#igual que cuando trabajaba en el hotel
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Estoy de congreso, gente. No de ponente, de oyente, pero es mi primer congreso con hotel y todas esas cosas de persona adulta y profesional. Espero que me den una bolsita de tela con una libreta y un boli corporativos o algo así, no sé si es una cosa que se haga en los congresos.
La verdad es que no me siento más joven e infantil que performando en cosas de adulto. Es imposible que todo esto sea TrabajoTM.
#igual que cuando trabajaba en el hotel#hacer checkins y facturas no puede ser trabajo#es como un juego#a la gente igual le parece serio y no sé qué pero es todo teatrillo y echar el rato#y trabajar en una oficina? hay larps con menos gracia
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Hasta finales de diciembre no me Dan cita con el psikiatra [lo ha considerado oportuno mi médico al preguntarme porque no trabajaba y ver mi historial].. que dejé de ir cuando me lanze a la misión en 2008 y que empeze a ir cuando el posterior juez decano de plaza castilla Antonio VIEJO considero que no era víctima de ninguna CONSPIRACION mandándome al psikiatra Rodriguez_Lafora donde me encontre el calendario de CRISTO con lema AMIGO QUE NUNCA FALLA de la librería SAN PABLO de 2005 [a mis 33 años en junio que ganó BETIS=HELIO_POLIS=CIUDAD DEL SOL..LA COPA DEL REY y cuya ciudad deportiva es LUIS DEL SOL]..en la habitación a la que me cambiaron donde no llegué a DORMIR al trasladarme a la Unidad de psikiatria del Hospital RAMON Y CAJAL al quedar CAMA LIBRE por lo que en la AMBULANCIA que me trasladaba la enseñe a mi madre el calendario y me contó que su madre Francisca AGUILERA tenía en el PALADAR la CRUZ de CARAVACA y luego me entere que LUIS ALBERTO SALAZAR_SIMPSON [padre de GONZALO al que conoci en TELEFONICA SERVICIOS AUDIOVISUALES haciéndose productor de cine con NO HABRA PAZ PARA LOS MALVADOS con SANTOS TRINIDAD interpretado por José CORONADO al que dio un Infarto interpretando USHUAIA: LA CIUDAD DEL FIN DEL MUNDO en el teatro ESPAÑOL al día siguiente de cruzarme por delante o en la plaza de SANTA ANA la PROCESION DEL CRISTO CAUTIVO en la SEMANA Santa tras fotografiar una unidad móvil de TV de TELEFONICA SERVICIOS AUDIOVISUALES entre el HOTEL PALACE donde MADONNA BESO A BANDERAS para su documental VERDAD O DESAFIO que en España fue EN LA CAMA CON MADONNA y la Iglesia de JESUS DE MEDINACELI]..dono los 3 millones de € por cesar como presidente de AUNA [e incorporarse al consejo del BANCO SANTANDER] a las MONJAS CLARISAS para que ampliarán su Convento de la AGUILERA y el cual fue presidente de mi padre en PESA Electronica [tras ser gobernador civil de vizcaya] que quebraron comprando una FILIAL YANKEE en WALL street y mediante el director financiero JOHN SERVIZIO.
La VERDAD ES QUE ESTOY HASTA LOS COJONES DE TODO ESTO Y A VER SI SE VA TODO A TOMAR POR EL CULO
Por cierto..el 1er día que fui a la consulta de la Psikistra PAULA MONMENEU [encarcelada x ABORTOS ILEGALES de la Clínica DATOR en los 80 por el juez carlos "VALLE" "MUÑOZ_ TORRERO" Cuyos apellidos forman un cruce de calles en SEVILLA como supe al patearmela en 2014 y el cual estuvo implicado en mi caso..y la cual en la cárcel escribió la obra MAL BAJIO=PRESAGIO..ESCENAS DE UNA CARCEL DE MUJERES]..me encontré a Ignacio UTRERA [=localidad sevillana del grupo LOS MUERTOS DE CRISTO, de entrenador CAPARROS con el que me fotografie en bar SAN ELOY que hizo debutar al malogrado PUERTA en el SEVILLA que debuto tras malogrado REYES que era de UTRERA en cuya habitación tenía una VIRGEN PINTADA EN EL TECHO y por cuya lesión llamó Luis ARAGONES por 1era vez a la selección a PUERTA confirmando su no a RAUL el que más jugo en REAL MADRID pero nunca gano COPA DEL REY y el cual tuvo que dar una rueda de prensa en hotel EMPERATRIZ para justificar su bajo rendimiento por sus salidas nocturnas pues me lo encontré varias veces en la barra del BARNON donde trabajaba su mujer MAMEN al igual que en otro barra trabajaba la que sería la 1era reportera de fútbol en TV y posterior directora de comunicación de LA LIGA EVA TUREGANO que antes era camarera en otro bar cercano llamado ZIPANGO=JAPON.. con un gerente INGLES donde se pusieron junto a mi Alfonso REYES o hermano de FELIPE REYES y Piculin O Concorde ORTIZ pero cuando jugaban en el CAJA MALAGA no en REAL MADRID como tambien hicieron .
A Ignacio o nacho UTRERA le conocí en un MASTER DE COMERCIO INTERNACIONAL [como a GLORIA LLANOS cuya hermana SILVIA es la niña de LUCIA Y EL SEXO de PAZ VEGA rodada en FOR_MEN_T_ERA..cuya amiga y compañera en BP la venezolana ISABEL "ACOSTA" me la lie en la disco LA SAL en el cumpleaños de una amiga de GLORIA de la que me dijo era PUTA DE LUJO con CLIENTES FIJOS en CAPITALES EUROPEAS y luego me llevo a su casa y tras ducharnos se puso la camiseta de BECKHAM recién fichado por REAL MADRID el cual por cuya lesión salió REYES y marcó 2 goles para GANAR LA LIGA 06/07 Remontando el gol del MALLORCA por VARELA=nacido en DOS HERMANAS=fabrica de CONSOLADORES de un matrimonio Yankee de la marca FLESH_LIGHT con lo que se HACE MILLONARIO sacando el molde del coño de PORNO_STAR como con la que sustituyeron a KYLIE MINOGUE para cantar BABY LITTLE NOTHING del cd GENERACION TERRORISTA de MANIC ST PREACHERS como fue TRACII LORDS que hacía sus pelis siendo MENOR aunque KYLIE la llegó a cantar una vez con ellos en directo fotografiandose ese día con Shirley MAN_SON de GARBAGE=BASURA=exitos STUPID GIRL y ONLY HAPPY WHEN IT'S RAINS]..y nacho UTRERA fue a la PSIKIATRA porque tras solo 3 meses destinado en LA INDIA [=lema LA VERDAD SOLA TRIUNFA] como JEFE DE COMPRAS DE EL CORTE INGLES se volvió con DEPRESION por ver toda la MISERIA QUE HABIA POR AHI
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⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀ 𝐀 𝐧𝐞𝐰 𝐬𝐩𝐞𝐥𝐥
⠀⠀⠀ ⠀⠀ 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒐𝒐𝒌 𝒐𝒇 𝐀𝐮𝐫𝐚𝐥𝐢𝐧𝐞
⠀⠀⠀⠀ ⠀ ❛𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐎𝐏𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃❜
⠀⠀⠀ 𝘄𝗿𝗶𝘁𝘁𝗲𝗻 𝗯𝘆 #𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧𝐚𝐧𝐠𝐞𝐥 ⠀
───── ・ ・ ・ ・ ( ✧ )⠀
El mes acababa de comenzar y consigo había pasado más del primer mes de su pequeño hijo al cual había llamado Nicholas. Los días se hacían largos, tranquilos y silenciosos en su hogar. La mayoría de sus hijos trabajaban e iban a la Universidad todo el día, su esposo trabajaba durante la semana pero siempre aprovechaba los fines de semana y en las noches para estar con sus hijos y Nadya se quedaba cuidando de los dos más pequeños durante el día. A pesar de la dificultad para acostumbrarse a ese ritmo de vida y la diferencia que había tenido con sus otros hijos el cuidarlos era parte de su vida, con ello toda su felicidad se absorbía en sus cuidados.
Así había estado pasado todo el mes, tampoco es que se quejara sino todo lo contrario, eran días pesados pero no había nada más que le importara a la chica que ser madre, poder hacerlo dormir acurrucado en sus brazos y poder sentir su respiración tranquila cuando se encontraba en estos, de igual forma en que Isabella años atrás descansaba en los brazos de sus padres.
Recordó que aquel día iba a llegar de visita su madre biológica luego de su gran insistencia ante conocer a sus nietos. Ya le había aclarado que durante la semana ella estaba sola y que los tres más grandes nunca estaban en casa, así que sólo iría a visitar a los dos más pequeños ese día.
Estaba ansiosa, nunca había estado sola con ella pero luego de todo lo que había vivido en esos doce meses se había dado cuenta que por mucho que quería que las cosas fueran diferentes la realidad no era perfecta para todas y sin duda ella lo sabía por carne propia.
No supo cuánto tiempo estuvo mirando a Nicholas en la cuna que tenía en el salón hasta que sintió el timbre de la casa sonar. Su cuerpo de inmediato se movió hacia la puerta para que no lo volvieran a tocar y la abrió apenas sus dedos rozaron la perilla de esta. Encontrando la mirada de su madre fija en las suyas.
[…]
La hora había pasado tan rápido que se sorprendió al verla dispuesta a marcharse. Otra vez el clima tenía la sensación de que volvería a nevar y su madre prefirió adelantarse a los hechos antes de no poder llegar al hotel que se encontraba hospedando. Había sido raro ese encuentro, tal vez porque en una pequeña fracción de su mente pensaba que sería algo incómodo y que no podrían tener una conversación fluida, pero fue todo lo contrario. Habían sido respondidas todas las dudas que la chica tenía y su madre había recibido el tan esperado perdón por haberla abandonado.
Apenas se acercó para poder recibir a Nicholas que comenzaba a quejarse por la hora, era tan exacto que sólo faltaba un minuto para darle de nuevo su comida y sonreía cuando lo tomaba, poniendo su mano en la cabeza y en su cuerpo. Lo meció cuidadosamente mientras se despedía y la mujer pidió irse sola hacia la puerta para que no sintiera el golpe frío del clima al abrir la puerta.
— 𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝒉𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑦 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑢́ 𝒉𝑎𝑦𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐𝒉𝑎𝑟𝑚𝑒. 𝐽𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟𝑖́𝑎𝑠 𝑎 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑙𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝒉𝑎𝑏𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑐𝑒𝑟𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑙𝑎 𝑝𝑢𝑒𝑟𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑎. — Dijo la señora morena que aún reposaba sus manos en el borde de la puerta.
— 𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝒉𝑎𝑦𝑎𝑠 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑜, 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 ��𝑜𝑛𝑠𝑒𝑗𝑜, 𝑠𝑒́ 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑑𝑒𝑐𝑖́𝑎. — Murmuró dejando la mitad de su cuerpo afuera mientras esperaba la respuesta de su hija.
— 𝑁𝑜 𝑎𝑔𝑟𝑎𝑑𝑒𝑧𝑐𝑎𝑠, 𝒉𝑒 𝑚𝑎𝑑𝑢𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝒉𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑝𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒́ 𝑎 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒. 𝐴𝒉𝑜𝑟𝑎 𝒉𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑡𝑢𝑠 𝑚𝑜𝑡𝑖𝑣𝑜𝑠. 𝑆𝑜𝑛 𝑗𝑢𝑠𝑡𝑜𝑠. — Le dio una pequeña sonrisa y besó la frente de su pequeño.
— 𝐴𝑚𝑜 𝑎 𝑚𝑖 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑦 𝑠𝑖𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑗𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝒉𝑢𝑏𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠. 𝑆𝑜… — Dijo suavemente y alzó una de sus cejas al recordar las palabras que le había dicho aquel día.
— 𝑁𝑜 𝑙𝑜 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑎𝑟𝑒́, 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑎 𝑜𝑝𝑜𝑟𝑡𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑚𝑒 𝑑𝑖𝑗𝑖𝑠𝑡𝑒, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑣𝑎𝑙𝑑𝑟𝑎́𝑛 𝑚𝑖𝑙 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑠𝑎𝑠 𝑎 𝑢𝑛𝑎. — Finalizó con una cita textual a las palabras que le había dicho la persona que le había dado la vida.
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⠀⠀⠀𝐚𝐛𝐨𝐮𝐭 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐬𝐭… 𝐝𝐚𝐭𝐞: 10 de Febrero, 2023. 𝐰𝐨𝐫𝐝 𝐜𝐨𝐮𝐧𝐭𝐞𝐫: 703.⠀⠀ ⠀⠀
── ・ ・ ・ ・ 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐥𝐚𝐢𝐦𝐞𝐫𝐬⠀⠀⠀ ⠀ ㅤ。・☆ 𝘁. 𝐀𝐮𝐫𝐚𝐥𝐢𝐧𝐞 ⠀ ⠀ 。 ・★ 𝗳. 𝐟𝐚𝐢𝐫𝐲𝐝𝐮𝐬𝐭.𝐩𝐬𝐝
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Siguiendo o volviendo con q ayer fotografie la perfumería BUTRAGUEÑO [en la calle TRES CRUCES junto a la sala WURTLIZER donde vi a VICTORIA LERMA tras RETROS y SEA_SONGS] de la familia de EL BUITRE [actual VICEPRESIDENTE DE REAL MADRID y q hizo su actuación más destacada con ESPAÑA en el MUNDIAL de MEXICO'86 en el q llego a marcar 4 GOLES a DINAMARCA en el ESTADIO de LA CORREGIDORA de QUERETARO q tiene una LEYENDA sobre q su famoso acueducto es producto de un ROMANCE IMPOSIBLE entre un NOBLE y una MONJA]..el cual le firmó a mi padre en NAPOLES una POSTAL de sus PERFUMERIAS [a mi todo esto me huele muy mal al menos para algunos] para mi y mi hermano HUGO aunque el MEXICANO HUGO SANCHEZ [único extranjero q jugo en los 3 equipos de 1ERA DIVISION de MADRID CAPITAL=ATLETI, REAL Y RAYO] sólo puso A IVAN y su hijo futbolista murió repentinamente al parecer de lo q llaman MUERTE DULCE o x Inhalación de CO2..
..me parece muy significativo el q teniendo en cuenta q considero los 2 grandes problemas apocalípticos.. el SEXO en la OSCURIDAD o con la FALSA MORAL DEL DINERO Y la IDOLATRIA O IDOLOS DE ORO englobado todo ello en la IGLESIA CATOLICA o FALSA RELIGION..q le FOTOGRAFIARAN la POLLA jugando con REAL MADRID vs ESPANYOL de BARCELONA..siendo el num. 7 entre el MALOGRADO JUANITO [se mató con 37 años en coche siendo entrenador del MERIDA volviendo de ver en el BERNABEU al REAL MADRID vs "TORINO" Estrellado contra la Basilica de SUPERGA] y RAUL [que debuto fallando goles CANTADOS en ZARAGOZA de la mano del argentino VALDANO nacido en LAS PAREJAS, SANTA FE q antes fue el verdugo de REAL MADRID por 2 veces en SANTA CRUZ de TENER_I_FE haciendoles perder 2 ligas consecutivas en ultimo partido y el cual se salvo de un accidente de Helicóptero en MEXICO DF no así su acompañante..Y ese día de octubre 1994 en ZARAGOZA tocaba GUN q retraso el concierto para ver el partido como hizo para ver FC BARCELONA vs MANCHESTER UNITED días después en la sala DIVINO AQUALUNG de MADRID donde les vi al igual q les vi en sala UNIVERSAL SUR donde me subí al escenario cuando su bajista DANTE se puso de cantante o lo q es ahora y del grupo EL PRESIDENTE para cerrar el concierto con versión de SMELL LIKE TEEN SPIRIT de cd NEVERMIND de nIrVANa siendo televisados x CANAL PLUS al día siguiente o 27_5_92 desde la plaza SONY de la EXPOSICION UNIVERSAL DE SEVILLA]..que es el jugador que más jugo en REAL MADRID nunca ganó COPA DEL REY en sus 16 años como si hicieron el año antes y después como fue cuando actuo VIRGINIA MAESTRO en la FAN ZONE de REAL MADRID en VALENCIA en 2011 y aplastando la COPA al caersele DESDE EL BUS al sevillano Sergio RAMOS nacido en CAMAS y tuvo q dar una rueda de prensa en hotel EMPERATRIZ para justificar sus Salidas Nocturnas [Entonces me lo encontraba en el BARNON donde trabajaba de camarera su mujer MAMEN=CHUPEN] y bajo RENDI_MIENTO..y al cual sucedió como el 7 de REAL MADRID "CRISTIANO RONALDO" en cuyo HOTEL o su ATICO estuve ayer antes de ver los conciertos..x lo q me fotografie frente al AVE Y EL FENIX así como con ARTEMISA..
..y en la CARPETA de BACHILLERATO Y UNIVERSIDAD donde guardo esos autógrafos también guardo recortes de MADONNA por su polemico video LIKE A PRAYER donde besa a un JESUCRISTO NEGRO y donde en Italia dijeron que hacían el AMOR algo q a MADONNA [ex_novio de JESUS LUZ] le parecía un SACRILEGIO jaja y a la cual acababa de abandonar su marido SEAN PENN x lo q dice q hace unos meses lo mejor de su vida eran sus abrazos, pero q eso se acabó y ahora el ESCENARIO era lo único q tenía.
También tengo recorte del futbolista ROBERTO con titular de q es un VICIOSO DE FUTBOL y de la malograda CARLA DUVAL [hermana de NORMA DUVAL o PURIFICACION MARTIN AGUILERA] q se desnudo varias veces en revista INTERVIU, tuvo un hijo con el actor mexicano ROJAS, luego se caso en el consulado de ESPAÑA en LISBOA con empresario TEATRAL Santiago PAREDES teniendo GEMELAS para luego divorciarse como anuncio en su exposición de pintura NATURAE para luego tener q abandonar por cancer la obra BRUJAS q hacia con ARANTXA DEL SOL entre otras y poniendo los zapatos PURA LOPEZ q los ha utilizado letizia ORTIZ, las hermanas CRUZ o KYLIE MINOGUE y finalmente MORIR con 46 años en HALLOWEEN o NOCHE DE BRUJAS de 2010 q pase en MELBOURNE con una camiseta de TO BE ANGEL con ALAS A LA ESPALDA..
También guardo recorte de la peli ARDE MISSISIPI con una CRUZ ARDIENDO y del malogrado FERNANDO MARTIN en la NBA donde fue el 1er español y el cual se mató al salirse de la curva que limita el Barrio SAN JUAN BAUTISTA para cruzar 8 carriles de la M_30 o Avda de LA PAZ y estrellarse contra el MARIDO de MILAGROS Romero q acababa de dar a LUZ y cuando iba a buscar a VILLA_LOBOS q también estaba lesionado por lo que solo iban a ver jugar al REAL MADRID BASKET vs CAJA DE AHORRO INMACULADA de ZARAGOZA
También guardo anuncio de Madonna con una MANZANA MORDIDA para VERSACE tumbada en una Escalera al reves
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Hace cuatro años, tuvimos nuestra primera cita, bueno para fue eso, teníamos tiempo de no vernos y no escribirnos, semana tal vez, pero para mí se sentía una eternidad y te dije de ir al cine, a ver Hotel Transilvania 3, dijiste que no te gustan mucho las películas animadas, pero que viste los avances y se te hizo divertida.
Esa mañana en el trabajo estaba tan emocionada y ansiosa por verte que pase el día de pie y caminado en mi lugar mientras trabajaba en la computadora. Miraba constantemente la hora y sentía que el tiempo intencionalmente no avanzaba. Fue la mañana más larga de ese verano. Cuando por fin salí del trabajo tenía tanta prisa que saco me salté media escalera la bajar, corrí al paradero de autobús y entonces comenzó a llover tan fuerte que sentí que se me caía el mundo encima, por que tenía miedo de que me cancelaras, de que yo no pudiera llegar, miedo de no verte.
Sin pensarlo bajo l lluvia pedí un taxi y llegue al cine escurriendo de agua pues aún llovía. Entre al baño a tratar de escurrir mi ropa y exprimirla. Afortunadamente traía otra camiseta, me cambié, pero tenía los tenis empapados, los seque con la secadora de manos del baño lo más que pude. Al final me acomode el cabello, trate de darme ánimos frente al espejo y te envíe un mensaje para avisarte que ya estaba allí, me contestaste que ya estabas saliendo de tu casa y que nos veríamos en la entrada del cine. Mi corazón latía tan rápido y tan fuerte que sentía que iba a estallar, mi temperatura aumento tanto que mi ropa se termino de secar y comencé a sudar. Camine dando vueltas en la entrada, mirando esporádicamente por si te veía llegar. Creo que no cuando era adolescente me sentía tan emocionada como en ese momento, tan insegura y tonta, no es que alguien no me haya gustado antes, pero contigo todo es tan diferente que enserio me sentía como si tuviera 15 años otra vez, sin saber que decir, yo quien tengo carrera y dos posgrados, un diplomado en vinos y un curso de cata de cervezas, que además se de cine, literatura, historia, no podía pensar ni en la forma adecuada de decirte hola, o será mejor ¿qué tal?. Mientras yo deba vueltas hasta en mis pensamientos llegaste, traías un conjuntó de un short negro y una blusa de tirantes negra, ambos con una florecitas de colores pastel, tu cabello recogido en una cola y unas sandalias, tú bolsa grande negra igual. Te veías tan hermosa que me quede sin palabras cuando me saludaste, me preguntaste si me mojé en lluvia y te dije que poco cuando aún mi ropa estaba húmeda. Caminamos a la taquilla tu pediste tus cortesías y yo te seguía como un cachorrito, sentía que flotaba y que el mundo desaparecía, e preguntaste si quería algo y fuimos por una baguet, la verdad cuando te vi se me fue el hambre, la sed y el frío, cuando estoy contigo siento que estoy completa, que no necesito nada más. Creo que no le puse aderezos por que me dijiste que si no me gustaban y te dije que si pero que no mucho, la verdad es que estaba tan nerviosa y concentrada escuchándote que se me olvidó.
Cuando entramos a la sala y vinos los cortos platicábamos, me decías que películas querías ver, me contabas sobre la escuela y me dijiste que no habías visto la precíselas de la película pero que no importaba que seguro la entenderías, te dije que si que no haya mucho que saber. Y la película empezó, nos sentamos en la última fila al centro, me gusta ese lugar porque nadie te patea el asiento, vez toda la pantalla y la verdad quería la privacidad de ese lugar por si vencía mi miedo a tomar tu mano. Pero no pasó, conforme avanzaba la película te vi hacerte bolita en el asiento por el frío del aire acondicionado, me reproche no haber llevado una sudadera o algo para ti, ya sabía que eras friolenta pero hubiera siendo inútil porque mi mochila y todo su contenido seguía empapado por la lluvia de antes. Pude haberte abrazado pero no me atrevía, me moría de miedo de que te enojaras y me rechazaras. La verdad no sé cómo logre ofertar atención a la película si solo te miraba a ti. Ame verte bailar la Macarena en el final de la película y la caminata que tuvimos después, rodeamos la plaza y recorrimos todos los pasillos adentro mientras platicábamos, me contabas de la escuela de sobrecargos y el uniforme, amo verte emocionada. Cuando nos despedimos y me diste un beso rápido en la mejilla estuve a punto de decirte que me gustabas pero no pude porque me dijiste que “alguien te esperaba” y sentí como se me rompía el corazón y apenas pude contener las lágrimas, con un gran nudo en la garganta te dije adiós.
