#acá agarramos de todo

[louuey]

" ¿y?, ¿trajiste unos louis vuitton al campamento? " comienza avanzar al cruce de ambos caminos. " bueno, no vi ya sabes, pelo y colmillos, solo algo lo suficientemente grande moviendo un arbusto del tamaño del dinosaurio morado que canta. " observa a la mujer sobre su hombre. " no me dieron ganas de picar con un palo para ver si un campista salía saltando de ahí. "

☆       "¿Un-- un oso?" No quiere mostrarse asustada, pero no puede mentirse a sí misma. No sería buena lidiando con un oso, y hacerse la fuerte en esos ámbitos no le traería nada bueno. "Sí, está bien. Aunque... no sé, se ve como lodoso." Bajo sus pies, al menos, pareciera que en cualquier momento va a pisar, y el pie se le va a hundir en el sedimento. "¿Estás segura que era un animal? Podría ser otro campista. No me sorprendería que alguno pudiera confundirse por un oso." 

[latinotiktok]

A mí mis quince me agarraron en plena pandemia así que aunque mi tía quería a fuerza hacerme fiesta ya no se le hizo (único milagro de la pandemia, soy género fluido pero los vestidos me dan tremenda disforia y a parte me pican las mayoría de las telas así que bueno, acá agradeciendo el paro)

Sólo hicimos una comida con algunos de mis primos y dos amigos de la escuela con los que ya no hablo xD, recuerdo que lo más bonito de todo fue que mi papá y yo agarramos y nos echamos un vals improvisado con "Merry go round" de "El Castillo Vagabundo", fue algo muy random y creo que la pasamos bien (⁠*⁠´⁠ω⁠｀⁠*⁠)

EL VALS CON MERRY GO AROUND AWWWW

[c-actus]

Cuando te vi no tenía idea, cuando me abrazaste no tenía idea, cuando nos entrelazamos en la habitación tampoco.

Algo viste, algo en mí y supongo que por eso sonreiste. Me sonreiste y empezó todo.

Vos andabas con esa mirada indescifrable, con esa sonrisa medio rota, medio fría, medio que me gustaba y medio que yo la provocaba pero en ese momento no sabía, no entendía.

No entendí porque me abrazaste después de haber soltado mis demonios en un par de oraciones, me abrazaste suave, frágil, fuerte, escuché tu respiración y por primera vez tu voz que también soltaba tus demonios en una frase. No tenía idea de que ese momento iba a ser uno de mis recuerdos favoritos. No entendí que estábamos siendo transparentes sin conocernos.

Después de un comentario o dos te dedique mí total atención, no entendí porque se aceleró mí corazón, me confundí.

Sonaba la ficción en mí cabeza y escuchaba la puerta abrirse. Entraste con sigilo, sabías lo que ibas a hacer, sabías que yo lo quería hacer y pasó. Me pasó electricidad en el cuerpo, en la cabeza, en donde no tenía idea que podía pasar y tuve miedo, miedo que ignoré. Tus manos se resbalaban por mí cara, tus piernas se afirmaban a las mías y por alguna razon tus labios eligieron los míos y no sé porque. Tuve culpa, culpa que no ignoré pero me guardé.

Me llevabas de la mano como si lo hubieras hecho toda la vida, te seguía en silencio, no tenía idea de a dónde íbamos, yo solo quería ir a dónde vos estuvieras, yo solo quería que no me soltaras.

Hablabas conmigo y aunque no pueda recordar que decías recuerdo tu libro, el pasto entre nosotras, y tus labios moviéndose una y otra vez.

Te vi tomar una, dos y más de tres pastillas, me viste tomar las mías, te vi cuando no me veías y no podía dejar de hacerlo, no quería.

Me pedías dormir cerca, me pedías tenerme cerca, me pedías compañía y yo sin dudar te pedí lo mismo, había equilibrio y un tornado afuera que ninguna de las dos estábamos escuchando.

Tuvimos piel y la ropa tirada en alguna parte de la oscuridad, hacia calor, no había tiempo, no tenía cordura al sentirte, me perdí en tus líneas, me perdí en tu aliento, me encontré y te encontré en esos besos descontrolados.

No pude guardar más la culpa, no pude con mis decisiones, no quería mentirle, mentirte ni mentirme, me convencí de que la solución tenía filo. Había sangre, había caos, había un enfermero con desinfectante, había emociones mezcladas y muy intensas. No quería respirar, no quería enfrentarme, no quería lastimarte pero así fue.

Te enojaste, lloré, te alejaste y me alejé. No entendía porque me afectaba, no entiendo porque me da miedo que eso se repita.

Hablamos porque me preguntaste, nos arreglamos, nos besamos, nos agarramos y ya no nos soltamos.

Tuvimos algo que en el momento no tenía ni puta idea de que me iba a atravesar como una flecha, es verdad, no me acuerdo la fecha ni todos los detalles pero me acuerdo que era inocente, ignorante de todo lo que estaba por llegar. En un lugar insólito, en un momento inesperado, cada una con un enrosque individual y compartido nos encontramos, nos hablamos, y acá estamos.

No tenía idea de que me iba a volver una adicta a tus lunares, a tus canciones, a tu corazón que late con amor y bondad para mí y para todo lo que la rodea. No sabía que iba a quererte, que me ibas a querer, somos irreales e irracionales a los ojos de muchos pero me importa un carajo porque me importas mucho.

Me quedo para leerte en la pantallita, para mandarte alguna notita . No sabía que iba a querer darte todo lo que tengo, que iba a viajar, que iba a madrugar o superar mí ansiedad. No sabía que no iba a poder ni querer soltarte, que ibas a ser mí pensamiento preferido, la voz que siempre voy a querer escuchar y que tu risa iba a ser melodía o que tus ojos iban a ser el color de mis días. No pensaba que iba a ser posible un futuro, descubrí un mundo desconocido que ahora decido recorrer todos los días, en todos los estados y en todas las estaciones.

Después de todo lo que te relato me doy cuenta de que no sabía pero quería creer que todo que nos pasó no fue algo pasajero

Me marcaste con tus huellas el corazón y la mente. Me marcaste para siempre y no tenía idea pero lo hiciste y gracias a la vida que ahí estuviste.

