#lazo de pelo
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#patrón coletero de pelo#patrón lazo de pelo#patrón cola de caballo#patrones de costura#lazo de pelo#lazo para el cabello#accesorio de pelo#accesorio para el cabello
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En el pene hay un lazo que es rojo como una matriz, en la habitación resuena la confundida voz de un robot: “Quisiera una mujer algo seca, una investigadora académica, que esté interesada en el celibato”. El informe ha sido grabado, este se puede escuchar al apretar un botón una y otra vez. Las trompas de Falopio escudriñan al hombre con interés por un momento, pero luego desisten, al hombre se le siente frío, el lazo no ayuda a pesar de ser lindo. La mujer se sienta encima como un guante, sólo lleva puesta una piel muy pigmentada, se pone el lazo en el pelo, estira el cuello de cisne. Veo extendiéndose en tus ojos la altamar: una ola baja, una ola alta, yo te remo hasta llegar, ruego por una pequeña lluvia.
_ Kati Neuvonen, incluido en Periódico de poesía (6 de enero de 2020, UNAM, México, versiones de Zoila Forss-Crespo Moreyra y Roxana Crisólogo).
_ Louise Bourgeois, No. 8 of 14 from the installation set À l’Infini, 2008
Soft ground etching, with gouache, watercolor, pencil, and colored pencil additions.
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En junio de 2007, se presenta en un paseo por el bosque.
Con un modelo muy muy escotado, un top atado, que apenas tapa sus grandes pechos, sale a la montaña.
Sus shorts jeans, hacen que sus piernas se dibujen, rematado por unas botas de trekking de caña alta.
Milena con este estilo aparenta mucho más joven, con un estilo informal, y su pelo recogido. La ropa que lleva es imposible para contener unos pechos tan grandes.
Cuando se detiene a observan una flor, ella permite poder admirar sus senos, con un canalillo impresionante, y sus pechos contenidos por un lazo que grita liberarse.
Y ciertos movimientos como inclinarse, la compromenten demasiado, que hace sobresalir sus pechos, con el peligro de exhibirse en público.
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No sé por qué te escribo, tal vez porque no puedo llevarme conmigo tanto peso en la mochila, pero tampoco deseo que te hagas responsable de unos actos que no te competen. Casi seguro que añadiré un peso sobre tu conciencia, pero también sé que sabrás qué hacer.
Los recuerdos, repetidos hasta la distorsión, me impiden contarte con pelos y señales lo ocurrido, Fue un acto horrendo, repleto de cobardía, en una noche de traiciones y secretos oscuros. Y los lazos que una vez nos unieron como amigos se desgarraron, y la confianza se convirtió en una sombra lejana, enraizada en el puro acobardamiento.
“Confesión” ©ɱağa
Si deseas, puedes leer completo en la Trastienda: https://latrastiendadelpecado.blogspot.com/2024/01/confesion.html
#Azul de Magdalia#©ɱağa#©ɱağ#Lux et tenebrae#historias#misterio#relatos cortos#textos oscuros#relatos#Jueves de relatos#Magade
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Epístola 7
Un río repleto de nubes me inunda, piedras, peñazcos y baches adornan en forma de fotografía y recuerdo el inmenso recuadro de pinceladas débiles y temblorosas que es mi memoria. Hay veces en que gozo de una atención completa, me lleno de presente el pecho y respiro lento los rayitos de sol que atraviesan las copas de los árboles este otoño; en medio de esa quietud suelo encontrarme contigo.
Llevas tejido en el pelo un adorno dorado de gratitud y cariño por cada oración en la que te incluyo, tu nombre, ese que ya no tienes, ha honrado su significado con tu paso por mi valle, has provisto, quizás sin querer, quizás sin buscarlo y sólo sé agradecerlo.
Para la mirada distraída de los otros no hay unión alguna entre nosotros, pero un corazón atento sabe entender que no necesito conexión, lazo, vínculo o excusa alguna para llevar a los que amo conmigo siempre.
Qué el senderito te llene de abrazos y te bese las lágrimas.
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¿Cómo será pensar en mí?,
¿cómo será olvidarme de ti?,
¿cómo será comprar cosas para mí ?,
pensar en mí,
amar,
¿amarme a mí?,
¿como será dormir?,
suspirar,
gemir en mi propio oído,
¿como será pintarme de azul ?
tirarme de un balcón ,
cortar mi pelo una y otra vez sin presión, gritar,
llorar,
insultar a un dios ,
¿cómo será pensar en mí ?,
y tirar a la basura todos los papelitos de colores,
que mi mente colecciona,
como minutos suicidas al sol,
¿Cómo será dejar de rimar?,
¿dejar de pensar tanto en sanar?.
¿Cómo será pensar en mí?
decir que no,
decir que sí,
preguntar por qué,
dejar al mundo sin responder,
mirar atrás,
respirar,
¿cómo será pensar en mí,
después de tanto tiempo pensando en ti? ¿cómo será que el mundo
solo de una vuelta,
y frene cuando yo quiera?
porque quiero que el mundo se detenga,
y a la vez,
que de tantas vueltas,
expulse a cada persona
que no deja que piense en mí,
porque estoy harto,
harto de pensar
en que no puedo pensar en mí,
harto de repetir,
y a la vez repetir me sana,
¿cómo será pensar en mí ?
y cortar lazos,
cortar pasos,
cortar dietas,
cortar la vida,
¿cómo será por vez primera
pensar en mí,
después de tanto tiempo,
muriendo por ti?.
-danielac1world ~La necesidad de respirar~
#mi vida#pensamientos#pensamientos nocturnos#pensamientos aleatorios#fragilidad#frases#literatura#realidadalterada#realidad#poesía#un poeta#escape#escribir#escribiendo#escritos#escritura#cosas que escribo#cosas que pienso#cosas de la vida#cosas que siento#cosas que pasan#cosas sobre mi#cosas del alma#mi alma#almas#desolación#desolada#un vacío dentro de mi#un viaje a la vida#melancólia
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Capítulo 14 (2ª temporada)
(La historia es una adaptación de la obra FINAL FANTASY VII por lo tanto incluye SPOILERS de esta.)
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En alguna parte de Midgar…
— La vida de Tseng peligra. Aunque sin duda yo podría salvarla…
— De eso nada. Nuestros médicos le atenderán. Usted solo haría que peligrase aún más. Profesor… ¿Qué significa lo que hemos presenciado en el templo?
— Como científico, no puedo afirmar nada sin los datos pertinentes. Sin embargo, varias cosas están claras. Primero… Como he subestimado a la pequeña Sil, si lo hubiera sabido antes… Su poder es asombroso. Y lo último… Este es el fin de Shinra tal y como la conocemos.
— En eso estamos de acuerdo.
En un mundo paralelo (ZACK POV)
Me encontraba en el interior del pilar central, en los túneles de las vías del tren. Había pasado parte del día buscando a Sil en moto pero no hubo suerte así que tenía que continuar con lo siguiente. Dos caminos se bifurcaban y yo podía elegir por cual ir y por cual no.
— A la derecha, el edificio de Shinra. El profesor Hojo quizá pueda curar a Cloud. A la izquierda, el reactor de mako n.º 6. Aún estoy a tiempo de impedir que Biggs lo vuele por los aires.
Totalmente indecidido miré el lazo de Aeris que lo llevaba atado en la mano recordando así las palabras de Marlene.
"— Tiene el pelo laaaargo.- Dijo Marlene- y plateado…
— Lo que me faltaba.- Mencioné.
[...]
— ¿Qué relación tienen Sil y Cloud?- Pregunté.
— Se aman.- Contestó Marlene.- Muchísimo.
— ¿De verdad?- Pregunté.
— Sí, se necesitan el uno al otro.- Mencionó ella"
……
….
M̴̞̌̑̓̿͒̀ủ̵͚̬̦̬̤͖̰̲̈́̔̑̆̏̀̌͝n̷̗͎̼͇̭͉͈͉̙͛̈̌̈́̍d̶̢͉̙̗̳͈̐͛́̔̃̈o̴̞̟̻͓͍͔͍̜̤̝͗̓͐̉͌̍͛͘ ̵̢̲̩͔̠͇̖͗̽̓͠͠-̵̬̦̜̜̼̏͊̍̍̈̅̎̚ͅ-̷͚̹͉̼̹̻̬̰̊̀̓̈̇͒̕͜-̴̘̙͍͇̫̲̐̋-̷̪̩̠̝͉̗̿̽͒͛́̐̒̚͘͝-̶̛͇̰̖͇̳́̓̿͑̽̑̆-̵̱̘͎͓̥̿͋-̸̰̠͍͈̿͆̊͊̓̏̕-̷͇͇͈̦̗͑͂ (Sil POV)
Barriada del sector 5: Descampado.
— Despiertaaaa…. Sil, tenemos prisa, ¿sabes?- Una voz despertaba mi pensar y al abrir ligeramente los ojos vi a Aeris delante mio.- ¡Que te despierteeees!
— ¿Qué ha pasado?- Miré a mi alrededor.- ¿Midgar…?
— Estamos volviendo al planeta…- Dijo Aeris.
— Significa que… ¿hemos muerto?- Pregunté.
— ¡No!- Mencionó Aeris con una sonrisa.- Es más como… un sueño. ¡Mi sueño!
— Vaya…- Mencioné.
— Qué te parece si… ¿hacemos una tarde de chicas?- Dijo Aeris mirándome fijamente a lo que me sorprendí.
— ¿Y eso a qué viene?- No pude evitar reír un poco.
— No hemos tenido ni un minuto para las dos desde que emprendimos el viaje…- Dijo Aeris.- Nos lo merecemos, ¿no crees?
— En verdad si.- Respondí, con una sonrisa.
— Ah, y una cosa.- Dijo Aeris.- Prométeme… que no vas a mirar el cielo. Es mejor que no lo veas.
— Oye, entonces no me lo digas.- Reí un poco.- Ahora tengo ganas de subir mi mirada.
Miré el cielo y una gran brecha cruzaba este, parecía que se iba a abrir en cualquier momento y que todo iba a terminarse.
— ¡Vamos!- Exclamó Aeris agarrándome de la mano y llevándome al centro de la barriada.- ¡Vámonos de compras!
— ¡Se te nota la ilusión en los ojos!- Dije con una sonrisa.- Hagamos lo que quieras, por mi bien.
— Entonces… empecemos por… ¡esta tienda!
Nos acercamos a una tienda de accesorios para el pelo, collares y pulseras.
