#Sobre la historia de la religión y la filosofía en Alemania
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“La verdadera felicidad se encuentra en dedicar nuestra vida a un propósito más grande que nosotros mismos”
Edith Stein
Fue una filósofa, mística religiosa, mártir y santa alemana de origen judío nacida en Breslavia imperio alemán hoy Polonia en octubre de 1891.
Nació en el seno de una familia judía, su padre era dueño de un aserradero y fue la séptima hija de un total de 11 hijos del matrimonio, y como tal vivió las raíces hebreas familiares y el nacionalismo prusiano.
Desde muy temprana edad mostró especial interés por la historia y la literatura alemanas y de las grandes figuras de la música como Bach, Mozart y Wagner.
A la edad de 15 años experimentó una etapa de ateísmo y crisis existencial, causada por el suicidio de dos de sus tíos y a la falta de respuesta de la religión al tema del más allá. Abandona el colegio y se traslada a Hamburgo para asistir a su hermana Elsa quien iba a tener un hijo.
En 1913, la lectura de “las investigaciones lógicas“ de Husserl le abrió una nueva perspectiva en vista a su orientación objetivista, por lo que decide trasladarse a Gotinga a terminar los cursos universitarios y por ejercer Husserl allí su magisterio.
En Friburgo, en 1917, aprobó con la calificación de summa cum laude su tesis doctoral titulada “Sobre el problema de la empatía”, tema que le sugirió Max Scheler, con el que inició sus obras filosóficas.
Como estudiante de filosofía, fue la primera mujer que presentó una tesis en esta disciplina en Alemania.
Gracias a su amigo Georg Moskiewicz, Edith Stein fue aceptada en la sociedad de la filosofía de Gotinga, que reunía a los principales miembros de la fenomenología naciente como Edmund Husserl, Adolf Reinach y Max Scheler, y durante estos encuentros una correspondencia personal y profunda con el filósofo, ontólogo y teórico literario Roman Ingarden así como con el filósofo francés de origen ruso Alexandre Koyré.
Durante la primera guerra mundial Edith Stein decidió regresar a Breslau, tomó cursos de enfermería y trabajó en un hospital austriaco. Cuando el hospital fue cerrado, Edith regresó a reanudar sus estudios filosóficos con Husserl obteniendo un doctorado en la Universidad de Friburgo.
Una vez obtenido el doctorado, se enroló en la cruz roja en donde fue enviada a ocuparse de los enfermos de problemas infecciosos y trabajo en salas de operaciones, obtuvo una medalla por su dedicación y debido a lo precaria de su condición de salud fue enviada a su casa y no la llamaron mas.
Estas experiencias con los jovenes que morían a muy temprana edad de todas partes de Europa del Este, la marcaron profundamente, y poco a poco fue acercándose a la fé católica, la entereza con la que su amiga Ana Reinach, sobrellevó la muerte de su joven esposo, una vez que ambos fueron bautizados así como su acercamiento a los escritos de Santa Teresa de Jesús, y la entrada en una iglesia católica de Frankfurt en donde reparó la presencia del santísimo, hizo que se decidiera a ser bautizada en enero de 1922.
Durante esta época, dedica parte de su vida a la docencia con poco éxito para ofrecer cátedra en universidades, por lo que se dedica a dar clases particulares de fenomenología y ética en Breslau y en ocasiones pronuncia conferencias en congresos de pedagogía en Alemania, Austria y Suiza.
En octubre de 1933 ingresa al Carmelo de Colonia y rehusa marcharse a Iberoamérica para huir del nacional socialismo prefiriendo permanecer junto a los suyos, hasta que el 31 de diciembre de 1938, tras “la noche de los cristales” es trasladada al Carmelo holandés de Echt que para entonces era un país neutral, sin embargo esto no impide su deportación en 1940 junto con 244 judíos católicos mas tarde, y ser llevada a las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau en donde muere en compañía de su hermana Rosa.
Durante su estadía en Auschwitz cuida de los niños encerrados en ese campo, los acompaña con compasión hacia la muerte y les enseña el Evangelio a los detenidos.
Fueron conmovedores relatos de sus últimos días dando ánimo a las demás profesas, haciendo que el papa Juan Pablo II la canonizara como Santa Teresa Benedicta de la Cruz en octubre de 1988.
Su sólida visión de personalista cristiana forjada entre la fenomenología, el tomismo y la mística, es fruto de una pasión que supo encauzar con audacia en medio de una vida singular, fruto de un arduo camino intelectual y vital que el hombre de la primera mitad del siglo XX se exponía con el materialismo, el nihilismo, el hedonismo, la xenofobia y el nazismo de su época.
Fuente: Wikipedia y philosophica.info, personalismo.org, vaticannews.va
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¿Quieres hacer un viaje por la historia de la filosofía?
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El día de hoy nos adentraremos a las profundidades de la filosofía femenina, conoceremos sus historias, posturas y lo que nos han dejado con el tiempo. Cada idea es una semilla que puede florecer en el jardín del conocimiento. ¿Están listos para sembrar nuevas perspectivas?.
Para comenzar de manera correcta con este blog hay que aclarar unos términos básicos para que, si no estas sumergido en este tema puedas disfrutar de la lectura y comprender lo que estas leyendo.
ദ്ദി ˉ͈̀꒳ˉ͈́ )✧
¿Qué es la filosofía?
Según la RAE (Real Academia Española) la filosofía es el conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano a lo largo de la historia, las mujeres han enfrentado barreras culturales y sociales para participar plenamente en el discurso filosófico, y sin embargo, muchas han dejado una marca significativa en el pensamiento humano.
La filosofía es el arte de cuestionarlo todo y encontrar sentido en medio del caos, vamos a comenzar desde la antigüedad con:
Hipatia de Alejandria (360 d.C - 415 d.C) ⋆˚ʚɞ
Esta filósofa griega natural de Egipto es una de las primeras científicas de las que existe constancia. Transmitió como profesora en la escuela de Alejandría; sus clases eran diálogos en los que discutía con los alumnos sobre filosofía, matemáticas, astronomía, ética y religión.
Rosa de Luxemburgo (1871 -1919) ౨ৎ ˖ ࣪⊹
A esta Doctora en Derecho Público sobre el desarrollo industrial se la considera una de las fundadoras de la corriente de pensamiento del socialismo democrático. Nacida en Polonia, a los 18 años se refugió en Suiza por la persecución que sufría en su país debido a su militancia socialista. Realizó importantes contribuciones al desarrollo del marxismo, en especial en lo referente a las relaciones entre nacionalismo y socialismo, y sobre el socialismo democrático.
Edith Stein (1891-1942)♡‧₊˚
Esta religiosa carmelita vivió en territorio polaco durante la Alemania Nazi. Fue profesora en la Universidad de Breslavia y en su tesis sostenía que el ser humano tiene un problema de empatía y conciencia.
Simone Weil (1909-1943)✧˚ ༘ ⋆。 ˚
A lo largo de su vida, su ideología pasó de pacifista radical hasta evolucionar a sindicalista revolucionaria. De origen francés, estudió en la Escuela Normal Superior junto a Simone de Beauvoir y escribió obras sobre el rol de la mujer trabajadora, la religión y poemas místicos. En una de sus obras póstumas, ‘Ensayos sobre la condición obrera’, se incluyeron cartas y un diario sobre su vida trabajando en una fábrica, en las que reflexionaba acerca de su posición como mujer obrera.
₊‧°𐐪♡𐑂°‧₊
Explorar la filosofía a través de las contribuciones de mujeres filósofas es fundamental para obtener una perspectiva más amplia y diversa en el campo. A lo largo de la historia, estas pensadoras han desafiado las normas y han generado ideas innovadoras que merecen ser reconocidas y estudiadas. Al destacar sus voces y sus obras, no solo honramos su legado, sino que también enriquecemos nuestro entendimiento del mundo y de la humanidad en su conjunto.
Para terminar:
Fuentes:
https://elpais.com/ideas/2023-08-20/la-filosofa-que-alerto-contra-la-distraccion-y-el-ensimismamiento-actuales-hace-mas-de-80-anos.html
https://www.ub.edu/seminarifilosofiagenere/es/filosofa/simone-weil/
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Giovanni Sessa: “Wagner pretendía unir arte y vida, intentando reunir, con un arte revolucionario, lo que el subjetivismo moderno había separado”
Por Eren Yeşilyurt
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Richard Wagner no fue sólo un compositor, sino también un filósofo y revolucionario con profundas reflexiones sobre el arte, la religión y la cultura. Sus obras, que combinan la música y la mitología, se convirtieron en un símbolo del despertar artístico e intelectual tanto de Alemania como de toda Europa. La polifacética influencia de Wagner fue especialmente inspiradora para los intelectuales de la Revolución conservadora y para quienes desafiaban estética y filosóficamente la modernidad. Hemos hablado con Giovanna Sessa sobre Wagner.
¿Puede presentarse?
Nací en Milán en 1957 y actualmente vivo en Frascati (RM). He enseñado filosofía en institutos y colaborado en la Universidad «Sapienza» de Roma con el profesor Gian Franco Lami, amigo y maestro inolvidable. También fui profesor adjunto de «Historia de las Ideas» en la Universidad de Cassino. Mis escritos han aparecido en revistas, periódicos, volúmenes colectivos y actas de congresos. He editado, traducido y prologado decenas de volúmenes. Entre mis publicaciones más recientes, Oltre la Persuasione. Saggio su Carlo Michelstaedter (Roma, 2008); La meraviglia del nulla. Vita e filosofia di Andrea Emo (Milán, 2014); Julius Evola e l’utopia della Tradizione (Sesto S. Giovanni (Mi), 2019); L’eco della Germania segreta. “Si fa di nuovo primavera” (Sesto S. Giovanni (Mi), 2021); Azzurre lontananze. Tradizione on the road (Sesto S. Giovanni (Mi), 2022); Icone del possibile. Giardino, bosco, montagna (Sesto S. Giovanni (Mi), 2023). Con respecto a Wagner he editado, R. Wagner, Religione e arte (Sesto S. Giovanni (Mi), 2021); E. Schuré, Richard Wagner (Sesto S. Giovanni (Mi), 2021); R. Wagner, L'ideale di Bayreuth (Sesto S. Giovanni (Mi), 2024). Soy secretario de la Fundación Julius Evola.
Conocemos la importancia de Kant y Hegel en el pensamiento alemán, pero ¿cuál es la importancia de Wagner para Alemania? ¿Es posible hablar de una «juventud wagneriana» como hubo una juventud goethiana y por qué Alemania no optó por fundar un Instituto Wagner en lugar del Instituto Goethe?
Richard Wagner aportó no sólo a Alemania, sino a Europa, una contribución teórica y artística de inestimable valor. El humus ideal de su trayectoria se sustentó en el pensamiento alemán contemporáneo a él. Este iter creativo y especulativo era muy complejo y bien articulado. De hecho, pasó por varias etapas de desarrollo. Karl Löwith ha demostrado de manera incontrovertible en su De Hegel a Nietzsche que la experiencia musical y teórica del wagnerismo está ligada al mundo ideal de la izquierda hegeliana, al vasto movimiento cultural que, de hecho, tuvo su momento culminante en Nietzsche, el filósofo que concluyó la «disolución del hegelismo». En la segunda fase de la producción de Wagner, que maduró durante su estancia en Zúrich y Dresde, el gran artista se vio subyugado por el espíritu revolucionario de Feuerbach. A esta fase puede atribuirse la composición de Tannhäuser, Lohengrin y la redacción poética de la Tetralogía. Con estas obras, el gran músico buscó, con poderosa energía, identificar arte y vida, intentó dar vida a un arte «revolucionario» capaz de reunir lo que el subjetivismo moderno había dividido.
Desde entonces, la producción de Meister ha tenido como núcleo el tema típicamente alemán y schopenhaueriano de la Regenerationslehe, la regeneración espiritual del pueblo alemán y de los pueblos de Europa. Esta llamada al renacimiento, a un nuevo comienzo de la historia, implicaba por igual a jóvenes y mayores de todas las naciones de nuestro continente. La erección del nuevo teatro de Bayreuth se completó gracias a las aportaciones (también económicas) de los seguidores de Wagner, miembros de las Asociaciones que llevaban el nombre del compositor. Los «jóvenes» fieles a Wagner no hicieron más que explicitar lo que estaba implícito en el etimónimo de Bayreuth: Reut, en efecto, alude a un «suelo conquistado al bosque salvaje y hecho fértil», productor de un futuro que hunde sus raíces en un pasado inacabado, «inexpresado», como lo habría definido Walter Benjamin. El legado wagneriano se perpetuó hasta los autores de la Revolución Conservadora, tanto en los que no se adhirieron al nacionalsocialismo como en los que se unieron a ese movimiento. Por lo tanto, una «juventud wagneriana» ciertamente existió, al igual que la «juventud goetheana». Para entender por qué no se creó un «Instituto Wagner» en Alemania, conviene recordar lo que ocurrió al final de la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes fueron sometidos a un auténtico «lavado de cerebro», destinado a borrar su memoria histórica y al igual que el resto de los europeos. El ejército estadounidense ocupó el teatro de Bayreuth y representó allí obras de music-hall. Poco antes, el general Patton hizo orinar a los soldados del batallón que mandaba al río Rin, central en la mitología de Wagner. Fue un gesto desacralizador y provocador hacia el músico y la Kultur alemana y europea.
¿Por qué se interesó Wagner por la Edad Media, mientras que muchos intelectuales de su época se volcaron en la Grecia y la Roma antiguas?
El interés de Wagner por la Edad Media ha sido bien explicado por el germanista Marino Freschi que, a este respecto, ha escrito: «Wagner volvió a una experiencia colateral del cristianismo: a la del Grial, el gran misterio crístico que animó toda la Edad Media cristiano-germánica [...] El mensaje recuperado por Wagner es el de un salvador que elude la consumación de la crítica materialista avanzando hacia un camino apenas insinuado que en aquellos años fue repropuesto por la Teosofía y sobre todo por Rudolf Steiner (en Italia por Evola y Massimo Scaligero)» (Wagner e l'arte sublime che salva la religione, en “il Giornale” del 02/04/2021). Por otra parte, hay que recordar que el primer Wagner se interesó por el mundo precristiano y a Grecia: esto es evidente en la gramática musical de Tristan und Isolde. En esta partitura wagneriana, la visión abierta de la historia centrada en la concepción tridimensional y esférica del tiempo, visión que remite a la potestas dionisíaca, pasó a primer plano, como Giorgio Locchi argumentaba. Aquí la música de Wagner es portadora de una cosmovisión antiigualitaria capaz de desarrollar el desafío a la modernidad y a la posmodernidad, no en términos meramente reaccionarios, movidos por el lamento nostálgico de un tiempo que ya no es, sino en términos activos, en la convicción de que el origen no es un dato retrospectivo, situado definitivamente detrás de nosotros, sino que, por definición siempre es posible, como aclara Klossowski. El distinguido musicólogo Paolo Isotta, en su espléndido prefacio al libro de Locchi, recordaba cómo la música, que llegó a predominar en Occidente con el advenimiento del cristianismo, era monódica en un sentido absolutista. Sólo a finales de la Edad Media surgieron tendencias polifónicas que, en el mundo antiguo, a pesar de las incertidumbres histórico-filológicas al respecto, habían quedado registradas en el Somnium Scipionis de Cicerón. En las páginas de esta obra, citando fuentes platónicas (Resp. X, 616-617; Tim., 34b-40d) se dice: «de la resonancia simultánea de diferentes sonidos, afinados por una mente divina».
En este sentido, la polifonía medieval fue un redescubrimiento de los pueblos del norte de Europa: puso música a los sedimentos espirituales que yacían en su inconsciente colectivo tras la irrupción de la visión judeocristiana de la vida. Isotta comenta: «La música moderna de Europa occidental, como la tragedia griega, nació del pueblo». Para Locchi, el sentimiento tonal armónico y polifónico era innato en los pueblos nórdicos y, después de la Edad Media, explotó por primera vez en la escuela polifónica flamenca, aunque floreció en la Italia del siglo XVI y, a partir de ah��, encontró nuevo impulso en la música de Bach a Wagner.
El elemento más relevante de la exégesis locchianna sobre la música tonal se encuentra en el hecho de que tradujo a partitura la concepción del tiempo propia del hombre de la época clásica. Los demás tipos de música se centran en la concepción lineal y futuro-céntrica de la temporalidad. Incluido el canto gregoriano. En ellos: «cada nota es un punto aislado en el espacio sonoro, precedido y seguido por otro punto [...] Pero en cualquier pieza de música tonal, la nota (el instante) no significa en sí misma. Cada nota contiene las notas precedentes (instantes) que la determinaron, pero contiene, a su vez, las subsiguientes que serán inducidas por ella: cada nota (cada instante), en la medida en que es presente, contiene así en sí misma el pasado y el futuro». La Fuga y la Sonata se extienden en un tiempo tridimensional y están, sobre él, estructuradas. La música puede convertirse en el paradigma de una concepción no determinista de la historia, ajena a la secularización de la visión cristiana del tiempo y, por lo tanto, diferente a las diversas derivas que la filosofía de la historia ha asumido desde el siglo XIX hasta nuestros días. Si el mundo posmoderno es el resultado último de la inmanentisación del fin cristiano de la historia, es necesario volver la mirada a la physis clásica para escapar al señuelo de la esperanza y la desesperación. La historia, como la música tonal, no tiene fin ni final, siempre está «abierta», pendiendo del fundamento cimentado de la libertad.
Con Wagner, el sentimiento del mundo implícito en la música tonal se convirtió en proclamación mítica. Para Locchi e Isotta: «el conjunto de obras desde Tristán hasta Parsifal es el monumento más alto que la humanidad ha erigido en toda su historia», además, para quien sabe escuchar y leer, se caracteriza por una coherencia inigualable. El mito, en efecto, se centra en la unidad de los contrarios, pero esta comprensión sólo puede ser detectada por el oyente o el lector capaz de participar en el desvelamiento mítico: a los que permanecen fuera, el mito les ofrece siempre una ambigüedad final». Creemos que es cierto que Wagner, especialmente en Tristán, se hizo portador de la visión tridimensional del tiempo y de la concepción suprahumana correlaciona con él, pero pensamos que Wagner fracasó posteriormente en sus presupuestos iniciales, como comprendieron Nietzsche y Evola. Esto sucedió, tanto musical como filosófica y políticamente, como atestigua el libro del Meister Religión y Arte.
