#me ahogo en un vaso de agua
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Usar la poesía como un salvavidas
cuando te hundís en tu propia pena,
Cuando te contás un relato devastador
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Todos los días me ahogo en un vaso de agua diferente.
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¿Por qué lloraba?
Perdí la noción del tiempo mientras lloraba, y al despertar, me encontré inmerso en una sensación de ahogo, con dolor en la cabeza y el pecho. Al incorporarme, descubrí que había caído dormido en la mecedora, con mi camisa marcada por las lágrimas. Tras unos pasos tambaleantes, llegué a la cocina en busca de un vaso y agua para calmar mi desasosiego. A pesar de mis intentos, la razón de mis lágrimas se escapaba de mi memoria. Fijé la mirada en el reloj de la sala, que indicaba las 11:53 pm.
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Encadenada al Olvido
Yo igual quiero ser bonita,
mil suspiros sin olvido,
lágrimas son las marcas de mi corazón herido,
ya no quiero sentirme como una flor marchita.
Mis ojos han perdido su brillo,
laguna como un vaso de agua en el que me ahogo,
encadenada a mi prohibido desahogo,
no te creas, no es algo sencillo.
Mi reflejo, prisionera de mi mente, me mata,
su mirada dolida, con desprecio y sin aprecio;
las marcas de mi piel me delatan.
Las mariposas de mi estómago han desaparecido,
quisiera ser pero morir a la vez;
me siento encadenada a estar en el olvido.
- c.banez
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Ya no me ahogo en un vaso con agua, ahora me quemo en el ardiente sueño de alcanzarte algún día o alguna noche completa.
Esperando,
Esperar,
Esperándome,
Para escapar.
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mamá tenía razón, me ahogo en un vaso de agua :c
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Glee
«Excessive rain» Part III
Septiembre de 2023
-¡Señor Jenkins!... ¡Señor Jenkins! —gritó Kurt mientras entraba como desaforado al lobby del edificio de su departamento, el aludido estaba detrás de su estación de trabajo abotonando su uniforme, tenía el pelo mojado y parecía que había llegado recién a hacerse cargo de la portería del 834 de la Fifth Avenue.
-Señor Hummel buenos días… o buenas tardes… —respondió el hombre mirando de reojo la pantalla de las cámaras de seguridad para ver el reloj y asegurarse si era día o tarde— vaya lluvia… —agregó continuando con lo de arreglarse la ropa.
-Lo sé… increíble todo lo que está pasando… —respondió llegando a la recepción un poco cansado y directo a apoyarse en el mesón, tomo un poco de aire por unos minutos para luego seguir hablando.
-Señor Hummel, ¿se siente bien?... —preguntó el portero mirándolo con atención casi como si presintiera que caería desmayado en cualquier momento.
-No mucho, vengo corriendo desde hace como 50,000 cuadradas… —añadió tomándose el costado.
-¿Necesitas algo una toalla?, ¿un café?... ¿qué tal un vaso de agua?
-Agua está bien, gracias —respondió Kurt hablando como si se le estuviera acabando el aire, el Señor Jenkins sacó de debajo de su mesón de trabajo una pequeña botella de agua de cortesía que la administración mantenía en stock para las visitas y residentes en caso que las necesitaran.
-Tome Señor Hummel… —dijo el Señor Jenkins entregándola destapada y todo, Kurt se la bebió de un solo trago en menos de 10 segundos, el portero lo miro con los ojos bien abiertos y con cara de impacto extremo— ¿esta mejor? —pregunto mirándolo para cerciorarse de que nada más le había pasado con aquel tragon de agua.
-Estoy cansado, mojado y asustado, así es que no, no estoy mejor — respondió Kurt con cara de pocos amigos, el Señor Jenkins retrocedió un par de pasos de los que acababa de dar en su dirección —disculpe… —agregó tomándose la cabeza— todo esta situación me tiene desbordado…
-Lo entiendo Señor Hummel, yo casi me ahogo tratando de cruzar una avenida en Brooklyn, hay demasiada agua, trate de sintonizar la radio después de la alerta, pero creo que todas las señales están caídas.
-Con un demonio… —dijo manipulando su teléfono en un nuevo intento por ubicar a su esposo y sin respuesta como los anteriores— señor Jenkins volviendo a lo importante, ¿mi esposo llegó?
-¿El señor Anderson?, no lo sé… yo acabo de llegar y…
-Con un demonio… —repitió Kurt apoyando la cabeza en el mesón.
