plazo, los trabajadores afortunados o muy cualificados pueden conseguir un mejor acuerdo para sí mismos mediante la negociación individual con los empresarios.
Además, está el problema del oportunismo: aunque todos se beneficien del fruto del esfuerzo colectivo, ningún trabajador individual saldrá perdiendo si no contribuye. Esto crea un fuerte incentivo para que los trabajadores eludan sus responsabilidades en los esfuerzos de organización colectiva, pero si un número suficiente de individuos lo hace, los esfuerzos fracasarán.
La conclusión de Chibber es que Marx se equivocó al pensar que el capitalismo produciría naturalmente a sus propios «sepultureros». Por el contrario, los intereses materiales generados por la estructura de clases normalmente militan en contra de la acción colectiva y, en su lugar, empujan a los trabajadores a promover sus intereses trabajando duro y «manteniendo la cabeza gacha», al tiempo que participan en actos ocasionales de resistencia individualizada. Los teóricos de la Nueva Izquierda que afirman que los trabajadores no se rebelan porque están bajo el dominio de la ideología burguesa parten del mismo supuesto erróneo que Marx: piensan que las razones de la aquiescencia de los trabajadores deben venir de fuera de la estructura económica. De hecho, en la mayoría de los tiempos y lugares, la estructura de clases proporciona razones suficientemente fuertes por sí misma para evitar la resistencia colectiva, por no hablar de la actividad revolucionaria.
Pero los trabajadores pueden organizarse, y de hecho lo hacen, para luchar contra sus explotadores. ¿En qué condiciones es viable la acción colectiva? Un ingrediente crucial, sostiene Chibber, es la creación de una cultura de la solidaridad:
[Los trabajadores] tienen que hacer su valoración de los posibles resultados, al menos en parte, en función de cómo afectará a sus compañeros; esto se deriva de un sentido de obligación y de lo que deben al bien colectivo (…). Al dirigir a cada trabajador para que vea el bienestar de sus compañeros como algo que le concierne directamente, un ethos solidario contrarresta los efectos individualizadores generados normalmente por el capitalismo. Y hacerlo permite la creación de la identidad colectiva que, a su vez, es el acompañamiento cultural de la lucha de clases.
Cuando los trabajadores llegan a considerar a su propio bienestar como ligado al de los demás, los obstáculos normales para la acción colectiva se reducen. Están más dispuestos a asumir riesgos individuales y son reacios a aprovecharse de los esfuerzos de sus compañeros.
Una vez más, la cultura se ve limitada por los intereses materiales. Un ethos solidario no es lo mismo que un ethos altruista, en el sentido de una preocupación desinteresada por el bienestar de los demás. La solidaridad consiste más bien en formar un sentimiento de obligación recíproca en torno a intereses compartidos. Sabiendo que, a largo plazo, todos se beneficiarán de unas organizaciones de trabajadores fuertes, los trabajadores interiorizan normas que cambian su forma de sopesar los costos y los riesgos asociados a la acción colectiva. Mi sentido de la obligación hacia mis compañeros puede permitirme superar mi miedo a las represalias del jefe; puede animarme a considerar que un aumento salarial individual aquí y ahora es menos importante que la seguridad que ofrece un contrato sindical; me hará ver al oportunismo como una traición vergonzosa a mis compañeros.
Cuando los trabajadores construyen culturas de solidaridad, es más probable que sigan estrategias de resistencia colectiva y que tengan éxito. Pero debemos hacer hincapié en que la organización basada en la clase no es la única forma en que los trabajadores pueden perseguir sus intereses de forma colectiva bajo el capitalismo. Por supuesto, también pertenecen a organizaciones formales e informales basadas en la raza, la etnia, la religión, el parentesco y otras identidades sociales. Los trabajadores pueden utilizar estas redes para sortear las vicisitudes de la competencia en el mercado laboral acaparando recursos y oportunidades de empleo; y así es como la utilidad de estas estrategias da lugar a ideologías justificadoras del racismo, el etnocentrismo y similares.
Estas identidades colectivas, al igual que la de clase, se basan en la estructura económica del capitalismo. Sin embargo, con el tiempo, el hecho de que los trabajadores den prioridad a su identificación con (digamos) miembros de su raza o correligionarios hace que sea menos probable que forjen coaliciones grandes y duraderas para promover sus intereses y facilita que los capitalistas logren enfrentar a los trabajadores entre sí. (Si un sindicato se niega a admitir a trabajadores no blancos, por ejemplo, tarde o temprano se encontrará con que los patrones emplean a esos trabajadores excluidos como rompehuelgas).
Por lo tanto, la razón para tratar a las culturas de solidaridad de clase como especialmente importantes no es que consideremos de forma chovinista que la opresión de clase es moralmente más importante que otras jerarquías sociales, como denuncian algunos críticos malhumorados. Es porque organizarse en función de la clase es la única estrategia factible a largo plazo para resistir y finalmente superar la dominación capitalista y socavar así la base material de la opresión racial y de otras formas de opresión.
Clase, política y política de clase en el siglo XXI
De ello se deduce que la formación de clases —la transformación de los trabajadores de una «clase en sí» a una «clase para sí» consciente y organizada, en términos de Marx— es una propuesta extremadamente delicada. Los incentivos materiales generados por la estructura económica del capitalismo desalientan la organización colectiva de clase y, en su lugar, empujan a los trabajadores a buscar medios individuales para defender sus intereses o, de lo contrario, a recurrir a redes de parentesco, raza, etcétera, que los enfrentan a sus potenciales compañeros de lucha.
