#ciudad sola
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goldenliartrash · 1 year ago
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Participando en el capitalismo rosa (voy a ver Barbie)
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imnaturalgirl · 9 months ago
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1er día en La Ciudad de la Furia.
Ya que descansé un poco, acomodé mis cosas, me di un rico baño, me arregle para salir a caminar un rato. Pero empezó a llover y me esperé, escribí un poco y me dio sueño, decidí dormir una siesta antes de salir y para recuperar algo de energías.
Primero fui a cambiar mi dinero por pesos argentinos. Dí la vuelta por un mercadillo ahí cerca, todo estaba muy lleno de gente y mejor me salí, fui a comer a un lugar de comida "mexicana", acabé y me fui a caminar.
Caminé un montón hasta llegar a un área donde había tiendas muy comerciales, de ahí me regresé, ahí mismo entré a una librería y a la vez para refrescarme un poco pero no tenía el aire acondicionado tan fuerte como para secarme del sudor hasta entonces acumulado en mi cuerpo.
Salí de la librería y me di vuelta al barrio, mis pies me decían "hay que llegar a un lugar a sentarse un rato", mi boca decía "Quiero refrescarme aunque sea con un jugo de pomelo". Volví al barrio y entré a un café "Obrador de panes" se llamaba, tenía pan de masa madre y panes muy fit.. Me pedí una limonada y un cortado. El café era muy pequeño y la limonada muy refrescante porque no tenía endulzante. Acabé, pagué y salí porque cuando estaba sentada mi trasero me decía: "ya párate, ya estuvimos 10 horas seguidas aplastado" Así que me paré y me dirigí mejor a mi hospedaje a descansar y planear un poco.
Me acosté, prendía la tele y había noticias de la ciudad, decía que había epidemia de dengue por las lluvias y el calor, en otras noticias decía que la ciudad estaba atravesando una ola de calor. Enseguida puse Netflix, que por cierto está en idioma portugués, puse una mini serie, y en pedazos me quedaba dormida. Hasta que fueron suficientes las siestas pequeñas y mejor me puse a buscar lugares para planear mis días.
Acabando mis apuntes de lugares, me cambié para dormir, mi hermana me hizo video llamada con mi sobrino.
Mi temporizador natural decía que era muy temprano para dormir aunque estaba cansada de las piernas y me dormí hasta la 1 a.m.
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jaquemuses · 9 months ago
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ excuses
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pairing: actor!enzo x actress!r
sinopsis: Enzo y vos estan teniendo dificultades para filmar una de las escenas en su nueva pelicula, por lo que una noche se aparece en tu puerta con la excusa de practicar.
contenido: SMUT !! insultos, thigh-riding, creampie, p en v, sexo sin condon, diferencia de edad (reader 22 y enzo 34), mirror sex, un poquito de breeding kink, reader es un poco innocente (kinda) smut con plot
word count: 5.3k me re inspire sepan disculpar
a/n: holis !! primero que nada PERDON por tardar tanto, soy bastante perfeccionista y cada vez que decia que iba a subir el fic no me convencia como quedaba, pero me parece que ahora esta bastante decente, espero que les guste, me inspire en tres reqs que me mandaron asi que muchas gracias, sigan mandando !!!
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i.
"¡No, no, no, corten!" El director grito repetidamente, su creciente irritación coloreaba su voz por completo. "Chicos... Ya se los dije antes, pero..."
Te restregaste la cara con un suspiro, levantandote del regazo de Enzo, quien se masajeaba el puente de la nariz en una clara seña de agotamiento. "No veo chispa... no veo-"
"No veo pasión", terminaste la oracion de tu director, quien asintió con seriedad. Era la quinceava vez que estaban intentando repetir esta escena ese dia, el cansancio se hacia presente en el set, sin embargo todo el equipo seguia ahi, inalterable, esperando a que el director diera las ordenes para poder retirarse a descansar ya que, despues de todo, eran casi las doce de la noche.
"Les juro que esto es igual de agotador para mí como para ustedes.", continuó el con el guión entre las manos. "Necesito que quede bien. Simplemente imaginense que esta escena es la culminación de seis meses de espera entre los personajes. Seis meses de tabú, de tensión sexual implacable. Nada más que miradas en clase y breves caricias... se supone que estan al borde de la locura el uno por el otro, feroces el uno por el otro. Pero aca solo veo nervios e inexperiencia... Ustedes son profesionales, les pido por favor que se concentren... Cuanto antes se suelten mas rapido vamos a terminar."
Enzo y vos estaban rodando la primera escena de sexo de una película que relataba la enfermiza y prohibida relación amorosa entre una alumna de 18 años y su profesor quien era mucho mayor que ella. Bueno, no exactamente filmando —ya que no estaban llegando muy lejos con la escena.
Esto era dificil para los dos, simplemente no podían complacer a su director.
El papel ya de por si era increíblemente agotador, incluso sin contar el estrés extra de la escena de sexo: eran jornadas de rodaje de 15 horas, viviendo en el set en una ciudad lejos de tu casa, y la mitad de esas horas se dedicaban a filmar o practicar esta misma escena, tener a un director perfeccionista que se creia la reencarnacion de Kubrick no era facil.
El problema de la escena era su extensa duracion, y el director quería que se hiciera en una sola toma.
una. sola. toma.
Daniel era un director brillante, y tenía un amor incondicional por este proyecto y sus personajes que desearías que todos los directores tuvieran por el suyo, pero él era inflexible en que todo sea hecho a la perfección ya que en varias reuniones previas al rodaje hablo sobre como esta escena estaba destinada a ser la mas "icónica" de toda la película, porque era el quid de la cuestion, el punto de inflexion para los personajes, el punto de no retorno.
"Con todo respeto, Daniel..." empezaste "nunca me habia imaginado en un escenario así, y tampoco tengo experiencia en este tipo de situaciones. ¿A que te referis con que nos falta pasion?"
"Ese es tu trabajo: imaginar e interpretar". El director exigió. Obviamente frustrado con la situacion.
Justo antes de que pudieras retrucarlo, Enzo intervino con suavidad. "Creo que lo que ella quiere decir", dijo, viendo las venas de la frente del director casi por estallar "es que es difícil actuar porque no es una situacion que se viva cotidianamente. Es fácil actuar enamorado porque amor hay por todas partes, ¿no? Pero aca no tenemos mucho en lo que basarnos mas que en lo que podemos llegar a imaginarnos."
La mirada del director se turnaba rápidamente entre vos y enzo por un momento antes de suspirar cansado.
"Me vas a decir que nunca pensaste en alguien mas grande de esta manera?" te insistió, obviamente bromeando y tratando de aligerar el ambiente en el set.
Hiciste una pausa, y trataste de no mirar a Enzo, tu co-protagonista de unos treinta y tantos años.
Enzo habia sido casteado no solo por su impecable actuación sino que tambien por lo absolutamente precioso que era.
Su personaje era enfermizo y asqueroso, por eso sabias que el haberlo elegido a él era una decision calculada y previamente analizada. Querian que el publico bajara la guardia ante su belleza para poder darle un plot twist y que la inmoralidad del personaje los tomara por sorpresa mas tarde.
Estaba destinado a ser visto como un hombre encantador, guapo, totalmente fuera de los límites. El objeto de deseo completamente prohibido, la línea que tu personaje estaba desesperada por cruzar.
No era muy distinto en la vida real; la joven actriz inexperta que anhelaba pasar por alto las reglas sociales y expresar con total sinceridad su admiración por el actor de mediana edad con años de experiencia a sus espaldas.
No estabas enamorada ni nada, pero te deleitabas ante su presencia, despues de todo Enzo era todo lo contrario a su personaje; el mayor era paciente, amable y completamente comprensivo con tu falta de experiencia en el ambito cinematográfico, siempre te guiaba durante el rodaje y te daba tips para sobrevivir a un rodaje. Eran cosas basicas, tales como cuando podias quitarte el maquillaje y el vestuario o como pedir ciertas cosas en set y lenguaje especifico, todas las cosas que a él le hubiera gustado que alguien le diga cuando estaba empezando.
Siempre estaban esos tiempos libres en donde compartian risas sinceras y conversaciones tontas que nunca esperabas de un hombre tan imponente como Enzo, conversaciones en donde sus manos ásperas apenas rozaban tu cintura y su mirada recorria con atencion tu rostro y tu cuerpo, en donde su voz sonaba sensual y provocativa a pesar de que nada vulgar salia de su boca.
Enzo hacía que tus interiores palpitaran, con anticipacion especialmente cuando llegaba la hora de rodar las escenas más íntimas, y solo podías aferrarte a la fantasía de que él sintiera lo mismo.
Todavia te acordabas de la primera escena que hicieron juntos: en la película, sus personajes se encontraban después de clase para conversar sobre un examen desaprobado, el punto en donde comenzaria su atracción del uno por el otro. Enzo estaba presionado contra tu espalda, inclinándose sobre vos para mirar con insistencia el examen, con una de sus grandes manos agarrando tu hombro. El aire se sentía cargado, su cuerpo cálido, su voz baja haciéndote sentir mareada mientras recitaba sus líneas.
Te estremeciste al recordar el momento, y, volviendo a la realidad, respondiste a la pregunta del director con un enérgico asentimiento de cabeza.
El director soltó una risa ‐forzada- y golpeó suavemente el guion contra la palma de su mano. "Bien. Bueno, les parece si cortamos por hoy. Aprovechen este tiempo extra para imaginar, investigar, cualquier cosa, e intenten practicar la escena antes de mañana, ¿Si? La práctica hace al maestro."
Enzo y vos asintieron al unísono, intercambiándose una mirada que gritaba "que vamos a hacer?" antes de apartar la vista mutuamente y regresar a sus caravanas.
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Más tarde esa noche, estabas preparándote para irte a dormir, quitándote el pelo recién lavado de la toalla mientras veias el guión reposando sobre tu cama, la luz tenue te invitaba a relajarte, sin embargo un golpe en la puerta del trailer te saco del trance.
"Ahí va!!," exclamaste, mientras te ponías tus shorts de seda. Te percataste rapidamente de lo incómodo que podría ser ser vista en esos pijamas si el director o alguno de tus compañeros actores estaba detras de esa puerta, pero estabas demasiado cansada como para preocuparte.
Te importó, si, pero sin embargo, en vez de cambiarte cruzaste tus brazos de manera que estos estuvieran cubriendo tu pecho, el cual se encontraba ligeramente descubierto. Fue entonces cuando abriste la puerta y ahi, en los escalones, estaba tu compañero de reparto, Enzo.
Antes de hablar, te examinó de arriba a abajo, con sus oscuros ojos brillando detrás de un par de lentes de descanso, los cuales eran desconocidos para vos, no pudiste evitar pensar en lo lindos que le quedaban. "Uh, disculpame chiquita, ¿Te estabas por ir a dormir?" preguntó por lo bajo, su voz se escuchaba mas grave de lo normal. Ese tipo de apodos eran normales viniendo de Enzo, sin embargo hizo que tu piel se erizara, ¿O habia sido el frio aire del exterior? Sí, probablemente era eso.
Su mirada se paseo por tu cuerpo y se detuvo en la piel desnuda de tus piernas por unos segundos más, te moviste incómodamente, cruzando los tobillos en un intento pobre de esconderte. "Si... son casi las tres de la mañana En... ¿Pasó algo?" preguntaste con un tono un poco agresivo, un poco mas de lo que pretendías ser.
"Si ya se, disculpame", se corrigió, sacudiendo la cabeza y finalmente mirándote a los ojos. "Quería pasar antes... me quede pensando porque sé que esta escena nos está desconcertando, así que..." se interrumpió, levantando el guion que sostenía detrás de su espalda. "¿Estas muy cansada como para practicar un poco? Sino mañana temprano, no hay problema." Parpadeaste rápidamente ante la simple e inocente solicitud. Enzo estaba parado en tu puerta a las tres de la mañana preguntandote si podian ensayar. Solo un ensayo, no alguna travesura lasciva de última hora de las que te estabas imaginando. "Ah... sí, obvio, pasá que está frio.", asentiste entumecida, apartándote para dejarlo entrar.
