#Me he abrazado a mí misma
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𝐶𝑟𝑒𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑒 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑚𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎
He sentido cómo cada lágrima se llevaba un pedazo de mí, como si la vida se deslizara con ellas. He tratado de soltar todo lo que me ahogaba por dentro, pero siempre quedaba algo atrapado en el pecho.
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con un dolor profundo, de esos que queman por dentro. He llorado mientras me preguntaba una y otra vez por qué, mientras buscaba desesperadamente regresar a esos momentos en los que fui feliz de verdad.
He llorado… He sentido rabia, impotencia, tristeza y una soledad que pesaba en los huesos. Me he abrazado a mí misma, fuerte, como si pudiera contenerme en medio de la tormenta.
Me he dormido con lágrimas en los ojos, de esas que caen despacio por las mejillas y saben a corazón hecho pedazos.
He llorado, y tal vez –sin darme cuenta– cada lágrima me ha ido haciendo un poco más fuerte.
#𝐶𝑟𝑒𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑎ñ𝑜 ℎ𝑒 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑚𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎#tumblr#palabras#vida#frases#citas#texto#escritos#autoestima#texto español#foto#cada lágrima se llevaba un pedazo de mí#como si la vida se deslizara con ellas.#soltar todo lo que me ahogaba#algo atrapado en el pecho#He llorado fuerte#en silencio#sola y acompañada.#He sentido rabia#impotencia#tristeza#Me he abrazado a mí misma#fuerte
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"Creo que este año he llorado más que nunca.
He llorado y he sentido que se me iba la vida en cada lágrima.
He tratado de soltar todo lo que tenía dentro y aún así, siempre se me quedaba algo.
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con dolor, mucho dolor. He llorado mientras me preguntaba una y otra vez ¿por qué? mientras trataba de volver a aquellos momentos donde era feliz de verdad.
He sentido rabia, coraje, pena, tristeza, soledad. He llorado y me he abrazado a mí misma bien fuerte tratando de consolarme.
Y he llegado a dormirme con lágrimas en los ojos.
He llorado, y supongo que cada lágrima, hasta el día de hoy, me ha hecho un poco más fuerte."
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"Creo que este año he llorado más que nunca.
He llorado y he sentido que se me iba la vida en cada lágrima.
He tratado de soltar todo lo que tenía dentro y aún así, siempre se me quedaba algo.
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con dolor, mucho dolor. He llorado mientras me preguntaba una y otra vez por qué, mientras trataba de volver a aquellos momentos donde era feliz de verdad.
He llorado...
He sentido rabia, coraje, pena, tristeza, soledad. He llorado y me he abrazado a mí misma bien fuerte tratando de consolarme.
Y he llegado a dormirme con lágrimas en
los ojos.
De esas que caen por las mejillas y tienen
sabor a corazón hecho pedazos.
He llorado, y supongo que cada lágrima, hasta el día de hoy, me ha hecho un poco más fuerte."
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“Creo que este año he llorado más que nunca. 😔
He llorado y he sentido que se me iba la vida en cada lágrima. 😢
He tratado de soltar todo lo que tenía dentro y aún así, siempre se me quedaba algo. 💔
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con dolor, mucho dolor. He llorado mientras me preguntaba una y otra vez por qué, mientras trataba de volver a aquellos momentos donde era feliz de verdad.
He llorado...
He sentido rabia, coraje, pena, tristeza, soledad. He llorado y me he abrazado a mí misma bien fuerte tratando de consolarme.😔 Y he llegado a dormirme con lágrimas en los ojos.😭 De esas que caen por las mejillas y tienen sabor a corazón hecho pedazos.
He llorado, y supongo que cada lágrima, hasta el día de hoy, me ha hecho un poco más fuerte.”😔💔🥀
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En el abismo de mi mente rota, camino entre sombras que no dejan de gritarme. El dolor se ha convertido en mi única compañía, y cada recuerdo es un filo que abre nuevas heridas.
Me siento rota, como un espejo astillado, reflejando versiones de mí que no quiero ver. La ansiedad me consume en oleadas invisibles, apretando mi pecho hasta que respirar es una batalla.
¿Cómo se suelta el peso de un pasado que aún me aplasta? ¿Cómo se libera uno de las cadenas que uno mismo forjó?
El duelo se ha hecho eterno, y su ausencia, un fantasma que habita en mi piel. A veces, me pregunto si alguna vez podré salir de esta oscuridad, si alguna vez encontraré la fuerza para perdonarme
por todo lo que no hice,
por lo que no fui,
por lo que me he dejado perder.
Anhelo perdonarme por no haber dicho suficiente, por no haber abrazado lo efímero con más fervor. Mi mente es un laberinto de preguntas sin respuestas, donde la soledad se adueña de mis susurros mudos.
Este año nuevo, mi propósito no es ser feliz, porque no sé si estoy lista para abrazar la felicidad. Pero quiero aprender a respirar de nuevo, a que el aire entre en mis pulmones sin que duela.
