#bueno y si te hago explotar? que te parece eso
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si tengo que optimizar una plancha de vidrios más voy a matar a alguien
#primero me dicen no pongas las asimetricas despues si despues no despues pone todas#bueno y si te hago explotar? que te parece eso#encima pidió mal las cantidades de planchas el jefe. hay un montón demás de 5mm y una sola de 6mm#nero habla
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Million dollar baby (Ali 2)
Pedro y Naima van a esperar un tiempo. Ayer hablaba con una amiga sobre los hobbies, esas actividades que puedes hacer sin preocuparte de si eres bueno o no. A veces tengo la impresión de que la gente piensa que los músicos somos una especie de sátiros, druidas o seres del arte que respiran música, que viven en un mundo artístico, hippies, veganos y sensibles. En mi caso, no es así.
Soy trompetista, y durante muchos años me convencí de que lo mío con la trompeta era un matrimonio arreglado: yo me enamoré, pero ella no. Parece chiste, pero no lo es. Después de mucho tiempo tocando, he dejado atrás la autocompasión y me he enfocado en explotar lo que sé que hago bien, y en trabajar lo que sé que me cuesta, incluso en conocer mi sombra, últimamente sin tantos juicios. Esto en cierta medida viene del boxeo.
Toda esta charla para decir que no, el arte no me relaja, y no, no soy un hippie que “vibra alto”, ¡guácala! A veces, la música me estresa mucho, y reconocerme como un ser sumamente imperfecto me cuesta, traumas de la infancia, claramente. Por eso les hablaba de los hobbies. Ese niño que admiraba a Ali pasó años sin animarse a hacer boxeo. Tuvo que cumplir 27 años para empezar.
A medida que uno se sumerge en sí mismo, va desmantelando todas las mentiras que se cuenta para no salir de su zona de confort. Aquí va la primera: no practico boxeo porque soy trompetista, y no me pueden romper la boca porque es mi herramienta de trabajo. ¡Ja! ¡Cobarde! ¿Quién te crees? ¿Miles?
Llegaron los 27 y estaba conectado con el personaje de Miles Davis. Por esa época, tomaba clases con el maestro Ricardo Narváez. Como tarea, estábamos transcribiendo unos solos de Miles. Y yo, que me tomo muy en serio las tareas, empecé a leer sobre su vida. Encontré partes de una autobiografía que hizo con el escritor Quincy Troupe. Y, oh por Dios, había algo que no sabía: Miles había practicado boxeo por muchos años.
Por si no lo sabían, Miles hizo un álbum en el que dedicaba cada una de sus canciones a diferentes boxeadores. Cuando decidió empezar a practicarlo, fue por la influencia de Sugar Ray Robinson, un campeón mundial de peso completo. Un afroamericano disciplinado, que no bebía, no salía hasta tarde y del que no se podía decir que tuviera algún vicio. Era imponente. Tan imponente que incluso los blancos lo respetaban. Y Miles quería ese respeto.
“No me pegues en la boca, que hoy tengo concierto”, solía decir Miles antes de hacer un sparring. Se me erizaba la piel leyéndolo. Era Miles, ¿qué podía perder yo si algo me pasaba?
Conocí a Mario, un amigo de una amiga. Él era politólogo, pero una de sus grandes pasiones eran las artes marciales. Sabía de escrima filipina, kickboxing y Wing Chun. Él fue mi primer maestro. Venía a la terraza de mi apartamento en Chapinero. Entrenábamos con una vista de toda Bogotá. Mario me enseñó un poco de todo. Aún extraño la escrima; no la he vuelto a practicar desde entonces.
El boxeo me enseñó a entender mi relación con el dolor. El escritor de “Million Dollar Baby” lo dice en su libro: «En lugar de escapar del dolor, que es la reacción natural en la vida, en el boxeo vas a su encuentro, ¿comprendes? ...»
Luego de un tiempo, empecé a entrenar con Fernando en Cúcuta. Fercho había sido campeón de boxeo en su país y estaba medio loco, lo sigue estando, sonríe Fercho algún día leerás esto, y los dos sabemos que estás loco, somos grandes amigos y seguimos en contacto a pesar de la distancia. No sé por qué seguía yendo cada día a entrenar… supongo que por masoquismo. “Toma las mancuernas de un kilo”, decía. Yo las tomaba y pensaba que no pesaban nada. “Vamos a hacer cien movimientos, solo lanzando rectos”. Después de los primeros veinte, la espalda dolía como el infierno, y las manos se bajaban solas. Mi cabeza me decía: “abandona, abandona, abandona”. Pero cuando las manos empezaban a bajar, un grito me devolvía a la guardia. “¡Sube la guardia!”, gritaba Fercho. Oh, Dios. Era mi orgullo el que me mantenía de pie, porque el cuerpo ya no podía.
“Ahora, cien flexiones”, decía. Yo me reía, pero él me miraba fijo y decía: “Es en serio, cien flexiones. No me importa que las hagas de a una, pero vas a hacer cien”. Yo no podía ni con diez seguidas. Y entonces, por primera vez en mi vida, hice cien flexiones. No sabía que eso se volvería costumbre.
“Vale, póngase los guantes. Vamos a hacer sparring”.
“¿Sparring? ¿Con quién?”
“Conmigo”.
Puta madre, voy a morir.” Las sesiones de sparring se volvieron una constante: gancho al hígado, caer de rodillas, respirar hondo, levantarse, aprender que no es personal. Ir hacia los golpes, cerrar la distancia para minimizar el daño, un impacto en la cabeza, ver todo gris y seguir adelante. Un ojo morado, una explicación para mi mamá, marcas que se vuelven trofeos. Con el tiempo, aprendí que mi verdadero temor no era el dolor físico, sino el miedo a sufrir. Y como decía F.X. Toole, “el dolor no es el enemigo, es el maestro”. Así que aprendí a caminar hacia él, hasta que dejó de dolerme tanto, y terminó por moldearme.
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TW: Idealizacion su!c!d4.
Viernes, enero 26, 2024.
09:50
White noise
Volví a hacer algo malo, y mientras doy vueltas al asunto en mi cabeza pienso en que me dirán --que me dirá --cuando se enteren lo que hice. Bueno, tampoco fue nada muy feo, me pase, pero me gusta creer que tampoco es tan grande como ella lo hace parecer, y me gusta aún más la idea de que mi cabeza solo está aumentando el tamaño de las cosas, de que tal vez no soy tan mala persona como parezco.
Todo el mundo me pregunta por que deje de ir a terapia, y nunca se explicarles al completo por que deje de ir. Te podría decir que es porque me hace sentir culpable el gastar dinero o que simplemente no quiero ir, pero eso es una mentira --en su mayor parte, al menos. --. La verdad es que me da miedo volver a terapia porque me siento constantemente atrapada, como si no me moviera, porque voy, y voy y voy, pero siempre vuelvo al mismo hoyo del cual salí, y cada vez parece ser más profundo. Pareciese como si cada vez las soluciones son más extremas, como si mi sanidad se va deteriorando cada vez más, y no me gusta sentirme así, no me gusta sentir que sin importar cuanto reme, lo único que hago es ir en círculos.
La historia se está volviendo muy repetitiva.
Muchos días lo único que me hace seguir es esa estúpida carta de disculpas a un gato, porque me hace pensar en el mío, y en cómo no me gustaría dejarlo solo, porque en mi enferma cabeza yo soy lo único que tiene, pero siendo sincera que se es probable que ni siquiera se dé cuenta de mi ausencia.
Cuando me siento como ahora suelo ir por las ramas, me disculpo por eso.
Cuando pienso en quitarme la vida me imagino en que harían todos, me pregunto si dejarían mi habitación como esta o si la limpiarían, me pregunto en que harían con mis redes sociales, con mi ropa, con mis libros, con mi perfume, me pregunto si mantendrían mi puerta cerrada, si acaso me odiarían por tomar tal decisión. La mayoría del tiempo no pienso que sería algo desgarrador para mi familia, digo, si, seguro les dolería que haga algo así, pero al final del día siento que sería como un regalo, un pequeño favor de mi para ellos, como quitar un peso de sus hombros.
Todos me dicen que no debería pensar de esa manera, pero me es muy difícil, es como pedirle a un árbol que cambie de lugar sus raíces.
Últimamente todo me es extremadamente difícil, ya sea dormir o mantenerme despierta. Ir a mis clases me es un trabajo casi superhumano, el hablar sin explotar, el estar presente. Es como si estuviera a galaxias de distancia en un segundo y bajo la tierra al siguiente, y es totalmente exhaustivo, el no poder encontrar estabilidad dentro de mí misma, el no poder estar en paz ni en mi propia cabeza.
Pido mucho y doy poco, no me merezco ni la mitad de lo que tengo, no merezco a la gente que tengo en mi vida, la verdad es que ni siquiera merezco ser escuchada, no merezco que alguien se tome el tiempo de escucharme y validar alguno de mis sentimientos, porque son tan pequeños y patéticos que ni siquiera deberían salir de mi cabeza, y la sola acción de estar escribiendo esto es estúpido, porque al fin y al cabo no hará ninguna diferencia, porque yo volveré a hacer los mismos errores y seguiré siendo la misma persona siempre, año tras año sin importar que.
Me gustaría poder devolver todo lo que me regalaron, pero no puedo, y la gente como yo no se merece nada más, la gente como yo se merece no estar, nos merecemos irnos y desaparecer, porque nuestra sola existencia es un caos interminable, y, muchas veces, es algo que simplemente no tiene solución.
#personal vent#vent post#letter#depressing shit#bpd#bpd thoughts#bpd vent#depresión#tlp#trastornos mentales#mente depresiva#idealization#idealización
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Para Ella
Sé que esta última herida va a ser cicatriz. Me prometí que sería valiente; que no volvería a dejar que se me enquistaran épocas y que no tendría más motivos que me cortasen la respiración. Pero no puedo. Necesito enterrar todo lo que sucedió, tal cual está. Sucio, oscuro, opaco. Con mil dudas e inseguridades. Con rabia y dolor. Con palabras nunca dichas y sentimientos no expresados. Con silencios y gritos callados. Con todo el amor que tenía, ocultado.
No puedo solo, pues apenas puedo conmigo; el primer día desvanecido, al segundo ni he comido y los siguientes en la cama dormido. Parece mi cuerpo queriendo matarse a sí mismo.
Y claro que no es romántico perder el conocimiento porque no puedes soportar el dolor, pero es lo más cercano a materializar el amor que puedo hacer ahora.
Cuando te invade el vacío en el pecho y te sientes débil, tan débil que no puedes ni salir de la cama, comprendes que hay cosas en la vida que te la dan. Encontrar esas pequeñas cosas que le dan sentido a todo, es magia. Y yo contigo sentía esa magia.
No me gusta ni una línea de las que he escrito. Qué corto se queda, qué simple. No abarco a retratar todo lo que está pasando. Mi mundo se quiebra, tu mundo es otro, nuestro mundo se apaga y el mundo real es absurdo. ¿Cómo atrapo el universo para que lo observemos juntos? Quiero que me entiendas y a veces pocas palabras bastan: es muss sein!
¿Qué estoy haciendo, poniendo un punto de estado de Whatsapp cada vez que te echo de menos? Si yo ya no creo en eso… no me cuadran las fechas y creo que es otra mentira. Y aún así es lo único que me queda de ti. Es como si dejaras nuestra casa incendiada y corriese a meterme dentro, solo por sentir un poco más el calor que me dabas.
Estoy haciendo el ridículo otra vez… pero he leído que cuando amas haces el ridículo, aunque la realidad es que los que hacen son los que no aman. Qué suerte entonces hacerlo y que lo hayas hecho.
Y me he dado cuenta de algo importante. Cuando tienes delante algo que te alcanza la vista a ver, lo ves claramente. Cuando es tan grande que ni alejándote consigues ver sus límites, es como si no vieras nada. Un muro, sin forma y sin fondo. Y ahí está el problema… mientras que otros te darán un amor que cabe en la palma de una mano, y puedes verlo y creerlo, el mío no cabe ni en tu imaginación. Yo tampoco sabía cuánto era, hasta ahora. Hasta que he intentado romperlo todo y sacarlo fuera de mí… y no he encontrado límite. Decía que no estaba enamorado porque llevo tanto tiempo así que ya es mi estado natural contigo. Pero no, no es normal sonreír tanto, alegrarte con tan solo un buenos días, lo tranquilo que me dejas con el corazón azul en las despedidas, preocuparme de esa forma por ti, pensarte en mitad de un concierto… son esas pequeñas cosas que se convierten en magia.
Y no hago más que pensar que el día que me enteré de todo, lo único que quería era explotar, pero me llevé todo lo malo lejos y luché por hacerte sonreír y tranquilizarte mientras yo me ahogaba. Y una vez te fuiste con ese buen recuerdo, explotó todo conmigo.
Y ahí lo viste claro, ese “yo qué sé” tan grande que tengo contigo cobró forma y sentido.
Ahora, que veo todo con otros ojos, me parece más triste aún. Hemos sido muy felices mientras estabas con él. Nos hemos amado, literalmente. Lo siento, no puedo continuar escribiendo, me duele tanto el estómago y tengo tantas ganas de vomitar que es imposible.
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Argonauta
Registro de misión: “Las estrellas chocan con los árboles”
Entonces le hablo a la luna una vez más, como siempre lo hago, como siempre lo haré.
He estado pensando mucho en los cometas porque todas las estrellas están destinadas a explotar y cuanta más luz emites, más rápido te quemas.
Supongo que por eso dicen que solo los buenos mueren jóvenes, supongo que viviré para siempre.
Pero la inmortalidad suena solitaria y la mayoría de las leyendas vivientes atan sus propias sogas y el resto de nosotros vivimos con solo poner excusas.
Contaría todas las estrellas entre nosotros a millas de distancia.
Pero te encuentras a la mitad del mundo y yo con más de unos días de retraso.
Contaba todas las estrellas entre nosotros, les hacía promesas y deseos, pero sé que ambos estaríamos vacíos.
Pero las estrellas siempre están muertas al llegar, pero estás demasiado lejos, incluso si estas justo a mi lado.
Estábamos mirando las mismas estrellas, pero no las mismas constelaciones y soy un desastre andante.
Y perdón por todas las cosas que dejé arder, todas las cosas que dejé ir, arruinadas en lugar de lidiar con ellas.
Miedo al fracaso… tal vez, así que a veces no lo intento en absoluto.
Lamento que tengas las peores partes de mí.
Lamento que tengas mis colisiones en lugar de constelaciones, ya sabes, he estado pensando mucho en los cometas.
Tal vez porque siempre he tenido miedo.
Como una bomba que estalla demasiado pronto, todo mi cuerpo está en llamas, me enciende como gasolina al fuego.
Y las mejores cosas se queman rápido, las luces se queman cuando estás son más brillantes.
Es ciencia, es física, no podemos luchar contra esto algunos estamos condenados desde el principio, es inevitable.
Porque aprendí que no eres real a menos que dejes marcas, así que espero que las cicatrices nunca me hagan olvidar.
Espero que nunca lo olvides.
Sabes, he estado pensando mucho en los cometas.
He estado pensando si los cometas o los cráteres son más importantes, ya sea por la forma en que resplandece o solo por sus cenizas.
Ya sea por lo que hacen o lo que dejan atrás, he estado pensando en por qué tratamos a los agujeros negros y las supernovas como opuestos cuando en realidad no son tan diferentes en absoluto.
Ambas son catástrofes por derecho propio, sin embargo, uno de ellos parece más poético, pero no puedes decidir la cantidad de dolor que han infligido.
Todos estamos afligidos con este pensamiento de que somos la única excepción, creo que todos somos culpables pensando que somos supernovas en lugar de agujeros negros.
Ya sabes, he estado pensando mucho en los cometas, soy un desastre y no solo metafóricamente, a veces creo que sería mucho más feliz sin todas las cosas que me hacen ser yo mismo.
Estoy en un frasco de vidrio mirándome a mí mismo implosionar porque me gustaría haber nacido con más serotonina y un tipo diferente de motivación, como si fuera un observador de mí mismo.
Así como observo la infinidad del cielo.
Entonces soy el médico forense de mi corazón.
Y la poesía se parece mucho a la disección.
Y el amor se parece mucho al odio.
Y vivir es muy parecido a morir.
Pero el arrepentimiento es solo una pérdida de emoción y el amor es solo una pérdida de devoción.
Y salir con una explosión es mucho más glamoroso que salir con un gemido.
Y nadie habla de combustión lenta, solo la explosión, si eras una estrella, entonces eras un disparador.
Y siempre eres más popular el día después de tu muerte, pero he terminado con esa mierda.
Esto no es una sociedad de poetas muertos esta es una sociedad de poetas que querían morir pero no lo hicieron.
