#gustosa
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persa-tra-i-miei-pensieri · 9 months ago
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Garfield una missione gustosa
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È famiglia
♡⁠(⁠>⁠ ⁠ਊ⁠ ⁠<⁠)⁠♡
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mauxcapp · 1 year ago
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scritti-di-aliantis · 13 days ago
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Si, hai ragione: è così! Come ti vedo, non ragiono più. Ti devo saltare addosso. Non ho più vergogna. Anche se siamo in mezzo agli altri, io cerco solo il tuo sguardo e il mio unico scopo è vederti arrossire. Perciò ti fisso. Ti faccio la Tac.
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Diventi viola. Perché sai esattamente cosa mi passa per la testa e quanto sia bagnata solo a pensarti nuda. Quelle mammelle, quella tua passera carnosa e gustosa. Adesso che siamo sole, baciami. Lasciami sulle dita il tuo sapore.
Aliantis
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junmsli · 10 months ago
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afterglow
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. angst, fluff, diferencia de edad no especificada, enzo tarda pero se comunica, pronombres femeninos
word count. 2.3k+
observabas a enzo reír en medio de una conversación con esteban, el característico brillo de sus ojos avivado por la chispa de la charla. estabas sentada en un sillón con un vaso de limonada, habiendo bailado solo unos minutos antes con tu novio. cansada, decidiste tomarte un breve descanso.
juani aparece en tu campo visual, eclipsando al otro par de hombres. "¿todo bien?" pregunta, pronunciando tu nombre con una ligera sonrisa amigable.
"con hambre nomás. espero que la cena llegue prontito", respondiste, devolviendo la sonrisa. el oji celeste te ofreció un bocado de su snack, el cual aceptaste gustosa. "gracias. por cierto, aún estoy un poco enojada contigo por la recomendación de 'robot dreams'. yo no olvido ni perdono", bromearon juntos, mientras él te miraba con diversión. la película había provocado un remolino de pensamientos en tu cabeza durante al menos veinte minutos.
"¿me vas a negar que es alta peli?"
"alta peli para ver en plena crisis existencial y encontrar otra razón para contemplar el suicidio como opción", respondiste, provocando una risa en juani.
"quizás, solo quizás, tengas un poquito de razón", admitió, juguetón.
alzaste la palma en señal de que se detuviera y negaste con la cabeza. después de beber un sorbo de tu limonada, añadiste: "nunca más tomaré una recomendación tuya en el futuro, rata", apuntándole con el dedo en un gesto fingido de enojo, mientras juani llevaba ambas manos al pecho, simulando estar herido.
“sos una llorona, vos me hiciste lo mismo con esa peli del chico del internado.”
“¡sí pero yo te advertí!” dices y tomas la última gota de tu limonada mientras te encoges de hombros.
enzo, quien estaba al tanto de tu diálogo con caruso en la lejanía, dirigió su mirada hacia tu figura en el sillón una vez más. un atisbo de inquietud cruzó sus ojos al notar la conexión entre tú y el oji celeste. alzó una ceja luchando contra la incertidumbre de qué es lo que te tenía tan cautivada en la conversación con juani. tras un breve pero intenso instante de contemplación, decidió acabar con su duda y se disculpó con esteban para empezar a caminar hacia tu dirección.
se acercó al lado de juani y colocó una de sus manos en su hombro con más firmeza de lo habitual, sin que este realmente lo note, tu sonrisa creció ante la imagen de tu pareja. pronunciaste "amor" con ternura, acompañado de un saludo de mano, antes de continuar con la conversación con el argentino.
"dejemos tu llanto de lado. decime qué es lo que te gustó más de la peli.”
enzo los escuchó por un par de minutos más, tratando de comprender de qué se trataba. rápidamente entendió que se referían a una película que habías visto recientemente, pero él no, a veces hablabas sobre temas que realmente él no podía seguir por su escaso conocimiento al respecto. a pesar de su esfuerzo por disimularlo un sentimiento de incomodidad lo estaba empezando a molestar, se quedó en silencio observando desde la periferia.
todo tipo de pensamientos llenaban la mente de enzo, sobre la brecha generacional existente entre tú y él. "es normal que entables una conversación tan fluida sobre un gusto en común con alguien cercano a tu edad," pensó con un deje de pesar. le dolía imaginar que la diferencia de edad podría alejarte de él, aunque solo fuera en aspectos insignificantes. anhelaba comprender tu mente, el amor y la devoción por ti lo colocaban en esta situación incómoda. ¿su edad poco a poco te alejaría de él?
cuando los chicos avisaron que la cena había llegado, todos se dirigieron al grupo para disfrutar de la comida y de una conversación interminable durante la siguiente hora. sin embargo, enzo se quedó sumido en esa preocupante idea, que daba vueltas y más vueltas en su cabeza. podía responder con simpatía a las conversaciones en el grupo pero era claro que su actitud cambió, y no se podía encontrar aquella chispa en sus ojos.
al notar esto, la preocupación se apoderó de tu cuerpo, como una sombra que se cernía sobre ti. enzo esquivaba tu mirada, sus ojos evitando encontrarse con los tuyos, manchando tu corazón de azul con cada segundo de silencio.
bajaste la mirada a tu plato, sintiendo una sensación de malestar formándose en tu estómago. te sentías perdida, sin saber cómo abordar la situación. llevaste tu mano a su pierna con un leve apretón seguido de lentas caricias, buscando desesperadamente algún indicio de respuesta en él.
probaste un bocado de tu plato, intentando mantener la compostura, consciente de que no querías que el ambiente en la reunión decaiga. los chicos notarían si algo andaba mal, y eso era lo último que querías. sin embargo, tu mano seguía moviéndose en enzo, sin lograr generar reacción alguna en el uruguayo.
¿habías hecho algo mal? ¿qué dijiste o hiciste para causar su indiferencia? te hallabas remando entre todas las posibles opciones, sintiendo cómo la incertidumbre te envolvía en un mar de dudas.
pronto la reunión llegó a su fin; despedirse del grupo se convirtió en una tarea que les llevó más de un par de minutos, prolongándose en un tenso adiós. finalmente, se encaminaron hacia el auto de emanuel, que se ofreció a llevarlos al hogar del actor. te acomodaste, con la mirada fija en la ventana, mientras movías los dedos de tu mano en un tic nervioso, anticipando la charla que te esperaba en casa con tu novio.
enzo empezó una conversación con emanuel y su pareja, y tú te excusaste con una vaga explicación sobre el cansancio que sentías. sin embargo, bajo esa fachada de tranquilidad, la incertidumbre se apoderaba de ti.
unos quince minutos después, llegaron al apartamento. fuiste directamente a dejar tu bolso en el mueble, y finalmente, decidiste romper el silencio que se había vuelto más opresivo con cada paso que daban.
"¿qué está pasando?", preguntaste, buscando desesperadamente el contacto visual con enzo, anhelando que sus ojos te buscaran con la misma intensidad que tú a él. cruzaste los brazos, una barrera improvisada para protegerte y reunir fuerzas para lo que podría ser tu primera discusión real con enzo. "todo iba bien. te dejé hablando con kuku y de repente comenzaste a actuar extraño. ¿estás enojado conmigo?", dijiste, enfrentando el problema directamente, aunque te costara un gran esfuerzo.
"no lo sé, lo siento. no quería arruinarte la noche", se disculpó enzo, con la mirada gacha y la voz cargada de pesar.
negaste con la cabeza, sintiendo cómo se desvanecían tus ánimos al mirar al suelo. "debes saberlo. me has ignorado toda la noche. algo debe haber pasado, algo debo haber hecho", insististe, el nudo en tu garganta haciéndose más apretado con cada palabra.
"vos no has hecho nada, te lo juro", respondió enzo, pero su voz sonaba distante, como si estuviera luchando contra algo más que una simple discusión.
"¿por qué te está costando tanto?” la pregunta salió de tus labios mientras esperabas desesperadamente una respuesta que nunca llegaba. “¿estás celoso de juani, es eso?”
enzo negó rápidamente con la cabeza. podría estar consumido por sus inseguridades, pero no jugaría contigo ni con la confianza que habían establecido en su relación. entonces, ¿por qué no podía enfrentarse al elefante en la habitación y discutirlo contigo? "yo confío en vos. no tiene nada que ver con juani", respondió, aunque sabías que había más detrás de sus palabras de lo que estaba dispuesto a admitir.
"si confías en mí, ¿por qué no me dices qué está pasando? somos adultos, en. podemos arreglarlo", insististe, tratando de mantener la calma.
"somos adultos", enzo repitió tus palabras, finalmente respondiendo a tu mirada. “lo siento. aquí el único problema soy yo."
sacudiste la cabeza y te acercaste a él. "no, en. pero tenemos que hablar. siempre lo hacemos. no somos nada sin hablar", afirmaste con determinación.
enzo asintió y tomó tu rostro con ambas manos, suspirando con amor y tristeza al mismo tiempo. una mezcla de emociones se reflejaba en sus ojos al ver tu esfuerzo por sonreír, aunque aún cargabas con la ansiedad.
"tenés razón. no somos nada sin hablar. he sido un boludo ¿no?", admitió enzo, mientras tú asentías con una sonrisa, las lágrimas amenazando con escapar de tus ojos. "no llores, amor. realmente no has hecho nada", dijo, buscando sonar lo más sincero posible, porque realmente lo estaba intentando.
"pero dime", insististe, anhelando entender qué estaba pasando en su mente.
"siento que mi edad me está alejando de vos", confesó finalmente enzo, revelando el tormento que había estado inundando su mente durante gran parte de la noche.
la sorpresa te embargó por unos segundos, y moviste la cabeza en negación una vez más. "eso no va a pasar, enzo. yo te amo", afirmaste con firmeza.