Que pueda encontrar consuelo en los rincones del recuerdo, y dejar partir con amor lo que ya no está. En este nuevo amanecer, busco sanar mis alas quebradas, volar hacia horizontes donde su memoria sea luz.
Voy a tratar de curar las heridas abiertas en mi alma, de enfrentar la ansiedad que me arrastra y la depresión que me hunde.
Voy a intentar perdonarme,
por ser humana,
por sentir,
por equivocarme,
por seguir aquí, a pesar de todo.
Quiero aprender a amarme, aunque me cueste mirarme al espejo sin llorar, aunque mis cicatrices cuenten historias que no quiero recordar.
Quiero soltar las cadenas del pasado, dejar ir lo que me duele y no puedo cambiar, para que el dolor no me defina, para que pueda sentirme viva en lugar de sobrevivir.
Este año nuevo, no espero magia, solo espero aprender a ser más gentil conmigo misma. A sostenerme cuando sienta que el mundo se cae a pedazos, a sanar de a poco, sin prisas, y encontrar, al fin, la paz que tanto me ha sido esquiva.
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Cosas por decir
Estamos en el mismo lugar, en el mismo cuarto, en la misma cama, bajo las mismas cobijas, estamos solos los dos intentando hacer el amor, sentir placer, orgarmos, pero solo sentimos ausencia, terminamos por tener sexo a secas, no hubo placer, no hubo orgasmos aunque lo intentamos, quizá los fingimos pero los dos sabíamos que no eran reales, ahora estamos "descansando" y me has abrazado, dormimos de cucharita y pienso en lo mucho que dicen sobre dormir junto a tu pareja, aquello de los lazos se hacen más fuertes y alguna u otra sustancia que se produce y que probablemente sea una de las razones por las que seguimos aquí.
No puedo dormir, y tu no dejas de abrazarme aunque estas demasiado dormido, el ruido de la ciudad pesa y... ¿Cómo no sientes que no puedo dormir?, te despertó la alarma, has dicho que la calle era demasiado ruidosa, pero ¿Notaste que no podía dormir? He dado vueltas en la cama sobre tus brazos, cruce mis piernas con las tuyas, las acaricie y jale uno que otro bello y no hubo respuestas, tú descansas, yo no.
Sales en la madrugada y me quedo sola, tu trabajo es muy pesado y quisa cuando empiece a trabajar lo entienda, por ahora soy egoísta y creo que todo se trata de mí, mis lagunas mentales, mi ansiedad y la depresión asomándose me pregunta ¿realmente quiere que al despertár estes vos? No lo sé, no lo preguntó, tengo miedo a la respuesta.
Me quedé otro rato más, no tengo a donde ir a diferencia de ti, por ahora no hay trabajo, pero pienso en mi futuro, terminaré de estudiar y encontraré algo para mi, entonces, yo también tendré a donde ir.
La noche y un libro que habla sobre el caos me ha hecho caer en cuenta de algo. Tal vez no eres tan malo que te he pintado cuando me siento triste, quizá la mala sea yo, sí, he sido yo.
Soy yo quién se aleja cuando se siente mal (últimamente muy seguido), soy yo la que su mente ansiosa le pone situaciones que quizá no existan (últimamente muy seguido), soy yo la que huye, has sido tu él que me encuentra.
Estamos en el mismo lugar, en el mismo cuarto, en la misma cama y pienso, ¿lo quieres de verdad?, ¿Qué te ata a él?, ¿te alejaras otra vez?, ha bastado una noche, un libro y un insomnio para entender, me gusta cuando me abrazas aunque tenga no sueño, pero aunque me guste, no me ha sido suficiente y no eres tú, esta vez si soy yo, pero aún no me ánimo a soltar la frase de cajón y a sentarme frente a mí en silencio y decidir, aún no te quiero soltar, quizá te quiero y solo estoy confundida y no sé que hacer.
- La chica detrás de Estereonauta.
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Para leer en el funeral
Lo lamento.
Lamento que siempre me pasara algo. Lamento haberlo sobrepensado todo. Lamento haber cargado a los demás con mis pesares, con mis tristezas, con mi negatividad. Lamento haber esparcido un veneno que consume, que no deja ser, que no deja avanzar. Lamento haber adoptado el papel de víctima.
Sí fui feliz si se lo preguntan, muchas cosas de mi vida me hicieron feliz, y por eso doy gracias, el viaje fue ameno a veces. Creo que la tortura estaba de puertas hacia adentro solamente, era lenta, selectiva y cada vez más oscura. No sé si realmente intenté quererme. A veces pensaba que si, pero hubo muchos días como hoy, en los que por más que lo intenté, no lo logré ni un poco.
Lamento mucho haber sido oscuridad en lugar de haber sido luz. Tal vez ser egoísta nunca estuvo en mí y por eso no pude convertirme en eso, no pude ser egoísta. Así como Zhara, como Ámbar, como Liz o como Laura, como Jon, Yuli, Johan, Jhosep, y bueno, gente en general.