-Si quiere puedo averiguar, mi compañero aún no se va se está cambiando de ropa en el cuarto de la sala común del personal de Servicio del edificio…. — dijo el Señor Jenkins apuntando donde dijera.
-No, está bien no se preocupe, no hace falta…
-¿Por qué no sube a averiguar?... ¿no puede?... ¿no tiene las llaves?... porque si es asi, acá tenemos copias de…
-No, no, no es eso… tengo las llaves es solo que… —Kurt suspiro terminando la respuesta en su cabeza “no subo porque si no esta Blaine creo que me volveré loco”—gracias Señor Jenkins —respondió girando sobre uno de sus pies.
-Señor Hummel, igual la correspondencia de su departamento no está, así es que lo más probable es que esposo la recogió, por lo tanto quiere decir que si está en la casa… —dijo el portero del edificio sonreído satisfecho como si hubiera encontrado la cura del cáncer.
-¿Está seguro?... —preguntó de vuelta Kurt devolviendose en sus pasos.
-Muy seguro…
-¿Y nadie más puede recoger la correspondencia de los departamentos?, ¿verdad?
-¡Por supuesto que no!... — exclamó el portero casi ofendido— la política de privacidad con la correspondencia es muy estricta en esta comunidad, usted ya sabe…
-Lo sé, gracias Señor Jenkins… —terminó por decir Kurt encaminadose lo mas rápido posible hacia el elevador.
-¡Señor Hummel!, ¡un momento por favor! —exclamó el portero abandonando su estación de trabajo.
-Señor Jenkins, de verdad estoy en una crisis personal, familiar y de todo lo que usted pueda imaginarse, si necesita decirme algo por favor espere hasta mañana… —contestó Kurt haciendo la señal de alto con una de sus manos mientras que con la otra presionaba el botón del elevador.
-Sólo algo muy rápido, ya comenzó la recolección de dulces para los más desfavorecidos como puede ver, en cuanto guste puede hacer su cooperación… —dijo señalando la cesta con forma de calabaza que había a un costado de las escaleras.
-Lo haré, lo haré… en cuanto sepa que todo está bien, que sigo teniendo una familia feliz y que no soy un hombre viudo solo en este mundo, vendré a donar la bolsa más grande que existe… —respondió Kurt exagerando al máximo la supuesta tragedia familiar que estaba viviendo, volvió a presionar el botón del elevador rápido para llegar cuanto antes a su departamento, el portero del edificio se quedó parado pensando cómo reaccionar ante aquello.
-¡Blaine!... ¡Blaine!.... — exclamó Kurt en cuanto puso un pie dentro de su departamento, dejó todo como cayera en el piso al lado de la mesa del recibidor y partió casi corriendo por el pasillo hacia la sala— ¡Blaine!... ¡Blaine!... — repitió en camino a la cocina mencionando el nombre de su esposo unas cinco veces más, abrió la puerta batiente de un solo golpe y sintió como si un peso enorme lo hubiese abandonado justo en el momento que vio a su esposo, a Lizzie y a Henry de lo más bien sentados a la mesa de la cocina.
-¡Oye!, ¡lo lograste!... —dijo Blaine saludándolo a la distancia a la par con los niños, todos tenían el cabello mojado y ya se habían puesto la ropa de dormir, Lizzie dibujaba en la mesa de su silla alta, Henry hacía sus deberes y Blaine vigilaba todo con una taza de café entre sus manos.
-Por dios… dime por favor que estás bien... —dijo llevándose una mano al pecho.
-Estamos muy bien… ¿cierto hijos?
-Si, yo estoy bien, la Señorita Walton dijo que había una “emergisazcion” y suspendió la escuela… —explicó Henry haciendo una especie de baile de felicidad cuando mencionaba lo de la suspensión de la escuela, Lizzie también imitó el baile moviéndose en su silla de bebé.
-Gracias a dios… —murmuró Kurt queriendo llorar, su esposo se levantó de la mesa para abrazarlo, se tomó la cara y luego recibió aquel abrazo como lo más preciado perdiéndose en la tibieza del cuerpo de su esposo— te juro que pensé lo peor…
-Eso lo puedo imaginar totalmente… —respondió Blaine sonriendo, se apartó un poco, lo miró los ojos y le dio un beso, los pequeños, que se habían distraído un instante, exclamaron unos “ah” y “uy” en diferentes tiempos.
-¿Están bien?… —volvió a decir derramando algunas lágrimas casi sin poder creer que toda su familia estaba sana y salva.