[analpalmma]

Jajajajajajajajajajajajajajakakakaka gente hemos estado una semana acá huéspedeando del salía a comer a la ciudad nomás

Y asi fue esta semana y después volvía acá

Del estuvimos vigilando a mi tiro al blanco para cumplir mi sueño en la final de Canadá y siempre que salía la estuvimos captando con nuestras cámaras de cada movimiento que hacía

Cuando salía dejabamos todo lo que estábamos haciendo y agarramos las cámaras y le decia capten eso capten eso o me decían Victoria Herrera Victoria Herrera salió nuestro objectivo

Salía disparando a la ventana

Asi bien documental es mi documental de Canadá

La mandé a seguir con 2 hombres míos

Para que ahora yo ande de prófuga por Canadá porque ya cumplimos mi primera parte de mi sueño con mi equipo de cámaras y fue el sábado pasado

Del ya ando cagada acá por Canadá del por eso me quedé huéspede acá del nos dejaron quedarnos acá de huéspedes a mi y a mis cámaras toda una semana osea del domingo para yo poder tener bajo vigilancia con mis hombres a mi disparo sueño

Pero ya me empezó a llegar tarjetas de invitaciones a los eventos de Canadá sin yo estar registrada en ningún hotel

Sólo el movimiento eventual cultural de Canadá me localizarían en un hotel por mi nombre porque soy Victoria Herrera

Acá estuve de huéspedes porque estaba de vandalismo

[olympianrol]

No los conocía hasta que opinaron en Rolmaniacos, pero pude notar que lo hicieron con toda la intención de crear polémica de algo absolutamente trivial como "que se maten", sacándolo de contexto para fortalecer su "argumento". La manera que tiene Artemisa de expresarse, y que ahora quieran deslindarse de eso, no es nada agradable. Como persona que asiste a terapia para tratar la depresión, les digo que no tienen idea de lo que están opinando, y es de mal gusto que opinen de eso para quedar bien.

La verdad Swamp ya me tienen bastante harta. Mi reblog fue con toda la buena intención, queriendo (ilusa yo) hacer un llamado de atención para todos en la comunidad por como se trata el tema de salud mental y con la liviandad con la que se sueltan frases de mierda. Porque lo lamento, pero "que se maten" sea literal o no, es una frase de mierda. Que tú creas que fue para formar polémica, no es mi problema, yo sé con qué intenciones lo hice y ya no voy a seguir explicándolas más veces, para eso tienen todos los ask abajo. No me quita el sueño que no me creas.

Al menos desde un principio tuve la humildad de aclarar que podía estar equivocada o no, que no tenía una solución mágica ni una respuesta, para encontrarme del otro lado con un no rotundo un "tú estas mal y yo bien" ¿Y yo soy la soberbia?. Tengo que venir a soportar anons maleducados mandando ask con dos minutos de diferencia haciéndose pasar por varios como si yo fuera acá la tonta del barrio. O tu ask donde vienes a hacer un juicio de valor sobre lo que sabremos nosotros de salud mental o no, suponiendo que no somos personas que también pudimos haber transitado nuestros problemas. Pues sorpresa, la depresión es bastante conocida por al menos dos de los administradores de este blog. Sin embargo no nos agarramos en ningún momento a nuestro tiempo en terapia para demostrar que tenemos la razón.

De mal gusto fue todo tu ask, y si no te gusta lo que nosotros opinemos puedes ir a leer otros blogs donde te sientas mejor representadx. Te invito a que lo hagas.

Y con esto, ya que parece que solo lo hacemos para llamar la atención, cierro el tema. Si quieren seguir destilando su soberbia, intolerancia e imponiendo sus pensamientos, lo hacen en otro lado porque no pienso seguir publicando agravios hacia mi o mis compañeros.

Artemisa

[dioselinlove]

7 de octubre 2021

Amor de mi vida

Yo no quería más coca por que se me hizo muy fría, solo la tomé para quitarme lo salado de las palomitas, dices que no te enojaste por eso, pero te volteaste y empezaste a ignorarme y eso me aguitó… tu cambio de actitud solo por que dije que no, a algo que yo no quería. Después, te digo que no me dejabas ver y no fue en mal plan en vez de cambiarme de lugar y seguir ignorándome (ósea volteado para otro lado), pudiste preguntarme como nos acomodábamos para ver bien los dos. Yo a veces también espero respuestas así tuyas. Me agüita mucho que, de poder pasar un momento lindo juntos, termine en; tu volteado para un lado y yo para el otro. Y si, yo me quedo ahí toda triste, sacada de pedo, chillando pues soy la más débil, o más tonta... ya no se. Me dices necia y orgullosa cuando lo único que quiero es compartir tiempo con la persona que quiero, que me hace sentir bonito cuando esta cerca, me hubiera gustado que mínimo tu piel rozara la mía como cuando tenemos mucho calor y no podemos estar abrazados pero mínimo nos agarramos la mano, de otra forma siento que te valgo que te volteas enojado y no quieres saber de mí. Me vine a acostar acá por que no quiero interrumpir tu sueño, pues voy a estarme mueve y mueve y ya lo que menos quiero es darte la contra, quiero que descanses y recargues pilas para mañana, que será un mejor día, tan maravilloso como tú. Probablemente ya estas dormido y te aburren mis mensajes, solo quiero que sepas como me hace sentir todo esto.

Con amor y poquitas lágrimas en los ojos, buenas noches.

-Dioselina S.

[ochoislas]

EL CARRO

La luz de un farol tiznado avanza con vaivén, color durazno.

En el cerco de su luz tenue el carro traquetea por el camino.

Tendida en el futón dentro del carro, mi hija de diecisiete años con horribles quemaduras del bombardeo de anoche. Yo misma con la pierna herida, encogida a su lado.

Nuestros enseres apilados al fondo del carro, apenas la ropa de cama y menaje que agarramos aprisa.

En esta angosto país vidas y objetos arden uno tras otro; nos agarrota la rabia de no ser siquiera monos.

Y aún qué noche tan negra. Desde el refugio antiaéreo en Ichigaya a la residencia temporal en Nando-chō... no queda tan lejos. Pero mi hijo que tira de las varas, mi otro hijo empujando detrás, mi hija sosteniendo en alto el farol, están todos agotados, resollando, y a mi hija con las quemaduras el camino le ha de parecer interminable con este continuo zarandeo.

Además, lo que es peor, la ciudad quemada y derruida apesta. Los escombros se apilan negros en las tinieblas de la noche. Debajo aún chisporrotean las pálidas llamas de huesos humanos.

¿Esto es lo que antes fue Tokio? La piel de lo que fue nuestra patria, con la codicia estucando su máscara.

La luz de la lámpara tiznada sigue balanceándose de acá para allá...

Y nosotros ni siquiera podemos nombrarnos supervivientes todavía, pues en cualquier instante horrendo podemos saltar en pedazos, madre e hijos, frágiles vidas abrazadas en el carro que avanza traqueteando.

Zigzaguea en las tinieblas, revuelta tras revuelta, la luz solitaria, color durazno.