Nunca olvide ese día, tuvimos otras salidas pero esa fue la primera vez que saliste a solas conmigo, y un año después en navidad buscando que regalarte vi una mascada con los mismos colores de tu ropa, una tela negra con pequeños dibujos en colores, me transporto a ese recuerdo y todo lo que sentía. Sin dudarlo la compré y te la di en nuestra cita de noche buena, me encanto fue mío uno al verla.
Quise decirte que era mi piedra; bueno, los pingüinos cuando se enamoran van a la playa y buscan la piedra más bonita para regalarle a su pareja la ponen a sus pies si ella la toma estarán juntos para siempre, y ese día en la película yo supe que tu eras mi clik, la persona con quien yo quería estar siempre, por eso pase tanto tiempo buscando el regalo Perfecto que te expresar cuánto te amaba. Pero con el tiempo te alejaste y elegiste a alguien más, yo intenté acercarme y seguir tratando pero falle tanto que me frustre y te aleje más. Hoy solo te recuerdo y miro tu foto y deseo con todas mis fuerzas volver el tiempo y vivir esos momentos contigo una vez más
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Un Ataque al Corazón 29
Notas del cap:
Errr… mejor digo lo que tengo que decir al final del cap XD…
¡A leer!
29 - ¡El fin!
Las luces los cegaron a todos con violencia. Todos pegaron brincos, se escucharon serpentinas ser estalladas, confeti cayo por todos lados junto a globos de colores; México miro a todos lados asustado y preocupado, aunque más confundido cuando vio a sus alrededores a todos y cada uno de los turistas que se hospedaban en el hotel
=¡Felicidades a nuestros ganadores del evento especial!= grita el presentador… ahora, delante de todos, aparecen los meseros y demás persona que trabajaba en el hotel, algunos con manchas de sangre, otros vestidos completamente de negro total, hasta con mascaras y finalmente, entre todos ellos, ven llegando a cinco personas
=Estos son nuestros ganadores de la noche, el señor Rusia, el señor Venezuela y el señor Canadá, el señor Chile y el señor Alemania! ¡Felicidades por haber peleado y sobrevivido a nuestra noche del terror!= anuncia el presentador que está lleno de sangre y con una franja roja que tira sangre
-¡¡¡¡¿Cómo que una maldita noche de evento especial?!!!!!- grito molesto Bolivia luchando por soltarse de su agarre. El presentador ríe nerviosamente al escuchar de varias personas gritos e insultos… se ha puesto nervioso así que, entre carraspeos nerviosos y tratando de aligerar su pajarita, continua hablando animadamente
=También les damos un agradecimiento especial a nuestros invitados que apoyaron a la velada… los señores USA, Brasil y Japón!= anuncia alegre, haciendo llegar desde otro lado a los mencionados que, entre risas y alegrías, entran como si nada, Alemania afila la mirada con cierto resquicio de molestia al igual que Rusia, Japón solo ríe sacando su lengua en señal de burla y finalmente saludando al resto de la audiencia
=Y finalmente, este evento especial no hubiera podido ser posible sin nuestros increíbles actores principales!= grita el hombre, mostrando al grupo de cuatro asesinos, quienes al quitarse las mascaras muestran sonrisas divertidas, amables y avergonzadas
-Queremos darles felicitaciones especiales a los jóvenes Venezuela y Rusia, los únicos que pudieron sostener un enfrentamiento entre ambos y lograr su objetivo- saluda uno señalado a los responsables que, luego de un momento, hacen una pequeña inclinación en señal de respeto, el micrófono pasa al que tenía el cadáver de juguete arrastrando y anuncia
-Y también, a los que pudieron sobrevivir a la terrible noche ocultándose inteligentemente en lugares que no se pensarían para buscar- habla, señalando a Alemania y a Chile quienes tratan de ir por su lado y no estar nada cercas… especialmente Chile de Alemania
-Y por ultimo pero no menos importante, a los que pelearon hasta el final hasta por un amigo! ¡El señor Canadá!- anuncia alegre el hombre del martillo
La música de victoria, alegre y con lluvia de confeti fue lo único que sonó… hasta que la gente enardecida se levanto molesta de sus lugares, liberándose sorprendentemente con facilidad y rápidamente gritarle a los encargados con enfado para que les expliquen qué es lo que está sucediendo
-En serio ¿No leen los panfletos?- pregunta Alemania molesto de los gritos, hay gente que queda en silencio, USA ríe bajito y ahora, con ayuda del presentador, comienzan a explicar todo…
La isla Nekonyuki era famosa por sus atracciones especiales, acorde a las fechas que se celebran… y era obvio que si era temporada para Halloween, era obvio que su temática iba a ser de terror; además, en los panfletos iba explicado que el evento especial seria después de la cena y que duraría hasta las 3:33am, y ahora, siendo las 4 de la madrugada, se estaban mostrando los ganadores del evento especial…
Las escondidas.
-¡A nosotros no nos dijeron nada!- gritaron molestos los alumnos, el presentador se pone nervioso y ríe casi como un tic claramente inquieto al saber que hay muchos aun molestos y que en partes, tienen razón al ser culpa suya
-B-Bueno… e-e-era una sorpresa- habla, teniendo a todo el mundo molesto. Chile, tomando la oportunidad ahora que nadie los mira, baja rápidamente del estrado y corre hacia Argentina y se lanza a sus brazos besándolo desesperadamente. Argentina, quien rápidamente lo abraza y besa, mira preocupado a su pareja
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- pregunta, pero Chile se aferra a su cuello, abrazándolo por el cuello, ocultando su rostro en el hombro de Argentina y negando suavemente
-Ahora lo estoy… pero estaba muerto de preocupación weon… no te vuelvas a alejar así de mi- pide entre susurros, Argentina asiente, acariciando su espalda y estrechándolo más para darle seguridad a su pareja. Rusia observa discretamente a Alemania quien muestra un gesto molesto y que desvía la mirada igual de enfadado de la pareja que se abrazaba con cariño. Hay silencios y por fin, comienzan a hablar entre todos ya más calmados(*)
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México estiro su cuerpo con pereza al salir de su habitación por la tarde. Eran pasada la una de la tarde cuando pudo despegar sus ojos y levantarse de la cama; descubrió que no había sido el único y que muchos estaban en igualdad de condiciones, cansados, asustados y algunos, como él, heridos ligeramente
-Buenas tardes México- hablo suavemente Canadá acercándose lentamente, el latino, sabiéndose visto y saludado, asiente de un modo aun perezoso, adormilado pero serio
-¿Qué tal descansaste?- pregunta sin mucho interés, Canadá le sonríe divertido, acercándose por fin para salir juntos a una de las mesas cercas de la playa y sentarse bajo una sombrilla charlando entre ellos
-Nosotros tardamos un rato mas en poder dormir, varios de nuestro salón enfrentamos a USA, al parecer, tan emocionado estaba que sin querer termino descubriendo el itinerario y, como no podían hacerlo no decir nada, decidieron meterlo al resto de los que iban a actuar para el evento, por eso no dijo nada… y supongo que también fue por eso que deje de verlo después de un rato- menciona Canadá, México ríe divertido
-Al menos se ve que se lo ha pasado genial, me alegro; no sabes lo mucho que había querido venir a la isla Nekonyuki, me alegra que haya podido hacer tanto en estas vacaciones- sonríe divertido y aunque Canadá le regresa la sonrisa del mismo modo, México recuerda que también tendría que echarle bronca a Brasil por ser parte del elenco… o hacerle una igual de pesada para estar a mano; igual, se pregunta el tricolor que habrá pasado con el tercer ayudante, ese tal Japón, hasta donde sabia, era muy amigo de Rusia y parecía que el ruso se había quedado enfadado con el nipón por algo… interesante, se dice el mexicano; por su parte, Canadá sonríe gentilmente observando al latino que se ha perdido en sus pensamientos
-Aun cuando también has peleado con él, parece que siempre te preocupas por el ¿Puedo saber porque?- pregunta suavemente, ambos countrys se miran, siendo el latino quien lentamente desaparezca su sonrisa y cambie a un gesto tranquilo que se desvía a las orillas de la playa, negando suavemente con su cabeza y colocándose en pie para irse por su lado
-No es algo que te incumba colega… mejor, disfruta el resto del día, que mañana por la mañana nos marchamos de vuelta- le trata de sonreír, finalmente, marchando en dirección de Brasil y Bolivia que se encuentran a lo lejos acercándose a él. México saluda alegremente y por fin, se acerca a los demás para saludarse y entre todos ir a comedor para comer todos juntos y charlar
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La noche llega, suave y alegre, con música a todo volumen, con los adolescentes bailando en la playa después de haber invitado la última noche a un grupo popular con el que todo el mundo baila alegremente, la música resuena y golpea contra los cuerpos de los adolescentes y algunos adultos fanáticos de la banda, los cocteles aparecen con un mínimo de alcohol, de pronto, por ordenes de (alguien en las sombras) se empieza a servir alcohol
Antes de lo esperado, muchos de los adolescentes ya están subidos de copas, México se encuentra riendo y bailando con tanto énfasis que mucha gente le nota entre la multitud, Rusia se había tenido que marchar no hacía mucho debido a algunos trabajos que debía de resolver con su padre, Alemania y Japón, quienes también trabajaban con Rusia, tuvieron que marcharse
Los amigos de México se dispersaron en grupos, las parejas se fueron por su lado a darse abrazos, besos y otras cosas; los amigos seguían al tope, jugando y bebiendo, aun entre la fuerte música que sonaba, bailando pegaditos o coqueteando con otras personas; México, quien se había quedado cansado y con ganas de tomar algo para su seca garganta, se acerca a las mesas donde hay bebidas y bocadillos para la tranquila noche
-Buenas noches México- saluda alguien, el latino, ebrio y mareado, saluda alegremente al que le habla, encontrando que, detrás de él, se encontraba Canadá que parecía estar en igualdad de condiciones. Antes de que México pueda evitarlo, Canadá casi salta a su cuerpo, abrazándolo he inclinándose para restregar las mejillas de ambos
-Orale, esto se va a poner intenso- hablo Jamaica quien se había negado a beber y que, de todos sus amigos era el más sobrio y quien cuidaba al resto, sin embargo, tan rápido como trata de acercarse al latino, la mano de USA lo detiene; en cuanto ambos se miran fijamente a los ojos, Jamaica se tranquiliza y cruzado de brazos vuelve la mirada a USA
-Ahí te lo encargo entonces, que tu amigo no se pase con el mío… buenas noches USA- se despide Jamaica de USA, siendo este quien corresponda con el mismo dicho, Jamaica ríe divertido al ver a todos sus amigos subidos de copas haciendo ridiculeces… ambos ríen divertidos, sabían que Jamaica no tendría una noche tranquila teniendo que cuidar a los suyos; aunque, ahora lo interesante pasaba entre Canadá y México quienes, subidos de copas, hablaban entre ellos delante de las bebidas
-M-México hip… ¿p-p-porque? ¿Por qué me odias tanto?- llora Canadá abrazando con fuerza al latino que también comienza a llorar aferrándose al contrario, viéndose a los ojos, México hace un puchero y comienza a zarandearlo desde las ropas de su pecho con enfado
-¿Y todavía se atreves a preguntarme pinche pendejo? No mames ¡Además de pendejo animal! ¡Perra sin sentimientos!- gruñe el latino, Canadá llora, México le da una bofetada (que ni siquiera tiene fuerza) USA ve todo con vergüenza ante la escena que debería de ser seria y melodramática pero que, al ser entre dos ebrios, luce todo menos importante… solo humillante
-Lo siento, soy una mala persona sin sentimientos que no te merece… pero te amo- llora Canadá como un niño pequeño, México llora más fuerte y lo abraza, jala sus mejillas para que Canadá se acerque a él y comienza a llenarlo de besos mientras sus pulgares limpian las lagrimas
-No llores, no llores pendejo… yo te amo, pero estoy putamente molesto con Canadá! ¡Ese tonto de Canadá me lastimo mucho con sus acciones! ¡No tienes ni idea de lo hip! ¡De lo mucho que me lastimo que hip! Que dijera que… que… ¡Su chingada madre! ¡Que me tenía miedo!... ya ni me acuerdo que me dijo en ese momento tan importante y que me dolió- habla molesto, ambos se miran; las lagrimas se detienen entre ambos, hay silencio para ellos, Canadá toma las manos de México acariciándolas gentilmente igual que como las manos de México acarician a Canadá
No hay palabras después de eso, solo ambos, acercándose muy lentamente, cerrando sus ojos. México libera sus manos de las de Canadá y con torpeza las envuelve detrás de su cuello, Canadá pasa sus manos por la espalda de México envolviéndolo con cuidado y por fin, los labios de ambos se unen suavemente en un beso lento, torpe, pero con mucho amor que no se habían dicho. USA sonríe suavemente inclinando su cabeza… a veces ambos solían ser tan complicados y otras tan fáciles de leer… de haber sabido que con un poco de alcohol ambos se iban a poder sincerar a ese grado, USA lo hubiera hecho desde antes
El suave beso acabo lentamente con ambos separándose, abriendo los ojos y viéndose directamente, en un tranquilo silencio, mirándose hasta que los ojos de México, aun detrás de sus lentes, se inundaron en lágrimas. Canadá sintió que el alcoholen su sangre bajaba un momento al tiempo que miraba como el latino comenzaba a llorar
-Te odio Canadá… no sabes cuánto te odio por amarte… odio saber que aun te amo! Odio amarte! Odio que me hayas lastimado con tus palabras! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! Idiota, idiota, idiota- llora con fuerza, pegando su rostro al pecho de Canadá para darle golpes con sus puños cerrados contra su pecho sin fuerza para lastimarlo realmente. Canadá se muestra confundido con las acciones del latino. Apenas cree poder entender lo que le está diciendo
Lo que no contaba era que Rusia apareciera, golpeando a Canadá por haber lastimado a México y volver a hacerlo llorar en frente de todos; haciendo que caiga de trasero realmente lastimado con la mejilla ligeramente inflamada. USA corre hacia Canadá, Rusia siente un golpe en su estomago, era de México quien estaba molesto y aun llorando sin saber lo que pasaba a sus alrededores, así que opta por tomar una de las manos del latino y llevárselo lejos de USA quien, más preocupado, se encontraba ayudando a Canadá sin poder hacer mucho para ayudar a México… igual, sabía que si habían problemas Jamaica ayudaría al latino de ser necesario
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-No tenías porque lastimarlo de ese modo- gruñe México aun siendo jalado por Rusia. El contrario, tratando de ignorar las palabras de México, avanza hasta llegar a la zona trasera del hotel donde casi no había gente; ahí, se gira para ver al latino que aun con lagrimas trata de mostrar una sonrisa amble
-Canadá es bastante lindo ¿Sabias? Se preocupa por los demás, ha tratado de corregir sus equivocaciones y esta tratando de reparar nuestra inexistente relación- trata de sonreír. Al sentirse liberado, México mueve sus manos como si estuviera describiendo algo con ellas; su sonrisa se muestra gentil y amable, pero sus ojos no paraban de derramar lágrimas silenciosas y dolorosas
-Siempre me imagine a Canadá dulce, de brazos amorosos, siempre llenándome de besos o siendo yo quien no pare de besarlo por lo dulce que es, juntos, abrazados, siempre dispuestos ante las adversidades, sabiendo que podríamos mientras estuviéramos juntos… siempre me imagine su rostro tímido y avergonzado cuando se lo presentara a mi familia. Mi madre lo amaría de inmediato al ser un buen chico, mi padre se pondría de celoso pero después de un tiempo, acabaría siendo como otro hijo, casi seria tomado como de la familia y podríamos casarnos algún día- habla y habla el latino llorando cada vez con más fuerza
Rusia, quien no sabe cómo debería de reaccionar entre sus celos y la molestia de ver con que anhelo lo habla el latino y las lagrimas de dolor que brotan también del mismo, opta por acercarse y unir sus labios a los del tricolor para callar sus palabras que estaban lastimándolo. Hubo silencio, los ojos de México se abrieron un momento en sorpresa, seguido de más lágrimas y movimiento. Rusia había tomado sus muñecas para que no se moviera y no tratara de escapar, solo que México no quería escapar, quería sujetarse a alguien
Cuando el beso acabo y ambos se separaron, Rusia libero a México. Cerró sus ojos esperando un golpe como las veces anteriores, pero, contrario a ello, lo que recibió fue al latino, más pequeño que nunca, lastimado, dolido, tan frágil que era doloroso verlo
-¡Ya basta! Por favor… haz que pare… ya no quiero. ya no quiero seguir amándolo- llora con fuerza al tiempo que un sorprendido Rusia lo aferra con cuidado envolviéndolo entre sus brazos, notando como el latino restriega su rostro en el pecho contrario y se aferra entre temblores
-Quiero tener una nueva oportunidad de sentir amor hacia alguien… ya no quiero amar a quien me lastimo tanto… por favor… ya no quiero amarlo, ya no quiero que me siga doliendo su falso amor…- llora con fuerza, aferrándose a las ropas del contrario con necesidad de sentirse sujetado, de no caer en ese abismo que ya lo tenía al punto de ahogarse en depresión y oscuridad
No hay palabras después de ello. Solo Rusia aferrando a México contra su pecho para que sintiera que no estaba solo; tardo un buen rato para que el tricolor dejara de llorar con ese dolor que había logrado que aun alguien como Rusia sacara un par de lagrimas mas. Finalmente, cuando sintió que su respiración se había controlado y que ya no convulsionaba suavemente entre los hipidos, fue que tuvo el valor para jurar hacia el latino
-Te prometo que te enamorare más de lo que llegaste a amar a ese imbécil de Canadá… no dejare que pases por el mismo dolor otra vez México- hablo seguro y calmado, mas noto una respiración tranquila; al alejar al latino, tiene que tomarlo rápidamente de la espalda pues, se había quedado dormido entre sus brazos y de pie; ahora, Rusia, con la sensación de que su juramento no ha sido escuchado, carga con el cuerpo del contrario de un modo nupcial. Sonríe enternecido al ver su gesto calmado después de llorar y así, se encamina hacia la habitación de México (según recuerda le dijo Alemania cual era)
… … …
Una vez llega a la habitación del tricolor, con cuidado abre la puerta, entrando y dejando con cuidado al mencionado en la cama; lo observa, pasando su mano sin malicia por la mejilla húmeda del latino, Rusia se inclina suavemente y por fin le da un pequeño beso en la frente, otro, en la punta de su nariz y un último beso en los labios, apenas una presión entre ambos labios, inocente, dulce, cariñoso y lleno de amor. Cuando se separa, acaricia su mejilla una última vez enderezándose antes de desear querer hacer algo mas
Avanza a pasos rápidos hacia la puerta de salida y, mientras sale, lo último que ve, es al latino arropado y durmiente que es ajeno al mundo a su alrededor…
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Con resaca, sin memorias de lo que fuera que paso anoche en una fiesta tan salvaje y llena de alcohol, los estudiantes salen de sus habitaciones con resaca y regresan por fin a tierra firme; Canadá y México creen que ha sido solo sueños que se han besado, México incluso cree que fue un sueño ver a Rusia besándolo como si nada. Ni USA ni Jamaica dicen nada al respecto y Rusia no tiene oportunidad de volver a tratar con México de regreso a tierra firme ni cuando volvieron a su escuela
Ahora, la determinación de dos countrys por un corazón, incrementa mas
Notas finales:
*No me dejan concentrarme… perdón si esta zona se ve mal
Ammm, ok, primero que nada, felicidades a las pocas personas que se dieron cuenta que el especial de Halloween en realidad era eso, un especial planeado por la compañía y la isla XD la verdad no quería que fuera tan obvio, aunque supuse que si habrían personas que se dieran cuenta de estas cosas XD y… con esto, oficialmente ya me quede sin capítulos para publicar aquí XD así que nada, hasta aquí llega nuestro pequeño especial de Halloween y día de muertos, se que nada tiene que ver con el segundo pero hey, era parte del grupo del terror XD… como sea, espero les haya gustado; por mi parte no me esperaba el tipo de reacción que tuvo la idea de Alemania x Chile… de verdad no me espera que saltaran con enfado hacia Alemania… de cierto modo me alegra porque se preocupan por Chile XD y sobre la idea de la ship… ya iré viendo si se va desarrollando a lo largo de la trama XD eso se verá en la misma, mejor no digo nada XD bueno, ahora lo poco que nos haga falta en datos extras XD
Datos extras:
*En secreto, Jamaica y USA tienen una buena amistad, de hecho, es por ellos que USA tiene noticias de México y Jamaica de Canadá… ambos solo ayudan a sus amigos a sanar heridas, no mas, ya si quedan juntos o no, es cosas de ellos
*En teoría, todos los atrapados estaban semi amarrados para no crear heridas
*Una vez atrapados se les dice “Fin del juego” para que entiendan que están a salvo… pero la histeria colectiva es algo que olvide que podía pasar… a ver si no se ve raro el capitulo ahora que caigo en cuenta de eso DX
*Obviamente habían paramédicos y médicos a lo largo de la isla para los que se lesionaran
*Estricta y obligatoriamente a los huéspedes (obviando de los estudiantes) se les hico hincapié del especial de la isla… pero hay gente pendeja que no le presta importancia y luego están los que se olvidan de ello y por último, los que ni eso leen ¬¬… (suelo ser de las ultimas 2 XD hahaha que cosas no?) A los estudiantes no se les dijo nada para que fuera sorpresa
*OBVIAMENTE en temporadas de terror, se prohíbe la entrada a gente con problemas de corazón, diabetes y todas esas personas que con un susto se nos petatean… por obvias razones
*Nadie corrió peligro real… y tanto la sangre como los cadáveres eran falsos sacados casi casi de holliwood
*Errr… en partes si es culpa de la empresa y la isla… solo venia como “evento especial” un juego a las escondidas… no es como que hayan explicado en algún punto de que iba a ir todo el desmadre… así que en partes, si, fue su culpa que hubiera tanto caos XD (Esto era lo que había deducido Venezuela y si, se lo restregó después a México)
*Japón, Brasil y USA son un par de enérgicos he hiperactivos en algunas circunstancias… solo digamos que por cosas del destino estos tres dieron con el itinerario secreto de la isla y como no los podían callar, los terminaron usando como ayudantes para la actuación XD
*Alemania también lo descubrió pero él supo ser discreto… lo que si no estaba planeado ni para él, era acabar al lado de Chile pero, ya entrando en gastos ¬u¬… hasta parece que a él le fue como anillo al dedo que se quedara con Chile (de verdad no lo tenía planeado, solo iba a ocultarse en su camerino y ahí se iba a quedar hasta que acabara todo el desmadre… pero bueno, cosas que pasan ¬u¬)
*Chile no le dijo a nadie lo que paso con Alemania y obviamente Alemania no le dijo a nadie lo ocurrido… aunque como buenos amigos, tanto Rusia como Japón ya se mastican que algo debió de pasar… igualmente, por respeto no hacen comentario alguno al respecto
*Esto sí es canon… a partir de aquí, por lo menos la relación de Canadá con México ira a mejor obviamente que de un modo lento
*Canadá y México estaban tan ebrios que no recuerdan las palabras y discusión y mucho menos el beso que tuvieron en la noche… solo Jamaica, USA y Rusia saben de esto, siendo de hecho, que solo Jamaica y Rusia saben del beso que el ruso le dio al mexicano
*¬u¬ Muchos despertaron en camas que no eran las suyas y con gente que ni conocían XD ya ven, el problema del alcohol hahahaha y si, las parejas tuvieron su rato de romance… ya se deja a su imaginación si tuvieron su buen lemon o no XD
Bueno, no se me ocurre que mas explicar, así que ahí le dejo XD
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
¡Felices fiestas de Día de muertos super mega atrasados XD!