"yo también te amo, mi amor. pero me está poniendo de los nervios no poder compartir algunas cosas contigo, no poder involucrarme. estar ahí no es suficiente. necesito hacerte saber que sos escuchada y que cada palabra que decís me interesa e importa", confesó enzo, abriéndose de una manera que te hizo sentir aún más cerca de él. “¿y sí encuentras a alguien que sí comprenda hasta las cosas pequeñas que yo no?”
muchas personas afirman que enzo es alguien serio, que mantiene constantemente sus sentimientos bajo control. puede que no estén completamente equivocadas al decir que tiende a mantener un perfil bajo, pero es una mentira para aquellos que realmente lo conocen, que en realidad, él comparte cómo se siente y demuestra constantemente cuánto ama, cuida a las personas que le importan. es desgarrador darse cuenta de que había estado sintiéndose así, y que no habías podido hacer nada para calmar su preocupación. es válido que una inseguridad lo embargue.
respiras profundamente, y una lágrima resbala por tu mejilla. "me siento escuchada y amada por ti cada vez que te digo literalmente cualquier cosa, y tú estás siguiendo la conversación. o incluso si no lo haces, porque es algo que desconoces. nunca podría pensar en dejarte, ¿te das cuenta cuan feliz me haces? he dicho cada palabra con cada gramo de honestidad en mi cuerpo. no te culpo por haberte sentido así, puede que ambos lidiamos con pensamientos parecidos pero estamos para resolverlas juntos, ¿no?"
enzo asiente con una sonrisa ligera, dejando escapar algunas lágrimas que rápidamente limpiaste. el uruguayo observa tus movimientos con ternura, sus ojos reflejando un torbellino de emociones. luego, tomó tus manos con las suyas y las acercó a sus labios, besando delicadamente tus nudillos.
“sos demasiado increíble.” dice con una sonrisa que refleja todo el cariño que siente por ti, deposita un beso en tu mejilla y termina con la tarea de limpiar tus lágrimas. “te debo una disculpa amor, de cualquier manera no debí de ignorarte como lo hice, no te mereces ese trato nunca, por más triste que esté o lo que sea. saqué todo de proporción y lo siento, jamás quiero ser la razón de tu tristeza.” expresa honestamente.
“está bien, gracias por decirme, siempre estoy.” replicas y rodeas su cintura con tus brazos, enzo inmediatamente responde al abrazo y apoya su cabeza en tu hombro. “te amo.” a veces parecía que un abrazo podía decir más cosas que un beso o cualquier otro tipo de caricia, ¿no?
“yo también te amo, mucho.” las sonrisas en los rostros de ambos crecen significativamente,
“¿qué te parece si vemos una peli? la que vos quieras.” enzo propone y asientes. caminan hacia el mueble donde se ponen cómodos, apoyas tu cabeza a su hombro mientras piensas
“qué tal… ¿’flipped’?” enzo pronuncia rápido y entusiastamente un sí, tomas el control de la tele para reproducirla.
“¿es nueva?” pregunta, curioso por descubrir más sobre la película que habías elegido.
“para nada, es del 2010 y transcurre en los 50.” le respondes y antes de dar play comentas; “ahora que pienso, mis películas favoritas transcurren en el siglo pasado ¿tendrá un mensaje oculto?” él sonrió, acostumbrado a tus análisis profundos sobre prácticamente todo lo que te rodeaba, especialmente cuando se trataba de encontrar coincidencias y significados.
“¿qué sos una amante del siglo xx? con razón estás conmigo.” bromeó el mayor, provocando una suave risa en ambos mientras él recibía un golpe suave en la pierna por tu parte.
“sí, pero además de eso.” respondiste, con un destello de complicidad en tus ojos.
“los escenarios son muy lindos, te doy un punto por tu buen gusto.” enzo elogia, evocando en su memoria todas las películas situadas en aquella época.
“¿cuántos llevo?” cuestionas juguetonamente.
“331 y contando.” responde enzo con una sonrisa cómplice.
“vamos por más.” presionas finalmente play y te recuestas una vez más junto a él, listos para sumergirse en la historia que les esperaba en la pantalla.
enzo te observa con palpable cariño cuando realizas una acotación sobre alguna escena que llama tu atención, adora tu habilidad para transformar un momento tenso en el largometraje en uno lleno de risas, la manera de compartir todo lo que piensas, sin reservas, tu autenticidad inundando la habitación y su corazón.
para el final de la película, ya pasada la medianoche, culpando al cansancio acumulado y al calor reconfortante del cuerpo de enzo, te quedas dormida a pocos minutos del desenlace. el castaño nota tu suave respiración y la tranquilidad que ha invadido tu rostro mientras duermes, y decide seguir el mismo rumbo. con cuidado, apaga la televisión y se recuesta a tu lado, atrayéndote hacia él en un abrazo protector y cálido.
una sonrisa tierna se dibuja en sus labios mientras acaricia suavemente tu cabello. es un momento de paz y conexión, una imagen de serenidad y amor, donde el simple acto de estar juntos es suficiente para llenar sus corazones.
con un suspiro de satisfacción, enzo cierra los ojos y se deja llevar por el dulce abrazo del sueño, sabiendo que no hay lugar en el mundo donde prefiera estar más que junto a ti.
w/n: gracias a quien me mandó la request 🤍 aunque siento que en el camino me desvié, el resultado me ha gustado mucho :D pueden mandarme más ideas, aprovechen mis semanas de vacaciones 🫡
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raccontidialiantis · 14 days ago
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Notte che se ne va
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Il buio scende sempre all'improvviso, quando la notte decide di baciare il sole e di mandarlo a riposare. E l'oscurità ti fa regolarmente riflettere su chi sei veramente, su cosa davvero abbia un valore per te e su quanto in fondo l'unica cosa che conti sia solo l'ammontare dell'amore che gli altri hanno per te. Poi pensi onestamente a quanto ne sai veramente dare tu, a quanto ne hai dato e quanto ne saprai dare ancora. L'amore non è mai potenziale, sennò è solo sprecato. In amore, l'avarizia non porta mai dividendi e se non espresso, arrugginisce i cuori e indurisce gli animi. Diffondilo, sprecalo: ti tornerà indietro moltiplicato. Aggiungici anche del sesso e avrai la vita. Quella più gustosa e vera.
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RDA
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caostalgia · 2 years ago
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Perderse en ti.
Es simple
el perderse en ti,
tan simple como mirar,
tan simple como sentir.
Lo hago en tu risa,
alocada;
lo hago en tus hoyuelos,
que son divinidad sagrada.
Es inevitable
el querer hacerlo,
inevitable como respirar,
inevitable como el anhelo.
Lo hago en tus rulos,
de cielos estrellados;
lo hago en tu sonrisa,
de jodido pecado.
Es imposible
el evitarlo,
imposible como volar,
imposible como callarlo.
Pero contigo
lo imposible adquiere otro matiz,
todo se vuelve posible
en esta vida por ti.
Pero contigo
lo simple se vuelve arte,
no hay nada común
si tú te ríes y me siento en Marte.
Pero contigo
lo inevitable es una tortura gustosa,
me lanzo de cabeza al río
y comienzo mi prosa.
Katastrophal
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neuroconflictos · 11 months ago
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Mis manos gustosas buscarían tus cicatrices, pero en realidad ese sólo sería un pretexto para amarte de una manera más real, más profunda y para entenderte de una manera más íntima y personal.
Efimera Lunar Intemporal
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kon-igi · 1 year ago
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MAI MANGIARE INSETTI?
Mi viene chiesto di commentare il seguente post, che io riporto solo per iscritto senza rebloggare, perché a fare brainshaming si va sempre poco lontano.
MAI mangiare insetti. Neanche per divertimento….! Gli insetti contengono chitina che non può essere elaborata dal nostro intestino. Ma la chitina è un polisaccaride molto gustoso per cancro, parassiti, muffa e quasi tutto ciò che provoca malattie. Chitin fa parte del suo edificio. Contengono anche steroidi metamorfici e soprattutto ekdisterone. Questo non è cibo per "mammiferi". Solo gli uccelli possono lavorare in sicurezza il cibo per insetti Il sistema digerente degli uccelli è molto diverso dal nostro. Inoltre, gli insetti contengono una grande quantità di metalli pesanti e sono letteralmente una calamita per i pesticidi. ✏️ Pavel Štástka
Procediamo per punti.
La chitina è sì un polisaccaride ma, appunto, non digeribile... quindi è da considerarsi alla stregua delle fibre, così tanto importanti per la salubrità delle notre funzioni intestinali.
Inoltre costituisce la matrice della struttura cellulare dei funghi e nessuno mi sembra che abbia mai rotto il cazzo avuto da ridire... per concludere molti studi suggeriscono addirittura un effetto positivo sul microbiota [X]
Ah... e su 100g di farina di grillo ce ne sono solo 5 grammi, comunque, quando quella dei funghi può arrivare fino al 20%
'polisaccaride molto gustoso per cancro, parassiti, muffa' non vuol dire nulla... quasi ogni cosa è 'gustosa' per qualsiasi essere vivente e scommetto che muffe, batteri e pure le cellule cancerose alla chitina preferirebbero il saccarosio ... lo zucchero da cucina, insomma.
'steroidi metamorfici' e 'ekdisterone' sono termini che fanno davvero molta paura, peccato che l'ecdisterone lo puoi trovare su Amazon come integratore alimentare e sebbene non tutti siano d'accordo su una sua reale efficacia, l'EFSA ne ha permesso la commercializzazione perché praticamente innocuo.
Sui metalli pesanti e pesticidi mi viene da chiedermi se Pavel Štástka abbia mai visto cosa spargono su frutta e verdure o cosa diano agli animali da macello.
A proposito di Pavel Štástka, su internet non ho trovato chi sia e di cosa si occupi (speriamo non sia un medico o un biologo, visti gli strafalcioni) ma in compenso digitando il suo nome insieme a 'chitin' compare il messaggio di cui sopra in un numero di lingue troppo alto e imbarazzante per il sottoscritto :(
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yuzuyom · 20 days ago
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•|•|•|•|•|•|•|•|•|••| A D V E R T E N C I A. •|•|•|••|•|•|•|•|••||•|•|••|
contenido sensible.
• canibalismo
•ab/so sex/al
•Uso de drogas
• Muerte, suicidio, sangre.
• Situaciones difíciles.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Capitulo 1.
https://www.tumblr.com/yuzuyom/771055584661422080/a-d-v-e-r-t-e-n-c-i-a?source=share
•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|=|=•|•|•|•|•|•|•
Capitulo 2. Compañía.
Habían pasado dos semanas luego del pequeño incidente que ambos tuvieron. La pequeña bestia y tú comenzaron a repartir la comida de manera uniforme, a veces él se quedaba con las frutas, a veces tú optabas por la avena. No sabías cómo, pero ambos se habían acostumbrado a esta rutina. Eran como compañeros de escuela que compartían comida en el receso, solo que aquí no estaban en la escuela sino en una base militar en un planeta lejano a la tierra y no había receso, sino el más puro confinamiento y tortura.
