#Pinza de la ropa
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sigalrm · 2 years ago
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Online by Pascal Volk
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al-mayriti · 2 years ago
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my room is a mess right now
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chiquititamia · 8 months ago
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Calmar tu sed pt.2
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Mis queridaaaas, les vengo con una segunda parte del fic que tantó le gustó (gracias por hacérmelo saber)
Mucho más desvergonzada que la primera, quedan advertidas.
probablemente el banner más feo que he hecho jamás, perdón
💕Sub!Blas Polidori x f!reader
❤️‍🔥+18 sexo explícito, blas es aún más insaciable, masturbación, sexo oral, mommy kink
Después de una mañana intensa de trabajo por fin podías relajarte en casa. Bendito horario de verano; la jornada empezaba antes y tenías que madrugar bastante más, pero el paseo hasta la estación al comienzo del amanecer con la brisa de la mañana te daba una tregua respecto al calor sofocante de la ciudad.
Hoy habías picado algo con tus compañeras, así que al llegar a casa ni siquiera tenías que pensar en qué comer. Después de una más que necesaria ducha fría te vestiste únicamente con una fina camiseta de tirantes y unas bragas de encaje, asegurándote de que todo fuera lo más fresco posible.
Recordaste al pasar por delante de la mesa del comedor que tenías que leer un manuscrito antes de que llegase el fin de semana. Habías prometido corregir la gramática del texto para una amiga que estaba iniciando sus andanzas en la escritura, y ya que tú habías hecho una carrera de letras, disfrutabas con ello.
Sin más, te recogiste el pelo aún húmedo por la ducha con una pinza de plástico y amontonaste unos cojines en el cabecero de la cama para leer recostada pero no totalmente tumbada.
La camiseta, además de ser de tirantes era bastante suelta e incluso un poco grande para ti, así que tus pechos amenazaban con fugarse de la tela y las tiras se caían de tus hombros constantemente, pero no le diste demasiada importancia, total, era tu casa.
El sonido de la puerta de la calla abriéndose y cerrándose.
¿Blas había llegado tan pronto?
-¿Amor? – preguntaste alzando la voz
-Sí, mi vida, llegué.
En realidad, habías reconocido el sonido de la forma particular que Blas tenía para entrar, y después, el sonido de sus llaves cayendo sobre el platito de cerámica que teníais junto a la puerta.
A continuación, sus pasos pesados por el pasillo. A Blas le afectaba el calor todavía más que a ti, le agotaba.
Cuando asomó por la puerta quitándose la mochila de la espalda ya te hizo reír con su expresión de sorpresa y su sonrisa.
-Pensaba que los bombones se guardaban en la heladera en verano, che.
Tú reíste ante su comentario-intento-de-chiste.
-¿Qué tal el día, bebé?
-Tch, tch, tch – te quiso silenciar de forma humorística, y, con exageración se pellizcó el puente de la nariz y cerró los ojos a la vez que levantó el índice de forma dramática – no vas a fingir que no te estoy viendo hasta el carnet de conducir desde aquí.
Riendo te tapaste un poco los pechos subiendo tu camiseta, pero uno de los tirantes se deslizó por tu hombro otra vez, dejándote claro que esa prenda ya no servía demasiado para cubrirte, quizás deberías reutilizarla para trapos.
-Y, hace un calor de mil demonios, nene, ¿qué querés?
-Bueno, si me preguntás�� - dijo él con media sonrisa sentándose en el borde de la cama y acariciando tu pierna suave.
La verdad es que estaba tan guapo con la camiseta blanca que llevaba…
-Nah, nah, nah – le quitaste la mano de tu pierna como si fuera una mosca de las que molestan en esa época – quietito ahí que nos conocemos y tengo que leer esto, amor.
Blas hizo caso omiso a lo que le dijiste y empezó a juguetear con el elástico de tu ropa interior, pasando el dedo por debajo tentado de bajarlo.
-Blaaaas, sólo dame un par de horas que acabe de leer esto y soy tuya ¿sí? – pediste en tono de súplica.
-¿¡Dos horas!? ¡Pero…!
-Blas – dijiste intentando ponerte seria. En realidad, te estaba costando mucho no reírte ante las pataletas de tu novio. Este se cruzó de brazos y te miró enfurruñado resoplando.
Fingiste no mirar por encima de la pila de folios que sostenías, haciendo como si ya hubieses vuelto sin problema a tu momento de concentración en la lectura. Viste cómo tu novio se acomodaba un poco el pantalón, probablemente ya tenía una incómoda erección; eso te aceleró el pulso. No es que no quisieras, pero estabas muy ocupada y no ibas a adelantar trabajo si te la pasabas en la cama con ese pendejo toda la tarde. Este chico…
Cuando se levantó asumiendo su derrota e iba rumbo a la ducha le paraste.
-Blas, amor.
-¿Sí? – dijo con un tono menos lastimero que antes; a veces tenía que asumir que los adultos con responsabilidades hacían otras cosas a parte de coger, se dijo.
-Podés comer, pero… dejáme leer, ¿ta?
Blas te miró con los ojos muy abiertos como si le hubieses dicho que le esperaba su comida favorita después de estar toda la mañana pasando hambre. Bueno, en realidad, así era.
No perdió tiempo y se quitó la camiseta, dejándote ver ese torso delgado que a ti tanto te encantaba.
Si fuera un dibujo animado ahora mismo se estaría anudando una servilleta al cuello, pensaste divertida.
Se tumbó entre tus piernas poniéndose cómodo. La gran estatura de Blas os había obligado a comprar una cama de gran tamaño para que ambos pudieseis caber en ella.
Como si se tratase de un bombón exquisito, así como te había dicho nada más entrar en la habitación, comenzó a deshacerse de tus braguitas de encaje como si fuera el papel plateado que envolvía su dulce preferido. Las tiró a un costado ganándose una mirada reprobatoria de tu parte, la cual mitigó rápidamente con esa media sonrisa de nene que no ha roto un plato en su vida y por la cual se libraba de todas las veces que querías reprenderle.
Al retirarlas se había dado cuenta de cierta húmeda mancha, pero decidió no decir nada tal y como le habías pedido. Esta vez iba a ser obediente.
Tuviste que hacer uso de toda tu concentración para no gemir cuando sus dedos apenas comenzaron a rozar el interior de tus muslos. Y un carajo ibas a leer tú.
Escondiste tu rostro detrás de los papeles y cerraste los ojos con fuerza. Era un gemido profundo lo que querías dejar salir cuando su lengua caliente dio una primera pasada de cortesía por encima de tu sexo. Sin embargo, sólo te permitiste soltar un suspiro, que esperabas quedase ahogado por el sonido del ventilador del techo sobre vosotros.
Él hizo un ruido de placer al besar y lamer ya sin titubeos tus otros labios.
-Mmmmhhh…
Con una mano, sujetabas la pila de folios, pero con la otra decidiste ordenar los rizos de la cabeza de tu novio, no para marcar el ritmo ni nada de eso, qué va.
La sensación de su lengua era deliciosa, tan húmeda que cualquiera diría que había bebido agua justo antes, aunque que tú supieras, no lo había hecho.
Se introducía en ti con el músculo de su boca, con una fuerza y destreza que te hacía ver las estrellas. No creías engañar a nadie fingiendo leer a estas alturas, pero creíste que era necesario no romper la magia del juego y seguir sin mirar a tu novio.
