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PRIMA PAGINA As di Oggi martedì, 10 settembre 2024
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Mi espalda va por buen camino.
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Vaggie siendo una hermana mayor
Vaggie siempre ha sido una figura protectora para su hermano menor, asegurándose de que esté seguro y bien cuidado en todo momento.
Intentas ayudar en el hotel
Te deja peinar su cabello y usar su lazo
DEMASIADO SOBREPROTECTORA DE NUEVO
Intenta esconderte de alastor pero si alastor ya te conoce, ella intenta alejarte de el, tambien no confía que Niftty este cerca de ti
Si no sabes español te enseñara
A pesar de ser estricta y exigente, Vaggie también es cariñosa y comprensiva con su hermano, siempre dispuesta a escuchar sus problemas y ayudarlo en lo que necesite.
Intenta no decir groserías a tu alrededor
Pero si dices groserías,ella te regaña
No te deja tocar su lanza si eres un demonio
También siempre te dará su hombro para llorar
A menudo, Vaggie actúa como la voz de la razón para su hermano, guiándolo por el camino correcto y enseñándole importantes lecciones de vida.
Charlie te ama,como te super ama
CHARLIE Y VAGGIE TUS MAMIS
Juegas con kee kee
Tiene miedo de contarte su pasado como un exorcista(por si no lo sabes)
Pero si estuviste con ella le prometes que no contaras nada
Aunque a veces puedan tener desacuerdos y discusiones, la relación entre Vaggie y su hermano siempre se basa en el amor y el respeto mutuo.
Vaggie se enorgullece de las habilidades y logros de su hermano, y siempre está presente para apoyarlo y animarlo en sus metas y sueños.
Si no te sabes protegerte ella misma te entrenara pero no de una forma bruta
A pesar de tener una personalidad fuerte y decidida, Vaggie es increíblemente protectora y sacrificaría cualquier cosa por la seguridad y felicidad de su hermano. Digo lo hace POR AMOR
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El rey recibió como obsequio dos crías de halcón y las entregó al maestro de cetrería para que las entrenara. Pasados unos meses, el instructor informó al rey:
—Uno de los halcones está perfectamente educado, Su Majestad, pero el otro no sé qué le sucede. No se ha movido de la rama desde que llegó al palacio. Hemos tenido que llevarle el alimento allí.
Preocupado, el rey mandó llamar a curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Luego, encargó la tarea a varios miembros de la corte, pero tampoco hubo éxito. Desde la ventana de sus habitaciones, el monarca observaba que el halcón seguía inmóvil.
Finalmente, decidió publicar un edicto entre sus súbditos, ofreciendo una recompensa para quien lograra hacer volar al halcón. A la mañana siguiente, el rey se sorprendió al ver al ave volando libremente por los jardines.
—¡Traedme al autor de ese milagro! —ordenó.
Le presentaron a un campesino sencillo.
—��Fuiste tú quien hizo volar al halcón? ¿Cómo lo conseguiste? ¿Eres acaso un mago? —preguntó el rey, intrigado.
El campesino, entre nervioso y feliz, respondió:
—No fue difícil, Su Alteza. Solo corté la rama en la que siempre se posaba. El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y, simplemente, voló.
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Me quede sin mause, pero tengo computadora y mi periodo, así que esperen mucha mierda por parte mía ໒꒰ྀི´ ˘ ` ꒱ྀིა
HC de Harbor y Astra antes de misión con su pareja
HARBOR
Suele estar entre nervioso y emocionado, el y su pareja estaran en peligro, PERO JUNTOS!
Asi que entrenara mucho para estar totalmente preparado para la mision, todo dependiendo de la difiultad de la mision
Entre mas sencilla sea menos entrenara, y en ese tiempo extra el te contara las distintas maneras en la que destejaran la victoria. Por otra parte si la mision es mas compleja usara el tiempo en el viaje hacia la mision para pedirte todos los besitos que por obvias razones no podra pedir mientras los enemigos los balacean
Despues de la mision solo quiere comer y besitos, un hombre con objetivos faciles y sencillos
ASTRA
Concentrada y relajada, antes y despues del entrenamiento te regala una sonrisa con dientes y un beso en la mejilla, obviamente acompañado de palabras de apoyo y festejando tu puntaje en el entrenamiento
Muchos besitos en las mejillas mientras te abraza por la espalda
Te llenará con todo el amor y chistes malos posibles mientras se asegura de llenarte de amor, así cuando estén en la misión no le ganarán las ganas de correr y abrazarte
En el jett solo piensa en la estrategia, estrategia y más estrategia que planearon antes de la misión para asegurar la victoria
No quiere ponerte en riesgo, mucho menos por estar desconectada con el plan inicial
Así que por favor, abrazarla y dile que estará todo bien, necesita ese optimismo
Alguien por favor regáleme galletas con chispitas de chocolate, tengo hambre
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Mar de historias
Una pizca de pimienta/Cristina Pacheco.
Llevo años trabajando en las cocinas. Gracias a Dios acaban de darme el cargo de mayora. Todavía falta para que me jubile, pero ya lo pensé: no voy a retirarme de esto. ¿Qué sería de mi vida sin mi estufa, mis ayudantes, mis ollas, mis compañeras de trabajo Dalila, Águeda y Dinora? Es la empleada de más reciente ingreso.
Ella empezó a trabajar aquí el 15 de enero. El gerente me pidió que la entrenara. Le vi buena disposición y aunque todavía es joven, desde el principio la llevamos bien y, cuando puedo, me gusta ayudarla. No quiero decir que la vea como a una hija, porque no es tan grande la diferencia de edades entre nosotras, pero sí como a una hermana menor.
Desde que se cortó el cabello se ve muy bien, lo malo es que se le notan demasiado los tatuajes que tiene en el cuello. Nunca faltan moscardones que anden rondándola. Le aconsejo que tenga cuidado y no se fíe. No sé mucho de hombres, pero tengo hermanos, así que los conozco lo suficiente como para saber que mientras consiguen lo que quieren son capaces de ofrecerle a una las perlas de la Virgen; pero después, cuando se les pasa el antojo y se encandilan con otra, si te vi, ¡no me acuerdo!
II
Estimo a Dinora, le deseo lo mejor y no me gustaría verla sufrir un desengaño. Por eso le he insistido en que no se encampane a las primeras con cualquier tipo, y menos con alguien como Óliver. Es el repartidor que desde hace un tiempecito viene a dejarnos la carne tres veces por semana. En lo que espera a que se le pague el pedido, va y se sienta en una de las mesas del fondo y platica con mi amiga mientras se toma su cafecito con una banderilla.
Cuando empezó a hacer migas con Dinora, después de que él se iba y yo le preguntaba a ella de qué habían conversado, me contestaba que de futbol, de sus cuates, de su trabajo en la distribuidora de carne y del tianguis donde vende los domingos, pero a últimas fechas, si se lo pregunto, ella me responde que de puras tonterías o que no se acuerda porque no le puso atención. Eso sí me preocupa, me da mala espina porque siento que ella me oculta algo o que ya no me tiene confianza.
No quiero pensar mal, pero hay cositas, cositas raras. Por ejemplo, el día que Óliver llegó bien tarde al restorán. Encontró el puente bloqueado y en la avenida había manifestantes que protestaban por falta de agua en una escuela y el maltrato a los animales. Como no le permitieron el paso con su camioneta, al pobre no le quedó más remedio que bajar el cuarto de res que le habíamos pedido y echárselo sobre los hombros, así que llegó al restaurante sudando a mares, todo despeinado y con la bata manchada de sangre. Al verlo, Dinora corrió a ofrecerle su café, pero él no quiso tomarlo: tenía prisa de irse a entregar otros pedidos, al menos esa fue la explicación que nos dio.