Creemos, sin embargo, que, a partir del primer Wagner, la música europea prosiguió su camino hacia la Nueva Esencialidad y hacia la construcción de un arte verdaderamente dionisíaco, con Gustav Mahler. Esta tendencia se manifestó, en particular, en la Tercera Sinfonía del gran compositor austríaco.
¿Cuál es la relación entre revolución y arte en el pensamiento de Wagner? ¿Pretendía sustituir la religión y el arte?
Para responder a su pregunta, es necesario remitirse al volumen citado, Religión y Arte. Se trata de una colección de escritos que Wagner redactó durante el mismo período en que se proponía componer el Parsifal. Más concretamente, los ensayos que componen esta colección son siete, acompañados de las Anotaciones finales, en las que se presentan y comentan fragmentos que el músico no se cansaba de calificar como «nuestro gran filósofo», Arthur Schopenhauer. Con estos escritos, el artista-pensador se preocupó, en el último periodo de su existencia terrenal, de dejar al mundo un mensaje positivo, relativo a la posible Regenerationslehre, regeneración espiritual y social, centrada en la doctrina de la Mitleid, la compasión de Schopenhauer. Es el primer amanecer, en la cultura alemana, de un tema que durante todo el siglo XX (sobre todo en su primera mitad) será el centro de intereses de la filosofía y el arte. Pensemos, entre muchos nombres posibles, en Stefan Geroge, Ernst Jünger, Martin Heidegger, Moeller van den Bruck. O incluso en aquellos que asimilaron, aunque críticamente, el anuncio de un posible Nuevo Comienzo del Hombre Europeo. Me refiero a Walter Benjamin que, refiriéndose a Karl Kraus, pensó, en sus Tesis sobre la filosofía de la historia, en el origen como meta a la que aspirar.
En las páginas de Religión y Arte, la Regeneración debía realizarse tanto en Alemania como a escala europea y debía basarse en la crítica de la concepción utilitarista y economicista de la vida que, en aquella época, se imponía gracias al triunfo político del liberalismo. Las tesis fundamentales de esta doctrina habían sido presentadas por el compositor sólo al pequeño círculo de sus alumnos y discípulos, animados por una lealtad incuestionable hacia la concepción de la vida del Maestro y falangistas de una periagogé radical, de un cambio de corazón, al que debía seguir una visión diferente del mundo que el arte y, sobre todo, la música, anunciarían. El libro debía ser, según las intenciones de Wagner, el manifiesto programático del Nuevo Comienzo.
El ensayo que da título al volumen es el que lo abre. El incipit representa la síntesis de las posiciones del artista y contiene la respuesta a su pregunta: «Podría decirse que allí donde la religión se vuelve artificial, al arte le está reservado salvar su núcleo sustancial. El arte auténtico, a través de la representación ideal de la imagen simbólica, siempre ha contribuido a la comprensión de su sustancia íntima (de la religión), es decir, de la inexpresable verdad divina». La grandeza del cristianismo se encuentra, según Wagner, en el hecho de que el núcleo fundador de su verdad estaba destinado, ab initio, también a los pobres de espíritu, mientras que otras religiones, en primer lugar, el brahmanismo, que el Maestro apreciaba, dirigía su mensaje a los ricos de espíritu, a los que ya caminaban por la senda del conocimiento. Así, en la India, la filosofía se convirtió en la doncella de la religión al explicar el mundo metafísicamente, mientras que la enseñanza de Cristo exigía que los pobres de espíritu no cerraran sus corazones al conocimiento del sufrimiento. Sin embargo, pronto el cristianismo se había convertido en una «religión de Estado para los emperadores romanos y verdugos de herejes». En esencia, el cristianismo schopenhaueriano de Wagner se constituye como una inversión de la voluntad de la vida. Este mundo, en el que domina el imperativo «yo quiero», se consideraba falaz, que no hacía más que postergar a los hombres al verdadero Reino, el de Dios.
La corrupción del mensaje crístico original tuvo lugar con: «la conexión tiránicamente impuesta de esta deidad en la cruz con el Creador judío del cielo y la tierra [...] que parecía tener mejor suerte que el misericordioso Salvador de los pobres». Sólo los artistas repudiaron su dominio y la negación del mundo quedó atestiguada en la representación del milagro de la maternidad. Uno piensa en la Madonna Sixtina de Rafael que, sosteniendo a su hijo en brazos, muestra el cumplimiento del milagro divino. La Madonna, concluye Wagner, ya no es intocable, como puede verse en la representación escultórica de Artemisa a causa de su severa castidad, sino expresión del milagro que brota del amor divino. La representación griega de la naturaleza, por citar a Schopenhauer, remitía a un ideal que la propia physis no había alcanzado, era idealización de lo natural, mientras que el artista cristiano revela el «secreto» del dogma religioso. La misma tensión hacia el desvelamiento de la verdad, característica de Rafael, se encuentra también en el Juicio Final de Miguel Ángel que: «representaba [...] a Dios llevando a término su terrible tarea». A diferencia de la pintura, la poesía fue inducida a permanecer cerca de conceptos canónicamente fijos: «Sólo en la música se elevó el lirismo cristiano al verdadero arte [...] disolvió y diluyó las palabras, junto con sus conceptos, hasta borrar su inteligibilidad». Habiendo disuelto la palabra conceptual, la música determina la constatación de la nulidad del mundo fenoménico, ya que toda imagen sonora es algo distinto del mundo de las apariencias.
La música, para Meister, estaba devastadoramente afectada por la progresiva mundanización de la Iglesia, de modo que sólo la separación de la decadencia eclesiástica era capaz de preservar el sonido como pura herencia ancestral. El núcleo original del cristianismo, según Wagner, estaba contaminado por la influencia dogmática del judaísmo, que, en primer lugar, se manifestaba en el dicho crístico: «alimentaros sólo de esto en adelante, en memoria mía», es decir, alimentaros del pan y del vino, de los bienes espontáneamente concedidos por la tierra. Tal indicación descendía de la misma intuición brahmánica y pitagórica de que todo en el cosmos es uno: «cuando el Brahman, ante la multiplicidad infinita de formas del mundo viviente, exclamó: «¡Este eres Tú!», la conciencia de la verdad se despertó inmediatamente en el oyente». Para Wagner, Jesús es, después de todo, el héroe de la Última Cena, que invitó a los discípulos a sentirse hermanos, no sólo de sus semejantes, sino de todo lo que vive. De tal percepción, desciende la enérgica defensa de Wagner de la práctica dietética vegetariana. La Iglesia pasó por alto esta enseñanza, ya que recurrió al judaísmo para la creación de sus dogmas: «de ahí, sin embargo, la Iglesia derivó su poder y señorío». Esto demostraba que, para Wagner, el arte de la época moderna debía adoptar un rasgo «religioso», debía convertirse en una «obra total y definitiva». En esta perspectiva, el músico fracasó en la visión trágica y precristiana que había animado la partitura de Tristán. El retorno al «pensamiento griego» tiene, pues, para el escritor, un rasgo dimensional.
¿Por qué los revolucionarios conservadores mostraron tanto interés por Wagner? ¿Cómo influyó Wagner en los revolucionarios conservadores?
Los revolucionarios conservadores que pretendían superar la contemporaneidad surgida tras el naufragio inducido por la Primera Guerra Mundial y querían ir más allá de las derivas meramente reaccionarias, más allá de la mera dimensión de la nostalgia política, sólo podían mirar a Wagner como el profeta de un Nuevo Comienzo para Europa. En particular, la poética de Stefan George tiene en Wagner y en su teoría del arte un precedente excelente. El animador del Kreis se rodeó de una multitud de discípulos admirados por su intento de resacralización poética de la vida. El problema que se plantearon los intelectuales de este mileu revolucionario conservador respecto a los temas propuestos por la obra del músico fue el siguiente: ¿a qué Wagner hay que mirar para encontrar en él la savia del proyecto político-existencial revolucionario y conservador? George, Klages, Schuler y, en cierta medida, los hermanos Jünger, se fijaron en el primer Wagner, portador, a través de la música tonal, de una visión «abierta» de la historia y, por ello, sólo en un primer momento se dejaron deslumbrar por los ídolos del nazismo y más tarde vivieron al margen del régimen hitleriano. Otros, sensibles a la teleología y al mesianismo de Wagner, a su pretensión de haber realizado con la «Obra Total» el «fin» del arte, se adhirieron al etnocentrismo de la ideología nacional-socialista que, para quien esto escribe, atento al tema de la conferencia de Alain de Benoist, no es en absoluto «pagana», sino monocrática y cerrada: «Un líder, un imperio, un pueblo».
¿La divergencia entre Nietzsche y Wagner fue un conflicto personal o una divergencia entre las dos Alemanias (Weimar y Tercer Reich)?
La divergencia entre ambos estaba determinada por una motivación «ideal», no relativa a los valores encarnados por el II y III Reich. La divergencia se refería a la visión que el músico y el filósofo tenían de la vida y el arte. Nietzsche se mantuvo fiel a lo trágico. Wagner, adherido a una concepción salvífica de la música y la historia, abrazó una tranquilizadora posición finalista. Se convirtió en otro «filósofo y músico de la historia». Por el contrario, el arte trágico tiene un desarrollo hiperbólico, nunca concluido, siempre está en marcha, como el principio animador lo que vive, que se da exclusivamente en la physis. El enfoque trágico es siempre abierto y contrasta con el espíritu filisteo que Wagner también quería combatir. Fue el «filisteísmo» inconfeso de Wagner lo que alejó a su amigo Nietzsche del Maestro. A propósito de las primeras representaciones celebradas en Bayreuth, el filósofo del eterno retorno escribió a Mathilde Maier el 15 de julio de 1878: «En el verano de Bayreuth fui plenamente consciente de todo esto; hui, después de las primeras representaciones a las que había asistido, lejos, a las montañas». En resumen, citando de nuevo a Nietzsche: «Wagner, paso a paso, había consentido todo lo que yo desprecio... Incluso el antisemitismo... Wagner [...] cayó de repente, como un abandonado y angustiado, al pie de la cruz cristiana». Estas consideraciones no impidieron a Nietzsche escribir, en una carta a Franz Overbeck fechada el 7 de abril de 1884, que «en muchos aspectos seré el heredero de Wagner», reconociendo así la grandeza del genio del músico, pero también su alteridad respecto al compositor, dada su genuina adscripción al «pensamiento griego».
¿Qué posición adoptó Richard Wagner con respecto a la ópera italiana? ¿Qué papel desempeñó esta relación en la configuración del drama musical y en la glorificación de la tradición musical centroeuropea?
El compositor amaba mucho Italia: en varias ciudades encontró inspiración y paz para componer. En Venecia (donde murió) escribió parte de Tristán, en La Spezia tuvo la inspiración para el preludio de la Tetralogía en un sueño, en Ravello y en la catedral de Siena imaginó escenas de Parsifal, que completó en Palermo. En 1859, simpatizó con el Piamonte contra Austria durante la Segunda Guerra de Independencia. El 1 de noviembre de 1871 se estrena Lohengrin en el Teatro Comunale de Bolonia, la primera ópera de Wagner representada en Italia. A una de las representaciones asistió Giuseppe Verdi, quien, tras el estreno de Aida, fue acusado injustamente por la crítica de ser wagneriano y, por tanto, de haber traicionado los cánones compositivos y orquestales de la ópera italiana. Este hecho pone de manifiesto las relaciones entre la ópera alemana y la italiana. Relaciones controvertidas, atravesadas por el amor-odio, la atracción-repulsión. Wagner, en su intento de reconstruir una historia del pathos teatral en los ensayos contenidos en El ideal de Bayreuth, atribuye a los italianos el haber redescubierto el valor del teatro clásico. Esto habría llevado a nuestra cultura a dejar de lado el drama recitado y a intentar reconstruir el drama antiguo en el campo de la ópera musical. Este intento acabaría dando lugar al nacimiento de la ópera italiana. El modelo al que, en realidad, Wagner mira para definir las características de la obra de arte total no se encuentra, en mi opinión, sic et simpliciter, en la ópera italiana, sino en el teatro de Shakespeare, con su potenciación de la mímica. Además, esa obra total requería, a efectos de representación, un entorno muy diferente al del teatro italo-francés. Por lo tanto, es posible afirmar que, efectivamente, el genio de Bayreuth miraba a la ópera italiana, pero ciertamente no como su modelo de referencia privilegiado. En opinión de quien esto escribe, la comparación de Wagner con la música y el teatro de épocas anteriores y con los imperantes en la época en la que vivió, fue total. Este enfoque fue el instrumento con el que intentó revitalizar la tradición musical europea.
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ZWEIG EN EL CINE
Uno de los más prolíficos escritores del siglo XX es sin duda Stefan Zweig. Odiado, censurado y perseguido por los alemanes en el periodo nazi terminó su vida suicidándose en unión de su segunda esposa.
Zweig nació en Viena en 1881 y falleció en Petrópolis (Brasil) en 1942. Conocido por su faceta de escritor, fue también crítico literario, periodista e historiador. Pertenecía a una familia judía, aunque él nunca ejerció la religión de sus mayores. Se licenció en Filosofía y viajó por gran parte de los países del primer mundo. Pacifista declarado tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, fue perseguido por el régimen nazi y huyó con su mujer hasta Brasil donde el 22 de Febrero de 1942 ambos se suicidaron ante el avance de las tropas alemanas y la posibilidad de una victoria nazi global. En su nota de despedida dejó escrito “Creo que es mejor finalizar en un buen momento y de pie una vida en la cual la labor intelectual significó el gozo más puro y la libertad personal el bien más preciado sobre la Tierra”.
La producción literaria de Zweig es ingente y quien quiera conocer la historia moderna de Europa debe acercarse a sus obras entre las que destacan: Castellio contra Calvino (un auténtico tratado contra la intolerancia y que debía ser de lectura muy recomendada en los colegios), Momentos estelares de la humanidad o El mundo de ayer, publicada tras su muerte y que es su autobiografía. En la ficción pura dejó grandes obras como Carta de una desconocida, Veinticuatro horas en la vida de una mujer o Novela de ajedrez. Otra de sus especialidades fueron las biografías destacando las de Fouché, María Antonieta, Erasmo o Balzac.
Con este bagaje de contenido era normal que el cine se acercase a su obra y que llevara a la pantalla algunas de sus obras. He revisado las adaptaciones y si no he contado mal un total de 26 películas se basan en sus novelas. Vamos a revisarlas:
OBRA:LA CASA AL BORDE DEL MAR: La casa al borde del mar (1924, Alemania).
OBRA: ARDIENTE SECRETO. Se realizaron 3 versiones en cine: El ardiente secreto (1923, Alemania); El ardiente secreto (Alemania, 1933 y dirigida por el solvente Robert Siodmak); Secreto en llamas (USA, 1988, dirigida por Andrew Birkin con Faye Dunaway, Klaus Maria Brandauer
OBRA: AMOK. De esta novela con el aborto inducido de por medio se realizaron 4 versiones: Amok, película soviética de 1927 dirigida por Kot Mardjanishvili a quien no tengo el gusto de conocerle película alguna; La locura del trópico, de Fedor Ozep (1934) -otro del que no tengo el gusto de conocer-: Amok: la curiosidad de esta versión mexicana de 1944 es fue dirigida por un exiliado español, Antonio Momplet; Amok: la versión más reciente es 1993, dirigida por Joel Farges y con Fanny Ardant en elenco de actores.
OBRA: CARTA DE UNA DESCONOCIDA. Sin duda es la novela de Zweig de la que se han hecho más versiones, un total de 6: Narkose (Alemania,1929); Parece que fue ayer (Alemania, 1933, dirigida por John Stahl); Rosas blancas: (Finlandia, 1943). Curiosamente no aparecía el nombre de Zweig en los créditos ya que Finlandia participaba en la guerra con los nazis y el nombre del escritor austriaco estaba proscrito en los países de influencia alemana; Carta de una desconocida: (USA, 1948) Sin duda la gran adaptación de las obras de Zweig. Dirigida por Max Ophuls es una de las películas archivada para la posteridad en la Biblioteca de los Estados Unidos por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa"; Feliz año amor mío: película mexicana de 1957 sin grandes valores artísticos; Carta de una mujer desconocida: (China, 2004) de Jinglei Xu. Primera y muy buena adaptación de una obra de Zweig al cine chino.
OBRA: MIEDO. De esta se han realizado tres versiones hasta la fecha: Silenciosa acusación: (Alemania, 1928); La Peur: (Francia, 1936); Ya no creo en el amor (La Paura): (Italia, 1954). Otra de las grandes adaptaciones de Zweig, en este caso dirigida por Roberto Rossellini y con su por entonces compañera Ingrid Bergman.
OBRA: 24 HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER. Se han hecho 4 versiones todas con el mismo título que la novela: 24 horas en la vida de una mujer. La primera es argentina de 1944; la segunda y la tercera son francesas de 1952 y 1968; la más reciente es alemana de 2002.
OBRA: IMPACIENCIA DEL CORAZÓN. Se han hecho dos versiones: La piedad peligrosa, norteamericana de 1946 e Impaciencia del corazón, mejicana de 1960.
OBRA: NOVELA DE AJEDREZ. Dos versiones: Juego de reyes (Alemania, 1960). La última novela que escribió Zweig la dirigió en cine Gerd Oswald; The royal game (Alemania, 2021). La más reciente adaptación, dirigida por Philipp Stolzl.
OBRA: VIAJE AL PASADO. En 2013 Patrice Leconte (Francia) realiza esta adaptación con el título La promesa.
OBRA: MARÍA ANTONIETA. Uno de los géneros en el que más trabajó Zweig fue en el de las biografías. Algunas se consideran obras maestras como las de Magallanes, María Estuardo o Erasmo de Rotterdam. Sin embargo, solo una ha sido llevada al cine y en el ya lejano 1938: María Antonieta, película norteamericana dirigida por W. S. Van Dyke protagonizada por Norma Shearer y Tyrone Power.
ADAPTACIÓN DE VARIAS OBRAS: El Gran Hotel Budapest (USA, 2014) de Wes Anderson, que adapta y toma referencias de varias obras: Veinticuatro horas en la vida de una mujer, La piedad peligrosa, La embriaguez de la metamorfosis' y su autobiografía El mundo de ayer.
Por último, en 2016 se realiza un biopic sobre el escritor austriaco: Stefan Zweig: adiós a Europa, de María Schrader y en la que se narra los últimos años de su vida.
Podemos resumir diciendo que el cine se ha acercado un total de 30 veces a sus obras o a la vida de un escritor esencial para entender el siglo XX y que luchó hasta su muerte contra la intolerancia y la dictadura.