-¿Está rico, nene?
Blas, que parecía temer que se agotase la fuente de su placer, lamía con auténtica sed entre tus piernas. Pero salió para tomar aire y responder, con los labios  y la barbilla húmedos de su propia saliva y tu excitación.
-Sí, mami…
Dios, cómo querías tirar los documentos al mismo sitio donde Blas había tirado tu ropa interior. Doblaste tus rodillas y abriste más las piernas para darle aún mejor acceso.
Notaste - aunque intentabas mirar lo mínimo por si subía la vista hacia ti – como sus caderas se movían, probablemente de forma involuntaria, contra el colchón. Pobrecito.
-¿Y ya estabas muy cachondo? – preguntaste intentando fingir desinterés y casualidad.
Blas asintió con la cabeza, provocando con ese movimiento un pequeño gemido de tu parte.
- Y sí, mami, ya me iba a hacer una paja en la ducha, sabés – dijo rápidamente antes de continuar con su festín, así como uno sale del agua para tomar aire y vuelve a sumergirse.
-Pobrecito… - dijiste en tono de compasión, pasando una página que obviamente no habías leído del manuscrito, habrá que disimular, ¿no?- Pero ya hemos dicho que eso no, mi nene… mami te da lo que vos necesitás, ¿verdad?
Asintió de manera más enérgica y comenzó a dar estocadas en el colchón ya de forma voluntaria, de forma salvaje. Se estaba follando vuestra cama. Gemiste al imaginar como su ropa interior y sus jeans, que no le había dado tiempo a quitarse, se estarían humedeciendo bajo él, eso siempre te había parecido de alguna manera adorable. Soltaba pequeños gemidos mientras se agarraba a tus dos muslos como si su vida dependiese de ello.
-Blasito… la tenés muy dura? – preguntaste como si no lo supieras.
-Sí… - lloriqueó.
-Podés tocarte si querés…
Él te dedicó una mirada rápida como teniendo cuidado de no hacer que te replanteases tu decisión. Después se levantó de un salto y comenzó a bajarse el cierre del pantalón.
Cuando se bajó el bóxer intentaste concentrarte en las palabras escritas que tenías delante, pero fallaste miserablemente. Era un pecado no ver semejante obra de arte de la naturaleza.
Con la mano derecha agarró su miembro y, usando el líquido preseminal que llevaba un rato manchando su ropa, lubricó su punta con alivio, comenzando a masturbarse mientras te observaba aún a los pies de la cama.
Cuando volvió en sí, retornó a su posición, tumbado entre tus piernas, sin embargo, esta vez no lo hizo boca abajo, si no que se recostó de lado, para dar espacio a lo que tenía entre manos.
Aún así no había olvidado su cometido, y apoyó la mejilla en tu muslo, lo suficientemente cerca para poder seguir lamiendo cómodamente mientras conseguía aliviarse con su mano.
-¿Cómo decías vos? Estos adolescentes siempre con la pija dura, ¿no? – dijo con la respiración entrecortada entre lamida y lamida – ¿y que querés mamita? No podés poner a dieta a alguien y después prepararle tremendo dulce…
-Vos ya no sos ningún adolescente, Blasito …tenés- Ahhh!! … un… problema – gemiste sin poder evitarlo.
Él no hizo caso a tu comentario y siguió bebiendo de ti mientras se masturbaba desesperadamente.
Te agarrabas con fuerza a los papeles con una mano y a la almohada debajo de tu cabeza con la otra, no podías más del placer. Si seguía así un par de minutos, ya fue, pensaste.
-¿Puedo, mami? – dijo con voz ronca. No te dijó qué, pero la forma rápida y errática en la que movía su mano y su lengua te dio una idea de qué era lo que quería hacer.
-Sí…. ¡Sí! – gemiste casi gritando.
En un movimiento que ni viste, Blas se incorporó y se colocó entre tus piernas para penetrarte. La exagerada humedad que te había provocado hizo que no tuviese que prepararte primero con sus largos dedos. Antes de que pudieras darte cuenta ya se estaba moviendo dentro de ti, llegando muy profundo y haciendo sonidos que sonaban casi a una queja. Pareciese que no podía ir tan rápido como su miembro necesitaba.
-Mami….!!!
-Venite, mi niño…venite dentro de mami,…todo dentro….
-¡Mami, no puedo más! – gimió y encontró un patrón de embestidas más rápido todavía. Parecía un conejito desesperado entre tus piernas.
Notaste tu orgasmo arrasar dentro de ti, haciendo que te aferrases a su espalda clavándole las uñas.
Un buen grito salió de tu garganta, barriendo consigo todas las tensiones acumuladas de ese día con cada pulsación de tu sexo.
Blas te miró y abrió la boca, como si no pudiese creer lo mucho que le estabas apretando mientras te sostenía entre sus brazos.
-Me vengo, nena… me vengo… - cerró los ojos con fuerza y dejó salir un sonido casi gutural de su pecho.
Después de eso, solo pudiste notar como la corrida que llevaba guardando para ti desde… ¿anoche? ¿no hacía ni doce horas que habían cogido? Llenaba tu interior con fuerza.
Gimió mientras se venía, hundiendo su cara en tu pelo, desparramado por la almohada.
Os tomó un buen rato recuperar el aliento. Ahora ambos estabais empapados en sudor y hechos un completo desastre.
No hacían falta palabras, cuando intercambiasteis la mirada supisteis lo que queríais decir: a la ducha.
Te levantaste con esfuerzo de la cama, como quien se levanta de un viaje muy loco en los toros mecánicos; despeinada, con la ropa movida y sin aliento. Tuviste cuidado de no derramar lo que tu novio había derramado en ti antes de llegar al baño, aunque un poco escapó inevitablemente por tus piernas.
Ya desde la ducha gritaste para que te escuchase en la habitación.
-Si aún querés más vení a la ducha por que luego me tengo que poner a leer sí o sí, ¿ta?
Blas sonrió mientras recogía tus bragas del suelo
-¡Voy!
Agradezco mucho sus comentarios 💕
tags: @madame-fear @deepinsideyourbeing @loveinsprings @lunitt
@lastflowrr @iamjustadoll (como siempre, diganme si quieren que las incluya en la taglist o las borre <3)
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la-semillera · 7 months ago
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SARAH MOON & HERTA MÜLLER
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Después de que me expulsaran de una fábrica y luego de varias escuelas deambulaba mucho por la ciudad. Había aprendido a pasear sin rumbo y empecé a robar en las tiendas. Empecé robando pinzas de la ropa. Me movía la ambición de robar objetos cada vez más grandes y perjudicar a ese Estado que me lo había quitado todo. Hoy tengo toda suerte de tazas, copas, cacerolas y cubiertos en casa. Todo «piezas únicas» pues todas son robadas. Enseñaba mi botín a mis escasos amigos. Ellos me advertían y yo era consciente de lo bien que les vendría a los servicios secretos que yo hubiera robado un vaso de agua. Cada vez que entraba en una tienda me hacía el propósito de no robar nada, y en el mismo instante ya estaba robando algo. No lo hacía porque necesitara esas cosas sino porque tenía diez dedos afilados en las manos que habían temblado muy a menudo ante la amenaza del Estado. En términos políticos, yo ya llevaba mucho tiempo en la lista negra, estaba fuera de todos los carriles de la «vida viable». No me quedaba nada que perder, sólo una cosa que lo reunía todo: el motivo político de mi oposición. Y, aun teniéndolo todo tan claro, junto a este motivo inamovible necesitaba un peligro provocado por mí misma. La autodeterminación como miedo añadido. Sabía que, al día siguiente, podría aparecer una fotografía en el periódico en la que saliera yo con una cacerola robada entre las manos, la fotografía de una ladrona. Todo cuanto hubiera hecho hasta entonces se pondría como tapadera a la cacerola robada. Y esa tapa encajaría. Todos los que se habían distanciado de mí hacía tiempo porque no podían dividirse entre mi persona y la norma habrían podido decir que estaba claro que yo me dedicaba a robar cacerolas. Eso mismo ya les había parecido motivo suficiente para no querer tener nada que ver conmigo. También habrían dicho eso.
