#hasta que al fin te puedo sacar a conocer el mundo
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♡ ( 𝘣𝘳𝘪𝘯𝘥𝘪𝘴 𝘥𝘦 𝘧𝘪𝘯 𝘥𝘦 𝘢𝘯̃𝘰 )
“Es un crimen tener que esperar hasta media noche por el champagne ¿no?” le comenta a le persone a su lado al tiempo que le pasa una de las copas de dicha bebida que se habia robado para después guiñarle el ojo. “Sera nuestro pequeño secreto” susurra cómplice antes de darle un sorbo.
#se están congelando ahí arriba pero el gif es super de verano XD#hasta que al fin te puedo sacar a conocer el mundo
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PREDECIBLE
Son las 5:00 am, no puedo dormir, me es difícil pensar que hace unas horas, compartíamos ideas y gustos, canciones, incluso el menú de la merienda... Es difícil sabes? pero creo que al fin me eh dado por vencida, me siento cansada, rota, lastimad, me siento inservible e impotente, siento como si todo lo que hice y trabaje en mí, para darte lo mejor a ti, simplemente fue en vano, lamento tanto cada fracaso, pero lamento aún más que para ti fue poco visible todo mi esfuerzo, mi lamento no es de víctima, mi lamento es de lucha, una lucha perdida que siempre pensé ganar, creo que eso es lo que más me duele, la ilusión de poder recrearnos, que solo se quedó en eso, una simple ilusión, bien lo dicen, que nunca se deben de idealizar las cosas hasta que sucedan, pero como no idealizarme contigo? abriste mi mente y cambiaste bastantes cosas en mi vida. Pero para que mentirme, o mejor dicho, para que mentirnos, ambos sabemos que esto no tendría un destino, que no tendría un típico final feliz de novela, el daño ya estaba hecho y es que como lo dicen, corazón roto es difícil de pegar, pero tenía la ilusión de reparar aquello que yo rompí, créeme que estaba dispuesta a todo, sin importar lo que fuera, para mí lo eras todo, llámale obsesión, arrepentimiento, lo que tu pienses que era, yo le llamo "ganas de luchar por una persona" por la persona que se ama, No sé qué decirte, está de más que te repita todo lo que ya te he dicho, las mil y un "excusas" que dices que inventos, las mí y un soluciones que siempre doy, aunque digas que no te ame realmente lo suficiente y que fue más importante mi ego, mi narcisismo y todo eso, no conoces nada de mí, solo conoces a la persona mala, a la que siempre te cuentan que es una perra sin corazón y que no tiene aso estar con alguien así, o al menos eso parece, me parece realmente estúpido que no puedas ver más allá de todo eso que te dicen, que te siegues a mirar nuestra realidad, me siento la persona más idiota de todo el mundo, me lo haces sentí así, me molesta de gran manera que me digas que me amaste y que me quisiste cuando sabemos que no fue así, o al menos no después de lo que yo rompí, caso fingiste? acaso te daba miedo decirme la verdad para no lastimarme o simplemente era tu dulce y sabia venganza, pero por otro lado esta tu odio, tu rencor, tu muy bien lo dijiste "Axel perdona pero no olvida" y no, claro que lo que hice no es fácil de olvidar, pero saber perfectamente que estaba poniendo todo de mi maldita parte, de alguna u otra manera yo estaba dispuesta darte mi alma entera, pero ese lado lleno de odio, me repite una y mil veces "chigas a tu madre Ximena", te recuerdo que tampoco fuiste el más santo y no siempre fui yo la culpable, pero bah, para que sacar ese tipo de cosas cuando ya está por hecho que en tu vida yo jamás volveré a tener un lugar. Solo me queda decir que te ame tantísimo que no tienes idea de tantos sacrificios que hice para mejorar por ti, tantas veces que me quede callada, que preferí no pelear, porque si, en mi cabeza abundaba la culpabilidad, la inmadura y estúpida culpa, no sé qué pensar, me duele en el alma que te estoy perdiendo, pero por otro lado, siendo sincera, siento que me estoy liberando de algo que pudo haber terminado peor, perdóname por decirlo así pero es lo que en este momento siento.... Tengo miles de sentimientos, abundan en mí que no se específicamente cual es el mayor. Pero.... al final de cuentas creo que no encajamos ni siquiera un cincuenta por ciento en nuestras expectativas. Así que probablemente seamos un destino fallido, un karma de vida pasadas, una mala coincidencia o simplemente un amor imposible. Por mi parte sé que siempre estaré disponible para ti y sé que me encontraras, pero también sé que si no existen ganas de tu parte y disposición. jamás podremos estar juntos, sin importar cual sea la razón.... Me gusta pensar que fuimos un nada sintiendo todo o tal vez por tu parte, un todo si entiendo nada.... TE AMO INMENSO, HASTA SIEMPRE AMORE MIO.
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2023
Ha sido un año muy agridulce, pero un año de mucho aprendizaje y siento que he crecido, además de por fin poder ser cada vez más auténtica a mí misma.
Él año pasado decidí irme a Inglaterra por un mes, que se convirtió en seis meses. En Inglaterra tuve que afrontar todas las crisis que no había afrontado hace diez años atrás, y encontrarme con mi versión irresponsable e inmadura, pero de todas formas, me hice cargo y afronte todo. Un verano que pasó volando entre preparativos para irme y por fin, el viaje.
El primer mes fue un caos. No sabía hablar inglés, solo lo entendía y estaba perdida en un mundo que parecía que iba al revés del mío. A la mala tuve que aprender a cuidarme a misma, a trabajar lo más duro que podía, a disfrutar mi tiempo libre, a no quejarme del cansancio, a llorar sola. Tuve que aprender inglés, aprender a vivir sola, aprender a conocer lugares nuevos, aprender a relacionarme con otras personas. Me frustre y sentí vergüenza, pero salí de eso. Perdí el miedo a salir sola, perdí el miedo a conocer personas, perdí el miedo al ridículo, perdí el miedo a ser juzgada y perdí el miedo al miedo. Me abrí a ser vista, me abrí a ser yo misma en la intimidad, perdí la virginidad, deje que me rompieran el corazón, superé que me rompieran el corazón y seguí adelante. Fue un mes de caídas, de golpes, literalmente fue un mes de moretones; pero te tienes que caer unas cuantas veces para aprender a caminar.
A finales de marzo, empezó a salir el sol, en todo sentido, y por fin todo pareció tomar su lugar. El 27 de marzo, conocí a mí Aaron.
En abril, las heridas iban sanando de a poco. Abril en Londres, fue terrorífico, pero de una forma en la que quizás solamente cuando estaba en Parral me había sentido, a pesar de sentirme mal, de tener crisis de pánico, quería hacerlo, quería vivir cada día, aunque me tomará mi tiempo, aunque tuviese mis límites, y lo hice. Conocí la ciudad, conocí nuevas personas, conocí mis sentimientos y me conocí a mi misma, cómo una mujer adulta.
Me fui a Barcelona, en donde la vida parecía solamente pasar como un día domingo bajo el sol y mi Aaroncito llegó más tarde a pasar conmigo, los mejores días de mi vida hasta ahora.
El resto de los otros meses, fueron un gran proceso de conocer al Aaron y conocerme a mí misma mientras lo hacía, de abrirme totalmente con él en todo sentido y dejarlo pasar. Empecé a hacerme cargo de mi misma, de mis límites, de mis decisiones, pero también a compartir todo con él. Vivir con él fue lo más dulce y poder compartir mi vida con él, me hizo crecer y a él conmigo.
Siempre tuve miedo a abrirme a conocer a alguien, porque en el fondo estaba asustada de que viera algo que no le iba a gustar, de que viera lo que yo veo de mi misma y odio. Pero con él solamente lo hice y todo fluyó de forma natural y nos dejamos amar él uno al otro.
También me tuve que enfrentar a soltar, a dejarlo ir más veces de las que podría desear y lo hice. Pero cada vez que lo dejo ir, se que mi amor por él es más grande que su partida... Y que esa partida no es un final.
Creo que también he aprendido eso, que nada es tan permanente, que siempre hay una posibilidad, que me tengo que arriesgar por lo que quiero y si no resulta, lo puedo intentar de nuevo.
Desde que deje Inglaterra, me he sentido estancada y creo que es normal, que me estoy adaptando a mi vida de nuevo, que es algo que a la larga pasará; espero que así sea. Sigo aprendiendo a poder abrirme del todo, a sacar afuera mis sentimientos, de expresar cómo me siento, de simplemente hablar. El proximo año las cosas van a ser diferentes de nuevo, y quizás vuelva al comienzo, pero cada día que pasó crezco un poco más y me estoy volviendo adulta. Por segunda vez en mi vida desde que salí de la universidad tengo un plan para el próximo año y será volver con mi Aaroncito, aunque tenga que enfrentarme a muchas cosas de nuevo, lo haré porque quiero estar con él, porque quiero seguir aprendiendo con él y porque estoy aprendiendo a confiar en él, será otro año de aprendizaje pero cada vez se irá haciendo más fácil.
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Y otra vez estoy acá, sola. Mi mamá está adentro, hablando mal de mi con mi papá, y por más que él no le preste atención, me duele, porque deja que lo siga haciendo. Mi hermana está en la suya, como siempre. Y mi hermano está con mi primo, jugando a la play. Y yo estoy acá, sola, con mis pensamientos, sola, sola, y sola. Si desaparezco, ¿Alguien se dará cuenta? Quiero morir, quiero morir y ya no existir más para no joder más a nadie. Es egoista, no me importa, pero ya no quiero que me rompan las pelotas, siempre es lo mismo, siempre estoy para los demas, pero nunca hay nadie para mi, siempre soy la mala de la pelicula, para todos, pero nadie ve lo bueno que hago, solo se fijan en cosas malas. Me tienen harta. Me tiraria abajo del tren así muero rápido, pero le jodería el día a alguien que no tiene nada que ver con todo lo que me está pasando, seré egoísta, pero tampoco soy tan mala. Me podría matar en mi casa, sola, total no me prestan atención, tardarían en darse cuenta que no estoy, y tampoco les importaría supongo, si es que no puedo pedir ayuda porque ya soy grande y se supone que los grandes ya no sentimos depresión ni nos sentimos, sería más fácil matarme y listo, nadie tendría que dormir incomodo en mi casa, sería menos gasto de dinero, mi mamá ya no tendría que quejarse de lo que hago y lo que no hago, mi hermano ya no tendría con quien pelear, mi hermana ya no tendría que rogarme por cariño, mi papá tendría un cumpleaños menos por acordarse, mi novia por fin podría conseguir a la persona que se merece, lo único que hago es molestar a todo el mundo, ya no lo haría más, todos serían felices. Me gustaría encontrar la manera en la que mis hermanos no te gan que encontrarme inconsciente y en un charco de sangre, la vida no te prepara para algo así, pero aún así, no encuentro manera.
No se a quien pedirle ayuda, porque tengo que trabajar, y tengo que estudiar, nadie puede hacer eso por mi, pero, sin embargo, en el caso de matarme ya no tendría que preocuparme por esas cosas. Aunque salga todo mal, perdería tiempo, y quedaría como la enfermita que se quiso matar y no pudo, les daría pena a los demás, una falsa pena, porque estoy pidiendo ayuda a gritos, pero nadie lo va a notar hasta que se asusten, ¿Y como se asustarían? Exacto, matandome. Aunque de esa manera recibiría una falsa compasion, supongo que me sirve, quiero que alguien se preocupe por mi, y esa es la única manera.
Me da miedo, debo de admitir, me da miedo lo que haya después de la muerte, si me llego a arrepentir ya no hay vuelta atrás, y siento que tengo muchas cosas que vivir todavía, muchos momentos, muchas experiencias, muchas personas que conocer, pero no encuentro la salida a esta mierda en la que estoy metida, lo único que veo son problemas y problemas, no encuentro ni veo otra cosa y estoy harta, estoy cansada, me duele la panza, el cuerpo, el alma y nadie me quiere escuchar, nadie me entiende, pero después yo soy la egoísta por querer matarme, ¿Para que voy a seguir viviendo? Para darle el gusto a los demás nada más, para no parecer una mala persona que no piensa en las personas que la quieren, pero no tengo a nadie, nadie me escucha, no tiene sentido. Soy una persona horrible, horrible, horrible, pero de verdad ya no se que hacer, quiero intentar, e intento, pero al instante pasa algo que me baja completamente la poca autoestima que podria haber conseguido, y otras vez mis ganas de vivir vuelven a cero, otra vez me deprimo y solo quiero llorar y cortarme y seguir llorando para llenar con lágrimas todo el vacío que siento dentro de mi corazón.
Escribir me ayuda, siento que es la única manera que tengo para descargarme, la única manera de sentir que alguien me escucha, o me lee, y mo sentirme tan sola. Pero, aún así, a veces no alcanza, no sirve, y necesito más, pero no se de donde sacar ese más para poder estar completamente bien. Aunque lo busque y lo busque sin parar, se que no voy a estar completamente bien nunca en mi vida, porque se que yo no lo permito, quizás eso pienso ahora, y en unos años esté feliz en el lugar donde esté, y quizás conseguí personas nuevas en mi vida que me ayuden a salir adelante con todos mis defectos, que son más que mis virtudes, y pueda por fin apreciar las cosas buenas, y también las cosas malas de la vida, y acepte que todo eso forma parte de mi, y que así será hasta el día en que me muera. Pero por lo pronto, acá voy a seguir, ahogandome con mi propia mierda, buscando la manera de salir adelante, pero también de auto sabotearme todo el tiempo para seguir estando triste, y voy a seguir luchando contra mi misma, para no seguir con todo este dolor metido en el pecho, pero reforzandolo de vez en cuando porque es lo único que perdura conmigo y me acompaña a través de los años.
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Empecemos por el principio :')
¡Ay!, rayos no sé ni cómo empezar con todo lo que quiero decirte, y no sé si de verdad estés interesada en leerlo. Hubiera preferido decirlo en persona. Pero, muchas de estas cosas ya las sabes y por alguna extraña razón nos alejamos, quiero que sepas que más que olvidar, yo prefiero conservar todos estos bellos recuerdos que me has dado. Te voy a presumir a ti qué últimamente has sido el motivo de mi felicidad, y tal vez no puedes o no quieres estar aquí conmigo pero siempre te llevo en mi mente, y seamos algo o no, voy a preocuparme por ti y desearte lo mejor 24/7. Lo que viene ahora es un breve resumen de la historia que tenemos y un homenaje a lo que más me va a pasar por la cabeza cada vez que piense en tí. ¡Gracias por tanto ojitos bonitos!
Nuestra historia comienza desde la primera vez que te vi, fue a finales del año pasado, estuve atónito, de ver toda esa belleza que irradias, por ser hermosamente inusual, quiero decir, me cautivaste con tú bella voz, ese cuerpo de diosa que cargas, tus ojitos color sol, la forma en que tan despistada sonreías, y quizá me vi muy obvio estando sonrojado y apenado, por qué por mucho tiempo no sentía latir mi corazón con tanta devoción, y nadamas con verte ya sentía que no habría escapatoria a todas las lindas sensaciones que me transmites cuando estas cerca de mí. Me fui enseguida aquella vez, pero aunque fue solo un destello aquel momento que te vi, para mí fue como si se hubiera detenido el tiempo y me quedé con la duda de saber si ¿esa primera vez que te vi, sería la última?. Yo realmente no lo sabía con certeza y llegué a pensar que todo esto que te platico no se volvería a repetir jamás.
Afortunadamente te volví a ver a los pocos días, un día de enero jaja, y yo siendo un vato bien introvertido, me pase admirandote de lejos, varios días, tratando de disimular lo más que pude que me gustas tanto, mientras me repetía en mi cabeza que apostar por conocerte valía la pena y que debía intentar al menos hablarte y preguntar tu nombre. También mi mente se ponía en un modo de mejor seguir guardando lo que siento, solo me quedaba decir chale y continuar con mi vida. Pero ya le había hablado bien bonito de tí y de cuánto me gustas a mis mejores amigos. Todos me repetían lo mismo, me decían que no me rindiera y que me arriesgará, nada perdía. Se les hizo raro verme así de contento cuando hablaba pensando en tí, así que lo medite bastante hasta que. Sobres, me arme de valor y por muy curioso e increíble que parezca, jajaja me hablaste tú primero, justo cuando iba entrando a tu mundo, y luego de tener la plática más random de aquella tarde, la mejor plática de aquel domingo diría yo. Supe entonces tú nombre, tu supiste el mío, pero hasta ahí se había quedado todo, nadamas, yo no sabía que hacer con tanta felicidad, al fin te conocí y confirme que eres un sueño hecho realidad.
Durante toda la semana me la pasé averiguando más de tí, conociéndote mucho mejor, tuve la seguridad de que eres igual de bella por dentro y por fuera, con esa sencillez tan tuya, yo me enamoré de tu alma y tú persona, cuando estoy contigo tengo calma, recuerdo el primer fuerte abrazo que me diste, me lleno de mucha felicidad y calidez, es la mejor sensación del mundo por qué me siento tan tranquilo y contento. Luego de conocer varios de tus gustos, me moría tanto por consentirte llevándote chocolate y helado, se que no sustituyen a los tamales jajajs, pero me encanta ver cómo te sonrojas y no puedes contener tú sonrisa tan hermosa que tienes por tanta felicidad que te brinde en aquel momento, eres mi mayor motivación. Y quizá fue muy pronto pero hubo un momento en el que tuve la suficiente confianza para confesarte que me gustas mucho y que eres ese crush nivel dios que tengo en mi vida, morí de amor cuando me respondiste diciéndome que yo también era y significaba lo mismo para tí y que también te gustaba de una manera increíble. Y así había quedado de momento el vínculo que empezamos a formar, tan mutuo tan inocente, tan real. Al menos lo sentí así. Y todo a mi al rededor se transformó en completa felicidad.
No pasó mucho tiempo para que saliéramos por primera vez, con todos tus lindos mensajes en las mañanas, y las ansias que tenía de verte. La mañana se me pasaba muy lenta pero sabia que sería un día inigualable cuando te viera por la tarde. Incluso te vi horas antes para sacarte muchas sonrisas. Cuándo al fin te encontré libre, caminamos juntos un pequeño tramo del parque y fuimos a una de las bancas del mismo, las horas que pasamos son mágicas, estar contigo en aquella banca del parque platicando nuestros días, acercándonos más, conociéndote mejor, todo en ese momento fue perfecto, llevabas esos aretes en forma de cráneo con ojos de diamantes que tanto me encantan, e incluso te dije que mis ojos brillan igual cuando te veo, tú me encantas muchísimo más de lo que crees, entre muchos abrazos y luego de acurrucarnos, preguntaste sobre que es lo que haría en San Valentín, y te dije que tenía pensado preguntarle a una hermosa chica que resulta ser mi crush, si quería ser mi novia, a lo que luego de un breve silencio tras halagarte y mirarte un poco más, me dijiste que si con un gran entusiasmo y dulzura, me sentí increíblemente afortunado y especial. Eres a quien más amo en este mundo, y que hermoso fue besarte aquel atardecer.
Durante los siguientes días nos encontrámos en momentos libres viéndonos, enviándonos mensajes con mucho cariño, haciéndonos sonreír con algún gusto que compartir, o inclusive acompañándonos de camino a casa, nos seguimos conociendo, por qué a pesar de que todo fue tan repentino teníamos mucho tiempo para que eso fuera la menor de las preocupaciones, queremos simplemente hacer bien las cosas y dejar que todo fluya, yo te mandaba musiquita que me hace pensar en ti y que anhelaba que en algún momento pudiésemos escuchar juntos.
