#cómo te quedó el ojo?
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darksisterrr · 1 month ago
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𝑳𝑨 𝑵𝑶𝑪𝑯𝑬 𝑫𝑬 𝑯𝑨𝑳𝑳𝑶𝑾𝑬𝑬𝑵 +18 | DOS DISPAROS (PT 2)
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𝘎𝘦𝘯𝘳𝘦/𝘛𝘢𝘨𝘴: 𝘈𝘯𝘨𝘴𝘵, 𝘙𝘰𝘮𝘢𝘯𝘤𝘦, 𝘌𝘮𝘰𝘵𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭 𝘊𝘰𝘯𝘧𝘭𝘪𝘤𝘵, 𝘚𝘭𝘰𝘸-𝘣𝘶𝘳𝘯.
𝘗𝘢𝘪𝘳𝘪𝘯𝘨: 𝘏𝘸𝘢𝘯𝘨 𝘑𝘶𝘯-𝘩𝘰 𝘹 (𝘛/𝘕)
𝘞𝘢𝘳𝘯𝘪𝘯𝘨𝘴: 𝘔𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘶𝘮𝘢, 𝘩𝘦𝘳𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴, 𝘥𝘪𝘴𝘤𝘶𝘴𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘢𝘴, 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘯𝘤𝘪𝘭𝘪𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘢𝘱𝘢𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘢, 𝘴𝘦𝘹𝘰, 𝘮𝘢𝘴𝘵𝘶𝘳𝘣𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯, 𝘵𝘳𝘢𝘪𝘤𝘪𝘰́𝘯.
No olviden dar like y repostear para que más personitas lean 💕
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El año después de la tragedia en la isla había sido una prueba constante para Jun-ho y (T/N). El peso de lo vivido no se desvaneció con su rescate; al contrario, parecía anclar sus almas a esa maldita experiencia, arrastrándolos al abismo cada vez que intentaban respirar con normalidad.
Jun-ho apenas hablaba sobre lo que ocurrió. El disparo de su hermano había dejado una cicatriz profunda en su pecho, no solo física, sino emocional. Aunque sobrevivió al balazo y a la caída, el dolor real provenía de saber que In-ho, su único hermano, había elegido el camino de la oscuridad. Su frustración, su rabia, se volcaba en una rutina exhaustiva de preparación. Pasaba horas entrenando su cuerpo herido, revisando archivos y mapas, siempre con el rostro endurecido.
(T/N) no era muy diferente. Tras salir del hospital, se enfocó completamente en la misión. Su herida tardó en sanar, dejando una leves secuelas que ella se negaba a reconocer. Pasaba las noches estudiando los movimientos de los organizadores de los juegos, memorizando nombres y conexiones. Pero, a diferencia de Jun-ho, (T/N) no ocultaba su dolor. Era transparente en su rabia, en su frustración, y en cómo las pesadillas la atormentaban cada noche. La caída al mar, el frío que la atravesó, el miedo de perderlo... todo volvía como una tormenta incontrolable.
Aunque ambos intentaban seguir adelante, los fantasmas de la isla los perseguían en cada esquina. La relación entre ellos comenzó a tensarse, no por falta de amor, sino por el peso de la culpa compartida. Jun-ho no podía dejar de reprocharse por no haber protegido mejor a (T/N). Ella, por su parte, se culpaba por no haber sido más fuerte cuando lo necesitaba.
Ahora, mientras preparaban la misión para infiltrarse en la fiesta de disfraces, esa tensión explotó.
(T/N) estaba de pie frente al pequeño espejo del motel, ajustando la ropa que llevaría puesta. Jun-ho, sentado al borde de la cama, miraba en silencio, su mandíbula apretada. Finalmente, no pudo más.
—Esto es una locura, (T/N). No deberías venir —soltó, su tono más cortante de lo que pretendía.
Ella se giró lentamente, cruzando los brazos. —¿Otra vez con eso? Ya lo hemos hablado, Jun-ho. No voy a quedarme atrás.
—No entiendes. No es una discusión. ¡No voy a arriesgarte de nuevo! —se puso de pie, alzando ligeramente la voz.
—¿Arriesgarme de nuevo? ¿Crees que tú tienes la única palabra en esto? —respondió, acercándose a él con los ojos encendidos.
—¡Sí! Porque si algo te pasa otra vez, no voy a poder soportarlo.
Su confesión fue como un golpe en el pecho, pero no suavizó la mirada de (T/N). —¿Y qué hay de mí? ¿Crees que no me preocupa cada vez que sales ahí fuera? ¿Que no me duele verte cargar con todo esto solo porque crees que tienes que protegerme?
Jun-ho pasó las manos por su cabello, desesperado. —Es diferente. Yo elegí esto. Tú no tienes que hacerlo.
—¡Sí lo elegí! —gritó, dando un paso más hacia él—. Elegí quedarme contigo, elegí luchar por las vidas que destruyeron. Elegí no quedarme de brazos cruzados mientras siguen matando a personas inocentes.
La habitación quedó en silencio por un momento, solo roto por el sonido de su respiración agitada. (T/N) bajó la mirada, sus hombros temblando ligeramente.
—No quiero perderte, Jun-ho. Pero no puedo ser quien te detenga de hacer lo que tienes que hacer... y tú tampoco puedes detenerme a mí.
Su sinceridad lo desarmó. Jun-ho cerró los ojos, luchando con las emociones que llevaba reprimiendo durante meses. No quería admitirlo, pero la idea de perderla otra vez lo aterrorizaba.
Cuando abrió los ojos, la encontró mirándolo con la misma intensidad, pero esta vez con un rastro de lágrimas en los suyos.
—Te amo, Jun-ho —susurró—. Pero no puedo ser la razón por la que falles en esto.
Fue entonces cuando todo se desmoronó en su interior. Con un movimiento rápido, la tomó del rostro y la besó. No fue un beso suave ni calmado; fue desesperado, cargado de la rabia, el miedo y el amor que no podía expresar con palabras. (T/N) respondió con la misma intensidad, como si ese beso pudiera sanar todas las heridas que ambos cargaban.
La discusión, las heridas, el miedo... todo se desvaneció mientras se aferraban el uno al otro en la pequeña habitación, buscando consuelo en el único lugar donde podían encontrarlo: juntos.
Las grandes manos de Jun-ho comenzaban a masajear los senos de (T/N) mientras hundía su cabeza en el cuello de la mujer, succionaba su piel con suavidad y deseo, las manos de ella acariciaban el cabello del hombre tratando de sentirlo más cerca, quería que aquel momento nunca acabara.
Con movimientos precisos y rápidos el quito el jean de su pareja dejando a la vista una ropa interior de encaje negro, Jun-ho amaba ese tipo de conjuntos de lencería qué su novia usaba a diario, el solía pagarle cada uno de ellos con la intención de que ella le modelara en un espectáculo erotico.
—Uff..., extrañare tanto este coñito—una suave palmada impacto en el lugar nombrado y sin perder un segundo más comenzó a estimularla.
—Cuando esto termine, espero que nos mudemos a una hermosa casa en las montañas...—con la respiración entrecortada (T/N) hablo mirándolo a los ojos.
Una risita salió de los labios de Jun-ho seguido de un asentimiento, observaba la figura de su mujer sentada en el escritorio y sudando de la excitación qué sus dedos le causaban y una idea fugaz recorrió su mente haciéndolo tensarse. El hombre bajo el cierre de su pantalón y saco su verga erecta y palpitante de su ropa interior; no quería lastimar a (T/N) por lo que con saliba la lubrico y comenzó a estimularse a si mismo un poco, para luego agarrar a su pareja del cuello contándole la respiración y dándole un beso intenso.
—Si te pierdo me perderé a mi mismo para siempre, no puedo vivir sin ti y no soporto la idea de verte lastimada por esos bastardos.
Antes siquiera de que (T/N) pudiera responder el grueso miembro masculino de su novio ingreso de manera brusca y rapida dejándola sin aliento. Abrazó por los hombros a Jun-ho y comenzó a gemir con intensidad mordiendole la piel y besandole el cuello.
Sus movimientos eran rápidos y fuertes, el glande chocaba con el fondo de la vagina haciendo que en cada estocada un quejido leve saliera de sus labios, las fuertes manos de Jun-ho alzaron el trasero de (T/N) y separo sus nalgas comenzando a follarsela como un animal, no quería dejarla, no quería separarse de ella y a toda costa deseaba protegerla, pero ella no lo permitía.
Logro identificar cuando su novia llegó al orgasmo porque su cuerpo se debilito y recostó su cabeza en su hombro gimiendo con cansancio y suavidad, aún así su ritmo no cambió y cuando el derramó su semilla en el coño de (T/N) surpiro de placer y la llevo en brazos hacia la cama recostandola en el colchón y dejando muchos besos por toda su cara, de la misma forma acariciaba con delicadeza la piel del cuerpo de ella.
—Quédate aquí, iré por algo para limpiarte—indicó Jun-ho refiriéndose al semen que escurría del coño de (T/N).
Jun-ho entro al baño y se observó fijamente en el espejo, una lágrima resbaló por su mejilla sintiendo culpa, pero no podía echarse atrás, debía protegerla a toda costa, así que a pasos largos y rápidos le echo un último vistazo a (T/N) y salió del cuarto dando un portazo y comenzando a dejarla encerrada con llave en la habitación.
La mujer se dio cuenta de lo que estaba pasando y comenzó a golpear la puerta mientras gritaba de rabia, se sentía triste y traicionada.
—¡Jun-ho! ¡No puedes decidir por mi!—con sus puños golpeaba una y otra vez la madera de la puerta—¡Me estas traicionando!
Al otro lado Hwang Jun-ho cerraba sus ojos con culpa mientras se recostaba en la pared contraria a la de su habitación con (T/N), para el eso había sido lo correcto, y esperaba que ella comprendiera.
—¡¡¡Abre la maldita puerta!!! ¡¡¡Ábrela!!!—gritó con furia (T/N) comenzando a llorar de impotencia.
—Vendré por ti mañana, mi vida..., lo juro, solo quiero protegerte.
Cegada de la ira, (T/N) buscaba la manera de salir de aquel lugar, intentó derribar la puerta pero muchos de sus intentos eran nulos, se asomó por la ventana, pero lo único que vio fue que se arriesgaría a una gran caída si siquiera intentaba hacerlo.
Dos voces se unieron a lo que estaba ocurriendo, voces familiares.
Seong Gi-hun y Choi Woo-seok.
(T/N) volvió a acercarse a la puerta tratando de descifrar si sus amigos estaban allí o solo era su imaginación.
—¿Qué sucedió oficial?—inquirió el más risueño de los tres— Hace algunos momentos estaban muy... felices.
—Estoy protegiéndola, no quiero que nada le pase—respondió él detective mirando a los dos hombres a su par.
Un golpe fuerte y seco resonó otra vez y con más rabia de la que ya tenia (T/N) pateo la puerta con fuerza.
—¡Gi-hun! ¡Sácame de aquí!—exclamó con la voz rota golpeando una vez más, pero con menos fuerza que las anteriores—No pueden dejarme aquí..., yo también quiero ayudar, tengo el derecho a ayudarlos..., yo también estuve allí.
Jun-ho negó hacia Gi-hun quien consideraba abrir la puerta.
—Gi-hun..., no puedes dejarme aquí—comenzó a hablar ella ya con un llanto prominente de la impotencia que sentía—, los dos estuvimos en ese infierno, yo también quiero vengar a Ali, a Sae-byeok...—intentó convencerlo—, no me pueden hacer esto...
—Lo siento (T/N)... Es lo mejor para ti—Gi-hun le dio la razón a Jun-ho—. Vamonos, ya casi es hora.
Un grito de rabia y más puños y patadas a la madera fue lo último que escucho Hwang Jun-ho antes de alejarse del dormitorio donde había dejado encerrada al amor de su vida.
—Perdóname, pero no lo entenderías...
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deepinsideyourbeing · 10 months ago
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Enzo viendo como te hacés el skincare, te maquillás...
Simplemente él siendo el mejor novio del mundo
Necesito cariño jaja
Fluff ♡
Enzo recuerda el horror en tu rostro cuando en una de las primeras citas confesó no utilizar protector solar, así como recuerda la reprimenda que recibió y la forma en que lo arrastraste a una tienda para conseguir productos adecuados para su piel.
El recuerdo parece demasiado lejano mientras te observa a través del espejo, pero la forma en que cuidás de él sigue siendo la misma: una mascarilla cubre su rostro y el líquido que embebe la tela es frío, helado, pero la sensación de tus dedos en su cabello logra distraerlo.
-¿De qué era esto?- pregunta y frunce los labios en un gesto tan típico suyo. Se estira para tomar el diminuto gotero que contiene el aceite que utilizás para hidratar sus puntas y lee-. Almendras.
-Era el que te gustaba, ¿o no?
Recuerda cómo solías tratar su cabello cuando la dieta que realizó para una película provocó que este se debilitara, también recuerda los masajes en sus extremidades adoloridas y su sienes. Asiente.
-Bueno, ahora te toca- se pone de pie y ocupás el asiento frente al tocador. Toma un cepillo y desenreda tu cabello, comenzando por las puntas y asegurándose de deshacer cualquier nudo antes de continuar.