Mordiste tu fruta saboreando el jugo de forma gustosa mientras tus ojos miraban a Diego, quien ya había comenzado a comer sin darte la espalda. Para entretenerte a veces tu mente imaginaba que era una especie de cena en una casa de ricos, solo que no había mesa, ni una mansión gigante y tampoco comida de ricos.
Esta vez habías decidido cambiar la rutina, tarareabas en bajo cualquier canción que llegara a tu cabeza, la melodía de "amor prohibido" de Selena Quintanilla se repetía una y otra vez en tus recuerdos así que tus labios la soltaban con suavidad. No querías reír, pero desde hace rato podías ver cómo la cola de Diego se movía al ritmo de lo que cantabas o al menos eso intentaba. Volviste a morder tu fruta soltando una risa divertida cuando su cola volvió a golpear el suelo al mismo ritmo y por consiguiente las orejas de la criatura se movieron en tu dirección. Asentiste con la cabeza cuando sus ojos se encontraron con los tuyos por una pequeña fracción de segundo notando cómo su ceño se fruncía cuando sus miradas se encontraron.
Esto era lo que habían hecho a lo largo de su convivencia.
Dormían, comían y volvían a dormir.
Estabas entrenada para este tipo de situaciones. Podías pasar cientos de incomodidades y no te importaría porque las habrías pasado peores. Solo que, cagar y orinar frente a un na'vi desconocido esperando a que no te atacara fue inquietante, no deseabas morir desnuda y sonaba estúpido que en esta situación los pensamientos que te llegaban eran de ese tipo más no te quejabas pues era la única forma que lograba entretenerte en esta celda. Tu estúpida y delirante mente creaba conversaciones de las cuales solo tú eras participe.
Masticaste la fruta con cuidado deseando que su sabor se quedara por más tiempo en tus papilas gustativas o tal vez que se haga eterno en tu boca para que no te aburrieras en este maldito encierro. Después de un rato haciendo nada decidiste que tu compañero era interesante para entretenerte. Tus ojos observaron de forma atenta cómo el na'vi comía esa avena horrible, los sonidos de su boca masticando y sorbiendo llenaban el ambiente provocando que una mueca de asco apareciera en tu rostro ante lo desagradable que se escuchaba, comía de forma desesperada como si nunca fuera volver a comer en su vida. Sus manos que brillaban gracias a los puntos iridiscentes que recorrían todo su cuerpo se movían de forma erratica hundiéndose en la avena y luego yendo a su boca de manera constante. Tus iris comenzaron a inspeccionar la desnudez de la criatura frente a ti pues finalmente tus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad de la celda. Notaste la sombra de su larga trenza, la figura de su cuerpo se movía conforme se alimentaba. Los puntos blancos bailaban junto con su cuerpo y era lo único que podías ver por la nula luz de la celda.
De repente los sonidos que el na'vi había estado creando al comer se detuvieron. El silencio llenó el lugar y podías ver como aquellos ojos brillantes miraban fijamente la puerta metálica de la celda, lo cual te hizo ponerte alerta. Tu mirada fue hacia la puerta en segundos, los cerrojos comenzaron a hacer sonidos dejando en claro que la puerta estaría abierta en unos instantes , un claro aviso para tu compañero de celda... Va a ser llevado a su hora de tortura.
Cuando la puerta se abrió las risitas del dúo estúpido invadieron el lugar sacándote de quicio en poco tiempo. Tus ojos miraron atentos cómo se acercaban al alien el cuál estaba siendo iluminado por las luces que venían del exterior, un siseó llenó el lugar y cuando Diego estaba por atacar el sonido de electrochoques volvió a llenar el lugar.
-----Enserio, esta rutina cada vez se vuelve más y más aburrida ----. Exclamó uno de ellos ---- Mark no se cansa de esta mierda.
-----Bueno, el idiota tiene un tipo de fetiche con estas cosas -----. Respondió el otro mientras arrastraban a tu compañero ----. Sabes todo lo qué hace, ¿no?
Hubo un silencio entre los dos, un silencio que te causó repelús ante las millones de ideas que llegaron a tu cabeza.
----Que asco. ---- exclamó el otro ----. Bueno, eso explicaría porqué la necesidad de mantenerlo desnudo.
El estómago se te revolvió ante las conjeturas que formaste por esas palabras.
----- Ponle el bozal, yo le pondré las esposas.
Tus ojos observaron atenta el bozal metálico que era puesto en la boca para mantener su mandíbula cerrada. Notaste las rendijas del bozal que dejaban ver su boca seguramente para que pudieran tomar pruebas de saliva o estudiar su dentadura, después tus ojos pasaron a las esposas. Un rectángulo que mantenía sus muñecas juntas y apretadas volviendo inútil ambas manos.
Era como un animal de circo, uno que estaba en exhibición solo para la satisfacción de un maldito loco.
Cuando los guardias salieron con tu compañero a rastras dejaste salir un gran suspiro para relajar tus hombros tensos. Tus ojos tranquilos comenzaron a analizar cada rincón de la celda volviendo a repasar tu plan de huída. Un plan de huída que era por completo un suicidio para ti, pero ahora mismo no tenías tiempo de repasar algo con menor riesgo, no había forma de salir ilesa de este maldito lugar y menos con tu pierna rota, agradeciste al idiota de tu compañero por aquello.
Decidiste dormir, porque hoy no sería el día en el que vas a huir de este lugar.
"Paciencia, Sam. debes ser paciente para hacerlo perfecto"
Hiciste una mueca fastidiada, intentando ignorar la voz de tu hermana y concentrarte en dormir.
En la celda rodeada de oscuridad no tenías sentido del tiempo, entonces nunca estabas segura de cuánto habías estado durmiendo o cuántos días habías estado encerrada, por eso mismo cuando la puerta volvió a hacer sonidos no estabas segura de cuánto tiempo había pasado. Te sentaste en tu esquina observando atenta todo lo que sucedía a tu alrededor dispuesta a pelear con uñas y dientes contra tu compañero ansioso por la droga. El alien fue lanzado a la celda, los guardias volvieron a encadenarlo con rapidez, como si algo hubiera salido mal y necesitaban su presencia en algún lugar. Ambos salieron rápidamente de la celda y tus oídos alcanzaron a oír que uno de ellos se había salido de control, más no le prestaste tanta atención por el claro peligro que tenías enfrente tuyo. Tus ojos miraron atentos a Diego el cual apenas se movía tirado en el suelo. Tu instinto comenzó a encenderse al notar pequeños movimientos de la criatura frente a ti, entonces un suave gruñido comenzó a extenderse por toda la celda y era obvio que provenía del alien azul.
Te hincaste en tus pies, esperando atenta a que esta enorme criatura decidiera atacarte cuando finalmente estuviera lista.
No tardó ni cinco segundos cuando él te miró rabioso, sus ojos llenos de cólera penetraron tu alma llenándote de la adrenalina que aparecía en una situación peligrosa. Él corrió hacia a ti y tú hiciste lo mismo, cuando estabas a centímetros de él pateaste su rostro usando el pie bueno causando que tu rostro se contrajera de dolor por tu pierna rota, sin embargo, no podías distraerte con eso, porque tu vida estaba en riesgo. Tus manos tomaron su cabeza y con toda la fuerza que pudiste reunir la estampaste contra el duro suelo. El na'vi que se oía errático jaló tu tobillo para hacerte golpear con fuerza el duro suelo. Rápidamente enredaste tus piernas en su brazo y con agilidad le hiciste una llave comenzando a cortarle la respiración.
El sudor bajaba por tu frente y tu respiración acelerada hacía que tu adrenalina creciera y te hiciera sentir imparable. La idea de morir y ser devorada por esta criatura te obligaba a moverte para evitar que sus deseos se hicieran realidad.
---- Escúchame bien, maldito cocainomano ----- hablaste con rabia ---- no voy a morir, no voy a permitirte matarme. Ni tú, ni esos malditos bastardos, nadie va a detenerme ¿¡Me oyes!? ¡Nadie va a matarme, pendejo de mierda!
Tu compañero estaba perdiendo la conciencia podías sentirlo en la forma que comenzaba a dejar de moverse cuando sus manos ya estaban dejando de apretar tus piernas lo dejaste ir volviendo a la esquina de la habitación mientras el sonido de su tos estruendosa intentando tomar aire con fuerza invadía el lugar. Lo oíste sisearte mientras sus ojos te miraban rabiosos. Sus pupilas totalmente dilatadas te observaban insistentes como si de esa forma lograra convencerte para acercarte a él y permitieras que te comiera. Después de unos minutos donde no hacían nada decidió darte la espalda volviendo a su propio mundo, tal vez intentando ignorar la ansiedad que lo invadía por probar más de aquel alucinógeno.
Tú cantaste victoria.
La victoria de esta maldita batalla contra un adicto la cual habías vuelto a ganar y eso no te llenó de satisfacción.
Te hundió.
Cuando abriste tus ojos te diste cuenta que Diego te estaba mirando desde su sitio. Sus hombros tensos te dejaban en claro que no estaba cómodo y esa mirada insistente te dejaba en claro que de alguna forma quería hablar, más no lo hacía.
Tus ojos lo miraron atenta deseando adentrarte en lo más profundo de su mente porque tu curiosidad era grande, deseabas tanto saber qué era lo que acongobaja a esta criatura para estar tan insistente contigo. Cerraste los ojos con fuerza intentando ignorar esa pequeña muestra de compasión que querías brindarle, una estúpida manía que tenías cuando veías a alguien sufrir con ojos inocentes.
Eso te metió en tantos problemas, esa maldita compasión que te tiende a invadir con personas que definitivamente no la necesitan.
Como con adictos.
-----No me mires así... ---- murmuraste, ganándote una mirada atenta -----. Está bien, no pasa nada. Te perdono.
Su cola se movió con calma y tú odiaste que está situación te fuera familiar. Odiaste estar confinada y que este ser fuera tu única compañía. Esto era una situación que pasaba cuando la mente era llevada al límite, la soledad y le necesidad de tu mente de mantenerte a salvo te obligaba a formar un vínculo con cualquier objeto y eso objeto para ti era el alien que tenías enfrente a pesar de que te haya intentado comer o atacado cada que tenía la oportunidad. Fue la única convivencia en dos meses, era tu única salvación para no volverte loca en medio de toda esta oscuridad y parece que él lo sabía.
Parecía que él también odiaba esta sensación donde ambos comenzaban a ser más conscientes de la presencia del otro.