Enzo asintio en forma de agradecimiento y te regalo una sonrisa, una vez dentro de la caravana se instaló en el borde de tu tocador, mirandote mientras cerrabas la puerta y te volteabas en su direccion. Se veia casual, tenia puestos unos joggings grises holgados y una camiseta blanca ajustada y desgastada.
Ya estaba todo predefinido en el guión, cada palabra que tenias que decir y cada acción que tenias que hacer, pero aún así. Decir y hacer cosas de esa índole después de las horas de trabajo parecia formar parte de una de tus fsntasias con el mayor. Sin embargo, te obligaste a despavilarte internamente -por segunda vez en menos de dos minutos-. Enzo había venido a ensayar la escena con intenciones profesionales y probablemente solo lo había hecho porque estaba cansado de que arruinaras la escena, despues de todo el podía hacer su parte magistralmente, y sabías que si hubiera estado acompañado por una actriz más experimentada, la filmación habría avanzado hace ya mucho tiempo. Caminaste temblorosamente hacia tu cama, acomodándote sentada como indiecito en la misma mientras lo veías hojear el guion; enzo levantó la vista y frunció el ceño con una sonrisa. "¿Qué estás haciendo ahí? Vení para aca", te indicó que te acercaras, casi como una orden sin embargo salil de su boca con amabilidad. "No tenemos un escritorio, así que podemos usar tu tocador. ¿Te parece?" Asentiste, mordiéndote el labio y obedeciendo nerviosamente a sus palabras. "¿Entonces, arrancamos desde el principio?" preguntaste, sintiendo de repente como tu voz y tus piernas se sentian débiles.
Sus ojos seguían fijos en el papel mientras respondía. "No, no creo que haga falta. La parte del sexo es lo único con lo que estamos teniendo problemas, ¿No?" Tragaste saliva, tu garganta estaba repentinamente seca.
"Sí, supongo que sí."
Con eso, Enzo termino de darle un último vistazo al guion antes de sumergirse en la escena.
Sus acciones ya eran familiares para vos ya que habian estado intentando filmar esta escena todos los días durante al menos tres dias. Su cuerpo se volvió hacia el tuyo, sus manos subieron a tu mandíbula y presionaron tu espalda ligeramente sobre la mesa. Te abrazó fuertemente y te hizo mirarlo, mientras recitaba sus líneas. Torpemente, hiciste lo mismo, recordando mal lo que necesitabas decir. "La puta madre, perdón, me puse nerviosa." dijiste de repente, apartándote de su contacto y suspirando. Él te dio una pequeña y cuidadosa sonrisa, rompiendo inmediatamente el personaje y dando un paso atrás del tocador. "No hay necesidad de ponerse nerviosa. La práctica hace al maestro, ¿te acordas?" Te burlaste de su cita al director.
"Sí, ya se... Es que no entiendo a qué se refiere con apasionado. Estoy tratando de ser una profesional al respecto, pero - pero nunca fui parte en una historia de amor de este tipo, me cuesta imaginarmelo..."
"No es muy raro igual viniendo de vos, es normal. Sos muy joven todavia, nena. Demasiado buena para este tipo de cosas... ¿No?" dijo, su mano subiendo a tu hombro, donde el tirante de tu pijama de seda se había resbalado, acariciándolo suavemente. Prácticamente te derretiste ante el apodo y cómo las yemas de sus dedos rozaban tu piel. Estabas tan cautivada que casi gemiste cuando se detuvo y levantó tu tirante caído, pero en cambio, tomaste en silencio el guion que se había caído sobre la mesa y encontraste una de las líneas, inhalando profundamente y preparándote para entrar en personaje.
Tu mano subió para tirar de la manga de la camisa de Enzo, según lo dictaba el guion. "Por favor", susurraste con la voz aguda de tu personaje, "Quiero que me toques."
"No, esto está mal... Soy tu profesor y..." respondió Enzo, rápidamente volviendo al personaje, el dorso de su mano rozando tu mejilla. "No te quiero romper el corazon."
Miraste a Enzo, las lagrimas nublaban tu vista, tal como lo indicaba el guión. "Por favor. Te necesito." Despues, una de tus temblorosas manos bajó por el pecho de Enzo mientras hablabas, tal como lo hacías en el set. "Pienso en vos todas las noches... Me mojé tanto el día que me regañaste enfrente de todos."
Escuchaste cómo a Enzo se le entrecortaba la respiracion.
No, Enzo no, su personaje, te recordaste a vos misma.
"Ay nena... Yo pienso en vos todos los dias, en clase, en mi casa...", gruñó despues de decir sus lineas.
Hasta ahora, todo bien, pensaste. No era incómodo y ya estaba siendo mucho mejor que las actuaciones mediocres que habías dado anteriormente. Continuaste inclinándote hacia Enzo, haciéndo que se siente en el tocador, esta era la parte de la escena a la que habían llegado antes de que el director les dijera que cortaran.
Esta vez, sin embargo, las acciones de Enzo difirieron de las que se suponía que tenia que realizar: en lugar de acariciar tu rostro, sus dedos bajaron por tus caderas, enviando escalofríos por tu espina dorsal.
"Te prometo que me voy a portar bien... Nunca le voy a contar a nadie...", recitaste, sintiendo calor en la cara mientras su mano se acercaba más a la curva de tu trasero. "Podes hacer lo que quieras conmigo".
La mirada de Enzo se oscureció recorriendo tus rasgos. No dijo su línea, y pensaste que se había perdido, por lo que retiraste tus manos de su cuerpo preocupada. "¿Enzo estás bien?"
Antes de que pudieras terminar tu oración, Enzo te agarró por el culo, cambiando sus lugares y colocándote en el borde del tocador.
"¡Enzo!" chillaste, era lo único que podías decir mientras procesabas lo que acababa de suceder. Tu mente divagaba en confusión - y anticipación - mientras él estaba de pie enfrente tuyo, con las piernas presionando a ambos lados de tus rodillas, su gran cuerpo atrapándote contra el tocador.
"Shh... un poquito de improvisacion nunca mató a nadie." musito en voz baja con su característico acento antes de que un guiño pícaro se dibujara en sus rasgos afilados.
Su mano luego acarició tu cabello, mientras que su otra mano subió a tu barbilla y te hizo mirar hacia arriba. "¿Todo lo que yo quiera?" murmuró, volviendo al guion.
Batiste las pestañas coquetamente. "Todo. Soy tuya".
Aca es donde pensabas que Enzo se detendría, porque después de tu línea venían los besos, los toques y las caricias intensas: todas las cosas que hasta ahora no habías filmado en absoluto, porque ni siquiera podías pronunciar el diálogo correctamente.
Pero en cambio, se inclinó y comenzó a besar vorazmente tu cuello, haciéndote jadear.
"¿Qué haces?"
"Seguime", exigió suavemente, "es todo parte de la escena, ¿te acordas?"
Parpadeaste aturdida, abriendo y cerrando la boca, incapaz de registrar un pensamiento o palabra coherente. Dijo que era parte de la escena, pero habías leído el guion, y sus dientes mordiendo ligeramente tu sensible piel no estaba escrito en ninguna parte.
Pero, te tragaste tus pensamientos y recitaste varias líneas más junto con las suyas. Sentias como su otra mano sostenia tu muslo tan fuerte que pensaste que podría dejar moretones, pars este entonces ya empezabas a creer que tal vez esto era una de esos sueños que tenias sobre el mayor, solo producto de tu imaginación.
Estabas siguiendo el guion, tal como él había dicho que harian, pero incluso así, era evidente lo sencillo que podria ser rendirte ante sus besos, después de todo, apenas te estabas reprimiendo para no entregarte por completo. Pero ¿cómo resistirse, con su hermoso rostro a escasos centímetros del tuyo? esa era la verdadera pregunta.
Actuando o no, estabas decidida a disfrutar cada minuto de esto.
Cuando una de sus manos comenzo a jugar con la cintura de tus diminutos shorts y sus labios succionaron levemente a piel de tu cuello -justo en ese punto-, no pudiste evitar el gemido que salió de tu boca.
Sin embargo, el ruido pareció asustarlo; lo sacudió, lo devolvió a la realidad, y tus sospechas se confirmaron cuando se apartó bruscamente de vos.
"Dios, perdon nena..." una mueca cubrió sus rasgos, mirándote de arriba abajo como si acabara de darse cuenta de lo que estaba haciendo. "No sé qué me pasó, yo... no tendria que haber venido tan tarde, perdón."
Lo miraste, tu cuerpo decepcionado por la falta de contacto, observándolo presionar sus labios rosados en una mueca conflictiva. "¿Qué - qué queres decir?"
Su mirada recorrió cada rasgo tuyo, tan intensamente que pensaste que estaba admirando tu rostro. "No puedo, no podemos. Sos mi compañera, sos... sos mas chica que yo y..."
"Entonces podemos parar. Si eso es lo que queres", murmuraste coqueta, levantando la mano para quitar un pequeño hilo de su delgada camisa. "Pero solo si lo decis, decime que no queres que esto siga." dijiste, peligrosamente cerca de sus labios.
Gruñó, mordiéndose el labio. "No me hagas esto. Por favor sabes que no puedo"
"Hacerte qué?" Inclinaste la cabeza hacia un lado mirandolo con ojos grandes, fingiendo inocencia.
"Provocarme asi, nena. Porque sabes que no te voy a decir que pares. Y porque lo haces sabiendo que no voy a poder controlarme", gruñó antes de darte un beso profundo y desesperado, bajandote del tocador y bajando los besos por tu pecho.
"Entonces no me lo pidas En." gemiste enredando tus dedos en su cabello, siguiendo cada movimiento suyo, derritiendote bajo su toque dominante. "Y cogeme de una vez."
Enzo jadeaba entre besos. "Decis todas esas cosas con esa boquita tan bonita... No sabes como me calentas."
Tus manos recorrían todo su cuerpo, te detuviste en el borde de su camiseta, levantando esta para quitarsela, Enzo se separo y se deshizo de la prenda el mismo. Estabas desesperada por sentirlo. Y él tenía pensamientos similares, sus largos dedos se sumergieron en tus pantalones de seda y acariciaron tu intimidad por encima de la tela de tu ropa interior.
"Te necesito tanto, Enzo", jadeaste, y, despues de escuchar tus palabras, te quito desesperadamente los shorts y las bragas, haciéndote estremecer ante la repentina exposicion.
Acto seguido, se sentó en la silla de tu tocador y te agarró bruscamente por las caderas para colocarte sobre uno de sus muslos. La gruesa tela de sus pantalones de jogging, absorbiendo tu humedad como una esponja.
"Dale entonces", exigió sombríamente, "Mostrame cuánto me necesitas y movete".
Te mordiste el labio, la cara ardiendo de vergüenza ante la orden. Pero había una necesidad dolorosa en tu centro, y la forma en la que cruzó los brazos, mirando y esperando a que te frotaras en su pierna, hizo que te apretaras contra su muslo.
Tus manos se aferraron a sus hombros, y comenzaste a mover tus caderas de adelante hacia atras lentamente, la suave tela de sus pantalones haciendo mal trabajo para complacerte, apretaste tu cara contra su hombro, molesta por la falta de fricción.
"No puedo yo sola", te quejaste, "por favor".
Él sonrió socarrón. "Dijiste que me necesitabas y ahora no te podes ni mover? Mira que vende humo que sos, hermosa.". Entonces, de repente movio su pierna hacia arriba haciendo que un gritito saliera de tu boca.
No habia nada que necesitaras mas que enzo adentro tuyo, pero ahi estabas, frotandote pateticamente en su muslo hasta que el te permitiera hacer otra cosa. Obedeciste con resignacion, comenzando a establecer un ritmo constante en tus caderas aumentando el calor en tu interior clavando tus uñas en sus hombros, buscando algo que sea tu cable a tierra ante el placer que te estabas inflingiendo.