— ¡Woah! Todo lo que tienen es muy bonito.- Dijo Aeris.- Sil, todo te quedaría tan bien.
— ¡Aeris!- Dije algo sonrojada.
— Señoritas, escojan lo que quieran para probarselo así podrán decidir mejor.- Nos dijo el dependiente.
— A ver…- Aeris agarró una pulsera de color rojo y me la puso.- ¿No crees que te va fenomenal?
— Puede ser, tiene su toque.- Dije con una sonrisa.- ¿Quieres que te escoja uno a ti también?
— ¡Por favor! Así es más especial.- Mencionó ella.
— A ver…- Señalé una diadema rosa que había en el mostrador.- ¿Te gusta esta? Va ideal contigo.
— Ah, perdona.- Dijo el dependiente.- Este es de mis favoritos y no lo vendo. Mira, llevaos esto para compensaros. De verdad que lo siento.
El depentiende me entrego un pin de unos lirios amarillos, la flor de Aeris.
— Creo que este te pega aún más.- Sonreí.
— ¡Sí!- Exclamó ella. Me acerqué y se lo puse en la chaqueta.- Prometo no perderlo. Y ahora… Ah, ahí.
— Me gusta verte así de contenta, Aeris.- Sonreí al verla así, mi corazón vibraba de felicidad.
La seguí al siguiente puesto, de dulces.
— ¡Chicas! Os regalo algo de picar, lo que más os guste.- Dijo la dependienta.- Eso sí, solo una cosa a cada una.
— A ver qué quiero…- Dijo Aeris.
— ¡Yo lo quiero todo!- Exclamé.- Qué decisión tan difícil… ¡Esto!
— ¡Pues entonces yo aquello!- Exclamó Aeris.
— Marchando.- Dijo la dependienta con una sonrisa.- Ah, ¡pero eso no es todo! Tengo también unas chuches nuevas. Probadlas.
La señora nos tendió un plato con unos dulces en forma de medusa.
— ¿Las hace usted?- Preguntó Aeris.- ¡Que aproveche!
— ¡Que aproveche!- Exclamé yo también y poniéndome una en la boca.- ¿Qué es esto? ¿Le falta azúcar o algo?
— Como iba a ser mi última creación, quizá fui demasiado atrevida con la receta…- Dijo la mujer riendo.- Menudo chasco.
— Yo también creo que le falta azúcar.- Dijo Aeris.
— En fin.- Dijo la dependienta.- Ese es el menor de nuestros problemas. Se nos acaba el tiempo.
Volví a mirar aquella brecha en el cielo. ¿Qué significaba todo esto?
(ZACK POV)
Llegué al vestíbulo del edificio de Shinra con mi moto pero un montón de centinelas apuntaban en mi dirección. Otra vez, volvía a no ser bienvenido allí.
— ¿Por qué me recibís en este plan?- Pregunté.- Yo solo venía a pedir cita con el profesor Hojo. Qué más da. Total, si se va a acabar el mundo… no tengo nada que perder.
Saqué mi espada y apreté el motor de la moto yendo directamente hacia los centinelas que me apuntaban.
— ¡Venid a por mí!- Exclamé.
(Sil POV)
Conque aquí estabas Aeris, refugiada en un mundo que ha aceptado su destrucción.
La televisión de la barriada estaba puesta y delante de ella habían varias parejas y un fotógrafo.
Llevándote a Sil, no solucionaras nada. Ni ella podrá salvarte.
— ¿Le pedimos una foto?- Le pregunté a Aeris con una sonrisa.
— ¡Sí! Vamos a guardar este momento por el resto de nuestras vidas.- Sonrió ella.
— Lo siento, pero hoy solo hago una foto más.- Dijo el fotógrafo.
— Háganosla a nosotros.- Dijo una pareja que había allí.
— A nosotros, por favor.- Dijo otra de las parejas.
— ¡Nosotros no tenemos ninguna foto juntos!- Exclamó la última pareja.
— ¡Ni nosotras tampoco!- Exclamó Aeris. Me puse un poco roja.
— Pero Aeris… esto es para parej…- Dije.
— ¡Por favor!- Exclamó Aeris.
— No hay quien elija…- Dijo el fotógrafo.- Bueno, posad todos. La pareja que pose mejor se gana la foto.
— ¡Posa como tu sabes, Sil!- Me dijo Aeris con una gran sonrisa.
No pude contener la risa y la miré fijamente. Se estaba comportando tan adorable. Me crucé de brazos y miré fijamente a cámara. Aeris puso una mano en mi y hizo una pose muy bonita, muy ella.
— A ver, a ver…- Mencionó el fotógrafo.- La ultima pareja del dia es…
(ZACK POV)
Teniendo que hacer una regirada a los planes fui a salvar a Biggs, a impedir que cometiera esa locura que estaba pensando en hacer. Llegue al reactor de mako del sector 6 y allí lo vi, sentado en el borde, comiéndose una bolsa de patatas fritas.
— ¿Qué pasa aquí?- Pregunté, acercándome por detrás.
— Los niveles de mako están casi al cero.- Mencionó Biggs.- El reactor está en funcionamiento, pero no logra extraer ni una gota.
— ¿Eso qué significa?- Volvi a preguntar.
— Que la corriente vital está seca.- Me respondió.- Que, hagamos lo que hagamos, el mundo se va a acabar sí o sí. Estamos jodidos.
Biggs se estiró y en ese mismo instante tiró la bomba que había traído por el precipicio.
— ¡Cuidado!- Exclamé
Salimos corriendo y escuchamos un pequeño sonido de bomba. Nos tiramos al suelo y pusimos nuestras manos en la cabeza.
— ¿Ya está…?- Pregunté al no escuchar nada más.
— Me agaché durante el ensayo y ahora he pifiado la misión.- Dijo Biggs.- ¿Por qué tuve que sobrevivir solo yo? ¿Por qué me eligió a mí el destino? Lo has visto, ¿no? ¿Ves que no sé hacer nada bien yo solo?
— No digas eso, hombre.- Dije yo, intentando consolarlo.
— No soy el "elegido" de nadie. Solo el prinagao…- Dijo Biggs.- que mis amigos dejaron atrás.
— Que dejes de decir esas cosas.- Mencioné- Mírame. Si estoy aquí contigo, es porque he elegido estarlo.
Me acerqué a él y le ofrecí la mano. Él la agarró y se levantó, mirándome fijamente.
— Gracias, tio.- Dijo Biggs.- Pero… ¿por qué?
— Pues…- Dije poniéndome una mano en mi mejilla.
— Supongo que atentar contra un reactor son palabras mayores.- Mencionó Biggs.- Por mucho que vaya a acabarse el mundo, no podías permitir esto, ¿no?
— En parte.- Respondí.- Pero más que nada… Es que me tenías preocupado.
— Alucino contigo.- Me dijo Biggs.- No se puede ser más buena gente.
— Ah… Ya lo pillo.- Dije.- Estoy aquí porque quería hacer algo. Quería tomar una decisión. La que fuera. Toda decisión abre un nuevo camino. Abre… un nuevo mundo de tu elección. He decidido retomar las riendas de mi vida.
Biggs se rió de mis palabras. Nos miramos y nos sonreímos. Nos habíamos vuelto muy amigos con la broma. En ese momento, alguien disparo a Biggs y sangre salió de él, cayendo al suelo. Me asusté, no podía creer lo que acababa de ver.
— Oye, Biggs…- Dije yo.- Venga ya… No puede ser… ¡Aguanta, Biggs!
Los centinelas se dirigieron hacia mi y me apuntaron a lo lejos. Miré fijamente al grupo, poco esperanzado.
— Esta vez sí que la palmo.- Me dije.- El destino no perdona.
Puse mi espada delante mio, para que me cubriera y las balas no me dieran.
— Pero, ¿a mí qué me importa?- Pregunté.- ¿Quién decide mi destino?
Me puse la espada en alto, con el filo apuntando arriba y cerré mis ojos.
— ¡Lo voy a decidir yo! ¡Mi vida es mía!- Exclamé.
Empecé a correr y me tiré de manera segura por la plataforma y así evitando a los centinelas.
(Sil POV)
El fotógrafo finalmente decidió hacernos la foto a nosotras y nos la dio.
— ¡Muchisimas gracias!- Exclamó Aeris agarrando la foto.
— No es nada, señorita. Pero no llores.- Mencionó el fotógrafo.
— ¿Eh?- Me giré a mirar a Aeris.
— ¡No estoy apunto de llorar! No se preocupe, señor.- Dijo Aeris.- Bueno, ¿dónde vamos ahora?
— Aeris…- Dije mirando al cielo una vez más.- ¿Hay alguna cosa más que me tengas que contar primero? La gente esta rarisima y tú… me preocupas. ¿Qué está pasando?
— ¿Qué tal si vamos a nuestro sitio?- Preguntó Aeris con una sonrisa.
— ¿Nuestro sitio?- Pregunté de vuelta.
— Piensa, piensa…- Dijo Aeris.- Es un sitio que me encanta. ¡Con esta pista ya deberías saberlo!
Sonreí al ver a Aeris así de ilusionada. Creía saber a dónde nos llevaba a las dos.
(ZACK POV)
Estaba sentado en las escaleras de la iglesia de la barriada, pensativo. Sentía presión, no sabia que hacer.
— Cloud, Biggs, Aeris, Sil… ¿¡Cómo voy a elegir!?- Me pregunté.
En frente mio vi unas botas que me sonaban mucho y al levantar la mirada allí vi a Sephiroth subir las escaleras y dirigirse a la entrada de la iglesia.
— ¡Sephiroth!- Exclamé. No me hizo demasiado caso- ¡Oye!
En ese momento sacó su arma y me apuntó con ella. No tarde en agarrar la mia, muy confundido.
— ¿¡Qué pasa!?- Exclamé.
— Tú no me sirves.- Dijo de golpe Sephiroth.
De golpe hizo una maniobra con su espada y varios espíritus me atacaron tirándome hacia atrás. Sentía que la tierra me tragaba y cuando abrí los ojos ya no me encontraba en la barriada, estaba en un sitio sin luz, sin nada.
— Sephiroth… ¿todo esto es cosa tuya?- Me pregunté.- Pues no va a acabar así.
Empecé a apartar a todos los espiritus que me frenaban y desaparecieron dejándome en un sitio vacío pero ya no era de color negro. Pétalos de lirio amarillo me acompañaban, marcándome un camino.
