#La Noche del Demonio
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¡Halloween en Netflix! Lista de películas terroríficas
Recopilamos los títulos más escalofriantes de Netflix ¿te animas a verlos todos?🎃
El mes más terrorífico del año ya empezó, y nos dimos a la tarea de recopilar los títulos más tenebrosos disponibles en tus plataformas de streaming favoritas: Netflix, Max y Prime Video, pero por ahora es momento de Netflix ¡Es hora de Halloween! Netflix La maldición de Hill House (2018) Una increíble adaptación en formato miniserie del libro homónimo escrito por Shirley Jackson, que además de…
#12 horas para sobrevivir: El año de la elección#12 Horas para sobrevivir: El inicio#Chucky#Cuando Acecha La Maldad#De Noche con el Diablo#El Juego del Miedo#Hereditary#La maldición de Hill House#La Noche del Demonio#Netflix#Smile#Sonríe
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La noche del demonio: La puerta roja - Reseña
Aunque mejora respecto a sus dos antecesoras, sigue enredándose entre su propia mitología a la vez que busca expandirla y retomar la historia del padre e hijo
Aunque mejora respecto a sus dos antecesoras, sigue enredándose entre su propia mitología a la vez que busca expandirla y retomar la historia del padre e hijo, en una aventura que por momentos quiere acercarse al terror psicológico y en otros, un terror juvenil. ⭐⭐⭐ Rating: 2.5 out of 5. Por: Rodrigo Castellanos La 5ta entrega de la saga “La Noche del Demonio” continúa explorando la mitología…
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Insidious: La Historia COMPLETA de Red Face Demon
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La Noche del Demonio: La Puerta Roja | Preguntas y Respuestas
La “aclamada” saga de terror, La Noche del Demonio, regresa a la pantalla grande con su quinta entrega, titulada La Noche del Demonio: La Puerta Roja (Título Original: Insidious – The Red Door). Sin embargo, esta película tiene un giro especial, ya que marca el debut en la dirección del talentoso actor Patrick Wilson, quien ha sido el protagonista principal de la saga desde su inicio. Y bueno, a…
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Hola
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Besos en la oscuridad que se volvieron mi luz de cada día. En mis labios, encontraste la dulzura donde otras sólo encontraron amargura.
Era como una tormenta que sólo causaba desastres hasta que me hablaste y no quise volver a escuchar más el ruido de mi caos, porque no era tu voz.
Te acercaste lo suficiente para transformar el peligro de mis noches en un fuerte que me pondría a salvo de las pesadillas en la que a veces se tornaban.
Me sorprendí cuando me tocaste y sentí el terciopelo de tus caricias, esperando sentir las espinas que siempre he sentido en el tacto de los demás.
Ahora, estoy pasando mis dedos por tu cabello mientras te tengo recostada en mi regazo y el frágil sentimiento de tenerte entre mis brazos me cohíbe, temiendo romperlo como tiendo a hacer cuando la calidez se desliza en mi corazón.
Por eso, la primera vez que te entregaste a mí no tuve miedo de que derritieras ese tempano que me prohibía amar, sino de extinguir el fuego de tu amor con las decepciones que suelo generar.
Encajaste en mi vida, como si hubieses sido siempre la pieza faltante del rompecabezas, aun cuando te di motivos para que te alejaras.
Y me pareció extraño que las luces se hayan encendido cuando conectamos con ciertos intereses y actitudes, siempre pensé que nadie me soportaría de la misma manera en que ni yo mismo me aguanto, siempre pensé que nadie se querría casar con alguien que lo único que ha hecho es dar razones para permanecer solo, soltero y triste.
Pero tú me enseñaste que hay personas que saben cómo mirar a través de las grietas y amar lo que descubren en el fondo de ellas, me alegra que tú seas una de esas personas.
Así que, para corresponderte, no me quedó de otra que desnudar mi alma y mostrarte la lluvia imparable que existía en mi interior.
Entonces, te pregunté: “¿Sabes qué hacer con esto?”
Tú me sonreíste y mis demonios se sintieron amenazados cuando lograste escampar mis tempestades y despejaste mi cielo con la promesa de que no permitirías que la noche volviera a oscurecer mi alma.
Y así, tu amanecer me hizo creer en ti.
-Dark prince
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⠀ 𝟎︭𝟗︭ㅤ 癝 ㅤ⏤ 𝓛𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝓦𝗂𝗇𝖼𝗁𝖾𝗌𝗍𝖾𝗋
٢⠀ㅤֶָ֪̫ㅤ🩸 ۪ ⸻̸ㅤ ꫂ ၴႅၴ
ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤ ‡ ׂ . “𓆩𖤐𓆪” ׅ 𔐬 𝆬
Sam es retratado como inteligente y ingenioso, a menudo utilizando sus habilidades de conocimiento e investigación para resolver casos. También se lo representa como empático y amable, lo que lo convierte en un contraste con su hermano Dean, quien es más duro y terco. A pesar de sus diferencias, los hermanos tienen un vínculo profundo y harán cualquier cosa para protegerse mutuamente.
Se caracteriza por su capacidad para empatizar y entender las emociones de los demás, su fuerte intuición y su deseo de armonía y orden. Estas cualidades se reflejan en la naturaleza compasiva de Sam, su capacidad para ver en los pensamientos y sentimientos de las personas y su tendencia a buscar la justicia y la rectitud. Además, es altamente introspectivo y a menudo lucha con su propio tormento interior, lo que se muestra en las constantes batallas de Sam con sus demonios internos y el deseo de hacer lo correcto, incluso si va en contra de sus propios deseos.
ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤ ‡ ׂ . “𓆩𖤐𓆪” ׅ 𔐬 𝆬
Samuel William Winchester nació el 2 de Mayo de 1983 en Lawrence, Kansas. Sus padres son John y Mary Winchester y tiene un hermano mayor llamado Dean, que es cuatro años mayor que él. La tragedia cayó sobre la familia el día en el que Sam cumplía los seis meses, cuando un demonio mató a su madre haciendo que ardiera en el techo de la habitación de Sam. Desde ese momento, su padre, se obsesiona con saber quién mató a su mujer y dedica su vida desde entonces a ser cazador de criaturas sobrenaturales a lo largo del país, con la intención de dar con el que mató a su mujer.
El pequeño Sam, al cuidado la mayor parte del tiempo de su hermano Dean, comienza a llevar una vida fuera de lo normal, lo cual provoca en él cierto rechazo y hará que, poco a poco, vaya acumulando cierto rencor hacia su familia deseando escapar de ella en cuanto tenga la posibilidad para llevar una vida más normal.
Al crecer, Sam se convierte en un chico independiente y cuando por fin se hace adulto, decide llevar su propia vida, alejado de la caza. Sam no quiere ser cazador tal y como ha hecho su hermano Dean, siguiendo los pasos de su padre, sino que quiere ir a la universidad y convertirse en abogado. Cuando se marcha para cumplir con ello, tiene una fuerte confrontación con su padre, con quien no volverá a hablar durante más de dos años.
En la universidad conoce a Jessica Moore, quien se convertirá en su novia y con la que llega incluso a compartir apartamento. Sin embargo, su vida vuelve a dar un giro cuando una noche, aparece Dean y le dice que su padre ha desaparecido y que necesita su ayuda para encontrarlo. Sam acepta acompañarlo, pero sólo durante el fin de semana, aunque la misión se tuerce y tras unos acontecimientos decide aceptar aquella vida de cazador.
