#carga emocional
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"Me dio pena verla, pues su alma clamaba por clemencia, arrastrada por una carga ajena, transitando hacia una inocencia ya quebrada."
#frases#emociones#sentimientos#pensamientos#vida#dolor en el alma#escritos#clemencia#poesia#quotes#poetry#alma#ser#lucha#carga emocional#fragmentos#citas#en tu orbita
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Cuando bajé el peso nesesario que me permitió sentir el peso interno, desbordado en un piso pélvico inestable, por el desgaste de haber llevado una vida desraizada; fue en ese momento cuando pude concientizar el peso vital, guiándolo a su lugar, dando paso afuera la carga emocional desestabilizadora.
#descoordinada#escritos#la vida#pensamientos#interior#escritores sin identidad#experiencia#sentimientos#emociones#carga emocional#voluntad#epifanía#descubrimiento#equilibrio espiritual#crecimiento interior#crecimiento personal#transformación personal#viaje interior#confianza#humildad#compasión#autocompasión#autoestima#paz interior#conciencia#aprendizaje#inspiración#05/05/2024#13:40#amor propio
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Síndrome del Cuidador Quemado: Qué es, síntomas y cómo afrontarlo
¿Cuidar de un ser querido te está agotando? El síndrome del cuidador quemado puede afectar tu salud física y mental. Descubre sus síntomas, causas y cómo afrontarlo con estrategias prácticas. 💡✨ #Cuidadores #Autocuidado #SindromeCuidadorQuemado #PsicoConfident
Nota para el lector: este artículo viene motivado por la trágica noticia del marido que ha “dejado morir ” a su mujer, alegando precisamente este síndrome. Podéis ver la noticia aquí o en este otro periódico. Nuestro único fin es, como siempre, ofrecer formación al lector interesado. El agotamiento invisible del cuidador Cuidar de un ser querido con una enfermedad crónica, una discapacidad o en…
#Apoyo Psicológico#Autocuidado#Bienestar Emocional#Carga Emocional#Cuidadores#Estrés#salud mental#Síndrome del Cuidador Quemado
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Virgínia, psicóloga: "La falta de apoyo emocional del Vigilante contribuye al aislamiento social e incluso al suicidio"
(Por SoySeguridadPrivada) – En el trabajo diario en Seguridad Privada, la atención siempre recae en las medidas físicas y operativas necesarias para proteger a personas e instalaciones. Sin embargo, no se habla de un aspecto crucial: la salud mental de los trabajadores que, día a día, enfrentan exigencias laborales extremas, contextos tensos y, en muchos casos, una falta de apoyo emocional y…
#agresiones#amenazas#ansiedad#carga emocional#clima laboral tóxico#depresion#desgaste emocional#entrevista#exposición a conflictos#factores de riesgo#imsomnio#irritabilidad#jornadas interminables#Pablo Percebe#psicóloga#riesgos psicosociales#Seguridad Privada#Vigilantes de Seguridad
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🥀 Aveces la persona más odiada y más rechazada es la persona que ha sufrido mucho 🥀.
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Sentirse como una carga para todos los que te rodean es uno de los peores pensamientos.
#sentirse#como#una#carga#es una#de las#peores#sensaciones#pensamientos#sentimientos#cosas que escribo#follow me#cosas que pasan#cosas que pienso#follow#tristeza#emociones#follow my tumblr#follow my blog
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Cuando no puedes enojarte porque entiendes las razones de todos, se siente como una bendición y una maldición.
Ves el dolor detrás de sus acciones, los miedos que los impulsan, y las batallas que esconden.
Pero al mismo tiempo, te quedas cargando con el peso de emociones que no puedes expresar.
#love#popular#solo tu#parati#desamor#tuyo#amor#tiempo#atención#desilusión#enojo#bendicion#maldición#dolor#acciones#miedo#batallas#esconder#peso#carga#emociones#sentimientos#expresar#callar
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Estuve escribiendo algo re largo y bonito y solo... solo no se publicó, ni quedó guardado en ninguna parte. Práctico más el arte de la paciencia acá, que cuando pierdo un documento en word o algún archivo en el que trabaje durante horas y no guardé 🫠.
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te voy a ser honesta. no voy a esperar para inventarme un alter ego ficcionalizable hasta que tenga 43 años con tanta perra cosa que me pasa en la vida.
