#Vuelta Femenina
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goodobservationshirley · 10 months ago
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Evita Muzic wins stage 6 of La Vuelta Femenina 2024 (x)
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worldbicycleday · 2 years ago
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La Vuelta Femenina — May 1 to 7, 2023.
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For the past 8 years, the organizers of the men’s Tour of Spain have run a women’s event during the men’s grand tour. Starting as a one-day race run alongside the last stage of the men’s grand tour, the event grew to include four days of racing, but that’s hardly a grand tour, isn’t it?
Enter the new and improved La Vuelta Feminina which in addition to being expanded to seven stages has moved to its own spot on the calendar–away from the men’s event that often overshadowed it. The course is yet to be unveiled, but we know the race will begin on the Costa Blanca, which means beautiful scenery and close proximity to lots of hard climbs.
Van Vleuten has already said she’s racing–she won the last two editions–and looks to make this the first victory of what she hopes will be a hatrick of women’s grand tour wins in 2023.
How to Watch: Peacock
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marcelskittels · 10 months ago
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Demi Vollering of The Netherlands and Team SD Worx - Protime celebrates at finish line as stage winner during the 10th La Vuelta Femenina by Carrefour.es 2024, Stage 8 a 89.5km stage from Distrito Telefónica. Madrid to Valdesquí. Comunidad de Madrid on May 05, 2024 in Valdesquí - Comunidad De Madrid - Madrid, Spain. (Photos by Alex Broadway/Getty Images)
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oneminutefiftysixseconds · 10 months ago
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marianne once again reiterating that vos IS boss
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wilsondudu · 1 year ago
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ELTINGVILLE CLUB
Eltingville x Fem!Reader.
Warnings: Mención de relaciones sexuales, problemas alimenticios, inseguridad, violencia, maltrato infantil, Fem!Reader muy femenina, padres abusivos, degradación, consumo de sustancia, problemas con la fama.
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Bill se sentó con fuerza sobre su silla, golpeando con sus puños la mesa delante de él, donde yacía el juego de mesa que estaban jugando: Dragones y serpientes místicas.
" Ugh! ¿¡Y ahora que!? " Gritó Pete frunciendo el ceño al ver cómo todo en la mesa se caía gracias al movimiento que causó el golpe de Bill.
Josh apretó sus puños mirando furioso a Bill, Jerry prefirió quedarse callado mirando a Bill nervioso y confundido.
" No es lo mismo... ¡NO ES LO MISMO SIN "EL REY GRANDE"! " Exclamó el castaño, tomando sus cabellos con desesperación y enojo.
Pete rodó los ojos con molestia.
" Viejo, aún si no tenemos esa pieza, ¡No afecta en nada al juego! "
" No lo entiendes, Pete... ¡¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando este momento!? ¡¿Jugar a "Dragones y serpientes místicas"!? ¡No voy a jugarlo a no ser que este completo! No sería digno... " Termino en un susurro dramático, haciendo a Josh suspirar profundamente con fastidio.
" ¡Todos nosotros hemos estado esperando esto! ¡Pero vamos! ¡Es un juego igual de antiguo que tu madre! ¡¿Realmente pensaste que iban a estar todas las piezas luego de tantos años!? " Josh Exclamó sujetando la fuente de su nariz con enojo. "Solo... Agradece que ganamos la subasta y deja de joder, ¡Juguemos! "
" NO! " Gritó Bill, sujetando a Jerry del hombro para tomar impulso y subirse en la mesa. Estando allí, estiró sus brazos y dijo. " Cómo líder del club, declaró el comienzo de una intensa búsqueda por la pieza faltante! "
Los demás se tiraron en sus sillas frotando sus rostros bruscamente mientras gruñían molestos. Bill se bajó de la mesa y sacudió su camisa, siendo entonces tomado sorpresivamente de los hombros por Pete, quien lo miró hostil y cansado.
" ¡No gastaré la última semana de vacaciones para buscar una estúpida pieza! ¡Ya gaste mí salario semanal en la subasta! " Exclamó el de gorra, separándose de Bill y caminando hacia las escaleras del sótano que lo llevaban arriba, donde estaba la puerta para salir de la casa.
Sin embargo, Bill fue rápido y lo tomo de su abrigo, tirándolo hacia atrás. Pete cayó sentado delante de Bill, bajo la mirada del aburrido Josh y el nervioso Jerry.
" ¡¿Que mierda!? ¡¿Que te pasa, imbécil?! " Pete gritó mientras se frotaba su parte trasera, adolorido.
" No dejaré que te vayas! Todos debemos buscar la pieza! " Bill flaqueó ligeramente cuando vió a Pete levantarse y preparar sus puños, por detrás se escuchó el jadeó nervioso de Jerry. Rápidamente retrocedió y dijo: " S-Sé donde encontrar la pieza, tarado! " Exclamó, un tanto enojado por la impulsividad de Pete.
" A si? Donde? " Josh preguntó, acercándose con el ceño fruncido, pero emocionado en el interior.
" u-uhmm... En la tienda de cómics local! "
" Que? Pensé que ya habíamos preguntado anteriormente si tenían el juego. Dijeron que no tenian nad- " Jerry fue interrumpido por la mano de Bill en su boca. Bill apoyo su dedo en sus labios, indicando que se callara.
" Vamos! E-Estoy seguro que lo tienen! "
" Son las nueve de la noche y está apunto de cerrar, idiota." Josh responde, frotando la base de su nariz.
" Tks! YA SÉ QUE SON LAS NUEVE, PERO LA TIENDA CIERRA A LAS NUEVE Y MEDIA! " Bill grita, totalmente furioso por la poca atención de sus compañeros.
" SI SABES QUE SON LAS NUEVE ENTONCES CIERREN LA BOCA. BILL, SACA A TUS AMIGOS YA! " La estridente voz de la madre de Bill resuena en toda la casa, haciendo que los cuatro chicos se encojan en su lugar nerviosos y temblando.
" ¡Si mami, perdón, buenas noches! " Bill exclamó temblando nervioso, los demás de se estremecieron ante la estridente voz de su madre y retrocedieron. Bill se dió la vuelta para mirarlos con enojo, y los sacó del sótano casi a patadas.
Los cuatro llegaron a la puerta de la casa entre maldiciones en susurros y empujones. Todos salieron por fin de la casa y Bill cerró la puerta cuidadosamente.
" ¡Dejen de empujarme, idiotas! " Exclamó Pete al casi caer sobre una maceta en el jardín. El se recompuso con facilidad y miró a los demás por un momento, algo abrumado. " Bien, Ugh... ¿Y ahora qué? ¿Iremos a la tienda de cómics en mitad de la noche a buscar la pieza? Amigo, nos sacarán a patadas."
" No lo harán, es temprano todavía, no exageren." Respondió Bill, acomodando su abrigo amarillo mientras daba unos pasos al frente antes de voltear a verlos. " Ir de noche a la tienda de cómics es genial. No hay nadie, no huele tan mal, y podemos usar las maquinitas!"
" OKAY, ¡yo voy! " Exclamó Josh emocionadamente. En la tienda habían un par de maquinitas de videojuegos viejos, y eran lo suficientemente buenos y nostalgicos como para que estuvieran rodeados de adolescentes todo el día, haciendo que sean contadas las veces que el club pudo jugar allí.
" Bueno, eso suena bien, pero... Mis padres tal vez se preocupen si voy muy tarde, hagámoslo rápido, si?" Musitó Jerry algo nervioso, jugando con las mangas de su abrigo a rayas.
Editando...
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azul-maria-elias · 2 months ago
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Opinión y análisis (con spoilers) del documetal
Beatles '64 (2024)
Unos meses después de asesinato del presidente John F. Kennedy, los Beatles llegaron a Nueva York para actuar en The Ed Sullivan Show. Fue la primera vez que la banda viajó a EE.UU. Albert y David Maysles filmaron a los Beatles durante su viaje de 14 días. Mientras que la Beatlemanía estaba propagándose por Europa, casi todo Estados Unidos aún estaba por descubrir a los Beatles. Esta película presenta historias personales de personas que estuvieron allí.
Con estas palabras, que sirven de una excelente sinópsis, inicia el documental Beatles '64 (2024) dirigido por David Tedeschi y producido por el conocido cineasta Martin Scorsese. Scorsese ya había tenido un acercamiento importante con el mundo Beatle al dirigir el documental "George Harrison: Living in the Material World" (2011). Es uno de los mejores documentales que he visto y, por ende, lo recomiendo muchísimo. Aunque aquí no dirige, se nota su influencia y el cariño por el proyecto.
Tengo que admitir que el resultado final me sorprendió. Esperaba un documental que relatara el histórico desembarco de los Beatles en tierra estadounidense, y como su impacto en dicho mercado fue pieza fundamental en su fama global. Sin embargo, hallé un recopilatorio de vivencias y opiniones de diferentes y variadas fuentes que intentan hayar una explicación al fenómeno Beatle. A su vez, éstas se intercalan con material de archivo de una calidad excelente y un valor impresionante captados por los antes mencionados Albert y David Maysles.
De la primicia inicial se desglosan varios temas de gran interés que pasaré a detallar a continuación.
i. El impacto de la Beatlemanía en la juventud.
Podríamos decir que este tema es el que se trata centralmente en el documental al ser el que más se refuerza con el material de archivo. No sólo se conversa sobre el impacto de los Beatles en la juventud (estadounidense, en este caso) a través de diversos testimonios, sino que podemos observar de primera mano, a través del material filmado, como se veía realmente la "beatlemanía": vemos la cantidad de jóvenes esperando por la banda en los aeropuertos, haciéndo vigía en los hoteles, expresándose casi exclusivamente con gritos, sosteníendo cartéles, envíando notas y regalos, y otras actitudes de pura devoción.
¿Por qué nos poníamos histéricas y gritábamos? La verdad, ahora no lo entiendo, pero en aquel entonces, era algo natural. Hacer eso era algo natural. No podíamos contenernos. — Vickie Brenna-Costa
La devoción extrema de la juventud por los Beatles fue algo incomparble en su época. Ni siquiera artistas como Elvis Presley recibieron tal fanatismo. La población adulta, en su mayoría, se encandalizaba, ansiando por una explicación lógica. Pero, ¿Había tal cosa? ¿Se trataba de un mero erotismo de parte de la juventud femenina? ¿Cómo podía la música convergir en un movimiento de tal magnitud?
Era muy visceral la reacción a la música de los Beatles. Era algo que no podíamos describir con palabras. Por eso gritábamos. Porque salía de un lugar no verbal. — Jamie Bernstein
Esta cita, en particular, fue una de las que más me dió vueltas en la cabeza debido a que describió acertadamente algo que me sucede en lo personal, y que continúa existiendo en la actualidad. Intentar buscarle una explicación a los fanátimos y pasiones es casi una totería, una absurda pérdida de tiempo. No se le puede colocar palabras a algo que surge de una dimensión donde aquellas no existen. Es algo más ligado al espíritu humano, a lo que nos hace humanos. Por eso gritámos, lloramos, reímos, movemos todo nuestro cuerpo.
Las mujeres hacen que exista la industria del entretenimiento, ¿sabes? Porque son sensibles y no temen mostrar sus emociones. Se supone que los hombres somos despreocupados. No debemos ser sensibles. No debemos llorar. No debemos ser sensibles con las cosas. Debemos ser fuertes y… Es una porquería. Así que valoro mucho el hecho de que las mujeres se muestren así y se expresen de esa manera. — Smokey Robinson
Aquí, Smokey Robinson señala algo crucial para entender el fenómeno de la Beatlemanía y los posteriores fanatismos que se fueron dando hasta normalizarse en nuestros tiempos. La mayoría de estos movimientos —por no decir todos— son encarnados por las mujeres jóvenes. En una parte del documental también se intuye que surge del erotismo primitivo que se presentan en las edades tempranas, previo al comienzo de la sexualidad. Estas chicas no solo se enamoraban de la música, sino que tenían un "Beatle favorito" al cuál adoraban por su físico.
Sin embargo, creo que Robinson es más acertado al señalar a la mujer como figura central de la industria del entretenimiento. Lo he pensado siempre, la mujer tiene una mejor intuición para los grandes artistas y no teme acercarse con devoción hacía ellos. La mayoría de artistas relevantes para la historia de la música tuvieron al comienzo un público femenino, y los hombres se acercaron gracias a la inicial aceptación femenina.
ii. La música trasiende sus barreras físicas
Mi hermana tenía la radio encendida, y escuche "She Loves You". Fue como si se hubiera encendido la luz. Fue como si, en la oscuridad total, se hubiera encendido una luz. Pensé: "Por Dios, qué bien que suena esto. Es algo para nosotros". Fue algo que surgió de la nada. — Joe Queenan
¿Pero qué hace a los Beatles tan especiales? ¿Por qué ellos, y no otros, fueron los guías encargados de llevarnos a un nuevo mundo nunca antes visto? ¿Sólo estuvieron en el momento y lugar adecuado? El documental siembra estas preguntas en el espectador y, aunque sus testimonios comparten diferentes respuestas, es tan difícil darle una explicación a tal fenómeno que queda en manos de cada espectador reflexionar sobre ello.
Cuando los Beatles salían con esa energía alegre que era palpable, era algo de lo cual anhelabas formar parte. Esa es mi iglesia. La iglesia del rock and roll. Ahí yacían los cimientos de mi fe de que el poder de la música transforma vidas. (…) El elixir que creaban era tan profundo que no se trataba solo de canciones. Se trataba de la energía que las canciones llevaban adelante. — Sananda Maitreya
iii. Los Beatles y la alegría de los pueblos
Desde los primeros minutos del documental se hace incapié en el contexto de depresión y luto que vivía el pueblo estadounidense tras el asesinato de presidente John F. Kennedy. Aunque los Beatles temían que esto impactara de manera negativa en su recibimiento en los Estados Unidos, su música sirvió como el perfecto remedio para que una generación entera sanara dicha herida con la alegría de su música.
Joe Queenan, en un momento del documental, deduce que dicha alegría que albergaban las canciones de la banda nacía del contexto post-guerra en el que los Beatles se habían criado, sirviendo como contrapunto a la miseria que se vivía en Liverpool. Esto se condecía con la propia actitud jovial que mostraba la banda y que se evidencia en el material filmado. En plabras de George Harrison, "todos son comediantes en Liverpool".
Joe Queenan: Los adultos creían que era el final. Que socavarían nuestra juventud. Entrevistador: ¿Cuál era la subversión? Joe Queenan: Te incentivaban a pasarla bien.
iv. La nueva masculinidad propuesta por los Beatles
Eran chicos, sin duda, pero eran delicados. Con su ropa y su cabello. A menudo, había delicadeza en sus voces. Toda la noción de hombres contra mujeres no era prominente. Estaban en el medio. No resaltaban para nada la rivalidad entre hombres y mujeres. De cierto modo, eran muy inclusivos. — Jane Tompkins
El documental también abarca, brevemente, el tema de la sexualidad y su rol en el fenómeno Beatle. Los Beatles vinieron a romper con todo tipo de barreras: artísticas, culturales y sociales. Su impacto fue tal, que también involucró la dinámica social entre géneros. El éxito de los Beatles entre el público femenino no se debió únicamente a un atractivo sexual, sino también a la propuesta de hombre que estos traían consigo. Esto también impactó, claro está, en el público masculino jóven, que buscaba otro prototípo de hombre al que aspirar.