Más tarde, a la hora del almuerzo, noté a Dinora muy callada, le pregunté si había tenido otro problema con la portera de su casa y me dijo que no. Enseguida fue a pedirle permiso al gerente para salir a la sedería porque necesitaba comprar unos hilos y no sé qué otras cosas. Me pareció que era un pretexto para que no siguiera preguntándole, y creo que no me equivoqué porque regresó sin haber comprado nada y con los ojos llorosos.
III
Atando cabos saqué mis conclusiones: para mí que ella sintió feo de que Óliver no le hubiera aceptado el café. Después, cuando íbamos a salir, se lo dije y le aconsejé que no se mortificara por algo tan insignificante. Ya con eso, se soltó a decirme que había sido una tonta por interesarse en un idiota como Óliver y que en adelante, cuando él le hiciera plática, iba a mandarlo por un tubo.
Me dio gusto que al fin entrara en razón y me tranquilicé, pero al siguiente lunes, en cuanto vio aparecer al dichoso repartidor, fue al baño a pintarse los labios, se dio una arregladita, se cambió de zapatos y salió muy contenta a ofrecerle a Óliver su café y su banderilla. Estuvieron bromeando un rato, hasta la cocina me llegaban sus carcajadas y tuve que salir a decirle que fuera a apoyarme con los chamorros.
No necesito preguntárselo a Dinora para saber que Óliver la tiene loca, pero a mí él no me gusta para ella, porque sé que al final de cuentas va a sufrir mucho sin que a él vaya a importarle, como tampoco le importó que antes padecieran otras mujeres por su culpa. Él no me lo dijo claramente, pero me lo dio a entender antes, cuando platicábamos.
Reconozco que Óliver es muy guapo, varonil, simpático y sabe conversar muy sabroso, pero esas cualidades no lo hacen un buen prospecto para Dinora. Por desgracia no he podido conseguir que ella se dé cuenta de eso, pero confío en que suceda algo que le abra los ojos, que la haga darse cuenta de que no necesita ofrecérsele a nadie porque todavía está en posición de elegir. No dudo que encontrará un hombre bueno, que le convenga, aunque no sea tan guapo, tan varonil ni tan buen conversador como Óliver. Eso me consta. Cuando me platicaba, se me venían un chorro de estornudos, como me sucede a veces cuando le pongo una pizca de pimienta a mis guisados.
IV
El gerente nos dio la noticia de que la semana que entra al fin van a inaugurar nuestra sucursal en Tepozotlán. Hace tiempo que no voy para allá, pero me han dicho que está muy modernizado, lleno de buenos restaurantes, entre ellos la sucursal del nuestro. Pienso que Dinora debe irse para allá cuanto antes, para que empiece a darse cuenta de la situación, vea lo que haga falta y prepararse para cuando empiecen a llegar los clientes.
El patrón estuvo de acuerdo en mi sugerencia de que Dinora vaya a encargarse de la sucursal. Cuando lo supo, a ella no la vi muy feliz. Me dijo que extrañará mucho este lugar, a la clientela y, aunque no lo mencionara, de seguro también las conversaciones con Óliver. La entiendo porque sé lo que es oírlo y, sólo por eso, sentir que el mundo cambia, que todo es distinto.
Estoy tranquila porque hice todo lo posible por evitarle una desilusión, pero creo que mis esfuerzos fueron inútiles. Ella no entiende y sigue pensando que ese hombre está entusiasmadísimo con ella. Puede que ahorita sí, pero cuando pase el tiempo y él se canse, Dinora acabará oyéndolo, desde la cocina, conversar y reírse con otras mujeres. Y eso, por Dios que se siente bien feo.
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Brevísima reflexión de mi primer mes en el gimnasio
Gracias Franco, Vivian, Carol y Dennis por ayudarme a disfrutar este proceso.
Hace 31 días empecé el gimnasio como parte de mi decisión de crearme nuevos hábitos. En diciembre hice una autoevaluación y supe que debía de cambiar muchos aspectos: de mentalidad, de prioridades y de enfoque. Uno de los más difíciles era desaprender la mala práctica del esfuerzo mínimo con la que había estado operando los últimos tres años y hacer todo lo necesario para reaprender la disciplina. Sentí que eso impactaría positivamente en mi voluntad de trabajar con el mayor esfuerzo posible en todas las áreas de mi vida.
Entendí que no lo lograría solo con las “ganas”; debía de accionar en la práctica. Recordé que unos años atrás intenté hacer el 75 Hard pero no pude avanzar mucho en aquella ocasión. Es un reto muy exigente. A finales de diciembre del año pasado decidí planificarme a iniciarlo el 02 de enero. No tenía grupo ni amigos con quienes hacerlo, así que me aventuré a hacerlo solo y con total honestidad.
No sabía a qué gimnasio entrar aunque sí estaba claro que necesitaba a alguien que me entrenara, por dos razones: primero porque no tenía ni idea de cómo hacerlo y segundo porque necesitaba a alguien que me exigiera y a quien rendir cuentas cada día. Así fue que llegué donde Franco. Ya lo seguía en Instagram pero nunca había prestado atención a su perspectiva de trabajo y de minaste. Le escribí, le dije que quería probar unos días a ver cómo reaccionaba mi cuerpo -y principalmente mi mente-. Me dijo que llegara a las 4:30am. Por supuesto que pensé que estaba loco, pero luego caí en cuenta que era una buena oportunidad para empezar cada día lo más temprano posible, considerando además que tenía una estructura ya definida de lo que haría las mañanas antes de llegar a mi oficina: meditación/oración, lectura. Era el match perfecto para mi agenda diaria.
El 01 de enero puse la alarma a las 4:15am, con muchas dudas de si iba a apagarla o a levantarme. Sonó la alarma y contra todo pronóstico me levanté. Al llegar el primer día al gimnasio vi a dos muchachas: @viviancaldera y @carolnavas. Lo primero que pensé es que iba a conocer a nuevas personas (me gusta mucho) y que no sería aburrido hacerlo solo. Esos primeros tres días las vi entrenar con disciplina y una determinación envidiable. Ahí supe que quedarme iba a significar exigirme más de lo que hubiera querido inicialmente (“hacerlo al suave”).
Generalmente las características de un grupo te incentivan a salirte o te motivan a ponerte al mismo ritmo. Yo todavía no estaba dispuesto a renunciar tan rápido. A la semana llegó @dennisschwartz quien es un atleta de alto rendimiento y tiene muchos años de entrenar al máximo nivel. Ahí dije: no se diga más, este es el espacio ideal de buena influencia para esta meta.
Ya han pasado 31 días seguidos despertándome a las 4am de lunes a viernes para entrenar junto a ellos y a las 5am los fines de semana a correr solo. En un mes uno podría decir que poco se aprende, pero no ha sido mi caso. En un mes no solo he reflexionado mucho, también he empezado a notar cómo el gimnasio y el ejercicio influyen en otros aspectos de vida y más cuando estás atravesando situaciones emocionales adversas. He notado cómo mi cuerpo se está sintiendo más saludable, pero en especial estoy notando nuevos pensamientos que me están impulsando a mejorar cada día y que al final no estoy compitiendo contra otros, sino contra mi propio yo.
Probablemente mis nuevas amistades del gimnasio no se hayan dado cuenta, pero con pequeñas cosas me han ayudado mucho este mes. Estas son las que se me quedaron:
1. “La disciplina le gana a la motivación”. Uno llega muy motivado al gimnasio, al menos me ha pasado eso las pocas veces que lo he intentado. Sin embargo la motivación dura poco, es como un fósforo cuyo fuego dura lo que tarda en consumirse el palito de madera. Franco, nuestro coach, va más allá de solo darnos las rutinas y explicar los ejercicios, nos transfiere un mindset ganador. Síganlo en Instagram y lean lo que comparte para entender esto. Desde que lo dijo la primera vez me he enfocado en trabajar un día a la vez en el gimnasio, pues la disciplina se va construyendo con la acción diaria. Por eso me despierto a las 4 am aunque muchas veces no quiera o esté muerto del cansancio.