¿¿Les gustaría apoyarme con alguno de estos???
Ko-fi
Patreon (No se muy bien como funciona)
#countryhuman#countryhumans#countryhumans México#countryhumans Rusia#countryhumans canada#Mis Fanfics Yaoi#Un Ataque al Corazón#RusMex#CanMex
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#MIS_RELATOS_ANONIMOS
___MIS CALVARIOS___ (BASADA EN ECHOS REALES)
Les contaré mi historia y espero la dejen en Anónimo..
Todo comenzó así, desde pequeña fui abusada sexualmente varias veces, la vida me hizo fuerte pero hay algo mas turbio en mi historia.
Desde la edad de 3 años mi madre se separó de mi padre y se volvió a juntar, me recostaba con ella y su nuevo marido y vi algo que marcó mi infancia, vi cuando tenían relaciones sexuales, desde ese momento y por curiosidad comencé a masturbarme, si a la edad de 3 años ya conocia que era un orgasmo, esperaba fuera noche y como ya habían preparado otra habitación para mi usando muñecos o almohadas o simplemente mis manos yo sola me masturbaba, suena raro pero mi pregunta es; ¿ Tu primer masturbación a que edad fue?.
Por eso no debemos tener a nuestros pequeños en la misma habitación al momento de estar con la pareja.
A la edad de 5 años mi padrastro comenzó a ir a mi cuarto a escondidas y me tocaba, yo no podía decirle a mi madre por vergüenza y el aprovecho eso.
Nunca paso de tocarme pero eso traumo mi infancia.
Seguí masturbandome a pesar de todo, ya era un vicio para mi, y a la edad de 8 años mamá dejó a ese hombre por razones que desconozco, pero ahí comenzaría mi segundo calvario.
Ahí había un niño de 11 años (Mayor que yo) y me invitaba a jugar a su cuarto, me decía que quería jugar a la mamá y el papá y yo le dije que si. Me metía entre sus cobijas bajaba mi pantaloncito y mis pataletas y ponía su miembro entre ellas, nunca hubo penetración pero yo sabía que estaba mal, más sin embargo me gustaba mucho y ahí conocí mi primer orgasmo con un " Hombre" por así decirlo.
Al tiempo el padre del niño nos descubrió y regaño tanto, se los contó a su esposa y mi madre y en vez de corrernos nos invito a vivir en su casa.
No sabía el porque pero tiempo después lo supe. Un día al mi madre salir al super me tocó quedarme haciendo mi tarea y el hombre entró a mi pequeña habitación, me dijo que si queria saber que era un verdadero hombre y el me enseñaria, yo le pedía que parará pero no paro, subió mi pequeña falda hizo mi calzoncito a un lado y puso su miembro justo en mi cosita, yo no sabía que hacer pero me dijo que si me resistía nos echaría a la calle y no teníamos donde vivir así que sólo calle y el comenzó a meter su asquerosa cosa en mi, al principio no se podía pues yo era Virgen pero lo hizo con tanta fuerza que al final entró y yo con tremendo dolor y susto grite.
La puerta se oyó y el se vistió y yo sólo acomode mi ropa interior y sin decir palabra a mi madre le ayude a las labores del hogar, sentía como agua en mis piernas y fui al baño, era sangre y yo asustada cambie mi ropa interior y ese calzón lo tire a la basura sin que nadie se diera cuenta.
Después de ese día el aprovechaba cuando estábamos solos y me meto a un cuarto de triques y abusaba de mi y yo por vergüenza y por miedo a que nos echarán a la calle volví a ocultar todo.
Paso un tiempo y mi madre volvió a casarse y salimos de ese infierno, pensé terminar la todo pero que equivocada estaba, este sería mi tercer calvario, pues mi padrastro ya había sido golpeado por abusar de una niña de kinder y otras dos de escuela una vez lo quisieron linchar y otras dos niñas que fueron de sus antiguas esposas era un pedófilo, pero eso no lo sabía mi madre hasta tiempo después.
Ella se enamoró tanto que confiaba ciegamente en el, hasta lo mantenía y mientras ella trabajaba el me cuidaba, pero sólo era cuestión de segundos que ella se marchará para que el entrará en mi cama, ahora tenía 10 años y ya comprendía más esto de la violación, siempre quitaba mis ropas me tocaba yo le pedía parará pero no paraba me violaba cruelmente, el era aún más brusco que el hombre anterior pues sabía que mi madre trabajaba todo el dia y tenía tiempo para hacerme lo que quisiera.
Yo estaba harta de todo esto, pensé en suicidarme, deje de masturbarme y encontrarlo de todo veía el sexo como pecado.
Al llegar a mis 14 años en mi adolescencia ya tenía un gran trauma psicológico ni siquiera podía ver a los chicos, me causaban miedo.
Le pedía a mamá me llevará a su trabajo, para no estar sóla con ese hombre sin pensar que entraría a mi cuarto calvario, pues el hombre dueño de los hoteles era muy guapo pero tenía 45 años y yo sólo 14, mientras mi madre limpiaba el piso de abajo yo limpiaba el piso de arriba y acabar más pronto, el hombre siempre veía mis piernas pues yo estaba en secundaria y era casi diario que usaba falda, de la secundaria agarraba el camión directo a su trabajo y ayudarle, y ese hombre me ponía nerviosa.
Un día entre al baño de uno de los cuartos y el hombre entró, se encerró junto conmigo y comenzó a tocarme le dije que no estaba bien pero el seguía y seguía, algo raro paso entre mis piernas sentía como agüita, estaba excitada pero sabía que estaba mal trate de salir corriendo pero me empujó a la cama y tocaba entre mis piernas, por un momento quise caer pero no, el hombre era casado y yo una Niña, el bajo mis calzones y bajo su super sacando su enorme y erecto miembro, y me lo reservaba en mi cosita y comenzó a meterlo, encerio quería resistirme pero mi excitación era tanta que sólo me deje llevar, fue mi primera violación con excitación desde entonces vi el sexo de forma diferente, me volví una loca ninfómana pues no había día que yo y mi nuevo amante nos escondieramos para hacerlo.
Pero eso ya no me llenaba, yo estaba excitada a todas horas del día así que un maestro de mi secundaria me gustaba, y sabía que yo a el y aprovechando en un receso, fui a la biblioteca donde siempre se encontraba leyendo y como siempre estaba sola lo vi ahí sentado y me senté encima de sus piernas, me decía que parará pero no podía, quería ser penetrada por él, abrí mi blusita de botones, y saque una bubi para que me la chupara, y mi excitación fue tanta y la de el que me reventó mi tanguita y me hizo suyo en esa silla, luego me sentó arriba de el y me subía y bajaba con fuerza, después de ese día supe que podría tener al que quisiera.
Mi sed de sexo fue tanta que llegue a tener tantos novios, era una ninfómana, ya no me llenaba con nada, baje mis calificaciones por sólo pensar quien sería mi próxima víctima, era tan bella que ningún hombre se me resistía.
Sali de secundaria, y un día peleando con mi padrastro para que ya no me violada, pues era ninfómana pero por ese hombre sólo sentía asco llegó mamá y le conté todo, y como era de esperarse me corrió a mi de la casa.
Una amiga me residió en su hogar su madre era prostituta y un día le dije que ocupaba dinero y se le ocurrió llevarme a su trabajo, y como es de esperarse ahí hay mujeres ya grandes y yo joven y hermosa pues ya tenía 15 años los hombres me seguían como moscas y caí en un falso cielo, tenía todo lo que quería hacer el amor con hombres aunque nunca llenaba y además me pagaban por eso, claro me cuidaba mucho para no caer en una enfermedad, para mi era el paraíso tenía tanto dinero que compraba ropa, zapatos frente un departamento, me ponía uñas, pestañas, maquillaje, todo no me faltaba nada, bueno si sentó a un vacío pero pronto lo llenaría, ese vacío era amor de verdad.
A la edad de 17 años llene ese vacío, conocí a un chico guapo inteligente, comprensivo, todo y nos enamoramos uno del otro, a pesar de que sabía mi trabajo luchó por sacarme de ahí y lo logró, batallón al principio pues yo me salía sin su consentimiento, porque una vez que entras a esos lugares se vuelve un vicio del que pocas salimos, pero con su amor ternura y entendimiento además decayusa psicológica ahora vivo felizmente casada, y con dos hermosos hijos.
No importa tu pasado para la persona correcta el o ella debe quererte tal cual eres y ayudarte a salir adelante estos fueron mis cuatro calvarios, tampoco debes juzgar a las mujeres que trabajan en teibol, bares, antros, yo trabaje por mi necesidad al igual que muchas, es fácil criticar y no saber las razones por las que llegamos a eso.
Espero no haberlos aburrido con mi historia... bendiciones a tod@s en sus vidas y recuerden el amor todo lo puede.
FIN...
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«VII», Patrick Modiano
Sí, en ese cine pequeño del barrio de Les Ternes ponían de complemento Captain Van Mers du Sud.
Un sábado de agosto por la noche, en París. Después de la película principal, la mayoría de los espectadores se fue y solo quedaron en la sala alrededor de diez personas. Cuando se apagaron las luces, noté una contracción en pleno pecho.
Los créditos aparecían con un artificio antiguo: las páginas de una agenda que van pasando muy despacio al compás de una música suave. Las letras eran de un tono pardo y de forma alargada. El nombre de Bella aparecía antes que el de Bruce Tellegen aunque fuesen protagonistas de la película a partes iguales. Mi nombre venía a continuación del nombre del cámara y con la siguiente indicación: «adaptación» y «diálogos de…». Por fin, en la última hoja, estallaba en caracteres góticos y rojos: CAPTAIN VAN MERS DU SUD.
Un yate de buenas dimensiones navega hacia una isla que no es aún, en el horizonte, sino una manchita verde. Y vemos a Bella, de pie en la proa, con la melena flotando al viento. El color esmeralda del mar y el azul del cielo se pasan un poco de chillones y se matan entre sí. Tuvimos muchos problemas con el color. Tampoco el sonido estuvo nunca como tenía que estar. Ni la interpretación, por cierto. Y la historia no es que fuera muy interesante. Pero esa noche, en esa sala casi vacía, al asistir a la proyección de Captain Van Mers du Sud…
Siete años antes, un productor llamado Yvon Stocklin me llamó por teléfono a una hora muy avanzada para rogarme que pasase por su casa al día siguiente. Íbamos a hablar de un «proyecto». Yo no conocía al Stocklin aquel y me he preguntado con frecuencia por qué azar se había enterado él de mi existencia.
Me recibió en un piso de la avenida de Iéna sin ningún mueble. Lo fui siguiendo por la hilera de habitaciones vacías y llegamos a un salón donde había dos sillas de camping. Nos sentamos frente por frente. Se sacó una pipa del bolsillo, la llenó concienzudamente, la encendió, dio una chupada y no se la quitó de entre los dientes. Yo no podía apartar la vista de esa pipa porque era lo único estable y tranquilizador en el vacío y la desolación de aquel decorado. Más adelante supe que Yvon Stocklin se pasaba noches enteras sentado en la cama, fumando en pipa. Era su forma personal de luchar contra el carácter fluctuante y quimérico de su oficio de productor. Toda una vida malgastada como el viento… Cuando fumaba en pipa tenía por fin la sensación de ser un hombre de peso, una «roca» y —como decía él— de «juntar sus pedazos».
Esa noche me expuso sin más demora su «idea».
Quería encargarme la adaptación al cine de una novela y, mejor que dirigirse a uno de esos guionistas profesionales «de tanto lustre» con los que había trabajado muchas veces —me citó dos o tres nombres que luego han caído en el olvido—, prefería dar carta blanca a un «joven» y, a mayor abundamiento, a un «escritor». Se trataba de un libro «estupendo» cuyos derechos acababa de conseguir: Capitaine des Mers du Sud. Pero, al tratarse de una coproducción con mayoría anglo-holandesa, la película iba a llamarse Captain Van Mers du Sud. ¿Aceptaba la «fórmula»? Con él había que decidirse muy deprisa y «a ojos cerrados». Y nunca se arrepentía uno. ¿Sí o no?
Bueno, pues «sí».
En tal caso, el señor Georges Rollner, el director, nos estaba esperando para cenar en Le Pré-Catelan.
La orquesta tocaba valses y Rollner nos hablaba con locuacidad. Le repetía a Stocklin que era una buena idea haber recurrido a un «joven» como yo. Los dos habían cumplido los cincuenta. Supe, más adelante, que Stocklin había empezado con Pathé-Natan. El apellido de Rollner me sonaba. Había tenido éxitos comerciales en los años cincuenta, sobre todo con una película muy conmovedora sobre la vida de los cirujanos. Poco a poco había llegado a la dirección tras haber desempeñado las actividades de director de plató, de asistente y de director de producción. Stocklin daba una impresión de solidez, completamente ilusoria, con aquella cara de braquicéfalo, aquel cutis rojo y aquellos ojos azules (aseguraba que era oriundo de Saboya), pero, en cambio, de los ojos negros de Rollner, de su silueta y de su sonrisa brotaba un encanto frágil. Cuando estaba acabando la cena, pregunté, pese a todo, por la «novela».
Rollner se sacó en el acto del bolsillo de la chaqueta un libro de un formato diminuto. Me lo alargó. La novela era de 1907 y la había editado Édouard Guillaume en su colección popular «Lotus Alba».
—Pongo en sus manos Capitaine des Mers du Sud —me dijo, sonriente—. Y espero que hagamos juntos un buen trabajo.
Al día siguiente firmé el contrato en casa de Stocklin y en presencia de Rollner. Me pagaban a tocateja seiscientos mil francos antiguos, mi nombre aparecería en el cartel y los paneles publicitarios y tenía unos derechos de un dos por ciento de los «beneficios netos de la producción». Stocklin decidió que me fuera al día siguiente con Rollner a Port-Cros, donde se iba a rodar la película. Allí escribiríamos el guión que había que «liquidar» lo antes posible. Las tomas empezarían al mes siguiente. El equipo técnico ya estaba listo. Todavía no habían terminado el reparto de papeles, pero solo era cuestión de días.
En Port-Cros, Rollner y yo nos acomodamos en un hotelito al fondo de una bahía. Me propuso trabajar conmigo una semana. Me dejaba «total libertad» y me aconsejó que escribiese directamente una «continuidad dialogada».
El libro era de un formato tan exiguo y los caracteres de imprenta tan microscópicos que tuve que rendirme a la evidencia: no conseguiría leer Capitaine des Mers du Sud sin una lupa. En el hotel no había lupas. Alquilamos una motora y fuimos hasta Giens. Tampoco allí encontramos ninguna. A Rollner parecía divertirle. No veía inconveniente en que siguiéramos buscando hasta Tolón, pero un óptico de Hyères me proporcionó un cristal de aumento.
Me levantaba entrada la mañana y trabajaba por la tarde. Se trataba de una historia de corsarios que transcurría en el siglo pasado, pero Rollner quería que la trasladásemos a nuestros días. Para relajarme, me reunía con él en una calita que había descubierto. Se zambullía continuamente desde una roca en forma de pirámide. E incluso hacía el salto del ángel con mucho arte. Los saltos de trampolín habían tenido siempre para él mucha importancia y un poder terapéutico. Era la mejor forma —me explicaba— de «recargar las baterías».
Yo acababa por pensar que estábamos de vacaciones los dos, como dos viejos amigos. Aquel mes de junio hacía un tiempo radiante; todavía no había turistas. Cenábamos en la terraza del hotel, frente a la bahía. Rollner me contaba su paso por la RAF durante la guerra, el acontecimiento más importante de su vida. Se había alistado porque quería probarse a sí mismo y a los demás que «era posible ser judío y un as de la aviación». Y lo había sido.
Concluí en quince días la «adaptación» de Capitaine des Mers du Sud. Confieso que las treinta últimas páginas fueron una chapuza. Cuando Rollner me pidió que le leyera el texto me entró una gran aprensión. Como nunca había hecho un trabajo así, temía sobre todo que la «división en secuencias» que había hecho no le gustase. (En realidad, me había atenido escrupulosamente al orden del libro, párrafo a párrafo). Según iba leyendo, la atención de Rollner se iba relajando. Estaba pensando en otra cosa. Cuando acabé, me dio la enhorabuena: «Tiene mucha vida y está muy bien enjaretado», me dijo con voz afectuosa. Luego, tras titubear un instante:
—¿No podría añadir una frase en alguna parte de los diálogos?
—Claro que sí —me apresuré a decir.
—Es la siguiente… En un momento dado, el individuo ese podría decir: «Ya ven: se puede ser judío y un as de la aviación».
Aunque el comentario no tuviera nada que ver con la historia, pese a todo conseguí encajarlo en boca del protagonista.
Rollner tenía mucho empeño en ello. Era, por lo demás, lo único que le interesaba, porque la perspectiva de rodar una película estaba claro que lo sumía en un estado de profundo letargo.
Los técnicos —un equipo muy reducido— llegaron un domingo por la noche, cargados con todo el material. El yate en que se iban a rodar las primeras escenas estaba anclado en el puerto. La productora se lo había alquilado a un barón belga. Los actores que interpretaban los papeles secundarios (tres mujeres y dos hombres) llegaron a la isla el martes siguiente.
Estábamos esperando a los dos protagonistas, Bella F. y Bruce Tellegen.
A media tarde, una motora grande se detuvo ante el pontón del hotel. Salieron dos hombres que llevaban una camilla mientras otro subía al muelle muchas maletas de cuero leonado. Rollner y yo estábamos sentados en la terraza del hotel y me parece incluso que estaban con nosotros el cámara y la script. Los hombres se acercaron. Reconocimos en el acto al que llevaban en la camilla: Bruce Tellegen. Rollner se levantó y lo saludó con la mano. Tellegen llevaba barba de tres días y el sudor le chorreaba por la cara. Tiritaba de fiebre. Cuando vio a Rollner le dijo con voz agonizante:
—Georges Rollner, I presume?
Pero ya se lo estaban llevando los dos hombres a su habitación. Se quedó acostado y Rollner me explicó que Tellegen padecía las secuelas de una antigua malaria y que era algo que podía suponer un riesgo para la película. Pero le quería y apreciaba, y a él le traía sin cuidado que esa «porquería» de aseguradoras se negaran desde entonces a «cubrir» a Tellegen.
Entretanto, Bella F. había llegado también.
Las primeras tomas se hacían a bordo del yate y, como Tellegen no aparecía en esas escenas, Rollner empezó a rodar. Lo hacía con muy poco entusiasmo y yo sospechaba que tenía la esperanza de que se prolongase la enfermedad de Tellegen para tener un pretexto e interrumpir la película.
Me rogó que me quedase en Port-Cros durante el rodaje, explicándome que a lo mejor había que modificar el guión, pero este siguió hasta el final tal y como yo lo había escrito.
Bruce Tellegen, nuestro protagonista, había sido veinte años atrás uno de los actores jóvenes más notables de Hollywood. Destacaba en las películas de aventuras y de capa y espada, encarnando a Lagardère, a Quentin Durward o a la Pimpinela Escarlata con fogosidad y encanto tales que le valieron enseguida una gran popularidad. Luego interpretó papeles diferentes: misionero, explorador, navegante solitario. Siempre se presentaba con los rasgos de un héroe de inmaculada pureza a quien la vida mancillaba y que se desesperaba con la maldad de los hombres. El público se emocionaba ante aquel personaje angelical y misterioso que luchaba contra el mal, sin éxito muchas veces e incluso con cierto masoquismo, puesto que en todas sus películas había siempre una escena en que torturaban salvajemente a Tellegen… Decían que esas escenas le gustaban. De película en película, fue perdiendo algo de su magnetismo. La bebida tenía mucho que ver, pero también la edad, pues, rondando ya los cuarenta, no podía seguir interpretando papeles que exigían una forma física excepcional. Y, además, una mañana se despertó con el pelo blanco.
Bella —voy a llamarla por el nombre— me llevaba unos quince años y tenía a la espalda una carrera larga ya. Había sido, a los diecisiete años, el prototipo de esas aspirantes a estrellas que posaban ante los fotógrafos durante el Festival de Cannes. Luego tuvo algunos éxitos. Como bailaba muy bien y hablaba con fluidez el inglés la contrataron para interpretar en Norteamérica papelitos en comedias musicales. Al regresar a Francia con la aureola de su estancia en Hollywood protagonizó varias películas que realizaban honrados fabricantes a principios de la década de los cincuenta. Al público le gustaba bastante. Pero pasaron diez años.
Era una morena diminuta de ojos verdes, pómulos anchos, nariz respingona y frente testaruda.
Tellegen se levantó de la cama al cabo de una semana, pero había adelgazado dos kilos y andaba con paso prudente y, con frecuencia, con ayuda de un bastón. Rollner le hizo rodar primero las escenas en exteriores.
Apenas asistí a las tomas porque me levantaba demasiado tarde. Rollner tenía reputación de lento y minucioso. Dudaba mucho rato entre dos planos y eso le suponía terribles casos de conciencia. El ingeniero de sonido, que ya había trabajado con él, me explicó que en el montaje sufría aún más: lo había visto en circunstancias así al borde del suicidio, y no estaba empleando la palabra a la ligera. Sin embargo, pasados unos días, Captain Van Mers du Sud tuvo en Rollner un efecto desacostumbrado. Se amodorraba, a lo que decían, entre toma y toma. E incluso una vez llegó a quedarse dormido.
Cierto es que la intriga no destacaba por su abrumadora originalidad. Bella, en la proa del barco, no aparta la vista de la isla en que van a atracar ella y sus cinco amigos, jóvenes, ricos y ociosos, que están haciendo un crucero. No tienen moralidad alguna y «el ambiente más depravado reina a bordo del yate». En la isla, se encontrarán con el «Capitán de los Mares del Sur», un exmarino mercante que lleva retirado allí más de veinte años. Un hombre puro a quien Tellegen presta su rostro de antiguo protagonista joven. Bella se va a enamorar de él pese a la diferencia de edad y a abandonar a sus amigos para vivir con el «Capitán» en la soledad de esa isla de vegetación tupida.
Tellegen y Bella eran una pareja peculiar; él de estatura gigantesca y ella tan menuda que hubiérase dicho que eran el padre y su hija pequeña. Me acuerdo de una tarde en que asistí al rodaje de una escena. Bella y Tellegen dan su primer paseo por el corazón de la isla. El Capitán de los Mares del Sur le dice:
—Con usted tengo la impresión de haber recuperado la juventud…
Y ella contesta:
—¿Por qué dice eso? Es usted joven…
Hacía mucho calor y Tellegen tenía la camisa empapada de sudor. Se la cambiaba cada diez minutos. Se desplomaba en el sillón plegable y había que retocarle el maquillaje. Bella tampoco soportaba el sol. Estaba de bastante mal humor. Rollner, con su eterno anorak azul marino, intentaba bromear con ellos mientras les daba indicaciones. En las pausas, Tellegen se aflojaba el corsé de cuero. Se lo ponía cuando las escenas le exigían quedarse de pie mucho rato, pues, efectivamente, le costaba estar derecho.