Porque creo que esta puede ser un reflexión triste, pero no soy una persona triste o al menos he intentado no serlo.
Porque todos nacimos para morir, pero también todos nacimos para vivir.
Medidos por el resplandor de nuestro agotamiento, el rastro detrás de nosotros.
Pero ya sabes, he estado pensando mucho en los cometas.
Registro de misión: “Conexión restablecida”
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Capítulo 11
Algo cambió para mí ese día. Era como cuando aprendí a manejar bicicleta o como cuando mi abuela me daba caramelos a escondidas de mis padres. Me sentía tan ligero que podía jurar que flotaba a unas cuantas pulgadas del suelo.
No tenía un nombre para esto, pero tenía que ver con Bucky y con la razón de poder compartir todo con él. Mi pasado, mi presente y el anhelo de un futuro.
Amor. La palabra me aterraba. Era como una bomba sin explotar en mi pecho.
Esa noche, le envié un mensaje a Bucky.
¿Estás despierto?
Mi corazón brincó al verlo en línea. Sí.
¿Puedo ir? Tengo un regalo para ti.
Bueno, iba a decir que no, pero si tienes algo para mí, acepto.
Salí con cuidado de la rectoría y me adentré al parque. Llevaba una camiseta y pantalones de pijama. Ya era muy tarde y el parque se encontraba oscuro, seguro a la vista, pero aún así me sentí nervioso mientras caminaba hacia el patio trasero de Bucky. Entré, haciendo una mueca por cada crujido de la cerradura de la reja y luego caminé hacia la puerta, golpeando una vez con mis nudillos el cristal.
No tardó en abrir la puerta y me recibió con la sonrisa más sexy y hermosa que jamás vi.
─Guau ─dijo─. Estás aquí.
─¿Creíste que no lo haría?
Negó con la cabeza sin dejar de sonreír, haciendo un gesto con la mano para que pudiera entrar y luego cerrando la puerta tras de mí. ─Es solo que, nunca he salido con alguien con quien no puedo salir realmente… creo que me medio convencí a mi mismo de que solo existías dentro de la iglesia.
─¿Salir? ─Mi voz sonó tan ansiosa y emocionada que tuve que aclararme la garganta─ ¿Estamos saliendo?
Se encogió de hombros ─No sé como le llamas a cuando alguien te jode por el culo, pero a mí me gustaría decir que estamos saliendo.
Un miedo repentino cayó en mi estómago y di un paso hacia él, tomando su mano y tirando de él hacia mí para que pudiera verlo a los ojos ─Eres increíble ¿sabes?
Me dio un corto beso en la nariz y me agarró el trasero ─Por supuesto que sí -Me quejé─. ¿Te duele? ─Preguntó preocupado, frunciendo el ceño.
Sonreí ─No es nada ─Besé su mandíbula, pero él terminó buscando mis labios.
─¿Quieres algo de tomar? ¿Una cerveza? ─Asentí e hizo un gesto hacia la sala de estar mientras caminaba a la cocina.
Tuve la oportunidad de mirar alrededor de su casa y no lo desaproveché. Tenía lo básico, videojuegos, una televisión, un librero a medio llenar, alguno de música y su portátil, descansando en la mesa de la sala.
Nuestros dedos se rozaron entre sí cuando alcancé la cerveza que me ofreció y que no alcancé a tomar porque buscó besarme. Deslizó mis manos hasta mi cuello y tomó mi cara por ambos lados mientras exploraba mi boca, haciéndome retroceder hasta el sofá, donde caí sentado.
─Viniste a darme algo ─Dijo sobre mis labios, apartándose con lentitud, dejándome aturdido y sin saber dónde estaba, solo mirando sus profundos ojos azules.
Estoy haciendo lo correcto, pensé cuando lo vi sentarse a mi lado. Este podía ser un nuevo comienzo para nosotros, para mí. Algo oficial para celebrar nuestra relación. Un regalo para demostrarle a Bucky lo que significaba para mí, lo que nosotros significábamos para mí, para mostrarle lo extraña, pero también divina transformación que experimentaba por él.
Tomé una respiración profunda, armándome de valor mientras alcanzaba el pequeño obsequio que guardé en mi bolsillo antes de salir.
─Es… ─No sabía cómo explicarlo, así que solo puse el pequeño dije con la cadena en su mano. Lo tomó con la otra, levantándolo, dejando que la pequeña barra de plata grabada girara bajo la luz.
─ Es bonito ─Susurró
─Fue un regalo de mi abuela la primera Navidad que fuimos solo nosotros dos, después de dejar a mis padres. Tiene grabadas mis iniciales.
Vi su cuerpo tensarse frente a mí.
─Helmut. Si es un recuerdo de tu abuela y un regalo para ti, no creo que deba aceptarlo ─Tomó mis manos, acariciando el dorso con suavidad.
─Quiero que lleves algo mío contigo ─Confesé─. Esto representó un nuevo comienzo para mí cuando lo recibí, y quiero que represente eso ahora, pero para nosotros.
Sus ojos nunca dejaron los míos mientras movía sus dedos sobre mis manos, luego se colocó la cadena de plata en el cuello, me dio un corto beso y se recostó en el sofá, llevándome con él, dejándome descansar sobre su pecho para después darme otro beso en la frente y cabello.
Suspiré. Esto es el amor, pensé. Esto es lo que rendirse al amor se siente. Esto es lo que se siente ser amado por alguien… se siente como James Bucky Barnes.
Y más tarde esa noche, cuando se movía sobre mí y dentro de mí, esas palabras cayeron en mi mente. Estaba profunda y jodidamente enamorado de él.
***
─Hola John.
El sacerdote arrodillado frente a mí no paró de rezar ni volteó a verme. Se mantuvo orando con la misma paz y lo conocía lo suficientemente bien para saber que me estaba mandando a la mierda hasta que terminara.
Me senté en una banca detrás de él.
John era el único sacerdote que conocía que todavía oraba la Liturgia de las Horas, una práctica casi obsoleta, razón por la que tanto le gustaba. Como yo, amaba los rituales de la iglesia, pero su fascinación iba más allá de los libros y el ocasional encuentro espiritual. Él vivía como un monje medieval, dedicándose casi totalmente a la oración, aunque no siempre fue así. Cuando estábamos juntos en el seminario tuvimos un par de encuentros no muy religiosos antes de que tomáramos nuestros votos de castidad.
John terminó sus oraciones e hizo la señal de la Cruz.
─Padre Zemo ─Dijo formalmente.
Me abstuve de rodar mis ojos. Siempre había sido así, intenso, ignorando lo que hicimos en el pasado.
Incliné la cabeza en señal de respeto.
─¿Vienes por una confesión?
─Si ─Me levanté y me miró de arriba abajo. Hubo una larga pausa en la que su rostro pasó de confundido a triste y luego ilegible.
─Olvídalo ─dijo finalmente y luego se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su oficina.
─¿Hoy no? ─Pregunté confundido─ ¿Estás ocupado?
─No ─dijo sin detenerse.
Mis cejas se fruncieron, seguro de que era incluso ilegal negarle a alguien la confesión. Entramos a un pequeño pasillo y mientras lo seguía, me di cuenta de que estaba molesto.
─Amigo… ─dije, cerrando la puerta de su oficina tras de mí─ ¿Qué demonios?
Se sentó detrás de su escritorio, donde la luz de la tarde pintaba su cabello rubio dorado.
-Vuelve después, Zemo. Hoy no.
─La Ley Canónica dice que debes escuchar mi confesión.
─La Ley Canónica no lo es todo.
Eso me sorprendió. John no quebrantaba las reglas de la iglesia. Incluso estaba como a dos pasos de parecer Paul Bettany en El Código Da Vinci.
Me senté en una silla frente a su escritorio y crucé los brazos ─No me iré hasta que me digas por qué no vas a escucharme.
Apretó los labios, como si estuviera debatiendo consigo mismo, y luego por fin levantó la vista, con ojos intensos y penetrantes.
─¿Cuál es su nombre, Helmut?
El miedo y la adrenalina se dispararon a través de mí. ¿Alguien nos vio? ¿Alguien descubrió lo que pasaba y le dijo a John?
─No te molestes en mentir ─continuó, con una intensidad que me quebrantaba, que me puso más al borde de lo que su ira jamás podría.
─¿Vas a dejarme confesar? ─Exigí.
─No.
─¿Por qué? ─Me quejé.
─Porque ─Apoyó los codos en la mesa y se inclinó hacia adelante─ tú no estás dispuesto a parar. No estás dispuesto a renunciar a él, y hasta que tú lo estés, como lo estuviste en el pasado, no tiene sentido para mí el absolverte.
Me hundí en mi silla. Él tenía razón. No quería renunciar a Bucky. No quería que se detuviera. Entonces ¿por qué estaba aquí? ¿Creía que unas cuantas palabras de John arreglarían todo?
─¿Cómo lo sabes? ─Pregunté, bajando mi mano a mis piernas, con la esperanza de que no fuera porque alguien nos vio a Bucky y a mí juntos.
─Dios me dijo. Cuando entrabas. Así como Él me está diciendo ahora que no vas a terminar con esto. No estás listo para confesar ahora ─Sonaba como una locura, pero le creí. John era así─. Has roto tus votos ─Dijo ahora, en voz baja.
─¿Dios te dijo eso también? ─Pregunté sin molestarme en contener la amargura en mi voz.
─No. Lo veo en ti. Cargas iguales de culpa y alegría.
Sí. Eso lo resumía. Enterré mi cara en mis manos, abrumado por todo, avergonzado por mi debilidad frente a un hombre que había renunciado con éxito para siempre a cualquier tentación.
─¿Me odias? ─murmuré.
─No. Dios tampoco. Y sabes que no le diré al Obispo. No creo que sea el momento.
Levanté la cabeza, aún abrumado ─Entonces ¿qué hago?
John me miró con algo parecido a la compasión. ─Vuelve cuando estés listo para confesar ─dijo─. Hasta entonces, sé extremadamente cuidadoso.
Extremadamente cuidadoso.
***
Una semana más tarde me encontré mirando el techo de mi habitación, apretando las sábanas y retorciendo las piernas mientras Bucky chupaba mi erección. Gemí. Enredé mis dedos en su cabello, acariciando, jalando y jadeando con más fuerza mientras sentía mi orgasmo acumularse en mi abdomen.
─Oh, Dios… ─Mi cuerpo se tensó cuando lo sentí acelerar el ritmo, la calidez de su boca rodeándome, chupando con avidez, llevándome al borde─ amor…
Estallé en su boca, ignorando por ese momento el pequeño desliz en mis palabras. Siempre era muy cuidadoso para no llamarle así cuando hablábamos y él también era prudente en ese sentido. Aunque todo se iba a la mierda cuando teníamos sexo.
Se acomodó a mi lado después de un momento, acercándome a su pecho, dejándome apretarme contra él, disfrutando de su calidez y del agitado ritmo de nuestras respiraciones.
Los últimos días fueron como salidos de un sueño. Durante el día me apegaba estrictamente a mi vida como sacerdote y mis noches se llenaban de jadeos, suspiros y nuestras pieles deslizándose una con otra.
Por la noche podíamos fingir. Podíamos beber, ver Netflix y hablar de música. Podíamos follar y ducharnos juntos después para luego follar de nuevo. Podíamos dormir uno junto al otro y fingir que éramos como cualquier pareja de unas semanas en su relación, que no existía nada que nos impidiera hablar de cosas normales de pareja, como salir con amigos en común o dónde íbamos a pasar la próxima Navidad.
Pero estábamos aguda y dolorosamente conscientes de nuestra propia actuación. Estábamos fingiendo porque hacer frente a la verdad era mucho peor. La verdad de que esto terminaría de una manera u otra.
¿Qué pasa si no tiene que terminar? ¿Qué pasa si llamo al Obispo y renuncio? ¿Qué pasa si quiero dejar el sacerdocio y convertirme en un hombre de nuevo?
Cerré los ojos ignorando el mundo real y caí dormido, dejando que mi mente fuera al futuro. Un futuro donde nos hallábamos en una casa en algún lugar con un pequeño niño a nuestro lado. Me gustaría seguirlo a cualquier lugar, no importa si quería trabajar para la CIA, el FBI o la Interpol, iría con él. Estaba listo para hacer míos su vida y sus deseos, y a cualquier lugar al que Bucky quisiera ir, haríamos un hogar juntos. Estaríamos amándonos.
Pero, ¿qué haría yo? Mis estudios en el seminario no me daban muchas opciones. Podría ser profesor, esa idea me entusiasmaba, aunque nunca antes la había considerado.
Abrí los ojos después de unas horas y el sueño desapareció mientras la realidad se estrellaba contra mí. Si lo hacía, si renunciaba, tendría que dejar la iglesia, a mi comunidad, a todas esas personas a las que podía ayudar y que confiaban en mí. La lucha contra los abusos en la iglesia. Estaría dejando todo lo que era, el hombre en el que elegí convertirme.
Darme cuenta de que no quería dejar nada hizo que el pánico se apoderara de mí. Apreté mi cuerpo contra el suyo y sentí un nudo crearse en mi garganta cuando lo sentí despertar y abrazarme con más fuerza, dándome un par de largos besos en el cabello, aferrándose a mí.
No podía perderlo.
Y no podía quedarme con él.
Quizá fue por el miedo o por el coraje, pero de repente sentí la necesidad de reclamarlo como mío, tocando su pecho y luego bajando mi mano hacia su miembro, despertándolo, mientras dejaba un largo camino de besos en su barbilla y cuello.
Se movió y suspiró, soñoliento, feliz y me atrajo hacia él, haciéndome quedar a horcajadas sobre sus piernas. Me incliné y busqué su cuello de nuevo, dejando marcas que esperaba viera mientras se preparaba para ir al trabajo horas más tarde. Dejé besos húmedos por su pecho y lo escuché suspirar cuando su erección se levantó contra mi trasero.
─Mmm… ─Abrió los ojos lentamente, sonriendo y me miró─ Qué buena forma de despertar.
Estiré la mano hacia la mesita de noche, tomando el bote de lubricante que le había pedido comprar para que no tuviéramos que terminarnos el suministro de aceite bendito de la parroquia, y vacié una buena cantidad en mi mano para luego esparcirla por su erección.
Acarició mi pene con una mano mientras yo me levantaba y lo hacía entrar en mí. Jadeamos juntos conforme fui bajando y nunca dejó de mirarme con sus profundos ojos azules. Respiré agitado cuando movió las caderas hacia arriba y caí sobre su pecho por un momento, dándole un profundo beso en los labios antes de volver a levantarme y empezar a montarlo con ondulaciones lentas.
Se recostó, llevando un brazo detrás de su cabeza, solo viendo cómo me movía sobre él, viendo cómo aceleraba cada vez más mis movimientos, cerrando mis ojos y apoyando mis manos contra su pecho.
─Eso es bebé ─susurró, trabajando tortuosamente lento en mi erección─. Tómalo. Es tuyo. Vamos amor… muéstrame lo mucho que te gusta, eso es… así.
Pronto encontré el punto, el lugar exacto que me hizo perder la razón. Aceleré mis movimientos y me tomó por las caderas para hacerme caer con más fuerza sobre él. Sin que lo esperara, cambió de posición y me puso contra el colchón, levantando mis piernas y entrando violentamente en mí. Me deshice en gemidos mientras él golpeaba mi próstata una y otra vez. Sus intensos ojos me miraban de nuevo sometiéndome a su voluntad y tuve que masturbarme con fuerza ante el inminente orgasmo que se acumulaba en mi vientre.
─Oh, sí ─Jadeó, sin dejar de estrellarse con fuerza contra mi cuerpo, sin tener consideración, justo como lo quería─. Córrete para mí, amor.
Exploté de nuevo, bañando mi estómago con mi semen mientras él salía de mi interior y se masturbaba sobre mí, derramándose en el mismo lugar.
─James ─suspiré, jalándolo hacia mí después de un momento, antes de que fuera por algo para limpiarnos.
─¿Sí? ─me acomodó el cabello, con tanta ternura que dolió.
─No sé cuánto tiempo pueda hacer esto.
Su cuerpo se tensó. ─¿Eso qué significa?
─Sabes lo que es ─resolví y lo vi apretar la mandíbula─. Quiero estar contigo, pero…
─Helmut ─interrumpió─. Estoy enamorado de ti ─hubo un leve temblor en su voz que no quise escuchar.
─No sé qué va a pasar ─admití, tomando ambos lados de su cara para que me mirara fijamente─. Sé que te amo… ─sus ojos brillaron igual que los míos─ pero también amo mi trabajo y todo lo que he hecho aquí y no quiero dejarlo.
