#cómo te quedó el ojo?
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somos-deseos · 9 months ago
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Fuiste un “casi algo”. El “nosotros” nunca salió a la luz. Se quedó atrapado entre las sábanas y la manta. No tuviste la culpa de mis inseguridades, de mi miedo a delatarme. Fuiste y eres suficiente. De hecho, siempre estuve seguro de eso. Perdí la cuenta de cuantas veces me pregunté por qué seguías ahí. Cerca de mí, incluso desde lejos. Porque eras tan amable, con el pecho abierto y esos ojos brillantes. No tenía el derecho a amarte estando en pedazos. E irónicamente así fue como te abandoné, como te rompí. Me despedí en silencio hacia otros brazos. Fuistes casi mía. Casi, porque no te correspondía en el amor. Me rompí el corazón al destruirte. Hoy sé cómo te sentiste. Porque lo siento por alguien más.
— Oxidado confesión 🖇️.
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deepinsideyourbeing · 7 months ago
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Enzo viendo como te hacés el skincare, te maquillás...
Simplemente él siendo el mejor novio del mundo
Necesito cariño jaja
Fluff ♡
Enzo recuerda el horror en tu rostro cuando en una de las primeras citas confesó no utilizar protector solar, así como recuerda la reprimenda que recibió y la forma en que lo arrastraste a una tienda para conseguir productos adecuados para su piel.
El recuerdo parece demasiado lejano mientras te observa a través del espejo, pero la forma en que cuidás de él sigue siendo la misma: una mascarilla cubre su rostro y el líquido que embebe la tela es frío, helado, pero la sensación de tus dedos en su cabello logra distraerlo.
-¿De qué era esto?- pregunta y frunce los labios en un gesto tan típico suyo. Se estira para tomar el diminuto gotero que contiene el aceite que utilizás para hidratar sus puntas y lee-. Almendras.
-Era el que te gustaba, ¿o no?
Recuerda cómo solías tratar su cabello cuando la dieta que realizó para una película provocó que este se debilitara, también recuerda los masajes en sus extremidades adoloridas y su sienes. Asiente.
-Bueno, ahora te toca- se pone de pie y ocupás el asiento frente al tocador. Toma un cepillo y desenreda tu cabello, comenzando por las puntas y asegurándose de deshacer cualquier nudo antes de continuar.
Coloca un par de gotas en la palma de su mano y frota sus palmas para esparcir el producto antes de colocarlo sobre tu cabello. Cuando el aceite en las yemas de sus dedos es mínimo masajea tu cuero cabelludo y oye un sonido de aprobación surgiendo desde tu garganta.
Recoge tu cabello y utiliza uno de tus broches favoritos para asegurarlo en su lugar. Acomoda un mechón corto tras tu oreja y besa tu mejilla, su mirada encontrando la tuya en el reflejo.
-¿Querés ver una película? Todavía tenemos tiempo.
-No sé- arrugás la nariz-. ¿Dónde quedó el libro que estabas leyendo hoy?
-¿Por...?
-Quería escucharte leer un ratito.
Te sonríe y corre a buscar el libro que dejó olvidado en algún rincón del departamento que comparten. Cuando regresa te encuentra recostada sobre tu estómago, tus piernas balanceándose en el aire y los dijes (uno por cada aniversario) en tu tobillera tintineando.
En lugar de retomar la lectura decide leer el capítulo desde el inicio para ofrecerte un poco de contexto. No puede evitar perderse una y otra vez, sus ojos dejando las páginas para centrarse en tu rostro y encontrando tu mirada fija sobre sus labios en cada ocasión.
Faltan aún un par de horas para que ambos deban dejar la comodidad de su hogar y él pueda ver cómo colocás rímel en tus pestañas, rubor en tus pómulos y en tus suaves labios un gloss que dejará marcas en todo su cuerpo.
Otro dije aguarda su turno pacientemente, oculto dentro de una pequeña caja aterciopelada que Enzo escondió en el armario.
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nuitdelapin · 1 month ago
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Bark crying!!
It's based on a fanfic I wrote the other day for some friends where Fang and Bean die!!
I'm too lazy to translate the fanfic so if you want to read it translate it or I don't know, it's in Spanish, SPANISH!! Please don't confuse it with Portuguese.
Todo estaba yendo bien, todo iba realmente bien, iba a ser otro de sus atracos, el team Sonic se habían metido en ello, Bark e había bajado del vehículo para poder ir contra ellos y ganar algo de tiempo, en eso, otra de las típicas discusiones tonta entre Fang y Bean.
Fang iba manejando huyendo de Sonic mientras Bean tiraba bombas y reía.
Bark se estaba ocupando de Knuckles, mientras Tails y Sonic iban contra los otros dos.
En un punto Bean distrajo a Fang, haciendo que pierda el control, Fang termino chocando, no fue muy grave... Pero ambos quedaron aturdidos y pudo tirar las bombas que tenía en manos y
¡¡KABOM!!
Los 4 presentes voltearon a ver, la bomba explotó haciendo que también el vehículo explotara y con ellos se llevó a ellos dos.
Bark dejo de inmediato a Knuckles y se fue corriendo a la explosión, el árbol estaba ardiendo en llamas junto a todo su alrededor, lo que quedaba del cuerpo de sus compañeros estaba siendo calcinado, el oso quería meterse a intentar salvar algo.
Pero los otros al ver sus intenciones se pusieron a pararlo, saben que es malo, pero tampoco se merece eso.
¡¡Bark!! — Grito Sonic mientras jala al oso de uno de sus brazos con ayuda de Sonic — ¡¡Ya no se puede hacer nada!!
El oso sollozaba en silencio mientras seguía intentando acercarse al fuego, solo podía ver las figuras de sus amigos desaparecer en el fuego.
Paso un buen rato de forcejeo, hasta que el oso solo cae al suelo mientras llora.
Sonic, Tails y Knuckles no saben muy bien que hacer, solo podían ver la figura del oso mientras las llamas se iban mermando, solo se quedaron junto al oso intentando consolarlo como podían... Pero Bark era inconsolable.
Cuando el fuego al fin ceso, Bark se acercó a ver si quedaba algo, unos pequeños pedazos de pelaje morado y plumas verdes era de lo poco que quedó, el oso solo los tomo en sus manos y se fue sin mirar a los otros.
Los 3 vieron con lástima a Bark, siempre supieron que en si no era malo, que solo estaba ahí por qué eran sus amigos y nunca lo habían visto llorar o triste, simplemente fue demasiado para ellos...
Por los siguientes días no supieron nada del oso, la más preocupada era la erizo rosa, a quien le había contado sobre lo sucedido ese día, ella tenía una buena relación con el oso y quería intentar ayudarlo.
Por parte de Bark esos días fueron los peores de su vida, no comía, no salía de la base en el Mirage saloon que comparte con ellos, se la pasaba viendo los cuartos de sus compañeros, a veces acostándose en la cama de cada uno de ellos mientras mira los mechones de pelaje y plumaje. Sus ojos le dolían por llorar, apenas y tenía fuerzas para levantarse, tampoco quería dormir por qué cada vez que cerraba sus ojos pensaba en esa escena de ellos muriendo frente suyo... Hasta que algo le saco de sus pensamientos, alguien tocando la puerta, el oso, con esfuerzo fue a abrir la puerta, viendo a Amy en la puerta sosteniendo una cajita de regalo.
Se que no es mucho y que lo que pasó no se va a poder arreglar... Pero toma — Pone la cajita en las manos de Bark — Te las hice especialmente para ti.
El oso sin muchos ánimos abre la caja, viendo unas galletitas color verde y morado, los ojos de Bark se vuelven a llenar de lágrimas al ver el regalo de Amy.
Amy al ver cómo se iba a poner llorar, se acercó a él para poder abrazarlo — Lamento tu pérdida...
Bark se agachó para estar a la altura de Amy y le devolvió el abrazo mientras solloza contra el cuerpo de Amy.
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analisword · 9 months ago
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
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Capítulo 1: https://www.tumblr.com/analisword/742694471701037056/high-infidelity-enzo-vogrinc-x-fem-reader?source=share
Capítulo 2: https://www.tumblr.com/analisword/742809931904925697/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 3: https://www.tumblr.com/analisword/742966287515402240/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 4: https://www.tumblr.com/analisword/743085967194390530/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 5: https://www.tumblr.com/analisword/743445192395423744/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
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—No quiero interrumpirte, pero me pregunto si ya comiste algo—Alana fue sacada de su concentración de golpe, giró la cabeza tan bruscamente hacia la puerta que su cuello dolió, Enzo estaba apoyado sobre el marco de la puerta con las manos dentro de los bolsillos. 
Alana tuvo que respirar profundamente al verlo, nunca se acostumbraría a verlo y a su implacable belleza. 
Llevaba una simple camisa interior blanca y unos jogging grises, aún así, lucía jodidamente bien. 
—Hola—saludó Alana felizmente, miró la hora en su celular y quedó perpleja, eran ya las 9 de la noche y efectivamente, no había ingerido bocado en todo el día—. Mierda, se me fue el día. 
—Entonces fue un día bastante productivo, ¿eh?—sonrió Enzo. 
—Sí, es mágico este lugar—exclamó Alana cerrando su computadora, ahora que se había dado cuenta que no había comido nada en todo el día, moría de hambre. 
—Sos mágica—la corrigió—. Vení a comer, traje pizza—dijo moviendo la cabeza, su estómago rugió al escucharlo y lo siguió hasta la sala. 
—Soy vegano—explicó él mientras abría la pizza—. Pero están deliciosas. 
—Tengo tanta hambre que así sea pizza hecha de cartón, la comería—dijo Alana tomando una rebanada. 
—Te dije que eras libre de abrir el freezer—dijo Enzo con tono apelativo. 
—Honestamente me olvidé de comer algo—respondió ella para después darle una mordida a la pizza, tal como Enzo había dicho, estaba deliciosa.
—Tengo que alimentarte para que ese cerebro tuyo siga funcionando—dijo él. 
—¿Cómo te la pasaste tú?
—Ehh, tuvimos que repetir la misma escena unas treinta veces porque al director no le parecía nada, pero al final terminó saliendo.
—Debe ser agotador—exclamó Alana arrugando la nariz. 
—Lo es—dijo él riendo—. Aún no me acostumbro, en teatro lo hacés una vez y ya está.
—¿Te gustaría volver a hacer teatro?—preguntó Alana con genuina curiosidad. 
—Acá no, en Uruguay sí—dijo—. Es más underground allá, nadie te termina viendo y a veces hasta terminas perdiendo plata, pero es auténtico. 
—Eres Enzo, gente irá a verte—dijo Alana rodando los ojos. 
—Sí, supongo—dijo él riendo y bajando la mirada, Alana inclinó la cabeza. 
—No te gusta mucho la fama, ¿no?
—Es complicado, claro que me gusta que mi trabajo sea reconocido, lo que no me gusta es tener a gente hinchándome las pelotas cada que salgo.
—Auges del oficio—exclamó Alana elevado los hombros. 
Al parecer Enzo tampoco había omado bocado en todo el día porque comía con un poco de desesperación, Alana sintió lindo que el chico hubiera esperado hasta tarde para comer con ella, terminaron la pizza en silencio y cuando lo hicieron estaban tan llenos que se tiraron en el suelo con las manos sobre las barrigas. 
—¿Cómo se tomó Sebastián cuando le dijiste que estás escribiendo de nuevo? ¿o pensa que vas por ahí vendiendo drogas?—preguntó Enzo después de que estuvieron varios minutos tirados viendo el techo, Alana se giró para observarlo mejor, sus ojos la miraban detalladamente y la luz cálida que emanaban las lámparas de la sala hacían que estos se vieran más claros de lo normal. 
—Creo que lo de las drogas le hubiera resultado mejor—dijo ella negando con la cabeza—. Dijo que estaba decepcionado de mí—confesó tímidamente. 
Enzo la miró como si le hubieran crecido dos cabezas del cuello y dobló el codo para apoyarse sobre su mano, estaban acostados sobre una alfombra bastante esponjosa, aún así la posición del chico parecía bastante incómoda. 
—¿Vos estás jodiéndome?—preguntó él con tono de incredulidad—. ¿Quién en su santo juicio estaría decepcionado con vos por escribir? Es lo que más te gusta.
—Pues él—respondió Alana—. Vaya—dijo ella un poco más tranquila—. No es por el mero hecho que esté escribiendo, es porque lo estoy haciendo al mismo tiempo que él, él quiere que esté completamente entregada a su libro. 
Enzo arrugó la nariz al escucharla, ella regresó la mirada al techo, ahora que contaba la situación en voz alta, se daba cuenta de lo patética que era.
—Alana…
—Sé lo que vas a decir—lo interrumpió—. Sé que no está bien y creéme que odio esta situación, detesto que Sebastián sea así de inseguro…
—Pero…—la interrumpió ahora él a ella. 
—Pero, supongo que tendremos que solucionarlo eventualmente, no sólo es mi novio, es la única persona que tengo aquí—dijo ella volviendo a mirarlo, Enzo la miraba a ella con una expresión que no pudo descifrar. 
—Vos sabés que eso es mentira—respondió Enzo apretando la mandíbula, Alana tragó saliva en seco, definitivamente sabía que podía contar con el actor, podría decir que era su único amigo en la ciudad, pero sabía a ciencia cierta que Enzo no se quedaría para siempre en Sevilla, probablemente volvería a Uruguay apenas terminara de filmar la película, o se mudaría ahora a otro país durante meses, probablemente Estados Unidos o Inglaterra, para después repetir la rutina una y otra vez, Alana apretó los labios ante la idea, ¿seguirían frecuentándose una vez él se fuera?
¿Al menos seguirían conversando ante la distancia?
La idea la puso nostálgica, de pronto todo el desorden que había en su mente después de intentar construir un nuevo mundo para la historia que comenzaba a escribir había desaparecido, así como el pensamiento de tener que volver a casa más tarde donde lo más probable es que Sebastián volvería a estar de insufrible. 
—Eh…perdona si dije algo que no debo—carraspeó Enzo al notar que ella no decía nada.
Alana rodeó su cintura con sus brazos y hundió su cara en el hueco de su cuello aspirando su olor, no tenía idea lo mucho que había necesitado abrazarlo hasta que lo hizo, el cuerpo de Enzo se tensó al principio por el acto afectivo tan repentino, pero en seguida suspiró y entrelazó ahora sus brazos contra el cuerpo de Alana. 
—Gracias por estar aquí—murmuró ella—. Gracias por alentarme a volver a escribir y por prestarme tu casa—hundió más su cara en el cuello del chico y él apretó más su agarre. 
—Hey, no tenés nada que agradecer—dijo él—. Yo sólo quiero que vos seas feliz—acarició su cabello suavemente, Alana cerró los ojos, le apetecía tanto quedarse ahí durante horas, dormir con él, el suelo nunca se había sentido tan cómodo nunca, de pronto los brazos de Enzo eran la cama más cómoda que podía existir. 
¿Pero qué mierda estaba pensando? 
Alana alejó  el rostro lentamente, Enzo lo tomó entre sus manos, ella suspiró y volvió a cerrar los ojos, podía sentir su aliento y el de Enzo mezclándose deliciosamente, no podía abrir los ojos, no podía hacerlo porque sabía que si lo hacía se encontraría con los labios de Enzo tan cerca a los de ella que no podría resistirse, de pronto los dedos de Enzo comenzaron a bajar por su cuello, tan largos y firmes pero suaves al mismo tiempo, no sabía qué se escuchaba más fuerte, si su propia respiración o la de Enzo, no podía salir del trance, sabía que haría una estupidez si se quedaba en esa posición un segundo más, de pronto sintió algo húmedo en su cuello.
Enzo había depositado un beso ahí, y aunque había sido suficiente para que ella mordiera su labio inferior patéticamente, también fue suficiente para que saliera del hechizo que él había aplicado sobre ella, Alana puso ahora sus manos sobre el pecho de Enzo y lo apartó un poco.
—Alana…
—Nuevamente gracias por todo—respondió ella—. Pero tengo que irme—Enzo la miró apenado y asintió levemente, Alana depositó un beso en su mejilla y salió prácticamente corriendo del departamento, Enzo no tuvo la intención de seguirla, Alana sabía perfectamente el por qué. 
No tardó mucho en llegar a su departamento, se quitó los zapatos y sus pies tocaron el frío suelo de la sala, a comparación del departamento de Enzo, el que ella compartía con su novio estaba casi siempre frío porque el chico adoraba las temperaturas bajas, no había alfombras en el lugar, no lámparas cálidas, no muebles que impedían que el frío aire que se colaba de las calles por la ventana le rozaran peligrosamente la nuca. 
Alana se tocó el cuello, aún podía sentir los labios de Enzo sobre su piel, podía sentir sus manos y si se concentraba mucho, aún podía olerlo.
—Hola—la voz de Sebastián la sacó de sus pensamientos bruscamente, ella apartó la mano de su cuello rápidamente, cruzó los brazos sobre su pecho, como intentando borrar las huellas invisibles de Enzo sobre ella. 