#y con mis niveles aún adolescentes de carga y dramatizmo emocional? aún menos. chinga su madre si sale feo.#infrarrealista#<- sólo por qur la referencia le será obvia l#al lector astuto.#y/o (aeae) a aquél que me stalkeé en el futuro.#esta va para ustedes.
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En ocasiones necesitas que llueva un poco sobre ti para que se limpie tanta carga emocional negativa, tantos pensamientos absurdos, liberar viejas rencillas, que fluya lo que en algún momento odiaste, los que te dejo malas experiencias, a personas que solo llegaron a hacer daño o hablar mal de ti.
Deja que llueva alrededor tuyo, incluso, que tus ojos puedan hacer lo mismo para sanar, estar en paz, tranquila, en calma. Bien dicen que después de la tormenta sale el sol.
Leregi Renga
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Arroz con Atún
18 de agosto son las 0:53 minutos, a eso de las 20:30 hrs mis hijos se quedaron dormidos. Creo que pasé todo el día después del desdén de mi hija agotada y sin ánimos de asear, ordenar y cocinar. Es usual en mí sentir pesar y un profundo cansancio luego de algo que marca negativamente mi día, así que desde las 10:30 am hasta las 20:30 no hice más que cocinar para mis hijos una rica sopa de pollo con carne de vacuno (se viene receta en algún otro día de ese sencillo menjunje) un pollo al sartén con fideos y una lechuga escarola al limón. Mis hijos disfrutaron el almuerzo mientras yo me las daba de vagabunda en casa sin hacer camas ni lavar loza. El mundo estaba patas arriba mientras leía algunas noticias de Hawaii y las historias conspirativas del momento. Luego de almorzar uno de los pequeños se dispuso a pedir pancito con miel y mi otro chancletito pequeño jugaba con dinosaurios y algún que otro invento. Les hice cosquillas, y mientras hacía la cama veía a ratos un dorama. Me enojé con ellos porque ya estaba barriendo y había juntado un montón de tierra y el más pequeño tiró las almohadas al piso u.u, les juro que fueron más de 5 veces que pedí cuidar las almohadas ya que ahí reposan sus caritas, sin embargo, ahí estaban tiradas en el suelo. Los tomé, los llevé a su habitación y les ordené que organizaran sus juguetes. En eso lloré un rato, por la simple razón de no encontrar paciencia en mi mente, en mi ser ¿Cómo me puedo enojar tanto? Son sus huellitas y me altero por sus juegos, pero mi hija es alérgica y debo cuidar su rostro entonces ¡sí! me da coraje, pero ella tan solo tiene 6 añitos por más que le explique solo quiere pasarlo bien. A eso de las 20:30 se quedan dormidos, lavé la loza, sequé, ordené la ropa, living, comedor, organicé los utensilios de la cocina, cociné (despertó mi hija con hambre a las 00:30 y quería comer arroz con atún) mientras se cocinaba el arroz, limpié el baño, barrí y le serví comida a mi hijita, y siendo las 1:14 de la madrugada quería escribir mi termino de día. Aún me falta por ordenar y lavar alguna que otra loza pero ya falta poco para irme a la cama cansada por que si no me voy agotada no duermo... Me gusta sentir que tengo tiempo para mí cuando duerme mi manada.
Gracias por leer
#cansancio emocional#cansancio mental#crianza respetuosa#padres e hijos#crianza#mamá#aseo#carga mental
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El dolor es más fuerte cuando es infringido por quienes se hacen llamar tu familia. Sus palabras son más duras, son como espinas que se clavan en tu alma, son como una carga que llevas en tu espalda sin poder soltarla.
A veces, esos quiénes se hacen llamar tu familia, son peores que cualquier enemigo.