También esto es psicología: caía adrede en lo criminal a un nivel que me repugnaba. Un nivel que brindaba argumentos al oportunismo disfrazado de «sentido común». Yo sabía que aquello no era rebeldía sino la forma más estúpida de tirar piedras contra mi propio tejado y dejarme llevar por una desesperación ciega.
En Hambre y seda, Herta Müller, 1995 Traducción: Isabel García Adánez
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myparadisemyblog · 1 year ago
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Subimos a su habitación.  
Me arrodillé.
Me indicó que me quitara la ropa primero, para quedarme solamente en lencería, era un conjunto de lencería de color rojo que previamente fue aprobada por él. Me levanté para desnudarme, él también lo hizo quedándose solo con un bóxer de color negro;  justo en frente de nosotros había un espejo de cuerpo completo; me saqué la sudadera y la blusa y di media vuelta, quedando frente al espejo y de espaldas a él, me incline ligeramente y me baje los leggins , rocé su pelvis y sus piernas con mis nalgas mientras iba bajando hasta quedar otra vez de rodillas, volví a girar para quedar frente a él , lo mire a los ojos, sé que le encanta esa vista , le encanta verme desde arriba , le gusta que me arrodille y le suplique con la mirada y mediante mis gemidos que me dé un poco de él… el bulto que se dibujaba en el bóxer robó mi atención , entonces intercalaba la mirada entre sus ojos y su entrepierna , fue inevitable y mis glándulas salivales se exprimieron como cuando estoy a punto de meterme  un chocolate en la boca  , él lo notó; con una mano se frotó el bulto y con la otra extendió el pulgar para acercarlo a mis labios, yo busqué s pulgar con la boca , lo seguí hasta atraparlo y lo succioné de inmediato, cerré los ojos y lo lamí  idéntico a como lamería su verga ,  me es tan placentero usar mi boca de esa manera aunque solo se tratara de su dedo.
Abrí los ojos y contemplé como se lo estaba sacando del bóxer , asentí y gemí aún más fuerte hasta que me lo dio , lo puso frente a mi cara  e igual que hice con su dedo seguí su verga hasta atraparla con mis labios y succionarla ; no terminé de lamer el glande por completo, solo lo pasé por mi lengua mientras dirigía  la calidez de mi boca hacia el tronco y sus testículos, succioné con suavidad y le pasé la legua un par de veces al izquierdo y luego, sin despegar la lengua, al derecho. Fui subiendo otra vez hasta llegar a su glande, al principio dejó que yo sola me lo metiera hasta la garganta pero terminó por ayudarme empujando mi cabeza hacia su pelvis, mi nariz chocó con su pubis , sostuvo mi cara ahí hasta que comencé a producir esos sonidos que le encantan, a él le enloquece ahogarme con su verga; aflojó un poco , mientras me lo saque de la boca  para recuperar el aliento. Durante esa pausa él caminó hacia atrás para sentarse en la cama
-Tus pinzas!- me dijo
Subí por en medio de sus piernas y me atravesé sobre uno de sus costados para alcanzar el neceser dónde había llevado todo . Mi cuerpo quedó sobre su pierna izquierda y mis nalgas justo frente a él, tardé más tiempo del necesario en esa postura a propósito porque me empezó a acariciar las nalgas, las apretó con una mano y con la otra me frotó la vulva por sobre el encaje mientras yo movía la cadera en círculos.
Cuando volví a estar de rodillas , él me quitó el bra,  me froté las tetas para que mis pezones sobresalieran  y después me coloque las pinzas , gemí de dolor , la del lado izquierdo en especial me apretaba demasiado , mi boca volvió al centro de sus piernas y seguí dándole placer .
 Siempre he sabido que el placer es principalmente mental , las sensaciones físicas son secundarias , él me dijo que cuando se la estoy mamando lo hago sentir poderoso, yo siento un infinito placer de hacerlo sentir así mediante mi boca, mi cuerpo, mi postura, mi mirada hacía él, me sentí como una sumisa perfecta y eso me llena de orgullo, es increíble lo que puedo hacer con mi actitud. << ¿Alguien ha adorado así tu cuerpo antes… como si fueras un dios y yo una esclava? ¿Se ha deshecho de su comodidad y de su voluntad solo para provocarte el placer más profundo? No lo creo. >>  Me podía sostener la mirada pocos segundos , cada que hacíamos contacto visual con rapidez cerraba los ojos y extendía  el cuello echando la cabeza hacia atrás.
Continué con la misma secuencia hasta que me pidió  mi dildo
-…quiero violarte con él- me dijo
Asentí de manera totalmente mecánica , si, me volví a sentir en ese lugar:  el subspace . Cuando estoy en ese lugar” mi voluntad desaparece solo queda el deseo de hacer todo lo que él dice, de que me use y me use y me use hasta que alcancé la cumbre de su placer. Amo ese lugar, que en realidad no es un lugar , es un espacio mental que me provoca demasiada paz, me hace sentirme en el sitio correcto , es lamentable que poquísimas personas hayan podido llevarme hasta ese punto.
Tomé uno de mis dildos, el mediano , le unté lubricante en la punta y al principio me dejó que yo sola me penetrara con él mientras él me observa gemir y retorcerme; a continuación tomó el dildo grande , me preguntó con una sonrisa sarcástica si ese también llevaba lubricante , asentí  con una sonrisa de obviedad  <<Que no se le ocurra metérmelo así por favor >>- pensé.
Puso lubricante en la punta, aparté el dildo mediano y él colocó la punta del otro en la entrada de mi vagina, lo empujó poco a poco haciéndome gemir cada vez más fuerte hasta gritar cuando ya estaba todo adentro, extendí el cuello , me mordí los labios, suspiré con profundidad mientras mi vagina se iba acostumbrando al gran tamaño hasta que dejó de doler y entonces empecé a mover la cadera haciéndolo entrar y salir mientras él lo mantenía fijo. Un rato después se levantó para sacar del cajón del tocador un condón, dejándome sola en la cama con el dildo <<Va a penetrarme ya>>. – pensé con satisfacción pues ser penetrada por mi Amo siempre ha sido para mí un premio; es el momento en el que siento especial cercanía , es el momento en el que me siento reconocida y siento que me he portado tan bien como para ganarme el honor de que ahora quiera penetrarme con su verga y no con juguetes.
Se puso el condón, se acercó  a mí, yo  aparté el dildo , se acomodó sobre mi cuerpo , separé las piernas más , colocó su glande el mis labios y se recargó en mí deslizándose hasta el fondo , grité una vez más , me hizo  callar tapándome la boca produciendo una reacción extraña: me empezaron a escurrir lagrimas por los ángulos externos de ambos ojos, no estaba llorando , más bien es como si mi tensión y adrenalina tuviera que salir por algún lado y como había limitado mis gritos. Cuando me tranquilice un poco quitó la mano de encima de mis labios sin dejar de penetrarme.