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𝕻𝖑𝖆𝖙𝖎𝖈𝖆 𝖈𝖔𝖓 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊
Paseando de noche, granizo que golpea contra el cristal del coche, no puedo evitar pensar en que yo choque, extrañando de nuevo nuestro roce, disculpa el deseo, pasa que dan más de las doce y no se, culpa del reproche de que algún tonto fantoche te seduzca esta misma noche y desabroche el mismo broche que yo te quitaba con deseo en cada medianoche, el hormigueo de mis manos y la dilatación de mis pupilas me dicen que volví a caer en el derroche, paseando de noche, granizo que golpea contra el cristal del coche, no puedo evitar pensar en que yo choque
-Disculpe, ¿Dónde es la salida del lugar este? Lo que pasa es que debo terminar una carta disfrutando de mi derroche- -Para este lugar no hay salida, por más que llores, cantes o reces, tu alma me entregaste, mala vida, buena noche, me presentó, soy la muerte y vengo por tu espíritu que no aprovechaste- -Eso explica el color de tu rostro blanco como la leche y el vacío de tus ojos negros oscuros como el color del torbellino que me arrasó anoche pero, no estás de suerte, mi alma en vida regalé y mi corazón en bebida y drogas maté, por y para una niña de ojos verdes que nunca valoré- -Vivir tantos años en el purgatorio me olvida la estupidez de los seres que en este mundo viven, y tu humano eres el más incoherente creyente por haber confiado en que el demonio de esa mujer pudo amarte, ven, siéntate, te contaré mil relatos que pueden interesarte y tal vez después con suerte puedas irte pues, en tus ojos veo pasiones, desgracias y tantos desastres, perfecto para ser por siempre mi sirviente, muerto viviente-
Caminas en círculos, detrás de los estímulos que te da saber de mi vida sin escrúpulos, alimentado tu ego como crecientes cúpulos, confundiendo cada uno de mis lóbulos, de interrogatorios, desorden de cúmulos, dejando mi cráneo sin sus rulos, venenosos tus principios, ahora vuelves a mi vida llena de conflictos pero, vacía de tus sentimientos, usando los recursos de recordarme el dolor que cargo sobre los hombros, encuentras la felicidad dándome estos efectos, sobre mi cuerpo aún imperfecto sabiendo que por tus ojos aún tengo afectos
Mujer de ojos verdes
Ya no me lo cuentes, ya no seré más ese creyente que sin saber lo que pasaba por tu mente, me llevabas en contra corriente con todas esas palabras sin sentimiento y tus caderas de muerte, nunca me quisiste, para ti fui el chiste que te dio la razón de vivir para controlarme como un títere, vida y muerte, sol y luna, luz y mis ojos que oscurecen, me lo dijeron aquellos huesos, que mis sentimientos sepulte y en ti nunca piense con filosofía y razón de que mi alma perdiste, me iré como me encontraste, en un camino perdido esperando para volver a encontrarme con la muerte
#letras#palabras#escritos#pensamientos#poesia#textos#español#poetas#citas#frases#citas de desamor#citas tristes#corazón tristes#corazón roto#sentimientos#notas tristes#notas#poema original#letras del alma#escrituras#despedida#desahogo#recuerdos#emociones#amor y dolor#dolor#vida#soledad#Catarsis
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Carta de Damian Wayne para el Hada de los dientes (siendo leída por sus hermanos)
"Respetada Hada de los Dientes:
Sé que no te he escrito antes, y tampoco tenía idea de tu existencia. Pido disculpas por mi ignorancia. Mis hermanos mayores me han contado de ti, y de como llevas a cabo tu transacción monetaria cada vez que encuentras un diente bajo la almohada de un niño.
Sé que muchas veces he manifestado a mis mayores y demás que no soy un infante, pero en confidencia, realmente nunca llegué a ser uno por la forma en la que me crió la familia de mi madre. Era de vital importancia para ellos que yo fuera un ser perfecto, sin fallas ni defecto alguno, por lo que me volví en un adulto en vez de vivir la dulce infancia e inocencia que exudan los pequeños.
Mas no son mis primeros años de vida los que quisiera argüir en esta misiva, no. De acuerdo a mis queridos hermanos mayores, de los que estoy seguro ha visitado en infinidad de veces, (Y mire que me da un poco de celos tener conocimiento de que usted los percibiera en tan tierna edad) yo debería perpetuar el ritual por el cuál se basa su existencia.
Pero no quiero, no quiero hacerlo, y es por eso que le he escrito esta carta para hacerle entender mi razón.
Debido a mi posición, y estilo de vida, no requiero de un estímulo o compensación monetaria, ya tengo demasiado de eso. Así que le pido que se lo dé a otro pequeño que esté en una situación precaria.
Mas, si usted puede condescender un deseo, le pido con gran fervor y conmiseración para mi persona, que me asista a influir un cambio en las demás personas sobre la percepción que tienen de mí. He realizado tantas cosas y acciones que me perpetúan un lugar en el Infierno, lo sé, he estado ahí; que necesito su ayuda, no para librarme de mi destino hasta el final de los tiempos, sino para que en el tiempo que me quede para caminar entre los vivos mis semejantes puedan expresarme un poco de amor, un poco de empatía, un poco de orgullo hacia mi persona. Y que esto sea para soportar mi estancia en el Tártaro.
Por favor, por favor. Ayúdeme, ayúdeme para que las personas que amo abran sus ojos y vean que estoy aquí, que no me abandonen. Mi alma ya estaba perdida desde que nací.
Sé que he impetrado algo díficil, tal vez imposible, pero tengo un poco de fé, un poco de fé de que alguien me mire sin temor u odio a los ojos y me sonría.
Lamento pues, haberle quitado algo de su valioso tiempo que usted se ha tomado para leer esta carta, la cuál espero que reciba y me concediera una respuesta en caso de ser factible.
Me despido esperando volver a saber de usted, viable a causa de que aún tengo una dentadura infantil.
Con sincero decoro, Ibn al Xu'ffasch Damian Thomas Wayne Al Ghul.
P. D. Debido a mi reciente conocimiento sobre su labor en el mundo, me he tomado la libertad de elegir una caja de té de jengibre y ponerla a su disposición, para contrarrestar los efectos de la fatiga.
Jason terminó de leer la carta y se quedó viendo a sus otros dos hermanos, quiénes desviaban la mirada y la clavaban al piso, teniendo pensamientos y sentimientos encontrados. Volvió a meter la hoja al sobre y con cuidado, volvió a meterla bajo la almohada de Damian, que aún seguía dormido bajo los efectos residuales de la anestesia.
- Buenas noches, pequeño demonio.- Le acarició con delicadeza los cabellos y se salió de la pieza del más chico.
Tim se aproximó a la cama e inclinándose, le dio un beso en la frente a su hermano menor.
- Dulces sueños, gremlin.- Le dijo en voz baja, yéndose tras Todd.
Al quedarse solo, Grayson se sentó en la orilla de la cama, sacó el sobre y la muela para meterlos dentro de su pantalón, miró por un momento al chiquillo durmiente, y con el corazón pesado, se recostó a un lado suyo, abrazándolo contra sí.
- Te queremos, Pequeño D, y estoy muy orgulloso de tenerte como mi hermanito menor.- Acarició sus cabellos y le besó la frente.- Pase lo que pase, siempre estaremos contigo, pajarito. Y te prometo que, sin importar cómo, yo mismo iré al infierno y te sacaré de lo más profundo del abismo. No te rindas, Damian. No te rindas.-
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𝐘𝐨𝐮❜𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐨𝐧𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐨𝐝 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐢𝐧 𝐦𝐲 𝐥𝐢𝐟𝐞 (Spanish request)
°•Solicitud especial para: @blaubeeren 💜🫂
Ninguna molestia, espero que te haga sentir al menos un poquito mejor, te quiero mucho
Has estado algo decaída últimamente. Te sientes con ganas de llorar y no te lo has impedido, las lágrimas escapan de tus ojos rodando sobre tus mejillas cuando nadie puede verte y te desahogas hasta dormir, esperando que mañana sea mejor.