Volvimos al hotel al crepúsculo. Había que andar alrededor de un cuarto de hora y los técnicos fueron delante. Nos quedamos solos Bella, Rollner, Tellegen y yo. Antes de echar a andar, Tellegen nos alargó a todos, por turno, la botella de vodka de la que nunca se separaba y nos conminó a echar un buen trago. Nos daría ánimos.
Rollner abría la marcha y sostenía a Tellegen, quien apoyaba la palma de la mano en el hombro derecho de Georges y se ayudaba con el bastón. Bella y yo íbamos detrás, a unos metros de distancia. Se había cogido de mi brazo. Había un precioso claro de luna y, a trechos, los helechos tapaban el camino, así que nos costaba dar con su trazado. El aroma de los pinos y de los eucaliptos adensaba el aire y en la actualidad aún me evocan esos perfumes nuestra caminata nocturna. El roce de nuestros pasos alteraba un silencio cada vez más hondo y, al final, Bella me apoyaba la cabeza en el hombro. Al cabo de un rato, Tellegen dio muestras de cansancio.
Cojeaba, tropezaba y se agarraba in extremis al brazo de Rollner. Se detuvo de pronto. Allí estaba, ante nosotros con la cara sudorosa y la mirada ausente y nos indicaba por señas que siguiéramos andando. A la luz de la luna parecía haber envejecido otros diez años.
Rollner y yo acabamos por llevarlo a rastras al hotel. Daba diente con diente. Era el mismo hombre a quien yo había visto en el cine de pequeño, tan esbelto y tan saltarín, en La pimpinela escarlata.
Nos juntábamos los cuatro en la misma mesa del comedor del hotel. Bella había rodado ya una película con Rollner e intercambiaban recuerdos comunes.
Después de cenar, Bella, Rollner, el ingeniero de sonido y el cámara iniciaban una partida de póquer. Yo me quedaba a solas con Tellegen, que hablaba un francés muy aceptable. Me hacía confidencias. A él también le habría gustado ser escritor. Había empezado a escribir sus recuerdos de juventud, aquellos tiempos en que llevaba una vida aventurera en África y en Nueva Guinea y navegaba en un barco pequeño, el Tasmanian. Pero «no tenía ni puta idea de qué hacer con una pluma». Filosofaba con frecuencia. Me decía que en la vida no hay que hacer caso nunca de los consejos de los demás. Y que es muy difícil vivir con una mujer. Y que la juventud, la fama y la salud duran lo que duran, que él estaba en buena situación para saberlo. Y me contaba otras reflexiones que no recuerdo ya.
Creo que me tenía mucho afecto. Éramos de la misma estatura, un metro noventa y cuatro él y un metro noventa y ocho yo. Todas las noches lo llevaba a su habitación sujetándolo del brazo por culpa del vodka que se había tomado. Me decía siempre:
—Thank you, my son… —antes de quedarse dormido como un leño.
En cuanto a Bella, me pidió que le prestase dinero porque acababa de perder una cantidad elevada al póquer. Me quedaban cuatrocientos mil francos de los seiscientos mil francos antiguos que me habían pagado por el guión. Le entregué tres cuartas partes. Estaba enamorado de ella porque siempre había sentido debilidad por esas mujeres diminutas y morenas de ojos verdes. Pero era demasiado tímido para decírselo.
El rodaje duró tres semanas. Rollner ni se había molestado en ir a ver las pruebas de cámara que habían proyectado en un cine de Hyères. Mandaba al ingeniero de sonido. Me pidió que «condensara» las cuarenta últimas páginas del guión para «liquidar�� el final en tres días. Ya no podía más. Se quedaba dormido de aburrimiento entre plano y plano.
No recobró el interés por el trabajo hasta el momento de rodar la secuencia en que restallaba como un estandarte esta réplica: «Es posible ser judío y un as de la aviación, caballero». Le hizo repetir quince veces la escena a Tellegen, pero nunca llegó a conseguir lo que le habría gustado.
Hubo una fiestecita al final del rodaje. Para esta ocasión, Stocklin llegó de París en una avioneta. La pilotaba personalmente e hizo con éxito un aterrizaje acrobático delante del hotel con la pipa entre los dientes.
Esa noche hubo un ambiente muy animado. Una noche de agosto con aquel olor a pino y a eucalipto. Rollner parecía aliviado por haber rematado la película.
Sacaron una foto de todo el equipo, que espero volver a encontrar. Yo estaba entre Bella y Tellegen. Tellegen bebía como un cosaco. Daba lástima verlo. Bella me cuchicheaba que había perdido el dinero que le había prestado, pero me juraba que me lo devolvería cuando volviera a París. Me daba su número de teléfono: Auteuil 00 08.
Durante la velada, pude llevarme a Rollner a un rincón y le pregunté cuándo estrenarían Captain Van Mers du Sud.
Tenía la mirada turbia. ��l también había bebido mucho.
—Pero si no la estrenarán nunca, muchacho… —me dijo, encogiéndose de hombros.
Luego me llevó fuera de la sala donde estábamos todos reunidos. Lo ayudé a subir las escaleras. Se detuvo en el primer descansillo. Me miraba fijamente.
—Dígame, muchacho…, nunca he entendido por qué lo contrataron para hacer este guión. ¿Es usted familia de Stocklin?
—No… no creo —le dije.
Me sonreía y me daba palmaditas en la cabeza con mano paternal.
—De todas formas… Todos somos familia unos de otros… El cine es una gran familia…
Seguimos subiendo las escaleras. Tropezaba en todos los peldaños.
—Esta película es una mierda…
—¿Usted cree? —le dije.
—A mí me importa un carajo. He dicho todo lo que tenía que decir en esta película. TODO.
Arrimaba la cara a la mía.
—Ya sabe…, mi frasecita…
Yo lo sostenía pasillo adelante. Abrí la puerta de su habitación.
—Lo siento por usted, Patrick —me dijo—. Pero yo he dicho todo lo que tenía que decir en esta película. Una simple frase…
De pronto se fue hacia el lavabo, se inclinó y vomitó. Lo esperaba en el hueco de la puerta. Se volvió hacia mí, lívido. Sonreía.
—Disculpe. Estoy fatal. Debería usted regresar con los demás.
Me senté en medio del pasillo, cerca de su puerta, pensando que a lo mejor me necesitaba. Oí el estruendo de un mueble que se caía y el ruido quejumbroso de los resortes de una cama vieja cuando alguien se desploma en ella. Un silencio. Y luego esta frase, apenas inteligible, que Rollner musitaba entre dientes:
—Es posible ser judío y un as de la aviación, caballero…
Autor: Patrick Modiano
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White Dolphin/ Delfín Blanco
Esto nunca fue lo mío. Solía creer que hacerlo era para gente débil y derrotada, desempleados de esos que se quedan todo el día en un sillón viendo TVN, colgados del cable de algún edificio que se cae a pedazos, aunque tal vez es solo lo que aprendí de mi vieja.
La dejaba burbujear, porque no sabía calcular el tiempo para cocinarla. Me pegó a puño cerrado la segunda vez que pasó y su falsa argolla de matrimonio me hizo daño, la quemaste aweonao, me dijo o algo parecido. Yo pensé que era porque estaba nervioso, era la primera vez que lo hacía con ella y que se lo tomara tan bien cuando supo me tomó por sorpresa, hasta me hizo cuestionarme porqué lo hacía, aunque ya entendí que lo que me gusta del Horse es ese segundo en que la luz te encandila, el conejo frente faroles de camión y de pronto te atropella, mueres y todo es el paraíso. Flotando… profundo descanso, todo es bello, ojos cansados, cuerpo muerto, energía que se evapora, luego el hormigueo, la risa. Igual no es que le pase a todos, es como con el trago, algunos se ponen conversadores, otros violentos, otros solo se sientan en silencio, yo siempre fui de esos.
Otra vez soplé en la pipa en vez de aspirar, esa vez no estaba con mi vieja, estaba con el Cuervo, el weon que me dejó llevar el encargo al sur, estaban él y dos locos más y uno era un cliente, aunque no mío, yo solo trabajaba con chiva. Estábamos probando el producto, uno se rió, los otros dos me miraron chatos. Después de hacer el negocio el Cuervo casi me mata, me dijo que no podía cagarla frente a los clientes así. Me tuvo repartiendo marimba dos meses hasta que me gané su confianza de nuevo para jugar con lo más pesado. Fueron malos esos meses, eché de menos la heroína, sobre todo porque lo que más me gustaba de venderla era sacar sus mg gratis.
Igual nunca fue lo mío. La falopa me daba asco, esa wea te vuelve anoréxico y de eso ya tengo suficiente, me pasa por fumar de pendejo, culpables bajones, igual nadie me molestaba porque tenía mano siempre. Entre heroína y pega con mi vieja baje esos kilos. Siempre me sentí mina por pensar en esas weas y puta es que si en la escuela te dicen que sin papá los niños se vuelven maricones y en la telenovela de las cuatro son las mujeres las que limpian la casa y cocinan. Yo las tenía todas para serlo.
Nunca me contó mucho, pero cuando era pendejo antes de dormirme siempre le pedía que me contara cómo conoció al viejo, al que nunca conocí, al que se la metió y le cagó la vida. Mi vieja decía que cuando estaba por salir del liceo se mandó a cambiar y se fue con unos amigos y su pololo de entonces a mochilear al sur. Se quedaron como dos semanas en Viña, “hacer dedo no es tan fácil como te lo pintan en la tele mono chico” (me decía mono porque le causaba jaqueca como la abstinencia). Cuando iban por Valdivia dijo que pilló a su pololo con una de sus amigas comiéndose, de ahí ella se fue con la plata de emergencia al terminal y compró el primer bus que encontró.
Llegó a Osorno, un pueblo casi rural, me dijo que parecía los comerciales de Colun de tanta vaca y todavía. Un hombre daba pensión cerca de ahí a ocho el día, pero se hicieron ojitos y se acostaron, no le cobró la noche, obvio. Cuando mi vieja se volvió a Santiago llegó rogando a su casa que la dejaran volver, se había quedado sin ni uno. La aceptaron felices hasta que dos meses después crecí yo y mi abuelo la echó apenas supo. Igual ella tenía dieciséis y llevaba demasiadas cagadas como para que le aguantaran otra más. Se fue donde una tía que era nana y le ayudaba a trabajar. Me enseñó que las empleadas domésticas nacen de la mala suerte, “si hay una nana contenta es porque le roba o se tira al casero” ella no era ninguna. De ahí sacó el magister de nana y se quedó como tal y yo desde que aprendí a usar tenedor tuve que ser sub-nano ayudante.
El cuervo era algo así como el amigo de la amiga del cabro que vivía en la casa en que trabajábamos, el chiquillo una vez me regaló yerba, me tenía pena, todo porque él hablaba y vestía bonito. Teníamos la misma edad, un día me dijo que lo acompañara a Maipú a buscar un encargo, fumamos ese día con su proveedor y el loco me agarró buena porque éramos los dos apellido Rival.
Ahí empezó el negocio, me compraba cosas caras así que mi vieja no tardó mucho en preguntarme qué onda y yo, cabeza corta, no la supe ocultar.
La vieja se inyectaba la mitad de su sueldo y vivía medio dormida, yo vendía, ella era nana, todo bien hasta que los caseros la cacharon y chao casa-chao pega. No pasaron muchos días para que consumiendo se quedara dormida, era un buen viaje, de repente se echó y no respiró, terca como siempre, no volvió a hacerlo.
Bus. Todos me tiran la mirada, quizás porque ando perseguido y se nota. Nunca he hecho una entrega tan grande ni tan lejos, pero es el viejo, el único que me queda y es la pega, la única que he tenido. ¿Y si hubiese estudiado y sido un buen cabro?
¿Y si me interceptan?
Me pasaron 10g de falopa por si me faltaba plata en el viaje. Le llaman mano espontánea, como cuando estás en una plaza y alguien te vende porro, más caro sí. Si nos para un paco estoy cagao-No- si pasa una patrulla estoy cagao. Llevan uno de esos pastores alemanes sacando la lengua por la ventana, probablemente más kiltro que ocho, hasta chiguagua tiene esa wea, si todos saben que los pastores alemanes puros ya no existen, igual que la droga, ahora todo tiene alguna mierda.
El perro salta por la ventana ladrando al bus y lo corretea porque el bus debe tener un aura odorífica de metros por todo lo que traigo. Gota en el ojo de sudor frío, asqueroso, exagerado, al final era solo condensación de las ventanas del bus que me calló en la frente, aún más asqueroso, vapor de humano encerrado. Ando psicoseado-Temuco a 50 km- No puedo más.
Escala en Temuco, por fin. El cartel rasca de “Baño $200”. No aguanto y aunque no le hago necesito un jalón, algo que me entretenga, que me distraiga, los ojos de todos sobre mí como diciendo “ya weon, anda si estay angustiado” tengo adicto tatuado en la cara y por si no es suficiente un cartel (¡y luminosa la wea!) para que todos sepan. ¿Y si mi viejo se da cuenta cuando me conozca?
“No hermano, si ya me cacharon estoy seguro, me deben estar esperando con esposas y todo allá”, le digo al Cuervo por celular. Él me consuela, me dice que es susto de primerizo. Corto y dentro de la cabina del baño siento que hablé demasiado fuerte, que necesito esperar un poco antes de salir.
Cuaderno chico, Candy Cane lloviendo como nieve blanca sobre la tapa ¿y si me persigo en mala con esto? Pausa. Silencio de meditar. Igual alcanzaría a comprarme un café, sí, mejor. Estoy puro weiando. Iba a guardar el cuaderno pero en vez de eso me quedé mirándolo, hipnotizado, como si la raya me conversara y yo la escuchara atentamente. Filo.
El aire subiendo por mis fosas como una maravillosa catarata invertida, suave, pero todo de una vez. La raya que se fue más rápido de lo que me tomó armarla. Sería una pena que mi viejo fuera drogo también. La pasaríamos bien, pero puta que sería una lástima, no quiero seguir pensando en eso (y cae otra línea). Sería un viaje hecho en vano o aún más (y sube la línea del tubo a mi nariz) una vida en vano. Me apuro a guardar las cosas porque me asusta que el bus se vaya con los kilos del jefe. El último pique y llegamos, sus cinco horas y ya. Después descanso, entregar el paquete y a buscar al viejo.
Llegué, compré un diario y un café en el terminal. Todo muy normal. Hice un par de llamadas, busqué una buena pieza de hotel. Llegamos temprano en la mañana, había neblina y un pucho en mis labios, también vapor por el frío de mi aliento y humo del tabaco en mis pulmones. Hubo silencio inquietante hasta que llegó.
Era estándar. Ni muy bonita ni muy desagradable a la vista, mirada cansada. Chica, más chica de lo que yo esperaba tanto de porte como de edad. Me da lo mismo.
Euforia en mi cuerpo, vigor blanco corriendo en todas mis terminales nerviosas, latiendo y explotando en ondas de colores alucinantes y los latidos, uno tras otro. Me manosea el asco de saber que no hay vuelta atrás para nada, no hay hogar al que llegar, cariño que exigir, cuidado de nadie, solo y a la mierda del mundo. Una mano traviesa me acaricia, imita el gentil calor de una madre tan solo que un poco más sucio. Pausa para recargar y de pasada recargarla a ella. Me dijo que le daba miedo meterse weas por la nariz, cocinamos, agujas penetrando nuestra piel, use una diferente a la de ella, de seguro tiene sida o alguna wea cuatica.
La mina prácticamente sedada, le cuesta abrir los ojos, está pasta, yo apenas tomé la mitad de mi dosis, estoy justo en mi punto. La tomo por las muñecas, me da miedo tocarla mucho, la visualizo toda embarrada de otros hombres, prefiero que ella haga el trabajo.
Le doy órdenes, obedece sumisa, fuerte. Abraza mi cintura con sus piernas desnudas, me agarra firme y se mueve, se queja, gime, grita, ni cagando le gusta esta wea pero a mí sí, se siente bien porque ni nos gustamos, casi como si me violara, aunque las prefiero más apretadas y que se hagan las difíciles, pero qué importa, ya estamos aquí.
Ella sigue, yo la empujo por los hombros y de las caderas la doy vuelta, no quiero ver su cara de niñita martirizada. Choco con sus gelatinosas nalgas violentamente, al rato se detiene, me sienta al borde de la cama y se sienta sobre mí dándome la espalda, comienza a saltar weonamente. De pronto me recuerda a los papás haciendo caballito a sus hijas o cuando las mamás sientan a sus hijos en su regazo para explicarles algo. Más rápido, más dentro, siento que choco con su vientre interno, ella grita como la puta que es, me vengo. La corrida más cara de mi corta vida.
Me deja respirar dos segundos, se levanta y huye al baño con su ropa, veo una imperceptible mancha brillante y traslúcida en su entrepierna, apuesto que ni la va a notar. Envuelvo el condón en papel higiénico-Debe ser saliva- pienso. La plata en un sobre como habíamos acordado, una inyección más para mí y me echo a dormir justo cuando ella se marcha del cuarto. Igual estaba un poco gorda la puta.
Agarro el diario e intento leerlo en ese estado que es como el limbo del sueño, ni me acuerdo de las noticias de ese día, solo de una foto de un biólogo marino, algo de un delfín albino, me pongo a pensar que sería gracioso que le dijeran Dolphin en vez de Horse, pero claro, no comienza con H. Supongo que no funciona. Luego duermo un largo rato, sueño con mi viejo, no se ve nítido y su cara como que se desenfoca, el viejo parece de esos papás que te llevarían a comer helado de pendejo y a tomar tu primera cerveza cuando cumples 18, se ve piola, igual un poco nerd pero por un momento pienso que no estaría mal. Veo una mano que es mía aproximándose a tomar la suya, él se desvanece, se vuelve polvo y cae de sopetón a un suelo negro de vinilo. Yo me ahogo en el polvo café, se vuelve líquido, burbujea, mi vieja chillando de joven mientras hace el amor con el tipo como en un eco. Una nueva visión, él se transforma en uno de esos tipos que tienen un carrito en el que venden sopaipillas con salsas raras, pero no kétchup. Me da un vacío congelado en el pecho, me da rabia, tanta que me dan ganas de matarlo. El Cuervo aparece y me lleva de la mano, todo es muy extraño.
Para cuando me despierto no importa qué imagen sea, si el viejo nerd, el del carrito o el Cuervo, solo siento que extraño tener un papá. ¿Y si hubiese sido cabro bueno seguiría extrañando algo que nunca tuve?
Nos juntamos a las cinco en la pieza que arrendaba ya que los tipos no eran de allá. Uno era de Concepción y otro argentino de Bariloche, aparentemente la aduana de acá es menos cuatica que la de Mendoza. Osorno era algo así como una guarida, un pueblito tan piola que no reunía público suficiente para vender ahí mismo, solo servía de punto medio para repartir a todas las zonas del sur. La gente era demasiado campesina, me explicaban. “Acá toman hasta que aguante el hígado pero las drogas de verdad no, dicen que son del diablo y les hacen el quite, a lo más están los viejos que tienen alguna plantita en su parcela, pero nada más”. Alivio. Las probabilidades de que mi viejo fuera drogo se redujeron casi a cero. Que tome todo lo que quiera, a mí eso me da lo mismo, los viejos alcohólicos son penca para cuando uno es chico o para las hijas ¿A mí qué me va a hacer? ¿Pegarme? ¿Agarrarme a chuchadas? Media wea, si me pega le pego, total no le debo respeto ni cariño.
Le pregunté al penquista si cachaba a alguien de la ciudad, me miró fijo como buscando señales de sarcasmo en mi rostro. Cuando cachó que era en serio se sentó en la cama haciendo saltar los paquetes sobre ella.
“Uno no viene a sociabilizar, cada persona a la que le diriges la palabra es un futuro testigo en tu contra.”
Me quedé helado, me imaginé que el Cuervo me hubiese dado otra de sus charlas, tanto por inocente como por dejarlo entrever a sus distribuidores. Asentí captando la indirecta de su silencio. Luego continuamos abriendo y re-empaquetando ese polvo café.
El argentino dejaba un rastrillo imperceptible de polvo sobre la mesa por cada ladrillo abierto y cada diez o quince minutos se jalaba el montoncito acumulado. El otro trabajaba en el baño sobre la cerámica y yo sobre un espejo. Fue la primera vez que sentí presión o más bien la carga moral de lo que hacía. Igual no era tan complicada la escuela, incluso los algoritmos y teoremas parecen sencillos al lado del riesgo que decidí correr metiéndome en esto ¿cuál será la probabilidad de que encuentre al viejo? ¿Y si me delata él mismo? El argentino se ha tirado como dos veces su raya de horse así que acelero el proceso, parto el montón de polvo en dos, luego en cuatro y así.
La mitad de los ladrillos que traje eran ahora un montón de bolsitas pequeñas. Ahora solo quedaba escondérselos al argentino porque como él pasaba por aduana tenía que llevarlos en el cuerpo en cambio el otro tenía más suerte, no te van a registrar las cosas en un terminal de buses. Con cinta metálica, la más resistente, decía y un traje de lycra de los tobillos al cuello se las fue pegando por tiras, como esas pulseras de pesas para los tobillos y muñecas, harto más rascas sí. Al principio el traje de lycra me perturbó porque era muy ceñido y le daba al argentino de bigote gracioso un aire fetichista bizarro, después no dejó de perturbarme aunque ahora era porque las tiras de paquetitos parecían músculos superficiales de heroína café. Se puso otro traje de lycra encima, para emparejar los desniveles y apretar los paquetes a su cuerpo, evita que se caigan, supongo, después su ropa de civil encima, se veía harto más ancho y cómo no si llevaba la mitad de mi carga encima.
“Está re pesado” y se rió “Acá ya terminamos” dijo el penquista sacudiéndose las manos, se quitó los guantes quirúrgicos y tomó su parte del encargo para guardarlo en su maleta. Me pasó un rollo de billetes cada uno, del encargo anterior me había explicado Cuervo y el penquista se fue con su maleta rodando, yo la veía avanzar y en mi mente me despedía de toda esa azúcar morena.
El argentino se demoró un poco más en salir, le pasé sus cosas pues no se podía agachar a tomarla, a diferencia del otro tipo me dio la mano y cuando se la estreché me agarró del brazo y me atrajo para darme un gran abrazo, me daba palmadas en la espalda “Si buscas a alguien pregúntale a las artesanas de la feria, ojalá las más grandes, ellas conocen a casi todos en este pueblo chico”. Se fue sin decir nada más.
Le hice caso al weon. Aunque no fuera de acá me dio confianza, o sea, no realmente pero al menos me había dado una idea de por dónde empezar a buscar. Primero que nada la feria, dónde cresta queda la feria ¿habrá más de una feria? ¿Cuál era, me dijo el nombre? Y de qué era en todo caso. Me di rabia por no haber pensado en eso antes de que se fuera el argentino de mierda. Agarré mis cosas, la pieza había quedado tal cual luego de que volviera a colgar el espejo. Ni un indicio, ni un grano de horse sobre la mesa ni el baño, todo perfecto para no ser recordado en la memoria de las mucamas, no sucio como para que dijeran “sí, hubo un tipo que dejó un espejo en el piso manchado con una especie de polvo” ni tan limpio como para que dijeran “bueno hace un tiempo un cabro arrendó una pieza por un solo día y la dejo impecable, como si ocultara algo” Solo la medida exacta de orden.
