Tumgik
#como el filo del machete
cadavezr · 2 years
Text
Tumblr media Tumblr media
Turia Kayapo es una guerrera indígena que fue conocida mundialmente en 1989 en el encuentro Altamira de Brasil contra la construcción de represas en el río Xingu. Ella apareció en la sala con sus pinturas de guerra, desnuda y con un gran machete, se acercó al presidente de la compañía eléctrica de Brasil y puso el filo del machete en su mejilla, y proclamó que su pueblo y toda la Amazonía lo considerarían como un acto terrorista y de guerra. A continuación indicó: "Usted es un mentiroso. Nosotros no necesitamos la electricidad. La electricidad no nos va a proporcionar nuestra comida. Necesitamos que nuestros ríos fluyan libremente, pues nuestro futuro y el de toda la humanidad depende de ello. Necesitamos nuestras selvas intactas para poder recolectar nuestro alimento. ¡No necesitamos su represa!" Y se despidió diciendo: "Mi apellido: ofendida, mi nombre: humillada, mi estado: rebelde, mi edad: la edad de piedra"
2 notes · View notes
sombravagabunda · 18 days
Text
EL COJO
Sus ojos, ardientes con una mezcla de dolor y furia, reflejaban una sed de venganza tan aguda como el machete que empuñaba.
La vegetación se apartaba ante él, como si temiera su llegada. Su andar era lento y vacilante, marcado por un crujido de dolor; cada inhalación era una lucha contra el cansancio. Su piel, una historia de sufrimiento, se mostraba contraída bajo el peso de la traición.
Finalmente, encontró al hombre que lo había dado por muerto, recostado sin preocupación. En un silencio cargado de intensidad, el joven alzó el acero, sus ojos clavados en el rostro del traidor. La tragedia de su sufrimiento se transformó en una justicia implacable, y mientras el filo descendía, el bosque se llenó del eco de una venganza largamente esperada.
1 note · View note
guiatyba · 10 months
Text
Mi mente en abandono
El caminar valiente, fuerte, pausado y firme no me quita los cobarde. Han sido más las veces que he callado por miedo que el grito rebelde que supuestamente me orienta ha estremecido mi alrededor.
Ya la melancolía me ha secado las lágrimas, ya me duelen un poco las rodillas al correr, ya el reloj no me marca las horas, ya el libreto de mi vida se ha quedado en cenizas de recuerdos llanos e idealizaciones bastardas que mi mente guarda con recelo y quiere que también sean cenizas pero no es capaz de echarle gasolina y salir a correr con una con una desquicia risa de satisfacción como quiere. Solo guarda ese cuchillo sin filo en el armario de los recuerdos para rajar conciencia del amor en chocolate caliente al calor de las caricias que me crían y anhelo que siempre me cuiden. 
Soy el desastre hecho persona, soy el caos en mi mente que se asoma. Soy una fábrica dinamita y soy el niño entrando a ella con un fósforo encendido. Soy el mal portado que se ríe solo y piensa además en escenarios irreales que solo funcionan en mi cabeza. Soy el que te ama y el que probablemente te va a abandonar para encontrarse que no hay más allá después de la luz al final del túnel, soy una dominante sin resolver, con machete que cuelgue de mi espalda para abrir camino y buscar el peligro. 
Mis pinturas secas, mis cuerdas rotas, mis tejidos a medias y mi escritura ebria de soledad son sólo el principio de un patán reformado al borde del abismo, contando las horas desperdiciadas y segundos frustrados, sueños violentos y con algún que otro contenido sexual. Porque de esa frente en alto y ese discurso persuasivo, las únicas bases son sentimientos vagos, te quiero sosos, revolcadas por afecto, mentiras bien pensadas, un litro de chirrincho, un bareto con el filtro baboseado y con nulas ganas de continuar. 
Ese abrazo cálido solo es un pecho qué busca de calor, en busca de esa mirada tierna y certera, en búsqueda de ese te amo contundente. He visto legiones de sabios perder la razón por un miserable abrazo. Yo solo quiero fingir que puedo vivir sin ese abrazo en específico y ya quiero correr por la montaña y ahogarme de amor en la parte más alta del árbol más viejo. Quiero ser mi azadón, y enterrarme y mover la tierra una y otra vez. Quiero ser un símbolo desagradable que sea necesario señalar, igual, siempre he sido el mejor peor ejemplo, y con mi ego y el otrxs cuantxs con lxs que contamos cuánto hacemos y bajamos por la que da miedo.
 Quiero nunca triunfar porque no sé qué hacer si llego a ganar, por eso todos los días busco a la muerte en tus recuerdos y hasta el más pequeño pájaro con su canto me recuerda que tú estás ahí y que estoy me estoy volviendo loco, en todos mis sueños aparecen mis amigos y justo ahora que solo quiero no sentirme abandonado solo soy yo contra mi cabeza con esta libreta de testigo. ¿Cuáles son esas malditas flores que me recuerdan tu ausencia y llevo atravesada la conciencia con tu letargo? Las flores tu ausencia, mi abandono, mi conciencia, la muerte, los cantos, y ese pino de mala suerte, que nubló tu belleza en un espanto.
¿Qué hacer cuando el río se desborda y pierde su cauce? Eso no se arregla, solo se sigue viviendo Pero cagado y con el agua lejos, porque el río ya no suena, lo secaron, así fue que tiramos todas las piedras cuando nos echaron al agua, 100 litros por cada piedra lo recuerdo bien, tú me echabas los perros y yo te echaba flores, el esmad me prendía a plomo y yo los encendía totazos.
En conclusión, este es el resultado de estar divagando por mi mente de manera absurda, concreta, está corroía por el uso cuando el sueño no me deja.
0 notes
brunkxop · 1 year
Text
"096" Cap 3
Pasaron todas con sus narices tapadas, otras se quedaban a tomar las ropas y taparse. Al abrir la puerta a la siguiente habitación se toparon con una luz blanca que llegaba a pintar el lugar, pasaron mientras se tapaban sus ojos pero al volver a abrirlos volvieron a estar en la misma habitación encerradas, solo que un par de chicas ya no estaban, se habían desaparecido en cuanto abrieron los ojos. Intentaron abrir la puerta pero esta solo emitía un sonido raro, parecía tocar agua ya que los sonidos eran parecidos. Selenia apoyó su oreja en la puerta pero la traspasó, logró ver del otro lado a Weannie llorando mientras era castigada a látigos por personas vestidas en batas de blanco.
Selenia se cayó como si de un poso se tratara y pasó al mismo lugar con jaulas, todas se habían ido, solo quedaba que pase ella por esa puerta brillante, ¿a lo mejor la había puesto mal el olor?. En fin, no quería pensar tanto en lo que había pasado, quería salir de inmediato de ese lugar pero solo se encontró con un comedor solitario, parecía de una casa vieja. En las ollas se veía el reflejo de las chicas sentadas en las sillas pero a simple vista no había nadie. Tomó asiento y el plato principal levantó su tapa… El cuerpo de Weannie se repartió por todos los platos, su cabeza había quedado en el centro como decoración, sus ojos estaban colgando mientras que de su boca salían gusanos, su cara estaba esparcida en sangre, grasosa pero de cierta manera todo tenia una pinta muy rica. Selenia no se lo tomó bien y empezó a llorar, en el reflejo de las ollas se veía a las chicas comiendo como salvajes las extremidades de Weannie. Selenia no tomó nada más que un poco de costilla para comer, ya que al fin y al cabo tenia hambre. Sus manos al momento de tocar el interior de Weannie se mancharon de sangre fresca, la carne era cruda, la grasa estaba apetecible y la piel no tenia ni un solo pelo. Le dio una mordida y al rato ya se había comido todo, no se sentía bien, siquiera estaba rico pero debía hacerlo, no veía otra salida como eso.
Al rato encerrada en esa cena tan extraña escupió una llave que no había sentido antes en la garganta, estaba ensangrentada y tenia un poco de carne incrustada en ella, daba un asco impresionante pero no le importaba en ese momento. Caminó hacia la puerta y probó la llave, funcionó y logró llegar al patio, en el que habían sabanas colgadas en un hilo, no estaban secos aún pero servía para al menos estar vestida. Se lo puso como un vestido y exploró un poco ese patio, encontró un tesoro para ella, una alcantarilla, no era la mejor idea pero no tenía otra que probar esa alternativa. Solo metió el pie y este fue atravesado por una cuchilla que con un hilo se había activado una trampa, se salía a cataratas la sangre. Intentó no gritar pero el dolor fue horrible y tendría que desperdiciar la sabana que había encontrado para parar un poco el sangrado, al haber activado la trampa antes no iba a volver a ocurrir otro corte. Bajó de un salto. No se veía casi nada dentro de ese lugar.
