#Todo a la vez en todas partes
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In another life...
#Everything Everywhere All at Once#Todo a la vez en todas partes#Todo en todas partes al mismo tiempo#movies#películas
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Vista Todo a la vez en todas partes. Menuda maravilla. Leí buenas criticas pero no me la esperaba tan disfrutable porque normalmente no me suelen gusta las que son bien criticadas XD.
Ficción y comedia sin saturar. La lucha de la señora con el perro, la manera de activar las habilidades como la del "trofeo" y algunos universos raros lo mejor XD.
Mentira, lo mejor toda la película, lo peor cuando ha terminado :(.
EVERYTHING EVERYWHERE ALL AT ONCE (2022) dir. Daniel Kwan, Daniel Scheinert
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Nota: ★★★★★
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Todo a la vez en todas partes
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24 de mayo.
Tengo un nuevo juego, contar las veces que deseo morir en el viaje de regreso a casa, dentro de un bus abarrotado cuál lata de sardinas
#la cuenta casi siempre empieza con un hombre invadiendo mi espacio#2 cuándo hacen presión con las rodillas a la parte trasera de mí asiento#3 cuándo aparece algún idiota con delirios de buen gusto que se cree dj#la cuenta sigue por ese camino hasta pasar los árboles de eucaliptos que antes me procuraban un respiro#ahora ya no detecto su olor#eso me pone terriblemente triste#llegados a este punto mis pensamientos se tornan filosóficos#y a menudo me entran las ganas de llorar#soy una sardina#igual de atrapada#no puedo saltar a la obscuridad#hacia los árboles#enterrar mí rostro en la tierra húmeda#en su lugar grito en mí fuero interior#sí que grito#pero sólo me hace sentir peor#me imaginó caer por la colina del cerro#tan cerca de casa#de todos modos sería dando vueltas y golpeandome con cada tronco rama y arbustos#pero una vez que pasé más allá de toda la basura arrojada en sus bordes#puedo entrever la satisfacción que me recorrería#la mano de un criptido#estrellas#y la luna tan hermosa#si tan sólo no fuera una sardina apretujada a las otras con sudor como aceite
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:/
#jsjaj#las ganas de alejarme de todos pq cada vez q hago amigos me rompen el corazón lol#nadie NUNCA me elige#y es q ugh ya estoy vieja para sentirme tan mal x esto#pero es q nunca nadie me eligió y yo busco en todas partes alguien q sí#es q no sé q hacer para agradarle a la gente y me siento tan sola y tan mal y tan tonta por sentirme así#todo esto porq los tres éramos amigos y de la nada él le empezó a hablar a ella x privado y a mí no#lo cual meh pero le cuenta cosas de su vida y yo pensaba q eramos los tres amigos pero ni le intereso xd#y ahora q ella le dijo algo un poco hiriente él se quiere acercar a mí???#me siento tan patética x sentirme así pq mierda ya soy adulta no una adolescente a la q nadie quiere#la cosa es q siempre fui la niña y luego adolescente y ahora adulta a la q nadie quiere ):
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i love you, i’m sorry
pairing: daniela avanzini x 7th member fem!reader
summary: dani never expected the outcome of your friendship— or when she accidentally confess and mess it all up.
warnings: spanglish talk, friends with benefits, angst (shitty angst i’m sorry), use of y/n, cursing, top!reader, bottom!dani, strap-on use (dani receiving), make up sex, both r and d use the word ‘mami’ (i swear it’s so hot)
a/n: y’all!! so many things to say because.. me posting after a long time? with a katseye smut? IN SPANISH? insane. i’ve been wanting to write a spanish fic for so long now that i just saw the opportunity when i met katseye (hi jade thank you). i was also very scared to do it but my friends have been so supportive about it that i finally did it. a full spanish fic is crazy here so i’m sorry for those who will need to translate this.
daniela jamás habría pensado llegar a esta situación. claro que el vínculo tan fuerte entre las dos era palpable hasta en el aire, aún si no las conocías, todos sabían lo cercanas que eran, sin poder encontrar a dani sin y/n y a y/n sin dani, cada una pegada a la otra como si separarse fuera lo peor que les podría ocurrir. y/n no podía evitarlo, era evidente que la energía magnética de daniela producía una sensación extraña en ella, acercándola más y más, a veces sin razón aparente. una necesidad inexplicable de seguirla a donde fuera la rubia y tenerla lo más cerca que se pudiera, y si no era así, saber en donde se encontraba.
tal vez fue así como empezó, daniela intentaba adivinar cuando había sido el comienzo exactamente, su mente solo recordaba con exactitud y seguridad el día donde tus manos fueron más allá de lo imaginado, guiándose solas por el mismo deseo —inconsciente– de caer en su cuerpo; posándose en sus caderas y luego más abajo, suspiraste en fascinación al ver cómo el pantalón se ajustaba tan majestuosamente alrededor de sus curvas. ella no quitó tus manos, la comisura de sus labios amenazaba en delatar la sonrisa del goce de sentir tus manos.
“you always look so good, mami.”
si, ese quizás había sido el comienzo de todo. pero vamos, ¿quién podría culparla? hacía un buen tiempo que la rubia te miraba con otros ojos, otras intenciones detrás de esa dulce mirada de ojitos de cachorro. tus palabras fueron lo que dani necesitaba para terminar con lo que que sea que ustedes dos venían jugando hasta ahora. sabía que también la mirabas de otra forma.
volteó, quedando frente a frente contigo, pasando sus manos por detrás de tu cuello y rascando con suavidad, sintiendo como tus manos no abandonaban su cuerpo, de hecho, aseguraban su posición justo en su culo.
“yeah? can’t keep the hands to yourself, can you?”
levantó una ceja mientras empujaba su mejilla con la lengua, el coqueteo evidente en su tono de voz.
“no con esa vista.”
fue entonces cuando dani no dudó en arriesgarlo todo, lanzándose a tus labios sin pensar en consecuencias ni en los alrededores. tú, ella, y el acalorado momento que había surgido en el camarín. enganchaba sus dedos entre mechones de tu cabello, como si así se asegurara de que no ibas a escaparte, mientras tu agarre solo se hacía más fuerte, provocando que dani empujara sus caderas contra las tuyas. el beso era lento como los movimientos de ambos cuerpos, daniela tenia un sabor inexplicable y no encontrabas forma de entender lo afortunada que estabas siendo al probar esos labios tan suaves y tentadores.
lo que tendría que haber sido una ocasión especial (según ambas partes acordaron) pronto volvería a repetirse. una, dos, incluso más veces de las que quisieran confesar, todas terminaban con un “una última vez” entre suspiros y besos que ambas sabían que no iban a cumplir. daniela no podía escaparse. en días súper ajetreados y en sus días más tranquilos no podía quitarte de su cabeza. quería entender por qué, ¿cómo era posible que haya permitido todo aquello? y, ¿por qué no podía negarse ante ti?
no pasó mucho tiempo para que katseye se diera cuenta que su rayito de sol se encontraba fuera de sí, la relación tan cercana que ambas mantenían ya no parecía tan cálida como siempre, habían notado la distancia que tomaron repentinamente y todas sabían que había algo dentro de la cabecita de daniela que la preocupaba hasta no poder dormir. manon comenzó a preocuparse desde aquella noche donde al pisar la sala de estar, encontró luces desde la tv y un cuerpo en el sofá que la había asustado hasta insultar al aire. daniela no tenía descanso de sus propios pensamientos y manon fue su lugar seguro para compartir el pequeño secreto.
“dani, hate to say this but you do realize that you might be in love with her, right?” le dijo, poniendo una mano en su muslo, dejando suaves caricias que le brindaban –aunque sea un poco– de consuelo. “shit, i can’t believe you’re fuck buddies.”
“manon!” dani golpeó su brazo, tratando de ser lo más cuidadosa posible en el volumen de su voz. aunque fueran las únicas en la sala, las chicas seguían estando por sus habitaciones y no podía asegurarse de que alguna no interrumpiera. “i guess not anymore.”
“i’m sorry. this is shocking.”
“yeah, well, tell me about it. look at how far it got me.”
y es que daniela no podía pasar un día más sin desear que fueras suya. realmente suya. si, lo habías dicho entre gemidos varias veces, pero daniela deseaba más que eso. todo en ti la ansiaba a quererte por completo, no por unos cortos 40 minutos antes de irse o por 2 horas cuando eran las únicas que se quedaban en casa con la excusa de que “estaban muy cansadas para salir”. daniela necesitaba despertarse contigo, caminar mano a mano contigo a donde fuera, sentarse contigo al final del día y contarte de ese perrito que se cruzó por la mañana y le pareció tan tierno que le hizo desear tener uno. quería ser ella la que te hiciera reír todos los días, que sea ella la que pudiera decir que era tu novia. dani se moría de celos al verte con las demás chicas, siendo tan cariñosa y encantadora como siempre, sin siquiera voltear a ella. en parte odiaba ser solo un poco de tu atención pero por otro lado amaba la exclusividad que tenían, aunque fuera por poco tiempo.
se echaba la culpa y se preguntaba cómo podría haberlo estropeado todo. dani gruñó y escondió su cara entre sus manos, sintiéndose derrotada. solo podía recordar la expresión muerta de tu cara cuando se le escapó un inocente “te quiero” que arruinaría el vínculo del momento. no estabas lista– ¡mucho menos lo estaba ella! su tonto desliz las había traído hasta aquí.
“listen, i really think you should talk to her.”
“like, for what? for her to turn me down immediately? again.” entonces, levantó la cabeza y miró a su compañera, suspirando.
“hey, maybe just take some time, okay? take this week off and just… clear your mind.”
quizás manon no se equivocaba allí. después de todo, katseye tenía una buena semana sin agenda para descansar. la única forma que daniela tenía de aprovecharla y meditar sobre el asunto era pasar la semana sola, sin y/n. fruncía sus labios, disgustada ante la sola idea, pero entendiendo que era lo mejor.
“do you think she’s gonna notice?” pausó un segundo antes de volver a hablar, “will she even care about it?”
“well, one thing i’m sure about is that y/n really adores you. i don’t think you’re just a toy to her, y’know?” daniela se sonrojaba, quedándose en silencio. tenía sus dudas.
así fue como la semana de descanso de katseye llegó, cada una aprovechándolo a su forma, aunque sabías que iban a tomarse su tiempo individual, te sentías inquieta al estar distanciada de dani, la repentina necesidad de hablar con ella en un intento de arreglar las cosas no hacía más que ponerte nerviosa, sin embargo no veías venir el amable rechazo de la latina, anunciando que iba a descansar por su cuenta; podría variar entre su familia y un par de amigos, pero la sensación ardiente formándose en tu estómago no se iría tan fácil. su único mensaje de vuelta fue “have fun :)” a lo que apagaste el celular y suspiraste. no podías reclamar algo aún si quisieras, sabiendo muy bien que inicialmente a la distancia la habías marcado tu.
al pasar de los días y al ver cómo no había señales de su parte, tu descanso pasó a sentirse pesado. el miedo ya no seguía siendo miedo y te sentías la más tonta del mundo por haberlo sentido en aquel momento donde dani se había confesado por accidente. te sentías culpable, la extrañabas y no solo en esa forma de tenerla abajo de tu cuerpo— temblando mientras arañaba tu espalda con sus largas uñas. extrañabas su cálida presencia, su tierna risa y la manera en la que sus ojos podían sonreír al verte. para este entonces, sabías que no podía haber vuelta atrás, y sufriendo tanto su ausencia, no podías sentirte más segura de que aquel te quiero estaba más que correspondido.
el día antes del reencuentro en la casa, caíste derrotada al enviarle un mensaje. dani, del otro lado de la pantalla, sentía su corazón al borde de detenerse.
“hey, can we meet tmr? i wanna talk please”
se mordía el labio pensando en una respuesta, pero no batalló contra sus deseos y rápidamente escribió un “si”. si quisiera terminar con esto, tendría que hacerlo rápido, ¿verdad?
y/n por el contrario solo podía caminar de un lado a otro por su habitación, ansiosa de cómo podrían resultar las cosas cuando por fin tuviera a la latina de frente. aquella única regla de no mezclar los sentimientos ya se había quebrado hace bastante tiempo, mucho más del que quisiera admitir, pero ¿cómo no hacerlo? daniela era tan buena. tan genuina, tan dulce. incluso teniendo las noches más rudas en donde sus cuerpos estaban marcados con chupetones y rasguños, donde dani temblaba y tenía lágrimas en los ojos mientras se aferraba a tus hombros en el entrar y salir de tus dedos sin parar, era tan hermosa. no hubo un día en el que la rubia no pasara por tu mente, y esta semana sin saber de ella no había sido más que una tortura.
[…]
daniela jugaba con los bordes de su campera intentando distraer sus manos de los nervios. sentía que el corazón podría salirse de su pecho con cada paso que daba más cerca a la puerta principal de la casa. estaba desorientada y todas las palabras se atascaron en su garganta al momento de cerrar la puerta detrás de ella, encontrándose con tu presencia, esperándola.
“hi, uhm..”
no tomó más para que te acercaras a ella y la envolvieras en un abrazo, sintiendo que tal vez las palabras podrían arruinarlo todo.
“dani, i’m so sorry.” rompiste el abrazo para mirarla a los ojos y buscar sus manos, sosteniéndolas entre las tuyas. “please forgive me. i was scared and— i was so dumb.” pero ella no podía responderte. te miraba con atención, quería escucharte. “i— i love you, dani. and i’m sorry we had to go through this because of me, because i could not accept it the first time you said it.”
la rubia se mordía el labio y antes de que alguna lágrima pudiera escaparse de sus ojos brillantes, se lanzó a tus brazos, abrazándote por el cuello con fuerza.
“i love you too y/n.” dijo mientras te soltaba con delicadeza.
“god— i missed you so much.” dijiste riendo, contagiando a daniela, quien después de reír se cruzó de brazos.
“y/n… don’t ever do this again.”
“i won’t, i promise.” tomando una de sus manos otra vez, trajiste su cuerpo hacia ti. “let me make it up to you?”
daniela rodó los ojos pero no tardó en capturarte con un beso. a comparación del resto, era diferente. claro que lo era. parecían querer sellar las promesas en ese beso, queriendo transmitirle a la otra la seguridad de que ya nada podría separarlas otra vez. era un beso con posesión, con lujuria y con la amargura de la distancia que habían superado.
tus manos bajaron a sus muslos, donde con fuerza lograste levantar a daniela del piso, sus piernas enganchándose alrededor de tu cadera mientras hacías tu camino hacia la habitación. no tardaron en encontrar la cama, quedando dani abajo tuyo, como casi todas las veces. la ropa comenzaba a ser molestia y su paradero no importaba, tus manos lanzando cada prenda por algún lugar aleatorio, haciendo que daniela ría.
“looks like someone has been waiting for this, huh?” se burló.
“no sabes cuanto, mami.”
dani no podía con la calentura que sentía por todo el cuerpo, frotándose contra tus caderas mientras gemía despacio. tus labios atacaron su cuello, tan tentador a la vista. no tenías piedad alguna al llenarlo de mordidas y chupetones, dani se quejaba y protestaba, regañándote por el problema que sería tapar las marcas después, pero muy en el fondo, no le importaba. la sensación eléctrica que le recorría por dentro la nublaba de cualquier pensamiento coherente. mientras tus manos acariciaban sus abdominales tonificados, tu boca no perdió tiempo en atrapar sus pezones, robando suspiros de daniela quien comenzaba a sentirse impaciente ante la lentitud con la que actuabas.
“y/n please…” fue lo único que podía decir, ahora uno de sus pezones siendo molestado por tus dedos mientras el otro recibía la dulce atención de tu lengua. al intercambiarlos, dani agarraba tu cabello y tiraba suavemente de él ante la sensación de tu boca jugando sobre ella.
no vio venir el momento donde tu mano bajaba traviesamente hasta su centro, pasando un dedo por encima de la única tela que lo cubría, molestándola.
