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#Los Bollos
gusilux · 6 months
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Hola!
Dilema filosófico de semana santa (no importa si eres creyente o no) ¿cuál es el mejor platillo de tu pueblo para estas fechas? Justifica tu respuesta
Lo mejor de la gastronomía de Semana Santa en Asturias sin lugar a dudas es el Bollo. El bollo es una especie de tarta que tradicionalmente regalan los padrinos a los ahijados el domingo de Pascua.
El más habitual es muy parecido al roscón de Reyes, de hojaldre y relleno de almendra, siempre de varios pisos:
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Y que no intenten engañarte los fashionistas modernos de la pastelería. Las plumitas para decorar son un must.
Pero en mi ciudad tenemos una versión propia y exclusiva. El bollo de Avilés, que incluso tiene su propia fiesta de interés turístico nacional.
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Es un mantecado con glaseado de azúcar glas y siempre con forma de trébol de 4 hojas.
¿Justificar por qué es el mejor? Las llambiotadas se justifican en si mismas.
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ecarchive · 1 year
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por supuesto que el ÚNICO día que no me pongo protecciones es el día que me meto tremenda hostia
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tortademaracuya · 2 years
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Pensé que capáz podía reutilizar mi idea inicial aun si era parecida a otra escena para la parte de mozzarella del animatic pero acabo de ver el storyboard y NO HAY NADA. MARS DEL PASADO TE VOY A RECAGAR A PIÑAS
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tarotvisa · 2 years
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¿Cuál es el significado si sueñas con Casa Grande Y Lujosa, tarot del girasol futuro inmediato en el amor
Adivinación por tarot. Interpretación de los sueños. Charla íntima. Diagnóstico y balance energético. Tantra femenino (influencia sobre los hombres). Meditación. Relajación. Entrenamiento mágico (ritual, sexual, astral)
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last year i went to albacete with my family and my grandma told me that her father planted one of the first trees in this park next to her sister's house. now i'm reading his memoirs and he just talked about that event !!!
this is the only picture i took of the park that day (i'm obsessed with the albacete themed garbage containers btw)
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and here's his description of the whole thing <3
Estos edificios los hacían de tres y cuatro pisos y que en pocos años se llegó la calle hasta la que es ahora la Plaza de Don Gabriel Lodares que al final se empezó a hacer el parque que se llamó de Canalejas y después otro nombre que no recuerdo y que al final de la Guerra Civil los de Franco le pusieron de los Mártires porque en él fusilaron los rojos a varios señores de los más superiores de la sociedad del pueblo. Hoy se llama de don Abelardo Sánchez, de los primeros árboles que se pusieron yo ayudé a poner uno pues fue un día de Jueves Lardero que nos convidó el Ayuntamiento, dándonos de merienda una bolsa de papel con un bollo, un huevo y una onza de chocolate y una naranja, así que de esto hará ya setenta y seis años.
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angvlique · 11 months
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se encuentra contra la pared, arrancando pedacitos del papel tapiz para hacerlos un bollo y aventarlos por la habitación. a diferencia de la mayoría, ni siquiera tiene intención de rebuscar entre las habitación y supuestos tesoros, da por hecho que nada le será de utilidad, por lo que busca otro tipo de entretenimiento. carcajada se le escapa cuando otre se atraviesa y bollito que acaba de lanzar con la intención de embocarlo en un agujero le da en la cabeza al ser en cuestión. sin embargo, risa se corta al ver seriedad en facciones ajenas. "¿ups?" sonrisita brilla mientras alza uno de sus hombros en aparente inocencia.
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xochiquetza3autora · 4 months
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Si quieres podemos culpar al ron, al tequila y las cervezas, hijo; podemos decir que los mariscos que comimos eran afrodisíacos; podemos poner cualquier excusa que se te ocurra, mi amor. Pero no puedes negar que tenerte dentro de mí y sentir tu "crema de bebé" en mi "bollo" fue el mejor regalo de día de las madres que he tenido y me gustaría repetirlo mientras sigo en mis días fértiles. Tal vez en Junio pueda festejarte el día del padre también; y el próximo año también el día del niño con nuestro bebé endogámico fruto de nuestro amor filial.
