#Los detectives salvajes
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Round 1
Info post Crónica de una muerte anunciada
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#Crónica de una muerte anunciada#Los detectives salvajes#latam classic lit polls#literature#literatura#classic lit#bracket#classic lit bracket#classic literature#round 1
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No intento justificarme. Sólo intento contar una historia y tal vez comprender los resortes ocultos de ésta, aquellos que en su momento no vi y que ahora me pesan. Mi historia, sin embargo, no será todo lo coherente que yo quisiera. Y mi papel en ella oscilará, como una mota de polvo, entre la claridad y la oscuridad, entre las risas y las lágrimas, exactamente igual que una telenovela mexicana o que un melodrama yiddish.
Roberto Bolaño, Los detectives salvajes.
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The Savage Detectives by Roberto Bolaño
Obvious Child
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LABERINTO SALVAJE 13, Autor: Luis Vinuesa García
María Font me ha llamado en función recordatoria: la vaina es importante. En media hora he de plantarme en su casa y disponer la escena antes de que aparezca la trabajadora social que valorará a la otra Font, Angélica, para la ley de dependencia. A efectos de la funcionaria, María no existe, porque si la Administración la conoce es seguro que será investigada para comprobar su nivel de recursos,…
#Laberinto salvaje nº13#Las hermanas Font#Los detectives salvajes#Luis Vinuesa García#Roberto Bolaño
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"Iñaki Echavarne, bar Giardinetto, calle Granada del Penedés, Barcelona, julio de 1994. Durante un tiempo la Crítica acompañaba a la Obra, luego la Crítica se desvanece y son los Lectores quienes la acompañan. El viaje puede ser largo o corto. Luego los Lectores mueren uno por uno y la Obra sigue sola, aunque otra Crítica y otros Lectores poco a poco vayan acompañándose de su singladura. Luego la Crítica muere otra vez y los Lectores mueren otra vez y sobre esa huella de huesos sigue la Obra su viaje hacia la soledad. Acercarse a ella, navegar a su estela es señal inequívoca de muerte segura, pero otra Crítica y otros Lectores se le acercan incansables e implacables y el tiempo y la velocidad los devoran. Finalmente la Obra viaja irremediablemente sola en la Inmensidad. Y un día la Obra muere, como mueren todas las cosas, como se extinguirá el Sol y la Tierra, el Sistema Solar y la Galaxia y la más recóndita memoria de los hombres. Todo lo que empieza como comedia acaba como tragedia.
Aurelio Baca, Feria del Libro, Madrid, julio de 1994. No solo ante mí mismo ni solo ante los espejos ni en la hora de la muerte que espero tarde en llegar, sino ante mis hijos y mi mujer y ante la vida serena que construyo, debo reconocer: 1) Que en época de Stalin yo no hubiera malgastado mi juventud en el Gulag ni hubiera acabado con un tiro en la nuca. 2) Que en época de McCarthy yo no hubiera perdido mi empleo ni hubiera tenido que despachar gasolina en una gasolinera. 3) Que en época de Hitler, sin embargo, yo habría sido uno de los que tomaron el camino del exilio y que en época de Franco no habría compuesto sonetos al Caudillo ni a la Virgen Bendita como tantos demócratas de toda la vida. Y una cosa va por la otra. Mi valor es limitado, bien cierto, mis tragaderas también. Todo lo que empieza como comedia acaba como tragicomedia.
Pere Ordóñez, Feria del Libro, Madrid, julio de 1994. Antaño los escritores de España (y de Hispanoamérica) entraban en el ruedo público para transgredirlo, para reformarlo, para quemarlo, para revolucionarlo. Los escritores de España (y de Hispanoamérica) procedían generalmente de familias acomodadas, familias asentadas o de una cierta posición, y al tomar ellos la pluma se volvían o se revolvían contra esa posición: escribir era denunciar, era renegar, a veces era suicidarse. Era ir contra la familia. Hoy los escritores de España (y de Hispanoamérica) proceden en número cada vez más alarmante de familias de clase baja, del proletariado y del lumpenproletariado, y su ejercicio más usual de la escritura es una forma de escalar posiciones en la pirámide social, una forma de asentarse cuidándose mucho de no transgredir nada. No digo que no sean cultos. Son tan cultos como los de antes. O casi. No digo que no sean trabajadores. ¡Son mucho más trabajadores que los de antes! Pero son, también, mucho más vulgares. Y se comportan como empresarios o como gángsters. Y no reniegan de nada o sólo reniegan de lo que se puede renegar y se cuidan mucho de no crearse enemigos o de escoger a éstos entre los más inermes. No se suicidan por una idea sino por locura y rabia. Las puertas, implacablemente, se les abren de par en par. Y así la literatura va como va. Todo lo que empieza como comedia acaba indefectiblemente como comedia.