9/4/2024
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CAPITULO XIX:
ANTONIO VALLEJO-NÁGERA LOBÓN
Debo confesar que de toda esta fauna – nunca mejor dicho por la cantidad de animaladas leídas– que ha pasado por estos capítulos, el último se lo dedico a un ser despreciable que puso su inframedicina al servicio no ya de la dictadura sino de auténticos métodos nazis para sus elucubraciones pseudo científicas y que fue conocido por todo ello como el “Mengele español”: ANTONIO VALLEJO-NÁGERA LOBÓN.
Desgraciadamente aún hay en España quienes reivindican aquellos negros tiempos y a sus figuras. En una página de la extrema derecha, en la wiki, pude leer estos dos horrorosos y mal escritos textos de 2021:
-“Don Antonio Vallejo-Nágera. llegó a ser un gran y portentoso médico y psiquiatra español, con grandes ideales católicos, filosóficos básicos y políticos geniales, obteniendo ser el primer catedrático numerario de Psiquiatría en España, el mayor, de conocimiento metafísico propio de un gran experto en el Quijote y nuestro Siglo de Oro, culto, con filosofía y teológica también políticas y coherentes con las ciencias empíricas cultivadas por el sabio, el de más calidad literaria, erudito, humanista, militar y político de FET y de las JONS, cuyo Jefe Nacional era el Caudillo, amigo y gran admirador suyo, siendo dicha FET “Partido único” político oficial, y único social autorizado, único con derecho oficial estatal a gobernar el Estado y la sociedad civil, dejando libertad a la jurisdicción canónica, cuya Religión era la del Estado Nacional confesional católico, siendo la Iglesia Católica la única con Derecho Civil al culto en España”.
-“Al igual que los generales Millán Astray, Franco, y casi todos los altos mandos, el insigne Doctor era miembro del Ejército español alfonsino, pero no liberal, ni estaba en el ejército por el rey que había de hecho, sino por tratarse del Ejército de España; era Tradicionalista monarquista radicalmente antirrevolucionario, antiliberal, antimarxista, antidemocratista”.
Examinemos pues, la trayectoria de este “portentoso“ y “antidemocratista” médico: Antonio Vallejo-Nágera (1889-1960) estudió Medicina y luego ingresó en Sanidad Militar. Durante la I Guerra Mundial estuvo en Alemania y allí trabó contacto con psiquiatras de ese país. Tras su regreso a España residió en Madrid trabajando ya como Psiquiatra. Se afilió a Acción Española y conoció a Franco con quien inició una buena amistad que le produjo réditos sustanciosos. Tras el golpe y la llegada de Franco al poder omnímodo es elegido como Director de los Servicios Psiquiátricos del Ejército.
Su ideología se hace nítidamente nazi y escribe un libro, Eugenesia de la hispanidad y regeneración de la raza, en el que pone de manifiesto ya sus teorías nazis sobre la selección de las razas. Ese libro se lo dedicó a su amigo Franco en estos términos: “En respetuoso Homenaje de admiración al invicto Caudillo Imperial, Generalísimo de los Ejércitos Españoles de Tierra, Mar y Aire”.
Durante la guerra propone crear una nueva Inquisición para controlar los medios de comunicación y en Agosto de 1938 solicita de Franco permiso para crear el Gabinete de Investigaciones Psicológicas, que fue autorizado de inmediato. Puso en marcha un estudio con 297 prisioneros de las Brigadas Internacionales y 50 presas políticas, condenadas a muerte, en Málaga. Para todo ello contó con la inestimable ayuda de funcionarios de la Gestapo que realizaron diferentes test a los presos. El argumento que usó para realizar el estudio decía: “La enorme cantidad de prisioneros de guerra en manos de fuerzas nacionales salvadoras de España permite efectuar estudios en masa, en favorabilísimas circunstancias que quizás no vuelvan a darse en la historia del mundo. Con el estímulo y beneplácito del Excmo. Sr. Inspector de los Campos de Concentración, al que agradecemos toda suerte de cariñosas facilidades, iniciamos investigaciones seriadas de individuos marxistas, al objeto de hallar las relaciones que puedan existir entre las cualidades biopsíquicas del sujeto y el fanatismo político democrático-comunista”.
Desde esos días todos sus textos inciden en el antisemitismo, en la misoginia y en el anti republicanismo visceral. En Eugenesia de la hispanidad y regeneración de la raza, defiende “multiplicar los selectos y dejar que perezcan los débiles”.Sus textos rezuman odio sin base científica alguna. Vallejo-Nágera propuso la separación de los hijos de sus padres republicanos: “La segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de una plaga tan temible”. Para los enemigos de la Patria (demócratas e izquierdistas) solo espera que “sufran las penas merecidas, la de muerte la más llevadera”.Para las autoridades fascistas comenzando por el dictador todas estas conclusiones eran de alto contenido científico y les hacían continuar la feroz represión con supuestas bases psiquiátricas. Como premio este abominable friki fue ascendido a Coronel.
Son tan enormes los disparates de este supuesto científico que Carlos Castilla del Pino analizando su Tratado de Psiquiatría separa en cuatro secciones sus disparates: anatómicos, neuropatológicos, psicopatológicos y clínicos. Creo que bien se le podrían haber añadido los disparates morales con los que inundó la pseudociencia psiquiátrica española de varias décadas. Para completar su currículo Vallejo-Nágera fue premiado nada menos que con la primera cátedra de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid en 1947 y de la que se jubiló en 1959. Un año después falleció en la capital de España.
El ideario de este “portentoso y antidemocratista psiquiatra”, como le califican sus simpatizantes de hoy día, es tan sumamente asqueroso que no merece la pena dedicarle más análisis a su obra. Solo dejemos hablar a este abyecto individuo:
En Biopsiquismo del fanatismo marxista:
“El simplismo del ideario marxista y la igualdad social que propugna favorece su asimilación por inferiores mentales y deficientes culturales, incapaces de ideales espirituales, que hallan en los bienes materiales que ofrecen el comunismo y la democracia la satisfacción de sus apetencias animales. El inferior mental y el inculto encontraban en la política marxista medios de facilitarse la lucha por la vida, al contrario que en cualquier otro régimen político social, especialmente los aristocráticos que fomentan el encumbramiento de los mejores”.
“El imbécil social incluye a esa multitud de seres incultos, torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas”.
“A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella”.
“Entre los marxistas hay un alto índice de temperamentos degenerativos e individuales oligofrénicos. Son poco inteligentes, incultos, borrachos y con una religiosidad por los suelos. El libertinaje sexual parece un elemento común, constituye la tónica de los marxistas norteamericanos. En este sentido, de todos los grupos, los británicos son los que superan en libertinaje sexual a los demás grupos”.
En Eugenesia de la Hispanidad (1937):
“El fenotipo amojamado, anguloso, sobrio, austero, se transformaba en otro redondeado, ventrudo, sensual, venal y arribista, hoy predominante. Tiene tan estrecha relación la figura corporal con la psicología del individuo que hemos de entristecernos de la pululación de Sanchos y penuria de Quijotes”.
“En las clases bajas populares predominan los deficientes mentales y los incultos más que en otros estratos sociales”.
“Para mejorar la raza es necesario la militarización de la escuela, de la Universidad, del taller, del café, del teatro, de todos los ámbitos sociales”.
“Padecemos fuerte marejada de comunismo sexual, gracias a una organización que fríamente propaga la depravación y el libertinaje, con arreglo a una táctica internacional maduramente premeditada. Los comunistas rusos se esfuerzan para que en el mundo entero se extiendan las prácticas que han llevado las mujeres rusas a la más abyecta e infame degradación”.
“Datos tomados de publicaciones oficiales o de la prensa soviética permiten adquirir informes concretos sobre la vida sexual en Rusia. Según dichos informes oficiales, “la mayoría de las jovencitas rusas de 12 y 13 años están desfloradas””.
“He aquí una de las más preciadas conquistas que debemos a la trascendente filosofía de la Revolución francesa, señuelo de la propaganda comunista de nuestros días, que quiere arrasar los últimos vestigios de la llamada moral burguesa, fomentando la depravación como eficaz medio para la rápida realización de modernos ideales. Conjuntamente predicase la “emancipación” de la mujer y la igualdad de sus derechos civiles ante el hombre. Existe una campaña solapada y tendente a la depravación completa de la mujer, con finalidades fácilmente comprensibles”.
“Promovemos, sin perífrasis, la creación de un Cuerpo de Inquisidores, centinela de la pureza de los valores científicos, filosóficos y culturales del acervo popular; que detengan la difusión de ideas extranjeras corruptoras de los valores universales hispánicos”.
Niños y jóvenes anormales (1941):
“Los niños que desde muy pequeños propenden a los tocamientos genitales son débiles metales o psicópatas, pudiendo también comprobarse que al menos uno de los padres es psicópata. En niños neuropáticos de 2 a 5 años se observan hábitos onánicos, muchas veces acompañados de cierta curiosidad sexual y de hiperestesia de la zona genital, onanismo precoz que suele mantenerse hasta la pubertad”.
“En las mujeres juegan insignificante papel los impulsos sexuales internos, siendo fácil a la mujer mantener durante mucho tiempo la virginidad corporal y espiritual”.
“En el mundo afectivo de la mujer domina el factor psíquico, por lo cual es el amor aquello que la impulsa en más del sesenta por ciento de los casos a entregarse al hombre, experimentando casi siempre repugnancia por la entrega y sin que sienta necesidad alguna de satisfacción del apetito genésico. Según ciertas investigaciones estadísticas, solamente el tres por ciento de los casos impulsa el apetito genésico en la mujer a las relaciones sexuales”.
Antes que te cases (1946):
“La mujer moderna ha traicionado la condición de su sexo y se desvía de la función que le ha encomendado la naturaleza, siendo principal culpable de la crisis por el que atraviesa el matrimonio. Vemos la mujer moderna entregada a los deportes, al alcohol, al tabaco, a fantasías literarias o artísticas, al juego de naipes, a la crítica cinematográfica doméstica, a cualesquiera ocupaciones menos acunar bebés. Las muñecas y juguetes similares yacen arrinconadas mientras la nena monta en bicicleta, boxea con compañeras y compañeros y participa en el equipo de fútbol”.
“Es curioso que mientras la mujer moderna exhibe su cuerpo, apenas cubierto por sutilísimas sedas, hace que descuellen artificialmente aquellas características anatómicas de su cuerpo que la hacen apetecible al hombre, usa de afeites propios de las orientales para dar expresión más lasciva al rostro; y es ciertamente curioso que cuando se presenta públicamente con todas las apariencias de una cortesana, reclame emanciparse del hombre, igualdad de derechos políticos y sociales y la misma libertad sexual”.
“La pudorosa doncella luce, descocadamente, sus morbideces ante los tritones que la acechan en la playa, porque le ha bastado vestirse el maillot para que, dotada de nueva personalidad, cambie su posición psíquica frente al medio ambiente. Ahora se comporta en conformidad con la nueva personalidad que representa, y ya no es la pudorosa doncella, sino la valiente deportista, merecedora de la admiración de las gentes por sus vigorosos músculos y fuerza muscular para el deporte de la natación, creyendo que su escultural anatomía no despierta rijosos deseos”.
“Desea la mujer moderna ganarse el pan con el sudor de su rostro, no estar sujeta al marido, y puebla talleres, oficinas, aulas, empeñándose en dedicarse a profesiones para las que no está conformada biológicamente, perdiendo personalidad y salud en tan agotadora lucha con el sexo llamado fuerte. Empero impórtale muy poco a la mujer la perdida de la personalidad femenina y de la salud, pues estimulado su ya exaltado espíritu ambicioso, dotada de admirable tenacidad para la consecución de sus propósitos, pertrechada de las armas de la belleza y del sexo, en su desmedido afán por independizarse, lanzase a carreras y oficios para los que carece de aptitudes naturales, a veces sin reparar en los obstáculos morales o de otra índole que se le oponen”.
“¿Qué decir de esa pléyade de jóvenes aspirantes al puesto burocrático, carentes de la necesaria cultura, muchas veces de rudimentaria ortografía, que sin apenas aprendizaje quieren luchar con el hombre perfectamente preparado? La novela de la mecanógrafa que ha llegado a casarse con el gerente de la empresa se ha incrustado en demasiadas imaginaciones femeninas, desengañándose cuando en los primeros pasos tropieza la mujer con los bestiales ataques al pudor por parte de los sátiros enmascarados en amables jefes”.
“El grupo juvenil sales de excursión campestre, hu��rfanos de materna vigilancia, por aquél entonces no consentida por el proletariado consciente, hoy tampoco por la sociedad elegante, inconsciente. Bucólico y alegre cuadro, digno del pincel de Watteau, si una de las jóvenes no se hubiera hallado en trance de confesar a su padre hallarse en meses mayores. Ruge el honrado artesano, maldice las ideas anticristianas que le inculcaron, y surge el clásico interrogante: ¿Quién fue el canalla? púdicamente responde la niña que lo ignora, “porque cada Domingo se le asignaba una pareja distinta, a fin de fomentar los sentimientos de compañerismo entre los jóvenes socialistas”.
“La mujer desviada accidentalmente del bien, vuelve mucho más difícilmente al buen camino, por lo cual cuando una mujer es mala es mucho peor que un hombre, y la mujer es mala cuando ha perdido sus sentimientos religiosos”.
“El matrimonio ofrece grande y benéfica influencia social: moraliza a los cónyuges, disminuye la prostitución, el concubinato e incluso la delincuencia y libera al hombre de su fiebre sexual”
En Psicología de la conducta antisocial, s/f:
“El hombre debería a la hormona sexual masculina sus cualidades de valor, de escasa emotividad, de dominio de sí mismo, de estabilidad psíquica, de mayor firmeza de la inteligencia, de tendencia al pensamiento abstracto e independiente. La mujer agradecería a las hormonas ováricas sus virtudes de ternura, de piedad de abnegación y de dulzura”.
Dejo para el final la que, posiblemente, sea la frase más “profunda” que pudo crear este Catedrático de Psiquiatría y que es la “perla” más genuina de todo el gabinete de frikis que hemos presentado:
“LA FEALDAD DE AZAÑA ATRAIA LAS FUERZAS DEL MAL, MIENTRAS QUE LA SONRISA EQUILIBRADA DEL CAUDILLO ATRAIA A LOS DEFENSORES DEL BIEN”.
2/3/2024
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HA FALLECIDO, A LOS 88 AÑOS, EL MAESTRO ENRIQUE DUSSEL (1934 – 2023), A QUIEN RENDIMOS HOMENAJE CON ESTA ENTREVISTA QUE CONCEDIÓ EN EL 2019
Nuestra gratitud enorme a uno de los más grandes filósofos latinoamericanos de nuestro tiempo, “filosofo de la liberación”, junto a nuestro recordado Augusto Salazar Bondy, a quien le unía una gran amistad. Gracias, muchas gracias, por todo, ¡¡¡Maestro!!!
Enrique Dussel: “La Ecología debiera ser le medicina que trate la gran enfermedad de la tierra: la destrucción ecológica”.
Enrique Dussel se define a sí mismo como “Filósofo”, además de ser historiador y crítico teológico. Nació el 24 de diciembre de 1934 en La Paz, un pequeño pueblo de la provincia de Mendoza en la Argentina. Cosmopolita y de espíritu inquieto, luego de graduarse de Filósofo en la Universidad Nacional de Cuyo (UNC) vivió en varios países de Europa con la finalidad de continuar sus estudios (España, Francia y Alemania, entre otros) y en Israel. Volvió años después habiéndose doctorado en Filosofía, en Historia y con estudios en Ciencias de la Religión, para establecerse otra vez en su país. El 2 de octubre del año 1973 -por sus vínculos ideológicos con los movimientos revolucionarios argentinos- un grupo de tareas atentó contra su vida al colocar una bomba en su propia casa. Desde entonces vive en México, donde se nacionalizó y ha producido la mayor parte de su obra. La misma cuenta hoy con más de 50 libros y más de 400 artículos traducidos a varias lenguas, lo que ha generado una gran cantidad de disertaciones sobre un pensamiento ético-crítico y transformador en todo el planeta.
El afamado Filósofo, reconocido como uno de los creadores de la Filosofía de la Liberación e inspirador de miles de militantes y pensadores en todo el mundo, fue recientemente nombrado miembro de la Academia de Ciencias y Artes en los Estados Unidos y ha recibido reconocimientos similares en todos los rincones del mundo. Nos recibió en su casa en la Ciudad de México, para conversar sobre diversos temas: la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, el cambio climático y los posibles destinos no sólo de América Latina sino del mundo y la humanidad en general. Presentamos a continuación la excepcional charla.
P: En su Ética de la liberación del 1998 cita usted a Humberto Maturana. El afamado biólogo chileno suele comentar que “no es que exista algo así como “la vida” en sentido abstracto, o a manera de entelequia, sino que existen seres vivos autopoiéticos”. ¿Qué piensa usted de tal afirmación?
ED: Bueno realmente lo que propone Maturana tiene mucho que ver con la ética como yo la concibo. La vida es autopoiética. Las plantas y los animales van reproduciendo la vida y en un proceso como anti entrópico porque van sacando lo más de lo menos. El mundo físico, astronómico, va gastando energía y se va degradando. En cambio la vida es como un proceso anti entrópico porque van creando cosas nuevas, etapas cualitativas superiores. Alrededor de lo humano la vida ha logrado su mayor complejidad y un desarrollo todavía indefinido hacia el futuro. Esto si es que cambiamos los usos de la civilización, que ha empezado en cambio ya un proceso entrópico geométricamente desarrollado que va a llevar a la extinción de la especie humana. Ya 5 veces la vida mató más del noventa por ciento de los vivientes y la última fue la etapa de los dinosaurios. Estamos en la quinta etapa pero el antropoceno -la etapa del ser humano- parece que está terminando si seguimos el camino que hemos emprendido. Vamos a destruir la vida humana y también gran parte de la vida que es parasitaria de nuestra vida. Por lo tanto empezamos quizás a augurar una sexta etapa de la vida, que no será el fin de la vida ya que de las cucarachas y los ratones y otros tipos de insectos y animales pequeños es posible que salga la próxima etapa de la vida donde el Homo Sapiens habrá desaparecido porque se produjo un proceso suicida. Estamos en el tema vida muerte.
P: Y respecto al tema de la vida, central en la Filosofía de la Liberación, ¿podría usted ofrecernos alguna definición de la “vida humana” en particular?