Takeuchi Rie

[urielenuk]

#UrielEnUK: 204 días y una historia en presente

Hace dos días, nos sentamos con Faye, agarramos tablets y celus y llenamos los papeles para que pueda quedarme a vivir una vez que gatillen el Brexit. Ella había leído y visto videos con los posibles problemas que podía llegar a tener aplicando y los pasos siguientes en los que debería básicamente probar cosas sobre mi persona al gobierno para que todo esté en regla. Es más, incluso me dijo que no entre en pánico cuando me llegara un mail post-aplicación, diciendo que no estaba aprobada por falta de datos. Todo eso pasó hace dos días. Llegué a Reino Unido el 27-02-2020. Antes del brexit. Antes del COVID. 204 días.

Me acuerdo cuando llegué, muerto de miedo, lleno de dudas, con el cerebro funcionando a dos millones de revoluciones por minuto, si es que la actividad cerebral se puede medir en revoluciones. Me acuerdo que no sabía que hacer, pero seguían pasando cosas. Nunca me voy a cansar de contar cuando corrí a un musulmán por las calles desiertas de las cuatro de la mañana londinense. Ni cuando me volví a perder y tuve que ir a preguntar dónde estaba la estación en un puticlub en una esquina. Ni cuando el 24 de diciembre de 2019, entré a una estación de tren en Londres, le pregunté a dos morochos gigantes vestidos de Azul Seguridad dónde tenía que hacer la combinación con el subte y, una vez me lo dijeron, seguí caminando para escuchar la voz gruesa de uno de los dos, del más alto, diciendo “HEY, YOU!”. No me voy a cansar de contar que me di vuelta temblando y el muchachote me sonrió y me dijo todo dientes, todo labios, todo sonrisa Azul Seguridad, “Merry Christmas, mother fucker”.

Tampoco voy a poder agotar la historia de los trenes que tomé mal, de las viejas caídas en arbustos queriendo mear y, borrachas de vida o de alcohol, o un poco de ambas, quedaron atrapadas y gritando a garganta pelada que alguien las sacase de entre las plantas. Tal vez estoy escribiendo mucho. Tal vez muy poco, pero todo empezó con una boina y el fantasma de la navidad pasada...

Todavía estaba en Buenos Aires y estaba preparando “las cosas” para mis vacaciones en Inglaterra. Vacaciones en las que vería a mi hijo luego de casi seis meses. Todavía no había sacado el pasaje definitivo que me traería a dónde estoy hoy, sino que hasta el momento eran solo vacaciones. Faltaba una semana todavía para que me agarrase las bolas con una mano y el corazón con la otra y, no me pregunten cómo tripeé, pero llamé a Huesos para que me sostuviese lo que quedaba de mí en el aire vía celular, mientras escribía los dígitos de la tarjeta de crédito y ponía UN SOLO PAGO. Mientras seleccionaba esa cuota única pensaba en todo lo que tendría que hacer si la transacción resultaba. Por menos me habían puteado en mercadolibre y cancelado compras. Existía una chance donde saltar no era una posibilidad. Ya había intentado saltar otras veces, pero no tardé en darme cuenta que siempre salté demasiado cerca del suelo. Esos saltos no cuentan. Esos saltos nunca contaron. Ese día, con Huesos en el oído y los dos escuchándonos las respiraciones y los teclados y los bits y las tarjetas y a los empleados de Norwegian en algún lugar de Oslo haciendo todo por mí; ahí, ese día, empezó mi viaje. Mi viaje de verdad. Pero antes no lo sabía. Y en ese “antes” compré una boina. Una boina que usaría por primera vez a las 12.37PM del 24 de diciembre de 2019. Esa Boina es mi “How I Met Your Mother”, es mi Teoría de Cuerdas, es mi final de los Vedas, es el sentido de mi espiritualidad y Dios encarnado en la Tierra. Esa boina empezaría y terminaría cosas. Cosas. Todas de forma perfecta.

Lo conté mil veces, pero es de las historias que espero que Tony le cuente a sus nietos. Tenía un ticket digital en el celular que decía EZE-LGW. Dos. Uno de vacaciones, otro para mi vida. Tenía otro ticket, el recibo de compra de la boina.

Pensé en los 22 días que hacían de puente entre el fin de mis vacaciones en Reino Unido y mi mudanza a Reino Unido. Quién viaja dos veces en un mes a otro continente con dos objetivos distintos, pero el mismo al mismo tiempo? No importa. “Everything must go”. Todo debe irse. Todo. Porque para abrazar el todo, primero tenemos que perder todo lo que creíamos que era todo. Y salté. Salté y había un pozo sin fondo. Sin saberlo en ese momento, un pozo sin fondo es el pozo más amable que uno puede encontrar. Lo único que se puede hacer en caída libre es dejarse caer. Y eso me trae a hoy. Bueno, un poco antes, a exactamente 200 días al pasado, cuando apoyé un pie en Gatwick con la boina puesta. Ese día corrí. Ese día perdí trenes, gané trenes, volví a correr. Salté. Insulté. Comí una barrita de chocolate y me tomé una lata de cerveza en un tren. Dos. Y un café. Y en el medio llegué a tiempo a todos lados. Era la boina. Tres días después, Faye trabajaba y Tony estaba en el jardín y, con la boina puesta, yo enviaba currículums. Pum. Un llamado. Dije hola. No dije “hello”, dije hola. Boludo desde la cuna. Al otro día una entrevista. A la media hora una oferta. A los veinte minutos la oferta de, además del sueldo, pagarme el alojamiento por dos semanas. Luego tres. Era la boina.

Hoy decidí ponerme boina después de meses. Acá estamos en verano y el verano se hizo sentir. Pero hoy quise que el verano me sintiera a mí. Y me puse la boina. Salí de boina. Llegué al trabajo de boina. No me la saqué, como hubiese hecho normalmente. Hoy trabajé de boina.

Hace unas horas recibí un mail diciendo que mis papeles fueron aprobados y puedo quedarme a vivir hasta el 2025 y luego aplicar para vivir acá para siempre. A ver, conozco gente que aplicó y no recibió respuestas. Yo apliqué hace dos días. Era la boina. Fue la boina. Es la boina.

Probablemente la boina no tiene nada que ver. Probablemente la boina sea la pluma de algún elefante volador, pero les puedo asegurar que escribí estas líneas con la boina puesta. Ah, y salió más lindo de lo que esperaba.

Eso gente. Eso y salud, porque hoy se celebra.

