Tumgik
vividioza · 3 years
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Enero 2022
Llevo ya varios meses sin escribir, llevo varias veces queriéndolo hacer y por una u otra razón me retracto de publicarlo. Quizás este también se pierda en borradores.
En fin, no me gusta enero. El vibe de enero no es el mío. Si enero fuera una canción sería las mañanitas.
Escuchando el otro día mi voice note con el Monje Tibetano que sacó mi carta astral. Me llamó la atención algo que dijo y que en ese momento (2019) no había entendido.
Una de las preguntas que le hice al señor monje fue:
Yo: ¿Cuál es mi karma?.
Señor Monje: el del sufrimiento.
Yo: O_o (silencio)
Señor Monje: XD (ríe) pero la medicina es decir el mantra 10 minutos al día. Con eso, nada de lo que pase podrá perturbarte.
Yo juraba que un milagro sucedería si repetía el mantra que me dijo el señor , estaba esperando el viento de la Rosa de Guadalupe.
La verdad he cometido el error de no hacer caso con la práctica constante de esta meditación, desgraciadamente no logro tener disciplina con las rutinas, pero hasta ahora le entendí y al menos ahora soy consciente de su importancia.
La medicina de meditar no significa que eso va a evitar que te pasen cosas malas. El milagro de rezar no viene después del acto de hacerlo, sino al momento. El silencio que te da el rezo, la meditación o cualquier medio que se utilice para llegar a ese estado de sosiego, es el verdadero milagro.
Para poder tener una vida libre y en paz, lo único que hay que aprender es a no resistirse. Fluir con la vida. Lo más importante es entender que nada de lo que pasa fuera de nosotros es algo que podemos controlar. De entenderlo, lo entiendo pero ¿cómo lo llevo a la práctica?
Bueno, pues básicamente enero es un eterno recordatorio de aprender a fluir con la vida.
Justo el 2-2-22 tuve una meditación con la que siempre llamaré mi gurú. En la meditación justo se tocaron temas que tenían que ver con lo que estaba viviendo yo en ese momento.
Dominar la tolerancia durante el resto del año. Año de poder, la única forma de aprovecharlo es fluir con él. No resistirnos, a través de la aceptación.
Después de esa meditación apunté en mi diario: ¿por qué escogí esta forma? ¿qué tengo que aprender a través de este avatar que yo elegí?
Yo no sé si la gente está enterada de esta teoría en la que se supone que nosotros escogemos nuestra vida. Venimos a la vida con la agenda bien definida. Nuestro objetivo es aprender la lección, no más. Esta vida, esta forma que decidí tomar es necesaria para lo que necesitaba aprender.
Justo en este momento me escribe una de mis mejores amigas para contarme sobre su experiencia en un retiro al que se fue el fin de semana. Fue invitada por alguien que jamás pensó que la llevaría a este tipo de retiro. Ella tampoco está muy metida en todos estos temas, por eso es lo hermoso de las "casualidades"
Con un tono de voz lleno de paz, me cuenta sobre TODA la teoría que aprendió: planos astrales, muerte física, pactos álmicos, reencarnación, desapego, empatía, luz, oscuridad y meditación. Es como si hubiéramos estado hablando de esto justo antes de que empezara a escribir.
Regresando al punto...
Paciencia, no engancharme, fluir.
2022 se viene fuerte.
Ciao enero.
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vividioza · 3 years
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Let it happen 06-11-21
No sé porque esta canción está tan ignorada. Pero la letra, los sonidos. Le amo tanto. Pero les dejo mi estrofa favorita:
I heard about a whirlwind that's coming 'round. It's gonna carry off all that isn't bound. And when it happens, when it happens (I won't be holding on). So let it happen, let it happen.
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vividioza · 3 years
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Soltar 26-10-21
Este año he lidiado mucho con situaciones, cosas, lugares y personas que he tenido que dejar ir. Momentos que me terminan por llevar a la peor versión de mí: la ira, el impulso, la venganza, la negatividad. Lo más bello de todo esto es que ya no me dura mucho tiempo, cada vez que me doy cuenta que lo que estoy sintiendo no tiene sentido y sólo me afecta a mí, suelto.
La última ha sido enfrentarme a una situación que yo considero “injusta”. Creo que no sólo la considero, podría asegurar que es una situación injusta. Sin embargo, mi búsqueda inalcanzable de perseguir y conseguir la justicia fue sustituida también por el mismo verbo: soltar.
La verdad yo sé que a nadie le importa esto pero estoy muy orgullosa de mí. De cómo he ido enfrentando situaciones que me duelen, incomodan y molestan; me tiran por un rato de la tabla pero no me desenfocan.
Hoy solo quise un pequeño respirito, regresar al estatus quo porque me gusta la zona de comfort, me gusta andar por terrenos conocidos. La realidad es que una vez saliendo de ella, la ola te revuelca un rato hasta que se vuelva a estabilizar. Quizás para el 2023 🤷🏽‍♀️
Pd.- Universo, ya aprendí. ¿Podríamos pasar al siguiente capítulo?
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vividioza · 3 years
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Enfermedad 31-08-21
Pues básicamente todo comenzó el viernes pasado, me empecé a sentir mal y conforme fueron aumentando mis síntomas, yo sólo podía pensar en COVID. No voy a ahondar mucho en los síntomas y la enfermedad porque quiero profundizar en lo otro, en lo que más trabajo me costó.
De entrada lo primero que me vino a la cabeza fue esa voz que dentro de mí es súper fuerte: “te lo mereces, es tu culpa” y sí, no voy a decir que no. Por supuesto que he sido irresponsable durante un año y medio, de hecho me sorprende que hasta ahora me tocara. No quería ponerme la Astra que porque el cuagulo, no quería usar cubrebocas todo el tiempo porque me asfixio en el calor de la Riviera Maya, andaba besando a todos sin importarme porque se veían sanos, y etc etc.
Para ese entonces yo seguía sin un resultado científico que corroborara si tenía o no Covid. Desperté el lunes sintiéndome desesperada por saber si tenía así que mi mejor amigo me ayudó y me mandó a un señor a mi casa a hacerme la prueba. (Por cierto, de muy dudosa procedencia porque la vieja que firmó la prueba tenía un corazón en su firma 🤮)
Ese día por la tarde noche estaba sola en la casa, sintiéndome considerablemente mal porque no me bajaba la fiebre, hasta que me senté en la taza del baño a hacer pipí y de repente empecé a llorar del miedo, era el miedo a morir (sí, está bien, soy una exagerada).
De lo poco que recuerdo de mi ataque de pánico ese día fue que lloraba diciendo: disfruto mucho la vida, soy muy feliz, todavía no quiero que mi experiencia material termine. Y luego recordaba todo esto de la ley de la atracción y de no lanzar no al universo y solo decía: estoy sana, estoy viva y así seguiré.
Muchos o todos podrán decir: qué vieja mas ridícula, es una gripa. Pero la realidad es que durante un año y medio he vivido leyendo, escuchando y hablando Covid. Fulana persona murió, tal está en el hospital, a este le quedó secuela tal. Yo sólo podía pensar en todos los escenarios negativos posibles, porque a parte se me da bien, por no decir que excelente.