2. “Enfocate en el hábito y no en el resultado”. No me lo dijo alguno de ellos de forma literal pero sí en diferentes comentarios, más cuando pregunto el tiempo que falta para ver si tendré algún cambio en mi cuerpo. Lo mejor es que con la forma en que ellos entrenan me muestran que están enfocados en la disciplina de mantener el hábito. No fallan en llegar siempre a la misma hora todos los días. No negocian las indicaciones que nos da Franco. Y Carol y Vivian tienen hijas pequeñas, suficiente excusa para fallar más seguido.
3. “Vamos, vos podés”. Pareciera cualquier cosa pero no lo es. Carol me lo dijo la primera vez muy al inicio, en los primeros días. Yo estaba en las últimas haciendo uno de los ejercicios y todavía estaba a la mitad de la rutina. Cuando escuché el “podés” retomé las energías y continué hasta concluir todo. Luego en varias ocasiones Vivian y Dennis me lo han dicho justo en el momento en que siento que ya no puedo. Es como que ven con compasión al novato pero que saben lo importante de no dejarlo caer. En otra ocasión cuando le conté a Vivian que el 75 Hard me estaba costando demasiado, me hizo ver que ya había avanzado un tercio del tiempo. Ella vio el vaso medio lleno y yo medio vacío. El “vamos, vos podés” ahora me lo estoy diciendo a diario en todo lo que estoy haciendo en lo profesional y en mis otros proyectos.
4. “Desconectate de todo lo de afuera, concentrate en lo que estás haciendo”. Las primeras semanas usaba demasiado el teléfono. Me gusta escuchar algo mientras hago cardio y mientras estoy haciendo los ejercicios, sin embargo lo agarraba a cada rato para cambiar algo y ya luego me distraía viendo las redes. Un día Vivian me dijo esta frase y ahí la anduve pensando el resto del día. No solo se trata de hacerlo durante estás en el gimnasio, también en todas las otras actividades. Inclusive comentamos cómo el estar siempre con el teléfono nos hace quitarle la atención a nuestros hijos. Ya llevo una semana usando mucho menos el teléfono. El objetivo es pronto dejarlo guardado durante las rutinas…y mientras estoy con mis hijos.
5. “El balance es lo más importante”. Esta frase me ha resonado mucho porque justamente es uno de los aspectos que quiero trabajar este año: tener balance entre mi vida personal (espiritual/emocional), mi vida familiar, mi vida profesional y el resto. Además del ejercicio hablamos sobre lo que hacemos para nutrirnos en las otras áreas: libros, podcast, personas, etc. Esas son pequeñas buenas influencias que en otro momento de mi vida hubieran sido tan imperceptibles que las hubiera dejado pasar.
Apenas llevo un mes pero lo he vivido como medio año, con mucho entusiasmo e intensidad. Me encontré a las mejores personas para compartir este proceso de trabajar mente-cuerpo y eso me hace sentirme otra vez agradecido. Ahora se que el ejercicio no es algo temporal sino un nuevo estilo de vida. Hacia allá voy.
En 45 días escribiré sobre los aprendizajes que tendré del 75 Hard. Seguro serán muchos.
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Cortes de Carne - [ Licha Center ] #1
Libro de One Shots
Pareja: Licha x Garnacho
Palabras: 1.8k
Género: Fluff
primera vez
ღ Donde Alejandro está por primera vez con la selección Argentina y tiene miedo de que no lo acepten por no haber nacido en el país. ღ
Lisandro estaba muy emocionado. Demasiado.
Estaban camino al aeropuerto para viajar hasta Argentina, llevaba una mochila colgada a su espalda; con una mano empujando su valija y con la otra sosteniendo su termo con su mate—que nadie le pregunte cómo hacía para agarrar ambas cosas sin que se les caiga porque él tampoco sabía, solo era un don que algunos poseían—. Detrás suyo caminaba siguiéndolo el chico que recientemente se había teñido el cabello de rubio.
Se acercaban los amistosos que jugarían en Argentina y estaban viajando unos días antes para acoplarse al lugar antes de jugar. Y de paso, por si alguno quería visitar a su familia o amigos.
Él, por su parte, estaba ansioso por poder llegar y mostrarle el lugar a Alejandro después de que le dijera que no había ido muchas veces a la provincia y que las veces que había ido no había podido "turistear". El chico apenas había visitado Argentina para cuando Scaloni y la AFA lo citaron para que vaya a conocer el predio y entrenara un poco. Además de eso, solo había ido a Córdoba para conocer a su familia materna, al ser la provincia donde se había criado su madre.
Dejaron las valijas en la cinta transportadora y se dirigieron directamente hasta el túnel y las escaleras que les permitirían subir al avión.
Después de dejar las valijas, se volteó apenas para poder abrazar al chico por el cuello, pasando su brazo por este ahora que se había desocupado. Alejandro parecía distraído, por lo que se asustó un poco por su movimiento y él solo pudo reír ligeramente porque le dio ternura.
—¿Nervioso? —preguntó y el delantero asintió.
Si tenía que ser sincero, nunca había estado más nervioso en su vida como lo estaba en ese momento. Tenía miedo y sentía esa presión de tener que jugar bien a toda costa.
Quería mucho jugar con la selección argentina, era consciente de que esos partidos eran amistosos y que para estar en la selección oficialmente tenía que hacer que lo volvieran a convocar para partidos oficiales.
No solo debía impresionar a la AFA, sino también a los hinchas argentinos y sentía que esa sería la parte más difícil para él. Había leído muchos comentarios al respecto, tal vez más de los que debería haber hecho porque ahora había perdido la confianza. Veía muchos comentarios de que no debería jugar con la Argentina porque no "transpiraba la camiseta" o comentarios similares por el hecho de que era español.
Junto a eso, jugar con figuras tan grandes como eran los campeones del mundo—que no por nada lo eran— lo intimidaba un poco. Ellos tenían un puesto asegurado, él no y sentía que luchar contra ellos era imposible.
Él no era nada comparado con ellos.
—No te hagas tanto la cabeza, todos son re buena gente y ya le caes bien a la mayoría —respondió el central, intentando levantar los ánimos del rubio al ver que no eran nervios buenos—. Además, ya todo el mundo te quiere porque sos mi protegido.
Alejandro sonrió por su comentario, ciertamente eran cercanos. Muy cercanos tal vez.
Muchas veces antes habían tenido "roces" que se basaban en Lisandro apoyando sus manos en sus muslos cuando estaban sentados o abrazándolo por la cintura cada vez que podía. Incluso se habían besado varias veces, aunque nada fuera de lugar. Lisandro siempre lo trataba con cariño y se aseguraba que nada le incomodara.
Gracias a compartir equipo en el United, se habían vuelto muy buenos amigos—o lo que fuera su relación, porque tampoco querían ponerle un nombre—, y Alejandro no sabía a quién agradecer por juntarlos, tal vez a Ten Hag, porque realmente amaba estar con él y todo lo que le hacía sentir.
Cuando subieron al avión, lo primero que hizo el defensor fue sacar la yerba de su mochila y pedirle a la azafata si le podía dar agua caliente, en lo que preparaba el mate.
Cuando la mujer le trajo el termo de nuevo con el agua, no tardó ni dos segundos en cebarle un mate, extendiéndoselo.
Sería un viaje largo pero para nada pesado o incómodo, porque Licha siempre aligeraba el ambiente sea donde sea que estuvieran.