-Te dijimos que sí, ¿verdad chicos?
-Yo estoy bien… —repitió Henry levantando una mano.
-Yo estoy “ben”… —agregó la pequeña haciendo de nuevo lo del baile, Kurt soltó una risa y caminó hacia sus hijos para abrazarlos y besarlos por un minuto seguido
-¿Quieres un café?... —preguntó Blaine acercándose a la mesa— como puedes ver, alcanzamos a ir a la cafetería a comprar las galletas favoritas de todos— añadió señalando el plato que había en medio de todo.
-Tengo alrededor de 300 reparos con respecto a eso, pero al ver que todos están bien creo que me los guardaré… —dijo Kurt suspirando alivio.
-¿Quieres un café entonces ?.... —insistió su esposo acercándose a él.
-La verdad es que prefiero que me digas qué fue lo que pasó, antes que se cortara la llamada sent�� un ruido como de un choque o algo y te juro que pensé lo peor … —dijo volviendo a lo de tomarse la cabeza con ambas manos— después traté de llamarte pero no pude y uno de los músicos me dijo que todas las señales se habían caído…
-Así fue, por eso no pude responder tu llamada, ni llamarte de vuelta y lo que escuchaste fue un carro de comida callejera que se volteo en frente de nosotros ¿cierto Princesa? — explicó Blaine mirando a su pequeña hija, Lizzie replicó a aquello haciendo gestos y diciendo unas cuantas palabras que no existían, todos rieron al final de la historia contada por la pequeña.
-Qué bueno, juro que no sabía que esperar cuando abrí la puerta… — añadió Kurt intentando no volver a llorar.
-Lo se, pero todo esta bien… soy feliz contigo como para permitir que uan lluvia me impida llegar a ti… —dijo Blaine sonriendo como el príncipe encantador en el que se convertía cuando hablaba de amor— ahora… ¿quiere un café Señor Hummel-Anderson?, no quiero alardear, pero creo que me quedó excelente — dijo Blaine haciendo un gesto engreído con un hombro en alto.
-Lo más probable es que sí, pero en realidad prefiero ponerme tan cómodo con ustedes… —respondió volviendo a besar a cada uno de tus hijos— ¿no te importa si tomo un baño que dure más de lo normal?
-Por supuesto que no y debo decir que es muy afortunado Señor Hummel-Anderson, porque su esposo aquí presente y presintiendo que lo necesitarias, ya te preparo un baño…
-¿Estás hablando en serio?
-Nunca bromeo cuando se trata de baños de espuma…
-Eres el mejor… Gracias… —murmuró mientras apoyaba la cabeza en el pecho de él, Blaine lo abrazó de inmediato y le dio un par de besos en la cabeza— voy entonces… —añadió apartándose.
-Ok… ¿qué?... —preguntó Blaine al ver que Kurt se quedaba en silencio y en el sitio.
-¿Seguro que no me necesitas aquí?... no quiero ser un aprovechado, mimado y egoísta que opta por relajarse en vez de cumplir con sus deberes de padre…
-Primero, no eres nada de eso y segundo… créeme que puedo manejar un dibujo con crayones y el “Q&A” de la historia de Gerad y sus pájaros en la cabeza… — dijo Blaine bebiendo más café, Kurt soltó un suspiro y murmuró un gracias, no solo por el baño y los mimos de su esposo, si no porque todo estaba bien.
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Colpaso.
Mas seguido de lo que consideraria normal.
Colapso y luego desaparece.
Nunca existio realmente.
No logro existir, pues cuando existo, solo lo hago atraves de la autodestruccion y desaparezco.
Odio estar y amo estar.
Me siento constantemente lejana de mi, donde nunca estpy realmente donde quiero estar y a la vez tambien estoy donde quiero.
¿Que hago aqui?
Me ahogo. Y aunque saque agua del vaso, me sigo ahogando.
Respira, busca un vaso nuevo, pero todos se llenan.
Sigo colapsando, aun en los dias que estoy feliz, vuelvo a colpsar.
Quiero estar plena. Asi como fui ayer.
Pero hoy ya no es ayer. Porque hoy hay sangre, y hoy seguira teniendo sangre.
Espero que mañana ya no haya sangre.
Mi cuerpo esta hecho para y por esto. ¿Entonces porque sangras cuando se supone que no lo harias?
Necesito hacerme diminutx.
Quiero ser una pelota en tu mano, porque solo ahi consigo un calor reconfortante para esta angustia colapsante.