Luego me recompuse y dije: tú te la has vivido diciendo que esto es una ruleta rusa, ahora no hay nada más que hacer, sólo puedes esperar.
Y es que la realidad es esa. Tuve una cita remota con una doctora en CDMX que me dijo: “pues mira, no hay nada que pueda recetarte que te vaya a asegurar que no acabarás en hospital. Solo toca medirte la oxigenación y si baja pues toca ir al hospital. Necesitamos monitorear sobre todo los siguientes días porque es cuando la gente empeora.”
Uno acaba una cita así y dice: pues tiene razón, no hay nada que hacer mas que esperar. Y luego te topas con la desesperación del: MEDÍCATE, LOCA!. La doctora está mal, si puedes tomar cosas, necesitas medicina. Pero realmente esa desesperación es solo la necesidad de creer que tenemos algo bajo nuestro control. Que con la medicina ya estamos seguros de que estaremos vivos, la realidad es que no es sólo para el dolor físico, estamos buscando también mitigar la “incertidumbre”.
Supongo que habrá gente que no vive este miedo a morir, he preguntado a varias personas que tuvieron y la realidad es que no todas se asustan de morir por Covid, pero al menos a mí me pasó. Yo sólo pedía que la prueba fuera negativa para que mi cabeza no me consumiera durante los próximos 3 días que eran los clave. Y así fue.
Al día siguiente me dieron la prueba en la mañana, la cual salió negativa contrario a todo pronóstico. En ese momento mi alma respiró. No porque yo no estuviera segura que era Covid, sino porque mi mente se relajó, le quitaron el peso de una etiqueta a un malestar.
Cuando quité la etiqueta de esta carencia de salud momentánea, recordé la etiqueta que me habían regalado no hace muchos meses atrás: epilepsia. En ese momento pensé mis hippiadas y dije: ¿qué no estás aprendiendo de las enfermedades? La verdad todavía no sé.
Para ese entonces ya habían pasado varios días de sentirme mal. Pero hubo algo muy bello dentro de todo esto: enferma pero nunca sola.
Ahí recuperé un poco de mi fé sobre la amistad. La verdad acá en Playa no he tenido mucha suerte con bastante gente que me he topado en el camino. Pero a pesar de que esa gente se ha empeñado en señalar que la culpable de eso soy yo y mi terrible forma de ser. Discúlpenme estúpidos pero algo tengo que hacer muy bien para que tanta gente me de seguimiento a una “gripa” y a ustedes ni las moscas se les paran #cacaseca
En fin, gracias familia y amigos 🧡 por estar siempre. A todas horas y sin importar lo dramática que pueda llegar a ser. Los amo mucho.
Mis moralejas hasta este momento son:
No den por sentado la salud, agradezcan diario que despertaron sanos y con amor. No hay nada más bello que agradecer lo que se tiene.
La única forma de vivir la vida es cuidándola.
La pandemia no ha acabado, ni está cerca de acabar. Acostumbrarse a la nueva forma de convivir es lo único que queda.
No porque ya lo viví, ya me salvé y me chupan un huevo los demás. No seamos egoístas, si a ti no te mató, no significa que no puede matar al otro.
No tenemos puta idea de nada, la vida efectivamente es una ruleta rusa. Sólo tenemos ahorita. No lo mal gastemos pensando en ayer o mañana.
Quizás no es reflexión Covid pero es una batalla ganada, importante para mí. No caí en provocaciones por primera vez en mi vida. No confronté, no cedí a mis impulsos de demostrar que yo estoy bien y tú estás mal (aunque sí tengo razón). Me aplaudo esta pequeña victoria. Aunque mis amigas se cuestionen mi salud mental por pensar 2 horas en si respondía o no.
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vividioza · 3 years
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Digital Pacifier 12-07-21
Este es el tercer intento de hacer público un post. Por alguna u otra razón no me he sentido cómoda para publicar los últimos dos post que dejé como drafts. Todo se ha quedado en el Diario de Daniela, a ver si este si lo publico.
Vengo de ver un documental en Netflix que se llama “El dilema de las redes sociales”, al cual le di prioridad sobre uno que trata de gente loca de los gatos (tempting).
La verdad es que no voy a ahondar mucho sobre el discurso del documental ya que creo que deberían de verlo porque está muy ligero y aún así te deja consternado. Básicamente vivimos en una Matrix de la que difícilmente vamos a poder salir porque una vez más “el sistema”.
Una de las ideas que plantean y sobre la que no ahondan mucho es sobre cómo la misma dinámica de las redes sociales nos está llevando a un mundo ultra polarizado. Se pierden amigos por pensar diferente. Estamos acostumbrados a que las redes pueden enseñarnos la información con lo que estamos de acuerdo y esa es nuestra realidad, no más.
Entre las cosas que dijeron en el documental hubo algo que me pegó duro y fue el término de digital pacifier.
De entrada me hizo mucho clic el concepto porque hace unas semanas estaba con una de mis mejores amigas y su bebé se puso a llorar. Buscamos el chupón, lo encontramos, se lo puso a la bebé y me dijo: “Ahora entiendo porque en inglés le llaman pacifier al chupón”. Y es que sí, como por obra de magia los niños pasan de un estado neurótico a un estado de tranquilidad absoluta. Nota al pie: No sé porque pasa eso y no es mi tema ahondar sobre el poder relajante de succionar.
Ahora, a lo que yo venía. Yo siempre he juzgado, juzgué y juzgaré que a los niños se les distraiga con Aparato N, para que no me molesten o simplemente porque me da hueva interactuar con la criatura, que no es lo mismo que usarlo como herramienta de aprendizaje. Peeeeeero, jamás me había juzgado a mí por hacer lo mismo conmigo misma 🤯 hasta que escuché el concepto de digital pacifier.
Se juzga mucho al alcohol y a las drogas sobre su consumo para escaparnos de nuestras realidades, pero: ¿Qué hay del celular? ¿Qué hay de las redes sociales? ¿Qué hay de Netflix y YouTube? Aquí una vez más el círculo de moralidad superior dirá: “a mí el celular no me controla, yo lo controlo”. Honestamente no les creo, porque quizás no entran a Instagram pero qué tal tienen sus inscripciones a todas las plataformas de streaming posible y han visto todas las series del Universo. ANYWAY.
Yo vengo a exponer mi caso como AA que soy. Cuando tengo tiempo libre el Internet me consume. Y la realidad es que no me hace sentir bien, ni física ni emocionalmente.
Recientemente entré a un trabajo en donde mi tiempo es mi tiempo y no de una compañía. El resultado ha sido un poco traumático para mí porque no sé qué hacer con mi tiempo.
Ese tiempo de vida que me robaban las horas nalga de oficina ahora me lo roban series de mierda. Utilizo una pantalla para estar en estado de transe y mantenerme distraída y alejada de mi misma.
Tengo una app que en teoría te ayuda a hacer planning de tu día, incluyendo los tiempos permitidos para INTERNET. Sin embargo sigo despertando y lo primero que hago es revisar mi celular.
En fin, trabajaré en eso de dejar de lado el digital pacifier y encontrar una actividad que no genere adicción ni codependencia. Está difícil, al menos para mí.
