#capítulo 1
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Reiji Sakamaki Chaos Lineage Capítulo 1
[Prólogo Scarlet]
Lugar: Mansión Scarlet, Habitación disponible
Reiji: ¿Yo?
Yui: Sí… por favor.
Reiji: Entendido, sin embargo, ten cuidado de no causarme problemas.
Yui: E-entendido…
Yui: (¿Qué hago…? Lo escogí porque se veía como alguien racional, pero de algo de miedo…)
Yui: (Sin embargo… por más decepcionada que me sienta, no puedo evitar sentir curiosidad por Reiji-san.)
Yui: (Es como si hubiera algo atrapado en mi pecho. Mas no sé qué es—)
Monólogo:
“Me dijeron que eligiera a un vigilante y escogí a Reiji-san.
El hermano mayor de un grupo de hermanos bastante peculiares, Reiji-san.
Desconozco qué tipo de persona es. Solo sé que aspira a convertirse en el rey supremo.
Y para alcanzar tal objetivo necesita a Eva. Sin embargo, el título de “rey supremo” no se me hace para nada familiar, así que solo podía negar con mi cabeza—“
Reiji: Muy bien, ahora que formas parte de esta casa tendrás que obedecerme.
Reiji: Usa tu poder de Eva legendaria para convertirme en el rey supremo.
Yui: Disculpe, por más que me mencione eso del rey supremo yo soy incapaz de recordar nada—
Reiji: No aceptaré objeciones.
Yui: …
Reiji: ¿Y tú respuesta?
Yui: …Entendido.
Yui: (Es alguien difícil de tratar… da un poco de miedo.)
Yui: (Por más que insista con que necesita a la legendaria Eva para convertirse en rey supremo yo sigo sin entender nada.)
Yui: (¿Realmente tengo ese poder…?)
Reiji: Anteriormente comprendí que has perdido tus memorias.
Reiji: Sin embargo, esfuérzate cada día para recobrarlas lo antes posible. Ese es tu único valor.
Yui: (Valor… siento que me está tratando como a una herramienta…)
Reiji: Te guiaré por la mansión. Puedes deambular a tu gusto por aquí.
Yui: ¿Eh? ¿De verdad?
Reiji: ¿Hay algún problema?
Yui: N-no… solo fue inesperado…
Reiji: ¿Acaso creías que iba a encadenar y encerrar en el calabozo a la legendaria Eva?
Reiji: ¿Pensaste que iba a hacer algo tan vulgar…? Hay un límite para qué tanto puedes malinterpretarme.
Yui: L-lo lamento.
Reiji: Obviamente, si se tratara de un enemigo podríamos darle ese trato.
Reiji: Sin embargo, eres Eva. La doncella que acompaña al rey supremo. No voy a tratarte con frialdad.
Reiji: No obstante, careces de un comportamiento adecuado y de sabiduría, mejora eso.
Yui: Sí…
Yui: (En resumen, como soy Eva me tratará con cuidado, pero eso no quita que actualmente soy impotente…)
Yui: (Aunque tiene razón. Actualmente ni siquiera sé quién soy.)
Reiji: Oh, por más que te dé libertad, asegúrate de actuar con sabiduría. ¿Entendido?
Yui: Ah, s-sí.
Reiji: Entonces te guiaré por la mansión.
Yui: (Reiji-san es alguien educado… Pero sigue siendo estricto.)
Yui: (¿Realmente elegí a la persona correcta…?
*luego*
Yui: No tengo nada que hacer en la mansión…
Yui: (Me dieron un recorrido por la mansión, pero no hay ningún lugar en especial en el que pueda hacer algo.)
Yui: (¿Habría podido entretenerme si tuvieran una sala de juegos?)
Yui: ¿Hm? ¿Por qué pensé en una sala de juegos?
Yui: (Creo que conozco una mansión con una habitación así… ¿Será mi imaginación?)
Yui: Aah, creo que estar encerrada en la habitación me está asfixiando. Saldré a caminar un poco.
Lugar: Mansión Scarlet Living comedor
Yui: (Me dijeron que podía moverme libremente y parece que de verdad puedo hacerlo.)
Yui: (Reiji está encargado de vigilarme, así que debe de estar por aquí…)
Yui: Oh, wow. Eso en los estantes, ¿son platos? Son preciosos…
Yui: (Con unos platos tan hermosos no importa qué comida les sirvas encima se verá deliciosa.)
Yui: (¿De dónde serán esos platos? Tal vez lo sepa si veo el reverso…)
Yui: ¡Ah!
*se le cae un plato y se rompe*
Yui: (¿Q-qué hago? Se me resbaló… ¡Y seguro era un plato caro!)
Reiji: ¿Qué sucede? ¿Qué es todo este ruido?
Yui: ¡Reiji-san…!
Reiji: …Ya veo. ¿Qué son esos fragmentos esparcidos a tus pies?
Yui: (¡S-se va a enojar…!)
E-esto es…♟
¡¡Lo siento mucho!! ♙
E-esto es…:
Yui: E-esto es… Ehm. ¿Qué será?
Reiji: ¿Cómo no vas a saberlo? Con solo ver un fragmento queda claro que es uno de los platos decorados.
Yui: Lo… lo siento mucho… Lo vi y pensé que era un plato hermoso, pero cuando lo sostuve se me resbaló…
Reiji: Aah… Entonces sé honesta desde un principio. ¿Por qué intentaste mentir?
¡¡Lo siento mucho!!:
Yui: : ¡Lo siento mucho! Lo vi y pensé que era un plato hermoso, pero cuando lo sostuve se me resbaló…
Reiji: …Ya veo. ¿O sea que no fue a propósito?
Yui: ¡Por supuesto que no! ¡Fue un accidente…!
Reiji: Comprendo. Entonces fue un descuido tuyo.
Fin de las opciones
Reiji: Todos los artículos de decoración que ves son parte de mi colección favorita.
Reiji: Y tú llegas y no solo los tocas, sino que dejas caer uno.
Yui: Lo siento…
Reiji: El plato roto no se reparará con disculpas.
Yui: (¿Qué hago? Reiji-san habla con tranquilidad, ¡pero puedo ver la furia en sus ojos…!)
Yui: Uhm, ¡por favor permíteme compensarte…!
Reiji: No es necesario. No es algo que puedas pagar.
Reiji: Sin embargo, sería problemático que repitieras el mismo error más de una vez. Por eso—
Yui: ¡¿Kya?! ¡¿R-Reiji-san?!
Yui: (¿Por qué me abrazó…?)
Reiji: Te castigaré.
Yui: ¿Castigarme…?
Reiji: Voy a adiestrarte. Te dije que podías moverte libremente, pero que actuaras sabiamente.
Reiji: En vista de que tienes mala memoria, puede que el dolor te ayude a aprender más fácilmente.
Yui: ¡¿El dolor?! ¡¿Q-qué me vas a…?! ¡No! ¡Suéltame…!
Reiji: No tienes derecho a negarte. Por favor reflexiona sobre tus acciones— Sintiendo mis colmillos.
Yui: (…Es verdad… Reiji-san es un vampiro.)
Yui: (¡¿Entonces va a succionar mi sangre…?!)
Reiji: ¿Te has paralizado por el miedo? Bueno, es preferible a que intentes oponer resistencia.
Reiji: Sin embargo, si te quedas congelada, el dolor se multiplicará— Aah, nn… Nn…
Yui: ¡Ah…! Basta…
Yui: (¡Duele…! Un vampiro realmente está succionando mi sangre…)
Yui: (Lo que está clavando en mi nuca… ¿Son sus colmillos…?)
Yui: Uuh… Detente…
Reiji: Que voz tan indecente. ¿Estás gozando de este castigo?
Reiji: Concéntrate o esto no será un castigo.
Reiji: Grabaré en tu cuerpo el error que cometiste. Nn… Nn…
Yui: Nn… aah…
Yui: (Mi cabeza me da vueltas y mi cuerpo se está calentando…)
Reiji: Ahora intenta expresar tu arrepentimiento. Dilo fuerte y claro para que pueda escucharte.
Yui: (¿Expresar mi arrepentimiento…? No sé… Estoy tan mareada que no puedo pensar en nada…)
Reiji: Parece que este nivel no ha tenido efecto en ti. Entonces— Nn… Nn…
Yui: Ah… ¡Aah!
Yui: (¡Es más profundo que antes…! D-duele… pero…)
Yui: (Esta no es… la primera vez que Reiji-san succiona mi sangre… ¿Verdad…?)
Yui: (¿Por qué? Esta sensación me es familiar—)
Yui: ¡¿…?!
Yui: (¿Qué fue eso…?
Yui: (Uuh… otra vez.)
Yui: (Aah… ¡En mi cabeza, algo está…!)
Yui: (Reconozco… este… lugar.)
Yui: Uah… aaah…
Reiji: ¿Eva? ¿Qué sucede?
Yui: (¡Aah…!! ¡Allgo…! ¡¡Se está desbordando de mi mente…!!)
Yui: ¡¡Uuh… aaaaaaaaah!!
Yui: (…Es verdad, yo no soy la clave para convertir a alguien en el rey supremo. Tampoco soy Eva.)
Yui: (Yo soy… ¡¡Yui… Komori!!)
Yui: Aah… aah… L-lo recordé…
Yui: (¿Por qué lo olvidé…? Me olvidé a mí misma y a los Sakamaki.)