—Hola. 
—Te preparé algo de cenar—informó—. Tu platillo favorito. 
Una ola de culpabilidad la invadió, su platillo favorito no se podía conseguir fácilmente, sabía que para prepararlo Sebastián había tenido que recorrer al menos tres mercados diferentes para conseguir los ingredientes traídos desde México. 
—He cenado ya y estoy llenísima—respondió, era verdad, el botón de su pantalón de mezclilla estaba haciendo lo posible para no romperse, su vientre estaba pesado e hinchado por las cuatro rebanadas de pizza vegana que había comido—. Pero gracias, mañana me lo desayuno. 
Sebastián asintió y parpadeó varias veces, Alana lo conocía tan bien, lo conocía de tanto que sabía que él hacía eso cuando tenía ganas de llorar. 
—Quiero pedirte disculpas por el dolor de cabeza que te he estado dando últimamente—dijo él acercándose a ella—. Soy un idiota, y si estamos aquí es gracias a ti. 
Alana sabía que se refería a cuestiones de dinero, pues aunque Sebastián haya sido el que recibió el trabajo, no hubieran podido sustentarse para mudarse a España sin el dinero que Alana ganaba. 
—Y lamento que hayas llegado al extremo de tener que alquilar una oficina para sentirte cómoda para escribir. 
Las imágenes de ella y Enzo en la supuesta oficina invadieron su mente. 
—Le diré a Maricia que consiga a alguien para que revise lo que yo vaya escribiendo—informó. 
—No tienes que hacer eso—replicó Alana. 
—Los dos sabemos que no quieres seguir leyéndome, Alana—dijo él—. Y eso está bien, sé lo agotador que es, yo mismo no quise volverte a leer después de tu primer libro y nunca me diste un mal rato por ello, incluso cuando sí era mi trabajo hacerlo.
—Lamento que leernos nos incomode tanto—dijo ella, lo decía en serio. 
—Esas cosas pasan—dijo.
¿Pero por qué ella sí quería que Enzo la leyera?
¿Por qué se había sentido tan triste cuando Enzo no indagó o pidió leer lo que ella había escrito hoy?
—Sí—mintió—. Esas cosas siempre pasan.
—Quiero que esto siga funcionando—dijo él tomándole las manos. 
Alana asintió, no podía echar su relación a la basura. 
Sin embargo, cuando Sebastián la besó, Alana no pudo evitar imaginarse que era Enzo el que lo hacía. 
Y se odió a sí misma por no sentirse ni un poco culpable al respecto. 
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rutlancecf · 2 months ago
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Carta de Damian Wayne para el Hada de los dientes (siendo leída por sus hermanos)
"Respetada Hada de los Dientes:
Sé que no te he escrito antes, y tampoco tenía idea de tu existencia. Pido disculpas por mi ignorancia. Mis hermanos mayores me han contado de ti, y de como llevas a cabo tu transacción monetaria cada vez que encuentras un diente bajo la almohada de un niño.
Sé que muchas veces he manifestado a mis mayores y demás que no soy un infante, pero en confidencia, realmente nunca llegué a ser uno por la forma en la que me crió la familia de mi madre. Era de vital importancia para ellos que yo fuera un ser perfecto, sin fallas ni defecto alguno, por lo que me volví en un adulto en vez de vivir la dulce infancia e inocencia que exudan los pequeños.
Mas no son mis primeros años de vida los que quisiera argüir en esta misiva, no. De acuerdo a mis queridos hermanos mayores, de los que estoy seguro ha visitado en infinidad de veces, (Y mire que me da un poco de celos tener conocimiento de que usted los percibiera en tan tierna edad) yo debería perpetuar el ritual por el cuál se basa su existencia.
Pero no quiero, no quiero hacerlo, y es por eso que le he escrito esta carta para hacerle entender mi razón.
Debido a mi posición, y estilo de vida, no requiero de un estímulo o compensación monetaria, ya tengo demasiado de eso. Así que le pido que se lo dé a otro pequeño que esté en una situación precaria.
Mas, si usted puede condescender un deseo, le pido con gran fervor y conmiseración para mi persona, que me asista a influir un cambio en las demás personas sobre la percepción que tienen de mí. He realizado tantas cosas y acciones que me perpetúan un lugar en el Infierno, lo sé, he estado ahí; que necesito su ayuda, no para librarme de mi destino hasta el final de los tiempos, sino para que en el tiempo que me quede para caminar entre los vivos mis semejantes puedan expresarme un poco de amor, un poco de empatía, un poco de orgullo hacia mi persona. Y que esto sea para soportar mi estancia en el Tártaro.
Por favor, por favor. Ayúdeme, ayúdeme para que las personas que amo abran sus ojos y vean que estoy aquí, que no me abandonen. Mi alma ya estaba perdida desde que nací.
Sé que he impetrado algo díficil, tal vez imposible, pero tengo un poco de fé, un poco de fé de que alguien me mire sin temor u odio a los ojos y me sonría.
Lamento pues, haberle quitado algo de su valioso tiempo que usted se ha tomado para leer esta carta, la cuál espero que reciba y me concediera una respuesta en caso de ser factible.
Me despido esperando volver a saber de usted, viable a causa de que aún tengo una dentadura infantil.
Con sincero decoro, Ibn al Xu'ffasch Damian Thomas Wayne Al Ghul.
P. D. Debido a mi reciente conocimiento sobre su labor en el mundo, me he tomado la libertad de elegir una caja de té de jengibre y ponerla a su disposición, para contrarrestar los efectos de la fatiga.
Jason terminó de leer la carta y se quedó viendo a sus otros dos hermanos, quiénes desviaban la mirada y la clavaban al piso, teniendo pensamientos y sentimientos encontrados. Volvió a meter la hoja al sobre y con cuidado, volvió a meterla bajo la almohada de Damian, que aún seguía dormido bajo los efectos residuales de la anestesia.
- Buenas noches, pequeño demonio.- Le acarició con delicadeza los cabellos y se salió de la pieza del más chico.
Tim se aproximó a la cama e inclinándose, le dio un beso en la frente a su hermano menor.
- Dulces sueños, gremlin.- Le dijo en voz baja, yéndose tras Todd.
Al quedarse solo, Grayson se sentó en la orilla de la cama, sacó el sobre y la muela para meterlos dentro de su pantalón, miró por un momento al chiquillo durmiente, y con el corazón pesado, se recostó a un lado suyo, abrazándolo contra sí.
- Te queremos, Pequeño D, y estoy muy orgulloso de tenerte como mi hermanito menor.- Acarició sus cabellos y le besó la frente.- Pase lo que pase, siempre estaremos contigo, pajarito. Y te prometo que, sin importar cómo, yo mismo iré al infierno y te sacaré de lo más profundo del abismo. No te rindas, Damian. No te rindas.-
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theshadowsofyourhead · 2 years ago
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No era una pregunta difícil, lo que ofrecía era agradable y en esta situación no tenía nada que perder.
“Hey, Anteojos.” Grita Ethan mientras entra a la biblioteca. “¿Qué opinas? Tú y yo en una partida de Ajedrez, ¿Aceptas?” Dice mientras se acercaba. Era raro, la última vez que había visto a Ethan estaba molesto conmigo, ahora parecía actuar como si no hubiera pasado algo. Él estaba solo, siempre está acompañado de sus “hermanos”, algo no estaba bien. “Aahmm… ¿Hola?" respondí confundido. “Vamos O'Malley, solo responde.” Dice Ethan mientras se sienta en frente de mí. “Escucha, Ethan, no tengo tiempo para esto, lamento lo de la última vez, no pensé que te afectaría tanto, pero ahora no tengo tiempo para tus juegos tontos, podemos hablar en otro momento y-” “Oh ¿Qué pasa amigo?, vamos, solo un juego.” Dice confiado y optimista. “¿Que ganas haciendo esto? ¿Es algún tipo de venganza o broma?” Pregunté. “Este el trato, nerd” Responde poniéndose serio. “Si yo gano, tendrás que entregarme algo preciado de ti.” “¿Algo preciado de mí?, ¿Y si yo gano?” un breve e incómodo silencio. “¡Lo tengo! Si ganas, seré todo tuyo por el resto del mes O’Malley, estaré a tú merced, sin restricciones o excusas, como te gusta". “En serio Ethan, yo-" respondo sonrojándome. “No lo niegues O'Malley, sé que te mueres por tener estos nenes, sólo para ti”. Dice Ethan mientras Flexiona ambos brazos.
Necesitaba pensar, es difícil confiar en alguien como Ethan, no era el tipo de persona que jugará limpio pero por otro lado, es un juego de ajedrez, dudo que alguien como el haya tocado un tablero en su vida, agregando que la sala estaba completamente vacía, no había nadie que pudiera ayudarlo. “Está bien, acepto tu trató”. respondo sin emoción alguna. “WUU, Genial amigo!” Dice Ethan con entusiasmo.
“Entonces, supongo que sabes las reglas del juego, ¿Cierto?". Pregunto intentando hacer conversación alguna. “Pff, Claro que no, no aprendería esa mierda aunque mi vida dependiera de eso”. Responde con tono bromista. “Como digas grandote, tu partida”.
Comencé a colocar el tablero, el lugar estaba completamente vacío y el inmenso silencio era abrumador. A una pequeña parte de mi le aterraba la sola presencia de Ethan, aunque él era demasiado indefenso, mientras ponía el tablero él estaba eructando y masajeando sus brazos, el mayor esfuerzo que hacía era evitar que su saliva saliera de su boca.
“Bien, todo listo”. “Ah, por fin, ya era hora". Dijo Ethan mientras bostezaba. “Yo tengo las fichas blancas, inicio yo”. Cuando iba a tomar la ficha, Ethan interrumpe. “Bien, solo necesito hacer algo” dice Ethan mientras levanta los brazos. “¿Q-que estás haciendo?” preguntó mientras se quita la camisa. Sabía que el haría algo así, tratando de llamar la atención de la única manera que él conoce. “Ya sabes, hace demasiado calor aquí”. De inmediato mi rostro se sonroja al ver los músculos tonificados de Ethan, esto era ridículo, sabía que algo planeaba. Al intentar apartar mi vista, mis ojos quedan atrapados por el collar que colgaba de su cuello, “Dios, Ethan esto esss-“ intente hablar, pero mi boca se quedó sin palabras. Pronto quede inmóvil, no podía hacer nada.
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“Oh, veo que te gusta está joyita, si es lindo, lo sé… Después de que me hayas dejado plantado fui a devolver el regalo a la tienda, pero el señor me ofreció un cambio y me entregó está belleza, dijo que este tendría mejores resultados, interesado lo acepte, y me dio instrucciones de cómo usarlo, y aquí estamos…”. Estaba aterrado, no podía hacer nada, solo estaba gritando internamente. Solía tener esta reacción con Ethan cuándo se acercaba con su olor penetrante hacía que todo mi sistema colapsara, me volvía tonto y pequeño, pero esto, esto era diferente. Mi vista estaba pegada al torso de Ethan, mientras él explicaba, solo podía veía como el collar daba vueltas y como sus perfectos pectorales rebotaban de arriba hacia abajo. “Bien, eso es todo, puedes empezar…” dijo Ethan con una sonrisa de orgullo en su cara. “Vamos amigo, acaso esos enormes brazos tuyos pueden moverse, ¿Cierto?”. Sus palabras rebotaron directo a mi cabeza, pronto sentí espasmos en ellos, sentí como mi camiseta se apretaba alrededor de mis brazos, pude escuchar como rasgaba y crujía, se movían de lugar mientras crecían, no podía verlos, estaba aterrado, el dolor era insoportable. “Oh vamos amigo! Solo mueve una ficha” y sin pensarlo, mi enorme mano tomo una ficha delantera. “Bien, no sé qué te pasa, pensé que eras un experto en este juego” dice Ethan en tono burlesco. “bien, mmm supongo que moveré esta, jaja, esto es divertido, tu turno!” seguía sin ser tener el control de mi cuerpo, seguía sin poder quitar la vista del torso de Ethan y cada vez su almizclé se volvía más abrumador. “Vamos O'Malley solo mueve esa dicha enfrente de la mía, si me dejas comerla, te ayudare entrenar ese perfecto torso tuyo, para que vaya juego con esos grandes brazos” la silla se agitó, la camiseta se volvió aún más incómoda y explotó, mi espalda se expandió, creciendo en músculo, mis pectorales se inflaron, rebotando en el proceso.
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Mi abdomen plano explotó, sentía como con cada respiración crecían, tome la ficha y la puse en posición, para que Ethan la tomará. “Genial! Gracias hermano! Es toda mía” dice Ethan mientras mueve su ficha. “Es tu turno” dice Ethan. “Dios hermano, eres demasiado lento, toma una ficha, que sea conveniente para mí”. Era espantoso, intentaba pensar que me estaba pasando conmigo o como podía salir de este trance. “Supongo que es mi turno, pero ahora no sé qué hacer, ayúdame un poco, dime con esa voz de Alpha sexy cuál debería mover…” mi garganta se comienza a cerrar, puedo sentir como me quedo sin aire poco a poco, intento toser pero era inútil, algo se acumulaba en mi boca y… “m-mueve esa, podrás tomar mi ficha” Dije asustado con una voz que no reconocía. “Gracias Hermano, eres demasiado generoso”.
Así fue todo el juego, Ethan solo me ordenaba que hacer, y sin consentimiento alguno, obedecía, era inútil resistirse a sus palabras. “Bien, ahora tengo a tu caballo” dice Ethan. “Gracias por dármelo te recompensaré, te ayudaré a entrenar esas piernas grandes” mi pantalón se volvió incómodo, apretando mi entrepierna, mis piernas comenzaron a expandirse, comenzaron a llenarse de músculos y poder. “vaya aquí hace demasiado calor, como está el clima allá arriba grandote…?” mis huesos comenzaron a crujir y arder, abriéndose paso entre mis nervios y músculo, el dolor era insoportable, quería gritar, mi cabeza se movió hacia arriba, pero mi vista seguía fija, mientras crecían mis pies tocaron la mochila de Ethan. “Hey! cuidado amigo, esos enormes pies pueden ser estorbosos…” mis zapatos explotaron, mis dedos crecieron y mi planta del pie se expandió rompiendo mis calcetines en el proceso. “Y aquí estamos, parece que el juego está por terminar y, creo que ambos sabemos quién es el perdedor. No puedo explicar cómo me siento en este momento, creo que al final tuviste la razón, tú y yo nunca estuvimos al mismo nivel, pero de alguna manera que nunca sabré, hiciste que sintiera cosas por ti, tal vez fue la manera en la que no me temías o no eras sumiso ante mí, aunque como todos, te congelabas frente a mí, aprovechaste todo eso y me tuviste de muñeco sexual por más de un año, mientras tú te divertías, yo estaba cayendo enamorado por ti, pensaba que estábamos en la misma página, pero fui tan iluso que te invite a una cita, luego me dejaste esperando por horas, me rompí, por primera vez en mi vida no obtuve lo que quería, y Dios, no sabes cuando odio perder.” dice Ethan mientras se levanta. “Ahora quiero que sepas que se siente perder algo, algo que pensaste que siempre tendrías…” y con un movimiento de manos, toma a la reina. Mierda, estaba acabado en todos los sentidos, no podía explicarme a mí mismo como alguien tan tonto como Ethan había planeado algo así. Estaba pensando en cómo salir de aquí, antes de que mi propia arrogancia y ego me acabarán. “Ahora debes estar gritando internamente, pidiendo disculpas, pero ¡Ya es demasiado tarde!” Con un simple movimiento de dedos él me había acabado, la personalidad egocéntrica que me había creado para protegerme, me trajo a mi fin. Una lágrima de lamento salió de mí, no estaba seguro de que pasaría ahora, mentalmente estaba acabado pero estaba listo para cualquier cosa.