Tus caderas se movian vigorosamente contra el muslo del mayor cada vez más fuerte, cada vez de una forma más necesitada, sintiendo la presión en tu coño crecer cada vez mas y más haciendo que te muevas desenfrenada.
"Enzo por favor... por favor te lo pido" hiciste una pausa al sentir una de las manos del mayor posicionarse en tu mejilla, acariciandola lentamente. "No puedo mas... te necesito adentro."
¿Te estas escuchando chiquita?" Preguntó, uno de sus dedos tomo tu barbilla, inclinandola hacia arriba para que lo miraras, acto seguido metio dos dedos dentro de tu boca abruptamente.
"¿Te das cuenta de lo necesitada que te escuchas? ¿De lo duro que me pone saber que estas asi... solo por mi y que todavia no te haya tocado ni un pelo?"
Asentiste extasiada mientras pasabas tu lengua por al rededor de sus gruesos dedos, pero en realidad no estabas prestando atención: estabas cerca de tu orgasmo a tan solo unos segundos de liberarte de toda esa presion en tu estomago que te estaba volviendo loca, tus caderas desincronizadas, buscando el alivio... "Basta."
Escuchaste la voz de Enzo cargada de deseo mientras posicionaba su otra mano en tus caderas, deteniendo la fricción. Lloriqueaste ante la perdida de tu climax, era casi como si te lo hiciera a proposito. El pelinegro se levanto y te giró, manteniendote presionada a su cuerpo con una mano en tu cintura y la otra todavia empujando sus dedos dentro de tu boca, quedaron de tal manera que tu cuerpo estaba mirando hacia el espejo de tu tocador, la vista de ambos siendo reflejada ante tus ojos, sin embargo no pudiste prestar mucha atencion a eso. La mirada de enzo bajo hacia sus pantalones, viendo la mancha que habias dejado en la zona del muslo "Mira como me enchastraste los pantalones, ¿Mh?" Musitó contra tu oido.
No respondiste, o mas bien no pudiste responder, ahora tus muslos estaban siendo presionados entre si, buscando la mas minima fricción entre ellos mientras te mordias el labio en un intento de ocultar los quejidos necesitados que amenazaban con salir de tus labios hinchados.
Él se dio cuenta de esto, sin embargo, en vez de hacer algo solamente sonrió y rápidamente presiono tu estomago contra la mesa que yacia enfrente de ambos, sus dedos salieron de tu boca y sostuvieron tu cara, obligandote a mirarte al espejo por primera vez desde que habias salido de la ducha, tus ojos estaban entreabiertos pero tus pupilas se encontraban dilatadas, tus labios rosados y humedos por la saliva, tu ceño ligeramente fruncido.
Te veias absolutamente destrozada, fue entonces cuando sentiste cómo Enzo alineaba la gruesa punta de su polla contra tu entrada, el momento en el que se deshizo de sus pantalones habia sido algo que te habia pasado desapercibido al estar tan absorta en tu expresion siendo reflejada en el espejo. Cerraste los ojos con anticipacion.
Y de repente, tomaste plena conciencia de la situación: te habías entregado por completo a tu compañero de reparto, quien era 12 años mas grande. Y ahora él sabía que no eras solo una talentosa aspirante a actriz, sino simplemente una chica desesperada y rogando por ser follada.
"Ey, ey, ey, no" dijo rapidamente, "abri los ojos y acordate de tus expresiones. Te va a servir para la escena". Gemiste sin poder evitarlo, obedenciendo a sus ordenes y abriendo los ojos mientras él introducía lentamente su miembro entre tus pliegues.
"E-En, Dios!", exclamaste cuando finalmente se adentró por completo. Te sentías tan llena, tus paredes estirandose hasta el límite para poder tomar su polla tan profundo que sus testículos rozaban tu clítoris.
"Dios, chiquita... Mira lo mojadita que estas, me vas a matar", comentó casi sin aliento desde atras, su expresion mlstraba lo extasiado que se sentia. Tus jugos facilitaban su entrada rápida, aunque su miembro seguía siendo una intrusión ajena para tu inexperiencia íntima. Eras joven y nunca habías sido del tipo de estar cogiendo por ahi- o al menos no tan intensamente como ahora.
Te contrajiste alrededor suyo, un gemido escapando de su boca debido a la presión en su miembro. Enzo comenzo a empujarse adentro tuyo con un ritmo moderado, haciendo que tu cuerpo presionado contra la mesa se moviera de adelante hacia atras, el tocador rechinaba ante la abrupta sacudida y tus labios se separaron ligeramente para dejar salir un dulce gemido.
Habías estado enfocada en su rostro en el espejo, te encantaba ver su ceño fruncido, como su cabello se pegaba a su frente, producto de su traspiracion, su boca levemente abierta, y como sus cachetes se volvian cada vez mas colorados, sin embargo la mano de enzo se enredó en tu cabello tomandote de sorpresa, agarrando un puñado y levantando tu cabeza para hacer que tu atencion vuelva a tu cara. "Te dije que te mires, nena" dijo con seguridad mientras sus caderas chocaban contra tu culo haciendo que la caravana se inunde en ese sonido acompañado de tus gemidos. "Mirate y aprende como tenes que actuar ante la cámara."
Su otra mano se posicionó en tus caderas, apretandola con fuerza mientras sus embestidas se volvian cada vez mas erraticas.
En cualquier otra situacion ya hubieras objetado por el repentino cambio de velocidad ya que apenas habías tenido tiempo para acostumbrarte a su largo miembro. Sin embargo, tu calentura era aún más intensa que antes, si eso era posible.
Tu boca estaba entreabierta, tu lengua afuera y estabas jadeando y gimiendo como si fueras un perro; tus ojos se ponian en blanco con cada fuerte embestida, y habia saliva cayendo por tu barbilla, sentias como Enzo te sacudía contra el pobre tocador y como estimulaba cada parte dentro tuyo. Los sonidos que emitías no hacían nada más que aumentar tu vergüenza, eran gemidos ininteligibles y quejidos necesitados, jamas pensaste en mostrarte asi adelante de un hombre, pero el simple hecho de ver lo grande que era a comparación de tu cuerpo y como te podia manejar a su antojo te excitaba de sobremanera.
Y sin duda los doce años de diferencia formaban parte de esa excitacion.
"¿Hace cuanto que necesitabas que te cogiera asi? ¿Te pensas que no me daba cuenta de lo desesperada que estabas? cuando te presionabas contra mi mientras filmabamos y como tus manos tocaban de mas... No perdias el tiempo vos tampoco preciosa.", se burló.
"Desde siempre En..."susurraste, con entusiasmo, apenas capaz de comprender lo que estabas haciendo con el placer que te envolvía y nublaba tus sentidos. "Dios me cojes ta-tan bien... No pares por dios que rico" Tu espalda se arqueaba hacia él, tus paredes tomaban su miembro con desesperacion experimentando un extasis casi desgarrador con cada embestida. Tus gemidos eran cada vez mas incoherentes, cada vez mas fuertes.
"Dios, mirate como gritas por mi, chiquita... ¿Queres que te coja y que mañana todos se enteren de lo desesperada que estas por mi pija? Mirate, mirate lo patetica que te ves, te encanta que te coja fuerte ¿O no?", murmuró, inclinándose para dar un beso en tu mejilla; dulce y encantador, una clara contradicción con sus embestidas freneticas y las palabras degradantes.
Gimiste ante sus palabras, pero sabías que eran ciertas: nunca te habías visto siendo penetrada ya que estabas ocupada, bueno, siendo penetrada. Ver tu reflejo en el espejo de esta manera te tenía inesperadamente más excitada que antes. Había algo en ello, tu rostro contorsionándose del placer, las manos de Enzo serpenteando por tu cuerpo mientras seguía embistiendote desde atras.
Era como ver tu propia pelicula porno, pensaste de pasada, y te preguntaste como seria grabaras a vos misma. Y si tenias suerte, con enzo.
Su otra mano se deslizó hacia tu coño, separando tus pliegues para poder ver cómo su miembro desaparecia en tu interiores. "Por dios mira como me tomas... Viviría adentro tuyo", gruñó, inclinando la cabeza hacia atrás, entregándose al placer.
El orgasmo que sentias venir no era como el que tuviste al restregarte contra su muslo, no, venía más rápido, haciéndote temblar debajo de su gran cuerpo.
"Enzo... más rápido" exclamaste "m-más fuerte",
"Por favor", rogaste sin muchas esperanzas de una respuesta, "dale, Enzo, p-por favor". lloriqueaste ante su indiferencia.
Sin embargo y para tu sorpresa, ambas manos agarraron tus caderas para mantenerse firme. "Mira lo necesitada que estas, bebé", gruñó, empujándose más profundo y rápido, sintiendo cómo las paredes de tu cavidad se adaptaban a su nuevo ritmo. "Llorando por que te de mas fuerte, ¿Mh? ¿Asi te gusta? ¿Queres que te coja hasta dejarte sin poder caminar?"
Con esas palabras, tu climax llegó tan rápido como un tren de carga, golpeándote y sacudiendote, haciéndote gritar su nombre. Tu orgasmo te destrozó, tu visión se volvió blanca y tus pensamientos se pararon por completo. Apenas distinguiste el suave murmullo de Enzo, diciendo "Muy bien chiquita, aca estoy... tranquila" en tu oído, sosteniendote con sus fuertes brazos, evitando que te cayeras.
Cuando volviste en sí, tenías la cabeza baja, los ojos desorbitados y los labios hinchados. Enzo seguía moviéndose adentro tuyo, pero esta vez sus estocadas eran más entrecortadas, inestables y necesitadas.
"Acabame adentro", rogaste de repente, agarrándote de la superficie, tus piernas temblando, tu voz debil de tanto gritar.
"¿Si? ¿Queres que te llene to-toda?", titubeo entre gemidos, dando una última embestida antes de correrse en tu interior, podias sentir su miembro latiendo adentro tuyo. Estaba tan adentro que podías sentir cómo su semen entraba directamente en tu cuello uterino, no estabas preocupada, despues de todo estabas tomando anticonceptivas.
Pero tampoco te molestaria si no fuera asi.
Después de un momento, retiró su miembro, de tu coño y te alzó por la cintura para colocarte en el tocador y evitar que cayeras al suelo.
"Gracias", susurraste, mirándolo a través de tus pestañas. Luego mordiste tu labio al sentir como su semilla se deslizaba lentamente fuera de tu coño.
Él también se percató, y soltando un gemido satisfecho, abrio ligeramente tus piernas para recoger parte de su semen con el dedo, empujándolo nuevamente dentro de tu coño. "Te portaste tan bien, chiquita", dijo, volviendo a ser tierno, acariciando tu cabello, mimando tu frágil figura y mirandote profundamente.
Te derretiste ante sus delicadas acciones. "¿Es un buen momento para decir que me gustas?"
Enzo se rió con ternura. "Es un buen momento, si. Y vos también me gustas."
"Pero dijiste que era muy joven" le recordaste, pasando tu mano por su cabello ligeramente transpirado
Él suspiró, desviando la mirada nerviosamente por un momento antes de regresar a vos "Sí, porque es verdad, pero si a vos no te va a molestar verme con un baston en un par de años lo podemos hacer funcionar...", se encogió los hombros, reprimiendo una sonrisa.
No pudiste evitar la risa que broto desde lo mas profundo de tu pecho ante sus palabras tan fantasiosas y alejadas de la realidad "Ah, bueno no voy a tener mucho problema con eso, mientras que te sigan funcionando las caderas" dijiste con una sonrisa socarrona.
Antes de que pudiera terminar de abrir la boca para decir algun otro chiste malo, tus brazos se envolvieron al rededor de su cuello y lo empujaste hacia vos, uniendolos en un suave beso.
"Me gustas de gustar, en serio..." le dijiste en un susurro, mirandolo a los ojos con sinceridad, Enzo no podia creer lo brillantes que se veia tu mirada.