Yui: (Incluso a mi amado— ¡También olvidé a Reiji!)
Reiji: ¿Qué sucede? ¿Por qué alzas una voz tan deplorable? Menudo escándalo.
Yui: Reiji-san… ¡Lo recordé todo!
Reiji: ¡…! ¿Recordaste cómo convertir a alguien en el rey supremo?
Yui: ¿Rey supremo? ¿Qué es eso…?
Reiji: …Parece que fui un idiota por esperar algo de ti, aunque fuera solo un segundo.
Reiji: Es probable que el shock de que tu sangre fuera succionada por primera vez fue demasiado grande. Estás desconcertada.
Yui: (¿Eh? ¿De qué habla? ¡No fue la primera vez…! Espera.)
Yui: (Cierto, desperté en esa iglesia y Reiji-san me trajo hasta esta mansión.)
Yui: (No estamos en la mansión Sakamaki ni en la Mukami. ¡¿En dónde estamos?!)
Reiji: Dejemos tu adiestramiento hasta aquí por hoy. Espero que no se repita… Eva.
Yui: ¡Yo soy Yui! No me llamo Eva…
Reiji: ¿Acaso estás soñando despierta? No quiero escuchar tonterías.
Yui: ¿No me recuerdas…?
Yui: ¿Y a los Sakamaki? A Ayato y los demás— ¡¿No recuerdas a tus hermanos?!
Reiji: ¿Sakamaki? Es la primera vez que escucho esa palabra.
Yui: Eh…
Reiji: Además, ¿acabas de decir que soy hermano de Ayato de los Orange? Si es una broma, entonces no es divertida.
Reiji: Preferiría que no me pusieras al mismo nivel de los Orange o los Violet.
Yui: No puede ser…
Yui: (Sus recuerdos están raros… Como los míos hasta hace un momento.)
Reiji: El sabor de tu sangre no está nada mal, sin embargo, las sandeces que has dicho me han arruinado el humor. No quiero ni ver tu rostro.
Yui: ¡Ah, espera Reiji-san…!
Monólogo:
“Pese a que intenté llamarlo desesperadamente, Reiji-san se retiró sin voltear a verme.
Me dejó sola en medio del caos.
En una mansión desconocida. Junto a un Reiji-san y más gente cuyos recuerdos habían sido alterados.
Me quedé allí sin saber qué era lo que nos había sucedido—.”
Lugar: Mansión Scarlet, habitación de Reiji
Reiji: (Eva apenas ha llegado y ya está causando problemas…)
Reiji: (En base a cómo actúe a futuro es probable que termine restringiendo sus acciones.)
Reiji: (Sin embargo… su sangre tenía un sabor realmente delicioso. Además, siento que me es familiar—)
Reiji: …Uh…
Reiji: (¿Un mareo? Además, lo que acabo de ver… ¿Qué era…?)
[Capítulo 2]
[Masterpost]
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#reiji sakamaki#diabolik lovers chaos lineage#traducción al español#mi traducción#familia scarlet#capítulo 1
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“No nos has visto en la intimidad”
“Si quieres te mandamos unas fotos bien explicitas”
This is conversation is just gross😟
#Marcela why did you even say that to your brother#Daniel always hits them quick with his great comebacks 😂#they way Armando couldn’t say anything back💀#Daniel Valencia#marcela valencia#armando mendoza#ysblf#betty la fea#yo soy betty la fea#2nd rewatch#capítulo 1#video
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A los justos se les negará la Tierra
El retrato de una Dama Irlandesa
Irlanda ya está demasiado cansada como para algo así.
Capítulo 1 de 12.
Leer en: Ao3 / ff.net.
Comentarios bajo la línea de separación.
Este fic ha sido una tortura desde el mismísimo comienzo, pero es tan necesario que no puedo hacer como si no existiese.
Tengo pensado publicar un glosario de enfermedades y una línea temporal de la Gran Hambruna Irlandesa —cuya información está extraída de un libro de 1992; el más completo que he podido obtener sobre el tema—, pero eso será más adelante.
Sin más dilación, os dejo con la siguiente parte de P.I.G.S., que intenta cerrar el hueco entre Dulce y salvaje Hibernia y En la cuarta planta de Palacio.
(Todavía no es momento de hablar de lo siguiente.)
#el retrato de una dama irlandesa#capítulo 1#aph ireland#hws ireland#aph spain#hws spain#spaire#historical hetalia#aph england#hws england#tw illness#Gran Hambruna Irlandesa
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ㅤㅤ🖍️ ، #C01 ノ pov charlie ㅤㅤ────────ㅤ★✩★
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Crítica - Os Estranhos: Capítulo 1
"Os Estranhos: Capítulo 1 tenta reviver o terror do original, mas se perde em clichês e falta de sustos. Vale a pena conferir? #OsEstranhos #Terror #Cinema #Filmes
Chega aos cinemas o novo filme da Paris Filmes, “Os Estranhos: Capítulo 1”, uma tentativa de reviver a história do filme homônimo de 2008. A grande pergunta que se impõe é: será que esse remake consegue fazer jus ao original? O Filme Na trama, Madelaine Petsch interpreta uma jovem que, ao lado de seu noivo, inicia uma nova fase da vida. Durante uma viagem a um local isolado na floresta, o casal…
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Swap stray au
Dreamer -> Charlie
Gem -> Dream
Nathan -> Isaac
1》
Dreamer estava procurando recursos de sobrevivência para a casa que fica longe no centro da cidade quase abandonada, como sempre não achava muita coisa boa mas o que era útil é um bom sinal de se recuperar desse estado que o mundo estava.
O porém nesse dia ele escuta um som que achava que não ia mais ouvir, um assobio de um pássaro, um periquito pequeno que estava apoiado em uma estrutura quebrada, Dreamer se pergunta como esse animal conseguiu sobreviver nesse lugar destruído e sem vida. Indo devagar para não assustar o pássaro que não o percebeu, não adiantou muito pois o mesmo faz barulho baixo e espanta o animal voador que vai em uma casa abandonada que estava aberta de tão destruída, seguindo o pássaro curiosamente e com muito receio, ele vai dentro da estrutura e vê a ave subir em uma escada que vai até o porão nada sinistro (mentira).
Entrando no cômodo escuro e escutando brevemente o som do animal, ele liga a lanterna que estava na mochila no qual é ruim, percebe-se que a energia do lugar era tão tensa que criava incômodo se ficasse por muito tempo. Indo mas fundo Dreamer acha a ave atrevida porém junto ao mesmo encontrava-se um corpo, preso, acorrentado na parede e estava em um estado horrível, parecia um defunto mas Dreamer ainda estava com dúvida, logo depois o pássaro foi no colo da pessoa e levantou a mão fracamente para acariciar o pássaro, ele percebeu que não era um cadáver preso na parede, Dreamer caminhando para a pessoa ele fala: "ei, você está bem?"
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Tal vez fue ayer. Capítulo 1
Margo era una jóven de 20 años, que cansada de su monótona existencia, decidió abandonar abruptamente sus estudios y el papel de niña buena que le atormentaba desde hace ya muchos años; sabía que esto le ayudaría a madurar y a aprender a independizarse, planeó irse sola para empezar de nuevo, pero por lo visto, la única persona a quién le había comentado su propósito y a la cual le ofreció una invitación que creyó que rechazó, optó por ir con ella en un nuevo rumbo.
Realmente no estructuró un plan tan minuciosamente, sino que lo único que realizó fue elegir un país al azar y comprar el boleto, de ahí en más, dejaría que las cosas sucediesen espontáneamente, si, eso sin duda era algo nuevo en ella. Lo único que tenía en claro era que se dedicaría a lo que más ama hacer y ver, la fotografía.
Dejó atrás a los Estados Unidos, despidiéndose en silencio de lugares y personas, pero sobre todo de un futuro comprometedor en una carrera predilecta por sus padres, quienes querían solamente una vida estable para su pintoresca y pequeña hija, ya que al haber educado y asegurado esto en sus otros dos, sentían la misma necesidad de hacerlo con ella; y siendo tan complaciente como siempre, aceptó pensando que lo que sus padres habían elegido era lo que realmente quería, anhelando algo completamente diferente un tiempo más tarde, al conocer el verdadero significado de libertad, una noche en las afueras de los terrenos de la universidad, siendo influenciada por su amiga Nathalie quién siempre ha sido una oveja fuera del rebaño, nunca le gustó que le ordenaran,era muy contradictoria, muy vivaz y precoz, en pocas palabras un dolor de cabeza para adultos; ella si que ha sido siempre un alma llena de libertinaje.
Esa noche pasaron cosas que en su mayoría no recordaba, tuvo que ser informada por Nathalie, quien a pesar de haber bebido igual o más que ella, le narraba los hechos con fluidez como si lo hubiese estado releyendo un millón de veces, al ya estar acostumbrada al alcohol éste no le afectaba «aunque si en su cuerpo a las mañanas siguientes», resulta que un par de tragos de 'shots' bastaban para transformar a Margo en su yo verdadero, esa que salía a relucir solo al encontrarse en un lugar seguro con su mejor amiga, la divertida, la atrevida, la que tiene temas de conversación, que no se piensa las cosas antes de hacerlas y mucho menos se ponía nerviosa. Todos se sorprendieron al verla con esa actitud, pero la recibieron y la animaron gustosos, quién iba a pensar que después de estudiar toda la tarde y entrar en una crisis emocional por el estrés que le producía todo eso, terminaría accediendo a ir al bar más cercano junto a Nathalie y sus amigos.