-¿Te gusta?- me preguntó
Asentí, a penas podía hablar
-Voy  a venirme ya-
Hice un pequeño sonido agudo de afirmación.
Me pegue más hacía su cuerpo , lo abrace con mi vagina y rodeé su cintura con mis piernas estrechando el espacio para contenerlo; lo escuché gemir con profundidad, ese gemido inconfundible del orgasmo , mientras ocurría tensé más los músculos de mi pelvis, mis piernas y mi abdomen absorbiéndolo hacía mi interior.
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velvets-stuff · 1 year ago
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Eeeeey, con el nuevo AU (creo que se le considera un AU) de KAZZY había dicho que quería traer mi sona en la versión del AU, y pues, lo prometido es deuda...
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Quería que se viera como un menú o algo así de un videojuego 💀... Pero se hizo el intento.
‧₊˚ ❝ CHARACTER INFO ❞ 。゚・
╰─► Velvet es una inventora ingeniosa y creativa, ¿Necesitas un vehículo para viajar con tu mercancía?, ella creará lo que necesites!, ¿Tu violín está dañado?, ella lo va a arreglar!, ¿Perdiste una pierna?, no te preocupes, Velvet se las va a ingeniar para crear una prótesis o algo que te ayude!, sea lo que sea, no hay nada que unas herramientas y creatividad no puedan solucionarlo.
Velvet tiende a hacer viajes en solitario con el fin de explorar nuevos lugares y obtener más conocimiento y amigos, por ende también se considera un explorador, aunque su curiosidad puede ser intensa habeces y eso termina en Velvet siendo imprudente o haciendo preguntas incómodas.
Velvet es una persona amable y carismática, aunque habeces los nervios le ganan siempre intenta ser extrovertide con todos, brindando una mano para ayudar al que lo necesite, pero como toda persona, Velvet tiene sus límites, y aunque no es exactamente la persona más aterradora cuando está moleste tampoco es agradable.
La vida seguiría siendo tranquila hasta que entre los mapas de su mentor encontró un nombre que le llamo la atención “Siochikattl, la ciudad del intercambio”, ¿De verdad creías que un alma aventura como Velvet se quedaría con la duda?, no tardo nada en alistar su mochila, tomar un arma (por las dudas) y salir en su nueva aventura.
‧₊˚ ❝ Inventory ❞ 。゚・
╰─► Velvet usa principalmente una mochila de espalda ya que es más fácil y cómoda para los viajes, en ella lleva lo escencial, brújula, mapa, una pequeña bolsa con algunas monedas, un encendedor, un pequeño kit de herramientas (que es solo un destornillador, una llave inglesa, un martillo, unas pinzas y una cajita de clavos y tornillos), una cantimplora, algo de comida (pan, fruta, queso y mermelada) y algún cambio de ropa. Todo acomodando y en las cantidades que crea necesarias para el tiempo del viaje.
Lo que más resalta es su arma principal, un rifle echo por ella misma que suele llamar “Atenea” (o Athena dependiendo del idioma), el rifle funciona como cualquier arma normal, sin embargo, Velvet creo unas balas especiales las cuales luego de ser disparadas y llegar al objetivo crean una pequeña explosión que causa algo de confusión y quemaduras leves. (En general, Velvet es Avil con arma de distancia)
Imagen de referencia de la mochila y rifle (hasta que quizás haga un mejor dibujo):
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‧₊˚ ❝ TRADE MODE ❞ 。゚・
╰─► Como trade, al principio Velvet no puede ofrecer mucho, quizás algo de su comida o ayudarte usando sus habilidades como inventor, pero conforme pase el tiempo y comienze a ampliar su inventario podra ofrecer más objetos, la mayoría siendo sus propias creaciones.
Si tradeas muchas veces con Velvet obtienes:
Libro del inventor!
Un libro que Velvet escribo con el tiempo, en el se encuentran todos sus conocimientos en materias como construcción, mecánica, robótica y cualquier cosa que un inventor necesitaría, con el puedes acceder a esta información cuando lo necesites y te podrías ahorrar el ir a buscarle cuando necesites ayuda.
Si matar a Velvet obtienes:
Atenea!
El rifle creado por velvet, creo que ya te darás una idea de lo que puede hacer.
‧₊˚ ❝ TRIVIA ❞ 。゚・
Velvet es un amante de la historia, le gusta saber sobre esos temas como guerras o personajes importantes.
Quizás sea obvio, pero su figura favorita es la estrella.
Llegó a Siochikattl debido a que vio la ciudad en un mapa de su maestro/jefe, al nunca haber escuchado de la ciudad decidió ir a hacer una visita por curiosidad.
Su comida/platillo favorito es el sándwich de carne y queso.
No sé mucho sobre hacer stats con números, pero hize está tipo “ficha” para tener más en claro otra info sobre Velvet.
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╰───────────────► . ✩ . ───────────────
Y pues, ahí tengo mi sona para esta nueva aventura!
El AU/concepto/juego le pertenece a @kratt-au-void
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carodecosta · 1 year ago
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—Háblame de él, cómo te cogió.
…te intriga mi pasión.
Mayo 2023.
Fue superior a mis expectativas, sé que ellos follan con mucha frecuencia, íntimos y en tríos hmh, pero a solas, él nunca estuvo con otra mujer. Y aunque el sexo es como andar en bicicleta, después de 24 años de cogerse a la misma mujer (su mujer) no era garantía de nada. Al contrario, debo decir que después de ese polvo sideral, me cuesta creer que soy la primera.
Alimenté su deseo por mí durante largo tiempo. Me desea hace años y cada tanto, sutilmente, me lo hacía saber. Y bueno, lo típico, una invitación a un café, lo políticamente correcto. Decidí saltarnos el café e ir directo a la cama; accedió. Quién no…
Le di poder, le ofrecí entrega y sumisión y atenta, pedí instrucciones
Caliente por algunas de mis publicaciones, aparte de vestir una braguita usada 48 hrs sin cesar, me pidió llegar vestida con pinzas en las tetas. Había visto una foto de publicación y desde ese momento no paraba de pajearse.
Quieres ver cómo me presenté? Pídemelo con tu voz de caliente…
Sigo.
Domingo pm, un bello motel. Él había puesto sus condiciones, era hora de poner las mías
Lo senté lejos, en un sillón al otro extremo de la habitación, yo me puse frente al espejo que había para que tuviera una visión doble. Y comencé muy sensualmente a quitarme la ropa; pero no me la quité del todo, al contrario, lo que hice fue recogerla.
Él intentó acercarse, tocarme, pero dos palmadas lo recluyeron a su posición. Es un malacostumbrado, en su juventud fue asiduo a los topless para saciar sus ansias y le recordé que no se toca sin pagar. Y yo soy cara.
Y ahí estaba el pobre infeliz masturbándose como un degenerado, el rostro desencajado, la boca abierta salivando como perro y mirándome con cara de "angustiado", de esos que tú conocerás, los angustiados pastabaseros.
Pero no lo vi venir, en segundos se había calzado su preservativo, como una fiera se abalanzó, me dio vuelta en el aire y me puso como perra, subió mi falda, corrió mi tanga, tensó mis cadenas hasta el extremo dolor y me penetró como bestia, sin un gramo de amor.
