#ciudad de la pasion
Explore tagged Tumblr posts
Text
🛕🩵
#Buenos Aires#ciudad de la furia#Argentina#te amo#love#you#ciudad#BuenosAires#amor#Obelisco#pasion#ciudad de la pasion
1 note
·
View note
Text
youtube
“For Whom the Bell Tolls”, live in Mexico City-2009.
#Orgullo Pasion y Gloria: tres Noches en la Ciudad de Mexico#For Whom the Bell Tolls#Metallica#Mexico City#Live Music#Music#Robert Trujillo#James Hetfield#Lars Ulrich#Kirk Hammett#Discography Review#Youtube
0 notes
Text
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ excuses
pairing: actor!enzo x actress!r
sinopsis: Enzo y vos estan teniendo dificultades para filmar una de las escenas en su nueva pelicula, por lo que una noche se aparece en tu puerta con la excusa de practicar.
contenido: SMUT !! insultos, thigh-riding, creampie, p en v, sexo sin condon, diferencia de edad (reader 22 y enzo 34), mirror sex, un poquito de breeding kink, reader es un poco innocente (kinda) smut con plot
word count: 5.3k me re inspire sepan disculpar
a/n: holis !! primero que nada PERDON por tardar tanto, soy bastante perfeccionista y cada vez que decia que iba a subir el fic no me convencia como quedaba, pero me parece que ahora esta bastante decente, espero que les guste, me inspire en tres reqs que me mandaron asi que muchas gracias, sigan mandando !!!
i.
"¡No, no, no, corten!" El director grito repetidamente, su creciente irritación coloreaba su voz por completo. "Chicos... Ya se los dije antes, pero..."
Te restregaste la cara con un suspiro, levantandote del regazo de Enzo, quien se masajeaba el puente de la nariz en una clara seña de agotamiento. "No veo chispa... no veo-"
"No veo pasión", terminaste la oracion de tu director, quien asintió con seriedad. Era la quinceava vez que estaban intentando repetir esta escena ese dia, el cansancio se hacia presente en el set, sin embargo todo el equipo seguia ahi, inalterable, esperando a que el director diera las ordenes para poder retirarse a descansar ya que, despues de todo, eran casi las doce de la noche.
"Les juro que esto es igual de agotador para mí como para ustedes.", continuó el con el guión entre las manos. "Necesito que quede bien. Simplemente imaginense que esta escena es la culminación de seis meses de espera entre los personajes. Seis meses de tabú, de tensión sexual implacable. Nada más que miradas en clase y breves caricias... se supone que estan al borde de la locura el uno por el otro, feroces el uno por el otro. Pero aca solo veo nervios e inexperiencia... Ustedes son profesionales, les pido por favor que se concentren... Cuanto antes se suelten mas rapido vamos a terminar."
Enzo y vos estaban rodando la primera escena de sexo de una película que relataba la enfermiza y prohibida relación amorosa entre una alumna de 18 años y su profesor quien era mucho mayor que ella. Bueno, no exactamente filmando —ya que no estaban llegando muy lejos con la escena.
Esto era dificil para los dos, simplemente no podían complacer a su director.
El papel ya de por si era increíblemente agotador, incluso sin contar el estrés extra de la escena de sexo: eran jornadas de rodaje de 15 horas, viviendo en el set en una ciudad lejos de tu casa, y la mitad de esas horas se dedicaban a filmar o practicar esta misma escena, tener a un director perfeccionista que se creia la reencarnacion de Kubrick no era facil.
El problema de la escena era su extensa duracion, y el director quería que se hiciera en una sola toma.
una. sola. toma.
Daniel era un director brillante, y tenía un amor incondicional por este proyecto y sus personajes que desearías que todos los directores tuvieran por el suyo, pero él era inflexible en que todo sea hecho a la perfección ya que en varias reuniones previas al rodaje hablo sobre como esta escena estaba destinada a ser la mas "icónica" de toda la película, porque era el quid de la cuestion, el punto de inflexion para los personajes, el punto de no retorno.
"Con todo respeto, Daniel..." empezaste "nunca me habia imaginado en un escenario así, y tampoco tengo experiencia en este tipo de situaciones. ¿A que te referis con que nos falta pasion?"
"Ese es tu trabajo: imaginar e interpretar". El director exigió. Obviamente frustrado con la situacion.
Justo antes de que pudieras retrucarlo, Enzo intervino con suavidad. "Creo que lo que ella quiere decir", dijo, viendo las venas de la frente del director casi por estallar "es que es difícil actuar porque no es una situacion que se viva cotidianamente. Es fácil actuar enamorado porque amor hay por todas partes, ¿no? Pero aca no tenemos mucho en lo que basarnos mas que en lo que podemos llegar a imaginarnos."
La mirada del director se turnaba rápidamente entre vos y enzo por un momento antes de suspirar cansado.
"Me vas a decir que nunca pensaste en alguien mas grande de esta manera?" te insistió, obviamente bromeando y tratando de aligerar el ambiente en el set.
Hiciste una pausa, y trataste de no mirar a Enzo, tu co-protagonista de unos treinta y tantos años.
Enzo habia sido casteado no solo por su impecable actuación sino que tambien por lo absolutamente precioso que era.
Su personaje era enfermizo y asqueroso, por eso sabias que el haberlo elegido a él era una decision calculada y previamente analizada. Querian que el publico bajara la guardia ante su belleza para poder darle un plot twist y que la inmoralidad del personaje los tomara por sorpresa mas tarde.
Estaba destinado a ser visto como un hombre encantador, guapo, totalmente fuera de los límites. El objeto de deseo completamente prohibido, la línea que tu personaje estaba desesperada por cruzar.
No era muy distinto en la vida real; la joven actriz inexperta que anhelaba pasar por alto las reglas sociales y expresar con total sinceridad su admiración por el actor de mediana edad con años de experiencia a sus espaldas.
No estabas enamorada ni nada, pero te deleitabas ante su presencia, despues de todo Enzo era todo lo contrario a su personaje; el mayor era paciente, amable y completamente comprensivo con tu falta de experiencia en el ambito cinematográfico, siempre te guiaba durante el rodaje y te daba tips para sobrevivir a un rodaje. Eran cosas basicas, tales como cuando podias quitarte el maquillaje y el vestuario o como pedir ciertas cosas en set y lenguaje especifico, todas las cosas que a él le hubiera gustado que alguien le diga cuando estaba empezando.
Siempre estaban esos tiempos libres en donde compartian risas sinceras y conversaciones tontas que nunca esperabas de un hombre tan imponente como Enzo, conversaciones en donde sus manos ásperas apenas rozaban tu cintura y su mirada recorria con atencion tu rostro y tu cuerpo, en donde su voz sonaba sensual y provocativa a pesar de que nada vulgar salia de su boca.
Enzo hacía que tus interiores palpitaran, con anticipacion especialmente cuando llegaba la hora de rodar las escenas más íntimas, y solo podías aferrarte a la fantasía de que él sintiera lo mismo.
Todavia te acordabas de la primera escena que hicieron juntos: en la película, sus personajes se encontraban después de clase para conversar sobre un examen desaprobado, el punto en donde comenzaria su atracción del uno por el otro. Enzo estaba presionado contra tu espalda, inclinándose sobre vos para mirar con insistencia el examen, con una de sus grandes manos agarrando tu hombro. El aire se sentía cargado, su cuerpo cálido, su voz baja haciéndote sentir mareada mientras recitaba sus líneas.
Te estremeciste al recordar el momento, y, volviendo a la realidad, respondiste a la pregunta del director con un enérgico asentimiento de cabeza.
El director soltó una risa ‐forzada- y golpeó suavemente el guion contra la palma de su mano. "Bien. Bueno, les parece si cortamos por hoy. Aprovechen este tiempo extra para imaginar, investigar, cualquier cosa, e intenten practicar la escena antes de mañana, ¿Si? La práctica hace al maestro."
Enzo y vos asintieron al unísono, intercambiándose una mirada que gritaba "que vamos a hacer?" antes de apartar la vista mutuamente y regresar a sus caravanas.
Más tarde esa noche, estabas preparándote para irte a dormir, quitándote el pelo recién lavado de la toalla mientras veias el guión reposando sobre tu cama, la luz tenue te invitaba a relajarte, sin embargo un golpe en la puerta del trailer te saco del trance.
"Ahí va!!," exclamaste, mientras te ponías tus shorts de seda. Te percataste rapidamente de lo incómodo que podría ser ser vista en esos pijamas si el director o alguno de tus compañeros actores estaba detras de esa puerta, pero estabas demasiado cansada como para preocuparte.
Te importó, si, pero sin embargo, en vez de cambiarte cruzaste tus brazos de manera que estos estuvieran cubriendo tu pecho, el cual se encontraba ligeramente descubierto. Fue entonces cuando abriste la puerta y ahi, en los escalones, estaba tu compañero de reparto, Enzo.
Antes de hablar, te examinó de arriba a abajo, con sus oscuros ojos brillando detrás de un par de lentes de descanso, los cuales eran desconocidos para vos, no pudiste evitar pensar en lo lindos que le quedaban. "Uh, disculpame chiquita, ¿Te estabas por ir a dormir?" preguntó por lo bajo, su voz se escuchaba mas grave de lo normal. Ese tipo de apodos eran normales viniendo de Enzo, sin embargo hizo que tu piel se erizara, ¿O habia sido el frio aire del exterior? Sí, probablemente era eso.