“fuck, y/n don’t tease. fuck me with the strap already.” soltó con molestia, sin paciencia para tus juegos.
su honestidad tan directa te hizo mojar, desde ya lamiéndote los labios antes de buscar el strap que a daniela tanto le gustaba.
sin perder el tiempo, dani sacó su última prenda, su cuerpo al desnudo reluciente ante tus ojos, mientras te posicionabas entre sus piernas, acariciabas sus muslos y paseabas con la mirada, dani realmente tenía un cuerpo de morirse y aunque lo sabía bien, se sonrojaba igual al notar tus ojos hambrientos.
tomaste la longitud de juguete con una mano, frotando la punta contra el clitoris de daniela de arriba hacia abajo, su espalda arqueándose ante la sensación electrica que le emitía por el cuerpo, sintiendo escalofríos mientras se aferraba a tus hombros con fuerza.
la miraste buscando una luz verde y entendió, asintiendo con la cabeza para darte permiso de por fin introducir el strap en ella. jadeó fuerte, dejando salir todo el aire en un gemido que solo empeoraba tu calentura.
“god— you look so fucking hot mami.”
sostenías su cuerpo desde su cintura a la vez que te introducías toda en ella, permaneciendo quieta hasta que se acostumbrara, después de todo había pasado un buen tiempo desde la última vez que follaron. liberando una mano, dejaste unos círculos pequeños en su clitoris como estimulación extra, provocandándole unos fuertes escalofríos. ver su cuerpo temblar era jodidamente atractivo.
sin dejar de mover tu dedo sobre su punto más sensible, comenzaste a mover tus caderas, tomando un ritmo lento pero seguro, sin salir completamente de ella. dani te tomó por sorpresa al sostener tus brazos de tal forma que te detuvo.
“wait, baby, i— i wanna change positions.” pestañeaste en confusión pero rápidamente obedeciendo a la princesa, sacaste el jueguete con cuidado, dani suspirando ante la pérdida de contacto.
“which one?” preguntas pero daniela se adelanta y antes de responderte, la vez girarse y sostenerse en sus rodillas y manos.
acomoda su pelo para un costado mientras mira hacia atrás— hacia ti. sentías que tu boca se secaba al ver a dani en cuatro, con manos torpes ayudándote a ti misma a sostenerla de sus caderas para volver a meterte dentro de ella.
“oh… fuck” es todo lo que puedes decir.
la punta de tu miembro tocaba la pared interna de daniela, quien solo pudo gemir y apoyar su cabeza en la almohada. pronto, ella misma te ayudaba a juntar ambas caderas, creando un ritmo chocante.
la rubia era un manojo de gemidos y lloriqueos cuando la punta tocaba el lugar perfecto, se aferraba de las sábanas, enganchándolas en sus puños y sus nudillos volviéndose un poco blancos de la fuerza, siendo tus choques muy rudos para ella, pero aunque dani tuviera la cara más angelical de la tierra, nada le gustaba más que fueras ruda con ella.
“y/n please… i’m— i’m close.”
“yeah? you wanna cum already?”
“por favor mami— it’s been so— so long...”
dani no podía ver la sonrisa que sus palabras habían provocado. la habías extrañado tanto como ella a ti.
“it’s okay mi amor, you can cum.”
su propio ritmo había acelerado, ahora siendo incluso más fuerte que antes. tus labios estaban rojos de tanto morderlos y dani sentía dolor de garganta con tantos gemidos. agradecía a todos los cielos haber vuelto antes que el resto o realmente estaría avergonzada de lo ruidosa que había sido esa tarde.
para ayudarla a llegar, llevaste una mano a su clitoris y no tardó mucho en derrumbarse en tu agarre. sentía como sus rodillas se debilitan y como el peso de su propio cuerpo comenzaba a ser mucho para ella sola. mientras le murmurabas elogios por lo bien que lo había hecho, dabas los últimos empujones dentro de ella hasta salir por completo, observando cómo su propio líquido acompañaba todo tu miembro a salir.
quitándote el arnés con agilidad, te acostaste a su lado, pasando una mano por su cara, limpiando un poco de sudor de su frente. estaba cansada, sí, pero le diste un último beso en los labios antes de dejarla descansar.
“y/n please stay with me.” murmuró con delicadeza, abriendo despacio sus ojos.
“i will.” dijiste con certeza, sin sacar tu mano de su cara. acariciabas con amor su mejilla.
“no— be with me.”
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No hablo directamente casi con nadie de ustedes pero me hace tan bien saber que están ahí en alguna parte, disfrutando de las boludeces que publico acá como yo disfruto de las suyas, realmente cada vez que veo sus icónos comentando algo me alegran el día por más distancia que haya. Gracias gente chistosa que vive en mí computadora, los quiero mucho y les deseo con toda la sinceridad de un tipo que va por el cuarto fernet un muy feliz 2025, que sea un año de triunfos bendiciones paz y todo lo que necesiten. Los quiero muchísimo.
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Ponen esto para crear el titular sensacionalista sin importarles que
Casi todas las materias son con final obligatorio
Sólo te podés anotar a 8 materias por año (si son anuales sólo 4), lo cual si lo haces suele ser un suicidio
Aprobar ≠ regularizar. Podes regularizar todas las materias que cursaste en el año pero no haber aprobado ninguna porque te queda la instancia del final
Es el primer año de cursada presencial luego de la pandemia, todes nos tuvimos que volver a adaptar a los horarios de mierda, el viaje a la facu, a los finales presenciales
En mí mejor año (2023) metí 5 materias porque 3 eran de promoción directa. En los peores (2018 y 2022) 0, habiendo cursado 7 materias, de las cuales 2 eran anuales el 22 (ni me acuerdo que hice en el 2018). Y sabés qué? Eso no refleja absolutamente nada de mí carrera ni de mí persona, no me avergüenza en lo más mínimo. Hace 8 años que estoy estudiando, hace 8 años que tengo el culo en la silla leyendo y formándome, esas 0 materias no hacen justicia al sudor y las lágrimas que me llevó regularizar las que cursé. Sólo cada une de nosotres sabemos lo que nos cuesta, desde lo psicológico hasta lo económico, ir a la facultad, con o sin materias aprobadas, así que ese gráfico pedorro que no refleja nada, simplemente el nivel de dificultad que tienen nuestras carreras, se lo pueden meter en el orto
En lugar de contar cuántas materias aprobamos cuenten el nivel de abandono y cuestionense por qué tenemos que dejar una carrera que nos apasiona? Serán las miles de crisis económicas? Será la devaluación del sueldo de nuestros futuros empleos? Será que mantener una carrera universitaria y a la vez comer, trabajar y tener un techo es casi una hazaña digna de Heracles? Será que el mísero salario docente lleva a que cada vez menos personas puedan dedicarse a formar a las próximas generaciones de profesionales? Que las oportunidades para dedicarse a la investigación, sobre todo de carreras de humanidades, son muy escasas? Por qué no te muestran el gráfico de la devaluación del sueldo docente, tanto universitario como de nivel inicial, primario o secundario? Por qué no te muestran que el trabajo docente no cumple un horario, que no termina cuando salís de la institución sino que seguís corrigiendo, preparando clases, actividades y evaluaciones en tu casa, en el bondi/tren/subte? Que gran parte de los docentes universitarios trabajan ad honorem? Porque no quieren que tomes consciencia de lo que realmente está mal, quieren indignar con unos números que no representan nada, no conozco a nadie que haya metido más de 6 finales en un año mientras cursaba y laburaba, honestamente a nadie que lo hiciera sin laburar tampoco, por qué? Porque nuestros finales llevan meses de preparación, y nunca llegas con el 100%, porque el nivel de exigencia que tenemos es así de alto, esa es la excelencia de la que estamos tan orgulloses
#tengo profesoras que trabajaron y mantuvieron viva la cátedra de filología latina durante 40 años sin que les pagaran un centavo#por qué? porque si no la daban ellas nadie lo iba a hacer y decidieron que en lugar de permitir el cierre de una materia#y afectar la formación de décadas de estudiantes‚ ellas se iban a hacer cargo de esta materia anual#trabajando el doble porque ya tienen materias de las cuales 2 niveles son anuales#y es tristisimo que tuvieran que llegar a eso‚ recien este año la pudieron dejar en manos de otros profesores#Argentina
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⤷ ❝voyeur❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!voyeur x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 9.2k
➤ Género: voyerismo! smut y obscenidad!
➤ Resumen: La culpa de ser un mirón pervertido consumía a Jungkook cada día, no sabía admitir si eran sus propias tendencias voyeristas las que lo empujaban a mirar a escondidas a su vecina por su ventana, o si realmente ella estaba bromeando con él, de todas formas, todo era parte de tu elaborado plan para hacerlo enloquecer y jugar un poco con tu adorable vecino.
➤ Advertencias: 20+| lenguaje maduro y explícito | Jungkook es un mirón | masturbación | charla sucia | sexting | exhibicionismo | halagosy bromas durante el sexo | sexo oral (r. Jungkook) | juego y estimulación del clítoris | juguetes sexuales | mucha sobreestimulación | lágrimas | nalgadas | jalar del cabello | sexo duro | sexo sin protección | Jungkook tiene un gran pene!
➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
♥︎ softpxachy's
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Jungkook sabía que estaba mal, Dios, él sabía que estaba mal, pero aquí estaba una vez más.
Actuando como si no tuviera la intención de dejar las persianas entreabiertas; inclinadas en el ángulo correcto que le permitía seguir viendo la vista que le otorgaba su propia ventana a solo unos cuantos metros de distancia.
Era divertido ahora, cuando compró la casa en la ciudad por primera vez, Jungkook odió lo cerca que estaban sus vecinos de él, y ahora aquí estaba, siendo un pervertido absoluto que estaba agradecido por la estrecha distancia entre sus edificios.
El autoproclamado pervertido con tendencias voyeristas, como se hacía llamar, simplemente se sentaba en su escritorio, revisando sin pensar demasiado en los correos electrónicos de su trabajo mientras sus ojos continúan mirando hacia arriba una y otra vez; observando a través de las ventanas de su habitación en busca de cualquier señal de movimiento al otro lado.
Podía sentir su pecho agitarse mientras esperaba, mirando el reloj en la esquina de su pantalla y viendo que a cada minuto la hora se acercaba más a las nueve de la noche y T/n, su vecina, aún no llegaba a casa.
Tal vez ella tenía planes para esta noche, salir con sus amigos, tal vez tenía una cita con algún chico, o simplemente salió a caminar, pero la mente demasiado preocupada para poder complacer un poco las sucias fantasías en la mente Jungkook lo tenían dándole vueltas a su cabeza. Le costaba admitirlo, pero se había convertido en su actividad diaria favorita echarle un vistazo a escondidas a su vecina, a veces viéndola hacer cosas simples como relajarse con una máscara facial o tener una fiesta de baile.
Por supuesto, todos esos momentos eran adorables, pero sus momentos favoritos eran aquellos en los que la miraba caminar por toda su casa en topless o cuando se cubría el cuerpo en loción después de una ducha, apenas logrando ver el destello de su piel brillando hermosamente y solo tentándolo a querer tocarla.
Incluso Jungkook podía asegurar que su vecina estaba llevando las burlas más allá de lo que él podía manejar; viéndola abrir las persianas de su habitación casi por completo y solo dejando que la cortina transparente se interpusiera entre él y su silueta sombreada, atrapándola en el acto de lo que solo su mente estimulada podía suponer que era ella mastubandose, y casi podía jurar que la vez que dejó una ventana abierta; pudo escucharla gimiendo tan hermosamente a sus oídos.
Y como era de esperarse, aquella vez tuvo una noche bastante acalorada con su mano, sus dominantes fantasías y la soledad de su habitación, dando fugaces vistazos hacia la ventana frente a él mientras frotaba su miembro duro a lo alto una y otra vez; alimentando su propia excitación y deseando que fuera T/n la que estuviera frente a él ayudándolo a calmar un poco el calor en su cuerpo que ella misma había instigado, y a decir verdad, ni él mismo entendía la fijación tan intensa que tenía por su vecina, solo sabía que la deseaba, demasiado, y sabía que se volvería loco en cualquier momento si no podía tenerla.
De cierta forma, Jungkook solía pensar que todo lo que pasaba era puramente accidental, solo una vecina descuidada que no tenía idea de que su habitación tenía la vista perfecta a la suya, pero Jungkook podía jurar que T/n había hecho contacto visual con él demasiadas veces como para que esto no fuera intencional.
Y antes de que su mente pudiera girar más en espiral, el repentino parpadeo de luz alumbrando el departamento frente a él lo hizo fijar sus ojos como un imán en su objetivo; viendo a T/n entrar a su habitación con una toalla pequeña sobre el hombro, un sostén deportivo y unos diminutos pantalones cortos para hacer ejercicio, mostrándole en primera fila como su piel y cuerpo brillaban en sudor.
Empujándose lejos de su escritorio, la silla rodó rápidamente a lo largo del piso para poder tener una mejor vista, completamente interesado en ver la forma en que su vecina intentaba relajarse y sentirse cómoda después de su viaje al gimnasio.
Llámenlo espeluznante o atento, pero Jungkook había aprendido horario de cada día de T/n;y de alguna forma sabía que ella disfrutaba dándole espectáculos, por lo que no fue difícil darse cuenta de la rutina habitual que tenía. Sin embargo, ésta era la primera vez que la veía regresar del gimnasio tan tarde.
Jungkook gimió de frustración al darse cuenta de eso, la palma de su mano frotó su rostro mientras podía escuchar sus propios pensamientos, casi comportándose como un hombre que tiene un cuaderno donde anota cada uno de sus horarios.
No lo tenía, pero aun así, se sentía como un pervertido. Un jodido pervertido.
Con los ojos bien cerrados, movió la silla de regreso al lugar que le correspondía como un niño avergonzado por sus pensamientos, inclinando su cuerpo hacia su computadora para evitar que sus ojos errantes miraran a través de la ventana una vez más, sintiendo como la vergüenza lo carcomía una vez más como lo hacía cada vez que caía en cuenta de su estado.
¿Realmente su vecina hacía esto a propósito?
Por supuesto que sí, T/n no era tonta.
Desde el momento en que Jungkook se mudó a su vecindario rápidamente se convirtió en la comidilla de la cuadra; las amas de casa suburbanas, las jóvenes adolescentes, incluso su vecino, el anciano del #13 comenzaron a preguntarse quién era el chico lindo que salía a correr por las mañanas.
Él gritaba atractivo sexual por todos lados, sin siquiera darse cuenta de lo desmayados que tenía a todos con su entrenamiento matutino, y no fue extraño que Jungkook pensara que todos lo saludaban y le sonreían por pura amabilidad, y aunque no tuviera idea de lo sexy que se veía, T/n había sido bendecida con el don de la buena vista y el sentido común. Sólo le tomó una mirada de él saliendo de su casa, con el cabello largo parcialmente atado hacia atrás y pantalones cortos para correr abrazando sus gruesos muslos que fácilmente T/n quedó encantada con él.
Y cuando se dió cuenta de que era su vecino de al lado, fue como si una bombilla se encendiera sobre su cabeza, ese simple hecho era una bendición disfrazada y T/n no iba a dejar pasar la oportunidad de que esto fuera a su favor. Darle un asiento de primera fila para ella y todo lo que tenía que ofrecer eran las cartas que escogió para jugar, y hasta ahora todo había ido de maravilla.
Eso fue hasta que salió de la ducha, podía sentir la emoción recorrer todo su cuerpo mientras se preguntaba cómo iba a burlarse de él esta noche. Con la toalla colgando holgadamente alrededor de su pecho T/n estaba lista para el pequeño espectáculo, pero cuando se colocó en su posición habitual, rápidamente notó que las persianas del departamento de Jungkook estaban bien cerradas, sin espacio entre ellas para permitirle verlo ni que pudiera verla.
Esta era una cadena de eventos repentina e inesperada, con un pequeño resoplido de decepción se sentó en el borde de su cama, directamente frente a la ventana mientras pensaba que sus planes descarados para esta noche se habían arruinado por completo.
Y prácticamente se pasó toda la noche preguntándose qué podría haber hecho que Jungkook no quisiera ver un poco de acción de su parte, así que cuando lo vió llegar a su casa de su rutina matutina justo cuando estaba punto de irse a su trabajo por la mañana, no lo pensó ni siquiera dos veces antes de hablarle.