Estos muchachos, con su pelo largo, están diciendo "no" a la mística masculina. Están diciendo "no" a sus crueles, sádicos, reservados, a tener corte militar, ser prusianos, musculosos, ser como Ernest Hemingway, a matar osos cuando no hay osos que matar, a aniquilar con napalm a los niños de Vietnam y Camboya, para demostrar que son hombres. (…) Estos muchachos, con su pelo largo, están diciendo: "No, no tengo que tener corte militar y ser reservado, no tengo que ser dominante y superior a nadie, no tengo que ser musculoso porque no hay ningún oso que matar, no tengo que matar a nadie para demostrar nada. Puedo ser amable, puedo ser sensible y puedo ser compasivo. A veces, puedo admitir que tengo miedo e incluso puedo llorar. Y soy hombre. Y soy yo mismo". Y ese hombre, con la fuerza suficiente para ser amable, es un nuevo hombre. — Betty Friedan
Es evidente que los Beatles no fueron los únicos ni los primeros en proponer una masculinidad que se permite expresar emociones profundas. En mi país, Argentina, tenemos incorporado desde hace mucho tiempo al hombre sensible, que llora y posee un mundo interior complejo gracias al tango. Las letras del tango han tenido como principal protagonista al hombre melancólico y quejumbroso, que comúnmente llora la périda o el engaño de una mujer de carácter mucho más fuerte. Aunque parezca una tontería, los relatos que se construyen a través del arte, en este caso la música, impactan directamente en el imaginario colectivo y juegan un rol en las dinámicas sociales.
v. Los Beatles como hijos de la música negra
Los Beatles no sólo arrivaron a un país en luto, sino también a uno que se encontraba atravesando un intenso confrontamiento entre su población blanca y negra. El mismo McCartney señala en el documental que, creían haber llegado a la "tierra de la libertad" pero que descubrieron que las cosas eran distintas desde dentro.
Fueron los primeros artistas blancos de su magnitud que escuché en mi vida. Ellos dijeron: "Sí, crecimos escuchando música de negros. Nos encanta el motown. Escuchamos artistas negros. Conocemos a este, a este…". Ningún otro artista blanco dijo algo así. Ninguno de esa magnitud, hasta que los Beatles lo dijeron. Había mucha segregación, sobre todo en el sur, en aquel entonces en los shows. (…) Y la salvación era la música. Porque les daba a los jóvenes un amor en común. Les daba algo que ambos amaban y disfrutaban ¿sabes? (…) La música es el lenguaje universal. Derriba barreras. — Smokey Robinson
Los Beatles eran fieles a su formación en la música negra, la admiraban y reversionaban canciones de artistas negros como The Miracles, The Ronettes, Chuck Berry y Little Richard, aportando su impronta y estilo propio. Lo que señala Robinson en la cita no es menor, debemos pensar que veníamos de una época donde los covers de artistas blancos de compositores negros vendían mucho más que loz originales. Sin hablar que, hasta hoy en día, se le otorga el título de "rey del rock and roll" a Elvis Presley, cuando se benefició de un género contruído por músicos negros.
vi. La inocencia de los Beatles
Este es el punto que más me importa rescatar de documental. A través de este punteo de temas que se discuten de manera breve pero impecable en la película, es importante destacar —y el documental lo hace— que los Beatles no tuvieron ningún tipo de propósito en todos ellos.
A medida que vemos declaraciones de los entrevistados, filmaciones de los fanáticos y archivos televisivos y radiales, se nos intercalan películas de los Beatles en sus habitaciones de hoteles, jugueteando y pasando el rato. Cuando su representante, Brian Epstein, los llama preguntando por su viaje, podemos notar con absurdez, su nula noción de lo que siembran a su alrededor. Sí, mencionan que los fanáticos son "ruidosos" y "salvajes" pero no son concientes del impacto que generan minuto a minuto con su sola existencia. Todos los temas antes discutidos, desde el fanatismo juvenil, las nuevas formas de sexualidades, la música como medicida de los pueblos y forma de unión racial, son ajenos a ellos. Solo demuestran querer huir para descubrir la música que Estados Unidos tenía para ellos.
Pero considero que dicha inocencia tiñe de pureza todo su impacto y legado. Los Beatles nunca quisiero la fama que terminaron consiguiendo, porque antes de ellos nadie podía imaginarse tal cosa. Por ello, y respondiendo a las preguntas propuestas por el documental, puedo concluir en que los Beatles sí son especiales en sí mismos, lejos de su contexto. Nadie más podría haber revolucionado tanto la historia como lo hicieron, porque existió y existe una cuota humana que proviene únicamente de ellos. John, Paul, George y Ringo, como hijos de clase trabajadora, nacidos en una ciudad destrozada por la guerra, con una calidad humana inigualable y con su gran amabilidad, fueron los únicos capaces de generar el movimiento que hoy recordamos con tanto asombro y que continúa creciendo. No los queremos sólo por su música, o por lo guapos que podrían haber sido. Los queremos y admiramos por las personas que fueron. Nos apasionan sus historias, sus aficiones, sus pasiones y sus temores.
Su sóla existencia, y el hecho de que fueron unidos para construir el proyecto más importante de la historia de la música, es algo de carácter divino. Y cómo tal, no se puede razonar o buscar explicaciones terrenales. Si algo demuestra este documental, es que los Beatles dejaron una huella como ningúna otra en todo el mundo, la cuál casi no posee límites y, por ende, impacta en muchísimos ámbitos de nuestra vida.
vii. Últimos comentarios
Verán que, a pesar de ser una reseña de una película, poco he hablado de sus características y facultades cinematográficas. Eso se debe a varias cosas. Por un lado, y algo que es sumamente positivo para la película, su visualización me hizo reflexionar sobre tantos temas que quise centrarme en ello para este escrito. Por otro lado, está el hecho de que no soy conocedora de los estilos y formas del género documental para poder señalar aptitudes o debilidades del filme. En una película de otra naturaleza, podría explayarme hablando de las actuaciones, diálogos, construcción de la historia, fotografía, etc. Aquí, me resulta una tarea difícil y forzada.
A pesar de eso, vuelvo a reiterar que el material de archivo recuperado como las entrevistas son de un gran valor y calidad. También, me gustó mucho la utilización de la música y los sonidos para enfatizar mensajes o facilitar cortes. Por ejemplo, se utiliza un par de veces el recurso de convertir una música diegética —que forma parte de la historia, que los protagonistas pueden oír— a una extradiegética —que sólo los espectadores oímos—. Es el caso de la música que sale de la radio que escuchan los Beatles que luego pasa a servir de soporte para material fotográfico o como banda musical de fondo en las entrevistas. O viceversa, cuando una música extradiegética pasa a ser diegética. Es un agradable trabajo de sonido.
A su vez, me gustó que algunas de las entrevistas se salieran del formato común y permitieran que los entrevistados se desplazaran por el ambiente o que interactuaran en cámara con los entrevistadores. Es el claro ejemplo de las interacciones entre Ringo y Scorsese, que son muy agradables.
Por último, destacar la elección del video de John Lennon para el cierre del documental, el cuál le da un giro emotivo y acentúa más el mensaje propuesto.
P.D. Nunca antes había oído la versión de Yesteday de Smokey Robinson. Emocionante hasta las lágrimas. A pesar de ser la canción más reversionada de la historia, es la primera vez que oigo una versión hecha con tanto amor y respeto. Simplemente encantador.
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diediegamchicothdie · 2 months ago
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AND SORROW, AGAIN
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Yo, escribí un fanfic one short después de ser baneada de Wattpad y de este sitio justamente por el tipo de fanfics que solía escribir????? Si PQ no (más notas al final de esta oda a la literatura)
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Su cabeza daba vueltas, levemente, como un efecto parecido al  narcótico, como una calada de yerba, un viaje que terminaba en pesadilla, pocas cosas lo llevaban a ese estado en sobriedad, había estado pensando, pensando demasiado en el sueco, en su nariz prominente, los ojos muertos y los dientes amarillentos, no pensaba en el cómo lo solía hacer, alardeando de su "dead", el hombre más brutal que podrías encontrar, no, esta vez no, porque la noche del 89 era larga, la entidad del caos se dejaba caer, desvelado por las cortinas del temor se habrían ante los intensos ojos de Øystein que no podían parar de observar a Per, desear du piel, desde el cabello rubio platino hasta sus huesudos, su sangre, las manos con uñas mordidas, dedos cortados, piel levantada, su carne, el aroma de snus putrefacto, carne descarnada de animales muertos que colgaban orgullos en el techo como el cuerpo rígido cubierto de pelo espeso que se ocultaba dentro de la funda de la almohada que desprendía los dulces susurros hasta su cerebro, como envidiaba el no poder meterse entre sus sueños y morder su cerebro. Pensaba en sus vueltas por el bosque, los pies descalzos llenos de tierra, su pecho lampiño que subía y bajaba cada vez que le miraba, ahogándose en el oxígeno frío del bosque que rodeaba aquel granero, pensaba en Per, sus ojos emocionados cuando le prometía la gloria, sus delgados labios que le sonreían con los ojos cerrados, como quien se aferra a su última esperanza. Pensaba en Per, en Pelle, en Yngve, en Ohlin como suyo, y eso para sí era de por sí un pecado.  
A Øystein nunca le había importado parecer un marica, eso lo hacía más desafiante bajo su mirada, quizás las personas de todo tipo se escandalizaban al ver decencia básica, y claro, asustar a los viejos siendo un adorador de Satán es una cosa bastante sencilla, desconcertar a tus compañeros de culto al tratar a una chica como un ser humano o no odiar a los de otra etnia porque si es una cosa totalmente distinta, quizás era muy satanista para los puristas, muy bien santo para los satánicos, pero, el problema real  venía cuando el jugueteo entre la actitud maricona y la realidad palpable de serlo se volvían una línea difusa, porque por los labios de su amigo no le importaría borrarla por completo, tampoco es como si fuera un homosexual al cien por ciento del tiempo, para nada, que fuera discreto no lo volvía un virgen y mucho menos un santo, había tenido muchas experiencias a lo largo de su corta vida, ya conocía el sabor de la boca femenina, con labios suaves, abultados, que se sentían gentiles y llenos sin importar que fueran delgados. En sus primeros años de adolescencia solía refugiarse en la casa de sus amigas, dulces chicas que no les importaba la guerra entre el trve y el poser, donde se sentía más libre ante sus propios gustos y deseos, así fue, en la casa de Lena, medio borracho donde se ofreció como ofrenda para practicar besos con las chicas, dejo sus labios a la merced del placer, sin sentimientos profundos, solo la diversión, el cosquilleo de la adrenalina que bajaba desde su espina hasta su verga; pero, no era completamente un perro, había sentido algo por la chica a la cual llevo a la graduación del colegio, y como todo en su vida, sus convicciones se basaban en la política, quizás prefería creer que cuando se rompe una relación era mejor olvidar por el honor de su pareja, ni siquiera se dignaba a recordar su nombre, pero en noches largas y heladas no podía evitar recordar, no por deseo, para nada, con ella conoció los encantos carnales de las mujeres, los senos suaves, el olor dulce, los muslos carnosos y húmedos, toda la dulzura de las flores de abril, Pelle no sería así.
Lo sabía perfectamente bien, el cuerpo de Pelle era rígido, duro, con sus huesos angulosos cuya piel abrazaba, como la funda de un puñal, aperlado, inmaculado a pesar de sus heridas, el pensar en su cuerpo, la anatomía de un desnutrido hombre adulto mal formado lo llevaban a morder su labio inferior hasta sangrar, solo criatura maligna como Pelle hacían las manos del gran Euronymous temblar mientras redactaba su quinto intento de una carta decente, porque estaba ciego y necesitaba alguien que le tomara de la mano ante las dudas que picaban el lóbulo frontal, como la maldita larva mental, necesitaba piedad aunque la respuesta misericordiosa tardará semanas aterrizar en su herida morada, con la larva mental recorriendo su cuerpo, la picazón recorriendo desde el labio hasta sus manos, la piel era insoportable sus dientes rápidos mordieron su dedo pulgar mientras las letras se volvían un revoltijo frente a su aturdido rostro, las palabras danzaban burlonas como si la última frase escrita no fuera más que un sin sentido, idiotas en el papel se apreciaba aquel "Mauricio, ¿Cómo se siente besar a un hombre?", ¿era bastante buena la introducción del tema homosexual en la conversación?, ¿acaso se sentía natural la transición entre sus habituales cuestionamientos de su vida, el estado de masacre y los planes de colaborar algún día y confesarle que estaba pensando insistentemente en la verga de otro hombre? Quería vomitar, prefería que su mente divagara a otros lugares de su consciente, de su memoria, él por su parte, ya sabía perfectamente de la orientación de su amigo de correspondencia, es más, fue una de las primeras cosas que Mauricio se atrevió a compartirle tan abiertamente, en lo personal no tenía ningún problema con los putos maricones, para nada, quizás hasta un poco de envidia porque ya se habían ganado el infierno solo por nacer bajo su condición, quizás a Satanás le agradaban los maricas, a lo mejor caían bajo su gracia y el infierno era como las zonas rosas de la ciudad donde se había obligado a ir para conseguir unos buenos pantalones de cuero, un gran boulevard degenerado ambientado con música de Cher y Madonna donde no sabias de que género era quien pero todos lucían extrañamente... Bien, es decir “no me molestaría meter mi pene ahí”, ese era su pensamiento recurrente cada vez que visitaba las calles donde viven los depravados, por otro lado la confesión de su amigo latino le llego de sorpresa, en su momento aunque impactante no le dio mayor relevancia pero ahora su cabeza parecía sacudida por el peso de su propia sexualidad, quizás Mauricio solo había confiado en él, tal vez el peso de su homosexualidad era una verdad asfixiante en un país homofóbico como Colombia y atrapado en el ambiente machista del metal no tenía un momento para respirar entonces vio en el un salvavidas en forma de un noruego comunista que nunca había visto y al final daba un poco igual si lo sabía, o, quizás, solo quizás, en el hipotético mundo de los tal vez… Mauricio sospechaba de él. ¿Pueden los homosexuales detectarse entre sí como viles perros olfateando sus traseros? No quería saberlo.
Conocía de su rareza, de su particularidad, el temor era de que se notara, si lo sabía uno, lo podían saber muchos, y eso no lo permitiría, era cuidadoso, lo más que su cerebro comandado de glucosa de coca cola se lo permitía, era perspicaz lo más que su cerebro lleno de canciones de venom y panfletos de Trotsky se lo permitía, no lo habían captado con ninguna de sus noviecillas, ellas no merecían verse involucradas en la mierda que estuviera sucediendo en la escena (a menos que tuvieran un proyecto musical y/o colaboraran con uno, en ese caso si lo merecían) su yo protector no permitiría que alguien que estimaba tanto terminara perjudicado por su yo estúpido, malvado, terrible, anarcosatanicocomunistaateoodiardordeLavey único padrino fundador del black metal Euronymous; Pelle, también era gay.
