#Temporalidad

[bocadosdefilosofia]

«Algún día —habla Mairena a sus alumnos — se trocarán los papeles entre los poetas y los filósofos. Los poetas cantarán su asombro por las grandes hazañas metafísicas, por la mayor de todas, muy especialmente, que piensa el ser fuera del tiempo, la esencia separada de la existencia, como si dijéramos, el pez vivo y en seco, y el agua de los ríos como una ilusión de los peces. Y adornarán sus liras con guirnaldas para cantar estos viejos milagros del pensamiento humano.

Los filósofos, en cambio, irán poco a poco enlutando sus violas para pensar, como los poetas, el fugit irreparable tempus. Y por este declive romántico llegarán a una metafísica existencialista, fundamentada en el tiempo; algo, en verdad, poemático más que filosófico. Porque será el filósofo quien nos hable de angustia, la angustia esencialmente poética del ser junto a la nada, y el poeta quien nos parezca ebrio de luz, borracho de los viejos superlativos eleáticos. Y estarán frente a frente poeta y filósofo —nunca hostiles— y trabajando uno en lo que el otro deja.»

Antonio Machado: Juan de Mairena. Espasa-Calpe, pág. 156. Madrid, 1976.

TGO

@bocadosdefilosofia

@dias-de-la-ira-1

[el-diablo-espacial]

Todo es tan temporal que cuando sonrió me preguntó en qué momento terminara...🍃

[mariadoloreslorenteesquivapcomic]

Temporalidad

Rodolphe Töpffer, l' Histoire d'Albert (1845)

Rodolphe Töpffer (1799 -1846) fue un pedagogo, escritor, político y humorista suizo, considerado el creador del comic y primer teórico de este arte.

[carabanchelnet]

📌La subida del alquiler en la Comunidad Madrid es más del triple de la media nacional 📌La Comunidad de Madrid será la única Administración que no cumplirá con el 8% de temporalidad en el empleo público 📌Carabante mantiene la iluminación del Manzanares en Madrid Río y asegura que lo autoriza la Confederación Hidrográfica 📌Habrá una glaciación en Europa.? Colapsará la corriente oceánica.? ¿Qué se sabe realmente? 📌… Y MÁS …. https://carabanchel.net

[psicoanalisis-online]

"Mi hipótesis es la siguiente: el psicoanálisis sólo se interesa relativamente poco en la rememoración; su verdadero objeto es la temporalidad."

La rememoración solo tomara su significado a partir del encuentro con la historia del sujeto.

La diacronía en psicoanálisis (A. GREEN, 2002).

[luiyitter]

Temporalidades en el mercado: ¿qué son y cómo se utilizan?

Cuando se trata de operar en el mercado financiero, una de las herramientas más útiles es la temporalidad. En términos simples, una temporalidad se refiere al intervalo de tiempo utilizado para observar los precios de un activo financiero. En este artículo, exploraremos las diferentes temporalidades disponibles y cómo se pueden utilizar para identificar tendencias, patrones y señales de entrada y…

[theleslyfreeblog]

TEMPORALIDAD

Todo lo que vivimos se establece en una línea de tiempo.

El tiempo nos muestra lo que es sempiterno y efímero.

Y muchas veces nos perdemos en la temporalidad, en lo que es fugaz, en lo que es inasible.

Nos aferramos tanto a lo pasajero, a lo transitorio, a lo material, a lo perecedero y así es como se nos va la vida, sin darnos cuenta que detrás de lo temporal hay una eternidad que nos espera.

Somos inmortales con una mente mortal, nos limitamos con la temporalidad de los sucesos y se nos olvida la perpetuidad de lo eterno.

[soundslikemano]

Música(s) e o tempo.

Existe uma coisa em mim que, há pouquíssimo tempo, descobri que outras pessoas também sentem. Eu escuto música na minha cabeça o tempo todo. Mas, o tempo todo quanto? O tempo todo.

Se eu não estou escutando música, minha cabeça está pensando em alguma música.