Hiciste que tu cabeza golpeara la dura pared metálica centrándote en el dolor de tu nuca mientras que un suspiro abandonaba tus labios demostrando tu cansancio. Oíste a la criatura frente a ti moverse por esa estúpida cadena y aquello hizo que tus ojos volvieran a centrarse en él. El alien abrazaba su rodillas y con su ceño fruncido te miraba fijamente, tal vez cuestionándose tu extraña actitud hacia su persona.
No lo sabías, no querías meterte de lleno en eso.
Preferiste dormir y esperar a que un nuevo mes pase.
Se te hizo largo, fue eterna la espera.
La única forma de que este rato fuera pasable fue cuando ambos hacían guerra de miradas, quien parpadea primero perdía y no era por nada, pero eras espectacular en este juego. Como ahora mismo. Tus ojos estaban atentos a esa mirada amarilla la cuál no se despegaban ni un segundo de tu persona. Dejaste que tu mirada se hundiera en esos par de ojos dorados profundos ignorando de esa forma el ardor de tu córnea al no haber parpadeado por muchos segundos. Ladeaste tu cabeza hacia un lado siendo imitada por él lentamente provocando que una sonrisa divertida apareciera en tu rostro. Estabas a punto de parpadear, lo sabías porque tus ojos comenzaban a arder y poco a poco se ponían llorosos. Para tu alegría él parpadeó primero y desvió la mirada hacia la puerta.
-----¡Ja, me la pelas! ---- cantaste victoriosa sonriendo en su dirección.
Eso hasta que el ceño del na'vi se frunció.
Tus ojos miraron a la puerta de igual forma, frunciendo el ceño cuando el sonido de las cerraduras abriéndose llenó toda la habitación. Después de unos segundos desviaste tus ojos a tu compañero, Diego ya te estaba mirando de forma ansiosa cuando los soldadeos entraron. Lo oíste sisear como advertencia hacia ellos, el sonido de su cola golpeando el suelo con furia llegó a tus oídos y cuando ellos se acercaron un electrochoque recorrió todo su cuerpo. Mordiste tu labio inferior intentando guardar cualquier tipo de comentario estúpido que quisiera salir de tu bocota. Te obligaste a hacerte invisible en esta gran habitación, una acción que definitivamente no te agradaba para nada porque tú no eras así.
Tú eras de los que gritaban y obligaba a todos a que giraran a verte.
Cuando ellos salieron tú dejaste salir un pesado suspiro, estabas preparando a tu cerebro para la nueva batalla que se formaría con tu amigo adicto. Al menos esperabas que tal vez después de haberte enfrentado a él mantendría la distancia.
Estuviste en medio del silencio de la celda intentando brindar calma a tu ansioso corazón. Podías sentir la adrenalina recorrer cada centímetro de tu cuerpo debido a la expectativa de los sucesos que podrían ocurrir cuando Diego llegara, la necesidad de pelear comenzaba a abrumar cada rincón de tu mente provocando un cosquilleo en tus manos que no podías ignorar. Soltaste un suspiro golpeando tu desgastada bota contra el suelo ansiosa a la llegada. Tus manos comenzaron a jugar con el pequeño hilo que sobresalía de tu pantalón militar intentando entretenerte de cualquier forma.
"Paciencia, Sam"
Resoplaste fastidiada ante la misma frase, ya harta de la voz chillona de tu cabeza. Te diste media vuelta dispuesta a dormir y dejar que todo pase para ignorar el aburrimiento. Después de ir yendo y viniendo al mundo de los sueños y aguantar horas con la incertidumbre los cerrojos de la gran puerta comenzaron a hacer acto de presencia. Las botas pesadas de los que fueron tus compañeros invadieron cada rincón de la habitación. Observaste en un silencio sepulcral cómo ellos lanzaban a Diego al suelo, los soldados volvieron a poner el collar en su cuello, sus dedos colocaron el código en el panel y finalmente se alejaron de ahí sin decir nada interesante.
Observaste atenta cada movimiento de tu dopado amigo lista para pelear. A pesar de toda la oscuridad lograste notar cómo su cola comenzaba a moverse con lentitud conforme los segundos pasaban, los dedos de sus pies comenzaban a tener pequeños tic representando la ansiedad que su cuerpo estaba sufriendo. Finalmente sus ojos amarillos te miraron fijamente, sus pupilas dilatadas te hicieron ponerte alerta, dispuesta a patear su maldito trasero si Diego volvía a acercarse.
Más no sucedió.
El muchacho se quedó quieto en su lugar y con su respiración pesada se giró en su lugar intentando ignorar tu presencia en la hhabitación. Abrazando sus propios hombros probablemente por el frio que invadia todo su cuerpo. En medio de la oscuridad lograste notar cómo su cola se enrrollaba en su muslo. Esta vez no hubo ningún ataque de su parte, simplemente te ignoró y se encerró en lo más profundo de su mente.
Con incomodidad y sospecha te recargaste en la pared masajeando tu pierna inflamada con cuidado al estar sentada en el suelo. Tus ojos no se despegaron ni un segundo de él sin confiar que no fuera hacer nada. Estabas incrédula a la idea de que Diego no te atacara. No dormiste en ese rato, no lograste cerrar tus ojos hasta que tu cuerpo comenzó a sentirse agotado y te obligó a descansar después de horas sin dormir.
Aún sin saber cuánto tiempo había pasado.
Tu compañero de celda no te atacó en ningún momento. Ambos compartieron la comida con tranquilidad y cómo nueva actividad puesta en la rutina ahora Diego te miraba de forma directa y sin disimular. Poe si fuera poco ya no desviaba sus ojos cuando se encontraban con los tuyos. Sus iris amarillos estaban atentos a cada movimiento que hacías, sus ojos vagaban por todo tu cuerpo y a veces podías verlo relamer sus labios de forma ansiosa. Aquello no te brindaba nada de calma porque sabías que este muchacho había comido personas lo cual podías notar por los huesos viejos que adornaban la esquina de la celda, podías entenderlo cuando veías que el suelo era pintado de un lindo color carmesí que conocías bien.
Esta fue su convivencia por otro mes.
Ustedes dos teniendo batalla de miradas, tú cantando viejas canciones de reguetón, él moviendo la cola interesado cuando tu bota golpeaba el suelo al ritmo de tu voz. Era una convivencia extraña, una nueva forma de hacerse amigos ante la situación que ambos estaban viviendo.
----Oye, me estoy aburriendo inventa un juego o algo ----. Hablaste mirando al techo imaginando un juego del gato.
Diego no hizo ningún ruido, solo escuchaste su cola golpear contra el metálico suelo.
----Cabroón... Al menos unas dos palabras, ¿no? ---- te quejaste con el ceño fruncido.
Lo único que recibiste a cambio fue un suave siseó y aquello te hizo rodar los ojos. No servía de nada quejarse, porque aunque hablara tú no entenderías ninguna de las palabras que salieran de su boca.
----En verdad eres un horrible compañero de celda ----. Volviste a quejarte, esta vez mirando a tu amigo el cual ya te estaba mirando. Sus orejas estaban pegadas a su nuca demostrando su enfado ante tu habladuría -----. Awww, ¿el gatito se enojo?
Otro siseó debido a tu burla haciendote sonreír, estabas dispuesta a seguir con esto de no ser por el sonido de la puerta. Guardaste silencio con tus ojos abiertos debido a la sorpresa por no haber oído nada antes de que se acercaran. Era obvio que tu sentido de alerta comenzaba a volverse inútil conforme pasabas los días encerrada, hiciste de lado tus preocupaciones sentándote mientras pegabas tu espalda a la pared y observaban fijamente a los no invitados.
Diego miró rápidamente a los dos guardias. Sus dientes comenzaron a mostrarse en cuestión de segundos amenazando con atacar si esos idiotas llegaban a tocarlo.
Eso hasta que nuevamente ese electrochoque sonó por toda la habitación.
---- Ese idiota de Mark cada vez se vuelve menos paciente ----. Se quejó uno de ellos tomando a tu compañero inconsciente.
Escuchaste un suspiro pesado y eso te hizo cubrir tu boca intentando oír lo que ellos decían.
----Y qué lo digas, dice que cada vez está más cerca de lo que busca.
¿Y exactamente qué busca? Tu lo sabías, cuidaste por un tiempo de ese idiota cuando quería hacer un recorrido por la tierra desconocida. Quería imitar cada rincón de esta tierra, quería crear al avatar perfecto para sus extraños fetiches.
Estaba enfermo.
----Está demente. Dicen que ya encontró un nuevo Na'vi para experimentar.
----Ah si, la cría. ¿No es así?
Apretaste los labios con fuerza, sintiendo como la rabia recorría cada rincón de tu cuerpo al pensar en un pequeño niño siendo pinchado por ese estúpido científico. Odiabas tanto a los malditos enfermitos.
----Ja, si la idiota de Samanta estuviera viva estoy segura de que estaría rabiosa ----- se burló uno de ellos poniendo cadenas en las manos del Na'vi.
----Se presumía mucho que era la mejor del escuadrón y la idiota no pudo con este tipo.
Uno de ellos rió y tu orgullo se vio pisoteado, las inmensas ganas de volarles la cabeza se presentó y estabas dispuesta a saltar para arrancarle la cabeza y meterselas por el culo, de no ser por la chillona voz de tu cabeza.
"Paciencia".
-----Tenía buen culo, si en los restos estuviera su trasero ten por seguro que me la follaría.
Pendejo.
----Dios, eres un asqueroso.
Ambos salieron y te dejaron ahí sola ahogándote en tu propia molestia.
Podías sentir cómo todo tu cuerpo estaba tenso, tu mandíbula se apretaba tan fuerte que estabas segura de que algunos dientes tronarían sino la relajabas. Tus puños estaban tomando con fuerza tu pantalón militar y las venas de tu sien se marcaban debido a la rabia.
Les vas a demostrar.
Definitivamente matarías a estos cabrones y se retorcerían en su tumba por el resto de su vida.
Ahora solo podías tragarte tu enojo y quedarte quieta llena de impotencia. No sabías cuánto tiempo estuviste entre el enojo y la colera. Lo único que te sacó de tu ensoñacion excesiva donde volabas todo fue el sonido de la puerta ser abierta. La misma rutina se repitió y tú solo miraste a Diego cuando el dúo estúpido salió por la puerta. Tus ojos se quedaron quietos en él, tu mirada recorrió con cuidado todo su cuerpo notando cómo comenzaba a temblar. Él no hacía nada, nunca hacía nada más que envolver su cola contra su muslo mientras sus ojos perdidos y vacíos miraban el techo. De repente sus manos fueron hacia su pecho comenzando a rascar la piel de sus pectorales, sus manos tomaron su trenza con fuerza sin hacer ningún movimiento, solo... recostado boca arriba con mirada perdida. Después de una hora lograste notar cómo sus ojos se cerraban, pequeños ronquidos llenaron el lugar dejando en claro que Diego finalmente había caído dormido.