[cronicasdelacuarentena]

Sacar el polvo

María Del Mar Rodríguez*  (Mar Del Plata. Barrio Playa Los Lobos)

Mi viejo murió hace un año. Podría decirse que lo mató la tristeza. Podría decirse que el sistema le revolvió tanto en el corazón que no lo toleró. No pudo alienarse a ese monstruo. Y empezó a tomar una medicación para lo que llaman “padecimiento mental”. Era escritor, jubilado por discapacidad, trabajó haciendo changas, vino el 2001, vendió hasta sus libros más preciados de Edgar Alan Poe. La crisis del país se iba dibujando en su cuerpo y en sus ojos. Todo su cuerpo ya quieto, en el 2019 eran un mapa político, una geografía, de todo lo que nos tocó vivir. 

Hace un año se fue en cuerpo. Y la casa, nuestra casa, quedó llena de él: miles de cuadernos con sus poemas, cuentos, reflexiones. Muchos escritos a máquina, siempre con la intención de publicar, pero en las editoriales que él iba le decían “la poesía no vende”. Todos quedaron ahí amontonados, llenos de polvo, rendidos.

 Nosotras (mamá, hermana, yo) seguimos como pudimos. Mi vieja estaba transitando un cáncer de mama, y no nos pudimos permitir de esos duelos “normales” (si es que los hay). Tuvimos que seguir, contra estos fríos y hostiles vientos del sur de Mar Del Plata.

Entonces un día arrancó la cuarentena. Mi vieja había terminado con radioterapia. Nos tomamos el aislamiento como pudimos (vivimos en un barrio medio campestre, a unos cuarenta minutos depende del bondi, de la ciudad: Playa Los Lobos). 

Yo me encontraba en mi debate de todos los años: cómo sentarme a escribir por horas, sin cagarme de frío. Estaba en esa, hasta que vino mi vieja con un sobre: “mirá lo que encontré” dijo dándomelo. El cuerpo se me heló. Tenía la letra de “el viejo”. Parecía un mensaje que venía de otro lado.

Lo abrí. Era un cupón de una revista, que él había completado. 

En nuestras épocas de crisis y heladera vacía, o ni siquiera heladera, él ya escuchaba voces desde su estómago, lloraba a la noche diciendo que no quería vivir, y se compraba unas revistas con recetas para hacer hechizos mágicos. Él los hacía con intenciones de que se le conceda plata, o un “trabajo decente”. Los restos de los 90: ganas hasta de tener poderes para hacer un mango.

En ese cupón tenía que llenar una hilera de puntos para poner lo que deseaba. Una bruja con un nombre que no recuerdo, se lo cumpliría. Puso: “Necesito 100.000 pesos. Soy un fracaso”.

Fracaso. Fracaso. Fracaso. Esa palabra fue como una apuntada, un cuchillo. Lloré. Lo releímos con mi hermana. Lloramos. Queríamos decirle, que no era un fracaso. Que no fue su culpa que el país se había venido a pique y los que peor la pagan son les pobres, que no era su culpa que recién ahora se estaba hablando de una “perspectiva humanizada de la salud mental”, que no era su culpa que no se valoró las palabras de un poeta que era pobre y tenía dos hijas y aún así escribía. 

Y se lo dijimos.

Revolvimos toda la casa. Sacudimos el polvo de sus cuadernos y poemas. Tiramos todo símbolo de dolor. Agarramos un mueble ya podrido de la humedad. Lo rompimos a martillazos, con alegría y dicha, de que romper también es transformar. 

El mueble roto ardió en un fogón.  Todavía recuerdo la llama tan naranja en la entrada de casa. Habían pasado 20 días de cuarentena, y me estaba animando a lo que nunca: mirar cada rincón de la casa. Buscar respuestas. Ponerle curita a esos lugares donde lloraron nuestros ojos y nuestras tripas del hambre.

Al sobre también lo prendimos fuego. Pero lo abrazamos con una carta llena de agradecimientos por habernos dejado la herencia de las palabras y los dibujos, y de recordar que su dolor no fue de él sólo. Fue político. Hay culpables con nombre y apellido. 

Y así como el dolor no es individual, el amor tampoco. Como ese que me dejaste: el amor por contar. El que cuento acá desde estos días de cuarentena, del que te cuento a vos, a través de tu poema. Porque no sos, sólo la herida de un país que sangra,  no sos, otro tipo que perdió. Les pobres también se merecen ser lo hermoso de una prosa, de un verso. Este verso, y todos los que quieran:

“Versos azules y turbios;

Versos correntosos y calmos:

Versos tímidos y lúgubres

Bajo un universo romántico”

(fragmento “A tus Versos” de Osvaldo Nestor Rodríguez) 

Imagen: María del Mar Rodríguez

*Estudié periodismo en Eter, y ahora intento ejercerlo de las formas más humanas, callejeras e independientes posibles. Colaboro en medios alternativos, y publiqué dos libros: “Narrando cada huella” que son voces de gente que transita y trabaja las calles. También “Historias Lobas” una forma contar el barrio en el que nací. Ambos con la editorial “Hinvisible”. 

Email: mdmrodriguez92@gmail.com

[marisolmanfredi]

Hola amiga. Es hora de usar nuestros poderes, es el único modo de hacer explotar (y así cambiar) a la superestructura hostil que nos envuelve; prendamos fuego todo aquello que nos fue impuesto, si cambiamos nosotras cambia nuestro alrededor! Esta “superestructura” en terminos marxistas es la capa social y moral que nos envuelve, es el afuera social y objetivo, lo que determina qué está “bien” y qué está mal según “lo establecido” y no según nuestro sentir, que ya sabemos que es por lo que tenemos que guiarnos. Sí, por nuestro movimiento, por esos impulsos que vienen bien adentro 🧝🏽‍♀️✨

Cambiemoslo, se están dando las condiciones perfectas, no lo ven? De repente ahora todxs pueden ver lo que en Economía Feminista siempre se reivindicó - porque sí, la próxima revolución iba a ser feminista y latinoamericana (sí, es ésta, ya llegó amiga). Entonces que la economía sea feminista o ni sea.

¿Y qué hacemos? Bueno, en principio, no alarmarnos. Nada nos corre, en estos nuevos tiempos eliminamos el apuro: necesitamos tiempo y dedicación para hacernos una comida con amor, para ingerir alimento y energía de la buena y real, y no productos de supermercado y mucho menos delivery, ya que estaríamos validando y perpetuando la nueva forma en la que este sistema quiere seguir reproduciéndose. No quiero ni queremos ver más rappis o glovos esclavizados, o convertirnos en uno d ellxs para sobrevivir. Porque sobrevivir no puede volver a implicar una relación tan injusta como la que estamos poniendo en cuestión en este manifiesto del s XXII.