Llegó San Valentín una semana después, aunque me avisaste que era un poco complicado que saliéramos, logré verte y llevarte unas lindas rosas amarillas, son tus favoritas, formaban un gran corazón aunque no más grande que el tuyo, sumado a esto, durante la semana pensé en llevar algo más que te gustará y que pudieras tener siempre, que fuera bonito y pensé en un peluche de cerdito, de algún modo lo considere habiendo visto una de tus hermosas fotos, me siento satisfecho sabiendo que aceptaste todo y que te encantó, yo no necesitaba nada a cambio incluso con recibir un simple abrazo tuyo soy bastante feliz, pero me sorprendí luego de que me dijeras que habías tenido preparado un regalo para mi, lo fui presumiendo a todo mundo que me encontrará en el camino de vuelta a casa y también recuerdo que nos tomamos fotos de cuando recibimos los regalos, para recordar ese día tan especial, justo cumplimos una semana de novios y ya bromeabamos desde antes con ir a vivir abajo de un puente juntitos los 2 jajaja. De verdad ese día fue más que mágico y el mejor día de san valentín que he tenido, fue necesario sólo verte unos instantes para llenar mi día con completa felicidad y mucho amor, me sentí más que apreciado y querido por qué tú me correspondes tan bien. Gracias infinitas por llegar a mi vida.
Quién diría que al siguiente día volverías a la escuela, estabas ansiosa y también nerviosa al mismo tiempo, te escribí diciendo que igual y se muy en el fondo que tú lograrás fácilmente sacar buenas notas y ser la más chingona de tu clase, les demostrarás como se brilla y todo lo increíble que eres, también voy a estar para ti cuando no entiendas algo, me esforzare en ayudarte. Y que también estaría disponible para ti con cualquier plan de salir en las tardes y alegrar tus días personalmente.
Pero ese día algo ocurrió, me pediste salir unos momentos para hablar, me explicaste que todo se junto y no podrías estar más conmigo, pregunté si podía ayudar en algo pero solo te disculpaste en aquel momento tan breve, que yo aun lo intentaba asimilar, me tuviste que dejar, me abrazaste mientras sollozabas para aguantar las ganas de llorar, y te despediste, aún me quede unos minutos ahí para ver qué te fueras con bien y esperar a que miraras atrás pero, no pasó. Volví adentro y mientras más pasaba el tiempo lo que no pude llorar al inicio cuando te fuiste, por la tarde lo fui sufriendo, pasó lo que menos me esperaba y no pude hacer nada para impedirlo, no puedo controlar lo que sientes por mí, ni tampoco obligarte a quedarte. Sabía que amar así en algún momento dolería y no había manera en la que me pudiera arrepentir. Justo cuando salí esperando a que pasaras me quedé en la entrada, y se empezaba a oscurecer, comencé a desistir y me dirigí a mi casa, de repente entró tu llamada, sin pensarlo 2 veces conteste de inmediato y me preguntaste como estaba, queriendo disimular mi tristeza dije que bien, me diste más detalles de todo lo que ocurría mientras caminaba hacia mi casa, te sentiste fatal y yo lo entendí, sabiendo que no es tan fácil soltar, me puse en tus zapatos me hiciste ver un poco más de tí, me pediste una oportunidad más y prometimos que todo iba a mejorar, acepte sin dudarlo, si algo estaba mal podíamos arreglarlo juntos.
Todo regresaba a la normalidad, de nuevo retomabamos lo que tenemos justo donde lo habíamos dejado, pero pasaron varias cosas, me llene la mente de pensamientos negativos que se volvieron en cadena, me dije a mi mismo que tal vez hice algo mal, tal vez me tendré que esforzar más, tal vez no soy el indicado y mereces algo mejor que una basura de persona como yo, tal vez no querías hablar. Y yo solo quería recuperarte bien, verte feliz, hacerte bien y trate de ignorar esos pensamientos insanos pero al final me ganaron y antes de que fuera tarde corrí directo a confesarte esto y a disculparme, en esta ocasión fui yo quien se asustó y no quería perderte pero al final lo hice, por mi tonta elección. Algunas de las cosas que digo o hago alejan a la gente que me quiere, pero cuando me quiero arrepentir ya es demasiado tarde. Cuando te dije lo que me pasaba y ofrecí mis disculpas por no querer que me vieras así en este estado tan triste, y que tal vez necesitabas buscar a alguien mejor, te abrace y suplicaba que si me arrepentía, me dieras una oportunidad más. Lo prometiste, pero no creo merecerla, no después de alejarme sin decir nada al final, aún te veo, creo que es inevitable, pero cuando te hablo me trabo y no puedo sacar todo esto.
Este fin de semana me quise acercar, pasarte a ver. Ya qué mientras sepa de tí siempre serán buenas noticias, me sentía preparado, pues me motive lo suficiente para controlar mis emociones y pensamientos. Ya que luego de alejarme no habíamos hablado mucho. Yo sentí que lo correcto era verte en persona, y contarte un sueño curioso que tuve, donde estábamos juntos, comíamos pizza y te cargaba como una vez que me acompañaste de camino a casa, en ese sueño fui feliz y deseaba volverlo real y en esa vez que me acompañaste de camino a casa me dijiste algo que será difícil de olvidar; «tus abrazos me dan desansiedad». Tenia un plan para ir contigo, el cual era pasar por 2 helados, preguntar a tus amigas en donde podía encontrarte y hablar, para contarte aquel sueño y pedir perdón por alejarme con la intención de no preocuparte por mí tonto comportamiento depresivo.
Desafortunadamente al primer lugar que pase a preguntar por ti sin antes ir por los helados, te encontré, te mirabas tan hermosa como siempre y de los nervios quería correr y regresar pero ya estabas ahí y solté toda la sopa del plan, del sueño, pedí perdón por todo y agradecí tanto que me has dado, tu sonreías tanto con lo que te contaba por qué la verdad fue muy curioso todo y con tal de seguir ahí contemplandote igual que si hubiera sido el primer día de haberte visto, buscaba pretextos para quedarme un poco más, ahora era el tiempo el que sentía que se esfumaba, uno de mis pretextos era darte un collar que yo porté y que era muy especial para mí, te pedí cerrar los ojos para colocartelo sin que vieras que era, pero inmediatamente lo reconociste y me lo devolviste, me pediste disculpas por no poder quedartelo y al último solo pedí un abrazo tuyo de esos que me dan igualmente desansiedad, me lo concediste y luego me fui para no hacerte perder más tiempo.
Es todo el resumen por ahora, deseo de verdad que te encuentres bien, que algún día pueda volver a verte, y que a diferencia de mí, tú seas mucho más fuerte.
#escritos#letras#soledad#amor#dejarte ir#lo que construimos#todo lo que nunca fuimos#fragmentos#cosas tristes#desamor#desde el corazón#desmotivaciones#desastre#separados#perdón#no estas aquí#verte cerquita#insomnio#citas de amor
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Glee «Sexy as hell» Part III
Marzo de 2040
-Puedo bajar, solo estaba… bueno, te lo diré cuando estés aquí… -Ok, gracias Kurt… —dijo terminando la llamada, miro un instante la pantalla del teléfono y se quedó unos segundos pensando, pensando e imaginando a su esposo, en los planes que tenían para esa noche y las expectativas que había creado en su cabeza al respecto, en las intenciones de Dylan y como todo aquello era en realidad más sexy que el infierno.. -¿Consiguió que le trajeran el documento?... —preguntó el oficial más serio que antes si aquello era posible. -... -¿Señor?… -Lo conseguí… mi… mi esposo bajará en un segundo… bueno no un segundo… son 12 pisos y eso se demora más de… en fin… como decía… bajará enseguida… —termino por decir Blaine dándose cuenta que estaba divagando y frente a un oficial policía y a una persona que no había visto en su vida, guardó el teléfono en el bolsillo de su pantalón y se quedó con los brazos cruzados mirando hacia los elevadores.
-Señor ha pasado un buen rato… ¿esta seguro que…? -Estoy seguro… pero para su tranquilidad y la mía, lo llamaré nuevamente… —dijo haciendo ademán de sacar su teléfono móvil pero el pitido que anunciaba la llegada del elevador lo hizo levantar la cabeza, bajaron tres personas y detrás de ellas Kurt venia con cara disgustada, con un peinado casi de salón pero vestido con ropa de ejercicio, Blaine sonrió y soltó un suspiro de alivio, casi como si no lo hubiese visto en meses, casi como si necesitase ser salvado de algo y la única persona capaz de aquello acababa de llegar.
-¡Blaine!... —exclamo Kurt mientras se abría camino entre sus vecinos de edificio, hizo una seña y apuro los pasos para llegar hasta donde su esposo estaba— ¿creo que esto es tuyo?… —dijo entregando la billetera. -Lo es… gracias Kurt… —respondió recibiéndola antes que cualquier cosa— hola… —agrego dándole un beso— disculpa por hacerte bajar… —agregó mientras buscaba su documento identidad. -No te preocupes… no es tu culpa… —dijo mirando con desdén al policía y al portero cuando mencionaba lo de la culpa. -¿Algún problema señor?... —se adelantó en decir el oficial a cargo de la seguridad. -La verdad es que sí… —respondió el aludido dándose media vuelta, se cruzó de brazos y se paró frente a él, el policía se irguió un poco y Kurt sintió que aquel hombre crecía como un metro en menos de dos segundos, quiso echarse un poco hacia atrás pero mejor disimuló y siguió planteando su punto— no entiendo porque piden la identificación a personas que llevan viviendo aquí hace más de 20 años… -Kurt… esta bien…—dijo Blaine dándole un toque en el hombro. -No, no esta bien, hay cosas que aclarar aquí y es mejor aclararlas de inmediato… -Es el protocolo señor… ¿quién es usted?... —pregunto Baptista apuntándolo desde el otro lado del mesón de la recepción -Si no me conoce ese es su problema… —dijo Kurt dándole una mirada cargada de puñaladas— como decía… —agregó mirando a la oficial hacia arriba y decidiéndose a retroceder un par de pasos para demostrar prudencia— a mi esposo lo conoce todo el mundo… mire… —dijo tomando una de las revistas que había sobre las masitas del lobby, busco la pagina de la «Red Carpert» de los Oscar de ese año y se la enseño— ¿le parece conocido?... —agregó mostrando una foto de página completa de Blaine— y mire… ¿a quién se parece esta persona?... —añadió enseñando otra donde estaba él también. -Señor… -¡Vaya con mis zapatos!… —exclamó mirando la foto de más de cerca. -¿Qué?... —dieron todos como un coro extra coordinado, Kurt dio un respingo y los miro queriendo reír. -Mis zapatos… Blaine, mira… ¿cómo pude ponerme esos zapatos?... —dijo distrayéndose totalmente del tema, el oficial de policía y el portero lo miraban con cara de impacto extremo— ups… —agregó al ver que su esposo lo miraba con ternura como diciendo «¿de qué estás hablando»?—lo que no es importante en este instante… —Blaine negó con la cabeza concordando de manera silenciosa con aquello— volvamos a ello entonces— añadió dejando la revista para volver a lo que estaba— ¿entiende lo que digo? —preguntó como si efectivamente todos entendieran lo que estaba diciendo.. -La verdad es que no… pero si su esposo me da el documento de identidad, podrán subir sin problemas… —respondió Baptiste sonriendo. -¿Y usted cree que ese es el punto de toda esta historia? -Si… -Ok, no había tratado con gente tan inoperante desde mi primera obra donde alguien creyó que era buena idea que un personaje usará sandalias y calcetines… —dijo Kurt tomándose las sienes. -Kurt, esta bien… oficial, aquí esta mi documento, como puede ver soy yo, asi es… -Tendrás que chequear eso… —dijo de vuelta el policía tomando el documento y hablando en código por al radio que tenía adosada al hombro de su camisa de uniforme. -¿Que?... —preguntaron los dos al unísono -Lo que oyen… —dijo pasando detrás del mesón de la recepción y volviendo a lo de los códigos por la radio. -Ok, creo que ahora estamos pasando a un terreno bien surrealista, no acabo de mostrarle la foto de ambos en una revista, ¿qué delincuentes aparecen en una revista?... -Kurt… -No, déjame por favor… nosotros vivimos hace más de 20 años aquí… —comenzó a decir Kurt señalándose a si mismo y a su esposo— la persona que sufrió el robo solo lleva cinco y ya se cree dueño del edificio y jefe de la comunidad… pues no lo creo Señor… -Eso tendrá que resolverlo en la junta de comunidad, no es de mi jurisdicción… -Hay una en dos semanas señor… —aprovecho de decir Baptista entregando una papel con los datos de aquella reunión, Kurt miró el papel como si fuera algo peor que lo de las sandalias con calcetines.. -¿Por que no se sienta señor?, esto solo tardará un minuto. -Lo haremos —se adelantó en decir Blaine al ver que su esposo abría la boca para decir más cosas sobre su antigüedad en el edificio, tomó a su esposo bien firme de la mano y se lo llevó hasta los asientos que habían en el centro del lobby. -No me aprietes tanto, no voy a enfrascarme en una pelea o algo… —dijo Kurt tratando de zafarse. -Pues con el enfado que te vi…creo que era muy probable que pasara… sentémonos aquí… —dijo Blaine señalando el sofá de dos cuerpos. -Solo defendía lo que era justo… ¿no es eso lo que siempre dices?... -Si, pero en situaciones plausibles de ganar, aquí solo habrías conseguido pasar una noche en el calabozo y una portada muy diferente a esa que mostraste… -Lo se… —dijo cruzando una pierna sobre la otra— pero debes concederme que todo esto es bastante estúpido. -Lo es… -Bien… a todo esto, ¿viste esos zapatos con los que aparezco en esa foto?, ¿qué estaba pensando? -No lo sé… pero si los elegiste fue por algo, y algo bueno como siempre.. -Dulce… —dijo sonriendo— demonios… —agregó cambiando de posición en el asiento. -¿Qué pasa?,¿estas bien? -Lo estoy, es… es esta estúpida ropa interior… muy sexy será y muy bien se verán mis partes, pero es lo mas incomodo que me he puesto en mi vida… —agrego haciendo un gesto entre dolor e incomodidad. -¿Es la que te regale yo? -Obvio… -Lo siento… —dijo Blaine riendo. -Nada de lo siento… es lo que correspondía usar para lo que teníamos planeado, aunque debo advertirte que Lizzie esta en la casa… —añadió Kurt blanqueando los ojos. -Verdad que se metió en la conversación… ¿qué pasó?... ¿por qué no esta con Alaska? —quiso saber Blaine con un ojo en su esposo y el otro en lo que pasaba con el policía. -Se peleo con ella por lo del vestido verde ese famoso y porque a ella aun no la han aceptado en ninguna universidad… adolescentes… —explicó soltando un suspiro de fastidio. -Vaya… tendremos que hacer las cosas en silencio entonces… -Al parecer… ¿qué hay de ti?, ¿qué tal tu día? —pregunto tomándole la mano. -Bien… Dylan esta aquí.. -¿En serio? -Mucho… -¿Qué?... —quiso saber Kurt al ver que su esposo reía como si recordara algo particularmente divertido. -Me acompañó hasta aquí y quiso subir a saludarte… y luego quedarse a.. ya sabes… -¿A cenar?... —dijo Kurt terminando la frase por su esposo con lo quecreia y era el término de la frase, Blaine lo miró de medio lado como diciéndole en silencio que pensara un poco más su respuesta— oh… —agregó cayendo en la cuenta— ¡oh por dios!... —exclamó llevándose una mano a la frente como si se ocultara con vergüenza de algo, el oficial y el portero intercambiaron miradas antes de seguir con lo del chequeo de la información— ¿le dijiste que no supongo? -Por supuesto que le dije que no… a que subiera y a lo «otro»… luego reaccionó casi como nuestra hija adolescente y su amiga. -¿Por qué no me extraña eso?… ¿hasta que hora van a estar chequeando tus datos? —agregó mirando hacia la recepción. -No lo se… pero mi expediente esta limpio eso lo sabes… tal vez mientras tanto… podríamos… —Blaine sacó una caja de los chocolates favoritos de Kurt. -¿Cuando compraste esto? -Esta tarde, no es el único que tenía cosas preparadas señor Hummel-Anderson… —dijo Blaine mientras abría la caja y la ponía a disposición de su esposo, acto seguidos saco un par de pañuelos descartable y los puso en medio de ambos como improvisado mantel y servilleta, Kurt sonrió sintiendo que sus pupilas se convertían en corazones saltarines, siempre amaba a Blaine pero cuando este le daba importancia a cosas que para el eran importantes, lo amaba aun mas.. . -Mis favoritos… —dijo tomando dos de los que más le gustaban -Lo se… —añadió Blaine sacando uno para él— ¿que?—pregunto al ver que su esposo se le quedaba viendo. -Nada, es decir al parecer esta noche no será como la planeamos… pero esto… estar aquí contigo comiendo algo que sabes que me gusta, con la parafernalia que sabes que me gusta… es también más sexy que el infierno.
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Los esperantes
Espero sentado en una silla no demasiado cómoda y con una resaca punzante y sudorosa instalada en mi cabeza. La resaca duele e intento distraerme mirando y pensando. Justo delante de mí vista una pared amarillenta, eso veo, y pienso que seguramente antes fue blanca, eso se nota. El dolor me impide concentrarme y me impide distraerme. No hay reloj en la pared, observo; mejor, pienso, así no veo pasar los segundos, no los escucho haciendo tic y tac a cada paso. Y no funciona, el pinchazo sigue atravesando mi cerebro por dentro y todo mi tiempo me rodea por fuera, delante de mis narices, vacío. Los segundos agobian y yo solo quiero que se me pase este puto dolor de cabeza.
Veo a mi alrededor, seis sillas metálicas con el asiento forrado de una tela roja, suave y llena de lamparones; todas con su persona encima, en círculo, rodeando una pequeña mesa baja de metacrilato, rayada y vacía. Pienso que aquello parece una sala de reuniones de alcohólicos anónimos, aunque nunca haya estado en una. Sí, las he visto en las películas, y siempre son como esta sala. Todo dando la sensación de ser de segunda mano, todo tratando de aprovechar su segunda oportunidad, todo limpio y reparado; y a la vez gastado, manchado y rayado. Las sillas, la mesa, la pared, la gente. Casi todos bien peinados, pero cubiertos de ropa ajada, de otra década. Caras llenas de arrugas y desperfectos, cicatrices y marcas. Sonrisas amarillas y desordenadas, casi ninguna boca con la dentadura completa. Miro a mi alrededor y veo una sala de reuniones de alcohólicos anónimos rodeándome por todas partes. Pero pienso que no es posible. Bebo bastante y me ha dado algunos problemas, sin embargo, estoy muy lejos de tener problemas con el alcohol.
Mientras mi cerebro se retuerce de dolor dentro de mi cráneo yo miro a los esperantes. Pienso en cómo se les notan todos los años en la cara y las manos, ahí acumulados. Como si llevaran toda su vida puesta encima. Me alivia no conocer a ninguno. Me tranquiliza no ver entre esas caras la de un viejo amigo del colegio. No soporto encontrarme al antiguo guaperas de la clase, ahora calvo, gordo y viejo. Siempre tengo que fingir alegría mientras esa cara rechoncha y esas canas me echan encima todos los años que han pasado, de golpe. Y yo que me creía joven, me veo sepultado de pronto por todo el tiempo que pasó sin que me diese ni cuenta.
La chica de enfrente, le veo la cara y son 50 años de cara, como poco, aunque estoy seguro de que es más joven, se nota que está estropeada. Pero claro, no es lo mismo la oficina que el bar, no es lo mismo la cerveza que el agua y tampoco es lo mismo el día que la noche. Y así hay vidas vacías casi, pulcras y ordenadas, como un catálogo de Ikea; y las hay llenas, sucias y desordenadas. No es lo mismo tener dentro del cerebro una agenda que un enorme garabato. Yo tengo un garabato con un punzón clavado y regusto a cerveza de ayer y tabaco. Y claro, eso al final se te tiene que notar en la cara.
A pesar de todo soy el que mejor aspecto tiene, aunque eso carezca de importancia. Estoy esperando en el mismo sitio que ellos, sentado en la misma silla de mierda y rodeado de las mismas paredes amarillentas, así que buscar las diferencias es sólo un juego. Parezco el más joven. Mi dentadura amarilla todavía conserva todas sus piezas. Es la diferencia más notable pero también la más difícil de encontrar; necesitas que esas bocas sonrían. Lo demás es más tenue, pero si observas con atención lo ves. La cara menos arrugada, las manos más suaves, más pelo en la cabeza, más grasa en las mejillas.