PD.- Chinga tu madre YouTube.
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vividioza · 3 years
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Desapego 02-05-21
Hace un mes ni por error se me habría ocurrido estar haciendo el cambio que estoy haciendo. Según yo estaba feliz, en un momento chingón donde todo empezaba a estar súper fácil, y de repente… la vida.
Muchas veces tenemos miedo de hacer un cambio y pareciera que necesitamos una patada para movernos y atrevernos. Yo soy de esas a las que les aterran los cambios porque yo me mudé a un pueblo para que la vida no fuera una montaña rusa, el tema aquí es que la montaña rusa soy yo.
Justo hablaba con una amiga y le decía que era como querer aventarse del paracaídas, y ya que estás arriba dices: mejor no, pero te dan un empujón y ya no hay vuelta atrás. Así me siento, y hasta cierto punto, agradezco el empujón.
Entonces, a todo esto, la temporada nueva de mi serie está por empezar. Me reía con una amiga que el final de temporada no es como en las series con un prom o una boda, fue mas bien con una comida yucateca de $150 pesos por cabeza.
Había escuchado ya muchas veces que el 2021 era un año de cambios necesarios. Después de la sacudida que hemos vivido es normal que haya muchas cosas que necesitan asentarse, tal como lo dice una de mis canciones favoritas: “I heard about a whirlwind that's coming 'round. It’s gonna carry off all that isn't bound, and when it happens, when it happens (I won't be holding on), so let it happen”
Hay que irse con la vida, si las cosas van sucediendo y las señales son claras, es importante dejarse fluir y no poner resistencia. Entender que uno no debe anclarse a nada porque si eso no sucede genera frustración y la frustración debe ser uno de los sentimientos más paralizantes que existen.
Una de mis palabras favoritas en cuestión conceptual es el desapego, gracias a que he ido aprendiendo poco a poco y sobre la marcha sobre esta forma de vivir es que he logrado soltar tantas cosas, recuerdos, personas, lugares.
“El desapego significa no sentir ningún remordimiento por el pasado ni miedo por el futuro; dejar que la vida siga su curso sin intentar interferir en su movimiento y cambio, sin intentar prolongar las cosas placenteras ni provocar la desaparición de las desagradables. Actuar de este modo es moverse al ritmo de la vida, estar en perfecta armonía con su música cambiante, a esto se llama iluminación.”
Claro que me cuesta trabajo, por supuesto que sufro las pérdidas y le tengo miedo a los cambios, pero también cada vez lo hago mejor y en menor tiempo; ese avance me lo aplaudo enormemente porque solía ser mucho más aprensiva.
Entonces, sin darle más vueltas al asunto, recibo el cambio. Abrazo el hoy, sin miedo a lo nuevo y soltando lo viejo. Agradezco a la vida por lo mejor y lo único que puedo tener: el ahora.
Pd.- tengo pendiente un post sobre la compasión, el perdón y la vulnerabilidad. Pero me hace falta un poco de práctica sobre la compasión para poder venir a hablar del tema.
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vividioza · 3 years
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Tóxica 21-04-21
El día de ayer vi en mi repisa un libro rojo con letras enormes que decía: GENTE TÓXICA. Es un regalo que me dio un amigo al que quiero mucho y que tenía como mensaje en la portada: “este libro nació para ti, disfrútalo jaja <3”
De repente sentí una pequeña puñalada en el pecho porque muchas veces se me ha juzgado muy duro de ser una persona tóxica. Flash news: nadie de los que me rodea está libre de pecado, de hecho cuando su juicio hacía mi es tan duro es porque soy un espejo de cuerpo completo.
Conozco tan bien mis demonios y los tengo tan abrazados que puedo enseñarles a la perfección lo peor de ustedes a través de mí, pero definitivamente eso no me define. Es más, mi toxicidad se acaba donde comienza mi conocimiento sobre la misma 🙃.
He descubierto a lo largo de mis 33 años que a la mayoría de las personas no les gusta la gente honesta, prefieren a la gente que les endulza el oído con tal de no enfrentar sus demonios *Duren 👍
Comencé a leer el libro y obviamente identifiqué los rasgos de mi personalidad oscuros / tóxicos. Me hago cargo, yo jamás me he pintado como un monje tibetano.
Lo único que sí puedo decirles es que estoy muy orgullosa y feliz del lugar en el que me encuentro hoy 🧡 tengo un gran corazón, soy vulnerable, sé amar a la gente, no me asocio por utilidad y sobre todo: no me miento.
Llegué a la conclusión que mientras más disociados estamos , más nos envolvemos en estas situaciones tóxicas, mismas que simplemente son el resultado de nosotros mismos queriendo huir de nosotros mismos.
Nos alejamos de la gente que nos ama real y auténticamente porque buscamos adormecernos y ponernos en piloto automático ya que es muy difícil poder enfrentarse y poder digerir lo que uno es. Es más fácil evadir, ignorar y dejar que el adormecimiento conduzca nuestras vidas.
Mucha gente que amo ha pasado por episodios de depresión, pero el día de hoy una amiga me dijo que se sentía súper mal, que no sabía ni lo que sentía, pero que simplemente no quería vivir. (Que quede claro que le pedí autorización a esta persona para escribir el post).
En ese momento nos quebramos, yo creo que si ustedes han amado a alguien con depresión y en algún momento les han dicho eso, saben lo que se siente. O quizás ustedes han experimentado ese sentimiento de no querer vivir.
Es muy difícil poder decir algo útil porque realmente no hay nada que pueda hacerles cambiar de opinión, no hay argumentos suficientes que puedan convencerles de lo contrario (porque no, la depresión no es algo simplemente mental).
Lo único que pude hacer en el momento fue abrazarla y recordarle que el valor de la vida radica justo en eso; en la caricia de un amigo en la espalda cuando no te sientes bien.
Después de eso profundizamos un poco más acerca de su sentir y del lugar en el que se encontraba parada. Lo anterior hubiera sido imposible antes de que ella fuera a terapia, ya que cuando ella se sentía mal simplemente se distanciaba y se encapsulaba, prefería callar.
Uno de los descubrimientos más importantes que ella tuvo es el hecho de que no se conoce, no sabe quién es. Me dijo que ha preferido depositar su amor en cosas, trabajos, personas, con tal de evadirse, porque siente que lo que tiene dentro le come.
En ese momento yo sonreí y le dije que sabía que sonaría como una psicopata pero que yo estaba muy contenta que tuviera este hallazgo, que aunque sabía que estaba siendo muy doloroso y muy difícil para ella, era el inicio de un camino precioso: SU CAMINO.
Muchas personas creen que ya van tarde para detenerse a pensar en ¿Quién soy? ¿Qué me gusta realmente? ¿Qué alegra mi espíritu? ¿Por qué soy así? ¿Quién quiero ser?. La realidad es que nunca es tarde, lo verdaderamente triste sería no quererse enfrentar con uno mismo.
Esta historia que nos vendieron del éxito, que se reduce solo a migas materiales, es la que tiene a la mayoría de las personas que amo en situaciones de depresión y ansiedad.
Nos aferramos a seguir un modelo de gratificaciones que ni siquiera sabemos si eso es lo que nos hará realmente felices.