Me culió con rabia, puteando en mi oído su desespero, exigiendo mi orgasmo.
No me resistí a las embestidas, me entregué, pero no terminé (casi terminé, estuvo intenso). Tenía planes para correrme; debía hacerse merecedor de mi explosión.
Una vez que se calmó, recordó lo de mi tanga. Esta vez muy cariñosamente me la sacó, la amuñó en su palma y se la llevó a la nariz. Casi la hizo desaparecer de tanto que la inhaló, llegó a poner los ojos en blanco, me imagino de la bocanada que recibió.
Mañana te sigo contando, debo ir a cocinar. Pero antes una adivinanza:
Adivina dónde habita esa tanga el día de hoy…
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midncghts · 2 years ago
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jamás   era   lindo   recibir   un   impacto   de   bala   .   sin   importar   cuantos   puñetazos   ,   patadas   o   acuchilladas   recibiera   ,   una   bala   metida   por   debajo   de   su   piel   siempre   sería   la   peor   sensación   y   tener   que   fingir   estar   bien   en   el   elevador   del   hotel   ,   lleno   de   gente   asquerosamente   rica   de   camino   a   la   habitación   ,   parecía   empeorarlo   todo   .
apenas   el   seguro   de   la   puerta   se   desactiva   ,   thomas   la   abre   bruscamente   y   avanza   hasta   el   baño   ,   donde   se   desploma   ,   su   espalda   apoyada   contra   la   pared   de   baldosas   .   él   abre   su   abrigo   negro   y   finalmente   puede   ver   su   ropa   cubierta   de   sangre   .   tiene   un   corte   un   poco   profundo   en   su   muslo   ,   pero   puede   lidiar   con   ello   después   ;   sin   embargo   ,   la   bala   incrustada   un   poco   más   abajo   de   su   clavícula   izquierda   le   molesta   .   el   pelinegro   toma   aire   y   mete   dos   dedos   en   la   herida   ,   intentando   buscar   el   proyectil   ,   encajando   sus   dientes   en   su   labio   inferior   en   un   intento   de   aguantar   el   dolor   .   “   carajo   .   .   .    mierda   .   .   .   ”   maldice   al   no   poder   llegar   a   ella   .   “   tendrás   que   sacar   la   bala   ,   no   logro   alcanzarla   .   ”   le   dice   al   otro   ,   levantando   su   mirada   para   verlo   ,   al   tiempo   que   su   mano   derecha   sube   hasta   alcanzar   la   suya   .   “   en   el   bolso   café   hay   pinzas      .   .   .      ⸻    y-y   en   la   nevera   hay   una   botella   de   vodka   ,   ve   por   ellas   ,   ¿   si   ?   .   esta   mierda   parece   que   quema   más   con   cada   segundo   que   pasa   .   ”   thomas   le   regala   una   sonrisa   débil   ,   dejando   suaves   caricias   sobre   la   mano   foránea   antes   de   dejarla   ir   .   @easyrevengc​
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boymc25 · 2 years ago
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Anoche me quedé solo xq mi novio viajaba por temas de trabajo, hace días venía bastante alzadito, mi novio se iba el viernes y volvía el lunes en la mañana, pensaba disfrutar al máximo ese tiempo.
Mientras estaba en el trabajo le escribí a un veterano de 40 al que había visto varias veces, el estaba con muchas ganas de garcharme pero yo no quería xq esta muy dotado y de las veces que nos vimos me dejó la cola desgarrada.
Le dije que solo podía mamar,estuvimos hablando un rato y se conformo con eso.
Salí de trabajar y el paso por mi en su auto, venía sin ropa interior y podía notar su erección. Llegamos a su casa, ya en el garaje de su casa, me paró y comenzó a sacarme la camisa, me agarró del cuello y me lo apretó poniéndome contra la pared, sin soltarme bajo a besarme los pezones, el sabía que eso me exitaba mucho, se quedó sobre mi pezón izquierdo, lo metió todo en su boca y cuando estaba en el punto más alto de exitacion sentí que lo mordía, al principio sentí placer y gemí, pero después se transformó en dolor, no me soltaba y comencé a gritar de dolor, el ahogó mi grito apretando más mi garganta y casi enseguida me soltó.
Me pidió que me sacará toda la ropa, yo lo hice sin cuestionar, por las veces anteriores sabía perfectamente quien manejaba la situación, yo solo podía obedecer o sentir las consecuencias, así funcionaba lo nuestro.
Mientras yo me desvestía el lo hacía también, fue hasta el auto y agarró una mochila y mientras la abría me dijo que tenía regalitos para mí y que como no me podía penetrar busco alternativas.
Sacó de la mochila algunas cuerdas, pero lo que más me llamo la atención fue un anzuelo enorme color plateado pero en la punta no era filoso ni punzante, tenía forma de pene, no entendí del todo como funcionaba, el me dijo que me iba a mostrar, fuimos a su cama nos tiramos en la cama a tocarnos y besarnos, después de un momento se ti como su pene mojaba mi abdomen, mire un instante y el lo captó, con su mano secó el líquido de su pene y luego los metió en mi boca, contenían una cantidad moderada de semen, lo supe por el sabor y la textura.
Se levantó rápido de la cama y agarró las cosas que me había mostrado, me acostó boca abajo y Cos su peso sobre mi comenzó a atar mis manos, no podía ver lo que hacia así que me dispuse a esperar, luego de algunos minutos se inclino y abrió mis nalgas, comenzó a comerme el culo de una forma tan exquisita que estaba dispuesto a dejarme penetrar, pero no dije nada, solo gemia y deje que la situación surgiera, mientras él se disponía a dilatarme, sentí que agarro la pieza de metal fría que estaba sobre mi espalda, comencé a sentir como si metiera su dedo, rápidamente entendió que lo que me estaba penetrando era ese anzuelo con forma de verga erecta, sentí que disfrutaba del grosor de aquel artefacto, me abría pero lo disfruté, el largo fue el inconveniente, no terminaba de entrar y justo cuando le dije que terminara de meterlo lo empujó entero dentro de mi, sentí que me partia en dos cuando note que mis brazos estaban atados a ese enorme anzuelo metido en mi culo.
Me puso boca arriba, observó que mi pene estaba completamente mojado, saco dos pinzas de un cajón y las prendió de mis pezones, me dolía pero era delicioso, me provocaba retorcerme del dolor y placer, me agarró el miembro y agarrando mis bolas las separó de mi pene causando más dolor y metiendo mi pequeño pene en su boca, comenzó a chuparlo y a morder lo, estaba sometido de dolor y placer, soltó mis bolas y quitó las pinzas sentí un alivio pero quería más.
Me arrastró en la cama sosteniendo mi cuello y llevando mi cabeza hasta el borde, él me dijo que iba a sentir placer con mi cuerpo sin importarle el mío y me preguntó si estaba de acuerdo, yo asentí con la cabeza y el la tomo con su mano derecha e introdujo su verga enorme en mi garganta, el iba a cogerla cómo si fuera mi culo, para cuando me di cuenta ya tenía todo su miembro dentro de mi garganta.