Todos tienen las cabezas sumergidas en la pantalla del teléfono, como debajo del agua, escapando de la superficie. La alternativa es mirar a la gente que tienes alrededor, resulta demasiado violento, mejor mirar hacia arriba o hacia abajo. Cuando entré, ninguno emergió de su móvil. Saludé y ni siquiera parecían escucharme. Un “hola” que llega amortiguado por toneladas de agua. A decir verdad, tengo dudas de si uno de ellos, un hombre de unos 40 años, gordo y con restos de salsa de tomate en las comisuras de los labios, respondió a mi saludo, emitió una especie de gruñido. Al principio pensaba que era su forma de decir “hola”, pero creo que en realidad eran reflujos, gruñó varias veces más mientras esperábamos.
También hay hilo musical. Canciones nuevas que suenan a viejo. Canciones de centro de rehabilitación, no de discoteca. Ahí sí que he estado alguna vez, en un centro, aunque sólo de visita. Son lugares de lo más triste, ni siquiera se puede fumar, ni al aire libre. A decir verdad, no recuerdo si había música en aquel sitio, fue hace muchos años. Lo que está claro es que ésta sería la apropiada, es difícil encontrar canciones que no hablen de alcohol y drogas o no den ganas de consumirlos. En este lugar lo han conseguido, aunque dan ganas de cortarse las venas para ver un brazo chorreando sangre mientras suena “Sufre mam��n” de hombres G. A Tarantino le gustaría la escena, seguro. Pero la vida no es una película, generalmente es algo más aburrido, normalmente te tragas la rabia y con ella te tragas también la canción de mierda y todo lo que te quepa en la boca.
Toda esa música vacía flotando en ese tiempo vacío con toda esa gente vacía. Yo lleno de vísceras y vacío. Yo con un pinchazo en la cabeza. Yo con la ansiedad en la boca del estómago. Un globo que se llena de nada y cada vez ocupa más. Si sigue creciendo en mi pecho, mi culo se va a despegar de la silla y me voy a quedar pegado al techo como los globos de helio cuando el niño se cansa y lo suelta.
Necesito distraerme. No tengo batería en el teléfono. Casi mejor. Me quedo mirando fijamente por la ventana. Creo que la señora que tengo enfrente piensa que la miro a ella, parece incomoda, amaga con levantar la mirada, pero no se atreve. Me da igual, juro que mi único interés es la ventana. Los cristales están sucios, son como un filtro mostrándome el paisaje con un aspecto más vintage. Al principio me gusta, aunque al poco rato me dan ganas de abrir la ventana. Abrir la ventana, sacar la cabeza y encenderme un cigarro. Pero no puedo, la cabeza estaría fuera pero los pies dentro, y mientras una parte del cuerpo siga en el terreno de juego debes respetar el reglamento, o serás expulsado. Así que ya que tengo la boca abierta me trago mis ganas de fumar y la cabeza sigue doliendo y el globo sigue creciendo en el pecho.
Al otro lado del cristal se ve la fachada de una iglesia, gris, grande y quieta. Con la virgen de pie, en posición de rezar, cubierta con su manto de piedra, con la cabeza agachada y mirando a un lado. Como evitando ver hacia el edificio que tiene enfrente. Todos esos años allí parada, sin escapatoria, rodeada de ventanas llenas de fracasados trabajando, consumiendo, descansando y esperando. Apuesto a que antes sí miraba hacía aquí, pero muy poco a poco, sin que la gente se diese cuenta, ha ido girando la cabeza. Seguramente haya perdido la fe en la humanidad.
A veces me quedo tan absorto que me olvido de donde estoy, como recién despertado, como si me acabaran de soltar en el mundo. Dejo la virgen y la ventana y vuelvo a mirar a mi alrededor, a la sala, a los esperantes. Por un momento creo de verdad que aquello es una sala de reuniones de alcohólicos anónimos. Puede que sea realmente así y no me haya dado cuenta hasta ahora. Esa gente, esa virgen, esa música, ese sitio y ese olor a resaca. Todos los indicios apuntan en la misma dirección.
No recuerdo haberme inscrito en AA, pero últimamente mis recuerdos no son muy fiables, no puedo asegurar no haberlo hecho estando borracho, nunca se sabe. Quizás un agente infiltrado, en el taburete de al lado en la barra del bar. Bebe cerveza sin alcohol, pero tú no lo sabes, piensas que es de los tuyos. Cuando te quieres dar cuenta estás en aquella sala dispuesto a recibir ayuda.
Creo que tengo que levantarme y hablar.
“Buenas tardes. Mi nombre es... ¿Jackson? – No sé si en alcohólicos anónimos la gente usa su verdadero nombre- he vuelto a beber anoche. Vengo con mi pinchazo en la cabeza y mi ansiedad en el pecho y sólo quiero otra cerveza para que se me pase”
No lo hago porque se abre la puerta y entra una mujer vestida de enfermera. Ella tiene mejor aspecto que los esperantes. No creo que haya enfermeras en las reuniones de alcohólicos. Lo bueno es que, si hay enfermera, hay médico. Es posible que me puedan ayudar con mis dolores. Quizás ella diga mi nombre y yo me levante. Iríamos juntos a una sala blanca, no amarilla. Después un doctor me pincha algo que me hace sentir bien, me quedo dormido y tranquilo, por fin.
Cuando entra la enfermera todos levantan la cabeza, la mayoría sonríen, como fingiendo que todo va bien, pero tienen miedo. Todos con ojos de niño mirando hacia arriba, deseando no escuchar su nombre. Mejor esperar un rato más, es lo más seguro. La enfermera llama a María Galdós, la señora de al lado se levanta, resopla y mira a los demás como si pidiera ayuda. “El doctor Santiaguez le espera”. Todos suspiran aliviados y vuelven al buceo en sus pantallas. Yo pierdo la esperanza de que en aquel sitio hagan que se me pase el dolor de cabeza y la ansiedad, allí van a hacerme aún más daño, seguro. Después de una sala de espera, casi nunca te espera nada bueno. Así que pienso en levantarme e irme porque la ansiedad sigue creciéndome dentro y me noto casi lleno. Miro la cartera y tengo un euro y medio, me quedan dos cigarros en la cajeta y creo que la mejor opción es salir pitando de este lugar y beber y fumar un poco. Desinflar el globo y matar el dolor de cabeza.
El doctor Santiaguez cobra la limpieza más revisión a 30€, ni si quiera te hace factura. En los demás sitios mínimo pagas 60 pavos. De todas formas, no he venido por eso. Simplemente la cita la reservé hace un año, cuando aún tenía planes para mí y mis dientes. En este momento ni si quiera le encuentro demasiado sentido a ir al dentista. Mi vida es ahora un garabato, hasta hace poco daba gusto leerla, pero últimamente me he dedicado a emborronarlo todo y eso no tiene vuelta de hoja. Un garabato no va al dentista.
Así que me levanto y me voy. El recepcionista me verá salir, me preguntará por qué me marcho sin ver al doctor. A mí me gustaría explicarle la verdad. Que tengo una flecha atravesándome el cerebro y un globo lleno de vacío creciéndome entre las costillas. Que, si sigo aquí, rodeado de paredes amarillas y gente de segunda mano; esperando sin fumar, sin cerveza y con toda esa música asquerosa, al final el globo se va a hinchar más y más, tanto que casi seguro acabe reventando dentro del pecho y todo se llene de sangre y trocitos de mi piel y de mis huesos. Sería una escena muy desagradable, lo mejor es evitarla.
Me voy sin decir nada. Fingiendo tener la cabeza metida en la pantalla negra de mi teléfono apagado mientras paso por delante del chico de recepción, como sí no escuchase la voz que sale de detrás del mostrador, simplemente intentando no explotar.
-Pedro Martí
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La lista de listas más larga del mundo
Escribir listas nos enfrenta con el infinito, dice Umberto Eco. Aquí una lista de posibles listas hecha colectivamente en el taller. Ideal para tomar una en caso de emergencia. Por supuesto, está en construcción.
Cosas de las vacaciones
Cosas que vienen de a 7
Cosas que vemos en Navidad
Cosas que extraño de antes de la pandemia
Cosas odiosas
Cosas verdes
Hobbies que tuve
Famosos que me gustaría conocer
Lugares a los que me gustaría viajar
Personas que me rompieron el corazón y personas que lo sanaron
Miedos irracionales y miedos racionales
Situaciones y cosas que me parecen relajantes
Cosas que me gustaría aprender
Cosas que llegan con la primavera
Miedos
Cosas para acariciar
Cosas que me hacen feliz
Buenas ideas
Descubrimientos profundos
Sueños perturbadores
Sueños lindos
Cosas con las que me gustaría dormir
Cosas con las que me gustaría desayunar
Cosas preferidas para comer
Perfumes favoritos
Libros que leí
Libros que estaría bueno leer
Artistas para conocer
Artistas que conozco
Filósofas mujeres
Poetas mujeres
Mujeres que tuvieron más de 7 hijos
Momentos plenos
Cosas que se le puede poner al agua para que sea más fresca
Posiciones en las que el cuerpo se ve lindo
Personas que me gustaría conocer mejor
Personas que ya no me quieren
Personas que ya no son parte de mi vida
Sensaciones
Cosas y lugares para sacar fotos
Lugares a los que fui de vacaciones
Animales que conocí
Canciones favoritas
Caminatas en lugares mágicos
Fotos que saque
Recitales a los que fui
Curiosidades que me atraparon un tiempo largo
Casas donde viví
Cosas que aprendí a hacer sola
cosas que me acuerdo de mi abuelo
Recuerdos de mi infancia
Voces favoritas
Comidas que me gusta cocinar
Noches desvelada
Sueños recurrentes o no
Plantas favoritas
Olores que me gustan
Películas que me llevaron a algún lugar
Amigues, cosas que me enseñaron
Lugares favoritos
Lugares que me gustaría conocer
Lo que me asusta
Secretos
Recuerdos de mi infancia
Sabores
No me gusta
Cosas de las que no me puedo olvidar
Articulos de libreria
Gustos y preferencias
Miedos ridículos
Supersticiones
Cosas de las vacaciones
Cosas de navidad
Referencias del conurbano
Destinos pendientes
Cosas de otoños
Juegos
Pendientes
Cosas para aprender
Canciones
Famosos.
Raza de caballos
Nombre de las nubes
Budines
Colores de puertas
Recuerdo de la escuela primaria
Listas de colores de reposeras
Lista de preguntas
Lista de salsas
de las medias impares
Lista de la última imagen que veo en el celular antes de dormir
Lista a donde no iría
Lista de lo que no voy hace un sábado
Cosas de abril
Plantas con nombres genéricos
Imágenes que me incomodan
Expresiones no verbales de otras personas (amigues)
Nombres de pueblos de la costa
Texturas placenteras
Texturas que me incomodan
Sensaciones cuando tomo cafe
Cosas que me da miedo olvidar.
Buenas respuestas que se me ocurren después de una discusión.
Argumentos de mi suegro sobre por qué el feminismo está mal.
Yuyos que me gusta ponerle al mate y sus propiedades.
Ccosas que me dan asco.
Cosas que siempre llevo en la mochila “por las dudas” y explicación de cada posible contingencia.
Cosas que destesto.
Cosas que amo.
Cosas que extraño.
Amistades que perdí y sus motivos.
Sensaciones que me gusta generar en los espacios cuando los habito.
Cosas que me ponen de mal humor y su excelente justificación.
Condimentos para ponerle al tuco.
Mis fiambres favoritos para una picada.
Cosas que me dan miedo
Luces que me gustan
Ventanas a través de las cuales quisiera mirar
Lugares que quiero conocer
Personas que no volveré a ver
Situaciones que me hicieron llorar de risa
Aromas que me gustan
Silencios incómodos
Cosas que me gustaría haber escuchado
Recuerdos
Sueños
Olores que me recuerdan cosas y lugares
Canciones tristes
Insectos raros y desconocidos
Cosas pendientes
Fantasías trágicas
Objetos que me gustan
Cosas que no quiero olvidar
Personas que amé
Palabras que suenan bien
Casas donde viví
Fotos viejas
Pensamientos que no me dejan dormir
Consejos que me dieron
Cosas y situaciones que me dan risa
Peinados aerodinámicos
Apodos de la secundaria
Arengas para la manifestación
Lugares que recorrí en invierno
Los ríos del sur
Preguntas para alguien que recién conozco
Personajes secundarios
Profesiones que quise ser cuando fuera grande
La comida que me gusta
Recuerdos que me hacen feliz
Olores que me gustan
Cosas raras que tengo en mi casa
Libros que me cambiaron la vida
Preguntas raras
Lo que siento cuando me enamoro
Cosas que no me gusta sentir
Colores que amo
Canciones que siento
Cuestionamientos
Lo que me asusta
Lo que oculto
Lo que me asusta
Lo que bailo
Mis personas favoritas
Los que más amo
Lugares mágicos visitados
Lo que sentí drogada
Momentos únicos
Curiosidades
Lo incontrolable
Imperfecciones
Lo que disfruto
Plantas que me gustan
Lo que admiro
Cuando lloré pero de felicidad
Qué canto a diario
Lo que suelo decir
Días favoritos
Colores de puerta
Momentos por vivir.
Cosas que me causan curiosidad.
Cosas que haría si hiciera todo lo que quiero hacer
Razones por las que no hago todo lo que quiero hacer
Cosas que quiero
Cosas que he aprendido
Recuerdos favoritos
Cosas que debería estar haciendo en este mismísimo momento.
Objetos amuletos que llevamos a todos lados
Cosas que me hacen salir de la mente
Cosas que me gustaría que otro haga por mí
Pensamientos random que tengo en el día
Dolores que tengo cuando estoy cansada
Experiencias que repetiría una y otra vez
Cursos y carreras que empecé y no necesariamente terminé
Trabajos que me imagino haciendo
Trabajos que no hago ni en pedo
Comidas que quise hacer en casa y me salieron mal
Elementos o hechos que sumaría a mi vida para ser más feliz
Fiambres que mi novio no quiere dejar
Frases que me parecen cool y me gustaría decir más seguido
Piropos que por favor ni se te ocurra
Comidas que podría comer hasta el fin del mundo
Cosas de la playa
Cosas que nunca me animé a decir en voz alta
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Vomitar. 12-03-21
Pues me entraron ganas de escribir y hacerlo público porque las imágenes que subo en Instagram no me definen, eso es sólo una parte de mí, una muy pequeñita y hoy tengo ganas de mostrar algo más.
Siempre me jacto de ser un libro abierto, pero soy un libro abierto “selectivo”, y hoy quiero mostrarles un día random de una persona que vive entre el adormilamiento y la introspección.
Lo siguiente que van a leer no es mas que vómito gramatical y seguramente con errores de puntuación porque jamás he sabido usar el punto y coma. Júzguenme, no me importa :)
Como antecedente les cuento que llevo algunos meses escribiendo en un diario, no con el fin de publicar un libro como “La Tregua”, sino para monitorear mi salud mental.
Les cuento que el día de hoy empezó raro, me levanté con una sensación de tristeza, después de un sueño extraño donde me secuestraban saliendo de una peluquería en el centro de la Ciudad de México, en donde a mis amigos de Playa les estaban cortando el cabello.
Desperté sin ganas de moverme, sin ganas de hacer lo que me prometí a mi misma que haría porque me hacía sentir bien. Estaba a punto de posponer el reloj, pero algo dentro de mi dijo: levántate, no te sabotees. Así que me paré de la cama, saqué un nombre sagrado de Dios que decía: “del pensamiento a la acción” entendí clarito el mensaje e hice mi saludo al sol.
Al terminar me sentí bien pero aún había un hueco de ansiedad (si a esta altura de la vida usted no conoce tal sentimiento, tiene toda mi admiración). Seguí la rutina de siempre, me bañé con alguna serie de mierda de fondo, salí, me puse crema para no envejecer, apagué el calentador, me vestí, me cepillé, me maquillé, me peiné, me cepillé los dientes y salí tarde (todo siempre igual, siempre en el mismo orden).
Llegué a la oficina en 5 minutos, porque esa es la ventaja de vivir en un pueblo. Llegué con muy pocas ganas de llegar, parecía no ser la única con ese sentimiento porque teníamos la energía puesta en: ¿a dónde iremos mañana?.
Extrañamente, y perdóname mamá por lo que vas a leer. Una de mis amigas y compañeras con problemas de ansiedad nos ofreció drogas legales con prescripción médica, decidimos tomarnos media porque YOLO y porque idiotas. A los 15 minutos tuve una sensación de descontrol y básicamente lo que sigue de la historia soy yo vomitando como regadera en todos lados. Acción que el 100% de mis amistades reales me ha visto hacer.
Salí corriendo a mi casa, donde vomité aún más y mejor, por un momento me sentí como en la ayahuasca, depurando lo que no me sirve. Después de eso me acosté y lo demás son horas y horas de mi persona dormida y descansando.
La primera vez que desperté de mi siesta, desperté ansiosa, sintiéndome mal, buscando explicaciones a cosas que no necesitan explicación. Buscándole la cara a gente que no quiere que se la encuentren. Me volví a marear, volví a vomitar y me volví a dormir.
La segunda vez que desperté de mi siesta, desperté todavía más confundida. Mi primer pregunta fue: ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy sola? ¿Qué hora es?, vi el celular y había muchos mensajes de muchas personas diferentes. Todas importantes para mí y al parecer yo para ellas. Por fin aterricé.
Entre esos mensajes estaba un mensaje que me dio luz para buscar vuelos y poder ir a ver a mis papás y tocar base en eso que siempre me recuerda de dónde vengo, quién soy y por quiénes soy.
A la par, pude por fin hablar con una de mis mejores amigas para desearle un feliz cumpleaños. Hablar con ella fue mi segundo aliento, escuchar feliz a la gente que quieres siempre da ánimos.
Entre los mensajes estaba el de un amigo diciéndome: “Ya sé que me odias, lo sé, puedo vivir con ello. Me has odiado tantas veces, pero luego me vuelves a amar porque por supuesto que me amas”. Tercer aliento y primera reflexión.
Sé que la mayoría del tiempo suelo ser una persona manipuladora emocional. Si no tengo bajo control y bajo mis estándares las cosas, me frustro, hago berrinche y pataleo.
La realidad es que en el fondo, por más que haga berrinche, patalee y demás dramas de toddler, la gente sabe que mi cariño es real y profundo. Saben que la parte menos evolucionada de mí sigue siendo reactiva, pero que mi cariño es sincero y profundo, tanto que se lo aguantan (claro, no todo el mundo puede con ese paquete y no los culpo).
Seguí recibiendo mensajes que no hicieron más que seguir el flujo de lo iniciado.
El mejor amigo playense preguntando: ¿Cómo sigues? Si necesitas que vaya por ti o te lleve algo, me avisas. Tú, si llegas a leer esto: Gracias por aguantarme, aceptarme, quererme y cuidarme. Sé que piensas que soy muy dura, intentaré ser un poquito menos dura y juiciosa. Ten un poco más de paciencia, estoy iniciando ese camino, es difícil.
Después otra amiga me preguntó que cómo seguía, que seguro hasta el tercer ojo se me abrió. De repente y un poco fuera de contexto me dijo: “ya Vivi, ten apego por la gente, ya no te van a herir, ya sabes cómo evitarlo. Siempre he dicho que eres puro amor (...) pero cambiaste el amor cursi por el rudo (...) área de oportunidad.” Me reí, le di la razón y le dije que tenía claras las fisuras. Gracias, pequeño ser. No le apostaba nada a nuestra amistad porque como siempre todos me caen mal de inicio, pero le agradezco a tu ruptura y tu reencuentro constante por habernos juntado en este breve espacio.
Otro mensaje decía: ¡Ya compré mi boleto, llego mañana a las 11:00! Y esto simplemente es sinónimo de felicidad porque es una persona que me da paz y libertad.
Luego llega un TikTok que simplemente era un: “Mira, sí soy” haciendo burla a su falta de skills en la cocina y recordándome un poco de la cotidianidad que ya no tenemos.