Bueno, Pelle era gay, tan gay como podía ser un hombre que hablara con tanta pasión sobre las tetas al punto de hacer una canción una y exclusiva acerca de emborracharse y finalmente ser digno de poder jugar con un par de lindos senos naturales, sin letra, obviamente… ya sería demasiado escribir una melodía pensado en el busto femenino, se excedería si contara lo que realmente quería hacerles, pero a pesar de todo el deseo expresado, de las veces que en confianza admitió estar desesperado por el tacto de una mujer, sus fantasías continuas acerca de tener sexo asqueroso, sangriento, brutal, digno de película de serie B, como su primera paja fue con las nativas de Holocausto Caníbal y como envidia al investigador por poder bañarse con ellas en el Amazonas, claro, Pelle era sucio y sin filtros cuando se le daba la confianza total de expresar sus sentimientos, como su diatriba en defensa del incesto, sin embargo, en el fondo de su alma y sus viseras Øystein lo sabía, porque la manera en que acariciaba el dorso de su mano con su pulgar, como jugueteaba con su cabello enrollándolo en sus dedos tan delgados como garras, la forma en que apoyaba su larguirucho cuerpo sobre el suyo, buscando su mirada y el, por su parte, haría lo mismo, no había ningún momento al cual podría referirse como explícitamente romántico, no lo necesitaban debido a la naturaleza de su relación, la confianza profunda pervertida en la obsesión mutua no dejaba tema a discusión, podría pasar horas hablando de la genialidad de su vocalista, de su “dead”, de su talento, la morbosidad de su esencia, su rango vocal, su compromiso con la banda y el metal en general, que no era como otros falsos glamers suecos que se van por Estocolmo con su ropa ridícula de brillos, estampados de animal y maquillaje afeminado, claro, no en nombre de la escena, jamás declararía en voz alta que podía pasar horas observando al sueco haciendo nada, caminar por el bosque, escuchar música, hablar de como evildead era una de las obras maestras del ultimo siglo o si los lobos le ganaban a los vampiros pero él mismo se identificaba como vampiro, así que no podía perder, especialmente le agradaba verlo tumbado en la cama, ya sea la propia en su cuarto con olor a muerte, snus, y flores podridas, era un poco voyerista, adoraba ver su cuerpo relajado, totalmente, como una especie de espectro donde sus leves respiraciones harían una ilusión como si estuviera flotando, no necesitaban decir nada, el leería cartas que respondería tomando las miradas de Pelle como aprobación, negación y sugerencias, había algo relajante, casi erótico bajo su mirar en ver a su vocalista reposar, frágil como una bomba.
Pelle era precioso, diría que sus cuidados eran de mayor importancia, no podía permitirse exhibirlo, ya lidiaba con mucho, con su mente, cuerpo, y alma, si le ponía otro peso al revelar su asunto no podía siquiera imaginar como reaccionaria si los demás supieran que llevaban un poco más de seis meses acurrucándose cada vez que podían, la imagen cómicamente ridícula de Pelle subiendo sus piernas encima de su regazo, y por su parte, correspondería poniendo sus manos en aquellos delicados muslos de fiambre subiendo, bajando, dando círculos con las yemas de sus dedos alrededor de su carne cubierta de la sucia mezclilla, no se hablarían, tampoco se mirarían a los ojos, mucho menos conversarían del tema, ¿con qué fin?, sus cuerpos se reconocían al igual que sus mentes que viajaban a un estado apagado de conciencia, un lugar donde no se iban a cuestionar los porque de su placer al contacto de otro macho, solo lo disfrutarían, se relajarían en las respiraciones mutuas y mantendrían en su memoria el trazo del cuerpo y la fragancia del otro; nadie podía ver a Per así todo el derecho, honor, y gloria de ver al rubio en su estado mas puro era él quien conocía perfectamente cada parte de su cuerpo, quien lo había bañado, alimentado y abrigado en las terribles noches de intenso invierno, quien le curaba las heridas, las besaba, se las lamia como un viejo perro a su amo, quien desafío a sus padres y termino alquilando una casa para que este ya no durmiera en un destartalado auto en alguna calle olvidada a merced de los vientos mortales del norte, él era quien le daría su alma si se lo pidiera, su cuerpo si lo requería, y su sangre si lo ameritaba, no lo podría hacer sufrir, estaría dispuesto a mantener su relación ambigua conteniendo todos sus deseos en el aire, en su mente, y especialmente en sus caricias tímidamente coquetas, por eso su consulta, solo quería fantasear, Per no era como un hombre común pero al final era uno como todos, él sabia que si el sueco lo besaba caería a su pies y se rendiría a su voluntad, pero si el tomara el cuerpo muerto como suyo… no lo sabía, el universo podría explotar.
Al final de la carta, donde sus manos danzaron abriendo su corazón y su mente, todos los pensamientos que llegaron, los recuerdos esparcidos, la explicación de su historia, los miedos, las dudas y la ferviente pasión que crecía entre ambos, todos sus secretos expuestos en un penoso inglés, ansiosamente redactado, mareado como si le hubieran dado una paliza, leyó las últimas palabras con recelo. En su total intimidad, se sentía con millones de ojos acosando sus letras, hurgando en su desprolija redacción, murmurando mierda acerca de sus sentimientos, pero el texto solo se reía de él.
“No estás en obligación de decirlo; si lo quieres mantener en secreto, lo entiendo completamente, pero te agradecería si me compartieras la experiencia. Realmente estoy perdido, no sé a qué punto he llegado en esta situación, no sé cómo partir desde aquí o si mi actuar me llevará a algún lugar. Solo espero tu respuesta, algún punto de donde partir, de donde guiarme. Solo espero que, por nuestra amistad, puedas concederme dos caprichos. El primero: no me juzgues tan fuertemente por mi actuar. Yo estoy tan confundido como tú, como Pelle o como cualquier otro que se enterara de nuestro asunto. Por favor, si llegas a tener un juicio, no me lo hagas saber; la verdad, no necesito otro verdugo. Mi sentido común está haciendo un trabajo más que excepcional manteniéndome despierto por la noche. Mi segunda petición es un poco más severa. Sea cual sea la conclusión, te pido que, por piedad, quemes esta carta, no dejes que nadie la mire, quédate con el secreto y, como en señal de nuestra hermandad, yo haré lo mismo con la tuya. No me falles”.
La carta había terminado, solo la podía admirar solemne su obra de mierda, solo un suspiro y la firmo finalmente derrotado, si un marica no lo podía ayudar ni Dios ni Satán podrían, ya no se sentía derrotado, solo con una resaca de realidad, lamio sus labios haciendo tontos garabatos antes de firmas, lentamente la doblo en tres partes iguales, jugueteo con el papel antes de meterla en el sobre, como un actos de sacrificio, y puso una de las costosas estampillas al otro lado del mundo, como quien pone una carta en una botella para tirarla al mar abierto, la pesadez en el aire parecía un olor a muerte, no solo por sus músculos entumecidos, Pelle ya había llegado junto la mañana, como el sol que se alza sobre toda penumbra mental, entro dueño del lugar, caminando directamente a la cama donde se hizo un nido, sus ojos pálidos como el cielo de verano lo miraron expectantes, ordenando sin hablar que fuera a su lado, se levanto dejando su postura de camarón y fue directamente a su diestra, volviendo enroscarse pero esta vez absorbiendo su cuerpo como si fuera un agujero negro, alimentándose de su falsa luz.
— ¿No dormiste anoche?
Cuestiono mientras sus dedos se encontraban con la raíz rubia grasosa del noruego, quien solo pudo asentir.
— No pude; preferí responder cartas y eso, cosas administrativas aburridas. Eres mucho mejor con lo creativo, mejor quédate en esa parte.
—Me voy a pegar un tiro si vuelvo a ser consultado acerca de si algo es black metal o no. Si no lo saben, no lo hagan — amenazó el sueco, jugando a enredar el cabello de su guitarrista para luego continuar con su charla de ideas sueltas — Anoche, soñé algo que podría ir bien para la banda, no sé, como que va con todo.
—¿Qué es?
—Soñé que las hadas me pedían que me suicidara.
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Ha pasado un largo tiempo desde que no escribía, simplemente no tenía la motivación para hacerlo, pero al parecer chadpelle ya se cansó de escribir fanfics y ahora me debo alimentar por mi cuenta, como sea, dudo que lo traduzca en inglés ya que no soy muy buena escribiendo en ese idioma, necesitaría ayuda para adaptar algunos conceptos o al menos empezar mi clase de literatura inglesa (lol), como sea, espero seguir escribiendo en el futuro. Si les gusto digan algo carajo, empiecen a escribir!!!
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veerasm · 6 months ago
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FARO. "Mira estos símbolos, parecen advertencias." @dosukja @ncmra
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La voz femenina a sus espaldas le hace dar un respingo donde inhala con fuerza, manos tallando sus ojos con rapidez en un intento de retirar cualquier humedad perceptible. Había decidido pasear en los alrededores del faro y sus pensamientos terminaron por abrumarlo.
"¿Has logrado descubrir de qué van?" Habla primero por encima del hombro, poco a poco dándose la vuelta. "He intentado buscarlos en los pocos libros a los que nos han dado acceso y... nada. Es como si fuese un conocimiento que no quiera estar al acceso."
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kusanagim91 · 8 months ago
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Quien posea el Miraculous del Halcón y el Miraculous del Gato será capaz de cambiar la realidad...
Corría rápido como el viento, ligero como una pluma, sus pies apenas tocaban las superficies, un leve impulso para seguir su carrera, su silueta contra el brillo de la luna parisina... 
¡Dire Wolf, el villano portador del Miraculous del lobo!
Reía con alegría mientras corría por los techos de París, para nada preocupado por quien le seguía los pasos. 
De repente una pared salió de la nada, como nacida del mismísimo tejado en el que estaba parado, haciéndolo detener justo antes de darse de cara. 
-¡Devuelve lo que robaste!-le exigió una voz femenina.
Dire Wolf se dio la vuelta y le sonrió, despreocupado. 
-¿Quieres pelear? Querida Velvet, no eres rival para mi y lo sabes-.
-Silencio, ladrón-.
Ante él había una mujer vestida de rosa, bonita y femenina, con un aire prepotente y altivo. 
¡Velvet Fox, heroína y portadora del Miraculous del zorro!
-¿Dónde está tu “Novio”?-Dire Wolf miró burlonamente a su alrededor mientras hacía las comillas con las manos, sabiendo bien que el mencionado no estaba cerca. 
-¿Por qué siempre haces comillas?-le preguntó con fastidio. 
-Oh, querida Velvet-hizo un gesto elegante y coqueto con su cabello-Ese closet es de cristal-. 
-¡Cállate y pelea!-.
La tenía harta con sus comentarios y sus burlas, cada vez que se encontraban era lo mismo. 
Otra estructura apareció de la nada, moviéndose como un gusano de ladrillos, directo hacia Dire Wolf, pero este no lo esquivo, dejo que lo alcanzara y la ilusión se hizo añicos apenas hizo contacto. 
Una vez más se movió como el rayo y asestó un golpe duro y directo en el estómago de la chica. 
-Ugh...-dijo ella, quedito, sin aire, derrumbándose en sus rodillas. 
-No eres rival para mí, Velvet, soy inmune a tu seducción y puedo ver a través de tus ilusiones como veo a través de tus intenciones-la levantó, jalandola del cabello y la miró fijamente. 
Ese lobo siempre sonreía y reía con voz cantarina, pero no en ese momento y Velvet Fox sintió miedo de él por primera vez. 
-Así que ¿Dónde está tu compañero? ¿Qué planea?-la sacudió. 
-Devuelve lo que te robaste y te diré...-.
-Al menos no eres una cobarde ¿No es así? Sabes lo que puedo hacerte pero prefieres no confesar-. 
Velvet Fox nada más lo miró, le aterraba, pero no pensaba hablar. 
Pero no era necesario, el lobo la miró largamente a los ojos, a su mente, a su corazón, a su alma... 
-Va tras la serpiente...-gruñó y desapareció de ahí en un parpadeo. 
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marcelskittels · 10 months ago
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Demi Vollering of The Netherlands and Team SD Worx - Protime prior to the 10th La Vuelta Femenina by Carrefour.es 2024, Stage 6 a 132.1km stage from Tarazona to La Laguna Negra. Vineuesa on May 03, 2024 in Tarazona, Spain. (Photos by Alex Broadway/Getty Images)
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oneminutefiftysixseconds · 10 months ago
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sarah on demi's wheel 👀👀
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makahimetenshi · 2 months ago
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Tal vez y deberia cogerme a tu esposa por que me tienes harto - Jotakak Fanfic
Las muchas horas de viaje que Noriaki había pasado sentado ahora le estaban pesando horriblemente en el cuerpo, el viaje había sido terriblemente pesado y tener hacer paro en la casa de su amante hasta que sus cosas llegaran en la mudanza a su nuevo apartamento no le hacía justicia para nada a su estado de ánimo, estaba cansado y frustrado y solo quería echarse a dormir, cargar sus varias maletas luego de estar una hora y media esperando a que aparecieran en la cinta le estaba tironeando de los brazos mientras caminaba en dirección a la calle a tomar un taxi…pero todo mejoro de repente cuando en la zona de espera de las sillas donde estaban los parlantes vio a un hombre de metro noventa parado con una gorra y una gabardina blanca, casi no podía creer como la adrenalina lo hizo recuperar fuerzas para correr hacia donde estaba aún con sus maletas saltando y dando golpes contra el suelo mientras corría.
-Jotaro! –grito llamando la atención de aquel hombre, al cual vio girar en su dirección con una sonrisa encantadora, de repente sus ánimos estaban a full, se mordió los labios entusiasmado ante la idea de lanzarse a el para darle un beso romántico en un aeropuerto, haciendo que el moreno lo sujetara de la cintura y lo diera vueltas mientras sus labios aún seguían unidos.
Pero en cuanto una figura femenina notablemente mas bajita que el de cabello castaño salió de detrás del moreno se paró de la nada, sintiendo sus zapatos deslizar por el inesperado frene y sus maletas golpearles las pantorrillas.
Ah.
Marina.
Y claro que ella no sabía que eran amantes.
El muchacho bajo la cabeza con un fuerte dolor en el pecho, suspirando para intentar ahogar la pena antes de levantar la cabeza y comenzar a caminar, esta vez notablemente más desganado, apenas como queriendo llegar, casi por compromiso.
Jotaro ya se que soy tu amante y nada más, no me lo tienes que recordar trayendo a tu mujer aquí pedazo de mierda insensible.
-No era necesario –murmuro cuando estuvo frente a ellos en un doble sentido, por supuesto que no era necesario traer a su esposa para hacerle saber su lugar en su problemática relación.
-Conozco este aeropuerto mas que tu y los taxistas son unos ladrones, tienes que ahorrar hasta tu primer sueldo en tu nuevo trabajo recuerdas? –claro, estaba seguro que Jotaro venía a recogerlo para llevarlo a casa y no para recordarle el hecho de que pese a que el pelirojo se super emocionara y fantaseara con una vida a su lado el seguía siendo un hombre casado y debían mantener todo en secreto.
-Hola Marina –susurro saludando por educación a la mujer de su amante, la cual no sabía nada, esta le dedico una sonrisa amable, pese a todo ambos se llevaban increíblemente bien, oh si, pese a los sentimientos reprimidos que tuvo Kakyoin durante toda su relación hasta que finalmente una noche de placer ambos hombres se rindieron a los brazos del otro, el se llevaba bien con la chica a la que estaba engañando sin vergüenza, y ella nisiquiera tenía idea de los sentimientos que tenía hacia Jotaro.