Con fe de encontrar un pequeño rayo de luz de otra alcantarilla pasó por los lados oscuros, pero se empezaron a escuchar pisadas no tan lejos, dientes rechinaban y el eco de algo que rozaba las paredes era agobiante. Ella se quedó quieta y vio pasar por enfrente suyo uno de esos hombres de blanco, tenía en la mano un machete y apretaba los dientes a más no poder. Ella caminó de la manera más tranquila a la persona y con una mano hábil tomó el arma de la manera más rápida posible, pegó con el mango la cabeza del otro para tirarlo al agua y con todas sus fuerzas tiró la parte del filo del machete al cuello de él, lo mantuvo debajo del agua hasta que teniendo la mitad de la garganta lastimada se ahogó por no poder respirar. Selenia se levantó y se fue con su machete, arrastrándolo por las paredes, mientras veía del otro lado un rayo de luz proveniente del techo, eso le llenó de felicidad y corrió por el agua hacia esa alcantarilla pero no había nada para subir, era ver esos arboles brotar desde abajo. Aún que no iba a quedarse imaginando su vida en la alcantarilla, tomó el machete y empezó a intentar clavarlo en la pared, pensó que podría pararse en el y lograr salir. En cuanto logró sacar la tapa escuchó un grito desde abajo y vio como corría hacia ella un hombre desnudo, desnutrido, sin pelo y estiraba su boca a más no poder para gritar lo más fuerte posible. Mordió su otro pie fuerte, arañaba y intentaba tirarla hacia abajo pero Selenia logró empujar el machete clavado y dejarle atravesado el cráneo en el arma. Su sangre se esparcía por dentro de su boca, se escuchaban los goteos en el agua sucia, asquerosa.
Cerró la tapa y vio hacia su costado, había una camilla en la que hombres de blanco la acostaron y ataron. Ella gritaba por ayuda pero en medio de un bosque no iba a ocurrir nada, ella misma se hacía mal las cuerdas vocales. Le pusieron un palo en el pie cortado y lograron cerrar la herida, mientras que sus pechos y partes genitales fueron cortadas. En la vagina le clavaron un palo y con eso hicieron soporte para hacer un pene, enrollarlo en piel humana y coserlo, lo mismo con los pechos, ahora era físicamente un hombre. Al terminar esa situación rara pero sin quitar que también dolorosa fue golpeada en la cabeza, lo suficientemente fuerte para desmayar.
Al despertar estaba en el comedor atada a la silla de la esquina, veía a las personas de bata blanca mirarla fijamente. Por atrás alguien le estaba cortando el pelo y los metía en una bolsa, luego les puso un poco de sal y los echó en el plato de Selenia.
“No me voy a comer mi pelo” dijo antes de que su cabeza sea estrellada contra el plato para que coma. Obligada tubo que digerir su propio pelo, le dio un asco impresionante y casi vomitaba toda la mesa y suelo, pero no lo hizo. En frente suyo al terminar vio una bolsa con una bata blanca, la cual fue obligada a ponerse.
Al finalizar la llevaron a una sala donde estaban todas las chicas atadas. Las tuvo que torturar, descuartizar y asesinar a cada una como castigo por querer irse, muchas de ellas lloraron y otras se quejaron por tener toda la confianza en Selenia, se sentían traicionadas.
Fue bienvenida a una secta de hombres caníbales, fue nombrada “096”, la dejaron tener de día su vida normal pero a la noche era secuestrada para ayudar en actos grotescos y viles contra mujeres. Si una lograba escapar de manera ágil tenía potencial para ser parte de la secta y “la hacían hombre” para integrarla.
“La caníbal N°096”
— Bruno Canal
0 notes
Trekking a El Mirador. Parte 8: Wakná
El quinto día de caminata en el trekking de El Mirador de 6 días es sin duda el más difícil de todos. Ese día se caminan 16 km hasta Wakná, un sitio poco visitado y cuyo recorrido es muy breve; en total son más de 36 km hasta el campamento de La Florida, el último de los puntos de descanso y pernocta.
Esta vez comenzamos casi una hora más temprano que el día anterior, desayunando cuando el sol empezaba a asomarse en el horizonte y saliendo alrededor de las 6:30 de la mañana.
Tumblr media
El sendero que se toma, a diferencia de los de días anteriores, no pasa sobre ninguna calzada prehispánica, por lo que es mucho más irregular. El terreno que hay que cruzar es una auténtica sierrita de colinas, por lo que hay que hacer muchos giros, subir y bajar incontables veces. La caminata termina de complicarse por el paso en los ya conocidos "pantanos", algunos de ellos aún húmedos y otros con lodo endurecido y estropeado por las huellas de las mulas. Incluso las bestias de carga tienen dificultades para mantener el equilibrio en algunos parajes.
Tumblr media
Desde un principio Jorge comenzó a apretar el paso, iba a un ritmo muy fuerte y se adelantaba al grupo; por un lado me ponía nervioso que se fuera a perder en uno de los tantos lugares donde un árbol bloqueaba el paso y había que rodear en secciones despejadas a filo de machete, por el otro me contagiaba las ganas de llegar más pronto a nuestra meta. Además de nosotros dos, Leonardo también iba al frente, algo sorprendente porque había dicho desde un inicio que no entrenó para el recorrido, pero demostró que era el más joven de todos. Por ratos también iban con nosotros Thomas, Nath, Valeria y Erik, quien a sus 75 años se veía mucho más entero que los demás, para mí él era el más impresionante de todos los participantes del trekking.
Tumblr media
Muchas veces nos detuvimos para esperar al grupo y no separarnos definitivamente de ellos. Entre el resto de nuestros compañeros, Rosa, Mónica, Marcia y los Williams parecían mantener de buena forma un ritmo más bajo que el nuestro, pero sin agotarse demasiado. Juan ya había utilizado la mula que había pedido para él, Ernesto estaba fundido, Carlos tenía dolor en la rodilla que ya le molestaba el día anterior y comenzó a utilizar un palo como bastón, y Adriana y Eduardo estaban destrozados, ya sea por el cansancio y las ampollas, o por las uñas rotas del día anterior, aunque ambos se negaban a subir a la mula. En realidad no había ninguna prisa, ya que teníamos suficiente tiempo para visitar Wakná y podíamos dejar para el siguiente día el corto recorrido en La Florida, pero nadie quería caminar de noche. Nuestro guía Antonio estaba también fundido, y no parecía tener muchas ganas de que la caminata se alargara, mientras que Ronald y Fabián se veían mucho más relajados.
Tumblr media
Uno de los accidentes más aparatosos ocurrió en este trayecto, ya que Jorge, al ser muy alto, estaba mirando hacia el suelo y no vio una rama a la altura de su cabeza, golpeándose fuertemente. Comenzó a sangrar aparatosamente; tanto Nath como Valeria se acercaron para ayudarle y comprobaron que la herida no era tan grave, se trataba de un rasguño y una cortada no muy grande. Por fortuna Valeria cargaba con un auténtico botiquín y sacó una venda y gasas, limpió la herida y la cubrió, por lo que Jorge pudo continuar sin problemas.
Después de varias horas, casi a las 11 de la mañana llegamos hasta una desviación señalizada hacia Wakná. Ahí Jorge y yo nos adelantamos mientras los demás esperaban al grupo. Caminamos por algunos minutos en una zigzagueante brecha y arribamos directamente hasta un gran montículo que, para variar, presentaba unas enormes trincheras de saqueo.
Tumblr media
Nos separamos para buscar, pudimos ver que se trataba de una estructura triádica, a pesar de que Wakná es un sitio Clásico, posterior a los demás que habíamos visitado en días anteriores. Jorge fue el primero en percatarse de que ahí se encontraba el principal interés del sitio: una tumba que fue encontrada por los saqueadores y que aún tenía estuco prístino en sus paredes, algunas de ellas aún con pinturas murales en forma de volutas y círculos rojos y amarillos. En uno de los costados de la misma estructura encontramos otro hueco que daba paso a una subestructura que parecía ser una continuación de la tumba y que tenía el mismo tipo de estuco y pinturas. En este lugar nos alcanzaron poco a poco todos los demás y terminó formándose una fila para accesar a las tumbas. Fuera de estos elementos, es muy difícil visitar el resto del sitio por la falta de senderos abiertos, además de que solamente se observan montículos.