Se movía dentro de mi como si se tratara de un recto, pero era mi boca, cuando estaba al límite la sacaba para que pudiera respirar, mientras estaba dentro de mi, él chupaba mi pene, para lograr meter un poco más el suyo en mi garganta, estuvo un buen rato así, me cogía la boca luego se retiraba a tomar agua o a ir al baño y continuaba, la erección no dejaba que su pene se bajara, en en momento lo introdujo, se movía violentamente, cómo si se tratara de mi culito abierto, movía mi cabeza para sacarlo pero el la apretaba con sus piernas, empezó a gemir y a respirar muy exitado cuando sentí como palpitaba su verga en mi garganta, me gritaba que tragara y eso hice, me lleno la garganta de leche y yo de la exitacion bla tomé toda.
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queenkumo · 2 years ago
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Valieron la pena 20 de ellos
Disclaimer: Tokyo Revengers es propiedad de Ken Wakui
- Shin ¿recuerdas que hace unas semanas preguntaste si conocíamos a alguien que quisiera ayudar con el área administrativa del taller? - La voz del muchacho de cabello negro llegó hasta donde se encontraba, pero no podía verlo ya que permanecía sentado en el suelo mientras intentaba ajustar el clutch de una moto que estaba arreglando.
- si ¿ya encontraron a alguien? - preguntó mientras sostenía con una pinza la pieza y con la mano intentaba insertar un tornillo.
- si… y no – dijo el chico acercándose hasta donde estaba su amigo.
- ¿si o no? Necesito información clara – no pudo ocultar el tono irritado en su voz, odiaba ajustar clutch y odiaba cuando Keisuke iba a “platicar” sin decirle las cosas directamente.
- mira… la hermana de Sakura se mudó recientemente… se llama Ume – “Sakura es su novia” recordó. Se la había mencionado en algunas ocasiones, pero aún no la conocía de vista.
- ella sabe de mecánica y de cosas de oficina, ayudaba al señor Niiyama en su taller en México – antes de que pudiese seguir lo interrumpió.
- una mujer no – sentenció soltando un suspiro pesado tras terminar con su trabajo, solo entonces miró hacia arriba y se encontró con el muchacho sentado sobre una mesa donde a veces ponía herramientas. La mirada de este era de molestia pues ni siquiera lo había dejado terminar.
- Keisuke, no me lo tomes a mal, pero sabes que a estos lugares vienen hombres un poco… - se puso de pie y se limpió los dedos en su overol de trabajo – bruscos; no aptos para una señorita – terminó mientras tomaba un trozo de tela que había dejado sobre el asiento del vehículo y continuó limpiándose.
- Shin, Sakura me pidió que te la recomendara. Es nueva aquí… en el país. Y sabe hacer su trabajo - Baji se pasó una mano por el cabello peinandolo hacia atrás.  Se notaba preocupado – se que a Sakura se le hizo difícil acostumbrarse a este cambio cuándo llegó a estudiar la universidad… sería bueno ayudar a su hermana a que sea… mas fácil su estancia – levantó la vista para esperar la respuesta de Shinichiro, este se había metido una esquina del trapo en la bolsa del overol, tenía una de sus manos en la barbilla y la expresión que tenía era indecisa.
- Keisuke, no sé como se sienta aquí en el taller – habló acercándose para recargarse en la mesa donde estaba sentado el más joven.
- no te preocupes, si tiene la mitad del carácter de su hermana y su familia de América no tendrá problema con los clientes agresivos -  Ese comentario le daba más miedo, pero tras pensarlo unos minutos más y hablar sobre detalles pequeños aceptó el recibirla al menos para explicarle de viva voz en qué consistiría el trabajo y advertirle del tipo de gente que iba al taller.
Habían pasado 2 días, era temprano y caminaba por la pequeña calle que llevaba a la entrada del negocio, casi no había gente. Hubiese deseado quedarse un rato más dormido. Saludó a algunos comerciantes del lugar que abrían sus locales; fue entonces cuando miró hacia al frente y se encontró con la mujer.
Ella permanecía recargada en la pared, llevaba ropa bastante casual: un pantalón cómodo de mezclilla y una camisa suelta de botones blanca junto a unas sandalias, su cabello era castaño y ondulado; le llegaba hasta la barbilla, usaba lentes y se notaba un tanto nerviosa mientras esperaba. Parecía ser alta, no tanto como el, pero si fuera del estándar japonés. Pero no fue lo que más lo impactó; hubo un momento en el que ella sintió la mirada del hombre y se giró un poco para verlo, fue ahí cuando el se fijó en los intensos ojos verdes que ella tenía; por supuesto tenía rasgos japoneses, pero podía notar algunos detalles de parte de su familia latina; no solo en su cuerpo lleno de curvas, sus ojos eran grandes y expresivos.
Cuando ella se irguió para sonreirle y hacer una ligera reverencia en forma de saludo el salió de su trance. Había sido rechazado tantas veces por tantas chicas que cuando la vio a ella ni siquiera dejó que su mente comenzara a imaginar cosas, sin embargo debía admitirlo: le acababan de robar el aliento y deseaba que más tarde el corazón.
Nunca creyó que duraría tanto tiempo en aquel lugar, un año y 4 meses siendo administradora del taller de Shinichiro y bastantes aventuras de por medio. Ciertamente todo había sido un caos desde que llegó, documentos legales perdidos, cuentas por pagar, recibos inentendibles y más. Arreglarlo todo era un esfuerzo grande, pero no imposible que se logró después de un tiempo.
Ella y Shinichiro eran un excelente equipo a pesar de que acoplarse al trabajo juntos fue difícil al principio, el la trataba como a una princesa y ella no dudaba en sacar su bate cuando llegaban clientes difíciles reclamando sobre algo. A veces no entendía porque el la trataba de manera suave cuando ya le había demostrado de lo que era capaz.
Aquella noche se encontraba ocupada haciendo cuentas para el cierre de mes, esperaba cerrar sola el local hasta que levantó la vista y a través de las ventanas de la oficina vio al hombre ordenando su lugar de trabajo haciendo tiempo. Nunca la dejaba sola, no era porque no confiara en ella, solo era “preocupación por su bienestar”. Recordar aquella frase la hizo reír y continuó con su trabajo.
Su teléfono sonó y lo asustó un poco, era el número de Manjiro, pero sabía que al responder no sería solo la voz de su hermanito. Pensó en dejarlo sonar, pero no quiso que le estuvieran marcando tantas veces así que respiró hondo y contestó.
- ¿qué sucede? - preguntó evitando formalidades.
- ¿ya te declaraste? - escuchó la voz despreocupada pero burlona de su hermano junto a un sonido de que masticaba algo, de fondo reconoció las risas de Takeomi, Keisuke y Emma ¿Qué hacía Emma ahí? ¿No vivía ya con Ken? Ese no era momento para desviarse del tema.
- no sé de qué me hablas – respondió de forma seca. Las risas sonaron más fuertes y el se irritó. Había más voces, Takemichi y Ken también se reían ¿en serio fueron todos para presionarlo por llamada?
- Mira hermano, si no te apresuras alguien más va a ir tras ella – el tono burlón de Manjiro era tan molesto.
- ¡Escuché que Waka ya la tiene en la mira!- Takeomi buscaba provocarlo y lo estaba logrando. Más risas.
- ¡No pierdas el tiempo! - Esta vez fue Emma quien lo animó.
- voy a molerlos a golpes cuando los vea – expresó mientras se masajeaba las sienes con su mano libre y se sentaba en una mesa de trabajo. Llevaban meses molestándolo con eso y cuando por fin les dijo que estaba decidido a confesarse la presión había aumentado.