Tragó saliva ─¿Crees que no lo sé? ─Se apartó de mi y se puso de pie, sin molestarse en cubrirse mientras buscaba una toalla para limpiarnos─ No puedo hacer que lo dejes. Puedo ver que lo amas y es una de las cosas que más me gustan de ti ─Volvió a mirarme─. Te quiero tanto que puedo saborear la sangre cuando pienso en ello. Me pondría sin pensarlo entre tu cuerpo y una bala. Pero no quiero ser la razón por la que pierdas tu vida. No quiero que te arrepientas de lo que tenemos. No podría soportar tenerte preguntándome si una parte de ti me odia por hacerte dejar la iglesia.
─Nunca podría odiarte.
─¿En serio? ¿Incluso si te hiciera elegir entre Dios y yo?
Joder, eso era duro. ─Eso no es todo lo que hay.
Tomó un respiro. ─Debería irme.
Su voz apretada me mató. Quería detenerlo, que fingiéramos de nuevo.
─Buck…
─Te veré más tarde, Helmut.
Su tono era tan definitivo que dolía.
Lo vi caminar a través del parque nebuloso, con las manos en los bolsillos.
Él me quiere por completo, le dije a Dios en silencio. Quería una vida plena conmigo y yo también ansiaba eso ¿quién podría culparnos? ¿Qué se supone que haga?
Dios no respondió. Probablemente porque rompí mi voto sagrado de servirle sólo a él. Profané su iglesia de muchas maneras cometiendo pecados de los que no me arrepentía porque estaba muy enamorado.
Hice de un ídolo a Bucky Barnes y ahora cosechaba las consecuencias.
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No sé cómo comenzar, ni cuál será el tema de esta carta, pero si se con que frase terminarla.
Me encargue que estuvieras presente hasta en el más mínimo aspecto de mi vida y ahora que no estás en ella, no se que hacer con todo esto, ya no escucho las canciones que me recuerdan a ti y si consigo una nueva, no la vuelvo a escuchar más, es que ya te pienso lo suficiente, como para que también me salgas en las canciones, en mi sueños, en la ropa que uso, porque sí, mi camisa favorita también me la regalaste tú, en los zapatos que uso, hasta en los envase que uso para cocinar! Al menos ya no uso mis libros, porque me harían llorar más de lo normal, tampoco tengo que ver, todos los envases que me encargue de guardar, solo porque me lo regalaste tú, aunque debo confesar que aún conservo una flor que me regalaste una vez, en serio me duele y es una lastima el haber perdido tus cartas... Estas en todo y te recuerdo por todo, incluso al leer, porque era a ti que te contaba cada cosa que pasaba en mi libros, así me dijeras que era una dramática y que como podía llorar por un libro, hasta mi cereal favorito me recuerda a ti.
Creo que lo bueno de todo esto es que al pensarte o recordarte, no lo hago triste o molesta, a veces incluso me alegro un poco, puede que dependa del día, se me escape una sonrisa, cosa que hace unos meses atrás no era así, puesto que solo de pensar en ti quería llorar, pero hablar contigo en me ayudó mucho con eso, me alegra realmente que no seas un recuerdo triste o doloroso. Sí, si me rompiste el corazón, pero era algo inevitable.
Por otra parte no sé si el pensarte tanto significa que aún me gustas y te extraño o que extraño quién yo era cuando estaba contigo, esa es una pequeña duda que tengo, que al parecer no le encontraré respuesta pronto.
Ya no se que más decir, es extraño escribirte algo, desde que no estás en mi, no lo había hecho más y me resulta aún más extraño, escribir para ti y no explotar de amor, confieso que me si costo, no recordarte que te quiero, cada dos oraciones jaja. :( en fin, hasta aquí llegue yo
Aquí la frase con la que quería terminar:
"Tus ojos me hacen dudar si el paraíso se encuentra allá arriba"
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Como en un sueño, los alrededores sencillamente no encajan. Las pesadas botas estilo militar hacen crujir el césped y algunas flores bajo cada pisada, incluso las hojas que comienzan a caer de los árboles y alguna que otra rama perdida. El sol brilla demasiado, los árboles se alzan majestuosos y las carcajadas infantiles resuenan en todo el parque. Yo, vestido enteramente de negro y con la mitad de la cabeza rapada, parezco la muerte en medio de un lugar seguro.
Camino con severa incomodidad hasta una banca. Incluso la banca, de una madera barnizada y cobriza, parece frágil y diminuta bajo mi cuerpo. O así es como ver la luz del día me hace sentir, cuando mi vida transcurre en un incómodo, apagado y sucio monoambiente, mientras que las noches están repletas de música y oscuridad en la que se envuelve el bar.
Respiro. Inhalo cuanto puedo, llenándome de un perfume que me recuerda a infancia, sin problemas, con sol, con juegos, con verde; inhalo, sabiendo que eso está lejos de ser mi realidad. Cuando exhalo, la incomodidad se vuelve más fuerte. ¿Qué hago sentado en un hermoso parque repleto de verde y niños con sus padres, a plena luz del día?
Aunque me lo cuestiono, o tengo el atisbo de hacerlo, sé la respuesta perfectamente. Y la viva imagen de mi pensamiento no tarda en materializarse, cuando la melena afroamericana perfectamente definida hasta la mitad de su espalda parece hacer entrada antes que Samara. Junto las manos, enlazo los dedos con los brazos apoyados en ambas piernas, que se separan para equilibrar el peso, y me doy un fuerte apretón antes de observarla tomar asiento a mi lado.
—Qué día tan precioso —susurra, como si estuviera maravillada. Después se inclina y me besa en una mejilla, sin prisa alguna.
No puedo evitar mirar hacia delante una vez más, el parque, el verde, la vida. "Qué día tan precioso". Incluso esas cuatro palabras parecen tan alejadas de mi realidad y mi rutina, desde hace años, con Dolores incluida, que el término me desencaja.
—Sí, supongo que sí —respondo. Paso saliva y viro la cabeza, para mirarla directamente. Mi ceño se frunce un poco por el sol, pero ella brilla. Su piel, sus labios, su cabello, todo brilla. Y me duele—. No tengo mucho tiempo.
—¿Tu novia no sabe que estás aquí? —pregunta. Noto una chispa de resentimiento.
Decir la verdad y de algún modo ensuciar mi relación con Lola. Mentir y mentirme a mí mismo. Opto por no decir nada, como siempre.
—¿Me citaste para hablar de mi novia, Samara? —pregunto, algo hastiado. Sin embargo sonrío, porque la situación me parece de lo más estúpida aunque mi corazón no deje de latir con fuerza a un ritmo desmesurado. Lola, Lola, Lola. Estoy engañándola tan solo por acceder a esta plática—. De verdad no tengo mucho tiempo.
—No, no me interesa mucho hablar de tu novia. Y sé optimizar el tiempo, así que no tienes de qué preocuparte. Pero relájate, te ves tan tenso... —Mira por encima de mí, los hombros, la postura de mi espalda. Automáticamente me tenso más, en defensa—. ¿Hace cuánto no te hacen un masaje?
Me rio por lo bajo, y soplo antes de rascarme una ceja. Por algún motivo quiero llorar, y solo se me ocurre que es por el escenario de dos vidas tan distintas. Dos propuestas, una Samara que brilla en un parque, una Dolores que me acepta como soy en una vida oscura.
—Sam... —comento, inclinándome hacia delante para cargar el peso de mi cuerpo en los brazos que reposan de nuevo sobre mis piernas. Mi cabeza vuelve a girarse para mirarla—. ¿Qué quieres? De verdad. ¿Qué quieres? Coincidencia habernos encontrado, pero verte en el bar, verte aquí, no entiendo qué necesitas.
La observo debatir mientras se muerde una porción del labio inferior y parte de la mejilla de manera pensativa. No me desvía la mirada, lo que me asusta, porque sé que está diciendo la verdad. No quiero que lo diga. No quiero que diga lo que sé que va a decir porque ya lo leí en los ojos.
—A ti.
"¡MALDITA SEA!"
—A mí, vale. Creo que te salteaste unos veinte años en la historia.
—No han pasado veinte años, Jonah, no estoy tan vieja.
—Yo sí —respondo, con el ceño más caído—. Envejecí siete vidas en una, y no tengo tiempo para que alguien que no quiso estar conmigo en el pasado, llegue de pronto a decir que me quiere en su vida ahora. De verdad que no tengo tiempo para estas cosas. ¿No ibas a casarte? ¿Y tu prometido? ¿Q...-? ¿P-...? —respiro, intentando contener los temblores de ira que comienzan a acumularse dentro de mi cuerpo y no me permiten hablar—. No entiendo qué buscas, ¿te llevó media vida darte cuenta que de pronto quieres estar conmigo? What the actual fuck.
—Evidentemente no voy a casarme, y luego del incidente en África fue... Bueno, no duramos mucho más tiempo juntos.
—Incidente, quieres decir que follamos.
—Sí... Y que le destrozaste la cara.
Sonrío, conteniendo el sonido detrás de aquel gesto. Sé que Samara intenta no reírse, pero acabamos haciéndolo al mismo tiempo y un escalofrío me recorre la espalda.
—Bueno, se lo merecía un poco —murmuro.
—Sabes que no.
—De cualquier modo... Aunque tú no estés con él, yo sí estoy con ella.
—Sí —responde, sin apartarme la mirada mucho más que para acomodarse el cabello—. ¿Qué vida puede aportarte una chiquilla de esa edad?
—¿Qué sabes?
—No, Jonah. De verdad, ¿cuántos años tiene? ¿Siquiera es legal? —¡Por supuesto que es legal! —contesto evidentemente ofendido. Las mentiras ya son tan transparentes como mis verdades—. Tiene veintiuno, es más que legal. Y no es de tu incumbencia el tipo de vida que llevemos.
—No tiene veintiuno —replica, riéndose entre dientes.
—Sí.
Hastiado, miro hacia delante y por el rabillo del ojo percibo que sigue riéndose en silencio.
—No, no tiene. Y en tal caso, tampoco se comporta como una.
Hago una pausa, con los dientes apretados y la cabeza a punto de explotar.
—Diecinueve —miento otra vez.
—Y cerca de los cuarenta, estás saliendo con una chiquilla de diecinueve años. ¡Jonah! Jesucristo, de verdad, ¿qué harás con una niña? ¿O si la niña tiene niños? ¿Serás el abuelo o serás el padre?
Cada una de sus preguntas se instalan en un oscuro sector de mi mente que antes estaba bloqueado, que pasaba desapercibida cualquier inseguridad de aquella índole. Pero no le falta razón, todas aquellas son preguntas válidas y las respuestas más que obvias. No quiero ver las respuestas, así como no quiero seguir escuchando sus preguntas.
—¿Qué mierda te importa? —mascullo al fin, volviendo a mirarla. Ahora mis expresiones son más serias—. ¿Qué más te da la edad que tenga mi novia o el tipo de vida que llevamos, o que vamos a llevar? Samara, lo nuestro terminó hace muchísimo tiempo. Y si quieres que sea aún más específico, por si la memoria te falla, terminamos como la mierda porque así lo quisiste.
—Jonah, me asusté...
—¡Me da igual!
El cambio en el ambiente es abrupto, los parques soleados y mágicos no van de la mano con mi brusquedad. Y no recibir lo mismo del otro lado, me deja petrificado. Acostumbrado a Dolores, a su lava, a nuestra manera de complementarnos, de explotar, la frialdad de Samara me impresiona. Su calma también.
—Lo siento, Jonah. Tienes toda la razón del mundo en que es una conversación que debimos tener hace muchísimo tiempo —añade. La miro desencajado, perdido en el tono suave de su voz y sin entender por qué demonios no está gritándome de regreso—. Pero no voy a mentirte ni a poner pretextos, en su momento no me pareció necesario tenerla y no... No consideré que quería volver a estar contigo; éramos tan, tan jóvenes. No consideré tampoco, en ese entonces, las cosas que considero ahora. Una vida adulta, compartida, hijos... Ya sabes, concretar tu vida con una persona.
El corazón se me rompe, se hincha, vuelve a desinflarse, late rápido, late lento. Está tan desesperado como las voces en mi cabeza. El veneno de Samara funciona, me duerme, me calma, me seda. Y sus palabras me hacen reflexionar, incluso considerar lo que de manera implícita me está proponiendo.
—Yo quería exactamente lo mismo cuando éramos "tan jóvenes", Samara —respondo, moviendo la cabeza—. No tengo la culpa que te haya llevado veinte años, o los que sean, llegar a la misma reflexión.
—Es cierto.
De nuevo me quedo con el ceño fruncido, esperando que arroje una cuota sarcástica, una carcajada desencajada o alguna inmadurez. Pero es una plática adulta, lo cual vuelve a dejarme la sensación de estar siendo muy infiel.
—No puedo ayudarte con lo que quieres —me obligo a decir. Y el hecho de hacer un esfuerzo sobrehumano en expulsar esas palabras por mi boca, me hace sentir peor por tener que hacerlo.
—Jonah... Solo piénsalo. No diría jamás que tomes una decisión apresurada, o que escojas tener una vida conmigo cuando, en general, aparentemente tienes la tuya. Pero tienes que saber, que tener en cuenta, que yo sí la quiero contigo. —Su mano se apoya en mi brazo para darme un ligero apretón, y la vida se me cae a los pies.
—No digas eso.
—¿Por qué? —susurra.
—Porque está mal en todo sentido.
—¿O porque tú también quieres una vida conmigo?
Silencio. Los pájaros siguen cantando, pero ahora la escena me parece más terrorífica que en un comienzo. Siento el teléfono vibrar en el bolsillo de mi pantalón y sé que es Lola, sin necesidad de ver la pantalla. Me pongo en pie, con el rostro algo enrojecido y las ideas colapsándome la razón.
—Te dije que no tenía tiempo, lo siento. De verdad tengo que irme.
—Jonah. —Samara se pone en pie, con una feminidad que me deja nulo y a Adriaan también—. Piénsalo, ¿vale? Por favor.
No tengo valor para responder, porque no sé qué puede salir de mi boca. La miro, simplemente, ahogado en su belleza y en lo que alguna vez anhelé con, literalmente, mi existencia. Ella aprieta los labios en una sonrisa muy suave, pequeña y algo acongojada. Se inclina a dejar un beso en la comisura de mis labios, pero los suyos son tan rellenos que abarcó parte de los míos. El nudo en la garganta me consume de pies a cabeza, y sé que ahora ni siquiera podré responder la llamada.
—Adiós —digo. Pero yo sé, y sé que ella sabe, que es un adiós temporal.
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Alguna vez pensaste que sos un bueno para nada?
Por qué crees que no servis para nada?
Por qué crees que te va mal en todo lo que haces incluso cuando lo haces con las mejores ganas?
Por qué crees que no podes llevarte bien y tener una relación fluida con cualquiera?
Por que crees que te cuesta sentir que encajas en donde estas?
Te tengo una respuesta-pregunta sorpresa: alguna vez te pusiste a pensar que quizás la respuesta a esas preguntas es que simplemente el lugar donde estás ahora no te ofrece las oportunidades para ser vos? que simplemente no tenes las oportunidades para explotar tus habilidades, en lo que sos bueno.
Quizás el lugar donde estás hoy no te esta dando las oportunidades que necesitas para dar lo mejor de vos. Puede que justo hoy donde estás, no encuentres soluciones a nada porque en realidad ese lugar no tiene nada para ofrecerte.
SI, hay lugares... y lugares...
No es que seas malo en todo lo que haces, es que simplemente aún no has encontrado el lugar indicado para descubrir tu potencial.
Y presta atención a esto que digo, porque puede ser que todo en lo que estas metido sea tóxico, sea malo, te llene de negatividad y sentimientos de angustia, inseguridad, sientas que no tenes certeza de nada, la ansiedad te debe estar pisando los talones y los nervios siguiéndote a todos lados... y puede que esto que te estoy diciendo te haga sentir un poco de esperanza (segui leyendo que te hablo de eso tambien).
Tras que te debe ser difícil encontrar trabajo, si encontras uno puede hasta que no encajes en ese.
Alguna vez te paso que tenes la mejor pre disposición para hacer bien todo, dar tu mejor esfuerzo, demostrar que sos capaz de hacer algo, tenes todas las buenas intenciones de llevarte bien con tus compañeros de trabajo y resulta que te encontras con gente que lo único que hace es impedirte a que logres todo eso? Bueno, no sos el único.
Pero te tengo una buena noticia: vos SI sos capaz de hacer BIEN todo eso que queres.
Vos SI sos capaz de dar tu mejor esfuerzo.
Vos si SOS capaz de hacer algo, lo que te propongas.
Vos SI que tenes potencial para hacer algo.
Y vos SI tenes buenas intenciones de hacer bien las cosas con los demás.
Sabes qué es lo que no tienen esas personas que vos si tenes? BUENA VOLUNTAD, buena actitud, y el saber tomar buenas decisiones. Porque tener buena actitud tambien es una decisión.