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ilpianistasultetto · 2 years
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Cambiano i suonatori, prima Berlusconi, poi Salvini, adesso la patriota fascista Giorgia Meloni, donna, mamma, cristiana e adesso anche "regina del popolo dei furbetti". Gia'. Legge finanziaria e subito perdono per tutti. Cartelle sotto i mille euro verranno tutte cancellate d'ufficio. Nemmeno l'annuncio ed ecco il primo "graziato" che mi piomba in ufficio.
- Dotto' , che ce devo fa adesso con questa comunicazione dell'agenzia riscossione? Ce posso anna' ar bagno?
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Guardo e, in effetti ha ragione. 47 contravvenzioni cds e 12 bollo auto non pagate. La multa piu alta ammonta a 867 euro , quindi tutto stralciabile d'ufficio per un totale di 15.970 euro. Lo osservo e non posso fare a meno di un colpo di bile per quel ghigno da joker che sfoggia, quell'aria strafottente di chi pensa: "che coglioni quelli che pagano"..
Per queste scelte hanno votato a favore il 50% degli italiani. Io al loro posto mi sputerei in faccia da solo ( a prescindere dal tipo di governo) ma evidentemente ognuno ha l'etica che si merita.. @ilpianistasultetto
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libriaco · 9 months
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Ancora sugli imbecilli
Abbiamo bisogno di voialtri. Voi siete le vittime del nostro piacere e il sottosuolo della nostra grandezza. Siete affondati perché possiamo emergere; vi abbassate perché possiamo salire. Permettetemi di pregare per l'anima vostra, imbecilli convinti e innumerabili. Quando vi contemplo seduti alla tavola di un ben illuminato caffè — le vostre facce hanno bisogno di molto luce — quando vi guardo per le strade e per i teatri, nelle botteghe e nei tranvai, una grande e invincibile tenerezza mi assale e duro fatica a reprimere la tentazione di buttarvi le braccia al collo e di baciarvi le mani. In quei momenti la mia pietà è realmente infinita e debbo nasconderla sotto la più brutale durezza per non umiliarvi più del bisogno. Quando penso a quel che vi manca e vi mancherò per tutto la vita; quante emozioni non sentite; quanti aspetti delle cose non scorgete; quante verità non alienate; quanto bellezza vi sfugge e quanto coraggio vi fa difetto, io, che non ho le lacrime facili, avrei sul serio voglio di piangere. Io so che passate attraverso il mondo senza intuirlo nella sua diversità e solidità; senza fermarvi a contemplare quelle minime cose che son le più grandi nell'emisfero della poesia; senza penetrare né l’anima delle vostre donne né quelle de' vostri compagni e neppure la vostra, la vostra infinitamente piccola anima. Io so che il genio può passarvi accanto, vivo, in carne ed ossa, in parole e in ispirito, e che voi non lo vedete, non siete capaci di vederlo, di avvicinarvi, di parlargli, di andare con lui, di lasciar padre e madre e ogni trascurabile bene per seguirlo all'interno dei suoi proibiti piaceri. Io so che quattro, cinque, dieci idee vi bastano per tutta la vita, vi servono per tutti gli usi quotidiani, per il giorno e per la notte, per l'amante e per il parrucchiere, per parlare e per scrivere, per alzarvi la mattina e per andare a letto la sera e che nel vostro cervello, senza finestre dalla parte del cielo, non hanno diritto d’ingresso che le verità diventate luoghi comuni e l'idee che a forza d'uso son fatte imbecillità. Io so, e lo so con matematica certezza, che pensate coll’altrui pensiero, che vedete cogli occhi degli altri, che giudicate col giudizio degli estranei e che le vostre ammirazioni e i vostri entusiasmi vanno soltanto a quelle cose che qualcuno di voi timbrò ripetutamente col sudicio bollo della fama più infame. Io so tutto questo — ed altro ancora che non dico per dignità — e non dovrei commiserarvi sinceramente dal profondo del cuore? Non crediate ch'io sia cattivo o che mi eserciti nel sarcasmo. Vi amo perché siete il contrappeso necessario dei pochi e la mia pietà è senza nessun sottinteso. E vi amo, vigliaccamente, anche perché ho paura della vostra vicinanza. […] Permettetemi dunque di pregare anche per voi, imbecilli preziosi e desiderabili, almeno una volta. Io non so quali sono le parole che posson farvi piacere e le grazie che ricercate ma lodo e celebro il Signore perché vi dia quel che domandate e perché tutti i vostri desideri siano speditamente esauditi.