Sus manos se acercaron a tu rostro, sosteniéndote suavemente, su mirada demostrando todo su aprecio "Ya se, bebé, a mi tambien me gustas de gustar". Dijo con suavidad antes de presionar un pequeño beso en tu frente.
ii.
"¡Corten!" exclamó el director, y sentiste cómo tu corazón se detenia. Mierda, pensaste, con la mente acelerada, ¿qué salió mal esta vez? ¿Fue el beso o las manos en el pelo? Capaz no le gusto la forma en la que estaban encuadrados...
Sin embargo, el director se acercó a Enzo y a vos y soltó un grito de deleite para nada característico de su persona. "Perfecto", dijo simplemente, bordeando lo catatónico por lo satisfecho que estaba.
Tus hombros se relajaron con alivio, y te inclinaste hacia Enzo, quien sutilmente acariciaba tus muslos. "¿Ya terminamos?" preguntaste, sin aliento de la emoción.
El director asintió. "Fue increible, eléctrico, necesitado y apasionado, muy, muy apasionado", continuó con un suspiro, juntando las manos con fuerza. "Ustedes dos son de los actores más increíbles con los que he trabajado; tienen un talento asombroso, fueron tan convincentes que por un momento pense que realmente habian mantenido relaciones sexuales". dijo seguido de una carcajada
Sonreíste con satisfacción ante sus palabras, pero no sin echarle un vistazo a Enzo, compartiendo una mirada complice tratando de mantener tu expresión contenta y neutral, y no delatarte al recordar los eventos de la otra noche.
Mientras el director divagaba sobre la obra maestra que sería la película, Enzo te siguió fuera del set, murmurando bajito en tu oído, "Al final la práctica sí hace al maestro".
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olee · 9 months ago
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La Familia De | Enzo Vogrincic
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Cuando descubres la infidelidad de tu novio, aceptas la invitación de tu amiga para pasar unas semanas en su país con su familia. Allí conoces al atractivo hermano de tu amiga, desencadenando una serie de emociones inesperadas.
Desde hace un año, la cafetería que posees en Ciudad de México ha sido tu refugio, un santuario de aromas de café y conversaciones animadas. Tu vida ha tomado un giro maravilloso desde que abriste las puertas de este lugar acogedor. No solo tienes un negocio próspero, sino que también tienes a tu lado a un novio increíble, cuyos talentos como tatuador le dan un toque de arte y rebeldía a tu vida cotidiana.
Entre el vapor de los expressos y los murmullos de los clientes habituales, siempre hay un momento especial cuando tu amiga uruguaya aparece por la puerta. Ella, con su encanto sudamericano y su energía contagiosa, es como un rayo de sol que ilumina tu día cada vez que la ves. Aunque vive en CDMX por trabajo, nunca pierde la oportunidad de visitarte en la cafetería, trayendo consigo los últimos chismes y anécdotas que hacen que la vida en la ciudad parezca aún más vibrante.
En medio de este bullicio reconfortante, te das cuenta de que no estás sola. Tu negocio florece, tu relación amorosa está en su mejor momento y tus amistades te brindan compañía y alegría. La paz y la belleza se entrelazan en tu día a día, recordándote que la vida puede ser realmente hermosa cuando tienes a las personas adecuadas a tu lado.
Sin embargo, un día decides cerrar temprano la cafetería porque no te sientes bien y tienes un fuerte dolor de cabeza. De camino a tu departamento, te sientes aún peor, como si algo estuviera terriblemente fuera de lugar. Al llegar a casa y subir las escaleras, el sonido de ruidos extraños te hace detener en seco. Escuchas un respiro profundo, quizás gemidos. Sin entender completamente lo que está sucediendo, decides apresurarte hacia tu habitación.
Al abrir la puerta, te encuentras con algo que nunca podrás borrar de tu mente: tu novio, en medio de un encuentro íntimo con otro hombre. Es una escena que nunca esperaste presenciar, y sin poder soportarlo, das media vuelta y sales corriendo, sintiendo cómo tu mundo se desmorona a tu alrededor.
Con lágrimas nublando tu vista y el corazón hecho pedazos, marcas frenéticamente el número de tu amiga en tu teléfono. "¿Dónde estás? ¡Necesito verte! Me siento horrible, mi novio… mi nov–", apenas logras articular entre sollozos.
La voz tranquila de tu amiga al otro lado de la línea te ofrece un atisbo de consuelo en medio de la devastación que te embarga. "Estoy en casa. Vení y me contás tranquila", te dice, y sus palabras se convierten en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que te rodea. Con el corazón roto y el alma hecha trizas, te diriges hacia la casa de tu amiga, en busca de consuelo y apoyo en medio de la tormenta emocional que te consume.
Le cuentas a tu amiga todo lo que había sucedido y no puedes evitar llorar. Estás en el sofá junto a tu amiga, y te dice mientras te peina el cabello: "(Y/N), tenés que ser fuerte, yo sé que no es fácil. ¿Te acordás de Mateo? Que se fue con otra mina, pues te entiendo completamente".
Pero entre sollozos, respondes: "¡Pero en mi caso es distinto!", y lloras más fuerte, como un bebé. "Y... ahora... tú te vas para Montevideo, y... ¡yo voy a estar SOLA!", sigues elevando el tono de tu llanto. "Y no quiero verloooo, nooo, no sé cómo enfrentarloooo".
Tu amiga intenta calmar tus nervios: "Pero yo me voy solamente por tres semanas, si querés, venite conmigo, yo te pago los pasajes".
"No quiero ser un peso más", respondes entre lágrimas.
"¡Boluda! ¡Te vienes conmigo, que se joda!", te dice ella, tratando de sacarte de ese estado emocional.
"Okkkkaaaayyyy", aceptás entre sollozos, llorando como un bebé.
Llevas ya tres días encerrada en la habitación de tu mejor amiga en Montevideo, con un gatito real al que tratas como un peluche. La familia Vogrincic te han adoptado como una hija más, y su madre se ha convertido en tu proveedora oficial de café y consejos sobre el amor, lo cual agradece tu corazón roto.
En una tarde soleada, tu amiga irrumpe en la habitación como un torbellino, encontrándote en la cama con tu celular, absorta en las fotos de tu ahora ex. "¡Che, bo! Dame ese celular. No quiero verte así", ordena con un tono melodramático. "Tienes que salir de esta cueva. Mami me ha dicho que solo sales para tomar café y luego regresas aquí. ¡Ya basta! Esta noche viene mi hermano desde Nueva York, y vamos a recogerlo al aeropuerto. Tienes que venir conmigo, punto final", declara con autoridad.
Tú respondes: "Ay, déjame aquí con la gatita", y ella te corrige: "¡Esa gatita tiene nombre y es Uma!". Insistes: "Pues déjame con Uma, no quiero ir para allá".
Con un suspiro exasperado, tu amiga agarra tu brazo con determinación. "¡Sos una pelotuda! ¡Vas a venir ahora!", exclama, decidida a sacarte de tu caparazón de autocompasión y llevarte a vivir un poco la vida real, aunque sea a la fuerza.
En el auto, el padre de tu amiga está al volante, con la madre como copiloto, mientras tú y tu amiga ocupan los asientos traseros. La atmósfera está cargada de emoción, ya que toda la familia está ansiosa por recoger al tal Enzo. Por lo que has escuchado, es un actor sumamente famoso. Aunque no estás muy familiarizada con su trabajo, tu amiga siempre ha hablado con orgullo sobre él, y su entusiasmo es contagioso.
Antes de dirigirse al aeropuerto, hacen una parada en un mercado para comprar globos, flores y un cartel que dice "¡Llegó el actor de la casa!". A ti no te hacen mucha gracia las flores ni los globos, ya que te recuerdan a tu exnovio.
Al llegar al aeropuerto, tu amiga asigna tareas: "Bo, aguanta los globos; yo llevaré el cartel y mami, tú llevas las flores", dice con entusiasmo. La madre asiente y el padre, con su típico sentido del humor, pregunta: "Y yo, ¿qué llevo?". La madre, con una sonrisa, responde: "La presencia". Todos ríen un poco, preparándose para la llegada del famoso Enzo.
Justo cuando estás a punto de bostezar por el cansancio acumulado, de repente tu amiga y toda su familia irrumpen en gritos de emoción, corriendo hacia un hombre sorprendentemente guapo. Su piel canela y su cabello medio largo y desordenado lo hacen destacar en la multitud. Él también parece adormilado, llevando una maleta, hasta que se percata de su familia y se apresura hacia ellos.
La escena es conmovedora mientras se abraza profundamente con tu amiga, luego se dirige hacia su madre y ambos comienzan a llorar juntos. Por lo que tu amiga te había contado, no se habían visto durante años debido a la ocupada agenda del hermano.
Mientras esta emotiva reunión tiene lugar en el aeropuerto, tú te encuentras parada como un pingüino, sosteniendo los globos en tus manos, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta emoción familiar.
Ya cuendo van para el auto, tu amiga te introduce al hermano diciendo, “Enzo, esta es (Y/N) mi mejor amiga del alma, y va estar con nosotros por estas semanas” dice mientras ya se van sentando al auto, y Enzo, que al parecer se va a sentar al lado tuyo te dice, “Un placer (Y/N)”
Y así van todos contentos para la casa, para cenar, ya que la madre iba a prepara una pasta.
Al llegar a la casa, estás a punto de dirigirte directamente a la habitación para descansar un poco del viaje agotador, pero tu amiga te agarra del brazo con determinación y te dice: "¡Uh uh no! Te quedas con nosotros en la sala. Nada de cueva". Tú asientes, aceptando su decisión, y decides seguir su sugerencia.
Cuando te dispones a sentarte en el sofá de la sala, observas con curiosidad cómo las gatitas, Uma y Ada, salen de una habitación cercana. Enzo, al verlas, no puede contener su emoción y se tira al piso, hablándoles con ternura como si fueran bebés. La verdad es que Enzo se veía increíblemente adorable en ese momento, y no puedes evitar sonreír ante la escena.
Tu amiga te hace una mueca cómica, como si estuviera acostumbrada a este comportamiento de su hermano, y te dice en voz baja: "Es amante de los gatos, así que no te asustes si actúa así". Tú te ríes suavemente, encontrando la situación bastante divertida y encantadora.
Observas cómo Enzo interactúa con las gatitas, y te das cuenta de que tiene un lado dulce y tierno que no esperabas.
Después de un rato, Enzo se levanta del suelo con una sonrisa, dirigiéndose especialmente a su madre: "Ma, me voy a dar una ducha. Avísame cuando esté la cena", dice con tono amable. La madre asiente con un simple "ok", ocupada con los preparativos en la cocina.
Una vez que Enzo se retira para darse una ducha, te inclinas hacia tu amiga y le susurras en voz baja para que no te escuchen: "Oye, no me habías dicho lo guapo que es tu hermano". Ella te responde con una mueca divertida y te dice: "Te lo regalo si quieres". En un gesto juguetón, la empujas suavemente y respondes con un "ajá", aceptando el comentario con humor.
Ambas se miran y se ríen, compartiendo un momento cómplice antes de que Enzo regrese de su ducha y continúe con la cena en familia.
Después de un rato, mientras estás disfrutando de un vino con tu amiga y ayudando a preparar la mesa, Enzo hace su entrada. Viene con una cámara vintage en la mano, su cabello aún húmedo y desordenado, vistiendo una sudadera cómoda y descalzo. En general, se veía muy relajado y como en su casa; no parecía en absoluto un actor de Hollywood.
Mientras tú te sientas con tu vino en la mesa, Enzo comienza a moverse alrededor de la cocina, capturando momentos con su cámara: la madre preparando la comida, el padre cortando la carne asada, y la hermana charlando contigo. Luego, se dirige hacia las gatitas y llama a tu amiga, "Loca, ven acá, tírame una foto con Uma y Ada". Pero antes de que pueda tomar la foto, la madre interviene: "Enzo, después. Ya vamos a comer". Él asiente en respuesta.