-Bebel
#familia#dolor#pensamientos#dolor emocional#frases#notas#escritos#soledad#cargas#pasado#espinas#nochetriste#recuerdos
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Não se esgote sendo empático
Eu sempre me perguntei o que há de errado comigo. Por que eu sinto tudo tão intensamente quando outros sequer se importam? A garota que chora quando outros choram, que fica deprimida com o que acontece com outros. Olhando para trás eu percebo que sempre quis ser compreendida, e por isso aprendi a compreender, a ler o ambiente, as emoções, as palavras não ditas, os sentimentos não demonstrados, e sempre vi isso como uma virtude, uma bela qualidade. Hoje eu percebo que essa bela qualidade, a empatia, por mais bonita que seja, têm causado sofrimento. A empatia têm me esgotado. A empatia têm me feito levar a carga emocional de todos e ninguém tem forças para carregar um fardo desses. Todos romantizam a empatia, o ato de se colocar no lugar do outro, mas poucos falam da necessidade de sair desse lugar após entender o que o outro sente. Você não é responsável por resolver os problemas dos outros. Devemos fazer nossa parte, sim, mas mais do que isso: Devemos reconhecer que nem tudo faz parte da "nossa parte". Não tome para si as dores dos outros, mostre empatia, se coloque no lugar do outro, e então deixe ir esses sentimentos e fardos que não são seus. Lembre-se que carregar os próprios fardos já exige muito de cada um de nós, portanto, mostre empatia mas não se esgote sendo empático.
#autoria#elisa lua#elisalua#myquotes#empatia#reflexão#projetomardeescritos#lardepoetas#projetolardepoetas#espalhepoesias#pequenosautores#pequenosescritores#projetoconhecencia#conhecencia#novospoetas#projetosautorais#naflordapele#projetonaflordapele#carteldapoesia#favs
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En este momento de mi vida lo único que anhelo es sentirme en paz.
Me es necesario hacer a un lado las culpas con las que he cargado desde mis años más tiernos, esas que se han ido acumulando por las malas decisiones que he tomado. Ya no quiero… ya no quiero sostener más esa carga, pero me es difícil olvidar, me es difícil aceptar… pues cada decisión labró mi presente y hay momentos en los que odio tanto mi presente como a mí misma.
Soy mi peor enemiga, tal vez… la que más se ha exigido, la que más se ha saboteado, la que más se ha hecho tropezar con sus propios pensamientos, con sus densas emociones y con su pasado…
Jamás creí convertirme en una mujer tan triste, como la que hoy soy.
—Paloma.
#un escritor dice#escritores en tumblr#cosas que escribo#cosas que siento#writers on tumblr#sentimientos#emociones
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Sola




La canción "Sola" de Saramalacara trata sobre la sensación de soledad y el deseo de encontrar independencia emocional en medio de relaciones complicadas o circunstancias personales difíciles. A lo largo de la canción, Saramalacara expresa emociones de vacío, desilusión y la lucha interna por mantener la fortaleza mientras lidia con sus propias inseguridades y con el comportamiento de otros.
Aunque no de manera explícita, la canción puede resonar con quienes atraviesan situaciones de angustia emocional. Como otras canciones de Saramalacara, "Sola" puede tener una carga emocional que vincula el dolor interno con la expresión externa de ese sufrimiento, como a través de la melancolía o la autodestrucción emocional (un tema que aparece en varias de sus canciones).
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family line | ln4
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pov: lando volta mais cedo pra casa e dessa vez pra ficar.
- avisos: narrado em primeira pessoa, personagens crianças (fictício, óbvio), lando mais velho, alta carga emocional.
- wc: 3.633.
- n/a: pra essa história, vamos fingir que o Lando é mais velho, perto de uns 40 anos e ganhou três títulos pela McLaren. se é pra ser delulu, vamos ser com classe. (não me responsabilizo por lágrimas, i'm sorryyyy)
Imagens tiradas do Pinterest, todo direito reservado ao seus autores. História ficcional apenas para diversão, não representa a realidade e os personagens utilizados possuem suas próprias vidas e relacionamentos, seja respeitoso. 😊
Dizem por aí que, quando nasce uma criança, nasce também uma mãe.
Mas às vezes eu duvidava um pouco disso. Talvez eu nunca fosse aprender ser mãe, ainda mais mãe de dois.
Isso não tem a ver com meus filhos, mas sim comigo e com o quão incapaz me sinto às vezes, como se não fosse dar conta de ter uma carreira, uma casa em ordem e, ainda assim, ser um exemplo para eles.
Não me arrependo de ter engravidado; com certeza foi a melhor escolha da minha vida. Mas, porra, como era exaustivo dar conta de tudo. E era ainda pior quando eu sentia que não estava dando conta de nada.
A semana no escritório de advocacia tinha sido mais estressante do que nunca: uma correria interminável entre fóruns e tribunais, famílias chorando no meu escritório às oito da manhã, uma montanha de papelada para revisar... Eu só queria sumir.