G. Papini, Gli imbecilli [1913-1951], Viterbo, Millelire, 2007
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zealouscollectionvoid · 2 months
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Había una vez un hombre llamado Alejandro que decidió visitar una elegante tienda de ropa en busca de un traje para una importante reunión. Sin embargo, al probarse el conjunto que le gustaba, se dio cuenta de que le quedaba demasiado grande. El espejo le devolvía la imagen de un hombre flaco y desgarbado, y eso no era lo que quería.
Alejandro era un hombre decidido y creativo. En lugar de buscar otro traje o conformarse con su apariencia actual, tuvo una idea poco convencional. Se propuso ganar peso para que el conjunto le quedara perfecto. ¿Cómo lo haría? Se preguntó mientras salía de la tienda.
Primero, Alejandro se inscribió en un gimnasio. No para perder peso, sino para ganar músculo. Quería que su cuerpo se llenara de forma saludable. Pasó horas levantando pesas y siguiendo una dieta rica en proteínas. Pronto, sus brazos y piernas comenzaron a tomar forma, pero el traje aún estaba demasiado holgado.
Entonces, Alejandro cambió su enfoque. Decidió visitar la panadería local todos los días. Compraba pasteles, donas y bollos, y se los comía con entusiasmo. Todo esto por semanas se repetía contrata a la panadería para que lo dejaran devorar todos los pasteles y delicias horneadas. Su metabolismo se ralentizó, y poco a poco comenzó a ganar peso. El traje comenzó a ajustarse mejor, pero aún no estaba satisfecho.
Con el tiempo, Alejandro logro su objetivo. El traje de Alejandro finalmente le quedaba como un guante.
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lanubedejoaquin · 11 months
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El tiempo no es lo mio.
Tengo que confesar que mi vida es un gran desorden, llego tarde a todos lados, no se calcular el tiempo para mí 10 minutos son 50 nunca lo organizo, ni se que es el tiempo algo que pasa? el ahora ? el después? esto se traslada a mi ropero bollos de ropa apiladas, música que va de un estilo a otro, y de un año a otro, siempre digo "mañana lo hago" pero creo que tampoco se cuando es mañana, quizás todo sea producto de mi cabeza que también está bastante desordenada, cada tanto intento ordenar todo en un mismo día (cómo si alcanzara) me gustaría mudarme y empezar de cero, y se que ese proceso va a durar un tiempo, a veces hago todo en un solo día y me pongo contento pero lo bueno dura poco dicen. En mi cabeza hay un par de remolinos que supongo son los que me retrasan para realizar cualquier tarea admiro mucho a quienes tienen toda la paciencia para realizar lo que se propongan, yo no la tengo, soy ansioso quiero todo ya y ese "YA" nunca se cuándo es, porque volvamos al principio no se calcular, pero creo que tampoco me gusta la idea de tener todo controlado es como cuando miras una película y ya sabes lo que va a pasar, me gusta improvisar.