Gracias a los heroicos esfuerzos de organizadores de izquierda ideológicamente comprometidos con la construcción de culturas de solidaridad, el movimiento obrero nació y creció a pasos agigantados a finales del siglo XIX y principios del XX. Estos organizadores contaron con la ayuda de circunstancias propicias. La rápida industrialización llevó a un número cada vez mayor de trabajadores a las grandes fábricas y a los densos centros urbanos, lo que hizo menguar el miedo de los trabajadores al desempleo de larga duración. En la mayor parte del mundo capitalista, los trabajadores estaban políticamente privados de sus derechos, lo que reforzaba su sentimiento de injusticia y ponía de manifiesto la necesidad de organizarse en función de su clase para exigir derechos políticos y económicos. Los trabajadores vivían cerca unos de otros en los barrios marginales de la ciudad, segregados de otros elementos de la sociedad, lo que facilitaba la toma de conciencia de sus intereses comunes y la forja de una identidad colectiva.
Estos hechos estructurales e institucionales fueron terreno fértil para el crecimiento de poderosos movimientos obreros y partidos socialistas. Esas organizaciones lucharon por una «humanización» parcial del capitalismo, redistribuyendo la riqueza y los ingresos hacia las clases pobres y trabajadoras. Durante un tiempo, especialmente en la posguerra, el rápido crecimiento económico permitió a los empresarios absorber (a regañadientes) las demandas redistributivas de los sindicatos y los partidos de izquierda. Sin embargo, el descenso de las tasas de ganancia a partir de la década de 1960 obligó a los empresarios a ser menos tolerantes y los capitalistas comenzaron a contraatacar, aplastando con éxito a los sindicatos y haciendo retroceder al Estado del bienestar en gran parte del mundo desarrollado.
Esta historia nos lleva al periodo neoliberal, del que los trabajadores aún no pudieron salir. Durante décadas, sufrieron el estancamiento de los salarios y la erosión de los bienes públicos. Al principio, señala Chibber, los trabajadores respondieron retirándose de la actividad política y de la vida cívica. Pero los últimos años mostraron expresiones activas de descontento, con un repunte de las huelgas (aunque todavía a niveles históricamente bajos) y con explosiones de ira en las urnas, bajo la forma de apoyo a partidos y candidatos populistas y antiestablishment, tanto de izquierda como de derecha.
Este patrón de desafección y enojo de la clase obrera es comprensible en términos materialistas, al igual que los obstáculos para una renovación del movimiento obrero organizado y de los partidos políticos de masas de la clase obrera. Los factores estructurales e institucionales subyacentes al nacimiento y expansión de la vieja izquierda ya no existen. A escala mundial, las economías capitalistas se están desindustrializando, lo que supone un menor crecimiento del empleo, la dispersión de los trabajadores en empresas más pequeñas y una menor seguridad laboral. En la mayoría de las democracias capitalistas, los trabajadores tienen ahora plenos derechos políticos y ya no están geográficamente aislados en sus propias comunidades densamente pobladas, sino dispersos en los suburbios, entre otras clases.
Estos hechos significan que el proyecto de organizar a los trabajadores tiene un carácter totalmente diferente al que tenía a finales del siglo XIX y principios del XX. «El estatus electoral y las condiciones sociales de los trabajadores trabajaban antes en tándem con la estructura de clases para empujarlos hacia una identidad común», escribe Chibber, «pero ya no es así». Hoy en día, su estatus electoral y sus condiciones sociales separan a los trabajadores, exacerbando la tendencia a adoptar modos de resistencia individualizados o más restringidos y limitados.
De vuelta a la clase
The Class Matrix no está exenta de defectos. Chibber no ofrece ni defiende explícitamente en ninguna parte una definición de los intereses materiales, una noción fundamental para su explicación de la motivación humana en el capitalismo y para su distinción entre las explicaciones materialistas y culturalistas de la estructura social. Tampoco discute las conexiones entre intereses, preferencias y motivaciones, un tema que durante mucho tiempo obsesionó tanto a filósofos como a científicos sociales, y sobre el que Chibber hace algunas suposiciones controvertidas que no saca del todo a la superficie. (Muy brevemente: parece trabajar con una definición de los intereses materiales como componentes universales del bienestar, arraigados en las necesidades y capacidades biológicas humanas, que regulan sistemáticamente las preferencias y motivaciones de las personas en todos los contextos culturales. Se trata sin duda de una concepción plausible y defendible de los intereses, pero no creo que sea autoevidente).
Por último, muchas de las formulaciones del libro sugieren una dicotomía entre las formas individualistas de resistencia a la dominación y la acción colectiva basada en la clase. Pero como ya se dijo, y como el propio Chibber reconoce en algunos momentos, las estrategias colectivas de promoción de intereses también pueden presentarse como confianza en colectividades raciales, étnicas y otras colectividades no clasistas. Hay, por supuesto, una similitud importante entre las formas individualistas de resistencia y la dependencia de redes restringidas para acaparar ventajas: significan no unir a los trabajadores para desafiar al capitalismo desde la raíz y son, por esa razón, en última instancia contraproducentes.
Sin embargo, se trata de quejas sobre la presentación más que sobre el fondo. En general, The Class Matrix es una exposición clara, convincente y sistemática de la opinión de que la clase es una realidad objetiva que moldea de forma predecible y racional el pensamiento y la acción humanos, una realidad que debemos abordar seriamente si queremos comprender la sociedad contemporánea y sus síntomas mórbidos.