Coloca un par de gotas en la palma de su mano y frota sus palmas para esparcir el producto antes de colocarlo sobre tu cabello. Cuando el aceite en las yemas de sus dedos es mínimo masajea tu cuero cabelludo y oye un sonido de aprobación surgiendo desde tu garganta.
Recoge tu cabello y utiliza uno de tus broches favoritos para asegurarlo en su lugar. Acomoda un mechón corto tras tu oreja y besa tu mejilla, su mirada encontrando la tuya en el reflejo.
-¿Querés ver una película? Todavía tenemos tiempo.
-No sé- arrugás la nariz-. ¿Dónde quedó el libro que estabas leyendo hoy?
-¿Por...?
-Quería escucharte leer un ratito.
Te sonríe y corre a buscar el libro que dejó olvidado en algún rincón del departamento que comparten. Cuando regresa te encuentra recostada sobre tu estómago, tus piernas balanceándose en el aire y los dijes (uno por cada aniversario) en tu tobillera tintineando.
En lugar de retomar la lectura decide leer el capítulo desde el inicio para ofrecerte un poco de contexto. No puede evitar perderse una y otra vez, sus ojos dejando las páginas para centrarse en tu rostro y encontrando tu mirada fija sobre sus labios en cada ocasión.
Faltan aún un par de horas para que ambos deban dejar la comodidad de su hogar y él pueda ver cómo colocás rímel en tus pestañas, rubor en tus pómulos y en tus suaves labios un gloss que dejará marcas en todo su cuerpo.
Otro dije aguarda su turno pacientemente, oculto dentro de una pequeña caja aterciopelada que Enzo escondió en el armario.
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arathmm25 · 2 months ago
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Pedido listo! @eunchaerry2006 (creo era así xd)
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"Barely Legal II" - Eunchae Ft Kazuha
Eunchae: Oppa! Oppa!
Eunchae se acercó corriendo hacia ti con su hermosa y radiante sonrisa, saltando sobre tus brazos dándote un cálido abrazo
T/N: Hola Manchae, te ves bien
Eunchae: Oppa.. Trátame con cariño .. soy tu mujer.. Dame un beso!
Tragaste saliva y tartamudeaste sin saber bien que responder, desde ese.. Día donde no solo Eunchae se hizo mayor si no que una mujer adulta, ella se a vuelto más cariñosa y.. coqueta
Tuvieron sexo varias veces más luego de eso, sesiones bastantes intensas con la inagotable energía de Eunchae y una que otra de sus Unnies uniéndose al escuchar el escándalo dentro del dormitorio
T/N: No puedo hacerlo aquí.. Hay mucha gente que ya nos ve raro por nuestro saludo
Eunchae: ¿Y?, Es mejor que todos sepan que sos mío
Chaewon: Ujum.. ¿Tuyo?
T/N: No de nuevo.. No ahora, porfavor ambas no empiecen
Kazuha: ¿Empezar que Oppa?
Chaewon: ¡Manchae quiere apoderarse de el!
Kazuha: ¿Que? No! El es mío!
Chaewon: Si! Así es! El es tu- ¡NO! ¡EL ES MI-
Yunjin: ¡DETENGANSE!
T/N: Mierda Jennifer.. Tu voz es muy fuerte casi me dejas sordo
Yunjin: ¿Preferís que las dejé seguir?
T/N: No no.. Muchas gracias.. Ahora chicas.. Sigan preparándose que en media hora salen
Gracias al grito de Yunjin, las chicas se calmaron y terminaron de prepararse, menos Eunchae quien se quedó a tu lado..
T/N: ¿No deberías ir también?
Eunchae: No, ya estoy lista
T/N: Bueno.. te ves preciosa
Eunchae: Gracias Oppa y..
T/N: Dios.. Conozco esa mirada
Eunchae: Media hora, es suficiente para una ronda.. ¿No?
T/N: No podemos, arruinaremos tu ropa y maquillaje
Eunchae: Ugh.. No seas cobarde, tendremos cuidado, no te pediré que me escupas y golpees como siempre
T/N: Shhh.. No digas esas cosas en voz alta..
Eunchae te miro con sus ojos de cachorrito.. Esos ojos que te pueden para todo y un "No" como respuesta no sirve para ninguno de los dos
T/N: Bien.. Carajo Eunchae..
Eunchae: Genial! Ven conmigo..
Ella sujeto tu mano y te llevo a los baños, entro contigo luego de revisar que no hubiera nadie, apenas entraron ella solo cerró la puerta y se abalanzó hacia ti.. Tirandote contra la pared devorando tus labios
Eunchae: Amo esto.. Extrañe tanto su boca Oppa ~
Sin poder responder Eunchae jugo con su lengua dentro de tu boca, pero no era una batalla lengua contra lengua.. Era ella saboreando el interior de tu boca, lamiendo cada gota de tu saliva mientras sus manos tocaban tu polla por encima de tu ropa
Eunchae: Tan grande.. Todo para mí.. Con ninguna de esas MALDITAS ZORRAS CERCA
T/N: R-respeta a tus.. Amigas..
Eunchae: ¿Defendiendolas de nuevo..?
T/N: No.. So-
Eunchae te dió una bofetada y un golpe con su rodilla en tu estómago, cuando caiste al suelo ella te sujeto del pelo, llevando tu cabeza hacia su entrepierna frotándose con tu nariz
Sus gemidos eran suaves y adorables.. Contrastando unos de sus ataques de celos enfermizos..
Ella levantó tu cabeza y escupió en tu cara, riéndose de ti
Eunchae: Ahora la puta pareces tu, Oppa ~
Cómo si ella supiera lo que hace.. Eso despertó algo dentro de ti.. Una chispa que pocas veces se enciende..
Te levantaste de golpe Sujetando a Manchae del cuello, la levantaste y tiraste contra el piso, te acercaste a ella y con tu pie en su coño.. Lo frotaste, la cara de ella tenía una sonrisa enorme
Eunchae: N-No papi.. Manchae a sido buena..
"Perra astuta.."
Te tiraste sobre ella luego de frotar su coño durante un minuto.. Liberaste tu polla dura y follaste su boca mientras tapabas su nariz evitando que respire.. Sabiendo de su resistencia evitabas que respire un rato.. La dejabas recuperarse y de nuevo a ahogarla..
El suelo a su lado tenía su saliva, que escupía cuando intentaba respirar y algunas lágrimas que caían por sus hermosos ojos
Luego de cinco minutos así saliste de su boca, te masturbarte un poco y te corriste en su cara.. Frotando tu verga por todo su rostro junto a tu semen, su saliva y lágrimas
T/N: Las niñas putas como vos merecen ser tratadas así.. ¿Entendés tu lugar en el mundo, no?
Eunchae: *Jadeo* N-no.. *jadeo*
T/N: Ja.. Zorra estúpida
Diste vuelta a Eunchae, rompiste su pantalón y ropa interior, penetrando su trasero poco usado desde esa noche.. Por una razón
Eunchae no pudo caminar durante un mes, la única zona realmente frágil de la pequeña, su apretado y pequeño trasero luchando contra tu enorme vara
Eunchae gemia fuertemente, sus gemidos resonaban en todo el baño, tus caderas chocando contra las de ellas, sus pequeñas piernas temblando con cada embestida y pequeños chorros saliendo de su coño
Azotaste a la pequeña maknae dejando su pequeño culo rojo, luego de varios minutos te corriste dentro de su trasero y empujaste su cuerpo contra el suelo
T/N: *Jadeo* Te llenaría el coño.. Pero ya ten��s que salir..
Eunchae no respondió, se quedó en el suelo respirando como podía cuando escucharon la puerta..
Sakura: Eunchae, Kazuha, estamos a 10 minutos de salir!
Kazuha: S-si~ Ya vamos..
Al escuchar el nombre de Zuha y su vos.. volteaste hacia ella quien salía de su cubículo..
T/N: Mierda..
Kazuha: O-oppa..
Ella salió desnuda, con su coño goteando y se veía claramente agotada, pero con una mirada de desesperación, con una frustración sexual que conocías.. No fue suficiente para ella y necesitaba correrse
T/N: Diez minutos Zuha.. No es su-
Kazuha: Sabes que soy sensible contigo.. Me haces llegar rápido al orgasmo.. Oppa.. Porfavor.. No podré concentrarme
T/N: Mierda.. Bien, lo haré..
Te acercaste a ella, le diste la vuelta y la apoyaste contra la pared, sin esperar metiste tu pene semi duro en su siempre apretado coño
Kazuha abrió los ojos de par en par, con una mano tomaste sus manos y con la otra hundiste su cara contra la fría pared.. Tus ojos estaban hipnotizados por su gran trasero rebotando con cada embestida
Solo dos golpes más y ella tuvo su esperando orgasmo.. Se separó de ti y cayó al suelo temblando mientras hacía lo mismo de siempre.. Decirte "No más" "No papi" "No puedo" y se arrastraba lejos de ti..
Era algo que amabas de ella.. Luego de cada orgasmo ella se volvía mucho más tímida de lo normal, verla así en un baño público, a minutos de subirse al escenario.. No podias parar
Fuiste hacia ella y entraste en su sensible coño de nuevo, Zuha tuvo otro orgasmo e intento huir pero la forzaste a quedarse en el lugar, follando con rapidez su agujero que no paraba de chorrear
Te corriste dentro de ella, llegando al fondo de su coño, llenandola por completo..
Al salir de ella buscaste tu celular, miraste el tiempo y estaban a cinco minutos de salir..
Arreglaste como pudiste a las chicas, pero no lograste mucho.. Eunchae salió con su maquillaje destruido y su ropa toda sucia
Kazuha caminaba con dificultad, apoyada con Eunchae quien se sobaba el trasero adolorido y trataba de entonar para recuperar su voz
Sakura: Oppa.. Dios santo.. ¿Lo hicieron?
T/N: Lo siento! Eunch-
Sakura: Te provocó.. Esa niña conoce bien tus puntos débiles
Yunjin: Dios mío Zuha.. ¿Podrán bailar?
Eunchae: Si! solo me duele el trasero..
Kazuha: Déjenme descansar hasta que salgamos.. Podré bailar un poco
T/N: Me despedirán..
Yunjin: Tranquilo Oppa, si te quieren echar nos vamos contigo
Chaewon: Y HYBE no querrá perdernos a nosotras también luego de que NEWJEANS se fuera
T/N: Y-yo.. Bien.. pero mierda, no me dejen solo con esa niña de nuevo
Sakura: Prometo cuidarte a ti y a tu amiguito de Manchae
Eunchae: Perras egoístas..
Las chicas subieron al escenario a tiempo y su presentación fue un éxito aunque pudiste notar tu semen escurrir por las piernas de Zuha y Eunchae..
"Mierda.. Mierda! Me olvidé de eso!"
Al final del concierto bajaron las chicas y luego le tocó a otro grupo.. Viste una escena muy rara.. Una de las chicas de ese grupo resbaló con tu semen y antes de pararse..
"¿¡ACABA DE PROBARLO!?"
Eunchae: Vamos Oppa! Estoy cansada.. Vamos a descansar, ya terminamos nuestra participación
En el camino a su dormitorio decidiste preguntar quienes eran el grupo de recién
T/N: ¿Alguna sabe que grupo salió luego de ustedes?
Eunchae: Yo si! Es el grupo de Kyujin!
Sakura: NMIXX Oppa, ¿Te enamoraste de ellas?
T/N: ¿Y-yo? No.. Solo.. Olvidénlo
Al llegar al dormitorio y ayudar a las chicas a entrar, cargando a Zuha y Eunchae.. Revisaste en tu celular a las integrantes de ese grupo
Una por una.. hasta que la viste..
T/N: Kyujin...
Sakura: ¿Kyujin..? Si te enamoraste de ellas ~
T/N: No! No es así, lo prometo! S-solo..
Sakura: También lo vi Oppa, no creo que ella quiera hacerlo contigo.. Ya sabes.. Su manager..
T/N: Si.. Tienen más experiencia juntos..
Sakura: Vayamos a dormir, no te preocupes por eso
"Kkura tiene razón.. No debo preocuparme"
POV: Kyujin
Kyujin: Te lo juro! Era delicioso! Cómo el de nuestro Oppa!
Jiwoo: ¿Deberíamos hablar con Eunchae..?
Kyujin: Esa perra es muy celosa.. Hablemos con Lily Unnie, ella nos ayudará
Jiwoo: Claro!
¿Fin?
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walker-skull · 3 months ago
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Miré por la rendija de la puerta para asegurarme de que nadie me había seguido, escuchando el gemido que se oía detrás de mí. Giré la manija y cerré la puerta suavemente, evitando que se oyera cualquier sonido.
Cuando me di la vuelta, le sonreí al chico que estaba sentado en la silla. Llevaba una camiseta de fútbol con retazos del resto de su atuendo. La práctica había terminado y me aseguré de que lo mantuvieran atado en un lugar seguro hasta que estuviéramos solos. Lo tomé por sorpresa, pude dominarlo y alejarlo del resto del equipo mientras terminaban sus rituales posteriores a la práctica. Las toallas se rompieron y los traseros recibieron palmadas hasta que no quedó nadie. Arrugó el ceño cuando descubrió quién era yo.