-Déjame ayudarte a reacondicionar tu nueva casa si? Es muy bueno que consiguieras un nuevo apartamento en nuestro vecindario! –Oh Marina tan desocupada, dulce y aburrida como siempre, la pobre mujer siempre ayudaba a los demás casi por instinto acostumbrada a buscar algo que hacer fuera del trabajo por que su esposo nunca estaba con ella, aveces estaba con el follandolo cuando trabajaban juntos, oh pero eso ella no lo sabía.
-Es solo temporal hasta que vea donde comprar una casa en esta ciudad, o quizá en otra, pero me tuve que mudar para conseguir primero un empleo en ese caso, estoy feliz de tener el dinero como para tomar la decisión cuando sea –tenía más de 30 así que la idea de seguir alquilando lo hacia sentir como un niño, como alguien con pocos hobbys podía ahorrar cuanto quisiera así que no le fue difícil soltero y sin relativos a los que mantener conseguir la suma para despacharse a la compra de una casa cuando quisiera.
Jotaro probablemente no iba a aceptar nunca la idea de dejar a su esposa por el, prácticamente sus múltiples negaciones le habían dejado claro que para el era un mero depósito de semen o algo donde quitarse la calentura, pero mantenía la tonta esperanza de que un día se cansara de Marina y el ganara por descarte…o lo enamorara…y solo pensar en ello y ver los ojos castaños de la mujer le dio un sabor amargo en la boca.
De momento mudándose cerca se aseguraba que lo fueran a follar seguido al menos, así de increíble es el sexo con el amor de su vida que se mudó cerca de el.
Bueno, al menos no estaba solo por su amante ahí, la mujer era una buena amiga, aunque se estuviera follando a su esposo para cumplir sus egoístas deseos y caprichos de poseerlo por 15 minutos 2 dias a la semana.
Sin darle tiempo a pensar el moreno tomo un par de maletas suyas, obligándolo a caminar en su dirección como un perrito faldero.
-Venga, vamos al auto, dormirás en nuestro sofá hasta que arregles lo de tu nuevo departamento con la inmobiliaria y te den las llaves-Kakyoin rodo los ojos, de todas maneras el había aceptado.
-En 3 días entro a mi nuevo empleo, así que lo necesitare.
Esa semana de convivencia le dio al pelirojo una vista totalmente diferente sobre la mujer que le había robado a su hombre, el que nunca reclamo claro, era simpática, divertida, amena, no entendía por que el moreno se había casado con ella si sus personalidades no congeniaban para nada pero entendía que ella era un primor de persona y agradable como poca gente.
Uno de esos días luego del primer día de trabajo del pelirojo en la nueva ciudad ambos se encontraban regando las plantas mientras charlaban de cosas varias, como libros que habían leído, cuando Jotaro paso por la ventana corriendo.
-Jotaro! –lo llamo la fémina al verlo por el rabillo del ojo, y este se detuvo contra el vidrio –vamos a tomar el te para celebrar el primer día de Kakyoin! Te quedas? –en respuesta, lo único que paso fue que recibió una negativa y luego lo vio desaparecer, haciendo elevar una ceja al pelirojo confundido, el no era el único abandonado y solitario después de todo? Le ofendia pensar que Jotaro era así de asqueroso con todo el mundo, así que tener que insistir el con las llamadas no lo hacia de pesado, era que su amante era así de idiota.
-Se va seguido verdad? –pregunto en un susurro buscando no incomodarla, la decepción se le veía en toda la cara, y el abandono también.
-El es así.
-Oh ya lo creo –comento como si fuera lo mas obvio del mundo, tirándole un pequeño paño a la castaña para que saliera de su ensoñación tan triste y se riera un poco, pero esta solo le respondió con una sonrisa amarga metiéndose al interior de la casa.
Tu le haces esto a todo el mundo Jotaro, no solo a mi.
Cuando consiguió las llaves de su nuevo departamento temporal cayo en cuenta que después del trabajo, Marina pasaba mucho tiempo en su casa, reacomodando cosas, charlando con el, llevando cosas para comer, ayudándolo a ordenar o acondicionar el nuevo lugar…
-Estoy algo feliz de que estés aquí, eres el primer conocido que tengo en esta ciudad, Jotaro quiso mudarse aquí por que su trabajo le quedaba cerca pero el mío…es imposible conectar con la gente ahí, por lo que he estado bastante aburrida durante este tiempo.
-Por no decir que conocer gente casada debe ser difícil –comento como una broma, obviamente no era así.
-Es que no tengo razón para ir a un gimnasio –el pelirojo le dio la razón levantando su vaso de jugo, la mujer estaba muy bien – y apenas tengo 30, no estoy en edad de ir a clubs de hobbies, extraño un poco mi antigua ciudad.
-Y tus amigos –la castaña pego un suspiro cansado, enfocando su vista en el vaso delante suyo.
-Jotaro sale demasiado, es aburridísima la convivencia así, es casi como si estuviera intentando mantener su compañía haciéndolo sentir cómodo y cuidándolo pero realmente no funciona por que el no funciona así, simplemente se va.
Que razón tenía, wow quien diría que se entendería tan bien con su rival, hasta era divertido hablar mal de Jotaro, perro desagradecido que los hacía sufrir a ambos, además le había cambiado la vida a la pobre chica para nada.
-El no me llamo por 2 años cuando estaba en la universidad, creí que había muerto –comento entre una muestra de ironía y…no, ironía nada, era así, el desgraciado no fue capaz de pegarle una llamada ni avisarle que había dado de baja su línea telefónica y cambiado de número, nisiquiera le importo, quedo incomunicado de los Joestar por su culpa y no se enteró de ello hasta que Joseph lo llamo por un trabajo –Necesito un nuevo amigo.
Necesito que sea mi novio, y mi esposo si se puede.
-Que bueno que nos tenemos el uno al otro –comento ella de manera ingenua, sin mirar todavía al otro, cuyas mejillas se sonrojaron ante la realización de que era verdad, era su primera amistad en la ciudad, no solo su rival y su primera conocida, por que no llamar a Marina amiga si se llevaban tan bien?
-Asi es verdad?
Era casi insultante como Jotaro estaba totalmente ausente de la vida de ambos, siempre viajando, fuera de casa…lo cual con un dolor muy agudo en el pecho le hacía preguntarse si realmente era su único amante, por que el sabía que también se la estaba follando a Marina, osea ella no era la esposa ignorada y despechada clásica de toda la vida.
Por lo general a Jotaro luego de hacerlo le gustaba tomarlo de la cintura y estrecharlo contra su pecho para abrazarlo, el siempre estaba totalmente extasiado de felicidad y enamorado por ello, alimentaba sus fantasias donde Jotaro correspondía sus sentimientos desde la adolescencia y podían ser finalmente algo más, pero el moreno solo lo hacía por comodidad, era un tick para el ese pequeño abrazo por que le gustaba sentir los musculos del pelirojo contra su piel.
Por mucho que le gustara quedarse abrazado a dejar que lo mimara haciéndole caricias en el pelo o demás hoy no tenía ganas, por lo que rechazo su abrazo levantándose para ir al baño a limpiarse, hoy los celos lo carcomían. Los celos de ser el segundo, o quizás el quinto, los celos de que se estuviera cogiendo a su amiga, lo cual correspondía por que era su esposa, los celos de que Jotaro no lo amaba ni correspondía como el lo hacía, y que para colmo se encargaba de dejárselo clarísimo en cada oportunidad, los celos de que todo lo que tenían era sexo y nada más…hoy simplemente no se sentía de animos para estar en su fantasía de cuento de hadas conformándose con las sobras que Jotaro le tiraba sin querer, por lo que lo dejo solo y anonadado en la cama, de lo cual se dio cuenta al regresar a buscar sus calzoncillos, encontrándose con su dura mirada.
-Pasa algo? –pregunto ante su extraña actitud, sintiendo la necesidad de fumar un cigarrillo.
-Nada –respondió Kakyoin frió, tomando su ropa interior y dándose la vuelta para vestirse enfrente suyo sin intenciones de realmente nada –sabes? Hay una chica muy linda en el trabajo a la que quiero invitar a tomar algo, que café me puedes recomendar? –era mentira, pero hoy se sentía venenoso, molesto, con ganas de mostrarle al moreno que tanto lo molestaba la situación.
Este sin embargo solo se mordió los labios por un segundo mirando a la nada en la habitación, a lo que salió de la cama y se colocó detrás suyo, posando sus manos en los huesos de su pequeña cintura, pegando su pecho a su espalda para dejar descansar su mentón sobre sus hombros y darle un pequeño besito en el cuello, cerrando los ojos para en cada respiración disfrutar de su aroma, dejando a Noriaki paralizado.
-Eres mio Noriaki…-susurro con una voz aterciopelada que el otro considero encantadora, sintiendo el calor en sus mejillas elevarse y su corazón comenzar a latir con fuerza, casi doliéndole como si fuera algo que estaba necesitando oir desde hace mucho –no quiero verte con nadie, eres mio…mio…-aquel ultimo mio se lo dio con una pequeña mordidita a la carne de su cuello, sobresaltando al pelirojo que dio un ligero salto de la sorpresa.
Una de sus manos fue hasta su pecho, respirando un par de veces para intentar contener su corazón y las lágrimas que iban a salirle, por que sabía que Jotaro solo estaba jugando con el, que era alguien egoísta que se había casado con una chica linda para no verla con nadie mas y ahora estaba jugando con el para que solo estuviera disponible para si, aún si siempre estaría disponible para el por que lo amaba.
-Que de ti? Tu tienes a tu esposa, tu estas con otras personas, por que yo no puedo? -su voz se oía muy dolida, y no solo eso si no que se lo oía agitado, mas sin embargo no sintió a Jotaro destensarse ni un poco contra el al oírlo.
-Quiero que seas mio Kakyoin –cuando los labios de el se pegaron a su lóbulo se derritió instantáneamente, no podía decirle que no cuando le hablaba de una manera tan seductora, cuando sentía su aliento tan cerca suyo quemándole hasta derretirlo, que podía decirle? No podía hacer mas que asentir y que su cuerpo actuara por el, sonriendo inconscientemente ante su tacto, que poco a poco comenzó a hacerse mas insistente cuando el moreno lo tomo con fuerza de la cintura y comenzó a comerle la oreja, su propio cuerpo moviéndose y frotándose contra su piel caliente meneando sus caderas haciéndole saber cuánto le gustaba…y pasado unos momentos de eso no tardo en sentir algo duro contra su trasero, llamándole la atención.
-Acabamos de hacerlo –en eso escucho un gruñido de parte de Jotaro, quien bajo su mano de sus caderas a su trasero, bajando con ello su ropa interior dejando una de sus nalgas al aire antes de darle un fuerte apretón, para acto seguido darlo vuelta y empujarlo de vuelta a la cama, viendo como este se subia encima suyo como una fiera apunto de comerlo, a lo cual hipnotizado Noriaki envolvió su cuello con sus brazos, mirando sus ojos verdes llenos de deseo.
-No me importa –susurro Jotaro antes de clavarle un apasionado beso.
Un día en la residencia Kujo Marina había comprado un par de tickets para cine, hacía rato que tenía ganas de ir a ver una película que había salido y en su inocente cabeza pensaba que estaría bien una salida con su esposo, sin embargo…Jotaro solo era Jotaro.
-Lo único que vas a conseguir es que termine durmiéndome en el cine, estoy cansado –el hombre de metro noventa se encontraba echado en el sofa con un libro en la cara para hacerle de antifaz.
-Tengo ganas de salir, podemos ir a comer algo también –de hecho la formula clásica siempre es cine+comida
-No seas así, no me pongas esa voz de cachorrito, trabaje toda la semana y quiero descansar –la verdad era que si, por elección propia, tenia jornadas de trabajo largas que lo dejaban cansado, descansar un viernes a la noche para hacer absolutamente nada era su mayor deseo cuando terminaba la semana.
-Bien, no necesitas estar tan emocionado ya que tengo los tickets comprados sabes? –verlo en el sofa sin intención de redimirse de su falta de atención le hizo pensar automáticamente en quien si no dudaría en acompañarla y salir con ella, haciéndola retirarse con furia de la habitación para ir hasta el teléfono más cercano, marcando con las manos temblorosas y llenas de frustración el número de Noriaki.
Después de unos pocos tonos este contesto.
-Hey Kakyoin, tengo unos tickets para el cine en un par de horas, te apetece ir? Podríamos ir a comer algo de paso, Jotaro no me quiere acompañar, dice que esta cansado pero igualmente va a tener que hacerse la cena solo por desagradecido.
El pelirojo suspiro para sus adentros, estaba cansado del trabajo y no tenía muchas ganas de salir, pero ahora que lo pensaba tampoco quería cocinar.
-Ire si me pagas la comida, estoy cansado –dios por que todos los hombres eran así? Estaba invitando ella.
-Bien, solo ven, sería deprimente desperdiciar unos tickets de cine de viernes en la noche, eso terminara acabando con mi autoestima.
Para cuando se encontraron en el centro comercial el pelirojo estaba sobre una banca a los bostezos, cronandose el cuello y los dedos para desperezarse lo mas posible, aún faltaba una hora para la película y era temprano para cenar aún luego de esta.
-Te ves terrible –menciono el pelirojo, linda? Seguro, pero totalmente deprimida y desganada –no veo como alguien con casa propia, pareja y trabajo pueda ser tan infeliz
-Se llama soledad Kakyoin, me pregunto como a un treintañero sin pareja como tu no le afecta-Oh el no estaba solo, lo acompañaba constantemente su trabajadora imaginación, la cual creaba futuros con Jotaro.
-Soy muy independiente, nunca fui una mariposa social, déjame que te compre algo ya que vas a pagar mi cena –de su bolsillo saco su billetera y le dio la parte de su ticket del cine, levantándose para que la mujer lo acompañara a recorrer el centro comercial donde estaba el cine.
Era increíble como un par de zapatos nuevos hicieron tanta diferencia en el rostro de la muchacha, o tal vez era la atención o la compañía, no lo sabía. Marina estaba sumamente agradecida y contenta de que Kakyoin la hubiera acompañado, tanto así que estuvieron tanto tiempo jugando y eligiendo zapatos que casi se les hizo la hora de la película encima, increíblemente el pelirojo se había sumado demasiado al juego, descubriendo que la chica tenía unos tobillos increíblemente refinados? Que cosas estaba pensando, aunque no se divertía así por tonterías desde hacía un tiempo.
Claro, la insolación de estar sola en una ciudad sin conocidos.
Ambos fueron a ver la película ya luego de eso a cenar con bastante hambre, fue divertido, no era que a Noriaki le interesara particularmente ver esa película o salir a cenar afuera pero no estuvo mal, no se quejaba por ello. Marina volvió a su casa feliz de encontrarse a alguien en quien confiar.
Meses después, aún Jotaro siendo su amante el pelirojo está en casa de Marina sosteniendo su cabello mientras ella vomitaba, había salido desesperado en cuanto oyó cuál era su problema pero al volver la chica estaba dejando un camino de vómitos por toda la casa, por lo que la llevo al baño a que se descargara ahí.