-Aún no supero que hayas besado... Y hecho más cosas con Alex- pronunció su amiga al recordar la ya mencionada noche junto con una sonrisa y mirada pícara.
-No me lo recuerdes- escondió su cara entre sus manos para ocultar su rostro rojo- yo que quería conocerlo más antes de eso.
-Bien que lo disfrutaste, según no recordabas nada pero eso sí, ¿Verdad?- el silenció de Margo lo contestó todo- si te he de conocer, ¡ja!
-Si, bueno. Lo bueno es que quedamos como amigos, una relación a distancia definitivamente no es lo mejor ahora.
-Estoy de acuerdo contigo, además, habrá otros muchísimo más guapos a dónde vamos.
-Por favor Nath, yo solo tengo ojos para él y me esperará.
-Verás como cambias de opinión, ¿y si él no te "espera"?- hizo comillas en la última palabra, ya que le parecía ridículo.
-Supongo que es algo inevitable...
-¿Ves? Por eso digo que mejor aproveches el bug- le guiñó un ojo y de Margo salió una risita, porque entendió la referencia de la última frase.- Anda, ¿No que no te ibas a pensar más las cosas?
- Tienes razón, creo que si él no me respetará, ¿Por qué hacerlo yo? Digo, no hay nada que nos ate el uno al otro.
-¡Exacto, guapa! Ya vas aprendiendo.- volvieron a reír.
-Pasajeros, les habla su capitán, estamos a punto de despegar, por favor, apaguen sus aparatos electronicos y permanezcan en sus lugares, 'América air lines' les agradece su preferencia y espera que estén cómodos durante su viaje, gracias.
-Esa es mi señal- dijo Nathalie para después acomodarse en su asiento y cerrar los ojos- hasta mañana, ciao.- Margo sólo río
-Tú siempre tan tú- sacó un libro de su bolsa y se dispuso a leer.
Este es un buen comienzo.
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[O Renascimento do Mudinho] Capítulo 1 — Aquele do Passado
Avisos: Nada me pertence, somente a tradução. É uma tradução de fã para fãs. Não utilize essa tradução para fins comerciais e nem republique em outra plataforma sem minha prévia autorização.
Novel original clique aqui.
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Mu Xiaoke sentou-se em uma poltrona na varanda, olhando para a floresta familiar e praticamente imutável do lado de fora. Ele está trancado neste quarto há três meses. Durante esses três meses, ele tentou escapar inúmeras vezes, mas em todas elas em que pediu ajuda, levou-o a uma retaliação mais trágica.
Alguns passarinhos bateram as asas, passando pela rede de antifurto da varanda e pousando vivamente, pulando e ciscando. Ele sorriu inconscientemente. Se ao menos... ele fosse como esses passarinhos.
Ele se inclinou e tocou levemente naqueles passarinhos. Eles não tinham medo de estranhos. Os pequenos passarinhos inclinavam a cabeça e olhavam diretamente para ele com seus lindos olhinhos.
Mas logo os passarinhos foram intimidados por um homem e se dispersaram.
Mu Xiaoke também ficou incontrolavelmente apavorado. Quando se virou, viu seu marido em nome, Rong Yanzhe, parado atrás dele.
A última vez que se encontraram foi há 7 dias. Embora Rong Yanzhe seja seu cônjuge legal, eles nunca tiveram o conceito de serem casados. Ele é apenas um substituto do desejo de Rong Yanzhe, ou seja, da pessoa sonhada que Yanzhe mais deseja de todo o coração.
Rong Yanzhe o trancafiou, torturou e abusou dele. Ele já havia se tornado um coelhinho assustado[1]. Ele não queria enfrentar Rong Yanzhe. Quando o via, ele pensava em algumas imagens terríveis, que o deixavam inquieto e até faziam-no vomitar.
Então quando Rong Yanzhe se inclinou para se aproximar dele, ele imediatamente pulou e recuou para um canto.
Mu Xiaoke ficou intrigado e olhou para cima. Viu que Rong Yanzhe franzia a testa, a fúria em seus olhos o deixou ainda mais assustado.
— É assim que você cumprimenta seu marido?
Mu Xiaoke virou a cabeça. Ele não sabia o que era um marido, ele só sabia que queria ser livre e que a pessoa que o privou de sua liberdade era a mesma que o questionava de maneira confiante.
Mu Xiaoke estava bem alerta, então, assim que Rong Yanzhe levantou a perna, ele imediatamente pulou para outro canto.
A fúria nos olhos de Rong Yanzhe ficou ainda mais forte e Mu Xiaoke pôde sentir sua raiva a dois metros de distância. Ele tateou a parede atrás dele com as palmas das mãos, tentando se afastar um pouco de Rong Yanzhe.
Mas Rong Yanzhe era uma cabeça mais alto que ele, com pernas altas e longas, sendo preso na parede em apenas um passo.
— Você esqueceu de quem você é! Por quanto tempo você pretende ser pretencioso! Você é aquele que finge ser lamentável para estranhos. É quem recua e não ousa assumir a responsabilidade! Você acha que é ainda uma criança que pode conseguir um brinquedo com lágrimas!
Mu Xiaoke ficou pasmo, seus batimentos quase parando, enquanto aquelas imagens terríveis apareceram em sua mente novamente. Ele queria gritar, mas não podia. Ele era mudo. Toda a sua dor e medo não tinham por onde sair. Mas Rong Yanzhe expôs suas cicatrizes de novo e de novo, fazendo-o recordar o pesadelo de novo e de novo!
Ele não queria prejudicar ninguém, não queria fugir da responsabilidade nem ser lamentável para conseguir algo! Ele realmente queria perguntar para Rong Yanzhe o que ele obteve que fez com que ele o odiasse tanto. Foi porque ele não era obediente? É algo que ele gostava antes e que seu irmão também gostava? Mas agora ele não gosta de mais nada. Por quê? Por que repreender ele? Ele já não foi punido o suficiente?
— Como você ousa chorar!
Mu Xiaoke balançou a cabeça desesperadamente. Ele não estava chorando, ele se conteve, ele realmente não estava chorando!
Mas ele não tinha como refutar. Rong Yanzhe o pegou e jogou-o na cama com raiva. Logo ele percebeu que algo estava errado e lutou desesperadamente. Rong Yanzhe rasgou seu pijama e quase o sufocou. Quando a roupa foi arrancada e sentiu um arrepio no peito, Mu Xiaoke enlouqueceu. Ele não quer ser tocado, não quer!
Seus olhos ficaram vermelhos e ele lutou com as mãos e os pés. Se ele já estava com medo de Rong Yanzhe, agora ele estava com mais medo ainda de ser estuprado por Rong Yanzhe. Ele preferia ser espancado por Rong Yanzhe do que ter outra relação com ele. Ele não quer!
Rong Yanzhe não esperava tanta resistência de Mu Xiaoke. Desprevenido, ele foi chutado no peito e esbofeteado no rosto duas vezes. Mu Xiaoke aproveitou para fugir de seu controle, abraçou um cobertor firmemente e se encolheu tremendo em um canto da parede. Mu Xiaoke não conseguia mais falar. O médico disse que pode não ser mais capaz de falar no futuro, então não importa o quão assustado esteja ou quanta dor sinta, ele só poderá olhar fixamente. Sim, assim como agora.
Rong Yanzhe se virou e saiu do quarto como se tivesse acordado de repente.
Não foi até que a figura de Rong Yanzhe desapareceu na porta que Mu Xiaoke teve a chance de recuperar o fôlego. Ele rapidamente vestiu roupas novas e envolveu todo o seu corpo com força. Só assim ele se sentiu à vontade.
No entanto, o que o chocou ainda mais foi que Rong Yanzhe não trancou a porta quando saiu!
Ele não está preso!
Mu Xiaoke ficou tão animado que suas mãos tremiam. Ele queria fugir. Ele não podia mais ficar na casa dos Rong, ele queria fugir!
Mu Xiaoke pegou um casaco e saiu do quarto. Ele cuidadosamente sondou para se certificar de que não havia ninguém na casa neste momento. Desceu as escadas apressadamente e correu para o portão no primeiro andar. Ninguém apareceu.
E a porta foi aberta por ele de primeira!
Entretanto, ao ficar do outro lado da porta o deixou perdido. Esta não é a casa da família Rong!
Ele se virou e olhou. Esta construção não era de forma alguma a casa que Rong Yanzhe comprou no Décimo Rodoanel. Não tinha nada fora da casa, só uma floresta sem fim.
Entretanto, Mu Xiaoke não se importou muito. Ele queria sair daqui, não importa para onde, ele tinha que sair!
Mu Xiaoke não tinha um celular consigo e nem nada para se guiar. Ele apenas andou às cegas. Ele esperava poder caminhar até a saída e ver a paisagem além da floresta.
Mas, não, na primeira noite em que entrou na floresta, insetos desconhecidos o picaram de modo que não havia nenhum bom pedaço de carne em seu corpo e a chuva forte repentina o fez ter febre alta. A chuva forte durou por três dias consecutivos...