De repente entra un mensaje de una amiga de la universidad, con una espantosa foto retro, de un recuerdo del que no tengo registro alguno. Junto con esa foto me mandó un mensaje diciéndome que estaba con otra gran amiga mía, que estaban pensando en mí y que me extrañaban.
Eso fue suficiente para tomar la decisión y comprar el vuelo, le hablé a mis papás y me entró un nuevo aliento. Para los que no saben, tengo mamitis y un año sin estar en esa cocina me deja un hueco en el pecho.
Después estuve ilusionada viendo vuelos para León para la boda de mi mejor amiga, misma donde tendré la dicha de ser Dama de Honor, y aunque no sé bien qué tengo que hacer, tengo claro lo que no tengo que hacer (vomitar como en la boda de mi otra mejor amiga).
Por último, y el mensaje que me inspiró a escribir públicamente viene de alguien pidiéndome un consejo: “Me gusta alguien que no debería porque no se adapta a lo que la sociedad me pidió, ¿qué hago? No quiero caer, me da miedo”
Mi respuesta en resumen fue: ve a todas esas parejas que están con la persona que socialmente les correspondía solo por cubrir con el rol del “hombre”o la“mujer” perfecta, son infelices e insatisfechos. La sociedad apesta, lo que marca la sociedad es una mierda. Por otro lado, el miedo, MIEDO, otra palabra de mierda, no sirve, bebé.
Después de algunos mensajes me agradeció y me dijo que debería ser psicóloga, aunque me gusta más cuando me llama bruja. Yo le di las gracias por ser receptivo a mis golpes, porque mis métodos no siempre son los mas ortodoxos y amorosos. Me dijo que así como lo hacía era perfecto. Y una vez más se me volvió a llenar el alma de amor y me dieron ganas de escribirlo todo.
Todo este choro sale porque vivir acá es hermoso pero a la vez es muy difícil.
De entrada, mucha gente viene de paso, al final son pocos los nativos de aquí, el ejercicio de desapego es constante, podría decir que ya tengo un doctorado y aún así hay mucha gente a la que me cuesta dejar ir.
En los últimos años me he hecho amiga de poca gente, pero todos acaban yéndose y es algo bastante duro porque es como vivir muchas vidas en muy poquito tiempo. En la ciudad, emocionalmente había más estabilidad con los “amigos de toda la vida” pero también había menos aprendizaje. Unas por otras.
También he perdido varías “amistades” no por distancia geográfica, sino por incompatibilidad de caracteres. Porque aquí hay un mix de personas con entornos socioculturales muy diferentes. Aprendí a no aferrarme, aunque cada una de esas perdidas me ha dolido en su momento.
El punto es que me había sentido sola porque se me está yendo gente y no me había detenido a vivir mis emociones, estaba bloqueándolas porque siempre se me ha juzgado por vivirlas, sentirlas y decirlas porque: INTENSA.
Acá aprendí que sí soy súper intensa, y me vale. Así vivo mi vida y mis emociones, con intensidad. Me recuerdan que estoy viva. A uno se le juzga de intenso por decir lo que uno piensa y siente. Hoy puedo estar triste y mañana puedo estar feliz, así es esto cuando uno no es un monje budista.
Así que, sin más vueltas porque ya estoy dormitando. No quiero perder un solo detalle del día de hoy y se los quiero compartir porque de un día súper ordinario con tintes de mal día, uno puede y debe sacar lecciones y aprendizajes.
Las mías del 12 de marzo son:
1.- legalicen la marihuana
2.- no se automediquen
3.- si lo hacen que no sea en vano
4.- la soledad física no representa una soledad real
5.- la gente que te quiere de verdad te acepta tal y como eres. Con claros y oscuros.
6.- los mensajes siempre están, sólo hay que ser receptivos
7.- una vez que ya saben qué tienen que hacer, tomen acción. No pospongan.
8.- Vomitar: arrojar violentamente por la boca lo contenido en el estómago.
9.- el Electrolit de mora es el mejor
10.- sorprendan a la gente que quieren, díganles que los quieren. A veces sólo necesitamos eso para regresar al carril.
11.- rómpanse y reencuéntrense, sólo hay una vida para hacerlo.
12.- si pensar en ver a su familia no les da paz, resuelvan lo que tengan que resolver ahora, no hay después.
13.- quédense donde ustedes puedan ser ustedes. Pero primero conózcanse para saber dónde quedarse.
14.- no duerman toda la tarde porque luego están a las 4:00 am escribiendo mamadas.
15.- gracias a todos los actores de reparto
Pd.- hace mucho tuve tumblr y lo borré porque me daba vergüenza leer mi dramatización de la vida. Hoy ya no me doy vergüenza.
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Subaru Sakamaki More Blood -Maniac Epílogo-
[Maniac 10]
Monólogo de Subaru:
Quiero estar solo. Con solo pensar en eso mis piernas empezaron a moverme hasta este lugar.
Es el único lugar de la mansión en donde puedo relajarme.
Aquí nadie me molestará. Tampoco puedo escuchar los gritos con los que me llaman.
Incluso si es una paz momentánea.
Maid 1: --En verdad… Subaru-sama es alguien problemático.
Maid 2: ¿Hoy también se descontroló?
Maid 1: Sí y bastante… En ese aspecto no es muy distinto de Christa-sama.
Maid 2: Oye, será terrible si un mayordomo te escucha.
Maid 1: Es cierto, pero… me harta que Subaru-sama haga lo que quiera solo porque no podemos desobedecerlo.
Maid 2: Es inevitable, ya que Subaru-sama tiene privilegio como uno de los próximos herederos de los Sakamaki.
Maid 2: Debemos evitar hablar de más y dar una buena impresión…
Maid 1: Aah… Tienes razón…
Maid 2: Pero su madre está en ese estado, ¿no? Podríamos aprovechar de vender sus objetos de valor y sacar un beneficio.
Maid 1: Oh no, si serás… Fufu.
Maid 2: Fufufufu.
Subaru: (Tch… Que fastidio.)
Subaru: Lo sabía… Lo mejor es estar solo.
Subaru: (Sin ser vigilado por nadie, sin tener que cuidar a nadie… Siendo libre…)
Subaru: (A pesar de que creo que es lo mejor… Maldición, por alguna razón el pecho me duele… ¿Qué es esto…? Es un fastidio.)
Subaru: ¡…! ¡¡Oye, ya fue suficiente!!
Christa: …Subaru, es porque existes… que yo…
Christa: ¡Desaparece! ¡¡DEMONIO!!
Subaru: ¡…! ¡Cálmate!
Christa: ¡No! ¡Salvenme! ¡¡Salvenme--!! Quien sea…
Christa: ¡No! ¡¡No…!! ¡¡…!! ¡¡Ser sucio…!!
Subaru: ¡¡Duele!! ¡Kgh…! ¡¡Suéltame…!!
Subaru: (¡Maldición! ¿Qué es todo esto? ¿Qué fue… lo que hice?)
Subaru: (Yo también soy una víctima. ¿Entonces por qué? Maldita sea… Ya me da igual.)
Mayordomo: --Ese sonido… ¡¿Christa-sama?!
Mayordomo: ¡C-Christa-sama! ¡¡Por favor suéltelo!!
Christa: ¡¿…Por qué?! ¿Por qué te metes en mi camino?
Mayordomo: Mi señora, por favor recupere la calma, este es Subaru-sama.
Subaru: …Ya no importa.
Mayordomo: Pero…
Subaru: ¡Te digo que no importa!
???: --Por más que sea un sirviente humano, no puedo permitir que le faltes el respeto a un humano mayor, Subaru.
Subaru: ¡¿…?!
Christa: ¡¿…?!
Karl Heinz: ¿Qué significa este desastre?
Subaru: …
Mayordomo: Mi amo, todo esto es mi culpa.
Karl Heinz: ¿Podrías guardar silencio por un momento? Le estoy preguntando a Subaru.
Subaru: --Esto es…
Christa: ¿Tú lo hiciste, Subaru?
Subaru: …
Karl Heinz: …Parece que tu violencia es algo incontrolable.
Subaru: ¡Kgh…!
Karl Heinz: Vaya, vaya, lo lamento. Tan pronto aparto mi vista sucede esto. Mi hijo necesita más adiestramiento.
Karl Heinz: --Si tan solo fueran como él… Si pudieran conocer el dolor y empatizar un poco más con el otro.
Mayordomo: Si me permite la palabra mi amo, en realidad Subaru-sama es una persona muy amable…
Karl Heinz: No necesitas defenderlo... Ya lo sé.
Karl Heinz: Sin embargo, tu deber es proteger a tu madre enferma, Subaru.
Subaru: ¿…Qué… sabes tú…?
Christa: ¡Subaru…!
Subaru: Todo está bien, mamá. Yo lo voy a…
Karl Heinz: Hmph… Christa.
Christa: ¡…!
Karl Heinz: Ven aquí.
Christa: ¡Karl Heinz-sama…!
Karl Heinz: Quería verte, Christa.
Subaru: ¡¿…?!
Subaru: (Mamá fue junto a él. ¿Se está forzando a sí misma…?)
Subaru: ¡Suelta a mamá! ¡Lárgate de aquí!
Subaru: ¡Por tu culpa mamá está…!
Christa: ¡¿…Qué haces…?!
*Christa abofetea a Subaru*
Subaaru: ¡¿…?!
Christa: ¡Subaru, discúlpate con tu padre!
Subaru: ¿Mamá…? …Maldición… ¡¡¿Qué te pasa?!!
*Subaru se va*
Mayordomo: ¡¿…?! ¡¿Subaru-sama?!
Monólogo de Subaru:
--¿Qué fue eso? Incluso ahora soy incapaz de entenderlo.
Por culpa de ese hombre mamá enloqueció y se ha desquitado conmigo.
Es por eso que he podido soportarlo.
Mi padre se había vuelto la razón de mi odio y dirigía mi ira contra él. Pensaba que mamá era igual.
Pero al parecer eso solo era idea mía.
Era demasiado inocente como para comprender la realidad.
Al parecer en este mundo hay cosas que no pueden explicarse solo con palabras.
Si tengo que pensar en esto, entonces prefiero estar solo.
En ese momento lo pensé desde lo más profundo de mi corazón.
Subaru: Maldición… Otra vez estoy sediento…
Subaru: ¡Si no es su sangre…! Maldición, ¡¡¿qué está sucediendo?!!
Subaru: Tal vez… solo debería acabar con todo con una puñalada de esta cosa…
Subaru: Aunque me molesta que sea… con la daga de plata que me dio mamá…
Subaru: Pero si esta sed va a continuar, entonces…
Subaru: …Maldición… Ugh… Aah… Antes de mi corazón debería desgarrar mi garganta…
Subaru: Estoy tan sediento que me saca de quicio. Tan sediento… Maldición… Aah…
Subaru: ¿Si muriera… descansaría en paz? ¿O acaso…?
Subaru: Pero—
*recuerdo*
Kou: Yo… vi el infierno de este mundo. Fui rebasado en poder, pisoteado, tratado como un insecto…
Kou: Pero aún así viví arrastrándome. Hice de todo con tal de sobrevivir, realmente de todo.
Kou: No tuve nada de orgullo. Tú no has vivido eso, ¿no?
Subaru: Pues… no es como que yo no haya vivido eso.
Kou: ¿De verdad? No lo parece. E incluso de ser así, tú de seguro tuviste un lugar cálido en donde dormir.
Subaru: …
Kou: Yo no tuve eso. Hacía tanto frío que sentía que mis pies se iban a congelar y tenía que sumergirme en las aguas residuales…
Kou: Tener tanta hambre hasta el punto en que te de igual qué comer… Nunca has comido tierra, ¿verdad? Las raíces de los árboles saben mejor.
Subaru: … …
Kou: Estuve solo desde que nací. No conozco los rostros de mis familiares. Pero tú tienes muchos hermanos.
Kou: Y has sido un noble desde tu nacimiento, así que eres un señorito millonario, ¿no?
Subaru: ¡Yo…!
Kou: Entiendo que al crecer en ese ambiente puedes llegar a aburrirte.
Kou: –Pero yo no podía desechar tan fácilmente la vida que había ganado.
*fin del recuerdo*
Subaru: …
Subaru: Maldita sea… ¿Yo… he sido mimado…? ¿Acaso sigo siendo un niño?
Subaru: …Que fastidio, eso me da igual…
Subaru: ¡¡No tiene que importarme ahora!!
*suelta el cuchillo* *estruendos*
Lugar: Habitación de la protagonista:
Yui: (Subaru-kun… ¿Todavía está arrasando con todo…? Me preocupa mucho…)
Yui: (Pero si me preocupo y voy solo enojaré de más a Subaru-kun.)
Yui: (Es doloroso… Pero por ahora me contendré. Esto es por el bien de Subaru-kun…)
Yui: (Solo me queda hacer eso… Ya que yo no puedo hacer nada…)
Yui: (Ahora…)
[Ecstasy Prólogo]
#subaru sakamaki#diabolik lovers more blood#diabolik lovers#maniac epilogue#traducción al español#mi traducción
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¿Se ha entendido bien qué es un Colegio Científico? No. No se le ha entendido bien
Dos cosas los caracterizan: 1) Segregación social y 2) Explotación adolescente. Voy a hablar de estos temas, no de forma separada pero sí tengan bastante claro que esas son sus dos principales características.
Primero, voy a hablar sobre los dichos “beneficios” del Sistema de Colegios Científicos. Estos beneficios van desde que te dan becas para alimentación, ayudarte a pagar tu apartamento (si tuviste que mudarte de tu casa hasta la ciudad donde está el colegio) o ayudarte para ir a competir en concursos. También se dice que hay algunos beneficios de convalidar algunos cursos de U y que eso es una ventaja… Ya veremos que realmente esto es a medias. Y también hablan sobre la famosa calidad de los profesores de estos colegios. Sobre los beneficios económicos no tengo nada en contra, al fin y al cabo es lo mínimo que nos deberían dar.
Sobre la convalidación de cursos… Uf… Es cierto que estos podrían ayudarle a uno a adelantar la carrera universitaria y uno la sacaría más rápido. Sin embargo, uno sale tan destruido mentalmente, que esos dos semestres de adelanto en la U, terminan dando igual mientras gastas al menos un año en re estabilizarte después de lo mal que quedás.
“¿Destruido mentalmente? ¿De qué hablás? “. Yo no sé a quién en su sano juicio se le ocurrió que tener a los y las estudiantes en clases desde las 7:00 a.m. hasta las 5:00-6:00 p.m. todos los días es algo sano. Probablemente se le ocurrió a un adulto que olvidó lo que es ser estudiante. Luego, el recargo académico es tan pesado que luego de salir de clases mínimo estudiabas 3 horas más. O sea, al menos 14 horas estudiando… CASI EL DOBLE DE UNA JORNADA LABORAL, POR DIOS.
Y eso que no he mencionado lo desechable que es la gente para este sistema… ¿Qué no pasaste alguna materia? Ya no valés para ellos y la culpa es tuya por no haber podido aprender. Claro… la culpa es del estudiantado, otra vez… ¿Acaso no se podría pensar por una sola vez que… los profes tienen responsabilidad en esto?
En mi perspectiva, creo que las “habilidades científicas” que uno adquiere en el colegio científico deben ser para toda la población. Nunca vamos a alcanzar la justicia social, mientras creamos que podemos vivir sin saber qué es nuestro mundo, qué es este regalo que Dios nos dio para disfrutar en vida. El pensamiento científico debe ser universal porque es la voluntad de Dios. Dios nos regaló, a todos, la vida para disfrutar de su creación; por lo tanto, todos tenemos derecho a tener una educación pública universal para conocer mejor a su creación.
Para peor… Creemos que vamos a tener algún avance haciendo una “escuelita científica”. ¡¡NOOOO!! ¿Quiénes van a ingresar ahí? ¿Todos? No. Por lo tanto, solo es una forma de segregación social más.
También hablemos sobre el profesorado de estos colegios. Al menos, en mi sede (Sede Guanacaste), los profes estaban ahí por puro amor a la docencia pero, ¿sus salarios? Un chiste. Y prefieren malgastar el dinero poniendo una malla alrededor del colegio para impedirnos salir a pasear por la U… La U que PAGAN TODOS LOS COSTARRICENSES. A los profes de mi colegio les tengo una gran estima, pero sin duda me parece que son víctimas y cómplices (como todos en la vida, en palabras de Jean-Paul Sartre). Víctimas pues les hacen creer que lo correcto es ese salario basura que tienen, cuando, para la calidad de profesores que son, merecen uno mucho mejor; cómplices, pues también buscan explotarnos y hacernos creer que es lo correcto. Eso sí, no todo docente merece estar en estos colegios. Hay algunos profes que estaban ahí a pura argolla y era bien sabido que su capacidad de docencia era deficiente. Aun cuando el estudiantado se quejó, se les ignoró. Repito: ¿Así dejamos que malgasten nuestros impuestos?
Luego, recuerdo una vez haber pedido el reglamento de los colegios científicos para poder conocer las reglas del juego (o hueco) en el que estaba metido. ¿Saben qué me dijeron? ¡¡¡Que no me lo podían dar!!! Luego escuché que a otras generaciones les pasó lo mismo. ¡¿Cómo?! ¡¿Que tengo que estudiar 16h diarias, representar al colegio a nivel nacional e internacional, sacar bachillerato de honor, llegar a tiempo a las clases, tener al día toda la materia, pasar todas las materias y ni siquiera puedo saber el reglamento de mi colegio?! Es ABSURDO.
Tenemos muchísima formación académica por día, pero obviamente se balanceará con actividades artísticas y deportivas… ¿no? Pues no. Solo hay hora y media de Educación Física. ¿De arte? En mi caso, nunca hubo nada parecido. No sé las demás sedes. Igualmente, hora y media para arte también es absurdo. Nos están formando para ser esclavos, nos están sobreexplotando y creo que ya es hora de hacerlo ver al mundo.
Para finalizar, debo aclarar que durante mucho tiempo creí que todo esto estaba bien. Creí que lo disfrutaba, pero no sé… Siento como si hubiera estado dormido durante todo este tiempo… Hoy en día me doy cuenta de todas las lágrimas que no derramé durante esos dos años. Hoy en día me doy cuenta de los daños que dejó en mi mente el poco descanso y el exceso de trabajos. ¿Quién soy yo para juzgar el Sistema de Colegios Científicos? Me presento: soy uno de los mayores talentos que ha tenido el sistema y a la vez una persona que el sistema dejó destruido. Antes de revelar mi nombre, quiero que quede algo bien claro: Una cosa son mis escritos y otra cosa soy yo. Mi nombre es El Hiperbóreo. Me defenderé de todo odio posterior diciendo: -Tengan piedad de mí. Por esos dos años que sufrí como nunca. Yo solo estoy cansado de que engañen al pueblo costarricense haciéndoles creer que está bien el sistema educativo como está y que los colegios científicos no son un privilegio… Claro que lo son. ¿Estamos teniendo suficiente a cambio del presupuesto invertido en ellos? Lo dudo mucho.
Les entrego esta opinión con amor a todos y todas mis compatriotas. Les pido compasión. Y que Dios sea el único que me juzgue por esto.
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❝ › Rol privado. ↳ with @msimpossiblewitch And... you are?
No era novedad para nadie cercano que la arquitecta había desarrollado una fuerte adicción al café desde su instalación en tierras americanas, por lo que se podría decir que la rutina de Christine se basaba en salir a trotar con el sol saliente, parar en la cafetería más cercana al departamento, desayunar con la mirada pérdida y luego volver a su hogar para tomar una ducha rápida, ayudar a su hija para ir al colegio y finalmente ella pasar a su estudio para hundirse en los planos hasta nuevo aviso.
Sin embargo, sentía en sus poros que algo distinto ocurriría en el presente día. Mientras estaba sentada en aquella cafetería, tomando a pequeños sorbos aquel cappuccino que sostenía entre sus dedos, una mujer llamó su atención.
No se dio cuenta que tenía la mirada clavada en ella cuando ambas cruzaron miradas, casi de forma inmediata Hayden desvió su atención a uno de los carteles de menú, comenzó a leerlos mientras tomaba un gran sorbo de su café. Su sexto sentido estaba rascándole la nunca, no tenía idea de porqué esa mujer le despertaba tanta curiosidad, Christine simplemente trató de callar a sus pensamientos y buscó refugio en el calor de su taza, en su intento de no volver a posar los ojos sobre la castaña, todo con el fin de no parecer alguna especie de acosadora.