ED: La muerte y la vida de la que hablamos no es el concepto de vida, ni la buena vida, sino fácticamente el hecho de vivir y esto no necesita definición. Un niño sabe muy bien si uno le muestra figuritas: una piedra, una casa, un árbol y una flor a un niño de 4 años y le dice: a ver dime de estas figuritas cuáles son de seres vivos. No se le escapa una, sabe lo que es un ser viviente. La vida es el punto de partida de todo lo humano. La política tiene que ver con la afirmación de la vida. La economía tiene que ver con la afirmación de la vida. Podemos decir que la vida es la condición absoluta y universal de todo lo que hace el ser humano. Si matamos las condiciones que permiten reproducirse y crecer la vida entonces es un acto malo, y es un acto bueno sí permite la reproducción y crecimiento de la vida. Pero claro, a veces unos explotan a otros y viven también de los otros. Esa sería la injusticia económica, por ejemplo, pero sigue siendo un tema de la afirmación o negación de la vida. Lo malo sería necrófilo, el que ama la muerte. Y biófilo sería el que ama la vida.
P: La concepción médica occidental piensa “la vida” del ser humano en sentido dualista, el cuerpo (soma) por un lado y la mente (psique) por otro, cada cual de forma separada con sus respectivos “síntomas” y “padecimientos”. Además, lo aísla de su contexto histórico, social, cultural, político y filosófico. ¿Piensa usted que la medicina moderna debiera modificar tal antropología de raíz griega-cartesiana y pensar al ser humano desde otra perspectiva?
ED: La medicina igual que todas las ciencias toca directamente el tema de la vida. Es el arte de curar, es decir evitar la enfermedad para prolongar la vida. Esta debiera ser la esencia de la medicina. Pero como el ejercicio de la afirmación de la vida se da en estructuras ideológicas, políticas, económicas y demás, tenemos que ver que la propia medicina primero responde a un concepto de la vida. Entre los griegos el cuerpo era la vida. El alma daba la vida al cuerpo pero la medicina un poco sanaba al cuerpo. Claro que decía: una mente sana en cuerpo sano. Pero la mente no era objeto propio de la medicina sino más bien el cuerpo. Y muchas veces la medicina actual por el modo de intervención también sigue pensando que el tema fundamental es la corporalidad sufriente -como enfermedad- que supone una vida no cumplida. Y entonces a la medicina yo la podría definir como una ciencia, una institución e instrumentos que afirma la vida y lucha contra la enfermedad. Pero a su vez, la enfermedad también va definiéndose de otra manera en la historia. En la Edad Media se pensaba que un enfermo podía ser sujeto de una acción demoníaca. Entonces se hacía un exorcismo del demonio para sanar a alguien porque el mal era habitada por un espíritu maligno. Nosotros más bien vamos hacia una visión más material. No digo corporal porque eso es distinto.
P: ¿Cuáles piensa que son los factores e intereses que determinan las nociones de Enfermedad y Salud en la actualidad?
ED: Hay como una gran influencia de la farmacología. Se dan fármacos que son producidos por una industria que sana la enfermedad con una intervención a veces violenta del médico. Ahora lo que no pensamos muchas veces es que esos fármacos forman un sistema de transnacionales- por ejemplo, Bayer- que producen no solo granos de semillas transgénicas sino también fármacos. Pero al ser una transnacional capitalista su finalidad de fondo es sacar ganancias. Entonces yo podría decir que la farmacología es algo así como la técnica por la que el capital logra ganancia a través de la explotación de la enfermedad. Es así que los pobres no pueden comprar las medicinas más exquisitas para poder sanar las enfermedades nuevas que se producen. Quiere decir entonces que también hay un problema económico que determina el uso de la medicina y el médico en cierta manera es un instrumento de un gran sistema de explotación de la enfermedad.
Habría que empezar a ver cómo funciona eso. Hoy un médico normalmente cobra una visita lo que cueste o trabaja para una clínica. Laín Entralgo que fue un médico español tiene una historia de la medicina. ¿Desde cuándo cobra privadamente un médico a un cliente enfermo? ¿Desde cuándo y por qué lo hace? ¿Acontecía eso en todas las culturas? ¿Acontecía eso más allá de la Edad Media? ¿Desde cuándo se cuantifica económicamente el servicio de un Médico?
P: Usted fue Rector de la UACM y es Profesor Universitario. ¿Cuál es el rol de la formación Universitaria y de la producción de conocimiento en estos temas?
ED: El servicio del médico funciona para evitar la enfermedad. Y por lo tanto el médico se transforma en instrumento de un sistema. En la Facultad de Medicina se estudia la anatomía, la fisiología y una cantidad de partes de la ciencia médica para luchar contra la enfermedad. Pero no se estudia todo el sistema de la explotación de la enfermedad. Eso ya sería metafísica, o ética, y parece que no corresponde a la Medicina. Pero es justo el tema. El médico es un instrumento del capital, y por eso hay una medicina para las clases altas que pueden pagar y una “medicina masiva” para los que no pueden pagar, que por supuesto se mueren antes aunque la vida haya crecido en cuanto a su duración cuantitativa.
Lo cual crea a su vez otro problema, de pronto la tierra se hace pequeña para una expansión de la especie Homo. Ya no fue hecha la Tierra para esa cantidad de personas, empezamos a ser demasiados. Claro, la manera en que hoy se soluciona el tema es que los pobres mueran. En realidad lo racional sería no concebir tantos nuevos natos para que bajáramos la demografía y la tierra volviera a crecer. Hay situaciones políticas y económicas que determinan la Medicina y ésta a veces no capta toda esa complejidad. Por eso el tema ético en la medicina y de la formación de profesionales de la salud es volver al origen. Afirmar la vida del ser humano y no tanto explotar la enfermedad que puede parecer lo mismo pero no es lo mismo porque la explotación de la enfermedad se hace cada vez más cara para los que enfrentan los últimos días de la vida. Pero al mismo tiempo el sistema económico produce pobres que mueren antes de tiempo porque no pueden realmente pagar ese tipo de Medicina. Claro, hay que de alguna manera socializar la Medicina. Quiere decir que hay un problema de injusticia en cuanto a las lucha contra la enfermedad.
P: ¿Cómo podría descolonizarse el discurso occidental-moderno en el campo de la Salud- condicionado como ya mencionó por fuertes intereses económicos- desde una mirada propia de las mayorías populares y desde la perspectiva de la Filosofía de la Liberación?
ED: Para la Filosofía de la Liberación, el primer principio ético válido para todas las acciones humanas y también para la medicina sería ocuparse de afirmar la vida y efectivamente prolongarla en el tiempo de una manera feliz. Eso es el principio material de la ética. El segundo principio es cómo afirmaremos la vida y ahí viene ya el consenso, la organización política que se formula en un principio democrático. No es asunto que el dictador diga cómo se afirma la vida sino que el pueblo pueda definir cómo va a distribuir esa vida. Y después el tercer principio es el de factibilidad, es decir que sea posible eso que se ha decidido de cómo hay que afirmar la vida. Esos tres principios en la Medicina funcionan muy bien, pero como dijimos hay injusticia. Ahí tenemos una cantidad de problemas que guían una reflexión sobre la transformación del sistema de la salud: que es afirmación de la vida y lucha contra la enfermedad pero dentro de una distribución justa de los medios para llegar a esos fines.
Eso supone también un estado que se ocupe de la salud como un derecho humano y que cree los instrumentos para que realmente llegue a la gente una medicina como debiera ser. El tema es que hay que cambiar las estructuras no sólo de la medicina sino de la economía, donde ya la finalidad no sería el aumento de la tasa de ganancia sino el aumento de la cualidad de la vida. Hay un dilema entre el aumento de la ganancia y el aumento de la calidad de vida, la felicidad. En Argentina hay un dicho que dice que un ladrón se acerca y le dice a alguien: la bolsa o la vida. La bolsa sería el dinero y la vida pues, le pego un tiro. Pero si la tomamos en serio a la propuesta, sería o la bolsa de Wall Street o la vida humana. El sistema mundial nos pone a todos un en la cabeza. Entonces de pronto la medicina se liga a la economía pero a su vez la economía se liga a la política porque cambiar hoy el sistema económico conlleva medidas políticas muy fuertes.
Esta realidad supone una nueva teoría y también claro se puede decir una ética pero no es una ética de los valores o una ética de una honestidad individual para decir que yo soy bueno. No, no. Tiene que ser una ética realmente pensada desde las estructuras reales. ¿Quién va a invertir un peso si no saca más porcentaje anual que si lo invirtiera en otra cosa? La racionalidad es el aumento de la tasa de ganancia, eso es real. Y el que no hace eso se funde, y si se funde pues la empresa que tenía cierra y los que trabajaban en esa empresa quedan sin trabajo. Entonces la cuestión es grave y es de conjunto, pero estamos llegando a límites y justamente la vida vuelve a estar en el Horizonte próximo porque ecológicamente estamos destruyendo las condiciones que posibilitan la reproducción de la vida. El aumento de la temperatura, el hueco de ozono, los plásticos que invaden los océanos. Ya ahora hasta el más rico súper millonario de Wall Street también va a respirar aire contaminado, va a tomar plástico y se va a morir como el último pobre. Claro, no tan rápido. Primero van a morir los pobres, pero los demás también. Y además cuando se mueran los pobres, ¿Qué van a hacer los otros? Estamos ante un tiempo apocalíptico, en el fin de los tiempos en un sentido medio mítico. Porque no hay mucho futuro para la humanidad si sigue cómo está y en eso ya entonces la medicina pasa a la ecología. La ecología se transforma como la medicina que ahora trata la enfermedad de la tierra que es la destrucción ecológica. Esa es la gran enfermedad. Y cómo lograr entonces que la vida continúe para las próximas generaciones. Por eso conmueve éticamente pero racionalmente la niñita de dieciséis años sueca que el otro día se dirigió a una asamblea de científicos. Eran como mil y la niñita en un inglés muy bueno dice nosotros las futuras generaciones le estamos pidiendo que cambien el orden o vamos a morir. Y cuando dijo eso a la niñita se le salió la lágrima. Entonces dijeron: esto es nuevo. Nunca había habido en la historia una rebelión de los niños. Pero no con chistecitos, sino al fondo del tema: nos van a destruir la Tierra y nosotros vamos a ser las víctimas. Eso supone una ética fuerte y una redefinición también de la Medicina.
P: ¿Cómo evalúa la realidad de América Latina a la luz de estos debates? ¿Qué impacto podrá tener la irrupción del gobierno de AMLO en México y qué cosas se juegan en la elección presidencial de Argentina de fin de año?
ED: México hoy está en medio de una batalla política y económica. Porque si toma cierta medida el capital se le retira, baja la moneda, entra en crisis el país y es una hecatombe. La política tiene que ver cómo maneja el tema económico. No es nada fácil hoy decir vamos a hacer lo que hizo Lenin, un estado donde los productores sean propietarios de la empresa y define el socialismo del siglo XX. Eso no es tan fácil, hoy el capital está muy organizado y ya conoce la experiencia y sabe cómo luchar contra ellos.
Al comienzo de este siglo hubo lo que llamamos una primavera política. Yo escribí mi librito “20 tesis de Política” diciendo que después de 500 años estamos viviendo una primavera política con las Madres de Plaza de Mayo, los piqueteros, los sin tierra, los cocaleros. También con los gobiernos de Ecuador con Correa, Bolivia con Evo Morales, Guatemala, el Foro Mundial de Porto Alegre. Néstor Kirchner en Argentina, Tabaré Vázquez en Uruguay, Lula en Brasil. Bueno, parecía que estábamos en una nueva etapa. Y en poquitos años, Raff! Yo creo que hubo dos pasos adelante y uno atrás. Pero no es solamente nosotros, EEUU estaba distraído con el Medio Oriente queriendo chuparse todo el petróleo y cumpliendo las órdenes del Sionismo. No de Israel, pero sí del Sionismo haciendo añicos todo lo que podía ser un peligro para Israel. Y entonces se metió en Medio Oriente, ¡y salió derrotado! Porque no gano ninguna batalla y ahora sale y saca sus soldados de Irak y no ha ganado la batalla. En Siria tampoco. Ha destruido Libia, pero no la ha conquistado. Entonces dijo bueno ya hicimos bastante lío, volvamos a lo nuestro. Y por desgracia vuelve a América Latina y tenemos en frente al de siempre, al Imperio. Nos ha hecho retroceder, y siempre con nuevos métodos. Antes eran las dictaduras militares, ahora se las ha arreglado para corromper al sistema judicial. Y ahora los golpes de Estado son judiciales, ¿¡Quien lo hubiera dicho!? A Lula lo meten preso, a Cristina Kirchner la quieren meter presa también. Bueno, tendremos que ver cómo depuramos el sistema jurídico. Ha habido un paso atrás, pero ha sido desastroso también para el Neoliberalismo. Macri es un desastre, ¡Bolsonaro que hablar! Otro Trump. Y esto no tiene solución, porque se entregan a EEUU. Y EEUU no tiene ninguna corresponsabilidad y ya que se entregan los explota mejor. No tienen una doctrina a mediano plazo. Pero ahora se viene la inmigración de Centroamérica. ¡Que la produjo EEUU! Han hecho una dictadura en El Salvador. La piña de Costa Rica tiene un precio pésimo. Pagan muy bajo el valor del plátano en Guatemala. Entonces la pobreza se viene como inmigración.
Habíamos tenido un pequeño triunfo, pero ahora la derecha está apoyada por los EEUU sobre todo golpeando a Venezuela haciendo creer que Venezuela no ha solucionado nada. Pero a Venezuela los mismos EEUU le cortaron hasta el papel higiénico. Qué decir las medicinas. Y se lo atribuyen al Chavismo pero la verdadera causa es el bloqueo del Imperio ante un país chiquito que no puede defenderse.
Entonces tenemos un EEUU que se está reposicionando y un Trump que está cada vez más absurdo pero que muchos lo siguen porque hay una derechización del sentido común. Pero también ha perdido hegemonía en manos de China. Entonces estamos en medio de una grave crisis política y habrá que actuar con mucha inteligencia. No es posible una revolución rusa ni cubana. Es cómo llevamos adelante en este tapa dura de Estados Unidos una nueva posibilidad y es por eso que en México se está jugando algo muy importante que es la posibilidad de resistir sin ortodoxia porque aquí no funciona ya la ortodoxia socialista. No hay aquí Socialismo del Siglo XXI, ¡¿Qué va a haber?! Sería más bien un Neoliberalismo débil, lo cuál sería ya muy bueno. La factibilidad se hace fundamental y la defensa de lo propio es fruto de una gran inteligencia política. Pues eso es lo que está mostrando hoy López Obrador. Pero tiene muchísimos problemas internos: la criminalidad, la droga que tiene el mercado norteamericano, la matanza por las armas que exporta EEUU. O sea que la causa de los problemas de México son los EEUU, y ni siquiera se les puede recordar esto porque se vuelven histéricos. Pero el señor Trump no piensa que el problema es que están drogados todos los norteamericanos, son el mayor mercado de consumo de droga. Y es porque son un pueblo insatisfecho.
La situación es complicadísima y exige una filosofía política de gran realismo crítico. Con una ética muy fuerte por un lado, y por el otro de una inteligencia grande para poder jaquear al monstruo norteamericano. Ahora es un factor muy importante en América Latina porque México había jugado siempre en favor de los EEUU. Es fundamental por la relevancia de México y por sus dimensiones en el continente, y yo creo que en Argentina va a caer Macri y a Bolsonaro cuando le toque también va a caer. No subirá un gobierno revolucionario, subirá un gobierno que cambiará los huecos gigantescos que ha dejado Macri. La gente va tomando conciencia de que la situación es difícil y que hay que comprometerse. Estamos en la lucha por la Segunda Emancipación. La primera fue en 1810, y ahora estamos en la segunda. Lo decía José Martí, y también José Carlos Mariátegui. ¿Y cómo luchar sino abriéndose militarmente a Rusia y económicamente a China? Al menos para jugar al tercer lugar, ni uno ni otro. La situación es muy difícil pero la historia continúa y los pueblos seguirán luchando.
Yo digo: no soy optimista, pero no pierdo la Esperanza. Cuando todo el mundo dijo esto es una catástrofe terminó la etapa progresista de América Latina yo dije que era una etapa en la que el progresismo recibió un golpe merecido porque también no hizo cuidado en la corrupción y otras cosas. Tampoco se desarrolló una teoría, como señala Frei Betto. Y bueno, ahora hay que hacer la autocrítica, pertrecharse y avanzar lentamente. El pueblo aprende por el sufrimiento, no hay otro. No es por clases. Los teóricos podemos formular para aclarar las causas de ese sufrimiento y darle un camino pero el que sufre tiene la inteligencia más abierta para entender quién es quién. Siempre y cuando los medios de comunicación no les tergiversen todas las categorías de interpretación y le hacen interpretar la realidad al revés. Pero en eso las redes mismas de los celulares van creando una mediocracia paralela que empieza a funcionar ya más fuerte. La gente no se traga todo tan fácil, pero todavía sigue siendo muy fuerte. Sería de esperar que si cae Macri, termine Clarín para siempre y los metan presos a todos de una vez por todas. Pero si los siguen queriendo mantener, los van a tener que seguir sufriendo.
Es el largo camino de la Historia. Solo que ahora ya estamos viendo el proceso, ya no nos enseñan los norteamericanos o los europeos. Tenemos una visión propia y hasta les podemos enseñar cómo se lucha contra el imperio. Los mismos Europeos están despistados. Vivían a la sombra de EEUU y se les movió el árbol y ahora quedaron al Sol y tienen que empezar ellos a hacer las cosas y se dan cuenta que están mal preparados. Y en eso tenemos más aliados. Yo tengo Esperanza, no soy optimista.
Sobre los entrevistadores:
Manuel Fonseca - Médico. Consejero Directo Facultad de Ciencias Médicas de La Plata. Director de la Cátedra Libre de Salud “Ramón Carrillo” de la UNLP.
Omar García Corona - Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Miembro de la Asociación de Filosofía y Liberación (AFyL México).