Tú observas todo con asombro, pero al mismo tiempo, te sientes como si estuvieras presenciando algo muy familiar. Enzo se sienta nuevamente junto a ti, y de repente te toma una foto inesperadamente. Tu amiga lo regaña de inmediato, diciendo: "¡Enzo! A (Y/N) no le gusta que le tomen fotos". Con un tono suave, Enzo se disculpa: "Disculpa". Y tú respondes con amabilidad: "No te preocupes".
La atmósfera en la casa es cálida y acogedora, y te sientes cada vez más integrada en esta familia tan especial.
Después de unos 45 minutos en la mesa, todos parecían estar inmersos en sus propias conversaciones, dejándote a ti en un silencio momentáneo. Mientras tomas sorbos de tu vino, escuchas atentamente pero te sorprendes al darte cuenta de que nadie te ha dirigido la palabra en todo ese tiempo. Una sensación de soledad momentánea te envuelve, hasta que de repente, es Enzo quien rompe el silencio.
"Y tú, ¿qué haces?", pregunta Enzo, volviendo su atención hacia ti. Levantas la mirada, encontrando sus ojos, y respondes con sinceridad: "Soy dueña de una cafetería en Ciudad de México". Su expresión se ilumina con genuina admiración: "¡Guau, eso es impresionante!", responde con entusiasmo.
En ese momento, sientes una conexión especial con Enzo, como si sus palabras hubieran creado un puente entre ustedes. A pesar del bullicio de la mesa, te encuentras atrapada en su mirada, sintiendo una chispa de complicidad entre ustedes.
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soloen · 7 months ago
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Preguntas Muy Interesantes📚
1. Piensa en la última persona que te dijo “Te amo” ¿Crees que en verdad lo sentía?
2. ¿Saldrías con alguien de 18 años teniendo la edad que tienes ahora?
3. ¿Cuándo fue la última vez que estuviste enojado y feliz al mismo tiempo?
4. ¿Le sonreirías a un(a) extraño(a)?
5. ¿Hay alguien a quien le moleste que salgas/hables con una persona?
6. ¿Hoy escuchaste una canción que te recuerde a alguien?
7. ¿Qué estas vistiendo en este momento?
8. ¿Qué tan seguido escuchas música?
9. ¿Usas mas jeans o shorts?
10. ¿Crees que tu vida va a cambiar dramáticamente antes del 2013?
11. ¿Eres una persona social o antisocial?
12. ¿Has besado a alguien cuyo nombre empiece con la letra “A���?
13. ¿Y con la “J”?
14. ¿Sabes manejar?
15. ¿Te importa que las personas hablen mal de ti?
16. ¿Vas a salir de la ciudad próximamente?
17. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
18. ¿Le has dicho a alguna persona que la amas?
19. Si pudieras cambiar tu color de ojos, ¿Lo harías?
20. ¿Existe alguien que te guste por quien harías absolutamente todo?
21. Nombra algo que no te guste de este día.
22. ¿Crees que es tierno cuando te besan en la frente?
23. ¿Quién fue la última persona con la que hablaste?
24. ¿En dónde estás en este momento?
25. ¿Hay alguien que te diga frecuentemente (sin contar la familia) que te ama?
26. ¿Alguna vez has querido a alguien que no puedes tener?
27. ¿Quién fue la última persona con quien hablaste antes de dormir?
28. ¿Te enfermas seguido?
29. ¿De dónde es la playera que estás usando en este momento?
30. ¿Alguien te odia?
31. ¿Tienes botellas de alcohol escondidas en tu cuarto?
32. ¿Te gustan las películas de terror?
33. ¿Quieres perforarte la lengua?
34. Si tuvieras que eliminar un año de tu vida, ¿Cuál sería?
35. ¿Soñaste anoche?
36. ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a alguien que la/lo amabas?
37. ¿Crees estar casado(a) en 5 años?
38. ¿Crees gustarle a alguien?
39. ¿Crees que alguien esté pensando en ti en este momento?
40. ¿Tuviste un buen día ayer?
41. ¿Estabas en una relación hace dos meses?
42. ¿En las próximas 48 horas, vas a salir con alguna chica?
43. ¿Alguien te ha dicho que no quiere perderte nunca?
44. ¿Qué es la mejor parte de la escuela?
45. ¿Tienes fotos tuyas en tumblr?
46. ¿Mensajeas en clase?
47. ¿Revives cosas que ya pasaron una y otra vez en tu cabeza?
48. ¿Eras soltero(a) el verano pasado?
49. ¿Tu vida se parece a como era hace dos años?
50. ¿Qué se supone que debes estar haciendo en este momento?
51. ¿Odias a la última persona con quien hablaste?
52. ¿Eres amigable con todos?
53. ¿Algyuna vez te ha gustado alguien que jamás esperaste te iba a gustar?
54. ¿Crees poder estar en una relación por 6 meses y ser fiel?
55. ¿Eres bueno(a) escondiendo tus sentimientos?
56. ¿Crees que te gusta alguien?
57. ¿Has besado a alguien cuyo nombre empiece con “R”?
58. ¿Prefieres amigos hombres o mujeres?
59. ¿Alguno de tus amigos te ha visto llorar?
60. ¿Odias a alguien?
61. ¿Cómo está tu corazón?
62. ¿Hay algo en tu pasado de lo que detestes hablar?
63. ¿Has llorado por una chica?
64. ¿Quién probablemente está hablando mal de ti en este momento?
65. ¿Te pintas las uñas?
66. ¿Te han robado un beso?
67. Las chicas aman cuando sus novios lloran, ¿Verdad?
68. Se te han caído los pantalones en público?
69. ¿Quién fue la última persona con la que hablaste por telefono?
70. ¿Cómo luces en este momento?
71. ¿Tienes alguien con quien puedas ser completamente tú?
72. ¿Te puedes comprometer a una sola persona?
73. ¿Tienes a alguien del sexo opuesto a quien le puedas contar todo?
74. ¿Alguna vez te has sentido reemplazado?
75. ¿Te despiertas molesto(a)?
76. ¿Eres celoso(a)?
77. ¿Crees que las relaciones valen la pena?
78. ¿Estás alejandote de alguien?
79. ¿Quieres ver a alguien en este momento?
80. Menciona algo que tienes que hacer mañana.
81. La última persona que te vio llorar.
82. ¿Hay alguien que nunca vas a olvidar?
83. ¿Crees que la persona por la que tienes sentiemientos, es celosa?
84. Si la persona con la que quieres estar, estuviera aquí contigo, ¿Qué estarían haciendo?
85. ¿Superaste tu pasado?
86. ¿Alguna vez te ha gustado tu mejor amigo(a)?
87. ¿Hay alguien que sepa un secreto enorme sobre ti?
88. ¿Si tu primer amor tocara a tu puerta, pidiendo disculpas y con regalos, que harías?
89. La última persona que besaste llega a tu puerta a las 3am, ¿La dejas pasar?
90. ¿Alguna vez te ha gustado alguien que tus amigos odiaran?
91. ¿Estarás en una relación en dos meses?
92. ¿Conoces a alguien que se llame Miguel?
93. ¿Has besado a alguien llamado Mariana?
94. ¿Estabas en una relacion en Abril?
95. ¿Eras feliz con la persona que te gustaba en Marzo?
96. No mientas, ¿la última persona que llamaste por telefono era atractiva?
97. ¿Qué dice el último mensaje recibido en tu celular?
98. ¿Si la persona que te gusta te dijera que le gusta alguien más, que le dirías?
99. ¿Has besado a alguien mayor que tú?
100. ¿Cuándo cumples años?
101. Una canción.
102. ¿Alguien te ha hecho sentir ‘mariposas’ en el estómago?
. Igual nadie me pregunta
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solxs · 1 year ago
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Querida como te llames,
Ha pasado muchas cosas desde que no hablamos, al parecer las personas que quería no eran lo que aparentaba ser; muchos se vinieron en mi contra y aún no sé cuál sería la razón de ser, llegué pensar que era brujería o que el universo estaba en mi contra otra vez.
Hubo alguien que me hizo estremecer después de mucho tiempo de no sentir, pero así como mágicamente todo empezó rápidamente todo acabó, la verdad todos los días me cuestiono el porqué del cierre abrupto de este cariño tan profundo y fugaz, solo un día a otro vino y me dijo “Te vi y ya no me siento igual” cuando hacía una semana atrás me decía que me adoraba, no sé qué hice para ocasionarlo y todos los días repaso en mi cabeza aquella última conversación, tal vez nunca tenga respuesta para ello. No me malinterpretes, no volvería estar ahí, pero no me dejo de cuestionar, ¿por qué todos se van de mi lado?
Volví a los malos hábitos, tú sabes, esos desordenes alimenticios que tanto te mencionaba cuando me obligabas comer, alcoholizarme hasta no sentir mis pies, dormir en horarios inadecuados, desvelarme sin motivo aparente, dejar de tomar mis medicamentos, no controlar mis ataques de ira e impulsividad, desaparecerme del psicólogo, imaginar una vida si estuviera muerta, sí, esa clase de cosas.
Volvieron personas del pasado y parecen que más tristes que antes, no sé cómo ayudarlos porque no sé ni cómo ayudarme.
¿Recuerdas mi amor de verano pasado? No el de inicio de verano, sino el de final de este, adivina, se irá no solo de la ciudad, ni del país, también del continente y fui la última en saber, claro, me dolió, antes nos contábamos todo y en este último verano qué pasó perdimos la conexión, se suponía que me quería y era importante para él hace poco, ¿cómo cambio en cuestiones de semanas?, no lo sé, la gente es rara.
Volví a ver a mi primer novio, sí, ya sé lo que me dirás, pero no tenía más que hacer, me hizo recordar cuando tenía 14 años, bien sabes que fue la peor época de mi vida gracias a él, me recordó porqué no quiero volver estar nunca junto a él; mi mejor amigo estaba que lo molía a golpes porque se estaba comportando como el imbécil inmaduro que siempre ha sido y me juraba haber cambiado para bien, veo que a pesar de que pasen los años hay cosas que nunca cambiarán.
El otro año me voy del país, a probar mi suerte en un lugar lejos de aquí, donde las personas no me conozcan y crean una nueva percepción de mí, creo que te mandaré una postal, no prometo nada.
La vida ha estado más complicada y dolorosa que de costumbre, me he decepcionado más veces de las que puedo contar y me siento sola aunque a mi alrededor haya gente; he estado buscando entretenerme con relaciones sin sentido que no irán a ningún lado, pero nada funciona. Mi mejor amiga me dice que está mal ese ritmo de vida y la forma de afrontar las cosas pero, le hago caso omiso porque no sé otra manera de ignorar que estoy volviendo a caer a este terrible vacío donde no siento nada más que dolor.
Deseo a veces acabar con todo, pero me siento amarrada a personas que me impiden hacerlo y no es agradable el sentimiento; a veces siento que la enfermedad metal me llevará a mí y todos los que me rodean y realmente eso me aterra.
Ya esta carta se está poniendo depresiva, así que mejor es acabarla.
Te hablaré en otra ocasión si sobrevivo a tanto dolor.
Att: -Ay, Carolina.
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desorden-en-letras · 18 days ago
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Era casi medianoche, y las luces de la ciudad brillaban como estrellas perdidas en el suelo. Él la miró, con una sonrisa apenas perceptible y una timidez que lo hacía irresistible. Ella, nerviosa, jugaba con el borde de su abrigo, tratando de ocultar el temblor en sus manos.
—¿Sabes? —dijo él, acercándose un poco más—. Nunca creí que una sola mirada pudiera cambiarlo todo.
Ella alzó la vista, y en ese instante, el mundo pareció detenerse. No hicieron falta más palabras; bastó el silencio y la certeza de que, a partir de esa noche, nada volvería a ser igual.