Mi pregunta más frecuente era: "¿Cómo me pongo a mí misma de primera sin pasar por encima de los demás?" Nunca quise pasar por encima de nadie, ni dañar a nadie. Espero que alguno de ustedes lo descubra y me lo cuente.
El día de hoy había pensado en varias maneras de morir, a todas les encuentro un "pero" e intento poner mi mente en otro lugar. Mientras estaba acostada en la cama, mirando hacia el techo, pensando en eso, logré hacer una línea de tiempo de lo que vendría después. Yo no me daría cuenta, eso está claro, y por eso mismo es que tengo tantas preguntas. ¿Cómo se enteraría cada una de las personas que conozco y que imagino que irían a mi funeral? ¿Quién te llamó a ti? ¿Dirán públicamente que fue un suicidio? ¿Dirán cómo sucedió?
Adriana dijo que necesito medicación, ojalá la medicación pudiera repararme. Supongo que ahora nunca lo sabremos.
Tantas incógnitas que me invaden la cabeza como cucarachas corriendo a tal velocidad que me es difícil matarlas a todas, pero me fijo en una, luego en otra, y en otra hasta que llego a una que realmente me preocupa: ¿Cuánto tardarían en darse cuenta? Porque mis gatos no se pueden quedar solos tanto tiempo.
De nuevo, lamento que siempre me pasara algo. Lamento sobrepensarlo todo. Lamento haber abrazado el papel de víctima. Lo lamento mucho.
Son abrumadoras la cantidad de opciones que hay para morir. En casa sería la más tranquila, sin hacer mucho desastre y con resultados rápidos, que no haya tiempo de arrepentirse ni llamar a pedir ayuda.
Todas estas cucarachas corren sin parar, se trepan a las paredes, vuelan o se esconden. Pobres Tito y Vicente, no pueden ayudarme. A ellos son a quienes realmente debo una disculpa, y ya he perdido la cuenta de cartas que he escrito para ese momento. Tal vez las puedan encontrar todas, leérselas una que otra vez. Tal vez así mis gatos puedan perdonarme, de resto, no necesito el perdón de nadie.
Qué increíble es el acto de vivir, y más aún es increíble que una persona viva se aviente a morir.
Deseo que cada uno de ustedes viva una vida que puedan vivir mil veces.
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Un paseo por mis ojos cuando te miro
No sé qué es esto que siento, es confuso y bonito, es intenso. Muchas emociones entremezcladas girando y haciendo caos, pero siempre cruzadas por un eje transversal, que es el deseo de estar cerca tuyo. Entenderse es difícil, y entenderme yo a mí misma ni te cuento, he mejorado pero... Bueno ¿Quién se entiende siempre? Tampoco voy a hacérmelas de especialita cuando sé que es bastante normal. Son sensaciones entremezcladas sí, buenas y malas, y la que más malestar me genera es sentir que pierdo el control, que mi voz racional poco a poco va bajando el volumen hasta acabar siendo un susurro imperceptible. Ha tomado las riendas mi lado más emocional y no las quiere soltar. La verdad es que da gustito por una vez no estar constantemente pesando y pensando, y centrarme tan solo en dejarme sentir. No sé si a la larga esto que estoy haciendo, esto que me está ocurriendo, me pase factura. Bueno, y si es que sí, tengo la sensación de que incluso entonces llegaré a la conclusión de que mereció la pena.
Todas las personas que se cruzan en tu camino te dejan un aprendizaje valioso, pero tienes que saber verlo y saber entenderlo. Yo sé que el que nuestros caminos se cruzaran fue casualidad y a la vez no, creo que ambos tenemos aprendizajes bonitos que le podemos aportar al otro. De momento, me alegra confesar con un poco de vergüenza que me has enseñado a valorar, a agradecer y a luchar. Sólo con tu ejemplo, viendo cómo vives, cómo actúas, cómo piensas... Y me da vergüenza confesarlo porque yo pensaba que antes ya lo era (y puede que sí), pero ¿Sabes qué? igual no mucho. Hacía de la queja mi bandera, esperaba que las cosas se resolvieran solas o las resolvieran otros por mí, tenía en la cabeza un discurso negativo constante, una vocecilla difícil de acallar. Necesitaba sentir que siempre tenía el control de la situación o de mis emociones, poniendo muchos frenos a dejarme sentir. Y todo eso me generaba un conflicto que se hacía palpable en una inestabilidad emocional que sin querer acababa salpicándola a los otros.