“/Risas”. Uuh?, no había pasado nada aún. “Wow, ¿Creíste en serio que simplemente acabaría tan rápido contigo y me iría?” Con un movimiento quito el collar de su cuello para colocarlo en la mesa, por un momento tuve la esperanza de liberarme de esto, que Ethan se había apiadado de mi alma me dejaría escapar, pero mi vista siguió fija en el collar. “Tan indefenso O’malley, si tan solo tú… Pero ya es demasiado tarde supongo” dijo mientras caminaba hacia mí, parado al lado mío, levanto los restos de lo que solían ser unos jeans para revelar mi polla , que junto con el crecimiento de mis piernas creció unas pulgadas más, con un simple apretón hizo que gimiera de placer, el primer sonido que hice sin que me pidiera. “Demonios, no recordaba que eras tan sensible” Dice mientras acerca su mirada a mi cara. “ nunca había visto tan cerca tu cara, pero ahora que tengo la oportunidad puedo mencionar como amo tu rostro, esas cejas gruesas, esa mandíbula fuerte junto con esos labios tan jugosos, pero creo que lo que más amo de ti es esa miraba, tus ojos verdes tan profundo que hacen que cualquiera suspire tan solo con verlos, es tan bello Jack, ahora entiendo todo lo que siento por ti.” Mientras Ethan seguía masajeando mi polla, mi realidad había cambiado, el rostro que alguna vez mire en el espejo había cambiado, mi nombre, el que alguna vez Ethan gimió había sido borrado, ahora solo era Jack. El collar había perdido su atracción, lo que hacía que me mantuviera bajo su poder ahora había desaparecido, antes de que pudiera reaccionar o decir algo comencé a gemir desesperadamente, en un momento todo mi cuerpo era solo placer, tan sensible. Mientras Ethan seguía masajeando mi entrepierna, con su otra mano tomo mi cabeza para tenerlo cara a cara. “Escúchame bien, en cuando llegues al orgasmo ya no serás más O’malley, serás solo Jack, cualquier rastro de tu antigua vida se enterrará en tu mente, ya no tendrás el control de tu mente, solo sabrás que tiene un dueño, ahora tu vida estará 100% dedicada a mí, todo lo eras antes se enterrará en tu mente, ahora solo serás el deportista más cachondo y tonto del mundo, pero eso no importará, todo que necesitas saber es como complacerte y adorarme.” Mierda, esto era todo, con mi última fuerza mental estaba evitando correrme, mientras seguía el masturbándome, los cambios se solidificaban en mí, mi cabello se oscureció, mi piel tomo un ligero bronceado, mis músculos tuvieron pequeños espasmos adaptándose a su nuevo cuerpo. “Como última orden hacía O’malley, no desaparecerás, quedará en el fondo de tu mente sin poder retomar el control de tu vida, simplemente verás a Jack manejar lo que alguna vez fue tuyo”. “Maldito hijo de pe- AAAAAAAAAAH~” En ese momento experimente el mejor y ultimo orgasmo de mi vida.
“UUghh… que demonios pasó?”
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“Ya sabes, no pudiste resistir y tuvimos que hacerlo en la biblioteca “ “Demonios, ve todo ese semen en tu mano, genial haha” “Hahaha, guarda silencio y límpialo.” sin pensarlo los veces, Jack tomo la mano de Ethan y paso su lengua por encima de ella, limpiando cada rastro de semen. “Demonios, que mierda paso con esta ropa” dijo Jack cuando terminó. “Ugh, demasiadas preguntas, simplemente usa esto, lleva toda la semana en mi mochila pero, no hay problema alguno.” Ethan saco un par de calzoncillos sucios de su mochila, al entregárselos a Jack el no dudo en olfatearlas antes de usarlos. “Mierda, ya amaneció, tenemos que salir de aquí” Dijo Ethan mientras caminaba hacia la salida, se detuvo un momento para mirar hacia atrás y ver su cometido, sonrió y soltó una pequeña sonrisa. Jack se puso de pie dejando caer pedazos de tela de lo que alguna vez fue mi ropa, se vistió con aquella ropa sucia sin cuestionar cuanta orina y semen había en ellos. En ese momento Jack estaba tan sensible que el rose de sus enormes manos con sus pezones lo hacían gemir y ponerse duro de nuevo. Si quería seguir viviendo en el placer tenía que resistir, al final del día solo importa lo que Ethan le hacía sentir.
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comeback jaja
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choccocake · 6 months ago
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Serindipia (Enzo Vogrincic)
Serindipia: es descubrir algo bueno sin buscarlo.
Estoy escribiendo esto sin ningún tipo de corrección final ni nada, solo surgió. So, espero que les guste girls ‹3
Ojo, esto no tiene nada que ver con la encuesta que hice. Lo que tengo planeado aún sigue en borradores
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No tenías la costumbre de viajar y muy pocas veces podías darte aquel lujo.
Aunque se podría decir que gracias a tu trabajo -y personas que pedían de tus servicios- podías salir del país alguna que otra vez debido a la buena paga que te daban por tan solo fotografiar zonas turísticas para que así sean publicadas en folletos o en páginas web.
De todas formas.
Habías planeado viajar a Uruguay para darte unas pequeñas vacaciones después del arduo trabajo que habías hecho alrededor de los últimos meses, te sentías agotada mental y físicamente.
¡Y las calles de Uruguay eran realmente hermosas! Una de las cosas que te habían cautivado de ese hermoso país. Claro que hubieras podido fotografiar con total calma los lugares.
Si no fuera porque una bicicleta casi te mata.
Quizás no sean las mejores palabras para haber descrito el momento; pero en el momento casi pensaste que se te había formando un moretón por el choque que habías recibido (un poco dramático).
El repentino choque que habías recibido por parte de la bicicleta -y su dueño- te había dejado perpleja durante un par de segundos, sobándote la espalda por el repentino choque.
Los primeros segundos hiciste oídos sordos a la persona que había chocado contra ti, sus disculpas siendo ignoradas por tratar de volver a la realidad.
Cuando ya estuviste en sí, lo primero que escuchaste fue la voz grave del muchacho disculpándose una y otra vez sin parar, con el ceño fruncido y su mirada en busca de que no hubieras sufrido de alguna herida grave aunque lo único que surgió fue el dolor en la espalda y ya.
—Ay, ¿te encontrás bien? De verdad una disculpa, no fue a propósito, te lo puedo compensar si querés-
—Tranqui, son cosas que pasan ¿no? Aunque me harías un gran favor si me dices dónde hay una farmacia cerca. —Le interrumpiste, dándole una sonrisa para que no pensase que le tenías algún tipo de rencor u algo parecido.
Pudiste notar como la figura del muchacho ya no era tan tensa y la manera en la que soltó una risa nerviosa provocó una extraña calidez en tu estómago. Que raro.
La única cosa que rondaba por tu cabeza ahora era el cómo sería fotografiarlo. ¿No será modelo de casualidad? Su figura y rostro podrían estar con facilidad en alguna revista de una marca de ropa lujosa.
—¿Querés que te lleve en mi bici? No te dejaré caer. —Habló el uruguayo, sonriéndote una vez más.
Tu pequeña nube de pensamientos explotó al oír la voz del muchacho, dejándote procesar sus palabras durante unos segundos.
Pudiste sentir como la sangre calentaba tus mejillas, provocando un pequeño rubor de vergüenza al captar que habías tardado en responderle. Que pena.
—Ah, ¡claro! —Respondiste, dirigiéndote a la bicicleta, pudiéndote apoyar en dicho objeto.
Te fijaste en como el uruguayo se subía a la bici una vez más y se giraba para verte.
—Que maleducado de mi parte, ¿cómo te llamas?
Una vez más su pregunta se quedó siendo procesada en tu cabeza durante segundos, intentando entender su pregunta o cómo su acento te logró enganchar tan rápido.
Le dijiste a la final tu nombre, preguntándole el suyo luego.
—Enzo Vogrincic, un gusto chiquita.
No sabías con certeza si era que la temperatura estaba empezando a subir o solamente eran tus mejillas que estaban ardiendo a mil por cada minuto que pasaba. Que vergüenza.
Esto fue demasiado corto, pero ya no sabía con que más rellenarlo jnkdsabhk
La próxima semana termino clases y escribir sobre los chicos del cast me está enganchando poco a poco, quizás y el próximo finde publique el shot de juani que lleva guardado en borradores desde hace tres semanas
Espero que les haya gustado, ¡bye!
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editorialtazadegato · 2 months ago
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CUANDO VUELVA (FIC) (AGNES/AGATHA X LECTORA) Una historia de Agnes of Westview
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La oficina sucia, vieja, pobremente iluminada y llena de pilas de papeles mezclados con carpetas de archivos se sentía helada a pesar de tener las ventanas cerradas. Cualquiera podría entrar y sentir un intenso frío al instante, las paredes húmedas empeoraban la situación y si alguien no llegaba a hacer una limpieza profunda muchas cosas importantes ahí se estropearían debido a la invasión de moho que empezaba en el techo. La luz del foco parpadeaba y nadie parecía haber llamado a un electricista en meses pero no se veía que fuese una prioridad debido a que estuvo vacía un buen tiempo. El bote de basura estaba reventando de papel arrugado (a saber de hace cuánto) y vasos de cartón vacíos, pero lo más deprimente en aquel entonces era la persona que volvió a pasar días de su existencia sentada en ese lugar.
La detective Agnes no recordaba la fecha exacta en la cual te conoció. Ni siquiera estaba segura de qué día era en aquel momento (como si pudiese ver el calendario sin que los días desaparezcan), pero tu llegada a la oficina se grabó en su mente con todos los detalles, incluyendo la ropa que usabas y las palabras que decías. Cómo tocaste tímidamente la puerta y el jefe te presentó, te asignó a apoyarla en un caso nuevo después de mucho tiempo de no haber ido a trabajar por motivos que le disgustaba mencionar y la primera vez que te observó. La detective recuerda haber levantado la cabeza y ver tu bello rostro de aspecto nervioso, sonreías pero notó que jugabas un poco con tus manos. Recuerda la vestimenta que traías, una camisa beige, un blazer sastre de botonadura sencilla que hacía juego con tu falda a cuadros, pocas joyas, sólo un par de perlas pequeñas en las orejas y el cabello recogido hacia atrás. En cualquier otro caso Agnes no hubiese querido trabajar con una persona así de temerosa como ayudante de investigación (asumió que te desmayarías con sólo ver la uña de un cadáver), y por un momento pensó que sólo te habían contratado por ser pariente o amiga de alguien pero en tu caso fue distinto, ella parecía sentir una especie de curiosidad hacia ti. Te observó por unos segundos y te invitó a pasar bruscamente como solía hacer con todo el pueblo.
"Ella es la agente T/A, y te va a ayudar con el caso desde ahora" Decía el jefe, pero Agnes no prestaba atención, su mirada se había fijado en tus características. Estudió tu imagen corporal cual escáner y apoyó su mentón en una de sus manos, la que llevaba el bolígrafo. La mujer se veía agotada, sus ojeras lucían marcadas, sus ojos algo irritados y la cola de caballo desaliñada como si hubiese salido directamente de la cama, incluso su ropa tenía un aspecto desordenado. Sin embargo, nadie tenía que ser un experto en la materia para darse cuenta de que te sentiste fascinada con ella al verla sin tener explicación alguna. 
"Pasa. Me imagino que ya te dijeron que empiezas hoy, ¿verdad?...¿Nombre?"
Preguntó Agnes secamente, expulsando cada pregunta como si fuesen disparos. Ni siquiera le dirigió la palabra al jefe, quien se retiró poniendo los ojos en blanco y murmurando algo sobre Agnes siendo el problema de alguien más.
"T/N...T/A...De hecho...Agente T/A" Respondiste. Agnes dio un largo suspiro y se puso de pie para caminar hacia donde estabas con unos papeles en la mano. 
"Así que, señorita T/N...primera misión del día. Saca copias de estos archivos sin perderte en el camino...para hoy" Dijo Agnes entregándote los papeles en la mano con firmeza sin dejar de observarte detenidamente. Miraba tus ojos y fingió una sonrisa a propósito, sin embargo notaste un ligero brillo en sus ojos. "Y tráeme un café ¿Quieres? No he dormido en toda la noche, me imagino que estas cosas no se van a repetir mientras estés aquí, ¿Hm?" 
"Si...iré enseguida...oh, ¿Detective Agnes?" Agnes volteó a verte de nuevo "¿Cuántas de azúcar? ...En su café" Preguntaste. El hecho de oír tu voz la hacía sentirse extraña, se quedó pegada por un segundo pero salió rápidamente de sus pensamientos y contestó de la misma forma seca.
"Dos, pero...oh...no hay. Se acabó, sírvelo sin azúcar" Ordenó tras acomodar una pila de hojas de papel de su escritorio golpeándolas contra la mesa unas tres veces. Asentiste con la cabeza y te dirigiste inmediatamente a hacer lo que Agnes te pidió. La mujer se quedó sentada con los codos en la mesa y cuando finalmente decidió concentrarse en los archivos que tenía en su escritorio, notó que eran sólo un montón de hojas blancas. Algo había pasado, "Por fin el imbécil del jefe llamó al sujeto de la estufa?" Se preguntaba Agnes, mirando hacia ambos lados y con las pupilas dilatadas, algo no cuadraba. Agnes no podía señalar exactamente qué era, pero algo no encajaba, y esa sensación extraña era inexplicable en aquel momento. "No hace más frío. No es normal, es Westview"
Cuando volviste con el café caliente, las copias y una tierna sonrisa, Agnes se sobresaltó un poco y soltó otro suspiro.
"Lo siento detective, no podía tocar la puerta con ambas manos ocupadas..." Respondiste pasando a la oficina y dejando todo cuidadosamente en su escritorio. Agnes se puso de pie para tomar el vaso rozando ligeramente tu mano con la suya. 
"Encontré azúcar, detective" Comentaste mientras le entregaste el vaso, sus dedos estaban colocados sobre los tuyos. "Espero que no le haya molestado que le agregue dos cucharadas" Agnes no dijo nada, sólo se volvió a dibujar una ligera sonrisa en sus labios. Agnes no había conocido a alguien que le produzca esa inusual mezcla de pensamientos, muchos tipos de pensamientos, pero trató de mantenerse firme en su enfoque hacia el caso mientras entrenaba a su nueva asistente.
"¿De dónde vienes, T/A?" Preguntaba Agnes mientras caminaban hacia los espacios que debías conocer y aparentemente el jefe no se molestó en mostrarte. "No te había visto por aquí"
"De Eastview, detective. Me mudé aquí hace poco" Respondiste y Agnes trató de no mostrar mucho lo extraño que le parecía que te hayas mudado justo a Westview, sólo asintió con la cabeza y se acomodó un mechón de cabello oscuro detrás de la oreja. 
"Bien" Dijo Agnes. "Ahora...Lo que harás será investigar lo que te pida del caso, organizar lo que encontremos, recolectar información, básicamente apoyarme en el caso. Hay uno nuevo del que te hablaré al volver..." Agnes te hablaba como si acabases de llegar de mirar un par de episodios de CSI Las Vegas y no tuvieses idea de qué trataba el trabajo. 
"Lo sé, detective" Respondiste. "Vine para eso, mi objetivo es apoyarla con la investigación" Tu tono seguía siendo neutro pero Agnes notó tu intento de imponer tu argumento y algo de firmeza. Al parecer, tú no eras ninguna pasante o algo por el estilo pero Agnes debía empezar a tomarte en serio. Caminó hacia tí hasta quedar a una distancia muy reducida, a tal punto que lograste ver todos los detalles de su rostro.
"Eso ya lo veré" Murmuró Agnes. Empezaba a ponerte nerviosa, pero quien tenía las palpitaciones era precisamente ella. No entendía el motivo, una posible desconfianza cruzó por su mente pero había otra cosa que no podía señalar.
"Va a necesitar apoyo. ¿No le parece?" Preguntaste, algo confundida por su tono. "Todos los detectives necesitan un respaldo. Además, ni siquiera sabe de mi experiencia en el área..."
Agnes te interrumpió, dando otro paso hacia ti.
"Cuida lo que dices, T/A, y te recuerdo que en sitios como este, lo mejor es no esperar un Great Place to Work. Investigamos casos de ASESINATOS, tratamos con sospechosos de CRÍMENES, personas DESAPARECIDAS, no somos un maldito retiro espiritual" Respondió bruscamente, haciendo que des un pequeño salto.
"Si voy a ser su mano derecha, creo que lo mejor es el respeto básico como mínimo. Lo importante es resolver el caso que viene, no tiene sentido trabajar en ello con alguien que le desespera todos los días de la semana"
Agnes no respondió. Exhaló por la nariz y trató de calmarse al volver a verte. No le gustaba pensarlo, pero verte le producía una extraña sensación de calma, no podía describirlo con palabras y apenas te conocía, no había forma de que tenga sentido para Agnes. Sin embargo, tal vez, trabajar con alguien sin esa irritabilidad le vendría bien a la investigación, pensó.  
El resto del día Agnes te estuvo explicando sobre el caso de mala gana mientras te mostraba las demás oficinas, aún se notaba algo malhumorada por la forma en que insultaba a algunos oficiales de policía e incluso a la bibliotecaria (con quien intercambió algunas burlas).  Te mostró a dónde ir en caso necesites información de algo, procedimientos, nombres de calles, te presentó a algunas personas y te tuvo que dejar nuevamente en la oficina a que organices documentos de casos anteriores que te pidió mientras ella fue a una escena del crimen de un caso reciente.
"Voy a necesitar que tengas esto listo para cuando vuelva. Y quiero el pizarrón para empezar a juntar lo que llegue, ¿Entendido?" Ordenó Agnes mientras cruzaba la puerta dejándote tomando nota de todo el trabajo pendiente, sus miradas se volvieron a cruzar antes de que su mano alcance la puerta para cerrarla y lo último que vio antes de salir fue a ti, de pie, en medio de la oficina con una libreta de apuntes en la mano observándola con la misma curiosidad. 
"Sí, detective" Murmuraste sin que Agnes te oiga. Agnes tiró la puerta y el viento hizo que el sonido de ésta se intensifique. Había mucho que hacer.