Mu Xiaoke não soube quando perdeu a consciência. Ele abriu os olhos atordoado. A luz do sol penetrou a floresta, iluminando o mundo à sua frente e o céu estava claro...
Mas ele não tinha mais como se salvar. Estava sem água, sem comida e com uma febre persistente...
Alguns passarinhos pousaram na frente dele cantando. Ele sorriu levemente e lentamente fechou os olhos.
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Nota:
[1] Coelhinho assustado: no original é pássaro assustado, mas o significado é o mesmo.
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#yaoi#the rebirth of the little mute#drama#capítulo 1#tradução#pt br#português#portuguese#novel#webnovel
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I love how they jump scene to scene answering each others questions. They do this with the magazine too. Jumping from Betty and Nicolas conversation to the party held in Ecomoda
#I think it’s a smart way to fill us in on the characters#it’s so smooth#ysblf#betty la fea#yo soy betty la fea#2nd rewatch#capítulo 1
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Colmillo y Rojo [Naruto Fanfic]
Capítulo 1:
No le abras al lobo
El aire fue cortado por la velocidad que la fecha fue expulsada, sin embargo, Hinata frunció las cejas al ver que no logró darle al blanco. Bajó los brazos adoloridos por el tiempo extendidos así como el duro entrenamiento al que se sometía así misma para mejorar su técnica de lanzamiento. Pero ver todos sus intentos fallidos y completamente alejados del punto que pintó en aquel tronco, la decepcionaron.
Avanzó entre la nieve para tomar las flechas de madera con puntiagudas piedras que su primo afiló para ella. Sonrió con nostalgia al pasar las yemas de los dedos por las plumas decorativas en la parte final, eran de halcón. Neji encontró un nido abandonado en su última excursión y las plumas estaban intactas, las cogió pensando en que serían un lindo detalle para decorar las flechas que le obsequió el último otoño.
Las puntas de sus flechas quedaron estropeadas por los intentos de mejorar sus lanzamientos y resopló, tendría que ir con Tenten para que le ayudara a afilarlas de nuevo. Sin embargo, cuando hizo el intento por recolectar la última de éstas notó que estaba más profunda en la corteza del tronco de lo que ella imaginó. Sus cejas se contrajeron, concentrada en emplear la mayor fuerza en ambas de sus manos y jalar hacia atrás pero solo le provocó caer con el trasero sobre la fría nieve.
Una repentina risa brotó a sus espaldas. Hinata giró el cuello para ver a su primo observarla, con brazos cruzados y una mueca que denotaba que había visto su bochornoso accidente.
Inmediatamente las mejillas se le tiñeron de rojo, incorporándose al instante y sacudiendo los rastros de nieves de la zona afectada.
—Neji —musitó con voz poco audible por la vergüenza.
La risa del mayor cesó y se encaminó hasta donde la flecha seguía clavada. Sin problemas logró sacarla con un simple jalón, entregándosela. Hinata la recibió con ambas manos, agradecida por la ayuda y guardándola en el carcaj, junto con las demás, cuidando de no estropear las plumas.
—Tu padre me envió por ti.
Neji no ignoró cómo los ojos perlados de su prima se mostraron tristes pero ella hizo el intento de lucir normal. Decidió ignorar tal gesto y solo se dedicó a quitarle restos de nieve de su azulada cabellera, acomodando también su bufanda para protegerla mejor del frío.
—Hay que regresar. Hoy será Luna llena, no debemos quedarnos en el bosque por tanto tiempo. Vamos.
Hinata asintió y siguió los pasos de su primo, guiándola al frente, de regreso a la pequeña villa donde había vivido desde que nació.
La historia de cómo la villa se instaló en medio del bosque era confusa, generalmente la contaban los ancianos pero hacía dos años la mayoría de estos habían muerto. Su padre y tío no se preocupaban por tales tradiciones, más ocupados en mantener a la gente protegida y alimentada en ese invierno.
Avanzaron hasta el sendero despejado de nieve que conducía a la villa, Neji miraba hacia el frente como el líder que era. Tenía 26 años y sabía que él sería el próximo cabeza de la villa, como su padre y tío. Nadie objetaría, todos estaban a favor. El joven era brillante en cuanto a tácticas se trataba, ni qué decir de su talento en la caza y pelea. El abrigo de piel de oso que portaba con orgullo era una clara señal de su valentía y fuerza.
—¿Por qué no practicas en la villa?
Ante la pregunta, Hinata le miró pero después no pudo soportar el contacto visual y desvió los ojos a otro punto que no fuera el rostro curioso de su primo.
—Encuentro más tranquilidad en el bosque —susurró, negándose a dar la verdadera explicación verdadera—. Me concentro mejor.
—No quieres que el tío Hiashi te vea.
Hinata reprimió una sacudida por lo verdaderas que las palabras de Neji eran y cómo éstas la golpearon directamente. Era cierto, no quería ser vista por nadie, pero especialmente su padre. Seguía sin aceptar que ella usara el arco, hallando tal actividad inútil considerando su nulo talento para la cacería; le repetía constantemente que debería quedarse en casa, hacerse cargo de las tareas del hogar y ayudar al resto de las mujeres de la villa a terminar con los preparativos para la temporada. Sin embargo, Neji le regaló el arco, hecho por sus manos y dedicando parte de su tiempo a una tarea como esa porque vio algo en ella.
Hinata sabía que no podía arreglar cualquier error que haya cometido para causarle tanta decepción a su padre sin saber qué hizo mal en primer lugar, quizá el haber nacido como mujer en lugar de haber tenido un varón como su tío. Dolía ver cómo los ojos de su progenitor se tornaban duros cada vez que escuchaba alguna queja de alguien sobre su habitual torpeza o cuando le fruncía el ceño al llegar a casa con el arco y el carcaj colgados pero aquello podía soportarlo.
Pero con Neji era distinto, no quería causarle la misma impresión que todos tenían sobre ella. Practicaba todas las tardes hasta que los dedos le dolieran para conseguir un buen tiro, aunque fuera uno. Temía que si continuaba fallando Neji también la vería como su padre lo hacía, no estaba segura si eso podría aguantarlo, él era una persona muy importante para ella; un hermano mayor que la acompañaba siempre, dándole el apoyo que buscaba en la figura de su padre.
—Algo así —contestó después de un período de tiempo, con la mirada caída y la cabeza llena de pensamientos relacionados con la persona que la acompañaba.
—No te sobre esfuerces, no quiero que te lastimes.
Hinata miró sus manos llenas de ligeras cortadas debido al cordón del arco pero les restó importancia. No era nada comparado a las heridas que Neji había recibido en sus cacerías.
—Tranquilo, no lo haré —aseguró con una sonrisa tímida, mirándole directamente.
Neji, después de observarla detenidamente, buscando alguna grieta donde pudiera presionar para sacarle la verdad decidió devolverle el gesto con una sonrisa menos entusiasta pero presente.
El resto del camino transcurrió en silencio y Hinata agradeció no ser cuestionada más sobre sus sentimientos.
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Todos en la villa hacían algo, hasta los más pequeños. La ayuda era necesaria y cualquier par de manos útiles eran más que bienvenidas.
Las actividades generalmente estaban divididas por grupos, según la fuerza que cada uno podía ofrecer. Las mujeres se dedicaban a la recolección de frutos silvestres que aún colgaban de los árboles y hongos comestibles en las húmedas cortezas de los árboles así como preparar los alimentos adecuadamente para su duración en todo el invierno; las jóvenes curanderas reunían plantas medicinales para la elaboración de ungüentos, bebidas y pastas para heridas o enfermedades; los niños juntaban cualquier rama de madera que encontrara para preservar el fuego en cada una de las cabañas de la villa; las esposas se dedicaban a cocer más ropa abrigadora; los criadores de animales, responsables de los animales proveedores de leche, huevos y carne, cortaban el pelaje de las ovejas y escogían con cuidado los animales a sacrificar para alimentarse.
Los más fuertes estaban encargados de la caza y la construcción, siempre liderados por su padre, tío, o Neji. Gracias a ellos y a las presas que conseguían en sus incursiones, poseían más alimento y piel para abrigar a todos. También ayudaban a mantener la villa protegida de cualquier bestia o amenaza y mantener el orden dentro de la comunidad.
Cada uno tenía una tarea que llevar a cabo. Nadie se quejaba, todos estaban satisfechos con las actividades encomendadas. Excepto Hinata. Ella sentía que podía ser útil en otros aspectos que no fuera la cocina, recolección de comida o ayudar a confeccionar ropa para el invierno. Sabía que su fuerza no podía competir con la de su padre o Neji, pero quería aprender a disparar bien el arco y conseguir comida, o defenderse si algo ocurría. No era malo saber hacer algo más aparte de saber cocinar, qué plantas eran venenosas o saber cómo arreglar unos pantalones rotos.
Neji le había enseñado a distinguir la huella de algunos animales, reconocer la amenaza que cada uno representaba, incluso las pequeñas. Él reía cuando veía su cara llena de concentración por cada palabra pero Hinata no podía evitarlo, quería aprender todo lo necesario para valerse por sí misma y defender a otras personas.
Una nube gris opacó la mirada de Hinata cuando entraron a la villa, saludados por todos, ante el recuerdo agrio de lo sucedido con su hermanita. Neji pareció notar el desazón en su semblante pero no brindó consuelo al saber que no podría darle alivio a la culpa que Hinata cargaba.