"Hola, Alex", hice crujir mi cuello mientras arrancaba el trozo de cinta que cubría sus labios. Estiró la mandíbula y la boca antes de mirarme.
—¿Qué carajo? Sabía que eras un bicho raro, pero no así. Si no me dejas ir, te voy a patear el trasero. —Se movió, tratando de liberarse. Todas esas lecciones de atado de cuerdas en los boy scouts fueron útiles, lástima que se burlara de mí por ellas. Lo rodeé, mis dedos se deslizaron por su camiseta. Me detuve detrás de él, me quité la camiseta y la arrojé frente a él. Los bultos se arremolinaron alrededor de mi torso de las muchas criaturas que se habían instalado dentro de mi cuerpo. Incliné la cabeza hacia atrás y gorgoteé cuando una de ellas se abrió camino hacia arriba por mi cuerpo. Tentáculos se arremolinaron fuera de mi boca y saqué uno, sintiendo que se retorcía mientras volvía mi atención al deportista.
—¡Déjame ir! —Estaba en pánico ahora, incapaz de ver lo que estaba haciendo. Caminé alrededor de él con la boca abierta, babeando mientras caminaba. Una vez que estuve de nuevo frente a él, coloqué a la criatura en su cara. Alex estaba gritando en este punto, interrumpido cuando Vulka se abrió paso hacia él. Su cabeza se inclinó hacia atrás y se convulsionó cuando le robaron el control. La criatura convirtió su cuerpo en una cáscara para controlar. Miré con asombro y fascinación cómo mi criatura se apoderó de su cuerpo. Lo desaté tan pronto como dejó de temblar y se puso de pie, flexionando sus dedos y luego mirando lo que ahora estaba controlando.
"¿Estás bien? ¿Cómo estás ahí dentro?", pregunté cuando Scott se levantó la camiseta y vi cómo la criatura que acababa de salir de mí se arremolinaba alrededor de sus abdominales y luego desaparecía más adentro. Me miró con una sonrisa y asintió mientras se bajaba la camiseta.
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Me acerqué a él con mi polla ya presionando contra mi cremallera. Scott también estaba excitado, su polla dura mientras empujaba mi mano por sus pantalones. Sus ojos revoloteaban por el placer que le recorría la columna vertebral, todo su cuerpo temblaba de placer. Me quité la camiseta en segundos y lo empujé contra los casilleros, besándolo apasionadamente mientras nuestros bultos se deslizaban uno contra el otro. Agarré sus músculos, disfrutando la sensación de su cuerpo antes de tomar mi lengua y deslizarla por su torso. Deslicé mi lengua a lo largo de su polla antes de tomar su longitud hasta el fondo, chupando fuerte mientras se retorcía bajo mi agarre. Podía sentir el pre-semen goteando de él y bajando por mi garganta. Me puse de pie, me di la vuelta y me incliné. Mis pantalones se deslizaron y mi agujero estaba listo para él. Al principio no estaba seguro de qué hacer, pero lo guié y terminé llenando el vestuario con mis gemidos mientras se apretaba dentro de mí. Sus embestidas se volvieron cada vez más agresivas a medida que el placer se apoderaba de él y podía pensar en follarme.
Agarré la silla que tenía frente a mí y gruñí con cada embestida, mientras lo escuchaba perder el control. Embestida tras embestida, llenó mi agujero con su semen y no pude evitar sonreír mientras escupía mi propia carga cremosa en el piso debajo de nosotros.
—Este mundo es tuyo para que lo explores, Scott. —Respiraba con dificultad y me lamía los labios. Él seguía admirando su cuerpo, flexionando los músculos para comprobar su fuerza.
—Gracias, humano. —Me besó, sabiendo que sólo era el primero y que ahora me iba a ayudar a llevar al resto del equipo.
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escribiendomisangre · 2 months ago
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La lluvia
¿Has pensado alguna vez cómo se siente ser querido?
La lluvia había empezado antes de lo previsto, aunque juraron que llegaría más tarde. En el periódico anunciaban tormentas, esas que arrancan tejas y dejan huellas irreparables en las calles. "Quizá sólo exageran", pensé. Pero, en el fondo, algo me decía que esta vez no sería como las anteriores.
Era extraño: caminar bajo esa lluvia era como entrar en una casa que nunca fue tuya, pero que, por alguna razón, te acoge. Cada gota era un roce inesperado, un intento de tocarte sin permiso. Nunca me había asustado algo tan pequeño, tan cotidiano. "Es sólo agua", me dije. Sin embargo, sentí el peso de su mirada, como si la tormenta estuviera esperándome.
Sabía lo que me habían dicho: "Es hermosa, pero te destrozará." Y aún así fui. ¿Qué otra cosa podía hacer? Hay una belleza que sólo se encuentra en lo que amenaza con destruirte. Esa lluvia no era sólo agua; era ella. Su risa resonaba como el goteo en los aleros, su piel tenía el frío húmedo de las primeras gotas, y sus ojos… sus ojos eran nubes cargadas que prometían arrasarlo todo.
No me importó. Quería sentirla, aunque significara perderlo todo. Cada paso bajo esa lluvia me alejaba más de la advertencia, más de las manos que intentaron retenerme. Cada paso era una rendición.
"¿Has pensado alguna vez cómo se siente ser querido?" Esa pregunta me golpeó justo cuando la tormenta arreció. Pensé que ser querido sería cálido, seguro, pero con ella era distinto. Era como pisar un suelo recién mojado: emocionante, pero traicionero. Sabía que me caería, y aún así, seguí avanzando.
La lluvia empezó a calar más profundo, no sólo en mi ropa, sino en mi piel, en mis huesos. Me dejó empapado de ella, sin posibilidad de volver atrás. Pero no me importó. En ese momento, entendí lo que significaba querer algo tan peligroso. Querer algo que no puedes controlar, que no puedes retener.
Cuando paró, todo quedó en silencio. Los árboles habían perdido hojas, los charcos reflejaban un cielo roto, y yo... yo estaba de pie, sin saber cuánto había perdido. Pero sabía una cosa: no podía arrepentirme. Había caminado bajo su lluvia, había sentido su caricia, había dejado que me empapara, aun sabiendo que nunca sería mío.
"Es innegablemente linda", me repetí. Y, aunque ya no llovía, aún podía sentirla goteando dentro de mí.
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jinetacromada43 · 2 months ago
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Entre Canibales | Franco Colapinto
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summary: mientras Franco se prepara para la carrera, aprovecha para lucirse frente a Agus, disfrutando de su atención. Ambos terminan envueltos en su complicidad y juego de provocaciones antes de despedirse con su ritual de siempre.
pairing: franco colapinto x (fem)! singer agus luciani
wattpad: jinetacromadette
Franco estaba en el vestidor ajustándose el mono, pero lo hacía tan lento que no podía ser casualidad. Yo, sentada en un banco, lo miraba sin apuro, notando cómo, cada tanto, espiaba mi reacción de reojo.
—¿Querés que te aplauda o qué? —le dije, arqueando una ceja.
Él sonrió, acomodándose la manga del mono de manera exagerada.
—¿Te está gustando el espectáculo? Porque me estoy esmerando por vos.
—Dejá de hacerte el lindo. Mirá que yo no perdono, ¿eh? —le advertí, mordiéndome el labio para no reírme.
Franco se giró, con esa sonrisa pícara que me desarmaba, y apoyó un pie sobre el banco frente a mí, haciendo todo un show mientras ajustaba el cierre del mono. Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, y lo peor era que yo no podía apartar la vista.
—Te gusta, ¿no? —dijo, haciéndose el inocente mientras se pasaba una mano por el pelo despeinado.
—No hagas eso si no queres que te lo arranque con los dientes —Me crucé de brazos, aunque sabía que mi tono no sonaba ni un poco convincente.
Él largó una carcajada, esa que hacía que todo en el mundo pareciera más fácil.
—Sos tremenda. —Me lanzó una mirada rápida y siguió ajustándose el cuello del mono, como si nada.
Yo intenté distraerme hablándole de cualquier cosa, algo sobre una canción que había soñado la noche anterior. Pero me perdí en lo que estaba diciendo cuando Franco se dio vuelta, con el mono ajustado marcándole todo.
—Qué colita… —murmuré para molestarlo, mordiéndome el labio casi sin darme cuenta.
Franco se detuvo y giró la cabeza, claramente escuchando mi comentario.
—Amor, me hacés dar vergüenza. —Se cubrió la cara con una mano, aunque su risa lo traicionaba.
Me paré del banco y me acerqué, sonriendo como si tuviera algún tipo de control en la situación.
—Me parece que voy a tener que dejar de invitarte a entrenar conmigo. Pero por lo menos ya sé que mi rutina de sentadillas da resultado. —Le dediqué una mirada rápida de arriba abajo, mordiéndome el labio.
—Basta. —Tiró la cabeza para atrás, riéndose, lo que me dio una vista privilegiada de su cuello. Ese cuello… ese todo. Qué injusticia.
—Y qué cuello… —murmuré, ladeando la cabeza y sin contener una sonrisa mientras llevaba una mano para acariciarlo inocentemente.
Me preguntaba cómo era posible que todavía sintiera mariposas en la panza al verlo, cómo mi corazón seguía saltándose un latido cuando se acercaba.
Franco se paró entre mis piernas y me sostuvo la cara con ambas manos, acercándose para besarme, un beso tan dulce como breve, aunque dejó mis labios temblando. Se rió contra mi boca cuando sintió mis manos apretándole la cintura.
—¿Me dejás morderlo? —le dije en un susurro, haciendo un puchero que me salió casi natural.
Me miró sonriendo cómplice , mientras bajaba las manos a mi cintura.
—¿Eso es un sí? —pregunté, haciéndole un puchero que lo hizo rodar los ojos
Un golpe en la puerta interrumpió el momento.
—Franco, ya tenés que salir —se escuchó del otro lado.
—Es un tal vez. —Me miró de reojo, todavía sonriendo, y me dio un beso rápido antes de ir hacia la puerta.
Cuando salimos hacia el garage, no pude resistirme y le di un chirlo. Él, sin mirarme, levantó el dedo del medio en respuesta.
—Es mío ahora. —Se lo agarré y lo guardé en el bolsillo trasero de mi jean, riendo.
Él negó con la cabeza, pero su sonrisa lo traicionaba. Me hizo una seña para acercarme antes de entrar al garage, siguiendo nuestra pequeña tradición.
—Rompela, mi rey —le dije, dándole un último beso.
Él se quedó mirándome con una ceja levantada y una media sonrisa, esperando más, porque obviamente me conocía. Y, claro, trate de aclararlo pero solo lo oscurecí más.
—O sea, no la rompas mal. Rompela bien. No rompas el auto. Bueno, tampoco te rompas vos… ¿Se entiende?
Franco se echó a reír, esa risa que resonaba más fuerte en mis nervios que cualquier motor de Fórmula 1. Me tomó de la cara, dándome un beso rápido, antes de mirarme a los ojos.
—Sos insoportable.
—Me amás.
—Lamentablemente. —Guiñó un ojo antes de irse, dejando mi corazón latiendo rápido y una sonrisa imposible de borrar.
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rubywolffxxx · 4 months ago
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Ficción no tan ficción (Tom Glynn-Carney x lectora)
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Masterlist de mi autoría
Sinopsis: en una de las tantas reuniones que se hacían entre los actores de la serie, el hombre se acercó con curiosidad al ver que le sonreías muy divertida a tu celular.
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—Estamos en una fiesta, milady. La idea es socializar.—____ levantó la mirada de su celular, mirando a Tom aún divertida.
—Oh, lo siento, majestad. Me trajeron obligada. Hace frío, quería ir a dormir.—
—¿Qué tienes? ¿60?—
—No. Tengo 6 horas de sueño, 8 de grabaciones y 2 aquí clavada... Déjame ser feliz y asocial un rato.—
—... ¿Qué lees entonces que te hace tan feliz?—Tom se sentó en el sofá frente al que la chica estaba tumbada.
—Un fanfic horrendo.—
—¿Y qué es eso?—La mujer bajó su celular, mirándolo casi ofendida.
—... ¿Eres un actor y no sabes qué es eso?—lo vio fruncir los labios tontamente—. Pobre inocente inculto.—
—¿Piensas decirme qué es o te seguirás burlando?—La mujer empezó a explicarle vagamente qué era todo ese mundillo raro y profundo que eran los relatos de fans. Y Tom quedó intrigado—. ¿y tú cómo sabes todo eso?—
—Porque antes de ser ____ la actriz, era ____ la escritora de tonterías... estas son mis raices humildes.—
—... ¿Y de qué era la historia que leías entonces?—
A esas alturas, la fiesta del fondo pasó a segundo plano. El par de actores estaba en sus respectivos sofás, relajados hablando de aquellas tonterías.
—Era una historia tuya.—
—¿¡Mia!?—
—No tuya tuya, de Aegon.—____ sonrió de solo recordarlo—. Pero era muy tonta, una amiga me la envió justo por eso y es... Una joya incomprendida.—
—¿Puedo leerla?—
—Ah, esta en español, no lo entenderías.—
—Léela para mi entonces.—____ miró a Tom, quien ya había subido sus pies al apoyabrazos del sofá, bebiendo un poco de vino.