La base del edificio me pareció un buen lugar para acostarme mientras esperaba que salieran todos los demás, así que estuve un rato relajándome, algo que fue muy útil para el resto del día, que fue el más exigente física y mentalmente, aunque nuevamente sentí que mi entrenamiento de un año había sido totalmente adecuado.
youtube
0 notes
Link
0 notes
cazamentes · 3 years
Text
Avatar: La leyenda de Aang
Katara fue llevada de su tribu por la nación de fuego (No Zuko), y a pesar de que apenas era una novata no maestra agua sin entrenamiento y en un nivel muy bajo, escapó del barco luego de algunas semanas en alguna parte del recorrido de barco. El lugar en el que escapó ya no estaba rodeado de hielo, y ya no sabía donde estaba. Comienza a moverse sin saber hacia adónde, aunque quisiera volver con su hermano sabe que realmente ella no es de mucha ayuda, no sabe pelear muy bien y su control en el agua es muy torpe, decide muy tercamente que puede moverse hacia el norte e intentar encontrar a la otra tribu agua que queda, y así quizás conseguir un maestro que pueda enseñarle. El destino decide poner muchas rocas en su camino y termina teniendo muchas peleas, heridas, robos... Y no está muy orgullosa de muchos de ellos, pero puede asegurar que todo es por un propósito y fue aprendiendo algunas cosas de todo lo que paso, ya no seguirá siendo débil. El fuego quemo su cuerpo y varias armas lo cortaron, pero ella se mantuvo firme y huyó en cuanto pudo, manteniendo en su corazón el collar que ahora no sólo le recuerda a su madre, sino que a todo su pueblo, su padre, su hermano, su gran gran, las pocas mujeres adultas y los pocos niños y niñas que fueron quedando solos. Su cabello se recortó en el camino, pues el fuego lo fue chamuscando con los encuentros, pero ella siguió adelante y le comenzó a crecer de nuevo, hasta que se encontró con el hielo una vez más. (Pudo encontrar a alguien que compartía su dolor de la separación, luego de pelear y mostrar todo lo que tenía) Aprendió a curarse a si misma y a los demás, y luego volvió a salir. Su pensamiento en su familia, su hermano. Estrujando en su corazón con dolor el pensamiento real de haber abandonado a su hermano para que protegiera a la aldea solo, un solitario guerrero y sin respaldo. Su resolución la empuja a patinar sobre el hielo y luego crear el propio cuando es sólo líquido. Ella es más poderosa ahora, ahora puede demostrar que es una verdadera maestra agua, y nada ni nadie impedirá que regrese a defender lo que más ama. Y como se equivocó. Cruzó en su camino dificultades tan grandes como su propio crecimiento, dificultades en su mente y su corazón. En un bosque rodeada de plantas y árboles gigantes siguiendo la ilusión de su hermano herido. Y luego una titiritera de la muerte que sólo obligó a su cuerpo a doblarse y su alma a romperse. Aprendió más de lo que pensaba, se volvió maestra de otro elemento. Su alma estaba quebrada ante la confianza destrozada a alguien que le hizo pensar que era de la familia, pero sólo junto sus pedazos y continuó su camino, sus dedos no controlarán la vida de nadie más. (Se susurro una y otra vez las primeras noches) No llego a su hogar, pero se detuvo, se detuvo a pesar de todo. Se estancó en una aldea abandonada por todo y todos. La nación del fuego controlando las pobres vidas de hombres, mujeres, niños y ancianos por igual, y ella no pudo soportarlo. Allí decidió esconder su nombre y volverse la dama pintada. ________________ Zuko en algún momento de su viaje de redención cruza está aldea y se encuentra con La dama pintada y no puede creerlo. Quizás se vuelven a encontrar cuando él estuviera bajo su máscara azúl. ____________ Vuelven a encontrarse en Ba Sing Se, cuando el grupo del Avatar está buscando su Bisonte Volador y Zuko se encuentra en medio de una redención apoyado por su tío. Katara no ve a su hermano con el Avatar y sólo ayuda los anillos inferiores de Ba Sing Se ya que nadie más lo hace. Se encuentra con un muchacho llamado Jet que realmente sólo la hace enojar, porque interrumpe su trabajo e intenta coquetear intentando convencerla de hacer cosas que ella no quiere hacer. Y nadie más la va a obligar á hacer cosas que no quiere. ____________ No podía darle la espalda a las personas que me necesitaban, personas que necesitaban la ayuda que cualquiera estuviera dispuesto a dar. Y no había nadie que intentará o pudiera detenerme. ____________ Armas de Sokka - Garrote - Hoja
de mandíbula - Machete - Espada ________ La guerra se comió a una chica / No puedes / Soy damisela / Pensé mi alma / "Me sacaron del mar. Y la sal, nunca salió de mi cuerpo ..." / El mar es cruel, entonces yo soy más cruel. ___________ “Acabo de ver morir al hombre que amo… la peor parte es que nunca le dije que lo amo; ni una sola vez" __________ Calcular donde está Katara cuando muere Yue en el Polo Norte. (Ella llora a la luna, porque el cielo se baña en sangre y su conección con el agua se esfuma de su consciencia) (Final alternativo: Ella siente la pérdida, el espíritu de la Luna murió y algo dentro de ella la está empujando a la ira incontrolable, la furia en todo su esplendor, doblando agua sin una luna presente, las olas bailando con furia a su alrededor y las lágrimas irreconocibles. El vacío en su pecho y su cuerpo en sincronía con el dolor. Ella se mueve de nuevo por donde vino, las telas oscuras en su cuerpo queman mientras las aguas que se volvieron turbias, enfrían su carne. Ella no se detiene, es la fuerza de un pequeño vínculo de familiaridad con el dolor de todo el océano (Y la conexión con el espíritu también). Su cuerpo se funde con el agua, y no estaba muy lejos del norte, sus malas señales no le permitían alejarse tanto los últimos días, ahora siente el porqué. Sus ojos brillan azules, y en su frente una media luna que mira hacia el cielo, hacia la luna por la que llora, se hace presente. Sus manos se mueven sobre el agua como sino fueran parte diferente del elemento, y sus piernas bailan una danza tan mortal como los deseos de venganza bañados en dolor. Apunta con su dedo anular hacia el cielo y toda el agua se eleva por los barcos de metal antes de empujarlos contra el muro de hielo. Ella camina hacia el borde. Y todo el agua salta sobre el muro.) ___________ (Los pedazos rotos que guardo en mi bolsillo tienen filo) (Por la forma en que miras a la luna me doy cuenta de que no es a ti a quien buscas en tu viaje)
8 notes · View notes
esuemmanuel · 4 years
Text
En Nuestra Familia.
Habían pasado dos años de la muerte de mamá. Ya los días no eran lo mismo. Ella le daba vida a este lugar tan lleno de gente, pero tan vacío de luz; así lo veía, al menos, yo. El suceso que nos arrastró hasta este día fue como el filo de un machete partiendo en dos un tronco. El rancho seguía trabajando de manera común y la gente de servicio hacía lo suyo sin preguntar nada. Conocían el temple de mi papá, él siempre les había infundado un respeto que rayaba en el temor; tenían entendido que, si preguntaban algo, por pequeño o tonto que pudiera ser, podían perder la oportunidad de comer y de tener un techo, así que se guardaban cualquier duda o inquietud para sí y seguían con sus labores sin meterse en los asuntos de la familia que les ofrecía una manera humilde para subsistir. Mi papá siguió con sus actividades de forma más enfocada, descansaba poco, ya era raro verlo llegar a casa; su diario hacer consistía en verificar la administración de cada hectárea trabajada, del ganado que se estaba explotando y del estado de salud de cada caballo que teníamos en la caballeriza. Si dormía era en su oficina, la cual estaba cercana a la casa de servicio y al costado de la casa de vigilancia. Mi papá siempre decía que los negocios se trataban fuera de donde se descansa, que la familia era sagrada y no se debía mezclar la vida de trabajo con la de placer, y la familia era, para él, su placer. Aunque esto cambió cuando mi mamá se fue. La familia pasó a ser para él algo lejano, tan lejano que parecía nos había olvidado. Las pocas veces que lo veíamos, sólo nos lanzaba una mirada fría y seguía con su trabajo. Ya era raro hablar con él, aunque Xamín era su más cercano, su relación se basaba en lo laboral, pues éste se había convertido en el capataz y, aunque mi papá lo quisiera evitar, debían mantener un contacto, al menos, por el bienestar del negocio familiar. Mi hermano, no podía decir de él que haya cambiado, aunque su frialdad se volvió más aguda después de lo que pasó, su forma de ser seguía siendo solitaria y silenciosa. Lo veía, cada mañana, en el comedor, fumándose un cigarro. No era raro verlo así, desde que era pequeñita, lo veía llevarse a la boca una pequeña vara de yerba envuelta en papel blanco y, en mi ignorancia, le preguntaba qué hacía, qué era lo que se llevaba a la boca y porqué le salía humo cuando sacaba el aire por los labios. Él, sin mirarme, hundido en su silencio y en el humo del cigarro, me decía que el diablo me iba a castigar si seguía de preguntona, a lo que le respondía quién era el diablo. Me le quedaba viendo con una honda curiosidad al grado que podía escuchar el fuego quemando el papel junto con la yerba, al mismo tiempo veía como lo iba consumiendo lentamente. No sabía la razón, pero había cierta fascinación en verlo fumar, me