-No te va a servir de nada seguir esperando como una tonta, te traje varios test de embarazo, tan pronto estés mejor sacamos una cita con tu doctor –genial, no solo ella era su rival en el amor si no que ahora iba a ser padrino, nada podría ir a peor.
-Adivina quien no sabe del asunto? –Marina susurro con la voz acartonada y quebrada, limpiándose las lágrimas del esfuerzo.
-No le dijiste? –por que Kakyoin sonaba tan anonadado?
-Por supuesto que no, nisiquiera me oiría de todas maneras
-Bueno ustedes no se llevan muy bien pero evidentemente hay momentos donde la tensión se rompe y follan, deberías intentar decírselo ahí –oh, ahí estaba el veneno, el recordar que el no pintaba nada en esa casa, que debería irse y mandar a Jotaro a la mierda, pero no podía.
-Lo haces sonar tan sencillo
-Se lo diré yo entonces, no soy tu esposo y tengo que trabajar así que no puedo estar aquí para acompañarte a tus citas.
-Haces un mejor trabajo de esposo que Jotaro –las mejillas del pelirojo se tiñieron ligeramente, que significaba eso?
Para la noche, cuando el moreno volvió del trabajo se encontró a su amante en el sofá de la sala, descolocándolo, pero antes de preguntarse siquiera por que estaba ahí el otro se había parado para llevarlo del brazo hasta la entrada de la casa a rastras, tan pronto su espalda encontró la puerta, su mirada se encontró con la retadora y reprochante del pelirojo.
-Bien, eres el último en saberlo, tu esposa está embarazada –Kakyoin se cruzó de brazos y lo miro retadoramente, con una sonrisa hasta altanera y venenosa, viendo al moreno abrir los ojos lleno de sorpresa, intimidado y acorralado por la noticia.
-No puede ser –el maletín del trabajo se le cayó de las manos al moreno, cuando llevo una mano a la cabeza para acomodar su cabello su gorra también se cayó, maldiciendo en lo bajo por eso- Desde hace cuánto? –pregunto curioso, francamente contento de que Noriaki estuviera por ahí al hacerle de soporte con el tema.
-Tal vez una semana, ya arreglamos una cita con el doctor, tendrás que acompañarla
Jotaro asintió, soplando aire por la nariz antes de caer de sentón al suelo, mirando a la nada por unos segundos antes de ver a los ojos violetas de su amante, susurrándole para que fuera un momento solo de ellos 2.
-Esto no cambia nada entre nosotros 2
Noriaki se congelo en su lugar, no entendiendo y a la vez sintiendo escalofríos, como que todo seguiría igual? Dios iba a tener un hijo y…
-A que te refie…-de la nada el otro se levantó, yendo al interior de la casa a buscar a su esposa para hablar de lo sucedido.
Sin embargo, las cosas fueran como fueran Jotaro seguía siendo el mismo hombre ausente de siempre, y el mismo amante para ambos, Kakyoin hasta notaba que pasaba mas tiempo en su departamento que otra cosa, la verdad es que la noticia del embarazo de Marina lo había parado totalmente de la idea de querer vivir cerca de Jotaro, ya no quería comprar una casa cerca suyo, sentía que todo se iba a desmoronar en algún momento y tener el compromiso de una hipoteca tan cerca de su ex amante, su mujer, y su hija no sonaba como una buena idea.
Ellos nisiquiera estaban haciéndolo pero Jotaro seguía en su casa, leyendo o haciéndole compañía, sin embargo a pesar de que eso fuera lo que Noriaki siempre hubiera querido, el estar haciéndole el feo y dejar a una mujer sola embarazada en su casa…no le gustaba, lo hacía sentir mal, ahora si se sentía entre medio de ellos, alejando a Marina de Jotaro.
Aún si el no tenía nada que ver, puesto que era Jotaro quien venía a su departamento, y era el quien lo hechizaba comiéndole la boca a besos desesperados.
-Estas asustado de tener un hijo? –le pregunto por curiosidad, Jotaro sabía muy bien que le llamaba la atención que pasaran tanto tiempo juntos.
-Realmente no lo quería –dijo en un suspiro antes de largar una gran bocanada de humo, la más grande prueba de que Jotaro estaba en su casa era que siempre dejaba su olor a cigarrillos impregnado donde fuera –supongo que estoy aprovechando los pocos meses libres que me quedan no crees?
-Si estás pasando tanto tiempo conmigo significa que luego de que nazca el bebe no nos veremos mas? No así? –pregunto con la cabeza baja intentando esconder su pena, pretendiendo que no le afectaba.
-Claro que no –acto seguido el pelirojo tenía a su amante detrás suyo, abrazándolo mientras Jotaro escondía su nariz en su cabello, oliéndolo y simulando que masticaba de este como un juego –esto no tiene que cambiar nada entre nosotros.
-Por dios Jojo, es un niño, ya me siento lo suficientemente mal por Marina-aquello hizo chasquear al moreno molesto.
-Dices eso pero la pasas bien fingiendo ser su amigo y no diciéndole nada de lo nuestro.
-Estas actuando como un idiota –Kakyoin intento zafarse de Jotaro, pero este solo lo abrazo con mas ganas, para el todo seguía siendo un juego.
-Y me amas por eso –aquello le cayó al pelirojo como un balde de agua fría en la cabeza, sintiéndose terrible por todo aquello, encogiéndose sobre si mismo, sintiendo su cuerpo helarse de pies a cabeza a pesar de estar entre los brazos de el.
-Y tu te aprovechas de eso –Jotaro se aprovechaba mucho de que lo amaba, y era por eso que seguían en esa situación.
No era de exagerar decir que Marina andaba extra histérica y sensible, cosa de las hormonas, pero por todo la muchacha estaba molesta, irritada, deprimida y eso para Kakyoin era una patada en los huevos, osea si, lógicamente estaba preocupado por ella y no le hacía bien verla mal pero también era molesto y pesado, estaba pensando en que había hecho mal en la vida como para ser la niñera de su rival en el amor y la esposa de su amante.
Un día la mujer lo llamo toda histérica, Kakyoin no se molestó en salir con prisa, ya sabía que a lo mejor no era nada o que era solo que ella estaba triste, camino en dirección a su casa y antes de llegar la puerta se abrió ante el sorprendiéndolo, entonces acelero su paso y Marina se echó a llorar contra el angustiada como no la había visto antes.
-El no quiso acompañarme a ver cuál era el sexo del bebe! Desde que paso esto Jotaro está mas y mas extraño! Creí que a fuerzas íbamos a tener que pasar mas tiempo juntos pero cada vez está mas ausente! –los ojos se le abrieron de par en par a Noriaki, abrazando a Marina para que se calmara, como podía ser Jotaro tan imbécil? Nisiquiera estaba fingiendo bien su mentira.
-Espera, Mari, Marina –intento llamarla un par de veces, esperando a que se calmara y dejara de sollozar, cuando tuvo su atención levanto su rostro y retiro sus lágrimas con la yema de sus pulgares, mirándola fijo –llamaste a su trabajo a ver si no le paso algo? Es demasiado extraño, a lo mejor tuvo un percance y… -la muchacha negro con la cabeza, gimoteando un par de veces antes de abrazarlo con fuerza.
-Lo llame y dijo que no va a venir, cuando le pregunte directamente me colgó sin decir mas
Kakyoin se quedo anonadado con la mujer en sus brazos a pura lagrima, como se podía ser tan imbécil?
-Tranquila, todavía podemos tomar un taxi e ir, yo te acompaño si? –intento calmarla pero ella negó con la cabeza, ocultándose contra su pecho, sentía en Noriaki un aroma masculino y embriagante que hace tanto no sentía en Jotaro.
-Cancele el turno por que estaba realmente enojada y…-pobre Marina, su mano se dirigió a acariciar su cabello para calmarla, no era bueno para una embarazada ponerse tal mal.
-Puedes sacar turno otro dia y yo iré contigo, no pasa nada-su voz se volvió dulce hacia ella, inspirándole confianza, lo cual la hizo levantar la cabeza hipnotizada, mirando directo a sus orbes violetas.
Hasta ahora, Noriaki había sido el único hombre que había estado con ella y no la había dejado sola, el siempre había sido un buen amigo y francamente se portaba como el esposo que quisiera que fuera Jotaro. Fue casi accidental como se levantó de puntitas para besar los labios de Noriaki, dándole un pico rápido, tan siquiera pudo cerrar los ojos por que el otro se zafo de su abrazo echándose hacia atrás, casi cayéndose en la entrada escalonada de la puerta.
-Lo siento, no hagas esto, por favor, eres más mi esposo de lo que Jotaro lo es…-al verlo todo alborotado y sorprendido enfrente suyo se murió de la vergüenza, sintiéndose humillada y echándose a llorar de nuevo, tapándose la cara con las manos, prácticamente estaba a los gritos pero no se podía controlar.
Kakyoin estaba sin palabras, sonrojado a mas no poder y temblando, sin saber muy bien cómo responder a que ella lo había besado.
-Marina no puedo, Jotaro es mi amigo y ambos están casados yo… -dijo con la voz entrecortada, intentando defenderse, Jotaro se estaba distanciando de ella por su culpa y no podía decírselo.
-Por favor, tu eres mas atento conmigo que el, a este punto me importas más que Jotaro –verla lloriqueando y con los hombros temblando le rompía el corazón, pero el nisiquiera gustaba de ella como para corresponderle, el amaba a su esposo y…
-Solo estas enojada por lo de hoy, tal vez deberías pensarlo mejor.
Cuando lo vio irse a toda prisa a la castaña se le rompió el corazón.
Estaba muy segura de lo que decía.
Había pasado casi un mes, Jotaro no apareció en su casa hasta un par de semanas después del incidente y se le veía en la cara que sabía que había cometido un error, no hablaron del tema, la mirada reprochante de Noriaki hacía suficiente trabajo con el y no quería arruinar sus escasos momentos juntos, donde su mente trabajaba para hacerlo sentir que ambos eran una pareja.
Una con problemas.
Se notaba que el había estado un par de semanas con Marina y después se había aburrido y se había venido a su casa, donde no había sido tratado mas que de manera distanciada y francamente no muy agradable, pero no era su culpa, la situación lo ponía bajo tanto estress que era frustrante.
Cuando volvió a ver a Marina, siendo esta quien lo llamo después de un mes, realmente se la veía embarazada, y bonita, pero muy embarazada, tanto así que se preguntaba mentalmente si estaba bien a cada segundo que la veía.
-Puedes acompañarme a una cita con el doctor? –pregunto ella con la mirada abajo, a lo que Kakyoin asintió sin problemas.
-Seguro, al final de que sexo era?
-Es una niña, Jotaro no te lo conto?
-No, realmente no hablamos del tema, cuando nos vimos de nuevo ya había pasado y no quería pelear…
-Ya veo
-Ya sabes al final del día es un asunto de ustedes 2 yo no debería meterme tanto –dijo como si fuera lo mas obvio del mundo, pero al instante Marina agarro su mano con fuerza, obligándolo a verla.
-No es así, y lo sabes –el tono tan duro y directo con el que se lo dijo lo hizo dudar, tragando saliva por un segundo, acaso sabía de lo suyo con Jotaro?
-A que te refieres? –pregunto con miedo, y las manos sudándole contra la mano de ella.
Sin embargo no fue lo que esperaba, la mujer lo jalo de la mano para tomar su rostro con la otra y besarlo, paralizándolo. Oh no, no otra vez, comenzó a moverse para safarse, pero estaba limitado ante el hecho de que no podía empujarla ni ser brusco con ella, quien en cambio se estaba aferrando con uñas y fiereza a su rostro, nisiquiera podía continuar el beso correctamente, simplemente tenían sus labios pegados uno contra el otro.
Se quedó quieto hasta que sus respiraciones comenzaron a sufrir, golpeando con fuerza la piel del otro y la falta de oxígeno lo obligo a el a separarse primero, tomando aire antes de ver a la desesperada muchacha que estaba conteniendo las lágrimas.
-Quédate Noriaki –le suplico agarrando su mano, jalándolo hacia adentro de la casa –por favor, estoy harta de estar sola
-No puedo hacerle esto a Jotaro, tu eres…-a la cabeza se le vino automáticamente lo que le había dicho el moreno, que tenía que ser solo suyo suyo, por que tenía que pasar justo esto cuando lo sentía cada vez más cerca? Cuando por fin en años Jotaro estaba pasando tiempo con el no necesariamente follando a cada momento? Era egoísta de su parte que le pidiera fidelidad estando el casado y no dando el ejemplo, si tan siquiera no se siguiera follando a Marina o al menos no la hubiera embarazo tendría alguna razón para esperar pero no era el caso.
Por que seguía esperando a alguien que no le daba el paro? Seguía simplemente desviviéndose por oírlo prácticamente respirar y lo que Jotaro le daba no era suficiente en comparación a lo que el daba.
Suspiro y se quedó mirando al suelo, sintiendo los pequeños dedos de ella levantar su mentón, apuntando con sus ojos café a los suyos, ella estaba angustiada y el confundido.
-No necesito a Jotaro! Tú has estado más presente conmigo que el en todos estos años!
-Y que quieres que haga? Ah? Dime, acaso lo quieres engañar conmigo y pretender que tu relación esta bien? –acaso el era el mejor para juzgar a la gente sobre los engaños? Tal vez no
-Estoy cansada de estar sola!
-Tan pronto me vaya de aquí estarás sola de nuevo!
-No si puedes volver! –le respondió a los gritos entre medio de lágrimas –necesito a alguien que me quiera y este a mi lado…
-Pero yo no te quiero –le dijo con total sinceridad, viendo los ojos de ella abrirse de golpe, para cerrarse también de golpe, gimoteando y ahorrándose las lágrimas, era la verdad, era solo su amiga y nada más.
-Si no lo haces, actúas como tal y eso me es suficiente, eres más que Jotaro y me es suficiente
-Entonces por que no podemos ahorrarnos esto y seguir solo como amigos, cual es la necesidad de…
-Quiero que alguien actué de verdad como mi esposo y tú puedes hacerlo, eres perfecto
-Marina no estoy seguro de que…
Uno de los dedos de ella tapo sus finos labios, callándolo.
-No necesitas pensar en eso…-susurro ella con la voz aún quebrada, estaba intentando tener el control de la situación –puedes disfrutarlo tanto como gustes si? Lo mismo que disfruto estar contigo…
Kakyoin cerró los ojos y suspiro al ver que ella no quería ceder, pero casi al instante la mujer se pegó a su boca, chocando sus femeninos labios contra los suyos, que se sintieron electrizados ante la diferencia de los carnosos labios de Jotaro y el contraste de los labios de una mujer. En su cabeza se estaba debatiendo que era lo que lo hacía quedarse. Por que no se estaba apartando? Que tan confundido se sentia sobre Jotaro? Justamente ahora que parecía interesarse por el justo Marina ponía sus ojos encima suyo…había estado mucho tiempo siendo el segundo plato del moreno y eso lo tenía herido, molesto, había cumplido eso de ser solo de el demasiado tiempo y no sabía si por amor o por lo bien que lo follaba a este punto.