—¿Se perdieron o qué? ¿No han visto el cielo? Hace horas que comenzó a ponerse el crepúsculo y ustedes apenas regresan.
Los reclamos llenos de preocupación por parte de la joven castaña que caminaba con paso lento debido a la falta de su pie izquierdo, apoyándose completamente en un bastón personalizado para su condición, hizo elevar la mirada de ambos primos para enfocarse en ella.
Los ojos chispeantes de la menor lograron sacudir el cuerpo de Hinata en un temblor ligero. Corrió hacia ella, preocupada de haberla obligado a caminar hasta ahí para recibirlos o verlos llegar.
—Hanabi —la miró como si fuera algo demasiado frágil que en cualquier momento puede romperse—. No deberías salir de casa, hace demasiado frío y la nieve es muy resbaladiza...
—Por favor —renegó la menor, incluso se vio su deseo de rodar los ojos por la preocupación innecesaria de su hermana mayor—, estoy bien, estirar mi pierna no me hará daño. Estoy harta de estar en casa, es aburrido y el olor empalagoso del dulce que la señora Haruno hace al lado me mata.
—No digas eso, lo hace con buena intención. Para los niños —contradijo Hinata, incluso se permitió fruncir el ceño.
Hanabi, por el otro lado, no compartía la misma opinión sobre las cualidades de la mujer de ojos verdes como cocinera de dulces pero prefirió no compartir el comentario, por el momento. Mejor miró con atención el arco que Hinata llevaba colgado en el hombro derecho junto con su carcaj.
Un suspiro agotador brotó de sus labios.
—Fuiste a practicar otra vez.
La confirmación acusadora de su hermana menor la hizo encogerse de hombros. No solo era su padre el que se negaba a que desarrollara su habilidad para el arco, su hermana compartía el mismo pensamiento.
—No me molesta si lo haces como pasatiempo, Hinata, pero si te lastimas las actividades de la villa se retrasarán —opinó, mirando brevemente sus manos que escondió por instinto—. Además, piénsalo. ¿Qué daño le podrías causar a una bestia que rebasa de estatura a Neji? Especialmente con tu pésima puntería. Lo más seguro es que te devoren antes de siquiera sacar una flecha...
—Hanabi —la voz protectora de Neji se escuchó por primera vez en la conversación de las hermanas, viendo con molestia cómo las palabras de Hanabi había causado un efecto en el cuerpo de su prima que bajó los hombros con espíritu decaído.
Sin embargo, la castaña no mostró arrepentimientos.
—Digo la verdad —observó duramente a la mayor—. Es débil.
Dicho lo último, Hanabi se giró con dificultad para retirarse, luciendo enfadada. Hinata intentó ir detrás de ella, aún preocupada de que pudiera caer en algún lado con la superficie tan resbalosa pero Neji la detuvo.
—Creo que es mejor dejarla sola —susurró, intentando convencer a su prima—. Solo ella sabe cómo lidiar con su condición.
Hinata asintió con lentitud, mirando al piso, sintiéndose culpable, tanto de haber preocupado a su hermana para obligarla a salir de la seguridad de la cabaña como haberle causado el accidente que le hizo perder su pierna.
—No te culpes, era inevitable. Si no le amputaban la pierna, moriría por la infección.
—Yo debí de ser quién perdiera la pierna —respondió al intento de su primo por consolarla con amargura—. Estoy segura que papá también opinaría lo mismo.
—Hinata, no seas tan dura contigo misma...
—¡Qué bueno que regresaste, Neji, necesitamos tu ayuda!
Los primos fueron interrumpidos por voces escandalosas en la lejanía. Neji expulsó un sonido de irritación pero no dijo nada. En lo alto de una de las cabañas, en el techo, dos figuras de entusiasmado carácter le saludaban para llamar su atención. Eran Gai y Lee, ayudaban a reparar los huecos del techo de la abuela Chiyo.
—Ve, te necesitan —Hinata se adelantó a la despedida de su primo ante la llamada de ayuda de otros. Éste no podía negarse y lo sabía.
—Te veré en la cena —prometió, encaminándose a la dirección donde esos parlantes seguían gritando—. ¡Ya voy! —les gritó, avergonzado de su manía por llamar la atención de manera exagerada.
Hinata sonrió, viendo a su primo marcharse. Ella también debía regresar a sus tareas, la cena de hoy era su responsabilidad. Tanto su tío como Neji visitarían su cabaña para pasar un momento ameno como siempre solían hacerlo. Le gustaba compartir el pan con sus seres queridos, además su padre tenía mejor cara cuando era acompañado por su hermano y sobrino a comparación de tener solamente a Hanabi y ella como compañía.
Con eso en mente, tomó la dirección para llegar a la cabaña principal que era su hogar.
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Hinata removió los leños de la chimenea y acomodó la hoya con el guiso de conejo que había preparado. Hanabi ayudaba a poner la mesa mientras su padre fumaba su pipa en el centro de la sala. Prendió las lámparas de combustible en los rincones necesarios para iluminar el interior de su sombrío hogar. Aun con el fuego y las luces, Hinata no podía encontrar calor hogareño en su casa debido a la naturaleza fría de su padre. Le miró en silencio sin dejar de cumplir con sus tareas, intentando adivinar sus pensamientos pero el hombre era duro de leer. Ni siquiera siendo sus hijas podían entenderlo.
Su tío Hizashi con frecuencia les decía que la muerte de su madre le cambió el carácter; no siempre había sido así de huraño y frío. A Hinata eso le parecía imposible, en todas sus memorias su padre siempre había mostrado esa cara llena de dureza.
—Ya terminé.
Hanabi le anunció la finalización de su tarea y ella asintió, sonriéndole. Dejó la lámpara sobre el mueble de madera al lado de un frasco lleno de pétalos secos de rosas, Hinata se acercó con pasos suaves, temerosos de que un ruido pudiera hacerlo enfadar, hasta su padre.
—La cena estará lista pronto, papá —aviso, bajando la mirada.
Hiashi le miró de soslayo para solo asentir sin añadir nada, ocupado en sus pensamientos y en expulsar el humo del tabaco. Entendiendo el mensaje, Hinata regresó con Hanabi al comedor, ajustando los detalles.
La hermana menor fue la primera en sentarse, dejando al costado su bastón. Hinata imitó el gesto después de acomodar cada uno de los utensilios por tercera vez, mirando hacia un punto inexistente, impaciente porque su tío y Neji hicieran acto de presencia para acabar con ese silencio asfixiante.
No podía evitar sentirse culpable por tener aquellos sentimientos cuando estaba con su padre y hermana. Se les conocía entre toda la villa por ser personas silenciosas, Hanabi casi no hablaba con nadie a excepción de su tío, Neji o ella. Y su padre, él solo mantenía largas conversaciones con su hermano y sobrino en la sala, cuando ella y Hanabi limpiaban los restos de comida, platos y regresaban a sus habitaciones a dormir.
La puerta se abrió, ninguno de los tres se sorprendió cuando el rostro sonriente de Hizashi se mostró en compañía de su hijo.
—Buenas noches.
Saludó a todos y solo hasta ese momento Hiashi se quitó la pipa para sonreírle a su hermano, parándose y recibiéndolo con palmadas en el hombro que el menor recibió con gusto.
—Afuera está helando. La tormenta parece estar sobre nosotros —comentó su tío, quitándose el abrigo de piel que usaba.
Hinata de inmediato se ofreció a guardarlo, junto con el de Neji. Ante el gesto, Hizashi le sonrió con dulzura a su sobrina.
—Gracias, tesoro —le dijo con cariño y Hinata asintió en silencio, dejando los abrigos en el lugar de siempre.
Ambos hombres se adentraron más. Hizashi besó la coronilla de Hanabi que soltó una risilla y el hombre se reunió con su padre en la sala, tomando asiento junto con Neji. Empezaron a hablar de los temas de siempre, sobre cómo iban las reparaciones en el techo de la abuela Chiyo, cómo les fue en su primera cacería a los novatos y cómo seguían los animales bajo el cuidado de los criadores.
Hinata se acercó a la hoya, meneando el contenido. Un delicioso aroma brotó del interior y supo que ya estaba listo. Sin embargo, ver tan inmiscuidos a los hombres en su plática le hizo detenerse sobre el anuncio sobre la cena. Prefirió servir primero y después avisar, de esa manera no interrumpiría algo importante.
Con los platos humeantes sobre la mesa, el pan cortado en piezas en una cesta en el medio, el té servido y el vino de preferencia que su progenitor bebía cuando se reunía con su tío en la cena estuvieron listos; Hinata se encaminó hacia los hombres, haciéndose notar. Neji interrumpió la amena conversación que mantenía con su padre y tío e indicó que era mejor cenar, que retomarían el tema después de aplacar el hambre. Hinata le agradeció en silencio, no sabría cómo hubiera reaccionado su padre si ella hubiera sido la responsable de la interrupción.
Cada uno tomó asiento, a excepción de Hanabi. Cerraron los ojos y su padre dijo una oración breve, agradeciendo los alimentos que cenarían. Todos dijeron "Amén" al mismo tiempo y comieron. No eran religiosos, no como otras villas pero mantenían vivas esas tradiciones de agradecer por la comida sabiendo que el invierno era una de las épocas más difíciles del año.