Entonces, con pausa y tranquilidad, entendamos, primero, que el enemigo NO es tal. Que sí, hizo falta estar muy enojadas, pero que hoy necesitamos de un punto medio, ya que los extremos nos hacen chocar con todo a mucha velocidad y corremos la posibilidad de terminar destruyendo o hasta perdiendo esta oportunidad de cambio.

La transmisión debe ser vía oral (audios de whatsap?). Así es como evolucionamos como mujeres, así nos compartimos enseñanzas “prohibidas”, “ilegítimas”, espirituales y de autoconocimiento.

Llegamos a un momento donde el varón ya no es enemigo. Nuestro “enemigo” también fue y es víctima de la envolvente capa social y moral que lo oprime al llorar o lo castiga al no ser fuerte o valiente.

La revolución comienza y si quieren comenzó siendo feminista, pero ahora es preciso abrazarnos entre todxs, ¿no?. Porque la respuesta suele ser siempre el &, y no tanto en el ó.  (todo es objetivo y subjetivo, hay que aprender del consciente y del inconsciente, del día y la noche, del bien y del mal, y así)

Y si te seguís preguntando por qué, si tiene sentido esto, quizás las lecturas de Rita Segato nos sirvan, ya que ella es la primera teórica en hacernos ver que el sexo masculino es también -sino la primera- víctima de este sistema patriarcal. Ese machito aborrecible que tanta bronca nos da cada vez que nos cruzamos es víctima porque es acto y semejanza de los valores que nos construyeron como sociedad en el anterior sistema: es el sostén de una familia nuclear, hoy por suerte obsoleta.

Para reestructurarnos, entonces, primero vino lo individual, ahora toca lo social. Primero nos revolucionamos como mujeres, reformulamos el mundo que nos rodea, lo conceptualizamos, lo ponemos en cuestionamiento; lo llevamos a la vida misma, a la práctica más real, amándonos de forma pura, sin catagolar ni esperar nada de la otra; a nosotras mismas, nos cuidamos y dejamos de creer que hay que comer light y ser flacas y divinas, nos hacemos conscientes de los estereotipos y de todo lo que “tenemos que legitimar”, agarramos esa contradictoria relación de poder desigual que nos hicieron creer que teníamos con el varón y la rompemos, la hacemos añicos, la quemamos, y nos amigamos con nuestro lado varón. Pero también con nuestros varones. Lo que aprendimos tenemos que enseñarlo amiga. Con calma. Sin prisa. Pero sin pausa.

Para cambiar el afuera cambiamos el adentro desde lo más chiquito y así llegamos , porque este cambio viene desde adentro y desde abajo, amigas, somos la clase oprimida: nuestra huelga no es solo una queja, ya dejó de ser eso; vinimos a cambiar algo ya cambiadas.

En todo este proceso es muy importante que vayamos a una filosofía (de vida) más allá del bien y del mal. Sabían que Adam Smith, el fundador de lo que se conoce como Economía, era, en verdad y primero un filósofo? Su primer libro es Teoría de los Sentimientos Morales (1759). La filosofía estudia la moral, aquello que clasifica entre lo que está bien de lo que está mal según estandartes sociales. Mientras la moral busca representar cómo nos gustaría que el mundo sea, la economía lo representa todo tal cual es, más allá del bien y del mal. A. Smith, queriendo ser un moralista, se convirtió en economista.

Y esa es una buena definición de la economía, para vos, amiga, que te preguntás qué tengo para decir dado todo este momento; esa cosa que estudiamos como mujeres y feministas y hoy re-conceptualizamos y reinterpretamos, entendemos como es y vivimos ahí. ¿Se dieron cuenta que economista es una de las pocas profesiones que se escribe primero en femenino? Por suerte no hay economistos, o bueno, por ahí sí, son todos esos que ven por la tele. Esos que hoy son un papelón, se les descuajeringaron todas las variables y teorías; puras marionetas de teorías obsoletas sin herramientas para manejar un dilema conceptual. 

Bienvenidxs a un nuevo sistema, al s.XXII, un sistema basado en el interior, en el adentro, que después se verá reflejado en el afuera.

Por eso me parece preciso mandarte eso y que se lo envies a cuantas amigas y (por qué no) amigxs necesarios. Son reflexiones dos amigas feministas y economistas, también ciclistas y artistas. No nos caben rótulos. Somos movimiento. No hay clasificaciones ya, dejemos eso atrás.  Si leíste hasta acá es porque nos pasan y sentimos cosas parecidas:t iene sentido. Por eso creo que deberíamos empezar a pensar en cuidades o barrios donde solo haya bicis, que no existan más autos a menos que no sean para ir de cuidad a cuidad, ya con todos los que tenemos no hace falta más (pasarían a ser un bien público, sí). También se nos ocurre compartir textos y prácticas de meditación en cadena, dibujitos animados, de animé y de los que quieras. No sé, somos un montón y con este msj sólo quiero que sepas que sos parte d esta Red 🧝🏽‍♀️💫, hacete cargo y unámonos en hacer algo que cambie este planeta, o al menos, que cambie nuestra posición de oprimidas de un modo subversivo y pacífico.

Sentemonos a crear, escribir, fantasear, amiga. @mirrrrrrru

Después vemos cómo lo expresamos. Todo puede cambiar, preguntémonos la una a la otra cada cosa que nos escribimos así estamos seguras de lo que pensamos. A través del recuestionamiento se llega más lejos, y cuando podemos explicar algo bien es porque realmente estamos seguras de ello. Hay que transmitir el conocimiento, pero juntas, acá ninguna está sola.

[my-soul-is-a-messxx]

Vivir las posibilidades o vivir el miedo? (O convivirlo y destrirlo)