Estaba dejándola hacer lo que quisiera con tal de no lastimarla, quería irse pero el calor que le contagiaba su boca lo iba hechizando poco a poco, los besos tiernos y dulces de una hermosa mujer solitaria que rogaba por su cariño y compañía no se hacían negar en cosquilleos agradables que hacian que sus dedos se movieran inquietos, queriendo posar sus manos en su cintura para intensificar ese beso.
Que se lo impedía? Jotaro que lo tenía de segundo plato, no tenía la cara como para reconocer su relación o respetar a su esposa y no engañarla? Que no quería hacer su relación abierta por un falso sentido de fidelidad que ni el seguía? El mismo Jotaro que tan siquiera como amigo fallaba siendo terriblemente ausente y desconsiderado?
Ah, al parecer no hay nada que le impidiera follarse a la mujer de su mejor amigo, nisiquiera en términos de amistad, por que Jotaro no solo era un pésimo esposo, si no también un pésimo amigo, además a quien engañaba el? Nadie, estaba soltero, podía hacer lo que quisiera, y lo que sea que dijera el moreno no era de su incumbencia.
Marina estaba por rendirse cuando de la nada los delgados dedos del pelirojo se posaron en su cintura en un tímido abrazo, rodeándola para acercarla más a el, Kakyoin girando y rotando su cabeza a medida que comenzaba a corresponder el beso con más entusiasmo del que imaginaba en un principio.
Entre besos las manos de la mujer se relajaron y soltaron sus mejillas para sujetarse de su cuello, no fue pasando mucho antes de que ambos fueran retrocediendo a pasos torpes para dirigirse a la recamara, con las respiraciones agitadas y apenas separándose para tomar aire antes de chocar aire caliente por sus narices, los dedos de ella se enrredaban en los mechones de cabello que le caían a Kakyoin por el cuello y cuando el pelirojo se chocó con el marco de la puerta abrió los ojos lentamente, parando el beso, yendo a agarrar las manos de ellas y descansándolas sobre su pecho.
Miro a otro lado algo apenado, a sabiendas que ella estaba demasiado confundida por como los había interrumpido.
-No…tengo condones encima…-y honestamente, considerando que ella estaba embarazada dudaba que hubiera en toda la casa.
-Noriaki –dijo con una voz algo confundida antes de hacer una pausa- yo ya esto embarazada…-ante ese comentario el pelirojo se sonrojo, soltando sus manos y tapándose la cara, no lo decía por eso! –acaso tienes algo?
-No! –Grito casi escandalizado aún oculto entre sus manos- es solo la costumbre y el cuidado! Nada más!
Marina rodo los ojos y le saco la mano de la cara, sujetándolas abajo para darle un pequeño pico mirándolo fijo y esperando a que se le pasara la pena, a lo que el luego de unos segundos se acercó y le dio otro pequeño beso, uno que nuevamente fue escalando hasta que ambos estaban echados en la cama, uno frente al otro, el acomodándose con cuidado ya que su panza a pesar de no ser tan grande estaba en medio.
Kakyoin comenzó a explorar su cuerpo de apoco, bajando con sus manos por sus brazos hasta su cintura y de ahí deslizarse a sus caderas, fue sorpresivo para el cuándo apartir de eso Marina comenzó a desabotonar el cuello de su camisa, metiendo una de sus manos para acariciar sus hombros y desabrochando el resto de la prenda hacia abajo con la otra, a este punto no veía demasiado el hecho de querer compañía puesto que él iba más lento que ella.
Cuando la desesperación empezó a ganarle a las torpes manos de ella se levantó y se despojó de la prenda, quedando con el pecho desnudo, pero antes de dudar se lanzó a besarla de nuevo, esta vez agarrando su cintura con una mano y con la otra sin ningún tipo de pudor apretando uno de sus senos, realmente no podía hacer como que estaban mas grandes que antes a diferencia de Jotaro que si conocía su cuerpo anteriormente pero le agradaba el tamaño y lo apretables que eran.
Fue el quien esta vez comenzó a entusiasmarse y metió de lleno su lengua en la boca de ella, a jalonearla, succionarla, mordisquearla y recorrerla con la suya, alterando el ritmo de su respiración para comenzar a oír pequeños gemidos y jadeos que hacían juego con su piel caliente, piel que lo invitaba a probar mas, metiendo sus manos por los costados de su vestido y brassier para tocar en carne aquel suave montículo, sintiendo casi instantáneamente su pezón erectarse contra su palma.
La castaña no quiso quedarse atrás por lo que sus manos comenzaron a apretar y moverse por sus musculosos brazos, levantándose sobre sus codos para poder pegarse mas a su rostro e intensificar el beso, del cual ahora ambos estaban gimiendo y jadeando dentro de sus propias bocas.
Cuando ella subio de nuevo hacia sus hombros y bajo hasta sus pectorales su pecho se inflo de ganas, sacando sus manos de su vestido para llevarlas a su espalda y buscar el cierre de la prenda, lo mismo con su brassier los cuales en el mismo momento en que estuvieron flojos y listo para ser arrebatados de su cuerpo no tardo en correr para hacer lugar a su cuerpo desnudo, del cual ni corto ni perezoso abandono su boca para bajar de a pequeños besitos por su cuello hasta que prácticamente su barbilla quedo hundida entre ambos senos y de ahí su lengua bajo sola a devorar sus pezones.
-A lo mejor en unos meses podrás disfrutar de cuando este lactando –Marina había dicho aquello en un jadeo tan largo que le sonó terriblemente lascivo, despertando algo dentro de sus pantalones que ahora prácticamente le pedían abandonarlo, no sabía por cuando tiempo ella querría continuar con aquello pero la idea de tomar leche de unos senos bien crecidos se la había puesto durísima, a lo que se acomodó con cuidado entre las piernas de ella, separándolas con sus rodillas.
Estaba moviendo su lengua de un lado a otro saboreando el endurecido montículo que estaba en su boca, succionando cada tanto y dejando pequeñas mordiditas, a gusto de hacer a la mujer gemir y gritar más fuerte. Con su mano estaba apretando y pellizcando el otro pecho prácticamente hipnotizador por el calor y la mullidez que tenían, mientras que la otra iba lentamente bajando por sus costados desnudos, en dirección a sus bragas donde se encontraba la zona más caliente de su cuerpo, sabía que si bajaba por su estómago tendría que subir una cuesta que era su embarazado vientre por lo que su cintura y sus ahoras anchas caderas se le hacían una opción deliciosa.
-Mari…-susurro levantando la mirada para llamar la atención de ella, mirándola lascivamente con su pezón vibrando en sus labios por más cariño, estaba pidiéndole permiso para adentrarse en esa parte de ella y cuando la esposa de su amante volteo a verlo esta solo asintió, moviendo las femeninas manos que estaban en su pecho a su espalda, agarrándose de sus fuertes y grandes homoplatos como si se le fuera la vida en ello.
-Está bien, se que igualmente tienes algo con el hecho de que sea una madre ahora…
No sabía si le estaba recordando uno de sus gustos, o el hecho de que era la madre de la hija de Jotaro, pero no era momento como para acordarse.
Metió finalmente sus dedos debajo de la fina tela de su ropa interior, bajando por su monte de venus hasta encontrar sus labios, los cuales se sentían increíblemente mojados y pegajosos incluso desde fuera, el ritmo de sus respiración agitada junto a sus gemidos haciendo que su pecho saltara contra su barbilla lo hizo morderse el labio inferior lleno de ego, adentrándose y bajando un par de dedos hasta su clítoris, volviendo a morder su pezón casi como en una sincronización perfecta cuando la castaña gimió al ser tocada en esa zona.
Estaba estirando sus pezones lo suficiente con su boca para poder levantarse y estar atento a esas deliciosas caras que ponía ella, nunca le había gustado ni se había planteado que en la cama pudiera verse tan linda, aunque el pensaba eso de todas las mujeres con las que estaba, tal vez era más el momento que otra cosa.
Cuando más jugaba con sus dedos en su intimidad más tiernos se volvían sus gemidos, resbalando, apretando, alternando unos con otros, combinando entre tocar su clítoris y su entrada, metiendo un poco sus dedos para sentir sus caderas entusiasmarse contra su mano, aveces un poco de todo, Marina se estaba aferrando con ganas a su espalda y Kakyoin estaba de lo más metido en el momento sabiendo que la estaba haciendo gozar de arriba abajo. Un par de dedos se metieron en su interior mientras con el pulgar se dedicaba a masajear su clítoris y en el momento en que se empezó a mover entre gemidos y respiraciones agitadas las mujer lo paro tironeándole del pelo, obligándola a verla aún con la lengua casi afuera.
-Ahhh Noriaki solo metete…por favor… Ah…-no estaba pudiendo contenerse más, por alguna razón sus dedos la estaban haciendo desfallecerse, jamás se imaginó que el sería el tipo de persona que era tan bueno dedeando, sumado a su maestra lengua en sus pezones haciéndolos cosquillear y enviando corrientes super intensas de placer a su entrepierna directo a empaparla y humedecerla más.
Se le hacía agua la boca de pensar en un día combinando esas 2 cosas en el lugar correcto.
Noriaki asintió con una sonrisa sobradora, por lo general siempre era el quien decía eso por Jotaro.
Se separó de ella solo para poder bajar el cierre de sus pantalones y poder sacar su miembro, corriendo sus bragas a un lado mientras se sujetaba y quedaba frente a su entrada, moviéndose ligeramente solo para ver sus labios temblar ante las ganas y la calentura que ambos tenían.
-Marina yo…
-Hazlo…-no tuvo que decirle nada más para que se metiera, agarrándola de las rodillas y moviéndose hacia delante, mirando como sus pechos saltaban por el movimiento.
Y eso lo prendía de sobre manera, tanto así que siguió a lo suyo con la vista fijo en ellos, mirando de vez en cuando a su boca gritando su nombre.
-Ah Marina…-el pelirojo no podía detener sus movimientos, prácticamente sus caderas se movían por su cuenta encantadas por la sensación de su interior tan húmedo y caliente alrededor suyo, tragándolo y devorándolo de tal manera que lo obligaba a cerrar los ojos con fuerza, prácticamente sintiendo las cejas estallándole contra estos.
-Ah Ah Ah! Noriaki!-tal vez el pelirojo no era igual a su esposo pero el ritmo tan lento y a su vez tan ansioso que llevaba le estaba encantando, prácticamente la estaba llevando de la mano a un orgasmo y a pesar de que todo lo anterior había sido poco tiempo había sido lo suficientemente intenso como para dejarla a punto. Si, tal vez era absolutamente diferente el como se sentía Jotaro que Noriaki pero igual le estaba encantando y sabía como recorrerla y meterse a cada segundo, tuvo que sujetarse con las uñas a las sabanas para no clavárselas en la espalda con fuerza.
Kakyoin fue bajando sus manos por sus muslos para ahí dirigirse a su cintura, intentando no apretar demasiado con los dedos cuando se hacía apoyo para entrar más, siendo consumido por su estrechez y calor, además del tal emanante aroma a sexo que ambos emanaban en ese instante volándole la cabeza todavía más, impulsándolo a moverse más rápido, prácticamente tronando contra el fondo de ella al sentir sus adentros contra la cabeza de su miembro. En un momento que el ritmo de sus estocadas se volvió más duro y bruto su cabeza se inclinó por inercia hacia los lados, dejando su mandíbula libre para abrirse tanto como necesitara gemir y gritar.
Marina sentía como su cuerpo era golpeado desde abajo, donde el placer le llegaba hasta la última hebra de pelo, sus pechos saltaban y su cuerpo se movía haciendo un enrredo en las sabanas, inconsientemente y tal vez por cansancio de estar en el aire estas se abrían más y más para el pelirojo que no tenía ningún tipo de reparo en contener sus ganas. Sabía que tenía que contenerse un poco, al menos hasta que no diera mas y la cabeza le quisiera explotar ante las ganas de tener un orgasmo, Kakyoin se había centrado tanto en ella que no lo había dado tiempo a tocarlo o a devolverle algo.
Llamado por sus gemidos hizo un esfuerzo y volteo a verla, sintiendo al encontrar sus miradas como la mujer enrredaba sus piernas en sus caderas, momento que el pelirojo aprovecho para estirar sus piernas a un lado y agacharse sobre ella, apretando sus senos con ambas manos y bajando para cerrar el momento en un beso, uno desesperado donde los gemidos de ambos no terminaban de quemarse por que el movimiento constante de ambos cuerpos los interrumpían, besos donde sus gritos salían a medidas de sus bocas en sonidos agudos y cortos.
No le tomo mucho a Kakyoin entre manoseos y fricciones sentirse vibrar dentro de ella, pero mucho antes de que pudiera formular palabra Marina había cerrado sus brazos alrededor de su cuello, abrazándolo para que se ocultara en su piel.
-Ahhh Noriaki puedo sentirte! –el pelirojo asintió, tenía su orgasmo prácticamente en la punta de la lengua y cada segundo que pasaba derritiéndose en su caliente interior le ponía la cabeza más y más ligera –Esta bien! Correte! Quiero hacerlo juntos! Ah! También te necesito! Ahhh!
El muchacho solo atino a cerrar los dientes, hundiendo su rostro entre los senos de ella para tomar sus muslos y moverse más rápido, sin parar, los gritos de ella solo iban en aumento hasta que finalmente no pudo dar más de si y algo exploto dentro suyo, saliendo su semilla liberada en el interior de la esposa de su amante, dándole un orgasmo que si no fuera uqe tenía los ojos cerrados, lo había hecho girar estos del placer.
No fue el único, Marina también termino en un grito mudo, lastimero, con los ojos aguados apunto de lágrimas, y Kakyoin sabía que no eran lágrimas de nada malo por que había sentido como era bañado en los fluidos calientes de ella al llegar también al orgasmo.
Se separó de ella totalmente agotado, echándose en la cama a abrazar la mullida almohada, queriendo de cierta manera tomar distancia de ella para poder pensar con mas claridad. Tenía que salir de ahí, Marina tenía que lavar las sabanas, y ambos tenían que bañarse, el aroma de su perfume estaba presente en todo el lugar y no había modo de que Jotaro lo pasara desapercibido, se iba a dar cuenta si o si, lo conocía de la punta de los pies a cualquiera de sus cabellos.
Sin embargo, sumido en sus pensamientos se daba cuenta que no sentía culpa, no le dolía ni tenía un vacío en el pecho, el estaba bien con ello, seguramente como Jotaro se sentía luego de estar con cualquiera de ambos.
Sus pensamientos llenos de rencor se interrumpieron cuando Marina se le colgó de la espalda, apoyando su cabeza en sus homoplatos, pero mucho más que eso solo sentía sus pechos en sus brazos.
-Tenemos que bañarnos –dijo sin más, queriendo salir de ahí lo más rápido posible.
-Juntos? –pregunto la muchacha con una voz ilusionada que lo hizo girarse, la vio por unos momentos sorprendido, parpadeando, y ahí se dio cuenta que el tenía que tener el control de la situación o todo iría muy mal.
-S-Si! Déjame que se llene la tina mientras me ducho y te das un baño caliente! Yo termino rápido y lavo las sabanas para que te relajes si? –la castaña sonrió complacida, pensando en que el pelirojo querría quedarse un rato con ella y no irse enseguida como siempre hacía Jotaro, aún así que todo tenía que ser en los horarios en que no estaba el, y si igualmente lo encontraba en su casa haciendo cosas normales cual era el problema? Muchas veces estaba en su casa pasando el rato.