—... Tengo otra idea.—
—¿Y yo qué leo?—
—Lo que esta en... Es como un guión, tonto.—
____ le había pasado al hombre el archivo del texto tras traducirlo de forma tosca con un traductor de internet. Lo convenció de actuar el relato, ya que se trataba de Aegon. Ambos estaban algo ebrios, aburridos. Les pareció divertido.
—Bueno, pero siéntate aquí. Por si no entiendo algo.—Tom rió apenas ____ levantó sus piernas y se sentó en el sofá, acomodando las piernas sobre sus muslos.
—Tómatelo en serio.—
—Tú ya te estás riendo.—____ rió tontamente, y Tom la imitó.
Después de un buen rato intentando controlar su risa, ____ comenzó a narrar la historia. No era nada complejo, pero sí muy exagerado. Todo fue divertido, al menos hasta que el vino se acabó, y el relato se puso más intenso.
—Aegon, sabes que esto no puede seguir adelante.—____ descansaba la mejilla en su mano, apoyada en el apoyabrazos—. No soy de noble cuna, no podemos estar juntos.—
—____... No me importa. Eres la mujer más maravillosa que he conocido.—Tom miró por encima de su celular a la mujer, quien sonreía mirándolo de reojo. Ya estaba algo adormilada—. Cuando llego al castillo... Eres a la primera que busco, y cuando me voy a dormir, eres lo último que mis ojos buscan ver...—Tom se sintió raro al leer eso, pues podía reflejarlo a la realidad. Cuando llegaba a los sets, ____ era por quien preguntaba primero, con quién almorzaba, tonteaba y adoraba salir después de filmar. Siguió leyendo—... Adoro tu sonrisa, y tu risa alegra mis oidos.—
—Que cursi...—
—Y si esa sonrisa tuya va dirigida a otra persona, los celos me atormentan.—
Ah, ése sería Clinton...
—Quiero que tus sonrisas sean solo para mi, querida... Que tú seas mía.—Tom miró a la chica, que bostezaba bajito—. Te amo, ____.—La chica espabiló un poco con aquello.
—Y yo te amo a ti, Aegon...—____ le dio unas palmaditas en las piernas que aún descansaban en sus muslos—. Fin... Fue divertido.—
—... ¿Leemos otro?—
—Quiero dormir, Tommy... ¿Crees que los demás se molesten si me voy temprano?—
—No dijeron nada porque desaparecimos y estuvimos aquí una hora leyendo esto.—la vio reír bajito—. Vamos, yo te llevo.—
—¿A dónde? Estamos en el hotel.—
—Cierto, sí... Bueno, te acompaño.—
El par salió del salón de reuniones y fiestas, subiendo hasta el piso designado para los actores.
—Tengo el 305 ¿Y tú?—
—312.—
El par se detuvo en la puerta de la chica, quien ingresó un código y se abrió.
—Bueno... buenas noches, Tommy.—
—¿Ya te irás a dormir?—ella enarcó una ceja.
—Subimos por eso, genio.—
—¿No quieres beber algo más? ¿O pedir algo de comer? Un helado... ¿Sushi?—alzó las cejas sonriente.
—... ¿Quieres que te invite a pasar?—
—Ah, me encantaría.—entró sin más.
—Tom... ¿Puedo preguntarte algo?—
—Claro, querida. Dime.—____ se acercó al hombre que se subió a la isla de la cocina, tomando unos bombones del centro. Se apoyó en la barra frente a él, cruzándose de brazos.
—... ¿Tú no sientes que algo más está pasando aquí?—Tom frunció el ceño confundido.
—¿Aquí en la cocina?—
—Aqui entre nosotros, Tom...—lo miró seria, pues era un asunto que venía ignorando hace tiempo—. No creas que no lo he notado... Cada vez estás más cerca y yo... No sé si lo estoy confundiendo o... Creo que es mejor que lo aclaremos ahora.—
—Diablos... Te hubiese dejado dormir.—suspiró nervioso. Tom movía apenas las piernas que colgaban de la isla de la cocina, y sus manos se aferraban al borde del mármol con firmeza—. Si digo algo que tú no quieres escuchar... Temo arruinar las buenas, hermosas y maravillosas energías que tenemos.—
—Sincérate. Hazlo y luego pedimos helado.—____ se relajó un poco—... ¿Quieres que lo haga yo primero? No soy cobarde.—
—Yo lo soy. Asi que si, te escucho.—sonrió enseguida—. Pero cuidado, me ofendo fácil.—
—... No te lo estás tomando en serio.—la mujer se marchó de la cocina, y Tom no tardó en seguirla a la sala.
—¡Estoy ebrio, y tú me estás pidiendo más de lo que mi cabeza confundida puede darte!—
—... ¿Te gusto, Tom? Di sí o no.—se detuvo de golpe, volteando a mirarlo.
—Si... No me odies.—
—¿Ves? No era tan dificil.—
—¿Y yo te gusto? ¿Si o si?—
—... Leo los fanfics de Aegon mentalizándonos a nosotros dos, Tom ¿Qué te parece?—
—Ah~ fantaseas conmigo... Yo también lo hago.—____ rió apenas, sintiendo como Tom la tomaba de las caderas, acercándola más—. ¿Pedimos ese helado entonces y tenemos una primera cita leyendo fanfics hasta que finalmente te duermas?—sonrió con ternura—. ¿Y puedo dormir aquí en ese caso?—
—Eso sería mucho para una primer cita.—
—En mi imaginación, cada momento a tu lado es una cita. Esta es como la número cien...—tomó sus mejillas—. Un beso es aceptable entonces.—
____ tomó la iniciativa, besándolo de forma lenta, tranquila. Como si quisiera tomarse todo el tiempo del mundo.
—... ¿Nos salteamos la cita?—Tom sonrió contra sus labios.
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nuitdelapin · 4 months ago
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Bark crying!!
It's based on a fanfic I wrote the other day for some friends where Fang and Bean die!!
I'm too lazy to translate the fanfic so if you want to read it translate it or I don't know, it's in Spanish, SPANISH!! Please don't confuse it with Portuguese.
Todo estaba yendo bien, todo iba realmente bien, iba a ser otro de sus atracos, el team Sonic se habían metido en ello, Bark e había bajado del vehículo para poder ir contra ellos y ganar algo de tiempo, en eso, otra de las típicas discusiones tonta entre Fang y Bean.
Fang iba manejando huyendo de Sonic mientras Bean tiraba bombas y reía.
Bark se estaba ocupando de Knuckles, mientras Tails y Sonic iban contra los otros dos.
En un punto Bean distrajo a Fang, haciendo que pierda el control, Fang termino chocando, no fue muy grave... Pero ambos quedaron aturdidos y pudo tirar las bombas que tenía en manos y
¡¡KABOM!!
Los 4 presentes voltearon a ver, la bomba explotó haciendo que también el vehículo explotara y con ellos se llevó a ellos dos.
Bark dejo de inmediato a Knuckles y se fue corriendo a la explosión, el árbol estaba ardiendo en llamas junto a todo su alrededor, lo que quedaba del cuerpo de sus compañeros estaba siendo calcinado, el oso quería meterse a intentar salvar algo.
Pero los otros al ver sus intenciones se pusieron a pararlo, saben que es malo, pero tampoco se merece eso.
¡¡Bark!! — Grito Sonic mientras jala al oso de uno de sus brazos con ayuda de Sonic — ¡¡Ya no se puede hacer nada!!
El oso sollozaba en silencio mientras seguía intentando acercarse al fuego, solo podía ver las figuras de sus amigos desaparecer en el fuego.
Paso un buen rato de forcejeo, hasta que el oso solo cae al suelo mientras llora.
Sonic, Tails y Knuckles no saben muy bien que hacer, solo podían ver la figura del oso mientras las llamas se iban mermando, solo se quedaron junto al oso intentando consolarlo como podían... Pero Bark era inconsolable.
Cuando el fuego al fin ceso, Bark se acercó a ver si quedaba algo, unos pequeños pedazos de pelaje morado y plumas verdes era de lo poco que quedó, el oso solo los tomo en sus manos y se fue sin mirar a los otros.
Los 3 vieron con lástima a Bark, siempre supieron que en si no era malo, que solo estaba ahí por qué eran sus amigos y nunca lo habían visto llorar o triste, simplemente fue demasiado para ellos...
Por los siguientes días no supieron nada del oso, la más preocupada era la erizo rosa, a quien le había contado sobre lo sucedido ese día, ella tenía una buena relación con el oso y quería intentar ayudarlo.
Por parte de Bark esos días fueron los peores de su vida, no comía, no salía de la base en el Mirage saloon que comparte con ellos, se la pasaba viendo los cuartos de sus compañeros, a veces acostándose en la cama de cada uno de ellos mientras mira los mechones de pelaje y plumaje. Sus ojos le dolían por llorar, apenas y tenía fuerzas para levantarse, tampoco quería dormir por qué cada vez que cerraba sus ojos pensaba en esa escena de ellos muriendo frente suyo... Hasta que algo le saco de sus pensamientos, alguien tocando la puerta, el oso, con esfuerzo fue a abrir la puerta, viendo a Amy en la puerta sosteniendo una cajita de regalo.
Se que no es mucho y que lo que pasó no se va a poder arreglar... Pero toma — Pone la cajita en las manos de Bark — Te las hice especialmente para ti.
El oso sin muchos ánimos abre la caja, viendo unas galletitas color verde y morado, los ojos de Bark se vuelven a llenar de lágrimas al ver el regalo de Amy.
Amy al ver cómo se iba a poner llorar, se acercó a él para poder abrazarlo — Lamento tu pérdida...
Bark se agachó para estar a la altura de Amy y le devolvió el abrazo mientras solloza contra el cuerpo de Amy.
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analisword · 1 year ago
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
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Capítulo 1: https://www.tumblr.com/analisword/742694471701037056/high-infidelity-enzo-vogrinc-x-fem-reader?source=share
Capítulo 2: https://www.tumblr.com/analisword/742809931904925697/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 3: https://www.tumblr.com/analisword/742966287515402240/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 4: https://www.tumblr.com/analisword/743085967194390530/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 5: https://www.tumblr.com/analisword/743445192395423744/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
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—No quiero interrumpirte, pero me pregunto si ya comiste algo—Alana fue sacada de su concentración de golpe, giró la cabeza tan bruscamente hacia la puerta que su cuello dolió, Enzo estaba apoyado sobre el marco de la puerta con las manos dentro de los bolsillos. 
Alana tuvo que respirar profundamente al verlo, nunca se acostumbraría a verlo y a su implacable belleza. 
Llevaba una simple camisa interior blanca y unos jogging grises, aún así, lucía jodidamente bien. 
—Hola—saludó Alana felizmente, miró la hora en su celular y quedó perpleja, eran ya las 9 de la noche y efectivamente, no había ingerido bocado en todo el día—. Mierda, se me fue el día. 
—Entonces fue un día bastante productivo, ¿eh?—sonrió Enzo. 
—Sí, es mágico este lugar—exclamó Alana cerrando su computadora, ahora que se había dado cuenta que no había comido nada en todo el día, moría de hambre. 
—Sos mágica—la corrigió—. Vení a comer, traje pizza—dijo moviendo la cabeza, su estómago rugió al escucharlo y lo siguió hasta la sala. 
—Soy vegano—explicó él mientras abría la pizza—. Pero están deliciosas. 
—Tengo tanta hambre que así sea pizza hecha de cartón, la comería—dijo Alana tomando una rebanada. 
—Te dije que eras libre de abrir el freezer—dijo Enzo con tono apelativo. 
—Honestamente me olvidé de comer algo—respondió ella para después darle una mordida a la pizza, tal como Enzo había dicho, estaba deliciosa.
—Tengo que alimentarte para que ese cerebro tuyo siga funcionando—dijo él. 
—¿Cómo te la pasaste tú?
—Ehh, tuvimos que repetir la misma escena unas treinta veces porque al director no le parecía nada, pero al final terminó saliendo.
—Debe ser agotador—exclamó Alana arrugando la nariz. 
—Lo es—dijo él riendo—. Aún no me acostumbro, en teatro lo hacés una vez y ya está.
—¿Te gustaría volver a hacer teatro?—preguntó Alana con genuina curiosidad. 
—Acá no, en Uruguay sí—dijo—. Es más underground allá, nadie te termina viendo y a veces hasta terminas perdiendo plata, pero es auténtico. 
—Eres Enzo, gente irá a verte—dijo Alana rodando los ojos. 
—Sí, supongo—dijo él riendo y bajando la mirada, Alana inclinó la cabeza. 
—No te gusta mucho la fama, ¿no?
—Es complicado, claro que me gusta que mi trabajo sea reconocido, lo que no me gusta es tener a gente hinchándome las pelotas cada que salgo.
—Auges del oficio—exclamó Alana elevado los hombros. 
Al parecer Enzo tampoco había omado bocado en todo el día porque comía con un poco de desesperación, Alana sintió lindo que el chico hubiera esperado hasta tarde para comer con ella, terminaron la pizza en silencio y cuando lo hicieron estaban tan llenos que se tiraron en el suelo con las manos sobre las barrigas. 