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"Mujer de unos veintiocho años, un metro setenta, ojos verdes, y cabello color escarlata" Repitió Agnes de camino de regreso en el auto sintiendo un enorme fastidio, pero a la vez una tristeza indescriptible. Miró al cadáver y no entendía cómo es que llegó ahí. Escuchó que cargaron al cadáver y fue llevado hasta ese terreno pero no había evidencia de nadie que haya llegado en auto. Debía analizar bien todas las pistas al llegar y más te valía estar lista para empezar, si ibas a ser su ayudante, te exigiría un rendimiento excepcional. No quería ni imaginar cómo estaría esa oficina, qué habrás hecho en toda la tarde o si tal vez simplemente no aguantaste su trato y te fuiste. Eso ocurría con frecuencia con otros colegas, Agnes podía ponerse especialmente insoportable. Aún así, había algo que la hacía esperar volver a verte ahí con esa estúpida actitud servicial y esa mirada que podía hacerla sufrir de taquicardia o calmarla si así lo deseaba por alguna fuerza sobrenatural, no lo comprendía, pero esperaba que te hayas quedado.
Al volver a la oficina y abrir la puerta la mujer se quedó con la boca abierta. Habías organizado absolutamente todos los cajones, limpiaste cada rincón, te deshiciste de la basura, telas de araña, hasta las manchas en el piso, e incluso arreglaste el problema de la luz. Agnes no recordaba la oficina así, hasta el frío y la humedad habían desaparecido misteriosamente. 
"Detective" Agnes oyó tu voz acercándose, habías salido de detrás de su escritorio cerrando uno de los cajones para ponerte de pie. "Le hice un par de cambios a su oficina, no tenía espacio en su mesa, espero no le moleste" Dijiste mientras caminabas hacia otro de los cajones y te inclinaste a sacar algo mientras Agnes observaba, con la vista fijada en ti. No abriste un cajón pero sacaste una enorme pizarra de corcho que colgaste en otra pared de la habitación.
"Espera...espera" Agnes caminó a paso rápido hacia donde estabas y tomó el otro extremo de la pizarra porque te costó un poco alcanzar el clavo para engancharla. "¿Tú hiciste esto hoy?" Preguntó y tú sólo le sonreíste amablemente.
"Así es. Que comience la investigación, entonces..." Respondiste. "...Estoy lista para empezar" Agnes volvió a perderse en tu mirada, algo que se quedaría en su mente el resto del día. Se preguntó muchas veces quién diablos eras tú, y qué buscabas, por qué aceptarías trabajar en un lugar así. ¿Por qué en su oficina?
"Desea otro café?"
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sheepindevildom · 6 months ago
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¿A quien amas?
Personajes: Beelzebub, Lucifer y Solomon x F!MC
Advertencias: Smut, doble penetración, oral, sobreestimulacion, mordidas, negación del orgasmo.
Resumen: ¿Que es amor? Cuando una persona comparte los mismos sentimientos que tú, pero que pasa si más de una persona te ama, te vuelves el deseo profundo de ese alguien y tu corazón no es capaz de escoger.
Notas: (...) se usa como referencia para añadir al lector. Y demasiado largo.
Pedido hecho por @bl00dylust (perdón el retraso)
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El camino hacia la escuela en su mayoría lo hacía acompañada de uno de los hermanos, en este caso Beel era quien iba a su lado, a menudo llevaba bocadillos consigo, pero hoy se veía bastante pensativo, algo inusual en él.
—Beel, ¿estás bien? —al escuchar su nombre giró su mirada hacia ti.
—Mmm —trataste de averiguar en su mirada que era lo que le tenía tan pensativo, pero nada, no había nada que pudiera indicar algo. —Si, (...), estoy bien, no tienes que preocuparte de nada—. Claramente si tenía algo, pero no creía que fuera algo malo.
—Esta bien, si tú dices que lo estás, entonces está todo bien.
Continuaban su camino en silencio, no era incómodo, pero había algo que se podía sentir entre ellos, Beel de vez en cuando desviaba sus ojos hacia ella, en como caminaba, en los movimientos de sus manos, las veces que sus labios se entre abrían ligeramente al suspirar e incluso en como sus piernas se tocaban ligeramente, Beel lo veía todo, como si ella fuera una presa.
Para (...) situaciones así no eran extrañas, pero siempre le daban un pequeña sensación de algo, quizás algo intuitivo, como esas veces en la que sentía que alguno de los hermanos la miraba, o cuando la evitaban porque ellos mismo sabían que no podrían controlarse, Beel estaba extraño, pero no entendía de qué manera, aunque podía sentir que no era algo malo.
—Bueno, creo que ya llegamos, ¿que clase tienes ahorita? —preguntaste mientras colocabas tu mochila al frente para buscar algo dentro de ella. Beel siguió cada movimiento tuyo con su mirada, tus manos eran tan pequeñas en comparación a las de él, y sus muñecas parecían tan frágiles.
—¿Beel? —te escuchó repetir su nombre, y con eso pareció volver a sus sentidos.
—Historia demonologica —respondió con pocos ánimos, sin duda era su clase menos favorita. Le sonreíste al ver cómo su expresión había cambiado, parecía ser el de siempre.
—Tranquilo, si necesitas ayuda, puedes pedírmelo —le respondiste con una sonrisa que él te regresó, sí, Beel lo sabía, eras demasiado buena, como acto involuntario se agachó hasta tu altura y depositó un beso en tu mejilla, no te sorprendió tanto, pero quizás con la delicadeza con la que lo hizo, si. Lo miraste un poco avergonzada, y de inmediato apartaste tu mirada.
—Bueno, hay que apresurarnos, nos vemos después de clases —dijiste, y sin esperar a que te respondiera de vuelta, corriste hasta tu salón. Beel solo se quedó ahí de pie sonriendo.
Pero a lo lejos, alguien había presenciado todo lo ocurrido.
•••
La clase había parecido durar demasiado, o eso habías sentido, pues te la pasaste pensativa sobre lo ocurrido, aquellos actos de los hermanos eran normales, bastante normales para ti, el poco respeto hacia tu espacio personal era normal, e incluso te habías rendido en decirles que te dejaran respirar un poco cuando llegaban a ti, exceptuando de algunos hermanos.
—¿Estás bien? —como un dejá vu escuchas la misma pregunta que le habías hecho a Beel, pero está vez viniendo de Solomon hacia ti.
—Si, si, estoy bien, solo estaba algo distraída —te excusas, pero él sabe que no es así, él a diferencia de ti, si podía decir que era bastante intuitivo.
—Sabes que puedes pedirme ayuda en lo que sea —toca la coronilla de tu cabeza y como acto seguido lleva su mano hasta tu barbilla—. Puedes contar conmigo —tan cerca, tan ligeramente cerca de tus labios pronuncia esas palabras, nuevamente sientes el mismo nerviosismo que sentiste como con Beel.
—Si, lo sé —dices apresuradamente y terminas de meter todo en tu mochila—. Debo ir a mi siguiente clase, nos vemos.
No esperas a que Solomon te responda, y sales del aula, el joven mago se queda mirando, la sensación que provocas en él lo volvía loco, tanto que no podía controlarse.
Cuando sales del salón avanzas algunos metros antes de dar vuelta en una esquina y chocar contra alguien, aunque por fortuna te sostiene antes de que pudieras caer o algo parecido.
—(...) debes tener más cuidado cuando caminas —uh oh, es la voz de Lucifer, parecía que el día había conspirado para ponerla en situaciones donde se sintiera tan avergonzada.
—Si, lo siento, es solo que he estado algo distraída —te excusas, levantas la mirada hasta él y puedes ver cómo enmarca una ceja mientras te sonríe. Cuando quieres retroceder te das cuenta que aún no te había soltado.
—¿Y que te ha hecho estar tan distraída? —pregunta a la vez que la presión de su brazo con tu cintura aumenta ligeramente— ¿Acaso tiene que ver con algo que te pasó está mañana?
Esas últimas palabras hicieron que tú corazón se volcara con una extraña sensación, ¿acaso él le estuvo viendo? ¿Y por qué? ¿Fue mera casualidad o fue por otra razón?
—No, no... —respondes nerviosa y como puedes, lo apartas de ti sin ser tan brusca, no eres capaz de levantar la mirada, pero tratas de alguna manera, darle una explicación—. Son por las clases, parece que se están volviendo algo difíciles, así que es eso —esperas a que diga algo, teniendo la pequeña esperanza de que te crea.
—Entiendo —sus ojos te miran fijamente, esperando que levantes la mirada, pero no lo haces—. Si necesitas ayuda en algo, llámame, vendré hasta ti —menciona, y con eso dicho, se retira, dejándote sola en el pasillo.
Nuevamente esa sensación, ese nerviosismo, la manera en que tu pecho sobresaltaba ante la cercanía de otro, aún cuando estuviste conviviendo con los demás, lo que sentías cuando ellos se acercaban a ti era extraño, Beel, Solomon y Lucifer, los tres te hacían sentir tan nerviosa.
Sientes que tu mundo se hace un poco pequeño ante ese pensamiento, y no puedes evitar preguntarte, ¿Y si ellos llegan a sentir lo mismo? Aunque igual te preguntabas si eso es posible, era bastante ambicioso de tu parte creer que ellos tres pudieran amarte, pero de ser así, ¿a quien amas? ¿A quien de los tres podría amar?
No lo sabías, y a su vez, temías saberlo.
•••
Después de ese día, los demás se habían vuelto similares, cada vez que te encontrabas con alguno de ellos podías sentirte nervioso incluso avergonzada, y querías evitarlo lo más posible, las veces que ibas a tu habitación y no querías salir solo por el hecho de toparte con Beel o Lucifer, al menos respirabas un poco de Solomon, pero aún así, el pensamiento seguía ahí, al igual que las sutiles señales.
Cuando Beel se acercaba a ti, la manera en que olía tu cuello, o las pequeñas mordidas que dejaba en ti. Cuando te encontrabas con Lucifer, su aura pareciera volverse un poco más intimidante, se volvía más atento a ti e incluso se acercaba más físicamente, y Solomon, al estar junto en la mayoría de clases, era tener su pierna jugueteando con la tuya, juntar sus manos o tener su mirada sobre ti, esas señales de que ellos querían tener algo contigo.
No podías más, necesitabas saber, no querías crear falsas ilusiones y quedar más avergonzada, pero al menos al preguntar, podrías quitarte un peso de encima, una decisión quizás demasiado valiente y directa de tu parte.
Y quería de alguna forma afrontar eso, ya que los demás hermanos parecían darse cuenta que algo le pasaba.
"Debemos hablar, nos vemos en la oficina de Lucifer"
Un mensaje breve y conciso, le das enviar y le llega a cada destinatario. Sales antes de la clase con la excusa de que te habían llamado desde antes, y esperas un poco, no deseas toparte con Beel o Solomon durante el trayecto.
Cuando crees que paso el tiempo justo, llegas directo a la oficina, al momento en que te escuchan llegar sus miradas van directo hasta a ti, Lucifer está sentado detrás de su escritorio, Beel está sentado sobre el sofá que está en la oficina y Solomon está de pie recostado sobre la pared.
—(...), al fin llegas —la voz de Lucifer es suave, pero autoritaria—. Dime, ¿de que querías hablar?
Tu valentía se desmorona, te sientes nerviosa e incluso acalorada por la situación, sientes que las palabras están atoradas en tu garganta, te tomas unos segundos y respiras profundamente, das varios pasos y estando en medio de ellos, sin pensarlo mucho, preguntas.
—¿Alguno de ustedes siente algo por mi?
Los miras, ellos te regresan la mirada, después se miran entre ellos y de ahí escuchas, ligeras risas, lo sabías, era demasiado tonto preguntar y bastante arrogante de tu parte.
—Fue algo que también me pregunté —el primero en responder es Solomon, lo miras inquieta—. No soy tonto, de vez en cuando veía como se comportaban a tu alrededor.
—Lo mismo digo —le sigue Lucifer—, en más de una ocasión llegué a verlos juntos, la verdad, no me importaba que estuviera Beel de por medio, pero a quien no aceptaba era a él —señala a Solomon quien le regresa una sonrisa, entonces piensas que esa vez que Lucifer te pregunto aquello era porque te había visto junto a Beel.
—Aunque nunca llegué a verlo, podía olerlo, las veces que estuvieron cerca de ti y como habías reaccionado —dice Beel, ves que se levanta y se acerca hasta ti—. Justo como ahora —se acerca y huele tu cuello. Te quedas quieta.
Y tiene razón, cada vez que él se había acercado a olfatear tu cuello, siempre había sido después de tener un encuentro con cualquiera de los otros dos.
—Asi que podríamos decir que si, que quizás los tres estemos interesados en ti, pero ¿que hay de ti (...)? —Solomon te mira, no sabes que responder, el hecho de que tuvieras a Beel cerca de ti, tampoco te ayudaba a pensar bien y sin duda, tu cuerpo pareciera que estuviera calentándose por estar con ellos tres en un mismo lugar.
—Yo... No sé...
—¿No sabes o no quieres decirnos? —Lucifer se levanta de su lugar y rodea la mesa, cruzando los brazos sobre su pecho.
—¿O es que no puedes pensar con claridad? —Solomon parece que se burla de ti con esa sonrisa.
Y Beel sin decir nada rodea su brazo sobre tu cintura, pegando su cuerpo al tuyo, aspirando con fuerza tu olor.
Tragas saliva, te sientes más nerviosa, no puedes pensar con claridad, remojas tus labios una y otra vez intentando decir algo, pero nada sale, y entonces recuerdas, que alguien alguna vez lo menciono, que no solo el corazón es capaz de sentir, sino que tú cuerpo también, lo que sientas con ello, podría darte las respuestas.
—Yo... —un gemido suave sale de tus labios, Beel parece desesperado, su lengua roza en la curvatura de tu cuello—. Beel... espera un momen- Ah...
Te sostienes del brazo sobre tu cintura, evitando que tus piernas caigan.
—No te preocupes (...) —Solomon se acerca, escucha a Beel gruñir ligeramente pero aún así continua probando tu cuello, mordisqueando ligeramente—. Te ayudaremos a aclarar tus pensamientos —su voz se vuelve un poco oscura.
Escuchas el timbre dando por finalizadas las clases del día, y sabes que te quedarás sola, sola con ellos, y que quizás, terminaste ahí porque así lo querías o porque tal vez ellos lo querían así. Sea cual sea la respuesta, ya no había vuelta atrás.
Las manos de Solomon van hasta los botones de tu chaqueta, quitando uno tras otro mientras las manos de Beel comienzan a acariciar tu vientre por encima de la ropa, y Lucifer solo te mira, la vergüenza que sientes sobre ti misma al sentirte tan expuesta provoca algo sobre tu feminidad.
Escuchas como la chaqueta cae al suelo, y ahora son las manos de Beel que ayudan a quitar tu camisa, yendo primero por los botones de arriba, dejando ver tu sostén, sus labios aún se pasean en la curvatura de tu cuello, mordiendo y lamiendo, tu mano llega a su hombro, empuja do más cerca de ti, dándole más permiso para que deje sobre tu cuello toda marca que quiera, tu respiración se agita y puedes sentir como su mano llega hasta tu seno, lo toma ligeramente y aprieta, su otra mano sigue quitando los demás botones restantes.
Aunque tú atención está en Beel aún puedes sentir las manos de Solomon dirigiéndose hasta tus pies, retirando tus zapatos, de ahí sus manos comienzan a deslizarse hacia arriba sobre tus piernas, rozando con sus dedos sobre tu coño encima de la ropa, tomando con su otra mano tu rostro para besar tus labios, su aliento es cálido y mentolado, sientes como se desliza tu prenda inferior, quedando solo en ropa interior, complemente expuesta.
Escuchas la hebilla del cinturón de Beel, y puedes sentir su miembro duro detrás de ti, sus manos siguen jugueteando con tus senos, tomándolos por completo y apretando, torciendo tus pezones y jalando, eres un desastre sensible y caliente, gimes sin parar entre ambos, y aún así, tus ojos van hasta Lucifer, quien no se movió de su lugar, pero en cambio ves como sus ojos están fijos en ti, en tu cuerpo, en el calor que emana tu cuerpo.
—Ah... Beel... —gimes al sentir el miembro de él detrás de tu trasero.
Miras como Solomon se agacha hasta la altura de tu coño, sientes como sus dedos se deslizan en tu prenda ahora húmeda por tus propios fluidos y das un grito cuando sientes su lengua por encima de tu ropa interior.
—¡Solomon!
Él se ríe y continua con su hazaña, una de tus piernas termina sobre su hombro, puedes sentir como hace a un lado la prenda para que su lengua pueda explorar dentro de ti, tu mano va involuntariamente hasta su cabeza atrayendolo mas hacia ti, su lengua pasa entre los labios de tu coño, besando esa parte de ti, presionando más y más ese botón tan sensible en ti. Las manos de Beel no dejan de recorrer tus pechos y como su miembro se presiona detrás de ti, una de tus manos va hasta su miembro y comienzas a moverla de arriba a abajo, lo escuchas gemir cerca de tu oído, tu otra mano no deja de empujar la cabeza de Solomon sobre tu coño.