Tus ojos inseguros recorrieron su cuerpo de arriba a abajo todo este rato esperando obtener alguna reacción que te hiciera ver su próximo ataque, más no hubo nada.
Solo el silencio de la celda oscura.
Dejaste que tu cabeza se recargara contra el metal cerrando tus ojos para intentar descansar del estrés que toda esta situación siempre te causaba. Ya estabas dispuesta a encerrarte en tu mente y esperar a que cualquier canción llegara a tu mente de no ser por el sonido de arcada.
Un sonido que te causaba repelús cada que lo oías.
Tu ojos se movieron con lentitud a Diego quién seguía recostado en el suelo.
Tus ojos notaron los espasmos de su cuerpo mientras el sonido del vómito acumulándose en su garganta te enviaba escalofríos por tu columna erizando los vellos de todas tus extremidades. De repente miles de sensaciones invadían tu cuerpo. Tu piel comenzaba a sentirse incómoda debido a la sensacion de la ropa tocándote, tu mandíbula se apretó y los recuerdos del pasado llegaron a tu mente como una tortura continúa. Tus manos temblorosas fueron lentamente a tus oídos intentando desaparecer el sonido de las arcadas y cubriendo el ahogamiento que Diego estaba sufriendo por su propio vomito. Tu respiración comenzaba a acelerarse a cada segundo que pasaba presa del pánico al ver cómo la persona inconsciente frente a ti comenzaba a moverse de forma brusca. Cuando te diste cuenta eras demasiado pequeña, te sentías tan aterrada que el escalofrío que recorrió cada centímetro de tu cuerpo te hizo esperar ansiosa a que la escena frente a ti terminara.
Estabas esperando de forma desesperada a que aquel chico terminara de ahogarse en su propio vomito.
Iba a morir.
Él iba a morir frente a tus ojos y tú no harías nada.
¿Qué podías hacer? Él podría matarte si te acercabas, podría despertar y ser irracional como siempre lo era.
Entonces, tal vez tendrías solo un poco de paz. No estarías alerta a cada segundo y podrías dormir como realmennte lo merecías, Pero... era lo único que te mantenía cuerda, era tu único boleto de salida de este lugar.
¿Qué harías?, ¿Qué vas a hacer?, ¿Vas a dejarlo morir?.
Entonces eres como los demás. Eres un monstruo que solo ve por si misma.
"Hubiera deseado estar ahí para poder protegerte"
Cerraste tus ojos con fuerza cuando aquella voz llegó a tu cabeza solo para hacerte sentir culpable por la situación.
¿Qué haría la joven tú? Probablemente ella solo lloraría. Esa idiota era lo único que sabía hacer.
Llorar y lamentarse por todo lo que no pudo hacer.
-----Puta madre.
Y con eso corriste hacia Diego. Tus manos se movieron con rapidez acumulando toda tu fuerza para poner su cuerpo de costado. Tus dedos temblorosos abrieron su boca con fuerza metiendo dos de ellos para sacar todo lo que se había acumulado en su garganta, luego Diego escupió sacando todo su vomito sin dejar de sufrir espasmos. Al estar ya segura de que todo estaba bien te giraste dispuesta a alejarte de no ser porque su mano tomó con fuerza tu muñeca, haciéndote saltar debido a la sorpresa. Estabas dispuesta a golpearlo para que te dejara ir de no ser por los pequeños sollozos que comenzaron a escapar de sus labios. Su agarre se debilitó comenzando a temblar mientras lloraba entre sueños, sus quejidos calaron en tus pensamientos y con cuidado comenzaste a palmear su espalda qued��ndote a su lado hasta que él lograra tranquilizarse... Lo odiaste.
Odiaste tanto esta situación porque te recordaba tanto al pasado.
Un pasado del que llevabas años huyendo, esperando jamás volver a encontrarte en una situación donde te sintieras vulnerable de forma sentimental.
Habías estado haciéndolo bien.
Siempre con un arma y nunca mostrando debilidad ante situaciones difíciles. Todo fue culpa de esta maldita situación donde te llevaron al límite, era claro que el encierro causaría estragos a tu salud mental, te debilitaría y obtendrías algo de empatía por tu único compañero de celda.
Un alien con el cuál ni siquiera te habías comunicado correctamente.
Estuviste horas ahí sentada brindándole compañía a Diego quien no dejó de llorar por todo ese tiempo, los suaves sollozos que dejaba salir eran una señal de que seguía perdido en su mente y gracias a eso podías darte la oportunidad de analizarlo. Sus orejas estaban dañadas, absolutamente destrozadas como si algo las hubiera mordido, también notaste algo que nunca antes habias visto... Unas cejas pobladas como las de un avatar, solo que sabías que Diego no era un avatar. Sino un nativo de Pandora y ahora entendías a los que se refería aquel científico al decir que "Charlie" era su más especial adquisición.
Un híbrido.
Una cría de algo artificial.
Tus dedos acariciaron con cuidado sus cejas llena de curiosidad ante la situación. ¿Qué lo hacía especial?, además de la obvias diferencias físicas.
Te quedaste en lo mas profundo de tu cabeza hasta que notaste que los llantos se habían esfumado y el siencio invadió el lugar. Estabas segura de que si fueras una persona normal ni siquiera lo habrías notado, pero no lo eras. Eras un soldado y claro que notaste cuando él se despertó. Su respiración se volvió calmada y hubo un pequeño tic en su mano que te sostenía con fuerza ahí notaste una gran cicatriz donde debía estar su dedo meñique.
Ya estaba consciente.
No te moviste para no asustarlo sin dejar de darle palmadas a su espalda para que él no sospechara que tú sabías que estaba despierto y así evitar que sufriera de un ataque de pánico o volverlo de alguna forma inestable.
Notaste cómo sus parpados se abrieron lentamente dejando ver sus iris dorados los cuales te miraron de reojo. Te obligaste a soportar la carcajada que quizo escapar de tu boca. Diego se levantó de golpe y tú te alejaste de él mirándolo atenta por si debías defenderte de cualquier ataque.
Al menos fue así hasta que notaste que Diego no se movió y solo te observó desde su lugar con ojos muy abiertos.
Sus ojos amarillos miraban fijamente los tuyos y por el rabillo del ojo podías notar cómo su cola estaba levantada en señal de alerta. Ambos estudiando si podían confiar en el otro para hacer algún movimiento. Decidiste que tú serias la primer en moverte, dando pequeños y lentos pasos hacia atras mientras levantabas tus manos con suavidad intentando comunicarle que no harías nada para dañarlo. Tu vista logró captar el pequeño movimiento de su cuerpo provocando que tu corazón se acelere ansioso ante la idea de sus caninos encajándose en tu piel.
-----Está bien, tranquilo... No haré nada — aseguraste sin dejar de observarlo.
Él solo siseó en tu dirección dándose media vuelta para mirar a la pared y así ignorar por completo tu existencia. Aquello te hizo abrir la boca indignada y luego rodar los ojos por su acción malagradecida.
-----Si, claro ----- soltaste sin pensar ---- ¡De nada, por cierto!
Volviste a tu lugar sin ganas de tentar tu suerte con este gran muchacho.
Fue un avance, no te mató lo que significaba que era una especie de agradecimiento. De todos modos lo necesitabas, necesitabas que te apoyara para tu próxima huída porque cuando vuelvan a llevárselo tú harías de todo para salir de aquí.
"Paciencia"
Ya se te había agotado y era momento de ignorar aquella voz.
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en mi interior,un río que no sabe encauzar
ansia imperativa que solo se cura con chelas y amigas
algo imposible de localizar
sexo y caricias fortuitas
gustosa,como si me pincharan las ortigas
vejestorio catalizador,vejestorio juzgador
la inmadurez relacional me quebró
ser, a muerto una mínima ilusión
ahora podré ser tenca
pasiva frente a la acción
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wosohavemyheart · 2 years ago
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VIDA
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Este es el sexto partido en casa del Barcelona femenino al que voy con mi hija de 5 años. En los otros partidos no hemos tenido la oportunidad de que Lexa conociese o que le firmarán la camiseta alguna jugadora del Barça porque o las jugadoras no pasaban por donde estabamos o porque los aficionados que habian no nos dejaban pasar y pegaban empujones y demás.
Ahora acaba de terminar un partido de Liga contra la Real Sociedad donde el Barça ganó 3-0.
-Mami, venga vamos que se está acercando Mapi- Dice Lexa agarrándome la mano y tirando de mi para acercarse a la barandilla donde ya había un montón de gente
En un momento conseguí colar a mi hija pero yo no pude pasar con ella por lo que me quedé detrás.
-Mapi, Mapii- Llama mi hija cuando llega pero esta incómoda ya que la gente de al lado le están dando golpes. Le van a salir muchos moratones dentro de pocos minutos.
-Oye oye- Dice Mapi- ¿No veis que hay una niña aquí? ¿Podéis no empujarla?- Se acerca a mi hija sin prestarle más atención a la gente que empujaba y gritaba.
-Hola Mapi- Dice mi hija sonriendo mostrando el diente incisivo que le faltaba arriba.
-Hola pequeña, ¿cómo te llamas?- Dice mirándola.
-Lexa
-Vaya, es un nombre muy bonito pequeña. ¿Dónde está tu mami?
-Ahí- Se gira un poco y me señala. Al haberse calmado la gente pude acercarme hasta quedar detrás de ella por completo.
-Soy yo, me llamo t/n- Doy un pequeña sonrisa
-Encantada- Me estrecha la mano.
-Igualmente.
-Dime Lexa, ¿quieres una foto?- Pregunta Mapi
-Siiii porfa- Chilla contenta y sonrío sin poder evitarlo.
Es todo lo único que quiero, que sea feliz.
-Y que me firmes está camiseta del Barça- Añade- He venido a otros partidos pero la gente no me dejaba acercarme porque soy muy pequeña- Se encoge de hombros
Veo que Mapi cierra por un momento los ojos y se aclara la garganta antes de contestarle.
-¿Sabes que, pequeña? Tengo una idea mejor
-¿Cuál?- Dice emocionada.