—¿Cómo se tomó Sebastián cuando le dijiste que estás escribiendo de nuevo? ¿o pensa que vas por ahí vendiendo drogas?—preguntó Enzo después de que estuvieron varios minutos tirados viendo el techo, Alana se giró para observarlo mejor, sus ojos la miraban detalladamente y la luz cálida que emanaban las lámparas de la sala hacían que estos se vieran más claros de lo normal. 
—Creo que lo de las drogas le hubiera resultado mejor—dijo ella negando con la cabeza—. Dijo que estaba decepcionado de mí—confesó tímidamente. 
Enzo la miró como si le hubieran crecido dos cabezas del cuello y dobló el codo para apoyarse sobre su mano, estaban acostados sobre una alfombra bastante esponjosa, aún así la posición del chico parecía bastante incómoda. 
—¿Vos estás jodiéndome?—preguntó él con tono de incredulidad—. ¿Quién en su santo juicio estaría decepcionado con vos por escribir? Es lo que más te gusta.
—Pues él—respondió Alana—. Vaya—dijo ella un poco más tranquila—. No es por el mero hecho que esté escribiendo, es porque lo estoy haciendo al mismo tiempo que él, él quiere que esté completamente entregada a su libro. 
Enzo arrugó la nariz al escucharla, ella regresó la mirada al techo, ahora que contaba la situación en voz alta, se daba cuenta de lo patética que era.
—Alana…
—Sé lo que vas a decir—lo interrumpió—. Sé que no está bien y creéme que odio esta situación, detesto que Sebastián sea así de inseguro…
—Pero…—la interrumpió ahora él a ella. 
—Pero, supongo que tendremos que solucionarlo eventualmente, no sólo es mi novio, es la única persona que tengo aquí—dijo ella volviendo a mirarlo, Enzo la miraba a ella con una expresión que no pudo descifrar. 
—Vos sabés que eso es mentira—respondió Enzo apretando la mandíbula, Alana tragó saliva en seco, definitivamente sabía que podía contar con el actor, podría decir que era su único amigo en la ciudad, pero sabía a ciencia cierta que Enzo no se quedaría para siempre en Sevilla, probablemente volvería a Uruguay apenas terminara de filmar la película, o se mudaría ahora a otro país durante meses, probablemente Estados Unidos o Inglaterra, para después repetir la rutina una y otra vez, Alana apretó los labios ante la idea, ¿seguirían frecuentándose una vez él se fuera?
¿Al menos seguirían conversando ante la distancia?
La idea la puso nostálgica, de pronto todo el desorden que había en su mente después de intentar construir un nuevo mundo para la historia que comenzaba a escribir había desaparecido, así como el pensamiento de tener que volver a casa más tarde donde lo más probable es que Sebastián volvería a estar de insufrible. 
—Eh…perdona si dije algo que no debo—carraspeó Enzo al notar que ella no decía nada.
Alana rodeó su cintura con sus brazos y hundió su cara en el hueco de su cuello aspirando su olor, no tenía idea lo mucho que había necesitado abrazarlo hasta que lo hizo, el cuerpo de Enzo se tensó al principio por el acto afectivo tan repentino, pero en seguida suspiró y entrelazó ahora sus brazos contra el cuerpo de Alana. 
—Gracias por estar aquí—murmuró ella—. Gracias por alentarme a volver a escribir y por prestarme tu casa—hundió más su cara en el cuello del chico y él apretó más su agarre. 
—Hey, no tenés nada que agradecer—dijo él—. Yo sólo quiero que vos seas feliz—acarició su cabello suavemente, Alana cerró los ojos, le apetecía tanto quedarse ahí durante horas, dormir con él, el suelo nunca se había sentido tan cómodo nunca, de pronto los brazos de Enzo eran la cama más cómoda que podía existir. 
¿Pero qué mierda estaba pensando? 
Alana alejó  el rostro lentamente, Enzo lo tomó entre sus manos, ella suspiró y volvió a cerrar los ojos, podía sentir su aliento y el de Enzo mezclándose deliciosamente, no podía abrir los ojos, no podía hacerlo porque sabía que si lo hacía se encontraría con los labios de Enzo tan cerca a los de ella que no podría resistirse, de pronto los dedos de Enzo comenzaron a bajar por su cuello, tan largos y firmes pero suaves al mismo tiempo, no sabía qué se escuchaba más fuerte, si su propia respiración o la de Enzo, no podía salir del trance, sabía que haría una estupidez si se quedaba en esa posición un segundo más, de pronto sintió algo húmedo en su cuello.
Enzo había depositado un beso ahí, y aunque había sido suficiente para que ella mordiera su labio inferior patéticamente, también fue suficiente para que saliera del hechizo que él había aplicado sobre ella, Alana puso ahora sus manos sobre el pecho de Enzo y lo apartó un poco.
—Alana…
—Nuevamente gracias por todo—respondió ella—. Pero tengo que irme—Enzo la miró apenado y asintió levemente, Alana depositó un beso en su mejilla y salió prácticamente corriendo del departamento, Enzo no tuvo la intención de seguirla, Alana sabía perfectamente el por qué. 
No tardó mucho en llegar a su departamento, se quitó los zapatos y sus pies tocaron el frío suelo de la sala, a comparación del departamento de Enzo, el que ella compartía con su novio estaba casi siempre frío porque el chico adoraba las temperaturas bajas, no había alfombras en el lugar, no lámparas cálidas, no muebles que impedían que el frío aire que se colaba de las calles por la ventana le rozaran peligrosamente la nuca. 
Alana se tocó el cuello, aún podía sentir los labios de Enzo sobre su piel, podía sentir sus manos y si se concentraba mucho, aún podía olerlo.
—Hola—la voz de Sebastián la sacó de sus pensamientos bruscamente, ella apartó la mano de su cuello rápidamente, cruzó los brazos sobre su pecho, como intentando borrar las huellas invisibles de Enzo sobre ella. 
—Hola. 
—Te preparé algo de cenar—informó—. Tu platillo favorito. 
Una ola de culpabilidad la invadió, su platillo favorito no se podía conseguir fácilmente, sabía que para prepararlo Sebastián había tenido que recorrer al menos tres mercados diferentes para conseguir los ingredientes traídos desde México. 
—He cenado ya y estoy llenísima—respondió, era verdad, el botón de su pantalón de mezclilla estaba haciendo lo posible para no romperse, su vientre estaba pesado e hinchado por las cuatro rebanadas de pizza vegana que había comido—. Pero gracias, mañana me lo desayuno. 
Sebastián asintió y parpadeó varias veces, Alana lo conocía tan bien, lo conocía de tanto que sabía que él hacía eso cuando tenía ganas de llorar. 
—Quiero pedirte disculpas por el dolor de cabeza que te he estado dando últimamente—dijo él acercándose a ella—. Soy un idiota, y si estamos aquí es gracias a ti. 
Alana sabía que se refería a cuestiones de dinero, pues aunque Sebastián haya sido el que recibió el trabajo, no hubieran podido sustentarse para mudarse a España sin el dinero que Alana ganaba. 
—Y lamento que hayas llegado al extremo de tener que alquilar una oficina para sentirte cómoda para escribir. 
Las imágenes de ella y Enzo en la supuesta oficina invadieron su mente. 
—Le diré a Maricia que consiga a alguien para que revise lo que yo vaya escribiendo—informó. 
—No tienes que hacer eso—replicó Alana. 
—Los dos sabemos que no quieres seguir leyéndome, Alana—dijo él—. Y eso está bien, sé lo agotador que es, yo mismo no quise volverte a leer después de tu primer libro y nunca me diste un mal rato por ello, incluso cuando sí era mi trabajo hacerlo.
—Lamento que leernos nos incomode tanto—dijo ella, lo decía en serio. 
—Esas cosas pasan—dijo.
¿Pero por qué ella sí quería que Enzo la leyera?
¿Por qué se había sentido tan triste cuando Enzo no indagó o pidió leer lo que ella había escrito hoy?
—Sí—mintió—. Esas cosas siempre pasan.
—Quiero que esto siga funcionando—dijo él tomándole las manos. 
Alana asintió, no podía echar su relación a la basura. 
Sin embargo, cuando Sebastián la besó, Alana no pudo evitar imaginarse que era Enzo el que lo hacía. 
Y se odió a sí misma por no sentirse ni un poco culpable al respecto. 
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caroruanosv · 1 month ago
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El perdón que no pediste
Decir "lo siento" nunca tuvo peso cuando venía de tus labios. Era como un susurro perdido en medio de una tormenta, sin fuerza, sin intención real. Lo decías como quien lanza una moneda al aire, esperando que la suerte resuelva lo que tus actos no podían.
Cuidas tus palabras ahora, lo sé. Caminas con cautela sobre las ruinas de lo que quedó entre nosotros. Pero en el pasado, tus palabras eran espinas, lanzadas sin piedad. Me heriste, no para lastimarme realmente, sino para calmar el caos que te consumía por dentro. Y, ¿sabes? Por un instante, vi cómo encontrabas alivio en mi dolor.
La vida te devolvió el golpe, lo sé. La ley del espejo nunca perdona. Te miraste y viste en otros los rastros de tu propio veneno. Ese dolor, ese abismo que cavaste en mí, te atrapó también a ti. Quisiste gritar, liberar todo el peso que cargabas, suplicar por perdón, pero lo único que vi en tus ojos fue la agonía de quien no sabe cómo pedir redención.
Esperé. Dios sabe cuánto esperé. Pero el perdón que debiste ofrecer nunca cruzó la frontera de tus labios. Y al final, me cansé. Me cansé de sostener la puerta abierta mientras tú decidías si entrar o quedarte al margen.
Te perdoné, no porque lo pidieras, sino porque quise soltar el ancla que me hundía contigo. Pero ese perdón fue mi despedida. El precio de tu silencio fue la distancia. Y esa distancia, ahora, es un océano que no deseo cruzar, un universo que no tengo intención de explorar.
Lo que alguna vez fui para ti quedó atrás. Tu "lo siento" ya no tiene cabida en mi vida, y tu existencia... tu mera presencia... dejó de ser relevante para mí. Porque aprendí a construir un mundo donde tu sombra no se proyecta, donde tu ausencia no es una herida, sino un espacio vacío que finalmente aprendí a llenar con paz.
Y aunque quizás estas palabras nunca lleguen a ti, hay algo que debes saber: no te guardo rencor, pero tampoco te guardo un lugar.
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rutlancecf · 5 months ago
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Carta de Damian Wayne para el Hada de los dientes (siendo leída por sus hermanos)
"Respetada Hada de los Dientes:
Sé que no te he escrito antes, y tampoco tenía idea de tu existencia. Pido disculpas por mi ignorancia. Mis hermanos mayores me han contado de ti, y de como llevas a cabo tu transacción monetaria cada vez que encuentras un diente bajo la almohada de un niño.
Sé que muchas veces he manifestado a mis mayores y demás que no soy un infante, pero en confidencia, realmente nunca llegué a ser uno por la forma en la que me crió la familia de mi madre. Era de vital importancia para ellos que yo fuera un ser perfecto, sin fallas ni defecto alguno, por lo que me volví en un adulto en vez de vivir la dulce infancia e inocencia que exudan los pequeños.
Mas no son mis primeros años de vida los que quisiera argüir en esta misiva, no. De acuerdo a mis queridos hermanos mayores, de los que estoy seguro ha visitado en infinidad de veces, (Y mire que me da un poco de celos tener conocimiento de que usted los percibiera en tan tierna edad) yo debería perpetuar el ritual por el cuál se basa su existencia.
Pero no quiero, no quiero hacerlo, y es por eso que le he escrito esta carta para hacerle entender mi razón.
Debido a mi posición, y estilo de vida, no requiero de un estímulo o compensación monetaria, ya tengo demasiado de eso. Así que le pido que se lo dé a otro pequeño que esté en una situación precaria.
Mas, si usted puede condescender un deseo, le pido con gran fervor y conmiseración para mi persona, que me asista a influir un cambio en las demás personas sobre la percepción que tienen de mí. He realizado tantas cosas y acciones que me perpetúan un lugar en el Infierno, lo sé, he estado ahí; que necesito su ayuda, no para librarme de mi destino hasta el final de los tiempos, sino para que en el tiempo que me quede para caminar entre los vivos mis semejantes puedan expresarme un poco de amor, un poco de empatía, un poco de orgullo hacia mi persona. Y que esto sea para soportar mi estancia en el Tártaro.
Por favor, por favor. Ayúdeme, ayúdeme para que las personas que amo abran sus ojos y vean que estoy aquí, que no me abandonen. Mi alma ya estaba perdida desde que nací.
Sé que he impetrado algo díficil, tal vez imposible, pero tengo un poco de fé, un poco de fé de que alguien me mire sin temor u odio a los ojos y me sonría.
Lamento pues, haberle quitado algo de su valioso tiempo que usted se ha tomado para leer esta carta, la cuál espero que reciba y me concediera una respuesta en caso de ser factible.
Me despido esperando volver a saber de usted, viable a causa de que aún tengo una dentadura infantil.
Con sincero decoro, Ibn al Xu'ffasch Damian Thomas Wayne Al Ghul.