Los socialistas de hoy nos enfrentamos a la difícil tarea de construir culturas de solidaridad en un terreno diferente y menos favorable que el de nuestros predecesores. Si esto es posible, y de qué forma, son cuestiones que Chibber deja en manos de sus lectores. Pero es probable que su contribución a la comprensión de lo que es la clase, y por qué importa, resulte indispensable para encontrar las respuestas.
Nick French. Editor de Jacobin Magazine (EE. UU.)
Traducción: Pedro Perucca
Fuente: https://jacobinlat.com/2025/01/por-que-y-como-la-clase-social-sigue-siendo-importante/
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"Y tú más"

Cuando en una discusión acalorada surge el recurso de "Y tú más", se está empleando una estrategia argumentativa que se enfoca en resaltar los errores o defectos del oponente en lugar de abordar constructivamente la raíz del problema. Este comportamiento tiene múltiples implicaciones desde las perspectivas de la psicología, la psiquiatría y la sociología:
Desde la Perspectiva de la Psicología:
Defensa del Yo (Ego): El "Y tú más" a menudo surge como un mecanismo de defensa del ego. Buscar los errores en el otro puede ser una forma de protegerse emocionalmente de sentirse vulnerable o derrotado.
Mecanismo de Desplazamiento: Al enfocarse en los errores del otro, se desplaza la atención del problema central hacia una disputa personal. Esto puede ser un mecanismo inconsciente para evitar confrontar la verdadera causa de la discusión.
Inmadurez Emocional: La incapacidad para lidiar con la discrepancia de opiniones de manera madura y la necesidad de "ganar" la discusión a cualquier costo pueden indicar inmadurez emocional.
Desde la Perspectiva de la Psiquiatría:
Patrones de Comportamiento Tóxico: El "Y tú más" puede contribuir a dinámicas tóxicas en las relaciones, especialmente cuando se convierte en una estrategia habitual. Estos patrones pueden afectar negativamente la salud mental y la calidad de las relaciones.
Escasa Tolerancia a la Frustración: La incapacidad para tolerar la frustración y la necesidad de tener razón pueden ser signos de dificultades emocionales subyacentes que podrían beneficiarse de intervenciones terapéuticas.
Desde la Perspectiva de la Sociología:
Dinámicas de Poder: El uso de tácticas como "Y tú más" puede reflejar dinámicas de poder en una sociedad. Aquellos que tienen menos poder pueden recurrir a estrategias defensivas para contrarrestar la desventaja.
Cultura del Debate: En sociedades donde se valora más la victoria en el debate que la búsqueda conjunta de soluciones, es más probable que surjan dinámicas destructivas en las discusiones.
Polarización Social: La polarización en la sociedad puede contribuir a la prevalencia de tácticas como "Y tú más". Cuando las opiniones están fuertemente polarizadas, la empatía y la resolución de problemas a menudo se ven eclipsadas por la necesidad de "ganar".
En resumen, el recurso al "Y tú más" en una discusión refleja aspectos psicológicos, psiquiátricos y sociológicos complejos. Abordar este comportamiento implica una comprensión profunda de las motivaciones subyacentes, así como un esfuerzo consciente por cambiar las dinámicas de comunicación hacia enfoques más constructivos y resolutivos. La mediación y la comunicación efectiva son herramientas valiosas para transformar discusiones destructivas en oportunidades de crecimiento y comprensión mutua.
Cambiar las dinámicas de comunicación hacia enfoques más constructivos y resolutivos requiere esfuerzo y compromiso por parte de todas las partes involucradas. Aquí hay algunos consejos prácticos que podrían ayudar:
1. Cultivar la Escucha Activa:
Presta atención completa a lo que el otro está diciendo.
Evita interrumpir y permite que la otra persona termine de expresar sus ideas antes de responder.
Haz preguntas para clarificar y demostrar interés genuino.
2. Evitar el "Y tú más":
Concientiza sobre la tendencia de usar la estrategia del "Y tú más".
Cuando sientas la tentación de recurrir a esta táctica, toma un momento para reflexionar sobre la dirección que deseas que tome la conversación.
3. Focalizarse en el Problema, no en la Persona:
Separa la crítica del individuo de la discusión sobre el problema en cuestión.
Evita ataques personales y en su lugar concéntrate en la situación o el comportamiento específico que está causando conflicto.
4. Expresar Sentimientos de Manera Constructiva:
Usa "yo" en lugar de "tú" para expresar tus sentimientos.
Ejemplo: "Me siento frustrado cuando las cosas se ponen intensas, y me gustaría encontrar una solución juntos".
5. Buscar Soluciones Conjuntas:
Cambia el enfoque de "quién tiene la razón" a "cómo podemos resolver esto".
Propón ideas para superar el problema y asegúrate de que ambas partes se sientan escuchadas.
6. Practicar la Empatía:
Intenta comprender el punto de vista del otro, incluso si no estás de acuerdo.
Reconoce las emociones de la otra persona y valida sus sentimientos.
7. Tomar un Descanso si es Necesario:
Si la conversación se vuelve demasiado intensa, toma un breve descanso para calmarte.
Establece límites sobre cómo y cuándo retomarán la discusión.
8. Usar un Lenguaje Positivo:
Utiliza palabras y tonos positivos para fomentar un ambiente de colaboración.
Evita términos negativos y acusatorios que puedan exacerbar el conflicto.
9. Aprender de las Experiencias Pasadas:
Reflexiona sobre discusiones anteriores y considera qué estrategias funcionaron y cuáles no.