Por ejemplo, nos esforzamos muchísimo en trabajar y comprar el coche más grande, más nuevo y más oloroso. Ya tenemos el coche. ¿Cómo se sienten a las dos semanas de su obtención material? ¿Les genera algún sentimiento? ¿Les mueve algo?
Ahora: el sollozo de un bebé, ver a un niño caminar por primera vez, un amigo diciéndoles que los extraña, su familia sana, sentir la brisa del mar, un abrazo de su madre, los rayos del sol calentando su cuerpo, un animal inusual en la calle, el olor del café, dormir ocho horas de corrido, el sudor después del esfuerzo, lo delicioso de una carcajada, el sonido de una lata destapándose, las vibraciones de la música, el sabor de la persona a la que aman. ¿Sintieron algo?
Para mí de eso trata la vida. Eso quisiera recordarle a la gente que se siente triste, sola o ansiosa porque no tiene lo que quiere a nivel material, léase: títulos, coches, casas, trabajos, personas. La magia de la vida radica en todo lo que tenemos, no en lo que no tenemos.
Amen su oscuridad para poder crear luz, acepten de donde vienen para poder saber a donde quieren ir.
Amigos y conocidos que viven situaciones así, no están solos en este camino. Cuenten con sistemas de respaldo, aunque sea de dos personas, que no los abandonen en las malas. Gente que no tenga miedo de ellos mismos para que así su oscuridad no les asuste.
No tomen a la ligera la salud mental, mediten, vayan a terapia, al psiquiatra, hablen sobre lo que están sintiendo, pensando o viviendo, sanen 🧡.
Necesitamos más luz en esta humanidad, no se dejen apagar por lo exterior, encuentren esa fuerza y esa luz en su interior, piensen que después de ese mal rato llegará el momento en que no va a importar la oscuridad exterior porque la luz estará todo el tiempo con ustedes. No importa si esa luz se encuentra con asistencia medicinal.
Sepan que es normal volver a caer, que estas cosas se viven un día a la vez. Claro que habrá malos ratos, pero no pasa nada, se vale caer, se vale sentirse derrotado. Lo que no se vale es ignorarnos y hacernos de lado.
No se lo guarden, compartan, sáquenlo; todo lo que nos quedamos termina por salir y lo hace de formas más abruptas y dolorosas para el cuerpo físico.
Amigas y amigos que se han abierto alguna vez conmigo y me han dicho: “Vivi, estoy muy mal, me diagnosticaron depresión / ansiedad, estoy yendo a terapia, estoy medicándome”. Sepan que les amo, les respeto y les admiro por el valor que han tenido.
Aquí estoy y aquí estaré para ustedes hasta que la vida material me lo permita.
P.d. Aquí está su tóxica 🖕🏽
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vividioza · 3 years
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Convulsionar 13-04-21
Nunca sé cómo empezar mis entradas. Tengo el tema, tengo la historia, pero no tengo el inicio que los haga engancharse y entender el meollo del asunto, sin dar más vuelta, empezaré con la trama.
Toda mi vida he padecido migrañas, recuerdo que estaba en la primaria y me la vivía yendo con la enfermera porque me daban dolores súper culeros, todo empezaba con una obstrucción de la visión -las llamadas AURAS- para posteriormente sentir cómo una parte del cerebro me estallaba. Ese dolor se iba hasta que lograra vomitar lo que fuese que me estuviera ocasionando ese dolor, por eso mi adición al vómito.
Desde que llegué a Playa y durante los primeros cuatro años, no había tenido una sola crisis de migraña, hasta que un día en el hotel me empezó este efecto blanquecino en los ojos. Me vine corriendo a mi casa y en cuanto el cuerpo me lo permitió, vomité. Lo siguiente sólo fue dormir y amanecer como si nada.
Lástima que no puedo decir lo mismo de noviembre del 2018. Todo empezó con una misma sensación, era algo familiar para mí, era muy parecido a la migraña.
La historia empieza aproximadamente a las 8:00 a.m., cuando me metí a bañar para ir al trabajo. Durante el baño me di cuenta que no veía bien, veía con manchas blancas y sentía presión en la cabeza, como si de una migraña se tratase. Quise ignorarlo para ver si así se me pasaba la sensación (qué estupidez).
Mi mamá estaba en casa porque mi pareja estaba de viaje. En ese momento yo no quería decirle a mi mamá porque se preocupa mucho, en ese momento yo ya era una vieja de 31 años, pero gracias a la vida, mi madre me ama y me procura como si tuviera 5 años.
Seguí arreglándome para ir a trabajar, hasta que me di cuenta que realmente no podía ignorarlo y que debía quedarme en casa, así que le comenté a mi mamá sobre mi sentir y le dije que intentaría dormir un rato más.
En ese momento le escribí a mi entonces jefe y le dije que me sentía un poco mal, que creía que me iba a dar migraña pero que llegaba más tarde a la oficina.
Me acosté en la cama, me tendí boca arriba con las manos sobre los ojos y lo siguiente que recuerdo es estar en una silla de ruedas con la cara de mi madre angustiada y mi mejor amigo con una hoja en la mano. Honestamente en ese momento no entendía nada, no sabía quien era yo, donde estaba, qué había pasado ni porque estaba tan angustiada la gente que venía conmigo. En ese momento yo no recordaba el vínculo de que la señora ahí parada fuera mi mamá, mucho menos el nombre del señor que corría con una hoja en la mano. Pero no me preocupe por eso, porque sabía dentro de mí que esa gente era mi gente.
Posteriormente escuché que no me querían recibir en el IMSS porque la desidiosa no se había ido a dar de alta. Al final lograron ingresarme y empezó el interrogatorio. La primera pregunta que me hicieron fue: nos das tu nombre completo y mi respuesta fue: no sé. En ese momento sentí una angustia horrible porque no sabía cómo me llamaba. Después poco a poco fui recuperando la conciencia. Me dejaron conectada a un suero por tres horas, me hicieron análisis de sangre y al final me liberaron después de terminarme los intravenosos.
Llegando a mi casa me vi una herida en la pierna, era una mordida. Mi mamá me contó que mi gato me intentó defender porque pensaba que ella me estaba haciendo algo, todavía tengo esa cicatriz que según yo quedó como una carita feliz :).
El punto es que mi mamá me contó la anécdota, le vi la preocupación en la cara pero al final, todo bien. Ese día descansamos un montón, los días siguientes igual porque te quedas medio apendejado y adolorido porque todo el cuerpo se contrae, pero nada del otro mundo.
Fui, me hice exámenes, me dijeron que todo bien y que sólo tenía que tomar anticonvulsivos por 6 meses, que no sabían el origen pero que simplemente podía sucederme, que no me asustara.
Después de unos días, y platicando la experiencia con más gente les decía que la neta si morirse es así, uno no se da cuenta. En un segundo estás y al otro ya no sabes nada, desconectas por completo. Aquí es donde viene mi primera lección de abuela, quizás deberíamos perder menos tiempo en temerle a la muerte y ponerle más empeño y conciencia a lo que tenemos en vida, a las experiencias, al hoy, al amor.