Nunca ha sido fácil enfrentar una situación como la que Aradia estaba por vivir. Tiene a su hermana a tan solo unos metros. Sabe que ha ido varias veces ya que según los datos que ha conseguido sobre ella dicen que su trabajo no está tan lejos de allí y es donde prácticamente se encuentra en su momento de descanso.
La observa y por un instante su mirada con la de su hermana se cruzan. Siente en su interior un nerviosismo que no ha sentido nunca. Observa sus manos y éstas le tiemblan. Cierra sus ojos y respira profundamente terminado con el té que se ha pedido un tiempo antes y decide levantarse y acercarse hacia donde Hayden se encuentra.
— No sé si es buen momento para esto pero necesito hablar contigo..—musita la castaña observando a la otra, mirando cada uno de los pequeños gestos de su hermana e incluso algún parecido físico que hay entre ellas. — Me llamo Aradia.. y sí, puedo imaginar lo que piensas.. “¿Quién es, qué hace esta desconocida aquí y qué quiere?
Antes que nada le observa mientras pone una de sus manos sobre una de las sillas que se encuentran frente a Hayden para poder sentarse. — ¿Puedo?
Levantó la cabeza de golpe al escuchar la voz, estudió el rostro ajeno ahora con más detenimiento— ¿Hablar conmigo? —fue lo único que pudo responder ya que la contraria volvió a hablar.
Hayden adoptó una postura erguida e inclusive en modo de defensa, su cabeza había vuelto a trabajar. Sabía que la mujer tenía noticias pero lo que no sabía era si era referente a su ex quién había logrado conseguir información sobre sus secretos pasados o si Elliot había logrado ventajas para investigarla y sacarle a la niña.
— Mira, si vienes departe de mi ex esposo, por favor, retírate que no quiero armar ningún escándalo y este es mi tiempo de paz mental, además por órdenes legales no podemos ni intercambiar palabras, ni miradas. —Christine hizo un gesto con la mano queriendo indicar que le negaba su compañía— No sé quién eres y la verdad es que no estoy interesada.
Cuando escucha sus palabras sabe que está malentendiendo las cosas pero le comprende. — No, no vengo de parte de tu ex esposo, tampoco se quien es ni que hace..—musita la muchacha mientras la observa. — Se trata de algo relacionado a tu padre y algo que jamás ha contado. —Aradia respira profundamente. — No quiero caerte de la nada con una noticia que te caerá pesada…—la muchacha la observa a su hermana. La misma no sabe ni siquiera de su existencia.
No piensa que ella vaya a creerle a la primera de cambio, pero la intención de decirle la verdad está. — Tu padre, es también mi padre..—le dice Lilly a Hayden esperando a su respuesta. — Pero nunca me ha dejado conocerlas a ninguna de ustedes.. —comenta. No quiere ni sacar a la luz que sus padres le han pagado a la madre de Aradia para que ambas se mantuvieran lejos de sus hermanas. Y es algo que con lo que ha crecido ella. Sabiendo que tenía familia, pero que esta tampoco sabía de su existencia. — Si no me crees, lo comprendo. Pero no estoy mintiendo.
Se tuvo que cubrir la boca con una mano debido al café que se le había escapado de sus labios gracias a la risa que sus palabras le provocado.— ¿Perdón? Te estás confundiendo y grande. —negó con la cabeza repetidas veces limpiando la comisura de sus labios con una servilleta.
— Mis padres son extremadamente correctos para que él tenga un desliz o un amor fuera del matrimonio, con decirte que por andar de caliente yo me han echado de la casa y no he pisado bajo ese techo en casi diecisiete años. —la castaña miraba aún con una expresión burlona a la muchacha que estaba parada frente a ella. Pero mientras la miraba podía notar en ella pequeños rasgos de su padre, pero era algo que no iba a aceptar— ¿Quieres dinero? No soy la que está para dar alguno, menos con que no me han dejado nada. —hizo una mueca con los labios acomodándose en su lugar— Eres una chica bastante graciosa, pero diste con el blanco equivocado.
Sabe que no será fácil convencer a Hayden de su verdad. Pero no se va a rendir. — No quiero plata, no necesito plata. Bien me mantengo con mi trabajo. Ese no es mi problema, ni mi punto..—musita Aradia tratando de no levantar la voz así las personas que están en la cafetería no las observan.
— Tu padre es un hipócrita por haberte hecho eso, porque sí..—le observa la castaña y suspira profundamente. — Ha tenido un maldito desliz con mi madre y lo único que ha hecho fue pagarle a mi madre para que no hablara de mi existencia. No me dejaban conocerlas, no podía..—niega suavemente con la cabeza. Sabe que no será fácil que le crea. Algunas lágrimas se asoman en sus ojos pero se los seca con rapidez. — No espero a que realmente entiendas a que vengo. Pero esperaré el tiempo que sea necesario para que puedas escuchar mi versión de esta historia y mostrarte que esto que te digo no es más que la verdad. Y que el único motivo por el que estoy aquí hoy es para tener la oportunidad de conocerte, de conocerlas a ti y a Auburne. Y tener de una vez por todas a mis hermanas mayores como ha debido ser siempre.
Tres cosas habían logrado que Christine bajara la barrera que había comenzado a levantar: las lágrimas, la mención de la paga y el nombre de su hermana menor.
Respecto a lo segundo, sí, era algo típico en su familia el ofrecer dinero para callar a los demás y era algo que habían hecho con la familia del padre de su hija. Esta vez, en una forma mucho más maternal Hayden hizo un gesto con la mano invitándola a sentar y con delicadeza extendió una servilleta para que la menor la use de pañuelo.
— Primero que todo, cálmate y no te descompongas que lo máximo que puedo hacer por ti es ofrecerte esta servilleta. —la voz de Christine por más pausada que suene, todavía existía la frialdad en su tono— En segundo lugar, me cuesta creerte y no creo que lo haga, pero tienes que darme la pincelada completa ¿De dónde eres? ¿Cuántos años tienes? Tengo que hacer mis propias investigaciones y si no me das toda la información, será muy dificil para mi creer que no quieres más que plata.
Aradia toma la servilleta para secar sus lágrimas y le agradece. Al ver que le permite sentarse, lo hace y la observa. Está un poco más abierta a escucharla y espera que realmente todo lo que ha hecho hasta llegar a ella, funcione.
—Soy de Londres, más bien del barrio de South Kensington. He vivido prácticamente pocos años allí ya que a mi madre la transfirieron sorpresivamente a la otra punta del mundo..—da a entender que probablemente su padre ha tenido que ver con ello para evitar el contacto estrecho entre las Vorgrimler y Aradia. — Tengo treinta, en octubre cumplo los treinta y uno. Soy periodista y gracias a mi trabajo he podido dar contigo ya que no tenía idea de que estabas viviendo aquí en Nueva York. —para Aradia haberse enterado de que Hayden estaba viviendo en la misma ciudad que ella ha sido una señal.
—Pregúntame todo lo que quieras que te responderé..—le observa mientras aprieta con suavidad la servilleta que se encuentra un poco húmeda debido a las lágrimas.
Un prolongado silencio se hizo presente en la mayor mientras analizaba y obligaba a su mente a indagar en recuerdos pero por lógica no iba a tener absolutamente nada, debido a que lo acontecido se dio cuando ella era prácticamente una bebé.
Hayden levantó la mirada hacia el techo e inhaló aire— Tiene sentido, a grandes rasgos. Nosotros siempre estuvimos en la misma ciudad de Londres, dónde vivían era un lugar vecino y dónde papá iba al museo a trabajar.
Apoyó sus brazos sobre la mesa e inclinó su cuerpo hacia el frente, buscando cercanía. "𝐇𝐚𝐲𝐝𝐞𝐧, 𝐧𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐦𝐢𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨.” escuchó en su cabeza y asintió confirmando aquel pensamiento.— ¿Cómo se llamaba tu madre? Desde que papá falleció sus cuentas se congelaron, así que, capaz pueda corroborar ciertas cosas con eso.
Poco a poco Aradia puede sentir un poco más de tranquilidad al observar que Hayden se está abriendo un poco más para escucharla. — Yo no tengo prácticamente recuerdo de Londres pero alguna vez desearía regresar a la ciudad que me vio nacer..—responde ella añorando lo que ha podido ser y no fue.
— Mi madre se llama Marguerite Loughty. Yo llevo los dos apellido, el suyo y el de nuestro padre..—musita la muchacha. Él le ha reconocido -prácticamente en su lecho de muerte- como hija pero jamás ha estado presente ni siquiera en ninguno de sus cumpleaños. Para ella él ha sido nada más ni nada menos que un total y completo desconocido. — Si precisas mi identificación, mi acta de nacimiento.. todo lo que necesites para comprenderme, lo haré. —Aradia muestra una mueca de lado. Realmente quiere conocer a su hermana y tener la oportunidad de crear una relación entre ellas.
— No, no es como que… —suspiró y negó con la cabeza varias veces. Christine se paró de su lugar mientras se arropaba con su abrigo para volver a la intemperie— ¿Sabes? Anótame tu número y veré de volver a colocarme en contacto contigo, necesito hablarlo con mi herm.. con Auburne y luego sentar cosas, esto es demasiado.
Hayden dejó dinero sobre la mesa y guardando su billetera en sus bolsillos volvió a mirar a Aradia— Mira, fue un gusto, en serio, pero no quita lo raro de todo esto ¿He pasado treinta y tres años de mi vida sin saber que tengo una hermana más? —arrugó su nariz sacando el cabello que había quedado atrapado por el abrigo. En su interior se movió todo de repente, las emociones siempre lograban dominar sus acciones— Solo, solo espera a que yo me vuelva a colocar en contacto ¿Te parece? Dame tu número. —volvió a pedir, esta vez entregándole el celular para que lo anotara.
Cuando Hayden le pide su número para ponerse en contacto duda que quiera hacerlo. Piensa que todo lo que le ha dicho ha sido en vano pero necesita tener otra oportunidad donde conversar más cosas. Quiere realmente tener contacto con ellas.
Cuando le da su móvil para que Lilly le anote su número, lo hace con rapidez. —Toma, y gracias por darme la oportunidad de poder hablarte. Sé que es difícil de asimilar todo eso y lo comprendo..—Aradia le dice con calma y con una sonrisa le agradece mientras le regresa su móvil. —También es difícil para mi pasar por esto..—concluye la muchacha mientras se para también para despedirse. No sabe si estrechar su mano o abrazarle, pero hace lo primero. — Esperaré tu llamado..—y una vez que cada una se despide, Aradia vuelve hacia su casa ya que han pasado horas de que ha terminado su horario de trabajo.
Rol cerrado.
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Ladrón de vida
Summary: A pesar de las dificultades, Lars estaba satisfecho con su día a día, por lo tanto, no tenía idea de que un simple encuentro casual le iba a cambiar la vida para siempre.
Pairings: Netherlands/Taiwan
Warnings: Explicit language
Other links:
https://archiveofourown.org/works/31814512/chapters/78761056
https://www.fanfiction.net/s/13897388/1/Ladrón-de-vida
Capítulo I. Intercambio
Cuando Lars se encontró frente a una deslumbrante residencia, se sintió como en un sueño, como algo imposible de creer. Respiró profundo antes de dar el primer paso y por fin entrar por la puerta principal. A partir de ese día tomaría prestado el nombre y la identidad de Jan van der Linden y desempeñaría su nuevo rol viviendo como el joven presidente de una importante empresa.
Hasta hacía un par de semanas, era Lars Janssen, un mecánico que vivía al otro lado del país. Era un tipo reservado que vivía solo y sin distracciones, a excepción de sus plantas y un conejo de mascota. Sus padres, murieron en un accidente automovilístico antes de que él pudiera graduarse del bachillerato y eso lo dejó solo por completo. Aunque sabía que era adoptado, para él, Willem y Marije Janssen habían sido sus verdaderos padres, por eso podía vivir sin la curiosidad de conocer a sus padres biológicos.
Con la muerte de los Janssen, Lars fue echado de la casa en la que creció, pues según unos parientes de su padre, esa propiedad no le correspondía por no ser su verdadero hijo. Y por ser aún menor de edad, no tuvo acceso a ver ningún documento, por eso no le quedó de otra más que irse con las pocas pertenencias que tenía, buscar donde vivir y un trabajo. Así conoció a Ludwig y Gilbert Beilschmidt quienes le dieron empleo en su taller.
A pesar de las dificultades, Lars estaba satisfecho con su día a día, por lo tanto, no tenía idea de que un simple encuentro casual le iba a cambiar la vida para siempre.
Aquella mañana, un vehículo se estacionó frente al taller y de él bajó un elegante hombre acompañado de una hermosa mujer. Éste se acercó a Lars para pedirle indicaciones y cuando se vieron frente a frente la chica se echó a reír, haciendo una broma acerca de su aparente parecido. El otro la hizo callar y le rogó que volviera al auto. Ella lo hizo, aun riéndose como si fuera lo más divertido del mundo.
El hombre se disculpó con una sonrisa y sin perder la compostura, simplemente hizo caso omiso a los comentarios. Le pidió instrucciones para llegar al centro de la ciudad y luego de una última mirada, se marchó del lugar. La mujer le hizo un adiós con la mano y le lanzó un beso. Lars se quedó viendo como el automóvil desaparecía a la distancia, luego giró los ojos al recordar lo que ella había mencionado, así que trató de olvidarlo y volvió al trabajo.
Sin embargo, aunque para Lars esa visita no significó más que una pérdida de tiempo, sí logró hacer mella en Jan. Porque sí, en el momento en que se quedó escuchando aquellas instrucciones, pudo comprobar por sus reflejos en el auto que, en efecto, eran bastante similares. Entonces, vio en Lars su boleto para seguir disfrutando de la vida y escapar de las responsabilidades que lo ataban. Quizás era una idea arriesgada, una locura, pero Jan estaba seguro de que funcionaría. Por eso, decidió regresar más tarde, solo para asegurarse de que no se había dejado llevar por su propia imaginación.
Al volver, confirmó con alegría que estaba en lo cierto cuando los otros dos mecánicos lo miraron sorprendidos y lo llamaron Lars. Él sonrió, teniendo la certeza de que era su día de suerte, entonces les dijo que estaba buscando a ese tal Lars y que era urgente. Ludwig se quedó conversando con él, tratando de hacer tiempo, mientras Gilbert iba a llamarlo. Ambos estaban impactados al ver a otro hombre idéntico a su amigo. Él les había hablado muy poco de su familia así que era una novedad saber que tenía un gemelo.
“Lars, te buscan. Oye, no sabía que tenías un hermano gemelo” le comentó en voz baja.
“Yo no tengo hermanos” contestó Lars fastidiado, sin entender qué estaba pasando.
Cuando se presentó, frunció el ceño al reconocerlo. Era el tipo de antes. Jan lo saludó con una simpatía que a Lars le resultó deshonesta.
“Soy Jan van der Linden, pasé por aquí esta mañana ¿Podríamos hablar en privado? Hay un asunto muy importante del que quiero discutir contigo” demandó, mirando a los otros como si fueran unos bichos.
Lars iba a negarse, pero hubo algo en la expresión curiosa de sus amigos que se lo impidió y tuvo que acceder, así que lo hizo pasar a la oficina que tenían en el taller. Luego de intercambiar un par de frases de forzada cortesía, Jan fue directo al grano y le propuso su plan. Lars lo miró como si se hubiera vuelto loco. Y es que era una idea absurda lo que estaba proponiéndole: quería que se hiciera pasar por él.
“Por supuesto que no. No te conozco y no sé en qué estés metido” replicó Lars.
“Pero es una oportunidad única en la vida”
“Es ilegal”
“No realmente, no es como que alguien más deba enterarse. Mira, incluso voy a pagarte” le dijo mostrándole un cheque con una buena cantidad escrita en él.
Lars quedó boquiabierto, porque a pesar de que sonaba como una estupidez, ese hombre parecía ir muy en serio.
“No puedo aceptarlo”
Jan suspiró un poco impaciente, y trató en vano de hacerlo ceder, a veces aumentando la cantidad o haciéndole ver las ventajas que obtendría a cambio. Luego de discutir por alrededor de media hora, Jan respiró profundo, tratando de calmarse, entonces le dijo que le daría tiempo para pensarlo, y esperaba una respuesta positiva. A Lars esto le sonó como una amenaza, pero no estaba dispuesto a participar en algo tan arriesgado y sospechoso.
Al día siguiente, Lars faltó al trabajo. Con lo que acababa de pasar, consideraba que sería más prudente evitar lo que fuera que ese tipo estaba planeando. Bueno, sí, eran muy parecidos, pero nadie iba a creer que un hombre sencillo como él podía hacerse pasar por un supuesto millonario como aquel. Claro que la cantidad que le ofrecía era impensable, aunque presentía que era dinero mal habido. Luego miró a su alrededor, su pequeño cuarto de paredes sin pintar, la eterna gotera que no dejaba jamás de molestar, el escándalo de los vecinos, la renta que no hacía más que aumentar y aumentar cada mes, y las deudas que se iban acumulando una tras otra. Entonces, se sintió tentado. En ese momento, llamaron a la puerta, y al abrir se encontró con Jan.
“Vengo por tu respuesta. Me dijeron que vivías aquí” dijo, sin esperar una pregunta a cómo lo había encontrado y entrando sin siquiera ser invitado.
“Lo pensé, pero no creo que sea buena idea. No sé cómo podría fingir que soy tú”
“Eso es lo de menos. Basta con que nos veamos iguales” contestó como si fuese lo más evidente.
“Lo haces sonar demasiado fácil. Ni siquiera sé de negocios”
Jan tomó asiento en un viejo sillón, tratando de ser paciente.
“No te estoy pidiendo que te quedes en mi lugar para siempre. Serán unos cuantos meses. No creo que sea para tanto, además voy a pagarte, tómalo como un empleo. Si aceptas, podría mejorar tu vida, pero si no, también puedo empeorarla diciendo que ibas a estafarme,” lo amenazó, mirándolo como si fuese un ser insignificante. “Puedo mover influencias y entonces acabarías en la cárcel. Tú decides,” lo amenazó en un tono que a Lars le heló la sangre.
“¿De verdad tienes tanto poder para obligarme a cumplir uno de tus caprichos?” lo encaró Lars, impresionado por esas palabras.
Se quedaron mirando el uno al otro en silencio, hasta que Jan lanzó una carcajada.
“No te pongas dramático, ni siquiera yo me rebajaría a eso. Lleguemos a un acuerdo, si no quieres dinero, entonces dime qué puedo darte a cambio. Estoy seguro de que debe haber algo que desees”
En ese momento, Lars pensó en su casa de la infancia, que no solo sabía seguía en pie, sino que los supuestos dueños estaban dejándola en la ruina. Al verlo meditar su respuesta, Jan supo que lo tenía en su poder. Tomó el retrato de los padres de Lars y agregó en voz baja: “Ya no le des más vueltas al asunto. Recuerda que ya no tienes nada que perder”.
Lars se sintió incómodo. Era la primera vez, en años, que alguien le señalaba la ausencia de sus padres. Entonces, se dio cuenta de que era cierto y que por fin Jan lo había acorralado. En realidad, si algo salía mal, no tendría qué perder, nadie más que él saldría afectado, por eso, finalmente cedió. Pensándolo más fríamente, era cierto que podría sacar provecho de la situación. Jan le dedicó una sonrisa ganadora y estiró su mano para estrechar la de él, cerrando así el trato.
Ese mismo día, por insistencia de Jan, Lars empacó sus pocas pertenencias y abandonó el departamento. Se llevó consigo su conejo, que era lo único a lo que Jan no miró con desagrado. Pero antes de marcharse, llamó a Ludwig y a Gilbert para contarles que se iría por un tiempo y les agradeció por todo lo que habían hecho por él. Pensó que abandonarlo todo así de pronto sería un gesto de ingratitud.