Julio Martínez Morales, Feria del Libro, Madrid, julio de 1994. Voy a contarles acerca del honor de los poetas, ahora que paseo por le Feria del Libro. Yo soy poeta. Yo soy escritor. He ganado una cierta nombradía como crítico. 7 x 3 = 22 casetas a ojo de buen cubero, pero son, en realidad, muchas más. Limitada es nuestra visión. He conseguido, sin embargo, hacerme un lugar bajo el sol de esta Feria. Atrás quedan los coches estrellados, los límites de la escritura, el 3 x 3 = 9. Me ha costado. Atrás queda la A y la E que se desangran colgadas de un balcón al que a veces vuelvo en sueños. Soy un hombre educado: sólo conozco las cárceles sutiles. Poesía y cárcel, por otra parte, siempre han estado cerca. No obstante, mi fuente de atracción es la melancolía (...) Deambulo por la Feria y saludo a los colegas que deambulan tan idos como yo. Ido x ido = una cárcel en el cielo de la literatura. Deambulo. Deambulo. El honor de los poetas: el canto que escuchamos como pálida condena (...) Todos pasamos bajo el balcón donde cuelgan las letras A y E y su sangre nos chorrea y nos ensucia para siempre. Pero el balcón es pálido como nosotros y la palidez jamás ataca a la palidez. Por otro lado, y esto lo digo en mi descargo, el balcón también deambula con nosotros. En otras latitudes a esto se le llama mafia (...) personas que deambulan por la Feria del Pasillo buscando no un libro sino una certeza que apuntale el vacío de nuestras certezas. Así interpretamos la vida en momentos de máxima desesperación. Gregarios. Bederres. El bisturí corta los cuerpos. A y E x Feria del Libro = otros cuerpos; leves, incandescentes, como si anoche mi editor me hubiera dado por el culo. Morir puede parecer una buena respuesta, diría Blanchot. 31 x 31 = 962 buenas razones. Ayer sacrificamos a un joven escritor sudamericano en el altar de los sacrificios de nuestra villa. Mientras su sangre goteaba por el bajorrelieve de nuestras ambiciones pensé en mis libros y en el olvido, y eso, por fin, tenía sentido. Un escritor, hemos establecido, no debe parecer un escritor. Debe parecer un banquero, un hijo de papá que envejece sin demasiados temblores, un profesor de matemáticas, un funcionario de prisiones (...) ¿Cómo no se dan cuenta los jóvenes, los lectores por antonomasia, de que somos unos mentirosos? ¡Si basta con mirarnos! ¡En nuestras jetas está marcada a fuego nuestra impostura! Sin embargo, no se dan cuenta y nosotros podemos recitar con total impunidad: 8, 5, 9, 8, 4, 15, 7. Y podemos deambular y saludarnos (yo, al menos, saludo a todo el mundo, a los jurados y a los verdugos, a los patrones y a los estudiantes), y podemos alabar al maricón por su irrestricta heterosexualidad y al impotente por su virilidad y al cornudo por su honra inmaculada. Y nadie gime: no hay desgarro. Sólo nuestro silencio nocturno cuando a cuatro aptas nos dirigimos hacia las hogueras que alguien a una hora misteriosa y con una finalidad incomprensible ha encendido para nosotros. El azar nos guía aunque nada hemos dejado al azar. Un escritor debe parecer un censor, nos dijeron nuestros mayores y hemos seguido esa flor de pensamiento hasta su penúltima consecuencia. Un escritor debe parecer un articulista de periódico. Un escritor debe parecer un enano y DEBE sobrevivir. Si no tuviéramos, encima, que leer, nuestro trabajo sería un punto suspendido en la nada, un mandala reducido a su mínima expresión, nuestro silencio, nuestra certeza de tener un pie cristalizado en el otro lado de la muerte. Fantasías. Fantasías. Quisimos, en algún pliegue perdido del pasado, ser leones y sólo somos gatos capados. Gatos capados casados con gatas degolladas. Todo lo que empieza como comedia acaba como ejercicio criptográfico.