Pero otra vez, esa sensación está ahi. No sabes ni siquiera cómo llamarla. Podrá ser ¿tristeza? ¿Soledad? ¿Inseguridad? Hay algo en tu pecho que duele y se siente mal cuando te miras al espejo. Esa horrible sensación de sentirte sola incluso cuando estás rodeada de personas.
Te deshaces de la gente tan fácil, ha pasado un tiempo desde que tuviste un mejor amigo o amiga y ni hablar del amor. Ni siquiera sabías qué se sentía experimentarlo. Suspiraste soltando tu cabello, acabando otro día más antes de irte a la cama y colocarte ropa más cómoda para ir a dormir. El futón en la esquina de tu cuarto te esperaba gustosamente para envolverte en su suavidad y disipar tus penas.
Te habías metido debajo de las suaves sábanas cuando casi involuntariamente tus ojos ardieron, borrando la claridad de tu visión en medio de lágrimas que salían con desesperación. Tu pecho subía y bajaba entre sollozos entrecortados, ahogados con la tela que cubría tu boca intentado callarlos. Cerraste los ojos en busca de consuelo pero una mano sobre tu hombro se encargó de voltearte boca arriba y ver tus mejillas mojadas.
Lo primero que viste en su rostro fueron sus brillantes ojos amarillos dentro del oscuro manto de la noche invadiendo tu cuarto. No te sorprendió su presencia pues seguro había entrado por la ventana como suele hacer siempre, si no que de cierta forma, te había encontrado llorando, frágil y vulnerable. Eso era nuevo.
Tus ojos estaban abiertos, tus pestañas húmedas pegándose entre sí mientras él te observaba con algo de incredulidad dibujada en sus facciones.
—¿Estás llorando? —él sabía que lo estabas, fue más bien una pregunta para sí mismo. Sorprendido de cierta forma porque nunca antes te había visto hacerlo.
No sabías que hacer, habías sido atrapada y por la persona que menos esperabas. Tus mejillas se tiñeron de rosa al no saber qué hacer o cómo reaccionar. Lentamente te sentaste entre las cobijas arreglándote el cabello e inhalaste con fuerza, evitando verlo a los ojos. Él ya no era humano, habían pasado siglos desde eso pero sabía mejor que nadie el pesar del dolor mental. El rechazo, la soledad y las cosas que dolían más que una herida física.
Gyutaro tenía dentro del pecho una inusual necesidad de consolarte, de hacer que dejaras de llorar al igual que lo hace con su hermana. Su mano fue hacia tu cabeza y dió un par de palmadas en ella, tratando de ser cuidadoso pero aún así sintiendo la torpeza de sus movimientos en su tacto pesado. El pequeño gesto llenó tu corazón de mil emociones haciendo inevitablemente que te derrumbaras frente a él.
Su pecho fue tu resguardo, aferrando tus manos a los huesos de su columna en un abrazo desesperado mientras tus lágrimas dejaban trazos cálidos por su piel mientras hacia todo lo posible por sostenerte entre sus brazos, sin saber que decir. Era muy malo con las palabras. Sus ojos miraron vagamente hacia el techo y sus manos acariciaron tu espalda tratando de brindarte confort y refugio. Eras el único ser humano en la Tierra que le importaba.
—Shh...ya. Todo estará bien, ya verás
Su naturaleza demoniaca le quitaba de la mente cualquier palabra de consuelo para dedicarte pero sus brazos no te soltarían hasta que tú lo quisieras, asi él tuviera que estar ahí hasta el amanecer, hasta que llegara el sol y le hiciera escapar antes de poder ser calcinado.
Pasaron algunos minutos desde que te acomodaste en su fuerte agarre, inconscientemente, el demonio de alta estatura se movía despacio de adelante hacia atrás en un suave arrullo a tu cuerpo para brindarte una sensación de seguridad hasta que dejaste de llorar. Tus sollozos pasaron y luego de un rato, su ronca voz en casi un murmullo resonó en su pecho contra tu oreja.
—¿Quieres hablar?
Cerraste los ojos rendida, era tan dulce de su parte hacer esa pregunta. Querías abrazarlo eternamente perl elegiste romper un poco la distancia entre ustedes dos y alejarte solo lo suficiente para mirarlo a los ojos. Tus mejillas brillaban bajo la luz de la luna donde habían estado corriendo todas tus lágrimas.
—Quiero pero...no lo sé. Es difícil
—Entonces no lo hagas —su tono era seco, pero para nada grosero. A diferencia de otras veces.
Sus dedos largos fueron hacia tu cabello para acomodar uno de tus mechones detrás de tu oreja sin despegar sus ojos de tí, admirando mentalmente toda tu belleza. Ambas manos se quedaron sobre tus hombros, acomodando tu ropa o simplemente para tocar la calidez de tu piel debajo de la tela.
Un suspiro soltó sus labios, entreabriéndolos dejandote ver sus afilados y peligrosos dientes pero las palabras se quedaron ahí, volviendo a cerrar la boca, aparentemente arrepentido de lo que pudo haber dicho, prefiriendo callar y admirarte.
—Sabes que mientras yo este aquí jamás vas a estar sola...
Una frase cliché tal vez pero para tí, fue lo más hermoso que pudiste haber escuchado en este momento. Mucho más viniendo de él. Todo era más importante cuando venía de él.
Su rostro estuvo sobre el tuyo en un instante, demasiado rápido como para poder notarlo, acunando tus mejillas en sus manos cuando decidió dejar un beso lento y casto sobre tu frente, solo para bajar hacia tu naríz y depositar otro ahí, luego uno en tu mejilla derecha y otro en la izquierda, llenando tu rostro de suaves besos sintiendo un leve temblor de nerviosismo en sus labios humedeciéndose en los rastros de tus lágrimas a medio secar dejándote llevar mientras cerrabas los ojos.
—Eso es todo lo que necesito... —tu voz casi un suspiro.
—¿Entonces era afecto lo que querías?
—...a tí. Tú eres todo lo que necesito —sus ojos se abrieron ante tu declaración.
Te observó detenidamente sin moverse, seguías sin abrir los ojos y en su lugar cubriste ambas de sus manos con las tuyas para mantener sus palmas contra tus mejillas y acercarlo a tí, sentirlo que estaba ahí.
Se acercó por instinto, como si todo tu ser fuera su única fuente de vida, sentiste solo por el tacto la cercanía a la que estaba cuando su respiración chocó con la tuya y su frente se dejaba caer sobre la tuya.
—Me alegra que sientas lo mismo...
Los labios de Gyutaro buscaban necesitadamente los tuyos, un deseo inmenso creció por su pecho cuando estuvo sobre ellos, queriendo quedarse para siempre y jamás soltarlos mientras te tomaba con calidez para tratar de llenar toda tu alma de amor asi como tú habías hecho con la suya.