“Hablas como si fueras a irte para siempre” bromeó Gilbert.
Lars vaciló, pero sentía que se avecinaba un periodo incierto en su vida y lo mejor era dejar las cosas claras. Ellos parecieron entenderlo, pero cuando le preguntaron si era a causa de su clon ricachón, Lars no les pudo mentir y admitió que era por eso, pero sin darles detalles. Ludwig y Gilbert le desearon suerte, presintiendo que no lo verían en mucho tiempo.
Jan se llevó a Lars a donde estaba hospedado. Era uno de esos hoteles de lujo donde pasar al menos una noche debía valer una fortuna. Sin perder más tiempo, Jan le pidió que se pusiera uno de sus trajes para probar si podían pasar por iguales y se sorprendió al ver que era como mirarse en un espejo, excepto porque Lars era un poco más corpulento y tenía una cicatriz arriba de la ceja derecha. Jan hizo un gesto al notarlo, pero no había remedio, ya inventarían algo.
Jan pasó el resto de la semana instruyendo a Lars sobre cómo actuar como él. Le enseñó a tratar de ser menos tosco y comportarse como un elegante hombre de negocios, a caminar de manera más confiada, relajar su postura e imitar sus ademanes. Incluso le dio lecciones para conducirse en una cena, qué cuchara y tenedor usar, y otras reglas de etiqueta que no se imaginaba que le serían de ayuda. Se sentía como un niño al que educaban para comportarse como un adulto, hasta que poco a poco Lars logró imitarlo a la perfección.
Jan también lo puso al tanto de su familia. Le mostró fotografías para que, al volver, pudiera identificarlos. El señor van der Linden había muerto hacía no mucho tiempo, era un hombre de porte distinguido, pero con una personalidad despiadada y competitiva. La señora van der Linden, en cambio, parecía más suave, aún conservaba la belleza de sus años de juventud, pero su salud era muy delicada. Después de Jan, la pareja tuvo otros dos hijos: Emma, cuya pasión eran la repostería y la arquitectura; y Henri, un muchacho despierto y bueno para los negocios.
Jan le habló de sus amistades y colegas de manera más vaga, como si fueran cualquier cosa. Le indicó quien era de fiar y quién no, pero, le advirtió que, sobre todo, debía confiar ciegamente en Henri, quien era el vicepresidente y su mano derecha. También mencionó a un tal Arthur Kirkland, llamándolo su mejor amigo, pero a Lars eso le sonó a sarcasmo.
Mientras, Lars observaba el resto de fotografías para memorizar nombres y hacer que coincidieran con los rostros, una llamó su atención. En ella aparecía una joven mujer de largo cabello castaño y encantadora sonrisa. Al ver ese brillo de curiosidad Jan se puso serio.
“Ella es mi prometida, Mei Wang. Es artista” dijo con cierto orgullo, pero como si fuera lo último en lo que pensara.
“¿Y la mujer con la que estabas el otro día?”
“Es solo una chica que conocí. No tiene importancia. De eso también quería hablarte”
Jan le contó de sus otras aventuras y de las demás “amigas” que tenía. Todas ellas eran bastante hermosas, como sacadas de portada de revista, aunque la belleza de Mei tampoco era para pasar desapercibida. Al notar el evidente interés de Lars, el rostro de Jan se puso serio de nuevo, mostrando una actitud posesiva.
“Puedes hacer con ellas lo que quieras, no me importa, pero no quiero que le pongas ni un dedo encima a Mei. Ella no es como las otras, además, será mi esposa muy pronto”
Lars se puso a la defensiva.
“Entonces ¿por qué la engañas?”
“Mira, hay dos tipos de mujeres: con las que te diviertes y con las que te casas. Mei es del segundo tipo, ella no es para pasar el rato. ¿Acaso crees que elegiría a una ebria irresponsable como madre de mis hijos?”
A Lars le molestó esa actitud. Le parecía que Mei se veía muy tierna para estar atada a un tipo como él, pero tal vez ella estaba al tanto, y salía con él por puro interés. ¿Por qué otra razón alguien amaría a un cínico imbécil como Jan de todos modos? Se preguntó. Era evidente que eso sería un matrimonio de conveniencia y nada más. Eso lo reconfortó, pero no pudo evitar sentir pena por ella y sus futuros hijos. Además, se le hacía tan molesto que Jan se portara como si le fuera a robar a su novia, en realidad, a Lars le había parecido atractiva, pero lo que de verdad le llamó la atención era que existiese alguien que pensara casarse con él.
“Ya, hombre, no te pongas así. Si no me importara no la estaría cuidando de un desconocido como tú”
Jan le dio un golpe en el hombro y se puso a hablar de otra cosa. Lars pensó que quizás esto sería mucho más complicado de lo que se imaginaba.
Ahora solo faltaba armar toda una historia para contar a su regreso, porque ese no era un viaje de negocios. Se suponía que estaba en un viaje de recuperación porque su salud era muy delicada. Todo era mentira, por supuesto, Jan falsificó análisis y resultados para hacerles creer a todos que estaba enfermo y así poder irse y dejarles el resto a los demás.
“No es realmente un cuento. Fui un niño enfermizo, así que te creerán cualquier historia que les cuentes” le aseguró con una sonrisa cínica.
Lars ya no sabía qué pensar de él, parecía un libro abierto, pero al mismo tiempo también tenía sus propios secretos. Entonces, le pareció que quizás él debía mantener un perfil más bajo, para que no lo usara en su contra. Afortunadamente para él, Jan no tenía ni el más mínimo interés en saber sobre él, así que no tuvo que contarle nada. Al parecer, para Jan era un simple individuo que tenía la cualidad de ser idéntico a él.
Un par de días después, por fin llegó el momento de intercambiar papeles y suplantarlo. De esa forma, Jan se marchó feliz a disfrutar de su nueva libertad y Lars se fue a casa de los van der Linden.
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❃AMNESIA MUNDO TRÉBOL: PRÓLOGO
•️ੈ۪۫✦• • • ━━━━━
Orion: Ah, (Nombre). ¿Estás despierta?
Orion: ¿Cómo te sientes? ¿Te duele en alguna parte? ¿Puedes verme?
➜ Elecciones:
Orion...
Un... Insecto...
Quién eres?
Orion...:
Orion: Oh, bien. Aún recuerdas de lo que hablamos entre mundos.
Orion: Y te ves como si estuvieras bien. ¡Estoy aliviado! Por ahora, al menos.
Un... Insecto...:
Orion: Um. Estás bromeando, ¿verdad?
Orion: Realmente eres algo. Estar tan tranquila al respecto...
Orion: Me sorprende que puedas bromear justo después de despertarte aquí así.
¿Quién eres?:
Orion: Dame un respiro...
Orion: Si hablas en serio, entonces es mejor que pulses el botón de reseteo y escojas “NUEVO JUEGO”, ¿de acuerdo? [JAJAJAJA sí, entendido].
—Fin de las opciones—.
Orion: ...Bien, basta de tonterías. Solo te lo diré una vez más. Mi nombre es Orion...
Orion: Te acuerdas, ¿verdad? Voy a ser tu compañero de espíritu de ahora en adelante, ¡así que vamos!
Orion: Ahora, entonces... Íbamos a hablar con tu familia primero, ¿verdad?
Orion: Escuchar información de tu familia llenaría los bancos de tus recuerdos...
Orion: Pero... El único problema es...
Orion: ¡Parece que vives aquí en este lugar tú sola!
Orion: Ya ves, mientras dormías, eché un vistazo a mi alrededor.
Orion: Me parece que tu casa es un estudio.
Orion: Buena iluminación, gran espacio de almacenamiento, baño separado, lavandería interior, y la construcción no es muy vieja...
Orion: Hay un intercomunicador con un monitor, y desde este botón aquí, diría que tu unidad de apartamento tiene su propio bloqueo automático y código.
Orion: Parece que la seguridad es bastante buena.
Orion: A juzgar por tu apariencia,.. Pareces tener edad para la escuela secundaria o la universidad.
Orion: El problema es que no tienes parientes cerca con quienes hablar.
Orion: No sé si solo estás viviendo sola por ahora, o si estás sola en este mundo...
Orion: Oye, ¿cómo te sientes cuando miras alrededor de tu habitación? ¿Puedes recordar algo?
➜ Elecciones:
No puedo recordar nada.
Nada se ve familiar.
No puedo recordar nada:
Orion: Ya veo... Supongo que no podría ser tan fácil.
Orion: Estabas durmiendo sola con el pijama puesto, así que está bastante claro que estás en tu propio apartamento y que esta es tu habitación.
Nada parece familiar:
Orion: Espera. ¿Hay alguna posibilidad de que esta no sea tu habitación?
Orion: ...Ugh, si partimos en esa dirección, estaremos yendo por un tiempo.
Orion: Sería extraño, sin embargo, usar pijama y dormir en la habitación de alguien.
—Fin de la opciones—.
Orion: Por ahora... ¿Por qué no miras alrededor de la habitación? ¡Como en tus cajones y cosas!
Orion: No puedo tocar el mundo humano, así que no he podido mirar por allí.
Orion: Lo que pude descubrir al mirar a mi alrededor fue que vives sola y que es en algún momento de agosto.
Orion: ¿Lo ves? Tu calendario está en agosto ahora mismo. En agosto, el clima es bastante agradable.
Orion: De todos modos... ¡Mira si puedes buscar en tu habitación alguna pista!
➜ Elecciones (aquí deberás escoger todas hasta que des con la acertada):
Dentro de los cajones.
A lo largo de las puertas dobles.
Estante para libros.
Cama.
Aire acondicionado.
Arriba del escritorio.
Bote de basura.
Perchero.
Bolsa.
Dentro de los cajones:
Orion: Bolígrafos, papelería, sobres...
Orion: —suspiro—, ...No hay nada aquí que nos diga qué tipo de persona eres.
A lo largo de las puertas dobles:
Orion: Hmm, solo cosas al azar aquí. No hay mucho que ver... ¿Hmm?
Orion: ¿Qué es esto en la parte de atrás?
Orion: ...¡Esto es solo un cómic femenino! ¡No tienes que esconder algo como esto!
Estante para libros:
Orion: Hmmmmm... No hay nada que parezca un álbum.
Orion: Si hubiera imágenes, podrían desencadenar algunos recuerdos fuertes...
Orion: Hmm, el resto parece un montón de libros difíciles.
Orion: “Psicología básica”... “Psicología clínica actual”...
Orion: Huh. ¿Estabas estudiando psicología en la escuela?
Cama:
Orion: Es la cama en la que estabas durmiendo.
Orion: A pesar de que solo estabas durmiendo, ¡es tan genial!
Orion: Ahora que lo pienso, instintivamente hiciste tu cama tan pronto como te despertaste, ¿eh?
Aire acondicionado:
Orion: Estabas durmiendo con el aire acondicionado encendido.
Orion: Por eso se siente tan bien aquí. Tiene sentido.
Arriba del escritorio:
Orion: ¿Estabas trabajando en un ensayo para la escuela?
Orion: ¡Oh, un cuaderno! ¡Veámoslo más tarde!
Bote de basura:
Orion: Hmmm, solo está lleno de cajas de snacks vacías.
Perchero:
Orion: Sabes... Sin ofender, pero estos sombreros parecen fuera de temporada.
Orion: Es agosto, así que creo que deberías sacar más sombreros de verano. ¿Se trata solo de mí?
Bolsa:
Orion: ¡Oye!
Orion: ¡Ahí está tu identificación de la escuela!
Orion: Bien, esto debería proporcionarnos un montón de información.
Orion: ...
Orion: Parece que tu nombre era exactamente como lo recordaste, después de todo.
Orion: Además... Eres una estudiante de universidad. Primer año de psicología superior.
Orion: La dirección de tu escuela también está aquí. Parece que por ahora podrás seguir yendo a la escuela.
Orion: ¿Hm? Es agosto ahora mismo. ¿No son las vacaciones de verano, entonces?*
[*En Europa, América del norte y partes de Asia el horario escolar es sobre los meses de septiembre-octubre y termina sobre mayo-junio (generalmente), como estamos hablando de Japón, técnicamente en el juego empezarían el año en septiembre].
Orion: ¿Huh...? Aunque soy un espíritu, parece que sé mucho sobre cuando las escuelas están de vacaciones.
Orion: Hee-hee. Tengo bastante conocimiento sobre la vida humana, ¿no?
Orion: ¡Espera! Eso significa...
Orion: ¡Tenemos mucha suerte! ¡Estás libre durante este mes!
Orion: ¡Podríamos recuperar tus recuerdos antes de que te expongas a la crueldad y la codicia de otras personas!
Orion: Conocer a más personas podría ayudarte a recordar, pero también sería más fácil dejarse engañar, así que...
Orion: Es una suerte poder movernos durante las vacaciones de verano como esta. ¡Disparemos para el final del mes!
➜ Elecciones:
No me importa conocer a otras personas.
Sí, apurémonos.
No me importa conocer a otras personas:
Orion: ¿Sigues diciendo eso?
Orion: Escucha, si sigues siendo tan ingenua, serás engañada por un humano terrible antes de lo que crees.
Orion: El 99% de la raza humana no piensa en nada más que satisfacer su propia codicia.
Orion: También he escuchado muchas historias de miedo de alguien que visitó el mundo humano antes.
Orion: Así que no bajes la guardia, ¡no te dejes engañar!
Sí, apurémonos:
Orion: Haré todo lo posible por ayudar. ¡vamos a por ello!
—Fin de las opciones—.
Orion: Bien, entonces, veamos...
Orion: ¡Oh! ¡Encontré un teléfono móvil!
Orion: ¡Esta es la fuente de información más importante! ¡Veamos qué contiene!
Orion: ¡Tal vez recuerdes algo del historial de tu teléfono!
➜ Elecciones:
Cierto, apurémonos y miremos.
Estoy un poco asustada...
Cierto, apurémonos y miremos:
Orion: Espero que haya nombres claros ahí, como "Madre" o "Padre" o "Mi amigo"...
—Fin de las opciones—.
Orion: Oh, ¡hay nueva información! Parece que hoy es 1 de agosto. ¿Lo ves? Esta desplegado en la pantalla.
Orion: ¡Bien! ¡Tenemos un mes entero de vacaciones de verano!
Estoy un poco asustada...
Orion: Cierto... Por supuesto que estás asustada. No tienes ni idea de que puede haber aquí.
Orion: ¡Pero, sé valiente! Es necesario para recuperar tus recuerdos.
Prólogo general | Masterlist | 1 de agosto
#amnesia ukyo#amnesia memories#amnesia shin#amnesia toma#toma#amnesia ikki#ikki#shin#ukyo#heroine#amnesia kent#kent#amnesia en español#mundo trébol prólogo
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Tres días
A causa de la constante perdida de sangre se me estaba empezando a dificultar el despertar antes de que se acercara el atardecer. La cabeza me daba vueltas, me costaba levantarme e incluso si lo hacía solo podía preguntarme cuál era el sentido de hacerlo, desde que llegué a esta mansión ha sido así. Es por esto mismo que me sorprendí a mí misma cuando desperté y me di cuenta que la leve luz que pasaba a través de las cortinas cerradas no correspondían a un indicio de que el día llegaba a su fin, sino que a su comienzo.
Por alguna razón mi cuerpo se movió instintivamente a pesar de la fatiga. Es posible que fuera debido a que inconscientemente extrañaba la luz del amanecer, incluso si esta me hacía parpadear varias veces hasta poder decidir correr las cortinas.
Creo que es la primera vez que veo el jardín desde arriba, solo lo vi levemente cuando llegué y debido a la oscuridad de la noche se me había vuelto imposible observarlo con claridad. Las flores eran hermosas, al igual que la fuente. Sonará absurdo, pero creo que nunca había visto una fuente en verdadero funcionamiento, la de mi ciudad generalmente no tenía agua, así que no era más que un adorno al que incluso era difícil considerar bonito. ¿Será raro pensar que realmente esta familia maneja una buena cantidad de dinero solo porque tienen un a fuente funcionando cuando ni mi ciudad era capaz de lograr eso?
A pesar de que las flores me parecían hermosas, no puedo decir que realmente me llamaran la atención. Tengo problemas respiratorios y a día de hoy desconozco si son alergias o alguna enfermedad, como se soluciona con un inhalador nunca le presté importancia. Al final del paisaje solo me importaba la fuente.
Quería salir.
¿Salir? Suena raro, en mi casa nunca tenía el deseo de querer ir al exterior, de hecho me asustaba. ¿Sería porque actualmente la decisión sobre si salgo o no no depende de mí que ahora quiero salir a respirar el aire exterior? Puede ser, es un sentimiento bastante humano y bastante torpe. Sí, definitivamente soy humana.
Aquellos que viven en esta mansión parecen ser seres nocturnos. Una vez Kanato me dejó inconsciente en su habitación y a pesar de que había logrado despertar temprano, si es que el atardecer puede ser considerado así, él se encontraba dormido y había silencio en la mansión. Es posible que ahora pueda salir al jardín, aunque sea por un momento.
Intenté levantarme lo más silenciosamente posible, verifique que no tuviera ninguna herida abierta para no esparcir más olor a sangre del que ya de entrada soy incapaz de controlar. La verdad sentía que el corazón se me iba a detener cada vez que daba una pisada, aquel leve sonido que provocaba resonaba mil veces más fuerte en mi mente a causa del silencio y de mis nervios, incluso podía sentir el palpitar de mi corazón y me asustaba la idea de que alguien lo escuchara. ¿Por qué hago todo esto si me da tanto miedo? Es raro, ¿no? Sí, es raro. Pero no podía evitarlo, sentía que si salía al exterior aunque fuera un momento, entonces podría resistir este lugar por un tiempo más.
Pude abrir la puerta. ¿Por qué esta se encontraba abierta? Dudo mucho que Reiji permitiera un descuido como este, así que solo se me ocurre es que sea algún tipo de broma de mal gusto. Deben de confiar tanto en sus habilidades sobrehumanas como para creer que atraparán a cualquier humano que intente escapar al instante. Me detuve y conté hasta diez esperando a que alguien llegara.
...
No paso nada. No sabía si confiar en mi suerte, así que pensaba en esperar un poco más. Diez... veinte... treinta segundos. Nada ocurría. No creía en la posibilidad de que no me hayan escuchado. Salí lentamente y en la entrada de la mansión volví a contar hasta treinta. Empezaba a creer que tal vez aún no consideraban que estuviera intentando escapar y por eso no aparecía nadie. Solo me quedaba esperar en esa posibilidad, incluso si alguien aparece quiero esperar que se me de la oportunidad de explicar que solo quería ver la fuente.
Avancé lentamente entre el jardín hasta poder llegar a la fuente en donde me senté. Respiraba hondamente, como si pudieran ser los últimos respiros que pudiera dar en el exterior. Una vez escuché de parte de mi padre que de pequeña me caí a una fuente y por alguna razón sumado al recuerdo de Laito empujándome a la bañera temía que apareciera a arrojarme a la fuente. No me agrada la idea de empaparme, así que rápidamente me levanté para volver a contemplar la fuente y el paisaje a mi alrededor.
Tras eso voltee a ver la gran reja frente a la mansión. Era alta y acababan en pinchos. No creo que sea imposible de saltar, pero mi condición física es bastante mala y nunca he sido alguien atlética, de hecho soy bastante sedentaria, así que dudo que pueda escapar. Empezaba a acercarme cada vez más solo para notar como esta se volvía más y más alta para mí, hasta que finalmente toqué la puerta mientras alzaba la mirada.
--¿Acaso estás pensando en escapar?
Cuando intenté formular una respuesta a la voz familiar que se encontraba detrás de mí ya era demasiado tarde. Un pañuelo había cubierto mi boca y nariz y de repente el mundo a mi alrededor se oscureció.
...
Había un aroma a oxido en el aire. Sentía algo extraño, estaba segura de que hasta hace un momento me encontraba dormida, pero las plantas de mis pies se encontraban tocando el suelo, incluso sentía que mi postura estaba erguida. Esta sensación era familiar. Al intentar despertar mi cuerpo empecé a mover mis manos. No podía, al intentar moverlas sentía mis muñecas chocar contra algún metal. Al parecer esta vez no han sido amarradas con una cuerda como cuando los trillizos me usaron de diana.