Bajé a la recepción pensando que quizás allí tendrían algún mapa de Osorno que dijera “feria” con una estrella encima y en efecto había folletos turísticos, todos una mierda publicitando lugares que quedaban a más de una hora de la ciudad pero al menos había un mapa del centro. Me paseé por la catedral, había un viejo entre un montón de frazadas y cajas de cartón aplastadas, sentado contra una pared, fuera ese mi viejo… Me acerqué a preguntarle, a un vagabundo nunca lo van a interrogar, menos si está pasado a copete.
Le pregunté primero por el hostal de don Leonardo Silva y después por la feria, me dijo que sin una ayudita no había respuesta, le pasé cien pesos y me empezó a putear. Que si tenía plata para andar mochileando no me costaba nada pasar luca, culiao barsa. Decidí buscar la feria yo solo porque pensé que sería muy arriesgado preguntarle a alguien más de por ahí, al menos caminar unas cuadras antes de volver a hacerlo.
Osorno era abochornado por la tarde y seco igual que Santiago, las calles angostas y con poca gente y de esa gente toda era fea y amargada. Me miraban como bicho raro por ir con la mochila de viaje y la maleta. Me gustaba pensar que cuando encontrara a mi viejo le contaría todas las vueltas que me di buscándolo hasta que di con él, me lo imaginaba riéndose orgulloso de tener un hijo con tantas ganas de verlo. Igual sigue siendo difusa su cara pero es canoso, eso sí, canoso de pelo blanco aunque jovial. Miro para atrás y ya no se ve la catedral pero sé que tampoco he caminado tanto. Quizás unas tres cuadras más y le pregunto a alguien.
Paso, paso, no pises la línea de la vereda, perro callejero con la cola lanuda y un chaleco entero sucio, me sigue media cuadra hasta el carrito de maní confitado de la esquina “Chao amigo” me despido, total un perro no sirve de testigo. Ya. Esta esquina se ve buena- me detengo- Le voy a preguntar al próximo que pase. No, a ese weon no, el próximo sí. (No pasó nadie más en al menos un minuto) Filo. Y me devolví hasta el puesto de maní, el perro lanudo acostado a un lado feliz masticando las sobras que se caían al piso. Pregunté por la feria que resultó estar casi al lado de la catedral, le eché la culpa al vagabundo, aunque realmente fue mi intuición poco acertada. Me acuerdo que mi viejita nunca se perdía, ni siquiera cuando fuimos por primera vez a la casa pituca de su último patrón. Quedaba en la calle Robles, por La dehesa y nosotros vivíamos por Pajaritos, en otras palabras ni nos podíamos imaginar cómo eran los barrios allá arriba o que la casa tendría esa entrada con muros bañados en enredaderas, la piscina, los parlantes en el living que salían de las paredes, la escalera en caracol, la cocina con los azulejos raros y aun así ella ni siquiera miró los nombres de las calles para llegar a su primera entrevista. Supongo que la desorientación vino de mi viejo, me lo imaginé perdido por estas mismas calles camino a comprar la misma marca de cerveza que tomé en mi primer carrete, sonrío como si ya lo conociera “Viejo loco” murmullé para mí mismo.
Pensar en él me hace querer ser alguien del que él pueda contarle a sus amigos sureños. “Mi cabro estudia ingeniería en Santiago” o alguna carrera de esas que hacen que tus viejos te mencionen hasta hablando con la cajera del supermercado. Lo imagino sonriendo y pensando que pasó tantos años sin ese orgullo de padre en su vida y yo bien pintoso, becado (no sé cómo chucha pero becado) haciendo una maqueta, leyendo un libro, haciendo cálculos en una pizarra. No sé si habrá una carrera que te haga hacer todas esas cosas al mismo tiempo pero puta, esa carrera quiero, la que te hace parecer un chico UDI y aunque regularmente me carga esa gente se siente correcto, porque mientras hago todo eso pienso en mi viejo canoso, tomando una cerveza con los sureños y haciendo un salud por mí.
Si me pregunta por mi vieja le voy a decir que murió, pero que murió sana. Aún si no le importa porque fue una cosa de una noche, pero no quiero nada que le haga ruido. Cuando lo encuentre tanto el Cuervo como mi vieja serán una mala pesadilla y me voy a ganar al viejo aún si al principio no me quiere reconocer como suyo. Espérate no más viejo.
Había guantes de lana sin dedos, mitones decía el cartelito de cartón, como veinte pares por cada puesto, todos iguales pero en distintos colores. Una de esas pedrerías que venden lápiz lazuli y cuarzo, de las que te ilusionan por estar entre puras chucherías baratas pero terminan costando como mínimo cuarenta lucas el collar. Me acuerdo que cuando pendejo pregunté una vez en la feria de Santa Lucía en un puesto así, quería una cagada de piedra amarrada con alambre a una collar de cuero, era el día de la mamá, 52 lucas me dijo la mina mirándome a huevo, yo me lo eché al bolsillo de la parca cuando atendía a unos gringos. Igual mi vieja lo vendió unos años después.
Había un puesto que vendía flores y chocolates artesanales. Atendía un cabro de mi edad con la que parecía era su abuela. “¿Leandro Silva?” Le dijo a su abuela y ella dejó de cortar tallos de rosas para preguntarme el segundo apellido. Le expliqué que al menos hace unos 25 años tenía un hostal, pero que no sabía si seguía y que no sabía otro nombre ni nada más.
Me preguntó si era uno que quedaba cerca del terminal, una casucha de madera verde con un cartel que decía algo sobre pieza para universitarios. Me emocioné, mi vieja me había hablado de eso, cuando ella fue le dijo que estudiaba periodismo siendo que no había salido de media todavía. No me acordaba hasta que la abuela lo mencionó.
La artesana y el chico compartieron una mirada de medio segundo y me vieron ahí parado con mi equipaje ahora casi vacío, en esa ciudad sin nada llamativo salvo por el dueño de un hostal que fue demolido para poner un edificio de oficinas y un local de computación en el primer piso, cuyo dueño (mi viejo) ya no tiene trabajo, ni recibió una paga por la compra del terreno ya que él es ahora imposible de hallar, dejando así la propiedad a nombre de nadie.
” ¿Por qué?” Leandro Silva de 56 años. Caballero amable dicen que era hasta que su hostal dejó de recibir visitas. Nunca completó el octavo básico y salvo por la casa que heredó de sus padres que usaba de arriendo y sus ahorros insuficientes para generar cualquier otra clase de ingreso, no tenía nada. Le gustaba salir con sus amigos taxistas a tomarse unos tragos los fines de semana y de ahí la idea de abandonar la casucha y cambiarse a vivir a la escalera de un local vecino a su antro favorito.
“Lo encontraron ahogado en su propio vomito hace unos meses en la calle. No le quedaba familia así que ni siquiera lo enterraron en el cementerio católico o alemán, ¿por qué dijo que lo buscaba?”
Me quiebro por dentro. Su tono fúnebre me da a notar que todos oyeron si quiera una vez de ese caballero que se murió intoxicado con alcohol en esta ciudad enana, sofocada, desconocida, sin nada de interés ya en ella. “No, por nada” Huir.
Meses pasaban, dentro crecía una vida destinada a morir. El vientre antes ya desbordante estaba ahora hinchado, un ser que subsistía a pesar de su alimentación a base de pocas calorías diarias de la mal llamada comida de una bomba de bencina.
Siempre monitoreada, siempre interrumpida por el cuerpo de un hombre nuevo que invadía el pequeño y frágil nido que se armaba él mismo allí dentro-Ya te dijimos que te fuerai de acá- Su pequeño corazón latía fuerte dentro del cuerpo sufriente de aquella chiquilla con cuerpo de mujer, los ecos de esas voces externas se camuflaban en una viscosa pared de órganos dejando oír apenas las vibraciones más graves. El aún incompleto ser de cuatro meses se estremecía con los latidos de su joven transporte viviente-¡Es que no tengo de donde má’ sacar plata, porfa solo dame unas lucas y me voy, Rodri porfa!- Chillaba llorando una quinceañera llamando la atención del resto de las mujeres en ese albergue.
“No me digai Rodri. Ya no volvai más Dafne, entiende que no y pobre de ti que soplí alguna wea, no seai mal agradecida. Te dimos techo, comida, plata. Lo único que teníai que hacer era ir donde te mandábamos, hacer tu trabajo, traernos los sobres y NO embarazarte. Aparentemente te costó mucho, vo’ la cagaste solita y sabiai que eso significaba perderlo todo, así que sale y si volví una vez más pidiendo plata vamo’ a tener que hacer lo mismo que con la Dani ¿Te acordai de la Dani, Dafne?”
Era la tercera vez que volvía a ese lugar. Desde que la habían echado de vuelta a la calle había tenido que pedir dinero y dejarse insultar por las señoras que notaban su creciente vientre. Ese trabajo le daba una mejor vida incluso que la que tenía antes de irse de su casa y por un descuido, cómo decían ellos, o mala suerte, cómo decía ella, o por un traficante santiaguino, como de hecho era, la había perdido. Siempre creyó que guardar los dos mil pesos que le pasaban por cliente era estúpido, solo había conocido a una chica que lo hacía, pero como ninguna de ellas tenía suficientes años de vida no conocían a personas que pudieran ayudarles a salir del mal rato de manera tan cómoda como Rodrigo se los ofrecía, por lo que ahorrar para escapar era simplemente un sueño sin fundamentos, por eso ella siempre las gastaba de inmediato en chocolates o completos de alguna bencinera.
Recordaba a ese hombre que la miraba ahora con disgusto en el tiempo que la buscó para ser reclutada. Siempre era lo mismo. Las encontraba pidiendo plata y les dejaba mil pesos. Hacía un seguimiento. Pasaba todos los días a chequear si seguían allí. En el caso de Dafne fueron tres semanas, ella ya reconocía su rostro y lo saludaba cuando pasaba a dejarle su generosa limosna. Luego usaba su encanto y las metía al negocio.
Un fuerte latido resonó en su acuática cuna de desperdicios. El sobresalto de su madre al volver oír el nombre de esa chica Dani que una noche se fue de paseo con Rodrigo y sus amigos para no regresar más.
No volver y olvidar era lo mejor que podía hacer por ahora. La mala suerte le había traído un parásito que hacía de su buena presencia una no tan placentera. Quizás después del parto su cuerpo volvería a su tamaño original y entonces la aceptarían de vuelta, el único problema era sobrevivir hasta entonces, no estaba segura si las pocas monedas que hacía al día podrían mantenerla en pie por tanto tiempo, esperaba que sí, y más que por el pequeño ser rezaba por su propia vida y el retorno a su vieja rutina. Ni siquiera sospechaba las malas condiciones en que lograría mantenerse, ni que ese niño dentro de ella apresurado por el persistente frío de invierno que enfermaba el cuerpo de su madre escaparía de entre sus piernas, desnutrido y ensangrentado apenas a los siete meses y medio de gestación.
Un doloroso golpe en su interior, la fuente rota que mojó los únicos pantalones secos que le quedaban, pero daba igual, buscaría otros en la basura. Corrió como pudo hasta la siguiente esquina donde un montón de contenedores de basura la refugiaron de la vista de cualquiera que pasase por la calle. Sangre escurriendo de su interior, el niño intentando aferrarse de sus entrañas como sabiendo que allí afuera solo le esperaba la lluvia, la muerte. La joven se desmayó por el agudo dolor luego de que su cuerpo acabase de luchar por liberarse del diminuto invasor. No fue sino hasta el alumbramiento que la muchacha recobró la conciencia para presenciar el grotesco espectáculo, su cuerpo sudaba haciendo de la brisa helada aún más terrible y aquel ser aún demasiado diminuto tanto en tamaño como probablemente en peso había caído al asfalto sobre el charco que era hasta entonces parte esencial de su acogedor nido, apenas un pequeño sonido, casi como el de un animal pequeño que aún no puede articular con su propia boca, un sonido gutural desde su incompleta garganta asimilando un llanto. La chica reaccionando ante aquel ruido en seguida acomodó sus prendas y anestesiada por la adrenalina echó a correr del lugar del parto de inmediato esperando que aquel quejido no llamase la atención de algún transeúnte. Huyó cuadras y cuadras manchada de sangre hasta un lugar lo suficientemente lejano como para desvincularse del hijo de su propio vientre.
El prematuro bebé permaneció allí acurrucado atado aún por su cordón a la placenta que lo ayudó a mantenerse vivo por un par de horas dejándolo conocer la esencia misma de la existencia, sufrimiento y soledad hasta su rápida despedida que no dejaría más rastro que la triste y traumática imagen en el encargado municipal que lo encontraría al final de esa semana, azul de frío y muerto.
Semanas después no podía superar la muerte de mi viejo. Lo veía bajando esas botellas una por una, acostado en cada esquina que pasaba y luego a mi vieja cocinando una dosis tras otra. Luego pensé en mí. Me pregunté qué sería lo mío, ¿el trago? ¿el horse? Me pregunto si el viejo habrá tocado guitarra alguna vez, o zampoña, alguna wea. Podría ahorrar y empezar a hacer música, o grafitear, eso podría ser lo mío.
Luego del viaje a Osorno no regresé a Santiago. Me quedaba heroína de lo que me robé del encargo, tenía la falopa y la plata que era del Cuervo, pero ningún lugar al que regresar, entonces, por qué no, me quedé con todo eso. Nací sin derecho a nada, crecí sirviendo a una familia que lo tenía todo, cuando murió mi vieja pensé que yo era el que espantaba todo cuanto podía llamar mío y creía que era así porque quería que así fuera, vine a buscar al viejo con la tonta idea en la mente de que él si se quedaría conmigo, que él no se alejaría porque yo no quería que lo hiciese pero no tenía idea de que ya se había apartado hace tiempo, estaba ahora en un plano en el que yo ya no lo podía alcanzar. Pensaba que quizás era lo correcto que nunca lo conociese, quizás me hubiera perdido más conociéndolo, pero al menos me hubiese perdido acompañado. Me quedé enclaustrado en una pieza barata, tirado en el piso entre agujas y pensamientos.
Hubo un día en que llamaron a la puerta y cuando abrí eran los pacos, no sabía qué había hecho mal para que me cacharan, si habría cámaras o quizás sospecharon los del hotel. Me encerraron en una celda personal esposado no sé cuánto tiempo.
Les preguntaba gritando qué pasaba, por qué me habían metido, que violaba mis derechos estar ahí sin saber por qué. Los pacos no me pescaban, ni siquiera me miraban, hablaban entre ellos y decían códigos que no conocía. Pensé que quizás el Cuervo estaba coludido con ellos y por no pasarle la plata me había mandado a buscar.
Un rato después de pensarlo ya estaba convencido de que esa era la razón, hasta que me sacaron para ir a un juzgado, pasaron muchas cosas entremedio que me dieron leves pistas, cargos por tráfico de drogas, eso estaba claro pero ver al penquista al momento de entrar, sentado junto quien era probablemente su abogado me lo dijo todo, al weon lo agarraron y había dado mi nombre, maricón.
El golpe del martillo es de lo último que recuerdo como hombre libre. La mirada del penquista que me miraba con lastima como diciendo “Sorry weon, era tu cuello o el mío” Entonces me di cuenta que desde que te metes en estas cosas nadie es tu amigo y no vuelves a tenerlos nunca, no tienes contactos ni proveedores, solo adictos que pueden apuñalarte en cualquier momento. Fue solo cuando llegamos a prisión luego de que cerraran la reja tras de mí que me di cuenta, esto iba a ser lo mío.
Los días no pasan acá adentro y muchas noches recuerdo la azúcar rubia que no alcancé a consumir, me persigue. Siempre me pregunto qué habrán hecho con ella. Si se la habrá pinchado algún paco o quizás solo la tiraron. Me los imagino tirándola en un inodoro como si nada, percibo cada grano cayendo en cámara lenta, como si fuesen lágrimas. Mis venas tiemblan extrañando el delicioso hormigueo. Recuerdo cuando me esposaron en el departamento y me hicieron caminar hacia la puerta, me voltee a verla, estaba sobre la cama en una bolsa abierta, perfecta como siempre, inmutable, caminé volteado hasta que salió de mi campo de visión y no la vi más; Igual como me imagino ese biólogo no volvió ni volverá a ver ese delfín albino, me torturo pensando que no volveré a caer en su dulce vicio, todavía la extraño. Mi padre murió como alcohólico, mi madre se fue en el sueño de drogadicta, yo me muero cada día aquí encerrado privado de lo único que nunca me abandonó en la vida y no puedo dejar de pensar que tal vez si hubiese sido buen cabro seguiría vivo.
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Por cierto..se me olvidó comentar sobre SARA MONTIEL cuya localidad natal de CAMPO DE CRIPTA+ANA o la de los MOLINOS del QUIJOTE que visite AYER..que murió mismo día de que Margaret THATCHER cuya plaza en MADRID está donde estaba el HARD ROCK CAFE y el quebrado BANCO MADRID donde trabajaba el ALBACEA de mi padre MARIANO MARTIN GARCI_MERCADO con el que fui A ROMA ver a REALMADRID en febrero 2008 enseñándome el iPhone de la MANZANA en primicia al comprárselo en la GRAN MANZANA o MANHATTAN tras decirme mi padre en el VATIKANO [donde le fotografie frente al monumento funerario de Alejandro VII rodeado de 4 virtudes como LA VERDAD que es una mujer desnuda abrazando el SOL con el pie sobre Inglaterra en la BOLA DEL MUNDO simbolizando que quería frenar el ANGLICANISMO que fundó la REINA VIRGEN ISABEL I que nunca se caso e inicio conquista AME_RICA del NORTE..aunque yo no sabía ni lo que fotografíaba ni que salía mi padre en sentido opuesto al resto] el día de la constitución de 2007 que el PROXIMO PARTIDO DE REAL MADRID en EUROPA lo iríamos a ver ..y le vaticine que VOLVERIAMOS A ROMA x el SORTEO apesar que días después en la fase de grupos iba a jugar en el BERNABEU contra LAZIO DE ROMA..por lo que en el viaje de vuelta fui en clase BUSSINESS [al parecer no había de TURISMO para mi como si había para mis Padres en su último viaje antes de DIVORCIO junto a CRAGNOTTI que ya no era el dueño del LAZIO porque estaba encausado por traspasar dinero de sus empresas de alimentación para sus fichajes como IVAN DE LA PEÑA [=GENTE] LOPEZ al que presento con una HARLEY DAVIDSON y cuyo socio en agencia de representación de futbolistas JAVI PEREZ [que se fotografio con KYLIE MINOGUE al igual que CARLES PUYOL cuyo padre murió en una RETROEXCAVADORA..en su concierto de la gira APHRODITE LES FOLIES EN BARCELONA besando a VELENCOSO cuyo 33 cumple fue el día anterior o del TSUNAMI de JAPON=11_3_11..debutando como Actor en apocaliptica FIN seguida de SEÑOR DAME PACIENCIA y publicando KYLIE el dvd de la gira dia de mi año 40=28_11_11 ]..
..por todo esto y todo lo demás le pregunto a RAJOY quien es el MONARCA O EL PAPA de VERDAD en esta TRANSICION "de la SOMBRA A LA LUZ: EL DIABLO EN EL PODER"= cd de PILAR JURADO colaboradora de MAGO DE OZ
Como veis en las fotos de mi Sony Ericcson [que se me cayó en un jacuzzi con agua volcánica del hotel HILTON CARIARI de SAN JOSE de Costa Rica antes MELIA cuando me llevo mi padre tras salir del psiquiatrico con 33 años en julio 2005..pues me agaché para hablar con un cubano corredor de Bolsa afincado en DALLAS que me dijo q ver a los COWBOYS toda la familia era un ATRACO=RAIDER equipo ahora en LAS VEGAS..y se me cayó del bolsillo de una camisa de ARMAND BASI q compre en su tienda de Claudio Coello en la que CARRERO BLANCO salto un edificio de los JESUITAS al dia siguiente de reunirse con KISS_SINGER=BESO_CANTANTE y le hice bucear..estropeandose solo la memoria externa]..tengo a Mónica CRUZ porque hablaba de EN BUSCA DE LA TUMBA DE CRISTO que estrenaba entonces
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Gonzalo quería saber cada detalle del vuelo, los hoteles, la tripulación y hasta las comidas que habíamos servido a bordo. Lo que no sabía, como yo mismo hasta que lo vi en la sala de briefing, era que Pedro Pablo iba también en el vuelo. Se sentaron los dos frente a mi para el interrogatorio.Ya estábamos comiendo cuando me preguntó “cómo me había portado”, me reí y me dijo:
-Si poh, como los marinos, en cada puerto un amor- en tono de broma.
Cristian asintió muy serio.
-No conocí a nadie- respondí.
-Es el colmo que vayas a Nueva York y vuelvas invicto.
-No dije que no hubiera tenido sexo, solo dije que no conocí a nadie.
Abrieron los ojos como plato
-A quien te comiste, inmundo?- gritó Cristian riéndose, Gonzalo le dio un codazo en las costillas cuando se dieron vuelta los comensales de un par de mesas, el que no borro del todo su risa.
-Dime por favor que fue un piloto- dijo Gonzalo.
-Como se te ocurre? Son heteros y homofóbicos hasta dónde sé.
-Obvio tiene que haber uno que otro, la estadística dice que el diez por ciento de la población es gay-dijo Cris. Los años le darían la razón a su estadística.
-Ya, cuenta con quien!-dijo impaciente Gonzalo.
-iba Pedro Pablo en el vuelo, sacado de turno igual que yo.
Les hice un breve resumen de como había sido su llegada al vuelo. Omití que no había llegado a comer la primera noche como habíamos acordado, pero les conté de mis nuevos amigos. También les conté del paseo romántico por Central Park y del osito que me regaló, por supuesto omití en la mesa lo de mis calzoncillos. Después le contaría a Gonzalo, con él no me guardaba detalles si me los pedía y él era igual conmigo.
Nos tomamos un par de botellas de vino, después nos fuimos a un bar gay bien feo, pero animado y seguimos hablando de todo. Cris me contó que se había juntado con su hermana a almorzar para contarle lo que había pasado con su mamá, ella ya sabía . Esa noche del domingo cuando llegó a su casa, llamó a Paulina diciendo que tenían que hablar en persona. Nos contó que ella le había dicho que estaba loca, que un domingo a esa hora no se movía de su casa, sobretodo con el desorden que quedó después de la celebración. La señora había insistido que era sumamente urgente, finalmente Paulina accedió y dejó a los niños con el marido y partió a juntarse con su mamá. Por otro lado Gloria, la novia, le había insistido en que tenía que salir del closet con su familia más cercana ahora que Cristian sabía todo.
La hermana de Cristian tenía un carácter bastante fuerte, me dijo Cris, Gonzalo asintió.
-Es súper simpática y buena pa’l hueveo, pero no tiene pelos en la lengua para mandar a alguien a la chucha si algo no le parece bien- Me explicó Gonzalo.