Usa esas lecciones para mejorar la comunicación futura.
10. Considerar la Ayuda Profesional:
Si las dinámicas de comunicación son especialmente difíciles, considera buscar la ayuda de un mediador o un terapeuta para facilitar la comunicación.
Cambiar las dinámicas de comunicación lleva tiempo y práctica. La clave es cultivar un ambiente de respeto mutuo y enfoque en la resolución de problemas en lugar de la competencia. Estos consejos pueden proporcionar una base para construir una comunicación más efectiva y constructiva.

Post original de : @magneticovitalblog
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Human Rights Watch sobre el bloqueo en Gaza: “Es una herramienta de exterminio”
Historia de Agencia AFP, Redacción Internacional, 16/05/2025
Con más de 100 muertos en un día, la organización Human Rights Watch acusa a Israel de usar el bloqueo en Gaza como “una herramienta de exterminio”. Mientras continúan los bombardeos y se expande la hambruna, Catar intenta mediar y Trump insiste en controlar la Franja.
Más de cien personas murieron este jueves en nuevos bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, según los servicios de socorro locales, mientras continúa el bloqueo del territorio, que según HRW (Human Rights Watch), se ha convertido en una “herramienta de exterminio”.
La aviación atacó especialmente el norte y el sur del territorio, devastado por más de 19 meses de ofensiva israelí en respuesta al asalto del movimiento islamista palestino Hamás del 7 de octubre de 2023.
“Ha habido bombardeos israelíes intensos toda la noche”, dijo un habitante del norte de la Franja, Amir Saleha. “Tenemos miedo de día como de noche. Cada día muere gente, cada día, hay heridos. No sabemos cuándo nos tocará”.
La Defensa civil gazatí dijo que el balance de muertos por los ataques israelíes efectuados desde el amanecer del jueves asciende a 103.
Hambruna masiva: el bloqueo de ayuda humanitaria en Gaza
Desde el 2 de marzo, las fuerzas israelíes bloquean también la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, fundamental para sus 2,4 millones de habitantes, amenazados ahora por una “hambruna masiva”, de acuerdo con varias oenegés, entre ellas Médicos del Mundo, Médicos Sin Fronteras y Oxfam.
“El bloqueo israelí ha ido más allá de la táctica militar, para convertirse en una herramienta de exterminio”, abundó este jueves Human Rights Watch.
Por su lado, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una oenegé creada y apoyada por Estados Unidos, dijo que quiere facilitar ayuda en el territorio palestino de aquí a final de mayo, con la distribución de cerca de 300 millones de raciones de comida por un período inicial de 90 días.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, la violencia ha explotado también en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967.
En el último episodio, una mujer israelí embarazada que iba a un hospital para dar a luz murió al recibir disparos contra su vehículo cuando circulaba en el centro de Cisjordania, cerca de la colonia de Brukhin.
“Emplearemos todos los medios a nuestra disposición y encontraremos a los asesinos para llevarlos ante la justicia”, dijo el jefe del Estado Mayor israelí, el general Eyal Zamir.
La alcaldía de Tamun, en el norte de Cisjordania, indicó que cinco personas murieron en una operación militar israelí.
Conversaciones en Doha
En este panorama de ataques incesantes, la gira por Oriente Medio del presidente estadounidense Donald Trump dio un empujón a los esfuerzos mediadores de Catar, adonde se desplazaron esta semana delegaciones de Israel y Hamás.
En Doha, el presidente norteamericano habló la noche del miércoles del conflicto en Gaza con el emir de Catar, según su emisario para Oriente Medio, Steve Witkoff, que reportó algunos avances.
Sin embargo, Hamás acusó este jueves a Israel de “socavar” con su “escalada militar deliberada” los esfuerzos de mediación de Catar, Estados Unidos y Egipto.
Trump, a su vez, volvió a la carga con su idea de que Estados Unidos tome el control de la Franja, para convertirla en una “zona de libertad”.
“Gaza es parte integral del territorio palestino; no es un bien inmueble en venta en el mercado”, respondió Basem Naim, un alto dirigente del grupo islamista, en un comunicado.
Pese a las presiones en favor de una salida al conflicto, y las duras críticas internacionales por la prolongación de la guerra, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, avisó esta semana de que su ejército entrará de lleno en Gaza para “concluir la operación” y “derrotar a Hamás”.
Netanyahu dijo también que su país trata de encontrar países dispuestos a recibir a la población de Gaza, un territorio que el gobierno israelí pretende “conquistar”. Tanto Jordania como Egipto han reiterado que se oponen a un desplazamiento de la población del enclave.
Rompiendo una tregua de dos meses, Israel retomó su ofensiva el 18 de marzo con el objetivo declarado de obtener la liberación de todos los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre de 2023.
Los milicianos tomaron aquel día 251 rehenes, de los cuales 57 permanecen cautivos en Gaza, incluyendo 34 que según el ejército están muertos.
En el ataque de Hamás murieron 1.218 personas del lado israelí, en su mayoría civiles, de acuerdo con un balance de AFP basado en cifras oficiales.
La campaña militar israelí por su lado ha matado a cerca de 53.000 personas en Gaza, en su mayoría civiles, de acuerdo con el Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás. Naciones Unidas considera fiable dicha cifra.
El mundo debe poner fin a la “tragedia en curso” en Gaza, una “vergüenza” para la comunidad internacional, suplicó el jueves el presidente palestino a través de su embajador ante la ONU.