Yo digo que hay algo dentro nuestro que siempre nos empuja a hacer algo:
- Uno es el miedo
- Otro es la esperanza
- Otro son los sueños
Y pareciera que los tres juntos hasta hacen buen equipo.
Tenerle miedo a algo nos hace estar alerta. Tenerle miedo a algo nos hace ser precavidos, nos hace PENSAR CON ANTELACION, nos hace diseñar planes mentales para evitar el fracaso, o al menos no fracasar del todo.
Esta bien tener miedo, esta bien que nos tiemblen las patas cuando nos tenemos que enfrentar a algo… pero no te dejes manipular por tus propias emociones.
El miedo llama a nuestras inseguridades, nos empezamos a preguntar qué tan capaces somos de hacer algo sin fracasar. ¿Seré yo lo suficientemente bueno para hacer esto sin cometer errores. sin arruinarlo todo?
También nos hace hacer planes: y si me lanzo a hacer esto y cometo errores, ¿cuantos y cuáles podre cometer?, ¿Podría permitirme cometer solo 3 como máximo? Que margen de error tengo para cometer? , ¿Cuánto margen de error me permito yo tener?, si hago esto y no funciona al primer intento ¿cuántos intentos más me puedo permitir hacer hasta que salga? y ¿En cuanto tiempo?
Cuando al miedo y a las inseguridades le sigue la ansiedad… ahí parece que se nos colapsa la mente y el mundo, muchas veces la ansiedad no es fácil de controlar y los nervios nos terminan estropeando todos los planes.
Escuchá... muchas veces sucede que no es que cometemos errores porque nosotros mismos no somos capaces de hacer algo, si no que esos errores terminan sucediendo porque nuestra mente fue manipulada por los nervios previos a hacer algo… esos nervios hicieron temblar nuestra seguridad y confianza frente a algo, y fueron ellos quienes al final controlaron la situación… y por eso fallamos, porque perdimos el control de todo.
Muchas veces mientras hacemos algo que nos hace estar con miedo, o nos pone nerviosos, dejamos que nuestra mente se llene de preguntas e inseguridades MIENTRAS QUE deberíamos estar concentrados, enfocados, haciendo eso mismo que estamos haciendo en el preciso momento. Perdemos la concentración en el proceso, en la acción, perdemos de vista el objetivo y cometemos errores.
No debemos dejarnos manipular por nuestras emociones, debemos aprender a ser lo suficientemente fuertes para nosotros dominarlas nosotros a ellas.
Igualmente no me mal entiendas... está bien sentir. Está bien sentirse con miedo, nervioso, inseguro al hacer algo, porque como te decia anteriormente... eso es lo que nos hace estar alerta. Pero todo bajo su debido control.
Y una de las cosas mas importantes para encontrar paz con nosotros mismos es dejarnos y permitirnos sentir nuestro ser entero… hay que vibrar y hay que dejar que ese sentimiento se transforme en sensación, hasta que nos corra un escalofrio por todo el cuerpo.
Ahora yo te pregunto: ¿qué tan conectado estás con tus emociones?. y otra más dificil.. ¿qué tan buena comunicacion hay entre las emociones que siente tu corazón y las desiciones que toma tu cabeza?, ¿ quien controla a quien?
Acordate: las emociones controlan el corazón, no la cabeza.
El corazón nos guía por lo que sentimos, nos muestra un posible camino a elegir. Cuando soñamos con algo que nos gustaría hacer (o que nos gustaría que pase) nos sentimos bien, sentimos que aquello que hagamos, o aquel lugar donde estemos nos va a traer paz, nos va a traer felicidad, nos vamos a sentir realizados, ese sueño es tantisimo mejor a la realidad, que preferimos estar siempre soñando despiertos y decir “cuando tenga la oportunidad lo voy a hacer”.
Y esos sentimientos de paz y tranquilidad, se van a la cabeza a generar esperanza. Esperanza de que ALGUN DIA “cuando el MIEDO NO ME DOMINE”, voy a poder cumplir con todo lo que quiero hacer. ¿No pensaste asi alguna vez? entonces, ¿Ves como está todo conectado?
Y si, amigo mio...esa esperanza sí que está presente. La esperanza de que algún día eso que soñas VA a suceder… ¿y por qué crees que SI va a suceder?
Exacto, porque vos SI sos capaz de lograrlo.
Vos SI sos capaz de poner buena voluntad, vos SI sos capaz de dejar de pensar en el miedo que tenes al cambio y empezar a pensar en toda esa energía (motorcito de escalofrio) que te corre el cuerpo cuando pensas en vos mismo teniendo en tus manos eso que tanto deseas. Vos SI sos capaz de mover cielo y tierra para armar tu propio camino hacia tu propio exito, vos SI sos capaz de emprender tu propio camino, vos SI sos capaz de empezar a dominar tus demonios internos que te llenan de miedo y te frenan a agrandar tu espiritu de ganador, de ir por todo eso que queres tener en tu vida.
Y sabes por qué vos, y solamente vos sos capaz de todo eso? simplemente porque Vos hoy decidís tener esa buena voluntad.
Llenate de actitud, empoderate, que esa esperanza de que “algun dia lo vas a lograr” te domine el autoestima, DEJATE SER.
Retomo ahora un concepto de arriba:
Hay un dicho que dice que la esperanza es lo ultimo que se pierde
Alguna vez te encontraste en medio de una situación, intentando hacer algo por la decima cuarta vez sabiendo que las demás veces NO funciono pero que esa vez SI va a funcionar?
Bueno te tengo dos cosas:
1- Si repetís una acción muchas veces y no funciona, cambia tus métodos y tus resultados cambiarán
2- Puede que simplemente ese lugar donde estás, no sea el lugar donde vos encajes, donde puedas fluir.
Yo creo fehacientemente en que todo pasa por algo. Si deseas mucho algo, puede que la ley de atraccion de funcione y te llegue de sorpresa. Pero por favor, si esa ley de atraccion no te funciona como vos queres que te funcione... vas a tener que pensar en CREAR TUS PROPIAS OPORTUNIDADES.
todo funciona por ciclos, nosotros funcionamos por ciclos, el mundo entero funciona por ciclos, de energia que se mueve... que va y que viene. Y no, no estoy siendo fantasiosa... ¿te acordas en la escuela cuando te enseñaban que la celula funciona a partir de energia?, o por ejemplo, ¿qué es lo que hace que un auto se mueva? si, la nafta que le da energia, y VOS te tenes que llenar de energia que te haga mover, que te impulse a emprender tus propios logros.
Y volviendo a eso de los ciclos... nosotros vamos de una fase a otra, cambiamos de un estadio a otro sin nisiquiera notarlo… ¿no sentis que algo que paso hace 10 años parece que paso simplemente ayer? y sin embargo hoy no sos el mismo que hace 10 años atrás, ni tampoco el mundo donde vivis ahora es el mismo que hace 10 años atras. Cambiamos etapas.
Uno siempre trata de volver a donde fue feliz. Pero.. ¿no te paso que trataste de volver a ese lugar y simplemente nada funciona como funcionaba antes?, ¿Que no podes sentir las mismas buenas cosas que sentías en ese entonces?
Es simplemente porque ese ciclo ya terminó.
Y eso no esta mal.
Simplemente a veces no estamos preparados para aceptar que una etapa o un ciclo ya termino y que nada nunca volverá a ser como lo era… porque nadie, ni nosotros mismos, somos los que éramos en aquel entonces. Ese ciclo en su momento hizo que algo en nosotros cambiara, y nosotros en cierta parte hacemos que este ciclo de hoy sea lo que hoy mismo es.
Los momentos, las etapas, los ciclos y todo eso que forma parte de la vida misma, nos preparan para lo que esta por venir. Nos dejan algo, nos cambian algo, nos regalan cosas, nos empuja a otro lugar.
Las personas con las que nos cruzamos, los lugares que visitamos, los grupos a los que nos unimos, las veces que ayudamos a los demás. Todo eso nos deja una huella, nos deja una marca, y nos cambia, nos moldea.
Por más mal momento que hayas pasado, por más pésimo que te hayas sentido, o por mas bien que la hayas pasado… algo en vos ese momento dejó, una huella quedó marcada en vos.
No te encierres en ciclos tóxicos, no te dejes estancado a vos mismo en etapas que ya fueron, que ya pasaron y que no volveran a pasar. No te aferres a algo que ya no existe, porque no solo que eso no existe mas... si no que vos no sos el mismo que existia en aquel entonces.
Y acá conecto con todo lo que dije anteriormente: Es muy probable, que alguna situacion, o alguien, en algun momento te haya hecho creer de que sos un bueno para nada.
NO DEJES QUE ESE MAL MOMENTO DEFINA TU PROPIA PERCEPCION DE VOS MISMO. Que estes pasando por un momento malo, no quiere decir que todo en vos este mal.
Que UNA persona (o pequeño grupo de gente) te diga que estas haciendo algo mal, o que sos el mejor de todos haciendo algo, NO quiere decir que esa persona sea la dueña de la verdad y la realidad.
Vos elegis a quien escuchar, a quien creerle... vos elegis que pensamientos dejas guardados en tu mente para usarlos después..
No permitas jamás que algo temporal defina tu futuro, acordate que esa actitud a tomar otros caminos para obtener diferentes resultados la determinas vos.
No dejes que el miedo defina o limite tus opciones. La esperanza es la que empuja a tu mente a crear buenos planes para realizar, no dejes que los nervios traben tu esperanza... y por ende tu mente.
No dejes que esos malos amigos, o malos compañeros de trabajo, o mala gente que NO te conoce, que NO conoce el verdadero vos… te llene de inseguridades a ser y a hacer lo que vos queres. ELLOS NO VIVEN TU VIDA, y vos por suerte no vivis la de ellos. SOLO VOS sos el que elige en qué creer.
Vos sos el que tiene que elegir si creer en cosas que sabes que NO son verdad, o creer en lo que vos sí sabes que SENTIS que sos capaz de hacer. Confiá en tu intuicion y en tu espiritu, confia en que tenes potencial.
Ya va a llegar tu momento de brillar, mientras tanto segui puliendo tu ser.
Acordate, cuando alguien dude de vos, o cuando veas que alguien esta hablando a las espaldas de alguien, en vez de contestarle algo miralo a los ojos y deci esta frase en tu mente contestándole: “Lo que vos decis de Pedro, dice mas de vos, que de Pedro”.
y recorda siempre, pero siempre:
Vos NO sos un mal día que tuviste
Vos NO sos eso que las personas creen que sos
Vos NO sos eso que la gente dice que sos
Vos NO sos basura.
al contrario:
Vos SI sos capaz de dar tu mejor esfuerzo.
Vos si SOS capaz de hacer algo, lo que te propongas.
Vos SI que tenes potencial para hacer algo.
Vos le mostrás y compartis al mundo lo que vos decidís compartir. En vos queda la desicion de si vas a compartir tu mejor o peor versión de vos mismo.
Saludos.
Lara
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Heartstrings:
De Luque vs Luzuriaga.
Era el día de la comida entre la familia Luzuriaga y De Luque. Samuel y Noah la habían preparado con la intención de que Rubius y Auron comenzasen a llevarse bien.
Cuando la familia De Luque estaba en la puerta esperando a que les abriesen el portón, Vegetta puso una mano sobre el hombro de Samu.
— Va a ir bien, te lo prometo. — Besó la parte superior de la cabeza de este.
Samuel le sonrió cálidamente. Violett y Luca jugaban por el terreno. Tenían 10 y 13 años, Samuel 15. Cuando abrieron las puertas, se encontraron con el rostro de Luzu.
— ¡Bienvenidos! — Dijo antes de que Vegetta lo abrazase.
Tras entrar al terreno de la familia, se encontraron a Auron de pies junto a la entrada de la casa en sí. Rubius y el se quedaron frente a frente.
— Puerco. — Le dijo Auron.
— Calvo tóxico. — Respondió Rubius.
Los demás miembros presentes quedaron en silencio, hasta que Vegetta se echó a reír.
— Si es que quien nace tontito morirá tontito.
Entraron y vieron a Noah dar los últimos retoques a la mesa. A Samuel se le iluminaron los ojos, y al ver eso Rubius negó con la cabeza lentamente.
Samuel y Noah se saludaron a cierta distancia, permaneciendo a varios metros el uno del otro, por la presencia de sus familias.
Violett corrió a abrazar a Noah, quién la recibió sonriente con los ojos abiertos.
— ¡Hola! — Dijo Noah respondiendo al entusiasmo de la pequeña.
Luca ayudó a Luzu a colocar la comida mientras que Vegetta Violett y Noah reían ya sentados.
Samuel quedó entre Rubius y Auron. Se miraban fijamente, Rubén intentando no reírse.
— Si se casan yo te mato.
— Si se casan yo me mato, no te preocupes. — Le respondió Rubius, quitándole importancia.
Samuel se llevó la mano a la nuca, claramente incómodo.
— No pienso compartir nietos contigo, y menos que TU tengas que educarlos. — Dijo Auron con cara de asco.
Rubius comenzó a vacilarle.
— Si yo los educase por lo menos quedarían cuerdos. Tú siendo psicólogo y viendo cómo trataste a Lolo, matan a media población Karmaladiense.
Auron entrecerró los ojos.
— Por lo menos no se unirán a sectas religiosas satánicas.
Religiosas... ¿Satánicas? Pensaba Samuel.
— Oh vamos, eso fue hace mucho. — Rubius se encogió de hombros.
— Pues a mí me parece muy reciente, ya sabes, cuando me explotaste el culo con tus minas.
Rubius rió entre dientes.
— Pero no te preocupes, si tengo nietos, les enseñaré como destruir cosas moderadamente. — Dijo Rubius con tono bromista.
— Tu no sabes moderarte ni el desayuno cabrón. — Respondió Auron.
Los dos adultos se echaron a reír. Samuel arqueó las cejas casi asustado y se acercó a la mesa, sentándose justo enfrente de Noah.
Los dos adolescentes conectaron sus miradas. Noah le sonrió y después bajó la mirada a su plato de nuevo.
Cuando todos se sentaron en la mesa, Rubius y su familia comenzaron a bendecir la mesa.
Auron se cruzó de brazos, y Luzu le dió un codazo para que empezase a hacerlo también.
— Yo no hago estás mierdas.
Rubius levantó la cabeza.
— ¿Perdona que has dicho calvo?
Vegetta se llevó las manos a la frente.
— En mi casa se le reza a esto. — Dijo Auron subiendo a Frederick a su regazo.
— Yo no me pongo de rodillas por unos pollos.
— Pero si por unas poll- — Antes de que Auron fuese a terminar su broma, Luzu le estiró de la oreja, causando que gritase.
Rubius se echó a reír descontroladamente.
— Como niños. — Murmuró Vegetta.
Samuel y Noah volvieron a mirarse. En la cara de Noah se veía angustia y nerviosismo, pero la sonrisa de Samuel relajó todos sus músculos, como si ese gesto hubiese eliminado todo el estrés que sentía.
— Bueno, ¿Que tal alcaldía? — Le pregunto Luca a Luzu, intentando relajar el ambiente.
— Bastante bien, el otro día reparamos la ventana rota que alguien hecho de sopa de veneno rompió.
Rubius y Samuel se miraron mutuamente, sabiendo que fueron ellos haciendo el retrasado por el pueblo.
Vegetta los pilló y negó con la cabeza, desesperado.
— Pues aquí solo hay alguien así. — Dijo Auron, señalando a Rubius con la cuchara.
— ¿Me estas acusando con una cuchara? ¿Manchada de tus babas? Eso no tiene validez legal desgraciado.
— Soy el juez.
— Eso no te da derecho-
— Denegado.
Rubius suspiró hondo, la frustración escrita en letra mayúscula en su frente.
— Denegame esta. — Dijo tirándole una manzana que había en la mesa a la cara a Auron.
Este la esquivó de milagro y le tiró un aguacate a la cara.
Rubius se levantó y le tiró el puchero de sopa. Este manchó a Vegetta, Samuel y Violett.
Auron respondió lanzándole la vajilla modo disco volador. Rubius los esquivaba, haciendo que se estrellasen contra la pared.
— ¡Calvo, feo y tóxico! — Le gritaba Rubius tirándole trozos de pan a los ojos.
— Te voy a meter tal puñetazo que no me vas a pedir otro, ¡Porque vas a estar muerto!
Noah se puso de pies y golpeó la mesa de tal manera que todo el comedor cayó en silencio. Rubius dejó caer la armadura que le iba a tirar a Auron al suelo.
