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blackthewolf17 · 16 hours ago

Note

holaa antes que nada me ENCANTAN tus trabajos especialmente las pinturas, la forma en que trabajas es increíble!! ❤❤ en especial los de KC y Turbo, literalmente alimentaste a todos los simps de ese enano y por eso te agradezco un montón

quería preguntar si es que subiste el fanfic que tenías planeado de Turbo x Y/N en alguna parte? me parece un concepto super interesante y me quedé con ganas de ver cómo se desarrollaría (ಥ ͜ʖಥ) y si no planeas subirlo a ninguna parte o lo abandonaste por X razón, te molestaría que escribieran un fanfic usando tu idea?

perdón por la pared de texto espero tengas un día lindo <3

Hola, muchas gracias 🕴✨💖 Acá siempre andamos cocinando como dice la chaviza. Sobre el Fic... Bueno, tengo problemas de concentración entonces a veces dejo las cosas sin terminar para cuando vuelva a tener energía, así que tengo una tonelada de fanfics llenándose de polvo y lo que había subido como spoiler muy posiblemente tarde mucho en salir, y más porque quería hacer algunas ilustraciones, además de que siento que habrá muy pocas personas interesadas ya que está escrito en español y ya sabes(?, la mayoría de aquí es de habla inglesa, así que no estoy del todo seguro si subirlo a algun lado cuando lo termine.

(Este es uno de los dibujos que tenía planeado para el Fic, así que como puedes ver no está acabado.) Abajo dejo el borrador de la mitad de lo que llevo escrito, realmente si deseas hacer algo derivado de esto (O alguien más quiere seguir con el fic o basarse en mi material) no tengo problemas, solo envíenmelo o etiquétenme para que pueda verlo :D

Soy yo, quiero decir, otro yo

Nota: Eres el ex de Turbo y después de tantos años lo vuelves a ver, aunque claro, el ya no es el y tu no lo sabes.

Resumir lo que ha acontecido alrededor de ti en 30 años es complicado, aun mas cuando eres un personaje de un juego Shoot’em Up con miles de partidas jugadas, metido en ese bucle interminable de entrar a tu avioneta y disparar a todo lo que se ponga delante de ti hasta que el árcade cierre y puedas regresar al único lugar que te trae algo de paz, Tapper’s. Aunque tampoco era como si pudieras quejarte ya que era todo un logro trabajar en el árcade de forma ininterrumpida desde que abrió, siendo considerado un fósil comparado a cualquiera de los nuevos juegos que habían entrado y sabiendo el destino que había tenido varios de tus antiguos compañeros; que los componentes de tu juego se dañen, morir fuera de este, que deliberadamente alguien decida que es buena idea poner un pie dentro de tu juego en horas laborales o la versión extrema, hacerse «Turbo», eran el tipo de cosas que habías tenido la fortuna de esquivar en más de una vez.

Aparentemente hoy parecía ser otro de esos días de tu rutina, estabas hundido en tu esquina en el bar, jugando desinteresadamente con el borde del tarro de cerveza el cual estaba ya medio vacío — o medio lleno, depende de con que humor estés hoy— mientras te perdías divagando en tus pensamientos y recordando la lista de tareas que tenías que hacer una vez decidieras regresar a tu hogar. Sin embargo, el repentino y molesto sonido de unos cascabeles te distrajeron, obligándote a mirar algo irritado hacia la dirección de lo que fuera que estuviera provocándolo; tus ojos se posaron sobre unos zapatos morados en el otro extremo de Tapper’s los cuales tenían en la punta lo que solo pudiste descifrar como dos pelotas rojas las cuales almacenaban aquellos cascabeles, subiste la mirada por aquellas piernas para toparte con la particular vista del dueño de dicho calzado; era un hombre de baja estatura, viejo y caricaturesco, vestía un frac morado con un chaleco y camisa blancos, y unos pantalones esponjados a rayas doradas, y una corona. Era la primera vez que lo veías, lo cual te pareció cuando menos curioso dado a qué conocías a casi gran parte de los residentes del árcade.

Aquel hombre no tardaría mucho en caminar dentro del bar acercándose peligrosamente a la fila de asientos donde estabas tu, acompañado de aquel incesante ruido que producían sus zapatos y con un caminar algo ridículo. Te encogiste de hombros algo incómodo del hecho que se había sentado a un par de asientos cerca de ti; Tapper se acercó a el para atenderle mientras tú Intentabas de ignorar su presencia mirando el fondo de tu vaso, pero tu curiosidad ganó y terminaste escuchando un poco de su conversación.