Su mirada se paseo por tu cuerpo y se detuvo en la piel desnuda de tus piernas por unos segundos más, te moviste incómodamente, cruzando los tobillos en un intento pobre de esconderte. "Si... son casi las tres de la mañana En... ¿Pasó algo?" preguntaste con un tono un poco agresivo, un poco mas de lo que pretendías ser.
"Si ya se, disculpame", se corrigió, sacudiendo la cabeza y finalmente mirándote a los ojos. "Quería pasar antes... me quede pensando porque sé que esta escena nos está desconcertando, así que..." se interrumpió, levantando el guion que sostenía detrás de su espalda. "¿Estas muy cansada como para practicar un poco? Sino mañana temprano, no hay problema." Parpadeaste rápidamente ante la simple e inocente solicitud. Enzo estaba parado en tu puerta a las tres de la mañana preguntandote si podian ensayar. Solo un ensayo, no alguna travesura lasciva de última hora de las que te estabas imaginando. "Ah... sí, obvio, pasá que está frio.", asentiste entumecida, apartándote para dejarlo entrar.
Enzo asintio en forma de agradecimiento y te regalo una sonrisa, una vez dentro de la caravana se instaló en el borde de tu tocador, mirandote mientras cerrabas la puerta y te volteabas en su direccion. Se veia casual, tenia puestos unos joggings grises holgados y una camiseta blanca ajustada y desgastada.
Ya estaba todo predefinido en el guión, cada palabra que tenias que decir y cada acción que tenias que hacer, pero aún así. Decir y hacer cosas de esa índole después de las horas de trabajo parecia formar parte de una de tus fsntasias con el mayor. Sin embargo, te obligaste a despavilarte internamente -por segunda vez en menos de dos minutos-. Enzo había venido a ensayar la escena con intenciones profesionales y probablemente solo lo había hecho porque estaba cansado de que arruinaras la escena, despues de todo el podía hacer su parte magistralmente, y sabías que si hubiera estado acompañado por una actriz más experimentada, la filmación habría avanzado hace ya mucho tiempo. Caminaste temblorosamente hacia tu cama, acomodándote sentada como indiecito en la misma mientras lo veías hojear el guion; enzo levantó la vista y frunció el ceño con una sonrisa. "¿Qué estás haciendo ahí? Vení para aca", te indicó que te acercaras, casi como una orden sin embargo salil de su boca con amabilidad. "No tenemos un escritorio, así que podemos usar tu tocador. ¿Te parece?" Asentiste, mordiéndote el labio y obedeciendo nerviosamente a sus palabras. "¿Entonces, arrancamos desde el principio?" preguntaste, sintiendo de repente como tu voz y tus piernas se sentian débiles.
Sus ojos seguían fijos en el papel mientras respondía. "No, no creo que haga falta. La parte del sexo es lo único con lo que estamos teniendo problemas, ¿No?" Tragaste saliva, tu garganta estaba repentinamente seca.
"Sí, supongo que sí."
Con eso, Enzo termino de darle un último vistazo al guion antes de sumergirse en la escena.
Sus acciones ya eran familiares para vos ya que habian estado intentando filmar esta escena todos los días durante al menos tres dias. Su cuerpo se volvió hacia el tuyo, sus manos subieron a tu mandíbula y presionaron tu espalda ligeramente sobre la mesa. Te abrazó fuertemente y te hizo mirarlo, mientras recitaba sus líneas. Torpemente, hiciste lo mismo, recordando mal lo que necesitabas decir. "La puta madre, perdón, me puse nerviosa." dijiste de repente, apartándote de su contacto y suspirando. Él te dio una pequeña y cuidadosa sonrisa, rompiendo inmediatamente el personaje y dando un paso atrás del tocador. "No hay necesidad de ponerse nerviosa. La práctica hace al maestro, ¿te acordas?" Te burlaste de su cita al director.
"Sí, ya se... Es que no entiendo a qué se refiere con apasionado. Estoy tratando de ser una profesional al respecto, pero - pero nunca fui parte en una historia de amor de este tipo, me cuesta imaginarmelo..."
"No es muy raro igual viniendo de vos, es normal. Sos muy joven todavia, nena. Demasiado buena para este tipo de cosas... ¿No?" dijo, su mano subiendo a tu hombro, donde el tirante de tu pijama de seda se había resbalado, acariciándolo suavemente. Prácticamente te derretiste ante el apodo y cómo las yemas de sus dedos rozaban tu piel. Estabas tan cautivada que casi gemiste cuando se detuvo y levantó tu tirante caído, pero en cambio, tomaste en silencio el guion que se había caído sobre la mesa y encontraste una de las líneas, inhalando profundamente y preparándote para entrar en personaje.
Tu mano subió para tirar de la manga de la camisa de Enzo, según lo dictaba el guion. "Por favor", susurraste con la voz aguda de tu personaje, "Quiero que me toques."
"No, esto está mal... Soy tu profesor y..." respondió Enzo, rápidamente volviendo al personaje, el dorso de su mano rozando tu mejilla. "No te quiero romper el corazon."
Miraste a Enzo, las lagrimas nublaban tu vista, tal como lo indicaba el guión. "Por favor. Te necesito." Despues, una de tus temblorosas manos bajó por el pecho de Enzo mientras hablabas, tal como lo hacías en el set. "Pienso en vos todas las noches... Me mojé tanto el día que me regañaste enfrente de todos."
Escuchaste cómo a Enzo se le entrecortaba la respiracion.
No, Enzo no, su personaje, te recordaste a vos misma.
"Ay nena... Yo pienso en vos todos los dias, en clase, en mi casa...", gruñó despues de decir sus lineas.
Hasta ahora, todo bien, pensaste. No era incómodo y ya estaba siendo mucho mejor que las actuaciones mediocres que habías dado anteriormente. Continuaste inclinándote hacia Enzo, haciéndo que se siente en el tocador, esta era la parte de la escena a la que habían llegado antes de que el director les dijera que cortaran.
Esta vez, sin embargo, las acciones de Enzo difirieron de las que se suponía que tenia que realizar: en lugar de acariciar tu rostro, sus dedos bajaron por tus caderas, enviando escalofríos por tu espina dorsal.
"Te prometo que me voy a portar bien... Nunca le voy a contar a nadie...", recitaste, sintiendo calor en la cara mientras su mano se acercaba más a la curva de tu trasero. "Podes hacer lo que quieras conmigo".
La mirada de Enzo se oscureció recorriendo tus rasgos. No dijo su línea, y pensaste que se había perdido, por lo que retiraste tus manos de su cuerpo preocupada. "¿Enzo estás bien?"
Antes de que pudieras terminar tu oración, Enzo te agarró por el culo, cambiando sus lugares y colocándote en el borde del tocador.
"¡Enzo!" chillaste, era lo único que podías decir mientras procesabas lo que acababa de suceder. Tu mente divagaba en confusión - y anticipación - mientras él estaba de pie enfrente tuyo, con las piernas presionando a ambos lados de tus rodillas, su gran cuerpo atrapándote contra el tocador.
"Shh... un poquito de improvisacion nunca mató a nadie." musito en voz baja con su característico acento antes de que un guiño pícaro se dibujara en sus rasgos afilados.
Su mano luego acarició tu cabello, mientras que su otra mano subió a tu barbilla y te hizo mirar hacia arriba. "¿Todo lo que yo quiera?" murmuró, volviendo al guion.
Batiste las pestañas coquetamente. "Todo. Soy tuya".
Aca es donde pensabas que Enzo se detendría, porque después de tu línea venían los besos, los toques y las caricias intensas: todas las cosas que hasta ahora no habías filmado en absoluto, porque ni siquiera podías pronunciar el diálogo correctamente.
Pero en cambio, se inclinó y comenzó a besar vorazmente tu cuello, haciéndote jadear.
"¿Qué haces?"
"Seguime", exigió suavemente, "es todo parte de la escena, ¿te acordas?"
Parpadeaste aturdida, abriendo y cerrando la boca, incapaz de registrar un pensamiento o palabra coherente. Dijo que era parte de la escena, pero habías leído el guion, y sus dientes mordiendo ligeramente tu sensible piel no estaba escrito en ninguna parte.
Pero, te tragaste tus pensamientos y recitaste varias líneas más junto con las suyas. Sentias como su otra mano sostenia tu muslo tan fuerte que pensaste que podría dejar moretones, pars este entonces ya empezabas a creer que tal vez esto era una de esos sueños que tenias sobre el mayor, solo producto de tu imaginación.
Estabas siguiendo el guion, tal como él había dicho que harian, pero incluso así, era evidente lo sencillo que podria ser rendirte ante sus besos, después de todo, apenas te estabas reprimiendo para no entregarte por completo. Pero ¿cómo resistirse, con su hermoso rostro a escasos centímetros del tuyo? esa era la verdadera pregunta.
Actuando o no, estabas decidida a disfrutar cada minuto de esto.
Cuando una de sus manos comenzo a jugar con la cintura de tus diminutos shorts y sus labios succionaron levemente a piel de tu cuello -justo en ese punto-, no pudiste evitar el gemido que salió de tu boca.
Sin embargo, el ruido pareció asustarlo; lo sacudió, lo devolvió a la realidad, y tus sospechas se confirmaron cuando se apartó bruscamente de vos.