— ¡Una comida! ¡Sólo pedíamos una comida! Y ni eso nos habéis dado, pero luego pretendéis ir de buenos padres. Unos buenos padres dejarían de lado sus diferencias por hacer felices a sus hijos. Pero se ve que no sois capaces de hacer eso. — Dijo Noah mirando a Auron y a Rubius. Vegetta se giró para mirarlos, sacandoles el dedo corazón a los dos.
— Noah -— Comenzó a decir Auron con cara de arrepentimiento, pero Noah lo cortó levantando la mano. Salió al patio trasero, seguido por Samuel.
Luzu se levantó.
— Sois un par de estúpidos potenciales.
— Efectivamente. — Comentó Luca, ganándose una mirada fulminante de Rubius.
En el patio trasero, Noah daba vueltas. La ansiedad lo invadía poco a poco, sabiendo que nunca podría estar con Samu por esta clase de cosas.
— Hey, tranquilo. Son idiotas pero no lo hacen en serio. — Dijo Samuel sonriendo.
— ¿Y qué? ¿Vamos a pasarnos la vida así? No thank you.
Samuel puso sus manos sobre las mejillas de Noah.
— Mi vida la quiero pasar contigo, con padres idiotas o no. Y me da igual si tengo que aguantar todos los domingos a nuestros padres gritandose mutuamente, porque se que vas a estar conmigo.
El rostro de Noah se endulzó, rodeó la cintura de Samuel con sus manos y lo besó suavemente, saboreando el momento.
Desde la cristalera, Vegetta y Luzu chocaban los cinco. Luca seguía comiendo. Auron y Rubius vieron como sus hijos se besaban.
— Pues nada consuegro. — Dijo Rubius poniendo una mano sobre el hombro de Auron.
— ¿Te apetece explotar algo? — Dijo Auron, Rubius aceptó.
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Hush, Hush - Capítulo 6
La tarde transcurría de lo más brutal.
Si fuese humano, y estos fuesen capaces de morir de aburrimiento, oficialmente habría muerto en un par de horas.
La mañana con Nora en el instituto me había dejado algo pensativo.
¿Por qué pensaba que no éramos compatibles? Supuse que al mirarla y describir las cualidades que busco en una compañera, se habría dado cuenta que hablaba de ella. ¿Acaso lo ignoraba? ¿Me ignoraba ella a mí? ¿Por qué no podía yo ignorarla a ella?
Maldición.
¿Por qué no podía sacármela de la cabeza? Desde que coqueteamos en aquel restaurante, la primera vez que la vi… ¡Mierda! Me había atraído. Me atrae. Siempre lo ha hecho, pero ¿qué pasa con eso? Todas las mujeres me atraen, ¿Qué puede tener ella de especial?
Suspiré frustrado, mientras observaba el techo de mi habitación.
Mi teléfono sonó con una llamada entrante, y por una fracción de segundo, quise que fuera ella. Pero no, por supuesto. No era Nora.
― ¿Qué pasa, Frank? ―contesté.
― ¿Qué pasa? ¡Como me preguntas qué carajos pasa! ¿Por qué no has venido a trabajar? ¡Te he salvado el culo muchas veces! ¡Me debes un millón de favores! Más te vale presentarte hoy, porque no voy a volver a salvarte el culo, Cipriano―gruñó.
―Veré que puedo hacer―dije, y colgué.
Me revolví en mi cama, y continué con mi tranquila inspección al techo. ¿Trabajar? ¿Para qué seguir trabajando en el Borderline? Desde que había entrado a jugar en Bo., no me hacía falta ningún trabajo. En una noche en el billar ganaba lo que podría ganar en dos meses en el Borderline.
Pero ni siquiera apostando podía dejar de pensar en Nora, y la verdad es que necesitaba sacármela de la cabeza.
A la mierda todo, pensé.
Me saqué los pantalones de una patada, y arrojé la camisa al suelo. Entré a darme una ducha y despejé un poco mi mente.
Mientras el agua caía sobre mi cuerpo, sentí un torbellino explotar en mi cabeza. El momento en el que Nora me preguntó si la estaba siguiendo… Aquellos nervios… No se refería al hecho de que estaba en la biblioteca… O bueno, tal vez sí, pero no era solamente eso. Ella sabía, sentía que algo iba tras ella, algo peligroso. Me contuve de darle un golpe a la pared y me maldije por ser tan imbécil. Debería haber intuido lo que estaba pasando, debería haber entrado en su mente y descubrir sus pensamientos, ¡debería haber prestado más atención, joder! Tenía que descubrir quien la seguía, y que quería de ella. Y lo sabría, por supuesto que lo sabría.
Al salir, me coloqué una camiseta negra y un par de jeans ajustados, negros también. Me calcé mis botas negras de nuevo, y tomé las llaves de mi Ducati para ir a mi tan aborrecido trabajo.
Salí de mi casa pensando en Nora, por supuesto. Y entonces recordé lo que me había contado Rixon. ¿Quiénes podrían ser? Fue entonces cuando una revelación se abrió paso en mi cabeza. ¿Dónde estaba Chauncey? La última vez que lo vi, en el último Jeshván, estaba en Francia. ¿Sería posible que ya hubiese descubierto el paradero de su descendiente, y supiera el poder que tenía ella? Si no era Chauncey… ¿Quién más? Y si fuera Chauncey… Tenía que saber que por las venas de Nora corría el poder de hacerme humano, y acabar con él para siempre. A menos, claro, que la matara él primero. No. Si se atrevía a colocarle las manos encima a Nora… lo mataría. Me importaba una mierda quedarme sin Nefilim que poseer, fácilmente podría hacerme con otro. Pero no iba a dejar que la tocara, nadie puede tocarla.
Nadie toca lo que es mío.
Es mía.
Pero, ¿Qué mierdas estás pensando Jev? Esa chica no es tuya, así que deja de pensar en ella como si lo fuera.
Aunque tal vez lo era, ¿No? Después de todo, iba a volverme humano por un sacrificio que haría ella. Ya investigaría sobre Chauncey más adelante…
Llegué al Borderline justo cuando Frank me llamaba por centésima vez. ¿Qué no podía esperar?
―Maldita sea, Patch, contéstame―susurró, mientras marcaba el número de nuevo.
Bueno, no me había visto.
―No quiero―le dije.
Se sobresaltó, y se giró para encararme.
―Oh, te dignaste a trabajar. Genial. Ten―dijo, entregándome un delantal―Atiende las mesas. O haz lo que se te dé la gana, pero haz algo, por favor.
Y entró.
Yo lo seguí de mala gana, mientras me colocaba el delantal. Atendí un par de mesas que estaban ocupadas, y fui a la barra a entregar el pedido. Odiaba esto.
Entregué los pedidos, y fui a otra mesa desocupada que estaba asquerosamente sucia. Cogí un paño y comencé a limpiarla, enojado porque las personas pudieran causar tantos desastres.
Entonces la sentí.
Supe que era ella antes de verla, pero igual me sorprendí al girarme y verla sentada en una de las mesas del fondo.
Mi pulso se aceleró ridículamente.
Antes de saber lo que estaba haciendo, me encontré caminando en su dirección. Contuve la risa al ver que estaba en un apuro. Al parecer, no quería hablar conmigo. Lástima, porque yo si quería hablar con ella.
―Vaya, vaya. ¿No tienes bastante con verme cinco días a la semana? ¿También te apetece por la noche? ―pregunté, al llegar a su lado.
―Lamento esta desafortunada coincidencia.
Me senté en el sitio de Vee, Apoyé los brazos en la mesa y cogí su vaso, haciéndolo girar entre mis manos. Mierda, esperaba que no notara que estaba nervioso.
―Ese asiento está ocupado―dijo ella. La ignoré. ¿Cómo se lo pedía? ― ¿No deberías estar trabajando en lugar de confraternizar con los clientes?
Sonreí. Bueno, después de todo, siempre se me ocurría algo.
― ¿Qué haces el domingo por la noche? ―pregunté.
Resopló. ¿Por qué lo hacía?
― ¿Me estás invitando a salir?
―Te estás volviendo una engreída. Eso me gusta, Ángel.
Me encantaba, en realidad. Pero no llegaría a admitir eso.
―Lo que a ti te guste me trae sin cuidado. No pienso salir contigo. Ni una cita. Y menos a solas. ―Se ruborizó levemente, y quise saber qué pensaba. Pero no me atreví a preguntarlo― Un momento, ¿acabas de llamarme "Ángel"?
―Ajá.
―Pues no me gusta.
Sonreí con todas mis ganas. Definitivamente, ella tenía algo.
―Pues así se queda, ángel.
Mis ojos se desviaron a, como siempre, sus labios, y me di cuenta.
Esto tenía que ser obra de Vee, por supuesto. Nora casi nunca usaba maquillaje.
Me incliné sobre la mesa, frotando sus labios con mi pulgar para retirarle esa cosa pegajosa de los labios. Mucho mejor.
Noté la exquisita suavidad de sus labios, y por milésima vez, me imaginé besándola.
―Así está mejor. ―dije, con la voz entrecortada, supongo que no se dio cuenta.
Agitó su cabello, tratando de fingir indiferencia. Pero noté, que tal y como a mí, mi roce le había afectado.
―En cualquier caso, no me dejan salir por las noches si al día siguiente tengo clase―dijo.
―Qué pena. Hay una fiesta en la costa, pensé que podíamos ir. ―dije, aunque era mentira, por supuesto. Supuse que al imaginar estar rodeada de otras cientos de personas, aceptaría.
Bajó la mirada y tomó un poco de agua. Estaba nerviosa, lo sabía, porque bostezó, y jamás había visto un bostezo tan falso.
―Bueno, como te he dicho, tengo clase al día siguiente. Y si tanto te interesa esa fiesta, te aseguro que no iré―dijo. ―En cualquier caso, ¿Por qué me invitas a mí?
Bien, lo de la fiesta no había funcionado.
―Quiero estar a solas contigo―dije, y no podía ser más cierto.
Pude ver su sorpresa.
―Escucha, Patch, no quiero ser grosera pero…
―Sí, ya lo veo.
― ¡Bueno, tú empezaste! No puedo ir a esa fiesta. Fin de la historia.
― ¿Por qué tienes clase al día siguiente o porque te da miedo estar a solas conmigo?
―Las dos cosas.
¡Bingo! Había confesado.
― ¿Te dan miedo todos los chicos… o solo yo?
Me puso los ojos en blanco. Contuve una risa.
― ¿Te hago sentir incómoda?
Me miró fijamente unos segundos, y luego parpadeo ligeramente confundida.
―Lo siento, ¿De qué estábamos hablando?
―De ti.
― ¿De mi?
―De tu vida personal.
Rió, y me encantó ese sonido.
―Si esto tiene que ver conmigo… y el sexo opuesto… Vee ya me ha soltado ese rollo. No necesito oírlo dos veces.
― ¿Y qué dice la sabia Vee?
―No entiendo por qué estas tan interesado.
Bueno, yo tampoco lo entendía al fin y al cabo, pero contesté con la verdad:
― ¿Interesado? Estamos hablando de ti, estoy fascinado.
Sonreí.
Ella se puso aún más nerviosa, y su rubor se intensificó.
―Creo que deberías regresar al trabajo―dijo.
― ¿sabes? Me gusta pensar que no hay un solo chico en el instituto que esté a la altura de tus expectativas.
―Olvidaba que eres un experto en mis supuestas expectativas―se mofó.
La miré fijamente unos segundos.
―No eres muy reservada, Nora. Ni tímida. Solo necesitas una buena razón para esforzarte por conocer a alguien.
―No quiero hablar más sobre mí.
―Crees saber todo de todo el mundo.
―Eso no es cierto―se defendió. ―Por ejemplo, no sé mucho acerca de ti.
―Porque no estás dispuesta a conocerme.
Y de pronto eso me molestó. ¿Por qué ella era así? ¿Qué la hacía tan diferente a las demás?
―He husmeado en tu archivo de estudiante.
Mierda.
―Estoy seguro de que eso es ilegal―dije, ocultando mi irritación.
―Tu carpeta estaba vacía. No tenía nada, ni tarjeta de vacunación.
― ¿Me estás diciendo que temes que te contagie de algo?
―Te estoy diciendo que te veo venir y quiero que lo sepas. No has engañado a todo el mundo. Voy a averiguar que tramas y te dejaré al desnudo.
Sus palabras crearon imágenes en mi cabeza.
―Es lo que más deseo.
Volvió a ruborizarse.
―Hay viene Vee. Tienes que irte.
Me quede observándola fijamente, descifrándola.
― ¿Por qué me miras así?
―No eres para nada lo que esperaba.
―Ni tú―replicó. ―eres peor.
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Videotutoriales, tú también puedes
Desde cómo hacer una decoración para tu árbol de Navidad, pasando por cómo quitar cualquier tipo de manchas en tu prenda favorita, hasta cómo construir una piscina con herramientas prehistóricas en plena naturaleza. Los videoturoriales nos llegan sobre cualquier tema y en multitud de formatos. En algunos podemos ver a la persona que realiza la tarea explicando a su audiencia cómo realiza cada acción paso a paso, en otros podemos contemplar la escena desde fuera, acompañada de una música agradable y a veces, si la tarea a realizar es demasiado larga o muy ardua, con un montaje interesante. También podemos encontrar tutoriales en los que sólo vemos las manos de quien realiza la acción y una explicación en los subtítulos de los pasos a seguir.
Las combinaciones que podemos encontrar a la hora de visualizar un videotutorial son múltiples y variadas, pero todos responden a una misma pregunta: ‘¿Cómo hago eso?’
Tú también puedes
Es posible que te hayas planteado más de una vez el hacer vídeos para redes sociales, pero tal vez pienses que no sabes suficiente, o que no eres lo suficientemente bueno.
En realidad, si lo piensas bien, seguro que hay un tema del que sí sabes mucho, porque te gusta o porque te interesa. Tal vez le has dedicado gran parte de tu vida a un hobby en concreto, o tienes una habilidad que sabes cómo explotar. Desde la cocina a las manualidades, pasando por el dibujo, el baile, el maquillaje, el upcycling… Tan sólo encuentra aquello que realmente se te da bien y piensa en la mejor forma de enseñarlo al mundo.
Elige el formato
Una vez sepas qué es lo que quieres enseñar en tu tutorial, es el momento de elegir cómo quieres enseñarlo al mundo. Es evidente que dependiendo de lo que vayas a enseñar a hacer tendrás ciertas limitaciones. Por ejemplo, no puedes enseñar a bailar y no mostrar tu cuerpo entero, aunque si podrías optar por hablar a cámara o utilizar los subtítulos. En cambio si lo que deseas enseñar es a tocar la guitarra no será imprescindible que se te vea la cara, y enseñar primeros planos de los dedos puede ser muy interesante.
Si tu vídeo es de cocina, deberás elegir la forma de presentar los alimentos,si deseas ir contando la receta mientras la cocinas o si prefieres hacer un vídeo rápido con la receta impresa en pantalla. Por supuesto la primera opción es más personal, pero piensa que deberás tener un guión para los espacios ‘vacíos’, en los que puedes hablar de cosas más allá de la cocina. También puedes aprovechar para contar experiencias con utensilios de cocina o recuerdos que te traiga esa receta. Si optas por el modo rápido, debes dar prioridad a la edición y a que el vídeo quede bonito, casi como un vídeoclip.
Estos son tan solo algunos ejemplos, para que veas que la temática que escojas será esencial a la hora de definir el formato de tus tutoriales, pero a pesar de ello, existe un margen para la creatividad bastante elevado. En ese aspecto es importante que sepas que cuanto mayor sea tu nivel técnico utilizando herramientas de grabación, edición y postproducción, más ámplio será tu abanico de posibilidades creativas.
Elige la plataforma
Hasta hace poco Youtube era la plataforma estrella en la que colgar los videotutoriales (y todo tipo de vídeos), y aunque existen muchas otras, el hecho de hacer un vídeo para Youtube o Vimeo no influía demasiado en la forma en que se planteaba dicho vídeo...Hasta que llegó Tik Tok. Con Tik Tok los vídeos se han hecho cortos, mucho más cortos, y aunque parezca imposible, sí, existen videoturoriales en ese formato, la mayoría en ‘partes’ y algunos sublimemente resumidos. Tik Tok además ofrece casi todas las herramientas de edición y producción que puedas necesitar, aunque no son tan fáciles de utilizar como pueda parecer en un principio. Si tienes claro que esa va a ser tu plataforma, debes convertirte en el rey, o la reina, de la concisión y del cliffhanger. Si prefieres tener algo más de tiempo, Youtube sigue estando ahí.
Sea como sea, informate bien de todas las posibilidades antes de apostar por una plataforma u otra, los públicos a los que pretendes llegar y lo que quieres mostrar. Todo ello te dará una idea de cómo enfocar tus vídeos y de un buen estudio previo puede depender el éxito o el fracaso de tu aportación al mundo.