Quando eu digo para as pessoas que escrevi minha monografia inteira ouvindo música, elas me questionam sobre a capacidade de se concentrar enquanto se escuta outra coisa. Mas o engraçado é que, pelo menos comigo, o efeito é contrário. Eu escuto música para me concentrar.

Enfim, toda essa introdução é para dizer apenas como eu acho incrível como a música marca momentos da minha vida. Às vezes é um estilo musical, às vezes é um álbum completo de um artista e às vezes é só uma sequência de músicas que eu estava escutando muito na época.

Minha playlist é separada por anos. Sabe aquele flashback que o Spotify faz todo ano com as músicas mais escutadas? Bom, eu antigamente pegava essa coletânea e criava a playlist. Mas aí ficou defasado demais, visto que eu já as havia escutado, mas e as que eu estava de fato escutando? Então comecei a alimentar a playlist durante o ano mesmo.

Mas é claro que existem outras formas de marcar o tempo sem necessariamente ser anual. Podem ser para marcar viagens ou até moods, por exemplo.

Esses dias, li um artigo que diz que a música, segundo Nietzsche, é um "canto de cisne", sinalizando o fim de uma era cultural. A música, para Nietzsche, é um reflexo da cultura e sua temporalidade, e sua recepção pode mudar ao longo do tempo. Suas reflexões mostram um movimento da cultura, desde a antiguidade até a modernidade, passando por momentos de reação e transição, sempre com a música como um indicador do estado e da transformação cultural. (Lima, M. J. S. (2017). Música e temporalidade em Nietzsche. ANPOF-Associação Nacional de Pós-Graduação em Filosofia, 64.)

Trazendo para o âmbito pessoal e interno, eu compartilho do mesmo pensamento que ele. E vivo dividindo minha vida em blocos e eras culturais com a música.

[fabiansteinhauer]

via ricardo spindola

[textos-como-trechos-de-um-livro]

[toappreciatelife]

El sol del membrillo - una película de Víctor Erice

Entre la multiplicidad apabullante de seres y eventos que pueblan el mundo, el pintor Antonio López elige como tema para su próximo cuadro el membrillero que él mismo plantó en el jardín de su estudio. Decir que se propone pintar el membrillero en realidad es decir mucho, porque lo que el pintor más bien quiere traducir a la pintura es el modo como la luz del sol dora los frutos del membrillo durante unos breves minutos por la mañana. Es la belleza de ese encuentro evanescente, el contacto íntimo entre una luz singular y el frutal, lo que parece causarle la máxima impresión e incitarlo a pintar. No hay arte que no esté movido por una sensación, que a su vez produce un recorte y una selección del mundo.

Pero para apresar esa luz especial serán necesarios muchos preparativos que anteceden al acto mismo de pintar, en los que seguimos de cerca al pintor en cada uno de sus gestos y movimientos, tan táctiles y manuales como visuales, pues la pintura es un arte de los ojos y las manos. Quizás lo más sorprendente sea verlo montar una complicada estructura de hilos alrededor del árbol, que luego entendemos tiene la función de cuadricular el espacio para permitirle representar la escena con la mayor exactitud posible. Al terminar los preparativos y disponerse a pintar, ese organismo vivo que es el membrillero, puro desborde ondulante de líneas, turgencias amarillas y laberinto de hojas, ha quedado perfectamente encerrado dentro de un sistema apretado de líneas rectas que lo encuadra, contiene y ordena. ¿Cuánta construcción y artificio son necesarios para dar cuenta de la verdad de unos instantes? ¿Cuál es la relación entre orden y caos en el proceso creativo?  ¿En qué punto el afán de orden se vuelve excesivo y corre el riesgo de asfixiar y matar la vida?

Componer el caos. Quizás, como dice Deleuze, toda obra de arte es un monumento y una batalla ganada contra el caos.  Porque toda obra de arte, sea cual sea su forma -poema, pintura, película, etc.-, permite conservar y hacer durar un conjunto de sensaciones más allá de las circunstancias concretas en que se experimentaron. El pintor o la pintora pueden haber muerto, el contexto histórico en el que crearon haber pasado hace mucho tiempo, pero cada vez que se encuentra su cuadro se pueden revivir las sensaciones que siguen palpitando dentro de su marco, listas para salir al encuentro de quienes sean lo suficientemente receptivos.