Facundo Tineo - Médico. Docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Fuente: https://www.biodiversidadla.org/Recomendamos/Enrique-Dussel-La-Ecologia-debiera-ser-le-medicina-que-trate-la-gran-enfermedad-de-la-tierra-la-destruccion-ecologica
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"Sólo la falta de comprensión y la maldad pudieron calificar esta doctrina de atea. Nadie se ha pronunciado más sublimemente sobre la divinidad que Spinoza. Podría decirse que en vez de negar a Dios, negaba al hombre. Todas las cosas finitas no son sino 'modi' de la sustancia infinita; todas las sustancias finitas están contenidas en Dios; el espíritu humano no es más que un rayo luminoso del pensamiento infinito; el cuerpo humano, no más que un atomo de la extensión infinita. Dios es la causa infinita tanto del espíritu como del cuerpo, natura naturans"
Heinrich Heine Sobre la Historia de la Religión y la Filosofía en Alemania
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Marxismo para dummies
A nuestra edad, hemos escuchado el nombre de Karl Marx infinitas veces en diversos ámbitos de nuestra vida, desde memes en Facebook, hasta en las peleas políticas familiares. Es uno de los muchos nombres que la sociedad siempre se ha jactado de conocer perfectamente, pero en realidad sobre su pensamiento y trabajo llegamos a tener muy poca información, y la que tenemos ni siquiera logramos entenderla al cien por ciento. El pensamiento marxista ha causado controversia desde que se dio a conocer y es una de las más complejas formas de ver al mundo y la relación que nosotros tenemos con el mismo. Y es justo cuando dejamos atrás las escasas preconcepciones que tenemos al respecto y nos zambullimos un poco en la cabeza de Marx, que nos damos cuenta del pensamiento tan complejo y revolucionario que tenemos enfrente.
Karl Marx nació en Tréveris, Alemania el 5 de mayo de 1818. Esta es una de las muchas situaciones de la vida de Marx que fueron clave para el desarrollo de su pensamiento, era como si el universo hubiese querido que todo saliera justamente de esta forma. Tréveris es pieza clave en el contexto de Marx porque servía como una especie de puente entre dos culturas: la alemana y la francesa, generando en esta ciudad una gran mezcla de contextos y pensamientos. La familia de Karl era de ascendencia judía y contaba con una larga lista de rabinos, entre ellos su padre Hirschel Marx quien decidió convertirse al cristianismo, adoptó el nombre de Heinrish Marx y contrajo matrimonio con Henrietta Pressburg con quien tuvo cuatro hijos.
La educación de Karl comenzó en forma a nivel secundaria en el Instituto Friedrich Wilhelm en Tréveris, donde estuvo recibiendo de 1830 a 1835 una educación con enfoque humanista. En 1835 ingresó a la Universidad de Bonn para estudiar Derecho, donde solo permaneció un año y fue en este tiempo cuando comenzó a leer a autores como Marsilio Ficino y Pico della Mirandola; quienes tenían un pensamiento orientado a “el hombre es posibilidad, potencia e incertidumbre”.
En 1836 Marx pasó una temporada en Tréveris, donde con dieciocho años se comprometió con una vieja amiga de su familia: Jenny von Westphalen. Karl y el padre de Jenny tuvieron cierto acercamiento al menos en el ámbito intelectual, pues fue el señor Westphalen el que inició a Marx en la lectura de clásicos como Homero, Dante y Shakespeare.
Ese mismo año, por consejo de su padre, Marx se traslada a Berlín para continuar sus estudios jurídicos. Es durante este periodo que continúa con su interés por la filosofía y la historia, las cuales estudiaba en su tiempo libre. También es en Berlín donde comienza a tener sus primeros acercamientos al pensamiento de Hegel, con quien muchas veces contrastaba en punto de vista pero que de una u otra forma lo mantenía encantado por su nivel de complejidad intelectual. Es en Berlín donde comienza a interesarse por la filosofía del derecho, otra rama de pensamiento que será crucial para la concepción del pensamiento marxista. Durante este tiempo también desarrolló más su lado artístico, dejándonos dos cuadernos enteros de poesía dedicada a Jenny. Aquí es cuando podemos ver que el pensamiento de Karl comienza a ir en todas direcciones, no sabiendo exactamente a donde planea llegar.
Para 1838 Marx comienza a ampliar sus horizontes de pensamiento participando en revistas y círculos de discusión con postgraduados y maestros. Entra al Círculo de los Doctores, una asociación universitaria donde existía una libertad crítica que no se podía encontrar en la universidad, y donde les tomó gusto a las discusiones sobre religión y política. Aquí es donde conoce a dos personas que también influirán fuertemente en su pensamiento y actividades futuras: Adolg Rutenberg, que lo inicia en el mundo del publicismo; y Bruno Bauer, quien era el jefe de los jóvenes hegelianos. Y es justo la mezcla del acercamiento a estas personas y su “pasión desbordante” por Jenny, lo que lo llevó a escribir poemas y en ellos darse cuenta de la afinidad que tenía por el pensamiento de Hegel.
“Nunca más flotaré sosegado;
el alma profundamente emocionada,
nunca más descansará plácida,
lucho sin descansar.
(…)
Me envuelve una fuerza perpetua,
un rugido y un ardor incesantes;
no me puedo conformar en la vida
ni andar con la corriente.
Quiero comprender los cielos, impregnarme de los mundos. Y en el amor y el odio
vibrar y seguir creciendo.
Quiero alcanzarlo todo,
los favores de los Dioses,
adentrarme sin miedo en el saber,
comprender música y arte.
Los mundos inmóviles destruiré yo mismo
porque no los puedo recrear
porque no escuchan mi llamada, enmudecidos por el conjuro.
¡Ay! Los muertos y mudos miran
burlones nuestras hazañas.
Nos derrumbamos y nuestra labor también
y ellos siguen andando.
Pero no cambio mi destino por el suyo.” (Fernández Buey 2009, 35-36)
Al conocer un poco de los primeros veinte años de su vida, podemos notar que Marx recibía estímulos intelectuales y culturales donde quiera que iba, y que todos ellos eran muy diferentes entre sí. Es justo aquí donde quiero enfocarme, porque el que de pronto llegaran a su vida el romanticismo alemán, los economistas, los socialistas, la filosofía continental, etc. Hicieron que el pensamiento de Karl se volviera un enfoque complejo y transdisciplinario. Esto significa que la teoría marxista enfrenta problemas que trascienden el pertenecer solo a una disciplina y es justo la mezcla de varios enfoques lo que nos da una imagen más exacta del problema al que nos estamos enfrentando, sobre todo cuando es algo tan complejo como el sistema económico por el que se rige nuestra sociedad. La crítica es el elemento central que nos ayudará a comprender mejor el pensamiento de Marx; es el núcleo que lo inspiró a cuestionar todo cuanto se le ponía enfrente y así elaborar una teoría en extremo compleja.
La crítica marxista es la forma de construir conocimiento que pretende cuestionar, conocer y derrumbar los conceptos que “resumen” y rigen nuestro mundo; lo que hacen pasar a las particularidades como si fueran cosas generales que afectan a toda la población y a sus relaciones por igual. Esta situación de generalización es fuertemente criticada por Karl en la medida en la que acontece efectivamente en el capitalismo la economía política. De esta manera los conceptos con los que percibimos nuestra forma de manejarnos en el mundo son en su mayoría abstracciones reales.
Estas abstracciones son construcciones conceptuales que pretender representar lo real partiendo de manifestaciones parciales o limitándose a lo empírico. Como ejemplo podemos utilizar la idea y concepto que tenemos sobre el dinero. El dinero para nosotros actualmente es algo que está tan arraigado a nuestra vida diaria que pocas veces nos ponemos a pensar más profundamente lo que ese dinero representa. Ahora cada vez que nos acercamos a una tienda, lo primero que observamos es el precio, ese precio nos hace pensar automáticamente en la forma en la que pagaremos por el producto. (Si en este momento nos limitamos a hablar únicamente del pago en efectivo, todo quedará más claro.) Si mi intención es comprar una paleta congelada en mi OXXO más cercano, pagaré con mi billete azul de $20 pesos y podré tomar mi paleta y salir de la tienda tan rápido como entré. La abstracción real entra en juego cuando nosotros le damos a un trozo de papel azul la significación suficiente para obtener algo a cambio; sin ponernos a pensar en cómo esa significación ahora es universal. De esta forma dejamos de lado parte importante del concepto que tenemos enfrente, limitándonos a la idea ya arraigada en nuestra mente y a la acción sin análisis.
Otra parte clave en la crítica de Marx, la encontramos cuando hablamos del concepto praxis como algo que únicamente se limita a lo conceptual o lo sensible, sin ver más allá. Karl planteó de una forma más que sencilla su crítica en cuanto a este tema en las Tesis Sobre Feuerbach, donde en la tesis número XI nos dice lo siguiente:
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.” (Marx 1888)
Lo que Marx quiere exponer con esto, es que la práctica humana no es solo material y sensible, sino que puede ser concebida también como una praxis revolucionaria. La forma revolucionaria de la práctica entonces, sería la intervención efectiva del ser humano en el mundo con el trabajo. Karl también toma como tarea reivindicar el carácter ontocreador del humano, eso significa reivindicar la manera en la que intervenimos en el mundo y como cuando lo hacemos estamos tomando el papel de crearnos a nosotros mismos. Aunado a esto, lo que provoca que la praxis sea tan importante no es únicamente la revolución de la misma, sino el encuentro entre teoría y acción, entre reflexión y creación de mundo; esto nos da el ángulo necesario para efectivizar nuestra vida.
La crítica de Marx es tan extensa que podríamos dividirla en varios ejes específicos y uno de ellos sería la crítica conceptual. Aquí se pretende dar cuenta de los conceptos específicos que, en la sociedad burguesa, la economía política y la filosofía idealista se generalizan como si fueran una dinámica que involucra a todas las clases sociales en su totalidad. Es una crítica que opera al nivel de cómo nombramos las cosas y su manera de trabajar es meterse en el concepto y “cavar” hasta encontrar las contradicciones que existen en el mismo para después hacerlas salir. Es la parte corrosiva del pensamiento marxista; planea desintegrar lo que conocemos para quedarnos con las partes más fundamentales y acertadas. Es incluso meterse al discurso propio para una vez ahí, encontrar contradicciones. Para que esta parte quede más clara, podemos volver al ejemplo del dinero. Nuestro concepto de dinero hace que cuando escuchamos/leemos esta palabra, automáticamente pensemos en monedas y billetes; dos cosas que podemos “intercambiar” por algún objeto en las tiendas. Hasta aquí todo va bien, no hay nada del otro mundo, pero es justo cuando (como en mi ejemplo anterior) vamos al significado que todo esto tiene, donde encontramos el problema. La contradicción más básica cuando hablamos del concepto “dinero”, es que es justamente un concepto que actualmente provoca guerras silenciosas (o no tanto) y muchas muertes a lo largo y ancho del mundo, aunque al final, el dinero en su manifestación más burda y común (con la que nosotros nos relacionamos) es un mero trozo de papel, o un pedazo decorado de materiales férreos. Marx nos habla de contradicciones justamente en esto, en como algo que se nos presenta como natural e imprescindible, es únicamente significación sin sentido.
Siguiendo con nuestro hilo acerca de la crítica, algo que identificaba a Marx en el ámbito intelectual (y en todos los demás) eran sus constantes ganas de cuestionar todo lo que estaba dicho y es por eso que un factor que le ayudó a desarrollar de forma más precisa su pensamiento fue el criticar a los pensadores anteriores a él y a sus contemporáneos. Aquí vuelve la característica corrosividad de su crítica, provocando que desintegre el pensamiento ajeno para conservar lo que le sirve y a partir de eso, ir generando sus teorías y pensamiento propios. De esta forma, los demás pensadores se vuelven los peldaños que ayudaron a Marx a poder ver la vida desde otro punto de vista.
En cuanto a su crítica al capitalismo, podemos decir que es una crítica a la realidad en sí misma. Se centra en criticar la manera específica en que esferas como la economía, la política, la moral, etc. Se presentan dentro del capitalismo. ¿Qué forma particular toma el trabajo en el capitalismo? ¿Qué forma particular toma la gestión de lo público? Es dejar de lado las apariencias y entrar en como la visión que tenemos de estos temas afecta la manera en la que nos relacionamos con los mismos.
Un punto que también abarcó gran parte de su crítica fueron los fallos y desacuerdos que encontraba con el materialismo tradicional. Este materialismo estaba enfocado en lo puramente sensible, tangible y material; sin observar la esencia del objeto o algo más allá de su imagen. Una discusión importante dentro de esta corriente de pensamiento es lo que sucede en la interacción del sujeto y el objeto; aquí tenemos contraste entre el punto de vista idealista de Hegel, quien nos dice que el papel principal de esta interacción lo tiene el sujeto, ya que el objeto es pasivo y su existencia es únicamente para poder ser observado y utilizado por la mujer. Mientras que, para Ludwig Feuerbach, filósofo materialista alemán que será de los principales en influenciar los cuestionamientos de Marx, el sujeto tiene un papel secundario y su única intervención con el objeto es el acto de observarlo, este no puede modificarlo en ningún sentido. A todo esto, Marx aporta su pensamiento radical y niega estas dos concepciones; argumentando que el pensamiento de Feuerbach se queda a mitad del camino en esta concepción y así él entrega al mundo su argumento y genera el concepto de materialismo práctico.
Contando con esta base, Francisco Fernández Buey en su libro “Marx (sin ismos)” divide el materialismo práctico en tres ejes, los cuales son:
1. Materialismo Práctico: Momento en el que el ser humano se involucra con su entorno, aplicando la llamada praxis. Su relación con el mundo deja de ser contemplativa para evolucionar a involucrarse de forma activa con lo que le rodea. Se considera que la verdad únicamente se puede encontrar dentro de la praxis.
2. Materialismo Histórico: Esto nos habla de cómo el ser humano se produce a sí mismo. Es un materialismo que intenta captar el verdadero proceso de producción y todo lo que en él se involucra (como las relaciones sociales y los efectos que la producción tiene en las personas). Considera la historia como la forma de rescatar la manera en la que el humano persigue sus propios fines y relaciona lo material con la ideología y como ésta misma puede afectar la forma en la que se le concibe y la relación que se tiene con el objeto.
3. Materialismo Económico: Es un eje que da prioridad a las relaciones de propiedad, producción, distribución y consumo de bienes. Marx se enfoca en las relaciones dado que esto representa lo contrario a lo que hace el capitalismo, que sería fijar la atención en los objetos, en lugar de analizar y enfocarse en como el ser humano se relaciona con los mismos. Nos hace voltear a ver la división del trabajo que se ha configurado a lo largo de la historia, cómo está actualmente y cómo afecta a los humanos en su relación con ellos mismos y con los demás.
Y es justo aquí, cuando ya entendemos lo que es materialismo, cuando confrontamos a las dos partes vitales de la concepción del pensamiento marxista: materialismo y dialéctica. Es Bolívar Echeverría en su libro “Materialismo de Marx: Discurso crítico y revolución.” El que nos explica que el resultado de la confrontación entre estas dos modalidades estructurales del pensamiento abre las puertas al discurso propiamente comunista, dándonos la posibilidad de un nuevo enfoque en el discurso, un discurso completamente nuevo.
La nueva forma de discurso debe “vencer la limitación o insuficiencia de la problematización materialista-empirista de la objetividad y asumir al mismo tiempo la radicalidad.” (Echeverría 2011, 26) Pero para entenderlo en palabras de Marx, quiero definir en pocas palabras la otra pieza clave de su discurso materialista: la dialéctica.
· Entendida como la revolución de la cognición; ¿CÓMO A PUEDE PASAR A SER B Y SER A Y B AL MISMO TIEMPO?
Sabiendo esto, podemos pasar a que Marx nos dice que la dialéctica debe sustentarse en aprehender la objetividad en la teoría, así generando el proceso que servirá de base para toda relación sujeto-objeto y por lo tanto, el que exista sentido en lo real. Esto generaría “un proceso de ‘metabolismo’ práctico entre el hombre y la naturaleza”. (Echeverría 2011, 27)
Lo que llevó a Marx a concluir todo esto, fue que el discurso materialista de Feuerbach para él era un intento fallido de trazar los fundamentos de la teoría revolucionaria de las clases proletarias; a eso se le sumaba que era de nuevo el camino medio e incompleto entre materialismo-empirismo y el idealismo-racionalismo. Es aquí cuando Karl decide hacer uso de su crítica corrosiva en las Tesis Sobre Feuerbach y nos dice que la praxis que se encuentra dentro de la relación sujeto-objeto es la que le da sentido a lo real. Añade también, que la verdad dentro del discurso teórico (y es aquí donde también podemos encontrar su falsedad), solo se puede explicar si el discurso se da como un momento dentro del proceso práctico-histórico en su conjunto (y no como momento o figura independiente a este proceso).
Con todo lo anterior podemos afirmar, que el discurso dialéctico-materialista planea atacar la problemática existente acerca de la historia que han tenido las formas sociales y dentro de las cuales se realizan procesos productivos o la praxis. Así, al tomar la historia como pieza clave del discurso y de la actividad humana se genera el materialismo histórico, una mezcla entre el materialismo y la dialéctica que pretende entender no solo a la sociedad, sino también a su historia.
Y sé que todo esto suena en extremo complejo, ya vimos que es la palabra que mejor resume a Marx y a su pensamiento, pero si queremos entender la relación de la dialéctica con el materialismo en términos muy sencillos (y con el riesgo de quedarnos a la mitad en cuanto a lo que comprendemos del mismo), podemos resumir esta concepción marxista de materialismo como lo que nos dice que en realidad lo importante no es ni el sujeto, ni el objeto, sino la relación que existe entre ambos; lo que el ser humano hace con el objeto y lo que el objeto es capaz de hacer.
Queriendo sintetizar un poco lo que es la crítica marxista, podemos dirigirnos a como todas estas formas de desintegrar lo que conocemos y lo que vemos a simple vista, nos permiten descubrir que el discurso de construcción de nuestra realidad está codificado para normalizar el capitalismo y las formas en las que este se manifiesta en el mundo. Gracia a Marx sabemos que la manera de generar la revolución necesaria en contra de esta presentación del mundo, se encuentra en la revolución de la teoría. Esto significaría criticar los conceptos, a los teóricos y a las tradiciones que piensan y “eligen” como se construye y significa nuestro mundo. El planteamiento de Marx es revolución teórica, revolución científica, es un llamado político. Pretende que nos demos cuenta de la codificación burguesa que lleva nuestra realidad y el cómo nosotros mismos hemos introyectado conceptos como “dinero”, “trabajo”, “capital”, “valor”, etc. En nuestro día a día, sin siquiera plantearnos su origen y el cómo ahora son palabras que rigen nuestra existencia y desenvolvimiento en el mundo. Karl denuncia que ahora pensamos de ese modo, aun cuando no pertenecemos a la clase social que generó estas ideas. Pero en su opinión más que los conceptos, lo que tenemos más arraigado a nosotros son las relaciones capitalistas y para él es terrible el concebir que actualmente las vemos como normales. He aquí la parte radical del pensamiento marxista, la que nos dice que la clave capitalista es la que codifica nuestro día a día.