— Pienso llegar hasta allí.- Mencioné.- ¡Allá voy!
Empecé a ir hacia allí, siguiendo la luz.
(Sil POV)
Finalmente llegamos a la iglesia de la barriada y entramos dirigiéndonos a la pequeña zona con flores.
— Lo sabia.- Dije con una sonrisa.- Es donde nos conocimos…
— Por eso es nuestro sitio especial.- Mencionó Aeris.- Tendríamos más si no fuera porque tenemos pocos recuerdos juntas.
— Hemos vivido muchas cosas.- Dije mirando fijamente las flores.- Pero nos falta por vivir muchísimo más.
— ¿De verdad?- Preguntó Aeris.
— Sí. Es una de las cosas que más quiero.- Respondí.- Eres alguien muy importante para mi, Aeris.
Aeris sonrió y me miró fijamente, parecía ilusionada.
— Es un alivio saber lo que sientes.- Me dijo ella.
— Al final, has estado para mi en todos los momentos…- Mencioné.- Yo… quería pedirte perdón. Imagino que lo de la materia negra… Se ha podido considerar una traición.
— No te preocupes por eso.- Me dijo Aeris.- Lo… sabía desde el principio.
— ¿En serio?- Pregunté.- Yo no lo sabía… Lo he descubierto allí..
— También lo sé… Por eso mismo no te dije nada. Y además.- Me miró a los ojos.- Me quedo más tranquila si la llevas tú.
— ¿Cuántas cosas más sabias que yo no?- Le pregunté.
— Bastantes…- Aeris miró fijamente las flores.- ¿Has… recordado a Zack?
Asentí, agarrandole la mano, para que cogiera más confianza en la conversación.
— Cuando nos vimos por primera vez… te reconocí como la chica de la que Zack hablaba todo el día. Sil esto… Sil aquello… Él te tenía muchísimo aprecio.- Me explicó. Quedé sorprendida por sus palabras.
— ¿Eras tú… aquella florista?- Pregunté.- Zack me habló de que estaba conociendo a alguien… Es de las pocas cosas que recuerdo haber vivido con él.
— Sí… Increíble las vueltas que da la vida, ¿no?- Sonrió Aeris.- ¿Qué pensaría Zack al vernos juntas y tan amigas?
— Creo que… seria el chico más feliz del mundo.- Respondí con una sonrisa.
— Sil.- Me dijo de golpe Aeris acercándose a mí y entregándome la foto.- Quedate esto y… esto.
De golpe me tendió una materia blanca, extremadamente blanca. El color era de lo más singular, nunca había visto nada igual.
— Esto… ¿no era importante para ti?- Pregunté.
— Esta materia… podrá ayudarte a salvar el mundo, Sil.- Me dijo ella, sus ojos temblaban.
— ¿Estás bien?- Pregunté.
Ella vino hacia mí y me puso tanto la materia como la foto en mi mano. Su mano le temblaba, algo estaba pasando.
— Adiós, Sil.- Me dijo.- Te quiero muchísimo.
— Yo también te quiero… pero… ¿qué pasa?- Pregunté.
De golpe un brillo encendió nuestro alrededor y Aeris se acercó a mí empujándome hacia atrás. Me empezaba a caer y no podía hacer nada. Solo pude ver como Aeris me miraba con los ojos repletos de lágrimas y atrás suyo apareció Sephiroth.
— ¡Aeris! ¡No!- Exclamé.
Me caí como a una dimensión interespacial, Ecos blancos me rodeaban y me cuidaban de los Ecos negros. Miré hacia abajo y vi a Sephiroth quien sonreía.
— Sil… He aquí el mundo.- Dijo Sephiroth.- Cada vez que se derrumba la barrera del destino nace un mundo nuevo. El planeta alberga una miríada de mundos en su seno. Algunos nacen y perduran; otros mueren en el acto. Incluso los más longevos desaparecerán algún día. Mas su fin no es motivo de tristeza. Los mundos que se acaban vuelven al planeta… y prolongan su vida. Los hijos de Gaia se deben a ella. Si ella muriera hoy, sus hijos morirían también.
"Según él, lo único que importa es el planeta, y hará lo que sea por protegerlo de cualquier amenaza. Pero el planeta está sufriendo" Escuché la voz de Aeris en mi, de mis recuerdos.
Sephiroth y yo íbamos por el interespacio a toda velocidad, viendo como mundos se abrían y se cerraban sin cesar.
— ¿Oyes eso, Sil?- Me preguntó Sephiroth.- El planeta se regocija… Nos bendice.
— Está… gritando de dolor.- Mencioné.
— Pronto te darás cuenta de la realidad, Sil. Muy pronto.- Me respondió él.- Pronto, volveremos a estar juntos para siempre. El mundo camina hacia el reencuentro. El reencuentro del mundo que ansiamos.
— El reencuentro…- Mencioné yo.
¿Cuál es la realidad?
¿Cuál es el mundo que ansío?
Sephiroth me enseñó unas imágenes de un mundo lleno de túnicas. Todos mis amigos se conviertian en una, todos. Incluso Cloud. Me dolió.
— No, esto no es lo que quiero.- Exclamé.
— Ya está hablado…- Mencionó Sephiroth.- Y… no te olvides de traer a Cloud, si no quieres que termine así. Os doy mi bendición.
Mundo ???
Agarraba fuerte la materia blanca que Aeris me había dado y abrí los ojos, despertando en una especie de bosque extraño. No entendia absolutamente nada. Unos Ecos vinieron rápidamente hacia mi y me intentaron quitar la materia. Me la guardé bien, no quería que me la quitaran.
Saqué mi espada y empecé a luchar contra los Ecos, sacándolos de enmedio. No tardaron en esfumarse. Suspiré de alivio y miré mi alrededor.
— ¡Sil!- De golpe escuché la voz de Aeris.- ¡Volvemos a estar juntas!
— ¿Va todo bien?- Le pregunté.
Ella me asintió y me acerqué.
— Sephiroth no debe estar demasiado lejos.- Mencioné.- Me siento… relativamente observada por él.
— Ya.- Dijo Aeris.- Pero tú ahora céntrate solo en ti.
— ¿Por qué lo dices?- Le pregunté.
— Céntrate en pensar quién eres en realidad y aférrate a la respuesta.- Añadió Aeris.- Yo me encargo de Sephiroth. Y sobre todo… guárdate bien la materia negra. Si no… querrá usarla.
Aeris iba apareciendo y desapareciendo de detrás de los arboles. No podía creer lo que veían mis ojos.
— Sabes… soy la única que puedo detenerle.- Me explicó Aeris acercándose a mi.- Porque soy Cetra.
La materia blanca empezó a brillar y la tendí en mi mano, mirándola fijamente. Aeris la agarró y me sonrió.
— Gracias por traérmela.- Me dijo.- Pero ahora te pertenece.
Aeris me agarró el brazo y me volvió a dar la materia, pero esta vez era totalmente transparente, el color blanco se había fugado.
— Ala…- Dije impresionada.- Ahora… parece un espejo invertido.
Cuando volví a mirar hacia adelante Aeris ya no estaba y cuando giré mi mirada la vi, andando, alejándose.
— ¿Aeris?- Pregunté.- ¡Aeris!
Intenté correr detrás de ella pero los Ecos blancos se pusieron en mi camino, impidiéndomelo. Los intentaba apartar como podia, avanzando lentamente mientras veía a Aeris desaparecer en frente de mis ojos. Me tiraron al suelo y mientras me intentaba arrastrar todo se puso en blanco.
Unas imágenes se empezaron a reproducir en mi mente. Del momento justo en que le agarré la mano a Aeris para que no cayera en el templo de los ancianos y al final, fuimos arrastradas las dos al vacío. Después de eso parecía que Aeris se había despertado y Tifa fue hacia ella, sonriendo al ver que se encontraba bien. Cloud corrió hacia mí y me agarró en brazos. Vi como Aeris hablaba con el grupo pero no escuché nada. Y la siguiente imagen era Cloud, mirándome muy preocupado y a su lado, Tifa, quien también me miraba igual. Cloud me tuvo que agarrar en brazos de nuevo, no reaccionaba y Aeris dijo algo para luego desaparecer, delante nuestro. Delante de todos.
— Aeris… ¿dónde estás?
— ¡Aeris!
— Señorita Aeris. ¿Dónde estás?
Mundo original.
Bosque dormido.
Volví en mí, abrí los ojos y me encontraba en los brazos de Cloud quien me llevaban. De golpe Tifa me miró y una cara de sorpresa se le creó.
— ¡Sil! ¡Estás despierta!- Exclamó Tifa.
— ¿Qué ha pasado…?- Pregunté.
En ese momento Cloud me dejó en el suelo y me miró fijamente. En sus ojos veia su cara de preocupación, se le removieron los sentimientos.
— Sil, joder…- Dijo Cloud abrazandome muy fuerte.
— Pensábamos que te ibas a morir…- Me dijo Barret.
— ¿Y Aeris…?- Pregunté, algo asustada.
— Se ha ido…- Mencionó Yuffie.
— Más allá de este bosque hay una capital oculta que alberga un altar de los Cetra.- Explicó Red XIII.- Allí es donde se dirige Aeris.
— ¿Aún tienes la materia negra?- Me preguntó Yuffie.
— Sí.- Afirmé.
— Aeris debe estar anticipando lo peor… Dijo que solo los Cetra pueden detenerle.- Agregó Yuffie.
— ¿Dónde está la ciudad esa?- Pregunté.
— Solo lo sabe Aeris.- Dijo Red XIII.
— Como la niebla es tan densa, la hemos perdido…- Mencionó Tifa.- Se ha adelantado ella sola.
— ¿Qué…?- Se me pusieron los pelos de punta, algo malo se acercaba.- Hay que darse prisa.
— ¿Estás bien como para seguir?- Me preguntó Cloud.- Si hace falta te llevo…
— Estoy bien…- Miré fijamente la zona y vi a unos Ecos que se dirigian hacia algún lugar.- Por allí.
— ¿Eh? ¿Y cómo lo sabes?- Me preguntó Barret.
— Lo dice el destino.- Respondí.
Empezamos a andar todos juntos. Me sentía un poco desorientada de todo lo que acababa de pasar. Yuffie se acercó a mi.
— Es mejor que esa materia la conserves tú.- Me dijo Yuffie.- La materia negra.
— ¿Y eso por qué?- Le pregunté.
