#Sopla un viento asqueroso

[thebuhonerodazorrow]

Bloodwulf #1

Sopla un viento asqueroso

Octubre 1996

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[acero-etereo]

Se despertó arrancado de sus sábanas por sus piernas hinchadas, adoloridas, gimientes y su espalda empapada con el sudor adhiriéndole a un colchón viejo y maloliente hundido y roto por los miles que allí se acostaron.

- ¡O te mueves o te despiertas cerdo inmundo!

Se retorcía como una víbora entre el húmedo colchón y una cama que, en quejidos agrietados de una madera martir y lastimera, gritaba y lloraba para soportar tal animal, terminó cediendo una tabla.

¡CRACK!

el asqueroso e inmundo ruido lo arranco de sus oníricos mundos fantásticos.

- Bienvenido de vuelta a tu palpitante e inmunda habitación de hostal, le dijo un ventilador que giraba ya por inercia, lamentando no poder detenerse.

Abrió sus ojos y en ese momento el fulgor de la luz matutina le exploto las pupilas como un mortero de 120mm obligandole a llevarse las manos a los ojos.

Cuando sus ojos rojos e hinchados pudieron por fin adaptarse a la luz, recorrió con la mirada la estancia desconchada igual de triste y moribunda que el, pensó.

-¿que es eso? ¿Fui yo? Se preguntaba mirando lo que parecía un símbolo pintado con sangre, o con vino barato, no sabría decirlo. Ni el ni ningún dios de las habitaciones de hosteles...

-¿soy este yo? ¿Este amasijo de carne henchida y amorfa?

"JA JA JA" algo se ríe en algun lugar donde el viento no sopla.

- como si supieras quien eres, estas aun tan lleno de orgullo y autocomplacencia, que crees saber algo sobre el algo en sí mismo.

- pobre; se lamenta una voz en la tiniebla primigenia del todo y la nada, pobre de vos.

- ¿que es esto? ¿Otra resaca inundada por la amnesia y los objetos intangibles que me rodean? ¿Soy el que redacta acaso? ¿O producto soy, del redactor?

Las paredes que le rodean se hacen indivisibles de un interminable monte de acacias y eucaliptos, los loros se llaman buscando frutas y las moscas pasean libres en vuelos indeterminados, sin sentido por y entre los pastizales y cadáveres de zorros y comadrejas que yacen ahí desde antes de las matemáticas y las lenguas.

-¿es un sueño aun?

-Como alguien tan diminuto como vos, enredado en formas antinaturales sobre lo que cree que es una cama podría determinar algo tan objetivo como lo que es real o no?

Entre miles de pensamientos malsanos y el ruido de las moscas se pregunta a sí mismo; Como si supiera el, o alguien la respuesta intrínseca de quien y que soy, donde, porque y como estoy acá ahora y hoy...

Algún insecto homicidale le pica su cadera, y le despierta de un sueño naufrago y autoconcluyente, quizá era el naúfrago en ducados líricos que desbordaban mares de sátiras en ríos oníricos. Camuflado su vergüenza con jazmines blancos.

-¿donde estoy, es esto el monte o un hos...?

-nunca has estado. Ese es tu problema. Dime a mi el entero ¿cuando y donde has estado alguna vez?

El no sabe responder. No. Yo no se que responder.

¿Donde nos dividimos, yo y este personaje que se autoflagela con su estúpida cama rota y sus preguntas existenciales?

La realidad sin parafernalias contesta en tono seco. Y a cachetadas expone la realidad.

- Es un hostel, el mismo que destrozaste la noche anterior.

- ¿Yo? Yo no haría tal cosa, responde con la mirada perdida pero segura.

- ¿que es entonces este sin fin de destrucción teatral y efímera?

El no sabe, solo piensa en su boca y su nariz. Están ambas hinchadas y, aunque adormecidas, duelen. De una forma no fisca. Casi como un recuerdo decadente de una época dorada...

Estas regurgitando en una melancolía idiota tus ideales juveniles ¿crees acaso en la satírica sátira de tu vida de ruleta? ¿no es lo suficientemente redundante? ¿No te cansaste de arrastrarte en azulejos que una vez fueron blancos; que como tu moral con el tiempo y el orin de extraños quedo amarillento y repulsivo a la vista de los demás, allá en rosario del tala, arrastrandote como un lagarto sin honor ni vergüenza? ¿rebuscando en conductuctos de la droga y el sexo, en un Parana incompleto, no te fue suficiente acaso el golpe gélido y robusto de la realidad?

- El no sabía a ciencia cierta si el papel se había renegado y le hablaba al escritor o al personaje. Quizás, se dijo, son uno solo...

Se miró en el espejo y si no fuese un objeto inanimado le escupiria justo en el rostro.