"ᴱᵛᵉʳʸᵗʰⁱⁿᵍ ⁱᵗ'ˢ ʷʳᵒⁿᵍ ᵇᵘᵗ ⁱᵗ'ˢ ᵃˡʳⁱᵍʰᵗ⸴ ʸᵒᵘ'ʳᵉ ᵗʰᵉ ᵒⁿˡʸ ���ᵒᵒᵈ ᵗʰⁱⁿᵍ ⁱⁿ ᵐʸ ˡⁱᶠᵉ‧"
°•Song Inspo: You're the only good thing in my life - Cigarettes After Sex (la canción es medio romántica/nostalgicona, no la busques si estás triste plox)
#gyutaro x reader#gyutaro shabana#gyutaro#kimetsu no yaiba#demon slayer#demon slayer x reader#kimetsu no yaiba x reader
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Reseña | 'La Noche del Demonio: La Puerta Roja' (Insidious: The Red Door)
A pesar de sus buenas intenciones, 'La Noche del Demonio: La Puerta Roja' se queda como una entrega decente para esta saga y como debut en dirección de Patrick Wilson.
Para poner finalmente a sus demonios a descansar, Josh y Dalton ya un universitario debe de ir más profundo hacia El Más Alla de lo que nunca habían ido, encontrándose con el pasado oscuro de su familia y un sin número de espantosos terrores que se esconden detrás de la puerta roja. Hace ya más de una década que James Wan y Leigh Whannell nos regalaron dos películas de La Noche del Demonio, con…
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#Insidious#Insidious: The Red Door#James Wan#La Noche del Demonio#La Noche del Demonio: La Puerta Roja#Leigh Whannell#Lin Shaye#Patrick Wilson#Rose Byrne#Sony Pictures#Ty Simpkins
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-Despues de varias lunas cumplidas haciendo lo mismo me has preguntado ¿Qué hago cada noche en este claro? Sin embargo sigues viniendo a mí, noche tras noche sin falta.
El platinado soltó un suspiro antes de continuar al no recibir respuesta de la pelinegra.
-Soy un demonio, Miko, no uno cualquiera sino un Inu Daiyokai. Está fuera de mi naturaleza hablar de sentimientos y yo jamás doy explicaciones, sin embargo hoy lo haré por ti así que pon atención. ¿Sabes cuál es la razón por la que dejé a Rin en tu aldea y a Jaken a su cuidado?
-Para que esté segura.- Respondió Kagome afirmando, pero su voz delataba un poco de duda.
-Sabes tan bien como yo que estando a mi lado nada le habría pasado jamás. - Corrigió él y la joven no pudo evitar fruncir levemente el ceño porque esa misma idea ya le había cruzado por la mente, pero jamás la exteorizo. - Sabía que a Rin le dolería al principio acostumbrarse a la vida con los humanos, dejar a Jaken era su garantía de que tarde o temprano regresaría a visitarlos. Yo tomé la decisión de dejarlos en tu aldea porque soy un hombre que aprecia y valora su privacidad, y sin embargo aquella noche llegaste tú a este mismo claro interrumpiendo mi soledad. Llegaste tan rota, llorando inconsolablemente por un desaire más por parte del híbrido, parecía que ya te encontrabas harta de lo que te ofrece, él no se dió cuenta de que como tú no hay otra. - Un intenso sonrojo se apoderó de las mejillas de la sacerdotisa. - Esa misma noche te acercaste a mí y te refugiaste en mi pecho, yo simplemente no tuve la fuerza para retirarte a pesar de que el olor de tu tristeza me abrumaba. -Kagome bajó la mirada avergonzada pero los dedos largos y finos de Sesshomaru le hicieron levantar el rostro cuando fue sostenido por el mentón para que le mirara nuevamente. - Para mi sorpresa la siguiente noche volviste a aparecer, esta vez te veías más repuesta, me sonreiste tímidamente y descubrí que eras experta en las noches frías, porque las vuelves cálidas con tu sola presencia. Día tras día luchaba conmigo mismo intentando no volver más, y sin embargo caía en la tentación de venir sabiendo que tú llegarías en algún momento, hasta que dejé de pelear con el descubrimiento de que mi pensamiento se rehusa a ti pero mi cuerpo te adora. Adora la sensación que me produce tocarte, el que roces accidentalmente mi piel ya es ganar para mí. Y es que tu cabello negro, la figura de cuerpo que decidiste tapar con ese traje de sacerdotisa que no te queda porque esta no eres tú, y tus ojos azules color del cielo son algo que no puedo sacar de mi mente en ningún momento del día... Ahora he respondido a tu pregunta, Kagome.
-Sesshomaru... -La joven analizaba cada palabra dicha por el platinado, su corazón estaba acelerado temiendo entender mal porque en verdad deseaba significar algo más que la ex enamorada de su medio hermano.
-El Kitsune ha despertado y te está buscando.-Dijo él invitándola a retirarse, deseaba estar con ella pero si el pequeño zorro venía a buscarla, todos sabían a dónde iba Kagome cada noche y tan bella rutina podría verse afectada.
Ella había aprendido a descifrar sus peticiones mudas así que entendiendo lo que quería y decidió retirarse.
-Kagome.- Le habló antes de que se pusiera en pie y ella volvió a dirigir la mirada a él. -Te espero mañana, ven e interrumpe mi soledad.
Crédito Anny Sarabia
+++++++
Mil gracias a Anny Sarabia por este bellísimo escrito para está imagen. En verdad es un deleite leer tus escritos, un honor y placer poder tener algo tuyo.
Ojalá nos sigas enamorando con más de tus escritos Sesshome ❤️
#sesshkag#sesshome#sesshoumaru#sesskag#sesshomaru#kagome x sesshomaru#sesshoumaru x kagome#lord sesshoumaru#sesshoumaru fanart#kagome#aome higurashi#aome#inuyasha
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(Basado en "La Historia de Daniel, el Favorito del Diablo". 5to Capitulo del libro "La Reina de los Condenados" . Crónicas Vampíricas de Anne Rice)
No, no hay tregua. Desde el inicio de todo , con tus ojazos en esa celda y mis botas hechas circulo maniaco, no hubo tregua. No hay tregua para regresar a horas profundas y tampoco para besarte dormido en las madrugadas. Esa adictivo hábito mío de recorrerte a olfato de sabueso amaestrado , recorriendo cada musculo vivo de tu cuerpo, sorprendido por el despertar de tus vellos, respondiendo en estremecimiento a su amo. No hay tregua. Son 4 dias que no te veo. La ciudad clama por mi justicia, tanto o menos como me reclama tu cama con sus llanuras y dunas que se remueven lentamente mientras roncas. Todo en ti merece NO TREGUA. Me has acostumbrado a los espejos y ventanas cerradas, a tus peliculas independientes de los 70s que tengo que interpretar como un arqueólogo que apenas recuerda los mitos y las formas. Grabandome en la memoria los cantantes y nuevos videos de MTV o la afición nueva hacia los Levis clasicos y abrigos de piel. Eres tú, Daniel. Abres el mundo al infierno, dejas que el demonio observe cómo lees el.periodico mientras el jugo de naranja se suspende en tu diestra, y me has acostumbrado tambien a ese intercambio de miradas raro cuando se que me pides que te bese lento lo que sea que se me ocurre con tal de darte de comer de mí. Impaciente mío. Mis ausencias son obligatorias, por ti..todo por ti. Me aprendo con disciplina y memoria magistral a repetir a Becquer y los dialogos de Ernesto de Oscar Wilde. Repaso los guiones de Tarantino y anoto las frases de fuego de esa salsa latina que tanto me has forzado a oir. Tampoco tienes treguas, Daniel. Tus exigencias y peticiones son gruñidos y puños apretados en la pared. Tus iras ...me has acostumbrado a ellas con sus deliciosas sin razones e " Hijos de Perra"que me excitan. Me excitas. Mucho. Desvias mi piedad hacia el mismo abismo, mis noches lejanas las atas a tu muslo derecho , para regresar como un lobo enloquecido a tomar tu carne en el festin del alma que se devora a si misma, a ti, a mi. Esperame. La ausencia es corta y hago lo mejor que pueda con el tiempo. Llevo comida, a Tolstoi en su primera edición y 4 chaquetas de piel nuevas para que me las pierdas, las huelas y las consagres a tu piel que mas tarde he de saborear. Tú tampoco me das tregua, Daniel. Abre la puerta, estoy afuera.