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rorrobot · 9 months
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San Luis
En la playa de San Luis cuesta pasarla bien. Todo el viento que sentís al llegar te pincha como una lluvia de mosquitos que te pica y no te suelta. Meteoritos chiquitos que te acribillan como a Sony en el peaje. Arena sucia de restos de pescados, de algas como fideos que se estiran para no soltar tus dedos al pasar, conchillas que requieren zapatillas. El abuso de los niños locales, que saltan las olas corren con palos tiran la pelota lejos y patean arena en los ojos; criminales que apuntan (a la cara si pueden) de lejos y hacen bollos que pegan como toscazos con la porquería que trae el mar en el subibaja de sus olas. Pescadores que se mezclan con las sombrillas y dejan sus olores fétidos como botín de roncaderas y mantarayas. Anzuelos en el pelo, riles en las sillas, lombrices gusanitos carnada. Gritos a lo lejos, otro pelotazo y salir corriendo. - Acá vive el agujero de la capa de ozono - se jacta un tío con aliento a whiscola a las 10 de la mañana. Apodos raros de Uruguay y palabras que en casa son otra cosa. Menos mate que en otras familias que sudan al sol la cebada amarga que sólo se comparte entre conocidos por eso de las enfermedades de la boca. Las nenas que te miran se ríen y saludan desde lejos en realidad están saludando a otras nenas que de cerca que están hace que parezca que las otras te miran. Llegar hasta el agua que hoy está marrón, perder algo en la rompiente y sentir la picazón y el ardor del aguaviva que mañana estará muerta con más aguavivas en la orilla de la playa. Más ruido de conversaciones que se acercan conversaciones que pasan conversaciones que se van. Otras miradas que se acusan y se presionan por pasarla bien porque a la playa venimos a pasarla bien.
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roxtrex69 · 5 months
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Cap.3 ¿Quiénes son?
El juicio en cuanto al ataque en el metro acabó con que accedería a ir a terapia bajo un año de confinamiento en el centro de Salud mental de San Blas.
Mi primer día allí fue como tu primer día de campamento. Tus padres te dejan con los tutores (policías y recepcionistas del centro), y te despedías de ellos diciéndoles que nos se preocuparan, aunque obviamente tenían mucho de que preocuparse, y aunque ellos ya no estuviesen juntos y ni se querían como antes, sabes que solo estos acontecimientos los unió para formar una amistad que igual en una vida distinta hubiera acabado peor. Es horrible pensar que este tipo de relaciones solo se intensifica si pasan cosas malas, y no con cosas buenas o cotidianas.
Pero ya era hora del tour del centro para ver como iba a ser mi nuevo hogar durante un año o menos. Los dos policías que me acompañaban eran Jorge y la comisaría Elisabeth, la cual estuvo apoyando su mano en mi hombro siempre que uno de los enfermeros o médicos de aquel lugar estuviese a punto de tocarme. Era muy protectora conmigo y fue quien puso en mi vigilancia a James y Jorge.
-¿Podemos hablar con el joven antes de terminar con la visita?
-Claro agente, por su puesto.
Me llevaron al que sería mi cuarto, donde había tres chicos más.
-Hola niños, seremos rápidos, ¿podemos quedarnos cinco minutos a solas con vuestro nuevo compañero de habitación?
-Sí, vamos chicos, el nuevo va tiene pinta de ser peligroso- dijo un niño algo menudo y algo pálido.
Todos los niños salieron de la habitación y esperaron fuera junto a la puerta, junto a un enfermero que vigilaba.
-Mira chico, ¿te puedo llamar...?
-Ro.
-Mmmm bien. Ro, ¿te puedo proponer algo?
-Usted me dirá jefa.
-¿Jefa?
-Así la llama el resto en la comisaría.
-Entiendo- me sonrió, -te iba a proponer de formar parte de un cuerpo que busca justicia, donde podrías perfeccionar tus técnicas de pelea, podrias formar parte de un proyecto muy especial-.
-Y sí no acepto, ¿me dejareis aquí encerrado para siempre, verdad?
La comisaría me miró como sí afirmase lo que acababa de decir. Y sonreí.
-Bien, ¿qué tengo que hacer aquí?
-Solo tienes que aceptar los tratamientos que te suministren por vena, será para que te centres más y en un año, podrás trabajar conmigo. ¿Te parece?