P. D. Debido a mi reciente conocimiento sobre su labor en el mundo, me he tomado la libertad de elegir una caja de té de jengibre y ponerla a su disposición, para contrarrestar los efectos de la fatiga.
Jason terminó de leer la carta y se quedó viendo a sus otros dos hermanos, quiénes desviaban la mirada y la clavaban al piso, teniendo pensamientos y sentimientos encontrados. Volvió a meter la hoja al sobre y con cuidado, volvió a meterla bajo la almohada de Damian, que aún seguía dormido bajo los efectos residuales de la anestesia.
- Buenas noches, pequeño demonio.- Le acarició con delicadeza los cabellos y se salió de la pieza del más chico.
Tim se aproximó a la cama e inclinándose, le dio un beso en la frente a su hermano menor.
- Dulces sueños, gremlin.- Le dijo en voz baja, yéndose tras Todd.
Al quedarse solo, Grayson se sentó en la orilla de la cama, sacó el sobre y la muela para meterlos dentro de su pantalón, miró por un momento al chiquillo durmiente, y con el corazón pesado, se recostó a un lado suyo, abrazándolo contra sí.
- Te queremos, Pequeño D, y estoy muy orgulloso de tenerte como mi hermanito menor.- Acarició sus cabellos y le besó la frente.- Pase lo que pase, siempre estaremos contigo, pajarito. Y te prometo que, sin importar cómo, yo mismo iré al infierno y te sacaré de lo más profundo del abismo. No te rindas, Damian. No te rindas.-
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deepinsideyourbeing · 6 months ago
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Esto m da un pco de vergüenza. Pero te puedo pedir algo en el que uno de los dos masturbe al otro mientras este dormido, hasta llegar al orgasmo y eso. (Con Enzo xfa)
Thxx
+18!
El calor de tu novio es lo primero que sentís cada mañana, sin falta. Emanando de su pecho -contra tu espalda o funcionando como tu almohada-, de su brazo en tu cintura o de una mano adherida a tu cadera, es una constante que te encanta y brinda confort.
Él siempre se queja de tus pies fríos cuando no llevás calcetines y tiembla cuando siente tus manos heladas colándose bajo su ropa -siempre aprovechás para explorar un poco- con la excusa de que necesitás ayuda para calentarte. Y es que Enzo irradia calor.
Su miembro erecto también.
Cuando movés tu cadera en busca de más contacto él suspira y su respiración cálida golpea tu cuello. Sus dedos se contraen por un instante, un indicador de que continúa profundamente dormido, así que con cuidado te desprendés de su abrazo y volteás para poder observarlo.
El cabello oscuro cayendo sobre su rostro y sus largas pestañas te hacen preguntarte cómo puede ser tan hermoso sin esforzarse, sin ser consciente de ello. Tus dedos recorren con delicadeza la piel suave de sus mejillas y sus labios, siempre tan tentadores, antes de que decidas llevártelos a la boca para cubrirlos con tu saliva.
Deslizás tu mano bajo su ropa interior, sin perder tiempo con sutilezas, y recorrés su extensión lentamente. Cuando te permitís tocar su punta te encontrás con una generosa cantidad de líquido preseminal y con tu pulgar te encargás de mezclar su excitación con tu saliva. Hacés brillar su piel ardiente.
Comenzás a masturbarlo con ese ritmo que él tanto disfruta, reservando siempre lo mejor para el final, provocando que de sus labios broten incontables suspiros y gemidos. El ángulo de sus cejas y sus párpados apretados sólo te motivan a continuar, desesperándote por ver más de sus reacciones.
Las mañanas siempre lo encuentran más sumiso, tal vez un poco más sensible, así que no te sorprende cuando lloriquea, todavía perdido en un sueño, y mueve sus caderas involuntariamente. Querés contenerte, prolongar más este momento, pero sentís cómo comienza a afectarte el sonido de su humedad y la sensación de su miembro pesado en tu mano.
Bajás la mirada y la escasa luz de la habitación te permite contemplar la obra maestra entre su cuerpo y el tuyo. El tamaño de tu mano es insignificante en comparación con su erección, que te parece imponente y divina, goteando ahora de una manera exagerada y patética, desesperada.
Enzo abre los ojos.
-Buenos días- lo saludás en voz baja-. ¿Cómo dormiste?
Intenta contestar y de su boca sólo sale un sonido tembloroso, una mezcla de tu nombre y una orden o una súplica. El ángulo con el que lo tocás y la firmeza de tu agarre, en combinación con la repentina rapidez de tus movimientos, pronto lo llevan hacia el borde del orgasmo.
Te sujeta por la nuca y tu rostro cerca del tuyo te permite ver la promesa que contiene su mirada... Pero cuando captura tus labios, en un beso que se torna más y más salvaje con el correr de los segundos, sabés que ya está completamente perdido.
Palpita entre tus dedos y se deja ir con un gemido grave. Su semen caliente salpica la piel de su abdomen que quedó expuesta, así como su ropa interior, las sábanas y tu cuerpo.
-No...- se queja cuando ve cómo te chupás los dedos para limpiar cualquier rastro de su liberación. Cubre su rostro con su brazo, avergonzado y excitado, pero aún así podés ver su sonrisa.
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theshadowsofyourhead · 2 years ago
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No era una pregunta difícil, lo que ofrecía era agradable y en esta situación no tenía nada que perder.
“Hey, Anteojos.” Grita Ethan mientras entra a la biblioteca. “¿Qué opinas? Tú y yo en una partida de Ajedrez, ¿Aceptas?” Dice mientras se acercaba. Era raro, la última vez que había visto a Ethan estaba molesto conmigo, ahora parecía actuar como si no hubiera pasado algo. Él estaba solo, siempre está acompañado de sus “hermanos”, algo no estaba bien. “Aahmm… ¿Hola?" respondí confundido. “Vamos O'Malley, solo responde.” Dice Ethan mientras se sienta en frente de mí. “Escucha, Ethan, no tengo tiempo para esto, lamento lo de la última vez, no pensé que te afectaría tanto, pero ahora no tengo tiempo para tus juegos tontos, podemos hablar en otro momento y-” “Oh ¿Qué pasa amigo?, vamos, solo un juego.” Dice confiado y optimista. “¿Que ganas haciendo esto? ¿Es algún tipo de venganza o broma?” Pregunté. “Este el trato, nerd” Responde poniéndose serio. “Si yo gano, tendrás que entregarme algo preciado de ti.” “¿Algo preciado de mí?, ¿Y si yo gano?” un breve e incómodo silencio. “¡Lo tengo! Si ganas, seré todo tuyo por el resto del mes O’Malley, estaré a tú merced, sin restricciones o excusas, como te gusta". “En serio Ethan, yo-" respondo sonrojándome. “No lo niegues O'Malley, sé que te mueres por tener estos nenes, sólo para ti”. Dice Ethan mientras Flexiona ambos brazos.
Necesitaba pensar, es difícil confiar en alguien como Ethan, no era el tipo de persona que jugará limpio pero por otro lado, es un juego de ajedrez, dudo que alguien como el haya tocado un tablero en su vida, agregando que la sala estaba completamente vacía, no había nadie que pudiera ayudarlo. “Está bien, acepto tu trató”. respondo sin emoción alguna. “WUU, Genial amigo!” Dice Ethan con entusiasmo.
“Entonces, supongo que sabes las reglas del juego, ¿Cierto?". Pregunto intentando hacer conversación alguna. “Pff, Claro que no, no aprendería esa mierda aunque mi vida dependiera de eso”. Responde con tono bromista. “Como digas grandote, tu partida”.
Comencé a colocar el tablero, el lugar estaba completamente vacío y el inmenso silencio era abrumador. A una pequeña parte de mi le aterraba la sola presencia de Ethan, aunque él era demasiado indefenso, mientras ponía el tablero él estaba eructando y masajeando sus brazos, el mayor esfuerzo que hacía era evitar que su saliva saliera de su boca.
“Bien, todo listo”. “Ah, por fin, ya era hora". Dijo Ethan mientras bostezaba. “Yo tengo las fichas blancas, inicio yo”. Cuando iba a tomar la ficha, Ethan interrumpe. “Bien, solo necesito hacer algo” dice Ethan mientras levanta los brazos. “¿Q-que estás haciendo?” preguntó mientras se quita la camisa. Sabía que el haría algo así, tratando de llamar la atención de la única manera que él conoce. “Ya sabes, hace demasiado calor aquí”. De inmediato mi rostro se sonroja al ver los músculos tonificados de Ethan, esto era ridículo, sabía que algo planeaba. Al intentar apartar mi vista, mis ojos quedan atrapados por el collar que colgaba de su cuello, “Dios, Ethan esto esss-“ intente hablar, pero mi boca se quedó sin palabras. Pronto quede inmóvil, no podía hacer nada.
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“Oh, veo que te gusta está joyita, si es lindo, lo sé… Después de que me hayas dejado plantado fui a devolver el regalo a la tienda, pero el señor me ofreció un cambio y me entregó está belleza, dijo que este tendría mejores resultados, interesado lo acepte, y me dio instrucciones de cómo usarlo, y aquí estamos…”. Estaba aterrado, no podía hacer nada, solo estaba gritando internamente. Solía tener esta reacción con Ethan cuándo se acercaba con su olor penetrante hacía que todo mi sistema colapsara, me volvía tonto y pequeño, pero esto, esto era diferente. Mi vista estaba pegada al torso de Ethan, mientras él explicaba, solo podía veía como el collar daba vueltas y como sus perfectos pectorales rebotaban de arriba hacia abajo. “Bien, eso es todo, puedes empezar…” dijo Ethan con una sonrisa de orgullo en su cara. “Vamos amigo, acaso esos enormes brazos tuyos pueden moverse, ¿Cierto?”. Sus palabras rebotaron directo a mi cabeza, pronto sentí espasmos en ellos, sentí como mi camiseta se apretaba alrededor de mis brazos, pude escuchar como rasgaba y crujía, se movían de lugar mientras crecían, no podía verlos, estaba aterrado, el dolor era insoportable. “Oh vamos amigo! Solo mueve una ficha” y sin pensarlo, mi enorme mano tomo una ficha delantera. “Bien, no sé qué te pasa, pensé que eras un experto en este juego” dice Ethan en tono burlesco. “bien, mmm supongo que moveré esta, jaja, esto es divertido, tu turno!” seguía sin ser tener el control de mi cuerpo, seguía sin poder quitar la vista del torso de Ethan y cada vez su almizclé se volvía más abrumador. “Vamos O'Malley solo mueve esa dicha enfrente de la mía, si me dejas comerla, te ayudare entrenar ese perfecto torso tuyo, para que vaya juego con esos grandes brazos” la silla se agitó, la camiseta se volvió aún más incómoda y explotó, mi espalda se expandió, creciendo en músculo, mis pectorales se inflaron, rebotando en el proceso.
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Mi abdomen plano explotó, sentía como con cada respiración crecían, tome la ficha y la puse en posición, para que Ethan la tomará. “Genial! Gracias hermano! Es toda mía” dice Ethan mientras mueve su ficha. “Es tu turno” dice Ethan. “Dios hermano, eres demasiado lento, toma una ficha, que sea conveniente para mí”. Era espantoso, intentaba pensar que me estaba pasando conmigo o como podía salir de este trance. “Supongo que es mi turno, pero ahora no sé qué hacer, ayúdame un poco, dime con esa voz de Alpha sexy cuál debería mover…” mi garganta se comienza a cerrar, puedo sentir como me quedo sin aire poco a poco, intento toser pero era inútil, algo se acumulaba en mi boca y… “m-mueve esa, podrás tomar mi ficha” Dije asustado con una voz que no reconocía. “Gracias Hermano, eres demasiado generoso”.
Así fue todo el juego, Ethan solo me ordenaba que hacer, y sin consentimiento alguno, obedecía, era inútil resistirse a sus palabras. “Bien, ahora tengo a tu caballo” dice Ethan. “Gracias por dármelo te recompensaré, te ayudaré a entrenar esas piernas grandes” mi pantalón se volvió incómodo, apretando mi entrepierna, mis piernas comenzaron a expandirse, comenzaron a llenarse de músculos y poder. “vaya aquí hace demasiado calor, como está el clima allá arriba grandote…?” mis huesos comenzaron a crujir y arder, abriéndose paso entre mis nervios y músculo, el dolor era insoportable, quería gritar, mi cabeza se movió hacia arriba, pero mi vista seguía fija, mientras crecían mis pies tocaron la mochila de Ethan. “Hey! cuidado amigo, esos enormes pies pueden ser estorbosos…” mis zapatos explotaron, mis dedos crecieron y mi planta del pie se expandió rompiendo mis calcetines en el proceso. “Y aquí estamos, parece que el juego está por terminar y, creo que ambos sabemos quién es el perdedor. No puedo explicar cómo me siento en este momento, creo que al final tuviste la razón, tú y yo nunca estuvimos al mismo nivel, pero de alguna manera que nunca sabré, hiciste que sintiera cosas por ti, tal vez fue la manera en la que no me temías o no eras sumiso ante mí, aunque como todos, te congelabas frente a mí, aprovechaste todo eso y me tuviste de muñeco sexual por más de un año, mientras tú te divertías, yo estaba cayendo enamorado por ti, pensaba que estábamos en la misma página, pero fui tan iluso que te invite a una cita, luego me dejaste esperando por horas, me rompí, por primera vez en mi vida no obtuve lo que quería, y Dios, no sabes cuando odio perder.” dice Ethan mientras se levanta. “Ahora quiero que sepas que se siente perder algo, algo que pensaste que siempre tendrías…” y con un movimiento de manos, toma a la reina. Mierda, estaba acabado en todos los sentidos, no podía explicarme a mí mismo como alguien tan tonto como Ethan había planeado algo así. Estaba pensando en cómo salir de aquí, antes de que mi propia arrogancia y ego me acabarán. “Ahora debes estar gritando internamente, pidiendo disculpas, pero ¡Ya es demasiado tarde!” Con un simple movimiento de dedos él me había acabado, la personalidad egocéntrica que me había creado para protegerme, me trajo a mi fin. Una lágrima de lamento salió de mí, no estaba seguro de que pasaría ahora, mentalmente estaba acabado pero estaba listo para cualquier cosa.