Tuvo que reprimir soltar una risita al verlo estremecerse cuando lo saludó de buenos días, y no pudo encantarse más con la forma en que se puso nervioso al estar tan cerca de él.
— Ah, buenos días…— Jungkook respondió sonriendo cortésmente, al mismo tiempo que sacaba su AirPod para detener la música por completo y brindarle toda su atención sintiendo las palmas de sus manos sudar de repente, solo había hablado con ella una sola vez y no sabía a dónde iría esta conversación, ¿Acaso estaba a punto de llamarlo un pervertido repugnante?
— ¿Tuviste una noche tranquila? — T/n preguntó al instante formando una suave e inocente sonrisa que no revelaba sus verdaderas intenciones, pero Jungkook lo supo de inmediato, y la forma en que sus ojos se abrieron ligeramente ante sus palabras lo hicieron todo mucho más obvio.
— Sí…— Balbuceó a medias limpiándose las manos sudorosas en sus pantalones cortos negros, odiando la forma en que su corazón se aceleró al escucharla, ella lo sabía, y su culpable consciencia le hizo creer que lo que su vecina había hecho fue intencional para que él no se sintiera como el mirón que claramente era, pero escucharla admitir que sabía que no la había observado anoche lo hizo sentir como si le hubieran echado un balde de agua fría encima.— No he estado durmiendo muy bien últimamente, así que...
Y T/n simplemente asintió con la cabeza mientras él se desvanecía en una mentira, sus labios se abrieron en una sonrisita mientras lo miraba detenidamente, enfocándose en la apretada camisa que estaba usando y en la forma en que exponía por completo su brazo musculoso y cubierto de arte en forma de tatuajes, y cuando su vista bajó un poco más no pudo evitar imaginarse a ella misma brincando sobre su polla y sobre esos gruesos muslos una y otra vez, gimiendo de pura felicidad, tuvo que suspirar levemente ante esa fantasía dándose cuenta de que su vecino realmente estaba ciego a su buena apariencia.
— Lamento no haberte dado una buena bienvenida cuando te mudaste, ¿puedes darme tu número? — T/n habló al mismo tiempo que sacaba su teléfono de su bolso sabiendo muy bien que Jungkook no diría que no, pero aún así agregó una mentirita inocente para que su coqueteo fuera un poco más sutil.— Los vecinos tienen un chat grupal, te agregaré para que puedas obtener todos los chismes del vecindario.
Si Jungkook sabía que estaba mintiendo, no lo demostró, en cambio su semblante cayó a uno decepcionado de que T/n quisiera su número para agregarlo a un chat grupal del vecindario. Pero independientemente de eso se apresuró a recitar su número con una sonrisa y al momento su teléfono vibró en su palma con un mensaje de texto de ella; un amistoso "hola vecino" con un emoji saludando al final.
— Te enviaré un mensaje de texto si alguna vez necesito azúcar… u otras cosas de vecinos.— T/n agregó por lo bajo llamando su atención una vez más.
La provocación sugerente en su tono no se le escapó a Jungkook, sintiendo sus mejillas sonrojarse ante las implicaciones detrás de sus palabras, así que asintió con su cabeza mientras mordisqueaba levemente el piercing en su labio inferior antes de responder.
— Sí, lo que necesites.
Era cierto que Jungkook estaba aún más que decepcionado cuando el hilo de su mensaje se agotó por completo, y T/n ni siquiera lo había agregado al chat del grupo de chismes por el que tenía curiosidad. Ni siquiera le había dado un espectáculo desde la noche en que cerró las persianas, pero todo era parte del plan de T/n diseñado por expertos para ir a su favor.
Porque mientras estaba en su trabajo, recibió el correo electrónico que pondría todo en marcha, una notificación de que su paquete estaba listo para ser entregado. Un juguetito color rosa bebé muy lindo se colocaría en el escalón de su puerta en un paquete discreto y, si las cosas salían como T/n esperaba, haría su debut esta noche, con suerte con una audiencia de uno.
Jungkook se alejó de la pantalla de su computadora cuando su teléfono vibró sobre su escritorio, el nombre se iluminó en la pantalla de inicio e hizo una pausa por un momento, preguntándose si esto era simplemente un mensaje de texto de que había sido agregado a ese maldito chat grupal que no tenía idea de que en realidad no existía, pero cuando lo desbloqueó y abrió el chat, vio que solo era su vecina.
T/n: Hola Jungkook, lamento hacer esto, pero hoy me entregarán un paquete súper importante, ¿podrías mantenerlo seguro hasta que llegue a casa más tarde esta noche? 🥺🖤
Quería que cuidara un paquete, solo cosas de vecinos, exactamente por lo que le había dicho por la mañana.
Jungkook: Claro, ¿Qué es?
Y de inmediato se sintió estúpido después de presionar enviar, sus manos se cerraron en puños mientras miraba la pantalla, ¿Por qué demonios iba a preguntar qué era el paquete? Ser un mirón claramente no era suficiente, no, él tenía que saber acerca de sus compras en línea.
T/n: Solo algo para los músculos adoloridos 😅
Al igual que lo haría un típico adolescente cachondo, su mente vagó por lo que podría haber exactamente en la caja, y rápidamente le envió un mensaje de texto con un "¡bien! 👍🏻" antes de bloquear su teléfono por completo. Estaba seguro de que iba a perder la cabeza.
Todo según el plan.
Jungkook guardó ese paquete con su vida, colocándolo delicadamente en el mostrador de su cocina desde el momento en que vió que el cartero lo dejaba en la puerta de su vecina, y había estado pegado a su sofá desde entonces, mirando regularmente por encima de su hombro para asegurarse de que la caja marrón no fuera a desaparecer espontáneamente.
Y justo cuando estaba punto de mandar todo al carajo e intentar abrir la caja, unos suaves golpes en la puerta principal lo hicieron saltar de su sofá, deteniéndose a unos metros de la puerta mientras miraba la perilla antes de volver a mirar el paquete. ¿Debería saludar a su vecina con él en sus manos, o parecería que estaba tratando de alejarla rápidamente?
Cuando T/n tocó por segunda vez, Jungkook optó por abrir la puerta de una vez, viéndola allí de pie con esa sonrisa amistosa, vestida con una pequeña falda y top a juego, mostrándole que acababa de salir del trabajo, sus ojos rápidamente se posaron en sus piernas expuestas por un momento demasiado largo hasta que su voz lo sacó de eso.
— Hola, Jungkook…— T/n lo saludó con esa dulce voz de miel, y el pequeño brillo en sus ojos casi la traicionó pero él no lo notó.— ¿Recibiste mi paquete?
— Hola, sí lo hice.— Jungkook respondió encontrando su voz y dejando la puerta entreabierta, adentrándose más en su casa, recuperando rápidamente la caja y regresando con ella hacia su vecina que todavía lo esperaba pacientemente con esa sonrisa, como si no supiera lo que estaba empaquetado dentro de esa caja.
— ¡Eres un ángel! — T/n habló sosteniendo el paquete cerca de su pecho con un pequeño suspiro.— No sé qué habría hecho si me lo robaban…
Jungkook pudo sentir que su rostro se calentó de inmediato ante eso, incapaz de evitar que su boca funcionara en piloto automático, y sin querer mostrarse como un vecino extremadamente observador.
— Debes estar muy adolorida por ir al gimnasio todo el tiempo, ¿eh? — Preguntó y el silencio que vino después de su pregunta casi lo hizo querer golpearse la cara, casi pudo jurar que la mirada de T/n parpadeando con la misma picardía de antes se posó sobre él, haciéndolo tragar en seco.
— Definitivamente…— T/n respondió con una risa antes de regresar a su postura y despedirse de él.— Gracias de nuevo, ¡Que tengas una buena noche!
Y así como así, su vecina ya se había ido de su departamento, dejando a Jungkook con la frente presionada contra la puerta de la entrada mientras se sentía como todo un idiota. "¿De verdad, debes estar adolorida?" Se burló de su propia voz poniendo los ojos en blanco antes de enderezarse y retirarse a su habitación para terminar el trabajo que había descuidado por proteger el dichoso paquete.
El mismo paquete al que T/n se estaba aferrando mientras subía las escaleras de su casa con un par de tijeras en la mano opuesta, y no pudo evitar no sentirse como una mujer loca cuando las clavó en la cinta transparente para romper el sello, quitando las solapas antes de soltar una risita maliciosa cuando vio la elegante caja blanca con una foto del dispositivo impresa en el frente.
Se apresuró a sacar el preciado juguete, tirando descuidadamente las cajas vacías a un lado y escuchándolas aterrizar con un ligero ruido sordo al piso. La sensación de la silicona suave contra sus dedos la llenó de anticipación duplicada, y el clic silencioso contra el primer botón apagó la emoción en su cuerpo cuando se negó a encenderse.
— Malditos estúpidos cargadores.— T/n gruñó dejando el dispositivo de lado e inclinándose para buscar entre todas las cajas descartadas en el piso hasta dar con el diminuto cable blanco para enchufarlo.
El folleto que venía junto al juguete indicaba que la carga estaría completa en una hora, eso era mucho tiempo para que pudiera controlarse un poco, todo lo que necesitaba era abrir las persianas y encontrarse cara a cara con su vecino caliente y comenzar con la acción, pero ya se había divertido demasiado viéndolo todo nervioso, realmente no necesitaba asustarlo antes del evento principal.
Y claramente Jungkook no la estaba pasando nada bien mientras se deslizaba sin pensar a través de los datos interminables de su computadora frente a él, sus ojos flotaban a través de los números de una manera aturdida y su mente estaba demasiado ocupada pensando en ese estúpido paquete. Sabía exactamente lo que era, orgullosamente descifró el código de algo que era supuestamente algo para los músculos adoloridos para terminar deletreando vibrador en letras gigantes de color neón.
¿Lo estabas usando ahora, en tu dormitorio a un metro de distancia del suyo, sobre tu cama directamente en su línea de visión? Su mente continuaba representando todos esos escenarios lascivos uno tras otro y solo lo hacían desear estar contigo para comprobar si sus sospechas eran ciertas. Pero sabía que era algo imposible, algo que nunca pasaría, y eso era lo peor de todo para él.
Para cuando T/n terminó de darse una ducha y mientras aplicaba su loción corporal favorita notó como los botones del juguete rosa sobre su cama parpadeaban indicando la carga completa y sonrió sabiendo que su plan estaba de nuevo en marcha. Abrió lentamente las persianas de la ventana, formando un puchero al darse cuenta de que las de Jungkook estaban cerradas, miró hacia el cielo viendo cómo se oscurecía lentamente; formando nubes sobre su cabeza y una sonrisita se dibujó en sus labios mientras pensaba la forma perfecta para hacer que su vecino abriera las persianas para el espectáculo.
El teléfono de Jungkook vibró con un mensaje de texto unos segundos después, y sus ojos se abrieron un poco cuando se dió cuenta de que era de T/n.
T/n: Jaja, ¿Te parece que va a llover?
Su cabeza se inclinó hacia un lado con confusión ante su pregunta, sin embargo, se levantó de su escritorio, subiendo completamente las persianas para mirar al cielo y dándose cuenta de las nubes grises, miró su teléfono de nuevo para comenzar a escribir cuando el pequeño destello de movimiento desde el otro lado lo hizo congelarse en su lugar; viendo directamente a través de la ventana de T/n una vez más, ahí estaba; sentada en su cama y mirándolo con una sonrisa felina en todo su rostro.
Jungkook casi juro que se quedó sin aire cuando observó con atención su posición, con una pierna cruzada sobre la otra y descansando sobre sus palmas, con la cabeza inclinada hacia un lado mientras T/n lo saludaba con la mano, teniéndolo justo donde ella quería.
Su mano se elevó para devolverle el saludo, pero la voz en su cabeza estaba gritando todas las obscenidades que se le ocurrían y que quería hacerle a su vecina en ese preciso momento mientras intentaba sonreír a medias, y la mueca en su rostro casi le hizo difícil a T/n no reírse al verlo.
Empezó despacio, queriendo darle el tiempo suficiente para cerrar las persianas si realmente no quería participar en esto, su mano se levantó para comenzar a quitarse la bata de su hombro solo un poco más, apenas dejando expuesta una pequeña porción de su piel a los ojos de Jungkook, quien quería gritar al verla mientras su cabeza caía hacia adelante golpeando contra el vidrio de su ventana levemente viendo la forma en que su piel brillaba, sabiendo muy bien que se había aplicado aquella loción que siempre le encantaba ver.
Y cuando Jungkook no se movió de su posición, T/n dejó caer la otra manga de su bata, la hinchazón de sus senos sostuvo el suave material contra su piel, protegiéndolos de su vista por otro momento más, sus ojos no dejaban de ver el rostro de Jungkook, sabiendo que necesitaba ver la reacción de su vecino cuando se sentó derecha sobre la cama; haciendo que los extremos de su bata se deslizaran por su pecho y se acumularan en sus caderas, dejando sus senos completamente expuestos para que él los pudiera ver.
Y por supuesto la reacción de Jungkook valió la pena, abriendo sus labios levemente al ver la forma en que sus rosados pezones se endurecieron en el aire expuesto, su frente casi chocó contra la ventana una vez más cuando vió a T/n elevar una de sus manos para delinear el contorno de uno de sus pezones suavemente; acariciando su piel con calma y haciendo rodar su pezón entre sus dedos antes de darle un pequeño y juguetón pellizco, y Jungkook pudo sentir como su pene se agitó dentro de sus pantalones viendo a T/n dejar caer su cabeza hacia atrás y abrir sus labios para dejar escapar lo que él sabía era el gemido más bonito antes de volver a mirarlo fijamente y morderse el labio inferior.
Jungkook no sabía que hacer mientras seguía observándola, viendo hipnotizado la forma en que las curvas de su cuerpo resaltaban gracias a la bata color negro que todavía enganchada alrededor de sus codos, y fue ahi cuando la vio inclinarse hacia un lado de la cama para tomar el juguete color rosa que había comprado hoy, la tapa metálica brilló con la poca luz de su habitación y lo hizo tragar duro mientras la veía exhibirlo a él.
Por un momento, su atención se movió de la figura casi perfecta y mirada maliciosa de su vecina para aterrizar en su teléfono, viéndola escribir rápidamente un mensaje antes de dejarlo a un lado una vez más. Y al instante su teléfono cobró vida en su mano, casi asustándolo con las vibraciones.
T/n: Tócate, por favor.
Y Jungkook pudo jurar que soltó un gemido ahogado ante eso, sintiendo como todo el calor de su cuerpo se acumulaba en su creciente erección, apenas pudiendo escribir un rápido “bien” y enviarlo, un mensaje que T/n obviamente ignoró por completo mientras encendía el juguete. Un destello de emoción brilló en sus ojos sintiendo como el dispositivo vibraba en su mano, y sonrió divertida viendo a Jungkook mover sus dedos ansiosos hacia la hebilla de su pantalón, desabrochando el botón casi con torpeza justo cuando la vió comenzar a arrastrar la cabeza vibrante del juguete por su pecho, pasándolo sobre sus pezones levemente y haciéndola jadear por la sensación de cosquillas contra su piel.
La vista de T/n regresó a la ventana, notando la mirada de Jungkook clavada en ella, la silueta de su cuerpo estaba iluminada por la luz de su habitación, lo que le permitió ver sus manos bajar apresuradamente su pantalón llevándose su bóxer al mismo tiempo, viendo su como su erección salía disparada a lo alto, y le fue imposible no morder su labio inferior al verlo elevar su palma para escupir desordenadamente sobre sus dedos antes de volver a bajar y apretar la base de su pene para empezar a masajearlo lentamente de arriba a abajo notando como el pecho de Jungkook se agitaba con un resoplido cuando trasladó los movimientos de su mano hacia arriba y hacia la punta rosada e hinchada de su pene, cubriendo su palma con las gotas sueltas de líquido preseminal que goteaban por todo lo largo de su pene.
Eso solidificó aún más que Jungkook era un pervertido, al menos en su propia mente, quién más estaría tan ansioso por masturbarse a la vista de su vecina tan fácilmente. Pero sin embargo, T/n no lo veía así, más aún sabiendo que cada una de sus acciones tenían un propósito, Jungkook no era un pervertido por ser un chico predecible, solo estaba haciendo exactamente lo que ella quería que hiciera.