Lo primero que hicieron cuando la selección se reunió de nuevo, fue saludarse entre todos, entre abrazos y risas por volver a verse después de tres meses.
En ese momento, Alejandro se sintió un poco excluído en la charla porque hablaban del mundial y él no sabía cómo incluirse en eso y tampoco quería sonar egocéntrico o algo similar.
Hasta que Emiliano habló.
—Bueno, Licha, ¿nos vas a presentar a tu novio? —soltó con una sonrisa burlona en su cara.
El resto en la mesa en la que estaban sentados picando algo de tarde, se voltearon hacia el nombrado y hacia el chico que estaba sentado a su lado, quien no había dejado de seguirlo a todos lados porque le daba pánico quedarse solo con alguien más.
—¿Qué novio, pelotudo? —respondió mirándolo mal. No sabía para qué mierda les había contado que le gustaba Alejandro si era obvio que lo iban a joder con eso—. Aparte ya lo conocen, para qué se los voy a presentar.
El rubio a su lado se puso colorado por las miradas y porque ese comentario iba dirigido hacia él. ¿Qué les había dicho Lisandro sobre ellos? Por dios, sentía que se iba a morir asfixiado e iba a terminar del mismo color que su camiseta del United.
Quería que la tierra se lo tragara.
—Uh, amigo, ¿estás bien? —cuestionó Paulo, quien estaba sentado del otro lado suyo al ver lo rojo que estaba el menor.
Lisandro, al escuchar la pregunta dirigida hacia Alejandro, se volteó hacia él después de dedicarle la peor mirada que tenía a Emiliano.
Inconscientemente llevó una mano a la pierna del chico, queriendo asegurarse de que no se iba a morir en ese momento y que estaba bien, además de ser un pequeño consuelo y disculpa por lo que estaba viviendo.
Paulo vio la mano de Licha por debajo de la mesa y solo se cagó de risa, volviendo a su tarea de comer algo porque se estaba muriendo de hambre.
—¿Cómo no va a ser tu novio si hasta me echaste de nuestra habitación para dormir con él? —le reclamó Cristian, llamando la atención de su mirada.
Lisandro también lo miró mal por haberlo expuesto de esa manera ante el resto de la selección.
—Pensé que éramos amigos, Cristian Gabriel Romero —se quejó, dramatizando, sin saber a dónde meterse porque si alguien más le hacía un comentario sobre ese tema, o se cagaba muriendo de la vergüenza o le revoleaba una piña a alguien. No había punto medio.
—Vos me traicionaste primero. —Ciertamente los dos estaban jodiendo, porque Cristian era un celoso de mierda y porque le gustaba joder al otro central.
Pero tal vez ese era un humor que Alejandro no entendía del todo, tal vez por la diferencia de cultura.
Al principio, las bromas que le hacían a los dos eran pasables, porque al menos sabía que no era el único que sufría a pesar de que no decía nada al respecto y solo se refugiaba en las palabras de Lisandro puteándolos. Pero cuando las bromas se dirigieron a él específicamente no supo cómo reaccionar.
Bromas por cómo hablaba, por las palabras que usaba o los gestos que hacía.
No creía que de verdad fueran a afectarle sus bromas porque sabía que solo eran eso, chistes. Pero aparentemente estaba en un momento más sensible de lo que era consciente y cuando llegó a la pieza que compartía con el número 6 del United, solo se largó a llorar.
Ya era de noche y la mayoría se había ido a dormir. Estaba solo en la pieza porque el defensor le había dicho que necesitaba tomar un vaso de chocolatada caliente antes de dormirse porque solo así podía hacerlo cuando se sentía nervioso. Hacían casi 40 grados pero a Lisandro no le importaba eso.
Alejandro se sintió tonto por no poder controlar sus emociones, pero al parecer era algo que se estaba guardando hace tiempo y no solo se debía a las bromas de los chicos de la selección, eso solo había sido la gota que rebalsó el vaso.
Para cuando el central volvió a la pieza, se encontró con el chico acurrucado a un lado de su cama, haciéndose una bonita mientras lo veía temblar ligeramente por el llanto.
—Ale —lo llamó con preocupación, dejando la taza en la mesa de noche para después arrodillarse a su lado, sin dudar en abrazarlo—. ¿Qué pasó, solcito? ¿Por qué llorás?
El número 49 del United solo pudo balbucear varios "perdón" mientras intentaba inútilmente limpiarse las lágrimas porque no las podía parar.
El menor no pudo hablar hasta minutos después que logró calmarse, aunque seguía avergonzado porque Lisandro lo hubiera encontrado en ese estado.
Las manos del defensor fueron hasta sus mejillas, limpiando con sus pulgares el resto de lágrimas que habían allí, mientras lo miraba con afecto y preocupación porque estuviera mal.
—¿Me querés contar qué te puso mal? —volvió a insistir, intentando consolar de alguna manera al menor.
—Solo… —se cortó a sí mismo, mordiéndose el labio para no volver a llorar—. Me dolieron los comentarios que hizo el resto —logró completar, con un poco de miedo por cómo se iba a tomar eso el contrario.
Pero Lisandro solo pudo hacer una mueca de incomodidad, sabiendo que tarde o temprano eso podía hacer.
—Mañana voy a hablar con ellos, ¿sí? —le aseguró, sin querer invalidar lo que estaba sintiendo—. Está bien que te sientas así, Ale. Son diferentes culturas y está bien si no te puedes acostumbrar tan rápido, tampoco tenés que aceptar algo que te hace sentir mal. —Las caricias en sus mejillas continuaron a pesar de que ya no habían lágrimas, simplemente como una caricia más de las que Lisandro solía hacerle.
El rubio solo atinó a asentir suavemente, sintiéndose mejor y más relajado gracias al mayor. Le gustaba mucho la gentileza con la que lo trataba y que lo comprendiera tan bien, sin intentar en ningún momento juzgarlo o hacerlo sentir mal.
Lisandro dudó un poco si hacer eso o no, pero terminó mandando todo a la mierda porque no se podía contener a esos ojitos llorosos que lo miraba y a sus labios abultados por el pequeño puchero que hacía cuando estaba triste.
Sus labios se conectaron en un sutil beso, apenas un roce de labios que hizo que ambos cerraran sus ojos y disfrutaran de la cercanía ajena, sin importar nada más de lo que pasaba y solo concentrándose en el presente. En su presente.
Al otro día, Lisandro se encargó de levantar a almohadazos a cada uno de los que se habían burlado de Alejandro.
Y los amenazó, no sólo a ellos sino al resto también, de dejarlos con un dolor de cadera que lo recordarían por semanas después de la patada en la tibia que les iba a dar durante los entrenamientos por haberse metido con su novio.
#historias de nyx#cortes de carne#lisandro martinez#licha martinez#alejandro garnacho#scaloneta#argentina#garnalicha
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PSICOLOGÍA: ATRÉVETE A VOLAR
PSICOLOGÍA: ATRÉVETE A VOLAR
PSYCHOLOGY: DARE TO FLY Patricia Mena Córdova Psicologa Cuenta la leyenda que un Rey recibió como regalo dos pequeños halcones y se los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Legend has it that a King received two small falcons as a gift and gave them to the falconry master to train them. Después de unos meses el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba…
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#ATRÉVETE A VOLAR#¿A QUE TE AFERRAS?#¿A TI QUE TE IMPIDE VOLAR?#DARE TI FLY#DONDE QUIERES ESTAR EN UN MES?#lomasleido#PATRICIA MENA C.#PSICOLOGÍA#PSICOLOGIA#PSYCHOLOGY#SUICIDIÓLOGA
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"Mi padre me hizo socio del Sevilla FC en la temporada 1978/79 porque estudié aquí en Sevilla. Cuando todavía vivía, que él murió en 2013, él siempre pensó que el Sevilla era un gran club para que yo lo entrenara. Cuando yo estaba en el Valencia, en el Benfica o en el Atlético de Madrid, él siempre pensó que le gustaría verme cerca de él y en el Sevilla. La historia es la que es. [Durante el Betis-Sevilla] lo echaré mucho de menos porque estoy convencido de que él estaría feliz de verme en un derbi y de verme entrenando al Sevilla. Estoy convencido de que estaría súper orgulloso. Es un momento en el que yo me acordaré de mi padre porque me encantaría que estuviera aquí y estuviera viviendo lo que estamos viviendo."