-Y qué pasó? Pregunté ansioso.
-La mandó a la chucha! - dijo Cristian- Que ella no tenía ningún rollo si le gustaban las mujeres, los hombres, los perros o los semáforos. Me contó que la había puteado hasta el cansancio y que mi mamá había estado al borde de las lágrimas todo ese rato, hasta que le dijo:”con que cara se te ocurre hacerle la vida imposible a mi hermano? Porque es maricón según tú? Él no es maricón, es gay, en cambio tu eres una maricona, porque eso que le has hecho todos estos años es una mariconada!”
Miré a Gonzalo que estaba serio y luego a Cris para decirle:
-Amo a tu hermana!!!
-Siempre me ha defendido- dijo emocionado- y bueno, en eso me dijo que mi mamá se echó a llorar con desesperación. Y ahí volvió al ataque la Paulina: “Me importa una mierda que seas tortillera así que no me des explicaciones, me preocupa mi hermano. Mañana lo vas a llamar para pedirle perdón por toda la mierda que le has tirado desde que sabes que es gay, si no lo llamas no te vuelvo a hablar en la vida, y por supuesto no vas a volver a ver a los niños de nuevo. Ah, y si no te perdona tampoco, así que más te vale que hagas un esfuerzo para que te salga bonito y sincero. Ya, ándate a tu casa, suénate los mocos y practica”
-Huevon...y qué pasó????
-Me llamó por teléfono, pero la Paulina me pidió que me hiciera el ocupado para no verla en una semana. Así que la estamos castigando un poco.
Gonzalo interrumpió:
-Igual la cagó tu mamá-dijo mirando a Cris- pero enséñale que puedes ser mejor que ella.
-Ay que latero Gonza! La señora se ha portado como el pico, que tome un poco de su propia medicina-luego de decirlo me quedé pensando unos segundos y le pregunté- porque la vas a perdonar, no?
-Creo que si, depende de cómo le salga. Y está vuelta mona porque la Paulina no la ha dejado ver a los niños en toda la semana. Se lo merece, vieja huevona.
Nos reímos un rato y ya estábamos los tres bastante alegres. Gonzalo nos dio a elegir qué queríamos hacer. Ir a una fiesta de un amigo suyo que no conocíamos o ir al Fausto. Cristian le preguntó con un poco de celos que amigo era. Gonzalo se rió y calmándolo le explicó que nada que ver. Habían salido hacia algunos años “pero hubo cero onda de romance y menos de sexo, así que quedamos de amigos”
-Y porqué no me habías dicho nada hasta ahora?-preguntó un poco irritado Cristian.
-Para que no te pusieras celoso con anticipación- le respondió irónico.
-Y esta bueno?-Pregunté.
-Es guapo, pero me contó que está pololeando. Igual que tu!
-Yo no estoy pololeando...todavía. No hemos formalizado nada- dije sintiendo repentinamente muchas ganas de presentárselos a ellos y que formalizáramos. Llevarlo a casa y dormir juntos.
-Bueno, vamos a la fiesta de tu amigo, si tú quieres- dijo Cris mirándome como pidiendo mi opinión- el Fausto a esta hora debe ser un hervidero de gente. Y a todo esto, que hace hoy este niño?
-Se iba a la casa de su mamá porque tenía un cumpleaños familiar .Vamos, prefiero un carrete de casa que ir al Fausto.
En ese momento ya estábamos en la calle y Gonzalo trataba de hacer parar un taxi, el Fausto estaba a pocas cuadras, en cambio la fiesta de su amigo quedaba a cinco cuadras de nuestro departamento.
Llegamos al edificio en Providencia y desde abajo se oía el murmullo de voces en una de las terrazas. Al entrar al amplio departamento del amigo pude ver que había casi exclusivamente hombres entre los veinticinco y treinta y cinco años, a excepción de dos chicas que hablaban animadamente entre ellas. En total tienen que haber sido unas treinta personas repartidas en el living y la terraza. Había un chico muy guapo, con pinta de estudiante universitario, vestido de negro que después me enteré que lo habían contratado para servir los tragos y mantener un poco de orden.
Gonzalo nos dijo
- Vamos a la terraza a saludar al dueño de casa-
Salimos y para sorpresa de Cris y mía era una cara extraordinariamente familiar, era José Antonio Urrutia, un conocido periodista de espectáculos que trabajaba en televisión. Se levantó al ver a Gonzalo y se le acercó con los brazos abiertos. Lo abrazó efusivamente mirando a Cristian y luego a mi, como tratando de averiguar con cuál de los dos estaba pololeando.
-Que bueno que vinieron!- dijo con su sonrisa perfecta -Cuál de estos dos guapetones es tu novio?
-Él es Cristian, mi novio hace seis meses. Y este es Álvaro, mi mejor amigo y roomie. Y tu novio?
-Tuvo que salir a comprar hielo que se terminó, pero ya debe estar por volver- estiró el cuello para buscar al chico de negro- Sergio! Ven...por favor ofréceles algo de tomar a mis invitados.
En un par de minutos teníamos cada uno un vodka tónic con poco hielo. Estábamos hablando los tres en la terraza y viendo al resto de los invitados que estaban más o menos cerca nuestro en la misma terraza.
En un rincón había cuatro chicos como de mi edad, muy guapos.Cris me dijo:
-Seguramente son modelos y argentinos- Por la música no alcanzábamos a escuchar el acento.
Más allá había un par de actores conocidos, de los que se rumoreaba que eran gays, ahora lo confirmábamos. Mientras estábamos en esto, sentí una sensación extraña y vi de reojo que José Antonio me miraba fijamente, lo que me ponía incómodo.
-Oye, que te mira ese huevón, creo que te quiere comer- Me dijo Cris al oído mientras Gonzalo saludaba a unos conocidos- y eso que está pololeando. Me cayó como el pico.
-A mi tampoco me cayó muy bien. Igual es más guapo en persona.
Estábamos cuchicheando cuando por sobre las cabezas de los invitados vimos que se abrió la puerta de entrada del departamento, pero no pudimos ver a quien entraba,
José Antonio estaba atento y se levantó rápido de donde estaba sentado-Permiso, llegó Pepe con el hielo, le voy a ayudar- se fue a la cocina esquivando a sus invitados. Con Cris teníamos genuina curiosidad por saber quien sería el novio del festejado, nos preguntamos si sería algún famoso también
Alcanzamos a ver que entraban en la cocina, luego de unos minutos vi que se acercaba José Antonio entre la gente y por la posición de sus hombros traía a alguien tomado de la mano que caminaba detras suyo. Cuando logró salir a la terraza se detuvo a hablar algo que no escuché con un chico que nos daba la espalda y tapaba lo que queríamos ver, cuando de pronto vi a quien traía de la mano.
Cris me vió tensar la espalda y me preguntó:
-Te pasó algo?
-Al novio de Urrutia no le dicen Pepe porque se llame José, es PP por Pedro Pablo- dije susurrando, pero Cris alcanzó a escuchar lo que decía.
Cristian abrió aún más sus ojos con genuina sorpresa . Para asegurarse de que era el mismo Pedro Pablo del que les había hablado más temprano, me lo preguntó y asentí. Buscó con la mirada a Gonzalo que estaba volviendo de ir a buscar otro trago y José Antonio lo tomó del brazo cuando pasaba por su lado para presentarle a su novio. Gonzalo lo saludo con una sonrisa e hizo una seña para mostrarle con quien había ido a la fiesta.
-Ese es Cris, mi pololo y el que está al lado Álvaro mi amigo y roomie.
Pedro Pablo nos miró y cayó en cuenta de todo. Con naturalidad, levantó una mano y dijo:
-Hola!
Cristian ni se molestó en devolver el saludo como hice yo, tratando de disimular. Sintiendo una sensación espantosa que no sé cómo describir. Era como un mareo, un vacío en el estómago, sentí que por un momento se detenía mi corazón para luego empezar a latir a toda velocidad.
Cris miró con indignación a Gonzalo que no se dio por enterado. Me miró a mi y me dijo:
-Vámonos!
-Voy a ir al baño primero. O me voy solo sin que nadie se de cuenta.
-No! Nos vamos todos, no me quiero quedar a ver el show del pololo enamorado! Gonzalo, ven un minuto- dijo sin ocultar su enojo.
Mientras decía eso yo me estaba parando para ir al baño, no tenía ganas de dar más detalles y quería estar solo un momento. Me acerqué a ellos sin mirarlos y le pregunté a Gonzalo dónde estaba el baño. Me dijo que estaba ocupado. José Antonio se dio cuenta y me dijo:
-Hay tres personas en el baño de visitas ahora, no quiero imaginarme lo que están haciendo, porque no salen de ahí hace como 10 minutos. PP, le mostrarías el camino a mi baño?
Pedro Pablo hizo un gesto raro con la cara, no era incomodidad, una vez más yo no entendía que estaba pasando por su cabeza:
-Claro, acompáñame- dijo sin mirarme a los ojos.
Caminé detrás suyo entre sus invitados. De repente reconocí a un par de sus amigos con los que se había encontrado la noche que me llevó al Fausto y se nos quedaron mirando cuando me reconocieron de aquella noche. Íbamos por un pasillo, habían dos chicos esperando frente a una puerta, trató de abrirla, pero no pudo.
-Esta ocupado hace un montón de rato- dijeron a coro.
Pedro Pablo me dijo aun sin mirarme a la cara:
-Sígueme
Se ve que el último recurso era llevarme donde Jose Antonio le había pedido que lo hiciera. Lo seguí en silencio. Abrió una puerta ancha a final del pasillo y entramos en el dormitorio del dueño de casa. Era muy amplio, con una cama king, muebles de muy buen gusto. Tenía un pasillo pequeño a un costado que llevaba al baño, estaba muy bien iluminado por unos focos empotrados en el cielo raso. En una de sus paredes había un gran espejo, así como la puerta del baño. Entonces me veía a mi detrás mío a Pedro Pablo. En la otra pared habían varias fotos e marcos de distintos tamaños y materiales. Unas de José Antonio con sus padres y hermanos, otras pocas con amigos, pero una llamó fuertemente mi atención. Era él con Pedro Pablo en Central Park. Sentí que me ardía la cara. Me giré para quedar frente a Pedro Pablo que se había quedado inmóvil cuando se dio cuenta de que estaba mirando las fotos.
Traté de guardar la compostura, respiré calmado y le pregunté:
-Me podrías explicar de qué se trata todo esto, Pepe? Porque así te dice tu novio, no? No era una fiesta familiar la que tenías hoy en la noche?
No podía ver con claridad, primero sentí que se me apretaba la garganta y luego unas lágrimas correr por mi cara. Me giré abrí la puerta del baño, encendí la luz y cerré rápido detrás mío. Me senté en el suelo con la espalda apoyada en la puerta. Sentí que Pedro Pablo se acercó y hablaba en voz baja.
-Álvaro, abre por favor!
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Los Acapulco Kids. Primera parte
La primera vez que Jarocho me ofreció a una niña por 300 pesos le dije que sí, que a eso había ido al Zócalo aquella noche. El tipo, que cuidaba autos frente al Malecón, se echó la franela al hombro y sonrió de tal manera que los dientes le brillaron en el oscuro rostro, reventado por el acné. Luego, cuando se dispuso a traerla de un callejón, dije que no, que mejor volvería más tarde.
—De una vez, brother, el yate llega a la una de la mañana y ahí vienen gringos ya rucos que se llevan a las más morritas. Orita hasta te puedo conseguir una de nueve o diez años –dijo con cara de “tú me entiendes, no te cuento nada nuevo”, y sentí tremendo retortijón en el estómago.
—Regreso antes de esa hora, nada más no vayas a fallar.
—¿Qué pasó, brother? Los hombres sabemos hacer negocios. Y como me caíste a toda madre, te la voy apalabrar pa que te dé un servicio chingón. Ái tú te arreglas con ella si quieres cosas más perversonas.
Volví después de que el yate Aca Rey había tocado tierra firme. Entonces supe que Jarochosólo era un mero cazador de clientes, que trabajaba para un proxeneta y que la niña que llevaría esa noche se llamaba Allison. Era adicta a la piedra –esa droga barata que embrutece más que otras– y no pasaba de los 12 años.
***
Un día Acapulco se cubrió de verde y de cerdos salvajes que desafiaban los caminos de tierra. Las gargantas de los pescadores toltecas cantaban a los dioses, los bambúes crepitaban con el viento y los mangos petacones engordaban. Mil años después, los aztecas traerían la plaga hasta que Hernán Cortés y su gente la aplastaron a su vez con la gonorrea y la virgen de La Soledad.
Luego de 500 años de ensangrentar destinos, llegaron los grandes edificios a la bahía y dividieron la ciudad en dos: la cara bonita y el patio trasero. Agustín Lara le cantó a María Félix, Pedro Infante compró casa y Tintán amó al puerto por siempre. Entonces cayó el nuevo milenio y bajo el brazo trajo un racimo de pedófilos estadounidenses y canadienses que se hartaron de que en Cancún los señalaran. Ellos fueron los que corrieron la voz y, al poco tiempo, Acapulco se transformó en el paraíso de la carne más joven.
Desde entonces, los pederastas acarrearon consigo padrotes intocables, madrotas disfrazadas de mujeres abnegadas, nuevas estadísticas del VIH, tendejones para emborrachar a las niñas, revólveres, pobreza de la que unos se enriquecen, vientres abiertos, noches para velar a los chicos, home pages para ver el mapa y saber dónde encontrar niños; hoteleros y taxistas para el trabajo sucio. Rencor y noches y días de ajetreo.
Han traído hordas de niños al Malecón, al Zócalo, alcanalque lleva las aguas negras a Hornos, al Oxxo que está rumbo a Telecable, a la Soriana de la Costera, a las canchas de la crom, al asta bandera, a Caleta y Caletilla, a la barda del restaurante Condesa, a la vuelta del salón de belleza Xóchitl, a la calle La Paz, al hotel Real Hacienda, al puente de la Vía Rápida, al semáforo de Aurrerá, a La Redonda que todos conocen como Las Piedras de la Condesa, a la playa que Cortés bautizó como Puerto Marqués, y a los puteros del centro.
Y es por ello que Unicef califica ya a Acapulco como la ciudad mexicana número uno en lo que a prostitución infantil se refiere. Ha desbancado a Cancún y a Tijuana.
En estos 1 882 kilómetros cuadrados se concentra casi todo lo que necesita un pederasta: playas increíbles, droga barata y en cantidades pasmosas, ojos que nunca ven y bocas que nunca hablan, hoteles 50% off, un bando municipal que estipula que en Acapulco no se multa a los turistas, prostíbulos donde la mayoría de edad se alcanza desde chicos, padres que piensan que los hijos son moneda de cambio, y niños, muchos niños, que por un bote de PVC o un poco de mariguana están dispuestos a encarar la vida y despistar la muerte con sus cuerpos.
***
En las callejuelas del centro, esas que suben dolorosamente hacia el cielo, está el bar Venus. Es una construcción vieja de dos pisos, pintada de mala gana. Es de un naranja parecido con el que Van Gogh pintó el melancólico cuadro The Old Tower in the Fields. La desvencijada puerta es azul, como si quien la cruzara fuera directo al paraíso. Pero no: los ventiladores giran sin énfasis, hay mesitas de lámina extenuada y los clientes son una bola de infelices a los que sólo les queda emborracharse para combatir el calor y la tristeza. Quizá lo más deprimente sea la pista donde bailan las mujeres de vientres poderosos: es una enorme ostra de concreto que arroja luces rojas y verdes. Todo aquello parece sacado de las películas o de los cómics de Alejandro Jodorowsky.
Mía bailaba en el tubo como una boa adormecida mientras de la rocola salía la voz de Noelia con eso de“tú, mi locura, tú, me atas a tu cuerpo, no me dejas ir”.
Mía, que en realidad se llamaba Ariadna, había cumplido los 14 años el 3 de septiembre pasado y estaba orgullosa de su edad porque eso le ayudaba a que los clientes se pelearan por ella.
Intentó sentarse en mis piernas y la mandé a la silla.
—¿Qué, eres joto? –preguntó con un hablar pastoso. Ya estaba algo ebria.
—No, pero tienes la edad de mi sobrina – y Mía miró como si me hubiera vuelto loco. Luego, ordenó una cerveza mientras enumeró sus reglas:
—Me tienes que dar 40 pesos por estar aquí contigo; con eso ya pagas mi cerveza. Si quieres algo más, allá atrás hay cuartos. Cuestan 100 pesos y yo te cobro 200. Si quieres que te la chupe, son 100 más.
—A mí sólo me gusta platicar, soy reportero.
—Bueno, dame los 40 y platicamos.
Al sacar el dinero la miré bien: los ojos, de negro intenso, casi se perdían en la cara; estaba maquillada como los muertos, tenía papada, los pechos apenas le estaban creciendo y su cuerpo rechoncho era de un irreparable color cobrizo.
Pagué. Entonces Mía me contó que ese nombre se lo puso ahí un viejo, amigo de la patrona. A ella se le hacía muy estúpido, pero debía aguantarse. “Yo hubiera escogido un nombre como Esmeralda o algo así”. Era de Tierra Caliente, pero había llegado a Acapulco hace medio año para trabajar en un Oxxo, pero cuando le dijeron que en el Venus podía ganar 800 pesos al día mandó al diablo la idea de ser una cajera vestida con uniforme rojo con amarillo. “Ahí en el Oxxo iba a ganar como 50 pesos y a mí me gusta comprarme ropa”. Su mamá no sabe a qué se dedica y, si lo supiera, no le preocupa:“Porque yo la mantengo a ella, a mi abuelita y a dos sobrinos; como mi papá se fue a California y nunca regresó, necesitamos el dinero”.
Prostituirse no le quita el sueño. “En mi pueblo venden a las mujeres desde chiquillas, con eso pagan la tele que compran o las cervezas que no pagaron”. También dijo que le gustaría probar las drogas y que un día quiere ser actriz de telenovelas.
No habló más porque un gordo, al que le faltaban varios dientes y andaba todo andrajoso, la llamó con la mano en la cartera para que se sentara con él. Se bebieron una caguama como si ambos desfallecieran de sed. Luego, cuando en la ostra gigante bailaba una mujer que parecía haber ido con un carnicero a que le hiciese la cesárea, el tipo se llevó a Mía. Fueron a los cuartos.
***
—Mañana tendré dos chicos; acá nos vemos y te paso a uno.
Andrew tendrá unos 60 años y sus tres hijos ya le han dado cuatro nietos. Su segunda esposa, según contó, es 10 años menor que él y jura quererla igual que el día en que se conocieron. Puede que sea cierto. Andrew tiene cabello blanco, su piel está lo bastante bronceada como para parecer un trozo de marlin ahumado, y sus ojos son de un gris encendido. Su español es mordisqueado, pero da para platicar.
Supuestamente vive en Boston y trabajó en un pub donde los hombres le confiaron nostalgias y proezas de machos. Yo hice eso para acercarme a él mientras comíamos un cóctel de camarones en la playa Caleta. Andrew fue el único gringo que creyó que los niños también eran mi debilidad. Los otros con los que intenté conversar fueron displicentes y no sirvieron de mucho. Desde hace unos cinco años, cuando Jean Succar Kuri calentó Cancún, Andrew entró a las páginas de los pedófilos en Internet y supo a dónde emigrar: Acapulco. Y, sobre todo, a la playa Caleta.
—Me dijeron que en Caleta uno consigue niños, pero no sé cómo —le solté cuando Andrew combinaba los camarones con una coca cola de dieta.
—Es fácil –dijo con el tono de quien no miente–. Hay que tratar con aquellas mujeres —y señaló a las indígenas que aquella mañana vendían artesanías mal hechas y otras baratijas.
—¿Y qué les tengo que decir? —pregunté a Andrew y él me miró como quien le tiene lástima a un pordiosero.
—Cómprales algo de lo que venden o dales para que vayan a comer; el chico ya va en el precio.
—Como el desayuno…
—Sí, como la barra libre.
Para ser honestos, no supe si hablar más o propinarle ahí mismo un puñetazo. Nos quedamos callados porque no se nos ocurrió otra cosa y miramos el mar y sus virutas. Por ahí pasó un par de viajeros con mochilas al hombro, un tipo que vendía raspados, una costeña que hacía trencitas, un viejo que alquilaba cámaras de llanta para usarlas como flotadores, un par de pescadores que mostraban mojarras de 10 kilos, un matrimonio con su hijo en brazos, y unos niños que, como si fuesen cachorros, se revolcaban en las olas. A ellos, Andrew los escudriñó como hacen los críticos de arte.
—No les digas a las mujeres que eres mexicano, mejor háblales en inglés –Andrew rellenó el silencio.
—No me lo creerían. Creo que ya me jodí.
—Mañana tendré dos chicos; acá nos vemos y te paso a uno. Son tan inocentes…
—¿Y hoy no se puede? —No, anoche fue de locos
–replicó y ordenó media docena de ostiones con unas gotas de salsa Tabasco.
Cuando me despedí para no verlo nunca más, fui con algunas indígenas y, aunque hablaron en su lengua, entendí que me fuera al carajo.
Con la misma importancia me trató el salvavidas de la playa. Usó una lógica absurda y cínica para responder por qué no hace nada contra tipos como Andrew: “Yo nomás cuido que nadie se ahogue”.
PD: En el DIF municipal, Rosa Muller, una mujer con un corazón enorme, había contado que las indígenas tienen el hábito de vender a sus hijos a los extranjeros. A mexicanos no. Quién sabe por qué. Otro dato: Adriana Gándara, funcionaria del Centro de Atención a Víctimas de Delito de la PGR, ha dicho que al menos la mitad de los más de dos mil niños que se prostituyen en Acapulco son indígenas.
***
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Enero en canciones.
Quizás debería empezar diciendo que realmente no son mis canciones favoritas las que voy a describir a continuación. No sé si te ha pasado, pero realmente existen canciones que nos acompañan en un momento determinado y nos dejan con esta impresión fuerte; a veces lo es tanto que volverlas a escuchar nos transporta de inmediato al pasado, a ese mismo momento.
O quizás debería empezar diciendo que enero ha sido un mes de transformaciones fuertes —como me dijo una persona muy querida hace poco—, de tomar decisiones, de enfrentarme a mí misma —¡¡salvarme a mí misma!!—, de aceptar lo que queda, de volverse a construir...
O quizás y solo quizás empecé ya jejeje.
Being Alive
Tengo una debilidad irresistible hacia las historias cotidianas, aquellas que aburren porque precisamente pasa lo que pasa en la vida; no hay héroe ni princesa en apuros —por cierto, ¿todavía es relevante que los haya?— y el conflicto se resuelve como en la vida: no hay “final feliz”, ni revelación mística, ni música orquestal felicitándote mientras empiezan a salir los créditos y todo se pone negro… con suerte puede haber una porción de semita y un cafecito. En la vida real, claro.
Conocí Being Alive viendo Marriage Story...
¿Ya la viste? ¿Nel? Mirala si querés. Bueno, no, mirala. Definitivamente, absolutamente, ciertamente. Mirala.
Podría pasarme una publicación entera hablando de lo mucho que me encanta Marriage Story, pero siendo breve (porque se vienen más canciones), me quedo con Being Alive.