- ¿otra vez te están molestando por teléfono? - la suave voz de Ume lo sacó de sus pensamientos y de inmediato se puso de pie. Casi se le cae el móvil cuando lo hizo. En la bocina solo escuchó gritos de emoción, risas y silbidos. No dijo más y colgó.
- ¿todo bien?- preguntó ella. Llevaba puesta una sudadera negra que le regaló en su cumpleaños, eso lo hizo sonreír.
- S-si… solo estaban comportándose como niños – dijo mientras se guardaba el teléfono en el overol. - ¿te llevo a tu casa? - preguntó esperando que aceptar para ir junto a ella en su moto.
- mmm no hay problema, pensaba usar otro método de transporte – “Waka” gruñó en sus adentros al recordar lo que Takeomi dijo en la llamada. - aún alcanzo el tren – terminó diciendo y las mejillas de Shinichiro se colorearon por la pena.
- es que… quiero hablar contigo – dijo metiéndose ambas manos a las bolsas del overol y desviando un poco la mirada.
- ¿te vas a declarar? - dijo ella soltando una risita, el la miró con los ojos muy abiertos y las mejillas coloreadas.
- ¿qué? - dijo el entrando en pánico.
- es broma, Sano – dijo ella dándole unas palmaditas en el pecho mientras le sonreía con dulzura.
Justo cuando ella separaba su mano del pecho ajeno Shinichiro se lo impidió tomándola con delicadeza, ella lo miró a los ojos con sorpresa y se ruborizó hasta las orejas.
Shinichiro llevaba semanas pensando en esa escena, estaba preparado para ser rechazado de nuevo por una mujer de la que se enamoró, estaba preparado para pedirle al amigo de Takemichi experto en finanzas que trabajaran juntos por si ella decidía renunciar. Estaba preparado, pero el nerviosismo nunca se fue.
- ¿Shin? - dijo ella con duda.
- Ume… - suspiró con pesadez – me han rechazado muchas veces. Más de las que debería y estoy listo para lo que tu desees hacer… - dio un apretón suave a su mano, el corazón le latía a mil por hora. Ella solo escuchaba con atención.
- Me gustas, quizás desde que te vi parada frente al taller… - sintió el calor subirle hasta las orejas, ella también compartía color. - eres hermosa… eres… - suspiró sonriendole sin dejar de mirarla a los ojos – le gustarías a quien quiera que se cruce en tu camino – ella soltó una risa cubriendo sus labios con su mano libre. A Shinichiro casi se le sale el corazón por esa acción. Se aclaró la garganta y continuó.
- pero después de tanto tiempo conviviendo contigo, peleando, riendo… - volvió a suspirar, apretó un poco más sin hacerle daño a la mano de la mujer frente a el. - yo… tu no solo me gustas… - estaba entrando en pánico hasta que sintió como Ume movía su mano hasta que sus dedos se entrelazaron y bajó ambas manos hasta que quedaron tomados de la mano de frente.
El trataba de no ser tan impulsivo, menos cuando se trataba de una mujer; pero no supo como terminó besando a su compañera, se sintió correspondido y la emoción le ganó.
Sus manos la sostenían de las mejillas, ella se aferraba a su pecho con ambas manos arrugando la tela de su overol.
-Shin… - dijo ella contra sus labios, mientras el bajaba sus manos para acercarla a su cuerpo tomándola firmemente de la cintura.
- Hmm – ronroneó el como repuesta mientras seguía devorándole los labios.
- me… - suspiró pegándose al cuerpo del motociclista y pasando sus manos hasta los hombros de este – me llevas… ¿a mi casa? - preguntó con dificultad, el caminó hacia atrás y se sentó en la mesa de antes, abrió sus piernas y dejó que ella entrara quedando más cerca. Las manos de este acariciaban la espalda de la mujer haciendo círculos con sus dedos.
- mh hmmm – asintió embelesado.
- y… te quedas… - suspiró mordiéndole el labio inferior con suavidad – ¿conmigo?- el sonrió contra sus labios y tras unos cortos besos más se separó despacio de ella. Ambos respiraban un tanto agitados y se sonrieron.
- voy por los cascos y nos vamos – terminó mientras le besaba la frente y se ponía de pie. Ella asintió y lo miró entrar a la oficina de antes.
Por fin se rompió la maldición.
Más de 20 rechazos por fin habían rendido frutos.
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sigalrm · 8 months ago
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hala2021 · 2 months ago
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Aclarar las cosas 
Hoy es otro día. Me prepararé para desayunar. Me encanta el inicio del verano. Aunque todavía faltan algunos días para que empiece. El verano es más para los pobres y el invierno para los ricos. Y yo soy pobre. Estoy planificando qué voy a hacer en enero. Pronto llegará la tortura de las fiestas cristianas, con su pirotecnia y el alcohol. Sufriré por los borrachos en la calle y la suciedad en las veredas. 
La Argentina se convirtió en algo tortuoso, porque los precios se dispararon y hoy reina una política que beneficia a las clases más altas. Y yo pienso que los pobres no avanzan debido a que la gran mayoría consume su energía en envidiar a los ricos o en negocios ilícitos. Nunca se juntan para nada bueno. No me incluyo en esa ideología, porque yo soy pobre, pero no envidiosa. Dicen que la inflación bajó. Yo no sé nada de economía, pero sé que ahora voy al mercado y que debo ahorrar en alimentos que no me puedo comprar. En la época de Cristina Kirchner yo hasta me compraba ropa de marca en el Patio Bullrich. Hoy, una prenda ahí cuesta el valor de un salario. 
Por otro lado, quiero aclarar una cosa, porque mil veces escuché a los hipócritas decir: «esta mina no se sabe de qué lado está». Y la verdad es que yo no me caso con nadie, razono y obro en consecuencia. Por ejemplo, me doy cuenta de la conspiración de las personas y por eso tomo todo con pinzas. En cuestiones de guerra no se sabe bien quién la comenzó y por eso me abstengo de hacer comentarios. Las cosas no son como parecen. Y una vez, una falsa amiga me dijo: «yo lo que no puedo aceptar es esa gente que no sabés ni lo que es, vistes». Y lo que yo sí sé qué no soy es como ella, que me pedía prestado dinero mantenida por el marido, psiquiatra; también, con dos autos y una casa nueva; secadora de ropa; sus hijos iban a un colegio privado; se iban de vacaciones, etc. Y ese tipo de «gente» es la que después me da clases de moral a mí.
Por todo lo antedicho, yo no estoy a favor del vago que no hace nada y quiere vivir del estado, como muchísimos kirchneristas; tampoco estoy a favor de este presidente argentino que quita la ayuda económica, pero no abre nuevas posibilidades de obtener los ingresos; no me gusta la envidia al que más tiene, pero tampoco me gusta que se humille al que no tiene; no veo la vergüenza de ser pobre, porque no es culpa del que la padece, pero tampoco creo que haya que politizar o militar de pobre; creo en la libertad, siempre y cuando no viole la del otro. En fin..., no soy cualquier cosa, sino que el mundo es cualquier cosa. 