“/Risas”. Uuh?, no había pasado nada aún. “Wow, ¿Creíste en serio que simplemente acabaría tan rápido contigo y me iría?” Con un movimiento quito el collar de su cuello para colocarlo en la mesa, por un momento tuve la esperanza de liberarme de esto, que Ethan se había apiadado de mi alma me dejaría escapar, pero mi vista siguió fija en el collar. “Tan indefenso O’malley, si tan solo tú… Pero ya es demasiado tarde supongo” dijo mientras caminaba hacia mí, parado al lado mío, levanto los restos de lo que solían ser unos jeans para revelar mi polla , que junto con el crecimiento de mis piernas creció unas pulgadas más, con un simple apretón hizo que gimiera de placer, el primer sonido que hice sin que me pidiera. “Demonios, no recordaba que eras tan sensible” Dice mientras acerca su mirada a mi cara. “ nunca había visto tan cerca tu cara, pero ahora que tengo la oportunidad puedo mencionar como amo tu rostro, esas cejas gruesas, esa mandíbula fuerte junto con esos labios tan jugosos, pero creo que lo que más amo de ti es esa miraba, tus ojos verdes tan profundo que hacen que cualquiera suspire tan solo con verlos, es tan bello Jack, ahora entiendo todo lo que siento por ti.” Mientras Ethan seguía masajeando mi polla, mi realidad había cambiado, el rostro que alguna vez mire en el espejo había cambiado, mi nombre, el que alguna vez Ethan gimió había sido borrado, ahora solo era Jack. El collar había perdido su atracción, lo que hacía que me mantuviera bajo su poder ahora había desaparecido, antes de que pudiera reaccionar o decir algo comencé a gemir desesperadamente, en un momento todo mi cuerpo era solo placer, tan sensible. Mientras Ethan seguía masajeando mi entrepierna, con su otra mano tomo mi cabeza para tenerlo cara a cara. “Escúchame bien, en cuando llegues al orgasmo ya no serás más O’malley, serás solo Jack, cualquier rastro de tu antigua vida se enterrará en tu mente, ya no tendrás el control de tu mente, solo sabrás que tiene un dueño, ahora tu vida estará 100% dedicada a mí, todo lo eras antes se enterrará en tu mente, ahora solo serás el deportista más cachondo y tonto del mundo, pero eso no importará, todo que necesitas saber es como complacerte y adorarme.” Mierda, esto era todo, con mi última fuerza mental estaba evitando correrme, mientras seguía el masturbándome, los cambios se solidificaban en mí, mi cabello se oscureció, mi piel tomo un ligero bronceado, mis músculos tuvieron pequeños espasmos adaptándose a su nuevo cuerpo. “Como última orden hacía O’malley, no desaparecerás, quedará en el fondo de tu mente sin poder retomar el control de tu vida, simplemente verás a Jack manejar lo que alguna vez fue tuyo”. “Maldito hijo de pe- AAAAAAAAAAH~” En ese momento experimente el mejor y ultimo orgasmo de mi vida.
“UUghh… que demonios pasó?”
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“Ya sabes, no pudiste resistir y tuvimos que hacerlo en la biblioteca “ “Demonios, ve todo ese semen en tu mano, genial haha” “Hahaha, guarda silencio y límpialo.” sin pensarlo los veces, Jack tomo la mano de Ethan y paso su lengua por encima de ella, limpiando cada rastro de semen. “Demonios, que mierda paso con esta ropa” dijo Jack cuando terminó. “Ugh, demasiadas preguntas, simplemente usa esto, lleva toda la semana en mi mochila pero, no hay problema alguno.” Ethan saco un par de calzoncillos sucios de su mochila, al entregárselos a Jack el no dudo en olfatearlas antes de usarlos. “Mierda, ya amaneció, tenemos que salir de aquí” Dijo Ethan mientras caminaba hacia la salida, se detuvo un momento para mirar hacia atrás y ver su cometido, sonrió y soltó una pequeña sonrisa. Jack se puso de pie dejando caer pedazos de tela de lo que alguna vez fue mi ropa, se vistió con aquella ropa sucia sin cuestionar cuanta orina y semen había en ellos. En ese momento Jack estaba tan sensible que el rose de sus enormes manos con sus pezones lo hacían gemir y ponerse duro de nuevo. Si quería seguir viviendo en el placer tenía que resistir, al final del día solo importa lo que Ethan le hacía sentir.
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comeback jaja
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walker-skull · 3 months ago
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Hola, soy Alex y esta historia es sobre cómo conocí a mi novio fantasmal Sam. Verás, soy un mago, así que tengo una especie de sexto sentido cuando se trata de seres sobrenaturales. La primera vez que conocí a Sam fue en mi penúltimo año de universidad. Había ido a estudiar fotografía y tenía una pasantía los fines de semana con un gran fotógrafo llamado Julio.
Conocí a Sam cuando regresé de clases, él había poseído a mi vecino llamado Ben que vivía en la habitación de enfrente de la mía en el dormitorio.
Acababa de entrar y dejé la puerta abierta de par en par porque estaba a punto de irme y estaba recogiendo algo. Escuché un gemido que venía del otro lado del pasillo, detrás de la puerta de Ben. Debía haber estado “estudiando” muy duro.
De repente me sentí muy frustrada porque no podía encontrar mi portafolios. Busqué por todos lados y lo vi cuando estaba en el suelo. No tenía idea de cómo, pero se había caído detrás de mi armario. Traté de alcanzarlo con todas mis fuerzas, pero no pude, así que me levanté e intenté mover todo el armario.
No se movió, en ese momento Ben salió y preguntó: "Oye, ¿qué es todo este alboroto?"
Me volví hacia él y le respondí: “Oh, hola, solo estaba tratando de acceder a mi portafolio que, sin ningún motivo, está detrás de mi armario”.
Sus ojos se iluminaron y sonrió: "¿Quieres que te ayude a moverlo?", preguntó con esa voz profunda y tranquilizadora suya.
“¡Eso sería genial, gracias!”
Él se puso de un lado y yo del otro, y los dos movimos el armario hacia delante, alejándolo de la pared. Intenté alcanzarlo, pero mis brazos no eran lo suficientemente largos. Ben puso su brazo detrás y agarró la carpeta con su mano fuerte. Volvió a subir y movimos el armario de nuevo a su lugar.
“Muchas gracias Ben, ¿cómo puedo pagarte?”
Se mordió el labio y dijo: “ummm…”
“Tengo cinco dólares conmigo, ¿será suficiente?”
Suspiró y dijo: “No sé. ¿Qué tal si llegamos a un acuerdo?” con una sonrisa.
“¿Qué tipo de arreglo?”, pregunté.
Se acercó a mí de modo que su pecho quedó a escasos centímetros de mi cara, se inclinó cerca de mi oído y susurró: "¿Qué tal una sexual?"
Estaba confundida, ¿un chico realmente atractivo, heterosexual y con novia, me acaba de pedir que le pague sexualmente?
En ese momento pasé junto a él y cerré la puerta. Me volví hacia él y le pregunté sin rodeos: "¿Quién eres?"
Él sonrió y dijo: "soy yo, Ben".
Puse los ojos en blanco y pregunté: “Sé que no eres Ben, entonces, ¿quién y qué eres?”
Su rostro se puso serio y dijo: “¡Maldita sea! ¿Cómo me has pillado?”
“Me insinuaste algo. Era obvio porque Ben es heterosexual”.
Él sonrió y suspiró, y luego dijo: "Mi nombre es Sam y soy un fantasma, me hice cargo de tu amigo aquí porque quería ser humano por un tiempo".
“En primer lugar, Ben nunca ha sido mi amigo, siempre me llamaba maricón. Y en segundo lugar, ¿por qué no saliste con su novia?”
Él se rió entre dientes y dijo: "Porque no me gustan las chicas y pensé que eras linda".
Me quedé allí un segundo y pensé: por un lado, podía tener sexo con Ben y dejarlo en ridículo o podía ir rápidamente a entregar mi portafolio.
“Está bien”, le dije, “esto es lo que va a pasar: te quedarás aquí en este cuerpo y regresaré en veinte minutos”.
Él me sonrió y dijo: “Bueno, ¿por qué veinte minutos?”
Suspiré “porque necesito entregar mi portafolio”
“Está bien, pero ¿qué quieres que haga durante veinte minutos?”
Lo miré interrogativamente y le dije: “Quédate aquí y luce bonito, y cuando regrese, tú y yo podremos explorar tu cuerpo”.
Su sonrisa se amplió y dijo: “Será mejor que te apures porque puedo llevarte aquí mismo”.
Sonreí y salí corriendo a entregar mi portafolios. Cuando regresé, él ya estaba desnudo y esperándome en mi cama.
Exploramos nuestros cuerpos durante toda la noche. Me encantaba besar y lamer sus grandes pectorales peludos y tener su enorme pene de 20 centímetros en mi culo.
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choccocake · 8 months ago
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Serindipia (Enzo Vogrincic)
Serindipia: es descubrir algo bueno sin buscarlo.
Estoy escribiendo esto sin ningún tipo de corrección final ni nada, solo surgió. So, espero que les guste girls ‹3
Ojo, esto no tiene nada que ver con la encuesta que hice. Lo que tengo planeado aún sigue en borradores
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No tenías la costumbre de viajar y muy pocas veces podías darte aquel lujo.
Aunque se podría decir que gracias a tu trabajo -y personas que pedían de tus servicios- podías salir del país alguna que otra vez debido a la buena paga que te daban por tan solo fotografiar zonas turísticas para que así sean publicadas en folletos o en páginas web.
De todas formas.
Habías planeado viajar a Uruguay para darte unas pequeñas vacaciones después del arduo trabajo que habías hecho alrededor de los últimos meses, te sentías agotada mental y físicamente.
¡Y las calles de Uruguay eran realmente hermosas! Una de las cosas que te habían cautivado de ese hermoso país. Claro que hubieras podido fotografiar con total calma los lugares.
Si no fuera porque una bicicleta casi te mata.
Quizás no sean las mejores palabras para haber descrito el momento; pero en el momento casi pensaste que se te había formando un moretón por el choque que habías recibido (un poco dramático).
El repentino choque que habías recibido por parte de la bicicleta -y su dueño- te había dejado perpleja durante un par de segundos, sobándote la espalda por el repentino choque.
Los primeros segundos hiciste oídos sordos a la persona que había chocado contra ti, sus disculpas siendo ignoradas por tratar de volver a la realidad.
Cuando ya estuviste en sí, lo primero que escuchaste fue la voz grave del muchacho disculpándose una y otra vez sin parar, con el ceño fruncido y su mirada en busca de que no hubieras sufrido de alguna herida grave aunque lo único que surgió fue el dolor en la espalda y ya.
—Ay, ¿te encontrás bien? De verdad una disculpa, no fue a propósito, te lo puedo compensar si querés-
—Tranqui, son cosas que pasan ¿no? Aunque me harías un gran favor si me dices dónde hay una farmacia cerca. —Le interrumpiste, dándole una sonrisa para que no pensase que le tenías algún tipo de rencor u algo parecido.
Pudiste notar como la figura del muchacho ya no era tan tensa y la manera en la que soltó una risa nerviosa provocó una extraña calidez en tu estómago. Que raro.
La única cosa que rondaba por tu cabeza ahora era el cómo sería fotografiarlo. ¿No será modelo de casualidad? Su figura y rostro podrían estar con facilidad en alguna revista de una marca de ropa lujosa.
—¿Querés que te lleve en mi bici? No te dejaré caer. —Habló el uruguayo, sonriéndote una vez más.
Tu pequeña nube de pensamientos explotó al oír la voz del muchacho, dejándote procesar sus palabras durante unos segundos.
Pudiste sentir como la sangre calentaba tus mejillas, provocando un pequeño rubor de vergüenza al captar que habías tardado en responderle. Que pena.
—Ah, ¡claro! —Respondiste, dirigiéndote a la bicicleta, pudiéndote apoyar en dicho objeto.
Te fijaste en como el uruguayo se subía a la bici una vez más y se giraba para verte.
—Que maleducado de mi parte, ¿cómo te llamas?