Todos los meses vuelve y a la vez todos los meses se va.
Colapse de nuevo.
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Hace tiempo que no escribo. Me he tomado bastante tiempo para reflexionar.
A veces ni siquiera son cosas de mi vida, pero pensar cosas que no me afectarán me tranquiliza.
Pensar es tranquilo, renovador el sentir que profundizas cada vez más en algo que creías ya haber visto desde todos los ángulos.
Pero, a veces me altero, en ocasiones son asuntos tan personales que no puedo despejarme, se nubla mi juicio y me ahogo en un vaso de agua.
Cada vez me doy cuenta más rápido cuando no pienso con claridad, eso me tranquiliza, saber que aprendo a conocerme a mi misma, que puedo mejorar.
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Me agobio
Me agobia el estar constantemente sobrepensando cada aspecto de mi vida, el como a cualquier mínima actitud de alguien le busco una razón.
Me agobia el querer, o más bien necesitar, un abrazo cuando siento que me ahogo poco a poco en un vaso de agua.
Me agobia el sentir de una manera tan vívida, cualquier mínima emoción se siente de forma extrema y me quema, siento que arde mi interior.
Me agobia el evitar mis pensamientos haciendo cosas que muchas veces no disfruto.
Me agobia el saber que espero siempre el mensaje de alguien, de cualquier persona, simplemente para sentir que le importo a alguien.
Me agobian tantas cosas, me agobio tanto a mí misma, que a veces siento que de la misma forma soy capaz de agobiar a los demás.
Por eso, a final de cuentas me ven como alguien a quien no le importan las cosas, quien maneja sus emociones, no necesita nada de nadie y mucho menos me frustro.
Soy una simple fachada de algo que no soy solo para no sentir que agobio.
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A veces me ahogo en un vaso de agua que tú misma estás llenando...amor.
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En junio terminé la relación mas larga y estable que he tenido en mis cortos 22 años de vida, pero en el momento no me dolió. Dormía y comía normalmente, de hecho baje de peso de forma relativamente sana, cambie mi estilo y me sentí mejor conmigo misma.
Pero el tiempo pasó y diferentes situaciones se fueron desarrollando a lo largo de los meses, que me hicieron darme cuenta que en lugar de vivir mi duelo, solo lo ignoré y debido a mis acciones, ahora me toca vivir doble dolor: uno por mi antigua relación que nunca lloré y dos, por la nueva persona y relación inestable en la que me metí y que sabía perfectamente que no iba a nada. Y puedo decir que no hay nada mas difícil que tener que vivir el dolor de dos relaciones fallidas al mismo tiempo, recordar los momentos con ambas personas y sentir el vacío de que ahora estas sola, cuando antes siempre tenías a alguien a tu lado que te apoyaba y acompañaba.
Ahora las noches son solitarias, ya no duermo, ya no como, con suerte encuentro las fuerzas para levantarme de la cama y lo único que quiero es llorar y no dejar de llorar, pero las lágrimas ya no salen. El dolor en el pecho es constante, las manos me tiemblan todo el día y la ansiedad me consume, siento que me ahogo en un vaso de agua y la intensidad de mis emociones no ayuda.
No sé como seguir adelante, porque aunque esta sea la fuente de mi dolor, sé que detras de esa "razón", hay muchas mas que nunca lloré y que nunca acepté. No sé como superar esta etapa, donde lo único que quiero es desaparecer:(
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En esta nueva vida me he cuestionado miles de cosas, aún no logro sanar heridas del pasado y me siguen a todas partes...
Solo quisiera saber si algún día seré libre de ellas, libre de poder sanar aquello...
Seguir recordándolo a detalle es desesperante y doloroso ya que siento que me ahogo en un vaso de agua...
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sé que sos vos porque los días que estoy intratable y que ni yo misma me soporto vos me tratas con el doble de amor y cariño para que yo poco a poco me sienta mejor, me decis que me calme, que no pasa nada cuando me ahogo en un vaso de agua y aún cuando te molesta algo no dejas de preocuparte por mi y tratarme con amor en ningún momento
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manos tomadas y ojos vendados
Veo cómo toman mis manos con cariño, me dicen a la cara, con palabras endulzantes, que se quedarán conmigo una eternidad. En mi mente siempre sabré que eso es una mentira cruel por la cual todos pasamos.