Quique Sánchez Flores, 26 de abril de 2024.
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CRLOEX – 46
Episodio 46 - ¿Lo sabes ahora? Ciel voló de inmediato. Mientras tanto, Morgan gritaba como un hombre que hubiera perdido la vista, arrancando árboles cercanos y arrojándoselos. Pero nada de eso pudo llegar a Ciel. Es una lástima, pero los Espers de tipo físico no son rival para los Espers de tipo elemental. Por supuesto, si eres un Esper físico de alto nivel, las cosas podrían ser diferentes. Vi a las dos personas enfrentarse desde una posición ligeramente más alta y me pregunté qué hacer. Si yo torpemente me involucro en una pelea de Espers podría ser que termine metiéndome en problemas. Sin embargo, me sentí mal por Morgan porque no podía simplemente mirarlo sin saber que le sucedería. Recibió orientación por primera vez hoy y no tenía idea de que, si liberaba demasiada energía como esa, podría llevarlo a una corrida violenta. “¡No uses tácticas extrañas, baja y compite de manera justa!” (Morgan) Morgan le gritó a Ciel, quien solo se defendía mientras se movía en el aire. “Ja, ¿eres un Esper recién manifestado que no sabe nada?” (Ciel) En ese momento, Ciel murmuró y Morgan agarró la roca que sobresalía a su alrededor y la levantó. Una enorme roca que parecía tener un área más grande enterrada en el suelo voló rápidamente hacia Ciel. Ciel, que sólo había estado levitando mientras alimentaba su ira, usó sus poderes de viento para agarrar la roca y arrojársela directamente a Morgan. Morgan lo esquivó rápidamente, pero parece que no pudo evitar todas las rocas grandes. La roca que lo golpeó se hizo añicos, Morgan extendió el puño y destruyó todas las rocas restantes. “Uf... ¿Qué debo hacer?” Mientras me preocupaba, Ciel no perdió el tiempo y estaba derrotando a Morgan con sus habilidades. Parecía como si el cuerpo de Morgan estuviera siendo zarandeado por un viento invisible. Vi a Ciel flotando en el aire y mirando hacia abajo. Cuando comencé a ver más blanco, sentí que estaba perdiendo la cabeza. No pude verlo más. “¡Basta!” Grité fuerte. De hecho, ambos eran Espers que podían oírme incluso si hablaba en voz baja, pero no se alejaron el uno del otro como si no pudieran oírme. “¡Deténganse!” Grité de nuevo, pero Ciel ni siquiera me miró, y Morgan se limpió el labio agrietado con el dorso de la mano y apenas me miró. Entonces Ciel comenzó a golpearlo nuevamente con ataques más fuertes. La forma de poner a alguien flotando en el aire y aplastarlo era la mismo que estaba acostumbrada a ver en el pasado. “¡Es un invitado en nuestra casa! ¡Si no te detienes, romperé la carta que me diste y la quemaré!” Me sentí un poco lamentable porque no importaba cuánto entrenara, lo único que podía hacer para detener al Esper era lanzarle amenazas. Sentí una sensación de vergüenza, pero de repente todo quedó en silencio. Ciel, que deliberadamente no había mirado en mi dirección, me miraba con los ojos muy abiertos. Lanzó a Morgan, que había estado flotando en el aire, al suelo y se acercó en un instante. “...La carta, ¿aún no la has quemado?” (Ciel) Me quedé estupefacta por la pregunta porque parecía pensar que ya había sido incinerada, así que dejé escapar un breve suspiro y lo miré fijamente. Como beneficio adicional, tenía ambas manos en la cintura. Como cuando mi mamá está enojada. “Sí, estuve un poco ocupada hoy así que no pude quemarla. Desafortunadamente.” “...En ese caso, puedo enviarla de nuevo.” (Ciel) “Incluso si la envías, está bien si no la veo. ¿Me estás tomando el pelo?” Cuando el final de mi voz se elevó, las comisuras de sus ojos se cerraron. ¡Despreciable! “Entonces. Si dejo en paz a ese pobre Esper, ¿dejarás la carta cómo está?” (Ciel) “Ese es mi corazón. ¿Por qué no me das un poco de paz?” Simplemente dije lo que se me ocurrió y él sonrió. Mi corazón latía extrañamente al ver las comisuras de su boca ensanchándose como si estuviera muy feliz. “Estás en lo cierto. Te lo concederé solo hasta ese punto. Tienes razón.” (Ciel) “...” Debido a que su comportamiento y apariencia eran tan diferentes a los del pasado, la vaga hostilidad que había estado ardiendo desapareció fácilmente. Lo miré con ojos llenos de sospecha y él descendió al suelo. Se paró justo frente a mí, bajó la cabeza e hizo contacto visual conmigo. “Solo dame una oportunidad, cariño.” (Ciel) “Te dije que no me llamaras así, ¿verdad?” Miré a Morgan, que estaba tumbado detrás de mí, y susurré suavemente. La distancia es bastante grande, pero él también es un Esper, por lo que podría escuchar todo. Entonces Ciel bloqueó mi vista con su cuerpo sólido. levanté la mirada, las comisuras de su boca que estaban levantadas hace un momento descendieron fríamente. Incluso su mirada era fría, así que sentí como si lo estuviera mirando desde el pasado. Tragué saliva nerviosamente sin darme cuenta y él me abrazó. Me rodeó con sus hombros anchos y brazos largos. “No mires a otros hombres.” (Ciel) “...Ja.” “Dices que no, pero todavía te considero mi esposa. Yo lo haré bien esta vez. Haré todo lo que no he podido hacer por ti... Entonces, ¿no puedes simplemente darme una oportunidad más?” (Ciel) No podía ver su rostro, pero podía sentir lo desesperado que estaba sólo por su voz. ‘¿Entonces qué debo hacer?’ Para ser honesta, sentí pena por él. Sin embargo, no tenía ninguna intención de repetir el pasado. ¿No estaría bien ser simplemente unas personas que comparten un pasado que no se le puede contar a nadie? Incluso si no es posible que sea un amigo cercano, alguien con quien pueda hablar de vez en cuando, cada vez que me venga a la mente el pasado. Mientras me preocupaba por si debía dar una respuesta fácil, inconscientemente adquirí el hábito de morderme el labio. Luego, la firme punta de un dedo presionó suavemente mi labio inferior, que fue masticado bajo mis dientes. “¿Cómo que nada ha cambiado? …” (Ciel) Una voz llena de risa me hizo cosquillas en los oídos. Después de pensarlo de manera complicada, descarté las condiciones en las que había estado pensando todo el tiempo. “...En esta vida quería casarme con un hombre como mi padre.” Continué hablando mientras miraba el pecho del hombre frente a mí, que estaba apretado por la tensión. “Me casaré con el hombre que mis padres quieren. Esa es mi propia regla en esta vida.” “...” (Ciel) ‘Entonces, si me quieres, convence a mi familia, no a mí.’ Quizás porque se dio cuenta de mis intenciones ocultas, los brazos que me rodeaban ganaron mucha fuerza. Un pecho duro tocó mi mejilla. - - Los acelerados latidos del corazón parecían ser su respuesta. ‘¿Podrás convencer a mis padres?’ A diferencia del pasado, no estaba sola. – ‘Te édarte cuenta de que la Seohyun que conocías ya no está aquí.’ ‘Si haces eso, te rendirás fácilmente.’ ‘No me enamoraré de ti como lo hice en el pasado. No tengo ninguna razón para hacer eso, ni ninguna intención de hacerlo. ¡Darte una oportunidad!’ * * * * Ciel siguió a Irene como un gentil cachorro. Ella lo empujó justo después de darle una oportunidad. Luego caminó hacia Morgan, que yacía a lo lejos. Quería impedir que fuera, pero no podía hacer algo que hiciera que ella lo odiara más. Incluso si lo deja tal como está, un ignorante Esper físico como ese, se levantará por sí solo. Sinceramente, no le importaba si moría. Aunque su insatisfacción le llegaba hasta la barbilla, en realidad ayudó a Irene. Usando sus habilidades, llegó fácilmente frente al hombre e inmediatamente se inclinó para comprobar su condición. “¡Hermano Morgan!” Odiaba verla pronunciar el nombre de otro hombre con una voz más clara que el canto de los pájaros. Al igual que antes, sintió la necesidad de taparle la boca y los ojos, pero mantuvo la boca cerrada y esperó. ‘¿Cómo se le presentó tal oportunidad…?’ (Ciel) No tenía intención de perderse algo tontamente. Fue su esposa quien finalmente se reveló honestamente. Incluso si presionas mucho aquí, es posible que se esconda. No había forma de demostrar que ella era su esposa, con una apariencia e identidad completamente diferente. “¿Has recuperado la conciencia?” “... ¿Irene?” (Morgan) Sin embargo, en el momento en que el nombre de su esposa salió de la boca del hombre, Ciel desató su habilidad sin siquiera darse cuenta. Entre los pedazos de roca cercanos, la piedra más grande voló rápidamente y golpeó al hombre en la nuca. El tipo que volvió en sí se desmayó nuevamente Mientras levantaba las comisuras de su boca con satisfacción, sintió una mirada intensa. Mientras ponía los ojos en blanco lentamente, vio a Irene mirándolo con la boca ligeramente abierta. Sus ojos parecían tan frescos como un verdor claro. En el pasado, sus ojos negros eran hermosos, pero también era fascinantemente hermosa con la apariencia de una persona del imperio. “¿Estás loco?” Incluso la voz aguda sonaba dulce, por lo que los ojos de Ciel se abrieron ligeramente y se agrandaron. “¿Recién te diste cuenta ahora?” (Ciel) ¿Cómo podría vivir con cordura? En el pasado, cuando apenas había sobrevivido gracias a su esposa, e incluso ahora, estaba loco todo el tiempo. Ciel inclinó ligeramente la cabeza y miró la mejilla de Irene. Notó una irritante marca roja en su piel blanca y pura, como si la sangre de ese bastardo acabara de salpicarle. Extendió la mano y limpió las manchas de sangre. Frotó la zona con el pulgar varias veces. Incluso después de que volvió a su estado original, la sensación de la piel pegada a su palma era tan buena que no podía dejarla ir. Los ojos verde claro que parecían capturar el color del bosque temblaron levemente. Ciel no sabía qué significado contenían esos ojos. Probablemente estaba pensando: ‘Si te vas a volver loco, hazlo en el buen sentido.’ Estaba tan feliz que no podía parar de sonreír. El hecho de que ella también recordara todo sobre el pasado que había desaparecido y su relación que ya nadie más podía recordar le hizo sentir más eufórico que recibir orientación, tanto que sintió que se quedaría ciego. “Me alegro mucho de verte de nuevo.” (Ciel) Entonces palabras llenas de sinceridad salieron de su boca. Los ojos de Irene temblaron ante sus palabras. Fue un temblor muy leve, pero fue claramente visible a sus ojos. Sabía todo lo que significaba. Ciel bajó las comisuras de los ojos y levantó las comisuras de la boca. Él sonrió alegremente como el hombre más feliz del mundo y le dijo mientras ella permanecía sin decir nada. “Voy a hacer que te enamores de mí de nuevo. Solo mírame.” (Ciel) Ante sus palabras, los ojos de Irene volvieron a temblar. Acarició el lugar con el pulgar. ¿Ella lo sabe? … El hecho que incluso el día que se conocieron en el pasado, sus ojos temblaban. Fue sólo cuando la miró a los ojos que se dio cuenta de que era una reacción que ella tenía cada vez que su corazón latía con fuerza. Anterior Novelas Menú Siguiente Read the full article
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🌹 Prólogo: 🌹
Con: 1.815 palabras en total. Índice: || Siguiente: Una vida de paz y tranquilidad, alrededor de unas murallas, pero, algunos piensan completamente diferente. © Todos los derechos reservados.
«— Solo era un día tranquilo en el Distrito Shiganshina, la mayoría de las personas estaban comprando comida, en cuanto al resto estaban bebiendo o charlando, tal y como lo estaban haciendo dos niñas de 6 años estaban paseando por el lugar, aunque una de ellas si iba a comprar un poco de pan mientras que la otra estaba en silencio, pero eso no quitaba en hecho de que las personas al verlas pensarían que son hermanas, pero estaban equivocados.
Los nombres de estas niñas eran Mikasa y Akane Ackerman, solo eran amigas y era una gran coincidencia en cuanto a los nombres, pero era un completo misterio en cuanto a su origen, Akane estaba acompañando a su amiga debido a que su madre estaba trabajando , paso por la casa de sus amigos, aunque uno de ellos había salido temprano.
— Has estado un poco callada Akane — la voz de Mikasa la había sacado de sus pensamientos — ¿Qué ocurre? — pregunto al ver a su amiga tan distraída.
Akane solo la miro, mostrando una pequeña sonrisa — No es nada importante, estoy bien en serio — incluso ella se engañaba a sí misma, odiaba mentirle a Mikasa, pero no quería preocuparla.
Después de un rato la caminata pasó de ser una silenciosa, a una llena de risas y charlas, hasta que se detuvieron a un puesto donde vendían el pan, una vez que Mikasa termino de comprar, ambas estaban listas para volver a casa, hasta que Escuche la risa de una persona conocida.
Akane volteo la cabeza para ver a Hannes ya sus compañeros de la Tropa de Guarnición, era más que obvio que esos hombres estaban bebiendo mientras estaban de servicio.
— Le dije a mamá que quiero unirme a la Legión de exploración — soltó Akane con calma y sin apartar la vista de Hannes.
Mikasa se sorprendió ante lo que había dicho su amiga — ¿Qué fue lo que te dijo? — pregunto, aunque en su interior quería decirle que era una mala idea y así poder detenerla, pero, por otra parte, sabía que Akane era bastante terca y no se rendiría tan fácilmente.
— Nada, solo se aterró y es la primera vez que la veo así — admitió la pequeña y luego comenzó a caminar otra vez, aunque Akane seguía grabando la reacción de su madre — Cuando le pidió que me entrenara, no tuvo ningún problema y él aprendí gracias a ella, pero, ¿Por qué reacción de esa manera? — se pregunto sin detener su caminata.
— Es tu madre, siempre se preocupará por ti — las dos se detuvieron al menos un segundo, Akane miro a su amiga y sabía muy bien el dolor que sintió, el perder a sus padres fue algo traumático y temía perder a su nueva familia, incluyendo a sus amigos.
— Lo mismo me dijo Hannes — las dos observaron al mencionado una vez más, que ahora estaba jugando cartas — Debemos irnos antes de que Eren se meta en problemas. —
Mikasa solo asintió con la cabeza y siguió caminando, pero eso no quitó el hecho de que aún seguía preocupada por su amiga.