MSN
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Señora en el jardín, 1913, de Spadini Armando (1883/ 1925) MATERIAL Y TÉCNICA: lienzo/pintura al óleo ATRIBUCIONES: Spadini Armando (1883/ 1925) LUGAR DE EXPOSICIÓN: Galería de Arte Moderno UBICACIÓN: Palazzo Pitti NOTICIAS CRÍTICAS HISTÓRICAS: El boceto parece haber sido realizado en Roma en 1913, en primavera o verano; la fecha de 1914 dada por Cecchi y luego reportada por Colasanti es ciertamente un descuido. Expuesto en la Secesión Romana en 1915, pasó a formar parte de la colección Fiano y como tal fue presentado en 1924 en la Bienal de Venecia. Sin embargo, debe formar parte de la herencia Spadini, ya que el 20 de mayo de 1925 fue comprado por el Estado a la viuda Pasqualina, junto con el Retrato de Muliebre (Catálogo General 399), por un total de 25.000 libras esterlinas, gracias a la mediación del senador Olindo Malagodi. Los documentos muestran que una tercera Cabeza de Mujer y Niño fue ofrecida junto con los dos cuadros mencionados y no comprada para la Galería de Arte Moderno de Florencia. Es una de las obras más conocidas de Spadini, también por la acentuada referencia al impresionismo (plein air, sombras violetas, movimiento libre y suave de la pincelada). Aunque los verdes del fondo y los azules de la sobrevesta interactúan en la ropa, en el ala interna del sombrero y en la cara con sombras violetas y crema claras, el uso de colores complementarios es sin embargo muy libre, salvo la indirecta. de estampados morados en el dobladillo del vestido, y la gama general de la pintura juega con colores fríos, en contraste con el efecto de pleno sol del tema. Cecchi describió la escena, húmeda después de una tormenta de verano, con un tono de pánico, propio del gusto crítico de la época: "...el pueblo y la mujer se componen en una relación completa. La configuración columnar de la figura... establece una feliz oposición a ese deslizarse de las hierbas y de las briznas de los lirios a los costados./...El campo se ha abierto, con hilos y tallos aún arrancados, suspendidos, y ha dejado salir a esta sana criatura en el azul del delantal los azules húmedos se vislumbran entre los mechones de hierba extendidos, y la blancura un tanto discordante del sol se expande sobre el jaconetto" CONDICIÓN LEGAL: propiedad estatal CÓDIGO DEL CATÁLOGO NACIONAL: 0900118100 INSCRIPCIONES: frente, arriba, derecha - SPADINI 13 (EN MORADO) - Spadini A - cursiva - a lápiz -
Información de la web del Catalogo general del Patrimonio Cultural italiano, fotografía de mi autoría.
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''Liceo Puertas Abiertas'' en el Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer
Nueva publicación en https://ct2.cl/hj
''Liceo Puertas Abiertas'' en el Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer
El Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer invita a jóvenes y apoderados interesados en su proyecto educativo artístico, a participar en la actividad «Liceo Puertas Abiertas». Este encuentro se realizará el jueves 19 de diciembre entre las 14:00 y las 16:30 horas, en las instalaciones del liceo, ubicado en David Cortés #1015, Quilpué.
Esta jornada especial incluirá visitas guiadas a los talleres e infraestructura de las menciones de Artes Audiovisuales, Artes Escénicas y Música. El objetivo principal es dar a conocer de manera presencial el modelo pedagógico artístico, que integra la apreciación, mediación, colaboración y vinculación con la comunidad y el territorio, pilares fundamentales de su enfoque educativo, basado en lineamientos internacionales como la «Hoja de Ruta para la Educación Artística» de la UNESCO.
Christian González, coordinador artístico del establecimiento, destaca: “Nuestro modelo sitúa al estudiante en el centro del proceso educativo, promoviendo una conexión significativa entre arte y vida, y desarrollando habilidades del siglo XXI como el pensamiento creativo, la valoración estética y la expresión artística.”
Por su parte, Paula Zollner, directora del liceo, enfatiza: “La educación pública es un pilar para construir ciudadanos sensibles, críticos y comprometidos con su entorno. Este proyecto educativo artístico único en la región de Valparaíso refleja nuestra misión de ofrecer formación integral y de excelencia.”
Por otra parte, el liceo destaca por sus actividades extraprogramáticas, como talleres, concursos, exposiciones, muestras y conciertos, que enriquecen la experiencia educativa. Además, posee distintos programas y convenios con instituciones para la continuidad de estudios en la educación superior como por ejemplo el programa PACE de la Universidad Técnica Federico Santa María.
El proceso de matrícula se encuentra abierto, especialmente para estudiantes de 3° medio y podrá realizarse también durante la actividad, donde se proporcionará orientación sobre cómo ser parte de esta comunidad educativa.
La entrada es liberada, pero se sugiere realizar una pre-inscripción al correo [email protected], donde también podrán resolver dudas sobre el evento y el proceso de matrícula.
El Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer, que este año celebra 10 años de su proyecto artístico, se consolida como un espacio de formación integral, único en la región, uniendo tradición y vanguardia para el desarrollo de ciudadanos comprometidos con la sociedad y su progreso, desde una visión crítica y creativa.
Para más información sobre estas actividades, invitamos a visitar el Instagram oficial del liceo: @liceoartisticogronemeyer.