Un año de conocer lo nuevo. De salir de la zona de confort Lo desconocido es lo que tanto necesitaba. Pasar por tantos tonos de pedacitos de vida. Pasar por miedos, y derribarlos. A los miedos se los vive, se los enfrenta para poder vencerlos. Es como si el miedo ve que estás llegando, se impresiona de tu caminar decisivo de querer encararlo, y hasta el mismo miedo tiene ahora miedo de si mismo. Todo porque lo queremos vivir. Pero el miedo se va antes de que nos agarramos de la mano. Porque la voluntad de vencer el miedo y el miedo no son compatibles. El miedo es alérgico a la confianza de uno. Se enferma. 2019. Un año con cosas que imaginaba en mi cabeza, y que no creía poder vivirlas. Hasta que me vi forzada a madurar más, y querer enfrentar el miedo, tocarle la mano, mirarlo a los ojos y decirle "acá estoy, lo voy a hacer igual". Pero el miedo me vio, y se fue antes de que lo haga. Las cosas malas nos la recreamos en la cabeza todo el tiempo, antes de que pasen. Pasan las circunstancias, pasas todo y decís "lo que uno se pierde o se podría haber perdido por pensar, anticiparse, y dejarse llevar por el miedo" Todo es construcción de la mente. Construyamos pensamientos y escenarios buenos en nuestros rincones de la mente. Así, cuando las circunstancias pasen, no tengamos que estar pendientes de si va a pasar algo malo. Porque nada va a pasar a menos que ya lo hayamos creado en nuestra mente. . La vida se nos va, gente. Se va en tiempo. Y el tiempo se lleva las oportunidades que podíamos haber aprovechado. Nos salgan mal o bien. Pero salen. Y eso también es tiempo, es vida, es ganas, es hacerlo por uno. No me salió todo perfecto. Pero lo intenté, y sigo acá por eso. Las mejores cosas pasan por aprovechar cada momento para hacer algo que nunca hicimos. Eso es crecer. Intentar, hacer el balance de cuántas cosas salieron bien y cuantas mal. Cuando posta lo intentas, con todas tus ganas, tus pilas, ves que son más las buenas. Las malas son por circunstancias, y son las menores. Valorarnos es accionar.

[messiology]

gringos b like: si no es en bandeja de oro no quiero libertad ni igualdad 😷🙅 ustedes son pretenciosos :/ y estúpidos 🤢 no entienden lo que es un gobierno con DRONES >:( porque son unos pobres mugrientos 😤

JAJSJDJDJ TE JURO. yo no sé si piensan que acá la gente va y le dice a la yuta "no peguen uwu" y nos agarramos todos de la mano a cantar we are the world o qué

[analpalmma]

Tumblr es el hotel del venía acá a Tumblr a re putearlo al Bauti Herrera cuando se vinculaba conmigo cuando yo estaba en el verano mexicano

Yo salía de una fiesta del verano mexicano y venía furiosa a putearlo por acá y encima algunas veces en pedo venía a re contra putearlo por acá del ya YO iba por el AFTER y yo puteandolo porque vi que hizo algo para cagarme en vinculación

Tumblr ya no es mi casa

Tumblr ya es EL HOTEL DE MIS VIAJES

Vengo acá y acá nos agarramos con el Bauti Herrera

Esperen nomás cuando empieze a subir historias en la nieve y haciendo todas mis actividades acá en Canadá

Me va a ir cagando todo con vinculaciones del asi me cagaba todo cuando el villancico volvió de Chile de la primera sección que hizo para mi del posar para mi en Chile cuando era mi chongo

Bueno el Bauti Herrera en la patria del Celepito Coreo porteño patrio hay me cagó todo

Verano mexicano de la sigue y la sigue

Ahora Canadá

Lo voy a re contra volar a tiros al Bauti Herrera

Jajajajajajajajajajajajajajakakakaka los villancicos deben decir que le pasa 🤣🤌🏽

Los villancicos tienen que saber que cuando yo viajo siempre pasa esto

SIEMPRE

Así me comporto cuando viajo

Por culpa del Bauti Herrera

Con el Bauti Herrera nos agarrábamos así en los veranos

El Bauti Herrera me hacia lo mismo en el verano mexicano del por eso en el verano mexicano tal cuál asi como el ahora de acá en Tumblr

[marianacebrero]

Desde mi ventana

Por Mariana Cebrero

Era mediados de enero, ya habíamos vuelto de nuestras vacaciones en Palmira Uruguay. Había anotado a mis nenas en la colonia de Parque Chacabuco. Cata, la más chiquita (8 años) iba con gusto, pero Delfi (10 años) no lograba entusiasmarse, solo quedaban unos días para que culmine ya que la colonia era solo enero.

Un jueves antes de buscar a Cata por el parque fui con Delfi al café de la estación de servicio que da a la Parroquia de la Medalla Milagrosa,  pedimos dos capuchinos y agarramos un diario. Dimos con una noticia sobre el coronavirus en China.

Delfi es muy sensible, un poco temerosa, pero muy interesada por las cosas que pasan en el mundo. Empezó a hacerme muchas preguntas sobre el coronavirus, y decidí googlear para poder encontrar respuestas a sus preguntas: ¿cómo empezó?; ¿va a llegar el virus a la Argentina?; ¿nos vamos a enfermar?, etc. Yo con mucha tranquilidad de dije que estábamos muy lejos como país y que por suerte acá estábamos sanos.

Nunca me imaginé que las tardes en el Parque Chacabuco, los encuentros con amigos, los abrazos con nuestros seres queridos, las salidas de fin de semana para disfrutar el río, el colegio, entre otras cosas,  iban a tener que quedar por un tiempo incierto en el recuerdo.

Ahora pienso como no anduvimos más en bicicleta, como no viajamos más seguido, porque postergué algunos encuentros, si hubiera salido a  correr más, que cosas tan simples y rutinarias hacíamos y ahora las anhelo desesperadamente. Porque la cuarentena se presentó de manera abrupta sin darnos tiempo a prepararnos.

Los primeros días de  aislamiento,  fueron una especie de vacaciones con una mezcla de necesidad de limpieza extrema. Horarios descontrolados, lavandina en mano, sin preguntarnos demasiado por mañana. Solo cuidarnos, protegernos, y eso ya nos daba tranquilidad.

Hace mucho que trabajo de manera independiente desde mi casa o desde cualquier lugar con conexión, por lo que ser metódica y mantener el orden para mí siguió siendo igual, lo único que con dos niñas en casa y agregando una nueva profesión que no tenía, la de maestra.

Desde el inicio traté de que siguieran la rutina de levantarse, lavarse los dientes, sacarse el pijama, vestirse, peinarse y perfumarse. Me miraban extrañadas y decían: si no vamos a salir a ningún lado para que nos cambiamos, pero eso ayudaba a que después estén más activas y de mejor humor.

Son increíbles los niños, estoy aprendiendo mucho de mis hijas.

Con mi marido hacemos las compras, el ya empezó a trabajar, y de una forma otra seguimos en contacto con las imágenes que veíamos habitualmente, pero diferentes, paisajes desiertos y caras tapadas, una ciudad sin niños. Y ahí pienso que mis hijas hace más de un mes que no ven la calle, ni pisan el pasto, y no muestran desesperación por salir y correr, seguro que lo desean, pero su inteligencia les dice que ahora es tiempo de cuidarse, de guardarse y lo hacen al pie de la letra.