«— Aquella caminata estaba llena de charlas, aunque paso a ser una silenciosa al escuchar unos gritos, las dos vieron a sus amigos siendo golpeados por los brabucones que siempre los molestan, Eren estaba pelean contra los tres, mientras que Armin estaba tratando de levantarse.
— Vamos Mikasa — Akane no dudo en correr hasta ellos para así ayudarlos, a lo que Mikasa solo la siguió y dejo caer la canasta.
Las dos se acercaron hasta Eren, Mikasa pateo a uno de ellos en el estómago, en cuanto a Akane golpeo a otro directamente en la cara, causando que la nariz de este sangrara y vaya que se lo merecía, porque si hay algo que la molestaba a la niña, era quedarse de brazos cruzados y no hacer nada por sus amigos.
Mientras que Eren se sorprendió al ver a las chicas, pero sabía que no iba a quedar observando, mientras que sus amigas se quedarían con toda la diversión, así que siguió golpeando a un peli blanco junto con Mikasa, ya que este sujeto se ha estado metiendo con su mejor amigo.
En cuanto a Akane estaba dando sus mejores golpes, odiaba usar la violencia para solucionar los problemas, pero, con estos tipos debía hacer una excepción.
Al finalizar la pelea, los tres chicos miraban con enojo a la chica, aunque estaba de brazos cruzados, mientras que Eren y Mikasa ayudaban a Armin.
— Eres una entrometida Akane, nuestra pelea es con esos dos fenómenos que llamas amigos — dijo aquel rubio burlándose de sus amigos, eso la molesta aún más, pero ya no iba a perder su tiempo en esas idiotas.
— Oye Eren, ¿Acaso Akane y Mikasa siempre tienen que cubrirse la espalda? — pregunto el de cabello castaño, esto hizo que Eren se acercara un poco hasta su amiga, pero ella lo detuvo antes de que cometiera otra tontería.
Por otra parte, Akane miró con odio a los tres chicos, aunque se sintió buena feliz, ya que les dio una paliza mientras que ella no tenía ni un solo rasguño.
— Oigan idiotas, no sé si esa paliza les atribuye de algo o qué — dijo Akane sin dejar de mirarlos con enojo — Pero, de una cosa estoy muy segura y es que si los vuelvo a ver por aquí una vez más o están molestando a mis amigos, no dudes en golpearlos otra vez. —
Ella solo los miraba muy fríamente, haciendo que los tres chicos se asuntaran y salieron corriendo de ahí.
— Que cobardes — murmuro Akane decepcionada, en verdad quería enseñarles otra lección, solo un poco.
Ella miro a sus amigos, Armin estaba de pie, pero su ojo estaba morado y se quejaba por el dolor, mientras que Eren suspiro frustrado, estaba enojado — Esos sujetos, nunca se cansaran, no les bastas con cuantas palizas les demos, siempre vuelven a molestarnos. —
— Así son ellos, es su manera de divertirse — explico Akane sonriéndole una vez que lo miro — No somos como ellos Eren. —
— Estoy de acuerdo con Akane — dijo Mikasa apoyando a su amiga.
El castaño solo asintió con la cabeza y luego se acerco hasta su amigo para ver como se encontraba, Akane se iba acercar hasta ellos, pero por un segundo miro hacia la Muralla, imaginándose a sus amigos ya ella fuera de los muros.
.
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Buscaba una libertad que en verdad lo anhelaba.
«— Solo paso 1 hora y los cuatro niños se dirigieron a la casa de Akane, ellos estaban hablando sobre el mundo exterior y que quieren conocer el mar, a decir verdad, estos niños eran inseparables y siempre hablaron de unirse a la Legión de Exploración . Incluso, Eren y Akane tienen pensando entrar a la academia y así poder unirse, el único obstáculo era que la madre de Akane ya lo sabe, ahora es muy posible que sus planes estaban a punto de cambiar.
— Bueno, ya llegamos — dijo Akane sonriéndoles, abrió la puerta para así ver a su madre — Ya llegué mamá y los chicos vienen conmigo. —
Una mujer de cabello azabache salió de la cocina, su nombre es Yuki Smith, traía puesto su uniforme de soldada de la Tropa de la Guarnición, aunque recibió a su hija ya sus amigos.
— Bienvenidos — saludo Yuki acercándose hasta su hija, abrazándola y besando su frente — Lucen cansados niños, ¿Qué paso? — pregunto mirándolos.
— Los mismos sujetos, nos molestaron a mí ya Armin, Akane y Mikasa les dieron una lección — dijo Armin emocionado, a lo que la niña lo miro sorprendida y sonrojada.
— Ya veo — Akane miro otra vez a su madre y ella solo sonrió — Preparare algo de comer, de seguro deben tener hambre. —
— Sí — contestaron los cuatro al mismo tiempo.
Esa tarde se llenó de más risas y buenos recuerdos, este día ha sido muy agradable, pero, los chicos quizás vuelvan a sus hogares y al llegar la noche, Akane estaba en su cama leyendo un libro que le había prestado Armin, aunque fue interrumpida al escuchar la puerta de su habitación abrirse y ver a su madre entrar.
— Pensé que estabas dormida — dijo Yuki acercándose hasta la cama, por lo que la niña dejó el libro en su mesa — Entonces, ¿Me contaras que paso con esa pelea realmente? —
Akane solo suspiro y luego miro a su madre — Cuando Mikasa y yo regresábamos del mercado, vimos como esos tipos estaban golpeando a Eren y Armin a penas se podía levantar — tomo un respiro, ya que iba un poco rápido y luego soltó un suspiro.
— Akane tranquila, inhala y exhala — dijo Yuki colocando su mano en el hombro de la niña.
— Nosotras no dudamos en ayudarlos y yo, odio el simple hecho de quedarme de brazos cruzados y que lastimen a mis amigos — termino de explicar Akane y miro a su madre.
Yuki solo sonrió y abrazo a su hija, a lo cual Akane correspondió — Debo disculparme contigo pequeña — confeso ella, dejando a la niña confundida.
— ¿Por qué? — pregunto Akane separándose del abrazo.
— Sé que tu sueño no está en muro tesis, claro que estoy preocupada por eso, no tengo una excusa para comportarme de esa manera — explico Yuki mirándola directamente a los ojos.
— Mamá, no tienes de que preocuparte — dijo Akane acariciando la mejilla de su madre, para así sonreírle — Y yo sé que unirse a Legión de Exploración es peligroso, pero quiero ver el mundo exterior y acabar con los Titanes.
Yuki solo abrazo a su hija una vez más y luego beso su frente — ¿Qué hice para tenerte como mi hija? — Se pregunto y luego beso su mejilla, haciendo que la niña riera — Te amo cariño. —
— Y yo a ti mamá — dijo Akane sin dejar de sonreír.
— Bueno, te dejare descansar, tuviste un día realmente ocupado y no debes desvelarte — Yuki se levanto de la cama y se acerco hasta la puerta — Buenas noches Akane. —
— Buenas noches mamá, descansa — una vez que su madre salió de la habitación, Akane se sintió más tranquila por aclarar las cosas, ella solo se recostó en la cama y luego se arropo con las sabanas.
.
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Solo debemos pelear por nuestros sueños.
Debemos tomar en cuenta que vivimos en un mundo cruel.
Pelea por esos sueños.
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Alemania regalará helicópteros Sea King y tanques Leopard a Ucrania y entrenará a 10.000 soldados ... https://ujjina.com/alemania-regalara-helicopteros-sea-king-y-tanques-leopard-a-ucrania-y-entrenara-a-10-000-soldados/?feed_id=506349&_unique_id=65b23ac7a622a
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‘ no eran violentos ’ le discutió, aunque quizás sí lo eran. para ellos dos, que lo encontraban extremadamente divertido, nunca fue algo que padecieran. ‘ si te hubieras unido a nosotros, ahora serías la mejor tiradora de la academia ’ sonrió, sabiendo que exageraba.