Rostro que se esforzaba por contener el rigor mortirs, entre una sonrrisa quebrada y una mirada despojada de toda humanidad, se notaba en sus labios el brillo repugnante de la bilis, y entre las cejas brotaba la idea inaccesible de que solo EL y nadie más que el existía, que todo pasado y presente en todo tiempo, existió y existe solo porque el esta aquí y ahora, reteniendo el vomito sobre el labavo .

[cronicasdeazur]

El viento que sopla desde los huesos - Informe M22

Misión #22: El viento que sopla desde los huesos

Adam Liarona, dueño de la “Posada y Emporio del Gran Adam”, desea contratar aventureros del gremio para que le acompañen a revisar las cavernas naturales más antiguas y profundas de Calandria.

Abundan leyendas de espíritus guardianes en las tumbas acuáticas de reyes y caballeros antiguos, perdidas por la marea o simplemente escondidas en las entrañas de la tierra. Adam insiste en que al menos una de ellas es verdadera, la del caballero Isildo y su amada Traviria.  

La misión consta en acompañar a Adam, traerlo con vida y permitirle encontrar la armadura de Isildo que desea para sí.

Publicada: D315

Recompensa: 75 monedas de oro para cada participante, además de su parte del tesoro (la armadura, de encontrarse, no es parte del botín a repartir)

Asignada: 340.

Alexandra Liarona (S)

Virgilio

Lini

Lourdes

Juan

Brakkar Kyrath

 Partimos la misión contándole a Tholdar y reclutando a los aventureros que quisieran ir con nosotros el día 340, no sin antes pasar a comprar las nuevas y mejores botas que existen en Bertus! (Boots of the cat!). Nuevamente viajamos a Calandria con Ian Maderaroble, demorándonos muy poco. Al llegar a Calandria nos recibió mi hermano Adam y nos contó sobre la leyendo de Isidro y las razones que lo hacían pensar que podría encontrarse su tumba cerca del pueblo.

El día 342 partimos al amanecer, bajando al mar con una grúa de madera el bote que nos llevaría a la cueva que mi hermano conocía. Al bajar, y reducir el daño que podría haber sufrido Juan al caer por el risco (gracias a las botas!) nos subimos al barco y comenzamos a navegar. Mientras avanzábamos por el agua varios de los chicos vieron figuras grandes que se movían por debajo de nosotros, no nos atacaron pero remé más rápido que lo normal para alejarnos…

Al llegar a la cueva, totalmente oscura, nos comenzó a observar un humanoide extraño, con tentáculos en vez de piernas llamado Sanimú. Lini logró conversar con él utilizando algún tipo de magia, y nos llamó invasores, pero nos dejó pasar sin problemas ya que le contamos historias de nuestras aventuras y le regalamos una antorcha con fuego, el cual parecía serle muy interesante.

  Comenzamos a avanzar por un camino lleno de humedad y moho, y vimos algunas huellas. En uno de los recovecos había un montón de lo que parecían ser plantas y moho, pero entre todo esto se encontraba un esqueleto. Mientras los observábamos, nos dimos cuenta de en el techo estaban 3 moho de fango, los cuales nos atacaron y además, trataban de enfermarnos. A pesar de eso, no eran difícil de matar, por lo que las derrotamos y seguimos avanzando por la cueva.

Llegamos a una habitación con gran parte del piso cubierto de agua, además de que en el techo se encontraba un nido de hongos, llamados Myceloides (asquerosos hongos con forma de un humano gordo y redondo) y dos de los más grandes nos atacaron. Lanzaban esporas y trataban de enfermarnos, además de que intentaron controlar nuestras mentes, pero no lo lograron (ha!).

Cuando los matamos, destruimos su nido y los chicos con magia detectaron unos objetos mágicos bajo el agua, pero decidimos seguir adelante y buscar la armadura que tanto quería Adam. Llegamos a otra habitación hexagonal, donde habían 2 árboles petrificados con flores y frutas grises, y el piso cubierto de huesos y muertos. Además, habían dos figuras, una erguida y otra en el suelo sin un brazo, con el cuerpo de madera y en la cabeza, una esfera que cuando Juan se acercó, con Adam y conmigo siguiéndolo de cerca, se prendieron y comenzaron a atacarnos.

Los golems pegaban fuertísimo, pero con la ayuda de Virgilio que nos curaba raudamente cuando salíamos heridos pudimos seguir golpeándolos. A pesar de un par de problemas… técnico-estratégicos causados por glitter y hoyos en el suelo, logramos derrotarlos con la ayuda de los elementales que conjura Lourdes.

Encontramos la armadura que tanto buscaba Adam, puesta sobre una estatua de un orco (que por lo que entendí estaba bendecido por Árfidez) y efectivamente está hecha de hojas y ramas. Adam estaba muy contento, y al salir recuperamos los objetos mágicos, así como también le entregamos a Sanimú una daga con fuego que no se apague, más nos valía tenerlo de amigo.

Encontramos la armadura, volvimos todos con vida,

Misión cumplida

A.L.

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Bloodwulf #1

Sopla un viento asqueroso

Octubre 1996

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