— Me he dado cuenta que tu… eres mucho más hábil que yo con las materias.- Explicó Yuffie.- Estará mucho mejor contigo.
— Eso no es verdad.- Dije con una sonrisa.- Las dos tenemos buenísimas habilidades. Nos compenetramos bien.
— Gracias por decir eso, Sil.- Me dijo ella con una sonrisa.
Yuffie se adelantó y se acercó Barret a mi.
— ¿Has estado todo el camino soñando?- Me preguntó.- Se te notaba mover los ojos bajo el párpado.
— Si, algo así.- Respondí.- No se, ha sido un poco extraño.
— ¿Extraño por qué?- Dijo Barret.
— Estaba… como en un mundo extraño.- Mencioné.- De vuelta en Midgar. Aun así, ha sido bueno volver aunque sea en mi cabeza.
— ¿Lo echas de menos?- Preguntó Barret.
— Podría ser, es mi ciudad.- Sonreí.
— Espero que podamos volver pronto.- Dijo Barret.
En ese momento él empezó a andar rápidamente y Red XIII fue el siguiente que se acercó a mi.
— Sil… ¿Consideras que esto es una niebla normal?- Me preguntó.
— No lo parece, es muy densa.- Dije.
— ¿No te recuerda a los Ecos?- Me preguntó una vez más Red XIII.
— Sí, seguro.- Afirmé.
— Son los guardianes del destino.- Mencionó Red XIII.- Lo cual quiere decir… que estábamos destinados a separarnos de Aeris.
— Espero que no por demasiado tiempo.- Dije.- Todo esto no me da muy buena espina.
— No, a mi tampoco.- Me dijo él antes de avanzar hacia adelante.
Tifa se paró en seco y esperó a que llegara a su altura.
— Sil… Me has tenido muy preocupada.- Me dijo Tifa.
— Lo siento muchisimo.- Respondí.- No era para nada mi intención.
— Si te vuelves a encontrar mal o tienes pensamientos raros, dínoslo, ¿vale?- Mencionó Tifa.
— Sí, lo haré… A veces siento que no soy yo… O quizás es ahora que no soy yo… No lo sé.- Expliqué.- Es todo tan confuso.
— Sea lo que sea, estaremos a tu lado Sil.- Agregó Tifa.- Pide ayuda si la necesitas, por favor.
— Lo haré, de verdad. ¡Tifa no te preocupes más!- Dije con una sonrisa.- Por suerte estoy bien…
— Me alegra, de veras.- Mencionó.
En ese momento Tifa se fue rápidamente hacia adelante y Cait Sith se puso a mi lado.
— Sil.- Me dijo.- Ya he pedido miauchas disculpas a los demás camaradas, pero todavía me quedas tú… Te juro prrr mis siete vidas que lamento el trueque del Gold Saucer. Sabía que la piedra angular era miau peligrosa. Pensé que, si le caía una miauldición a alguien, que fuera a Shinra.
— No te disculpes.- Dije yo con una risita.- Soy la que más te entiende.
— He estado pensando miaucho en las palabras que me dijiste.- Mencionó Cait Sith.- Me hicieron reflexionar miaucho.
— Es lo que pienso cada vez que nos encontramos a los Turcos.- Respondí.- Al final, les quiero mucho pero lo primero sois vosotros, mis amigos.
— Eso es tan miaunito, Sil. Se me saltan las lagrimillas…- Dijo Cait Sith.- A partir de ahora, ¡podéis contar conmigo para lo que sea! ¡Palabra de michi!
Cait Sith se adelantó y vino Cloud hacia mi agarrandome la mano.
— Te he echado de menos este rato.- Me dijo Cloud. No pude evitar ponerme roja.- No me perdonaría si algo malo te pasara.
— Gracias…- Dije, con el corazón a mil.- Yo también te he echado de menos. Por suerte, estoy aquí.
— Ahora no dejaré que te separes de mi.- Mencionó.
— ¡Oye!- Exclamé.- ¡Desde cuando te has vuelto tan cursi!
— Simplemente… he tenido miedo de perderte.- Explicó.
— Eso… es muy bonito.- Lo miré a los ojos y él me miró. Nos sonreímos. El amor decoraba el ambiente.- Te quiero, Cloud.
— Yo también te quiero, Sil.- Me respondió él.
Capital olvidada.
Finalmente llegamos a una zona nueva, fuera del bosque. Parecía una especie de ciudad extraña, abandonada. Daba muchísima impresión.
— ¿Es aquí?- Preguntó Tifa.
— ¡Ah, claro!- Exclamó Red XIII.- Si, tiene que ser aquí. Esta es la capital olvidada de los Cetra. Mi abu me ha hablado un montón de este sitio.
— El altar tiene que estar por aquí, ¿no?- Preguntó Yuffie.- ¡Pega con el ambiente!
— Venga, vamos a buscar a Aeris.- Mencionó Barret.
Los Ecos aparecieron de golpe y la ciudad se inundó de ellos. Algo estaba pasando.
— Ya están aquí los Ecos tocando las narices…- Dijo Barret.
— Estos Ecos…- Mencionó Tifa.
— Estos… no aguardan ningún destino.- Expliqué.- Los controla Sephiroth.
Os estoy esperando, Sil, Cloud.
En ese momento el cielo se volvió de color rojizo y vimos un gran meteorito que se acercaba a donde estabamos.
— No puede ser…- Dijo Red XIII.
Los Ecos tragaron el meteorito y este desapareció y de su concentración salió Sephiroth de nuevo, mirándonos fijamente.
— Aeris, reza cuanto quieras.- Dijo Sephiroth.- El reencuentro.. La fusión de los mundos… se aproxima. Cuando la ira y la tristeza lo arrasen todo, el planeta se hará más fuerte.
En ese momento desapareció y todo el lugar fue custiodado tanto por Ecos negros como por Ecos blancos.
— Estos Ecos son blancos.- Mencionó Red XIII.
— Están defendiendo el lugar.- Expliqué.
Mientras andábamos tuvimos que enfrentarnos a varios Ecos que hacían su trabajo de proteger el destino. De golpe, muchísimos Ecos se pusieron delante nuestro creando una cascada de ellos y por lo tanto, una pared. No podiamos pasar.
— Otro cruce del destino.- Dijo Barret.
Red XIII intentó cargar contra ellos pero fue en vano, era demasiado fuerte.
— ¿Cómo pasamos?- Preguntó Red XIII.
— Ya os digo cómo.- Expresó Barret.- No es la primera vez que le plantó cara al destino. Mi niña, ¡papá volverá pronto a casa!
Barret intentó poner la mano pero fue en vano lo tiró hacia atrás.
— Aeris…- Dijo Tifa.
— Esperad…- Mencioné.- Esto es marcado por el destino…
Empecé a andar con determinación y abrí una brecha en los Ecos aunque no iba a aguantar demasiado. Barret, Yuffie, Tifa y Cloud fueron hacia la brecha y la intentaron mantener abierta. Parecía que se iba a cerrar pero de golpe apareció Vincent quien también la aguantaba.
— ¡Sil, ve!- Exclamó Vincent.
— Regresaré pronto.- Dije entrando por la brecha y saliendo por el otro lado. Una vez más me encontraba totalmente sola.
Templo vital.
Entré a una especie de sitio extraño, piedras luminosas alumbraban absolutamente toda la zona y era super bonito de ver. Me puse en una plataforma y esta empezó a bajar, llevándome a otro sitio. Estaba de lleno en la ciudad de los Cetra. Tenia que encontrar a Aeris. No pintaba nada bien.
Empecé a correr por las calles, sin mirar atrás y como más me acercaba, más escuchaba con claridad la voz de Aeris.
— Gaia… Estripe de los Cetra… Yo os imploro. Socorredme. Soy la última de los Cetra. Y ni siquiera sé rezaros como es debido. Quiero mucho a mis amigos. Por eso quiero protegerlos. Ese es mi único deseo.
Subí las escaleras y allí la vi, rezando. Me acerqué poco a poco a ella, los Ecos intentaban mi impedida al centro, a ella. Me estaba costando pero no me iba a rendir así como así.
— Gaia… Estripe de los Cetra… Desveladme el camino…
Vi una pluma negra caer del cielo y en ese momento vi a Sephiroth desde arriba. Caía a toda velocidad, con la espada en mano, apuntando hacia abajo.
— ¡Aeris!- Exclamé.
Sin pensar demasiado reaccioné y me tiré hacia ella, tirándola al suelo. Ella me miró a los ojos, sorprendida y yo me puse encima de ella esperando que la espada se clavara en mi. Noté la espada de Sephiroth atravesar todo mi interior pero no sentí dolor. El dolor lo sentí al bajar la mirada y ver que mi intento de protegerla no había servido de nada. Sephiroth había clavado la espada sin piedad, traspasandome y llegando al cuerpo de Aeris. Ella empezó a sangrar, y mis ojos se llenaron de lágrimas. La materia blanca, que aún conservaba Aeris, saltó en ese momento escaleras abajo.
Todo el dolor que sentía era porque nos habías dejado.
— ¡Aeris, no! No puedes dejarnos… No… Por favor…
Mis lágrimas manchaban la cara de Aeris quien ya no respondía. El corazón se me apretaba y me estrujaba. Mientras ella yacía muerta, yo había sobrevivido como si nada a la espada de Sephiroth, era todo tan injusto. Abracé fuerte a Aeris y me apoyé en ella.
¿Por qué…? No es justo… Yo quiero morir para protegerte. ¿Por qué te has tenido que morir tú…? Yo…
— ¿No te lo preguntas?- Me dijo Sephiroth mirando hacia el cielo.- ¿Por qué no estás muerta? Sil… ¿Acaso… estamos vivos? O es que… ¿nada puede matarnos?
— ¡Calláte!- Exclamé.
— Mira como tu cuerpo se recompone… Solo sale un aura negra de ti…- Volvió a hablar.
En ese momento noté la mano de Aeris en mi pelo y yo levanté mi mirada viéndola con sus ojos abiertos.
— Sil, todo irá bien…- Mencionó Aeris.
— Aeris… No…- Las lágrimas seguían corriendo por mi mejilla.
Ella cerró sus ojos una vez más, notaba la corriente vital a su lado. No podía con todo el dolor que estaba sintiendo.
— ¡Sil!- La voz de Cloud sonaba a lo lejos.- ¡Aeris!
— ¡Cabrón!- Escuché la voz de Barret.
— ¡Aeris!- Era la voz de Tifa.