Todo iría bien.
Por alguna razón a lo largo que pasaban las semanas y los meses, sus tiempos con Jotaro se acortaban, y si bien con Marina no aumentaban demasiado al igual que su relación, sabía que estaba afectando sus sentimientos por el moreno.
Y para bien! Para que quería desvivirse por alguien casado que nunca lo tomo enserio mas que para el sexo y nunca aparento sentir ningún tipo de amor como el que el sentía! A alguien que dejo embarazada a su esposa y sin embargo se lo seguía cogiendo a el? Mejor para si mismo si eso le ayudaba a separarse de esa ilusión y esperanza tan boba que era que Jotaro lo amara, había perdido muchos años de enamorarse de otras personas por estar colado y perdido por el!.
Honestamente no le podía importar tanto Marina como parecía o como ella se creía, nisiquiera la necesitaba por el sexo, el cual en cada ocasión era más y más apasionado que la vez anterior, ambos iban escalando como amantes y compañeros pero nada más, tal vez como amigos, de la cual por su embarazo se iba volviendo mas protector con ella. Sin embargo al haberse acortado y enfríado su relación con el moreno, a quien pasaba a ignorar cuando tocaba la puerta, sabiendo que era el, o cuando lo invitaba a algún lado o cualquier oportunidad que Jotaro quisiera encontrárselo a solas, simplemente no quería.
A pesar de que ahora, inusualmente que lo estaba ignorando, notaba que el otro lo buscaba mas de la cuenta, mucho mas de lo que lo podría haber hecho nunca, y que cuando estaban frente a frente y lo rechazaba por alguna razón, si podía ver un deje de desilusión en su rostro. Que significaba eso? Acaso ahora Jotaro entendía lo que significaba ser alejado? Oh pero para el no era por una razón de amor, seguro que no.
Marina por otra parte sabía que le gustaba el pelirojo, y no solo por cuando lo hacían, le gustaba de otras maneras, ya no era simplemente que la falta de Jotaro le hacía desearlo, lo quería por lo simpático y buen compañero que era, y pese a que quería pasar mucho mas tiempo con el, tenía una vida aparte donde cuando no compartían la cama el quería estar tranquilo en su departamento, por lo que dependía de que Kakyoin la viniera a visitar, o que ella lo llamara y el estuviera disponible, después de todo estaban haciendo aquello a escondidas de su esposo, con quien aparentemente Noriaki ya no se llevaba tan bien.
Cuando Jotaro comenzó a pasar tiempo de nuevo en su casa, ayudándola con su séptimo mes de embarazo, la culpa la empezó a carcomer, verse con su amante era increíblemente complicado por los horarios de ambos y…no sentirse mal por ello ahora que Jotaro era un buen marido era tan difícil, tanto tiempo ignorándola, tanto tiempo dejándola a un lado, tanto tiempo para que sus sentimientos florecieran por alguien más…y Jotaro a quien había engañado ahora estaba ahí, su esposo, con quien se había casado por amor.
Un día que su esposo le estaba preparando el almuerzo por que se encontraba cansada simplemente quebró, no pudo contenerse de pensar que le estaba viendo la cara y de que no le agradaría ser cornudo, por lo que le confeso todo entre lágrimas, cayendo a llorar al suelo sin poder dirigirle la mirada. Estaba dejando salir todo desde adentro lleno de culpa, después de todo si Jotaro estaba siendo tan dulce con ella por que no podía tratarlo de igual manera?
-Lo siento! Es solo que me dejabas sola tanto tiempo que era horrible estar casada y aún así no tener a nadie! Noriaki era el único que estaba conmigo en todo ese tiempo y…-no podía decir que le gustaba, ahora que el moreno había vuelto con ella ya no estaba siquiera segura de que podía afirmar por cualquiera de los 2-Solo no quería estar sola…lo siento…perdón Jotaro! –su voz se oía totalmente quebrada, era enserio que estaba arrepentida, no estaba fingiendo ni intentando sentirse mejor con ella misma, odiaba el daño que le había hecho a su esposo con el que compartía apellido –Te lo digo por que enserio lo siento, enserio odio haberlo hecho y mereces saberlo, perdón…-a este punto, no sabía si se estaba ahogando con sus propias lágrimas, porque le costaba respirar y hasta pensar.
No podía decir cuánto tiempo estuvo llorando y gimoteando con las palabras atravesadas entre el pecho y la garganta, intentando formularse, sentía un vacío y un dolor tan grande que le dolía levantar la mirada, sin embargo para cuando sintió que había demasiado silencio se encontró solo en la cocina, como si Jotaro nunca hubiera estado ahí.
Cuando miro hacia la puerta las llaves se estaban moviendo de la cerradura de la que colgaban, Jotaro se había ido y había estado tan metida llorando que ni se había dado cuenta.
Era un pacífico sábado a la tarde para el pelirojo, cuando de la nada sintió un estruendo fuertísimo cerca suyo, mas específicamente en su sala, mas aún? En la puerta, de esta se oyo como el pedazo de madera caía al suelo en un golpe seco. Por un momento temió lo peor, quien vendría a robar a un edificio tan bruscamente? Pero cuando oyo unos pasos fuertes y pesados separados por tantos segundos de distancias supo quién era.
Oh no.
Jotaro no tardó en encontrarlo, en su habitación, exaltado, sentado en la cama donde tantas veces lo habían hecho, totalmente incrédulo de la situación.
Oh el también estaba incrédulo cuando se enteró que por meses de entre todas las personas, se había estado follando a su esposa.
Prácticamente le salto encima, a sujetarlo del cuello y ahorcarlo de una, apretando sus pulgares en su manzana de adan, viendo como el pelirojo se ponía morado prácticamente al instante por la fuerza que estaba ejerciendo, no le estaba llegando aire y lo estaba ahogando.
-Eres un bastardo! De entre todas las personas tenía que ser ella!? Es algún tipo de venganza!? –desde que había salido de su casa había corrido hacia el departamento del pelirojo, tumbar la puerta era una prueba de que le hervía la sangre y de que podía hasta matarlo –Dime! Por que!?
Por que Noriaki habría de engañarlo cuando fue el primero en decirle que lo amaba y cuanto lo hacía? Y por que mas con su esposa? Su esposa embarazada para colmo? El empezaba a creer y pensar sobre esos sentimientos, el empezaba a considerarlos y a tomarlos como suyos, a interiorizarnos y a desarollar algo por Noriaki…hasta que este comenzó a ignorarlo, a dejar de recibir su cariño, a no dejarlo pasar a su casa y a su vida.
Esos meses se había sentido solo y herido, había buscado de nuevo amor donde solo lo tendrái que haber buscado en un principio, solo para encontrarse que la razón por la cual el pelirojo lo rechazaba era que estaba con alguien más, y ese alguien más justo tenía que ser…
Estaba llorando, las lágrimas entre todo el enojo se le habían aglomerado en los ojos, ya el calor de la furia que tenía acumulado en la frente y que lo mareaba no era la única cosa que no lo dejaba pensar y lo molestaba.
El pecho le subía y bajaba, y aun así las manos le temblaban de los nervios, por que Noriaki tenía que engañarlo así? De todas las maneras justo esa? Le hubiera dolido menos ya que no eran nada que lo engañara con alguien que no conocía, pero el estaba dispuesto a querer ser algo, solo necesitaba tiempo y…
Kakyoin intentando sobrevivir le dio un puñetazo que lo empujo fuera de encima suyo, sin embargo Jotaro enardecido se hecho de nuevo encima suyo, encerrando sus piernas entre las suyas y tomando sus muñecas, apretándolas tanto que parecía que las iba a creer, sin embargo Noriaki tenía tantos sentimientos corriéndole por el cuerpo que no podía reconocer el dolor físico como uno de ellos.
-Eres un idiota! Yo te amaba! Te ame por años! Te ame con toda la intensidad de mi alma y por años jugaste conmigo! Por que si tu me engañabas yo tenía que estar atado a ti!? Por que solo tenía que ser tuyo cuando no te comprometías a lo mismo!? Así y tanto que embarazaste a tu mujer!? – ante el tener su cuerpo inmóvil, lo único que podía hacer era gritar, gritar con todas sus fuerzas hasta que la garganta le doliera y los ojos se le hincharan tanto que se quisieran salir de sus cuencas, doliéndole y haciendo que estos lloraran –Nisiquiera paraste luego de eso! Seguiste jugando conmigo y con ella! Con ambos! Me canse de ti! No me folle a Marina por que la quisiera o algo, lo hice por que estaba harto de ti! -El pelirojo trago saliva por un segundo, antes de mirar al rostro de Jotaro, que ahora se veía totalmente sorprendido, hasta dolido, como si todas esas palabras lo hubieran apuñalado como mil cuchillos una y otra vez, y estuviera repitiendo el dolor a cada segundo que pasaba –Me canse de ti y de tu egoísmo! Me canse de ti y de que jugaras conmigo! Nunca me prometiste nada a cambio de que yo fuera algo para ti!
-No lo sabía! –grito Jotaro de la nada, intentando defenderse, jaloneándolo para que ambos quedaran sentados uno frente al otro, las manos aún sujetas, el moreno estaba al punto de una crisis de nervios y el cómo le apretaba cada uno de sus ropajes contra las venas de su cuerpo a punto de estallar de los nervios no lo ayudaba –No sabía lo que sentía por ti! No lo se ahora! Estaba empezando a enamorarme de ti y tu comenzaste a ignorarme y…
De absolutamente la nada, el pelirojo le escupio en la cara, pateándolo intentando hacerse hacia atrás para liberarse, le daba asco, que Jotaro le dijera eso le daba asco, no le creía, lo odiaba, sus palabras le daban rabia, todo el lo enervaba y no lo quería cerca, aún así Jotaro no lo soltaba.
-Mentira! Eres un mentiroso! Si sentías algo por mi no te hubieras seguido follando a tu esposa! De la misma manera que yo no lo hacía con nadie mas por que te quería a ti! No puedes reclamarme nada! Bastardo! -el moreno le solto las muñecas comenzando a gimotear, intentando humedecer sus secos labios del disgusto que se estaba pegando. Noriaki se echo hacia atrás poniéndose en posición de defensa, estaba super alterado después de que lo había querido ahorcar, todo su recelo, frustración, rencor, molestias y dolor se había acumulado en una bola en su garganta que Jotaro solo había empujado hacia afuera.
-Por que ella? –pregunto con los labios temblándole, estaba roto, roto por dentro, no sabía si por haber jugado con Noriaki de esa manera o por que el ahora se sentía traicionado y herido, no estaba seguro de nada, definitivamente lo habían traicionado, como el mil veces lo hizo
-No quiero a tu esposa! Nunca lo hice! Nisiquiera tenía interés en follarmela por que seguía enamorado de ti! Y luego te fuiste, otra vez, y cuando volviste era como si nada hubiera pasado…Jotaro no quiero que me importes mas –aquella declaración lo hizo pararse de la cama para quedar frente suyo, pero a pesar de la diferencia de altura, Jotaro ahora mismo era pequeño a su lado – no quiero nunca mas sentir algo por ti y sentirme mal, y dolido, como si fuera tu segunda opción como siempre, jodete y nunca mas te me acerques, ve con tu esposa, a la que tanto amas lo suficiente como para hacerle una hija a pesar de estar enamorado de mi verdad? –a pesar de que el era quien venía enfadado, desenfrenado como un tren que choco contra su puerta, ahora estaba sin gas alguno, no podía moverse, su desprecio, al cual no estaba para nada acostumbrado, lo tenía asi.
-Ella era mi esposa, crei que era tu amiga, crei que yo era tu amigo…
-No me interesaba que fuera ella la verdad, solo paso, ambos estábamos solos y hambrientos de ti, ella de atención y compañía y yo de ser algo mas que solo un amigo al que te follabas, lidie con esos sentimientos muchos años –el sarcasmo estaba presente en la voz de Noriaki, realmente sonaba como si le odiara en esos momentos, y aquello a Jotaro solo lo hacía bajar la mirada arrepentido.
-Esperaste mucho? Tanto que no pudiste mas? –realmente había comenzado a corresponder sus sentimientos tan tarde? En un momento tan malo?.
-Definitivamente lo de tu hija fue lo que le puso un paro a lo nuestro, podía vivir con lo de un hombre casado pero no con eso, tu lo arruinaste –aquello casi le sonó de ultratumba, retumbándole en cada fibra de su ser –ve con tu esposa, se feliz con tu hija, no dejes que yo te distraiga de tu relación como aparentemente lo hice por tantos meses, se nota que no fui lo suficientemente rápido como para que te enamoraras antes de arruinarla.
-Te dije que fueras mío –susurro mirando al suelo, a ese punto sentía un peso en los hombres que le hacía terriblemente mal-te lo dije por algo.
-Pues me harte, nunca vi nada de recompensa por ello, incluso si tu si sabías de mis sentimientos, ya no me importa
Un silencio se formó entre ambos, Jotaro podía sentir la mirada de él juzgándolo, y lo peor era que no tenía nada con que juzgarlo en retorno, por que el también había hecho las cosas mal, el había comenzado aquello y sin embargo
-Tu no eres ningún alma herida aquí –respondió para defenderse, levantando la mirada y clavando sus ojos verdes en los suyos violetas, esta vez, no por las razones de siempre –tu también te acostaste con alguien con un compromiso, estándo en un compromiso, que era ser mio! –por un momento el pelirojo casi se rie incrédulo, pero antes de que le pudiera contestar, Jotaro continuo –no me dijiste nada! Por meses! –en aquella ultima frase hizo énfasis, enfadado – comenzaste a ignorarme sin decirme nada de que siquiera ya no querías estar conmigo!
-Por que seguías buscándome? Tienes una esposa! Una hija en camino!
-Por que te quiero, te quería! No lo se! No estaba seguro!
-Mentira! No tenías interés en mi! Ni en Marina! Eres un egoísta! Nos quieres solo para cuando te aburres y tenemos que estar dispuestos para ti! -seguramente sus vecinos estaban llamando a la policía por ruidos molestos pero no podía importarle menos- pues sabes que!? No mas de eso! Vine a esta ciudad pensando en un futuro contigo! Y en que resulto!? En que eres una mierda egoísta!
Cansado de oírlo gritarle e insultarle por una situación que todo desembocaba en que su mejor amigo se follo a su esposa, lo agarro nuevamente, pero esta vez del cuello de la camisa, levantándolo en el aire.
-Noriaki! –le grito como advertencia, viendo como su ahora ex amante se agitaba ante el repentino cambio.
-Vete! No quiero verte nunca mas! No quiero saber nada con un hombre que nisiquiera sabe lo que siente! O a quien se quiere follar! Vete! –Esa era la primera vez desde que había conocido a Noriaki Kakyoin, que le decía que no lo quería ver, por que en todos esos años ahora se daba cuenta que el pelirojo siempre se había muerto por su presencia, cuando a el le daba igual.
Ahora caía en ello.
-Kakyoin… -murmuro con un mal sabor en la boca, cruzando las cejas preocupados, con las manos temblándole tanto que el pelirojo se le iba a caer.