daba una cierta calma, aunque a él, por lo que percibía, le molestaba tenerme mirándolo como tonta, sin embargo, se tomaba su tiempo para terminarse el cigarro sin decirme palabra. Así había sido todo este tiempo, ya era una costumbre que no se le quitaba, al contrario, tomó más fuerza después de lo de mamá. Ya no sólo fumaba dos o tres cigarros al día, segura estaba que vivía pegado a esas cosas; eso lo mantenía, de cierta forma, tranquilo. Nunca lo vi enojarse, ajena a esa vez que lo escuché ahogado de ira, ya no lo volví a oír igual, mucho menos a verlo así. Me gustaba desayunar con él, aunque no habláramos de nada. Lorde hacía lo mismo. Nos acompañaba a tomar los alimentos. A veces nos poníamos a hablar, sólo entre ella y yo, ya que Xamín era de nulas palabras, nos platicaba de las tareas que tenía planeadas para el día. Ella también ayudaba en el rancho, aunque con cosas menores. Amaba los caballos, así que se la pasaba en la caballeriza, ya sea limpiándolos, alimentándolos o montándolos. Era una excelente jinete y la admiraba. Me encantaba verla montar y correr sobre el caballo por todo el campo. Había días en los que me invitaba, me ayudaba a aprender a montar, a tratar al caballo, a hablarle para crear una conexión que, según ella, decía me iba a ayudar para no caer, ya que el animal debía tenerte la confianza suficiente para dejarte montarlo y controlarlo. No era cosa de gusto sino de correspondencia, pues lo que le daba al caballo, éste me lo daba a mí. Ninguno de nosotros volvió a tocar el tema de mamá. Eso se había convertido en tabú. Sin embargo, no podíamos fingir que no nos lastimaba el hecho de no tenerla con nosotros, más en la ausencia obligada que papá estaba haciéndonos vivir. De repente, cuando sentía las ganas de abrazar a mamá, iba a los brazos de Lorde y me apretaba a ella sin decirle nada, me pegaba a su regazo mientras escondía la cara en su pecho. Ella sólo me dejaba hacerlo, me pasaba los brazos por los hombros y suspiraba. Cuando la miraba a los ojos, me encontraba con esa falta de brillo que tanto me angustiaba, pero no le decía nada. Lloraba por ella y por Xamín, ya no por papá, a él lo veía ya tan lejos de nosotros que había pasado a ser parte del personal de servicio, era otro trabajador más y, por más que tratara de evitar apreciarlo de esa forma tan seca, no podía cambiarlo. A diario moría algo en mí. La esperanza de volver a ser la familia que alguna vez fuimos se iba desvaneciendo cada que despertaba a un nuevo amanecer. Mis días se llenaban de Lorde, no me despegaba de ella, quería ser como ella, deseaba dejara de doler lo que me dolía; la veía tan enfocada en su mundo, tan aparentemente contenta con lo que hacía que no dudaba que fuera feliz. Xamín, por su parte, además de trabajar, se le podía ver coqueteando con las hijas de los trabajadores, podía jurar no había ni una que no hubiera estado con él, no se le podían resistir y, es que, era muy guapo; alto, muy delgado, pero atlético, su semblante serio le daba ese rasgo misterioso que, a las mujeres, ya fueran de su edad o no, les atraía profundamente. En cierta ocasión, al estar tomando el desayuno como lo acostumbrábamos, Lorde no pudo aguantar decirle lo que pensaba a Xamín acerca de su inmoral forma de actuar. Con una seriedad que calaba en los huesos, le pidió guardara la compostura y evitara seguir cayendo en esos juegos vulgares en los que se había estado perdiendo, pues ya todo el personal estaba al tanto de su desagradable comportamiento, y si bien no podían quejarse, ya que si se atrevían perderían algo más que la virtud de sus hijas no era del hijo del dueño caer tan bajo. Xamín, sorbiendo de su cigarro el sabor de la tranquilidad, cerró los ojos y, al exhalar, dejó salir de sus labios en forma de una O los aros del humo que ya habían impregnado a sus pulmones del amargo dulzor del tabaco. Sin mirar a Lorde, esbozó su indiferencia en una sonrisa que dibujaba en sus delgados labios el gélido brillo de una filosa navaja. Verlo sonreír no era algo cotidiano, así que ser testigo de esa mueca fue algo que me lleno de escalofrío más que de contento. Permanecí muda ante ellos dos, pero no dejaba de gritarle a Lorde desde mis pensamientos que dejara en paz a Xamín; no sabíamos cómo iba a reaccionar, no después de todo lo que hizo, no después de matar a mamá. Era impredecible saber qué acción iba a tomar, qué respuesta iba a dar, y no era que le tuviera miedo, lo que quería evitar era otro dolor como el de hace dos años, ya no deseaba sentir ese terror, esa angustia, esa amargura en mi lengua, ese temblor en mi cuerpo; la muerte en carne viva sin estar muerta. Ver esa sonrisa en la boca de mi hermano me heló.
“Lorde, ¿cuándo has creído que me importa lo que piensen tú y el mundo? Me tienen sin cuidado tus absurdas preocupaciones. Vive tu vida que bien que te hace falta vivirla y deja de meterte en lo que no te concierne.”, se llevó el cigarro a los labios para darle una última fumada y dejar la colilla en el cenicero que yacía en la mesa. Al hacerlo, la aplastó con fuerza sin dirigir la mirada a Lorde y dejó salir de su boca el humo que se había tragado con una placidez que escaldaba. Lorde lo miró impávida.
“¿Sabes qué deberías hacer?”, le preguntó mientras se ponía de pie. “Búscate un novio o, al menos, a un pendejo que te distraiga. Estar tanto tiempo metida en la caballeriza y montando caballos te hace daño, ahora lo veo. Tal vez se te quite un poquito lo frígida que eres.”, se acomodó los pantalones junto el cinturón en el que cargaba la pistola y miró ligeramente a Lorde a los ojos. Sus miradas se cruzaron creando en el silencio una chispa de tensión que me hizo tragar saliva. Éramos tan pequeños. Lorde no pasaba de catorce años, pero Xamín la trataba como si fuese una adulta. Papá nos dijo, un par de días después de lo que pasó con mamá, que debíamos madurar, pues nuestra edad podría ser la razón principal de nuestra desgracia. Tanta ingenuidad nos llevaría a caer en situaciones que, más que dañarnos, nos matarían. Esas palabras las dirigió más a Lorde y a mí que a Xamín, él ya había perdido su inocencia al arrancarle la vida a mamá y a su amante, ya había madurado y lo había hecho de golpe. Lorde no dijo nada. Se quedó callada, pero pude ver que sus ojos se mojaron. Xamín se dio la vuelta y salió del comedor. La miré por un largo rato, callada, sin decir ni pensar nada. Mi cabeza se había vaciado después de escuchar esas palabras. Podía ser una niña, pero entendía y sabía que Xamín tocó una fibra sensible en Lorde.
“¡Lo odio!”, llenó el silencio con su voz quebrada, las lágrimas recorrían sus mejillas con una premura que la empapaba, sus labios temblaban y, en sus manos, apretaba lo que podía sentir era su resentimiento, su ira, su coraje, su rencor hacía nuestro hermano. Lorde no era muy expresiva. Procuraba no hablar de sus sentimientos, a veces te hacía pensar que no tenía; la veías tan sumergida en sus pensamientos, con su ceño fruncido y sus labios apretados. Pero, en el fondo, todo eso no era más que el reflejo de su diálogo interior, de esa guerra que vivía a diario y que trataba de menguar con su afición a los caballos. Verla llorar así, me colmó también de sentimiento. Mis ojos se mojaron con los de ella y, en mis mejillas, surcos de agua se formaron. No podía ser indiferente a su dolor porque era mío. Más que llorar por las palabras que Xamín le soltó, su llanto nacía del rencor que le tenía, pues, gracias a él, éramos huérfanas de madre y, ahora, de padre. Lloré con ella, la acompañé sin decir nada, ya mis lágrimas y las suyas decían demasiado. Ambas extrañábamos a mamá y, si hubiésemos podido revivirla, lo habríamos hecho.
 Nos despertó la voz de papá, tocaba a la puerta con ligera insistencia mientras mencionaba nuestros nombres. Aletargadas, nos movimos en la cama y nos volteamos a mirar, entre las sábanas y las almohadas, podíamos ver nuestros rostros desaliñados junto a nuestros cabellos alborotados. Lorde le respondió con un amodorrado “puede pasar, papá”, a lo que nuestro padre terminó abriendo la puerta y entrando cuidadosamente a la habitación. Lorde lo miraba extrañada y yo con una honda curiosidad. Ya no recordaba cuándo había sido la última vez que había entrado a nuestro cuarto y nos había hablado así, como ese día, al entrar la mañana. No eran aún las seis, y ya estaba totalmente presentable para su diaria labor. Tenía en el rostro un dejo de contento, algo raro en él después de tanto trabajo y alejamiento. Nos sentamos en la cama y lo miramos atentas. Se paró en medio del cuarto y, mirándonos a ambas, soltó lo que lo había llevado a despertarnos.
“Hijas mías, su padre va a contraer nupcias.”
Como si hubiésemos sido abrasadas por un torbellino de agua helada, nos quedamos petrificadas. Lorde fijó profundamente su mirada en él y, con una mueca de honda incredulidad, le preguntó que repitiera lo que había dicho, porque estaba medio dormida aún y no había escuchado bien. Mi padre, sin mayor problema, repitió lo dicho y agregó.
“Su madrastra quiere conocerlas, está esperándonos en la sala. Sé que es temprano, pero, tengo mucho trabajo y quiero que la conozcan ya, porque, antes de casarnos, va a venirse a vivir aquí. Regresaré a dormir en esta casa, como la familia que ya somos.”