A medida que la punta del juguete bajaba por su pecho, T/n se tomó su tiempo sólo para verlo perder la cabeza un poco más; moviendo el juguete sobre su vientre hasta llegar a sus caderas, deslizándose hacia abajo al mismo tiempo que comenzaba a separar sus piernas tan lentamente que Jungkook no pudo apartar la mirada de ella, y cuando finalmente se reveló ante él, los pliegues húmedos de su entrada brillaron con su excitación ante sus ojos, cubriendo la parte interna de sus muslos y permitiendo que el juguete se deslizara con facilidad.
Jungkook gimió en voz alta viéndola pasar el juguete zumbante sobre su clítoris de a poco, casi en un toque similar a una pluma que fácilmente la hicieron temblar y gemir sobre la cama, su mano se apretó firmemente alrededor de su pene mientras su pelvis se movía hacia adelante a la par de sus movimientos, bombeandose a sí mismo y buscando desesperadamente un poco más de fricción, y ahí se dió cuenta de que T/n era el pecado personificado frente a él; dándole un espectáculo mientras jugaba con ella misma, separando sus labios en un gemido cuando finalmente presionó el juguete contra su clítoris firmemente; haciéndola jadear y retorcerse sobre la cama antes de que soltar una risita entrecortada por la sensación mientras volvía a mirarlo los ojos con timidez.
Joder, Jungkook sólo quería poder escucharla gimiendo de puro placer, solo podía pensar en lo que haría para poder tocar su piel, ser él quien sostuviera ese juguete contra su coño hasta que se retorciera de puro placer.
Y T/n podía verlo en sus ojos, ese deseo carnal nublando su visión mientras la miraba, con su mano aún bombeando su dura longitud cada vez más fuerte y su rostro arrugándose en muecas de placer, y cuando alejó el juguete de su entrada las cejas de Jungkook se fruncieron en desconcierto, liberando su pene de su agarre para colocar su palma pegajosa contra la ventana, preguntándose qué estaba planeando ahora mientras la veía alcanzar su teléfono una vez más.
A T/n sólo le tomó unos segundos escribir el mensaje y presionar enviar, volviendo a mirarlo con la misma mirada depredadora que había estado usando toda la noche, y cuando lo vió desbloquear su teléfono, se puso de pie, dejando que la bata se deslizara por completo de su cuerpo, cayendo alrededor de sus pies mientras se acercaba a la ventana, con los brazos cruzados debajo de su pecho para empujar sus senos hacia afuera mientras lo miraba.
T/n: Ven.
Jungkook leyó ese mensaje tres veces, todavía con su pene de fuera para que su vecina lo viera mientras contemplaba todas sus opciones, y finalmente, cuando elevó su vista de nuevo hacia arriba casi se ahogó al ver la forma en que T/n estaba parada frente a la ventana, completamente desnuda y con esa dulce y maliciosa sonrisa en sus labios, y eso fue suficiente para tomar su decisión; bloqueando su teléfono y gimiendo mientras deslizaba su polla dentro de su bóxer y volvía a ponerse los pantalones.
Los ojos de T/n brillaron cuando lo vió darse la vuelta y salir de su habitación, la luz se apagó cuando Jungkook bajó las escaleras hacia la puerta principal y cuando salió al porche vió que el suelo estaba húmedo, las pequeñas gotas de agua comenzaron a caer con más fuerza y el frío se deslizó a través de su ropa mientras caminaba a través de las entradas conectadas de los apartamentos, haciendo todo lo posible de cubrir con sus manos el bulto extremadamente prominente en sus pantalones.
— Gracias, dios…— Susurró por lo bajo con alivio cuando giró la perilla de la puerta y cuando esta se abrió, ni siquiera le importaron los modales cuando entró cerrando la puerta detrás de él, subiendo instantáneamente las escaleras de dos en dos, sabiendo ya dónde estaba su habitación ya que la casa era una copia exacta de la suya.
Y cuando finalmente empujó la puerta de la habitación para abrirla, fue bienvenido con la vista de T/n sentada en su cama, completamente desnuda y esperándolo con ese mismo juguete arrastrándose hacia arriba y hacia abajo por su abdomen haciéndolo jadear de solo verla así, la necesidad de presentaciones se desvaneció por completo cuando cruzó la habitación a pasos firmes hasta llegar donde ella para sentarse a su lado, fue rápido para ahuecar su rostro y atraerla hacia él para poder besarla con dureza de una buena vez.
T/n ni siquiera pudo reprimir el pequeño gemido ahogado que dejó escapar de pura sorpresa contra sus labios, su vecino normalmente tímido que se ponía nervioso cada vez que lo sorprendía mirándola fijamente no esperaba que fuera del tipo que perseguía lo que quería de esta manera, y la forma en que tomó el control de ese posesivo beso la hicieron apoyarse en su toque.
Sus labios eran suaves pero la forma en la que la estaba besando dejaban de lado toda ternura, y tembló contra él cuando su caliente lengua se unió a la de ella, chocando la una con la otra y llenando el espacio con sonidos húmedos y respiraciones pesadas.
A menudo T/n había fantaseado con besarlo, preguntándose si Jungkook era del tipo que se burlaba, el que retrocedía y te dejaba con ganas de más, pero la desesperación en su cuerpo era la que guiaba sus movimientos justo ahora y la que le impedía no cumplir sus propios deseos. Jungkook la besaba con pura pasión, y el hambre dentro de él lo llevó a empujar su cuerpo hacia atrás y hacerla caer sobre la cama de espaldas, sus manos bajaron para sujetar suavemente su cuello y un nuevo gemido escapó de T/n al sentirlo, haciéndola arrojar el juguete hacia un lado y llevar sus manos hacia su cabello, deslizando sus dedos entre su largo cabello negro cuando lo sintió mordisquear su labio inferior.
— Quítatela…— T/n murmuró contra su boca, arrastrando sus manos por su pecho y tirando con fuerza de la tela de su camisa, decidida a arrancarla de él para finalmente poder ver su glorioso cuerpo y solo ganándose otro rápido y húmedo beso de Jungkook antes de verlo arrodillarse frente a ella para quitarse su camisa por el cuello, dejando cada centímetro de su piel expuesta a sus ojos.
T/n ni siquiera podía apartar la mirada de la forma en que sus músculos se ondearon y se tensaron cuando tiró la tela negra hacia un lado, abultándose cuando finalmente se relajó, ni siquiera pudo evitar no relamerse sus labios cuando pasó sus dedos entre cada surco de su abdomen, y una especie de jadeo pesado salió de sus labios cuando trasladó su atención a las líneas de cada uno de sus tatuajes por todo lo largo de su brazo hasta llegar a su hombro, antes de escucharlo soltar una risita oscura.
— ¿Te gusta lo que ves? — Jungkook preguntó con su voz ronca mirándola con sus ojos entrecerrados y mordisqueando su labio inferior dándole un repaso a todo su cuerpo, sintiendo su boca salivar al notar el rápido ascenso y descenso de sus senos con cada respiración que daba y la forma en que sus caderas se movían hacia arriba; buscando cualquier tipo fricción que pudiera encontrar.
— Eres jodidamente irreal.— T/n admitió en medio de un jadeo dándole un par de caricias más en su abdomen antes de ponerse de rodillas frente a él y comenzar a desabrocharle los pantalones, con toda la prisa por ver su polla sin la distancia que los separaba.
— Esto es lo que querías, ¿no? — Jungkook preguntó con firmeza, dándose cuenta de todo y con su mirada completamente desfasada en su rostro y en el movimiento rápido de sus manos, los textos perfectamente ejecutados y la entrega del paquete, solo sabiendo que había hecho todo lo que querías que hiciera.
— Fue divertido, ¿verdad, Jungkook? — T/n preguntó de la misma forma, bajándole los pantalones de un solo tirón junto a su bóxer para lanzarlos junto a su camisa en el suelo.— ¿Dime, qué te gustó más? ¿Verme hacer cosas cotidianas o mirarme tocándome y jugando conmigo misma?
Jungkook ni siquiera tuvo tiempo de responder cuando un gemido ahogado se le escapó de sus labios al sentirla envolver una de sus manos alrededor del duro eje de su pene, comenzando a bombearlo de arriba abajo una y otra vez mientras lo interrogaba, disfrutando de la forma en que luchaba por responder a sus preguntas.
— Dios, eres tan sucia…— Gruñó apretando su mandíbula al verla inclinar su cuerpo a la altura de su pelvis, quedando frente a frente con su enorme erección antes de clavar su mirada sobre él mientras pasaba la punta de su lengua por sus labios, justo antes de verla sonreírle con total astucia.
Y esa misma sonrisa le hizo saber que ella sabía muy bien que lo era, T/n sabía exactamente lo sucia que era llegando al punto de usar todo a su favor solo para obtener lo que quería, Jungkook contuvo el aliento mientras observaba la forma en que T/n avanzaba poco a poco hacia él, sacando la lengua para lamer suavemente la punta hinchada de su pene; atrapando la gota salada de líquido preseminal que amenazaba con escurrirse por todo lo largo para saborearlo con hambre, escuchándolo gemir sobre ella.
Y eso fue suficiente para envolver sus labios alrededor de su grosor por completo; haciendo rodar su lengua varias veces en la punta rosada antes de darle una ligera succión y comenzar a mover su cabeza de arriba abajo por todo lo largo de su pene, Jungkook soltó un suspiro al sentir el calor envolviendo todo de él, amando la forma en la que la humedad y calidez de su lengua lo cubría por completo haciéndolo tensar su abdomen evitando empujar su pelvis hacia su boca.
El pequeño gemido que T/n dejó escapar contra su longitud al sentir su pene duro y caliente sobre su lengua la hicieron envolver su mano en la base para estabilizarse mientras movía su cabeza una vez más hacia abajo, tratando de tomar todo de él, pero era tan jodidamente grande y estaba cien por ciento segura que esto era mucho más satisfactorio que verlo masturbarse a unos metros de distancia, los suspiros y gruñidos que brotaban de sus bonitos labios la animaban a seguir adelante, deseando verlo desmoronarse solo por ella.
Jungkook ni siquiera supo en qué momento sus manos se enredaron en su cabello; tirando con la suficiente fuerza de sus mechones para guiar sus movimientos de arriba hacia abajo por todo lo largo de su longitud, marcando un ritmo firme y constante; los sonidos húmedos y obscenos inundaron todo su cuerpo y solo lo hicieron obligarla a moverse con más fuerza, empujando su cabeza contra su pene y follando su boca con fuerza una y otra vez, gruñendo guturalmente al sentir como su garganta se cerraba alrededor de su punta en una audible arcada y formó una sonrisa cuando se encontró con su rostro, viendo sus ojos llenos de lágrimas y su nariz presionada contra su ingle mientras gemía alrededor de su polla, y estaba seguro que te veías tan bonita así.
Jungkook la apartó de su pene unos segundos después, el húmedo jadeo que T/n dejó escapar rasgó el aire mientras intentaba recuperar el aliento sin borrar esa sonrisa burlona de su rostro mientras observaba su longitud desordenada y húmeda balanceándose ligeramente de lado a lado con cada movimiento que hacía, sintió a Jungkook inclinarse sobre ella y a su mano tomarla por su mejilla con total ternura.
— Joder, apuesto a que te ves tan bonita cuando lloras…— Murmuró por lo bajo pasando su pulgar por su labio inferior hinchado y resbaladizo, notando las pequeñas lágrimas en sus ojos y en sus pestañas inferiores, casi a punto de deslizarse por sus mejillas.
— Hazlo.— T/n susurró sintiendo como el tono ronco de su voz hizo que su estómago se retorciera y que más humedad cubriera sus muslos, sonriendo cuando vió sus cejas levantarse en forma de pregunta.— Hazme llorar Jungkook.
Y Jungkook juró que sintió su polla palpitar ante sus palabras, queriendo nada más hacer lo que T/n le pedía, convertirla en un desastre de llanto mientras rogaba que la follara con fuerza.— ¿Estás segura?
Con un pequeño asentimiento T/n se arrastró hacia atrás sobre la cama antes de girarse sobre tus manos y rodillas, arqueando su espalda y poniendo su trasero en pompa; exponiendo su entrada húmeda frente a Jungkook justo antes de mover sus caderas levemente de lado a lado.— Estoy segura.
Y Jungkook no necesitó nada más convincente que eso, envolviendo una mano en su pene para bombearse un par de veces mientras se acercaba a ella, colocando sus rodillas entre sus muslos y siseando cuando apoyó su polla contra su húmedo coño comenzando a rodar su pelvis una y otra vez hacia enfrente; haciendo que la punta se deslizara entre sus pliegues con cada movimiento y escuchándola gemir cuando rozó su necesitado clítoris un par de veces antes de alinearse correctamente en su entrada y empujar su pelvis; presionándose dentro de ella poco a poco.
Los ojos de T/n se cerraron con fuerza ante la sensación, sus manos apretaron con fuerza las sabanas mientras sentía a Jungkook deslizar cada centímetro de su longitud dentro de ella, ajustando su interior a su tamaño y llenándola de una forma tan deliciosa, un gemido de placer goteó de sus labios cuando Jungkook le dio un tirón a sus caderas hacia su pelvis, asegurándose de que todo su pene estuviera dentro de ella, apenas deteniéndose para respirar correctamente, viendo hipnotizado la forma en que su coño lo tomaba, amoldándose tan bien a su alrededor como si estuviera destinado a estar allí.
— Esto es…— T/n balbuceó por lo bajo, quejándose cuando sintió a Jungkook deslizarse un poco hacia fuerza antes de recibir una nueva y rotunda embestida.— Así es como me lo imaginé…— Agregó en medio de un jadeo antes de soltar una risita baja que despertó el interés de Jungkook, inclinándose sobre su cuerpo para verla con la cara presionada contra las sábanas y una sonrisa burlona en su rostro.
— ¿Si? — Jungkook preguntó con su voz aireada y apretando el agarre en su trasero; clavando sus dedos en su piel y sin duda marcándolos para que los pudiera ver más tarde.— ¿Te imaginaste siendo follada por detrás por tu vecino?
— Mhm-hu…— T/n musitó sin poder evitar la risa ahogada que salió de sus labios cuando Jungkook comenzó a follarla con fuerza, saliendo casi por completo de su interior solo para volver a introducirse en una dura penetración, haciendo que el sonido de sus pieles chocando se mezclara con su risa y gemidos.
— Lo sabía…— Jungkook gruñó mientras deslizaba una de sus mano por toda su espalda desnuda hasta llegar a su nuca; rodeando su cuello con sus dedos hasta que su palma presionó su cara contra el colchón con fuerza, sosteniendo su cuerpo debajo de él mientras sus penetraciones se volvían más duras y desordenadas.— Sabía que lo estabas haciendo a propósito, joder, ¿sabes lo culpable que me sentí? — Un nuevo gruñido salió de sus labios al sentir su interior apretarse ante sus palabras, deleitándose con los sonidos húmedos y lascivos de su coño cada que volvía a hundirse dentro de ella cada vez más fuerte.
— L-lo siento…— T/n susurró con falsa inocencia en su voz rota por sus bruscos movimientos, pero Jungkook sabía que no lo decía enserio y la sonrisa juguetona que se sintió contra su palma le dió la razón.
— Oh, ¿lo sientes? — Jungkook preguntó tomando un puñado de su cabello y dándole un tirón hacia atrás con fuerza, escuchándola gimotear feliz cuando aceleró aún más el ritmo de sus penetraciones dentro y fuera de ella, sabiendo que había encontrado el ritmo correcto cuando la vió arquear su espalda más para él; rozando ese punto dulce en su interior una y otra vez, T/n podía sentir las primeras chispas de su orgasmo destellando dentro de ella, y el hecho de que obtuviera lo que quería la acercaba al límite más rápido de lo esperado.
— No, no lo siento.— admitió gimiendo descaradamente con cada embestida. De ninguna manera se arrepentía, si este fuera el resultado, haría todo de nuevo y exactamente de la misma manera.