Pablo del Valle, Feria del Libro, Madrid, julio de 1994. Voy a contarles algo acerca del honor de los poetas (...) Conocí a una mujer. Conocí a muchas mujeres, pero sobre todo conocí a una mujer. Esta mujer, cuyo nombre es preferible dejar en el anonimato, se enamoró de mí. Ella trabajaba en Correos. Era funcionaria de Correos, eso decía yo cuando los amigos me preguntaban qué hacía mi mujer. En realidad eso es un eufemismo para no decir que ella era cartera (...) Cuando ella regresaba del trabajo solíamos hablar durante un rato, ¿pero de qué podía hablar un literato con una cartera? Yo hablaba de lo que había escrito, de lo que planeaba escribir: una glosa sobre Manuel Machado, un poema sobre el Espíritu Santo, un ensayo cuya primera frase era: a mí también me duele España. Ella hablaba de las calles que había recorrido y de las cartas que había repartido. Hablaba de los sellos, algunos rarísimos, y de las caras que había entrevisto en su larga mañana de repartidora de cartas. Después, cuando ya no aguantaba más, le decía adiós y me iba a vagabundear por los bares de Madrid. A veces acudía a presentaciones de libros. Más que nada por las copas gratis y por los canapés. Iba a la Casa de América y escuchaba a los orondos escritores hispanoamericanos. Iba al Ateneo y escuchaba a los satisfechos escritores españoles. Más tarde me reunía con mis amigos y hablábamos de nuestras obras o nos íbamos todos juntos a visitar al Maestro. Pero por sobre la cháchara yo seguía escuchando el ruido de los zapatos sin tacones de mi mujer que recorría su zona de reparto una y otra vez, silenciosa, arrastrando su bolsón amarillo o su carrito amarillo (...) y entonces me desconcentraba, mi lengua, segundo antes ingeniosa, punzante, se volvía de trapo y me sumía en un hosco e involuntario silencio que los demás, incluido nuestro Maestro, solían interpretar, por suerte para mí, como una muestra de mi talante reflexivo, reconcentrado, filosófico (...) Y dejé a mi mujer (...) Mi actual mujer estudia filolofía inglesa y escribe poesía. Solemos hablar de libros. Y a veces se le ocurren ideas muy buenas. Creo que hacemos una estupenda pareja: la gente nos mira y asiente, de alguna manera personificamos el futuro y el optimismo no reñido con la sensatez y la reflexión. Algunas noches, sin embargo, (...) escucho pasos en la calle y tengo (...) casi la certeza de que se trata de la cartera que ha salido a repartir la correspondencia a una hora inoportuna (...) Por supuesto, de esto no hablo con nadie. Hay que mostrarse fuerte. El mundo de la literatura es una jungla. Yo pago mi relación con la cartera con unas cuantas pesadillas, con unos cuantos fenómenos auditivos. No está mal, lo acepto (...) A veces tengo ganas de de quedar con ella en algún bar de su barrio que ya no es el mío y preguntarle por su vida: si ya tiene un nuevo amante, si ha repartido alguna carta proveniente de Malasia o Tanzania, si aún recibe, por Navidad, el aguinaldo del cartero. Pero no lo hago. Me conformo con oír sus pasos, cada vez más débiles. Me conformo con pensar en la inmensidad del Universo. Todo lo que empieza como comedia termina como película de terror.
Marco Antonio Palacios, Feria del Libro, Madrid, julio de 1994. He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé (...) Disciplina y un encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirle a cada uno justo aquello que quiere oír. Y tener paciencia, pues no siempre funciona (...) Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber con precisión qué es lo que uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras que españolas pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. (...) Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil (...) Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí) (...) Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?