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Críticas a su implementación por falta de transparencia y promoción
Advierten que Justicia de Paz no puede convertirse en un instrumento de control político
Caracas 01/12/24. (PS).- El abogado constitucionalista y conductor del programa *Termómetro Social* por Radio Fe y Alegría 1390 AM, Juan Luis Sosa, expresó su preocupación sobre la reciente reforma parcial de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de Justicia de Paz Comunal, publicada el 14 de noviembre en la Gaceta Oficial Extraordinaria N.º 6854. Según Sosa, esta ley, concebida como una herramienta para acercar la justicia a las comunidades, podría estar siendo politizada en detrimento de su verdadero propósito.
“La justicia de paz ha sido utilizada en diversas latitudes para facilitar la convivencia social y resolver controversias entre personas de manera directa y eficiente. Sin embargo, en Venezuela, el acceso a la justicia está severamente cuestionado por la desconfianza hacia la administración judicial, lo que hace que esta figura sea más relevante que nunca. Lamentablemente, la precipitación del proceso para elegir jueces de paz amenaza con convertir esta herramienta en un mecanismo de control político”, señal��.
El abogado hizo un llamado al Ejecutivo Nacional y al Consejo Nacional Electoral (CNE) para postergar las elecciones de los jueces de paz previstas para el próximo 15 de diciembre. Argumentó que el apuro en la implementación deja a las comunidades sin tiempo suficiente para comprender la ley, registrar a los votantes en cada circuito comunal y garantizar la transparencia del proceso.
Sosa también cuestionó la decisión de permitir que participen personas mayores de 15 años fuera del Registro Electoral, lo que podría generar confusión e irregularidades. “Una ley como esta no debe sacrificarse por cálculos políticos. Si no hay claridad en el registro de votantes y no se permite una campaña pública adecuada, los jueces de paz terminarán siendo controlados por las grandes maquinarias de la polarización política”.
En su intervención, Sosa recordó que la figura de los jueces de paz fue promovida en los años noventa como una alternativa para resolver conflictos sin recurrir al sistema judicial tradicional, destacando la necesidad de mantener su legitimidad.
“Una herramienta que busca fomentar la mediación y la resolución pacífica de conflictos no puede transformarse en un instrumento de división. Exhorto a las autoridades a tomarse el tiempo necesario para garantizar un proceso legítimo, transparente y representativo”, concluyó.
El programa *Termómetro Social*, es conducido por Pablo Zambrano y Juan Luis Sosa por Radio Fe y Alegría 1390 AM como un espacio de debate sobre temas sociales y políticos de interés nacional, promoviendo el análisis crítico y plural.
Video de la declaración: https://youtu.be/G3yv9c-cBBI?si=mTffApnIIwXwTCfk
Juan José Ojeda Díaz / Prensa de Solidaridad
X (antes Twitter): @juanjoseojeda
Instagram: @juanjoseojedadiaz
youtube
#venezuela#caracas#prensadesolidaridad#youtube#Termómetro Social#Juan Luis Sosa#Pablo Zambrano#jueces de paz
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Marco Metodológico: Propuesta de Investigación e Instalación Artística “Escenarios de Poder y Rebelión”
1. Objetivo General: Explorar las manifestaciones del poder y la rebelión en distintos contextos socioculturales a través de una instalación artística interactiva que invite a la reflexión crítica y el diálogo participativo.
2. Enfoques Metodológicos:
Investigación Cualitativa: Se empleará un enfoque etnográfico para comprender las dinámicas de poder y rebelión en diversas comunidades. Esto incluirá entrevistas, grupos focales y observación participativa.
Análisis Visual: Se analizarán obras y movimientos artísticos que abordan temas de poder y resistencia, realizando un mapeo de influencias y conexiones culturales.
3. Fases del Proyecto:
Fase de Investigación:
Recopilación de testimonios y narrativas sobre experiencias de poder y resistencia.
Fase de Creación:
Desarrollo de la instalación a partir de la información recopilada, utilizando elementos escultóricos e intervenciones sonoras que representen los temas abordados.
Integración de tecnología interactiva para facilitar la participación activa del público.
Fase de Exhibición:
Presentación de la instalación en un espacio público o galería, promoviendo actividades de mediación cultural como mesas redondas y talleres.
Evaluación de la experiencia del público mediante encuestas y entrevistas post-exhibición.
4. Análisis e Interpretación:
Recopilación de datos cualitativos sobre las reacciones y reflexiones del público durante y después de la interacción con la instalación.
5. Resultados esperados
Fomentar una conciencia crítica que permita a los participantes cuestionar y explorar su relación con estructuras de poder en su contexto.
Conclusión: Este diseño metodológico busca contribuir a la comprensión de las complejas dinámicas de poder y rebelión a través del arte, promoviendo una experiencia transformadora que incentive la reflexión y la acción social.
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Guía completa sobre despidos y reclamaciones laborales en Madrid
El despido es una de las experiencias más difíciles que un trabajador puede enfrentar. En Madrid, la legislación laboral proporciona una serie de protecciones, pero navegar por el proceso de despido y reclamación puede ser complicado. Esta guía completa tiene como objetivo ofrecerte información clara sobre cómo manejar un despido y qué pasos seguir para presentar reclamaciones laborales con ayuda de los Abogados Laboralistas en Madrid.
4.1 Tipos de despidos
En España, los despidos se clasifican principalmente en tres categorías: despido procedente, despido improcedente y despido nulo.
Despido procedente: Se produce cuando el empleador tiene justificaciones objetivas y legales para despedir al trabajador, como faltas graves o incumplimientos contractuales. En estos casos, el despido puede ser legal y no conllevar indemnización.
Despido improcedente: Se da cuando el despido no cumple con las causas legales o no se sigue el procedimiento adecuado. En este caso, el trabajador tiene derecho a ser indemnizado o a ser readmitido en su puesto.