Para todo esto, es importante decirles que en ningún momento tuve miedo de que me volviera a suceder, yo quité de mi mente la condición o posible condición y simplemente me dedicaba a vivir como si jamás me hubiera pasado.
Todo fluyó con normalidad, hasta un año después. Era aproximadamente finales de febrero del 2020, iba saliendo de una clase de “YOGA PARA SANAR” porque me encontraba en un bache que me asfixiaba de ansiedad.
De regreso del Yoga, todavía pasé a la MEGA (la comer pa’los chilangos) y compré cosas para la cena.
Llegando a la casa me empecé a sentir débil y decidí acostarme. De repente abro los ojos y empiezo a ver esas manchas blancas que me alteran más que si viera un fantasma, porque siempre son el inicio de una dolencia física.
En ese momento estaba mi pareja en la casa y le dije: corre por el anticonvulsivo y tráeme sueros. Le voy a hablar a mi mamá para contarle que me estoy sintiendo mal y que me acompañe vía remota mientras regresas de la farmacia. Habrán pasado unos 10 minutos, me tome la pastilla, me tome los sueros y me quede acostada y relajada. Pasados algunos minutos se me empezó a quitar la luz blanca de la vista y decidí irme a dormir. No pasó nada y al día siguiente como si nada.
Fui al doctor por petición de mi mamá, me dijo que todo bien, que no me preocupara. Que no me siguiera tomando el medicamento y que siguiera mi vida como si nada, así mismo le hice.
Todavía recuerdo que en noviembre del 2019, después de subirnos al Space Mountain de Star Wars, me di cuenta que había cometido un error porque me subí a esa locura de luces y mi cerebro se sentía como si fuera a estallar, pero en ningún momento me dio miedo que me pudiera pasar algo ahí.
La situación resurge el pasado viernes 9 de abril. El día anterior había salido a echar trago (la verdad no fue mucho trago). Desperté perfecta, estaba de buenas y tenía ganas de desayunar Barbacoa. Llegué a la oficina y mi humor cambió un poco porque todavía me falta trabajar en el aspecto de la inteligencia emocional que te impide que la gente influya en tu estado de ánimo.
De repente me senté en mi lugar y en voz alta les dije: “no se asusten, pero creo que me va a dar migraña o me voy a convulsionar”. Me paré, agarré dos Advil, luego recordé que traía el anticonvulsivo en la mochila y me lo tomé junto con un litro de agua (pensando que con eso me iba a hidratar y no me iba a suceder).
Me senté en mi escritorio, me apagaron las luces de mi cubículo, todavía me reí por algo que estábamos diciendo y de repente se me apagó el switch.
El siguiente acto que recuerdo es estar vomitando y tener en frente de mi a dos personas: mi jefe y a una amiga de toda la vida que por cuestiones de magia ahora trabaja conmigo.
De repente entraron unos paramédicos, yo escuchaba: ¡La ambulancia! ¡La ambulancia! Entran los señores, me miden la presión, el oxigeno y empiezan con: ¿consumes drogas? mi jefe estaba a un lado. Recuerdo haberme reído, dentro de lo que podía.
La siguiente pregunta fue: ¿qué día es hoy? Recuerdo haberme vuelto a reír y decirles que no tenía idea. De repente volvió a entrar el mismo señor que entró la primera vez que convulsioné, ese rostro familiar que está en las buenas y en las malas, y me dijo: podemos irnos al hospital, el seguro te lo cubre o te llevo a tu casa.
Empecé a entrar en conciencia y le dije que no necesitaba hospital, que prefería estar así pero en mi casa. Me trajo a mi casa, se acomodo conmigo y resolvió todo lo que se tenía que resolver. Me dejo dormida y no recuerdo más nada.
Después de varias horas de estar dormida, desperté y sin exagerar vi en mi celular un montón de mensajes y llamadas de amor. La verdad, es algo indescriptible y que aunque sea un cliché: no tiene precio.
Claramente en ese momento yo me enfoqué en ver que una pseudo amistad había sido incapaz de preguntarme cómo estaba, después me di cuenta lo tonta que estaba siendo y me enfoqué en ver todos los muchos mensajes de amor que recibí para que me recuperara, siendo que yo sabía que no pasaba nada, que era más el susto que generabas en los demás que lo que realmente uno siente.
Ese día pedí que me documentaran las reacciones de los otros, y lo pido porque me encanta saber con quienes cuenta uno realmente en la vida. Para mi sorpresa, parece ser que mi papel de villana no se lo cree nadie, porque si el papel resultara no habría poder humano que hiciera que tanta gente tuviera preocupación auténtica por mí. Gracias, ustedes que se han preocupado por mí, creo que se los he dicho personalmente, pero si no lo hice les doy las gracias públicas.
En fin, volví a pensar en lo que sentí ese día y realmente lo feo de la situación no es cuando te tiembla el cuerpo, te silba el pecho o los ojos se te ponen en blanco, porque uno no está ahí, uno no se da cuenta de lo que está pasando con el cuerpo porque la mente está desconectada. Lo difícil es volver.
Justo alguien me dijo la explicación precisa: es lo contrario a que se te suba el muerto / viaje astral. Entonces la gente a tu al rededor de asusta porque lo qué pasa físicamente con el cuerpo es parecido a un exorcismo, pero realmente el que lo está viviendo no teme ni idea de que lo está viviendo. Nada en ma vida se siente sino se hace a nivel consciente.
La historia sigue en que fui al doctor, me diagnosticaron y tengo que hacerme algunos estudios. La situación se complica cuando me dicen que me tengo que olvidarme de todo lo que utilizaba para controlar mis ansiedades en la vida: alcohol, weed, refrescos, antihistamínicos y salbutamol (porque básicamente cualquier toxicidad puede ser un detonante, ojo: no descarto las toxicidades emocionales). Es ahí donde se pone la verdadera prueba del camino espiritual y personal. ¿Quieres continuar este camino? pues tiene que ser por la vía limpia, la que no adormece.
Hoy desperté confundida y un poco afectada por el medicamento que me dieron ayer, creo que fue un poco fuerte para mi cuerpo y no ha sido bien recibido por éste.
Al final estas pausas las pide el cuerpo a gritos, te obliga a sentarte y respirar un poco. Ayuda a replantear el camino tomado, y siempre, siempre, representan un quiebre importante en la vida. Son parteaguas.
Hoy me volví a dar cuenta de toda la gente que me quiere bien, toda esa gente a la que le preocupo auténticamente. Todos aquellos que lejos de mí se toman la molestia para darle seguimiento al tema, aquellos que me apoyan en lo laboral, en lo personal, en lo emocional.
Personas, siéntanse seguros que de mí obtendrán lo mismo, me considero una persona muy leal y una vez que la gente demuestra su calidad humana, jamás la olvido.
El sábado me dijeron: “Cuando eres buena persona haces que la gente a tu al rededor te quiera y se preocupe por ti, si necesitas o quieres algo me avisas” y hoy me lo confirmaron diciéndome que la gente mala se queda sola. Con todo esto veo que algo debo estar haciendo bien en la vida.