#the vampire armand#cronicas vampiricas#armand#vampire chronicles#interview with the vampire#vampirechronicles#daniel molloy#daniel x armand#anne rice#vampire#lestat#entrevista con el vampiro#interview magazine#la reina de los condenados#the queen of the damned
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HOLA, amo como escribes las escenas nsfw, así que podría pedir un escenario con Wriothesley en donde somos una prosti pero el nos enseña un sexo lleno de amor y cosas fluffly pq se enamoro en vez del sexo sucio y feo¿
JSBDKD NO SE SI SE ENTIENDA, PERO GRACIAS DE ANTEMANO 🫶🫶
💖~ aydios amix, ME ENCANTÓ ESTA IDEA DKGDKHD literal podrían ser el típico "Yo te saco de trabajar, mi reina, ntp" KDHKDH gracias por tus palabras~ me hace feliz que te gusten mis escritos! ✨
Me pasé de verg* y esto terminó siendo muy largo, no sé si le debería hacer parte dos pero realmente quiero hacer algo más bonito con esta idea~ Escuché "All you wanna do" del musical Six mientras escribía esto, me gustó en lo personal
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Spanish:
La vida es difícil, está llena de baches y no fluye como el agua de una fuente. Esas eran las palabras que tus padres te repetían todos los días como si fuera un mantra divino. La vida se trataba de trabajar para no morir, hacer lo que fuera necesario para comer un trozo de pan, para asegurar que la niña que criaban no moriría de hambre ni de frío. Trabajaban día y noche, remendaban la ropa y las mantas, los zapatos y los muebles viejos, todo debía cumplir una labor incluso si ya no servía, el reloj era un muerto viviente que tu padre siempre trataba de reparar con algunas herramientas oxidadas y la luz de una vela que casi no tenía cera, pero siempre sonaba a sus horas.
La vida era difícil, se trataba de trabajar para conseguir gas y poder hervir agua para hacer sopa, se trataba de bañarse en agua helada en la mañana y trabajar todo el día para caer rendido en un triste colchón en el piso. Eso aprendiste de tus padres desde joven y entendiste, aquella noche fría en que un mazo oxidado abrió el cráneo de tu padre por la frustración, que sus palabras eran muy sabias. Entendiste, el día en que tu madre falleció por enfermedad y sin disponibilidad de medicamentos, que la vida era tan fría como el agua con el que te lavaste la cara en la mañana, tan dura como el piso en el que dormiste por varias noches, entendiste que tenías que salir de ahí de alguna manera.
Aprendiste muchas cosas en tu vida, que si lavas tu cara antes de salir a vender periódicos tendrías unas monedas de más, que si preferías usar una blusa sin mangas tendrías más atención y eso te podría ayudar a comer más que una hogaza de pan duro. Entendiste que siendo atractiva te podrías salvar cuando un hombre te llevó para trabajar en algo más "adecuado".
Pura mierda. Un edificio con luces extravagantes y cortinas traslúcidas, una prisión lujosa donde has sido reclusa desde la adolescencia. No podías quejarte, se supone, tenías una cama suave y comida, un techo que no permitiría que la lluvia ni el sol te enferme, tenías una habitación y un baño decente por primera vez en tu vida y la ropa que vestías, si bien era incómoda, entallada y lujosa, era ropa y se agradecía. Para alguien que no tenía nada de eso, era una bendición que pagaste con un trabajo sucio.
Bailaste, cantaste, aprendiste a conversar y a sonreír aún si estabas incómoda, aprendiste a no quitar las manos que te hacían temblar de miedo, aprendiste a no chillar de dolor ni de miedo cuando te usaban como si fueras un vulgar agujero o una muñeca bonita para mancillar.
Lloraste al final de cada encuentro, no disfrutaste ninguno, siendo todo jalones y mordidas de demonios que arrancaban tu piel, los ojos de los monstruos que dormían bajo tu cama queriendo llevarte al infierno te veían como un trozo de carne lujosa, preparados para rostizarte con especias asquerosas y comerte, y tirar tus huesos contra el plato para que alguien más limpiara el comedor donde pecaron.
Un nuevo día, una ducha con agua helada y tu cabello enmarañado en el espejo, tu cuerpo dañado ya no era lo que solía ser cuando te preparabas para vender periódicos en las oscuras calles, sino una figura más madura y cuidada, el ejercicio y la alimentación que regulaban para mantenerte como un sujeto atractivo combinaba con los moretones espantosos en tus piernas y en tu cuello. Los odiabas, y te apresurabas a cubrir tu cuerpo con una toalla para seguir llorando una mañana más.
La vida era triste, fría y solitaria. Te trataría como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Hasta que te salvaron.
Wriothesley, que sonríe cada vez que lo llamas. Wriothesley, cuyos ojos se suavizan cuando te ve. Wriothesley, que no temió en usar su fortuna para mantenerte. Wriothesley, que te salvó de esa prisión pintada de lujoso pecado, depresión y miseria.
El hombre que llegó al lugar donde trabajabas y se quedó hechizado con tu figura, que casi detuvo una misión para verte un poco más, sentir tu mirada en él mientras bailabas con un traje tan soez. Viendo a través de tus ojos seductores y tu sonrisa caprichosa lo poco que quedaba de una mujer feliz, que buscaba aferrarse a la sugestión como último aspecto verdadero de una personalidad destrozada por las luces rojas y música persuasiva.
Esa noche lo supo, debía sacarte de ese lugar cuánto antes.
El perfume femenino se sentía como humo en tus pulmones, pero era el adecuado para ti, el labial rojo en tus labios y las sombras cuidadosamente difuminadas en tus párpados para que luzcan más bellos eran como se esperaban de alguien como tu, que vestía con poca ropa y joyas asquerosas contra tu piel. Una mujer, un bello trozo de carne que alguien más engulliría hoy.
La puerta se abrió para el caballero de oscuros cabellos, el guardia lo había guiado hacia la recámara de oscuridad tenebrosa. Entró, recibió sus felicitaciones del asqueroso hombre que te miró con una sonrisa repugnante y que después cerró la puerta nuevamente, dejándote indefensa frente a un lobo hambriento. Sonreíste, volviendo a tomar un poco de la seguridad que se supone que tenías como la diva de este maldito lugar.
"Buenas noches, monsieur..." Un tono bajo, como un susurro, bonito y encantador, mezclado con la caricia que diste a tus piernas cruzadas. Sabías quién era el hombre, y precisamente por eso –y porque de lo contrario te castigarían si lo trataban mal– no te permitirse ser nada más que una encantadora bolsa para su semen. Agradecías en silencio que no fuera un viejo otra vez, estabas harta de los vejestorios orgullosos que se hacían llamar hombres entrando por las puertas.
Fue preocupante en un inicio, el caballero no te quitó la mirada de encima pero no se dedicó aa comerte con la mirada, sus ojos no reflejaban sus ganas de arrancarte la lencería de un vibrante color rojo, sino que se mostraba molesto mientras paseaba la vista por el conjunto que tenías puesto. Temblaste, no acostumbrada a cuando te volvió a mirar a los ojos y sonrió compasivo.