En cuanto al Islam, es la mejor religión que encontré. Por empezar, no acepta la mentira de que Jesús dio la vida por todos. El hecho de que alguien deba dar la vida por los demáa es algo díabólico, porque nosotros no somos superiores a otros. Por otro lado, me libro de la hipocresía de la Navidad, en donde todos se reúnen en familia para pelear. Me veo diferente y me gusta, porque no soy igual a los demás; se ayuda mucho a los pobres, y yo soy pobre. Pero no me aprovecho de eso, porque varias veces me ayudaron, pero yo también pagué la limosna. Se asocia a la cultura árabe que me gusta; y veo mucha variedad de escuelas de pensamiento. El Judaísmo lo veo solo para algunos; el Sionismo es una secta que no comprendo; el cristianismo lo veo demasiado conspirativo y el budismo lo veo como al disparate más grande. Y después hay otra religiones menos conocidas. Claro, ese es solo mi pensamiento, no una verdad.
Me voy a desayunar.
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vanessasisomonter · 2 months ago
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NAVIDAD 24/25 - Transforma Pinzas de tender ropa en Arte Navideño
27 de Noviembre 2024 - Las pinzas de madera, las de tender la ropa, son nuestras protagonistas, hoy, en el blog. Ideas variadas para hacer manualidades de Navidad!
Las pinzas de madera, de las de tender la ropa, nos ofrecen un universo de ideas para usarlas en nuestras manualidades navideñas. Combinadas con algún material básico como puede ser pintura, pegamento o celo, algún papel de color o algún complemento tipo limpiapipas, pompones o pegatinas, nos abren un abanico de creatividad con el cual, hacer desde árboles de Navidad, coronas, belenes, palos de…
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callejondelinfierno · 3 months ago
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laescueladebdsm · 8 months ago
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#LaEscuelaDeBDSM #Diccionario PINZAS: Las más conocidas y usadas son las de colgar la ropa, las hay especiales para la práctica del S/M como las metálicas preparadas para ser colgadas de ellas pesos que hagan más duro el castigo, también se pueden usar las pinzas dentadas conocidas como de cocodrilo, o las de presión o enganche. #EducaciónSexual #EducaciónSexualSinCensura #SexEducation
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boymc25 · 8 months ago
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Una vez más, vuelvo a caer en lo mismo.
Estaba parado frente a la puerta que pensé nunca volver a golpear, luego de unos minutos se abrió, me miró y se sonrió, se volteo y con un gesto con su mano me dijo que pasara; luego de ingresar y cerrar, volvió a mirarme y dijo: ya sabes que hacer!, me contó unos segundos entender, justo cuando se vuelve sobre mi y señalando mi rostro y con una cara siniestra volvió a repetir: YA SABES QUE HACER!.
Mientras me detuve a desvestirme, mire su rostro y noté una sonrisa perversa, se alejaba caminando mientras se desabrochaba la camisa, que por cierto se veía hermoso, una camisa blanca tallada en su hermoso pecho, espalda y brazos, un pantalón de vestir negro, con la medida justa para resaltar todos sus atributos físicos y unos zapatos negros estilizados, queria olerlo, tocarlo, quería poseerlo pero sabía que en esta posición era el quien tenia el control.
Día 1:
Esperaba de rodillas en el pasillo de su casa, solamente con el boxer, pasaron varios minutos y no podía verlo, estuve a punto de gritar su nombre cuando apareció, con la misma ropa que había descripto pero sin la camisa, ahí estaba su torso desnudo, marcado y velludo, sentí el calor recorrer todo mi cuerpo, quería sentir su calor y el olor de su piel; de acercó a mi y me indico que me quitará el boxer también, - quiero verte bien humillado!.
Me pare y me lo quite, me miró y se rió, y me gritó, volver a arrodillarte, y lo hice. En su mano tenía una cuerda, con la que amarro mis manos a la espalda y a mis pies también, obligabdome a estar de rodillas.
- En primer lugar, está es la última vez que hablo contigo de esta forma, en segundo lugar, ya nos hemos visto las veces suficientes como para saber cómo funciona esto! Y por último, ahora que estás sometido, voy a hacer contigo lo que se me de la puta gana, estuviste con alguien más desde la última vez que nos vimos?, respondí que si, te cuidaste?, no!.
Me escupió la cara y me dió una bofetada tan fuerte que me acalambro la cara, estaba dispuesto a resistir, quise desafiarlo, me enderece como pude, lo mire a la cara y le dije: y que vas a hacer?, me encantó saber que me llevaban de leche, me sonreí mientras veía como su cara reflejaba el estado de furia.
Me agarró del cuello y me sujeto contra la pared, - me voy a divertir contigo!.
Se aseguro que las ataduras estuvieran bien seguras y me cargo y me llevo a su cama, me tiró sobre ella quede en una posición horriblemente incómoda, boca arriba con mi brazos y pies atados para atrás; quedé viendolo boca arriba, veía como se desabrochaba el cinturón, bajaba su bragueta y por último su pantalón, podia ver el bulto entre sus piernas que estaba debajo de el boxer, se lo saco, extendido lo tejo sobre mi rostro, me ordeno que abriera la boca, lo hice, lo tomo y lo introdujo por completo y me cerró la boca y le dio varias vueltas deb cinta adhesiva, su cuerpo desnudo me tenía en una exitacion constante, se paró y abrió un cajon, saco dos objetos pequeños y una verga de goma bastante grande, se acercó a mi, me lubrico comenzó a introducir el juguete, la punta entró bastante facil pero empezaba a molestar, no se detenía, intenté moverme, pero me apretó con uno de sus brazos y con la otra mano comenzó a empujar con maza fuerza, se aflojaron mi piernas y lo introdujo por completo, no tenia base, mi anito se cerró con el el dido completamente dentro de mi, por lo menos el dolor disminuía; seguía en esa posición horrible, ahí supe que eran esos pequeños objetos, pinzas para pezones, me los mostró y empezo a besar mis pezones, a lamer y a mojarlos, cuando quedaron rosados y grandes puso las pinzas sobre ellos, me miró se fué, ahí estuve no se por cuanto tiempo.
Al volver, ya había expulsado el juguete de mi interior, estaba agotado de gritar sin resultado, el dolor en mis pezones era intenso las lágrimas de mis ojos ya se habían secado, el volvió en ropa interior, se podia ver que su miembro estaba duro.
Tiro el dildo al suelo y me desató los pies solamente, pude enderezar mi cuerpo, el se acostó sobre mi para sacarme la cinta de la boca y pudiera escupir el boxer.
- sabes que no podés gritar, no?, yo asentí, le pregunté que iba a hacer conmigo, no respondió y comenzó a besarme, mientras me masturbaba, luego de unos segundos bajo hasta mi entrepierna y metió mi pene en su boca, estaba tan exitado que no tarde en acabar en su boca, justo cuando le dije que iba a acabar metio dos de sus dedos en mi culito, grite de placer, cuando volvía mirarlo, note que se habia tragado mi semen.
- ahora te toca a vos putito!
Se paró y se sacó el boxer y me puso boca abajo, me abrió las piernas y se acostó sobre mi y comencé a sentir como empujaba su verga mojada entre mis nalgas con fuerza hasta que logro penetrarme, su verga se metió tan fuerte y rápido en mi culo, que mis ojos se llenaron de lágrimas, un dolor acalambrante subía por mi garganta y un calor me quedaba los pezones, contuve mis ganas de gritar, el hundió mi cabeza en el colchón para que pudiera gritar y así fué, sus rodillas impedían que cerrará mis piernas, mis manos estaban inutilizadas y mi culo bien partido para ese momento.
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