Si esto es así, lo que muestra más bien El sol del membrillo es el triunfo de la volatilidad del caos por sobre los esfuerzos del artista por ordenarlo y componerlo en una obra. A pesar de su aparente quietud, el movimiento del árbol es continuo e incesante: los frutos crecen, maduran, se pudren y no dejan de cambiar sus formas y posiciones; el viento vuela las hojas y las desacomoda; la sensación de la luz que el pintor buscaba capturar se vuelve cada vez más corta con el avance del otoño y luego desaparece completamente durante los días de lluvia. A pesar del andamiaje construido en torno al arbolito, destinado a detener y fijar un instante de belleza, todo está cambiando y pasando; el caos no se detiene y es más de lo que el pintor puede manejar. Es tan cambiante que tuve que renunciar. Al final, el intento fracasa, la pintura se interrumpe, el cuadro a medio hacer queda enterrado en la oscuridad de un sótano.

Pero luego nada de todo esto realmente importa, porque el propósito que parecía el más evidente, el de apresar la luz, se revela entrelazado y casi subordinado a otro más importante y vital: estar junto al árbol. Lo maravilloso es la experiencia de pasar los días junto al árbol, observándolo de cerca, acompañando sus menores cambios, siguiendo con la mirada sus líneas intrincadas y sus matices móviles de colores, casi metido dentro del árbol y dejándose absorber por él. El acto de pintar, tal como Antonio López lo practica, resulta ser algo más complejo que la creación de una pintura y una obra. También es un modo de estar y una determinada relación con lo real: atenta, pausada, constante, receptiva. Lo maravilloso es estar junto al árbol. Tan cerca que entre ambos se crea una zona de intimidad, un espacio-entre donde circulan afectos y contaminaciones mutuas, y gracias al cual el pintor pude pasar por un devenir árbol: clavado en un punto del jardín como el membrillero, con los pies cada vez más hundidos en la tierra, sintiendo las tenues pulsaciones de todo lo que lo rodea. ¿Para poder pintar un árbol hay que devenir árbol? Se podría decir que toda esa complicada estructura que monta en torno suyo y todo el afán de exactitud en la representación visual no tenían en realidad otro propósito más que permitir un devenir. Para pintar al árbol, es necesario acoplarse a su inmovilidad, a su lenta temporalidad, a su modo de estar expuesto a la lluvia, el sol, el viento, el frío, y dejarse contagiar lentamente por esa vida otra que es la vegetal.

Y si desde el punto de vista del producto terminado o de la obra hay fracaso y renuncia, desde el punto de vista de la experiencia y del proceso no hubo ninguna de las dos cosas. ¿Cuántos de nosotrxs podríamos contar esa como una de las experiencias de nuestra vida: el haber acompañado a un árbol durante todo un otoño, con toda la fuerza de la propia atención, día tras día a la intemperie junto con ��l, respirando lo que él respira y vibrando con él?

Basta que alguien, el artista, escoja y recorte un aspecto del mundo para que eso se convierta en foco de la atención y la mirada de los otros. Elegir algo como tema para una obra es ya una manera de celebrarlo y homenajearlo. Por eso el árbol del membrillo no sólo será el centro del cuadro, sino también un imán que atraerá la curiosidad de sus amigos, de sus familiares, de los albañiles que trabajan por la misma época remodelando su estudio; será motivo de conversación, de observación, un punto de referencia en torno al cual girarán los encuentros entre amigos, el recuerdo, la música, el canturreo. Como si del espacio pictórico en torno al arbolito, por haber sido elegido por alguien, sin saber muy bien por qué, se fuera derramando vida que a su vez hiciera posible más vida a su alrededor.