Hernando García León, Feria del Libro, Madrid, julio de 1994. Todo empezó, como todo lo grande, con un sueño. Hace un tiempo, menos de un año, me di un garbeo por uno de los cates de mayor raigambre literaria y conversé con diversos autores de nuestra España Doliente. Entre el guirigay de costumbre todos aquellos con quienes dialogué afirmaron (y aquí la unanimidad no es sospechosa) que mi último libro era, si no uno de los más vendidos, sí uno de los más leídos. Puede ser, de mercadeos no me ocupo. Tras la cortina de elogios, sin embargo, entreví una sombra. Mis pares me elogiaban, los más jóvenes veían en mí -y se ufanaban de ello- a un maestro, pero tras la cortina de halagos yo presentí la respiración, la inminencia de algo desconocido. ¿Qué era aquello? Lo ignoraba. Un mes después, hallándome en una de las salas de embarque del aeropuerto, dispuesto a ausentarme por unos días de nuestra España maldiciente, se me acercaron tres jóvenes, espigados y cerúleos, y me dijeron en buen romance que mi último libro les había cambiado la vida. Curioso, aunque ciertamente no eran, ni mucho mneos, los primeros en interpelarme de esta guisa. Proseguí mi viaje. Hice una escala en Roma. En el duty free shop se me quedó mirando fijamente un hombre de aspecto interesante. Era un austríaco (...) que seducido por mi anterior libro, que había leído en español pues que yo sepa aún no se ha traducido al alemán, deseaba conseguir de mí un autógrafo. Sus alabanzas me dejaorn anonadado. Al llegar a Nepal, en el hotel (...) el mozalbete se declaróferviente admirador de mi obra y poco después, casi sin darme cuenta, me vi estampando mi firma sobre un ajado ejemplar de Entre toros y angeles, para ser más concretos en la octava edición española. con fecha de 1986. Lamentablemente en aquel momento ocurrió un percance que no viene a cuento relatar aquí que me privó de interrogar a aquel joven lector por las visicitudes o vericuetos que habían hecho llegar mi libro hasta sus manos.
Esa noche soñé con San Juan Bautista. El descabezado se me acercaba a la cama del hotel y me decía: ve a Nepal, Hernando, y se abrirán para ti las páginas de un libro magnífico. Pero si estoy en Nepal, le contestaba con la media lengua de los durmientes. Pero el Bautista repetía: ve a Nepal, Hernando, etcétera, etcétera, como si se tratara de mi agente literaria. A la mañana siguiente olvidé el sueño. Durante una excursión por las montañas de Katmandú me encontré de sopetón con un grupo de turistas de nuestra España azorada. Fui reconocido (yo estaba solo, demás está precisarlo, meditando tras una roca) y sometido a la usual sesión de preguntas y respuestas, cual si estuviéramos en un programa televisivo (...) Aquella noche volví a soñar con San Juan Bautista, mas con la variante, prestigiosa variante, de que esta vez venía acompañado de una sombra, un ser embozado que permanecía a una cierta distancia mientras el descabezado hablaba. Su alocución, en esencia, venía a ser la misma de la noche anterior (...) Regresé a Madrid y (...) me despacé a Orejuela de Arganda, un pueblito o aldea de la sierra, con la robusta intención de acometer una labor de creación. Volví a soñar con San Juan Bautista. Macho, Hernando, esto es demasiado, me dije en medio del sueño y con un esfuerzo mental que sólo pueden permitirse quienes han ejercitado sus nervios en situaciones limítrofes, conseguí despertar de golpe (...) La habitación estaba sumida en el silencio feraz de la noche castellana (...) Dediqué mi insomnio a revisar papeles, concluir cartas, preparar borradores de artículos y conferencias, las servidumbres de un autor de éxito, algo que no comprenderán jamás los resentiros y envidiosos que no pasan nunca de los mil ejemplares (...) y entonces me levanté, con ímprobos esfuerzos, de la cama (...) y me dije valor, Hernando, que en peores sueños te has visto (...) Y entonces la sombra se quitó el rebozo o tal ves sólo fuera un capidengue y ante mí apareció la Virgen María y su luz no era cegadora, como dice mi amiga Patricia Fernández-García Errázuriz (...) dije, ¿qué quieres, Señora, de este pobre servidor? Y ella dijo: Hernando, hijo mío, quiero que escribas un libro (...) Su título: La nueva era y la escalera ibérica. Hoy, según me han dicho, se han vendido más de mil ejemplares. Por supuesto, no los he firmado todos pues no soy Supermán. Todo lo que empieza como comedia indefectiblemente acaba como misterio.