Mas não podia. Havia dois serzinhos me esperando em casa.
Liam e Antonella, de oito e dois anos, respectivamente, eram como uma recarga emocional no fim do dia. Não importava quão exausta minha mente estivesse, buscá-los na escola depois de um dia estressante e ver os rostinhos sorridentes correndo em minha direção, como se eu fosse uma heroína, era recompensador.
Minha parte favorita do dia era observá-los pelo retrovisor no caminho para casa. Antonella estava naquela fase de falar sem parar e gostava de contar tudo sobre a escola. Liam, doce e paciente como o pai, ouvia atentamente, ensinava a pronúncia de palavras que às vezes saíam erradas e a questionava sobre os detalhes do dia, incentivando-a a falar mais. Meu coração se aquecia ao ver meus filhos construindo uma relação tão boa.
Eu me sentia sortuda por viver esses pequenos momentos enquanto eles cresciam. Mas meu coração também se apertava sempre que olhava para o banco do carona vazio e sentia a ausência dele.
Muita gente pensa que a vida é só flores quando se é casada com um piloto de Fórmula 1. E, na maioria das vezes, é mesmo. É incrível viajar pelo mundo, jantar em restaurantes caros, frequentar lugares luxuosos e saber que o futuro dos filhos está garantido. Mas há um lado difícil: o quanto ele perde por estar longe de nós.
Lando era um pai presente, disso eu não podia reclamar. Mesmo passando tanto tempo fora, ele sempre mandava mensagens, perguntava pelas crianças, fazia o possível para estar nas reuniões escolares, saber como Antonella estava progredindo na fala, como Liam ia no kart e, quando podia, comparecia às competições. Ele era um ótimo pai, as crianças o adoravam, e eu o amava. Mas era inevitável pensar que seria um pouco menos pesado se eu não precisasse dividi-lo com o mundo.
Apesar de seu esforço em ser presente, eu lamentava por ele não poder vivenciar os pequenos momentos do dia a dia, por não estar ao meu lado em algumas dificuldades. Jamais pediria para ele largar a Formula 1 — sei o quanto ele ama aquilo e confio que saberá o momento certo para parar. Mas, ainda assim, uma parte de mim gostaria de implorar para ele ficar com nós toda vez que ele sai para mais uma viagem, para parar de colecionar memórias pelo mundo e começar coleciona-las com nós.
O celular vibra no console do carro, e a tela brilha com uma notificação de Lando, o que me tira dos meus devaneios. Arqueio as sobrancelhas em surpresa. Ele deveria estar em um avião, chegaria de madrugada em casa. Abro a mensagem, e meu coração derrete ao ver a foto anexada.
Lando está agachado, com Antonella agarrada ao seu pescoço. Ela sorri tanto que os olhos quase se fecham. Liam tem a cabe��a encostada no ombro do pai, sorrindo igual a ele, com os olhos fechados. Lando exibe um grande sorriso , uma covinha marcando sua bochecha, que está colada à de Antonella, enquanto um braço envolve Liam. Ao fundo, aparece a escola dos dois.
A legenda, que leio com os olhos marejados, me faz rir: Antonella gritou “papai” tão alto quando me viu que as paredes do prédio tremeram, eu juro.
"Acho que precisamos ligar para o Dr. Xavier, amor. Temos uma garotinha com poder supersônico em casa."
Sem demoras, inicio uma chamada para Lando, que atende no segundo toque.
"Oi." Ele está sorrindo; consigo sentir o sorriso na sua voz.
"Que foto é essa, porra? Você está na cidade? Como assim?"
"Sem palavrões, amor. Estou no viva-voz." Ele ri, e ouço Liam gritar: "Um dólar pra caixinha da língua suja, mãe!" Dou risada. Espertinho. "Estou a caminho de casa. Busquei as crianças na escola."
"Achei que você chegaria de madrugada." Meu coração bate mais rápido com a expectativa de vê-lo ao chegar em casa. Isso não era muito comum.
"Decidi fazer uma surpresa para as minhas garotas... Ai!" Lando resmunga, e ouço Liam gritar um "ei" ao fundo. Lando se corrige. "Desculpa, cara, nossas garotas."