Y contigo, me gusta la persona que soy. Me gusta tener largas charlas en el salón sobre cualquier cosa; a veces escucharte con atención y otras observarte mientras hablas sin entender una palabra de lo que me estás diciendo. Me gusta poder intelectualizar, racionalizar sobre temas, debatir vaya, siempre me ha gustado, y que podamos hacerlo sin enfadarnos, desde el respeto y desde el saber darle la razón al otro si creemos que la tiene o simplemente haciendo un esfuerzo por entender el otro punto de vista sin pasar por encima. Me gusta que seas tan natural, que no te dé miedo mostrarte, y me gusta poder sentirme natural contigo sin que me dé miedo mostrarme. Me gusta que me digas cosas bonitas de la nada, empujadas tan solo por el sentimiento que te produce mi presencia, y me gusta poder hacerlo yo también sin ese miedo que siempre me ha acompañado (siempre había sentido que decir y demostrar amor hacia al otro era perder, porque te hacía vulnerable) y contigo no me da miedo ser vulnerable. Me gusta que me nazca hacerte detalles y ver en tus ojos, en tus actos y en tus palabras lo mucho que lo valoras, y es que me siento vista, me siento valorada, me gusta cómo me miran tus ojos. También me superrequetemega encanta que tú también tengas esa faceta detallista, que también te guste expresar tu afecto teniéndome en cuenta o sorprendiéndome con cositas. Me gusta darte y me gusta que te guste darme, los dos disfrutamos de dar y recibir y, ostras, es maravilloso. Me gusta desearte, llenarme de líbido y ver que nos retroalimentamos, me gusta que me desees y no tengas reparos en hacérmelo saber. Me gusta el contacto de tu piel con mi piel, también me gusta que podamos sacar nuestra faceta creativa, que sepamos jugar y que nunca perdamos de vista cómo se siente el otro. Me gusta besarte, me gusta abrazarte.... me gusta cuando nos dormimos abrazados y siento tu respiración, y cómo poco a poco me va calmando la mente la calidez de sentirte.
Me dijiste que no debería amarte, y yo te dije que es lo que siento, y como no puedo evitar lo que siento, pues lo siento. Y es que no sé si debería o no, pero el hecho es que lo hago, y sólo quería recordártelo.
Te recomiendo que de vez en cuando te des un paseo por mis ojos cuando te miro, y te verás en mis pupilas dilatadas como quizá nunca te hayas visto. Yo sólo sé, que lo que veo cuando te miro, me llena.
Firmado: Tu Rubia
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Querida yo,
Nos conocemos desde que tienes conciencia. Nadie sabe mejor que yo cómo eres y cómo te sientes en cada momento: cuando una persona te habla, cuando alguien te hace daño… Espero que tengas claro que nunca estarás sola, y que cuando te invada ese sentimiento, recuerdes que me tienes a mí, como compañera y cómplice a lo largo del camino.
Todavía eres joven. Tienes la mitad de tu vida por delante aunque tú y yo sabemos que tienes que dejar algunos hábitos que son malos para tu salud.
Siempre he estado junto a ti en los malos momentos, aunque me ignorabas. Te he acompañado cuando llorabas en la cama y en sitios en los que prefieres esconder en lo más recóndito de tu mente todo aquello que te hace daño.
Siempre he permanecido a tu lado, aunque en algún momento me dejaste de lado. Es por eso por lo que te escribo esta carta; para retomar nuestra relación perdida.
Piensa que siempre has tenido más en cuenta las opiniones de los demás que la mía. A mí no me hacías caso, me ignorabas… simplemente no te acordabas de mí, de nosotras.
Cuando eras niña me tenías siempre a tu lado pero hubo un momento en tu vida adulta en el que dejé de ser importante para ti. Te centraste en otras personas, personas que no te hacían ningún bien pero que tenías muy en cuenta sus opiniones sobre ti, sobre nosotras.
En ocasiones intenté hablarte, pero no me lograste escuchar. Me prestabas un poco de atención pero rápidamente te enfocabas en esas personas. ¡Era a mí a quien tenías que hacerme caso! Yo te hubiera abrazado, elogiado y apreciado por la persona maravillosa que eres.
Rara vez te he dicho lo mucho que te amo. Lo mucho que te admiro. Lo hermosa, delicada, inteligente y fuerte que eres.
Debería haberte dicho que ignoraras las humillaciones e insultos. Que no importa lo que otros piensen o digan de ti. Que no tengas miedo en ser diferente. Que nunca pases vergüenza por las acciones que tomes y creas correctas.
Te quedan muchas cosas por mejorar, pero esta vez me vas hacer caso. Sólo así mejorará tu vida en todos los aspectos: serás una mejor amiga, una mejor estudiante y una mejor profesional en esto que haces y que tanto te gusta. Entonces te amaré aún más.
Me vas a recuperar después de tantos años que me tenías olvidada. Incluso a veces me has tratado mal. Pero creo que es el momento perfecto, es la hora del reencuentro.
Hoy es un gran día y lamento no haber puesto más esfuerzo en estar presente cuando más me necesitabas, pero ahora vamos a recuperar todo el tiempo perdido. Nos lo merecemos.
Sé que pasaste y quizás estás pasando por tiempos difíciles en este momento. Que la vida no te está respondiendo como esperabas. Yo te voy a ayudar a recuperar ese lado optimista y alegre que tienes. Sé que eres fuerte, valiente y honesta, y por eso vamos a vencer. Me siento orgullosa de ti, tienes mi admiración y respeto, por tu coraje y valentía y por todo lo que has logrado en tu vida.