Una película de capas. Esta película me hace vivir y entender como ninguna otra que el tiempo no es una línea homogénea donde suceden los fenómenos sino una multiplicidad de capas de tiempo heterogéneas. Cada vez que la veo quedo envuelta en una especie de masa de hojaldre de temporalidades diferentes que se meten unas dentro de otras otras, se funden, se envuelven, se pliegan, se intersectan, transcurren a diferentes velocidades y proceden por ciclos o repeticiones. Los recursos para construir esta masa de hojaldre temporal son muy simples, son los del cine: cortes, fundidos a blanco, a negro, superposiciones, etc., pero la vivencia que brota de esa estructura es completamente singular y única.

Veamos algunas de esas capas.

El tiempo del árbol. Un tiempo de lentas maduraciones vegetales, silencioso, gradual, por momentos cíclico, por momentos lineal. Tan lentas son sus transformaciones que son casi imperceptibles para el ojo humano desnudo (al igual que algunas transformaciones de nuestro propio cuerpo). Y, sin embargo, nunca dejan de acontecer. El árbol nunca deja de moverse, aunque parezca quieto. El cambio es incesante por más que nosotrxs necesitemos que las cosas tomen cierta velocidad para poder verlas. Pero el pintor puede inferir ese cambio guiándose por sus marcas. Y también puede percibir sus efectos: las ramas que se curvan por el peso de los membrillos, el fruto que se pudre o cae después de cruzar el umbral de su plenitud. A este tiempo de lentitudes vegetales se pliega el pintor. En este tiempo queda envuelto al pasar sus días junto al árbol. El tiempo de su pintura será entonces un tiempo híbrido, una zona de mezcla entre una temporalidad vegetal y una humana.

El tiempo de las acciones y los trabajos humanos. Es el tiempo de los esfuerzos humanos tendientes a alcanzar un objetivo. Tiempo de cambios visibles, acumulativos, relativamente controlables. Por aquí transcurre nuestra vida de todos los días. Los albañiles van diariamente a trabajar al estudio del pintor para remodelarlo y al final obtienen un producto: levantan una pared de ladrillos donde antes había un hueco. Y ese trabajo de transformación del espacio físico de la casa se superpone a los tiempos del árbol, a la maduración de los frutos y a su podredumbre, que también son una forma de producción de la materia y de trabajo en otro plano. Este es también el tiempo de las rutinas y los rituales, con sus repeticiones. Hay tomas que insisten en diferentes momentos de la película y que realzan esta reiteración de las rutinas: las entradas y salidas de la casa, los saludos, las luces que se apagan de noche, el tren que pasa, gente que va y vuelve del trabajo. Es un tiempo cíclico también, pero de arcos más cortos que los ciclos de las estaciones, o que los ciclos de un tiempo cósmico.

El tiempo del calendario o del reloj.  Numerado, ordenado, abstracto, universal, esta modalidad del tiempo establece límites precisos en lo que es un continuo de transformaciones graduales y borrosas; segmenta la corriente indivisible del tiempo vivido en unidades siempre idénticas. Por más que la experiencia vivida del tiempo nos diga que esta hora pasó más lentamente que otra, para el reloj es siempre la misma hora. ¿Por qué la película siente la necesidad de introducir esta temporalidad por medio de títulos que van nombrando las fechas y los días? Quizás porque es una dimensión más de nuestra experiencia moderna del tiempo, poder contarlo y calcular, que subraya por contraste lo impreciso del tiempo vivido.

El tiempo coyuntural de los acontecimientos políticos globales. Esta capa temporal convulsionada llega mediada por la radio, toma cuerpo como voz y sonido. La reunificación de las dos Alemanias después de la caída del muro de Berlín. La guerra del golfo. La matanza de palestinos por parte de Israel. Como todo sonido, no tiene un espacio localizable. Es más bien una atmósfera, un ruido de fondo que a veces se eleva y se derrama por todo el barrio y la ciudad, como una capa que atravesara todo más allá de la diversidad de situaciones.  Pero no es claro el impacto que tiene en las vidas que transcurren en ese jardín, tan tranquilas, tan alejadas de toda guerra y ambición de poder.  ¿Cómo incide el contexto global en la obra de un artista? De algún modo lo afecta, aunque nos resulta difícil precisar a través de qué caminos.