Hasta hace un momento pensaba que no había logrado abrir mis ojos a causa de la oscuridad, pero levemente empezaba a visualizar un paisaje y poco después a notar una figura familiar.
--Al fin has despertado.
Reiji...
--¿En dónde...?
--Vaya, al final parece que tu cerebro no ha reaccionado del todo, ¿no puedes darte cuenta a partir del paisaje a tu alrededor?
Tras escucharlo decir eso intenté observar todo aquello que podía. Antes creía que estaba oscuro debido a que ahora era de noche, pero tras notar en dónde me encontraba solo pude asumir que ere aquel lugar en el subsuelo.
--El calabozo...
--Has acertado. Ahora, ¿te haces una idea sobre el porqué te encuentras aquí?
--Porque salí... pero, no tengo prohibido ir al jardín, ¿verdad?
No estoy mintiendo, me dijeron que mientras no escapara era libre de caminar por la mansión y sus alrededores, solo no debía cruzar aquella reja. El problema recae en que el miedo a toparme con alguno de los hermano me limitaban a quedarme en mi habitación, bajar a comer e ir al baño, a parte de eso no me movía demasiado por la mansión.
--¿En verdad crees que ese es el problema? No me molesta la idea de que deambules cuanto gustes mientras estamos despiertos, pero salir aprovechando que estamos dormidos... ¿No crees que solo puede ser visto como si intentaras escapar?
Estoy segura de que él debe ser consciente del porqué no me desplazo tanto durante la noche, es por eso que solo puedo aceptar el regaño.
--¿Vas a matarme?
Por más que me aterre la respuesta prefiero escucharla ahora, antes de que mis nervios alboroten tanto mis pulsaciones como para impedirme formular alguna oración.
--Ciertamente no es mala idea deshacerse de alguien tan desobediente, pero creo que se te puede dar algún uso antes de desecharte.
--¿Uso...?
--Lamentablemente me es difícil sacar una excusa para aprovechar a alguna de las novias de sacrificio y antes de percatarme ya han sido asesinadas por mis hermanos menores.
--¿Q-qué vas a...?
--¿Alguna vez has escuchado de los síntomas que presentan los humanos cuando consumen veneno para ratas?
--N-no me digas que quieres ver eso con tus propios ojos...
--Puedes relajarte, lo que usaré en ti no es eso, solo quería que te hicieras una imagen.
--¿Entonces qué...?
--Lo que apliqué en ti ha sido veneno para vampiros.
Parpadee varias veces ante la sorpresa. Hasta ahora los vampiros me estaban pareciendo seres increíblemente poderosos, así que no esperé que existiera algún tipo de veneno que pudiera afectarlos.
--Es solo una investigación, quiero ver como este puede funcionar en tu cuerpo. Así que quédate quita y hazme el favor de beber esto tranquilamente.
De a poco iba acercando una pequeña botella que contenía un liquido de un color que no lograba identificar bien en la oscuridad. Cerré mi boca con todas mis fuerzas y aparté la mirada. Al estar retenida me es imposible escapar por más que intente agitar mis brazos. Sentí como la fría mano de Reiji presionaba mi cara y clavaba sus dedos en mis mejillas para hacerme abrir la boca. No quiero beberlo... no quiero beberlo... pero mi boca se está abriendo a la fuerza. Intentaba no tragar el líquido y escupirlo. Reiji retrocedió unos pasos soltando un suspiro de hartazgo al ver mi lamentable intento de resistencia mientras que yo solo me limitaba a tocer.
--Creí haberte ordenado que te quedaras quieta.
Su tono se encontraba lleno de cólera y entonces...
No sabía que había sucedido, hasta hace un momento me estaba esforzando por verlo mientras tocía, pero ahora mi vista está clavada en el suelo, mi mejilla me arde y la siento levemente mojada. No solo eso, sino que en el interior de mi boca hay una sensación metálica. El dolor me impedía rotar mi rostro, pero con el rabillo del ojo alcancé a ver que Reiji tenía algo en su mano.
--¿Cómo es posible que un seer inferior tenga el descaro de querer desobedecerme? Conoce tu postura, joven humana.
Provocó un fuerte sonido al golpear aquel objeto contra la palma de su mano. Mi vista se encontraba borrosa, pero podía hacerme una idea de qué era en base a la situación. Desconozco el nombre, pero estoy segura de que es algo que se usa para golpear a los caballos cuando no se mueven... ¿Fu...? ¿Fusta?
--Ahora, esta vez se una buena niña y bebe esto sin oponer resistencia.
Aún inmersa por el terror me negaba a abrir mi boca, también procedí a cerrar con fuerza mis ojos. En ese momento volví a sentir un fuerte dolor, esta vez ubicado en un muslo. No debo abrir la boca, ese era el único pensamiento que debo lograr que permanezca en mi mente, en el instante en que mis labios se tuerzan habré perdido. Los brazos, abdomen, otra vez cara, hombros...había un leve lapso de tiempo entre golpe y golpe, como si esperara unos tres segundos a ver si realizaba un impulso de forma retardada.
Entonces hubo un nuevo dolor, un pequeño piquete en mi brazo izquierdo que a parte de ser levantado por las cadenas ahora estaba siendo presionado por algo frío, pero no duro como el metal. Y entonces ante la conmoción formada en mi ser al imaginar el origen del dolor alcé mi mirada y la dirigí hacia mi brazo en donde Reiji me estaba inyectando algo con una jeringa.
--¿Creías que al haber cerrado tu boca habías ganado?
Sentía que el alma iba a escapar de mi cuerpo... No sé si realmente había vaciado su disgusto por mi desobediencia usando fuerza bruta contra mi cuerpo o si todo era para darme una esperanza y luego regocijarse al destruirla... lo único de lo que era consciente era de que ahora había veneno recorriendo mi cuerpo.
--Ahora solo queda examinar cuánto tiempo tarda en afectarte y qué tipo de efectos son los que tiene en ti.
--¿Vas a quedarte...?
--Me gustaría bastante poder tomarme el tiempo de examinarte, pero lamentablemente me siento algo cansado ahora y en unas horas tendré que encargarme de algunos asuntos, así que tendré que encargarle esa misión a un tsukaima.
--Ya veo...
Había bajado la mirada, tener que empezar a asumir la idea de que a partir de ahora estaría hundida en esta oscuridad junto a una presencia que me es imposible detectar. Pero no era solo eso, sino que los parpados estaban a pesarme, esta vez no de golpe como cuando Reiji me atrapó, sino que lentamente. Mientras mi alrededor empezaba a volverse difuso sentí como algo frío levantaba mi mandíbula para observar unos ojos que apenas podía vislumbrar en esta confusa oscuridad.
--Parece que ya ha empezado. Estoy ansioso por saber si volverás a abrir tus ojos.
Ya no puedo pensar en nada.
--
Hay una voz llamándome... Cada vez se hace más fuerte. ¿Reiji? No, no suena para nada como él. Ahora siento unos leves golpes en mi mejilla. Ya no la siento mojada, ¿el sangrado de antes se detuvo? El dolor empieza a aumentar ante los golpes, así que abro mis ojos e intento levantar la mirada.
--¿Ayato...?
--Al fin despiertas mujer/hombre. ¿Qué haces encerrada en este lugar? ¿Acaso se te olvida que eres mi alimento?
--No lo he olvidado...
--¿Entonces para qué dejas que te encierren en este lugar?
--Perdón.
Ayato había empezado a quejarse sobre como me había quedado dormida y a preguntarme el porqué me encontraba encerrada, sé que cualquier respuesta iba a ser insuficiente para él, así que decidí no responder. ¿Qué habrá dicho ahora? De repente la cabeza me duele como si me hubieran golpeado fuertemente, pero dudo que Reiji o Ayato lo hayan hecho mientras dormía. Especialmente Ayato, ha tenido varias oportunidades para hacerme daño mientras me encontraba inconsciente, pero no lo ha hecho, debe ser porque sería aburrido.
--Como sea, me muero de hambre, así que déjame beber.
Gradualmente acercaba su rostro a mi cuello, entonces...
--¡No!
Retrocedí instintivamente, pero solo acabé golpeando mi cabeza contra la pared que se hallaba detrás de mí. Lo había recordado, la razón de este dolor no es un golpe.
--¿Ah? Creí habértelo dicho varias veces, pero no tienes derecho a quejarte.
--N-no es una queja, es que ahora...
Empecé a tocer fuertemente, sentía que me faltaba aire. Por un momento pensé que sería a causa de que este era un lugar cerrado y también por la humedad, así como la cantidad de tiempo que debo de llevar encerrada.
--Veneno...
Balbuceé esa palabra en medio de la tos.
--En mi cuerpo... veneno...
--¿Veneno? Tch, ¡¿el que te encerró fue Reiji?!
Ah, para ser Ayato esa fue una deducción increíblemente rápida. ¿Acaso el que Reiji experimente con venenos y coa por el estilo será algo natural?
--¿Qué le pasa a ese tipo? ¡Acaba de arruinar una comida en buen estado!
Me imaginaba ese tipo de reacción, pero lo que me llama la atención es la falta de conocimiento que tiene Ayato por mi estado actual, ¿Reiji no le avisó de que su comida ahora era usada como conejillo de indias? Si ese es el caso, entonces habría sido peligroso que no me hubiera apresurado a avisarle de mi condición actual.
--¿Qué sentido tiene tener a este estorbo aquí? Ni si quiera sirve para saciar el hambre ahora. Hm...
No podía ver bien qué cara estaba poniendo, pero tenía un mal presentimiento.
--¿Debería matarte?
El ambiente se congeló. Podía sentir como todo mi cuerpo se tensaba.
--A-a-aya...
Era inútil no era capaz de articular ninguna palabra. El dolor de mi cabeza por el veneno y el golpe que me había dado antes me habían dejado mareada y el miedo actual me tenía en estado de shock.
--Esa expresión llena de terror, creo que es la primera vez que la veo. Incluso cuando tenías un dardo clavado en la pierna tenías unos ojos más desafiantes.
Se había acercado a mí y en estos momentos se encontraba tocando la zona de mi pierna en donde hace unos pocos días me había clavado un dardo. La herida ya se había cerrado gracias a cuando Subaru bebió sangre desde allí, pero con solo sentir los dedos de Ayato rozarme tenía la sensación de que el dolor había regresado.
--¿El dolor físico es algo que ignoras, pero cuando piensas en que puedes morir te espanta? Eres una completa tonta.
Sí, es cierto, soy una tonta. Podría haber intentado arrebatarme mi vida en cualquier momento y así ahorrarme estas torturas, cualquier persona lo habría hecho, pero...
--Ahora, ¿cómo podría matarte? Sería aburrido no aprovechar esa mirada durante el poco tiempo que te queda, ¿tal vez así?
Su otra mano ahora estaba alrededor de mi cuello y sentía que este iba a congelarse.
--N-no...
--¿No? ¿Qué? ¿Quieres morir de un método distinto? Eres bastante caprichosa para estar en la posición de un insecto. Bueno da igual, considerando que tienes veneno recorriéndote supongo que estás asustada de que tengas que soportar un montón de dolor antes de morir.
Las yemas de los dedos de la mano que anteriormente me estaba estrangulando ahora recorrían mi garganta.
--Te haré un favor y desgarraré tu cuello. Aunque será una pena que la sangre que brote sea imbebible.
Sus garras se clavaron levemente en mi piel.
--Ayato... detente...
--Ahora, ve diciendo adiós.
Rápidamente movió la mano para desgarrarme y por instinto cerré los ojos y apreté los labios para evitar gritar de dolor. Pero aún era consciente. Mi cuello ciertamente ardía, pero no sentía que mi sangre brotara a borbotones. Entonces lo escuché reír.
--¡Deberías ver tu cara! Es como si te preguntaras porqué sigues con vida. ¿En verdad creías que iba a deshacerme tan pronto de ti?
Asentí confundida.
--Tonta, claro que no. Es mi oportunidad perfecta para humillarte. Si no puedo succionar hasta dejarte seca, entonces tendré que aguantarme y ver que tanto puede deformarse tu rostro por el dolor.
Instintivamente solté un suspiro de alivio. Es extraño que haga esto cuando siento como hay sangre corriendo por mi cuello y me desagrada pensar que ando tan acostumbrada a que este sea perforado que la sensación actual no es nada a comparación.
--Ahora, aquí hay bastantes herramientas divertidas, ¿cuál debería probar en ti?
Era incapaz de ver bien qué era lo que buscaba Ayato, solo sabía que cualquier cosa que fuera iba a ser incapaz de entenderlo cuando lo mencionara, al fin y al cabo mi japonés aún es bastante malo y no sé cómo se llaman todas las herramientas de tortura, ni siquiera en mi idioma.
--Oh, este creo que podría ser bueno para ti.
Cuando volvió a acercarse a mí noté una herramienta con largas garras. Incluso si no sé su nombre puedo hacerme una idea de la función que tiene y mi cuerpo se llenó de absoluto terror. La cantidad de heridas que puede provocarme y la profundidad que estás me causarían es algo que no quiero imaginar, mucho menos experimentar.
--Estás temblando bastante, ¿acaso te quedaste sin fuerza en las piernas? Deben de estar entumecidas de tanto tiempo que llevas en esa posición. No te preocupes, ahora mismo tu majestad te hará el favor de despertarlas.
Dicho y hecho su primera acción fue desgarrar mis piernas. Había pasado esas garras muy, muy por encima, pero a una gran velocidad. Pude escuchar como mi ropa se desgarraba y junto a ella parte de mi piel. Las piernas me ardían mientras sentía el líquido brotando y extendiéndose. De seguro en estos momentos mi ropa se está empezando a teñir. Incluso mis labios están sangrando por haberme mordido tan fuerte para evitar soltar un grito de dolor. Pero la garganta me duele. Tengo un grito ahogado y me duele. Las lágrimas están brotando sin mi consentimiento y por más que apriete mis ojos no paran. Quiero caer, he perdido el equilibrio a causa del dolor, pero las cadenas que levantan mis brazos no me dejan caer, así que solo puedo aguantar el dolor de pie.
--¿Por qué aguantas las ganas de gritar? Deshazte de ese inútil orgullo, ya que vas a morir.
No puedo. No intento gritar por orgullo o porque quiera evitar complacer a alguien con estos, de hecho es lo contrario. No sé si soy molesta al estar callada o al hablar, me han regañado por ambas razones, pero me han pedido más veces que me calle, así que prefiero guardar silencio. Aunque sea doloroso, prefiero callarme ahora.
--Que terca. Veamos, tus brazos también deben de estar entumecidos. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
No lo sé. ¿Un día? No, mucho menos... unas horas supongo.
--Como sea.
Otro movimiento rápido, esta vez mi brazo izquierdo era el que sangraba. El calor provocado por la sangre que brotaba de la herida contrastaba demasiado con mi piel que hasta hace unos momentos estaba congelándose. El dolor es inmensurable, por instinto intento mover mis brazos para poder oprimir la herida, pero solo consigo que mis muñecas se golpeen con los grilletes. Desprecio las reacciones de mi cuerpo.
--En verdad son unas reacciones divertidas. ¿Acaso estás llorando?
Es verdad, sentía como mis mejillas estaban mojadas y frías, no cálidas como cuando Reiji me golpeó o cuando aquella vez ese dardo me rozó.
--Me pregunto si hasta tus lágrimas se encontrarán envenenadas. Esta apariencia es un desperdicio, luces como un completo banquete, pero si intento darte aunque sea una lamida podría morir. En verdad ese bastardo de Reiji hace cosas innecesarias. Bueno da igual, me pregunto si de aquí a que venga a examinarte morirás desangrada. No puedo esperar a ver la reacción del cuatro ojos y se la tendrá merecida por tocar mi comida.
Mi mente se sentía nublada. No sé si será por el veneno, la pérdida de sangre o el golpe de antes, puede que hasta por todas las razones anteriores. Pero no puedo permitirme cerrar los ojos, ya que si lo hago no sé si despertaré.
-Ya me aburrí, tendré que ir a buscar algo para comer. Adiós mujer/hombre.
Y entre risas Ayato se marchó cerrando la puerta.
Los párpados me pesan demasiado. ¿La perdida de sangre me está haciendo perder el conocimiento? Esto es malo, a diferencia de cuando me muerden y sé que he perdido una cantidad limitada de sangre, ahora sigo perdiendo. ¿De qué grosor son mis heridas? ¿Cuántas son en total? No lo sé, no lo sé y me asusta. Debo mantenerme despierta. Me obligué a mí misma a mantener el conocimiento tarareando alguna canción en un tono bajo. Para no enloquecer ante el constante silencio y para estar despierta.
...
¿Cuánto tiempo ha pasado? La voz ya se me está empezando a cansar y empiezo a creer que fue una horrible idea mover mi boca luego de haberla mordido tanto. Ya no siento sangre fluir, así que intuyo que la sangre se ha secado. Pero el cuerpo entero me duele y si no fuera por las cadena ya estaría en el suelo.
Empiezo a sentir naúseas, así que al menos sé que deben haber pasado más de seis horas sin haber comido... pero cuando Ayato vino no me sentía así, ¿acaso el veneno ha aletardado esa reacción? ¿O era debido a que acababa de despertar? En cualquier caso era una sensación horrible, querer vomitar cuando ni siquiera tienes algo adentro. Cuando pensaba que no iba a poder escupir nada terminé tosiendo y nuevamente tenía ese sabor a hierro en mi boca. No solo eso, sino que el pecho me dolía demasiado, más que cuando se me apretaba y me faltaba el aire. No había duda... estaba tosiendo sangre.
El cuerpo me dolía, la cabeza se sentía a reventar y ahora escupía sangre. ¿Estos son los efectos del veneno de vampiro? ¿O son los efectos que tiene en un humano?
--Pobrecita, te dejaron en un estado bastante deplorable, I-chan~.
Es el peor de los momentos. Quien ha aparecido no es ni Ayato ni Reiji, sino alguien mil veces más deplorable.
--Vamos a ver esa cara, es muy cruel que dejen el rostro de una chica en este estado.
--Lai... kgh...
Era incapaz de articular palabras entre el ataque de tos.
--¿Vaya?
Pero incluso así, necesitaba evitarlo.
--V-veneno... n-no te acer... Ugh...
Este veneno originalmente es en contra de los vampiros, si ese es el caso, entonces si alguno de ellos bebe mi sangre podría acabar en peor estado que yo o morir aún más rápido, es por eso que le advertí, ya que dudo que Ayato o Reiji lo hayan hecho.
--I-chan eres... fufu.
Empezó a soltar una carcajada. Sé que luzco patética, ¿pero Laito era el tipo de persona que se burlaba de alguien en un estado como este? No dudo que se burle, pero de otro tipo de apariencia deplorable...
--¿Acaso eres tonta I-chan? Dejarme devorarte en estos momentos podría ser tu salvación.
Intentaba recobrar el aliento tras haber tosido sangre. No entendía, ¿qué ventaja me daría que algo malo le pasara a él o alguno de sus hermanos?
--Por esa expresión no pareces entender, pero está bien, no detesto a las chicas tontas. Pero es un problema, planeaba venir a atender las heridas que te provocaron como el amable ser que soy, pero no podré hacer nada y tendré que contemplar como poco a poco te marchitas, que triste.
No veo bien su cara, pero estoy segura de que se está riendo. Me desagrada que finja preocupación cuando valgo lo mismo que un conejo para ellos, solo que en vez de ser usado como comida ahora soy un conejillo de indias.
--¿Qué puedo hacer por la pobre I-chan? Ya sé, ya que no parece que te quede mucho tiempo de vida... aprovecharé y haré que sean los más divertidos que tengas.
Mi cuerpo se estremeció un poco para recobrar inmediatamente la calma. Si no es algo doloroso, entonces me da igual. En estos momentos no puede morderme, aunque podría hacer lo mismo que Ayato, ¿pero conseguiría algo con eso más allá que apresurar mi muerte?
--¿Esa palidez es de terror? ¿O es por la anemia?
Pasó su fría mano por mis mejillas hasta llegar a mi mechón de cabello y jugar un poco con este.