Sentí que el techo se me venía encima y que la tierra me tragaba, al mismo tiempo que las manos de papá me sacaban el corazón para lanzarlo lejos, muy lejos de mí. No podía creerlo y, por lo que pude ver en Lorde, ella tampoco estaba contenta.
“¡Rápido! Lávense la cara, péinense esos cabellos y póngase algo recatado. Quiero que se comporten como las señoritas que son y, les ordeno, esto ya no es un pedimento, es una orden, que la respeten tanto o más como respetaron a su difunta madre. Esta mujer merece todo y se lo vamos a dar. Las estaremos esperando en la sala, no se tarden.”, al decir esto salió de la habitación cerrando la puerta detrás de sí. Lorde apretó las sábanas con las manos duras, frías, llenas de ese resentimiento que tanto la carcomía. Me volteó a ver y dándome una orden con los ojos rojos me hizo levantarme de la cama para hacer todo lo que nos había dicho papá.
Salimos de la habitación con los mejores vestidos que teníamos mientras nos tomábamos de la mano. Apretaba a Lorde con fuerza, como queriendo no llegar a la sala, mis pasos eran lentos, al igual que los de ella. Ambas deseábamos desaparecer, no cabía en nuestra cabeza que papá fuese a meter a una mujer a nuestra casa. El tiempo no nos ayudó, así como nuestros pies tampoco. Al llegar a la sala, pude ver a la mujer de papá; era un poco más baja que él, algo robusta, tenía la piel apiñonada, algo requemada por el sol, sus cabellos eran lacios y largos, y su rostro, aun con la sonrisa que esbozaba, reflejaba una falsa alegría. Pude sentir el rechazo de ella hacia nosotras, no estaba ahí por nosotras, sino por papá, porque él se lo había pedido, nada más. Al acercarnos a ellos, mi padre nos ordenó la saludáramos como se saluda a la señora de la casa. Asentimos sin titubear y le tomamos la mano derecha para llevar su anverso a nuestros labios y, así, dejarle un beso. La mujer sonrió con una mueca de victoria en los ojos. Me dio escalofrío verla y sentirla. Emanaba de ella un aura de celos que no podíamos evitar ver. Ahora fue Lorde la que apretaba mi mano, la que se afianzaba de mis dedos con fuerza, pues, había percibido lo mismo que yo; ese nulo interés por nosotras y que, al tiempo, nos lo dejó claro. 
— Esu Emmanuel©
23 notes · View notes
elosogudo · 5 years
Text
Mocos y 1 aullido era lo único que teníamos
Yo crecí admirando a mi amigo siempre tuvo un filo refinado si yo y mi poesía éramos un hacha o un machete mi amigo era un bisturí una aguja microscópica el esbelto vehículo de un virus celestial.
Y cuando alguno me decía WOW tus poemas HERMOSOS yo solo podía pensar en mi amigo, menudo y nervioso revolviendo palabras precisas con su aliento vaporoso en el metálico frío de nuestro pueblo
—Si supieran —pensaba y pensaba y pensaba —Si supieran lo que al norte del norte se cocina, si hubieran leído en esas noches sin plural la pólvora cumbiera de este chavo cuando venga se revienta el mar se borra el paisaje si supieran, sí. Entre poemas aguapretenses alguna vez practicamos la resistencia más patética a la marejada gaseosa del silencio nos declaramos incómodos inquietud y aburrimiento era lo único que teníamos.
Luego, más aturdido que feliz tomaba mi celular y le escribía un mensaje:
“Amigo, Agua Prieta, quién lo diría, es una estrella brillante otra vez nos harán estatuas montando al Zaino los Apson nos compondrán una canción nos comeremos el mundo cuando llegues nos comeremos el mundo
Te cuento además que lloré con Solanin (te extraño, pero eso nunca lo diré) y si aquí he encontrado algo y si de algo me ha servido recorrer como perro estas calles ardientes no puedo esperar a ver lo que será de ti".
Entre poemas agua pretenses alguna vez practicamos la piedad suicida nos declaramos engendros de Agua Clara, predijimos la canción ya la bailábamos nomás en nuestros sueños juventud y rabia era lo único que teníamos, todo(todos) se(nos) fue(fuimos).
2 notes · View notes
Text
Secret
Cuando yo tenia al rededor de 6 años mi padre llego una tarde a nuestra casa, llego como de costumbre los sábados, ebrio y enojado con mi madre, siempre enojado sin ninguna razón, de un momento a otro y sin saber que pasaba mi padre golpea a mi madre en el baño, le pegó con una *cuarta* que yo desgraciadamente le di a mi madre para que se defendiera y mi padre le arrebató, después de eso salgo de la casa con mi hermano mayor (10 años) y mi mi prima (19), salimos y se podía escuchar una gran pelea y nadie hacia nada, hasta que mi padre toma un *machete* que es cuando la discusión y los llantos se convierten en gritos de ayuda, misericordia y desesperación de parte de todos, mi padre efectivamente trata de cortarle la cabeza a mi madre, mi madre de un momento a otro se encuentra contra la puerta de metal adentro de la casa, luchando para que mi padre no le corte la cabeza, solo pudiendo defenderse con sus manos y yo del otro lado llorando y gritándole a mi padre que pare, mi hermano llora, mi prima llora y nadie hace nada, ningún vecino ni nadie, solo somos una familia más en el vecindario con problemas familiares, problemas cómo los de los demás, nada de que preocuparse
(Cuarta: una especie de látigo, hecho con cuero trenzado y con 2 correas al final, en total unos 50 centímetros de dolor intenso que hace brotar moretones y dejar cicatrices por mucho tiempo. Machete: un tipo de cuchillo de unos 60 cm de largo, un solo filo)
1 note · View note
hiedrave · 6 years
Text
Leonas
"Una mujer bajará del morro Como si bajara una estrella Mujer de ojos iluminados Latiendo sus manos vida y lucha Bajo sus pies, la vieja serpiente.
Una mujer saldrá de los manglares Su vestido es la tormenta Y pisará el suelo de este país sin nombre Guerrera de los humildes ¡Leona! De monte adentro"
Poema recitado por Taty Almeida en ‘Santa Leona’ de La Delio Valdez.-
Tumblr media
(La india Tuira Kayapo, guerrera de la Amazonia, le advierte con el filo de su machete al presidente de Petrobras que tocar el río Xingu será considerado por sus hermanos y hermanas como un acto de guerra. Brasil 1989).-
8 notes · View notes
Text
Isabel
El aroma del fuego que adorna
Un piso de tierra roja
Como pasta que tiñe tus pies
El peso de la plancha de carbón,
La herramienta que te designa
En la tarea religiosa
De dejar la camisa tiesa y almidonada
Tiesa como los huesos
Que forman la cadera
Que vieron pasar
A siete criaturas
Porque bien se sabe
Que mujer encinta
Es mujer ocupada.
Imagino tus manos hacendosas
En las tardes, apuradas en oficio
Manteniendo el orden listo
Para que no nazcan pretextos
Cuando arribe de la jornada
El Don que te tiene controlada.
Bien se sabe
Que para el hombre celoso
Hasta el poste lleva sombrero.
¿Qué soñabas cuando te tocaba
Entrar en la misma cama
Acostada
Junto al hombre que te amenazaba
Con el filo de un machete?
¿Qué color tiene la sangre
Que te brota en cada golpe, Isabel?
¿Será roja como la tierra?
O quizás azul, como la huella
Que te adorna el ojo
Desde el día en que a la comida
La serviste demasiado fría
Y entonces en tu cara
Quedó plasmada
Demasiado fuerte
La huella del amor.
1 note · View note
La exploración en tiempos oscuros, pt. 15. Grandes sitios del Puuc campechano: Tzum e Itzimté
El sábado 26 de diciembre lo primero que hicimos fue esperar a que abriera la lavandería para poder recoger nuestra ropa. Ahí nos enteramos que nuestros impermeables no habían podido ser lavados, así que tuvimos que hacerlo nosotros mismos. Regresamos al hotel y pedimos prestada una cubeta, utilizando el agua de un grifo que tenían en una jardinera para quitar el lodo endurecido. El olor era fuerte, pero usar cubrebocas nos ayudó un poco. Ya que las prendas eran de plástico, no tuvimos tantas dificultades, aunque una camisa de Fernando se había quedado en la misma bolsa y él prefirió desecharla que intentar lavarla.
Tumblr media
Después de quitar la mayor parte del lodo, dejamos todo al sol; esperamos alrededor de una hora para que se secara y solo entonces comenzamos el recorrido del día. Eran más de las 11 de la mañana cuando salimos otra vez hacia Ticul y luego a Santa Elena. De ahí tomamos la carretera rumbo a Campeche, como dos días antes; nuestro destino ahora era más cercano, en los alrededores de Bolonchén. 
Tomamos una carretera que se veía recién pavimentada y luego una terracería en muy buen estado. Por ello no tuvimos ningún problema en llegar hasta una gran planicie rodeada de cerros bajos. Nos encontramos con un terreno de cultivo que colindaba con otro, despejado de árboles, pero donde habían dejado crecer la maleza hasta una altura de 3 metros o más. En esa maraña de pasto y arbustos vimos una serie de montículos, habíamos llegado a Tzum, un extenso sitio que ninguno de nosotros había conocido antes.