— Sé que no lo haces, te encantó montar un espectáculo para mí, eh, sabiendo que te estaba mirando desde mi ventana mientras jodías conmigo.— Jungkook escupió deshaciéndose de la culpa que alguna vez llegó a sentir, soltando su cabello y viéndola colapsar de nuevo sobre el colchón, su mano volvió a presionar su cabeza contra las sábanas ahora siendo reemplazada por hambre pura que sólo aumentó cuando sus gemidos comenzaron a volverse más entrecortados, calientes y pesados contra su mano.
Sus palabras fácilmente hicieron que la mente de T/n diera vueltas, el balanceo embriagador de sus caderas contra su trasero la estaban arrastrando al mismo estado de desesperación en el que Jungkook estaba, fueron semanas de tortura sin sentido que los alimenta a ambos con más que suficiente frustración sexual para follarse como tantas veces habían deseado e imaginado.
— Me encantó hacerlo…— T/n se quejó en medio de un nuevo gemido roto sintiendo como su cara era empujada con más fuerza contra las sábanas, la aspereza que Jungkook le estaba mostrando hacía que su estómago se retorciera, como pudo se las arregló para abrir sus muslos más para él y dejó escapar un gemido tembloroso cuando lo sintió hundirse más profundamente en ella rozando ese punto dulce en su interior con cada rotunda embestida que daba solo arrastrandola al borde.
T/n iba a correrse, Jungkook lo supo por la forma en que su cuerpo se tensó, por la forma en que sus paredes se cerraron a su alrededor haciéndolo maldecir mientras continuaba embistiéndola, sin poder evitar sonreír al escucharla gemir con fuerza ante otra dura penetración; viéndola tirar de las sabanas con desesperación hasta que de repente, la sintió correrse alrededor de su polla con un grito de su nombre.
— J-joder, Jungkook…— Gimió una vez más sintiendo sus piernas temblar con la fuerza de su orgasmo, escuchando a Jungkook gruñir detras de ella sintiendo como todo su interior aprisionaba su pene dentro de ella, goteando por sus muslos y cubriendo su pene por completo con su orgasmo; dejándolo resbaladizo con su excitación y solo haciéndolo tararear de puro gusto.
Jungkook no perdió ni un segundo saliendo de su interior para girar su cuerpo hacia él, haciéndose espacio en entre sus muslos necesitando ver su rostro mientras se volvía a hundirse de nuevo dentro de ella en una deliciosa penetración, amando el suave gemido que T/n dejó escapar cuando tocó fondo una vez más, sus brazos se envolvieron alrededor de sus fuertes hombros cuando comenzó a moverse dentro de ella antes de sentirlo volver a estampar sus labios juntos.
El gusto salado de su transpiración potenció mil veces más su excitación, todo era tan carnal y tan sucio, el calor de sus cuerpos se fusionaba con cada empujón duro y decidido que Jungkook daba dentro de ella, sus lenguas calientes se juntaron, pero apenas y pudieron mantener la unión a causa de los desesperados jadeos en busca de oxigeno, y fue ahí cuando Jungkook se alejó solo un poco para poder mirarla; formando una sonrisa aturdida al ver su rostro sonrojado y su cabello húmedo cayendo sobre sus ojos, y T/n apenas y pudo sostenerle la mirada; admirando cada una de las expresiones de placer que hacía, creando un espectáculo privado tan erótico y sensual solo para ella.
— Quiero hacerte llorar…— Jungkook confesó inclinándose sobre ella para besar una vez más sus labios al mismo tiempo que su mano derecha golpeaba la cama torpemente hasta que encontró lo que estaba buscando, ese maldito vibrador que había guardado con su vida antes.
En el momento en que las pequeñas vibraciones llegaron a los oídos de T/n sus ojos se abrieron de par en par, apenas captando la sonrisa malvada en los labios de Jungkook mientras sostenía el juguete entre sus cuerpos, jugueteando con los ajustes hasta que las vibraciones fueron lo suficientemente bajas como para comenzar.— Espera Jungkook, soy muy sensible…
— Me dijiste que te hiciera llorar, ¿no es así, bebé? — Jungkook recordó comenzando a arrastrar la cabeza del juguete por su vientre y por su monte de venus lentamente, burlándose de ella mientras llegaba poco a poco al lugar deseado.
La emoción atravesó el cuerpo de T/n una vez más, haciéndola soltar un jadeo tembloroso cuando la cabeza del juguete apenas y rozó su sensible clítoris, todo su cuerpo se sacudió de placer y su interior se apretó con fuerza alrededor de su polla haciendo que Jungkook cerrara los ojos ante la sensación, volviendo a presionar el vibrador contra su pequeño clítoris, los ajustes bajos hicieron un zumbido a través de ella y sus uñas se hundieron en sus hombros.
— ¡Ah, Jungkook! — T/n lloriqueó su nombre una vez más, sintiendo su pecho agitarse con cada desesperada respiración que daba cuando Jungkook comenzó a follarla de nuevo; haciéndola girar sus caderas hacia arriba y contra su pelvis, sin saber exactamente si quería alejarse del juguete o presionarlo con más fuerza, el ligero dolor entre sus cuerpos rápidamente se transformó en placer cuanto más sentía su pene moviéndose dentro de ella.
— ¿Qué pasa, cariño? — Jungkook preguntó con falsa inocencia, elevando los ajustes del juguete hasta que un gemido particularmente fuerte resonó en la habitación, haciéndolo reír al sentir sus muslos apretarse en su cintura por reflejo, pero él sabía que a T/n le estaba encantando esto, con sus dientes mordisqueando su labio inferior mientras lo miraba con sus ojos llenos de lágrimas, instándolo a follarla más fuerte, rogándole silenciosamente por más.
Y por supuesto que Jungkook hizo lo que T/n mudamente le pedía, empujando sus caderas dentro de ella con la fuerza suficiente para empujar su cuerpo contra la cabecera de la cama, creando un audible y repetitivo golpeteo contra la pared que estaba seguro despertaría a más de uno de sus vecinos, pero eso le importaba una mierda, demasiado perdido en las olas de placer que se mezclaban con las vibraciones contra su clítoris. Jungkook podía sentir su propio orgasmo acercándose sigilosamente a él, arrastrándose por su columna vertebral con cada embestida húmeda y con cada gemido de su nombre.
Con unos cuantos clics más el vibrador alcanzó la configuración más alta, zumbando intensamente contra su sensible clítoris y casi haciéndola golpearse ante la sensación repentina, arqueando su espalda hacia el pecho de Jungkook mientras jadeaba una serie de cosas sin sentido que ni ella misma entendía, solo escuchándolo reír sin dejar de verla mientras presionaba el juguete con más fuerza.— ¿Vas a correrte de nuevo en mi polla, bebé?
— Jungkook…— T/n volvió a lloriquear su nombre buscando desesperadamente con sus manos sujetarse de su cuerpo, necesitando algo que la conectara de nuevo a tierra del abrumador placer al que estaba siendo sometida.
— Vamos, quiero verte llorar…— Jungkook la animó una vez más, observando con asombro cómo su cuerpo se tensaba por completo por un momento, sabiendo muy bien que estaba a punto de correrse de nuevo.
— Joder, joder...— T/n gimoteó sintiendo como sus palabras se mezclaban con los espasmos de su orgasmo brotando alrededor de su pene, sintiendo todo su cuerpo temblar cuando la sensación de euforia la inundó por completo, sus cejas se fruncieron mientras maullaba ante la sensación de su orgasmo llegando al punto máximo y fue ahí cuando las lágrimas finalmente se derramaron por sus mejillas, sintiendo todos sus sentidos abrumados por la cantidad de placer que sentía.
— Tan jodidamente perfecta…— Jungkook murmuró ante las altas vibraciones que se sentía contra su pene, el aleteo de sus paredes aterciopeladas evitaban que quisiera apagar el vibrador, deslizándolo un poco más cerca de su entrada hasta que él también jadeo.
— Es demasiado…— T/n suplicó por lo bajo, mirándolo con sus ojos empañados y aún llorosos de placer, los labios de Jungkook se abrieron en un gemido silencioso cuando aumentó sus embestidas buscando su propia liberación y elevó su mano libre para ahuecar su mejilla y poder limpiar las lágrimas perdidas que habían caído sobre su piel, corroborando que realmente te veías bonita cuando llorabas.
— Ya casi llego bebé, ¿estás bien? — Jungkook preguntó en medio de un suspiro, cerrando los ojos al sentir su interior palpitar alrededor de su longitud.
Su preocupación hizo sonreír a T/n, asintiendo levemente mientras colocaba su mano sobre la de él, luchando un poco más con la hipersensibilidad de él para obtener su propia liberación.— Sí, córrete dentro de mí, por favor…
Y Jungkook gimió en respuesta a sus palabras, deslizando el vibrador más abajo hasta que descansó contra la base de su pene, las fuertes vibraciones se arrastraron por todo lo largo de su longitud en cada una de sus desordenadas y torpes embestidas que daba dentro de ella, y cada zumbido solo hizo que su cuerpo se estremeciera.
— Ah, mierda…— Jungkook gruñó empujando su pelvis contra su coño con más urgencia, hundiéndose dentro de ella descuidadamente, sus ojos se abrieron hacia ella mientras llegaba, y la mirada llena de lujuria que T/n le dio fue todo lo que necesitó para dejarse ir por completo.
Un gemido murió en su garganta cuando se hundió dentro de ella lo más profundo que pudo con una descuidada y fuerte embestida, sintiendo como los chorros clientes y espesos de semen brotaban de su punta; llenando su interior y empujándose superficialmente unas cuantas veces más para asegurarse que todo estuviera dentro de ella hasta que finalmente se detuvo de a poco para apagar el juguete con sus manos temblorosas, lanzándolo a un lado de la cama sin cuidado antes de colapsar sobre el cuerpo de T/n en puro dramatismo. Ni siquiera se preocupó por su peso sobre ella y solo se concentró en tratar de recuperar el aliento mientras sentía a T/n pasar sus dedos entre su cabello húmedo.
— Me siento sudoroso y sé que hice un desastre en tus sábanas.— Jungkook murmuró después de unos segundos, con su mejilla presionada contra sus senos y los ojos cerrados mientras intentaba darle sentido a todo lo que acababa de pasar.
— Está bien, me gusta el desorden.— T/n respondió de la misma forma, y aunque parecía ser una broma, la forma en que el pene de Jungkook palpitó aún dentro de ella demostraba que él se tomaba en serio todo lo que decía.— Eres un pervertido.
— ¿Yo soy el pervertido? — Jungkook se burló sintiéndose completamente ofendido mientras salía de su interior, y cuando la vió asentir con su cabeza no pudo evitar soltar una risa y señalarla con su dedo.— ¡Lo dice la que me daba espectáculos gratis todas las noches!
— No es mi culpa que seas fácil de atrapar, te enganchaste en el segundo que me viste tener esa fiesta de baile aquí, ¿eh? — T/n preguntó de forma divertida y Jungkook asintió de inmediato sabiendo exactamente de qué noche estaba hablando.
— Bien, ¿Qué debería hacer ahora? — Jungkook preguntó poniéndose de pie y entrando al baño para tomar una toalla, pensando que lo mínimo que podía hacer era limpiar el desastre que había causado entre tus muslos.— ¿Debería enviarte un mensaje de texto sobre el clima mañana, y llamarte a mi departamento esta vez? Dejaré que me ahorques si te gusta eso.— Agregó de una forma tan casual que hizo que T/n soltara una risa ante sus palabras.
— ¿Te gusta eso? — T/n preguntó sintiéndolo limpiar con calma sus muslos y alrededor de su entrepierna, sintiéndose más que sorprendida cuando lo vió regalarle una mirada traviesa.
— Tal vez...— Jungkook agregó antes de formar un guiño coqueto, regresándole la bata y colocándose su bóxer de nuevo para dejarse caer sobre la cama a su lado.
T/n estaba segura que eso era algo con lo que podía trabajar, pensando en la próxima vez que torturaría a su vecino, preguntándose cómo se verían sus manos envueltas alrededor de su cuello, quién sabe, tal vez podría ver si se veía bonito cuando lloraba.
Y por supuesto que Jungkook notó la travesura en todo su rostro, pero antes de que pudiera sugerir una segunda ronda, había una cosa que lo estaba devorando por completo.— Por cierto, nunca me agregaste a ese grupo de chismes de los vecinos.
Los labios de T/n se fruncieron en una sonrisa tensa mientras sus manos regresaban a su cabello, haciendo girar un dedo alrededor de un mechón suelto y tratando de aguantar la risa, sabiendo muy bien que tal grupo no existía en absoluto, pero no estaba de humor para aplastar su espíritu, sabiendo que él quería desesperadamente conocer los chismes del vecindario, así que simplemente se encogió de hombros en una falsa disculpa, diciendo otra mentirita piadosa.
— Mi error, te agregaré mañana.
Y Jungkook sonrió en respuesta inclinándose para presionar un beso contra su muslo, mientras en su mente también se imaginaba cuán lindas se verían tus manos alrededor de su cuello.
N/A: He vuelto por aquí titis🥺 yo sé que no me van a perdonar haber desaparecido así como así pero espero poder recompensar mi ausencia con este OneShot que muchas de ustedes me pedían que publicará de Jungkook y su vecina y no podía decirles que no porque estos dos me tienen mal sooo les prometo publicar la segunda parte de este oneshot muy pronto ♡
Una disculpa enormee por la tardanza, la vida de adulto no es muy bonita que digamos 🥺
Prometo estar más seguido por aquí ♡
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Cum! headcanon OP mens
Advertencias: smut!
Personajes: Crocodile , kid , Killer , Law
English/Español
DIVISORES
English
This guy is literally a semen truck, so get ready to be bathed in this white fluid. Due to his tobacco obsession, his semen is a bit bitter, but it's pretty thick and very white.
He's got big balls loaded with semen, and when he cums, you can see them contract releasing all their load (don't worry, they'll refill in less than 5 minutes).
He likes to cum on your face, then blame you for being a careless slut. He also enjoys cumming inside you and telling you that you're his favorite cum dump. <3
Español
Este hombre es literalmente un camion de semen, asi que preparate para salir bañada de este liquido blanco.
a causa de su obsesión al tabaco, su semen es algo amargó, pero es bastante espeso y muy blanco
tiene unas bolas grandes y cargadas de semen, y cuando se corre, se puede ver como se contraen soltando toda su carga (no te preocupes, en menos de 5 minuto se llenan otra vez)
le gusta correrse en tu cara, y luego echarte la culpa por ser una puta descuidada. Tambien le gusta correrse en tu coño, y decirte que eres su cum dump favorito <3
English
Get ready to have semen everywhere, because he won't stop cumming until he leaves you soaked in it.
His cum is a bit bitter, but it actually has a pretty pleasant (almost addictive) taste, it's clear and very oily.
He's got big and heavy balls, a bit saggy but nice and round, when he cums, it shoots pretty hard, if you're doing missionary, he'll pull out his cock to try and shoot on your chest.
His favorite place to cum is on your chest, he loves squeezing and fondling them, definitely loves your chest and seeing it covered in his own cum, makes him get hard again like nothing happened.
Español
Prepárate para tener semen por todas partes, porque no dejará de eyacular hasta dejarte empapada en él.
Su semen es un poco amargo, pero en realidad tiene un sabor bastante agradable (casi adictivo), es claro y muy oleoso.
Tiene unos testículos grandes y pesados, un poco caídos pero bonitos y redondos, cuando eyacula, sale con bastante fuerza, si estás en posición misionero, sacará su pene para intentar eyacular en tu pecho.
Su lugar favorito para correrse es en tus tetas, le encanta apretarlos y acariciarlos, definitivamente adora tu pecho y verlo cubierto de su propio semen, hace que se le ponga de nuevo erecto como si nada hubiera pasado.
English
I don't see him as the type who likes to shoot all his cum on you… but he will definitely make you swallow it.
His semen is a bit salty, but quite thick and sticky. I would even bet it has the consistency of Fettuccine Alfredo sauce.
Killer has medium-sized testicles, somewhat heavy, and with slightly uneven blonde hair. He won't tell you, but he loves it when you massage his balls while giving him a good blowjob.
He loves to see you swallow all his cum, watching you choke on it with glassy eyes. It makes him grab your hair and desperately give you another load.