-Hay que pedirle permiso a tu mami, pero... ¿qué te parece bajar al campo?- Le suelta y Lexa suelta un gritito girandose a verme con la boca abierta.
-Mamiiiiii porfiiii
-Esta bien- Levanto las manos
-¿Crees que puedes saltar esto?- Me pregunta y asiento. Le paso a Lexa a la cual carga sin dejarla en el suelo y luego salto yo.
Ellas toman la delantera hasta encontrarse a Alexia Putellas
Antes se gira para mirarme aún encima de Mapi con cara de pánico.
-Es Alexia, mami- Me gesticula con los labios para que nadie se entere y me río de ella.
-Mira Ale, hay alguien que quiere conocernos.
-Hola- Sonrie- Soy Alexia- Le tiende la mano y la pequeña se la estrecha gustosa
-Yo soy Lexa- Dice un poco tímida. Supongo que es el efecto Putellas ya que yo también estaba tímidamente escondida detrás del cuerpo de Mapi.
-Nombre de toda una campeona. ¿Cuantos años tienes?
-Cinco, casi seis ya
-Vayaaa, te estas haciendo mayor eeh, campeona.
-Mami piensa que no, que soy su bebé todavía- Se encoge de hombros.
-¿Quieres que te diga un secreto?- Asiente entusiasmada- Mi mamá todavía piensa eso de mi- Le susurra al oído haciendo reír a Lexa.
-Pero si tu ya estás grandeee- Le devuelve el susurro.
-Para las mamás nunca estamos grandes- En ese momento conectamos miradas por primera vez y me da una sonrisa tímida.
-¿Me firmas la camiseta, Alexia?- Pregunta mi hija tímida
-Claro que si, campeona- Se la firma y se hacen una foto hecha por mi. Mapi le dio a Lexa haciendo que Alexia la cargara y ambas sonrieran.
-Gracias Alexia- Le da un beso en la mejilla y ambas se quedan sorprendidas
-De nada, campeona. Mira ahí están Patri y Clau seguro que te gustan mucho- Mapi la vuelve a cargar y va para allá y yo dudo si ir o no
-Soy Alexia, encantada- Me tiende la mano como hizo con Lex y la estrecho
-Yo soy T/n, dudo mucho que la gente no sepa tu nombre- Bromeo un poco quitarme la timidez.
-Ya bueno, me gusta presentarme cuando conozco a alguien- Me sonrie- ¿Hace mucho que venis a los partidos?
-Pues este es el sexto al que venimos en Barcelona. Siempre vemos vuestro a partidos en el hospital pero llegó un momento en el que Lexa me dijo que quería venir y acepté pero sólo a los partidos del Johan.
-Oh vaya, me alegro mucho de que podáis venir y apoyarnos en casa-Hace una pausa y se me queda mirando- Se que puede ser entrometido y si quieres no me contestes... pero... ¿Qué tiene Lexa?- Pregunta suavemente.
-No te preocupes... Es normal tu curiosidad, raro que no me haya preguntado Mapi. Tiene leucemia desde que tiene 2 meses. Estamos haciendo tratamiento y sesiones de quimio y vivimos en el hospital prácticamente.
-Oh vaya, joder- Se queda sin palabras- Lexa es una niña muy fuerte, ambas sois muy fuertes.
-Bueno, no puedo desmoronarme cuando es lo único que ella tiene, no?- Digo sonriendo triste
-Oye, se que nos acabamos de conocer y que puede sonar muy cliché pero no estáis solas, ya no T/n. Me tenéis a mi y estoy segura de que también tenéis a todo el equipo al completo.
-Gracias de verdad, pero no tenéis que molestaros...
-No sois una molestia, ¿vale?- Dice muy segura y me pone una mano en el hombro apretandome con ternura.
-Vale- Me limpio dos lágrimas que se me han caído.
-Y el padre?- Pregunta suavemente.
-Él cuando se enteró de que estaba embarazada no quiso saber nada.
-Que capullo, él se lo pierde- Declara y me abraza de costado poniéndonos a caminar hacia donde esta mi hija rodeada de literalmente todo el equipo.
-¿Cuántos años tienes?- Me pregunta antes de llegar.
-22
-Vaya, la tuviste muy joven.
-Si, con 17- Contesto.
Después de eso llegamos al grupo y todos nos pusimos a hablar y a conocernos. Mi hija esta encantada con la atención que estaba recibiendo de parte de todas las jugadoras.
-T/n, está sangrando- Dice Alexia preocupada ya que ella era la que la tenía en brazos en ese momento.
Cuando la escucho dejo la conversación con Patri, Mapi, Ingrid y Claudia.
-A ver, cariño- Me acerco a ellas dos y hago presión con mis dedos en el tabique nasal haciendo presión. - Pon la cabeza hacia delante, mi amor.
En ese momento la charla amena y divertida que había en el campo desapareció y se convirtió en un silencio total. Todas pendientes de mi hija, mirando con preocupación y lastima la mayoría.
-Creo que es hora de volver, mi amor. Demasiadas emociones por hoy... - Le digo mirandola y ella intenta negar con la cabeza.
-No quiero irme mami, me lo estoy pasando bien aquí...
-Y yo también, mi amor, pero necesitas descansar. Además, estoy segura de que Carla te esta esperando para que le cuentes como ha ido el partido de las chicas- Intento convencerla pero sigue sin estar muy convencida.
-Además... Creo que mañana hay sitio para un personita muy especial en el entrenamiento de su equipo preferido- Intenta convencerla esta vez Alexia y todas la respaldan.- Claro, si mamá quiere.
-Siii porfiiii - Chilla la niña y quito mis dedos al ver que ya no sangra más.
-Mmmmmh, me parece bien... Si también hay sitio para mi, claro
-Creo que no eh, estamos al completo- Dice Claudia sonriendo
-Vaya pena- Me hago la triste.
-Siempre podemos echar a Ale para que entres tú- Me guiña un ojo Mapi
-Eso me parece perfecto
Veo como Alexia se indigna y sonrio.
-Vamos, cariño- Le ofrezco los brazos para que se venga conmigo pero veo como se agarra más fuerte del cuello de Alexia pero frotándose los ojos en señal de sueño.
-¿Cómo habéis venido?
-Andando
-¿Queréis que os lleve? Lex está cansada y no creo que camine mucho más.
Me la queda mirando por un momento. Lexa no va a andar más y yo no puedo cargar con ella hasta el hospital
-No quiero molestar. Seguro que estás cansada y quieres llegar pronto a casa...- Me mira mal
-¿Qué te he dicho antes? No sois ninguna molestia- Empieza a andar a lo que supongo que es la salida.
-Encantada de conoceros chicas- Digo porque me voy a tener que ir detrás de Alexia.
-¿No estas sola vale? Nos tienes a nosotras ahora- Dice Irene
-Y aunque te quieras despegar de nosotras no vas a poder- Dice Leila abrazándome de lado.
-Gracias chicas, de verdad- Digo emocionada y Mapi me abraza
-No es nada, hasta mañana
Me despido de todas y voy donde Alexia me espera con una Lexa dormida en su cuello.
Caminamos y nos montamos en su coche en silencio hasta que llegamos al hospital.
-¿Quieres que te ayude a llevarla a la habitación?
-Si quieres- Le doy una sonrisa de medio lado y Alexia carga a la niña hasta la habitación donde la deja suavemente en la cama.
-Ale- Susurra Lexa despertandose un poco.
-¿Qué pasa, campeona?
-Gracias por el día de hoy- Dice y se vuelve a quedar dormida.
-Gracias a ti, campeona- Le susurra y le da un beso en su pelada cabeza.
Salimos de la habitación para no despertar a Lex.
-Nos tengo palabras para agradecerte todo lo que habéis hecho, has hecho hoy por ella. Ella es una niña feliz a pesar de que sabe todo lo que le pasa pero nunca la he visto tan feliz como hoy.
-No tienes nada que agradecer. A partir de hoy será así ¿vale? No vas a tener por que preocuparte ni llorar sola nunca más. Estoy aquí contigo... Con vosotras y las chicas también- Dice y los ojos se me cristalizan.
-Puedo... Puedo darte un- No me deja terminar cuando me envuelve con sus fuertes brazos.
Me hace sentir protegida, apoyada y escuchada por primera vez en mucho tiempo.
Antes de separarnos me da un beso en la cabeza.
-Dame tu número- Se lo doy- Si necesitas algo llamame o si quieres hablar escríbeme...
-Vale, pasame luego la hora para ir al entreno.
-Vendré a buscaros- Dice
-¿Qué? No hace falta, podemos ir andando.
-Mañana estoy aquí, buenas noches, preciosa.
-Buenas noches, Alexia.
Nos despedimos y con una última mirada se va dejándome con el corazón a 1000 y con una pequeña estúpida sonrisa mirando por donde se ha ido hace minutos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Pasaron los meses y la relación con las chicas era genial, las consideraba familia y Lexa también. Eran sus tias.
Sin embargo con Alexia era todo diferente. Alexia todos los días estaba ahí para nosotras, iba al hospital y se quedaba con nosotras para por la noche leerle un cuento para dormir a Lexa, jugaba con ella y con el resto de niños que había en planta. Lexa estaba super orgullosa de tener a Alexia como amiga y así se lo mostraba a los otros niños.
Cuidaba de mi. Me mandaba a casa para que pudiera descansar correctamente, para que me duchara o comiera bien mientras ella se hacía cargo de Lex, nos poniamos a hablar o a ver películas demasiado cerca como para 2 simples "amigas".
Ya nos habíamos besado unas cuantas veces y habíamos tenido "citas" a solas pero sin llamarlo así. Nos lo tomábamos con calma. Quería que se pensara muy bien si quería estar conmigo a pesar de tener una hija y encima enferma.
Alexia nunca se había hechado para atrás y tomaba roles que no le pertenecían pero que los hacía encantada y desde el corazón y eso me enamoraba mucho más.
-Mira mamii, Ale nos está saludando- Dice mi hija sacándome de mis pensamientos levantando la mano y saludando emocionada.
Yo también le saludo y nos da un sonrisa encantadora.
Estábamos sentadas en la grada familiar del Camp Nou esperando a que comenzara un Barça-Madrid tan esperado de la Champions.
El partido empezó y yo nunca he sido una loca aficionada al fútbol pero desde que tengo que verlo con mi hija puede que me haya aficionado un poco al Barça y lo estábamos viviendo como nunca.
El marcador de la ida iba 2-1 a favor del Barça un partido que jugaron en Madrid pero al que no fuimos por más que me insistió mi hija.