La temporalidad del espacio construido. Es curioso cómo en esta película el espacio respira tiempo.  Son recurrentes los planos que nos muestran los alrededores del estudio del pintor, los edificios de ese barrio en las afueras de Madrid, la estación de trenes, panorámicas de la ciudad, paisajes urbanos que ayudan a ubicar dentro de un horizonte más amplio el pequeño mundo del jardín del pintor y el humilde drama de pintar el membrillo. También son frecuentes los planos en los que el espacio aparece directamente sin nadie. La habitación sin los albañiles, el jardín cuando todos se fueron. La cámara tiende a demorarse en la escena por varios segundos después de que los personajes la dejaron. En todos estos planos, por contraposición a la acción que los rodea, el espacio vibra con una quietud especial, como si fuera otra capa del tiempo sólo que más lenta, como una especie de tiempo solidificado o estancado, casi inmóvil. Es que el espacio construido está hecho de materiales que cambian mucho más lentamente que los organismos vivos: cemento, ladrillos, piedras, metales, vidrios, y su temporalidad es la geológica de lo mineral. Los cuerpos humanos se mueven, van y vienen, realizan sus tareas diarias, persiguen sus metas, y al terminar las escenas se disuelven como fantasmas sobre ese fondo más estable que es el del espacio, que es sólo aparentemente más estable pero que también está cambiando como todo lo material (tal como pone de manifiesto la obra en curso en el estudio del pintor). A diferencia de la relativa estabilidad de los lugares, los cuerpos tienen unas duraciones tan breves que su sustancia se vuelve impalpable y fugaz como esa luz que el pintor intenta captar dorando los frutos. Se podría decir que los cuerpos son al espacio lo que la luz es al fruto del membrillo: luz dorada solidificada.

La temporalidad del recuerdo. El pasado de esos dos amigos que hablan de tiempos idos y traen al presente con sus palabras y su memoria unos espacios, unas personas, unos acontecimientos, que no están ahí inmediatamente, pero que se introducen como una capa de temporalidad más y se fusionan con las otras. El pasado sigue vivo y afectando el presente.

El tiempo cósmico. Lejano, indiferente, misterioso, pero que sabemos que sigue su curso y atraviesa cada momento de nuestras vidas. La luna y el sol que cubren y descubren las nubes.

El tiempo onírico o mítico, un tiempo fuera del tiempo que hace su aparición al final de la película, cuando Antonio López cuenta su sueño.

¿Y cuál es el arte más adecuado para captar en vivo el tiempo que fluye y su multiplicidad de capas entretejidas? El cine. La pintura habrá podido fracasar en cierto sentido, pero película no falla.

Podés ver la película acá:

https://ok.ru/video/986950208004

[bocadosdefilosofia]

«He aquí la razón de ello: la vida es una operación que se efectúa “hacia adelante”. Vivimos originariamente hacia el porvenir, proyectados hacia él. Pero el porvenir es lo más esencialmente problemático de cuanto hay, no podemos hacer pie en él, no tiene contorno fijo, bien definido perfil. ¿Y cómo podría ser de otro modo, puesto que todavía no es? El porvenir es siempre plural, está hecho de lo que puede ocurrir. Y pueden suceder una multitud de cosas muy diferentes, e incluso contradictorias. De ello se desprende este hecho paradójico, pero esencial en nuestra vida, que el único modo de orientarse en el porvenir para un hombre es hacerse cargo de lo que ha sido en el pasado, un pasado cuyo contorno es inequívoco, fijo e inmutable. De esta suerte, precisamente porque vivir es sentirse proyectado hacia el porvenir, este, como un impenetrable muro, nos hace rebotar, recaer en el pasado, aferramos a él, hincar en él los talones, para retornar con él, de él hacia el porvenir para realizarlo. El pasado es el único arsenal que provee de medios para modelar nuestro porvenir. No sin motivo recordamos. He insistido, con frecuencia, en este tema: que nada de cuanto hacemos en la vida se hace sin razón, sin motivo. Recordamos el pasado porque esperamos el porvenir, nos acordamos en vista del porvenir.»