Por otro lado están los que muestran sus true colors, pero eso también está bien. Al final la vida pone a todos en su sitio, y estoy segura que mi sitio es un lugar mucho mejor. De entrada porque soy una persona que construye desde el amor y elimino desde el mismo 🧡.
El hecho de que me quiten todo lo “tóxico” en mi vida, es súper importante porque me da la pauta para eliminar absolutamente todo aquello que no le haga bien ni a mi cuerpo, ni a mi alma.
Es un poco duro que una condición médica te haga ver lo destructivo que eres contigo mismo. Al final las lecciones de la vida vienen de diferentes lados, si no entendemos por la buena, entenderemos de todas formas.
A esta vida se viene a aprender, quien no quiera aprender las lecciones con amor, las tendrá que aprender a la mala, a la muy mala o a la peor.
Hay que dejar que la vida siga su ciclo, no interferir en ella, no pensar que podemos ser maestros del que no quiere ser educado. No dar amor al que no sabe recibirlo, no ser de esos que no saben recibirlo.
Vivan sus días de una manera tan hermosa que al llegar la noche su cuerpo abrace el reposo, que puedan dormir con la conciencia tranquila. Que descansen sabiendo que tienen la vida que quieren, rodeados de la gente que merecen.
Acuérdense que la vida es ahorita, no hay después. Amen a los que los rodean, perdonen a los que les han herido y no les han pedido disculpas, perdonen a los que han tenido el valor de pedir disculpas; pero sobre todo, recuerden que el personaje más valioso de sus vidas son ustedes mismos, no le den el protagónico a nadie que no sean ustedes.
¿Cómo va a ser tu día hoy? Mario Benedetti
Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes que el reloj sonara.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente y cuerpo.
Hoy el día se presenta ante mí esperando a que yo le dé forma
y aquí estoy, soy el escultor.
Lo que suceda hoy depende de mí. Yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Que tengas un gran día… a menos que tengas otros planes…
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vividioza · 3 years
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Palmera 02-04-21
Muchas veces nos empeñamos en forzar relaciones porque nos sentimos comprometidos, obligados o atados de alguna manera. En la mayoría de los casos justificamos esa necesidad de que permanezcan en nuestras vidas con el cariño que les tenemos.
Creo fielmente que tanto en la vida como en el teatro, hay protagonistas, actores secundarios y actores de reparto.
Un actor secundario en la vida, al menos para mí, es la gente que entra a tu vida y por una u otra razón simplemente debe de salir de ella (y no, nada tiene que ver la distancia en todo esto).
Justo platicándolo con un amigo, él me dijo que para él es como una serie con chingos de temporadas, en donde hay finales de temporada, personajes que salen de la serie, personajes que salen en todos los capítulos e inclusive hasta tienen escenarios similares.
El problema empieza cuando nos empeñamos en hacer que la gente que venía a cumplir una misión en específico permanezca en nuestras vidas. Lo correcto sería sentarnos a pensar y entender la lección que venían a darnos sobre nosotros mismos y después soltar.
Toda pérdida tiene una lección, pero en la mayoría de los casos es más fácil culpar al otro, a la vida, a la situación mundial, etc etc etc, en vez de hacernos cargo de nuestra propia mierda.
Por supuesto que es muy difícil dejar ir a aquellos que han despertado sentimientos de amor y compasión en nosotros; sin embargo, creo que debemos recordar que sobre todas las cosas estamos nosotros.
Me he dado cuenta que estamos muy acostumbrados a fingir ser una u otra persona con tal de no perder a la gente que nos rodea y no romper con nuestro status quo, ése que si quebramos nos llevaría a enfrentarnos con nosotros mismos.
Me encantan los dichos porque son frases sencillas llenas de conocimiento y para mi gusto están muy poco valorados. Uno de mis favoritos es: “Mas vale solo que mal acompañado” pero en la realidad sucede todo lo contrario, pareciera que preferimos ir coleccionando un montón de cachivaches con tal de no enfrentarnos con nuestro ser.
Mi único consejo es: no se queden donde no les aportan. No rueguen cariño, no limosneen amistad, no reciban migajas; pero sobre todo, no permitan que nada ni nadie los drene emocionalmente.
Analicen sus relaciones personales, vean si les están dando más paz que guerra. Enfréntense a medir el grado de toxicidad de sus relaciones y pregúntense si realmente las emociones y los sentimientos que les generan esas interacciones valen la pena o simplemente están alimentando bucles de toxicidad infinita, mismos que se encuentran anclados en nuestras propias carencias.
Dense la oportunidad de estar solos, de sentirse abandonados y entonces ahí encontrarán la mejor compañía.
En el momento que encuentren a su persona (que no viene de fuera) verán que no hay mejor guía para la vida que la que se encuentra dentro de uno mismo (quitando el ruido de lo que creo que soy).
Nota informativa: este post empezó por una discusión de terceros y terminó en lección.
“Breathe, love and let go”
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vividioza · 4 years
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Amor 15-03-21
El sábado una amiga me recomendó un podcast, honestamente me daba toda la hueva del mundo escucharlo, pero al final obtuve momentos de reflexión importantes.
El video básicamente habla sobre la obsesión que tenemos como sociedad con el amor romántico y lo poco útil que esto resulta en la vida práctica.
Lo cierto es que desde los primeros segundos me enganché porque coincidí con lo que él decía. Empezó con un concepto que me encantó: "mediocridad sistémica", básicamente hace referencia a que estamos esperando que alguien venga y nos salve. Se trata de dejarle la responsabilidad a alguien para no hacernos cargo de lo que nosotros no hemos sido capaces de resolver.
Comentaban que la mayoría de las personas no construyen sus relaciones desde el amor sino desde las limitaciones propias. Nos sentimos atraídos hacia aquello que reafirma los traumas que le dan sustento a nuestra "forma de ser" y con eso poder tener una justificación de nuestra forma de vivir. Si tengo en mi relación del día a día algo que constantemente esté reafirmando mis traumas, el inconsciente y el ego habrán sido los tomadores de esa decisión.
Básicamente creamos relaciones desde la carencia.
Por otro lado hablaban acerca del enamoramiento, que nada tiene que ver con el amor, y cito: "tampoco con las neuronas". Definiendo al enamoramiento como simple atracción por compatibilidad genética, como en el reino animal. *Miau*
Mi experiencia personal con el enamoramiento se basa en mi obsesión por permanecer bajo el estado de trance que representa esta etapa, donde todo es instintivo.
Ahora y haciendo un poco de introspección veo que tiene todo que ver con el miedo a enfrentarnos a nosotros mismos. Es más fácil buscar a alguien nuevo que aparentemente te acepte tal cual eres y tú a ellos; pero en realidad no estás viendo al otro como es, sino como queremos verlo.
Salir del estado de hipnosis que es el estar enamorado es sumamente complicado, sobre todo por lo que queda al descubierto.
Cuando nos enamoramos fingimos o alteramos muchas de nuestras conductas para poder encajar con el otro y las necesidades del otro, la mayoría de las veces ni nos damos cuenta. Sin embargo, el enamoramiento es sólo una etapa.
Pero ¿qué sigue después del enamoramiento? ... pues básicamente, el amor.