‘ quisiste que te entrenara para el combate cuerpo a cuerpo, ahora quieres mejorar el manejo de armas... ’ mencionó. ‘ me conmueve que te estés interesando por las mismas cosas que yo ’ llevó una mano hacia su pecho, dramatizando. pero era cierto que le gustaba la posibilidad de que su hermana se interesara por entrenarse en las áreas que a él... o le gustaban, o se le daban bien. en el caso de las armas, por ejemplo, no le gustaban demasiado, pero había tenido que aprender a usarlas.
‘ te regalaré un silenciador ’ jugó. su mirada examinó la postura de su hermana, después, y le parecía evidente que ya había recibido clases de disparo antes, porque parecía recordar exactamente cómo debía pararse. nada que fuese a ser precisamente necesario para jugar paintball, pero... no importaba. era evidente que se estaba tomando el entrenamiento como una clase de disparos real.
la observó hasta que disparó, buscando por algún problema en lo que hiciera. sólo ahí volvió la mirada hacia el blanco, para ver en dónde había terminado el disparo que acababa de efectuar. ‘ el arma se movió un poco cuando jalaste el gatillo ’ observó. ‘ ¿está muy dura? ’ quizás fuese una pistola vieja, y necesitara de una fuerza anormal de sus dedos para accionar el disparo, algo que quizás había ocasionado que el arma no estuviera completamente inmóvil al disparar.
‘ a ver, apunta de nuevo ’ le pidió, esta vez preparado para usar su mano en evitar que el arma se moviera más allá de lo que quisiera su hermana. envolvió las manos ajenas con una sola de las suyas, para lograr ofrecerle mayor soporte y estabilidad. dudaba que fuese una cuestión de mal pulso, y dudaba que su hermana estuviera nerviosa, así que imaginó que ligero movimiento del arma había sido por exceso de fuerza. ‘ dispara ’
‘ es bueno saber que esta es un arma falsa ’ el máximo daño que podría hacerle a ingyu es algún moretón, aunque no pretendía dispararle así como así, solo lo haría si el contrario le propusiera jugar paintball, cosa que… si es honesta consigo misma, sabe que resultará en ella perdiendo, pues entre los dos, es ingyu quien tiene buena puntería y experiencia con las armas, no ella.
‘ mhm, lo recuerdo ’ menciona, refiriéndose a los vagos recuerdos que tiene de ambos jugando juntos. ‘ no me gustaban sus juegos violentos ’ por lo que nunca se interesó en unirse a ellos, a menos que estuviese muy aburrida. aún así, prefería los juegos en los que luchaban, a esos en los que utilizaban pistolas con balines.
al escucharle, tiene que mirarle con algo de curiosidad, ¿a qué venía eso?
‘ ¿por qué lo dices? ’ inquiere, preguntándose si era por el uso de las armas, o por haber querido beber en un par de ocasiones. de cualquier forma, acepta la ayuda de su hermano y procede a tomar el arma con ambas manos, sin tardar mucho en apuntar hacia el blanco, enfocando su atención en esa mirilla que, en realidad, había ignorado antes. ‘ las armas reales hacen mucho más ruido ’ no era que nunca hubiese disparado una, pero las armas que le ofrecía el departamento de policía eran muy ligeras, y cada vez más diseñadas para hacer el menor daño posible — las usaba muy poco, así que su entrenamiento con ellas era bastante básico. y ni hablar de usar un rifle… se sentía más cómoda utilizando un taser, de hecho.
‘ ¿así? ’ inquiere, cuando se ha puesto en la posición que ingyu le ha indicado. entonces, toma una bocanada de aire, quizás por la concentración, y dispara en el blanco. si bien ha sido un tiro bastante mejor que los pasados, no ha dado, tal cual, en el blanco. entonces, al terminar, baja el arma, y mira al contrario, como si esperase algún tipo de retroalimentación.
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Kakashi Hatake x Hinata Hyuga fanfic creado por Chatgpt:
**Escena 1: En el campo de entrenamiento**
Hinata: (llega al campo de entrenamiento donde están Naruto, Sakura y Kakashi) Hola, Naruto-kun, Sakura-chan, Kakashi-sensei.
Naruto: Hola, Hinata-chan. ¿Qué haces por aquí?
Sakura: Sí, ¿no deberías estar con tu equipo?
Hinata: Bueno... es que... (baja la mirada y se sonroja)
Kakashi: (se quita el libro que estaba leyendo y se acerca a Hinata) ¿Hay algo que quieras decirnos, Hinata?
Hinata: (levanta la vista y se encuentra con los ojos de Kakashi) Ah... (se pone más roja y se queda sin palabras)
Kakashi: (sonríe y le pone una mano en el hombro) No te preocupes, Hinata. Puedes confiar en nosotros.
Hinata: (siente el calor de la mano de Kakashi y su corazón se acelera) Yo... yo...
Naruto: (se impacienta) Vamos, Hinata-chan, escupe.
Sakura: (se da cuenta de la situación y le da un codazo a Naruto) Naruto, no seas grosero. Deja que Hinata hable a su ritmo.
Hinata: (respira hondo y se decide) Yo... yo quería pedirle a Kakashi-sensei que me entrenara.
Naruto: (se sorprende) ¿Qué? ¿Por qué?
Sakura: (se sorprende también) Sí, ¿por qué?
Kakashi: (se sorprende un poco pero disimula) Bueno, Hinata, eso es muy halagador, pero...
Hinata: (lo interrumpe) Por favor, Kakashi-sensei. Quiero mejorar mis habilidades como ninja. Quiero ser más fuerte. Quiero ser digna de tu atención.
Kakashi: (se queda pensativo) Hinata, no es que no quiera entrenarte, pero ya tienes un maestro, ¿no? Kurenai-sensei es una gran ninja y te ha enseñado mucho.
Hinata: (baja la cabeza) Lo sé, Kakashi-sensei. No quiero faltarle el respeto a Kurenai-sensei. Ella ha sido muy buena conmigo. Pero... pero siento que necesito algo más. Algo que solo tú puedes darme.
Kakashi: (se sonroja un poco) Hinata, ¿qué quieres decir con eso?
Hinata: (se arma de valor y lo mira a los ojos) Kakashi-sensei, yo... yo te admiro mucho. Eres un ninja increíble, valiente, inteligente, fuerte, amable... Eres todo lo que yo quisiera ser. Y... y también eres muy guapo.
Kakashi: (se sorprende y se pone más rojo) Hinata...
Hinata: (se acerca a Kakashi y le toma la mano) Kakashi-sensei, yo... yo te quiero. Te quiero más que a nadie en este mundo. Por favor, dime que sientes lo mismo por mí.
Naruto: (se queda boquiabierto) ¡¿Qué?!
Sakura: (se queda boquiabierta también) ¡¿Qué?!
Kakashi: (se queda sin palabras y no sabe qué hacer)
**Fin de la escena 1**
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Una de las cosas que más me duelen ahora es el hecho de ya no ser el mismo de antes, aunque ahora es probablemente el momento más difícil de mi vida, ya no lo siento así, me duele ya no ser tan melancólico y deprimente como antes, me duele ya no quedarme tan solo en cama y aborrecer la vida, me duele ya no querer dejarlo todo e intentar acabar conmigo cada que pueda, me duele, me duele ya no darme el lujo de ceder a la agonía, sino que ya lucho un poco más, me esfuerzo un poco más, brillo un poco más, busco un poco más y sueño como nunca. Entendí que no solo lo malo duele, sino que el cambio y lo bueno también es chocante, porque sabes que tendrás que trabajar, que te levantarás más temprano, que entrenaras, que trataras de sonreír cada día y te alegraras por despertar cada mañana.
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