"El color no te queda." Habló de lo más calmado, dando algunos pasos hasta atraer la silla que estaba a un lado y dejándote lejos, respetando tu espacio personal cuando se sentó y volvió a mirarte. "Este lugar es muy... pequeño, no parece una buena habitación para ti." Sus ojos analíticos pasearon por toda la habitación, el papel de la pared y la madera del piso, sin cuadros ni carteles de nada, solo una cama, un escritorio y un baño. "¿Vives aquí o me equivoco?"
"Si estamos hoy aquí es porque ha considerado que era el mejor servicio que puede tener, monsieur Wriothesley." Si un hombre deseaba sacar a relucir todos sus fetiches, incluidos los más raros y repugnantes, tendría que usar juguetes especiales que tenían en habitaciones especiales, y claro que un servicio más completo e ilimitado requería una mayor cantidad de mora en los bolsillos del gran señor que te mantenía. Ese no era el plan de Wriothesley, no estaba buscando diversión, no completamente. Wriothesley sonrió y entendió a lo que te referías, suspiró y siguió viendo a todos lados menos a ti en silencio, uno que te estaba atormentando. "¿Se ha estado sintiendo a gusto últimamente, monsieur?"
Preguntaste de manera en la que pretendías estar tranquila, no querías obligarlo a hacer nada y era mejor si era así, pero no entendías la necesidad de pagar por estar una noche con una prostituta y perder tiempo viendo una decoración mundana. Parecía que Wriothesley estaba de acuerdo con tus pensamientos, e incluso parecía que estaba a punto de decir algo pero se quedó aliado mirándote una vez más, otra vez con molestia. "¿Te gusta mucho ese conjunto?"
Es asqueroso, repulsivo, asfixiante y desabrido, querías decirlo pero sabías que no le importaría, reír un poco te ayudaría a sacar el aire que se mantenía incómodo dentro de tus pulmones. "¿No es de su gusto?" Wriothesley sonrió mirándote a los ojos, su mirada iluminada por el sucio rojo de la habitación se notaba cálida a pesar del ardor de todos los colores chillones de la sala.
"Preferiría algo negro en ti, ¿Es de tu gusto?" Wriothesley se levantó por fin de su silla, acercándose a ti con pasos tranquilos y tomando tu mentón para inspeccionar bien tu rostro, soltando ruidos de satisfacción mientras analizaba tus labios y tus mejillas. "Si me lo permitieras podría llenar tu vida de otros colores que no sean este. Violeta, rosa, blanco o negro, si me lo pidieras todo sería tuyo." Su toque era delicado, tanto que te hipnotizó y por un momento olvidaste todo, hechizada por sus palabras. Tal vez eran mentira pero entre cada palabra que caía de su lengua s tus oídos te calentaba el corazón. "No estarías obligada a vestir de esta manera, no te pediría que hagas esto tampoco. Serías una reina a mi lado, mi reina."
"Lo que usted quiere es una esposa trofeo, monsieur." Wriothesley soltó una risa mientras te dejaba caer en la cama, una mano debajo de tu cabeza para que no te lastimarse, otra mano en el colchón para no dejar caer todo su peso sobre ti.
"No, lo que yo quiero eres tú." Te besó, pero a diferencia de besos anteriores que has experimentado no hubo lengua que incomode tu boca, no hubo dientes que choquen con tus labios, solo besos tranquilos y deliciosos, lentos y sensuales que te hacían perseguir sus labios por más. Tus manos lo sostuvieron por sus hombros para que no se aleje, queriendo sentir más del cariñoso acto que te quitaba el aliento con cada caricia en tus labios. "¿Puedo...?"
¿Qué clase de tonterías estaba diciendo este hombre? Que compra a una prostituta y le pide permiso para hacer lo que quería hacer cuando pagó. Aturdida por la frustración, solo asentiste y dejaste que te quitara la ropa, él aún tenía el ceño fruncido y era delicado en sus acciones, quitando tu blusa transparente y revelando tus senos, dándoles una caricia y un beso lento antes de quitar tus medias por el elástico, deslizándolas por tus piernas con cuidado y sosteniendo tus piernas a los lados de su cadera. Cuando quisiste moverte para tomar la botella de lubricante de la mesa al lado de la cama, la mano de Wriothesley te detuvo y besó tu mano.
"Tranquila, yo me encargo de esto." El hombre seguía vestido, lo que te mantenía indefensa ante él, sin contar que sus manos empezaron a delinear tu figura, tus brazos, tu cintura, se estaba esforzando para memorizar tu forma bajo sus manos ásperas y con cicatrices. Sus dedos tomaron tus pezones y jugaron con tus botones con sus pulgares, dando vueltas a sus circunferencias y apretando ligeramente la carne delicada, arrancándote suspiros.
"Si algo no te gusta podemos detenernos." Te miró con cariño, ahora sin molestia en tus ojos, mientras estiraba la tela de tu braga. Asentiste nuevamente, ahora con un murmullo suspirado, y pareció que el ego de Wriothesley creció en ese momento. Te quitó la molesta tela revelando tu intimidad desvergonzada, por extraño que parezca te sentiste demaciado expuesta ante él, pero todo se fue al diablo cuando una de las manos de Wriothesley pasó de tu seno a tus pliegues y pasó delicadamente por tu raja hasta tu clítoris, masajeando los botones de carne con ambas manos en dos zonas distintas que te hicieron soltar un jadeo más alto. Su boca bajó desde tu mejilla hasta tu vientre, dejando tus piernas cómodamente en sus hombros, repartiendo besos como una cascada hasta tu intimidad dónde empezó a lamer y a arremolinar su lengua en ti.
Arañaste la sábana y arrugaste los dedos de los pies, jadeaste por la humedad nueva que estabas descubriendo con su lengua y sus labios besando tu intimidad con hambre, bebiendo todo el líquido que caía por su barbilla y que te enredaba el estómago en una sensación tan exquisita que no pudiste ignorar. Gruñiste el nombre de Wriothesley, lo abrazaste con tus muslos y él fue dichoso de sentir tu miel fluir como un río por su paladar, no se molestó en mojar la sábana de bajo de ti, nada importaba ahora.
"No te puedo pedir que seas mía ahora, pero por favor dame la oportunidad." Amó cada parte de ti, como respirabas con dificultad, tus piernas temblando y deseando más, adoró cuando lo miraste a través de tus pestañas húmedas por tus lágrimas y sonreíste. Ibas a caer, si tenía que ser una ilusión rezabas que fuera eterna, que nunca te rompa el corazón con una verdad amarga si todos los días tendrías algo como esto. Tal vez es amor, pensaste, así se debe sentir estar enamorado, una inmensa felicidad y tranquilidad.
Había pedido permiso y se lo concediste, lo dejaste introducir su polla dura entre tus pliegues, ambos jadearon al sentirse completos, Wriothesley premió tu tranquilidad con más besos dulces y se tomó su tiempo para hacerte el amor entre suspiros y anhelos.
Mientras sus bolas casi entraban profundamente en ti a un ritmo lento pero rudo, los gruñidos del hombre besaban la piel expuesta de tu hombro y mordía delicadamente. Trataba de no hacerte daño mientras te sostenía la cintura con delicadeza, haciendo rodar tu clítoris en sus dedos y meciéndote contra su falo. Wriothesley besó tu clavícula a través de las manchas que dejaban sus labios, chupaba tu piel salada y mojada mientras susurraba frases inentendibles por la dicha de unirse a ti.
La vida no debía ser difícil, no debe estar llena de baches, fluye como el agua de una fuente. Tus noches no deberían pasar entre lágrimas y maldiciones, no deberían tratarte como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Estabas destinada a ser amada y mimada, a los ojos de Wriothesley, estabas destinada a vivir una vida honrada y feliz, sonreír todos los días de tu vida y cada noche dejarlo hacerte el amor de manera lenta, empalarte en su polla mientras soltaba más susurros de amor y adoración a ti.