—No pa- Ah.... no pares (...) —la voz de Beel es tan necesitada y tú no haces más que obedecer, no dejas de mover tu mano dándole placer mientras él no para de apretar y acariciar tus senos. Tu otra mano se enrosca en el cabello de Solomon cuando te sientes tan cerca de llegar a tu primer orgasmo.
—No tienes idea de lo buena que sabes (...) —dice desde abajo sin dejar de lamer tu coño y llevar dos dedos suyos dentro de ti, lo sientes moverse por dentro, entrando y saliendo con lentitud y curvandose en tu interior.
Tus gemidos se vuelven más altos, ya no te sientes capaz de sostenerte por ti misma, solo sigues disfrutando de la manera en que ambos te llevan al placer, tanto que parece que olvidas que Lucifer sigue ahí, esperando pacientemente su momento, quien desde hace rato había desabrochado su pantalón y sacado su miembro, el placer que le provoca verte siendo tomada por Beelzebub y Solomon fue algo que no esperaba sentir, pero ver cómo tú cuerpo se dejaba llevar por ellos dos lo volvía loco. Su mano subía y bajaba, al mismo ritmo en que tú movías tu mano sobre el miembro de Beel y por cada vez que gemias al sentir la lengua de Solomon deslizarse sobre tu coño.
—Si... más... más... —cada vez mas cerca, te desesperas, presionas con más fuerza la cabeza de Solomon contra tu coño, escuchas como la voz de Beel aumenta, él también está cerca de llegar, así que tu mano no deja de moverse de arriba abajo hasta que por fin lo sientes y al mismo tiempo tú también, los labios de Solomon besan tu coño, tomando todo de ti y tú sientes todo el líquido de Beel caer sobre tu mano, con tus dedos tomas lo que puedes y lo llevas hasta tus labios.
—Beel —de nuevo la voz de Lucifer llama a su hermano, y está vez tú le miras, te sorprendes al ver qué las cosas de su escritorio no están, estabas tan concentrada en tu placer que no viste cuando todo fue quitado—. Traela hasta aquí, ya se preparó lo suficiente para recibir un poco más.
Obedeciendo a su hermano te lleva hasta arriba del escritorio, colocando tu cuerpo boca arriba y ahora puedes ver a los tres, tan deseosos de ti, Beel a tu derecha, Solomon a tu izquierda y Lucifer a tus pies.
—Es hora de divertirnos en serio (...) —susurra jalando tu pierna, llevando tu cuerpo más cerca de él, tu coño más cerca de su miembro—. Así podrás saber a quien de nosotros amas.
Dice para dar como terminada la conversación, y sientes como la punta de su pene entra poco a poco a tu coño palpitante, sigue ese mismo recorrido lento hasta entrar por completo en ti, enterrandose por completo, tu espalda se arquea contra la mesa, la mano de Solomon toma tu mano izquierda y la dirige hasta su miembro y en cambio Beel toma tu cabeza para acercarla más al borde de la mesa.
El ritmo de Lucifer comienza a aumentar, golpeando contra tu coño necesitado, tu mano se mueve sin dejar de masturbar el miembro de Solomon, y la punta del pene de Beel descansa en tu boca, tratando de acostumbrarte al grosor, no puedes evitar gemir y que tus movimientos sean erráticos, el placer que te provoca el golpeteo en tu coño no te deja controlarte o tener una mínima de estabilidad.
—Estas tan caliente aquí dentro (...)
Las manos de Lucifer sostienen tu cadera con fuerza, sin dejar de golpearte contra ti, yendo tan profundo y a un ritmo considerado, incluso puedes sentir como la mesa se mueve ligeramente, tus ojos se cierran con cada golpe que pega en el punto correcto dentro de ti, sientes como tus pechos se mueven de arriba a abajo, Beel que tenía su miembro en tu boca toma tu cabeza y empieza a empujar lentamente, sientes unas leves arcadas, pero resistes, tu mano parece apretar un poco más el miembro de Solomon y no la dejas de mover de arriba a abajo.
Beel sostiene bastante bien tu cabeza mientras folla tu garganta, golpeando su miembro dentro de tu boca, un grosor que te hace abrir demasiado tus labios para que pueda entrar bien en ti, recibiendo bastante bien cada golpeteo, un ritmo que poco a poco va aumentando como el que recibe tu coño, la pelvis de Lucifer no deja de pegar contra la tuya, sus gemidos y gruñidos que lanza lleno de satisfacción, de todas las veces que llegó a pensar en volverte suya este fue una que jamás se le cruzó por su cabeza, ver cómo tomas bastante bien su miembro en tu coño y como comes la de su hermano mientras te ocupas de masturbar a Solomon que no hace más que morder sus labios al sentir tus manos subir y bajar.
Lucifer toma tu pierna izquierda y la coloca sobre su hombro, acostando tu cuerpo de lado para entrar más profundo en ti, Solomon se mueve mas cerca de la mesa y ahora tu boca tiene la posición perfecta para tomar la velocidad y brutalidad de Beel al golpear su miembro dentro de tu garganta. La mesa cruje y se mueve con cada golpe, tus gemidos ahogados y tus ojos llorosos, el dolor y el placer que provoca estar en esa posición, con ellos en tal forma. Chocas contra la pelvis de Beel, tu mano agarrotada que no para de masturbar el miembro de Solomon, sintiendo las primeras gotas de su orgasmo, el hechicero se ríe, disfrutando del espectáculo sucio en que te estabas convirtiendo.
Unas estocadas más golpean contra tu garganta mientras tu cuerpo se mueve contra las caderas de Lucifer, la gran mano de Beel se posiciona detrás de tu cabeza y te sostienen pegada contra su pelvis, dejando dentro de tu garganta su miembro, sintiendo como su semen te ahoga, tratas de empujarlo un poco para que te deje respirar pero él no te deja y no tienes más opción que empezar a tragar todo con dificultad, un sabor amargo y espeso. Cuando por fin sientes tus labios libres y como duele tu garganta, no eres capaz de cerrar tus labios y solo dejas escapar los gemidos que provoca las estocadas de Lucifer contra tu coño, estás cerca de llegar, cierras tus ojos esperando tu orgasmo y gimes cuando Lucifer sale de ti.
—¿Que...? —estas perpleja, incluso podrías decir desilusionada— Luci- ¡AH!
Lucifer hace un gesto para que guardes silencio, golpeando con su pene sobre tu coño.
—Beel, ven aquí —llama a su hermano, Lucifer te carga, tu espalda está contra su pecho, puedes ver cómo Beel se acomoda sobre la mesa, posiciona cada pierna a los lados de la mesa y su miembro esta erecto, un grosor gordo que incluso te hace pensar aún como fue que entró en tu boca.
Solomon que mira todo, se encuentra indignado, él es quien más espera poder follar tu coño. —Si, claro, déjenme al final —resopla con molestia, aunque su voz suena algo juguetona.
Lucifer que parece burlarse de él se ríe, pero no sé dejará convencer con sus palabras, te lleva hasta el cuerpo de su hermano y ahora es Beel quien te sostiene y empuja su miembro dentro de tu coño que al contrario de su hermano entra de golpe en ti, un grito ahogado sale de tu garganta y sin esperar a que te acostumbres comienza a mover sus caderas, empujando de arriba a abajo, te sostienes con el pecho de Beel, rebotando una y otra vez tu trasero contra su pelvis, y de nuevo sintiendo cerca del orgasmo, Lucifer detiene a su hermano.
—Es hora de ver cómo tomas a ambos, (...) —Lucifer te empuja contra el pecho de su hermano, colocando una mano sobre tu espalda, sientes como la punta de su miembro se coloca en tu otro orificio.
—Espera Lucifer, espe- ah... no... —tratas de detenerlo pero él continúa con su empuje, entrando poco a poco, tus uñas se encajan en la piel de Beel quien gruñe, suspiras fuertemente cuando por fin sientes que entró por completo.
—Ahora vamos a movernos lento —susurra Lucifer inclinado sobre ti, y ambos hermanos empiezan sus movimientos.
Solomon celoso de como ambos te tienen solo para ellos, atrae tu cabeza, si tomaste a Beel, claramente podias tomar la de él. Coloca su miembro dentro de tu boca y golpea con un ritmo muy diferente al de ambos hermanos, es tosco y brusco, también quiere poseerte, llenarte de él, llevarte hasta el borde de la locura, aunque cree que ahora estás ahí en ese punto. El ritmo de los hermanos empieza a aumentar, tus lloriqueos se hacen más fuertes, puedes sentir como ambos hermanos se esfuerzan por no salir de ti y solo seguir golpeando en tus orificios.
—Vamos, (...), mira lo bien que nos tomas a los tres —Solomon te sonríe, estás hecha un desastre, los tres tan sudorosos y excitados.
—Este lugar se siente mucho mejor —Lucifer no deja de golpear en tu trasero, inclinándose sobre ti mordiendo tu espalda y hombros, dejando marcas rojas y profundas.
Esta vez sin contenerse ninguno de los tres golpean en ti, con fuerza y brutalidad, te sostienes del borde de la mesa mientras recibes el miembro de Solomon en tu boca, golpeando dentro de ti una y otra vez, puedes sentir como sostiene tu cabello con fuerza, y las arcadas que suenan de tu garganta al recibir cada golpe de parte de Solomon. Ninguno de los tres paran con sus miembros entrando y saliendo de tus agujeros, te sientes adolorida y cansada, las fuerzas de tus brazos van decayendo, el ambiente en la oficina se ha vuelto más caliente, sus cuerpos rebotando uno contra otro, el sudor que se desliza entre sus pieles, los gemidos que cada uno de ellos deja escapar de sus labios, sus gruñidos y la fuerza con la que sostienen tu cuerpo y rostro, puedes sentir que estás cerca de tu orgasmo y ellos al mismo tiempo están cerca de llegar por la manera en que golpean con más brutalidad.
Solomon gime con fuerza, el líquido caliente golpea sobre tus garganta, te sostienes contra él dejando que tragues hasta la última gota mientras aún eres golpeada por Beel y Lucifer quienes aún no llegan a su orgasmo.
—Espero que después de esto me dejen probar allí —les reclama a ambos.
Lucifer sigue golpeando, viendo como tus agujeros reciben bastante bien dos pollas al mismo tiempo, sin duda es una buena vista, sus estocadas parecen cada vez más violentas y erráticas, el primero que parece en llegar es Beel, quien sostiene tus caderas para que pueda golpear más profundo y de ahí le sigue Lucifer, quien levanta tu cuerpo para llegar más adentro, ambos continúan golpeando hasta que te escuchan lanzar un grito y ellos gimen, tus fluidos se mezclan con los de Beel y sientes tu trasero caliente, te sostienes contra Lucifer, quien toma tus senos y los acaricia, él aún se siente con energía para otra ronda, Beel quien espera hasta que la última gota de él salga y se quede en ti para poder apartarse y le deja su lugar a Solomon quien sin duda estaba muy ansioso de probar tu coño, no le importa ver cómo tu cuerpo está agotado o que pareces perdida en el éxtasis, y se mete directamente a tu coño, sin esperar nada comienza a golpear, subiendo y bajando su cadera mientras que Lucifer aún tiene su miembro en ti, pero sin moverse, mantiene tu espalda sobre su pecho, retorciendo tus pezones, incitando a su hermano a que venga y los muerda, y es lo que hace, tentando a la vista, muerde ligeramente cada pezón mientras sientes tu coño ardiendo por cada golpe de parte de Solomon, ya no eres capaz de escuchar tu propia voz entre los gemidos o al menos tus propios pensamientos, tu cuerpo arde y duele, las manos de Beel bajan a tu clítoris, acariciando mientras recibes el miembro de Solomon una y otra vez golpeando en tu interior, la sobreestimulación te vuelve loca, dejándote mal con cada golpe.
—Solo un poco más (...) —dice Solomon.
Continua golpeando en tu interior, los dedos de tus pies se encogen, sientes como tú cuerpo se contrae, el ritmo rápido, la manera en que tu cuerpo fue tratado, el dolor palpitante y placentero, Solomon no paraba de moverse, sus uñas estaban enterradas en la carne de tu cadera, moviéndose de arriba a abajo chocando contra tu coño, tan húmedo y fácil de deslizar, tan excitado que te sentías cerca del final.
Tus pezones dolían, notas las marcas que Beel dejó en cada mordida, tu coño no para de doler, continuas recibiendo golpe tras golpe, el dolor te hace gemir, sientes que no puedes más, Solomon continua aumentando la fuerza de sus estocadas, el chapoteo de los fluidos que se mezclaron antes, tu cuerpo no para de subir y bajar, parece que poco a poco vas perdiendo tus sentidos y cuando sientes que eso pasa la boca de Beel hace su trabajo en traerte de vuelta, mordiendo con fuerza tu piel, jalando tus pezones y succionando con fuerza, un golpe, dos, tres más, los fluidos comienzan a deslizarse entre tus piernas, nuevamente, un golpe, dos más, un grito sale de tu garganta y Solomon se eleva para quedar frente a tus pechos y los acaricia mientras se mueve lentamente para salir de ti.
Lucifer que nunca salió de tu trasero ahora lo haces y sientes la diferencia, como si una parte de ti fuese quitada, tu cuerpo se siente solo, el hecho de que hace un momento estuviste siendo ocupada por los tres, que no pararon de golpear cada agujero en ti, ahora se sentía extraño, los necesitabas de vuelta a ti.
—Tranquila, pareces que estás muy necesitada —Solomon continua golpeando lentamente, parece divertirse con tu imagen toda sucia y maltratada.
—Pero ahora necesitamos una respuesta —ahora Lucifer se burla de ti—. Pero no te preocupes (...), si ahorita no eres capaz de responder podemos intentarlo nuevamente, para que decidas.
Tu cuerpo tiembla, las marcas en tu piel son rojas y visibles, sin duda quedarán por bastante tiempo, por fin, Solomon sale de ti. Beel te carga y te lleva al sofá de la oficina, brevemente podías verlos entre lo que tú conciencia iba y venía.
—Aun me falta disfrutar más de ti, así que no creo tener problema en volver a intentarlo —te dice Beel.
Lo que había sucedido ese día esperaban volver a repetirlo, esperaban de nuevo probar tu cuerpo, llevarte al límite, no permitirte opinar en nada y solo usarte, llenar cada agujero de ti con sus semen, marcarte como suya y solo de ellos.
Si, volverían a repetir hasta que estés bien y que pudieras responder, ¿a quien amas?
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Esto fue demasiado largo, muy largo que ni sé cuántas palabras tiene, pero lo ame, y yo feliz de escribir esto.
Después de tres años, volví, la vida no le trato bien en esos años y me perdí en un terrible bloqueo que hasta ahora trato de salir y que espero que este os haya superado una parte.
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sakurakoneko28 · 8 months ago
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Ya que es el primer año de mi familia favorita en el server traigo algo que tenía guardado en mis borradores uwu
Creo que si tiene extensión suficiente para estar en Ao3 pero me dio flojera subirlo, luego lo paso allá para que los de habla inglesa lo puedan traducir xd
Y si, ver tantos fanarts y post me pusieron muy emocional, después de esto seguiré llorando brillitos los adoro mucho comunidad Pissa y Deathduo 🥹💕
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El destino funcionaba de maneras inesperadas, él como un ser inmortal lo sabía más que de sobra, había aprendido a tomar con la mejor disposición lo que se cruzara por su camino y aunque no siempre lo recibido era positivo siempre intentaba obtener alguna lección de aquello. Había conocido lugares y personas maravillosas, otras no tanto, fue partícipe en combates que hasta hoy seguían siendo recordados como grandes hazañas, también despidió a leales amigos cuando su tiempo límite en ese mundo había llegado y eventualmente recibía a nuevos compañeros dispuesto a ser un mentor que les guiaría el tiempo que fuera necesario.
Sí, para alguien que ya había experimentado de todo en ese punto solo vivía su vida inmortal apaciblemente, disfrutando de un poco de paz luego de años en combate. Es por eso que cuando recibió de forma misteriosa una invitación junto con un ticket de tren que garantizaba "un lugar paradisíaco para vacacionar" no lo cuestionó demasiado.
Nuevamente, los engranajes del destino empezaron a girar desde ese momento.
Escandaloso, esa era la mejor manera de describir como se desarrolló todo ni bien el viaje dio comienzo, caras nuevas y un par que resultaron familiares, entre todo el caos también se dio cuenta de que algunos de los pasajeros, aparte de ser híbridos, hablaban en otro idioma ¿acaso era español? era tan difícil procesar todo en ese reducido vagón, si alguno de los extranjeros se dirigió a él más allá del saludo inicial desgraciadamente no pudo entenderles.
Aturdido prefirió moverse a una de las esquinas, encogió sus alas lo más que pudo para no empujar más de lo necesario a ninguno de los viajeros, aunque al parecer no fue el único con tal idea.
—Ouch, disculpa— una voz más clara que la del resto lo hizo girar a su izquierda.
Sonaba juvenil y simpático.