"Dios, perdon nena..." una mueca cubrió sus rasgos, mirándote de arriba abajo como si acabara de darse cuenta de lo que estaba haciendo. "No sé qué me pasó, yo... no tendria que haber venido tan tarde, perdón."
Lo miraste, tu cuerpo decepcionado por la falta de contacto, observándolo presionar sus labios rosados en una mueca conflictiva. "¿Qué - qué queres decir?"
Su mirada recorrió cada rasgo tuyo, tan intensamente que pensaste que estaba admirando tu rostro. "No puedo, no podemos. Sos mi compañera, sos... sos mas chica que yo y..."
"Entonces podemos parar. Si eso es lo que queres", murmuraste coqueta, levantando la mano para quitar un pequeño hilo de su delgada camisa. "Pero solo si lo decis, decime que no queres que esto siga." dijiste, peligrosamente cerca de sus labios.
Gruñó, mordiéndose el labio. "No me hagas esto. Por favor sabes que no puedo"
"Hacerte qué?" Inclinaste la cabeza hacia un lado mirandolo con ojos grandes, fingiendo inocencia.
"Provocarme asi, nena. Porque sabes que no te voy a decir que pares. Y porque lo haces sabiendo que no voy a poder controlarme", gruñó antes de darte un beso profundo y desesperado, bajandote del tocador y bajando los besos por tu pecho.
"Entonces no me lo pidas En." gemiste enredando tus dedos en su cabello, siguiendo cada movimiento suyo, derritiendote bajo su toque dominante. "Y cogeme de una vez."
Enzo jadeaba entre besos. "Decis todas esas cosas con esa boquita tan bonita... No sabes como me calentas."
Tus manos recorrían todo su cuerpo, te detuviste en el borde de su camiseta, levantando esta para quitarsela, Enzo se separo y se deshizo de la prenda el mismo. Estabas desesperada por sentirlo. Y él tenía pensamientos similares, sus largos dedos se sumergieron en tus pantalones de seda y acariciaron tu intimidad por encima de la tela de tu ropa interior.
"Te necesito tanto, Enzo", jadeaste, y, despues de escuchar tus palabras, te quito desesperadamente los shorts y las bragas, haciéndote estremecer ante la repentina exposicion.
Acto seguido, se sentó en la silla de tu tocador y te agarró bruscamente por las caderas para colocarte sobre uno de sus muslos. La gruesa tela de sus pantalones de jogging, absorbiendo tu humedad como una esponja.
"Dale entonces", exigió sombríamente, "Mostrame cuánto me necesitas y movete".
Te mordiste el labio, la cara ardiendo de vergüenza ante la orden. Pero había una necesidad dolorosa en tu centro, y la forma en la que cruzó los brazos, mirando y esperando a que te frotaras en su pierna, hizo que te apretaras contra su muslo.
Tus manos se aferraron a sus hombros, y comenzaste a mover tus caderas de adelante hacia atras lentamente, la suave tela de sus pantalones haciendo mal trabajo para complacerte, apretaste tu cara contra su hombro, molesta por la falta de fricción.
"No puedo yo sola", te quejaste, "por favor".
Él sonrió socarrón. "Dijiste que me necesitabas y ahora no te podes ni mover? Mira que vende humo que sos, hermosa.". Entonces, de repente movio su pierna hacia arriba haciendo que un gritito saliera de tu boca.
No habia nada que necesitaras mas que enzo adentro tuyo, pero ahi estabas, frotandote pateticamente en su muslo hasta que el te permitiera hacer otra cosa. Obedeciste con resignacion, comenzando a establecer un ritmo constante en tus caderas aumentando el calor en tu interior clavando tus uñas en sus hombros, buscando algo que sea tu cable a tierra ante el placer que te estabas inflingiendo.
Tus caderas se movian vigorosamente contra el muslo del mayor cada vez más fuerte, cada vez de una forma más necesitada, sintiendo la presión en tu coño crecer cada vez mas y más haciendo que te muevas desenfrenada.
"Enzo por favor... por favor te lo pido" hiciste una pausa al sentir una de las manos del mayor posicionarse en tu mejilla, acariciandola lentamente. "No puedo mas... te necesito adentro."
¿Te estas escuchando chiquita?" Preguntó, uno de sus dedos tomo tu barbilla, inclinandola hacia arriba para que lo miraras, acto seguido metio dos dedos dentro de tu boca abruptamente.
"¿Te das cuenta de lo necesitada que te escuchas? ¿De lo duro que me pone saber que estas asi... solo por mi y que todavia no te haya tocado ni un pelo?"
Asentiste extasiada mientras pasabas tu lengua por al rededor de sus gruesos dedos, pero en realidad no estabas prestando atención: estabas cerca de tu orgasmo a tan solo unos segundos de liberarte de toda esa presion en tu estomago que te estaba volviendo loca, tus caderas desincronizadas, buscando el alivio... "Basta."
Escuchaste la voz de Enzo cargada de deseo mientras posicionaba su otra mano en tus caderas, deteniendo la fricción. Lloriqueaste ante la perdida de tu climax, era casi como si te lo hiciera a proposito. El pelinegro se levanto y te giró, manteniendote presionada a su cuerpo con una mano en tu cintura y la otra todavia empujando sus dedos dentro de tu boca, quedaron de tal manera que tu cuerpo estaba mirando hacia el espejo de tu tocador, la vista de ambos siendo reflejada ante tus ojos, sin embargo no pudiste prestar mucha atencion a eso. La mirada de enzo bajo hacia sus pantalones, viendo la mancha que habias dejado en la zona del muslo "Mira como me enchastraste los pantalones, ¿Mh?" Musitó contra tu oido.
No respondiste, o mas bien no pudiste responder, ahora tus muslos estaban siendo presionados entre si, buscando la mas minima fricción entre ellos mientras te mordias el labio en un intento de ocultar los quejidos necesitados que amenazaban con salir de tus labios hinchados.
Él se dio cuenta de esto, sin embargo, en vez de hacer algo solamente sonrió y rápidamente presiono tu estomago contra la mesa que yacia enfrente de ambos, sus dedos salieron de tu boca y sostuvieron tu cara, obligandote a mirarte al espejo por primera vez desde que habias salido de la ducha, tus ojos estaban entreabiertos pero tus pupilas se encontraban dilatadas, tus labios rosados y humedos por la saliva, tu ceño ligeramente fruncido.
Te veias absolutamente destrozada, fue entonces cuando sentiste cómo Enzo alineaba la gruesa punta de su polla contra tu entrada, el momento en el que se deshizo de sus pantalones habia sido algo que te habia pasado desapercibido al estar tan absorta en tu expresion siendo reflejada en el espejo. Cerraste los ojos con anticipacion.
Y de repente, tomaste plena conciencia de la situación: te habías entregado por completo a tu compañero de reparto, quien era 12 años mas grande. Y ahora él sabía que no eras solo una talentosa aspirante a actriz, sino simplemente una chica desesperada y rogando por ser follada.
"Ey, ey, ey, no" dijo rapidamente, "abri los ojos y acordate de tus expresiones. Te va a servir para la escena". Gemiste sin poder evitarlo, obedenciendo a sus ordenes y abriendo los ojos mientras él introducía lentamente su miembro entre tus pliegues.
"E-En, Dios!", exclamaste cuando finalmente se adentró por completo. Te sentías tan llena, tus paredes estirandose hasta el límite para poder tomar su polla tan profundo que sus testículos rozaban tu clítoris.
"Dios, chiquita... Mira lo mojadita que estas, me vas a matar", comentó casi sin aliento desde atras, su expresion mlstraba lo extasiado que se sentia. Tus jugos facilitaban su entrada rápida, aunque su miembro seguía siendo una intrusión ajena para tu inexperiencia íntima. Eras joven y nunca habías sido del tipo de estar cogiendo por ahi- o al menos no tan intensamente como ahora.
Te contrajiste alrededor suyo, un gemido escapando de su boca debido a la presión en su miembro. Enzo comenzo a empujarse adentro tuyo con un ritmo moderado, haciendo que tu cuerpo presionado contra la mesa se moviera de adelante hacia atras, el tocador rechinaba ante la abrupta sacudida y tus labios se separaron ligeramente para dejar salir un dulce gemido.
Habías estado enfocada en su rostro en el espejo, te encantaba ver su ceño fruncido, como su cabello se pegaba a su frente, producto de su traspiracion, su boca levemente abierta, y como sus cachetes se volvian cada vez mas colorados, sin embargo la mano de enzo se enredó en tu cabello tomandote de sorpresa, agarrando un puñado y levantando tu cabeza para hacer que tu atencion vuelva a tu cara. "Te dije que te mires, nena" dijo con seguridad mientras sus caderas chocaban contra tu culo haciendo que la caravana se inunde en ese sonido acompañado de tus gemidos. "Mirate y aprende como tenes que actuar ante la cámara."
Su otra mano se posicionó en tus caderas, apretandola con fuerza mientras sus embestidas se volvian cada vez mas erraticas.
En cualquier otra situacion ya hubieras objetado por el repentino cambio de velocidad ya que apenas habías tenido tiempo para acostumbrarte a su largo miembro. Sin embargo, tu calentura era aún más intensa que antes, si eso era posible.