El amor entendido no como un sentimiento intangible y sin definición, sino como la capacidad de aceptar y respetar a un ser humano tal cual es. Esto me pareció lo más hermoso de todo lo escuchado porque es aquí cuando la definición de amor no se reduce al plano romántico. Por otro lado, es una definición que requiere trabajo, esfuerzo y amor propio.
La forma de relacionarnos con el otro y con el entorno debe ser basada en esos dos principios: Respeto y aceptación. Que tiene más que ver con el IN LAK’ECH Maya, que con "The Notebook" de Hollywood. IN LAKÉCH quiere decir : "Yo soy otro tú" y se responde con HALA KEN, que significa :"Tú eres otro yo".
En el concepto suena precioso, me encanta, estoy dentro. Simplemente es momento de poner en práctica toda esta teoría acumulada, no sirve de nada si se queda sin ejecutar.
Estoy lista para aceptar al otro tal cual es, estoy lista para aceptarme a mi tal cual soy.
Se hace lo que se puede, seguimos en el camino.
¡Hasta la victoria siempre! ;)
Lovers go Home - Mario Benedetti.
Ahora que empecé el día volviendo a tu mirada y me encontraste bien y te encontré más linda ahora que por fin está bastante claro dónde estás y dónde estoy sé por primera vez que tendré fuerzas para construir contigo una amistad tan piola que del vecino territorio del amor ese desesperado empezarán a mirarnos con envidia y acabaran organizando excursiones para venir a preguntarnos cómo hicimos.
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vividioza · 4 years
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Rendirse. 14-03-21
Llevo varios meses escuchando por todos lados: “¿Y, qué vas a hacer?”, a lo que respondo constantemente: “Pues nada, a ver qué pasa”. No, no es que esté ocultando la verdad, la única realidad es que no tengo plan de acción.
En estos muy pocos años que llevo meditando he aprendido que el control sólo pone resistencia a la vida, te impide fluir con la misma; por otro lado, no hay absolutamente nada que esté fuera de nosotros que podamos controlar.
En lo personal, y me confieso como alcohólica, yo vivo una batalla constante con soltar el control, supongo que es una de mis lecciones de vida. Lo único seguro es que cuando suelto el control encuentro paz, aunque mi ego considere lo contrario.
El tema conmigo y el control es que busco que la gente actúe, reaccione, ame, y ejecute como yo lo hago, si es diferente entonces queda automáticamente descalificado y mi respuesta automática es sentirme herida, reflejado en frustración y enojo.
El día de hoy viví uno de esos momentos donde sueltas el control, te invade una sensación máxima de calma y te sientes abrazado por el amor infinito del ser.
Lección 1 sobre no resistir.
Estás en la playa, estás crudo a tus 33 años, hay mucho viento, está nublado y hace frío, tienes alergia desde hace 40 minutos y no tienes Kleenex; llevas sonándote con una bolsa de cartón de Stradivarius desde hace 20 minutos.
Opción A: te vas a tu casa, bajo un ambiente controlado, donde probablemente te sentirás igual o peor, pero bajo tus “estándares de incomodidad”
Opción B: te acuestas boca arriba, pones música que te ayude a entrar en estado meditativo, cierras los ojos y te dedicas a respirar y sentir lo que pasa a tu alrededor y en tu interior.
Empiezas con el viento acariciando tu cuerpo, entrando por los pies porque te encuentras en dirección al mar. A pesar de la alergia, respiras perfecto, hueles el mar.
De repente sientes como tu cuerpo se empieza a calentar de manera muy abrupta, sabes que eso sólo puede significar que las nubes se han disipado.
Te das cuenta que el calor del sol te abraza por dentro, el viento te habla, la tierra te sostiene y el agua te guía. Sonríes, todo está perfecto.
Moraleja: “Suelta, ríndete, no resistas y encontrarás las respuestas”
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vividioza · 4 years
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Vomitar. 12-03-21
Pues me entraron ganas de escribir y hacerlo público porque las imágenes que subo en Instagram no me definen, eso es sólo una parte de mí, una muy pequeñita y hoy tengo ganas de mostrar algo más.
Siempre me jacto de ser un libro abierto, pero soy un libro abierto “selectivo”, y hoy quiero mostrarles un día random de una persona que vive entre el adormilamiento y la introspección.
Lo siguiente que van a leer no es mas que vómito gramatical y seguramente con errores de puntuación porque jamás he sabido usar el punto y coma. Júzguenme, no me importa :)
Como antecedente les cuento que llevo algunos meses escribiendo en un diario, no con el fin de publicar un libro como “La Tregua”, sino para monitorear mi salud mental.
Les cuento que el día de hoy empezó raro, me levanté con una sensación de tristeza, después de un sueño extraño donde me secuestraban saliendo de una peluquería en el centro de la Ciudad de México, en donde a mis amigos de Playa les estaban cortando el cabello.
Desperté sin ganas de moverme, sin ganas de hacer lo que me prometí a mi misma que haría porque me hacía sentir bien. Estaba a punto de posponer el reloj, pero algo dentro de mi dijo: levántate, no te sabotees. Así que me paré de la cama, saqué un nombre sagrado de Dios que decía: “del pensamiento a la acción” entendí clarito el mensaje e hice mi saludo al sol.
Al terminar me sentí bien pero aún había un hueco de ansiedad (si a esta altura de la vida usted no conoce tal sentimiento, tiene toda mi admiración). Seguí la rutina de siempre, me bañé con alguna serie de mierda de fondo, salí, me puse crema para no envejecer, apagué el calentador, me vestí, me cepillé, me maquillé, me peiné, me cepillé los dientes y salí tarde (todo siempre igual, siempre en el mismo orden).
Llegué a la oficina en 5 minutos, porque esa es la ventaja de vivir en un pueblo. Llegué con muy pocas ganas de llegar, parecía no ser la única con ese sentimiento porque teníamos la energía puesta en: ¿a dónde iremos mañana?.
Extrañamente, y perdóname mamá por lo que vas a leer. Una de mis amigas y compañeras con problemas de ansiedad nos ofreció drogas legales con prescripción médica, decidimos tomarnos media porque YOLO y porque idiotas. A los 15 minutos tuve una sensación de descontrol y básicamente lo que sigue de la historia soy yo vomitando como regadera en todos lados. Acción que el 100% de mis amistades reales me ha visto hacer.
Salí corriendo a mi casa, donde vomité aún más y mejor, por un momento me sentí como en la ayahuasca, depurando lo que no me sirve. Después de eso me acosté y lo demás son horas y horas de mi persona dormida y descansando.
La primera vez que desperté de mi siesta, desperté ansiosa, sintiéndome mal, buscando explicaciones a cosas que no necesitan explicación. Buscándole la cara a gente que no quiere que se la encuentren. Me volví a marear, volví a vomitar y me volví a dormir.
La segunda vez que desperté de mi siesta, desperté todavía más confundida. Mi primer pregunta fue: ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy sola? ¿Qué hora es?, vi el celular y había muchos mensajes de muchas personas diferentes. Todas importantes para mí y al parecer yo para ellas. Por fin aterricé.
Entre esos mensajes estaba un mensaje que me dio luz para buscar vuelos y poder ir a ver a mis papás y tocar base en eso que siempre me recuerda de dónde vengo, quién soy y por quiénes soy.