Español
No lo veo un tipo que le guste tirarte todo su semen encima pero sin duda te hara tragártelo
Su semen es un poco salado, pero bastante espeso y pegajoso, incluso apostaria que tiene consistencia a la salsa Fettuccine Alfredo
killer tiene testículo de tamaño medio, algo pesados, y con un cabello rubio un poco disparejo, el no te lo dira, pero ama que le amases las bolas mientras le das una buena mamada
adora verte tragar todo su semen, ver que te ahogas con el con los ojos cristalinos, hace que te tome del cabello y se desespere para darte otra carga.
English
I see Law as the type of person who always uses a condom, but secretly wants to fill you with his cum, he's just not sure how to tell you yet.
Law's cum is bitter, probably because he drinks a lot of coffee, it's somewhat transparent and very thick.
He has somewhat small balls, but still manages to produce a good amount of cum, and he cums really hard, almost like a shot.
Like I said, he would love to fill you up with his load, so let him cum inside you, no doubt seeing you overflowing will make him ready for another round in no time.
Español
Veo a law como la clase de persona que usa condon TODO EL TIEMPO, pero secretamente quiere dejarte lleno con su cum, solamente que todavía no esta seguro de decírtelo
el semen de law es amargo, ya que consume grandes cantidades de café, es algo transparentoso y muy viscoso.
tiene unos testículo algo pequeños, pero de todas formas su carga suele ser bastante, y se corre muy fuerte, como si de un disparo se tratara
como dije, el amaría darte llena de su carga, asi que deja que se corra adentro, sin duda verte rebalsado hasta el bordé , lo hará volver al ruedo en poco minutos
PIDE TU COMICION SIN MIEDO
ASK FOR YOUR COMMISSION WITHOUT FEAR
#one piece#one piece smut#one piece x reader#one piece x you#eustass kid x reader#killer x reader#law smut#crocodile one piece#sir crocodile#crocodile x reader#trafalgar law#one piece imagines#massacre soldier killer#kid x reader#law x reader#luffy x reader#trafalgar d law x reader
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Until the Ribbon Breaks - Enzo Vogrincic
+18! CNC (E.R). Dom!Enzo. Age gap (implícito), biting, creampie, dacrifilia, (fugaz) degradation, dirty talk, fingering, (menciones de) sangre, sexo oral, sexo sin protección, Virgin!Reader. Aftercare. Español rioplatense.
La desolada sala de espera te hace preguntarte si realmente hay más personas en el edificio: llevás quién-sabe-cuánto hecha un manojo de nervios mientras esperás para realizarte una ecografía y desde que te sentaste no viste pasar enfermeros, doctores, personal de limpieza o personas en lo absoluto.
Y en todo este tiempo la puerta del consultorio permaneció cerrada.
Las luces blancas del corredor son tan brillantes como para provocar dolor de cabeza y permanecés con la cabeza gacha, concentrada en tu teléfono y en la hoja que te entregó la recepcionista, donde se leen tus datos y los inquietantes detalles sobre los estudios a realizarte.
La peor parte es probablemente la recomendación de utilizar falda para mayor comodidad. No hay forma de estar cómoda en una situación como la que te espera. Simplemente no la hay.
El apellido de la persona encargada es interesante y no podés evitar sentir curiosidad sobre el origen del mismo. Parece bastante difícil de pronunciar y practicás cómo decirlo un par de veces hasta sentirte más segura. Los nervios persisten pero descubrís que es mejor concentrarte en algo que no sean los posibles desastrosos desenlaces de la consulta.
Hay una máquina expendedora en el extremo opuesto de la sala. Dejás tus pertenencias sobre la fría silla de metal y caminás casi en puntas de pie, muy lentamente, para no perturbar el extraño silencio del lugar. Estudiás las opciones durante largo rato y luego presionás los botones (el pitido que emiten resulta ensordecedor) para seleccionar un simple…
Un ruido proveniente del consultorio llama tu atención. Volteás y fijás la mirada en la aburrida puerta blanca, pero todavía está cerrada y el ruido no se repite, por lo que suponés que se trata de algún objeto sin importancia. Regresás la vista hacia la máquina expendedora y esta vez seleccionás una opción diferente.
El golpe cuando el producto cae evita que escuches el crujir de la puerta.
-¿Para ecografías…?- pregunta una voz grave a tus espaldas-. Sos la última, ¿no? Vení.
Obvio que sos la última, pensás mientras recogés tus cosas para dirigirte hacia el consultorio, ¿tiene idea de cuánto tiempo estuviste esperando? Pasaste milenios en la recepción y varios siglos en ese corredor, completamente sola y en pánico, temblando no sólo por las bajas temperaturas producto del aire acondicionado.
El contraste entre la penumbra del consultorio y las luces fluorescentes del corredor es doloroso.
El consultorio está desprovisto de personalidad y las paredes, pintadas de un tono gris-depresión, sólo están iluminadas por una lámpara de escritorio que proyecta largas sombras irregulares hacia toda la habitación. En la pared opuesta a la puerta hay una camilla cubierta con papel blanco, impoluto, esperando por vos. Hacés un esfuerzo para no fijarte en la computadora y en los instrumentos conectados a la máquina.
-¿Es la primera vez que te hacés este estudio?- pregunta el doctor. Está mirando la pantalla de la computadora, los músculos de su espalda son evidentes bajo la impecable bata blanca y su largo cabello oscuro se mueve como seda cuando voltea para poder verte de frente-. Sacate la ropa y recostate.
Sus ojos te estudian con una intensidad que no sabés cómo interpretar y en tu estómago bajo se instala esa molesta, pesada e incómoda sensación, reflejando el pánico y el terror que llenan los recovecos de tu mente. Dirigís una mirada hacia la estantería ubicada en una esquina, llena con lo que parece ser batas descartables, pero él no se muestra consciente de ese detalle y no estás segura de poder pedirlas.
Hay un perchero donde dejás tu pequeño bolso y una silla que ocupás para retirar tu calzado. Deslizás tu falda por tus piernas mientras maldecís internamente porque… ¿No se suponía que la falda se quedaba durante la ecografía? ¿No era ese el motivo de la sugerencia? Te retirás la blusa y el sostén y cruzás un brazo sobre tu estómago. Insegura e híper-consciente.
Voltea. La manera en que sus ojos recorren tu cuerpo te hace temblar y no estás muy segura del motivo.
-Recostate en la camilla por favor.
Permanecés en tu lugar, inmóvil por unos largos segundos, intentando controlar el ritmo de tu respiración y tus nervios, para luego caminar con movimientos mecánicos hacia la camilla. Te ayudás del pequeño escalón para sentarte y cuando te recostás mantenés la vista fija en el techo del consultorio; presionás las yemas de tus dedos sobre el cuero de la camilla con la intención de concentrarte en algo que no sea tu cuerpo desnudo y la estresante situación.
El gel frío cayendo sobre tus pechos hace que te sobresaltes.
Girás la cabeza hacia la pantalla, donde esas incomprensibles imágenes en blanco y negro comienzan a aparecer, pero terminás perdiéndote inevitablemente en el perfil del doctor. La línea de su mandíbula, la manera en que muerde su labio en señal de concentración, su nariz y su ceño fruncido. ¿Deberías preocuparte? ¿Hay algo extraño o…?
Cuando sus ojos se cruzan con los tuyos creés ver algo más en ellos: un destello de interés que va más allá de lo estrictamente profesional. Sus pupilas dilatadas detrás de los cristales y sus largas pestañas negras reclaman toda tu atención y olvidás la inquietud que te generó su expresión desconcertada. Humedece sus labios e inconscientemente imitás el gesto.
-Permiso- dice sin romper el contacto visual. Sus manos están cubiertas por los guantes de látex pero igualmente percibís el calor que emana de ellas cuando mueve tu brazo para exponer mejor el área. La firmeza de sus manos es reconfortante-. ¿Podés…? Sí, eso.
El transductor, más pequeño y mucho más extraño de lo que imaginabas, es un dispositivo de plástico y metal que él sostiene con una destreza inquietante entre sus largos dedos. Mientras lo desliza por la curva de tu pecho derecho, con movimientos lentos y circulares, la placentera sensación de presión te hace temblar. Un suspiro escapa de tus labios.
-¿Muy frío?
Es sólo un segundo pero es suficiente para captar la mirada hambrienta que dirige hacia tus pechos. Tus pezones están erectos por la temperatura del gel y el contacto con el transductor –con el que está rozándolos de una forma que pretende ser accidental- sólo empeora la situación. Repite la acción y fingís que tu cuerpo no lo persigue en busca de más.
-Un poco.
El transductor desciende lentamente hacia tu costado, siempre deteniéndose en puntos específicos y permitiéndote sentir el peso de cada pausa, hasta ubicarse sobre una sección más sensible. El calor de la cercanía opaca la sensación fría del gel y cuando su mano roza de manera imperceptible tu brazo otro escalofrío recorre tu espalda.
-Relajate- ordena luego de verte reaccionar. Hay un deje de un algo extraño en su tono y te preguntás si es consciente del cosquilleo que provoca en el costado de tu pecho. Se estira sobre tu cuerpo y reposa parcialmente el peso de su brazo sobre tus costillas mientras repite el procedimiento en tu pecho izquierdo.
Tu respiración se vuelve más lenta. Más profunda. Percibís cada pequeño detalle, desde el leve crujido del papel bajo tu cuerpo hasta el zumbido distante de la máquina y su propia respiración, sincronizándose con el murmullo de tus exhalaciones. Cuando murmura algo entre dientes te perdés en el movimiento de sus labios y no podés descifrar sus palabras.
El sonido de las toallas de papel interrumpe la quietud y sin permitirte procesar la situación comienza a limpiarte. Retira el producto con movimientos expertos y cuidadosos, sutilmente ejerciendo más presión de la necesaria, mientras te dirige alguna que otra mirada y esa sonrisa sugerente que tira de sus labios. La delicadeza de sus manos es cautivadora.
El pánico se instala en tu estómago bajo y en tu estado nervioso rasgás el papel que recubre la camilla. El sonido lo obliga a voltear y en cuanto ve tus ojos vidriosos sus cejas se curvan en un ángulo de compasión. Se inclina sobre tu cuerpo para poder verte mejor.
-¿Estás bien?- pregunta en un susurro-. ¿Es la primera vez que te hacés este estudio?
-¿Va a doler?
-Puede ser incómodo- contesta-. Pero vamos a hacer lo posible para que no duela nada, ¿sí?
-Tengo miedo.
Limpia una lágrima con su pulgar y te sonríe.
-Yo me encargo- intenta calmarte mientras toma los elementos necesarios para continuar. El transductor vaginal es mucho más intimidante de lo que esperabas y cuando ve tu expresión deja de lado el condón y el gel-. Respirá profundo. Flexioná las piernas.
Obedecés sin cuestionar. Captura tu pierna entre su brazo y su cuerpo, seguramente para mantenerte en posición, pero más allá del profesionalismo y su comportamiento metódico la proximidad hace que te resulte imposible ignorar su temperatura corporal o el bulto golpeando tu pierna. Te esforzás por controlar el ritmo de tu respiración.
Desliza el infernal objeto entre tus pliegues y luego presiona sobre tu entrada.
-¿Doctor…?
-Enzo- dice sin más-. Podés decirme Enzo.
-Enzo- repetís sólo para sentir su nombre entre tus labios. Jurás que los músculos de su brazo se contraen-. ¿Podrías hacerlo muy, muy lento? Es que…
-¿Qué?
Entrelazás tus manos sobre tu estómago en un gesto nervioso y cerrás los ojos cuando sentís su cálida mano desnuda en tu muslo. ¿En qué momento sus guantes desaparecieron? No, eso no importa, tenés que decirle que necesitás que sea cuidadoso porque de lo contrario podría…
-Es que… Yo no…
-Me imaginaba- su tono es condescendiente y no tenés idea de cómo se lo imaginaba. Da un apretón a tu pierna y agrega:- ¿Me dejás prepararte?
Parpadeás.
-¿Qué?
-¿Puedo prepararte para hacerte la ecografía?
-¿Prepararme?- preguntás con voz trémula-. Pensé que…
El fantasma de sus dedos sobre tu centro te corta la respiración.
-Estás muy mojada.
Recorre tus pliegues con caricias imperceptibles antes de separarlos y contemplar tu pequeña entrada brillante. Desliza un dígito de arriba abajo antes de llevarlo hacia tu entrada y ejercer sólo un poco de presión, aún sosteniendo tu pierna, frotándose contra tu costado. Suspira.
-No- negás mientras clavás tus uñas en el cuero de la camilla-. ¿Puede ser por el gel…?
El fugaz pero punzante dolor de su dedo colándose en tu interior te hace tensarte y jadear. Terminamos, pensás, liberando todo el aire en tus pulmones mientras tus músculos por fin se relajan. Querés preguntarle qué es lo siguiente, cómo funciona exactamente el gel (llevás toda la eternidad preguntándolo), cuánto tardarán en entregarte los resultados.
No podés hacerlo porque sus movimientos te roban la capacidad del habla.
-No es el gel, no- mueve la cabeza en un lento gesto negativo mientras retira el dígito y vuelve a introducirlo por completo. Cuando roza algo en tu interior, un punto que te hace temblar, cerrás los párpados con fuerza y te reprende pellizcando tu pezón-. Fue por esto, ¿no? ¿Tenés las tetitas sensibles?
Golpeás su mano para que te suelte. En lugar de liberarte tira hasta hacerte gritar.
-Sh, sh, sh- ordena inclinándose sobre tu cuerpo. Su rostro bloquea tu campo visual y cuando habla no sabés si mirar sus ojos o su boca-. Calladita, ¿sí…? Total nadie te va a escuchar.
Reclama tus labios en un beso, muy húmedo y muy desesperado, que correspondés sin pensarlo. Cuando sentís su lengua colándose entre tus labios gemís y le concedés el permiso: explora el interior de tu boca sin controlarse, profundizando el beso hasta que no hay más distancia que llenar, bebiendo de tus suspiros y protestas cuando comienza a mover el dedo en tu interior.
Deslizás tus dedos entre su cabello largo y sedoso, no muy segura de si buscás un ancla o si sólo querés sentirlo, mientras tirás de la bata blanca que lleva sobre el uniforme azul. Enzo no deja de penetrarte una y otra vez con su dedo, curvándolo hacia arriba y presionando ese punto dentro tuyo que te hace jadear, provocando sonidos húmedos con cada movimiento.
Clavás tus uñas en su brazo cuando sentís un segundo dígito posicionándose contra tu entrada y rompés el beso. El hilo de saliva que te conecta con él se rompe cuando hablás:
-No, no, no- lloriqueás-. Me va a doler.
-Tranquila- besa tu frente-. Tengo que hacerlo, princesa, ¿o cómo te voy a hacer el estudio?
El estudio.
¿En qué estabas pensando? Es tu doctor y está preparándote para un examen, ¿por qué lo besaste? ¿Por qué te dejaste llevar por sus caricias? ¿Y por qué te pellizcó como si disfrutara verte retorciéndote? Tus paredes se contraen con el recuerdo y escuchás una pequeña risa de su parte mientras tu mente grita que nada de esto tiene sentido.
Deja caer unas gotas del gel sobre tus pliegues y observa cómo caen hasta tu entrada. Intentás no ceder el control a tu irrefrenable curiosidad pero de todas formas terminás reincorporándote para ver con claridad qué es tan interesante, qué es lo que está haciendo, qué es lo que provoca que muerda su labio mientras lleva su otra mano hacia su bulto para tocarse.
Desliza otro dedo en tu interior y mordés tus nudillos para no gritar por el dolor.
-Qué conchita más linda tenés- y para remarcar sus palabras su pulgar comienza a jugar con tu clítoris mientras sus dedos medio y anular continúan masajeando tu interior. Observás el débil brillo de sus anillos mientras los músculos de tu abdomen se contraen por la sensación-. ¿Te puedo preguntar una cosa?
Fruncís el ceño y levantás la vista.
-¿Tenés novio?
-Sí.
-¿Y nunca te tocó acá?
Sí.
-No.