Pelayo Barrendoáin. Feria del Libro, Madrid, julio de 1994. Primero: aquí estoy yo, dopado, con los antidepresivos saliéndome hasta por las orejas, recorriendo esta Feria aparentemente tan simpática donde Hernando García León tiene tantos y tantos lectores y en donde Baca, en las antípodas de García León, pero tan beato como él, tiene tantos y tantos lectores y en donde hasta mi viejo amigo Pere Ordóñez tiene algunos lectores y en donde hasta yo, para qué seguir, para qué ir más lejos, tengo también mi cupo de lectores, los reventados, los golpeados, los que tienen en la cabeza pequeñas bombas de litio, ríos de Prozac, lagos de Epaminol, mares muertos de Rohipnol, pozos cegados de Tranquimazín, mis hermanos, los que chupan de mi locura para alimentar su locura (...) los que quieren sacarse una foto conmigo pero que no soportarían mi presencia más de ocho horas seguidas, son los escritores-presentadores de televisión, los que adoran la locura de Barrendoáin mientras mueven sensatamente la cabeza, y no ella, jamás ella (...) la que se interesa por la literatura sin imaginarse los infiernos que se esconden debajo de las podridas o impolutas páginas (...) la que me sobrevivirá y mi único consuelo. Todo lo que empieza como comedia acaba como un reposo en el vacío.
Felipe Müller, bar céntrico, calle Tallers, Barcelona, septiembre de 1995. Ésta es una historia de aeropuerto. Me la contó Arturo en el aeropuerto de Barcelona. Es la historia de dos escritores. En el fondo, una nebulosa. Las historias que se cuentan en los aeropuertos se olvidan rápido (...) Uno de ellos es peruano y el otro cubano, aunque no sería capaz de asegurarlo al cien por ciento (...) No bien puso un pie en el aeropuerto de Lima cuando Sendero Luminoso, como si lo hubiera estado esperando, se levantó como un desafío tangible, como una fuerza que amenazaba con extenderse por todo el Perú (...) en donde los que no despreciaban su poesía lo odiaban a muerte por revisionista o perro traidor y en donde, a ojos de la policía, había sido, a su manera, es cierto, uno de los ideólogos de la guerrilla milenarista (...) El caso del cubano es distinto. El cubano era feliz y sus textos eran felices y radicales. Pero el cubano era homosexual y las autoridades de la revolución no estaban dispuestas a tolerar a los homosexuales (...) Dos eran, aparentemente, los objetivos de los revolucionarios: que el cubano se curara de su homosexualidad y que, ya sano, trabajara por su patria. Ambos objetivos dan risa. El cubano aguantó. Como buen (o mal) latinoamericano, no le daba miedo la policía ni la pobreza ni dejar de publicar (...) Sus últimos días fueron de soledad y de dolor y de rabia por todo lo irremediablemente perdido. No quiso agonizar en un hospital. Cuando acabó el último libro se suicidó. Eso me contó Arturo mientras esperábamos el avión que lo iba a sacar de España para siempre. El sueño de la Revolución, una pesadilla caliente. Tú y yo somos chilenos, le dije, y no tenemos culpa de nada. Me miró y no contestó. Luego se rió. Me dio un beso en cada mejilla y se fue. Todo lo que empieza como comedia acaba como monólogo cómico, pero ya no nos reímos."
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que series/pelis debería ver de argentina, quiero ver más con acento rioplatense (y perdón por mi mal español, mi inglés es peor jaja)
Holaaa, cómo estás? No sé cuánto te puedo ayudar pero haré lo posible jajaja
En términos de series obviamente creo que todxs estamos de acuerdo en que es NECESARIO que veas Los Simuladores (tené cuidado de buscar la original porque después salieron remakes en un montón de países) y Okupas. Después una que no es magnífica pero a mí me resultó muy graciosa si superás el cringe es Porno y Helado (y ya que estamos hablando de Piroyansky el amor de mi vida, la webserie Tiempo Libre). División Palermo también está buena qué sé yo, no sé si se traduce bien igual y es muy del larretismo pero la pasé bien. Más seria está El Reino que fue bastante popular, por ahí te engancha, a mí no me gustó. Pero la tiro. Y algunas que no vi pero que me dicen por cucaracha que están buenas, Mujeres Asesinas, Hermanos y Detectives, El Marginal y Todos contra Juan.