Me ofreció la mano, y la apreté hasta romperle la mano, y acto siguiente acercarla a mi mordiendole la nariz y parte del rostro. La comisaría grito de dolor y yo empecé a reír provocando un escándalo para que me aislasen en un cuarto para mi solo, con todo preparado para no provocarme heridas o a otros.
Antes de que nos separasen a la comisaría a y a mí la grite dejando en claro el trato. Todo mientras veía como su rostro ahora deforme se iba dejando una advertencia de a quién habían internado.
-¡Un año Elisabeth, un año y seré su perro jajajajaja!-
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Me desperté después de dos días durmiendo y me levanto una enfermera muy guapa, y me incorporó ella misma para darme de desayunar. Un colacao, un bollo hecho con mantequilla y harina, con un espolvoreado que olía muy bien, un yogurt y un plátano.
-Quítame esto, puedo comer yo solo.
-Pero no se sí me atacaras o no.
-Lo dices muy alegre para estar a mí lado.
-Porque sé que eres bueno y no me harías daño, aunque haya dicho lo que he dicho, el miedo existe. Y tú lo infundes con tu presencia. El primer día dejaste huella. Yo seré tu tutora dentro del centro. Me llamo Sonia, y estoy encantada de conocerte.
-Igualmente Sonia, me puedes llamar Ro.
Estuvimos hablando durante dos horas y media, donde ella me contó de donde venía, donde estudio y donde empezó su carrera. Todo mientras preparaba una medicación de color sangre que me fue preparando lentamente mientras me hablaba, y cuando me puso la sonda desnudandome el brazo acariciandolo mientras me miraba a los ojos, le pregunté, -¿quién eres?-.
Me quedo mirando y me sonrió mientras metía esa sustancia biscosa y densa en mi que se iba disolviendo en contacto con mi sangre. Me fui debilitando y me quedé dormido nuevamente.
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Desperté y me puse hacer sentadillas necesitaba hacer algo, no podía quedarme todo el día sin hacer nada. Tenía que mantenerme y mejorarme para el año siguiente. Me sentía bien después de aquella dosis, enérgico, con ganas de correr, y eso hice en mi cuarto. Hasta que pasó un enfermero que no era Sonia. El cual me hecho la bronca por "armar mucho alboroto". Obviamente no le hice caso y segui corriendo hasta que entró con una toalla blanca de manos. Segui corriendo mientras me advertía de que debía guardar reposo y se desquiciaba más, y entonces apareció Sonia por la puerta preguntando si había algún problema. Y yo negué con la cabeza y le respondi que solo se puso a cronometrarme para saber sí iba bien con el tratamiento. El enfermero salió de la habitación y la dejó a ella que se encargase.
-¿Cómo te encuentras?
-Genial, me siento con mucha energía, y quiero más, quiero salir fuera y no se hacer un montón de cosas, como leer, dibujar, aprender, destrozar, jugar, lo que sea. Siento que puedo hacer de todo.
-Me alegra oír eso. Vamos fuera, ¿sí? Quiero que te airees y veas el sol.
La acompañe y me quiso poner el calzado, y le pedí que no, quería sentir todo con mi piel.
Salimos fuera y sentí el frio, el invierno había empezado y todo era genial, me encanta el frío. Es ardiente y húmedo, las gotas de la humedad y el aire llendo y viniendo era hermoso al sentirlo. El sonar de este mismo llendo entre las plantas y los árboles del patio de recreo, eran hermosos y todos los arbustos en flores de invierno, con un verde oscuro y profundo, y acompañados de un cielo oscuro y lleno de vida.
Entonces ahí estaban, ahí los vi en medio del jardín del recreo. Los monjes.
-Sonia. ¿Esos, quiénes son?
-¿Quién?
-Esos de ahí-, señale -¿quiénes son?-
-No veo a nadie, Ro-.
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twenty-firstofmay · 5 months
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Quien soy yo para juzgar las heridas de alguien más?