—Descuida, fui yo el que no se fijó— entrecerró los ojos al sentir una extraña vibra familiar —tú… ¿eres una especie de grim reaper?
Notó como los ojos debajo de la máscara de calavera irradiaron un color azul muy tenue así como una momentánea tensión del cuerpo contrario ¿había dicho algo malo?
—Ah, perdona, no quise ser entrometido— alzó las manos en señal de paz —tal vez solo te gustan las calaveras.
Una risa escapó de ambos y rápidamente el otro volvió a notarse sereno.
—En realidad sí, si lo soy— dio un rápido vistazo al tumulto y luego se acercó un poco más a Philza para que lo escuchase mejor —solo no me gusta mencionarlo, ya sabes, los mortales no suelen sentir demasiada confianza en torno a lo que implique a la muerte.
Cierto, a él mismo le constaba, hubo épocas donde su representación como ángel de la muerte provocaba un pánico desmedido, como si temerle o inventar historias exageradas evitara que tarde o temprano no fuera a guiarlos en su camino al descanso eterno. De las pocas cosas que le parecían confusas en los humanos.
—Oye… ¿crees que pueda hacerte una pregunta?— habló de nueva cuenta con un poco de aprehensión.
—Claro, sin problemas.
—¿Tú tienes alguna idea de cómo llegó tu boleto de tren?
Philza se quedó pensativo unos segundos, no, la verdad por más que intentó nunca recordó ver a nadie llegar a su retirado refugio. Le hizo saber al esqueleto lo poco que sabía de todo ese viaje, y que incluso, desconocía que vendría más gente incluidos extranjeros.
—¿Existirá alguna razón en particular para traernos específicamente a nosotros?— cuestionó Phil ahora.
Missa lo observó por unos segundos para luego negar con la cabeza, no quería provocarle más dudas innecesarias solo por sus propias malas experiencias en el pasado. Tal vez debería seguir el consejo de Roier y solo disfrutar el momento, además, le resultó una grata sorpresa encontrar a otro como él en ese viaje.
En medio del caos y en camino a un destino que ninguno conocía, ahí fue la primera vez que todo empezó.
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¿Qué tipo de "vacaciones" se suponían que era eso? decir que estaba furioso era poco ¡habían cortado sus preciosas alas! y ni hablar de ese oso extraño apareciendo de la nada diciéndole con voz robótica que "disfrutara la isla" o las últimas palabras dichas por el pato sobre que ya nunca podrían irse por haber oprimido un estúpido botón rojo.
Nada tenía sentido, en este punto creer que aquello era un sitio de descanso y recreación sería ser, por lo menos, un iluso de primera. Es por eso que cuando se les llamó a ese nuevo lugar desconfió de inmediato y, sin embargo, por algo que solo podría llamar estupidez es que estaba ahí terminando de ver un vídeo donde el desgraciado pato explicaba que tendrían una nueva tarea: cuidar en pareja a una cría de dragón.
No es que fuera ajeno a la idea de cuidar de un niño, pero si le preguntaban hubiera preferido hacer de "padre" a solas, no es que dudara de las posibles buenas capacidades del resto, solo no era muy afín a la idea de dejar pasar a cualquiera en su actual refugio, podían llamarlo paranoia si querían. Mientras esperaba su turno por un boleto dio un rápido vistazo a las pequeñas cabinas que contenían a los infantes, todos con un ítem diferente para distinguirlos, ninguno emitía ruido y apenas se movían, solo tenían su atención fija en el grupo de adultos ¿estarían asustados?, ¿confundidos?, ¿siquiera entenderían por qué razón estaban allí?, ¿o podían recordar a la dragona?
La luz dorada le cortó el tren de pensamiento y un pequeño ticket con una única letra impresa salió de la caja en el centro del lugar, salió de la fila y entre el resto de isleños que ya tenían un boleto empezó a dar rápidos vistazos tratando de encontrar a su nuevo compañero, algunos reían y se mostraban felices por el resultado mientras que otros, aun si no les entendía por la barrera de idioma, a juzgar por sus reacciones no lucían precisamente convencidos.
—¡Hey! tenemos el mismo boleto— de inmediato reconoció esa voz.
Luego del primer día ya no había tenido oportunidad de seguir hablando con el chico esqueleto, lo intentó claro que si, pero al verlo con otro par de chicos asumió que había encontrado gente que hablara su idioma natal haciéndolo sentir más cómodo y no quiso interrumpir. En días posteriores cada persona se hizo de su propio espacio para vivir, se dedicaron a construir, buscar provisiones y ḿas cosas de ese estilo, por lo mismo dejó de verlo así que pensó que su interacción había sido destinada a solo haber sido esporádica.
O así pensó hasta ese día donde un ticket con la letra "D" impresa se elevó ante su sorprendida mirada.
—Entonces… ¿a quién nos llevamos? todos lucen tan adorables— habló de nueva cuenta Missa.
Antes de poder responderle lo vio caminar frente cada vitrina, en un par de ocasiones un tercero apareció diciendo que el infante ya había sido elegido, lució interesado por uno que tenía un sombrero de copa pero finalmente su atención la ganó por completo un brillante flotador amarillo y sin perder tiempo corrió hasta allí.
—¡Que cosa tan bonita! ¿cómo no te vimos antes?
Al parecer su entusiasmo era muy contagioso pues el niño sonrió escuchándole, tenía dificultad para ponerse de pie pero aplaudió en señal de aprobación por las palabras del adulto que lo elogiaba.
—Creo que tenemos al ganador ¿no es así?— Philza abrió la puerta de cristal para poder tomar al niño entre sus brazos —¿tienes algún nombre amiguito?
Este negó, a juzgar por el primer vistazo no llegaba ni a la edad de un preescolar, ninguno de los niños en realidad. Sin dudas era una cría de dragón, un par de cuernitos azulados junto con una cola y pequeñas alitas en el mismo tono eran de lo poco que lo distinguían de sus hermanos, fuera de eso todos tenían cabello blanco y ojos grisáceos,
—Hay que nombrarlo Phil— dijo sin disminuir su entusiasmo —debe ser un nombre digno para nuestro hijo.
El cuervo barajó mentalmente algunas opciones, Dave era el que mas le parecía adecuado pero antes de siquiera poder hablar Missa se le adelantó.
—¡Te llamarás Chayanne!
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Lentamente, cada nueva pareja se fue por su lado, algunos más felices que otros, en ese momento ya habían terminado de ser informados sobre los cuidados que requerirían los niños y tras pensarlo un poco Philza concluyó que lo mejor para los tres sería vivir juntos, así Chayanne siempre tendría un padre que pudiera vigilarlo y si algo sucedía podrían reaccionar de inmediato.
—¿Entonces vives en la muralla?
Philza asintió mientras lo guiaba y pudo notar que lucia algo nervioso.
—Quería un lugar espacioso y con una linda vista, estoy seguro de que tú y Chayanne lo amarán— sonrió —claro, tendremos que hacer algunas modificaciones a la casa pero nada del otro mundo.
El pequeño en ese momento se había quedado dormido en el hombro de Missa.
—Qué día tan loco, desperté pensando en hacer varias cosas menos en que regresaría con un hijo— soltó una risa.
—Y un esposo— añadió Philza.
Missa casi pierde el equilibrio al escuchar eso y sintió el calor subirsele al rostro.
—¿Estás bien?
—A-ah… s-si…— carraspeó —solo no vi venir eso.
Philza sonrió, le pareció adorable la reacción del esqueleto.
Ahora se encontraban frente a la muralla y tras una rápida explicación de cómo subir por medio de la corriente del agua y las enredaderas tomó a Chayanne y dejó que Missa subiera primero, tardó un poco, pero lo había hecho bien para ser su primer intento. Estando los tres arriba es que dieron inicio de forma oficial a su vida como familia.
—Chayanne dormirá aquí por ahora, la puerta está asegurada con contraseña así que nadie mas que nosotros podrá entrar— explicó señalando la cama individual —tengo comida guardada en los cofres y podemos turnarnos los días para hacer las misiones ¿te parece, compañero?
—Perfecto, y gracias por dejarme estar aquí, no era necesario.
—¿De qué hablas? somos una familia, este ya es tu hogar también— respondió sereno —estamos juntos en esto.
"Familia", a Missa aún le resultaba surreal que en serio tuviera eso, casi toda su existencia había estado solo y las pocas veces que otras personas lo tomaron en su protección no terminaba precisamente bien. Aún así no quería amargar el momento con los recuerdos de sus desgracias pasadas y trató de enfocarse solo en lo positivo.
Chayanne estaba comiendo algo antes de irse a dormir, luego del pequeño susto donde corrió hasta el borde de la muralla y explicarle que no debía de hacer eso de nuevo ahora Missa se encontraba afinando su guitarra para hacer la primera misión del día sobre cantarle a su hijo algo para dormir. No iba a mentir, estaba algo nervioso de tocar frente a ellos pero tampoco quería decepcionarlos, quería demostrar que se tomaba su nuevo papel como padre muy en serio.
Bendita fuera su habilidad de improvisación, a su pequeño público pareció agradarles su pequeña demostración musical en especial a su hijo que en todo el rato que cantó estuvo saltando en la cama y aplaudiendo, dios, no tenía ni un día completo con él y ya lo adoraba, tan lleno de energía, feliz y mostrando que sería muy unido a ambos padres.
—Muy bien amiguito, hora de dormir— habló Philza arropando al pequeño —mañana haremos mas cosas, descansa.
No pasó mucho para que Chayanne se durmiera, quizás la breve actividad física de minutos atrás fue suficiente para agotarlo. Cuando regresó su atención a Missa notó que lucía inquieto ¿ahora que había sucedido?
—Emm… Phil— habló en voz baja —creo que dormiré en otro lado.
El cuervo no entendió a qué venía eso, le había dicho que podían quedarse juntos.
—Tonterías, ya hice espacio para ti.
Missa vio hacia las dos camas y solo sintió su corazón latir más rápido al notar que estaban juntas, pero a juzgar por la respuesta relajada asumió que entonces Phil estaba de acuerdo con el acomodo y honestamente no sabía cómo reaccionar. No es que antes no hubiera dormido cerca de otros hombres, pero el contexto era abismalmente diferente, aquí no era por algo de supervivencia o gente que directamente le trataba como un hermano, no, aquí definitivamente no era así.
Con algo de timidez se recostó del lado izquierdo asegurándose con excesivo cuidado de no tomar ni un milímetro del espacio de Philza incluso pegándose a la pared para mejores resultados, al diablo la comodidad, solo no quería tomar más de lo necesario.
—Ok… ya tomé mi lugar— hizo una pausa pensando en sus próximas palabras —¿ya vendrás a dormir también, querido?
Philza no pudo evitar reír, aunque ahora era por nervios, y asintió. Esto también era nuevo para él.
Al igual que su compañero también trató de quedarse en su sección, en su caso se aseguró de que sus alas lastimadas no fueran a molestarle, hubo silencio por un rato, ninguno sentía nada de sueño.
—¿…Phil, estás despierto?— finalmente Missa se atrevió a hablar.
—¿Sucede algo?
—No, solo pensaba… ¿no te parece curioso como terminamos juntos? es decir, el simple hecho de que dos seres vinculados a la muerte estén en un mismo espacio ya es inusual por sí mismo.
—Supongo que así estaba destinado a ser— dijo viéndolo por el rabillo del ojo.
—Sí, quizás… parece que el día del tren fue como una premonición, quiero decir, ¿de cuánto podían ser las posibilidades de que se repitiera?— una sonrisa se esbozó en sus labios —y me alegra que hayas sido tú. Seremos una gran familia, estoy seguro.
—Así será, te doy mi palabra— respondió sonriendo de igual manera.
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deepinsideyourbeing · 3 months ago
Note
Esto m da un pco de vergüenza. Pero te puedo pedir algo en el que uno de los dos masturbe al otro mientras este dormido, hasta llegar al orgasmo y eso. (Con Enzo xfa)
Thxx
+18!
El calor de tu novio es lo primero que sentís cada mañana, sin falta. Emanando de su pecho -contra tu espalda o funcionando como tu almohada-, de su brazo en tu cintura o de una mano adherida a tu cadera, es una constante que te encanta y brinda confort.
Él siempre se queja de tus pies fríos cuando no llevás calcetines y tiembla cuando siente tus manos heladas colándose bajo su ropa -siempre aprovechás para explorar un poco- con la excusa de que necesitás ayuda para calentarte. Y es que Enzo irradia calor.
Su miembro erecto también.
Cuando movés tu cadera en busca de más contacto él suspira y su respiración cálida golpea tu cuello. Sus dedos se contraen por un instante, un indicador de que continúa profundamente dormido, así que con cuidado te desprendés de su abrazo y volteás para poder observarlo.
El cabello oscuro cayendo sobre su rostro y sus largas pestañas te hacen preguntarte cómo puede ser tan hermoso sin esforzarse, sin ser consciente de ello. Tus dedos recorren con delicadeza la piel suave de sus mejillas y sus labios, siempre tan tentadores, antes de que decidas llevártelos a la boca para cubrirlos con tu saliva.
Deslizás tu mano bajo su ropa interior, sin perder tiempo con sutilezas, y recorrés su extensión lentamente. Cuando te permitís tocar su punta te encontrás con una generosa cantidad de líquido preseminal y con tu pulgar te encargás de mezclar su excitación con tu saliva. Hacés brillar su piel ardiente.
Comenzás a masturbarlo con ese ritmo que él tanto disfruta, reservando siempre lo mejor para el final, provocando que de sus labios broten incontables suspiros y gemidos. El ángulo de sus cejas y sus párpados apretados sólo te motivan a continuar, desesperándote por ver más de sus reacciones.
Las mañanas siempre lo encuentran más sumiso, tal vez un poco más sensible, así que no te sorprende cuando lloriquea, todavía perdido en un sueño, y mueve sus caderas involuntariamente. Querés contenerte, prolongar más este momento, pero sentís cómo comienza a afectarte el sonido de su humedad y la sensación de su miembro pesado en tu mano.
Bajás la mirada y la escasa luz de la habitación te permite contemplar la obra maestra entre su cuerpo y el tuyo. El tamaño de tu mano es insignificante en comparación con su erección, que te parece imponente y divina, goteando ahora de una manera exagerada y patética, desesperada.
Enzo abre los ojos.
-Buenos días- lo saludás en voz baja-. ¿Cómo dormiste?
Intenta contestar y de su boca sólo sale un sonido tembloroso, una mezcla de tu nombre y una orden o una súplica. El ángulo con el que lo tocás y la firmeza de tu agarre, en combinación con la repentina rapidez de tus movimientos, pronto lo llevan hacia el borde del orgasmo.
Te sujeta por la nuca y tu rostro cerca del tuyo te permite ver la promesa que contiene su mirada... Pero cuando captura tus labios, en un beso que se torna más y más salvaje con el correr de los segundos, sabés que ya está completamente perdido.
Palpita entre tus dedos y se deja ir con un gemido grave. Su semen caliente salpica la piel de su abdomen que quedó expuesta, así como su ropa interior, las sábanas y tu cuerpo.
-No...- se queja cuando ve cómo te chupás los dedos para limpiar cualquier rastro de su liberación. Cubre su rostro con su brazo, avergonzado y excitado, pero aún así podés ver su sonrisa.
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rubywolffxxx · 1 month ago
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Ficción no tan ficción (Tom Glynn-Carney x lectora)
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Masterlist de mi autoría
Sinopsis: en una de las tantas reuniones que se hacían entre los actores de la serie, el hombre se acercó con curiosidad al ver que le sonreías muy divertida a tu celular.
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—Estamos en una fiesta, milady. La idea es socializar.—____ levantó la mirada de su celular, mirando a Tom aún divertida.
—Oh, lo siento, majestad. Me trajeron obligada. Hace frío, quería ir a dormir.—
—¿Qué tienes? ¿60?—
—No. Tengo 6 horas de sueño, 8 de grabaciones y 2 aquí clavada... Déjame ser feliz y asocial un rato.—
—... ¿Qué lees entonces que te hace tan feliz?—Tom se sentó en el sofá frente al que la chica estaba tumbada.
—Un fanfic horrendo.—
—¿Y qué es eso?—La mujer bajó su celular, mirándolo casi ofendida.
—... ¿Eres un actor y no sabes qué es eso?—lo vio fruncir los labios tontamente—. Pobre inocente inculto.—
—¿Piensas decirme qué es o te seguirás burlando?—La mujer empezó a explicarle vagamente qué era todo ese mundillo raro y profundo que eran los relatos de fans. Y Tom quedó intrigado—. ¿y tú cómo sabes todo eso?—
—Porque antes de ser ____ la actriz, era ____ la escritora de tonterías... estas son mis raices humildes.—
—... ¿Y de qué era la historia que leías entonces?—
A esas alturas, la fiesta del fondo pasó a segundo plano. El par de actores estaba en sus respectivos sofás, relajados hablando de aquellas tonterías.