Mon-espace
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yoestuveaquiunavezfrases21 · 2 months ago
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2296- Salgo, miro a la noche que me envuelve, escucho mis pasos, me paro, no se mueve una hoja, a lo lejos veo una luz, camino, enciendo un cigarrillo, ladeo el sombrero, me pierdo por callejuelas interminables, se me cruza un gato, no es negro, sigo, escucho música que me envuelve. Al final te veo, sentada en un banco, ensimismada, te miro y me miras sin mirarme, me siento, escucho tu respiración en tu silencio, no intento perturbar tus pensamientos, al final me miras y me ves a la luz mortecina de una farola y me preguntas que hago en la noche solitaria, y te digo que la noche es mía, que es cuando vivo, en el día soy una máquina o un vegetal que sólo vegeta, y me dices que las paredes de tu casa te agobiaban, que querían aplastarte como se aplasta una colilla en el empedrado, y sonreíste al vacío al verte liberada en un banco cualquiera de una calle sin nombre, y te digo que tú, mujer sin nombre ya has bautizado a la calle vacía, porque le has dado vida, y sonríes otra vez y esta vez me miras con curiosidad, y te digo más, te digo que en la noche siento, que en la noche vivo lo que en el día no me deja vivir la gran ciudad, que esta noche estoy descubriendo, en los rincones más profundos de mi alma que hay vida aún sin explotar, que nos quedan tantos riachuelos por descubrir y tantas montañas a las que subir que apenas hemos empezado a andar por la vida, sólo la hemos recorrido por la superficie, estamos picando las primeras vetas de una mina escondida en las profundidades... Me pediste un cigarrillo y juntos fumamos, y juntos miramos a las estrellas, y juntos caminamos por esas callejuelas que cobraban vida con tu sola presencia, las campanas daban las horas y los cuartos, pero no tenían significado para nosotros, eran tañidos para los que dormían, rocé tu mano que se unió a la mía, miré tus ojos que tenían luz, y a cada paso mío otros pasos se le unían. Dos solitarios sin proponérselo huyeron de la soledad.
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sinfonia-relativa · 3 months ago
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He estado escribiendo cartas en las paredes de la ciudad esperando que algún día las leas todas, y que no te sientas sola.
Satori
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boybeblue · 4 months ago
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La lluvia no siempre es la misma, y las palabras tampoco. La lluvia cae y parece estar limpiando tu dolor, pero luego solo cae sobre ti, te moja, la sientes en tu piel, pero solo está ahí, solo forma parte de la tristeza que inunda tu cuerpo y parece aumentar el peso de tu piel. Otras veces, la lluvia cae sobre tu rostro, se desliza, entra en tus ojos, empapa tus pestañas y cabello, te hace sonreír, te hace querer beberla, te hace querer sentirla. Pero las gotas, como las palabras, son solo emociones de tu existir, un cúmulo de emociones y circunstancias que circulan por tus venas, queriendo llenar de vida tu cuerpo.
No saber qué se siente, no saber qué se quiere, no saber qué se piensa; intentar articular emociones como palabras, intentar desviar el agua por un solo torrente parece casi imposible en ocasiones, solo fluye, a veces solo debes dejar que fluya, que ese no saber sea suficiente para saber que sabes no saber.
No puedo escribir como si fuera el más erudito, no puedo expresarme como si supiera lo que siento o como si tuviera el conocimiento de mis pensamientos y emociones como un sabio podría tenerlo. Solo parece ser como una tormenta. Una tormenta que cae y cuya singularidad depende del momento.
He aprendido a respirar bajo el agua, he aprendido a sentir las lágrimas en mis ojos, he aprendido a entender ese líquido salado que parece extraño a mi ser. La coherencia de su sentir, la coherencia de su fluir. A veces olvido respirar porque no estoy en el agua; parece ser que el agua ha sido mi maestra para respirar y cuando está en mí, cuando la lluvia cae de mis ojos, parece ser momento de restablecer las enseñanzas, parece ser momento de mirar esa tormenta que fluye de mis ojos, parece ser importante entender el azul de lágrimas que fluye.
¿Coherencia?
¿Algo la tiene?
¿Mis ideas tienen coherencia?
¿La tormenta la tiene?
¿Acaso las lágrimas de una tormenta caen con coherencia, saben dónde van a caer, saben su movimiento exacto?
Quizás puedas predecir la caída de una gota en una suave llovizna,
pero cuando se trata de una tormenta, ¿qué es una gota con la bocanada de aire que aparece de la nada?
Las tormentas son distintas.
Las lloviznas son distintas.
Los colores que se forman de una tormenta son distintos.
He aprendido de las tormentas azules y de las multicolor.
Quiero atrapar las gotas que caen de mis ojos, quiero entender cada una de esas gotas.
Quiero ser capaz de percibir su tonalidad de azul, ¿acaso todas son azul marino o azul celeste?
El agua cae del cielo, se precipita, flota en el aire, cae con fuerza sobre el suelo de la ciudad y se une a todas las gotas que junto a ella cayeron.
¿Son una sola gota?
¿No son una gota?
Un charco.
Un conjunto.
Un movimiento.
Un río.
Un mar.
Un océano.
Un ecosistema.
Un planeta.
Un universo.
Se mueve, se transforma, respira y asciende de nuevo al mismo cielo que la vio caer.
Sal sabe mi boca, así como el mar.
Mis ojos están rojos, rojos como a punto de estallar de calor.
Rojos como un volcán a punto de erupcionar, o acaso ya erupcionó, está activo.
El rojo de un recuerdo, un recuerdo de lágrimas azules.
¿Coherencia, la hay?
¿Mis lágrimas son coherentes? ¿Mis sentimientos lo son? ¿Mis pensamientos lo son? ¿Lo es la existencia? ¿Lo eres tú quien lee esto?
La gota de lluvia que cae sobre mi piel no es la misma gota de la lágrima que se desliza por mi mejilla.
Agua, se mezcla y forma un solo ser, un átomo lleno de energía y de incoherencia.
Un océano completo que parece estar tan calmado como si fuese una laguna en la mitad de un páramo,
silencioso y calmado,
lleno del más mínimo sonido presente en la ausencia de ruido.
La tranquilidad en el sentir.
Los pensamientos dejan de sonar o adquieren orden,
incoherentes pero coherentes con su idea.
Lloviznas y tormentas caen sobre ese océano que solo recibe y parece ser infinito, capaz de soportar la tempestad y la calma de cada una de las gotas que caen sobre él.
Es tan azul, tan magnífico, tan transparente y penetrable, tan oscuro y envolvente,
contradictorio en calma,
calma que se precipita,
calma que respira con fuerza,
calma que quiere encontrar respiración en lo más profundo del mismo océano.
Un sin sentido que necesita ser ordenado.
El cosquilleo de buscar el orden.
El corazón desordenado.
El respirar precipitado.
La calma que se busca.
Respirar bajo el agua, entender el océano, entender el ruido,
entender la arena que se mezcla cada vez que las olas chocan en el borde de la playa.
¿Hay coherencia?
¿Hay ideas, hay palabras?
¿Hay lluvia, hay tormenta?
¿Hay yo, hay tú?
Esa arena cae de nuevo en la playa y el agua transparente deja ver el cielo completamente azul que se refleja en ella.
No necesito entender cada gota, cada llovizna y cada tormenta, pero he sido capaz de sentirlas, miedo en ellas, reírme en ellas, respirarlas, articularlas.
Se mueven al caer en el suelo, al fluir hacia el río y seguir su camino hasta desembocar en lo más profundo del océano.
El océano parece abrazarlas y aceptarlas con tranquilidad utópica.
Es océano, es profundidad, es ligereza.
Es.
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lapidomucho · 4 months ago
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History time de algo casual
Hace como un mes andaba en la ciudad y tenía que retirar los libros de la uni así que fui a la biblioteca pero me quedé ahí porque tenían en oferta varios libros y si no lo saben pues me gusta leer
La cosa es que me tope a un ex compañero del colegio y me invitó a casa a comer con sus roomies, yo acepte ya que en aquella época aunque no eramos mejores amigos nos llevábamos bien
Comimos muy bien todo, tiene 2 roomies, uno muy guapo y grande y el otro es menor que nosotros
y al devolverme yo estaba pidiendo un Uber pero por las fuertes lluvias ninguno me agarraba, así que si Roomie el grande se ofreció a llevarme en su auto, yo acepte porque ya dra tarde y bajamos al parqueadero
De camino hablamos de muchas cosas hasta que llegó el tema de las parejas, yo le dije que mi relación es abierta y el me dijo que ahorita estaba soltero
El me preguntó que porque teníamos una relación abierta, yo le expliqué mi conflicto y la monogamia y que a mí me gustaba que el trajera nuevas técnicas de afuera
Cuando me dice entre bromas, yo te puedo enseñar técnicas, yo me reí y le dijo que cuáles
El me dijo que no decía con palabras si no con hechos
Ambos nos reímos y continuamos
Llegó un punto de la lluvia que tuvimos que parquear en la orilla de la calle porque era muy peligroso, no se veía nada de la carretera
Entonces ambos nos pusimos a hablar, yo la verdad ya tenía curiosidad porque el era muy grande y quería saber si aquello igual jaja, entonces introduje el tema de nuevo, que que me podía enseñar
Y el me preguntó si quería saber
Yo asentí y fue ahí donde me besó, pero me besó muy apasionado y agresivo y cuando me dejó de besar se alejo y me cacheteo, yo quedé en shock y cuando me percato me estaba arrancando mi blusa, yo capte a que íbamos y me trepe sobre el en su asiento, el lo corrio para atras y me empezo a comer las t3t4as yo me movia sobre el, estaba empapada pero no se como nos percatamos y vimos wue estaaba dejando de llover y nos podían ver
Yo me quite y le dije que fuéramos a mí casa, el manejo muy rápido y al subir como yo no tenía mi blusa el me llevo cargada pecho con pecho
Subimos rápido y al llegar a mí habitación me tiro en la cama, me quito la ropa que me quedaba me pasó la lengua por allá una sola vez y metió su bestia
No era tan grande como otras pero si era moderada y gorda
Me lo hizo duro y agresivo
Así durante bastante rato, ambos acabamos y muy exahustos
El se fue
Yo quedé agarrando aire y a la media hora entra Steven a revisarme y ya saben lo que a él le gusta hacer cuando otro me usa
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kaos-literario · 7 months ago
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¡No te acerques a ella!
De ojos brillosos, mirada risueña, un demonio en piel de un ángel celestial, mírala, le sonríe a todos... es obvio que contigo lo haría igual, y no le importa nadie en realidad, escucha, hazme caso, esa mujer es una pesadilla, ¡No te acerques a ella!
De labios perfectos, ni gruesos, ni finos, el tamaño perfecto para perderse en ellos por toda la eternidad, pero es de verdad; ¡No te acerques a ella!
Parece que te va amar, parece que tiene intensiones buenas, pero no puede detener su naturaleza, es una destructora del propio caos, se arranca las alas ella sola, grita como si alguien la hubiera traicionado...
Es que yo lo aprendí a las malas, eres joven, todavía no te ha mirado con sus ojos mieles, todavía no tiene interés en ti, escapa... es una pica flor, esta contigo y con otros ángeles más, hazme caso, no te acerques a esa mujer.
Se que parece un ángel, se que su cabello es brillante, su piel tan limpia, su aroma un hechizo, sus ojos, hermosos, no la mires, por favor... yo puedo correr el riesgo de dejar que me mire y que tu te salves, puedo soportar una vez más perderme en ella, lo hago de corazón, desde el hueco de mi pecho, pero entiéndeme; ¡Estoy enamorado!
De esa mujer con la belleza celestial, de sus manos tan suaves, de su tono de voz tan clásico de una fumadora, de sus alas, rotas, pero hermosas, ¿habías visto un blanco tan perfecto? ¿habías conocido a una mujer tan indescifrable como ella?
Lo sé, es difícil, parece inhumana, es fría y tiene calidez, es feliz y carga tristeza, es hermosa y peca de diabólica, tiene amores, pero ninguno se queda, tiene silencios y dice mucha verdad, ¡Hazme caso!