Originalmente, la canción viene de este musical llamado Company. Al director y al actor que interpreta la canción en la peli les encanta el musical así que dijeron, yolo, pongámosla. ¿Sé de qué se trata el musical? No. ¿Alguna vez lo sabré? Es posible. ¿Hotel? Trivago. Btw! Sale otra canción del musical en la misma película, pero la interpreta Scarlett Johansson hashtagfunfact
He aprendido que dentro de cualquier pieza artística, no importa su naturaleza, intervienen tres “elementos”: ética, estética y política. Quedándome solo con el último, el político no tiene que ver necesariamente con política. Es más bien el mensaje, aquello que el autor deja en la pieza que habla de quién es en realidad, de lo que le gusta, de lo que lo mueve, de lo que cree… Ahí está comunicando. Me imagino lo que estarás pensando: ¿Qué tiene que ver eso con Being Alive?
Creo que el director tiene una sensibilidad impresionante (o quizás solo me impresionan profundamente las personas sensibles) y haber escogido Being Alive para su película de cierta manera potencia su discurso sobre lo complejas que son las relaciones humanas. Es que es tan sencillo hablar del otro en la vida, de cómo una hubiera hecho mejor tal cosa, por ejemplo; pero al final ¿de dónde viene esa seguridad?, ¿cuánto dura la garantía?, sobre todo ¿cómo es posible establecer un estándar para las relaciones, cualesquiera que sean, cuando cada individuo en el planeta es distinto (y por ende cada relación que este tenga)?
Supongo que a lo que quiero llegar es que me mueve la humanidad. Me mueve ver a los otros exponerse y vulnerabilizarse, reconocer que no siempre todo tiene que salir perfecto o ir de acuerdo al status quo. En Being Alive encontré ese alivio. Así empezó enero.
me acabo de dar cuenta de que no conté ninguna historia así que weno aquiles va vi la película en diciembre pero una madrugada sí una madrugada de enero me encontré con la canción y me dije bueno es laurasad demole yessss y no me arrepiento porque después no estaba triste sino reconfortada porque la letra de la canción me hizo sentir que no estaba sola y que todo pasa y me acordé de la tercera ley de newton todo lo que sube tiene que bajar juju ok fin ah no esa no es la tercera ley la tercera ley es que a cada acción le corresponde una reacción igual me perd0nan igual creo que ambas se complementan para gustos colores hoy sí pasemos a lo siguiente jeje
Lights Up
Harry Styles sacó su más reciente álbum en diciembre pasado y sigo en ese engorroso proceso de diferenciar una canción de la otra, de encontrar el AJÁ que me permita decir "yas” o “wah” —reseñas musicales 2020—...
Un día de enero desperté y esta canción sonaba en mi cabeza, particularmente ahí en el coro donde dice SHINE y luego la micro pausa para llegar al I’MNOTEEEVERGOINGBAAACK.
¿La habré soñado? Ni idea.
Me levanté, hice todo lo que hacía en un día normal —otra vez btw ¿qué es normal?— y la canción seguía en mi cabeza. Al final me dejé ir y la escuché unas cuarenta veces seguidas. ¿Qué pasó? Me sentí mejor. Fue la primera vez que me sentí sinceramente bien en el año, o al menos de las primeras veces. Fue como guau, qué chivo es estar viva. hashtagyasss
I’MNOTEEEVERGOINGGGBAAAAAACK.
Cell Block Tango
En mi Spotify hay una buena cantidad de playlists que guardo para “más tarde”. Este “más tarde” en especial se tardó casi cinco años, jé —PERO LO QUE ES TUYO SIEMPRE LLEGA MARK MY WORDS— .
En esta ocasión la playlist era de teatro musical. Cuando comencé a escucharla, me di cuenta de que había varias canciones de las adaptaciones cinematográficas de los musicales, entre ellas Chicago.
Recuerdo perfectamente que estaba sola en casa —hecho bastante inusual en mi historia de vida—, lavando los platos con la música a todo volumen, y cuando salió Cell Block Tango fue como viajar al 2012 cuando me encantaban los musicales y me obsesionaba deliciosamente —sí, deliciosamente; es una delicia encontrarse con aquello que te alegra el corazón— con las canciones. Me hallé cantando con la misma precisión de esos años y la cocina se volvió mi escenario, mi mundo dispuesto a dejarme brillar. hashtagdisismimomento
Por cierto de nuevo —tomá awita cada vez que escriba por cierto o btw en la publicación—, ¿cómo te sentís cuando tenés la casa sola? A mí me encanta. Aparte de lo obvio que es estar sola —sin gente y sin reglas—, ¡yo tomo las decisiones de la casa! Es decir, yo elijo qué hacer y cómo hacerlo, cuándo hacerlo maigad (!!!1!).
En esa ocasión escogí limpiar y ordenar. ¿Te gusta limpiar? ¿No? ¿Nel pastel? ¿Solo a mí? ¿Trivago otra vez?
Fine Line
Baia baia, regresamos con el Harry. ¿Y qué, pues?
No sé si sea por naturaleza o el mundo me ha tratado mal hashtagmásdrama pero soy bastante escéptica. También bastante ingenua. Esta hermosa paradoja que me constituye me trae unas historias de vida estupendas. Así me quiero.
Fine Line me acompañó en lo más invivible del mes. Contrario a otras canciones que me gustan porque suenan tristes —es que a veces sí lo son, a veces no, lavidaesunatómbolaynuncasabésloquetevaatocar—, esta tiene la peculiaridad de que evoluciona hasta llevarte a la esperanza. La verdad me hacía falta.
Inicia dándote ese espacio para sentir la tristeza, abrazarla, reconocerla; entiende que necesitás ese momento. Después te toma de la mano y poco a poco, como el amanecer, te enseña que la luz al final del túnel es algo tangible, que existe, pero que es decisión tuya cruzar a fin de cuentas.
A mí me molesta mucho cuando tratan de forzarme a salir de un estado emocional a otro. Específicamente me molesta cuando reconocen que estás triste y prefieren lanzar la perorata bonitamente vacía para que inmediatamente te sintás mejor (si acaso les importa accionar, claro).
Si lo pasamos a la infancia, es como cuando te dicen dejádellorarotevoyadarunabuenarazónparahacerlo y tenés que callarte aunque tengás el nudo en la garganta y te pese la pancita. O también puede ser como esa famosísima expresión de esconder el polvo bajo la alfombra. Va a seguir ahí acumulándose, no va a desaparecer por más que lo sigás ocultando. Todo aquel que hace limpieza lo sabe, incluso el que solo ve televisión porque es una imagen recurrente. No hay excusas. Pocos van a querer tomar responsabilidad y todavía menos de esos pocos querrán hacerlo para sí mismos.
Por eso Fine Line se merece el reconocimiento. Es este viaje precioso —parecido a cómo te sentías después de escuchar aquel pop rock del 2006 mientras ibas en el asiento trasero ocultando las lágrimas con la oportuna lluvia y el tráfico, es decir, un desahogo excelente—, cuya única garantía absoluta es que lo que sea que estés atravesando va a pasar, trayendo algo distinto consigo. Depende de cada quien agarrar los remos y seguir avanzando.
Crimen (en vivo)
ABER.
En noviembre pasado estrenó en el cine este concierto de Gustavo Cerati que dio en el 2009 en Monterrey. Yo quise ir a verlo but excusas, excusas, nunca lo hice. Entonces me di cuenta de que estaba en Spotify.
Decidí escucharlo mientras trabajaba en uno de los interminables proyectos que tengo y tuve esta especie de epifanía cuando sonó Crimen. No sé qué influyó más: que ya me gustaba la canción, que la escuchaba en una bocina impresionante, QUE ESTABA EN VIVO o que Gustavo hablaba entre canciones; la cosa es que encontré un mensaje, un contacto alienígena, y quiero creer que era solo mío, que alguien me estaba hablando. O sea, así sin drama, al fin la entendí.
Pasemos a las teorías conspirativas.
Crimen es lo que pasa cuando se termina una relación. Leyendo los comentarios en YouTube, una persona dijo que es una autopsia de una relación. Brillante. Quedate hasta aquí si no querés ahondar en el análisis. No hard feelings.
UNA VEZ MÁS ESTO ES LA VIDA REAL y las cosas no siempre acaban como una quiere. La mayoría de las veces quedan frases sin decir, cosas sin terminar, preguntas sin contestar y la duda, ohhhh, la duda. ¡Cómo te come por dentro! Es un “crimen” atravesar esos dolores porque aunque te desvivás buscando razones y culpables, el malestar no se va. Al menos no cuando querés que se vaya. Incluso si al final tuviste suerte de encontrarlos. NO SE VA.
Me agarró desprevenida. Enero representó una reconstrucción desde los cimientos y durante esa semana las negociaciones de paz conmigo misma habían progresado considerablemente. Que de la nada venga Cerati, infinito, y me diga (entre otras cosas ojcurs): ¿Qué otra cosa puedo hacer? Si no olvido, moriré. Fue sublime. Un gesto de buena voluntad si sigo con los términos diplomáticos. Quizás el olvido no es en sí olvidar sino únicamente soltar. No sé. Encontré paz. Eso me basta.
Mystery of Love y On the Radio
Estas últimas dos pertenecen al mismo universo: Sex Education. Sí, tiene S3x0 en el título; sí, es de eso. Uyyy. Guauuuuu. Ufffff.
Está bien si la ves por el morbo. Te vas a dar cuenta de que el sexo es lo de menos. BOOMLODIJEYQUÉPASAAHQUÉPASABOOM.
Casi me explota la cabeza cuando comenzó la primera y me dije OMGESLACANCIÓNDECMBYNOMGNOPUEDESEROMG porque logré identificarla (ahorita me explico: el shock estaba en que no la había escuchado tanto; como cuando me encuentro cantando reggaetón y es como wtf de dónde me aprendí estas letras impúdicas) y me alegró mucho que la colocaran donde la colocaron —valga la redundancia duh—. Parecía que existía solo para ese momento y nada más. Fue otro recordatorio del mundo exterior para reconocer que esas emociones aparentemente incomprendidas seguramente ya fueron experimentadas por alguien más. Esto es, no estás solo con lo que estás sintiendo. Es v á l i d o. Por algo nos identificamos, ¿no?
La segunda canción te despide en la última escena de la temporada —final más kk pero canción más beia hashtagreviews2020— y creo que en definitiva me gustó más que lo que estaba viendo. Te voy a dejar algunos versitos para que agarrés color:
This is how it works You're young until you're not You love until you don't You try until you can't You laugh until you cry You cry until you laugh
A esas alturas del mes ya había pasado lo peor. Esa sensación de estar en medio de la tormenta había menguado también. Creo que la canción llegó en el momento indicado. Muchas veces te van a invadir la duda, el desconcierto, la desesperación y otras emociones divertidas... pero a fin de cuentas, son parte de la vida. ¿Quiénes seríamos de no experimentar el dolor o el duelo? Ahí también está el crecimiento.
Y CON USTEDEEEEEEEEES: ¡el resumen!
Agradeciendo la atención prestada y, por supuesto, quedando a sus órdenes,
Saludos cordiales,
Jenny.
P.D. AHORA PODÉS COMENTAR LA PUBLICACIÓN.
omgggg khéeeeeeee :’))) yassssssssssssssssssssssssss *hiperventila*
Yes, yes, izi pizi lemon squeezy.
Si querés dejarme un mensajito o etc. subí al inicio del blog y buscá la sección ???. Tengás o no cuenta en Tumblr, PODÉS COMUNICARTE CONMIGO AAAA KEMOSION TT_TT (obviamente también podés enviarme un mensaje privado si tenés un usuario en Tumblr o incluso saludarme por Instagram — ¡el cielo es el límite, bb!)
Hoy sí, baisssssssssss.
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Hazbin Hotel Oc: Vic
Información del Personaje
Personaje: Vic
Historias: https://docs.google.com/document/d/11WSj5QyR2M9oXANGWrFyETms0smT4gOPfFx9RcwbtwI/edit?usp=sharing
Nombre Real: Victor Herrera
Apodos: Cobra, Serpiente, Victor, Vic, Escamas/Scales, Tough Guy (Vaggie), Mi’hijo (Zaza)
Nacionalidad: Colombiano
Fecha de Muerte: Finales de 1992
Causa de Muerte: Desangrado luego de una balacera
Edad: +30
Personalidad: De apariencia y mirada ruda, pero no abiertamente hostil. Continuamente mezcla palabras en español en sus frases. Directo, serio y de ir directamente al punto cuando se trata de negocios. En ambientes más informales tiene una actitud más relajada, simpática y bromista. No suele enfadarse fácilmente a menos que un amigo o el mismo sean directamente amenazados y posee la misma actitud antes de recurrir a la violencia. Aunque si debe recurrir a ella, lo hara sin dudar y con la crudeza que crea necesaria. No muestra miedo a demonios de mayor jerarquía pero si los trata con respeto y evitará meterse en batallas o hacer enemigos que corra riesgo de no poder lidiar, prefierieno dialogar. Es una persona franca y simple no suele ocultar intenciones tras sus palabras. Con sus amigos y seres queridos puede resultar muy protector y tolerante, mas alla de lo que ellos hagan o sean.
Le Gusta: Cultura Latina, Musica Latina, Música Disco y Synth de los 80, 90, Bailes Latinos: Cumbia, Salsa, Samba, etc. Apuestas, Juegos, Bebidas alcoholicas.
No le gusta: Vinnie (Vermim Mafia), su antiguo yo y su pasado, política.
Información Biológica
Especie: Humano (formalmente), Demonio Cobra Negra
Descripción Física: Similar a Sir Pentious en su forma de serpiente pero con una cresta de cobra que siempre se mantiene erguida. Mantenimiendo colores oscuros sin ojos ni manchas claras, y algo más bajo/ corto que Pentious. Rostro serio con ojos amarillos verdosos, cicatriz cruzando ojo izquierdo. Viste una chaqueta larga abierta y guantes también oscuros. Carga ahí un cuchillo similar a un Machete.
Género: Masculino
Sexualidad: Heterosexual
Habilidades:
Muy ágil y elástico, resistente
Experto en combate mano a mano
Experto en armas de casi todo tipo de armas
Conocimiento Drogas y narcóticos
Barista
Bailarín ( con el ritmo que pueda tener un cuerpo serpentino)
Mordida Venenosa
Reptar y enrollarse, constriccion con su cuerpo.
Excelente Nadador.
Estatus Profesional
Ocupación:
Soldado Sicario de un cartel Narco (formalmente en vida)
Asesino de los "Hell Freaks" (formalmente)
Patrocinador de bar "Los Condenados"
Traficante de Armas y Productos exóticos
Relaciones
Familia: En vida: Madre y hermanos desconocidos, hermana menor desconocida
En el Infierno: Zaza (Madre adoptiva)
Amigos:
Francis (socio/amigo/victima), Husk, Maria (compañera de trabajo/ amiga) Ohio, Zaza.
Otros:
Madelaine (amiga, formalmente cliente de y amante)
Vaggie (Amiga/ Interés romántico), Vinnie (cliente/enemigo)
Trasfondo
Principalmente conocido en ciertos circulos por ser un traficante en el infierno, Vic es un hombre reservado, pero fiel a su palabra en los negocios y reconocido por arriesgar el cuello por conseguir cosas que los demas no pueden. Previamente fue un sicario en una banda de asesinos bastante despiados, por lo que lo recuerdan ahi le guardan cierto temor o rencor. Quienes lo conocen como amigo, o un bebedor/ Patrocinador del bar Latino “Los Condenados” pueden tener una mirada muy distinta de el, siendo simpatico, divertido y protector de sus compañeros.
Vida Temprana y más trasfondo:
Creció en la pobreza y fue natural para el inclinarse de temprana edad al crimen y las drogas, uniéndose a un cartel narco en vida. No parece haber terminado con una buena relación con su familia por esto. Su muerte parece haber conllevado un acto muy violento, mientras trataba de salvar a alguien. Solo Zaza y Francis parecen saber de como era en vida. Y en el infierno, antes de conocer a Zaza era una persona muy diferente.
Relación con los Personajes:
Alastor
Vic conoce bien la reputación de Alastor, así que sabe que no es alguien con quien meterse directamente. Aunque tampoco se dejaría intimidar por el mismo ni presionar en cuanto a que debe hacer por el. Su personalidad le parece exagerada y demasiado narcisista. Antes del hotel, solo lo vio en pocas ocasiones, por Husk.
Angel Dust
Conociendo a su familia por negocios, la figura y personalidad de Angel le parecen contrastantes. Conoce su reputación de actor porno y drag, pero viniendo de donde viene le parece alguien con mucha mas personalidad y fuerza de voluntad de lo que uno creería para haber seguido esa forma de ser. Prefiere mantener su distancia e ignorar sus chistes o insinuaciones sexuales. Pero si dialogaran de manera normal es probable disfrutaría algo de su humor y personalidad mientras sus actitudes no sean motivo de molestar a Vaggie.
Charlie
La encantadora princesa del infierno quizá le paresca alguien demasiado idealista, pero aprecia su corazón gentil. Sin duda ,solo por oír de ella por Vaggie, le cae bien. Su desbordante energía quizá le paresca hasta infantil, pero Charlie le parece una persona razonable y simpática, con quien puede apreciar las cosas sin tener que estar en guardia. En el fondo apoya su relación con Vaggie y piensa que ella es una mejor opción que el en todo sentido.
Francis (OC)
Francis y Vic suelen ser compañeros de negocios. Mientras Vic es mas un proveedor de las mercancias y servicios, Francis es mas un mediador y hacedor de tratos, lleno de contactos pero sin valor por si mismo. Francis conoció en vida a Vic y parecían tener una relación similar. Conocerse de tanto tiempo hace que el uno y el otro se comprendan, y que aunque a veces puedan quedar en bandos contrarios por negocios, intenten no confrontar entre ellos y encontrarse al final del día en el bar como amigos.
Husk
Compañeros de bebida y juegos, el gato mal hablado le cae muy bien. Aunque no indaguen mucho fuera de los juegos y cartas, la personalidad amargada del mismo le parece jocosa y ambos son buenos bebedores. Al igual que Alastor, suele llamarlo con bastantes apodos, como “Husky” o en vez de “Husker” “Oscar” burlándose de como suena su nombre para alguien de lengua española. El Matón parece devolverle la simpatía, aunque sea también insultando entre medio y lo tiene como un bebedor casi a su nivel y al menos un rival digno en las cartas. Husk estaba por ganarle a Vic, Francis y otro grupo de amigos cuando Alastor lo rapto trasportandole al hotel
Madelaine (OC de Jlaiyon)
Vic fue cliente y amante de Madelaine, frecuentando el club nocturno donde ella trabajaba y a veces llevándola al bar “Los Condenados” con sus amigos. Tuvieron una relación informal semi estable por un tiempo, donde desde un principio asumió que solo lo quería por su dinero. Pasándola bien con una chica de actitud alocada, pero dulce, no le importo demasiado quedar con los bolsillos vacíos y harapientos. Como la mayoría de los demonios A Madelaine le importaba poco que trabajos sucios hacia Vic, así que luego de un día especialmente duro de trabajo, y aun oliendo a sangre de otros ella lo recibiría, oliendo a sexo y pastelitos, para ayudar a relajarse con su cuerpo, voz y drogas. Ambos apreciaban del otros no ser fumadores y ser grandes bailarines (aunque Vic no tenga pies). Vic quedo especialmente enamorado de su canto y hasta la acompaño a un par de audiciones. Zaza recuerda con algo mas de recelo a Madelaine porque hacia que Vic pasara días enteros solo drogándose y estando tirado con ella, arriesgándose a caer en sus viejos vicios y una personalidad mas violenta y descerebrada. Eso y que ante cualquier capricho no cumplido o pequeña discusión, la pequeña podía terminar envenenándolo a el y sus conocidos. A pesar de todo esto, la relación con Vic no termino mal, viéndola poco pero aun considerándola una “amiga”, dicho eso, no volvió a contratar sus servicios ni comer pastelitos, solo oír sus presentaciones muy de vez en cuando.
Maria (OC)
Maria es la ultima integrante de unirse al bar, con su personalidad centrada y calmada, ademas de su fuerza física y habilidad, enseguida pareció una buena idea encargarla de la seguridad. Ella y Vic quizá no sean tan íntimos entre ellos como lo son con Zaza, pero se respetan y aprecian como amigos y luchadores. Mas de una vez entrenando juntos. Vic aprecia que no es solo tamaño y musculo, le parece una mujer reservada, ingeniosa e inteligente, por lo que intenta comportarse y hacer comportar a los demás con ella.
Ohio (OC derivado de la interpretacion de un cliente de Helluva Boss)
Derral, apodado “Ohio” por todos en el bar, es un camionero y compañero de juego y bebidas de Vic. A veces a sabiendas o no, termina ayudando a transportar algunos de los productos que Vic comercia. Le parece un gringo loco, tonto y griton, pero tambien sabe divertirse con el, por lo que ha aprendido a apreciarlo. Por todo lo inculto y mal hablado que es, aprecia que parece ser leal a sus amigos, y respeta el ambiente y los propietarios del bar “Los Condenados” sin crear problemas muy seguido. Mas de una vez lo ha tenido que poner en su lugar cuando tiene sus rabietas.
Vaggie
Vaggie es el interés romántico principal de Vic. El conocía de ella casualmente por su proyecto del hotel. Si bien cuando se conocen cara a cara al principio ella lo rechaza cuando intenta acercarse, el enseguida pensó que era a alguien que valía la pena defender y conocer. Su personalidad, apariencia y habilidad, todo pareció llamar la atención enseguida de el. Quizá muy por adentro, la hostilidad inicial de Vaggie y la necesidad de estar la defensiva le recuerden un poco a si mismo. Aunque Vaggie no le haya contado de su pasado, también apostaría que tienen complejos similares por sus vidas pasadas y orígenes, mas siendo ambos latinos. Fuera de eso, Vaggie ya de buenas a primeras es distinta a otros demonios por la causa que esta metida. Aunque Vic se cuestiona que tanto Vaggie cree en ella por ella misma y no por seguir los sueños de Charlie. De todas maneras, le parece admirable y aprecia la amistad y confianza que ella de a poco le provee. Mientras sus sentimientos por ella crecen aun siempre prioriza querer verla feliz, no se siente a la altura de ella al lado del amor de Charlie.
Vinnie Vermin (OC)
Vincent es el sobrino del Padrino de la Mafia Vermin, cliente de Vic. Aunque Vinnie aprecia la habilidad y el negociado con Victor a traves de Francis, la actitud demente y agresiva del joven que intenta demostrar la autoridad, hacen que el lo trate con especial reserva, viendo que un paso en falso puede meterlo en problemas.
Zaza (OC)
Zaza es la persona mas cercana a Vic en el infierno y su confidente. Tienen entera confianza el uno en el otro, y hasta una dinámica casi de madre e hijo, si bien Vic no la trata abiertamente como tal. Como dueña del bar “Los Condenados”, Vic actua como Patrocinador del bar, financiando, frecuentando y ayudando en todo lo que pueda. Ya que el suele estar siempre en movimiento por sus trabajos no tiene un hogar propio, pero tiene una habitacion donde descansa en el bar de Zaza como lo mas parecido. Considera el bar y su gente cercana su familia en el infierno. Vic vivió sus años en el infierno antes del arribo de Zaza, pero conocerla parece haberlo salvado de alguna manera y sin ella posiblemente el se sentiría perdido. Zaza conoce todos los secretos de Vic, y suele poder leerlo perfectamente. De igual manera Vic conoce casi todo de ella.