— Que dé comienzo… la convergencia de estos mundos atormentados.- Mencionó Sephiroth.- La desdicha siempre prevalece. La felicidad es efímera. ¡Con qué rapidez se torna en rabia, tristeza, odio! Así ha de ser… Se acerca una ola de destrucción.
Volví a mirar a Aeris y la volví a ver viva. No sé en que mundo seguía con nosotros, pero en el mundo natural ya no… Ella me asintió, con una sonrisa.
— Aeris…- Expresé.- Volveré…
Me levanté poco a poco, poniendo mi mano en mi vientre. No tenía ni un poco de sangre, solo un hueco que poco a poco iba cerrandose.
— ¡Sil!- Exclamó Tifa al verme fijamente.
— ¡Sephiroth!- Exclamó Cloud al ver el agujero en mi y fue corriendo hacia él, atacándole.
— Estoy… jugando mi mejor partida.- Dijo Sephiroth con una gran sonrisa.
De golpe Sephiroth apretó su puño y se transformó en Jénova viviente, en la corrupción. Me puse en guardia, sacando mi espada.
— ¡Sil, no puedes luchar así!- Exclamó Barret.- ¡Tienes un agujero del tamaño de una manzana en tu estómago!
— Se está cerrando…- Respondí.- No puede matarme… Lo he entendido.
Empezamos a luchar todos juntos. Nos conmovía la rabia, la ira, la tristeza. Todos aquellos que, para Sephiroth, eran un pecado. Pero eso era lo que nos hacía más humanos, lo fuera más o menos.
— ¡Tenemos que ser fuertes!- Exclamó Tifa.
— Claro que sí.- Dijo Cloud.
De golpe, Jénova empezó a mover las plataformas y nos separó en grupos. Por suerte, Cloud se encontraba conmigo. Jénova estaba atacando a otro grupo y pude mirar por un momento mi vientre.
— ¿Estás bien?- Me preguntó Cloud.
— Sí.- Respondí.- Ahora ya es más pequeño… No creo que tarde en cerrarse.
En ese momento, Jénova viviente se puso delante nuestro y Cloud y yo nos agarramos las manos.
— ¡Vamos a derrotarla!- Exclamó Cloud.
— ¡Juntos!- Exclamé yo.
Usé mis habilidades con las materias y Cloud empezó a usar su fuerza física contra el monstruo, clavándole su espada varias veces seguidas en su punto débil. Me acerqué yo corriendo hacia la bestia y atravesé mi espada de arriba a bajo haciendo que gritara de dolor.
De golpe nos volvimos a juntar con los demás antes de que Jénova viviente desapareciera pero los Ecos nos rodearon y un aura blanca salió de donde estabamos.
— ¿Qué está pasando?- Preguntó Barret.
(Zack POV)
Aún me encontraba dando vueltas por la nada, el sitio en blanco. No encontraba salida.
— ¿Hola?- Exclamé.- Ande lo que ande… está todo blanco. ¡Holaaaaa! ¿Eh?
De repente vi a unos espectros venir a toda velocidad hacia mi y se giraron. Allí, vi a Sil, en guardia. Sin moverse.
— ¡Sil!- Exclamé.- ¡Por fin te encuentro! Me alegro tanto de verte… Aunque, estás muy cambiada, ¿no?
(Sil POV)
Me encontraba sola, en guardia, los Ecos me rodeaban. De golpe noté como que alguien me tocaba y me giré, encontrando a Zack.
— ¿Zack?- Pregunté, muy sorpendida.- Zack.. estas vivo…
— ¡Sil!- Exclamó Zack mirándome fijamente y abrazándome fuerte.- ¡Te he estado buscando como el que más! ¡No sabes cuanto!
— ¿Cómo?- Pregunté, sin entender nada pero feliz de estar junto con él de nuevo.
Varias plumas negras aparecieron del cielo y nos pusimos los dos en guardia, espalda contra espalda.
— Casi que… hablamos luego.- Dijo Zack.
Sephiroth apareció delante nuestro con una sonrisa. Se puso en guardia, con su espada.
— ¡Sephiroth!- Exclamamos Zack y yo al unísono.
— ¡Sil! ¿Preparada?- Me preguntó Zack.- ¡Luchemos juntos!
— Sí.- Exclamé.- ¡Como en los viejos tiempos!
Empezamos a luchar contra Sephiroth los dos juntos. Nos complementabamos tan bien que se notaba que en un pasado habíamos practicado juntos. Éramos uña y carne.
— ¡Oye!- Exclamó Zack mirando a Sephiroth.- ¡Tú eras de los nuestros! ¿Adónde ha ido a parar tu orgullo de Soldado?
— Ni me importa.- Respondió Sephiroth.
— Ya lo veo.- Exclamó Zack.- Por eso hiciste lo que hiciste. ¡Y lo que te queda! ¡Ya lo veo todo claro!
— ¡Zack! ¡Ahora!- Exclamé.
— ¡Entendido!- Dijo él con una sonrisa.
Saltamos a la vez contra Sephiroth quien había alzado vuelo y él levantó su arma.
— Dos mundos se cruzan… y vuelven a separarse.- Dijo Sephiroth.
En ese momento cortó a la nada pero el viento nos separó, cayendo cada uno a un lado de la plataforma. Vi como donde había caído Zack empezaba a formarse una brecha, la misma que viví yo cuando estaba pasando entre mundos.
— ¡Zaaaack!- Exclamé.
— ¡Sil, cuida de Aeris!- Exclamó Zack antes de desaparecer.
Me quedé mirando fijamente la zona en la que había desaparecido, algo dolida. Por fin habíamos vuelto a coincidir y el destino decidió separarnos tan rápido.
— Sil… Te concederé un combate.- Me dijo Sephiroth.
En ese momento Sephiroth se transformó en un bicho enorme. Fui hacia él rápidamente y empecé a atacar la parte inferior de su nueva forma. Parecía que había encontrado un punto débil pues se debilitó. Me agarré fuerte a él y empecé a trepar su cuerpo hasta llegar a su cabeza y empecé a darle golpes con mi espada, sin parar. Un grito de desesperación salió de él y de golpe atravesó una especie de portal, dejándome totalmente sola.
— Sil, te he cuidado siempre desde el más allá.- Era la voz de Zack, lo escuchaba en mi cabeza.- Siempre, pase lo que pase, estaré contigo.
— Somos… ¡los mejores amigos!- Exclamé yo.
Puse mi arma como solía hacer Zack y cerré mis ojos. Le notaba en otro mundo, en otro más allá.
— ¡Persigue tus sueños! - Exclamamos Zack y yo a la vez. Le escuché.
Me sentí con mucha más fuerza, mucho más recuperada, mucho más sedienta de venganza.
— ¡Sil!- Una voz me desconcentró y al mirar era Cloud quien venía saltando las plataformas hacia mi.- ¿Todo bien?
— Sí.- Dije.- Sephiroth se ha transformado en un bicho enorme, pero ha desaparecido.
— Está en otro lado, luchando contra los demás.- Me dijo Cloud mirándome fijamente el vientre.- Ya no tienes el agujero.
— Qué rápido ha cerrado.- Expresé.- ¿Sabes? Zack ha estado aquí hace un momento.
— ¿Eh?- Preguntó Cloud sin enterarse de nada.
— Los mundos que pueden generar un solo mundo son increíbles…- Mencioné.
Sephiroth en su forma normal apareció delante nuestro y nos miró fijamente. Cloud y yo rápidamente nos pusimos en guardia. De golpe, miramos hacia atrás y vimos a Aeris quien venía hacia nosotros sosteniendo su báculo. Mi corazón se encogió.
— ¡Esto lo decidirá todo!- Exclamó Aeris.
Asentí y Cloud también lo hizo. Nos pusimos cada uno a un lado de Aeris, con nuestras armas.
— He de reconocer.- Dijo Sephiroth mirando a Aeris.- que te había subestimado.
Empezamos a luchar juntos contra Sephiroth, los tres juntos, usando nuestro mayor poder.
— ¿Será ella un espejismo? ¿O, es real?- Nos dijo Sephiroth.
— ¡Ya no nos engañas más!- Exclamó Cloud.
— ¿No te entristece estar solo?- Le preguntó Aeris.
— No he estado solo en ningún punto. ¿Verdad, Sil?- Me sonrió, atacandome.
— Nunca voy a estar de tu parte. No te voy a perdonar nada, nada de lo que has hecho.- Exclamé.
Él se empezó a reir y yo sentí tal furia en mi interior que tenia que hacer algo, tenía que matarle. Saqué mis tres materias elementales principales: Piro, hielo, electro. Y las infusioné con mi espada, creando la conexión definitiva. La arma elemental.
— ¡Juntos!- Exclamé.
Los tres a la vez atacamos, con nuestros poderes más fuertes y Sephiroth cayó en el suelo, apoyando una rodilla. Se levantó y nos miró fijamente antes de salir volando.
— Aún sonríe.- Dijo Cloud.
— Entonces es que no ha terminado.- Mencionó Aeris.
Sephiroth se fue y varios Ecos blancos nos rodeaban a los tres. Me acerqué a ellos y les agarré una mano a cada uno cerrando fuerte los ojos.
— Vámonos.- Dijo Aeris.- Los demás deben estar esperando.
En ese momento noté como la mano de Aeris se desvanecía, se había ido al planeta, al más allá…
…..
…
Finalmente terminó, la batalla contra Sephiroth llegó a su fin. El grupo rodeaba a Aeris quien yacía en el suelo, muerta. Tifa estaba llorando, arrodillada ante ella. El corazón me dolía, mucho. Sabía que no iba a despertar, nunca más.
Salimos de la zona, todo el mundo estaba muy triste. Me senté al lado del agua y me lo quedé mirandofijamente.
En otro mundo, sigues aquí, con nosotros. ¿Verdad, Aeris?
— Ya llevamos mucho aquí.- Dijo Barret.- Vámonos.
— Sí, de acuerdo.- Dijo Cloud.
En ese momento recordé la materia blanca y me giré y allí estaba Aeris sonriendome.
— Os acompaño.- Me dijo ella con una gran sonrisa.
Le sonreí de vuelta y me levanté junto con ella. Solo yo podía notar su presencia pero me llenaba el corazón saber que si, que de alguna manera o otra, la tenía a mi lado.
— Tifa, ¿vienes?- Preguntó Cloud.
Ella finalmente se levantó y salimos de allí rumbo a nuestro siguiente destino.