Tu respuesta parece ser la correcta porque te recompensa ejerciendo más presión sobre tu clítoris. Millones de veces te tocaste pero jamás lo habías hecho con algo en tu interior y el hecho de que sean sus dedos, visiblemente más largos y grandes, te hace delirar. Es un placer nuevo, diferente e intenso, que termina robándose tus fuerzas y haciéndote desplomarte nuevamente sobre la camilla.
-¿Alguna vez se la chupaste?
Intentás contestar pero lo único que deja tu boca son gemidos. Tus mejillas queman.
-Un par de veces- contestás con voz entrecortada luego de un largo rato. El ritmo de sus movimientos crece y la sensación de presión en tu estómago bajo se vuelve intolerable, peligrosa, recordándote que lo que están haciendo está mal-. Basta, no… No puedo…
Deja de tocarte cuando te removés y el gemido que surge en tu garganta, mezcla de reticencia y angustia, lucha por hacerse oír. Intentás empujarlo pero toma tus muñecas con una mano mientras dirige su miembro a tu boca: admirás, inmóvil, su generoso tamaño, la gota brotando en su punta roja y brillante, el hilo que se forma cuando esta cae en la camilla.
Humedecés tus labios y tu lengua se desliza entre ellos instintivamente, con un deje delator de desesperación, esperando lo-que-sea que él esté por ofrecerte. Cuando baña tu lengua con su excitación suspirás y tu respiración –junto con tus ojos todavía fijos en los suyos y la vulnerabilidad en tu mirada- sobre su glande sensible lo hace gemir.
Empuja lentamente hasta introducir varios centímetros que hacen doler las comisuras de tu boca. Tus ojos se llenan de lágrimas pero eso no impide que continúe empujando, utilizando tu cavidad húmeda y caliente sin importarle nada que no sea su placer.
Intentás succionar y Enzo tiene que luchar para no cerrar los ojos, pero es más difícil de lo que él esperaba y cuando el placer lo supera pierde el control, arroja la cabeza hacia atrás y mueve sus caderas. Golpea tu garganta una, dos, tres veces, cesando sus embestidas sólo cuando escucha tus arcadas. Forcejéas inútilmente para liberarte de su agarre.
Se desliza fuera de tu boca para permitirte respirar y delinea tus labios –tu labial dejó un anillo de color en su piel pero tus labios aún brillan por la mezcla de tu saliva y el líquido preseminal- hasta que te considera recuperada. Vuelve a reclamar tu boca, hundiéndose más y más con cada estocada, golpeando tu garganta hasta que un río de lágrimas corre por tus mejillas.
Tus pulmones queman por la falta de oxígeno y tus muñecas duelen. No importa. De alguna extraña y retorcida manera disfrutás que esté utilizándote, haciendo lo que quiere con tu cuerpo, demostrándote su fuerza, el poder que tiene sobre vos y su deseo de poseerte.
El indecente sonido de su asalto crece junto con sus gruñidos y gemidos, cada vez más profundos y sonoros, aunque tu mente no registra nada que no sea la expresión de placer en su rostro y el calor de sus palmas cuando toma tu rostro entre sus manos. Golpea tu garganta una última vez antes de tirar de tu cabello.
Mancha tus mejillas, tus labios, tu mentón y tu cuello con incontables hilos de semen caliente que te marcan como suya. Las últimas gotas caen sobre tu lengua y su pulgar roza tu pómulo cuando dice:
-Tragá.
Obedecés.
El repentino silencio es extraño y evitás mirarlo o dirigirle la palabra mientras limpia sus restos de tu piel. Masajea tus muñecas y después de ayudarte a reincorporarte masajea tus piernas, donde el contacto de sus manos y sus pulgares colándose entre tus muslos despiertan un hormigueo.
Te perdés contemplando las venas que recorren el dorso de sus manos y entonces…
-¿Qué pasa?
Separás las piernas. Tus muslos están manchados con el mismo rojo que decoran sus dedos y cuando levantás la vista, reclamándole con los ojos llenos de lágrimas, su expresión está libre de remordimiento.
-No pasa nada, mi vida- busca tu boca y deposita un corto beso en tus labios-. ¿Seguimos?
-¿Qué?
-Necesito terminar de prepararte.
-No quiero- negás frenéticamente-. No necesito…
Los besos en tu cuello bastan para hacerte callar y no objetás cuando te sujeta por las rodillas para dejarte peligrosamente cerca del borde de la camilla. Lo sentís golpeando tu estómago con su erección, otra vez llena gracias a la imagen entre tus piernas y tu reacción, y gemís por la sensación de placer que su calor envía directo a tu centro.
Te obliga a mirar mientras se desliza entre tus pliegues manchados -con tu humedad y sangre y ahora con líquido preseminal- y temblás de miedo cuando lo sentís presionar contra tu entrada. No pensó en ponerse un condón pero por lo menos tuvo la gentileza de bañar su extensión con el frío gel incoloro. Respirás profundamente, tus manos en su pecho, mientras esperás.
-Mirame- ordena con voz ronca.
Cuando tu mirada encuentra la oscuridad de sus ojos, abrasadora y peligrosa, Enzo captura tus labios en un beso voraz, desesperado, todavía empujándose contra tu pequeña entrada palpitante.
No duele es lo primero que pensás, pero la presión es tanta que por un segundo sentís que te vas a desmayar en sus brazos, desnuda y portando en tus piernas la evidencia de lo sucedido en la consulta.
Realiza pequeños movimientos con su cadera, todos y cada uno de ellos generándote una incómoda sensación punzante, como si fueras una muñeca de trapo y estuviera llenándote de agujas y alfileres. Te esforzás por inhalar y exhalar lentamente para no desvanecerte.
Buscás refugio en su cuello cuando la incomodidad se convierte en un dolor desgarrador y te mordés los labios para no gritar. Su cadera choca con tu centro y gemís.
No estás segura de que el motivo sea sólo el dolor.
-Estás muy apretada- besa tu cabello mientras masajea tu espalda. Ignora que desde tu reconfortante escondite podés ver el hilo rojo en la base de su miembro cuando retrocede unos centímetros. Esta vez se introduce lentamente y repite el movimiento incontables veces hasta que sólo su punta se mantiene en tu interior-. Dios…
Vuelve a penetrarte de una sola estocada y el gemido quebradizo que deja tus labios llama su atención. Te empuja para poder ver tu rostro y tenés que descansar tu peso en tus manos para no caer; la posición le brinda la vista perfecta de tus pechos moviéndose con cada una de sus embestida y le permite ver cómo su miembro te dilata.
Enzo está perdido en tu fragilidad, en tu estado indefenso y en la abstracta delicadeza de este momento, y se deleita con el sinfín de lágrimas que hacen brillar tus pestañas e irritan tus párpados. Lleva una mano a tu pecho y luego de sostenerlo, como si contemplara la manera en que tu cuerpo encaja entre sus manos, comienza a masajearlo hasta que te escucha suspirar y jadear.
Tus paredes se contraen y dificultan sus movimientos.
-¿Sí…? ¿Te gusta?
-Sí, sí, sí- repetís compulsivamente. Un hilo de saliva cae de tu boca y mancha tu mentón-. No pares.
Luego de pellizcar tu pezón lleva sus dedos a tu boca. Observa tu expresión de lujuria cuando succionás y la manera en que rodeás los dígitos con la lengua hace que pierda el ritmo de sus estocadas. Te quejás por la nula estimulación y en un gesto de coraje abrazás su cadera con tus piernas.
Cuando vuelve a hundirse en tu cuerpo su punta besa tu cérvix con un doloroso pero placentero golpe que arranca un gemido desde las profundidades de tu pecho. Enzo sonríe, complacido, estúpido por tu reacción y por la manera en que tus músculos se contraen exquisitamente sobre su extensión.
Llevás una mano a tu abdomen bajo, donde jurás que podés sentirlo llenándote, pero él la reemplaza con la suya. Balbucéas incoherencias y él no deja de embestir con fuerza, sin importarle la desesperación y la confusión en tu rostro, motivado por los obscenos sonidos húmedos y el golpe rítmico de su cadera contra tus muslos.
El placer que recorre tu cuerpo hace que tus ojos se nublen.
-Enzo- intentás advertirle-. Basta, no. Voy a…
-Sí, sí- se arroja sobre vos y muerde tu cuello-. Dale, putita, yo sé que querés.
La línea entre el dolor y el placer se evapora y cuando el calor de tu orgasmo te golpea -con una brutalidad que hasta hoy no conocías y te hace gritar su nombre-, los violentos espasmos que te sacuden no impiden que Enzo continúe abusando de tu cuerpo. Los músculos de tus piernas queman y tus uñas colándose bajo el cuello de su uniforme dejan marcas de fuego en su cuello y espalda.
Las últimas oleadas de placer son imposibles de disfrutar porque Enzo, desesperado y sin medir su fuerza, tira de tus piernas hasta que tus pies tocan el suelo. Permanecés presa entre su cuerpo y la camilla, débil y desorientada, mientras se deshace de su ropa hasta revelar del todo sus brazos musculosos, su pecho y su abdomen tonificados, sus tentadoras piernas.
Toma tus hombros y te obliga a voltear (golpeás tu cadera en el proceso y finge no oír tus quejidos) para luego empujarte, con su pesada mano entre tus omóplatos, hasta que tu mejilla impacta con la camilla. Captura una de tus muñecas y la sostiene contra tu espalda baja como un recordatorio de su poder.
El metal frío de la camilla y el calor que su cuerpo irradia instalan una placentera sensación en tu centro y temblás por la anticipación. Cuando Enzo se desliza entre tus pliegues llorás y suplicás, batallando con su agarre hasta que decide tomar tu mano.
Dirige su miembro hacia tu pequeña entrada brillante y se introduce con un rápido movimiento en tu interior caliente, donde tus paredes imposiblemente estrechas no dejan de succionarlo con hambre, tu cuerpo recibiéndolo y suplicándole.
Contempla con pupilas dilatadas cómo lo recibís, una y otra vez, reclamándole entre lágrimas por el escozor que provoca su tamaño en tu entrada para nada habituada a este maltrato. Los músculos de su abdomen se tensan cuando descubre tu excitación goteando y manchando el suelo del consultorio.
-Te voy a llenar toda- promete-. ¿Querés eso? ¿Querés que te llene toda la conchita?
Entre tus agudos gemidos rotos repetís un hilo de palabras incomprensibles e inconexas que no logra descifrar. Escucha su nombre cayendo de tus labios como un mantra, una súplica o una protesta, empujándolo cada vez más cerca de su orgasmo.
Libera tu muñeca y el calor de su pecho en tu espalda, protector y reconfortante, provoca una fuerte contracción en tu interior. Tus piernas luchan por cerrarse y todas las fuerzas en tu cuerpo se evaporan... pero no importa, porque Enzo te sostiene.
Te cuida.
-Por favor, Enzo- decís luego de tomar una profunda respiración. Estirás tu brazo y tomás su cabello entre tus dedos, tirando fuerte para provocarlo, buscando desesperadamente que cumpla con lo que prometió. Muerde tu hombro para silenciar sus gemidos-. Quiero...
Te interrumpen sus dedos jugando con tu clítoris sensible y el gemido ronco que nace en tu garganta irritada. En cada una de sus profundas y expertas estocadas su miembro roza tu punto dulce y no estás segura de que la sobre estimulación sea el motivo que hace que tu capacidad del habla se esfume.
Volteás para poder verlo y bajo la supervisión de sus ojos te dejás ir. Gemís escandalosamente y te retorcés bajo su cuerpo, sufriendo el constante roce de tus pezones con el cuero de la camilla, rogando con un hilo de voz por más, más, más.
Terminás llorando y Enzo besa tus mejillas cubiertas de lágrimas mientras golpea tu interior de manera salvaje una, dos, tres veces. El palpitar de su miembro y su liberación salpicando tu interior de blanco, llenándote como prometió, prolonga tu orgasmo dolorosamente.
Quema de una manera deliciosa.
-Ya está, ya está- repite en tu oído luego de besar tu hombro, tu cuello y tu espalda-. Ya está, mi vida, ya terminamos.
Dejás escapar un suspiro.
-¿Lo hice bien?
Sentís su sonrisa cuando contesta:
-Lo hiciste muy bien- besa tu cabello mientras masajea tu espalda con movimientos circulares-. Respirá profundo... Eso, sí, muy bien... ¿Estás bien, bebé?
-Sí.
-La voy a sacar, ¿sabés?
Te quejás por la incómoda sensación de vacío y cuando su liberación escapa de tu entrada gemís. Es un gemido de placer, de sorpresa y de incomodidad, pero Enzo intenta concentrarse sólo en la última.
Toma rápidamente unas toallas de papel y se arroja sobre sus rodillas, limpiándote con cuidado, evitando tocar directamente tu centro sensible. Besa tu cadera y tus piernas temblorosas mientras limpia el desastre provocado por la unión de los fluidos de ambos.
Tu voz es un susurro cuando preguntás:
-No te pueden sacar la matrícula por esto, ¿no?
Suelta una carcajada hermosa y escandalosa y te mira sólo para perderse en tus brillantes ojos de párpados pesados. Espera que no sea muy evidente lo mucho que te quiere, la devoción y reverencia que siente por tu persona, lo orgulloso que está de vos.
-Sabías que sos hermosa, ¿no?- pregunta luego de ponerse de pie y besar tu mejilla. Busca la botella de agua olvidada junto a tu ropa y regresa rápidamente a tu lado-. Lo hiciste espectacular, princesa.
Tu mirada está fija en su miembro flácido y cuando lo rozás con tus dedos intenta no saltar por el susto que le provoca tu inesperada acción. Trazás lentamente el halo rojo que rodea su base.
-Es como un regalo- susurrás mientras intentás contener una risa nerviosa-. Este es el moño, ¿no?
Desliza una mano por tu estómago para hacerte cosquillas y cuando intentás huir te detiene con una mano en tu cintura. Tus piernas todavía tiemblan y te indica que te sientes en la camilla.
Se posiciona entre tus piernas.
-El mejor regalo- contesta con genuina sinceridad mientras te ofrece la botella de agua-. ¿Te gustó?
Cerrás los ojos mientras bebés.
-Muchísimo- admitís luego de reunir el valor-. Pensé que...
-¿Qué?
-Pensé que no iba a poder- arrugás la nariz-. Pensé que en cualquier momento iba a empezar a gritar rojo, rojo, rojo.
Frunce el ceño en señal de preocupación.
-¿Necesitabas hacerlo?
-No- negás con simpleza-. Tenía miedo de tener que hacerlo.
-No tenés que tener miedo- une su frente con la tuya-. Si en algún momento la necesitás, cuando sea, usás la palabra de seguridad y paramos. Sin esperar y sin preguntas, ¿está...?
-Sí, Enzo.
Rodeás su cuello con tus brazos y él captura tus labios en un lento beso que hace que tu corazón palpite con fuerza.
-¿Nos vestimos y vamos a casa?- propone luego de unos minutos en silencio.
-Sí... ¿Enzo?
-¿Qué pasa, princesa?
-Te quiero.
Repite te quiero contra tus labios. Un sinfín de veces.
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Ven, cuéntame de tu día.
Vení, te lo pido. Vení y quedate conmigo un ratito, en este pedacito de tiempo donde parece que el mundo no nos ve y todo se vuelve tan bonito. A veces, cuando te tengo cerca, siento que todo lo que llevo dentro empieza a calmarse, que las partes de mí que ni yo entiendo se ordenan solas, como si con tu presencia bastara para poner en paz cada rincón mío. No te pido mucho, solo que te sientes y me cuentes cómo te trató el día. Quiero saber qué cosas te hicieron sonreír y qué otras te pesaron, qué sentiste, que fue eso que quisiste decir pero que al final te lo guardaste y te dolió tanto.
A veces pienso que no sé cómo llegamos a este punto, en el que el simple hecho de verte y de tenerte acá, tan cerquita, me calma de una forma que ni siquiera puedo explicar. Y aunque hay un algo de tristeza que a veces me acompaña –esa melancolía de sentir que quizás esto es pasajero, que tal vez te vayas y me quede acá, solo, recordando triste el calor de este momento– cuando estás conmigo todo se disuelve un poco, como si el aire entre nosotros se volviera un refugio tan perfecto, de esos que no se encuentran dos veces, de esos que te hacen flotar en el cielo y pensar que el mundo, contigo, daña menos.