Las chicas iban con 1 gol de ventaja pero la intensidad y la rivalidad hacía que fuera difícil mantener esa diferencia. Habían faltas por doquier, empujones, palabras susurradas para encender al contrario... Y se notaba. Me asombrada la rivalidad que podían tener en un clásico pero luego en la selección todas eran amigas y se llevaban estupendamente.
El medio tiempo llegó y todas estaban enfadadas podía verlo pero la que más era Alexia, las madridistas iba a por ella sin darle pausa y sin dejarla en su salsa haciéndole constantes faltas sobre todo en el tobillo para que no pudiera ocasionar el gol o el pase al gol.
-Mami- Me llama mi hija
-Dime, cariño
-Le están haciendo daño a Ale- Dice con el ceño fruncido.- No me gusta eso
-Ya cariño, si no la dejan jugar tienen más posibilidades de que no les metan gol.
-Ale va a meter gol- Dice confiada
-Seguro que si. Esperemos que no le hagan mucho más daño- Le doy un beso en la cabeza.
El partido se reanuda y siguen comentiendole falta a la mayoría pero a la que más a Alexia. En una ocasión pitaron una falta a favor del Barça por una entrada fea que le hizo Olga a Alexia.
-Si tira Ale la mete, mami- Dice confiada Lex.
-Pero es un poco difícil- Digo al ver el ángulo y la barrera.
-Nada es difícil para ella, mami
Y mi hija y Alexia me callan la boca. Tiró la falta por encima de la barrera a la esquina haciendo que Misa no pueda tocarla.
-Goooooooooooool- Grita Lex y ambas nos levantamos a celebrar- Te lo dijeee mamiiiiii
Cuando las chicas la dejan en paz Alexia se gira hacia nosotras besándose la muñeca derecha donde tiene una pulsera. Es un método de celebración que nos dedicaba desde que Lexa le regaló una pulsera hecha por nosotras dos
-La ha besado, mami.
Aunque Alexia siempre lo hacía aún cuando no estábamos en el partido y se lo hacía a la cámara porque sabe que la estaríamos mirándola desde el hospital mi hija siempre se emocionaba y para que esconderme, a mi también me emocionaba.
El partido terminó al final 4-1 con un gol de Pina, Aitana y Patri y del Madrid hecho por Ester.
Antes de que me pudiera dar cuenta y frenarla Lexa se escabulló de los dos guardias que habían al lado y consiguió meterse al campo con estos dos corriendo detrás de ella.
Yo negué enfadada pero al ver cómo Alexia dejó lo que estaba haciendo cuando vio a Lex correr a ella y se agachó para cogerla y abrazarla se me quitó rápido. Era imposible enfadarme con esa imagen clavada en tus ojos y memoria.
Vi como los guardias estaban hablando con ella cuando se levantó con Lex en brazos y supongo que estaban disculpándose pero después de dos palabras más vinieron hacia donde estaba.
-La señorita Putellas nos a dicho que puede entrar al campo.
-Ahora iré- Asientieron y se marcharon a otro lugar.
Yo hora mismo no quiera interrumpir en la celebración que estaba teniendo todo el equipo junto a Lexa. Alexia estaba en ese momento sosteniendo un tambor de un aficionado mientras Lex estaba dándole con la baqueta siendo grabadas en todo momento por la de redes sociales del Barça. Después les pediré el video y las fotos.
Cuando Lex se cansó le pasaron el tambor a Aitana y mi hija vio otra cosa que quería. Una bandera que estaba Leila ondeando. Supongo que se lo dijo a Ale porque ambas fueron y Leila se la dio pero obviamente sola no podía hacerlo y Alexia la ayudó a hacerlo mientras los aficionados cantaban el himno culé.
Una vez se acercaban para ir al vestuario, baje. Felicitaba a todas las chicas que me encontraba hasta llegar a dos personas en específico.
-Enhorabuena Ale- Le digo y le doy un beso en la mejilla para después darle otro a Lex que estaba acurrucada en el cuello de la mayor.
-Gracias preciosa.
-¿Sabes, Ale? Mami dijo que no creía que ibas a meter el gol de falta.
-¿Ah si? - Dice indignada
-¿Qué? Lo veía muy difícil- Me excuso- Pero siempre me sorprendes.
Recibo una sonrisa a cambio y yo también le sonrio pero se me quita enseguida cuando veo que a Lex le sale sangre por la nariz.
Saco rápido un pañuelo y presiono.
-Voy a cambiarme rápido- Me da a la niña- Dos minutos y vuelvo- Promete y se va corriendo.
-Mami, me siento mal y estoy cansada.
-¿Porque no me lo has dicho antes? - La regaño levemente.
-Me lo estaba pasando bien y no queria que os preocuparais por mi.
-Siempre nos vamos a preocupar por ti- Dice Alexia apareciendo con las llaves del coche en la mano.- Andando, reinas.
-Me siento mal, mami- Me susurra y de inmediato miro preocupada a Alexia que también lo ha escuchado.
Lexa no diría eso si realmente no se sintiera mal, muy mal. Es muy callada con esas cosas
Una vez nos sentamos en el coche veo como Lexa empieza a desenfocar la mirada y después comienza a convulsionar.
-Alexia, date prisa por favor- Digo nerviosa intentando que mientras convulsiona no se haga daño.
Al llegar al hospital sigue igual y entro con la niña así en brazos de Alexia.
-Marta, Marta- Llamo a la enfermera que esta ahí de guardia y al verme junto con un médico se la llevan mientras nos sentamos en la sala de espera.
-Todo estará bien, cariño- Me dice Alexia abrazándome.
-¿Porque le tiene que pasar esto a ella?- Pregunto al aire con la voz temblorosa
-Porque en la vida hay dos tipos de personas. Las que luchan contra viento y marea contra los obstáculos que se le ponen en el camino y los que conforman y no hacen nada y vosotras, cariño, sois las personas más fuerte que he visto nunca. Vais a salir de está, vamos a salir de esta juntas cueste lo que cueste. - Me da un beso en la frente.
-Gracias por estar aqui- Le agradezco y me acurruco más contra su cuerpo
-Sois mi lugar, no pienso estar en ningún otro sitio que no sea con vosotras.
POV ALEXIA
Estuvimos varias horas en la misma posición esperando a que el doctor que siempre a llevado a Lexa apareciera con noticias. Cuando por fin apareció ambas nos levantamos rápido pero yo me quedé un paso detrás de T/n.
-¿Cómo está, Miguel?- Pregunta T/n
-Ahora está bien. Le hemos hecho una serie de pruebas y lamento decirte t/n que Lexa no a reaccionado a está quimioterapia lo suficiente.
En ese momento el corazón se me detiene y no me puedo imaginar como se está sintiendo ahora mismo T/n
La abrazo dandole apoyo y al ver que T/n no reacciona tomo el control.
-¿Qué se va a hacer ahora doctor?
-Pues veréis, al ver que la quimioterapia sola no basta podemos hacer un trasplante de células madres junto con quimio y con esto estoy un 90% seguro de que podremos curarla.
-¿De que trata ese trasplante?-Pregunto.
-Primero de todo tenemos que hacer unas pruebas para que el donante sea compatible, cuando nos aseguramos el donante se somete a una anestesia general o una epidural para que no sienta dolor alguno. Una vez hecho esto con una jeringuilla pinchamos en la cadera donde se encuentran las células madres y extraemos algunas.- Explicar el Doctor García.
-¿Lexa va a sentir dolor con el trasplante?
-No, para nada señorita Putellas. A ella solamente se lo pondremos en la vía para que le vaya a la sangre y que la sangre la transporte a su zona.
T/n parece que vuelve a reaccionar y iba a hablar pero me adelanto.
-Hazme esas pruebas para ver si soy compatible.
-¿Qué? No no Alexia- Se niega T/n
-¿Porqué?
-Alexia eres una jugadora de fútbol, no quiero perjudicar tu carrera ni nada de eso- Dice preocupada
-El doctor lo a hecho parecer una cosa bastante sencilla, ¿verdad, doctor?
-Si, es bastante sencillo en si. Solo te tendrías que quedar un día aquí y podrías seguir jugando obviamente.
-No tienes porque hacer esto
-Ya se que no tengo porque hacerlo- Le agarro can las manos la cara para mirarnos- Quiero hacerlo, deseo hacerlo cariño.
Nos quedamos unos instantes simplemente mirándonos hasta que me besa suavemente.
-De acuerdo-Acepta y mira al doctor.
Me voy a hacer los estudios con el doctor y me dice que si soy compatible con Lexa. Estoy por abrir la puerta de la habitación pero una conversación dentro me detiene.
-¿Que pasa, cariño? Estas muy callada mirándome fijamente-Dice T/n
-¿Ale puede ser mi mami?- Suelta después de estar unos minutos más callada
-¿Qué?
-Digo mi otra mami. Los otros niños tienen un papi y una mami y otros que tienen dos papis o dos mamis. Yo quiero que Ale sea mi otra mami.
En ese momento mi corazón bombea de una manera que ni corriendo 4 horas lo hace.
-¿Porqué quieres eso, cariño?- Pregunta y noto que tiene la voz un poco rota.
-Porque Ale siempre se a preocupado por mi, me quiere, me hace reír, juega conmigo y tu eres feliz cuando estas con ella.
Me limpio una lágrima que no sabía que se me había caído.
-Soy feliz contigo, mi amor- Asegura t/n
-Ya lo sé, mami, pero eres mucho más feliz cuando ella está con nosotras y yo quiero que seas feliz
-Mi amor...
Me encantaría formar una familia con ellas y que Lexa diga esas cosas hace que mi corazón se derrita de ternura y amor por ellas.
Antes de entrar a la habitación me aclaro la garganta y toco a la puerta para que parezca que acabo de llegar.
Al entrar me encuentro con madre d hija abrazándose fuerte.
-¿Hay sitio para una más?- Pregunto con un puchero
Ambas abren un brazo para que me una y así lo hago encantada.
-¿Mami, me puedes traer un zumo?- Dice Lex después de estar un rato abrazándonos.
-¿Con un sandwich?
-Siii, de nutella porfa- Hace un puchero y yo hago otro.
-Yo también quierooo porfaa- T/n sale con una sonrisa de la habitación.
Cuando se Lexa se me queda mirando y se que me quiere decir algo
-¿Qué quieres, campeona?
-¿Puedes prometerme una cosa?
-¿El que?