Los halagos por parte de su tío no se hicieron esperar, desde la primera cucharada le felicitó por la cena.
—El hombre que se case contigo vivirá en la gloria, Hinata —dijo con una risueña mueca que a Hinata la hizo sonrojar—. Tu sazón no tiene comparación. Serás una estupenda esposa. Más vale que el desgraciado que piense cortejarte tenga eso en mente.
—Tío, no es para tanto —hizo el intento de ocuparse mejor en cortar el pan con sus manos en pedacitos, avergonzada por las cosas que decía su tío.
Neji, quien comía en silencio, suspiró.
—Papá, no digas esas cosas tan abiertamente. Sabes cómo se pone Hinata cuando tocas esos temas.
Su tío no se inmuto a las palabras de Neji y continúo.
—¿De qué hablas, hijo? Hinata está en la edad. O debería decir: ya pasó la edad. La mayoría de las jóvenes de su edad ya están casadas o esperando su segundo hijo. Solo falta ella y Tenten —miró también a su hijo, con cejas alzadas—y tú.
—Por favor, no empieces, estamos cenando —masculló Neji, molesto de que su padre no dejara el tema.
Hinata se encogió de hombros al sentir la tensión en el ambiente. Hanabi bufó en silencio, dedicada a comerse sus alimentos en silencio, sin sentirse herida de que su tío no la considerara dentro del grupo de las solteronas de la villa.
—Solo estoy diciendo la verdad. Es lo que un padre hace, preocuparse por sus hijos —Hizashi miró a su gemelo, quien había estado callado en todo el momento, degustando los alimentos—. ¿Verdad, Hiashi?
—Sí —pese a su respuesta, el tono y el rostro con severas facciones no parecían reflejar lo mismo.
Hizashi suspiró, decepcionado de la reacción de su gemelo pero no dejó que aquello le desanimara. Le sonrió a sus sobrinas, como si nada hubiera pasado.
—Hay que comer, no dejemos que la cena que Hinata nos preparó se enfríe.
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Hinata ayudó a Hanabi a acomodarse en su cama aunque la menor le dijera que no necesitaba ayuda. Era una costumbre que adoptó desde que le amputaron la pierna a la menor. La arropó con dulzura, cuestionándole en cada momento si estaba cómoda o si quería otra cobija. Hanabi respondía de manera cortante, apresurada en que la dejara en paz de una vez y ella también se metiera a su cama.
Ambas hermanas compartían la misma habitación pero cada una tenía su propia cama, separadas.
—Buenas noches —dijo Hanabi, apagando su propia lámpara y echándose a dormir.
Hinata, a oscuras en la habitación por la falta de luz, asintió, mirando con tristeza la figura de su hermanita lejos de ella. Recordó con nostalgia cómo de pequeña siempre la buscaba para dormir juntas cuando las pesadillas no la dejaban dormir o sentía mucho frío para estar sola.
—Duerme bien, Hanabi —susurró, acomodándose debajo de los cobertores, mirando hacia el techo, escuchando como el viento soplaba con un silbido siniestro.
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Hayate tembló de frío cuando una ráfaga de viento impactó contra la piel descubierta de su rostro. Debió hacerle caso a Yugao y usar algo más abrigador que un simple abrigo. Sin embargo, Hizashi le había dicho a última hora que Genma se había enfermado y no podría hacer la guardia de esa noche. No tuvo excusas para negarse.
Ahora estaba en la base de vigilancia que tenían en el árbol más alto de la entrada de la villa, con una escopeta y municiones al alcance. Una niebla cubría los altos de los pinos, era difícil ver si algo o alguien se acercaba. Pero Hayate era conocido en la aldea por tener buen oído, era un cazador con experiencia y tenía buena puntería, nadie dudaba de sus habilidades aunque su apariencia taciturna y comportamiento tranquilo daba la impresión equivocada.
Entornó la mirada al escuchar en la lejanía el sonido de una lechuza. No había nidos de lechuza cerca. Sin embargo, lo que lo alarmó de verdad fue que el sonido fue contestado desde otra posición más cerca de donde él se hallaba. Apuntó hacia dicha dirección con el arma, decidido a disparar a cualquier cosa que viera moverse. De nuevo hubo silencio, Hayate olvidó respirar y centró toda la atención en el punto más allá que su arma apuntaba.
—No vas a engañarme.
A través de la neblina engañosa, Hayate vio algo bestial moverse con rapidez e ir directamente hasta el árbol. Disparó un par de veces, asegurando haberle dado pero no logró detener el avance del animal. Hayate maldijo entre dientes, tomando el cuerno y soplando para dar el anuncio de ser atacados.
Sin embargo, una sombra negra de feral gruñido se alzó a sus espaldas con las garras en lo alto, amenazadoras y el hedor de carne brotar del hocico, helando a Hayate que solo pudo cerrar los ojos, pensando en Yugao antes de que el sonido de la carne ser atravesada y el último exhaló dado por el cazador dieran a continuación un silencio inquietante.
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Hinata oyó el sonido del cuerno, levantándose de inmediato. Hanabi ya estaba de pie, con el bastón en la mano y preparada para salir. Ella alcanzó a ponerse su abrigo y botas, saliendo junto a Hanabi. Su padre estaba en la sala, cargando sus escopeta, llevando las balas de plata así como los cuchillos en el cinturón y compartimiento secreto de su bota derecha. Al verlas de inmediato les ordenó ir al refugio con el resto de las mujeres. Ninguna desobedeció e hicieron lo que les mandó. Hinata tomó a Hanabi de la mano, saliendo, no sin antes recibir indicaciones de su padre para salir.
Los hombres estaban reunidos en medio de la villa, con sus armas. Su tío y Neji las escoltaron hasta la cabaña que servía como refugio. Ahí estaban la mayoría de las mujeres, inquietas y con niños temerosos. Hinata hizo pasar primero a Hanabi, siendo ayudada por la abuela Chiyo que hizo que la menor se acomodara a su lado, cerca del fuego.
Miró a Neji, queriendo preguntar qué pasaba aunque no tenía porqué hacerlo. La señal dada fue muy clara. La villa estaba siendo atacada.
—Nadie sale y nadie entra —anunció a todos los presentes.
Una joven mujer de cabellera púrpura y expresivos ojos marrones se alzó, más inquieta que el resto, mirando con profundidad a Neji en busca de las respuestas que necesitaba.
—Neji, ¿dónde está Hayate? Tu padre lo envió a vigilar, fue él quien dio la señal, ¿verdad?
—Es lo más probable —respondió, con tono sombrío.
La mujer caminó hacia él, a pesar de que Ayame, su amiga de la infancia, quiso detenerla.
—Entonces él... Él está vivo, ¿verdad?
Neji hizo una pausa que para la mujer fue eterna. Su corazón no dejaba de latir apresurado, necesitaba que alguien le dijera que su esposo estaba vivo, afuera con los demás, planeando cómo defender a la villa. Nadie le había dicho nada, solo apareció Gai en su puerta, llevándola al refugio.
—No lo sé —contestó—. No hemos revisado aún...
—Tiene que estar vivo —aseguró la joven esposa, ahora con el ceño fruncido, convenciendo a los demás pero especialmente a ella—. D-Debe estar vivo...
—Querida —la voz de la abuela Chiyo intervino, mirando el escenario con sus ojos profundos—, toma asiento. Estás retrasando a Neji, lo necesitan afuera. Cuando todo esto ataque, podrás ver a tu esposo.
Yugao desistió y regresó a su lugar, sentada al lado de Ayame pero sin que nadie lograra quitarle la preocupación. Hinata la miró con pena, no sabiendo qué decirle. Todos ahí estaban nerviosos y con miedo.
El último ataque de lobos había matado a casi la mitad de la población, su madre fue una de las víctimas. No recordaba mucho, ninguno de los hombres las dejó salir hasta que removieron los cuerpos y les dieran sepultura, diciendo que era demasiado grotesco para ver. Su padre mantuvo una mirada perdida por casi un mes, visitando la tumba de su madre en las afueras cercanas de las villa todos los días, llevando sus flores favoritas. Ella apenas tenía siete años cumplidos, Hanabi aún no caminaba, razón por la cual no recordaba mucho acerca de su madre.
—Manténgase adentro y no salgan hasta que mi padre, tío o yo les digamos. Ya saben la señal.
Todos asintieron a las palabras de Neji, éste antes de marcharse vio a su prima, que con mirada temerosa y silenciosa pedía que se cuidara, tanto él como su tío y padre. Neji asintió y cerró la puerta, cerrando desde afuera y deslizando la llave por abajo. Hinata tomó la llave, abrazándola contra su pecho. Mebuki apagó las lámparas, sumiendo a todos en la misma oscuridad y silencio.
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Hiashi les ordenó posicionarse en lugares estratégicos, puntos clave donde fuera fácil acceder. Ninguno rechisto. Hizashi mandó a unos cuantos hombres vigilar el refugio, dando especial énfasis de proteger la cabaña a toda costa, incluso sacrificarse de ser necesario. Tanto Gai como Lee asintieron a las palabras del mayor, deslizándose entre la nieve con sigilo para colocarse a los costados, escondidos detrás de los leños.