—Era una historia tuya.—
—¿¡Mia!?—
—No tuya tuya, de Aegon.—____ sonrió de solo recordarlo—. Pero era muy tonta, una amiga me la envió justo por eso y es... Una joya incomprendida.—
—¿Puedo leerla?—
—Ah, esta en español, no lo entenderías.—
—Léela para mi entonces.—____ miró a Tom, quien ya había subido sus pies al apoyabrazos del sofá, bebiendo un poco de vino.
—... Tengo otra idea.—
—¿Y yo qué leo?—
—Lo que esta en... Es como un guión, tonto.—
____ le había pasado al hombre el archivo del texto tras traducirlo de forma tosca con un traductor de internet. Lo convenció de actuar el relato, ya que se trataba de Aegon. Ambos estaban algo ebrios, aburridos. Les pareció divertido.
—Bueno, pero siéntate aquí. Por si no entiendo algo.—Tom rió apenas ____ levantó sus piernas y se sentó en el sofá, acomodando las piernas sobre sus muslos.
—Tómatelo en serio.—
—Tú ya te estás riendo.—____ rió tontamente, y Tom la imitó.
Después de un buen rato intentando controlar su risa, ____ comenzó a narrar la historia. No era nada complejo, pero sí muy exagerado. Todo fue divertido, al menos hasta que el vino se acabó, y el relato se puso más intenso.
—Aegon, sabes que esto no puede seguir adelante.—____ descansaba la mejilla en su mano, apoyada en el apoyabrazos—. No soy de noble cuna, no podemos estar juntos.—
—____... No me importa. Eres la mujer más maravillosa que he conocido.—Tom miró por encima de su celular a la mujer, quien sonreía mirándolo de reojo. Ya estaba algo adormilada—. Cuando llego al castillo... Eres a la primera que busco, y cuando me voy a dormir, eres lo último que mis ojos buscan ver...—Tom se sintió raro al leer eso, pues podía reflejarlo a la realidad. Cuando llegaba a los sets, ____ era por quien preguntaba primero, con quién almorzaba, tonteaba y adoraba salir después de filmar. Siguió leyendo—... Adoro tu sonrisa, y tu risa alegra mis oidos.—
—Que cursi...—
—Y si esa sonrisa tuya va dirigida a otra persona, los celos me atormentan.—
Ah, ése sería Clinton...
—Quiero que tus sonrisas sean solo para mi, querida... Que tú seas mía.—Tom miró a la chica, que bostezaba bajito—. Te amo, ____.—La chica espabiló un poco con aquello.
—Y yo te amo a ti, Aegon...—____ le dio unas palmaditas en las piernas que aún descansaban en sus muslos—. Fin... Fue divertido.—
—... ¿Leemos otro?—
—Quiero dormir, Tommy... ¿Crees que los demás se molesten si me voy temprano?—
—No dijeron nada porque desaparecimos y estuvimos aquí una hora leyendo esto.—la vio reír bajito—. Vamos, yo te llevo.—
—¿A dónde? Estamos en el hotel.—
—Cierto, sí... Bueno, te acompaño.—
El par salió del salón de reuniones y fiestas, subiendo hasta el piso designado para los actores.
—Tengo el 305 ¿Y tú?—
—312.—
El par se detuvo en la puerta de la chica, quien ingresó un código y se abrió.
—Bueno... buenas noches, Tommy.—
—¿Ya te irás a dormir?—ella enarcó una ceja.
—Subimos por eso, genio.—
—¿No quieres beber algo más? ¿O pedir algo de comer? Un helado... ¿Sushi?—alzó las cejas sonriente.
—... ¿Quieres que te invite a pasar?—
—Ah, me encantaría.—entró sin más.
—Tom... ¿Puedo preguntarte algo?—
—Claro, querida. Dime.—____ se acercó al hombre que se subió a la isla de la cocina, tomando unos bombones del centro. Se apoyó en la barra frente a él, cruzándose de brazos.
—... ¿Tú no sientes que algo más está pasando aquí?—Tom frunció el ceño confundido.
—¿Aquí en la cocina?—
—Aqui entre nosotros, Tom...—lo miró seria, pues era un asunto que venía ignorando hace tiempo—. No creas que no lo he notado... Cada vez estás más cerca y yo... No sé si lo estoy confundiendo o... Creo que es mejor que lo aclaremos ahora.—
—Diablos... Te hubiese dejado dormir.—suspiró nervioso. Tom movía apenas las piernas que colgaban de la isla de la cocina, y sus manos se aferraban al borde del mármol con firmeza—. Si digo algo que tú no quieres escuchar... Temo arruinar las buenas, hermosas y maravillosas energías que tenemos.—
—Sincérate. Hazlo y luego pedimos helado.—____ se relajó un poco—... ¿Quieres que lo haga yo primero? No soy cobarde.—
—Yo lo soy. Asi que si, te escucho.—sonrió enseguida—. Pero cuidado, me ofendo fácil.—
—... No te lo estás tomando en serio.—la mujer se marchó de la cocina, y Tom no tardó en seguirla a la sala.
—¡Estoy ebrio, y tú me estás pidiendo más de lo que mi cabeza confundida puede darte!—
—... ¿Te gusto, Tom? Di sí o no.—se detuvo de golpe, volteando a mirarlo.
—Si... No me odies.—
—¿Ves? No era tan dificil.—
—¿Y yo te gusto? ¿Si o si?—
—... Leo los fanfics de Aegon mentalizándonos a nosotros dos, Tom ¿Qué te parece?—
—Ah~ fantaseas conmigo... Yo también lo hago.—____ rió apenas, sintiendo como Tom la tomaba de las caderas, acercándola más—. ¿Pedimos ese helado entonces y tenemos una primera cita leyendo fanfics hasta que finalmente te duermas?—sonrió con ternura—. ¿Y puedo dormir aquí en ese caso?—
—Eso sería mucho para una primer cita.—
—En mi imaginación, cada momento a tu lado es una cita. Esta es como la número cien...—tomó sus mejillas—. Un beso es aceptable entonces.—
____ tomó la iniciativa, besándolo de forma lenta, tranquila. Como si quisiera tomarse todo el tiempo del mundo.
—... ¿Nos salteamos la cita?—Tom sonrió contra sus labios.
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46snowfox · 8 months ago
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Diabolik Lovers Daylight Stella Worth Tokuten: 「Cita★sádica」 [Laito Sakamaki]
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Titulo original: 「サディスティック★デート」
//Traducción pedida en Ko-fi//
Laito: Que bien se siente pasear de noche. Pero ya hemos caminado bastante, ¿no estás cansada? ¿Estás bien? Ya veo, me alegro. Muy pronto llegaremos a un lugar genial. Ah, todavía no te había hablado de este lugar, escucha, ahora iremos a una pastelería. Fufu, te ves muy feliz, que linda. De vez en cuando voy allí a comprar macarons, pero al parecer sus pasteles son bastante famosos, por eso pensé en invitarte.
Laito (1:02): Parece que se puede comer dentro de la tienda, así que aprovechemos de comer allí. Hm, amo los macaron, pero parece que su especialidad son los cheese cake sin hornear.  Tienes, tanto los pasteles horneados como los que no tienen sus respectivos encantos, es difícil elegir. Ah, pero lo que más me gusta es tu duuulce sangre. Hm, al decir eso me dieron ganas de succionarla. Oye, ¿puedo beber un poco…? Hm, es verdad, ya estamos frente a la tiende. Eres una reina del despiste. Muy bien, pues después aprovecharé de divertirme un montón.
Laito (2:15): *entran* Oh, esta tienda tiene un aura agradable. Tienes razón, tiene una decoración muy elegante, los vitrales son geniales. ¿Hm? Es verdad, hay muchos macaron coloridos. Hm, pero hoy vinimos a comer pasteles, así que a la salida compraré unos macaron. ¿Quieres comer tú también? Hm… Si reaccionas tan honestamente me darán ganas de molestarte, creo que mejor no los compraré~. ¿Pero qué cara estás poniendo? Me estremeció ver esa expresión de desesperación, te veías como si hubieras visto el fin del mundo, solo por eso los compraré. Te digo que lo haré, así que usa tu linda carita para mostrarme una sonrisa.
Laito (3:29): Tomaré esa linda sonrisa como agradecimiento, así que está decidido, te los compraré. Ahora elijamos los pasteles que comeremos. ¡Disculpe! Quiero ordenar algo.
*luego de elegir les cobran y dan sus pasteles*
Laito (4:06): Pudimos elegir. Ahora sentémonos… en esa mesa decorada con flores. *se acercan y te corre la silla para que te sientes* Siéntate. *te sientas* Y yo también *se sienta*. ¡Ah! Oye bitch-chan, el pastel que elegiste es igual a ti, tiene una apariencia simple y encantadora, pero si le clavas el tenedor empezará a brotar una salsa roja. Fufufu, que linda cara pusiste, ahora quiero molestarte más. ¿Hm? Sí, al final elegí el cheesecake, me llamaba la atención.  Saber que no está horneado me atrajo. La verdad es que estuve a punto de elegir tu pastel. ¿Qué tal si luego intercambiamos una probadita?
Laito (5:21): Fufu, gracias. Bueno, primero probemos nuestros propios pasteles. Gracias por la comida *come*. ¡Hm! ¡Es verdad! ¡Este cheesecake es delicioso! ¿Cómo está el tuyo? Me alegro. Entonces intercambiemos una probada, yo te daré de comer. Di “aah”. *comes* Te quedó un poco de crema en el labio, voy a lamerla. ¿Eeeh? No te contengas. Bueno, da igual, te toca darme a mí, ¿podrás hacerlo bien? *le das de comer*
Laito (6:17): Aaah… *come* Hm, este también está delicioso. Es verdad, la acidez ayuda a resaltar su sabor, es un sabor nuevo para mí. Hmm… ¿Eh? Ah, por supuesto que me quedaré mirándote, estás disfrutando de un dulce pastel, así que pensé que ahora tu sangre ha de estar extremadamente dulce. Ya no puedo contenerme… te deseo aquí y ahora. Antes también me dijiste que después, así que supongo que te refieres a que espere hasta que nadie nos pueda ver. Lo sabía, sí quieres que succione tu sangre.
Laito (7:25): Dicen que las miradas delatan, jeje. Eres como un libro abierto. No intente usar el pastel como excusa. En realidad tus ojos tambalean de emoción porque quieres que lleguemos pronto a casa para que yo pueda succionar tu sangre. Otra vez te quedaste callada, fufu… Ahora que lo hemos decidido, debemos terminar pronto nuestros pasteles. *comen*
*luego de comer*
Laito (8:25): Estuvo delicioso, bueno, escojamos los maracon y volvamos a casa. *se levantan* A ver, elige el sabor que más te guste. Tus ojos brillan con solo verlos, que linda. Al verte así siento que no podré contenerme. Fufu, no te preocupes, tal y como deseas, no te haré nada aquí. Fufu, parece que ya elegiste. Disculpe, por favor deme eso y esto.
*salen de la tienda*
Laito (9:28): Bueno, regresemos. Oye, tomémonos de las manos. *le das tu mano* Ahora ya no podrás escapar. Me tentaste mucho, así que prepárate para cuando lleguemos a casa.
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corazona-das · 7 months ago
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Desde el comienzo (Blas Polidori)
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—————
Estabas tirada sobre tu cama esperando a que Blas pasara por ti, habían quedado en salir juntos. De fondo en tu reproductor de música estaba sonando "From the start" de una artista que habías encontrado recientemente, estabas fascinada con las letras y melodías de todas sus canciones, pero sobre todo con ésta, de alguna forma sentías que resonaba contigo.
cuando sonó tu celular esperanzada te abalanzaste a ver si era lo que esperabas. sí era un mensaje de él, pero no lo que imaginabas.
"Cami, se cancela por hoy, lo lamento mucho, me había olvidado de este compromiso. Pero nos vemos después, paso a contarte como me fue. :)"
Pasaron unos segundos, no estabas segura de qué contestar a eso, si bien ustedes se veían casi todos los días, era extraño que te cancelara así.
"dale, Blas, no te preocupes, pasátelo bien. 💗"
Luego de contestarle soltaste tu celular sobre la cama mientras te sentabas en el suelo apoyando tu cabeza contra el colchón. Justo en ese momento sonaba "That when i talk to you, oh, cupid walks right through and shoots an arrow through my heart."
Siempre visite a Blas como tu amor platónico, ese alguien maravilloso con el que sabes que no tienes chance pero aun así fantaseabas con cómo sería estar junto a él, cómo sería poder llamarlo por apodos amoroso, o incluso cómo se sentiría tomar su mano. Llegaste a pensar en que tus sentimientos podrían ser recíprocos, animandote a ti misma para confesarte, pero siempre había algo que te traía devuelta a la realidad.
Ya estaba oscuro afuera, eran las 23:45PM cuando escuchaste golpes en tu puerta. Sabías de quién se trataba así que no dudaste en abrir. Enseguida entró saludandote con un sutil beso en la mejilla y abriéndose paso hacia tu sala de estar para sentarse en el sofá grande.
Evidentemente venía feliz, traía una sonrisa de oreja a oreja.
¿Y? ¿Cómo te fue? Llegaste muy sonriente. —Dijiste sentándote a su lado dándole un suave golpecito en el hombro para molestarlo.
No sabés, boluda, no me sentía así desde hace mucho tiempo. Nos llevamos muy bien, ademas es muy linda. —Suspiró riéndose, mientras se llevaba las manos al rostro para ocultarse entre ellas.
Escucharlo hablar de esa forma hacía que tu corazón se acelerara de una forma inexplicable.
Pues muy bien, ¿cómo se llama la afortunada? —Le preguntaste tratando de sonar lo más natural posible.
Ya la conocíamos. Estuvimos con ella en los seminarios de actuación del verano. —Comentó alegre con esperanza de que yo supiera de quien hablaba. Es Nicole, viste que nos llevábamos super bien. —Hizo una breve pausa. Pues no hace mucho me contactó para salir y bueno, aquí estamos.
Su nombre quedó resonando en tu cabeza hasta poder recordar quién era. Como te quedaste unos segundos en silencio una pequeña incomodidad se hizo presente en la sala. Lo que tú más querías era felicidad para él, pero no te sentías bien sabiendo que existe la posibilidad de que esté con alguien más. Estabas ansiosa, quizás ese era el momento de decirle lo que te pasa al pensar en él.
¿Cami? ¿Todo bien? —Preguntó él con algo de inquietud.
Blas, ¿puedo decirte algo? —Dijiste sorprendiendote a ti misma por tus palabras. Él asintió algo confundido a espera de tus palabras.
Sin decir nada, te acomodaste frente, mirándole directamente a los ojos. Esto era algo que podía acabar bien o mal, no existía punto medio, o al menos para ti era así.
Tuve muchas oportunidades para decírtelo antes, lo sé, pero siempre había algo que me detenía. Supongo que estaba muy confianda. —Él te miraba con notoria confusión.
El cariño que siento por ti hace mucho tiempo que dejó de ser de amistad, Blas. —Te detuviste unos segundos. Me gustas desde el comienzo de nuestra amistad, no imaginas lo feliz que me sentía cuando comenzamos a pasar más tiempo juntos. —Estaba quieto, como procesando todo lo que habías soltado, pero te sentías relativamente mejor.
Lo que menos quiero es incomodar las cosas entre nosotros, me gusta como somos ahora, pero sentía la necesidad soltar esto y así dejarlo pas... —No lograste terminar la frase debido a que el más alto formó un agarre con uno de sus brazos alrededor de tu cintura y te atrajo hasta sí mismo.
Cami, te tardaste meses en hacer esto, y yo me acerqué a ti por eso. No sabes cuantas veces te imaginé confesandome tus sentimientos, siempre creí que me veías como un amigo. —Habló con un poco de timidez en sus palabras.
Sin hacerse esperar más, tomaste su rostro entre tus manos y juntaste sus labios con los tuyos. Un suave vaivén de emociones se formó en ese magnífico beso, estaban deleitados con la presencia del otro, y el saber que ambos se habían imaginado así los hacía apreciar aún más el momento.
Cuando la falta de aire se hizo presente en medio de ustedes, mordió ligeramente tu labio inferior para separarse lentamente, no sin antes dejar un último beso resonando. Ambos tenían una sonrisa de oreja a oreja, y estaban bastante colorados por la emoción.
Llena de felicidad observabas los ojos cafés del chico de tus sueños. Te sentaste sobre su regazo pasando tus brazos alrededor de su cuello derritiéndote ante el maravilloso aroma que desprendía de aquella zona. Él estaba en lo mismo, derretido ante cada acción que hacías, pasando sus brazos alrededor de tu cintura dejando suaves caricias sobre tu espalda baja y fundiéndose junto a ti.
Te quiero desde el primer momento en que te vi. —Habló con voz cálida.
q lindo q es blas, lo adoro mucho pipipi.
probablemente existan errores de redacción, pero lo hice en 40 minutos dkakfjwk así que estoy conforme (de igual forma lo corregiré).
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flan-tasma · 1 year ago
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Hello, I hope you are well
Could you do the reader's first kiss with Freminet ?
I love your writing ❤️❤️
💖~ oh! I hope you are well too!
I love this request so much! I'm on it!