Lo raro no acabó, el cariño no acabó. Cuando ambos estaban saciados por el nuevo tipo de placer que habían encontrado en el otro, no se separaron, él no se vistió y se fue luego de recordarte que fuiste la más hermosa de todas. Wriothesley se preocupó por ti, te ayudó a limpiarte y se quedó a tu lado en la cama, el silencio fue agonizante al inicio pues no sabías qué hacer hasta que empezaste a dormir en su pecho, arrullada por el respirar del hombre y sus brazos que te mantenía caliente. Lloraste una vez más, en silencio, por la felicidad que creías que sería pasajera.
Desde esa noche, todas las mañanas te alegras de despertar perezosamente en los brazos del duque que no te quiere soltar, pasas tus días a su lado vistiendo de los colores del arcoiris pero no el color del infierno, con un anillo con una piedra oscura en tu dedo. Un establecimiento clausurado, una oportunidad junto a Wriothesley y al final tu libertad estaba frente a ti. La libertad que había buscado tu padre, la que había buscado tu madre y la que no pudo encontrar tu yo más joven, ahora resplandecía frente a ti en la figura mortal de un hombre.
English:
Life is difficult, it is full of potholes and it does not flow like water from a fountain. Those were the words your parents repeated to you every day as if it were a divine mantra. Life was about working to not die, doing whatever it took to eat a piece of bread, to ensure that the girl they were raising would not die of hunger or cold. They worked day and night, mending clothes and blankets, shoes and old furniture, everything had to do its job even if it was no longer useful, the clock was a living dead that your father always tried to repair with some rusty tools and the light of a candle that had almost no wax, but always rang on time.
Life was difficult, it was about working to get gas and be able to boil water to make soup, it was about bathing in ice water in the morning and working all day to fall exhausted on a sad mattress on the floor. You learned that from your parents from a young age and you understood, that cold night when a rusty mallet opened your father's skull out of frustration, that his words were very wise. You understood, the day your mother died due to illness and without the availability of medicine, that life was as cold as the water with which you washed your face in the morning, as hard as the floor on which you slept for several nights, you understood that you had to get out of there somehow.
You learned many things in your life, that if you washed your face before going out to sell newspapers you would have a few extra coins, that if you preferred to wear a sleeveless blouse you would have more attention and that could help you eat more than a loaf of stale bread. You understood that by being attractive you could save yourself when a man took you to work in something more "suitable."
Pure shit. A building with extravagant lights and translucent curtains, a luxurious prison where you have been an inmate since you were a teenager. You couldn't complain, you were supposed to, you had a soft bed and food, a roof that wouldn't let the rain or sun make you sick, you had a decent room and bathroom for the first time in your life, and the clothes you wore, even though they were uncomfortable, fitted and luxurious, it was clothing and it was appreciated. For someone who didn't have any of that, it was a blessing that you paid for with a dirty job.
You danced, you sang, you learned to talk and smile even if you were uncomfortable, you learned not to remove the hands that made you tremble with fear, you learned not to scream in pain or fear when they used you as if you were a vulgar hole or a pretty doll to taint.
You cried at the end of each encounter, you did not enjoy any of them, it was all pulls and bites of demons that ripped off your skin, the eyes of the monsters that slept under your bed wanting to take you to hell saw you as a piece of luxurious meat, ready to roast you with disgusting spices and eat you, and throw your bones against the plate so that someone else could clean the dining room where they sinned.
A new day, a shower with ice water and your hair tangled in the mirror, your damaged body was no longer what it used to be when you were preparing to sell newspapers on the dark streets, but a more mature and well-kept figure, exercise and the diet they regulated to keep you attractive combined with the hideous bruises on your legs and neck. You hated them, and you rushed to cover your body with a towel to continue crying one more morning.
Life was sad, cold and lonely. Life would treat you like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. Until he saved you.
Wriothesley, who smiles every time you call him. Wriothesley, whose eyes soften when he sees you. Wriothesley, who was not afraid to use his fortune to support you. Wriothesley, who saved you from that painted prison of luxurious sin, depression and misery.
The man who came to the place where you worked and was enchanted by your figure, who almost stopped a mission to see you a little more, to feel your gaze on him while you danced in such a vulgar outfit. Seeing through your seductive eyes and your capricious smile what little was left of a happy woman, who sought to cling to suggestion as the last true aspect of a personality destroyed by red lights and persuasive music.
That night he knew, he had to get you out of that place as soon as possible.
The feminine perfume felt like smoke in your lungs, but it was the right one for you, the red lipstick on your lips and the shadows carefully blended on your eyelids to make them look more beautiful were as expected from someone like you, who dressed scantily. Disgusting clothes and jewelry against your skin. A woman, a beautiful piece of meat that someone else would gobble up today.
The door opened for the dark-haired gentleman, the guard had guided him into the chamber of gloomy darkness. He walked in, received his congratulations from the disgusting man who looked at you with a disgusting smile and then closed the disgusting door again, leaving you defenseless against a hungry wolf. You smiled, regaining some of the confidence you were supposed to have as the diva of this damn place.
"Good night, monsieur..." A low tone, like a whisper, pretty and charming, mixed with the caress you gave to your crossed legs. You knew who the man is, and precisely for that reason –and because otherwise you would be punished if you treated him badly– you were not allowed to be anything more than a charming bag for his semen. You were silently grateful that he wasn't an old man again, you were sick of proud geezers who called themselves men walking through the doors.
It was worrying at first, the gentleman did not take his eyes off you but he did not dedicate himself to staring at you, his eyes did not reflect his desire to tear off your vibrant red lingerie, but rather he seemed annoyed as he looked around. for the outfit you were wearing. You shivered, not used to when he looked back into your eyes and smiled sympathetically.
"The color doesn't suit you." He spoke as calmly as possible, taking a few steps until he attracted the chair that was on one side and leaving you far away, respecting your personal space when he sat down and looked at you again. "This place is very... small, it doesn't seem like a good room for you." His analytical eyes roamed the entire room, the wallpaper and the wood of the floor, no pictures or posters of anything, just a bed, a desk and a bathroom. "Do you live here or am I wrong?"
"If we are here today it is because you considered it to be the best service you could have, Monsieur Wriothesley." If a man wanted to bring out all his fetishes, including the strangest and most disgusting ones, he would have to use special toys that were kept in special rooms, and of course a more complete and unlimited service required a greater amount of mora in the pockets of the great lord that kept you. That wasn't Wriothesley's plan, he wasn't looking for fun, not entirely. Wriothesley smiled and understood what you meant, he sighed and continued looking everywhere except at you in silence, one that was tormenting you. "Has he been feeling at ease lately, monsieur?"
You asked in a way that meant you were calm, you didn't want to force him to do anything and it was better if that was the case, but you didn't understand the need to pay to spend a night with a prostitute and waste time looking at mundane decorations. It seemed like Wriothesley agreed with your thoughts, and it even seemed like he was about to say something but he just stood there looking at you once again, again with annoyance. "Do you really like that outfit?"
It's disgusting, repulsive, suffocating and tasteless, you wanted to say it but you knew he wouldn't care, laughing a little would help you get out the air that remained uncomfortable inside your lungs. "Isn't that to your taste?" Wriothesley smiled looking into your eyes, his gaze illuminated by the dirty red of the room felt warm despite the heat of all the bright colors in the room.