-Se que el bicho que tengo dentro no funciona con la medicación y mami me a dicho que tu vas a ayudarme a matar al bicho.
Hace una pausa y yo le aliento a continuar.
-Pero si no sale bien quiero que me prometas que no dejaras sola a mami. Tu y las tias la hacéis muy feliz, se rie y sonrie mucho y yo no recuerdo que antes lo hiciera. Asi que quiero que siga así aunque yo no esté.
Frunzo el ceño y niego con la cabeza.
-Eso no pasará, campeona. Tú no te vas a ir a ninguna parte y haremos a mami siempre feliz, convenceremos a mami cuando el bicho se muera de apuntarte a fútbol, molestaremos a mi haciéndole cosquillas, estudiaras lo que quieras y cuando te vayas de casa para hacer tu vida lloraremos mucho- Le aseguro.
-No me iré de casa, Ale. No quiero que lloreis- Dice
-Eso dices ahora, campeona, cuando seas mayor no dirás lo mismo- Suelto una risita y me tumbo con ella en la cama.
-Ya soy grande- Dice segura apoyándose en mi pecho.
-Tienes razón, pero tienes que ser muuuucho más grande- Le contesto y se queda tranquila con la respuesta.
La vuelva de Alexia ha hecho que vuelva la inspiración y había terminado esta historia de una manera pero al final he decidido dejarla así porque si os gusta subiré una continuación
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mara242526-blog · 5 months ago
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Familia al instante ( parte 2)
Tal vez esperando que alguien llegará a ayudarla tal vez había llamado a emergencias pero prácticamente me dejó la entrada libre.Desde dentro se escuchaban ahora sí varios gemidos y maldiciónes por parte de ella me asome lentamente y pude verla sentada en el sillón con las piernas abiertas el vestido que tenía ya no estaba y para mí sorpresa solo tenía un sujetador. No puede aguantar más y en silencio comencé a tocarme pues sus gemidos me estaban volviendo loco. De un momento a otro se paro y se apoyo contra el sofa comenzó a balancearce y masajear su vientre cuando dejó salir un largo gemido y su bolsa finalmente se rompió con un estallido justo en ése momento llegué a mi clímax. La escuche llorar seguramente por el susto de estar sola así que decidí aparecer y ayudarla. Golpe la puerta preguntando si todo estaba en orden y ella grito desde el living aquí estoy por favor ayúdame. Cerré la puerta pues quería ser solo ella y yo. Cuando entre estába contra el sillón con las piernas abiertas. Me presente y me dijo su nombre le pregunté hacía cuánto había empezado y me dijo que la noche anterior. Me sorprendió eso quería decir que sabía que estaba de parto y aún así fue al súpermecado eso me hizo sonreír levemente por suerte ella no lo noto. La ayude a volver al sillón y le dije que debía revisar su progreso para ver su dilatación. Me preguntó si era médico y le dije que no pero menti que había echo un curso de primeros auxilios ella pareció tranquilizarse. Con mucho cuidado ingrese dos dedos en su entrada que estaba sumamente húmeda y pude sentir que aún no estaba del todo dilatada. Le dije que aún no podía pujar ella se lamento y dijo más para ella que para mí - esa estúpida idea de caminar al súper no funciono- la ayude a pararse pues caminar aceleraría las cosas ella se apoyo en mi con algo de vergüenza pues era un extraño y ella estaba desnuda y vulnerable le ofrecí una calida sonrisa y ella se tranquilizo . Comenzamos a caminar por el apartamento ella se detenia cada tanto pues sus contracciones aumentaron y sin la bolsa de por medio eran mucho más dolorosas. Luego de media hora nos dirigimos a la cama y volví a revisarla tenía 8 cm . Ella se veía cansada por lo que le dije que sabía cómo podríamos acelerar el proceso ella me miró y dijo si cualquier cosa porque ya nazca . Sin previo aviso comenze a masajear su vientre ella se quedó quieta sorprendida pero al instante dió su aprobación pues se sentía bien. comencé a acariciar su clítoris ella jadeaba gustosa de la sensación una mano estába en su entrada y la otra masajeba sus pechos que habían comenzado a largar leche Comencé a ingresar mis dedos y moverlos más rápido ella comenzó a mover sus caderas de pronto una contraccione la hizo gemir- mmm no pares sigue mmm si se siente mejor - no puede evitar gemir al verla así sentí su contracción en mis dedos ella se arqueo sin dejar de moverse en contra de mi mano.- Entra en mi - su petición me dejó quieto -que? Le pregunté pues pensé que había escuchado mal por mi exitacion - quiero que entres en mi puedo ver tu erección y si tus dedos me hacen sentir así no puedo imaginar lo que tú polla hará - realmente estaba pasando parecía un sueño. Con su ayuda la acomode contra el filo del colchón el cuál por suerte era alto asi que sin pensarlo mucho me baje los pantalones y mi ropa interior la cual tenía restos de semen y con su propio lubricante me moje y lo metí de una sola estocada ella grito de placer y yo no pude esperar así que comenze a moverme mientras agarraba sus caderas ella estaba abierta para mí sus gemidos eran un estimulante para. Otra contracción vino y vi como su vientre se tensazaba ella gimio de dolor y pude sentir como se contraian sus paredes al rededor de mi polla eso me llevo a la locura y llegué a mi clímax. Nos quedamos en silencio un momento recuperandonos pues ella llego junto conmigo. cuando otra contracción la ataco y me dijo que quería pujar rápidamente me salí de ella y la revise efectivamente estaba lista para traer a este bb .
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poetailurofilica · 14 days ago
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El loto azul
diferente a otras flores esta está siempre en blues de nenúfar a nenúfar le saltan ranas de luz
encaran las arañas que se acaparan de la cruz que forman las demás ramas de un árbol contiguo al tul
ése trozo de tela recubriendo la flecha oxidada, solitaria, caída, errante y sin dedos
no había un muro ni un laberinto en la realidad de la vida salvaje
la pestilencia no es para juicio sino para detenerse a observarle acunada, deliverada- mente jugosa
toda la estrofa me pide gustosa que arrope la tinta que pinta su andar
existe divina regada de espinas sin rosa, acaricia y endulza el manantial
acuden las vetustas serpientes para el juego ¡te equivocas! aquí no se doman ni al toro ni al conejo
despierta temblorosa con una caricia del cielo montada está en la historia como la más hermosa entre mil versos
espanta porque en un pantano apantallar no puede más que por lo sano los estético, lo mundano lo que seduce a simple vista
la pericia sin pereza dicta que el hombre en su destreza la haya errante por haber atravesado la invaluable
osadía, de triunfar frente a la tentación de los sentidos, del latido de un asustado corazón
fuente mágica de todo alivio una flor es un símbolo de paz prácticamente un delirio si no la consumimos, lo mismo se va a condecorar
@poetailurofilica
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raccontidialiantis · 6 days ago
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Bagno
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Lo faccio per me. Il contatto con l'acqua calda e il sapone sembra rigenerare anche l'anima. Sono dieci minuti di puro relax e benessere. Ci resto ancora un po'. Socchiudo gli occhi e la radio accompagna i miei pensieri tranquilli. Lo faccio per lui. Dopo il bagno, depilazione accurata e ora la mia pelle è liscia e delicata come la seta: voglio che le sue mani trasmettano al suo cervello quello che occhi, orecchie e naso sanno solo anticipare.
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Avrà l'acquolina in bocca; desiderio e testosterone a mille. Mi diverte sempre e mi solletica, ‘sta cosa! Voglio essere la pietanza gustosa che non vedrà l'ora di consumare. Impiegherò un'ora e mezza solo per spalmare creme, massaggiarmi, truccarmi, profumarmi e vestirmi. Voglio essere bella e desiderata da chiunque incontrerò stamattina, mentre mi recherò in piazza all'angolo stabilito, dietro l'edicola e di fronte al bar Centrale.
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Lo capirò dagli sguardi gentili degli anziani, dall'espressione improvvisamente muta e seria dei ragazzi, che cercheranno di incrociare i miei occhi. Mentre incedo, lenta e tranquilla, con un accenno di gioia sul viso. Magari ne guarderò appena uno e gli fermerò i battiti per due secondi, lo so. Sarà ancora più evidente dalle lame taglienti lanciatemi dalle donne di mezz'età frustrate, che dovrò schivare con un sorriso, piegandomi un po’ alla Matrix.
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Quelle serene mi sorrideranno complici e mi faranno un cenno d'intesa. Loro sanno bene cosa si prova a essere giovani e bellissime. Farò la svampita e dal bar qualcuno farà a gara per offrirmi un caffè e un cornetto, mentre lo aspetto. Succede ogni domenica. Quando lui arriverà, fingerò un lieve imbarazzo, ma so già che mi tremeranno le gambe e che per un attimo saremo il centro dell'attenzione. Sarò il suo prezioso giocattolo.
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Mi colmerà di attenzioni, mi porterà al centro commerciale per farmi acquistare ciò che vorrò, e man mano che passeranno le ore sentirò crescere in lui il desiderio insopprimibile di avermi. Sarò la caramella che scarterà. Gli concederò tutta me stessa: anima e tacchi compresi, perché mi ama. Perché lo amo, perché l'amore è una recita a soggetto e io la faccio per me. La faccio per lui. Ultimo spruzzo di profumo prima di uscire, sistematina alle autoreggenti velatissime… borsetta, cellulare, preservativi, chiavi… clack.
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RDA
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caostalgia · 2 years ago
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"A veces temo la manera en que las personas son gustosas de mi, es decir, las razones... Porque eso que aman, podrían odiarlo después"
-S.B
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difensoredelfocolare · 9 months ago
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Con queste veneziane alla crema la parola d'ordine di oggi è morbidezza!
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Le veneziane alla crema sono uno dei dolci da colazione più classici che esistano: morbida pasta brioche sormontata da una gustosa o profumata crema pasticciera. Oggi le prepariamo insieme seguendo passo passo la mia ricetta. Buona visione e buon appetito!
INGREDIENTI PER 8 VENEZIANE:
PER LA BRIOCHE: 300 g di farina Manitoba 6 g di lievito di birra secco (o 12 g di lievito di birra fresco) 2 uova medie 50 g di latte 50 g di burro 1 cucchiaino di miele La scorza di un limone 1 pizzico di sale PER LA CREMA PASTICCIERA 250 g di latte intero 60 g di zucchero 20 g di amido di riso 2 tuorli d'uovo 1/2 bacca di vaniglia Scorza di limone Un po' di latte per spennellare Granella di zucchero per decorare
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