(Varias horas más tarde)
Nos encontrábamos en una pradera. Cid intentaba arreglar la avioneta para que por fin pudiera volar una vez más. Yo, estaba sentanda en el suelo, junto con Cloud. Me apoyé en él.
— ¡Arreando, el cielo llama!- Exclamó Cid cuando la nave por fin sonaba bien.
— Ella… seguirá con nosotros. ¿Verdad, Cloud?- Lo miré, con una sonrisa.
— Estoy seguro de ello.- Respondió él, agarrándome la mano y entrelazando mis dedos con los suyos.
Saqué la foto que Aeris me había dado, la que nos hicimos en el otro mundo, en Midgar y el punto del libro de la flor. Cloud miró fijamente los objetos que yo mantenía en mis manos.
— ¿En qué momento os hicisteis esta foto?- Me preguntó.
— En el momento que más juntas estuvimos.- Respondí, con una sonrisa.
— ¡Venga! ¡Todos a bordo o os dejo en tierra!- Exclamó Cid.
Me lo volví a guardar todo y me levanté junto con Cloud. Nos agarramos fuerte la mano, sin soltarnos.
No miréis al cielo.
La voz de Aeris sonó y rápidamente miré al cielo, viendo esa misteriosa brecha una vez más. No pude evitar sonreír.
— Vamos al norte.- Dijo Cloud.- Tenemos que acabar con Sephiroth.
— ¿Al norte?- Preguntó Barret.
— Sé cómo piensa, porque los dos somos Soldados.- Mencionó Cloud.
— ¡Pues eso nos viene de lujo!- Exclamó Yuffie.
— Tú mandas…- Dijo Barret para luego mirarme a mi.- Llevas lo que más pesa para todos, cuidalo bien.
— ¿¡Qué decís de peso!?- Exclamó Cid desde dentro de la avioneta.- ¡Al que lleve más peso del debido lo tiro en marcha!
— Tranquilo. A quien se caiga, yo lo recojo.- Dijo Cloud entrando al avión.
Miré a Tifa y le sonreí. Parecía muy afectada.
— Sube.- Le dije acercándome a ella.- Si Aeris te viera así no se lo perdonaría.
— Tienes razón, Sil.- Mencionó Tifa.- Gracias.
Se subió a la avioneta y tan solo quedaba yo. Miré hacia atrás y allí la vi, preciosa como siempre.
— Buen viaje.- Nos dijo Aeris.
— ¿Estarás bien aquí?- Le pregunté.
— Sí. Este es… el hogar de los Cetra- Me sonrió.- No te preocupes, estaré con vosotros desde aquí.
Aeris se señaló el corazón y yo sonreí.
— Te creo.- Dije.- Pero avisanos si de casualidad algún día necesitas ayuda.
— ¡Os haré una señal de humo!- Exclamó Aeris, no pude evitar reir.
— Entonces, estaremos pendientes.- Sonreí.
La avioneta arrancó y las dos lo miramos.
— Voy a rezar día y noche para detener a Meteo.- Dijo Aeris.- Y tú… también tienes un trabajo importante. Eres la única capaz de esto.
— Sí.- Mencioné.- Sephiroth morirá.
— ¡Se que puedes!- Exclamó Aeris.
— Podremos juntos.- Sonreí.- Todos, incluida tú.
— Sí, juntos.
Subí a la avioneta y me senté en mi sitio. Rápidamente Cid alzó el vuelo y nos alejamos de allí, surcando el cielo rumbo a nuestro destino final.
Gracias Aeris, lucharé por ti.
— Ninguna promesa espera el final del viaje.
Fin (de momento)
-
Esto es una adaptación de la obra original FINAL FANTASY VII (SQUARE ENIX©) sin fines de lucro. Solo tiene fines lúdicos y de comunidad. Prohibida la copia de la adaptación igual que la extracción de personajes propios sin autorización.
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me encanto la idea de jacegon married!
"Sonríe siempre, sé amable, no hagas comentarios irónicos sobre la empresa.... Por favor, Aegon".
- Caballeros, este es Aegon. - Jace me da un beso detrás de la oreja, siento que su barba raída me hace cosquillas.
- Mi marido. Amor, este es nuestro nuevo compañeros, Sr. Stark, y este es Sr. Greyjoy.
El moreno sonríe con fuerza.
- Oh, vamos, Jace. Ahórranos tanta sutileza. Puedes llamarme Cregan, Aegon. Jace Habla mucho de ti.
- Encantado de conocerte, Cregan.
- Jace me dijo que eres compositor.
¿Lo hizo? Creo. No recuerdo la última vez que Jace se tomó el tiempo de escucharme cantar algo. La última vez se rió y dijo que estaba haciendo todo lo posible para que nuestro futuro fuera más seguro y cómodo, como si eso justificara siempre su ausencia y frialdad.
Desde entonces, apenas escribo nada y, cuando lo hago, me lo guardo para mí. Siento que se siente agradecido, pero veo que sigue siendo la única excusa que puede dar para no tener un marido como ellos. Con gomina en el pelo. Lazos en línea. Pulseras en su justa medida.
Sólo sonrío.
- Sí", respondo.
No se me ocurre nada. Miro a Jace para que cambie de tema, porque siempre sé adónde va. Siempre me preguntan si estoy trabajando en algo. Si estoy en un sello discográfico. Si he acertado. Esperan que sea tan prometedor como Jace, pero siempre sé las respuestas.
No, no, no.
- Es increíble. - Jace dice. - Caballeros, si no les importa, voy a enseñarle algunas cosas. Disfruta de la fiesta.
- Gracias", dice el Sr. Stark con una sonrisa en la cara. - El me mira. - Tienes suerte.
Ese también es viejo. He oído que tengo suerte de tener a Jace todo el tiempo. No puedo mentir, siempre me he sentido afortunada de tenerlo. Pero hoy, me siento agotada por no tenerlo conmigo.
Siento su mano en mi cintura. Cojo una copa de champán y me la trago de golpe. Me lleva fuera, a un jardín oscuro y vacío. Quiero llorar sobre su pecho, pero me contengo. El día es importante para él. Tomo nota cada segundo antes de abrir la boca. Necesito seguir toda la noche sin arrebatos ni lágrimas.
- ¿Va todo bien?", pregunta.
- Estoy bien. Sólo un poco cansado. - le respondo, cogiéndole la mano y entrelazando nuestros dedos. No sé cuánto tiempo podremos estar así, así que necesito que dure lo suficiente para matar el anhelo.
Me besa la frente.
- Te quiero. ¿Podemos quedarnos hasta el final y parecer un poco más felices?
Apoyo la cabeza en su pecho, pero no lloro.
- Me alegro por ti. - Intento discutir, pero en realidad no sé lo que siento. Si estoy triste o enfadado, si estoy contento o simplemente amargado. - Estoy orgulloso de ti y aquí estoy.
- De acuerdo. - responde. - ¿Volvemos?
- ¿Me das un beso?
Me permito preguntar. Me siento lo suficientemente melancólica como para suplicar un beso porque mi pecho arde por tu afecto. Sé que me quieres, pero hace tiempo que no prestas atención a eso. Así que no me importa. Él responde "claro", con sus delicadas manos en mi cuello siento sus labios en los míos, con sabor a alcohol, pero la ligereza con la que mueve su boca contra la mía me da más vértigo. Jace me besa lentamente y yo le sigo al mismo ritmo. Su cuerpo parece tener un imán que me acerca. Mis manos acarician su cara. Los recuerdos llenan mi visión.
Te echo de menos, quiero decir. Luego me da un beso rápido, una simple caricia y sonríe.
- Vamos.
Y le tiende la mano. Y yo le sigo.
tengo algunas ideas mas
OMG ITS SO BEAUTIFUL AND HEARTBREAKING! I LOVE THIS THREAD!!!
(I couldn’t read español so I found some help. please allow me to copy the English version of your words below)
I know the translation must’ve killed something. But the story is so delicately hurtful already. I could felt Aeg’s deeply repressed melancholy between lines which sadly Jace couldn’t read into.
(Can I say I love the line Jace told him “could we go back and you look a little happier? It brought a cold husband!Jace to life and gave me goose bumps)
Please you said you have more ideas please spill them on me!!!! I’m dying waiting🥺🥺💞
From dear anon:
i loved the idea of jacegon married!
"Smile always, be kind, don't make ironic remarks about the company.... Please Aegon."
- Gentlemen, this is Aegon. - Jace gives me a kiss behind my ear, I feel his scraggly beard tickle me.
- My husband. Love, this is our new companion, Mr. Stark, and this is Mr. Greyjoy.
The dark-haired man smiles brightly.
- Oh, come on, Jace. Spare us all the subtlety. You can call me Cregan, Aegon. Jace talks about you a lot.
- Nice to meet you, Cregan.
- Jace tells me you're a composer.
Did he? I think. I can't remember the last time Jace took the time to listen to me sing something. The last time he laughed and said he was doing everything he could to make our future safer and more comfortable, as if that always justified his absence and coldness.
Since then, I hardly write anything, and when I do, I keep it to myself. I sense that he feels grateful, but I see that it's still the only excuse he can give for not having a husband like them. With hair gel in his hair. Bows on a line. Bracelets in just the right amount.
I just smile.
- Yes, I reply.
I can't think of anything. I look at Jace to change the subject, because I always know where he's going. They always ask me if I'm working on something. If I'm on a record label. If I've got it right.
They expect me to be as promising as Jace, but I always know the answers.
No, no, no.
- It's amazing. - Jace says. - Gentlemen, if you don't mind, I'm going to show him a few things. Enjoy the party.
- Thank you," Mr. Stark says with a smile on his face. - He looks at me. - You're in luck.
That one's old too. I hear I'm lucky to have Jace all the time.
I can't lie, I've always felt lucky to have him. But today, I feel exhausted not having him with me.
I feel his hand on my waist. I pick up a glass of champagne and gulp it down. He takes me outside, to a dark, empty garden. I want to cry on his chest, but I restrain myself. The day is important to him. I take note every second before I open my mouth. I need to go through the night without outbursts or tears.
- Is everything okay?" he asks.
- I'm fine. Just a little tired. - I reply, taking her hand and intertwining our fingers. I don't know how long we can stay like this, so I need it to last long enough to kill the longing.
He kisses my forehead.
- I love you. Can we stay until the end and look a little happier?
I rest my head on his chest, but I don't cry.
- I'm happy for you. - I try to argue, but I don't really know what I feel. If I'm sad or angry, if I'm happy or just bitter. -
I'm proud of you and here I am.- he responds. - Shall we go back?