Para películas te tengo que dar un pantallazo al azar porque son demasiadas jajaj las clásicas que te van a recomendar primeras en todos lados (creo) son Pizza Birra Faso (más historias de marginalidad), Relatos Salvajes (dios cómo se merecía el Oscar), La Ciénaga (esta confieso que no la vi! no me peguen), Esperando la Carroza (a pesar de que es una obra de teatro uruguaya es la película más argentina que vas a ver en tu vida; no sé cuán bien se aprecia sin contexto de argentinidad pero no la puedo dejar de lado), Nueve Reinas (otra obra maestra tristemente hecha remake), Silvia Prieto (es ~rara~ medio ~quirky~ hasta un poco nouvelle vague pero de los 90, a mí me re gustó pero entiendo que no es para todo el mundo jajsjs), Tiempo de Revancha (QUÉ PEDAZO DE CINE), Plata Dulce (puro neoliberalismo de los 70 otra obra maestra). Después, Las furias es una película fascinante, Moebius para mí no es tan buena pero igual es muy interesante, Pajarito Gómez es una sátira brutal de la cultura pop de los 60s y un peliculón. Recomiendo cualquier cosa hecha por Torre Nilsson. Me dicen por cucaracha que veas Historias mínimas, No habrá más penas ni olvido, La Patagonia Rebelde y La nonna.
Mucha suerte! Si alguien quiere sumar recomendaciones mándese. Un abrazo ❤️❤️
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Luego me quedé dormida y soñé, ay qué risa, con Juana de Ibarbourou, soñé con su libro La rosa de los vientos, de 1930, y también con su primer libro, Las lenguas de diamante, qué título más bonito, bellísimo, casi como si fuera un libro de vanguardia, un libro francés escrito el año pasado, pero Juana de América lo publicó en 1919, es decir a la edad de veintisiete años, qué mujer más interesante debió de ser entonces, con todo el mundo a su disposición, con todos esos caballeros dispuestos a cumplir elegantemente sus órdenes (caballeros que ya no existen, aunque Juana aún exista), con todos esos poetas modernistas dispuestos a morirse por la poesía, con tantas miradas, con tantos requiebros, con tanto amor. Luego me desperté. Pensé: yo soy el recuerdo. Eso pensé. Luego me volví a dormir. Luego me desperté y durante horas, tal vez días, estuve llorando por el tiempo perdido, por mi infancia en Montevideo, por rostros que aún me turban (que hoy incluso me turban más que antes) y sobre los cuales prefiero no hablar. Luego perdí la cuenta de los días que llevaba encerrada. Desde mi ventanuco veía pájaros, árboles o ramas que se alargaban desde sitios invisibles, matojos, hierba, nubes, paredes, pero no veía gente ni oía ruidos, y perdí la cuenta del tiempo que llevaba encerrada. Luego comí papel higiénico, tal vez recordando a Charlot, pero sólo un trocito, no tuve estómago para comer más.
Luego descubrí que ya no tenía hambre. Luego cogí el papel higiénico en donde había escrito y lo tiré al water y tiré la cadena. El ruido del agua me hizo dar un salto y entonces pensé que estaba perdida. Pensé: pese a toda mi astucia y a todos mis sacrificios estoy perdida. Pensé: qué acto poético destruir mis escritos. Pensé: mejor hubiera sido tragármelos, ahora estoy perdida. Pensé: la vanidad de la escritura, la vanidad de la destrucción. Pensé: porque escribí, resistí. Pensé: porque destruí lo escrito me van a descubrir, me van a pegar, me van a violar, me van a matar. Pensé: ambos hechos están relacionados, escribir y destruir, ocultarse y ser descubierta.