Sorrio ao imaginar a cena do meu pequeno garoto o repreendendo. Liam era tão ciumento quanto Lando. Na verdade, ele era a cópia do pai em tudo: personalidade, aparência e até o jeito de pilotar. Às vezes, era um pouco perturbador olhar para ele e perceber que estava cada vez mais idêntico a Lando. Tipo... como isso era possível?
"Amor?" Lando me chama e enxugo uma lágrima solitária que escorre pela minha bochecha.
"Oi, desculpa. Tá certo. Vejo vocês em casa então."
"Ok. Te amo. Deem tchau para a mamãe." Lando diz.
"Te amo, mamãe!" Os dois gritam, e eu respondo que os amo também antes de encerrar a ligação e pegar o desvio para casa.
Chegamos em casa juntos, e estaciono meu carro atrás do de Lando. Assim que a porta se abre, Antonella vem correndo até mim, sorrindo e gritando.
"Mamãe!" Os bracinhos esticados pedem colo. Me agacho para pegá-la, e suas perninhas se prendem à minha cintura. Ela enche minha bochecha de beijos, e eu dou risada.
"Oi, pequena. Como você está?"
"Morrendo de saudades de você." Ela responde e abraça meu pescoço com força, grudando a bochecha na minha. "O papai dirige mal! Prefiro quando você me busca."
"Como é que é, Antonella Norris? Que traição é essa?" Lando se aproxima, com as mochilas dos dois penduradas no ombro. Uma mão está nas costas de Liam, e a outra alcança a pequena no meu colo para fazer cócegas.
"Para, papai! Era blincadela." Antonella gargalha e se remexe no meu colo, tentando fugir da mão de Lando.
"Deixa minha garota em paz, Norris." Eu sorrio e me afasto dele, me abaixando para beijar Liam. "Oi, filho."
"Oi." Ele retribui o beijo. "Ela tem razão. Você dirige mesmo melhor que ele." Liam sussurra, e eu sorrio, bagunçando seu cabelo com a mão livre.
"O quê? Meus filhos contra mim? Estou desolado!" Lando coloca uma mão no peito, fingindo choque. "Leva sua irmã para dentro, Liam. Quero conversar uma coisinha com a sua mãe."
Liam confirma com a cabeça e pega as mochilas que Lando lhe entrega. Coloco nossa filha no chão, e ela sai correndo em direção à casa, com Liam gritando para esperá-lo. Sorrio com a cena e me viro para meu lindo marido, que está de braços cruzados, uma sobrancelha levantada, me encarando.
"O que você anda ensinando para essas crianças na minha ausência, hein?" Lando descruza os braços e me puxa para um abraço.
Solto um suspiro longo ao sentir seus braços me envolverem e retribuo, apertando sua cintura com força. O cheiro amadeirado e marcante dele me entorpece, e sinto meu coração se acalmar. A sensação de aperto no peito que sentia minutos atrás se dissipa, e eu relaxo sob seu toque. Finalmente em casa.
"Não ensinei nada. Sou mesmo melhor que você na direção." Minha voz sai abafada, e seu peito vibra com uma risada. Ele me afasta apenas para olhar nos meus olhos.
"Nem posso negar." Ele sorri e se inclina para me beijar.
É um beijo calmo, transbordando saudades. Ele me beija exatamente como sabe que gosto, e suspiros escapam da minha boca. Aperto sua cintura e o puxo para mais perto, só para ter certeza de que aquilo é real, de que ele está mesmo em casa.
As mãos de Lando vão para o meu rosto. Ele se afasta, deixando pequenos beijinhos nos meus lábios enquanto sorri.
“Faremos um terceiro se você não deixar essas mãos quietas.” Lando encosta a testa na minha e sussurra. Eu belisco sua cintura.
“Nem pensar, Norris.” Me afasto e pego minha bolsa dentro do carro. Quando volto a encará-lo, vejo sua testa franzida.
“Nem pensar?” Ele questiona, e sinto um frio na barriga.
Sei que Lando tem o sonho de ter pelo menos mais dois filhos (a maldita fixação com o número quatro) e por mim, tudo bem, eu teria quantos filhos ele quisesse. Mas não enquanto ele estiver longe, não enquanto for o homem da Fórmula 1.
Ainda não encontrei uma maneira de dizer isso a ele pois sei que pode influenciar na sua decisão sobre o futuro, e não quero isso. Não agora que ele está conquistando tantas coisas boas com a equipe. Apenas balanço a cabeça e o puxo pela mão.