Estamos todos aprendiendo de esta nueva forma de vivir, estoy segura que no volveremos a ser lo que éramos ni a estar como estábamos, pero que tendremos otra fortaleza y otra manera de ver la vida.

Mariana Cebrero- Argentina- Prensa y Comunicación

[portatebientatu]

Siempre hay algo mejor que casa.

18.03

Son las cuatro de la tarde y hoy ya me bajó la presión tres veces por leer cosas del coronavirus. Hipocondríaca, ansiosa y aburrida, mi vida esta entre paréntesis como la de casi todos. Desde antes de ayer que decidimos iniciar una especie de cuarentena, más parecida a aislamiento, en el que nos regalamos paseos con el perro e idas al supermercadito que tenemos a diez pasos (ni siquiera diez, creo yo). Las noticias no hablan de otra cosa, literalmente, no hay otra cosa que contar. Que cuantos países, que cuantos casos, que cuanto miedo, que cuanta muerte. Pienso en el virus y me da miedo, miedo real y miedo a futuro, miedo en la depresión económica y en el desequilibrio del pueblo. Respiro y pienso: la depresión, la economía y el desequilibrio de esta casa deberían preocuparte más.

***

No me quiero juntar con mis amigas, me alejo de mi hermana y salgo a caminar vestida muy sospechosamente: buzo negro, pantalón negro y la mitad de la cara tapada. La soledad me gusta pero el encierro me agobia. Mi cerebro me dice constantemente que pare, que no estoy presa, que, en realidad, puedo salir, pero no lo hago. Algo de realidad y algo de mi trastorno de ansiedad se mezclan. Pienso en la gente que no tiene nada, en la gente afectada, en la gente que muere y siento cierta suciedad por no tomármelo nunca realmente como debería. Mi hermana me calma y me dice que lo agarramos bastante a tiempo, que no vamos a ser España. Y que España sea el ejemplo del horror tampoco me deja muy tranquila.

***

A fines de noviembre volví de mi primera sesión de terapia con lágrimas en los ojos y me senté frente a mis papás a pedirles ayuda para irme a Madrid. “No voy a conseguir la plata ahora para el pasaje pero necesito irme”, dijo una yo que jamás había pedido ni diez pesos para comprar figuritas. Mi papá, quien de todo se queja, dijo que sí: “Casi lo noto como algo psicológico que necesitas para estar bien”. Si, pa, te lo juro. 

La idea era irme en marzo o a más tardar en mayo, la idea era irme de acá y poder sacar fotos en mi lugar favorito desde que empecé el secundario. Pensé donde trabajar, saqué el pasaporte, inicié la ciudadanía italiana (ay, que risa) y algo adentro mío decía que estaba bien planear un par de cosas más. Claro que hoy no me siento afectada, lo mío era un privilegio y no una necesidad, pero que locura animarse a soñar y tener que poner la llamada en espera porque se rompe el mundo mientras estoy encerrada en mi cuarto. 

España como ejemplo del horror en cuanto al coronavirus me da un miedo visceral. Cada vez que leo España mi cerebro lo traduce a “Nicolás”. Así. España en alarma. España grave. Miles de muertos en España. España. España. Nicolás. Nicolás. Yo lejos de Madrid y Madrid como un cementerio. Yo teniéndole miedo al cementerio que hoy es la casa malagueña de Nicolás. 

*** 

Mis amigas se quieren juntar. Yo que no salgo mucho a la calle. Mis papas que hace mínimo cinco años deberían estar separados y existen unas tensiones que dudo aguanten quince días sin explotarnos en la cara. Yo sola. Un sobrino de mes y medio que logró nacer siendo el primer embarazo de mi hermana que no termina en un aborto natural. Un mundo rotísimo. Un sueño en espera. Un Nico del otro lado. Y yo encerrada en mi habitación.

***

No quiero salir pero algo tengo que hacer.

-Agos, ¿segura que no nos podemos ver un ratito hoy?

[escriturasdeunhumano]

Cuento 1: Bragado

Mi nombre es Nico, tengo veintidós años y vivo con mis padres en el centro de la ciudad de Mar del Plata. Estamos en la época de verano en la que siempre vamos a surfear con mis amigos, y mi madre Leona y mi padre Jasón se van a un pueblo llamado Bragado donde pasan tiempo de pareja y se relajan, ya que son abogados y tiene un año muy estresante.

Pero esta vez mis padres se van a quedar en casa, ya que, mi madre está muy enferma y mi padre no quiere que empeore. Entonces pensé una cosa… Como todas las vacaciones vamos a surfear, se me ocurrió que podríamos cambiar de planes e ir con mis amigos a esta cabaña que se encuentra lejos de aquí y está dentro del bosque, sería algo distinto.

Le pregunte a mi padre si me dejaba ir con mis amigos a pasar unos días y con una voz media preocupante me dijo: Esta bien hijo, pero cuando vayas no hagas ninguna locura y vas a tener que ser muy responsable. Sabía que estaba medio mal por mi madre que estaba mal entonces le prometí que todo iba a estar bien y le agradecí por todo.

Llame a mis amigos y estuvieron de acuerdo, serian unas vacaciones diferentes pero entretenidas, llenas de aventuras y locuras. Mañana nos reuniríamos en el centro Leo (el menor con veinte años, friki y obeso), Male (veintiún años, hermosa, popular) y yo, para que Rodrigo (mi mejor amigo, popular, musculoso, veinticuatro años) nos pase a buscar con su camioneta.

Llego el día, era un viernes soleado y me levante con ganas de un buen viaje.  Cuando voy a saludar a mis padres a su habitación, estaba mi madre en un muy mal estado. Entonces fui algo breve para no molestar y mi padre me dio las llaves sin antes decirme como todo padre: Cuidado y no rompan nada.                                              

Cuando llego al centro estaban todos mis amigos listos para partir y Malé había traído a su hermana Moni y nos preguntó a solas: ¿Puede venir mi hermana? Es que no tiene amigos y no quiero que pase un verano sola…Le dijimos que sí, ya que estábamos todos contentos. Solamente faltaba que llegue Rodrigo y estabas completos para esta aventura.

Luego de unos diez minutos llego mi amigo con la camioneta, cargamos todo, pusimos música y comenzó este viaje a Bragado… ¿La pasaremos bien? ¿Les gustara a mis amigos? ¿Sera vieja la cabaña? ¿Tendremos vecinos?

Luego de un viaje de tres horas, llegamos a nuestra cabaña en medio del bosque, rodeada de árboles inmensos y estaba al lado del lago. Teníamos dos vecinos pero se ubicaban a maso menos un kilómetro de distancia entre casa y casa. No había mercado para comprar la comida, así que teníamos que ir al mercado que se encontraba a tres kilómetros de este pueblo por si decir.