-Vete! Me folle a tu esposa! No quiero saber nada mas de ti! Nisiquiera como amigo! Eres una persona horrible Jotaro! –el chico que tantas veces había estado entre sus brazos pasando la noche, ahora se le quería escapar de las manos como si fuera el viento o el agua, zarandeándose y moviéndose, hasta que luego de unos segundos de reflexión de ver lo patéticos que se veían, uno llorando por un romance que nunca nació y que se arruino antes de empezar, y el otro por un romance y un matrimonio que se vieron arruinados, lo soltó, dejándolo caer al suelo.
El chico de ojos violetas cayo de culo al suelo, haciéndose una bolita y abrazándose a si mismo, comenzando a llorar de nueva cuenta, hyperventilando como si se fuera morir ahí mismo.
-Vete Jotaro…Solo vete
Se quedo unos instantes mirándolo, no había nada que pudiera hacer? Nada que pudiera decir? No podía volver el tiempo atrás y evitar todo eso? La respuesta era no, ya habían llegado a ese punto, ya lo había arruinado, ya no había nada entre ellos y debía quedarse así…
El tenía una familia de la que ocuparse ahora como para encima buscar una relación rota.
Dio marcha atrás y salió del departamento, escuchando a cada paso cada vez más lejano, los lloros y gimoteos del pelirojo desconsolado.
Luego de eso, y pasados unos cuantos meses, la próxima vez que Kujo Jotaro pensó en Noriaki Kakyoin, se enteró que este se había mudado de la ciudad.
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fireflycantsleep · 9 months ago
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DRAGÓN X Lectora
(boceto)
Contiene: Dragón X Lectora!Femenina, Romance con Monstruos, Slow Burn, SFW(Por ahora).
Viajas a través de un portal, A una era Medieval estereotipo a de fantasía con todo tipo de criaturas mágicas y de mitologías distintas, solo mitos en tu vida anterior. Monstruos maravillosos a tus ojos.
Pero debes seguir trabajando incluso aquí, cómo ayudante de un duende boticario que te ofreció trabajo, enviándote en busca de ingredientes donde te cruzas con tu próxima oportunidad de explorar nuevos lugares. Un dragón.
English!Versión
— Solo consigue estás plantas, el mapa está en tu bolsa, y ahí tienes el transporte de siempre.
Murmuró aquel duende malhumorado con poca paciencia, señalando el grifo que estaba a unos pocos metros de ustedes dos. Aveces- te preguntas cómo ese cuerpo tan pequeño de tu 'jefe', puede contener tanta ira y amargura sin explotar en serpentinas y papeles de colores brillantes.
— Entendido,....
Tarareaste, con tu jefe en la palma de tu mano le dejaste suavemente sobre el marco de la ventana de su tienda. Abriendo el bolso que colgaba de tu costado, sacando el pedazo de papel, dibujos de las hierbas que necesitabas encontrar con sus nombres escritos sin cuidado en una lengua de la que conocías muy poco aún ahora, tu pronunciación era horrible.
Miraste todo de reojo sin darle muchas vueltas junto al mapa<<montañas nevadas>> lograste descifrar, tu ceño se frunció ligeramente.
— ¿Comet llegará a esas alturas?
Preguntaste con vacilación, mirando de reojo al grifo que fácil te sacaba dos veces tu altura., nates de regresar a tu jefe que tenia un ceño fruncido bien marcado.
— Lo hará si tiene un buen jinete.
Siseó, antes de darse la vuelta y brincar fuera del marco, dentro de la choza. Definitivamente esperabas que explotará en brillos de arcoiris algún día.
Solyaste un resoplido volando entre divertido y frustrado. Guardando el mapa y la lista en el bolso de nuevo, ajustando la correa para que no saliera volando.
— Bien muchacho...supongo que somos tu y yo contra este mundo.
Susurraste, haciendo un torpe intento por subir a su montura. Todo sería como cualquier otro día de recolección. Solo ir y venir, seguir indicaciones sin imprevistos. Tirando de las correas del grifo desplegando sus enormes alas, volando en dirección al norte.
— Ella no regresará.
Murmuró la esposa de tu jefe, una pequeña duende de cabello dorado y nariz puntiaguda con preocupación en su voz.
— Si es digna de vivir lo hará, si no lo hace, es un peso menos para nosotros, el invierno está cerca.
Murmuró con frialdad.
— Pudiste darle el trabajo a otro más capacitado.
— Nadie aceptó, son inteligentes.
— Ella también lo es.
— Pero ella confío en nosotros.
Si, un error, o un pequeño empujón a una historia diferente..
— Oh Mierda!
Siseas, cayendo hacia un lado de la montura del grifo al intentar girar como si fueras a huir corriendo.
Todo estaba bien, A excepción de los tortuosos vientos de otoño que azotaban las montañas nevadas (sin nieve con fuerza.
Era casi medio día, había un sol abrazador que no lograba penetrar los fuertes vientos del todo. Aunque tenías ropa adecuada, un suéter de piel , botas y pantalones para soportar los fríos el viento casi te saca volando más de una vez fuera del camino.
Peor gracias a Comer tu enorme grito que rompía el trayecto de las ventiscas lo grabas escabullirte debajo de él y recolectar esas hierbas que necesitabas, demasiado impresionada con lo resistentes que eran, escondidas entre las piedras para no salir volando.
Pero. Un ventarrón mucho más fuerte que el resto hizo flanquear la postura de tu gemido mientras lo subías para despegar de regreso.
Estabas en el suelo, con los ojos muy abiertos.... viéndolo, a él un jodido Dragón de más de cuatro metros de altura, todo el paquete completo de escamas, dientes alas garras y ojos penetrantes que parecían carcomer tu alma.
Tu grifo inmediatamente bajó la cabeza en la presencia del dragón, como un pequeño cachorro regañado. Tu no.....no podías moverte e inclinarte.
Desde que llegaste a este mundo preguntaste primero por dragones, recibiendo burlas o miradas acusatorias de los demás en tu dirección. Todos decían que nunca salían de sus territorios. Cuevas o como tú les llames. Siendo extremadamente territoriales, para ti, una pequeña humana sería mejor estar lejos.
Y ahora? Entendías porque.
Tan solo estirar tu cabeza hacia atrás de manera dolorosa solo para mirarlo....o mirarla directamente a los ojos era incómodo.
Observas sus rasgos...siempre tuviste algo por los dragones en particular, quizás una réversion o fascinación por esas criaturas tan elegantemente aterradoras y letales.
El Dragón. Te.obsrrvo desde toda su altura, no sabías lo que pensaba, probablemente era como los demás y debatía si eras un enano, una cría deforme de gigante o un hada sin orejas puntiagudas
Y no era incorrecto tu suponer, Proque en su cabeza, El debatía genuinamente para descubrir tu raza y si eras muy estúpida para entender que debías bajar la cabeza en su presencia. O muy muy estúpida para saber que no eras intimidante con...esos enormes ojos.... Mirándolo fijamente.
<<Que clase de criatura eres?>>
Se preguntó a si mismo ladrando la cabeza, inclinado más cerca.
Inmediatamente Comete se interpuso entre ambos, colocando su cuerpo más pequeño que el del grafin pero más grande que el tuyo encima de ti, aún con la cabeza gacha. Pero sin poder estar tranquilo sin intentar protegerte, el único jinete que le ha tenido consideración.
— Quítate.
Gruñó el enorme Dragón. Moveidno su enorme pata blindada hacia Comet, rodeandolo con firmeza y arrancando lo de encima de ti. Lanzando lo por el borde de la montaña.
— Comet!
Gritaste entrecortadamente. Finalmente consciente de tu situación, ver a tu transporte ser lanzado como si no fuera nada te revolvió el estómago.
Y escuchar el gruñido del Dragón envío su cantidad considerable de descargas eléctricas en ti.
Dirigió su mirada inmediatamente a ti cuando te escuchó hablar, completamente intrigado proel sonido más suave y chillón de tu voz en comparación suya.
Rápidamente te quedaste muda sins.aber que hacer. Devolviendo tu atención al enorme dragón con la garganta seca.
El Dragón tenía tanta ansiedad como tú, encontrar a una criatura diferente vagando en su territorio ameritaría la muerte con incineración, pero tú eras osada y no bajabas la mirada por más fijo que te mire....es interesante.
Hasta que tú rompes el silencio,
Comenzando con una presentación rápida de tu nombre, haciendo una pequeña reverencia en la lengua madre de ese reino.
— vengo en paz
Agregaste con la mandíbula tensa. Levantando las manos en señal de rendición.
<<….., pequeña, Extranjera con terrible acento>>
Tarareó en su cabeza, acercándose un poco más a ti, solo unos centímetros.
Cuando Comet regresa aleteando con dificultad contra la corriente de viento que no te afecta por el enorme cuerpo del dragón y su calor corporal que repele el viento. Haciéndote sentir vapor en su lugar.
— Estás con vida..... Comet!
Susurras con emoción, casi de manera cómica, dando un brinquito en su dirección.
El dragón en su lugar suelta una nube de vapor en tu dirección para que cerraras la boca. Fulminando con la mirada al grifo nuevamente, quien se mantuvo con una compostura firme, dispuesto a protegerte (intentar).
No sabías que podías ser devorada Proque si Haci fuera el dragón lo habría echo desde el minuto uno.
Un pequeño escalofrío te recorrió cuando regresaste tu mirada a él y él a ti.
El gruñido que salió de lo más profundo de su pecho e hizo vibrar sus escamas y el suelo te llenó por completo, dejándote sin poder dejar de mirarlo de nuevo.
Lo dejaste cautivado con tu mirada amenazante.
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jartita-me-teneis · 3 months ago
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Nikola Tesla, el inventor e ingeniero serbio nacido en 1856, mostró desde joven un ingenio sorprendente. Un día, convencido de que podría volar, decidió lanzarse desde el tejado de la granja familiar con un paraguas. El experimento no salió como esperaba, y pasó seis semanas con la pierna en tracción, lo que le llevó a abandonar su hipótesis de vuelo.
Tesla afirmaba tener un oído excepcionalmente agudo, capaz de percibir sonidos tan lejanos como el silbido de una máquina de vapor a 30 kilómetros de distancia, o incluso el ruido de una mosca posándose sobre una mesa. Sin embargo, su verdadera pasión era la electricidad, un interés que despertó a los tres años cuando observó las chispas provocadas por la electricidad estática en el pelaje de su gato Macak. Esta curiosidad lo llevó a reflexionar: "¿Es acaso la naturaleza un gato gigantesco? Si es así, ¿quién le rasca la espalda?".
A lo largo de su carrera, Tesla desarrolló ideas inusuales. Recomendaba electricidad para estimular a los estudiantes menos activos y creó una plataforma vibratoria para tratar el estreñimiento. Su amigo, el famoso escritor Mark Twain, era un asiduo usuario de este invento, con resultados bastante urgentes.
Tesla nunca se casó, argumentando que el matrimonio podría obstaculizar su genio creativo. En una ocasión, respondió a un entrevistador que no podía nombrar grandes inventos creados por hombres casados. Sus ideas sobre las mujeres estaban influenciadas por su aversión a las joyas femeninas y su incapacidad para tocar el pelo de otros, a menos que fuera absolutamente necesario.
Obsesivo-compulsivo, Tesla tenía una peculiar obsesión con el número 3. Insistía en que la habitación del hotel donde se hospedaba tuviera un número divisible por tres. En el Hotel New Yorker, donde pasó sus últimos años, vivió en la habitación 3327, en el piso 33. Antes de entrar al hotel, daba tres vueltas a la manzana, y todo lo que usaba, desde sábanas hasta cubiertos, debía cumplir con su regla del tres.
Tesla tenía un miedo intenso a los gérmenes y exigía que todo lo que usaba fuera esterilizado. Incluso limpiaba personalmente cada objeto antes de usarlo, armado con 18 servilletas. Predijo que viviría hasta los 140 años, creyendo que el alcohol era un elixir de vida larga, pero tras la Prohibición, se retractó.
El 7 de enero de 1943, Tesla fue encontrado muerto por una camarera que ignoró el cartel de "No molestar" en la puerta de su habitación. Así terminó la vida de un hombre cuyo legado sigue iluminando al mundo.
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sportsallover · 10 months ago
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After watching the Vuelta femenina, it feels almost weird to have the sprint showed properly, and not only in replay, with a bad camera angle
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tastaturean · 5 months ago
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Forbidden puckboy de Saxon James y Eden Finley
Con el libro 7 de los Puckboys entramos en la era Kikishkin, los Kiki Bros. Tres hermanos, 3 libros El primero trata sobre el mediano, Easton, enamorado desde los 12 años de Knox, el mejor amigo de su controlador hermano mayor Connor. Connor y Easton juegan en el mismo equipo de la liga profesional. A Knox le dio flojera esforzarse y se dedicó a ser árbitro. Pero la liga de hockey femenina no le da para comer, y el resto del año tiene que trabajar de camarero. La tensión sexual entre Easton y Knox va creciendo a ojos de todos (menos de Connor, que vive en su mundo feliz de salvador protector), hasta que la frustración revienta sobre el hielo. A PARTIR DE AQUÍ SPOILERAZOS QUE TE CRIÓ: Este libro tiene dos partes: la primera es el partido benéfico de todos los jugadores gays de la NHL; y la historia de Easton y Knox después. Desde el libro 5 del aburrido Ayri Quinn esta saga se ha vuelto un hit and miss. El 7 es un poco miss, por dos razones: 1. Knox es un personaje con cerebro de lavadora que no deja de amargarse en bucle incluso cuando va consiguiendo TODO lo que desea. Además, el hecho que que su relación con ambos hermanos sea contada, y no experimentada por el lector, hace que la química parejil sea floja. En una escena tienen que asegurarte que la tienen, para que te lo creas. Pese a que físicamente es mi tipo, Knox resulta un flojeras y un palizas. El libro necesitaba una vuelta más de edición, se nota. 2. Connor no sólo obstaculiza su relación: les roba COMPLETAMENTE el protagonismo. Su personaje tiene tanta miga que en cierto momento clave me importaban más sus sentimientos y todo lo que le ocurría a él que, sin exagerar, las escenas íntimas entre los otros. Por no hablar del futuro interés amoroso, que le guarda un rencor del tamaño de un estadio de hockey. Esa futura pareja me tiene en ascuas desde el primer encontronazo, porque apunta a un what if Jasper y West (personajes de la saga CU anterior) hubieran ido juntos al instituto y West hubiera sido el origen del bullying de Jasper, en vez del héroe vengador. Tengo muchas ganas de leer el libro 8 de Connor: Possesive Puckboy. ¡Ojalá no decepcione!
Lachie me importa menos de momento, porque pinta muy vivalavida. Pero Connor, madre mía, qué emoción me ha despertado este personaje. Hermano mayor sobreprotector obsesivo al que sus padres dejaron a cargo de sus hermanos y ya no sabe qué hacer si no tiene que cuidar de ellos. Síndrome de nido vacío a tope. Ay, por favor, que el 8 esté un poco más currado que el 7, que se notan las prisas por pasar a otros proyectos, se notan. (A lo mejor les llevó el mismo tiempo y esfuerzo que el 6, el de Bilson y Miles, pero los Bromantic fluían con naturalidad, es el libro que más veces me he leído de toda la saga, van 5 ya, me lo he comprado hasta en papel…)
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