Bolaño Roberto, Los detectives salvajes
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lectures d’été (terminées) 🦅
- maggie nelson, the argonauts
- sayaka murata, convenience store woman
- alain damasio, la horde du contrevent
- jim harrison, dalva
- alexandre dumas, le comte de monte cristo (5ème relecture?)
lectures en cours 🦉
- isaac asimov, foundation
- roberto bolaño, los detectives salvajes
- john fante, ask the dust
#inspiré par qqn ici mais j’ai oublié#j’ai tout aimé#le comte de monte cristo c’est mon livre pref depuis mes 15 ans#j’ai une vieille édition énorme remplie de petites notes et de dessins aux endroits où j’ai pleuré#j’adore l’été car je lis énormément#💖
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i have an hour and a half before bed:
(i am expecting a sweep here but i'm willing to be surprised.)
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Hay momentos para recitar poesías y hay momentos para boxear.
– Roberto Bolaño, Los detectives salvajes
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Los detectives salvajes - Roberto Bolaño
Los detectives salvajes es la quinta novela del escritor chileno Roberto Bolaño, publicada en 1998. Consta de tres partes: la primera y la tercera son el diario del personaje Juan García Madero, un joven de 17 años estudiante de derecho. De ellas, la primera transcurre en México, D. F. en el fin del año 1975 y la tercera en el desierto de Sonora en el principio del año 1976. La segunda parte consiste en fragmentos correspondientes a testimonios de 52 distintos personajes, donde se recogen las vivencias entre los años 1976 y 1996 de los poetas Arturo Belano y Ulises Lima en distintos lugares del mundo. El relato es un homenaje al infrarrealismo, movimiento poético, que en la novela es denominado realismo visceral, y a sus integrantes. Así, Arturo Belano es en realidad el mismo Roberto Bolaño, y Ulises Lima es el poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro.
Lee más sobre esta novela en Wikipedia.
The Savage Detectives - Roberto Bolaño
The Savage Detectives is a novel by the Chilean author Roberto Bolaño published in 1998. Natasha Wimmer's English translation was published by Farrar, Straus and Giroux in 2007. The novel tells the story of the search for a 1920s Mexican poet, Cesárea Tinajero, by two 1970s poets, the Chilean Arturo Belano (alter ego of Bolaño) and the Mexican Ulises Lima.
Read more about this novel on Wikipedia.
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Cuatro novelas cortas, según Roberto Bolaño
En su libro Entre paréntesis, una recopilación de los trabajos críticos y periodísticos del autor de Los detectives salvajes, cobra relevancia su artículo Dos novelas de Mario Vargas Llosa en donde menciona sus cuatro novelas cortas "perfectas", "ácidas", "precisas".
Pablo Retamal en La Tercera:
¿Cuáles son estas 4 novelas cortas? Bolaño dice que son: El coronel no tiene quién le escriba, de Gabriel García Márquez; El perseguidor, de Julio Cortázar; El lugar sin límites, de José Donoso; y Los cachorros, de Mario Vargas Llosa. “Con estas cuatro novelas (si sus autores no hubieran escrito nada más, que no es el caso) sería suficiente para crear una literatura”, añadió con su estilo algo dado a las sentencias.
De esas novelas, solo profundiza en una, la de Vargas Llosa. “De las cuatro...es probablemente la más ácida, la que tiene el ritmo más endiablado y en donde las voces, la multiplicidad de hablas, está más viva. También es la más complicada al menos desde el punto de vista formal”.
Eso sí, con El perseguidor hay una especie de trampa. El notable relato de Julio Cortázar -basado en la vida del saxofonista Charlie Parker- fue incluido originalmente en el volumen de cuentos Las armas secretas (1959), por lo que no fue publicado como una novela en sí misma. Diferente a los otros casos citados.
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—Libro del desasosiego. Fernando Pessoa [He leído 4 traducciones de ese libro]
—Los hermanos Karamazov. Fiódor Dostoievski
—El primer hombre. Albert Camus
—Más allá del bien y del mal. Friedrich Nietzsche
—Los detectives salvajes. Roberto Bolaño
—El libro de las ilusiones. Paul Auster
—Cartas a Milena. Franz Kafka
—El idiota. Fiódor Dostoievski
—El mundo de ayer. Stefan Zweig
—Del inconveniente de haber nacido. Emil Cioran
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SONORA, Autor: Luis Vinuesa García
En 1998 Anagrama publica Los detectives salvajes. La portada dispone a tres hombres caminando de frente bajo el raudal sin límites del sol. Cubren sus cabezas con sombreros negros de fieltro de ala ancha. La luminosidad acentúa los portes oscuros, los realza dentro de sus americanas, a los dos primeros; y dentro de la camisa blanca, al tercero, que camina unos pasos rezagado. A diferencia de los…
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¿POR QUÉ TENES Q VER LOS SIMULADORES?