Podemos considerar todo lo dicho con anterioridad como únicamente una pequeña introducción a todo el universo que era en realidad la cabeza de Karl Marx. Y es que es muy curioso pensar que lo que la sociedad en general rescata de él es únicamente su texto del “Manifesto Comunista” y como también es relacionado con guerras y masacres a nivel mundial. Karl representa muchas veces un símbolo de revolución, pero una revolución con armas, guerras y naciones como protagonistas; y es aquí donde quiero preguntar ¿de verdad es esa clase de revolución? Con todo lo que he aprendido y con lo que expongo en este texto estoy segura de que lo que Marx representa en realidad es una revolución de la mente y el conocimiento, un cambio que nos permita quitarnos los lentes obscuros con los que estamos acostumbrados a ver nuestra realidad, y aunque duela y nos deslumbre por un periodo de tiempo, saber que existir de manera consciente y activa con nuestra sociedad y con lo que nos rodea es en realidad la manera más digna y revolucionaria de existir.
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¿DEMOCRACIA?
Si existe un término en la lengua política de nuestra civilización que ha pasado a convertirse en un santo y seña ideológico, es el de democracia. Era imposible que un Pontífice pudiera usarlo en una acepción más o menos tradicional sin provocar numerosos malentendidos o una universal agresión publicitaria. Pío XII lo pronunció en algunas ocasiones y trató de colocarlo, de la mejor manera que pudo, en el elenco de las nociones políticas que tienen un sentido preciso. Mi modesta y humilde opinión es que perdió lamentablemente el tiempo, o nunca fue entendido literalmente, porque el término democracia está inevitablemente impregnado de ideologismo y su significación es tan variable y antojadiza como la propaganda de la cual depende de un modo fundamental y necesario. Uno de los principios fundamentales hace que no se pueda actuar en política sin conseguir, en alguna medida y de alguna manera, el apoyo del pueblo a la gestión de sus gobernantes. Es indudable que para tener una clara comprensión de este hecho hay que distinguir con claridad entre lo que sucede con un pueblo y aquello que puede acontecer en una sociedad de masas. Un pueblo histórico, en la medida que despliega su dinamismo social conforme a un ritmo de crecimiento natural y espontáneo, se reconoce siempre en las clases dirigentes con que lo provee la historia. La sociedad de masas es hija de la publicidad e incumbe a ésta convencerla de que efectivamente participa en el gobierno porque se la convoca, de vez en cuando, a elegir los candidatos seleccionados por la misma propaganda. De acuerdo con el espíritu de la filosofía práctica tradicional, Pío XII distinguía entre pueblo y masa y asignaba al pueblo el hecho de ser una realidad histórica con vida y modalidad peculiares. Un pueblo poseía una estratificación social que era el resultado de un orden secular de convivencia en un territorio determinado. Tanto sus individuos como sus clases habían alcanzado diversas situaciones en una relación viviente con sus méritos, sus trabajos, sus ambiciones o sus abandonos. Todas las desigualdades prohijadas por el temperamento, la inteligencia, la laboriosidad, la simpatía, la astucia, el dolo o la honestidad tienden a fijarse y a mantenerse en los niveles logrados gracias a los usos, las costumbres o los prejuicios que favorecen la conservación familiar de las fortunas y los méritos. Los ideales educativos aparecen para que tales desigualdades prohíjen obligaciones, deberes y actitudes en consonancia con la posición alcanzada en la sociedad. Una comunidad humana se convierte en masa cuando desaparecen las jerarquías impuestas por la historia y, bajo el pretexto de una igualación de oportunidades, se destruyen los esfuerzos familiares y nacen en las tinieblas los poderes ocultos del dinero o los más ostensibles del mérito subversivo y en la actualidad la “Pandemia” en donde el primer mundo con Alemania a la cabeza está haciendo sentir y dar cuenta sobre el “poder oculto”. En este clima es que surge la democracia moderna, es decir, las masas convocadas por los poderes anónimos para enmascarar su propio dominio. En un discurso de 1946 el Papa hacía una seria advertencia a las clases dirigentes de la sociedad, señalando las exigencias que les imponía la promoción del bien común y el cuidado de todos aquellos puestos bajo su dirección. No había en sus palabras la menor concesión al espíritu demagógico que imponía siempre el halago a la muchedumbre. Por el contrario, suponía que “la multitud innumerable, anónima, es presa fácil de la agitación desordenada, se abandona a ciegas, pasivamente, al torrente que la arrastra o al capricho de las corrientes que la dividen y extravían. Una vez convertida en juguete de las pasiones o los intereses de sus agitadores, no menos que de sus propias ilusiones, la muchedumbre no sabe ya asentar firmemente su pie sobre la roca y consolidarse así para formar un verdadero pueblo, es decir un cuerpo viviente con sus miembros y sus órganos diferenciados según sus formas y funciones respectivas, pero concurriendo todos juntos a su actividad autónoma en el orden y la unidad”. En ocasión de este discurso aparece otra vez en boca del Papa la noción de democracia, pero ahora como un claro sinónimo de “res publica” en el sentido preciso y tradicional del término. De otro modo no se podría entender por qué razón alude a la necesidad de que en los pueblos civilizados exista el influjo de “instituciones eminentemente aristocráticas en el sentido más elevado de la palabra como son algunas academias de extenso y bien merecido renombre”. “También la nobleza -añadía el Papa- pertenece a este número; sin pretender privilegio o monopolio alguno, la nobleza es, o debería ser una de esas instituciones tradicionales fundadas sobre la continuidad de una antigua educación”. Exhortaba a los nobles que todavía quedaban en Italia a que merecieran su posición mediante el esfuerzo y el trabajo sobre sí mismos. “Tenéis detrás de vosotros -les decía- un pasado de tradiciones seculares que representaban valores fundamentales para la vida sana de un pueblo. Entre esas tradiciones de las que os sentís justamente orgullosos, contáis en primer lugar con la religión, la fe católica, viva y operante”. Al final de su alocución a la nobleza tocaba la nota paternalista, que tanto ofende al espíritu democrático de nuestra época y que coloca su prédica en la justa línea en que estuvieron todos sus predecesores frente a la demolición revolucionaria. Dios, padres y paternidad es la forma justa en que se desarrolla y se expresa la madurez del hombre. La única protección que pueden tener los débiles en el seno de una sociedad tiene que nacer del espíritu paternal de los fuertes. Ya no se cree en el espíritu ni en los buenos hábitos formados a la luz de la Doctrina Cristiana. Los que gobiernan consideran más ventajosos los expedientes hipócritas por los que se hace creer a las masas que gobiernan ellas. Se las halaga y se las nutre espiritualmente con utopías, para explotarlas mejor y envilecerlas sin remordimientos.
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón
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“El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra”
Karl Marx
Fue un filósofo, economista, sociólogo, historiador, periodista, intelectual y político comunista alemán de origen judío nacido en Tréveris en mayo de 1818. Su vasta e influyente obra abarca diferentes campos del pensamiento en la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía.
Su abuelo paterno fue el rabino de su ciudad natal Tréveris desde 1723 y su abuelo materno era un rabino neerlandés.
El padre de Karl pertenecía a una clase media próspera, poseedor de algunos viñedos en la región de Mosela. Se convirtió del judaísmo al protestantismo luterano para evitar las restricciones antisemitas. Era un hombre inclinado a la ilustración interesado en las ideas de los filósofos Immanuel Kant y Voltaire.
Poco se sabe de la infancia de Karl Marx, era el tercero de nueve hermanos y tenía un enorme apego a su padre de quien nunca se cansaba de hablar de él y del cual llevaba siempre una fotografía suya.
En 1835 a la edad de 17 años fue a la Universidad de Bonn en donde deseaba estudiar filosofía y literatura pero su padre insistió en el derecho como un campo de estudio más fértil. Fue capaz de evitar el servicio militar debido a un problema de salud, siendo aficionado a a las bebidas alcohólicas en Bonn en donde se unió al Club de la Taverna de Tréveris.
Dado que Marx no tenía interés en estudiar derecho, y debido a sus bajas notas, su padre lo obligó a moverse a la la Universidad de Berlin una academia mucho mas seria y mejor orientada y en donde a pesar de ello, sus estudios de derecho se hicieron menos importantes que las incursiones en la filosofía y la historia. Se relacionó con el círculo de los filósofos pertenecientes a la llamada izquierda hegeliana manteniendo especial contacto con Bruno Bauer y Moses Hess.
A la edad de 18 años se comprometió con una baronesa aristocrática de la clase dirigente prusiana con quien contrajo matrimonio 7 años mas tarde y dedicaría a su suegro su tesis doctoral titulada “Diferencia de la filosofía de la naturaleza de Demócrito y Epicuro”.
Marx se dedica a la vida docente y debido a las dificultades que las autoridades pusieron al desarrollo de los hegelianos de izquierda, de la vida académica se volcó al periodismo trasladándose a la ciudad de Colonia en 1842 escribiendo artículos para el periódico radical Gaceta Renana, expresando sus opiniones cada día mas socialistas sobre la política.
Ante la situación política imperante en Alemania, Marx decide marcharse a París en donde conoce a quien fuera su gran amigo Federico Engels.
En 1843 publicó la obra “Sobre la cuestión judía” y “Crítica de la filosofía del derecho de Hegel” en donde se ocupó de la religión, describiéndola como “el opio del pueblo”, rompiendo por diferencias ideológicas con su amigo Bauer y en general con los jovenes Hegelianos.
En 1845 después de ser expulsado de París, se instala en Bruselas en donde también será expulsado en 1848. Es en Bruselas en donde Marx desarrolla actividades organizativas de núcleos obreros emprendiendo una febril actividad revolucionaria, rompiendo con la filosofía clásica alemana y profundizando en el estudio científico de la sociedad.
En 1848, junto con Engels escribe el famoso “Manifiesto del partido comunista” creando con ello las bases de su concepción comunista basada en la lucha de clases que según ellos, es realmente un fenómeno social que actúa como motor de la historia, en donde la propiedad privada es una fuente de enajenación y propugnan la necesidad de la toma del poder político por parte del proletariado.
En 1859 publica la “Contribución a la crítica de la economía política”, en donde se sientan las bases principales de la que sería su magna obra “El Capital”.
“El Capital” es publicado en su primer volumen en 1867. Los volúmenes segundo y tercero los publicará póstumamente Engels y el volumen cuarto el teórico marxista Karl Kautsky.
Durante la última década de su vida, la salud de Karl Marx sufrió gran deterioro. Tras la muerte de su esposa en 1881, Marx desarrolló una fuerte gripe que lo mantuvo en mal estado durante los últimos quince meses de su vida. Con el tiempo contrajo bronquitis y pleuresía muriendo en marzo de 1883 en Londres.
Fuente: Wikipedia
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47 – IDEAS – HISTORIA DE LA FILOSOFIA – EMANUEL KANT.
Emanuel Kant, nació en Königsberg, Prusia; el 22 de abril de 1724 y falleció el 12 de febrero de 1804, fue un filósofo y científico alemán de la Ilustración. Fue el primero y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán. Es considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal. Además se trata del penúltimo pensador de la modernidad, anterior a la filosofía contemporánea que comienza en 1831 tras la muerte del pensador Hegel.
Kant distingue tres preguntas filosóficas que dedica cada una en sus obras capitales: ¿Qué debo hacer? con la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética y La metafísica de las costumbres con una parte acerca de la doctrina de la virtud y la otra centrada en el ius, la doctrina del derecho; ¿Qué puedo esperar? en la Crítica del juicio, donde investiga acerca de la estética y la teleología; y ¿Qué puedo conocer? en la Crítica de la razón pura, calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía, en la que investiga la estructura misma de la razón.
Asimismo se propone que la metafísica tradicional se puede reinterpretar a través de la epistemología, ya que podemos encarar problemas metafísicos cuando entendemos y relacionamos la fuente con los límites del conocimiento.
Kant adelantó importantes trabajos en los campos de la ciencia, el derecho, la epistemología, la moral, la religión, la política y la historia habiendo logrado, inclusive, una síntesis entre el empirismo y el racionalismo.
Aceptando que, si bien todo nuestro conocimiento empieza con la experiencia, no todo procede de ella, dando a entender que la razón juega un papel importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serían completamente subjetivos si no hubiesen sido subsumidos por la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevaría inevitablemente a ilusiones teóricas.
En su doctrina del idealismo trascendental, Kant argumentó que el espacio y el tiempo son meras "formas de conocer" que estructuran toda experiencia y, por lo tanto, si bien las "cosas en sí mismas" existen y contribuyen a la experiencia, no obstante son distintas de los objetos de la experiencia.
Kant trazó un paralelo con la revolución copernicana («giro copernicano») en su propuesta de que los objetos de los sentidos deben ajustarse a nuestras formas espaciales y temporales de la intuición y que, en consecuencia, podemos tener un conocimiento a priori de los objetos de los sentidos.
La ética kantiana es conocida por afirmar que existe una única obligación moral, a la que llamó el "imperativo categórico", y se deriva del concepto de deber.
En Sobre la paz perpetua, expone de la idea de que la paz se podía asegurar a través de la repúblicas constitucionales y la cooperación internacional que quizás esta podría ser la etapa culminante de la historia mundial. Las ideas religiosas de Kant sigue siendo objeto de disputa.
El pensamiento kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, puesto que proyectó la filosofía más allá del debate entre el empirismo y el racionalismo. Fichte, Schelling, Hegel y Schopenhauer se vieron a sí mismos expandiendo y complementando el sistema kantiano de modo que con él justificaban el idealismo alemán. Hoy en día, Kant continúa teniendo una gran influencia en la filosofía analítica y continental.
En ámbito científico, Kant desarrolló físicos, geológicos y astronómicos. Formuló correctamente la hipótesis que el sistema solar se formó de una gran nube de gas, una nebulosa.
Kant publicó otras obras importantes sobre ética, religión, derecho, estética, astronomía e historia durante su vida. Estos incluyen la Historia natural universal (1755), la Crítica de la razón práctica (1788), la Crítica del juicio (1790), La religión dentro de los límites de la razón desnuda (1793) y la Metafísica de la moral (1797). [email protected]
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Pedro Carlos González Cuevas reivindica el pensamiento tradicional español frente a la indigencia intelectual de la izquierda
Pedro Carlos González Cuevas, es historiador y profesor universitario. Es profesor titular de Historia de las Ideas Políticas y de Historia del Pensamiento Español en la UNED. Es autor de importantes obras sobre la derecha y el conservadurismo en España y experto en diferentes figuras como Ramiro de Maeztu, Charles Maurras, Carl Schmitt, Maurice Barrès, José Ortega y Gasset o Gonzalo Fernández de la Mora.
Aunque a la propia izquierda no le interesa que se hable de ello, lo cierto es que su indigencia intelectual ha sido denunciada por autores de peso…
La indigencia intelectual de la izquierda española es algo de sobra conocido y denunciado por algunos de sus portavoces más lúcidos como Josep Maria Castellet, Joan Fuster o Fernando Claudin. Lo había adelantado el gran Menéndez Pelayo. No obstante se ha tendido a ocultarlo. En ese sentido, toda la obra de un José Luis Abellán es un gigantesco fraude. No deja de ser significativo que cuando publiqué mi libro El pensamiento de la derecha española en el siglo XX en la editorial Tecnos, se pensó en la contrapartida izquierdista, pero los historiadores consultados rechazaron la petición. Seguramente era un reto excesivo para ellos. O no tenían la suficiente imaginación para inventarse una tradición. José Luis Abellán lo intento anteriormente, pero fracasó e hizo el ridículo. Su Historia crítica del pensamiento español fue un auténtico fraude.
¿Se podría afirmar por tanto que la izquierda española no ha aportado prácticamente nada al pensamiento español y tampoco al universal?
Lo dijo Ramiro de Maeztu. Lo cual puede relacionarse con el relativo atraso socioeconómico español y la lenta emergencia de nuevos grupos sociales, burguesía, proletariado. etc. Sin embargo, lo principal, a mi juicio, ha sido una extraña incapacidad intelectual y cultural en nuestra Ilustración e izquierda liberal.
No existe en nuestro suelo nada parecido a lo que Jonathan Israel ha denominado Ilustración radical de un Holbach, La Mettrie o Helvecio. Nuestra Ilustración es moderada, semejante en alguna medida a la anglosajona, compatible con la religión. Sus principales representantes fueron el Padre Feijoo y Jovellanos.
Tampoco existió en España un pensamiento liberal revolucionario digno de tal nombre. El liberalismo más lucido y representativo fue el de los moderados como el primer Donoso Cortes, Antonio Alcalá Galiano y Francisco Pacheco. En realidad, los grandes pensadores de la primera mitad del siglo XIX fueron los tradicionalistas Donoso Cortes y Jaime Balmes.
Ante esta ausencia de pensamiento, el remedio fue peor que la enfermedad. Julián Sanz del Río, afín al progresismo, eligió, en su viaje a Alemania, el krausismo, en lugar del positivismo de Comte o el idealismo de Hegel. Un gran error intelectual que no ha sido solo denunciado por Menéndez Pelayo, sino por Raymond Carr. Se eligió a Krause por el carácter laico de su filosofía. Pero ello obstaculizó la recepción del positivismo y del marxismo. No menos negativa fue la recepción de Proudhon por Pi y Margall. Su doctrina del pacto sintagmático y del federalismo fue una de las causas del fracaso de la I Republica. Hoy la izquierda sigue reivindicando a Pi y Margall.
No mucho mejor fue la aportación de la izquierda liberal en el ámbito de la historiografia.
Frente a la Iglesia católica inventaron los mitos de Al Andalus, los comuneros o los fueros como antecedentes históricos del régimen liberal. Como se demostró en la polémica de la ciencia española, los krausistas desconocían la historia del pensamiento español. Menéndez Pelayo tuvo que descubrir les la existencia de Raimundo Lulio, Juan Luis Vives y Francisco Suárez. En su Historia de los heterodoxos españoles Menéndez Pelayo les descubrió sus ancestros ideológicos. Así lo reconoció Juan Goytisolo en el caso de José María Blanco White. Igualmente con el abate Marchena. Los mitos de Al Andalus, de los comuneros y los fueros permanecen vigentes en el imaginario de la izquierda.
Especialmente grave fue el caso de la izquierda obrera.