Despido nulo: Ocurre cuando el despido vulnera derechos fundamentales, como el despido de un trabajador por estar de baja por enfermedad o por motivos discriminatorios. En este caso, el despido es considerado nulo y el trabajador debe ser readmitido.
4.2 Señales de un despido inminente
Es importante estar atento a las señales que pueden indicar un despido inminente. Cambios en el comportamiento del empleador, críticas constantes a tu trabajo o asignaciones de tareas inusuales pueden ser indicativos de que algo no va bien. Si sospechas que podrías ser despedido, es recomendable que busques asesoramiento legal de inmediato.
4.3 Procedimiento de despido
El procedimiento de despido en España requiere que el empleador siga ciertos pasos. Esto incluye la comunicación formal del despido al trabajador, que debe hacerse por escrito y debe incluir las razones del despido. Si no se sigue este procedimiento, el despido podría ser declarado improcedente.
4.4 Qué hacer tras recibir un despido
Recibir una carta de despido puede ser abrumador. Lo primero que debes hacer es leer atentamente la carta y evaluar las razones ofrecidas por tu empleador. Si consideras que el despido es injusto, es recomendable que contactes a un abogado laboralista. Este profesional puede ayudarte a entender tus derechos y determinar si hay motivos para impugnar el despido.
4.5 Presentación de reclamaciones
Si decides impugnar el despido, el siguiente paso es presentar una reclamación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Esta reclamación debe hacerse dentro de un plazo específico, que generalmente es de 20 días hábiles desde la fecha del despido. Un abogado laboralista puede asistirte en la preparación de la reclamación, asegurándose de que todos los documentos necesarios estén en orden.
4.6 Proceso judicial
Si no se llega a un acuerdo en la mediación, el siguiente paso puede ser llevar el caso a los tribunales. En este proceso, tu abogado presentará pruebas y argumentos en tu defensa. La representación legal es crucial, ya que el abogado conoce los procedimientos y puede anticipar las estrategias de la otra parte.
4.7 Indemnización y derechos laborales
En caso de que el despido sea declarado improcedente, tienes derecho a recibir una indemnización que varía según tu antigüedad en la empresa y las condiciones de tu contrato. Además, si se determina que el despido fue nulo, tienes derecho a ser readmitido en tu puesto.
4.8 Prevención de futuros despidos
Una vez que hayas superado el proceso de despido, es importante reflexionar sobre cómo prevenir situaciones similares en el futuro. Mantener una buena comunicación con tu empleador, cumplir con tus responsabilidades y documentar cualquier situación problemática puede ser útil para evitar conflictos.
Conclusión
Los despidos son una realidad dolorosa pero, con el conocimiento adecuado y la ayuda de un abogado laboralista, puedes navegar por el proceso de manera efectiva. Conocer tus derechos y actuar rápidamente puede marcar la diferencia en la resolución de conflictos laborales. No dudes en buscar apoyo legal si te enfrentas a un despido; tu futuro profesional es demasiado valioso como para dejarlo al azar.
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Las Jamaiconas es un proyecto de arte, activismo y cocina conformado por Lina Ruiz (Bogotá, Colombia), Columba Zavala (CDMX, México) y Mariana Alva (Lima, Perú).
Su práctica proviene de la performance, la instalación, el audiovisual, la escritura, la mediación educativa, entre otras. Centran su interés en generar espacios híbridos, jugar con los límites entre arte y cocina para cuestionar estos espacios y poder imaginar otras formas de pensar y hacer. Su trabajo pasa por una reflexión constante sobre la migración, el territorio y las luchas feministas antirracistas.
En la cocina se tejen relaciones culturales, económicas, sociales, políticas y afectivas que permiten situarse emocional, sensorial y críticamente creando nuevas formas de ver, de pensar y hacer. Por eso, el proyecto propone la activación de un espacio de investigación a modo de Comedor Popular de los Conocimientos (CPC). En este espacio nos encontraremos a pensar, comer, compartir, aprender sobre diferentes metodologías de mediación artística, cultural y crítica.
*** Las Jamaiconas is an art, activism and cooking project formed by Lina Ruiz (Bogotá, Colombia), Columba Zavala (CDMX, Mexico) and Mariana Alva (Lima, Peru). Their practice comes from performance, installation, audiovisual, writing, and educational mediation, among others. They are interested in generating hybrid spaces, playing with limits between art and cooking to question these spaces, and being able to imagine other ways of think and do. Their work reflects constantly on migration, territories, and anti-racist feminist struggles.
In the kitchen, cultural, economic, social, political, and emotional relationships are woven that allow us to situate ourselves emotionally, sensorial, and critically, creating new ways of seeing, thinking, and doing. For this reason, the project proposes to activate a research space as a Popular Knowledge Kitchen (PKK). Here we will meet to think, eat, share, and learn about different artistic, cultural, and critical mediation methodologies.
Foto/Photo: Juan González del Cerro
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Alguna vez has tenido la oportunidad de tener un lider coercitivo, también conocido como autocrático, es un estilo de liderazgo autoritario y muy directo que se caracteriza por dar órdenes y exigir un cumplimiento estricto. Los líderes coercitivos tienen poca confianza en su equipo, toman las decisiones unilateralmente y limitan la participación de los subordinados. Esperan obediencia y utilizan recompensas y castigos para ejercer poder sobre sus subordinados.