Bueno, primero q td, me ENCANTA "los simuladores". lo digo ya pq ya veo q hago más blogs de esta serie, q es una de mis series fav x mil razones, y si vos no viste esta buenísima serie, yo te las voy a contar para q a vos te den ganas de verla y te obsesiones con ella igual q yo:
N1 los protagonistas: lit no te puede caer mal ninguno, todos te van a gustar; de uno te quedas enamorada, de otro querés ser la mejor amiga, de otro querés ir y decirle q está td bien y q no pasa nd si es "muy frío", q el demuestra lo q siente a su manera, y de otro te encariñas pq aunq aparenta ser un tosco, es un dulce d leche!!
N2 la trama: si bien no hay una trama concreta, (bah, q simulan situaciones con tal de ayudar a alguien q lo necesite podría ser, pero bueno, se entiende mí punto), está bueno q sean capítulos conclusivos, pq podes engancharte cualquiera cuando quieras y es sumamente independiente de los otros.
N3 la dirección: damián szifron...TE AMO; lit es un capo este chabón, sea por dónde lo mires, además nunca va a poner algo pq si, es como si aprovechara cada ocasión q tiene para hacer un guiño espectacular a algo re piola del cual no te diste cuenta la primera vez, (aprovecho a decir tmb q vayan a ver "hermanos y detectives" y "relatos salvajes" aka PE-LI-CU-LON)
N4 los "casos" y los personajes q van apareciendo: si bien podes o no sentirte identificado con algún caso q los simuladores tengan q resolver, podes empatizar e identificarte muy fácilmente con cualquier personaje, tengas la edad q tengas o cualquier pavada: un señor al q despidieron y por su edad se le hace muy difícil conseguir trabajo, un chico al q le hacen bullying en la escuela, un hombre quién no quiere a su esposa pero tiene q fingir (y que puede arrepentirse o no después al perderla), o una familia qué no puede pagar una operación por falta de plata.
N5 (ya rompimos la tarim-) EL NACIONALISMO: yo no sé, pero el hecho de q está serie es argentina me llena de orgullo, es como...bueno, ns q metáfora dar, pero es tan lindo ver cómo la gente q posee la misma cultura q yo pueda crear algo tan lindo<33 además está santos, quién es ultra nacionalista.
N6 es MUY disfrutable: ¿a qué voy con esto? bueno, he de admitir q después de ver un capítulo, siempre quiero ver otro, y después de ese, otro y otro y otro, y eso ya se torna horrible por el hecho de q son menos de 25 capítulos, y aunque eso la haga mucho mejor, (ya q nunca hubo un punto de descenso), como fan es triste, pq yo quería seguir viendo más y más..y de repente..termina. pero bueno, x eso hay q verla de a poquito, antes de dormir, antes de ir al colegio/trabajo, o durante la merienda o cena, encaja con todo.
Bueno, hay muchas más razones por las cuales es una de mis series fav, pero bueno, sino se hace eterrrnoo, entonces no sigo más, vayan a verla y disfrutenla<3
#los simuladores#emilio ravenna#mario santos#gabriel medina#pablo lamponne#medinamibiasahr#nopostamedinateamo#damian szifron
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"A unos metros de donde me hallaba Belano y López Lobo estaban hablando. Vi la lumbre de sus cigarrillos, mi primer impulso fue levantarme, acercarme a ellos para compartir la incertidumbre de lo que el día siguiente nos traería, sumarme aunque fuera gateando o de rodillas a las dos sombras que entreveía detrás de los cigarrillos. Pero no lo hice. Algo en el tono de sus voces me lo impidió, algo en la disposición de las sombras,a veces densas, achaparradas, belicosas, y a veces fraccionadas, desintegradas, como si los cuerpos que las proyectaban ya hubieran desaparecido.
Así que me contuve y me hice el dormido y escuché.
López Lobo y Belano hablaron hasta poco antes de que amaneciera. Transcribir lo que se dijeron es de alguna manera desvirtuar lo que yo sentí mientras los escuchaba."
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