Warning: Nope now💖, Adult Freminet, In spanish it's implied that Reader is a girl, but in english it isn't | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
A mi celular le pareció una buena idea cerrar Tumblr y no guardé el borrador, entonces perdí la mitad y me quise pegar un tiro. Pero ahí vamos mi gente latina
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Spanish:
Freminet está tan enamorado de ti y todos podían notarlo. Lyney y Lynette sonreían al ver cómo su pequeño hermano se preocupaba por conseguir flores bonitas y frescas para ti.
Entre bromas surgió la pregunta de Lyney si ya se habían besado, provocando la vergüenza de Freminet y que Lynette consolara a su pobre hermano menor e hiciera que Lyney se disculpara, pero la idea no salió de la mente del buzo.
Freminet y tu se conocían desde hace mucho tiempo pero se habían vuelto novios desde hace relativamente poco. Él no sabía si querías besarlo y él tampoco quería tomarte por sorpresa o forzarte, por lo que buscó pistas.
Cuando leían juntos veía tus reacciones ante los cuentos de príncipes y princesas que rompían maldiciones con un beso de amor verdadero, se involucraba en tus conversaciones con Lynette acerca de esta nueva novela romántica que estabas leyendo y cuando se abrazaban te veía con más esmero, queriendo leer tu lenguaje corporal.
Ambos estaban en una cita nocturna cerca del mar cuando le preguntaste si había algún problema o cuál era el motivo de que no te quitara los ojos encima, él se avergonzó y suspiró mientras miraba a otro lado.
"No sé si te gustaría besarme."
Miraste sorprendida a Freminet y te tomaste tu tiempo para pensar en sus palabras y acciones. El ruido del mar y el viento los acunaba mientras seguían abrazados uno contra el otro, Freminet seguía esperando alguna señal hasta que hablaste.
"¿Qué pasaría si te digo que me muero por besarte?" Freminet podría haber muerto ahí mismo cuando se escondió en su casco de buceo mientras balbuceaba un millón de cosas inentendibles, hasta que se calmó y escuchaste algo muy claramente.
"Quisiera que fuera especial..."
"Si eres tú quien me besa, siempre será especial" Nuevamente Freminet se quedó callado mientras tú te reías de su estado oculto pero podrías apostar que su cara tenía un nuevo tono de rosa espolvoreado en sus mejillas, mantuvieron el silencio mientras aún eras abrazada por uno de sus brazos, sin molestar el flujo de ideas que estaba formando su cabeza en ese momento hasta que se levantó rápidamente y te dejó la manta que los cubría. Te pidió que te quedes en tu lugar con los ojos cerrados y que volvería pronto.
Hiciste lo que te pidió, recostada sobre la manta de picnic, tranquila y cálida por la manta mullida con bordados de pingüinos. Casi pudiste quedarte dormida siendo acunada suavemente por el calor y el viento, dejando que el ruido de la marea tranquila, los pies caminando sobre la arena y los chapoteos te lleven al reino de los sueños hasta que unos minutos después llegó Freminet y te pidió que te mantengas ciega unos minutos más.
"¿Qué estás haciendo, Fremmy?"
"... Un escenario."
Sonreíste y soltaste una pequeña risa con una idea de lo que ocurría, pero nada podría acercarse a lo que viste cuando te dejó abrir los ojos y sentarte: Las velas que habían traído estaban encendidas a cada lado de ustedes iluminándolos junto a la luna, rosarcoíris estaban repartidas alrededor de la manta de picnic y tu príncipe azul marino estaba frente a ti sobre una rodilla. Un ramo de flores rociomarinas recién recogidas te eran entregadas por él mientras se quitaba el casco. Tomaste las flores y Freminet pidió permiso para tomar tu mano.
"Por favor, déjame besarte."
Con una sonrisa lo aceptaste, él sostuvo tu mejilla y la acarició pronunciando gracias en un susurro. Acercó sus rostros y por fin besó con ternura tus labios, sus mejillas estaban calientes, pero su expresión se relajaba cada vez más hasta que se separó.
"... ¿Puedo besarte otra vez?... ¿Otra vez?... ¿Otro más?... Solo uno más, por favor."
No dejaron de besarse en un buen rato.
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English:
Freminet is so in love with you and everyone could tell. Lyney and Lynette were smiling as they watched his little brother worrying about getting pretty, fresh flowers for you.
Between jokes, Lyney asked if they had already kissed, causing Freminet to be embarrassed and Lynette to console her poor younger brother and make Lyney apologize, but the idea did not leave the diver's mind.
Freminet and you had known each other for a long time but had become lovers relatively recently. He didn't know if you wanted to kiss him and he didn't want to take you by surprise or force you, so he looked for clues.
When you read together, he saw your reactions to the stories of princes and princesses who broke curses with a kiss of true love, he got involved in your conversations with Lynette about that new romantic novel you were reading, and when you hugged, he looked at you more carefully, wanting to read your body language.
You were both on a date night near the sea when you asked him if there was a problem or what was the reason he couldn't take his eyes off you, he got embarrassed and sighed as he looked away.
"I don't know if you'd like to kiss me."
You looked at Freminet in surprise and took your time to think about his words and actions. The noise of the sea and the wind cradled them as they continued hugging each other, Freminet still waiting for some sign until you spoke.
"What if I told you that I'm dying to kiss you?" Freminet could have died right there when he hid in his diving helmet while babbling a million unintelligible things, until he calmed down and you heard something very clearly.
"I wish it were special..."
"If you're the one who kisses me, it'll always be special" Again Freminet stayed quiet as you laughed at his hidden state but you could bet his face had a new shade of pink dusted on his cheeks, you twoo kept silent while you were still being hugged by one of his arms, without disturbing the flow of ideas that was forming in his head at that moment until he quickly got up and left the blanket that covered them with you. He asked you to stay in your place with your eyes closed and that he would be back soon.
You did as he asked, lying on the picnic blanket, calm and warm from the fluffy penguin-embroidered blanket. You could almost fall asleep being rocked gently by the warmth and wind, letting the sound of the calm tide, feet walking on the sand and splashing water take you to the realm of dreams until a few minutes later Freminet arrived and asked you to stay blind for a few more minutes.
"What are you doing, Fremmy?"
"... A scenario."
You smiled and let out a small laugh with an idea of what was happening, but nothing could come close to what you saw when he let you open your eyes and sit up: The candles you had brought were lit on either side of you illuminating you along with the moon, rose rainbow were spread around the picnic blanket and your navy blue prince was in front of you on one knee. A bouquet of freshly picked romaritime flowers were handed to you by him while he took off his helmet. You took the flowers and Freminet asked permission to take your hand.
"Please let me kiss you."
With a smile you accepted it, he held your cheek and caressed it saying thank you in a whisper. He brought your faces closer and finally kissed your lips tenderly, his cheeks were hot, but his expression relaxed more and more until he separated you from he.
"...Can I kiss you again?... Again?... Another one?... Just one more, please."
You didn't stop kissing for a long time.
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princesaxoforus12 · 6 days ago
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La deuda salada de ran Haitani
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Capítulo 1: La boda de Ran y TN
Narradora: Ran llegó a la casa de TN en su auto, estaba ansioso por verla, ya que estaba a punto de casarse con ella. Cuando entró a la casa, vio que los padres de TN estaban preparando la ceremonia para su boda. Ran los miró con frialdad, pero no pudo evitar sentir una sensación de satisfacción al ver cómo la familia de TN se preparaba para dejarla atrás. Después de todo, ella ya no sería su problema.
Sacerdote: Señorita TN A aceptar a Ran como tu esposo
TN se puso aún más nerviosa al escuchar al sacerdote, pero respiró hondo y levantó la mirada hacia Ran. Podía ver la determinación en sus ojos, y sabía que no había vuelta atrás. Con un nudo en la garganta, respondió: Acepto.
Sacerdote: Ran Haitani Aceptar a TN como tu esposa
Ran también respiró hondo, pero no dejó que su nerviosismo se notara. Sonrió suavemente y dijo con confianza: Acepto ,Miró a TN con amor y ternura, sabiendo que a partir de ahora sería su esposa para siempre.
Sacerdote: puede besar la novia
Ran tomó las manos de TN con delicadeza y las llevó a su boca, besando sus nudillos con ternura. Después de eso, la miró a los ojos y dijo:
Ran: Te amo.
Con esas palabras, Ran se acercó a TN y la besó profundamente, demostrándole cuánto la amaba y lo que estaba dispuesta a hacer por ella.
TN no pudo evitar mirar a su padre, quien la observaba con tristeza. Su mirada estaba llena de decepción y desilusión, pero a la vez, no podía dejar de sentirse culpable por haberlo traicionado de esa manera. Aún así, se mantuvo firme en su decisión de seguir adelante con Ran.
Ran tomó la mano de TN y la condujo hacia la puerta, saliendo de la casa junto a ella. Caminaron en silencio por el camino hasta que llegaron al auto de Ran. Una vez dentro, él la miró con ternura y le sonrió.
Ran: Te llevaré a nuestro hogar.
TN: Si
Ran arrancó el auto y salió de la casa, conduciendo hacia su nuevo hogar. Durante el viaje, ninguno de los dos habló, pero se sentía la tensión en el aire. Después de un rato, llegaron a un hermoso chalet en una zona residencial. Ran estacionó el auto y se volvió hacia TN.
Ran: Estamos aquí.
TN miró el chalet con sorpresa y admiración. Era más de lo que había imaginado, y sabía que sería su hogar ahora.
Ran se volvió hacia su hombre y le dio una orden clara:
Ran: Necesito que mates a los padres de TN.
El hombre asintió y salió del auto, dirigiéndose a la casa para cumplir con la orden de Ran. Ran se volvió hacia TN, todavía mirando con amor y ternura.
Ran: Es hora de entrar.
TN observó cómo su padre y su madre estaban en el patio de la casa, preparando todo para la boda. El hombre de Ran había desaparecido, probablemente para llevar a cabo su tarea.
Ran salió del auto y se acercó a TN,
poniendo una mano en su cintura.
Ran: Es hora de decir adiós a esta casa.
TN observó cómo su padre y su madre estaban en el patio de la casa, preparando todo para la boda. El hombre de Ran había desaparecido, probablemente para llevar a cabo su tarea.
Ran salió del auto y se acercó a TN, poniendo una mano en su cintura.
Ran: Es hora de decir adiós a esta casa.
Hombre: mi señor quiere quedamos la casa de la señora TN
Ran miró al hombre y asintió con aprobación.
Ran: Bien, esa es una buena idea. La casa es de TN, y ahora pasará a ser mía.
TN se quedó en silencio, aún procesando lo que estaba pasando. La idea de perder su hogar era dolorosa, pero sabía que no tenía elección.
Ran ayudó a TN a salir del auto y la llevó hacia la puerta de la casa. Cuando llegaron, la abrió y la llevó al interior, aún manteniendo su mano en su cintura.
Ran: Ahora, te voy a mostrar tu nuevo hogar.
TN observó con sorpresa y admiración su nueva casa. Era una casa moderna y lujosa, con acabados de alta calidad y una decoración elegante. Todo estaba preparado para su llegada, como si Ran hubiera estado preparando todo con antelación.
Ran sonrió y la llevó por el interior, presentándole cada habitación.
Ran: Te va a encantar. Es tuya ahora.
TN: Aqui mi hogar
Ran la llevó a la habitación principal, donde había una cama grande y acogedora. La habitación estaba decorada con colores suaves y una decoración elegante, y había un baño privado con una bañera y un tocador.
Ran la dejó en la habitación y cerró la puerta, dejándola sola por un momento.
Ran: Aquí es donde vivirás a partir de ahora.
El celular entrar un llamada unico amor Emi quiero ver pasar tiempo con el
Ran levantó su celular y vio que era una llamada de Emi. Suspiró y la contestó.
Ran: Hola, Emi. ¿Qué pasa?
Emi: puede me ir nuestro hijo y yo quiero pasar contigo
Ran se quedó en silencio por un momento, pensando en cómo responder. Sabía que no podía decirle que no a Emi, pero tampoco quería abandonar a TN.
Ran: Está bien, puedes venir a pasar tiempo con nosotros.
Emi: encuentre helado nuestro hijo pizza también dulce favorito para mi
Ran sonrió al escuchar las cosas que quería Emi y su hijo.
Ran: Entendido, te traeré helado, pizza y dulces para el pequeño.
Emi: Perfecto, nos vemos pronto.
TN: eschunda la llamada no quiere llorar verte de ran ella mira odio
Ran escuchó a TN y notó cómo estaba a punto de llorar. Su expresión se suavizó un poco y se acercó a ella.
Ran: No llores, cariño. Estoy aquí.
Se sentó a su lado en la cama y la envolvió en un abrazo protector.
TN: Si
Ran siguió abrazándola y acarició su cabello con ternura. Sabía que esta separación sería difícil para ella, pero haría todo lo posible para que fuera lo más fácil posible.
Ran: Te prometo que volveré pronto. No te dejaré sola.
TN: mira Ran salen la casa feliz espero pasar tiempo unico amor su hijo
Ran siguió su mirada hacia la puerta, y también se sentía feliz de que pudiera pasar tiempo con Emi y su hijo.
Ran: Sí, te mereces pasar tiempo con ellos. Yo estaré aquí, esperando para volver a casa.
Narradora: Ran llegó a casa pasada la medianoche, cansado pero feliz. Después de un largo día de trabajo, finalmente estaba en casa con TN. Se quitó los zapatos y se acercó a ella, que estaba acostada en la cama, con el corazón roto.
Ran: Lo siento por llegar tan tarde.
Se sentó a su lado y la miró con ternura.
TN: esta bien
Ran notó la tristeza en su voz y sintió una punzada de culpa. Se sentó en la cama y tomó su mano.
Ran: ¿Estás bien? Sé que ha sido un día difícil para ti.
TN: encuentre tu ropa meter bañar
Ran levantó una ceja y se dio cuenta de que ella quería que se fuera a bañar.
Ran: Entiendo. Me voy a bañar entonces.
Se levantó de la cama y se dirigió al baño, sintiéndose un poco confundido por su comportamiento.
TN: dejar la ropa de ran en la cama dejar la cocina hacer un desayuno a Ran
Ran salió del baño con solo una toalla alrededor de la cintura y se quedó sorprendido al ver que había dejado su ropa en la cama. Miró a su alrededor y notó que había una nota en la mesita de noche.
Ran,
Dejé tu ropa en la cama para que puedas cambiarte. También preparé un desayuno para ti.
Te esperaré en la cocina.
TN
TN: Aqui el desayuno
Ran entró en la cocina y se encontró con un desayuno preparado por TN. Su expresión se suavizó y una sonrisa apareció en su rostro.
Ran: Gracias, amor. Eres tan amable.
Se sentó en una de las sillas y empezó a comer el desayuno, disfrutando de cada bocado.
Ran: ¿No vas a desayunar?
TN: ahorita comer
Ran observó cómo TN se sentaba y empezaba a comer. Se quedó mirándola por un momento, notando cómo estaba algo distraída.
Ran: ¿Estás bien? Pareces ausente.
TN: si esta bien solo cumplido con mi papel de esposa nunca pedir tenga hijos no quiero tener hijos
Ran se quedó sorprendido por sus palabras. No esperaba que ella no quisiera tener hijos.
Ran: ¿No quieres tener hijos? ¿Por qué?
Preguntó, con una mirada de confusión en su rostro.
TN: porque no gusta los niños
Ran se quedó en silencio por un momento, procesando su respuesta. Luego, volvió a hablar, con un tono suave.
Ran: ¿No te gustan los niños porque no te gustan los niños o no te gustan las crianzas?
TN: Yo cumplir mi deber de esposa no pedir tenga hijos solo eso perdido
Ran se sintió un poco triste al escuchar sus palabras. Sabía que ella era una esposa dedicada, pero también sabía que estaba frustrada por su falta de deseo de tener hijos.
Ran: Entiendo que quieras cumplir con tu deber como esposa, pero no es justo para ti. Deberías poder hacer lo que quieras, incluso si eso significa no tener hijos.
TN: Esta bien puedo tener hijos
Ran se sorprendió aún más por su repentina declaración.
Ran: ¿De verdad? ¿Estás segura de que quieres tener hijos? ¿No te arrepentirás?
TN: si segura
Ran la miró con sorpresa y un poco de sorpresa. No esperaba que ella realmente quisiera tener hijos.
Ran: Bueno, entonces... supongo que tendré que ser padre.
Dijo, tratando de mantener su tono relajado, pero con un toque de emoción en su voz.
TN: que opina una luna de miel
Ran sonrió ampliamente al escuchar su sugerencia.
Ran: Una luna de miel suena como una buena idea. Podríamos ir a cualquier lugar que quieras.
TN: Me gustaria conocer Europa
Ran se alegró aún más con su elección.
Ran: Europa es un lugar precioso. Hay tantos lugares que visitar y tantos lugares que ver. Sería divertido viajar juntos.
Se levantó de la silla y se acercó a ella, apoyando una mano en su mejilla.
Final de Capítulo 1
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