Si acaso no fui yo quien acostada y retorcida del dolor en el alma, como si a esta la hubieran arrugado y hecha un bollo cual lámina de aluminio, pidió clemencia del señor y que la ilumninara aunque sea un instante?
Es que en la oscuridad el plateado de mi alma no se luce, es que mi plata necesita luz para mostrar su brillo.
Quien soy yo para criticar un alma humilde de aluminio...?
Si acaso no fue la mía alguna vez de aluminio, Dios, no dejes nunca que olvide que si hoy mi alma es fuerte y de plata, fue porque alguna vez mi aluminio resistió?
Resistí el calor, el frío, la oscuridad y el brillo. Me comprimí a lo más mínimo que pude con intención de hacerlo hasta no ser nada y desaparecer.
Pero no pude.
Porque mi alma es de plata y su naturaleza es aguantar. Esperar a que yo recuerde la naturaleza de validez, de mi precio y adquisición. Incluson si eso significa ser aluminio de vez en cuando y recordar que hasta el acero más firme, a altas temperaturas se puede fundir y desparramar.
Quien soy yo para criticar tu endeble firmeza y sentenciarla a la permanencia? Si alguna vez jugué con mi estado de solidez. Si alguna vez dude de mi certezas.
Quien soy yo para negarte la oportunidad de subir si alguna vez yo también estuve abajo?
Dios, no dejes nunca que mis beneficios los perciba exclusivos, no dejes que se me nuble la vista con las exquisiteces adquiridas. No dejes que piense que son beneficios post bélicos, sino que por esa guerra fue que las adquirí.
Dios, no dejes que mi cruz que alguna vez me peso tanto, la lleve colgando en el pecho de mi cuello bañado en oro. Déjala de plata.
Quien soy yo para dejarte caer solo porque a mi nadie me levanto? Si basta con conocer el dolor para saber donde esta la herida.
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Del cuaderno... (XI)
VIRTUDES REDENTORAS
Tengo ciertas virtudes redentoras. Una de ellas, tal vez la más útil, me ha venido muy bien a lo largo de los años, y se halla en mí desde la más temprana infancia: la capacidad de convertir aquello que me causa tribulaciones, o que deseo y que me falta, en nutritivo condumio para el alma. El amor fati nietzscheano, por decirlo «en culto». Más en vulgar, una especie de variación sobre el famoso dicho de que «lo que no mata engorda». Yo convierto, en la medida de lo posible, en néctar el veneno. Es muy curioso. Nos salvamos, una y otra vez, por una razón bien simple: porque no tenemos más remedio. Así vamos viviendo; y así moriremos. La cosa no tiene nada de particular, y al mismo tiempo es un milagro.
[16/03/24]
MÚSICA PARA DETECTIVES
Hay títulos en internet ante los que tiene que quitarse uno el sombrero. Este es el de una selección de «música relajante para detectives» en la plataforma YouTube (a la que precisamente por sus magníficos contenidos de ambient y diversas «músicas tristes» estoy suscrito): Sherlock y el misterio del corazón. ¿Qué hubiera hecho con eso el inefable Arthur Conan Doyle? Goza uno pensándolo; antes de sentirlo, bastante profundamente; porque nunca lo sabremos.
[17/03/24]
TIEMPO DE SEMANA SANTA
Siempre me sorprendo en el mes de marzo mirando por la ventana a la caída de la tarde, olisqueando el aire preprimaveral y elevando un íntimo rezo —una íntima plegaria— en petición de lluvia. Marzo es uno de mis meses favoritos; aunque todos los meses me gusten. En la meseta castellana puede virar de invernal puro —con nieve incluso, y con fuertes vientos— a delicia típica de lo que yo llamo «tiempo de Semana Santa».
Pascua este año cae en la última semana de marzo, que casualmente es la que viene. Volveré a ser feliz, recordando —por enésima vez— la «mona» que en esos días, de niños, nos llevábamos de merienda al campo: el bollo de pan de yema (el brioche francés), con un huevo cocido coronando su cima, que se come en Levante en Semana Santa y se llama «mona de Pascua». Pierdo la cuenta de los fragmentos y poemas que a este dulce asunto le he dedicado (en mi libro Pasos en el corredor se recoge una pieza, titulada “Pottering About”, que es de las más recientes que recuerdo haber consagrado, parcialmente al menos, a la materia).