Espero que tú también puedas ver y ser consciente de esto, pero si algún día, o en algún momento por alguna razón lo olvidaras, no te preocupes, ahí estaré yo para recordarte cada paso que has dado y lo que has ido forjando. Hoy, soy más consciente de todo y con la claridad que hemos conseguido en este tiempo, asumo mi compromiso contigo de cuidarte y ver por ti ante todo y todos, cada uno de nuestros días.
Te mostraré las cosas bellas de cada día, de cada persona y de cada instante y situación.
Te ayudaré a ver y a entender que todo pasa por y para algo y que todo es para bien; que nosotras planeamos nuestra vida, fijamos metas y objetivos, anhelos, pero que también debemos adaptarnos, identificar y aprovechar lo que la vida misma nos irá ofreciendo. En ocasiones no nos será tan sencillo, pero juntas descifraremos y encontraremos el camino.
Te recordaré que.. la vida es una montaña rusa, con altas y bajas, pero que el punto de ella es disfrutar del viaje… que el poder lo tienes tú y que eres tú quien otorga o no ese poder a otros y quien decide permitirles o no lastimarte o conducir tu vida.
Sólo tú eliges, así como sólo tú deberás tomar las riendas de tu vida, y así como se vale que digas NO cuando te apetezca decir No.
Que abrirnos a los demás es bueno y, que a pesar de poder salir lastimada en alguna ocasión, nunca debes dejar de sentir, de intentar y de entregarte a los demás si así lo deseas.
Te enseñaré que toda persona está en nuestra vida por y para algo.
Que algunos serán pasajeros y otros te acompañarán en el recorrido más tiempo, pero que de todos aprenderás y en todos dejarás algo. Te enseñaré que en el camino habrá pérdidas, distintos tipos de pérdidas.
Juntas entenderemos que son inevitables y a la vez necesarias, pero más aún, te ayudaré y aprenderás que perder algo o a alguien no significa perderse a sí misma, sino al contrario, a veces se requieren para seguirnos encontrando y descubriendo como persona que somos.
Asimilarás que aún habiendo cosas que no olvidarás, aprenderás a vivir con ellas de una forma sana y positiva.
Al mismo tiempo te mostraré cada una de las cosas por las cuales debes estar agradecida con la vida.
Apreciarás, valorarás y darás sentido a cada detalle, cada momento, a cada persona que te rodea y toca tu vida, cada oportunidad para seguir creciendo y, especialmente, al hecho de estar viva y sana.
Que tengas claro que tú puedes, y que tú tienes toda la capacidad para hacer todo lo que te propongas y, que juntas, lucharemos y afrontaremos lo que se te presente.
Los demás serán siempre un apoyo, pero que sepas y entiendas que nuestra meta ha sido y será la autosuficiencia, que confíes en ti.
Las respuestas las tienes tú y nadie más.
¿Necesitarás de otras personas? Sí, pero jamás para ser feliz.
Yo te seguiré proporcionando las herramientas necesarias para serlo y para que puedas seguir viviendo TU VIDA como TÚ deseas y como TÚ sabes hacerlo, de eso no tengas duda.
Una gran etapa termina e iniciarás otra en breve.
Déjate sentir, yo te doy permiso de sentir cuantas emociones invadan tu interior… No te preocupes por lo que viene que de eso ya me ocupo yo.
Sólo quiero que sepas que estás preparada para dar el paso, para VIVIR… y recordarte que este nuevo viaje no lo emprendes sola, te acompañan la experiencia, la madurez, el crecimiento, los conocimientos de estos años y más aún tu mejor amiga, yo.
Todo esto y sin tener que pagar exceso de equipaje, sólo a cambio tu promesa de vivir tu vida respetándote a ti misma y siendo feliz cada día que está por venir.
Con todo mi amor,
Yo
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No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Ventanas de mi cuarto,
cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién son
(y si lo supiesen, ¿qué sabrían?)
Ventanas que dan al misterio de una calle cruzada constantemente por la gente,
calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
con el de la muerte que traza manchas húmedas en las paredes,
con el del destino que conduce al carro de todo por la calle de nada.
Hoy estoy convencido como si supiese la verdad,
lúcido como su estuviese por morir
y no tuviese más hermandad con las cosas que la de una despedida,
y la hilera de trenes de un convoy desfila frente a mí
y hay un largo silbido
dentro de mi cráneo
y hay una sacudida en mis nervios y crujen mis huesos en la arrancada.
Hoy estoy perplejo, como quien pensó y encontró y olvidó,
hoy estoy dividido entre la lealtad que debo
a la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
Fallé en todo.
Como no tuve propósito alguno tal vez todo fue nada.
Lo que me enseñaron
lo eché por la ventana del traspatio.
Ayer fui al campo con grandes propósitos.
encontré sólo hierbas y árboles
y la gente que había era igual a la otra.
Dejo la ventana y me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?
¿Qué puedo saber de lo que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? ¡Pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser esas mismas cosas que no podemos ser tantos!
¿Genio? En este momento
cien mil cerebros se creen en sueños genios como yo
y la historia no recordará, ¿quién sabe?, ni uno,
y sólo habrá un muladar para tantas futuras conquistas.