Una vez más su pregunta se quedó siendo procesada en tu cabeza durante segundos, intentando entender su pregunta o cómo su acento te logró enganchar tan rápido.
Le dijiste a la final tu nombre, preguntándole el suyo luego.
—Enzo Vogrincic, un gusto chiquita.
No sabías con certeza si era que la temperatura estaba empezando a subir o solamente eran tus mejillas que estaban ardiendo a mil por cada minuto que pasaba. Que vergüenza.
Esto fue demasiado corto, pero ya no sabía con que más rellenarlo jnkdsabhk
La próxima semana termino clases y escribir sobre los chicos del cast me está enganchando poco a poco, quizás y el próximo finde publique el shot de juani que lleva guardado en borradores desde hace tres semanas
Espero que les haya gustado, ¡bye!
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editorialtazadegato · 5 months ago
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CUANDO VUELVA (FIC) (AGNES/AGATHA X LECTORA) Una historia de Agnes of Westview
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La oficina sucia, vieja, pobremente iluminada y llena de pilas de papeles mezclados con carpetas de archivos se sentía helada a pesar de tener las ventanas cerradas. Cualquiera podría entrar y sentir un intenso frío al instante, las paredes húmedas empeoraban la situación y si alguien no llegaba a hacer una limpieza profunda muchas cosas importantes ahí se estropearían debido a la invasión de moho que empezaba en el techo. La luz del foco parpadeaba y nadie parecía haber llamado a un electricista en meses pero no se veía que fuese una prioridad debido a que estuvo vacía un buen tiempo. El bote de basura estaba reventando de papel arrugado (a saber de hace cuánto) y vasos de cartón vacíos, pero lo más deprimente en aquel entonces era la persona que volvió a pasar días de su existencia sentada en ese lugar.
La detective Agnes no recordaba la fecha exacta en la cual te conoció. Ni siquiera estaba segura de qué día era en aquel momento (como si pudiese ver el calendario sin que los días desaparezcan), pero tu llegada a la oficina se grabó en su mente con todos los detalles, incluyendo la ropa que usabas y las palabras que decías. Cómo tocaste tímidamente la puerta y el jefe te presentó, te asignó a apoyarla en un caso nuevo después de mucho tiempo de no haber ido a trabajar por motivos que le disgustaba mencionar y la primera vez que te observó. La detective recuerda haber levantado la cabeza y ver tu bello rostro de aspecto nervioso, sonreías pero notó que jugabas un poco con tus manos. Recuerda la vestimenta que traías, una camisa beige, un blazer sastre de botonadura sencilla que hacía juego con tu falda a cuadros, pocas joyas, sólo un par de perlas pequeñas en las orejas y el cabello recogido hacia atrás. En cualquier otro caso Agnes no hubiese querido trabajar con una persona así de temerosa como ayudante de investigación (asumió que te desmayarías con sólo ver la uña de un cadáver), y por un momento pensó que sólo te habían contratado por ser pariente o amiga de alguien pero en tu caso fue distinto, ella parecía sentir una especie de curiosidad hacia ti. Te observó por unos segundos y te invitó a pasar bruscamente como solía hacer con todo el pueblo.
"Ella es la agente T/A, y te va a ayudar con el caso desde ahora" Decía el jefe, pero Agnes no prestaba atención, su mirada se había fijado en tus características. Estudió tu imagen corporal cual escáner y apoyó su mentón en una de sus manos, la que llevaba el bolígrafo. La mujer se veía agotada, sus ojeras lucían marcadas, sus ojos algo irritados y la cola de caballo desaliñada como si hubiese salido directamente de la cama, incluso su ropa tenía un aspecto desordenado. Sin embargo, nadie tenía que ser un experto en la materia para darse cuenta de que te sentiste fascinada con ella al verla sin tener explicación alguna. 
"Pasa. Me imagino que ya te dijeron que empiezas hoy, ¿verdad?...¿Nombre?"
Preguntó Agnes secamente, expulsando cada pregunta como si fuesen disparos. Ni siquiera le dirigió la palabra al jefe, quien se retiró poniendo los ojos en blanco y murmurando algo sobre Agnes siendo el problema de alguien más.
"T/N...T/A...De hecho...Agente T/A" Respondiste. Agnes dio un largo suspiro y se puso de pie para caminar hacia donde estabas con unos papeles en la mano. 
"Así que, señorita T/N...primera misión del día. Saca copias de estos archivos sin perderte en el camino...para hoy" Dijo Agnes entregándote los papeles en la mano con firmeza sin dejar de observarte detenidamente. Miraba tus ojos y fingió una sonrisa a propósito, sin embargo notaste un ligero brillo en sus ojos. "Y tráeme un café ¿Quieres? No he dormido en toda la noche, me imagino que estas cosas no se van a repetir mientras estés aquí, ¿Hm?" 
"Si...iré enseguida...oh, ¿Detective Agnes?" Agnes volteó a verte de nuevo "¿Cuántas de azúcar? ...En su café" Preguntaste. El hecho de oír tu voz la hacía sentirse extraña, se quedó pegada por un segundo pero salió rápidamente de sus pensamientos y contestó de la misma forma seca.
"Dos, pero...oh...no hay. Se acabó, sírvelo sin azúcar" Ordenó tras acomodar una pila de hojas de papel de su escritorio golpeándolas contra la mesa unas tres veces. Asentiste con la cabeza y te dirigiste inmediatamente a hacer lo que Agnes te pidió. La mujer se quedó sentada con los codos en la mesa y cuando finalmente decidió concentrarse en los archivos que tenía en su escritorio, notó que eran sólo un montón de hojas blancas. Algo había pasado, "Por fin el imbécil del jefe llamó al sujeto de la estufa?" Se preguntaba Agnes, mirando hacia ambos lados y con las pupilas dilatadas, algo no cuadraba. Agnes no podía señalar exactamente qué era, pero algo no encajaba, y esa sensación extraña era inexplicable en aquel momento. "No hace más frío. No es normal, es Westview"
Cuando volviste con el café caliente, las copias y una tierna sonrisa, Agnes se sobresaltó un poco y soltó otro suspiro.
"Lo siento detective, no podía tocar la puerta con ambas manos ocupadas..." Respondiste pasando a la oficina y dejando todo cuidadosamente en su escritorio. Agnes se puso de pie para tomar el vaso rozando ligeramente tu mano con la suya. 
"Encontré azúcar, detective" Comentaste mientras le entregaste el vaso, sus dedos estaban colocados sobre los tuyos. "Espero que no le haya molestado que le agregue dos cucharadas" Agnes no dijo nada, sólo se volvió a dibujar una ligera sonrisa en sus labios. Agnes no había conocido a alguien que le produzca esa inusual mezcla de pensamientos, muchos tipos de pensamientos, pero trató de mantenerse firme en su enfoque hacia el caso mientras entrenaba a su nueva asistente.
"¿De dónde vienes, T/A?" Preguntaba Agnes mientras caminaban hacia los espacios que debías conocer y aparentemente el jefe no se molestó en mostrarte. "No te había visto por aquí"
"De Eastview, detective. Me mudé aquí hace poco" Respondiste y Agnes trató de no mostrar mucho lo extraño que le parecía que te hayas mudado justo a Westview, sólo asintió con la cabeza y se acomodó un mechón de cabello oscuro detrás de la oreja. 
"Bien" Dijo Agnes. "Ahora...Lo que harás será investigar lo que te pida del caso, organizar lo que encontremos, recolectar información, básicamente apoyarme en el caso. Hay uno nuevo del que te hablaré al volver..." Agnes te hablaba como si acabases de llegar de mirar un par de episodios de CSI Las Vegas y no tuvieses idea de qué trataba el trabajo. 
"Lo sé, detective" Respondiste. "Vine para eso, mi objetivo es apoyarla con la investigación" Tu tono seguía siendo neutro pero Agnes notó tu intento de imponer tu argumento y algo de firmeza. Al parecer, tú no eras ninguna pasante o algo por el estilo pero Agnes debía empezar a tomarte en serio. Caminó hacia tí hasta quedar a una distancia muy reducida, a tal punto que lograste ver todos los detalles de su rostro.
"Eso ya lo veré" Murmuró Agnes. Empezaba a ponerte nerviosa, pero quien tenía las palpitaciones era precisamente ella. No entendía el motivo, una posible desconfianza cruzó por su mente pero había otra cosa que no podía señalar.
"Va a necesitar apoyo. ¿No le parece?" Preguntaste, algo confundida por su tono. "Todos los detectives necesitan un respaldo. Además, ni siquiera sabe de mi experiencia en el área..."
Agnes te interrumpió, dando otro paso hacia ti.
"Cuida lo que dices, T/A, y te recuerdo que en sitios como este, lo mejor es no esperar un Great Place to Work. Investigamos casos de ASESINATOS, tratamos con sospechosos de CRÍMENES, personas DESAPARECIDAS, no somos un maldito retiro espiritual" Respondió bruscamente, haciendo que des un pequeño salto.
"Si voy a ser su mano derecha, creo que lo mejor es el respeto básico como mínimo. Lo importante es resolver el caso que viene, no tiene sentido trabajar en ello con alguien que le desespera todos los días de la semana"
Agnes no respondió. Exhaló por la nariz y trató de calmarse al volver a verte. No le gustaba pensarlo, pero verte le producía una extraña sensación de calma, no podía describirlo con palabras y apenas te conocía, no había forma de que tenga sentido para Agnes. Sin embargo, tal vez, trabajar con alguien sin esa irritabilidad le vendría bien a la investigación, pensó.  
El resto del día Agnes te estuvo explicando sobre el caso de mala gana mientras te mostraba las demás oficinas, aún se notaba algo malhumorada por la forma en que insultaba a algunos oficiales de policía e incluso a la bibliotecaria (con quien intercambió algunas burlas).  Te mostró a dónde ir en caso necesites información de algo, procedimientos, nombres de calles, te presentó a algunas personas y te tuvo que dejar nuevamente en la oficina a que organices documentos de casos anteriores que te pidió mientras ella fue a una escena del crimen de un caso reciente.
"Voy a necesitar que tengas esto listo para cuando vuelva. Y quiero el pizarrón para empezar a juntar lo que llegue, ¿Entendido?" Ordenó Agnes mientras cruzaba la puerta dejándote tomando nota de todo el trabajo pendiente, sus miradas se volvieron a cruzar antes de que su mano alcance la puerta para cerrarla y lo último que vio antes de salir fue a ti, de pie, en medio de la oficina con una libreta de apuntes en la mano observándola con la misma curiosidad. 
"Sí, detective" Murmuraste sin que Agnes te oiga. Agnes tiró la puerta y el viento hizo que el sonido de ésta se intensifique. Había mucho que hacer.
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"Mujer de unos veintiocho años, un metro setenta, ojos verdes, y cabello color escarlata" Repitió Agnes de camino de regreso en el auto sintiendo un enorme fastidio, pero a la vez una tristeza indescriptible. Miró al cadáver y no entendía cómo es que llegó ahí. Escuchó que cargaron al cadáver y fue llevado hasta ese terreno pero no había evidencia de nadie que haya llegado en auto. Debía analizar bien todas las pistas al llegar y más te valía estar lista para empezar, si ibas a ser su ayudante, te exigiría un rendimiento excepcional. No quería ni imaginar cómo estaría esa oficina, qué habrás hecho en toda la tarde o si tal vez simplemente no aguantaste su trato y te fuiste. Eso ocurría con frecuencia con otros colegas, Agnes podía ponerse especialmente insoportable. Aún así, había algo que la hacía esperar volver a verte ahí con esa estúpida actitud servicial y esa mirada que podía hacerla sufrir de taquicardia o calmarla si así lo deseaba por alguna fuerza sobrenatural, no lo comprendía, pero esperaba que te hayas quedado.
Al volver a la oficina y abrir la puerta la mujer se quedó con la boca abierta. Habías organizado absolutamente todos los cajones, limpiaste cada rincón, te deshiciste de la basura, telas de araña, hasta las manchas en el piso, e incluso arreglaste el problema de la luz. Agnes no recordaba la oficina así, hasta el frío y la humedad habían desaparecido misteriosamente. 
"Detective" Agnes oyó tu voz acercándose, habías salido de detrás de su escritorio cerrando uno de los cajones para ponerte de pie. "Le hice un par de cambios a su oficina, no tenía espacio en su mesa, espero no le moleste" Dijiste mientras caminabas hacia otro de los cajones y te inclinaste a sacar algo mientras Agnes observaba, con la vista fijada en ti. No abriste un cajón pero sacaste una enorme pizarra de corcho que colgaste en otra pared de la habitación.
"Espera...espera" Agnes caminó a paso rápido hacia donde estabas y tomó el otro extremo de la pizarra porque te costó un poco alcanzar el clavo para engancharla. "¿Tú hiciste esto hoy?" Preguntó y tú sólo le sonreíste amablemente.
"Así es. Que comience la investigación, entonces..." Respondiste. "...Estoy lista para empezar" Agnes volvió a perderse en tu mirada, algo que se quedaría en su mente el resto del día. Se preguntó muchas veces quién diablos eras tú, y qué buscabas, por qué aceptarías trabajar en un lugar así. ¿Por qué en su oficina?
"Desea otro café?"
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