Este tipo de liderazgo coercitivo puede ser utilizado en situaciones especiales, inclusive instituciones religiosas, como emergencias reales, para romper hábitos desastrosos de trabajo o para gestionar empleados con los que otros estilos han fracasado. Sin embargo, algunos consideran que es el estilo de liderazgo menos efectivo en la mayoría de las situaciones.
Los líderes coercitivos no tienen en cuenta las iniciativas de los demás, lo que puede hacer que los empleados se sientan irrespetados y pierdan el sentido de responsabilidad y compromiso. El estilo de liderazgo coercitivo puede tener un impacto negativo en el clima laboral, la productividad y la motivación.
Manejar un líder coercitivo puede ser un desafío, pero hay estrategias que pueden ayudar a mitigar el impacto y navegar la situación de manera efectiva:
1. Mantén la calma y la profesionalidad:
Evita confrontaciones directas o reacciones emocionales. Mantén un tono profesional y enfocado en los hechos.
2. Comprende sus motivaciones:
Identifica qué es lo que impulsa su comportamiento coercitivo. Esto podría ser presión desde arriba, miedo al fracaso, o una necesidad de control. Entender sus motivaciones puede ayudarte a responder de manera más efectiva.
3. Documenta tus interacciones:
Mantén un registro detallado de las comunicaciones, instrucciones y decisiones. Esto puede servir como evidencia en caso de que se necesite apoyo externo o mediación.
4. Busca apoyo en colegas:
Si otros en tu equipo también están afectados, considera un enfoque colectivo. El apoyo mutuo puede ser crucial en situaciones difíciles.
5. Proporciona alternativas constructivas:
Cuando enfrentes críticas o demandas coercitivas, sugiere alternativas que puedan lograr los mismos objetivos, pero de manera más colaborativa.
6. Protege tu bienestar:
Prioriza tu salud mental y física. Si el ambiente se vuelve insostenible, considera opciones como hablar con Recursos Humanos o explorar nuevas oportunidades.
7. Escoge tus batallas:
No todo vale la pena enfrentarlo. Identifica cuáles son los temas cruciales y cuáles pueden ser manejados con un enfoque más diplomático.
8. Habla con franqueza si es seguro hacerlo:
Si te sientes cómodo y seguro, podrías intentar tener una conversación directa y honesta con el líder, expresando cómo su estilo afecta al equipo y sugiriendo formas de mejorar la dinámica.
Estas estrategias pueden ayudarte en cierta forma a navegar la relación con un líder coercitivo y proteger tu propio bienestar en el proceso.
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El Impacto del Coaching en el Desarrollo de Líderes: Un Enfoque a través de mi Maestría
El último año ha sido una travesía de crecimiento y transformación personal y profesional para mí, gracias a la poderosa combinación de mi programa de maestría y el coaching. Al reflexionar sobre los últimos doce meses, quiero compartir cómo este viaje ha moldeado mi enfoque hacia el liderazgo y ha influido profundamente en mi vida.
Descubrimiento y Autoconciencia
Cuando comencé mi maestría en liderazgo, estaba ansioso por adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Sin embargo, no anticipé cuánto me cambiaría el coaching. Desde el inicio, las sesiones de coaching me empujaron a mirarme a mí mismo de manera más profunda y crítica. A través de evaluaciones de fortalezas y áreas de mejora, descubrí aspectos de mi personalidad y estilo de liderazgo que no había considerado antes.
Este proceso de autodescubrimiento fue revelador. Aprendí a reconocer mis limitaciones sin sentirme abrumado por ellas y a celebrar mis fortalezas con confianza. La autoconciencia que desarrollé me ha permitido ser un líder más auténtico y eficaz.
El coaching no solo se centró en la introspección, sino que también me proporcionó herramientas prácticas para mejorar mis habilidades de liderazgo. Aquí hay algunas áreas clave en las que he visto un crecimiento significativo:
Comunicación Efectiva: A través de ejercicios y feedback constante, he mejorado mis habilidades de comunicación, aprendiendo a articular mis ideas de manera clara y persuasiva.
Toma de Decisiones: El coaching me ha enseñado a abordar las decisiones desde múltiples perspectivas, considerando los pros y los contras con mayor precisión.
Gestión del Tiempo: Las estrategias de gestión del tiempo que discutimos han sido esenciales para equilibrar mis responsabilidades académicas, profesionales y personales.
El año no estuvo exento de desafíos. Hubo momentos en que la carga de trabajo parecía abrumadora y las expectativas inalcanzables. Sin embargo, tener un coach me brindó el apoyo necesario para superar estos obstáculos. Aprendí a manejar el estrés de manera efectiva y a mantenerme enfocado en mis objetivos a largo plazo.
Un momento particularmente difícil fue durante un proyecto de grupo que inicialmente parecía dificultad al no tener experiencia A través del coaching, pude mejorar mis habilidades de mediación y resolución de conflictos, lo que no solo salvó el proyecto, sino que también fortaleció las relaciones con mis compañeros de equipo.
Estoy emocionado por continuar aplicando las lecciones y habilidades que he adquirido a través de esta experiencia. El coaching me ha enseñado que el liderazgo no es solo una serie de habilidades técnicas, sino un viaje continuo de autodescubrimiento y desarrollo.
Este año ha sido transformador en muchos niveles. El coaching, combinado con el rigor académico de la maestría, me ha preparado para enfrentar los desafíos futuros con una nueva perspectiva y una renovada determinación. Estoy agradecido por esta oportunidad y ansioso por ver cómo seguirá moldeando mi camino hacia el liderazgo eficaz y auténtico.
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