No, no creo en mí.
¡En tantos manicomios hay tantos locos con tantas certezas!
Yo, que no tengo ninguna ¿puedo estar en lo cierto?
No, en mí no creo.
¿En cuántas buhardillas y no-buhardillas del mundo
genios-para-sí-mismos a esta hora están soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-sí, de veras altas y nobles y lúcidas-
quizá realizables,
no verán nunca la luz del sol real ni llegarán a oídos de la gente?
El mundo es para los que nacieron para conquistarlo
no para los que sueñan que pueden conquistarlo, aunque tengan razón.
He soñado más que todas las hazañas de Napoleón.
He abrazado en mi pecho hipotético más humanidades que Cristo,
he pensado en secreto más filosofías que las escritas por ningún Kant.
Pero soy y seré siempre el de la buhardilla,
aunque no viva en ella.
Seré siempre el que no nació para eso.
Seré siempre sólo el que tenía algunas cualidades,
seré siempre el que aguardó que le abrieran la puerta frente a un muro que no tenía puerta,
el que cantó el cántico del Infinito en un gallinero,
el que oyó la voz de Dios en un pozo cegado.
¿Creer en mí? Ni en mí ni en nada.
Derrame la naturaleza su sol y su lluvia
sobre mi ardiente cabeza y que su viento me despeine
y después que venga lo que viniere o tiene que venir o no ha de venir.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos al mundo antes de levantarnos de la cama;
nos despertamos y se vuelve opaco;
salimos a la calle y se vuelve ajeno,
es la tierra y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.
(Come chocolates, muchacha,
¡Come chocolates!
Mira que no hay metafísica en el mundo como los chocolates,
mira que todas las religiones enseñan menos que la confitería.
¡Come, sucia muchacha, come!
¡Si yo pudiese comer chocolates con la misma verdad con que tú los comes!
Pero yo pienso y al arrancar el papel de plata, que es de estaño,
echo por tierra todo, mi vida misma.)
Queda al menos la amargura de lo que nunca seré,
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico que mira hacia lo imposible.
Al menos me otorgo a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
noble al menos por el gesto amplio con que arrojo,
sin prenda, la ropa sucia que soy al tumulto del mundo
y me quedo en casa sin camisa.
(Tú que consuelas y no existes, y por eso consuelas,
Diosa griega, estatua engendrada viva,
patricia romana, imposible y nefasta,
princesa de los trovadores, escotada marquesa del dieciocho,
cocotte célebre del tiempo de nuestros abuelos,
o no sé cual moderna -no acierto bien la cual-
sea lo que seas y la que seas, ¡si puedes inspirar, inspírame!
Mi corazón es un balde vacío.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco,
me invoco a mí mismo y nada aparece.
Me acerco a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, la acera, veo los coches que pasan,
veo los entes vivos vestidos que pasan,
veo los perros que también existen,
y todo esto me parece una condena a la degradación
y todo esto, como todo, me es ajeno.)
Viví, estudié, amé y hasta tuve fe.
Hoy no hay mendigo al que no envidie sólo por ser él y no yo.
En cada uno veo el andrajo, la llaga y la mentira.
y pienso: tal vez nunca viviste, ni estudiaste, ni amaste, ni creíste
(Porque es posible dar realidad a todo esto sin hacer nada de todo esto.)
Tal vez has existido apenas como la lagartija a la que cortan el rabo
Y el rabo salta, separado del cuerpo.
Hice conmigo lo que no sabía hacer.
Y no hice lo que podía.
El disfraz que me puse no era el mío.
Creyeron que yo era el que no era, no los desmentí y me perdí.
Cuando quise arrancarme la máscara,
la tenía pegada a la cara.
Cuando la arranqué y me vi en el espejo,
estaba desfigurado.
Estaba borracho, no podía entrar en mi disfraz.
Lo acosté y me quedé afuera,
Dormí en el guardarropa
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo.
Voy a escribir este cuento para probar que soy sublime.
Esencia musical de mis versos inútiles,
quién pudiera encontrarte como cosa que yo hice
y no encontrarme siempre enfrente de la Tabaquería de enfrente:
Pisan los pies la conciencia de estar existiendo
como un tapete en el que tropieza un borracho
o la esterilla que se roban los gitanos y que no vale nada.
El Dueño de la Tabaquería aparece en la puerta y se instala contra la puerta.
Con la incomodidad del que tiene el cuello torcido,
con la incomodidad de un alma torcida, lo veo.
El morirá y yo moriré.
El dejará su rótulo y yo dejaré mis versos.
En un momento dado morirá el rótulo y morirán mis versos.
Después, en otro momento, morirán la calle donde estaba pintado el rótulo
y el idioma en que fueron escritos los versos.
Después morirá el planeta gigante donde pasó todo esto.
En otros planetas de otros sistemas algo parecido a la gente
continuará haciendo cosas parecidas a versos,
parecidas a vivir bajo un rótulo de tienda,
siempre una cosa frente a otra cosa,
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan cierto como el misterio de la superficie,
siempre ésta o aquella cosa o ni una cosa ni la otra.