Neji junto a otros hombres fueron hasta las afueras de la villa, donde estaba el punto más alto de vigilancia que tenían. Al acercarse, vieron como desde la lejanía se divisaba el tono carmesí manchando la blancura de la nieve, como un horrible contraste. Neji hizo una mueca, era un enorme charco de sangre y había huellas más allá del sendero principal, como si hubieran arrastrado el cuerpo.
Recordó el rostro angustiado de Yugao y sintió un amargo sabor en el paladar. No quería ser él quien diera la noticia.
—Genma, Teuchi —llamó a sus compañeros, que dejaron de ver el rastro de sangre para poner especial atención a sus palabras, especialmente Genma, él lucía alterado—. Revisen el área, busquen huellas y a la menor sospecha de encontrarse con algo, ya saben que hacer.
Los dos hombres asintieron y se separaron. Neji aseguró el arma contra sus manos, avanzó hacia el sendero de sangre, con la vista al frente sin mostrar temor por no saber con qué bestia se encontraría.
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—¿Crees que ya lo hayan matado? —preguntó Tenten, tratando de no sonar preocupada, sino más bien curiosa aunque Hinata sabía que no era así.
—No creo —respondió en murmullos. Temía que si alzaba la voz la bestia podría escucharla y poner en riesgo a todos.
Todos tenían la mirada atenta a la puerta que Neji había cerrado desde afuera, esperando que la volviera a abrir para decirles que todo había salido bien, que no había nada que temer.
Hinata estaba inquieta, como todos ahí. Observó a su hermana y notó lo tranquila que se veía con la mano de la abuela Chiyo entre las suyas. Le tuvo envidia. Ella no podía lidiar con el nerviosismo comerse su paciencia. Afuera estaban su padre, tío y Neji, casi toda su familia, peleando con una bestia o más. Los lobos nunca atacaban solos, ver lobos solitarios era muy raro, generalmente lo hacían en manada; eso los volvía un problema para defenderse.
A pesar de que la debilidad de los lobos fueran las balas de plata, las municiones eran contadas. El proceso de conseguir dicho material era costoso y necesitaban trasladarse hasta el otro poblado, a dos semanas de distancia de su villa, para conseguirlas. En una manada siempre había seis o nueve, pero pelear con uno de ellos podía ocupar siete hombres.
Cerró los ojos, intentando no pensar así. Todos eran habilidosos con las armas, eran liberados por buenos hombres, le darían fin a esa pesadilla, solo debían esperar y orar en silencio por ver la luz del día pronto.
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Si era de mañana o de noche, nadie lo sabía. El interior de la cabaña se mantenía quieto. Cada espacio había sido reforzado con madera, ni una grieta quedó sin rellenar.
Los más pequeños fueron vencidos por el sueño y dormían en el centro, protegidos por las mujeres que no pegaron ojo durante toda la noche. Hinata sentía cansancio pero necesitaba mantenerse despierta. Ella tenía la llave, era su responsabilidad reconocer la señal y abrir la puerta.
Tenten luchaba para mantenerse despierta también, tallando con fuerza sus ojos o pellizcando sus brazos. Volteó a ver a Hanabi, lucía tan fresca, como si el tiempo ahí encerrada no le afectara en lo absoluto. Mantenía la misma posición que tenía desde que llegaron, salvo que la abuela Chiyo tenía recostada su cabeza sobre su hombro, cubriendo el regazo de ambas con su chal.
El gesto le pareció enternecedor, le agradecería como era debido a la mujer por cuidar de todas ahí con sus palabras y constante calma.
Un toque débil sobresaltó a todos. Los niños despertaron de golpe pero fueron callados de inmediato por sus madres, tapando sus bocas, sin perder de vista la puerta. Hinata sintió el corazón en su garganta y apretó la llave en su mano. Tragó seco, esperando escuchar el ruido nuevamente.
Hubo una pausa monstruosa que alteró a más de uno. El golpe se repitió, esta vez más fuerte que la primera vez. Hinata miró a su hermana que mantenía los ojos puestos sobre la puerta, con el ceño fruncido, insegura. Ella también lo estaba.
La señal de Neji era: tres toques, una pausa, tres toques y un chiflido. La madera de la puerta volvió a sonar.
Tres toques.
Pausa.
Tres toques.
Hinata esperó el chiflido.
Al otro lado de la puerta, alguien chifló. Pero Hinata no se movió. Algo dentro de ella le decía que no confiara, que se quedara ahí. No se sentía como Neji. Ni siquiera había escuchado pasos acercarse, como solía hacer su primo.
La abuela despertó por el ruido, notando lo tensos que todos estaban, especialmente la ojiperla que no dejaba de observar la puerta sin saber qué hacer.
—¿Qué pasa? —preguntó, desconcertada.
—Alguien dio la señal —contestó Hanabi, sin desviar los ojos de la figura de su hermana mayor.
La confusión se hizo notar en el rostro arrugado de la anciana.
—¿Y qué estás esperando, niña? —apresuró la abuela a Hinata—. Abre, ya todo está bien.
—Abuela Chiyo...
—¿Me escuchan?
Hinata no pudo responderle a la anciana cuando una voz del exterior la interrumpió. Yugao de inmediato se puso de pie, con los ojos llenos de esperanza al reconocer la voz de su esposo.
—Es Hayate —dijo con una enorme sonrisa, aliviada.
—El peligro ya pasó, no tienen por qué temer —dijo la figura al otro lado de la puerta, con la voz distorsionada por la puerta de manera.
Hinata apretó los labios. Se suponía que era Neji el que daba la señal, su tío o su padre, era su responsabilidad. No le darían esa tarea a Hayate, algo andaba mal.
—Hinata —la voz llena de urgencia de Yugao la hizo sobresaltarse—. ¿Por qué no abres? Hayate dijo que ya no hay peligro.
—Yugao, es que... Neji...
—Quizá Neji está muy ocupado, tan ocupado para no haber venido él en persona, por eso hizo que Hayate viniera. Dio la señal. Nadie, aparte de los que vivimos aquí, la sabe.
—Eso es cierto, pero...
La mirada de Yugao se tornó en pura frialdad.
—¿No confías en Hayate?
Hinata negó de inmediato, no quería pelear con la joven ni causar malos entendidos. Simplemente así se había hecho todo. Su primo o alguno de ellos siempre avisaba que todo estaba bien, nadie más. Si Neji no podía, su tío o padre lo hacían.
—No es eso, es que...
—Si no se trata de Neji, nuestro padre o tío, no se abre la puerta —interrumpió Hanabi con frialdad la conversación, fulminando a la de cabello púrpura—. Es una medida de seguridad.
—Pero Hayate está afuera, tocó las tres veces, hizo pausa, tocó otras tres veces y chifló. ¿Qué más quieres? —le frunció el ceño a la menor, avanzando hacia donde estaba Hinata que igualmente imitó el gesto, protectora de la llave—. Si no vas a abrirle a mi esposo, lo haré yo. Estuvo todo este tiempo afuera, incluso lo mandaron a vigilar cuando no era su turno. Debe estar congelado, probablemente herido —los ojos de Yugao se volvieron suplicantes—. Por favor, solo quiero ver que esté bien. Él dijo que ya todo está bien. Si fuera una bestia, lo notaríamos en seguida. Es mi esposo, Hinata. Puedo reconocer su voz incluso a kilómetros de aquí.
Se sintió entre la espada y la pared. Incluso escuchó a los demás murmurar, coincidiendo con lo que Yugao decía. Observó a Hanabi, esperando su ayuda pero ella no dijo nada, negándose a abrir la puerta hasta que alguno de sus familiares fuera el que quiera la señal. Hinata opinaba lo mismo. Quería entender la posición de Yugao, estaba preocupada por su esposo, era entendible pero eran reglas que debían seguirse.
—Lo siento, Yugao. No puedo.
Yugao cerró los puños y sus ojos se tiñeron del más profundo odio.
—Mi esposo está afuera, probablemente herido. Tu tío lo mandó a vigilar cuando no era su turno solo porque Genma se enfermó del estómago, ese desobligado, siempre inventándose enfermedades cuando está cercana su fecha de vigilancia. Y tú tío le creyó. ¡¿Y ahora dices que no confías en mi esposo solo porque tu maldito padre, tío o primo no son los que dan la señal?! —gritó.
—Yugao, no es necesario que grites —intentó calmar Ayame, observando a su amiga—. Fue Neji quien dijo que nos avisaría cuándo podíamos salir...
Antes de que Ayame buscara la manera de convencer a su amiga de dejar de presionar a Hinata, la mujer se lanzó hacia la peliazul, sorprendiéndola. La tiró sobre el piso, buscando la llave con tanto desespero que Hinata temió que le rompiera los dedos.
—¡Niñas, basta...! —gritó la abuela Chiyo.
Los niños, al ver el conflicto, se acurrucaron contra sus madres, amenazados por el violento comportamiento de la mujer que rasguñó la mejilla de Hinata, sorprendiéndola y haciéndole bajar la guardia. La llave rebotó en uno de los rincones de la cabaña, Yugao fue detrás de ésta, tomándola y no dejando pasar más tiempo, abriendo con manos temblorosas el candado repleto de cadenas que los mantenía a salvo desde el interior.
—Ya voy, mi amor, aguanta un poco más —susurraba con una sonrisa, logrando zafar el candado.