- Can I have a kiss?
I allow myself to ask. I feel melancholy enough to beg for a kiss because my breast burns for your affection. I know you love me, but you haven't paid attention to that in a while. So I don't care.
He replies "sure", with his delicate hands on my neck I feel his lips on mine, tasting of alcohol, but the lightness with which he moves his mouth against mine makes me more giddy. Jace kisses me slowly and I follow him at the same pace. His body seems to have a magnet that draws me closer. My hands caress his face. Memories fill my vision.
I miss you, I want to say. Then he gives me a quick kiss, a simple caress and smiles.
- Come on.
And he holds out his hand. And I follow.
I have a few more ideas
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Qué harías si alguien de acá te reconociera por la calle? Quizás por el pelo, por alguna prenda o cualquier detalle... Te asustarías? (sería super entendible) O todo va en la forma que la persona se acerque y te lo diga/pregunte? Sé que es super difícil pero no imposible. O no? Qué pasaría? 😮
Depende de la forma exactamente como dices, ahora también, es súper difícil que suceda, pero ok supongamos que sucede. Quizás me salude y eso, pero honestamente, he generado nulo lazo prácticamente con gente aquí, uno que otro caso puntual a parte, pero en su mayoría nulo lazo como para que tengan algo que decirme más allá que un “hola”
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Un mini comic que se me ocurrio, algo que pasa mientras Magolor y Susie crecen, ademas porque me hace gracia que Magolor sea un gato de pelo largo pero que odie tenerlo asi por lo que se lo recorda para parecerse mas al de su padre y que Susie cuando tiene el pelo medio largo le ponga lazos para que el frechillo no le tape los ojos
Soy yo o Susie con capita se ve adorable
#kirby#kirbycomic#KirbyOC#magic#magolor#susie haltmann#Historias de cuando eran chiquitos#Magolor es de pelo largo
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Porque es tan importante todo para vos me pregunta mi Victoria Herrera de adentro que desconoce a esta Victoria Herrera
Y yo me digo “Porque es lo que siento”
Me nace en hacerlo
Lo siento del adentro
Mis sueños son lo más importante que yo tenía que cumplir
Y tengo la capacidad mental para poder contra esto y más porque así como armé el rompecabezas solita es porque soy inteligencia y me sobra y nunca dudé de que yo no sea intelectual por eso me cagaba de la risa del Celepito Coreo diciéndole que es burro cuando le gané con todas las veces que le gané cuando me tomaba el pelo en mi escuelita intert
Y porque se creen que también me cago de la risa de la Julia Rivas
Hay que tener cabeza para todas estas cosas por eso siempre gano
Y se me nota el entusiasmo que nunca tuve en la patria
El mismo entusiasmo que tienen los patrióticos conmigo es el que yo tengo con los villancicos
A mí me valía verga que se vincularan hasta era una locura de algo de enfermos todo eso de vivía rabiando por eso hasta lo vivía como un trauma de algo gravísimo para mí pero se me dió vuelta todo cuando conocí al villancico
Es increíblemente las cosas que me siguen pasando ahora en este preciso momento
Lo del congreso con mi nombre
Lo de Ottawa para mi festejo de mi cumpleaños en Norteamerica y mi sueño como Ryan Grantham y la portada de Nueva York de mi esposo de nuestro bodal
Miren como vine a disparar 1 disparo para 3 sueños en 1
Con tan sólo un lugar
3 cuadraditos de cabinas hay en Ottawa
Yo disparé así un disparo y se dividió en 3 y emboqué de ese mismo disparo en las 3 cabinitas
En Ottawa Ryan Grantham se entregó cuando pasó todo lo de su asesinato
Mató y se fue a Ottawa
Aún en Vancouver no e terminado gente
Tengo mi vuelo hoy a Ottawa pero antes tengo que dejar mis plagarías acá en Vancouver antes de subirme al avión que me va a llevar a Nueva Yorwa para mi lazo matrimonial con mi esposo Gamt
Y es pero lamentable para el Bauti Herrera que esté viendo todo este mapa que estoy diseñando para mi futuro con el villancico y aún crea que tiene chances conmigo cuando no hize esto por él pero en el nunca
Es lo único que le queda
Las chances imaginarias
Ya no le queda nada
Al Bauti Herrera ya no le dejé nada
Todo lo que hago pareciera qué hay algo que lo vincula a él pero no
Yo sé muy bien lo que hago
No hago nada para el Bauti Herrwra
No pienso en el Bauti Herrera cuando hago algo acá en Norteamerica
Todo lo que e hecho termina dirigiendose al villancico
Pareciera que es para él pero e tenido que pasar por algo percibido a él para llegar al villancico
La herrerona ya debatió ese tema de que e usado la patria para llegar al villancico por cosas que usó con los colores patrióticos
A veces me da pena que se haga la ilusión de que yo voy a volver con él o que va a tener una oportunidad conmigo cuando yo estoy haciendo cosas por otro y no por él
osea por mi novio norteamericano
Porque yo re emocionada re metida haciendo cosas para mi villancico y el Bauti Herrera creyendo qué hay una posibilidad más
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Daddy issues
Hoy te vi con el uniforme blanco y el lazo en tu cabello, estabas de espaldas y no podia dejar de pensar en ti, de los recuerdos, los momentos vividos, las risas y las lagrimas, mientras tanto la chica en frente mio trata de hablar conmigo sobre sus gustos y metas, pero no puedo dejar de verte, tu pelo castaño cae por tu espalda y recuerdo cuando lo peinaba como si te trataras de rapunzel, o cuando te lo lavaba en el baño mientras reiamos, no puedo para de recordar esas cosas mientras una linda chica me sonrie al frente, y solo puedo verla con dolor, porque no tengo palabras, no se de que hablamos o siquiera porque trata de tener un conversacion con alguien como yo, asi que solo sonrio y le hago una pregunta, ¿cual? no lo se, eso no lo recuerdo, eso no, y pareciera que tampoco recuerdo que ese pelo que cualga de ese lazo blanco, no es tuyo, porque ya no estas, pero aun asi, sigues siendo la niña mas linda de la galaxia :´).
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Por eso yo regreso a mi ciudad (1969)
Ayer, por ejemplo, pasa un señor de camisa azul con una mujer gorda, y casi me agarran mirando desde la ventana. Conversaban entre ellos cuando, no sé por qué, porque yo no hice nada para delatarme, voltearon a mirar hacia la ventana y yo sólo tuve tiempo de lanzarme contra el suelo, de cabeza, temblando de miedo.
Pero no fue esa la única ocasión en la que algo ha fallado, no. Hace quince días era una muchacha de pelo largo, muy bonita. Venía con libros en la mano y cantando algo. Caminaba mirando el suelo y sonreía, y yo me acerqué un poco más al papelillo que cubre esta malla, para mirar más de cerca a la muchacha sonriente, entonces fue cuando el papelillo crujió de un modo horrible, y la muchacha saltó su vista hacia acá. Yo no sé que tendrá mi cara, o si algo le ha pasado a ella desde que no la veo en un espejo, el hecho es que la muchacha miró y abrió mucho los ojos y tal vez hasta allá alcanzado a gritar algo cuando yo me escurrí más allá del papelillo, sudando frío, calculando el tiempo máximo en el cual la muchacha hubiera reemprendido su camino. Conté hasta cien, y cuando levanté la cabeza para mirar a través del papelillo y la reja, pensé que había contado muy poco, que la muchacha todavía no se había alejado. Temeroso como un animal apresado, subí los ojos más arriba del marco, pero ella ya no estaba.
He tenido contratiempos de otra clase, claro, por eso es que digo que debo tener más cuidado con el asunto. Esta ventana mía tiene forma de iglesia. Iglesias como las que salen pintadas en las enciclopedias, como agujas. Claro que muchas veces han venido personas a tocar a mi puerta, de vez en cuando alguien conocido, en otras ocasiones un vendedor, el cartero que echó por debajo la secciones de dibujo por correspondencia que yo había empezado, al regresar a mi ciudad. Mi ventana se sostiene por seis barrotes en forma de lanza, y lo chistoso es que eso no concuerda con lo religioso, con la forma de iglesia de enciclopedia que tiene. He tratado de dibujar los barrotes, pero nunca puedo quedar satisfecho. Unas veces salen demasiado gruesos, cuando su grosor es totalmente equilibrado y hermoso. Son de un color gris pálido, desteñido no, pálido, y las puntas jalan hacia el cielo, tal vez eso sea lo que sí concuerda con la forma de la ventana, que es de iglesia de enciclopedia.
La ciudad en la que vivo crece más allá de mi ángulo de visión, no sé desde hace cuánto tiempo. Las noticias dejaron de llegar a mí, ahora sólo queda la gente que pasan más allá de mi ventana, esas cabezas rosadas que aparecen entre los árboles de mango, eso que daña el paisaje y hace que mi ventana se ponga triste, que sea una iglesia lloriqueante. Lo malo es que este lugar es demasiado transitado. Qué le vamos hacer. Es lo más transitado que tiene esta ciudad, sobre todo en sábado, cuando los jóvenes se pasean por aquí adelante y sonríen y hacen burlas y mucho escándalo, entonces yo aprovecho un segundo en el cual no pase nadie por delante, y jalo del lazo que mueve la ventana, y ahora sólo queda de visión la vista del papelillo rojo encima del alambre entrelazado. Esa es para mí la visión del sábado. Eso hermoso e infinitamente alegre que me trae la vista del papelillo hirviendo en una lava profunda, reptando sobre la reja de alambre que lo sostiene, y recuerdo entonces la tarde en la que salía comprar el papelillo y el alambre, y la ciudad vivía en un sábado, pero yo no podía esperar más y salí hacia ella, escondiéndome de todo encuentro con la gente, pero cualquiera que haya vivido aquí podrá saber que no encontrarse y saludar a la gente conocida es imposible.
Sobre todo si es un sábado. Y claro, la gente me reconoció y todo eso, y qué te has hecho y esto y lo otro, hermano, que para la noche podemos hacer algo, mompa, no es sino que se deje ver. Yo compré diez yardas de papelillo rojo y después fui por el alambre para pegarlo al lado de acá de mi ventana. La gente pululaba por las calles. —Eran las seis y media de la tarde— yo caminé mirando al suelo cinco cuadras, me faltaba una para llegar a mi habitación, cuando me encontré con ella. Venía con un tipo alto, me miró y se sonrió y alzó la mano para decir adiós. Venía en carro, verdad.