No fue sólo la negativa influencia del anarquismo, sino la nula calidad del Marxismo español. El socialismo español fue profundamente anti intelectual. Pablo Iglesias Posse no sólo eligió como mentor intelectual al torpe y sectario Jules Guesde, sino que marginó conscientemente a los intelectuales de los aparatos del partido. Nunca pudieron existir un Kautsky o un Bebel españoles. Ni tan siquiera se hicieron eco de las tesis de Otto Bauer o Karl Renner sobre las nacionalidades. Los intelectuales quedaban en los estatutos del Psoe excluidos de cualquier cargo y representación de tipo colectivo. Lo cual fue muy criticado por Ramiro de Maeztu y José Ortega y Gasset.
El Marxismo español brilló por su inexistencia. Posteriormente, militaron en el Psoe algunos intelectuales como Fernando de los Ríos y Julián Besteiro, pero eran miembros de la Institución Libre de Enseñanza y herederos del krausismo, y no aportaron nada nuevo al socialismo. Y lo mismo podemos decir del incalificable Luis Araquistain.
La hoy mitificada II República tampoco trajo ninguna novedad desde el punto de vista ideológico.
Significó, en un principio, el triunfo del liberalismo de izquierdas y del socialismo. Contó en sus comienzos con el apoyo de intelectuales que no eran de izquierdas como Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala. Pronto se desencantaron del nuevo régimen y en la guerra civil apoyaron a Franco.
Los intelectuales cuestionaron la II República. Lo hizo Maeztu y los miembros de Acción Española. E igualmente Luis Araquistain y los socialistas revolucionarios de Leviatán. Lo hizo Salvador de Madariaga en su libro Anarquía o jerarquía y lo hicieron los comunistas de Octubre. Etc.
El único representante intelectual de la II República fue Manuel Azaña Díaz, hoy mitificado. Se trató de un literato de segunda fila, que, pese a su vinculación a Francia, no se enteró de la existencia de Proust o de Mallarme. Como pensador político poco hay que decir. Fue un hombre del siglo XIX. Un liberal de izquierda caracterizado por su anticlericalismo. En su obra no existen huellas de Marx, Weber, Schmitt, Keynes, etc. Todo un anacronismo.
También la influencia de Gramsci ha sido notable…
El tema de Antonio Gramsci tiene mucho interés. Y es que, como señaló el filósofo marxista Luis Althusser, sus ideas eran mucho más tributarias de Croce, Gentile, Pareto y Mosca, es decir, de la derecha intelectual italiana, que de Marx y Lenin. Algo que han señalado igualmente Alain de Benoist y Diego Fusaro. En realidad, su tesis de la hegemonía ideológica ya estaba presente en la obra de Charles Maurras El porvenir de la Inteligencia y en la investigaciones de Agustín Cochin sobre las sociedades de pensamiento en la Revolución francesa.
Paradójicamente, la edad de oro de la izquierda intelectual tuvo lugar en la última etapa del régimen de Franco.
El desarrollo económico de los años 60 y la nueva teología política del Concilio Vaticano II debilitaron la cultura cívica del régimen y abrieron el paso a la izquierda intelectual en una universidad en plena expansión y con una legislación más permisiva. Esta tendencia fue apoyada por antiguos intelectuales afines al régimen. Fue el caso de Pedro Laín Entralgo y sobre todo José Luis López Aranguren.
Este último tuvo su labor creativa durante el franquismo con obras como Catolicismo y protestantismo como formas de existencia y Ética. Significativamente Catolicismo y protestantismo como formas de existencia fue presentada por su autor al Premio Nacional Francisco Franco, con gran cabreo de López Aranguren al no conseguirlo. Aranguren logró personificar la figura del intelectual, pero se limito al exhibicionismo sin aportar ninguna idea nueva.
La izquierda fue conquistando la Universidad y fundando nuevas revistas y editoriales. Por vez primera existió en España un Marxismo académico con Manuel Sacristán, Manuel Tuñón de Lara, Enrique Tierno Galván, Josep Fontana, Ramón Tamames, etc. La juventud universitaria bebió de estas fuentes. Su pensamiento era muy endeble, pero tenía a su favor la rebeldía característica del espíritu del 68 y la novedad. El régimen no dio respuesta al reto y, por ejemplo, Ricardo de la Cierva, en su etapa en Cultura Popular, apoyó obras de comunistas como Carlos París y Manuel Vázquez Montalban. Con la democracia liberal, la izquierda consolidó su hegemonía a través de diarios como El País y la creación en la etapa socialista, de lo que Marc Fumaroli ha denominado Estado cultural. Los socialistas compraron a los intelectuales.
Sin embargo, pronto pudo percibirse la escasa calidad de ese tipo de pensamiento. El Marxismo de Sacristán no se consolidó en una escuela. Y lo mismo ocurrió con Tuñón de Lara, un auténtico fraude intelectual, repudiado por las nuevas generaciones de historiadores. Tierno Galván apareció en algunas investigaciones como un farsante carente de originalidad. Fontana acabó apoyando al separatismo catalán. Y Tamames terminó en la derecha y defendiendo el liberalismo económico.
Otros izquierdistas, como José Luis Abellán, rompieron con el socialismo escandalizados por su política neoliberal.
Y es que la izquierda socialista perdió toda dimensión proyectiva, limitándose a la administración de lo existente. El militante izquierdista típico fue un mero gregario sin formación cultural. Ejemplos, José Blanco, Adriana Lastra o Gabriel Rufián.
En lugar de una izquierda social emergió, ante el final de los regímenes comunistas, lo que Jean Bricmont denomina izquierda moral, que se basa en la reivindicación del feminismo radical, de los colectivos LGTBI, el antirracismo, la memoria histórica de las izquierdas y el antifascismo. Igualmente el multiculturalismo, con la alianza con el Islam para acabar con la influencia del catolicismo.
En el caso de Podemos, ha, reivindicado a pensadores como el neoestalista Zizek, Agamben, Laclau y Mouffe, aparte de Lenin. Más escandalosa ha sido su alianza con el nacionalismo de cara a la destrucción del Estado. De originalidad, nada.
Pese a todo lo que dice, ¿por qué la izquierda cree tener superioridad moral e intelectual?
En realidad, la culpa de esta anómala hegemonía recae en la derecha, que abandonó el debate y la guerra intelectual. La Faes ha sido totalmente ineficaz, limitándose a la economía. El torpe José Maria Aznar cometió el error gravísimo de reivindicar al mediocre Azaña. Con lo cual demostró que estaba hegemonizado por la izquierda. El PP asumió la memoria histórica, la ideología de genero, y todo lo que ha reivindicado la izquierda. Y el conjunto de la derecha sigue en esa apatía situacional. Lo se por experiencia propia. La influencia de revistas como Razón Española ha sido muy escasa.
Hace poco fui contratado por okdiario, reivindiqué a figuras de la derecha y polemicé con representantes de la izquierda, con éxito y audiencia. Pero fui cesado sin explicaciones. Para Inda es más importante el fútbol
¿Qué podemos hacer para revertir esta hegemonía de la izquierda?
Todo esto exige una decisión política y cultural. Poco hay que esperar del PP. Está por ver lo que hará VOX. En cualquier caso, creo que la contra hegemonía debería ir por tres caminos:
1. Activar el campo político y cultural de la derecha mediante redes, revistas, sociedades de pensamiento, periódicos y editoriales.
2. Reivindicacion de figuras del pensamiento español como Fernández de la Mora, Ramiro de Maeztu, Ortega y Gasset, Menendez Pelayo, Vázquez de Mella, Xavier Zubiri, Eugenio D Ors, Donoso Cortes, Millan Puelles, Luís Díez del Corral, Jesús Pabon, Gustavo Bueno, Dalmacio Negro Pavón etc.
3. Difusión del pensamiento y la obra de pensadores e historiadores extranjeros como Carl Schmitt, John Gray, Alain de Benoist, Alasdair MacIntyre, Roger Scruton, Raymond Aron, Renzo de Felice, Augusto del Noce, Julien Freund, Francois Furet, Ernst Nolte, George L. Mosse, Emilio Gentile, Leszek Kolakowski, Karl Lowith, Hans Georg Gadamer, etc.
Por Javier Navascués Pérez
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Capítulo 1. Materialismo Dialéctico
La filosofía Marxista es también conocida como materialismo dialéctico. Asume que la realidad es material (constituida por partículas) y que la conciencia surge y procede de la materia; y es responsable del desarrollo o cambio en términos de las leyes inherentes a la materia así como la interacción de la materia y la conciencia que es peculiar al hombre.
Puede sonar redundante y trillado hablar de la realidad como material o consistente de materia. Pero debemos recordar que por largos periodos en la historia de la filosofía el idealismo objetivo de los tipos Platónico y Agustiniano predominó y dictó que la realidad es ideal o consiste de ideas y que las cosas materiales y sensibles son solo una reflection y una copia pobre de esa realidad.
Incluso en el actual ambiente científico existe la visión planteada por el idealismo subjetivo, especialmente en la línea del empirista Hume, que la realidad es una construcción mental de los datos sensoriales del humano particular que percibe. Existe la negación del objeto material de las ciencias físicas cuyo objeto es puesto a la par con la mera creencia en lo sobrenatural.
Materialismo
Para entender el materialismo dialéctico, debemos primero clarificar su palabra raíz: materialismo. La mejor forma de hacerlo es clarificando el significado y relación de la materia y la conciencia de forma general.
Para empezar, sin embargo, hagamos caso omiso del tipo de materialismo que predicadores, políticos reaccionarios, terratenientes y las luces líderes de la burguesía atacan verbalmente pero en el cual de hecho participan. Este se supone es la codicia, avaricia, glotonería y todo tipo de vicios egoístas de los cuales ellos mismos son culpables.
Para los Marxistas, el materialismo es la perspectiva y metodología que correctamente entiende la naturaleza y la composición del universo y la relación entre la materia y la conciencia humana.
Materia es el término general que abarca las cosas constituidas por partículas, existentes en ciertos modos y medibles en el espacio y tiempo; es el objeto físico de la percepción y cognición humana. La conciencia va desde las sensaciones hasta los pensamientos o ideas.
La materia es la fuente y base de la conciencia. La conciencia es el producto y reflección de la materia. Es en este sentidos que consideramos la materia como primaria, mientras que la conciencia es secundaria.
El pensamiento en sí mismo es un fenómeno electroquímico que emana de materia organizada especialmente y llamada cerebro humano. Pero, mientras que el pensamiento es secundario a la materia, es el producto más complejo de la materia. En tanto que refleja correctamente las leyes del movimiento en la materia, es capaz de interactuar y transformar las cosas mucho más rápido que la naturaleza sola sin intervención humana.
A diferencia del materialismo mecánico, que reduce las cosas y los procesos a la ley de la mecánica, el materialismo Marxista hace enfatiza la comprehensiva capacidad del hombre para transformar la naturaleza y la sociedad. Guía e integra los avances hechos por las ciencias sociales y naturales.
Ya sea que nos refiramos a la experiencia del día común o a la historia geológica, la materia precede a la conciencia en el tiempo. Antes de poder aventurarnos a pensar o hablar de cualquier cosa, asumimos la existencia de la cosa que es el objeto de nuestro interés.
Las ciencias naturales nos muestran que el homo sapiens o el hombre cognitivo tiene apenas entre 50,000 y 60,000 años de existencia. La tierra estaba desprovista de la conciencia humana y aun así este planeta existía. Uno solo puede esta asombrado por la enorme cantidad de tiempo que tomó la secuenciación de la materia inorgánica, materia orgánica y la diferenciación de la flora y la fauna hasta la diferenciación del homínido (mono humanoide) y el homo sapiens.
Por tanto, podemos aseverar fácilmente que la materia puede existir independiente de la conciencia mientras que la segunda no puede existir independiente de la primera. Cuando los Marxistas se refieren a la realidad objetiva, hablan de cosas como existentes independientemente de lo que cualquiera pueda pensar.
Es una noción común que la materia es finita mientras que la conciencia es infinita. Resulta del fallo al distinguir entre ideas correctas e incorrectas. Las ideas correctas son una aproximación reflexiva de la realidad objetiva. No pueden ir más allá de los hechos materiales. Tienden a quedarse atrás de los eventos o fenómenos materiales.
Incluso las fantasías son una mera distorsión de la realidad o un revoltijo de partes de la realidad. La idea de un ser sobrenatural infinito y autosuficiente ha sido inventada de la misma manera que Walt Disney inventó a Mickey Mouse. Si uno estudia la historia de diversas religiones, uno no puede fallar en ver el concepto de lo sobrenatural como una creación mitológica de la imaginación humana.
Las cuatro principales religiones existen hasta este día para mantener los valores que pertenecen a la sociedad esclavista. Fueron perpetrados como la ideología sofocante de las sociedades feudales. Mientras que el Marxismo se opone filosóficamente a la religión, políticamente la tolera reconociendo que las superiores ideas científicas prevalecerán a largo plazo a través de la persuasión, práctica social y los beneficios de la ciencia y tecnología. El Marxismo toma de la democracia liberal el principio de mantener la libertad de pensamiento y creencia.
Materialismo Dialéctico
La dialéctica pre-Hegeliana simplemente significa argumentación en lo abstracto, o argumento abstracto contra argumento abstracto. Esto se ejemplifica con los diálogos Socraticos como fueron escritos por Platón y por la similar coordinación metafísica y la disputa de ideas fijas (dogmas) en los círculos teológicos.
El materialismo dialéctico es el logro principal del Marxismo. Marx y Engels utilizaron las más correctas y avanzadas ideas de lo mejor de la filosofía idealista y la filosofía materialista de su tiempo, especialmente en Alemania donde la actividad filosófica estaba en su mayor auge. Ellos establecieron correctamente la dialéctica Hegeliana y la pusieron en una base materialista como indicada en parte por Feuerbach. El resultado es un avance original y creador de época en la filosofía.
La dialéctica Hegeliana asevera que el desarrollo es primordialmente el autodesarrollo del pensamiento antes de aparecer en la historia o en el mundo material. Lo que hace a Hegel el filósofo idealista más sorprendente es el hecho que él dinamizó la árida, estática y exánime dialéctica de todo el idealismo previo e incorporó el desarrollo del mundo material.
Feuerbach puntualizó correctamente que las ideas son meramente reflexiones sensoriales del mundo material en la percepción humana. Se quedó corto respecto a la comprensión Marxista de la interminable interacción entre la cognición y la realidad y la capacidad del humano para la actividad crítico-revolucionaria.
Aunque puede decirse que Marx y Engels pusieron la dialéctica Hegeliana en una base materialista, no adoptaron simplemente su fórmula de tesis, antítesis y síntesis, la cual termina con la síntesis como perfección final. Sino que afirmaron que el cambio es un interminable proceso porque cualquier cosa en cualquier etapa siempre consiste de aspectos contradictorios.
El significado más fundamental de la dialéctica materialista de Marx es que las cosas en su propia esencia están en un proceso de cambio constante. Así que los Marxistas dicen que nada es permanente excepto el cambio. Pero esto no significa que las cosas en la naturaleza cambian solamente por sí mismas sin dirección y participación humana. Es precisamente debido a la creciente comprensión científica del hombre y su dominio sobre la naturaleza y su sociedad que el proceso de cambio puede ser dirigido y acelerado.
La dialéctica materialista o la ley de la contradicción es la ley de movimiento inherente en la materia, se origina de las diferencias e interacción entre las cosas, y opera en una interacción bidireccional de la materia y la conciencia. El materialismo de Feuerbach tomó en cuenta unilateralmente solo la reflexión unidireccional de la realidad material por la percepción humana.
En los escritos filosóficos de Marx y Engels, se pueden definir tres leyes de la dialéctica. Estas son: 1) la ley de la negación de la negación; 2) la ley de la interpretación o unidad de los opuestos; 3) la ley del cambio cuantitativo al cambio cualitativo.
La primera ley significa que las cosas se encuentran con su opuesto durante el curso completo de desarrollo. Por ejemplo, el capitalismo comenzó como la libre competencia, en contradicción con el mercantilismo pero eventualmente se convirtió en capitalismo de monopolios.
La segunda ley significa que en todas las cosas existen dos aspectos opuestos. Uno es el aspecto principal que determina el carácter básico del fenómeno entero. El otro es el aspecto secundario del cual depende el aspecto principal pero que continuamente lucha para asumir la posición principal.
Por ejemplo, la clase capitalista y el proletariado existen en el mismo fenómeno, el sistema capitalista. Necesitan una de la otra y al mismo tiempo luchan entre ellas en el curso de su desarrollo. Mientras que todo, incluyendo el capitalismo, llega a su conclusión, la lucha de clases es permanente y absoluta, mientras que su unidad dentro del mismo sistema es temporal y relativa.
La tercera ley significa que el cambio puede ser conspicuamente cuantitativo o incremental pero se llega a un punto en el que el alza en cantidad resulta en lo que llamamos un salto cualitativo. En otras palabras, la evolución precede la revolución. Las reformas preceden la revolución.
Las tres leyes de la dialéctica están interrelacionadas y son integrales, y pueden resumirse en la ley de la contradicción o la ley de la unidad de los opuestos.
La ley de la contradicción es universal: cubre todas las cosas y procesos en cada etapa y fase de desarrollo; también es particular en el hecho de que existen específicas leyes de movimiento peculiares a diferentes cosas, conocimiento de cuáles leyes nos llevan a los métodos adecuados para manejarlas.
Todo tiene sus aspectos principal y secundario. En las cosas y procesos complejos, exista un aspecto principal pero entre el resto de los aspectos siempre existe uno que le sigue en importancia y puede ser identificado como el aspecto secundario, aun cuando existen clases y estratos intermedios, haciendo de toda la situación algo complejo.
Varios tipos de contradicciones pueden estar trabajando en la misma cosa o proceso. Determinar la operación básica de las cosas o procesos es determinar la contradicción principal y secundaria. De esta forma, las contradicciones pueden ser solucionadas una después de otra; y la solución del problema o contradicción principal lleva a la solución del siguiente.
Los aspectos contradictorios constituyen una identidad en el sentido que están unidos en cooperación o en lucha, bajo ciertas circunstancias; y también que si el aspecto secundario reemplaza al principal en la posición gobernante, la fuerza meramente pasa de la primera a la segunda.
Teoría del Conocimiento
La práctica social es la base y fuente del conocimiento. El segundo es la reflexión y aproximación de la práctica social. No obstante, el conocimiento obtenido de la práctica social lleva a un nivel superior de práctica, que a su vez lleva a un nivel superior de conocimiento. El proceso en espiral es infinito. Mao describió esto como un avance en oleadas.