Tu boca estaba entreabierta, tu lengua afuera y estabas jadeando y gimiendo como si fueras un perro; tus ojos se ponian en blanco con cada fuerte embestida, y habia saliva cayendo por tu barbilla, sentias como Enzo te sacudía contra el pobre tocador y como estimulaba cada parte dentro tuyo. Los sonidos que emitías no hacían nada más que aumentar tu vergüenza, eran gemidos ininteligibles y quejidos necesitados, jamas pensaste en mostrarte asi adelante de un hombre, pero el simple hecho de ver lo grande que era a comparación de tu cuerpo y como te podia manejar a su antojo te excitaba de sobremanera.
Y sin duda los doce años de diferencia formaban parte de esa excitacion.
"¿Hace cuanto que necesitabas que te cogiera asi? ¿Te pensas que no me daba cuenta de lo desesperada que estabas? cuando te presionabas contra mi mientras filmabamos y como tus manos tocaban de mas... No perdias el tiempo vos tampoco preciosa.", se burló.
"Desde siempre En..."susurraste, con entusiasmo, apenas capaz de comprender lo que estabas haciendo con el placer que te envolvía y nublaba tus sentidos. "Dios me cojes ta-tan bien... No pares por dios que rico" Tu espalda se arqueaba hacia él, tus paredes tomaban su miembro con desesperacion experimentando un extasis casi desgarrador con cada embestida. Tus gemidos eran cada vez mas incoherentes, cada vez mas fuertes.
"Dios, mirate como gritas por mi, chiquita... ¿Queres que te coja y que mañana todos se enteren de lo desesperada que estas por mi pija? Mirate, mirate lo patetica que te ves, te encanta que te coja fuerte ¿O no?", murmuró, inclinándose para dar un beso en tu mejilla; dulce y encantador, una clara contradicción con sus embestidas freneticas y las palabras degradantes.
Gimiste ante sus palabras, pero sabías que eran ciertas: nunca te habías visto siendo penetrada ya que estabas ocupada, bueno, siendo penetrada. Ver tu reflejo en el espejo de esta manera te tenía inesperadamente más excitada que antes. Había algo en ello, tu rostro contorsionándose del placer, las manos de Enzo serpenteando por tu cuerpo mientras seguía embistiendote desde atras.
Era como ver tu propia pelicula porno, pensaste de pasada, y te preguntaste como seria grabaras a vos misma. Y si tenias suerte, con enzo.
Su otra mano se deslizó hacia tu coño, separando tus pliegues para poder ver cómo su miembro desaparecia en tu interiores. "Por dios mira como me tomas... Viviría adentro tuyo", gruñó, inclinando la cabeza hacia atrás, entregándose al placer.
El orgasmo que sentias venir no era como el que tuviste al restregarte contra su muslo, no, venía más rápido, haciéndote temblar debajo de su gran cuerpo.
"Enzo... más rápido" exclamaste "m-más fuerte",
"Por favor", rogaste sin muchas esperanzas de una respuesta, "dale, Enzo, p-por favor". lloriqueaste ante su indiferencia.
Sin embargo y para tu sorpresa, ambas manos agarraron tus caderas para mantenerse firme. "Mira lo necesitada que estas, bebé", gruñó, empujándose más profundo y rápido, sintiendo cómo las paredes de tu cavidad se adaptaban a su nuevo ritmo. "Llorando por que te de mas fuerte, ¿Mh? ¿Asi te gusta? ¿Queres que te coja hasta dejarte sin poder caminar?"
Con esas palabras, tu climax llegó tan rápido como un tren de carga, golpeándote y sacudiendote, haciéndote gritar su nombre. Tu orgasmo te destrozó, tu visión se volvió blanca y tus pensamientos se pararon por completo. Apenas distinguiste el suave murmullo de Enzo, diciendo "Muy bien chiquita, aca estoy... tranquila" en tu oído, sosteniendote con sus fuertes brazos, evitando que te cayeras.
Cuando volviste en sí, tenías la cabeza baja, los ojos desorbitados y los labios hinchados. Enzo seguía moviéndose adentro tuyo, pero esta vez sus estocadas eran más entrecortadas, inestables y necesitadas.
"Acabame adentro", rogaste de repente, agarrándote de la superficie, tus piernas temblando, tu voz debil de tanto gritar.
"¿Si? ¿Queres que te llene to-toda?", titubeo entre gemidos, dando una última embestida antes de correrse en tu interior, podias sentir su miembro latiendo adentro tuyo. Estaba tan adentro que podías sentir cómo su semen entraba directamente en tu cuello uterino, no estabas preocupada, despues de todo estabas tomando anticonceptivas.
Pero tampoco te molestaria si no fuera asi.
Después de un momento, retiró su miembro, de tu coño y te alzó por la cintura para colocarte en el tocador y evitar que cayeras al suelo.
"Gracias", susurraste, mirándolo a través de tus pestañas. Luego mordiste tu labio al sentir como su semilla se deslizaba lentamente fuera de tu coño.
Él también se percató, y soltando un gemido satisfecho, abrio ligeramente tus piernas para recoger parte de su semen con el dedo, empujándolo nuevamente dentro de tu coño. "Te portaste tan bien, chiquita", dijo, volviendo a ser tierno, acariciando tu cabello, mimando tu frágil figura y mirandote profundamente.
Te derretiste ante sus delicadas acciones. "¿Es un buen momento para decir que me gustas?"
Enzo se rió con ternura. "Es un buen momento, si. Y vos también me gustas."
"Pero dijiste que era muy joven" le recordaste, pasando tu mano por su cabello ligeramente transpirado
Él suspiró, desviando la mirada nerviosamente por un momento antes de regresar a vos "Sí, porque es verdad, pero si a vos no te va a molestar verme con un baston en un par de años lo podemos hacer funcionar...", se encogió los hombros, reprimiendo una sonrisa.
No pudiste evitar la risa que broto desde lo mas profundo de tu pecho ante sus palabras tan fantasiosas y alejadas de la realidad "Ah, bueno no voy a tener mucho problema con eso, mientras que te sigan funcionando las caderas" dijiste con una sonrisa socarrona.
Antes de que pudiera terminar de abrir la boca para decir algun otro chiste malo, tus brazos se envolvieron al rededor de su cuello y lo empujaste hacia vos, uniendolos en un suave beso.
"Me gustas de gustar, en serio..." le dijiste en un susurro, mirandolo a los ojos con sinceridad, Enzo no podia creer lo brillantes que se veia tu mirada.
Sus manos se acercaron a tu rostro, sosteniéndote suavemente, su mirada demostrando todo su aprecio "Ya se, bebé, a mi tambien me gustas de gustar". Dijo con suavidad antes de presionar un pequeño beso en tu frente.
ii.
"¡Corten!" exclamó el director, y sentiste cómo tu corazón se detenia. Mierda, pensaste, con la mente acelerada, ¿qué salió mal esta vez? ¿Fue el beso o las manos en el pelo? Capaz no le gusto la forma en la que estaban encuadrados...
Sin embargo, el director se acercó a Enzo y a vos y soltó un grito de deleite para nada característico de su persona. "Perfecto", dijo simplemente, bordeando lo catatónico por lo satisfecho que estaba.
Tus hombros se relajaron con alivio, y te inclinaste hacia Enzo, quien sutilmente acariciaba tus muslos. "¿Ya terminamos?" preguntaste, sin aliento de la emoción.
El director asintió. "Fue increible, eléctrico, necesitado y apasionado, muy, muy apasionado", continuó con un suspiro, juntando las manos con fuerza. "Ustedes dos son de los actores más increíbles con los que he trabajado; tienen un talento asombroso, fueron tan convincentes que por un momento pense que realmente habian mantenido relaciones sexuales". dijo seguido de una carcajada
Sonreíste con satisfacción ante sus palabras, pero no sin echarle un vistazo a Enzo, compartiendo una mirada complice tratando de mantener tu expresión contenta y neutral, y no delatarte al recordar los eventos de la otra noche.
Mientras el director divagaba sobre la obra maestra que sería la película, Enzo te siguió fuera del set, murmurando bajito en tu oído, "Al final la práctica sí hace al maestro".
#enzo vogrincic#enzo vogrincic blurb#enzo vogrincic one shot#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic x you#enzo vogrincic fanfic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic fic
2K notes
·
View notes
Text
haledela Choza de Amor
$119,300| 30x30 | 3 Bed 3 Bath
traits: romantic aura - convivial - chef's kitchen
**extra info:
Built on the Calle de la Pasion lot in Ciudad Enamorada
part of my rebuild project
CC free but I have all the packs.
please enable move objects.
see my other builds by clicking this sentence!
check my rebuild progress by clicking this one
GET MY SAVE FILE!
links are always free with no ads!
lots show up on my gallery one week after here, ID: haledela
downloads under cut in case of needed update
download: simfileshare or patreon!
#ts4#the sims 4#download a lot#s4build#show us your builds#s4download#s4lot#hdlots#s4house#h#ciudad enamorada
91 notes
·
View notes
Text
“Si te insultan descubrirás la paciencia, ante el dolor descubrirás la resistencia, y ante la tentación descubrirás el autocontrol. Con el tiempo conocerás todo lo que puedes enfrentar”
Epicteto
Fue un filósofo griego nacido en Heriapolis, ciudad Helenística hoy en ruinas, ubicada en la actual Turquía.
Perteneciente a la escuela estoica, doctrina filosófica basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la fuerza de carácter para afrontarla.