A la par, pude por fin hablar con una de mis mejores amigas para desearle un feliz cumpleaños. Hablar con ella fue mi segundo aliento, escuchar feliz a la gente que quieres siempre da ánimos.
Entre los mensajes estaba el de un amigo diciéndome: “Ya sé que me odias, lo sé, puedo vivir con ello. Me has odiado tantas veces, pero luego me vuelves a amar porque por supuesto que me amas”. Tercer aliento y primera reflexión.
Sé que la mayoría del tiempo suelo ser una persona manipuladora emocional. Si no tengo bajo control y bajo mis estándares las cosas, me frustro, hago berrinche y pataleo.
La realidad es que en el fondo, por más que haga berrinche, patalee y demás dramas de toddler, la gente sabe que mi cariño es real y profundo. Saben que la parte menos evolucionada de mí sigue siendo reactiva, pero que mi cariño es sincero y profundo, tanto que se lo aguantan (claro, no todo el mundo puede con ese paquete y no los culpo).
Seguí recibiendo mensajes que no hicieron más que seguir el flujo de lo iniciado.
El mejor amigo playense preguntando: ¿Cómo sigues? Si necesitas que vaya por ti o te lleve algo, me avisas. Tú, si llegas a leer esto: Gracias por aguantarme, aceptarme, quererme y cuidarme. Sé que piensas que soy muy dura, intentaré ser un poquito menos dura y juiciosa. Ten un poco más de paciencia, estoy iniciando ese camino, es difícil.
Después otra amiga me preguntó que cómo seguía, que seguro hasta el tercer ojo se me abrió. De repente y un poco fuera de contexto me dijo: “ya Vivi, ten apego por la gente, ya no te van a herir, ya sabes cómo evitarlo. Siempre he dicho que eres puro amor (...) pero cambiaste el amor cursi por el rudo (...) área de oportunidad.” Me reí, le di la razón y le dije que tenía claras las fisuras. Gracias, pequeño ser. No le apostaba nada a nuestra amistad porque como siempre todos me caen mal de inicio, pero le agradezco a tu ruptura y tu reencuentro constante por habernos juntado en este breve espacio.
Otro mensaje decía: ¡Ya compré mi boleto, llego mañana a las 11:00! Y esto simplemente es sinónimo de felicidad porque es una persona que me da paz y libertad.
Luego llega un TikTok que simplemente era un: “Mira, sí soy” haciendo burla a su falta de skills en la cocina y recordándome un poco de la cotidianidad que ya no tenemos.
De repente entra un mensaje de una amiga de la universidad, con una espantosa foto retro, de un recuerdo del que no tengo registro alguno. Junto con esa foto me mandó un mensaje diciéndome que estaba con otra gran amiga mía, que estaban pensando en mí y que me extrañaban.
Eso fue suficiente para tomar la decisión y comprar el vuelo, le hablé a mis papás y me entró un nuevo aliento. Para los que no saben, tengo mamitis y un año sin estar en esa cocina me deja un hueco en el pecho.
Después estuve ilusionada viendo vuelos para León para la boda de mi mejor amiga, misma donde tendré la dicha de ser Dama de Honor, y aunque no sé bien qué tengo que hacer, tengo claro lo que no tengo que hacer (vomitar como en la boda de mi otra mejor amiga).
Por último, y el mensaje que me inspiró a escribir públicamente viene de alguien pidiéndome un consejo: “Me gusta alguien que no debería porque no se adapta a lo que la sociedad me pidió, ¿qué hago? No quiero caer, me da miedo”
Mi respuesta en resumen fue: ve a todas esas parejas que están con la persona que socialmente les correspondía solo por cubrir con el rol del “hombre”o la“mujer” perfecta, son infelices e insatisfechos. La sociedad apesta, lo que marca la sociedad es una mierda. Por otro lado, el miedo, MIEDO, otra palabra de mierda, no sirve, bebé.
Después de algunos mensajes me agradeció y me dijo que debería ser psicóloga, aunque me gusta más cuando me llama bruja. Yo le di las gracias por ser receptivo a mis golpes, porque mis métodos no siempre son los mas ortodoxos y amorosos. Me dijo que así como lo hacía era perfecto. Y una vez más se me volvió a llenar el alma de amor y me dieron ganas de escribirlo todo.
Todo este choro sale porque vivir acá es hermoso pero a la vez es muy difícil.
De entrada, mucha gente viene de paso, al final son pocos los nativos de aquí, el ejercicio de desapego es constante, podría decir que ya tengo un doctorado y aún así hay mucha gente a la que me cuesta dejar ir.
En los últimos años me he hecho amiga de poca gente, pero todos acaban yéndose y es algo bastante duro porque es como vivir muchas vidas en muy poquito tiempo. En la ciudad, emocionalmente había más estabilidad con los “amigos de toda la vida” pero también había menos aprendizaje. Unas por otras.
También he perdido varías “amistades” no por distancia geográfica, sino por incompatibilidad de caracteres. Porque aquí hay un mix de personas con entornos socioculturales muy diferentes. Aprendí a no aferrarme, aunque cada una de esas perdidas me ha dolido en su momento.
El punto es que me había sentido sola porque se me está yendo gente y no me había detenido a vivir mis emociones, estaba bloqueándolas porque siempre se me ha juzgado por vivirlas, sentirlas y decirlas porque: INTENSA.
Acá aprendí que sí soy súper intensa, y me vale. Así vivo mi vida y mis emociones, con intensidad. Me recuerdan que estoy viva. A uno se le juzga de intenso por decir lo que uno piensa y siente. Hoy puedo estar triste y mañana puedo estar feliz, así es esto cuando uno no es un monje budista.
Así que, sin más vueltas porque ya estoy dormitando. No quiero perder un solo detalle del día de hoy y se los quiero compartir porque de un día súper ordinario con tintes de mal día, uno puede y debe sacar lecciones y aprendizajes.
Las mías del 12 de marzo son:
1.- legalicen la marihuana
2.- no se automediquen
3.- si lo hacen que no sea en vano
4.- la soledad física no representa una soledad real
5.- la gente que te quiere de verdad te acepta tal y como eres. Con claros y oscuros.
6.- los mensajes siempre están, sólo hay que ser receptivos
7.- una vez que ya saben qué tienen que hacer, tomen acción. No pospongan.
8.- Vomitar: arrojar violentamente por la boca lo contenido en el estómago.
9.- el Electrolit de mora es el mejor
10.- sorprendan a la gente que quieren, díganles que los quieren. A veces sólo necesitamos eso para regresar al carril.
11.- rómpanse y reencuéntrense, sólo hay una vida para hacerlo.
12.- si pensar en ver a su familia no les da paz, resuelvan lo que tengan que resolver ahora, no hay después.
13.- quédense donde ustedes puedan ser ustedes. Pero primero conózcanse para saber dónde quedarse.
14.- no duerman toda la tarde porque luego están a las 4:00 am escribiendo mamadas.
15.- gracias a todos los actores de reparto
Pd.- hace mucho tuve tumblr y lo borré porque me daba vergüenza leer mi dramatización de la vida. Hoy ya no me doy vergüenza.
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