Un hombre entra a la Tabaquería (¿para comprar tabaco?),
y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
Me enderezo a medias, enérgico, convencido, humano,
y se me ocurren estos versos en que diré lo contrario.
Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarro la libertad de todos los pensamientos.
Fumo y sigo al humo con mi estela,
y gozo, en un momento sensible y alerta,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es el resultado de una indisposición.
y después de esto me reclino en mi silla
y continúo fumando.
Seguiré fumando hasta que el destino lo quiera.
(Si me casase con la hija de la lavandera
quizá sería feliz).
Visto esto, me levanto. Me acerco a la ventana.
El hombre sale de la Tabaquería (¿guarda el cambio en la bolsa del pantalón?),
ah, lo conozco, es Estevez, que ignora la metafísica.
(El Dueño de la Tabaquería aparece en la puerta).
Movido por un instinto adivinatorio, Estevez se vuelve y me reconoce;
me saluda con la mano y yo le grito ¡Adiós, Estevez! y el universo
se reconstruye en mí sin ideal ni esperanza
y el Dueño de la tabaquería sonríe.
Tabaquería - Fernando Pessoa (Con el heterónimo "Álvaro de Campos")
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"Creo que este año he llorado más que nunca.
He llorado y he sentido que se me iba la vida en cada lágrima.
He tratado de soltar todo lo que tenía dentro y aún así, siempre se me quedaba algo.
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con dolor, mucho dolor. He llorado mientras me preguntaba una y otra vez por qué, mientras trataba de volver a aquellos momentos donde era feliz de verdad.
He llorado...
He sentido rabia, coraje, pena, tristeza, soledad. He llorado y me he abrazado a mí misma bien fuerte tratando de consolarme.
Y he llegado a dormirme con lágrimas en
los ojos.
De esas que caen por las mejillas y tienen
sabor a corazón hecho pedazos.
He llorado, y supongo que cada lágrima, hasta el día de hoy, me ha hecho un poco más fuerte."
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Creo que este año he llorado más que nunca. He llorado y he sentido que se me iba la vida en cada lágrima. He tratado de soltar todo lo que tenía dentro y, aún así, siempre se me quedaba algo.
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con dolor. Mucho dolor.
He llorado mientras me preguntaba una y otra vez por qué, mientras trataba de volver a aquellos momentos donde era feliz de verdad.
He llorado. He sentido rabia. Coraje. Pena. Tristeza. Soledad. He llorado y me he abrazado a mí misma bien fuerte tratando de consolarme. Y he llegado a dormirme con lágrimas en los ojos. De esas que caen por las mejillas y tienen sabor a corazón hecho pedazos.
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Martes 18 de noviembre de 2024
Un chico dulce y atento había tatuado en su piel un “jilguerillo” en honor a una de mis pocas virtudes, de alguna manera iba a estar en su piel (aunque él no me lo dijera). La mayoría de las personas se habrían sentido halagadas. Y aunque me sentía de alguna forma conmovida por su manera de verme. Yo sentía ansiedad en el corazón y una necesidad indescriptible por retener al sujeto al que le pertenecían mis últimas letras.
Mis extremidades se adormecían por el desaliento y la desesperanza era más palpable que nunca. Recordé lo que me dijo en nuestras conversaciones cotidianas, la familiaridad de su presencia y la calidez de la habitación, que por primera vez en varios meses, se sentía acogedora.
Después de su última visita, se volvió distante y yo, me quedé con un saco cargado de dudas colgando de mis hombros, que cargué por un par de días y que. Cuando logré soltarlo, sólo quedó el corazón que yacía roto desde un inicio.
Comprendí que me había abrazado a un espejismo y que, sin querer me había vuelto a autosabotear.
En mis cortos años ha habido diversos personajes pintándome escenarios, construyendo, cantando, sonriendo y jurándome amor. Toman de mí lo que más quieren y no vuelven más. Nunca he podido victimizarme al notar mi nivel de ingenuidad. Pero ¿Qué haces cuando te hace exactamente lo mismo una persona a la que en verdad amas? ¿Y yo qué voy a saber de amor? ¿Duele tanto como he venido recordando tiempo atrás?
Cuando tenía nueve años de edad, mi madre se enfadó conmigo y de un golpe con la mano abierta, hizo que la nariz me sangrara. Recuerdo haber roto en llanto y a mi madre aparentemente indignada por mi reacción, ya que “No me había golpeado tan fuerte”. A pesar de la sangre derramada y el dolor, creí lo que ella me dijo, así que me convencí a mi misma de que sobrereaccioné y que no era para tanto.
Y así existí, así me quedé bien cerquita, pues yo la amaba y ella era mi hogar.
#nostalgia#soledad#tristeza#dramalove#crush#dias impares#notas de noche#amor secreto#noche#desepcion#mis escritos
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"Creo que este año he llorado más que nunca.
He llorado y he sentido que se me iba la vida en cada lágrima.