Déjala ir, ella no te mirará... ya tiene sus ojos en mi, puedo soportar la amargura de su amor, de su indiferencia, de su ausencia, y de su aroma tan extraño, pero encantador, ¡No te acerques a ella!
Te lo prohíbo, es mía, para siempre vive en mi corazón, se que yo habito en el suyo, pero no me la vayas a robar, estoy cansado de pelear con los ángeles que bajan a buscarla, es una anomalía, quieren saber de que grado y la admiran caminar por las calles de la ciudad, la observan... algunos se enamoran. Algunos llegan a tocar su corazón, pero ninguno se queda.
¡Yo he sido el único! ¡No me pienso marchar! así que por favor extraño, te pido, te suplico piedad, y no te acerques a ella más...
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mondosalamone · 2 months ago
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🏰Laprida, una pequeña localidad ubicada en el centro sur de la Provincia de Buenos Aires, vio en Salamone y toda su increíble obra, una oportunidad para diferenciarse y mostrarle al mundo lo que tiene.🌍 Les dejo un repaso de la obra que pueden encontrar en este paraíso salamónico. 🍿
Empezamos por el cementerio, una de las obras más destacadas de FS. El portal posee una altura de más de 30 metros. El Cristo fue construido por el escultor Santiago Chiérico y repite el mismo diseño salamónico de los ya vistos en menor escala distribuidos en capillas de cementerios, entradas de pueblos y otros lugares.
El Palacio Municipal puede ser visitado, incluye mobiliario original, caricaturas realizadas por FS y, dependiendo el momento del año, se puede ascender a la torre desde donde se tiene una vista única de Laprida y de la Plaza Pereyra desde donde se puede observar
La fuente-macetero, similar a la de Alberti aunque no posee mástil
El matadero, actualmente abandonado, es parte de una serie de mataderos pequeños diseñados con una sola cadena de producción. Llaman la atención su torre tanque de agua y la base de piedra, utilizada en varias obras.
El corralón municipal, actual complejo educativo. No tan monumental pero sumamente original.
El centro de interpretación, uno de los tres que existen y que hoy en día, es lo más parecido que hay a un museo salamónico.
En el Museo Histórico también hay mobiliario original!
Hace unos años se sumó a la lista la casa del capataz de la chacra municipal, actualmente parte de la escuela agraria.
🚲Y además de visitar las obras, recorrer las localidades salamónicas también incluye estar lejos de la ciudad, andar en bici, ir a comer al club social y, en el caso de Laprida y de otros lugares, visitar el balneario con su laguna.
📷2011/23
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46snowfox · 7 months ago
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Diabolik Lovers Daylight Animate Tokuten:「Durmiendo junto a un★Vampiro」 [Laito Sakamaki]
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Título original: 「添い寝でおやすみ★ヴァンパイア」
//Traducción pedida en Ko-fi//
Laito: ¡Ah! ¡No aceleres tanto! ¡No necesitas correr! No, estoy bien, me he estado divirtiendo desde el momento en el que me invitaste a salir a pasear para disfrutar de la vista nocturna incluso la espera fue entretenida. Me alegro de que digas eso. Oh, ya sé, podemos ver la ciudad mientras caminamos, ¿pero no te gustaría sentarte un rato y verla con calma? Hay un parque por aquí cerca. Entonces te escoltaré. Bueno, andando. Por cierto, ¿por qué te atrasaste? Ah, no estoy enojado, solo me llamó la atención.
Laito (1:05): ¿Rompiste un plato? ¿No te lastimaste? Hm… Es que eres algo atolondrada, así que pensé que te habrías cortado un dedo, pero parece que estás bien. Eres mía, así que no debes desperdiciar ni una sola gota de sangre.  ¡Ay no! ¡No me veas con esa expresión de desazón! Al final no desperdiciaste nada, ya que no te lastimaste. Listo, llegamos.  ¿Qué opinas? La ciudad se ve hermosa desde aquí, ¿no crees? Fufu, entonces sentémonos aquí.
Laito (2:02): Sí, es una buena locación. Esto no es nada, invítame siempre que quieras, así podré monopolizarte, bitch-chan. Por cierto, el viento es realmente agradable hoy y la ciudad se ve bien. Sí, sí, la vista nocturna es preciosa. Me cuesta creer que todas esas luces representan a los humanos que viven en la ciudad. ¿Hm? Es verdad, el puente brilla con distintos colores, como un arcoíris. Parecen luces decorativas, ¿habrá algún evento?  Sí, está bien, vayamos a ver las iluminaciones, podríamos aprovechar de cenar afuera. Decide qué quieres comer ese día.
Laito (3:12): Jaja, no te preocupes, no tienes que decidir ahora. ¿Sabes? Esta vista nocturna me recuerda a los humanos en sí, las luces que repentinamente se desvanecen me hacen pensar en las almas que de la nada se extinguen, me hace pensar en lo fugaces que son. No pongas esa cara, no dije que fuera algo malo. Mientras tengan luz se esfuerzan por vivir, ¿no? Y pensé que eso era algo que vampiros inmortales como yo no podemos sentir, solo eso… Es algo silencioso y efímero, pero por eso mismo es hermoso… Lo hice sonar algo cursi, pero a eso me refería.
Laito (4:12): ¿Qué piensas tú? Ajaja, como dije algo fuera de lo normal te preocupé, ¿no? No lo pienses profundamente, solo dije lo que sentí. Sí, sí, gracias por ser tan honesta. ¿Hm? ¡Es verdad! Ahora el puente tiene un estampado de flores. ¿Será eso a lo que llaman un “mapeo de proyección”? Estamos tan lejos que no puedo ver nada, pero parece que sí están celebrando algún evento. Está bien, vayamos a verlo. Jaja, cada vez hay más diversión. Oh cierto, ¿no tienes frío? Hay una máquina expendedora allí, ¿quieres que te compre algo de beber?
Laito (5:15): Viniste muy ligera de ropa, si te ataco no te… ¿Eh? ¿Tienes sueño? Así que es porque te relaja estar a mi lado… ¿A pesar de que tiendo a maltratarte? Incluso si me dices eso no seré amable cuando succione tu sangre. Que rara eres. ¿Entonces? ¿Qué quieres beber? Muy bien, entendido. Sé buena chica y espérame, ¿sí? *va a comprar*
Laito (6:09): A ver… me pidió esto… ¿Qué me pediré yo? Creo que lo mismo. *deposita dinero en la máquina y saca dos bebidas* Perdona la espera, ya regresé. Está caliente, así que ten cuidado de no quemarte. No, no te preocupes, yo también quería beber. *se sienta conmigo y abre su lata para beber* Es deliciosa, oye, tú también… Oye, no cabecees con la lata en tu mano. Sabía que tenías sueño. Dame la lata, sería malo que se te derramara encima.
Laito (7:16): ¿Quieres cerrar tus ojos? Pero si ya está dormida… Por más que diga que le relaja estar a mi lado me impresiona que pueda dormir tan tranquila al lado de un vampiro hambriento… No tiene nada de precaución… Aunque no le perdonaría que se durmiera al lado de alguien más. Oye, bitch-chan… *beso* Ni con esto despierta… Fufu, que remedio, la dejaré dormir un poco. Pero cuando despierte tengo que succionar su dulce sangre. Es lo que mereces por invitarme y quedarte dormida… si te resfrías tu sangre sabrá mal, me acercaré un poco más. *se acerca a ti*
Laito (8:28): Hay bastante viento… ¿Cuándo debería despertarla? Oye, quiero beber tu sangre para poder dormir plácidamente, así que hazme caso cuando regresemos. Fufu, aunque dudo que me escuches. Jaja… se siente como si estuviéramos en nuestro propio mundo, no está mal… ya que en casa nos interrumpen… ¿No piensas lo mismo mi bella durmiente? Ese adorable rostro dormido, muéstramelo solo a mí, ¿sí?
Laito (9:22): Ah… en sueños dijo “te quiero”… Obviamente hablas de mí. ¿Verdad bitch-chan? Oye, no soltaré tu mano… así que tú tampoco sueltes la mía… Estemos a solas por un rato más. Aunque… siempre eres cálida… Eres como un cálido guatero… *bosteza*
Laito (10:13): Al acurrucarme a tu lado me entró sueño… Solo un momento… *se queda dormido*
Nota: Con vista nocturna se refieren específicamente a ver la ciudad durante la noche, las luces de la ciudad a lo lejos, durante la noche.
¿Te gustan mis traducciones? Puedes apoyarme en ko-fi nwn
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editorialtazadegato · 5 days ago
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¿Quién ríe ahora?[One-shot] [post-canon]
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Post-canon, angst, venganza, violencia, tortura, Agatha!fantasma, Lady Death. Darkfic (el último que hago antes de pasar a la programación habitual!)
No se hace enojar a Lady Death. Sólo un idiota lo haría, un idiota y Agatha Harkness.
"Adivina qué, Agatha. Tenías razón, yo no tengo corazón. ¿ves?"
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La muerte había abandonado el nombre Rio. Lo dejó hace siglos, muchos siglos. Lo perdió como el lado humano que había desarrollado y también como su negro corazón, al cual pudo ver hacerse trizas dentro de ella. Los restos, como cenizas semitransparentes, se fueron con el viento para desaparecer completamente y para siempre.
A partir de ese momento, la muerte no se enfocó en absolutamente nada más que su trabajo. Los cuerpos. Las almas que necesitaban ser atendidas con urgencia. Cada vez llegaban más, una después de otra, y aquello la mantenía ocupada realizando viaje tras viaje, transportándose hacia distintos lugares de la tierra a presenciar los momentos finales de cada ser viviente. Continuó haciendo visitas a Italia, Brasil, México, Francia, Rusia, Bolivia, a todos los países y ciudades del mundo para tomar los cuerpos, hacer que sus almas crucen la puerta al más allá, tomarse un par de minutos y volver a lo mismo.
Jamás volvió a mostrar su forma humana. Ni siquiera para guiar a las almas de niños, su forma original se volvió su uniforme diario y ya no necesitaba aquel cuerpo humano que no le trajo más que dolor y miseria. La muerte desearía poder tirarlo a un bote de basura en la tierra y quemarlo, pero tenía mucho trabajo que hacer.
Olvidó la piedad, la consideración, la empatía.
"De todos modos tampoco es que todos los humanos la posean, al diablo con eso"
Repetía para ella misma, porque, sin las almas, la muerte se pasaba los días sola y habían días en los cuales ni siquiera escuchaba su propia voz. Se había vuelto un ser de aspecto aterrador, digna de las peores pesadillas, pero no le importaba lo que la sucia raza humana piense, ni lo que desee. Ya cometió ese error una sola vez y se juró a sí misma no volver a caer bajo la trampa de cualquier insignificante ser viviente. Se volvieron poco menos que ganado.
"Soy el orden natural de las cosas" se repetía constantemente.
Le tocó ir de nuevo a los Estados Unidos, la muerte le guardaba un poco de fastidio al país y mucho más si se trataba de Salem, Massachusetts. Después de hacer una visita a Los Ángeles para esperar a que una mujer madura y ebria se vuele la cabeza de un balazo, apretó los puños y fue a Salem igual, desapareciendo en una niebla negra para volver a un lugar que conocía muy bien.
No podía ser ella. No justamente ella. ¿Qué clase de tortura cósmica era todo esto? Esa forma fantasmal, el cabello blanco y largo y el vestido, el aura púrpura, y la sonrisa triunfante que la hizo enfurecer.
"No esta malnacida de nuevo"
Agatha Harkness, el fantasma, flotaba con animosidad justo a unos pasos. Jugaba a atravesar cosas y un ave pequeña.
La última vez que se vieron fue en el llamado sendero de las brujas, siglos atrás. Aquel último encuentro la dejó destrozada desde entonces, aborreciendo a la mujer y haciendo intentos desesperados de quitarla de sus recuerdos con una carga enorme de trabajo duro. El único motivo por el cual Agatha pudo haberla llamado era irse como correspondía y estar lista para ver a su hijo.