Aparentemente se trataba de «King Candy», proveniente de Sugar Rush que era un juego de carreras con temática de dulces, que según tu memoria ya llevaba un año conectado en el árcade, aunque la razón por la que apenas habías visto a personajes de ese juego fuera en la estación seguía siendo un misterio para ti. Cuando Tapper se alejó momentáneamente el para atender otros pedidos hubo un segundo en que sus miradas se cruzaron, por tu parte no le diste mucha importancia, sin embargo, él… Una sonrisa nerviosa se apareció en su rostro, apretó sus manos sobre de sus brazos cruzados, por un instante sintió que un poco de electricidad paso por su cuerpo hasta incomodar su corazón y soltó un suspiro, desvío la mirada tan rápido como pudo de ti como si tú presencia le incomodara. Ambos se ignoraron mutuamente por un largo rato, o por lo menos tú lo hiciste, King Candy no dejaba de mirarte de reojo disimuladamente, meciendo sus piernas de forma nerviosa, pasando su mano por su cuello, mordiendo incluso una de las esquinas de su pajarita y de vez en cuando suspirando cuando se quedaba por más de 5 segundos observando te, lo cual te resultaba incómodo cuando lo pillabas haciéndolo.

Tapper apareció delante de ti con otro tarro de cerveza, lo miraste confundido ya que obviamente no lo habías pedido y antes de que pudieras exclamar en protesta — y para tu mala fortuna— el apunto con dirección a King Candy, quien después de tomar dos copas tuvo el suficiente valor para hacer un movimiento arriesgado contigo, volviste a ver a Tapper en shock.

—¿Qué? — preguntaste apenas formulando alguna razón por la que el haría algo así.

—No sé, averígualo— respondió Tapper igual de confundido que tú antes de alejarse de la barra.

Entonces tu atención regreso a aquel hombre, trataste de darle una sonrisa aun a pesar de estar nadando en incomodidad y para empeorarlo te regreso la sonrisa e hizo un gesto para que fueras a sentarte alado de él. No querías ser un grosero así que como pudiste te deslizaste alado de él, apretando ansioso el tarro en tus manos y rechinando los dientes.

—Oh oh oh, Hola— te recibió con una voz que te hacía ruido en la mente, pero no sabías por qué.

—Hola, mira no quiero ser grosero, pero… uhm no te conozco.

—¿Cómo que no?— tan pronto respondió se mordió la lengua tratando de corregir se.— Digo, somos casi vecinos, soy King Candy.

—Si, si… pero creo que es la primera vez que te veo fuera de tu juego.

—Oh cierto, bueno tengo muchas responsabilidades en mi juego y apenas puedo darme la oportunidad de darme un paseo por aquí.— El le dio un sorbo a su copa tratando de actuar desinteresado mientras se formaba un incómodo silencio.

—¿Por qué me invitaste un trago?

—Uhm, para hablar contigo por supuesto. Te veías tan solo allí en la esquina que pensé que sería bueno que alguien te hiciera compañía.

—Gracias… supongo.

—Oh no me lo agradezcas (Y/N)

Lo miraste de inmediato desconcertado de que supiera tu nombre sin antes mencionarlo, no era algo que se supiera tan fácilmente ya que casi todo el mundo solo se refería a ti como «aviador».

—Yo no te he dicho mi nombre.— viste como se atragantó con su bebida antes de recomponerse lo más rápido que pudo.

—Le pregunte a Tapper antes de invitarte la cerveza, solo para no ser grosero.

—Okay…

—Ahora dime— hizo una pausa para dar otro sorbo a su copa— ¿Qué haces tu solo aquí?.

—Yo simplemente vengo a pasar el rato.

—¿Solo?

—Si, no tiene nada de malo, creo.

—Por supuesto que no, me pareciste curioso, me imaginaba que estarías acompañado de alguien.

—No tengo mucha gente a la cual invitar, por lo menos ya no.

—¿A qué te refieres? Si puedo preguntar.— se inclino un poco sobre ti, y había un extraño brillo en sus ojos cuando cuestionó.

—Es una larga historia, la mayoría de la gente que apreciaba fue desenchufada así que…— suspiraste algo triste y nostálgico por aquel hecho.

—Oh, lamento escuchar eso.

—No te preocupes, es lo normal supongo, además desde casi siempre no me ha gustado estar acompañado, no desde «el»

—¿El? — exclamó con una ceja levantada.

Los recuerdos sobre Turbo volvieron a tu mente de forma amarga, aún estabas sorprendido de como terminaste aceptando ser la pareja de un tipo tan arrogante y narcisista como el, de alguna forma siempre terminaba haciendo que cualquier cosa tuviera que ver con su existencia, incluso teniendo te a ti como una especie de perro faldero que tenía que estar todo el tiempo cuidando que no se metiera en alguna pelea o constantemente limitándote en las cosas que podías hacer, habías logrado cortar con el después de que algunos compañeros de tu juego y los propios gemelos de Turbo-Time te abrieran los ojos de que nada de lo que hacía contigo estaba bien, cosa que provocó que se obsesionara contigo para tratar de hacer que volvieras con el o que te fueras a la mierda tras que le privaras de tu atención, se comportaba errático pasando de ser extremadamente cariñoso y romántico a ser un completo imbécil e insoportable en cuestión de días, todo eso antes de que su ego fuera atacado de nuevo —con algo que te ofendía que le importará más — con su popularidad en la árcade. Suspiraste aún no tan seguro si hablar de ello.

—Si, tenía un novio, ahora ex novio, el era un completo imbécil.

King Candy apretó su mandíbula al escucharte. -Fin del borrador.

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