Este añejo o alambre o reja que permite que yo pongan en él las manos mientras veo a la calle vacía, que me permite tirarme de nariz sobre él para ver a los mangos cargados de frutas, para calcular en el tiempo en que estos se pudrirán o caerán al suelo, cuando no pienso en las ocasiones en las que los niños ataquen en manada, mirando golosos a las frutas y subiéndose a los árboles después de comprobar que en esta casa como que no vive nadie. Porque ellos no me ven. Como ya dije, las únicas veces han sido las del tipo que andaba con la mujer gorda, y la de la muchacha que cantaba, sonriente. Pero cuando no hay peligro, cuando no hay gente alrededor, todo es hermoso y diferente, y me siento orgulloso de poder mirar la calle, y los árboles de la casa del frente, poder mirar a mis anchas sus flores rojas, o si no, medio escondido, adivinar el color de los carros que pasarán por turnos, con gente montada en ellos. Porque hay días en los que todo parece cooperar para que yo no sufra, y soy feliz teniendo delante de mí a esas maripositas amarillas que juegan en la hiedra. ¡Ah! pero es que todavía no he hablado de la hiedra, cierto. Los tejados sucios que se amontonan más allá, al otro lado de la calle, y el cielo claro de esta ciudad, que también se deja ver de mí porque sabe que yo soy un habitante de aquí, que aquí es la única parte en donde yo puedo subsistir y ser feliz y mirar a través de esta ventana con forma de iglesia.
Diré ahora que la hiedra apareció sobre los barrotes grises en forma de lanza, de un día para otro. Así como suena. Un día de tantos en que yo me colocaba delante de la ventana, la vi allí, encerrada en el marco que alcanza a abarcar mi vista. Y allí continúa, creciendo más cada día, y yo pienso que cuando la hiedra no me deje ver los floridos árboles de enfrente, o el limpio cielo de esta ciudad, o las maripositas amarillas, cuando la hiedra haya oscurecido el gris de los barrotes, yo me contentaré con poderla ver nada más a ella, levantarme y ver todo verde, no importa que la gente esté haciendo escándalo afuera, para eso tendré yo mi hiedra que ha crecido al otro lado del papelillo y de la reja y que se ha trepado contra los barrotes y que ya no deja ver nada de lo que sucede con la calle de afuera, pero eso no importa, porque así yo puedo contar las hojas y pronosticar el día en las cuales caerán unas y nacerán otras.
Todos los cuentos, Andres Caicedo, 2021
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En septiembre de 2005 decide inspirarse en el far west.
Aparece en un estable, con un ropaje de vaquera, con el sombrero y unos pantalones de cuero.
La sesión se le llama "trouble in Dodge-city". Dodge City se estableció en 1865, en el estado de Kansas, en el centro de Estados Unidos. En agosto de 1872 se constituyó la Dodge City Town Company, conformada por negociantes, para trazar y construir una localidad. Se pensó en llamarle Buffalo, pero al saber de la existencia de una ciudad con tal nombre, se optó por Dodge City en honor al fuerte cercano. El siguiente mes una línea ferroviaria alcanzó el lugar, lo que causó un pronto crecimiento entre salas de baile, cobertizos, tienda, restaurante, barbería y herrería.
En esta época llegó desde la localidad de Wichita el reconocido Wyatt Earp, contratado como Chief Deputy Marshall.
Milena presenta un aspecto latino, por su pelo y piel oscura, no aparenta una mujer del este de Europa.
Al lado del caballo, se mimetiza, con su sombrero, pañuelo al cuello, y su enorme escote, alucinante, como siempre.
Ella sujeta a dos caballos, con naturalidad, como si toda la vida la hubiera dedicado al cuidado y monta de ellos.
Siempre destaca su preciosa sonrisa, rematada con ese pecho grande, su enorme canalillo, recogidos por una camisa con lazo.
Los gestos de Milena son sublimes, como elevar los brazos y asi, sus pechos ascienden y se siente presionados en su camisa.
Para ella es todo una atrevimiento llevar el escote asi, sin ningun botón colocado, para permitir que sus pechos sean promintentes. El estilo de vaquera, con el cinto y la pistola, la hace fascinante.
Una imagen típica de los vaqueros es cuando se duermen durante el día. Pero en este caso, es totalmente diferente, pues no es habitual admirar un escote tan amplio, con unos pechos gigantes y caídos.
Por último, Milena coincide con una mujer vestida con un traje victoriano, de los famosos burdeles. Ella mantiene una actitud del típico vaquero ante una mujer vestida con un traje llamativo, lo típico de las películas.
La mayoría de las películas nos han mostrado a estas "mujeres de salón" como mujeres desvergonzadas, con carácter, que llevaban una vida frívola, y que, finalmente, eran rescatadas de ese mundo por el protagonista de la película.
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Boceto para la Falla Doctor Marañón - Maestro Palau del año 2024
Lema: “AMOR I ODI”
GRUPO SUPERIOR:
Una Gran figura de Vampira demoniaca corona la Falla. Simboliza el “Amor” por las cosas denominadas en nuestra sociedad como “Pecaminosas”., bien sean, malas para cuerpo, mente y el “Alma”. Subida a lo alto de las Puertas del Infierno, así se llama esa Discoteca, “INFERNO”, centro de danzas, refregones, oscuridad, promiscuidad i vicio. Sexo, alcohol, drogas varias que nublan los sentido y dan rienda suelta a los mas bajos instintos.
A su lado, el Demonio, saliendo de la olla donde se cuecen todos los malos hábitos, las malas noticias y los malos programas televisivos, tendenciosos, zafios, obscenos a la inteligente, alienantes y malos directamente. Droga dura para quienes se pasan horas abobados delante de las pantallas tragando bazofia sin mas. También es un aparato que fomenta la gula, y el deseo por lo dulce, fumar, alcoholes y considera el cuerpo de la mujer como objeto de deseo, con medidas estilizadas creando unos patrones fuera de toda realidad física normal.
ESCENA 1ª:
Los programas de cocina, que, desde la pandemia, han salido reforzados. Tantas restricciones y aislamiento fomentaron que todos nos convirtiéramos en “cocinillas”, haciendo incluso pan en casa y todo tipo de platos. Es una incoherencia mas, entre Amor y odio, amor por comer, y odio por engordar y no poder lucir tipito.
Programas como “Master Xeff, Cocinando con Arguiñano, Pesadilla en la cocina, etc, con niños, famosos y demás personajes populares.
ESCENA 2ª:
El Infierno que es Hacienda, que nos saca la pasta de nominas y a los autónomos que malvivimos para no cerrar, mientras a las Grandes Empresas apenas les toca la butxaca, con ingenierías contables y escaqueos varios, incluso en paraísos fiscales. Amor y odio es, ver que es justo y necesario pagar impuestos para recibir servicios sociales, públicos, gratuitos, infraestructuras, carreteras y demás necesidades vitales.
ESCENA 3ª:
Amor y Odio por nuestro equipo de Futbol, en este caso el València C.F., casi condenado a bajar a 2º división, salvado por los pelos y de nuevo vuelto a desmontar por un Presidente y dueño, el Peter Lim, a quien le importa bien poco el equipo y solo busca rentabilidad económica y ganar pasta vendiendo jugadores. El Socio, como Hulk, se vuelve verde de ira y rasga su camiseta ante tanto desatino que mata la ilusión.
ESCENA 4ª:
Nuestro flamante Alcalde, ganador de nuevo de las elecciones locales, vestido de senderista con emblemas de gestión y con la rotonda de entrada a Mislata, sin semáforos y con falta de papeleras. A la espera de una subvención a las Comisiones por volumen de inversión en Falla.
Amor y odio entre Países hermanos, vecinos con lazos culturales, idioma y sin embargo siempre liados en guerras que siempre padecen los mismos, la población civil. Putin y su ejercito contra Europa que apoya a la débil Ucrania.
ESCENA 5ª:
El Amor y odio político hace hacer extrañas coaliciones, sapos a tragar como los que hizo el PP con Vox y ahora, con unas elecciones en el horizonte, con el PSOE y SUMSR y coaliciones con Junts y el PNV. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz reparten las carteras del Gobierno.
ESCENA 6ª:
La violencia machista de género simbolizada con una figura de mujer estática, aterrorizada ante el demonio de su pareja que la insulta, pega, incluso la mata. Hay que parar esta sangría de machismo, que deja mujeres muertas y a hijos huérfanos con secuelas de por vida.
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Cuida a tu compañero de casa
Cuida a tu compañero de casa con una alimentación sana y saludable.
Te mostraremos diferentes tipos de comida para tu compañero el cual nos recomienda el veterinario: Erick Pacheco
A continuación te mostraremos las diferentes marcas de comida para tu mascota:
1. Pro-can
OFRECE MAYORES NIVELES DE ENERGÍA.
MEJORA LA DIGESTIÓN.
OPTIMIZA LA NUTRICIÓN DE SU MASCOTA.
MEJORA LA CAPACIDAD COGNITIVA PARA UN MEJOR APRENDIZAJE.
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2. DOG- CHOW
NUTRICIÓN ADAPTADA .
DIGESTIÓN SALUDABLE apoyada por una combinación específica de fibras y achicoria, un prebiótico natural que se ha demostrado que ayuda a mejorar la salud digestiva.
MÚSCULOS FUERTES.
PIEL SALUDABLE Y PELO BRILLANTE.
DIENTES Y HUESOS SALUDABLES
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3. AVANT
ALTA EN PROTEINA.
INGREDIENTES ACTIVOS
MEJORA SU SALUD DENTAL
ESTIMULA EL DESARROLO CEREBRAL
DA ENERGIA Y VITALIDAD
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4. NUTRA-PRO
CONTIENE MAYOR PROTEINA.
AYUDA A MEJORAR LA DIGESTION.
ESTIMULA SUS DEFENSAS.
ES EL UNICO QUE CONTIENE OPTICAN
MEJORA SUS HUESOS
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4. chunky
AYUDA A MEJORAR SU PIEL Y PELAJE
AYUDA A IMPEDIR INFECCIONES
ECHO CON CARNE DE VERDAD
ELABORADO PARA CDA ETAPA DE TU PERRO
MEJORA LA CONCISTENCIA FECAL
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Contactos: 0963728074-4185512
Ubicación: Av. Ordoñez Lazo
Email: [email protected]
TE ESPERAMOS
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