Hinata se incorporó, con la mano en la mejilla, buscando la manera de parar la sangre de la herida, observando a Yugao. Miró a los demás y les pidió retroceder. Confundidos, siguieron las órdenes de la ojiperla, llevándose a los pequeños hasta la parte más profunda de la cabaña, casi queriendo ser un mismo ser con la pared. Fue con su hermana, ayudándola a ponerse de pie junto a Chiyo que no entendía nada. Las condujo hasta la parte final y esperó, ansiosa, que Yugao terminara de abrir las puertas. No podía detenerla, nadie podía hacerlo, la mujer estaba perdida.
Las cadenas cayeron al suelo y Yugao abrió las puertas, éstas se desplegaron de par en par, dejando pasar los rayos de Sol que a muchos les lastimó los ojos. Ya era de mañana. Una silueta se dibujó en medio de tanta luz.
Yugao sonrió con alivio y lágrimas en los ojos al reconocer el rostro de su esposo.
—Hayate —se acercó a él, tomando su cabeza entre sus manos, sin importarle la sangre en su cara, ni ropa o manos. En esos momentos estaba feliz de verlo con vida, de que sus peores miedos no se cumplieran.
Todos mostraron muecas de terror. No solo era por la gran cantidad de sangre que manchaba a Hayate, también era el escalofriante detalle de que su cuello parecía roto. Sin embargo, Yugao no parecía importarle aquello, especialmente cuando la mano llena de sangre de Hayate le acarició el cabello, manchando su tono púrpura del carmesí.
—Gracias... —dijo Hayate, o lo que parecía ser Hayate.
La voz no era como la del hombre gentil y algo holgazán, era más siniestra, grave y con un feral tono que no era humano. Yugao frunció el ceño, confundida por la acción de su esposo. Debería estar besándola, por más vergüenza que le diera. Pudo morir y ella estuvo preocupada todo ese tiempo, era lo menos que...
Los ojos marrones de la mujer se agrandaron, amenazando con salirse de sus cuencas cuando vio cómo de la espalda de su esposo, o de lo que imaginó era su esposo, una enorme bestia salía haciendo un sonido grotesco y espeluznante, opacando el Sol por completo y tiñendo en rostro de la mujer una mueca de terror.
En el piso, la piel inerte de Hayate cayó con un sonido sordo. No tenía globos oculares ni lengua, era como un disfraz hecho de su piel y vestimenta.
Un disfraz que esa bestia de peludo pelaje tono azabache usó para engañar a una estúpida mujer.
—¿H-Hayate...?
Por toda respuesta, la cabeza de la mujer fue cercenada cuando el hocico del lobo le despedazó el cuello en un movimiento, manchando todo de sangre.
Los gritos dentro del refugio resonaron en toda la villa.
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INTERVENCIÓN: Capítulo 1
James se coloca en el centro del lugar, rodeado de residentes que conversan entre sí. Con una determinación palpable, levanta un megáfono y lo ajusta para dar las descripciones de los lobos.
LOBO 1: De treinta años, nacido en Safe Haven. El hijo del medio, actualmente reside con sus dos hermanos. Tiene un perro de mascota, el béisbol es su deporte favorito y le encantan las películas de miedo.
LOBO 2: Nació en Seúl, tiene 34 años. Su libro favorito es "El Huésped" de Hwang Sokyong. Ha visitado más de 30 países. Tiene una hija. Le encantan los gatos, tiene dos de mascota. Suele llevar lentes, en especial para trabajar. Le gustan las plantas y su cuidado. Su peor hábito es el tabaco.
LOBO 3: Nació en Safe Haven y tiene 28 años. Nunca viajó a ningún sitio fuera del pueblo. Es autodidacta y apasionada por su trabajo. Por las noches le gusta salir a caminar y mirar las estrellas. Tiene un talento oculto para el dibujo técnico.
LOBO 4: Nació en Safe Haven, 29 años. Lo que más ama en este mundo es a su gato y pintar. Su cantante favorita es Mitski. Adora la naturaleza, sus flores favoritas son las gerberas o las margaritas. Tiene dos pies izquierdos y no hay nadie quien la calle.
LOBO 5: Forastero. Nació en Corea del sur, 29 años. Su cantante favorita es Adele. Es alérgico al polen. Tiene una perrita que comparte custodia con su hermana de raza Dachshund. Tiene una cicatriz en su antebrazo.
LOBO 6: Nació en Nueva york, pero al comenzar la escuela media se mudó a Seúl para continuar con sus estudios. Forastero. De pequeño soñaba con salvar vidas, pero ahora se conforma con acabar con los proyectos de arte con los que experimenta. Suele cargar consigo un bolsillo donde se hace notar un básico kit para emergencias y muestras de plantas del día. El volverse útil se ha hecho un hábito después de tanto tiempo detrás de un mostrador y otro más, es el poder encontrarlo a primera hora de la mañana trotando por la ciudad mientras deja por ahí semillas para aves. Depende del día anterior si lleva puesta música en sus audífonos o no, pero siempre los lleva puestos.
LOBO 7: Forastera. 29 años. Le fascinan los días soleados. Sus daylist van desde el rock de los 80's hasta pop Billboard, aunque en el fondo nunca superó su fase MCR. Es muy escéptica y desconfiada, siempre va a cuestionar todo. Colecciona novelas de misterio y ciencia ficción. Su padre es chef profesional, así que tiene buen paladar. No le gustan los gatos (es alérgica a ellos).
LOBO 8: Forastero, 34 años. Le gusta leer y ver series norteamericanas. Tiene mala visión por lo que siempre usa lentes de contacto. Parece alguien duro en un inicio, pero en realidad le gusta conocer gente y hacer amistades. De pequeño quería ser deportista olímpico.
Les recordamos que los personajes deben conseguir información y no se acepta que se busque fuera de personaje. Es decir que los usuarios no pueden intervenir para ganar sin haber hecho la investigación en sus conversaciones.
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Horas se passaram como se fossem anos de Guerra, o estresse que prevalece é o mental, mantendo os semideuses na ponta de seus pés, sem saber o que acontecerá a seguir, mas em constante combate, tentando seu melhor para não ferir as cascas profanadas pelos Espíritos Malignos, sem saber se aqueles por debaixo dos olhos imersos em chamas esverdeadas são seus amigos aprisionados ou apenas seus corpos, usados para fins tenebrosos. A ameaça se alastrou como fogo pelo Acampamento, porém, tão rápido quanto causou seu dano, se foi com a organização de Quíron em conjunto com as Legião que ainda estava no acampamento grego.
Quando os semideuses novamente voltaram seus olhares aos céus, buscando a Deusa da Juventude, ela e seu prisioneiro não mais estavam lá, desaparecidos, deixando para trás apenas a destruição que ficou. Barracas devastadas, um refeitório com suas mesas quebradas, Chalés chamuscados ou com suas pilastras e janelas quebradas, cinzas de campistas que sucumbiram à emboscada por toda parte... Os que restaram, agora se perguntavam se o ataque foi algo direcionado, mas a resposta era clara: havia sido algo muito bem arquitetado, planejado. Ninguém queria apontar dedos, mas até mesmo os Deuses certamente já trocavam olhares entre si buscando um culpado para tal atrocidade.
Para o Olimpo, a perda foi considerável, três Deuses Maiores haviam desaparecido, outros mais, Menores, também haviam sido acometidos pelo ocorrido e o próprio Guardião do Submundo que, até então, havia estado sob a proteção do Meio-Sangue, havia sido perdido. Por mais que não fosse dito em voz alta, medo e confusão se alastravam por toda a parte... Os inalcançáveis haviam sido aprisionados, os poderosos Olimpianos eram não mais que presas nessa Nova Guerra. O equilíbrio até então instaurado pela força onipotente e onipresente do Olimpo agora não passava de uma promessa ao vazio. Tártaro havia provado que eles podiam sangrar... Agora, com a lealdade dos demais Deuses em risco, todos aguardam respostas às suas perguntas e súplicas, porém, Zeus se mantém calado.
Um único pronunciamento deixa os grandiosos salões do último andar do Empire State, dirigido aos semideuses por Hera:
─ Unam-se, proles divinas, mais do que nunca seus pais precisam de vós.
Informações OOC.
Fim do Primeiro Capítulo!
Os Romanos podem retornar ao Acampamento Júpiter ou permanecer do Meio-Sangue. De uma forma ou de outra, sob orientação de Hera/Juno, todos deverão se unir eventualmente.
Caso seu personagem não tenha participado do Plot Drop pelo Discord, sinta-se à vontade para narrar o que ocorreu!
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jamás diré que cierto evento que me ha dejado completamente desequilibrada para los restos ha traído cosas buenas pero sí es verdad que desde que ha pasado ya no celebro la navidad con mi familia (más allá de mis padres y de mi hermano) y que por tanto no tengo que coincidir con mi tío militar ni el resto de familiares fachas. así que feliz navidad porque de alguna forma lo es
#cenando pizza de atún en pijama y después yendo a ponerme un capítulo de cualquier serie como plan de nochebuena is wild#comparado con cómo celebraba yo la navidad hace cinco años#0 maquillaje 0 familiares 1 colacao calentito después de cenar y aquí paz y después gloria#zai.ez
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¡Terminé el segundo borrador del capítulo 14!!!
En la semana lo corrijo y lo subo por fin.
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