Tumblr media
Buscamos un lugar con sombra para dejar el jeep y luego caminamos hasta la cercanía del mayor de los montículos. El GPS indicaba que debíamos caminar casi 100 metros entre toda la maleza; sabíamos que era un sitio muy importante y nos resignamos a pasar por las molestias de un terreno como ese: peligro de encontrar serpientes en el suelo y no verlas a tiempo, posibilidad de caer en un chultún oculto, razguños y cortadas por los bordes del pasto, intenso calor y humedad, y gran dificultad para abrirse camino.
Yo seguía con bastante dolor en mi mano cortada, así que nuevamente Eduardo fue al frente con Ernesto y Fernando detrás. La marcha parecía infinita, avanzábamos de a poco y constantemente teníamos que rodear obstáculos. En el suelo encontrábamos grandes piedras de construcción y en algunos puntos esto nos hacía tropezar. Luego de un buen rato de luchar y de verificar nuestra dirección con el GPS (era imposible orientarse por la vista) llegamos hasta la base de un montículo. Pudimos subir con gran esfuerzo y desde ahí pudimos ver la estructura mayor, hacia donde nos dirigíamos. Solo llevábamos la mitad del trayecto. Este punto era un edificio alargado que arriba tuvo alguna vez al menos dos habitaciones, de las que quedaban tan solo dos o tres hileras de piedras de pared.
Tumblr media
Nos tomó otro rato de abrirnos paso entre el pastizal, macheteando poco porque eso no era muy efectivo; y por fin llegamos hasta el montículo mayor. Ahí subimos un poco por entre las piedras sueltas, pero mucho más libres de maleza; nos encontramos con una serie de habitaciones muy dañadas, pero que conservaban grandes secciones de paredes y bóvedas aún de pie. Muchas piedras tenían números y nombres pintados en rojo, algo que nos confundió un poco, ya que no parecía que fueran las típicas marcas que ponen los arqueólogos al restaurar un edificio. 
Todas las habitaciones, e incluso algún árbol, tenían panales de avispas; no estábamos preparados para eso y no nos pareció necesario evacuar a los insectos, por lo que nuestro recorrido fue con sumo cuidado y lo más silencioso posible para evitar un ataque. Estos cuartos nos daban la idea clara de que nos encontrábamos en un gran palacio, aunque estaban tan dañados que era difícil imaginar como estaba distribuido. Hacia un costado pude ver una saliente de piedras caídas que probablemente fue alguna vez la escalinata que llevaba a una planta superior.
Tumblr media
Subí al punto más alto de este palacio, de arriba se notaban varias estructuras, pero tan sumergidas en el pastizal que era muy difícil distinguir sus formas, incluso la de un juego de pelota que estaba directamente frente a mí. No pude ver ningún otro rastro de arquitectura en pie y me fue imposible llegar hasta el extremo contrario del montículo. Bajé por el lado que tenía las habitaciones arruinadas y me di cuenta de que era muy riesgoso: algunas tenían huecos en su techo y yo corría peligro de caer por ahí. Sin embargo pude llegar donde los demás seguían sin novedades.
Eduardo tenía el mapa del sitio y una serie de descripciones, así supimos que estábamos en el grupo A y que habían por lo menos 4 más. Se hablaba de monumentos en el grupo B y de más habitaciones en el D, por lo que decidimos solamente tratar de llegar a esos dos, porque debíamos seguir cruzando el pastizal, lo que tomaba demasiado tiempo y esfuerzo.
Tumblr media
Nos dirigimos a un cerro que bordeaba la planicie por el oriente, hasta su base todo era pastizal y comenzamos de nueva cuenta con nuestro lento avance. Llegamos hasta un montículo pequeño completamente destruido y Eduardo cayó hacia atrás, luego de deslizarse una piedra; al intentar levantarse le advertí que tuviera cuidado con el machete, pero fue demasiado tarde porque lo sostuvo por el filo y se hizo una cortada muy similar a la que yo ya tenía. Por ello me tocó volver a machetear y otra vez volví a abrir mi herida.
Justo antes de llegar al cerrito que queríamos subir, había un gran hueco alargado en el suelo, tenía 3 o 4 metros de profundidad y por fortuna pudimos verlo antes de llegar a su borde y no tuvimos ningún accidente. Luego de rodearlo con mucha cautela comenzamos a ascender, algo que fue más rápido porque la maleza era menos, aunque había mucha piedra suelta. 
Tumblr media
Finalmente, en lo más alto nos encontramos con un gran montículo, el ascenso fue muy complicado pero llegamos hasta la cima y notamos que tenía algunos pocos restos de un templo superior que fue construido con piedras muy burdas y casi megalíticas. Supusimos que los monumentos de piedra, si no habían sido robados, debían de encontrarse en algún lugar cercano. A pesar de ello no encontramos nada a primera vista y comenzamos a avanzar hacia el grupo D, el cual estaba muy lejos de nosotros. 
Al bajar del gran edificio, llegamos a una plataforma que tenía una gran cantidad de enredaderas sobre el suelo, a los pocos metros dimos con varias grandes piedras que no parecían tener nada en especial, pero al acercarnos vimos una que estaba de pie y conservaba algunos trazos de figuras labradas. Al inspeccionar más de cerca nos encontramos con una gran cantidad de fragmentos de estelas y de bloques bien labrados, algunos con glifos y otras figuras difíciles de identificar, pero muy bien marcadas. 
Tumblr media
Este descubrimiento hizo que todo el esfuerzo hubiera valido la pena, encontramos tantas piezas que concluimos que todo lo que estaba reportado debía encontrarse ahí; la mayoría con sus grabados volteados hacia la tierra para conservarlos, por lo que así los dejamos. Concluimos también que estos monumentos no estaban en tan buenas condiciones como para despertar la ambición de los saqueadores, algo que sin embargo era muy positivo.
Estuvimos ahí por un buen rato fotografiando, tomando video y comiendo mandarinas que traíamos de Oxkutzcab. Después de ello nos dirigimos hacia el grupo D, pero vimos que tratar de llegar rodeando por los cerros, aunque era menos difícil que abrirse paso en el pastizal, era un tremendo rodeo. Intentamos cruzar la planicie en línea recta pero cada vez era más complicado seguir avanzando; dos de nosotros estábamos incapacitados para machetear de buena forma, por lo que decidimos que había sido suficiente.
Tumblr media
Regresar parecía más sencillo que seguir avanzando, pero pronto nos dimos cuenta de que no era así. Primero intentamos ir al grupo A por donde habíamos llegado, pero el sendero que abrimos se había vuelto a cerrar porque el pasto que aplastamos se estaba levantando nuevamente. Decidimos intentar llegar por el cerro, pero únicamente la parte baja de su ladera era transitable, subir era tan complicado como abrirse paso en la planicie. Así avanzamos con un poco más de velocidad, justo en el borde del pastizal, pero hubo dos o tres puntos en los que nos topamos con auténticas paredes de vegetación, obligándonos a rodear y a hacer un esfuerzo tremendo. Después de un buen rato, pudimos llegar hasta el camino donde estaba el jeep y emprendimos el camino de regreso.
Pasamos por Bolonchén y decidimos ir a visitar el cercano sitio de Itzimté para mirar ahí el atardecer. Además de ello Ernesto y Fernando no lo conocían.
Ellos dos intentaron llegar a un edificio que tiene un glifo pintado en una de sus paredes y que yo no había podido alcanzar por la tremenda maleza que siempre lo cubre. Eduardo y yo nos quedamos en el jeep un rato, pero luego yo me uní a los demás.
Tumblr media
Subimos a un edificio con gran dificultad, solo para darnos cuenta de que era el equivocado. Aunque este tampoco lo había visto antes. En su frente tenía una gran habitación con una entrada enorme, al centro había una columna bellamente tallada en una sola piedra. A pesar de no encontrar el glifo pintado, valió la pena la visita.
Desde ahí nos aproximamos al palacio del sitio, donde sí había podido llegar años antes en compañía de Wilberth. En esta ocasión Fernando subió al frente, abriendo paso a machetazos con Ernesto detrás de él. Eduardo y yo subimos detrás de ellos luego de un rato. La maleza era mucho peor que la que había encontrado en mi anterior visita y pudimos ver muy pocos detalles de ese edificio tan complejo. Nuevamente estaba viendo un atardecer desde esa cima, pero había muy pocas nubes y no fue tan espectacular como otros que hemos observado. 