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Marín en la carretera, así viajamos los pobres
A las seis de la mañana Lucho Marín (58, casado, dos hijos) ya está sobre la berma y dice que hay que esperar a que dos micros pasen en yunta, así mientras se hace cola para subir a la de adelante uno pasa piolita y se sube a la de atrás, que siempre viene más vacía. La técnica funciona y rápido gana asiento al lado de una ventana. El vidrio que separa la cabina del chofer del resto de la máquina está lleno de cartelitos instructivos. La radio del vehículo puede funcionar a volumen moderado y siempre que ningún pasajero se oponga. No fumar. No escupir. Estudiante/demuestra tu educación/cede el asiento. La micro es una especie de mini-pullman con asientos “acolchados” en los que se sienten sus fierros presionando contra la espalda. En los últimos 38 años, Lucho Marín ha pasado 28.500 horas sentado o parado bajo una luz azul que hace doler la cabeza (a alguien se le ocurrió que era buena idea iluminar los buses de la Flota Talagante como si fueran cafés con piernas sobre ruedas).
Si en algo tiene razón el ministro Monckeberg es en que a esta hora (06.25 aprox.) no hay taco, al menos en Camino Melipilla. La micro viaja como si la condujera un temerario Niki Lauda en busca de un destino sangriento, como si los choferes de micro cazaran muertes violentas, como si despreciaran los perecimientos tranquilos en camillas de hospital. Los vidrios y las puertas se estremecen y a Lucho Marín le da miedo morir en un choque. La semana pasada vio cómo un auto quedó metido debajo de un camión de gas (de esos con acoplado, que pesan 52 toneladas y cargan hasta 35) y pensó que tal vez quien manejaba era una persona joven, alguien a quien nunca se le ocurrió que se iba a ir hecho un acordeón, sepultado por un transporte de Abastible.
En general hace los viajes dormido, pero depende de que la técnica de la micro de atrás funcione, o de que no vaya atrasado. En tal caso se sube a la primera que pase, aunque viaje parado y la micro llena, porque cada atraso le cuesta 7.500 pesos al final del mes. De igual forma, por llegar a la hora tres meses invictos, saca un bono de 120.000 que no le da holgura pero que de algo sirve.
De los privilegiados que viajan sentados (un letrero dentro del mismo bus señala que la capacidad máxima de pasajeros de pie es de ocho y por lo menos veinte personas viajan así), la mayoría duerme; deben devolverle al cuerpo las horas de sueño que le quedaron debiendo por estar viajando a esa hora.
Lucho Marín piensa que el tiempo libre que recupera trabajando desde temprano, no le cunde. La plata no le alcanza para salir con su señora al cine o a comer fuera. El tiempo en el que no está trabajando lo pasa viendo la tele y pensando en que, si trabajara más, ganaría más. Antes trabajaba turnos de doce horas.
Dice que la culpa la tiene Christus, una “congregación de monjas brasileñas” que bajaron sus horas de trabajo, pero también su sueldo. Se refiere a Christus Health, una de las compañías de servicios médicos más grandes de USA, relacionada con la Iglesia Católica, que compró parte del Hospital Clínico de la UC, donde Lucho Marín trabaja como auxiliar de laboratorio.
En Obispo Umaña con 5 de Abril, baja y camina por Obispo Javier Vázquez, atraviesa el terminal de buses y en la Alameda toma una micro de la línea 210 del ex Transantiago (recién rebautizado Red). Aquí los asientos son de plástico duro, hace más frío y hay más ruido. Pero lo prefiere porque “en el metro siempre hay algún atado, si no es un corte de luz es un suicida”. Así las cosas, parece que lo más eficiente es el transporte sub sole.
Hace un tiempo, Lucho Marín conoció Perú. Después de casi cuarenta años de trabajo supo lo que es tener poder adquisitivo. Dice que los pesos chilenos tienen ventaja por sobre los soles peruanos. Anduvo en taxi por doscientos pesos, se hospedó en un hotel por diez mil la noche y con cinco mil comió toda su familia cada uno de los cuatro días que duró el paseo. Reflexiona que un diputado en Chile gana alrededor de seis millones mensuales y que, si él ganara eso, trabajaría sólo dos meses al año (probablemente más de lo que trabaja cualquiera de nuestros Honorables) pero que no saca nada con pretender tener tiempo libre en sus condiciones actuales.
Baja de la micro frente a la Casa Central de la Universidad Católica y recuerda que donde ahora está el centro de extensión, antes había una academia premilitar. No es sencillo deducir qué razón hay para creer que el Luis Campino (primer colegio en Chile fundado por el arzobispado, ahora ubicado en Providencia) tiene algo que ver con la milicia.
Camina por calle Lira y entra al hospital por uno de los accesos secundarios, mirando la pasarela que a buena altura conecta el pensionado con el resto de las instalaciones. Empuja la puerta giratoria, pasa frente a la Capilla San Lucas (que está dentro del hospital), sin realizar ningún tipo de pequeño rito como persignarse o realizar un amago de genuflexión, lo que hace pensar que casi cuarenta años no les han sido suficientes a sus empleadores para evangelizarlo. Atraviesa rápido la sala de espera donde los pacientes-clientes, toman horas médicas y tramitan hospitalizaciones o altas. Son las 07.10 y hay gente esperando. Empuja esta vez la puerta giratoria de la entrada principal y sale de nuevo a la calle. Siente el aire frío y disfruta los últimos segundos de una luz natural que le será esquiva hasta la mañana siguiente, porque a la salida de su turno, ya estará oscuro.
El trabajo no empieza hasta las ocho, pero debe estar 45 minutos antes, para alcanzar a ducharse y tomar desayuno.
Se mete en el Banco de Sangre, donde ejerce sus funciones, y pasa derecho hasta los vestidores. No saluda a sus compañeros que atienden llamadas. Son venezolanos, o bolivianos, o peruanos, no está seguro. A los que sí recuerda son a los chilenos que durante años ocuparon esos puestos. Buena Lucho, cómo te ha ido, tomémonos un cafecito. Es que los chilenos somos muy flojos, estos cabros son buenos para la pega, pero no levantan la cabeza del computador. Piensa que es el sistema el que no les permite tratarse con más cariño entre compañeros.
Nueve horas después (ocho de trabajo y una de almuerzo) Lucho Marín hace el recorrido no exactamente inverso. Desde el hospital camina unas diez cuadras hasta llegar al Terminal de Buses Tarapacá, desde donde sale transporte directo hacia Buin, Lampa, San Bernardo, Peñaflor, Talagante y Padre Hurtado, donde él vive. De esta forma evita hacer combinación, ahorrándose 750 pesos diarios. Al mes esto equivale a más o menos la cuenta del tv cable que llegará a ver cuando esté de vuelta en su casa. Lo esperan sus hijos, si es que coinciden los turnos (uno de ellos trabaja en el mismo hospital), y su esposa Pilar, quien probablemente le cuente cómo estuvo su propia jornada en el quiosco de confites que instalaron frente al colegio del barrio para mejorar la economía familiar. Tomarán las onces y frente al televisor volverá la obsesión de las horas arrebatadas por la nueva administración. No habrá salida al cine ni a comer fuera.
El 16 de mayo de 2013 el entonces presidente Piñera anunció la construcción de un metro tren, que facilitaría el transporte de miles de personas que se desplazan desde Melipilla, El Monte, Talagante, Padre Hurtado y Cerrillos hasta Estación Central. Lo hizo un mes después de la destitución del que era su Ministro de Educación y de que se hiciera público la manipulación de cifras del Censo 2012. Quedó sólo como un anuncio ya que la obra no se realizó.
Este 15 de mayo, seis años después; el nuevamente presidente Piñera, ha vuelto a anunciar la construcción de la misma obra. Lo hizo días después de que el Congreso rechazara la idea de legislar dos de sus proyectos emblema, Admisión Justa y Reforma de Pensiones y de que se hiciera público, la manipulación de las cifras del IPC por parte del INE.
Si en esta oportunidad, el anuncio del Gobierno de construir el Metro Tren Melipilla Estación Central se hace realidad; Lucho Marín rebajaría su tiempo de viaje de una hora y media a menos de cuarenta minutos, pero como la construcción de la obra se estima en seis años, él ya estará jubilado.
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La vida secreta de una mormona porno
Por: Amy Bond Traducción de: Elżbieta Bujakiewicz
Conocí a Aaron en un estudio pornográfico en una finca del valle de San Fernando. Mi representante, Jim, me había dicho si me gustaría trabajar con él. «Es agradable, honesto y puntual», decía. Un profesional de Artes marciales retirado, los músculos de Aaron se hinchaban como los de un héroe en acción. Su piel brillaba con ese clásico tono de cualquiera de las mensuales afiliaciones ilimitadas de 29.99 dólares en los salones de bronceado de Los Ángeles, pero cuando sonreía, era como una especie de sonrisa cursi de seductor, como algo que reconocía.
—¡Wendy! —me llamó por mi nombre artístico.
Levanté la vista, como si no lo estuviese viendo a través de los reflejos dorados de mi largo flequillo, y le sonreí. —Jim me contó que eres mormón. ¡Yo también!
Era 2003 y yo era nueva, tanto en Los Ángeles como en la industria del entretenimiento para adultos. Crecí siendo mormona en los suburbios de Virginia y Minnesota y me mudé a Los Ángeles para ser actriz, pero nunca pude pasar las primeras audiciones. Me di cuenta, observando a las otras actrices amateur en las salas de espera, con sus alisados brasileños, uñas perfectamente esculpidas y con cartas de presentación extensas y satinadas, que tenían algo que yo no: capital para invertir en belleza y referentes de sus bellas imágenes. Comencé siendo prostituta, dando masajes en lujosos hoteles de Beverly Hills, luego posando desnuda en revistas y así generar mis primeros ingresos. A partir de ahí, fue un salto ligero hacia el entretenimiento adulto, donde podía hacer más videos. «Era un desvío poco tradicional», me decía. Ganaría 50000 dólares para invertir en mí misma y luego me iría.
Sin embargo, no podía negar que estaba viviendo totalmente una doble vida: ir a la iglesia los domingos y hacer escenas de pornográficas durante la semana. Mis dos mundos chocaron cuando conocí a Aaron la primera vez.
Una hora después de que nos conocimos, estábamos ambos transpirados por los postes de luz que rondaban sobre nosotros, mientras nos movíamos haciendo distintas posturas para la escena: misionera, en la postura de la amazona, encima de mí. Hacía mi parte, deslizando mi mano por mi costado y por mi pecho, poniendo los ojos en blanco y gritando «¡Más, más!».
Cuando la escena terminó, me puse de nuevo la minifalda fucsia y me quité el maquillaje de mi carita de niña de 19 años. Aaron volvió por mí, vacilante: —Em, ¿querés ir Baja Fresh? —preguntó.
—Por supuesto —le dije. Estaba sola en la ciudad y ansiaba amistad, alguien en quien pudiera confiar y ser honesta.
Diez minutos más tarde, nos sentamos a almorzar en el patio del centro comercial de Devonshire. Aaron comió su burrito de un bocado, sin molestarse en masticar, y hablando mientras tragaba. Supe que pronto vivía la vida como comía: rápido. Me contó que una vez había mentido acerca de estar en el departamento de bomberos para zafar de una multa por exceso de velocidad. Reí hasta las lágrimas. También mentí para salir de las multas por exceso de velocidad, alegando abuelos en el hospital, pero la policía nunca me creyó. Siempre fui demasiado obvia. Admiraba la destreza y la audacia de Aaron. Nuestro mormonismo compartido y trabajos diurnos me hacían sentir como si lo conociera desde siempre.
La índole de nuestro trabajo no implicaba ninguna tensión sexual cuando salíamos, y nos hicimos amigos rápido. Aaron entendía lo que se sentía vivir una doble vida, con una pasión por Jesús y un cheque que pagaba el porno. Mi novio, a 2660 millas de distancia de la ciudad de Arizona y la gente de la iglesia jamás lo entenderían. Me había acostumbrado a mentirles acerca de todo, desde qué tipo de audiciones iba hasta cuánto dinero tenía, por lo general fingiendo ser una actriz con dificultades, a pesar de que estaba haciendo dinero de verdad.
Durante el almuerzo, le conté a Aaron que todavía seguía yendo a la iglesia los domingos, daba el diezmo de mi dinero porno y mantenía una relación a distancia con un hombre mormón, Wade, con quien creía que algún día me casaría en el templo mormón. «Estoy haciendo esto por dinero, para poder pagar las clases de actuación, estudiar actuación y comprar un auto cuando me convierta en una verdadera actriz», le dije a Aaron. Fue lo mismo que me dije a mí.
—Sí, me metí en lo porno como un trabajito extra. Sé que no estoy en el camino correcto, pero de cualquier foma, Dios nos perdonará —decía Aaron, sonriendo. Esperaba que fuera así, pero estaba empezando a dudar de la iglesia. No estaba preocupada por la ira de Dios (Él me perdonaba cuando me arrepentía lo suficiente), sino que Wade encontrara fotos mías, desnuda, en Internet. Él trabajaba para una empresa de consultoría que gestionaba la reputación de famosos. Era solo cuestión de tiempo para que pusiera en práctica sus habilidades de investigación. Pero me aferré a Wade porque me ataba a lo familiar, mientras yo navegaba sola por entretenimiento adulto.
El domingo siguiente, cuando me preparé para la iglesia, Wade y yo nos mensajeábamos, diciendo que soñábamos con conocer a nuestras familias, que algún día nos mudaríamos a Utah, nos casaríamos en la iglesia mormona y formamos una familia con muchos niños. En nuestra primera cita, almorzando espinacas con queso en un bufé indio del centro comercial, nos habíamos maravillado de cómo ambos queríamos siete hijos, un número impar como para ser cualquier cosa, además del destino o la voluntad del Señor. Amaba a Wade, pero cuando estábamos solos, era difícil ser «buenos» con nuestros cuerpos e inocentes cuando no lo éramos. Iríamos demasiado lejos, frotando nuestras manos debajo de la ropa, algo que la iglesia llamaba «manoseo», un pecado ante los ojos de Dios. Siempre nos deteníamos hasta la hebilla del cinto y cuando Wade iba corriendo al baño para que no pudiera ver, hacía como que no sabía lo que estaba pasando. Por mensaje, cuando volvía a Washington, Wade me recordaba lo que la iglesia nos enseñó: nuestros cuerpos era como un templo y nuestro deber era no rendirnos a las tentaciones de Satanás.
—Tenemos que controlarlo la próxima vez que estemos juntos —me dijo, reafirmando la culpa que sentía siempre que caía en la tentación.
Pero últimamente, estaba empezando a preguntarme si eso tenía sentido. Estaba cansada de sentir tanta vergüenza por mi sexualidad. Trataba de ignorar el hecho de que el sexo que tenía en el trabajo era malo, y decidí que esos pensamientos debían ser obra del maligno.
No le dije a Wade con detalles de lo que estaba haciendo para ganar dinero, porque me dije a mí primero que no era infidelidad, era trabajo; no compromiso, no amor, trabajo. Un día, después de que gané los 50000 dólares que buscaba, me acordaba de esto y me arrepentía. Acudía a Wade y a los ancianos de la iglesia, les explicaba cómo había tenido sueños imposibles e hice de todo para alcanzarlos. Me imaginaba siendo famosa cuando explicaba estas cosas, y me convencí a mí misma de que creían que los fines justificaban los medios. Verían que lo que había hecho en el trabajo era simplemente el sueño americano: mejorar la situación con mi propio esfuerzo, en mi caso, con lencería en oferta. Pero supe que si Wade se enteraba antes todo esto, me creería irremediable. Él no vería más allá del sexo, a pesar de que nos amábamos. No lo culpo, nos enseñaron que las mujeres debían permanecer puras para sus esposos, de lo contrario, les estaríamos dando a nuestros maridos restos de nuestro ser más sagrado, privándoles de nuestra virginidad. Aun así, no quería creer que nuestro amor estaba condicionado por la pureza de mi cuerpo, aunque la iglesia nos enseñara eso.
Cuando conocí a Aaron, fue un alivio y un placer saber que alguien podría saber la verdad sobre mí y amarme igual. Después de ese primer almuerzo, él me llevó a casa. Había una tabla de surf blanca en el asiento trasero, perfumando el auto con un olor a mar salado.
—Vive la vida como el surf —me dijo Aaron—, cuando te derriben, debés saber que nadie en el mundo vendrá a salvarte. Así que levántate.
Cuando me trajo a casa, chocamos nuestros puños.
Mientras Wade creía que Dios tenía el control de nuestras vidas, Aaron sabía que yo era lo suficientemente fuerte como para tomar mis propias decisiones. Me había demostrado siempre eso y lo quería por creer en esa versión de la realidad.
Cuando comencé a hacer más escenas porno, conocí a otros actores y directores que se deleitaban con el cuerpo humano en vez de sentir vergüenza por ello. En pleno acto, expulsé un gas y luego grité de vergüenza, seguramente Dios me había hecho emitir un sonido para recordarme lo mal que estaba con mi cuerpo. El director, Mike, hizo una mueca: —¿Qué problema hay? Es sólo un pedo vaginal. A todas las mujeres les pasa. Eso ocurre porque hay aire ahí —rió.
Mientras filmaba otra escena, un actor llamado Nacho me enseñó a sacudir mis nalgas para que bailaran. Todavía no superaba la idea de que estuviera mal con mi cuerpo, había comido del fruto prohibido y ofrecido a los demás, llevando a todos a la perdición. Nacho desafió eso.
—No hay necesidad de ser tan rígida —dijo mientras yo posaba—, ¿qué tal si cerrás los ojos y te tocás un ratito —propuso.
Mis músculos se relajaron cuando sonreí y arrastré mis dedos por mi piel mientras miraba la cámara, sintiendo la suavidad de mi cuerpo, descubriéndolo como un explorador. Fue divertido y excitante.
En otra escena, interpreté a una enfermera perversa, actuando como respaldo nuevo. Al lado había una chica llamada Violet. Ella reía mientras defendía las poses, extendiendo sus manos hacia el cielo como un gato cuando se tira al sol. Cuando garchaba, me guiñaba un ojo y tiraba su cabello. Nunca había visto a una mujer disfrutar tan abiertamente de su propio cuerpo, riendo mientras actuaba, como si fuera una diversión, no solo trabajo. Comencé a preguntarme sobre lo que la iglesia me había enseñado acerca de mi propio cuerpo, tal vez no era algo que se ocultara y negara, algo que se guardara para mi futuro esposo.
Aaron y yo empezamos a dormir fuera de casa los viernes por la noche, hablando toda la noche, envolviéndonos entre las sábanas y cuchareando. Le contaría sobre posibles actuaciones y él me diría qué directores eran buenos y a cuáles escuchó que me pedirían acostarse conmigo una vez que las escenas hubiesen terminado. Siempre habíamos acordado que éramos pecadores, pero el pecado era temporal. Ahora comenzaba a cuestionar eso, y debatíamos la posibilidad de nuestra entrada al reino de los cielos, pegándonos con almohadas.
—Nuestro sexo no nos marca para siempre —dijo—, tendremos un camino verosímil hacia la rectitud.
Asentí, pero estaba empezando a volverme loca, la idea de que algo tan simple y superficial como disfrutar de nuestros cuerpos, las cosas que crearon la vida verdadera, nos impedirían alcanzar la salvación. ¿Qué ocurre con lo más importante, como tratar a los otros y ser buena persona?
Cuando junté suficiente dinero, Aaron me ayudó a comprar mi primer auto en el estacionamiento de una estación de servicio en Westwood, un Pontiac Sunfire convertible usado de 1998. Me enseñó a buscar un cupón en la parte posterior de la revista AutoTrader para que pudiera pintarlo de color rojo cereza a un buen costo. Empecé a conducir, me prostituía a la noche e iba al estudio pornográfico de día. Con los discos de Prince sonando al palo, me sentía como toda una perra, una que podía decidir qué tipo de vida quería llevar, sin que el peso de la iglesia me haga sentir que lo que decidía era algo a mi favor.
Con Wade lejos, no era difícil mantener a raya sus sospechas, pero al final, un miembro de la iglesia encontró fotos mías desnuda en Internet y se las mostró a los ancianos de la iglesia. El grupo de improvisación mormona con el que hacía alabanzas me echó sin miramientos en un aparcamiento antes del culto.
—No podemos permitirte actuar de buena fe cuando vas por un mal camino, Amy —dijo el líder, Eric, retorciendo las manos con vergüenza—, esperamos que te arrepientas y sigas viniendo a la iglesia —continuó. Se sorprendieron cuando me defendí y, por primera vez, me di cuenta de que ya no sentía vergüenza.
—¿Pero qué hay del chico que encontró mi foto? —le pregunté. Sin duda fui impura para hacer eso, pero él fue impuso para verlo.
—No estaba viendo nada malo, solo una ventana emergente se abrió en su pantalla y te reconoció.
Me sentenciaron por el pecado. Era como María Magdalena, una marginada hasta que me arrepentí y volví a ser buena. Pero ahora entendí que no quería ser su versión de buena, que ya no creía que mi bondad y valor como mujer dependía de algo tan estúpido como mi virginidad. No me lamentaba, pero sabía que solo era cuestión de tiempo hasta que Wade se enterara y rompiera conmigo también.
Cuando vino de visita, Wade insistió en conducir mi auto. Mientras conducía, no podía aguantarlo más. Le dije que se detuviera y le conté todo sobre mi vida porno; cómo todos sabían, no había ido a la iglesia en dos semanas. Él lloró. Yo también lloré, pero eran las lágrimas de la actriz que era. Me disculpé por haber sido una cobarde y hacerle daño, pero ya no lamentaba mis decisiones. Entre el porno y la iglesia, las únicas personas con las que podía ser honesta, las únicas que me aceptaron, eran personas como Aaron. Wade rompió conmigo de inmediato. Me sentí aliviada cuando terminamos. Por fin pude dejar esa parte de mi vida: la vergüenza, la negación, el temor a Dios… ahora en el pasado.
En ese momento, me di cuenta de que tenía todo lo que necesitaba en mí, que podía dejar de lado la culpa que la iglesia me había inculcado. Finalmente, no me sentía avergonzada de mi cuerpo o mi sexualidad. Solo más tarde me di cuenta de que había cambiado un campo dominado por hombres por otro: el mormonismo por la pornografía. Pero al menos en el porno podía ser honesta acerca de mi vida y descubrir que mi iglesia me había dicho que estaba equivocada cuando disfrutaba de mi cuerpo. Con el tiempo, dejé el negocio del porno, no porque sentía que estaba mal, sino porque simplemente seguí adelante con mi vida. Decidí entrar en un colegio comunitario, fijándome una nueva meta: un título de cuatro años. Pero aunque dejé la prostitución, no me sentía mal por haberlo hecho. Ya no creía que necesitaba arrepentirme por el amor propio que adquirí. Conocer a Aaron fue como mirarme en un espejo y ver la hipocresía de la iglesia en mi propio reflejo. La idea de que la salvación se basaba en la vergüenza de un cuerpo que desde entonces había aprendido a amar, disfrutar y respetar se convirtió en una historia que ya había superado.
. . . Artículo original en Narratively: Secret Life of a Mormon Porn Star
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