En el final del cuento, ¿quién se ha quedado con la persona lastimada? Ella fue asesinada por demonios oscuros en la noche más fría, cuando solo ella se encontraba paseando en los campos lejanos de la ciudad, donde se sentía cómoda consigo misma. Un sentimiento de que correspondía a ese lugar; encontró donde ella pertenece. Sin embargo, ocurre cada vez…
Es un círculo vicioso. Ama mucho más allá de lo posible, su corazón late fuertemente al sentir que la quieren de vuelta. Ni en un parpadear de ojos, ya le han apuñalado quienes más ama. Y dime tú, ¿acaso es justo?
¿Pueden darle otra oportunidad? ¿Revivirla solo para devolverle la confianza que dio a las almas perdidas? Años y años ha sido maltratada. Supuestos compañeros que se prometían amigos, la insultaron y abandonaron sin dudarlo, como si trataran de abandonar a un pequeño perro callejero.
¿Acaso seré un ser muy débil para los demás? ¿Por qué me tomo tan en serio estas cosas? Amaba tanto una canción llamada Dulce soledad y ahora no me siento cómoda con ella.
Podría morir tan solo pensando que nunca pude tener lo que siempre ansié y añoré: alguien que de verdad me ame y desee quedarse a mi lado, sin importar la adversidad que enfrentemos. Cuando conozcan mis verdaderas tonalidades, la verdad detrás de mi máscara, superar la superficie de mi cascarón… Pues, es un sueño, supongo.
Tendré que aferrarme de nuevo a esa pequeña niña lastimada que se sentía sola en cada esquina de ese colegio. Esas largas paredes que no dejaban ver la luz de la ciudad, puertas heladas y un viento infernal que la empujaba.
Ella deseaba charlar con alguien, pero nadie verdaderamente se interesó. Miraron hacia adelante e ignoraron a quienes más necesitaban una cálida mirada humana, Ella solo se dirigió a su hogar, llorando de la desilusión.
Adultos, niños… solo se indignaron y reclamaron que solamente buscaba atención. Solamente deseaba el amor de otro ser humano, sentirse querida y necesitada.
Tal vez estuvo destinada a sentirse profundamente apenada, a lastimar viejos lazos y cortar los caminos que había creado con ayuda de otros. Un rumbo para una persona, ningún asiento de copiloto.
¿Cuál es la razón para que vuelvan a desgarrar viejas heridas? Los lugares más embrujados de mi mente, que con candados y llaves secretas he tratado de enterrar en cementerios prohibidos y escondidos. Olvidarme plenamente de lo que fue mi pasado alguna vez. Me digo: ella no era yo, fue una extraña.
Si tan solo pudiera olvidarme de todo eso… Trato e intento vaciar mis recuerdos azules. Actualmente, para mí son difusos y borrosos. He creado lagunas mentales solo por mi sanidad; son tan solo pinturas con tonos rojos y azules intensos, todo aquello ha sido destrozado por mis propias manos, queriendo borrar toda pista de quién fui antiguamente.
No sé qué decir si me preguntan alguna vez si tuve alguien en quien confiar. En realidad, no sabría qué inventar. Si tan solo alguien se hubiera quedado apoyado en mi hombro y, por lo menos, me hubiera dicho: gracias por todo, pero me tengo que ir.
Seré alguien espontánea en la vida de los demás, una persona que aparece una vez y desaparece. Pero, al fondo de mi pecho, sé que merezco más que un solo abrazo vacío, una falsa sonrisa que me promete sueños y estrellas; son solo personas que no deseo.
Ya me ha dolido lo suficiente para repetir esa vieja historia. No tendré la piedad que tuve para despedirme, no usaré palabras amigables con quienes no vacilaron en atacar. Tantas cosas que aprender, y yo solo deseo estar en tranquilidad.
Tal vez sí tuvo razón el doctor. Parece que me ahogo en un vaso de agua; me ahoga tremendamente el agua contaminada de ese vaso. Trato de romper ese vaso, con fuerza e impotencia. Corto toda maldición del pasado, aunque, ¿quién me jura que no volverá a suceder?
Así es la realidad, tendré que aprender a aceptarlo. Cuanto me duela, siempre me tendré a mí misma. Quién me contuvo en los momentos más desgarradores, quien sonrió conmigo cuando me ocurrió lo que más quise, quien me animó cuando me veía llorando desconsoladamente en el espejo, quien me quiso cuando nadie lo hizo en este gran mundo.
Pues, tal vez no es tan mala idea estar en soledad. Tendré la seguridad de tenerme a mí misma.
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