La práctica social abarca tres cosas: 1) la producción; 2) la lucha de clases; y 3) el experimento científico. Todos estos involucran la experiencia colectiva de un gran número de personas.
La producción, la lucha por transformar la naturaleza, comenzó con el advenimiento del hombre y lo ha diferenciado del resto de las especies animales. En todo tiempo pasado y todo tiempo futuro, el hombre se ve involucrado en la lucha por entender y dominar la naturaleza para propósitos productivos y para acrecentar su libertad. El nivel general de producción determina el nivel general del conocimiento y el tipo de sociedad posible.
La lucha de clases nació con el advenimiento de las clases explotadoras y explotadas. La sociedad sin clases, principalmente preocupada con los misterios de la naturaleza, duró varias decenas de miles de años. La sociedad de clases tiene 5,500 años de edad si nos basamos en los hallazgos de la arqueología, antropología e historia. Este tipo de sociedad está caracterizada por la apropiación del excedente económico (aquello más allá de la subsistencia de la masa de productores reales) para una pequeña sección de la población.
Consecuentemente, está caracterizada por la resistencia de la masa de productores reales que es desprovista y explotada
Una detrás de la otra, sociedades de clases explotadoras han surgido y desaparecido. El sistema esclavista llevó al sistema feudal. Cada uno, reinó por miles de años. El capitalismo surgió de la sociedad feudal hace algunos cientos de años. En la actualidad, se está tratando de perpetuar en los países desarrollados y propagarse a los países subdesarrollados donde aún hay significativos vestigios de feudalismo.
El capitalismo no puede durar tan largo periodo como las previas formaciones sociales porque ha creado las precisas condiciones y medios para su relativamente rápida suplantación por una sociedad de clases no explotativa, el socialismo. La ciencia y la tecnología para la producción masiva han sido enormemente desarrolladas por el capitalismo. Es obvio que las masas a través de los medios modernos y la producción a gran escala son capaces de satisfacer sus necesidades y mejorar su nivel cultural y aun así una clase tan pequeña, la clase capitalista, mantiene un sistema social explotativo que permite la apropiación privada y rápida acumulación de la riqueza social.
La lucha de clases está mucho más acelerada hoy que en cualquier otra etapa en la historia de la civilización, especialmente porque por primera vez una clase explotada lucha no solo por su propia emancipación pero también por la de otras clases y estratos explotados. Debido a la lucha intensificada y en varios frentes entre los países socialistas y capitalistas, entre los mismos países capitalistas, entre el imperialismo y los países subdesarrollados; y la lucha de clases dentro de cada país, el conocimiento y progreso material han dado grandes y acelerados pasos.
La experimentación científica tuvo sus inicios rudimentarios en la sociedad esclavista pero fue suprimida debido a la hegemonía de los dogmas religiosos, especialmente en tiempos medievales.Siguiendo al origen de las ideas humanistas (en oposición a las divinas) en el Renacimiento, experimentos científicos prosperaron en los siglos XVI y XVII. Desde entonces el progreso de la ciencia se ha acelerado de manera asombrosa.
De acuerdo a Mao, el proceso del conocimiento básicamente involucra dos etapas: 1) la perceptual o empírica y 2) la cognitiva o racional. El conocimiento perceptual es derivado del acopio de datos brutos o hechos a través de la percepción sensorial y la investigación social. A través de esto algunas ideas pueden ser formadas para reutilizarlas y mejorar la práctica. Consecuentemente, el conocimiento de un mayor nivel puede obtenerse de esta práctica mejorada. Decisiones, juicios, y conclusiones estables surgirán. A esto le llamamos conocimiento racional. Este es un proceso continuo y en espiral. Mientras que la práctica social es la base y origen del conocimiento, también es un campo de pruebas y un método para verificar la validez, invalidez o insuficiencia de ese conocimiento. La práctica guiada y enriquecida por teoría correcta lleva al consecuente desarrollo de la teoría.
La verdad puede ser derivada sólo de los hechos. Pero sin dejar que las ideas se desarrollen a un nivel superior a través de la práctica social, estas ideas permanecen estrechas, unilaterales y fragmentadas. Uno puede encontrarse con el error del empirismo.
Por otro lado, conocimiento correcto o teoría probada puede volverse rígida, sin vida y falsa cuando detiene su desarrollo en acuerdo con las circunstancias cambiantes o cuando nuevas condiciones y nuevos hechos son simplemente construidos para ajustarse a las viejas ideas en la misma manera de cortar un pie para entrar en un viejo zapato. Éste es el error del dogmatismo.
La verdad es al mismo tiempo absoluta y relativa. Es absoluta sólo en el sentido de que algunas ideas son básicamente y establemente correctas al aplicarlas en ciertas condiciones específicas. Pero como las condiciones están en constante cambio, la verdad o las ideas correctas también son relativas. No hay una fórmula final y simple para la transformación social. Incluso en las ciencias físicas, la física Newtoniana ha tenido que avanzar a la física Einsteiniana. La primera aún tiene una limitada validez, pero la segunda se ha convertido en la más comprehensiva explicación hasta ahora para los fenómenos físicos.
El Marxismo, como fue fundado por Marx y Engels, se habría convertido en un dogma sin vida, sino fuese por su desarrollo adicional por Lenin, Stalin, Mao, y otros subsecuentes pensadores y líderes de acuerdo a las condiciones cambiantes.
El Marxismo sostiene que la lucha por la libertad es una lucha sin final. La libertad es solo el reconocimiento de la necesidad y la habilidad de transformar la realidad. Cada desarrollo da origen a nuevas necesidades y problemas que el hombre necesita para dominar y resolver si su libertad ha de avanzar. Incluso las soluciones básicamente correctas llevan a nuevos problemas en un nuevo nivel de desarrollo. No existe algo así como una sociedad de perfección final. Tal utopía es una imposibilidad.
Incluso después de la derrota final de las clases explotadoras y aquellos deseosos de restaurar la explotación, aun después de que una sociedad de superabundancia económica ha sido lograda, la infinitud de materia y complejidad de relaciones constantemente provee al hombre con problemas para resolver. Siempre habrá una lucha entre las ideas correctas e incorrectas.
Una sociedad de perfecta armonía significaría el final de la humanidad. El hombre moriría de aburrimiento y estancamiento. Los anticomunistas no hablan de Marxismo cuando dicen que los comunistas, en su afán de eliminar la pobreza y la desigualdad social, están abogando una utopía imposible donde el hombre dejaría de ser desafiado y dejaría de tomar iniciativa para agrandar su libertad ganada.
El socialismo, como es imaginado por los Marxistas, es una época histórica que resulta en la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción y la extinción del estado como un instrumento violento y coercitivo de dominación de clase. Pero incluso aunque el comunismo será librado de la explotación de clases y opresión, habrá autoridades publicas y existirán competiciones amistosas entre individuos y grupos no en términos de generación de ganancias o la horrible competencia de los asalariados sino en términos de servir a toda la población y los logros en la ciencia, el arte, la literatura, la tecnología etc. El hombre, como sabemos ahora en números abrumadores, se librará de preocuparse simplemente con ganarse la subsistencia diaria y tendrá abundantes oportunidades para el servicio social y la autorrealización digna.
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Deutsches Requiem, Jorge Luis Borges
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Cuando comencé a leer esta historia narrada en primera persona desde el punto de vista de un nazi ya empecé a extrañarme. Cuando el personaje habla sobre su pasión por autores que admiro, su pasión por la música y la metafísica, cuando habla de que su tarea no le fue grata, si no fuera Borges su autor, me habría inquietado ante la posibilidad de una intención de suavizar un personaje atroz. Sin embargo, este personaje que reconoce su culpa y no siente remordimiento, que será castigado por las crueldades cometidas, está para mostrarnos algo más. Me alivió saber refutada mi sospecha. Un análisis de Giovanny Ariel Rodríguez Cisneros (cuyo link dejo al pie de la publicación) nos da luz a la obra a través de un recorrido por todos esos puntos en que Borges, como habituaba, estaba haciendo uso de una intertextualidad: «Al respecto, Borges mencionaría que: “aplican a los actos de Inglaterra el canon de Jesús, pero a los de Alemania el de Zarathustra”».
El protagonista, Otto, es sin duda un personaje excelentemente construido. Es despiadado y sereno, firme en la convicción espantosa que representa la falta de ética del nazismo, que lo lleva a decir que es necesario perder la individualidad y la piedad. No obstante, este «algo más» que mencioné anteriormente se presenta como el verdadero protagonista de la obra: El cuento presenta lo que Borges consideraba la mala interpretación de Nietzsche que llevó a los nazis a apropiarse de su filosofía, a usarla como justificativo, como base. Borges usó esta interpretación equívoca para su cuento, para exponerla en el personaje de Otto como algo real.
Esto es Deutsches Requiem, prácticamente: esta interpretación, este reflejo de fragmentos de Nietzsche en boca de un nazi que las ha malinterpretado, de la pluma de un gran estudioso a quien el tema le interesaba profundamente (Borges escribió al menos dos ensayos acerca de este tema que fueron publicados). No obstante, a lo largo de este recorrido hay otros elementos presentes que, personalmente, me llamaron mucho la atención y me llevaron a divagar un poco acerca de ellos; por ejemplo, cómo Otto utiliza la religión para justificar, no solamente el dolor de que le hubieran amputado una pierna, sino también sus acciones al explicar que «todos los hechos ocurridos a un hombre (…) han sido prefijados por él. No hay consuelo más hábil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas».
⠀ En pocas palabras: Se trata de la construcción de la perspectiva de un nazi basada en la interpretación equivocada de la filosofía de Nietzsche. Es sumamente interesante y sencilla de leer, y trata el tema con mucha sutileza (no podría esperarse menos de este gran autor). ⠀ Puntaje de 1 a 5:
5
Cuestiones prácticas:
Título: Deutsches Requiem
Autor: Jorge Luis Borges
Fecha de publicación: 1946
Género: cuento
Idioma original: español
Editorial recomendada: Alianza
Número de páginas del cuento: 11
Número de páginas del libro: 203
Link para leer el ensayo de Giovanny Ariel Rodríguez Cisneros: http://metaforas.uaem.mx/wp-content/uploads/2019/03/AL11Giovanny-Ariel-Rodr%C3%ADguez-Cisneros-MA2.pdf
Link para leer online: en la reseña «Historia del guerrero y de la cautiva».
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Antes del surgimiento del nazismo como apogeo de la barbarie, en Europa hubo otros degradantes hitos igualmente sistemáticos, inhumanos y de naturaleza doctrinal que rebajaron la dignidad humana a menos que cero. Una de ellas fue la publicación del libro Malleus Maleficarum, o Martillo de las Brujas, editado en Alemania en 1486 y escrito por dos monjes dominicos, Heinrich Kramer y Jakob Sprenger.
La intención de los autores era hacer docencia para que sus contemporáneos pudiesen reconocer el mal infiltrado en la sociedad –identificado en mujeres idólatras de Satanás– y aportar algunos fundamentos jurídicos al problema de las brujas. Pero también sugerir métodos de tortura para combatir esa clara subversión al sistema, por entonces dominado por la Iglesia católica, la única religión verdadera en Occidente. Aún faltaban 33 años para la Reforma luterana. En la sección tercera de esa obra misógina, escrita para intimidar y mantener a las mujeres alejadas de todo impulso político y subordinadas por el terror , los monjes Kramer y Sprenger explican algunas técnicas para obtener la confesión de las acusadas, la forma adecuada de torturarlas y cómo engañarlas con el posible perdón de sus pecados si declaraban sus simpatías demoníacas.
Curiosamente, el Malleus Maleficarum posee muy interesantes puntos de convergencia y similitudes con los manuales KUBARK editados por la CIA estadounidense en la década de 1960. Una iniciativa que fue promovida por quien fuera jefe de la Central de Inteligencia entre 1954 y 1974, James J. Angleton, al cual le interesaba que los mercenarios y aliados que trabajaban para Estados Unidos fuera de sus fronteras supieran hacer su trabajo de búsqueda-suplicio-aniquilación de los opositores al imperialismo norteamericano. El único Imperio verdadero en esta modernidad desquiciada.
Los siniestros Manuales KUBARK instruyen sobre cómo detectar, torturar y neutralizar a insurgentes. Es decir, a simpatizantes del Mal. Un Mal cuyo único pecado es interpretar la realidad oponiéndose al statu quo dominante que impone el capitalismo. Ayer eran los comunistas. Hoy les llaman terroristas, aunque muchos de ellos no hayan visto jamás un arma ni en dibujos.
Los manuales KUBARK –que son siete– tiene uno que se titula Interrogation (Interrogatorio) e instruye a los encargados de torturar a prisioneros y opositores políticos secuestrados por el terrorismo de Estado, dándoles premisas y técnicas que parecen extraídas sin pudores del Malleus Maleficarum: prometer a la víctima indulgencia, amenazar la integridad de sus familiares para obtener confesiones deseadas, aunque sean falsas, o inducir al terror mediante diversas experiencias intimidantes. Y por supuesto, un amplio menú de técnicas demenciales para hacer sufrir hasta cimas inconcebibles a los enemigos. Desde despellejarles la plantas de los pies, hasta electrocutarlos hasta la extenuación, sin obviar la inmovilización forzosa durante días que puede enloquecer al más fuerte. Algo que en la edad media era muy frecuentemente utilizado. Estas y otras técnicas fueron dictadas con un alto nivel de meticulosidad en la siniestra Escuela de las Américas de Panamá, y que hoy continúa en Fort Benning, en el estado de Georgia, donde concurren cuadros medios militares y oficiales de muchas policías latinoamericanas.
Las fotos tomadas en centros de tortura estadounidenses en Irak, como Abu Ghraib, bien pueden ajustarse a las recomendaciones escritas 500 años antes en aquella Europa brutal, fratricida y dominada por fanatismos políticos y religiosos, muy parecida a los Estados Unidos actual en su filosofía social.
El problema es que entre aquel oprobioso manual inquisidor publicado en 1486 y ésta modernidad, hubo en el medio todo un corpus jurídico, vanguardias culturales y descubrimientos científicos que moldearon un pensamiento y unas formas de convivencia claramente más civilizadas, al menos en la teoría. Entre el Martillo de las Brujas y los manuales KUBARK de la CIA, hubo un Spinoza, un Hegel, una Ilustración, Un Fidel Castro, un Martin Luther King y una Revolución Francesa con su Declaración Universal por los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Sin embargo, nada de eso parece haber servido para detener fenómenos emergentes como el neofascismo impulsado por el magnate Steve Bannon , consejero principal de Trump en 2017.
Casi todos los países europeos vieron crecer exponencialmente sus partidos neofascistas en los últimos años, cuyas hordas lúmpenes sin mayores luces políticas pero mucho odio como eje de sus campañas, han logrado ocupar una buena porción de escaños en el Parlamento Europeo. Y todo gracias a los diseños y el dinero de Steve Bannon, hombre del riñón plutocrático estadounidense.
Ni todas las guerras, genocidios, masacres nucleares, dictaduras, bombardeos apocalípticos como el de Dresde en la II Guerra Mundial, Vietnam o Corea del Norte, parecen haber influido a los políticos norteamericanos –fieles obedientes del poder económico que condiciona su democracia– para comprender que representan, junto a su país, lo que a la Civilización le costó dos mil años superar dialécticamente.
El odio religioso que asoló Europa dese el siglo XVI y que enfrentó a naciones, monarquías y sociedades enteras que se masacraron entre sí durante más de doscientos años, parece no haber dejado ninguna huella cognitiva en la sociedad moderna. Sobre todo si analizamos el discurso de odio promovido por Washington. Un Gobierno cuyos integrantes rezan antes de firmar decretos para ordenar bombardeos o iniciar guerras y se creen elegidos por Dios para ejercer su Destino Manifiesto.
Muy seguros ignorantes de la historia –el presidente Ronald Reagan se jactaba de no haber leído nunca un libro– los mandatarios de Estados Unidos, desde Harry Truman hasta Donald Trump, no han querido asumir que con su militarismo, sus invasiones, sus premisas económicas de agotamiento planetario y sus teorías supremacistas, terminarán por sepultar a Estados Unidos bajo un imparable odio universal. Parece no importarles convertir a su país en una nación criminal y violentamente retrógrada. En un Imperio, en síntesis, de bravucones idiotizados por su propia prepotencia.
Muchos de sus más destacados analistas pretenden equipararse a Roma, pero omiten que Roma obtenía una Pax Romana fundada en cierto bienestar de sus periferias una vez vencidas y asimiladas. Una inclusión odiosa, pero que daba homogeneidad a los territorios conquistados.
Estados Unidos, en cambio, apenas resulta una potencia avasallante, rústica en casi todos su aspectos y peligrosa para cualquier idea de estabilidad planetaria. No existe tal cosa como una Pax Americana, sino apenas una irracional American Praecaventur Bellum (Guerra Preventiva Americana). Y en esa estrechez de miras civilizatoria, Estados Unidos no ha dejado de invadir y torturar. De imponer la guerra a decenas de países y a pueblos enteros. Pero los pueblos despiertan, ven, oyen y disciernen. Por eso este domingo 9 de agosto se conmemora en multitud de países de Europa, América y África, el Día Internacional de los Crímenes Estadounidenses Contra la Humanidad. Porque lo evidente no se puede ocultar con películas edulcoradas, ni palabras grandilocuentes. Los crímenes sangran y los pueblos lloran. Y luego se rebelan.
#9AEEUUContraLaHumanidad
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"En general, los alemanes son más rencorosos que los pueblos románicos. Ello se debe a que son idealistas hasta en el odio. A diferencia de vosotros, no nos tomamos a pecho cosas superficiales, como una ofensa a la vanidad, un epigrama, el olvido de una tarjeta de visita...; no, nosotros odiamos lo más recóndito y esencial que hay en nuestros enemigos: el pensamiento. Vosotros, los franceses, sois frívolos y ligeros tanto en el amor como en el odio. Nosotros, los alemanes, detestamos profunda y permanentemente, pues somos demasiado sinceros y demasiado torpes para vengarnos con rápida perfidia, y así odiamos hasta el último aliento. - Conozco, señor, la calma alemana —dijo hace poco una dama, mirándome incrédula y temerosamente con los ojos bien abiertos—. Sé que los alemanes empleáis la misma palabra para decir perdonar y envenenar. En efecto, tiene razón; la palabra 'vergeben' significa las dos cosas."
Heinrich Heine Sobre la Historia de la Religión y la Filosofía en Alemania
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