Vení, acercate, contame de vos, de esos pensamientos que te visitan en las noches y de ese cansancio que a veces ni el sueño te borra. No hace falta que encuentres las palabras, podés dejarte caer acá, en este espacio nuestro donde el silencio también es una forma de hablar, de decir lo que a veces no nos animamos. Este silencio no es vacío, es nuestro refugio, donde caben todas las palabras que no decimos, los suspiros que no soltamos, los sentimientos que no dejamos salir por miedo a que duelan un poco más.
Sabes que yo también suelo sentirme un poco triste, la tristeza es como una sombra que no se va del todo. Pero cuando estás acá, vos, justo vos, siento que todo tiene sentido, aunque sea un ratito. Porque en este rincón del mundo, en este momento que es solo nuestro, la tristeza nunca está en mí. Tenerte a mi lado siempre me hizo sentir feliz.
Así que ven, cuéntame de ti...
Denuczi
#sentimientos#escritos#pensamientos#amor#tristeza#caos#dolor#frases#escritos tristes#denuczi#en tu orbita#te quiero#abrazos#notas#citas#letras#triste#neuroconflictos#noviembre2024
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Codember2024 - Whisper
Buenas a todos, para este challenge del codember2024 organizado por @elalmacen-rp e inspirándome en los susurros, he creado este código para que los administradores puedan publicar las noticias del foro por sus tramas o novedades de los personajes.
El mismo cuenta con tres partes de código: el CSS, el JS (el cual cuenta las páginas e indica la página actual y además permite el cambio de página) y el HTML (donde se encuentra toda la información).
Dentro del HTML encontrarán mucha información, pero lo más importante es que cada sección es una página y cada artículo hace referencia a las notas que se ven en el html.
Os dejo los códigos comentados con notas para mejor edición, agradezco like/reblog si van a utilizar los mismos.
Ante cualquier duda, mis ask están abiertos.
Códigos
Nota: en codepen no se puede apreciar el cambio de página, además de que he agregado los iconos de flaticons en vez de los de fontawesome.
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Hermanos
Nicolás
Esto fue una idea terrible desde el principio. Mi hermano me pidió ayuda con su examen ya que si no lo pasaba, lo sacarían del equipo, por supuesto dije que no, ese idiota siempre me trata mal y se burla de mí por ser más fuerte, pero me amenazó y dijo que si no lo hacía le diría a toda la escuela que soy gay así que tuve que aceptar.
Se acercó a mí con un extraño aparato, un segundo después de que lo encendiera todo se volvió borroso, hasta que por fin pude abrir los ojos.
-Me siento muy extraño, ¿Qué me hiciste?... Wow, ¿Por qué estoy frente a mí?
Me encontraba del otro lado de la habitación, miré mis manos y mi ropa que estaban completamente diferentes, cuando entendí lo que estaba pasando.
-Cambié nuestros cuerpos, así puedes tomar el examen en mi lugar mientras me encargo de tus cosas.
Me sentí completamente avergonzado, el cuerpo de mi hermano era demasiado masculino comparado con el mío, me ruboricé y sentí como la sangre corría de pronto a cada parte de mi cuerpo. ¿Mi cuerpo?
De cualquier forma el examen era dentro de unas horas e igual no había mucho que pudiera hacer, así que tuve que seguir con el plan, lo cual fue un completo martirio. Intentaba pensar y concentrarme pero las mente de mi hermano es bastante torpe y dejé casi la mitad de la prueba en blanco, sólo podía pensar en lo rico que se siente tener este cuerpo.
Al regresar a casa, intentamos regresar a nuestros cuerpos, pero el aparato no funcionaba, al parecer ninguno de los dos leyó las instrucciones, donde claramente decía que sólo podía usarse una vez; desde entonces estamos atorados.
Aquí estoy una semana después ganando el campeonato, por suerte tengo todas las habilidades de Axel así que no tuve problemas con eso, ojalá una de sus compañeras quiera ayudarme a bajarme lo caliente que me dejó la competencia.
Axel
Fui muy tonto por no leer el manual completo, gracias a eso he estado atrapado en el cuerpo de mi hermano desde hace casi un mes. No pude soportar los instintos de este cuerpo y dejé que Marcos, el capitán del equipo, me follara, aunque en el fondo intenté resistirme ya que nunca había pensado en meterme con un hombre, pero lo disfruté como no tienes idea.
La semana pasada pedí un aparato nuevo, pero lo tengo escondido, supongo que a Nicolás no le importará quedarnos así un poco más de tiempo. Es tan tonto que no se dará cuenta.
#cambio de cuerpos#cambio de cuerpos hombres#m2m body swap#m2m cambio de cuerpos#m2mbodyswap#male body swap#male body switch#malebodyswap#soccer socks#story
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hermanda god bless u por tan tremendo smut con Pipe, ¿para cuándo otro? 😝😝
yo te espero todo lo que quieras
OSCARS | Felipe Otaño
tw: Lector Femenino x Felipe Otaño. MUCHA sobre estimulación, cría de semen, hablando con groserías y apodos “papi” “bebé”, bebiendo coño, dedos, masturbarse, oral f/m. Sexo sin protección. (por favor léelo bajo tu responsabilidad)
Quiero aclarar que los diálogos son en argentina pero mi narración es latina.
También que perdón mi inactividad, me tomó mucho el tiempo para hacerlo mejor posible, ojalá les guste, comenten. Si hay algún error por favor dímelo.
Finalmente, la película está por todos lados, dándose a conocer por todos como ganadora de un oscar.
Felipe estaba celebrando con sus amigos, cuando le llega una notificación de ella.
Felipe salió de ahí en fa, necesitaba ir con su novia. Realmente su mensaje lo dejó con la pija paradisima, si de por sí ya había pensado en el buen premio que sería la boca de su princesa en su polla. La necesita y se lo merece.
Llegó a su habitación en menos de los 15 minutos y no estaba en la sala, por lo que caminó a su cuarto y ahí te encontrabas, acostada en la cama viendo la televisión, él se acercó a ti no sin antes cerrar la puerta. Tomó el control remoto de tus manos, presionó el botón rojo y aventó el control sin dejar de verte. Comenzó a besarte mientras que tú te acomodabas en la cama.
Mi amor, ya me necesitas, verdad? - Preguntas con una voz tan excitante, que solo hace que se le pare más.
Chúpamela, solo chúpamela - Felipe dice sin más.
El se aparta de ella y se sienta en la esquina de la cama, tu te paras frente a el, y lo tomas del cuello para besarlo, bajas tus manos lentamente hacia su pecho hasta llegar a su abdomen bajo para meter tus frías y delicadas manos dentro de su camisa y quitársela de una vez.
Te da su ayuda para quitársela y seguir besándote entre jadeos de su parte por lo horrible que sentía a su pija arder.
Fuiste dándole besos húmedos por todo su cuerpo, sacándole un gemido ahogado, bajaste dolorosamente hacia sus short, tomaste la tela que sujeta y la bajaste con su ayuda.
Comenzaste a dar lamidas por encima del bóxer y juras que Felipe estaba en el puto cielo gracias a sus gemidos.
Si así se sentía sobre una tela, no se podía imaginar como sería sin una de por medio.
Cuando te cansaste de dar lamidas bajaste su ropa interior, paraste un momento para verlo.
Su risa expresaba claramente lo orgulloso que se sentía al notar tu expresión sorprendida por ver lo disparada que salió su polla apuntando a él.
Te gusta? - Pregunta acariciando tu cabello largo.
Me encanta mi amor, es mejor a cómo la había imaginado - Contestaste sin vergüenza.
La idea de que esto ya lo habías imaginado antes, le hizo a Felipe más tentadora la idea de comerte entera.
Entonces también habías imaginado esto? - Preguntó mirándote a los ojos.
Muchas veces - Dices para tomar su gran polla entre tus manos y dar la primera lamida.
Felipe soltó un gemido leve sin dejar de mirarte.
Empezaste a dar círculos por el glande haciendo que su polla se enrojezca más y amenace con pre semen. Justo cuando empezó a salir, la metiste en tu boca, hiciste lo más que pudiste, y lo otro lo seguiste trabajando con las manos.
Felipe no pudo evitar soltar el gemido más grave de su vida, echó la cabeza para atrás y sintió que sus brazos y espalda se debilitaron, quería follarte la puta boca de una vez pero no quería lastimarte.
Era un regalo de Dios verte mientras lo comías y se prometió que será una imagen que nunca olvidará.
Verte de esa manera es mejor a todas las imágenes mentales que pudo haberse creado antes, lo que más deseaba era tenerte así.
Mi amor, si, si bebé, sigue así. - suelta tu novio entre gemidos graves.
Lo único que recibió de tu parte es sentirlo más rápido y gemidos que hacen a su polla vibrar.
Felipe siente que se va a correr y es lo mejor que ha sentido pero no quiere terminar en tu boca, así que te detiene.
Bebé, para, ven - Dice alejando su cuerpo de ti para levantarte y tumbarte en la cama.
Qué pasó? Hice algo mal? - Dices con una cara de tristeza.
No preciosa, todo lo contrario, me sentí muy bien pero quiero correrme junto a vos. - Felipe mima tu rostro colorado.
Pero antes, quiero hacer algo que me gustaría haber hecho desde que te vi en las gradas del estadio - Quita tu sostén con torpeza, lográndolo.
Que cosa? - Preguntas, viendo a tu sostén ser arrojado.
Mientras pipe baja a quitarte los pantalones apretados que llevabas puestos.
Lo ayudas a quitarlos, y cuando finalmente los termina de quitar, rápidamente toca tu coño sensible para sentir por fin lo mojada y caliente que estabas.
Agh, felipe, no - Dices tomando su mano haciendo que pare los movimientos.
Qué pasa, linda? - Pregunta el castaño preocupado.
Me voy a correr amor, no toques. - Continuas cerrando los ojos.
Eso es lo que quiero, hermosa. - Felipe sonríe para rápidamente bajar tu encaje y tocar con su dedo índice tu entrada.
Su novia suelta un gemido quejumbroso tomando su brazo y apretándolo.
Con su dedo índice en tu entrada comienza a dar círculos y agrega rápido su dedo anular para tocar tu clitoris con este e iniciar a masajear las dos zonas lentamente.
Escucha cuando comienzas a gemir y lo hace querer oírte más, Él necesita que gimas su nombre.
Empieza un ritmo más rápido con sus dedos, gemidos salen sin parar cuando quita su dedo anular de tu clitoris para reemplazarlo por su lengua.
Hace circulitos rápidos con su lengua y mete su dedo índice en tu entrada para sentir como lo aprietas con todas tus fuerzas.
Felipe siente cómo poco a poco como te vas relajando más e intentas succionar su dedo al ritmo de su lengua presionando tu área sensible.
Tu novio suelta un gemido por la sensación de las cobijas rozando su polla y gritas por la vibración, jalándole del cabello.
Felipe, ya, por favor es mucho - Gritas tomando entre tus dedos el cabello de Felipe, este suelta un último gemido antes de retirarse de ti y se limpia la boca con sus dedos.
Los chupa mirándote.
Su novia se veía tan atractiva, estaba toda roja y despeinada, con los ojos llorosos y los labios rojos hinchados, las ganas de follarsela crecían, así que sin más, te tomó de las piernas y se acomodó en medio de ellas.
Intentaste cerrarlas.
Abrí las piernas - Dice mirándote fijamente con esos ojos azules. Te matan.
Amor, me duele - Respondes mordiendo tu labio y acercando la mano a tu área.
No te vas a correr si no abrís las piernas, bonita. - Felipe habla con una voz más grave de lo normal.
Abrí esa’ piernotas para mi, princesa. -
Felipe sujeta tus piernas impidiendo que las vuelvas a cerrar.
Su mano derecha toma su polla y la calma, empieza a rozarla con tu coño mojado, tú empiezas a gemir quedito por la sensación y metes la punta de tu dedo índice en la boca en forma de desesperación.
Empiezas a moverte al compás de su polla en tu coño, buscando más fricción, y cuando intentas hacer otro movimiento, rápidamente Felipe mete su polla a tu coñito caliente y los dos sueltan un gemido que piensas, todos escucharon.
Gimes y respiras pesado, quieres ir rápido.
Más rápido Felipe, ya follame toda, lléname de semen el puto coño - No te la complicas.
Y con eso le bastó para empezar y no parar por el resto de la noche.
Empezó a follarte de una manera descontrolada, veía sus tetas moverse por todos lados mientras tu sigues chupándote el dedo y gimiendo sobre el.
Para él, ver tu cinturita y piernotas abiertas sobre él, lo hace querer llenarte de semen, verte pellizcarte una de tus tetas lo llevó a golpearte el coño.
Notó que entre más te golpeaba con su polla, más rojita te ponías y justo así te quería desde un inicio, toda abiertota para él, dejándolo destruirte el coño, y toda roja por él, solo por él.
-Felipe, ahí más, ahí, si -
Era lo único que podía escuchar de la boca de su hermosa novia.
Verla toda destrozada por él era un sueño de todo hombre, una mujersota con una cinturita y unas piernotas, más un culote de puta madre, era lo que todos querían y solo él lo podía tener.
Tu empezabas a retorcerte más sobre Felipe, y le empezabas a tocar los brazos, en especial los bíceps.
Este recordó como una vez habías mencionado en tu sueño que querías correrte en su bícep, esa noche descansó muy bien con una buena masturbeada viendo tu culo y bonitas piernas.
Iba acercándose a su orgasmo, viéndote.
Papi, voy a correrme ya, voy a correrme en tu polla por favor, córrete dentro, embárrame tú semen y lléname mucho. -
Fue lo que finalmente hizo que soltara todo.
Córrete chiquita, Córrete como una puta. Mi puta. - Después de soltar un gemido, Felipe cae lentamente apoyando sus brazos a un lado de tus hombros.
Y sin más, solo logra escuchar como te corres desesperadamente por toda su polla, estremeciéndote y aferrándote de los brazos de Felipe para apoyarse, sin parar de gemir y gritar su nombre.
Tiras y tiras de semen salen disparadas de su polla rojiza llenándole el coño a su bebé.
Felipe saca su polla ya cuando se recupera y puede admirar la belleza de su novia estando muy perdida, lo único que sale de su boca es “mhhm”
Lo cual le excita más y te toma de la cintura con fuerza.
Este te recarga en el respaldo de la cama, no logras procesar lo que esta pasando, poco a poco aclaras tu vista cuando Felipe abre tus piernas y las separa lo más que puede, haciéndote quejar.
Sus ojos azules escaneándote te hacen temblar, se agacha y empieza a comerte el coño de forma descontrolada, gimes sintiendo sus dedos empujando el semen que ruega por salir de tu entrada.
La muñeca de Felipe realmente duele cuando mete sus dedos y aumenta la velocidad, luego de su lengua hasta hacer, de igual forma, doler su mandíbula.
Esa noche descubrió que su nueva adicción chupar tu coñito escuchando los hermosos gemidos y súplicas de tu parte diciéndole que se detenga.
Amor, es demasiado, es mucho, ya- Empujas con tus brazos débiles a su cabeza tratando de cerrar las piernas.
Con el mismo ritmo de antes, la novia del castaño pegó un grito enorme de satisfacción, dándole la razón del por qué su boca se llenó de fluidos, lo cual le hace mover los dedos más rápido, Felipe abre la boca para tomarlo todo.
Ese si que era un premio para él.
Tu no paras de gemir por la sobre estimulación. Felipe mueve rápido tu clitoris antes de que sueltes un último grito.
Felipe da un beso en tu zona y empieza a masajearla con delicadeza. Su cuerpo sube para quedar pegado con el tuyo.
Los dos ardiendo.
Yo creo que el oscar debiste haberlo ganado vos, amor. - Felipe se acomoda en la cama con una sonrisa en el rostro.
Por que lo decís? - Preguntas entre jadeos, estabas cansada.
Por tener a un novio guapo que puede comerte como a vos te gusta. - Felipe te abraza por la cintura escondiendo su rostro en tu cuello.
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