Algunos consejos importantes
No es necesario que plantees tus vídeos como una gran superproducción de Hollywood, ni que te compres una dolly o que alquiles un set de rodaje, pero sí que debes tener en cuenta algunas cosas para que tus vídeos tengan un mínimo de calidad y que la gente no deje de verlos por lo mal grabados que están. Recuerda que lo importante es destacar tu habilidad y enseñar a la gente cómo haces eso que tú sabes hacer y ellos no.
● No necesitas una cámara de vídeo profesional, aunque si la tienes, bienvenida. Los smartphones actuales tienen en la mayoría de los casos suficiente calidad para hacer un vídeo más que decente si la iluminación es buena. Investiga sobre qué apps pueden ayudarte a hacer videos mejores: filtros, slowmotion, hyperlapse, timelapse… Son conceptos a tener en cuenta para tus vídeos y que puedes grabar con diferentes apps.
● Aunque es posible editar con tu teléfono móvil, siempre es mejor aprender a hacerlo desde el ordenador, el resultado suele ser más profesional y preciso, y a la larga se hace más cómodo, ya que se ve mejor la pantalla por el hecho de ser más grande. Es algo obvio, sólo por eso la precisión puede ser mucho más alta. De todos modos, hay auténticas obras de arte editadas desde smartphones.
● La iluminación es importantísima, si es necesario, invierte en ella. Dependiendo de lo que vayas a mostrar necesitarás un tipo de iluminación u otro, pero desde luego, es algo esencial en la calidad final del vídeo, incluso más que la propia cámara.
● Haz un guión. Aunque no escribas palabra por palabra lo que vas a decir o hacer, un guión te facilitará mucho las cosas, le dará dinamismo a tu vídeo y evitará errores. A la larga trabajarás menos haciendo el guión que improvisando, ya que si improvisas tal vez tengas que repetir varias veces más de lo que esperabas…
● Si vas a utilizar tu propia voz, utiliza micrófono. Y piensa que el audio también tendrás que editarlo si quieres que de verdad suene bien.
● Recuerda que existen los derechos de autor. No, no puedes usar cualquier canción que te plazca en tu vídeo, o reproducir trozos de película. Y si utilizas música con licencia CC, recuerda dar crédito al autor. Es importante que tengas en cuenta estas cosas porque si algún día te conviertes en un famoso creador de contenidos también desearás que se te dé crédito por ellos.
● Relájate y disfruta. Estás haciendo algo que te gusta y porque quieres. No le debes nada a nadie y si lo haces lo mejor posible es, sobre todo, por ti mismo. Tal vez tu videotutorial arrase y guste muchísimo. Tal vez pase desapercibido. Tal vez alguien lo descubra dentro de 5 años y se haga viral… Pase lo que pase siéntete orgulloso porque diste lo mejor de ti enseñando al mundo eso que tan bien sabes hacer, y eso siempre es positivo.
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Demoniaco★Maestros sádicos~¿Un sueño o el presente?~
*suena la campana de la escuela y tocas una puerta*
Carla: Entra.
*entras*
Carla: Buen trabajo al venir, manzana podrida. Siéntate allí, date prisa *te sientas*. Sabes porque fuiste llamada a este lugar, ¿no? Oh, ¿no lo sabes? Esa es una respuesta inesperada. Según he escuchado has estado seduciendo a los chicos de la escuela y los has corrompido. No te hagas la tonta.
Laito: Bueno profesor Carla, si le pone una cara tan tétrica a la estudiante, no, a esta bitch-chan no podrá ni si quiera confesar si es culpable o no.
Azusa: Eva... sé sincera conmigo... No voy a enojarme...
Kou: No gatita masoquista, si vas a hablar de eso con alguien entonces mejor d��selo al profesor Kou, no te haré nada malo.
Shu: Que fastidio, nada de si va a confesar o no, el que estemos todos nosotros aquí reunidos significa que ella ya no tiene excusas.
Subaru: Sí, rayos, que fastidio. Entonces empecemos de una vez.
Carla: ¿Qué va a empezar? Pensar que no sabes ni si quiera eso, es obvio que tu reprimenda.
Kou: Así es, una reprimenda, a los alumnos que corrompen el ambiente hay que darles un castigo, digo una reprimenda, es la regla número seiscientos sesenta y seis de la escuela diabolik.
Shu: En resumen, puede que no seas consciente, pero vas a recibir distintas reprimendas por parte de nosotros por haber cometido el pecado de haber engatusando a los alumnos *bosteza*.
Azusa: Eva... ¿tienes miedo? Tienes piel de gallina... Tranquila... me tienes a tu lado.
Subaru: ¡Eso da miedo!
Kou: Eres muy amable profesor Subaru~.
Subaru: N-no soy amable, solo lo dije porque Azusa es algo tétrico, y-yo...
Carla: Eso da igual, empecemos de una vez, ¿quién partirá?
Shu: Empezaré yo si el orden no está decidido, quiero acabar con las cosas molestas de una vez.
Carla: Entonces empieza.
Shu: Ah... me molesta que me des ordenes, pero da igual. Además tu misma tienes un problema por seducir a los hombres. ¿Qué pasa con esos ojos? ¿Acaso quieres decir algo? En primera instancia, tu olor atrae a los hombres. ¿No te das cuenta por ti misma? Tienes un aroma increíble, ¿no lo notas? Sin duda este aroma seduce a los hombres de esta escuela, seduce a los vampiros. Puede que pienses que es algo inevitable, pero yo conozco un método para que puedas controlar este aroma.
Shu (4:28): ¿Quieres saber cómo? Je, así que quieres saberlo, y yo que pensaba que te hacía feliz ser rodeada y deseada por los hombres, que inesperado. Bueno, si tanto insistes entonces puedo enseñartela. ¿Entonces? ¿En serio quieres saberlo? Ya veo, entonces muéstrame tu determinación. Tú deberías pensar en que hacer para convencerme. Esa cara, solo me dan ganas de hacerte llorar así que detente. Es un mal hábito tuyo el querer depender de otros cuando estás en problemas.
Shu (5:31): Je, ¿aún en este punto no sabes qué hacer? En verdad eres tonta. No tengo elección, voy a darte instrucciones. Primero desnúdate y siéntate allí. Kou: ¡Espera! ¡Espera! ¡¡Espera!! Profesor Shu, ¿qué clase de enseñanza es esta?
Shu: ¿No es obvio? Es una enseñanza de salud y de educación física. Kou: No puedes hacer eso.
Shu: Si puedo, la solución más rápida es enseñarle a dejar de emanar feromonas para que no alteren el ambiente. Si tienes una mejor idea entonces puedes cambiar de lugar conmigo, esto ya está empezando a ser un fastidio... *se duerme*
Kou: ¡Se durmió muy rápido!
Azusa: ¿Qué vas a hacer Kou? Ahora... el profesor Shu... no despertará... Laito: Así es, asume la responsabilidad y ahora tú enséñale algo.
Kou: Tch, está bien. Entonces yo te enseñaré que debes hacer para evitar que unos vampiros desconocidos se vean cautivados por ti. Primero, esto es importante, tú primero debes ser consciente de que eres una existencia que engatusa a los vampiros. Debes ser consciente y aprender a controlarlo, como yo. Puede que la solución que dio el profesor Shu sea efectiva, pero esta es mucho más rápida. Primero debes acercarte a los vampiros que están cautivados por ti y hacer que entiendan el ritmo al que vas. ''Oye, yo te gusto, ¿no? Lo sé con solo verte, siempre me estás viendo, además tus ojos están brillando, ¿qué quieres que te haga? Dime. ¿Quieres que te bese? Vaya, así que era eso, es una petición sencilla'' *va a besarte*.
Laito: ¡...! *golpea a Kou*
Kou: ¡Agh!
Azusa: ¡¿Laito-san?!
Laito: Ah, perdón es solo que me enojé mucho y antes de darme cuenta lo golpeé.
Kou: ¡¡Laito tú--!!
Laito: ¡Ah! Que miedo, el profesor idol Kou tiene la cara de un ogro.
Carla: Ya fue suficiente. Kou Mukami, ¿qué fue eso?
Kou: Aunque me lo preguntes... En resumen le estaba enseñando que si de a poco iba satisfaciendo la codicia de esos chicos dándoles recompensas evitaría que ellos luego la metieran en alguna situación extraña.
Subaru: ¡¿Ah?! ¡¿Qué rayos?!
Kou: ¡Era una perfecta lección de economía! No quiero que el cabeza de músculo de Subaru-kun sea quién me reproche.
Subaru: ¿C-cabeza de músculo? ¿Acaso quieres pelear?
Carla: Subaru Sakamaki, en vez de malgastar tus fuerzas con Kou úsalas para la próxima enseñanza, es tu turno.
Subaru: Tch, entendido, solo debo hacerlo, ¿no? Por cierto, esto pasa porque haces cosas sin sentido, ¿ah? Voy a enseñarte a como no volver a permitir que esto vuelva a ocurrir. Escucha, si seduces sin darte cuenta a un vampiro que no conoces entonces encuéntralo a él primero y haz esto *golpea la pared*. Incluso si tienes un buen aroma una vez que vean que tienes fuerza física no vendrán a atacarte. Para practicar intenta lanzarle un puñetazo al tipo del sombrero.
Laito: ¿Eh? ¿A-a mí? Subaru: Yo lo sé, que cada día este tipo te molesta. Yo te sostendré desde atrás y te enseñaré como dar un buen puñetazo. Déjalo en mis manos, no te haré nada malo. Si solo lanzas un puñetazo y ya no tendrá mucho impacto, tienes que usar la fuerza de todo tu cuerpo, de esta forma *golpeas a Laito*
Laito: ¡Agh!
Subaru: Una vez más. Usa todo tu cuerpo. *golpeas a Laito de nuevo*
Laito: ¡¡Ugh!!
Subaru: ¿Qué tal? Ya aprendiste como, ¿no? Si golpeas al otro de esta forma podrás arreglártelas por tu cuenta, aunque si en verdad te encuentras en problemas me tendrás a mí. N-no, no lo hago por tu bien, es que... es eso, sería un problema que la escuela siga corrompiéndose, ¿no? De todos modos, ¿lo entendiste?
Azusa: No... esto no está bien...
Carla: Azusa, si no estás de acuerdo con esto, ¿entonces que solución se te ocurre?
Subaru: ¿Hay alguna otra solución a parte de la fuerza bruta?
Azusa: La hay... Eva... esta vez yo... te enseñaré.
Subaru: Tch.
Laito: Por cierto... ¡Eso fue cruel! ¡¡¿Qué iban a hacer si me terminaban torciendo la nariz?!!
Subaru: Que fastidio, cállate y mira como el actúa.
Azusa: Eva... eres una mujer pecaminosa... sin saberlo seduces a los vampiros... ¿no es verdad? Pero... basado en mi experiencia... sé que lo mejor... es asustar al otro... Una vez que sepan que das miedo... por más encantadora que seas... esas personas... no volverán a acercarse... Intenta colocarte tras uno... y susurrarle al oído... algo tétrico... de esta forma.
Azusa (13:35): ''Oye... ¿te gusta... el dolor? Te gusta, ¿no? Ya que... así puedes verificar que estás vivo... El dolor... me dice mi razón de vivir... A ti también, ¿verdad? Ya que tú... eres yo... y yo soy tú... ya que somos parecidos.''
Kou: Azusa-kun, eres consciente de que das miedo...
Subaru: Opino lo mismo, extrañamente estamos de acuerdo en algo.
Azusa: ¿Qué tal? Así... ya no habrán vampiros... que se te acerquen...
Laito: Tsk, tsk, que ingenuos son todos ustedes.
Azusa: Laito-san... ¿entonces... que otra solución... se te ocurre? Laito: Parece que al fin llegó el turno de Laito-kun, lo mejor llega al final supongo. Fufufu. Bitch-chan, siendo sinceros todas las soluciones anteriores eran i-nú-ti-les~. Solo piénsalo, los que te persiguen son como bestias hambrientas que han perdido el razonamiento, aunque intentaras seducirlas, golpearlas o asustarlas...
Shu: En resumen mi método era el mejor.
Laito: Shu, ¿cuando despertaste?
Shu: *Bostezo* Recién.
Laito: Bueno, es cierto que el método de Shu no era malo, pero el mío es el mejor. Oye, puede ser repentino, pero bitch-chan, ¿qué opinas sobre desobedecer a la naturaleza? Así es, es extraño, ¿no? En resumen, esto es lo mejor, no debes desobedecer a la naturaleza *te muerde*.
Kou: ¡O-oye!
Subaru: ¡Laito! ¡Maldito!
Shu: Ah... Ya me imaginaba que pasaría esto.
Azusa: No le hagas eso... a mi Eva.
*sonido de algo rompiéndose*
Kou: C-creo que escuché algo romperse...
Carla: *furioso*
Kou: ¡¿Eh?! ¡¡El profesor Carla está--!!
Carla: ¡Laito Sakamaki!
Subaru: ¡¡Está furioso!!
Carla: ¡¡TÚ!!
Laito: ¿Q-qué? ¿P-por qué de repente? ¡¡...!!
Carla: Pensar que harías algo tan inapropiado en nuestra escuela. ¡¿Qué crees que estás haciendo?!
Laito: ¡¡Aaaaah!! *se desmaya*
Azusa: E-es inútil... El poder de su ira... es tan grande... que no puedo acercármele.
Subaru: Tch, oye, suéltalo-- *Carla produce una explosión y sale volando* ¡¡Uaaah...!!
Carla: Mujer, ¿quién te dio permiso de ceder tu cuerpo? ¡Habla! Si no lo dices entonces te castigaré, tú eres pertenencia de un orgulloso fundador, eres mía *muerde*. Aún no basta *muerde*.
Kou: E-el fundador está succionando... ¡No es momento de quedarnos viendo! ¡A este paso tanto ella como nosotros moriremos!
Shu: Que fastidio... de todas formas en esta situación en vez de huir-- Azusa, ¿qué es eso?
Azusa: Es una... bomba... con la que planeaba jugar... probándola en mí... La saqué... ya que se encendió...
Shu: ¡¿Ah?! ¡No fastidies!
Azusa: ¿Qué... debería hacer?
Kou: ¡¿Qué deberías hacer?! ¡D-de momento arrojasela al profesor Carla! ¡De prisa!
Azusa: *la arroja*
Kou: ¡¡¡VA A EXPLOTAR!!! *huye junto a Azusa y Shu*
Carla: ¿Uhm? *la bomba explota*
*suena la campana de la escuela y despiertas*
Azusa: Eva... ¿despertaste? ¿Eh? Estamos... en la biblioteca... de la escuela... Parecías dormir... plácidamente...
Laito: ¿Oh~? ¿Qué pasa bitch-chan? Estás cubierta de sudor. ¿Acaso tuviste algún sueño pervertido?
Subaru: Tch, no digas cosas desagradables.
Kou: Sin importar lo que digas luces preocupado Subaru-kun.
Subaru: ¡No es así!
Shu: Que molestos, dejen de gritar, van a arruinar a Bach.
Azusa: ¿Eh? ¿Un sueño? ¿Uno donde... éramos profesores...?
Kou: ¿Eh? ¿Reprimendas? Es imposible que existan reprimendas así, jajaja.
Laito: Y yo que pensé que habías tenido un sueño más sexy, me siento algo decepcionado.
Subaru: Rayos, no me preocu-- N-no estaba preocupado. Además, por más masoquista que sea Azusa no llegaría a usar una bomba, es demasiado exagerado, hasta para un sueño.
Carla: Hm...
Kou: Vaya, acaba de aparecer Carla-sama, ¿acaso necesitas algo?
Carla: Nada en particular, pero se les cayó esto.
Azusa: Ah, eso es mío... gracias.
Carla: Hm...
Kou: ¡¡¡¿EEEEEEEEEEEEEEEH?!!! ¡¡E-eso es--!! ¡¡Azusa-kun!!
Azusa: Es una bomba... que planeaba usar en mí... ¿Esta mal...?
Laito: ¡Esta mal! ¡Mal! ¡Es obvio que está mal! ¡O-oye! ¡No te acerques!
Azusa: Ah...
Carla: Oye, ¿qué estás haciendo?
Azusa: Por accidente... le quité el seguro...
Laito, Kou, Subaru y Shu: ¡¿Eeeeeeeeeh?!
*Explosión y suena la campana escolar*
SF: Ok, este cd estaba dentro de una lista de tokuten que una seguidora me pidió traducir. Este lo llevo teniendo por unos años y como quería traducir algo no tan largo decidí traerles este X’D.
¿Cuál fue su lección favorita? Yo personalmente adoré usar a Laito como muñeco golpeable ^^.
Espero que les haya gustado ^^.