He tratado de soltar todo lo que tenía dentro y aún así, siempre se me quedaba algo.
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con dolor, mucho dolor. He llorado mientras me preguntaba una y otra vez por qué, mientras trataba de volver a aquellos momentos donde era feliz de verdad.
He llorado...
He sentido rabia, coraje, pena, tristeza, soledad. He llorado y me he abrazado a mí misma bien fuerte tratando de consolarme.
Y he llegado a dormirme con lágrimas en los ojos.
De esas que caen por las mejillas y tienen
sabor a corazón hecho pedazos.
He llorado, y supongo que cada lágrima, hasta el día de hoy, me ha hecho un poco más fuerte".
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Vamos exactamente una semana sin hablar, y aún me quema como el último día que te vi. Cada día creo que te extraño más que el anterior, cada noche sin sentirte me parece tan caótica que a duras penas despierto y reúno las fuerzas para que el día termine. Mis comidas saben insípidas y cada noche rememoro el sabor de tus labios en los míos, el calor de tu tacto en mi piel, tus ojos juguetones conectando con mi alma cuando éramos uno.
A diario pienso en escribirte, pero ato mi amor y lo contengo tanto que siento que me asfixio. Ansío saber de ti, pero no hago nada más que añorarte, mirando nuestras fotos abrazados. No puedo hacer nada para cambiar este presente, porque entre más intenté, entre más insistí, más te alejaste.
La última vez que te vi, me mostré tan vulnerable, mostré lo mal que me pegó estar sin ti las últimas semanas, lo rota que estaba; pero aún con eso, aún con que repetí que te amaba, dijiste que solo lo sentías. Yo no quería un "lo siento", no quería unas disculpas; quería un "sigamos esto, solo fue un mal rato". Fui tan vulnerable en tus manos, con esperanza de que cambiarías de opinión; hice la misma pregunta una y otra vez.
Tuvimos nuestro momento mágico, pero mi corazón se hundía al entender que no era como antes y que, por más esperanzas que pusiera, nada cambiaría. Nos besamos finalmente, nos sonreímos. Mi corazón se sintió tan hundido y humillado.
Comprendí que ya me habías dejado, que yo era la única estancada en ti. Junté lo último de valor y me despedí con un beso en la mejilla. Subí al bus con las lágrimas cayendo; en el camino rememoraba cada momento de felicidad a tu lado, cada "te amo" estaba seguro de que el regreso a casa era el mismo de siempre, pero parecía infinito.
Yo ya no era la misma; algo se había roto en mí. En la noche, con la almohada, lloré desconsoladamente. Siempre pensé que las personas que decidían suicidarse por amor o por decepciones amorosas eran estúpidas; pero yo esa noche sentí tal desconsuelo que solo quería desaparecer, deseaba que me arrancaran el corazón para no sentir este dolor.
Me creí la mentira del "felices por siempre"; traté con mi alma de ser escéptica, pero si soy sincera, pensé que serías el primero y el último. Arriesgué por ti, te permití entrar como nadie lo había hecho; confié a ciegas en tu amor. Fuiste mi primer beso, fuiste mi primer abrazo de amor, el primero en conocer mi alma desnuda, aplacando mis miedos y vergüenzas. Te convertiste en el primer hombre.
Me siento tan desconsolada; creo que es resentimiento una parte y la otra decepción, porque pensé que apostarías más por nosotros. La idea de solo imaginar que le darás amor o compartirás todo lo que compartimos con otra persona me hace sufrir.
No volveremos y nuestro futuro juntos desapareció tan deprisa. Quiero decir que te amé, amé tanto que hoy siento una angustia gigantesca por la ruptura.
Pero sabes, dijiste que sería un tiempo. ¿Cómo puedo estar segura de ello si anteriormente dijiste que no me dejarías, que me amabas por sobre todas las cosas, y ahora me abandonaste? No cumpliste tu promesa y todo para mí es una mentira.
Además, mostré todo mi amor y mi fragilidad, pero aún así no bastó. Mil camiones pisotearon mi corazón. Por eso he decidido dejarte ir. ¿Insistir? Ya no más, porque si me amaras, no estaría pasando esto; si me amaras como dijiste, no me hubieras alejado; si me amaras, habrías cumplido tu palabra.
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Creo que este año he llorado más que nunca.
He llorado y he sentido que se me iba la vida en cada lágrima.
He tratado de soltar todo lo que tenía dentro y aún así, siempre se me quedaba algo.
He llorado fuerte, en silencio, sola y acompañada. Con dolor, mucho dolor. He llorado mientras me preguntaba una y otra vez por qué, mientras trataba de volver a aquellos momentos donde era feliz de verdad.
He llorado...
He sentido rabia, coraje, pena, tristeza, soledad. He llorado y me he abrazado a mí misma bien fuerte tratando de consolarme.
Y he llegado a dormirme con lágrimas en
los ojos.
De esas que caen por las mejillas y tienen
sabor a corazón hecho pedazos.
He llorado, y supongo que cada lágrima, hasta el día de hoy, me ha hecho un poco más fuerte.
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