--Estás muy fría, hasta podría confundirte con uno de nosotros, pero...
Su mano empezaba a bajar hasta mi pecho. Aunque quiera huir ando encadenada, aunque quiera patearlo mis piernas están adoloridas e incluso si lo hiciera no conseguiría nada bueno.
--Tu corazón aún late, se esfuerza desesperadamente por crear más sangre y evitar que mueras, es un corazón muy leal.
Sentía como mi camisa era desabrochada lentamente, en medio del silencio el sonido de los botones era molesto. Escuché una leve risa, probablemente al ver que llevaba una camiseta debajo. Tras la risa escuché como mi prenda era desgarrada, a pesar de que antes había sido considerado con mi ropa.
--¿No tienes alguna sugerencia I-chan? En tus últimos momentos puedo hacer que pruebes el cielo, aunque luego probablemente caigas directamente al infierno.
Es raro que un vampiro hable de temas tan católicos como ese. O al menos eso era lo que pensaba mientras para intentar alejar mi mente de esta situación.
--Oh, tienes unas heridas en tu pecho, pero no son más que moretones. ¿Reiji te castigó? Eso está mal, a las chicas hay que tratarlas con cariño. ¿O acaso eres una masoquista a la que le gustan estos juegos de rol?
En cierto punto dejé de entender lo que estaba diciendo. ¿Será por eso? ¿Se habrá dado cuenta de que no le estoy prestando atención y por eso habrá empezado a besar mis heridas? Es desagradable, tanto que me mordía la lengua para evitar alzar la voz.
--Ngh...
Se me escapó una voz extraña.
--¿Vaya~? ¿Te estás empezando a sentir mejor?
--...
Me niego a responder, cualquier respuesta que de el la deformará, creo que es ese tipo de persona, de las que solo quieren escuchar lo que quieren.
--Eres adorable cuando te sonrojas así. ¿No te das cuenta? De lo cálidas que están tus mejillas ahora.
¿Por qué esta pasando esto? ¿Es algún tipo de castigo? A medida que sentía sus manos pasar por mis piernas y cadera solo me preguntaba eso. ¿Qué hice para merecer esta situación? ¿Es mi estupidez por haber salido al jardín? Sí, lo es, en efecto lo es.
--Vamos I-chan, mira hacia acá, abre tus ojos.
Los apretaba con todas mis fuerzas, no quiero encarar la realidad hasta ser consciente de mi pecado.
--Que chica más desobediente, no me desagrada ese lado de ti, pero me gustaría que ahora... obedecieras.
Mi cuerpo se tensó, incluso si quiero evitarlo, cuando Laito habla así siento que solo me queda obedecer, por eso lo miré fijamente, a pesar de que la oscuridad y su gorro me ocultan su cara.
--No te asustes tanto, al fin y al cabo solo quiero que puedas despedirte feliz de este mundo.
--Eso es...
Imposible. No hay forma de que pueda despedirme feliz de este mundo, no ahora. Mi pecado no es haber sido una idiota que salió al jardín, es el simple hecho de venir a este lugar. Es porque escapé, sí, es por eso que ahora está sucediendo esto.
--Tú respiración se ha agitado, ¿ten bien se siente esto?
No, la razón por la que ando agitada no es porque sus fríos dedos recorran mi cuerpo ni porque su lengua pase por la piel que no está manchada de sangre, es debido a que otra vez siento que escupiré sangre.
--A-aléjate.
No quiero mancharlo, además la idea de tocerle a alguien encima ya es demasiado desagradable como para querer convertirla en realidad. Es por eso que volvía a apartar la mirada. Sentía que mi tos empeoraba. ¿Es el veneno? ¿O acaso me estoy enfermando? Cualquiera de las dos, este estado es deplorable, odio que alguien me vea así, especialmente este tipo que anhela verme humillada.
--En verdad, me gustaría poder limpiar la sangre que tienes en todo tu cuerpo, pero incluso yo puedo aburrirme en una situación como esta. ¿Por qué Reiji no puede hacer experimentos más divertidos?
¿Se va a ir...?
--Me habría gustado tenerte a mi lado, pero parece que a Reiji le gustan demasiado sus experimentos y a diferencia de Ayato-kun no quiero que me regañen.
--¿Eh?
--Esas heridas te las hizo Ayato-kun, ¿no? Se nota a leguas. Bueno, supongo que tendré que retirarme. Ah, pero si milagrosamente sobrevives al experimento de Reiji, entonces juguemos un montón. Por ser un resistente sujeto de pruebas te re-com-pen-sa-ré~.
En momentos como este me pregunto seriamente si el que Ayato y Laito me hayan abandonado será porque sintieron la presencia del Tsukaima de Reiji o si realmente se han aburrido de mí. Aunque no me sorprendería que fuera la segunda opción... Incluso si pueden torturarme, a diferencia de a un humano dudo que eso les interese si luego no pueden usarme de alimento. No creo entender como piensen los vampiros, pero al menos sí puedo notar que son distintos de nosotros... al menos en torno a ese deseo de querer hacer sentir inferior a los demás.
...
Mis heridas están cerradas, pero el hambre incrementaba junto con la nauseas y los ataques de tos casa vez se volvían más frecuentes. Por si fuera poco Laito me dejó aún más expuesta al frío al destrozar un poco mi ropa, igual que Ayato... Podría volver a tener una bronquitis y en esta situación solo empeoraría todo...
Mi percepción del tiempo es terrible y ya no tengo fuerzas para intentar tararear, ya que de todos modos seré interrumpida por la tos.
En mi casa siempre terminaba tociendo... me enfermaba una y otra y otra vez, a pesar de que no es una enfermedad mortal no hay duda de que era molesta. Preocupaba constantemente a mis padres y me desagradaba. Mamá... ¿Qué estará haciendo mamá ahora? ¿Estará sonriendo junto a mis hermanos? ¿O estará preocupada porque estoy en otro país sin ningún conocido cerca? Nunca pude culpar a mamá por preocuparse, al fin y al cabo soy torpe, débil y me cuesta hablar... Esto es un castigo, por preocupar a mamá... por haber querido escapar de esas personas... por dejar a mamá lidiar sola con ese ser... Pero por más que sea un castigo tengo que salir de aquí. Si yo sufro será leve... será momentáneo... pero si muero mamá va a...
Mis pensamientos se vieron perturbados por unos pasos que se acercaban a la celda en donde me encontraba. ¿Quién será esta vez? Ayato y Laito parecen haberse aburrido de mí. ¿En ese caso será Reiji? Tal vez ya vino a ver con sus propios ojos en qué estado está su sujeto de pruebas.
Otra vez, debo mentalizarme para cualquier cosa... incluso podría morir, pero eso no...
En medio del silencio la puerta se empezaba a abrir. Ya no tengo fuerzas para levantar mi mirada. No, sería correcto decir que no quiero. Lo único que sé que aún tiene energías para moverse... es este corazón que acelera su pulso a medida que escucha los pasos que se aproximan.
--Tsk... ¿Qué demonios es esto? ¿Es que no puedes pasar cinco minutos sin estar atada?
Una voz a la que no estoy acostumbrada, pero que si logro reconocer. Intenté levantar mi mirada, aunque eras inútil, ya estaba demasiado mareada como para enfocarlo bien y la oscuridad me lo impedía aún más. Por eso solo moví mis labios intentando acertar su nombre.
--¿Subaru...?
--¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso te volviste tan tonta para olvidar el nombre de tu amo?
--¿Amo...?
Ah claro, todos aquí son mis ‘’amos’’.
--Veneno...
--¿Ah?
--Mi sangre... tiene veneno...
De algún modo lograba articular las palabras, el dolor seguía siendo pulsante y mis labios temblaban por este y el frío.
--Ya veo, así que Reiji te tiene de conejillo de indias. Rayos, uno se muere de hambre para que la comida haya sido estropeada a propósito. Oye, levanta tu rostro.
Me tomó del cabello y me obligó a mirarlo.
--En verdad no luces nada apetecible, pero...
Acercó su rostro para poder olerme. Pude sentir su respiración en mi cuello y me estremecí un poco al ser el único calor que había sentido durante el tiempo que llevo encerrada. Chasqueó la lengua con disgusto y volvió a separarse levemente mientras me sostenía.
--Lo sabía, es el mismo olor que aquella vez. Maldición, si no fuera por Reiji valdrías la pena como comida, pero ahora estás completamente estropeada. A pesar de que luces como un banquete.
Pasó su mano por mi mejilla. Desconozco el estado en el que debo de estar ahora, pero puedo hacerme la idea de que debo de estar bastante manchada con mi propia sangre.
--Solo bromeo, la sangre seca es asquerosa.
¿Acaso me veré como algún tipo de alimento podrido? En tal caso supongo que tendrá una expresión de completo disgusto. Y eso significa que probablemente muera aquí y ahora... Aquella vez dijo que me había dejado vivir porque al parecer en medio del terror mi sangre ‘’no sabía mal’’. Pero ahora es distinto, he sido completamente estropeada.
--Je, ¿qué es esa expresión llena de desesperación? No pongas una expresión tan buena cuando ni siquiera puedes producir sangre decentemente.
Ya no importa... incluso si me duele el cuerpo... incluso si siento que vovleré a tocer sangre... incluso si duele que me esté tironeando del cabello... ya no importa nada... Yo... hasta el final... ¿solo puedo preocuparla...?
--De seguro Reiji tiene la cura de este molesto veneno.
--...
--Escucha, ¿qué te parece esto? Voy a sacarte de aquí, pero solo si aceptas que me darás sangre solo a mí. Supongo que no debo decirte qué sucederá si descubro que alguno de esos idiotas succionó tu sangre, ¿verdad?
--¿De verdad...?
--Sí, aunque no lo parezca no me gusta mentir. No puedo asegurarte que sobrevivas mucho tiempo tampoco, así que puedes decidir aquí y ahora. ¿Quieres vivir hasta que me aburras? ¿O prefieres que te asesine en este preciso instante por no servir como comida? Elige.
Yo... no conozco bien a Subaru... a nadie de esta mansión en realidad... Pero Subaru debe ser con quien menos he hablado... La única vez que lo hice, si es que cuenta, fue cuando me sacó del juego de dardos de los trillizos y luego de eso succionó mi sangre. Y lo otro que sé... es que es el causante de algunos de los estruendos que he escuchado durante la estadía en la mansión. No sé qué esperar...
--Yo...
Pero... Lo único que no puedo aceptar... es la imagen de mi madre llorando, por eso.
--E-entendido... seré tu presa... solo tuya...
--Buena respuesta.
Un estruendo. Escuché como las cadenas eran destrozadas, aunque los grilletes seguían en mis manos. Ya no me quedaban fuerzas en las puertas así que colapsé de inmediato y hubiera caído de lleno al piso si no fuera porque él me sostuvo.
--Aunque que sepas que si no hay antídoto igual morirás.
Realmente no sé qué esperar... Desconozco en qué clase de problema me he metido, pero... pero si al menos puedo prolongar un poco más el tiempo en que evito que aquellas lágrimas se desborden, entonces... por mí está bien.
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No, yo no le voy a preguntar a nadie un coño, yo soy una loca sentada en una plaza, primero empecé gritando y las respuestas negativas fueron atroces (ah wen drahhhhhhhhhh h h h h ma chicaaaaah sié caraj) y ahora estoy murmurando.
Jachtag: si te ah la gana soy tu mamá regañona que hasta yo necesito y me ama desde que era una mínima existencia, yo vivo con tanta fuerza que no se le ocurrió... ¿Cómo dicen? Dicen que era echando vaina.
Amor.
De mi preciosura hablaré, cómo poeta dramática que me la doy y de la que me burles para que te rías y no sufras conmigo lo poquito diminuto malo que me pasa, mis días tienen cosas maravillosas que me alegran el corazón y amo estar alegrando esos corazones.
Con cara de culo y amargada presento con mucho orgullo a La Bebita:
Esta tripona dibuja como tú quisieras manejar ebrio.
El mundo me la tiene creyendo que hasta yo le podría dar la espalda... (Cara que arrugue la vaina esa dónde va la chiva; es que no se cómo se llama... Creo que... Coño.... Qué ladilla un cerebro tan dormido... Era así como...).
Mi hermanita desde siempre ha tenido una mente llena de chispa y poca ingenuidad. Una vez me castigaron "injustificadamente" y me quitaron de la mesa porque no me quería comer mi comida. Yo por allá chillando mi injusticia y por allá baby Michelín que a esa edad ya había aprendido a mandarte a callar la potasisíma boca, sabía decirte que dejaras que eso no era tu asunto y yo aquí en mi peo, tú ni sabes lo que estoy haciendo (mi hermano mayor tiene una mente igual de averiguadora, dirían) recuerdo que desde que nació fue una maravilla (sonríe presumida) y no se por ningún lado que lo haya dejado de ser.
Mi hermanita, ita aunque mide como lo mismo que Snoop Dogg pero toda llena de millones de maravillas que aún no conocemos, pero yo al menos sé que ama de una manera muy tierna aunque es ¿Cómo le vas a decir? ¿Que tarajalla quién? Me haces el favor y te expresas mejor, te amo y lo que quieras pero si no sabes respetar aprende a respetarla a ella... In-ex... Mi hermanita es muy responsable.
Mi hermanita apenas despierta asiste a mi mamá que yo sé no han olvidado que está enferma y mientras no hace eso ¡Es ama... De... Casa! Cuando no le toca hacer esas le toca ir de niñera de un jovencito que... Paciencia. Entretanto también le da chance de hacer sus tareas y sacar las mismas notas que merece el sazón del hogar latino YYYYYY después de hacer todo eso aunque no tenga chance dibuja como tú quisieras maquillarte.
¡Ah! ¿No te dije que también tocaba el teclado? Esa niña es TANTO que se me olvidó, perdón.
Basta de alabar a una persona lo merece y mil veces más que eso porque así el mundo no mejora, les presento al hermanito:
Xander
Desde que supe que habría en mi vida más que la montaña gigantesca que siempre fue La Bebita fui más feliz, cuando supe que NO era niña fui más feliz aún y no te imaginas lo mucho que me emocionaba poder participar en escoger uno de los ochenta nombres que sabría mi mamá me iba a poner.
Toda esa alegría casi se derrumba cuando vino al mundo, hay existencias tan silenciosas que se apagan solas y Xander fue una de esas maravillas que no conoces porque nació muerto y no obstante me iba a quedar sin ma gloria de él también se iba a llevar a mi mamá en el suicidio.
El día que él nació yo me desperté como a las cuatro de la mañana porque la emoción no me dejaba tranquila, no quise salir del cuarto porque los partos son un asunto delicado y no quería que me gritaran de tanto preguntar lo mismo una y otra y vez y una vez y ahí voy nuevo que no me detengo y... Ejem... Ejem... Ejemplo... Ponte los patines pa que me alcances que yo soy ej una fiera que aunque te creas un cualquiera igualito te voy a cachetear (sonido de micrófono contra el suelo) y cuando me dijeron que por fin le había dado la gana de nacer me regañaron la emoción porque no valía la pena estar emocionada por.... No valía la pena.
"Vivimos en una sociedad" en la que la gente sigue teniendo determinación y es alternativa así que igual no me quedé huérfana y sin alegrías en el mundo porque los salvaron a los dos. En Venezuela. Cuando Venezuela ya no valía la pena y no servía pa un coño.
Tuve que esperar nada más un mes
- ¿¡Un mes entero completo todito sin un día más ni un día menos!?
- No sé, no me acuerdo.
- Pero dime.
- No te puedo decir algo que no sé porque el cerebro desecha información inútil todo el tiempo y por eso me voy a olvidar de tu existencia apenas me dejes de hablad
- No seas así chica
- (Con todo el amor que estás pensando en responderle al anterior) Se sintió como muchísimo más de un mes y cuando por fin llegó a mí era feo y estaba todo chiquito y su sola existencia rompía corazones, desde tan chiquito ya era un galán.
Cuando Xander se levanta no sé que hace porque no le gusta usar el teléfono tanto como la computadora y casi no sé de él, a veces pasan siglos hasta que le da por postrar ante mí su existencia que aún me rompe el corazón por unos segundos a veces, un fragmento de minutos otra, unas palabras en una nota de voz que alguien más me envía no tan seguido como los segundos que lo veo en la pantalla de la llamada con mi mamá.
Xander es en la casa el padre amargado que apenas hablaba con sus hijas y puro leía el periódico, los hombres suplantaron alguna cosa por otra sin dejar de hacer lo mismo porque a eso, mi ciela, a eso es a lo que yo le llamo cambio.
Si te atreves a mirar al viejo regañón a la cara verás un niño lleno de amor por mí, por mi mamá, por la bebita y aunque tú creas que no le importas déjame te explico algo:
Xander va a salvar el mundo.
¿Qué crees que esconde tanto silencio? Nosotros les hemos mostrado tanto la belleza del amor que al igual que yo tienen claro que falta algo importante y ellos no solamente saben que es, te van a meter las pilas por dónde crees que se enchufa un cargador.
Nosotros somos lo que la influencia de otros nos dejó; quién nos influenció a toítos de los que también hablaré no aún porque no me da la vida para tanto de una sola vez:
Mummy.
Vamos al grano, mi mamá no se va a morir, era jugando.
Desde que comencé a trabajar en Bogotá soy la mamá de mi familia en Venezuela ¿O el papá he sido? Y cuando mi mamá se enfermó yo agarré todo lo que se que tengo en mí y le conseguí toda la plata que le estaban pidiendo porque a mí no me van a dejar sin mamá, menos en la pata cuarentena.
Moví con mis superpoderosas y mágicas lágrimas que tanto ayudan todo lo que se me ocurrió mover y entre sacudí por allá a los homeópatas y mira que funciono ser una persona alternadora ¿Cómo era? Ay perdón, era alternativa.
Mi mamá tiene la magia de que haya una homeópata a menos de 5 minutos corriendo como si te quieras desbaratar en el camino y cuando La Abuelita Rosa habló con ella lo primero que necesitó decirle a mi mamá fue: "deja de creer que te vas a morir y vive plenamente que yo te voy a ayudar a sanar".
Estoy muy agradecida con los resultados de su primera sesión, está tan feliz porque se siente menos hinchada, ya de entrada comienza el alivio que las pastillas esas del coño nunca le han traído a nadie, todo lo que hacemos es un libro sosteniendo un mueble de pata rota... Porque todavía sirve... Y así con eso nos meten el webo bien lubricado para que no nos demos cuenta de que nos están violando.
Cuando a mi mamá le dijeron que se iba a morir estaba sola en la consulta.
Entonces como ella va sola a su consulta es una mujer que está sola en el mundo y ahora también triste y de paso moribunda, mámalo.
Nosotros lo que queremos es que nos tomen en cuenta y por eso vamos a cambiar la manera en la que hablamos, para sentir que nos miran... Porque ser invisible no es fácil... Voy a salvar la vida de mi mamá tan bella y maravillosa cambiando el lenguaje por uno que sea... Ya va... Que sea... No me grites que estoy pensando... Será llamado Lenguaje Inclusive y amén aunque me quieran incinerar.
Ideas de eli para hacer un mundo utópico.
Los doctores pueden ser unos plastaj de mierdajnjjjjhhhhjjjhhhhjhjjhjjj y todo lo que quieras pero siguen teniendo una vida personal y un límite profesional que todos queremos mantener en nuestro laburo, la falta de tacto no es más que falta de tiempo, entre tantos pacientes no se pueden enfocar en ayudar a uno solo de entre todos.
Debería haber algo así como una organización o algo a la que los doctores les digan: "Mira, este coroto de mujer a la que nadie quiere y siempre viene sola se va a morir, busca decirle a su familia para que ella pueda al menos disfrutar a plenitud lo que le queda de vida sin sufrir innecesariamente porque ya se morirá pal coño e la madre".
Les recuerdo además quienes son los que nos enseñaron de medicina y de como llevar un hospital y nos enseñaron que debemos tener límites y respetar los de otros que aunque podemos hacer algo no queremos porque esa persona no nos deja... No podemos... No podemos... No podemos...
¿Morirá la belleza de madre que tengo?
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