#subaru sakamaki#shu sakamaki#laito sakamaki#kou mukami#carla tsukinami#azusa mukami#diabolik lovers#traduccion al español
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Nosferatu
El sol me pega de lleno, todo parece ir más lento. Todos calmos y en silencio, caminan sin rumbo con miradas perdidas que van al frente de la acera, pasos lentos cuyo sonido se pierde con todo lo demás.
Miró el reloj, son las once de la mañana.
- Muy temprano para sentirme así- Pensé fugazmente.
Mis manos temblaban lentamente y en mi mente comenzaba el remolino de ideas que pareciera hacer mi cabeza explotar. Mi pecho abordaba sensaciones de todo tipo; enojo, locura, emoción.
Nuevamente me encontraba ahí, tan separado de todos y tan solitario.
Tomé el bus que había de llevarme a esa oficina de siempre. Lo mejor de trabajar ahí, es que la monotonía me ayuda a relajarme. Ver a mis compañeros ir y venir con papeles inútiles, hablar de números que a duras penas entienden, me hace envidiarlos un poco.
- Ser normal. Ser tan ciego- Susurraba con la mirada perdida en aquellas figuras.
Este día era como cualquier otro ¿Por qué aquel torbellino no se iba? La pluma que jugaba entre mis dedos se movía con mayor rapidez. Veía mi mal cada vez más cerca. El cenit estaba próximo y, aunque fuese algo tan súbito, siempre estaba preparado.
Observe de nueva cuenta aquellas figuras que iban y venían, trataba de distinguir alguna que valiese la pena.
- No, no, no, ella no, tampoco. - Pasaba por todas y cada una.
Parecía que el destino no estaba de mí lado. He hecho de todo y aún no es suficiente.
Y es que he vivido tantos años de esta manera, que no veo ya nada más. He pasado por todas mis etapas. Aceptarlo, negarlo, tratar de curarlo, pero hasta ahora todo me lleva a pensar que es algo absoluto, que si bien, no puedo aceptar porque no tendría un buen final, tampoco puedo negar el instinto y el ardor de mí pecho.
Respiré, cerré los ojos y aclaré, hasta donde pude, mi mente.
De entré todos, la ví. La jefa del departamento. Tendría unos veinti tantos años. Formal, sonriente y muy abocada a su trabajo. Era el reto perfecto.
Sentí un pequeño freno accionarse en mi mente. Siendo honesto, las demás chicas habían sido presa fácil, palabras por aquí y allá, pero esta mujer sería algo diferente, si no jugaba bien mis cartas podría perder el empleo.
La emoción fue más que todo lo demás.
Pensé por unos minutos mi estratégia. Esto no sería fácil, pero de todos modos debía intentarlo.
Las horas pasaban y no se me ocurría nada bueno, mi trabajo estaba hecho, no tenía nada qué hacer hasta la hora de salida. Esto significaba demasiadas horas de ideas volando en mi mente.
Tomé la pluma y decidí escribir una historia de sexo entre Sarah (mi jefa) y yo.
No me di cuenta cuanto tiempo pasó, hasta que sentí una presencia a mis espaldas. Curiosa, Sarah acercó la mirada a mi cuaderno.
- ¿Qué escribes?
Cerré la libreta de inmediato.
- Nada, nada importante - dije nervioso.
Sarah no iba a creer eso, así que con su más sincera sonrisa volvió a preguntarme.
- Está bien, puedes mostrarme.
Lo pensé por unos segundos, tal vez está era mi oportunidad.
- Me da un poco de pena. Son historias para adultos.- dije
- Wow, eso... No lo esperaba.
- También hago poesía, no solo esto. - respondí avergonzado.
Sarah soltó una pequeña risa.
- Está bien, somos adultos. Me gustaría poder leer algo de lo que escribes.
- Yo estaría encantado ¿Te lo mando por correo?
Sarah asintió y apunto su correo personal en mi libreta.
- Te leo más tarde. - dijo mientras se dejaba dejándome con una tremenda erección.
Esperé impaciente que llegara la hora de ir a casa. Afortunadamente tengo mis relatos en electrónico, así que solo debía copiar y pegar, por supuesto también debía esperar.
La respuesta a mi correo no llego sino hasta las once de la noche.
- ¿Eso es tuyo? ¿Tú eres el único autor?
- Claro ¿Que te ha parecido?
- Es excelente, es muy real, tan detallado. Nunca había leído uno así ¿Cuál es tu inspiración?
- No puedo decirte, es un secreto.
- Vamos, olvida que estamos en el trabajo. No le diré a nadie.
- Tengo un líbido inmenso, siempre pienso en sexo.
- ¿Con quién fantaseas?
- Con todas las mujeres que veo básicamente.
- ¿Conmigo?
- Sí, también.
- ¿Y qué piensas?
- Pues casi siempre en hacerlo en tu oficina, en quitarte la blusa y alzarte la falda para hacerte mía en el escritorio.
- Interesante. Hablamos mañana.
Me quedé pasmado ¿Habría sido demasiado? Ella me preguntó. La intranquilidad y la incertidumbre apenas y me dejaron dormir.
Al día siguiente en el trabajo, la ví, con su falda negra, tacones y que mostraban las curvas de sus deliciosos muslos.
Debo admitir que me sentí muy tentado a invitarla a continuar con el tema del día anterior. Pero opté por mostrarme sereno, si ella quisiera continuar, me lo diría.
Las horas pasaban lentas, el temblor en mis manos volvió, y la curiosidad de saber qué era lo que pasaba por su mente me tenía inquieto.
Soñaba con su cuerpo desnudo sobre el escritorio, con sus pequeños pechos a merced de mis manos y mi lengua. Penetrarla fuertemente y tomar de manera brusca sus glúteos, de perrito y completamente sometida, hacerla mía, una y otra vez.
En medio de esta cavilación, sentí la mano de alguien tocando mi hombro.
- ¿Puedes venir a mi oficina?
- Claro- respondí nervioso y agitado.
Seguí los pasos de Sarah. Se veía un poco molesta.
- Siéntate.- dijo en tono serio mientras cerraba la puerta.
Así lo hice y esperé.
Sarah se sentó en el borde de su escritorio. Su semblante había cambiado muy súbitamente.
- Ayer no pude seguir hablando. Tuve qué hacer unas cosas.- dijo mirando hacia abajo - Pero por favor cuentame un poco más sobre lo que fantaseas.
Mi pene se puso completamente duro en un segundo, el aliento se fue de mi cuerpo mientras mi temperatura corporal subía y subía.
- Justo antes de que me hablarás, pensaba en tí. Fantaseaba con tenerte en el escritorio, desnuda para mí.
- ¿Qué más?
- Acariciar tus piernas y lamer tu vagina.
- ¿Ésta vagina? - dijo mientras abría las piernas dejándome ver qué no llevaba bragas.
- Justamente esa. Tomar tus pechos en mis manos, pasarles mi lengua suavemente. Tal vez morderlos un poco.
Sarah se veía bastante excitada. Me di cuenta cómo poco a poco acariciaba su piel y se dejaba llevar por aquello que yo le narraba.
- Quisiera besarte desde la punta de los dedos de los pies, pasar por tus tobillos, subir por tus piernas, tus muslos hasta tu vagina, seguir subiendo, besarte el pubis y el abdomen.
En este punto Sarah gemía suavemente. Mi cuerpo vibraba, cada parte de mi cuerpo reaccionaba con ella, una sincronía perfecta.
- Imagino voltearte, ponerte boca abajo en este escritorio, sacar mi pene y meterlo profundamente en tí. Al mismo tiempo morder y besar tu espalda, tu cuello. Tomarte del cabello y descargar mis instintos animales contigo, dejar que te mojes con cada segundo que pasa y llenar mis genitales de ti, de tu aroma.
Sarah, con los ojos cerrados, estaba dentro, muy dentro de aquel escenario que mi voz creaba para ella. Pasaba sus dedos por su cuello, por sus piernas. Lentamente sus manos se acercaron a su sexo y comenzó a darse uno de los masajes más placentero que haya visto a alguien darse.
- Dime más.- decía Sarah entre gemidos.
- Te daré nalgadas, dejando mis dedos marcados en tu cuerpo. Con mis manos en tus hombros te daría embestidas más fuertes y profundas. Mi pene haría retumbar cada músculo de tí. Pondría mis manos alrededor de tu cuello...
Sarah gemía cada vez más fuerte, incluso pensé que alguien podría oirnos, pero el placer de aquel momento fue mayor que mi juicio.
- ¿Me ahorcarías? -dijo Sarah a punto de llegar al orgasmo.
- ¡Claro que lo haría! Mis manos lentamente se cerrarían en tu cuello. Ahí, fornicando tu orgasmo y la falta aire te harían llegar alto, muy alto.
El cuerpo de Sarah se contrajo un par de veces, sus ojos en blanco me confirmaban el gozo provocado por mis palabras.
Unos cuánto segundos después, su cuerpo se relajó. Me levanté de la silla y puse sus dedos, aún mojados en mi boca. Los lamí completos, y llene mi paladar del sabor de esa mujer satisfecha.
Unos frente al otro, nos vimos a los ojos sintiendo.
Alguien llamó a la puerta. Sarah con paso lentos atendió, unas frases después volvió conmigo.
- Esto ha sido divertido;¿Te veo mañana en la noche?
Me quedé en silencio unos segundos.
- ¿No quieres? ¿Estás ocupado mañana?- dijo Sarah
- Te veo mañana, estoy ansioso. Solo me di unos segundos para pensar en todo lo que te haré.
Sarah sonrió, mordió su labio inferior y caminó hacia la puerta.
Yo salí sereno, disimulando lo mejor que pude la excitación que corría por mi cuerpo como una corriente de electricidad.
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Estoy en paz. Hoy, a diferencia de ayer, puedo decir que estoy en paz y que nada va a perturbarme ¿Por qué estoy tan segura? Simple, hoy toca la señora Bárbara Recanati de gratis en la terraza del Recoleta y voy. Sola o acompañada voy. No me importa. Quiero verla a toda costa. Barbi me conecta con una parte mía que conocí hace muy poco y amo. Me siento muy ella y de una forma muy auténtica, nada de opacar cosas MIAS para ser cool como ella. Ella es y yo soy pero somos en una parte parecidas. Eso me gusta. Me llena.
Llego a casa y busco lo que me voy a poner. Me baño. Me pruebo la ropa, no me gusta, me cambio. Me acuerdo que tengo unas calzas que no uso hace mucho, quedan perfectas para lo que había pensado. Mí hermana me manda un mensaje
- Vos hoy vas sola d barbi al final??
- Holu, si, por?
- Pa saber si queres encontrart con nos? O nos vemo directo alla??
Que decirle, yo tenía pensado llegar como media hora antes de la manija.
- A qué hora se juntan? Yo iba a ir directo porque #manija
- Aaah bueno trank. T vemos alla. T llamo cndo llegamos y t encontramos.
19.30, el tiempo se me pasó entre el glitter y la futu que sonaba de fondo. Ya estoy re justa, que boluda. Me fijo que las gatas tengan todo, comida, agua. Dejo el balcón y la puerta del baño abiertes así no mean nada y arranco.
Llego al tren con Las ex sonando en los auriculares, mientras espero suena el Wos. Que manija me deja el Wos.
Estoy llegando a once y le aviso a mí hermana que seguro voy a llegar apretada.
Ella me avisa que no vienen. Es la primera vez que una baja no me desanima. A Barbi la veo o la veo, no hay con que darle.
Después de tomar el H, veo la luz de la noche en la Facultad de Derecho de la mano del Wosito que me canta Fresco por los cascos ¿Hay canción más bailable que Fresco? No voy a decir que no, pero tengo mis dudas de que la haya. Fue el timing perfecto. Si tienen alguna vez la posibilidad de hacerlo, háganlo.
"Salgo con lo puesto, te ofrezco, esto que es fresco, yo hago sin mirar al resto. No es que no sea modesto pero ahora ya no me preocupa los gestos de los giles que andan mirando con lupa."
Delante de mí tengo el puente de la facu de derecho que tiene pintado un enorme "Vota a les Fernández ✌". Listo, hoy va a ser una gran noche. Cuando llego arriba de todo veo el parque inmenso y el recoleta impoluto. Barbi toca en nada y la noche esta divina, hay un viento hermoso que me pega de frente mientras bajo el puente corriendo como si tuviera 10 años. Estoy con las endorfinas al mango. Es la primera vez que hago planes conmigo y esto resulta un planazo.
"Y no me preguntes lo que hice porque ya no sé. No quiero caer, hoy salgo a matar. No pienso volver, a quedarme atrás. No me digas na', que voy para allá. Que voy para arriba y no pienso mirar."
Llego al Recoleta. Doy mil vueltas entre la terraza y el patio interno preguntando. Cómo a tres personas les pregunté y no estaban seguras ¿COMO NO SABEN DONDE TOCA LA REINA? Aproveché las vueltas y me compré un porrón de Quilmes pues #macrisis y fui a la boletería.
- No, Barbi toca afuera, en Camping. Salís por acá a la terraza y hay un paseo, casi llegando al final está Camping.
- Genial!
No lo encontré. Lo pasé de largo. Por suerte la chica de la recepción del Recoleta me dijo para dónde ir. No solo encontré el lugar, la encontré a ella que estaba ranchando ahí al lado del escenario, muy tranquila, como si no estuviera por tocar en nada. La escucho decir que arrancan recién como en 20 minutos porque tiene que bajar una polenta que acaba de comer.
- Es que acá le ponen mucha mas manteca de la que le pondrías en tu casa.
Me río. Nunca más manteca que la que le pondría mí abuela a las cosas, pienso. Estoy en frente de ella pero no me animo a ir a hablarle, por más de que ya fue gente y hablaron re tranqui y es súper buena onda con todes, asique solo la miro. Si, ya se, súper creep. Toca muy concentrada, cómo si no le costara nada, al lado del escenario, cómo si no estuviera por tocar!!
La birra estaba haciendo efecto cuando prendí la tuca. Creo que es un cambio y fuera. No creo tomar más notas. Después les cuento en la que estuve.
PD: Hay un chico muy lindo y ya estoy desinhibida (ebria), quién sabe que puede pasar 🤭
Me quedé parada adelante del chico bonito. Barbi se subió y todos nos acumulamos un poco más adelante. En el medio de nosotres hay una mesa cargada de chetos cenando ¿Cómo lo sé? Nadie que no sea cheto puede comer sentado en Recoleta. Están hablando entre ellos, evidentemente no vinieron a ver a Barbi. Ella sube con una humildad tremenda y se presenta. Uno de los chetos le gritó algo así como "Dale peluca!" Lo grita dándole la espalda y por lo bajo, cómo mis compañeros pelotudos en el secundarios. Machirulo y desubicado, seguro que vota a Macri.
- Voy a hablar mucho entre canción y canción porque me acaban de decir que el show tiene que durar más de lo que pensé que tenía que durar.
"La soledad te está partiendo al medio. Lo que más duele vuelve. Te explota en la frente."
Por suerte hay personas que parecen lo mil, su gente. Me siento contenida, es mí clase de público.
"Enloqueciste, lo dicen en la tele. Ya no te creo nada. Ya no te creo nada."
Termina y dos chicas se besan. De repente me parece muy chistosa la situación de les chetes rodeados por el público se Barbi, progre, feminista y disidente. Les va a explotar la cabeza. El machirulo grita algo más, de la misma forma que antes. Cállate machirulo, arruinas.
"Dormíamos de más. Pensábamos de más. Nunca te decía que no."
Arranca y la gente baila. Los desubicados ya perdieron importancia, se sienten fuera de lugar. El chico lindo la pasa igual que yo, me agrada, se mueve al ritmo.
"Creí que estábamos.. creí que estábamos tan bien."
Es una tierna, la adoro. No es el típico rockstar que se lleva todo puesto, es más como si hubieran subido a una chica del público a tocar. Lo disfruta.
"Otra vez calor, un viejo día vuelve, no hay nada diferente, en vos, en vos."
Arranca con un rebote horrible, como si estuviera haciendo una videollamada de skype con una corista virtual. Puro delay. Corta.
- ¿Se dan cuenta? Esto es lo que pasa cuando traes un tipo a trabajar.
Me estallo, alguien lo tenía que decir.
Arranca de nuevo, está vez está todo bien. Cantamos. Recién en este tema me doy cuenta que vino la tecladista que toco con Marilina en el festi futurock, Lux Raptor, otra genia. Cuando termina tiene la necesidad de aclarar que su sonidista es un genio y hace un montón que trabaja con él y lo quiere. Yo la quiero a ella por aclarar eso.
Toca "Que le ves". El tema no está en ningún lado. Asique no puedo pasarles bien la letra pero básicamente habla del novio de una amiga de ella que es macrista aprox, que en estos tiempo es lo mismo que decir "Es todo lo que está mal".