“Não no sentido literal. Vamos entrar, Antonella já deve ter botado a casa abaixo.”
Desvio o assunto, e Lando me segue em silêncio. Meu coração dispara dentro do peito. Sei que preciso conversar com ele sobre isso, mas não hoje, não agora.
Lando me manda tomar um banho relaxante enquanto cuida das crianças, e eu aceito de bom grado. Meus ombros estão tensos, e meus pés quase gritam de alívio quando tiro os saltos. Tudo que preciso é de um banho bem quente para aliviar o estresse e poder fazer isso com calma, por saber que as crianças estão com ele, torna o momento ainda melhor.
Depois do banho, que admito ter demorado muito mais do que o necessário, visto uma roupa confortável e desço para a cozinha. As risadas de Antonella ecoam pela casa, e uma música baixa toca ao fundo. Quando Lando está em casa, é certo que haverá música tocando em todos os cômodos e a todo instante; ele tem playlists para qualquer ocasião.
Me encosto na porta e observo a cena na ilha da cozinha. Antonella e Liam estão sentados lado a lado: ela na cadeirinha e ele na banqueta, ambos de pijama, com os cabelos úmidos, denunciando que Lando já os ajudou com o banho. Há lápis de cor, folhas rabiscadas peças de LEGO espalhados pela bancada. Antonella está desenhando, enquanto Liam monta um dos seus infinitos carros de LEGO. Pela cor laranja, sei que é mais uma McLaren.
Lando está inclinado ao lado de Antonella, desenhando algo na folha enquanto ela ri e aponta.
"Aqui, papai, desenha aqui!" Ela pede.
Ele sorri e conversa com ela, paciente. Liam às vezes para o que está fazendo para olhar o desenho da irmã, mas logo volta a se concentrar nas peças à sua frente.
Ergo a mão até o pingente do colar que nunca tiro. Foi um presente de Lando quando Liam nasceu: um pingente simples, redondo e delicado, com uma pequena pedra de diamante. Quando me entregou o colar, ainda na maternidade, disse que era para eu sempre lembrar que nossa família era como aquela pedra: preciosa e única.
Meu coração está prestes a explodir de tanto amor que sinto por esses três. Passamos por tantas coisas ao longo dos anos, e as dúvidas sobre o futuro não saem da minha cabeça. Mas, assistindo a essa cena, tenho certeza de que não existe outro lugar no mundo onde eu preferiria estar.
"Ei." Lando finalmente me vê ao erguer a cabeça e sorri graciosamente.
Seco as lágrimas que nem percebi estarem escorrendo e me aproximo sob o olhar confuso dele.
"Tá chorando, mamãe?" Antonella ergue a cabeça para me olhar, e eu me abaixo para beijá-la.
"De felicidade. Você não está feliz pelo papai estar aqui?" Ela mexe as perninhas e a cabeça freneticamente, confirmando. "Então, é por isso." Olho para Lando e recebo um sorriso doce, mas seus olhos me observam com atenção, como se estivesse me analisando e sabendo que há algo errado.
"Mas daí eu sorrio, né, mamãe? Chorar é só quando tô tliste" Ela cruza os braços, me encarando com firmeza.
Lando ri ao seu lado e aperta suas bochechas. Liam solta uma gargalhada.
"Essa garota tá cada dia mais impossível." Liam balança a cabeça, bagunçando os cabelos da irmã. "Às vezes as pessoas choram de alegria também."
Antonella franze a testa e começa a perguntar por que isso acontece. Liam larga as peças do LEGO e se concentra em explicar para a irmã. Lando sorri e me abraça por tras, apoiando o queixo no meu ombro.
"Você sabe que te conheço a tempo suficiente pra saber que você não está chorando porque estou aqui, né?" Ele sussurra e eu viro a cabeça para encará-lo. Seus olhos verdes refletem preocupação.
"Você tá inventando coisas, Norris." Forço um sorriso e deixo um beijo rápido em seus lábios. "Tá tudo certo."
Lando me observa por alguns segundos e sorri, balançando a cabeça de leva, mas não parece convencido. Ele deixa um beijo na minha bochecha e se afasta, anunciando que vai preparar o jantar.
Durante o jantar, conversamos sobre a última corrida e o andamento das coisas na McLaren. Ele conta sobre o último país que visitou, enquanto Liam o enche de perguntas. Antonella continua desenhando, ignorando a comida no seu prato. A noite segue leve, cheia de risadas e amor.