Este año no saldré al campo a comer la mona. Eso es algo que no hago desde hace por lo menos medio siglo. Pero es muy posible que saque la bicicleta —me lo está pidiendo el cuerpo a gritos— y baje por el Manzanares, y por Legazpi y Embajadores, y de ahí me vaya rodando en vasta vuelta hasta el parque forestal de Entrevías, para subir luego otra vez hacia Madrid en Cercanías, desde el Pozo del Tío Raimundo. Esa es buena gira; verdaderamente estupenda. No habrá tanta gente en la ciudad. En fechas festivas todos huyen, y eso —muchas veces me pregunto si hay alguna cosa, buena o mala o regular, que no se preste a ser convertida en alegría— me hará sentirme tan feliz como cuando de pequeño salía al campo de merienda.
Solo hará falta, para que mi dicha sea completa, que entre escapadas ciclistas (habrá más de una) nos visite la lluvia.
[18/03/24]
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PLEGARIAS QUE ENCUENTRAN ECO
Mis plegarias de la semana pasada no cayeron en saco roto: mañana es Jueves Santo y llevamos dos días de regreso al invierno, con frías temperaturas y abundante lluvia, que parece que va a continuar en las próximas jornadas. Ni que decir tiene que eso me alegra mucho.
Dedico esta breve temporada de calma absoluta a seguir adelante con mis numerosas tareas creativas: el presente cuaderno en marcha, que no cesa en su avance; el «megalibro» de ensayo-ficción (edición faraónica y total de mis notas y fragmentos de los tres primeros lustros de este siglo); y los diversos otros proyectos que yacían en dique seco, aguardando su definitiva puesta a punto y su reflotamiento. Todo llega, y a cada cosa le llegará su momento.
No he sacado la bici. Tal vez debería buscar un hueco de unas horas entre mis quehaceres, aunque la lluvia dificulte ahora posibles salidas. También puedo quedarme aquí, viendo la lluvia caer —en intensos chaparrones intermitentes— desde mi ventana.
Ayer hubo fuertes chubascos. Llegó a caer incluso una violenta descarga de pedrisco, que a mí me pilló a la intemperie y en tránsito. Volvía yo a última hora de solicitar unos análisis de rutina en el hospital de Sanchinarro y regresaba a pie desde La Paz, donde me había dejado el autobús, en forcejeo tenaz con los elementos y con mi propio paraguas plegable, que en las Cuatro Torres había sido vuelto varias veces del revés por las gélidas ráfagas de viento. Eran las nueve de la tarde-noche y ya había oscurecido; el aire en los alrededores de La Paz soplaba con polar ferocidad. Tras cruzar dando tumbos el Parque Norte, llegué a casa más o menos empapado, y con las manos como carámbanos de hielo. Pero traía conmigo un pan exquisito, con trozos de chocolate y fragmentos de monda de naranja, que había comprado horas antes en el barrio de Salamanca y custodiado heroicamente, en las entrañas de mi abrigo, durante mis largas deambulaciones urbanas y hospitalarias.
Ya en la cocina de mi domicilio, después de secarme, reponerme de los estragos de la granizada y cambiarme de ropa, me preparé un sabroso emparedado de jamón, acompañado de una reparadora taza de té, y sentí que poco a poco volvía a la vida. ¡Siempre son las pequeñas cosas las que acuden en nuestro auxilio! Nos rescatan; nos sumergen de nuevo en lo que Bertolt Brecht llamaba (en un poema titulado «El que duda», en este cuaderno incluido) «el flujo del acontecer».
Esta mañana —nubes y claros, rachas intensas de lluvia y viento en el barrio— me sumerjo en ese flujo, que es el que me redime.
[27/03/24]
ROGER WOLFE
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