Hasta donde se sabe, no dejó ninguna obra escrita, pero sus enseñanzas se conservan en la obra de su discípulo Flavio Arriano, quien además de la filosofía de Epicteto, narró las conquistas de Carlo Magno.
En su infancia, llegó a Roma en calidad de esclavo, no se sabe ni cuándo ni cómo llegó como esclavo a Roma, y a instancias de su amo Liberto Epafrodito, estudió filosofía con el estoico Musonio Rufo.
El filósofo estoico Musonio Rufo ejerció en Epicteto una gran impresión convirtiendo al esclavo en un gran misionero del estoicismo.
Cerca del año 94 Nerón desterró a Musonio Rufo cuando la proscripción senatorial fue dirigida contra filósofos, matemáticos y astrólogos.
Se sabe que alrededor del año 93 fue exiliado de Roma por el emperador Domiciano, y se trasladó a Nicópolis en el noreste griego, en donde fundó su propia escuela.
Según Epicteto, el papel del filósofo y maestro estoico, consistiría en vivir y predicar la vida contemplativa o estado espiritual que aparece en el ser humano cuando practica el silencio mental, centrada está en la noción de la felicidad.
Además del autoconocimiento, la virtud de la razón estoica consiste en la imperturbabilidad, la apatía o des apasionamiento y los buenos sentimientos, en donde, la virtud consiste en no guiarse por las apariencias de las cosas, sino en guiarse para actuar racional y benévolamente aceptando el destino individual tal y como ha sido determinado por Dios.
Muere en el año 125 en Nicópolis a la edad de 85 años.
Fuente Wikipedia y “Como ser un estoico” (Massimo Pigliucci), biografiasyvidas.com
#epicteto#epictetus#grecia#filosofos griegos#citas de filósofos#filosofia griega#estoicismo#citas de la vida
56 notes
·
View notes
Text
Amar es de locos en un mundo donde nadie quiere compromiso. Amar es un acto de rebeldía y anarquia, es plantarse en medio de la calle y decirle a todos con un beso que no han muerto los románticos y que aún vive el sueño de una vida juntos. Amar es cambiar y dejar ser libre al otro, y entender de una vez que en el amor no es una pelea nos hará ser mejores amantes. Amar es un acto político que demuestra la identidad de cada enamorado cuando en las mañanas sonríe en medio de la gris ciudad al pensar en su pareja. Amar es dar guerra a la apatía, al miedo de ser intensos, al querer fingir que antes que humanos somos máscaras. Amar intensamente, sin miedo, sin modales, de forma pasional, feroz, sangrienta, casi animal. Amar en medio de la banalidad y la mediocridad, amar en la pobreza y en medio de la guerra, amar en la derrota y en los peores días de este infierno cotidiano.
Amar es político, y nosotros elegimos amarnos eternamente como unos perfectos rebeldes con causa, teniendo en el pecho la esperanza de encender la flama en otros corazones y que todos se animen a vivir el amor libre, bonito e intenso.
síntesis
58 notes
·
View notes
Text
Capitulo 8: Refugio.
Al fin se detiene el carruaje. Ahí delante tiene una pintoresca casa de campo en medio de un viñedo. Bella baja con cuidado, nerviosa pero determinada.
Emily avisó a sus primos, Amelia y Thomas. Amelia es enfermera en la ciudad, mientras que Thomas se dedicaba al viñedo que tiene su familia desde hace muchos años.
El viñedo se encontraba a las afueras, lejos de la ciudad, Emily decidió que era un buen sitio para que Bella pudiera refugiarse.
Mientras se acerca a la casa, ve como Amelia, la prima de Emily , la espera con un par de maletas.
Thomas, el dueño del viñedo y hermano de Amelia, sale al oir jaleo fuera.
Es Amelia yéndose rápidamente para no levantar sospechas. Y se acerca a recibir a Bella.
Eran ya las 5 de la mañana , así que Thomas, se dirigió al trabajo mientras Bella se iba a dormir. Estaba derrotada.
Bella y Thomas comienzan a encontrarse a menudo en la casa de campo y en los alrededores del viñedo. Si bien al principio Bella estaba reservada, con el tiempo se siente más cómoda en la presencia de Thomas.
Durante sus encuentros, Bella y Thomas comparten historias de sus vidas, pasiones y aspiraciones. Bella se da cuenta de que Thomas es un hombre que valora la bondad y la autenticidad.
Thomas ofrece su apoyo incondicional a Bella. Ayuda con las tareas diarias, asegurándose de que Bella tenga todo lo que necesita. Sus pequeños gestos de amabilidad no pasan desapercibidos por Bella.
A medida que avanza el embarazo de Bella, Thomas se convierte en un apoyo fundamental. La cuida y la anima en cada paso del camino.
Oh, oh, me parece que alguien se ha puesto de parto...
Thomas, llama inmediatamente a su hermana, que suerte tener a una enfermera en la familia. Nadie podría hacerlo mejor que ella. Amelia tiene experiencia en esto.
Thomas de mientras, no puede evitar sentirse nervioso.
Finalmente llegó...
¡ES UNA NIÑA!!!
Bella por fin podía abrazar a su bebé... A su pequeña Agnes ♥
Agnes Anderson.
Thomas en cuanto pudo entrar, no dudó en ir a conocer a la pequeña.
Bella no podía creer que esa personita había salido de ella, y que con tan solo unos minutos ya la amaba con todo su ser ♥
Y Bella cerró los ojos, agotada pero llena de felicidad ♥
#mysims#sims 4#ts4 decades challenge#sims 4 legacy#nysimsdecades#nysims#sims 4 historical#sims 4 decades challenge#1890s
15 notes
·
View notes
Photo
Al costado de la ruta que comunica la Ciudad de Córdoba con Alta Gracia, se encuentra el mausoleo más alto del país, un monumento con forma de ala que recuerda a una de las primeras aviadoras que tuvo Argentina. Fue un encargo del escritor Raúl Barón Biza para recordar a su esposa, Myriam Stefford, quien falleció en un accidente aéreo en 1931.
Barón Biza fue un millonario excéntrico y polémico, que también supo incursionar en la política y en la literatura. Myriam Stefford en realidad se llamaba Rosa Martha Rossi Hoffman, había nacido en Suiza y se dice que era actriz aunque nunca se encontró mención a su persona en ninguna obra o película. Conoció a Barón Biza en los 1920s, se enamoraron y luego de un tiempo en Europa, la pareja se estableció en Argentina, alternando hogar entre la mansión art déco que Barón Biza hizo construir en la porteña avenida Quintana y la estancia familiar en Alta Gracia.
En nuestro país, Myriam también encontró una nueva pasión: la aviación. Tuvo como instructor a Luis Fuchs, un piloto alemán que había combatido en la Primera Guerra Mundial. Juntos emprendieron la travesía de unir 14 capitales provinciales del Norte y Centro del país.
El 26 de agosto de 1931, cuando estaban camino hacia San Juan, y en las instancias finales de la proeza, un accidente en el biplaza Chingolo II terminó con sus vidas en las afueras de la localidad de Marayes. Más adelante, una comisión investigadora diría que la tragedia se había originado por un perno faltante. Con el tiempo, también surgiría otra hipótesis argumentando que se trató de un atentado pasional ideado por el mismo Barón Biza. A los pocos días, en el lugar de la catástrofe, el viudo hizo construir un monolito de unos 10 metros de altura.
Los restos de Myriam Stefford fueron sepultados en la Recoleta y una multitud acompañó el cortejo. Descansaron durante 4 años en el panteón de la familia Barón, mientras Raúl comenzaba a idear un monumento en su estancia ahora rebautizada con el nombre de la aviadora. Allí creó otro monolito donde colocó los restos del motor del Chingolo II rodeado de placas conmemorativas.
En un primer momento, se pensó en construir un faro de 50 metros de altura proyectado por el ingeniero Jorge Wainstein, uno de los encargados de la construcción del estadio de Atlanta. Se le iba a sumar una colosal estatua del artista tucumano Juan Carlos Iramain, que representaría a una mujer alada. El proyectó no prosperó por lo que Barón Biza convocó a su amigo, el ingeniero Fausto Newton, para que se hiciera cargo de la obra que finalmente terminaría alcanzando los 82 metros de altura más sus 15 metros de cimientos. Para tener una referencia, el Obelisco mide unos 67 metros. Varios años después, debajo del ícono porteño, el nombre de Newton quedó inmortalizado en una galería comercial del subte. Barón Biza era el propietario de aquel emprendimiento.
Pero volvamos a Córdoba. En 1935, para el cuarto aniversario de la tragedia, comenzaron las obras para construir el monumento que finalmente se inauguró el 30 de agosto de 1936. Se utilizaron 170 toneladas de hierro y hormigón y fueron empleados más de 100 operarios especializados traídos desde Polonia. Ese día hubo un almuerzo multitudinario para los presentes, acrobacias aéreas y la inauguración del aeródromo privado.
Al mausoleo se ingresaba a través de una puerta de hierro y en la entrada se encontraba un óleo con un retrato de la homenajeada. Luego, a través de 400 escalones internos, se accedía a las dos pequeñas ventanas que todavía se observan en lo alto del ala. En el ingreso a la cripta, ubicada a 6 metros de profundidad, se advertía: “Maldito sea el violador de esta tumba”. También se pedía: “Viajero, rinde homenaje con tu silencio a la mujer que en su audacia quiso llegar hasta las águilas”. Más abajo, se dice que se ubicó una caja de acero con sus joyas. Ese terminaría siendo el principal motivo por el cual con el tiempo se vandalizó el mausoleo numerosas veces. Incluso la tumba fue profanada. Cerca de la puerta, el muro fue calado por una fina cruz, encargada de proyectar la luz natural sobre la cripta. Durante los primeros años se convirtió en una atracción sumamente concurrida y hasta se imprimieron numerosas postales del monumento.