Desempacamos y nos instalamos en la cabaña. Nos paramos todos en la parte trasera de la cabaña mirando el lago y dijimos: Que empiecen las vacaciones y la diversión amigos. Agarramos unas cervezas y empezamos a divertirnos. Estuvimos toda la tarde jugando y yo me conocí mejor con Moni, y me di cuenta que era una chica humilde, buena y que no le gustan los problemas.

Cayó la noche y prendimos una fogata, que es una tradición nuestra en el primer día de vacaciones, que por ahora nunca se rompió y la venimos cumpliendo al pie de la letra. Nos sentamos todos alrededor, yo cerca de Moni porque la verdad que me sentía atraído por ella. Contamos anécdotas y estábamos un poco ebrios por haber tomado sin medirnos. Entonces Rodrigo me dice: ¿Verdad o reto?, A lo que yo le respondo: Reto… Fue lo que nunca tuve que haber dicho.

Me dijo que tenía que ir al sótano por cinco minutos… Le tenía mucho miedo a esos lugares y no quería ir de ninguna manera. A lo que todos empezaron a llamarme gallina, cobarde y Moni me dice: Dale Nico, ¿qué puede llegar a pasar?... Entonces como quería quedar como alguien valiente, me pare y fui hacia donde se encontraba el sótano.

Tenía un candado, pero Rodrigo como es un salvaje lo rompió con el hacha que usamos para romper los troncos para la fogata. Con duda, miedo y sin pensarlo baje despacio al sótano. Prendo la luz y era un lugar lleno de cosas viejas y todo muy sucio y desordenado. Revisando entre todas las cosas que había en las estanterías encontré un cuchillo muy brillante y llamativo que me había capturado la mirada, entonces me lo guarde y volví con mis amigos.

Todos riéndonos volvimos a la fogata y seguimos con la noche. Ya cansados, apagamos el fuego y nos fuimos todos a dormir, antes de ir a dormir deje el cuchillo que parecía medio antiguo en la cocina. Rodrigo y Male juntos porque se ve que había algo y Moni, Leo y yo en habitaciones separadas.

Eran más o menos las tres de la mañana y me desperté… pero qué? Estaba en el sillón del comedor… ¿Qué hago acá? ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy con otra ropa? ¿Qué pasó anoche?, seguramente estaba ebrio y decidí bañarme y buscar algo de comida. Y luego por estar cansado me habré dormido en el sillón.

Luego de mirar el celular un rato, escucho a Moni gritando muy fuerte y sonaba asustada. Subo con toda la velocidad posible y cuando subo a la parte de las habitaciones, estaba Moni arrodillada, llorando y tapándose la cara. No sabía que estaba pasando cuando me paro enfrente de la puerta de la habitación de Leo y miro para adentro… Estaba Leo  muerto arriba de la cama con un cuchillo clavado en medio del pecho.

Y cuando miro detalladamente la situación, el cuchillo era el que yo había encontrado en el sótano…Me puse a llorar y un miedo enorme empezó a recorrer todo mi cuerpo. ¿Quién fue? ¿Hay un asesino en el bosque? ¿Qué está pasando?, sin pensar les dije a todos gritando que vayamos a la parte baja de la cabaña y llamemos a la policía. Cuando bajamos, nadie tenía señal y la cabaña no tenía teléfono. Aterrados y con mucha desesperación corrimos hacia la camioneta, pero no estaban las llaves y Rodrigo no la tenía.

En ese entonces es cuando empiezo a sospechar de mis amigos, no estaba a salvo con ninguno de ellos. ¿Quién haría esto? Rodrigo odiaba un poco a Leo, pero no creo que haya sido él. Leo siempre molestaba a Male, pero aunque sea mala no haría tal atrocidad y Moni...bueno, no conocía a Leo. Pero bueno, no puedo descuidarme en ningún momento.

Entonces volvimos a dentro y le pregunte a Moni que había pasado, si escucho algo. A lo que ella me responde con voz llorosa: Me levante para ir al baño de abajo y cuando subí, pase por la habitación de Leo y la puerta estaba abierta y bueno, lo vi ahí muerto en la cama y empecé a gritar.

Ahí fue cuando  les dije a todos que cierren las ventanas y puertas de la cabaña. Rodrigo y Male fueron a la parte trasera de la casa, Moni se quedó llorando y asustada en el sillón del comedor y yo me fui con miedo a la parte de arriba. Empecé a cerrar todas las ventanas y puertas de la habitación y por ultimo me toco cerrar la de Leo… Entro para despedirme de él, ya que fue un gran amigo para mí, y luego baje por las escaleras, cuando de repente de cortó la luz…

Luego de unos minutos de suspenso y terror. Escuche a Moni que pedía ayuda porque estaba aterrorizada y agarre una linterna que encontré en la cocina y me dirigí hacia el comedor en donde estaba Rodrigo abrazando a Moni para consolarla. Entonces me puse nervioso y pregunte: ¿Dónde está Male? ¿Dónde está?

Entonces Rodrigo me dijo que la mando a apagar la luz del garaje mientras el apagaba la de la otra parte de la casa. Ahí fue cuando fuimos corriendo los tres al garaje y… Estaba Male muerta, colgada de una soga desde el techo y con la cara totalmente  cortada. El miedo corrió por mis venas nuevamente y empecé a sospechar seriamente de Rodrigo que era el que estaba con ella.

Tensión entre los tres, miradas de desconfianza y miedo a la vez. Seguramente todos pensando quien había sido de nosotros el que hizo esto. Mientras volvíamos al comedor, Moni pregunta: ¿Quién le habrá hecho estas cosas a Leo y Male?... si nunca le harían nada a nadie. En ese momento veo que Rodrigo me mira de forma de odio y me dice: Vos mataste a Leo, si cuando Moni grito yo salí de la pieza con Male y vos eras el único que estaba solo.

A lo que digo a Moni: No le creas, quiere que te pongas en mi contra para tapar que él es el asesino, aléjate de él. A lo que Moni subió las escaleras corriendo y Rodrigo y yo empezamos a pelear. Luego de unos minutos de pelea, estábamos muy cansados, con lo que me quedaba de fuerza empuje a Rodrigo hacia la chimenea y cuando se tropezó se clavó en la cabeza uno de los fierros para mover las brasas.

Moni bajo por las escaleras llorando, entonces la abrazo fuerte y la consuelo diciéndole: Esta bien Moni ya estamos a salvo, Rodrigo está muerto. Y ahí veo que Moni se empieza a reír y me dice clavándome algo en la espalda: Nadie está a salvo conmigo Nico…