Tumblr media
Salimos de ahí antes de que oscureciera y nos detuvimos a cenar en el restaurante Chac Mool, un punto que Eduardo siempre visita y en el que yo había estado ya en 3 viajes anteriores. La comida siempre es excelente y estuvimos un largo rato preguntándole estadísticas de futbol americano a Eduardo, que increíblemente podía recordar con gran detalle. Salimos con rumbo a Oxkutzcab ya con el camino completamente oscuro y llegamos un poco tarde. Era nuestra última noche ahí y comenzamos a preparar todo para marcharnos al día siguiente. 
youtube
youtube
1 note · View note
la---flor · 2 years
Text
Cacería
   Mis ojos se abren vulnerables ante el sol como perlas manchadas al alcance de manos ladronas, garras ígneas que me arrebataron la vista por unos instantes, segundos en los que olvido por qué he venido aquí, pero una mezcla entre excitación y miedo me lo recuerda. Es entonces que reanudo mi camino, imparable, galopando como un caballo blanco y portando el estandarte de la muerte. El fuego amarillo me devora los pies, pero eso no me detiene. Sigo hasta un oasis resplandeciente, un paisaje inusual, un escenario ideal en el infierno dorado que será testigo de mi pasión. Y lo siento, siento como el desierto entero se retuerce y tiembla debajo de mí. El martillar de mi corazón me golpea los tímpanos y me invade un hormigueo, una emoción primitiva, una cierta desesperación. Aprieto con fuerza la espada que empuño, cuyas fauces negras probaron la sangre y carne de cientos de vidas.
   La veo, veo como emerge de entre las dunas una bestia cornuda, una bailarina dorada que se desliza por la arena, una belleza letal que le da a mí corazón una razón para reventarme el pecho. Aún no ha notado mi presencia; un error fatal. Me oculto mientras se acerca al resplandor cristalino para saciar su sed, cuyas aguas ya he envenenado. Su distracción da paso a la vulnerabilidad, una brecha oportuna para hacer de mi arma un puente hacia su corazón. Me abalanzo sobre la colosal criatura, que intenta tirarme de su lomo sin éxito entre gritos y confusión, indecisa entre si correr o destrozar mis entrañas. Sus infernales rugidos casi me destrozan los oídos y la brutalidad de sus sacudidas por poco no me arranca las manos, pero cuando logro afianzar el agarre, una sonrisa se dibuja en mi rostro. Mi parte favorita es cuando todo el lienzo se llena de rojo, y en mis manos ya estaba preparando mi pincel.
   El filo desgarra todo lo que encuentra en su camino, pero no es suficiente para atravesar la pétrea coraza de la bestia. Los relámpagos de su garganta se mezclan con un tinte de dolor y de su herida mana un cierto néctar carmesí, vida punzante en forma líquida, el alimento favorito de mi machete. La emoción me distrae, un error que casi toca las puertas de la muerte y llama la atención de la Parca. El golpe de una maza rocosa me lanza por los aires y me estampa contra una pared de piedra, un monolito que apuñalaba tanto las dunas como los cielos. Sentí como si me hubieran roto todos los huesos, sentí que me todo dentro de mí se caía a pedazos, sentí que me habían arrancado el alma de un coletazo. Pero el fuego que fluía por mis pulmones me demostró que aún vivía, aunque empecé a ver con buenos ojos la idea de morir.
   Levantar el peso de mi cuerpo se siente como tener el mundo entero sobre mis hombros. Intento pararme, pero me desplomo en el suelo; no soy Atlas, pero debo serlo. Lo intento otra vez, pero nuevamente el ardor de la arena me da un beso. Finalmente, la tercera es la vencida, solo para darme cuenta de que dos pilares óseos se dirigían hacia mí a la velocidad del relámpago. Moví mi cuerpo como pude, sacando fuerzas de la desesperación que me apretaba el corazón.
   Logré esquivarlo, aunque pude sentir el roce de la muerte y sus cuernos. Es entonces que la imagen frente a mí me despierta una emoción perversa: se quedó atorada en la pared de piedra. Con mi mano izquierda completamente destrozada, el yugo de mi enorme espada, y el infernal dolor que conlleva, recae sobre mi mano derecha. La criatura se agita y ruge violentamente mientras me acerco, como un cordero al ver los dientes filosos del lobo en el horizonte. Apunto mi machete al pedazo de carne que quiero cortar, al miembro que casi hizo de este viaje una tragedia. Con todo el peso del mundo en mi mano, levanto mi espada y atravieso la suavidad rojiza del monstruo hasta que el enorme pedazo de músculos cae al suelo.
   La increíble agonía hace reaccionar a la bestia, que logra finalmente destrabar su cornamenta hundida en el la enorme estructura rocosa. Ambos nos miramos fijamente, esperando el momento en el que el otro cometa un error. Los segundos se hacen eternos y, el calor, insoportable. Ella hace el primer movimiento, su truco de magia: sus garras cavan en la arena, tejiendo su camino bajo la tierra, hasta quedar completamente enterrada, hasta desaparecer. Justo como quería. Mi preciosa bailarina dorada, jamás vengo a una danza sin practicar la coreografía. De mi bolsa saco mi carta del triunfo: bombas de sonido. Un depredador que localiza a sus presas por las vibraciones sonoras en la superficie debe tener un oído lo suficientemente sensible; es una pena que no pueda disfrutar de uno pequeños fuegos artificiales. Siento el temblor avanzando hacia mi dirección, como si la misma tierra quisiera abalanzarse sobre mí.
   Intento activar la bomba, pero el dispositivo no responde. El tiempo se detiene por un momento, y no entiendo, ¿cómo que no se activó? No, eso no es posible, porque si así fuera, yo estaría muerto en un par de segundos. Pero claro, eso no va a suceder, porque yo soy el cazador y esa bestia, esa bailarina que tanto ansío, es mi presa, no al revés. No puedo pensar, no tengo el tiempo para hacerlo, tengo que hacer algo. No puedo correr, mis piernas apenas si pueden caminar, y tampoco puedo pelear, pues mis brazos apenas si logran empuñar mi espada. Lo único que tengo es el dispositivo inerte frente a mi cara.
   Es entonces que viene a mí no una idea, sino desesperación pura; martillo el instrumento con el cráneo hasta sentir que se me despedaza la mente, hasta sentir que dejé de sentir, hasta estar sordo, pues la ráfaga de estridencia me arrebató la audición para siempre. Pero el alivio me invadió por completo al ver cómo mi presa salió de entre el polvo dorado retorciéndose de dolor, una imagen que hizo que todo valiera la pena. Me arrastro hacia su cuerpo colosal con la saliva inundándome la boca. Es entonces que el veneno que preparé entra en acción; no solo el que dejé en el estanque, sino también aquel con el que vestí el filo de mi arma. Se ve tan hermosa, sin poder moverse, sin poder gritar, solo mirándome, rogándome. Apunto a su preciado corazón, al objetivo definitivo de todo cazador, a la vida que pienso arrebatar.
   Me desvío un momento hacia su mirada, su desesperación palpable, el brillo cristalino de sus lágrimas. No, no lo hagas más difícil, mi amor. Te juro que esto me va a doler más a mí que a ti. Penetro su piel y sus vísceras de una estocada, siento cómo se estremecen sus entrañas con el contacto ardiente de mi enorme espada ¿A caso lo disfrutará tanto como yo? Nuestro éxtasis acaba con un último tajo, un acto de pura pasión. Mi amada ya no grita, ni se retuerce, ni baila, y esa emoción que antes me invadía fue reemplazada por un cierto alivio y el vacío más absoluto. No, esta vez me niego a dejarla ir. Dejo que el filo del metal surfee por su carne hasta que sus preciosos cuernos y su rígida coraza caen al suelo. Pero con el toque de mi forja ya no son solo partes muertas de un animal destripado, son una lanza y un escudo, son fragmentos vivos de mi amor imposible, son mis nuevas compañeras de baile, por y para siempre.  
1 note · View note
apocalipsissurvival · 3 years
Text
Tumblr media
🔪Las mejores Navajas para acampar al aire libre🔪
Una acampada exitosa depende del en gran medida de llevar el equipo adecuado, en el que nunca debe faltar una navaja de calidad (y, por supuesto, un poncho decente, un hornillo y un buen saco de dormir).
Una navaja para acampar es una herramienta versátil y valiosa en muchas situaciones al aire libre. Tienen una gran variedad de formas y tamaños, por lo que elegir la herramienta adecuada para tu aventura es crucial.
Hay muchas navajas para acampar en el mercado, diseñados para diferentes usos y situaciones, pero la regla clave es buscar la calidad, y no pienses que siempre una hoja más grande será mejor.
De hecho, las mejores navajas para acampar y los cuchillos de uso diario suelen ser de longitud corta, pero fáciles de controlar, resistentes y versátiles, por lo que los machetes grandes deben permanecer seguros en casa hasta que obtengas tu billete de viaje a una selva tropical donde les darás mejor uso.
Tumblr media
En términos más generales, elegir una hoja de alta calidad es una buena inversión, una copia barata poco duradera que no puede mantener su filo es tirar el dinero. Además, un buen diseño generalmente significa un buen equilibrio y un agarre más cómodo, lo que evita la posibilidad de resbalones peligrosos durante el uso.
Una navaja de camping debe ser lo suficientemente fuerte y lo suficientemente versátil como para que la podamos utilizar es una gran variedad de tareas.
La navaja debe ser lo suficientemente compacta como para llevarla fácilmente pero lo suficientemente robusta como para poder cortar una cuerda, tallar estacas o ayudar con la preparación de alimentos. Y debe ser duradera, porque nada pondrá a prueba el temple de una buena navaja como la vida al aire libre.