Para la inauguración, Barón Biza recibió a los concurrentes junto a Clotilde Sabattini, con quien se había casado poco tiempo antes. Ella fue pedagoga, dirigente feminista de la UCR e hija de Amadeo, ex Gobernador de la provincia de Córdoba, bajo cuya gestión se construyeron una serie de escuelas monumentales de las que hablaré en el futuro. En 1964 y mientras firmaban los papeles de la separación, en presencia de los abogados, Barón Biza le arrojó ácido al rostro, produciéndole gravísimas quemaduras. RBB se suicidó horas después. Con los años también se quitarían la vida Clotilde Sabattini, su hija María Cristina y su hijo Jorge.
En 1943 Barón Biza vendió la estancia a Otto Bemberg, dueño de la cervecería Quilmes, pero el monumento quedó en su poder. De ahí en más, se sucedieron concesiones, sucesiones y ventas poco claras, con intentos provinciales por recuperar el predio. Hace algunos años se aprobó una ley para que la provincia tome posesión del terreno para realizar un parque temático dedicado a Barón y Myriam. Sin embargo, una causa judicial no resuelta con los dueños anteriores, complicó los avances.
Desde fines de los años 30 el monumento a Myriam Stefford es una atracción turística. Miles de personas lo han visitado y todavía hoy se detienen a ver las ruinas del mausoleo. Muchas parejas continúan escribiendo sus nombres y sus dedicatorias amorosas en sus muros a pesar del abandono y el saqueo. Mientras tanto, se dice que los restos de Barón Biza permanecen enterrados debajo de un olivo, a pocos metros de Myriam y su ala.
Fuentes:
Ferrer, Christian. Barón Biza : el inmoralista. - la ed. - Buenos Aires :
Sudamericana, 2016
Recordando a Myriam Stefford. Un monumento al amor camino a las sierras de Córdoba. Arq. Carlos Page.
Agosto final (2017) https://play.cine.ar/INCAA/produccion/4191
Amor , Misterio y Maldición https://youtu.be/acE1S8ugalU
Vicente Osvaldo Cutolo. Buenos Aires: historia de las calles y sus nombres, Volumen2
https://www.pressreader.com/argentina/la-voz-del-interior/20180130/281487866785668
Myriam Stefford, Barón Biza. Edición digital.
https://jorgebaronbiza.com.ar/
94 notes
·
View notes
Text
UNA BELLEZA TERRORÍFICA
En una ciudad donde la noche se vestía de misterio, había una mujer que capturaba todas las miradas. Su piel era un lienzo de arte; cada tatuaje contaba historias de amor y dolor, de pasiones perdidas y secretos oscuros. Se llamaba Lía, y su belleza era hipnótica; sin embargo, había algo en su mirada que dejaba entrever un abismo de desesperación.
Una noche, Lía decidió visitar un bar en el corazón de la ciudad. La música vibrante llenaba el aire mientras las luces parpadeaban como estrellas perdidas. Los hombres la rodeaban, embelesados por su encanto, pero ella solo sonreía con desdén. A medida que avanzaba la noche, un extraño se acercó a ella. Era alto, con ojos oscuros como pozos sin fondo.
—Te he estado observando —le susurró—. Eres más que hermosa; eres peligrosa.
Lía lo miró fijamente, sintiendo una extraña conexión. Sin embargo, no sabía que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.
Esa noche, tras una conversación intensa y seductora, Lía lo llevó a su casa. Pero al cruzar la puerta, el ambiente se tornó sombrío. Las sombras parecían cobrar vida mientras los tatuajes en su piel comenzaban a vibrar con una energía oscura. El extraño la observaba con interés, como si ya conociera el secreto oculto detrás de cada trazo.
Cuando finalmente se quedaron solos, Lía sintió una presión inusitada en el aire.
—¿Sabes lo que significan mis tatuajes? —preguntó con una voz suave pero inquietante.
Él asintió lentamente, intrigado.
—Cada uno es un pacto —continuó ella—. Un sacrificio por el poder que poseo.
En ese instante, las luces comenzaron a parpadear violentamente y el ambiente se volvió gélido. El extraño retrocedió, pero era demasiado tarde.
De repente, un grito desgarrador resonó en la casa. No era de Lía ni del extraño; era algo mucho más oscuro y antiguo que había estado atrapado dentro de ella durante años. La criatura que habitaba en su interior se liberó con furia desmedida.
Los ojos del extraño se agrandaron al ver cómo la piel de Lía se convertía en un lienzo sangriento mientras los tatuajes cobraban vida propia, retorciéndose y formando figuras grotescas que danzaban alrededor de ellos. Un horror indescriptible llenó la habitación mientras él comprendía que había caído en una trampa mortal.
—No hay salida —susurró Lía con malicia.
La criatura tomó forma detrás de ella, emergiendo como un monstruo de pesadilla; su piel estaba marcada con los mismos tatuajes que adornaban a Lía.
En un último intento por escapar, él corrió hacia la puerta solo para descubrir que estaba sellada por un poder oscuro e implacable. La risa de Lía resonó mientras los gritos del extraño se ahogaban en el aire helado.
Nadie volvería a verlo; se convertiría en otro tatuaje más en la piel de Lía.
Desde aquella noche fatídica, quienes miraban a Lía no solo veían belleza; veían los ecos de almas perdidas atrapadas en sus tatuajes, recordatorios escalofriantes del precio pagado por el poder y la seducción.
Autor: El Rincón Paranormal.
2 notes
·
View notes
Text
Un final feliz
Fantastic Four (1998) #511
Guionista: Mark Waid Dibujante: Mike Wieringo
— Ben Grimm: ¿Otra puerta? Si vendiera semillas, ya sería rico. — Johnny Storm: ¿Qué? — Ben Grimm: Estos críos… — Susan Storm: Aquí es, ¿verdad? ¿Solo yo estoy algo nerviosa? Porque Dios está al otro lado, ¿no? ¿Llamamos o…? — Reed Richards: Entramos sin más. Nos han invitado, ¿no? ¿Listos?
— Jack Kirby: ¿Y bien? ¿Vais a entrar o qué? — Johnny Storm: ¿Alguno se lo esperaba? — Reed Richards, Susan Storm, Ben Grimm: No.
— Johnny Storm: ¿Y dónde están los elfos? — Ben Grimm: Ese es santa, mamón. Debimos avisar para que redecorara. No sé lo que me esperaba, pero no siento reverencia y majestad. ¿Seguro que es aquí? — Susan Storm: Callad los dos. Mostrad respeto debido a… a… Reed, ¿por qué soy más alta que el todopoderoso? — Jack Kirby: Lo que ves es lo que soy para ti. Tranquila, es un cumplido, no un insulto. Es lo que hacen mis creaciones. Encuentran la humanidad en Dios. — Reed Richards: Increíble. — Susan Storm: Por decir algo. — Jack Kirby: Disculpad un momento. — Johnny Storm: ¿Dios tiene teléfono? ¿Cuál es el número? ¿"1"? — Jack Kirby: Ajá… ajá… y llegan a la ciudad prohibida… La jungla humana, sí. De pronto, Black Panther surge de entre los árboles. Muy bien, que sea Silver Surfer, sí, sí. ¡Escríbelo y me pondré a trabajar! — Susan Storm: ¿Quién… quién llamaba? — Jack Kirby: Mi colaborador. No digo más.
— Johnny Storm: ¿Su colab…? Pero, ¿estos dibujos son suyos? — Jack Kirby: Mi contribución al gran bordado. Ideas. Nociones. Pasiones. Todos formamos parte del proceso. Piensen en su mundo. El principio es la palabra y la imagen. Lo ordinario y lo cósmico. Ese es el escenario. La obra es vuestra vida. Vuestras aventuras son nuestras exploraciones. Mi ventana al mañana. ¿Es muy distinto el mundo que viene? ¿Qué es? ¿Adónde va? ¿Cómo evolucionará? El misterio me intriga.
— Reed Richards: Disculpe. Me… me cuesta creer que la fuente de toda realidad sea un palillo amarillo. — Jack Kirby: Los mayores inventos de la historia se fabricaron con las herramientas más simples. Eres listo y lo sabes bien. Además, lo bonito del lápiz es esto. La goma de borrar. — Johnny Storm: Ahí va. Es demasiado bonito. ¿Nos imagina usted o lo imaginamos nosotros? — Jack Kirby: No sois títeres de nadie. Si te refieres a eso. Nadie puede vivir por vosotros, nadie puede morir por vosotros. Somos nuestros propios narradores. Y quedan muchas historias en vosotros. — Ben Grimm: ¿Qu…? Qué rayos. ¿Tengo que ir a casa así? Qué mal. — Jack Kirby: Ibas a despertar en el tanque de Reed. Solo he condensado un poco la subtrama. Y sobre devolveros a casa, ¿qué tal si me encargo yo? ¿El cacharro que os trajo aquí? No funcionará una segunda vez. Creedme. Pero estaba bien pensado. Admiro su imaginación. Como siempre. No puedes evitar preguntarte por qué. Esa era la prueba. — Reed Richards: Lo he entendido. Gracias.