José Ortega y Gasset: «Pasado y porvenir para el hombre actual», en Obras completas, tomo IX. Revista de Occidente, págs. 652-653. Madrid, 1965.

TGO

@bocadosdefilosofia

@dias-de-la-ira-1

[jm-casero]

ABUSO DE TEMPORALIDAD: ENCADENAMIENTO DE CONTRATOS POR OBRA Y SERVICIO

ABUSO DE TEMPORALIDAD: ENCADENAMIENTO DE CONTRATOS POR OBRA Y SERVICIO El pasado 23 de diciembre el Tribunal Supremo dictó sentencia para la unificación de la doctrina núm. 1010/2022 en la que declara la improcedencia del despido de un trabajador que encadenó sucesivos contratos por obra y servicio debido a la continua renovación de las contratas. La Sala concluye que no es lógico, conforme a…

[mariadoloreslorenteesquivapcomic]

Temporalidad/Espacio

Frank King (1883-1969)

TEMPORALIDAD Y ESPACIO EN EL CÓMIC Como arte secuencial, el cómic se fundamenta en la linealidad o progresión lineal del relato, en la continuidad de los personajes y en conectores temporales en las didascalias o en indicadores de signo visual/espacial (cambios de iluminación, decorado o fondo, vestuario, etc.). Como arte espacial, el cómic puede prescindir de la linealidad y servirse de la puesta en página para resolver los problemas que plantea la simultaneidad (Muro, 2004). El tiempo es, por tanto, una ilusión que nace de un acto cognitivo que sucede en toda operación de lectura de un cómic, en la que el espacio se transforma en tiempo y el barrido de la mirada por la página en tiempo narrativo (Trabado, 2012; Cohn, 2010).

Os aconsejo leer este artículo: LA TEMPORALIDAD EN EL CÓMIC De Mercedes PEÑALBA GARCÍA Aquí lo tenéis completo y listo para descargar: latemporalidad-en-el-comic.pdf

[carabanchelnet]

CONTRATOS COMUNIDAD MADRID ¿Qué contrato tiene una profesora de Universidad con 5 libros, méritos internacionales y premio extraordinario de doctorado? Así está la mitad del profesorado madrileño con 44 años: Video publicado por Antonio Sánchez @AntonioSD_

[refeita]

amor fati

minha pele pálida sob o mesmo céu que a tua era um sinal da temporalidade a nosso favor. vendo os mesmos sóis e luas, sentindo o mesmo ar cercar e encher nossos pulmões. te encontrar foi destino. primeiro vi tuas mãos nervosas, depois os olhos cor de café quente, um toque de casa. bebi de seu olhar em momentos roubados, foi o suficiente para meu coração ser preenchido. nossos dedos magnéticos, nossos rostos se encontrando, nossas palavras tão mudas. não precisávamos delas, você sabe. vivi anos em segundos mergulhados nos planos que tracei enquanto te vi pela primeira vez, enquanto me demorei em ti. nos vi nas galáxias distantes e aqui, nesse chão tão conhecido, cheio de gente como nós que só quer ser e viver algo maior que o que cabe no peito. você não me coube no peito. [no lo puedo definir pero hace un instante me enamoraste] após um pequeno instante, uma fração de existência, te quero com tudo que era, sou, vou ser. tua presença expandia pelos meus membros, minha pele, meus ouvidos. foi fazendo de mim casa, morada, lugar de descanso da alma. pintou aquarelas escorrendo suavidade com cores em fusão. os amarelos, os azuis, os verdes. topázios, safiras e esmeraldas. cultivar nossos minutos era natural, precioso, desígnio. contemplando nosso mosaico ainda incompleto, temi o vazio da sua ausência, que fosse embora sem nos dar chance de terminá-lo. nossa sina é morar um no outro, você sabe. [no te vayas de mi vida, déjame quedarme en ti] tudo em mim já era teu desde a chegada, antes de qualquer palavra que pudesse ser dita meus pensamentos já desenhavam nossas linhas se encontrando e tornando-se uma. te entregando minha alma como abrigo.