”Es tu forma de pensar. Tu manera de aclarar. Que algo bueno hay en vos. Cada vez que me hablas.”
Me siento muy identificada pues mí mejor amiga sale con uno de esto machirulo-macrista. Y el machirulo que está acá es macrista. Barbi somos todas. Si tenemos suerte en estas semanas la sube a Spotify (acaba de publicar que lo saca en estás semanas) y vamos a poder mandar ese #hermanadatecuenta.
Lux se baja. Barbi tiene el escenario para ella y lo primero que hace es hacer chistes anti-Macri. Listo, la amoo, no creí que fuera posible amarla más. Tiene vergüenza, no pensó que íbamos a ser tantes. Cómo no vamos a ser tantes genia, si la rompes siempre.
- Ahora quedo sola. No pensé que iba a venir tanta gente. Si lo hubiera sabido no me hubiera quedado sola.
”No fueron tus miradas, tus mensajes o modales. Oh, no (no, no, no). No fueron tus sonrisas que movías con malicia. Oh, no (no, no, no)”
Tocando es ella, se pierde. Nosotres también. A mí ya se me olvidó que hay más gente, todes estamos en un viaje alrededor de esta isla de chetos. En un momento cruzo miradas con una chica. Sonreímos. Queremos saltar y romper todo, nos entendemos y nos reímos.
”Fue lo bien que se me ve cuando me puedo mover. Sin sentirte en la espalda controlando mis palabras. Fue lo bien que se te ve cuando me dejas mover. Sin sentirte en la espalda controlando mis palabras.”
La clava. Cada espacio entre canción y canción es una apertura divina, una introducción natural a lo que remite la letra. La clava o estoy fumada de más, pero le siguió tirando chiste a los chetos. Es hermoso, son outsiders en su propio territorio. El machirulo ya no acota, los aires de vivo se le fueron.
”¿Qué te dije que te molestó? ¿Qué te dije que te arruinó así? Si apenas te vi.”
Se olvidó la letra. Se reía sola. Repitió dos veces una de las estrofas, ya ni me acuerdo cual. Si me acuerdo de su carita de "esto no va a acá pero ya fue", mientras los rulos se le movían de un lado para el otro como si fueran independientes de ella. Esa energía la pasa, se te mete en los huesos y te los mueve casi tan independientes como esos rulos. Creo que es la única persona que nos puede poner a hacer un pogo en un acústico.
”Aún hoy. Estabas tan mal ¿Cómo estás tan frágil si no tenés nada de mí?”
Para este momento los chistes de chetos son moneda común y nosotres nos estallamos.
- Son un público re fácil.
Y si Barbi, el macrismo nos sacó mucho pero no la risa. Menos si es para burlarnos de ellos.
- Me parece que no fue casualidad que Camping me invitará a tocar un viernes.. gratis.. al aire libre.. EN RECOLETA. Asique si alguien está indeciso acá.. ya saben a quien no (votar)
Y ahora ya estoy hablando yo de nuevo pero retomando lo que dijo Barbi, solo tengo que decir.. ¿COINCIDENCIA? NO LO CREO!!
”Hoy no lo ves, se va a caer, se va a caer. Hoy no lo vez todo es claro está vez. A la luz, a la luz, a la luuuz.”
Las gargantas se nos abren. Ya no cantamos, gritamos. Nos movemos atolondradamente. Subimos y bajamos de intensidad a la vez que la canción lo va haciendo. Estoy segura de que a todas/es nos corría lo mismo por las venas, se sentía, se va - a - caer, todo se va a caer, venimos a cuestionarlo todo.
”Te pensabas que tal vez. Era bueno obedecer. Estos tiempos son los nuestros. No nos calla el movimiento. Te pasaste de la raya. Explicando que esta mal. Defenderse a los gritos. En lugar de continuar.”
Bajar de la femimerca que te da "A la luz" cuesta un montón.
-Y ahora para ir terminando voy a tocar un cover de Patti Smith que viene ahora en Noviembre, asique para el que no puede ir porque.. acá tienen la versión paco.
En este momento no tengo el nombre del tema. Me había anotado una parte de la letra a ver si la encontraba pero no pude. Lo único que si les puedo decir es que el chico lindo que estaba atrás mío la canto, baba.
Se despide y parece que todo va a terminar acá. Y podría haber sido así pero, señor que manija, pedimos una más. Mucho no nos dio bola. Se subió el hijo - del cual había hecho muchos chistes porque según ella no la miro en todo el show, estuvo con el celu y a ella ni bola - al escenario, lo levanto y se subió un chico con una guitarra ¿Va a tocar con el nene? La respuesta los sorprenderá... No.
- Tengo otro cover para hacer, es de Pj Harvey. Lo estuve tocando mucho con Marilina y ahora cuando lo toco sola no sale tan bien.. pero bueno está en Córdoba, todo no se puede.
Ese último cover fue magia, no se de qué habla. Ella es rock, es punk. Con o sin luces. En ese escenario a nivel, en la terraza del Recoleta, en un acústico, sin escena de luces ni humo, ella sigue siendo rock, por la forma en que se mueve, por la voz, por todo. No importa el instrumento, no importa con quién se suba, ella es.. Es bárbara.
Salto del escenario y se fue. Siento los cachetes explotar, creo que es por qué el gel del glitter se secó. Di dos vueltas y cuando volví el chico lindo se había ido. Antes de eso lo vi bailar en un banco. Ese es mí tipo de chico, los que saben bailar sin vergüenza arriba de un banco y le sonríen a la gente. Barbi estaba hablando con la gente. Fui y la abracé. No me anime a pedirle una foto asique para la publicación voy a tener que robar una. Cuando le dije que era una genia solo me dijo gracias sonriendo, cómo tres veces me dio las gracias. Gracias a vos Barbi, gracias por la noche, por la música y por lo que comunicas.
Terminó. Le mandé mensaje a los chicos lindos con los que me hablo. No creo que me contesten. Va, mí novio si. Alejo tal vez también, pero no va a decirme de hacer nada. Todavía hay subtes.
- ¿Tan manija sos que la vas a escuchar ahora cuando la viste recién en vivo? -me pregunta la Cami que se burla de lo goma que soy en mí mente.
- Si, la voy a escuchar y volver a casa.
Ha sido un día gran día. Solo quiero una más larga noche.
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Epílogo #1 - A.A.B
2013 - ???
*Lo mejor sería que primero escuches la canción y luego leas la carta*
No recuerdo la última vez que le escribí a alguien, pero en este caso, recordaré siempre esta carta porque es, según yo, la primera y muy probablemente la última que te vaya a escribir, y voy a plasmar en esta lo que tantos años he guardado para mí mismo.
No tiene caso solamente escribir que me gustas desde la primera vez que te vi. No, porque si algún día llegas a leer esto, ya te lo habré dicho. Así que aquí leerás todo lo que no te dije antes, porque con las palabras habladas no soy muy bueno, pero con las escritas y una que otra canción, ya verás.
Por mucho tiempo he intentado buscar el momento preciso para revelar mis sentimientos por ti, pero para como soy, el momento perfecto no iba a llegar nunca, y esta bomba de emociones en mi interior no podía seguir sin explotar porque lo único que me provocaba era lastimarme a mí mismo por el mero hecho de ser un cobarde y no afrontar mis sentimientos y emociones de una vez por todas.
Te mentiría al decirte que ha pasado un día desde la primera vez desde que te vi en el que haya pensado que existe una mujer más hermosa que tú sobre la faz de la tierra. ¿Cuándo fue esta primera vez? ¿Te acuerdas de un grupo que hicieron cuando fuimos a Six Flags antes de entrar a prepa? Yo era de los administradores, y después de estar bien los perfiles de las personas que estaban en el grupo llegué al tuyo, cuando aún usabas brackets, y el primer pensamiento que cruzó mi mente fue que tendrías la sonrisa más hermosa del planeta cuando te los quitaran, y así fue, así es y así seguirá siendo mientras siga con vida. Tu bendita y maldita sonrisa.
En prepa siempre tuve miedo de acercarme a ti, a pesar de que formábamos parte del mismo grupo de amigos nunca tuve la seguridad en mí mismo para hablar contigo a menos que fuera ya con varias mezclas raras de alcohol en mi sistema. Te me hacías tan pero tan inalcanzable (hasta día de hoy) que tan solo de tenerte frente a mí toda mi seguridad desaparecía y me quedaba congelado, sin palabras, impotente ante ti y tu mirada. A pesar de que ya no me pasa tan frecuentemente, esa impotencia de no atreverme a decirte lo bonita que te ves cada que te veo sigue estando presente y me empiezo a hacer a la idea de que jamás se irá. Me sigo quedando sin palabras y sin aliento cuando te veo, así de simple y sencillo.
Toda la prepa fue así, fascinado con tu belleza exterior y ya, me bastaba con eso. No quería conocerte en sí porque sabía que después no solo iba a ser lo exterior, sino lo interior, tu interior, tus ideas,tus pensamientos, tus sueños, tus pasiones, tus hobbies, tus sentimientos, tu conocimiento, tu inteligencia, tus habilidades, tus opiniones, tus puntos de vista, tu forma de ver e interactuar con el mundo y las personas que te rodean, todo esto y más iba a provocar que esto que siento no solo fuera una atracción física, sino intelectual también, y soy de la ferviente creencia que una vez que te sientes atraído hacía alguien de ambas forma estás acabado, no hay vuelta atrás. Y fue en segundo semestre ya en la carrera que me dije a mí mismo “¿por qué no? ¿qué es lo peor que puede pasar?” y lo peor pasó, porque conocí un poquito de ti y con eso me bastó para estar acabado.
Ese verano, el del 2017, me cambió mucha la perspectiva de las cosas. Te fuiste a Colombia y cuando regresaras planeaba abrirme contigo, decirte esto que estás leyendo. Bueno, no habría sido tan expresivo porque como ya te he dicho, siempre me quedo sin palabras contigo. Como sabrás, no lo hice. Ese verano al cumplir 20 años en aquella fiesta tan sonada en casa de Edgar algo cambió para mí, y desafortunadamente dio paso a una ola de inseguridades en mí que me quitó la valentía que tenía para decirte todo esto a tu regreso. Entonces seguí callado, con los mismos pensamientos, con las mismas ideas, con los mismos sentimientos, pero sin la misma autoestima.
Aquí hago un paréntesis, porque la razón por la que en sí no te dije nada antes en ese entonces era porque acababas de cortar con Sergio 1 y soy consciente que las relaciones, e inclusive los ligues muy significativos necesitan tiempo para superarse y sanar y sabía que Colombia te ayudaría a hacerlo, por lo que me guardé mis sentimientos hasta tu regreso y bueno, lo demás ya lo leíste... ¿Gran error? ¿Gran acierto? Nunca lo sabré.
Después nos encontramos con dos personas nuevas, y forjamos historias sobre uno que otro día y noche en los que nos sentimos más vivos que de costumbre, tú con Sergio, yo con Anie. Ninguna de los dos tuvimos finales felices pero venga, no podemos negar que estar enamorados es algo increíble, y que cuando lo estamos tomamos todos los riesgos habidos y por haber, sabiendo que solo existen dos posibles formas en que acaben las cosas: bien o mal, hoy o en 50 años, con una sonrisa o con lágrimas. Cada quién sabe cuál fue nuestra forma. A pesar de esto y de sacar este tema a flote, hago mención de él porque a pesar de que los últimos dos años casi no nos veíamos, siempre me alegró saber que eras feliz, la vibra que irradiabas me encantaba, ese brillo en tus ojos tan único.
Sin duda ir a terapia me ha ayudado a entender que todo esto no es algo que debiera quedarme callado por más tiempo, puesto que el desgaste emocional que conlleva este enorme secreto en mí es grande, y me recomendaron no llevarme este peso al intercambio. Sí, por eso apenas estás leyendo todo esto, espero que no te moleste ello. Pero a pesar de todas las razones que te pudiste formular con lo que has leído para entender el por qué no te había dicho, he aquí la verdadera razón.
Siempre he pensado que en muchas cosas somos muy diferentes, y si bien la diferencias complementan a las personas, hay diferencias que no lo hacen y pienso constantemente que esas son las nuestras. Y si bien no son tantas, creo que son lo suficientemente importantes como para crear conflictos en cualquier amistad cercana o bien, en una relación. Una de ellas es por ejemplo, que tú eres muy apegada y yo, todo lo contrario. Por más raro que te pueda parecer esto, disfruto mucho de la soledad, de pasar tiempo a solas. Seré muy sociable y podré hacer amigos aquí y en Indonesia, pero realmente mis partes favoritas del día son cuando estoy solo por ahí, manejando, leyendo, cantando. Tú por el otro lado anhelas compañía, no te gusta estar sola, siempre quieres estar presente, todo el tiempo. Y tantos amigos en común siempre sacaron esto a flote cuando me veían sufriendo por no saber cómo decirte todo.
Otra cosa que también he notado (y que me encanta de ti) es que no sabes estar quieta. Todo el tiempo estás buscando algo que hacer, un lugar nuevo que visitar, una ocasión para salir, y no digo que yo no lo haga pero lo tuyo es intensivo. A veces me parece que no te gusta estar en tu casa, y hoy en día me hecho a la idea de que o efectivamente no te gusta o simplemente te pueden más las ganas de estar fuera. Tú puedes estar los 3 días del fin de semana fuera, yo no. Tal vez esto va a sonar muy Grinch, pero mis energías y ganas de estar socializando tienen un tope en el que ya no quiero hacer algo diferente a estar toda la tarde tirado en una hamaca en mi casa. Alguna vez alguien me dijo "¿le podrías seguir el ritmo a alguien que no sepa estar en casa?" y mi respuesta fue que sí, que me adaptaría, pero conociéndome, eventualmente me hartaría.
Tal vez te pueden parecer diferencias menores y en estos momentos me estás mentando la madre, no lo sé, pero para mí esto tiene importancia. Mucha. He escuchado y leído muchas veces que "las personas cambian", "ya no es la misma persona que cuando la conocí", "antes era diferente", "últimamente actúa muy raro" y demás frases, pero en mi opinión, la gente no cambia de raíz. Me pongo de ejemplo. Siendo ligue de alguien que todo el tiempo quiere estar conmigo en un inicio lo disfruto, pero esa soledad que adoro, ese espacio personal que deseo eventualmente hace que me sienta incómodo de tener a alguien pegada a mí 24/7. Y no cambié mi forma de ser, solamente cambié mi actitud pero eventualmente esa actitud desaparece. No cambié en sí. Y esta forma de pensar tal vez sea muy de ancianos, de alguien en busca de un amor con madurez mental y emocional, ¿pero no es eso lo que todos buscamos? Alguien con quien estar hoy, mañana y todo el tiempo posible mientras las cosas funcionen. Un amor en el ambas partes se entiendan, respeten sus diferencias y crezcan juntos. Bueno, sí sueno super señor ahora que lo leo de nuevo, pero mi pensar es real y lógico. Las personas pueden cambiar pero se necesita de algo muy significativo para lograrlo. Aunque ya sabes qué sería significativo para mí, ¿no? Tal vez sí podría cambiar, pero no lo sabremos pronto.
Antes de despedirme, te dejo aquí una playlist que hice con las canciones que siempre te quise dedicar. Te va a llevar un buen rato escucharlas todas a detalle, si eso quieres hacer. Espero que al menos una te guste y te acuerdes de mí cuando la escuches, sin importar dónde estés o qué estés haciendo, tal como yo me acordaré de ti cuando alguna salga en mi shuffle.
En cuestión de días nos iremos por más de medio año y a pesar de la cercanía entre las ciudades, si coincidimos una o dos veces será mucho. Siempre que necesites alguien con quien hablar, heme aquí. Si quieres ir a alguna ciudad y no sabes con quién, bueno, si mi cartera me lo permite, ahí estaré. Por mucho tiempo tuve miedo de pensar en qué podría pasar una vez que supieras todo, pero era un miedo infundado me parece, porque a no ser que a estas alturas me odies o ya no me quieras volver a dirigir la palabra, de mi parte mi amistad ahí está y estará mientras tú la quieras. Que tengas un excelente semestre en Madrid y ojalá que lo que acabas de leer no te saque mucho de onda. Siempre he creído que eran muy evidentes mis sentimientos por ti, pero tal vez esta pequeña carta ha sido muy reveladora, no lo sé. Seamos libres hasta que nos volvamos a ver, porque cuando eso pase, tendremos mil y un historias que contarnos sobre los que seguramente serán los mejores meses de nuestras vidas.
Te quiero Ainhoa. En verdad. De verdad. No lo dudes. No lo olvides. Y si alguna vez te quieres enamorar...
Con el corazón en la mano y todo el cariño que te puedas imaginar y aún más,
Florencio Rustrián Monroy.
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