— Johnny Storm: Espere. ¿Tiene tienda de regalos? — Susan Storm: ¡Johnny! — Jack Kirby: ¿Un recuerdo para los niños? Un momento. Ahora hago algo. Hala. Os lo habéis ganado. Que disfrutéis. — Johnny Storm: En casa. ¿Quién quiere pizza? — Ben Grimm: Hay que saborear el momento. — Johnny Storm: Es broma. Estoy tan pasado como tú. Y encima, regalo de despedida. ¿Qué nos ha dado? ¿Eh? ¿Eh? — Reed Richards: Un final feliz.
#comics#comic books#comic book panels#marvel comics#superheroes#fantastic four#4 fantásticos#jack kirby#mark waid#mike wieringo
10 notes
·
View notes
Text
Daniela Fainus desnuda Revista H
Daniela Fainus desnuda Revista H Marzo 2017
Otro mes se acerca, y que creeen?… ya tenemos la portada de la revista h marzo 2017, una singular mujer defeña que vive en la cd de México. Así es, ella se llama Daniela Fainus desnuda que cuenta con una espectacular belleza y es quien es portada de la revist h marzo 2017, atrevida e impactante.
Conozcamos un poco de Daniela Fainus desnuda en h que posa desnuda en la revista h marzo 2017, durante su vida, radico un tiempi en la ciudad e Montreal, Canadá, allí se preparo profesionalmente en el área de Marketing, desde hace poco regreso a su país para trabajar en la conducción de varios programas locales ademas de ser imagen de muchas comerciales, lo que le ha servido para ser una de las chicas mas deseadas del medio, programas como Aquí te Levantas y Latin Sngs, demuestran lo bella y talentosa que es.
Su escultural figura ha sido esfuerzo del fitness (CHICHA FITNESS), llevar una vida saludable, lo que la ace uba mujer deceable para cualquier revista y esta vez la revista h mes de marzo tienes ese privilegio.
Les dejamos una galería de las fotos que fueron sacadas de su instagram si quieres saber mas de ella síguela: INSTAGRAM DE Daniela Fainus
Nota: Su equipo mexicano es el Cruz Azul.
Para ver todas las fotos de Daniela Fainus desnuda en Revista H Marzo 2017 sigue este enlace: Dany Fainus H Descargar PDF aca
Fotos de Daniela Fainus desinhibida y atlética es como lo presenta en la revista h. Ya estamos instalados en Marzo el mes de la primavera que nos refrenda calidez y frescura. Por tal motivo decidimos invitar a una chica que inspira toda la actitud deportiva. Ella es Dany Fainus. Una mujer escultórica que ha forjado su carrera en base al esfuerzo, dedicación y mucho empeño. Apasionada de la vida la chica Fainus ha sorprendido por su audacia atlética; como amante del fitness ha sabido potenciar sus cualidades para conquistar su sueños.
Estudio en Canadá la carrera de mercadotécnica en moda, la cual marco también parte de su vida. En su regreso a México se desempeño como asistente de una renombrada diseñadora de imagen que vestía a importantes personalidades de la farándula y la política.
Después tuvo la oportunidad de participar en un concurso de moda en la televisión donde fue elegida; a partir de esa circunstancia comenzó su carrera de conductora y paralelamente desarrollo otra de sus pasiones, el ejercicio.
Posteriormente fue invitada para realizar un casting en ritmoson (RMS) donde actualmente tiene un programa intitulado “Aquí te levantas” al tiempo en que se le abrio la oportunidad para participar en TDN Deportes en su programa Ponte Fit
La revista h Marzo 2017 informa que Daniela Fainus es una chica muy positiva, me rio casi el 80% de mi dia, soy muy coqueta y nunca tomo las cosas ni la vida en general muy en serio. Soy de carácter fuerte pero también me doy a querer entregada y apasionada me definen, sin duda.
Vía: Revista H para Hombres México.
#daniela fainus#revista h para hombres#lencería#ropa ligera#revistah#hparahombres#mexican#cute latina
39 notes
·
View notes
Text
Orgullo, Pasión, y Gloria: Tres Noches en la Ciudad de México - 2009
Between Death Magnetic and Hardwired, Metallica released 5 live albums. This one and the Big Four concerts are the best, so I’ll focus on this one.
Mexico City is a favorite for these guys to play, and they always get great crowds there. The real draw here is getting to hear Robert Trujillo play Metallica’s greatest hits live. He fits perfectly with what Metallica is doing. He’s not trying to replace Jason or Cliff, and he just naturally fits the sound of the band.
The standouts are getting to hear Rob perform “For Whom the Bell Tolls” in front of a packed audience, and a full performance of “…And Justice for All” as the penultimate finale.
#Orgullo Pasion y Gloria: Tres Noches en la Ciudad de Mexico#Live Music#Music#Metallica#Discography Review#Mexico City#James Hetfield#Robert Trujillo#Kirk Hammett#Lars Ulrich
0 notes
Text
Asombro
Enséñame – dices, desde tus veintiún años ávidos, creyendo, todavía, que se puede enseñar alguna cosa y yo, que pasé de los sesenta te miro con amor es decir, con lejanía (todo amor es amor a las diferencias al espacio vacío entre dos cuerpos al espacio vacío entre dos mentes al horrible presentimiento de no morir de a dos) te enseño, mansamente, alguna cita de Goethe («detente, instante, eres tan bello») o de Kafka (una vez hubo, hubo una vez una sirena que no cantó) mientras la noche lentamente se desliza hacia el alba a través de este gran ventanal que amas tanto porque sus luces nocturnas ocultan la ciudad verdadera y en realidad podríamos estar en cualquier parte estas luces podrían ser las de New York, avenida Broadway, las de Berlín, Konstanzerstrasse, las de Buenos Aires, calle Corrientes y te oculto la única cosa que verdaderamente sé: sólo es poeta aquel que siente que la vida no es natural que es asombro descubrimiento revelación que no es normal estar vivo no es natural tener veintiún años ni tampoco más de sesenta no es normal haber caminado a las tres de la mañana por el puente viejo de Córdoba, España, bajo la luz amarilla de las farolas, no es natural el perfume de los naranjos en las plazas -tres de la mañana- ni en Oliva ni en Sevilla lo natural es el asombro lo natural es la sorpresa lo natural es vivir como recién llegada al mundo a los callejones de Córdoba y sus arcos a las plazas de París a la humedad de Barcelona al museo de muñecas en el viejo vagón estacionado en las vías muertas de Berlín. Lo natural es morirse sin haber paseado de la mano por los portales de una ciudad desconocida ni haber sentido el perfume de los blancos jazmines en flor a las tres de la mañana, meridiano de Greenwich lo natural es que quien haya paseado de la mano por los portales de una ciudad desconocida no lo escriba lo hunda en el ataúd del olvido La vida brota por todas partes consaguínea ebria bacante exagerada en noches de pasiones turbias pero había una fuente que cloqueaba lánguidamente y era difícil no sentir que la vida puede ser bella a veces como una pausa como una tregua que la muerte le concede al goce.
CRISTINA PERI ROSSI
9 notes
·
View notes
Text
LLUVIA parte I
Cada vez que te miro, sé que tu mirada y la mía comparten sendero. Cada vez que te abrazo, siento que te contienes, eso me hace pensar que también sientes que lo hago. Sé que mientras hablamos de la lluvia que cae sobre nosotros, ambos pensamos en salir corriendo para bailar sin parar bajo el agua.
Por un tiempo he debatido si confesar mis sentimientos hacia ti, pero dudar sobre lo que tú sientes me detiene a mi de quererte. No es que no estoy seguro, es que no creo que deba decirlo. Me ha resultado imposible saber como actuar con certeza cuando te veo, pues entre mi nerviosismo y los problemas que podría desencadenar mi ridículo amor, no quiero arruinar nuestra amistad. Me he convencido de que si intento olvidarme de ti, me será más fácil deshacerme de estos sentimientos.
Pero cariño, es una tarea ardua de cumplir. Te veo y sólo quiero cuidar de ti, escucharte, apoyarte y abrazarte en cada momento que lo necesites. Me has hecho ser un mejor hombre, verte en plenitud me motiva a buscar mi propia plenitud. Sé muy bien que no me necesitas, al igual que no te necesito, pero no me molesta la idea de compartir todo aquello que vivimos por separado.
No puedo quitar mis manos de mis bolsillos, en el derecho guardo una carta que se expresa mejor de lo que yo alguna vez podré. Si no estuviera custodiando ese papel, seguro que buscaría cualquier excusa para tomar tu mano.
Quiero guardar este momento en mi memoria, pues si algo adoro más que verte feliz hablando de tus pasiones, es ver la alegría en tus ojos y escucharla salir de tu boca. Pero no quiero interrumpirte, y la razón principal es que no sé cómo decirte que buscaré la vida que tanto he deseado en otra ciudad. Me imagino tus reacciones, cada una peor que la anterior. Llego a la conclusión de que no puedo decírtelo, no así. Entonces espero que cuando lleguemos a la parada del autobus, encontraré el momento adecuado para soltarlo.
—Diana, tengo algo que decirte.
Y en tu infinita belleza, te acercas a mi, viéndome como si hubieras encontrado un tesoro. Tu semblante cambia al escucharme, finges una sonrisa y me felicitas porque sabes lo mucho que necesitaba cambiar de rumbo y perseguir mis sueños.