Após o jantar, nos reunimos na sala para uma sessão cinema, mas antes mesmo da metade do filme, Antonella já está adormecida no colo de Lando, agarrada à sua camiseta, como se temesse que ele pudesse fugir. Não a julgo. Provavelmente dormirei do mesmo jeito mais tarde, agarrada ao seu corpo quente para garantir que ele está mesmo em casa.
Liam está com a cabeça deitada nas minhas pernas, lutando para manter os olhos abertos enquanto tenta assistir ao filme na TV. Com um olhar silencioso, Lando e eu concordamos que é hora de dormir. Ele leva Antonella para a cama, e eu acompanho Liam até o quarto.
"Mãe." ele me chama enquanto arrumo as cobertas. Me aproximo, acariciando seus cabelos que começam a enrolar, assim como os do pai. "Obrigado por cuidar de nós."
Meu coração aperta.
"Não precisa agradecer, é um prazer ser mãe de vocês." Deixo um beijo em sua testa, fechando os olhos com força para segurar as lágrimas. "Por que está dizendo isso?" Me afasto, tentando sorrir.
"Só senti que precisava dizer." Ele dá de ombros.
Não digo nada, apenas acaricio seus cabelos novamente, com o coração transbordando de orgulho. Liam é maduro demais para a idade que tem, e tão observador. Sinto muito orgulho do homem que estou criando.
Apago as luzes e vou para o meu quarto com Lando, onde me acomodo na cama a espera do meu marido, que entra alguns minutos depois. Ele sorri, tranca a porta e tira o moletom, ficando com uma camisa branca simples e uma calça de moletom cinza.
Eu o observo enquanto ele se aproxima da cama, e concluo que mesmo com a idade mais avançada, Lando continua lindo, exatamente como era quando o conheci anos atrás. Eu poderia passar horas só olhando para ele e o admirando.
"Desculpa a demora. Ela pediu pra eu ler uma história. Dormiu de novo em três páginas, mas pelo menos parecia feliz." Ele sorri, puxando as cobertas e se acomodando ao meu lado.
"É a menininha do papai mesmo." Sorrio, me aconchegando em seu peito.
Lando leva a mão aos meus cabelos, e fecho os olhos, saboreando aquele momento. Ficamos em silêncio por alguns minutos, apenas aproveitando a presença um do outro.
"Vai me contar o que está acontecendo?" Sua voz sai baixa e rouca, mas o suficiente para me fazer abrir os olhos e encarar um ponto na parede.
Sem resposta, ele se remexe para se afastar um pouco e me olhar nos olhos.
"Amor, por favor."
Respiro fundo e me afasto, me sentando virada para ele, o coração apertado. Sempre fomos muito sinceros um com o outro, e Lando merece saber o que me atormenta. Não é justo esconder dele — nem de mim mesma.
“Eu…” ajeito o cabelo atrás da orelha e encaro as mãos no colo. “É difícil ficar sem você em casa." começo, a voz ameaçando falhar. "Amo nossa vida, amo tudo que temos, nossos filhos e essa casa, mas às vezes é difícil. Não é pelo trabalho que dá cuidar disso tudo, nossa babá faz um trabalho incrível me ajudando, mas ainda assim não é você.” Sorrio fraco, sem coragem de erguer os olhos. “Tenho me questionado se estou sendo uma boa mãe, se vou conseguir fazer isso por mais tempo sozinha, mas eu não…” Um nó se forma na minha garganta, e ergo a cabeça para encarar o teto, tentando segurar as lágrimas. “Não quero influenciar você em nada, Lando.” Finalmente o encaro, sentindo uma corda apertar meu coração.
Lando está sério, muito sério, como nunca o vi antes. Ele me encara como se pudesse ver minha alma, e sinto os pelos do braço se arrepiarem.
Engolindo seco, continuo.
“Não quero te pedir para parar, não vou ser esse tipo de mulher, mas… Tá cada dia mais difícil sem você. É só isso.” Dou de ombros e pisco rápido, liberando algumas lágrimas.
Lando se senta calmamente, nossos joelhos se encostando. Ele estica a mão para o meu colar e segura o pingente entre os dedos.
“O que eu te falei quando te dei isso aqui?” Ele pergunta.
“Que era pra eu lembrar como nossa família era a coisa mais preciosa pra você.”