Tumblr media
¿Qué es un cuchillo de camping?
Tu equipo no estará completo sin una navaja para acampar de alta calidad, pero ¿qué es lo que hace que una navaja sea una buena navaja para acampar?
Las navajas para acampar se pueden usar para cortar cuerdas, para ayudarte con la preparación de alimentos, estacas, bastones, leña y muchos otras trabajo que te ayuden a la supervivencia al aire libre.
¿Cuándo es una buena idea llevar varios cuchillos?
Los entusiastas del aire libre siempre llevan más de un tipo de navaja en el bosque. ¿por qué? Porque es probable que encuentren situaciones en las que una navaja estándar sea demasiado pequeña para hacer estacas o cortar madera y un cuchillo de supervivencia puede ser demasiado grande para ciertos trabajos.
Cómo elegir la mejor navaja para acampar
Anatomía de un cuchillo
Tumblr media
Características principales a tener en cuenta a la hora de elegir nuestra navaja de supervivencia.
Diseño de la hoja
Materiales de la hoja
Diseño del mango
Materiales del mago
Diseño de la hoja
Pocas personas consideran el diseño de la hoja como un factor clave en la compra de una herramienta. La forma, la pendiente, el diseño general de la hoja afectarán en gran medida sus características y rendimiento generales.
Ya que estamos hablando de navajas para acampar, recomiendo un diseño de punta de caída apropiado. Este es el perfil clásico de la navaja de uso general estadounidense, con una hoja gruesa y ondulada y casi sin forma cónica a lo largo de su longitud.
Incluso recomendaría usar un solo bisel continuo desde la hoja hasta el lomo. ¿por qué? Debido a que sus características son resistentes, versátiles y, en mi opinión, el marco completo parece ser el mejor diseño general para cortar madera.
Materiales de la hoja
Lo primero que llama la atención de los nuevos amantes de las navajas para camping es el tipo de acero que tiene la navaja.
Cuando vemos el término "acero con alto contenido de carbono", generalmente se lo considera un indicador positivo, porque el acero con alto contenido de carbono es bien conocido como "acero de cuchilla premium".
El hecho es que todo, desde el acero inoxidable hasta el hierro fundido, es técnicamente acero con "alto contenido de carbono".
Siempre que utilices la hoja de tu navaja de forma responsable y realices las tareas adecuadas, la mayoría de los materiales de las hojas permanecerán en buenas condiciones.
Muchos fabricantes de herramientas simplemente afirman que tienen "alto contenido de carbono", pero esto no nos brinda ninguna información importante.
Diseño del mango
Una de las primeras cosas a tener en cuenta en la mayoría de las navajas, es un mango que evite que la mano se deslice y toque la hoja.
Los dedos de la mano tienen que acomodarse cómodamente a lo largo del mango, esto mejora el agarre.
Material del mango
No vamos a profundizar demasiado aquí, pero se puede decir que los mangos de las navajas de camping y de mochila deben estar hechos de materiales resistentes.
Algunos entusiastas de las navajas pueden reírse del mango sintético, pero mientras sea duradero y fuerte, no veo ninguna desventaja. Sin embargo, en un viaje al aire libre un mango de madera que esté bien hecho y sea bonito está a otro nivel.
Siempre que la madera y los materiales sintéticos del mango se fabriquen correctamente y estén bien hechos, la elección será una cuestión de gustos.
Un mejor diseño generalmente significa un buen equilibrio y un agarre más cómodo, lo que reduce la posibilidad de resbalones peligrosos durante el uso y tiene una apariencia más agradable.
Mantenimiento de las navajas para camping
Una buena navaja de camping es una herramienta de precisión que no sólo cortará tu comida también es útil en un gran número de ocasiones. Como tal, merece ser tratado con el mismo respeto que mostrarías a tu tienda o a tu botas de senderismo favoritas.
No guardes tu cuchillo hasta que esté limpio y seco
Tu cuchillo de camping es un caballo de batalla, seguro que termina su trabajo sucio y mojado. Eso es inevitable.
Lo que es totalmente evitable, es guardar el cuchillo cuando esté en ese estado. Asegúrate siempre de que antes de guardar la navaja es su funda que esté limpia y seca.
Asegúrate de afilar la hoja regularmente
Para mantener perfecta tu navaja asegúrate de que la hoja esté siempre limpia y afilada, lista para la siguiente aventura. Limpiar la hoja sería más o menos similar a cambiar el aceite del automóvil, y afilarla como hacer una puesta a punto al motor de tu coche. Hazlo después de cada uso.
No maltrates tu navaja
Las navajas para acampar están diseñadas para realizar tareas al aire libre, como cortar cuerdas o limpiar pescado. No utilices el cuchillo como destornillador o martillo, y si lo quieres un poco no practiques el lanzamiento de cuchillo con él.
Lubricar la navaja
La navaja debe estar debidamente lubricada. La mayoría usará algún tipo de lubricante adecuado para varias partes móviles. Sin embargo, no lo uses en exceso y asegúrese de eliminar cualquier exceso.
0 notes
riusugoi · 3 years
Text
la Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de junio del año 2000 consideraba irrelevante la condición de experto en artes marciales de un taekwondista pues lo necesario a tener en cuenta es lo trascendente de la contundencia y el objetivo del golpe. También la Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de octubre de 1994 indicaba que, un artista marcial conocedor del manejo de armas blancas, y que provocó un corte a su agresor, podría haberlo matado de haberlo deseado por sus conocimientos técnicos. Precisamente el peritaje forense indicaba que el corte era de poca profundidad precisamente por propia iniciativa y precaución del artista marcial.
No necesariamente el hecho de que sea experto en artes marciales es lo que agrava un delito de lesiones, por ejemplo, en la Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de junio de 2000 lo considera irrelevante  “…sin necesidad de considerar la condición del acusado de experto en artes marciales (Taek-wondo) (….) es en realidad, irrelevante, pues lo trascendente, como se ha expuesto, es la contundencia y objetivo del golpe”  
Ni tampoco siempre el hecho de ser experto en artes marciales perjudica al acusado, en ocasiones puede servir para probar que no había ánimo de matar, porque de haber querido hacerlo, con los conocimientos que tiene, lo hubiera conseguido. Conforme a la Sentencia del Tribunal Supremo, 24 de octubre de 1994:
“….si el autor material del hecho hubiera querido producir la muerte, le habría bastado haber apretado un poco más con el cuchillo. La forma en que ocurrió revela que  tuvo especial cuidado en no matar, consiguiendo, precisamente por su especial habilidad con el arma utilizada, el hacer una herida tan singular como la descrita, de muy poca profundidad y, sin embargo, de 12 centímetros de larga. Ello pone de manifiesto que no quiso matar, sino sólo dejar marcado a su contrincante
Un movimiento de la víctima, o un error de cálculo sobre su postura o en el uso del arma, y consiguientemente una mayor profundización del filo del machete en el cuello, podría haber producido la muerte. No obstante, el sujeto, experto conocedor en artes marciales y en el manejo de tal clase de armas, como venimos repitiendo, para conseguir la mencionada precisión en la herida (poca profundidad, pese a tener 12 centímetros de longitud) tuvo que adoptar alguna precaución (que no consta en el relato de hechos probados, sin duda por las graves dificultades probatorias que el trámite pone de manifiesto) sujetando al agredido de alguna manera al tiempo que causaba la lesión, para que ésta quedara reducida a los límites del resultado realmente producido excluyendo otro de mayor consideración y, evidentemente, la muerte del agredido. Tales precauciones ponen de manifiesto una actitud en el autor del hecho que excluye el dolo eventual.
Así pues, estimamos que no hubo ni intención de matar ni tampoco dolo eventual de homicidio, sino sólo ánimo de lesionar”
-
En la Sentencia del Sentencia del Tribunal Supremo de 2 de diciembre de 2010 en el caso del homicidio de la joven Nagore Laffage se tuvo en consideración para considerar la existencia de abuso de superioridad, entre otras, la circunstancia de que el acusado conocía técnicas de artes marciales:  se aprovechó de su superioridad física (varón, de 27 años, 182 metros de estatura y 80 Kgs.), así como conocer técnicas del arte marcial Aikido, respecto de su víctima (mujer, de 20 años, 1,66 metros de estatura y 56,600 Kgs.), sin que pudiera contar con el auxilio de terceras personas. Es claro, por tanto, que existió ese desequilibrio de fuerzas derivado de la envergadura física del acusado frente a la víctima y era además conocedor de un determinado arte marcial.
-
También se aplica abuso de superioridad en la Sentencia del Tribunal Supremo de 3 de febrero de 2009 “Desde el punto de vista objetivo, dados los datos que se acaban de describir, pues no solo son dos personas contra una sino que son de gran corpulencia, uno de ellos conocedor de artes marciales y además están armados con un objeto contundente. Desde el punto de vista subjetivo, porque la agresión estaba así planeada, ya que estaban esperando al lesionado, lo que implica el conocimiento y aprovechamiento de las anteriores circunstancias”
1 note · View note