—Prométeme que no vas a cambiar, tonto.
Sin explicación aparente, el siguiente autobús tardó demasiado tiempo en pasar, por lo que lo tomé como una señal, decido ponerme de frente y acercarme. Un bello silencio acompañado de un abrazo que lo decía todo. Sin darme cuenta ya estábamos viéndonos frente a frente. Levantabas tu mano hacia mi frente, señalas con tu dedo mis cejas, ojos, nariz hasta llegar a mi boca. Concentrando tu mirada en esta última, mientras yo tomaba tu mejilla con delicadeza y me perdía en tus ojos. Salí de mi trance al escuchar un claxon. El mejor escenario se convirtió en el peor, pues tuve que dejarte ir sin confesarte nada, sin decir adiós, sin saber que sería la última vez que te vería.
#historia corta#un escritor dice#cosas que escribo#escritos#escrituras#pensamientos de un escritor#historia#textos#historia de amor#desamor#sueños#inspiración#escritores en tumblr#letras#escribir#pensamientos#relatos#cuentos#microcuento#historias
1 note
·
View note
Text
17 de marzo de 2024 a las 01:35 a.m.
“Destiny does as destiny does”. Esa fue tu cortante respuesta ante todas mis cartas de nostalgia y amor —respuesta que, aún en este tiempo, parte de mis sueños no asimila que fue escrita por ti: aquel místico y cálido ser del que surgía todo el amor.
Lo confieso: tengo la horrenda costumbre de idealizar a aquellos que viven en el pasado; y tengo miedo de jamás volver a encontrar a alguien que me haga sentir como tú. Que no me ame como tú. Que no sea tan alto como tú. Que su voz no sea tan profunda como la tuya, o que no experimente al mundo de la misma forma en que tú y yo, por fortuna, lo hacíamos. Y… he estado cayendo en cuenta de que, en muy pocas ocasiones, realmente me he sentido conectado con aquellos hombres que alguna vez me han pretendido. O que, siquiera, se han atrevido a llamarme «amor mío». Cuando pienso en ello, sólo puedo imaginar esto: el arte de llenar este vacío con cualquier presencia humana…
…Y luego de pensarlo mucho, y de haber sufrido como nunca, y haberte soñado tanto, y escrito un millón de cartas, y observado más de 40 atardeceres seguidos, e inundar toda la ciudad de Panamá —desde la ventana del apartamento 312 del hotel Ojos Del Río— con estos ojos míos que, en mucho tiempo, quizá no dirán nada: te dejaré ir, mi Mart. Y es cierto: cada vez es más notorio el hecho de que esos, que conversaban todas las noches sobre sueños y viajes, ya no existen. Este amor trasatlántico se pierde al subir la marea;y tú ya no eres ese ser de quién yo me enamoré. Él aún sigue queriéndome en alguna parte del universo. Y yo ya no soy ese chico de quién te enamoraste (si es que alguna vez lo hiciste a la misma profundidad que yo).
…Y lo he entendido cada vez que pienso en lo mucho que recuerdo los iris de tus ojos: este amor ha continuado vivo, y siendo uno en este mundo, porque esta alma mía ha soñando con él cada noche. Así, sé también que aún existe alguna canción, en alguna parte, que ha protegido a este nostálgico sueño del paso del tiempo, y la muerte. Pero, como sabrás, sólo muere el amor que ha dejado de soñarse…
…Pero vivir con este sueño es no vivir como un ser humano. Otorgarle a estos latidos el sonido de tu voz es fundirse con alguna esquirla del pasado que aún vive en mi alma. Entonces decido darle suicidio espiritual a todas esas quimeras de amor por ti. Al amanecer, abriré una fisura en mi pecho, y dejaré que este amor se escape y pierda con el tiempo que jamás regresa. Que se transforme en alguna otra cosa, y desapareza en los confines de los años, y su esencia se vuelva mustia con la nostalgia de todos esos amores que nunca pudieron haber sido…
…Y te deseo lo mejor del mundo, Mart. Ojalá este persona especial te dé aquel amor que tanto mereces y buscas. Ojalá cumplas todos esos deseos que alguna vez confiaste en mí. sin embargo, sería muy poco pasional de mi parte desearte lo mejor del mundo. Es por eso que te maldigo, amor mío. Te maldigo para que me encuentres en todos los lugares del mundo: en la luna menguante, en la canela recién molida; en todos los tonos de verde y en cada tipo de nube que llueva sobre las mediaciones de Hardenberg. Te maldigo para que pienses en mí cada que conozcas a alguien cuyo nombre rime con el mío, y en cada palabra que exista, tanto en neerlandés como en español, y utilices en tu día a día. Te maldigo para que me recuerdes cada vez que suene el coro de ‘Kyoto’, y para que me veas, Incluso, en las conversaciones sobre el universo —y que tu único consuelo sea el pasado que jamas podrás tocar.
Te maldigo para siempre, amor mío.
5 notes
·
View notes
Text
Tuve un sueño, que no era del todo un sueño.
El brillante sol se apagaba, y los astros
vagaban diluyéndose en el espacio eterno,
sin rayos, sin senderos, y la helada tierra
oscilaba ciega y oscureciéndose en el aire sin luna;
la mañana llegó, y se fue, y llegó, y no trajo
consigo el día,
Y los hombres olvidaron sus pasiones ante el terror
de esta desolación; y todos los corazones
se helaron en una plegaria egoísta por luz;
y vivieron junto a hogueras —y los tronos,
los palacios de los reyes coronados— las chozas,
los hogares de todas las cosas que habitaban,
fueron quemadas en las fogatas; las ciudades se consumieron,
Y los hombres se reunieron en torno
a sus ardientes refugios
para verse nuevamente las caras unos a otros;
Felices eran aquellos que vivían dentro del ojo
de los volcanes, y su antorcha montañosa:
Una temerosa esperanza era todo lo que el mundo contenía;
Se encendió fuego a los bosques – pero hora tras hora
Fueron cayendo y apagándose —y los crujientes troncos
se extinguieron con un estrépito—
y todo fue negro.
Las frentes de los hombres, a la luz sin esperanza,
tenían un aspecto no terreno, cuando de pronto
los haces caían sobre ellos; algunos se tendían
y escondían sus ojos y lloraban; otros descansaban
sus barbillas en sus manos apretadas, y sonreían;
y otros iban rápido de aquí para allá, y alimentaban
sus pilas funerarias con combustible,
y miraban hacia arriba
con loca inquietud al sordo cielo,
El sudario de un mundo pasado; y entonces otra vez
con maldiciones se arrojaban sobre el polvo,
y rechinaban sus dientes y aullaban; las aves silvestres chillaban,
y, aterrorizadas, revoloteaban sobre el suelo,
y agitaban sus inútiles alas; los brutos más salvajes
venían dóciles y trémulos; y las víboras se arrastraron
y se enroscaron entre la multitud,
siseando, pero sin picar —y fueron muertas para ser alimento:
y la Guerra, que por un momento se había ido,
se sació otra vez—; una comida se compraba
con sangre, y cada uno se hartó, resentido y solo
atiborrándose en la penumbra: no quedaba amor;
toda la tierra era un solo pensamiento
y ese era la muerte,
Inmediata y sin gloria; y el dolor agudo
del hambre se instaló en todas las entrañas —hombres
morían—, y sus huesos no tenían tumba,
y tampoco su carne;
el magro por el magro fue devorado,
y aún los perros asaltaron a sus amos,
todos salvo uno,
Y aquel fue fiel a un cadáver, y mantuvo
a raya a las aves y las bestias y los débiles hombres,
hasta que el hambre se apoderó de ellos, o los muertos que caían
tentaron sus delgadas quijadas; él no se
buscó comida,
Sino que con un gemido piadoso y perpetuo
y un corto grito desolado, lamiendo la mano
que no respondió con una caricia —murió.
De a poco la multitud fue muriendo de hambre;
pero dos
de una ciudad enorme sobrevivieron,
y eran enemigos; se encontraron junto
a las agonizantes brasas de un altar
donde se había apilado una masa de cosas santas
para un fin impío; hurgaron,
y temblando revolvieron con sus manos delgadas y esqueléticas
en las débiles cenizas, y sus débiles alientos
soplaron por un poco de vida, e hicieron una llama
que era una burla; entonces levantaron
sus ojos al verla palidecer, y observaron
el aspecto del otro —miraron, y gritaron, y murieron—
De su propio espanto mutuo murieron,
sin saber quién era aquel sobre cuya frente
la hambruna había escrito Enemigo.
El mundo estaba vacío,
lo populoso y lo poderoso —era una masa,
sin estaciones, sin hierba, sin árboles, sin hombres, sin vida –
una masa de muerte— un caos de dura arcilla.
Los ríos, lagos, y océanos estaban quietos,
y nada se movía en sus silenciosos abismos;
las naves sin marinos yacían pudriéndose en el mar,
y sus mástiles bajaban poco a poco; cuando caían
dormían en el abismo sin un vaivén –
Las olas estaban muertas; las mareas estaban en sus tumbas,
Antes ya había expirado su señora la luna;
Los vientos se marchitaron en el aire estancado,
Y las nubes perecieron; la Oscuridad no necesitaba De su ayuda. Ella era el universo.
4 notes
·
View notes