Ele concorda com a cabeça.
“Não era brincadeira. Eu não sou nada sem vocês.” Lando deixa a joia cair sobre meu peito novamente e segura minhas mãos. “Você poderia ter me falado isso antes, e juntos nós resolveríamos. Não posso imaginar como deve ser difícil ficar aqui e dar conta de tudo, mas você está fazendo um trabalho incrível. Temos filhos educados, inteligentes e lindos. Antonella está cada dia mais esperta, e ela te ama tanto que é lindo de ver.” Ele sorri, limpando uma de minhas lágrimas. “Liam é uma das crianças mais maduras que já conheci. Ele fala de vocês duas com tanto orgulho, amor… É sério, isso aquece meu coração, saber que posso viajar tranquilo por saber que tem uma mãe perfeita aqui cuidando deles.”
“Lan…” Sussurro e não consigo segurar o choro. Meu corpo treme com a primeira onda de lágrimas, e Lando me puxa para o seu colo, me aninhando num abraço.
Ele me deixa chorar por um instante antes de voltar a falar.
“Mas isso não é uma desculpa. Mesmo sabendo que eles têm você, que nós temos você, não quero mais perder nenhum minuto de nada.” Ele afaga meus cabelos e deixa um beijo no topo da minha cabeça. “Liam está se destacando cada vez mais no kart. Toda vez que volto pra casa, Antonella parece estar maior. Eu tô perdendo tudo isso. Não aguento mais receber atualizações no meu e-mail sobre a vida dos meus filhos… sobre você.” Ele aperta minhas mãos. “Eu quero estar aqui para levá-lo aos treinos, para ver Antonella descobrir uma nova palavra, para te ouvir no final do dia sobre um caso complicado e também as fofocas dos seus clientes. Nossa, me casei com uma advogada só pelas fofocas!” Lando ri, e eu o acompanho, me afastando para encará-lo, limpando as lágrimas.
“Eu gostaria que você pudesse acompanhar isso tudo também.”
“Eu sei. Pretendia te levar para jantar amanhã para contar, mas acho que agora é o momento certo. Vou sair da McLaren. Da Fórmula 1." Ele sorri e eu arqueio as sobrancelhas.
“O quê? Lando, isso é uma decisão muito séria, não quero que você se influencie só porque eu estou sentimental...”
"Não é isso." Ele me interrompe. "Já estava pensando nisso desde que a Antonella nasceu. Não gosto do termo ‘aposentadoria’, então vou chamar de... Um tempo sabático, digamos assim.” Ele sorri, e minhas sobrancelhas quase grudam no couro cabeludo. "Conversei com a equipe hoje antes de viajar. Vamos anunciar minha saída no fim da temporada.”
As lágrimas se transformam num sorriso, e eu pulo em cima dele, beijando cada pedaço de pele que consigo alcançar. Lando ri e me segura pela cintura.
“Isso é sério? Tipo, sério mesmo?” O encaro com os olhos brilhando.
“Sim.” Ele afaga meu rosto, os olhos dele observando todos detalhe do meu rosto, como se guardasse aquela imagem para sempre. “Tenho três troféus de campeão do mundo lá embaixo e outros incontáveis no escritório, mas nada se compara à minha família. Eu trocaria todas essas vitórias por vocês, que são a única coisa que realmente importa.”
E lá estão elas de novo: as lágrimas incontroláveis.
Beijo Lando com paixão, e ele retribui, as lágrimas salgando o beijo desesperado. Ele me deita na cama e se acomoda entre minhas pernas.
“Te amo sempre e pra sempre. Nunca mais esconda algo assim de mim, ok?” Confirmo com a cabeça, e ele se abaixa para me beijar lentamente. “Então, será que podemos falar sobre aquele terceiro filho?” Ele balança as sobrancelhas, e eu rio, puxando-o para outro beijo.
Não sei se serei uma boa mãe, se criarei meus filhos da forma certa, se vou errar e saber como corrigir. Não sei nada disso, porque nunca fui mãe antes. Mas, ouvindo aquelas palavras de Lando e sabendo que ele estará comigo em breve, sei que posso fazer isso uma, duas, três vezes ou quantas forem necessárias.
Aprenderei em todas, contanto que, no fim do dia, ele esteja lá para segurar minha mão, aprendendo a ser pai junto comigo.
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