"NO" pensó la muerte. "Me NIEGO a llevarme a esto. ¡NO!" Deseó irse, pero al parecer Agatha Harkness había decidido que su trabajo estaba terminado y, así como si nada, deseó irse a ver al niño. Siempre hacía lo que quería, sólo pedía las cosas y exigía ser atendida. No lo tendría esta vez, la muerte le cumplió su último deseo la última vez y se juró a sí misma no volver a ser un tapete. No más deseos, ni contemplaciones.
Deseó gritar y destruir todo a su paso, no pudo evitarlo y todos los árboles a su alrededor murieron, cayeron, las plantas se iban secando y el fantasma se aproximó observándola detenidamente.
La muerte tenía puesta la capa negra encima que jamás se quitó. Cogió su daga y apretó fuertemente el mango, algo le sucedía y no se explicaba bien qué era. Su corazón negro ya no estaba, no podía explicar ese arranque de ira.
"Cuánto tiempo" Dijo Agatha Harkness observando a la muerte con curiosidad y sin tener respuesta alguna.
Silencio.
"No pensé que llegaría a decir esto pero ya no es tan terrible verte" la voz fantasmal de Agatha hacía eco, y la muerte no dijo una palabra de nuevo. Sólo mostró la daga.
"Oh, ¡vamos! han pasado siglos. Muestra tu otra forma" Agatha sonreía maliciosamente y extendió la mano hacia su hombro, tratando de invadir su espacio personal pero la atravesó. "Yo sé que quieres" Agatha siempre se la pasaba dando órdenes y comportarse como si estuviese en un hotel de lujo a donde vaya.
Silencio.
"¿Vas a continuar haciendo este teatro? No te deja bien parada en tu trabajo, ¿o me equivoco? ¿Puedo hablar con tu supervisor? La señora Rio Vidal..." Agatha empezó a usar su clásico sarcasmo como lo hacía en vida, gastando bromas pesadas hasta que la muerte la interrumpió.
"Rio se ha ido. Soy la muerte"
Agatha se burló y siguió flotando en círculos alrededor de ella.
"Lo dices como si no lo supiera, pero te recuerdo querida que Rio también es tu nombre y es más fácil para mí decirlo así, y menos problemático para Marvel Studios y Disney, por supuesto..."
"Sólo dirígete a mí como corresponde, además ¿qué diablos haces tú aquí? Me haces perder el tiempo. ¿Vas a marcharte o no?"
"Cumplí mi misión, el trabajo no resuelto. Es tu tema ¿no? Tú ves y sabes esas cosas, es tu área. El asunto es que acabé y deseo..." Agatha hizo una corta pausa, reacomodando sus ideas. "...y deseo verlo. Tú sabias que en cualquier momento yo querría ir" Agatha fantasma se cruzó de brazos y miró fijamente al cráneo que la muerte mostraba por cara. Por una parte odiaba hacer lo que Agatha deseaba, pero otra parte de ella encontró en la acción un motivo para fastidiarla.
"Fui una guía espiritual. Conduje a Billy y a su hermano hacia donde debían ir. Volví a morir, volví a ser un fantasma porque al parecer alguien no quiso tomar mi alma" dijo Agatha en tono acusatorio. "Pero creo que es tiempo de irnos. No me sentía preparada pero ahora sí. Llévame con él." Ordenó.
Si la muerte mostrase un rostro humano, hubiese puesto los ojos en blanco.
"¿Alguien no quiso tomar tu alma? Por favor, Agatha. No seas ridícula. ¿Quién fue la que me hizo prometer que no volvería a mostrar mi cara? Es más..." la muerte hizo una pausa "tú rompiste el pacto que hicimos y lo último que hice por ti fue respetar lo que deseabas, incluso cuando no merecías nada más proveniente de mí. No haré más por ti"
"Pero debes hacerlo, es lo que siempre haces. Además, rompí el trato que hicimos" Dijo Agatha, en tono desafiante. "Así que muestra tu otra forma, con esta no me dan ganas de tener una conversación"
"¿Y qué si esta vez hago una excepción?" La muerte empezó a jugar con su daga pasando los dedos por la hoja mientras hablaba "y si ahora decido romper las reglas por mí y no llevarte a ningún lado porque no lo mereces?" Dijo calmadamente. "Si, es mi trabajo...pero así como cometí el error más estúpido de darte seis años con tu hijo, hoy puedo decir no, paso."
La sonrisa pícara de Agatha se fue desvaneciendo, y la fantasma frunció el ceño.
"No serías tan cruel. No te creo capaz"
"¿Ah, si?" Respondió la muerte en un tono burlesco. "Adivina qué, Agatha. Tenías razón, yo no tengo corazón. ¿ves?"
La muerte se quitó la capa mostrando una figura femenina casi esquelética, el traje tenía aspecto gastado, pero lo que horrorizó a Agatha al punto de atravesar su rostro con su mano transparente fue el enorme agujero en el medio del área del pecho. Parecía como si alguien hubiese sacado el corazón violentamente y hubiese dejado así el cuerpo. La piel se secó, dejando una espantosa vista que la muerte mostraba con orgullo, como si de un emblema se tratase.
"Nada me detiene de no llevarte a ningún lado y hacer que te la pases por aquí vagando y flotando como estúpida el resto de la eternidad. Simplemente dejarte aquí, sin que conozcas la paz, sin darte la posibilidad de que tu mugrienta alma reencarne. Si no fuera por la enorme carga de trabajo que tengo en estos momentos me quedaría a ver cómo entras en crisis y suplicas pero ya no eres importante" dijo la muerte, volviendo a jugar con su daga.
"¿Sabes? Antes te quería en el más allá, con nosotros, y me preguntaba por qué te negabas a ir...pero cambié de idea el momento en el cual te moriste por primera vez. Lo mejor de todo es que esto no afecta el balance, así que yo gano, y tú te quedas atascada aquí y ni siquiera la familia con la cual estás asociada te va a poder ayudar, esto va más allá de cualquier tipo de magia"
La sonrisa pícara que Agatha tenía al inicio se esfumó totalmente. Incluso, la forma cómo flotaba indicaba que estaba realmente asustada. El miedo podía verse en su rostro semitransparente.
"¿Y si quiero irme?"
"Decidiste ser fantasma, Agatha, lo hiciste para deshacerte de mí y lo hiciste porque SABÍAS que yo respetaría tu deseo incuso al morir, cosa que hago así no lo merezcas. Lo habrás planeado todo pero ahora yo decido si te vas o no. Así como escuchaste" La muerte disfrutaba al ver a Agatha lucir confundida y alterada.
"Pero espera..." Dijo Agatha. "No puedes hacerme eso, ¡tú me amas!" Exclamó Agatha señalando a la muerte con el dedo y la mirada fija en los orificios que tenía por ojos. "Yo sé que aún me amas"
"¿Quién dice? ¿Tú?" Contestó la muerte en un tono burlón. "Eso fue hace tiempo. Lo que quedó de esos sentimientos se fue contigo y esa escena melodramática que hiciste antes de morir. No te amo más, Agatha. Eso sí, reconozco lo buena actriz que eres, ¿Dónde está tu Emmy? a mejor actriz de serie dramática"
Agatha sólo flotaba, confundida y sin saber qué responder, sus palabras parecían quedarse atascadas.
"Pobre Agatha Harkness...por fin quiere reunirse con el pequeño Nicky...pero no tomó en cuenta que fue un pedazo de mierda en vida. Falló la estrategia está vez, Agatha"
"Primera vida" contestó Agatha. "En la segunda salvé a Billy, ayudé a esos chicos, ayudé a Jen, entendi que Nicky debía irse...y lo quería conversar contigo ¿eso no cuenta?" Agatha sonaba irritada, tenía los labios fruncidos y los brazos cruzados, sólo quedó suspendida a un metro del suelo.
"¿Y eso qué? No vas porque yo lo decido" Dijo la muerte. "No me interesa si salvaste a la humanidad, así como pude romper las reglas por ti, también lo puedo hacer contra ti. Ahora si me disculpas, tengo trabajo real que hacer, y otra cosa más..." hizo otra corta pausa.
"...no vuelvas...a mostrar...tu cara"
Dijo la muerte dándose la vuelta y a punto de desaparecer entre más niebla negra.
"Te seguiré llamando hasta que lo hagas" Dijo Agatha, muy confiada y cruzada de brazos. "No voy a parar" Agatha ya sonaba muy alterada.
"Suerte con eso, Agatha. No atiendo a más fantasmas varados en la tierra por siglos, nueva política de la empresa. Yo me buscaría un pasatiempo"
"¡RIO!" Gritó Agatha, todas las plantas alrededor de ambas entidades se habían marchitado. "¡...Por favor, mi amor, quiero ir, quiero verlo!"
Antes de desaparecer, la muerte se detuvo y volteó por un segundo.
"No esta vez, Agatha, lección aprendida, no meterse con la muerte, ¡Es una mala, muy muy mala idea! No se usa a la muerte, no se traiciona a la muerte"
Se retiró entre risas, desapareciendo, dejando un gesto con la mano mostrando el dedo medio al irse y dejando a Agatha Harkness dando un grito tan desgarrador que pudo haber espantado a las criaturas que vivían en ese bosque si no se hubieran muerto con las plantas ya marchitas.
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rinconliterario · 8 months ago
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Como Casandra yo escuché tu paso en las baldosas de la galería. Como ella, adivinaba yo en los días y en la voz recurrente del ocaso lo que ocultabas y conozco tanto. Ciega, sola, atenta penetré en tu velado reino y consagré bajo sus plantas, al rencor, mi espanto. Transformabas el mundo en un desierto. Como a Casandra no quisiste oírme. Pensando junto al río sólo en irme, en la noche incesante busqué el puerto. Al ver los astros, con aristas, rojos, sabía que el infierno era mirarte y volver a tu lado y no olvidarte. ¡Ah, por qué no quemé más bien mis ojos! ¡Vanas son las mentiras y las guerras! Nuestros ojos traicionan nuestra cara; la vuelven transparente, fría y clara como el agua en la orilla de las tierras. No me perdonarás de haber llorado: no me lo perdonabas, yo tampoco. Tus noches y tus días los evoco. ¡Por qué con tanto amor me has engañado! Símbolos tiene la desesperanza, propiedades antiguas y suntuosas, A veces tiene cosas muy preciosas. Como la muerte, siempre nos alcanza. Con el rostro de piedra, de la ira, por tu amor me acerqué a sus pabellones. Ah, fue triste en los pérfidos frontones de sus oscuras torres tu mentira. Vi que en su primavera con glicinas, la languidez secreta de las ramas, las canciones del mirlo, las retamas, la vegetal constancia que germina, urden una ávida y común tortura a ejemplo de esos ramos en la muerte que simbolizan con un lujo inerte la soledad, el polvo, la locura. Vi al pie de las columnas los despojos de las fiestas en sueño, de la aurora; te seguí paso a paso, hora por hora, más que tu sombra guiada por tus ojos. Oscuros en tu cuarto me rodeaban los muebles habituales: los abismos labraban en desorden cataclismos mientras las furias su clamor callaban. En los iridiscentes labios rojos de alguna flor resplandecía el alma del céfiro purísimo en su calma: mas yo estaba cegada por tus ojos. La llanura, la nieve o la montaña me recibía reconciliadora: y persistía entre árboles sonora la dicha exigua que la duda empaña. Vi caras, muchas caras previsibles; todos mis diálogos fueron falaces; escuché de las voces los compases sin oír las palabras más sensibles; proyecté formas de mi destrucción. En las ciudades, en la calle sucia, en los sórdidos parques, sin astucia llegué al infierno con obstinación. Como alas nacen del cansancio arrojos busqué por todas partes el horror, el desencanto pacificador como los santos porque vi tus ojos. Y conseguí morir perfectamente sin ningún esplendor como soñaba sola en el iris gris que me aterraba viendo tus ojos incesantemente.
Silvina Ocampo.
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