"I would prefer something black on you, is that to your taste?" Wriothesley finally got up from his chair, approaching you with calm steps and taking your chin to inspect your face well, letting out satisfied noises as he analyzed your lips and cheeks. "If you allowed me, I could fill your life with colors other than this one. Violet, pink, white or black, if you asked me, everything would be yours." His touch was delicate, so much so that he hypnotized you and for a moment you forgot everything, enchanted by his words. Maybe they were a lie but between every word that fell from his tongue your ears warmed your heart. "You wouldn't be forced to dress this way, I wouldn't ask you to do this either. You would be a queen by my side, my queen."
"What you want is a trophy wife, monsieur." Wriothesley let out a laugh as he dropped you onto the bed, one hand under your head so you wouldn't hurt yourself, another hand on the mattress so he wouldn't let his full weight fall on top of you.
"No, what I want is you." He kissed you, but unlike previous kisses you've experienced there was no tongue to bother your mouth, no teeth to collide with your lips, just calm and delicious kisses, slow and sensual that made you chase his lips for more. Your hands held him by his shoulders to keep him from moving away, wanting to feel more of the affectionate act that took your breath away with each caress on your lips. "Can I...?"
What kind of nonsense was this man talking? That he buys a prostitute and asks her permission to do what he wanted to do when he paid. Dazed with frustration, you just nodded and let him remove your clothes, he was still frowning and delicate in his actions, removing your sheer blouse and revealing your breasts, giving them a caress and a slow kiss before removing your stockings by the elastic, sliding them down your legs carefully and holding your legs to the sides of his hips. When you wanted to move to grab the bottle of lube from the table next to the bed, Wriothesley's hand stopped you and kissed your hand.
"Don't worry, I'll take care of this." The man was still dressed, which kept you defenseless before him, not to mention that his hands began to outline your figure, your arms, your waist, he was trying hard to memorize your shape under his rough and scarred hands. His fingers cupped your nipples and played with your buttons with his thumbs, circling their girths and lightly squeezing the delicate flesh, drawing sighs from you.
"If you don't like something we can stop." He looked at you lovingly, now with no discomfort in your eyes, as he stretched the fabric of your panties. You nodded again, now with a sighed murmur, and it seemed like Wriothesley's ego grew in that moment. He removed the annoying fabric revealing your shameless intimacy, strangely enough you felt too exposed to him, but everything went to hell when one of Wriothesley's hands moved from your breast to your folds and delicately passed along your slit to your clit, massaging the flesh buttons with both hands in two different areas that made you gasp louder. His mouth went down from your cheek to your belly, leaving your legs comfortably on his shoulders, spreading kisses like a waterfall to your intimacy where he began to lick and swirl his tongue in you.
You scratched the sheet and wrinkled your toes, you gasped at the new moisture that you were discovering with his tongue and his lips kissing your intimacy hungrily, drinking all the liquid that fell down his chin and that entangled your stomach in a sensation so exquisite that you couldn't ignore. You growled Wriothesley's name, you hugged him with your thighs and he was happy to feel your honey flow like a river through his palate, he didn't bother to wet the sheet under you, nothing mattered now.
"I can't ask you to be mine now, but please give me the chance." He loved every part of you, how you were breathing hard, your legs shaking and wanting more, he loved when you looked at him through your eyelashes wet with your tears and smiled. You were going to fall, if it had to be an illusion you prayed that it would be eternal, that it would never break your heart with a bitter truth if every day you would have something like this. Maybe it's love, you thought, this is what being in love must feel like, immense happiness and tranquility.
He had asked for permission and you granted it, you let him insert his hard cock between your folds, you both gasped as you felt complete, Wriothesley rewarded your tranquility with more sweet kisses and took his time making love to you between sighs and longings.
As his balls nearly entered you deep at a slow but rough pace, the man's grunts kissed the exposed skin of your shoulder and bit gently. He tried not to hurt you as he gently held your waist, rolling your clit on his fingers and rocking you against his phallus. Wriothesley kissed your collarbone through the stains left by his lips, he sucked on your salty and wet skin while he whispered incomprehensible phrases for the joy of joining you.
Life should not be difficult, it should not be full of potholes, it flows like water from a fountain. Your nights should not be spent in tears and curses, you should not be treated like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. You were destined to be loved and pampered, in Wriothesley's eyes, you were destined to live an honest and happy life, smile every day of your life and every night let him make love to you slowly, impale you on his cock while he let out more whispers of love and adoration of you.
The strangeness didn't end, the affection didn't end. When you were both satiated by the new kind of pleasure you had found in each other, you didn't separate, he didn't get dressed and left after reminding you that you were the most beautiful of all girls in that night. Wriothesley worried about you, he helped you clean yourself and stayed next to you in bed, the silence was agonizing at first because you didn't know what to do until you began to sleep on his chest, lulled by the man's breathing and his arms that held you. kept you warm. You cried once again, silently, for the happiness that you thought would be temporary.
Since that night, every morning you are happy to wake up lazily in the arms of the duke who does not want to let you go, you spend your days at his side wearing the colors of the rainbow but not the color of hell, with a ring with a dark stone in your finger. A closed establishment, an opportunity with Wriothesley and in the end your freedom was in front of you. The freedom that your father had sought, that your mother had sought, and that your younger self could not find, now shone before you in the mortal form of a man.
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¡Yo! Estuve viendo Record of Ragnarok hoy y no pude evitar notar similitudes entre Jack y Alastor, así que aquí estamos, con un lineart de Al haciendo cosplay de Jack. 🤣 También se me ocurrió una historia que dudo escribir, pero dejaré por aquí una breve sinopsis, en caso alguien tenga curiosidad. 🤭
"Cuando el cielo determina que las almas de los pecadores no tienen salvación, se decide un exterminio masivo el infierno. Ante la perspectiva de una más que posible extinción, Charlie, la princesa del infierno, se opone al veredicto y, en un último acto desesperado, apela a una vieja cláusula que les concede a los pecadores una última oportunidad de lograr su supervivencia: un torneo que enfrentará a cielo e infierno en una serie de 7 batallas individuales. Tomando la situación como una broma, dada la ridícula idea de que un simple pecador pudiera vencer a un ángel, el cielo accede a la petición de la princesa y le otorga un mes de plazo para elegir a los 7 pecadores que representarán al infierno. Con el peso de la extinción completa sobre sus hombros, Charlie se embarcará en la difícil tarea de convencer a los pecadores más poderosos del infierno a unirse a su causa, misión que parece imposible, hasta que Alastor, uno de los demonios más temidos, decida unirse a su travesía imposible. Sin embargo, ¿Será suficiente el apoyo del demonio de la radio para lograr la ansiada supervivencia o el infierno estará destinado a enfrentar su inevitable final?"
Y así, cosas que se me ocurren en las noches de insomnio. 😂
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monstruos del pasado
hoy te vi feliz,
recordándote tirada en las ciénagas de tu ansiedad
consumiéndote por la ira de los destellos de la reminiscencia en la penumbra del pasado
donde la sangre, era noticia aburrida y la muerte lo más anhelado
hoy te vi feliz,
que bien te ves ahora.
recuerdas? el retumbar,
golpes, infamia, lujuria,
golpe
golpe
golp
gol
go
hoy te vi feliz,
me recuerda cuando estábamos en el psiquiátrico o en el pueblo donde te dejaron por miedo, con tu abuela, tus demonios y solo correos
hoy te vi feliz,
susurrando en la noche mi nombre
como una luz en penumbra, donde me volví un heraldo para sobrevivir pero no fue suficiente
hoy me vi feliz,
en un cuerpo diferente, uno sin muchas marcas, me llaman por otro nombre y dicen que sigo viva en otro continente.
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